flexibilización de la legislación laboral

50
39 Flexibilización de la legislación laboral Julián Serulle Parece ser que mis pensamientos e ideas se mezclan con la esperanza y la frustración. Confieso que, con gran interés y tesón, lucho para que la frustración no se adueñe de mi vida, razón por la cual, cada segundo del andar lo dedico a pelear contra el tiempo, en el interés de vencer los vicios que el sistema capitalista nos impone, en particular: el individualismo, el consumismo, la corrupción, la pérdida del principio de la solidaridad y, de derechos sociales; a su vez, contra el parasitismo sindical, ante el “yo ísmo” de muchos de sus cuadros, como el recelo a la toma de conciencia por parte de los trabajadores a través de la educación, impidiendo que, en el mañana, se constituyan en auténticos y reales dirigentes sindicales. Con el alto sentido de alimentar la toma de conciencia en hombres y mujeres de la tierra que me vio nacer, cito a Jean Jaurés, político socialista francés,

Upload: maria-e-vargas-de-henriquez

Post on 02-Dec-2015

21 views

Category:

Documents


6 download

DESCRIPTION

Parece ser que mis pensamientos e ideas se mezclan con la esperanza y la frustración. Confieso que, con gran interés y tesón, lucho para que la frustración no se adueñe de mi vida, razón por la cual, cada segundo del andar lo dedico a pelear contra el tiempo, en el interés de vencer los vicios que el sistema capitalista nos impone, en particular: el individualismo, el consumismo, la corrupción, la pérdida del principio de la solidaridad y, de derechos sociales; a su vez, contra el parasitismo sindical, ante el “yo ísmo” de muchos de sus cuadros, como el recelo a la toma de conciencia por parte de los trabajadores a través de la educación, impidiendo que, en el mañana, se constituyan en auténticos y reales dirigentes sindicales.

TRANSCRIPT

Page 1: Flexibilización de la legislación laboral

39

Flexibilización de la legislación laboral

Julián Serulle

Parece ser que mis pensamientos e ideas se mezclan con la

esperanza y la frustración. Confieso que, con gran interés y

tesón, lucho para que la frustración no se adueñe de mi vida,

razón por la cual, cada segundo del andar lo dedico a pelear

contra el tiempo, en el interés de vencer los vicios que el

sistema capitalista nos impone, en particular: el individualismo,

el consumismo, la corrupción, la pérdida del principio de la

solidaridad y, de derechos sociales; a su vez, contra el

parasitismo sindical, ante el “yo ísmo” de muchos de sus

cuadros, como el recelo a la toma de conciencia por parte de los

trabajadores a través de la educación, impidiendo que, en el

mañana, se constituyan en auténticos y reales dirigentes

sindicales.

Con el alto sentido de alimentar la toma de conciencia en

hombres y mujeres de la tierra que me vio nacer, cito a Jean

Jaurés, político socialista francés, asesinado el 31 de julio de

1914, tres días antes del inicio de la Primera Guerra Mundial:

“Saludamos con el mismo respeto a todos los héroes de la

voluntad. La historia (incluso concebida como el estudio de las

formas económicas) no dispensará nunca a los hombres de la

valentía y la nobleza individual. El nivel moral de la sociedad del

mañana estará definido por la altura moral de las conciencias

Page 2: Flexibilización de la legislación laboral

39

de hoy. Poner como ejemplo a todos los combatientes heroicos

que, desde hace un siglo, han tenido pasión por una idea y han

sentido un sublime desprecio hacia la muerte es hacer una

labor revolucionaria”.

Hoy, luego de 44 años en el ejercicio profesional, envuelto en

luchas y acciones en pos de los derechos y reivindicaciones de

los “descamisados”, como bien bautizó Eva Perón a los

trabajadores del campo y la ciudad, me resulta complejo

examinar todo cuanto guarda relación con la modificación del

Código de Trabajo, sintiéndome algo así como Sísifo: empujando

la roca una y otra vez colina arriba, para, acto seguido, verla

rodar colina abajo. Esto me ha llevado a un claro interés y

curiosidad por las nuevas ideas económicas y financieras como

aquellas del pasado, encarnadas, en particular, por Ricardo,

Adam Smith, John Kenneth Galbraith, sin dejar de recordar a

Carlos Marx, finalmente, llegando en nuestros días al Premio

Nobel Joseph E. Stiglitz.

Lo dicho, nos lleva a comprender que la economía ha

experimentado una trayectoria sinuosa, escalando hasta

cumbres desconocidas y desplomándose con la misma

celeridad, dejando a su paso una recesión de escala mundial.

Jeremy Rifkin, en su afamada obra “El Fin del Trabajo”, trae a

colación que, incluso en la cúspide del ciclo económico, el

desempleo estructural se mantiene en niveles sumamente

peligrosos, y esto a pesar del aumento de la productividad

mundial y del producto interno bruto. En 1995, se registraba

que en el mundo 800 millones de personas estaban sub-

empleadas o en desempleo. Y seis años después, en el 2001,

Page 3: Flexibilización de la legislación laboral

39

más de mil millones de personas se inscribían en una de esas

dos categorías.

Los terremotos que sacudieron las bolsas de valores durante el

septiembre negro del 2008 aumentaron los males propios al

capitalismo y pusieron fin, en cierto sentido, a las bondades

exhibidas del capitalismo. La arquitectura financiera

internacional se vio fuertemente resquebrajada, y aún los

riesgos de mayores sacudidas del sistema están latentes. En

ese contexto, es posible que las cosas no se vuelvan a ver como

antes.

EL ESTADO, COMO MAL O SOLUCIÓN

Esa crisis la encontramos en los Estados Unidos de América y

se ha expresado, de una forma u otra, en casi todos los países

de Europa, con muy pocas excepciones, como ha sido el caso

de los países nórdicos.

Transcurridos ocho (8) años de aquel septiembre negro que

provocó el desplome de Wall Street, algunos economistas

consideran, con razón o sin razón, que ese fenómeno de la

esfera financiera fue algo similar a lo ocurrido en la geopolítica

cuando se produjo la caída del Muro de Berlín. Lo definen como

un cambio del mundo y un giro copernicano. Así, por ejemplo,

Paul Samuelson, premio Nobel de Economía, afirma: “Esta

debacle es para el capitalismo lo que la caída de la Unión

Soviética fue para el comunismo”.

Page 4: Flexibilización de la legislación laboral

39

En la época del Presidente Ronald Reagan se estimó que el

Estado “no es la solución, es el problema”. Durante 30 años, los

fundamentalistas del mercado repitieron que éste siempre tenía

razón, y afirmaron luego que la globalización era sinónimo de

felicidad y que el capitalismo financiero edificaba el paraíso

terrenal para todos. Se equivocaron.

La llamada globalización llevó a la economía mundial a tomar la

forma de una economía de papel, virtual, inmaterial.

La situación planteada, la cual es el resultado de la ambición

desmedida de los grupos del poder económico y político en las

entrañas de los países capitalistas de Occidente, nos lleva a

encontrarnos con millones de trabajadores, desde los Estados

Unidos de América pasando por Francia, Italia, Grecia, países

del Este de Europa y llegando hasta España, que se encuentran

hoy sub-empleados o desempleados, y que albergan escasas

esperanzas de obtener un empleo a tiempo completo.

Históricamente han engañado aquellos que consideraban o

consideran aún que el mercado era o es más sabio que el

Estado. Entre esos apologistas del mercado se encuentran altos

líderes empresariales y personas que fueron electas en altos

cargos por el mismo pueblo. Ellos declaraban con euforia que

los Estados Unidos y España habían resuelto sus problemas de

desempleo y, con orgullo y arrogancia, nos presentaban sus

estadísticas, las cuales presentaban un descenso del 6 % en

enero de 1994 al 4% en enero del 2000, circunstancia que llevó

a algunos economistas a alardear de que el desempleo era cosa

del pasado.

Page 5: Flexibilización de la legislación laboral

39

Cuidado si nos seguimos engañando y buscamos o

pretendemos ignorar que los países más desarrollados del

mundo continúan sufriendo el malestar de un elevado

desempleo crónico.

En ese contexto, me surge la siguiente pregunta: ¿Cuál será el

futuro del trabajo, si hacemos hincapié en las lecciones que se

desprenden de los tumultuosos acontecimientos económicos de

los últimos años? Sin dejar de lado el hecho de que la

humanidad posiblemente se encuentra en la antesala de una

Tercera Guerra Mundial, y para vislumbrar una perspectiva de

tal naturaleza sólo basta observar cuanto acontece en el Medio

Oriente, Ucrania, Asia del Este, en distintos países del África, y

los afanes de grandes potencias en su desmedida búsqueda de

controlar mercados, recursos naturales y, por qué no, dominar

territorios y regiones completos. Se habla incluso de un retorno

a los tiempos de lo que fuese llamado “Guerra Fría”.

Las voces críticas contra las políticas económicas de los

gobiernos, como expresión de la preocupación que existe en

importantes estamentos de la sociedad por el elevado índice del

desempleo, los impuestos, los intricados regímenes reguladores

y onerosos sistemas del bienestar, hechos que para algunos

sólo perpetúan el estancamiento económico, forman parte de

una batalla ideológica encarnizada sobre sí se deben reformar

las normas que regulan el empleo, el comercio y la industria y,

en caso afirmativo, de qué modo.

Page 6: Flexibilización de la legislación laboral

39

Mientras los políticos, empresarios y líderes sindicales discuten

asuntos relativos a la creación de una política laboral flexible,

la reducción de los impuestos y la reformulación de las leyes

que regulan las prestaciones y pensiones del Estado del

Bienestar, sigue sin abordarse, en el debate sobre la política

estatal, la verdadera causa del desempleo.

Al respecto, el señor Jeremy Rifkin, se permite afirmar: “Si la

clave de la creación de nuevos empleos radicara sólo en la

aplicación de dichas reformas los Estados Unidos deberían

contar con un empleo robusto. Al fin y al cabo, en ese país se

han realizado casi todas las reformas que otros países intentan

aplicar ahora. Pero los trabajadores estadunidenses –y por ende

también los de casi todas las restantes economías nacionales

del mundo – viven tiempos difíciles”.

Mientras nosotros recurrimos a la auto masturbación, buscando

respuestas sobre la procedencia o no de flexibilizar la

legislación laboral, dejamos de lado que la economía mundial

experimenta un cambio radical en la naturaleza del trabajo, con

profundas consecuencias para el fututo de la sociedad. En la era

industrial, la mano de obra humana masiva trabajaba junto con

las máquinas para producir bienes y servicios. En la era del

acceso a las máquinas inteligentes en forma de software,

ordenador, robótica, nanotecnología y biotecnología, estos

instrumentos sustituyen progresivamente la mano de obra

humana en la agricultura, la industria y el sector servicios. Las

granjas, fábricas y muchas industrias de servicios se

automatizan a gran velocidad. Cada vez el trabajo físico y

mental es más desarrollado por las maquinas inteligentes del

Page 7: Flexibilización de la legislación laboral

39

siglo XXI, ahora más asequibles y eficientes, puesto que

desarrollan desde tareas nimias, repetitivas hasta el trabajo

profesional sumamente conceptual. Los trabajadores más

baratos del mundo probablemente no serán tan baratos como la

tecnología que llega en línea para sustituirlos.

En estas circunstancias científico-tecnológicas, se hace de

imperativa obligación estar conscientes de que a mediados del

siglo XXI el ámbito comercial tendrá los medios y la capacidad

organizativa necesarios para proporcionar bienes y servicios a

una creciente población humana utilizando sólo una mínima

parte de la mano de obra empleada actualmente. En el año

2050, por ejemplo, es posible que sólo se necesite el 5% de la

población adulta para dirigir y manejar el sector industrial

tradicional. Las granjas, fábricas y oficinas manejadas casi sin

personal será la norma en todos los países. No volveremos a

ver a miles de trabajadores saliendo de las puertas de las

fábricas y centros de servicios como sucedía en el siglo XX.

De hecho, millones de trabajadores ya han sido eliminados de

los procesos económicos, y ya una gama bien amplia de

empleos específicos han sido reducidos en importancia, o bien

reestructurados, o han desaparecido.

La idea de que la innovación tecnológica estimula el

crecimiento y el empleo de forma perpetua se ha topado con

una fuerte oposición a lo largo de los años. En su primer

volumen de El Capital, publicado en 1867, Karl Marx

argumentaba que “los fabricantes intentan continuamente

reducir los costes laborales y obtener un mayor control sobre

Page 8: Flexibilización de la legislación laboral

39

los medios de producción mediante la sustitución de seres

humanos por equipos, siempre y cuando les fuese posible. Los

beneficios de los capitalistas no solamente proceden de una

mayor productividad, de una reducción en los costes y de un

mayor control sobre los puestos de trabajo, sino también de la

creación de un amplio abanico de trabajadores desempleados,

disponibles, cuya capacidad de trabajo potencial esté en

condiciones de ser utilizada en algún otro lugar de la

economía”.

Con esta política de sustituir a los trabajadores por las

máquinas, o sea producir la eliminación directa del trabajo

humano del proceso de producción y mediante la creación de

un ejército de reserva formado por desempleados cuyos salarios

podrían ser constante y permanentemente reducidos, los

capitalistas podían estar inconscientemente cavando su propia

tumba, puesto que serían cada vez menos los consumidores con

suficiente nivel adquisitivo para comprar sus productos.

Me permito recordar a Henry Ford, quien sugirió que los

trabajadores fuesen pagados lo suficiente como para poder

comprar los productos que las empresas producían. Si no, se

preguntaba, ¿quién comprará mis vehículos? Sus colegas

empresarios decidieron ignorar esta recomendación. De la

misma forma actúan hoy muchos de nuestros empresarios ante

la sugerencia hecha por el Presidente de la República,

Licenciado Danilo Medina. En efecto, se tapan los oídos en vez

de favorecer el alza de los salarios de los trabajadores, lo que

redundará a favor del incremento del consumo para bien de la

producción nacional y por un mundo más decente para aquellos

Page 9: Flexibilización de la legislación laboral

39

que tienen la suerte de ser beneficiados por un puesto de

trabajo.

Justo a las puertas de la nueva aldea global de base

tecnológica, encontraremos un creciente número de seres

desesperados y sin futuro, muchos de los cuales se ven

obligados a delinquir, colaborando así a la creación de una

vasta subcultura criminal. La nueva cultura fuera de la ley está

empezando a plantear una seria e importante amenaza para la

capacidad de los gobiernos a la hora de mantener el orden y de

garantizar la necesaria seguridad de sus ciudadanos.

El aumento de la productividad supone que pueden producirse

más bienes y servicios con menos mano de obra humana. En

consecuencia, la cuestión que siempre se plantea es de si debe

reducirse la jornada laboral o disminuirse la mano de obra para

adaptarse al aumento de la productividad. En otras palabras,

¿qué preferimos: más ocio o más desempleados? Durante más

de cien años, la sociedad prefirió continuar reduciendo la

jornada laboral e incrementar el salario y las prestaciones

sociales con cada progreso de la productividad.

Sigo escuchando a determinados representantes de los

empresarios sobre la necesidad de aumentar la jornada de

trabajo y dejar de lado todo pago por concepto de horas extras.

Muchos de nuestros empresarios olvidan que todo país necesita

crear un mecanismo formal que vincule el aumento de la

productividad con jornadas laborales cada vez más reducidas;

ahí está el caso de Francia con 35 horas a la semana y se paga

Page 10: Flexibilización de la legislación laboral

39

en base a 39 horas. Una jornada semanal más corta significa

que es posible mantener empleados a más trabajadores.

Cuando se habla de reducción de la jornada semanal, los

gobiernos deben compensar a las empresas liberándolas de los

impuestos sobre la remuneración u otros gravámenes fiscales,

en proporción directa a los gastos realizados en la reducción de

la jornada laboral. Se puede afirmar que los Estados perderán

ingresos inicialmente, pero al final los recuperarán. En

consecuencia, el aumento de la población activa supone una

menor dependencia del Estado del Bienestar, más salarios, más

consumo, mayor ahorro e inversión personal, y un número

superior de la población empleada, lo que coadyuva a ampliar

los ingresos públicos, a través de los impuestos sobre la renta y

la transferencia de bienes y servicios.

He hecho referencia a un libro extraordinario que lleva por

nombre EL FIN DEL TRABAJO, escrito por JEREMY RIFKIN. El

autor afirma que si los empresarios pudieran elegir, preferirían

una plantilla adaptable a las necesidades de cada momento.

Este es el objetivo último de la llamada “política de mano de

obra flexible”. De esta forma, desde la perspectiva del mercado,

es razonable el empleo de recursos humanos sólo cuando se

necesitan. Sin embargo, el problema es que, desde el punto de

vista de la sociedad en general, tal política causaría estragos

sociales. Los trabajadores no son un factor más de producción.

Tienen familia que alimentar y planes de futuro.

Nos causa sorpresa oír a muchos de los empresarios hablar de

política de horario flexible, pero jamás hacen referencia a la

Page 11: Flexibilización de la legislación laboral

39

seguridad y las necesidades de los trabajadores. Esta aptitud

hace recordar la expresión en francés: Après moi, le déluge

(Después de mí, el diluvio).

La era industrial puso fin al trabajo esclavo. La era del acceso a

las nuevas tecnologías acabará con el trabajo asalariado

masivo. La cuestión es qué hacer con los millones de jóvenes

que cada vez serán menos necesarios en una economía global

progresivamente automatizada.

¡No! Quiero oírlos recapacitando, quiero escucharlos, reflexionar

sobre sintaxis y formas específicas de hablar para

comprendernos mejor, para procurar una vida larga. Esto

demanda una estabilidad conceptual. No como hacían algunos

señores de zona franca, que poniendo en práctica la llamada

“Liquidación Periódica”, mediante lo cual se llevaba a cabo el

proceso de liquidación de los trabajadores. Primero se hacía

cada dos meses y veintinueve días, y después se dieron cuenta

que esto no les convenía y lo subieron a cinco meses y

veintinueve días y, por último, a once meses y veintinueve días.

Enseñaban su disciplina, su metodología, y entonces en

diciembre los dejaban sueltos para que la competencia se los

llevara. Es una mentalidad totalmente arcaica, atrasada.

MODIFICACIÓN DEL CÓDIGO LABORAL

Hoy, se nos convoca para hablar y escuchar sobre cómo y

dónde está llamado a ser modificado el Código de Trabajo. Sin

embargo, no nos damos cuenta de que la respuesta no está en

lo que diga un código, o en lo que diga una ley. La respuesta

Page 12: Flexibilización de la legislación laboral

39

está más allá. Esa respuesta tiene que buscarse en el orden y

sistema económico vigentes, en cuanto guarda relación con la

transformación de figuras arcaicas. Todo dependerá en gran

medida del concepto que se tenga sobre la ciencia, la

tecnología, la automatización; sobre quiénes deben involucrase

y cómo deben ser preparados para poder involucrarse con esa

alta tecnología. De lo que se trata es de buscar respuestas en

todo cuanto guarda relación con la producción, con el mercado,

la competencia y la mano de obra calificada. Por otra parte, en

lo que respecta a la estabilidad contractual, debemos avanzar

en todo lo relacionado al salario digno y al auténtico régimen de

la Seguridad Social en pos de proteger al ser humano desde el

vientre de la madre hasta la muerte, sin dejar de lado un

auténtico y real sistema de educación.

Con el término flexibilidad laboral se suele aludir a la alternativa

de que las empresas obtengan más posibilidades de reducir los

costos asociados a la contratación y ruptura de los contratos de

trabajo, así como al logro de mayores libertades de gestión en

materia laboral, que puedan adecuar indiscriminadamente el

tiempo y el lugar de trabajo, cambiar las funciones

desempeñadas por los operarios y, en general, ampliar las

posibilidades para modificar las condiciones de trabajo según

convenga al mejor desenvolvimiento de la empresa.

Con esta terminología, se plantea, además, una visión crítica de

las normas jurídicas sobre el trabajo asalariado, a las que se

exige facilitar la cada vez más necesaria adaptabilidad

empresarial en un contexto de permanente aumento de

competitividad. Por eso se habla una y otra vez de la flexibilidad

Page 13: Flexibilización de la legislación laboral

39

como buena receta para mejorar el desempeño empresarial y la

creación de empleos. Esto tendría simplemente como

consecuencia que el derecho colectivo de trabajo se deje de

lado, restringiéndose de esta forma el derecho a la sindicación y

constituyéndose la negociación colectiva en simple quimera.

La flexibilidad es sinónimo de política de ajuste empresarial

para obtener más trabajo por menor costo. Podríamos

preguntarnos: ¿Permite este tipo de flexibilidad laboral la

creación de más empleo? No.

No podemos ignorar que la flexibilidad laboral o desregulación

del mercado de trabajo hace referencia a la fijación de un

modelo regulador de los derechos laborales que elimina trabas

y regulaciones para contratar y despedir trabajadores por parte

de las empresas y organizaciones privadas. La misma está

relacionada a las medidas de regularización del mercado laboral

en lo referente a la libertad de contratación y el contrato

individual de trabajo. Esto con miras a flexibilizar los

mecanismos logrados por los convenios y resoluciones

provenientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)

y por los sindicatos en el siglo XX, esperando con ello mantener

el crecimiento de todo el sector privado.

De acuerdo con los partidarios de aumentar la flexibilidad

laboral, esta permite ampliar las oportunidades a las empresas

y a las personas en el mundo globalizado donde las estructuras

rígidas y las legislaciones abultadas y complejas constituyen

obstáculos a ser superados. Esto último en pos de una mayor

libertad para la población económicamente activa. Sin embargo,

Page 14: Flexibilización de la legislación laboral

39

diversos economistas, tales como el premio Nobel Joseph

Stiglitz o el economista institucionalista Ha-Joon Chang, han

criticado el concepto de flexibilidad laboral aludiendo que el

mismo representa un eufemismo por inseguridad o mutualidad

del puesto de trabajo, y niegan que en todos los casos tenga el

efecto positivo que le atribuyen los partidarios de la misma.

La obtención de más libertades empresariales para usar y

desechar el trabajo, se ha revelado insuficiente para la

promoción del empleo. Lo que se obtiene en realidad no es más

empleo, sino una mayor inestabilidad en éste. Así, los empleos

estables se vuelven inestables y aumenta la oferta de

ocupaciones con salarios bajos y variables, adaptados a las

necesidades de los negocios.

En este caso, se obtiene que más personas se empleen en los

tiempos de bonanza económica, pero a costa de destruir

fuentes estables de empleo, las que se transforman en

temporales e inestables, y que estén destinadas a terminar en

cuanto la actividad económica decaiga.

Los defensores de la flexibilización, incluyendo el Fondo

Monetario Internacional (FMI), no se detienen a pensar en el

hecho de que vivimos en un país donde la mano de obra no es

calificada, por lo que el desempleo no se considera

simplemente como una pérdida de recursos, sino también como

algo que socava la autoestima del individuo y conlleva a un

conjunto de consecuencias sociales no deseables – incluida la

violencia, la que por cierto estamos viviendo a diario.

Page 15: Flexibilización de la legislación laboral

39

En el contexto actual, se busca establecer un conjunto de ideas

que tengan como común denominador introducir una

adaptación respecto a lo que fue considerado como el

tradicional esquema que normaba el trabajo asalariado, el cual

se presentaba como estable y de duración indefinida.

Muy poco se habla de política de reingeniería, de aumentar el

conocimiento y de procurar una justa adaptación a los cambios

tecnológicos, científicos, dinámica productiva, valor agregado a

nuestros productos agrícolas y mercado. No se habla del

derecho que asiste a los trabajadores en adecuar su jornada

laboral para asistir a cursos de formación profesional, a

sabiendas de que el tiempo destinado a la formación sea

considerado como jornada efectiva de trabajo. Al respecto la

OIT se ha pronunciado mediante la “Recomendación sobre la

orientación profesional y la formación profesional en el

desarrollo de los recursos humanos” del año 1975.

La inestabilidad contractual, el salario bajo, la pérdida de

derechos sociales y, por ende, la disminución en el poder

adquisitivo, la inestabilidad y la pérdida de sueños ante una

pensión pírrica o inexistente, son elementos que se constituyen

en el epicentro de una situación social insostenible. Todo se

vuelve como un volcán en erupción, creador en lo social, por las

precariedades, hambruna, desesperación de padres al ver a sus

hijos lanzados a las calles ante la inestabilidad reinante en el

hogar, en una violencia sin control... Este volcán social se

agrava en su erupción por los bajos niveles de consumo y de

producción nacional, y en la falta de productos de primera

Page 16: Flexibilización de la legislación laboral

39

necesidad. Todo esto como resultado directo de la pérdida

creciente del poder adquisitivo de la población.

Tras la cuestión de una política de empleo, se busca la

respuesta en el uso de las tecnologías, dejando de lado los

imprevistos que se plantean a través del desarrollo de las

tecnologías informáticas. Partiendo de este hecho, de

naturaleza tecnológica, se abren nuevas perspectivas para

países como la India o algunos Estados de Europa del Este. De

ahí, que esta tendencia pueda llegar a acentuar aún más la

marginación de los países menos desarrollados.

El contraste de percepciones entre los países del mundo

industrializado y las naciones en vías de desarrollo puede

modificarse si se analizan los verdaderos motivos de los

desplazamientos productivos. Sus principales vectores son las

empresas multinacionales. Estas, en efecto, buscan, de un país

a otro, mejorar su rentabilidad financiera, haciendo que entren

en competencia los sistemas socio-productivos, aprovechando

así las diferencias en términos de salarios, cargas sociales,

niveles de productividad laboral, legislación social y de

protección del medio ambiente, ventajas impositivas, etc.

Con el fin de atraer a los capitales internacionales, muchos

países son impulsados a lanzarse a una feroz competencia, a

través de sus “ventajas comparativas”: escaso o nulo respeto

de las reglas de protección social y del medio ambiente,

violación de derechos laborales básicos… Esta competencia

frustra cualquier perspectiva de un verdadero desarrollo

económico y social. Esta es una cuestión fundamental para la

Page 17: Flexibilización de la legislación laboral

39

humanidad, si se tiene en cuenta la amplitud de las

necesidades que siguen insatisfechas en el mundo. En realidad,

las deslocalizaciones productivas plantean una cuestión

esencial: el derecho al desarrollo, así como la mejoría y respeto

de las normas sociales y medioambientales en todo el planeta.

Las deslocalizaciones de procesos productivos alcanzan a todos

los sectores industriales y de servicios, lo que inquieta a los

asalariados de los países desarrollados. Pero estas tampoco

aseguran una dinámica económica y social sostenible en los

países en vías de desarrollo. Esta contradicción confirma la

necesidad de una nueva regulación de las relaciones

internacionales.

Este análisis debe, sin duda alguna, integrarse en la estrategia

de las fuerzas sociales que militan en la dirección de construir

una opción diferente a la globalización liberal, a la estrategia de

generar la competencia entre los propios trabajadores.

El sistema capitalista que de forma cíclica se ha visto envuelto

en crisis, o que encuentra en su propia naturaleza los elementos

fundamentales de crisis cada vez más agudas, que afectan en

lo esencial al mundo del trabajo, ha recurrido a soluciones con

rostros o características diferentes en el pretendido interés de

buscar respuestas al desempleo.

Sobre el particular, veamos lo que se recoge en el ATLAS que

nos presenta LE MONDE DIPLOMATIQUE, en su edición

española: “¿SEGURIDAD SOCIAL O CARIDAD? La ley sobre el

trabajo y la responsabilidad individual, sancionada en 1996 por

el presidente William Clinton, transformaba el welfare (Estado

Page 18: Flexibilización de la legislación laboral

39

de bienestar) y los estilos de vida supuestamente ´asistidos´ del

periodo anterior en workfare. Se trataba de ´devolverles el

gusto por el trabajo´ a los desocupados, culpabilizados e incluso

sancionados por rechazar un empleo, aunque fuera no

cualificado e insuficientemente remunerado. De ahí en

adelante, las prestaciones quedaron subordinadas a la

obligación de trabajar, en las condiciones que fueran. Así se

pasó a una ideología y un sistema que crean obligaciones de los

pobres con el Estado y no a la inversa” (pág. 109).

En el artículo citado, se señala además: “La ´guerra contra la

pobreza´ cedió su lugar ´a la guerra contra los pobres´, en la

que la criminalización de la marginalidad y la miseria asume el

papel de política social. Mientras que en 1975 el seguro de

desempleo en Estados Unidos cubría al 81% de los asalariados

que habían perdido su trabajo, en 1995 apenas beneficiaba a

uno de cada tres”.

La política de flexibilización, puesta en práctica en algunos

países del mundo, ha provocado el desmantelamiento o merma

en todo lo que tiene que ver con la garantía en el desempleo

como a prestaciones sociales, jubilaciones y beneficios fiscales

se refiere.

Siguiendo lo anteriormente establecido, pasemos a observar el

caso de un país que en el Medio Oriente es el principal aliado de

los Estados Unidos de América: Israel. En este país, los

desocupados deben aceptar cualquier trabajo, no importa su

baja cualificación o mínima remuneración.

Page 19: Flexibilización de la legislación laboral

39

En el campo de las prestaciones sociales, en Israel se ha estado

verificando una disminución de los subsidios para personas de

edad avanzada, niños, madres solteras e inválidos (ver El

ATLAS, Le Monde diplomatique, edición española, 2004, pág.

113). Si observamos lo que ocurre en el mundo de las

obligaciones, nos percatamos que la reforma del 2003 redujo

las jubilaciones en más de un 30%. Asimismo, la edad de

jubilación legal pasó de 65 a 67 años para los hombres, y de 60

a 67 años para las mujeres.

Procede tener en cuenta que el mundo del empleo no se

mueve, y el panorama es cada vez mas fragmentado. Sin contar

el trabajo doméstico, realizado mayoritariamente por mujeres y

no contabilizado en las estadísticas oficiales, ni tampoco el

trabajo informal (difícil de cuantificar), la población activa

mundial está en ascenso constante, y supera los 3,300 millones

de personas.

En el documento antes citado, se recoge lo siguiente: “Las

estadísticas de la desocupación descendieron, pero la cantidad

de trabajadores pobres está en ascenso en todas partes: en

2004 comprendían entre el 6% y el 8% de los asalariados en la

Europa de los Quince, y más del 10% de los trabajadores en

Estados Unidos. La situación en los países en vías de desarrollo

es aún peor, ya que unos 550 millones de personas ganan

menos de un dólar por día”. (Ibid., p. 110). Es importante

observar que la precariedad y el trabajo a tiempo parcial se han

generalizado.

Page 20: Flexibilización de la legislación laboral

39

De manera concreta, manteniéndonos en el corazón del tema

que estamos tratando, en los países de la Organización de

Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) aumenta el

número de asalariados “flexibles”, que carecen de protección

social y que pueden ser despedidos con facilidad. El trabajo a

tiempo parcial literalmente ha estallado (equivale a uno de cada

seis empleos en la OCDE), lo que permite a las empresas no

pagar los tiempos muertos (espera de clientes, reparación de

maquinarias, etc.). Los asalariados pagan el coste, sobre todo

las mujeres, la categoría más afectada (tres cuartas partes de

los casos), las que en su mayoría aspiran a trabajar más.

Entre las primeras víctimas están los niños: en todo el mundo,

casi uno de cada cuatro niños es forzado a trabajar. No faltan al

respecto declaraciones que muestran todo lo indigno de esto.

Sin embargo, la realidad no cambia.

En la actualidad, reducir el gasto público es la consigna de

prácticamente todos los dirigentes del planeta. Los sistemas

públicos de protección social están siendo desmantelados en

todas partes. No sólo la vida cotidiana se vuelve cada vez más

incierta, sino que muchas familias ya no acceden a la atención

médica por falta de dinero, y lo más grave es que reaparecen

enfermedades consideradas como erradicadas.

La política en pos de la flexibilización laboral y dirigida a la

población misma da por resultado menor reembolso de los

gastos médicos, jubilaciones a edad más avanzada. Así, las

protecciones públicas contra los avatares de la vida

(enfermedades, accidentes, vejez, etc.) tienden a restringirse

Page 21: Flexibilización de la legislación laboral

39

allí donde existían. Esto ocurre tanto en los regímenes

financiados con recursos provenientes del empleo y

administrados paritariamente (tal como sucede en Alemania y

Países Bajos), como en los estatales, sostenidos mediante

impuestos (así sucede en el Reino Unido, Italia, y Suecia, por

ejemplo) o incluso mixtos (como ocurre en Francia.

Esto se manifestó de forma concreta, entre 1993 y 2003, con la

reducción de la porción del PIB destinada a la remuneración del

trabajo. En efecto, su caída fue de 10% en los países de

capitalismo desarrollado. Como habría de esperarse, la parte

volcada a la retribución del capital subió otro tanto. En materia

de jubilaciones, esto significó una reducción del poder

adquisitivo y un alargamiento del tiempo de trabajo. En los

países se asiste a una disminución de las prestaciones médicas,

a un aumento de los costes relacionados con la sanidad y a una

carencia de recursos para los hospitales públicos.

Sobre el particular, veamos lo que ha ocurrido en tres de las

naciones donde se observa una estabilidad económica en el

campo de las prestaciones sociales.

ISRAEL. Disminución de los subsidios para personas de edad

avanzada, niños, madres solteras e inválidos.

REINO UNIDO. Es obligación para los beneficiarios de un

subsidio de padres solteros hacer unas prácticas o aceptar un

empleo a tiempo parcial.

Page 22: Flexibilización de la legislación laboral

39

ALEMANIA. Fusión de subsidios de desempleo y ayuda social al

cabo de un año. El cálculo de los subsidios de desempleo toma

en cuenta los ingresos del cónyuge, los bienes inmobiliarios y

las cuentas de ahorro de la familia.

En los Estados Unidos de América como en países de Europa,

tales como España, Portugal, Grecia, Italia y Francia, a partir de

lo que algunos llamaron la gran estafa del 2008, las

prestaciones sociales han venido mermando de forma

vertiginosa. Por ejemplo, la edad oficial de retiro ha aumentado.

En cuanto a la sanidad, la reducción del gasto público es un

tema problemático en todas partes y se acelera la marcha del

sistema hacia la privatización. Las consecuencias no son

sorprendentes: las desigualdades aumentan y en algunos

países incluso ha retrocedido la esperanza de vida.

Ante la situación descrita, nos surge las siguientes preguntas:

¿Son los trabajadores los culpables de la crisis en Europa? ¿Son

ellos los culpables de lo que está pasando en Grecia, en España,

en Italia? ¿Fueron ellos los culpables de la crisis del 2008, del

derrumbe de Wall Street, de la banca norteamericana y de

muchos países de Europa? ¿O son los trabajadores de zona

franca de Santiago los culpables de la caída de esta y sus

servicios?

Por lo visto, como los efectos de la llamada crisis recaen sobre

los trabajadores europeos y es sobre ellos que el rescate de la

economía pretende hacerse, la pregunta debiese formularse,

pues, de la siguiente forma: ¿Por qué tienen que pagar los

trabajadores europeos y del mundo las consecuencias de una

Page 23: Flexibilización de la legislación laboral

39

llamada crisis que no está más que relacionada al propio

proceso de acumulación y centralización que es propio al

sistema capitalista de producción e intercambios, y de la cual

han salido sólo beneficiarios aquellos que concentran las

principales riquezas del mundo?

No podemos olvidar que las empresas que fueron desde sus

inicios instaladas en Zona Franca, recibieron por un tiempo

privilegios extraordinarios, como, por ejemplo, el no pago de

impuestos a la importación y exportación, salarios bajos, no

pago de participación en los beneficios, complicidad por parte

del Estado en evitar el ejercicio del derecho a la sindicación.

Se puede afirmar que hay costes sociales relacionados con el

paro que las empresas privadas simplemente no toman en

cuenta. Si la protección del empleo es mínima, los empresarios

pueden despedir trabajadores con un coste bajo o nulo,

abonando, en el mejor de los casos, una pequeña

indemnización.

Esto que acabamos de decir, se profundiza en los países

subdesarrollados, a sabiendas de que en los países

industrializados el daño de los desahucios o los despidos es

reconocido y en parte mitigado por la red de seguridad de las

prestaciones por desempleo. En los países menos

desarrollados, los trabajadores parados generalmente no se

convierten en una carga pública, ya que rara vez cuentan con

esquema de seguro de paro. Pero a pesar de todo, pueden

generarse grandes costes sociales, los que se manifiestan en

Page 24: Flexibilización de la legislación laboral

39

las peores formas, es decir, en criminalidad, violencia urbana,

más delincuencia y perturbaciones sociales y políticas.

Muchos se circunscriben en buscar en los trabajadores el coste

de producción, como si fuese la receta mágica para abordar las

crisis que continuamente se presentan en el mundo de la

producción y de mercado.

PACTO DE NACION

Contrario a lo que sostienen los promotores de la flexibilización,

debemos tener pendiente que la democracia social era y debe

seguir siendo un nuevo orden social y político. Gobiernos

respaldados por coaliciones de obreros y campesinos se

responsabilizaban de la gestión macroeconómica, la seguridad

social y los derechos laborales. Como contestación a la posición

de la flexibilización, debemos remontarnos y seguir teniendo

presente las experiencias de dos países: Suecia y Estados

Unidos de América. Suecia, en sus inicios, dio lugar a la gestión

anti-cíclica de la demanda, con la que el gobierno pretendía

aliviar la recesión económica. Los gobiernos socialdemócratas

fueron más allá, intentando reducir la amplitud y frecuencia de

los declives cíclicos en general, como manera concreta de

mantener el pleno empleo. Utilizaron la política monetaria para

evitar que los precios cayeran o subieran demasiado y la

política fiscal (gastos públicos e impuestos) para mantener la

actividad económica.

A finales de 1938, representantes del gobierno sueco dieron

lugar, junto a la fuerza patronal y a los sindicatos y otras

Page 25: Flexibilización de la legislación laboral

39

instituciones sociales, a firmar el histórico acuerdo de

Saltsjobaden. En efecto, empresarios y trabajadores acordaron

gestionar las relaciones laborales de forma centralizada a

escala nacional, llevando consigo la aceptación de altos salarios

y los beneficios del Estado del Bienestar, política fiscal de pleno

empleo y activismo gubernamental en pro de los servicios

sociales. Todo esto, por supuesto, no fue gratuito. Se hizo a

cambio de la paz laboral (esto es ausencia de huelgas), el

mantenimiento del control privado sobre la propiedad y los

mercados de capital y la apertura con respecto a la economía

mundial.

Al otro lado del Atlántico, una configuración política distinta

condujo a resultados parecidos. Una vez llegado a la

presidencia, Franklin D. Roosevelt, dio lugar a planes de

emergencia, y tras estos produjo en 1933 un “Nuevo Acuerdo”

(New Deal), que incluía programas de creación de empleo

público, seguridad social y derechos laborales.

El gobierno del Nuevo Acuerdo se concentró en reducir el

desempleo y en proporcionar seguridad social a la población, a

la vez que fomentaba los derechos laborales.

Tanto en los Estados Unidos como en Suecia, se motivaba la

gran unión entre los integrantes de las fuerzas productivas y el

gobierno se constituía en el gran modulador, en artífice de la

seguridad y la estabilidad. La mayor innovación de la

administración Roosevelt en el mercado laboral fue la Ley de

Relaciones Laborales de 1935, que estableció un procedimiento

Page 26: Flexibilización de la legislación laboral

39

para el reconocimiento de los sindicatos y exigía a los patronos

negociar con ellos.

El nuevo acuerdo que Roosevelt puso en práctica se basó en el

compromiso con la gestión de la demanda, programas sociales

y obras públicas a escala nacional y un lugar para los

trabajadores en la negociación colectiva y en la política.

La mayoría de los países industriales se movieron en una

dirección parecida. En Dinamarca, Noruega, Bélgica y Suiza se

promulgaron reformas sociales sustanciales y se organizaron

consultas nacionales entre patronos y trabajadores.

El caso más reciente tiene que ver con Irlanda, país que estuvo

envuelto en una guerra civil, y dividido también por asuntos de

carácter religioso: católico-protestante. Logró firmar la paz,

elecciones libres y un gran pacto de nación. Sobre este país, el

señor Andrés Oppenheimer, en su obra “Cuentos chinos”, da a

conocer lo siguiente: “Esto se llevó a cabo a través de un

´acuerdo social´ entre empresarios y obreros de apostar a la

apertura económica, la ayuda europea, la eliminación de

obstáculos a la creación de nuevas empresas, la desregulación

de la industria de telecomunicaciones, un blanqueo de

capitales, cortes de impuestos individuales y corporativos, una

fuerte inversión en la educación, y el hecho de que los

sucesivos gobiernos del país hubieran mantenido el rumbo pese

a los traspiés iniciales. No había otra opción que seguir adelante

con la apertura económica, continuar con el recorte del gasto

público y bajar las tasas de impuestos corporativos para atraer

Page 27: Flexibilización de la legislación laboral

39

inversiones extranjeras, por más trauma social que estas

reformas causaran durante los primeros años”.

De ahí, que el gobierno decidió que la prioridad del país debería

ser un acuerdo con los sindicatos obreros para que aceptaran

menores aumentos de salarios a cambio de incrementos

futuros, a medida que la economía volvía a crecer.

Todo esto se gestionó sin la ayuda del Fondo Monetario

Internacional, ya que simplemente se llegó a un punto en el

cual se determinó que el capitalismo nacional había sido un

fracaso porque las élites políticas y empresariales estaban

apostando únicamente a las inversiones seguras, o sea en cosas

como bienes raíces o terrenos, en lugar de tomar riesgos y

crear industrias que generaran empleos. Entonces, posterior a

esto, se creó una apertura comercial, es decir, un capitalismo al

estilo norteamericano que estimulara el riesgo y premiara a los

emprendedores. Los sucesivos gobiernos de Irlanda habían

decidido, como política de Estado, cultivar al máximo las

relaciones con sus comunidades en los Estados Unidos,

especialmente con sus miembros más exitosos del mundo

empresarial. Los funcionarios de la embajada de Irlanda en

Washington, por ejemplo, conseguían a través de Internet o de

registros públicos listas con los directivos de empresas de

origen irlandés en todo Estados Unidos, y los contactaban.

Muchos de los capitalistas en la República Dominicana piensan

diferente, pues se olvidan de que si la mayor parte de los

beneficios se reinvierten, contratan a más trabajadores y se

producen más artículos, la demanda aumentará y habrá un

Page 28: Flexibilización de la legislación laboral

39

mercado más amplio para las mercancías producidas. No es

lamentándose, no es llorando, no es guardando su dinero y

manteniéndose a la espera del tiempo deseado y las

condiciones anheladas. Es caminando a tono con las nuevas

tecnologías, la automatización, la ciencia, la mano de obra

calificada y, con un concepto claramente definido sobre toda

política de competencia y mercado, que se puede dar el salto

Para la década de 1930 fue cuando los gobiernos adoptaron

planes de seguridad social, definieron el mundo de la jornada

de trabajo, las vacaciones, el derecho a la sindicación, el

nacimiento de los convenios colectivos. Muchas firmas vieron

que su impacto era relativamente intranscendente. Los

capitalistas percibieron rápidamente que en la medida en que

todas las empresas tuvieran que contribuir a los programas de

desempleos y de pensiones, no se afectaría la competencia. En

la comunidad empresarial había incluso quienes pensaban que

tales programas serian buenos para sus negocios. Las

corporaciones modernas, para las cuales era crucial contar con

empleados fíeles y motivados, habían establecido desde hacía

tiempo salarios altos y mejores condiciones de trabajo, con el

fin de atraer a una mano de obra cualificada. Durante las

décadas de 1920 y 1930 muchas de esas firmas constataron

que reducir la incertidumbre de la fuerza de trabajo también

contribuía a estabilizarla y mejorarla. En el caso nuestro, no se

entiende el porqué de las liquidaciones periódicas o la

preocupación por concepto de pago de prestaciones laborales

cuando tales cargas económicas se ponen a cargo del sistema

de la seguridad social liberando al empleador de toda

responsabilidad económica, solo basta detenerse la ley 87-01,

promulgada el 9 de mayo del año 2001 (con esto no estamos

Page 29: Flexibilización de la legislación laboral

39

defendiendo dicha ley), nos limitados a recalcar que el norte del

empleador debe circunscribirse en dar lugar a la estabilidad

contractual y a la reingeniería permanente y constante del

trabajador en pos de aprovecharse de la disciplina, de la

metodología implementada para el trabajo, la lealtad, el amor a

la empresa, la experiencia acumulada y el alto sentido en la

calidad de la producción.

La globalización presenta serios problemas, y, en el contexto

del capitalismo que se desarrolla, son inevitables. Ahora bien,

de lo que se trata es de evitar que esos problemas recaigan

sobre los trabajadores y oprimidos del mundo. Ese es el papel

de los sindicatos, partidos y gobiernos responsables.

Es conocido el hecho de que la globalización conduce a una

desigualdad cada vez mayor en los países subdesarrollados,

porque los salarios, sobre todo de los trabajadores no

cualificados, se reducen. La disminución creciente de la masa

salarial implicará un aumento vertiginoso del desempleo.

Sabemos lo que ha provocado la globalización y el libre

comercio. Ese libre comercio permite a los consumidores

comprar productos extranjeros baratos. Esto trae consigo una

competencia no deseada por los productores autóctonos. Las

corporaciones multinacionales aportan nuevas tecnologías y

métodos. Con este fenómeno, tal como sucede en una sociedad

que persigue el máximo de ganancia y está basada en un

proceso de centralización de capitales, se expulsa del mercado

a las empresas locales. La deuda exterior permite a los

gobiernos gastar más de lo que ingresa al erario. Todo esto

Page 30: Flexibilización de la legislación laboral

39

puede generar crisis insoportables. Los gobiernos abren las

fronteras de las naciones a la economía mundial y proporcionan

a algunos ciudadanos la posibilidad de enriquecerse, lo que

condena, en los hechos, a muchos ciudadanos a pasar apuros y

penalidades.

Todo lo expuesto nos conlleva a reiterar la necesidad inmediata,

sin pérdida de tiempo, de establecer, con criterios científicos y

objetivos claros, y con una visión auténticamente democrática,

de inclusión real, un GRAN PACTO DE NACIÓN.

En ese Pacto de Nación, la formación, la educación técnica y los

conocimientos deben constituirse en las herramientas

fundamentales.

El caso de la República Popular China es un ejemplo a estudiar.

Este país se integró a la Organización Mundial del Comercio con

gran retraso. Lo hizo sólo cuando se sintió seguro de que podía

insertarse en el mercado mundial sin poner en peligro sus

planes de Nación.

Tal como habían establecido los funcionarios chinos, el motor

que hace avanzar a los países que progresan en la economía

global del siglo XXI no es simplemente firmar acuerdos de libre

comercio, sino ser más competitivos.

El ranking se basa en la percepción de los entrevistados sobre

los principales factores que atraen las inversiones, como el

Page 31: Flexibilización de la legislación laboral

39

clima para los negocios, la calidad de las instituciones y los

niveles de corrupción.

Gracias a una disciplina fiscal férrea y a una política económica

responsable, la calidad de las instituciones públicas, la

ecuanimidad de gobiernos en su trato con las empresas

privadas, o la incidencia de la delincuencia común en los costos

de hacer negocios no ha cambiado las reglas del juego.

Entonces, sus propios empresarios, y los extranjeros, apuestan

a su futuro. Estos tienen en común el ofrecer previsibilidad,

seguridad jurídica y un clima favorable a los inversionistas.

No es posible que, en cada gobierno, se puedan reinventar los

objetivos estratégicos del país. La estrategia de desarrollo

nacional debe ser duradera, basada en planes estratégicos

claves, insisto, sostenidos en el tiempo. Cuán importante es

observar que cada vez es mayor el consenso en nuestro país

sobre esta cuestión, fundamental para el logro de un destino

mejor para toda la nación. Y esto, por supuesto, va de la mano

con la necesidad de tener políticas económicas serias y

responsabilidad fiscal.

Tal como lo señaló magistralmente Rudiger Dornbush, el

fallecido economista del Massachusetts Institute of Technology

(MIT), cuando le preguntaron, durante una visita a la Argentina,

por qué motivo ese país tenía tantas dificultades: “Los países

desarrollados tienen normas flexibles de cumplimiento rígido”.

Esto quiere decir que en los países que funcionan, los

Congresos actualizan sus leyes periódicamente, pero una vez

que lo hacen sus gobiernos las hacen cumplir. En los otros, las

Page 32: Flexibilización de la legislación laboral

39

leyes son estáticas, pero no necesariamente inflexibles.

Mientras no se respeten las leyes y no exista confianza, los

países no recibirán inversiones nacionales ni extranjeras, y

tendrán que seguir endeudándose para mantener sus

economías a flote.

Quizás hemos perdido demasiado tiempo en discutir qué

modelo económico seguir, en lugar de cómo mejorar la

educación de nuestra gente.

Gran parte de las universidades latinoamericanas son estatales,

y los gobiernos no les exigen mucho en materia de control de

calidad. Y cuando intentan exigirles calidad, las universidades

se resisten escudándose en el principio de la autonomía

universitaria.

Para Jeffrey Puryear, el experto en educación internacional del

Diálogo Interamericano en Washington D. C., los países con

rezagos educativos deberían adoptar tres objetivos básicos: una

mayor participación de los padres en la educación de sus hijos,

la aplicación de los estudiantes y un sistema de rendición de

cuentas de profesores y directores de escuela.

En varios países se han hecho reformas educativas para

incentivar la rendición de cuentas y la evaluación de los

estudiantes y sus escuelas con excelentes resultados. De igual

modo, en América Latina se consideró prioritaria la cantidad,

pero no la calidad.

Page 33: Flexibilización de la legislación laboral

39

Los dueños del dinero que circula en los circuitos de la

producción y de los intercambios capitalistas deben comprender

que la clase obrera fue el principal protagonista de la evolución

hacia la democracia social. Los trabajadores no anhelan vivir en

un mundo de incertidumbre económica, alimentan el sueño de

un gran régimen de seguridad social y de reingeniería

permanente en procura de mantener la estabilidad contractual.

Esto, por supuesto, hasta que lleguen nuevos tiempos.

Una clase obrera unida ayuda a promover la democracia social,

y se erige, a su vez, en factor de estabilidad al desarrollo de las

propias empresas y de la economía de una nación.

No tenemos porque dar consejos al capitalismo. Pero sus

dueños y promotores deben de estar conscientes de que para

mantener el capitalismo global en el siglo XXI, están obligados a

combinar la integración internacional con un gobierno

políticamente receptivo y socialmente responsable. Los

ideólogos actuales con muchos galones – ya sean pro y anti

globalización, progresistas o conservadores -, arguyen que esa

combinación es imposible o indeseable; pero la teoría y la

historia indican que es posible que la globalización coexista con

políticas comprometidas con el progreso social, y corresponde a

los gobiernos y a los pueblos poner esto en práctica lo antes

posible.

Debemos estar conscientes de que la respuesta no la

encontraremos en impulsar políticas económicas conservadoras

(como la privatización de la seguridad social o el aniquilamiento

del derecho colectivo que presenta el Código de Trabajo). Es un

Page 34: Flexibilización de la legislación laboral

39

error considerar sustraer derechos a los trabajadores o que los

mercados, por si solos, puedan conducir a la eficiencia

económica.

Debemos detenernos en propugnar el equilibrio adecuado entre

sector privado y sector público, así como proponer políticas que

promuevan la igualdad y el pleno empleo.

Ese equilibrio debe proporcionar que los ciudadanos reciban

ingresos adecuados, dignos. De lo contrario, se encontrarían

bajo el manto de la sensación de inseguridad e impotencia.

Quienes no tienen empleo se sienten marginados, apartados de

la sociedad. Ahora bien, para quienes tienen trabajo, buena

parte de su inseguridad surge del riesgo de ser despedidos o de

que los sueldos caigan en picada. Basta recordar lo que ocurrió

a finales de la década de 1990 en la crisis de Latinoamérica,

Rusia y el Este Asiático, en toda Europa y cuanto ocurrió en los

Estados Unidos a partir del 2008.

La crisis se profundiza en aquellos pueblos que se deja de lado

la presencia del Estado a través del Gobierno Central y se

abandona la formalización y desarrollo de un auténtico y real

sistema de seguridad social.

En la República Dominicana no contamos con el seguro de

desempleo y mucho menos con un auténtico y real sistema de

seguridad social, dado que el vigente no es más que parte del

mercado privatizado. Estamos a cien años luz de poder ofrecer

la asistencia social desde la cuna hasta la tumba.

Page 35: Flexibilización de la legislación laboral

39

No hemos sido capaces de pensar en la incorporación de las

organizaciones obreras al sistema político, lo que significa

consultas organizadas entre los empresarios y los líderes

sindicales para gestionar las relaciones en la empresa.

Con la flexibilización seguimos con el pensamiento de la década

de los sesenta, nos mantenemos en el pasado. No

comprendemos que la respuesta para todos, para cada una de

las clases sociales, para cada una de las fuerzas que intervienen

en la producción nacional, está en la búsqueda de un Gran

Acuerdo o Pacto de Nación: gobierno, empresarios y

trabajadores.

No somos opuestos a los cambios, a las transformaciones, a las

readaptaciones, así como llega el crepúsculo llega el amanecer,

o sea, un mañana, un día con ilusiones y esperanzas diferentes.

En tal sentido, no descartamos una revisión permanente de las

instituciones que regulan las relaciones laborales para que, con

base en los principios tuitivos que les son propios, se realicen

las correcciones oportunas de los trastornos que las afectan, sin

que esto traiga consigo la perturbación de los derechos

esenciales de los trabajadores en el plano socio-económico y

cultural.

CONCLUSIONES

1. El Estado debe erigirse en el ente regulador del Mercado, en

el gran moderador de las fuerzas que intervienen en la

producción nacional y en el promotor del desarrollo de la

Page 36: Flexibilización de la legislación laboral

39

inversión nacional y extranjera. De igual forma, debe hacer

cumplir y ampliar las conquistas sociales y económicas de los

trabajadores.

2. Legislar sobre el régimen del Seguro de Desempleo.

3. Viabilizar la toma de conciencia sobre la importancia del

Derecho Colectivo de Trabajo, en particular, el derecho a la

sindicación. La aplicación de políticas que viabilicen los

Convenios Colectivos, es de suma importancia porque permite

la unión de los trabajadores y motiva la toma de conciencia de

cuanto guarda relación con la disciplina y el rol que debe

desempeñar cada trabajador en la empresa. El sindicato está

llamado a constituirse en una escuela que dé conciencia al

trabajador sobre sus derechos y obligaciones, y sobre la

importancia del desarrollo espiritual y la estabilidad material

que la empresa debe garantizarle. Por otra parte, debe

incentivar la firma de convenios colectivos, sin ignorar los

factores inherentes a cada empresa, desde el capital a la

naturaleza de la producción. El Estado debe velar por la

aplicación de un sistema especial para las micros y medianas

empresas, como en Alemania y Suecia, por ejemplo.

4. El Estado debe propiciar el Pacto de Nación, con el aval de los

distintos sectores empresariales y sindicales. Para esto, el Pacto

debe contemplar la ejecución de proyectos que dinamicen la

producción nacional y fortalezcan el sistema fiscal. Por demás,

en cada área de producción y de aquellas que guarden relación

con el contexto jurídico-político de los derechos de los

trabajadores, es necesario contar con la colaboración de

Page 37: Flexibilización de la legislación laboral

39

nuestros mejores especialistas

5. Instaurar un sistema de Seguridad Social, que garantice la

protección del ser humano, desde la cuna hasta la tumba. En

esto, el Estado debe asumir el papel protagónico, a fin de

impedir que la Seguridad Social sea privatizada y se constituya

en alto coste para la producción en detrimento de las empresas.

6. En cuanto a la educación, nos parece que debemos

abandonar los métodos tradicionales, ya superados en modelos

más avanzados que el nuestro. Debemos ser más innovadores y

creativos. La relación maestros y estudiantes debe llevarse al

plano de la participación en la búsqueda del conocimiento. El

objetivo de nuestra educación debe ser formar a los técnicos y

profesionales del futuro para crear e investigar, y poner los

conocimientos al servicio del desarrollo material y espiritual de

nuestro pueblo.

Volver a la idea de los politécnicos quizá sea una manera de

adentrarnos en la tecnología y en la ciencia, y llenar el territorio

de escuelas de arte y bibliotecas sea la vía idónea para elevar

nuestro espíritu, tan necesario hoy día.

Muchas gracias.

Page 38: Flexibilización de la legislación laboral

39