conciencias libres nº 29

7/28/2019 CONCIENCIAS LIBRES N 29.

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LA ANARQUIA, ESTUDIANDO AL HOMBRE EN SU NATURALEZA, EN SU EVOLUCIN, DEMUESTRA QUE NOPUEDE HABER BUENAS LEYES, NI BUENOS GOBIERNOS, NI FIELES EJECUTORES DE LA LEY. JUAN GRAVE

N 29 JULIO 2013

QU ES LA ANARQUA?

A pesar de que la anarqua haya salido

de la oscuridad en la cual se intentahogarla; a pesar de que hoy, merced a

la persecucin, merced a las leyes de

excepcin, tal como se hace en las

peores monarquas, los nombres de

anarqua y de anarquistas no son

ignorados por nadie, hay pocas

personas que sepan con certeza lo que

es la anarqua.

En el affaire Dreyfus, a raz del cual

surgieron muchos anarquistas,

su intervencin tuvo por efecto

ponerlos en contacto con los

polticos burgueses que los

ignoraban totalmente, pero la

anarqua no por ello sali ms

clara.

Anarqua, para los unos es el robo, el

asesinato, las bombas, el retorno alsalvajismo; los anarquistas no son otra

cosa que ladrones, perezosos que

quisieran poner todas las riquezas en

comn con el fin de poderse

regodearse en el dolce far niente

Para los otros, la anarqua es una

especie de utopa, de sueo de edad de

oro, que, de buena gana, se reconoce

muy hermoso, pero, un sueo, al fin,

bueno a lo ms para ilustrar los librosde moral, o para construcciones

sociales fantsticas; los ms, clementes,

encaran la anarqua como una vaga

aspiracin a la cual no oponen reparos

para reconocer como deseable para

que la humanidad tienda a alcanzarla,

pero tan perfectamente inaccesible que

no hay que preocuparse tan

tenazmente en realizarla, y losanarquistas como variedad de

locos, de los cuales es bueno

precaverse, como de pobres

iluminados que pierden de

vista los senderos prcticos

para extraviarse en la ola de la

utopa.

Son poco numerosos los que saben que

la anarqua es una teora que se apoyasobre bases racionales, que siendo los

anarquistas hombres que han recogido

las quejas de los que sufren del orden

social actual, habindose

compenetrado de las aspiraciones

humanas, han emprendido la crtica de

las instituciones que nos rigen, las han

analizado, se han dado cuenta de lo


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que valen, de lo que pueden producir, y

quienes, del conjunto de sus

observaciones, deducen leyes lgicas,

naturales, para la organizacin de una

sociedad mejor.Ciertamente, no tienen la pretensin

de haber inventado la crtica del orden

social; otros ya lo haban hecho antes

que ellos; desde que existe el poder,

hubo descontentos que no tuvieron

pelos en la lengua para censurar sus

actos, y si poseyramos las leyendas

que los humanos se transmitan antes

de conocer la escritura, encontraramosquizs en ellas, stiras contra sus jefes.

Se puede muy bien hacer la crtica del

orden de cosas que existe sin ser

anarquista, y algunos lo han

logrado de una manera que

jams sobrepasan los

anarquistas.

Pero lo que los anarquistas

creen haber hecho de ms queaquellos, de ms que las escuelas

socialistas existentes o que les

precedieron, es haber sabido

reconocerse en el montn de errores

que se desprenden de la complejidad

de las relaciones sociales, de haber

sabido remontar a las causas de la

miseria, de la explotacin y de haber,

en fin, desnudado el error poltico que

haca esperar buenos gobiernos,

buenos gobernantes, buenas

legislaciones, buenos dispensadores de

justicia, capaces de aportar el remedio,

a los males, que sufre la humanidad.

La anarqua estudiando al hombre en

su naturaleza, en su evolucin,

demuestra que no puede haber buenas

leyes, ni buenos gobiernos, ni fieles

ejecutores de la ley.

Toda la ley humana, es forzosamente,

arbitraria, pues, por ms justa que sea,

no representa, fuere lo que fuere, laamplitud de concepcin de los que la

hacen, ms que una parte del

desarrollo humano, slo una nfima

parte de las aspiraciones de todos; toda

ley formulada por un parlamento, lejos

de ser la obra de una gran concepcin,

es, por lo contrario, el trmino medio

de la opinin general, pues el mismo

parlamento, por la manera dereclutarse, solamente presenta un justo

medio muy mediocre.

Aplicada a todos de la misma manera,

la ley se convierte as, por la

fuerza de las cosas, en

arbitraria, injusta para los que

estn ac o ms all de este

trmino medio.

No pudiendo una leyrepresentar las aspiraciones de todos,

no puede, pues, aplicarse sino por el

temor del castigo a los que la

infringiran, su aplicacin entraa la

existencia de un aparato judicial y

represivo; deviene as tanto ms odiosa

cuando su coaccin es ms fuerte.

La ley, injusta ya, puesto que,

concepcin de minora o mayora,

quiere imponer su regla por

unanimidad, se volver todava ms

injusta, puesto que, aplicada por

hombres que tienen defectos y las

pasiones de los hombres, sus prejuicios,

sus errores personales de apreciacin,

no pueden sino en consecuencia, sea la

que sea su probidad, aplicarla bajo la


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influencia de sus errores y de sus

prejuicios.

No puede haber ni buenas layes, ni

buenos jueces, ni por consiguiente,

buen gobierno, puesto que suexistencia implica una regla de

conducta nica para todos, cuando se

sabe que es la diversidad lo que

caracteriza los individuos.

* * *

Toda sociedad basada sobre leyes

humanas, y es el caso de todas lassociedades pasadas y presentes, no

puede, pues, satisfacer

plenamente el ideal de cada

uno. nicamente la minora de

ociosos que, por astucia y por la

fuerza, ha sabido apoderarse

del poder y de l usa para

explotar en su provecho las fuerzas de

la colectividad, nicamente estaminora puede hallar en l su beneficio,

e interesarse en la prolongacin de este

orden de cosas. Pero ella slo puede

hacerlo durar merced a la ignorancia

que tienen los individuos sobre su

propia personalidad, sobre sus

posibilidades y virtudes.

Pero cualquiera que sea su ignorancia,

cuando la comprensin es demasiado

fuerte, se rebela: He ah porque

nuestras sociedades son tan inestables,

porque las leyes son constantemente

violadas por los que las promulgan o los

que estn encargados de aplicarlas,

cuando su inters por ello les incita;

pues, basado sobre la fuerza, es a la

fuerza a la que recurren todos los que

estn en el poder o quieren llegar a l

cuando estn en el llano.

Promulgadas Para ser aplicadas a todos

y Para contentar a todo el mundo, las

leyes hieren ms o menos a todoindividuo, quien, merced a esto, quiere

abolirlas o modificarlas cuando las

sufre, pero desea consolidarlas cuando

a su turno debe aplicarlas.

Sin embargo, las nuevas aspiraciones

surgen pese a ello, y cuando el

antagonismo deviene demasiado

grande entre estas aspiraciones y las

leyes polticas, la puerta se abreampliamente a las revueltas y a las

revoluciones.

Y as suceder siempre en tanto

que para curar el mal hecho por

una ley reconocida perjudicial,

no se tenga otro remedio que la

aplicacin de una nueva ley.

Esta ignorancia de los hombres hace

que las instituciones humanas una vezestablecidas, resistan a los cambios de

forma. Se cambian los nombres, pero la

cosa subsiste.

No habiendo todava los hombres

llegado a una concepcin social

diferente a la de la autoridad estn

condenados a girar en el mismo crculo,

en tanto no hayan modificado su

concepcin: realeza, imperio,

dictadura, repblica, centralizacin,

federalismo, comunismo, en el fondo,

es siempre la autoridad bajo el nombre

de uno solo, o bajo la apariencia de la

mayora, siempre la voluntad de

algunos impuesta a la totalidad.

Por otra parte, si el individuo aumenta

sus conocimientos de una manera


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continua, lo hace en forma muy lenta;

sin embargo se ha llegado hoy a tal

punto que para desenvolverse en toda

su integridad, es menester que su

autonoma sea completa, que susaspiraciones se manifiesten libremente,

que pueda desarrollarlas en toda su

expansin, que nada trabe su libre

iniciativa y su evolucin.

De ah que hoy, en fin, los anarquistas

extraen, de esta crtica de la

organizacin social actual, esta primera

enseanza: que las leyes humanas

deben desaparecer llevndose consigolos sistemas legislativo, ejecutivo,

judicial y represivo que traban

la evolucin humana,

suscitando crisis sangrientas

donde perecen tantos millares

de seres humanos, retardando

la humanidad entera en su

marcha hacia adelante, arrastrndola

algunas veces a la regresin.* * * *

Mientras que los polticos se han

detenido en esta frmula, que ellos

creen el non plus ultra de la libertad:

el individuo libre en la comuna, la

comuna libre en el Estado, nosotros

sabemos que estas formas polticas son

incompatibles con la libertad puesto

que tiende siempre a someter un cierto

nmero de hombres bajo la misma

regla, nosotros formulamos nuestra

divisa diciendo: El individuo dejado

libre de agruparse segn sus

tendencias, sus afinidades, libre de

buscar aquellos con los cuales pueda

concordar su libertad y sus aptitudes,

sin ser trabado por ninguna

organizacin poltica determinada por

consideraciones geogrficas y de

territorio.

Para que el hombre pueda

desarrollarse libremente en todo supoder fsico, intelectual y moral, para

que pueda manifestar todas sus

virtualidades, es menester que cada

individuo pueda satisfacer todas sus

necesidades fsicas, intelectuales y

morales.

Y esta satisfaccin slo puede ser

asegurada a todos si la tierra, que no es

la obra de nadie, se devuelva a la libredisposicin del que pueda trabajarla, si

el instrumental mecnico

existente, fruto de la labor de

las generaciones pasadas, cesa

de pertenecer a una minora de

parsitos quienes descuentan

un considerable diezmo sobre

el producto de su actividad y la

actividad de los que lo trabajan.La tierra, demasiado dividida por una

parte para permitir a los dueos de

pequeas parcelas poner en

movimiento el poderoso instrumental

que secundara sus esfuerzos; por otra

parte, acaparada de inmensos

latifundios que permiten a una clase de

ociosos deducir sin trabajar, una renta

sobre la produccin de aquellas a

quienes consienten en darle en

arrendamiento, la tierra nutre

difcilmente a la poblacin existente.

Sin contar la ignorancia que favorece

una educacin defectuosa y permite

que la mayor parte de la gente se

detenga en sistemas rutinarios de

cultivo y de produccin en los cuales


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malgastan muchos esfuerzos y trabajo

para obtener resultados irrisorios.

Sin embargo, pese a estas causas de

ruina, llegara a alimentar, bien o mal, a

cada ser viviente si los intermediariosno estuviesen ah, almacenando los

productos, especulando con ellos,

contribuyendo para que la mayor parte

de los individuos no estn en

condiciones de adquirir lo que han de

menester.

Pues si todos no pueden comer de

acuerdo con sus necesidades la culpa es

de la mala organizacin social y no de laproduccin. Una mejor reparticin de

los productos bastara ya a cada

uno para comer a su gusto. Una

mejor distribucin de la tierra y

un mejor empleo de los

instrumentos de produccin

puede traer la abundancia para

todos.

Una comprensin ms neta de las cosasllevara al paisano a darse cuenta que

su inters bien entendido es reunir su

parcela de tierra a la de su vecino; de

asociar sus esfuerzos al de ellos para

disminuir su pena, aumentar su

produccin.

Y como nadie tiene el derecho de

esterilizar, para su solo derecho, la

menor parcela de terreno, en tanto

haya un solo ser que no coma segn

sus necesidades, la prxima revolucin

tendr por fin entregar la tierra a las

manos que quieran cultivarla, el

instrumental a los que quieran

utilizarlo.

Esto es todo lo que la anarqua quiere

demostrar al paisano, explicndole que

los amos que le roban, explotan

igualmente al trabajador de las

ciudades; tratando de hacerle

comprender que, lejos de considerar a

este ltimo como un enemigo, debetenderle la mano para auxiliarle

mutuamente en la lucha por la vida, y

llegar as a desembarazarse de sus

parsitos comunes.

Ella demuestra al obrero que no debe

esperar su liberacin de los salvadores

providenciales, ni de los paliativos con

los cuales los fantoches de la poltica le

deslumbran y quieren obtener sussufragios para dominarlo, que la

emancipacin individual slo se

har por la propia accin del

individuo, nicamente ser el

resultado de su propia energa,

de sus propios esfuerzos,

cuando, sabiendo obrar,

ejercite su libertad en lugar de

mendigarla.********

La anarqua no slo se dirige a los que

mueren de miseria. Comer segn sus

necesidades es un derecho primordial

que prima sobre todos los otros y va a

la cabeza de las reivindicaciones del ser

humano. Pero la anarqua abraza todas

las aspiraciones y no descuida ninguna

necesidad. La lista de las reclamaciones

comprende todas las de la humanidad.

Mirbeau en sus Malos Pastores hace

proclamar, a los obreros en huelga, su

derecho a la belleza. Y, en efecto, cada

ser tiene derecho, no solamente a todo

lo que pueda mantener su vida, sino

tambin a todo lo que pueda hacerla


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difieren en esencia, son simples

facultades de nuestro cerebro que no

pierden su calidad por ser empleadas

en construir una mquina, una casa,

restaar un caldero, o confeccionar unanovela o un tratado de anatoma.

Sedientos de jerarqua, los humanos

han dividido sus ocupaciones nobles y

bajas, el empleo diverso de nuestras

fuerzas.

Los parsitos que se han abrogado el

derecho de ser nuestros amos,

declarndose superiores, han

establecido que no hay nada deverdaderamente noble como la

ociosidad, que no existe nada

ms bello que la fuerza

empleada en destruir; lo que

est destinado a producir, a

hacer surgir de la tierra y de la

industria todo lo que es

necesario para sustentar la vida,

siendo de calidad vil e inferior, suempleo debe ser reservado a las clases

serviles.

Y nosotros, basndonos en lo dicho

ms arriba, continuamos declarando

viles ciertas ocupaciones, olvidando

que ellas son tales porque una clase de

gentes est forzada a cumplirlas al

servicio de otra clase, de servir sus

rdenes y caprichos, de enajenar su

libertad, pero que no puede haber nada

de vil en no importa que trabajo,

consistente en subvenir a nuestras

necesidades propias.

El artista, el literato, pertenecen a la

masa; no pueden aislarse de ella, y

forzosamente, experimentan los

efectos de la mediocridad ambiente.

Por ms que se atrincheren tras los

privilegios de las clases dirigentes, por

ms que quieran aislarse en su torre

de marfil, si hay rebajamiento para el

que est reducido a los peoresmenesteres para satisfacer su hambre,

la moralidad de los que lo condenan a

ello, no es superior a la suya; si la

obediencia envilece, el mandar, lejos de

elevar los caracteres, por el contrario,

los rebaja.

Para vivir su sueo, realizar sus

aspiraciones, es menester que trabajen

ellos tambin, para alcanzar lasuperacin moral e intelectual de la

masa, que comprendan que su

propio desenvolvimiento est

hecho de la intelectualidad de

todos; que fuere lo que fuere,

la altura que crean haber

alcanzado, reposa sobre la

multitud; si tienden a elevarse,

mil vnculos les atan a ella, traban suaccin, su pensamiento, impidindoles

para siempre alcanzar las cumbres

entrevistas. Una sociedad normalmente

constituida, no admite esclavos sino un

cambio mutuo de servicios entre

iguales.

************************

El mismo sabio que considera la ciencia

el ms noble empleo de las facultades

humanas, debe aprender que ella no es

un dominio privado reservado a

algunos iniciados que pontifican ante

un pblico de ignorantes que les cree

bajo palabra. Y en ciencia como en arte

y literatura, las facultades de juicio, de


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observacin y de comparacin difieren

de las empleadas en ocupaciones que

consideramos como ms vulgares.

Pese a la comprensin intelectual que

pesa desde tantos siglos sobre lahumanidad, la ciencia ha podido

progresar y desenvolverse, merced al

espritu crtico de las individualidades

refractarias a las enseanzas oficiales, a

las concepciones enteramente hechas.

Debe ser puesta, pues, al alcance de

todos, devenir accesible a todas las

aptitudes a fin de que este espritu de

crtica que le ha salvado deloscurantismo, contribuya a apresurar

su pleno florecimiento.

La ciencia se fragmenta en

tantas ramas, que es imposible

al mismo individuo conocerlas

todas en su integridad; no

bastando la duracin de la

existencia humana para que un hombre

pueda adquirir bastantes nociones parapoder estudiarlas hasta en sus menores

detalles.

Para estudiarlas, est forzado a poner

en contacto a condicin de saber

criticarlas con los trabajos de sus

predecesores y tambin con los de sus

contemporneos. Es el conjunto de los

conocimientos humanos que se extrae

la sntesis general; lo que hoy sabemos,

slo constituye un medio para adquirir

los conocimientos del maana. Y un

individuo no obtiene conocimientos

verdaderos sino auxilindose con el

trabajo de todos; no son de desdear

las observaciones de los ms nfimos.

Que los sabios tambin, pues, cesen de

creer una casta aparte, que

comprendan, en fin, que la ciencia no

exige aptitudes especiales, que debe

ser accesible a todos, desarrollndose,

contribuyan, as, al desenvolvimiento

general.

************

Lo que es verdadero para los individuos

es verdadero para las naciones. As

como un individuo no puede vivir sin el

apoyo de todos, un pueblo no subsiste

sino con el concurso de otros pueblos.

Una nacin que quisiera encerrarsedentro de sus fronteras, cortando toda

relacin con el resto del mundo,

no tardara en retrogradar y

perecer. Es, pues, absurdo

criminal fomentar, su color de

patriotismo, los odios

sedicentes nacionales, cuando

nicamente son pretexto de los

gobernantes para legitimar esta plaga:el militarismo, del cual necesitan para

asegurar su poder.

Cada nacin necesita de las otras.

No existe un pas que, ya sea por un

producto, ya sea por otro, no sea

cliente de otro pas. No se puede ser

enemigos por el hecho de que se hable

un lenguaje diferente y porque hace

algunos cientos de aos, los habitantes

del pas vecino despojaron y asolaron

pases que os son, hoy, diferentes, pero

de los cuales se quiere sintis el ultraje,

porque, antes, los habitantes estaban

sometidos al yugo que os avasalla.

No hay una sola nacin que no tenga

algn crimen de este gnero que

reprochar a sus vecinos; quien, en la


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hora actual, no posea en sus fronteras

alguna provincia incorporada maguer la

mala voluntad de los habitantes. Y si

aquellos que cometieron aquellas

bandoleras fueron muy odiosos, dequ son responsables sus

descendientes? Nosotros tambin

seramos, entonces, responsables de

las depredaciones que nuestra historia

nos hace admirar como hechos

gloriosos.

Quin, entre los que aspiran a vivir

solamente de su trabajo, puede tener

inters en ver una nacin lanzarsecontra otra? Unicamente los que se han

hecho amos de las naciones, quienes

teniendo inters en aumentar el

nmero de los que explotan,

necesitan dar alimento a las

actividades de aquellos a

quienes ejercitan para matar, al

mismo tiempo que la amenaza

de guerra con los vecinos es unajustificacin de la existencia de las

tropas que constituyen su sostn.

Los dspotas que han erigido el

patriotismo como nueva religin, saben

muy bien pasar por sobre las fronteras

cuando se trata de defender sus

privilegios o de extender su

explotacin. Se trata de hace la caza a

las ideas subversivas? burgueses

franceses, alemanes, italianos, suizos,

rusos y otros, saben prestarse sus

diplomticos y sus polizontes.

Se trata de reprimir una huelga? Los

explotadores con sin igual frescura

contratan a los trabajadores

extranjeros si stos consienten en

trabajar al precio ms bajo si fuera

necesario, los gobernantes se

prestaran sus ejrcitos.

Y todas las convenciones

internacionales que ellos han

establecido para el correo, las finanzas,el comercio, la navegacin, el comercio,

los ferrocarriles, no prueban por

encima de todo, que la entente pacfica

es la ley suprema?

Los anarquistas quisieran que los

trabajadores viesen un hermano en

cada trabajador, sea el que fuere el

lado de la frontera donde haya nacido.

Hermanos ya, en miseria, sufriendo losmismos males, sometidos al mismo

yugo, tienen los mismos intereses que

defender; el mismo ideal que

perseguir, sus verdaderos

enemigos son los que explotan,

los que esclavizan, traban su

desenvolvimiento. Es contra

sus amos que ellos deben

armarse.

**************

La anarqua no se detiene en las

combinaciones cobardes de la poltica,

profesa el desdn ms profundo por los

polticos; las promesas de los caudillos

no le interesan sino para hacer resaltar

toda su inanidad y servirse de ellas para

demostrar que organizacin social

solamente se transformar el da que

se ataque resueltamente sus vicios

econmicos.

Si creen en las mentiras que declaman,

los polticos no son sino ignorantes e

imbciles, pues el menor razonamiento

debera hacerles comprender que

cuando se desea curar un mal o impedir


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que se reproduzca, es necesario atacar

sus causas. Si mienten

pertinentemente, son bribones y, en un

caso como en el otro, engaan a

aquellos de quienes captan la confianzapor su charla descarada y sus intrigas.

Los que explotan la organizacin

econmica actual tratarn siempre de

desviar en su beneficio los ensayos de

mejoramiento que pudieran ser

sugeridos y habr siempre personas a

quienes asusten los cambios bruscos,

limitndose a los trminos medios que

les parecen conciliar con los intereses.Los amos tendrn siempre

inters en engaar a los

oprimidos sobre los verdaderos

medios de liberacin y habr

siempre bastantes ambiciosos

para ayudarlos a embarullar

ms an las cuestiones.

La anarqua demuestra la iniquidad de

toda tentativa de mejoramiento quesolamente ataque los efectos dejando

subsistir las causas.

En tanto que la riqueza social sea la

herencia de una minora de ociosos,

esta minora la utilizar para vivir a

expensas de los que explota. Y como es

la posesin del capital la que hace a los

poderosos y a los amos de la

organizacin social, estn siempre en

disposicin de desviar en su provecho

todo mejoramiento que se produce.

Para que el mejoramiento beneficie a

todos, es menester destruir los

privilegios. Y es necesario que los

esfuerzos de los que no poseen nada

tiendan a posesionarse otra vez de lo

que les despojaron. Quebrantar el

poder que los aplasta, impedir que se

reconstituya, apoderarse de los medios

de produccin, reconstruir una

organizacin social donde la riqueza

social no pueda ser, en lo sucesivo,concentrada en las manos de algunos.

He aqu lo que suean los anarquistas.

Para impedir la explotacin del hombre

es necesario cambiar las bases del

orden econmico; es necesario que el

suelo y todo lo que es trabajo de las

generaciones anteriores queden a la

libre disposicin de los que puedan

trabajarlo, que no pueda ser acaparadoen beneficio de cualquiera que

sea: individuo, grupo,

corporacin, comuna o nacin.

Es lo que no comprenden los

partidarios de las reformas

parciales y es lo que demuestra,

sin embargo, el estudio concienzudo de

los hechos econmicos. Nada bueno

podemos esperar de la obra decharlatanes de la poltica. La

emancipacin humana no puede ser la

obra de ninguna legislacin, de ninguna

concepcin de libertad, de parte de los

que dirigen; slo puede ser la obra del

hecho realizado, de la voluntad

individual afirmndose por medios de

actos.

*******

Apoyndose sobre la doctrina

evolucionista, rechazando toda

voluntad preconcebida en los

fenmenos por los cuales se manifiesta

la evolucin de los mundos y de los

seres; reconociendo que sta es la obra

pura y simple de las nicas fuerzas de la


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naturaleza en contacto, el simple

resultado de las transformaciones que

esa materia cumple en el curso de su

propia evolucin, la anarqua es

francamente atea y repudia toda ideade entidad creadora o directora fuere

la que fuere.

Pero, como ella es la libertad absoluta

si combate las divagaciones religiosas,

es simplemente desde el punto de vista

de la verdad, y sobre todo porque los

cleros que se han creado en torno de

los diferentes dogmas religiosos

pretenden esgrimir la fuerza que lespresta la autoridad y el capital

para imponer sus creencias y

hacer pagar los gastos, an a los

que rechazan toda creencia

religiosa.

En cuanto a lo que concierne al

pensamiento ntimo de cada uno, los

anarquistas comprenden que cada

individuo no puede pensar de formadistinta de la que le permite su

mentalidad; no veran inconveniente

alguno en que grupos de personas se

reunieran en edificios especiales para

elevar plegarias y alabanzas a un ser

hipottico, si estas gentes no trataran

de imponer sus creencias a los otros.

Slo esperan el triunfo de la razn por

la cultura de los cerebros, sabiendo por

experiencia propia que ni la fuerza ni la

opresin ahogan la idea.

Libertad absoluta en el dominio del

pensamiento, como en el de los

hechos, en la familia como en la

sociedad.

Como todas las formas de la actividad

humana, la asociacin de los sexos no

debe tolerar el control ni la sancin de

nadie. Es absurdo querer colocar

lmites, barreras u otras trabas a las

afecciones de los individuos. El amor, la

amistad, el odio no se dominan, se lesexperimenta o se les sufre sin poder

defenderse de ellos, sin saber, lo ms a

menudo, explicrselo ni disociar sus

mviles.

El matrimonio no puede ser, pues,

vallado por ninguna regla, por ninguna

ley, sino por la buena fe y la mutua

sinceridad; slo por la afeccin

recproca de dos seres asociados,puede haber prolongacin en

el tiempo, y debe quedar

disoluble a la voluntad de aquel

para quien se convierte en una

obligacin.

Ciertamente, habr siempre

cuestiones que no se resolvern nunca

sin dolor ni rozamientos; como la

cuestin de los hijos, el pesar de aquelen que sobrevive el amor y otras

cuestiones de sentimiento. Pero esto

tampoco se arreglar por reglas

preestablecidas; por el contrario, la

obligacin no hace ms que envenenar

las dificultades. Debe ser patrimonio de

los interesados el hallar la solucin de

las discrepancias que les dividen.

Todo lo que se puede desear, es que se

eduque suficientemente el nivel moral

de la humanidad, para que la bondad y

la tolerancia crezcan y aporten su

blsamo cicatrizador a las cuestiones

de las pasiones humanas, las que por su

naturaleza escapan al control y a la

reglamentacin.


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La gran objecin tras de la cual se

parapetan los adversarios acorralados

hasta en sus ltimas trinchera, es que el

ideal anarquista es hermoso,

ciertamente, pero demasiado hermosopara poder ser realizado y que la

humanidad no ser jams bastante

sabia para saber alcanzarlo.

Esta objecin es espaciosa. Si nadie

puede decir lo que ser maana, la

humanidad, no hay una fase en

su desarrollo, que si hubiera

podido ser prevista y anunciada

a las generaciones que laprecedieron, no hubiera dejado

de ser hallada, con apoyo de

razonamientos, tan irrealizable como se

supone irrealizable el ideal anarquista

por los que no saben jams abstraerse

del presente, lo que se comprende,

pues su cerebro no ha cumplido

todava la evolucin que debe facilitar

el nuevo orden de cosas.En tanto que los individuos estn

sumidos a la servidumbre, esperando

de los hombres o de los

acontecimientos providenciales, el fin

de su abyeccin, en tanto que se

limiten a esperar sin obrar el ideal ms

hermoso, el ideal ms simple

permanecer forzosamente en estado

de puro ensueo, de vaga utopa.

O, diferentemente a lo que reza la

fbula, se ha visto acaso descender la

fortuna a los pies del dormido,

esperando pacientemente que le plazca

a su pereza cogerla?Cuando los individuos hayan

reconquistado la estima de s mismos,

cuando se hayan convencido de su

fuerza, cuando cansado de flexionar la

espina dorsal hayan encontrado otra

vez su dignidad y sepan hacerla

respetar, habrn aprendido que

la voluntad todo lo puede

cuando est al servicio de unainteligencia consciente.

Les bastar querer ser libres

para encontrar seguramente los medios

de llegar a ello.

JUAN GRAVE.

(Del libro LAnarchie, Son But, Ses

Moyens Editorial Stock, Pars-,

publicado en La Protesta (Suplemento

Semanal) el lunes 18 de agosto de

1924, en Buenos Aires, Argentina). El

presente, publicado en Editorial Tierra y

Libertad (Caracas Venezuela)

Interpretacin del Anarquismo N1

Noviembre 1969.

conciencias libres nº 29

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