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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA ESCUELA NACIONAL DE BIBLIOTECONOMÍA Y ARCHIVONOMÍA MODELO PARA LA ORGANIZACIÓN DE DOCUMENTOS DISCIPLINARES EN UN ARCHIVO ECLESIÁSTICO PROVINCIAL: EL CASO DE LA SOCIEDAD DE MARÍA T E S I S QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE LICENCIADO EN ARCHIVONOMÍA P R E S E N T A : JOSÉ LUIS ECHEVERRÍA CABRERA ASESORES: Lic. Juan Miguel Castillo Fonseca Lic. Georgina Flores Padilla MÉXICO, D. F. 2006

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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA

DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA

ESCUELA NACIONAL DE BIBLIOTECONOMÍA Y ARCHIVONOMÍA

MODELO PARA LA ORGANIZACIÓN DE DOCUMENTOS

DISCIPLINARES EN UN ARCHIVO ECLESIÁSTICO

PROVINCIAL: EL CASO DE LA SOCIEDAD DE MARÍA

T E S I S

Q U E P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E

L I C E N C I A D O E N A R C H I V O N O M Í A

P R E S E N T A :

J O S É L U I S E C H E V E R R Í A C A B R E R A

A S E S O R E S : L i c . J u a n M i g u e l C a s t i l l o F o n s e c a L i c . G e o r g i n a F l o r e s P a d i l l a

MÉXICO, D. F. 2006

TABLA DE CONTENIDOS

Prefacio

Introducción 1

Capítulo 1 Historia de la Iglesia Católica 8

1.1 Génesis de la Iglesia Católica 8

1.2 El Cristianismo en la Nueva Sociedad Feudal 16

1.3 La Reforma 23

1.3.1 La Reforma Protestante 23

1.3.2 La reforma católica. 27

1.4 El Concilio de Trento y sus frutos para la Iglesia 28

1.5 La Edad moderna 32

1.6 La Edad Contemporánea 38

1.7 La Era de los Totalitarismos 40

Capítulo 2 Historia de la Sociedad de María 48

2.1La Sociedad Provincial 48

2.1.1 Concepto de Provincia 51

2.1.2 Organización de una Provincia Religiosa 52

2.2 EL Instituto Religioso 54

2.3 La Sociedad de María 56

2.3.1Carisma de la Sociedad de María 56

2.3.2 Breve Historia de la Sociedad de María 56

Capítulo 3 Los Archivos Eclesiásticos 58

3.1Los Archivos Eclesiásticos en el ordenamiento jurídico Actual de la Iglesia 58

3.2Tipología de los archivos eclesiásticos 59

3.3.Documentos y Administración en el Código de Derecho Canónico 68

3.4 Sanciones del Derecho Canónico sobre Administración de Documentos y

Archivos 75

Capítulo 4 Organización y Administración de Documentos 78

4.1El Archivo 78

4.2 El Documento 82

4.2.1 El Documento de Archivo 84

4.3 El Ciclo Vital y la Administración de Documentos 87

4.4 La Archivalía. 90

4.5 Principio de procedencia y Orden Original de los Documentos 92

4.6 Organización, Clasificación y Ordenación. 94

4.6.1 Organización de Archivos 94

4.6.2 La Clasificación 99

4.6.3 La Ordenación 103

4.7 La Descripción 107

4.8 Estudio Preliminar 113

Capítulo 5 Modelo de Organización 119

5.1 Propuesta de Organización del Sistema de Red de Archivos

para la Provincia Religiosa Sociedad de María 119

5.2 Cuadro de Clasificación 127

Conclusiones 132

Bibliografía 135

Anexo. Cronología de la Iglesia Católica. 139

A LA ALEGRÍA DE MI VIDA

MIS HIJAS

ZANYA LIBERTADY NASHIELI ZAINUCARI POR SU AMOR DESINTERESADO

A MIS PADRES VICENTA Y HORACIO

POR TODO LO QUE LES DEBO

A MARY CARMEN

POR TODO LO QUE SÓLO TU SABES

A TODAS Y TODOS AQUELLOS

QUE DESDE LA CLANDESTINIDAD

SON PARTÍCIPES DE ESTE TRABAJO Y

DE MI FELICIDAD.

AL PADRE VICTOR HUGO MONTIEL TORAL S.M.

POR TODO TU APOYO

A TODOS MIS COMPAÑEROS Y MAESTROS POR SU GRAN APOYO EN LOS

RETOS, DIRECCIÓN , ASESORÍA, AVENTURAS Y CONOCIMIENTOS

COMPARTIDOS.

PARA: JORGE (q.e.p.d), JAIME (q.e.p.d), ARACELI, GEORGINA, PAULA,

ARTURO, GUSTAVO Y MIGUEL; POR TODO LO VIVIDO

PREFACIO.

El papel trascendente que ha ocupado la Iglesia Católica en México, es uno de los

temas más relevantes y que no pueden ser soslayados en el estudio o el proceso

de investigación destinados a comprender la historia de nuestro país.

Abordar el tema de archivos eclesiásticos siempre me fue apasionante y de gran

preocupación y como miembro de la tercera orden conocida como laicos maristas

me permitió la observación e investigación directa y participante, y en este sentido;

la reflexión es mayor, como lo señala C. Wright Mills "... es la idea de que el

individuo sólo puede comprender su propia experiencia y evaluar su propio destino

localizándose así mismo en su época; de que puede conocer sus propias

posibilidades en la vida... "1

Esta inquietud surgió entonces de esa relación entre la Sociedad de María y mi

función como miembro y de mi fe; al ir teniendo más elementos teórico

metodológicos en Archivonomía esa inquietud se convirtió en un problema de

investigación y al pensar que el conocimiento de esta estructura funcional y social

puede contribuir a ampliar la reflexión en otras personas o bien ir generando

inquietudes para otras investigaciones; el propósito se convierte en compromiso;

ya que el poder penetrar en estructuras tan cerradas a su interior como lo es la

Iglesia Católica esta restringida a unas cuantas personas externas, por tanto

había que comprometerse a ello, el mismo autor señala al referirse de la

imaginación sociológica nos dice que "es la capacidad de pasar de las

transformaciones más impersonales y remotas a las características más íntimas

del yo humano, y de ver las relaciones entre ambas cosas. Detrás de su uso está

siempre la necesidad de saber el significado social e histórico del individuo en la

sociedad y el periodo en que tiene su cualidad y su ser".2

1 Mills,C. Wright La Imaginación Sociológica. Ed. fondo de cultura económica México 1977. p.25 2 Ibid. p 27.

Este trabajo me permitió no sólo intentar dar un aporte a la Archivonomía; sino

también modificar criterios y conductas respecto a la investigación y el papel que

debe abordar el profesional en Archivonomía, de la enorme responsabilidad que

contrae al intentar recuperar y /o formar la historia institucional de un organismo,

ya que esto serán los cimientos de la construcción del conocimiento, donde ya no

te preguntas si la Archivonomía es ciencia, sino la filosofía que debe tener esta

ciencia, tema por demás apasionante, que será elemento de otras investigaciones

a desarrollar.

Otro elemento a destacar de los cambios que se dieron es en el que la compresión

del Principio de Procedencia y Orden Original; me permitió vincularlo no sólo con

la Archivonomía, sino también con la etnología, al entender que éstos dos

principios que dan identidad muy precisa a un fondo, es algo así como lo que nos

sucede a los mexicanos que al decir “la morenita del Tepeyac” ya sabemos a

quien nos referimos sin necesidad de decir Virgen de Guadalupe; entonces pues,

este trabajo se convierte en una piedra base para continuar con otros trabajo,

como ya lo mencioné.

1

INTRODUCCIÓN:

Una gran preocupación de los institutos, asociaciones y las congregaciones

religiosas así como, sus divisiones jurisdiccionales mayores, las provincias

religiosas, ha sido administrar correctamente la creciente masa documental que

albergan sus archivos; a tal nivel que en 1988 el Papa Juan Pablo II dispuso que

entre los organismos que le ayudan en el servicio de toda la iglesia existiese uno

encargado precisamente de los bienes culturales de la Iglesia.1.

Dada esta recomendación es por la que en la Comunidad Marista se da un mayor

interés en salvaguardar su archivo; sin embargo no existían muchos materiales, ni

personas que pudieran dar apoyo, la necesidad se convierte en problema; por esta

razón los miembros nos dimos a la tarea de satisfacerla y resolver ésta

problemática; peguntándonos si la creación de un modelo de organización para la

sección disciplinar o no sacramental resolvería este problema, siendo ésta la

hipótesis central de nuestro trabajo. Así es como nuestro objetivo fue reunir todos

los elementos posibles para la creación del modelo, apoyándonos en la legislación

existente y en la ciencia archivística, con el fin de resolver la problemática antes

planteada, consideramos que cuando todas las partes participantes son

concurrentes en un mismo objetivo, se pueden lograr resultados satisfactorios.

Es en el Concilio de Trento en el siglo XVI donde se establecen las primeras

normas para la organización de archivos; particularmente, todo lo relacionado a lo

sacramental; es decir: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia,

Extremaunción, Orden y Matrimonio; sin embargo lo relacionado a lo no

sacramental o disciplinar, no se encuentra organizado en el mejor de los casos, en

otros puede encontrarse disperso o hasta saqueado, esto se da por carecer de un

1 PONTIFICIA COMISIÓN PARA LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO ARTÍSTICO E HISTÓRICO DE LA

IGLESIA.; Creada con la Constitución Apostólica “Pastor Bonus”; artículos 99/104. El 25 de marzo de 1993, fue transformada por medio del Motu Proprio “Inde a Pontificatus Nostri Intio” en la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia (CPBCI) en adelante, instando que los Bienes culturales de la Iglesia han de darse a conocer y utilizarse a favor de la nueva evangelización.

2

modelo de organización que permita tener control y servicio de la documentación;

por esta razón nos propusimos desarrollar un modelo teórico- metodológico que

nos permitiera generar alternativas de organización siguiendo el Principio de

Procedencia, el Ciclo Vital del Documento y manteniendo la archivalía para un

Archivo Provincial, con estricto apego a la normatividad establecida en el Código

de Derecho Canónico vigente; emitido por Su Santidad Juan Pablo II DEP y por la

Comisión Pastoral para la Conservación de Bibliotecas y Archivos.

En la Sociedad de María existían dificultades en la localización de los documentos,

por no contar con un cuadro de clasificación ni un proceso de ordenación

archivística, así como; no apoyarse en algún instrumento de control ni de

descripción por lo que no se tenía referencia de la ubicación de los documentos

topográfica ni cronológica, pudiendo considerarse a los documentos y expedientes

como casi perdidos.

Los documentos sacramentales se encuentran bien ordenados; sin embargo no

sucedía lo mismo con los documentos disciplinares, porque la importancia que se

les daba a estos documentos era infinitamente menor, encontrabamos a estos

guardados en cajas de huevo, atados con mecate y almacenados en lugares poco

recomendables como es el caso de la parroquia de San Bernardino en la ciudad

de Toluca que es un templo del siglo XVII y que guarda muchísima humedad por

lo que es muy fácil que estos documentos adquieran hongos, polvos y otros

elementos de deterioro, tales como insectos, roedores y la influencia del hombre,

siendo esta la más dañina, para los documentos.

La Provincia de la Sociedad de María en México cuenta con parroquias, institutos

consagrados (seminarios) y otros a lo largo del territorio nacional y podemos

ubicarla desde grandes urbes como el Distrito Federal, Guadalajara, Monterrey,

Mérida, etc. hasta comunidades muy pequeñas por lo que podemos señalar una

enorme dispersión de la documentación e integrar esta documentación es una

3

tarea titánica; por esta razón nuestro modelo se referirá únicamente a la

Arquidiócesis de México y a la Diócesis de Toluca.

Se habían utilizado, distintos criterios para la ordenación documental, por lo que

ésta se había realizado de acuerdo al ejercicio y obrar de cada uno de los padres

superiores o parroquiales, otro problema fundamental producto del mal control era

el de que algunos miembros del Consejo habían saqueado o retirado

arbitrariamente la documentación de los archivos parroquiales y de la provincia por

diversos intereses, lo que ha dañado el acervo y por consiguiente la memoria

documental de la comunidad marista.

El abordaje para la Archivonomía de este tipo de temas ha sido poco desarrollado,

siendo más bien objeto de estudio de historiadores, etnólogos, sociólogos y

profesionales de otras disciplinas en el que en muchos casos la experiencia ha

sido muy útil, sin embargo los temas han sido orientados de acuerdo a las

necesidades de los investigadores; situación que ha provocado la pérdida del

Principio de Procedencia y Orden Original de los documentos; así como no se ha

conservado el Ciclo Vital del Documento.

En los archivos eclesiásticos religiosos descansan documentos que son

consecuencia directa de su vida administrativa. Una buena administración requiere

tenerlos a resguardo para poder tomar decisiones oportunas o para brindar

certeza a los requerimientos de las autoridades eclesiásticas o civiles. Es decir, la

existencia de los archivos religiosos está fundada en necesidades administrativas

y jurídicas de la misma persona jurídica, como único órgano.

Para la Iglesia, sus archivos satisfacen una necesidad todavía mayor. En una

primera instancia permiten registrar y establecer la memoria histórica cómo se

expandió la fe cristiana (nivel histórico) “... las informaciones recogidas en los

4

archivos, permiten la reconstrucción de las vicisitudes de la evangelización y de la

educación en la vida cristiana”.2

En una instancia más profunda, permiten al creyente reflexionar sobre la acción de

Dios en la Historia (nivel espiritual).

Las motivaciones teológicas despiertan el interés y atención de las comunidades

cristianas en el cuidado de sus archivos. ... En los archivos eclesiásticos, como

decía Pablo VI, “se conservan las huellas del transitus Domini [paso del Señor] en

la historia de los hombres”.3

La fe lleva a la acción. Los dos niveles anteriores se dan en un nivel

eminentemente reflexivo. El tercero, en cambio, tiene consecuencias prácticas

(nivel pastoral). ... Por tanto los archivos, con su patrimonio documental conocido y

comunicado, pueden llegar a ser instrumentos útiles para una inteligente acción

pastoral, puesto que a través de la memoria de los hechos se da una mayor

concreción a la Tradición; además los archivos pueden ofrecer a los pastores y a

los laicos, mutuamente comprometidos en la acción evangelizadora, informaciones

sobre diversas experiencias lejanas y recientes4.

Por último, para la Iglesia, los archivos son garantía de supervivencia institucional

y agradecimiento de los fieles del presente hacia quienes los precedieron “ Una

institución que olvida el propio pasado, difícilmente llegará a conformar su función

entre los hombres que pertenecen a un determinado contexto social, cultural y

religioso, La conservación es una exigencia de justicia que nosotros hoy debemos

a aquellos de quienes somos herederos. El desinterés por los bienes culturales es

2 CPBCI. Función pastoral de los archivos eclesiásticos. 1.1. Transmisión como momento de la

Tradición 3 IBÍD., 1.2. Transmisión como memoria de la evangelización 4 IBÍD., 1.3. Transmisión como instrumento pastoral.

5

una ofensa a nuestros antepasados y a su memoria. Por tanto es justo que los

…[Ordinarios] observen las disposiciones canónicas a este respecto”.5

Pero “el patrimonio archivístico eclesial no es un bien que deba permanecer oculto

celosamente en los anaqueles: es necesario transmitirlo a todos y utilizarlo” 6.

Pasados los plazos de reserva, se convierte en patrimonio archivístico universal.

“Los archivos, en cuanto bienes culturales, … con el paso del tiempo adquieren

una dimensión universal, transformándose en patrimonio de toda la humanidad”.7

Por ello, “los archivos eclesiásticos son instituciones informativas y formativas,

factibles de transformarse en importantes centros culturales, contribuyendo

eficazmente al desarrollo cultural de la sociedad y a la construcción de la paz

universal”8.

Los archivos religiosos están llamados a ser lugar de reflexión para consagrados y

laicos. Allí se resguarda la identidad del instituto y subyacen métodos aplicados en

el pasado que bien pueden ser remozados en una situación concreta.

Pero para que este conjunto pueda prestar un adecuado servicio a la institución

que le dio surgimiento y de cuyo cuerpo institucional es parte, es necesario

sistematizarlo, es decir, convertirlo en un conjunto organizado de cosas, ideas,

medios, etcétera, que contribuyen a un mismo objetivo; visto desde un enfoque

sistémico, se trata de…un cierto número de elementos en interacción 9; por está

razón la Teoría General de los Sistemas es el elemento que como columna

vertebral que al igual que la archivística, orientaron nuestro trabajo.

5 IBÍD., 3. Conservación de los Documentos de la Memoria 6 IBÍD., 4. La valorización del Patrimonio Documental para la Cultura Histórica y para la Misión de

la Iglesia 7 IBÍD., 4.1. Destino universal del patrimonio archivístico 8 IBÍD., 4.4. Formación cultural por medio del depósito documental 9 BERTALANFFY, Ludwig Von. La Teoría General de Sistemas. FCE, México, 1982. y ROMERO

TALLAFIGO, Manuel. Archivística y archivos, p. 296

6

Así ocurre también con los archivos eclesiásticos. Para que en conjunto puedan

cumplir con sus funciones, es necesario interrelacionarlos, dotarlos de criterios

funcionales y criterios de adaptabilidad a las nuevas circunstancias. Es decir,

sistematizarlos.

Al tomar en cuenta todas las recomendaciones señaladas, la Sociedad podrá

contar con un sistema de organización de archivos que permita identificar

claramente la clasificación y ordenación documental de acuerdo a un Principio de

Procedencia y Orden Original de los documentos, reestablecer claramente su

historia institucional, la recuperación y servicio de documentos y expedientes de

manera rápida, eficiente y oportuna; la conservación y preservación de sus

documentos para beneficio de todos.

En nuestro Capítulo I damos una breve historia de la Iglesia Católica y por tanto

del Cristianismo, misma que nos ayuda a comprender un poco más a la Institución

a la cual nos referimos, historia que se va construyendo paso a paso, esta no

pretende ser una crítica ni análisis, no considero, que sea la persona capacitada

para hacerlo.

Nuestro Capítulo II aborda una semblanza de la Sociedad de María, debo señalar

que no hay una historia escrita como tal, gran parte de los testimonios son de

tradición oral, y que si bien es un buen elemento, que configura y reconfigura a un

grupo social, se hace necesario mayores elementos; esta se irá construyendo en

la medida en que se rescate la riqueza que se encuentra documentada en su gran

acervo, esperamos que este modelo pueda contribuir a ello.

El Capítulo III trata sobre Los Archivos Eclesiásticos en el ordenamiento jurídico

actual de la Iglesia, la diversidad y especificidad de su tipología documental, así

como los archivos eclesiásticos; un elemento que merece especial atención son

los conceptos y la administración enmarcada en el Código de Derecho Canónico,

además de las sanciones establecidas.

7

En el Capítulo IV se abordarán desde la archivística la Organización y

Administración de Documentos, sus elementos y conceptos concurrentes; el

Archivo, El Documento, El Documento de Archivo, abordados desde el Ciclo Vital

del Documento y la Administración de Documentos, acogiéndonos en el concepto

de archivalía, todo ello sin perder de vista el Principio de Procedencia y Orden

Original; posteriormente nos referimos a la Organización, Clasificación y

Ordenación, siguiendo los principios de la norma ISAD-G, entramos a la

Descripción; para concluir éste capítulo desarrollamos un Estudio Preliminar y

Diagnóstico mismo que nos permitió conocer más la problemática existente y

poder plantear alternativas de solución.

Finalmente nuestro Capítulo V Modelo de Organización se convierte en una

Propuesta de Organización y el esbozo de un Sistema de Red de Archivos para la

Provincia Religiosa Sociedad de María, una parte interesante es el Cuadro de

Clasificación y Ordenación ya que en él se “amarra” el modelo de organización y

las medidas de solución planteadas.

Para terminar señalamos nuestras conclusiones asumidas desde la archivística y

de manera personal; no están todas las reflexiones a las que llegamos; sin

embargo puedo decir que resultan una experiencia inolvidable.

8

CAPÍTULO 1.- HISTORIA DE LA IGLESIA CATÓLICA.

1.1 Génesis de la Iglesia Católica

En este capítulo abordaremos el desenvolvimiento de la Iglesia Católica; no

intenta hacer un análisis del catolicismo o del cristianismo como tal, sino mostrar

un proceso histórico de desarrollo permanente, donde la Iglesia ha ido

construyendo su propia historia y cómo esta historia es el soporte de ella misma.

La Resurrección de Jesucristo es el dogma central del Cristianismo y constituye la

verdad de su doctrina. “Si Cristo no resucitó - escribió San Pablo -, vana es

nuestra predicación y vana es vuestra fe”10. Desde entonces los Apóstoles se

presentarían a sí mismos como “«testigos» de Jesucristo resucitado (cfr. Act II, 22;

III, 15), lo anunciarían por el mundo entero y sellarían su testimonio con la propia

sangre. Los discípulos de Jesucristo reconocieron su divinidad, creyeron en la

eficacia redentora de su Muerte y recibieron la plenitud de la Revelación,

transmitida por su Maestro y son recogidos por las Escrituras y la Tradición” 11.

La constitución de la Iglesia se consumó el día de Pentecostés, el día en que el

Espíritu Santo desciende sobre los discípulos, y a partir de entonces comienza

propiamente su historia.

El universalismo cristiano se puso pronto de manifiesto, en contraste con el

carácter nacional de la religión judía.

Antioquia de Siria fue una de las grandes metrópolis de Oriente, ahí llegaron

discípulos de Jesús fugitivos de Jerusalén, en esta el universalismo de la Iglesia

se hizo realidad y allí fue, precisamente, donde los seguidores de Cristo

comenzaron a ser llamados cristianos.

10 CORINTIOS XV, 14 La Santa Biblia. Versión Revisada por Cipriano de Valera 1602; Derechos

Reservados por Holman Bible Publisher. 11 HECHOS 15 a 23. Nuevo Testamento La Santa Biblia. Versión Revisada por Cipriano de Valera

1602; Derechos Reservados por Holman Bible Publisher.

Comment: A este respecto para los interesados en el tema pueden leer Porqué no soy cristiano.

9

La admisión de los gentiles (los no judíos) en la Iglesia había sido una novedad

difícil de comprender para muchos judeo-cristianos, aferrados a sus viejas

tradiciones. En el año 29 se reunió el denominado concilio de Jerusalén para tratar

de estos problemas tan fundamentales. El Apóstol Pedro, una vez más, habló con

autoridad en defensa de la libertad de los cristianos, en relación con las

observancias legales de los judíos. El «concilio», a propuesta de Santiago, obispo

de Jerusalén, acordó no imponer leyes puramente rituales de la religión judía a los

conversos gentiles. Así quedó resuelto de modo definitivo el problema de las

relaciones entre Cristianismo y la Ley mosaica. 12

Los grandes propulsores de la expansión del Cristianismo fueron los Apóstoles,

obedientes al mandato de Cristo de anunciar el Evangelio a todas las naciones; el

Apóstol Pedro, al marchar de Palestina, se estableció en Antioquia, donde existía

una importante comunidad cristiana. Es posible que luego residiera algún tiempo

en Corinto, pero su destino definitivo sería Roma, capital del Imperio, de cuya

Iglesia fue primer obispo. En Roma, Pedro sufrió martirio en la persecución

desencadenada por el emperador Nerón (a. 64). El Apóstol Juan, tras una larga

permanencia en Palestina, se trasladó a Efeso, donde vivió muchos años más.

Viejas tradiciones hablan de las actividades apostólicas de Santiago el Mayor en

España, del Apóstol Tomás en la India, del Evangelista Marcos en Alejandría. San

Pablo fue el gran apóstol de los pueblos recorriendo Asia, Grecia y posiblemente

España.13

El nacimiento y primer desarrollo del Cristianismo tuvo lugar dentro del marco

cultural y político del Imperio romano. La unidad del mundo grecolatino conseguida

por Roma había creado un amplísimo espacio geográfico, dominado por una

autoridad suprema, donde reinaba la paz y el orden. La facilidad de

comunicaciones entre las diversas tierras del Imperio favorecía la circulación de

las ideas.

12 IBID. 13 ÍBID

10

Pero la adhesión a la fe cristiana implicaba también dificultades. Los cristianos

procedentes del Judaísmo debían romper con la comunidad de origen, que en

adelante los podría considerar traidores. No eran menores los obstáculos que

necesitaban superar los conversos venidos de la gentilidad (no judíos), sobre todo

los pertenecientes a las clases sociales elevadas. La fe cristiana obligaba a

apartarse de una serie de prácticas tradicionales de culto a Roma y al emperador,

que tenían un sentido religioso-pagano. De ahí la acusación de «ateísmo» lanzada

tantas veces contra los cristianos.

La primera persecución comienza con la acusación oficial hecha a los cristianos

de ser los autores de un crimen horrendo: el incendio de Roma, que contribuyó de

modo decisivo a la creación de un estado generalizado de hostilidad hacia ellos.

En el siglo III, las persecuciones tomaron un nuevo cariz. En los intentos de

renovación del Imperio que siguieron a la anarquía militar, un período de peligrosa

desintegración política, uno de los capítulos principales fue la restauración del

culto a los dioses y al emperador, en cuanto expresión de la fidelidad de los

súbditos hacia Roma y su soberano. Esta fue la razón de una nueva oleada de

persecuciones, promovidas ahora por la propia autoridad imperial y que tuvieron

un alcance mucho más amplio que las precedentes.

La primera de estas grandes persecuciones siguió a un edicto dado por el

emperador Decio (a. 250), ordenando a todos los habitantes del Imperio que

participaran personalmente en un sacrificio general, en honor de los dioses

patrios. El resultado fue que, aun cuando los mártires fueron numerosos, hubo

también muchos cristianos claudicantes que sacrificaron públicamente o al menos

recibieron el «libelo» de haber sacrificado. La experiencia sufrida sirvió en todo

caso para que los cristianos se fortalecieran y cuando, pocos años después, el

11

emperador Valeriano (253-260) promovió una nueva persecución, la resistencia

cristiana fue mucho más firme.14

La mayor persecución fue sin duda la última, que tuvo lugar a comienzos del siglo

IV. Cuatro edictos contra los cristianos fueron promulgados entre febrero del año

303 y marzo del 304, con el designio de terminar de una vez para siempre con el

Cristianismo y la Iglesia. La persecución fue muy violenta e hizo muchos mártires

en la mayoría de las provincias del Imperio. 15

La libertad de cultos se le concedió al Cristianismo y a la Iglesia católica cuando

apenas se habían extinguido los ecos de la última gran persecución. Fue

justamente el emperador Galerio, el principal instigador de aquella última

persecución formal, el primero en sacar consecuencias prácticas de su rotundo

fracaso. El edicto de Galerio, ya emperador, dado en el año 311, no concedía a los

cristianos plena libertad religiosa, sino tan sólo una cautelosa tolerancia. El

Cristianismo dejaba de ser una «superstición ilícita» y adquiría carta de

ciudadanía.

El tránsito de la tolerancia a la libertad religiosa se produjo con suma rapidez y su

autor principal fue el emperador Constantino. A principios del año 313, los

emperadores Constantino y Licinio otorgaron el llamado «Edicto de Milán». La

legislación discriminatoria en contra de los cristianos quedaba abolida, y la Iglesia,

reconocida por el poder civil, recuperaba los lugares de culto y propiedades de

que hubiera sido despojada. El emperador Constantino se convertía así en el

instaurador de la libertad religiosa en el mundo antiguo.

La orientación pro-cristiana de Constantino se hizo cada vez más patente. Fueron

desautorizadas las prácticas paganas cruentas o inmorales y se prohibió a los

magistrados participar en los tradicionales sacrificios de culto. Los principios

14 MARTÍNEZ, José Luis El Mundo Antiguo III Hebreos y Cristianos. Col. Panorama Cultural. Ed.

SEP/Documentos . Primera Edición. 1976. Secretaría de Educación Pública pp.125-129 15 MARTÍNEZ, OP. Cit pp.125-129

12

morales del Evangelio inspiraron de modo progresivo la legislación civil, dando así

origen al llamado derecho romano-cristiano.

El avance del Cristianismo no se interrumpió tras la muerte de Constantino, si se

exceptúa el frustrado intento de restauración pagana por Juliano el Apóstata. Los

demás emperadores incluso aquellos que simpatizaron con la herejía arriana

fueron resueltamente contrarios al paganismo.

Obtenida la libertad, la Iglesia tuvo necesidad de organizar sus estructuras

territoriales, con vista a la acción pastoral en un mundo que se cristianizaba con

rapidez. La expansión del Cristianismo en el mundo antiguo se acomodó a las

estructuras y modos de vida propios de la sociedad romana. La Roma clásica

promovió la difusión de la vida urbana: municipios y colonias surgieron en gran

número por todas las provincias de un Imperio para el cual urbanización era

sinónimo de romanización. El Cristianismo nació en este contexto histórico y las

ciudades fueron sede de las primeras comunidades, que constituyeron en ellas

iglesias locales. Pero esas iglesias no fueron núcleos perdidos y aislados: la

comunión y la comunicación entre ellas era real y todas tenían un vivo sentido de

hallarse integradas en una misma Iglesia universal, la Iglesia fundada por

Jesucristo.

Muchas iglesias del siglo I fueron fundadas por los Apóstoles y, mientras éstos

vivieron, permanecieron bajo su autoridad, dirigidas por presbíteros que

ordenaban su vida litúrgica y disciplinar. El obispo era el jefe de la iglesia, pastor

de los fieles y, en cuanto sucesor de los Apóstoles, poseía la plenitud del

sacerdocio y la potestad necesaria para el gobierno de la comunidad.

El bautismo, sacramento de incorporación a la Iglesia, constituía entonces el

coronamiento de un dilatado proceso de iniciación cristiana. La vida litúrgica se

centraba en la celebración litúrgica del domingo.

13

El ejercicio del Primado romano ha estado lógicamente condicionado, a lo largo de

los siglos, por las circunstancias históricas. Desde la primera hora, la

preeminencia que correspondía a la Iglesia romana, contó con el reconocimiento

de las demás iglesias.

A principios del siglo I, San Ignacio, obispo de Antioquia, escribía que la Iglesia

romana es la Iglesia «puesta a la cabeza de la caridad», atribuyéndole así un

derecho de supremacía eclesiástica universal. Para San Ireneo de Lyon, en su

tratado «Contra las herejías» (a. 185), la Iglesia de Roma gozaba de una singular

preeminencia y era criterio seguro para el conocimiento de la verdadera doctrina

de la fe.16

A raíz de un grave problema interno, surgido en el seno de la comunidad cristiana

de Corinto, el Papa Clemente I intervino de modo definitivo. La carta escrita por el

Papa, prescribiendo aquello que procedía hacer y exigiendo obediencia a sus

mandatos, constituye una clara prueba de la conciencia que tenía de su potestad

como primado de la Iglesia Universal; y no es menos significativa la respetuosa y

dócil acogida dispensada por la iglesia de Corinto a la intervención pontificia.

La división del Imperio en dos «partes»: Oriente y Occidente, consumada a finales

del siglo IV y que terminaría por provocar la cristalización de dos Imperios, tuvo

honda repercusión en la vida de la Iglesia. La «parte» occidental que coincidía

aproximadamente con las regiones de lengua y cultura latinas tenía como única

sede apostólica la de Roma, y por ello el Pontífice romano fue también Patriarca

de Occidente. En la «parte» oriental, de cultura Griega, Siria y Copta,

sobresalieron varias grandes sedes de fundación apostólica: Alejandría, Antioquia

y Jerusalén, que fueron cabezas de los Patriarcados. El concilio I de

Constantinopla elevó la sede de esta ciudad al rango patriarcal y atribuyó a sus

obispos la primacía de honor dentro de la Iglesia después del obispo de Roma.

16 TÁCITO. De Los Anales. El principio del Imperio Romano en MARTÍNEZ, Op. Cit. pp.365-373

14

Bajo el Imperio romano-cristiano pudieron reunirse grandes asambleas

eclesiásticas, manifestación genuina de la catolicidad de la Iglesia, que reciben el

nombre de concilios «ecuménicos» o universales. Ocho concilios ecuménicos

tuvieron lugar entre los siglos IV y IX. los cuatro primeros tuvieron particular

importancia y se les reconoció siempre: Nicea I (325), Constantinopla I (381),

Efeso (431) y Calcedonia (451). Todos estos concilios se celebraron en el Oriente

cristiano. Los legados pontificios tenían un papel muy importante en estos

concilios. Sin embargo los textos conciliares requerían la aprobación del Papa.

La libertad de la Iglesia y la conversión del mundo antiguo trajo consigo,

finalmente, la entrada en escena de un nuevo factor de notable importancia para

los tiempos futuros: el emperador cristiano, al cual correspondía la misión de

defensor de la Iglesia y promotor del orden cristiano en la sociedad. Los

emperadores cristianos prestaron indudables servicios a la Iglesia, pero sus

injerencias en la vida eclesiástica produjeron también numerosos abusos.17

El tránsito de un régimen de comunidades cristianas a la sociedad cristiana

constituye otro de los aspectos de la gran transformación religiosa experimentada

a lo largo del siglo IV; antes, los discípulos de Cristo formaban pequeñas

comunidades, en medio de una sociedad pagana. Ahora, en el transcurso de un

par de generaciones, en el mundo mediterráneo, lugar principal del Imperio

romano, donde se operó la cristianización de la sociedad.

La incorporación a la Iglesia desde la primera infancia fue a partir de este

momento lo normal. Se generalizó el bautismo de niños, a lo largo de todo el año,

sin esperar a las grandes solemnidades litúrgicas.

La libertad de la Iglesia hizo más fácil la propagación del cristianismo por campos

y aldeas. Una intensa acción pastoral se desarrolló en los medios rurales, de la

17 BARQUER, Ernest. El Concepto del Imperio Romano, en Martínez. Op. Cit. pp. 455-468

15

que fueron protagonistas grandes obispos misioneros, como San Martín de Tours

(371-397). En la catequesis destinada a estas poblaciones de pobre nivel cultural

se siguieron unas directrices que, en siglos posteriores, fueron también válidas

para la conversión de las naciones bárbaras. La Iglesia tuvo buen cuidado en no

limitarse a destruir los ídolos y procuró que no se crearan vacíos religiosos en

aquellas comunidades por ello se esforzó en cristianizar sus hábitos sociales más

arraigados y sus tradicionales fiestas religiosas, integrando ambos en la disciplina

sacramental o en el ciclo litúrgico anual. Muchos templos cristianos se erigieron

también sobre el solar de antiguos santuarios llamados paganos.

El período romano-cristiano revistió extraordinaria importancia desde el punto de

vista doctrinal. Liberada la Iglesia, llegó el momento histórico de formular con

precisión la doctrina ortodoxa acerca de algunas cuestiones fundamentales de la

fe cristiana.

El concilio I de Nicea (325) definió la divinidad del Jesucristo. El «Símbolo» niceno

(la oración del credo) proclamaba que el Hijo, Jesucristo, «Dios de Dios, Luz de

Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado» es

«consustancial» al Padre.

La teología trinitaria fue completada en el concilio I de Constantinopla con la

definición de la divinidad del Espíritu Santo. De este modo, antes de finalizar el

siglo IV, la doctrina católica de la Santísima Trinidad quedó fijada en su conjunto

en el «Símbolo niceno constantinopolitano» (el Credo actual).

Las «invasiones bárbaras» constituyen un hecho de trascendental importancia

para la historia cristiana. Hasta entonces, la expansión del Evangelio se había

limitado prácticamente a los pueblos de cultura mediterránea. La mayoría de los

pueblos germánicos invasores de Occidente no se convirtieron directamente al

Cristianismo católico.. Los francos eran paganos en la segunda mitad del siglo V,

cuando se extendieron por el norte de las Galias. Pero su opción religiosa no fue

16

el Arrianismo germánico sino la Iglesia católica. En la Navidad de un año en torno

al 500, el rey franco Clodoveo recibió el bautismo católico.

El mundo mediterráneo sufrió en el siglo VII otro impacto de signo religioso muy

distinto: la invasión islámica. El Islamismo, fundado por Mahoma (570-632), se

extendió tras su muerte con portentosa rapidez. Los musulmanes se apoderaron

de buena parte del Oriente cristiano, dominaron el norte de África desde Suez al

Atlántico, y en el año 711 cruzaron el estrecho de Gibraltar y tras una fulgurante

campaña, conquistaron la España visigoda; pero fueron detenidos en Poitiers, por

Carlos Martel, por lo que Francia no tuvo esta influencia.

1.2 El cristianismo en la nueva sociedad feudal

El siglo VIII presenció un profundo giro en la historia de la Cristiandad occidental;

la razón principal estuvo en las nuevas relaciones establecidas entre la Santa

Sede y el Reino de los francos. El Imperio oriental, que conservaba importantes

dominios en Italia, había sido durante varios siglos el brazo secular protector del

Pontificado romano y de sus dominios territoriales, siempre amenazados por los

longobardos. La protección bizantina se hizo menos eficaz a medida que el

Imperio, progresivamente «orientalizado» y agobiado por la presión permanente

del Islam, se desentendía cada vez más de Occidente. El Papado, necesitado de

hallar un nuevo «brazo secular» volvió los ojos hacia el único Reino occidental

que, tras el hundimiento de la España visigoda, estaba en condiciones de asumir

aquella misión: el reino franco.18

En 753, el papa Esteban II confirió la unción regia a Pipino y a sus dos hijos,

Carlomán y Carlos. Estos recibieron el título de «Patricio de los romanos», que les

confería el derecho de intervenir en la administración de la Urbe y tutelar los

Estados de la Iglesia, solar del poder temporal de los papas. El proceso así

iniciado culminó durante el reinado del hijo de Pipino: Carlomagno, uno de los

18 PIRENNE, Henri. Síntesis de Historia Universal. Ed. Fondo de Cultura Económica SEP. 1980.pp. 185-196 ISBN: 968-411-305-6

17

grandes forjadores de la Cristiandad medieval. La propagación de la fe y de la

civilización cristiana, con la mira puesta en la instauración de la sociedad cristiana,

fueron el objetivo fundamental de la política de Carlomagno. En la Navidad del año

800, Carlos fue coronado emperador en San Pedro de Roma por el papa León III.

Por esa razón, a poco de morir Carlomagno se inició la decadencia carolingia, con

los «repartos» territoriales, el decaimiento de la autoridad suprema y la crisis de la

sociedad: la disgregación feudal sucedió al orden imperial y la Iglesia pagó

también las consecuencias. Al desvanecerse la autoridad soberana, se

multiplicaron los peligros de anarquía y las amenazas de normandos, sarracenos y

magiares. Las gentes, incapaces de defenderse por sí mismas, buscaron

protección en la única fuerza que podía prestarla, la casta nobiliaria militar,

detentadora en exclusiva del poder efectivo y real. Comienza así la sociedad

feudal.19

Las estructuras eclesiásticas sufrieron también el impacto del feudalismo. Los

señores pretendieron obtener provecho económico de las «iglesias propias»

erigidas por ellos en sus dominios para el servicio religioso de la población

campesina. Análogos derechos trataron de ejercer en otras iglesias y monasterios

que los tomaron por patronos y protectores. Los grandes quisieron disponer

también de los patrimonios eclesiásticos en pro de sus guerreros, o bien designar

a familiares como titulares de obispados y abadías, cargos estos apetecidos por la

nobleza en razón de su poder social.

Uno de los factores de regeneración cristiana fue la erección de un monasterio

destinado a ejercer grandísima influencia sobre la vida espiritual y social de

Occidente: Cluny

Otro proceso destinado a ejercer profunda influencia en la historia de la

Cristiandad europea se había iniciado en Alemania, también a principios del siglo

X. Extinguidas las secuelas del pasado carolingio, los duques nacionales 19 PIRENNE. Op. Cit pp. 205-209

18

germánicos, en 919, restauraron la realeza, eligiendo por rey a Enrique I, duque

de Sajonia; su hijo fue Otón I (936-973), un gran monarca que, al igual que

Carlomagno siglo y medio antes, ha de ser considerado como otro de los grandes

constructores de la Europa cristiana. Otón I llevó a cabo victoriosas campañas

militares contra eslavos y magiares, que le rindieron vasallaje, y fortaleció su

autoridad en el interno del reino. Otón fue coronado emperador en Roma, en

febrero de 962. el Imperio germánico venía así a suceder al carolingio como

Imperio cristiano occidental. Otón I asumió la misión de proteger los Estados

Pontificios y el control de las elecciones papales, que de este modo quedaban a

salvo de las intromisiones de los señores romanos. Esta situación se prolongo

bajo los reinados de Otón II y Otón III (980-1002).20

En el siglo VII, como consecuencia de la expansión musulmana, tres de los cuatro

Patriarcados orientales cayeron en poder del Islam: Alejandría, Antioquia y

Jerusalén. Por eso, el Oriente cristiano se identificó desde entonces con la Iglesia

griega o bizantina, es decir, el Patriarcado de Constantinopla y las iglesias nacidas

como fruto de su acción misionera, que le reconocían una primacía de jurisdicción

o al menos de honor. Estas cristiandades que giraban en la órbita de

Constantinopla integraban la Iglesia greco oriental.

El Cristianismo sufrió la impronta de la contraposición entre Oriente y Occidente,

cultura griega y latina. Constantinopla se convirtió en el principal Patriarcado del

Oriente cristiano, émulo del Pontificado romano, estrechamente vinculado al

Imperio de Bizancio, mientras Roma se alejaba cada vez más de este y buscaba

su protección en los emperadores francos o germánicos. En este contexto de

creciente frialdad entre las dos Iglesias, las fricciones y enfrentamientos jalonaron

un largo proceso de debilitamiento de la comunión eclesiástica.

Los siglos XII y XIII constituyen la época clásica de la Cristiandad medieval. Si

hubiera que señalar un rasgo capaz de caracterizar por sí solo los tiempos

20 ÍBID. pp. 212.214

19

clásicos de la Cristiandad medieval, ese rasgo sería, sin duda alguna, su increíble

vitalidad. Un signo de la vitalidad espiritual de este período histórico fue el

espléndido florecimiento alcanzado por la vida religiosa: cluniacenses, cartujos,

cistercienses. Si los siglos XI y XII fueron los tiempos monásticos, el XIII fue el

siglo de los frailes: franciscanos, dominicos, agustinos, carmelitas, mercedarios21.

Los siglos de la Cristiandad fueron también la época clásica de las ciencias

sagradas: la teología y el derecho canónico.

La Cristiandad medieval no sólo promovió el desarrollo de las ciencias sagradas,

sino que dio vida a la institución destinada específicamente a crear la ciencia y

difundir la cultura superior: la universidad. Surgen por impulso de la Iglesia, las

universidades de Oxford, Bolonia, Salamanca, Alcalá.

La empresa más característica de la Cristiandad fue la Cruzada. De ordinario, las

Cruzadas no fueron iniciativa de uno u otro reino, sino tarea común de la

Cristiandad bajo la dirección del Papa, que otorgaba gracias especiales a los

combatientes. El espectáculo, tantas veces reiterado durante dos siglos, de

príncipes y pueblos que tomaban el camino de Oriente, impulsados por el afán de

libertar el Santo Sepulcro, es una prueba impresionante de la influencia que tuvo

la religiosidad medieval.

Sería impropio concebir los siglos de la Cristiandad medieval como una época

áurea, animada por los ideales evangélicos. Aquellos tiempos estuvieron llenos de

miserias y pecados personales, de desórdenes e injusticias. Pero resultaría

todavía más falso ignorar la profunda impregnación cristiana de la vida de los

hombres y de las estructuras familiares y sociales que entonces se produjo: la

asistencia a Misa en domingos y fiestas de precepto, un deber que existía ya

desde mucho tiempo atrás; el concilio IV de Letrán (1215) reguló ahora la

obligación de la confesión y comunión anual. Los ayunos y abstinencias

representaban una considerable actitud penitencial para los fieles cristianos, que

21 A este respecto consúltese el anexo cronología eclesiástica en este mismo trabajo

20

pagaban también el diezmo de las cosechas, con el fin de ayudar al

mantenimiento económico de la Iglesia. La piedad eucarística, la devoción a la

Virgen y a los santos, ocuparon un lugar eminente en la espiritualidad de la época.

En esta época comienzan grandes tradiciones eclesiales como la procesión del

Corpus Christi, las peregrinaciones, las expresiones religiosas en el arte.

El Papa Gregorio IX, por su parte, instituyó la Inquisición pontificia (1232), que

cumplió una función de salvaguardia de la fe, considerada entonces como el más

valioso bien común del pueblo cristiano. En todo caso, el procedimiento

inquisitorial tuvo graves defectos que hieren a la sensibilidad del hombre de hoy.

La Inquisición tuvo la desgracia de ser hija de su tiempo y de nacer en un

momento de endurecimiento general de la vida jurídica, como fue el de la

recepción del derecho romano.

El sistema doctrinal y político de la Cristiandad hizo crisis en el siglo XIII, con la

aparición de un nuevo clima espiritual e ideológico que prevaleció en Europa

durante la Baja Edad Media. El factor que contribuyó más a aquella ruptura fue el

enfrentamiento entre Pontificado e Imperio, representados respectivamente por los

papas sucesores de Inocencio III y el emperador Federico II.

La época de la crisis se abrió con el choque entre Bonifacio VIII y el rey de

Francia, Felipe el Hermoso, en la búsqueda de la primacía en cuanto a poder

sobre los destinos de los hombres. A la muerte de Bonifacio VIII, Clemente V

traslada el papado de Roma a Aviñón, Francia. En Aviñón, el Pontificado se

afrancesó y perdió universalidad: franceses fueron los siete papas que allí se

sucedieron y casi el 90 por 100 de los cardenales.

La vuelta del Papa a Roma era el común anhelo de los mejores espíritus de la

época. Por fin, Gregorio XI (1370-1378) se resolvió a abandonar definitivamente

Aviñón e hizo su entrada en Roma, entre el fervor popular, en enero de 1377.

21

Dos fueron los grandes protagonistas que jugaron un papel decisivo en los

orígenes del Cisma occidental: el Colegio de cardenales y el pueblo romano. El

Sacro Colegio, llamado a elegir en Roma al sucesor de Gregorio XI fallecido poco

después de su vuelta de Aviñón, contaba con una gran mayoría de miembros

franceses, como ocurrió durante todo el período aviñonés.

El pueblo romano deseaba ardientemente la elección de un Papa italiano, para

eludir el peligro de un nuevo retorno del Pontificado a Aviñón. En un clima de

pasión popular y tumultos callejeros, el Cónclave eligió Papa el 8 de abril de 1378

al italiano Bartolomé Prignano, arzobispo de Bari, que tomó el nombre de Urbano

VI (1378-1389). Pocos meses más tarde, la mayoría francesa del Sacro Colegio

abandonó Roma y denunció como inválida la pasada elección papal, por haber

votado los electores sin libertad, bajo el peso de la coacción del pueblo. Este

grupo mayoritario de cardenales en septiembre del mismo año designó papa a uno

de ellos, el cardenal Roberto de Ginebra, que tomó el nombre de Clemente VII

(1378-1394). Clemente se instaló de nuevo en Aviñón, los dos papas electos se

excomulgaron el uno al otro y el Cisma quedó abierto.22

En 1408, cuando habían transcurrido ya treinta años desde el comienzo de la

escisión, Gregorio XII era papa en Roma y Benedicto XIII, Pedro de Luna,

encabezaba la obediencia de Aviñón. Un grupo de cardenales romanos y otros de

aviñoneses resolvieron entonces celebrar un concilio para, de este modo, poner fin

al Cisma. El concilio, reunido en Pisa en 1409, declaró depuestos a los dos

pontífices reinantes y eligió un nuevo Papa, Alejandro V. Mas esta elección, lejos

de poner remedio, no hizo más que aportar un nuevo elemento de confusión: los

papas de Roma y Aviñón rehusaron abdicar, con lo que la Cristiandad quedó

dividida no ya en dos, sino en tres obediencias. Finalmente, después de muchos

problemas, el cardenal Otón Colonna fue elegido papa con el nombre de Martín V

22 A este respecto puede consultarse la obra de BLOCH, Marc Historia de las Religiones. Colección Breviarios del Fondo Ed. Fondo de Cultura Económica. Duodécima impresión 1984 ISBN 968-16-0067-3. México, D.F. pp.235-250

22

(1417-1431) y reconocido por toda la Cristiandad: el cisma de occidente había

terminado.

En el período histórico comprendido entre mediados del siglo XV y el año 1517

que corresponde aproximadamente a dos generaciones se pasó de las fundadas

esperanzas en la plena restauración de la unidad cristiana al drama de la escisión

religiosa de la propia Cristiandad occidental. Los papas del siglo XV aspiraban a

poner término al cisma oriental, y ese mismo deseo sentían los más claros

varones de la Iglesia griega. La amenaza turca sobre el Imperio bizantino inclinaba

también a los gobernantes de Constantinopla a aproximarse al Occidente

cristiano.

El Concilio Ecuménico de Ferrara en Florencia fue un gran concilio unionista. El

emperador Juan VIII y setecientos representantes de los Patriarcados orientales y

de la Iglesia rusa se hallaban presentes. Todas las cuestiones disciplinarias y

teológicas que separaban a los orientales de la Iglesia católica fueron debatidas

ante el papa y el emperador, y por fin, el 6 de julio de 1439, la bula de unión

Laetentur Caeli fue solemnemente proclamada, y a ella se adhirieron en años

sucesivos una serie más de confesiones cristianas de Oriente.

Pero el emperador de Oriente y el patriarcado de Rusia determinaron no asumir

tales acuerdos. Por fin, el 12 de diciembre de 1452, el emperador Constantino XI,

sucesor de Juan VIII, decidió proclamar la unión de las Iglesias, pese a la violenta

hostilidad de los fanáticos antilatinos. Pero al caer Constantinopla en poder de los

turcos el 29 de mayo de 1453, se perdió el Imperio cristiano de Oriente. Con él

desapareció también aquel logro tanto tiempo anhelado de la unidad de las

Iglesias orientales con Roma, justamente cuando parecía que se acababa de

conseguir.23

23 IBID. pp. 252-260

23

1.3 La Reforma

El proceso histórico de la reforma en Alemania, es de gran importancia para ubicar

todo el problema, no sólo religioso sino político y social que se inicia precisamente

cuando los Dominicos comenzaron a predicar y otorgar indulgencias para la

construcción de la basílica de San Pedro en Roma. Esto desató la controversia

con Martín Lutero, fraile agustino y profesor de teología en Wittenberg. Su primera

acción en contra de las doctrinas católicas fue la publicación de 97 tesis en contra

de la teología escolástica, y otras tantas contra las indulgencias. Su posición se

hizo cada vez más disidente y fue excomulgado cuatro años más tarde.

1.3.1 La Reforma Protestante

La Reforma protestante tuvo por autor a Martín Lutero. Es indiscutible el supremo

protagonismo que le corresponde en la gran revolución religiosa del siglo XVI.

Pero por excepcionales que fueran la personalidad del antiguo fraile agustino,

parece claro que el éxito del reformador se debió también, en buena medida, a la

concurrencia de toda una serie de circunstancias particularmente oportunas.

Lutero tuvo el arte de hacerse intérprete de ideas y sentimientos muy extendidos

entonces entre sus compatriotas y acertó a darles respuestas que satisfacían a las

aspiraciones religiosas de algunos y a ambiciones políticas de otros.

Muchos de los gérmenes que facilitaron la revolución luterana venían operando

desde largo tiempo atrás: las doctrinas conciliaristas, el democratismo eclesial, la

filosofía nominalista, la presión tributaria de la Hacienda papal aviñonesa, el cisma

de occidente. Factores de orden político, como los conflictos entre papas y

emperadores o el auge de los nacionalismos eclesiásticos contribuyeron también a

preparar la crisis religiosa. Y hubo, todavía, otras causas más, derivadas de la

peculiar realidad alemana: la decadencia moral del clero y en especial del

episcopado, marcado por una impronta señorial y el práctico monopolio de la

24

nobleza; la debilidad del poder soberano, en un Imperio fragmentado en un sinfín

de principados y ciudades; y sobre todo el resentimiento contra Roma.

Martín Lutero supo encarnar de modo admirable los sentimientos de muchos

alemanes de su época. Pero ello no excluye la existencia de motivaciones de

índole religiosa, que influyeron poderosamente en su itinerario interior y en su

actuación externa. Desde que se hizo fraile, Lutero experimentaba una angustiosa

ansiedad por asegurar su salvación. La Teología de Guillermo de Occam en la que

se había formado, al tiempo que proclamaba el voluntarismo arbitrario de Dios,

sostenía que la libre voluntad del hombre bastaba para cumplir la Ley divina y

alcanzar así la bienaventuranza. Fray Martín sentía que esta doctrina chocaba

violentamente con sus propias vivencias: él se consideraba incapaz de superar la

concupiscencia con sus solas fuerzas y de alcanzar con sus obras la anhelada

seguridad de salvación. La meditación del versículo 17 del capítulo primero de la

Epístola a los Romanos «el justo vive de la fe» hizo salir a Lutero de su profunda

crisis de angustia. Creyó entender que Dios misericordioso justificaba al hombre a

través de la fe y a la luz de este principio le pareció que toda la Escritura cobraba

un nuevo sentido.

La naturaleza humana según él habría quedado radicalmente corrompida por el

pecado. Las obras del hombre de nada servirían para la salvación: ni el sacerdocio

ministerial tendría razón de ser, ni la mayoría de los sacramentos, ni los votos

monásticos, ni, sobre todo, el Papado. Lutero se forjó un concepto puramente

interior de la Iglesia y rechazaba en ella todo elemento constitucional.

La Iglesia no sería, por tanto, depositaria ni intérprete de la Revelación: la «sola

Escritura» era, según él, única fuente de la Revelación y su interpretación

correspondía a cada fiel en particular, directamente inspirado por Dios. Lutero no

formuló esta doctrina de una sola vez, sino gradualmente, alejándose cada vez

más de la ortodoxia católica.

25

La consolidación del luteranismo progresó tanto en el orden político como en el

teológico: los príncipes y ciudades reformados constituyeron una liga confesional y

Melanchton fijó la doctrina luterana en la «Confesión de Augsburgo» (1530). Un

año antes, la dieta de Spira acordó tolerar la Reforma allí donde estaba ya

implantada, pero prohibió extenderla a nuevos territorios. La protesta de cinco

Estados y catorce ciudades acuñó una denominación religiosa de

«protestantismo».

Cuando Lutero murió en 1546, la Reforma se había extendido a más de media

Alemania. En 1546, también se abría el concilio de Trento, que Carlos V venía

reclamando desde quince años antes. En 1547, el conflicto entre el emperador y

los príncipes protestantes degeneró en lucha armada y Carlos V en Muhlberg

obtuvo una completa victoria sobre la Liga de Smalkalda. Pero, más tarde, la

traición de Mauricio de Sajonia obligó al emperador a otorgar por el tratado de

Passau libertad religiosa a los luteranos (1552). En 1555, Carlos V, cansado y

envejecido, hubo de sancionar la paz de Augsburgo, que otorgaba igualdad de

derechos a católicos y luteranos, siendo los príncipes quienes decidirían la

confesión a seguir en su territorio. La escisión religiosa de Alemania era ya un

hecho consumado e irreversible.

La revolución religiosa iniciada por Lutero tuvo a Alemania como primer escenario,

pero no quedó encerrada en las fronteras territoriales del Imperio. Resulta

sorprendente la rápida expansión que tuvo el Protestantismo, tanto en su forma

luterana como en otras formas, diversas entre sí pero coincidentes todas en su

ruptura con la ortodoxia católica. Tras haber dominado más de media Alemania, la

revuelta protestante desgajó del tronco de la Iglesia a la mitad de los pueblos que

habían integrado la Cristiandad medieval.

El Luteranismo se extendió con considerable “facilidad” en los países

escandinavos, cuyos monarcas rompieron pronto con Roma, se apropiaron los

bienes eclesiásticos y crearon sus iglesias nacionales. En la Suiza alemana,

Zwinglio, sacerdote de Glaris (1484-1531), movió desde 1518 su propia revuelta

26

religiosa, cuyo radicalismo disgustó al mismo Lutero, sobre todo por su doctrina de

la presencia meramente simbólica de Cristo en la Eucaristía. Pero el segundo

personaje en importancia de la Reforma, tanto por su contribución doctrinal como

por su influencia en el progreso del Protestantismo, apareció más tarde y fue un

francés: Juan Calvino.

Calvino (1509-1564), nacido en Noyon y pasado a la Reforma desde joven, abrió

nuevos caminos al protestantismo. Dotado de una mente más lógica y rigurosa

que la de Lutero, Calvino llevó hasta sus últimas consecuencias las premisas

fundamentales de la doctrina protestante.

La historia de la Reforma en Inglaterra siguió una trayectoria peculiar y obedeció,

más quizá que en ningún otro país, a las directrices de la realeza. El

«Anglicanismo» tal como ya se dijo no fue invención de Enrique VIII. Bajo la

monarquía Tudor del siglo XV, la Iglesia de Inglaterra era ya en cierto sentido

«anglicana» y Enrique VIII halló en la legislación eclesiástica de sus predecesores

un instrumento válido para su política de sojuzgamiento religioso. Este príncipe fue

defensor del Catolicismo en los albores de la Reforma y escribió contra Lutero una

«Defensa de los siete sacramentos», que le valió del Papa León X el título de

Defensor fidei. Fue la negativa papal a conceder a Enrique el divorcio de Catalina

de Aragón, para casarse con Ana Bolena, la razón que le llevó al repudio del

Primado romano y al cisma. Porque fue un cisma y no protestantismo la Reforma

en Inglaterra mientras vivió Enrique VIII. El rey se proclamó a sí mismo «Cabeza

suprema de la Iglesia de Inglaterra» y exigió el reconocimiento jurado de su

supremacía eclesiástica. La gran mayoría de los hombres de Iglesia se sometió a

la voluntad del rey. Pero hubo excepciones admirables, como los mártires cartujos

y sobre todo dos personajes insignes, que no claudicaron y murieron por la fe: San

Juan Fisher, obispo de Rochester, y Santo Tomás Moro, gran Canciller del reino.

El protestantismo de inspiración calvinista se introdujo en Inglaterra durante el

reinado de Eduardo VI (1547-1553). Su sucesora María Tudor hija de Enrique VIII

y Catalina de Aragón reprimió la herejía e intentó la restauración católica. Pero

27

esta restauración no duró más allá de los breves años en que ocupó el trono

(1553-1558). A su muerte, sin hijos, la corona pasó a Isabel hija de Enrique VIII y

Ana Bolena. El largo reinado de Isabel I (1558-1603) decidió la suerte del

Cristianismo inglés. Se guardaron formas externas de la tradición católica como la

Jerarquía eclesiástica con sus obispos y sus cabildos catedralicios, aunque sin

clero célibe ni vida monástica. Se prohibió la celebración de la Misa, y un

Anglicanismo protestantizado, con elementos luteranos y calvinistas, se impuso

como doctrina oficial de la Iglesia de Inglaterra.24

1.3.2 La reforma católica.

La Reforma católica, como movimiento renovador de la Iglesia universal y

promovido por el Papado, es posterior en el tiempo a la Reforma protestante. Pero

el anhelo de reforma venía ya de atrás y había plasmado en algunas realizaciones

de importancia, pese a ser éstas de carácter parcial. La España de los Reyes

Católicos se destacó en esto. Estos monarcas consideraron la reforma eclesiástica

como algo esencial de la obra general de restauración de su gobierno eligiendo

para obispos a individuos eminentes por su espíritu religioso y su ciencia. La

Iglesia española en el primer tercio del siglo XVI era sin duda la de mayor nivel

espiritual y científico de Europa, y ello explica el papel preponderante que los

teólogos españoles tuvieron en el concilio de Trento.

Las inquietudes de renovación cristiana se daban también por la misma época en

Italia.

La más importante fundación religiosa del siglo XVI fue sin duda la Compañía de

Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola (1492-1556). Ignacio, junto con otros

cinco compañeros, hizo en París los votos religiosos y todos se comprometieron a

peregrinar a Jerusalén y consagrarse al servicio de las almas (1534). Al no poder

pasar a Tierra Santa, Ignacio y sus compañeros acordaron permanecer unidos y

ponerse, en virtud de un cuarto voto, a la plena disposición del Papa. En 1540, 24 IGLESIAS REFORMADAS en Biblioteca de Consulta Encarta. Microsof versión 2005

28

Paulo III aprobó la «Compañía de Jesús» como una orden de clérigos regulares,

cuya finalidad primordial era la propagación de la fe católica y la enseñanza de la

doctrina. La Compañía tuvo un rápido desarrollo: contaba con un millar de

miembros a la muerte de su fundador y 13.000 medio siglo más tarde. Los jesuitas

prestaron servicios de gran importancia al Pontificado en su obra de Reforma

católica especialmente a través de la formación del clero, la educación de la

juventud y las misiones.25

1.4 El Concilio de Trento y sus frutos para la Iglesia.

El acontecimiento central de la Reforma católica fue el concilio de Trento, y su

reunión marca la hora en que el Papado tomó por fin la dirección de la empresa

renovadora de la Iglesia. No fue fácil llegar a su apertura; quince largos años

constituyen un período preconciliar salpicado de vacilaciones, esperanzas y

recelos. Las primeras voces pidiendo un concilio sonaron en Alemania. Un

«concilio general, libre, cristiano, en tierra alemana» era el clamor proveniente

tanto de católicos como de protestantes. Carlos V deseaba ardientemente la

reunión del concilio, con la esperanza de que sirviera para rehacer la unidad

religiosa del Imperio. Pero esta perspectiva y el fortalecimiento del poder de Carlos

que ello supondría bastaba para que el otro gran monarca católico de Europa,

Francisco I de Francia, en guerra casi continua con el emperador, no sintiera el

menor entusiasmo por la convocatoria conciliar.

El Papa Paulo III (1534-1549) comprendió que un concilio ecuménico constituía el

único camino para llevar adelante la reforma de la Iglesia. Y paso a paso fueron

superándose no pocos obstáculos que se oponían a su celebración. La elección

de Trento para sede del concilio fue una de las soluciones de compromiso a que

se llegó en las negociaciones previas: Trento estaba en la Italia del norte; pero era

ciudad imperial y cabía esperar que a ella consintieran en acudir los protestantes,

que jamás participarían en un concilio celebrado en suelo papal. El propio orden a

25 CONTRARREFORMA EN BIBLIOTECA ENCARTA. OP.CIT.

29

seguir en los trabajos suscitaba opiniones encontradas: el Papa deseaba que se

tratasen ante todo los temas doctrinales, para fijar con precisión el dogma católico

en las cuestiones discutidas por los protestantes; el emperador deseaba, en

cambio, que se diera preferencia a las cuestiones disciplinares de reforma

eclesiástica, esperando satisfacer así a sus súbditos luteranos y facilitar la

restauración de la unidad cristiana. El compromiso a que también se llegó fue el

tratamiento simultáneo de las dos materias, alternando los decretos dogmáticos y

los de reforma.

La inauguración tuvo lugar el 19 de diciembre de 1545, muy tarde, sin duda, para

tener serias probabilidades de ser un concilio que lograra la unión con los

protestantes. El 11 de marzo de 1547, los legados papales, alegando una

epidemia, decidieron el traslado del concilio a Bolonia. Finalmente, en enero de

1548, Carlos V presentó una solemne protesta formal que provocó la inmediata

interrupción de las sesiones conciliares en Bolonia y por fin la suspensión del

concilio en el mes de septiembre de 1549.

El concilio abrió su segunda etapa en Trento el 1 de mayo de 1551, bajo el nuevo

pontífice Julio III (1550-1555). El emperador consiguió ahora que acudieran a

Trento cierto número de delegaciones de príncipes y ciudades protestantes. La

presencia de los reformados puso de manifiesto cuán difícil era la restauración de

la unidad cristiana, después de más de treinta años de escisión religiosa. En todo

caso, la traición al emperador del elector Mauricio de Sajonia obligó a suspender

nuevamente el concilio (28-IV-1552). Fue una interrupción que duró diez años,

entre los que se cuentan todos los del pontificado de Paulo IV (1555-1559), celoso

reformador, pero por otras vías distintas de la conciliar. Hubo que esperar al Papa

Pío IV (1559-1565) para que el concilio reanudara sus trabajos el 18 de enero de

1562. La tercera etapa tridentina duró dos años escasos y sirvió para llevar a feliz

término la gran empresa reformadora: el 4 de diciembre de 1563 fue clausurado el

concilio de Trento y el Papa confirmó todos sus decretos por la bula Benedictus

Deus, el 26 de enero de 1564.

30

Trento no pudo ser un concilio para unir católicos y protestantes; pero fue el gran

concilio de la Reforma católica. Su obra fue extraordinaria tanto en el campo

doctrinal como en el disciplinar. Dentro del primero, se declaró ante todo que la

Revelación divina se ha transmitido por la Sagrada Escritura interpretada por el

Magisterio de la Iglesia y la Tradición apostólica. El concilio abordó el tema clave

de la justificación y, frente a las teologías luterana y calvinista, declaró que la

gracia divina y la cooperación libre y meritoria de la voluntad humana obran en

concurrencia la justificación del hombre. El otro tema dogmático tratado por el

concilio fue el sacramental, donde tanta confusión habían sembrado los

protestantes: se definió la doctrina de los siete Sacramentos y las notas propias de

cada uno de ellos.26

En el plano disciplinar la obra de Trento fue también trascendental. Se procuró con

empeño la supresión de los abusos existentes en la vida eclesiástica, con el fin de

asegurando una eficiente acción de los sacerdotes. Un episcopado plenamente

dedicado a su ministerio, un clero bien formado y de elevada moralidad fueron

metas de la legislación tridentina. Se exigió la residencia a obispos y párrocos, se

prohibió la acumulación de beneficios, se dispuso la periódica reunión de concilios

provinciales y sínodos diocesanos, se urgió la visita pastoral. La formación del

clero tanto intelectual como espiritual se haría en el seminario que había de existir

en cada diócesis; y los sacerdotes en sus respectivas parroquias tenían que

impartir la catequesis a los niños y la instrucción religiosa de los fieles.

Tal fue, a grandes rasgos, la obra reformadora del concilio de Trento, una obra

que suscita todavía admiración al cabo del tiempo; pero quizá lo más admirable

sea comprobar que este gran programa de renovación cristiana no quedó en letra

muerta, sino que se hizo realidad viva en la época que siguió a la clausura del

concilio.

26 EL CONCILIO DE TRENTO en http://www.multimedios.org/docs/ Consultado en Septiembre 10 de 2005

31

El período que siguió a la celebración del concilio de Trento estuvo marcado por la

impronta de la gran renovación de la vida católica que allí se había operado. La

reforma fundada en las constituciones y decretos tridentinos se llevó adelante,

firmemente impulsada por los papas que se sucedieron en el solio pontificio. Un

Catecismo romano, un Misal y un Breviario fueron editados por orden del Papa

San Pío V (1566-1572). Gregorio XIII (1572-1585) confió a los nuncios el encargo

de velar por la ejecución de las normas del concilio, y en Roma, su sucesor, Sixto

V (1585-1590), llevó a cabo una completa reorganización de los dicasterios de la

Curia encargados del gobierno central de la Iglesia.27

El espíritu tridentino dio lugar a la aparición de obispos ejemplares que se

esforzaron en la aplicación de los decretos conciliares sobre disciplina del clero y

de los fieles: San Carlos Borromeo, San Francisco de Sales, San Felipe Neri, San

José de Calasanz.

La Cristiandad había dilatado enormemente sus horizontes ultramarinos, a partir

de los descubrimientos geográficos de los siglos xv y XVI. San Francisco Javier

había llevado el Evangelio hasta el lejano Japón, y China abrió también sus

puertas a los misioneros. Pero fueron las posesiones portuguesas de Asia y África

los principales espacios para la acción evangelizadora en estos dos continentes,

donde el patronato real fue pieza clave de la organización eclesiástica; igual

ocurrió en el Brasil, la gran colonia portuguesa en la otra orilla del Atlántico.

El inmenso Imperio español de América y Extremo Oriente era campo privilegiado

para el desarrollo de una formidable expansión cristiana. Este campo se hallaba

maduro para nuevos avances en la época postridentina, cuando la Monarquía

española adquirió además conciencia de ser esencialmente un «Estado misional».

La Corona ejercía allí el patronato regio, concedido por Julio II en 1508, y

designaba a los titulares de los obispados y otros altos cargos eclesiásticos.

27 EL CONCILIO DE TRENTO. Íbid

32

La obra de promoción cultural avanzó a la par que la evangelizadora; bastará

recordar que mientras se celebraba el concilio de Trento, tres universidades

impartían enseñanza superior en las Indias occidentales: la de Santo Domingo,

fundada en 1538, y las de Lima y México, creadas en 1551 y 1553,

respectivamente. El balance de la obra civilizadora de España y Portugal, por

grandes que fueran las deficiencias y abusos que pudieron darse, presenta un

saldo abiertamente positivo: la población indígena fue respetada y sobrevivió en

libertad, recibió la fe y la cultura cristianas28.

El dinamismo tridentino impulsó también otras acciones, como la constitución por

iniciativa del Papa San Pío V de la Liga Santa, que llevó a cabo una auténtica

expedición de Cruzada contra los turcos y los venció en la batalla de Lepanto. Las

misiones de San Francisco de Sales en el Chablais lograron el retorno a la Iglesia

de gran parte de la Suiza francesa. El Catolicismo logró éxitos destinados a

perdurar en los países germánicos meridionales, en Austria, Baviera y también en

Polonia y Bohemia. El propio final de las guerras de religión en Francia significó

que esta nación seguiría siendo católica, pese a la existencia de una minoría

protestante. En el este de Europa, la Unión de Brest (1596) supuso la adhesión al

Catolicismo de una parte importante de la jerarquía ortodoxa y fue el origen de la

Iglesia «uniata» rutena o ucraniana.

1.5 La Edad Moderna

Durante el cuarto de siglo comprendido entre los años 1789 y 1815, Francia

estuvo en el primer plano de la vida del mundo.

El 4 de agosto, en una memorable «sesión patriótica» de la Asamblea Nacional, el

clero y la nobleza renunciaron a sus privilegios tradicionales. El 10 de octubre, a

propuesta de Talleyrand, entonces obispo de Autun, la Asamblea Constituyente

decretaba la secularización de todos los bienes eclesiásticos. Estos bienes

28 RICARD, Robert. La Conquista Espiritual de México. Editorial Jus. México 1947

33

acabaron pronto en manos particulares y constituyeron la base económica de la

nueva burguesía francesa.

Desde 1790, el proceso revolucionario se radicalizó, adoptando una actitud cada

vez más agresiva hacia la Iglesia. El 13 de febrero se decidió la supresión de los

votos monásticos, y el 12 de julio la Asamblea aprobó la «Constitución civil del

clero», que subvertía de raíz la organización eclesiástica. Surgía una Iglesia

galicana, al margen de la autoridad pontificia, de estructura episcopalista y

presbiteriana, donde los obispos y los párrocos eran elegidos por el pueblo y los

nombramientos episcopales serían solamente notificados a Roma.

La Asamblea exigió a los sacerdotes juramento de fidelidad a la Constitución

política, dentro de la cual estaba incluida la mencionada «Constitución civil». El

Papa Pío VI prohibió el juramento y excomulgó a los sacerdotes que lo prestaran

(12-III-1791). La Asamblea Legislativa, que sucedió a la Constituyente, decretó el

27 de mayo de 1792 la deportación de los sacerdotes «no juramentados»; en

septiembre, la Convención sustituyó a la Asamblea Legislativa y comenzaron las

matanzas de sacerdotes. Abolida la Monarquía, se proclamó la República y Luis

XVI fue ajusticiado el 21 de enero de 1793.29

Los años 1793-1794 representaron la fase más trágica del período revolucionario.

Bajo el Terror, la persecución anticatólica alcanzó su punto álgido. Muchos

murieron en el patíbulo y se intentó borrar de la vida francesa toda huella cristiana.

Hasta el calendario fue sustituido por un calendario «republicano». La

entronización de la «Diosa Razón» en la catedral de Notre-Dame (10-XI-1793) y la

institución por Robespierre del culto al «Ser Supremo» fueron otros tantos

episodios de la obra descristianizadora. 30

Los años siguientes registraron alternativas de distensión y renovada persecución

religiosa, esta persecución se recrudeció bajo el directorio jacobino (1797-1799),

29 PIRENNE. Op.Cit pp. 304- 312 30 ÍBID

34

cuando los franceses ocuparon Roma y se proclamó la República romana. El

Papa Pío VI, anciano y enfermo, fue deportado a Siena, Florencia y, finalmente, a

Francia. El 29 de agosto de 1799, en la ciudadela de Valence-sur-Rhone, falleció

Pío VI a los ochenta y un años de edad. Algunos revolucionarios exaltados

proclamaron a los cuatro vientos que había muerto el último Papa de la Iglesia.

El 9 de noviembre de aquel mismo año, un golpe de Estado elevó a Napoleón

Bonaparte a la magistratura de primer cónsul. Cuatro meses después, el 14 de

marzo de 1800, el cónclave reunido en Venecia elegía al cardenal Chiaramonti

como Papa Pío VII. Dos grandes personalidades irrumpían así en el escenario de

la historia, de la que fueron principales forjadores durante los tres primeros lustros

del siglo XIX. Napoleón, pragmático y realista, era consciente del arraigo de la fe

cristiana en el pueblo francés, que no había logrado destruir la tormenta

revolucionaria. Pío VII, por su parte, deseaba ardientemente la normalización de la

vida de la Iglesia en Francia.

Un nuevo Concordato sería el instrumento adecuado para regular las relaciones

entre el Pontificado y la República francesa, que pronto se transformaría en

Imperio. El Concordato se firmó el 17 de julio de 1801 y una de sus consecuencias

fue la creación de un nuevo episcopado, tras la renuncia de los obispos favorables

a la revolución, que habían emigrado al extranjero.

El Concordato tuvo, sin duda, consecuencias favorables para la Iglesia: permitió

una restauración de la vida cristiana en Francia, favorecida por la renovación del

sentimiento religioso. El Concordato hizo también posible la apertura de

seminarios sostenidos por el Estado y la consiguiente formación de un nuevo

clero; el criterio de Napoleón con respecto a las órdenes religiosas fue en cambio

muy restrictivo.

Hay que advertir, por otra parte, que durante la época napoleónica tomó cuerpo en

Francia un partido o un grupo de opinión claramente opuesto al Cristianismo y a la

Iglesia, integrado por gentes de diversa extracción: propietarios de antiguos bienes

35

eclesiásticos, funcionarios públicos, militares profesionales, intelectuales del

Instituto de Francia y obreros del incipiente proletariado urbano.

Llegó pronto la hora en que Napoleón intentó hacer de la Iglesia y del propio

Pontificado instrumentos al servicio de sus intereses políticos, y entonces tropezó

con la serena, pero resuelta, resistencia del Papa. El conflicto con Pío VII surgió

cuando el emperador quiso que el Papa se uniera al bloqueo continental contra

Inglaterra, decretado en noviembre de 1806. Ante la negativa del pontífice,

Napoleón reaccionó con violencia: los Estados Pontificios fueron anexionados y se

declaró a Roma segunda capital del Imperio. Pío VII, reducido a prisión, fue

deportado a Savona (6-VII-1809) y, ante su negativa a sancionar los decretos de

un pseudoconcilio reunido en París (1811), Napoleón ordenó su traslado a

Francia, donde se le asignó como residencia el palacio de Fontainebleau. En

1814, Pío VII recuperó la libertad y el 7 de junio de 1815 retornaba definitivamente

a Roma. Once días más tarde, el 18 de junio, acontecía la batalla de Waterloo.31

El Cristianismo y la Iglesia habían sufrido una prueba muy dura y llevaban la

marca de las heridas causadas por obra de la Revolución

La Restauración terminó en un fracaso y el siglo XIX pasó a la historia como el

siglo del liberalismo. La Revolución de 1830 puso fin al Antiguo Régimen en

Francia; en España, su desaparición sobrevino tras la muerte de Fernando VII, en

el reinado de Isabel II. La Revolución de 1848 fue un violento golpe que sacudió a

la mayor parte de Europa y supuso un ulterior avance en la configuración de la

nueva realidad social y política. La victoria del liberalismo se dejó sentir en todos

los órdenes de la vida.

El liberalismo tenía una doctrina política y económica; pero se fundaba además en

una ideología, que enlazaba con el pensamiento ilustrado del siglo XVIII. Una

concepción antropocéntrica del mundo y de la existencia constituía la base de esa

ideología liberal. 31 ÍBID

36

Para ella, los hombres no sólo serían libres e iguales, sino también autónomos, es

decir, desvinculados de la ley divina, que no era reconocida socialmente como

norma suprema. La libertad de conciencia y pensamiento, de asociación y de

prensa, serían derechos absolutos de las personas; la fuente de toda legitimidad

de poder provenía del pueblo. Ninguna diferencia hacía la doctrina liberal entre el

Cristianismo y las demás religiones. La religión era un asunto que incumbía tan

sólo a la intimidad de las conciencias, y la Iglesia, separada del Estado, quedaría

al margen de la vida pública y sujeta al derecho común, como cualquier otra

asociación.

La ideología liberal contenía, sin duda, elementos de genuina raigambre cristiana,

pero mezclados con otros de origen muy diverso, que favorecían la secularización

de la vida social, el naturalismo religioso y, en última instancia, el ateísmo o la

indiferencia. Es fácil de comprender que muchos cristianos rechazaran esta

ideología y que, aleccionados por las recientes experiencias revolucionarias, se

inclinaran en favor de las posturas tradicionales, que postulaban el respeto a los

derechos de Dios y de la Iglesia en la vida social.

Los «católicos liberales» mostraban devoción al Papado. Pero la respuesta de

Roma fue contraria a las aspiraciones del Catolicismo liberal. La encíclica Mirari

vos de Gregorio XVI (15-VIII-1832) condenó los puntos de vista fundamentales de

estos grupos: La igualdad de trato a todas las creencias, que conducía al

indiferentismo religioso; la separación completa entre Iglesia y Estado, la libertad

de conciencia, las libertades ilimitadas de opinión y de prensa.

El liberalismo del siglo XIX tuvo una ideología política y una doctrina económica.

Su grave carencia fue la falta de una preocupación social. Y, sin embargo, la

«cuestión social» era un hecho patente y constituía una de las mayores

novedades históricas de este tiempo. La revolución industrial había dado lugar a la

formación de una nueva clase obrera un «proletariado», concentrado en los

suburbios de las grandes urbes. La situación de esta clase obrera, en una época

37

de absoluto predominio del capitalismo liberal, fue muy difícil: jornadas laborales

agotadoras, jornales escasos, trabajo infantil, viviendas insalubres.

El problema social suscitó lógicamente reacciones dirigidas a luchar contra aquella

situación de injusticia. El Anarquismo, uno de cuyos principales autores fue el ruso

Miguel Bakunin, propugnaba la acción violenta, para terminar con el Estado y una

ordenación social injusta. Diversos sistemas «socialistas», ideados por

doctrinarios como Saint-Simon, Fourier o Proudhon, quedaron pronto eclipsados

por el socialismo de Carlos Marx el «marxismo».

El proletariado, situado en los suburbios de las grandes ciudades, estaba

constituido en buena parte por inmigrantes procedentes de los medios rurales, que

cambiaron su vida de campesinos por la de obreros industriales. Esta

transformación había implicado para ellos el abandono de pueblos y aldeas donde

tenían vinculaciones familiares y arraigo social y su incorporación a las masas

despersonalizadas de la nueva clase obrera. En el aspecto religioso, este cambio

tuvo a menudo consecuencias negativas.

Desde la primera mitad del siglo XIX, la cuestión social sensibilizó a algunos

católicos, dando lugar a iniciativas generosas dirigidas a paliar tantas miserias por

la vía de la caridad y la beneficencia. Pero tardó en producirse una toma de

conciencia generalizada por parte de los cristianos ante el fenómeno del

nacimiento de la nueva clase obrera.

Fueron ciertos países no latinos, menos afectados por el fenómeno anticlerical, los

que registraron antes una presencia activa de la Iglesia en el mundo laboral. Así,

en los Estados Unidos de América e Inglaterra, donde existía una numerosa

población trabajadora de irlandeses católicos, el asociacionismo sindical no tuvo

raíces marxistas, sino cristianas.

El concilio Vaticano I había reunido abundante documentación acerca de la

cuestión social.. El Papa León XIII habló con precisión sobre el tema en la

38

encíclica Rerum Novarum, que rechazaba por principio la dialéctica de la lucha de

clases y pedía a patronos y obreros una armónica colaboración para el desarrollo

de la nueva sociedad. 32

El Papa proclamaba el carácter social tanto de la propiedad como del salario justo

y exhortaba al estado a abandonar la postura de mero espectador y a controlar las

relaciones económicas, sin caer en el dirigismo socialista. La Rerum Novarum

terminaba proponiendo la creación de asociaciones obreras de inspiración

cristiana.

León XIII alentaba la presencia de los católicos en la vida pública. El Papa, por

otra parte, en la encíclica Inmortale Dei (19-XI-1885) había declarado la

disposición de la Iglesia a mantener buenas relaciones con cualquier régimen

político que defendiera la libertad.

1.6 La Edad Contemporánea.

Los comienzos del siglo XX coincidieron con el final del pontificado de León XIII,

cuya duración de veinticinco años autoriza a considerarlo también como otro

capítulo de la historia cristiana. El anciano Papa se había ganado el respeto del

mundo entero, pese a que en algún lugar, como Francia, sus esfuerzos

32 Como quiera que sea, vemos claramente, y en esto convienen todos, que es preciso auxiliar,

pronta y oportunamente, a los hombres de la ínfima clase, pues la mayoría de ellos se resuelve indignamente en una miserable y calamitosa situación. Pues, destruidos en el pasado siglo los antiguos gremios de obreros, sin ser sustituidos por nada, y al haberse apartado las naciones y las leyes civiles de la religión de nuestros padres, poco a poco ha sucedido que los obreros se han encontrado entregados, solos e indefensos, a la inhumanidad de sus patronos y a la desenfrenada codicia de los competidores. -A aumentar el mal, vino voraz la usura, la cual, más de una vez condenada por sentencia de la Iglesia, sigue siempre, bajo diversas formas, la misma en su ser, ejercida por hombres avaros y codiciosos. Júntase a esto que los contratos de las obras y el comercio de todas las cosas están, casi por completo, en manos de unos pocos, de tal suerte que unos cuantos hombres opulentos y riquísimos han puesto sobre los hombros de la innumerable multitud de proletarios un yugo casi de esclavos. Rerum Novarum SS. LEÓN XIII Dado en Roma, junto a San Pedro, el 15 de mayo de 1891, año décimocuarto de Nuestro Pontificado

39

conciliadores no tuvieron una respuesta satisfactoria. El magisterio desarrollado

por León XIII a través de sus grandes encíclicas había sido de extraordinaria

importancia. Pero la presencia activa de los católicos en la vida político-social

tenía también sus riesgos y en el interior de la Iglesia se incubaba, además, una

crisis doctrinal, que no tardaría en declararse abiertamente.

Los primeros años del siglo XX, hasta el comienzo de la primera guerra mundial,

se recordarán siempre como un período brillante y feliz de la historia europea, que

vino a truncar el estallido de la más inútil y absurda de las contiendas bélicas. Pero

aquel período, contemplado desde el punto de vista de la vida cristiana, no fue una

época fácil y sin problemas causados por la hostilidad de los adversarios de fuera,

u originados desde dentro de la propia Iglesia, una Iglesia regida durante este

tiempo por el último de los papas que ha merecido el honor de los altares: San Pío

X (1903-1914).

Durante aquellos años, la dinámica anticlerical se dejó sentir con particular

intensidad en los países latinos del sur de Europa: aquellos, precisamente, que

contaban con poblaciones de mayoritaria tradición católica. Portugal, tras la

proclamación de la República (1910), expulsó a los religiosos del país, separó la

Iglesia del Estado y confiscó los bienes eclesiásticos. En España resurgió el

anticlericalismo. Pero fue Francia el escenario de la más violenta ofensiva contra

la Iglesia.

Los gobiernos franceses de signo radical demostraron un laicismo militante, que

provocó el enfrentamiento con la firme entereza de Pío X. Francia rompió las

relaciones con la Santa Sede, se abrogó el Concordato (1905), los religiosos

perdieron el derecho a enseñar y muchos fueron expulsados del país. Los bienes

eclesiásticos fueron también confiscados, lo que significaba que la Iglesia

francesa, por segunda vez en poco más de un siglo, era despojada de su

patrimonio y privada a la vez de la ayuda estatal.

40

Sin embargo, los peligros más graves fueron de índole doctrinal y procedían del

interior de la propia Iglesia, especialmente del llamado movimiento modernista.

El modernismo pudo estar animado en sus orígenes por la inquietud apologética

de ciertos católicos, ansiosos de remediar el retraso que, a su juicio, llevaba la

Iglesia en el campo de la historia, la filosofía y la exégesis bíblica. El Modernismo

que sufrió de modo sensible el influjo del protestantismo liberal alemán trataba de

«racionalizar» la fe cristiana, con el fin de hacerla aceptable a la mentalidad

«moderna», vaciándola de la carga de los dogmas y de todo contenido

sobrenatural. Los modernistas no trataban de abandonar la Iglesia, pretendían

«reformarla» desde dentro, y sus posturas tenían un deliberado acento de

ambigüedad.

Las doctrinas modernistas nunca se expusieron de modo orgánico, sino en forma

de retazos parciales. Para abarcarlas en todos sus aspectos, fue preciso que la

encíclica Pascendi que definió el Modernismo como «encrucijada de todas las

herejías» ofreciera una exposición sistematizada.

El modernismo se extendió por Francia, Italia e Inglaterra. Pío X cerró

resueltamente el paso al modernismo. El decreto Lamentabili y la encíclica

Pascendi (1907) denunciaron y condenaron estas doctrinas. La exigencia del

«juramento antimodernista» a los profesores eclesiásticos y a otros muchos

clérigos fue una medida disciplinar de indudable eficacia.

1.7 La era de los totalitarismos.

La Primera Guerra Mundial estalló el 28 de julio de 1914. A las tres semanas

fallecía el Papa San Pío X. El nuevo Papa, Benedicto XV (3-IX-1914/22-I-1922)

apenas pudo hacer otra cosa durante aquellos años que esforzarse inútilmente en

intentar la paz entre los bandos beligerantes. El final de la lucha llegó en

noviembre de 1918, gracias a la victoria de los aliados sobre los imperios

centrales. La Santa Sede fue rigurosamente excluida de la mesa donde se

41

negoció el Tratado de Versalles. Un siglo antes, cuando la anterior ordenación de

Europa tras las guerras napoleónicas, la Santa Sede había estado aún presente

en el Congreso de Viena. El Tratado de Versalles no logró una paz definitiva y

sembró muchos desacuerdos llamados a rebrotar en el futuro33.

El suceso de mayor trascendencia, destinado a condicionar decisivamente la

historia del mundo en el siglo XX, había sido la Revolución rusa de 1917.

Terminados con la victoria bolchevique los años de guerra civil, la URSS irrumpía

en el escenario mundial como el primer estado marxista de la historia, oficialmente

ateo, doctrinalmente anticristiano y fundado en una concepción materialista del

hombre y de la vida.

El período de «entreguerras» coincidió prácticamente con el pontificado de Pío XI.

Fue un tiempo de la historia cristiana con unas notas bien definidas que imprimen

carácter a la época. Y fue también, desde distintos puntos de vista, un período de

manifiesto florecimiento del Cristianismo y de la Iglesia. El prestigio de la Santa

Sede en el mundo creció de modo extraordinario y su personalidad internacional

se vio robustecida por la firma de numerosos concordatos, varios de ellos con los

nuevos países nacidos de la última guerra. A poco de terminar ésta, las relaciones

de la Santa Sede con Francia volvieron a la normalidad. Pero el mayor

acontecimiento en el campo de las relaciones de la Sede Apostólica con los

Estados fue la firma de los «Pactos Lateranenses», que pusieron fin a la «cuestión

romana». Los «Pactos», suscritos el 11 de febrero de 1929, dieron vida al Estado

de la Ciudad del Vaticano, mínimo espacio territorial indispensable para garantizar

la independencia de la Santa Sede.

El florecimiento cristiano tuvo otras manifestaciones que afectaban a aspectos

más íntimos de la vida eclesial. La expansión misionera en Asia y África hizo

33 S.S. BENEDICTO XV, MAXIMUN ILLUD Dado en Roma, en San Pedro, el 30 de noviembre de 1919, sexto año de nuestro pontificado.

42

grandes progresos, se multiplicaron las conversiones y se dieron pasos decisivos

para la consolidación de las nuevas cristiandades. Una fecha señalada en la

historia de las Misiones fue el 28 de octubre de 1926, en que Pío XI consagró

solemnemente, en la basílica de San Pedro de Roma, a seis nuevos obispos

chinos.

Esta época de indudable florecimiento cristiano tuvo como contrapunto la oleada

de sangrientas persecuciones que se abatió sobre las iglesias de distintos países.

En Rusia, la implantación del comunismo produjo un sinfín de violencias

antirreligiosas. Pero la persecución alcanzó también a otros países y llegó a

extremos de dureza nunca alcanzados por el anticlericalismo del siglo XIX. La

persecución de México, y la desencadenada en España durante la guerra civil de

1936-1939, tuvieron dimensiones inéditas en el mundo moderno.

En la tercera década del siglo se hizo cada vez más tangible la amenaza de los

totalitarismos ateos o paganos. Dos documentos magisteriales del Papa Pío XI

fijaron con claridad la actitud de la Iglesia católica frente a las grandes ideologías

totalitarias del momento. En abril de 1937, con pocos días de diferencia,

aparecieron dos célebres encíclicas: Mit Brennender Sorge34, contra el Nacional-

Socialismo alemán y su doctrina racista, y la Divini Redemptoris, que condenó el

marxismo ateo, ideología oficial de la Rusia comunista. Estos dos totalitarismos

llevaron al mundo a la Segunda Guerra Mundial.

La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) superó ampliamente a la primera en

duración y magnitud. Se luchó de un extremo a otro del globo y los avances de la

técnica multiplicaron la eficacia destructora de las armas y causaron millones de

muertos. Al mismo tiempo, lejos de los frentes de batalla, otros millones de

personas perdieron la vida en bombardeos aéreos o padecieron sufrimientos

34 MIT BRENNENDER SORGE Carta encíclica de S.S. Pío XI sobre la situación de la Iglesia en el

Reich Germánico, 14 de marzo de 1937

43

inmensos y muerte en campos de concentración o de trabajo, una invención de los

regímenes totalitarios, sin precedentes en países de civilización cristiana.

La paz no trajo consigo el final de los padecimientos de las poblaciones civiles,

especialmente del centro de Europa. Las nuevas fronteras políticas y la división

del Viejo Continente en zonas de influencia obligaron a multitud de familias a

abandonar las tierras de sus mayores; y, despojadas de todo su patrimonio, a

emigrar en busca de otra patria que se prestara a darles acogida.

En la Segunda Guerra Mundial fueron vencidos los totalitarismos de signo fascista;

pero no ocurrió así con el totalitarismo comunista, que por una curiosa inversión

de los planteamientos iniciales de la contienda militó desde 1941 en el bando

vencedor, del brazo de las democracias occidentales. La partición del mundo

acordada en Yalta por los jefes de las potencias aliadas determinó que la mitad

oriental de Europa fuese entregada al dominio imperial de la Unión Soviética.

Consecuencia de esa entrega fue que, en breve plazo, regímenes comunistas

fueron impuestos por la fuerza a buen número de pueblos europeos, mientras que

otros países como los países bálticos perdieron incluso su existencia nacional,

siendo integrados, como una república más, en la Unión de Repúblicas Socialistas

Soviéticas.

La Europa del Este, surgida de la Segunda Guerra Mundial, ha sido una tierra sin

libertad, donde el Cristianismo y la Iglesia han vivido en un estado de opresión.

Los nombres de los cardenales Mindszenty, Stepinac, Wyszynski, Beran,

Tomaseck simbolizan el heroísmo de los grandes defensores de la fe en el mundo

contemporáneo. La persecución religiosa en los países de régimen comunista tuvo

períodos de abierta violencia; pero de ordinario se ha preferido, por más eficaz,

una acción solapada bajo la forma incluso de medidas administrativas, destinada a

conseguir, a medio o largo plazo, la extinción del Cristianismo y de la Iglesia. Los

católicos del este de Europa, fieles a su fe, han sufrido, dentro de su país, una

clara discriminación: se convierten en ciudadanos de rango inferior y tuvieron que

renunciar a cualquier aspiración de mejora en la escala social o política.

44

La expansión del comunismo afectó también a los continentes asiático y africano.

En China comunista, donde el cristianismo tenía una vida floreciente, se prohibió a

los católicos toda comunicación con la Santa Sede y se les impuso una iglesia

cismática, separada de Roma. Otros estados de ideología marxista han levantado

igualmente obstáculos a la libre acción de la Iglesia católica. El cristianismo, en

cambio, ha experimentado un gran auge en los países del Tercer Mundo, libres del

dominio marxista.

Este avance hacia la mayor universalidad real de la Iglesia realizó progresos

decisivos desde el pontificado de Pío XII (2-III-1939/9-X-1958). Terminada la

contienda, existían 32 vacantes en un Colegio cardenalicio entonces de 70

miembros. En el primer nombramiento de su pontificado Pío XII creó cuatro

cardenales italianos y 28 de otras nacionalidades. La Iglesia reafirmaba en sus

más altas instancias la nota de catolicidad.

Pío XII ejerció un infatigable magisterio, tratando en sus alocuciones múltiples

aspectos de la vida y moral cristianas, en las nuevas circunstancias del mundo.

Particular importancia tuvo, desde el punto de vista doctrinal, la encíclica Humani

Generis (12-VIII-1950), que enlazaba sustancialmente con las enseñanzas de San

Pío X.

Pío XII fue sucedido por Juan XXIII (28-X-1958/3-VI-1963). Su pontificado, pese a

la brevedad, tuvo notable importancia: a los tres meses de su elección, el papa

reveló su intención de celebrar un concilio ecuménico. El 25 de diciembre de 1961,

la bula Humanae salutis convocó oficialmente el concilio Vaticano II.

Finalmente, debe hacerse una reflexión acerca de la evolución de la Iglesia

católica. Sin duda, en este aspecto el punto de referencia esencial sigue siendo el

Concilio Vaticano II35 y el Papa Pablo VI36 El Concilio se puso en marcha con la

labor previa de dos mil encuestas, una parte de ellas centradas en cuestiones de

35 Inicio: Año 1973 Fin: Año 2000. 36GIOVANNI BATTISTA MONTINI Vaticano Concesio, Brescia 1897 - Castelgandolfo 1978.

45

menor trascendencia, pero en 1962, poco antes del inicio de las sesiones,

aparecieron algunos temas que habrían de centrar las discusiones conciliares: la

participación de la Iglesia en la búsqueda de una Humanidad mejor, la renovación

de las estructuras o de la presentación del mensaje de la Iglesia y la preparación

del camino hacia la unidad con los no cristianos.

El propio Papa no tenía una idea muy clara de lo que iba a resultar del Concilio,

inaugurado en octubre de 1973. Probablemente pensó que se trataría de un

encuentro no conflictivo y quedó sorprendido por el vendaval polémico levantado

pero nunca pensó que hubiera que limitar de algún modo el debate. El nuevo Papa

fue mucho más consciente de las posibles dificultades, del peligro de acabar sin

un resultado preciso y de la necesidad de imprimir una dirección al Concilio sin, al

mismo tiempo, manipularlo. Para él los objetivos debían ser: una definición más

clara de la Iglesia, su renovación, tender un puente hacia el mundo

contemporáneo y dirigir la mano a los “hermanos separados”. Pablo VI entregó el

mensaje conciliar al mundo de manos del filósofo francés Jacques Maritain, quizá

la figura más significada en el pensamiento católico del siglo XX.

El Concilio había sido preparado por una mentalidad de curia romana pero poco a

poco pasó a ser protagonizado por las preocupaciones intelectuales de la teología

centroeuropea. Algunos episcopados habían vivido muy alejados del diálogo con

corrientes espirituales de la época. Ellos y la curia, que se identificaron muy a

menudo con el romano pontífice, como si el Concilio fuera un adversario, tenían

muy poco deseo de que las cosas cambiaran. La figura del Papa Pablo VI está

estrechamente vinculada al Vaticano II. Había permanecido treinta años en la

Curia romana hasta ser alejado de ella en 1954. Le tocó dirigir una de las etapas

más difíciles en la Historia del catolicismo e incluso soportar que contra él se

dirigieran las pasiones de las dos grandes tendencias en que el catolicismo quedó

dividido. Fue persona de gran finura intelectual y amplia cultura que, sin duda,

padeció por la división del mundo católico en torno a las tareas conciliares. Como

en tantos otros aspectos, así como el comienzo de los sesenta fue una época de

46

esperanza en grandes reformas, el final de la década concluyó con desgarros,

conflictividad y polarización. De sus encíclicas la Populorum progressio acuñó el

concepto de “civilización del amor” como compendio del desarrollo social y

humano.

En la Octogesima adveniens afirmó que la Iglesia no tenía “una palabra única”, es

decir una solución de valor universal en materias sociales aunque sí unos

principios esenciales. Sus reformas eclesiales empezaron por la fijación en 120 del

número de cardenales y de setenta y cinco años como edad de jubilación pero,

además, siguiendo las enseñanzas del Concilio procedió a una renovación general

de las estructuras eclesiales. Durante su pontificado, el Papa descubrió una nueva

dimensión misionera de su labor pastoral. En el propio Concilio expresó su deseo

de visitar Palestina pero también viajó a India, Colombia, Filipinas y Australia. Dos

de sus viajes tuvieron una especial significación en cuanto que presupusieron una

profunda novedad: en la ONU presentó a la Iglesia como “experta en humanidad”

y ofreció su concurso de cara al establecimiento de una paz universal y en

Ginebra, ante el Consejo Mundial de las Iglesias, testimonió su voluntad

ecuménica. Con el patriarca ortodoxo se entrevistó en Jerusalén y en Estambul y

se levantaron las respectivas excomuniones cruzadas entre ambos, símbolo de la

mentalidad de otro tiempo. Inició la apertura hacia el Este y Yugoslavia fue el

primer país comunista que estableció relaciones diplomáticas con el Vaticano.

La Humanae vitae, acerca del matrimonio y la contracepción, tuvo como resultado

su enfrentamiento con la mayoría no sólo de los católicos sino con buena parte del

mundo moderno. Otros motivos de enfrentamiento con opiniones extendidas

fueron su rechazo de la violencia en América y su decisión de no aceptar algunas

medidas de la jerarquía holandesa. “Tal vez soy lento, pero sé lo que quiero”, dijo

en una ocasión el Papa y probablemente era cierto. Su pontificado fue menos

popular que el precedente y tuvo la incomprensión de muchos pero fue

probablemente uno de los más complejos e interesantes de la Historia.

47

Los documentos conciliares supusieron una profunda renovación litúrgica pero

también de la propia estructura de la Iglesia, de tal modo que nada se entiende de

la posterior evolución del catolicismo sin tenerlos en cuenta. La Lumen gentium

supuso la aparición de las conferencias episcopales. La Dignitatis humanae

ofreció una doctrina de ruptura con el pasado y llena de confianza respecto al

futuro en lo relacionado con la libertad religiosa. La Gaudium et spes trató de

definir lo que la Iglesia podía aportar al mundo y recibir de él. En todos estos

terrenos, no sin contradicciones y conflictos, la Iglesia católica había

experimentado una profunda renovación.

48

CAPITULO 2 HISTORIA DE LA SOCIEDAD DE MARÍA.

2.1 La Sociedad Provincial.

Para tener una referencia mayor sobre la distinción de las diferencias que existen

entre las divisiones de la Iglesia me permitiré abordarlo desde la historia de la

evangelización de México tomando como referencia el maravilloso libro de la

Conquista Espiritual de México, ya citado anteriormente.

La iglesia americana tuvo dos grandes cometidos: Convertir a los paganos y

cuidar las almas de las comunidades cristianas (españoles, criollos y mestizos).

Los esclavos estaban incluidos teóricamente entre las últimas, pues eran

bautizados al llegar. Lo primero se encomendó a los regulares, lo segundo a los

seculares. Surgieron así dos Iglesias, una de choque, encargada de las almas de

los indios, y otra de retaguardia, que atendía las de los ciudadanos, principalmente

españoles.

Las órdenes religiosas de franciscanos, dominicos, agustinos y finalmente jesuitas,

hicieron una gigantesca labor de adoctrinamiento de los naturales. Roma intentó

asumir cierto protagonismo en esta actividad el año 1568, cuando creó la

Congregación para la Conversión de los Infieles y, sobre todo, a partir de 1622,

año en que creó Propaganda Fide, precisamente con un propósito misional en

América, pero España (también Portugal) no permitieron que el Papa se injiriese

en sus asuntos, por lo que tuvo que limitarse a recomendar políticas de

evangelización a través de su nuncio. Tampoco las órdenes regulares

respondieron favorablemente a la intromisión papal, pues por entonces tenían ya

organizado su sistema misional en tierras marginales de la colonización y

necesitaba sostenerlo con ayuda del rey de España, más que con los buenos

consejos papales. La actividad del clero regular en Hispanoamérica fue enorme,

sobre todo en el siglo XVI, cuando América tuvo una iglesia que puede calificarse

de frailes. Entre 1493 y 1600, pasaron a América 5.428 de ellos, que controlaron

no sólo las misiones sino también las primeras parroquias de las ciudades recién

49

fundadas y hasta altos cargos eclesiásticos. Basta decir que 142 de los 214

obispos nombrados a lo largo del siglo XVI fueron regulares.

Durante el siglo XVII este clero perdió preponderancia, pero ganó enraizamiento,

pues se nutrió de vocaciones criollas y mestizas. El clero regular jugó un gran

papel en la defensa de los indios, particularmente los dominicos. La gran figura de

Fray Bartolomé de Las Casas representó la mejor crítica al sistema laboral

impuesto a los indios y de ella derivaron numerosas leyes en favor de los

naturales.

El clero secular cuidaba de la atención espiritual de los cristianos con su

organización jerárquica y estaba bajo el control del Regio Patronato, que

nombraba los candidatos para las vacantes. En sentido estricto, el Consejo de

Indias proponía los candidatos y los nombraba el Papa, pero en la práctica todo

funcionaba como si los nombrara el Rey, ya que el elegido por éste para un

beneficio partía para su plaza sin esperar el nombramiento papal, que le llegaba

cuando ya estaba ejerciendo, momento en que simplemente se le consagraba. El

Clero secular fue por esto doméstico a los intereses reales, cosa que no ocurría

con el regular, controlado por los Priores elegidos en los capítulos de cada orden.

La Corona intentó algunas maniobras para controlar a los regulares (pudo vetar el

paso de los religiosos), fracasando siempre, hasta que, en 1574, entró en vigor el

decreto del Concilio de Trento, que prohibía ejercer acción pastoral sobre seglares

a quienes no dependían de un obispo. El clero regular debía abandonar por ello

todas las antiguas iglesias misionales transformadas por el tiempo en parroquias

de las ciudades y cederlas al clero regular, con la aquiescencia del Regio

Patronato.

El asunto se prestó a situaciones extrañas. Así, El Chocó, donde los jesuitas

habían establecido misiones en 1654, se declaró de pronto una zona civilizada en

1686, a poco de haberse encontrado oro en su territorio. La verdad es que se

encontraba casi igual que en la época precolombina, pero los jesuitas se fueron y

50

llegaron los sacerdotes seculares. Los regulares buscaron el amparo del Regio

Patronato para no someterse a los seculares. Algunos, como fray Alonso de la

Veracruz, defendieron con ardor la teoría del Vicariato Regio, según la cual los

reyes venían a ser casi pontífices (Vicarios) de la Iglesia indiana, por haber

delegado los papas en ellos la labor misional. A esta postura se sumaron

personalidades como Mendieta, Remesal, Silva y Solórzano. Roma denunció el

peligro regalista al que conducía dicha teoría y se puso en marcha una gran

polémica, en la que el Consejo de Indias no quiso mediar. De su postura de

equilibrio da prueba el hecho de que 94 de los 185 prelados nombrados en el siglo

XVII fueron regulares y 91 seculares. Desposeída de sus parroquias de españoles,

la iglesia regular se replegó a los territorios de misión, donde tuvo una vida más

opaca, aunque no menos importante.

Una vez revisado este fragmento de la historia de la Iglesia en México podemos

apreciar de mejor manera cómo se comporta y sustenta nuestro objeto de estudio,

que es el clero regular.

Como resultado del Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica realiza modificaciones

a su Código de Derecho Canónico37, y es a partir de este concilio que las

constituciones de los institutos religiosos deben definirse de acuerdo a estos

Cánones y Disposiciones.

El primer parágrafo del canon 573 define a la vida religiosa de esta manera:

§1. “La vida consagrada por la profesión de los consejos evangélicos es una forma

estable de vivir en la cual los fieles, siguiendo más de cerca a Cristo bajo la acción

del Espíritu Santo, se dedican totalmente a Dios como a su amor supremo, para

que, entregados por un nuevo y peculiar título a su gloria, a la edificación de la

Iglesia y a la salvación del mundo, consigan la perfección de la caridad en el

37 CIC Consultar anexo 2 donde se presenta el Código de Derecho Canónico en su versión española por Editorial JUS.

51

servicio del Reino de Dios y, convertidos en signo preclaro en la Iglesia,

preanuncien la gloria celestial”38.

Y el segundo párrafo establece quiénes son los consagrados:

§2. “Adoptan con libertad esta forma de vida en institutos de vida consagrada

canónicamente erigidos por la autoridad competente de la Iglesia aquellos fieles

que, mediante votos u otros vínculos sagrados, según las leyes propias de los

institutos, profesan los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia, y

por la caridad a la que éstos conducen, se unen de modo especial a la Iglesia y a

su misterio”39.

2.1.1 Concepto de Provincia

Etimológicamente deriva del latín, provincia.

En su primer significado podemos definirla como «una de las grandes divisiones

de un territorio o Estado sujeta por lo común a una autoridad administrativa.» 40

Encontramos tres elementos significativos en el concepto:

• Resultado de la primera división territorial

• Unidad de gobierno o administración sometida a la jurisdicción territorial

de alguna autoridad.

O dicho en otras palabras, «es cada una de las partes en que se divide

territorialmente una persona de derecho público para el mejor funcionamiento de

su administración». 38 CIC. canon 573 39 IBID.

40 ESPASA CALPE. Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana. Editorial Espasa Calpe S:A: Madrid, 1930. (En adelante Espasa Calpe). Artículo sobre Provincia.

52

Dentro de la mentalidad del imperio romano, las provincias eran los territorios

conquistados fuera de la península y sometidos directamente a su dominio.

Provinciæ appelabantur quod populus romanus eas provicii est ante vicit.

Inmersa dentro del mundo romano, la Iglesia primitiva adoptó la administración

propia del imperio que la rodeaba. Allí tuvieron origen las provincias eclesiásticas,

como se desprende de los Hechos de los Apóstoles, cuando aluden a esta división

territorial. Para el derecho canónico actual41.

2.1.2 Organización de una Provincia Religiosa

Como hemos visto la Iglesia Católica es una estructura jerárquica totalmente

definida y rigurosa; asimismo en su organización encontramos legislación que la

precisa, para el caso que nos ocupa podemos delimitarla de la siguiente manera:

“Para promover una acción pastoral común en varias diócesis vecinas, según las

circunstancias de las personas y de los lugares, y para que se fomenten de

manera más adecuada las recíprocas relaciones entre los Obispos diocesanos, las

Iglesias particulares se agruparán en provincias eclesiásticas delimitadas

territorialmente”42.

En el mismo sentido de su normatividad eclesial continua señalando:

§2. Como norma general, no habrá en adelante diócesis exentas; por tanto, todas

las diócesis y demás iglesias particulares que se encuentran dentro del territorio

de una provincia eclesiástica, deben adscribirse a esa provincia

§3. Corresponde exclusivamente a la autoridad suprema de la Iglesia, oídos los

obispos interesados, constituir, suprimir o cambiar las provincias.

41 CIC. Libro II Parte. II Sección II, Título II. De la agrupación de iglesias particulares. Capítulo I. De las provincias eclesiásticas y las regiones eclesiásticas. 42 CIC.Op.Cit. Canon 431. §1.

53

Canon 432. §1. En la provincia eclesiástica tienen autoridad, conforme a la norma

del derecho, el Concilio provincial y el metropolitano.

§2. La provincia tiene, de propio derecho, personalidad jurídica.

Dada su extensión, las órdenes religiosas adoptaron también esa división para un

mejor gobierno de la institución. Según el CIC43:

Canon 621. Se llama provincia al conjunto de varias casas erigido canónicamente

por la autoridad legítima que forma parte inmediata de un instituto, bajo un mismo

superior.

A este superior se lo conoce como provincial, y es uno de sus superiores mayores.

Esta condición le da status jurídico de Ordinario, equiparándose su potestad en

muchos aspectos, sobre todo administrativos, a los Obispos44. Veamos qué

entiende el CIC por ordinario.

Canon 134. §1. Por el nombre de Ordinario se entienden en derecho, además del

Romano Pontífice, los obispos diocesanos y todos aquellos que, aun

interinamente, han sido nombrados para regir una iglesia particular o una

comunidad a ella equiparada según el canon 368, y también quienes en ellas

tienen potestad ejecutiva ordinaria, es decir los vicarios generales y episcopales,

así también, respecto a sus miembros, los superiores mayores de institutos

religiosos clericales de derecho pontificio y de sociedades clericales de vida

apostólica de derecho pontificio que tienen, al menos, potestad ejecutiva ordinaria.

43 IBÍD. Parte III, Sección I, Título II. De los institutos religiosos. Capítulo II. Del gobierno de los institutos. Art. I. De los superiores y de los consejos.

44 CIC. Libro I. De las normas generales. Título VIII. De la potestad de régimen.

54

§2. Por el nombre de ordinario del lugar se entienden todos los que se enumeran

en el §1, excepto los superiores de institutos religiosos y de sociedades de vida

apostólica.

En su aspecto administrativo, esta equiparación potestativa tiene honda

significación archivística. Los archivos de la Curia Provincial tienen una

organización muy similar a los archivos de la Curia Episcopal.

En el nuevo CIC, la creación y supresión de provincias religiosas están

contempladas fundamentalmente en los cánones siguientes45.

Canon 581. Corresponde a la autoridad competente de un instituto, a tenor de las

constituciones, dividirlo en circunscripciones, cualquiera que sea el nombre de

éstas, erigir otras nuevas y unir las ya erigidas o delimitarlas de otro modo.

Canon 585. La supresión de circunscripciones de un instituto corresponde a la

autoridad competente del mismo.

Por lo tanto estamos, pues, ante una sección de una institución que goza, tanto a

nivel civil como eclesial y aún dentro del mismo instituto religioso, de una gran

autonomía y con plena capacidad jurídica para establecer contratos.

En adelante, cuando se use el término Provincia, se entenderá como la

jurisdicción religiosa, a menos que se indique lo contrario.

2.2 El Instituto Religioso

En sus casi dos mil años de existencia, en la Iglesia Católica han surgido diversas

formas de consagración religiosa; y dentro de esos modos, diversas tareas a las

que se dedican. El surgimiento de esos modos y esas tareas tienen su origen en

necesidades concretas dentro de la Iglesia. A los primeros ermitaños que se

45 CIC. Libro II. Parte III. De los institutos de vida consagrada y de las sociedades de vida

apostólica. Sección I. De los institutos de vida consagrada. Título I. Normas comunes a todos los institutos de vida consagrada.

55

retiraban al desierto para orar individualmente, siguieron los cenobios (p.e.

cenobitas), luego las órdenes monásticas (p.e. benedictinos). En medio de la crisis

espiritual del siglo XI surgen las órdenes religiosas (p.e. mercedarios). Luego

vendrían los institutos surgidos durante el Concilio de Trento (jesuitas).

Posteriormente, las congregaciones religiosas (p.e. lasallanos, sociedad de

maría46) y ya en el siglo XX los institutos seculares (p.e. servidoras). A todos ellos

se los reconoce como institutos de vida consagrada.47

Canon 577. En la iglesia hay muchos institutos de vida consagrada, que han

recibido dones diversos, según la gracia propia de cada uno: pues siguen más de

cerca a Cristo ya cuando oran, ya cuando anuncian el Reino de Dios, ya cuando

hacen el bien a los hombres, ya cuando conviven con ellos en el mundo, aunque

cumpliendo siempre la voluntad del Padre.

Algunos institutos de vida consagrada, como es el caso particular de la Orden de

la Sociedad de María, padres maristas, tienen una dependencia directa de la

suprema autoridad de la Iglesia48

Canon 591. Para proveer mejor al bien del instituto y a las necesidades del

apostolado, el Sumo Pontífice, en virtud de su primado sobre toda la Iglesia y en

atención a la utilidad común, puede eximir a los institutos de vida consagrada del

régimen de los Ordinarios del lugar, haciendo que estén sometidos

exclusivamente a sí mismo o a otra autoridad eclesiástica.

Dentro de los distintos tipos de institutos de vida consagrada, el CIC reconoce a

los institutos religiosos, que define así:

46 Aprobada benignamente por el Sumo Pontífice Gregorio XVI el 29 de abril de 1836 47 Consultar en los anexos de esta tesis la cronología de la Iglesia Católica 48 CIC. Libro II. Del pueblo de Dios. Parte III. De los institutos de vida consagrada y de las

sociedades de vida apostólica. Sección I. De los institutos de vida consagrada. Título I. Normas comunes a todos los institutos de vida consagrada.

56

Canon 607. §2. Un instituto religioso es una sociedad en la que los miembros,

según el derecho propio, emiten votos públicos perpetuos o temporales que han

de renovarse, sin embargo, al vencer el plazo, viven en vida fraterna en común 49:

2.3 La Sociedad de María

2.3.1 Carisma de la Sociedad de María.

Ser marista significa tener una visión de Iglesia como María, estar al servicio de

los demás con una presencia atenta y discreta: presencia de amor, de vida, de

alegría y de esperanza, vivir la vida ordinaria de un modo extraordinario; según los

preceptos de vida inspirados por Juan Claudio Colin y Juan María Vianney.

2.3.2 Breve Historia de la Sociedad de María..

El proyecto de fundar una sociedad religiosa bajo la protección de María nace en

el seminario mayor de Lyon, en torno a 1816. Marcelino entra en el seminario junto

con Juan Claudio Colin y Juan María Vianney. Al día siguiente de su ordenación

como sacerdotes suben al Santuario de Fourvière con otros compañeros más, y

se consagran a María, prometiendo solemnemente trabajar con todas sus fuerzas

para fundar la Sociedad de María en contraposición a la Sociedad de Jesús, o

jesuitas, perseguida y anulada por la Iglesia.

El proyecto daría origen a varias congregaciones religiosas y a una confraternidad

de laicos. Marcelino, desde el principio, manifestó su convicción de que la

49 IBÍD. Título II. De los institutos religiosos

57

sociedad debía incluir una rama de hermanos dedicados a la enseñanza, que

trabajasen con los niños que se veían privados de educación cristiana en

apartadas zonas rurales.

Roma se opuso a la unión de todas las ramas en una sola institución, y así se

crearon: los Padres de la Sociedad de María o Padres Maristas, fundada por el

padre Juan Claudio Colin, los Hermanos Maristas de la Enseñanza, fundada por el

padre Marcelino Champagnat, y las Hermanas Maristas, fundada por Juana María

Chavoin. En el año 1857 se funda la cuarta congregación, nacida en 1836 al partir

los primeros padres maristas hacía Oceanía y ver la necesaria presencia

femenina, las Hermanas Misioneras de la Sociedad de María, de acción

enteramente misionera.

Y por último, las Fraternidades Maristas, sucesoras de la tercera orden marista. La

espiritualidad de estos lacios no es otra que la de dar a conocer que el reino de

Dios comienza en la vida cotidiana. Orar y obrar son los ejes de las

fraternidades.50

50 AD MAIOREM DEI GLORIAM ET DEI GENETRICIS HONOREM. Naturaleza y Fundamentos de la Sociedad. Artículo I

58

CAPÍTULO 3 LOS ARCHIVOS ECLESIÁSTICOS

3.1 Los Archivos Eclesiásticos en el ordenamiento jurídico actual de la Iglesia

Como ya vimos en el apartado anterior el papel fundamental que ocupa la iglesia

en la historia de México sin embargo es muy limitado el conocimiento que sobre

ellos existe en el ámbito de la archivonomía; así como pocos los autores que

tratan de ellos; en este capítulo pretendemos ubicarlos dentro de su contexto

orgánico-funcional.

Los archivos eclesiásticos, podríamos agruparlos en cuatro grandes divisiones, de

acuerdo al tipo de institución a que pertenecen:

- archivos de la Suprema Autoridad de la Iglesia o archivos

vaticanos (según Tanodi: públicos estatales)51,

- archivos de las iglesias particulares, o archivos episcopales y

parroquiales (puestos en la posición de Tanodi podrían considerarse

semiestatales, ya que están bajo la jurisdicción de una organización

internacional que goza de un poder preterestatal.52

• archivos de las personas públicas eclesiales, o de los institutos religiosos

y sociedades de vida apostólica (dentro de la visión de Tanodi se

asimilarían a los privados);

• y archivos de las personas privadas eclesiales, o archivos de las

asociaciones de fieles (para Tanodi también se asimilarían a los

privados).

51 TANODI, Aurelio. Manual de Archivología Hispanoamericana. UNC, Córdoba, 1961, p. 181.

52 IBÍD. p.182

59

Al tercer grupo corresponden los archivos religiosos objeto de este estudio.

De acuerdo al tipo de función que desempeñan y de la documentación que

albergan en:

• archivos corrientes (según la CPBCI «documentos para la vida y

gestión de los diversos entes»);

• archivos históricos (íd. «documentos de importancia histórica»);

• archivos secretos (íd. « documentos sobre causas criminales,

atestados de matrimonios de conciencia, dispensas de impedimentos

ocultos, etcétera).

3.2 Tipología de los archivos eclesiásticos.

Archivos Vaticanos.

El Código sólo se ocupa tangencialmente de los archivos vaticanos53

360. La Curia romana, mediante la que el Romano Pontífice suele tramitar los

asuntos de la Iglesia universal, y que realiza su función en nombre y por autoridad

del mismo para el bien y servicio de las Iglesias, consta de la Secretaría de Estado

o Papal, del Consejo para los asuntos públicos de la Iglesia, de las

Congregaciones, Tribunales y de otras Instituciones cuya constitución y

competencia se determinan por ley particular.

Esta ley particular se plasmó en la Constitución apostólica Pastor Bonus, del sumo

pontífice Juan Pablo II sobre la reforma de la Curia Romana. Los números

(artículos) de la constitución apostólica relacionados más directamente con los

archivos son los siguientes.

53 CIC. Libro II, Parte II, Sección I, Capítulo IV. De la Curia Romana.

60

1. La Curia Romana es el conjunto de Dicasterios y Organismos que ayudan al

Romano Pontífice en el ejercicio de su suprema misión pastoral, para el bien y

servicio de la Iglesia universal y de las Iglesias particulares, con lo que refuerzan

la unidad de la fe y la comunión del Pueblo de Dios y promueven la misión propia

de la Iglesia en el mundo.

Existen algunas instituciones, tanto de origen antiguo como de nueva constitución,

que, aunque no forman parte en sentido propio de la Curia Romana, sin embargo

prestan servicios necesarios o útiles al mismo Sumo Pontífice, a la Curia y a la

Iglesia universal, y de algún modo están ligadas con la Sede Apostólica.

Entre estas instituciones se distingue el Archivo Secreto Vaticano, en el cual se

conservan los documentos relativos al gobierno de la Iglesia, a fin de que estén a

disposición en primer lugar de la Santa Sede y de la Curia para realizar su trabajo,

y también, por concesión pontificia, puedan ser para todos los historiadores fuente

de conocimiento, incluso de la historia profana, de todas las regiones que en los

siglos pasados estuvieron estrechamente ligadas con la vida de la Iglesia.

Archivos Episcopales.

Dado que las curias episcopales y las curias provinciales guardan notables

semejanzas en cuanto a lo administrativo, el estudio de esta legislación canónica

suple las falencias que puedan presentar las constituciones y estatutos de las

congregaciones religiosas.

El código obliga expresamente a los Ordinarios (obispo, provincial religioso u otro

a él equiparado según el canon 381), que

«las actas y documentos de los archivos … de su territorio [jurisdicción] se

conserven diligentemente, y que se compilen los inventarios o índices…»

Les impone también crear y vigilar el funcionamiento del archivo histórico de su

jurisdicción, para

61

…que los documentos, que tengan un valor histórico, sean guardados

diligentemente y ordenados sistemáticamente

Y también deberán dotarlo de un reglamento que permita su correcto

funcionamiento según su propia finalidad.

Esta es una característica muy destacable de los archivos eclesiásticos: son

responsabilidad directa del ordinario.

El legislador, sin embargo, heredero de una larguísima tradición archivística, no se

ciñe al concepto historicista del archivo. En el nuevo CIC, los archivos episcopales

están ubicados en una postura francamente administrativa (utilidad primaria),

dejando lo histórico y cultural para el último canon del tema. Por ello habla de dos

grandes grupos de archivos eclesiásticos:

• Archivos curiales, referidos a los episcopales en edad administrativa (486

a 490)

• Otros archivos eclesiásticos (491), donde se encuentran aquellos no

curiales y los históricos.

De acuerdo a su accesibilidad, pueden distinguirse tres tipos de entidades

archivísticas:

• General (486 a 488)

• Secreto (489 y 490)

• Histórico (491)

Normas canónicas para el Archivo General de la Curia Episcopal.

Comparada con el Código anterior, las normas actuales resultan más simples y

exigentes que las anteriores.

62

Contenido

En el Archivo General de la Curia deben conservarse los documentos y

escrituras correspondientes a los asuntos diocesanos, sean espirituales o

temporales (c. 486 § 2).

Condiciones

• “lugar seguro”(c. 486 § 2);

• “orden manifiesto de los documentos”(c. 486 § 2);

• “diligentemente guardados”(c. 486 § 2);

- “inventario” o “índice” de los documentos (c. 486 § 3) (la versión latina

habla de “catalogus”54

“resumen del contenido de cada escritura” (c. 486 § 3).

Accesibilidad

El archivo general de la Curia debe permanecer cerrado y sólo el Obispo y el

Canciller poseerán la llave. Por regla general, nadie accede al archivo, salvo que

cuente con permiso del Obispo o del Moderador de la Curia junto con el Canciller

(c. 487 § 1).

Retiro de documentos

En principio, no se permite sacar nada del archivo. Si se exceptúa la norma, se

exige que sea “por poco tiempo”; y con el consentimiento del Obispo o del

Moderador de la Curia junto con el Canciller (c. 488).

54 CIC. Libro II: Del Pueblo de Dios. Sección II: De las Iglesias particulares y de sus

agrupaciones. Título III: De la ordenación interna de las Iglesias particulares. Capítulo II: De la Curia diocesana. Artículo II: Del Canciller y otros notarios y de los archivos. Cánones: 486 a 491.CIC. Canon 486 §3. Documentorum, quæ in archivo continentur, conficiatur inventarium seu catalogus, cum brevi singularum scripturarum synopsi.

63

Copias de documentos

La expedición de copias auténticas (escritas o fotocopiadas) de documentos

públicos puede ser reclamada por los “interesados” sólo en razón de su “estado

personal” (statum suaepersonae) (c. 487 § 2).

Normas canónicas para el Archivo Secreto de la Curia

Contenido

La Curia cuenta también con un archivo secreto donde guardar los documentos

que deban custodiarse “bajo secreto” (c. 489 § 1).

Condiciones

Inviolabilidad e inamovibilidad.55 En caso de necesidad, basta un armario o caja

dentro del archivo general, con tal que esté totalmente cerrado con llave; y esté fijo

en su sitio (c. 489 § 1).

Acceso

Únicamente el Obispo tiene la llave del archivo secreto (c. 490 § 1), el cual no

podrá en principio abrirse mientras esté vacante la sede episcopal, salvo en caso

de verdadera necesidad y por el administrador diocesano en persona (c. 490 § 2).

Retiro de documentos

Los documentos del archivo secreto no pueden ser retirados (c. 490 § 3).

Destrucción de documentos secretos

El archivo secreto debe ser revisado anualmente, con el objeto de proceder a la

destrucción de documentos de causas criminales en materia de costumbres cuyos

55 INAMOVIBLE.1. adj. Fijo, que no es movible. DRAE. OP. CIT.

64

reos hayan fallecido o que hayan tenido sentencia condenatoria diez años antes.

Destruido el documento, se conservará un breve resumen del hecho junto con el

texto de la sentencia definitiva (c. 489 § 2) 7.

Normas canónicas para el Archivo Histórico de la Curia

Contenido

El Código encomienda al Obispo la erección de un archivo histórico diocesano

integrado por los documentos que «tengan valor histórico” (c. 491 § 2).

Condiciones

• Que los documentos se guarden con cuidado

• Que el Obispo dicte normas sobre la organización de los

archivos, la conservación de los documentos y el acceso a ellos

(c. 491 § 3).

Posteriormente, al reorganizar la Curia Romana, en el caso puntual de la Pontificia

Comisión para la Conservación del Patrimonio Artístico e Histórico, Juan Pablo II

vuelve a legislar sobre los archivos históricos.

101. §1. Entre los bienes históricos, tienen particular importancia todos los

documentos e instrumentos que se refieren y atestiguan la vida y la acción

pastoral, así como los derechos y las obligaciones de las diócesis, parroquias,

iglesias y demás personas jurídicas instituidas en la Iglesia.

§2. “Este patrimonio histórico consérvese en los archivos o también en las

bibliotecas, que en todas partes han de encomendarse a personas competentes,

para que dichos testimonios no se pierdan” 56.

56 CIC, Canon 101 Apartado 2

65

En el segundo inciso, se establece pues que todos los archivos históricos

eclesiales han de encomendarse a personal especializado en la ciencia

archivística. Resulta extremadamente importante para los archivistas conocer y

hacer conocer la antedicha norma jurídica eclesiástica.

Para profundizar este tema véanse los anexos documentales referentes a la

función pastoral de los archivos y Bienes Culturales y Familias Religiosas en

Comisión Pastoral para los Bienes Culturales de la Iglesia ya citados.

Normas canónicas para otros archivos eclesiásticos

El código menciona otros archivos: Iglesias Catedralicias, Colegiatas, Parroquias y

otros.

Condiciones.

• Cuidar que los documentos se conserven diligentemente.

• Procurar la confección de inventarios o índices en doble ejemplar

(uno para el archivo propio y otro para el diocesano) (c. 491§ 1).

Accesibilidad.

Para examinar o sacar de su sitio las actas y documentos aludidos en los §§ 1 y 2,

deben observarse las normas establecidas por el Obispo diocesano. (c. 491§ 3).

66

Archivos Parroquiales

Normas canónicas para el Archivo Parroquial

El Código actual insiste sobre los archivos parroquiales. Casi toda las

disposiciones canónicas sobre el archivo parroquial están contenidas en el canon

53557. El parágrafo 4 establece la obligatoriedad de su existencia.

§ 4. En toda parroquia ha de haber una estantería o archivo…

Contenido

En el Archivo Parroquial han de guardarse tanto las piezas documentales en edad

administrativa como las que están dejando de serlo.

• libros parroquiales (c. 535 §4)

• cartas de los Obispos (c. 535 §4)

• otros documentos que deben conservarse por motivos de necesidad o

de utilidad (c. 535 §4)

• libros parroquiales más antiguos (c. 535 §5)

• libros de administración temporal (c. 532; cfr. c. 1281/1288)

Condiciones

“diligentemente”58 (c. 535 § 5).

Más adelante, en el canon 555, al hablar de los arciprestes59 –un arciprestazgo es

algo así como la unión de varias parroquias–, previene sobre casos de

enfermedad o muerte de algún párroco. 57 CIC. Libro II: Del Pueblo de Dios. Sección II: De las Iglesias particulares y de sus agrupaciones. Título III: De la ordenación interna de las Iglesias particulares. Capítulo IV: De las parroquias, de los párrocos y de los vicarios parroquiales. Cánon: 535. 58 diligentemente.1. adv. m. Con cuidado y prontitud. DRAE. Op. Cit.

67

“Cuide el arcipreste que los párrocos de su distrito que sepa que se encuentran

gravemente enfermos no carezcan de los auxilios espirituales y materiales y de

que se celebre dignamente el funeral de los que fallezcan; y provea también para

que, cuando enfermen o mueran, no perezcan o se quiten de su sitio los libros,

documentos, objetos y ornamentos sagrados u otras cosas pertenecientes a la

iglesia”. (c. 555 § 3).

59 ARCIPRESTE.(Del lat. tardío archipresby�ter).1. m. Dignidad en las iglesias catedrales.2. m.

Presbítero que, por nombramiento del obispo, ejerce ciertas atribuciones sobre los curas e iglesias de un territorio determinado.3. m. En lo antiguo, el primero o principal de los presbíteros. DRAE.

68

Accesibilidad

• “cuide el párroco de que no vaya a parar a manos extrañas” (c. 535 §

4)

• “observar las normas establecidas por el Obispo diocesano”. (c. 491§

3)

Retiro de documentos

Nada dice. Por analogía, ha de aplicarse lo preceptuado para los archivos de las

curias episcopales.

Copias de documentos

Cada parroquia ha de tener su propio sello; los certificados que se refieren al

estado canónico de los fieles, así como también las demás actas que puedan

tener valor jurídico, deben llevar la firma del párroco o de su delegado, y el sello

parroquial. (c. 535 § 3; cfr. c. 487 § 2).

Supervisión

Los archivos parroquiales están sujetos a la supervisión episcopal.

…todo ello debe ser revisado por el Obispo diocesano o por su delegado en

tiempo de visita o en otra ocasión oportuna… (c. 535 § 4)

3.3 Documentos y administración en el Código de Derecho Canónico

Como bien sostiene Tanodi, la Iglesia lleva adelante dos administraciones. Una,

en el orden espiritual, en todo lo que hace a su ministerio salvífico60. Otra, en el

orden temporal, en todo aquello que hace al uso de los recursos económicos

60 SALVÍFICO, ca.1. adj. Perteneciente o relativo a la salvación. DRAE.

69

necesarios para la asistencia a los pobres, el sostenimiento del culto y la

predicación del evangelio documentos disciplinares o no sacramentales.61

Puede uno estar tentado a ubicar a las primeras como actividades sustantivas y a

las otras como facultativas62; pero como ambas son tan disímiles dan origen a dos

administraciones totalmente separadas, unidas tan sólo en el vértice por la

autoridad suprema (Papa, obispo, párroco) según el caso. Yendo al fondo de la

cuestión sobre quién es la máxima autoridad administrativa en la Iglesia la

respuesta es: el Papa. En lo económico esto se traduce en que todos los bienes

eclesiásticos de cualquier tipo y de propiedad de cualquier persona jurídica

eclesiástica (obispados, parroquias, institutos religiosos, movimientos religiosos

que gocen de tal personería) son en última instancia de propiedad de toda la

Iglesia; y es el Papa quien debe decidir sobre ellos. De allí la importancia del

entorno papal.

Los actos administrativos en el ámbito de la administración de los bienes

temporales están dirigidos a la sociedad, tanto civil como eclesiástica, y por lo

tanto necesitan documentarse por escrito, por un principio básico de legalidad y

equidad. Desde el archivo general de la curia pasarán los documentos, previa

selección, al archivo histórico.

En la administración «salvífica», en cambio, los actos administrativos se dan dos

foros totalmente distintos.

Uno, el interno, reservado tan sólo a Dios y a la conciencia de cada hombre, que

en el caso de los miembros de la Iglesia puede ser abordado por los pastores que

tengan la suficiente potestad. En este ámbito, como es lógico, no hay necesidad

de pruebas y constataciones. Ni Dios ni el hombre en su fuero personal necesitan

61 TANODI, Aurelio. Manual de Archivología Hispanoamericana. UNC, Córdoba, 1961, p. 182. «La

jerarquía ejerce la administración en su doble faz: espiritual y temporal; la espiritual se refiere a la administración de sacramentos, enseñanza, predicación, jurisdicción, etc.; la temporal a la administración de bienes materiales, posesiones, edificios, rentas, sueldos, etc. …»

62 FACULTAD.(Del lat. facultas, -ātis).1. f. Aptitud, potencia física o moral. U. m. en pl.2. f. Poder, derecho para hacer algo.3. f. Ciencia o arte. DRAE

70

documentar las relaciones recíprocas. En consecuencia, los actos administrativos

eclesiales dados para el foro interno, si bien se otorgan por escrito, se han de

conservar en el archivo secreto; en algunos casos, dada la facultad verbotenus, el

documento deberá ser extinguido. Del acto administrativo de foro interno quedará

tan sólo una reseña, que resguardando los derechos individuales, rescaten el

conocimiento del hecho para la comunidad eclesial. Esta reseña es la que deberá

pasar, vencidos los plazos que estipulen los ordinarios en la reglamentación

archivística de su órbita, al archivo histórico.

Otro, el externo, es el ámbito comunitario de la Iglesia. En él impera el principio de

legalidad, que exige la documentación del acto administrativo. Por ello deben ser

hechos por escrito [salvo casos específicamente contemplados], y sus sujetos

pasivos debidamente notificados. Si es un acto administrativo para el que se

comisiona su ejecución a una autoridad distinta del otorgante, también debe

documentarse las facultades para su ejecución. El destino de estos documentos

es, en una primera etapa, el archivo general; y luego el archivo histórico. Así

ordena el CIC63 sobre los actos administrativos.

El acto administrativo que afecta al fuero externo debe consignarse por escrito,

igualmente su acto de ejecución, si se realiza en forma comisoria.

El ejecutor de un acto administrativo desempeña inválidamente su función si actúa

antes de recibir el correspondiente documento y de haber reconocido su

autenticidad e integridad, a no ser que hubiera sido informado previamente del

documento con autoridad del que dio el acto.

Cabe preguntarse qué entiende el CIC por documento eclesiástico. El canon 1540

aclara sobre el tema.

63 CIC. Libro I. De las normas generales. Título IV. De los actos administrativos singulares.

71

1540. §1. Son documentos públicos eclesiásticos aquellos que han sido

redactados por una persona pública en el ejercicio de su función en la Iglesia y

observando las solemnidades prescriptas por el derecho.

§2. Son documentos públicos civiles los que, según las leyes de cada lugar, se

reconocen como tales.

§3. Los demás documentos son privados.

Creo necesario a esta altura mencionar los principales registros que deben llevar

las iglesias particulares. No es el caso analizarlos. Por ello simplemente transcribo

las disposiciones pertinentes del CIC, respetando ambos niveles –salvífico y

temporal– de administración.

Principales registros que deben llevarse según el actual Código de Derecho

Canónico y que hacen a la misión salvífica de la Iglesia.

Libros de bautismo y difuntos

535 § 1 En cada parroquia se han de llevar los libros parroquiales, es decir de

bautizados, de matrimonios y de difuntos, y aquellos otros prescritos por la

Conferencia Episcopal o por el Obispo diocesano; cuide el párroco de que esos

libros se anoten con exactitud y se guarden diligentemente.

§ 2. En el libro de bautizados se anotará también la confirmación, así como lo que

se refiere al estado canónico de los fieles por razón del matrimonio, quedando a

salvo lo que prescribe el c. 1133, por razón de la adopción, de la recepción del

orden sagrado, de la profesión perpetua emitida en un instituto religioso y del

cambio de rito ; y esas anotaciones han de hacerse constar siempre en la partida

del bautismo.

877. El párroco del lugar en que se celebra el bautismo debe anotar

diligentemente en el libro del bautismo el nombre de los bautizados, haciendo

72

lugar del ministro, los padres, padrinos, testigos, si los hubo, y el lugar y día en

que se administró e indicando asimismo el día y lugar del nacimiento …

Libros de confirmación

895. Deben inscribirse los nombres de los confirmados en el libro de

confirmaciones de la Curia diocesana, dejando constancia del ministro, de los

padres y padrinos, y del lugar y día de la administración del sacramento, o donde

lo mande la conferencia episcopal o el obispo diocesano, en el libro que se guarda

en el archivo parroquial; el párroco debe notificarlo al párroco del lugar del

bautismo para que se haga la anotación en el libro de bautismos a tenor del c.

535.2

Libros de matrimonio

1121. §1. Después de celebrarse el matrimonio, el párroco del lugar donde se

celebró o quien hace sus veces, …debe anotar cuanto antes en el registro

matrimonial los nombres de los cónyuges, del asistente y de los testigos, y el lugar

y día de la celebración, según el modo prescrito por la Conferencia Episcopal o el

obispo diocesano.

1122. §1. El matrimonio ha de anotarse también en los registros de bautismos en

los que está inscrito el bautismo de los cónyuges.

1133. El matrimonio celebrado en secreto se anotará sólo en un registro especial,

que se ha de guardar en el archivo secreto de la Curia.

Libros de misa

955. §3. Quienes transmitan a otros Misas que han de ser celebradas, anoten sin

demora en un libro tanto las Misas que recibieron como las que han encargado a

otros, anotando también sus estipendios.

73

958. §1. El párroco y el rector de una iglesia o de otro lugar piadoso, donde suelen

recibirse estipendios de Misas, han de tener un libro especial en el que tomarán

diligentemente nota del número de Misas que se han de celebrar, de la intención,

del estipendio ofrecido y del cumplimiento del encargo.

§2. El Ordinario tiene obligación de revisar cada año esos libros, personalmente o

por medio de otros.

Los libros de misa están relacionados con la misión salvífica de la Iglesia. Sin

embargo, los estipendios recibidos deben reflejarse en los libros de entradas y

salidas, ubicados dentro del área de administración de los bienes temporales.

Libros de ordenación (diaconal, sacerdotal o episcopal)

1053. §1. Al terminar la ordenación, deben anotarse en un libro especial

cuidadosamente custodiado en la curia del lugar donde se ha administrado el

sacramento, el nombre de cada ordenado y el ministro que lo ordenó, así como el

lugar y el día de la ordenación, y se archivarán también con diligencia todos los

documentos referentes a cada una de las ordenaciones.

§2. El obispo debe dar a cada ordenado un certificado auténtico de la ordenación

recibida; y si estos fueron ordenados con dimisorias por un Obispo ajeno,

mostrarán a su vez ese documento a su Ordinario propio, para que se anote la

ordenación de un libro especial que se guardará en el archivo.

1054. El ordinario del lugar, tratándose de seculares o el Superior mayor

competente si se trata de sus súbditos, debe comunicar la ordenación al párroco

del lugar del bautismo de cada ordenando, para que lo anote en el libro de

bautismos, a tenor del c 535§2.

Similares a los libros de ordenación son los libros de profesión religiosa, que llevan

los institutos religiosos.

74

Principales registros que deben llevarse y documentación a guardar según el

actual Código de Derecho Canónico y que hacen a la administración temporal de

la Iglesia, por tanto forman parte de los disciplinares.

Libros de inventarios

1283. Antes de que los administradores comiencen a ejercer su función:

1. Deben prometer solemnemente, mediante juramento ante el ordinario o su

delegado, que administrarán bien y fielmente.

2. Hágase inventario exacto y detallado, suscrito por ellos, de los bienes

inmuebles, de los bienes muebles, tanto preciosos como pertenecientes de algún

modo al patrimonio cultural, y de cualesquiera otros, con la descripción y tasación

de los mismos; y compruébese una vez hecho.

3. Consérvese un ejemplar de este inventario en el archivo de la administración, y

otro en la curia; anótese en ambos cualquier cambio que experimente el

patrimonio.

Obsérvese que en el último punto se habla de ejemplares múltiples, y que su

destino serán dos archivos distintos.

Libros de entradas y salidas

1284.…§2. Deben por tanto [los administradores]: …7. Llevar con diligencia los

libros de entradas y salidas. …

Escrituras y testimonios

1284. …§2. Deben por tanto [los administradores]: …9. ordenar debidamente y

guardar en un archivo conveniente y apto los documentos e instrumentos en que

se fundan los derechos de la Iglesia o del instituto sobre los bienes; y, donde

75

pueda hacerse fácilmente, depositar copias auténticas de los mismos en el archivo

de la Curia.

3.4 Sanciones del Derecho Canónico sobre Administración de Documentos y

Archivos

Luego de ver las obligaciones impuestas a los administradores en lo referido a

documentación y archivos, uno puede preguntarse sobre las penas que prevé el

CIC para aquellos que transgreden esas normativas.

Si bien toda la actividad de la Iglesia tiene su plena realización más allá de la

muerte, en la eternidad, las sanciones que pueden aplicar sus autoridades

transcurren en el orden temporal. Según la doctrina eclesial, el único que puede

juzgar en el más allá, y en su caso premiar o castigar, es Dios. Y es obvio decir

que a Dios, el CIC no lo rige.

1312. Las sanciones penales en la Iglesia son:

1. penas medicinales o censuras, que se indican en los cc 1331-

1333;

2. penas expiatorias, de las que se trata en el c. 1336.

Las penas medicinales o de censura (excomunión, entredicho y suspensión),

primordialmente tienden a corregir al pecador y moverle al arrepentimiento de sus

actos.

Las expiatorias, a reparar el daño causado por el pecado.

1336. §1. Además de otras que pudiera establecer la ley, las penas expiatorias,

susceptibles de afectar al delincuente perpetuamente o por un tiempo determinado

o indeterminado, son las siguientes:

76

1. la prohibición o mandato de residir en un determinado lugar o

territorio;

2. la privación de la potestad, oficio, cargo, derecho, privilegio,

facultad, gracia, título o distintivo, aun meramente honorífico;

3. la prohibición de ejercer los actos que se enumeran en el n. 2°, o

la prohibición de ejercerlos en un determinado lugar o fuera de un

lugar determinado, pero estas prohibiciones nunca son bajo pena

de nulidad;

4. el traslado penal a otro oficio;

5. la expulsión del estado clerical. …

Los cánones mas significativos en cuanto a delitos contra el patrimonio

documental eclesial son dos.

1377. Quien enajena bienes eclesiástico sin la licencia prescripta, debe ser

castigado con una pena justa.

1391. Puede ser castigado con una pena justa, según la gravedad del delito:

1. quien falsifica un documento público eclesiástico, o altera,

destruye u oculta uno verdadero, o utiliza uno falso o alterado;

2. quien, en un asunto eclesiástico, utiliza otro documento falso o

alterado;

3. quien afirma algo falso en documento público eclesiástico.

A este respecto, el CIC anterior era más severo. El canon 2360§1, ordenaba

excomunión reservada de un modo especial a la Santa Sede a quien falsificare

documentos de la Sede Apostólica y/o hiciese uso de ellos. Por su parte, el canon

77

2405 preveía excomunión simplemente reservada a la Santa Sede para quien

sustrajere, ocultare, adulterare o destruyere documentos de la Curia.

2405. Vicarius Capitularis aliive omnes tam de Capitulo, quam extranei, qui

documentum quodlibet ad Curiam episcopalem pertinens sive per se sive per

alium subtraxerint vel destruxerint vel celaverint vel substantialiter immutaverint,

incurrunt ipso facto in excommunicationem Sedi Apostolicae simpliciter

reservatam, et ab ordinario etiam privatione officii, beneficci, plecti poterunt.

La prescripción del delito no es sólo cosa de la legislación civil. El CIC también

prevé en su ordenamiento esta figura jurídica.

1362. La acción criminal se extingue por prescripción a los tres años;

1363. La acción para ejecutar la pena se extingue por prescripción si dentro de los

plazos establecidos en el c. 1362, computados desde el día en que la sentencia

condenatoria pasa a cosa juzgada no se ha notificado al reo el decreto ejecutorio

del juez, de que se trata en el c. 1651.

78

CAPÍTULO 4 ORGANIZACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE DOCUMENTOS.

4.1 El Archivo

Puede ser un término equívoco. En el lenguaje usual podemos distinguir por lo

menos cuatro significaciones básicas.

a) El edificio.

b) Las instalaciones.

c) El contenido

d) La institución o la sección de una institución.

El Diccionario de terminología Archivística del Consejo Internacional de Archivos 64

aborda tres elementos. “ 1) Conjunto de documentos sean cuales sean su fecha,

su forma y su soporte material, producidos o recibidos por persona física o moral y

por todo servicio u organismo público o privado, en el ejercicio de su actividad y

son, ya conservados por sus creadores o por sus sucesores para sus propias

necesidades y transmitidos a la institución de archivos competentes en razón de

su valor archivístico; 2) “institución responsable de la acogida, tratamiento,

inventariado, conservación y servicio de los documentos”; 3) “Edificio o parte del

edificio donde los documentos son conservados o servidos”.

Sin embargo para la archivística se hace necesario establecer un concepto que

de referencia plena; podemos tomar en consideración algunas de ellas:

SCHELLENBERG “son aquellos registros (documentos) de cualquier institución

pública o privada que hayan sido considerados ameritar (valorados) para su

preservación( conservación) permanente con fines de investigación o para

64 64 DICTIONARY OF ARCHIVAL TERMINOLOGY. Munich.1988.2a. edición p.22

79

referencia y que han sido depositados o escogidos (seleccionados) para

guardarse en una institución archivística.”65

Esta definición pude ser criticada en los siguientes niveles: carece del concepto de

organicidad y soslaya el carácter administrativo.

LODOLINI “el conjunto de documentos se forman en el ámbito de una persona

física o jurídica (o conjunto de oficinas o de órganos de ésta última) o aún

añadamos, de una asociación de hechos en el curso del desarrollo de su

actividad y, por tanto, ligados por un vínculo necesario, los cuales una vez perdido

el interés para el desarrollo de la actividad misma han sido seleccionados para la

conservación permanente como bienes culturales”66. Esta definición se refiere casi

exclusivamente al archivo histórico

Para simplificar aún más la idea y que ésta se haga más comprensible retomamos

los elementos que considera Cruz Mundet 67:

a) ¿Los componentes? : Documentos

b) ¿Quién los crea, produce o genera?: Cualquier persona física o jurídica.

c) ¿Cómo se forma? : Mediante el ejercicio de la actividad propia de esa

entidad.

d) ¿Para qué se producen?: por la gestión administrativa.

Desde un punto de vista sistémico,

Un archivo es un sistema de relaciones recíprocas entre documentos y grupos de

documentos68

65 SCHELLENBERG. T. R. Los Archivos Modernos. Principios y técnicas . La Habana Imprenta del

Archivo Nacional. 1958 p.42. Citado en CRUZ MUNDET. Op. Cit. p. 92 66 LODOLINI. “Questioni di base dell archivísica, en Resegna: Archivo del satato xxx. 1970. p. 355 67 CRUZ MUNDET, José Ramón . Manual de Archivística. Madrid: Fundación Germán Sánchez

Ramírez; Madrid: Pirámide, 1994, pp.94-95. 68 AMPUDIA MELLO, José Enrique. «Modelo técnico para la organización de archivos históricos».

En: Boletín del Sistema Nacional de Archivos, México, número 3, 1984, pp.3-12

80

Como curiosidad, inserto la particular concepción de archivo que, en otro contexto,

brinda Michael Foucault “Es el sistema general de la formación y de la

transformación de los enunciados”69.

Como función de los archivos podemos considerar lo que nos señala Aurelio

Tanodi70 : reunir; conservar, ordenar, describir y utilizar los documentos, más

breve aún Vicenta Cortés71 recoger, conservar y servir los documentos.

Después de haber revisado a los anteriores autores y para efectos de este trabajo

considero simplemente que un archivo es la estructura orgánica destinada recibir,

conservar y recuperar documentos de una administración pública o privada y/o

brindar información y servicio sobre ellos.

Para poder cumplir con lo anteriormente señalado, la tarea previa del archivista

será conocer y reconocer la institución de donde provienen los fondos

documentales; Ana Leonor Szlejcher, nos recomienda que se necesitará

interiorizarse de:

a) Historia, estructura orgánica y funciones del organismo productor;

b) Razón de la existencia de los documentos;

c) Legislación que rige la institución.

Y ante la multiplicidad de piezas documentales, necesitará:

1) Conocer a grandes rasgos la masa documental que ponen en sus manos.

Para ello elaborará un inventario previo. Así estará en condiciones también de

reclamar a las oficinas productoras por los traslados y transferencias de

documentación no realizados en término.

69 FOUCAULT, Michel. La arqueología del saber. Traducción de Aurelio Garzón del Camino. Siglo

XXI Editores, México, sexta edición, 1979, p. 221. 70 TANODI, Aurelio. El Concepto de Archivología Citado en Cruz Mundet. Op. Cit: p.95 71 CORTÉS ALONSO Vicenta, Archivos de España y América . Materiales para un manual. Madrid,

Universidad Complutense. 1979 pp.11-12

81

2) Agrupar lógicamente las unidades documentales según sus características

comunes. Es decir, establecer sus clases, clasificarlas.

3) Individualizarlas, con menor o mayor precisión, de acuerdo a esas

características comunes, mediante distintas operaciones de descripción.

4) Ordenar las unidades documentales. Para ello pondrá en orden las unidades de

conservación; y luego las instalará en los anaqueles de acuerdo con un plan.

5) Pensando en las necesidades futuras, deberá apartar lo documentación

necesaria de la superflua, mediante tareas de selección documental.

6) Brindar las condiciones necesarias para que la documentación se conserve en

buenas condiciones por el término necesario establecido, así sea un par de

años o para siempre.

7) Todo ello, para recuperar la documentación requerida en el momento

oportuno.72

Como podemos observar los siguientes puntos nos presentan algo muy semejante

al ”ABC” del quehacer archivístico desde el diagnóstico previo hasta las

funciones del servicio; sin embargo no deben ser tomadas como unilineales o

“recetas de cocina” porque cada archivo presenta características que lo

diferencian de otros; con esto trato de decir que no hay recetas infalibles.

72 cfr. SZLEJCHER, Ana Leonor. Organización de Archivos Vivos. CIDA, Córdoba, 1981.

82

4.2 El Documento

Son muchos los términos empleados a lo largo de la historia para referirse a este

concepto: diploma, acta-actum, instrumentum, scriptura, etc; o tomar su término

latino documentum que proviene del docere; en esta multiplicidad semántica nos

señala José López Yepes 73 tres elementos básicos enseñar, manifestar e

informar, otra definición un tanto más apegada nos la da Antonia Heredia “todo

registro de información independiente de su soporte físico”74

En los documentos que son objeto de los estudios archivológicos, encontramos

algunos elementos básicos y comunes.

1. Están originados en una actividad administrativa75.

2. Hay un soporte, generalmente papel.

3. Hay un mensaje, reflejado mediante signos convencionales.

4. Hay medios de fijación de esos signos convencionales, frecuentemente tinta.

Dentro de los archivos encontraremos documentos que, además de su carácter

administrativo, pueden dar lugar a derechos u obligaciones. Son los documentos

jurídicos, que pueden valer como prueba en juicio, aunque no fueran pensados

originariamente para ello dentro de estos últimos se destacan aquellos que

creados sobre soportes blandos (papiro, pergamino o papel), fueron escritos con

formalidades estrictas con el ánimo de dar testimonio de valor jurídico: son los

documentos diplomáticos, de éstos encontramos en los institutos religiosos, por

ejemplo, las actas de profesión religiosa o los nombramientos de superiores.

73 LÓPEZ YÉPEZ, José. Investigación Científica. Ciencias de la Documentación y Análisis

Documental. ARBOR, 1977n.381-382,p.91, citado en El Principio de Procedencia. M. Paz Martín Pozuelo Campillos. Universidad Carlos III de Madrid. Boletín Oficial de Estado. Madrid, 1996. p.91

74 HEREDIA HERRERA, Antonia. Archivística General. Op. Cit. p.87 75 Tomando administrativa en el sentido que da Tanodi en su Manual de Archivología, pp. 61- 62.

83

La necesidad de garantizar la autenticidad del documento, tanto en su contenido

como en su continente, dio origen a una serie de oficios y funciones.

Los secretarios que anotaban lo que se resolvía otorgaban validez al acto en sí.

En la antigua Roma se los conocía como notarius, de donde derivó en notario o

escribano. Ellos daban fe del hecho.

Otros funcionarios tenían en su poder los sellos que guardaban en una cajita,

llamada scrina. Por esa razón se los conoció como scrinarius, oficio conocido

actualmente como canciller. Ellos hacían guardar las formalidades necesarias para

que un documento no pudiera ser falsificado fácilmente.

Guardado el documento para tiempos futuros, fue necesario que algunos se

encargaran de su conservación y de ponerlos a disposición de la consulta cuando

fuera necesario. Como desde tiempos muy remotos los documentos no podían

salir del archivo salvo excepciones, los encargados de archivos tenían entre sus

funciones entregar una copia debidamente certificada. Ellos daban fe de la validez

de la copia, tarea que en algunas oficinas todavía siguen ejerciendo.

Finalmente podemos señalar que las características del documento son: soporte,

Información y registro; con características internas y externas, siendo las

siguientes: Características externas: Clase, Tipo, Formato, Cantidad y forma;

Características internas: entidad productora, orígenes funcionales, fecha y lugar

de producción y contenido sustantivo.76 .

A modo de síntesis, podremos establecer entonces que un documento es todo

objeto que lleve adherido un mensaje y que ésta adhesión permanezca luego del

momento de su emisión.

Sin embargo la función fundamental de los Archivos no gira sobre esta expresión

mínima de información; sino sobre el documento de Archivo.

76 SCHELLENBER. Técnicas descriptivas de documentos Córdoba, Argentina. Universidad

Nacional p17-19 Citado en CRUZ MUNDET. Op. Cit. p.100.

84

4.2.1 El Documento de Archivo

Cabe establecer como primer momento el concepto de Documento de Archivo;

Duchain nos dice “el sitio de un documento de archivo esta en el seno de un

proceso funcional del cual es un elemento, por mínimo que sea (...) nunca se le

concibe como un elemento aislado ... posee un carácter utilitario que sólo se hace

claro cuando ha conservado el puesto que le corresponde dentro del conjunto de

los demás documentos que lo acompañan” 77; una vez más se hace evidente la

necesidad de no perder el principio de procedencia y orden original; en este

mismo sentido nos señala Cruz Mundet “el respeto a la procedencia es, en

definitiva, un método que proporciona una base segura tanto para el trabajo de

clasificación como para la descripción de los fondos: todo lo obrado al margen del

mismo es arbitrario, carente de rigor, subjetivo y por consiguiente,

antiarchivístico”78

Vicenta Cortés enumera tres características o rasgos a partir de los cuales

adquiere su valor: « Unicidad, integridad y autenticidad» asegurando que si éstos

se pierden el valor de los documentos queda destruido.79

Considero que conviene una precisión mayor respecto del documento de archivo y

en la búsqueda de éstos, razón fundamental para entender más los documentos

que merecen ser conservados y el plazo de conservación, me encuentro a

Martín Paz80 y coincido con él en que son cinco los rasgos definidores del

documento de archivo y que precisan el papel que éste cumple en el enunciado

teórico del principio de procedencia; veamos algunas justificaciones:

77 DUCHAIN. Op.Cit. p. 72 78 CRUZ MUNDET. José Ramón Manual de Archivística Op. Cit. p. 238 79 CORTÉS ALONSO Vicenta, Manual de Archivos Municipales. Madrid, ANAUAD, 1989, p 58. 80 M. PAZ, martín Op.Cit.

85

1. “El contexto en el que es creado. Es sin duda, el rasgo diferenciador más

significativo, a tal punto que él solo bastaría ya para convertirlo en un ente

completamente diferente”81.

De esta manera, podemos afirmar que el valor informativo incluido en su

contenido documental quedaría desvirtuado si se separase de los motivos de su

génesis y más aún un documento aislado de su contexto puede convenirse en

algo incomprensible y perder completamente el valor inherente a su contenido, ya

que se pierde su carácter orgánico.

2. “Su unicidad. derivada no ya de otros aledaños de su génesis sino de su

génesis misma”82. Se podría decir, por establecer un paralelismo, del mismo modo

que no existen dos personas iguales, ningún documento es igual a otro. Un

vínculo entre ambos, hombres y documento, es en realidad lo que les confiere ese

carácter singular y diferenciador. A este respecto me permito confirmar que un

documento es único porque se refiere a un solo asunto en tiempo y forma.

3. Su autenticidad. “En su origen los documentos de archivo no son sino

herramientas de trabajo de la administración, hecho que sin duda les confiere la

categoría de auténticos, convirtiéndolos, pues, en testimonios fieles de momentos

y situaciones específicas”83. Como afirma Vicenta Cortés “este es un concepto que

no debe confundirse con la veracidad, un documento de archivo puede ser

auténtico y falso su contenido”84 para explicar este asunto de la falsedad; me

gustaría hacerlo por oposición; es decir por el asunto de verdad; entendiendo por

verdad aquello que señalaba Santo Tomás: La Verdad es la adecuación entre el

pensamiento y la realidad”; por tanto si el contenido del documento se apega a la

realidad es verdadero, sino falso.

81 IBIDEM. p.101 82 IBIDEM. p.101 83 IBIDEM. p.101 84 CORTÉS ALONSO Vicenta, Manual de Archivos Municipales. Madrid, ANAUAD, 1989, p 58.

86

4. “La heterogeneidad de su contenido y por tanto, la multiplicidad de su

información. Con independencia de la materia o asunto que trate, cuya riqueza

informativo-cultural es de alguna manera incalculable, un documento de archivo

aporta una información siempre indefinible y desde luego ajena al objeto de su

creación. Por otro lado su forma material específica y todas las formalidades que

de él se desprenden hacen del documento de archivo un tipo de documento donde

concurren determinadas especificidades que lo diferencian del estricto contenido

que éste tiene desde otras disciplinas” 85. De aquí me atrevo a mencionar por

ejemplo, lo problemas que se tiene para la definición de documento electrónico. Es

pues, el elemento que justifica la afirmación anterior acerca de la extensión de

este concepto.

5. “La necesidad de que cada uno de estos rasgos estén siempre presentes es

el último elemento definidor La ausencia de uno de ellos invalidaría el resto, o

dicho de otra manera el resto por sí solo, sin uno de estos rasgos, no bastaría

para calificar un documento como documento de archivo”86.

A partir de estos elementos planteo una definición práctica de Documento de

archivo, considerándola como toda información registrada en cualquier soporte,

generada y/o recibida y conservada como evidencia de las actividades, funciones

o atribuciones de una persona o institución y cuyas características básicas son

ser: único, auténtico, orgánico y seriado.

Además de todas estos elementos debe contemplarse el Principio de Procedencia

que persigue un fin último: la necesidad de que cada uno de ellos sea respetado

en un tratamiento posterior de los documentos, tratamiento que se inicia en el

momento en que el documento, cumplido su fin en el seno de la Institución que le

da el ser e inicia un viaje hipotético hasta reposar finalmente en el archivo

85 M. PAZ, martín Op.Cit., p. 102 86 IBIDEM. p.102

87

histórico. Desde el inicio de ese viaje hipotético, el documento será objeto de una

transformación sustancial en cuanto a sus valores y funciones siendo esto la

característica de un continuo del documento.

El documento debe conservar en sí mismo, más allá del tiempo, muestra de las

razones de su existencia; sólo de esta manera, todas las funciones adjudicadas al

archivo pueden ser, finalmente, cumplidas. En este sentido a pesar de que con el

paso del tiempo vaya adquiriendo valores que antes no tenía, el documento de

archivo debe en todo momento reflejar el cúmulo de circunstancias que le dieron la

vida; y que, nos da cuenta de ello en el Ciclo Vital del Documento .

4.3 El Ciclo Vital del Documento y la Administración de Documentos

En el destino de los Documentos, podemos reconocer tres etapas básicas,

conocidas como edades de los documentos, o ciclo vital de los documentos.

Distinguir esto es de suma importancia para las ciencias sociales y para las de la

administración; pero para la Archivonomía es una cuestión central.

Hay por lo tanto tres grandes etapas o edades dentro de ese Ciclo Vital. Algunos

las establecen por el uso: los de la primera edad tienen mucho uso, los de la

segunda edad menos, y los de la tercera casi ninguno.

Otros, por su potencialidad administrativa.

1. Fase de formación o corriente, con archivalía87 en potencia y utilización

administrativa en acto.

2. Fase intermedia, con archivalía en proceso de actualización y utilización

administrativa en potencia.

87 El concepto de archivalía lo abordaremos con mayor precisión más adelante; sin embargo

podemos adelantar su definición Archivalía son los conjuntos orgánicos de documentos provenientes de la actividad administrativa de una institución. VAZQUEZ, Manuel. Introducción a la Archivología. Guía de Estudios, tercera edición. Córdoba, 1996, p. 61, quien toma el concepto de TANODI, Aurelio. Manual de Archivología Hispanoamericana..

88

3. Fase de conservación permanente, constituida por materiales resultantes de un

previo descarte; con archivalía en acto y utilización social en acto.

Y otros, como Manuel Vázquez, por su vigencia administrativa.

Para ellos, la primera edad va desde el momento en que se planifica la

transacción (trámite particular) administrativa hasta que se resuelve la finalización

del trámite- (Momento de Planificación/Momento de Tramitación).

La segunda edad corre desde que entra en vigencia la resolución hasta la

prescripción de los derechos y deberes que pudieran desprenderse de ella.

(Momento de vigencia/Momento de Plazo Precaucional).

Al finalizar esta etapa, es cuando debe eliminarse la información superflua. Al

destruirse la información, el documento desaparece.

No hace falta la desaparición del soporte, como se ve en los documentos

informáticos. Lo esencial de este proceso de selección es la destrucción de la

información superflua, la que nos hace dejar de ver el bosque por contemplar cada

árbol. Parte o la totalidad de esa información destruida será reciclada y

reelaborada por medios estadísticos.

Los encargados de preseleccionar los documentos de valor permanente son los

profesionales archivísticos -lo harán en base a normas preestablecidas-, y los de

dar el veredicto final los peritos en historia y ciencias afines con la institución a que

pertenecen esos documentos.

Los documentos que pasen esta selección, son aquellos que por su valor cultural

tengan validez permanente y serán conservados en los archivos históricos como

patrimonio y como recurso para las generaciones futuras. Es la tercera edad de

los documentos.

89

Como podemos observar existe un principio de continuidad entre éstas tres

etapas; como vemos de manera más simplificada con el siguiente cuadro:

CICLO VITAL DEL DOCUMENTO

FASE FUNCIÓN DURACIÓN LOCALIZACIÓN VALORES

ACTIVA

documentación en

trámite; elaboración o

gestión del documento,

uso intensivo, vigencia

administrativa y

consulta frecuente

3 a 5 años archivos de oficina

o de gestión

administrativos

legales

contables

SEMI

ACTIVA

consulta esporádica.

documento tramitado,

motivo de recurso o

consulta como

antecedente.

va adquiriendo valor

histórico

evaluación para su

selección o expurgo

hasta 50

años

archivo intermedio

o de

concentración

administrativos

legales

contables

INACTIVA valor histórico conservación

permanente Archivo histórico

evidenciales

testimoniales

informativos

De aquí podemos convenir que la Administración de Documentos es el conjunto

de métodos y prácticas destinados a planear, organizar, dirigir y controlar la

producción, circulación, conservación, uso, selección y disposición final de los

documentos de archivo, con el propósito de lograr eficiencia y eficacia en su

manejo.

90

4.4 La Archivalía.

Como sabemos, la administración es el factor creador de documentos

administrativos. Sin embargo, cubierta la finalidad primaria del documento,

frecuentemente no se destruye. Se opta por conservarlos durante tiempos

prolongados.

¿Por qué? Es que la Ciencia necesita la conservación perdurable de dicho

material. Como el hombre necesita de la memoria para vivir, la sociedad requiere

de la documentación; porque los archivos son un elemento vital ya que en ella se

registra parte de su historia, se tiene referencia del presente y favorece la toma de

decisiones para proyectar el futuro.

Fundamentalmente hay dos grandes tipos de documentos de los que la ciencia

histórica y archivística se sirve: los que fueron realizados con intención histórica

(p.e. crónicas, memorias y otros relatos), y los que fueron realizados con fines

prácticos (p.e. administrativos, jurídicos). Y sin embargo, a pesar de no tener un fin

histórico, son los más confiables para el historiador, archivista o investigador.

Podemos aventurar aquí que la archivonomía tiene un objeto y un fin; es decir un

campo específico de investigación, donde El objeto debe ser investigado con un

fin determinado: procurar conocimiento por causas o establecer leyes universales,

o investigar una verdad, que lo logra mediante un Método; entendiendo éste como

principios teóricos y procedimientos prácticos, una vez aclarado el principio de

ciencia podemos abordar el campo de estudio.

La administración crea los documentos administrativos y los guarda durante sus

primeros tiempos. Los archivos los recogen, y si corresponde, aseguran su

conservación. Por ello, al conjunto del contenido de los archivos lo denominan

habitualmente archivalía.

91

Archivalía son los conjuntos orgánicos de documentos provenientes de la actividad

administrativa de una institución.88

Esto de conjunto orgánico es esencial a la noción de archivalía. El contenido de un

archivo es algo que fluye naturalmente de la actividad de una entidad. Si se pierde

la unidad entre la documentación que fluye y la actividad que la hace fluir,

habremos roto el hilo conductor de la información que contienen. Así como un

collar es mucho más que las perlas que lo componen, la archivalía es mucho más

que los documentos que la forman. Mucha información se ha perdido –aunque no

falte ninguna pieza documental– por querer reordenar los resultados de una

administración desordenada.

La palabra archivalía, etimológicamente es un neutro plural latino -archivalia-,

probablemente derivado de archivabilia, que significa “archivables” o “cosas de

archivo”. En alemán existe “archivalien”. Schellemberg, autoridad máxima en

archivología moderna, lo rescató. De allí llega al manual de Archivología de

Tanodi, que lo castellaniza como “archivalía”89

La archivalía nace de un trabajo administrativo: capturar, procesar, ordenar y

conservar información. Son tareas que se desarrollan desde las grandes

asociaciones hasta la más pequeña célula social. Todos estamos obligados a

guardar cierta documentación, aunque tan sólo se trate de impuestos pagados y

los documentos de identidad.

Los documentos administrativos nacen con vocación de archivalía –en mayor o

menor grado–, pero la concreción de esa vocación no depende de ellos sino del

discernimiento y reconocimiento social.

88 VAZQUEZ, Manuel. Introducción a la Archivología. Guía de Estudios, tercera edición. Córdoba,

1996, p. 61, quien toma el concepto de TANODI, Aurelio. Manual de Archivología Hispanoamericana..

89 IBÍD, p. 59.

92

4.5 Principio de Procedencia y Orden Original de los Documentos

Una vez que ya hemos definido parte del concepto de la archivalía abordaremos

el elemento medular de la archivística. El principio de procedencia y orden original

de los documentos, entendiendo por procedencia como aquél en que las series

documentales deberán ser respetadas en su producción original y en su

procedencia administrativa, (no confundir la procedencia con origen geográfico),

en otras palabras “garantizar el respeto y representación de la naturaleza y

características de la dependencia o entidad que ha generado los documentos de

archivo y el respeto al orden en que originalmente se produjeron” 90 ; vale decir

que este concepto no es tan simple debido a la escasa normalización de la

terminología archivística y por tanto no responde aún a un término ni a una única

definición; por ejemplo Duchein lo señala con el término respect des fonds y

entiende por él al “principio que consiste en mantener agrupados ( los fondos ) ,

sin mezclarlos con otros, los documentos que provienen de una administración, de

un establecimiento o de una persona natural o moral determinada”.91

El Consejo Internacional de Archivos en su Dictionary of Archival Terminology

después de definir la procedencia como “institución, Administración,

establecimiento, organismo o persona privada que ha creado, acumulado y

conservado documentos de archivo, en el curso y desarrollo de sus asuntos antes

de su transferencia a un centro de prearchivo o a un servicio de archivos” 92, lo

define como principio fundamental según el cual los archivos de una misma

procedencia no deben ser mezclados con aquellos de otra diferente.

90 Definición considerada en la reunión de COTECUCA celebrada el 8 de diciembre del 2005 para

analizar la ley de Archivos. 91 DUCHEIN, M “ La administración moderna de archivos y la gestión de documentos: El

prontuario RAMP; Programa General de Información y UNISIST. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura . Paris 1985 p. 69. Citado en La Construcción Teórica en Archivística: El Principio de Procedencia. M. Paz Martín – Pozuelo Campillos. Universidad Carlos III de Madrid. Boletín Oficial de Estado. Madrid, 1996.

92 DICTIONARY OF ARCHIVAL TERMINOLOGY, Provenance (procedencia) n. 365 p.121

93

Bajo este mismo esquema y siguiendo a Michel Duchain, José Ramón Cruz

Mundet en su Manual de organización de archivos municipales de Euscadi lo

considera como “el primer principio básico y preceptivo encaminado a respetar y

representar la naturaleza y características de la entidad que lo ha creado” 93.

Siguiendo este orden de cosas encontramos el segundo principio, siendo este el

de orden original de los documentos que nos indica “ el necesario respeto al orden

en que originalmente aquellos se produjeron”94.

Podemos concluir que la mayor parte de los autores coinciden en otorgarle un

doble valor o contenido al principio de procedencia y orden original de los

documentos, lo interesante se convierte en señalar si corresponden a un mismo

principio; teniendo entonces que el respeto al origen es el conjunto de

documentos que deben ser tratados como una unidad y el respeto a la estructura

de aquellos fondos y al orden original de los documentos en el interior de los

mismos; esto es que la documentación que produce cada una de las diferentes

unidades administrativas debe permanecer separada.

Podemos convenir entonces que estos dos enunciados derivan en significaciones

distintas sostenidas por diferentes conceptos que se reflejan en diferentes pasos

en el proceso de organización de un archivo.

93 CRUZ MUNDET, José Ramón . Manual de Organización de Archivos Municipales de Euscadi.

Instituto Vasco de Administración Pública. 1992, p.77 y IDEM. Manual de Archivística Madrid: Fundación Germán Sánchez Ramírez; Madrid: Pirámide, 1994, p.231.

94 IBIDEM.

94

4.6 Organización, Clasificación y Ordenación

4.6.1 Organización de Archivos. La organización debe ser concebida como una sistematización de los fondos

documentales,. Para cumplir con las tres funciones básicas de los archivos:

Recoger, Conservar y Servir la documentación.

Antonia Heredia lo separa en dos etapas :

Etapa prearchivística cuya función más importante es el recoger la

documentación.

Etapa archivística: dividida en dos grandes funciones: Conservar y Servir.

Para conservar se realizan trabajos de instalación, reproducción y restauración.

Para la organización: clasificación y ordenación

Para servir : la Descripción que consiste en la inventariación y la catalogación;

acompañados de la acción cultural, es decir la difusión o comunicación de la

información.

Veamos a continuación la simplificación de éstas actividades:

La etapa prearchivística o inicial:

Preparación: Comprende el conocimiento y valoración de la documentación (para

la organización y eliminación).

Génesis Documental: con miras a su simplificación.

Normalización de la Tipología Documental: Para efectos estadísticos, de control o

de denominación, para la programación y listados de expurgos, la transferencia y

canalización de las remesas, la coordinación entre servicios productores y el

95

archivo, la recogida y reclamación de la documentación e incluso la orientación y

el consejo para la compra de documentos.

Recepción: Pasiva en su inicio por parte del archivista en sus trámites de entrega

con hojas de remisión, que pasa a ser activa al efectuarse la comprobación de la

documentación recibida y testimoniarse con la entrega del registro de entrada.

Etapa Archivística:

La Conservación: seguridad y orden

Instalaciones: Edificio, Estanterías, instalaciones eléctricas

Organización Documental: Clasificación y Ordenación.

Servicio: Facilitar la información, mediante la descripción materializada en los

diferentes instrumentos o mediante consultas, simples localizaciones u

orientaciones, certificaciones, publicaciones, exposiciones, etc.

En realidad si un archivo no está organizado es como si no existiera, la

clasificación y la ordenación son operaciones fundamentales, que forman parte de

la tarea de organización y considero que son el núcleo de la archivística, la

columna vertebral.

Los Archivos son centros de servicio interno y externo de una institución. No son

depósitos de una masa inservible de papeles, ahora bien, para que un archivo

cumpla eficaz y eficientemente su propósito necesita de una adecuada

clasificación y de una buena ordenación. Sin estas opciones, como señala el

maestro Tanodi, los documentos se convierten en masas amorfas de papeles y

otros materiales que dificultan hasta hacer casi imposible saber lo que hay, y

encontrar lo que se necesita.95

95 TANODI, Aurelio. Introducción a la ordenación y Clasificación. p. 6 Córdoba.

96

Para no hablar de manera arbitraria, vayamos a la definición de los términos:

¿Qué se entiende por clasificar y ordenar?; en muchos autores se utilizan

indistintamente estos vocablos, incluso Heredia propone que “ordenar es clasificar

el material o a la inversa, clasificar es la acción de ordenar”96, Schellenberg, ya

había planteado la separación de los términos o de ambas operaciones97.

La ambigüedad en el uso de estos vocablos en los manuales y otros documentos

ha influido en la práctica archivística, pues en el momento de efectuar un trabajo

en algún archivo la aplicación de los conceptos ha generado, en vez de

organización, verdaderos desordenes, muy particularmente en el ambiente de

archivos eclesiásticos, porque una referencia es Simeone Della Sacra Familia que

siguiendo la tradición de la Escuela de Archivística del Vaticano usa la palabra

ordenación para definir las dos operaciones sin distinguirlas, sobrentendiendo que

la clasificación o titolario, es parte del ordinamento98

Quien aclara el tema de ordenación y clasificación archivística es Heredia quien

plantea concebir “estas dos operaciones como dos acciones distintas,

relacionadas entra sí y jerarquizadas, podríamos decir que es una sola tarea que

engloba ambas operaciones, iniciándose con el proceso de clasificación y

terminándose con la ordenación” 99.

Con el propósito de tener más elementos del debate podemos citar a otros

autores, como Marcelo Núñez, que nos dice que las dos operaciones

fundamentales que se deben practicar en los archivos para que sus fondos estén

bien ordenados son la clasificación y la catalogación, de aquí podemos

96 HEREDIA. Antonia. Op cit. p.175 97 SCHELLENBERG. Archivos Modernos Principios y Técnicas, Edición castellana de Manuel

Carrera Estampa, La habana 1958, ver Cap VII principios de clasificación y Cap XIV Principios de Ordenación.

98 DELLA SACRA FAMILIA, Simeone Breve Appunti. El Vaticano 1988 pp70-78 99 HEREDIA, Antonia. OP. Cit.p 178

97

desprender que no habla de ordenación como actividad indistinta con

características y métodos propios; sino que lo establece como una consecuencia

de la clasificación100;

En la clasificación de fondos-como señala Shellenberg- “la clasificación significa el

arreglo de los documentos de acuerdo a un plan ideado para tenerlos disponibles

al uso corriente”.101; pero esta situación nos abre el debate si la clasificación es

una actividad a priori o a posteriori, debate en el cual no es asunto de este trabajo,

lo importante a señalar es que “clasificar es dividir o separar un conjunto de

elementos estableciendo clases, grupos o series, - agrupar por semejanzas

separar por diferencias- de tal manera que dichos grupos queden integrados

formando parte de la estructura de un todo… y cada grupo es susceptible de

subdivisiones”102

Heredia determina: “Clasificar es separar o dividir un conjunto de elementos

estableciendo clases o grupos, ordenar –el subrayado es mío- es unir todos los

elementos de cada grupo siguiendo una unidad-orden que puede ser la data, el

alfabeto, el tamaño o el número…la clasificación es aplicable a la totalidad de un

fondo o a las secciones de ese fondo, pero la ordenación ha de realizarse sobre

los documentos de cada serie.”103

Heredia retomando a Shellenberg nos presenta siete principios de clasificación de

donde podemos rescatar el primero que señala: “la clasificación es anterior a la

ordenación;”104así como, nos dice que en la clasificación de fondos se puede partir

de tres elementos:

100 NUÑEZ, Marcelo., Manual Teórico-Práctico del Archivero. Madrid. 1947. 101 Citado por Antonia Heredia. En Archivística General Teoría y Práctica p. 186 102 HEREDIA. Op. Cit. p.186. 103 IBIDEM. p. 183. 104 IBID. p.193

98

a) Las acciones a las que los documentos se refieren en su contenido,

según las atribuciones del organismo. (Shellenberg, le llama

funcional)

b) Estructura Orgánica de la Institución, subdividida en dependencias

que producen los documentos.

c) Los asuntos concretos o materias que testimonian los documentos.

Por último, en el caso de los archivos eclesiástico, me adhiero al criterio de

Heredia quien recomienda la clasificación por funciones porque es más común

que las funciones permanezcan en cambio un organismo es efímero; aunque para

el caso de la Iglesia Católica es una Institución que a lo largo de casi 2000 años

ha permanecido casi sin cambios y muy específicamente para el caso de archivos,

las recomendaciones que se hicieron en la Breve Cum Inter. Gravísimas del 15 de

junio de 1565 en la que se encomendaron al Cardenal Amulio el Archivo General

y que se debiera reunir en el Palacio Vaticano; y este reunió los libros

sacramentales por función.

En un lenguaje más coloquial podemos decir que la regla de oro de la

organización Es un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar; con la

clasificación se establece el lugar para cada cosa, mientras que ordenar significa

colocar cada cosa en su lugar; siendo ésta una de las principales tareas del

encargado de los archivos ; es decir, favorecer el acceso a los documentos ; para

lograr esto, nos debemos apoyar en los instrumentos de descripción, que son

producto de dos acciones previas, la clasificación y la ordenación; estos dos

conceptos representan algunas complicaciones en su significado, el maestro

Tanodi propone: “La ordenación es la actividad de poner en orden los documentos

y el método principal es una buena clasificación”105; empero esta definición no

105 TANODI, A. Introducción a la Ordenación y Clasificación “Archivística” PNUD Capacitación a

Distancia, Santiago de Chile, 1981-1982 p.8 Citado de Antonia Heredia. Archivística General Teoría y Práctica. Publicación de la Excelentísima Diputación Provincial de Sevilla. Cuarta Edición 1989. ISBN 84-7798-008-X p.175

99

recoge totalmente los elementos a cubrir, por tanto vayamos a interpretar esto por

partes.

4.6.2 Clasificación

Para abordar este concepto me gustaría partir desde la lógica, en la cual se puede

distinguir:

Operación que tiene por objeto mostrar los géneros en los que están contenidos

las especies.

Consiste en agrupar los objetos por su semejantes y en separarlos por sus

diferencias.

Esto es el objeto está compuesto de una especie lógica, siendo ésta la que se va

a definir, un género próximo y una diferencia específica; por ejemplo:

El hombre es un animal racional.

Especie El hombre

Género Próximo Animal

Diferencia Específica Racional

La cópula se establece por las conjugaciones del verbo ser en indicativo.

En este mismo contexto se mueve la archivística en términos generales al

señalarla como:

• Operación que agrupa los expedientes semejantes y al mismo tiempo, los

separa en sus diferencias.

• La separación está sustentada en un principio genético, de origen orgánico

y funcional.

Apartándonos un poco del campo de la lógica filosófica y volviendo a la tarea

fundamental del archivo y por ende del archivísta podemos para fines prácticos

100

tomar en consideración lo señalado por la maestra Heredia “La clasificación va

unida a la idea de separar, la ordenación con la idea de unir “... Clasificar es

separar o dividir un conjunto de elementos estableciendo clases o grupos; ordenar

es unir todos los elementos de cada grupo siguiendo una unidad - orden, que

puede ser la data, el alfabeto, el tamaño o el número ...la clasificación es aplicable

a la totalidad de un fondo o a las secciones de ese fondo; pero la ordenación ha

de realizarse sobre los documentos de cada serie.”106

Todo esto sin olvidar el carácter o características de los documentos:

• Unicidad: son únicos a diferencia de otros como los libros o revistas que

son múltiples.

• Orgánicos: son parte de un todo estructurado, deben su existencia a una

persona o institución que los produjo y solo alcanzan sentido

relacionándose entre si.

• Seriados: se producen uno a uno y se van acumulando de modo natural en

los archivos, formando series.

Podemos entonces concluir lo siguiente, hablar de cuadro de clasificación es, casi

un sinónimo de enunciar qué es, en realidad, un sistema de clasificación, pues en

esencia, éste representa el total de circunstancias a cerca de las cuales hemos

querido representar una escala de valores, concediendo a cada una de estas

circunstancias un grado de importancia diferente a las demás a partir de nuestras

consideraciones; reflexiones que derivan del análisis de las necesidades que nos

obligaron a construir el cuadro de clasificación.

A este respecto Michel Roberge considera la concepción de un cuadro de

clasificación como una estructura jerárquica y lógica que refleja las funciones y

actividades de una organización, funciones que generan la creación o la recepción

de documentos. Se trata, en suma, de un sistema que organiza intelectualmente la

106 HEREDIA. Op. Cit. p.183

101

información y que permite situar los documentos en sus relaciones para constituir

lo que se llama generalmente expedientes. El sistema de clasificación es un

instrumento que establece un modelo de información.107

Como ente real que posibilita la clasificación, el cuadro, debe reflejar estrictamente

la realidad institucional, entendiendo por ésta, no sólo su realidad teórico-

hipotética sino más exacta y concluyentemente, la verdadera realidad de su

existencia. En términos de Carmen Cayetano108, debe ser como el agua de un río,

contener en él la capacidad de cambio continuo, al efecto y en extremo predecible,

a la cambiante organización del orden social y consecuentemente de la

organización institucional que pretende más que retratar reflejar. Así, no sólo

habrá de captar la realidad del momento, sino las circunstancias que dieron lugar

a esa realidad y por otra parte predecir, en la medida de lo posible, los futuros

trastornos que de tal realidad puedan derivarse posteriormente. Para ello, de

ninguna manera podrá utilizar elementos aleatorios sino datos exactos y puntuales

de realidades implícitas en la legitimación del orden que, por establecido, no es,

sin embargo, definitivo.

Convirtiéndose así el cuadro de clasificación en el instrumento fundamental de la

archivística, y el punto de partida de su propia praxis; en consecuencia, siguiendo

la metáfora río es solamente instrumento fundamental del archivista sino, al mismo

tiempo, el instrumento de conocimiento general.

Concebimos entonces el cuadro de clasificación como el producto intelectual que

nos obliga a analizar en su forma y en su contenido cada uno de los criterios, así

como la metodología en él necesariamente implícitos. Al mismo tiempo, puesto

107 ROBERGE, Michel, «Le systeme de classification des documents admitiistratifs. Actes de les

scgones lornades d’Arxivistica de Catalunya», Andorra la Bella, 28 de abril-1 de mayo 1989, Revista Catalana de Arxivistica. Lligall 2, (1990), p. 14.; citado en Martín Paz.

108 CAYETANO. Carmen, Revista Catalana de Archivística, Lligall 2 (1990), p. 126. y recordar el concepto de Devenir de Heráclito de Efeso cuando señala que “no puedes bañarte dos veces en las mismas aguas”

102

que debe servirnos fundamentalmente como un instrumento de conocimiento

general, debe incluir el número de datos suficientes para identificar el orden

institucional.

Esta última característica nos lleva a orientar sus niveles lógicos de agrupación,

siendo éstos el fondo, la sección y la serie, tomando en consideración la norma

internacional ISAD-G 109.

Entendemos por Fondo, como lo señala Heredia “la idea de Fondo va unida a la

totalidad de los documentos producida y recibida por una institución o persona y

conservada por dicha institución o persona. Esta documentación puede estar hoy,

al cabo del tiempo, organizada o no, y aún dispersa, pero constituye por sí una

unidad, independientemente de otros fondos,” 110 simplificando un poco la

definición podemos señalar al Fondo como el conjunto de documentos producidos

orgánicamente por una persona física o moral en el ejercicio de las actividades y

funciones de ese productor.

Respecto de la sección Vicenta Cortés nos dice que “son las agrupaciones

documentales reunidas en atención a su origen integradas por los papeles

procedentes de una institución o división administrativa importante con una

organización y fines conocidos” 111 y Heredia continúa separando orgánicamente

una institución al decir: “podrá identificarse o no con un fondo documental. De tal

manera que puede estar constituida por los documentos producidos por cada una

de las dependencias con personalidad y funciones propias que integran una

institución;”112 tomando en cuenta éstas definiciones podemos considerar a la

109 En 1989 se crea una mesa de estudio con el fin de crear una normatividad para estandarizar la

descripción de los archivos. En 1993 se adoptó la Norma Internacional General de Descripción Archivística.

110 HEREDIA. Op.Cit. p.227 111 CORTÉS, Vicenta. Observaciones sobre los Archivos en Archivos de España y América.

Materiales para un Manual. Universidad Complutense, Madrid 1979, p. 51 Citado en Antonia Heredia Op, Cit. p. 227

112 HEREDIA Op.Cit. p.227

103

sección como a la subdivisión del fondo que contiene un conjunto de documentos

relacionados que corresponden a subdivisiones de funciones administrativas de

las oficinas u organismos que los originaron.

La serie a este respecto Heredia nos dice que “ cada sección o subsección a su

vez está integrada por documentos agrupados en series , como resultado y

testimonio de actividades concretas. Cada serie documental suele responder a

una misma tipología documental e incluso a unos asuntos o materias similares.”113

simplificando éstas definiciones, señalamos a la serie como aquellos documentos

organizados de acuerdo con el procedimiento administrativo o conservados como

una unidad porque son el resultado de la misma gestión o procedimiento, o de la

misma actividad, que tienen una misma tipología, o debido a cualquier otra

relación derivada de su creación, recepción o utilización.

4.6.3 La Ordenación.

En el cumplimiento de sus funciones una institución produce documentos, como

un proceso natural éstos se producen orgánicamente al cumplimiento sus

funciones administrativas; entones pues el archivísta debe plasmar la

sistematización y clasificación del fondo; por tanto la ordenación, como tarea

seguirá a la clasificación o se dará de manera simultanea de tal suerte que se

facilite el acceso a los documentos o expedientes; Heredia nos dice “ un

determinado documento o expediente ... ha de estar debidamente clasificada y

dentro de su clase convenientemente ordenada”114 podemos entonces concluir

entonces que la esencia de la ordenación está en la unidad, en unir los elementos

o unidades de un conjunto relacionados unos con otros (clasificados) de acuerdo a

una unidad orden y aún más afirmación de Heredia “la clasificación es aplicable a

113 IBIDEM. 114 IBIDEM. p.182

104

la totalidad de un Fondo o a las secciones de ese fondo, pero la Ordenación ha

de realizarse sobre los documentos de cada serie.”115

Por lo que anteriormente hacía referencia, puedo concluir que Ordenar es la

operación de unir los elementos o unidades de un conjunto relacionándolos unos

con otros de acuerdo a una unidad-orden establecida de antemano, en el asunto

que nos compete los elementos serán los documentos o las unidades archivísticas

dentro de las series.

Los diferentes tipos de ordenación reciben su nombre de la forma en que

determinamos su orden:

a) Ordenación Cronológica. Como señala Heredia, “no hay elemento más estable

que la data de un documento cuando ésta está expresa” y nos señala tres clases

de fechas cronológica, tópica e histórica; la cronológica sitúa a los documentos en

el tiempo y con relación a ella los documentos son colocados uno detrás de otro,

esta referencia se realiza a partir de: año, mes y día.

El Orden de los expedientes responderá al orden de las diferentes etapas del

procedimiento administrativo de que se a testimonio el expediente y variará según

dichos procedimientos.116

b) Ordenación Alfabética. Se ordenan los documentos siguiendo el abecedario de

las iniciales de las voces escogidas como representativas y están relacionadas

con su contenido documental, la persona a la que se refieran o bien de la que

proviene o a la que va dirigida o de los lugares

Este proceso de ordenamiento se relación con la archivación; archivar significa el

acto de guardar los documentos en las respectivas carpetas y lugares. existen tres

sistemas para archivar: el directo, el indirecto y el semi-indirecto, que son

115 IBIDEM p.183 116 IBIDEM p. 205.

105

explicados a continuación:

a) Sistema Directo: es cuando el archivado o la consulta pueden hacerse

directamente sin auxilio de índice o cualquier otra referencia. Es el caso del

método alfabético, que no requiere de ningún tipo de diccionario o índice para el

archivado o la consultas.

b) Sistema indirecto: es cuando el archivado o la consulta dependen de un índice

que debe ser consultado. Es el caso del método numérico, en el cual el número

001 significa cartas enviadas, 002 cartas recibidas, 003 cliente tal, 004 cliente

cual, etcétera..

c) Sistema semi-indirecto: es cuando el archivado y la consulta pueden prescindir

del índice, pero exigen una tabla que está siempre a mano del archivador.

Conviene recordar que un sistema es un conjunto de partes interrelacionadas cuyo

fin es alcanzar un determinado fin es alcanzar un determinado objetivo, mientras

que el método es la manera de proceder para alcanzar ese objetivo; por tanto no

debemos perder esta ótica..

Respecto de los criterios de ordenación me permito señalar algunas

recomendaciones que nos da Teodoro Shellenberg para hacer uso efectivo de los

materiales archivísticos “… dará prioridad a las necesidades del historiador y a las

necesidades de otros científicos, pero obviamente también debe conservar los

documentos que tienen un interés vital para el biógrafo, para el estudiante de

historia local y el anticuario. Sin embargo, no debe preservar los documentos para

usuarios que sean improbables, (…) pues quienes no usan los documentos

intensamente en el ejercicio normal de sus profesiones, lo más probable es que

tampoco empleen los materiales archivísticos que se relacionan con ellos”117.

117 SHELLENBERG. Op Cit. p.186

106

Los documentos públicos pueden tener un significado colectivo e individual, los

valores de investigación se derivan de la importancia que se le añade a los

documentos, no de los informes de un solo artículo, según lo ha señalado

Shellenberg y lo he señalado anteriormente en la parte de Archivalía “Los

documentos tienen significación colectiva si la información que contienen es útil

para estudios de los fenómenos sociales, económicos, políticos o de otra clase,

que sean distintos a los fenómenos relativos a los individuos y a las cosas.”118

Y al respecto de los documentos que se refieren a personas está en relación a la

importancia de una persona o de las cosas mientras más importante sea la

persona o la cosa más importante será el documento que se refiera a ellas y en

este sentido vuelve a señalar Shellenberg “…(los) documentos pueden tener

valores sentimentales por motivos por su relación con héroes, (…) pero los

archivistas deben ejercer su sentido de proporción o criterio al juzgar los valores

sentimentales” 119

Por tanto, la decisión debe ser tomada por cuestiones de eficiencia y de eficacia

dependiendo necesariamente del tipo de usuario o institución, con el fin de

asegurar las funciones básicas de los archivos: recoger, conservar y servir,

pudiendo ser ésta se acuerdo a los siguientes criterios o tipos de ordenación:

cronológica, alfabética, numérica y otras dependiendo de las necesidades, por

ejemplo:

118 IBIDEM p. 186 119 IBIDEM p. 187

107

PRINCIPIO DE RESPETO A LA ORDENACIÓN ORIGINAL

ARCHIVO CORRIENTE (DE TRÁMITE)

SUBSECCIÓN SERIE ORDENACIÓN

ECONOMÍA

Alimentación Vestido Vivienda

Transporte Fabrica

Servicios

•Numérica •cronológica •Alfabética

(Onomástica)

LEGISLACIÓN

Constitutivas Poderes y

Representaciones Actas Internas

•Cronológica •Alfabético •Alfabético

4.7 La Descripción.

Entiendo por identificación al proceso de investigación y sistematización, previo a

la clasificación y a la ordenación, de las categorías administrativas y archivísticas

en que se sustentan la estructura o de un grupo documental o fondo120 y

Shellenberg, lo explica como el conjunto de anotaciones o símbolos auxiliares y

que permiten la ubicación de un fondo.

Por lo tanto es importante que todos los archivos desarrollen un Programa

Descriptivo, o sea, una política institucional, fundamentada en normas nacionales

120 A este respecto véase, Hacia un Diccionario de Terminología Archivística. Archivo general de la

Nación. Colombia 1997.

108

o internacionales que planteen un procedimiento homogéneo para la síntesis de

cada unidad documental, de manera que se le facilite al usuario el acceso a la

documentación custodiada. El programa descriptivo consistirá en normas que

serán diseñadas dependiendo del contenido del fondo documental y la capacidad

y disponibilidad del archivista.

Para realizar un programa descriptivo debemos tomar en cuenta cuatro elementos

fundamentales:

1. la descripción de los documentos debe ser concreta, breve y contener las

ideas básicas,

2. se deben describir factores internos y externos,

3. se adoptará una sola política descriptiva para todo el fondo y,

4. se desarrollará el sistema descriptivo de manera que el usuario pueda

buscar por sí solo la información (ficheros, bases de datos, catálogos,

etc…) sin depender del archivista.

Lo anterior es alcanzado a través de distintos instrumentos descriptivos como

guías, inventarios, índices y catálogos. Estos instrumentos tienen una doble misión

que consiste en crear un contexto que permita orientar al usuario que ingresa por

primera vez a un archivo y facilita la búsqueda a los que ya lo conocen, además

permiten al archivista conocer el contenido, cantidad y series que custodia,

además de su localización en el espacio físico.

La descripción documental es una actividad archivística que debe ser realizada en

forma conjunta a la ordenación con el fin de ayudar en la consulta tanto a usuarios

externos como a la administración productora y para facilitar al archivista el control

y administración de la documentación.

Podemos definir descripción como aquel proceso que busca transmitir la

información y los rasgos más sobresalientes presentes en un documento a través

109

de una idea general, producto del análisis y la síntesis, que nos permitirá ver sus

partes o propiedades por medio de palabras y términos normalizados.

De esta manera el archivista, al iniciar el proceso de descripción en un fondo

documental, debe seguir ciertos pasos esenciales, como la recolección del

material, su debida clasificación, y un análisis que permita determinar tanto su

valor archivístico como su origen.

Estos pasos son importantes porque nos permiten conocer el documento y la

institución productora y a la vez determinar las características internas y externas

más sobresalientes, las cuales son indispensables para una buena descripción de

las series documentales.

Una vez realizado este análisis se debe trasladar la información contenida en los

documentos a un sistema descriptivo global, que sea sencillo y de fácil manejo,

para que el usuario pueda tener una noción clara del origen del documento, su

contexto, procedencia, clase y tipo documental, contenido, formato, soporte y los

modos en que puede recuperarse y ser consultado.

Finalmente estos sistemas descriptivos deben ser publicados y sujetos a un

programa de difusión amplio a través de revistas especializadas o bien por medio

de su distribución a usuarios potenciales, archivos o bibliotecas que nos sirvan de

referencia.

Por lo tanto, es importante que todos los archivos desarrollen un Programa

Descriptivo, o sea, una política institucional, fundamentado en normas nacionales

o internacionales que planteen un procedimiento homogéneo para la síntesis de

cada unidad documental, de manera que se le facilite al usuario el acceso a la

documentación custodiada. El programa descriptivo consistirá en normas que

serán diseñadas dependiendo del contenido del fondo documental y la capacidad

y disponibilidad del archivista.

110

Para realizar un programa descriptivo debemos tomar en cuenta cuatro elementos

fundamentales:

la descripción de los documentos debe ser concreta, breve y contener las ideas

básicas, se deben describir factores internos y externos, se adoptará una sola

política descriptiva para todo el fondo y, se desarrollará el sistema descriptivo de

manera que el usuario pueda buscar por sí solo la información (ficheros, bases de

datos, catálogos, etc…) sin depender del archivista.

Lo anterior es alcanzado por el archivista a través de distintos instrumentos

descriptivos como guías, inventarios, catálogos e índices. Estos instrumentos

tienen una doble misión que consiste en crear un contexto que permita orientar al

usuario que ingresa por primera vez a un archivo y facilita la búsqueda, además

permiten al archivista conocer el contenido, cantidad y series que custodia,

además de su localización en el espacio físico.

Las guías nos permiten describir el fondo a nivel general reflejando sus secciones

y temáticas, facilitando información como procedencia, origen funcional, fechas

extremas, formatos, volumen, formas e indicando el contenido de las series.

Los inventarios son instrumentos que se levantan una vez que la documentación

esta organizada y ordenada, en ellos se incluyen la procedencia, el origen

funcional, la clase y tipo documental, las fechas, formatos, volumen, además de

una descripción que puede ser a nivel de serie, cuyo detalle queda sujeto a la

disposición del archivísta y permite realizar recuentos del fondo y garantizar la

permanencia y recuperación fácil de la organización natural de los documentos a

través de la signatura topográfica.

El índice es un instrumento que brinda información en forma extensiva la cual nos

permite localizar diversos datos de tipo geográfico, onomástico, o cronológicos

entre otros. Este instrumento le permite al usuario localizar en forma directa por

111

medio de palabras de personas, lugares o temas que lo remitirá a una signatura

topográfica.

Por último, se encuentran los catálogos que ponen su atención en el contenido del

documento a un alto nivel de detalle, centrándose en la procedencia, fechas,

lugares, personas y asuntos que figuren en él. En éste instrumento la descripción

es pieza por pieza, con información substancial exhaustiva, tanto de sus

caracteres internos como externos. 121

La Lista de Remisión es un instrumento que está ganado mucha aceptación en el

campo archivístico eclesiástico, por ser un instrumento muy sencillo el cual

proporciona información concreta, junto a una fácil adaptabilidad a cualquier tipo

de archivo. Se compone de un número de orden que indica la cantidad de

documentos custodiados por una serie, la signatura que lo ubica en el espacio

físico, una casilla para contenido en donde se anota un resumen del documento,

otra casilla para anotar las fechas extremas y finalmente una en donde se indica el

número de folios.

La Lista de Remisión tiene la gran ventaja de ser modificada de acuerdo a las

necesidades del fondo o con aquellas características que el archivista desea

manifestar.

Otro instrumento descriptivo que ha surgido a nivel mundial es la Norma

Internacional General de Descripción Archivística ISAD (G), la cual consiste en un

conjunto de reglas generales encaminadas a asegurar la creación de descriptores

coherentes, apropiados e inteligibles por sí mismas. También pretende facilitar la

recuperación y el intercambio de información entre archivos, normalizar los

encabezamientos autorizados y posibilitar la integración de descriptores de

diferentes archivos en un sistema unificado de información.

121 CORTÉZ Alonso, Vicenta. 1991. Necesidad y Condiciones de un programa descriptivo de

archivos en nuestros días. En: Archivística, Cesar Gutiérrez compilador, Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, Perú.

112

La idea de emplear esta norma es que pueda ser aplicada a las descripciones de

documentos sin tomar en cuenta la naturaleza o volumen de la unidad de

descripción con el fin de constituir la descripción de cualquier unidad a través de

varios niveles de manera que se represente el fondo desde lo mas general a lo

específico informándonos bajo que circunstancias surgen los documentos y en

forma muy general cual es el tipo documental que generó.

La ISAD-G es en la actualidad uno de los instrumentos descriptivos más

recomendados por los organismos internacionales, cuyo objetivo básico es

proveer un medio que nos indique cual es la institución productora, bajo que

contexto surge, que tipos de documentales produce y proveernos de una visión

general y multinivel de la institución.

En la medida en que alcancemos un grado de detalle en la descripción de los

fondos aumentaremos la consulta de nuestros archivos, porque el usuario al ver la

facilidad con que accede a la documentación consultará más el archivo y con base

en su información generará conocimiento y tomará decisiones.

Debe quedar claro la importancia de esta actividad archivística dentro de nuestro

quehacer profesional porque consideramos que un archivo está vivo en la medida

en que sea consultado y para que ello ocurra deben existir instrumentos

descriptivos que orienten e informen a los usuarios el contenido de la información

almacenada en nuestros depósitos. 122

122 NORMA INTERNACIONAL GENERAL DE DESCRIPCIÓN ARCHIVÍSTICA, ISAD-G. Ministerio

de Educación Cultura y Deporte. Madrid. 2000.

113

La descripción en documentos particulares

La documentación de origen particular forma parte de los archivos por que son

creados o reunidos por una organización o individuo en el ejercicio de sus

funciones o como producto de su creatividad, y el cual fue transferido a un archivo

para su conservación permanente por su valor histórico.

4.8 Estudio Preliminar

Esta primera fase fue indispensable para conocer en forma global las funciones y

actividades que se realizan en el área o áreas donde se va a actuar. Con base en

él “...se puede definir la estrategia global para el levantamiento de información,

identificando las fuentes de la misma, actividades por realizar, magnitud y

alcances del proyecto, instrumentos requeridos para el trabajo y en general, prever

las acciones y estimar los recursos necesarios para efectuar el estudio”.123

Nuestra fuente de Información fueron las áreas de trabajo; es decir, las parroquias,

las casas y los documentos, así como las personas involucradas en el manejo de

la información y de datos.

Entre las más representativas se pueden mencionar:

• Diferentes archivos de la provincia:

• Personal operativo cuyas opiniones y comentarios fueron de gran ayuda,

puesto que ellos tienen a su cargo las actividades rutinarias, por lo que

pueden detectar limitaciones o divergencias en relación con otros puntos de

vista o contenido de documentos.

123 REYES PONCE, Agustín. Administración de empresas. Ed. Limusa. México 1990. p.180

114

Los pasos que se dieron para la elaboración del estudio son los siguientes:

Preparación del Proyecto:

Aquí se recabaron los elementos preliminares para llevar a cabo el estudio, se

preparó el documento de partida para concretarlo, el cual quedó integrado por:

-Resultados o beneficios que se esperan obtener en cuanto a mejorar el

funcionamiento en la organización de sus archivos y los

servicios, clima organizacional y relaciones con el entorno.

-Alcance: es decir, el área de aplicación que cubre el estudio en términos de

ubicación en la estructura orgánica y/ o territorial de la Provincia.

-Recursos: requerimientos humanos, materiales y tecnológicos necesarios para

desarrollarlo.

-Costo: estimación global y específica de recursos financieros que demanda su

ejecución.

-Estrategia: ruta fundamental necesaria para orientar los recursos de acción y

asignación de recursos.

-Información complementaria: material e investigaciones que pueden servir como

elementos de apoyo, es decir, de investigación documental; ésta técnica permitió

la selección y análisis de aquellos escritos que contienen datos de interés

relacionados con la investigación. Para ello se estudiaron documentos tales como

bases jurídico-administrativas, diarios oficiales, actas de reuniones, circulares,

oficios y todos aquellos que contenían información relevante para el estudio.

Se aplicó una encuesta con entrevistas personales, con base en una guía de

preguntas elaborada con anticipación y mediante un cuestionario, a fin de que las

entrevistas tuvieran un contenido homogéneo.

115

Observación directa .

Este recurso se empleó en el área física donde se desarrolla el trabajo de la

organización. A partir del análisis de la información recabada se pudo sostener

pláticas con algunas de las personas que prestan sus servicios en estas áreas

para complementarla o afinarla.

Integración de la información.

Una vez que se contó con la información de las áreas involucradas en el estudio,

se ordenó y sistematizaron los datos a efecto de poder preparar su análisis.

Análisis de la información

Se realizó un estudio o examen crítico de cada uno de los elementos de

información o grupos de datos que se integraron con el propósito de conocer su

naturaleza, características y comportamiento, sin perder de vista su relación,

interdependencia o interacción interna y con el ambiente, para obtener un

diagnóstico que refleje la realidad operativa.

Un enfoque muy eficaz en el momento del análisis de los datos consistió en

adoptar una actitud interrogativa y formular de manera sistemática seis

cuestionarios fundamentales:

• ¿Qué trabajo se hace?

• ¿Para qué se hace?

• ¿Quién lo hace?

• ¿Cómo se hace?

• ¿Con qué se hace?

• ¿Cuándo se hace?

• Después de obtener respuestas claras y precisas para cada una de las

preguntas anteriores, se procedió a un nuevo interrogatorio planteando la

116

pregunta ¿por qué?. Las nuevas respuestas dieron la pauta para formular el

manual y las medidas de mejoramiento administrativo.

Elaboración del informe

Para entregar los resultados del estudio fue necesario redactar un informe, en el

que además de exponer las razones que llevaron a obtenerlos, se incorporó la

información estratégica del proyecto que le permita al Consejo la toma de

decisiones oportuna y correcta.

El informe consta de los siguientes elementos:

Introducción: resumen del propósito, enfoque, limitaciones y el plan de trabajo.

Parte principal o cuerpo: sección donde se anotaron los hechos, argumentos y

justificaciones.

Conclusiones y recomendaciones.

Apéndices o anexos: inclusión de gráficas, cuadros y demás instrumentos de

análisis administrativo que se consideraron elementos auxiliares para apoyar la

propuesta y recomendaciones.

117

Diagnóstico por Áreas:

El Domicilio Legal: Bahía de Mangueira 73 esq. Ejército Nacional. Col. Verónica

Anzures. Parroquia de Nuestra Señora Reina de la Paz.

En este lugar se encuentra resguardada toda la documentación referente a

cuestiones legales; es decir las relaciones administrativas que se mantienen con

las Secretarías de Gobernación, Relaciones Exteriores y Hacienda.

La Documentación se encuentra ordenada cronológicamente y se encuentra

almacenada indistintamente sin separar por asuntos, lo que dificulta su tiempo de

búsqueda; los niveles de conservación son buenos, porque los muebles que

almacenan la documentación más antigua son de madera de cedro rojo y por

cuestión natural no permite el desarrollo de plagas; la documentación reciente se

encuentran en buen estado resguardada en visoramas metálicos con ordenación

cronológica y alfabética; el problema que presentan aquí es que existen varios

asuntos en un mismo expediente por lo que se hace necesario un trabajo amplio

de identificación de la documentación y posterior expedientación de acuerdo al

cuadro de clasificación.

Parroquias: Por cuestiones de recursos, nuestro universo de acción para el

proceso de organización de archivos se referirá la Arquidiócesis de México y la

Diócesis de Toluca; a la primera pertenecen las siguientes parroquias :

Parroquia Asunción de María con siete capillas.

Parroquia la Inmaculada no tiene capillas

Parroquia Inmaculada Concepción con cuatro capillas

Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe Reina del Trabajo no tiene capillas

Parroquia de Nuestra Señora Reina de la Paz. no tiene capillas

En la Diócesis de Toluca:

Parroquia San Bernardino no tiene capillas

incluyendo el Notariado de cada una de ellas las cuales realizan sus actividades

de manera semi-independiente es decir cada una de ellas controla su propia

118

documentación y su propia gestión; lo que aparentemente podía significar un

manejo de control de procesos y de documentación eficiente termina en una

acumulación no controlada de documentación en gestión almacenada en los

anaqueles de cada una de las parroquias, con asuntos en gestión de más de un

año, esta información es conocida o identificada sólo por el encargado del archivo,

que en caso de ausencia o de faltar el párroco el control de la documentación se

pierde, ya que ninguna otra persona puede dar información al respecto.

Archivo:

Al respecto para su funcionamiento el archivo, así como sus procesos de gestión

documental se encuentra regulado por el Código de Derecho Canónico.

De la legislación y de la actividad administrativa se desprende la conformación de

los fondos documentales y su organización. Así como la designación de las

responsabilidades en la custodia documental. Y aquí radica la importancia central

de la existencia de una legislación para los archivos, ya sean administrativos,

fiscales o legales y por supuesto los históricos.

La legislación, al ser elaborada debe responder a dos elementos fundamentales el

proceso administrativo, el cumplimiento de obligaciones y la preservación del

patrimonio documental y en el mismo sentido la difusión del mismo.

Una vez que ya tenemos los elementos principales que nos proporciona la ciencia

archivística, conocemos las funciones y la legislación de la Sociedad de María

estamos en disposición de empezar a trabajar un modelo de organización de

documentos acorde con las necesidades de éste instituto religioso.

119

Capítulo V Modelo de Organización

5.1 Propuesta de Organización del Sistema Red de Archivos para la Provincia

Religiosa Sociedad de María

En el presente capítulo abordaremos los criterios de la propuesta de organización

de los archivos de la Provincia de la Sociedad de María; donde nuestro eje central

es el Archivo Histórico instalado físicamente en el Centro de Estudios de La

Jordana; del municipio de El Oro, en el Estado de México .

Por tanto decidimos instrumentar un sistema que coordine y unifique criterios para

la reunión, procesamiento y conservación de los documentos no sacramentales e

información que contienen los archivos provinciales.

Tanto históricamente como jurídicamente, una provincia religiosa dispone de

numerosos archivos. Los hay a nivel de curia provincial, las parroquias y centros

sociales. Pero todos ellos pertenecen a la misma persona jurídica, es decir,

constituyen un conjunto.

Pero para que este conjunto pueda prestar un adecuado servicio a la institución

que le dio surgimiento y de cuyo cuerpo institucional es parte, es necesario

sistematizarlo, es decir, convertirlo en un sistema, es decir un “conjunto de cosas,

que relacionadas entre sí ordenadamente, ideas, medios, etcétera, contribuyen a

un determinado objeto 124.

El término grecolatino systema (conjunto) deriva del verbo griego synistemi, que

significa reunir y visto desde un enfoque sistémico, se trata de “…un cierto número

de elementos en interacción.” 125, por tanto hay una serie de interrelaciones,

124 SISTEMA, DRAE Madrid, 1988.

125 cfr. BENABNFFY, Ludwig von. La Teoría General de Sistemas. FCE, México, 1982

120

regidas por criterios funcionales, y adaptables a las circunstancias externas e

internas del conjunto. Estas interrelaciones, estos criterios funcionales, esta

adaptabilidad colectiva, es la que lo constituye en sistema.

Así ocurre también con los archivos eclesiásticos. Para que en conjunto puedan

cumplir con sus funciones, es necesario interrelacionarlos, dotarlos de criterios

funcionales y criterios de adaptabilidad a las nuevas circunstancias. Es decir,

sistematizarlos.

Respetando las competencias canónicas y civiles, se tuvo que pensar también en

la posibilidad de concentrar algunos archivos menores, La finalidad fundamental

de esta concentración es la de salvaguardar la conservación y uso del material

archivístico para poder consultarlo.

Siguiendo el principio de Administración de Archivos, que busca el buen

funcionamiento de los archivos basado en un sistema de archivos y la legislación,

se buscó implementar 126 una red que establezcan nodos de interrelación; es decir

un sistema de archivos, en el mismo sentido obedeciendo las recomendaciones de

la CPBCI127 abrirse a una mentalidad moderna en la gestión de los archivos,

implícitamente se está respaldando la adopción de medidas reconocidas como

apropiadas por los organismos profesionales.

Esta moderna mentalidad de gestión implica reconocer que los archivos religiosos,

y su superestructura sistémica, no están aislados. Los archivos, como las

personas, no son islas. Reconocer la realidad archivística circundante obliga a

sentirse parte integrante del maremagnum archivístico eclesial.128 De ese

reconocimiento surge con mucha naturalidad una red 129 de cooperación con los

otros archivos, sobre todo teniendo en cuenta el espíritu inquieto que anima

126 IMPLEMENTAR. Poner en funcionamiento, aplicar métodos, medidas, etc., para llevar algo a

cabo. DRAE. Op Cit. 127 CPBCI. Comisión Pastoral para los Bienes Culturales de la Iglesia. 128 Cfr. CPBCI. Función pastoral de los archivos eclesiásticos. Número 2.4.. 129 ROMERO TALLAFIGO, Manuel. Archivística y archivos, pág. 297

121

actualmente a algunos archivístas, en la necesidad de «organizar los archivos de

modo que existan unas líneas operativas comunes»130.

Dado que los archivos religiosos son archivos eclesiásticos, adoptar esas líneas

operativas comunes exige adaptar tanto la terminología como los criterios

organizativos a lo usual en el ámbito de la Iglesia.

Por ejemplo, cuando se habla de Ciclo Vital, a nivel eclesial se consideran dos

tipos de archivos: corriente 131 (trámite) e histórico132. Del archivo intermedio o

concentración no he encontrado referencias, también el término archivalía es

desconocido, usándose en cambio más comúnmente el documento de archivo.133

Llegados a este punto, se hizo necesario preguntarse sobre los archivos de La

Provincia Religiosa Sociedad de María: ¿están adecuadamente

interrelacionados?, ¿han sido reglamentados sus criterios funcionales? la

respuesta fue negativa, de ahí concluimos que la necesidad de sistematizar el

conjunto todavía no ha sido satisfecha.

Tres aspectos fundamentales para la construcción de este Sistema de Archivos es

necesario analizar.

1. Los elementos del sistema: la red de archivos.

2. El funcionamiento del sistema: las funciones del sistema.

3. La programación del sistema, es decir, los pasos a dar paulatinamente para

llegar a su correcto funcionamiento.

Pasemos, pues, al desarrollo de estos tres tópicos.

130 IBID. 131 Cfr. CPBCI. Función pastoral …2.2. Organización del archivo corriente 132 IBID, 2.1. Potenciación o institución del archivo histórico diocesano 133 CPBCI. Bienes culturales y familias religiosas. Roma, 1994. Introducción. La necesidad de

inventario catalogación. Roma, 1999, 2.2. El objeto.

122

Nos acogemos a lo que nos señala Heredia “Un sistema de archivos se configura

como una red de centros, para estructurar la recogida, transferencia, depósito,

organización, descripción y servicio de los documentos”134

Se conoce como red al conjunto de elementos organizados para determinado

fin135. Se diferencia del sistema en que no se tienen en cuenta las funciones de

esos elementos, sino tan sólo su ubicación estructural dentro del conjunto.

Como una primera aproximación conceptual, puede decirse que: Red de Archivos

es un conjunto estructurado de archivos organizados para funcionar en común.

Cada archivo del conjunto constituye un nodo de la red. Lo primero que ha de

verse, pues, para construir esa red, es conocer los nodos o elementos que la

compondrán.

La creación o la potenciación del archivo histórico –tal es el nombre con el que se

lo designa en el código de derecho canónico– de una jurisdicción eclesiástica será

el pilar fundamental para la organización archivística de esta Provincia.

La centralización de los acervos culturales es conveniente, tal como lo dejan ver

las directivas eclesiales del último siglo.

El archivo histórico de la provincia es el corazón del sistema. Es él quien impulsará

a la acción a todos los demás integrantes del sistema y quien atraerá hacia su

lugar definitivo los documentos de archivo, previa una adecuada depuración.

Consideramos que el Archivo Histórico debe estar lo más cerca posible de la

máxima autoridad jurisdiccional, es decir la casa provincial; con recursos técnicos,

humanos y materiales que operen con estabilidad en la conducción en la materia,

el personal debe ser de un oficio –así se denominan en la vida religiosa los cargos

para remarcar que no es un título honorífico– que no esté sujeto a las

134 HEREDIA. Op.Cit: p.117 135 DRAE. Op.Cit

123

contingencias del momento y que tenga íntima relación con la actividad propia de

los archivos. Necesariamente, el archivo histórico debe estar a cargo de un

profesional en la materia. Para dar cumplimiento a:

o Representar la memoria de la Provincia de la Sociedad de María

o Conservar y difundir el acervo histórico

o Incorporar rápida y correctamente al acervo la documentación que

recibe, expedientándola y colocándola en el orden establecido.

o Reconstruir la evolución organizativa de la Provincia de la Sociedad

de María, efectuando con estricto apego al principio de procedencia

y orden original de los documentos la organización del acervo, a

partir de las categorías Fondo, Sección y Serie.

o Actualizar constantemente el inventario de los volúmenes existentes

dentro del acervo, así como el catálogo de los expedientes que

obran en el mismo, facilitando su consulta.

o Mantener un control preventivo del acervo, en cuanto a seguridad,

prevención y conservación.

Como señalamos anteriormente para el ámbito eclesial sólo existen 2 tipos de

archivos; el corriente y el Histórico; sin embargo para efectos de este trabajo y

dando cumplimiento a las sugerencias de la ciencia archivística; dentro del

llamado archivo corriente separaremos dos grandes apartados; uno para

documentos activos y otro para documentos semiactivos; en otras palabras trámite

y concentración; el archivo corriente como tal permanecerá en cada uno de los

centros, parroquias o casas, mismos que para la organización de los documentos,

tomarán sus series de el cuadro de clasificación común, los documentos con valor

administrativo se les dará cinco años de vigencia total, para posteriormente ser

trasferidos o eliminados de acuerdo a sus valores; los documentos fiscales o

contables se apegarán a la normatividad establecida y que determina sus tiempos

de guarda; en el mismo sentido se valorarán para su transferencia y destino final;

124

los documentos con valor legal; se conservarán todos ellos en el archivo

Provincial.

Basados en lo dicho anteriormente, será necesario señalar que del conjunto de

archivos de la provincia religiosa, sólo se transferirá lo disciplinar ; ya que lo

sacramental se transfiere al archivo diocesano; es decir a la sede del obispado.

Para la Identificación y Clasificación de cada serie y expedientes formados en

cada uno de los centros y con el objeto de no perder el Principio de Procedencia y

Orden Original de los documentos; se establecerán dígitos identificadores para

cada uno de ellos; para efectos de este trabajo sólo identificaré las parroquias,

quedando de la siguiente manera:

DÍGITO IDENTIFICADOR NOMBRE DEL CENTRO 01 Curia Casa Provincial 02 Parroquia Asunción de Santa María 03 Parroquia Inmaculada de Clavería 04 Parroquia Inmaculada Concepción

05 Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe Reina del Trabajo

06 Parroquia de Nuestra Señora Reina de la Paz. 07 Parroquia San Bernardino 08 Centro Cultural La Jordana

Por respeto al significado religioso que tiene cada uno de éstos nombres de parroquias no se abreviarán, en cambio se tomará su número.

Elementos actuales del conjunto de archivos de una Provincia Religiosa COMUNIDAD ARCHIVO DESTINO FINAL

Corriente Provincia Secreto Provincia Curia Provincial Histórico Provincia

Comisión Económica Provincial

Administración Central Toluca, Edo. De Mex.

Provincia

Provincia Parroquia Sta. María Ticoman Parroquia

Obispado Provincia Parroquia Inmaculada de

Clavería Parroquia

Obispado

125

Provincia Parroquia Inmaculada Concepción Parroquia

Obispado Provincia Parroquia Nuestra

Señora de Guadalupe Reina del Trabajo

Parroquia Obispado

Provincia Parroquia de Nuestra Señora Reina de la Paz. Parroquia

Obispado Provincia Parroquia San

Bernardino Parroquia Obispado

Centro Cultural La Jordana Centro Provincia

Entremos, pues, a desarrollar estos tópicos, vistos desde la institución objeto de este trabajo.

La Sociedad de María y todos sus órganos: parroquias136, centros de estudio no

pueden considerarse entes aislados, sino formando parte de todo el Instituto

Religioso; de ahí la importancia que le damos al Archivo Corriente (de Trámite y

Concentración, que estará ubicado en el mismo centro.

Los Archivos Corrientes (de Trámite y Concentración) serán cada uno de sus

órganos integrantes: casas parroquias y centros de estudio donde se establecerá

un sistema en el que al producirse los expedientes se vayan encauzando desde su

origen de forma sistemática y ordenada, sin amontonarlos indiscriminadamente,

de tal suerte que su localización durante el periodo de permanencia en el archivo

antes de su remisión o transferencia al archivo Histórico sea controlada y

sistemática.

Cualquier documento dentro de su expediente con una separación y distinción

clara de los expedientes, como resultado de las diferentes actividades.

136 PARROQUIA: Unidad funcional de la Iglesia Católica, cuya competencia pastoral es la

evangelización y administración de sacramentos a los feligreses: pero la acción espiritual debe tener un soporte material, por ello la iglesia cuenta con bienes que deben ser administrados.

126

Dentro de cada órgano la agrupación en series documentales y su ordenación,

facilitará la tarea de localización, es decir una génesis documental vigilada.

La relación entre el archivo de cada uno de los despachos con el archivo

centralizado debe establecerse en la práctica por medio de un único funcionario

administrativo para responsabilizarse del archivo de oficina, control y seguimiento

de la documentación a través del proceso de gestión documental y de servicio,

responsable de gestionar los prestamos de expedientes y realizar las remesas en

los plazos convenidos y realizar los expurgos en origen.

La clasificación no debe ser una tarea específica del archivísta, una vez que recibe

la documentación para su custodia, sino que debe acompañar al documento en su

etapa de formación y en el momento de realizarse todos los procesos de la

documentación según cada tipo de documento, desde y hasta el archivo

centralizado, estas gestiones se llevarán a cabo por canales más fluidos, de esta

manera la conservación, el depósito y la elaboración de instrumentos que hagan

accesible en todo momento y a todos los participantes del proceso de gestión

administrativa y servicio serán labores gratas.

127

5.2 Cuadro de clasificación. Después de haber hecho un análisis profundo de las funciones y actividades

derivadas de ésta y que se ven reflejados en documentos, de la Provincia de la

Sociedad de María llegamos a la decisión de hacer un cuadro por funciones; como

ya lo planteamos anteriormente. La clasificación funcional consiste en conocer las

funciones y actividades desarrolladas; ya que estas se corresponden con órganos

administrativos concretos; este tipo de clasificación nos permitió ofrecer en un

cuadro jerarquizado, racional y normalizado el cumplimiento de los fines, la

realización de los servicios y el conjunto de trámites o negociaciones relacionadas

para poner en marcha cada una de las actividades de cada órgano; todas éstas se

constituyen en series documentales.

FONDO

PROVINCIA SOCIEDAD DE MARÍA

(Padres Maristas Asociación Religiosa) SECCIÓN (D) NO SACRAMENTAL O DISCIPLINAR SUBSECCIÓN SERIES

CLAVE NOMBRE CLAVE NOMBRE 01 Registro de Cartas Pastorales 02 Seguimiento y Control de Visitas Pastorales 03 Acciones de Liturgia Y Culto Público 04 Acciones de Evangelización y Acción Misionera 05 Acciones de Catequesis 06 Procesos de Iniciación Sacramental 07 Acciones de Formación Bíblica 08 Seguimiento y Control del Trabajo Apostólico 09 Organización De Grupos

1D FUNCIÓN Y OBJETO SOCIAL

10 Registro de Peregrinaciones 01 Registro de Miembros de Profesión Perpetua 02 Registro de Miembros de Ministros de Culto 2 D REGISTRO DE

ASOCIADOS 03 Registro de Miembros de Laicos Maristas 01 Acciones de aprovisionamiento y Alimentación 02 Control de Ornamentos e Indumentaria 03 Mantenimiento y Construcción de Vivienda 04 Control de Transporte y Parque Vehicular 05 Acciones de Fabrica 06 Control de Servicios 07 Control de Libros de Entradas y Salidas 08 Seguimiento de Libros de Inventarios

3 D ACCIONES DE ECONOMÍA Y

ADMINISTRACIÓN

09 Seguimiento y Control del Fondo Rotatorio

128

01 Registro de Constitutivas 02 Registro y Seguimiento de Poderes y

Representaciones 03 Registro y Control de Escrituras y Testimonios

4D LEGISLACIÓN

04 Registro Seguimiento y Control de Actas Internas

01 Control de Acciones en Orfanatos 02 Control de Acciones en Asilos para Ancianos 03 Atención a Niños en Situación de Calle

5D PROMOCIÓN

HUMANA Y ASISTENCIAL

04 Rehabilitación de Alcohólicos y Drogadictos 01 Registro y Seguimiento de Conferencias 02 Registro y Seguimiento de Cursos 03 Registro y Seguimiento de Campamentos 04 Registro y Seguimiento de Retiros

6 D

CASAS DE ORACIÓN

Y EJERCICIOS ESPIRITUALES

05 Experiencias de Formación Intensiva 01 Control para la elaboración de Libros 02 Control para la elaboración de Revistas 03 Control para la elaboración de Folletos

7 D

PUBLICACIONES

04 Control para la elaboración de Posters

Para dar un acercamiento mayor al significado de éstos asuntos, se establecen los

siguientes significados:

1D OBJETO SOCIAL: La Asociación Religiosa tiene fines predominantemente

misioneros, que derivan del Evangelio de Jesucristo y de la Misión misma de la

Iglesia. Los Padres Maristas buscan ante todo anunciar el evangelio, atendiendo a

las necesidades más urgentes de la Iglesia a través de toda clase de obras de

Evangelización, realizando actos de culto público religioso; promoviendo el

diálogo, la fe y la cultura, sostiene el culto divino, sustenta honestamente a los

ministros y demás asociados; hace obras de caridad, busca la promoción humana;

se dedica a la educación formal e informal; establece comunidades y residencias

que permitan la organización de sus miembros y el cumplimiento de sus fines,

siempre que no se contravengan las normas y disposiciones de la Ley de

Asociaciones Religiosas y Culto Público y demás ordenamientos aplicables.

129

2 D ASOCIADOS: Son aquellas personas físicas que integran la Asociación

Religiosa “Padres Maristas” como asociados, en los términos que establece el

artículo décimo primero, primer párrafo de la Ley de Asociaciones Religiosas y

Culto Público, son aquellos mayores de edad que han hecho la profesión perpetua

conforme a los estatutos de la misma.

2. D. 1 Profesión Perpetua. Son aquellos asociados que han sido válidamente

incorporados a la Asociación Religiosa “Padres Maristas” mediante la profesión

perpetua; en los términos del Código de Derecho Canónico de la Iglesia

Católica137 y de la legislación interna de la misma Asociación Religiosa.

2 D. 2 Ministros de Culto: Son Aquellos Asociados que además de haber sido

incorporados a la Asociación Religiosa “Padres Maristas” mediante la profesión

perpetua, han recibido el sacramento del orden en cualquiera de sus grados

(diácono, sacerdote y obispo) conforme al Código de Derecho Canónico de la

Iglesia Católica y de la legislación interna de la misma Asociación Religiosa y por

tanto son ministros de culto.

2 D. 3 Laicos Maristas: Somos todos aquellos no hemos hecho votos perpetuos.

3 D ECONOMÍA. La administración de los bienes temporales de la Iglesia, tienden

a estar bajo la jurisdicción directa de órganos colegiados. Las diócesis tienen su

Consejo Económico Diocesano, las parroquias su consejo económico parroquial, y

las provincias religiosas sus comisiones económicas provinciales. Tanodi, en su

Manual de Archivología Hispanoamericana, ubica a la satisfacción de «las

necesidades indispensables de alimentación, vestido y vivienda» dentro del ámbito

económico138.

137 CIC. Editorial Biblioteca de Autores Cristianos , BAC, Madrid, 1992, 11ª. Edición

138 TANODI, Aurelio. Manual de Archivología Hispanoamericana . UNC, Córdoba, 1961, pág. 190

130

De acuerdo con lo anteriormente planteado el documento que pongo como anexo

quedaría clasificado de la siguiente manera: 94/01/ 4D01/REGISTRO

CONSTITUTIVO

94 Año; 01 Casa Curial; 4D Legislación; 01 Constitutivas

Está ubicado físicamente en el archivo corriente de la casa curial y más

específicamente en lo que podíamos señalar como de concentración, aunque con

un plazo de vigencia largo ; en tanto no cambie el régimen estatutario; es un

documento semiactivo.

Al respecto del Archivo secreto; que forma parte del conjunto de archivos, no son

parte de este trabajo, ya que el acceso a él sólo es competencia del Padre

Provincial y por tanto sólo él tiene acceso a ellos; porque en él se contemplan

únicamente asuntos de causas criminales y por tanto contiene sólo asuntos

personales y como su nombre lo dice no pueden ser públicos.

A continuación presento algunos elementos que deben contemplarse en el flujo

documental que deben tener los archivos de la Sociedad de María.

131

Como podemos observar el flujo de las acciones son básicas y comprensibles

para cualquier miembro de la orden; situación que favoreció el manejo

documental.

ARCHIVO HISTÓRICO

• Recibe la Transferencia Secundaria

• Conserva permanentemente la Documentación

histórica

• Describe la documentación

• Realiza acciones de Conservación y Restauración

• Realiza el servicio de préstamo de la

documentación, exclusivamente a miembros de la

Sociedad de María

ARCHIVO CORRIENTE (Trámite)

Se encuentra separada en cada uno de los órganos integrantes. • Conserva la documentación Activa y/o en proceso de gestión • Identifica y Clasifica los Documentos de Archivo. • Analiza la documentación para depuración y expurgo. • Valora la documentación y la transfiere al Archivo de Concentración

(concentración)

Se encuentra separada en cada uno de los órganos integrantes • Recibe la transferencia primaria y organiza topográficamente la

documentación. • Conserva precaucionalmente la documentación semiactiva de la

Parroquia o centro, por el periodo necesario, señalado en el catálogo de vigencia.

• Realiza procesos de depuración de la documentación semiactiva. • Realiza la valoración secundaria y propone la transferencia al Archivo

histórico

132

CONCLUSIONES

La experiencia que nos deja el haber elaborado este modelo para la organización

de los archivos de la Sociedad es amplia, particularmente en que hay muy poca

investigación sobre este tema; después de haberlo elaborado considero que no es

por falta de interés de los investigadores; sino por las limitaciones institucionales y

personales que le imponen los Padres Provinciales o el Consejo Provincial para

ser consultado o conocido su acervo documental; el celo a su información es de

carácter más que confidencial, casi a niveles de secreto y no ocupo este término,

porque hay un área con este nombre.

En el aspecto eclesial podemos decir que al interior de la Sociedad de María, en

particular, dentro el Consejo Provincial se generó un cambio de actitud respecto

de su archivo, ya que dejó de ser una masa amorfa documental para convertirse

en una fuente referencial del transitus Domini (paso del Señor), de tal suerte que,

algunas series documentales tan sencillas aparentemente, como la serie

peregrinaciones nos dan cuenta del carisma que tenía determinado miembro con

vista a la canonización, virtud más alta a la que se puede aspirar; si nos abrimos

más y vemos al archivo como un conjunto vivo, la posibilidad se hace mayor; por

lo que podemos concluir que el objetivo inicialmente planteado se cumplió; ¿en

que porcentaje?, aún no lo sé con precisión, pero puedo afirmar que de la apatía

pasamos al amor a los documentos, a la historia y la revaloración de la identidad .

El conocimiento de su acervo documental, provocó en algunos miembros, una

revaloración de su vocación, los votos de pobreza, castidad y obediencia dejan de

convertirse en conceptos aislados, para ser de servicio más pleno a la comunidad

cristiana en general; se conocen muchas experiencias por tradición oral, sin

embargo ahora esa información se encuentra documentada o en proceso; lo que

les fortaleció su identidad como miembros al servicio de la Virgen María.

133

En el aspecto archivístico podemos señalar las siguientes experiencias:

El pleno conocimiento de la legislación y de las funciones permitió la elaboración

de un cuadro de clasificación por funciones que facilitó la ubicación precisa de la

documentación de acuerdo al cuadro de clasificación; de ahí podemos afirmar

que para facilitar la expedientación es imprescindible:

a) Conocimiento de la Historia Institucional

b) Identificación precisa de las funciones y desarrollo de actividades en el

cumplimiento de esas funciones.

c) Identificación de la Tipología documental generada en la gestión

administrativa.

d) El Qué, Cómo, Cuándo , Por Qué y Para Qué; así cómo Quién realiza cada

función actividad o trámite.

Con el cumplimiento de estas actividades puedo afirmar que el Cuadro de

Clasificación se valida por si solo; es decir en su elaboración a priori ; si los

documentos son fácilmente ubicados en las series que les corresponden; el

Cuadro de Clasificación fue adecuadamente elaborado.

Respecto del Principio de Procedencia y Orden Original puedo concluir que es un

elemento que no debe, bajo ningún motivo, ser eludido, soslayado o minimizado;

ya que éste dá identidad al Fondo; aún en sus niveles mínimos de agrupamiento.

Aunque todas las parroquias ubicadas mantienen series comunes, ya que su

función es común, deben ser ubicadas por separado, ya que con eso se mantiene

una identidad propia; dado lo anterior puedo afirmar que la hipótesis fue válida y

cumplida, el tiempo dirá hasta que grado será llevada.

Los procesos de valoración y guarda no están regulados por ninguna legislación

civil, por lo que los tiempos de conservación son en su gran mayoría de guarda

permanente, dado el aprecio o valor que se le está tomando a la información

134

contenida en sus documentos de archivo, organizado en sus conjuntos orgánicos,

tomado en el sentido de institución

Debe establecerse un programa de descripción permanente ya que ello facilitará el

acceso a los documentos; este debe ser sencillo, claro y preciso, sobre todo

tomando en cuenta, el tipo de usuario.

Los procesos de conservación y restauración deberán contemplarse en un

programa, más adelante; que aunque las fechas extremas de su documentación

no son muy antiguas (S. XIX); sus piezas documentales empiezan a deteriorarse.

La aplicación de este modelo ha permitido a párrocos responsables de los

archivos corrientes tener un mejor control de la documentación que albergan sus

archivos, ya que al separarlos por asuntos, son fácilmente localizables, así mismo,

los documentos de vigencia corta, tales como notas de remisión de servicios

menores, son dados de baja rápidamente eliminando un posible problema de

explosión documental; en el mismo sentido los documentos con potencial valor

histórico son administrados con mayor cuidado hasta que son remitidos al archivo

histórico para su conservación permanente, este puede ser otro acierto de haber

aplicado el modelo de organización.

Por último, como recomendación personal, cuando se consulten o se participe de

algún programa de organización, descripción, restauración u otro; el archivísta,

debe mostrarse o asumirse en una actitud receptiva, sencilla y humilde, con una

postura abierta de aprendizaje; es decir dispuesto a aprender, para que de esta

forma no se generen empatías contrarias y seamos rechazados.

135

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139

ANEXO.

Cronología de la Iglesia Católica

AÑO EVENTO 8-4 a.C,. El nacimiento de Jesucristo.

ca 30. La muerte de Jesucristo 32 Se da la conversión de San Pablo 42 Santiago el Mayor es ejecutado 45 Pablo organiza su primer viaje misionero

48 El Concilio de Jerusalén. Señala que la ley de Moisés no es obligatoria para los cristianos

64 Se inicia la primera persecución oficial del imperio romano contra los cristianos, cuando Nerón incendia Roma. Muere Pablo

66-70 Rebelión judía contra los romanos, el templo de Jerusalén es destruido, termina para los cristianos la preeminencia de la iglesia Madre de Jerusalén

70 100 Se fijan los textos canónicos del Nuevo Testamento

96 El emperador Domiciano persigue a los cristianos; sin embargo empiezan las conversiones en la familia real

96 Clemente romano escribe una carta a la Iglesia de Corinto. Es la primera intervención de un Obispo de Roma en otra Iglesia.

ca.110 Surge la Didajé o doctrina de los apóstoles, donde encontramos la organización, los usos y costumbres de las primeras comunidades cristianas.

112 En la Carta de Plinio el joven a Trajano. se muestra la situación jurídica de los cristianos en el imperio romano: No eran criminales, pero si los acusaban eran reos de muerte

ca 120. Se inicia la corriente gnóstico-cristiana. Se trata del primer movimiento heterodoxo dentro del cristianismo.

132 -135

Última sublevación Judía. Bar Kochba se persigue a los cristianos. Desaparece Jerusalén, a los Judíos se le prohíbe habitar en ese lugar. El cristianismo se reconstruye en la ciudad con personas de origen griego.

144 Marción funda su secta gnóstica. Donde se desconoce a la mayor parte de las escrituras, lo que obliga al cristianismo a fijar un primer canon de la misma.

ca.150 Justino dirige su apología a Marco Aurelio. Los cristianos son buenos ciudadanos. Jesucristo es Dios. Esto muestra de que la gente culta ya se interesa por la nueva religión.

ca 170.

Montano, poco después de su bautismo, se pone a hablar en nombre del Espíritu Santo para preparar el fin del mundo. Primer movimiento carismático del cristianismo.

140

190

Tertuliano escribe su: Apologeticum en la que sostiene que las persecuciones al cristianismo son una violación al Derecho. Las ejecuciones en lugar de desalentar las conversiones, sirven de propaganda. Semen est sanguis christianorum: La sangre de los mártires es semilla de cristianos. Sus escritos sirven de fundamento para el latín eclesiástico.

201 Septimio Severo prohíbe las conversiones al judaísmo y al cristianismo.

212 Caracalla otorga la ciudadanía romana a todos los habitantes del Imperio.

215 Hipólito de Roma escribe su Tradición Apostólica. Es la primera descripción precisa de la liturgia romana

230 ca. La comunidad cristiana de Roma deja el griego y opta por el latín como legua litúrgica

232 ca.

Julia Mamea, madre del emperador Alejandro Severo, invita a Orígenes a dar unas conferencias sobre el cristianismo, en el palacio imperial de Antioquia. Orígenes es el padre de los estudios bíblicos y la teología dogmática.

248 Roma celebra el milenario de su fundación, siendo emperador Filipo el Árabe.

249

El emperador Decio continúa la persecución. Con el primer edicto oficial contra el cristianismo. La persecución a los cristianos es en defensa de las costumbres romanas.

260 El emperador Galieno da el primer edicto de tolerancia para los cristianos.

270 ca.

Antonio se retira al desierto egipcio. Se inicia el estilo de vida religiosa conocido como eremitismo. Porfirio filosofo de formación aristotélica escribe su: Adversus Chrisitiani. La obra que más duramente ataca al cristianismo durante la época romana.

293 Diocleciano divide la administración del imperio en dos partes gobernadas por dos Augustos, apoyados por dos césares. y éstas a su vez en Diócesis

303 Se inicia la gran persecución bajo la primera tetrarquía. Con el primer edicto se destruyen todos los edificios y documentos del cristianismo.

311 Edicto de Sárdica. Galeno concede al cristianismo ser una religión lícita en el Imperio.

312 Inicio del Cisma donatista, que analizará la actividad misionera de la Iglesia africana.

313 Edicto de Milán. Constantino y Licinio conceden libertad de religión en el imperio. Los cristianos tienen iguales derechos que las otras religiones.

320 Pacomio funda su primera comunidad en Egipto. Inicio de la vida religiosa cenobítica.

325 Concilio de Nicea. Primer concilio Ecuménico. Se aprueba el credo. Se perfila la estructura eclesiástica de la Iglesia antigua con los cánones:

141

4°: Debe corresponder la organización eclesiástica a la división civil del imperio, por lo que el obispo de la capital de provincia será el metropolita y tendrá derechos especiales. y 6°: Tengan las sedes de Roma, Alejandría y Antioquia derechos supermetropolitanos.

361-63

Juliano El Apóstata, emperador. Se intenta restaurar la religión grecolatina. La ley escolástica intenta evitar que los maestros cristianos enseñen y los alumnos se preparen, esto hace que se inicie la nueva educación cristiana, misma que se aleja de los parámetros de la filosofía clásica.

375 El emperador Graciano renuncia al título imperial de Pontifex Maximnus de la religión grecolatina.

380

Teodosio proclama en Tesalónica el Edictum de Fide Catholica: todos los habitantes del Imperio deben creer en la fe transmitida por Pedro a los romanos, representada ahora por Dámaso de Roma Pedro de Alejandría. Se termina la libertad de religión.

381

Concilio de Constantinopla. Segundo Concilio Ecuménico. Se completa el Credo con lo referente al Espíritu Santo. El canon 30 otorga a Constantinopla el segundo lugar en preeminencia eclesiástica por ser la nueva Roma.

387 San Agustín es bautizado por San Ambrosio.

379 Muere San Basilio el Grande, con su regla monástica se convierte en el padre del monacato oriental.

391 Teodosio prohíbe toda manifestación de culto pagano en la vida pública.

395 San Agustín inicia su experiencia de vida comunitaria con clérigos. Escribirá una Regla.

407 En la pugna entre Alejandría y Constantinopla: San Juan Crisóstomo es depuesto y exiliado injustamente por influencia de Teófilo de Alejandría.

410 Alarico saquea Roma. Para los contemporáneos fue una señal del fin del mundo. Los paganos responsabilizan a los cristianos: mientras Roma rindió culto a los dioses fue invencible.

411 Conferencia de Cartago: Fin oficial del cisma donatista. Inicio de la controversia pelagiana. San Agustín comienza a escribir la Ciudad de Dios donde desarrolla una teología de la historia.

430 Muerte de San Agustín. 431 Concilio de Efeso. Tercer concilio ecuménico.

451

Concilio de Calcedonia. Cuarto concilio ecuménico. El Canon 28 ordena la jurisdicción eclesiástica antigua creando la pentarquía, cinco patriarcados: Roma, Constantinopla, Alejandría. Antioquia y Jerusalén.

449 León Magno envía a Flaviano de Constantinopla su: Tomus Leonis fundamento de la cristología cristiana.

476 El emperador Rómulo Augustulo es depuesto por Odoacro. Fin simbólico del imperio romano de occidente.

494 Gelasio, obispo de Roma. define su teoría de los dos poderes: Autoridad Pontificia y autoridad real. En el medioevo se transformará en la teoría

142

de las dos espadas.

496 Se bautiza Clodoveo rey de los Francos. El primer pueblo bárbaro pagano que se convierte al cristianismo.

507 Los francos vencen a los visigodos en la batalla de Vouillé, rechazándolos hacia la Península Ibérica, escogerán a Toledo como Capital.

519 Se termina el cisma Acaciano, primera gran ruptura entre las iglesias de oriente con Roma, duró 35 años.

525 Dionisio el exiguo fija la era cristiana, datando el nacimiento de Cristo el año 753 de la fundación de Roma.

529

Justiniano ordena cerrar la escuela filosófica de Atenas, lo que marca el fin de la Academia Platónica. San Benito funda el monasterio de Monte Casino. Con su regla se convertirá en el Padre del monacato occidental.

534 Justiniano ordena al jurista Treboniano recopilar el Corpus iuris civilis, base del derecho occidental.

553 Segundo Concilio de Constantinopla. Quinto Concilio Ecuménico. Se condenan los tres capítulos. Expresión máxima del Cesaropapismo de Justiniano.

587 El rey visigodo Recaredo se convierte del arrianismo a la fe nicena.

596 Enviados por San Gregorio Magno, Agustín y sus 40 compañeros, trabajan en la conversión de los sajones ingleses. Se funda el obispado de Canterbury , Agustín será el primer titular.

622 La Hégira: Mohammed huye de la Meca a Medina. Inicio de la era musulmana.

672 El rey visigodo Recewinto publica la lex visigotorum. La nación hispánica comienza a desarrollarse.

680 Tercer Concilio Constantinopla. Sexto concilio ecuménico. Condena el monoteísmo. El Papa Honorio es puesto en la lista de los herejes.

692

Concilio Quinisexto. Se condenan los usos y costumbres de la Iglesia Occidental que no iban de acuerdo al derecho oriental, como el celibato de los clérigos. La diferencia entre las costumbres del oriente y del occidente se hace notoria. La Iglesia griega tiene este concilio por ecuménico.

711 Los Mahometanos vencen a los Visigodos y se apoderan de la península Ibérica con excepción de Asturias.

719 San Bonifacio emprende la conversión de los Germanos bajo la protección del Papa Gregorio II.

730 El emperador León III el isáurico, inicia la iconoclastía, por la cual entra en conflicto con el Papa Gregorio II. El Emperador quita al patriarcado Romano la jurisdicción sobre Calabria, Sicilia. Ilírico_y Grecia.

732 Carlos Martel derrota a los musulmanes en Poitiers. deteniendo la expansión del Islam.

751 El Papa Zacarías, a pregunta del maestro de Palacio Pipino el breve, dictamina que debe ser rey quien gobierna de facto. y consagra a Pipino

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como rey de los Francos. El rey longobardo Astolfo se apodera de Ravena poniendo fin a la soberanía Bizantina en Italia central.

756 El Papa Esteban II recibe como donación de Pipino los estados Pontificios.

769

El Duque de Nepi, nombra por la fuerza, Papa a su hermano Constantino que era laico (767). En respuesta el Sínodo de Letrán prohíbe que los laicos puedan ser elegidos al episcopado, y restringe a los romanos el derecho de voto, en la elección episcopal, a sólo la aclamación de quien haya sido elegido por el clero.

781 Carlomagno, se apodera del reino Longobardo, pues no cumplen sus promesas y ataca los estados Pontificios, confirma además la donación del territorio de San Pedro.

787 Segundo Concilio de Nicea. Séptimo concilio Ecuménico. Se aprueba la doctrina sobre la veneración de las imágenes.

800 En Navidad, el Papa León III corona a Carlomagno como emperador del Occidente.

809 Cuando los monjes francos de Jerusalén comienzan a utilizar el Filioque en el credo de la misa, conforme a la liturgia carolingia, comienza a ser este un punto de conflicto con la iglesia bizantina.

816 Encargado por Ludovico Pío, Benito de Aniane reforma la regla benedictina, la cual llega a ser obligatoria para todos los monasterios de occidente.

ca 850 Aparecen las decretales pseudo-isidorianas. Utilizando documentos auténticos y falsos, tratan de demostrar la preeminencia del Papa sobre la cristiandad occidental.

858 El Papa Nicolás I comienza a aplicar las seudo-isidorianas.

860 Cirilo y Metodio comienzan la evangelización de los eslavos. Crean el alfabeto eslavo para traducir los libros litúrgicos. Prototipo de inculturación misional.

866 Alfonso III comienza la reconquista en la Península Ibérica.

867 Un sínodo en Constantinopla, bajo la dirección del Patriarca Focio, condena al Papa Nicolás I, lo depone y excomulga.

869 IV Concilio de Constantinopla. Octavo ecuménico para Occidente. Excomulga a Focio y partidarios. Establece el orden de los Patriarcados, lo que es aceptado por Roma.

909 El Duque Guillermo de Aquitania funda la abadía de Cluny. que se convertirá en centro de reforma para la 1glesia Occidental.

ca 940 Otón I, ante la infidelidad de su propia familia, opta por encargar a eclesiásticos el gobierno temporal de un territorio en Alemania.

962 El Papa Juan XII corona como emperador a Otón I, fundándose así el Sacro Imperio Romano Germánico

982 San Romualdo funda los Camaldulenses. un nuevo tipo de monjes ermitaños.

983 Por vez primera un Papa hace una canonización, la del Obispo de Augsburgo Ulriego . Antes los obispos o los sínodos provinciales

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decidían al respecto en su región.

988 Al bautizarse el gran duque Vladimir de Kiev, subordina lo que será la Iglesia Rusa al Patriarcado de Constantinopla.

ca 995 Otón III renueva y organiza definitivamente lo que serán los principados eclesiásticos en el Imperio alemán.

1016 La simonía en su apogeo: El conde de Cerdeña paga 100,000 escudos de oro para que su hijo de 10 años obtenga el arzobispado de Narbona.

1054

Humberto de Silva Candida, legado papal, deja en el altar mayor de Santa fía una bula de excomunión contra el patriarca de Constantinopla. Miguel Cerulario y partidarios. este responde excomulgando a Humberto y partidarios.

1057 El movimiento popular milanés la pataria, presiona para desterrar la simonía y obligar con el celibato a los clérigos.

1059

Sínodo de Letrán. Nicolás II prohíbe por primera vez las investiduras tildándolas de simonía. Se reglamenta la elección papal: Los Cardenales obispos deliberan, y después se les agrega el resto de los cardenales: el resultado es definitivo con el consentimiento del clero y del pueblo romano. Enfeuda al normando Roberto Guiscardo el territorio bizantino del sur de Italia.

1071 Con la caída de Bari. los normandos se apoderan de todo el territorio bizantino de Italia.

1074 La reforma gregoriana en su apogeo: contra la Simonía, las investiduras, y el matrimonio de los clérigos.

1075

En el Dictatus Papae, Gregorio VII recoge, conforme a la tradición, los privilegios de la sede romana: El Papa primera autoridad, puede deponer al emperador y a los reyes, así como a los obispos. desligando a los súbditos del juramento de fidelidad. Prohibición estricta de las investiduras.

1076

En Worms. el emperador Enrique IV y 26 obispos, declaran depuesto a Gregorio VII. Este excomulga a Enrique y desliga a sus súbditos del juramento de fidelidad. Los príncipes alemanes exigen al emperador el levantamiento de la excomunión, dan de plazo un año.

1077 En Canosa aparece Enrique IV en hábito de penitente, se le levanta la excomunión. El momento más humillante del imperio ante el sacerdocio.

1080 Nueva excomunión y deposición de Enrique IV, quien nombra un antipapa en Wiberto de Ravena, Clemente III.

1084

Enrique IV es coronado emperador por Clemente III. Gregorio escapa de Roma con el apoyo de los normandos.San Beuno funda la cartuja: regla benedictina con silencio perpetuo, abstinencia de carnes y habitaciones tipo eremítico.

1095 Urbano II, aplicando el Concilio de Clermont, llama a la cristiandad a emprender las cruzadas para recuperar los lugares santos.

1098 Roberto de Molesmes funda a los cistercienses. Los distinguirá una estricta observancia de regla benedictina, haciendo énfasis en la

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pobreza.

1099 Los cruzados guiados por Godofredo de Bouillón toman Jerusalén. Se erige el reino latino de Jerusalén.

1107 El rey Enrique I de Inglaterra renuncia a la investidura espiritual; los obispos canónicamente electos harán, antes de su consagración, un juramento de fidelidad.

1111

Enrique V y Pascual II llegan a un acuerdo sobre las investiduras en Sutri. El emperador renuncia a la investidura, si los eclesiásticos regresan los derechos reales de las tierras. La airada protesta de los príncipes laicos y eclesiásticos hace nulo el acuerdo.

1113 Pascual II confirma a la orden de los Caballeros de San Juan, orden militar que se transformará (s. XVI), en los caballeros de Malta.

1120 San Norberto funda a los premostratenses. que tendrán actividad parroquial. Surgen los templarios, orden religiosa que a los tres votos añaden el deber de combatir a los infieles.

1122 Concordato de Worms. Enrique V y Calixto II se ponen de acuerdo sobre la cuestión de las investiduras. Este fue uno de los documentos más importantes de la edad media.

1123 Primer concilio de Letrán, noveno ecuménico para occidente. Se confirma el concordato de Worms. Se continúa con la reforma gregoriana.

1139

Segundo Concilio de Letrán, décimo ecuménico: se prohíbe la simonía y la usura (préstamo a interés), el estudio de la medicina y el derecho a los monjes, el matrimonio de los clérigos, a partir del subdiaconado, es declarado inválido

1140 Aparecen los rimeros herejes en occidente: los cátaros o albigenses. 1150 Se funda la universidad de Paris. 1158 Muere Graciano. Padre del derecho canónico

1189 Tercer concilio de Letrán. undécimo ecuménico: La elección papal debe contar con dos terceras partes de los votos. Los cátaros son excomulgados y se les confiscan sus bienes.

1202 Cuarta cruzada, en lugar del santo sepulcro conquistan Constantinopla. Se inicia el imperio latino de oriente. Estos hechos son los que de verdad marcan la división entre la Iglesia Latina y la Griega.

1210 Mujeres que no encuentran lugar en los monasterios, deciden formar comunidades sin votos: Las Beguinas.

1215

IV Concilio de Letrán. 12° ecuménico. Se ordena la confesión y la comunión al menos una vez al año, se condenan a Cátaros y Valdenses. Domingo de Guzmán funda en Tolosa una comunidad de sacerdotes que se dedicarán a la predicación y la enseñanza: Ordo Praedicatorum (1216).

1223 Honorio III aprueba la Ordo Fratrum Minorum, gente piadosa reunida por Francisco de Asís desde 1208

1228 Quinta Cruzada. El excomulgado emperador Federico II, obtiene Jerusalén a través de negociaciones.

146

1231 Gregorio IX organiza la inquisición, la herejía se combate hasta con la pena de muerte.

1244 Jerusalén es conquistada definitivamente por los musulmanes. Inocencio IV organiza a los ermitaños de la Tuscia, formando la Orden de San Agustín.

1253 Son aprobadas las Clarisas, religiosas fundadas por Clara y su hermana Inés, en Asís (1211) bajo la inspiración de San Francisco.

1270 Con la muerte de Luis IX de Francia frente a Túnez, termina la era de las cruzadas.

1274

Segundo concilio de Lyon: décimo cuarto ecuménico. Para evitar que se alargue el tiempo en la elección de los papas, se decide que los cardenales deberán reunirse 10 días después de la muerte del Papa, y serán encerrados en el lugar de la elección. Cónclave. - Los embajadores del emperador bizantino Miguel VIII, aceptan la unión con la iglesia Latina.

1281 Martin IV. francés, para favorecer los planes de Carlos de Anjou, pretendiente al trono latino de Constantinopla, excomulga al emperador Miguel, muriendo así la débil unión de las iglesias.

1291 Cae la fortaleza de San Juan de Acre, último puesto de los cruzados en Palestina.

1300 Bonifacio VIII convoca al primer año santo en la historia de la iglesia Católica.

1302

Bonifacio VIII promulga la bula: Unam Sanctam, donde define la relación entre el poder Espiritual y el temporal. Hay dos espadas en poder de la Iglesia, la espiritual y la temporal, la primera la maneja la iglesia, la segunda se confía a los reyes y príncipes para que la usen en favor de la Iglesia, por consiguiente la autoridad civil debe estar subordinada a la autoridad eclesial.

1303 El rey francés Felipe el hermoso, en represalia por el documento anterior, ordena arrestar al Papa en Anagni, para que compareciera ante un concilio.

1309 El Papa Clemente V fija la sede papal en Avignon. Se desarrolla aquí la centralización de la Iglesia occidental en manos de la curia Pontificia.

1338

Una vez que el Papa Juan XXII depone al emperador Ludovico el bávaro, por no haberle pedido su confirmación, los príncipes electores declaran en Rense, que quien salga electo emperador conforme al derecho, lo es aunque no tenga la confirmación papal.

1348 La peste negra, cerca de la mitad de la oblación europea fallece

1349 Se inicia la época del humanismo, que ensaya el contenido científico y cultural del renacimiento. Con Guillermo de Ockham se desarrolla la vía moderna, a través del nominalismo, como una alternativa al tomismo

1356 Con la bula de oro, se reserva la elección imperial a los siete príncipes electores, quitando todo derecho de confirmación al Papa.

1377 Gregorio XI regresa la sede Pontificia a Roma. 1378 Se inicia el gran cisma de occidente. Descontentos los cardenales con el

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recién electo Urbano VI. se vuelven a reunir para elegir a Clemente VIL Durará 37 años.

1384 Muere John Wiclif. fundador de los Lolardos. Antecedente de un reformador en occidente.

1409 Concilio de Pisa. Los cardenales de ambos papas. Gregorio XII y Benedicto XIII, se reúnen y deponen a ambos, eligiendo a Alejandro V, con lo que en lugar de lograr la unidad se pasa a una triarquía.

1414-18

Concilio de Constanza, 16° ecuménico para occidente. Conforme al decreto: Haec Sancta se erige, en cabeza de la cristiandad para la solución del cisma. Los papas: Juan XXIII renuncia y lo deponen; Gregorio XII renuncia, y Benedicto XIII lo deponen. Se elige uno nuevo indiscutible: Martín V. En estos trabajos en pro de la unidad toma el liderazgo de la cristiandad el emperador Segismundo. La reforma queda pendiente

1415

El Concilio de Constanza juzga por herejía a Jan Hus,y un malogrado salvoconducto imperial, lo condena a morir en lo hoguera. Bohemia se levanta en armas y surge la primera guerra de religión : Los Husitas.

1431

Concilio de Basilea 17° ecuménico Eugenio IV para cumplir con lo acordado en Constanza, pero sin convicción convoca el Concilio y trata de disolverlo varias veces con lo que se enemista con los padres conciliares, creándose una verdadera diarquía en la Iglesia Occidental hasta el punto de deponer a Eugenio y elegir al último antipapa de la historia: Felix V (1439),quien renuncia diez años después.

1437-39

Concilio de Ferrara-Florencia, 18° ecuménico. El último concilio que busca la unidad con la Iglesia ortodoxa, y la consigue (6-Jul-39); pero los monjes que son quienes manejan al pueblo. y posteriormente los turcos, hacen nulo el acuerdo.

1453 Los Turcos conquistan Constantinopla. El Patriarcado de Moscú toma la herencia ortodoxa.

1478 Con la aprobación del Papa Sixto IV, tras petición de los Reyes Católicos, se inicia la llamada Inquisición Española.

1492 Surge para la cristiandad un nuevo continente: América.

1493 El Papa Alejandro VI otorga a la corona de Castilla los derechos sobre las nuevas tierras descubiertas, en función de su evangelización al cristianismo.

1508 El Papa Julio II concede el patronato de la iglesia indiana a los reyes de Castilla, por la bula: Universalis Ecclesiae

1512-17 V Concilio de Letrán, 18° ecuménico. última llamada para la reforma de la Iglesia occidental. Son los hombres los que deben cambiar por las cosas sagradas.

1517 Martín Lutero publica sus 95 tesis sobre las indulgencias. Se inicia la reforma.

1519 Carlos V es elegido emperador del sacro Imperio Romano Germánico. 1521 Hernán Cortés conquista la Nueva España, Lutero es excomulgado por

148

el Papa León X. La dieta de Worms aplica al reformador la proscripción imperial

1523 La Reforma se extiende a Suiza en Zurich Ulrico Zwinglio se encarga de ello.

1526 La dieta de Espira permite que los estados del imperio, puedan obrar, en cuanto a la reforma, conforme a su responsabilidad, hasta que haya un Concilio general.

1527 Il saco di Roma. El Papa Clemente VII se alía con Francisco I de Francia, por lo que las tropas imperiales asaltan y saquean Roma, lo que fue visto como un castigo celestial.

1530 Los llamados protestantes, por haber protestado el año anterior en Espira, presentan en Ausburgo su profesión de fe redactada por Melachthon; Confesio Augustiana.

1531 Zwinglio muere en la batalla de Kappel, al querer imponer la reforma por la fuerza.

1534 Enrique VIII de Inglaterra se proclama Jefe supremo de la Iglesia Anglicana.

1536 Juan Calvino inicia la reforma en Ginebra.

1537 Paulo III por la bula Veritas Ipsa, declara la plena humanidad de los habitantes indígenas de América, por lo mismo son sujetos válidos para la evangelización.

1540 Paulo III confirma la fundación hecha por Iñigo de Loyola: Los Jesuitas.

1541 Sin adversarios al frente, triunfa plenamente la reforma calvinista en Ginebra.

1543 Muere Nicolás Copernico, su descubrimiento de que la tierna gira alrededor del sol, simboliza el comienzo de la ciencia moderna: La revolución copernicana.

1545-63 El concilio de Trento, 19° ecuménico. Tuvo tres sesiones: 1545-49; 1551-52; 1562-63. Representa la reforma católica, y tendrá vigencia hasta el concilio Vaticano II.

1546 Muere Martín Lutero.

1555

El Intenim de Ausburgo, determina que la religión del príncipe será la religión de sus súbditos, quienes sin embargo pueden emigrar. Cuius regio eius religio. Sin embargo, los príncipes eclesiásticos que adopten la reforma pierden el principado.

1558 Con Isabel I se consolida la Iglesia reformada en Inglaterra, cuya profesión de fe se adopta en 1565

1564 Muere Juan Calvino, le sucede Noél Beda. - FeIi e Neri funda la congregación del oratorio.

1566 Pío V publica el catecismo romano

1572 En la noche de San Bartolomé (24—VIII), los principales jefes de los protestantes franceses son asesinados por órdenes reales.

1582 Muere Teresa de Ávila. La reformadora del Carmelo 1585 Tercer Concilio Mexicano.

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Trento se aplica en Nueva España estructurando la iglesia para los tres siglos siguientes.

1598 El edicto de Nantes. En Francia se otorga a los protestantes una libertad religiosa limitada.

1605 España utiliza por primera vez la exclusiva, veto a algún cardenal en la elección papal. Después lo aplicarán también el Imperio y Francia. Se termina en 1904.

1611 Pierre Bérulle funda la congregación del oratorio de Francia.

1615 Paulo V permite el uso de la lengua china para las celebraciones litúrgicas.

1622 Gregorio XV funda la congregación encargada de las misiones: Propaganda Fidei.

1626 Se erige la basílica de san Pedro en Roma.

1638 Muere Cornelius Jansen. Su obra póstuma Augustinus, da origen al movimiento teológico-social llamado Jansenismo.

1648 La paz de Westfalia. Terminan las guerras de religión y se conceden derechos religiosos a las minorías.

1650 Muere Descartes. Con su duda metódica empieza la filosofía moderna: Cogito ergo sum. Pienso luego existo.

1653 Inocencio X condena siete argumentos jansenistas.

1660 Muere Vicente de Paul, fundador de la congregación masculina de los Lazaristas dedicados a las misiones populares, y de la femenina hermanas de-la Caridad, dedicada a los enfermos.

1685 Luis XIV revoca el edicto de Nantes, deben emigrar de Francia los protestantes.

1700

Los benedictinos de la Congregación de San Mauro, los maurinos, trabajan en la edición de las obras de los Padres Apostólicos, proponiendo un nuevo método de trabajo basado en la convergencia de las fuentes, es el inicio del Método crítico en la Historia.

1713 Clemente XI condena las tesis jansenistas de Quesnel con la bula: Unigenitus; la que en 1720 se registra como la ley del estado francés.

1717 Cuatro logias de la iglesia de San Pablo en Londres se unen para formar la primera gran logia masónica.

1721

El Zar Pedro I reforma la iglesia ortodoxa rusa, poniendo al frente de la misma al Santo Sínodo, todos los obispos tienen los mismos derechos y los monjes deben dedicarse a una actividad útil, volviendo aún más difícil la entrada a los monasterios.

1750 Comienza la edición de la Enciclopedia de las ciencias, las artes y los menesteres, dirigida por Diderot, serán símbolo de la ciencia moderna.

1759 Los Jesuitas, por razones de tipo político, son expulsados de Portugal y sus territorios.

1762 El parlamento francés decide la supresión de los jesuitas en Francia, el Rey lo confirma dos años después.

1763 Febronius, seudónimo del obispo Hontheim, publica su obra: Sobre el estado de la iglesia y el poder del Papa. El pleno poder de la iglesia está

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en las manos del episcopado en pleno, el Papa tiene sólo un primado de honor; cuando nombra o conforma a los obispos va más allá de sus competencias. La obra recibe el apoyo de los príncipes eclesiásticos del imperio.

1767 Los Jesuitas son expulsados de España y sus territorios, provocando un duro golpe a la educación y a las misiones.

1773 Clemente XIV suprime la Compañía de Jesús con el breve: Dominus ac Redemptor. Catalina II de Rusia y Federico II de Prusia, hacen caso omiso del documento.

1780

El emperador José II inicia una profunda reforma de la Iglesia en sus estados patrimoniales, destacando una nueva distribución de obispados y parroquias, la supresión de los monjes y religiosos contemplativos y una nueva organización de los estudios eclesiásticos.

1789 La revolución francesa hace crisis entre el 14 de julio y el 11 de agosto. Se confiscan los bienes del clero.

1790

La constitución civil del clero es aprobada por la asamblea constituyente francesa. Se delinea una iglesia nacional, con lazos de cortesía con Roma, una nueva distribución de obispados y parroquias, cuyos titulares serian elegidos por los ciudadanos, pagados por el estado y obligados a un juramento de fidelidad. Se crean dos cleros en Francia: el constitucional y el refractario. Se rompen relaciones con Roma.

1801

Concordato entre Francia y la Sede Apostólica. Se reconstruye la Iglesia Católica, cuyos obispos serían designados por el Primer Cónsul Bonaparte, la iglesia renunciaba a los bienes confiscados por la revolución y a cambio el Clero quedaría como asalariado del Estado, todos los obispos tendrían que renunciar a sus sedes; los que pertenecían al clero constitucional y los que se exiliaron para seguir fieles a Roma

1806 El 6 de agosto termina el Sacro Imperio Romano Germánico, cuando el emperador Francisco II presionado por Napoleón, renuncia a la corona imperial convirtiéndose en Francisco I de Austria.

1809 Napoleón anexa al imperio francés los estados pontificios. Pío VII excomulga a los ladrones del patrimonio de San Pedro.

1814 Pío VII restablece la Compañía de Jesús. 1815 El Congreso de Viena retorna los estados pontificios al Papa Pío VII. 1829 Los católicos ingleses adquieren derechos civiles

1832 Gregorio XVI con la encíclica: Mirari vos, condena a los católicos liberales.

1854 Pío IX proclama el dogma de la Inmaculada Concepción de María.

1859 Don Bosco funda en Turín a los Salesianos, que se dedicarán a la educación de la juventud

1860 La mayor arte de los estados pontificios se anexan al reino de Italia.

1864 Pío IX publica el Syllabus errorum. que fue considerado como el rechazo de la iglesia a la civilización moderna. El arzobispo de Maguncia Ketteler comienza a reflexionar sobre la solución a las cuestiones sociales en

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base a lo que se llamará la doctrina social católica.

1869-70

El concilio Vaticano I, vigésimo ecuménico para occidente. En la constitución Pastor Aeternus, proclama la jurisdicción universal y la infalibilidad del Obispo de Roma: Surge un cisma los viejos católicos encabezados por Ignaz Dollinger.

1874 Roma es conquistada por las tropas italianas poniendo fin al risorgimento, 20.IX, al año siguiente la ciudad es declarada capital del reino.

1874 El Papa Pío IX prohíbe a los católicos italianos participar en política

1879 León XIII señala a la teología de Santo Tomás de Aquino como la norma para las facultades teológicas.

1890 El P. Lagrange funda la escuela bíblica de Jerusalén, con lo que se inicia el estudio científico de la Biblia por la parte católica.

1891 Con la encíclica: Rerum Novarum, León XIII propone una doctrina social católica.

1904 En el cónclave que elige a Pío X, se usa por última vez la exclusiva.

1907

Con el decreto: Lamentabili. Pío X condena el modernismo, es decir el uso de las ciencias modernas en su aplicación a los estudios eclesiásticos. Los estudiosos católicos se retrasarán en relación a sus colegas reformados.

1908 Pío X reorganiza la Curia Pontificia adecuándola a la pérdida del territorio de los estados pontificios.

1914 El 4 de agosto comienzan las hostilidades de lo que se llamará la primen guerra mundial. Los católicos, clero incluido, se mostrarán mas nacionalistas que cristianos.

1917 Benedicto XV publica el primen código de derecho canónico en la Iglesia Católica. En Rusia abdica el zar Nicolás II, con la revolución de octubre los bolcheviques se apoderan del poder.

1919 Se quita a los católicos italianos la prohibición de participar en la política.

1926 Pío Xl consagra a los primeros obispos chinos. Los territorios misionales se comienzan a encargar al clero indígena.

1928 José Maria Escribá de Balaguer funda el Opus Dei, organización compuesta por sacerdotes y laicos que inicia un nuevo tipo de instituto religioso.

1929 Con los Tratados de Letrán entre la Sede Apostólica presidida por Pío XI y el gobierno italiano encabezado por Benito Mussolini, nace el estado ciudad del Vaticano.

1931 Con la constitución: Deus scientiarum Dominus. Pío XI reorganiza los estudios eclesiásticos.

1937 Con la encíclica: Mit brennender Sorge, Pío XI condena el nazismo. Con la encíclica: Divini Redem tonis hace lo mismo con el comunismo.

1938 Nace en Ginebra el Consejo ecuménico de las Iglesias, que tratará de buscan la unidad de las iglesias reformadas manteniendo su independencia.

1939 Pío XII es elegido Papa. Consagra los primeros obispos africanos.

152

1950

Dentro de los actos del Año Santo, Pío XII proclama como dogma la Asunción de Maria.En Río de Janeiro nace el CELAM, Conferencia Episcopal Latinoamericana, que reúne a las conferencias episcopales de los países de América Latina.

1962

Se abre el concilio Vaticano II, el cual representa el mayor acontecimiento eclesiástico del siglo XX. situando al catolicismo en el contexto de los tiempos. Se desarrollará en cuatro sesiones: 11.X , 8.XII. 1962; 29.IX, 4.XII. 1963; 14.IX 21.XI. 1964; 4.IX - 8.XII. 1965

1963 Con la encíclica Pacem in Terris, Juan XXIII se dirige a todos los hombres de buena voluntad a procurar el bien de la humanidad sin distinción de razas, credos o ideologías.

1964 Paulo VI y el patriarca Atenágoras se levantan las excomuniones recíprocas que en teoría existían desde el 1054.

1967

Se reúne por primera vez el sínodo de obispos, signo de colegialidad, donde se tratarán los principales problemas de la iglesia romana. Paulo VI reforma la curia pontificia adecuándola a los nuevos aires conciliares.

1968 En Medellín, Colombia. el CELAM adecua los lineamientos del Concilio Vaticano II a la realidad concreta de América Latina. Se adopta la opción preferencial por los pobres.

1970 Se renovan las normas para las elecciones papales, no podrán participar más de 120 electores de menos de ochenta años, para que la elección sea válida se necesitará una mayoría de dos tercios más uno.

1978 Por primera vez desde el siglo XVI el 16 de octubre de 1978 es elegido Papa un cardenal no italiano, Karol Wojtyla, Juan Pablo II.,

1980 El arzobispo de San Salvador Oscar Arnulfo Romero es asesinado mientras celebraba la eucaristía.

1983 El Papa Juan Pablo II publica y reforma el Código de Derecho Canónico CIC

1993 Por Motu Proprio “Inde a Pontificatus Nostri Intio” se crea la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia

2005 el 2 de abril muere El Papa Juan Pablo II.

2005 El 19 de abril, Joseph Aloysius Ratzinger en el segundo día de cónclave es elegido como el Papa Benedicto XVI

La presente Cronología se formó con el apoyo de trabajos del Dr. Roberto

Jaramillo, aportes del Padre Víctor Hugo Montiel Toral S.M., investigaciones

personales en fuentes varias propiedad de la Sociedad de María y el libro Los

Siglos de la Historia. 139

139 De Babini Rosa. Los Siglos de la Historia. Ed. Fondo de Cultura Económica. México 1975