el cansancio de los materiales - ibuk

66

Upload: others

Post on 03-Jul-2022

6 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: El cansancio de los materiales - ibuK
Page 2: El cansancio de los materiales - ibuK

El cansancio de los materiales

Page 3: El cansancio de los materiales - ibuK

Manuscrito

Page 4: El cansancio de los materiales - ibuK
Page 5: El cansancio de los materiales - ibuK

El cansancio de los materialesLeonor García Hernando

Page 6: El cansancio de los materiales - ibuK

2001, Leonor García HernandoBuenos Aires Argentina.

Diseño: PaskaIlustración de tapa sobre la pintura de Edward Hopper,Habitación de hotel (1931).

Page 7: El cansancio de los materiales - ibuK

hermanos 1969

Page 8: El cansancio de los materiales - ibuK

somos parecidos a esos sapos que en laaustera noche de los pantanos se llaman sinverse, doblegando con su grito de amor toda

la fatalidad del universo.

René Char

Page 9: El cansancio de los materiales - ibuK

los tullidos de la ciudadse deslizan por esta vereda. Cuando mi boca se tuerceen mueca compasiva, ellos se alejansonriendo sobre sus débiles piernas incompletas.

Page 10: El cansancio de los materiales - ibuK

¿la calma provoca esta sensación de caída?Bajo los tacos negros, un declive de encerados mosaicos.Me aferro al vértigoasí, un lastimado se adhiere al que lo lava con una esponja

muro que desprende cal y orugas. Cara enfrentadaa la pared.Me interesan los idiotas; aquello que hace del idiota unser inacabado un escozor de hambre

la mirada se abstrae en arbustos y las muñecasquedaban en las zanjas sin piernas, sin párpados

los objetos tenían una descarga de ahogadoestancado entre maderasy las ventanas eran clavadasy la gente que huía, esperaba en los aeropuertos conlastimosas miradas de animales que la fatiga arrastrahacia los corrales

el desierto sería un paisaje más suntuoso.El abandono no tiene declives,ni chacales de hocico espumoso que olfatean las sienesperforadas. El abandono sólo me tiene a mí

labios blancos de mi hermana sin aire:esa es la zona

y he mirado los escombros de su boca sus dedosasmáticos moviéndose en la tecla opaca de la sábana.El deterioro era esa la única palabra: dame, damedame algo

Page 11: El cansancio de los materiales - ibuK

y he mirado lo que desvanece en la franja negra delos corazones

lo que se mira también hace un destinola botella lacrada envuelta en pobre musgo en losmuslos esa tensión de huída sobre escombros. Atrásdejamos un paisaje de cabezas sin calma, arrumbadasen mesas que los rincones absorben

estuve entre vestidos colgantesy los maniquíes destilaban una saliva inocente.El deterioro no era una intención. Sólo un escaparse sinánimo hacia el destino

era un paseo arbolado de cúpulas hacia las queel cuello se estira, volcando el cabello en la espalday en los ojos aguados el hambre se mueve como unaserpiente

el sonido empastado de un bote deslizándose enel pantano: esa es la zona

todo es reciclado por la memoria. Lo que sucedióno está. Las revoluciones son aplastadas por infinitospliegues, por cuerpos que se torsionan, botellas que vuelanpor un aire de fósforo y vinagre.

La memoria sólo retiene esa lentísima caída deuna cabeza en el empedrado

los neumáticos arrancados a las carroceríasapilan sus dientes negros todo pensamiento espeligroso. Ante él se extiende el paisaje del crimen

Page 12: El cansancio de los materiales - ibuK

el aceite turbio que derrama un container:uno está sólo para ser asesinado. Uno está sólofrente a máquinas de perforar pequeñas y aceitadas ydensas.

Las ilusiones perdidas se derraman por un orificiomínimo.

No quiero sorber de esa taza de té tibio.Apacigua la desobedienciaen el corazón de los hombresNo quiero adornos.

La muleta que empuja al convicto en las avenidas:esa es la zona

en el tapete verde ruedan bolas de billar.Hay franjas de un quitasol en el aire de estrellas íntimas.Hay unas sillas de mimbre. Niños idiotas orinan con lacara en la cal y esta música no devuelve bondad alcorazón

es musgo sonriente la noche partida por un quitasol

en la nuca de los elegidosla extrañeza pone una marca de pájaro, un huevo imbécil

estaría en el lugar de la muchachita que sonríeestática, tras la sombra de la hiedra.Esta es la zona. Caídos con sus cuerpos entre la caídade las sábanas.Lugar de los demorados. Erraron la cita de la fiesta yuna estancia de madera amarga y espejos los contuvo.

¿soy la que estuvo tras la hiedra, detenida enhúmeda sombra? y entonces qué?

Page 13: El cansancio de los materiales - ibuK

sólo el cuaderno en la luz

el cuerpo era circundado por verdes plantaciones.Tosca formación de tierra negra y agua dilatándose en elpastizal,anunciaban el pantano que me aguardaba como un granperro oscuro a su cierva.

noches enteras sin sueño, con guantes,una imbécil en enaguas por lo alto de la escalerasentí piedad por esa niña,con su cuerpo extenso arrancado de su pasión, quitadade su paisaje, derrotada

Todo escrito es el quejido por este desastre: la pasión no tiene zona.

Page 14: El cansancio de los materiales - ibuK

en la mesa familiar mi padre no tenía silla.Él comía parado, erguido sobre el mármol como unmonumento fúnebre;pero su voz era alegre y roncay le gustaba relatar los condimentos usados al prepararel almuerzoporque era mi padre quien cocinaba en casa.

Tiempo atrás él degollaba gallinas en la piletadel lavaderoy tapaba los chillidos del animal con el ruido del agua.Con mi madre compartían ese espacio.Allí donde mi madre golpeaba la ropaél golpeaba la cabeza de un pájaro feo y sin otra graciaque su entrega a una muerte cruenta.

Supe entonces que si era fea compartiría lasuerte de unas plumas sangrientasy así fue ciertoque mi garganta respira por el tajo.

Page 15: El cansancio de los materiales - ibuK

ingratoslos objetos cayeron por la escalera, desentendidos detodo cuidado.La arenilla de las cosas rotas, sus líneas de cocaína enlos escalones,invitan a la fiesta inversa del desastre.

La puerta del balcón está abiertay el frío colma los platos sucios sobre el mantel

¿recuerdas cómo oscurecía mi frentebajo el sombrero de ala rotao el dolor esa aguada esparcida en la noche dondeun animal bebe apartadoporque su sed tiene ese brillo de agua rara en oscuridad

la sospecha de que Las cosas empiezan aempeorar es lo único que duerme sobre mi hombrotranquila Leonorlos vidrios ya están rotos al fondo de la escaleray asomada al barralves los destellos insignificantes de lo que tuvo un ordende belleza y utilidad.

Rabiosos insectos corren por los tabiques porque elruido de lo que estallaba los quitó de la armoníatranquila Leonorserena como el criminal en el momento de quitar elcuchillo de entre los cubiertosporque en tu mano los objetos pierden su inocenciay en tu vida los sucesos ordenan con crueldad

¿recuerdas la corrida en la media a lo largo del

Page 16: El cansancio de los materiales - ibuK

muslo?: una vena expuestael sombrío perfume del tiempo que perdías contemplandoactores de teleteatro en las tardes inmensas como otrapatagonia en las sieneseterno femeninode fastidiados mechones humedecidos en la comisurade la bocano pidas otro lugar que este descanso en el final de laescaleradonde verás el derrumbe de las construcciones;como ocurre a esta altura de la vidaembebido en acetona el algodón con el que vas a quitarteel esmalte de los ojos.

Page 17: El cansancio de los materiales - ibuK

Está anocheciendo en Austriay aquí es otro día de hambre y de temor.En la vereda de adoquinesesas sillas rojas tienen la intensidad de pasiones ilusoriasal sol.

En un frasco transparente, unas pocas flores poseenel temblor de lo acariciado con desganoson margaritasblanco y amarillo contra un fondo de vidrio repartido.

Está anocheciendo en Austria y el calor es horriblecomo una comida que se repite ácida.

Tiembla el cáliz invertido de las lámparas.Los techos tienen una lentitud religiosa: penumbra ycúpulas y confuso aire de encierro.La sangre del cordero(por estar ausente su cruz en mi puerta) señala todavíaa las criaturas del desierto

y esa noche, en Egipto,se escuchó un solo alarido porque en ninguna casafaltaba un niño muerto

¿cómo ese Dios pudo ser tan malvado?y entonces, ¿qué bondad guardas para mí?

Page 18: El cansancio de los materiales - ibuK

No deberíamos ser más astutos que la vida.Advertir la trampasuma a la caída, la humillación

ahora la botella impregna la mesa con su sombra angosta.Tardaré en alzar el plato. La comida fue escasa y lassobras en el mantel me tranquilizan.Los días se saturan de estos detalles. Es la sumisión delcautivo. Imágenes de vicios:el cigarrillo que se consume a un costado de la bocao la mínima felicidad que inspiran las tazas acomodadasen el estante.

Recoge el telón sobre tus hombros, el cabello entrenzas sobre tu nuca.Que los pequeños lunares sean el estrellado cielo de laOsa Menor sobre la tierra helada,que el consuelo sea un relato de encaje tirado sobre tucorazóntan esquivo es el aire que pide la boca

los ciclistas atraviesan la calle como unperfume de almendras quemadas oscurece el fondode un pocilloy es zozobra el pañuelo que agita el viento en la garganta.Lo cómico es siempre una torsión de la tragedia, uncambio en su velociad.Uno de los ciclistas cayó en el asfalto y a la mancha deaceite se la ve brillar desde la alturarezagos el tobillo parece sangrary otra mancha humedece la mancha de aceite que brilla.

Page 19: El cansancio de los materiales - ibuK

Es perdido el cielo tras las nubes oscurasy sin elegancia, incómodo, el ciclista vuelve a escaparen la calle vacía.

He perdido mi piloto en otro inviernoel agua se inquieta y la figura de piedra se inclina abeber en la plaza cercada.Imágenes descoloridas agitan la ventana, como en lapantalla de un cine de provincias, aquella vez,en el trópico, con mi tía bajo un paraguas,viendo El bebé de Rosmarie en el aguacero que repetíasus golpes de pequeño martillo de joyero en una funciónal aire libreprovincias perros de ojos azules y las baldosasrojas de los patios

un paisaje de crímenes consumados.

Page 20: El cansancio de los materiales - ibuK

Los ciclistas pasean al borde de la calle, como enun estuario de peces plateados severo llanto oalegres ventanales iluminadosy el dolorese pez aún más frío, nadando en círculos.

¿podré acercarme a las magnolias sin salpicarlasde barro?

estuario fijo murmullo que roza los suelosde ladrilloestoy impregnada de astillas como un pañuelo de coloniabarata.Cerraré los bordes de mi pieza y el techo se abrirá enuna flor nocturna. Estoy saciada de roces, como una putay también con ella, cansada.

renglones de estaño en abril. Breves días de lluvia.Larguísimas noches de viento en la escaleraese detalle de la sombra del barral sobre el piso, cargade un sentido macabro cualquier escenaincluso ésta: ascender los peldaños comiendo uvas, comoquien carga de monedas un teléfono roto.

Las ramas del paraíso llegan hasta los vidrios.Recién ha oscurecido y todavía se ve temblar un últimoresto de luz.Gotea la canilla del lavatorio y su monótono sonido esla música del abismo, al otro lado del barraldonde todo trastabilla

¿podrías acercarte a las blancas flores de magnoliasin salpicarlas de tu saliva infeliz?

Page 21: El cansancio de los materiales - ibuK

devuelve tu piel de oveja a las curtiembresdevuelve tus mansos ojos verdes a la copa de cognac yofrece esa mirada a los ciclistasla espuma de tus labios al mar de los vejámenesy que sean un temblor los pilares de la autopista.Permite que se erosionen los vasos en la mesa y unfinísimo polvo de vidrio deje en el mantel la marca queantes dejaba la sangría.Recién entonces anota esos daños sobre los objetosingenuosy con un fósforo frío corrige los grumos de ceniza en elestaño.

Abril retira su guante de los días que quedanel dolor parece ahora una suave ironía.Sólo mis piernas son más débiles al borde de la escaleray en la oscuridadno se distingue la carne blanca de las magnoliasde la repetición de los amantes que vuelven a cubrirse.

Page 22: El cansancio de los materiales - ibuK

y entonces damos una franja que es boca.En el amor ruega fuera de sí.Entre los amigos silba, displicente o astuta, otra vez ensu centro. Siempre conserva su naturaleza de pez delas profundidadesescamas que son pálidas y rojas se doblan en una cúpulacercanasu saliva es antigua, tan distante como el agua de un pozo

esa franja no da bienesni posee ideas adecuadas acerca del cloroy sus efectos sobre los zapatos de altos tacos de gamuza.

Mastica la comisura de aceites limpios por todoalimento

¿qué pedir si la lengua es otra sábana retorcidapara escapar del cautiverio?¿qué pedir con los dientes probando el borde de la copa?una mentiraque acerque el quejido a la respiración

boca de los débilesun humo que sostenga la sospecha entre los labios

boca de mujeres fastidiosasparecidas en todo a la verdad

Page 23: El cansancio de los materiales - ibuK

sin otra intensidad que los hilvanes en el ruedoy la nuca rasuradaardía en esas fiebres de hojas húmedas.El paisaje superponía paños de salitre. El hisopo acercabasu llama de desinfectante rojo

¿quién me amó en la planicie de vidriosi el carmín dibujaba mi boca en el derrumbe y atadosmis tobillos a un mástil

qué bandera fui?

Page 24: El cansancio de los materiales - ibuK

y ella dijo: no te daré mi muertecomo no te daré el pañuelo que anuda esas perlasajustadas a un hilo sin afán.

Seré otra historia de raras fauces un escalónde piedra alquitranadapero no distraeré tu fastidiada mano con mi espalda,ni me quitaré las medias para que conozcas el tamañode mi pie.

Seré imprevista aún en tu melancolíacuando retires tus dedos de los guantes y un deseo de frío,de algo lastimado que rozar, los agite.

esta materia de la deformidad no quiere gestos

ligustro amargo para demorar mis sienes.Precarias tazas de arcilla dondebeber mi alcohol blancoy los días de junio lluviosos alzados en una terraza vivapero no devuelvas mi cuerpo envuelto por vendas quese deslizan como culebras pálidasporque no te daré mi muerteni el pedido de agua de los lastimadosni el estupor de los traicionados entre hierros curvos,en una estación de tren.

Dame el brindis en esa copa de hierro que asegura tuboca dame el desvío de paredes en la celda.

Estoy atada al mástil del despecho en el pavimentoardido

bandera negra en plaza de armas blancas.

Page 25: El cansancio de los materiales - ibuK
Page 26: El cansancio de los materiales - ibuK

sospechaba el otoño tras los murosy en suave declive, los escarabajos rojos caían al interiorde patios desollados.

¿mordía esa vara de ligustro?¿mordía vísceras de la arboleda abierta?

repito el antiguo renglón de peces de hierromuda respiración que empaña los ojoscrueldad de la fiebre entre azulejosvanidad que pone brillos de nácar en los hombrosy mentir con el peso de las hojas que cubren los parquesporque es otoño en la llanura y en el umbral de mi casaapagada de alfombras

es otoño bajo los lunares del pecho;en esta sitio el corazón se aísla y la sonrisa es otrovapor de enaguasque se diluyen como una roca de témperas en el vasocon aguaagrio sonido de cerámica rajada por un clavoobjetos abandonados al borde de la puerta.

Estamos caídos en desgraciacon ropas de limpiar en invierno los pisos de ladrillo

¿dónde estoy durmiendo con vendas que meapartan?conozco esos hierros blancos que gotean,esas grandes ollas arrastradas en la oscuridad de lospasillosconozco las heridas nunca cierransus capullos invertidos regresan en el temblor de losárboles sobre las ventanas

Page 27: El cansancio de los materiales - ibuK

¿sabrías decirme si entonces llovía en Tánger?¿si eran apretadas las guirnaldas en las recovas españolas?¿eran de raso las ligas eran rojas como una bocaextraviada?

Dime si era amor ese paisaje de objetos crecientes,como hechos de agua.

De cualquier manera,el clima trabajaba la piel tirante sobre los hombrosel herrumbre insistía sobre una bisagray en las alcobas de temor y de fastidio te agitabas conzapatos blancos.El desencanto podía aferrarse como una herramientade derrumbe.

En la vana acumulación de muebles contra eltragaluz hay un orden de mutilación.Las muletas tienen un lugar de encastre donde ajustany completan fragmentos susurros del amante enel teléfonoy ella dijo: ¿eran ayer los ojos dóciles? ¿eran buenospara el fulgor de la planicie los largos pastos queel viento moviliza la blusa descuidada en el aire queconsuela un hambre de huérfano por no haber sidoengendrado?

El perro del corazón ladra insomne, iluminadopor la hendija de luz que pasa bajo la puertay no poder callarteno poder abrirte como una ventana hinchada. El osariode casas blanquearía en la noche firme. Quemaría esashojas húmedas que se pudren.

y ella dijo: ciñe mis hombros dondela lluvia resbalalánguido sueño de los tristes

Page 28: El cansancio de los materiales - ibuK

y ella dijo: finjo pesadillas que me distraigan.Quiero mis libros en el estante, mis lápices en elestuche, mi pánico en las terrazas.

He perdidoel abismo de ser sorprendida por la traición.

Page 29: El cansancio de los materiales - ibuK

barco rotoen la inmensa bañera de loza fría juguete antiguobarco roto en los más rojos coralesbañera seca y vacía y el barco en su fondo

Tuve otras aguas de desidia y espuma que reía fácil.Tuve otras imágenes de lenta curva hacia la noche

otra desproporción entre la araña y su sombra en laparedahora el barco olvidado el pequeño velamenquebrado, tirado sobre cubierta,su mínimo y delicado timón en un final de lozacáscaras quebradas de un huevo fúnebre

barco que imagina otra suerteel agrio manotazo que le otorgue su banco de costrasfijasy en el hedor de basuras acumuladas regrese a la materiainmensainfancia de los objetos miserablestan tristes en su resbalar sobre los baños de vapor yazulejos colmados

un espejo muestra el cuerpo desnudo quese empaña. Otra infancia que desvió hacia este margende lavatorio sobre mi bocacanción de los acuarios y nieve sacudida por la luzbarco que te encimas a este poco deseo de bañarsede estar presentable para la familia

la canción se queda en este contorno fríoel miedo en un resumidero de bronce suciobarco pequeñísimo como otro niño lastimado en

Page 30: El cansancio de los materiales - ibuK

el sigilo de vocesdelicadeza que nubla los bordes de la puertacarne que crece para la heridano quiero doblar como pastizal en la heladalavatorios de nieve donde quedo aferrada como unanimal de invierno

roces

deseo de otra luz y no este foco quecae sobre el espejodeseo de otro pasaje y no este pasillo blanco con unbarco en el abismoy no quiero bañarmeno quiero otra lluvia que el agua de los trópicos que inicialas fiebrestemblores de pantano donde un bote se arrastra entreserpientesinfancia de aguas ásperascaracol que deja su rasguño en lajas del jardínbrote de la nochearrastrada niña de fango los altivos ojos en la caritarancianoche de caídos que muestran su lujo de costuras en lanuca

y una ansiedad de barco retenidoen muelles saturados el temblor de faroles de papelempapado en aceitela tijera junto a la lejía que hiervela trenza quitada de cuajorasguños del pudor en los párpadoslos labios que se apartan sobre el vidrio y la mueca enun collar desatado donde caen las perlas

Page 31: El cansancio de los materiales - ibuK

palabras de Mallorca poesía de los barcosapartar los ojales de los botones de vidrioquitar las delgadas ropas de cursis encajeslos breteles una leve herida sobre las clavículasque se transparentan las vértebras en ese ángulodonde los cuerpos no tienen densidad; sólo una respiraciónen el vaporsólo un resplandor oculto por el focoquejas que maúllan en los reservadostanta agitación sobre sábanas tiesasy un malestar de hierros comidos por la sal

el pequeño barco rotoatraído por la succiónhacia un fondo de aguas servidasun pliegue de rejillas donde tiramos la sangre de losconfesionarios.

Page 32: El cansancio de los materiales - ibuK

de la enfermedad no tengo el malestar, sino el oráculo. De los pecados tuve todas las culpas y ninguno de los placeres

ah, profecía! tu lunar aparece pintado a un costadode la boca y las pestañas,con una curva de insecto sobre los párpados, guardanla traición de los objetos ortopédicos.Seducida en un escalón; en el mármol debo recibir tuanuncioeste pobre resultado: cuentas amargas de quien agregao quita perlas de un collar del que hemos extravido elbroche

en el hablar de un acosadolos pies descalzos para atravesar la escarcha de loscampos hacia la rectoría,y la voz del amante en el teléfonoerrores en la salivaoráculo que intento desarmar palabra por palabra comoa un mecano inversoabsorta en el ventanal y con un perfil excesivo,la boca oscura de verdad repite gemidos de cachorrogolpeado

la profecía arrastra su caracol en hojas del gomeroy quedanesas lagañas del torpe movimiento del sueñoy entonces ¿había un orden donde los sucesosencastraban y la emoción desobedecía?

Page 33: El cansancio de los materiales - ibuK

entonces ¿era cierta la amenaza de los díasen un continuo autista crecido de la peste?y entonces ¿compartía la humedad de los murosese cabello que chorreaba en la espalda?

ah profecía! anuncia en otra telaentrega tus gotas de tinta en otro puño.

Pido aire para respirar. Pido el agua donde mispies tendrían una felicidad anfibia.Es mi hora de extender la mano y quiero en ella algúnjazmín de provincias.La avenida persigue la orilla de un río manchado de barcos.Aquí terminan los malos entendidos y la ciudad termina.

un vaso de grapa en el mostradory soy la que bebe de ese vidrio;aquí las amarillentas mejillas, la cansada boca de quienduerme agitado, respiran contra mis dientes.

Voy y vuelvo de tu amenaza profecíaes una hamaca de maderas celestes, en un jardín conhiedras. Los zapatos blancos rozan la gramillaal moverme monótona y trágica como un jugador a cuerday el sol de invierno se ofrece como un relicario de plata.

Debo irmefugarme de esta puesta en escena debo irme.

Me has preparado el cajón blanco de los niñosel puñal apretado entre los pechos de la ópera;alumbras con el candelabro tallado de pequeñas florescursis,seducen tus lascivas canciones de cabaret.Me mantienes dopada con tus promesas de un vestidocon desbocado cuello de encaje sobre el hombro débily mis ojos flotan en ese láudano. Son cortezas verdes

Page 34: El cansancio de los materiales - ibuK

debo irmeya no tengo paciencia. Están rotos los eslabones delaprendizaje desde el mono hasta mí.No tengo otra herencia que un malestar inacabado.No acepto esta división de la materia entre criminales yvíctimas

debo irmea contemplar esos campos de alfalfa las vacasdispersas como monedas caídasy mirar como ellas miran unos pocos árboles en la llanuray en sus lenguas pesa el olor de la sombrablancas y negrasesas vacas como una bandera que olvidó sus recursos

debo irmedesde la ventanilla del tren veo el pequeño cementeriode La Rubia, con su monumento fúnebre saliente entretumbas blancas.

Las tormentas arrastran la selva por los precipicios.Bajo las sandalias están los círculos ciertos del fin, delmundo mío

ah! profecía insistente retira el pie heladoque apoyas sobre los extremos de mi chalsoy desobedientey es agua de los sótanos quien calma mi mano.

Page 35: El cansancio de los materiales - ibuK

y de la fiebre, entonces, ese color de farosfugitivos en la curva de la rutaesa necesidad de hallar un páramo abierto. Mi respiraciónno pide otra caricia que un vidrio fríoventanal de la Matanzay el pantano que resguarda sus flores del desborde, loslagartos blancos se deslizan en pastos azules banderasde la fiebre.

Son equívocas las sombras del alambre en la tierrabordes de un lugar ingrato ¿llovía contra elventanal dejado abierto con descuido? ¿Se humedecíanlos muebles y después las puertas dejaban de cerrarcon las maderas hinchadas como algo vivo y golpeado?

No era la fiebre quien anunciaba destrucción ydemora. Sólo marcaba contornos como un rouge delatauna boca agotada palabras de comisuras blancastus sábanas ocultan el cuerpo vendado por trapos dealgodónpequeña momiamínimo dibujo de calningún telón cubre lo abatido e insomney de entre esos huesos de ballena en el arenal vacío,el mito se reduce a una gota de aceite en la mano lavadade anillos.

lámpara de uñas cortas llama antigua queno termina de sospechar un pasaje, un estrcho posibleaguas que comen catedralesluz temblorosa de los que acercan sus frentes a unapágina:papeles amarillos cruzados de insectos, ciudades con

Page 36: El cansancio de los materiales - ibuK

puentes sobre los canales,fiebre y desdénnada para aferrarse más que una sábana por momentosdemasiado pesadanada para evitarun resguardo húmedo más peligroso que la caídamás vulgar los sensuales roces de las pesadillas que lamirada atónita en la ventana abierta,o apartarse en aguas de un pantano hermético

¿No escuchas el roce del agua en las rodillas?¿no está el peso de la orilla en tu cerebro blanco?con sus árboles de un verde oscuro perfumadoese paisaje de reptiles y follajes en un turbio temblormemoria que transpiraespejo acumulado junto a la chimenea de piedray entonces pedir otro fuego que aumente el incendioentre paredespedir otro terrorque fije al amigo derramado en la calle y a la madreseca en un umbral de cenizas.

fiebre, ¿qué me has quitadomás que esa apariencia de salud? mi sangre notiene recursosfiebre que brillas como un cuchillo al que se limpia enun montón de estopao en pastoso bajo el chorro de agua en los lavaderos.

El brillo de la hoja se repite en el brillo de laherida sobre el muslo opacoy entonces renuncias a todo trapo que impida la condena.Recuerdas el alimento escaso: la porción de arroz blanco ylas oscurísimas hojas de laurel

Page 37: El cansancio de los materiales - ibuK

y te inclinas sobre la heridacomo un huérfano sobre los vidrios de la casa de expósitos.Se mira la calle tras un jardín de escombros un cielointranquilo, velado de humos ajenos.una musiquita de feria insiste como un dolor de muelascielo de fiebres continuas e iluminación escasa.Mi madre se mueve con un mechero de hierro dondehervirán jeringas.Van a ver mi sangre como cine mudo en una palanganaoxidaday hablarán en susurros desapacibles mientras ardenplumas, cuentas de vidrio, esas orillas de terciopeloverde que duran en mi boca hambrienta de objetosamables.

fiebre intranquilaque es saber y pedir no haberse enterado nuncay atrás y escurridiza como algas la inocenciase retira dejando una huella de talco sobre los muebles.El peso inestable de la fiebre, el pulso que late apenasen un animal que hibernay son rancias las puntillas del camisónson desganadas las agujas del pequeño reloj con tresmínimos rubíes en su máquinaes avara la luz que penetra entre cortinasy la fiebre es ese pez de ojos estúpidos que fulguraalrededor de un vidrio rajado.

Page 38: El cansancio de los materiales - ibuK

en aquella intensidades tan poco el abrigo, tan oculta la boca de mi madre.Un canto perdido en lavaderos de invierno. Sus estrechospárpados sobre la mirada azul deshonrasdesdichado perfume de lo que duerme en los pliegues

todavía escucho el tren que no termina de recorrerel puente. Los pesados ejes brillan con fuegos de kermesey mi corazón reposa una tersa serpiente en el frasco delaboratorio.

son tan opacas las torres de la iglesia enla negrura. Se vive en el temor del sonido de sus campanascubiertas de sarroy tan inmóvil el plano de luz en los azulejos. Mi madresostiene una pequeña rama de laurel y proyecta su sombraen la pared que brillalos tacos negros en un desorden de breteles de lencería,ojos atravesados por un hilo blanco en las agujas, latijera cerrada en un estuche abiertosólo ese olor de cosas desarmadas, de objetos que semarchitan.Un sudor acre resbala en las flores rojas. Sobresaltancomo una herida en el estante de madera lavada

madre ¿no vendrás otra vez sobre mis pies, con tu taza de agua iluminada con alcohol fino? ¿no vendrás sobre mi mano también atravesada por un dardo perpetuo?madre ¿no medirás mi saliva con gotero de vidrio?una lapicera de pluma inyecta tinta en un tanque

Page 39: El cansancio de los materiales - ibuK

translúcido¿era la madre quien quitaba bondad de la mejilla?¿era el desgano de su camisón otro pasaje, otra llanuradonde la sequía apartó los animales?

no hay piedad cerca de las sábanastodo es veneno,o sangre que se da, o llantos con unacurvatura de cuello de garza

No haber mirado fijamente las venas de tusmuslos: esa es mi culpa.No conocer el peso de la respiración entre las vigas detu casa.

No consolar los metales porosos; arrastrados portu furia, temerosa de una aguja imantada que señaladesvíosy mi culpa: resplandores del barro que macera el pantano

no hay hijas cerca de los catres.No hay cintas de inocencia en el cabello lavado

en campañas de otro desierto, también a míme quitaste la tierra.

Page 40: El cansancio de los materiales - ibuK

es ironía esa humedad que ciñe las sienes?¿es enfermedad unas fotos de infancia repartida?Mi madre aún aprieta sus labios contra el hilo de costuray uno suponelas puntadas ajustadas de los pechos para no alimentarotra hijay no imaginar otra pluma que moleste su frente

¿es hambre entonces lo que tuve?¿y me brindaron sed cuando las copas se uníantransparentando las manos?

Debo irmeretirar de las baldosas aquel peso de cabellos mojados¿cómo aceptar la corrupción?

Estoy apartada en musgos de jardín. Son flotanteslas puntillas de los ruedos.La mano sostiene una pantalla de juncos con la quemueve el aire.

¿Cómo acercarnos al trabajo de la sombra;al reptar de las hiedras en el alambre tenso?en todo caso¿cómo desechamos la inocencia en el jardín?

Page 41: El cansancio de los materiales - ibuK

atardece abierto sobre los vidrios. Notiene mi boca ese color antiguo. La ansiedad pidedeclivesquizás esa mancha de aceite en la luzo algo rojizo y tenue de garito en una calle de tierra

boca de labios flojos costura que sedeshaceel temblor la asemeja a esa luz que no puede persistir¿reías? boquita infantil en la tormenta ¿reías?el cabello desatado, la frente aliviada y desatentacomo un frasco que se derrama

el barro crecido golpeaba el escalón de la puertay allí hundías tu pie encerrado en su sandaliala boca entonces era un arbusto quieto,descolorido bajo el peso de la lluvia

padre¿por qué has construido este arrabal? Soy la menor detus huérfanos;soy tu pabellón de lienzo crudo donde el aire no llegay mi boca es extraña a la respiración

padreaire donde no respiras son esos muros de cal y hiedraso esas gotas de guitarra en un patio lento, apisonadoson los rasguños del picante en el bocado que ayerdetenía en las encíaso esos cardos abiertos como una camisa guaranga.

No tengo arraigo en esta cocinael mármol limpio,

Page 42: El cansancio de los materiales - ibuK

los cubiertos que brillan al abrir del cajón,las tazas chinas incapaces de relatar sus dinastías envueltasen seda, el aceitoso mar que inclina las pantallas de juncosde los barcos,los funerales de humo con trenzas ceñidas por el papel dearroz,y los largos pantanos de oriente con sus pagodas quemadaspor la viuda Chingen esta cocina no hay historiaaquí las tazas inocentesaquí las flores de pequeñez perversa quitadas de unzanjón de Matanzas

no tengo arraigo en esta mesa de maderareciente

padrehemos llegado a un lugar de reunión. Estás con tu cigarropitando el humo falso de la chalaestán los botines con los cordones desatados sobre laalzadaestán las cenizas que hacen turbio el dibujo de la alfombray suave y entregada Maysa nos olvida y dice:

la tristeza no tiene fin.

Page 43: El cansancio de los materiales - ibuK

y el resto era oscuridad estancada despuésdel ligustrotierra extranjera, con vándalos de torcidas piernas.

¿Fui huraña con los emboscados en la noche queduraba?¿fui taciturna con ellos que venían a pedir un jarro desangría?

Nada era bueno si llegaba de esa sombra.La humedad descampada impregnaba sus telasy el sombrero empapado derramaba el fieltro del alasobre los ojos pardos.

Nada era bueno si quedaba detenido en ese estorbo,esa noche compacta para tocar como un objeto.

La fatiga acumulaba hombres y oscuridad tras elligustro.Hiedras de la inocencia alcanzaban la pared

era el rito de los jardines en La Matanza.

Page 44: El cansancio de los materiales - ibuK

un estudio de composición resuelvelos desplazamientos de la luz, la acumulación de tinta

y en la tela que cae desde los hombros,el roce de la sangre.

Page 45: El cansancio de los materiales - ibuK

todos quisimos ser cantantes de rockesa música era buena para nuestras torpezas

duraba lo que nuestras gargantas bajo el cuchillo.

Page 46: El cansancio de los materiales - ibuK

A Sergio Kisielewsky

el verano era estirarse en la baldosasdel patio para alcanzar algo parecido a la calmaalgo de calma y mucho de sofocacióncomo si un asaltante nos tapara la boca antes de mostrarla navaja.El mosaico rojo disimularía la sangre;en cualquier caso el calor era inmensoy las begonias agotadas dejaban caer sus hojas de carneoscura sobre los bordes de las macetas.

En los trópicos las paredes no se empapelan.Demasiada humedad. Demasiado abandono. La cal essuficiente para empalidecer el deterioro.Del pequeño jardín llegan tufos de fiebrey los perros de ojos relucientes se mueven entre loscuartos buscando sombra y aguas olvidadas.

era otro paisaje,un paisaje sometido a infamias. El sol deshacía los muebles.En las sombras los herrajes se herrumbraban y en la luzardían como labios que se conocen en la sedy en el agobio de calores tumefactos,los amores contrariados estancaban la sangresurgían misteriosos como el origen de la vida,como la muerte, extensosy una armonía pesada entre el paisaje y la carne sofocabalos gemidos.

Lujuriosa botánica de flores nocturnas

Page 47: El cansancio de los materiales - ibuK

y los perfumes crecientes eran trampas tejidas por insectosilusoriosy el latido de la siesta que fermenta otra fruta arrojadaen alcohol blancoy los blancos batraciosduermen bajo las piedraspereza del desorden que resbala.Las estrellas tardaban en retirarse de la nochey al comienzo del día, el sol, giraba herido de fiebre,recordaba los días pasados y mantenía el presagio deun tiempo no vivido.

No dormiríamos en ese calor de lluviasmórbidasno descansaríamos en esa casa de familia donde lassábanas se almidonaban y los postigosimpedían la llegada de la luzno hincaríamos las rodillas en el reclinatorio oscuro deldormitorio bajo la imagen de la virgen española

dados alzados de una mesa, nos quitaron de esatarima de tablas hinchadaspara llevarnos a dormir en celdas de hotel con tragalucesmínimos en lo alto de la pared

¿qué reino nos quitaron como a un niño nacidosin llanto, tan desdichado como otro que vivió para tirarsus días a los perros?

El paraíso era esa pesada orilla donde sepudren los dátiles,este espejo de vestidor donde nos contemplamos desnudosen el error,o el fingir estar viajando en tren hacia las salinas juntoa la ventana del café.

Page 48: El cansancio de los materiales - ibuK

El día permanecía fijo, entonces. Un alfiler clavado a unamariposa de coleccióny las grandes alamedas se cerraban para nosotrosy la oscuridad era una bolsa de polietileno que nostapaba la bocay en los estadios nos cortaban las manosy la poesía era un poco de carne podrida, oscura demoscas, al sol.

Page 49: El cansancio de los materiales - ibuK

tuvimos un tiempo de morir.Recuerdo largos alambres donde se colgaban las sábanas.Los rieles en piedras desparejas prometían un sonido queno llegabatodo era quedoy permanecíamos tocadoscargando las ropas blancas de los esgrimistas.

tuvimos un tiempo en el que los parricidasescapaban a caballo por campos de salitreera invierno y las bibliotecas ardían en pozos del jardín.Aumentaba el frío en los pasillos. La circulación de vocesretenía el soplo de las caravanas; una insistencia de telaspálidas aguadas en oscuridadtodo era quedoy tras las persianas entornadas los hombres miraban supatria.

tuvimos un tiempo de morirestorbábamosfuimos el sueño promiscuo del padre que cava en elreino un lugar para el hijorecuerdo esos portones de apretadas ortigasel aire contraído de los sótanoscitas en el mercado. Dentro de la tormenta los mostradoresexhibían un lujo de gallinas asesinadastodo era quedoacostumbrados al quejido de los animales entre lastablas.

Page 50: El cansancio de los materiales - ibuK

tuvimos un tiempo raroencarnábamos las historia agria de traiciónen todo casonuestros cuerpos fueron la pampa de los matarifesy, es cierto, nuestra piel era tensa como tela a punto derajarse.

La noche sería de lápices rotos en los estuches, delámparas pesadas como un rastrojero en el barro, uncelofán cubría las bocasel escribiente tardaba en cerrar los envases de tinta delpupitrey todavía la sangre recibía una linfa de amapolas.

tuvimos un tiempo de moriry nadie nos retiró la herida, ni aliviaron nuestros piescon zapatillas de básquetla respiración completaba los vasos de vapor,todo era quedo,la luna de los dormitorios devolvía los hombros débiles,salpicados de lunares como un cielo evadido de brumasla imagen del castigo resbalaba en las escaleras comoun juguete de lanael uso de los objetos no desprendía sonido. Era la nochede los invernaderos.

un tiempo de catres tapiadosde almendras en un frasco cerradomira mi boca:

se deshace como azúcar en el aguay la boca de aquellos a los que el agua les oprime lasrodillasy los que en el beso respiraban con la lengua en otra

Page 51: El cansancio de los materiales - ibuK

bocay los que hablarony los que callarony los que soplaron en el vidrio de las fundiciones.

La botella está en el vértice de la luz y transparentaun espacio sin mensajes.

despeja la mesa de estorbosporque ya terminó un mundo sin derrumbes ni sollozos.

Vuelve el aire que dilata las pupilas y déjalo cantara Feliciano esas canciones ajenastodo era quedoa esas horas en que debimos apartarnos junto a lasarañas de los reservados.

Saber o no saberponía los anteojos al borde del estantefuera o dentro del estuchejunto a los ojos para ver las listas de nombreso colgantes de un cordón, sobre la pechera entumecida.

tuvimos un tiempo de morirdesde la torre, la piscina es un recorte de luz húmedaen el pasto crecido.Lejos está la adolescencia con sus figuras ornamentalesantes de la caída; lejos el valor de los cuerpos.Fuimos tocados en la mejilla por una hora pobretodo era quedopudimos estar como un anillo en su package de terciopelopudimos sostenernos desvaídos como una línea de humoen la noche.

Page 52: El cansancio de los materiales - ibuK

de morirera la piedra ajustada por nievey es hora que en la hornalla no dejan de hervir lasjeringas.Juran que la ciencia tiene una palabra para míy atropellan el alambre de los corrales porque poseenel saber y el desprecio.

Ya no hay hora donde el toque de queda anunciela cacería.Los bronces retornaron a su naturaleza de taza en loscamarotesy llegan los carros a las antiguas estaciones de ladrillopara recibir las encomiendas;el perfume rústico del papel de estraza cubierto deestampillas selladas con mala voluntad.La intimidad sospecha de otra intimidadlos movimientos astutos de los cargadores simulan elreloj averiado bajo la chapa verde que gotea

un tiempo de morirmomentos apretados como dados antes de la caída.

Page 53: El cansancio de los materiales - ibuK

a Ricardo Soto

así estamoscon los botones de la camisa desprendidos los pieshundidos en agua como gajos de retama puestos a brotarlo que se dice: a nuestras anchasy piden aire estas bocas complacidas por el ventiladorque rota con un sonido de esfuerzo continuo.

He quedado en este lado del río porque en laotra orilla no quieren mi visita y está bien, porque aquíla tierra es pantanosa. Es mi lugar.

Estoy agradecida agitándome como mariposaen la luz. Me reúne un hilo iridiscente envuelto envidrio; asía los animales dispersos los reúne un olor de corrales.

La tarde se va en susurros.Un carro atraviesa la calle cargado de cartones; un hombrecamina a la par del caballo y mira abúlico lasbolsas negras de los consorciosconstrucciones que renueva el desastre: abrimos lascajas, quitamos el instrumentaly los cartones se van en el carro latinoamericano.

vuelvo a hundir mis pies en el aguame expando en un bienestar de piscina acotada a loque fue un balde de pinturay ahora tiene mis pies jugando en agua limpiasoñolencias de amparo ablandan la nuca que rota fingiendoser luna del corazón.

Page 54: El cansancio de los materiales - ibuK

Las uñas mutan hacia la textura de un cartónhumedecido. Si ahora lo intento la tijera podría atravesarlasy cortarlaspero me gustan mis pies de campo uñudosdiría mi padre con una expresión de festivo desprecio

así estamos;lo que se dice: al acechoamplia de caderas y de pecho mezquina. Cada cosa enuna proporción inútil.

Page 55: El cansancio de los materiales - ibuK

ese recorte de luz en la ventanade un sol oblicuo y pronto a ocultarsehace más nítido el borde del papel que se despega enla pared del dormitorio.

Ya no estoy en aquel cuartopero todavía cae sobre mi rostro ese resto de calory sobre mis hombros también cae el filo de un azuldeslucidopequeñas flores de un muro alquilado en el hotel Caribe.

Page 56: El cansancio de los materiales - ibuK

¿Debo ser porosa como la piedra de afilar?tan oscura junto a la alpaca mellada del cuchillo;contrasta en la mesa como si un quinqué perdiera unhumo de sangre.¿Debo ser esa piedra que no termina de dar intencióna su objeto lisa y ásperapromete consecuencias que nunca superan el corte deun ala de pollo

Ser tan nítida contra los azulejos blancosun instrumento que profundiza la maldady permanece con cara de yo no fui opacacon ese peso ambiguo de piedra que jamás será lanzadacarburo de silicio: abrasiva en su abandono impávido,refractaria a toda proximidad y dispuesta a gastar cariciasen un roce envenenado

dejaría mi boca empastada de rouge en tu corteza durísimaentregadas una a la otraen el clásico cansancio de los materiales.

Page 57: El cansancio de los materiales - ibuK

LA NOCHE DE LA ASTILLA

a Alejandro Ricagno

y ella dijo: me desprendo del empañadocuerpo de colchas e intento recordar¿cómo eran los pasos que me llevaban a la cocina?¿cómo era evitar el filo de los muebles?

Las notas tardías, ajustadas a una tinta azul negrofijorelatan los pies desnudos en el piso que devolvían un ritmofrío a la sangre. Los ojos, ya más lúcidos, recobraban lanoción de intemperie.

La noche era húmeda y las casas exhudaban el familiarolor del venenolos pies descalzos afirmándose en una tabla que quisogemiry la astilla que entraba en el piey el dolor que aseguraba recuperar la razón

una astillaalgo mínimo que se desprende de un mundo que inspirabaconfianza. Alzarse de un colchón sin abrigo entre esosángulos de paredes agriasy ahora sostenerse en un pie bajo la lámpara apagada.

Los objetos se escabullían en los estantes.La noción de realidad tanteaba en la imaginación porqueno tenía saber

una aguja con su punta en el fuego¿dónde el costurero dónde dejé la caja con su

Page 58: El cansancio de los materiales - ibuK

instrumental modesto?¿dónde el frasco de alcohol?o al menos la pequeña botella de caña y en la etiquetaaquella imagen del mundo sonriendo¿cómo era ansiar esos objetos que pudieron ser el ajuarde un hotel maligno?

detenida en oscuridadel pie ni siquiera duelepero está en él esa ínfima lámina de un mundo inestableporque así es: hay una pobreza en lo que hiereminucias cardos en el vapory hay barrocas torpezas de lo herido que no tomónotas no subrayóno marcó un círculo en esas zonas de maderasy no limpió la herida

esa noche tiene un nombre en mi biografíay es: La noche de la astillatuve otras nocheslas de las moscasla de la iglesiala de la enagua sujeta a un clavola de la cena en un coche comedornoches de serena dispersión, de pudor baratootras noches de navaja francesa en la academia¿quién podía sospechar que allí estaba yo con mi anillorojo y mi pesada boca de maquillaje?

Leonor, leonor, abandona la astucia.Confiesa que en la heridavos retenías el sabor de escribirla.

Page 59: El cansancio de los materiales - ibuK
Page 60: El cansancio de los materiales - ibuK

Final

Page 61: El cansancio de los materiales - ibuK

HOTEL DE TURIN

a Cesare Pavesea Leonor García Hernando

En un hotel de Turínhay una habitación espesa de humoque huele a humedad de amores solos.En un hotel de Turín hay una habitacióndonde escribir da asco. Dormir,tal vez, soñar, sólo aceleranla duda del príncipe que a punto de abdicarviste su traje de tímido homicida.Su venganza se trama en el espejo,donde ante la duda, sereno,se afeita. No sueña.Desde la calle sube el rumorde aquellos que pasan arrastrando los piesbajo la ventana de la habitacióndel hotel de Turín.Lo oigo llegar hasta aquícomo el mensaje en morsede un hermano enfermo.Y allí, donde me afeito,

Page 62: El cansancio de los materiales - ibuK

oigo también el goteo espesode una canilla que se abrió hace décadasen una habitación de un hotel de Turín.y nadie pudo arreglarla.No pudo tampoco la fugaz pasajeradespués del trabajo de toda una noche(y estaba cansada) quitar el olora sudor y a sexo de su cuerpo y su pelo.La máscara azul del maquillajeera un tatuaje trunco tendido junto a ellaen el lecho por fin vacío,por fin sólo para su cuerpo solo,en la habitación del hotel de Turín,mientras, a lo lejos, dejaba correr el tambor del aguaque sin cesar goteaba.La canilla insiste en su misma cancióndesde siempre,como un hombre tercosobre el vientre de una mujer alquiladaen una habitación de hotel en Turín y otras ciudades.Se sabe que, a veces, sobre los lechos sucios,un hombre, una mujer traficanun cansancio húmedo y un humo espeso.Lo sabe el príncipe abdicante y él también insiste.Intenta cerrar aquello que subrayael paso fatal de los minutos en la habitación del

Page 63: El cansancio de los materiales - ibuK

hotel de Turín.Observa el remolino en que se hundenlos restos de su barba y recuerda una última fogataencendida en otra luna. En la luna del espejo buscalos ojos de quien se dijo debía acompañarley encuentra la mirada del que se dispone a abandonarla costumbre de un oficio.Sube desde la calle el rumor de los pasosde otros transeúntes que van hacia el trabajo.Quizá entre ellos alcance a distinguirlos de aquella pasajera que días atrás ocupó lamisma habitacióndel hotel de Turín, donde ahora un hombre afeitadoespera que el espejo le dicte la órden del último gesto.En la habitación del hotel de Turínun hombre ha ordenado unos papelesy acostado en el lecho,la respiración cada vez más espesa,escucha el gotear de una canillaque ya pronto dejará de atormentarlo.

Yo también lo escucho desde aquí.

Alejandro Ricagno

Page 64: El cansancio de los materiales - ibuK

DATOS DE LA AUTORA

Leonor García Hernando (1955-2001)Integró el Taller Literario Mario Jorge De Lelis, el GrupoLiterario Las Cuarenta y en la revista Mascaró tuvo a sucargo las páginas de crítica y publicación de la secciónliteraria. Publicó los libros de poesía Mudanzas (1974),Negras ropas de mujer (1987), La enagua cuelga de unclavo en la pared (1994), Tangos del orfelinato/Tangos delasesinato (1999) y El cansancio de los materiales (2001).Su obra está inscripta en los hallazgos más viscerales de lahistoria de nuestra poesía. La oralidad, los cambios de ritmoy la construcción de las imágenes avasallantes dejaronhuella en las nuevas generaciones que buscan en su palabrael latido de la Argentina que fue.

Page 65: El cansancio de los materiales - ibuK

Nota de la impresión papel

Terminamos de impimirEl cansancio de los materiales

en el mes de enero del 2001, en el porteño barrio de La Boca-donde siempre hay lugar para las artes-en las prensas del taller de Carlos Firpo

de la calle Suárez 659, Ciudad Autonoma de Buenos Aires.Se usó tipografía Verdana cuerpo 10, papel Ecocel Andes de 90 grs.,

cartulina Conqueror Vergé de 250 grs.,y se ocuparon de la edición en la diagramación, originales

y diseño Paska, fotomecánica Gonzalo Ortiz,maquinista impresor Alfredo Cornetta,

encuadernación Norberto y Luis González, coordinó la ediciónFelipe Firpo y la dirigió Carlos Firpo.

Todos lo hicimos poniendo un poco más que el oficio,porque nos da placer

y porque Leonor se lo merece.Y la cinta con el lacre la puso ella.

Page 66: El cansancio de los materiales - ibuK

Epub Validado: http://validator.idpf.org/

EPUB Validator (beta)ResultsDetected version: EPUB 2.0

Results: Congratulations! No problems were found ingarcia_hernando_el_cansancio_de_los_materiales.epub