LA MISIÓN DE LA IGLESIA

Y LA PREGUNTA SOBRE

EL PRÓJIMO

U nidad

en el Espíritu

y D iversidad de D ones

Ira. CORINTIOS 12:4-12. Diversidad y uni-

dad en la iglesia de Cristo. Somos diversos y so-mos uno en Cristo. Somos diferentes pero a la vez complementarios. En una misma comunidad de fe

tenemos diferentes dones o carismas y cumplimos diferentes funciones, servicios o ministerios. Uno

mismo durante el transcurso de su vida desarrolla diversas actividades, oficios o tareas en su casa, en el trabajo, con sus círculos de amistades, con

sus familiares… Pablo escribe a una iglesia dividida, la de Corinto. En el cap. anterior desarrolló el tema de la Comu-

nión de la Cena, la Cena del Señor, y al principio de su epístola la cuestión de los partidos religiosos

que se habían formado en el seno de la misma iglesia: unos dicen que derivan del liderazgo de Pedro, otros de Pablo, otros de Apolo, otros direc-

tamente de Cristo. Cristo no está dividido, afirma el apóstol Pablo, pero aquella iglesia sí.

Ahora bien, una cosa es tener diversos dones y compartir la comunión fraternal en una iglesia unida, y otra cosa es estar divididos por la causa

que fuere: ● orgullos «denominacionales» (el origen particu-

lar de un sector eclesial), ● por remitirnos a la memoria o la actuación pre-sente de los líderes que mejor nos representan

(somos herederos teológicos y espirituales de tal o de cual), ● las actitudes maliciosas que provocan diferen-

cias entre los más pudientes y los más pobres (I Cor. 11)

● las molestias y los resquemores causados por las diferencias teológicas que promueven sectores cerrados y contrapuestos (I Cor 10; 14)

● la distinta concepción de la ética cristiana (cap. 10), según la cual algunos tienden a ser más fun-

damentalistas o rigoristas con determinadas prácticas (comidas), mientras que otros son más liberales,

● la soberbia de algunos que se manifiesta en una concepción altanera de la teología y la espirituali-dad (los «espirituales» o «pneumáticos» versus los

cristianos «comunes»). Pablo ofrece así en esta carta un recorrido por

varios problemas importantes que arrastraba aquella comunidad que él había fundado. Escribe entonces para poner algunos asuntos en claro,

pues en su ausencia se habían suscitado estos debates, divisiones y conflictos que amenazaban la

reputación de la vida y la

misión de la iglesia en Corinto. Una cosa, enton-

ces, es tener perfiles di-versos, como diríamos hoy, y otra es atentar con-tra la vida comunitaria a causa de ciertas actitu-

des vanidosas, autosuficientes y cerradas. A Pablo le duele esta situación y escribe para reencaminar

a los corintios en la senda del amor fraternal (cap. 13). No hay otro camino para la vida cristiana. No hay otra opción. No se debe ser cristiano y vivir

encerrado en sí mismo. Si somos de Cristo nos debemos de una u otra manera a quienes también

son de Cristo. No es lícito amar a Cristo y odiar (o faltar el respeto) a nuestros prójimos más inme-diatos, los que tenemos en la iglesia.

Algunos sabrán más de teología; otros llevarán una vida espiritual admirable; otros tendrán el poder de la oración que sana; otros serán visitado-

res para llevar un consuelo a corazones afligidos; otros podrán realizar el discernimiento de los dis-

cursos o testimonios a los efectos de verificar si vienen de Dios o de un interés individual; otros tendrán el don para predicar; otros, para interpre-

tar los mensajes de personas que se manifiestan por la glosolalia… Y la lista podría seguir. Si tuvié-

ramos en la misma iglesia los mismos dones sería aburrido y nos faltaría vida, chispa, sorpresa, la novedad de lo diferente. La imagen del cuerpo es

bien clara y no necesita mucha explicación: somos muchos y diferentes miembros pero participamos de un mismo cuerpo, la iglesia de Cristo en el

mundo. Pero la diversidad debe ser ordenada, organizada

de alguna manera, de lo contrario se convierte en caos. Y la iglesia no tiene por qué vivir en un caos, en una permanente indefinición o nebulosa que no

se sabe bien qué hace y quiénes se ocupan de esto o lo otro. La diversidad es necesaria, pero la

sana organización también, es decir, la buena co-ordinación entre las partes o miembros. El entu-siasmo en la vida espiritual es muy importante

pero debe ir acompañado de una coordinación comunitaria. No todo se puede reglamentar y no

es bueno exagerar con las reglas; pero la libertad necesita de un marco para que sea viable y tenga una expresión verdaderamente comunitaria. Me

parece que Pablo tenía esto en mente cuando es-cribió a los corintios, es más, lo expresa con estas palabras: «todo me está permitido, pero no todo

es provechoso; todo me está permitido, pero no todo edifica. Ninguno debe buscar su propio bien,

sino el bien del otro.» (I Cor 10:23-24). Pastor Alvaro Michelín Salomón.

Preguntas disparadoras para el primer debate en grupo.

Por designación de Mesa Valdense, el Pastor Alvaro Michelín Salomón, una

semana al mes estará a cargo de la

Iglesia Evangélica Valdense de Colonia Iris, que incluye las comunidades de

Jacinto Aráuz y San Martín en La Pam-pa; Villa Iris y El Triángulo (paraje ru-

ral) en la Pcia. de Bs. As., al estar estas

comunidades sin pastor local. Los cultos en IERBA serán cubiertos

por pastores o laicos hermanos.

Recordando Pentecostés: el pasado 14 de mayo se llevó a cabo en nuestro templo un encuen-

tro organizado por el grupo ecuménico del barrio de Belgrano. Con mucha asistencia y calidez se leyó sobre 1ra. Corintios 4-12., reflexión que reproducimos en pág. 2. La acostumbrada ofrenda, que

solidariamente se destina a alguna institución del barrio, en esta oportunidad los organizadores decidieron donarlo a las familias afectadas por las inundaciones en la ciudad de La Paz (E.R),

recordando el paso de Claudia Florentín, como obrera de esta comunidad y activa participante del grupo ecuménico.

Taller Pastoral Urbana: El pasado 4 y 5 de junio participamos 30 personas de este taller junto

a delegados de las comunidades de Bahía Blanca y Paraná, en la Iglesia Valdense del barrio de Flores, quienes organizaron y dirigieron el taller. Nos acompañaron la Moderadora Valdense Pastora Carola Tron

y Dennis A. Smith, enlace regional para el cono sur y Brasil de la Misión Mundial de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos. En este primer encuentro y bajo el lema: «Agranda tu tienda de campaña, extiende sin miedo el toldo bajo el cual vives» Isaías 54:2. se invitó a visibilizar la realidad de cada comunidad como un desafío a salir de la rutina y «mirarnos» desde afuera para integrar e integrarnos al medio urbano donde

está inserta. En modalidad de grupos y plenario se trabajó sábado y domingo con aportes bíblico-teológicos e incenti-vación para el trabajo

grupal. Cada comunidad explicitó en carteles sus actividades y nuevos de-

safíos. Constatamos la diversidad

en la composición de cada comunidad, de acuerdo a franja etaria, mayor o me-

nor tiempo de vivir en la urbanidad, lo que enrique-

ce estos encuentros en el conocimiento mutuo. Nos alegra la participación

de 8 jóvenes de la comu-nidad de Bahía Blanca con

su impronta renovadora y también la delegación de Paraná con sus inquietudes como comunidad

que aún está buscando su perfil. Por IERBA asistimos el pastor Alvaro Michelin Salomón, Ivonne Roland y Graciela Negrin.

Apertura al barrio: desde algunas Sras.

de la comunidad surgió la idea de reunir en nuestro salón a vecinas/clientas de la Feria Ame-

ricana, para charlar, conocernos, acompañarnos y juntas desarrollar alguna actividad lúdi-

co/cultural.

EROSIÓNESE

Escrito en portugués por Roberto Crema traducción: Ivonne Roland.

Nadie cambia a nadie; nadie cambia solo; cambiamos en los encuentros.

Simple, pero profundo, preciso. Es en las relaciones que nos transformamos.

Somos transformados a partir de los encuentros, desde que estemos abiertos y libres para ser impactados

por la idea y el sentimiento del otro.

¿Notaste la diferencia que hay entre las piedras que están en la naciente de un río,

y las que están en su desembocadura? Las piedras en la naciente son toscas,

puntiagudas, llenas de aristas. A medida que van siendo arrastradas

por el río, sufriendo la acción del agua

y rozándose con las otras piedras, a lo largo de muchos años, van siendo pulidas, prolijadas.

Así también actúan nuestros contactos humanos. Sin ellos, la vida sería monótona, árida.

La observación más importante es constatar que no existen sentimientos, buenos o malos,

sin la existencia del otro, sin su contacto.

Pasar por la vida sin permitirse una relación próxima con el otro,

es no crecer, no evolucionar, no transformarse. Reveses momentáneos sirven para el crecimiento.

A eso llamamos experiencia.

¿Notaste el tamaño del diamante pulido, tallado?

Sabemos cuánto se saca de exceso para llegar a su esencia. Es ahí que está el verdadero valor...

Dios, pues, hace a cada uno de nosotros con una fuerte esen-

cia y muy parecida a un diamante en bruto, constituido por muchos elementos,

pero esencialmente por amor. Dios le dio a cada uno de nosotros esa capacidad, la de amar...

Pero tenemos que aprender cómo.

Por mucho tiempo en mi vida creí que amar significaba evitar malos sentimientos.

No entendía que herir y ser herido, tener y provocar rabia, ignorar y ser ignorado

forma parte de la construcción del aprendizaje del amor.

No comprendía que se aprende a amar sintiendo

todos esos sentimientos contradictorios y... superándolos. Ahora, esos sentimientos simplemente

no ocurren si no nos involucramos.

Y al involucrarnos generamos desgaste.

Mi palabra final: ¡EROSIÓNESE!

El primer encuentro fue el

miércoles 22 de junio, con asistentes positivas y entu-

siastas de compartir expe-riencias de vida y contar con un espacio donde

practicar algún idioma, leer y comentar libros/cuentos,

poder contribuir al mejo-ramiento del barrio.... pero sobre todo COMPARTIR,

ya que muchas de ellas se encuentran solas en la

gran ciudad. Seguiremos «puliendo» ideas y poniendo en mar-

cha expectativas el próxi-mo 6 de JULIO a las 15:30 hrs.

Para finalizar el encuentro, té y delicias incluido, com-

partimos una muy apro-piada reflexión:

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Tú envías el agua de los manantiales,

a los ríos que co-rren por las mon-

tañas. De esa agua beben los animales salva-jes; con ella apa-gan su sed los as-

nos del monte. A la orilla de los ríos anidan las

aves del cielo: ¡allí cantan, entre las

ramas de los árbo-les!.

Salmo 104: 10-12

No existe otra forma de descubrir el

amor. Y sin él la vida no tiene significado.

Para los hombres del sur, el lapacho es imagen de la dureza y resistencia. Con su madera se fabrica

lo que debe soportar la intemperie y los atropellos de la fuerza animal; sin embargo no hay cosa más

tierna que el lapacho entre los montes misioneros. Es un árbol esbelto, de hojas suaves y luminosas. Su copa se abre allá arriba como un rostro, sobre

un tronco sin desperdicio y sin espinas. Y en se-tiembre, el lapacho es una niña quinceañera… antes de recuperar sus hojas, se viste todo con

flores rosadas que regala en abundancia, embelleciendo la geografía que lo acoge. Es un árbol que crece lento. No tiene apuros, sabe esperar sus ciclos. Su madera se va hacien-

do lentamente, por eso es resistente y no se pudre; poco a poco va saltando en astillas que regresan a la tierra madre, uniéndose al humus fértil que alimenta la vida nueva que nace a sus pies.

Vocación tierna de árbol, con misión resistente de columna, es imagen del alma de los hombres y mujeres dedicados a llevar la palabra de Dios.

Alerta vigía de setiembre,

ternura de fiesta quinceañera, se estrella el invierno entre tus flores, cubriendo de rosa las veredas.

Mil soles te dieron fortaleza,

mil noches te dieron su frescura, es tuyo el misterio de las selvas

del viento y del indio en su espesura. Tenés corazón que no se pudre,

lapacho de flores sonrosadas pudor virginal que se arrebola,

guardando tu savia acumulada Son parcas las ramas de tus gestos,

que sólo en la copa se te ensancha dejando que el tronco surja recto,

igual como surge la confianza.

Tayé, te llamaron los antiguos,

y el nombre, por gracia, ha perdurado volviendo a endulzarlo el camoatí, que busca la miel entre tus labios.

Imagen del alma de los curas

–rara conjunción de tierra y gracia- columna sacada de los montes

y luego de pie crucificada. Sacado con todas tus raíces,

trajiste contigo tu pasado bravo imguaré de los antiguos,

retá con color de sangre y barro. Hoy quedas de pie sobre las ruinas,

cual mudo testigo del pasado e invitas a todos los que llegan,

a ver, a pensar y dar la mano

Fragmentos del libro: Madera Verde, escrito por el Padre Mamerto Menapace.

LOS CULTOS CORRUPTOS DE CANAN

«De doce años era Manasés cuando comenzó a reinar y reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años… e hizo lo malo ante los ojos de Jehová, según las abo-minaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel» (2 R. 21: 1-2).

«Idolatría» dice el relato oficial. Isaías, el más

grande profeta y contemporáneo de Manasés (696-642 a.C) se expresa con amargura

cuando se lamenta: ¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel?. «Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad: pero ahora,

los homicidas» (Is. 1:21) Lo mismo que Isa-ías, los demás profetas elevan a través de los

siglos, duras e incontenibles, la misma repri-menda, que se lee en la Biblia. La acusación, corre a través de muchos libros

del Antiguo Testamento, acompañando las vicisitudes de los hijos de Israel, desde el

tiempo en el cual, después de una larga pere-grinación en el desierto, hacia 1230 a.C, Israel

alcanza el Jordán… (Nm. 25:1-2). Se vuelve a oír en la época de los dos reinos, de Judá (2 R. 14:23-24) y al mismo tiempo en el reino

septentrional de Israel (Os. 4: 13-14). Ni si-quiera enmudece en los años de prisión en

Babilonia en el siglo sexto a.C ..(Ez. 16:16). Mil quinientos años después que los libros

bíblicos llegaron a Europa, los sacerdotes y mónacos eran los únicos que podían explicar su contenido al pueblo porque estaban escrito

en griego, latín y hebrero. Solamente en la Edad Media, cuando las primeras traduc-

ciones impresas pudieron ser adquiridas por el público, y poco a poco muchas personas leye-ron la Biblia, se encontraron con textos que

las espantaron. La Biblia hablaba de prostitu-tas!!!. Es natural que fuese poco comprensible

para gente cuyas casas y habitaciones se en-contraban todavía bajo la protección de cate-

drales e iglesias tendiendo hacia el cielo. ¿Qué cosa podía saber el hombre de occiden-te, para el cual Dios «era una fuerte roca»?

Las cruzadas habían llevado muchas noticias horrendas con relación a salvajes y paganos

sarracenos, pero cosas escandalosas hasta ese punto no se habían sentido nunca!!.

Los profetas y los cronistas debían parecer hombres que en su celo por Jehová y en su

ira por los cultos extranjeros se habían extra-limitado. De este reproche la Biblia no se li-beró hasta nuestros días.

Hay un testimonio laico de lo que la Biblia define como «idolatría de la gente». Filón de

Biblo, un notorio fenicio que vivió cien años antes de Cristo, había recogido material en su patria y escribió la llamada «Historia Fenicia»

donde se ocupa de eventos históricos de ciu-dades de mar y las repúblicas costeras de Ca-

naán y describe, además, las divinidades, mi-tologías y cultos fenicios; copiadas de las ins-

cripciones de un templo caído a causa de un terremoto. El obispo Eusebio de Cesarea, en Palestina, descubrió los escritos en el 314 d.C

junto a otras cosas para los cultos que le pa-recieron horribles y que rehusó tomar en serio

las degeneraciones sexuales a las que se re-fería.

Sobre los «baales» de Canaán estaba en pri-mer lugar el dios EL. Su esposa era Ashira, una diosa mencionada en la Biblia. EL se

casó con sus tres hermanas, una de las cuales era Astarte, con el nombre de Astarot (Juec.

2: 13), nombre que se repite en el Antiguo Testa-mento. El dios EL mata a su hermano, a su propio hijo y a su hija le corta la cabeza;

castra a su padre y a si mismo y alienta a sus aliados a hacer lo mismo.

Para nosotros es natural que cada estado civi-lizado vele sobre la moral de sus ciudadanos,

pero en ese tiempo en Canaán, el culto de los sentidos era un servicio divino, los templos representaban prostíbulos, druidas masculinos

y femeninos formaban parte como «consagra-dos», del personal del templo, las ofrendas

por sus «servicios» se integraban a la caja del templo como «sacrificio para la divinidad».

Los profetas y cronistas no han exagerado

sus duras palabras y los párrafos escabrosos han sido confirmados por los descubrimientos

arqueológicos. En la costa Siria, frente a la punta oriental de Chipre está situado el lla-

mado «Puerto Blanco». Las olas del Medi-terráneo se rompen en un estupendo juego de colores, cambiantes del verde claro al vio-

leta oscuro, contra las rocas calcáreas de un blanco luminoso. Los indígenas de la región

cuentan que, en tiempos remotos, en ese lu-gar moraban los dioses de sus antepasados.

En las proximidades del mar en 1928, un la-brador mientras araba descubrió un largo co-rredor subterráneo que conduce a una cripta

sepulcral de estilo miceneo. En esa época Francia era mandataria de Siria y al conocer

tal descubrimiento, envía técnicos del museo del Louvre, los cuales hacen descubrimientos

sensacionales!!! A 800 metros de la playa y de la antigua tum-ba micenea, surge una colina artificial rodea-

da por los brazos de un torrente llamada Ras es Shamra, que significa «cabeza de hinojo»

porque sobre las antiguas ruinas que albergan los restos de la ciudad real fenicia de Ugarit, crecen hinojos. Más de tres mil años antes la

ciudad fue destruida para siempre, asaltada por pueblos llegados por mar.

Los técnicos enviados por el Louvre al excavar sobre la «cabeza de hinojo» pudieron confir-

mar los afamados cultos de Canaán. Un tem-plo estaba consagrado al dios Baal, otro al dios Dagen y entre ricas cajas de mercader-

ías, la casa del sumo pontífice de Ugarit que poseía una gran biblioteca de tabletas bien

conservadas, escritas en un idioma descono-cido, descifrado recién en el año 1930.

Son documentos bilingües, uno un antiguo dialecto cananeo, similar al hebreo premosai-co que tratan de cultos del antiguo Canaán y

con los cuales Israel hizo sus primeros cono-cimientos al ingresar a la Tierra Prometida.

Los mitos y costumbres descriptos en estos documentos reflejan barbarie, cultos mágicos de grotesca sensualidad cuyos objetos son

dioses y semidioses; especialmente los ritos a la fecundidad.

Los demás pueblos de la antigüedad adoraban divinidades relacionadas a cultos con los ciclos

del llegar-partir, nacimiento- muerte, pero en

Canaán eran de tal des-vergüenza que diosas madres eran designadas «cortesanas sagra-

das», como lo describen Filón de Biblo y Eu-sebio de Cesarea.

El increíble culto de la fecundidad practicado en Canaán era ejercitado hasta en la vida dia-ria. Bajo algunas de las casas descubiertas en

las excavaciones se encuentra una cripta donde los habitantes de Ugarit colocaban sus

muertos. Tubos de arcilla de formas extrañas descendían bajo tierra y a través de los cuales

se les ofrecía agua, vino, aceite, carne y san-gre de animales sacrificados. Los cananeos y fenicios a estas prácticas le

atribuían propiedades afrodisíacas y creían que atraía el amor y sanaba la esterilidad.

Baal era el dios de las tempestades y las llu-vias, su símbolo es la cabeza de un toro y él

fecunda el ganado en los prados con la lluvia para su engorde. Anath es su hermana y es-posa y al mismo tiempo diosa de la fecundi-

dad y la guerra. Baal la describe así «con fuerza segaba a los habitantes de la ciudad,

mató al pueblo de la costa del mar y destruyó los hombres del Oriente. En Ugarit también se encuentran pequeñas imágenes y amuletos

de Astarte, de arcilla y oro. Sus símbolos son las serpientes y las palomas famosas en el

antiguo Oriente por su fecundidad. Las diosas de la fecundidad eran adoradas sobre las

montañas donde se erigían sus altares y se plantaban árboles, bajo los cuales se desarro-llaban los ritos, según R. 14:23.

Luego de las excavaciones en Ugarit y las posteriores investigaciones científicas no que-

dan dudas sobre los cultos y actos «rituales» y la lucha moral que debieron sostener los

hijos de Israel, simples pastores enfrentados a la tentación!!! Mas de una vez los cultos a Baal se acercaron

al tabernáculo en el templo de Jehová; fue necesario una severa ley moral, una inque-

brantable fe en un solo Dios y la figura domi-nante de sus profetas para triunfar sobre la seducción de estos ritos, la prostitución de las

diosas de la fecundidad, los altares y bosques sagrados.

Traducido y adaptado por el editor.

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