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LOS FRANCISCANOS Y LA JUSTICIA MEDIOAMBIENTAL Confrontando la Crisis Medioambiental y la Injusticia Social Orden de Frailes Menores Ocina de Justicia, Paz e Integridad de la Creación Roma, 2011

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LOS FRANCISCANOS

Y LA JUSTICIA

MEDIOAMBIENTAL

Confrontando

la CrisisMedioambiental y la

Injusticia Social

Orden de Frailes Menores

Ocina de Justicia, Paz e Integridad de la CreaciónRoma, 2011

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INTRODUCCIÓN

Los Capítulos Generales OFM de 2003 y de 2009 animaron a los frailes a familiari-zarse con, y a involucrarse en temas medioambientales. El objetivo de este docu-mento es el de ayudar a los frailes en todo el mundo a reexionar sobre la crisis

medioambiental que todos estamos viviendo y de invitarlos a activarse para enfrentarlos problemas que nos aigen a todos, sobre todo a los pobres.

La primera parte trata de la motivación para esta tarea que surge de la espiritualidadde Francisco. La segunda parte habla de la nueva ética que se necesita para enfrentarla nueva realidad de un mundo globalizado. La tercera parte explica el signicado de justicia medioambiental que asocia a nuestra preocupación tradicional por los derechoshumanos a una preocupación por la salud del mundo creado. La cuarta parta presen-ta cuatro situaciones que ayudan a poner en evidencia los tipos de temas que trata la justicia medioambiental. En n, la quinta parte es una exhortación a leer “los signos delos tiempos” y a elegir acciones concretas para intentar hacerle frente a la crisis actual.

I. LA MOTIVACIÓN FRANCISCANA PARA HACERLE FRENTE A LACRISIS

La espiritualidad de Francisco de Asísle ofrece una fuerte motivación a losFranciscanos para que se involucren

plenamente en los esfuerzos para enfren-tar la crisis medioambiental actual. Sedestaca por una preocupación especial yuna responsabilidad hacia nuestra madreTierra y toda la Creación, que surge deun deseo de seguir en la huellas de Fran-cisco. Juan Pablo II1  con razón lo deno-minó el santo patrón de la ecología en el1979. Francisco no enfrentó los mismostemas que nosotros estamos viviendo, yel medioambiente en sus tiempos no esta-ba sujeto a la misma amenaza global, sinembargo su manera de hacerle frente almundo y su relación con la naturaleza nosindica la dirección correcta. Nos recuerdanla necesidad moral de hacerle frente a la

crisis que amenaza nuestro planeta y to-dos sus habitantes.

A diferencia de la espiritualidad popular desu tiempo, Francisco no separaba el mun-do espiritual del mundo material y clara-mente no despreciaba al mundo materialcomo algo ajeno a Dios. El consideraba ala tierra y a la naturaleza entera en cuantocreación de Dios, como un lugar de encar-

nación. Francisco se relacionaba con todas

1 Cf. mensaje de Juan Pablo II para el DíaMundial par la Paz: Paz con Dios el Creador, Paz conoda la Creación, 1ro de Enero de 1990 (n. 16).

las cosas creadas – vivas o examines – congran respeto y buscaba ser sujeto a ellas.Esta actitud es diferente de una espiritua-lidad que considera a los seres humanoscomo soberanos de la tierra. Francisco nocolocaba a los seres humanos por encimao al exterior del resto de la naturaleza. Losveía como hermanas y hermanos, compa-ñeros creados por el mismo Dios. El expre-só esta espiritualidad en una forma únicay poética en su Cántico de las Criaturas,2 que compuso al nal de su vida. El cán-tico no solamente alaba Dios por la crea-ción. Francisco no se situaba al exteriorde la naturaleza para agradecerle a Diospor su don, sino que se colocaba junto conla comunidad de criaturas y – como partede esa misma comunidad – alababa Dioscomo fuente de toda vida y creación. El

elogio de Dios por parte de las criaturasconsiste en su ser lo que son, en conver-tirse en lo que debían ser al ser creadas.

Esto es lo que distingue a la espirituali-dad de Francisco de una preocupaciónpor el medioambiente que solamen-

te se reere al futuro de la raza huma-na. En el espíritu de Francisco, el cuidadode la creación surge de un respeto pro-

fundo por, y de una solidariedad interiorcon todo lo que Dios ha creado. Francis-

2 Para el texto del Cántico ver: http://www.

appleseeds.org/canticle.htm .

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Francisco por que de alguna manera sen-tían su bondad, cuidado y deseo de ayudar-los a sobrevivir y a medrar. Se presentabafrente a ellas sin armas, sin buscar algúnprovecho de sus tratos con ellos, dispuestoa dar de si mismo par el bien de ellos. Estoes lo que ocurre, en modos diferentes, enlos cuentos acerca del lobo de Gubbio3  ylas ovejas en Marches4. Francisco demos-tró relaciones que promueven la reconci-liación y que juntan bajo una obedienciareciproca, permitiéndoles ser si mismos yalabar a Dios. La Amistad, incluso la ternu-ra, siempre gana.

L

a actitud de Francisco ofrece un funda-mento sólido para nuestros esfuerzosen hacerle frente a los problemas eco-

lógicos que estamos viviendo. NuestrasConstituciones Generales dicen: “Siguien-do de cerca a las huellas de Francisco, losfrailes deben mantener una actitud respe-tuosa hacia la naturaleza, amenazada hoydía por todas partes, de manera tal quese pueda reinstituir completamente a sucondición de hermano y a su rol de utili-dad para todos los seres humanos para laGloria de Dios el Creador” (GGCC 71). El

Capitulo General de 2009 solicitó que “enlos próximos seis años (2009-2015) todaslas Entidades de la Orden, con la ayudade la ocina JPIC, examinen el impacto denuestro estilo de vida sobre la creación,especialmente con respecto a los cambiosclimáticos, y que promuevan la justiciamedioambiental para evidenciar la rela-ción entro los temas sociales y ecológicos.” 

Para implementar esta decisión capitular,debemos primeramente entender el signi-cado del termino “justicia medioambien-tal”. Este es el objetivo del texto presente.La ocina JPIC en Roma ha redactado otrodocumento que trata de la segunda cues-tión de importancia vital que surge de ladecisión Capitular: el impacto ecológico denuestras vidas sobre el resto de la crea-ción de Dios.

3 Cf. Fuentes Franciscanas: Las Acciones delBeato Francisco y Sus Compañeros, XXIII.4 Cf. 1 Celano, 77-79.

co sintió la unidad del cosmos entero. SanPablo dijo que la comunidad de Cristianosforma el cuerpo de Cristo, que la alegríay sufrimiento de cada miembro individualcontribuye al bienestar y al sufrimiento delcuerpo entero (Cf. 1 Cor. 12:12-31; Col.1:18; 2:18-20; Ef. 1:22-23; 3:19; 4:13).Para Francisco, la misma verdad se apli-ca al cosmos por completo. Los informescientícos actuales nos conrman su pers-picacia: la destrucción en una parte delmundo está llevando hacia un sufrimientoen el mundo entero.

El respeto y solidaridad de Franciscohacia las criaturas se manifestabanen actitudes interiores y prácticas de

obediencia. A través del voto de obedien-

cia un religioso o religiosa se entrega com-pletamente a Dios por mediación de otrapersona. Francisco amplió este conceptopara incluir a un sometimiento a todos losseres humanos y a todos los animales, yasean salvajes o domésticos. El ofreció unmotivo teológico de este sometimiento: alobedecerle a las criaturas, se le obedece alCreador del que proceden, que le permitea cada cual de existir, actuar y de expresar

sus propias necesidades.

Por este motivo, Francisco consideraba ala vida desde la perspectiva de estas cria-turas. El entendía sus necesidades vitales.Su actitud era una de empatìa profundaque lo impulsaba a buscar modos adecua-dos para defender el medioambiente deacuerdo con las necesidades de cada serviviente. Vemos una preocupación no so-

lamente por las criaturas individuales sinotambién por el lugar en que estas viven.Es una invitación inicial a cuidar al hábi-tat , a proteger la integridad del ecosiste-ma, garantizando por lo tanto las interre-laciones que aseguran la sobrevivencia.La rivalidad y los intentos de abuso y dedominio no tienen sentido ya que los sereshumanos y las otras criaturas están he-chos para cuidarse y ayudarse entre ellos,reconociendo por lo tanto lo bueno por el

que Dios les ha creado.

Donde no hay percepción de amenaza, nohay temor. Las criaturas le obedecían a

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II. UNA NUEVA ÉTICA PARA UN MUNDO GLOBALIZADO

Antes de hablar de la cuestión de jus-ticia medioambiental, es importanteconsiderar el mundo en el que vivi-

mos. Nuestra inspiración para hacerle fren-

te a los problemas contemporáneos proce-de de Francisco, sin embargo el mundo hacambiado enormemente en los ocho siglosdesde que fundó su movimiento. En lostiempos de Francisco, la mayor parte delas personas vivían en sus propios mundosaislados. Los viajes y la comunicación erandifíciles, las actividades comerciales y lasestructuras económicas contemporáneasrecién comenzaban a desarrollarse. La po-blación no era numerosa; la mayor parte

de las personas vivían en zonas rurales ytrabajaban en agricultura y zootecnia, y lacreación de estados-naciones aun no ha-bía comenzado. Francisco y sus contem-poráneos no podían mínimamente ima-ginar el mundo complejo en que vivimoshoy día, ni los problemas que acompañandicha complejidad. Por lo tanto, necesi-tamos entender el mundo en que vivimospara poder aplicar los valores de Francisco

de manera ecaz.

Se dice que nuestro mundo se está convir-tiendo en un pueblo global. Este procesoestá alimentado por una serie de tenden-cias globalizantes. Entre las cuales indica-mos:• La comunicación instantánea le ha per-

mitido a las personas en todo el mundode seguir a los eventos actuales y de

estar en contacto los unos con los otros.Las instituciones económicas globalescome el Banco Mundial, el Fondo Mo-netario Internacional y la Organizacióndel Comercio Mundial evidencian unacreciente integración de la economíamundial.La siempre mayor aceptaciónde una responsabilidad humana por elfenómeno de gases de invernadero ycambios climáticos demuestra como to-dos compartimos la misma atmosfera ycomo una acción humana en una partedel mundo afecta a las vidas de todosen el planeta.

• Los viajes y el grado considerable de

migración han derrumbado muchas ba-rreras geográcas y culturales y hanpromovido una gran mezcla de perso-nas y culturas.Las políticas y acciones

de las Naciones Unidas y otros actoresinternacionales como el Tribunal Mun-dial, han mostrado un interés inicial porlas estructuras que lograrán hacerlefrente a los problemas en escala global.

Araíz de la existencia y el aumento deestas tendencias globalizantes, va-rias personas y organizaciones están

solicitando un tipo diferente de ética parahacerle frente a esta nueva situación. En

el 2001 un informe de las Naciones Unidasindicó que: “…la pobreza de otra personamuy pronto se convierte en el problemade uno: una falta de mercados para losproductos de uno, inmigración ilegal, con-taminación, enfermedades contagiosas,inseguridad, fanatismo, terrorismo.” 1  Estacitación evidencia la necesidad urgentede encontrar principios y estructuras quesean capaces de hacerle frente a nuestros

problemas comunes.• Peter Singer, en su libro Un Mundo: LaÉtica de la Globalización (One World:The Ethics of Globalization), pide quese establezca un fundamento ético parala era que viene de una comunidad úni-ca mundial y para fortalecer las insti-tuciones que toman decisiones globalesresponsabilizándolas mayormente conrespecto a las personas que estas afec-

tan.2

• Muchos comentaristas hablan de unaética de sostenibilidad basada en trespilares: protección del medioambiente,desarrollo económico e igualdad social.3 Al mismo tiempo, algunos críticos acon-

1 Cf. www.un.org/esa/ffd/a55-1000.pdf  .2 Singer, Peter. One World: Te Ethics ofGlobalization, segunda edición. Yale University

Press, New Haven and London, 2004. 3 Cf., por ejemplo: Warner, Keith Douglass,OFM. Te Spirituality of our Sustainability Work:Cultivating an Ethic of Care, Sustainability Booklet 2,Santa Clara University. Ver www.scu.edu/kwarner  .

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sejan prudencia con respecto a esos in-tereses corporativos que utilizan el ter-mino sostenibilidad con destreza, comouna astucia de relaciones publicas, envez de asegurar que la sostenibilidadsea un principio operativo en las pro-pias acciones.

• En el libro Cuidado por la Creación: UnaEspiritualidad Franciscana de la Tierra(Care for Creation: A Franciscan Spiri-tuality of the Earth), los autores pro-ponen una “ética familiar o de paren-tesco” que evidencie relaciones de so-lidariedad con la creación. Esta actitudbrota de la actitud de Francisco haciaDios y la creación y le ofrece a la Igle-sia y a la sociedad un nuevo paradigmapara vivir en el mundo.4

• El documento conclusivo de la SextaConferencia Internacional sobre Éticay cambios Climáticos, promovida por laFundación Lanza de Padua, Italia, reco-mienda una “precaución” con respectoa los cambios climáticos. Reconocenque, para responder adecuadamente alos cambios climáticos globales, la co-munidad debe estar plenamente invo-lucrada a nivel cientíco, tecnológico,

4 Delio, Ilia, O.S.F.; Warner, Keith Douglass,O.F.M.; Wood, Pamela. Care for Creation: AFranciscan Spirituality of the Earth. St. AnthonyMessenger Press, Cincinnati, 2008, pp. 77-79.

político y económico para hacerle frentea nuestra crisis ecológica actual.5

Todos estos autores reconocen la in-terdependencia de los pueblos y na-ciones del mundo. Para intentar evi-

denciar esta misma relación, los frailesinvolucrados en el trabajo de JPIC han de-cidido que nuestro trabajo de los próximosseis años deberá ser enfocado en el con-cepto general de justicia medioambiental.Hemos tomado esta decisión con el n deevidenciar una doble preocupación quesentimos. La primera es la preocupacióntradicional de garantizar la dignidad de to-das las personas mediante la defensa desus derechos humanos. La segunda es unacreciente preocupación por la crisis ecoló-gica sin iguales que estamos enfrentando.

Se conviene más y más que los cambiosclimáticos que estamos observando sonuna consecuencia de la actividad huma-na y que este proceso nos está llevandoa un punto del que no habrá regreso. Lareexión que sigue nos ayudará a explicary a desarrollar esta decisión y a aclarar losconceptos que estamos utilizando.

5 Ethics and Climate Change. Scenarios for Justice and Sustainability . Documento Final: SextaConferencia Internacional sobre Ética y PolíticasMedioambientales. Padua, Italia, 23-25 de octubrede 2008.

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III. JUSTICIA MEDIOAMBIENTAL

La frase justicia medioambiental conec-ta a los conceptos de ecología y jus-ticia social; esta evidencia la relación

intensa que existe entre la cuestión ecoló-gica y los temas de justicia, paz y defensade los derechos de individuos y pueblos.Pide un tratamiento justo de todas las ra-zas, culturas, clases sociales y niveles deeducación con respecto al desarrollo y a laaplicación de las leyes medioambientales,reglas y políticas. Un trato justo signicaque ninguna población debería estar obli-gada a asumirse una cuota desproporcio-nada de exposición a los efectos negati-vos de la contaminación o a otros peligros

medioambientales por una falta de poderpolítico o económico. El ataque mundialsobre el medioambien-te se ha convertido enrealidad en un asaltosobre los pobres y enuna forma de racismomedioambiental.

La destrucción del pla-

neta y la contaminaciónde sus recursos surgenen el contexto de nues-tro modelo económicoactual que produce mu-cha violencia, hambree inigualdad. En estesistema, son los pobreslos que pierden su tie-rra y campos, los queestán sometidos a lasguerras provocadas porlos grandes poderes por los recursos na-turales y cuyas tierras están convertidasen vertederos de los desechos de los ricos.Los pobres se ven obligados a dejar suscasas y tierras en muchas partes del mun-do, no solamente por los motivos tradicio-nales como la Guerra y la violencia, sinomás y más por motivos medioambientalescomo sequías, inundaciones, desertica-

ciones, desaparecimiento de las especies,etc. (aquellos que quedan desarraigadosdebido a dichas catástrofes se denominansiempre más “refugiados medioambienta-

les”). Los pobres son los que mayormen-te padecen las consecuencias de la crisisecológica.

La calidad de la vida humana está estre-chamente conectada con la calidad delmedioambiente. Sin ecosistemas sanosy sostenibles, la calidad de vida de todaslas criaturas seguirá deteriorándose. Porlo tanto, resulta lógico que la promociónde la dignidad humana signique tambiénpromover ecosistemas sanos. Necesita-mos reconsiderar y cambiar nuestro mo-delo económico actual y nuestra menta-lidad consumista que son las causas pri-

mordiales de la perdida de biodiversidad yde los cambios climáticos.

La CIDSE (CooperaciónInternacional para elDesarrollo y la Solidari-dad), una red interna-cional de 16 agencias dedesarrollo católicas, in-forma como los cambios

climáticos representenprincipalmente un temade justicia global e igual-dad, y no solamente unproblema medioambien-tal. Ellos reeren que elimpacto de los cambiosclimáticos provocadospor el hombre afecta enuna forma desproporcio-nada a la gente pobre yvulnerable que vive en

países en vía de desarrollo. Ellos son losque padecen de los efectos mayores deun problema global al que han contribui-do mínimamente.1  Estos efectos incluyengrandes catástrofes naturales, falta de se-guridad alimenticia, acceso inadecuado aagua limpia y segura y riesgos para la sa-lud siempre mayores.2  La CIDSE solicitamedidas rápidas y ecaces para hacerle

1 Cf. www.cidse.org, CIDSE documento deposición sobre desarrollo y cambios climáticos, p. 4.2 CIDSE documento de posición, pp. 9-11.

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frente a los cambios climáticos, subrayan-do la responsabilidad especíca de los paí -ses desarrollados debido a su previo con-sumo incontrolado de recursos naturales.

Ellos deben comenzar a pagar por las so-luciones y a asegurar que los países en víade desarrollo puedan continuar un caminode desarrollo que no provoque cambios cli-máticos adicionales.3

En la Iglesia ha ido creciendo unaconciencia por los temas ecológicos.Después de Vaticano II, el enfoque

principal de los esfuerzos de la Iglesia en

el mundo era en temas de justicia social.Esto siguió igual hasta el ponticado deJuan Pablo II. Su creciente preocupaciónpor los temas medioambientales está re-sumida en su mensaje del Día Mundial parala Paz de 1990, Paz con Dios el Creador,Paz con toda la Creación.4 Indicaba el des-

3 CIDSE documento de posición, p. 13.4 Cf. John Paul II, Peace with God the Creator,

Peace with all Creation, January 1, 1990, Mensajepara Día Mundial para la Paz. Ver http://www.vatican.

va/holy_father/john_paul_ii/messages/peace/documents/hf_jp-

ii_mes_19891208_xxiii-world-day-for-peace_en.html .

pertar de la iglesia Católica ocial frentea los peligros de la crisis medioambientalpara todas las formas de vida. En 2001,el amplió esta reexión y solicitó que to-

das las personas hicieran una “conversiónecológica”, entendida como una mayorsensibilidad hacia los temas ecológicos,incitándolas a observar sus propios estilosde vida con una mirada critica, subrayan-do la importancia de una educación parala responsabilidad ecológica, y enfatizandoque la crisis ecológica es un tema moral.5 Benedicto XVI retumbó esta preocupación,lamentando una falta de atención por par-

te de los teólogos contemporáneos hacialos valores del mundo creado. El dijo quela raza humana debe de escuchar a la vozde la Tierra o correr el riesgo de destruirsu propia existencia.6

5 Cf. Juan Pablo II, Audiencia General,miércoles 17 de enero de 2001. Ver http://www.vatican.

va/holy_father/john_paul_ii/audiences/2001/documents/hf_jp-

ii_aud_20010117_en.html .

6 Cf. Benedicto XVI, Encuentro con Clero delas Diócesis de Belluno-Feltre y Treviso, Italia, 24de julio de 2007. Ver http://www.vatican.va/holy_father/

 benedict_xvi/speeches/2007/july/documents/hf_ben-xvi_ 

spe_20070724_clero-cadore_en.html .

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1. Indonesia: Industria Minera y elSueño de ProsperidadPeter Aman, OFM

No se puede comprobar que la mayorparte de los indonesios estén vivien-do más prósperamente gracias a la

presencia de la industria minera en nues-tro país. En Sirise, en Flores del Oeste,se ha estado explotando un yacimiento demanganeso desde los años 1980. Se hanaplastado montañas, arrollado forestas yextraído manganeso para ganar dinero,sin embargo la vida de la gente local ha

seguido igual, y ha, incluso empeorado.

Cuando llegó la compañía minera, se leprometió a la gente un bienestar social yeconómico a cambio de la entrega de sustierras a dicha compañía. Desde ese en-tonces, los habitantes han perdido sus tie-rras y trabajan duramente en la mina porun sueldo mínimo de 24,000 rupias por día(US$2.40).

Indonesia está atropellada por compañíasmineras. En Papua Occidental, la Free PortEnterprises explota un área enorme de tie-rra para extraer oro; sin embargo, la gen-te Papuana del área sigue siendo pobre,marginada y empobrecida. Los daños en elecosistema de las pequeñas islas indone-sias están provocando una migración hacialas otras islas y las ciudades. Además, enFlores, una compañía se está preparando

a cavar en proximidad de un área turística,lo cual afectará a las playas, los hoteles,el agua, el aire, etc., así como el cercanoParque Nacional Cómodo. Podemos ofre-

cerles más cuentos de miseria, pero todoscomunican la misma verdad: la industriaminera empobrece a la gente en vez deofrecer bienestar y prosperidad.

La industria minera causa problemas des-de el punto de vista ecológico ya que daña

directamente a la tierra a través de lasexcavaciones. Esta modica la estructurade la tierra que, por consiguiente, pierdela propia fertilidad. La tierra, por lo tanto,pierde su capacidad de sostener seres vi-vientes, incluyendo a los humanos.

E

ntre los otros efectos dañinos de laindustria minera también están losdesechos que esta produce: deteriora

a la tierra, el agua y el aire. Esta conta-minación pone en peligro directamente ala salud de las personas y provoca enfer-medades miserables. La industria mineradestruye a la vida de los seres humanos yde las otras criaturas.

De acuerdo con la cultura y sabiduría loca-les, la tierra no solamente es un bien econó-mico sino también una fuente de vida para

todos los seres vivientes. Por este motivo,la tierra nunca se reclama como propiedadpersonal sino es un bien público. Muchassociedades locales en Indonesia llaman a

IV. EXPERIENCIAS DE Y REFLEXIONES SOBRE JUSTICIA MEDIOAMBIENTAL

L

as reexiones anteriores proporcionaron una denición del término justicia medioam-biental. Sin embargo, es útil ofrecer ejemplos en los que frailes u otros están po-niendo en práctica este concepto en sus vidas y ministerios. Las siguientes cuatro

experiencias presentan diferentes situaciones en las que se cruzan temas de justicia yel medioambiente. Esperamos que inviten a cada uno de nosotros a reexionar sobre larealidad concreta de nuestras vidas y ministerios y sobre la necesidad de hacerle frentea los problemas que afectan a nuestros hermanos y hermanas y al medioambiente.

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la tierra “madre” por su generosidad en elcultivo de las cosas y producción de frutaspara la vida de la gente.

La tierra es una parte integral de la vidade estas personas; esta goza de un statuselevado y de un respeto cultural y ritual,expresado mediante un rito particular parahonrar a la tierra, junto con el agua y lasforestas. La tierra no se puede separar dela existencia humana. En otras palabras,explotar los medios de la tierra signicadañar la vida entera de la gente. La indus-tria minera es esencialmente destructiva,destruye la naturaleza y la humanidad.

Entonces, por que se permiten la pre-sencia y la actividad de la industria

minera? La experiencia y las inves-tigaciones nos han sugerido dos motivosprincipales. Primero, la promesa de pros-peridad y del bien común. Segundo, la ig-norancia de la gente local con respecto ala industria minera y su impacto sobre lavida y la ecología.

Es verdad que la industria minera produceingresos. Sin embargo, quien benecia de

estos? Adonde va el dinero? La respuestaes fácil. Los capitalistas y los Gobiernos, junto con sus cómplices, son los recibeneste dinero. La comunidad local supuesta-mente benecia del efecto “trickle down”(política a ventaja de clases altas que es-timula la economía y trae benecios a lasclases bajas) que generalmente se im-plementa por medio de “ResponsabilidadSocial Comunitaria” (CSR). A través de la

CSR las compañías mineras les proporcio-

nan servicios a las personas tal como di-gas, agua limpia, clínicas, escuelas, elec-tricidad, carreteras, etc. Sin embargo, lacalidad de estos servicios es a menudo es-casa y solamente funcionan mientras di-chas compañías están presentes en el te-rritorio. La CSR es como un lápiz de labio:ofrece un servicio cosmético solo por untiempo muy breve. No mejora la calidadde vida de la gente. La gente local sencillaha sido “envenenada” con la promesa deestos servicios públicos, ofrecidos por untiempo corto y pagados con la perdida desus tierras y forestas para siempre.

La gente en general no tiene sucientesconocimientos acerca de la industria mi-nera y de su impacto sobre la vida y la na-

turaleza y dicha industria hace uso de estafalla para manipular a la población localcon promesas de bienestar y prosperidad.Las promesas raramente se materializan,mientras que, por otra parte, la gentesiempre pierde su tierra y medioambiente.

Hasta la fecha, ninguna compañía ha repa-rado los daños o restaurado la naturalezadestruida durante sus actividades mine-

ras. El proceso es muy costoso y ningunacompañía minera ha reconocido su propiaresponsabilidad. Esta industria ha sido ne-gativa para los indonesios con respecto alos derechos humanos, el bien común yla destrucción ecológica. No hemos vistoalgún otro tipo de intento de “desarrollo”por parte de la industria minera, por lotanto hemos llegado a la conclusión quedebemos decir: NO A LA INDUSTRIA MI-

NERA!!!!!

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2. El Enigma de Abundancia y elDegrado del Medioambiente en ÁfricaGianfrancesco Sisto, OFMand Michael Perry, OFM

S

u nombre es Mama Nyambura. Ellay sus hijos viven en el Valle Mathare,uno de los muchos barrios pobres ur-

banos de Nairobi. Mathare se destaca enun modo particular por las más de 500.000personas que viven en chozas construidascon hojas metálicas oxidadas o cartón. Sumal olor ota sobre Nairobi a raíz de la faltade un alcantarillado adecuado así como demedidas sanitarias. Durante la temporadade lluvias, los retretes de mala calidad sedesbordan, vomitando excrementos hu-manos en los caminos y carreteras, inclu-

so adentro de las casas y negocios de loshabitantes de Mathare. No existe recogidade basura en este valle de pobreza y enfer-medades. En un tal ambiente, prosperanel cólera, la malaria y las enfermedadesderivadas del agua. Causan destrucciónen aquellos que apenas sobreviven con lossueldos miserables que ganan trabajandoo a través de un continuo ciclo de true-ques de bienes y servicios. Bienvenidos a

la realidad social y económica de la multi-tud de personas que viven en, y alrededorde Nairobi y en los otros barrios pobres deKenya y del sub-continente africano.

Mathare existe, entre otros motivos, aconsecuencia de un historial de expropia-ción de tierras en Kenya que remonta porlo menos hasta el periodo del colonialis-mo. La herencia colonial ayuda a explicar

por que las cosas estaban como lo esta-ban al momento de la independencia deKenya en el 1963. Las leyes de la tierradesarrolladas durante el periodo colonialfueron explotadas por lo políticos y porlos personajes económicos Kenianos y noKenianos. Las empresas multinacionalestambién contribuyeron signicativamentea la expropiación forzada de las tierras yal desplazamiento a la fuerza de norma-les ciudadanos de diferentes regiones del

país. La situación de Mama Naymbura enel Valle Mathare es únicamente un ejem-plo de los millones de Kenianos que seencuentran atrapados en el círculo vicio-

so de la falta de tierra que a menudo haprovocado violencia, en particular duranteel periodo de elecciones en el país. Losbarrios pobres en Kenya se convierten amenudo en centros de gran malestar; sushabitantes se convierten en herramientasexibles entre las manos de políticos des-

honestos que manipulan la situación delas masas urbanas sin tierra mediante dis-cursos de identidad étnica para debilitar alos oponentes políticos y fortalecer su pro-pio destino político. Todo esto conlleva uncosto para aquellos que están atrapadosen un estado de pobreza crónica. La iden-tidad étnica y la extrema pobreza son dosrealidades que permiten y promueven unacontinua manipulación y expropiación delos recursos naturales más importantes de

Kenya, sus tierras ricas y fértiles. Un estu-dio meticuloso de las elecciones presiden-ciales de los años 1980, conrma la mani-pulación de la etnicidad y la promoción deuna violencia motivada por la política.

Mama Nyambura tenía cuarenta añoscuando nos conocimos, una ma-dre sola con tres hijos. Su esposo

la abandonó cuando estaba embarazada e

infectada con el virus del SIDA. Tras lasdesafortunadas elecciones presidencialesde diciembre de 2008 y la violencia queles siguió, Mama Nyambura se convirtióen una “persona internamente evacuada”(IDP) en su propia ciudad. Ella fue iden-ticada por otros en Mathare como unapersona que pertenecía a un grupo étnicoespecico acusado de haber manipuladolos resultados de las elecciones y de haber

robado el futuro de Kenya. En un campoprovisional para otras personas interna-mente evacuadas ubicado en las afueras deMathare, Nyambura y sus hijos compartíanuna tienda con otras siete personas que noconocían. Nosotros, los Franciscanos, lo-gramos ofrecerle un poco de ayuda econó-mica a Nyambura, con 100 euros (10,000chelines Kenianos). Fue suciente paraayudarla a arrendar una casa pequeña ya comenzar un negocio de venta de car-

bón. El dinero entregado a Nyambura, y amuchos otros en las mismas condiciones,fue proporcionado por Missionszentrale enAlemania y por otros donadores.

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unos considerables abusos de los derechoshumanos, atrocidades e incluso genocidioscometidos en contra de poblaciones civilesinocentes, mutilaciones físicas y la des-trucción de vidas humanas por millones.Es suciente considerar la explotación dediamantes y coltan en el Congo del Este,la herencia de los “diamantes de sangre” yla explotación de madera en Sierra León yLiberia, la expropiación de tierras en UnityState y más allá en Sudan, las matazonesextrajudiciales y atrocidades cometidas enel nombre del petróleo en el Delta Nigeria-no y Estados del Río en Guinea Ecuatorial,para solo mencionar algunos ejemplos. Laextracción ilegal de recursos - el saqueode los recursos de África - está estrecha-mente conectado con los conictos vio-

lentos, el traco de armas, la violación dederechos humanos,desastres huma-nitarios, desaloja-miento forzado degrandes segmentosde la población, unincremento en laincidencia de SIDAy de otras enferme-

dades que ponen ala vida en peligro,la destrucción delmedioambiente na-tural y el derrumbede las instituciones

publicas (ver Michael Renner, 2002, The Anatomy of Resource Wars, Washington,DC, Worldwatch Institute). En estas con-diciones, se crea una situación predatoria

en la que la ley del más poderoso se con-vierte en el orden del día.

Las empresas multinacionales que ope-ran en estos ambientes se aprovechande la falta de leyes y de aplicación nor-

mativa y contribuyen adicionalmente a unestado general de falta de legislación queintensica el sufrimiento humano y el de-grado medioambiental. Luego se puedeproducir una pesadilla ecológica, como es

el caso en el Delta de Nigeria y los esta-dos del Río en donde las fugas de petró-leo y la quemazón de los gases en exce-so de los pozos petrolíferos envenenaron

La situaciones de los pobres urbanos enKenya es únicamente un ejemplo de losmúltiples y repetidos abusos llevados acabo por la clase privilegiada política yeconómica de África, los personajes eco-nómicos nacidos al exterior y las empre-sas multinacionales que expropian la tie-rra y cobran arriendo y otros ingresos quese devengan de la abundancia de recur-sos naturales en el sub-continente: petró-leo en Nigeria y Guinea Ecuatorial, coltany diamantes en la Republica Democráticade Congo, madera en Liberia y Camerún,tierras agrícolas fértiles en Zimbabwe. Es-tas son solamente algunas de las grandesriquezas de la África sub-sahariana queenriquecen mayormente los cofres de los

ricos y de los políticamente poderosos, delelite de África, lasmult inacionales,inversores indivi-duales y gobiernosextranjeros, mien-tras que privan a lagente de África desu justa cuota deestos ingresos ge-

nerados ilegalmen-te e ilícitamente através de la explo-tación de estos re-cursos.

Más de 40% de la gente de África lu-cha para sobrevivir con menos de1 Euro por día (US$1.25). Entre el

1961 y el 1999, la producción de petróleo

en Nigeria rindió aproximadamente $400billones. Actualmente, más del 92% dela población vive con menos de US$2 pordía y más del 70% con menos de US$1por día (ver Pobreza (Poverty), Wikipedia,http://en.wikipedia.org/wiki/Poverty ). EnSudan, la producción de petróleo ha au-mentado a más de 400,000 barriles pordía. La situación de los pobres metropoli-tanos en el Norte y de la gente en otras re-giones del país no ha mejorado en alguna

manera considerable desde que empezóla explotación y la venta de petróleo. Encada uno de estos casos, el desarrollo delos recursos naturales de África lleva hacia

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a la tierra, los ríos y el aire. Las trazasde mercurio y de otros contaminantes uti-lizados para limpiar los minerales (cobre,oro, coltan) penetran las capas acuíferaslocales y los canales de agua y envenenana la vida acuática, los animales y la genteque depende de estas fuentes para sobre-vivir. Esta situación también contribuye aldegrado de la tierra y a una reducción dela producción agrícola para los agriculto-res africanos locales. Las proyecciones ac-tuales indican que África logrará alimentarsolamente el 25% de su población en el2025 (Universidad de las Naciones Unidas,Informe del Instituto para los RecursosNaturales de África del  2006 – Pobreza,Wikipedia, http:77en.wikipedia.org/wiki/ Poverty ). Se crea y se mantiene un círculo

vicioso que debilita mayormente la capaci-dad de África de escaparse de las trampasde violencia, explotación, expropiación ypobreza extrema.

Ciertas dimensiones de la globaliza-ción han empeorado la situación delos pobres de África. El arroz asiático,

subvencionado en parte por los gobiernosy producido en abundancia, se puede com-

prar en África a un precio inferior del quese produce localmente. Las semillas ge-néticamente modicadas introducidas enlos sistemas de agricultura africana pue-den llevar a una sobre dependencia de lascompañías multinacionales productoras desemillas. Estas nuevas variedades de se-millas requieren el utilizo de ciertos pes-ticidas y fertilizantes que degradan la ca-lidad y la productividad de la tierra. Estas

mismas multinacionales están intentandopatentar formas de vida locales como va-riedades de semillas y plantas que presen-tan nuevas amenazas a la biodiversidad ya la expropiación de los derechos de losagricultores africanos y de las nacionespara mantener el control de su propia pro-ducción de semillas y comida.

Las instituciones Bretton Woods (BancoMundial y el Fondo Monetario Internacio-

nal), que fueron creadas con el pretextode ayudar a reducir la pobreza, aumentarel rendimiento económico y promover elcrecimiento de la nación, han dañado másque favorecido los pueblos africanos, segúnlo que dicen numerosos especialistas acre-ditados en asuntos políticos y económicosafricanos. Los Programas de Ajustes Es-tructurales (SAP) de los años 1980 y 1990son solamente uno de los ejemplos del fra-caso de estas instituciones internacionalespara fortalecer la respuesta de las nacionesafricanas frente a los numerosos desafíosque deben enfrentar. El grado de extre-ma pobreza en África de hecho aumentócon los SAP y las otras iniciativas de lasinstituciones Bretton Woods (1981 – 2001,el grado de pobreza extrema aumentó de

41% a 46%, con 318 millones de perso-nas viviendo en pobreza en 2001– ver Po-breza, Wikipedia, http://en.wikipedia.org/ wiki/Poverty ). Dichas instituciones no sonla única causa del aumento en el numerode personas extremadamente pobres enÁfrica, sin embargo, seguramente contri-buyeron. Hay una gran preocupación quelas naciones de África no alcancen signi-cativamente los Objetivos de Desarrollo

del Milenio de las Naciones Unidas parael año 2015. Estos objetivos piden unareducción de la pobreza de un 50%; unaumento de las oportunidades educativaspara todos; una reducción de moralidadinfantil; una mejoría en la salud infantil ymaterna; la lucha contra el SIDA y otrasenfermedades; asegurar la sostenibilidaddel medioambiente; y la creación de unaasociación global para el desarrollo.

Los recursos de África podrían darle unempujón importante a las economías lo-cales y nacionales si el manejo de estosrecursos se efectuara bajo una correctasupervisión, legalidad y con los tipos ade-cuados de apoyo de parte de la comunidadinternacional. Actualmente, parece que losrecursos naturales de África son una mal-dición así como un enigma para su gente ysu medioambiente natural.

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3. Una Reexión sobre Amazonas yla Justicia MedioambientalRodrigo de Castro Amédée Peret, OFM

Davi Kopenawa Yanomami tiene 55años. Pertenece a una de los pue-blos más antiguos del planeta, los

Yanomami, una sociedad de cazadores-campesinos. Ellos viven en Amazonas,en una zona ubicada en ambas partes dela frontera entre Brasil y Venezuela. Daviha adquirido una fama internacional en lacampaña para garantizar el derecho delpueblo Yanomami de tener una tierra pro-pia. En una carta abierta reciente, el dice: “Ustedes dicen que somos pobres y quenuestra vida mejorará. Pero que saben denuestra vida para poder declarar que me- jorará? El hecho de ser diferentes de Uste-des y vivir en un modo diferente, el hechode valor las cosas en un modo diferente,no signifca ser pobres. Nosotros los Yano-mami tenemos otras riquezas que nos de- jaron nuestros antepasados, riquezas queUstedes los blancos no logran ver: la tierraque nos da vida, el agua limpia que bebe-mos, nuestros hijos felices.”   (Una cartaabierta sobre el desarrollo de los Yanoma-

mi: 25 de febrero de 2008.)

El tema de justicia medioambiental, conrespecto a Amazonas, evidencia como lapropiedad desigual de los recursos natu-rales esté al centro de los problemas so-ciales, culturales y medioambientales dela región. En la décadas pasadas, dichapropiedad estaba relacionada con una ló-gica económica que arma que el merca-

do puede resolver la crisis medioambientalactual. La arriba mencionada citación deDavi nos incita a cambiar nuestra pers-pectiva: lo que a menudo consideramos “retrogrado” debería ser visto como unaocasión para construir algo nuevo. Davinos invita a entender la sostenibilidad nosolamente como una consecuencia de ladiferencia biológica, sino también de la di-ferencia étnica y socio-cultural . El nos in-vita a considerar la región de Amazonas entérminos que van más allá de las catego-rías de racionalidad económica, los indica-dores demográcos y el mercado, por queestos no nos revelan toda la diversidad de

la región o como la gente haya vivido his-tóricamente en esta tierra.

Amazonas es una región enorme. Inclu-ye partes de Brasil, Bolivia, Colombia,Ecuador, Guyana, Perú, Suriname, Guya-na Francesa y Venezuela, y representa lacuenca hidrográca más grande del mun-do. El área cuenta con 30 millones de habi-tantes. Una tercera parte de ellos viven encomunidades rurales, incluyendo a variaspoblaciones indígenas. Las forestas Ama-zónicas gozan de una inmensa biodiversi-dad: entre un cuarto y mitad de todas lasespecies vivientes del planeta. Para darlesuna idea, existen mas especies de plan-tas en una hectárea de tierra en Amazonascentral de las que existen en Europa. Ama-

zonas también contiene una gran parte delagua fresca disponible en el mundo.

En términos globales, podemos imagi-nar a Amazonas como una especie de “acondicionador de aire” en el senti-

do que lleva humedad a la región Central

del Sur de Brasil y también a otras partesdel planeta. Puede preciarse de una granriqueza en minerales: hierro, aluminio, ní -quel, diamantes, oro y uranio junto con suproducción actual de gases naturales y pe-tróleo. Es una región rica, sin embargo congente pobre y áreas urbanas de miseriaconcentrada.

Amazonas reúne las grandes contradiccio-nes del modelo occidental de desarrollo.

La propiedad concentrada de recursos na-turales representa la fuente de los proble-mas sociales, medioambientales y cultura-les de la región. La propiedad y la explo-

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tación degradante de minerales y forestasgeneran conictos por la tierra que llevana la expulsión de la población rural. Impi-de el acceso de las personas a los ríos y alas forestas, obliga a migrar hacia centrosurbanos y causa un incremento de empo-brecimiento económico, social y cultural,así como la destrucción de la biodiversi-dad y un aumento de emisión de dióxidode carbón hacia la atmosfera. La industriaminera y la prospección también causanconictos.

Un monocultivo extenso, producción

y matanza de ganado concentran lapropiedad de la tierra y animan lascontroversias por los recursos naturales;también crean condiciones para la explo-tación no sostenible de recursos, secuestrode tierras, labor en condiciones de escla-vitud y deforestación. La construcción dedigas, puertos y carreteras atraen migran-tes y promueven una carrera por la tierracausando la expulsión de familias que uti-

lizan la tierra en modos tradicionales.Uno de los problemas mayores de la re-gión es la deforestación. En Brasil, el 18%de la foresta Amazónica original ha sidocortada. La deforestación ocurre en estemodo: en zonas públicas no desarrolla-das, los ocupantes intentan comprobar lapropiedad dividiendo estas áreas en lotes.Durante un ciclo inicial, los inducen a ta-lar los árboles que generan más utilidades.

Remueven los troncos sin algún cuidado:al cortar los árboles y arrastrándolos através de la foresta innumerables árbolesmas jóvenes, o menos rentables, quedan

destruidos. Los tractores cruzan la forestadejando espacios abiertos. La madera sevende a la industria de la madera por unprecio mínimo, sin embargo, estos peque-ños propietarios terrenos consideran estosingresos esenciales. Durante una segun-da fase, continuando con el degrado pro-gresivo de la foresta, se extrae madera devalor inferior y de nuevo se destruyen losárboles mas jóvenes. Durante la tercerafase, el propietario quema los árboles quequedan, provocando incendios a veces deproporciones inmensas. Después de es-tos incendios, plantan hierba para apacen-tamiento. Durante los primeros años, laproductividad es elevada y el esfuerzo eslucrativo. Con el pasar del tiempo, la tie-rra se agota y la productividad disminuye.

Llega el momento de desplazarse a otraszonas, repitiendo las fases. En la lógica deeste modelo, es más rentable abrir nuevasáreas en vez de recuperar el área degra-dada.

Además de la deforestación, existen otrosproblemas importantes: el proceso deocupación y disputas por el control de latierra, el modelo de desarrollo, militariza-

ción, tráco de droga e internacionaliza-ción, entre otros. Estos problemas llevan ados importantes conictos en Amazonas,uno por la tierra y el otro por el derecho detener una biodiversidad social y biológica.

La diversidad es una característica deAmazonas, ya sea biológica o social. Yahemos mencionado la gran biodiversidadde la región; su población también es dife-

rente; cuenta con elementos rurales, tra-dicionales e indígenas. Los inversores ca-pitalistas, sin embargo, consideran a estosgrupos como obstáculos por que impidenla expansión del modelo predatorio. LaConvención de las Naciones Unidas sobrela Diversidad Biológica indica que los esta-dos que forman parte de la Convención de-ben proteger y utilizar recursos biológicosde acuerdo con la cultura y las costumbresde las poblaciones locales. Dicha losofía

reconoce que cada cultura establece unasrelaciones materiales y espirituales con suecosistema y tiene una sabiduría que per-mite la sobrevivencia.

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Chico Mendes es un ejemplo de laviolencia provocada en la regiónde Amazonas. Fue asesinado enel 1988. Desde la edad de nueve

años había trabajado como machacadorde goma. Su lucha medioambiental erapara la creación de áreas caracterizadas

por actividades económicas que se sostie-nen por si mismas y la conservación dela naturaleza por parte de las poblacionestradicionales. Su lucha en Brasil llevó a lacreación de las así llamadas reservas ex-tractivas. Estas reservas comprenden unapreocupación para la mejoría de las vidasde la gente local con un deseo de desarro-llo y conservación medioambiental.

Considerando la cuestión de justiciamedioambiental, los grupos con menoresingresos son los que están mayormenteexpuestos a los riesgos y daños medioam-bientales. Las desigualdades económicas ysociales, junto con una concentración de lacapacidad de adquirir recursos naturales,están a la base de esta injusticia. La luchade Chico Mendes y de los machacadoresde goma muestra que el mantenimientode una biodiversidad social y biológica de-

pende de un fortalecimiento de las redesde las poblaciones locales. Deben de con-vertirse en “sujetos colectivos” y llevar acabo una lucha política para un desarrolloque está enfocado en las personas, culturay preservación de la naturaleza. La luchapara la diversidad social y biológica forma,por lo tanto, parte de la justicia medioam-biental. Se basa en la promoción de unmedioambiente ecológicamente equilibra-

do, esencial para la calidad de la vida y elbien común, y en cooperación con otrasorganizaciones que trabajan para la justi-cia social. Dicha cooperación puede opo-ner resistencia y ofrecer alternativas a los

efectos del capitalismo globalizado, comola exclusión social y la crisis medioambien-tal.

La Iglesia Católica ha estado presente enAmazonas desde el siglo 16. Hoy día,toma una posición de defensa de la vida,de la justicia y paz para las poblaciones dela región. Existen numerosos laicos, reli-giosos, sacerdotes y obispos involucradosen trabajo pastoral y misionero en la re-gión. Trabajan junto con la gente local y sepreocupan por el medioambiente. Muchosde ellos han recibido amenazas de muertepor el trabajo que llevan a cabo para la justicia medioambiental, incluyendo a losobispos Erwin Krautler, Antonio Possamaiy Geraldo Verdier. La hermana Dorothy

Stang fue una de las victimas más recien-tes, asesinada el 12 de febrero de 2005por su trabajo para la reforma de la tie-rra y el medioambiente. Ella es un ejem-plo de la lucha evangélica para la justiciamedioambiental.

Los obispos de América Latina se reu-nieron en Aparecida, Brasil, en mayode 2007, para celebrar el quinto en-

cuentro continental (V CELAM). En el do-cumento nal ellos reexionan sobre elmedioambiente. El capitulo 2 trata deLa Realidad de la Biodiversidad, Ecología, Amazonas y Antarctica (n. 83-87), y el ca-pitulo 9 anima a cuidar el medioambien-te que representa nuestro hogar común(n. 470-473). En el n. 474, los obisposofrecen una serie de propuestas y orienta-ciones. Incluyen una evangelización que

promueve el cuidado por la creación, uncuidado especial para las poblaciones frá-giles amenazadas por el modelo actual dedesarrollo, la búsqueda de un nuevo mo-delo de desarrollo y apoyo para las políti-cas publicas que protegen y reestablecenla naturaleza.

En este espíritu y en delidad a la personasy medioambiente de Amazonas, los Fran-ciscanos mantienen un dialogo los unos

con los otros para fortalecer y robustecernuestra presencia y misión en Amazonas,una presencia que remonta a siglos pasa-dos.

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4. Nueva Orleans: no tenemos aquíuna ciudad duraderaRita M. Hickey, O.S.C.

San Pablo observa en la Carta a losEfesios, “No tenemos aquí una ciu-dad duradera.” Ninguno que viva en

Nueva Orleans o en cualquier sitio a lo lar-go de la costa del Golfo de Louisiana en losEE.UU. puede dudar de la veracidad de esadeclaración. En nuestra experiencia es li-teralmente verdadera. Pablo, por supues-to, le estaba informando a su congrega-ción que la vida tiene un objetivo eterno.El alcance de ese objetivo, sin embargo,es el trabajo de la humanidad en el tiempoy en el mundo material. Como hacemosbuen uso de ambos estos recursos afectavitalmente al destino de la Creación, inclu-yendo a la humanidad, en sus esfuerzospara alcanzar la satisfacción.

Los cientícos estiman que “El Padre deMuchas Aguas”, así como los AmericanosIndígenas respetuosamente llaman al granrío Misisipi, se demoró seis mil años paracrear la costa de la Louisiana así como lavieron los primeros Europeos. La ignoran-

cia y arrogancia humana se han demoradomenos de un siglo para llevarla al borde de

la destrucción.

Durante los últimos setenta y cinco años,se han tomado decisiones consideradascomo “PROGRESO,” que prometían creci-miento, riqueza y prosperidad para la gen-te del área. Aunque concediéremos que

algunas de estas promesas fueron hechasen buena fe, estas no han sido realizadaspara la gran mayoría de la gente de la re-gión y han cobrado un precio terrible.

Esas decisiones produjeron riqueza, perosolo para algunos. Fomentaron el mante-nimiento de una fuerza viva barata soste-niendo actitudes que brotan de las raícesvenenosas del esclavismo. Han promovidoun crecimiento que requería el agotamien-to de pantanos, abundantes en animalesy plantas, y la construcción de canales ycursos de agua que se han convertido encarreteras de monstruosidades, contami-nación y destrucción.

Un mapa de la ciudad de Nueva Or-leans hecho por un perito en el 1878muestra los 200,000 residentes de

la ciudad amontonados en una pequeña

franja de tierra alrededor del meandro delMisisipi. Esta tierra relativamente alta se

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encuentra en el terraplén natural, cons-truido por depósitos del río durante siglosde inundaciones naturales y periódicas.

El huracán Katrina se lanzo hacia la Costadel Golfo en la mañana del 29 de agostode 2005. Lo que siguió fueron escenas desufrimiento y destrucción que chocaron almundo. Como podía ocurrir una tal catás-trofe en la nación industrializada más ricadel mundo? La respuesta está en las deci-siones, los valores y comportamientos dedicha nación. El equilibrio ecológico natu-ral: la tierra, el agua, el aire, las plantas,los animales y la gente fueron sacricadosen el nombre del así llamado progreso ydesarrollo económico.

Si comparamos ese mapa del 1878 convistas aéreas de la ciudad inundada trasKatrina, vemos que las áreas habitadas del1878 corresponden casi perfectamente ala “astilla sobre el río” que no se inundó enel 2005. Casi toda la inundación destructi-va ocurrió en áreas sin protección debidoal agotamiento de pantanos y alrededor delos canales y cursos de agua hechos por elhombre en los que los terraplenes hechos

por el hombre fallaron.

Los pantanos del Delta del Misisipi repre-sentan un tampón natural contra las tor-mentas. Siempre hubo pequeñas comuni-dades de pescadores y cazadores en lospantanos. Esta gente siempre vivió en ar-monía con el medioambiente. Aun antesde las tormentas del 2005, vieron desapa-recer sus propias comunidades y medios

de subsistencia debido a las incursionescomerciales e industriales en los pantanos.

Los Isleños

Los Isleños eran inmigrantes de las Is-las Canarias que vinieron a lo que aho-ra se llama San Bernardo, Louisiana, a

nales del siglo dieciocho. Se convirtieronen campesinos y ganaderos prósperos ytrabajaban en los pantanos y en las aguasde la costa. Viviendo en pequeñas comu-

nidades muy unidas y equilibradas eco-lógicamente, ellos suplían los mercadosde Nueva Orleans con una gran cantidadde productos de sus cosechas, productos

ganaderos, pescado y pieles. Esta activi-dad requería mantener a los pantanos y almedioambiente de la costa en condicionessanas. Los Isleños lo sabían y lo respeta-ban.

Sin embargo, después de la segunda Gue-rra Mundial, el Puerto de Nueva Orleanscreció rápidamente. Los agentes de tran-sito, los intereses industriales y los gobier-nos comenzaron a hablar de la creaciónde un camino más breve hacia el Puertointerno a lo largo del río. En el 1956, porencima de las objeciones de los ecologis-tas y de los habitantes de San Bernardo,se autorizó la construcción del “Misisipi Ri-ver Gulf Outlet” (luego llamado “Mr. Go”).Desde el comienzo, la gente local lo apodó

 “la carretera de los huracanes”.

El “Mr. Go” acortó el recorrido del río desolamente 37 millas y nunca atrajo la can-tidad de traco que sus creadores habíanimaginado. El huracán Betsy, que ocurrióen septiembre del 1965 antes de que fueraocialmente puesto en función, comprobóque los temores de la gente de San Ber-nardo eran fundados. Sin embargo, Betsy

no fue nada comparado con lo que debíaocurrir en el agosto de 2005.

En el 1989 la erosión de los pantanosa lo largo de sus riberas había ensan-chado el Mr. Go de su medida original

de 650 pies a casi 1500 pies. Servía soloaproximadamente un buque por día y, envez de generar ingresos, le costaba al es-

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tado un promedio de hasta $12,000 porbuque.

Los Isleños llevaban a los visitadores me-dia milla hacia afuera hasta el punto en elGolfo en el que un tiempo estaban sus ho-gares, comunidades y negocios. Los cien-

tícos, ingenieros y ecologistas avisabanque, al llegar el próximo huracán, la olea-da de la tormenta hubiera sido canalizadahacia el interior por el Mr. Go y estimabanque esto hubiera amplicado su fuerza deun 20 a un 40%. El viernes anterior a lallegada de Katrina, el Senador del EstadoWalter Boasso informó en una audienciade un comité del Senado de los EE.UU. quemantener el “Misisipi River Gulf Outlet”signicaba, “jugar a la ruleta Rusa con las

vidas de mis electores.” 

Katrina prácticamente borró a San Bernar-do de la supercie de la tierra. En esostiempos, la población de la parroquia erade aproximadamente 67,000 personas yera más étnicamente y racialmente dife-rente. Pero la comunidad de los Isleñosseguía estando al centro. Nadie sabe exac-tamente cuantas personas murieron por la

oleada de veinte y cinco pies de altura quebarrió el área. En el 2007, la población erade aproximadamente 33,000 personas.

El Noveno Distrito (The Ninth Ward)

El turismo, una de las mayores indus-trias de Nueva Orleans, requiere unagran fuerza viva barata. Esto se pue-

de obtener solamente mediante el man-

tenimiento de un grupo de trabajadores atiempo parcial sin benecios. Muchos re-sidentes del noveno distrito trabajaban enestos empleos a tiempo parcial y mal retri-buidos. Otros trabajaban en casas particu-lares y a menudo eran pagados en negro.Mientras que otros detenían empleos en laindustria de la sanidad que proporcionababenecios, una cosa caracterizaba todosestos trabajos.

Estos trabajos generalmente requierenque los trabajadores estén presentes du-rante los preparativos para los huracanese incluso durante la misma tormenta. Los

trabajadores que no se presentan o que serehúsan quedarse en el trabajo corren elriesgo de ser despedidos. También es cier-to que muchas personas con pocos ingre-sos no pueden permitirse evacuar el área.

Tradicionalmente, la ciudad y el estado

han ofrecido refugios en los que las perso-nas pueden esperar a la tormenta. Sin em-bargo, en el 2005, no se organizaron estasmedidas para que la gente tomara seria-mente la orden de evacuación. Solamen-te durante la crisis nal fue que la genteencontró amparo en el Súper Dome y enel Centro de Conferencias, que no estabanorganizados para recibir una tal multitudde personas.

La inundación en el noveno distrito fuemayormente una consecuencia de unabrecha en el terraplén a lo largo del

Canal Industrial causado por una barcazaamarrada inadecuadamente que se soltódurante la tormenta. Después de la tor-menta, no quedaba algún sitio al que re-gresar. La gente fue evacuada sin siquierasaber adonde iban a terminar. Muchos aunno han podido regresar.

Los Isleños y la gente del noveno distri-to son solamente un pequeño ejemplo deaquellos cuyas vidas fueron cambiadaspara siempre por Katrina. Pero no fueronvictimas de una catástrofe natural. Los Is-leños sufrieron una catástrofe económicaterrible debido a una falta de respeto porla ecología de los pantanos de la costa ylos habitantes del noveno distrito perdie-ron sus hogares por culpa de una barcazay vieron a sus parientes y vecinos morirpor la explotación económica.

Se han hecho muchos esfuerzos para re-construir Nueva Orleans y la Costa delGolfo, y esto es bueno. Sin embargo, nose están haciendo sucientes esfuerzospara reconstruir el equilibrio ecológico delárea o para corregir las injusticias socialesdel pasado. Nuestra ciudad debe apren-der pronto la lección que el equilibrio delmedioambiente creado por Dios y la dig-nidad de toda la gente de Dios deben serrespetados y alimentados.

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CONCLUSIÓN

Las cuatro “experiencias” anteriores de problemas medioambientales representan ejem-plos de como varios Franciscanos han tomado el tiempo de “leer los signos del tiempo”en sus propias regiones del mundo. Todas demuestran una profunda preocupación porlos derechos humanos y la dignidad de las personas involucradas, junto con un amor

muy Franciscano por la madre Tierra y todos sus bellos dones. Estas experiencias sonuna invitación para todos nosotros. En nuestra propia esquina del planeta, debemostomarnos el tiempo de estudiar la realidad del mundo que nos rodea, conocer a laspersonas involucradas y sus problemas, sentir el sufrimiento de la tierra y como estáconectado con el sufrimiento de las personas. Algunos posibles ejemplos de problemasrelacionados con temas de justicia medioambiental pueden incluir: temas de energía,problemas mineros, sociales y ecológicos relacionados con el agua, inmundicia, conic-tos por recursos naturales, desechos tóxicos, minas de tierra, OGM (organismos genéti-camente modicados). Y una vez que descubramos estos problemas también debemosencontrar aquellos individuos u organizaciones que luchan para hacerle frente a estas

situaciones, y unirnos a ellos para promover un mundo mejor.

Podemos comenzar planteando las cuestiones siguientes en nuestros conventos y mi-nisterios:

• Cuales son los problemas medioambientales principales en nuestra región? Quienbenecia de estos?

• Como afectan estos problemas a la vida de la gente de la región?• Que grupos están trabajando para hacerle frente a estos problemas?• Como podemos participar a la resolución de los problemas de justicia medioam-

biental en nuestra región?