chile rural, un desafio para el desarrollo humano

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  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

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    Te m a s d e D e s a r r o l l o H u m a n o S u s t e n t a b l eN12

    CHILE RURALUn desafo para el desarrollo humano

    GABINETE SUBSECRETARIO DE AGRICULTURA

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    Las fotografas provienen del segundo concurso de fotografa rural de Fucoa.

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    3Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    PRESENTACIN 5

    SEMINARIO CHILE RURAL: UN DESAFO PARA EL DESARROLLO HUMANO 7

    I Modernidad y subjetividad en la nueva ruralidad

    Arturo Barrera. 9

    II Desarrollo Humano: una perspectiva para mirar lo rural

    Pedro Gell. 13III Desafos sociales de las transformaciones del mundo rural: nueva ruralidad y exclusin social

    Edelmira Prez. 17

    IV La nueva ruralidad en Chile: apuntes sobre subjetividad y territorios vividos

    Manuel Canales. 33

    TALLER CONSTRUYENDO UN INFORME DE DESARROLLO HUMANO 41

    NDICE

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    5Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    PRESENTACIN

    Esta publicacin rene, en primer lugar,

    las presentaciones realizadas en el seminario

    abierto Chile rural: un desafo para el desarro-

    llo humano, que tuvo lugar en el auditorio Elo-

    sa Daz de la Casa Central de la Universidad de

    Chile, el 1 de diciembre de 2005. En segundo

    lugar, resume el debate llevado a cabo en el

    taller de expertos realizado el da siguiente en el

    PNUD. En ambos casos, se trat de eventos rela-

    cionados con el inicio de actividades del primer

    Informe de Desarrollo Humano sobre el mundo

    rural chileno.

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    SEMINARIO

    Chile rural: un desafo parael desarrollo humano

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    9Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    MODERNIDAD Y SUBJETIVIDAD EN LA NUEVA RURALIDADI

    Exposicin de Arturo Barrera,Subsecretario de Agricultura.

    Queremos inaugurar este seminario efectuando tres

    constataciones. La primera es que las subjetividades

    son importantes. Para el desarrollo constituyen una

    dimensin muy relevante, tal como lo constatan sus

    recientes conceptualizaciones y como lo constatan

    tambin los informes del PNUD que se han realizado

    en Chile, uno de cuyos temas centrales es el de las

    tensiones entre modernidad y subjetividad. No puede

    haber un verdadero y eficiente desarrollo sin la incor-

    poracin de las subjetividades, no slo las de los indi-

    viduos, sino tambin las de las organizaciones, actores

    y sujetos sociales.

    Segunda constatacin: en Chile el debate sobre

    la identidad nacional ha comenzado a adquirir nue-

    vos aires. A propsito del bicentenario del 2010, se

    ha empezado a escribir abundante literatura sobre el

    tema, sobre los distintos relatos que hacen parte de

    nuestra nacin. Slo por nombrar algunos aportes al

    respecto, est lo escrito por Jorge Larran en Identidadchilena, lo expresado por Eugenio Tironi en el Sueo

    chileno y, ms recientemente, lo presentado por

    Manuel Castells en su libro Globalizacin, desarrollo y

    democracia: Chile en el contexto mundial.

    La tercera constatacin es que el tema del campo,

    de la ruralidad, se ha dejado de estudiar, probable-

    mente en toda Amrica Latina, pero fundamentalmenteen Chile. Y, cuando se estudia, se pone el nfasis en lo

    productivo, en los impactos de las polticas pblicas,

    sociales o agrcolas, y muy poco en aspectos como las

    subjetividades, las aspiraciones, las relaciones socia-

    les y los vnculos comunitarios. En Chile se ha escrito

    escasamente sobre cmo se est desenvolviendo la

    familia rural y campesina, sobre cmo las poblacio-

    nes que trabajan y viven en el campo enfrentan los

    distintos escenarios de modernizacin y desarrollo.

    Los acentos se ponen ms en lo visible, en lo fsico,

    en lo cuantificable, es decir, en la lgica del sector

    econmico. Es este sesgo el que esperamos ayudar a

    revertir con esta iniciativa que estamos desarrollando

    con el PNUD.

    Surge entonces la gran pregunta: qu est pasando

    en el campo, no ya en los mbitos productivo y estruc-

    tural (donde sabemos que hay una nueva agricultura,que se realiza con cdigos y prcticas distintas incluso

    a las del pasado reciente), sino en lo que respecta al

    punto de vista de los sujetos, de la gente, de las subje-

    tividades, de los vnculos comunitarios, de la cultura;

    en relacin, en suma, a cmo se interpretan las trans-

    formaciones y los imaginarios que se construyen.

    Con esto no estamos diciendo que no sea impor-tante conocer, estudiar y monitorear permanente-

    mente los procesos estructurales, ni que stos sean

    neutros en cuanto a la constitucin de los sujetos, a

    sus aspiraciones, a sus expectativas, a sus temores y a

    sus angustias; sin embargo, como campo de anlisis,

    a nosotros nos parece relevante obviamente darle una

    especificidad e iniciar en Chile estudios de la natura-

    leza sealada.

    Sabemos que est emergiendo una nueva ruralidad,

    la que en sus rasgos ms caractersticos y centrales

    est influenciada por tres grandes procesos.

    El primero de ellos es el proceso estructural y est

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    10 Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    condicionado por las orientaciones y los ritmos con

    que se realizan las transformaciones productivas de

    las actividades econmicas ms relevantes del sector.

    El hecho de que haya o no haya nueva agricultura, de

    que los proyectos de desarrollo empresarial se incor-poren a las actividades productivas de una forma ms

    intensa, de que se exporte cada vez ms masivamente,

    constituyen obviamente modos de influenciar los con-

    tenidos y contornos de la ruralidad del siglo XXI.

    El segundo gran proceso es la manera en que el

    sector rural se relaciona y articula con lo urbano. Hoy

    la forma de vinculacin entre estas dos realidades esbastante plural, no nica, existiendo un continuo de

    encuentros que, dependiendo de su intensidad y sus

    modalidades, tambin le da caractersticas especficas

    a lo rural. Los flujos y contenidos de tales encuentros

    son mltiples y probablemente asimtricos.

    Y el tercer gran proceso lo conforman las maneras

    en que el sector rural incorpora y procesa la moder-nidad. Este proceso est influyendo y muchas veces

    determinando los rasgos ms fundamentales de la

    nueva ruralidad y, por lo tanto, tambin los de los

    actores sociales y productivos de la agricultura chilena

    y de la ruralidad. Y, cuando hablamos de modernidad,

    estamos apuntando al proyecto de autonoma y control

    sustentado en sus dos grandes dimensiones: por un

    lado, la razn instrumental, la ciencia y la tecnologa,

    y, por otro, el reconocimiento y la valoracin de la sub-

    jetividad, la libertad y la creatividad.

    En consecuencia, la constatacin nuestra, y por eso

    nos aliamos con el PNUD, es que sabemos poco acerca

    de esta dimensin central del desarrollo humano, por

    lo que, naturalmente, debemos resolver tal vaco.

    Quizs resulta necesario plantearse algunas pregun-

    tas para especificar mejor de qu estamos hablando:cmo han impactado los cambios del sector y de

    Chile en las poblaciones que viven y trabajan en el

    campo, tanto en su visin del mundo y en su forma

    de estar en el mundo como en sus intereses y sus

    aspiraciones?, cules son sus temores, sus angustias

    y, sobre todo, cmo las viven, experimentan y proce-

    san?, cmo estn sintiendo y experimentando el Chile

    de comienzos del siglo XXI?, cmo se enfrentan a la

    modernidad, la globalizacin, el mercado y el desarro-

    llo?, qu significan para ellas el poder, la poltica y la

    democracia?, cmo se han transformado sus modosde vida, sus prcticas sociales, su identidad? Ms que

    buscar respuestas a estas preguntas, queremos dejar

    instaladas las tensiones y conversaciones que subya-

    cen a estas interrogantes.

    El PNUD ha realizado Informes de Desarrollo

    Humano en Chile desde 1996, a veces incorporando

    algunas preguntas en sectores rurales. Lo que hare-mos ser tomar esos antecedentes, junto con otros

    que debern ser obtenidos y trabajados en los meses

    que vienen, a fin de tener una visin menos fragmen-

    tada de la que tenemos hoy da en relacin a estos

    temas. Desde el punto de vista de la poltica pblica

    sectorial, creemos que un informe como el sealado

    es muy relevante para testear la pertinencia y la efica-

    cia de tal poltica y para mejorar las ofertas simb-licas e instrumentales que se hacen desde el Estado,

    de manera de perfeccionar la calidad de la accin

    gubernamental.

    Si los tiempos que corren exigen tener un desarrollo

    ms centrado en las personas, debemos plantearlo y

    asumirlo como un proceso amigable de ampliacin de

    oportunidades, capacidades y libertades de la gente,

    donde se toman crecientemente en cuenta los intere-

    ses, aspiraciones, expectativas, proyectos, esperanzas

    y temores de las personas y de los distintos grupos

    sociales y comunidades. En este contexto, hemos

    acordado con el PNUD la elaboracin un Informe de

    Desarrollo Humano sobre el mundo rural chileno, y lo

    haremos con el apoyo de Indap, Odepa, Mideplan y

    la Subsecretara de Agricultura. Es una iniciativa que

    esperamos que contribuya a llenar el gran e inexcu-sable vaco existente hoy en este mbito. Probable-

    mente, sta sea la ms atractiva y relevante tarea

    que estamos emprendiendo en los ltimos meses del

    Gobierno y que se expresar en ese Informe de Desa-

    rrollo Humano del sector rural. Estamos muy satisfe-

    chos de poder trabajar con el PNUD en este tema, que

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    11Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    es un tema distinto al que tradicionalmente trabaja el

    Ministerio de Agricultura, pero de la mayor relevancia

    para poder mejorar las polticas pblicas y compren-

    der mejor sus aciertos y sus fracasos.

    Inequvocamente, el campo chileno ha cambiado.

    Cada vez es ms parte de un pas abierto al mundo

    y a la sociedad del conocimiento. Cada vez es ms

    complejo y sofisticado, y probablemente posee un valor

    distinto para el resto de la sociedad. Las reas rurales

    encuentran y encontrarn interesantes oportunidades en

    la integracin econmica y en la modernizacin. Tam-

    bin las encontrarn en la valoracin que la sociedadempieza a hacer de lo local, de los vnculos comunita-

    rios, de los recursos naturales y de la biodiversidad.

    En algn sentido, los chilenos y las chilenas quie-

    ren reencontrarse con sus races y con la naturaleza;

    de alguna forma anhelan entornos ms amigables y

    saludables, tanto en lo ambiental como en lo social.

    Para conseguirlos recurren a distintos mecanismos,

    como la adscripcin a causas medioambientales; la

    prctica del agroturismo, del ecoturismo y del etnotu-rismo; la residencia parcial a travs de parcelas de

    agrado; el consumo de ciertos productos como comi-

    das tradicionales y orgnicas; y, en algunos casos, el

    establecimiento de sus hogares en el campo.

    Esta nueva valoracin de lo rural, as como la

    consolidacin del desafo de transformar a Chile en

    potencia agroalimentaria, ampliarn los espacios eco-nmicos, polticos y culturales de la agricultura y del

    sector rural y, por lo tanto, tambin incrementarn los

    espacios objetivos y subjetivos capaces de mejorar las

    opciones de vida de la gente que vive y trabaja en el

    campo.

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    13Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    II

    Exposicin de Pedro Gell,Coordinador del Informe de Desarrollo HumanoPrograma de las Naciones Unidaspara el Desarrollo.

    DESARROLLO HUMANO:UNA PERSPECTIVA PARA MIRAR LO RURAL

    En nombre del Programa de las Naciones Unidas

    para el Desarrollo, quisiera comenzar agradeciendoal Subsecretario de Agricultura por haber puesto en

    marcha esta iniciativa de estudio, debate y posterior

    publicacin de un Informe de Desarrollo Humano

    sobre el mundo rural chileno.

    Esta iniciativa llega en el momento adecuado. Son

    muchas las voces que sealan que es necesario poner

    al da el conocimiento sobre la realidad del campo yactualizar tambin los conceptos con los cuales estu-

    diamos la ruralidad. Desde el fructfero perodo de

    estudios agrarios en los aos ochenta, han pasado casi

    dos dcadas. Se trata del mismo perodo en que el

    agro chileno ha llevado a cabo una imponente moder-

    nizacin y, con ella, una transformacin de proporcio-

    nes de las realidades cotidianas, sociales, demogrfi-

    cas, culturales y espaciales de la gente del campo y

    sus localidades. Sin embargo, no disponemos de un

    diagnstico actualizado y sistemtico de ese impacto,

    especialmente en lo que atae al mundo rural como

    espacio de actores que tienen sueos y temores, tra-

    diciones y proyectos, sociabilidades cotidianas y orga-

    nizaciones.

    Esto es una deuda con el pas no slo por la necesi-

    dad de actualizar tal diagnstico, sino especialmentepor la necesidad de precisar los desafos que surgen

    de las nuevas realidades rurales. Hay que precisar los

    retos para la sustentabilidad del propio mundo del

    campo, pero tambin hay que debatir el rol de lo rural

    en la construccin de esa diversidad y complementa-

    riedad de mundos sociales que llamamos Chile.

    El seor Subsecretario ha reunido un conjunto dis-

    perso de preocupaciones, instituciones e investigado-res para dar inicio a la realizacin del primer Informe

    de Desarrollo Humano sobre el mundo rural chileno.

    Entre ellos estn los investigadores de la Universidad

    de Chile, encabezados por el profesor Manuel Canales,

    y los de la propia Subsecretara, de Indap y de Odepa.

    El equipo de Desarrollo Humano del PNUD coordinar

    este grupo y aportar con su perspectiva terica y su

    experiencia de investigacin.

    El propsito que nos une es explorar los desafos de

    la transformacin del mundo rural desde la perspec-

    tiva de la calidad de vida y del sentido subjetivo de los

    modos de existencia de la gente del campo. Pensamos

    que es aqu donde estn nuestros mayores descono-

    cimientos y donde surgen los principales desafos de

    futuro.

    Para alcanzar ese objetivo, la perspectiva del desa-

    rrollo humano, difundida por el PNUD a nivel mundial,

    constituye un enfoque adecuado. Es la misma que

    aplicamos en Chile en los cinco informes que hemos

    presentado desde 1996 y que han contribuido a acti-

    var el debate sobre nuestra sociedad.

    Qu es desarrollo humano? Es una orientacinnormativa y un punto de vista para el anlisis, una

    manera de mirar las realidades sociales desde una

    ptica sustentada en valores. El valor central del desa-

    rrollo humano es la ampliacin de las opciones de

    cada persona para disear el tipo de vida que desea y

    aumentar las capacidades y el poder de cada una y de

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    14 Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    la sociedad en su conjunto, de modo que esas mayores

    opciones se puedan hacer realidad para todos.

    El fin es la realizacin prctica de la libertad per-

    sonal. Lo dems el crecimiento, las reformas institu-cionales, la infraestructura, la insercin en la globali-

    zacin son medios para lograr aquel fin. Para el desa-

    rrollo humano, la libertad y el derecho a vivir la vida

    deseada no deben subordinarse a aquellos medios.

    stos no son buenos en s mismos, sino en la medida

    en que aumentan, justamente, el desarrollo humano.

    La realizacin prctica de la libertad supone laexistencia de un entorno favorable. Nadie construye

    ni asegura su desarrollo humano al margen de las

    relaciones sociales y en ausencia de bienes pblicos

    potentes.

    El desarrollo humano supone la existencia de una

    sociedad fuerte; esto es, un entorno de derechos,

    gobernabilidad, democracia, competitividad y creci-miento sostenido. Pero supone tambin un contexto

    inmediato de relaciones sociales significativas y sus-

    tentadoras, un pas orientado por horizontes futuros

    comunes, una vitalidad de las races histricas y de las

    prcticas tradicionales, una afirmacin de la igualdad

    al mismo tiempo que un reconocimiento de las iden-

    tidades diversas.

    En 1996 el Informe Mundial de Desarrollo Humano

    sealaba: El desarrollo humano entraa necesaria-

    mente una preocupacin por la cultura la forma en

    que las personas deciden vivir juntas, porque es la

    sensacin de cohesin social basada en la cultura y en

    valores y creencias compartidos lo que plasma el desa-

    rrollo humano individual. Si la gente vive bien junta,

    si coopera de manera de enriquecerse mutuamente,

    ampla sus opciones individuales. De esta forma eldesarrollo humano se preocupa no slo por la gente

    como individuos, sino adems por la forma en que

    estos interactuan y cooperan en las comunidades.

    (IDH 1996, 63)

    Luego de ya casi diez aos realizando los Informes

    de Desarrollo Humano en Chile, podemos afirmar con

    fundamento emprico que el bienestar de las personas

    tiene un componente central en la relacin subjetiva

    que establecen consigo mismas y con la sociedad en

    que viven. Y esa relacin subjetiva no flota en el aire ninace de la nada: tiene que ver con el modo en que la

    organizacin institucional, poltica y econmica acoge

    y da sustento a la vocacin antropolgica de todos

    nosotros de ser y sentirnos actores y dueos de la vida

    que vivimos. Lo que nos importa es ser sujetos y no

    objetos del desarrollo.

    El bienestar depende no slo de la fuerza de lamodernizacin objetiva del pas, sino tambin del

    grado en que ella es un espacio para el reconocimiento

    y la realizacin de los proyectos de vida personales,

    del grado en que la subjetividad social se reconoce en

    los avances objetivos y en las polticas de desarrollo.

    Las subjetividades de los actores reales del pas no

    son, pues, un lastre de la modernizacin; ms bien,

    son sus principales aliados. En cualquier caso, no haymodernizacin sustentable si las subjetividades reales

    no se reconocen en ella.

    El mundo rural forma un grupo humano significativo

    del pas. Significativo, primero, por s mismo, por su

    peso demogrfico, por su aporte material al conjunto

    del pas, por sus potencialidades y porque quienes lo

    integran son sujetos de derechos. El mundo rural y sus

    habitantes importan por s mismos. Pero tambin son

    significativos para la dinmica subjetiva, multicultural

    y multiambiental de la vida social del conjunto del

    pas y para la construccin de sus horizontes colecti-

    vos de futuro.

    El mundo rural es portador, revitalizador y creador

    de smbolos, prcticas y tradiciones que hacen parte

    de la sinfona cultural que es Chile y de aquella memo-ria que llamamos historia de Chile.

    El mundo rural es sostenedor material y simblico

    de la naturaleza frente a la vida urbana, dndole a sta

    una referencia y un lmite. An, por mucho tiempo, lo

    medioambiental ser inseparable de lo rural.

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    15Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    El mundo rural es portador de desafos de poltica

    pblica que sirven de punto de revisin y adecuacin

    de nuestra modernizacin y de nuestra insercin en la

    globalizacin.

    Lo rural, como sostenedor de una diferencia en la

    igualdad de todos los chilenos, es un vitalizador de la

    construccin de la ciudadana, entendiendo que sta

    ser cada vez ms multicultural si quiere ser algo ms

    que un simple derecho electoral.

    Es decir, lo rural y las sociedades rurales son

    mucho ms que un grupo humano y un entorno fsicoque importara sostener por razones de humanidad, de

    derecho o de economa, pues han sido, son y seguirn

    siendo una pieza significativa en ese mecanismo din-

    mico y complejo, siempre en movimiento, que es la

    sociedad chilena.

    Lo rural nos importa a todos, est en lo que todos

    nosotros somos hoy. Por eso no podemos responder a

    la pregunta qu queremos ser maana como passin

    responder al mismo tiempo otra interrogante: qu lugar

    queremos que tenga maana lo rural entre nosotros.

    Pero esta respuesta no puede ser terica ni volun-tarista. Lo rural no ser simplemente lo que queramos

    que sea o lo que nos convenga que sea. Lo que importa

    es reconocer las potencialidades y los retos presentes

    en las dinmicas reales de los modos de vida rural.

    ste es el desafo que se ha impuesto el primer

    Informe de Desarrollo Humano sobre el mundo rural

    chileno: observar los modos de vida y las subjetivi-dades rurales para poder apoyar de mejor manera al

    propio desarrollo rural, pero, sobre todo, para respon-

    der con mayor eficacia la pregunta que importa: qu

    estrategias de modernizacin requerimos para ampliar

    las opciones de vida y las capacidades de accin de

    todos nosotros. A esto los invitamos: a escuchar las

    voces de las sociedades rurales, para enriquecer esa

    conversacin colectiva que llamamos Chile.

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    17Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    III DESAFOS SOCIALES DE LAS TRANSFORMACIONESDEL MUNDO RURAL: NUEVA RURALIDAD Y EXCLUSIN SOCIAL1

    Exposicin de Edelmira Prez,Profesora emritaPontificia Universidad Javeriana, Colombia

    Introduccin

    Amrica Latina es una regin de grandes contras-tes. En algunos pases la poblacin es predominan-

    temente rural, pues ms del 50% de sus habitantes

    an estn localizados en reas rurales. En conjunto,

    el subcontinente tiene alrededor del 40% de sus habi-

    tantes viviendo en forma dispersa o en localidades muy

    pequeas, carentes de casi todos los servicios bsicos

    o con muy baja cobertura de los mismos. Son pobla-

    ciones aisladas fsica, geogrfica y culturalmente. Sinembargo, hay varios pases que consideran que su

    poblacin rural slo es cercana al 10%.

    Amrica Latina posee una gran disponibilidad de

    recursos naturales y riquezas, pero tambin son enor-

    mes las diferencias sociales y econmicas que alberga.

    En los pases del rea se presentan algunos de los

    mayores desequilibrios en la proporcin de ingresos

    per cpita, acceso a la tierra y dems factores de pro-

    duccin. Los fenmenos de pobreza e indigencia afec-

    tan a ms del 50% de la poblacin en su conjunto,

    y lo ms preocupante es que las desigualdades y la

    exclusin tienden a crecer en varios pases.

    Aunque estos fenmenos afectan a toda la pobla-

    cin, tanto urbana como rural, es en el mundo rural

    donde prevalecen con mayor nfasis las desigualdades

    y donde se estn manifestando con mayor claridad los

    efectos del actual modelo de desarrollo.

    En los ltimos aos, Amrica Latina ha sufrido

    grandes transformaciones en las estructuras agrarias,

    la orientacin de la produccin, la participacin en los

    mercados laborales y el acceso a los mercados internos

    y externos. Sin embargo, no se ha modificado, en forma

    importante, la desigual estructura de la tenencia de la

    tierra, y se ha avanzado muy poco en el desarrollo de

    la infraestructura necesaria para poder competir, demanera ms equitativa, en un mundo globalizado.

    El concepto nueva ruralidad se emplea para tra-

    tar de entender y explicar estos fenmenos, dndoles

    interpretaciones que superen el anlisis dicotmico

    de lo rural y lo urbano, como polos opuestos. Con su

    utilizacin se intenta buscar los vnculos y las inte-

    racciones que acortan o ahondan las distancias entre

    ambos.

    Nueva ruralidad 2

    El concepto de lo rural, tradicionalmente entendido

    como lo perteneciente o relativo a la vida del campo

    y sus labores o inculto, tosco, apegado a cosas luga-

    reas (Diccionario de la Real Academia Espaola,

    1 Este artculo es el resultado de la revisin, actualizacin y complementacin de otros trabajos de mi autora, algunos de ellos yapublicados, como se indica en la bibliografa, y otros prximos a aparecer.

    2 Algunos prrafos incluidos bajo este subttulo hacen parte del artculo El mundo rural latinoamericano y la nueva ruralidad, publi-cado en la revista Nmadas, No. 20, abril de 2004

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    18 Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    2001) ha ido cambiando de manera muy rpida, tanto

    en Europa como en Amrica Latina. En uno y otro con-

    tinente se habla hoy de nueva ruralidad, pero la expre-

    sin ha cobrado mayor fuerza en Amrica Latina desde

    el inicio de la dcada de los noventa.

    Pero no slo ha cambiado el concepto. El mundo

    rural tambin se ha transformado en Europa de manera

    radical en las ltimas dcadas. El cambio tecnolgico,

    la disminucin del nmero de explotaciones agrcolas

    y el aumento de su tamao, la cada de la ocupacin

    agrcola, la modernizacin de la agricultura, la ruptura

    del latifundio y el cambio de ocupacin de los agri-cultores pobres o su migracin definitiva son factores

    muy importantes en ese proceso de transformacin.

    A. Prez y J. M. Caballero (2003) sealan tres cir-

    cunstancias de gran relevancia para el cambio rural

    en Europa, que no estuvieron presentes en la misma

    medida en Amrica Latina:

    - Gran demanda de mano de obra por la industria y

    los servicios.

    - Bajas tasas de crecimiento de la poblacin.

    - Disponibilidad de cuantiosos recursos para inversin

    aportados por la Unin Europea, de los cuales un buen

    porcentaje se destinaron al medio rural.

    Se mejoraron, entonces, los servicios sociales, se

    diversificaron las actividades econmicas, se facilit el

    desarrollo de la infraestructura rural, se modernizaron

    las explotaciones agrcolas, se aument la cantidad y

    calidad de los servicios para el medio rural, se mejora-

    ron en general las condiciones para la diversificacin

    productiva y la agricultura pas a ser un componente

    minoritario del ingreso rural. Adems se ampli el

    mercado consumidor de productos agroindustriales y

    de servicios ofrecidos por el medio rural, entre los quese incluyen los ambientales, recreativos, tursticos y

    de segunda residencia, generando una nueva din-

    mica para la economa rural.

    En Amrica Latina tambin se han producido en

    el mismo perodo importantes cambios en el medio

    rural, pero con diferencias muy marcadas por pases

    y regiones.

    En muchos de los pases del rea, la agricultura

    sigue siendo una actividad muy importante, tanto

    como generadora de ingresos como de ocupacin de

    buena parte de la poblacin rural. sta, como veremos

    ms adelante, contina siendo significativa y crece en

    trminos absolutos, aunque disminuye en trminos

    relativos. Los procesos de modernizacin, con conta-

    das excepciones, han sido lentos o inexistentes. Laarticulacin al mercado internacional ha estado mar-

    cada por las asimetras, cada vez ms grandes, entre

    pases pobres y ricos, y la era de la globalizacin y el

    libre mercado ha impactado de manera negativa a los

    agricultores de muchos de esos pases.

    Complejos procesos polticos, econmicos y sociales

    han afectado a la regin en los ltimos aos y mantie-nen lejanas las posibilidades de que el desarrollo rural

    garantice a los pobladores rurales unas condiciones

    de vida al menos semejantes a las de los pobladores

    urbanos de Amrica Latina o a las de los habitantes

    rurales de los pases desarrollados.

    El cambio en la concepcin del mundo rural ha

    estado animado por el debate de los acadmicos y

    especialistas en desarrollo rural sobre la vieja y la

    nueva ruralidad. Se ha acudido a la sociologa rural y a

    la sociologa agrcola, como corriente muy importante

    en Amrica del Norte, para tratar de explicar si la dico-

    toma urbano-rural, con equivalencia atraso-progreso,

    ha llegado a su fin y por lo tanto ha desaparecido como

    objeto de la sociologa rural 3.

    La relacin campo-ciudad es ahora mucho mscompleja que la vieja relacin dicotmica, caracteri-

    zada por el intercambio desigual y la migracin de los

    pobres del campo hacia las ciudades para conformar

    3 Varios autores han trabajado este tema, pero una buena sntesis se puede ver en Gmez, Sergio (2002).

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    19/56

    19Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    el ejrcito industrial de reserva. La conceptualizacin

    de lo rural, como espacio ocupado por grupos sociales

    relacionados con la produccin agropecuaria, en con-

    traste con lo urbano como espacio ocupado por grupos

    sociales relacionados con la industria y los servicios,ya no tiene valor explicativo en el marco de la globali-

    zacin del capital (Garca Bartolom, 1994).

    La vida rural, tradicionalmente asociada a la acti-

    vidad agropecuaria, abriga hoy una diversidad de

    actividades y relaciones sociales que vinculan estre-

    chamente a las aldeas campesinas con los centros

    urbanos y la actividad industrial. Ahora el campo nopuede pensarse sectorialmente, slo en funcin de la

    actividad agropecuaria y forestal, sino que debe tomar

    en cuenta las dems actividades desarrolladas por

    su poblacin, tanto a nivel local, regional, nacional e

    internacional (Arias, 1992, a y b; Lara, 1993; Rear-

    don et al. 2001; Schejtman y Berdegu, 2003). El

    concepto de nueva ruralidad representa esta mutacin

    (De Grammont, 2004).

    A partir de los aos noventa se ha escrito bastante

    sobre la nueva ruralidad en Amrica Latina y se han

    desarrollado encuentros internacionales que han propi-

    ciado su construccin gracias a la discusin del tema.

    Aunque persistan las posiciones unidisciplinarias para

    mirar el mundo rural, cada vez se ve ms claro que se

    va abriendo paso una nueva visin que permita una

    mejor comprensin de su complejidad 4.

    La nueva ruralidad es, entonces, una visin inter-

    disciplinaria del mundo rural, que toma en cuenta los

    aportes de la sociologa rural y de la economa agraria,

    pero que va ms all de la visin de estas dos discipli-

    nas, que miraban por separado la actividad productiva

    y el comportamiento social de los pobladores rurales.

    Pero, adems, incorpora elementos de la antropologa,la historia, la geografa, la biologa y las llamadas cien-

    cias ambientales, entre otras disciplinas.

    Los aportes realizados por los estudiosos de la nueva

    ruralidad han contribuido a disminuir el sesgo secto-

    rial dado al desarrollo rural y han impulsado el acerca-

    miento al concepto de desarrollo rural territorial, que

    empieza a coger fuerza en la literatura reciente sobreel tema.

    Otro de los puntos en donde puede verse una con-

    tribucin del concepto de nueva ruralidad es en la rup-

    tura de la dicotoma urbano-rural y en la bsqueda de

    interrelaciones y vnculos ms complejos que los asig-

    nados hasta hace algn tiempo a los habitantes rura-

    les y urbanos como productores y consumidores dealimentos, respectivamente. Hoy en da se reconoce

    la enorme interdependencia entre un espacio y otro,

    tanto en la generacin de actividades productivas, de

    empleo, de lugar de residencia, como en el entrela-

    zamiento y la complejidad de las relaciones sociales,

    polticas y econmicas.

    La poblacin rural ya no es slo la poblacin cam-

    pesina dedicada a las labores agropecuarias, como

    sola aparecer en toda la literatura sobre el tema: la

    nueva ruralidad reconoce a campesinos, mineros, pes-

    cadores, artesanos, empresarios agrcolas y los dedi-

    cados al sector servicios como pobladores rurales. Se

    hace un reconocimiento explcito a los grupos tnicos

    y se incorpora la variable de equidad de gnero como

    elemento fundamental para entender el mundo rural e

    intervenir en l.

    Las migraciones laborales internas en los pases,

    as como las intracontinentales y las transcontinenta-

    les, aunque han sido recurrentes en la historia de la

    humanidad, hoy dan cuenta de una reestructuracin,

    principalmente del mundo rural, tanto en el mundo

    desarrollado como en los pases en desarrollo. Gran

    nmero de trabajadores rurales de Espaa, Italia,Francia y otros pases desarrollados son originarios de

    pases pobres de Amrica Latina y, adems, en gran

    4 Ver Prez y Sumpsi (2002), Gmez (2002), Echeverri y Ribero (2002), Prez (2001), Prez y Farah (2001), Maestra en desarrollorural (1994), IICA (2003) y diferentes trabajos presentados en el seminario internacional El mundo rural: transformaciones y pers-pectivas a la luz de la nueva ruralidad, realizado entre el 15 y el 17 de octubre de 2003 en Bogot, Colombia.

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    20/56

    20 Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    medida, del mundo rural. Si a ello se suma el papel

    de las remesas, no slo en la economa general de los

    pases expulsores de mano de obra, sino tambin en

    la economa rural en particular, podran comprenderse

    mejor algunas de las razones de la supervivencia de laproduccin campesina en varios pases de la regin.

    El BID estima que para el ao 2005 el valor de las

    remesas hacia Amrica Latina superar los 55.000

    millones de dlares. En Mxico esta cifra es superior

    al valor de las exportaciones de petrleo y en Colombia

    es mayor que las divisas recibidas por caf. Pero estas

    migraciones acarrean la prdida de capital humano y

    social y la ruptura del tejido social en las comunidadesrurales.

    La nueva ruralidad tambin enfatiza el concepto de

    multifuncionalidad del territorio y el reconocimiento

    de la pluriactividad y de la importancia de los ingresos

    extraprediales para la preservacin de las economas

    rurales y el mantenimiento de la poblacin rural para

    evitar el despoblamiento de las reas rurales, que ha

    producido graves problemas en los pases desarrolla-

    dos.

    El sincronismo en el surgimiento de las nocio-

    nes de multifuncionalidad de la agricultura (MFA) en

    Europa y de nueva ruralidad (NR) en Amrica Latina

    es notable. Elaboradas en contextos socioeconmicos

    diferentes, ambas se desarrollaron progresivamente

    durante los aos noventa como reaccin a los mismosprocesos relacionadas con la globalizacin (). Curio-

    samente la MFA y la NR han llevado una vida paralela.

    Aunque coinciden en que le atribuyen una atencin

    particular al desarrollo y a las actividades de las zonas

    rurales y en que pretenden crear un marco renovado

    para la definicin de polticas pblicas en el campo

    rural, rara vez han sido confrontadas en cuanto a su

    contenido, sus objetivos y los referenciales en los quese fundamentan (Bonnal et al. 2004).

    La desagrarizacin del mundo rural en la literatura

    sobre nueva ruralidad no implica el desconocimiento

    de la importancia de la actividad productiva agrcola

    en Amrica Latina, pero s da cuenta de las tendencias

    mundiales sobre el tema y considera las evidencias ya

    notorias en el continente, como se ver ms adelante.

    La cada de las exportaciones, del rea de cultivos, del

    nmero de las explotaciones y del empleo agrcola son

    apenas algunos de los indicadores de transformacio-nes ms profundas que requieren anlisis cuidadosos

    y verificaciones empricas abundantes para nutrir la

    formacin de un cuerpo terico ms contundente.

    El nuevo enfoque dejaba atrs, por lo tanto, la

    visin dualista de las sociedades latinoamericanas,

    caracterizadas por la dicotoma entre los espacios

    urbanos, modernos y crecientemente industrializados,y los espacios rurales, tradicionales y agrcolas. De

    igual manera, la literatura de la nueva ruralidad bus-

    caba superar la antigua concepcin de las estructuras

    agrarias como caracterizadas slo por la dicotoma lati-

    fundio-minifundio, o, ms recientemente, por la duali-

    dad entre un sector de grandes empresarios orientados

    al mercado y otro de pequeos campesinos dedica-

    dos bsicamente a la produccin de alimentos para el

    autoconsumo del hogar rural. Surgi as una visin de

    las estructuras agrarias de Amrica Latina mucho ms

    heterognea. Esta percepcin contemplaba un amplio

    espectro de sistemas productivos, que abarca desde

    los grandes complejos agroindustriales, orientados al

    mercado interno y/o la exportacin, hasta la produc-

    cin a nivel de subsistencia de los hogares rurales ms

    pobres, pasando por una gran diversidad de pequeas

    y medianas explotaciones agrcolas netamente mer-cantiles y de unidades productivas plurisectoriales

    (Llamb, 2004).

    La visin de la nueva ruralidad, como ya se ha

    dicho, no slo pone el nfasis en la actividad produc-

    tiva agropecuaria: tambin admite la trascendental

    importancia del manejo, uso y conservacin de los

    recursos naturales, as como el reconocimiento delos servicios ambientales como una forma de dinami-

    zar la economa de las reas rurales y construir un

    proyecto de desarrollo ms sostenible. Dentro de las

    nuevas funciones asignadas a los espacios rurales, se

    encuentra precisamente la conservacin y el manejo

    de los recursos naturales como parte de las activida-

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    21/56

    21Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    des econmicas que pueden ser desarrolladas por la

    poblacin rural. Asimismo, el reconocimiento del uso

    del paisaje natural como espacio para el ocio y para

    el logro de una mejor calidad de vida es un elemento

    que ha cobrado vigencia a partir de la redefinicin delos conceptos de desarrollo rural y nueva ruralidad y

    que se ve reflejado en el surgimiento de innumerables

    proyectos de turismo rural en los diferentes pases.

    Se insiste, adems, en la necesidad de desarrollar

    tecnologas en la agricultura que conduzcan a la recu-

    peracin y el mantenimiento de los suelos, a mejorar

    el uso del agua y a incentivar la agricultura limpia,disminuyendo la utilizacin de contaminantes, lo cual

    no slo repercute en el manejo adecuado de los recur-

    sos naturales, sino tambin en el cuidado de la salud

    humana.

    La institucionalidad, la participacin y la construc-

    cin de planes y proyectos de desarrollo rural de abajo

    hacia arriba son temas claros en la agenda de la nueva

    ruralidad, lo que para los distintos actores sociales

    implica un papel diferente al asignado en la concep-

    cin de lo rural como un tema sectorial de la econo-

    ma. Todo ello conlleva cambios profundos desde el

    Estado, las instituciones y las personas, que requieren

    tiempos largos y decisiones polticas complejas, cuyos

    resultados slo pueden verse y medirse en el mediano

    y el largo plazo.

    La nueva ruralidad reconoce, tambin, la importan-

    cia de los procesos de democratizacin local y de mayor

    valoracin de los recursos propios, tanto humanos

    como naturales y culturales. Se ocupa de la bsqueda

    de la superacin de los conflictos sociopolticos que

    dificultan el avance y el bienestar general de las socie-

    dades rurales. De igual modo, plantea la necesidad de

    concertacin para la bsqueda del bien comn entrelos diferentes actores y entre lo pblico y lo privado,

    y alienta la valoracin o creacin de mecanismos de

    participacin y control de los procesos de desarrollo.

    Otro de los aportes de la nueva ruralidad es la bs-

    queda de la revalorizacin de lo rural, rompiendo el

    mito de que slo representa lo atrasado y lo no desea-

    ble en una visin de progreso y desarrollo. Pero esta

    visin optimista de la nueva ruralidad no desconoce

    la importancia de la agricultura ni la persistencia de

    fenmenos como la pobreza, la concentracin de latenencia de la tierra y de los ingresos, la dependencia

    de la exportacin de bienes primarios en el continente

    latinoamericano, ni otros mecanismos de exclusin

    social que afectan a los pobladores rurales.

    Exclusin social y nueva ruralidad

    Hay una cierta tendencia a confundir pobreza con

    exclusin social o a considerar que ambas expresio-

    nes son equivalentes, pero vale la pena resaltar que ya

    muchos autores establecen claramente la diferencia

    entre ellas. La exclusin social tiene distintos signifi-

    cados y es un concepto mucho ms amplio que el de

    pobreza, aunque est estrechamente relacionado con

    ste y, sobre todo, con la desigualdad. Esta distincin

    es importante para comprender mejor las actuales

    caractersticas de la ruralidad.

    La definicin ms comn de exclusin social es

    una escasez crnica de oportunidades y de acceso a

    servicios bsicos de calidad, a los mercados laborales

    y de crdito, a condiciones fsicas y de infraestruc-

    tura adecuada y al sistema de justicia (BID, 2004).

    La exclusin social debilita o rompe los vnculos queunen al individuo con la sociedad y le impiden acce-

    der a los beneficios del desarrollo, generndole un ais-

    lamiento cada vez mayor y conducindolo, de alguna

    manera, a condiciones de pobreza o de carencias

    varias. Por supuesto, la pobreza y la indigencia son

    formas de exclusin social, porque habitualmente los

    miembros ms pobres de la sociedad son, a su vez, los

    ms excluidos. Pero la exclusin puede ser, tambin,por gnero, raza, edad, discapacidades o problemas

    especficos de salud, en especial enfermedades infec-

    tocontagiosas.

    Hay ncleos de poblacin en Amrica Latina que

    sufren simultneamente varios tipos de exclusin. En

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    22/56

    22 Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    el ltimo tiempo, los debates sobre nueva ruralidad

    han hecho hincapi en la exclusin de gnero y de

    raza. Al enfatizar en el rompimiento de la invisibili-

    dad de muchos pobladores rurales, los seguidores de

    la corriente de la nueva ruralidad tambin enfatizanla necesidad de lograr una mayor inclusin social de

    todos los pobladores rurales.

    Segn Buvinic (2003), los indicadores para medir

    la exclusin social se encuadran en seis categoras

    generales: 1. Medidas de pobreza, incluidos indi-

    cadores de profundidad de la pobreza y medidas de

    desigualdad. 2. Acceso a servicios sociales de calidad(incluida la sanidad, la educacin y la vivienda) y los

    recursos productivos (tierra, capital, tecnologa). 3.

    Acceso a la infraestructura fsica (como agua, sanea-

    miento y transporte). 4. Acceso a los mercados labora-

    les y la naturaleza de esta participacin. 5. Indicado-

    res de participacin social. 6. Indicadores de justicia

    y participacin poltica.

    Una de las caractersticas de las poblaciones exclui-

    das y, sobre todo, de los pobladores rurales, es la invi-

    sibilidad que sufren an por parte de los gobiernos y

    las estadsticas. Es difcil saber el nmero de etnias,

    lenguas y desarrollos culturales que hay en Amrica

    Latina y el Caribe. Pocas veces se han hecho censos

    indgenas y cuando se han hecho son poco confiables;

    sin embargo, los pueblos indgenas representan el

    10% de la poblacin de la regin y ms del 40% enpases como Bolivia y Guatemala. Lo mismo ocurre

    con los afrodescendientes, que constituyen entre 80

    y 120 millones en la regin, pero que estn subregis-

    trados y que en pases como Brasil son cerca del 60%

    de la poblacin.

    Otra caracterstica de las poblaciones excluidas es

    que sufren desventajas acumulativas cuando presen-tan dos o ms caractersticas de exclusin. Por ejem-

    plo, aunque en promedio la situacin de la mujer en

    Amrica Latina y el Caribe ha mejorado en las ltimas

    dcadas, tambin es claro que las mujeres rurales,

    indgenas y/o de raza negra no han tenido las mismas

    posibilidades de mejoramiento que las de otros gru-

    pos tnicos y urbanas. Igualmente, las mujeres rurales

    pobres, indgenas o negras, aunque logren ms aos

    de educacin formal, tienen menos posibilidades de

    acceso a empleos formales y/o niveles salariales simi-

    lares a los de las mujeres de otros grupos o a los de loshombres (Buvinic, 2003; Prez y Farah, 2003).

    La pobreza rural

    A pesar de lo ya expuesto acerca de las mltiples

    causas de la exclusin social, es necesario recono-

    cer que la prevalencia de la pobreza y la indigenciay la tendencia a su crecimiento en los primeros aos

    del presente siglo son elementos que contribuyen de

    manera significativa a la exclusin social en Amrica

    Latina y el Caribe.

    Aunque el mayor nmero de pobres est ubicado en

    las reas urbanas, debido a los fenmenos de migra-

    cin, gran parte de esa pobreza es de origen rural, y

    hay una estrecha relacin entre la procedencia de los

    ingresos de los pobres urbanos y las actividades del

    sector primario.

    Si bien la proporcin de pobres en las ciudades ha

    bajado paulatinamente de 41,4% en 1990 a 36,1%

    en el 2001 (), dos terceras partes del total de la

    poblacin rural son pobres y dos quintas partes son

    indigentes (...), proporciones que se mantienen sincambio desde 1990 (FAO, 2004). Hasta 1980 la

    mayor parte de los pobres estaba en el campo. Durante

    los aos ochenta el impacto de la crisis de la deuda,

    aunado al fuerte proceso de urbanizacin, provoc un

    severo agravamiento en los ndices de pobreza urbana.

    Entre 1980 y 1990 se duplic el nmero de pobres

    en las ciudades. En el campo, en tanto, solamente

    aument 8%. Desde entonces, y tambin como resul-tado del estancamiento de la poblacin rural total

    como resultado de la emigracin, el mayor nmero de

    personas pobres vive en las ciudades (FAO, 2004).

    En la mayora de los pases de Amrica Latina,

    el enfoque de las polticas de desarrollo rural se ha

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    23/56

    23Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    orientado hacia la implementacin de estrategias y

    programas para reducir la pobreza, pero sus objetivos

    no se han alcanzado, ya que la pobreza es de origen

    estructural y, mientras no se modifiquen las causas

    que la provocan, los programas paliativos no resuelvenel problema.

    La concentracin de los ingresos y de la tierra

    como factor de exclusin social

    En gran medida, la pobreza y la indigencia en Am-

    rica Latina y el Caribe (ALC) se originan en la enorme

    desigualdad en la distribucin del ingreso. Esta des-igualdad es mucho ms notoria si se comparan los

    ingresos medios urbanos con los rurales, en donde,

    en la mayora de los pases, estos ltimos son muy

    inferiores.

    Segn un estudio del Banco Mundial, el decil ms

    rico de la poblacin de Amrica Latina y el Caribe se

    queda con el 48% del ingreso total, mientras el decilms pobre slo recibe el 1,6%. El mismo informe

    seala que la desigualdad en Amrica Latina y el

    Caribe es superior en 10 puntos respecto a Asia, en

    17,5 puntos respecto de los treinta pases de la OCDE

    y en 20,4 puntos respecto de Europa Oriental.

    La vulnerabilidad de la poblacin es mayor en el

    mundo rural cuando sus integrantes son indgenas,afrodescendientes, mujeres y, en especial, cabezas de

    familia. De esto hay suficientes evidencias en estudios

    del Banco Mundial, el BID, la Cepal y la FAO, entre

    otros. Pases como Brasil, Guyana, Guatemala, Boli-

    via, Colombia, Mxico y Per son apenas algunos de

    los ejemplos que confirman esta aseveracin.

    Respecto de la distribucin de la tierra como factor

    de exclusin, los pases de Amrica Latina y el Caribe

    han registrado, histricamente, los mayores ndices de

    concentracin del mundo. Paraguay, Chile, Mxico,

    Argentina, Brasil, Costa Rica, El Salvador, Panam,

    Per y Venezuela tienen los ms altos, ubicados entre

    0,80 y ms de 0,90. Por su parte, los de Honduras,

    Colombia, Jamaica, Puerto Rico, Repblica Domini-

    cana y Uruguay se sitan entre 0,66 y 0,80, segn

    datos de la Cepal.

    Se estima que en Amrica Latina slo la mitad delos productores rurales cuentan con ttulo de propie-

    dad, y persiste una grave situacin de minifundio con

    superficies de poca viabilidad econmica. Todo parece

    indicar que los mercados de tierras puestos en mar-

    cha en los ltimos aos no han cumplido los objetivos

    previstos, pues no se ha alterado la estructura de la

    propiedad ni se ha dado acceso a los tradicionalmente

    marginados (BID, 2005).

    Los grandes propietarios de tierras han encontrado

    frmulas para mantener su posicin dominante,

    desalojando a los arrendatarios y obteniendo subsidios

    de capital a sus productos. En muchos pases hay

    vastas regiones con derechos de propiedad indefinidos

    o ilegtimos, y fenmenos como la expansin o la

    contraccin de reas de cultivos ilcitos, as como

    conflictos internos en muchos de ellos, han dado

    cabida a despojos de tierras y a la ampliacin de la

    gran propiedad y han forzado a soluciones como la

    expansin de la frontera agrcola a costa de la prdida

    de la selva hmeda tropical. Basta ver los casos de

    Brasil, Colombia, Bolivia, Per, Ecuador y algunos de

    Amrica Central, entre otros.

    Otros factores de exclusin social

    La falta de disponibilidad de una adecuada infraes-

    tructura y la dificultad de acceso a servicios pblicos,

    a educacin y a inversin en investigacin y desarro-

    llo son otros de los factores importantes para visuali-

    zar los niveles de exclusin social de las poblaciones

    rurales en Amrica Latina. Debido a que la mayora

    de los habitantes de la regin est ubicada en las

    reas urbanas, la inversin en infraestructura vial y

    servicios pblicos tambin se da, principalmente, en

    estas zonas. Pero lo ms preocupante es que la mayor

    inversin, en este rubro, favorece a la poblacin con

    ms alto nivel de ingresos. An hay un gran nmero

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    24/56

    24 Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    de pobladores rurales que no tienen acceso a agua

    potable en sus viviendas, y en la mayora de las zonas

    rurales el acceso al agua no siempre garantiza su cali-

    dad, pues no es tratada ni purificada.

    Otro factor de exclusin social es la falta de dis-

    ponibilidad de vas de comunicacin y, de manera

    especial, de carreteras. Se considera relevante este

    tema porque est ligado a la posibilidad de acceso

    a los mercados y a los bienes y servicios pblicos en

    general. Por otra parte, es un indicador de aislamiento

    fsico, cultural y tecnolgico. Martine Dirven (2002a)

    utiliza la expresin distancia econmica para mos-trar las condiciones de aislamiento, y da cuenta de

    la enorme diferencia que hay entre los pases desa-

    rrollados y Amrica Latina en cuanto a la disponibili-

    dad de ferrocarriles y carreteras. Tambin constata el

    bajsimo porcentaje de carreteras pavimentadas en la

    mayora de los pases latinoamericanos.

    Tambin es causa de exclusin para los pobladoresrurales en ALC la casi inexistencia de un sistema de

    seguridad social con amplia cobertura. Gran parte de

    los adultos mayores de 65 aos tienen que permane-

    cer en el mercado laboral, trabajando ms de treinta

    horas semanales, puesto que es la nica posibilidad

    de obtener ingresos para la sobrevivencia, aunque no

    les alcanzan para superar la lnea de pobreza. En los

    pases que disponen de coberturas de previsin socialms amplias, slo un 15% de las personas mayores de

    65 aos estn ocupadas, mientras que en los pases

    con cobertura baja o muy baja, a nivel de la poblacin

    rural, el porcentaje es de 35,3%. Por ahora, la cober-

    tura de la poblacin rural de 65 aos que percibe jubi-

    lacin o pensin no alcanza ni el 10% en Honduras,

    El Salvador, Bolivia, Colombia, Mxico y Repblica

    Dominicana (Dirven, 2002b).

    Finalmente, es significativo que, como plantea el

    BID (2005), slo el 15% de la poblacin rural tiene

    acceso a crdito formal y que hay un gran rezago en

    innovacin tecnolgica y transferencia de tecnologa

    para los pequeos y medianos productores.

    El gran peso de la agricultura en AmricaLatina

    Los pases desarrollados se caracterizan, respecto

    al resto de los pases, por el menor peso que la agri-cultura tiene en el PIB. En la Unin Europea slo un

    2,4% del PIB proviene de la produccin agrcola,

    mientras que en Amrica Latina la contribucin del

    sector agrcola al PIB se ha mantenido entre 7% y 8%

    durante las dos ltimas dcadas (ver grfico1). Estra-

    tgicamente aqu es mucho ms importante la agricul-

    tura en su participacin en el PIB. En Amrica Latina

    y el Caribe, es evidente que los pases ms pobres y

    con una agricultura menos eficiente tienen una parti-

    cipacin agrcola ms elevada en el PIB, mientras que

    los que tienen una agricultura ms eficiente y un nivel

    mayor de desarrollo tienden a parecerse a los pases

    industrializados. Hay diferencias muy grandes en este

    sentido en la regin, pues algunos pases de Centro-

    amrica, Mxico y el Cono Sur, junto a Cuba y Vene-

    zuela, tienen una participacin de la agricultura en

    el PIB de entre el 4% y el 6%, mientras que Guyana(48,3%), Nicaragua (35,6%), Paraguay (28,1%) y

    Ecuador (22,9%) mantenan en el ao 2002 niveles

    muy altos de participacin de la agricultura en el PIB

    total (FAO, 2004).

    La agricultura sigue siendo la actividad econmica

    que genera mayor empleo en los pases pobres, en

    general, y tambin en los pases de Amrica Latinay el Caribe. Pero en relacin con este tema se han

    presentado cambios muy importantes en la regin. La

    poblacin econmicamente activa de ALC dedicada a

    la agricultura alcanz a ser de 45 millones de perso-

    nas a mediados de los ochenta. Desde entonces ha

    empezado a disminuir de manera lenta y se estima

    que en el 2003 era de 43,5 millones. De 1985 a

    2003 la poblacin econmicamente activa (PEA) dela regin pas de 150 a 234 millones de personas,

    lo cual significa que los dems sectores de la eco-

    noma han absorbido el crecimiento del nmero de

    trabajadores. La agricultura ocupa, pues, una propor-

    cin decreciente de la poblacin activa. De 30% de

    trabajadores en 1985 pas a 25% en 1990 y hoy es

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    25/56

    25Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    de 19% (FAO, 2004). Sin embargo, algunos analis-

    tas insisten en la disminucin de la importancia de

    la agricultura en el continente, tanto en trminos de

    empleo como de produccin, y calculan que para el

    ao 2010 la PEA agrcola ser del 16%, pero la PEA

    rural aumentar (Cruz, 2002).

    Uno de los aspectos ms importantes en los an-lisis desde la perspectiva de la nueva ruralidad surge

    cuando se plantea la revalorizacin de las actividades

    rurales y se desagrariza el peso del empleo y los ingre-

    sos en las nuevas sociedades rurales. Esto no signi-

    fica, naturalmente, el vaciamiento del campo, sino la

    articulacin de las actividades agrcolas con otras acti-

    vidades productivas en el medio rural como una mayor

    vinculacin del desarrollo rural con los pequeos cen-

    tros urbanos (). Se dan actividades comerciales, de

    servicios, as como en materiales de construccin,

    artesana, agroindustria y diferentes combinaciones de

    empleo asalariado de algunos miembros de la familia

    rural en los centros urbanos (). La participacin del

    empleo en actividades no agrcolas en el medio rural

    es rpidamente creciente (FAO, 2004). A partir de

    1998, el total de las rentas no agrcolas ya rebasaba el

    monto de los ingresos agrcolas recibidos por los resi-

    dentes rurales. (Da Silva et al. 2005). ste es slo un

    ejemplo de las mltiples evidencias que, al respecto,

    hay en Amrica Latina.

    Antes de 1980, la poblacin agrcola y la pobla-cin rural presentaban una evolucin semejante, pero

    a partir de entonces, aunque la poblacin rural se ha

    mantenido en nmeros absolutos, la poblacin depen-

    diente de la agricultura ha disminuido (ver grfico 2).

    Esto mostrara que se ampla la poblacin que vive en

    el campo pero se dedica a actividades diferentes a la

    agricultura.

    A pesar del gran peso de la agricultura en la regin,

    en la mayora de los pases sigue sin resolverse el tema

    del acceso a los bienes de produccin y, de manera

    especial, a la tierra, no obstante los intentos de refor-

    mas agrarias que se han hecho. Estas reformas agra-

    rias han sido extensas pero incompletas y, aunque se

    Grfico 1

    Amrica Latina y el Caribe: Participacin del PIB agrcola en el PIB total (porcentaje).

    Fuente:Cepal, citado en FAO, 2004.

    1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1992 1994 1995 1996 1997 1988 1999 2000 2001 2002 2003

    7,1

    7,2

    7,3

    7,4

    7,5

    7,7

    7,0

    7,6

    7,9

    7,8

    8,0

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    26/56

    26 Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    ha modificado la estructura latifundio-minifundio, no

    se ha podido cambiar la situacin de los campesinos

    pobres, debido a las fallas en el diseo y en el con-

    texto poltico.

    Otra dimensin vinculada a las transformacionesrecientes tiene que ver con la organizacin espacial de

    la agricultura. En las ltimas dcadas surgen nuevas

    configuraciones territoriales que expresan la heteroge-

    neidad de procesos agrarios y tramas sociales en el

    espacio rural. Se produce la expansin territorial de

    grandes empresas agroalimentarias locales y transna-

    cionales lderes en el alto valle tradicional hacia los

    valles medios. La revalorizacin del rea para la agricul-tura bajo riego deriva en una organizacin empresarial

    a escala, relacionada con el uso intensivo de capital

    concentrado (tecnologas de punta, incorporacin de

    nuevas especies y variedades frutihortcolas, y fuerte

    demanda de mano de obra transitoria predominante-

    mente estacional) (Bendini y Tsakoumagkos, 2003).

    Por otra parte, el crecimiento de la demanda de

    productos genticamente modificados ha llevado a

    grandes transformaciones en la estructura de tenen-

    cia, empleo, ingresos e impacto ambiental, en varios

    pases. Basta citar el caso de la produccin de soya

    transgnica en Argentina en el 2003, que fue de msde 90 millones de toneladas.

    Los cambios poblacionales

    Amrica Latina y el Caribe es la nica regin del

    denominado Tercer Mundo en donde el nmero de

    habitantes urbanos es mayor que el de habitantesrurales. Su porcentaje de poblacin rural es incluso

    inferior al de la mayora de los pases desarrollados. En

    el 2001, los pobladores rurales del mundo eran 3.215

    millones, de los cuales slo 126 vivan en Amrica

    Latina y el Caribe. Hay enormes diferencias segn los

    pases. Por ejemplo, en Guatemala, Jamaica, Panam,

    Grfico 2

    Amrica Latina y El Caribe: Poblacin agrcola y rural (millones de personas).

    Fuente:Faostat, citado en FAO, 2004.

    1961 1963 1965 1967 1969 1971 1973 1975 1977 1979 1981 1983 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003

    105

    110

    115

    120

    125

    100

    130

    Poblacin rural total es tim ada Pobla cin agrcola estima da

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    27/56

    27Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    Cuadro 1

    Amrica Latina y el Caribe: Poblacin total y rural.

    Poblacin ruralPas Poblacin total (millones) (% de la poblacin total)

    1975 2001 2003 2015 1975 2001 2003 2015

    Argentina 26,0 37,5 38,0 42,7 19,3 11,7 9,9 7,8

    Chile 10,3 15,4 16,0 17,9 21,6 14,0 13,0 9,8

    Uruguay 2,8 3,4 3,4 3,7 16,9 7,9 7,5 5,6

    Costa Rica 2,1 4,0 4,2 5,0 56,5 39,5 39,4 33,2

    Cuba 9,3 11,2 11,2 11,4 35,8 24,5 24,3 21,9

    Mxico 59,1 100,5 104,3 119,1 37,2 25,4 24,5 21,2

    Panam 1,7 3,0 3,1 3,8 51,0 43,4 42,8 38,3

    Trinidad y Tobago 1,0 1,3 1,3 1,3 37,0 25,5 24,6 20,3

    Brasil 108,1 174,0 181,4 209,4 38,2 18,3 17,0 11,6

    Colombia 25,4 42,8 44,2 52,1 40,0 24,5 23,6 18,7

    Venezuela 12,7 24,8 25,8 31,3 24,2 12,8 12,4 10,0

    Per 15,2 26,4 27,2 32,2 38,5 26,9 26,1 22,0

    Ecuador 6,9 12,6 12,9 15,1 57,6 36,6 38,2 32,4

    Paraguay 2,7 5,6 5,9 7,6 61,0 43,4 42,8 35,7

    Rep. Dominicana 5,0 8,5 8,6 10,1 54,7 44,0 40,7 35,4

    Jamaica 2,0 2,6 2,6 2,7 55,9 43,4 47,8 45,8

    El Salvador 4,1 6,3 6,6 8,0 52,5 38,7 40,6 35,8

    Nicaragua 2,5 5,2 5,3 6,6 51,1 43,5 42,7 37,2

    Bolivia 4,8 8,5 8,8 10,9 52,7 37,1 36,6 31,0

    Honduras 3,0 6,6 6,9 8,8 67,9 46,4 54,4 48,7

    Guatemala 6,0 11,2 12,0 15,9 63,3 60,0 53,7 40,1

    Hait 4,9 8,1 8,3 9,8 78,3 63,7 62,5 54,5

    TOTAL 310,7 511,4 529,7 615,6 37,6 23,5 22,6 18,2

    Honduras y Nicaragua, en el 2001, la poblacin rural

    representaba ms del 40% del total de la poblacin,

    mientras que pases como Uruguay, Argentina, Vene-

    zuela y Chile tenan menos de un 15% de habitantes

    rurales (ver cuadro 1). Casi todos estos porcentajes de

    poblacin rural son inferiores a los de los pases de

    Europa Central y Oriental. Sin embargo, como se vio

    antes, gran parte de la economa de la regin depende

    an del sector rural y de manera especial del sector

    agrcola.

    Fuente:elaboracin propia con base en PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2005.

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    28/56

    28 Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    Cuadro 2

    Poblacin total y rural, menores de 15 y mayores de 65 aos, Amrica Latina y El Caribe, Europa Central yOriental y la CEI, OCDE.

    Pobl. menor Pobl. mayorPoblacin total Poblacin rural de 15 aos de 65 aos

    Regin (millones) (% de pobl. total) (% de la pobl.total) (% de la pobl.total)

    1975 2003 2015 1975 2003 2015 2003 2015 2003 2015

    Amrica Latina

    y el Caribe 318,4 540,7 628,3 38,9 31,5 26,3 30,8 26,5 4,9 7,5Europa Central yOriental y la CEI 366,6 406,3 396,8 47,2 37,1 36,2 19,1 17,3 10,6 12,9

    Pases de la OCDE 925,7 1.157,3 1.233,6 32,8 24,1 21,1 19,8 17,8 11,6 16,1

    Total mundial 4.073,7 6.313,8 7.219,4 72,8 51,7 46,5 28,9 25,9 6,0 8,4

    Fuente:elaboracin propia con base en PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2005.

    La tendencia de la poblacin rural es a la dismi-

    nucin, en trminos porcentuales, en todo el mundo.

    Segn proyecciones hechas para el 2015, la cada del

    porcentaje de poblacin rural es ms drstica para los

    pases de Amrica Latina y el Caribe que para los euro-peos, pues mientras en estos ltimos se estima que el

    porcentaje descender en 1,4%, en Amrica Latina y

    el Caribe lo har en 4,7% (ver cuadro 2).

    En Amrica Latina, por otra parte, la densidad de

    poblacin es muy baja y hay vastos territorios vacos.

    En promedio hay 21 habitantes por km2, pero este

    nmero es muchsimo menor en varios pases: Argen-tina, 1,7; Bolivia y Uruguay, 2,9; Chile, 3,1; Venezuela,

    3,4, y Brasil 4,4. El pas con mayor concentracin de

    poblacin por km2 es El Salvador, con 257 (Dirven,

    2002a). Ms o menos el 40% del total de pobla-

    cin del continente vive disperso o en localidades muy

    pequeas, es decir, con menos de dos mil habitantes.

    En Colombia, por ejemplo, unas 650 cabeceras muni-

    cipales, de las 1.098 que tiene el pas, entran en esta

    categora. Repblica Dominicana, Ecuador, Panam,

    Bolivia, Nicaragua, Paraguay, El Salvador, Costa Rica,

    Honduras, Guatemala y Hait tienen entre un 40% y

    un 75% de su poblacin en este tipo de localidades.

    En cambio en Uruguay, Argentina y Brasil ms del

    50% de la poblacin vive en ciudades de ms de un

    milln de habitantes (Prez, 2004, 182).

    Las ciudades siguen siendo polos de atraccin paralos pobladores rurales, o simplemente su nica posi-

    bilidad de sobrevivencia, debido a los cambios en la

    estructura productiva rural, en especial el desarrollo

    de la agricultura de plantacin y las empresas agroin-

    dustriales, pero tambin, en muchos pases, debido a

    desastres naturales, como inundaciones, huracanes y

    terremotos. Un factor muy importante de movilidad de

    la poblacin de lo rural a lo urbano ha sido, en variospases del rea, el desarrollo de conflictos sociales que

    han terminado en procesos de desplazamiento forzado,

    fenmeno que slo en Colombia ya ha afectado a tres

    millones de habitantes en esta situacin.

    Tambin se han producido otros fenmenos migra-

    torios, sobre todo transnacionales y transcontinentales,

    gracias al desarrollo de mercados laborales en mbitos

    agrcolas y de servicios en los pases desarrollados y

    al impacto negativo de las polticas del modelo neo-

    liberal en esta parte del mundo. Un ltimo fenmeno

    que genera movimientos de poblacin y ocupaciones

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    29/56

    29Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    espaciales importantes es el de los cultivos ilcitos en

    varios pases de la regin.

    Hay nuevos fenmenos que se ubican en el con-

    texto de la nueva ruralidad, como la llamada urbaniza-cin del campo, bien sea por la formacin de especies

    de ciudades dormitorio o por el desarrollo de reas de

    segunda residencia u ocupacin a cargo de indus-

    trias y agroindustrias de espacios interconectados

    entre el rea urbana y las reas rurales. Estos fenme-

    nos de conurbanizacin cada vez ocurren con mayor

    frecuencia en distintos pases latinoamericanos, pero

    an no alcanzan a contrarrestar el desequilibrio de ladensidad de poblacin entre el campo y la ciudad. Es

    importante anotar que muchas regiones de los distin-

    tos pases estn empezando a sentir el efecto dram-

    tico del abandono por parte de los pobladores de los

    territorios que antes estaban dedicados a la actividad

    agrcola y pecuaria, en especial los pequeos produc-

    tores y los jornaleros agrcolas.

    Desafos para el desarrollo humano en elmundo rural

    Uno de los desafos para abordar el desarrollo

    humano en el mundo rural tiene que ver con la adop-

    cin de un nuevo enfoque de desarrollo rural, ya que

    los enfoques anteriores han fracasado, puesto que

    la incidencia de la pobreza rural no ha disminuido yla poblacin rural pobre ha aumentado, la desigual-

    dad social es enorme y va en aumento, permanece

    la brecha entre el desarrollo social urbano y el rural y

    la migracin contina siendo el factor que impide el

    mayor aumento de la pobreza y, por tanto, ha aumen-

    tado la pobreza urbana de origen rural (De Janvry y

    Sadoulet, 2004).

    Desde hace varios aos se viene hablando de la

    necesidad de plantear el enfoque del desarrollo terri-

    torial rural, entendido como un proceso simultneo

    de transformacin productiva, institucional y social

    en un determinado territorio rural (BID, 2005). Aqu

    el territorio no es un espacio fsico objetivamente

    existente, sino una construccin social, es decir, un

    conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la

    vez expresan una identidad y un sentido de propsito

    compartidos por mltiples agentes pblicos y priva-

    dos (Schejtman y Berdegu, 2003).

    Este nuevo enfoque del desarrollo rural reconoce

    la importancia de la creciente insercin regional e

    internacional de los territorios rurales y los vnculos

    urbano-rurales, as como la necesidad del desarrollo

    de actividades tanto agrcolas como no agrcolas, para

    poder lograr la transformacin productiva, institucio-

    nal y social de la que se viene hablando. Esta estra-tegia debe ir ms all de la sola pretensin de redu-

    cir la pobreza, si se quiere que las transformaciones

    sociales sean incluyentes y sostenibles.

    Es necesario, entonces, romper el sesgo sectorial

    agrariodel desarrollo rural y tener en cuenta el nuevo

    mundo rural, que hemos mostrado en la primera parte

    del trabajo, al hablar de la nueva ruralidad. nica-

    mente as se harn visibles todos los pobladores rura-

    les y no slo los productores agropecuarios. La visi-

    bilidad implica, entre otras cosas, la desagregacin

    en las estadsticas por gnero, edad, raza y actividad

    econmica. Hoy en da es prcticamente imposible

    encontrar estadsticas coherentes y comparables a

    nivel latinoamericano, porque tampoco las hay en casi

    ningn pas de la regin. Ya no es aceptable que la

    visibilidad de los pobladores rurales slo sea posiblecuando se toman por la fuerza los terrenos, cortan las

    vas, paralizan actividades en entidades estatales u

    organizan manifestaciones de inconformismo, las que

    casi siempre terminan en acciones represivas y sin

    ninguna solucin a los problemas planteados.

    Es imperiosa la necesidad de garantizar una mejor y

    ms equitativa distribucin de la tenencia de la tierra,pero sobre todo garantizar el acceso a la misma y dar

    seguridad a los derechos de propiedad. Pero tambin

    es imprescindible garantizar el acceso al agua, al cr-

    dito y a una infraestructura adecuada en el medio rural,

    no slo para ingresar a los mercados, sino adems para

    asegurar la calidad de vida que merecen los pobladores

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    30/56

    30 Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    rurales. Mientras ms infraestructura tenga un pas

    (incluidos el suministro de electricidad, las telecomu-

    nicaciones, los caminos y los ferrocarriles), menor ser

    su nivel de desigualdad (Ferranti, 2003).

    Segn Ferranti, el activo productivo ms impor-

    tante que puede obtener la mayora de la gente es la

    educacin, pero slo si es igualitaria tiene, potencial-

    mente, mltiples influencias en lo relativo a resultados

    y prcticas ms equitativas. Es urgente mejorar la cali-

    dad de la educacin para que garantice la igualdad de

    oportunidades a todos los pobladores y, por supuesto,

    hay que incrementar los incentivos de permanencia

    de los habitantes rurales y disminuir el fenmeno de

    la desercin escolar. Es necesario tener en cuenta que

    esto requiere una visin de largo plazo, pues los cam-

    bios y los impactos de un mayor y mejor nivel educa-

    tivo tardan aos en reflejarse en salarios e ingresos. Es

    preciso focalizar la ampliacin de cobertura hacia los

    ms pobres y hacia los grupos raciales minoritarios,

    que son hoy los ms excluidos.

    Otro de los desafos que hay que plantearse es la

    bsqueda de estrategias que logren retener y fijar la

    poblacin joven en el mundo rural, para lograr una

    mayor dinmica econmica, garantizar el cuidado y

    preservacin de los recursos naturales, evitar el aban-

    dono y deterioro de los territorios rurales, y preservar

    el tejido social, las tradiciones y las costumbres que

    hacen parte del patrimonio de los pases.

    Resulta indispensable reconocer la heterogeneidad

    de los territorios, los pobladores y las actividades eco-nmicas para disear estrategias de desarrollo rural

    que tiendan al logro de las transformaciones sociales

    incluyentes. Dentro de la regin, y en cada pas, hay

    una gran heterogeneidad que requiere de tratamientos

    diferenciados y no de la aplicacin de un solo modelo

    de desarrollo rural, sin importar las diferencias.

    En la era actual es impensable un modelo de desa-

    rrollo rural que no garantice la participacin ciudadana

    y que no busque la construccin de programas y pro-

    yectos de desarrollo rural de abajo hacia arriba, para

    que los distintos actores del desarrollo, tanto pblicos

    como privados, sean partcipes de las decisiones que los

    involucran. Ello implica la construccin de una nueva

    institucionalidad para el desarrollo rural y un replan-

    teamiento del papel del Estado en la bsqueda de la

    equidad en el desarrollo. Este cambio tiene que ser

    conformado por la interaccin creativa entre la socie-

    dad civil y un Estado activista pero democrtico, en el

    cual el nuevo movimiento indgena y campesino debe

    jugar un papel crucial para asegurar que las fuerzas del

    mercado sean controladas por un proceso de desarrollo

    igualitario, inclusivo y participativo (Kay, 2005).

  • 7/31/2019 Chile Rural, Un Desafio Para El Desarrollo Humano

    31/56

    31Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

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    33Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    IV LA NUEVA RURALIDAD EN CHILE: APUNTES SOBRESUBJETIVIDAD Y TERRITORIOS VIVIDOS

    Exposicin de Manuel Canales,Profesor de la Escuela de SociologaUniversidad de Chile.

    Este texto propone un conjunto de reflexiones e

    interpretaciones sobre las subjetividades y los territo-rios vividos del mundo rural actual. Es un texto ensa-

    ystico, pues no pretende sistematizar el conjunto ni

    comprobar empricamente cada uno de sus plantea-

    mientos. Aprovecha, en cambio, la libertad que otorga

    el ensayo para proponer algunas hiptesis que puedan

    ayudar a comprender unas sociedades y unos mundos

    muy cambiados y, en buena parte, invisibilizados.

    En rigor, ms que invisibilizados, quiz el trmino

    preciso es desodos. Por esta razn, las reflexiones que

    siguen son un intento por escuchar una palabra un

    discurso que no est siendo escuchada por el sentido

    comn urbano ni por el sector dirigente. Se trata de un

    habla que ha quedado fuera de lo corriente; el riesgo

    que corremos al interpretarla es, por lo mismo, ms

    alto que de costumbre.

    Se busca aqu abrir una conversacin, formulando

    para ello algunas preguntas que nos aproximen a la

    nueva cuestin rural, preguntas que slo pueden ser

    realizadas desde los sujetos mismos, como palabra

    propia o discurso propio.

    Para el efecto se seala un universo de tpicos

    donde la subjetividad rural est expresada por susformas tpicas. Son cuestiones crticas sealadas en

    las conversaciones rurales y en las que se juegan el

    sentido y la intepretacin de la vida social.

    Con todo, se debe enfatizar el carcter tentativo

    de las proposiciones siguientes, en consideracin al

    carcter provisorio de los resultados de una investiga-cin en marcha que sirve de base a estas ideas. Pero,

    siendo ste un seminario de acercamiento al tema,

    ellas se ofrecen como provocaciones para un debate

    que no se produca desde haca demasiado tiempo.

    El mundo rural: donde antes haba continui-

    dad hoy hay cambioDesde hace ya ms de cincuenta aos que la rura-

    lidad viene experimentando cambio tras cambio, sin

    que se haya consolidado en ella alguna forma ms o

    menos estable. La ruralidad hoy, objetiva y subjetiva-

    mente, es un proceso, una dinmica, un movimiento,

    ms que una estructura. Esto desafa profundamente

    las perspectivas y los conceptos que usamos habitual-

    mente para definir y comprender lo rural.

    En estos cincuenta aos, los cambios en el mundo

    rural se han enmarcado en tres pocas: sobre el tiempo

    y el espacio casi congelados de la hacienda, se instal

    una primera modernizacin y luego una segunda, casi

    sin pausas ni perodos de maduracin y adaptacin. La

    experiencia lmite que significa un cambio de poca

    que es lo que estaramos viviendo actualmente,cuando la ltima modernizacin ha comenzado a mos-

    trar sus limitaciones se duplica en el caso rural.

    El primer cambio se inici en los aos sesenta, con

    el paso del campo tradicional, de los fundos y de una

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    34 Chile rural: un desafo para el desarrollo humano

    agricultura reproductiva o extensiva instalada en un

    orden social esttico y autoritario a una sociedad de la

    letra, de la ley, de la ciencia y de la tecnologa y, con

    ellas, del aumento constante de la produccin.

    El segundo cambio, insinuado ya en los setenta

    pero reforzado en los ochenta, dice relacin con la

    inminencia de los cambios que se condensan en la

    globalizacin, la competitividad, la cultura econ-

    mica, el consumo, la sociedad meditica o de masas y

    las emergentes formas de la sociedad virtual.

    Estos cambios no slo han afectado las estructuras

    demogrficas, productivas y de la tenencia de la tie-

    rra: tambin han causado un impacto profundo en la

    manera en que los habitantes del campo perciben su

    mundo y se perciben a s mismos.

    El incesante cambio rural pone la preguntay en el futuro, qu?

    Una sociedad de fuertes transformaciones como la

    rural est tensionada desde las mltiples memorias

    de lo que fue antes de cada cambio y desde las

    incertidumbres por el futuro de lo que ocurrir, esta

    vez, otra vez, despus de los nuevos cambios. Entre

    unas y otras, el presente subjetivo de la ruralidad es

    tambin la de un sujeto en proceso, la de una historia

    en marcha.

    Por eso, no debera sorprender que la ruralidad sea

    hoy ms una pregunta por lo que vendr, antes que

    una nostalgia. Y si en algunos casos el pasado llega a

    ser nostalgia, lo es por las urgencias del presente y por

    la incertidumbre respecto al futuro.

    Del campesinado tradicional ya no es posible afir-mar como se haca en el pasado que lo propio de los

    sujetos rurales es su fatalismo y su conservadurismo:

    nada podr cambiar en el futuro e incluso, es bueno

    que nada cambie. Lo que domina ahora es la percep-

    cin, aunque es un tanto difusa, de que el cambio es

    la ley natural de las cosas. El fatalismo ha sido reem-

    plazado por la incertidumbre y el conservadurismo por

    la urgencia.

    No es de extraar, entonces, que la identidad rural

    sea hoy un concepto brumoso y hasta perdido para lospropios sujetos del campo. Hablar en nombre de la

    ruralidad pasada ya no tiene mayor sentido, pues no

    apunta a una realidad que pueda ser experimentada

    ahora y que, por esto, sirva de referencia comn para

    situarse a s mismo y para encontrarse con otros. No

    es que a los habitantes del mundo rural les falte rea-

    lidad y experiencia en el presente ni que deban refu-

    giarse en el pasado para encontrar algo comn de qu

    hablar. Es ms bien lo contrario: en el campo pasan

    hoy demasiadas cosas para las que se carece de nom-

    bres o interpretaciones. Hay suficiente nueva sociedad

    o nueva realidad rural como para tener que cobijarse

    simblicamente en las tradiciones perdidas. Por lo

    dems, la memoria de aquellas tradiciones es tam-

    bin, en parte, la de un orden oprobioso y explotador.

    Lo que haya sido lo rural ya no lo es, y lo que estsiendo, lo que sea, tiende tambin a ya no serlo. Ello

    podra ayudarnos a entender por qu, segn muestran

    algunos estudios exploratorios, no existe una ruralidad

    autorreflexiva y autorrepresentada. A los habitantes del

    mundo rural les cuesta hablar de s mismos recono-

    cindose como tales o como campesinos. Volveremos

    sobre este punto al final de la presente ponencia.

    Lo anterior es comprensible no slo por la velocidad

    y la omnipresencia de los cambios, sino tambin por-

    que en el campo se han debilitado los sujetos colec-

    tivos, aquellos que portan el habla y la representacin

    de las identidades. Los pequeos agricultores ya no

    conforman entidades como las antiguas federaciones

    del movimiento campesino: las nuevas agrupaciones no

    alcanzan niveles de organizacin equivalentes a los deaqullas. Tampoco disponen de proyectos de regenera-

    cin o reconversin que los lleve ms all de la mera

    resistencia ante el sistema poltico. Los temporeros, por

    su propia condicin, constituyen un improbable actor

    o sujeto hablante, permaneciendo en la frontera de la

    accin comunicativa colectiva y de la inclusin social.