ensayo 2
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Teorías y sistemas psicológicos.
Ensayo no.2
Por: Rebeca A. Pérez Larios
La palabra psicoanálisis proviene del griego psico o psykhé que significa alma o
actividad mental y análisis que significa examen o estudio, surgió de un método
terapéutico para determinadas enfermedades nerviosas que Sigmund Freud y su
colega Joseph Breuer elaboraron conjuntamente por el año de 1890. El psicoanálisis
es el conjunto de teorías que toman como base todas las ideas concebidas por Freud,
pero algo que hace distintivo a esta técnica terapéutica es el hecho de que se trabaja
sobre el inconsciente reprimido, además de que se cree que los espacios inconscientes
son la base del conflicto psicológico que sufre cada individuo, para poder llevarse a
cabo el tratamiento psicoanalítico se basa en el análisis de todos aquellos elementos no
conscientes de una persona.
No hay una definición tal para el psicoanálisis, ya que el mismo Freud le dio diversos
nombres como lo fueron: un método para explorar los procesos mentales inconscientes,
una técnica para tratar las enfermedades psíquicas, un cuerpo de teorías derivadas de
la aplicación de los puntos. Ya que el mayor aportador de dicha técnica es Sigmund
Freud, se le llego a considerar el padre del psicoanálisis.
Freud se interesó por estudiar una patología muy frecuente en su tiempo: La histeria.
Partió su investigación teniendo en mente la idea de que aquella afección era debida a
la acción de determinados hechos del pasado, los cuales a manera de traumas, habían
perturbado la personalidad psíquica del sujeto, el tratamiento de la histeria debía
centrarse en que el paciente reprodujera los sucesos traumáticos que habían
ocasionados tales conflictos. Para hallar el rastro de los hechos del pasado
responsables de todo el proceso, Breuer y Freud usaron la hipnosis.
Si estudiamos más a fondo el psicoanálisis nos damos cuenta que se basa mucho en
las cosas que se encuentran en nuestro inconsciente, y como vimos anteriormente
Freud para poder llegar a esas cosas que estaban ocultas utilizo la hipnosis. El
mesmerismo viene siendo el hipnotismo, esto se practica aun en nuestros tiempos, es
por eso que se dice que estudiar psicología no es lo correcto. Pero como psicólogos
adventistas podremos recurrir a otro tipo de técnicas, estoy de acuerdo con Elena
cuando escribió “Separaos de todo lo que se parezca al hipnotismo, que es la ciencia
utilizada en su trabajo por los instrumentos satánicos” (Elena G. White 1977 página
401). Este tipo de técnicas no es aceptable ante los ojos de Dios, por el simple hecho
que el hombre fue creado con libre albedrío, “Dios pudo haber creado al hombre
incapaz de violar su ley; pudo haber detenido la mano de Adán para que no tocara el
fruto prohibido, pero en ese caso el hombre hubiese sido, no un ente moral libre, sino
un mero autómata. Sin libre albedrío, su obediencia no habría sido voluntaria, sino
forzada.” (Elena G. de White 1971 p.13). La autora Elena estaba en lo correcto al
advertirnos de que ese tipo de prácticas no eran lo correcto, ya que Dios así lo había
estipulado.
Si el mismo Dios con todo su poder y gloria nos deja elegir a nosotros que hacer
“Dios no halla placer en una obediencia forzada, y otorga a todos libre albedrío para
que puedan servirle voluntariamente. (Elena G. de White 1999 p. 9) ¿Qué autoridad
tengo yo, para hipnotizar a una persona?, pues ninguna. Cada persona tiene la libertad
de elegir que hacer y nadie puede decidir ni obligarlo a realizar algo que no quiere.
La libertad es la mayor cualidad de la mente humana en cuanto conserva la imagen
de su Hacedor. Al realizar este tipo de prácticas estamos cometiendo un gran error,
pues no tenemos ni el derecho ni el poder de intervenir en la mente de una persona de
una manera más profunda, pues llegaríamos a jugar con fuego ya que no somos los
suficientes sabios para entender lo que dicha acción implica. Es por eso que Dios nos
puso limites, son por nuestro bien, al momento de querer sobrepasarlos tendremos
serios problemas ya que estaremos quebrantando leyes. “Dios ama a sus criaturas con
un amor a la vez tierno y fuerte. Ha establecido las leyes de la naturaleza; pero
sus leyes no son exigencias arbitrarias” (Elena G. de White 2004 p. 144). Dios nos dio
las reglas pero está en nosotros si queremos cumplirlas y aceptar su voluntad antes de
la nuestra.
Referencias.
Nunes Araujo D. (2010) Una introducción a la psicosomática bajo la óptica del
psicoanálisis. Revista de Psicoanálisis, Psicoterapia y Salud Mental 3 (7), 1-7
Pereyra M. (2012) Psicología. México: Adventus.
White E. (2003). Elena G. White: Mujer de visión. México: Gema.
White E. (1971). Conflicto y valor. México: Gema