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CUADERNOS CAPARENSES Nº VIII 2015
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CUADERNOS CAPARENSES Nº VIII 2015
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NUEVOS DATOS Y MATERIALES
DEL POBLADO CALCOLÍTICO DE SANTA MARÍA
GUIJO DE GRANADILLA (Cáceres)
La localización del poblado fortificado se encuentra en la Dehesa del Guijo de
Granadilla, conocido como de Santa María, actualmente esta zona queda sumergida por
las aguas del pantano de Gabriel y Galán. Como consecuencia de la bajada del nivel de
aguas en el año 2004, pudimos observar unas construcciones que afloraban en el terreno
una vez el nivel de agua había bajado. Procedimos a tomar las mediciones y las
correspondientes instantáneas que nos han permitido crear una planimetría de sus
estructuras. El poblado está rodeado en los lados N, E y W de suaves pendientes, le bordea
un arroyo y en el lado NE, un valle con cierto desnivel con manantiales de agua.
La topografía desde el punto de vista geológico, se trata de una zona con formaciones
precámbrica superior, con predominio de pizarras de primera esquistosidad y con gran
abundancia de afloramientos cuarcíticos blancos, carentes de óxidos e hidróxidos de
hierro. Las vetas pizarrosas afloran con plegamientos verticales cuyo eje direccional es
E-W y lineación de intersección de fase I.1
Fig. 1 Remansos del Pantano de Gabriel y Galán.
Con una nueva bajada del nivel de aguas del pantano de Gabriel y Galán, hemos
podido comprobar que un nuevo lavado de tierras por el constante movimiento de aguas
del pantano, han aflorado muros que no apreciamos en su descubrimiento en el año 2004,
1 IGME, núm. 575 12-23 Hervás
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así como nuevos materiales han quedado al descubierto por los alrededores del poblado
que llamamos en nuestras primeras noticias que publicamos en la revista Ahigal, como:
El Poblado Calcolítico de Santa María. En la localidad de Guijo de Granadilla.
La zona está determinada por suaves lomas que se entrelazan entre sí, formando un
terreno ondulado componiendo pequeños relieves donde en uno de estas pequeñas lomas
se asienta los restos de un poblado de época Calcolítica. La cota topográfica es de 395
metros de altitud, a nivel edafológico son tierras de color pardo-rojizo, de poco espesor y
muy mezcladas con pizarras y cuarzo, se consideran tierras con buena de retención de
agua, estas antes de la inundación de pantano, estuvieron dedicadas al aprovechamiento
agrícola y ganadero. (Fig.1)
Los restos de este poblado presentan gran erosión como consecuencia del constante
movimiento del agua cuando baja de nivel, que han ido arrastrando las tierras que se
había acumulado durante milenios, quedando al descubierto las primeras hiladas
constructivas de los habitats y del amurallamiento del poblado. Lamentablemente hoy
solo conserva la base fundamental de cimentación de los muros.
El poblado estuvo bien dotado de agua por el arroyo que discurre en el lado NW
del poblado y se conoce como el arroyo de “Vallecanta” así como las fuentes de “Santa
María”, de ahí el nombre del lugar así como otras fuentes de agua a poco más de medio
kilómetro de distancia. Efectuado un cálculo aproximado de la superficie que pudo haber
tenido este poblado lo situamos en unos 1.200 metros. 2
La zona actualmente está dedicada al pastoreo del ganado vacuno y ovino. Por
referencias de algunos pescadores el poblado ha sido expoliado casi en su totalidad, y aún
se pueden observar por el suelo diversos fragmentos de molinos, molenderas, hachas,
pesas de pesca, multitud de fragmentos cerámicos, pondus cerámicos, moco de fragua,
etc, afortunadamente hemos podido fotografiar in situ diversos materiales esparcidos por
todo el área.
En 2004, realizamos una planimetría del poblado, que ampliamos hoy con nuevos
datos de las estructuras que antes no conocíamos, así como una breve descripción de los
materiales que se hallan por el lugar. Según nos comentaron los citados pescadores,
grandes piedras se han ido llevando algunas gentes, nos imaginamos molinos, hachas, etc,
de cierta belleza ya que les llamaría la atención de estos enseres.
Murallas (Fig.2)
Lo que se ha conservado hasta hoy de las murallas es realmente ínfimo, no solo por
las acciones del agua, sino en primer lugar por las labores agrícolas siglos atrás, antes de
la inundación, así como la retirada de sus piedras para obtener tierras despejadas y que
les permitiera un mejor aprovechamiento para la siembra que en estos terrenos dedicaban
al cereal, y por último a la gran erosión al que se ha visto sometido este yacimiento
arqueológico por la acción del agua del pantano de Gabriel y Galán, en situación a la
pendiente del terreno donde está ubicado este enclave.
2 Recientemente hemos descubiertos nuevos asentamientos, calcolíticos y romanos en las proximidades. En
prensa.
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Las piedras retiradas se acumularon en la parte alta del poblado donde hemos podido
confirmar que fueron edificios contemporáneos al poblado, ya que entre estas
acumulaciones se pueden apreciar estructuras bien definidas, no obstante esas mismas
construcciones antiguas fueron reutilizadas en tiempos modernos, como cercas para el
encierro del ganado y refugio para los pastores.
Algunas de las piedras en estos amontonamientos tienen unas dimensiones
considerables 3,00 x 1,50 mts, lo que nos hace pensar que en dos de las cuatro
acumulaciones que se encuentran en la parte alta del poblado, originariamente hubieran
podido tener otra función, quizás enterramientos de tipo dolménico, relacionada con la
primera época de sus pobladores. Lo que aún hoy se puede distinguir de estos muros son
cuatro torreones semicirculares unidos entre sí por un muro. Una entrada de 3,80 mts de
luz , construcciones realizadas con materiales locales como son las pizarras y el cuarzo,
materiales abundantísimos por toda zona.
La anchura del muro del primer torreón es de 1,30 mts, con un diámetro exterior de
5 mts y el interior de 2,40 mts. El segundo torreón tiene un grosor de 1,20 mts, su diámetro
exterior es de 6,20 mts y el interior de 3,80 mts. El tercer torreón el situado al noroeste
del poblado cuyas dimensiones son 5 mts, de diámetro exterior, interior de 2,70 mts, este
torreón es esquina con el muro al este del poblado, con11 mts, de largo, a 7 mts, de este
hay los restos de otro muro realizado con pizarras y cuarzo de buen tamaño, con un
longitud de casi 5 mts, un cuarto torreón que sigue al citado muro qué forma esquina con
un muro de 5,5 mts, en ancho de este torreón es de 7 mts, a partir de este resto
desconocemos hacia donde continua. El muro por el lado w, se prolonga desde la puerta
de entrada hasta 15 mts, y enlaza con otro paño de 3 mts, con piedras de regular tamaño
y que cerraría la fortificación por este lado. (Fig.LXX)
Los muros de este poblado únicamente conservan una hilera de piedras asentadas en
el suelo virgen, careciendo apenas de tierra a excepción de algunas zonas donde la
potencia estratigráfica es de pocos cms. A la derecha de la puerta de la muralla a escasos
metros, se localizaron superficialmente muchos fragmentos de moco de fragua, lo que
nos hace pensar que en ese lugar se encontraría algún taller de fundición de cobre.
Lám. 2 Planta del amurallamiento del poblado de Santa María
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Estructuras interiores (viviendas) (Lám. I-II)
Aunque apenas se conservan restos de las viviendas, ya que estas se encontrarían en
un nivel más alto de los muros de las murallas, la recogida de piedras y el lavado del agua
del pantano, prácticamente han borrado cualquier vestigio de ellas, pero aún hemos
podido observar una serie de piedras que denotan una distribución circular con muros de
0,60 mts de grosor. La techumbre de las viviendas fue sin duda realizada con elementos
vegetales y forrados con barro, ya que por los alrededores se observan afluencia de trozos
de barro, (pellas), con la impronta del cañizo y ramaje vegetal con que recubrían las
paredes y los techos de las cabañas.
Como hemos citado existen en la parte alta más amesetada, unas acumulaciones de
piedras, que en su nivel inferior, se aprecian estructuras considerables en forma irregular
con grandes bloques de piedras de pizarra y cuarzo, de considerable tamaño. Aunque estas
construcciones han podido ser modificadas en su estructura por la mano de pastores que
aprovecharon las piedras para la construcción de cercados.
Cerámica
Los fragmentos cerámicos son los restos más abundantes y muy fragmentados de los
que normalmente pertenecen a panzas de vasijas de cierto tamaño, posiblemente
correspondan en su mayoría a recipientes de almacenaje. Las características principales
y más comunes de las cerámicas de este poblado pertenecen a formas poco significativas,
comunes a los poblados del entorno. Se trata de una cerámica realizada a mano y está
compuesta por platos, cuencos y vasijas de tamaño regular o grande que servían para
almacenar el grano recogido y que se conservaban en los numerosos silos que hay
alrededor. Debemos significar que a pocos metros de la muralla hemos comprobado la
existencia de algunos silos aprovechando los espacios entre los afloramientos de pizarra,
de los que han quedado patentes por expoliaciones algunos agujeros de considerables
dimensiones.
La tipología de los bordes estudiados son de dos tipos: bordes engrosados hacia el
interior y bordes rectos. Los bordes engrosados hacia el interior pertenecen a vasijas
semiesféricas, donde las superficies suelen estar sin decorar aunque hemos encontrado
algunos fragmentos con decoraciones a base de lúnulas incisas. Los bordes rectos
pertenecen a cuencos de poco alzado y a fragmentos de platos de paredes y fondo recto.
En términos generales, podemos decir que las cerámicas de este yacimiento son de buena
calidad, la mayoría están alisadas y espatuladas en ambas caras. Esta tarea ha sido
realizada con rollos de río material muy abundantes en el entorno. También hemos
observado que algunas cerámicas presentan un engobe rojizo principalmente en su pared
exterior. Toda la cerámica presenta un desgrasante variado de arenillas y cuarzos de
diverso tamaño. Según la tipología de la pieza, el barro utilizado también ofrece variedad
entre las tonalidades de la arcilla pardas claras y oscuras.
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La diversidad en las tonalidades varía según la cocción a la que se ha visto sometida,
algunos de estos fragmentos presentan tonalidades oscuras llegando hasta el negro,
realizadas tanto en hornos abiertos o con fuegos reductores. La cocción es de buena
calidad resultando de ello piezas de gran resistencia tanto en paredes finas como gruesas.
Otros elementos cerámicos
Varios pondus de barro cocido, hallados en su mayoría piezas de pequeño tamaño,
rectangulares con dos agujeros en su parte superior, otros con un solo agujero o
rectangulares redondeados con un solo agujero. (Fig.3)
También documentamos la mitad de creciente cerámico aplanado en una de sus
partes, perteneciente a la fase de transición neolítico-calcolítico,3 de barro pardo oscuro
con desgrasante especialmente granos minúsculos de cuarzo blanco y menos de mayor
tamaño, escasas muestras de micáceos. En la punta del creciente un agujero de 4 mm, de
diámetro, realizado antes de la cocción, un grosor en su centro de 2 cms, disminuyendo
hacia la punta redondeada,4 las dimensiones del fragmento es de 5,5 cms, completo podría
tener de 10 a 12 cms. (Fig.5)
Fig. 3 Pondus Fig. 4 Colgante creciente
Granito
La zona del poblado en concreto esta zona, es carente de granito, pero aunque este
material se encuentra al otro lado del río Alagón, en el poblado se localiza bastante
material granítico, que únicamente fue utilizado para la elaboración de molinetas,
barquiformes o planas, de distintos tamaños y formas, incluso aprovechaban los cantos
de rio o la elaboración de hachas, mazas, molederas, etc. Utensilios que se tallarían en el
lugar de extracción del granito y posteriormente acarreadas con algún animal de carga.
3 Neolítico final-calcolítico inicial con una datación del 3200-2600 a.d.n.e. 4 Diversos ejemplos de estos crecientes en otros poblados, como en el poblado de “El cerro de la Horca-
Plasenzuela”, Piñón Varela, F. y otros. Norba 10, pp. 41-57, Cáceres 1990. Otros ejemplos en el yacimiento
de “La Orden-Seminario” en Huelva.
Otro yacimiento
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El número de piezas vistas por nosotros supera la treintena, aunque nos comunicaron
algunos pescadores de la localidad de Guijo de Granadilla que mucha gente se han ido
llevando distintas piedras.5 También hemos observado y fotografiado, diversas hachas y
azuelas rusticas realizadas en rollos de río, pesas de telar, o de pesca, mazas para moler o
triturar, martillos, percutores, yunques y piezas posiblemente utilizadas para algún juego.
El Calcolítico surge como un proceso de transformación cultural, social y económica,
donde las manifestaciones más innovadoras son la organización de los asentamientos y la
aparición de la metalurgia. En los poblados del Calcolítico Inicial, se observan
cerramientos a modo de muralla que son más intimidatorios que defensivos. En otras
ocasiones estos cierres son para proteger a los animales y a los víveres con la ubicación
de los silos en estas zonas, como es el caso de Santa María.
La interpretación de todos estos datos, nos indica un patrón de asentamiento que
cambia de una fase a otra, el cambio más acusado se da entre el calcolítico Inicial y el
calcolítico Pleno, situándose los poblados de la primera etapa en zonas más o menos
llanas o ligeramente amesetadas que cuentan con puntos de agua próximos y buenas
tierras para la labor agrícola, en los que abundan los silos.
Por el contrario, los asentamientos cuyo hábitat se construye en la fase Plena del
período calcolítico, prefieren zonas mucho más elevadas y con buenos recursos hídricos.
Este patrón de asentamiento perdurará hasta el Calcolítico final6 ubicándose en cerros
próximos a lo largo del curso del río Alagón7. En el caso del poblado de Santa María, es
atribuible a un asentamiento establecido durante la etapa del Calcolítico Inicial8 y que
posiblemente perduraría hasta el final de este período cultural.
Respecto al paso del Neolítico tardío, al Calcolítico tampoco contamos con
demasiadas novedades, lo que nos hace suponer que la herencia neolítica y las
condiciones ambientales debieron de influir en el panorama que se empieza a dibujar. En
esta zona son escasos los estudios que hacen referencia a este periodo cultural para poder
comparar un asentamiento con otro y determinar si hay uniformidad entre ellos por los
contactos que hayan tenido. Hemos apreciado en los escasos yacimientos conocidos
atribuibles a este periodo, que en esta zona ha existido gran unidad entre ellos por la
presencia de una vía de comunicación relativamente importante como es el río Alagón.
Todo esto establecería la existencia de dos horizontes homogéneos, aunque con
distinciones de carácter local o zonal:
5 Suponemos molino, hachas, piedras del rayo, llamativas o de cierta belleza, actualmente forman parte de
colecciones privadas, tanto en Guijo de Granadilla como otros pueblos próximos. 6 Martín de la Cruz, J.C. et alii. 2004. “Novedades en el conocimiento sobre el neolítico y calcolítico en
Andalucía: panorámica de una década de investigaciones”. pp. 215-241. 7 Río-Miranda Alcón, J. - Iglesias Domínguez, Mª Gabriela. Revista Ahigal. 2005. “El Poblado Calcolítico
de “Los Castillejos (Las Colonias)” Zarza de Granadilla (Cáceres), se trata de uno de los cerros del margen
del río Alagón donde se localizan más de cincuenta viviendas realizadas con rollos del río, su estado de
conservación es bueno, que a falta de un estudio más profundo se podría atribuir al igual que al de Santa
María a este mismo período. En prensa 8 Ruiz Lara Mª. D., 1993 “Primeras culturas metalúrgicas en la mitad de la provincia de Córdoba (La
Campiña) Tesis Doctoral inédita. Universidad de Córdoba.
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Un primer horizonte es para algunos especialistas, la adjudicación al Neolítico final
o Calcolítico Inicial, los habitats generalmente establecidos en llanos y sin apenas
sistemas defensivos, con grandes zonas de silos, persistiendo los mismos modelos en
utensilios cerámicos, incluyéndose dentro de este periodo: las cazuelas carenadas,
cuencos, platos, vasijas para almacenaje de grano con borde ligeramente al exterior y a
otras formas cerámicas que persisten del neolítico, se siguen utilizando hojas de cuchillos,
puntas de flechas, (en el caso del yacimiento de Santa María realizados con cuarcitas, por
ser este un material muy abundante en esta zona, etc).
Otro horizonte es la de considerar como Calcolítico Pleno, los poblados situados por
lo general en zonas elevadas y de fácil protección con sistemas defensivos, controlando a
su vez las vías naturales. Siendo en este período la cultura material la proliferación en
mayor cantidad de útiles metálicos, como hachas, puntas de flecha y una mayor variedad
en utensilios cerámicos como: platos de borde engrosado, cuencos y vasijas de
almacenamiento, perviviendo todavía los útiles para la caza y labor hechos con materiales
líticos, como hoces de dientes, etc. Sigue usándose como arma principal el arco y la
flecha.
El auge de la economía durante la etapa del Neolítico, en la comarca de Plasencia,
condujo al desenvolvimiento desigual de las capacidades de producción y acentuó los
regionalismos y variabilidad de los grupos humanos, transformando el mundo en un
mosaico de tradiciones bien diferenciadas. Cuando los animales comienzan a ser
utilizados para la tracción y el transporte y apenas son sacrificados como alimento,
desencadenando la llamada "Revolución de los Productos Secundarios". Leite, nos ofrece
ejemplos en sus numerosos trabajos fijando un camino abierto a innovaciones
tecnológicas ausentes en el Neolítico Antiguo, tales como el arado, la rueda, el uso del
caballo como montura y, por último, la metalurgia.
Estas innovaciones reflejan de un modo fundamental el desenvolvimiento agrícola,
el comercio a distancia o el contacto entre distintos pueblos o culturas. Los excedentes
alimentarios obtenidos permiten la aparición de artesanos especializados, posibilitando la
diversidad de los oficios que se van progresivamente asentando como una alternativa al
trabajo en el campo.
Dentro de esta problemática social cada vez más compleja, se acentúa una nueva
jerarquía de derechos sobre las propiedades y se estratifican los estatutos políticos y
religiosos. En el control de los territorios. Los yacimientos mineros ligados a la
producción de objetos metálicos condicionan decididamente las relaciones entre grupos
distintos. El aumento de la rivalidad da origen a un comportamiento guerrero que asegura
el orden de las cosas, los estatutos adquiridos, y sobre todo la primacía del grupo.
En el oeste ibérico afloran minas de hierro, cobre, oro y plata, con yacimientos al
aire libre y con una tecnología muy primitiva y fácilmente explotadas. Se aprovechan de
los ríos como vías de comunicación, o como recursos de irrigación artificial que les
permite aumentar la productividad.
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Como consecuencia de esta revolución aumenta la identidad de cada grupo y se
acrecienta también la rivalidad entre los distintos pueblos creando la necesidad de
defenderse9. Los poblados fortificados surgieron como respuesta a la inestabilidad y a las
tensiones sociales y la lucha por los recursos. Las preocupaciones defensivas están
patentes en el progresivo reforzamiento que sufren algunos de estos bastiones que en sus
primeras fases constructivas fueron realizadas con excelente técnica. En el caso del
yacimiento de Santa María, no se observa lo que en otros poblados es patente, el declive
constructivo o los reforzamientos de las construcciones, lo que nos hace suponer que la
ocupación de este poblado pudo no ser muy extenso en el tiempo, su abandono debió de
acontecer por el agotamiento de las tierras, o por el hallazgo de nuevos lugares más
prósperos (aunque sin un estudio concienzudo al respecto, no podemos emitir un juicio
definitivo de sus fases de ocupación).
Una hipótesis de trabajo es el traslado de sus moradores unos kilómetros más al norte
donde se observa un asentamiento de la misma época junto al cauce del río Alagón y con
un entorno territorial más fértil y boscoso.
Uno de los modelos explicativos que podríamos adoptar de una manera más
expresiva, en relación a los estudios del Calcolítico en los últimos años en nuestra región
y concretamente a su escasez en nuestra zona de influencia, es la evolución de la
neolitización en estudios más o menos recientes existe una necesidad de darle una
procedencia foránea y compararlos con el Próximo Oriente, aunque aplicando las
correspondientes escalas de proximidad a nosotros, el denominador común es la
evolución social espontanea donde se halle, mediante la explotación de subsistencia a
través de las siembras de cereales y la ganadería ovina y caprina ya olvidado la etapa de
la recolección y caza condicional.
IMAGENES DE LAS ESTRUCTURAS
9 Cardoso, J.L., A reconstruçao de grandes estructuras em povoados calcolíticos. O ejemplo de Lecia (Oveiras),
“Actas das IV jornadas Arqueológicas da Associaçâo dos Arqueólogos Portugueses, Lisboa, 1990, pp.139-146.
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Lám. I Estructuras del amurallamiento
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Lám. II Estructuras del amurallamiento
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Lám III Molinetas, molederas, hachas, azuelas, pesas de pesca, hachas rusticas, martillos, etc.
Lám. III Molinetas barquiformes con moledera
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Lám. IV. Mazo de moler, hacha, azuelas, moledera, alisador
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Lám. V Mocos de fragua de cobre y mineral férreo hallado en el poblado
Lám. VI. Cerámicas superficiales
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Lám. VIII Diversos fragmentos y dibujo de formas