entropia final
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UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERIAFACULTAD DE INGENIERIA INDUSTRIAL Y DE SISTEMAS
TEMA: ENTROPIA
INTEGRANTES-ALMONACID GRANADOS JHONNY-PEREA ARANIBAR SEBASTIAN
FECHA DE ENTREGA: 05/05/14CICLO ACADEMICO: 2014-1
Entropía
Etimológicamente “entropía”, asociada a la termodinámica, surgió como palabra acuñada del griego, de em (en: en, sobre, cerca de...) y sqopg (tropêe: mudanza, giro, alternativa, cambio, evolución).
La termodinámica, por definirla de una manera muy simple, fija su atención en el interior de los sistemas físicos, en los intercambios de energía en forma de calor que se llevan a cabo entre un sistema y otro y tiene sus propias leyes.
Uno de los soportes fundamentales de la Segunda Ley de la Termodinámica es la función denominada entropía que sirve para medir el grado de desorden dentro de un proceso y permite distinguir la energía útil, que es la que se convierte en su totalidad en trabajo, de la inútil, que se pierde en el medio ambiente.
La segunda ley de la termodinámica fue enunciada por S. Carnot en 1824. Se puede enunciar de muchas formas, pero una sencilla y precisa es la siguiente:
“La evolución espontánea de un sistema aislado se traduce siempre en un aumento de su entropía.”
La palabra entropía fue utilizada por Clausius en 1850 para calificar el grado de desorden de un sistema. Por tanto la segunda ley de la termodinámica está diciendo que los sistemas aislados tienden al desorden, a la entropía.
Este desorden se grafica en la mayor o menor producción de energía disponible o no disponible, y sobre esta base, también podemos definir la entropía como el índice de la cantidad de energía no disponible en un sistema termodinámico dado en un momento de su evolución.
Según esta definición, en termodinámica hay que distinguir entre energía disponible o libre, que puede ser transformada en trabajo y energía no disponible o limitada, que no puede ser transformada en él.
Para comprender conceptualmente lo dicho, analicemos el ejemplo de un reloj de arena, que es un sistema cerrado en el que no entra ni sale arena.
La cantidad de arena en el reloj es constante; la arena ni se crea ni se destruye en ese reloj. Esta es la analogía de la primera ley de la termodinámica: no hay creación ni destrucción de la materia-energía.
Aunque la cantidad de arena en el reloj es constante, su distribución cualitativa está constantemente cambiando: la cavidad inferior se va
llenando, mientras la cavidad superior se vacía. Esta es la analogía de la segunda ley de la termodinámica, en la que la entropía (que es la arena de la cavidad inferior) aumenta constantemente.
Abajo, aumenta la entropía.
La arena de la cavidad superior (la menor entropía) es capaz de hacer un trabajo mientras cae, como el agua en la parte superior de una catarata. La arena en la cavidad inferior (alta entropía) ha agotado su capacidad de realizar un trabajo. El reloj de arena no puede darse la vuelta: la energía gastada no puede reciclarse, a menos que se emplee más energía en ese reciclaje que la que será desarrollada por la cantidad reciclada.
También podemos hacer el análisis tomando como ejemplo una cadena trófica.
En las cadenas tróficas al ir subiendo de nivel (de productores a consumidores) se va perdiendo energía química potencial. A medida que subimos en los niveles de la cadena, el contenido total de este tipo de energía es menor pero va aumentando la liberación de otro tipo de energía: El calor. Este último es un tipo de energía con menor probabilidad de aprovecharse ya que podemos generar menos trabajo con este tipo de energía que con la energía química potencial.
Al proceso por el cual la energía pierde su capacidad de generar trabajo útil o, mejor dicho, se transforma en otra energía que es menos aprovechable, se le llama entropía.
Mirado desde otro punto de vista, y para una comprensión y aplicación más general del concepto, la entropía se entiende como el grado de desorden de un sistema, así, por ejemplo, en la medida en que vamos subiendo niveles en la cadena trófica, cada vez tenemos menos control sobre la energía química potencial que sirve para generar trabajo ya que ésta se ha ido transformando en calor y nosotros podemos aprovechar (controlar) menos este tipo de energía, es decir va aumentando el grado de descontrol (desorden) que tenemos sobre la cadena trófica.
Por eso se dice que todo sistema biológico tiende a la entropía; es decir, al desorden.
Como podemos apreciar, la entropía es el elemento esencial que aporta la termodinámica, ciencia de los procesos irreversibles, es decir orientados en el tiempo.
Ejemplos de procesos irreversibles pueden ser: la descomposición radioactiva, la fricción o la viscosidad que modera el movimiento de un fluido. Todos estos procesos poseen una dirección privilegiada en el tiempo, en contraste con los procesos reversibles.
Precisamente, la distinción entre procesos reversibles e irreversibles la introduce en termodinámica el concepto de entropía, que Clausius asocia ya en 1865 al “segundo principio de la termodinámica”.
Todos hemos visto alguna vez un plato que se cae desde una mesa y se hace añicos contra el suelo. Lo que antes estaba ordenado en una única pieza de porcelana, se convierte en una multitud de fragmentos desordenados. Pero la situación contraria, la recomposición de un plato a partir de sus fragmentos de manera espontánea, al menos que se sepa, no la ha visto nadie.
La entropía acabará con el Universo.
Fragmentos de plato con alta entropía.
La ruptura del plato es un suceso natural e irreversible, una secuencia temporal adecuada; su recomposición, en cambio, no lo es. Es la evolución natural del orden al desorden o, en términos científicos, la natural tendencia del Universo a aumentar su entropía.
Todos tenemos una cierta idea, intuitiva, de lo que significa orden y desorden, pero desconocemos que el paso de una situación a la otra implica, de forma indefectible, el final de todo movimiento, la muerte del Universo.
Experimento ----Entropía
INSTRUMENTOS
2 vasos Agua a 100 grados Celsius Agua a temperatura ambiente Cubos de hielo con colorante
Procedimiento
1. Calentar una cantidad de agua hasta su punto de evaporación, luego verter parte del contenido a un vaso. Dejar que interactúe térmicamente con el entorno.
2. Verter en un vaso agua a temperatura ambiente.3. Luego verter un cubo de hielo teñido por colorante artificial en cada uno de los
vasos. Observar.
Observaciones
Los vasos con agua tratan de llegar al equilibrio calorífico En el vaso de agua a cien grados, el hielo se fusiona completamente y de
forma instantánea, haciendo que la pigmentación amarilla abarque todo el líquido de manera homogénea
En el vaso a menor temperatura la pigmentación se esparce de manera muy lenta y en hileras
La fusión total del hielo demoró alrededor de 25 min en el vaso con agua a menor temperatura
La temperatura final registrada en el vaso con agua de mayor temperatura es 75 grados Celsius debido a que llegó al equilibrio térmico.
Otro experimento que nos llamó la atención es el siguiente:
Se puede violar la segunda ley de la termodinámica?
La entropía es una magnitud termodinámica muy importante a la hora de determinar si un proceso (desde un punto de vista termodinámico) puede ocurrir o no.
Primero hay que aclarar unos cuantos conceptos para entender la explicación de este fenómeno y por qué en realidad no es tan raro que suceda. La clave está en tres cosas: flujo laminar, viscosidad y reversibilidad.
Pues bien, aquí es donde entra en juego la viscosidad. La viscosidad en física se define como la resistencia que un fluido opone a ser deformado mediante fuerzas tangenciales. Una fuerza tangencial sería por ejemplo la que aplicamos al arrastrar los pies por la tierra. El suelo ofrece una cierta resistencia pero a base de aplicar fuerza cede.
El recipiente consiste en dos tubos cilíndricos, concéntricos y transparentes que se llenan de glicerina o de jarabe de maíz que son ambos fluidos transparentes y con una gran viscosidad.
A continuación se inyectan varios puntos de colorante para luego girar la manivela lentamente hasta que se mezcla todo por completo. Y cuando se vuelve sobre lo andado y se rota en sentido contrario todo vuelve a su sitio, contraviniendo la intuición. Ya tenemos una parte del truco desvelada: la velocidad de rotación es baja, esto junto con una alta viscosidad y un diámetro pequeño hace que el número de Reynolds sea muy bajo: esto garantiza que el flujo va a ser laminar.
Como el fluido es viscoso se opone a las fuerzas tangenciales, esta fuerza la va a ejercer la pared del recipiente ya que las moléculas que la componen interaccionan mediante las fuerzas de van der Waals con las moléculas que componen el fluido viscoso.
Otra parte del truco es evitar los fenómenos de difusión entre los dos fluidos. Si dejásemos las gotas de tinta, el fluido se iría difundiendo en el interior del transparente difuminando la mancha. Este proceso es mucho más lento de lo que va a llevar hacer el experimento con lo cual, podemos olvidarnos en parte de este fenómeno. Así que lo que tenemos es que cuando rotamos el cilindro, las capas del fluido van a desplazarse sin que existan turbulencias con toda tranquilidad y al volver sobre nuestros pasos, todo vuelve a su sitio.
Es parecido a si disponemos una baraja de cartas y la abrimos sobre la mesa aplicando una fuerza tangencial con la mano y luego, la volvemos a agrupar. Si lo hacemos lo bastante lentamente y con cuidado, no se va a romper la baraja y todas las cartas vuelven a su sitio sin mayor problema. Esto no le sorprende a nadie, ¿verdad que no? Pues es lo mismo, solo que las cartas son las capas del fluido en régimen laminar.
Aquí aparece el tercer protagonista a colación: la reversibilidad. Un proceso reversible lo podemos entender como aquel proceso que si vemos marcha atrás, no se rompe
ninguna ley física. Si una taza se cae, se derrama y se rompe, no tiene sentido físico considerar que la taza recupere el líquido y se recomponga. Es un proceso irreversible. En cambio el de la baraja no lo es. De igual modo, la difusión del fluido es un proceso irreversible.
Siendo más prosáico, un proceso reversible es aquel que conecta dos estados de equilibrio y hace que el sistema no abandone el equilibrio en ningún paso intermedio. Podemos llenar la cuchara de comida y llevarla a la boca y si queremos, llevarla de vuelta al plato sin que se viole ninguna ley física, porque la cuchara y la comida han estado en todo momento atravesando estados de equilibrio. Si la comida se derrama por el camino ya no podemos repetir el proceso marcha atrás porque la comida no va a volver a la cuchara por arte de magia ¿verdad?
Pues con este proceso, todo ese cuidado que se ha impuesto en las condiciones del experimento acerca del flujo laminar, la baja difusión y demás es lo que garantiza que el proceso sea reversible.
Como el estado inicial es el mismo que el estado final y la entropía depende del estado y no de cómo se ha llegado a él, al ser el mismo el inicial que el final, no hay variación neta de entropía y por tanto no se viola ninguna ley termodinámica.
De las leyes de la termodinámica podemos deducir que en un proceso espontáneo, la entropía del universo (es decir, todo lo que rodea a nuestro sistema) aumenta. Además, los procesos espontáneos son irreversibles.
Al universo le gustan los procesos irreversibles dado que son más convenientes desde un punto de vista energético. Por eso tu habitación no se arregla sola, por eso los auriculares en el bolsillo se lían hasta alcanzar estados de anudación difíciles de creer, y por eso en este experimento controlando aquellos factores que podrían impedir la reversibilidad, se consigue engañar a la intuición.