II %%' < $Y*m Las Flechas de Plomo de Cupido Dejaron un FríoGlacial en su Corazón Pero por Fin la Linda Princesa Europea Parece Haberse Enamorado .. . de un Juerguista Norteame- ricano, el Millona rio Luis Ehret, "Príncipe de la .Cerveza" "?*«*> wm ñ > Jss ^H^ ^mff » r . - • m I K W 1 ^.: ' m *6 ^*Ü¿ /y K ^**s ÍVi V . r r <W. \» sfe I w »«wSs vr-^í Ufe El casamiento de Cristina, hermana de Marín», era el aristocratice y apuesto Daniel Lord (emboe arribe i, termi- né en le corte de divorcios. El multado de eeta desven- turada anión, ha simplificado el problema matrimonial ene tiene eoe encarar la princesa Marine, La linde princesa Merina Torlonia, no encontrando su "ideal" entre la noblote europea, se dirigió a Amé- rice. en basca riel "ftltl rebellero, vencedor de le Muerte, qur en- cendiera sos la- bio» con un be*o de amor." * nía «fp* Loa marfileños dedos de la linde princesa, hechos pera "deshojar blancas marta ritas", saben desempeñar r-'" fea- mente le prosaica tarea de laver platos. ) Por ROB ROBERTS wj U MADRE se casó con un príncipe, y huyó de él. Su hermana se cesó con un aristócrata, y se divorció. Pero pro- bablemente le linda princesa marine Luisa de Torlónla, sea más afortunede en EU carrera matrimonial. No pensó, como le triste princesa de la Sonatina, ni en el principe de Ool- conda o de China, ni en el rey de les islas de les rosas fre- gantes, ni en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz. Tampoco pensó en los nobles europeos, sino en el apuesto millonario norteamericano, Luis Ehret, principe de la dinas- tía cervecera de Nueva York. Merina acogió con glacial frielded les atenciones de los nobles europeos que se prendaron de ella, y regresó a Esta- dos Unidos, a labrar su propio destino en él país natal de su aristocrática madre. Colocada su ebúrnea mano entre las manos robustas de Luis, mientras oyen, sentados en un discreto rincón de un famoso cebaret neoyorquino, el rítmico compás de una rum- ba deliciosa, la princesa Marina se olvida por completo de las lujosas recepciones en los suntuosos palacios europeos. Su padre era Don Alejandro Torlonia, Principe de civi- tella Cesl, Duque de Poli y Duque de Ouadagnola, Caballero de Malta, y amigo personal o íntimo de Benito Mussollni. La recepción en las bodas del Conde Oaleaszo Cieno, mano derecha üe II Duce y ex-Mlnlstro de Relaciones Exteriores de Italia, fué celebrada en la Villa Torlonia, en Roma. Cuéntase que uno de ios antecesores de la familia Tor- lonia. Don Juan Torlonia, era de humilde origen, pero con- siguió reunir una colosal fortuna, 'legando a ser el banque- ro de le aristocracia romana, con la que su familia empa- rentó por medio de numerosas alianzas. En 1809 el pape Pió Vil le concedió el titulo de duque de Bracclano. pero, no obstante sus millones, conservaba cuidadosamente en un estuche la cuchare de estaño con que comía cuando era pobre. La madre de Marina era netamente norteamericana, a pesar de que en ia primera década del siglo era conocida como "Le Duquesa del Doler", teniendo fama de ser una de las Jóvenes más lindas de Estados Unidos. 8iendo de tan ilustre linaje, era natural que el nombre de Marina figurase en el "Registro Social", lista anual -de lo más selecto de le aristocracia. En cambio, el nombre de Luis Ehret no r perece en dicho registro, a pesar de que su madre era Magdalena Donarme, hermana de Jaime P. Do- narme, quien por alíense matrimonial,' formó parte de la ^El Principe de Plisen", Luis Ehret. Joven millonario nor- téemericeno, asiduo acompañante de la linda princesa Tor- lonia. fabulosamente rica familia de los Woolworth. Por Unto, Luis es pariente, sunque lejano, de la erlstocrática Bár- bara Hutton Mdivani vón Reventlow. Pero este lejano pa- rentesco no es suficiente para dar derecho a Luis e figurar en el Registro Social. La sociedad estadounidense se divide en dos bandos: uno, formado por los de sangre aiul, descendientes en línea di- recta de los primeros pobledores del país, y el otro formado por los pertenecientes a "la Sociedad del Café", eslduos concurrentes a los más famosos caberets, jóvenes ricos, ele- gantes, bien parecidos y educados, pero que no son de tan aristocrática alcurnia. La princesa Marina no le importa un pito que Luis oer- tenezca a éste último grupo. La aristocrática joven y el plebeyo, forman una pareja ideal, y quizás con él Marina pueda hallar la felicidad que no hallaron su madre y su her- mana. ¿Sería más dichosa casándose con Luis, que si se casara con un noble? Sería difícil predecirlo, pero quizás una ojeada al pasado pueda airo jar alguna luz hacia el futuro. Su madre, rica y bella, casó a los 18 años con el noble italiano. Con la devoción y galantería de ios latinos, don Alejandro, que entonces contaba 46 años, la trató como a una reina. No había nada que ¿u Joven y linda esposa no mereciese. Una ves quiso que un femóse artista pintase un retrato de la princesa. El pintor quedo subyugado de la sin par hermosura de la Joven, pero al recibir mil liras por el retrato, se sintió indignado, y cambió la bella pintura en una caricatura de la Joven. Cuando el fogoso principe de Torlonia se enteró de este "vandalismo", desafió al pintor, envlándole a los padrinos para que arreglaran un duelo. El pintor sa- lló herido ligeramente en un hombro. El desafio se convirtió en un escándalo público. El Papa se enteró de él, y como quiera que el principe hebia sido el agresor, fué excomulgado. Más tarde la Santa Sede lo perdono y el Principe Torlonia volvió a formar parte de la iglesia. Por algún tiempo la Duquesa del Dólar fué com- pletamente feliz. Tuvo tres hijos: Alejandro. Cristiana y Marina. Pero uno de los "accesorios" tradicionales del código matrimonial del Continente, hizo su Ines- perada aparición en el paraíso de los esposos Torlonia, no en forma de serpiente, sino en forma de una rubia y linda cabeza. La esposa exigió que el principe escogiera entre ella y la querida. El príncipe rehusó abandonar a ésta ultime, y la Duquesa del Doler huyó, con sus hijos, a Rome. donde entabló demanda de divorcio. El caso fué decidido a favor de la duquesa. Al regresar e Estados Unidos. la Princesa Torlonia formó Inmediatamente parte de los más aristocráticos círculos de Nueva York y Neaport. En aquella época sus hijos eran aún muy Jóvenes. El mayor, Alejandro, sólo contaba 13 años de edad. Desde entonces adoptaron las costumbres norteamericanas, pero en enero de 1935 Alejendro hlso un matrimonio brillante. Con toda la pompa y esplendor que Roma celebra tan eminentes econteclmlentos, se caso con la Infanta Beatriz, hija de Alfonso XIII, ex-rey de España Este matrimonio ha sido completamente dichoso, y los fe- lices Jóvenes viven tranquilamente en Europa. Pero el matrimonio de Cristiana no fué tan feliz. El joven y apuesto Daniel Lord, descendiente de Tomás Lord, que llegó a América en el siglo 17, asistió a un banquete dado por la Princesa Torlonia en mayo de 1935, en su aris- tocrática residencia de Park Avenue, en Nueva York. 'Loa Lord y los Torlonia hablan sido amigos por muchos años, asi, pues, los Jóvenes se hablan conocido casi toda la vida. Después del banquete, Cristiana y Daniel fueron a un ca- baret, y a las tres de la mañana se encontraron llamando a la puerta de un Jues de pas de Harrison-Nueva York, a quien obligaron a abandonar el lecho para que loe casase. Daniel siguió trabajando en un banco, pero dos años después Cristiana entabló demanda de divorcio, en Reno. En La princesa Marina Torio* nía es mitad americana y mi- tad italiana. En este grabado aparece saboreando el deli- cioso plato nacional del país de su padre. diciembre de 1937 el caso fué fallado a su favor. Probablemente el desgraciado fin de estos dos matrimonios ha hecho que Marina sienta aver- sión a los casamientos con miem- bros de la nobleza. Pero el cielo azul de su "idilio" con el Joven y spuesto norteamericano no ha estado exento de algunos nubarrones. El Príncipe de la Cerveza es un Juerguista. En 1932 Luis salló en el lujoso automóvil de su ma- dre, a celebrar la terminación de la temporada teatral. Era la noche de la última función de la zarzuela "Hot- Cha", puesta en escena por el famoso Plorenz Zlegfeld.. Luis se dirigió al teatro, donde se encontró con una actriz alta, bonita, trigueña, Elleen Wenzel, considerada como la más linda co- rista de Broadway. La Joven pareja se dirigió a un cabaret. Una hora después, los dos. y otra pareja más, salieron a pasear en el automóvil de Luis. No habían recorrido más de media milla, cuando el automóvil se estrelló contra un árbol. Eileen Wenzel, "la corista más linda de Broadway* fué sacada del destrozado carro, sangrando, herida de gra- vedad. Eileen, habiendo quedado desfigurada, perdida la belleza que le representaba un sueldo de $8,000 a $10,000 al año, entabló pleito contra Luis por $250,000. El jurado falló en favor de Eileen, fijando una Indemnización de $90,000, que. más tarde, al apelar Luis el caso, quedó fijada en $40.000. Pero Marina no Ignora que Luis anda siempre locamente en pos de la alegría. Ella, por su parte, es también amanta de la "villa nocturna". Visita regularmente los más famo- sos cabaret de Nueva York. También tiene otro "amor": el de hacer obras de caridad. ¿En qué terminará este idilio apenas comenzado? ¿Se casará Marina con Luis? Los amigos íntimos de la gentil pareja no pueden asegurarlo. ¿Regresará al seno de la no- bleza europea, olvidándose del apuesto Principe de la Cer- veza? Lo dudamos. Creemos que el benigno Cupido, com- padeciéndose del enamorado Luis, ha disparado su certera flecha de oro, encendiendo en el corazón de la aristocrática Joven una gran pasión por el "Juerguista" norteamericano. pm K1JN) rea-rima* STITOICATB. IM. PraftieMa M El desgraciado fin del matrimonio del doque y la du- quesa de Torlonia (arriba), padres de Marina, probable- . mente fué la ce osa de la aversión que ésta siente a los ca- samientos con miembros de la nobleaa europea. I IHI ni lll H llllll l lll lM i nM I H rnTTTnTTTTTTTmrTTTTTTTTTTrTmTTTm Mlllll Illllllllllllllllllllllll II Ill'lllllllll Illllllllllllllll lllllllllllllllllllllll1 lll!l|IIIIIIIIIIIH!llllllllll!llllll I lililí IIIIIIH I lllll ll lll I II IIIII II N II IÜi *J—«T- :m n i I ©I J s • —
