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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos secretaría de educación pública De las cosas que se cuentan

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Agua

Así soy yo

Campo y campesinos

Comida y recetas

Conejo y Coyote

Creencias, dolencias y remedios

Cuentos de animales

Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos

De la cuna a la tumba en las comunidades

Gigantes, duendes y salvajes

Historias de cuevas, culebras y diablos

Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros

escondidos y matrimonios engañosos

Las comunidades. Fundación, historia, percances y festejos

Maíz

Oficios y ocupaciones

Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas

del mundo y cómo otras suceden en el monte

Refranes, adivinanzas, acertijos, trabalenguas, juegos

y chistes

Versos, arrullos y canciones

Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos

Cue

ntos

de

enga

ños,

par

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cer

reír

y fa

ntás

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secretaría deeducación pública

secretaría deeducación pública

De las cosas que se cuentan

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos

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EL Consejo Nacional de Fomento Educativo agradece a Mauricio Gómez Morín y a Chac por la asesoría y dirección general de los talleres de plástica. Asimismo, reconoce la labor de Felipe Ugalde Alcántara, Alejandra Eugenia Gutiérrez Aldana, Lydia Andrea Gutiérrez Aldana, Roberto Martínez Martínez, Guillermina Aragón Rivas, Antonio Ramírez Intzin, Ana Patricia Martos Enciso, Carolina Hope Sánchez Mejorada, Sebastián Santis Gómez, Germán Ponciano Vargas e Isaac Hernández, coordinadores regionales de di-chos talleres.

También agradece la valiosa colabora-ción de María de Jesús Salazar Muro, Mar-tha Fabiola Torres Muñoz, José Carmen Díaz Miguel, Ari Hida Pazos Macías, Ger-mán Valdivia Pueyo, Rosa María Daffunchio, Virginia Tenorio Sil, Pascuala Sánchez Her-nández, Jaime Robles Pineda, Francisco Javier Félix Valdez, Rocío Casariego, Héctor Solís, Feliciano de Jesús López, Antolín López Mendoza, Claudia Huitrón Acosta y Antonio Gil Zurita, por su participación en el proceso de investigación.

Directorio

Emilio Chuayffet ChemorSecretario de Educación Pública

Alma Carolina Viggiano AustriaDirectora General del Consejo Nacional de Fomento Educativo

Alejandro Verde LópezDirector de Administración y Finanzas

Martha Beatriz Rivera Fernández Directora de Educación Comunitaria e Inclusión Social

Fernando Rojas EspinosaDirector de Planeación y Evaluación

Marco Antonio Mendoza BustamanteDirector de Comunicación y Cultura

Marco Antonio Hernández MartínezDirector de Cooperación con Sociedad Civil y Organismos Internacionales

Katy Villarreal SaucedoDirectora de Asuntos Jurídicos

Silvia Arleth Austria EscamillaDirectora de Delegaciones y Concertación con el Sector Público

Fernando Sánchez de ItaTitular del Órgano Interno de Control

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos

De las cosas que se cuentan

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos

EdiciónConsejo Nacional de Fomento Educativo

AdaptaciónElisa Ramírez Castañeda

DiseñoCynthia Valdespino SierraXimena Pérez Viveros

Coordinación editorialPedro Antonio López SalasRodolfo A. Montes Martínez

Primera edición (versión electrónica): 2013D.R. © Consejo Nacional de Fomento Educativo

Insurgentes Sur 421, edificio B, Conjunto Aristos, col. Hipódromo, CP 06100, México, D.F. www.conafe.gob.mx

ISBN (Obra completa) 978-607-419-260-5ISBN 978-607-419-266-7

HECHO EN MÉXICO

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Índi

ce

10 Presentación

12 De las cosas que se cuentan...

14 J-al vo’ne lo’il15 Cuentacuentos

16 Litzi’y nima talak kaxtlawanit totonacos17 Chistes para hacer reír que han compuesto los totonacos

18 Leeti u kabali Uxmal19 El enano de Uxmal

20 Dídxa guca sti guidxa gudó beere21 El tonto que ganó una apuesta

22 Ylkuit y rop kieg lacc23 La muerte y el pelón

24 Kwento Juan nchkeen25 Juan Flojo

26 Na Juan alwa’ anina Juan olmadh27 Juan Loco y Juan Bueno

30 Pey list31 Pedro Listo

32 Am’ky jää’y mëët ja kääj33 El borracho y el tigre

34 Lakgataun akgachokg35 Una acamaya

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36 Yin chiktej uan yin kouat37 El pájaro y la víbora

38 Tichi’í kuayí39 El zopilote y la tortuga

40 Juntú’ul ch’o’om yéetel juntú’ul mukuy41 Una tortolita y un zopilote

44 Juntu’ul balam yeetel junt’ul toolok45 El tigre y la lagartija

46 Mapachin wan tebi’sij47 El cangrejo y el mapache

48 Anj’goo49 El zorro

52 Peek’ yéetel kú’uko53 El perro y la ardilla

54 Kwentoo’ kasa nekio katsue’ ntom55 El sapo y el perro negro

56 Kalix57 El perro Kalix

60 U tsikbali jump’e k’amkabi lúum61 K’a’ankabiok

64 Na ta uni davi65 Un señor pobre

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68 Ye muachitos69 Tres muchachitos

70 Jum tuul noojoch maama yeetel u yaabil71 Florentino, Clementino y el rey

76 An labid’h k’o’onel chik77 El poder de los animales

80 Se koujpejpenkej uan okuilimej81 Martín

84 Glosario

86 Índice de escritores

90 Listado de ilustradores

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Las historias surgen para ser contadas. Se cuenta lo que se ve o lo que otros han contado. Hacedores de las Palabras son eso: historias tramadas en el hilo del tiempo con palabras que tejen el testimonio escrito de un legado cuyo valor es incalculable.

Los autores, los hacedores de las palabras, son niños indígenas de diver-sas regiones del país que, en sus lenguas, cuentan y con ello conservan la herencia cultural que poseen: lo que viven, saben y ven.

La serie Hacedores de las Palabras consta de 18 títulos, cuyos temas son las fiestas, los trabajos, los animales, las leyendas, frases y refranes conoci-dos en diversas comunidades del país. Los más de quinientos textos conte-nidos en estos libros fueron seleccionados en dos concursos que el Consejo Nacional de Fomento Educativo promovió para reunir las voces de niños hablantes de alguna lengua originaria: náhuatl, kiliwa, maya, chol, rarámuri,

Tu idioma es la casa de tu alma.Ahí viven tus padres y tus abuelos.

En esa casa milenaria,hogar de tus recuerdos,permanece tu palabra.

Jorge Miguel Cocom Pech, escritor maya

Pres

enta

ción

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zapoteco, tzotzil, mixteco, etcétera. Cada obra refleja, en la heterogeneidad de sus lenguas, formas afines de interpretar el mundo.

Después de once años de su primera publicación, el Consejo ofrece ahora (2012) una segunda edición de la serie para continuar el reconocimiento a este invaluable trabajo. Como en la primera, se respetaron las formas de expresión escrita que los hablantes originarios de las lenguas indígenas consideraron adecuadas, así como las traducciones al español llevadas a cabo, casi todas, por ellos mismos. Las ilustraciones que acompañan los textos surgieron de los talleres de plástica organizados expresamente para la primera edición de este material.

Sirva, pues, Hacedores de las Palabras como homenaje a todos los mexicanos poseedores de la riqueza de una lengua originaria.

Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos11

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De las cosas que se cuentan…Los cuentos de tontos, de engaños entre animales, de mentiras, exageraciones y desgracias por malentendidos no son para en-señar nada, sino sólo para hacer reír, para inventar, para unir estropicios en una cadena de risas.

El pícaro y el engañador son tramposos y tontos: engañan a dios y al diablo, a los bandidos y familiares, hasta a la muerte a veces.

Los cuentos de risa se usan para entretener niños y para alegrar a los desvelados, cuando se hace algún trabajo por la noche. La risa quita el sueño y quienes cuentan estas historias bailan y comen también toda la noche.

Muchos cuentos de princesas, reyes y aventuras llegaron a México desde Europa y se cuentan en las comunidades. El po-bre que pasa pruebas y gana con un don o con ayuda de ani-males, los acertijos para ganar reinos, castillos y amores se cuentan también en lenguas indígenas.

En nuestro país no sólo cambian de lenguas, sino también en los detalles que les hacen parecer de este lugar: los jóvenes comen tortillas, los reyes y los dioses son arrieros, las princesas castigadas prenden fogones.

Los cuentos de compadres pobres y ricos también son muy comunes y les gustan a los niños de todas partes. Quienes los cuentan, como don Hilario, siempre serán recordados por los niños, que como Lino, podrán escribir sus propias versiones de los cuentos ya escuchados, uniéndolos y recreándolos.

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Hacedores de las Palabras14

J-al

vo’

ne lo

’ilT

zotz

il Li ta jlumal Santa Kurus Venavista oyto’ox jun mol vinik ti to jlek xa’i yalel vo’ne lo’iletik, ti vinike ja’ sbi Llario, jo’onkutike ta jpasbekutik sk’inal yok’eluk ta sta sk’ak’alil ti i chame, yu’un li stuke buyuk no’ox nail san’ x-och, chk’ot lo’ilajuk unetik ta xal vo’ne lo’iletik.A ti vinik taje chk’ot kak’bekutik snichim ta Jujun Santo yu’un ja’ ti lekil vinik i ech’ ta sba balumile, k’aluk i chame skotol jnaklejetik la yok’itaik, la sna’ik junuk u.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos15

Cue

ntac

uent

osEn la comunidad de Santa Cruz Buena Vista había un señor al que siempre le gustaba contar cuentos, ese señor se llamaba Hilario y noso-tros siempre le celebramos el día cuando se murió, porque él siempre que llegaba a cualquier casa, llegaba a platicar con los niños, a contar cuentos.

A este señor siempre le llevamos flores en Todos Santos, porque era un hombre muy bueno y cuando se mu-rió casi toda la gente lloró mucho y sintieron tristeza hasta como un mes.

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Hacedores de las Palabras16

Litz

i’y n

ima

tala

k ka

xtla

wan

it to

tona

cos

Toto

nac

o Milh makgtum kilhtamaku axni yaj’x milh sen axnima tsukul skananan, axnima stsukul yaj’xka akchani chuchut’ chixkuwin chu kitsistankanin, ama lakgchixkuwin y kitsistankanin tsukul talakgpuwan xlakata ni ix takgali chuchut neje na takgota, ama lakgchixkuwin ta tlawalh akgtum lankga taxtunu, chu tsukut ta makgtakgalha. Ama kitsistakanin tsukul ta lipuwan snun chu tatamaxtumilh xlakata na talakgchiwinan ama takglhuwit, lhata’ ama ni ti ix amputum tiya ama chuchut xlakata ama kitsistankanin ix tajikuani ama lakgchixkuwin, ama elefante chiwmalh chu wa ka alh ama jirafa tiya chuchut xlakata wa lankga, niti mataxtuka, ama jirafa snun ixji kuan

xla chune waakit ni kga’ma xlakata akit snun lankga na ki akgxilhkan tlan na ki makgnikan xamakgat wa xlakata nikan litiya’ chuchut, chu ama jirafa wa xlakata kaalh lapanit, na chuna ama lapanit tsukul jikuan na chuna tsukul lakgpuwan xla wa kin sasan lakg lankga snun tamakakgsonan chu na kin kgaxmatkgan, ama lapanit wa ka makgpitin skaw, xlakata wa ni takgaxmata lata tlawan ama skaw kgalhtinalh. Akit ni kgama snun jikuan, para kgan’ tiya chuchut snun akgtsu nakg limil ni amo akgchan ki liwekgan ka alh kgayin, ama lakapala tiyalh ix puxkgatni’ chualh ix puxkgatni’ chu alh mahgapalalh snun ta tsukul talipuwan chu xlakan ixtawan ¿wana ni chin? max makgnika o chipaka o witu lanilh, chu xtan wa wan chi wa mala kgachipitin nila tlawan chu ni ix takatsi xla nata ama kgayin ix kgen kan ix wi, chu kgalhtimah pero wikin lixkakgnin kilichiwinanpantit ni kama para wixin lixkanit kielichiwi nampantil ni kama an tiya chuchut juu’ isputli jae akgts litziy.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos17

Chi

stes

par

a ha

cer

reír

que

ha

n co

mpu

esto

los

toto

naco

s Vino un tiempo en que ya no llovía y empezó una gran sequía y no les alcanzaba el agua a los hombres ni a los animales. Empezaron a pre-ocuparse porque no tenían agua para beber. Los hombres hicieron un pozo y lo cuidaban.

Los animales se reunieron para platicar sobre el problema. Nadie quería ir por agua, todos le tenían miedo a los hombres.

El elefante dijo:—Que vaya la jirafa por agua, por-

que es muy grande. Si la corretean na-die la alcanza.

Pero a la jirafa le dio miedo y dijo:

—Yo no voy. Soy muy grande y desde lejos me distinguen y me pueden cazar. Yo no voy, mejor que vaya el tigre.

Pero también el tigre tenía mie-do y se puso a pensar y dijo:

—Mis uñas resuenan mucho, me pueden oír. Mejor manden al cone-jo, sus pisadas no se oyen.

Y el conejo contestó:—Yo no es que tenga miedo,

pero si voy yo, no podré traer mu-cha agua, no alcanzaría para todos. Mejor que vaya la tortuga.

La tortuga rápido agarró su cán-taro y se fue. Tardaba mucho y como no regresaba se empezaron a pre-ocupar. Entre ellos decían:

—¿Por qué no llegará? A lo me-jor la mataron o la agarraron. Tal vez le ocurrió algo.

Y el tlacuache dijo:—¿Por qué mandaron a esa po-

bre? No puede correr, con trabajos puede caminar.

No se habían dado cuenta que la tortuga estaba detrás de ellos. Les dijo:

—Si siguen hablando mal de mí, no voy a ir por el agua.

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Hacedores de las Palabras18

Leet

i u k

abal

i Uxm

alM

aya Yaan juntuúl rey jách ch’ijaán ti u ko’ jiil Uxmal’

lee rey tú tuxtwal ojéel biil ti tu lakáal lé kajoolboó:—Tso’al u yi laál máx kun tusben ú trono jeloó, xan juntuúlka abali xyeteel ú náa te waay y leeti lé rey ch’ijanoó tu yaleé leeti maax kun ch’akiil trono je yanuul pawaal u’ukp’eel tú uk tujóol.—Je loó le wáa yo tu xo t’uul joloó katuúlyok saaj jun xeet metal u yovajilúu, pableé tu k’o’o leé ka a bal manoó ts’okuul tsalú k’amiik je tunoó le ka abaliii tu yaalej ya un’ pabaal le tu k’oopó tiin.—Jo loó ts’o ko leél ti tech rey ch’ijaán, jun p’eel paapti bin tu jóol ka kimii béey tu najaalti u ka abali mei ak ti Uxmal.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos19

El e

nano

de

Uxm

alHabía un rey en Uxmal que ya estaba muy viejo. El rey man-dó a avisar a todo el pueblo para ver quién ocuparía el trono. Entonces había un enano y su mamá era una bruja. El rey ha-bía dicho:

—El que vaya a ocupar mi trono tiene que romper siete cocoyoles sobre su cabeza.

La bruja le cortó la cabeza y le metió pedazos de metal. A la hora de romper los cocoyoles el enano ya estaba listo para recibir los golpes, entonces dijo:

—Me van a romper los cocoyoles en la cabeza.El rey viejo dijo:—A ti después.Pasó uno que le rompieran los cocoyoles en la cabeza y

murió. Así ganó el enano de Uxmal.

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Hacedores de las Palabras20

Díd

xa g

uca

sti g

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a gu

dó b

eere

Zap

ote

co d

el

Istm

o Biu ti dxi chonna bí chi’, lugola que la ne guiropa que nu xhpianica, guio’na que lá na guidxa. Napacabe ti beere, guiraa viaje rinícabe gúticabe lame, rinícabe quí zudicabe ni tindaa guidxa que, purti guidxa láa.Bidxiña dxi bíticabe láme ne guiropa bíchi nazaca que laa biaana didxa ca quí gudíca nin tinda guidxa que.Bínicabe endaró que, ma para guiume zuquí, ye tidxicabe guidxa que, ne ma nucabe iguionacabe laa gudxicabe guidxa:

—Ni guiní xhcanda ma galán la zoo beere que.—Bueno —na guidxa.Guluucabe beere

que ndaani zuquí ne zigazicabe, gudídi xhigaba ma niziazi guiropa bíchi que, biazaca guidxa ne zee ra uzina ne gudobe beere que. Biluxhezibela zebe zigazibe.Sti dxi que biazacabe ziadóro ne lugola que guní:—La guiní de bacanda ni gupatu nuchi’. Na uzuluá. Nuchi’ guyá xhaibá ne biya’ Diuxhi.—Ya’ —guní sti bíchibee—, bíyali zipapalu, ne unázeca’ xhmanga xhcamixhalú ne ziunu guiropanu.—Ya’ —na guidxa— na biya’ zeetu ne guní xhaíque ma qui zabiguetatulá guyáca’ ndani uzina ne gudahua xha beere que. Biana chupa nda dxita huini’ para latu.Rarí biluuxhe didxa gucá bizaaca dí.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos21

Había una vez tres hermanos, el mayor y el segundo estaban bien, el tercero era un tonto. Tenían un pollo, pero siempre que hablaban de matar al pollo decían que no le iban a dar ningún pedazo al tonto, por tonto.

Llegó el día que mataron al pollo y los hermanos que estaban bien ya te-nían un plan para no darle nada al tonto.

Lo prepararon y lo dejaron listo para meterlo al horno y llamaron al tonto y ya reunidos los tres le dije-ron al tonto:

—El que sueñe un sueño bonito se come el pollo.

—Bueno —dijo el tonto.Metieron el pollo dentro del

horno y se fueron a dormir. Pasó un buen rato y cuando los dos

hermanos ya estaban bien dormidos el tonto se levantó y se fue a la cocina y se comió el pollo. Terminó y se fue a dormir.

Al otro día temprano se levanta-ron y el mayor dijo:

—Vamos a hablar del sueño que tuvimos anoche. Yo voy a empezar. Yo anoche fui a la gloria y vi al Señor.

—Sí —dijo el otro hermano—, yo vi cuando te ibas volando, me agarré de la manga de tu camisa y nos fui-mos los dos.

—Sí —contestó el ton-to—, yo vi cuando se iban

y como pensé que ya no regresarían fui a la coci-

na y me comí el pollo. Sólo quedaron dos huesitos para ustedes.

El t

onto

que

gan

ó un

a ap

uest

a

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Hacedores de las Palabras22

Ylku

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Zap

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el

Su

r Ti guelt ti ngusert nsual me muert le or n soalme muert reb, muert lome. —Nelorsi sooya li pero. —Le ndhey rheb koortlena: le orca reb muert.—Nel klubrena ysal ghun wiis lo msin guseiy ga uits mtetme cuen lo salme que nla nñor muert le sa’me reb. —Kooyt muert porque or gunere nool kiis kiekie nei or gruk kiis kibkle; le se golebet tme li. —Guenña —reb nguuseiy no nseb kiis kiekme. lbse orgua wiis, msin muert no gunabtisme. Por ngu se noreb me nool kiis kiéka; lemasi nki ek rib koya.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos23

Había una vez un señor que se en-contró con la muerte que le dijo:

—Ahora sí te voy a llevar.—No me lleves —le dijo el hombre.—Pues vengo dentro de ocho

días, entonces sí te voy a llevar.Al regresar a su casa el señor le

contó a su esposa que se lo iba a lle-var la muerte. Pero su esposa dijo:

—No te llevará, porque cuando te conoció estabas mechudo; y ahora te rasuras pelón para que no te reco-nozca.

—Bueno —dijo el hombre. Se rasuró. Llegó el día del plazo,

vino la muerte y preguntó por el señor. Le dijeron que no estaba.—Entonces, si no está el mechu-

do, aunque sea a este pelón me llevo —dijo la muerte.

La m

uert

e y

el p

elón

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Hacedores de las Palabras24

Kw

ento

Jua

n nc

hkee

nA

mu

zgo Ñent’om kwii yos’andyua na jndyu

Juan na ñemt’om w’aa patron na’an na jeen nchkeen, men kwii tsian tiñen ts’aan meen na nseiñien jeen chechen jakan ndo’ jeen chen nseinen.Xeenein tso’ patron na’an nnom.¿Ijoo na lwets’om na nk’om? Chana jdii nseineen, ts’an n’chkeen jeen ndyee seiti’ñom ndakia tsom’ na kwii kaso.¿Ijoo kwii chen? Kwii skalera.¿Ijoo kwii chen?

Kwii chkuan.¿Ijoo nsa’ kaso? Na nkjoo wa’ ya yo’.¿Ndo’ skalera jee? Chana nkjoo wa kaso.¿Ndo’ chkuan jee? Chana Ikeneen kaso.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos25

Jua

n Fl

ojo

Vivía un muchacho que se llamaba Juan en la casa de su patrón. Era muy flojo, no quería hacer nada; no tenía ganas ni para hablar, caminaba muy lento y hablaba lento. Entonces le dijo su patrón:

—¿Qué quieres que te compre? Pero habla rápido.

El flojo se quedó pensando y has-ta después habló. Le dijo que quería un caballo.

—¿Qué más?—Una escalera.—¿Qué más?—Una cuija.—¿Para qué quieres el caballo?—Para montar.—¿Y la escalera?—Para subir al caballo.—¿Y la cuija?—Para que se apure el caballo.

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Hacedores de las Palabras26

Na

Juan

alw

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nina

Jua

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mad

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én

ek Wa’atsin jun ak’icha juni ebchal chik

xi tsabak chik yaabak in kwa’ak intata expidh in ach o in ma maj jun a k’icha’ aban a Juan olmadh ti t’ojnal aba’ kin akiy an em ani a Juan alwa’ jilk’on ti dha kum te’enel ulits juni kwitol t’unu’ an in chik’ay an te’nel tamti ulits a Juan olmadh in uluw abal ne’etsak ti k’apul poj uchan k’ala Juan alwa’ abal yab ku k’aputs kom chi k’adh k’apnel k’alan t’unu’ kwitol tama Juan olmadh i uluw abal xuwe’ ka kalei a Juan a Juan alwa’ ti t’ojnal ta’ kale tamti ulits tsu’w an t’ojlab a Juan olmadh tokot in kotoy anem aní an alte’ imba a Juan olmadh tokot in kotoy in kotoy an em ani an alte’ imbo a Juan olmadh ti t’ojon k’apned tam i t’ojojoy in matsetil tam ti ulits an inik t’unu’ in kotchin poj tsamayak in k’ak’dhanchi ani jaxtam ti tsamayits tam ti mulka in adhidha chiki ani in ketba ti laktem tokot jilk’on ute’nal taliy in k’wanchi a juni bakan tin wi’ani ketbaban wileb wik’at tamti ulits a Juan alwa in nixa’ an wileb in wik’a’ nach po tam tsemenek walbi’yat a Juan alwa’ abalin tsemdha’ in nana’

jajá’chik k’ale al nixe’ xi kale chik ti al k’idh belal kin ali k’an t’unú inik tam a Juan almadh in kadhu in xutsun an t’unu’ inik ani in k’at’u tam ow ats’atme ebal jun i dhajal antsana ne’etsak kin t’aja in t’ilpa’ Juan alwa’ abal in uk’chiy an olom tam wichk’on a Juan dmadh, tam wichiy in chi’dhalak an wi’leb kubichik ani uchan ka kitna’ antsana’ ne’etsak tam wichba jun i te’ pulik ti k’adhichik taná’ k’aputs chik talbel in tsu’u’ abal alal al ante’ wa’ats yantolom tam in uluchik tam a Juan alwa’ in uluw ule’its tin chik’al yabats in kuxuy in jilchi taná’ tam ti jolk’an ba’an gente tam in uluchik abal pel i lablidh ja’ xi aba’ an ajatik talbel a Juan olmadh in uluw naná’ ule’ tin ts’ijal yab in kuxuy in jolchi ti t’sijal tamchik tam in ulu xi alal abal jayetse abal k’al an ajatik kom a Juan olmadh jatsak in alk’wiy abal in walka’ pa’iy ti lek’wek’wel jik’eychik xi alal in uluchik abal pel kwa’ an k’aylal ne’ets tij kan tam ti patalchik in tsuw abal in jila’ yan i tumin tam in tsu’u’ abal jun i yab adhlats in kanichik tam ti utey neakits in kotchi in lek’ab ani k’ale

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos27

Juan

Loc

o y

Juan

Bue

noHace muchos años hubo dos her-manos, tenían una abuela y Juan Bue-no la quería mucho.

Un día mandaron a Juan Loco a tra-bajar, tenía que limpiar la milpa.

Juan Bueno se quedó para cocinar. Cuando ya iba a bajar la comida, llegó un negrito y le orinó la comida.

Cuando llegó, Juan Loco pidió de comer pero Juan Bueno le dijo que no comiera pues la comida estaba orina-da.

Entonces Juan Loco le dijo a Juan Bueno que ahora él tenía que quedar-se y Juan Bueno debía ir a trabajar. Así lo hicieron.

Cuando Juan Bueno llegó a la mil-pa se quedó muy sorprendido porque Juan Loco había cortado las matas de maíz.

Mientras, Juan Loco cocinaba, pero antes alistó su machete, lo afiló. Cuan-do terminó de cocer la comida, llegó el negro y se iba a orinar pero Juan Loco lo agarró y le cortó una oreja.

El negro se fue gritando hasta don-de vivía y Juan Loco se fue a ver a su

abuelita, pues ya estaba muy viejita y la tenía que bañar. Pero tenía que ca-lentar el agua, porque hacía frío.

Pero Juan Loco calentó mucho el agua y la bañó con el agua caliente. La abuela se quedó con la boca abierta, como si se estuviera riendo. Le puso una tortilla en la boca. Cuando vio que estaba muerta la sentó en una silla y la amarró, la puso delante de la puerta. Cuando llegó Juan Bueno rempujó la puerta y cayó la abuelita. Juan Loco le dijo:

—¡Ya mataste a la nana!Después Juan Loco le contó que le

había cortado la oreja al negrito y de-cidieron salir de allí y fueron en busca del negro.

Juan Loco sacó la oreja del negro y la empezó a morder. A lo lejos chillaba y gritaba el negro. Siguieron la huella de la sangre. En el camino Juan Bueno le dijo a Juan Loco:

—¿Sabes?, se nos olvidó algo.—¿Qué cosa?—La puerca, ve por ella.Regresó corriendo Juan Loco.

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Hacedores de las Palabras28

ti lo, lo, lo’ tam in k’ale in ayal an t’unu’ inik abalchik kin ela tokot in k’atwalak in xutsun antsana’ in t’ila’ dhubatk’i tam tin ucha’ in tsu’w jun i jol k’a’al otsits a Juan olmadh k’al jun ts’aj poj tokot in tsu’u jun i tsemelom ok’lek ani tat k’wat tali in k’adhi in xutsun an t’unu’ inik tam in uluw axe yabats ti kin k’achi u xutsun ne’ets tu pidha xi ti kin konchi in uluj en negro tam jaja’ uchan jawa’ in ey tam in ucha’ axi i tsik’ach tam ti kadha jun i inik in k’ibal al junkatsits a Juan olmadh in t’apinanchij an ts’aj a Juan alwa’ yabats in ejto ejto ka k’ale tam uchan k’al an

t’unu’ inik max in lej tsu’u’ in ebchal in uluj komi talbel k’ale an elal jun i jaripeo taná’ in olna’ jawa’ lujchin aní a Juan olmadh wik’an ti carcel.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos29

Cuando volvió venía cargando la puerta.—No, te dije la puerca.—Sí, pero yo entendí que la puerta.—Bueno, ahora ya ni modo, cárgala.Así iban, hasta que se cansaron. Llegaron

a un árbol grande en donde se juntaba mu-cha gente, pero gente mala. Se subieron, co-locaron bien la puerta y empezaron a comer.

Después vieron que abajo estaba mucha gente, bailaban y tomaban. Cuando más bo-nita estaba la fiesta, Juan Bueno dijo que quería orinar, que ya no aguantaba. Bueno, ni modo, comenzó a orinar. Los de abajo dije-ron: “Dios nos manda su bendición, pues esto es agua bendita”.

Al rato Juan Loco dijo que quería cagar, que ya no aguantaba y pues ni modo, empe-zó a cagar a los de abajo. Dijeron lo mismo.

Pero como Juan Loco estaba sosteniendo la puerta, ya no aguantó y la soltó. Todos co-rrieron asustados creyendo que el cielo se es-taba cayendo.

Sólo uno que no se había ido estaba allí.Juan Loco le dijo:—Ven, ven, vamos a comer, aquí hay mu-

chas cosas.

Cuando se acercó, le cortó la lengua y el po-bre se fue diciendo: “Lo- lo- lo- lo...”, pues ya no podía hablar.

Otra vez sacó la oreja y cargaron con todo el oro que habían dejado los otros. Comenzó a morder la oreja y a lo lejos se oían gritos y gemidos. Así hizo varias veces hasta que en-contró la cueva donde vivía el negro. Pusieron una cuerda y bajó primero Juan Loco. Sólo vio una cara, puro hueso. Sacó la oreja, la mordió y el negro salió y le dijo:

—Ya no me muerdas la oreja, que me duele. Si quieres, te voy a dar todo lo que me pidas.

Juan Loco le pidió primero un caballo, lue-go una camisa y riqueza. Luego salió y entró Juan Bueno.

Llegando le preguntó el negro qué quería y le dijo que dinero y tres mujeres.

Empezó a sacarlas una por una. Cuando faltaba la última, Juan Loco le cortó

la cuerda y Juan Bueno se quedó solo en el hoyo. Lo halló el negro y le dijo por dónde salir.

Cuando salió fue en busca de su hermano y lo encontró en un jaripeo, le reclamó lo que le había hecho, lo denunció ante la justicia y lo metió a la cárcel.

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Hacedores de las Palabras30

Pey

list

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a TPb güPs mbPj shWd pey tPb ngon y mblV’sha yP’d ngon nkhabshS loV pey go to’o yUd ngon, y ne’r yUd ngon y nguapor loV yaN, baS ndob pey y msUn broL men shand yaS y pey mblobi yPd poV nsi reT men, msieb sha y nguatshS, mblar rete sminor, mbO’ peya or msinor lisor nchabor loV shudor:—Tmi reT mblo’n loV yPd ngon. Shudor nchab:—KugnS’ tidUb ngon y na’ ye’eso yKd ngon.Or ndar, men ju’an pey mquUb mina’ ndob loV ned y nqueshey nchan shud pey, or msinsha lisor nchabsha:—MquiblaS shmi loo men, mbli’ guanla shmi loV men, na’ yi’i tos shud pey y mblobisha loV nPt, pey mbrote y or mbror ndenur nar chiv y nchabor loV shudor:

—¿Sho mod mblo bidena’ palad mas nas nso nit? tamod lin gan ye’d non nar ngon.Shud pey nchab:—MblV buina’ palad mas nas nso nPt, nare na’ ndeshPn ngon, pey nguI ngolobK shudnS’ y mblida gan mbloteshS, mbe’ nPt sha y nguj’sha.Nin ti dis loV:Lido loV so’o ree dis nchab men por ncholas men tPb ju’an ndo quemen y que nun mas reT ju’an.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos31

Pedr

o Li

stoUn día el papá de Pedro mató una

vaca y le sacó el cuero a la vaca; le dijo a Pedro que fuera a vender el cuero de vaca. Y llevaba el cuero de vaca y fue y se subió a un árbol. Allí estaba Pedro y llegaron varias gentes debajo del árbol y Pedro tiró el cuero donde estaba la gente. Tuvieron mie-do y se fueron corriendo, dejando todo su dinero. Se lo llevó Pedro y cuando llegó a su casa le dijo a su papá:

—Este dinero es el que le sacamos al cuero de la vaca.

Su papá dijo:—Matemos otra vaca y yo iré a

vender el cuero.Cuando se fue, la gente a la que

Pedro le había quitado el dinero esta-ba en el camino y le pegó al papá de Pedro. Cuando llegó a su casa le dijo:

—Le quitaste el dinero a la gente. Fuiste a robar el dinero de la gente.

Estaba bravo el papá de Pedro y lo tiró al agua. Pedro salió y al salir traía varios chivos y le dijo a su papá:

—¿Por qué no me tiraste donde está más hondo? Así podría traer va-rias vacas.

El papá de Pedro dijo:—Tírame donde hay agua más

honda, ahora yo voy a traer vacas.Pedro fue a tirar a su papá y ya no

pudo salir, se lo llevó la corriente y se murió.

Moraleja: No debemos creer co-sas que dice la gente por ambicio-nar y tener más de lo necesario.

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Hacedores de las Palabras32

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Mix

e a

lto Jam ënäjtsy tu’uk amu’ky jää’y

kyoknäy mu’kxotpy jats kyep ojts tjäwë ko ja kääj ojts myiny ta yak mënëjkxnä mä tu’uk it ko ojts ja’p jyakmëja’tnë ta ojts ja kääj jut tajy ta ojts ja amu’iky jää’y jap yak pëkta’ky ta ja kääj ojts ja myëku’uk tnënijky jats ja ojts tukmatoy ko ja kääj ojts xu’uxy ta ojts ja jää’y pyëti’ky, ta ja jää’y ojts tkäjp’iky kipy mëët tu’uk tsäj ta ojts xoj tupejty ta ja

kääj jyaminëta ta tu’uk myëku’uk jëna’äny mäte’en ja jää’y pänikxy xpäty ëjts xäm mijts ntsutsampy ta ojts t’ijxpäty ko najty jam xoj këxp tsyëna ta ojts pyejty ja kääj ta ojts jam yakuwojpji’ky ta ojts kyunaxy ja kääj ta ja myëku’uk myäjtsënyë ta yak tsu’tsnë ta jaj jaay nyëkxnë tyekjëntum ko ojts wyënaky ma xojë.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos33

El b

orra

cho

y el

tig

reHabía una vez un borracho que es-taba dormido en el arroyo. No sintió cuando vino un tigre y lo llevó a una cueva.

Cuando llegaron, el tigre hizo un hoyo, allí metió al borracho y se fue por sus compañeros.

Entonces el borracho escuchó el chiflido del tigre y se levantó. Agarró un palo y una piedra y se subió a una encina.

Cuando llegaron los compañeros del tigre, uno de ellos dijo:

—¿Dónde está el señor? Si no lo encontramos ahorita te voy a comer.

Entonces vio que el señor estaba sentado en el árbol y el tigre se su-bió.

El señor le dio con el palo y se cayó el tigre y sus compañeros lo agarraron y se lo comieron. Después se fue el señor: se bajó del árbol y re-gresó a su casa.

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Hacedores de las Palabras34

Lakgataun xapai ma ixant axkapun la axkan va temal lakgataun akgachokg. Xu xapai naul:—¿Kom tuch kak makgniyá yu akgachokg? Nisin ikliminta kin patikni para kak makgnil. ¿Tach kak makayá? Jantu lai ikchapai. —Apalai ox k’al in kin patikni para lai kak makgnil. Yu xapai yaj tonto ix junit, al in ix patikni la ix chakná akgtin chaal lizakmil ix pizakg. —¿Intach mal kin patikni? —¿Va liich? —naul ix pizakg.

Lakg

atau

n ak

gach

okg

Tep

eh

ua

—Va iktemal lakgatauún akgachokg yaj ai, aver inch jantu ka an, ix tanun la ix tapúchiyux. —Apalai ax jantu ka ka al —naul yu jatzi.—Yaj ai, aver linch vanana tanun intach lakgtzil.Yu xapai chaal laaxkan, tanul y ch’ixli yu chiyux para ka laktzil lich vanana xitanun.Ch’ixli yu chiyux tz’ala y yu akgachokg takgyautaxtul, tanul la ix chakgá yu yaj pulman ni jantuch takz ka temal y yu xapai takgaunl y takgyaual la ix chakgá.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos35

Una

aca

may

aHabía un señor que iba a pescar en el río y se encontró una acamaya. El señor dijo:

—¿Con qué mataré a la acamaya? No traigo mi chuzo para matarla. ¿Cómo le hago? La quiero agarrar y no la puedo agarrar. Mejor me voy a traer mi chuzo.

El señor era bien tonto. Fue a traer el chuzo a su casa. Cuando llegó le preguntó a su hermana:

—¿Y mi chuzo, dónde está?—¿Por qué? —preguntó su her-

mana.—Porque me encontré una aca-

maya, está bien grandota.

—A ver si no se ha escapado.—Estaba metida en una piedra.—Ojalá que no se vaya —dijo la

chamaca.—Está bien grande. A ver si toda-

vía está donde la vi.El señor llegó al río, se metió al

agua, alzó la piedra a ver si todavía estaba bajo la piedra.

Y la alzó tan rápido que la acama-ya salió corriendo, se metió en una cueva honda y el señor ya no la en-contró. Se enojó el señor y se fue co-rriendo a su casa.

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Hacedores de las Palabras36

Yin

chik

tej u

an y

in k

ouat

Náh

uat

lSe tonal moj sen ajsike yin kouat uan yin chiktej yin kouat kilui yin chiktej yekintsi nimitskuati tij telkuajkualtsin chiktejtsin neuaj nimits kuikaltilitij se tajtsojtson tel kuakualtsin amoy xi nechkuaj porke tijmakpankakauaj se tajtol kouatsin uan yin kouat nijkiluij tonij nechneki kualtsin xikmati telkuatkualtsin chiktejtsin uenoj neuaj niknekij nimitsiljuis keman tiknekis ejmoltsin oj oksekij tajman tij nech notsas nimits makas niman pero amo xinechkua in kouat monemilia uan ni kilui kitasaj neua niyetotij tech yin kouit ompaj ne nimoseuiti uan yek neli takauani uan neli nimayana ompa ne niyetoya ompa nimitschistoya tein teuaj tinechj ualkuilis miyak tapalol uan komo amo miak ijkuak ni mitskuas teuaj paraj ni mo pexontis kualitsin

ijkuak yin chiktej nikiluij ma amok tajto xinechchiya nikan kouatsin

yekintsi nimits ualkuliti mo tapalol yin kouat mokauj kualtsin yejtoyaj tsajtsitoyaj de yek ipakilis

amok nikpiaok amo kinekia

kitemotik tapalol ke amo on kaya kichixtoya miak uan chiktej amo nesiyaj kijto uayaj yati kitemotiu yin itech ojti yajyaj kijtotiajya kani kinasis kanij nikuaskiaj amo nech kauke yetoyaj uan kitstoyaj astaj ajko y tech se kouit uan kualtsin yetoya uan motsa kuilij peuak mojkuikaltia ejkok se chiktej tel ichtek uan nikiliui yej ipan kimatokoj tonij iejua yetoya kichiutoyaj nepa uan nikilui maj amoj nijkilui amoteyi kouat keniuj yin chiktej iejua katkaj tel ichtek amo kichiyak uan yajkij kitato kouat uan nikilui kouatsin nikmatika akonij niktemoto uan kaniyetoya yini uan kouat uanej tanankili pues xikitasa nej amok nech namikiok xi chiktej nikitaj okseki kita tel pitsauak ua nejpa de teuaj uan neuaj niyouj ni takuati de teuaj uan yin okseki ne nik matiy ne se chiktej kitali tein ne ki tali keyej por yeuaj nej tiuala teuaj iikuak ne kouat ni kauili in chiktej ixjtek uan keyej tikuaj iikuak yin chiketejtsin yajki mochantito uekaj ompane nemitokualtsin miyak xiumej.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos37

El p

ájar

o y

la v

íbor

aUna vez se encontraron la víbora y el pájaro.

La víbora le dijo al pájaro:—Ahora te voy a comer, lindo paja-

rito.—Yo voy a cantarte una canción

muy bonita, pero no me comas. Es más, te propongo una cosa, víbora.

—¿Qué cosa me propones, lindo pajarito?

—Bueno, yo te quiero decir que cuando necesites comida o alguna cosa me llames, y vendré rápido. Pero no me comas.

La víbora aceptó y le dijo:—Mira, yo voy a estar en aquel ár-

bol. Allí voy a descansar, la verdad es que hace mucho calor y tengo mucha hambre. Allí te voy a estar esperando en lo que tú me consigues comida, mucha comida. Porque si no me traes mucha comida, te comeré a ti para lle-narme bien.

—Ya no digas nada. Espérame aquí, viborita, que ahorita te traigo tu comida.

Y la víbora quedó contenta y estaba chillando de gusto porque ella ya no

tendría que ir por la comida. Pero como ha-bía esperado mucho y el pájaro no aparecía, decidió ir a buscarlo y en el camino iba di-ciendo:

—Donde lo encuentre me lo como, y no dejaré ni las plumas del mentiroso pájaro feo.

Y este la estaba viendo desde arriba de un árbol y muy contento que estaba a salvo. Empezó a cantar y de pronto llegó un pája-ro muy malo y le dijo que ya sabía lo que estaba haciendo allí.

—No le digas nada a la víbora —le pidió.Y como el pájaro era muy malo no espe-

ró y fue a ver a la víbora y le dijo:—Viborita, yo sé a quién buscas y dónde

está.Y la víbora le contestó:—Pues fíjate que a mí no me interesa ese

pájaro feo, y además está muy flaco compa-rado contigo. Al que me voy a comer es a ti. Y creo que el otro pájaro cumplió, porque viniste tú.

Entonces la víbora le brincó al pájaro malo y se lo comió.

Y el pajarito se fue a vivir lejos de allí y vivió feliz mucho tiempo.

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Hacedores de las Palabras38

Tich

i’í k

uayí

Mix

teco

Ñií chimbélo kandií yu’ú yíví, ta kixa’ári xi’íiri takuií. Ta ti tichi’í kuayí na ka’aa se’éri ta tutundari chimbélo.Ti chimbélo ndani’íri siniri, ta nakotondaari níkivi ta koo na nixiniri ta tiki kixa’ári xi’íiri takuií.Sa ti tichi’í kuayí nada vi’íka tutundaaña’ári, chimbélo yo’ó ndani’í tikiri siniri ta koo ña’á nixinirí.Sondí’í xiniri ti tichi’í kuayí ta nindakato’ónña’ári:—¿A yo’ó tutundaa yi’í nda ndive’é?—Vása siví yí’í.

Ta sa’á nikan’án ti chimbélo:—Koniso’ó, ñaní ¿a kandixao ko’ón xi’ín kuxo koño, tia’á óvá, ta kua’á ni ka ña’á? Kachi yi’í va’áni xí’xi.Ta ti tichi’í kuayí nda kui’ínri va’á.Va’ání sa a kíví ko’ón xi’ón, kachi yo’ó sijon’ni ndacho.A ndi’í ñinío xa’á ñakan, ka chi yi’í kuisó yo’ó.Ta ti tichi’í kuayí nda’ári xatari. Ta na’á xikani jondari, kixa’á ka´an tichi’í kuayí:—Koniso’ó ñaní, ndakaa yiyo ñi yuku yala ta yu’á kininikaá: ta kinini xa’ánña.—Va’á ta siví xi’ín yi’í ka’ón kachi sa’á kaá yi’í.—Kachi chimbélo.Vása kachi ti tichi’í kuayí, sa kua’a yichi nika’ánri sa’á yi’ínri.Ta ti chimbélo nisa’ári ta skanari ti tichi’í kuayí.Ta xata ñií yuu nakavári ta chachikuáli ndi’í taya’á xatari. Ñajam kía nda vikni kaaa saá xatari.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos39

El z

opilo

te y

la t

ortu

gaUn zopilote estaba en el arroyo, empezó a tomar agua. La tortuga es-taba escondida y le chifló al zopilote.

El zopilote se paró, vio por todas partes que no había nadie y siguió bebiendo agua.

También la tortuga siguió chiflán-dole. El zopilote volvió a pararse. No había nadie.

Por fin vio a la tortuga y le preguntó:—¿Tú eres la que me estaba chi-

flando hace ratito?—No, yo no.Después dijo el zopilote:—Oye, hermano, ¿no quieres ir

conmigo para comer carne, mole, muchas cosas? Porque yo como bien.

La tortuga respondió que sí.—Está bien, pero no voy a poder ir

contigo, porque tú vuelas hasta arriba.—No te preocupes por eso, tú vas

a ir encima de mí.

La tortuga se subió. Cuando ya iba lejos, le empezó a decir la tortuga:

—Oye, hermano, allá está un cerro bien pelón con su boca bien fea: apesta bien feo.

—No, hermano, a ver si no me es-tás echando, porque yo estoy así —dijo el zopilote.

La tortuga dijo que no, pero varias veces lo repitió.

Entonces el zopilote se encabronó y soltó a la tortuga.

Cayó mero encima de una piedra y se partió toda su conchita. Por eso hasta ahora está así.

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Hacedores de las Palabras40

Junt

ú’ul

ch’

o’om

etel

junt

ú’ul

muk

uyM

aya Jalibe ts’ook binu yaantal juntu’ul

nuxi ch’o’om yéetel juntú’ul mukuy, chen bale le chan mukuyo t’u’uchukba’ ti junp’éel k’a’anche’, tun chan báaxtik u chan k’uuk’me, le chan mukuyo ku yaalike’. —Xeen in k’uuk’mel, kóoten k’uuk’mel xeen in k’uuk’mel, kóoten in k’uuk’mel, ma’ ka’ tu yaalaj le nuuxi ch’o’omo —uye’ man bantun ka chanbetik weye —ay, man chen taan in chan ba’axal —uye man jeela a chan kanskentune —Jeexane’ man ja’alibe’ ka’a tu nuka nuuxi ch’o’ome —xeenin k’uuk’mel, xeenin k’uuk’mel, ma ka tu’ub ti’nuuxi ch’o’ome, ka’atiale’ —xeenin k’uuk’mel, ma ka ts’o’oke le nuuxi ch’o’ome chak

nuule’en, ja’alibe’ ka’a joop’ u maan, joop’ u maan u xiimba’al, minan u nook’, ka’a yilaab men juntu’ul kaj, chen ba’ale maan tu’ux ts’o’ok u jeel a nook’, wa ka’a wate’en minan a nook’e, jiin kaxantik teech u jeele’ chen ba’ale’ yana p’aata laj kanante’e le mejeen palalo’oba. Jeelo’ malobbtun ka’a p’aat le nuuxi ch’o’omo ka bíin le nuuxi kojo’ tee k’aaxo’, ka tu yilee tian u jejéelas u k’uuk’me chi’íich’o’ob, katu bisa’a u yilej nuuxi ch’o’omo ka’atu ch’ika tu winkilil, kaaj ts’o’ok u ts’a’ak u jeel u nook’ le ch’o’omo.Kaa alatie’ nuuxi ch’o’omo mene nuuxi kojo’ —ja’alibe ts’o’ok u jeel a nook’ beejlae

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos41

Una

tor

tolit

a y

un z

opilo

teUna tortolita estaba en una mata de árboles jugando: xeen, kumekote-ni, anden y regresen plumas; xeeni kumekote.

Llegó el zopilote y le preguntó a la tortolita qué estaba haciendo.

—Estoy jugando con mis plumas.—Me gusta tu juego, ¿quieres en-

señármelo? La tortolita empezó de nuevo, le

dijo lo que debía repetir y el zopilote comenzó: xeeni kumi koteni.

Y en eso se distrajo al decir teeni kuume, váyanse plumas. Se quedó sin plumas.

Entonces bajó del árbol y comen-zó a caminar por el monte. En eso se topó con un puma que le preguntó qué le había pasado. El zopilote le contestó:

—Estaba jugando con la tortolita, confundí la canción y me quedé sin plumas.

—Si quieres yo recupero tus plu-mas —dijo el puma, pero te tienes que quedar con mis hijos.

Salió en busca de las plumas. Esta-ba paseando el puma y comenzó a juntar diferentes clases de plumas y se las llevó al zopilote. Llegando allá le dijo:

—Aquí están.El zopilote se las acomodó y ter-

minando su plumaje quedó de dife-rentes colores. Después de hacerle ese favor, el puma le dijo:

—Quédate de nuevo con mis hi-jos. Voy a buscar un venado para que comamos.

El zopilote se quedó a cuidarlos. Apenas había salido el puma, el zopi-lote sacó los ojos a los hijos del puma y se fue de ese lugar. Cuando regresó el puma con el venado que había ca-zado vio sorprendido que no estaba el zopilote. Al voltear a un rincón vio a sus hijos sangrando. Se acercó y vio que no tenían ojos.

Enojado, el puma salió a buscar al zopilote y entró al monte.

De repente, en un lugar con puro zacate se topó con una mula. Le dijo:

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Hacedores de las Palabras42

p’aaten a kanante’en le mejeen palalo’obo, patik in ja’anbin in ch’a’ juntú’ul keej, ka’ tu suutu pach. Le nuuxi kojo’ ka bin. Le ch’o’om tuuno’ ka’a tu laj lakaj u yich le mejeen palalo’oba, ka’a lu’uk’i, bi’in tu beeta. Kaaj suunaj le nuuxi kojo’, minaan u yich le mejeen kojo’obo’, ka tu p’aata le nuuxi keejo’ ka’a jo’ok’ u yaalka le nuuxi kojo’,

katu yilaj juntu’ul mula, ka’a tuu k’a tu chi: —uye man jeela betik teen jump’eel pabore, —ka’a tu’usaj kíimil beeyo ken tak juntu’ul nuuk ch’o’om jant ke’eche wa leti jeje’elas u k’uuk’melo kin puulkinbae’ kin jantik.Be’ey tuun tu be’eto kaatun taalej nuuxi ch’o’omo kaaj janta’a tu meen le kojo.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos43

—¿Me podrías hacer un favor?—Claro que sí —dijo la mula—, dime qué debo hacer.El puma le contó lo que había sucedido a sus hijos y la

mula le dijo:—Acuéstate en el zacate y hazte el muerto.En eso bajó el zopilote a comérselo y la mula lo atrapó.—Aquí lo tengo. Ven antes de que escape.El puma vino corriendo y se lo comió y así se acabó la

bolada.

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Hacedores de las Palabras44

Junt

u’ul

bal

am y

eete

l jun

t’ul t

oolo

kM

aya

Tun weene le tooloko’o kaj maan le balam kaj nachabi, le tooloko’o ka tu yale’ koojo —le chen chan k’intale’ kin jankeech. Ja’alibe tun biin le ko’ojó ka ti’ala le tooloko’, úyej ma’ak kim biin a taata, kaj tu ya’alaj le ko’ojo’, —tu’uxtun yan, —yantun u jaanken le k’aasiba’ala, kap’úu biin tu ka’aten le kóojo’, chen iichi tun biine’e ka tu ya’ala chan tooloke’e —kiim biin a na’—ujum —biixtun kenin beeti yan u jaanken u k’aasiba’ala, kap’úu biin tu ka’aten le ko’ojo iichi u biin tu kaaten le ko’ojo ka tu ya’ala le chan tooloko —uyej ma’ak kiimbiin a wa’atan, —ma’ax a’alej, katu ja’apu chi’e le ko’ojo kaj lu’ube chan to’oloko’o ka jook’ u ya’alka’a ka tu ya’alaj le ko’ojo wa kin jaantka’chile’ mun puts’u téene’ to’oloko’.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos45

El t

igre

y la

laga

rtijaHubo una vez un tigre y una lagarti-

ja. La lagartija estaba durmiendo tranquila y en eso pasó el tigre y se fijó que la lagartija estaba tirada en el suelo.

—Creo que la voy a agarrar para comer.

La sostuvo entre los dientes y sin-tió a la lagartija muy fría. Estornudó:

—¡Ata chun, kin jan xeech!Como la lagartija seguía dormida

entre los dientes del tigre, se despertó y se llevó gran sorpresa, estaba en la boca del tigre. Pensó: “éste seguro que me come, debo planear cómo escapar”.

—Oye, señor —le dijo—, se murió tu papá.

—Umjum —contestó el tigre. No le hizo caso.

—Oye, señor, murió tu mamá.—Umjum —contestó el tigre.“Caramba, me va a comer este”.

Se estaba yendo el tigre y le dijo:—Oye, señor, se murió tu querida.—¿Quién dijiste?Abrió la boca, se cayó la lagartija y

se fue corriendo. El tigre dijo:—Caramba, ya no comí lagartija.Se le escapó. Y el tigre se lamentó:—Si la hubiera comido antes no

se hubiera escapado el dichoso de-sayuno.

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Hacedores de las Palabras46

Map

achi

n w

an t

ebi’s

ijN

áhu

atl

Se biaj, gui chaya gomati xiwik, motechuaya se mapachinwej pan se ba’yojtzín. Se tajkogaj isasan, jon mapachin guisak gui temoto itabal.Bak asito inak se awtzin, gui techoj se tebi’sij yaj nochi gui ixmatiaj guen “yaj ta gajkaya”. Jin tebi’sij nemí gui chaya igajli’, gui guixtiaya yaya wan walaya iyijtik i xapoyo.Ba mapachinwej guen yek mayanaya, gui nekia ma gui guiski ba tebi’sijtwen, igasan guen jon tebi’sij yek tamatia’ wan tagajkayawaya, gui gajkayaj bak gui ijlij ba’ mapachinwej, —¿teja yek ti sonsoj miguis de mayan? ¿tik negui xí nejba’, ijkin guen ni sasamati? wan jin no gajlo yaj nik pia, yawi mis toscatzabati no wema, no ixtololowan weysosolwan guen se “lente” wan no gajlo weywej, siok achi guen se ijtibunbun. Xi mo ga de tajtolis ixtololoj de ranaj.

Ba’ mapachinwej onpa onoya, wan tajtuaya gomati guen se mulaj, gui neguitoya ma isajtaba’ jon tebi’sij. Ba’ tebi’sij yaj yek gui matia, gui tambilij wan iwema pan itajko i colaj. ¡Guen tzajtzik ba’ mapachintzin! tzajtzia wan tzajtzia igasan ba tebi’sij agui majkawaya. Ba’ mapachin tziknoj, gui tajtan ma gui palewigan, ba tebi’sij gui pinajtiaya gui ijliaya cotorroj:—¿Te ti guijtua’ cho’? Nej anikba’ palakmapachin, siawik ba’ tebi’sijtzin iga gui bak tambajtoya mapachin, gui ijlij gui majkawuati’ si gui chaya ijkin: ma mo talogan ma gui panawigan awijtzin. Ba’ tebi’sijtzin gui ijlij mapachin.—Si tej ti asi axto, ti nejba’.—Ijkon ti gawij amosan ti nej gajkaya.Bak guiskej motalojtiaya, ba mapachin ajkik, wan ba’ tebi’sijtzin momota wan wejkatan awtj, ategok guisak ¡guen ta fiujti gajkayaj jin tebi’sij!

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos47

El c

angr

ejo

y el

map

acheEn cierta ocasión, hace muchos años,

se encontraba el famoso mapache en un bosquecito. Un día muy temprano salió el mapache de cacería.

Al llegar junto a un arroyito se en-contró con el cangrejo, mejor conoci-do como Traicionero. Estaba haciendo su casa y dándole duro con el lodazal que sacaba y sacaba de adentro del agujero.

El mapache tenía mucha hambre y quiso atrapar al cangrejo. Pero como el cangrejo era tan inteligente y trai-cionero, inventó un truco y le dijo al mapache:

—¿Qué tan tonto eres, amigo muerto de hambre? ¿Quieres comer-me con lo flaco que soy, con este ar-mazón de hueso que tengo? Se te van a atorar en la garganta mis tena-zas, mis ojos más grandes que un len-te y mi cascarón más grande que un panzón. Mejor déjate de cosas, ojos de rana.

El mapache terco, más terco que una mula, quería comer un rico desa-

yuno de cangrejo. El cangrejo, más abusado y abusivo, le mordió con la tenaza la mera mitad de la cola.

¡Qué grito dio el pobre mapache! Lloraba y lloraba, pero el cangrejo no lo soltaba. El mapache se quejó, pi-dió auxilio, gritó socorro. Y el cangre-jo se burlaba de él, vacilaba cotorro:

—¿Qué dices, amigo? Yo no como mapache podrido.

Cansado el cangrejo de hacer tan-ta fuerza al morder al mapache, le dijo que mejor hicieran un trato. Se pusieron de acuerdo: harían una ca-rrera atravesando el arroyito. El can-grejo le dijo al mapache:

—Si tú llegas primero, me comes.—Bueno, sí, de acuerdo. Pero sin

trampa...Comenzaron la carrera. El mapache

nadó y el cangrejo traicionero se tiró al fondo del río, no volvió a salir. ¡Qué trampa tan ruda hizo este cangrejo!

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Hacedores de las Palabras48

Anj

’goo

Tla

pan

eco Xtaligi gajma ajoon’.

Mbá mbu akuiín ajoon’ kua’an ná xañoo ído niganó, xtaligi ninda’a mbáa adée ajoon’. Numu ri tsixo xkundo ajoon’ jngó nixnáa adée imba mbií, niganú xtaligí nandoo imbaa adée. Ajoon’ maxaxna’lo nithán ajoon’, atsíi mbáa adíaa ikháan rá ithán ajoon’. Akhuí iriña’a xtaligi xi maxaráxnulo mambixelo ixe ído gidxo gatayá ri mítsu jamí mikhúun xugíin ijíaan nimiñu ajoon’ nine xtaligí jino nithúun akhuí iriñaá ajoon’ na mikhí, nando midra múgualo ikhín magoo riga mbá ndxaa ná mikhí mago’o mitsún magimaa xtila jamí xugií ri nandáa. Di maphú maján nithán xtaligí xane gágalo mikhí rí ndaa xpipi’rá. Nanguá migijio nithán ajoon’ matsimaa tsudu jañaalo maján iriña xtaligí jamí sasi akhín ithán, xtaligi mu’guará na k’uba rí iwáa tsida wije ná na’kha a kha niriña ajoon’ a khuín aguthán atsú ikha rí wakhí nangua xi nigajio xtaligí niguathúun jambaa ná rí kúba ná watháan xóma ajoon’ nigano xu rí nithamijnee. Akhuín nitsimuu xtalisí

tsdua ajoon’. Nikikí’ma inúu giña nikee iwaa rijmaa akín nixnúu xngaa ajoon’ nimbatigui xtaligí nidiwi chamboo, mbaxií jmaa un’mori tsua’aa jamí xkawe akhuín jngo nijañuu. Mba xkhuanin wamba’a ajngoó xtaligí gaumaa ajoon’.“Anjgoo”.Xtaligí gajmáa tsikhí.Mbáa tsikhí na’sían ná ixe tsida xomá xtalisi nandoo gikhú kangó xanii ne’ne xtaligí, niwijii inú tsikhí ni’túun rí nandoo maphú mitsaan ijián ngo magataa mbaxii, numuu rí nandoo gane nuwin xukú tsí mitsaan a’oo. Ndixoo tsíkhí nandxa’oidxúu xtaligí ngo niriguíi mbá inúu ixe mimbatiguí mbaxíi xomá xtaligí nijumuu rí tsikhí ñajúun ngó mboo nikha jayáa mikhúu. Nithán tsikhí nijumaa rí magatá tsixo gañuu xtaligí numuu rí mbá mitsú ndixo xpipii tsikhí ná rakhó, akhuín ithán tsikhí “mbuxamijnalo ndawaa” mbá xkuaní wambáa anúgóo xtaligí gajmáa tsikhí.Mbá xabo nikhí gajmáa a’dee neganúu mbá mbií ikhá xabo nikhí nidxaoó idxúo

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos49

El z

orroLa garza estaba silencia en su nido y

de repente llegó el zorro y le pidió a la garza un hijo. Como la garza no quería problemas, le dio a su hijo.

Al día siguiente llegó otra vez, quería otro hijo.

—Ya no te lo voy a dar —dijo la garza—, cómete a uno de tus hijos.

—Si no me lo das —dijo el zorro—, tumbaré tu árbol, y cuando vayas a buscar alimento me comeré a todos tus hijos.

Se asustó la garza, le dijo al zorro:

—Escucha, amigo zorro, en la tar-de hay una fiesta en el cielo, quiero que vengas, que me acompañes. Allí vas a comer hasta que te llenes, hay todos los pollos que quieras.

—Está bien —dijo el zorro—. Pero, ¿cómo voy a subir al cielo si no tengo alas?

—No está difícil, te subes en mi espalda, te llevaré.

—Está bien —dijo el zorro. Estaba bien contento el zorro—. Vámonos.

—En el cerro que está muy alto, por donde sale el sol, allá te espero a las tres de la tarde dijo la garza.

—Allá estaré.El zorro buscó el camino del cerro

donde le dijeron que esperara. La garza llegó, como habían

quedado. El zorro se su-bió detrás y la garza voló en el aire, se fue

más arriba y allá se dio vuelta. Tumbó al zorro. En el suelo se le chisparon las tripas. Le pasó por tragón y también por mezqui-

no. Por eso murió.

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Hacedores de las Palabras50

nithúun a’dee mbá mitsúu a’dee niraxe táa mejiaa majgáa ga’ne gamáa na juwaa, xabo tsí nuggaa ajngá me’phaa. Nan’doo gue’ñoo manejgáama ajngóo. Akhuin ithán xabo nikhí me’jía xí xkhuanín tatsawa’a idxáa ikhá máa jambaa rukho gidxu ithán xabo nikhí. Akhó ndan’guáa ithán xabo nithi ithúun a’dee xí midxoo na julgua xabo tsí nusgáa maxi rathúun gue’ño, maxi triñoo, rakháa muxnaa tadxawiín xuguií rí nutháa xabo nusigáa. Ná iwaa xuajín mbaó ju’waa xabo namanjgúan “mba xkhuanín ithúun a’dee mbá xabo nikhí” mba xkuanín wambaa anj’goo mbá xabo nikhí.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos51

***Una chicharra estaba cantando en un árbol y el zorro se la quería comer. Por eso hizo así: se paró delante de la chicharra y le dijo:

—Está bonita tu voz —para que bajara al suelo—. Quiero conocer al animal que tiene voz tan bonita.

La chicharra vio qué estaba pensando y por eso cortó una hoja del árbol y la tumbó al suelo. El zorro pensó que era la chicharra y la fue a levantar para comérsela.

—¿Pensaste que me iba a bajar? —le dijo la chicharra—. No quiero que me agarres. Una vez vi el ala de una chicharra en el hocico de un zorro.

De ahí le dijo: —Hasta luego.

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Hacedores de las Palabras52

Peek

’ yée

tel k

ú’uk

oM

aya Jun p’éel k’iine’ jun tuul peek’ yéetel

jun tuul kú’uko tu yiiluba’ob ichiil jun p’éel k’aax’. Ka’ tu yiilaj le peek’ le ku’uka’ táak u yaak’ jo’ok’ij, tumen jach táaj wi’ij, táanbin u naaytik tun ja’antik le kú’uko. Le kú’uko’ jach taaj sáajakchaj ka tu yiilaj táan u biin chanchanbeeli le peek’ tu páacho’, ka tu yiilaj tun jach nats’al le peek’ tu páacho’ ka tu yiilaj tun jach nats’al le peek’ tu páacho’ ka jo’ok’ u yaalkab tumen u yoojel jach wi’ij le pek’o’. Chen ba’axe’ tu yáa’lkabe’ ka tu yiilaj u wóol ja’. Ka tun na’ak tun p’éel che’ u yoochel tun le ku’uko’ te’ ku chi’ikpajal ichil le ja’o.

Ka kúuch le peek’ tu’ux yan le ja’o’ tu yiilaj ti’an le ku’uko’ te’ ku chiikpajal ichil le ja’o’ ka tu tukle’ ¿Bix, ken in jo’osej? Yan wa’a in óokol in jo’ose wa ma’e yan u puuts’ ten. Chen ba’alelo’ le ku’uka’ tu cha’aj u lúubul jun xeet che’ ichil le ja’o’ le peek’ tuno’ tun tuklik taan u puuts’ul le ku’uko’ ka tu pulubaj ichil le ja’o’ ka tun tu jak’atuba’aj.Bey tun uchik u puuts’ul le kúúk ti’ le peek’o, le k’u’uko tuno jach kiimak u yóol kaj biino.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos53

El p

erro

y la

ard

illaUna vez un perro y una ardilla se

vieron en el monte. Cuando el perro vio a la ardilla, hasta la lengua se le salió porque tenía mucha hambre, hasta estaba soñando que se comía a la ardilla.

La ardilla tuvo mucho miedo. Cuan-do vio que el perro iba despacito tras ella, al ver que se le acercaba el perro, salió corriendo porque sabe que el pe-rro tiene mucha hambre.

Mientras corría, encontró una la-guna. Entonces se subió a un palo y

el reflejo de la ardilla se veía dentro de la laguna. Cuando el perro llegó hasta la laguna vio a la ardilla dentro y pensó:

—¿Cómo la sacaré? Tendré que meterme a sacarla, si no se va a esca-par.

En esto la ardilla dejó caer un pe-dazo de madera dentro de la laguna y el perro, pensando que la ardilla se escapaba, se tiró a la laguna y se aho-gó. Así se salvó la ardilla y se fue muy contenta.

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Hacedores de las Palabras54

Kw

ento

o’ k

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mA

mu

zgo Tyom ‘aan ndyee tyonsa kwii

‘ndyoo tsjo’ ndo’ mañe juu xjeinnein tik’oomnein tsontyee kasa nch’u tjaa’ kal’uen nantkiee’ na lkua’ ntstinaa ndo’ seii jona tjee kwii kioo’ na tmaanein sa juu kioo’nein jo’ kasondye jo’ na tjaa k’uu ndaa ndo’. Seiijoona meintuajndee kasa nch’u ‘ndyoo tsjo’ kasondye jnda’ na jnda’ t’uu yo’ ndaa tjuu yo’ jndye nakjoo tyonsa sa tyonsa leitiuna na nakjoo na tjuu kasondye jndye jnda na tjee tsondyee tyonsa nch’u tso’ kwii kasa nnom tsoonein kantiaa tsondyoo teikiuu xjeen na tjaanl’ue nantkiee na nlkua’a tjee kwii kioo mayuu mayuu na tmaañein tso tsoondyee kasa nch’u kwantii tmaanein kio na tjee’ chi matiom tsoonayee na jndye tsiaa’ xjeen ti kala yuu kasa chi matiom nta’ kasa xkiee jndyee tsiaa’a maxjeen ti kala yuu

kasa neh’u chi matiom nta’ kasa jndye tsiaa’a ndo’ ma na jna’ tsiaa’ tsoondyee tyonsa neh’u ma na tioonein nomtuaa ndo’ mana ‘tuen’en chi maa lajuee’ nseina joom tkena joom kjoo tsuee ma too’ we kansa nch’u l’aa na rosario ndo’ kasa chee tjaakal’ ueen sea na kwiixjeen jnda na lkue’en ljeen katsue’ chjoo ntoom chi matsoo katsue’ ntoom nnom kasa yuu waachu’ lka na ntjoo ntkuu’ chi matso kasa che joo choo nna na nkwintjee na ntjee’ tsoondyo chi tax’ee nta katsue’ chjoo ntoom nnom kasa ndo’ yuu nkjaa ntiunein chi matsoo kasa chjoo majoo ti’ nantyee w’aa ya chi matsoo katsue’ ntoom kiaajoo joo’ nkjoo l’ue joom chaa na lkiee joom cha’ waa ti smana chi matso kasa chee yaa xjena nein kwiich’om tse tsjoom ntei.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos55

El s

apo

y el

per

ro n

egroEstaban tres sapitos en el arroyo. Su

madre había ido a buscar alimento para sus hijos a esa hora, y mientras no estaba la mamá de los sapitos, en ese momento llegó un animal grande. Era un toro y resopló sobre ellos.

Cuando llegó su mamá el sapito primero, que era un poco más gran-de, le contó a su mamá:

—Mire, mamá, llegó un animal bien grande hace rato y se acercó a nosotros y nos echó aire encima.

Era el toro que fue a beber agua. La mamá de los sapitos preguntó cómo estaba de grande. La mamá de los sapitos se infló y les resopló ella misma, metiendo aire a la barriga. Los sapitos le dijeron:

—No, mamá, estaba mucho más grande que tú.

El sapo volvió a meter aire en la barriga, inflándose más.

—No, mamá, ese animal está mu-cho más grande.

El sapo volvió a tomar aire, hasta que reventó, explotó su barriga. Cayó en el suelo, muriendo.

Después los sapitos, el mayor y el se-gundo, en ese mismo momento busca-ron un petate y ya acostaron a su mamá y comenzaron a rezar, mientras el sapito pi-che se fue a buscar las velas de un peso. Y cuando regresó con sus velas encontró a un perro negro que le preguntó al sapito:

—¿Adónde llevas las velas?El sapito respondió.—Las llevo a mi casa, para el rezo de

mi madre que acaba de fallecer.—¿Adónde se va a llevar el cuerpo?

—preguntó el perro. El sapito respondió que adelantito

de su casa.—Entonces allí voy a buscarla para

tener qué comer toda la semana.—Vete a sacarlo si lo quieres tener,

nalga tieso —le dijo el sapito al perro negro.

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Hacedores de las Palabras56

Kal

ixM

aya Junp’eel k’iine’ juntúul máake’ tu

kaxtaj juntúul x-ch’uup u yatantej ka’ yaan chaj juntúul u chan paale’ le chan paalo’ mix ts’o’ok ukp’éel, ja’ab ti’e’ ka’ kin u na’.Le máako’ tu ka’ kax taj juntúul x-ch’uup u yatantej ka’ tu ya’alaj ti’e’; cheen chan paal kena tsen ta’, le x-ch’uupo’ ka’ tu ya’alej min tse’entik, wa ka kiinske’ kin je’ele’ ta weetel.Le paalo’ ka’ nojoch chaje’ ka tu ya’ale’

táan u bin kaxan meyaj; le máako’ ka’ tu ya’alal te’ x-ch’upo’ ka u meet u yo’och le paalo’ le x-ch’upo’ ka’ tu tsajaj je’ ka’ tu láalaj venenoi; ka’ tu kaxtaj u muchilae paalo’.Le paalo’ ka’ tu ts’áaj le je’o’ ichil le muchilao’ ts’o’oke’ ka’ bini’ yeetel juntúul u chan peek’ u k’aba’e’ Kalix, ts’o’ok u nachtale’ ka wi’jchaji, ka’ tu jo’osaj le waajo’ ka’ tu pulaj te’e chan peek’o, ma’ saame’ ka’ kim le chan

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos57

El p

erro

Kal

ixUn día un hombre buscó una mujer para esposa. Tuvieron un hijo y el niño no había cumplido todavía siete años cuando su mamá se murió.

El hombre buscó otra mujer para esposa y le dijo:

—Le vas a dar alimento a este niño.

La mujer le contestó que no daría de comer al niño:

—Si lo matas, me quedaré contigo.Cuando creció el niño dijo que iba a

buscar trabajo. El hombre le dijo a la mujer que le preparara su comida; la mujer guisó huevos y les puso veneno.

Luego buscó su morral el jovenci-to, puso los huevos dentro del morral y se fue con su perrito, llamado Kalix. Se alejó y cuando tuvo hambre sacó las tortillas y se las dio al perrito. Al poco rato se murió el perrito y dijo el joven:

—No voy a comer, porque tienen veneno.

Cargó las tortillas y al perrito y se alejó.

Luego vio que se estaba pudrien-do el perrito, lo bajó y lo tiró. Ya se volvió a alejar y vio a muchos zopilotes arriba del perrito. Entonces regresó a cazarlos y luego que los cazó los asó.

Después de cocidos los cargó y si-guió yendo. Al poco rato escuchó gritar a seis hombres y les contestó. Los hombres salieron al camino.

—¿Tienes un poco de comida que nos regales y comamos? Es que esta-mos perdidos —le dijeron.

—Sí hay, sólo que nada más traigo cargando pavos de monte.

—Aunque sea —le contestaron—. Regálanos eso.

Y les dio uno a cada uno. Todos comieron, menos uno que estaba es-perando que se enfriara su comida para comérsela. Los demás murieron y sólo quedaron ese hombre y él. Se fueron; mientras caminaron se pre-guntaron cómo se llamaban.

—Yo Ees —dijo el niño.Siguieron caminando y Kalix dijo:—Vamos a cazar un conejo.

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Hacedores de las Palabras58

peek’o ka’ tu ya’ale’ ¡min jaantik men yaan venenoi’! ka’ tu kuchaj le wajo’ yeetel le peeko’, ts’o’ok u náachtale’ ka’ tu yilaj taan u tútal le peek’o’ k’a tu yéensaje’ ka’ tu pulaj. Ts’o’ok u ka’ naachtale’ ku yike’ jach ya’ab ch’oom ku maan te’ ka’analo’ tun yook’ol le peek’o ka’ sunaj u ts’onej, ts’o’ok u ts’onke’ ka’ k’ucho’obe iknal señor rey ka’ tu ts’aa na’at ti, señor rey ma’ tu naati’ yeetel kalixe’ ka tu k’a to’ob wa yaan meyaj ka’ a’ala’ab ti’obe’ yaan chen ba’ale’ chen kanan chivo ka’ bini kanan chivo kalixe’ p’ati. Señor rey tune’ ka’ tu tuuxta jun túul princesao ku k’at chi’it Kalix ka’ k’uch iknal Kalix ka’ tu k’ataj ba’ax tun ts’a u na’ntin yum señor rey, ka’ k’uch iknale ka’ tu ya’a ti’e jach tan tik u ya’alik ten k’a’ak uch’a t’aan keno’ bey tun uch u metik kalix ti’ob ka tuxta’ab u ts’ook ooxtul prinsesao ka tu k’ataj ti’

Kalix ba’ax uk’at u ya’al lena’at ts’ab ti’ señor rey jach ki’ich pan le prinsesao le meetike’ kalixe’ tu ya’alaj ti’e’ wa ka taasik u yexo’ob a na’ yéetel yuume’ kin wa’alik techee prinsesao tuno’ ka’ tu taasa ka alabti’e’ ba’ax ts’o’ok tun u janolo’obe’ ka’ ala’ab ti Kalix men señor rey tin na’ata le na’a to’ chen kinsaj t’u’ulech leti’e’ u xuul a kuxtala’ ka e’esa’ab u nu’kulil u kiinsal ka’ tu núukaj xan Kalix chen men tin wa’alaj teche’bix ken a tukultej ka’ núuka’ab men señor reyee ka tu nukaj kalix yéetel e’esej je’el xan u xuul ol xuxtol ka’ esa’abti’ u yeexo’ob ka tu ya’alaj señor rey je’el le prinsesao yéetel in p’oka’ ma meetkeex mix baal ti ten. Bey tuun u chu

k’uchul Kalix u metuba reyi’ te kaajo’ yéetel yaan xan u xa ch’up prinsesao.Ts’o’ok le ts’ikbala’.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos59

—Vamos.Lo cazaron. El que tiró no lo mató y el que

no le tiró, lo mató. —Vamos a ponerle esa adivinanza al se-

ñor rey —dijeron.Kalix se quitó el sombrero y escribió:El que tiró no lo mató, el que no tiró lo

mató y es Juan Jiquirijamaco.Cuando llegaron junto al señor rey le di-

jeron la adivinanza, pero el señor rey no adi-vinó. Ees y Kalix pidieron trabajo y les dijeron que sólo había de cuidador de chivos. Ees se fue a cuidar chivos y Kalix se quedó.

El señor rey mandó a una princesa para que le preguntara a Kalix. Cuando llegó a donde estaba Kalix le preguntó:

—¿Cuál es la contestación de la adivinan-za que le pusiste al rey?

Pero el rey la mandó llamar. Cuando llegó donde estaba el rey le dijo:

—Ya casi me contestaba cuando me llamaste.Así siguió la segunda princesa. Cuando

llegó la tercera le preguntó lo mismo a Kalix.

La princesa estaba muy bonita y por eso Kalix le dijo:

—Si traes la ropa interior de tu papá y de tu mamá te digo la respuesta.

La princesa trajo lo que le pidió y él le dijo que era el conejo.

Después de comer el señor rey le dijo a Kalix:

—Adiviné la adivinanza, eres sólo un mata-dor de conejos. Igual te pasará a ti —y le mos-tró la herramienta con la que iba a matarlo.

—Sólo porque te lo dije —contestó Kalix.—¡Cómo crees! —dijo el rey.—Y aquí está tu destino —le dijeron al se-

ñor rey Ees y Kalix, enseñándole su ropa inte-rior.

Entonces el señor rey dijo:—Aquí está la princesa y mi corona, pero

no me hagan nada.Y así Kalix llegó a ser rey del pueblo y tuvo

a una princesa por esposa.

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Hacedores de las Palabras60

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lto Chen jump’el u k’iinilé kabino yensob

bu’ul yeetel u yaatan anulpo jump’e nok’ ubuul ká tiaje K’aankabiok. Chen xiimbanaj jach yaáb, ma’as koox ensik u la’e bu’uló yo’ola má u konetaj tako’on, k’ankabi oke sunaj tu yotoch u ch’á u lá jump’e nok’, u tia’al u yensko’ob u la’ak’ bu’ul, le u yatnó p’aat té ich kooló, le kaj k’uch Kankabi oké mina’ane u yatnó, loisa’b tumen juntúul rey. Jop’uu kaxtik ti k’iin yeetel a’abi lyeetel ta’an yok’ool xan, k’ankabi oké ila’ab tumen juntuul tsiimin ka k’aatá tie ¿Ba’ax ka wok’tik? Ká tu nuktaje, táan in wok’tik in watan. Tu yoklaj ten juntúul rey, ka

tu yaáje tsiimno’, ko’ox kaxte, k’ankabi oke’ tu yiilaj tia’an tu yootoche reyó le tié tu k’ataj ti Kankabi oké ¿Ba’ax ka kaxtike’ex? Ka’ tu nuktaje’ ta’ank kaxtik u yaatan Kankabi, ok, le reyó ka tu yáje, tselaba’ex tu yiknale najó, tumen u yatan Kankabi ok tia’an tu yotoche reyó, le bax tu mentaje reyó, tu jats’aj u tsimne’ k’ankabi oké ka luk’o’ob yeetel le tsiimnó, ka tu kaxtaj juntúul wakax, ká k’aata’tie ¿Baáx ka wook’tik? K’ankabi oké ka yalajé tanin wok’tik in watan, le wakxó ká tu nuktajé ko’ox ile tené jé in pajtalé. Ka tu nuktó tie reyó mat luk’u weyá. Ka túun a k’a’asabe

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos61

K’a

’ank

abio

kLlegó el día de bajar frijoles y un se-ñor salió con su esposa. Bajaron una saga de ropa de frijoles y dijo el K’a’ankabiok:

—Nomás caminamos mucho, me-jor vamos a bajar una saga más, para que valga la pena.

El K’a’ankabiok regresó a su casa a buscar otra saga para bajar los frijoles y la esposa se quedó esperándolo en la milpa.

Cuando llegó K’a’ankabiok su es-posa ya no estaba, se la había llevado un rey. La estuvo buscando noche y día, la buscaba, llora y llora. Un caba-llo vio a K’a’ankabiok y le preguntó:

—¿Por qué estás llorando?—Estoy llorando a mi esposa, me

la robó un rey.—Vamos a verlo —le dijo el caballo.K’a’ankabiok la vio en la casa del

rey, y el rey les preguntó:—¿Qué están buscando?Le contestaron que andaban bus-

cando a la esposa de K’a’ankabiok.El rey le dijo a K’a’ankabiok que se

fuera a la casa, porque ahora estaba

en la casa del rey. El rey golpeó al ca-ballo de K’a’ankabiok y se fueron, llo-ra y llora, hasta que se bajó del caballo y vio a un toro.

—¿Por qué estás llorando?—Estoy llorando a mi esposa —

contestó K’a’ankabiok.—Vamos a verlo, yo sí puedo —le

dijo el toro. Le dijeron al rey: —No nos iremos de aquí —pero

el rey correteó al toro y se fueron.Otra vez comenzó a llorar de nue-

vo y en el camino se encontró un co-nejo. El conejo le preguntó por qué estaba llorando y le contestó que llo-raba por su esposa. El conejo le dijo:

—Vamos a ver si nosotros pode-mos. Pero espérame un ratito, por-que voy a ir a invitar a mi compadre la tuza, para que vaya a perjudicar los patios de la casa del rey.

La tuza aceptó. K’a’ankabiok y el conejo buscaron nueve bejucos y después se fueron. Cuando llegaron el K’a’ankabiok y el conejo, la tuza ya había perjudicado los patios de la

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Hacedores de las Palabras62

wakax tumen le reyó. Ka’aj luk’obi, káj jop’ u yook’ lo’ob tu la’a, tie bejó ká tu kaxtaj juntúul t’u’ul.Tu k’ataj tile t’u’ulo ¿Ba’ax ka wok’tik? Kaj nuktajtie táan in wok’tik in watan. Lé t’úlulo ka tu ya’alajé, kox íl wa je’ek pajtale le t’u’ulo ka tu ya’alajtie k’ankabi okó p’a’aten jum jutuk, nika’ajen in ch’y juntúul baj u tial u mentik k’aas ti u naí le reyó, le k’ankabioko tu kaxtaj bolomp’eel aak’ ku ts’okolé binóbi, ka’aj k’ucho’obe k’an kabi oké yeetel le t’u’ulo, le bajó táan u men k’aas tu pach u yotoche reyó. Kaj t’a’an K’ankabi oke, le t’uulo t’anajo’ob tu yotoché reyó, le lá jok’i ká tu k’ataje ¿Ba’ax ka kaxkex? Tu nukta’jobe táan kaxtik u yatan K’ankabiok, káj alá tiob mene reyó xenex chambelí, ma tu nukob u ejeni ti le reyó ka tu jatsó, ka’aj puuts’e reyó jop’ u yalkabé maj beychají tumen ku yoko u yok tu jole bajó, K’ankabi oke ok tu yotoche reyó yo’olal u kaxtik u yatnó, ká tu kaxtajé ká luk’o’ob le K’ankabi okó jop’ u tsikbalobé ka tíalaj tiobé bajux in p’ax tech, tu nuktaj tune t’ululo tené chen ká lajum bu’ul, le bajó tu k’atajtie K’ankabi okó tené ká lajum zu’uk.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos63

casa del rey. K’a’ankabiok y el conejo llama-ron al rey y el rey salió.

—¿Qué están buscando?—Buscamos a la esposa del K’a’ankabiok.—Váyanse despacito —pero ellos no se

fueron. Comenzaron a pegarle al rey y al irse se hundió en uno de los huecos de la tuza, donde ya había perjudicado. El conejo le se-guía pegando al rey y mientras K’a’ankabiok entró a la casa para agarrar a su esposa. La

agarró y se fueron la tuza, el conejo y el famo-so K’a’ankabiok.

K’a’ankabiok le preguntó a la tuza y al conejo:—¿Cuánto les debo?—Yo nomás quiero veinte mecates de fri-

jol —dijo el conejo.— Yo nomás quiero veinte mecates de mil-

pa de mazorcas —dijo la tuza.Aquí termina el cuento.

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Hacedores de las Palabras64

Na

ta u

ni d

avi

Mix

teco In da chi chi i’n ta tau’ni gin ñasi’ra

davi ni iyó na ña tauni xiken dukuan chiñu kue sakan duten i’in chiñu tan nixen vi’an ni ke’en xi’n ra na ku’n ra tuku kivi ixta’ni doko o ña si’ra chike’en ixta ikan ni xa ra mi dichi ve’e:—Ta vica ta’an ni’ka’ara xun maro kixan du’da taviun yu’y ya’a indu ña’a nuda kixa’ra tavi’ra ta’an sandira mañu’a ka’an dika i’an nola oro ikan kua’ nura ve’era kua’ ni ka’an ra deva duta’anra nasi’ra tukua dokuan dikua’ an ixta ika’an nike’ en xin’ra. —Xa iyo ixta.

—Xake en xiu diku un kayu xu’un yayo kua’an xikuan xikuan sani kujva ika’an ku’en xiken dukua’an na xate kue sakan nixen ve’e in ta vika takán satare nanamare xin ña’yo ixara i ka kuanuata a davi vee ta vikaa ikán nindora xivee ni xa’ itaitauni xicara ixta.—Kuxirá taxiva ista kuxui kua; kuiso tutui sutaa dixa kura: diosibakura taka’ kura taxi yavika dara: dikira kuara ta vika xinira ñu cadena oro suku; ta; taauni; ni xara mikuisora tutu’ ña ketara xi’in tuxi kara nduguan’un na baxi xisun.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos65

Un

seño

r po

breHabía una vez un señor con su mu-

jer. Eran muy pobres. Su señora le an-daba buscando trabajo y de tanto y tanto buscar halló un trabajo y luego llegó a su casa y le dijo a su marido que iría mañana muy temprano.

Se levantó su mujer a echarle tor-tillas y así llegó a donde estaba la casa del rico. Le dijo:

—Ten este marro y empiézale ya luego a partir la piedra que está ahí.

Luego empezó y así acabó. En medio estaba una que era de oro. No dijo a nadie lo que había hallado y se fue a su casa.

Otra vez su mujer se levantó tem-prano a echarle más tortillas y le dijo a su marido:

—Ya están las tortillas.—Ya te dije que no voy a ir. Ten

esto, vete a venderlo. Véndelo como puedas.

Se fue, andaba buscando quién le comprara hasta que llegó a casa de un rico y se lo compró. Le dio a cambio toda la riqueza que tenía.

Y el pobre llegó a casa del rico y se hizo el dueño.

Llegó un hombre un día a su casa y le pidió de comer.

—Sí te voy a dar, pero vete a traer leña.

El hombre era Dios, quien le había regalado todo lo que tenía, hasta lo que traía, puras cadenas de oro.

Se fue y más adelante le salió el rico con un rifle amenazándolo para que le entregara lo que traía.

Dios lo convirtió en burro y se fue por el camino. Allí le pidieron que prestara su burro y él dijo que sí. Le colgó un morralito.

—Cuando lo ocupen le meten el dinero allí, en el morralito. Llévenselo un año y cuando se cumpla el año aquí mismo me hallarán.

Cuando se cumplió el año llegaron y allí lo encontraron y le entregaron el burro con el dinero que había junta-do. Y luego el Dios dijo:

—Este no es burro, ahorita van a ver que es un hombre.

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Hacedores de las Palabras66

Ta’a yubayo ndiosi nunda sana’ndurara burrú ta kuan na i’n ichi ta’a suba nikana na sitatura burrú ta’ nikara sitatui’ni tani tika kitanindo’o.—Tinda’a xi’inni xibi kuniñundari ta’ando xu’un tixi tinda’a na k’uri xindo i’n kuiya ta’a naxa nixinu kuiya ta’a kixindakandori, sa’a nixa’ kuiya xandakanari ta’a diguninara ta’a ndiguana burrú xi’n xu’un ña ndigayana’, ta’a nika’an diosi ga’an xu’un kuenda’un ku’a, ña taxiyu.—Ti yo’o ndi suvi burru, kuri vichin saa kunindo ndi in taa kura. Ninko’ra xin burru na kanduri ta tán ndakuri xa nduri yuvi. Taxira xun ña ndigayana: —Ndaun kuendayu yo’o’ ni xiniba’un yu’, ni kuni’un yusu’ yaka’n sananduiyo’o burrú, na’a sachiñun bitin kua’an be’eun che’en ke sakan kabe.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos67

Le dijo al animal que se acostara y cuando se levantó ya era gente. Le dio el dinero que había juntado y le dijo:

—Ten este dinero, es tu propio dinero. El que yo te di era mío y tú me trataste mal, me querías matar. Por eso te hice burro, para que trabajaras. Ahora vete a tu casa y está como siempre.

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Hacedores de las Palabras68

Kataya se lakal amu kipiaya sihual huán kinikiaya munamikti kase sihual. Huan kipiaya ye xolomes in sihual kilik:—Xikmiktik muxolomes huán nimunamiktia katehual, in lakal kijtok ninimiswika pain neklue.—kijtok in lakal. Pahuajtsitsko kinmilik ixolomes. —Matián pain neklue. Yaje pase ojlej.—Kinmilik amuantin xakán nakayoje, neual ninia pakayuje nena timuiatalo, yauije in muachitos amo kinamikije nindei. Yaje palastdan laiwajtik, lejkuje pase kuauil unpa kuxhije, aujsistko uyaje patimuán lakakije se kuajtataya, huan yaje kitaje, kilamatije yauire nu taisin kikistika neklue.

—Matián tikitán. Yaje kitaje se totolkon kutuntataya se

kuahuil ¿Len anxixiktineme?

Ye m

uach

itos

Náh

uat

l—Kilik. Kilije len mismanuk, kilije tikalikalo mayande, huán tiamiktihualo, amo kuiotikaluaya laxkani ni halt. Kimak ye laskali —amo tixhajse.—Xilakuakuan huán anpaxhiuis xikunikán miák atl. Pankitas, lakuaje, amukilamiluaya niin atl niin laxkali. —Matiakán panuxhán, panixhisxhis se la tikipano. Yaje kuxhije. Uajsitsko in kuajtik kijto:—Matián tiktimuán kapatitikipanulko pa ujse ojle. Yaje kase tata huán kilije.—Xaxán pain kuajmile kapa kati miak kuakuasihual. Ximiktsi se kuakuasihual amo an lakisa, nimiktia neual.In muachitos kimiktije in kuakuasihual, kilajxhisxhiauje. Lakisaje, huán kimiktije in tata y muna miktije kain muachitos y muxhihuije tumileros kamoxhi hualkipiaya in tata. Amo mukuipaje muijnamikije di itajatsin.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos69

Había un señor que no tenía su se-ñora y quería volver a casarse. Tenía tres hijos y una señora le dijo:

—Mátalos y me caso contigo. —Los voy a llevar a la miel —dijo

el señor. En la mañana les dijo a sus hijos: —Vamos a la miel. Se fueron por un camino.—Vayan ustedes por acá, yo me

voy por el otro lado y allá nos encon-tramos.

Se fueron los muchachos y no en-contraron nada. Fueron para abajo, y como atardeció se subieron a un palo y allí durmieron. En la mañana se fue-ron más abajo y oyeron que alguien estaba leñando. Fueron a ver, creye-ron que sería su papá sacando miel.

—Vamos a ver.Fueron y vieron a un abuelito que

estaba trozando un palo.—¿Qué andan haciendo? —les

preguntó.Le dijeron lo que les había pasa-

do, le dijeron que tenían hambre y sed, que no traían tortillas ni agua.

Tres

muc

hach

itos

Les dio tres tortillas.—No nos alcanza.—Coman hasta llenarse y beban,

para que vean.Comieron, y no se les acababan ni

las tortillas ni el agua. —Vámonos para la casa, para que

me hagan algún mandado.Fueron y durmieron. En la mañana

el mayor dijo:—Vamos a buscar trabajo para

otro lado.Se fueron con un rey que les dijo:—Vayan al corral donde están

unas vacas. Maten una vaca y si aca-ban en un día, me pueden matar y se quedan con mis hijas. Y si no aca-ban, los mato yo.

Los muchachos mataron a la vaca, la despedazaron y ya hicie-ron tasajos. Terminando ya mataron al rey y se casaron con las mu-chachas, y se hicieron ricos con todas las cosas del rey. Y ni se volvieron a acordar de su padre.

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Hacedores de las Palabras70

Jum

tuu

l noo

joch

m

aam

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u y

aabi

lM

aya Yaancha juntul noojoch maamaé

yeetel katul u ya’abil ka’tuya’ala tú abuelae’ ka’atuya’ala beya ¿tu’ux ka’abine’ex beeya? takbino’on alka’atak suertejo’on ¿taak tu’uxtun? je’ tu’uxbin naako’one pero to’one taak bin le ka’atu abiks’ila’aba utule tsukuntsilo Florentino le yits’intsilo Clementino tuun bino’on tum te beejo’ tu ya’ako’obe yan un tul señor key ma’

naach weeye ti ko’on k’aat’ meeyaji je’el tuuno k’uucho’ob iknale señor reyo ka’atu k’ato’ob le meyajó beytuno ka’alati’obe, meyaje yam pero yetu condicioni ¿ba’ax condicioni tuun? ka tu nuka beeya ucontidicionile teeche weeykan yanté tin uiknale awanten meeyaj Clementino leti’e’ ti’ kun yaante té x-la’ naajó, ka’a ak’achaje’ tune ka’apo ya’alik señor rey tu ka tu yu’ba

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos71

Flor

entin

o, C

lem

entin

o y

el r

eyHabía una vez una abuelita y sus dos nietos y la abuela le dijo a sus dos nietos:

—¿Adónde van así?— Ya nos vamos, nos vamos a co-

rrer nuestra suerte.—¿Hasta dónde?—En dondequiera, pero nosotros

nos estamos yendo.De los dos nietos un hermano se

llamaba Florentino, el hermanito se llama Clementino, los dos están yen-do. En el camino están diciendo:

—Hay un rey, no está lejos de aquí, ahí vamos a pedir trabajo—. Llegaron al palacio del rey y le pidieron traba-jo, les dijeron:

—Trabajo sí hay, pero sólo por condiciones.

—¿Y cuál es la condición enton-ces? —preguntaron.

—La condición es que tú vas a vivir aquí mismo, para que me ayudes; Clementino, te vas a quedar en una casa vieja.

Al anochecer el rey está diciendo a su esposa:

—Mañana hay que ir con Florenti-no a leñar, si no carga la leña que le voy a cargar me lo voy a comer.

Mientras Florentino duerme, Cle-mentino no está durmiendo, está es-cuchando todo lo que está diciendo el rey. Cuando amaneció le dijo a Flo-rentino, entonces a Florentino lo lleva-ron a leñar. Cuando llegaron al monte empezaron a cortar la leña; primero el rey terminó de cortar la leña, entonces le dijo a Florentino que le vaya a ayu-dar a subir la leña atrás del rey. Pero Florentino le contestó así:

—Primero ven a ayudarme con la leña porque está muy pesada.

Y cuando el rey llegó le dijo a Flo-rentino:

—¿Cómo voy a ayudarte si la leña está muy pesada?

—No lo sé, pero si me ayudas yo la llevo.

—Pero, Florentino, ¿cómo voy a ayudarte si está muy pesada?

—Yo no lo sé. Lo llevó y el rey se molestó y le dijo

a Florentino:

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Hacedores de las Palabras72

beeya samale yaan ihbin yeetel Florentino si’ tu’uxuama k’ucheeche keni kucho yaan in jaantik mientras Florentino’e tu wene mientras Clementino’e ma’ wenki tuum la uuyik ba’ax ku ya’alik señor reyo le kasas chaje ka’ tu ya’ala ti Florentino je’elo Florentinoje’ ka bisa’ab té si’o’ je’elo ka k’uucho’ob te k’axo binka u xoot’k u si’ob taanil lete señor rey chukpau si’o je’ele ka’ tun tu t’ana Florentino tuux ku si’ pero ka’ tu nuuka Florentino beeya yaax kuch’e tena meen mas aal ka’atun bin señor rey tooch’ijk ti’ ka k’uche señor yeyo ka tu ya’ala beeya bisken intujcha si beeya mas aal ba ka kuch’ timpaache in kuuch ke pero Florentino’e bisquen in tu ch’e aal min ts’aili pero wa ka antkene in kuchque ka p’uje señor reyo ka tu’ ya’ala le xuump’ate ko’ox ak’achaje kapuya’alike señor reyo tu ya’ala tin tu ya’atan Florentinojo’ ka’ taka u kuchin chen baxe u ya’ik tene, chen baxe koten a

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos73

—Déjalo, vámonos.Cuando llegaron el rey le explicó

a su esposa todo lo que pasó: “que le dijo a Florentino que venga a ayudar con la leña, pero él me dijo que yo vaya a ayudarlo con la leña. Cuando fui a ver, vi que la leña era mucha y Florentino me dijo:

—Si me ayudas con la leña, yo la llevo”.El rey le dijo a su esposa:—Hoy me ganó; mañana nos vamos a ir a

regar las plantas con Florentino; si no alza los cubos grandes que yo voy a alzar me lo voy a comer.

Clementino está escuchando todo lo que dice el rey, porque él no esta durmiendo, y Florentino ya se durmió. En cuanto amaneció, Clementino le explicó todo a su hermano y le dijo:

—Dice que el rey te va a llevar a las plan-tas, si no alzas los cubos que va a alzar el rey, te va a comer.

—Florentino, hoy nos iremos a regar las plantas.

Se fueron, pero cuando llegaron al pozo dijo el rey:

—Primero voy a llenar el tuyo y lo vas a llevar para regar las plantas.

Llenaron su cubo y lo llevó y cuando lo está llevando le está diciendo:

—Así, mira estoy llevando cubos; mira, yo tengo fuerzas.

Pero él cómo va a alzar las cubetas así, si sus manos tienen sudor, no va a alzar los dos cubos.

Cuando el rey terminó de decir eso, Flo-rentino ya terminó. La soga está en el pozo; y amarró los dos cubos y el rey le está hablan-

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Hacedores de las Palabras74

kuch’e tena kabinen in wilba’ax kin wike ja’ach ja ya’ab chen baxe bix keniin kuch’ ti beeyo pakin binti je’el bino kuch ke, ku yalik tu yaatne be’elaje tu topen je’ele in topke je’elo samale joya ko’on bimmete yeetel yani topik Clementino, to’one tula aalik ba’ax kuya’ake señor rey ku metik ma wenki men Florentino’e’ san wuenek le ka saschaje ka tu tsikbata tu tsiku’unne, tu la’aka yana bisa’a jooyá tu’ux wa’ ma ta ch’uya

le nukuch kubojo, le ke nuch’uye le señor reyo yambin u jamkech je’eló Florentino’e bisa’ab yooya kabino’on tum chen baxe kak’ucho’ob tu iknale ch’eno katu ya’ala señor rey beeya

pa’akin payotik teeche ja’o’ le’el tun bino’ob tu nayo reyo ka tu ya’a e reyo jelo juntuul hija

Be’ora a watan je’elo Florentinoje’ uts’tu t’an beytun uch ku kajtalo.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos75

do a Florentino, que le vaya a ayudar. Floren-tino escuchó y le contestó:

—Primero ven a ayudarme con el mío.Y cuando el rey se fue a verlo, le dijo:—¿Cómo voy a ayudarte así, si el agua

está muy pesada?Florentino le contestó:—No lo sé, si me ayuda yo lo llevo y voy a

regar las plantas.—No tienes necesidad de llevar el agua;

cuando está el pozo entre las plantas, sólo la jalas y riegas las plantas. Déjalo. Vámonos, tú primero.

—No se puede, porque el patrón va pri-mero, atrás va el vendedor de trabajo.

Cuando llegaron a la casa, el rey le dijo a Florentino:

—De ahora en adelante una de mis hijas será tu esposa, tú vas a mandar aquí en la casa, es tuya.

Florentino se casó con la hija del rey, así fueron contentos y felices. Después Clemen-tino, Florentino y su esposa estuvieron con-tentos.

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Hacedores de las Palabras76

An

labi

d’h

k’o’

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chi

kT

én

ek Jun a k’icha tin t’ilchi u na na abal in

t’ajalkua yan a k’icha, jun i kuitol ne’etsak va an ts’en ani in tsu’uw yan i alte’ ko’onel. Jun pel i padhum, jun i waj, jun i t’iw ani jun i tsakam dhanits, kua’jatakchik ti pejex. Kom in tsemdhama lak chik jun i pakax aní yab in ejtowalak chik kin buk’uw, dhubatk’i tsuutat an kuitol k’al an alte’ ko’nel chik, uchan tu kú dhajchi jun i alwa’talab, ani tu kú mu’chi an tu’lek abal yabats ku pejexin, tam an kuitol antsaná tin t’aja tam uchan jant’o a le’ abal k’an an alwatalab. A xí tú, dhajchi,

tam an kuitol in uluw, tatá chik a tso’ob jant’o ne’ets ti kin pidha, tam tok’tsin jaw xi patal a tsutal, tu ku lawchi i jujul, ab ma tsipkats, ani ka ne’dha, tam tatá a le’ jun i tolmixtalab, k’al wawa’ tam ka kaldha in jujul an ko’onel xi tatá a le’ kin timk’ón, ani an kuitol in bela, antsana tin t’aja, ani in lej dhaya in jujulchik an ko’onel. Tam wat’ey yan a k’icha an kuitol in leenanchij in ts’ik’a chil. Jun iye’tse pulik inik tam jajá lej tsalpaxin, abal joint’odha ne’ets kin t’aja abal kin ejtow ka ulits tin k’ima an ts’ik’ach, tam in t’ila abal in kua’al yan in tolmiwal, ani jajá yab in belalak max chubax ne’ets ka tolmiyat, tam in le’na kin taka max chubax k’al an ko’onelchik tam in kaldha in jujul an wajxi ani in uluw, ti kin tolmiy, an tu lej yejenchal, tam jajá dhubat timk’on ti wajxi, ta’ k’al ti adhil. Tam ti tsekets in dhajay jayetsek’l in uluw jawa ne’ets kin uluw,

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos77

El p

oder

de

los

anim

ales

Una vez me contó mi abuelito que hace mucho tiempo un joven iba por la montaña y vio a unos animales: el tigre, el león, el gavilán y una hormi-guita muy chiquita. Se estaban pe-leando por la carne de una vaca que habían encontrado y entre todos la mataron.

Pero la dificultad era repartirla y entonces, en ese instante, llegó el muchacho y le pidieron que la partie-ra en pedazos. El muchacho lo hizo y los animales le dijeron:

—¿Qué quieres de nosotros? Por-que nos hiciste este gran favor. Te po-demos dar un poco de nuestro poder.

—Bueno —contestó el joven.Entonces los animales pidieron

que les arrancara un pelito, una plu-mita, y la hormiguita también, uno de sus pequeños pelitos.

Y el joven se retiró de allí llevando su colección de plumitas y de pelos, aunque llevaba la duda:

—¿Podrá ser verdad lo que ellos me dijeron? No importa, yo los voy a guardar.

Pasaron varios días y el muchacho se enamoró de una linda muchacha. La tenían encerrada. El muchacho quería verla, pero no sabía cómo ha-cerle. Y se acordó de las plumitas y los pelitos de los animales y enton-ces emprendió su largo camino.

Primero sacó el pelo del león y di-ciendo: “Ayúdame, señor de los leo-nes”, se transformó en un león que se fue corriendo muy contento por el monte. Luego quiso cambiar de for-ma y sacó el del tigre, y diciendo lo mismo se transformó en un tigre fe-roz que se fue corriendo y entonces se topó con la dificultad de que ya casi llegaba al palacio donde se en-contraba la muchacha y se preguntó muy triste:

—¿Cómo podré entrar? ¡Ah!, pero tengo todavía la oportunidad de con-vertirme en hormiga.

Porque alrededor del palacio ha-bía veladores guardianes en la puerta. Se convirtió en hormiga, pasó debajo de las botas de los guardianes, llegó hasta la puerta y entró a buscar el

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Hacedores de las Palabras78

tam, timk’on ti padhum, tam tiwaits le owits tam in tsu’uw jun i pulik já axi yab ne’ets kin éjtow kin wat’enchi antsana’k’i tam in tsalpay abal ne’ets ka tsab timk’on ti t’iw ani dhubatk’i in wat’enchi an pulik ja’ tam ti oowe in tsu’uwits in k’ima’ an éjek, junti k’uajatak an ts’ik’ach, kuajatak lej toninidh k’al i tsu’wits ti beloom, abal yab jita’ ka otsits, tam jajá lej utatits ba an pulik ataj timk’on ti dhanits abal kin ejtow ka otsits kin met’a’ ants’ik’ach, tam an kuital wat’ey tin pajab an belem, pelak jaja’ jun i

dhanits, yab tsu’tat tam ti otsits altaj, in tsu’u k’uajat an ts’ik’ach, in tawna’, ani an ts’ik’ach jik’ey; tam an kuitol in ucha’ yab kit jik’ey; tam ne’etsak ka otsitschik y an i inik, ti tsu’tap jant’o xin t’ajalak, ani yab jant’o in ela’chik; tam jun a k’ichaj tam ti patalchik in ja’ub an ts’ik’ach k’uajatakchik eleeb, in kua’alakchik jun i ajib; tam an kuitol otsits jant’odha’ ets’ey in t’ajal, ulits maj ju’taj ti k’uajat an ts’ik’ach, in ne’dha’ patal alwa tsalpadh, jawa xi ne’ets kin t’aja’, in matinchi an ts’ik’ach in jujuul an dhánits, ani jajaa’ in olchi jant’odha kin uluw, tam an

ts’ik’aach timk’on ti dhanits, an kuitol in baliy ba jun i tsakam talega tsipkats ani

jaja’ timk’on ti t’iw chi in teyokna k’al in wi’ an talega xan tin ne’dhal; tam an inikchik axi k’uajatak eleeb in tsu’uw, abal nixe’ xi t’iw in ne’dhalak jant’oj tin wi’. Wakalakits, tam an tatalaab otsitschik in aliyal an ts’ik’ach, tam in tsu’u abal yabak yabak k’uajat; tam in tata in uluw jilamalak ka k’ale, abal ya

ka k’alejak antsana’k’ij. Talbel yab owey, tsemets an tatalab k’al an ts’ik’ach; an ts’ik’ach in k’o’oy in

tsakamil, ani jatschick in bajuw ti alwa’ tatalaab teje’ ti tsabaal.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos79

cuarto de la muchacha. La saludó, pero la mu-chacha se asustó y se tapó con su cobija. Otra vez le volvió a hablar a la muchacha. La mucha-cha se paró para escuchar si era verdad lo que escuchaba. El joven volvió a decirle que no se asustara y que entonces lo podría ver.

Y así hizo la muchacha y vio al apuesto jo-ven frente a ella y dijo:

—¿Cómo pudiste entrar?El muchacho le contó toda su aventura y la

muchacha, al saberlo, se enamoró del joven. Y le dijo:

—Estoy dispuesta a todo, llévame conti-go, ya estoy harta de las humillaciones de mi padre y de mi madre. Llévame contigo —re-pitió la pobre muchacha.

La escucharon sus padres y vinieron a su cuarto, y el muchacho rápidamente se convir-tió en hormiga y se arrinconó en la sábana de ella. Vinieron los veladores a buscar quién es-taba platicando con la muchacha pero no ha-bía nadie.

Sucedió varios días, y un día, cuando una vez los padres tenían reunión o fiesta en el

patio, el muchacho entró como siempre lo hacía y se fue al cuarto de la muchacha. Tenía un plan para llevársela, llevaba todo lo que iba a necesitar, y cuando estaba la fiesta, ellos ya se estaban arreglando.

—Mientras ellos se divierten, nosotros nos iremos.

El muchacho le dio a ella un pelito de la hormiga y se transformó en hormiga; él se la echó en la bolsa y se transformó en gavilán y, sosteniendo la bolsa con su pico, voló, pasó frente al patio donde estaban festejando.

Luego, ya tarde, los padres subieron a ver a su hija y ya no estaba. La buscaron y no die-ron con ella. Dijeron:

—La hubiéramos dejado salir por lo me-nos para que no se fuera así, sin decirnos nada.

Porque ellos no dieron importancia al ga-vilán cuando se fue.

Pasó mucho tiempo. Cuando los padres se murieron, los novios regresaron a vivir allí, tu-vieron sus hijos y fueron los mejores padres.

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Hacedores de las Palabras80

Se k

oujp

ejpe

nkej

uan

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atl

Se tonal nemia se koujpejpenkej, tekitia kampa ki notsayaj itech xolal konet, uan altepemej se tonal tekitiya se xolal konet uan ki kakik majya kakistiyaj, mokakiyaj kemej ueuetkej tajtouaj uan neli mouia ixtakatsin yajki uan keman ikampa ki kakik ke kakistik, ijkon nejnentiaya uan mo ixkepak kinitak seki ixmamatamej ki tokayaj, uan in Martin yajki itech se ojti uan ompa panouayaj sekin tokniuan, itech tapialmej keman yin ixmamatamej ixnesitoj kintokakes in tokniuan Martin tejkok itech se tepexit uan kinin panistoya, in ixmamatamej se mokau takuitapa uan yolikintsi yaya ki ixajsik Martin, mo ixtatijtiaya itech sakamej, kemanki ajsito kinin notsak oksekin ixmamatamej uan ki kikitskijke uan kiuikakej ajkuitoj tepitsin kampa se atauj uejka kampa nemia Martín ki

kixtilijkej itasal uan peujkej ajkuij ome hora ajkuitoyaj kemej auejkajkatka nemiaj okuilimej tein ki kuayaj tokniuan uan kinekia ki kuaskej nejin Martin kistikis uan in ixmamatamej amo uel kisayaj ok neli siuiak Martin ipa ki piayaya sempual uan ome xiuit.Sempanti tiotak katka ki temoto kani kochis uan ki ajsik se tekoyok uan ki nitak miak okuilimej ompa kaltentenoj nemia se uenet monotsaya Beto ruan Martin ki tsintokili Beto tato uelis ni kochis se youal itech yin tekoyok kemaj, xinejnemi uan ti kitas yetok se kali ompa yetok se ueuet kinin pia yin okuilimej xikui se komit uan xi tatejtelo, keman tatapouik itak se okuili Juan uan ki nekia kikuits Martin ki tekak gasolina uan uejkasaj ki ualtamot taxotaltiloni

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos81

Mar

tínHabía una vez un leñador que traba-jaba en todos lados: en el campo y la ciudad. Un día, cuando trabajaba en el campo, el leñador Martín escuchó unos ruidos. Parecía que había perso-nas, pero como tenía mucho miedo se iba para atrás, daba pasitos. Escuchó otros ruidos atrás de él, y de repente vio a unos animales, pero no eran ani-males. Eran unos duendes que corrían. Martín corrió para el otro camino. Los duendes vieron a ese muchacho y lo empezaron a corretear, mientras que Martín se escapaba. Llegó a un monte y desde allí estaba viendo a los duen-des, pero un duende no pudo correr, se quedó solo, iba despacito y vio a Martín. Martín todavía se iba escon-diendo entre las matas de zacate, pero lo alcanzó y llamó a los demás duendes y se lo llevaron a nadar un poco en un río lejos de donde vivía Martín; le sacaron su ropa y se metie-ron a nadar. Dos horas estuvieron na-dando, pero como el agua tenía pozos muy hondos, había animales que se comían a las personas. Los animales

se querían comer a Martín. Martín salió rápi-do del agua y como los duendes estaban bien cansados, ya no podían nadar. Martín ya había cumplido veintidós años. Una tarde ya se hacía de noche, iba buscando dónde dor-mir. Encontró una cueva donde vivían mu-chos animales; en la entrada vivía un señor que se llamaba Beto.

—¿Señor, podría dormir una noche en esta cueva?

—Si caminas un poco más, vas a ver que está una casa. Ahí está un señor que cuida a los animales; agarra un palo y toca la puerta.

Cuando Martín tocó la puerta vio que salía un monstruo que se lo quería comer. Martín echó gasolina y prendió la casa y desde lejos vio que el monstruo se convertía en un señor. Martín tenía miedo y salió de la cueva dicien-do: “¡Auxilio, auxilio!”; iban persiguiéndolo unos animales; vio al señor convertido en ca-lavera. Martín subió hasta arriba de una mon-taña y desde ahí tiró una piedra muy grande que mató a todos los animales. Sólo había quedado Beto, pero como Beto entró en la cueva, Martín echó gasolina otra vez y Beto salió con su rifle. Cuando iba saliendo, Martín tiró un cerillo hasta donde estaba la casa y

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Hacedores de las Palabras82

keman ki ualtamot okuilij mokepaya ueuet, Martin ki isto amo no neliok, Martin mouiaya kalankisak kijtotiaya nechpaleuikan kisak uan ki itak kekijtojtokaya okuilimej uanki onijsik in ueuet mokepak nochi omit Martin mo euak itech se tepet ompa yetoya se tet uan Martin ki pantamot in tet uan kin kuitikis in okuilimej sayoj Beto mokauj, keman Beto kalak kampa in tekoyok Martin ki mimiloj gasolina satepan ki nalitak Beto ki istoya ika in itepos Martin sepa ki xotaltij inkalij, Beto mikik uan Martin kikuilij itepos uan sepa kalakik kampa in tekoyok uan yajki kampa sekali, ompa ompayetoya miak tamamej de teposmej uan yajkikeman yaya itech tepet mo chichinoj uan mo chijchiouj kemoj se okuilis, Martin setonal yajki tekitito uanki itak se tato morisauijtoya uan ki kixtito uan monojnotjtiayaj ojti, pero kemej Martin mokepaya, mokepak kemej se ueyi okuilij tejkoya ajko pero ajko teltsenka, okse tato ki

choiuij ,motatito itech yekauil tampa de se kouit uan amo ki itak kani meuak, uan mo tatsintokij ¿kani mo kalakito? Uan nesito okachi uejkapa ika itepos i ikan kiskej sekin okuilimej uan ki maakej Martin ika itajtej tekiloni, kitkik kampa se atauj ompa ki tokak, uan ijkon mo teuijtinemia ok keman ijxpan nasik sekin taxtekinij uan mo pankajkau itech at uan kisato kampa okse tepejxit kemej Martin kiuik miak tamaj kampa ta tajtati ki kixti se tepos uan peua ta tojtoponia tamij in ixtekmej, Martin yayak, uan ki kakik ki notsayaj uan kijtouayaj martij, Martin nimits temoua uan Martin ki itak se siuapil yek kuakualtsin yaya mo seuitik, Martin ki kixtiayaya uan kemej talauiya momets yoleuj uan mets tapetskoj uan ajkuikuan ki onajsiaya ke mokepak se kouat ueyak uan tomauak tein ki nekia kikuas Martin yej kistiuetsik ijsiuka no ki ual tojtokaya seki michimej uejueyi, Martin sepa ojtokatiaya, keman ajsik kampa se tepet kisayaj timoyomej uanki nekia ki itas, uan i ixtololoko uetsik setimoyot, amouel tachiaya, panojkej seki tonalmej uan Martin mikik kampa se xochitaj takualtsinkan in Martin in itakej, kiajojkej uan ki tajsomatikes teinmo teuij iuan okuilimej, amo ki eikaujke uan ijkoni ti matamij in sanil tein Martin.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos83

luego Beto se murió. Martín le quitó el rifle y entró a la cueva; llegó a una casa donde había muchas armas para matar. Martín se llevó to-das pero en un cerro vio una luz; iba caminan-do con muchas pistolas y cuando llegó al cerro ahí se quedó y se volvió monstruo; después espantaba a la gente de donde él vivía.

Un día, Martín iba a trabajar y vio a un señor que se estaba ahogando, lo sacó y después iban platicando por un camino; pero como Martín se convertía en un monstruo, en esos momentos empezó a convertirse en un mons-truo bien alto y espantó al señor, que se fue corriendo. Martín iba volando, entonces el se-ñor se escondió en la sombra de un árbol y no lo vio dónde estaba escondido. Martín se pre-guntó: “¿Dónde se habrá metido el señor?” Apareció más arriba de él con su rifle y apare-cieron unos animales bien grandes que le dis-pararon a Martín; se cayó y como que se moría, pero no era cierto. Después Martín se levantó y agarró un machete para matar a Pedro; se pelearon y ganó Martín con su machete, Pedro se murió. Martín lo levantó y se lo llevó cerca de un río y lo enterró, pero después Martín se-guía peleándose cuando se le aparecieron

unos ladrones por atrás. Entonces Martín se tiró al agua y nadó hasta salir al otro lado del río, pero como Martín agarró las pistolas en la casa que quemó, tomó un rifle y disparó hasta matar a todos los ladrones. Martín ya se iba a su casa; de repente, escuchó que le hablaban:

—¡Martín, Martín, aquí te necesito!Entonces se volteó y vio a una princesa que

se estaba ahogando. Martín corrió a sacarla, pero como estaba muy resbaloso, se resbaló y se cayó al agua; nadó hasta encontrar a la princesa. Cuando ya estaba cerca, la princesa se convirtió en una víbora muy larga y gorda que se quería comer a Martín. Martín se dio cuenta y nadó bien rápido hasta salir de allí; también venían unos peces bien grandotes. Martín siguió su camino y en el monte salían unas chispas y cuando las quería ver le cayó una en el ojo y no podía ver bien. Luego de unos meses, Martín se murió en un jardín muy hermoso. A Martín lo vieron, lo levantaron y le agradecieron por haber peleado con los ani-males. Lo enterraron y seguían recordándolo siempre. Nunca se olvidaron de él. Y colorín co-lorado, el cuento de Martín se ha acabado.

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Glo

sario

Langostino, camarón grande de río.Chiste, broma, mala jugada.Punta, vara puntiaguda.Lagartija pequeña y blanca, inofensiva, que asusta al ga-nado.Aquí se usa como medida de un terreno; 24 varas de largo equivalen más o menos a veinte metros. El más pequeño entre los hermanos.Manera incorrecta de decir soga, cuerda.Tiras delgadas de carne oreada.

Acamaya BoladaChuzo

Cuija

Mecate

PicheSaga

Tasajos

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos85

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res J-al vo’ne lo’il

CuentacuentosJuan Núñez Hernández, 15 años, tzotzil, Santa Cruz Buenavista, Bochil, Chiapas. Informante: Gustavo Núñez.Traductor: Gregorio Sánchez.

Litzi’y nima talak kaxtlawanit totonacosChistes para hacer reír que han compuesto los totonacosCatalina Jiménez Pérez, 7 años, totonaco, Rancho los Jiménez, Papantla, Veracruz. Informante: Concepción Pérez.

Leeti u kabali UxmalEl enano de UxmalDaniel Jesús Pech Ucán, 14 años, maya, Chunhuaymil, Hopelchén, Campeche.

Dídxa guca sti guidxa gudó beereEl tonto que ganó una apuestaJoaquín Martínez Mendoza, 11 años, zapoteco del Istmo, Camotepec, Juchitán, Oaxaca.

Ylkuit y rop kieg laccLa muerte y el pelónJosué Hernández González, 12 años, zapoteco del Sur, La Ciénega Buena Vista, Santiago Xanica, Oaxaca.

Kwento Juan nchkeenJuan FlojoOswaldo de Jesús López, 12 años, amuzgo, Plan Maguey I, Xochistlahuaca, Guerrero. Informante: Magdalena de la Cruz.

Na Juan alwa’ anina Juan olmadhJuan Loco y Juan BuenoAndrés Hernández Bautista, 10 años, tének, El Chical de la Pila, Ciudad Valles, San Luis Potosí.

14 20

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos87

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Pey listPedro ListoPablo Almaraz Santiago, 12 años, zapoteco de la Costa, Oluche, Santa María Tonameca, Oaxaca.

Am’ky jää’y mëët ja kääjEl borracho y el tigreLemuel Martínez Martínez, 13 años, mixe alto, Llano Campana, Santo Domingo Tepuxtepec, Oaxaca.

Lakgataun akgachokgUna acamayaSilverio Hernández Zúñiga, 14 años, tepehua, Arroyo Grande, Tlachichilco, Veracruz. Yin chiktej uan yin kouatEl pájaro y la víboraCristina Felícitas Juárez, 13 años, náhuatl, Tencuix, Cuetzalan, Puebla.

Tichi’í kuayíEl zopilote y la tortugaLorenzo Cano Simón, 13 años, mixteco, Arroyo Faisán, San Luis Acatlán, Guerrero.

Juntú’ul ch’o’om yéetel juntú’ul mukuyUna tortolita y un zopiloteGerónimo Caamal, 14 años, maya, San Demetrio Pom, Yaxcabá, Yucatán.

Juntu’ul balam yeetel junt’ul toolokEl tigre y la lagartijaGerónimo Caamal, 14 años, maya, San Demetrio Pom, Yaxcabá, Yucatán.

Mapachin wan tebi’sijEl cangrejo y el mapacheFausto Morales Lerdo, 9 años, náhuatl, Palma Real, Pajapan, Veracruz.

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Hacedores de las Palabras88

Anj’gooEl zorroFausto Cruz Cristóbal, 13 años, tlapaneco, Llano de la Parota, Acatepec, Guerrero.

Peek’ yéetel kú’ukoEl perro y la ardillaAntonio Cupul Balam, 12 años, maya, X-Huechil, Chemax, Yucatán. Traductor: Daniel Hue.

Kwentoo’ kasa nekio katsue’ ntomEl sapo y el perro negroEliseo Santiago Morales, 12 años, amuzgo, Llano de la Parota, Acatepec, Guerrero. Informante: Macario Danría.Traductor: Aquileo Arango.

KalixEl perro KalixMateo Tun May, 11 años, maya, Tuzik II, Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo. Informante: Cresencio Tun.

U tsikbali jump’e k’amkabi lúumK’a’ankabiokJosé Poot Chi, 14 años, maya, Yaxhaltún, Hecelchakán, Campeche.Informante: José Poot.

Na ta uni daviUn señor pobreRigoberto Germán García, 14 años, mixteco, Rancho Rivera II, San Luis Acatlán, Guerrero. Informante: Crispín Germán García.

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Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos89

Ye muachitosTres muchachitosVíctor Corrales Flores, 12 años, náhuatl, El Cayaquito, Aquila, Michoacán.

Jum tuul noojoch maama yeetel u yaabilFlorentino, Clementino y el reyMaría Flora Tuz Canul,16 años, maya, Santa Isabel, Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.

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An labid’h k’o’onel chikEl poder de los animalesFelicitas Cruz Hernández, 12 años, tének, El Chical de la Pila, Ciudad Valles, San Luis Potosí. Informante: Lamberto Cruz. Traductora: Socorro Reyes.

Se koujpejpenkej uan okuilimejMartínLino Hernández Fuentes, 12 años, náhuatl, Tecazo Pinahustán, Cuetzalan, Puebla.

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Adelina Fermín Gómez, 12 años, amuzgo, Cruz de Piedra Blanca, Xochistlahuaca, Guerrero.

Agustina Poot Chan, 12 años, maya, Yaxhaltún, Hecelchakán, Campeche.

Aída Salgado Vázquez, 7 años; Alberto Francisco Pavón 10 años; Luis Cruz Hernández, 7 años; Lidia Francisco Vázquez 7 años; Fermín Hernández Cortes, 14 años. (Colectivo)

Albina Díaz de la Cruz, 13 años, huichol, El Cora, Tepic, Nayarit.

Alejandra López Nicolás, 13 años, Rancho el Águila, Oaxaca.

Alondra Janeth Arballo Espinoza, 12 años, kiliwa, Arroyo de León, Ensenada, Baja California.

Anita Hernández Domínguez, 11 años, tének, El Chical de la Pila, Ciudad Valles, San Luis Potosí.

Arturo Martínez Venegas, 13 años, mazateco, Cinco de Mayo, Santa María Chilchotla, Oaxaca.

Carlos Chan Pat, 17 años, maya, Noh Can Cab, Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.

Cristina Felícitas Juárez Cervantes, 13 años, náhuatl, Tenkuix, Cuetzalan, Puebla.

Daniel Ruiz Contreras, 13 años, mixteco, Laguna Zaragoza, Nochixtlan, Oaxaca.

Delfino Zurita Cortés, 9 años, chatino San Miguel, San Juan Lachao, Oaxaca.

Lista

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91Cuentos de engaños para hacer reír y fantásticos

Diego Hernández Díaz, 12 años, tzotzil, Chauquil- Uk’um, Chiapas.

Diego Ignacio Reyes Velarde,8 años, náhuatl, Tepeyac Cuayo Paxtla, Tancanhuitz de Santos, San Luis Potosí.

Efraín Tolentino Santos, 13 años, otomí, El Ojite, Huehuetla, Hidalgo.

Eleutersa Noh Cen, 11 años, maya, Kankabchén km. 39, Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.

Estanislao Calixto Flores, 11 años, mazateco bajo, Sección Fabián San Felipe, Jalapa de Díaz, Oaxaca.

Federico Benítez Jiménez 14 años, mixe alto, Casa Grande Asunción, Cacalotepec, Oaxaca.

Felix Hernández Cardoso, 11 años; Vicente Hernández Cardoso, 12 años; Apolinar Gallardo Gutiérrez, 10 años. (Colectivo)

Flavio Caamal Chablée, 13 años, maya, San Demetrio Pom, Yaxcabá, Yucatán.

Isaías Kumul Cauich, 11 años, maya, San Pedro, Valladolid, Yucatán.

Israel Arce Manzano, 10 años, R. San José, San Pablo del Monte, Tlaxcala.

Iván Ortigoza López, 9 años, mixteco, Barrio Centro, Yukuquimi, Oaxaca.

Jacinto Rubén Flores Fuentes, 11 años, náhuatl, Tepetomayo, San Pablo del Monte, Tlaxcala.

Jairo Hernández Baltazar, 10 años, náhuatl, El Naranjal 2, Xilitla, San Luis Potosí.

Jesús Antonio Cruz, 9 años, náhuatl, Totomoxtla, Axtla de Terrazas, San Luis Potosí.

José Epitacio Cerecedo Ramírez, 12 años, náhuatl, Xoloxtla Huejutla, Hidalgo.

Josefina Hernández Hernández, 12 años, náhuatl, Huitzilinguito, Orizatlán, Hidalgo.

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Hacedores de las Palabras92

Juan López Nuñez, 13 años, tzotzil, Chauquil-Uk’um, Chiapas

Juan Nuñez Hernández, 15 años, tzotzil, Santa Cruz, Buena Vista, Bochil, Chiapas.

Kankabchén Tepich, Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo.

Macedonia Cruz Aguirre, 14 años, rarámuri, Mova, Guachochi, Chihuahua.

Manuel Texco Vázquez, 14 años, totonaco, Benito Juárez, Coyulta, Veracruz.

Marcial Cruz Cruz, 13 años, zoque, Nuevo San Miguel, Chiapas.

María Magdalena Hernández Reyes, 13 años, náhuatl, Xocoyo Tozantla, Tancahuitz de Santos, San Luis Potosí.

Mario Matamoros Zurita, 11 años, mixteco bajo, San Isidro, Coicoyán de las Flores, Oaxaca.

Martina Cardoza Ocampo 9 años, chinanteco, José López Portillo, San Juan Lalana, Oaxaca.

Margarita Díaz López, 14 años, huichol, El Cora, Tepic, Nayarit

Martina Vicente Pérez, 12 años, totonaco, Rancho San Juan la Guasima, Tecolutla, Veracruz.

Miguel Hernández, 12 años, Montenegro, Nochistlán, Oaxaca.

Nicolasa Medina Juárez 16 años, náhuatl, Cacatecuahutla, Cuetzalan Puebla.

Paulino Hernández Salinas, 9 años, chatino, San Miguel Lachao, Oaxaca.

Patricio Victoriano Vázquez, 9 años, zapoteco de la costa, Santa María de la costa, Oaxaca.

Pedro Vásquez Vásquez, 14 años, Los Magueyes.

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93Cuentos de engaños para hacer reír y fantásticos

Raudel Fernando Islava Meza, 10 años, kumiai, Juntas de Nejí, Tecate, Baja California.

Rigoberto Vásquez Torres, 9 años; José Vásquez, 12 años.(Colectivo)

Rodrigo Sánchez Pérez, 11 años, náhuatl, Tepetomayo,San Pablo del Monte, Tlaxcala.

Rolando Jiménez Gómez, 11 años, mixe, Taller de Pintura Ayuujk, Tlahuitoltepec, Oaxaca.

Romualdo Dzul Uicab, 11 años, maya, Yokdozonot- Hu, Yaxcabá, Yucatán.

Rosemberg Cruz Pérez, 12 años, tzeltal, Duraznal Santa Fe, Chilón, Chiapas.

Sabina Luis Vásquez, 13 años, zapoteco del Valle, Rancho Maya, San Miguel Tilquiapan, Oaxaca.

Saúl Martínez Cardosa, 10 años, Chinanteco, San Juan Lalana, José López Portillo, Oaxaca.

Sebastián Reyes López, 12 años, amuzgo, Barrio Llano San Pedro Tlacoachistlahuaca, Guerrero.

Tirzo Cota, 12 años, kumiai, Chapich Neji, Baja California.

Víctor Corrales Flores, 12 años, náhuatl, El Cayaquito, Aquila, Michoacán.

Xhitlaly Pedroza Silva, 12 años, zapoteco del Istmo, El Crucero, San Blas, Oaxaca.

Yolanda Meneses Peñate, 12 años, chol, Río la Ilusión, Tumbalá, Chiapas.

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Agua

Así soy yo

Campo y campesinos

Comida y recetas

Conejo y Coyote

Creencias, dolencias y remedios

Cuentos de animales

Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos

De la cuna a la tumba en las comunidades

Gigantes, duendes y salvajes

Historias de cuevas, culebras y diablos

Historias de espantos, seres que se transforman, tesoros

escondidos y matrimonios engañosos

Las comunidades. Fundación, historia, percances y festejos

Maíz

Oficios y ocupaciones

Orígenes y dueños. Por qué son así algunas cosas

del mundo y cómo otras suceden en el monte

Refranes, adivinanzas, acertijos, trabalenguas, juegos

y chistes

Versos, arrullos y canciones

Cuentos de engaños, para hacer reír y fantásticos

Cue

ntos

de

enga

ños,

par

a ha

cer

reír

y fa

ntás

ticos

secretaría deeducación pública

secretaría deeducación pública

De las cosas que se cuentan