INTRODUCCIONAunque mi pasión dentro del amplio espectro que configura este deporte que tanto amamos y nos

“esclaviza” arranca desde el momento en que me regalaron el primer balón, tengo que considerar que mi obsesión desde que tuve uso de razón futbolistica fue

la TACTICA.

Y la escribo con mayúsculas porque considero, que dentro de todas las facetas que debe manejar un buen entrenador para conseguir llevar a cabo su labor de manera eficaz, la que mas atrae de todas al profesional es el dominio de esta matiz del juego. Saber hacer mejor que el rival algo y, además evitar que este haga bien aquello que domina.

DOS FORMAS DE VER LA TACTICA

Pero dentro del trabajo de la táctica, existen dos opiniones muy diferenciadas: los que consideran que debe estar basada en un orden estricto a seguir por los jugadores (esquemas, jugadas ensayadas... ) y aquellos que consideran que debe quedar supeditado a la creatividad e imaginación del jugador.

Yo creo, que incluso la creatividad necesita apoyarse en el orden y que este sirva como inicio para su desarrollo, pero los extremos que venimos marcando los entrenadores hacen que unos tengan como religión el orden y otros abandonen dicho orden para toda clase de trabajo. Esto genera que halla entrenadores que descarguen por esa “libertad” gran parte de su responsabilidad sobre la labor del jugador y que cuando una jugada no se culmina de manera eficaz exprese:

“ Mira que les doy libertad para finalizar, pero luego la calidad para los productos de envasado “

Y otros que sin embargo tanto orden hace que, comiencen a plasmar grandes galimatías en la pizarra, en la que tanta flecha, convierte aquello en una película de indios, mas que en una indicación táctica, y cuando se consigue en cambio un gran gol, manifieste:

” Mira que hemos ensayado esa jugada de ataque, y al final ahí se ve el resultado “ Cuando el merito a lo mejor ha sido que el jugador ha sido capaz de colocar el balón en la esquina de la portería donde residen las arañas y hace que estas tengan que buscar vivienda.

Al final, uno y otro están perjudicando el instinto del jugador, porque lo único que no se puede medir ni pesar es el TALENTO, tan necesario para la táctica o mas que para la técnica.De cualquier manera, como colofón, el entrenador debe tener claro que el que se queda corto tiene margen de maniobra, el que se pasa, no.

Muchas veces la solución la tenemos tan cerca y fácil, que buscamos tantas soluciones que se amontonan bajo nuestros pies y no miramos en esa dirección. Aumentamos nuestro esfuerzo para nada.

FUTBOL ACTUAL

Dentro de la táctica, nos encontramos en una etapa menos ¿ creativa ? donde la obsesión por reforzar el centro del campo, ha convertido esta zona del terreno de juego en un buen lugar para las relaciones personales, como cualquier bar de copas, mas que para desarrollar el juego.

La densidad que se genera hace que los jugadores se abstraigan de realizar un juego elaborado, vistoso y de conjunto. Cada vez se ven mas equipos en los que como mucho vemos a nueve componentes de un equipo en un espacio infinito como las eras en las que se jugaba antiguamente y uno o dos compañeros esperando o bien entablar amistad con el rival, y si por casualidad pasa por allí un balón, disfrutarlo un rato.

Hablamos de un ejercicio dentro de nuestros entrenamientos al que denomínanos “futbol tenis “ en el cual, además de un componente táctico, intentamos mejorar aspectos técnicos de nuestro juego aéreo. Pues bien, algunos partidos son una extensión a campo completo de este ejercicio, aprovechando irracionalmente todo el terreno de juego y desertando de cualquier intento de imaginación.

Y todo se reduce a que, estamos perdiendo el aspecto lúdico del juego, y ha ido progresivamente convirtiéndose, cual larva dañina de juego a trabajo, donde nueve oficinistas ( el resto del equipo ) preparan unos envíos para dos repartidores (atacantes) mas preocupados porque llegue el paquete ( balón ) a su destino que por que el que lo recibe sea el correcto ( con llegar vale ). De esta manera se reparte la responsabilidad y surge la famosa frase:

“ Es que los equipos defensivamente son mas EFICACES” cuando en realidad deberíamos “Es que los equipos defensivamente son mas NUMEROSOS”

Considero que solo aquellos jugadores que se atreven a hacer algo distinto a intentar matar a pelotazos al rival o compañero, o de aburrimiento al espectador, se merecen el apelativo de jugador de fútbol, porque considero dos diferencias a la hora de definirlo:

BUEN JUGADOR DE FUTBOL: Persona que domina el medio y las situaciones que se presentan en un partido de fútbol, y sabe interpretarlas de manera colectiva, compartiendo el juego.

BUEN FUTBOLISTA: Aquel que domina el balon de manera eficaz para conseguir sus fines personales: hacer un buen control que levante admiración, realizar un gran pase (no es el objetivo que el compañero lo reciba) o conseguir un gol de bandera (aunque quedemos eliminados)

Pero este ultimo, viene generalmente apoyado en su formación por el exceso de exaltación de sus excelencias en el manejo del balón, no en el juego de conjunto. Y eso que yo creo que el buen jugador, a pesar del peor entrenador acaba llegando a triunfar.

Interesa contar cada vez con mas jugadores “TACTICAMENTE INTELIGENTES “ que sepan tomar decisiones, y para ello es necesario que en su formación se le halla dotado de los suficientes argumentos como para, aparte de tomar la decisión, escoger la mejor de todas las posibles.

Algunos entrenadores se refieren siempre al orden, al sacrificio, al esfuerzo… pero yo me hago una pregunta ¿ El sacrificio y el orden es suficiente para jugar al fútbol ? Creo que son consignas que se emplean cuando se dan una de estas tres causas:No se domina la táctica, y por lo tanto se desconoce el juego y su riqueza

Se reserva en exceso, falta de iniciativa, miedo a tomar decisionesCree saberlo todo, porque con lo que sabe es suficiente

Desde este apartado, solo intentare dar una visión del juego, de la pasión por el fútbol y la profesionalidad con que debe ser tratado ( independiente de la categoría o remuneración ) cuando se tiene el orgullo de ser ENTRENADOR y de haber conseguido, con esfuerzo llegar a dirigir a un grupo humano en pos de un objetivo.

Se mostraran distintas formas de trabajar los aspectos táctico-técnico ( no es un capricho el cambiar el orden usual de la combinación de ambas palabras ), hablaremos de sistemas de juego y sus variantes, de los distintos perfiles del jugador de fútbol.

Abordaremos distintas figuras presentes en el escenario y que no se limita al terreno de juego: prensa, afición, directiva, representantes… que realmente condicionan en gran medida nuestro trabajo, pero ámbitos a lo cuales el entrenador debe ser capaz de adaptarse, manteniendo su independencia y principios.Tan diferente en cada parte del mundo, a pesar de ser el mismo juego y las mismas reglas.

Y también hablaremos de la ETICA del entrenador, factor este al que yo al menos doy un gran valor, si cabe mayor que la eficiencia. El respeto por los compañeros y la colaboración y apoyo del colectivo serian factores enormemente enriquecedores para nuestra profesión.Si mejoramos en esa línea, no tendremos que basar nuestro trabajo en un terreno siempre resbaladizo, frágil e inestable.

Hasta el próximo articulo

Miguel Ángel Serrano Niño es Entrenador Nacional de Futbol y Futbol Sala, además de Técnico en Dirección de Entidades Deportivas.Ejerce como Profesor de Táctica, Estrategia y Sistemas de Juego desde hace años, labor que compagina con la impartición de conferencias a nivel mundial, sobre diversos temas como Táctica y Sistemas de Juego, Captación y Formación de Talentos, trabajo en la base, Análisis del Juego….

Posee experiencia como entrenador en 3ª División y 2ª División B, y como Director Deportivo en diversas entidades.En la Actualidad ejerce como Director General Deportivo en el C.P. Parla Escuela, con aproximadamente 500 jugadores y un cuerpo técnico de unas 70 personas.