Niim. 225 2." época.—AÑO XIV.—1.» de Diciembre de Pág. 353

REVISTA

DE TELÉGRAFOSPEECIOS DE SUSCRICION

En España y Portugal, una peseta al mes.En el extranjero y Ultramar, una peseta 25 cents.

S U M A . R 1 O

nteísNIO. — EI p oática ( i n u c i ó n ) t P D- Félix Garay. — Sob

estudios ó proyectos de líneas, por D. Justo Urofm.—Enseñanzaelectrotécnica.—SECCIÓN GENBKAL. — Itofriamontación. para elalumbrado eléctrico.— La telefonía entre dos poblaciones. - Car-tas de la Exposición, por D. Miguel Vüa.—Nuestros asuntos deCorreos, j)or D. Antonio Gallar. —Noticias. —Movimiento delpersonal.

SECCIÓN OFICIALLAS REFORMAS POSTALES TELEGRÁFICAS

EN ULTRAMAR

A continuación publicamos el importante de-creto del Ministerio de Ultramar, creando un Ne-gociado especial de Telégrafos en aquel Centro,y dependiente de la Dirección general de Admi-nistración, que desempeña nuestro antig-uo com-pSStero I). Eduardo .Vincenti.

MINISTERIO DE ULTRAMAR

EXPOSICIÓN

SEÑORA: En todos los ramos de la Administraciónpública es innegable que tiene España el sagrado de-ber de procurar que el progreso se realice en sus pose-siones de Ultramar; pero este deber no es menos in-

• eludióle cuando del desenvolvimiento de los serviciosrelacionados con la ciencia de la electricidad se trata,no sólo porque bajo este punto de vista es poco hala-gador el aspecto que ofrecen aquéllos, sino por la espe-.cial consideración de que, hallándose enclavadas lasmás preciadas en tierra americana, ante los EstadosHuidos, esa nación que dedica 1.321 millones depese-

'. taSá las diversas industrias eléctricas, y que nos des-lumbra con las maravillas, de la tracción representadapor siis 109 ferrocarriles eléctricos, con. las de la luzpor sus tres millonea de lámparas incandesceates, contas de la telegrafía por sus trtínes comunicando enmar^

PUNTOS DE SUSCRICÍÓIf

En Madrid, en la Dirección general.En provincias, en las Estaciones telegráficas.

cha, y por las de la transmisión eléctrica de la fuerza álarga distancia, problema que tendrá ¡a más portentosade sus aplicaciones el día en que la «Niágara Hydrau-¡ic Electric Companv» utilice las potentes cataratascomo fuerza motriz que impulse las máquinas genera-doras del alumbrado cié populosas ciudades; diríaseque es nuestra única aspiración presentar ante el avan-ce el retroceso, no intentando siquiera reflejar tan her-moso ejemplo. Urge, pues, á juicio del Ministro quesuscribe quo ia transformación de dichos servicios seefectúe con la posible rapidez y amplitud, utilizandopara ello los elementos y las energías de que ya dispo-nemos, aunque adaptándolos á ía exigencia de los ino-dernos progresos; por esto constituirá la base de lasreformas la reorganización de! personal, tanto insularcomo peninsular; reorganización que deberá verificarsede tal suerte, que para nadie liabrá olvidos ni menos-cabos en sus derechos, sino, por el contrario, nuevoshorizontes y mayores garantías, porque no desconoceel Ministro que suscribe que es el personal insulardigno de todo estímulo por su perseverancia en el tra-bajo, y que el peninsular es acreedor á que se le rodeede las debidas consideraciones y respetos.

El personal del Cuerpo de Telégrafos, que al insti-lar ha de servir de guía, llevando á nuestras posesio-nes las nuevas teorías de la ciencia é imprimiendo sa-bia dirección á los servicios, cierto es que ya está pro-bado para la fatiga y habituado á lograr el premio desus nobles aspiraciones á costa de ímprobos y dilata-dos servicios; pero no es suficiente poseer la virtud deltrabajo y Ja religión de la disciplina, cuando se.estállamado, no sólo á obedecer, sino también á dirigir; poresto es indispensable que el personal que á nuestrasposesiones se destine, responda fielmente al dictado defacultativo, que si en todos los países esto es de necesi-dad, lo es mucho más en aquellos en que la telegrafíaadopta caracteres especiales.

Las aplicaciones de la electricidad se multiplicande tal suerte, que es lícito esperar que ocupe prontoesta ciencia el primer puesto entre los elementos ge-

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aeradores de la civilización moderna; así, pues, debenaer los que á ella se dediquen, no modestos y rutinariosobreros, sino inteligentes Ingenieros electricistas, dig-nos émulos de aquellos que, educados en la «Sehool oíSubmarine Telegraphy and Eléctrica] lingiueering» deInglaterra, conocen las teorías que se relacionan conios cables submarinos, con la explotación de la luzeléctrica, y la teoría y la práctica do todos los moder-nos sistemas telegrafieos. Sólo entonces podrá y debe-rá exigirse que la electricidad gire única y exclusiva-mente dentro del circulo de sus atribuciones.. A conseguir este elevado nivel científico se consa-

grará el Ministro que suscribe, por lo que respecta alpersonal de Telégrafos de nuestras Antillas, fijando al

. efecto las condiciones (me deberán reunir Loa que'allídeseen prestar sus servicios.

La organización actual uo puede sor más defectuo-sa, porque sin reglamento orgánico que defina los de-rechos y preceptúe los deberes, sin escalafón que se-ñale la. categoría de los funcionarios^ sin un porvenirseguro ni provechoso los insulares, y con un destinomás ó menos interino los peninsulares, es imposibleque obtenga el servicio telegráfico el debido perfeccio-namiento y que se unifiquen y subordinen á la debidaintervención del Estado esas Compañías explotadorasde líneas submarinas, libres aún, con detrimento delHervido público, de ias prescripciones de los Conveniosinternacionales.

El servicio telegráfico, á juzgar por la estadísticade los últimos semestres, ofrece cifras desconsolado-ras, aun en la isla de Cuba, pues en uno de ellos, laestación de la Habana, con sus 50.300 telegramas, llegó& 280 diarios, por término medio, es decir, lo que hoycursa uno de los machos aparatos de la estación cen-tral de la Península.

Pero ¿cómo no hemos de obtener tan deficientes re-sultados, BÍ la extensión de las líneas en toda la isla de

. Cuba era en esa- fecha- á que nos referimos de ¡i.r792 ki -lómetros, con un desarrollo de 5.464 conductores, y enPuerto Rico la longitud de línaa es de 833 kilómetros,y en Filipinas de 2.189?

Dedúcese de estos datos la urgencia de proceder ála apertura de nuevas estaciones, siguiendo en eeto lamoderna tendencia, ó sea teniendo en cuenta que lasestaciones permanentes, cuando no obedecen á necesi-dades impuestas por el carácter político de los puebios,son oficinas que consumen inútil mente una gran par-te de la energía del personal y gastan en balde sumascuantiosas, que, mejor aplicadas, darían grande im-pulEo al servicio, prestando nuevos elementos alasclases productores del país. Deber es de una Adminis-tración celosa reducir el número de estas estaciones alestrictamente indispensable para las necesidades delservicio internacional, no manteniendo en permanen-cia otras cuando no lo requieran circunstancias anor-males delocaltfad.

Este conocimiento de lo que significa una inteli-gente Administración telegráfica, ha llevado á Franciaá. mantener en su red sólo 17 estaciones permanentesá pesar de sus dilatadísimas fronteras y sus 9.300oficinas telegráficas, y á Alemania á imponer la per-manencia de 265 para un total de 15.800. Conviene,pues, imitar este ejemplo e,n vez del de Turquía, o ue

I sostiene el 27 por 100 de sus estaciones, el de Servia el! 36, y el de figipto el 49, con servicio permanente.¡ Asimismo debe procurar ia Administración diíun-j dir la telegrafía, como elemento civilizador, por todasj las regiones que carecen de ella, bien que excogitandoI los medios de que por el escaso movimiento mercantil| é industrial de las pequeñas localidades, no resulten! un gravamen para el Tesoro.

Facilitando á los Municipios la apertura de estacio-nes de tal suerte que satisfagan sus necesidades, sintrabas reglamentarias, que en la mayoría de los casosno tienen razón de ser, ha llegado Italia á aumentarsus estaciones en 2.00O, sin que el Estado intervengamás que muy indirectamente en su mantenimiento,bien que elevando considerablemente sus ingresos conel aumento natural del servicio.

Por lo que respecta al material de las estaciones yde las líneas, deplora el Ministro que suscribe verse enla necesidad de estudiar su inmediata reforma; porque¿cerno hemos de progresar utilizando aún los ya anti-cuados aparatos de punzón y reíais^ y careciendo, portanto, dti los dúplem é impresores automáticos hasta enlos centros de carácter internacional, como la Habanay Santiago de Cuba? ¿Cómo ha de realizarse el servi-cio con la rapidez debida, si uo existen ni los regla-mentos que determinen las reglas para la conservaciónde las líneas, dando asi lugar á que éatas acusen re-sistencias increíbles y aislamientos nulos?

La vigilancia dé las líneas, su conservación en Iraeiiestado y la previsión, antea que el remedio de k s ave-rías, son la base do todo servicio telegráfico bien orga-nizado. Es preciso que el personal facultativo que estéal frente de ellas tenga la suficiente aptitud toórieo-práctica para el desempeño de tan importante misión^á la que, por razones económicas y de- analogía, de\isiir anexa la de las nuevas construcciones, variacionesde las líneas existentes cuando lo aconseje la conve-niencia del servicio, y la del reconocimiento y recep-ción de toda clase de materiales de manos de ios con-tratistas ó de los fabricantes.

Convencido el Ministro que suscribe, muy especial-mente por lo mucho que enseñan las prácticas de otros:

países, que el servicio telegráñeo depende, en primertérmino, de la buena y facultativa vigilancia de las lí-neas, consagrará su atención, circunscribiéndose alealímites del presupuesto ya reducido desde la futidade los servicios de Correos y Telégrafos, toda vezque antes ascendía á 815.450 pesos, coa 533 funcio-narios, y después de la fusión quedaron los gastos re-ducidos á 493,338 pesos, y los funcionarios á 369; dedonde resulta una reducción de 164 empleados y unaeconomía de 322.112 pesos, sin que se haya disminuí-do ninguna oficina, ni ninguna conducción, pues has-ta 34 carterías que no están incluidas en los presu-puestos, vienen siendo desempeñadas gratis por susencargados.

Ejemplo es éste de organización bajo la base délaeconomía en los gastos, que puede ofrecer el Ministroque suscribe á la consideración de otros países, y queno vacila en hacer notar, siquiera sea como un leniti-vo, á las muchas tristeaas que vienen, analizándose.

A completar la idea de la fusión iniciada bajo taisfavorables auspicios, y á armonizar los intereses de.1

DE TELÉGEAFOS 3*5

Tesoro con los de los funcionarios públicos, se dedica-rán las primeras reformas que por el Negociado espe-cial de Telégrafos se estudien.

El servicio teletónico ofrece asimismo un grave pro-blema, digno de estudio; porque siendo el teléfono imtelégrafo urbano cuando se aplica al servicio de las po-blaciones, j un gran auxiliar de aquél cuando enlazadiversas localidades, es lógico pensar y lícito resolver,y con especialidad en aquellos países en que aun no hatomado gran desarrollo, si debe ó no dicho servicio seradministrado por el Estado.

Poderosas razones de economía han aconsejado laprimera solución á todas las más importantes nacionesde Europa, que, una vez pasado el período de prueba,se han apresurado á reivindicar para el Estado la ad-ministración de un servicio que sólo cedieron á la ini-ciativa particular, á título de ensayo, y mientras eranconocidos los resultados que daría en la práctica.

Han comprendido las Administraciones de los pue-blos más civilizados de Europa que Jas pingües utili-dades que rinde la explotación del teléfono no debenser distribuidas entre los accionistas de una Compañía,sino aplicadas á la mejora y ampliación del servicio,ya reduciendo las tarifas, poniéndola al alcance de lasclases menos acomodadas, ya llevándolo á otras loca-lidades menos popiilosas que, no por ser campos inex-plotables por las Empresas industriales, dejan de tenerinnegable derecho á los beneficios de esta preciosa con-quista de la civilización, por contribuir, como el restode la Nació», al sostenimiento de las cargas públicas.Sólo administrando el Estado este servicio pueden lle-gar á disfrutar de él poblaciones de relativa insignifi-cancia, á las que nunca llegarán las Sociedades explo-tadoras, y servirse las pequeñas redes sin gasto algu-no para el Tesoro, conflándolas al mismo personal quedesempéñalas otras comunicaciones; con lo que, alpar que se facilitan á los pueblos valiosísimos medios deprogreso, se preparan nuevas importantes fuentes deingresos para el Erario público. Por esto juicioso sis-tema administrativo ha podido Suiaa llegar á poseer70 redes de toda especie, comprendiéndose todo elterritorio de la República en una sola y mism.a red in-terurbana, y ser vir ú sus 7.000 abonados por 125 pese-tas de abono anual, y conservar y ampliar constante-mente la red con sólo 73 empleados de todas categorías,incluyendo los de la Dirección general. Por este misinosistema lia llegado Alemania á sus 29.500 suscricio-nes, y á sus 52.000 kilómetros de conductores, que pro-ducen utilidades considerables y dan medios de mejo-rar constantemente el servicio público. Por este ex-clusivo sistema ha podido en el presente año Francia,al incautarse del servicio telefónico, rebajar de 600 á400 francos las tarifas de abonos, repartiendo así entrelos pueblos las utilidades que antes se repartían losaccionistas. Las últimas declaraciones del Post Office,de Inglaterra, anunciando su intención de comprar lasredes telefónicas, arrojan nueva luz en esta cuestión,que resolverá el Ministro que suscribe después de ma-duro examen y de apreciar los elementos de que se dis-pone en nueBtras Antillas, bajo este punto especial delservicio.

No habiéndose aún planteado en grande escala elservicio telefónico urbano é interurbano ni el del alum-

brado público por la electricidad, es este el momentooportuno de que se dicten las prudentes reglas á quedeben sujetarse las instalaciones eléctricas destinadasal alumbrado, tracción, y en general todas aquellas enque se empleen coirientes de gran diferencia poten-cial, evitándose de esta suerte las contingencias délaluz eléctrica y ía inducción telefónica que otros paísespoco previsores sufren constantemente, efecto de per-mitir á las Compañías explotadoras que lancen susconductores sin orden ni concierto y fijen sus máqui-nas en lugares poco adecuados, olvidando así que endeterminadas condiciones la electricidad se transformaen calor.

En estudio se halhi la explotación de las líneas sub-marinas, y á este asunto dedicará también BU atenciónel Ministro que suscribe, armonizando la iniciativaparticular con los derechos del Estado, y procurandoque la red de cables entre las diversas islas se comple-te con el cable directo de España á las Antillas paradejar en breve plazo de ser tributarias de Compañíasextranjeras y evitar las escalas que hoy sufre el servi-cio, aportando á la par pingües beneficios al Tesoro es-pañol; y esto será, un hecho el día en que dejemos decomunicarnos con nuestras posesiones á través deFrancia, Inglaterra y los Estados Unidos.

Grave y difícil: es resolver este problema, por la lon-gitud de la línea submarina á que hacemos referenciay otras causas de carácter económico; pero urge no de-jar que nos adelanten naciones, y especialmente laRepública Argentina, que trata de establecer un cablede Buenos Aires á Lisboa, que medirá G.300 millas, consólo dos estaciones intermedias, y cuyo presupuestose calcula en 55 millones de francos; porque si estosucede, seguramente aquellas naciones absorberán elservicio telegráfico entre eí Viejo y Nuevo Mundo, elcual es lógico abone los derechos de tránsito á España.

El establecimiento del giro mutuo por telégrafo,idea iniciada en España, pero no planteada aún, creeel Ministro que suscribe que debe ensayarse entre al-gunas estaciones para después darle el debido desarro-lío, adelantándonos así á otros pueblos, ávidos de apro-vechar tal iniciativa, siquiera su origen eea español.

Una vez reorganizado el personal insular y elevadoá la debida altura científica el peninsular; vigiladas laslíneas; establecidos los aparatos rápidos; planteado elgiro mutuo; ampliado el servicio postal, hoy quince-nal ó semanal dentro de nuestras colonias; creadas lasambulancias postales telegráficas al amparo de las nue-vas líneas férreas; unificadas las tarifas postales en elsentido de que no cueste más una carta á nuestras po-sesiones que al Canadá ó alas que en la Oceania tienenotras naciones; normalizada y legalizada la situaciónde las Compañías de los cables submarinos, y amplia-da á la prensa la ventaja que hoy goza por su servi-cio telegráfico peninsular, España habrá cumplido consu deber y las provincias de Ultramar realizado el pro-greso por medio de la electricidad; es decir, de la pri- s

mera de las dos grandes fuerzas que han cambiado lafaz de las cosas en la última mitad de este siglo, y cuyo ;supremo perfeccionamiento está llamado á realizar lafutura generación m&díante el aprovechamiento de lasfuerzas-naturales, las cuales no han podido sujetar to-davía los trabajos de nuestros sabios.

REVISTA

. ' Fundado en estas consideraciones, entiende el Mi-áísfcro que suscribe que se impone la creación de unNegociado especial de Correos y Telégrafos en este Mi-

. ¿iaterio', para cuja organización ae procederá de acuer-do Cotí el de la Gobernación, siempre dispuesto á se-cundar toda obra beneñciosa para el interés público.

. v •••La'creación de este Negociado no aumentará ol pre-supuesto" de este departamento, toda voz que su perso-

: tíií continuará percibiendo sus haberes por el Miaiste-. ríór de la Gobernación.

-' De ésta suerte, y ateniéndose á la propuesta formu-láüa por la Subsecretaría de este Ministerio, abriga el

; Ministro que suscribe la firme persuasión de que seráest e Negociado la base más sólida y el medio más con •ducónte para realizar en breve plazo todas las refor-mas que se deduc-etí de las ideas enunciadas en estepreámbulo.. Y por eato tiene la honra de someterá~V". M. el siguiente proyecto de decreto.

íáadríd £9'de Noviembre de 1889.—SEÑORA: A L . 8 .V. dé Y. M.—Manuel Becerra.

KEA.L DECItlíTO

De conformidad, con lo propuesto por el Ministro deUltramar, de acuerdo con el parecer del Consejo doMinistros; en nombre do mi augusto hijo ol lisy DonAlfonso XIII, y como lteina Regento del Kcino,

"Vengo en decretar lo siguiente:Artículo único. Se crea en el Ministerio de Ultra-

mar, y dependiente de la Dirección general de Admi-nistración y'Fomento, un Negociado especial de Co-rreos y Telégrafos.. Til personal afecto á ente Negociado será designadopor el Ministerio de la Gobernación entre los indivi-duos del Cuerpo do Telégrafos.

Dado en Palacio á veintinueve do Noviembre de milochocientos ochenta y nueve.—-MARÍA. CRISTINA.—ElMinistró de Ultramar, Manuel Becerra.

JIBÍiiístcrio tic la fiobepnación.—DIRECCIÓN eii-pittALriE pORitEOS Y TELÉGRAFOS.—Sección de Telégra-fos^-—Negociado l.°—Circular á las Secciones .—Notan-

. dos.e. qtje en los estados de personal dejan de incluiralgunas Secciones los Auxiliares temporeros de ambossexos y Temporeros de vigilancia y servicio , he dis-puesto que en loa sucesivos figure todo el (]ue lo pres-ta,, indicando al margen con una H los de transmisión¿(Jiiís. conozcan el sistema Hughes.\; Sírvase V. acusar recibo de esta circular al Centrode"sú;qependeucia, que lo liará áesta Dirección general.•'..• Dios guarde á V. muchos años, — Madrid 30 de

.septiembre de 1889. El Director general, Ángel Mansi.

''• ffllirilsíerio de la Gobernación*—DIRECCIÓN GE-ÉÍÉSAÍÍDE CORREOS Y TELÉGRAFOS.—Sección de Tdégra-

• 0.r4-Negociaio 3.°—UircvAr nim. 17.—El día G del^próximo pasado se abrieron al público con servicio li-mitado las Estaciones telefónicas interurbanas de Oon-.das y Luaneo, ambas de la provincia de Oviedo, de-

: biendoipercibirse en teíeg ramas de ó para las mismasMkxüííí de la tasa telegráfica una sobretasa, por el tra-yecto telefónico, de 25 céntimos de peseta por úas pri-

s 15 palabras, 10 céntimos por cada 5 palabras Óymeras

fracción de exceso y 15 céntimos por copia suplemen-taria.

El día 14 del mismo Septiembre se abrió al públicocon servicio limitado la Estación municipal extremade Arjona, provincia de Jaén, Sección do Manzanaresy Centro de Córdoba; y el 15 del propio mes se abrie-ron con igual clase de servicio las también municipa-les extremas de Agres y Val de Santo Domingo, am-bas con aparato telefónico sistema Ador: la. primeracorresponde á la provincia y Sección de Alicante y Cen-tro de Murcia y la segunda (Val de Santo Domingo) ála provincia y Sección de To'edo y Centro de Madrid.

El día 27 del referido Septiembre último se abrió alpúblico con servicio limitado la Estación municipal in-termedia de Calzada de Oropesa; y el 28 del mismo seabrió con igual clase de servicio la también municipalextrema de Kovés, con aparato telefónico sistema Ader,y pertenece, como la de Calzada de Oropesa, á la pro-vincia y Sección de Toledo y Centro de Madrid,

El ramal que enlaza la municipal do Arjona coa ladel Estado en Andújar, figurará con el núm. 835 en elgrupo de los de su clase, y se anotará así en la circu-lar sobre uso de hilos. Pág. 21: «833. Andújar á Arjo-na.» El ramal que une la municipal de Agres con Jadel Estado en Albaida, figurará con el núm. 836, y seconsignará así: Pág'. 21: «836. Albaida á Agt'es.s> Pagi-na 38: «886. Albaida. Agres. El 836. Toda clase de ser-vicio.» fil ramal que enlaza 3a municipal de Val de San-to Domingo con la del Estado en Torrijos, figurará conei núm. 637; consígnese de este modo: Pág-, 21: «837.Torrijos a Yal de Santo Domingo.» Pág. 34: «Torrijos.Val de Santo Domingo. El 837. Toda clase de servicio.»La Estación municipal intermedia do la Calzada deOropesa ha sido instalada en el conductor núm. 207,entre las de Tala vera y Mavalmoral. El ramal que unela municipal de Noves con la del Estado en Torrijasfigurará con el núm. 838, y se consignará asi: Pág. 21:«838. Torrijos á Noves.& Pág. 34: «Torrijos. Noves. El838. Toda clase de servicio.»

Por error material se equivocó en la circular núme-ro 15 del mes anterior la fecha de apertura <ie las Es-taciones de Los NavalmoTales, Tauste, Adrancta, Bel-gida y Palomar. Entiéndase que la primera se abrió eldía 13 de Agosto, la segunda el 15 y las tres restantesel 17.

La Estación telefónica interurbana de Baños de Ri-bas (Gerona) ha señalado como temporada oficial parasu servicio desde 1.° de Julio al 30 de Septiembre, am-bos inclusive.

Sírvase V. hacer las dobidas anotaciones en el Ca-tálogo y circular núm. 11, y acusar recibo de la pre-sente aí Centro de su dependencia, que lo hará á esta-Dirección general,

Dios guarde á V. muchos años. Madrid 5 de Octu-bre de 1889.—El Director general, Ángel tfansi.

La circular núm. 18, que debiera salir aquí por suorden correlativo, es la que publicamos, saltando lanumeración, en el número correspondiente al 16 de Oc-tubre último, por ser de mucha urgencia el 2ie¿/¿amentopara la vigilancia y conservación de las líneas % eslctcio-nes $ue contenía.

DE TELÉGRAFOS 357

Ministerio <!e la fsobernación.—DIRECCIÓN GSNERAL BE CORÉEOS Y TELÉGRAFOS.— SeCCWñ ÜS TelétjTO,

Jos.—Negociado ZP—CircvMr núm. 19.—Por Real ordeifeclia 14 del corriente ee ha concedido franqsiüia oficiatelegráfica al Inspector facultativo de los servicios de laCompañía Transatlántica, residente en el Departamen-to de Cádiz, para los asuntos urgentes que se relacio-nen con su cometido.

Sírvase V. incluir esta nueva franquicia en lasconsignadas al Ministerio de Marina en el Apéndicenúmero 1.° del Reglamento de Servicios, y acusar re-cibo de esta circular al Centro de su dependencia, quelo hará á este directivo.

Dios guarde á V. muchos aiios. Madrid 15 de Oc-tubre de 1889.—El Director general, Ángel ilftmsi.

SECCIÓN TECUCA

EL PANTEÍSMO EN LAS MATEMÁTICAS

(Continuación).

Cuando se dice que las cantidades negativasson menores que cero, todo el mundo entiende queesta frase se refiere al caso, por ejemplo, de uncomerciante cuyo estado financiero es más favo-rable no teniendo deudas ni créditos que teniendodeudas solamente; es decir, que está en mejorescondiciones cuando no tiene nada que cuando so-lamente tiene deudas ó cantidades negativas. Sinembargo, cero se compara con —4. supuesto quese dice que es mayor que menos 4, y como —4 esuna cosa real y positiva, claro es que cero tieneque ser también algo; porque si no fuera nada.,no habiendo más que una cosa, que es el —4, nohabría comparación posible. De modo que poruna parte el cero se dice que representa la nada,que es la carencia de todo, y por otra parte fes-algo, supuesto que es comparable con cosas rea-les; lueg'o la nada puede ser algo, á pesar de noser nada; por consiguiente, una cosa, aunque noexista, puede existir, lo que quiere decir que elser se ha identificado con el no ser, que es preci-samente la base principal ó al menos el punto mástranscendental de la filosofía hcgeliana.

Y es claro que si se ha tenido la habilidad dehaber podido borrar la diferencia entre el ser y elno ser, no ha debido copiar i.nicho trabajo el bo-rrar las diferencias que pudo isubT entro todoslos seres y todos los fenómenos de todo el uni-verso, que es lo primero que hay que hacer paraestablecer la filosofía panteísía.

Luego al sénior el principio de que las canti-dades negath as son menores qnr* cero, estamosen pleno panteísmo, como lo otamos tambiéncuando afirmamos que una cantidad pcsiíha esmayor que cero, y cuando decimos que -i se ha

multiplicado por cero, 4 x 0 , queso ha dividido4

por cero, ~—, que se ha elevado á cero, (4)°, etc.,

etcétera, etc., pues al sujetar á las operaciones al-gorítmicas al símbolo 0, por fuerza tenemos queaplicarle alg'o real, algo de existencia que le pon-ga en aptitud de poderse comparar con cantida-des reales, con cantidades existentes. Ha habido,pues, necesidad de afirmar que la nada es algo,que el ser es igual al no ser.

Al hacer estas consideraciones no nos hemossalido del cálculo finito. Pasemos al campo delcálculo diferencial é integral, ó sea el cálculo in-finitesimal.

Las verdades de la ciencia infinitesimal se ex-plican con dos teorías distintas. Una basándose enla teoría de los i%i%i lamente pequeños, y otra ba-sándose en el método llamado de 3os límites, quees la teoría de Ncvton. Según el primer sistema,el cero representa cantidades extraordinariamentepequeñas, tan pequeñas, que el hombre no tienemedios ni signos á propósito para representarlossimbólicamente y dar á los demás hombres idea-exacta de su pequenez, que por otra parte tampo-co la percibe sino muy confusamente; pero que,sin embargo, no dejan de ser cantidades reales ypositivas, de igual naturaleza que las cantidadesde tamaño ordinario, que se conciben y se simbo-lizan con toda claridad.

Y dentro de esta teoría tienen perfecta expli-

cación 3os algoritmos ¿ X O,--, ~ f - p etc., etc.,

y todas las verdades, todas las fórmulas y todoslos desarrollos que en ellos se fundan, supuestoque 0 lo mismo que a representa cantidades, aun-que muy pequeñas, reales y positivas, y al pre-tender efectuar aquellas operaciones, estamosdentro del mundo práctico de las realidades.

No así cuando el sublime cálculo diferencialse funda en la teoría de los límites. En este casose dice que el cero es el límite al que se van acer-cando las cantidades que, yendo siempre.dismi-nuyendo, jamás, sin embargo, llegan á abordardicho límite. Es la valla hacia la cual van cami-nando las cantidades impugnantes, sin que jamáspuedan Hogar á el'a. Lo que quiere decir quemientras en c; a ^crio menguante de cantidades ,

iíista aunque no pea má^ que una cantidad, porpequeña que tsta sea, Citaremos más ó menos dis-tantes de la -\ 8lla, fuera de olla, y sólo la aborda-remos y estaremos en ella cuando dcsapareza ó seanule aquella última cpntidad después que nopueda disminuirle mém. Luego el cero límite esrepresentación de la veidadera nada, porque sifuese a3go. sí luesc cantidad, no habríamoSdo todavía al término, á la valla, al límite.

HE VISTA

Sea la ecuación ó función y — ÍÍ8.,, Hagamos crecer á x la cantidad h, y suponga-

• mos que #3, ó sea y, haya recibido por esta causael; incremento k: tendremos y-b h = (a?H— h)'A

6 sea y + I = #3 + 3 'VA +• 3#A* -+- /¿:!; siendo yigual á iS3, suprimamos y en el primer miembro y¡y3; en el segundo, y resultará k = 3^/¿ -+- 3#/¿2 -(-A3- Dividamos ambos miembros de la ecuación

h"por A, y tendremos y - = 3a;2 -t- 3#/¿ 4- /¿'3; hadamos

ahora /í. = 0: claro es que no habiendo recibido xincremento ninguno, tampoco le ha debido reci-bir f. ó sea y; y de consiguiente k será igual ácero, k = 0 . Luego sustituyendo 0 en vez de hx

de h en la última ecuación, se obtendrá -- = 'M,

supuesto que3í&X0 = 0 y O X O O .' Para hacer desaparecer los dos términos <íxk

ky Jil del segundo miembro de la ecuación -y —

3#2 _f_ 2a/¿ -j~ ?i¿, ha sido menester que 0 fuese unverdadero coro, representación de ¡a nada, paraqué entrando~ como factor en la multiplicación,diese por producto nada, ó no diese nada por pro-ducto. Luego™, bien traducido, equivale á la

nada dividida por la nada. Efectivamente, segúnvaya menguando Af irá proporcionalmentc men-guando también k; y mientras estos valores exis-tan, aunque sea con tamaños infinitamente peque-ños, subsistirán los términos 'ixk y ffi con pareci-das dimensiones, y no desaparecerán sino cuando¿llegue á su límite, cuando llegue al cero, cuan-do se convierta en cero, en la nada. Y por lo mis-mo h en su carrera menguante no llegará al lími-te sino cuando se anule del todo y se conviertaen 0, en la nada. Resultando de aquí que la nadapartida por la nada nos ha dado por cocienteuna cantidad real y positiva cual, es 3a£, y que sellama coeficiente diferencial de la función y ^ a ^ ,

Pero como por ser evidentemente absurda se-mejante conclusión no se podía presentar contanta desnudez, por cuanto con la nada nada sepuede hacer, el inmortal Newton cubrió esta des-nudez con el manto de su genio y de su ingeniodiciendo que el coeficiente diferencial 3*a no erael resultado de la división del cero Limite corres-pondiente á k- (incremento de toda la función) porel ceto Hwite correspondiente á h (incremento dela variable &}, sino que era ei cociente de /¿ dividi-do por Ti,, en el límite, esto es, que llegaríamos áobtener el coeficiente diferencial cuando llega-..

hsernos á alcanzar el ¡imite de -.-, aun cuando h y h

lino hubieran llegado al suyo, que es cero. Supuso

queel cociente j en el límite era distinto que el co-ciente de I en el límite dividido por h en su lími-te. Pero elarísimámente se ve el sofisma que estaingeniosa explicación encierra; pues el cocientek-r no puede llegar al límite sino cuando lleguená él tanto el dividendo k como el divisor h; por-que del polinomio 3#a -h 3&/i 4- J¿¿ no podemossaltar al monomio 3a;2, sino haciendo que h lle-gue a su límite cero anulándose, y en su conse-cuencia k, llegue al suyo, anulándose también.

kPor consiguiente. ~ no puede llegar á su límite

sino cuando k y h hayan llegado al suyo, redu-ciéndose ambos á cero, es decir, cuando k — 0 yh —: 0. Luego es evidente que el límite del co-

kcíente ~ es igual al límite de k dividido por el

límite de h. Luego la invención de Newton sobreel coeficiente diferencial exige que se admita comouna verdad positiva que la nada dividida por 3anada puede dar por resultado una cantidad realy positiva, corno muchas veces lo es dicho coefi-ciente diferencial.

Pero como por otra parte la expresión — no tie-ne ni sentido siquiera á no ser que 0 sea algo,aunque no sepamos de qué naturaleza sea esealgo; pero que de iodos modos debe ser algo queexista, pues con la nada, nada se puede hacer, se-gún acabamos de decir; resulta que los dos tér-minos del quebrado ó división —, que sabemos

es igual á la cantidad real y positiva 3a£, poruna parte son nada y por otra parte y a] mismo,tiempo son alg'o; es decir, por una parte existen,y por otra no existen. Luego el 0 de Newton

en -rr — 3#a á la vez existe y no existe. El ser,

pues, está confundido con el no ser. y borrada 3adiferencia entre estos dos conceptos. Por consi-guiente, la Filosofía, ó mejor la Metafísica, queencierra el método de los límites empleados porJNevvton para el descubrimiento del cálculo dife-rencial, pertenece de lleno á la escuela hegelíana,quizás la más atrevida de las escuelas panteístas.

El verdadero método razonable para la obten-ción del coeficiente diferencial es el de los infinita-mente pequeños, en que h y k, en vez de anularse, ..se convierten en cantidades infinitamente peque-ñas, es decir, extraordinariamente pequeñas, lo su-ficiente paraque los términos 3A$-t~/¿¿ del desarro-

klio j ~ :^ 2 -f- 3#/¿ 4- /¿2, puedan despreciarse, no

porque se hayan anulado, sino porque hayan re-

1)E TELÉGRAFOS 3SS

cibido uu grado de extraordinaria pequenez, ácausa de haberse convertido k y h en dos canti-dades igualmente pequeñas, sin que por eso seentienda que se hayan anulado de ningun modo,y cuyo cociente puede ser tan grande como si susvalores fuesen extraordinariamente grandes. Siestos incrementos infinitesimales kjh eorrespon-dientesá la función y y ala variables los represen-tamosporí%yifo;,siendoestas dos cantidades,aun-que muy pequeñas, reales y positivas, es claro que

tendremos —- = 3¡sa, valor obtenido sindx salir-

nos de la lógica y dentro de lo razonable, de loreal, de lo práctico y de lo positivo; pero á condi-ción de tsner presente que 3a;3 no es exactamen-te el valor preciso de •—-, sino que solamente es

aproximado por haber despreciado por inútiles ennuestro caso, á causa de su insignificancia, los tér-minos 3/¿ y ¿a que no por eso dejan de ser canti-dades reales y positivas y que actuando en todorigor deberíamos añadir al llamado coeficiente di-ferencial 3a;2 para que con toda exactitud fuese

igual a ¿ .

Volviendo ahora otra vez á lo que tantas vecestenemos repetido de que la mayor parte de loserrores de ía ciencia matemática nacen de que seconfunden en un mismo concepto el símbolo conla cosa que este símbolo representa, fingiendo ha-cer con los símbolos operaciones que sólo puedenejecutarse con realidades, tenemos efectivamenteque sin que sepamos las realidades á que se refie-ren las letras a y b, suponemos desde luego que sepuede hacer la multiplicación de a por b, cuales-quiera que sean los "valores de ese a, y de ese b,Y así como cuando a. representa 4 casas y la le-tra b representa la cifra 3; 4 X 3 representa unaverdadera operación de multiplicar aumentandohasta 12 el número de las 4 casas que antes de•hacer la multiplicación teníamos, suponiendo queb representa la cifra 1, también se admite que re-presenta una multiplicación el símbolo 4 X 1 sinmás razón que la de tener esta expresión la mis-ma figura simbólica de visualidad que la expre-sión ó fórmula ay^b. Pero es fácil comprenderque las frases 4 multiplicado por 1 ó 4 repetidouna vez, no tienen sentido ninguno, pues para re-petir una cosa hay que tomarla lo menos 2 veces,y para multiplicarla hay que aumentarla en loque vale varias veces, según el significado que seda á esas palabras repetir y multiplicar por eluso común y por la Academia, y cuando se tomauna vez una cosa, se la deja como estaba sin au-mento ni disminución: por consiguiente, no se lamultiplica.

Otro tanto debemos decir de la expresión -r-

que resulta de admitir como posible la división

de -7-, cualesquiera que sean loa valores de a y b,

suponiendo que b fuese igual á 1, siendo así quela frase de distribuir a objetos entre una personano tiene tampoco significación ninguna ante elsentido común, y sólo nos prueba que la divisiónse ha hecho ó se ha supuesto hacer con las letrasy no con las realidades que éstas representan.

Iguales consideraciones podríamos hacer so-1 __

bre los símbolos (a) * r= a, v a ~ a, a ° = 1, etcé-tera, pues ni se ha extraído la raíz de a, ni a se haelevado á la potencia 1 ni á la potencia 0, habién-dose reducido todo á un juego de signos sin sig-nificación ni realidad ninguna.

Fijémonos ahora en la ecuación binomia-2*5 — 1 == 0, ó lo que es lo mismo, a;5 — 1. Con arre-glo al lenguaje algebraico, la raíz de esa ecua-ción es 1; es decir: que x—l, supuesto que {1)3—i,por cuanto 1 X 1 x 1 x 1 x 1 = 1. Pero si en vezde este lenguaje simbólico usáramos el lenguajevulgar, diríamos que no hay ningún número quemultiplicado por sí mismo cuatro veces dé porproducto 1; porque tomar uno una vez, no es mul-tiplicar, es dejarlo ó tomarlo tal como eFa; tomar-lo otra vez será, volverlo á dejar como estaba, yasí sucesivamente vendríamos en conocimiento deque no se había hecho ninguna multiplicación.

Y como ni el número 2, ni el 3, ni ningún otro,multiplicado por sí mismo nos puede dar por pro-ducto la unidad, si alguien nos propusiese en len-guaje vulgar el problema que encierra la expre-sión í»5 = l, le contestaríamos que el problemaera irresoluble. Pero el álgebra no se para en ba-rras: para ella todo es posible, hasta lo imposible;en donde hay un signo, ve una operación, un actocósmico, un algoritmo; y en donde ve un garaba-to, ve una realidad, considerando á ésta «orno en-carnada en el símbolo mismo, tomando á éstecomo si fuera aquélla, y recíprocamente, horran-do la diferencia que como un abismo los separa yconfundiéndolos como si fueran un mismo serperteneciente al todo panteísta.

Cuando en una función y = / [x] se sustituyenlas cantidades {-5) {-4) ( -3) ( -2) ( - 1 ) . (0)(+ 1) (-+• 2) {-h- 3) (-+* 4) (-H o), al colocar al 0 en-tre todas ellas, le suponemos de la misma natura-leza que sus compañeras, y aparece como una can-tidad tan real y tan verdadera como el — 5 ó el+ 4. Y así como se dice que % se ha hecho igualá 4, ó ha reci oído el valor 4, también decimos quess ha recibido el valor 0, sin que por eso deje daser símbolo de la nada, admitiendo, por consi-guiente, que el ser exista en lo que no exjstefen

360 REVISTA

&l%$ ser, .conforme con el principio hegelíano.Respecto á las cantidades negativas —5, — 4,

etcétera, tenemos que observar, según las mate-máticas primitivas, sin salirse de la lógica ordi-naria y el sentido coman, que la cantidad ó elnúmero no es más que la Telación en más ó enliiénos de objetos reales y positivos que duranteel raciocinio que se pone en juego para la re-solución de los problemas, unas veces entra porvía de adición ó como sumando, y otras vecespor via de sustracción ó de resta. Pero vienenlas matemáticas panteístas, y borran la diferen-cia que existe entre el concepto do que una cosasea chica ó grande, y el concepto do que esacosa tenga la cualidad de entrar en el cálculo porvia de suma ó por vía de resta; esto es, borran ladiferencia entre los fenómenos á que da lug*ar elque las cosas .sean 4, por ejemplo, y los fenóme-nos á" que da lugar el que esas 4 cosas tengan3a cualidad de favorecer ó contrariar con su au-mento ó disminución el propósito del calculador;y de dos conceptos bien distintos y bien diferen-tes, el uno cuantitativo y el otro cualitativo, hanhecho un solo concepto y le han llamado tambiéncantidad, k pesar de ser diferente de la cantidadsimplemente aritmética, que sólo es cuantitativa,conlo reza la definición que de las matemáticas seda- por todos los Profesores.

Y una vez aplicada á la cantidad p&nteista lamisma palabra ó el mismo signo que á la cantidad(ifiímética, supusieron que con la primera clasede cantidades podían ejecutarse los mismos algo-ritmos que los que con ía segunda clase .se ejecu-tan en la aritmética.

De ahí ¡a creación de ese campo í'antástico deciencia aparatosa en que campean infinidad desímbolos con fingidas operaciones algorítmicas,presentando muchas veces encantadoras formas¿¿.visualidad, ostentando gran lujo de raciocinios,por más que todos sean falsos, tomando siempreal símbolo como si fuese la misma cosa simboliza-da, acostumbrándole al joven estudiante á quetome corno verdadera la lógica de mera aparien-cia que á dichos símbolos se aplica, fundiendogratuitamente conceptos de imposible amalgama-

: ción,. y viciando su entendimiento en su modo decliáouirii', y preparándole para aceptar las doctri-nas paiiteístas tan pronto como vaya á imponér-selas con más ó menos ing'enio alguna persona

. que para él tenga respetabilidad y esté, sobretodo,Revestida de autoridad oficial y competente.

.;• V ';''-*:• FÚLIX GAIÍAY.

SOBRE ESTUDIOS Ú PROYECTOS DE LÍNEA

Sr. Director de la REVISTA PE TELÉGRAFOS.

Apreciable compañero y señor mío: Ruege $.usted que, si á ello no se oponen dificultades queyo no alcanzo, se sirva dar publicidad en el pe-riódico k esas cuartillas que le acompaño, refe-rentes á la redacción de los proyectos de obrasnuevas ó reparaciones de líneas telegráficas. Sonproducto de mi experiencia, y creo que podrán serútiles á los funcionarios que se encarguen de es-tos servicios, así como á las Inspecciones y á laDirección general, habiendo elegido este mediode darlas á conocer, porque también mí experiea-cia me lo aconseja como el mas expedito.

lín la redacción de los estudios y presupuestosreferentes á la construcción de líneas telegráficas,reformas y obras importantes de reparación delas mismas, se omiten generalmente detalles ydatos interesantes sin los cuales es imposible queni las Inspecciones de distrito ni la Dirección ge-neral puedan apreciar el criterio que se ha se-guido en su formación, y si son ó no fundados losgastos que se presuponen.

Conviene además que tales expedientes seajusten en cuanto sea posible á un formulariosencillo y ordenado, que facilite á los comisiona-dos su redacción y k la Superioridad su examen;y á este propósito me ha parecido convenientedar á conocer lo que yo entiendo que deberá te-nerse presente en tales casos y cuyo cumplimien-to recomiendo desde luego á todos lo? funciona-rios dependientes del distrito del KO., mientraspor la Dirección general no se dispong'a algo encontrario.

Documentos de que deben constar los expe-dientes de construcción, colgado, reforma ó repa-ración de ías líneas telegráficas:

1.° Memoria descriptiva y razonada.2.° Itinerario de la línea.3." Relación del material necesario.4." Cuadro de precios elementales y cáloiíjo

detallado de los precios por unidad deducidos delos primeros.

5.° Presupuesto.6.° Plauoá y croquis, si fueren necesarios.

r.—MEMORIA.

En ella se expondrán de 3a manera más conci-sa y breve posible las consideraciones que se ha-yan tenido presentes en la formación del estudioy cuantas explicaciones sean necesarias para lamejor inteligencia del mismo, concretándose ex-clusivamente á lo que importe para el objetoprincipal del estudio.

DE TELÉGRAFOS 361

II.—ITINERARIO

El itinerario será una relación de todos lospueblos, casas, ventas, rios, divisorias y demásaccidentes que se encuentren en el curso de lalínea, expresando en dos casillas separadas la dis-tancia desde cada punto citado al anterior y alpunto de partida.

En una casilla de observaciones ó por nota, sellamará la atención sobre todos los puntos nota-bles por cualquier coacepto, ya sea por su situa-ción propia para constituir en ellos depósitos dematerial, pasos difíciles, túneles, cordilleras óque requieran obras extraordinarias.

III.—ESTADO DE MATERIAL

Debe expresarse en él todo el que se haya cal-culado como necesario, consignando los puntosen donde convenga depositarlo para la más fácildistribución sobre la línea. Este estado contendrátantas casillas cuantas sean las clases de materialque comprenda y tantos renglones cuantos seanlos puntos de depósito.

Por nota debe explicarse el cálculo que sehaya hecho para fijar las cantidades que se con-signen para cada punto.

IV.—CÁLCULO DE PÜEOIOS

Como bases de cálculo se consignarán y debentenerse en cuenta:

El jornal ordinario del bracero enla localidad.

' El de una caballería.1, El de un carroó vehículo de trans-

porte que se use en el país.B. Capacidad ó carga de los mismos, según el te-

rreno ;que tenga que recorrer.C. Horas útiles de trabajo.P. Peso y condiciones del material que haya de

emplearse.E. Accidentes del terreno.F. Estado de las vías de comunicación.G. Época del año en que hayan de ejecutarse las

obras en relación con el clima del país.H. Personal que se considera necesario para cada

clase de trabajo.I. Organización que se piensa dar á las cua-

drillas.J. Distancia de los trabajos al punto de residencia

de los obreros.K. Todas las demás circunstancias permanentes

ó eventuales que puedan influir en la deter-minación de los precios de aplicación alpresupuesto.

A. continuación se presentará el cálculo, en laforma que se haya hecho, para determinar losprecios por unidad. Por ejemplo, si se tratase decalcular el precio de transporte de postes de 6 me-

A. Precios ele-

tros 4 una distancia de 30 kilómetros por carretra, valiéndose de carros de dos caballerías quepuedan carg'ar, 15 postes, ganando un jornal delépeselas diarias y-haciendo jornadas de 25 ki-lómetros, podrá establecerse el cálculo del modosiguiente:

Datos.

Distancia (debe tomarse doble, contan-do con la vuelta de vacío) .60 kilómetros.

Jornal del vehículo Í0 pesetas.Carga 15 postes.Camino que puede recorrer ea un día. Ü5 kilómetros.

Como el precio ha de ser directamente propor-cional a la distancia total y al jornal, é inversa-mente proporcional á la carga y al camino queel vehículo puede andar en un día, deberán mul-tiplicarse 60 (doble de la distancia) por 10 (jor-nal del vehículo), y el producto 600 se dividi-rá por 15 (número de postes que carga el carro),y después por 25 (kilómetros que anda en un día),lo cual da por resultado final 1,60, que es en pe-setas el precio de transporte de cada poste. A esteprecio puede añadirse algo por carga y descarga,si esta operación ha de correr de cuenta del con-ductor, y también por otras eventualidades.

Este calculo puede presentarse en la siguienteforma:

60 kilómetros x 10 pesetas15 postes x 25 kilómetros'

y designando por L la distancia media, por J eljornal del vehículo, por C la carga habitual ypor I el camino que anda por día, resultaría

~~ C x ¿'

Del mismo modo pueden formularse todas lasreg'las ó procedimientos de cálculo para deducirlos precios de aplicación de los elementales.

Es cierto que rara vez estos precios, que pode-mos llamar teóricos, corresponderán á los querealmente haya que pagar por los servicios á. quese -refieren, porque sobre todos los cálculos se im-pone la ineludible ley de la oferta y la demanda,que depende de circunstancias tan variadas y ex-trañas, que no es posible introducir en el cálculo;pero siempre resultaría que el precio calculadoaproximándose al de producción {d.e reyiení, comodicen los franceses), nos servirá de base para po-der estimar lo que, en más ó en menos, se debe álas causas accidentales que no se han tenido encuenta, demostrando además que el autor del pre-supuesto ha estudiado hasta donde es posible lascondiciones de la localidad que pueden conducirleó aproximarle al acierto.

Los precios de aplicación deben calcularse pa-ra las unidades siguientes:

REVISTA

í De cada poste, según su climen-- . ) sión y clase.

. Transportes.. De cada 100 kilog'ramos de• ; ; • - . alambre.

De cada 100. kilogramos de ais-ladores ú otros efectos aná-logos.

. Apertura de cada hoyo, según su profundidady clase de terreno.

Plantación de postes y colocación de aislado-res en cada kilómetro.

Colgado de cada kilómetro de hilo.Atado y empalmes por cada kilómetro de línea

segiui el número de conductores.Eectificación de temples, colocación de torna-

puntas, vientos y otros accesorios por kilómetro.En las reparacioHC.s y reformas, el atado, em-

palmes y rectificación de la línea, por ser opera-ciones delicadas y entretenidas, se liarán por elpersonal de vigilancia, y, por tanto, no será ne-cesario que figuren en el presupuesto.

V".—-PltKSUPUHSTO.S

Con el estado del material y el de precios porUnidad, calculados, se formará el presupuesto,dividiéndole en varías partes.según las obras quecomprenda, pero de modo que fig-uren por sepa-rado cada uno de los conceptos siguientes:

I.0 Material.2.° Transportes, gubdividido en dos partes:(a) Transportes desde los almacenes á los de-

pósitos provisionales.{&) Distribución parcial por la línea, es decir?

desde los depósitos al punto de la línea en quehaya de emplearse el material.

3.° M&%o de obra, subdividido á su vez en lassiguientes::: (a) Apertura de hoyos.

'"• (b)' Plantación de postes y colocación de aisla-dores.

(c) Colgado del hilo.(d) Colocación do vientos y tornapuntas.

: (e) Soldado de los empalmes y atadura de loshilos.

(/)• Kectificación g'enoral.Bien entendido que en cada presupuesto no

deben figurar de estos conceptos más que los quecomprende la obra do que se trate, y viceversa,podrían aumentarse otras partidas no comprendi-das en.'las anteriores, ai el caso lo requiriese.

"• " •" : [ '•;:. V I . " P L A N O S Ó C R O Q U I S

. .-Basta en general que consten sólo de líneascon la mayor sencillez posible, pero acotando iasdistancias y cuantos datos puedan ser de interés;

• poniendo los letreros sobre la representación grá-

floa de los objetos, siempre que se pueda, conpreferencia al empleo de letras y números de re-ferencia que hacen más difícil su uso.

JUSTO URESA,

Inspector del Noroeste.

ENSEÑANZA ELECTROTÉCNICA

Insistiendo en la idea que hemos expuesto ennúmeros anteriores sobre la necesidad de una Es-cuela especial para el estudio de la electricidad ysus aplicaciones, tomamos de nuestro querido co-lega Los Anales de la Electricidad el sig'uienteartículo, qué viene a corroborar nuestras opi-niones.

Dice así el periódico dirigido por nuestro ilus-trado compañero B. Antonino Suárez Saavedra:

«Nuestros lectores habrán observado que da-mos tanta importancia á que sea un hecho ¡a or-ganización de centros instructivos de la cienciaeléctrica, que tenemos siempre una sección denuestro periódico consagrada y dispuesta á con-sagrarse á este importante asunto, sin contar conque en otras publicaciones, antes de nacer lanuestra, hemos abogado en pro de la creación deEscuelas electrotécnicas.

Sobran soi disant electricistas; lo que interesaes que haya electricistas de buena ley.

En Inglaterra, en Francia, en Alemania, enItalia, en Méjico, en el Japón, en Bélgica, en to-dos los países cultos ó que aspiran á serlo, haygrandes sociedades electrotécnicas, cuyas discu-siones y cuyas ricas bibliotecas forman verdade-ros centros de instrucción, ó hay Escuelas deelectricidad oficiales, ó las hay particulares ybien acreditadas. ¿Qué existe en España de todoesto? Poco menos que nada, puesto que sólo exis-te en Madrid una Escuela práctica de Telegrafía,tan práctica que en unos cuantos meses se da porapto al alumno en sus manipulaciones telegrá-ficas.

Y con ser modesta esa Escuela, y con ser bas-tante limitados los estudios que hoy se exigen álos funcionarios de Telégrafos, estos estudios yesa Escuela debieran ser la base de que se partie-se para el establecimiento de los ingenieros elec-tricistas.

Prescindamos de hacer historia: prescindamosde que es un hecho que en todos los países, inclu-so el nuestro, á los telegrafistas se debe en primertérmino la intelectual fuerza inicial que ha dadoel empuje en que hoy se hallan las aplicacioneseléctricas; prescindamos de estudios privados éindividuales de tantos telegrafistas que los han

DE TELÉGRAFOS 368

hecho; prescindamos hasta de un derecho adqui-rido y que consta en el reglamento de telégrafos,cual es de consignarse en él que el Gobierno leconfiará otras aplicaciones eléctricas; miremos lacuestión prescindiendo de hechos y de derechos,y sólo bajo el intrínseco punto de vista de lo másconveniente al público y á la Administración delEstado.

Es imposible que la telegrafía española siga,oficialmente considerada, fija en 1855, en que seformó el Cuerpo de Telégrafos, porque nada sig-nifica, para combatir este atraso, que hoy se usenaparatos más perfeccionados. Lo esencial en uncuerpo facultativo es su programa de exámenes, yhoy rigen para Telégrafos los mismos—poco másó menos—que treinta y cinco años atrás; y sien-do esto anacrónico é inverosímil tratándose de latelegrafía, cuyos problemas de hoy son gigantes-cos al lado de los de entonces, el buen nombre delpaís, al parque el mejor servicio, exigen que imi-temos á las naciones donde so han creado Escue-las superiores de telegrafía, de las que salen ver-daderos Ingenieros telegráficos.

Estudiadas en esa Escuela todas las cienciasgenerales necesarias como auxiliares en el estu-dio de la eléctrica, y todas las teorías, todas lasleyes y todos los problemas de electricidad; ad-quiridas las prácticas de la telegrafía, incluso lossistemas telefónicos, ¿qué le falta al Ingeniero te-legráfico para ser un verdadero y buen ingenieroelectricista? ÍJn año de prácticas en luz y traccióneléctrica, y en las restantes aplicaciones muchomenos importantes.

Véase á qué poca costa el listado que, razona-blemente hablando, no puede pasar sin Ingenie-ros telegráficos, puede contar con un personal deelectricistas apto para todas las intervenciones re-lacionadas con la electricidad, en las que debaejerecr su misión de velar por los intereses delpaís. Esto es lo natural, lo lógico y lo razonable,sin contar con la historia ni el derecho, que sonbagatelas para ciertos hombres que no compren-den esas palabras.

Hacer electricistas de Ingenieros de Caminosy de Minas es como nombrar peatones á licencia-dos de caballería, cuando hay infantes más indi-cados para el caso; bien que todo puede verseaquí, donde todos servímos para todo, y hay oido-res sordos, y relatores tartamudos, y vistas quepadecen de cataratas. Ni siguiera al autor de laidea se le ha ocurrido pensar para el caso en losIngenieros industriales, que más que caminos yminas hemos de encontrar industrias en las apli-caciones eléctricas.

No hay más Dios que Dios y Mahoma es suprofeta, dicen los mahometanos: no hay más lógi-ca que la lógica, y el sentido común su intérpre-

te, decimos nosotros. Si al Ingeniero telegrafistabasta un año para ser Ingeniero electricista, y átodos los demás Ingenieros serían necesarios tresaños en el estudio profundo de la ciencia eléctri-ca y sus aplicaciones, ¿quiénes sou los más indi-cados para formar un plantel de verdaderos elec-tricistas?

La respuesta ya la saben nuestros lectores.»

SECCIÓN GENERAL

IUSG LAMENTACIÓN

P A I¡ V F, I, . U U M I! lt A I) O Mh K O T 1110 O

La comisaría de alumbrado público del Ayun-tamiento de París ha reglamentado las condicio-nes á que deberán sujetarse los abonados al alum-brado eléctrico de la red municipal; y como éstese va adoptando en muchas ciudades españolas,creemos oportuno publicar la parte más esencialdel reglamento, que, más prácticos en la ciudadfrancesa, podrá servirnos de norma para las ins-talaciones de esta clase en España.

Tarifa.—Art. 1." Kl precio se fija en 15 cénti-mos los cien watts-horas, es decir, el arnpere-hora medido en el contador bajo la tensión decien voltas.—Art. 2." Todo consumidor que tengaencendidas todas sus lámparas por término me-dio ciento cincuenta horas al raes, tendrá dere-cho, sobre su importe, á una reducción de 10 por100; si excediere de ciento ochenta horas, la re-ducción será de 20 por IDO; y pasando de doscien-tas horas, será de 30 por 100.—Art. 3.° Esta re-ducción se efectuará, con arreglo á la indicaciónmensual del contador. Para comprobarlo se cal-culará la cifra media del alumbrado mensual, di-vidiendo el número de amperes consumido pormes, tal como resulta de las indicaciones del con-tador, por el número de amperes que correspon-dería al alumbrado durante una hora, estandoencendidas todas las lámparas del abonado. Paradeterminar este último número, fie tendrá comoregla, salvo comprobación, que las lámparas in-candescentes absorben 3 watts y 33 ó 1/30 de am-pére por bujía indicada en la póliza de suscrip-ción, y que las de arco consumen el número deamperes indicado en la misma póliza.

Condiciones generales del abono.—Art. 1.° ElAyuntamiento de París suministrará la corrienteeléctrica á todo vecino de las calles donde hayacanalización y en los límites de la fuerza de que sedisponga, si suscriben un abono de un año por lomenos, debiéndose además conformar coa las dis-

REVISTA

posiciones reglamentarias concernientes á la colo-cación de Jos aparatos, así como á las estipulacio-nes de la póliza.—Art. %° Toda persona que desee

. abonarse, deberá hacer presente en las oficinas

. del servicio técnico de la estación municipal, cuáles la importancia del abono que trata de suscri-bir, y en el término de oclio días recibirá el opor-tuno.aviso para que pase á firmar su póliza, y almismo tiempo entregar en la Tesorería munici-pal el importe de los trabajos de canalización á

;. que hace referencia el a r t 4."—Art. 3.° Será decuenta del abonado obtener del propietario d¿ lafinca que habite las autorizaciones necesarias pa-ra la instalación en la misma de los aparatos delalumbrado eléctrico.

Canalización domiciliaria.—Es de cuenta del., Ayuntamiento llevar la corriente eléctrica hasta

enfrente áe la casa del abonado. Pero desde lav, canalización principal hasta el contador del do-

micilio, todos los trabajos que se orig'inen, auncuando los ejecutaran y repararan dependientesdel Ayuntamiento, los gastos los abonará el sus-criptor, así como los de conmutadores, cortacir-cuitos, transformadores y accesorios. La canaliza-ción domiciliaria se colocará entre molduras demadera y perfectamente aislada de todo contac-to.—Art. 5.° Terminada la instalación antes quefuncione, deberá entregar el suscritor en la Teso-rería municipal, á título de garantía, una sumaque se evalúa en cinco francos por lámpara in-candescente y veinte por las de arco. La cantidadtotal será reembolsada por el Ayuntamiento á laterminación del contrato, deducido el importe dela electricidad suministrada y otros gastos que nohubieren sido satisfechos.—Art. 6." ül abonado nopodrá oponerse a la ejecución de los trabajos deentretenimiento, reparación ó reemplazo del con-mutador ó de otros aparatos, si faere reconocidocomo necesario. So prohibe expresamente al abo-nado ejecutar modificación a3g*mia en los apara-tos, conductores y demás objetos colocados porcuenta del Ayuntamiento. Solamente con el con-curso de uno de los agentes de éste, lo podrá veri-ficar. El Ayuntamiento conservará en su poder lallave de la caja del conmutador de llegada.

Distribuciones interiores.—Art. 7." Todos lostrabajos relativos ala instalación interior, á partirdel contador, se ejecutarán por los operarios quedesigne el abonado, Pero el Ayuntamiento podránegarse á facilitar la corriente eléctrica si hallaredefectuosa la instalación interior, bien desde elprimer día ó bien posteriormente, por consecuen-cia de modificaciones realizadas por el abonado.En ningún.caso podrá éste exigir responsabilidadal Ayuntamiento de una instalación defectuosa,cuya conservación y-entretenimiento correspondeal abonado. Los agentes electricistas del Ayunta-

miento deberán estar autorizados por los abona-dos para reconocer las instalaciones interiorescuantas veces aquéllos lo juzgaren conveniente.—Art. 8.° Todo consumidor deberá indicar exacta-mente, al firmar la póliza, cuál es el número decada tipo de lámparas incandescentes ó de arcoque trata de colocar. Ocho días antes, por lo me-nos, de empezar á lucir las lámparas, deberá elabonado someter á la comprobación de la Admi-nistración municipal las lámparas y conductores.El abonado no deberá ejecutar ningún cambio niadición sin hacer una declaración previa á diehaAdministración, ni realizarlas sino después de ha-ber obtenido de ésta el acuse de recibo de su de-terminación. En caso contrario, el Ayuntamientotendrá derecho á dejar de suministrarle la co-rriente eléctrica, reservándose exigir los interesesque sean de razón por daños y perjuicios.—Ar-tículo 9.° Respecto de los conductores servidospor corrientes alternativas, en cuyo caso es nece-sario el empleo de transformadores, el abonadodeberá facilitar local conveniente para instalarlosconmutadores y transformador, de tal modo, queel acceso hasta estos aparatos sea fácil á los de-pendientes de la Administración. Esta colocarágratuitamente los transformadores, los que per-manecerán siendo siempre de su propiedad.

Contadores. Art. 10. La corriente eléctricahabrá de pasar por un contador horario. En con-secuencia, el abonado deberá establecer en su do-micilio y por su cuenta, segiin las condiciones quese expresan, uno ó varios contadores de su elec-ción, pero cuyo sistema haya sido aprobado porla sección técnica. Tendrá el abonado á su libredisposición toda la corriente eléctrica que pasepor el contador. Podrá, á su voluntad, encender óno todas ó parte de las lámparas. La colocación delos contadores la efectuarán los dependientes dela Administración municipal, por cuenta del abo-nado, así como los demás trabajos accesorios. Se-rán los contadores proporcionados al consumamáximo de electricidad del abonado, tal cuál re-sulte do la declaración insería en la póliza. Elcontador señalará la medida del consumo en am-peres horas, y estará siempre á la disposición delos agientes del Ayuntamiento para las comproba-ciones que respecto de su exactitud y regularidadjuzg-uen necesarias el abonado y la Administra-ción. En caso de detención del contador, el térmi-no medio del mes anterior servirá de base paragraduar el consumo del período que estuvo para-do. Se prohibe al abonado verificar cualquieramodificación en los órganos del contador y de susaccesorios, así como también en su posición, sinel concurso de los operarios de la Administración.Todo acto que tenga por objeto conseguir la co-rriente eléctrica fuera'de las cantidades medidas

DE TELÉGRAFOS 365

pprel contador, será perseguido ante los Tribuna-les. —Art. 11. El Ayuntamionto facilitará contado-res de un sistema de su elección á aquellos abo-nados que lo soliciten, mediante el pago de unacantidad mensual, que se exigirá á la vez que elde la corriente eléctrica. La tarifa de alquiler yentretenimiento de los contadores se ajustará á laregla siguiente: contador de calibre de 5 am-péres, 2 francos y 50 céntimos mensuales; de 10amperes, 4 francos; de 20, 5; de 40, 6; de 100,10; de más de 100 será objeto de un precio es-pecial.

Tarifas y método de pagos.—Art. 12. La elec-tricidad será suministrada bajo el potencial me-dió de cien voltas, ya sea en corriente continua óbien alternativa. El precio máximo será, comoqueda dicho, de 15 céntimos los 100 watts-horas.En ningún caso el pag-o total por un año podráser inferior á 40 francos por cada lámpara de 10bujías, y á 60 por cada una de 16, instaladas encasa del abonado, y en proporción para los demástipos. Ni podrá ser menos de 400 francos por lám-para de arco voltaico, cualquiera que sea la fuer-za.—Art. 13. Él precio del abono se recaudarámensmilmente en el domicilio donde se halla esta-blecido el alumbrado eléctrico.

Clmmtlas diversas.—Rx\ el caso de que elAyuntamiento se vea obligado á interrumpir mo-mentáneamente el suministro de electricidad, seapor caso de fuerza mayor, trabajos en la vía pú-blica ó por reparaciones de máquinas y conducto-tores, no tiene derecho el abonado á indemniza-ción; pero se le reembolsará, la cantidad corres-pondiente á Ja electricidad no suministrada, fíereserva la Administración la facultad de no faci-litar oí alumbrado desde las nueve de la mañanaá las tres de la tarde, á fin de tener tiempo paraverificar reparaciones y comprobaciones en elmaterial.

LA TELEFONÍA ENTRE DOS POBLACIONES

Ocurre con la telefonía lo que sucede con to-das las cosas del mundo: que una vez iniciadas yreconocidas de utilidad, tienden por ley natural ásu definitivo desenvolvimiento.

El teléfono se manifestó al principio como ungran adelanto para las comunicaciones rápidasentre personas que habitaban en una misma po-blación; y una vez realizado este progreso, ya em-pieza á despertarse el deseo de unir por medio deredes telefónicas las ciudades entre sí, aspirandoá que puedan ponerse en comunicación telefónicalos moradores de poblaciones diversas.

Esta necesidad, que ha comenzado á signifi-

carse en varios países, yante la cual se han mos-trado propicias algunas Administraciones extran-jeras, tendiendo, por vía de prueba, redes telefó-nicas que unen poblaciones distintas, se ha mani-festado también en alg'imos puntos de España,mediante solicitudes para unir las redes telefóni-cas de diferentes pueblos.

Es evidente que el problema telefónico se im-pone, y que á la larga, después de meditarse bientodas las condiciones que han de regir para sal-vaguardia de los intereses públicos y del Estado,esta necesidad de lo-s tiempos actuales tendrá quealcanzar una solución definitiva.

¿Se concederá á empresas particulares el esta-blecimiento de redes telefónicas entre diversas po-blaciones? ¿Será el Estado quien se encargue delplanteamiento de ese nuevo servicio?

Nosotros nos inclinamos á esta última solu-ción, no sólo porque este es el espíritu dominantede los demás países, en los cuales va prevalecien-do el sistema de que los Gobiernos sean los queexploten las redes telefónicas, sino también por-que abrigamos el convencimiento íntimo de quenadie con más desinterés que el Estado puedeofrecer las garantías que semejante innovaciónexige.

Pero sea de un modo ó de otro, ora se encar-gue la Administración pública de satisfacer lasaspiraciones de comunicarse telefónicamente, quese manifiestan entre algunas poblaciones de Es-paña, ora se otorgue' á empresas particulares larealización de este deseo, juzgamos que ha llega-do el momento de estudiar tan importante asuntoá fin de tener prevenidas todas las eventualidadesque puedan ocurrir cuando las apremiantes exi-gencias de la utilidad pública demanden el inme-diato establecimiento de esa clase de comunica-ciones.

No se nos oculta que el servicio "telegráfico po-drá sufrir algún detrimento con la apertura decomunicaciones telefónicas entre unas y otras ciu-de.des; pero aparte de que semejante considera-ción es insuficiente cuando se trata de satisfaceruna necesidad moderna, diremos que precisa-mente por esto nos inclinamos á que sea el Esta-do quien establezca y sirva dichas redes, plan-teando la reforma de modo tal que compense porun lado lo que por otro pierda, á la par que ase-gure fuertemente el desarrollo comercial é indus-trialr y garantice la paz y el sosiego públicos.

No decimos más por hoy sobre este particular,habiéndonos sug-erido á vuela pluma las anterio-res consideraciones la noticia que leemos en unestimable colega sobré la idea de establecer unalínea que una las redes telefónicas de Castellón déla Plana y Valencia.

REVISTA

CARTAS DE LA EXPOSICIÓN

V

Mi distinguido Jefe: En la ya citada instalación deTelégrafos vimos también el sistema de comunicaciónde Tubos pneumáticos ttil y como se hallan instalados enesta capital francesa-

La transmisión de los telegramas entre dos estacio-nes de una misma localidad (ó sea entre la Central yla sucursal) por medio de los tubos pneumáticos, cons-tituye una rama muy importante de la telegrafía mo-derna; y tanto es así, que capitales como Londres,Berlín, New York y Paría, que son las que marchan ála cabeza de la civilización, los tienen establecidos des-de hace algunos años.

Los telegrama s se eipiden desde la Central (dondese hallan instaladas las máquinas) por medio de lacompresión del aire, y de la sucursal por el aire enra-recido.

A las bombas pneumáticas se adaptan dos largostubos, uno para el aire comprimido, y el otro para elyació, y éstos sirven para poner en comunicación losrecipientes con los tubos subterráneos en la sala demanipulación, y son sus dimensiones bastante grandespara que ningún efecto perjudicial resulte de la acciónintermitente de los pistones.

Las máquinas son de dos clases; es decir, de simpleó de doble émbolo, y dispuestas de modo que puedanservir, ora exclusivamente para expedir los telegramaspor medio del aire comprimido, ora expedirlos y reci-birlos alternativamente por un tubo único.

A las máquinas de simple emboto se adapta el tubosubterráneo de modo que sea la prolongación del cuer-po de bomba de dicha máquina.

Para colocar los telegramas se tiene una caja cilin-drica de gutapercha, recubierta de fieltro, que cierrapor medio de un resorte herméticamente, y cuyas di-mensiones son 4 milímetros de grueso y 145 milíme-tros de longitud, y que se ajusta por completo al diá-metro del tubo subterráneo. Oon objeto de darle unnombre gráfico á este cilindro, lo llamaremos porlct-des$acho$.

Ahora bien: para enviar est& portadespachos á laEstación central desde la sucursal, se cierra la extre-midad inferior del tubo subterráneo, y levantando laválvula ó charnela provista do un cerco de cauchopor medio de una especie de palanca con mango queestablece la comunicación entre el tubo subterráneo yel tubo del vacío (del cual hicimos al principio men-ción) se produce el vacío relativo en el ya mencionadotubo subterráneo, sosteniéndose cerrada la válvula porla presión atmosférica.

A la llegada del portadespachos á la otra estación,choca contraía válvula,la abre, y en este choque sedestruye la fuerza impulsora y queda sostenido en lamisma abertura por la presión atmosférica. Tan prontocomo la válvula cae, el empleado baja la especie de pa-lanca con mango, que corta la comunicación con el ci-tado tubo, y el portadespachos cae por su propio pesoen un armario de pequeñas dimensiones que se tieneal lado, de donde el funcionario recoge los telegramas;

cierra el armario y levanta la palanca, quedando en dis.-posición de recibir nueva remesa. Un timbre eléctrico,que pone en comunicación á la Central cotila sucursal,sirve para hacer las señales convenidas de antemano yanunciar la llegada y salida del portadespachos.

Como fácilmente se desprende de cuanto dejamosdicho, este sistema de transmisión está basado en la;eoría sencillísima de la fuerza de elasticidad de los. ga-ses, conocida de los antiguos por el horror al vacío, yque con las máquinas pneumáticas y de compresión seestablece un desequilibrio que al restablecerse nos dauna fuerza que es la que transporta al portadespachosde uno al otro extremo del tubo subterráneo.

El mecanismo no puede ser en verdad más sencillo,ni nada más fácil que su manipulación.

Para el caso de una avería, por quedarse el poría-despachos en el interior del tubo subterráneo, se acom-paña una caja estuche que contiene un pistolete, uncronómetro y unas tablas, etc., etc. Se dispara el pis-tolete en la boca del tubo, y por el tiempo que tarda enrecorrer la distancia el sonido, se obtiene con una exac-titud matemática el sitio donde se encuentra detenidoel portadespachos,

Los tubos pueden ser de plomo, de hierro ó de latón.Aquí, en París, se sirven indistintamente de los de

hierro y de latón; en Londres dan preferencia á los deplomo; en New-York á los de latón, y en Berlín á lo» dehierro.

"Nosotros, para establecerlos en Madrid, adoptaría-mos también los de hierro, por ser más económicos.

Y antes de hacer punto final y dar por terminadaa corta excursión que por la Exposición hemos he-

cho, scanos permitido exponer la siguiente observaciónal considerar las grandes ventajas que reporta al ser-vicio telegráfico este sistema de comunicación por me-dio de los tubos pneumáticos.

La citación de las sucursales en Madrid fue un ade-lanto que lo mismo la prensa que el público agradeció;pero bien pronto nuestros ilustrados Jefes observaronque estas sucursales no respondían á las necesidadesdel servicio con la rapidez que se deseaba, puesto quelos telegramas sufrían un retraso considerable apenascomenzaba á aglomerarse el servicio; y esto se Dotó enseguida en la sucursal del «Este->. La primera medidaque se tomó fue montar el Hughes, á fin de que con apa-ratos rápidos no sufriesen los telegramas tanto retraso;pero no obteniendo el resultado apetecido.se suprimióeste aparato y se dieron las órdenes oportunas paraque el servicio se llevase á mano aprovechando lostranvías durante el día, y por la noche transmitiéndosepor el sistema Morse, como aun hoy se sigue hacien-do.—Ahora, preguntamos,—¿llenan el servicio estassucursales?—La contestación es negativa.—Luego,cuan beneficioso no sería que nuestra Dirección gene-ral montase en Madrid el servicio de las sucursales contubos pneumáticos.— Bien es verdad que el gasto se-ría un poco considerable; pero con objeto de salvar esteinconveniente, podría hacerse como prueba ó ensayoxinicamente con la sucursal del Este, que es la quemasservicio tiene y cuya distancia es corta con relación áotras sucursales; y ya en este caso, el gasto no es ex-cesivo, pues con la economía que resultase del perso-nal, se reintegraba en poco tiempo.

DE TELÉGRAFOS 367

Que hecho esto lograrían nuestros Jefes los pláce-mes del público y de la prensa, es innegable, por ha-ber iniciado una mejora en el servicio que redunda enbeneficio de Is capital de España.

Una vez terminada nuestra misión, que ha sidoúnica y exclusivamente la de hacer un pequeño bos-quejo de la Exposición de París en cuanto á telegrafíase refiere, sólo nos resta demostrar nuestro más pro-fundo agradecimiento al ilustrado Director de esta RE-VISTA, limo, Sr. D. José Redonet por 3a benevolenciaque ha dispensado á nuestro humilde trabajo, dándolecabida en las columnas de esta REVISTA, donde eximiosJefes y Oficiales han demostrado siempre su granvaler.

Queda de V. I. atento seguro servidor Q. 13. S. M.,

MIGUEL VILA.

NUESTROS ASUNTOS DE CORREOS

Eí Sr. D. Antonio Gallar nos envía la siguien-te caita, que damos á luz para que se conozcansus nobles manifestaciones:

«Barcelona 18 Noviembre 1889.Sr. Director de la REVISTA.Mi distinguido Jefe: Faltaría á-un deber de

cortesía si no manifestara á Ud. mi agradecimien-to sincero por las cariñosas frases estampadas enel núm. 223 de su ilustrado periódico. Y ya quetengo la pluma en la mano, haré una manifesta-ción para que conste. Los buenos deseos de miscompañeros manifestados de palabra ó por escritohan hecho reverdecer ilusiones harto marchitasde quien lleva algo más de veinticuatro años tra-bajando sin descanso y esperando recompensasque nunca llegan; pero si en el caso actual serealizasen, aunque fuera de Telégrafos; si en Co-rreos llegase á ocupar el puesto que me corres-ponde y tuviese la influencia natural que el mis-mo me diera; mis esfuerzos tenderían siempre áreintegrar á mis dignos compañeros en sus dere-chos en el sentido expresado en el artículo «Kues-tros asuntos de Correos», ya que no se haga loque, en mi pobre opinión, debiera hacerse: unafusión racional y justa de los dos ramos.

Tiene el gusto de ofrecerse su más atento se-guro servidor y subalterno Q. B. 8. M.,

ANTONIO (TALLAR.»

Nuestros lectores habrán subsanado fácilmente unaerrata de imprenta que apareció en el artículo Hlfonó-poro Lwtigdon-Baties, publicado en nuestro último nú-mero. En la página 314, segunda columna, línea 51,dice: tpor lo tanto necesita regulador*, y debe leerse:«por lo tanto, r/io necesita regulador.»

Hacemos esta aclaración que se habrá ocurrido yaal buen juicio de nuestros compañeros.

Nuestro querido amigo D. José Jackson Vejan .hatenido la desgracia de perder su hija María, preciosaniña de trece años que era el encanto de sus padres.

Víctima de ía difteria ha fallecido en Alcalá, dondese hallaba con sus abuelos; y nuestro apreciable com-pañero ha recibido con esta desgracia un golpe tan tre-mendo, que no hay consuelo para la pena de su alma.

Le deseamos resignación y le acompañamos en elsentimiento.

La Dirección general de Correos y Telégrafos deRumania, ha establecido en Bucarest una Escuelaelectrotécnica con objeto de que perfeccionen sus co-nocimientos en telegraíía y aplicaciones eléctricas losfuncionarios de Telégrafos.

En Iugai" preferente habrán visto nuestros lectoresel decreto de Ultramar restableciendo el antiguo Ne-gociado de Telégrafos que existió durante muchos añosen aquel Centro.

Sabemos ya ios nombres de nuestros compañerosque estarán al frente de ese Negociado; pero nos abste-nemos de publicarlos, en tanto o ue no sea oficial dichonombramiento.

Ha fallecido el Oficial segundo, encargado de ]a Es-tación de Madrideños, X). Olegario Alonso Campos; ypara cubrir su vacante ha sido propuesto el Oficialalumno superniunerario D. Bartolomé Tous y Ale-mán}".

El Oficial primero D. Alejandro Hernández de Diosi a pedido su jubilación.

El día de hoy, 1.° d« Diciembre, habrá quedadoabierta la estación de Orgañá (Lérida), que está servi-da jior el Oficial primero D. Felipe Vjllaverde.

Han sido absueltos libremente los Aspirantes DonFrancisco Esteban Soria y D. José López León, en lascausas que se les había formado por supuestas faltaaen eí servicio de Correos.

Nos alegramos vivamente de que dichos funciona-rios hayan resultado limpios de toda culpa.

Los veintidós alumnos recién salidos de ía Escuela,por no haber actualmente plazas vacantes, han sidodeclarados Oficiales supernumerarios, y siete de elloshan entrado á prestar servicio en la clase de Aspi-rantes.

Los nombres de los citados Oficiales alumnos sonlos siguientes:

D. Miguel Sánchez Liicas,Manuel Hernández Merino.Joaquín Hinojosa del Valle.Eafael Tturriagay Gascón.Manuel Prego de Oliver y Felíu.

REVISTA DE TELÉGRAFOS

D, Félix I¡. Benítez de Lugo y Rodríguez.Ricardo Zorraquino y TeTrado.José Báñon y Martínez.Antonio Bisquerra y ArrÓn.Miguel Viedma y Navarro.Andrés Aveíino de la Merced.

•• Pedro Aguirre y Gutiérrez.Bernardo Castillo y Rubio.Gustavo Fedriani del Pozo.Ignacio Montaner y Renier.Francisco Quintana y Sánchez.Vicente García Jimeno.picolas Soto y Sánchez.

. íflarcelíno García Manchón.José ¡Síaría Menéndez de la Pola y Pérez.Rafael Yunta y B. Chávarri.Vicente Julio Colón y Sabán.

El Director de primera clase D. Eduardo Cabrera y

Fernández ha sido destinado á la Escuela de Aplica-ción para instruir á los Jefes de reparaciones Siguen-tes:

D. Cecilio Puig y Marqueta.Felipe Pascual Sánchez.Tiburcio José Cavara y López.Manuel Pérez y González.Miguel María Moreno y Ourruchaga.León Peigneux y Ferrer.Ricardo Zagala y Jacques.Felipe Vidal y Sácz.

La instrucción versará sobre las materias que rriír-ca el art. 6.° de la circular núm. 18 de I.01 de Octubreúltimo, y las clases darán- principio el día 2 de estemes.

Imprenta de M. Minuesa délos Rios, Miguel Servet, 13.

MOVIMIENTO del personal durante la segunda quincena del mes de Noviembre de 1889

CLASES

Oficial 2.»[deml.°Jefe de Estación.[dem

;dem'dem

Subdirector 2.°..

demK0

Jefe de Estación.ídem

dem

ídem

demÍdem

[dem.[demídem 2.°

ídemídemAspirante 2.°....ídem

ídem.

i ídem

ídem 1.*

TRASLACIONES

NOMliRKS

t). Camilo López BrimeRafael Lapuente Martínez . .Francisco Pérez OrtigaManuel Coronel MolinaRicardo Zagala y Jacques...

Eladio Sánchez y Lozano . . .Félix de Torrea Pérez

José Rodríguez Donaire.....

Vicente Guinea y RuizFelipe Vidal y SáezFrancisco Berñabeu y Jimé-

nezPedro Macías y Estrada

José Blasco MartínAntonio Fermín Colaina Lie-

Pedro Giejó y Marigómez...

Manuel Martínez Milíano... .Ramón Montes GarcíaEnrique "Wanter Horcasitas.Braulio Hernández y DelgadoFelipe Pérez García . . . . .

José Sandoval y Espigares. .Ubaldo Martínez RuizEmiHo Cardenal Pinero.,..Joaquín Rentero y Blanco...

Juan Leal y Romero

Hermenegildo Olmos Villai-zán

Bernardo Calvo y Laria....

PROCEDENCIA

GoruñáBilbaoVitoriaBarcelonaDirección gene-

ral

ídemSevilla

Puerto de SantaMaría

CádizCentra l . . . . . . . .

CórdobaSevillií

Irún

MúdelaArgandaVillarejo de Sál-

vanosNavalcarnero...Reingresado . . .San Sebastián..SalamancaCentral

CádizPuerto. . . . . . . . .Badajoz . . . . . . .Santander... . .

San Vicente dela Barquera.,

Gerona

DESTINO

CentralBadajozBilbao...-Lérida

Santa Cruz deTenerife..,..

AlicantePuerto de Santa

María. . . . . . . .

San Fernando..SevillaAvi la . . . . . . . . . .

MálagaCádiz .•.

Vera

BadajozCentral

Arganda., . ; . . .CentralCádiz..BilbaoCiudad Rodrigo.Villarejo de Sal-

vanesPuerto RealNavalcarnero'..Oáceres ;San Vicente de

la Barquera..

Sevilla . . . . ; . . .

Barcelona

OBSERVACIONES

Accediendo á sus deseos.ídem id.Por razón del servicio.Accediendo á sus deseos J

ídem id.ídem id. 1

ídem id.

Por razón del servicio.ídem id.Accediendo- á sug deseos.

ídem id.ídem íc¡.

ídem id.

ídem id.ídem id.

ídem id.Por razón del servicio.ídem id.Accediendo á sus deseos1.Por razón del servicio.

ídem id.ídem id.Por razón del servicio.

ídem id.

Accediendo á sus deseos.