boletin la voz_del_heraldo_no_2_05_2009

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Muerte y Resurrección de Cristo. 1era. Parte. Por: Samuel Saldaña Puntos de interés especial El significado de la muerte de Cristo El significado del tiempo en que descansó El significado del tiempo en que resucitó el Señor El significado de las Fies- tas de la Pascua, la Gavi- lla y las Semanas Detalle en torno a las fies- tas y costumbres del pue- blo de Israel Contenido: Muerte y resurrección de Cristo 1 La señal del profeta Jonás 2 Nada mortecino entrará en Mi aposento 3 La tumba de Cristo y la piedra 4 La fiesta de la Pascua 6 Coordinación de los eventos escriturales 7 El día de preparación: Paraskeu 10 Análisis literario de Marcos 11 Cómputo del método inclusive y tiempo completo 12 Receta licuado frutas 14 ¡Un Ministerio que profesa la Verdad Presente! mayo, 2009 Volumen 1, 2 La Voz del Heraldo Existen datos importantes e interesantes a la vez que nos señalan cuándo Cristo murió y resucitó. La única forma de llegar a una plena verdad es conociendo los múltiples aspectos que giran en torno al tema del Santuario, la Santa Ley de Dios, las ordenanzas de Dios y las Fiestas Solemnes. Es importante conocer aspectos históricos-costumbristas para ver por la mente del judío. Los detalles que atañen el tema del plan de salvación de Dios implicaba que Cristo, Su Hijo Unigénito muriera, y por siempre fuera el mediador entre la Humanidad y la Divini- dad. Conforme al plan preestablecido por Dios, alguien con los méritos suficientes tendría que morir en reemplazo de la humani- dad y a su vez restaurar el Reino de Dios, hemos de recordar que la duda la cual es peca- minosa, había ingresado al Cielo y la forma de reina del Altísimo estaba en duda, Su Nom- bre, Su Trono, absolutamente todo había sido trastocado de su lugar. Reivindicar el Nom- bre de YAHWEH delante de todo el universo era parte de la obra de YASHÚA (YAHWHE salva a Su pueblo). Por tanto, la obra redento- ra no sólo alcanzaría la humanidad sino el universo entero. Es por ello que Cristo tendr- ía que dar testimonio en la Tierra (delante el Cielo como testigo) de que siendo Su Único Hijo, lo entregaba por amor a los que se hab- ían perdido (Cielo y Tierra). Alguien con los mismos méritos del Padre tendría que sacrifi- carse, no un ángel encumbrado, sino el Hijo del Altísimo, con la misma divinidad podría presentarse como ofrenda perfecta delante de la Santa Ley, la misma Ley que había sido proclamada en cada mundo recién creado y repetido a través de todas los tiempos y todo concilio. La misma Santa Ley exigía la muerte del vio- lador, y, aunque Cristo no fue trasgresor de la misma ley que Él proclamó y repitió ante el universo entero, la obra de rescate de la huma- nidad y de los ángeles sería destacar en la Ley, el carácter verdadero de Dios. La muerte y resurrección de Cristo está lleno de significados profundos en la cual se revela el plan de redención en el perfecto cumpli- miento ya no del plan típico, sino en la pro- mesa cumplida en el Hijo Único del Altísi- mo. Tendríamos que vivir tal como lo expe- rimentó Abraham y su hijo Isaac para enten- der la altura, el ancho y la profundidad del amor de Dios, y que es capaz de restaurar lo que había sido ya desecho. El triunfo del Padre en Su Hijo estuvo en el día de Su muerte, más no en Su resurrección. Porque si Dios desarrollara la plenitud de Su Ley, tendríamos que adorar todos el día do- mingo y no en el triunfo de la re-creación del sábado. Y aún dentro de las Fiestas Solem- nes que Él mismo había establecido para Su pueblo, existían elementos diferenciales en cuanto a lo que concerniente la ley ceremo- nial y la ley moral. La resurrección de Cristo viene a ser conse- cuencia del triunfo. La muerte de Cristo debe ser destacada porque es la paga del pecado lo que coloca a la humanidad al alcance del Altísimo, y, de lo contrario, la humanidad sin el Padre y sin Cristo, se hubiera perdido para siempre. El Padre es magnífico porque dio lo que más tenía y apreciaba, era un testimonio delante del universo que desde Su Trono, la Gloria que se vislumbra es amor puro, incomparable y eterno. La misma muerte de Cristo tenía que ser corroborado por Su resurrección. Su muerte tenía que ser acepto por la Ley Santa con la cual el Padre rige. Su carácter se ve en Sus obras, así, la resurrección de Cristo im- plicaba el cierre de los propósitos verdaderos de YAHWEH. Aún así, el universo entero contemplaba la escena en que Cristo cumplía la voluntad del Padre con tal de rescatar aquello que se había perdido, alguien inocen- te que compartía el divino trono tendría que demostrar cuáles son los principios del go- bierno de Dios. Hasta ese momento, los ojos del universo estaban puesto en el Hijo para dar fe de lo que Dios es capaz de hacer por Sus criaturas. www.alaluzdelabiblia.org

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2da edición Boletín La Voz del Heraldo, mayo 2009

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Page 1: Boletin la voz_del_heraldo_no_2_05_2009

Muerte y Resurrección de Cristo. 1era. Parte. Por: Samuel Saldaña

Puntos de interés especial

El significado de la muerte

de Cristo

El significado del tiempo

en que descansó

El significado del tiempo

en que resucitó el Señor

El significado de las Fies-

tas de la Pascua, la Gavi-

lla y las Semanas

Detalle en torno a las fies-

tas y costumbres del pue-

blo de Israel

Contenido:

Muerte y resurrección de Cristo 1

La señal del profeta Jonás 2

Nada mortecino entrará en Mi

aposento

3

La tumba de Cristo y la piedra 4

La fiesta de la Pascua 6

Coordinación de los eventos

escriturales

7

El día de preparación: Paraskeu 10

Análisis literario de Marcos 11

Cómputo del método inclusive y

tiempo completo

12

Receta licuado frutas 14

¡Un Ministerio que profesa la Verdad Presente!

mayo, 2009

Volumen 1, nº 2

La Voz del Heraldo

Existen datos importantes e interesantes a la

vez que nos señalan cuándo Cristo murió y

resucitó. La única forma de llegar a una plena

verdad es conociendo los múltiples aspectos que giran en torno al tema del Santuario, la

Santa Ley de Dios, las ordenanzas de Dios y

las Fiestas Solemnes. Es importante conocer

aspectos históricos-costumbristas para ver por

la mente del judío.

Los detalles que atañen el tema del plan de

salvación de Dios implicaba que Cristo, Su

Hijo Unigénito muriera, y por siempre fuera

el mediador entre la Humanidad y la Divini-

dad. Conforme al plan preestablecido por Dios, alguien con los méritos suficientes

tendría que morir en reemplazo de la humani-

dad y a su vez restaurar el Reino de Dios,

hemos de recordar que la duda la cual es peca-

minosa, había ingresado al Cielo y la forma de

reina del Altísimo estaba en duda, Su Nom-

bre, Su Trono, absolutamente todo había sido

trastocado de su lugar. Reivindicar el Nom-

bre de YAHWEH delante de todo el universo

era parte de la obra de YASHÚA (YAHWHE

salva a Su pueblo). Por tanto, la obra redento-

ra no sólo alcanzaría la humanidad sino el universo entero. Es por ello que Cristo tendr-

ía que dar testimonio en la Tierra (delante el

Cielo como testigo) de que siendo Su Único

Hijo, lo entregaba por amor a los que se hab-

ían perdido (Cielo y Tierra). Alguien con los

mismos méritos del Padre tendría que sacrifi-

carse, no un ángel encumbrado, sino el Hijo

del Altísimo, con la misma divinidad podría

presentarse como ofrenda perfecta delante de

la Santa Ley, la misma Ley que había sido

proclamada en cada mundo recién creado y repetido a través de todas los tiempos y todo

concilio.

La misma Santa Ley exigía la muerte del vio-

lador, y, aunque Cristo no fue trasgresor de la

misma ley que Él proclamó y repitió ante el

universo entero, la obra de rescate de la huma-

nidad y de los ángeles sería destacar en la

Ley, el carácter verdadero de Dios.

La muerte y resurrección de Cristo está lleno

de significados profundos en la cual se revela

el plan de redención en el perfecto cumpli-

miento ya no del plan típico, sino en la pro-

mesa cumplida en el Hijo Único del Altísi-mo. Tendríamos que vivir tal como lo expe-

rimentó Abraham y su hijo Isaac para enten-

der la altura, el ancho y la profundidad del

amor de Dios, y que es capaz de restaurar lo

que había sido ya desecho.

El triunfo del Padre en Su Hijo estuvo en el

día de Su muerte, más no en Su resurrección.

Porque si Dios desarrollara la plenitud de Su

Ley, tendríamos que adorar todos el día do-

mingo y no en el triunfo de la re-creación del sábado. Y aún dentro de las Fiestas Solem-

nes que Él mismo había establecido para Su

pueblo, existían elementos diferenciales en

cuanto a lo que concerniente la ley ceremo-

nial y la ley moral.

La resurrección de Cristo viene a ser conse-

cuencia del triunfo. La muerte de Cristo debe

ser destacada porque es la paga del pecado lo

que coloca a la humanidad al alcance del

Altísimo, y, de lo contrario, la humanidad sin

el Padre y sin Cristo, se hubiera perdido para siempre.

El Padre es magnífico porque dio lo que más

tenía y apreciaba, era un testimonio delante

del universo que desde Su Trono, la Gloria

que se vislumbra es amor puro, incomparable

y eterno. La misma muerte de Cristo tenía

que ser corroborado por Su resurrección. Su

muerte tenía que ser acepto por la Ley Santa

con la cual el Padre rige. Su carácter se ve en

Sus obras, así, la resurrección de Cristo im-plicaba el cierre de los propósitos verdaderos

de YAHWEH. Aún así, el universo entero

contemplaba la escena en que Cristo cumplía

la voluntad del Padre con tal de rescatar

aquello que se había perdido, alguien inocen-

te que compartía el divino trono tendría que

demostrar cuáles son los principios del go-

bierno de Dios. Hasta ese momento, los ojos

del universo estaban puesto en el Hijo para

dar fe de lo que Dios es capaz de hacer por

Sus criaturas.

www.alaluzdelabiblia.org

Page 2: Boletin la voz_del_heraldo_no_2_05_2009

“Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos, diciendo: Maestro, desea-

mos ver de ti señal.

El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será

dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo

del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”. Mateo 12.38-40.

Para que nuestra mente occidental lo entienda muchas personas nacen a medianoche o quizás

al amanecer entre las 5:00am y 6:00 am. Lo más lógico es que el cumpleaños que debe cele-

brarse para el tal debería ser en la hora exacta en el que dicho fulano nació....

Pero la celebración de los cumpleaños (día de nacimiento) se toma como todo el día (aunque

lo más lógico sería solamente en la hora precisa en que nació no más allá), esto es a lo que nos

referimos como el método inclusivo, cuando algo se refiere a un momento preciso en su hora

respectiva y nosotros la tomamos como todo el día completo (es decir tal acontecimiento lo incluimos a todas las horas del día)…

Para la mente occidental, los días solares lo computamos con tiempos precisos de 24 horas, sin

embargo para la mente oriental, la forma de computar el tiempo es en base a los movimientos

lunares, este método (inclusivo) es popular tanto así que también era utilizado en sus calenda-

rios en la forma de computar los reinados y los reyes lo hacían ley.

Si se toma en cuenta que nuestro Señor murió el viernes a las 3:00 P.M. y fue puesto en la

tumba de José de Arimatea antes del día del Señor (sábado).

Note en el siguiente relato bíblico tres importantes elementos que nos darán mayor compren-

sión al día en que Cristo moría y sería resucitado.

El primero punto es que era “día de preparación” por tanto comprendemos que era el viernes.

El segundo elemento es que al ser “día de preparación” es decir el viernes semanal, las espe-

cias aparejadas (recolectadas conforme Lucas 24.1) las tomaron para preparar las especias

aromáticas y ungüentos porque eran el día apropiado para procesar la fórmula de ungimiento.

Aún si las tuvieran que haber comprado, podrían haberlo hecho, porque el descanso de los

sábados conforme a las leyes Levíticas era el primer y último día de la semana de fiesta solem-

ne, y quedaba excluido el viernes de preparación, podían haberlas comprado.

“En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová. Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete

días comeréis panes sin levadura”. Lev. 23.5.

“Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día será fiesta solemne a Jehová tu Dios; no

trabajarás en él”. Deut. 16.8.

“El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis”. Lev. 23.7.

“No comerás con ella pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de

aflicción, porque aprisa saliste de tierra de Egipto; para que todos los días de tu vida te acuer-

des del día en que saliste de la tierra de Egipto.

Y no se verá levadura contigo en todo tu territorio por siete días; y de la carne que matares en la tarde del primer día, no quedará hasta la mañana”. Deut. 16.3-4.

El tercer punto importante a destacar en la siguiente cita de Lucas 23 es que descansaron con-

forme al mandamiento, y esto se entiende que es el Sábado Semanal. Veamos:

“Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el

cual aún no se había puesto a nadie.

... Continuación del artículo anterior

“Maestro, deseamos ver de

ti señal… generación

mala y adúltera demanda

señal; pero no le será

dada sino la señal del

profeta Jonás”. Mateo

12.38-40.

Página 2 La Voz del Heraldo

Page 3: Boletin la voz_del_heraldo_no_2_05_2009

Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día

de reposo.

Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea,

siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo.

Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y

descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento”.

Luc. 23.53-56.

Un punto final el cual podríamos contarlo como cuarto, es

el hecho destacable que entre el día de preparación o vier-

nes, y el comienzo del día de reposo el cual guardaron

conforme al mandamiento de Dios, ellas (las mujeres)

“vieron el sepulcro y cómo fue puesto” el cuerpo de Cristo

dando testimonio de que había sido colocado en una cueva nueva y que reposaría en el mismo sábado semanal de la

creación donde Él mismo junto a Su Padre, descansaron.

Quisiera abrir un paréntesis y emplear el relato que la Bi-

blia nos señala en cuanto a las tumbas empleadas por el

pueblo de Israel, y el significado de Dios con respecto a

los muertos dentro del Templo de Dios o de Su Morada o

Ciudad.

Nada mortecino entrará en mi aposento

“Y el sumo sacerdote entre sus hermanos, sobre cuya ca-beza fue derramado el aceite de la unción, y que fue con-

sagrado para llevar las vestiduras, no descubrirá su cabeza,

ni rasgará sus vestidos, ni entrará donde haya alguna per-

sona muerta; ni por su padre ni por su madre se contami-

nará. Ni saldrá del santuario, ni profanará el santuario de

su Dios; porque la consagración por el aceite de la unción

de su Dios está sobre él. Yo Jehová. Tomará por esposa a

una mujer virgen. No tomará viuda, ni repudiada, ni infa-

me ni ramera, sino tomará de su pueblo una virgen por

mujer, para que no profane su descendencia en sus pue-

blos; porque yo Jehová soy el que los santifico”. Lev. 21.10-15.

Ni siquiera comerlo nada mortecino alguno

“Ninguna cosa mortecina comeréis; al extranjero que está en tus

poblaciones la darás, y él podrá comerla; o véndela a un extranje-ro, porque tú eres pueblo santo a Jehová tu Dios. No cocerás el

cabrito en la leche de su madre”. Ezeq. 14.21.

No se congregarán en el aposento alto

“No entrará en la congregación de Jehová el que tenga magulla-

dos los testículos, o amputado su miembro viril.

No entrará bastardo en la congregación de Jehová; ni hasta la

décima generación no entrarán en la congregación de Jehová.

No entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová, ni

hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la congrega-ción de Jehová para siempre, por cuanto no os salieron a recibir

con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque

alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopo-

tamia, para maldecirte”. Lev. 23.1-4.

“Jehovah habló a Moisés diciendo: "Habla a Aarón y dile: ’A

través de sus generaciones, ningún descendiente tuyo que tenga

algún defecto se acercará para ofrecer el pan de su Dios. Cierta-

mente ningún hombre que tenga algún defecto se acercará, sea

ciego, cojo, mutilado, desproporcionado, quien tenga fractura en

el pie o en la mano, jorobado, enano, quien tenga nube en el ojo,

quien tenga sarna o tiña, o tenga testículo dañado. Ningún hom-bre de la descendencia del sacerdote Aarón que tenga algún de-

fecto podrá presentar las ofrendas quemadas a Jehovah. Tiene

defecto; no se acercará a ofrecer el pan de su Dios. Podrá comer

del pan de su Dios, de las cosas muy sagradas y de las cosas sa-

gradas; pero no entrará detrás del velo, ni se acercará al altar,

porque tiene defecto. Así no profanará mi santuario, porque yo

soy Jehovah, el que los santifico". Lev. 3.16-23.

“El que de entre sus hermanos sea sumo sacerdote, sobre cuya

cabeza se haya derramado el aceite de la unción y haya sido in-

vestido para llevar las vestiduras, no dejará suelto el cabello de su cabeza, ni rasgará sus vestiduras, ni entrará donde haya algún

difunto. Ni por su padre, ni por su madre se contaminará. No saldrá del santuario ni profanará el santuario de su Dios, porque

sobre él está la consagración del aceite de la unción de su Dios. Yo, Jehovah”. Lev. 3-10-12.

Judíos tomaron el Cuerpo de Cristo para enterrarlo

“Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro”. Hec.

13.29.

Fueron los judíos quienes quitaron el cuerpo de Cristo para enterarlo. Aunque los romanos a menudo sepultaban a sus muertos

en tumbas subterráneas o catacumbas, la tumba de Jesús cumplió con la religión y costumbres judías. Generalmente, los israe-

litas envolvían a sus muertos en lino, con especies y aceites. Nicodemo utilizó 45 kilos de especies para preparar el cuerpo de

Jesús para su sepultura (Juan 19.39). Los sepulcros (tumbas) eran labrados en la roca de una ladera o utilizaban cuevas

(Génesis 23.19-20; Marcos 5.5). Debido a que los cadáveres eran considerados impuros, las tumbas judías y cementerios

siempre estaban fuera de las paredes de la ciudad. La tumba de Jesús estaba cerca del Huerto de Getsemaní, justo en las afueras

de Jerusalén (Juan 19.14). Qué irónico que en la muerte, Cristo llevó la inmundicia del pecado de la humanidad de todos las generaciones (Romanos 8:3). Es por ello que algunas veces el sacerdote comía de la carne para llevar el pecado consigo

(Levítico 7).

... Continuación del artículo anterior

Página 3 Volumen 1, nº 2

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“En cambio, si el sacrificio se ofrece en cumplimiento de un voto o espontáneamente, la vícti-

ma deberá ser comida el mismo día en que se ofrezca el sacrificio, pero lo que sobre se podrá

comer al día siguiente. Si todavía queda algún resto de carne, será quemado al tercer día. Y si

alguien come al tercer día carne de su sacrificio de comunión, la víctima no será aceptada: no le será aceptada al que la ofrece, porque se ha convertido en algo nocivo; y la persona que

coma esa carne cargará con su culpa. No se podrá comer la carne que haya tocado algo impu-

ro, sino que deberá ser consumida por el fuego. Solamente una persona pura podrá comer la

carne de ese sacrificio. Si alguien come en estado de impureza la carne del sacrificio de comu-

nión ofrecido al Señor, será excluido de su pueblo. Si una persona toca algo impuro –ya sea un

hombre que se encuentra en estado de impureza o un animal impuro o cualquier otra cosa im-

pura– y a pesar de ello, come carne de un sacrificio de comunión ofrecido al Señor, será ex-

cluida de su pueblo”. Lev. 7.16-21.

La muerte y resurrección de Cristo marca el evento más importante de toda la historia divi-

diendo literalmente el tiempo e importantes eventos a la mitad. El plan de Dios es evidente en el propósito de la tumba de Cristo.

Sellaron y aseguraron la tumba (Mateo 27.62-66) – Pilato, los sacerdotes, y fariseos,

querían asegurarse que Cristo no regresaría de nuevo a la vida.

Profecía cumplida, glorificando a Dios (Lucas 24.5-8) – los ángeles proclamaron el

nacimiento de Cristo, así como Su resurrección de los muertos.

Sepulcro nuevo, sin usar (Mateo 27.59-60; Juan 19.41) – José de Arimatea, un recono-

cido miembro del concilio supremo (Sanedrín), proporcionó su propio sepulcro.

Inocencia comprobada (Lucas 23.4, 23, 41, 47) – El cuerpo de criminales crucificados

era desechado sin ninguna ceremonia. Los romanos usualmente le dejaban el cadáver a

las bestias del campo, la última humillación de la crucifixión. La tumba de Cristo tenía

especial importancia tanto para Sus seguidores como para Sus enemigos.

La tumba de Cristo - La Piedra

La piedra en la tumba de Cristo sirve como recordatorio de otros elementos de la vida de Cris-

to. Cuando Satanás tentó a Cristo en el desierto, le pidió que convirtiera una piedra en pan

(Mateo 4.3). Jesús es el pan de vida (Juan 6.35) así como la Piedra viva (1 de Pedro 2.4). En Marcos 12.:10, Cristo se refiere a Sí mismo como “la piedra que desecharon los edificadores,

ha venido a ser cabeza del ángulo”. De ser necesario, las piedras clamarían, proclamando a

Cristo como el Rey de Reyes (Luc. 19.40). Cristo compareció ante Pilato, quien se sentó en el

tribunal, el Enlosado (Jn. 19.13). Por lo tanto, no es sorprendente que una piedra pueda servir

como una parte importante de la persona de Cristo. A la muerte de Cristo, la Tierra tembló

violentamente -- rocas se partieron, se abrieron tumbas, y cuerpos se levantaron de entre los

muertos (Mateo 27.50-54). Este fue ciertamente un preludio de las cosas que vendrían.

Para asegurar que la tumba de Cristo… y su contenido... permanecieran intactos, Pilatos or-

denó que una gran piedra fuera puesta en la entrada. Un canal en pendiente ayudó a los guar-

dias a rodar la piedra. Un profundo surco cortado en la roca a la entrada de la tumba aseguró la piedra. A pedido de los principales sacerdotes, Pilatos aseguró aún más la tumba al colocar un

sello romano en la piedra, apostando cuatro soldados romanos en la entrada. Para garantizar la

máxima seguridad, cada tres horas se cambiaba la guardia por uno descansado para que per-

maneciera alerta a cualquier suceso (esto es, no dormido como se indica en Mateo 28.13).

Tumba de Cristo – La Evidencia

El Sabbat había terminado, era el tercer día, y las mujeres regresaron a la tumba de Cristo para

ungir Su cuerpo para la sepultura (Marcos 16.1) con las especias que ya había aparejado (Luc.

23 y 24). Es sorprendente que los sacerdotes y los fariseos recordaran vívidamente la predic-

ción de Cristo cuando dijo que resucitaría al tercer día (Mateo 27.62-66). De hecho, esa posi-

bilidad los aterrorizaba. Mientras que un ángel del Señor descendía del Cielo, la Tierra tembló violentamente de nuevo, la piedra fue rodada. Como muertos, los guardias quedaron

... Continuación del artículo anterior

La piedra en la tumba

de Cristo sirve como

recordatorio de otros

elementos de la vida de

Cristo

Página 4 La Voz del Heraldo

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paralizados delante del ángel del Señor. Ni siquiera los sobornos de los líderes religiosos, ni las mentiras de los soldados, pudie-

ron silenciar la evidencia (Mateo 28.11-15).

La evidencia de la tumba vacía de Cristo permanece para cambiar la vida del creyente así como la del escéptico: “¡No está aquí!” (Mateo 28.6; Marcos 16.6; Lucas 24.6; Juan 20.9).

Volviendo nuestra mirada a Lucas 24 sigue destacando estos hechos relevantes que aparecen en Lucas 23.56-56:

“El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y

algunas otras mujeres con ellas. Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús”.

Luc. 24.1-3. (Ver Mt. 28.1-10; Mr. 16.1-8; Jn. 20.1-10).

Quizá sus ojos estaban "velados" como los de los discípulos en el camino a Emaús (Luc. 24:16). O tal vez estaban demasiado

llenos de lágrimas para que pudiera ver con claridad.

Esta es la primera aparición después de la resurrección (Mar. 16:9).

Cristo le pregunta: ¿Por qué lloras?

La misma pregunta que hicieron los ángeles (vers. 13). Estas son las primeras palabras que se registran del Salvador resucitado.

María no abrigaba ninguna esperanza de resurrección. Su única preocupación era recuperar el cuerpo de su Señor. Podía sepul-

tarlo en la misma tumba en que había estado su hermano, pero que había sido vaciada por Jesús (Juan 11:1, 38; ver Luc. 7).

¡María!. Evidentemente, Jesús la llamó en un tono que para ella era familiar. Una gran emoción la embargó cuando comprendió

que había resucitado su Señor.

Ella Le dijo "Le dice en hebreo" (BJ). La evidencia textual establece la añadidura de las palabras "en hebreo": ¡Raboní!

Gr. rabbouní, transliteración del arameo rabbuni, que significa literalmente "mi grande", y que se usa para dirigirse a los maes-

tros. Este término equivale esencialmente a "rabí" (Mat. 23:7; Juan 1:38).

Maestro: Gr. didáskalos, "el que enseña". "Raboní" quizá fuera el saludo habitual de María (cap. 11:28).

Desde luego el primer día de la semana es Domingo de eso no cabe la menor duda, pero hemos de observar que aún los mismos

discípulos sabían de forma expedita porque era parte de sus vidas que, tal acontecimiento aún en la madrugada del siguiente día

marcaba el tercer día de la estadía de Cristo en la tumba, cuando Cristo apareció a dos de ellos en el camino a Emaús, Cleofas le

dijo:

“Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?

Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas

que en ella han acontecido en estos días?

Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que

esto ha acontecido”. Luc. 24.17-18, 21.

Destacamos el hecho que al aparecerse a Cleofas llamado Pedro y a Juan, era ya de tarde, no fue en la mañana tal como sucedió

con las Marías o Miriam.

“… Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en

manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos

los demás”. Luc. 6-9.

Los dos varones vestidos de blanco le señalaron a las dos Marías recordaran las palabras del Maestro: “que sería crucificado pero

resucitaría al tercer día”. Note que no dice después de las 72 horas, sino tres días pasaron y no fragmentos de horas. Es decir,

que había ya pasado desde el viernes, sábado y domingo los tres días de la promesa de Su resurrección el cual ocurriría en el

... Continuación del artículo anterior

Página 5 Volumen 1, nº 2

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primer día de la semana después del sábado semanal en el cual por Lev. 23.9-11 se celebraban las Primicias para YAHWEH y

no a las tres de las tardes del sábado semanal el cual aún es día de reposo en el cual ninguna obra se haría.

Cabe destacar que existen otros elementos importantes a considerar, dado que la ley ceremonial nos señala que el descanso era sólo el primer y último día de la fiesta de las Pascua que duraba siete días (Lev. 23.8), el mandato del Señor era que se contaba

como un sábado, pero aún así existía un elemento diferencial con respecto al sábado semanal: “no haréis obra servil” (Lev. 23.7,

8), es decir que no era permitido por Dios la obra de servidumbre o trabajo servil o bien alguna obra secular; sin embargo, si

podían realizarse otras actividades normales, este elemento es importante, porque aparece otro detalle que se usa como recurso

para apoyar las 72 horas con la regla de inclusión para determinar que “tenían que ir a comprar las especias” y estas no se podían

“comprar” en un día de sábado. Sin embargo, el pasaje declara que no era comprar sino “aparejar”:

“Y vueltas, aparejaron drogas aromáticas y ungüentos; y reposaron el sábado, conforme al mandamiento”. Luc. 23.56.

“Y el primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado, y

algunas otras mujeres con ellas”. Luc. 24.1.

Más adelante la cita presenta que fueron usados las hierbas y aloes que habían sido “aparejadas”.

Esto se encuentra en contraste con el argumento que emplean de la palabra y “vueltas” que aparece en Lucas 24 verso 1 indica

que el viernes, día de preparación sí podían ir a comprar y preparar las especias para emplearlas al tercer día y que aunque este

viernes era parte de la semana de Fiesta Pascual, estaba entre los dos sábados de descanso:

14 -> 15 hasta el 21 -> 22 de Nisán

Ya que era entre las dos tardes que se iniciaba la muerte del cordero y el inicio de los Ázimos que incluyen las hierbas amargas o

ázimos junto al pan sin levadura (Lev. 23.6). Por tanto, si somos más precisos tendríamos que decir que en la semana de la fiesta

de la Pascua (que contenían tres fiestas incrustadas: Pascua, Ázimos y las Primicias de la Gavilla Mecida); contenía no sólo dos sábados de reposo (primer y último día); sino tres sábados de descanso porque había de incluirse el sábado semanal; sin embar-

go, la particularidad de esa semana era que disponían ahora de un Día de Gran Solemnidad (Juan 19.23) lo que equivale entender

que el Sábado de las Hierbas Amargas y Panes sin Levadura (fiestas de los ázimos) cayó en el Sábado Semanal, es decir, que

eran dos Sábados o Gran Sábado por ser doble sábado reiteramos.

Note estimado lector que una vez obtenidas las especias, vinieron a presentarse el primer día de la semana, sin embargo, por una

cuestión de traducción, quiero destacar varios detalles conforme la versión de traducción de las Biblias.

La Biblia de las Américas (1997 Lockman) traduce Lucas 24.1 así:

“Pero el primer día de la semana, al rayar el alba, las mujeres vinieron al sepulcro trayendo las especias aromáticas que habían preparado”.

La Nueva Biblia de los Hispanos (2005 Lockman):

“Pero el primer día de la semana, al rayar el alba, las mujeres vinieron al sepulcro trayendo las especias aromáticas que habían

preparado”.

Reina Valera Antigua (1909):

“Y el primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado, y

algunas otras mujeres con ellas”.

Pero existe un detalle singular sobre este texto y tiene que ver precisamente con el contexto costumbrista.

Los judíos-mesiánicos contemplan el hecho la interpretación de Lucas 24 como algo más claro para ellos porque comprenden

que la tradición judía señala un día completo bíblico de tarde a tarde conforme lo que Dios establece y deja referenciado en el

libro de Génesis 1.2-5. Algunas Biblias de los judíos o israelitas-mesiánicos de hoy procuran explicar a pie de página el versícu-

lo uno de Lucas 24. Así también Biblias muy antiguas como Las Sagradas Escrituras de 1569 señalan que el Domingo era un

Shabatthon o el primero de los sábados porque se trataba de la Semana de las Fiestas Solemnes de YAHWEH, particularmente

... Continuación del artículo anterior

Página 6 La Voz del Heraldo

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hablamos de la Pascua la cual daría inicio a la siguiente fiesta conocida la Fiesta de las Semanas o Cosechas o bien, el Pente-

costés:

“Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán”. Lev. 23.15.

Pero, destacamos la traducción siguiente como diferencial entre el sábado de las fiestas solemnes y el sábado semanal:

Sagradas Escrituras (1569):

“Y el primero de los sábados, muy de mañana, vinieron al monumento, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado, y

algunas otras mujeres con ellas”.

En griego se lee así:

Τῇ δὲ μιᾷ των σαββάτων ὄρθροσ βαθέως ἐπὶ τὸ μνῆμα ἦλθον υέροσσαι ἃ ἡτοίμασαν ἀρώματα.

Todo esto sucedió en la preparación o víspera de la pascua (víspera del día 15 de Nisán). Juan 19:31,42. Puesto que el día si-

guiente era día de reposo, y según se nos dice en Juan 19:31, se le rogó a Pilatos que se quitaran los cuerpos de las cruces " a fin

de que los cuerpos no quedasen en la cruz el día de reposo." Ahí mismo la Escritura dice que "aquel día de reposo era de gran

solemnidad." En otras palabras, Jesús murió pasada la hora novena (3 PM), el día antes del DIA DE REPOSO PASCUAL. Con-

tinuaremos ahora haciendo un paréntesis para explicar con respecto a la celebración de la pascua judía.

Cristo murió entre las dos tardes conforme al mandato de Levítico 23.5, o inmediatamente pasada la hora novena (3.00 P.M.), del día 14 Nisán, o el primer mes de los judíos. En esa misma tarde, a la hora duodécima (6.00 P.M.), comenzaba el Reposo Pas-

cual de la Fiesta de los Panes sin levadura, día 15 de Nisán, desde la tarde del día 14, hasta la tarde del día 15 (aproximadamente

de 6.00 P.M. a 6.00 P.M.), según el mandamiento (Éxo. 12.18; Lev. 23.32).

Ahora bien ya que el día 15 de Nisán era el día de Reposo Pascual, o como ya se le llamaba: "La Pascua o Pasej"; y como podía

caer en cualquier día de la semana, ese año cayó de Jueves a Viernes según el relato bíblico, entre las dos tardes tenía que ser

contado. Eso hizo que en aquella misma semana hubieran dos días de Reposo: uno ANUAL (la Pascua), y otro SEMANAL (el

día sábado).

La pascua de aquella época fue particular, siempre se celebraba en la luna llena del mes de Nisán. La oscuridad de ese día en que

Cristo murió fue sobrenatural (Lc. 23.45).

Coordinación de los eventos escriturales

Cuando Cristo muere (según lo establecido con el cordero pascual en Éxo. 12.3-6), entre las dos tardes del día 14 que a su vez

era la víspera del día de Reposo (Pascual, Anual), toman el cuerpo de Cristo para sepultarlo al atardecer. La sepultura estuvo a

cargo de José de Arimatea (Jn. 19.38; Luc. 23.50-52; Mar. 15.42, 43).

Jesús es sepultado, Luc. 23: 50-56 = Mat. 27: 57-61 = Mar. 15: 42-47 = Juan 19:38-42.

Habían allí mujeres que seguían a Cristo (María Magdalena y María, madre de José), las cuales presenciaban su sepultura a car-

go de José de Arimatea. En Mateo 27.61 se nos dice que ellas estaban “SENTADAS delante del sepulcro”. En Marcos 15.47 se

nos dice que ellas “MIRABAN donde lo ponían”. Y en Lucas 23.55 se nos dice también que “VIERON el sepulcro, y como fue puesto su cuerpo”.

José de Arimatea y Nicodemo no habían estado presentes en el concilio registrado en Juan 11: 47-53, ni tampoco en el juicio

cuando se afirmó que Jesús había blasfemado. Intencionalmente, ninguno de ellos fue invitado a esa reunión. El voto para con-

denar a Jesús fue unánime (Mar. 14:64). Si Nicodemo y José de Arimatea, varones justos, hubieran estado presentes, sin duda

habrían elevado su voz en protesta como lo habían hecho en ocasiones anteriores (Juan 7:50-51).

La inhumación, Juan 19:38-42 = Mat. 27:57-61 = Mar. 15:42-47 = Luc. 23:50-56. Los cuatro Evangelios describen la participa-

ción de José en la sepultura de Jesús. Sólo Juan observa que era un discípulo secreto.

... Continuación del artículo anterior

Página 7 Volumen 1, nº 2

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Hay algo de notar aquí y es que el cuerpo de Jesús fue sepultado a prisa, con urgencia, puesto que ya estaba por rayar el día de

Reposo Pascual. Lucas 23.53, 54. Y en Juan 19.41, 42 se nos dice que sepultaron a Jesús en un sepulcro nuevo, ya que estaba

cerca y por causa de la preparación de la Pascua de los judíos (refiriéndose a la preparación para el día de Reposo Pascual que

estaba por comenzar esa misma noche- lea Marcos 15.42).

Preparación: Gr. Paraskeu. Para que no quedasen en la cruz

De acuerdo con Deut. 21: 22-23, los cuerpos no debían quedar en un "madero" durante la noche, sino que tenían que ser sepulta-

dos en el mismo día. El hecho de que el día siguiente fuera sábado hacía aún más imperativo que se cumpliera con esa orden.

Gran solemnidad: Sin duda, se lo presenta como una "gran solemnidad" porque ese sábado también era el primer día de los panes

sin levadura (Lev. 23:6). El uso de la expresión "gran solemnidad" ("muy solemne", BJ) no se puede explicar por medio de la

literatura judía de la época. Los que sostienen que el día de la crucifixión de Jesús fue el 15 de Nisán, argumentan que ese sába-

do fue "solemne" debido a que el sábado semanal coincidió con el día cuando se mecía "la gavilla" "de los primeros frutos" (Lev.

23:9-14). Sin embargo, Jesús resucitó en el día cuando se ofrecían los primeros frutos como un cumplimiento exacto de los símbolos (ver Mat. 26).

Ahora bien, la Biblia no hace un recuento de lo sucedido durante el día 15 de Nisán, el Reposo Anual o Pascual, que cayó ese

año Viernes, debido a que era una celebridad de reposo total, cada familia en su hogar, para participar de la cena de la Pascua

con los panes sin levadura: UN DIA DE GRAN SOLEMNIDAD (Sábado semanal + Sábado festivo) Juan 19.31. Es entonces

cuando “los principales sacerdotes y fariseos se reunieron ante Pilatos para pedirle que se asegurara el sepulcro, sellando la pie-

dra y poniendo una guardia para vigilar, de modo que los discípulos de Cristo no vinieran de noche para robar su cuerpo y luego

decirle al pueblo de que había resucitado de entre los muertos, pues, los principales sacerdotes y fariseos se acordaron que Jesús,

el engañador según ellos, había dicho viviendo aún: "Después de tres días resucitaré". Mateo 27.62-66.

El primer día

La resurrección, Luc. 24:1-12 = Mat. 28:1-15 = Mar. 16:1-11 = Juan 20:1-18. Comentario principal: Mateo y Juan]. El último

versículo del cap. 23 y el primero del cap. 24 están estrechamente ligados en el texto griego por la conjunción dé, "pero", "y".

Esta relación se nota mejor en la siguiente traducción, también posible, del texto griego: "Verdaderamente, descansaron el sába-

do según el mandamiento, pero el primer día de la semana, muy temprano por la mañana, fueron al sepulcro". Con esta traduc-

ción, correcta según el texto, puede verse perfectamente que los primeros creyentes cristianos le daban mucha importancia a la

santidad del sábado, séptimo día de la semana. Lo último que hicieron el viernes por la tarde fue preparar "especias aromáticas y

ungüentos" (cap. 23:56); después dejaron todo a un lado "conforme al mandamiento [del sábado]" (ver com. Exo. 20:8-11), y no

reiniciaron su obra movida por el amor sino hasta el domingo "muy de mañana". El notable contraste entre la santidad del sábado

y el carácter secular del día domingo que se observa aquí en el relato evangélico, es un testimonio elocuente para los cristianos

de hoy. Con referencia a las circunstancias que rodearon a la resurrección.

Algunas sugerencias con respecto al día en de preparación, de recolección de las especias y aloes y procura de la aplica-

ción al Señor

La Biblia es clara y consecuente en los hechos. En el versículo uno de Marcos 16 podemos apreciar que las Marías compraron

especias aromáticas para ungir al Señor. Pero el versículo dos es clave con respecto al seguimiento de los hechos al versículo

anterior, porque nos revela que ya había salido el Sol. Es decir, que el mismo autor del versículo uno indica que “había pasado

el día de reposo”, “compraron especias aromáticas para ungirle” y muy de mañana del primer día de la semana “ya salido el Sol”

fueron al sepulcro. Leamos estos dos versículos uno consecuente del otro (y no separados como hacen los defensores de “la

muerte de Cristo en miércoles”.

Cuando leemos lo siguiente de la versión Reina Valera Antigua de 1909 no comprendemos que las compras de las hierbas y alo-

es se habían realizado el día de preparación mismo:

“Y como pasó el sábado, María Magdalena, y María madre de Jacobo, y Salomé, compraron drogas aromáticas, para venir á un-

girle.

Y muy de mañana, el primer día de la semana, vienen al sepulcro, ya salido el sol”. Mar. 16.1-2.

Sin embargo, cuando lo leemos de la versión La Sagrada Escritura de 1569 cambia todo el sentido y nos percatamos que ya se

habían comprado antes del primer día de la semana y de haber guardado la Gran Fiesta de la Pascua:

... Continuación del artículo anterior

Página 8 La Voz del Heraldo

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“Cuando pasó el sábado de la gran fiesta de la Pascua, María Magdalena, y María madre de Jacobo, y Salomé, habían compra-

do drogas aromáticas, para venir a ungirle.

Y muy de mañana, el primero de los sábados, vienen al sepulcro, ya salido el sol”. Mar. 16.1-2.

¿Se contradicen los versículos uno y dos de Marco? Absolutamente que no! Note que la primera declaración del autor es:

“cuando pasó el día de reposo”, luego de referir a los personas involucradas enuncia otro elemento importante: “compraron es-

pecias aromáticas para ir a ungirle [a Cristo]”, el artículo “Y” es fundamental porque es un aditivo a las condiciones que se

daban a los eventos PASADO el DÍA GRANDE DE REPOSO [Jn. 19.31]: “Y muy de mañana del primer día de la semana [note

que no es un día de las fiestas solemnes]” sino que el día semanal pero que había un evento incluido en este día. Lo que pode-

mos aclarar aquí es que en el mismo día de preparación compraron las especias y aparejaron, así serían empleados junto a los

aloes para ungir al Señor el primer día de la semana, así podemos asegurar la consistencia bíblica entre Marcos 16 y Lucas 23,

reiteremos ahora la escena completa del libro de Lucas.

“Había un varón llamado José, de Arimatea, ciudad de Judea, el cual era miembro del concilio, varón bueno y justo. Este, que también esperaba el reino de Dios, y no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos, fue a Pilato, y pidió el

cuerpo de Jesús.

Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto a na-

die.

Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo.

Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo.

Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento”. Luc. 23.51-

56.

Antes de guardar el día de reposo [viernes semanal] conforme al mandamiento, ya habían preparado las especias aromáticas y

ungüentos recolectados tras haber “regresado [vueltas] del sepulcro al ver cómo fue puesto el cuerpo de Cristo”, conforme al

mandamiento del día de preparación, todo estaba listo para recibir el Gran Sábado de Solemnidad [sábado semanal + sábado de fiesta pascual] y reposar junto al Señor el Sábado mismo que reposó en la Creación.

Otro pasaje interesante que armoniza precisamente con la cita sinóptica anterior es Juan 19.31 que, indistintamente de los deta-

lles a relucir en torno a que: los judíos retiraron el cuerpo de Cristo, que era víspera de la Pascua llamado sábado y aunque se

tratara de un sábado a causa de la víspera de la Pascua, también es importante destacar que también se trataba de un Gran Día de

Sábado:

“Entonces los Judíos, por cuanto era la víspera de la Pascua, para que los cuerpos no quedasen en la cruz en el sábado, pues era

el gran día del sábado, rogaron á Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados”. Jn. 19.31. (Versión Reina Valera

Antigua de 1909).

“Entonces los Judíos, para que los cuerpos no quedasen en el madero en el sábado, porque era la víspera de la Pascua, pues era

el gran día del sábado, rogaron a Pilato que se les quebrasen las piernas, y fuesen quitados”. Jn. 19.31 (Versión Sagradas Escritu-

ras de 1569).

Verifiquemos algunas otras versiones de Marco 16 versículo 1 como apoyo a la posición si compraron las especias en domingo o

simplemente las aparejaron:

Bible in Basic English

“And when the Sabbath was past, Mary Magdalene and Mary, the mother of James, and Salome, got spices, so that they might

come and put them on him”.

Traducción español:

“Y cuando pasó el sábado, María Magdalena y María, la madre de Santiago, y Salomé, tomaron especias, para que pudieran ve-

nir y ponerlas en él”.

Sin embargo, podemos apoyarnos también en la crítica judía donde declara que Marco quien fue discípulo e intérprete del após-

tol Pedro tal como lo fue Lucas con el apóstol Pablo quien ya se había molestado con Marco y Bernabé.

... Continuación del artículo anterior

Página 9 Volumen 1, nº 2

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En varios pasajes del nuevo Testamento se habla de un discípulo de los Apóstoles, llamado Juan, por sobrenombre Marcos.

Algunos estudiosos han creído que había dos Marcos pero la mayoría de los investigadores, sostienen la identidad de un

solo Marcos discípulo de Pedro.

Juan, llamado Marcos, era hijo de una mujer cristiana llamada Miriam que vivía en Jerusalén. En esa casa se congregaban

muchos cristianos para orar por la libertad de Pedro que había sido encarcelado por Herodes Agripa I. Y cuando Pedro fue

liberado milagrosamente por un ángel de dirigió a aquella casa de Miriam o María (Hec. 12.12-17). Ello demuestra la estre-

cha relación existente lo que se corrobora en la primera Epístola de Pedro cuando llama a Juan (Marcos) hijo suyo [en 1

Ped. 5.13 hemos de considerar como un “hijo espiritual” y no de su procreación], expresión de afecto ya que fue el propio

Pedro quien le bautizó.

La liberación de Pedro se produjo en el año 42 y dos años más tarde cuando pablo y Bernabé vuelven de Jerusalén tomaron

consigo a Juan, llamado Marcos (Hec. 12.25 ) y consta que Marcos intervino en la primera expedición apostólica de Pedro

(Hec. 13.5). También intervino Marcos en la evangelización de la Isla de Chipre de donde era oriundo Bernabé. Al llegar a

Perde de Panfilia, Marcos se separó de sus compañeros y regreso solo a Jerusalén.

Durante la primera cautividad de Pablo en los años 60-62, se sabe que Marcos era uno de sus colaboradores (Filemón 24).

Poco tiempo después Marcos se encuentra en Roma acompañando a Pedro (2 Timoteo 4.11).

Marcos no fue un discípulo directo de Cristo y cuanto contiene el Segundo Evangelio fue redactado tras los comentarios y

enseñanzas de Pedro. Más se consideró su autor a Marcos. Finalmente Marcos fue a predicar a Alejandría, erigió una igle-

sia, nombró dirigentes: un obispo, tres presbíteros y siete diáconos.

Marco aunque tenía conocimientos detallados de la cultura judía por lo que podemos ver en sus escritos (el más corto de los

evangelios) sus detalles aunque no muchos, contienen también inconsistencias. Se cree que Marco escribió entre los años 60

y 70 d.C. el cual presenta la narrativa de Cristo desde Su nacimiento hasta Su resurrección.

La deserción del joven Marcos lastimó profundamente a Pablo. Pasados los años, aún sentía el dolor. Tuvo a Marcos por

pusilánime y pensó que “El que pone la mano en el arado y vuelve la vista atrás, no es apto para el trabajo del reino de los

cielos (Lc. 9.62). Pero detrás de la resolución de volverse en Marcos había otra causa más profunda, que no quiso expresar y

que tampoco expresa Lucas. Marcos se había criado en Jerusalén en medio de los antiguos apóstoles, en la tradición judía, a

la que la joven Iglesia se sentía muy unida y que Pablo estaba resuelto a separar de la sinagoga. De hecho Marcos era el más

fiel discípulo de Pedro. Era su intérprete griego, y quería seguir siéndolo.

Marcos camina junto a Pedro recogiendo las palabras de aquel hombre, que le había enseñado a amar a Cristo. El pescador

de Betsaida, escogido por Cristo no llegó a hablar con facilidad el griego. Pero a su lado estaba el hombre abnegado, el

discípulo amable, dispuesto a transmitir su pensamiento en las reuniones de la primitiva comunidad de Roma. Y Marcos, al

lado del apóstol, traducía sus palabras, identificándose completamente con aquellas catequesis históricas que era la particu-laridad de su maestro. Era el secretario, la voz, del apóstol Pedro.

Marcos realiza una obra con los romanos, y les presenta la verdad aprendida de parte de uno de los discípulos directos de

Cristo. Marco se empeña también a escribir para los occidentales, y omite lo que pueda delatar en él lo que concierne al

hebreo de raza. El giro de su frase es semita, arameo. Mateo escribía para los hijos de Israel. Marcos se dirige a los genti-

les. No sigue la tendencia de Pablo al hacer teología. Mateo presenta a Cristo como el Mesías esperado por los judíos.

Lucas lo propone a los grecorromanos como el Salvador de que les hablaban sus oráculos. Marcos quiere que se vea en

Él, ante todo, al Hijo de Dios. Así lo indica el comienzo de su Evangelio: "Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de

Dios".

La confesión de Pedro en Cesárea de Filipo, es el centro al que convergen todos los relatos del segundo Evangelio. Mar-

cos era el intérprete de Pedro. Marcos llevó el evangelio a Egipto, lo predicó en Alejandría. Allí le apresaron, le ataron

con cordeles y le arrastraron por peñascales; le encerraron en un calabozo, y vio la muerte en el año octavo bajo el Impe-

rio de Nerón.

Análisis literario de Marcos y los sinópticos

De los 662 versículos que componen el Evangelio de Marcos, 406 son comunes tanto con Mateo como con Lucas, 145 sólo

con Mateo y 60 sólo con Lucas. Únicamente 51 versículos de Marcos no tienen paralelo en ninguno de los otros dos sinópti-

cos.

Página 10 La Voz del Heraldo

... Continuación del artículo anterior

Page 11: Boletin la voz_del_heraldo_no_2_05_2009

Parece ser que Marcos se dirige predominantemente hacia los paganos-cristianos, más que a judeocristianos. Cada vez que em-

plea un término en hebreo o en arameo, lo traduce al griego, lo que hace suponer que se dirige a una audiencia no familiarizada

con estos idiomas. Utiliza la traducción al griego de la Biblia, la Biblia de los Setenta, y no su versión original hebrea, y no está

familiarizado con la geografía de Palestina.

El evangelista utiliza en algunas de sus citas y expresiones la versión griega de la Biblia, en lugar de usar la versión hebrea o

aramea, como sería de esperar en un judío originario de Judea.

En Marcos 7.6 la discusión de Jesús con los fariseos sigue la versión griega al citar el texto de Isaías 29.13, que es mar-

cadamente diferente en el original hebreo.

En Marcos 7.32 cura a un sordo “tartamudo”, cuando lo natural es que fuera un sordomudo. La palabra “tartamudo” no

se encuentra en la versión aramea de la Biblia aunque sí en la versión griega (Isaías 35.3-6).

Algunos errores geográficos

Se han señalado errores de bulto en los itinerarios de Jesús que consigna en su relato: por ejemplo, en Marcos 7.31 afirma que

Jesús se dirige desde Tiro hacia el mar de Galilea atravesando Sidón y la Decápolis, un itinerario geográficamente absurdo. Sin

embargo, es posible que este itinerario tenga un fin catequético, pues Tiro, Sidón y la Decápolis eran territorio pagano y, el autor, pudo pretender simbolizar que el mensaje de Jesús estaba abierto también a los paganos.

En un pasaje en el que relata un sorprendente exorcismo (Marcos 5.1-13), ubica la región de los gerasenos en la orilla oriental

del lago de Genesaret, en la Decápolis. Pero la ciudad de Gerasa (hoy Jerash) se encuentra en realidad a más de 50 km del mis-

mo. Mateo cambia la región de los gerasenos por la región de los gadarenos. Algunos autores (Frédéric Manns) describen que

el nombre de Gerasa se presta a un juego de palabras en arameo, que hace pensar en que ya el texto arameo que usa Marcos

utiliza el nombre de esta población. Así, en Mc 5.4 “romper (garas) las cadenas”, en Mc 5.10 y Mc 5.17 “echar fuera

(garash)”, en Mc 5.20 “predicar (garashah)”. Este relato pertenece al material común a Mateo, Marcos y Lucas (Lucas repite

el error de Marcos, pero Mateo, como se ha dicho, cambia "Gerasenos" por "Gadarenos").

De todas formas, el texto no dice "Gerasa" sino "región de los gerasenos", lo cual puede ser como, por ejemplo, ubicar una

escena en Móstoles y llamarlo "región de los madrileños". Es casi seguro que el relato sea simbólico (se considera una alegoría de la ocupación romana) y, por esta razón, probablemente el autor utilizó una ambigua alusión a la región de los gerasenos sin

precisar el lugar, con el fin de que el relato no pueda ser desmentido.

Errores en cuanto a costumbres judías

Las palabras de Jesús en Marcos 10.12, indicando que “si la mujer, después de repudiar a su esposo, se casa con otro,

comete adulterio” son inexplicables en boca de un judío, puesto que la ley religiosa imperante (la Halajá) declaraba

explícitamente que sólo el marido podía solicitar y obtener un divorcio, procedimiento descrito en gran detalle en el

derecho y ampliamente conocido por cualquier varón con intereses religiosos de la época. Algunos autores como Ry-

lands (1929) opinan que esta es una prueba del desconocimiento de Marcos acerca de la ley y las costumbres judías. Se

plantean dos explicaciones para esta cita:

Pudo ser un añadido explicativo para personas que no se regían por las leyes judías.

Quizás se trata de un error en la traducción de la fuente aramea sobre la que se redactó la versión actual del

evangelio de Marcos, mientras que Lucas 16,18 interpretó correctamente el mismo texto de la fuente aramea.

Sin embargo, se debe tomar en cuenta que en Marcos 10.11 deja claro que conoce la Ley Judía sobre el repudio

de una mujer por parte de su marido, y asume en palabras de Jesús, que se repiten en Lucas y Mateo (Mateo

5.32; Lucas 16.18), que aquel que con base en este repudio pretende casarse con otra mujer comete adulterio,

llevando la Ley a un nivel muy diferente al actual en la comunidad Judía. Todo esto nos lleva a contemplar tres

relatos con un mismo mensaje sobre el adulterio y una posterior aclaración en los mismos: Que una mujer di-

vorciada o repudiada tampoco puede volverse a casar. Tal vez las influencias de Pablo sobre Marcos, o su de-

seo de llevar el mensaje más allá de la comunidad Judía le lleva a hablar de la mujer que "deja" o "repudia" a

su marido, mientras que Lucas y Mateo dejan claro que es aquella que ha sido repudiada.

... Continuación del artículo anterior

Página 11 La Voz del Heraldo

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Expresiones y giros semíticos

El texto del evangelio de Marcos tiene abundantes expresiones semíticas. Para algunos autores, esto sería indicio de que se

basa en un texto arameo (o varios textos, según teorías modernas). Destacan los siguientes:

Marcos 1:11: “me agrado”, perfecto estativo hebreo.

Marcos 2:6: “pensaban en sus corazones”, típica asonancia hebrea ywshbym w˙hshbym.

Marcos 3:4: “...salvar un alma...” giro característicamente semítico.

Marcos 3:16: habla de los hermanos Boanergés, del arameo bêne regesh, „hijos del ruido‟ ("hijos del trueno", San-

tiago y Juan Zebedeo, apóstoles de Cristo).

Marcos 4:12:La cita de Isaías 6,9 corresponde a la versión aramea de la Biblia (no de la griega ni de la hebrea)

Marcos 5:41: utiliza la expresión aramea Talitha qum, usando además, en su traducción, el vocativo semítico “La

niña, te digo…”.

Marcos 6:38: “¿Cuántos panes tenéis?” en hebreo, aliteración característica: kamah lehem lahem.

Mc 7: “comer el pan”, con el significado genérico de «comer» tomado del arameo.

Marcos 7:11: Qorbán ("ofrenda"), palabra hebrea. Todo el versículo parece hacer referencia al Talmud

Marcos 7:34: effatá palabra semítica, que el texto griego traduce como „hazte abierto‟, giro típicamente semítico.

Este pasaje aparece exclusivamente en el evangelio de Marcos.

Marcos 9:1: “probar la muerte”, típica expresión rabínica.

Marcos 14:36: Abbá, palabra aramea que significa „papá‟.

También se destacan otras construcciones sintácticas de influencia aramea, hasta en 38 versículos.

Por tanto ahora vemos que:

1.- Lucas y Marcos armonizan en las compras de las especias.

2.- Lucas y Juan armonizan en que era día de preparación en la víspera de la Pascua.

3.- Lucas y Juan armonizan en que el sábado de la Pascua coincidía con el sábado semanal por lo que Juan le llama: “Gran Día

del Sábado” lo que equivale a un sábado doble.

Hemos de considerar los días comunes semanales como sábados por la fiesta solemne de la Pascua, pero el día semanal regis-

trado aquí no cambiaba aunque cayera en domingo [primer día de la semana]. Conforme a YAHWEH, sería el primer día des-

pués del Sábado de Reposo, el cual se presentaban las Primicias por medio del sacerdote delante de YAHWEH para que los

tomara por acepto, Cristo vendría a ser la primicia para Dios el Padre y se destaca aquí el hecho de que una de las María al ver al Señor se arroja ante los pies de Cristo por lo que Él le contestaría: “no me toques, porque aún no he subido a Mi Padre”.

El griego puede interpretarse con el significado de "deja de tocarme" (lo que implicaría que María estaba abrazando los pies de

Cristo), o "detén el intento de tocar". Este es indudablemente el significado aquí. La objeción no indica que hubiera sido peca-

minoso o malo tocar el cuerpo resucitado. Más bien apremiaba el tiempo. Jesús no quería detenerse para recibir el homenaje de

María. Primero deseaba ascender a su Padre para recibir allí la seguridad de que su sacrificio había sido aceptado. Después de

su ascensión temporaria, Jesús permitió sin ninguna protesta que lo tocaran (Mat. 28:9); lo que ahora le pedía a María era que

pospusiera ese acto.

“Le dice Jesús: No me toques; porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vues-

tro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios”. Jn. 20.17. (Versión Sagradas Escrituras de 1569).

¿Por qué Cristo pronunció estas palabras? Porque Él es primicia para Dios el Padre y además, tendría que presentarse como lo

primero delante de Él para ver si Dios le tomaba como ofrenda agradable y le daba por acepto.

Como estuvo Jonás

La resurrección de Cristo fue el supremo milagro de su misión a la tierra, y hacia ese gran acontecimiento futuro Jesús dirige la

atención de quienes lo criticaban.

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... Continuación del artículo anterior

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Gran pez.

Gr. k•tos, que se emplea para designar a cualquier pez de gran tamaño o monstruo marino (ver com. Jon. 1:17; 2: 1). La

constelación de la Ballena (o Cetus) representa a un monstruo marino, y su nombre latino es meramente una transliteración

del Gr. k•tos.

Los hombres del Nínive

La "señal del profeta Jonás" (vers. 39) no sólo consistía en su milagroso escape del "vientre del gran pez", sino también com-

prendía su exitoso ministerio para los habitantes de Nínive, capital de la antigua Asiria.

Profeta Jonás

Cristo consideró que el poder de la predicación de Jonás para convertir era una "señal" para los ninivitas, así como su propia

predicación era una señal para la gente de sus tiempos. En segundo lugar, hizo notar el factor tiempo -tres días y tres noches-

en el caso de Jonás.

Ejemplo de días y noches incompletos contados por día entero

Llamando a sus discípulos. (Mateo 14.32).

[Alimentación de los cuatro mil, Mat. 15.32-39 = Mar. 8.1-10. Comentario principal: Mateo. Ver mapa p. 211; diagrama p.

221; con referencia a milagros, ver pp. 198-203.] En relación con los acontecimientos que precedieron inmediatamente a este

episodio, ver com. vers. 21. Respecto al lugar donde se realizó el milagro, ver com. Mar. 5.1. Con referencia a otro milagro

en la misma región y a la relación entre los dos episodios, ver com. Mar. 5.18-20.

La Nota Adicional del cap. 15 presenta una comparación entre los dos milagros. Según la cronología adoptada por este Co-

mentario, la alimentación de los cuatro mil habría ocurrido en el verano del año 30, quizá a fines de junio o a principios de

julio. La alimentación de los cinco mil habría sucedido antes, por el tiempo de la pascua (ver com. Mat. 15.21; Juan 6.4).

Tres días

Según el cómputo inclusivo, comúnmente empleado en el Cercano Oriente en tiempos bíblicos, esto correspondería a un día

completo más partes del día anterior y del día posterior. La gente sin duda había llevado comida para un día, o quizá para

dos, por lo cual Jesús no se preocupó hasta el tercer día.

Otro ejemplo bíblico del tercer día inclusivo

Los defensores de la teoría del tiempo inclusivo plantean que el espacio de tiempo referido en el signo de Jonás comprende

períodos solares o mejor dicho, el cambio de un día a otro, obviando así días literales de 24 horas. He aquí un ejemplo que

valida lo anterior:

“Y él les dijo a ellos, Salgan todavía por tres días, y luego regresen a mí. Y ellos salieron”. 1 Reyes 12.5.

“Así Jeroboam y todo el pueblo salieron a Roboam el tercer día, conforme a lo que el Rey mandó, diciendo, Vengan a mí el

tercer día”. 1 Reyes 12:12.

El rey Jeroboam le dijo a su pueblo que salieran por tres días, pero podemos ver que ellos regresaron en el tercer día, y no en

el cuarto día. ¿Por qué? Porque el rey no se refería a que estuviesen fuera por 72 horas completas. El conteo de los días era

de naturaleza inclusiva. El mismo día que el rey Jeroboam les había dicho que debían salir ya estaba por contarse como el

primer día de los tres. El segundo día fue aquel en que ellos permanecieron en el sitio, y luego regresaron conforme a la vo-

luntad del rey al tercer día.

Un equivalente a estos sucesos en la persona de Cristo y el período de tiempo inclusivo

En la narración de Lucas 2.41-46 en adelante podemos apreciar que para los días de Pascua Cristo aún siendo joven de 12

años, se les extravió a Sus padres:

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... Continuación del artículo anterior

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“Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a

la costumbre de la fiesta. Al regresar ellos, acabada la fiesta, se quedó el niño Jesús en Jerusalén, sin que lo supiesen José y su

madre. Y pensando que estaba entre la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y los conoci-

dos; pero como no le hallaron, volvieron a Jerusalén buscándole. Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles”.

Jesús nunca había dado a sus padres cita razón válida para que se inquietaran. Pensaron que él conocía los planes de ellos de

regresar con "la compañía" y que sabía cuándo debían partir.

Compañía: Gr. sunodía , "grupo de viajeros" o "caravana", de sun, "juntamente con", y hodós, "camino". Los que asistían a las

diferentes fiestas anuales en Jerusalén, solían viajar era grandes grupos para acompañarse y protegerse mutuamente. Todos los

que iban de una aldea o pueblo, con frecuencia hacían planes para viajar, juntos en caravana. El bullicio de la partida de un

grupo grande le habría dificultado a José y a María comprobar con todos los parientes y amigos dónde estaba Jesús. Si, como

algunos suponen, las mujeres iban juntas delante de los hombres, no sería difícil que José y María se separaran poco después

de emprender la marcha y que cada uno de ellos pensaba que, Jesús estaba con el otro.

Camino de un día: El viaje de regreso a Nazaret llevaría varios días, si todo marchaba bien. Si regresaron por la ruta del Jordán,

en el primer día de viaje probablemente habrían llegado sólo hasta Jericó, a unos 27 km de Jerusalén.

Le buscaban: Buscaron persistente y minuciosamente. Ya podemos imaginarnos cuál no sería la creciente preocupación de

José y de María mientras buscaban, ya tarde ese día, después del "camino de un día", y siguieron buscando de pariente en pa-

riente y de amigo en amigo por todo el lugar donde había acampado su caravana. Esta búsqueda debieron haberla hecho hasta

bien entrada la noche; pero sus esfuerzos fueron en vano. Jesús no se encontraba en ninguna parte.

Es decir, tres días después del momento en que por primera vez se dieron cuenta de que Jesús no estaba en el grupo. Sin duda

José y María se levantaron temprano a la mañana siguiente para regresar a Jerusalén. Su corazón estaba lleno de terribles pre-

sentimientos, pues recordaban bien los desesperados intentos de Herodes para matar al niño. Si habían llegado hasta Jericó, ahora tenían que ascender más de 900 m por el escarpado camino hacia Jerusalén. Llegaron a la ciudad, y pasaron las pocas

horas que les quedaban en este segundo día buscando a su hijo; pero todo fue en vano. La búsqueda de este día fue tan inútil

como la de las últimas horas del día anterior. Al tercer día continuaron buscando. Su tristeza y angustia se convirtieron en

gozo y alegría cuando en este día escucharon la voz de Jesús entre los que adoraban en el templo. Este tercer día fue, según el

cómputo judío, el día cuando hallaron a Jesús en el templo. Según este sistema de cómputo inclusivo, el primer día y también

el último día de un determinado período se incluyen aunque no hayan transcurrido completos al computar el número de días

transcurridos.

El tiempo que había transcurrido en la búsqueda de los padres de Cristo, no tienen inherencia particular en que tengan por 72

horas exactas, o bien, si no fueran las 72 horas exactas no podría entonces estimar o calcular que fueron tres días.

Tendría la misma aplicación de horas exactas desde que el joven Cristo se perdió y sus padres le encontraron.

Seguiremos empleando los múltiples ejemplos bíblicos que adolecen de una exactitud temporal y la práctica de cómputo de

tiempo inclusive.

Que el Señor le bendiga y guarde para la eternidad.

Página 14 La Voz del Heraldo

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Licuados de frutas:

Diverticulosis

De Perejil, Col verde, To-

mate, Zanahoria, Ajo y

Apio

2 Porciones

Ingredientes

2 tomates grandes

2 tallos de apio con hojas

2 dientes de ajo

¼ de cabeza de col

1 manojo grande de perejil

4 zanahorias

1 diente de ajo

Agua necesaria

Preparación

Licuar los ingredientes perfectamente a alta velo-

cidad y beberlo en el momento.

Función

Posee cualidades diuréticas, reduce la inflama-

ción intestinal, mejora la expulsión de las areni-

llas y divertículos y aminora los dolores causados

por este padecimiento.

Dosis del Tratamiento

Tomar un vaso diario durante 3 veces por sema-

na.

Recetas de Plantas Medicinales. Por: María A. Villalobos

Página 15 La Voz del Heraldo

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Comité Editorial: María A. Villalobos, Samuel Saldaña.

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Editado quincenalmente por este ministerio.

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to, pregonar la Verdad Presente dado desde lo Alto del

Cielo. Por la Gracia de nuestro Señor Jesús, es entre-

gado a toda nación, tribu, lengua y pueblo.

Estamos gustosos que Dios bendiga al mundo por me-

dio de Su Verdad, ésta no debe permanecer oculta como

si tuviese algo por qué temer, más bien, debe ser exalta-

da como joyas preciosas y lucida a un mundo que pere-

ce en tinieblas.

Por lo tanto, desde ahora usted tiene una cita con Cris-

to!

¡Que el Señor Todopoderoso les bendiga y guarde para

la eternidad!

Nos complacemos en poder servirle.

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