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ANTOLOGÍA LITERARIA DE 6° AÑO B 2012 PRÓLOGO Los alumnos de 6° año B de la “Escuela Graduada Joaquín V. González” creamos esta antología con nuestros cuentos para que ustedes, queridos lectores, puedan aprovecharla. Para ello nos basamos en los cuentos y poesías que leímos en clase y en libros leídos individualmente que fueron escritos por diferentes autores, tanto argentinos como extranjeros. No sólo nos inspiraron sus historias, sino la manera de escribir de cada uno de ellos como por ejemplo: Arthur Conan Doyle, Ágatha Christie, Edgar Allan Poe, Norma Huidobro, Jorge Luis Borges, Esteban Valentino, Rodolfo Walsh, Andrea Ferrari, Juan José Saer, Héctor Germán Oesterheld y Alberto Breccia, Ernesto Cardenal, Pablo De Santis, Rogelio Nogueiras, entre otros. En nuestros relatos encontrarán detectives, ayudantes, víctimas y culpables pero sobre todo mucho suspenso que los atraparán hasta el final de cada historia. Esperamos que les gusten y ojalá puedan disfrutarlos tanto como nosotros al escribirlos. Los chicos de 6°B-2012 Y su docente Mónica E. Rosas 12 de octubre Por Candela Lescano M. Hola me llamo Demetria Lovato, tengo 17 años, me dicen Demi ya que odio mi nombre. Soy alta, tengo pelo largo, soy inteligente y también buena deportista. Voy a contar algo que siempre quise guardar en secreto para que no pensaran que estaba loca, ya que esto no es algo normal que le pase a todo el mundo, seguramente sólo a mí me pasó. Un día durante el año 2012 con mi familia habíamos organizado una fiesta de disfraces. Mi mamá fue y nos compró a todos los disfraces que usaríamos para esa ocasión. A mí me trajo un vestido de princesa, a mi hermana uno de ángel, a mi hermano de diablo, a mi papa de vaquero y a ella uno de pirata. Era lo que cada uno había elegido para disfrazarse, por suerte mi vestido me quedaba largo y no corto, por eso fui a mi pieza, le saqué el dobladillo que

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ANTOLOGÍA LITERARIA DE 6° AÑO B

2012

PRÓLOGO

Los alumnos de 6° año B de la “Escuela Graduada Joaquín V. González” creamos esta antología con nuestros cuentos para que ustedes, queridos lectores, puedan aprovecharla.

Para ello nos basamos en los cuentos y poesías que leímos en clase y en libros leídos individualmente que fueron escritos por diferentes autores, tanto argentinos como extranjeros. No sólo nos inspiraron sus historias, sino la manera de escribir de cada uno de ellos como por ejemplo: Arthur Conan Doyle, Ágatha Christie, Edgar Allan Poe, Norma Huidobro, Jorge Luis Borges, Esteban Valentino, Rodolfo Walsh, Andrea Ferrari, Juan José Saer, Héctor Germán Oesterheld y Alberto Breccia, Ernesto Cardenal, Pablo De Santis, Rogelio Nogueiras, entre otros.

En nuestros relatos encontrarán detectives, ayudantes, víctimas y culpables pero sobre todo mucho suspenso que los atraparán hasta el final de cada historia.

Esperamos que les gusten y ojalá puedan disfrutarlos tanto como nosotros al escribirlos.

Los chicos de 6°B-2012

Y su docente Mónica E. Rosas

12 de octubrePor Candela Lescano M.

Hola me llamo Demetria Lovato, tengo 17 años, me dicen Demi ya que odio mi nombre. Soy alta, tengo pelo largo, soy inteligente y también buena deportista. Voy a contar algo que siempre quise guardar en secreto para que no pensaran que estaba loca, ya que esto no es algo normal que le pase a todo el mundo, seguramente sólo a mí me pasó. Un día durante el año 2012 con mi familia habíamos organizado una fiesta de disfraces. Mi mamá fue y nos compró a todos los disfraces que usaríamos para esa ocasión.A mí me trajo un vestido de princesa, a mi hermana uno de ángel, a mi hermano de diablo, a mi papa de vaquero y a ella uno de pirata. Era lo que cada uno había elegido para disfrazarse, por suerte mi vestido me quedaba largo y no corto, por eso fui a mi pieza, le saqué el dobladillo que

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era re grande y para mi sorpresa encontré en él un pequeño diario íntimo. ¡Con razón pesaba tanto mi vestido! Como soy muy curiosa lo empecé a leer enseguida.Parecía viejo, en la tapa decía "Malena Lima 1990", era de casi 22 años atrás. Comencé a leer su contenido y decía así:

"15 de marzo de 1995 hoy mi madre se fue, me abandonó, me dejó sola con mi padre. ¡Pobre! Él se siente muy triste al igual que yo. No puedo parar de llorar porque no entiendo cual es la razón…” "5 de julio, mi padre se va a casar con una mujer indeseable. Ella cree que se va a quedar con toda nuestra fortuna, pero no será así ni tampoco va a poder reemplazar a mi madre, ¡nunca! Papá piensa que sí, pero no es así. Él confía mucho en las personas antes de conocerlas, además piensa que necesito una madre. No sabe lo que necesito, yo solo lo necesito a él para mí sola."

Pude leer hasta aquí, ya que justo mi mamá entró en mi habitación. Muy rápido escondí el diario para que no lo viera, no quería que me dijera que estaba perdiendo el tiempo con cosas que no me servían para nada y que tarde o temprano iba a terminar desilusionada por esas cosas. Además tengo que concentrarme en el colegio ya que no me va tan bien como para perder el tiempo en otras cosas. Cuando mi madre se fue, me acosté para descansar pero igual continué leyendo en otra página.”

"10 de diciembre mi padre murió, lo mataron, le dieron un tiro en la sien. Mi madrastra fue la que encontró el cadáver. Sin embargo, estoy segura de que ella y su hermano fueron los culpables. También estoy convencida de que la próxima que va a morir soy yo".

Al día siguiente, como era sábado me levanté tarde y como a esa hora no había nadie en casa, aproveché la tranquilidad y seguí leyendo el diario que cada vez me resultaba más interesante. Leí bastante hasta que me detuve en una página, no me había dado cuenta que esa era la última. Estuve detenida ahí por mucho tiempo ya que me llamaba mucho la atención lo que decía: "12 de octubre mi vida cambió, sufrí, reí lloré, grité y amé. Pasé por todo pero por fin llegó el día que tanto esperé. Tanto recé por este día y por fin llegó. Tal vez no suceda tal como lo estoy esperando, pero de todos modos va a suceder."

Ya era otro año, eso parecía por las fechas… No entendía lo que seguía y como tenía mucha intriga decidí ir a la biblioteca de mi ciudad, seguramente allí encontraría algo. Cuando llegué me fije en los registros de las personas, busqué "Malena Lima" pero no encontré nada, después busqué cualquier persona con apellido "Lima" de esa época y nada, no había rastro de alguien con ese apellido. Decidí buscar en los periódicos de esa época. Me fijé en la sección sobre suicidios y homicidios. Todas las muertes llamaban mi atención, no sé por qué pero yo buscaba una muerte. Los que vi no encontré nada pero me di cuenta que faltaban los periódicos del 11, 12, 13, 14 y 15 de

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octubre. Entonces enseguida fui y se los pedí a la secretaria quien me los dio y me dijo que los guardara con los demás que no sabía por qué no estaban todos juntos. Por suerte no me preguntó para qué los quería, si no tendría que haber inventado alguna historia porque no le quería decir la verdad. Me senté para seguir leyendo, en la tapa del periódico del 11 de octubre había una noticia que decía: “Una mujer junto a su hijastra desaparecieron con una gran fortuna” y todas las páginas siguientes eran referidas a esa noticia. Pero el periódico del 12 decía: “Se encontró a la mujer muerta en una zanja pero la policía no halla la chica. Según los testigos su nombre es Malena Lima. Esta es su foto, si la ven llamen a este número (y figuraba el nombre de la comisaría). Los diarios restantes, de los días 13,14 y 15, decían que la seguían buscando y que al parecer ella había sido la causante del accidente que tuvo su madrastra. Al parecer, todos los indicios y las huellas parciales que encontraron durante las investigaciones llevaban hasta la joven. Pero nunca la pudieron encontrar.

Bueno ahí terminé mi búsqueda, ya no había ningún dato más. Me sentía defraudada pero no podía hacer nada más. Cuando volvía a mi hogar, pasé por una casa que tenía un cartel que decía: "Malena Lima profesora de piano". Como la puerta estaba abierta entré directamente y vi a una señora de unos 60 años tocando el piano. Cuando se dio cuenta que yo estaba ahí, me preguntó qué se me ofrecía, yo le comenté todo lo que sabía sobre ella. No dijo palabra hasta que terminé, luego me dijo: -Es cierto, desaparecí con una buena cantidad de dinero porque mi madrastra me había secuestrado y no tenía otra opción que provocar un accidente. Su muerte quedó en mi conciencia todos estos años, por favor no me entregues a la policía ya sufrí mucho como para ir a la cárcel. Siempre quise que se muriera pero no por mi culpa, lamentablemente pasó así.

Le dije que no la iba a entregar pero que me sentí muy apenada respecto a todo lo sucedido aunque yo no estuve en ese momento en la escena del crimen. Después de eso, nunca más la volví a ver. Guardé muy bien su diario íntimo y mantuve este secreto hasta hoy.

FIN

Ambición sin límite

Por Sofía Belén Serrano

Una mañana fría y lluviosa del año 1896 en la calle Baker Street 221st B, estaba con mi amigo Sherlock sentado en el sofá mientras esperábamos un caso para resolver.

Mientras leía el periódico, Holmes se encontraba envuelto en una bata de color rojizo, con expresión de aburrimiento, meditando, perdido en sus pensamientos.

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Un instante después, tocaron la puerta y cuando abrimos encontramos a un hombre alto y joven. El muchacho vestía un traje correcto, poco llamativo, de color gris oscuro y llevaba en la mano un sombrero pardo de fieltro blando, de casco bajo. Yo le había calculado unos treinta años aproximadamente.

-Buenos días, adelante, ¿Qué se le ofrece?- dijo Holmes

- Buenos días- respondió este señor.

-Adelante, pase, no le de vergüenza-le dije

-Muchas gracias. Mi nombre es Richard Philip, encantado- dijo este tal Philip estrechándonos su mano

-¿Qué se le ofrece?- le preguntó nuevamente Sherlock

-Pues venía a pedir ayuda porque alguna persona asesinó a una mujer perteneciente a mi familia

-Bien, ¿Cómo te has enterado?- le dijo Holmes

-Pues fui a su casa, hace muy pocas horas, y la encontré muerta- le respondió Philip

-Holmes, Philip respondió muy rápido- le dije a mi amigo en secreto, mientras que Philip observaba las paredes de la casa- , ¿No tendrá todo planeado?-

-No creo Watson, no creo que él esté implicado, pero igual hay que desconfiar de él- me respondió Holmes

- Voy a continuar con las preguntas señor Philip- le dijo a Richard, en otro tono de voz

-Continúe Holmes- dijo Philip

-Bien Richard, ¿Nos dejaría usted inspeccionar su casa?- le dijo Holmes, retomando la charla.

-¿Para qué?- Dijo Philip muy nervioso para mi gusto. Mi amigo le contestó

-Pues para desechar opciones de nuestra investigación-

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-Bien, pero mi mujer está muy enferma, no les puedo permitir que vayan. Si están de acuerdo, yo me puedo comunicar con ustedes cuando mi mujer se reponga y vienen a mi casa- dijo Philip.

Para mí, era todo una puesta en escena. Seguro Richard Philip tenía todo previsto. Entonces yo acoté algo

-¿Muy enferma? ¿No podrá quedarse en su habitación? Nosotros no la molestaremos- Y él me respondió

-¡No! Bueno… Pero la habitación está cerrada y la llave no aparece.

Era una excusa no tan inteligente, creía yo, entonces seguí con mis preguntas.

-¿Y en la cocina? ¿No se podrá quedar? Nosotros debemos ir- dije ya un poco impaciente.

Holmes, sin sospechar de él, me dijo:

-Bien Watson quédate tranquilo, iremos cuando la mujer se recupere

-Oh muy bien señor Holmes ¿Dónde lo puedo ubicar?- le preguntó Philip a Holmes queriendo conseguir un poco más de confianza

-Llámeme a este teléfono. Y le dio una tarjeta a Philip

–Me puedes encontrar desde las…-

Y lo interrumpí para decirle:

-Nos puedes encontrar de 8:00 a 14:00 horas-

Y mi amigo me respondió

-Pero justamente a esa hora estamos en la casa y él tiene que ir a la oficina- contesté tranquilamente

-No, pero he decidido que a esa hora estemos en la oficina para investigar un caso muy reciente que me llamó la atención. Para todo esto, yo había notado que las paredes que miraba Philip no eran paredes si no, que estaba mirando la ubicación de un cuadro que estaba colgando en ellas. Un cuadro valuado en mucho dinero, de muchos años.

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-Bien Watson – dijo Holmes medio confundido, pero aceptando, ya que había notado mucha furia en mi cara. Luego dijo:

-Bien Philip de 8:00 a 14:00 en mi oficina ¿Se acuerda bien la dirección?-

-Sí, de 8:00 a 14:00 en la calle Baker Street- le contestó

Luego de que el intruso se retiró, yo le dije a Sherlock mi plan

-¡Hey, Sherlock!- Lo llamé en voz baja

-¿Qué pasa, Watson?- Me respondió en un volumen de voz parecido al mío

-Le voy a contar mi falso plan en voz baja porque creo que Richard Philip sigue ahí.

-Bien Watson cuénteme su plan- Me dijo disimulando bastante bien. Yo le conté

-Mire, Holmes, a las 14:00 horas debemos estar en la oficina porque necesito investigar sobre un caso muy particular. Usted se va a quedar cuidando la casa por la zona del baño y yo, de vez en cuando, voy a entrar a la casa por la puerta trasera que da hacia la cocina. Yo creo que ese tal Philip estuvo mirando muy bien la ubicación de la lanza de su primo, la que está ahí, en la pared principal. Mientras nosotros opinábamos, él, miraba con mucha atención.

¡Seguro que se quiere llevar la lanza ese maleducado!- le guiñé el ojo a Holmes porque todo había salido perfecto. Philip escuchó toda nuestra conversación fue muy real. Seguro que el intruso se había ofendido demasiado al oír esas palabras de mi boca. A Sherlock mi falso plan le había gustado, estaba ansioso por saber el real.

Nos alejamos de la puerta, una distancia muy grande, corroboramos que ya no estuviera mirando por la cerradura y comenzamos a hablar asegurándonos de no estar cerca de las ventilas o cerca de una ventana.

-Mire Sherlock, mi plan real es este: Noté que el señor que se hace llamar por Richard Philip no era ningún Richard Philip. Dentro de su sombrero que movía al hablar, había dos iniciales, eran S.M .Puede que haya pedido prestado ese sombrero, pero llevaba esas iniciales en el saco de su traje gris oscuro, que vi al colgarle el saco en el perchero de la entrada para que se sienta más cómodo, igual ya me arrepentí porque estoy muy seguro de que el está implicado en esto…- Le conté a Holmes

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-Bien Watson, está pasando a ser usted el detective privado y yo su ayudan…- Lo interrumpí y le dije

-¡Ah! Y antes de que me olvide esas iniciales estaban marcadas en sus tiradores ¿No las observó? Él, evidentemente, posee una gran suma de dinero y se hace las prendas de está su vestuario exclusivas para él. Hablando de este caso ¿Cuándo quiere que vayamos a investigar a la escena del crimen?-

-Watson, ¿Quiere que empecemos mañana por la tarde?- Me preguntó Holmes. Yo le respondí

-¡Claro, empezamos mañana!-

Llegamos a la casa y descubrimos muchas cosas más que la policía, hasta descubrimos sangre en el delantal del ama de casa.

Holmes, muy intrigado por las pistas de sangre, empezó a investigar con su lupa sacando muchos datos

-Esta mancha de sangre está aquí desde hace unos tres días, mire Watson esta mancha de sangre está hace tres días aproximadamente, ya que el color que tomó no es gracias al color del delantal, si no, que ese medio bordó, o mezcla de un marrón con un rojo oscuro, es porque ya está oxidada-

Yo estaba buscando más pistas, hasta que encontré dos cuchillos ensangrentados debajo de una de las camas de la habitación de la señora que habían matado. Antes, hablamos bien con Holmes sobre las manchas de sangre

-¿Qué más me puede decir de esas manchas Holmes?- Le pregunté con mucha intriga

-Pues supongo que la mancha de sangre vino desde la primera ventana que se encuentra a unos tres metros, ya que tienen una forma de caer sobre el delantal que viene desde la derecha, justo donde se encuentra la mesa del comedor y la ventana, ¿Te das cuenta Watson? La mancha cae con más peso sobre el lado derecho del delantal y va dejando rastros hacia la izquierda ¿Lo notas?- Me decía Sherlock. Era evidente que habían asesinado a alguien sobre la mesa o cerca de ella.

Justo cuando le estoy preguntando a Holmes que pensaba de los cuchillos el ama de casa llega y nos vio a los dos investigando en la propiedad de esta mujer y nos preguntó

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-¿Qué hacen acá? ¿Quiénes son ustedes?- Holmes le explica

-Buenas tardes, nos presentamos, mi nombre es Sherlock Holmes, soy un detective privado, él es mi ayudante, John Watson-

-Buenas tardes- Dije yo. Ella nos dijo

-¿Pero qué hacen acá? Si ya vino la policía y fue suficiente-

-Pero hemos encontrado muchas más pistas que la policía. Había manchas de sangre en su delantal, dos cuchillos ensangrentados bajo una de las camas de la habitación de la dueña de casa- Le respondió Holmes. Ella nos dijo medio insegura:

-Bueno, que suerte que hayan descubierto más cosa-dije y luego pregunté:

-¿Cómo te llamas?-

-Pues… Me llamo… ¡No lo puedo decir!- Nos respondió.

-¿Por qué no nos puedes decir tu nombre? ¿Estás amenazada o algo así?-

-Bien, por favor, les pido que no le cuenten a nadie, que quede entre nosotros tres, por favor, no le cuenten a nadie una vez que hayan encarcelado a Scott Morrinson- Nos respondió. Yo me quedé pensando, Scott Morrinson, S.T. Le comenté a mi amigo y decidimos preguntarle a esta chica que no nos quería dar su nombre

-¿Nos puedes decir quién es Scott Morrinson?- Le preguntó Holmes. Ella respondió

-No le cuenten a nadie, por favor se los pido. Él es el hijo de la mujer asesinada, se hace llamar Richard Philip, él mató a su madre por una cuestión de herencia, no estaba pasando por un buen momento económico y también mató a su hermano para que las riquezas de la madre queden solo para él-

-¿Y cómo sabes todo esto?- Le pregunté. Ella me respondió

-Pues en un momento yo estuve formando parte de su grupo hasta que me di cuenta de que lo único que íbamos a hacer era el mal. Cuando le dije que no quería participar más de su grupo él me amenazó y si se entera que yo conté esto me matará-

-Bien, confía en nosotros. No le vamos a contar a nadie. ¿Nos puedes decir tu nombre?- Le preguntó Holmes

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-Sí, mi nombre es Lucy Smith- Respondió. Yo le dije a Holmes

-Sherlock, deberíamos buscar a este Richard Philip, o mejor dicho Scott Morrinson-

-Claro, vamos en busca de él- Me respondió. Yo le pregunté a la señorita Smith

-¿Usted sabe dónde se encuentra ahora Morrinson?

-Sí, él está en la casa de su amigo Williams. La dirección es Cross Street…- Y antes de terminar de decirnos la dirección la escribió en un papel y se la dio a Holmes.

La señorita se dirigió a su casa, acompañada por nosotros y de ahí nos dirigimos a la casa donde se encontraba Morrinson.

Una vez que nos encontrábamos en la casa, golpeamos la puerta y nos atendió este tal Williams, le preguntamos si estaba Morrinson y en seguida lo llamó. Hasta que Scott llegó, me comuniqué con la policía para que estuviera presente.

Holmes le preguntó:

-¿Se acuerda de nosotros señor Philip o mejor dicho señor Scott Morrinson?

-¿Cómo saben mi verdadero nombre?- nos preguntó

-Fuentes muy confiables- dijo Holmes para no nombrar a Lucy Smith

-¿Usted es Scott Morrinson, hijo de la víctima, autor del crimen de su hermano y de su madre por una cuestión de herencia?- le dije con una mirada intimidante

-¡No!.. Pues…- En eso llegó Lucy.

-¿Qué haces aquí?- le pregunté

-¡Los vine a apoyar porque este señor es un mentiroso! ¡Yo estuve presente cuando él mató a su hermano y a su madre!- me respondió a mí y a todos los policías ahí presentes.

Como Morrinson ya no tenía forma de defenderse, antes de hacer el ridículo, decidió entregarse a las manos de la policía. Una vez arrestado hablamos con Lucy, aclaramos todo y ella se fue a su casa. Nosotros nos fuimos a la oficina de Holmes y dijimos:

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-¡Qué irresponsables! ¿Habrá venido Morrinson de 8:00 a 14:00?

FIN

Asesinato en la clínicaPor Pilar Fiore

Soy Ives Lezcano, detective privado e investigaba el caso de Rodrigo Tolminson cometido a principios del siglo XXI. Lo único que encontró Louis, su hijo, era una dedicatoria para él e inmediatamente me llamó por teléfono y me contó lo que decía la carta: “Querido Louis he dejado esta carta para decir que estoy en terrible riesgo y en cualquier momento voy a fallecer, esta carta es enviada desde la clínica donde estoy internado muy grave 121 e/ 70 y 71, habitación 255. Tu padre”. Después de un rato llegué a la casa de Louis, me dijo lo de la carta y fuimos directamente a la clínica. Cuando llegamos allí preguntamos por la habitación 255, a lo que la secretaria nos respondió que estaba en el piso 5.Luego de subir las escaleras estábamos muy cansados, entramos a la habitación. Había mucha gente lastimada con yeso, tajos, operados de todo el cuerpo, etc. Pero al fin encontramos al padre de Louis, tirado en una camilla con suero y muchos tajos.-Padre ¿Cómo estás? -Bi…bien… ¿Y tú?- dijo con la voz muy frágil.-Te extraño mucho ¿cuándo volverás a casa? -El…el día de mañana-respondió con el mismo tono.Llegó la enfermera y nos echó, ya había terminado el horario de visitas. Habíamos decidido volver a casa, para que Louis no se sintiera solo y triste en su casa.Después de unos días Louis compro el periódico, se le cayó y se le abrió en una página donde decía: “Diario HoyRARO: fallecimiento en la clínica Rodríguez (121 e/ 70 y 71) Rodrigo Tolminson falleció luego de estar internado varios días.Cuando el chico vio esto vino corriendo a casa para que investigara el caso.Me entregó las pocas pruebas que tenía sobre el posible asesinato de su padre, a lo que yo quedé sorprendido y me acordé que le habían inyectado algo, después de un rato fuimos a la clínica y le pedimos las agujas con las

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cuales habían inyectado algún medicamento al Sr. Tolminson. Cuando volvimos a mi casa, pensé que podría haber sido la enfermera que nos había echado cuando estábamos en la clínica por haberse “terminado el horario de visita”.Después de pensar durante un largo rato, llamé a la clínica y pedí hablar con dicha enfermera, su nombre era Bárbara Trident. La gente la empezó a buscar y cuando la encontraron me comunicaron que fuera para la clínica.Encuentran a la chica, alta, morocha, de piel y cabello marrones y ojos verdes como el pasto. Esta llevaba puesto el uniforme color lila, cuando la vi note en su estómago una mancha más oscura que el resto de la tela. Empecé a preguntarle sobre el paciente Rodrigo Tolminson de la habitación 255 y al instante noté en sus ojos que estaba desesperada, sus manos se movían mucho y comenzó a transpirar, fue allí donde me confesó que ella había sido quien había matado al Sr. Tolminson pero que no había sido por decisión propia, sino porque la habían obligado. Quien la había obligado se llamaba Esteban Novelli y la había amenazado con asesinar a su hijo. Novelli quería muerto a Rodrigo porque este le debía plata de un juego de poker de hacía aproximadamente tres meses atrás. Al estar su hijo amenazado de muerte, no lo dudó y mató a Tolminson.

FIN

ASESINATO EN UN PUEBLOPor Sofía Serrano

SEIS AÑOS ATRÁSASESINATO EN UN PUEBLOEL CONSERJE Y EL NOVIOLA CHICA APARECIÓ MUERTA.

ASESINATO EN UN PUEBLOEL CONSERJE Y EL NOVIOSE ESCAPÓ DE LA CASALA CHICA APARECIÓ MUERTA.

EL CONSERJE Y EL NOVIOSE ESCAPÓ DE LA CASAPELEÓ CON SU NOVIOLA CHICA APARECIÓ MUERTA.

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SE ESCAPÓ DE LA CASAPELEÓ CON SU NOVIOHERIDAS DE ARMA BLANCALA CHICA APARECIÓ MUERTA.

PELEÓ CON SU NOVIOHERIDAS DE ARMA BLANCASANGRE NO PERTENECIENTE A ELLALA CHICA APARECIÓ MUERTA.

HERIDAS DE ARMA BLANCASANGRE NO PERTENECIENTE A ELLASILLÓN ENSANGRENTADOLA CHICA APARECIÓ MUERTA.

SANGRE NO PERTENECIENTE A ELLASILLÓN ENSANGRENTADOEL CONSERJE DESAPARECE LA CHICA APARECIÓ MUERTA.

SILLÓN ENSANGRENTADOEL CONSERJE DESAPARECECELOS PRESENTESLA CHICA APARECIÓ MUERTA.

EL CONSERJE DESAPARECECELOS PRESENTESEL NOVIO COMETE DOS CRÍMENESLA CHICA APARECIÓ MUERTA

CELOS PRESENTES EL NOVIO COMETE DOS CRÍMENESUNO LO VIVELA CHICA APARECIÓ MUERTA.

EL NOVIO COMETE DOS CRÍMENESUNO LO VIVEPARA EL SEGUNDO MUERELA CHICA Y EL NOVIO APARECIERON MUERTOS.

FIN

Camil y el cuadro robado

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Por Pilar Luna

Capitulo 1. Comenzando una nueva vida.

No creerían que una niña normal de 13 años, se iba a meter en los líos que me metí.

Todo comenzó la lluviosa mañana de abril, el día que me mudé a un barrio de Tolosa. Un barrio de desconocidos y gente nueva que tuve que conocer. Me mudé porque mi madre había conseguido un trabajo estable allí.

Fui con ella y mi perra Fiera, una galgo de raza pura de 3 años de edad.

Al llegar me dirigí a la plaza central. Un lugar que conocía por un “amigo”. Era una zona amplia con árboles y bancos. Pero yo fui por otra cosa más que por diversión, fui por aire de aventura. Sabía que ese barrio escondía algo y quería saber qué era.

De un momento a otro alguien alguien me tapó los ojos pero yo no me alarmé porque supe al instante de quién eran esas manos cariñosas.

-¿Quién soy?- me preguntó

-Jake, que evidente que sos- le dije

-¿Cómo sabías? Camila tú siempre me descubres- me dijo Jake enojado y decepcionado

-¡ufff...! Era medio obvio ¿Quién más vive a tres cuadras de aquí y se atreve a asustarme por la espalda?- le dije en tono de obviedad

- Bueno…- dijo incómodo por mi reacción- ¿te gusta el barrio?

- Sí, mucho, pero… ¿a habido algún crimen últimamente?- pregunté

- Camil, tu siempre con tus paranoias… pero sí, han desaparecido varios cuadros valiosos que se exponían en el museo de acá a la vuelta.- dijo arrepintiéndose de sus palabras.

- ¡No son paranoias! Sabes que tengo instinto para detectar a los misterios, desde que llegué notaba algo raro

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-Bueno…calma ¿Qué quieres hacer?- preguntó con cortesía.

-mmm... Creo que quisiera recorrer el barrio

- Bueno te ayudaré a hacer un recorrido turístico- dijo animado

Recorrimos unas dos horas el barrio, hasta que mi madre me llamó al celular para decirme que regresara.

Me despedí de Jake y me fui a mi casa, contenta por el día vivido.

Capitulo 2 “Nunca vayan a una panadería un sábado temprano"

A la mañana siguiente me dirigí a la casa de Jake. No sin antes pasar por la panadería de la vuelta de mi casa, buscando unas roscas de chocolate, que eran las preferidas de Jake.

Al llegar, noté que todo estaba cerrado menos una compuerta donde se descargaban camiones, con materia prima utilizada en la masa de algunas facturas. Ahí se encontraban dos hombres, el más alto que era rubio, tenia un traje color marfil con unos zapatos de cuero, yo le atribuí alrededor de unos 34 años. El más bajo era morocho, tenía un jean negro, con un buzo rojo y unos zapatos azules, parecía tener alrededor de 27 años. Ellos empezaron a hablar, cada vez subiendo más el tono

- ¿Tienes lo que te pedí?- dijo el más alto al joven

- No todavía no los conseguí- dijo el otro

- Bueno decile a tu contactito que se ponga las pilas y que me lo traigan. – dijo el alto subiendo de tono

- Esperá un poco, no es tan fácil la cosa. ¿Qué tienes la plata?- dijo en tono agresivo

- Mirá pibe, vos dame lo mío y yo te doy lo tuyo, ¿entendido?- dijo agresivamente.

- Ok,el viernes 25 a las 8.00 PM en la capilla, te espero para dártelo- dijo rápidamente el morocho y se alejo trotando por el otro lado

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Luego el rubio rezongó unos segundos y se fue en un camión con el lema “facturas calientes, para lenguas ardientes”-

Enseguida saqué una agenda que siempre tenia en mi bolsillo y anoté la patente, JPO 265”

Fin del capitulo 2

Capitulo 3 "contando lo vivido"

Luego de esto me largue corriendo de la panadería, luego de avanzar unas cuadras me tropecé con una roca haciéndome un corte extenso en la ante pierna, luego de esto seguí corriendo como si no hubiera pasado nada. Cuando llegue a la casa de Jake golpee varias veces la puerta de su casa, al pasar unos minutos Jake me abrió la puerta; tenía aspecto cansado, como si recién se hubiera levantado

-¿Qué haces aquí tan temprano Camil?- me pregunto Jake

-¡Jake! Son las 3 de la tarde, y tienes suerte de que tuviera problemas en el camino- al terminar de decir esto levanté mi pantalón hasta la rodilla y le mostré la herida.

- ¿Camil, cómo te paso eso?

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- Es una corta historia pero con muchos detalles. Pero antes de nada puedes… ¿traer una gasa y agua oxigenada o algo parecido?

- Si Camil, ya regreso, siéntate en el sofá o en una silla- dijo esto y se fue corriendo al baño de su casa para traer lo que le había pedido

Mientras que él buscaba yo recordaba lo sucedido tratando de imaginarme quiénes eran aquellos hombres.

- ¡Aquí lo tengo! ¿Camil, estás bien?- gritó Jake provocando que abandonara mis pensamientos.

- ¡Sí! Sí Jake- respondí sobresaltada luego de unos segundos de silencio

-Mm No parecés muy convencida, pero bueno aquí te traje las vendas.- me dijo. Luego dejo la gasa y el agua oxigenada sobre la mesa.

- Gracias Jake.-le dije

Luego tome el agua oxigenada y un poco de gasa y la mojé, después me vendé la herida fuertemente sintiendo un dolor intenso pero que no dejaría que se demostrara en mi rostro

-¿Estas bien?- me preguntó mi amigo.

- Sí Jake, estoy bien.

- Bueno, ahora… ¿podrías contarme lo que te sucedió?

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-Si Jake, lo siento con la herida me había olvidado de contarte.- Luego tomé un profundo suspiro y comencé a contarle:

- Bueno cuando estaba viniendo hacia aquí decidí pasar por una panadería para comprar tus roscas de chocolate que sé muy bien que son tus preferidas. Al llegar estaba cerrado, pero observé que el portón del garaje estaba medio abierto y en él se encontraba un hombre rubio, alto y de aproximadamente unos 30 o 35 años; también se encontraba un hombre morocho, más bajo y de unos 25 o 29 años.

Lo importante era de lo que hablaban. Ellos decían algo, como que el bajo le debía algo al rubio, y que se tenían que reunir el viernes 25 a las 8.00 en la capilla. Me gustaría ir.

- Camil, no entiendo por qué te interesa tanto eso. Suceden mil casos así. Y que vayas te pondría en un grave peligro.-me dijo con seriedad.- No te dejaré ir.

-Jake, no te lo estoy preguntando. Lo haré aunque no quieras, esto es algo grande e importante. Alguien puede correr peligro y siempre tiene que ayudar. Esa persona quiero ser yo- le dije bastante seria, aunque con un poco de vergüenza por su preocupación hacia mí.

- Como tu digas Camíl pero no te dejaré ir sola. Yo te ayudaré- me dijo.

- Gracias Jake, eres el mejor- le dije al mismo tiempo que corrí a abrazarlo. Perdón Jake- dije avergonzada

- No hay por qué Camil- dijo él también con un tono de vergüenza.

- Emma. Bueno me tengo que ir- dije despidiéndome

- Chau Camil- dijo abrazándome

Salí corriendo olvidándome de mi herida, corrí un poco y me caí del dolor. Me levanté y empecé a correr más despacio; pero al hacerlo durante algunas cuadras alguien me golpeó por detrás provocándome un desmayo.

Fin del capitulo 3

Capitulo 4 "Nunca volveré a escuchar lo que no debo"

Desperté en una habitación obscura, estaba atada a una silla pero solamente por los pies. En la habitación había un escritorio que al parecer era blanco, una cama y un sofá.

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-¡Hola! ¿Hay alguien?- dije gritando

Luego de un rato entró un hombre a la habitación. Llevaba una máscara por lo que no supe quién era

- ¡Ah, te despertaste niña! - dijo el

- ¿Quién eres? ¿Por qué rayos me tienes aquí?- dije con tono amenazante

- ¿Así que eres ruda? Me agradas y quédate tranquila porque no te haré nada. ¿Sólo quiero saber por qué nos estabas espiando hoy en la panadería?

- Fui a la panadería a comprar unas facturas, y los escuché hablar.

- Hagamos un trato. Tú no dices nada más de lo que le dijiste a Jake, y te dejo ir- me dijo alegremente

-¿Cómo lo sabe?- pensé. Luego dije:

-Está bien, lo haré.

- Niña confórmate- me dijo desatando las cuerdas. Ahora saldrás por la puerta secundaria que da al callejón ¿si?

- Muy bien- dije.- Adiós espero que no nos volvemos a encontrar…

Salí de aquella habitación y me dirigí a la puerta de la que me había hablado. Salí por ella y al mismo tiempo que salía alguien me pegó con un fierro en la cabeza haciendo que perdiera la conciencia…

Capitulo 5: "Jake me vuelve a salvar"

Luego de lo que creo que fueron unas horas empecé a despertarme lentamente, abrí los ojos y vi a un chico de mi edad. Al instante reconocí a Jake, ¡nuevamente me había salvado!

Se preguntarán por qué digo nuevamente si la vez que me había ayudado con mi corte yo le había pedido ayuda. La cosa es que hace dos años atrás me metí en un gran lío que no hace falta mencionar y del que me salvó de la muerte.

- ¡Jake!- grité al darme cuenta que era él.

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- Buen día- me saludó. - Eres un imán para los problemas- dijo entre risas.

- Ja, ja, ja-respondí sarcásticamente- en verdad tienes razón, pero bueno… ¿Cómo sabes siempre que me meto en problemas?- le pregunté

-Sinceramente nunca sé cuando te metes en problemas, simplemente te encuentro sin conciencia en el piso de algún callejón oscuro- me respondió

- Debo ser más original a la hora de perder la conciencia- le dije entre risas.

- Sí, creo que sería lo mejor- me dijo seriamente-¿Puedes dejar de meterte en líos en algún momento?- me preguntó.

- Yo no busco problemas, los problemas me buscan a mí- le respondí- Y si buscamos un culpable serías tú- le dije ofendida.

- ¿Yo? ¿Por qué lo dices?

- Sí, tú. Si no te hubiera querido comprar facturas no me hubiera metido en este lío…

Jake se empezó a reír, pero no pude entender por qué.

- ¿Por qué te ríes?- le pregunté.

-Es que tú quisiste comprar algo para mí, yo nunca te pedí nada. Además tú escuchaste lo que no debías.

-Bueno… Tienes razón, muchas gracias por salvarme- le dije, -Ya me voy, mi madre debe estar muy preocupada.

- Ya la llamé y le dije que te habías quedado a dormir porque se te había hecho tarde- me dijo

- ¿Pero no te dijo que quería hablar conmigo?- le pregunté

- Sí, pero le dije que seguías dormida.

- Eres un verdadero genio - le dije dulcemente- pero ahora sí me voy, recordé que tenía tarea- le dije despidiéndome.

- Ok, cuídate y no te metas en problemas- me dijo riéndose nuevamente.

Luego de eso salí de su casa mirando a ambos lado para ver si no había nadie, pero no advertí que alguien se escondía en una sombra oscura que estaba muy cerca de mí. De un momento a otro sentí un disparo y el misterioso salió de su escondite. Apenas pude reconocer al desconocido, pero intuí que se trataba de uno de los criminales, en verdad

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no estaba tan equivocada ya que en verdad se trataba del hombre morocho que también había estado en la panadería.

De pronto noté a otro hombre atrás mío pero al darme cuenta advertí que era un desconocido y que al parecer estaba de mi lado. No pude verle la cara ya que la tenía tapada, pero era un hombre alto y por lo que vi era pelirrojo pero la vista me pudo haber engañado.

El desconocido saco de debajo de su campera un arma que me pareció que era un revolver. Luego disparó al morocho haciéndole una herida en el brazo. El hombre empezó a gritar del dolor y yo corrí a socorrerlo.

- ¿¡Estas loco!?- le dije gritando al desconocido.

- Te podría haber disparado ese mediocre, te pude haber salvado la vida, pero creo que eso no te importa mucho ¿No es cierto?- me dijo en tono burlón.

- ¿Eso crees? ¿Por qué dices eso si ni siquiera te conozco?- le dije.

- Me conoces más de lo que crees… Camil- me respondió antes de desaparecer en las sombras en las que creo que apareció.

Capitulo 6: "Revisando en mi cabeza los hechos sucedidos"

Luego de este extraño hecho decidí ir corriendo a mi casa a descansar. Cuando al fin llegué mi madre empezó a bombardearme con preguntas, que naturalmente evité y me dirigí directamente a mi habitación. Al entrar cerré de un portazo la puerta y me tiré a mi cama literalmente.

Mi mente empezó a divagar y a recordar todo lo que me había sucedido desde mi llegada al barrio. Primero lo de la panadería, luego mi secuestro por parte del señor D y finalmente el extraño hecho protagonizado hoy. Finalmente lo único que pude pensar fue << ¿Qué rayos pasa con este lugar?>>. Intenté dormir, pero lo único que lograba era

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seguir pensando cada vez más, hasta que mis pensamientos me volvieron loca y decidí usar la computadora, lo que siempre me ayudaba a despejar mis pensamientos.

Ya con la computadora prendida recordé que el diario siempre fue un muy buen aliado mío. Entonces abrí el diario digital de la ciudad y me dispuse a ver las noticias policiales que siempre me ayudaron tanto. La primera noticia que aparecía era de un robo en la panadería que tantos problemas me había traído. Abrí la noticia y empecé a leerla "Robo en una panadería de 530 y 120, el hecho a ocurrido este sábado pero al estar cerrada todo el fin de semana hoy los dueños se han dado cuenta. Se cree que los ladrones fueron Rodríguez Hugo y Montero Alejandro, ellos dos rondaron sospechosamente en la plaza de enfrente toda la tarde y luego se dirigieron a la panadería. No se los ha visto hace desde ese mismo día por lo que los investigadores creen que escaparon por la noche cuando nadie los veía.

Los ladrones se llevaron varias maquinarias costosas e instrumentos propios de estos locales. Los vecinos están conmocionados por este hecho". Luego de leer esto ya no necesite leer mas, ya sabía quiénes eran los que había oído y los que me habían metido en todo este problema. Pero ahora un nuevo enigma invadía mi cabeza <<Por qué demonios quieren cosas de una panadería>>.

Al no poder resolver ninguna de mis incógnitas me decidí a hablar con mi madre, a la que groseramente había evitado al regresar.

Salí de la habitación y fui al living donde se suponía que la encontraría. Ella estaba ahí, escribiendo en su portátil como solía hacer habitualmente cuando estaba enfadada, aburrida o cuando le llegaba raramente la inspiración. Rápidamente supe lo que le sucedía

- Ma, ya se lo que te sucede, no te hagas la indiferente conmigo que te conozco desde que nací.- le dije sentándome en el sillón bruta mente

- Cami, lo que pasa es que fuiste muy grosera conmigo- dijo al mismo tiempo que cerraba su compu- además de que cada vez estamos mas distantes y cada vez estas mas independencia- me dijo nostálgicamente.

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- Recuerda que me sacaste mi antigua vida y me trajiste a este nuevo barrio sin consultarme mama. Además nunca me preguntas como me siento, es como si no te interesara.- le grite a mi madre, luego me levante y me fui de la casa hacia rumbo desconocido, lo único que sabía en ese momento era que a mi casa no volvería por un tiempo hasta que se calmaran los tantos un rato…

Continuara…

Capitulo 7 "nunca bajen de su ventana con una sabana"

Al salir de mi casa note que sentía demasiado el viento. Mire mi ropa y me di cuenta de que estaba en pijama, me sentí como una entupida y entre a mi hogar, pase por donde estaba mi madre y perdí todo mi honor obtenido. Mi madre se empezó a reír con aire victorioso y me enfurecí más de lo que estaba. Cuando entre a mi habitación se me ocurrió una fantástica idea que no sabía si funcionaria o no. Empecé a meter ropa en una pequeña mochila, luego metí dinero que tenia ahorrado desde Asia ya cuatro años y nunca había usado, debía tener como unos 2300 pesos. Al terminar de guardar estas cosas vi. una pequeña cajita que había olvidado que tenía. Era mi diario que no había visto hace mucho tiempo, pero ese objeto me hizo recordar cosas que no me gustaría haber recordado… pero igualmente metí el diario en mi mochila, ya que quizás me serviría…

Cuando termine de guardar observe la ventana, pero me di cuenta de que iba a tener otro problema… mi habitación estaba en el segundo piso. Recordé lo que había aprendido hacía unos meses en el campamento y me dispuse a lograr hacer la escalera que tan bien me había salido antes. Ate unas sabanas a el picaporte de la ventana y empecé a hacerle nudos a las sabanas haciendo la forma de una escalera. Al terminar me colgué de mi escalera improvisada y empecé a bajar muy cuidadosamente, procurando no mirar abajo, ya que aunque no me asusten las alturas bajar de un segundo piso por unas sabanas no es nada lindo de vivir.

Recién había empezado a bajar cuando misteriosamente se cortaron las sabanas, de seguro ustedes están pensando "bájale con los postres que por eso te caíste", pero arruinando su teoría, soy muy flaca así que alguien lo desato. Al caer sentí un profundo ardor en mi hombro, cuando revise la fuente del ardor vi. Que mi hombro sangraba como nunca me había sangrado una herida. Rápidamente me dirigí al hospital que está a unas

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cuadras de mi casa pero me di cuenta que llamarían a mi madre si iba allí. Entonces decidí que con la plata que tenía compraría unas gasas y un desinfectante. Fui hasta allí, me compre esos dos productos y me retire a la casa de una amiga con la que ya me había comunicado para quedarme en su casa…

Capitulo 8 "¿por que siempre me secuestran?"

Todavía no recuerdo muy bien todo lo que pasó esa tarde, pero sé que yo caminaba hacia la casa de Sofía, entonces estoy segura de que el salió de aquel callejón, me tapó los ojos y al darme vuelta para ver quién era me besó como nunca nadie me podría haber besado. Pero luego otro chico vino y eso lo sé con seguridad, la patada en la espalda y el fierrazo que prosiguieron fueron los dos dolores mas fuertes que sentí. Tirada en el piso lo único que pude ver fue cómo ese hombre noqueaba a Jake, ahora sé por qué estaba en el callejón y quién era el hombre que me golpeó. Lluego de un rato termine por desmayarme, mis ojos se cerraban muy lentamente aunque yo quería que fuera mas rápido para que terminara pronto ese dolor.

Desperté al parecer al otro día en un lugar muy oscuro, y eso que siempre fui muy buena viendo en la oscuridad. Fui viendo cada sector de ese extraño lugar, poco a poco pude ir reconociendo los objetos que había a mi alrededor. Pude distinguir que estaba en una silla, al lado mío había una cama por la tonalidad del negro supuse que era de color rojo, pero puede ser que me allá equivocado, al otro lado mío se encontraba una silla, en esa silla estaba Jake sangrando y al parecer inconciente.

En ese momento el hombre entró a la habitación. Pero me llevé una sorpresa ya que era mas joven de lo que parecía, tendría unos 14 o 15 años como mucho. Estaba segura de que lo había visto hacía muy pero muy poco. Vestía jeans, una polera muy apretada y un polerón con capucha que tenía puesta.

Lamentablemente no pude verle la cara, quería saber quien era ese bastardo. El se movió lentamente hacia mí, cuando estuvo muy cerca mío se agachó procurando que no lo viera y me acarició lentamente la cara, yo automáticamente aparté mi cara y lo empecé a maldecir. Él se levantó y sonrió lentamente como si hubiera sabido que yo iba a hacer eso.

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- ¿Aprendiste a no meterte en lo que no debes, Camil?- me dijo con una voz pervertida y detestable.

-¿Quién eres y por qué nos secuestraste?- le pregunté a los gritos.

- ¿En serio no sabés en qué lío te metiste?- me preguntó sorprendido-.

- No, en verdad no sé en que lío me meí- le respondí con la mirada baja.

- Bueno, resumiendo, los cuadros robados que tu te decidiste a investigar no eran solo cuadros… ¿O creíste que nos podían interesar unas tontas pinturas?- me dijo

- Entonces... ¿que tenían esos cuadros?- pregunté intrigada

- En 1978, cerca de una playa de un país de Europa, dos mineros y artistas encontraron varios ejemplares de la turmalina, uno de los mas raros minerales, entonces al recibir varios intentos de robo decidieron hacer cuadros donde esconderían ese extraño mineral. Hace unos meses, unos amigos y yo pasamos por ese museo de noche, y observamos a unos hombres abriendo el cuadro y vimos esa preciosa materia, luego de un rato lo cerramos y cuando se fueron entramos y robamos esos preciosos cuadros.- me contó sin advertirme que su historia seria un somnífero para mí cuando terminó me despabilé y él se empezó a reír

- ah okey, ¿O sea que eres un ladrón no?- pregunté

- Un premio para la chica más inteligente del año- dijo con sarcasmo.

- ajajá- le respondí con el mismo tonito- Bueno, ¿se puede saber quién eres?- le pregunte

- Esperaba que preguntaras eso- dijo seriamente, cosa que me asustó- ¿Te acuerdas de el misterioso chico que te ayudó cuando te querían atacar?- preguntó

- Héctor- dije asustada.

- Exacto preciosa- me dijo del tono que más odiaba-. Es horrendo tener que tener secuestrada a una linda muchacha como tú- me dijo.

- Héctor, por dios libérame- le dije con la voz dulce que siempre hacía que lo pudiera convencer.

- Eso es imposible muñeca- me dijo- Por cierto no me llames Héctor, ese nombre es cosa del pasado, llámame Lioonalis ese es mi nombre nuevo.

-¿Por que es imposible "Lionalis"?- le pregunté.

- Tengo órdenes precisas de mis mayores, y no las puedo desobedecer.

- Como digas… ¿pero sabés que me libraré no?

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- No lo lograrás Camil.

- Si lo lograré- le dije con tono de superioridad

- Ya lo veremos.

Dicho esto salió de la habitación. Entonces Jake despertó y me miró sonriente. Yo lo miré y me ruboricé, entonces él para cortar la tensión del momento decidió hablar

- ¿Donde estamos?- preguntó

- Secuestrados….- respondí.

Luego empezó a ver toda la habitación buscando cómo salir de allí.

- ¡Ya sé!- me dijo casi gritando- ¿vez aquella ventana?- me dijo señalando con un gesto la pared.

- No, no la veo- le respondí observando la pared, pero alcancé a distinguir una leve figura a lo alto del muro.- ¡ya la vi! ¿Que pasa con esa ventana?-pregunté

- Dime qué tienes la lima de uñas donde siempre.- me dijo esperanzado

- Sí, la tengo donde siempre ¿pero por…- dije esto y me interrumpió

- ¡Sí!, sácala- me dijo

- Muy bien- dije mientras sacaba la lima de debajo de mi manga, aquí está.

- Ahora trata de limar la soga.

Empecé a limar la soga, tardé muy poco tiempo en hacerlo. Cuando terminé desaté a Jake, él me abrazó fuertemente y luego me besó. Yo me ruborice bastante, pero no me aparte de él. Cuando se separó de mí extrañé tener sus labios sobre los míos, pero había que escapar rápido de ahí.

- Muy bien- dijo Jake con voz grave-. Te levantaré así podrás escapar por la ventana. Luego me ayudarás a subir desde el otro lado. Después iremos a la policía.

- okey- dije no muy convencida por la última parte.

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Jake me levantó e intenté subir a a la ventana, luego de mucho esfuerzo lo logré. Cuando subí ayudé a Jake a subir, por suerte es muy liviano entonces lo subí fácilmente.

- Gracias Camil- me dijo Jake antes de abrazarme.

- De nada- dije ruborizándome otra vez

- Bueno. Ahora hay que ir a la policía- dicho esto me agarró de la mano y empezó a correr en dirección a un gran plano turístico que había a unas cuadras. Luego de ver detenidamente el plano señaló una comisaría que estaba a unas cuadras de donde al parecer estábamos-. Hay que ir allí, ¿te llevo a caballito?- me dijo

- Si tú quieres…- le respondí.

- Obvio que quiero Camil- me dijo sonriendo, me puse detrás de él y me subió a su espalda.

- Bueno, ahora hay que ir- dijo sin perder más tiempo.

Cuando llegamos a la comisaría me bajó y tuve que desperezarme para no dormirme parada. Entramos y le contamos todo al policía, el nos dijo que estábamos locos, que cómo íbamos a hacer eso. Pero al final nos felicitó por haber sido tan valientes.

- Miren niños. Lo que hicieron estuvo bien pero también demasiado arriesgado ¿entienden?, no lo deberían haber hecho. Pero bueno, lo hicieron y se los agradezco. Porque si no lo hubieran hecho esto no se hubiera resuelto tan rápido.- dijo el policía

- Entiendo- le dije- ¿pero que harán con esta información?- le pregunté

- Ustedes vayan a su casa que luego lo sabrán- me respondió.

- Muy bien, eso haremos- dijo Jake.

Salimos de allí y Jake decidió que deberíamos ir a una estación de tren que había cerca de allí.

Fuimos a la estación y Jake compro los pasajes. El vendedor preguntó por que dos pre adolescentes compraban pasajes a altas horas de la noche, pero Jake y yo siempre

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fuimos buenos para inventar historias. Subimos al tren y me recosté sobre el hombro de Jake en el que me quedé profundamente dormida hasta llegar a Tolosa.

- Despierta bella durmiente- me dijo suavemente Jake

- Hola- dije mientras me desperezaba-. ¿Ya llegamos?

- Ya casi

- ok

Al llegar nos dirigimos a la casa de Jake ya que sus padres no estaban y no nos preguntarían donde estábamos. Al llegar le pregunte a Jake si me podía acostar un rato en el sillón, pero él me dijo que fuera a su pieza ya que el estaría ocupado. Al entrar a su pieza encontré un mural con fotos de los dos juntos y entendí por qué nunca antes me había dejado entrar a su cuarto. Un rato después de que me había dormido sentí algo al lado mío, me di la vuelta y ahí estaba Jake dormido junto a mí. Seguí durmiendo y cuando desperté definitivamente Jake se había levantado, cosa rara en él, entonces me dirigí al living. Allí estaba, sentado en el sillón viendo una noticia del noticiero.

- Siéntate Camil- me dijo Jake golpeando suavemente el sillón y esbozando una sonrisa.

- Oki- dije sentándome a su lado.

- Mirá la noticia- me dijo señalándome el televisor

Observé detenidamente la noticia, el título decía "Crimen de los cuadros robados en Tolosa, resuelto". Me alegré y empecé a saltar eufóricamente de la emoción. Después me tranquilice y me volví a sentar.

El que hablaba en la noticia era el policía con el que habíamos hablado el día anterior. El oficial cada dos minutos repetía "esto no lo logró la policía, esto lo lograron una niña y un niño de 13 años. Ellos merecen los créditos de este logro", cada vez que repetía esto me alegraba un montón. Al parecer todos los implicados en ese asunto estaban encarcelados.”

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Me despedí de Jake y me fui a mi casa. Tenia que descansar un rato después de todo esto...

Fin.

CAZA FANTASMAS

Por Nazarena Salas

Era una tarde del mes de marzo. Ya había terminado el verano, toda la gente paseaba por la calle, algunos se sentaban en los bancos a tomar un helado y otros simplemente retiraban a sus hijos de la escuela.

El invierno anterior había muerto mi padre, por eso con mi madre decidimos ir al cementerio a visitarlo. Nos encontrábamos allí cuando sonó mi teléfono, atendí y era Lucas, un compañero de inglés, que necesitaba mi ayuda acerca de un robo cometido en el pasado. Así que necesitaba saber quién era la víctima, si encontraba algún sospechoso, etc. Fue así como esa tarde tuve que ir a resolver un misterio. Lo llamé a mi amigo Paul Robertson para que me ayudara. Fuimos a la calle Bolívar y llamamos a un taxi para que nos lleve hasta la casa, que quedaba solo a quince cuadras. Bajamos, y en la esquina se hallaba una casa grande de color bordo con el marco de la ventana negra, era la casa más linda y lujosa de la avenida Azcuénaga. Tocamos la puerta, en cuanto nos vio desesperadamente nos comentó, que leyendo una noticia periodística, encontró una fotografía de una mujer que se llamaba Huang Niss, era china, había sido víctima de un caso reciente, muy similar al que le había ocurrido a un viejo amigo suyo. Al decirnos eso nosotros nos asombramos y notamos que estaba muy asustado, pensaba que ella era el fantasma de su casa, ya que por la noche tipo ocho después de cenar, se movían las lámparas, y se escuchaba ruidos extraños dentro de su casa. Por eso decidimos quedarnos a cenar para descubrir un poco más acerca del fantasma. Ya eran las siete de la tarde y en el silencio se podía percibir ruidos extraños y muy raros como había dicho. Encargamos la comida y al terminar de cenar, pasado tres minutos de las ocho se empezaban a mover un poco las lámparas y titilaban las luces, hasta que de pronto una tormenta eléctrica cortó la luz y a las ocho y diez se apagaron hasta los candelabros, tuvimos que sacar de nuestro bolso tres linternas para poder

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alumbrar el camino dirigiéndonos hacia el pasillo. Mientras íbamos recorriendo el pasillo a Paul se le ocurrió alumbrar un cuadro, allí se veía la imagen de una señora, con un paisaje y mi compañero nos explicó que era una de las pinturas de Leonardo da Vinci. Entonces de un salto grite: ¡SI ES LA GIOCONDA, DE LEONARDO DA VINCI! y de fondo se oía: sshh!, nos asustamos y dimos tres pasos para atrás, nos chocamos con algo, lo alumbramos y era una estatua que se movía, nos persiguió por toda la casa hasta que mi compañero tomó un palo de golf y lo golpeó. Al minuto se encendieron las luces, y las lámparas pararon de moverse y de titilar. Apagamos las linternas y de la estatua salió un ratoncito gris, nos miramos los tres dudando hasta que mi compañero, Lucas, pregunto:

- ¿Qué hace un ratoncito metido en una estatua?-- A no ser el ratón esté hipnotizado por la maldición de Huang Niss- dijo Paul.- -Si puede ser pero…eso habrá que investigarlo más y nos llevaría mínimo tres

días –dije.- ¿Qué hora será?-preguntó mi compañero.Al mirar el reloj colgado en la pared, marcaban las doce y le preguntamos si esto sucedía siempre, y nos respondió que solamente cuando sus padres no estaban o viajaban.

- ¿Pero nadie se queda en la casa?-pregunté - Nooo… están los caseros-respondió.Entonces saqué mi libreta para tomar nota de las posibles pistas, y me di cuenta que debía avisarle a mi madre para que no se preocupe que estaba todo bien , debiendo darle una buena excusa; fue así que la llamé y le dije que me había quedado haciendo un trabajo de ciencias en lo de mi amigo Paul .

- Así es que le pedí a mi compañero que nos explicara, porque y para que nos había citado, y que relación tenía la mujer china del periódico con ese viejo amigo, y para saber un poco más acerca de él, porque lo tenía preocupado.

CAPITULO 2: EL AMIGO INVISIBLE

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Su nombre era Thomas Bucket, y nos conocimos en un intercambio colegial.

Yo me hospedé en su casa en Los Ángeles, EEUU.

Él y su familia eran muy atentos conmigo, fueron momentos inolvidables ya que además de poder mejorar mi inglés, ellos me hacían participar de todas las reuniones que tenían, ya que su padre era embajador… al igual que el mío.

Una mañana al levantarnos Thomas fue a recoger el periódico que solían dejarlo frente a su puerta, pero al abrirlo cayó un papel con una inscripción que decía un acertijo. Lo resolvimos enseguida, así es que pensamos que sería una broma de algunos de sus amigos.

Este no fue el problema…, sino que durante los quince días restantes de mi estadía siguieron llegando más acertijos, hasta que volví a la Argentina.

Los acertijos en los días siguientes a mi regreso, fueron cada vez más complicados llevándolo a sacarlo de su casa como un juego del tesoro escondido, y así termino en un bosque donde apareció inconsciente al tercer día de su desaparición.

El sobrevivió pero con secuelas irreversibles ya que nunca más pudo volver a hablar.

- ¿Y la policía, que dijo al respecto?- pregunto mi amigo Paul, mientras yo seguía tomando notas.

- La policía, dijo que fue intento de suicidio a causa de un desengaño amoroso- respondió .-y el caso se cerró.-

- Su familia, prefirió dejar las cosas así, por una cuestión de imagen, protocolo o lo que fuere, pero yo al igual que ellos sabemos muy bien que clase de chico era Thomas y que lejos de él estaba toda intención de quitarse la vida .Pero aquí no termina todo… lo extraño fue lo que encontraron en su garganta: un trozo de papel con la foto de la misma mujer china que vi en el periódico, Huang Niss. Y… cinco años después veo su retrato y su nombre en el periódico pero no con la misma suerte que mi viejo amigo Thomas, ya que ella murió.

- Pero desde hace un tiempo su imagen me persigue como una especie de superstición, quitándome el sueño con todas estas series de sucesos ocurridos en la casa.

- Sin embargo nadie relacionó los dos casos, debido a la distancias.-dijo Lucas, mi compañero.

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- Según leí en el diario Huang Niss era una mujer oriunda de china y hacía poco se había establecido en el país, en casa de un tío que manejaba un restaurante en el barrio chino. Solo que en su garganta encontraron una de esas galletas de la suerte que en su interior tiene un papel con una inscripción y en la de ella decía shing-shang (el bien y el mal), pero… en el periódico decía que faltaron unas joyas y documentos de la caja fuerte, del restaurante de su tío y ella apareció en los bosques de Palermo -comenté a ambos.

CAPITULO 3: EL ROBO NO DENUNCIADO

Las primeras informaciones sobre la relación entre ambos casos tomaron un giro inesperado para mi compañero Lucas, ya que evidentemente los padres de su amigo Thomas Bucket algo le habrían ocultado y estaba en mis manos poder ayudarlo y revelar el misterio. Así es que, le pedí a Lucas que me pasara el teléfono o contacto de algún amigo de Los Ángeles que haya conocido a Thomas, como también alguna fotografía de aquellos días de su estadía por los Ángeles. Fue así que junto con mi amigo Paul pasamos los días siguientes, después de clase, buscando algún otro dato o pista que nos llevara a alguna conclusión y fue así cuando en una de esas noches en mi cuarto revisando las fotografías, note que en una de estas fotos se podía ver claramente un cuadro que estaba fuera de escuadra como si alguien lo hubiese movido a propósito así que era claro que en la casa de su amigo Thomas, escondían detrás del cuadro una caja fuerte. Que no sería nada raro que la casa tuviese una, el tema fue que el espejo que estaba a la derecha reflejaba a quien tomaba la foto y era Huang Niss, pero con el pelo largo, solo que yo la reconocí por un dije muy particular que llevaba, igual a la de la foto del periódico. Me contacté con, Fran un compañero del mismo instituto de inglés al que asistimos con Lucas y que también había viajado con él , y le pregunté que tal había sido su estadía y experiencia en el intercambio ya que yo tenía intenciones de inscribirme para el próximo año y eh ahí mi sorpresa “…La familia de Thomas luego de lo sucedido con él se mudaron a otro estado ya que al parecer a su padre lo sacaron de la embajada por que había desaparecido una joya antigua valuada en miles de dólares que estaba en su poder y nadie sabía.”-me comentó Fran-

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Fue por eso que sus padres no quisieron que lo sucedido con Thomas se hiciera público, o que se investigue, ya que su padre pensaba que se trataba de un ajuste de cuentas, y a la chica de la foto que encontraron en su garganta nunca la investigaron.

CAPITULO 4: LA REVELACIÓN

-¿Por qué nadie comento lo de la joya?- y nadie investigó a la mujer china?

Durante un buen rato me dediqué a observar la foto, pero al volver a revisar note que el hermano mayor de Thomas Bucket tenia un brazalete con un dije parecido al de Huang Niss, insignia de un grupo al que pertenecen, pero era evidente que no solía estar en la casa ya que estudiaba en la universidad de Harvard, y esta foto fue tomada en un día de acción de gracias, en la que se encontraban toda la familia.

Richard Bucket, así se llamaba, parece ser que de los viajes y amigos que fue conociendo por la profesión de su padre, se enredo en oscuros negocios con la mafia china. Y sus padres al descubrir que la joya que robo de su propia casa, estaba involucrado su propio hijo, prefirieron ocultarlo.

Pero la mafia les había dejado un recuerdo…y fue así que su hermano Thomas Bucket fue una inocente víctima de los enrriedos de su hermano mayor, y nadie investigo a la mujer china. Ya que con ciertos arreglos pocos diplomáticos se consigue todo.

Claro… poco tiempo después le costo el puesto al Sr. Bucket.

Paul y Lucas-y…el fantasma…?

-Solté una carcajada!!!- No es nada…-respondí a mi compañero Lucas.

Hay que llamar a un buen electricista, ya que según hablé con los caseros estaban haciendo nuevas instalaciones y conexiones de luz , porque se corta cuando hay alguna tormenta y los técnicos hace tiempo que trabajan en ello porque lo hacen cuando viajan tus padres, para no molestar en sus tareas a tú padre.

Y la imagen que te persigue son solo pesadillas por la impresión que te dio lo del periódico.

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- Bueno Paul, vamos, se hace tarde y no quiero volver a poner otra excusa a mi madre que mañana tenemos que reunirnos con los chicos para organizar la fiesta de egresados-

Paul- Ciertooo! , bueno Lucas desde ya estas invitado al baile de graduación.-

Lucas-¡¡Otra cosa!.. Y porque apareció muerta Huang Niss?

Paul y Yo, a coro, gritamos:-POR LA MAFIA CHINAAA…!!!!

FIN.

Crema granizada

Por Joaquín Palermo

En 1980 una tarde soleada de mucho calor, el heladero con su carrito,

tocando la campana pasaba enfrente de mi trabajo. Yo deseaba un helado de

crema granizada con chocolate, pero no me dejaban salir. Faltaban cinco

minutos para irme, pero justo vino mi jefe a hacer el control de todos los dìas

y me vio que estaba distraído en vez de estar trabajando, esperaba que pasen

los cinco minutos. Entonces, típico de la fábrica Harper y Asociados me tuve

que quedar a recuperar el tiempo perdido.

Este trabajo no es para mí, ese fue mi último día en la fábrica.

Eso paso hace cinco años, y todavía lo recuerdo como si fuera ayer, ahora soy

detective y tengo mi propia oficina.Este trabajo si lo disfruto, no tengo

horarios que cumplir ni rutinas que seguir, solo hacerle caso a mi instinto.

Pensando esto sentado en mi escritorio, viendo por la ventana, suena el

teléfono. Apresuradamente atiendo y una voz del otro lado me dice:

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-Hola hablo con el detective Lennon Harryson

- Si, el mismo, dígame la escucho

- Me llamo Emily Brend, ha muerto mi hijo… (se produce un gran silencio)

Siento el dolor de ésta mujer, imagino el temblor en sus manos

teniendo que relatarme un episodio tan doloroso, éstas son algunas de las

cosas difíciles que tiene mi trabajo, acompañar en el dolor a aquellos que nos

necesitan.

-Cálmese señora, cuénteme así podré ayudarla

-Mi hijo se llamaba Matías Brend, mire por teléfono me es muy difícil hablar

de esto. Podría Ud. venir a mi casa

-Por supuesto, dígame su dirección

- Baiger Street 1956. Podrá Ud. a las 18.30hs

- Oh, claro. Ahí estaré. Hasta luego

Eran las 17.45hs cuando termine de hablar, estaba aproximadamente a unas

30 cuadras de la casa de la Señora Brend. Salí de mi oficina enseguida,

comencé a caminar, pero el calor del asfalto golpeaba mi rostro, entonces

luego de caminar unas diez cuadras, decidí tomar un taxi. Le dije al chofer

hacia donde me dirigía, tuve una breve charla con el taxista, pero no podía

dejar de pensar en el dolor de esta mujer, me invadía una gran intriga sobre

lo sucedido…Luego de unos minutos de silencio, llegué a mi destino. Le pague

al chofer y baje del taxi.

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Era una puerta marrón con cerradura dorada, tenía buen aspecto. Toqué el

timbre y me abrió una señorita joven yo le calcularía unos treinta y seis años.

-Le digo hola soy el detective Lennon Harryson

- Si, lo sé, me dijo la señora Brend que Ud. Vendría. Aguarde unos minutos

ella ya viene.

Espere unos minutos…..veo que desde la puerta que daba a un jardín se

aproxima una mujer muy delgada, alta de pelo castaño vestida formalmente

se acerca a mi y me dice yo soy Emily Brend, me invita a sentarme y me

ofrece un café y comienza nuestra charla

como le he contado a muerto mi hijo (se producen unos minutos de silencio)

Sucedió hace tres días, no sé, es todo muy extraño…

Trate de tranquilizarse, piense en todo lo que ha visto, en cada detalle, vuelva

a ese momento, se que es difícil, pero es la única forma en que podré

ayudarla.

Lo he encontrado muerto en su cuarto, según los médicos de la policía

la causa de su muerte fue por asfixia…Pero no sé, no puedo pensar con

claridad, es todo tan difícil, tan extraño, mi hijo era un buen muchacho,

tranquilo, trabajador, estudioso, un buen hijo.

-¿En que trabajaba su hijo?

-En un banco, hace cinco años, desde que mi esposo falleció. Nosotros no

tenemos una mala situación económica, mi esposo nunca quiso que nuestro

hijo trabaje, quería que se dedicase a terminar sus estudios. Matías estaba en

Page 36: Antología de 6to. B

tercer año de la carrera de medicina. Siempre discutían con mi esposo, pero

bien, porque mi hijo quería trabajar y ayudar en la casa para que mi esposo

no trabaje tanto, él también trabajaba en el Banco, hacía muchísimos años.

Mi esposo era el Gerente Comercial del Banco Atlantic Company, trabajo allí

veinticinco años; al tiempo que él falleció, exactamente a los seis meses, mi

hijo se presentó en el Banco y tuvo una charla con el Directorio, muchos de

sus miembros habían comenzado la carrera junto con mi esposo, y bueno en

definitiva Matías consiguió un puesto en el Banco como cajero, estaba muy

contento, sus compañeros lo querían mucho.

Emily, tiene pistas o sospecha de alguien, recuerda la escena del crimen…

Mi hijo estaba sobre su cama, parecía dormido, había un almohadón tirado

en el suelo. Venga conmigo

Me lleva a la habitación de su hijo, todo estaba oscuro

-Aquí ocurrió todo, dice Emily. Acá (señalando el suelo) estaba el almohadón

tirado.

-La puerta estaba abierta?- le pregunté

-No estaba cerrada, con una traba del lado de adentro. Cuando Matías no

respondía a mis llamados, me desesperé, llame a un vecino para que me

ayude y él tuvo que romper la puerta para poder entrar.

-¿Y Las ventanas?

-Estaban abiertas…

Si, ésta que está detrás de la cortina floreada, y es justo la que da a la calle.

Page 37: Antología de 6to. B

-Emily, Ud. me prestaría el almohadón para inspeccionarlo?

- Si, claro. También podría ver el vidrio de la ventana, creo que hay rastros de

sangre y el vidrio está roto.

Cuando corro las cortinas de la ventana, siento que se desliza sobre mi cabeza

algo muy liviano, que cae sobre mi zapato… Era una hoja que parece ser de

un diario íntimo que decía “Estoy esperando que llegue el día de mi venganza.

Siempre le he tenido mucha envidia a mi primo Matías Brend, por todo lo que

el ha tenido. Yo nunca tuve nada, fui criado lejos de mi familia… Mi padre

nunca me reconoció, él hombre al que siempre le he dicho tío (tu padre

Matías) era también mi padre. Y esto lo supe el día que fui a robar al Banco y

él me descubrió, en ese momento dijo que sentía mucha vergüenza de mí, que

por algo él sentía que no se había equivocado en no reconocerme como su

hijo, que no lo merecía, que no merecía llevar el apellido Brend. En los cinco

años que estuve en la cárcel solo pensaba en éste momento, en tomar

venganza. Si alguien me descubre me vengaré de él también” Firmado Frank

Malvon.

En ese momento, el rostro de Emily y el mío empalidecieron. Ahora comienza

para mí, otro trabajo encontrar al asesino, a Frank Malvon.

Me despedí de Emily y salí caminando hacia la calle. En la esquina me

encontré con el heladero y pude tomarme mi helado. Este trabajo sí me

gusta.

FIN

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Crímenes sin resolver:

Por Rafaela Gorgoglione

Capitulo Uno:

Hola, mi nombre es Louis Lowentein, vivo en Inglaterra pero nací en Argentina. Tengo veintisiete años y me recibí de abogado, pero mi verdadera pasión es leer los libros sobre detectives. Como todo admirador tenía uno favorito que verdaderamente era Sherlock Colmes. Lo admiraba en todos sus sentidos, su manera de deducir era lo que más me apasionaba de él. Desde que empecé a leer sus libros, deducía todo como él, lo que me parecía extraño deducía toda una historia en mi cabeza, lo único que me imaginaba eran crímenes pero en vez de preocuparme me parecía toda una aventura.

Un día, yendo a mi casa mi madre me detuvo y me dijo que viera la tele que había un concurso de violinistas y como estrella invitada Diego Gutiérrez, un gran violinista que siempre me había gustado desde niña.

Al ver la cara de impresionada de mi madre, me di cuenta que quería que entrara al concurso. Aunque me gustaba tocar mucho el violín, además que es la actividad preferida de Sherlock, me gustaba sin duda. No sé por qué le respondí que no.

-¿Por qué hijo?- dijo asombrada al ver que no quería participar del evento

- No es porque no me guste más, pero perdí el interés- dije bajando la cabeza vi el periódico que se me había caído, al ver la portada se veía una foto de tres mujeres que decía “Horror y medio en Belgrano”

- Ma, ma, ma, ma, ma, ma- dije insistente mientras le tocaba el hombro

Page 39: Antología de 6to. B

- ¿Qué hija, que pasa? ¿Qué te paso? ¿Estás bien? ¿Te lastimaste? ¿Por qué me llamas tantas veces?- dijo muy preocupada

- Viste la noticia de los asesinatos…es muy extraño que ocurran tres asesinatos en este tranquilo barrio, no creo que hayan ocurrido estos horrorosos asesinatos

- Bueno, pero no nos tenemos que preocupar por eso, ya atraparán al asesino- dijo mi madre.

Capitulo Dos:

Un día, después de los asesinatos, me fui a una plaza a leer mis libros de Sherlock Colmes, cuando en ese mismo instante vi un hermoso gato blanco y negro. Cuando intenté acercarme, el gato se iba cada vez más lejos. Como veía que tenia un collar con unos números, pensé que era el de su hogar; al agarrar el gato, el collar decía: “1983 nacimiento”. Era ese mismo año en el que estábamos. El gato saltó de mis brazos y empezó a correr, yo lo seguía, ese extraño gato se metió en un oscuro callejón, el lugar estaba vacío, lo único que había era un galpón abandonado. El gato dejó de correr y se sentó en la puerta del galpón, yo quise abrirlo pero estaba con candado. Ahí empecé a leer mis libros, al ser un lugar tan vacío sin ruidos ni gente, era un paraíso para mí, además me podía concentrar más, y no solo eso, sino que también estaba mi fiel amigo Lucifer, el gato más hermoso que pude ver.

En ese lugar empecé a relajarme, a tener amistades, a concentrarme y lo más importante que allí empezó esta historia:

Capitulo tres:

Nueve años después, en el año 1992, yo ya tenia diecisiete años y como siempre pasaba mi tiempo sentada en la puerta de ese galpón, lo único diferente era Lucifer, el gato, había muerto y nadie supo porque.

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Un día, yendo al galpón, me tropecé con algo. Cuando agarré lo que me hizo tropezar, vi que era un diario íntimo y lo que se veía en la tapa era un gato negro y blanco y un número con la llave para abrirlo. Cuando leí el número, era nada más y nada menos que “1983”. Se me hacía familiar pero no lo podía descifrar. Agarré el diario y tan solo ver al gato dibujado, hermoso, además blanco y negro, me hizo acordar a Lucifer. En unos minutos al apoyar el collar sobre el lugar marcado se abrió el diario diciendo: Louis soy yo, Lucifer, te quería dejar un a nota, seguro si estas leyendo esto te darás cuenta que ya pasaron nueve años de los asesinatos que preocuparon a todo Belgrano. Con mi inteligencia deduje que fue en la calle Morgue 4788. Había sangre de las tres victimas, un cuchillo y una pista que con esa pista resolverás todo este misterio.

Yo te recomendaría ir a la casa donde ocurrió el asesinato, que desde lo sucedido todo quedó igual.

Capitulo cuatro:

Al día siguiente estaba todo igual como Lucifer me lo había planteado.

Cuando miro al piso había un cigarrillo a medio fumar de la industria Boggie con sangre en la parte de los labios. Enseguida pensé que el asesino fumaba y era de la industria Boggia.

A la hora y media estaba en el edificio de Boggie. Me dirigí al dueño, al entrar en su oficina le plantee el tema sucedido y al verle los labios supe que fue él el asesino porque el asesino se había cortado el labio con el cigarrillo. Aunque lo admitió, yo igualmente le pregunté por qué las había matado.

El arrepentido me dijo que una de ellas sabía algo y al ir a la casa a asesinarla había dos amigas y no quería que queden testigos. Al segundo lo llevaron preso.

Yo seguí haciendo mi vida tal y como era….

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FIN

EL ASESINATO DE LA FAMILIA ROJASDe Juan Cruz Leiva

Era una tarde calurosa, a mediados del año 1999 cuando ocurrió un asesinato.Fred se preguntó de quién había sido, luego se enteró que había sido de uno de sus vecinos, la ¨familia Rojas.Cuando salió de su casa, pudo ver que había muchos oficiales y ambulancias.Como Fred era detective decidió ir a investigar a la casa de su vecino. Pero antes miró las noticias en la tele que decían: “Asesinato y muerte de un integrante de la familia Rojas.Cuando llegó a la casa de sus vecinos, vio una carta, la agarró y se fue al laboratorio a analizar las huellas. También encontró un diario íntimo que tenía datos y direcciones. Seguramente entre ellos estaría los del asesino…

Al día siguiente...

Luego de esperar los resultados del análisis se supo quién había enviado esa carta.

A los diez minutos...-Señor Fred hay más delitos que cometió ese muchacho y además tengo una foto para identificarlo- dijo el policía.

Muchas gracias señor oficial, yo tengo la dirección donde podemos encontrarlo- dijo Fred.

La policía acompañó a Fred a detener al culpable, antes que cometiera otros

robos o asesinatos.

FIN

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Leyendo el diario

Por Dharma Faiella

Capítulo 1:

Jessica, tirada en su sillón de cuero fumándose un cigarrillo, esperaba con ansia la llegada de su amigo, Sean, pero en realidad apodado Watson.

Ella era alta, delgada, elegante, de ojos verdes y pelo rubio, una dama feroz, de un carácter muy fuerte, decidida, inteligente y observadora. Su maestro, el famoso detective Sherlock Holmes le había enseñado su método deductivo y su forma de entender. Para ella había sido casi un padre pero hacía mucho que no lo veía. Decidió seguir su camino de detective sola, con sus grandes profesiones como química, historiadora, abogada y obviamente su propio ingenio.

Mientras ella pensaba cómo la nicotina actuaba frente a un cuerpo humano, sonó el timbre. Se levantó del sillón luciendo unos zapatos de taco, una blusa blanca y una pollera tiro alto que le llegaba hasta las rodillas, y fue a abrir la puerta pesada de roble que daba entrada a su departamento. Detrás de ella se encontraba su amigo, Sean, parado con un traje gris y un sombrero en la mano medio empapado por la tormenta, igualmente estaba su pelo marrón claro. Al dedicarle una sonrisa entró chorreando agua al living.

-¿Cómo estas Watson?- pregunto Jessica.

-Mojado, ¿Por?- Watson tenía un gran sentido del humor pero moderado.

Sean se sentó en un sillón, obviamente no en el que siempre se sentaba Jessica, y se sacó el sombrero, lo escurrió y lo colgó en la reja que cubría la chimenea prendida. Sacó un periódico del interior de su traje y prosiguió a mirarlo. Jessica le ofreció un cigarrillo y él aceptó. Mientras ella lo encendía él la miró con sus ojos verdes, ella entendió perfectamente la mirada, él le quería decir algo, le estrechó el periódico que había hojeado en esos últimos minutos y ella lo recibió.

Leyó un gran titular que decía:

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Banco “Universal” robado…El banco ubicado en el centro de Londres fue robado ayer, se supone que por la madrugada. Los ladrones no dejaron ni un rastro, no se sabe ni cómo entraron ya que no ha sido forzada ninguna puerta. Robaron las bóvedas de seguridad donde se encontraban las cajas fuertes… (continuación página 20)

A Jessica le llamó mucho la atención este artículo. Se suponía que nadie sabía cómo había sucedido. Le devolvió el periódico a Sean y él la miró con aire expectante.

-Yo tenía la sospecha de que te iba a intrigar-dijo agrandándose Sean.- Lo raro-dijo ella sin darle importancia a lo que recientemente había escuchado-es que dice que no forzaron las puertas ni las ventanas, tendría que haber un cómplice infiltrado en el banco.

Al ver la cara de su amigo dejó de hablar y siguió hojeando el diario.

Fin capitulo 1…

Capítulo 2

La carta

Al día siguiente Jessica se levantó a las 9:30 de la mañana, ya que era domingo y se podía levantar más tarde. Se hizo el desayuno y unos momentos después sonó el timbre, fue a abrir la puerta y era su amigo. Él le dio un beso en la mejilla y ella le abrió el paso. Ellos tenían una relación especial, no eran novios pero había una atracción inevitable, a Jessica le parecía la mejor persona que había conocido pero no se atrevía a decírselo, ya que en ese caso era muy fría. Se ruborizó un poco. Él, para disimular que también estaba como un tomate, se agachó y recogió las cartas que estaban a sus pies, se las entregó y contándole unos datos de los nuevos códigos postales se sentó en una silla de la mesa de roble en donde estaba servido el té y las masitas que iba a comer Jessica como su desayuno.

-Sírvete- dijo ella alcanzándole el plato que estaba lleno de masitas-¿Qué te trae por aquí?

Nada por ahora, pero apuesto que encontraré una razón pronto-dijo Sean.

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Jessica abrió las cartas que le había dado “Watson”. La primera era una cuenta de cosas a pagar, pero la segunda estaba escrita con tinta negra, a mano y se dirigía a ella como Señorita Brown.

Señorita Brown: 30 de abril

Con mucho gusto la invito a usted a resolver el caso que se dio en el banco “Universal”, como ya se habrá enterado la incompetencia de nuestro equipo es desastrosa, le pido por favor que nos ayude.

Jefe de Policía: John Smith

P.D.: Por favor dirigirse a la central de policías a las 16:00 horas, sino avisar. Muchas gracias.

Dobló la carta, la dejo encima de la mesa y dijo:

-Me están citando para que resuelva el caso del banco que aparecía en el periódico de ayer-dijo tratando de disimular la alegría, en esos aspectos era muy diferente a Holmes, ella no era agrandada y demostraba sus sentimientos, a veces.

-¿Cuándo tienes que ir?-preguntó Sean preocupado.

-Hoy dentro de unas horas-dijo Jessica emocionada.

-Me parece que lo mejor es que no te metas en eso, recuerda lo que te pasó la última vez-dijo Sean con tono de advertencia en su voz.

-¡Si no me vas a apoyar en mi propio trabajo mejor que salgas ya de aquí!-dijo Jessica al recordar lo que había pasado, abriendo la puerta para invitar al individuo con el que estaba discutiendo a que saliera por ella.Él, guardándose todo lo que le quería decir, salió rápidamente por la puerta que detrás de él se cerró con un gran estruendo.

_ _ _ _ _ _ _

Unas horas después, más calmada, salió de su departamento caminando hacia el lugar indicado en la carta. Con una carpeta con hojas para anotar todo lo que necesitaba y el recorte de diario que había dejado en su casa el visitante de aquella mañana. Se notaba su presencia cuando pasaba caminando, ya que era muy linda, ella ignoraba todo lo que la pudiera desconcentrarla de su análisis mental:

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Las entradas a las bóvedas que estaban en el subsuelo, (eso lo sabía porque había estado investigando otras fuentes, otros diarios) no habían sido forzadas. No había otra forma de entrada.

Se suponía que el robo había sido a la madrugada. Las puertas estaban cerradas con llave, casi toda la noche había

estado custodiando seguridad privada salvo en el recambio, los agentes no sabían que había en la bóveda (pero las bóvedas estaban cerradas con llave)

Durante el día se había retirado una suma de dinero, había entrado el encargado a extraerlo.

Media hora después de la extracción se había entrado a revisar y verificar que todo estuviera en su lugar.

No se dieron cuenta que faltaba el dinero hasta que el encargado a primera hora de la mañana hizo el chequeo de nuevo.

Terminó este análisis recién cuando pisaba la entrada de la estación general de policías de Londres.

Entró rápidamente tratando de no llamar la atención, se acercó a un mostrador que había en un rincón, y preguntó con su vos amable:

-¿En dónde puedo encontrar al señor John Smith?-le dijo a una señora mayor muy maquillada que se limaba las uñas detrás del mostrador.

-Por el pasillo, segunda puerta a la derecha-dijo con la señora sin siquiera mirarla.

Pasó por el pasillo que le había indicado la señora y tocó la segunda puerta a la derecha. De adentro de la habitación se escucho una voz masculina decir: “Adelante”.

Fin capitulo 2…

Capitulo 3

La cita

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Ella empujó la puerta y entró a una sala espaciosa con un escritorio en frente de ella, unas estanterías con libros recorrían las paredes de la sala haciéndola tal vez más hogareña. El hombre que estaba sentado en el escritorio era corpulento, con pelo negro y cara cansada. Con una sonrisa en el rostro, Jessica, le hizo un gesto cordial y un concreto “Buenas tardes” y se sentó en una de las sillas que había frente al escritorio.

-Señor soy Jessica Brown, un gusto en conocerlo-dijo estrechándole la mano, el hombre también se la estrechó -¿Qué necesita que haga?

-Estamos muy mal con el caso del banco robado señorita Jessica, la prensa nos está matando y tienen razón, no hemos conseguido nada salvo preguntas sin respuestas-hizo una pausa y tomó profundamente aire, aunque no era viejo se notaba que su trabajo le había agregado años-necesitábamos un detective, y nadie mejor que usted.

Jessica se ruborizó muy levemente, pero la confundió haciendo que buscaba algo dentro de su carpeta, para que sea creíble sacó el recorte del periódico que había metido en la carpeta antes de salir de su casa.

-Lo que se hasta ahora es que ustedes no saben nada, este recorte pertenece al diario “Times” , es de ayer, e indica que se supone que el robo sucedió a la madrugada, yo quiero saber si ¿Esto lo creen ustedes o es algo que puso el diario?

-Sí lo creemos-dijo con un tono un poco asustado gracias a la firmeza con la que habló Jessica y luego el gesto de desaprobación.

-Ustedes no pueden saber eso porque se supone que las puertas estuvieron cerradas toda la noche y también con guardia policial, en un momento de la noche, que se estima que fue a las 4:30 de la madrugada, se hizo el recambio de la guardia de la bóveda, pero la puerta seguía con llave y no fue forzada, quiere decir que no pueden haber entrado por la puerta en la noche, salvo que haya otra entrada a la bóveda-dijo Jessica casi sin aliento por haber dicho todo de corrido.

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-¡Impresionante!-dijo Smith, impresionado pero al mismo tiempo en su interior avergonzado- bueno, ahora hay que ver: ¿Cómo entraron?

-Señor, ¿Podría ir a inspeccionar al banco?- dijo Jessica, si se lo negaba de alguna forma lo iba a persuadir, pero no fue necesario porque el hombre al ver su cara decidida se levantó de su asiento.

-Vamos señorita, pero le pido por favor que sea lo más rápido posible, vio que tengo bastante trabajo estos días-hizo una pausa, ya cuando Jessica se levantaba de la silla, dijo- sino espere que le doy la orden de que usted puede entrar y se va sola, perdóneme por no acompañarla, si descubre algo me avisa.

Smith se dirigió hasta su escritorio sacó una pluma de tanque azul y comenzó a escribir en un papel color blanco. Al final de la carta puso su firma, el papel lo metió en un sobre y como le había llegado a ella, la cerró con un lacre que tenía el escudo de los policías de Londres, se la entregó a Jessica y después de saludarse mutuamente ella salió de la estación de policía.

Capítulo 4

El banco “Universal”

Jessica caminó unas cuadras hasta el banco “Universal”, era un edificio antiguo y grande, uno de los más importantes de la ciudad, con piso de mármol y en los techos pinturas hermosas. El acceso estaba restringido para el público, sólo se podía pasar con una autorización. En la entrada había dos guardias de seguridad, esta vez de la policía. Antes de entrar le pidieron la autorización, ella les entregó la carta y su identificación. Pronto la dejaron pasar hasta el interior. Había mucha gente dentro de él, clientes que se peleaban con los empleados de turno porque le habían robado, obviamente el robo que ella iba a investigar, periodistas tratando de entrar y otros que ya habían entrado hablando con otros empleados, que se notaban agobiados.

Ella, como había hecho en la estación de policía, se acercó a un mostrador. En este caso, sentado detrás de él, estaba un chico joven de más o menos su misma

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edad, atendiendo a muchos periodistas que por poco se le tiraban encima. Para llamar la atención, sacar a todos esos periodistas, poder hablar con el chico y de paso darle un respiro se puso la carpeta sobre el pecho, se hizo un rodete, cambió la voz y dijo:

-Señores periodistas, el director del banco los espera en la sala seis del segundo piso-.

Todos los periodistas corrieron hasta la escalera más cercana como en malón, rápidamente se acercó al mostrador en el que el chico se desplomaba sobre la silla. Se sacó el rodete, dejo la carpeta en el mostrador y aclaró la garganta.

-Tú no eres empleada de aquí- dijo el chico, Jessica aceptó con la cabeza-¿Por qué hiciste eso?

-Hola, me llamo Jessica Brown, soy la detective a cargo del caso. Lo hice en primer lugar porque te tenía que preguntar algo y no podía hacerlo con todas esas personas husmeando y segunda de paso te daba un respiro- dijo con voz seria-Necesitaba saber ¿Dónde está el director del banco?

El chico le indicó que tenía que subir las escaleras hasta el primer piso, doblar a la izquierda y seguir hasta encontrar una puerta grande de madera que diga: “Director Vicent Blanc”. Después de una breve charla de cosas sin importancia con el chico que se enteró que se llamaba Tom, partió hasta el lugar indicado.

Tocó la puerta y una voz potente aunque cansada le respondió: ¡No voy a hablar con ningún periodista, por favor retírese!

Jessica abrió un poco la puerta y dijo:

-No soy una periodista-dijo enojada-soy una detective no sé si me encuentra parecido.

El señor que le había contestado se llevó una sorpresa y también un poco de vergüenza al haberle hablado así al detective que lo ayudaría. Se levantó de su

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sillón y le terminó de abrir la puerta a Jessica, ella entró con un poco de malhumor en la sala. Era antigua y muy bien adornada, lujosa como el mismo banco. Se sentó en una de las butacas frente al escritorio y sin esperar que ese tal Vicent Blanc abriera la boca dijo:

-Me llamo Jessica Brown, soy la detective a cargo del caso, me doy cuenta de que usted está sufriendo mucho estrés, le pido por favor que se tranquilice-dijo rápidamente, ese hombre era bajo, de unos 60 años, su pelo era blanco y era corpulento, aunque se notaba que era educado y teníia buen gusto, pero no era el mejor momento para molestarlo-señor perdone la molestia pero tendría que bajar a las bóvedas.

-Bueno señorita, llamaré a alguien para que la escolte-dijo Blanc. Se fue y después de unos 10 minutos llegó con un chico de su edad de pelo negro lacio y ojos grises: era el chico del mostrador con el que había charlado y que se había enterado que se llamaba Tom.

Sin hablar, bajaron hasta el primer piso, después ya en el hall de entrada empezaron a charlar, fueron a buscar las llaves de la bóveda a un cuartucho donde había una caja fuerte. Puso la combinación, sin que ella viera, y sacó la llave que correspondía a la bóveda 13, la que habían robado. Bajaron hasta el subsuelo, para ese momento Jessica ya sabía casi toda la vida de su acompañante.

El lugar donde se encontraban las bóvedas era viejo como todo el edificio, se notaba que no habían hecho remodelaciones. Caminaron un buen rato por un pasillo largo, del que salían las bóvedas. Cada dos bóvedas había un agente de seguridad privado, todo estaba muy bien iluminado, etc. Llegaron a la bóveda número 13, una gran puerta, Tom abrió con la llave que habían ido a buscar, entraron en ella, prendieron las luces y Jessica vio una habitación que sería de 3 metros por 3 metros, con las paredes todas cubiertas por cajas fuertes y piso de baldosas. Llegó al centro de la habitación y observó todo como su maestro. Luego empezó a inspeccionar.

Sacó un rubor de su pequeña cartera y con mucho cuidado lo esparció por las cajas fuertes que Tom le indicó que habían sido robadas.

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-Lo hicieron con guantes, es por eso que no se encuentran las huellas digitales-dijo Jessica mientras Tom la miraba anonadado-¿Tienes idea de qué robaron?

Tom revisó una libreta que tenía en el bolsillo y le dijo:

-Medio millón de libras, y un collar que pertenecía a una señora muy mayor, que tenía incrustados brillantes y era de oro que costaría unas 90.000 libras-terminó de decir Tom- en total unas 1.090.000 libras.

Jessica se quedó boquiabierta, era una cifra gigantesca, no podía llegar a pensar cómo invertir ese dinero. Después de una media hora más inspeccionando salieron juntos de la habitación, cerraron e hicieron el mismo recorrido que habían hecho para llegar pero viceversa.

Cuando estaba por irse se apoyó de nuevo en el mostrador, detrás de él estaba Tom. Le dijo que por favor le comunicara todo lo que había descubierto al director, se saludaron afectuosamente y Jessica se fue.

-Te apuesto que nos veremos pronto-dijo cuando pasaba el umbral de la gran puerta de hierro.

Capítulo 5

El libro de historia

Jessica ya estaba abriendo la pesada puerta de su casa cuando se le cayó la carpeta con todas las hojas, los papeles, etc. Los juntó rápidamente, entró a su casa y desparramó todo por la mesa del comedor. Estaba muy cansada. Se dejó caer en un sillón, un tiempo después se preparó un té y se puso a mirar la carpeta y lo que se le había caído. Encontró las hojas que después tuvo que ponerlas en orden, el recorte de diario y…Algo más que no era de ella, un libro de cuero marrón con unas grandes letras doradas “Historia Antigua”, parecía ser de una colección porque en el lomo mostraba un 14.

Lo abrió, tenía unas 100 páginas maso menos, había una dedicatoria que le llamó bastante la atención:

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“En el ateneo se encuentra, donde el amanecer siempre está, una recta que se conecta”

No decía ni para quién era ni tampoco quién lo había escrito, pero era extraño. Revisó el libro una y otra vez, ¿Cómo había llegado ese libro a su carpeta? ¿Se lo abrían dejado a propósito? A Jessica le daban vuelta esas preguntas por su cabeza, tenía que dejar esas preguntas y ver esa dedicatoria:

“En el ateneo…”eso quiere decir biblioteca, pensaba”…se encuentra, donde el amanecer siempre está…” ¿Se encuentra qué?, el amanecer, el amanecer, el amanecer, ¡SI! Eso puede ser un vitral o algo así “…una recta que se conecta” eso si que no sé qué es, pero ¿Qué tiene que ver con el banco?

Ella no entendía nada del último fragmento que se había visualizado en su mente.

-Tiene que ser que el banco y la biblioteca se relacionan-pensó-¿Pero con qué biblioteca? La más importante, “Nuctuam”, que quería decir lechuza en latín.

Capítulo 6

La “Nuctuam”

Jessica agarró las cosas, el libro, las hojas, etcétera, dejo el té por la mitad y salió corriendo hacia la calle, corrió unas siete cuadras hasta llegar a la biblioteca, un imponente edificio como el del banco, antiguo y hermoso. Entró rápidamente y se acercó al mostrador que había en el hall de entrada.

-¿Dónde puedo encontrar la sección N°14?-dijo agitada de tanto correr. Una señora robusta y baja le contestó que debía seguir el pasillo hasta la última sala, era en planta baja, y doblar a la izquierda. Describió un poco la sala como “La de muchos vitrales” y Jessica salió casi corriendo hasta la sección N°14. Cuando llegó era una sala con un millón de vitrales, parecía una iglesia, buscó entre todos ellos uno que fuera del amanecer, por fin lo encontró, era un vitral hermoso con colores cálidos representando un amanecer.

Lo miró, estaba a unos dos metros de distancia del piso. En esos dos metros restantes sólo había pared. Jessica empezó a tocarla sólo abajo del vitral. Incrustado en la pared decía esto:

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“Un amanecer siempre lleva a otro”

A Jessica no se le ocurría nada, se sentó en el piso, se sacó los zapatos de tacón y se puso a pensar, se repetía esa frase en su cabeza, esa que estaba grabada con letras negras en la pared. Empezó a tocarlas, a probar si su tacto le revelaba algo. En uno de esos pases con los dedos, se dio cuenta de que dos de esas letras no estaban tan pintadas sino se sentían con relieve como si fueran un ”Botón” muy duro. Empezó a tocarlas, qué suerte que no había nadie en la sala porque sino la tomarían de loca. Entonces apretó una, de repente sola se fue para atrás y mostro el 0. Jessica hizo lo mismo con la misma letra, también quedó en 0, era como una especie de rueda que tenían números, como que tenía que poner una combinación. Después de un largo rato de prueba se acordó del número 14, o sea el número del libro.

Lo puso rápidamente y como por arte magia una de las estanterías de detrás suyo se corrió como en las historias, agarró los zapatos de tacón y el portafolios que contenía el libro, dejó la cartera detrás de una estatua y se introdujo en aquel túnel inmenso bañado por la oscuridad.

Capítulo 7¿Qué vio Tom?

Él caminaba por la calle, recién salido del trabajo y pensaba:-Qué linda que era esa tal Jessica, era bonita, inteligente, qué decidida-pensaba mientras caminaba rápidamente hacia su casa-¿De dónde habría aprendido todas esas cosas? ¿Quién la habría mandado?¿Cómo llegaría a resolverlo?Mientras él iba rápido y distraído, mirando hacia el suelo, no se había percatado por qué calle iba, miró alrededor y se dio cuenta de que estaba a unas cuadras de la estación general de policías. Ya se había ubicado. A unas cuadras divisó a una chica rubia, alta y delgada que caminaba animadamente, cuando…Vio que un hombre gordo la agarró por atrás, le puso un pañuelo con algo que hizo que se desmayara, cayó sobre el asfalto, se le cayeron unos libros y un portafolios. El hombre, que tenía cubierta la cara, la levantó bruscamente y entonces un coche estacionó al lado del individuo y la víctima. Los dos entraron al coche, obviamente que la joven a rastras ya que estaba inconsciente.Tom se puso a correr, para salvar a la desgraciada muchacha, no llegó a alcanzar el coche que iba a máxima velocidad pero se acercó a las cosas que había perdido en el brusco enfrentamiento. Había una carpeta con anotaciones y un libro titulado “Historia antigua”.

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Capítulo8

El pasadizo

Una hora y media antes…Jessica agarró sus zapatos, dejó la cartera y la carpeta o más bien el portafolios detrás de una escultura, y con los zapatos en mano se introdujo en el oscuro túnel. Medía unos dos metros de alto y parecía cavado a mano, después de unos 6 metros encontró un encendedor y como una maceta que contenía un hilo de nafta, sin pensarlo dos veces prendió la nafta, se prendió un fuego, en un costado del túnel, que llegaba hasta donde terminaba el pasillo, Jessica descalza caminó por el interminable pasillo. Después de una media hora de caminata, vio que el túnel subía. Con más empeño fue subiendo la cuesta y después de cinco minutos encontró una reja que dejaría pasar a una persona gorda, ¿A dónde la conduciría?

Decidió pasar por ella, con uno de sus zapatos hizo palanca, obviamente con el taco, y después de unos cinco minutos de intento logró aflojarla y sacarla. La dejó en el suelo, primero se colgó del hueco y miró si estaba por ahí alguien. La sala era como la de una iglesia. Pasó los zapatos por la rendija, y luego, con dificultad, pasó ella.

Un segundo después estaba pasando por la sala en donde siempre daban la misa, era extraño ¿Esto que tenía que ver con el robo del banco?

Después de recapacitar un momento se dio cuenta de que:

-¡Estos túneles se tienen que conectar con el banco!-después de insultarse mental mente por el tan grave error y tan lenta deducción, entró muy desapercibida en la iglesia. Volvió a donde se encontraba el pasadizo y se introdujo nuevamente.

Cuando llegó lo que le llamó la atención era que las llamas seguían prendidas. En todo ese tiempo se tendrían que haber apagado. Sin darle mucha importancia siguió por el túnel hasta que encontró una nueva tapa, esta vez de baldosas. Esta vez ya sabía a qué lugar pertenecía, la bóveda del banco era de baldosas. Ni entró y se fue corriendo hasta la entrada a la iglesia, después de unos minutos ya estaba yendo para la estación de policías.

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Pasó el banco donde vio a ese chico tan simpático y lindo, era interesante y atractivo. Él era mejor que Sean y no tenía dudas que lo prefería a él más que a su antiguo amigo, parecía que los dos, sin mucha convivencia, se habían atraído mutuamente. Alejó rápidamente ese pensamiento de su cabeza. Ella tenía que llegar a la estación de policía y contar sus descubrimientos cuando…

Alguien la agarró de la espalda y sin que ella pudiera defenderse el hombre le puso un pañuelo en la boca con un olor asqueroso. En una milésima de segundo se sintió muy mareada, cayó al suelo, rodó por el asfalto y aquel hombre la levanto bruscamente y la metió a rastras dentro de un coche. Jessica se terminó desmayando.

Tom, salió corriendo detrás del coche, después de unas 4 cuadras de corrida intensa el coche dobló. Tom no podía seguir corriendo. A unos metros de distancia vio una motocicleta, se subió, le gritó al dueño que después se la devolvía, arrancó y dobló en la calle en la que había doblado el coche. Lo siguió hasta una calle a las afueras de Londres, una casa vieja cubierta por un patio delantero y trasero gigantesco, Tom se escondió entre unos arbustos, y esperó para ejecutar su plan.

Capítulo 9

El encierro de Jessica

Jessica sintió que la zarandeaban bastante, como si la estuvieran pasando del auto a una habitación, la cargaron y la depositaron bruscamente en una habitación, escuchó cerrarse la puerta y a la llave dar unas vueltas en la cerradura.

Recuperó ampliamente la conciencia unos 5 minutos después. Estaba dentro de una habitación descuidada y maltratada, encerrada por dos de los delincuentes que robaron el banco, lo sabía por puro método deductivo.

Escuchó que alguien se acercaba por el pasillo, se hizo la inconsciente a tiempo para recibir a un hombre corpulento.

Él le pego una patada para saber si estaba despierta y al mismo tiempo darla vuelta. Creyendo que seguía inconsciente dio vuelta para enfilar para la salida cuando Jessica se levantó y le dio una patada muy fuerte en la cabeza. El hombre, al no estar preparado, cayó al piso y con un vozarrón estridente gritó: “Robert”

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Jessica automáticamente salió corriendo por el pasillo como una flecha. Cuando estaba por llegar a un estar comedor, alguien se le interpuso en su camino, la levantó en el aire y la llevó de los pelos nuevamente a la habitación. Entre los dos hombres la ataron a una silla, y el hombre gordo, que era el que la había interceptado en tu camino, comenzó el interrogatorio.

-¿Quién eres y por qué investigas?-dijo el gordo.

Jessica no contestó. Gracias a eso le dieron una cachetada, a ella ya se le caían las lagrimas por el tirón de pelo y sabía que se le caerían más si no contestaba sus preguntas, igualmente se quedó callada y gracias a eso estuvo a punto de desmayarse. Antes de hacerlo escucho una discusión:

-Yo tengo que pagar cuentas-decía el gordo

-¡Yo quiero mi parte!-decía el del vozarrón.

----------------

Tom, con el plan ya ideado, agarró unos diarios que traía y con su encendedor los prendió fuego y los puso en la entrada trasera de la puerta.

Se refugió detrás de los matorrales y después de encender un segundo fuego y ponerlo en la puerta delantera, esperó hasta que los delincuentes salieran a apagar el primer fuego, dejando la puerta trasera abierta.

Tom entró corriendo en la casa, empezó a llamar ¡Jessica, Jessica! Nadie respondía. En un momento encontró la habitación en donde ella estaba, la forzó y logró entrar, estaba inconsciente, la cargó en sus brazos y salieron de allí sin que los delincuentes los vieran.

Capítulo 10

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La vuelta a casa

Jessica se despertó en su casa, curada y con una persona al lado. Después de un rato lo reconoció: era su nuevo amigo del banco. Con las fuerzas que tenía lo abrazó y él se ruborizó levemente.

Los siguientes días estuvo encerrada en su casa recuperándose y sacando conclusiones sobre quién era el asesino, la visitó el director de los policías para aportarle datos y tomar su declaración para ir investigando sobre los túneles. Fue hasta su amigo, con el que estaba peleado, Sean. Ella lo atendió fríamente ya que la advertencia que le había dado era cierta, aunque él no la reprochó, se sintió de alguna forma apenado de que su predicción hubiera resultado cierta.

Esos días lo único que hacía, además de mejorarse, era sacar conclusiones. Uno de esos días le dijo a su cuidador, que era Tom, que le dijera al jefe de policías y al director del banco robado que los convocaba a su casa para decirles algo importante.

Cuando entraron y se sentaron en los sillones, Jessica se aclaró la garganta y dijo:

-Gracias por asistir, les tengo que comentar que he llegado a una conclusión sobre quién es el culpable-se hizo un silencio sepulcral y todos pusieron atención a cada palabra que decía-Gracias a los archivos que me ha enviado el señor Smith he decidido que el culpable es un tal Robert Allen, cura de la Iglesia que se conecta por los pasadizos, y un cómplice, que es desconocido.

-Los Espectadores se miraron mutuamente por unos segundos y después uno de ellos abrió la boca:

-Y… ¿Cómo fundamenta eso?-dijo el director del banco.

-Es muy fácil, como sabemos, no había forma de entrar a la bóveda, la única forma de entrar era sin que se dieran cuenta. Los únicos que podían entrar era que gente que estaba muchas horas en uno de esos lugares: la iglesia y la biblioteca. Entonces tenían que ser trabajadores. Cómo se que era él: lo se porque, en mi cautiverio, oí que el más obeso decía que tenía que pagar deudas. Por eso le pedí el expediente de todos al el señor Smith. Llegué a la conclusión de que era él.

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Todos estaban muy impresionados.

Unos días después fue detenido el culpable y se encontró el dinero que se había robado.

-Lo único que no apareció fue el collar de diamantes-dijo Jessica a Tom, mientras se abrazaban de la felicidad de haber resuelto el caso.

¿FIN?

EL CASO DE MARLENE LOUXTERT

Por Nazareno Ardaist

Hace seis años, en un pequeño y oscuro pueblito, sucedió algo que impactó a todos y cada uno de los habitantes del lugar.

Aquel día ocurrió lo que jamás se había imaginado que podía suceder. En una mañana tormentosa se encontró el frío cadáver de una joven llamada Marlene Louxtert. Su padre, Jorge José Oscar Iván Corazón de León Louxtert, le dijo a la policía que la última vez que había visto a su hija había sido la noche anterior, cuando luego de una cena familiar en su casa, Marlene había discutido con su novio y luego se había ido sola muy enojada.

-El cuerpo de la joven presenta varias puñaladas- dijo el oficial Mc Lorens. –Además encontré dos sospechosos: el conserje del único hotel del pueblo y el novio de la muchacha.

Cuando fueron interrogados el novio dijo que la discusión había comenzado cuando él le confesó a su novia que le había encontrado su diario íntimo donde ella había escrito muchos insultos hacia él y su familia.

Algunos testigos aseguraban que habían visto al conserje discutir con la chica unos días antes del crimen. Cuando el oficial le preguntó el motivo, él respondió que la joven le debía mucho dinero y estaba cansado de sus excusas porque necesitaba urgente la plata.

Mc Lorens se dirigió nuevamente al novio y con mucha energía gritó:

-¡Usted es el culpable! Pensó que su novia lo engañaba con el conserje, por eso la mató.

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El novio enojado exclamó:

-¡Sí, es cierto! Lo hice pero no sólo por eso, aunque la amaba mucho no podía soportar sus insultos y desprecio hacia mi familia.

-¿Dónde está el arma?- le preguntó el policía.

-La arrojé a un horno para que se funda y no puedan encontrar mis huellas. También pensé en huir lejos de aquí, pero usted me atrapó.

FIN

El crimen oculto

De Candela Coria

Mi nombre es Luisina Álvarez tengo 17 años, vivo en Buenos Aires. Me considero una persona a las que les gusta los crímenes, en realidad no me interesan los crímenes sangrientos y bruscos sino los otros: los enigmas perfectos los que a primera vista parecen inexplicables, aquí no hay muchos crímenes que ver pero a mí me fascina, es como parte de mí, un sueño ser detective. Me encanta leer libros a la luz de la luna.

Por eso justamente quiero relatarles algo que me pasó…

Esta historia comienza un 4 de abril, cuando debía que comprar un nuevo bolso para el colegio, porque el que tenía se me había roto.

Pensé que podría comprarlo antes de llegar a casa pero justo en ese momento recordé que ese día tenía que estar en casa para el almuerzo o mamá me gritaría:

-¡Luisina cuantas veces te dije que los jueves antes de las 13:30 tenés que estar temprano en casa para cuidar a tus hermanos!-

Con este pensamiento me dirigí a casa, seguramente a la tarde lo compraría antes de merendar.

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Cuando llegué me estaban esperando Rodrigo y Pedro, mis hermanos menores de 7 y 11 años. Mi mama había dejado una nota sobre la mesa diciendo que ya habían almorzado sólo tenía que cuidarlos hasta las 15:30 porque a esa hora llegaría papa del trabajo.

El tiempo paso rápido y mis hermanos se pusieron a mirar televisión, poco después mi padre llegó a casa. Ya eran las 16:45, un poco después de lo normal, entonces rápidamente me dirigí a comprar mi bolso, porque sabía que si lo dejaba para después me olvidaría y volvería al colegio al día siguiente con el mismo bolso roto.

No tardaría mucho, sólo elijaría uno, al menos eso pensé.

Fui a “ ”Bolsos fashion un lugar lleno de bolsos de cualquier color, tamaño y

tipo. De allí no me gustó nada, entonces recordé que a la vuelta había un local de accesorios. Me fije si todavía existía, cuando llegué miré la vidriera y vi un bolso floreado muy hermoso. Entré pedí ese y lo compré, la vendedora me hizo un descuento porque tenía un bolsillo de adentro fallado, yo lo compre igual porque ni bien llegara a casa lo cosería y listo.

Cuando regresé a casa no había nadie, encontré una nota en el refrigerador que decía que habían ido al mercado y antes de la cena regresarían.

No tenía otra opción que coserlo yo, con paciencia agarré el cesto de costura y me dirigí hasta mi cuarto. Abrí el bolso para coser el bolsillo, pero toqué algo adentro que no había visto. Cuando metí la mano me di cuenta que había un pequeño diario íntimo.

En la portada decía SOFIA MARISOL CORADAZZI, no sé bien por qué pero empecé a leerlo por una página del medio que decía:

“29 de Abril de 1992…

Mi padre está muy enfermo, no sé porqué nos ha dejado a mí y a mi madre solas justo en este momento. Me siento muy mal…”

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Seguí leyendo avancé 6 o 7 páginas, y leí:

“6 de Mayo de 1992…

Mamá se casó con otro hombre que se llama Rogelio Rodríguez. Tiene una hermana se llama Brenda Rodríguez no sé por qué pero no me cierra algo de los dos…”

“9 de mayo de 1992…

No sé qué hacer me siento muy mal, porque mi madre murió ayer. No sé por qué, nadie habló conmigo, pero los escuché al doctor a Rogelio y a Brenda diciendo que mi madre a había muerto por envenamiento y ellos sonreían…Luego escuche que decían pasamos a la etapa siguiente…Me asustó mucho… seguramente pronto me tocará a mí…”

Cerré el diario bajeé corriendo a ver si mama estaba. Cuando llegó le conté todo lo que me pasó:

-Mamá, Mamá ¡No sabés lo que me pasó! Encontré un diario adentro de mi bolso nuevo, era de un chica que tenía una madre que mataron su padrastro con la hermana. Fue un crimen, léelo.

-No, hija no puede ser .Seguramente sea tu imaginación.

No me creyó pero para mí era cierto, ¿la madre había sido asesinada por envenenamiento y su padrastro se mostraba sonriente junto a su hermana? Me parecía demasiado raro.Debía descubrir la verdad, debía saber quién era el culpable y tenía que tener pruebas para ir a la policía.

Me dirigí rápidamente a donde compré el bolso pero cómo le iba a decir todo lo del diario y del crimen, iba a parecer una loca. Tenía que buscar una excusa.

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Entonces se me ocurrió una idea: diría que estaba haciendo una nota para una revista de moda sobre los bolsos que se usaban antes y ahora.

Entré le conté lo de la nota para la revista y me dijo que el bolso lo había comprado en una compraventa varios años atrás en una casa muy grande a dos cuadras allí.

Fui hasta el lugar, pero la casa estaba abandonada, era muy grande y antigua. Como no había nadie le pregunté a un vecino de ahí:

-Buenas tardes señor, ¿conoce alguien de esa casa? Vengo de una revista-dije

-No yo recién me mudo, lo único que sé de esa casa es que hace varios años que está abandonada, pero conozco a una vecina que estuvo en la casa y te va a dar más información. La señora se llama Greta y trabaja en el hospital Italiano, preguntá por ella que todos la conocen.

-¡Muchas Gracias! Lo tendremos en cuenta para la revista-respondí

Fui hasta el hospital que quedaba a cinco cuadras de casa, pregunté por Greta y era verdad todos la conocían. Me dijeron que estaba en enfermería, allí la encontré, parecía una señora muy amable. Estaba ayudando a un viejito, se veía tan dulce. Era pelirroja, tenía una vincha que sostenía su cabello. La vi tan natural que no me parecía honesto mentirle con lo de la nota periodística sobre los bolsos, pero ¿cómo le iba a preguntar tanto sobre la casa si no tenía nada que ver con los bolsos? Así que me acerqué y le conté toda la verdad sobre el diario y le pregunté si sabía algo de la casa:

-¿Greta, por qué te parece que la han envenenado?

-Sofía y su madre tenían mucho dinero, no me extraña nada lo que me estás contando. Siempre supe que había algo raro entre Rogelio y Brenda nunca me cerró nada…

-Pero… ¿Por qué nunca Sofía le dijo nada a nadie? ¿Esperaría que la mataran?

-Sofía después que murió su padre no hablaba con nadie, se encerraba en su cuarto sola todo el día. ¡Pobre chica!

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-Ahora a mí me cierra todo, si su mamá murió por envenenamiento y Sofía escuchó que tenían que avanzar con su plan, seguramente a ella también la mataron-dije

-No, a Sofí no la mataron ellos. Ella se suicidó cuando tenía solamente 16 años, un año después de la muerte de su madre.

-¿Cómo fue que hizo eso? No creo que lo haya hecho, debemos averiguar. ¿Sabe algo sobre Rogelio y Brenda?

-Lo único que sé es que vendieron todos los muebles de la casa y todo lo que quedaba allí y se fueron, supongo que ya su padrastro estará muertos porque fue hace varios años. Pero Brenda era joven y según escuché era dueña de una cadena de restaurantes en Latinoamérica.

Le di mi teléfono a Greta y le desee buenas noches y me fui a cenar a casa antes de que mis padres comenzaran a preocuparse por mi tardanza.

Terminé de cenar me acosté y seguí pensando sobre SOFIA MARISOL CORADAZZI y su historia. Como no podía dormir entonces me puse a investigar en mi computadora, no encontré mucho, entonces recordé la película que había visto en mi colegio de una mujer que mataron y su hermano descubrió todo. El asesino la había empujado por el balcón.

¡Eso era! Sofía ya había descubierto todo, estaba segura quiénes eran los culpables del homicidio de su mamá y tenía pruebas, entonces decidieron matarla inventando un suicidio. Me fui a dormir más tranquila.

Al día siguiente llamé a Greta por teléfono y le conté lo que se me había ocurrido.

-Debemos tener pruebas, no podemos ir así a la policía- dijo ella.

-Sí Greta, ¡tenemos el diario íntimo de Sofía como prueba!

-¡Claro, lo había olvidado!- exclamó Greta sorprendida

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Nos dirigimos a la policía donde le contamos todo lo que había pasado y presentamos el diario como prueba. Ubicaron a Brenda Rodríguez y la detuvieron después de hacerla confesar el homicidio.

Unos meses después salió en los diarios una foto mía con Greta en la nota de la portada que decía: “Luisina y Greta dos mujeres valientes que descubrieron UN CRIMEN OCULTO por muchos años.”

FIN

EL FAMOSO DETECTIVE SHESON WOLMMES

POR ANDRÉS GIANNELLI

Una mañana soleada de 2005 me encontraba junto con mi ayudante Méchele buscando a Andrés Menna, el homicida más buscado de N.York. Mi nombre es Sheson Wolmmes y soy un famoso detective que se encarga de resolver los casos más complicados de la ciudad.

El asesino mata con un tenedor, que usaba su abuela, que murió hace 10 años atrás. Mena quedó solo porque era huérfano. Es rubio, alto, ojos marrones, de buen vestir y mal carácter. Con Méchele salimos en su búsqueda, íbamos caminando por la calle cuando nos detuvimos en un café para beber algo. Mientras esperábamos que nos trajeran los jugos y los tostados que acostumbrábamos a pedir, tomé el diario y me dirigí a la sección policial que también lo acostumbraba a leer.

En el diario vi una noticia alentadora, una primicia de la sección policial, un asesinato a un hombre de unos 53 años, ensangrentado como

solía dejar los cadáveres Andrés Mena después de asesinar a sus víctimas. La única diferencia con su método de asesinato era que había matado con un cuchillo, esa pista me desconcertaba porque él usaba siempre un tenedor para cometer sus crímenes.

-Mi querido Méchele ¿me podría dar su opinión sobre el asesinato? –dije desconcertado pero como siempre calmado y esperando una pista que me ayudara a resolver el caso.

-Lo siento, Wolmmes, pero no sé quién habría podido cometer tal asesinato, más que Mena

-Bueno, vámonos a dormir que mañana será un nuevo día e intentaremos interrogarlo- dije.

-¿Pero cómo lo encontraremos?-dijo mi ayudante que ya me colmaba mi paciencia.

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-No lo sé- dije enfurecido. –Ahora vamos a descansar y mañana continuaremos con nuestro trabajo. Sólo duérmete.

Apagué la luz y nos dormimos.

Al día siguiente me levanté y me dirigí a recoger el diario a la puerta: Miré la sección policial y no había otro crimen nuevo, solo repetían el del hombre de 53 años que por cierto se llamaba Édgar Liban.

Fui a la panadería por facturas para desayunar con Méchele por el enojo del día anterior. Volví, lo desperté con el desayuno y le pedí perdón por lo sucedido, luego propuse buscar a Andrés.

-Desde luego Wolmmes, no te diría que no a tu pedido- dijo entusiasmado

Salimos a la calle y le preguntamos a la gente si había visto a Andrés. Justo un hombre alto, gordo que además era policía, me dijo que lo había visto caminando por la 5ta. Avenida. Lo persiguió pero Andrés corrió por un callejón se subió a un auto y se había escapado. Le pedimos los datos del auto y de el. Por suerte le vio la patente, era:

JKL 295. Un auto azul, un poco oxidado, viejo.

-¿iba solo?-dije aunque ya sabía la respuesta

-No-dijo él

Mi ayudante y yo nos fuimos a la dirección que nos dio el oficial. Llegamos y fuimos caminando hasta donde estaba estacionado el auto, en eso, a medio camino del callejón, vimos una luz encandilante en el suelo, lo levanté, era un anillo con incrustaciones de diamante. Lo observé mejor con mi lupa y en letras chiquitas, afortunadamente decía: “N.Y. DIAMON”. L e comenté a Meche lo sucedido y él se emocionó porque al fin encontrábamos una pista que nos ayudaría a encontrar al asesino y sin pensarlo fuimos corriendo a la afamada joyería neoyorkina.

Llegamos hasta allí, era un edificio deslumbrante, entramos, fuimos hasta la recepción, que por cierto quedaba a dos pasillos de distancia, y le preguntamos a la señorita que nos atendía si había forma de saber quién había comprado ese anillo. Ella nos dijo que no había forma de saber quién lo había comprado pero podía fijarse en los registros quiénes habían comprado anillos de ese estilo la última semana.

A continuación nos mostró un listado de compradores de esa última semana y entre ellos figuraba Andrés Mena. Rápidamente nos trajo la factura de compra: lo había hecho en dos pagos y debería volver en diez días. Estaba ahí nuestra oportunidad de interrogarlo.

A las 48 horas ya estábamos preparados para que el asesino entrara por esa puerta.

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Sonó el timbre y una figura sombría se asomó a la entrada del negocio. Traía un sombrero negro, bastón de madera y una mirada peculiar. Apenas lo vimos entrar gritamos:

- ¡Deténgase ahí! ¡Alto, policía, manos arriba!- mientras lo apuntábamos con una pistola.

Mena se dejó interrogar. No parecía estar nervioso.

-¿Usted mato a Édgar Liban?- le pregunté

-Sí, fui yo, pero no podrán probarlo porque tengo el tenedor pero no tengo el cuchillo porque lo tengo escondido

-Le revisamos los bolsillos y allí estaba.

Al día siguiente cuando leí el diario sonreí de alegría, porque decía que el crimen del dueño de la joyería ya estaba resuelto, teníamos al culpable y al arma que usó Andrés en el crimen. Sólo nos faltaba la causa del crimen que muy pronto lo sabría.

Fuimos a la comisaria a interrogar a Menna. Le pregunté por qué lo había asesinado, el confesó que le debía 200 dólares de un anillo y no se lo pagaría.

Ya tenemos las tres cosas para encarcelarlo; el arma, el culpable y el móvil del asesinato.

Lo encarcelamos y no molesto más pero lo más raro es que nunca sabremos por qué esa vez mató con un cuchillo y no con un tenedor.

FIN

EL PRIMER CASO DE EDWARD SHAPE

Por Joaquín Spinelli

Era una mañana normal en la agencia de detectives, cuando alguien tocó el timbre de la puerta de entrada. Era un joven de aproximadamente unos 20 años. Como el recepcionista no estaba, fui yo a abrirle la puerta. Era un joven alto, flaco, con traje formal.

-Pase, -le dije, amablemente- ¿Qué caso necesita que resolvamos?

-Ninguno, -dijo, mientras se reía- quiero hablar con el jefe

Luego de eso, hubo un silencio. Luego, respondí:

-Está bien, sígame

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Durante todo el camino hacia la oficina, Edward, que así se llamaba, me habló sobre lo que quería hacer: ser un detective. Desde pequeño le habían gustado las historias policiales y quería probar su suerte.

Apenas llegamos a la oficina, lo que hizo fue presentarse.

-Me llamo Edward Shape, tengo 26 años, nací en Londres. Quiero probarme como detective.

-Está bien –respondió el jefe, mientras me hacía señas para que me fuera.

La entrevista duró poco, muy poco. Apenas salí, estuvieron cuatro minutos más.

Cuando Edward salió, se le veía una expresión de triunfo en la cara.

-¿Cómo te ha ido? –pregunté, interesado.

-Necesito hacer un caso como prueba –respondió, aún con la expresión de triunfo.

-¿Y ya has elegido un ayudante? Porque yo no tendría problema que trabajemos juntos. Si estás de acuerdo…

-¡Gracias! He elegido un caso antiguo: el robo de un banco en el 1999, mañana veremos la escena del crimen, te espero aquí a las 11:00AM.

Nos despedimos y fui hacia mi departamento, pensando sobre el caso.

Era un caso interesante, trataba sobre un robo, en estos momentos, los robos me interesaban más que los asesinatos.

Era raro verme a mí, uno de los mejores detectives, como ayudante para un caso de prueba, pero yo no me hacía problema, Edward me era muy simpático, y, la verdad, quería ayudarlo.

A la mañana siguiente, me desperté a las 8:00AM. Fui a la agencia en ayunas, y cuando llegué me preparé un café.

Edward no tardó demasiado en llegar. Cuando llegó, partimos hacia la escena del crimen.

Apenas llegamos, vimos un cartel que decía:

“Cerrado por Robo”

-¿Lo han cerrado hace poco, o el cartel está aquí desde 1999? –pregunté, confundido.

-Hace poco, si seguiría estando desde 1999 no habría tantos policías.

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Se notaba que era bueno haciendo lo que le gustaba.

Entramos al banco, y lo primero que vi fue todo el dinero tirado fuera de la caja fuerte. Pero Edward, vio otra cosa.

-¡Un guante! –dijo, mientras iba corriendo a agarrarlo. Y también el lente de unos anteojos roto, con esto creo que ya podré resolver el crimen. Vamos a mi casa.

Subimos a mi auto y fuimos hacia su casa. Estuvo muy callado. Su casa no quedaba muy lejos de la escena del crimen.

Lo primero que me sorprendió al entrar en su cuarto, fueron todas las máquinas que tenía, según él, era un gran fanático de la maquinaria, y su padre se dedicaba a construir parte de ellas.

Tenía una máquina bastante futurista, servía para ver el ADN de la persona que había tocado o usado un objeto. El equipo mostraba las iniciales de su nombre. Lo de las iniciales estaba hecho a propósito, porque como él dijo, “en este juego no haría trampa”, y le pidió al padre que solo pudieran verse las iniciales. Las iniciales eran M.H.S., sabiendo esto, volvimos a subir a mi auto y fuimos al banco de nuevo.

-Soy Edward Shape, detective –dijo Edward apenas llegamos, aprovechando su futuro cargo- ¿Tienes algún cliente, hombre, que su nombre empiece con las iniciales M.H.S.?

-Mariano Hernández Sosa. –dijo la recepcionista.

-¿Más información? –preguntó Edward.

-Generalmente usa guantes y lentes, si tiene quejas sobre el servicio.

Edward no agradeció, simplemente saludó con la mano y nos fuimos hacia la agencia, porque para Edward el caso estaba terminado.

Cuando llegamos, el jefe se quedó en silencio. Edward, en ese momento, le entregó la libreta en la que daba la explicación del caso.

Había mucho escrito, el jefe se tomó su tiempo.

-Shape, -dijo el jefe cuando terminó de leer-. Bienvenido.

Edward, se quedó sin palabras, se había emocionado mucho porque por fin había logrado su sueño.

Tomó la insignia, y se fue hacia su casa sin hablar.

Me quedé feliz por él, me era muy simpático. Me quedé unos minutos más en la agencia, y luego fui a mi casa.

Al día siguiente, cuando llegué a la agencia, Edward ya estaba allí.

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-Hola, mi amigo… -se detuvo unos segundos mientras leía mi insignia- Settle. ¿Sabes sobre algún caso interesante?

Con esto, ya confirmaba que iba a ser su asistente durante mucho tiempo.

FIN

EL ROBO AL BANCO REGIONAL

Por Santiago Ortiz

Una tarde nublada de 1908, mi amigo Santiago Ruffini y yo estábamos sentados en nuestra oficina esperando un caso o alguna noticia periodística sin resolver.

Después de unos minutos llegó un hombre de estatura mediana, un poco gordo, con ropa formal y con un sombrero.

Para mí el hombre tenía entre unos 35 o 40 años de edad.

-¿Que se le ofrece?-dijo mi amigo.

-¡Necesito ayuda!-gritó-me llamo Alfred Torson, trabajo en el banco Regional, estaba contando el dinero de la caja cuando entró un hombre armado-.

-¿Qué sucedió?-pregunté, intentando meterme en la conversación.

-No puede ver nada, el hombre me puso una venda-.

-Vamos al banco a ver el video de seguridad- sugerí.

Al salir de la oficina nos encontramos con Andrés Menna, un mendigo que antes vivía en la alta sociedad y luego perdió todo su dinero por la adicción a las apuestas y alcohol. Nos subimos a un taxi y fuimos el banco. Al llegar lo primero que hicimos fue ver la cinta de seguridad, donde observamos al hombre entrar al banco con una máscara, unos guantes grises y un arma, tal como dijo Alfred, le puso la venda en los ojos, tomo el dinero y por la prisa se le calló el arma y se alejó corriendo.

-¡Vamos a ver el arma!-exclamé.

Llegamos a donde estaba el arma la recogimos y fuimos a todas las tiendas de la zona para preguntar a quien había sido el posible comprador.

Preguntamos en 23 tiendas y siempre decían que no vendían armas, que nunca habían visto el arma o simplemente inventaban una escusa tras otra. Luego de preguntar en dos o tres tiendas más un señor nos dijo que era un rifle de calibre H12 y que se la había vendido a un tal Franco Menna, el nos dió la dirección y fuimos hacia la casa.

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Al llegar a la casa de Franco Menna, Santiago golpeó la puerta y lo primero que hizo al abrir la puerta fue interrogarlo constantemente

-¿Este rifle es suyo?- preguntó Santiago.

Franco se mostró sorprendido.

-¡No, no!- exclamó Franco un poco sorprendido.

Siguió negando hasta que no resistió más.

-Si, si está bien es mío! yo lo compré, yo lo hice, yo lo hice todo-.

-¿Por qué lo hizo?- preguntó Santiago.

-Mi hermano Andrés perdió todo su dinero y yo quería ayudarlo. Compré el rifle para poder robar el banco y así ayudarlo. Mi hermano no tiene que enterarse, por favor.

Santiago denunció el hecho a la policía, quienes pusieron preso a Franco y su hermano Andrés, ante lo ocurrido se hizo cargo de todos los bienes de Franco.

FIN

El viejo roboDe COCO CIAPPA

Hola, soy Jack Silver, todavía algunas personas en la calle me reconocen. Según mis cálculos esto ya sucedió hace 10 años atrás pero muy poca gente lo recuerda a psear de haber salido en los diarios y en la radio, por el gran enigma que investigué: el robo a un banco muy importante.

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Esta es mi historia:

Una mañana muy fría y lluviosa, del año 1918, estaba descansando tranquilo en mi cama, en pijamas y tocando la guitarra cuando de pronto escuché que golpeaban la puerta. Me levanté de mala gana a abrirla. Era mi mejor amigo, Paul Jamess.

Con él nos conocemos desde que éramos muy chiquitos, hacíamos prácticamente casi todo juntos, íbamos a futbol, inglés, guitarra, e hicimos el jardín, la primaria, la secundaria y también la universidad juntos. Nosotros, teníamos un montón de cosas en común, pero la fundamental era el placer que teníamos por deducir enigmas, crímenes o asaltos. Nos encantaba resolverlos juntos.

Ese era nuestro trabajo, si bien nosotros habíamos estudiado contabilidad, teníamos un estudio, donde nos llamaban para resolver enigmas, crímenes y robos.

Luego de esto, pasamos tres años sin vernos, y cada uno se dedicó a lo que había estudiado y estaba con sus esposas e hijos. En este tiempo mi esposa estaba muy contenta, porque yo había dejado de trabajar con crímenes, enigmas y asaltos y pasaba más tiempo en casa con la familia.

Un día, fui a tomar un café con un amigo del trabajo, para hablar de negocios, problemas financieros, cosas de política y fundamentalmente de la empresa en la que trabajábamos juntos. Cuando nos íbamos, me encontré con mi viejo amigo Paul Jamess, nos saludamos amablemente y nos pusimos a chalar de lo que habíamos hecho durante esos tres años sin vernos.

Él me contó, que estuvo trabajando en un estudio, y que se iba a ir a vivir a Rumania. Yo lo felicité, él me agradeció, pero en ese mismo momento me hizo una propuesta:

Le habían ofrecido investigar un robo a un banco, del que quedó un detenido y un muerto y darían muy buena paga si lo lográbamos resolver.

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Yo estaba muy inseguro, porque mi esposa e hijos estaban felices con que yo esté trabajando de contador, pero yo estaba extrañando resolver un crimen. De todos modos le dije que lo iba a pensar.

Cuando llegué a mi casa saludé a mi esposa y a mis hijos. Le comenté a mi familia qué le parecía que yo volviese a trabajar de detective, pero ellos lo tomaron muy mal. Mi esposa empezó a insultarme, y se marchó de casa con mis hijos. Luego de esto nos divorciamos.

A la semana siguiente, recibí el llamado de Paul, y me preguntó qué había decidido y le contesté que sí, que iba a llevar la investigación acabo junto a él, entonces quedamos en encontrarnos al día siguiente en la puerta del banco.

Al otro día, fuimos a ver el banco por fuera. El banco permanecía intacto desde el crimen, estaba abandonado.

Luego de esto averiguamos quién era el director de ese banco, fuimos a su casa a hablar con él, nos recibió amablemente y nos contó cómo se trabajaba, cómo era su economía, cuáles eran sus amigos y sus enemigos.

Luego de esto, nos contó que había un detenido, ese detenido era el jefe de seguridad que estaba detenido por dejar pasar a uno de los criminales y al otro lo mató, luego de esto nos contó donde quedaba esa cárcel y fuimos a visitarlo.

Cuando llegamos, preguntamos por él y si podíamos hablar con él. Cuando nos mandaron a hablar, él era muy gordo y muy alto, lo saludamos y le dijimos que veníamos por el tema del banco y nos respondió “soy inocente, se los juro, pero no les puedo contar la verdad”, luego de esto no nos habló mas.

Después de esto nos fuimos cada uno a su casa. Yo muy pensativo me fui a dormir.

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Al otro día, nos juntamos con Paul y tratamos de deducir qué era lo que no podía decir el jefe de seguridad, pero no lo pudimos deducir.

Al día siguiente fuimos al pasillo por donde entraron lo ladrones a la caja fuerte. Lo que nos llamó la atención es que fue por el pasillo donde se encontraba la garita de jefe de seguridad. Allí estuvimos unas 6 horas, y yo encontré un llavero de vidrio y en la garita del jefe una carta, pero no comenté nada.

Cuando llegué a mi casa miré el llavero y me fijé de quién podía ser. Del jefe no porque era muy alto y si se hubiera caído de su bolsillo se hubiera roto. Del muerto no porque tendría sangre, era de la otra persona, luego mira la carta que decía:

“Querido hermano mi hija está muy grave. quería pedirte si podías conseguirme un poco de plata para su operación”.

Luego de esto, me tomé el trabajo de investigar a toda la familia del jefe y solo había un bajito, su único hermano que tenía a su hija muy enferma.

Luego de esto llamé a Paul y le conté todo esto, y dijimos que habíamos resuelto el caso. Fuimos a hablar con el jefe y lo sacamos de la cárcel y su hermano tuvo que devolver la plata.

Después de esto, fuimos a cobrar lo que debíamos, y con eso le compré un anillo de oro a mi ex esposa y le propuse casamiento y le prometí que no volvería a investigar nunca más.

FIN

FRANCO LOUEPor Tomás García

Hubo tres asesinatos, nadie sabía quién era porque no quedaron pistas ni rastros, sólo se sabe que lo había cometido un terrible asesino, el criminal más buscado de Buenos Aires.

Me llamo Franco Loue y una tarde, el 29 de octubre de 2000 estaba en mi casa mirando por la ventana. No había nadie en la calle, por los terribles asesinatos la gente no salía de sus casas.

Fui a tomar un café como acostumbro con un periódico, así me informo. Cuando lo leí me enteré que habían visto al culpable del asesinato en la calle 530 e/ 117 y 116, el supermercado al que acostumbro a ir. Me sorprendió leer esa noticia porque el criminal nunca dejaba huellas ni rastros en las escenas del crimen y esta vez lo habían visto con una pistola en la mano de calibre 38. Me parecía realmente muy extraño…

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La persona que había realizado los asesinatos era demasiado detallista y nunca había dejado ni una huella como para que ahora se muestre así delante de mucha gente con un arma. Pero como no soy ni detective, ni policía no quise meterme en líos, prefería evitar los problemas. Además tenía que prepararme porque llegaba en unas horas mi primo de Europa que hacía mucho tiempo que no lo veía.

Cuando terminé el café, me fui a casa a dormir porque se hacía de noche.

Al día siguiente fui al supermercado, pero no estaba tan lleno como siempre porque ahora la gente le tomaba distancia por miedo de encontrarse nuevamente con el asesino. Compre todo y me fui directo a casa a hacer el almuerzo ya que venia mi primo, Francisco García a comer. Le hice un buen asado como a él le gustaba.

Cuando por fin llegó nos saludamos y comimos. Mientras almorzábamos charlábamos, me contó varias cosas sobre Europa y yo no tenía mucho que contarle, solo le conté que habían atrapado a un extraño criminal que había supuestamente cometido tres asesinatos como se puso un poco nervioso cambiamos de tema y charlamos de otra cosa para olvidarnos del tema.

De noche comimos lo mismo y mientras yo lavaba los platos, él dijo que iba a la habitación a buscarme los regalos que me había traído. De repente escuché un grito, fui corriendo y encontré a mi primo tirado en el piso con sangre alrededor. Enseguida llamé a la ambulancia y a la policía. En cinco minutos estaban todos en mi casa, se llevaron a Fran que estaba gravemente herido por un arma blanca en el corazón.

Los policías investigaron y descubrieron que el hermano de Fran estaba persiguiéndolo para matarlo y quedarse con la parte de su herencia. Pero no alcanzó a hacerlo. Ahora en la cárcel tampoco disfrutaría lo que le había tocado. Su ambición y egoísmo lo llevó a perder todo.

FIN

HOMICIDIO POR ENVENENAMIENTO

POR IGNACIO PÉREZ

Una mañana fría y lluviosa del año 1895 en la calle B.S 221 ST B estábamos mi amigo Sherlock y yo en el sofá. Mientras leía el periódico, Holmes practicaba con su violín envuelto en una bata de color morado. Con expresión de aburrimiento, meditando, perdido en sus pensamientos. Esperábamos un caso para resolver. Un instante después tocaron la puerta y cuando abrimos había un hombre alto. Vestía traje correcto, pero poco llamativo, de color gris oscuro y llevaba en la mano un sombrero pardo de fieltro, blando y de casco bajo. Yo le haba calculado unos 40 años. Él señor preguntó:

-¿Es aquí la famosa casa de Sherlock Holmes y su fiel amigo?-

-Aja, señor ¿Qué desea? ¿Qué lo trae aquí?- dijo Holmes

-Señor Sherlock, señor Watson, ¿tendrían la gentileza de usar un poco de su valioso tiempo en el crimen de mi hermana mayor?

-Por supuesto que sí, pase.

Lo dejamos pasar, le servimos un café, y nos sentamos en el sofá para que nos cuente

-Empiece.-dije

-Mi hermana de sesenta y ocho años fue hallada muerta en su habitación por la empleada doméstica, un día después de su cumpleaños. La noche anterior habíamos cenado, para festejar su

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cumpleaños, con migo, con mis dos hermanos Jeremy Shonson y John Shonson, también fueron dos amigas, Brenda Peterson y Paula López. También fue su vecino Charles Mackcimovitch.-

-¿Dónde vivía tu hermana?-

-En London 47 entre 488 y 489.-

-Bueno mañana iremos allí.-

-Hay algunas pistas.-

-¿Cuáles?-dije

-Falleció por envenenamiento y hay restos de cianuro en su habitación- luego le abrimos la puerta y se fue

Al día siguiente nos levantamos y nos fuimos a la casa de la señora. Cuándo llegamos a la casa fuimos a la habitación principalmente, había un vaso con agua y cianuro mezclado. Abrimos un cajón en donde había una gran alcancía vacía, Sherlock la miró pensativo. Salimos de la casa y nos fuimos a la nuestra.

Luego fuimos a la casa del hermano y le preguntamos:

-¿Puede ser que su hermana tenga una grande suma de dinero en una alcancía? –

-Aja, hay una era para la casa que iba a construir.-

-Le informo que esa suma fue robada.-

Al día siguiente fuimos a la casa de Jeremy y John, que nos enteramos que vivían juntos

-¿Ustedes tienen trabajo?-

-Sí, claro que tenemos, heredamos el campo de nuestro abuelo.-

Sherlock decidió irse y yo lo seguí.

Al otro día fuimos a la casa de Charles, al lado de la casa de la victima. Sherlock decidió entrar directamente y hacerle algunas preguntas

-Señor ¿usted de qué trabaja?

-Trabajo vendiendo artesanías y repartiendo hielo.-

-¡Usted es el culpable!-dijo Sherlock

-Perdón, ¡¿qué?!

Sherlock buscó unos policías para que lo arrestaran y así lo hicieron.

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Mientras volvíamos le pregunté.

-¿Cómo supo que él era el asesino?-

-Sencillo, mi querido Watson el señor es vendedor de hielo y no tiene dinero. Investigué y averigüé que reparte hielo a las casas. Él fue el que colocó el cianuro en el hielo, luego la señora usó el hielo en su copa de agua con hielo que tomaba todas las noches y fue así como se envenenó. Después el señor entró en su casa y robó el dinero ahorrado que tenía la mujer. Pero ahora lo deberá devolver.

FIN

JOHN BLACKWELLPor Ignacio Pérez

Era una mañana lluviosa común, en una agencia de detectives, estábamos integrando a un nuevo y joven detective llamado Francisco Mendez. Tenía 19 años y era demasiado inteligente. También tenía una gran pasión por los libros policiales, en especial los de Arthur Conan Doyle. Él había resuelto varios casos en el barrio de Belgrano. Su primer caso fue resolver un asesinato cerca de su casa. Con lo sucedido empezó a gustarle no sólo leerlos, sino también resolverlos. Su próximo caso fue sobre un arma olvidada en el departamento en donde él vivía. También, luego hubo dos homicidios por envenenamiento.A Francisco le tocó dormir conmigo, no me incomodó, me agradaba porque yo sería su maestro.Al día siguiente, a las nueve, nos llamaron del gran “Casino Estrella”.

-Hola, habla Carlos llamo para informarles sobre un robo de anoche en mi Casino.-me dijo apurado un hombre.

-Hola, mi nombre es John Blackwell, soy de la agencia de detectives, cuénteme más sobre el caso- le respondí.

-Mi lugar es en la caja registradora, pero como que el que arregla las máquinas no había podido venir a arreglarla estaba atendiendo una máquina que funcionaba mal, entonces volví del salón de máquinas y los billetes de la caja no estaban. Si tienen el agrado de venir les agradecería muchísimo.-

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-Muy bien iremos mañana a las 5:00 pm, adiós.-

Al día siguiente fuimos al Casino. Carlos nos recibió muy bien, le preguntamos dónde quedaba la caja registradora y él nos guió hasta ella. Francisco la miró muy fijamente, yo mientras revisé los cajones en donde estaba puesta la caja, en unos segundos me di cuenta que dos cajones tenían ceniza de tabaco.

-¿Carlos usted fuma?-

-¿Yo? No, yo no fumaría por nada en el mundo.

Le informé que el criminal fumaba. Le pregunté si podía ser que conozca al criminal. Él me dijo que no, pero que sabía quiénes habían estado con él en esa noche: Jorge López, que recibe las entradas y que esa noche había comenzado a trabajar, Juan Coria, el guía del Casino, y Gabriel Borchen, el barman que prepara los tragos.

-¿Sabe si alguno de ellos fuma?-

-Sí, creo que Jorge y Gabriel.-

-¿Usted sabe si alguno de los dos tiene problemas económicos?

-Me parece que la familia de Jorge es muy pobre, él tiene 18 años y es muy joven. Trabaja mucho para ayudar económicamente a sus padres y hermanos.La familia de Gabriel es de buen nivel económico, además tiene 20 y recibe propina mientras que Jorge no.

Al día siguiente fuimos a la casa del vecino de Jorge y le dijimos. -Buenos días somos los primos de Jorge ¿usted sabe que hizo él antes de ayer?-

-Si, él me dijo………

-¡Dilo!-le agarré los brazos para dejarlo inmóvil

-Él me dijo que no lo dijera… pero fue a un Casino a buscar trabajo para poder robarles

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En ese instante fuimos a la casa de Jorge donde lo encontramos contando mucho dinero. Francisco y yo llamamos a la policía y se lo llevaron preso.

FIN

La carta de Mary Smith

Por Lucía Novoa

3 de agosto del 2012

Mi nombre es Marilyn Stevens. Tengo dieciséis años, y vivo con mi padre en Londres. Ya que mi madre murió cuando yo tenía tres años y medio.

Ahora me encuentro sola, en mi casa, con mi perrita Penny. Mi padre, James Stevens, se encuentra en el trabajo y volverá a las ocho para cenar, con mi madrastra Rachel Adams. La verdad es que no me llevo nada bien con ella, siempre discutimos, cuando no está mi padre, porque pensamos distinto o ella me trata mal por cualquier cosa que no me salga perfecto.

Ya son las cuatro de la tarde y tengo mucho tiempo hasta que ellos lleguen. No me queda nada para leer por eso pensé que podría ir a la biblioteca a buscar un libro interesante…

Marilyn apartó la vista de su diario y miró el reloj. Las agujas marcaban las cuatro y diez. Aún tenía mucho tiempo para ir y escoger algo interesante para leer.

Cerró su diario y lo guardo en su mochila, también metió dinero y monedas, para pagar el boleto del micro, colocó dentro una botella de agua y guardó su celular en su bolsillo. Antes de salir le dio unas galletas a su perra y salió de la casa.

Marilyn se dirigió, corriendo, a la esquina, donde ya estaba el micro que ella tenía que tomar. Se subió, pagó el boleto y se sentó junto a una mujer que no le dirigió la mirada en todo el viaje.

Luego pasados unos veinte minutos llegó a la biblioteca, se bajó del micro y fue en busca de un libro. Cuando entró, se acomodó su cabellera rubia que había sido despeinada por una leve brisa. Después de eso no se dirigió a la sección que siempre iba, en cambio

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fue a la sección de libros antiguos. Pero esta vez no eligió un libro policial, como los que ella siempre leía ya que le encantaban, sino que agarró un libro romántico que era al mismo tiempo dramático, cosa que nunca solía leer. Era un libro grande y muy pesado, pero la verdad es que no estaba para nada gastado, ya que lo había encontrado en el fondo del estante. Lo llevó a una mesa apartada de las demás, se sentó y cuando abrió el libro, un papel garabateado cayó al suelo. Marilyn, al abrirlo, se dio cuenta de que era una nota que estaba escrita apuradamente. La leyó y la releyó varias veces. Marilyn sentía una especie de intriga y entusiasmo entonces la leyó una vez más. Luego de terminar, sacó su diario y, de lo tan nerviosa que estaba, se le resbaló de las manos. Lo juntó y comenzó a escribir:

Estoy en la biblioteca, ya casi son las cinco de la tarde. Al abrir un libro grande y bastante viejo, se cayó una nota, que al leerla me causo mucha intriga. Al parecer está escrita apuradamente. En fin, la carta o dedicatoria dice así:

“Querida amiga Alice:

Quería decirte algo, porque ya no te veré más, que te envío este hermoso libro, que ha sido mío, para que lo disfrutes igual que lo hice yo.

Debo decirte que me encuentro en una situación de temor y miedo. Ya que Paul no se ha comportado muy bien conmigo y me ha hecho cosas terribles. Esta noche, antes de que él vuelva del trabajo, tomaré las pastillas. No tengo más dinero y no pienso esperar más.

Alice, tengo que decirte gracias. Me has hecho muy feliz y me has ayudado y apoyado siempre, hasta en momentos muy difíciles para las dos. Hemos tenido discusiones, pero eso ya no importa, porque hemos permanecido juntas siempre.

Temo decirte que ya no estaré para ti. Y tú no estarás para mí. Ya que no nos volveremos a ver.

Con todo el amor y el cariño, tú amiga Mary Smith.”

Me entusiasma porque la verdad… quisiera saber a dónde irá, ya que no volverá jamás. . . también por lo que dice que tomará esas pastillas esa noche antes de que “Paul” vuelva…pero mi pregunta es: ¿Quién es ese tal Paul que le ha hecho cosas tan terribles como esa Mary Smith asegura?. . . Mary dijo que no volvería jamás, y que esa misma noche tomaría esas pastillas. . . ¿Y si se trata de un escape? ¿Pero eso que tiene que ver con las

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pastillas? … Pastillas y no volver… ¿Se tratará de un suicidio?. . . aunque sigo sin saber quién es ese Paul ¿Será el novio, el esposo, un familiar, un amigo o simplemente un conocido?. . . me convence más la idea de un novio, esposo o amigo. . . pero igualmente tengo que encontrar más pistas. . . quizás le haya dejado otro libro a algún otro conocido.

El año en el que fue escrito este libro es 1954, tengo que buscar libros que se hayan escritos entre los años 1950 y 1955…

Marilyn dejó de escribir, cerró su diario y lo guardó en su mochila. Entonces se levantó y se dirigió hacia el escritorio, donde se encontraba sentada una mujer regordeta con anteojos con forma de media la luna. La mujer se encontraba allí sentada sellando unos libros y completando varias fichas. Cuando Marilyn se acercó al escritorio, la mujer la miró fijamente y le dijo de mala gana:

-¿Qué quieres jovencita?

-Hola, buenas tardes. Quería pedirle si, por favor, podría buscarme algunos libros que fueran escritos durante los años 1950 y 1955- le pidió Marilyn educadamente.

-¿Por qué quiere que le busque libros entre esos cinco años?- le preguntó la bibliotecaria un poco sorprendida pero también muy molesta.

-Porque. . .-Marilyn no sabía qué responder. No quería contarle nada sobre aquella carta que había encontrado en ese libro. Se quedó callada durante unos instantes sin saber qué decir, entonces la mujer comenzó a mirarla más fijamente y más molesta que antes. La mujer había pensado que ella le estaba haciendo algún tipo de broma para que ella perdiera el tiempo buscando, hasta que Marilyn despegó sus labios para poder decirle algo. Ella ya tenía una idea- ¡Oh! Lo siento. No le respondí porque estaba tratando de recordar las palabras que utilizó mi profesora antes de que terminaran las clases. . . es que la consigna que nos dio fue: Leer un libro que haya sido escrito entre los años 1950 y 1955. Luego escribir de qué se trata y después. . .

-Está bien. Ya comprendo. No me hagas perder más tiempo- la interrumpió la mujer regordeta con más mala gana que la primera vez- sígueme-añadió.

-Gracias-contestó Marilyn satisfecha de sí misma, por dar esa brillante excusa. La bibliotecaria se dirigió a distintos estantes y comenzó a sacar y a sacar libros de todo tipo. Hasta que un momento se formaron dos pilas de montones de libros.

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-Hay más, pero después te los busco. A sí que no me vuelvas a molestar más jovencita, ya me has hecho perder mucho tiempo. Y si necesitas algo, búscalo tú o pídele a Emily, esa chica, alta con anteojos y con cabello enrulado, ella te ayudará, adiós-dijo furiosa.

-De acuerdo, lo haré. Adiós-respondió Marilyn. Cuando la mujer se perdió de vista, tomó uno de los libros, y sin que nadie la viera, sacudió el libro abajo. Pero no salió nada, solo una ficha del libro en la cual decía los nombres de las personas que se lo habían llevado, lo cual eran dos personas llamadas Angelina Johnson y Jane Weasley. Entonces lo abrió y comenzó a ojearlo, para ver si encontraba una nota escrita en el mismo libro. Pero no había nada. Luego tomo el siguiente libro. Este era mucho más grande y pesado que el anterior. Tenía más de novecientas hojas. En el momento que Marilyn lo vio, casi se desmaya. Supuso que tardaría más que veinte minutos en mirarlo. Y no se equivocó. Tardó un poco más de media hora en ojearlo de adelante para atrás. Cuando lo termino de ver Ya eran las seis de la tarde Y no había encontrado nada, Entonces tomó otro libro, pero no encontró nada. Otro libro y tampoco había algo. Otro y nada. Estuvo buscando y buscando hasta las 19:30 aproximadamente. Cuando Marilyn se dio cuenta de la hora que era, guardo el libro en el cual había encontrado la nota tomó su mochila y se fue corriendo de allí hasta llegar a la esquina, donde estaba el micro a punto de irse. Casi se le cierran las puertas en la punta de la nariz, pero el chofer la dejo entrar. Marilyn le agradeció y se fue directo a un asiento del fondo, donde se sentó sola. Sacó su botella de la mochila y comenzó a tomar desesperadamente. Ya iban a ser las 19:45 hs. Pero llegó a tiempo y tenía unos minutos de sobra para poder descansar. Abrió la puerta con sus llaves, la cerró y fue directo a su habitación. Entró allí y se acostó en su cama agotada. Estaba muy molesta por no haber encontrado nada. Pero igualmente no se iba a quedar con los brazos cerrados. Al día siguiente volvería, volvería a buscar más pistas en la biblioteca. Sacó el libro de la biblioteca y comenzó a leerlo ya que no tenía nada para hacer hasta que volviera su padre del trabajo a cenar. Cuando apenas leyó los primeros capítulos, no pudo dejar al libro de lado, porque le había parecido muy interesante. Alguien abrió la puerta de la casa, era James Stevens, su padre, y Rachel Adams, su madrastra. Apenas entraron su padre dijo:

-¡Marilyn! ¡Somos nosotros! ¡Ya llegamos!

-Bueno-contestó ella de mala gana. Se dirigió lentamente al comedor, donde se encontraban ellos. Su madrastra la miró desafiante pero a la vez con dulzura.

-Hola cariño ¿Qué quisieras cenar?-le preguntó ella con amabilidad y mirándola fijamente. Marilyn la comenzó a observar detenidamente y luego contestó:

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-No sé. . .cocina lo que tú quieras. No es un tema que en estos momentos me importe-le respondió con brusquedad.

-Marilyn. . . no trates así a Rachel, ella solo está siendo amable contigo. . . por favor, hija, respóndele de nuevo. Y esta vez hazlo mejor y más educadamente- le insistió James-.Es algo que ya te lo he dicho muchas veces. . .

-Lo sé- respondió Marilyn, luego se dirigió a su madrastra- Rachel, cocina lo que te resulte más cómodo.

-En vez de cocinar. . .-comenzó a decir su madrastra

-. . . ¿Quieres que compremos una pizza?-completó su padre- Es que Rachel y yo estamos muy cansados, y creo que sería mejor si compramos algo porque. . .

-Hagan lo que a ustedes les plazca-lo interrumpió Marilyn- no me interesa- añadió casi como un susurro.

-Muy bien, a las nueve, aproximadamente, te llamamos para que vengas a la mesa para cenar-dijo Rachel sin importarle lo que su hijastra dijo. Marilyn salió con paso apurado del comedor y se fue directamente a su habitación, cerró de un portazo la puerta y se dirigió hacia su escritorio. Donde se sentó, saco su diario y comenzó a escribir desesperada y apretando mucho su lapicera:

Ya no lo soporto más. . . ¡Quiero que se vaya de aquí! ¡Quiero que se largue ya de esta casa!

Esa maldita Rachel se hace la buena, cariñosa y amable conmigo cuando solamente, repito, solamente, está mi papá presente. Lo hace para hacerse una dulce y bonita mujer. Pero yo se que en realidad no lo es. . . ella ama a mi padre, y eso si lo acepto. Pero lo que si no acepto es que solamente me trate bien cuando esté él. Porque cuando él no está me trata mal, y eso no lo tolero. Se hace la muy buena y amable mujer, cuando mi papá la ve. Todo lo hace para que mi padre algún día de estos le proponga matrimonio. Pero sé que por ahora eso no ocurrirá.

Bueno, basta de pensar en Rachel, basta de pensar en ella.

Ahora iré a terminar este interesante capítulo. ¡Me muero de intriga! Ja, ja. Leeré un rato para des aburrirme un poco, total tengo media hora. . .

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Marilyn dejó de escribir, dejó su diario junto a su computadora. Pero antes de ir a leer comenzó a pensar. . . pensó que al día siguiente no iría a la biblioteca para buscar más pistas en los libros. Se dio cuenta de que buscar eso era una pérdida de tiempo, porque sería pura casualidad que se encontrara un libro, que habría pertenecido a esa tal Mary Smith, con otra nota escrita por ella dirigida para otra persona. Si, volvería a la biblioteca, pero no a buscar en los libros, sino que esta vez buscaría noticias de periódicos más antiguos. Para ver si encontraba algo de un escape, asesinato o suicidio. Marilyn ya quería volver para seguir investigando. Para investigar como lo habían hecho los famosos detectives en sus libro. Si tenía la oportunidad, como ahora, no la desperdiciaría. Ella sabía que no habría otro libro con alguna pista ¿Pero por qué no un periódico con alguna noticia de alguna muerte o desaparición?

Marilyn estaba orgullosa por su idea. Al día siguiente volvería después de almorzar, a buscar más pistas.

Ella vio la hora y faltaba poco para cenar. Se olvidó completamente del libro, y entonces fue a entrar, de a fuera, a su perrita Penny.

-Hija. Lávate las manos. Ya es hora de cenar-la llamó su padre. Marilyn fue a lavárselas. Luego fue al comedor donde ya la estaban esperando. Entonces se sentó y comenzó a comer.

-¿Qué has hecho hoy linda?-le preguntó Rachel.

-Fui a la biblioteca a buscar algo para leer. Conseguí un libro interesante.

-Me alegro-contestó Rachel. Marilyn siguió comiendo. Al terminar se levantó, alimentó a su perra y procedió a bañarse. Al acabar fue a acostarse. Su perrita Penny estaba acostada, durmiendo, en la punta en los pies de la cama. Ella le acarició la cabecita suavemente. Entonces se acostó, comenzó a leer hasta quedarse dormida.

. . .

4 de agosto del 2012

Me quedé dormida, hasta las dos de la mañana, con el libro hasta que se me cayó ja, ja. Ya voy a desayunar, lamentablemente está Rachel Adams. Qué horror levantarse y

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encontrarse su cara a las diez de la mañana. Bueno, en fin, no me importa que esté ella porque total, lo mejor que puedo hacer, es ignorarla. N i siquiera la voy a mirar. . .

Marilyn fue corriendo a desayunar. Cuando llegó estaban ya su padre y su madrastra, que ella la miró y le dijo con dulzura:

-Buenos días hijita, esto es para ti-le entregó un paquete con moño. Marilyn lo agarro y lo miró con desconfianza. Pero al abrirlo se llevó una gran sorpresa.

-Tu padre me dijo que este era el libro que siempre has querido. Pero como estaba agotado nunca lo tuviste. Aunque hoy, cuando fui bien temprano, lo pedí y si estaba disponible. Espero que te guste cariño-le dijo su madrastra.

-Eh. . . gracias Rachel- respondió extrañada. Marilyn de pronto lo empezó a mirar, y su madrastra también, con una sonrisa en los labios. Marilyn abrió el paquete y era el libro del Detective Johns. Era su detective preferido. Luego lo dejó y comenzó a tomar su café con leche y a comer sus tostadas. Al terminar tomó al libro y se fue a cambiar. Se puso unos jeans azules, una remera fucsia y una camperita negra.

Luego de eso se tiró sobre su cama y comenzó a leer su libro nuevo. El libro que le acababa de dar su madrastra, era el único que le faltaba de la colección. Era el último que había salido y que ella nunca lo había conseguido. Ahora lo tenía en sus manos, abierto, dispuesto a ser leído.

No lo puedo creer ni yo misma. Rachel me regaló el libro que siempre he querido, eso es verdaderamente extraño ¿Qué mosco la picó? La verdad es que no me lo puedo creer ¿Desde cuándo ella me regala libros que yo quiero? ¡¡Ojala que siga regalándome cosas!! Ja, ja. Este libro es mejor de lo que esperaba. Sinceramente está muy bueno.

No me lo hubiera imaginado jamás. . . Rachel Adams, mi madrastra, regalándome un libro. . .

Marilyn no lo podía creer. Igualmente siguió leyendo, hasta las dos de la tarde. Y su padre la llamó:

-¡Hija, hora de comer!

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-Ya voy- contestó ella y fue corriendo a almorzar. Su padre y su madrastra habían cocinado salchichas y ensalada de tomate. Marilyn se sentó y comenzó a comer.

-Querida, espero que te haya gustado el libro- dijo Rachel.

-Si, mucho. Gracias- contestó Marilyn. Después de terminar de comer preparó su mochila con las mismas cosas que había llevado el día anterior. Salió de su habitación y cuando estaba por irse Rachel la vio y le preguntó:

-¿A dónde vas querida?

-Voy a. . . a la plaza, para refrescarme un poco-contestó ella- a las siete de la tarde, más o menos, estoy de vuelta para casa- añadió. No quería contarle que iría a la biblioteca porque Rachel no entendería porque lo haría si ya tenía un nuevo libro para leer.

-De acuerdo- respondió Rachel.

Luego Marilyn salió, con su mochila, para ir a la esquina, donde estaba ya el micro. Se subió y se sentó. Tardó quince minutos en llegar, y al bajar se dirigió corriendo hacia la biblioteca. Esta vez, en vez de pedirle a la mujer regordeta que le buscara algo, le pidió a la otra, que supuestamente se llamaba Emily.

-Buenas tardes, por favor ¿Podría buscarme unos periódicos de los años 1955 y 1960?-le preguntó Marilyn. La señora la miró a través de sus anteojos y le respondió:

-Por supuesto. Sígame- le dijo dirigiéndose a un lugar donde estaba lleno de cajones y le entregó un montón de periódicos entre esos años.

-Gracias pero. . . ¿De dónde consiguen tantos diarios?- preguntó Marilyn sorprendida.

-De nada. Bueno, lo que sucede es que hay gente nos los dona. Y siempre hay chicos de distintas escuelas que los necesitan para hacer algún reporte o algo así- respondió con una sonrisa- si necesitas algo pídemelo-añadió y se fue.

Marilyn comenzó a buscar y leer. No encontraba nada. Pero, después de una hora, apareció un diario DE 1961, que en la portada decía “La inesperada muerte de Mary Smith”. A Marilyn le dio un golpe en el corazón. Comenzó a leer y luego tomó su diario y comenzó a escribir apuradamente:

¡Lo encontré! ¡Lo encontré! ¡Lo encontré! Encontré un periódico de 1961 que dice así:

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“La inesperada muerte de Mary Smith”

“Mary Smith era una chica de veintiséis años, se casó en 1955 con Paul Brown.

En una noche, antes de que su esposo Paul volviera, se suicidó con unas pastillas para dormir. Paul dijo que cuando él llegó del trabajo, la encontró muerta en la cama, encontró un vaso, en la mesa de luz, con alcohol y la caja de las pastillas.

Una de sus amigas, Jennifer Linker, dijo que Mary estaba muy asustada de su esposo, ya que dice que él la maltrataba, le pegaba y le gritaba. Mary quería escapar, pero no tenía más dinero y no quería esperar, para ahorrar, más. Entonces por eso fue que decidió suicidarse.

Aunque Paul Brown niega haberlo hecho conscientemente. Cuenta que él se lo había hecho cuando estaba alcoholizado, y asegura que no lo hizo apropósito ya que no le haría nada malo a Mary sin pensarlo dos veces.

Alice Johnson, otra de las amigas de la víctima, dijo que su amiga tenía moretones por todas partes, también que estaba muy nerviosa y asustada últimamente. Dice Alice, que su amiga estaba tomando mucho alcohol últimamente, lo extraño es que ella no tomaba ni compraba nunca, por eso da a entender que el señor Brown era el único que tomaba hasta ese entonces. También nos cuenta que su amiga estaba muy desesperada y no quería que Paul la siguiera golpeando. . .”

Eso es lo más importante que hay. Pero. . . ¿Será cierto lo que dice ese Paul Brown o lo que dicen sus amigas? Porque si fuera cierto lo de Paul, Mary Smith lo habría aclarado en la carta de Alice, que al parecer ella nunca recibió la carta y probablemente ni el libro, y no habría tenido motivos para suicidarse, ya que él lo hubiera hecho inconscientemente.

Tengo que buscar información de Paul Brown. Son las cinco y media, no volveré ahora a casa porque dije volvería a las siete. Todavía no merendé. . . puedo ir a alguna confitería que tenga wifi. Ya sé a cual podría ir. . .

Marilyn dejó de escribir, guardó su diario en la mochila, agradeció a la bibliotecaria Emily y se fue. Se dirigió a una confitería cerca de allí y además tenía wifi. Ella entró y se sentó en una mesa al lado de la ventana. Sacó su celular, que tenía internet, y puso en el buscador: “Paul Brown”. Al instante le aparecieron distintas páginas con el nombre. Marilyn entró a una página donde vio la foto de Paul Brown, que era la misma que había visto en el diario, y comenzó a leer.

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Lo encontré, es la misma foto que la del diario por eso lo reconocí. . . bueno dice así:

“Paul Brown, edad actual es de 76 años. Paul Brown es un nombre falso que ha inventado, Esteban Gonzales, para poder ir a vivir a Inglaterra. Este hombre ha estado en la cárcel, cuando tenía 18 años, en España, su lugar de origen. Esteban Gonzales permaneció allí 2 años hasta que logró escapar, aún no se sabe cómo. Fue llevado allí por haber torturado a mujeres en España y después en Inglaterra. Las víctimas murieron por ser golpeadas en la cabeza o ellas mismas se suicidaron. Fue culpable por tres asesinatos y la causa de dos suicidios. Actualmente vive en Liverpool, Inglaterra.”

¡¡Si, si, si!! Ya lo entiendo. Paul, mejor dicho Esteban Gonzales, le hace eso a las mujeres, porque da a entender que está loco. Se lo hizo a mujeres de de España e Inglaterra, lo cual de ser tan golpeadas fallecieron o se suicidaron por distintos motivos, por ejemplo el de Mary Smith que no tenía dinero, y como no quería seguir sufriendo para ahorrar y poder escapar, decidió suicidarse. Este hombre le ha hecho eso tanto como mujeres de España y de Inglaterra. Y se cambió el nombre, para venir a vivir aquí y escapar de la policía, porque podrían reconocerlo por su nombre verdadero.

Pobres mujeres, su vida debe de haber sido muy triste la verdad es que me da tanta lástima. . . pobres, porque además son mujeres inocentes y. . . podrían haber seguido viviendo pero por culpa de Esteban. . . mejor no voy a pensar en eso, soy muy sensible y puedo ser capaz de llorar en este instante. . .

Lo que me alegra saber es que resolví un caso de antes, sola sin ayuda. Eso quiere decir que ya estoy madurando. . . ja, ja. Si pudiera hacer algo para que ese maldito hombre fuera a la cárcel. . . ¿Pero qué puede hacer una nena como yo? ¿A caso la policía me escuchará? No, no lo creo. Por lo menos yo sé todo lo que pasó y quien es en realidad “Paul Brown”. Estoy orgullosa de mi misma. Le escribiré a Katie, mi mejor amiga. Quizás no me crea. Está de vacaciones, por eso le voy a enviar un mensaje igual. . .

Marilyn apartó su diario. Estaba demasiado contenta para seguir escribiendo. El

camarero se acercó y le preguntó qué quería que le trajera. Marilyn estaba tan entusiasmada que apenas le salían las palabras de la boca. Pidió una choco latada caliente y unas medialunas de manteca. Cuando el camarero le trajo lo que ella pidió, Marilyn comenzó a comer desesperadamente y al terminar le envió un mensaje a su amiga Katie contándole todo lo que había hecho en esos dos días.

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FIN

La mentira

Por Camila Alza

Era un día normal para mí, me levanté, me cambié rápido y bajé las escaleras a mi cocina. Mi abuela me esperaba sentada en la mesa con mi leche con cereales. Era un poco tarde así que desayuné rápido y despedí a mi abuela, corrí hacia la escuela. Llegué tarde, cuando entré al salón la profesora estaba tomando lista. Al verme dijo:

-Louis Blackstein, otra vez tarde, que raro

-Lo lamento, pero…- traté de explicar

-No me importa, vaya a tu asiento- dijo interrumpiendo lo que intentaba decirle.

Con mucho odio me senté atrás de todo y no presté atención a lo que la profesora decía, no me importaba. En ese momento la profesora me dijo:

-Louis, ¿quisieras repetir lo que acaba de decir Alex?

-Pues…

No sabía qué decir cuando justo tocó el timbre, salvado por la campana.

Agarré mis cosas y salí del salón corriendo, fui a mi locker y encontré una carta de 1995. No sabía quién me la había enviado, porque no decía quién la había escrito.

Me retiré antes de la escuela, tenia que ir a acompañar a mi abuela a un lugar, no sabia bien a dónde. Al llegar a casa subí las escaleras y me encerré en mi cuarto a leer la carta que decía:

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Necesito que me ayudes. Están medicando a mi madre con venenos, escuché hablar, a Luisa y a Jason, sobre ella, sobre su muerte. ¡Por favor llamá al doctor, hacé algo! Yo no puedo hacer nada, porque sospecharían de mí y me matarían si se enteran.

¡Por favor ayúdame!

Inés.

Quedé sorprendido. Era increíble, ¿quien me había mandado esa carta? Tenía algo que investigar, ¡genial!

Escuché el timbre, abrí la puerta de mi cuarto, bajé las escaleras y luego miré por la ventana, era un chico de la clase de historia. Abrí la puerta, le ofrecí entrar, pero no quiso.

-Louis, soy Axel. Estoy en clase de historia contigo, ¿me recuerdas?

-Sí ¿Qué necesitas?

-Quería decirte que, necesito que me ayudes a investigar algo, sé que eres apasionado en estas cosas así que, vine a ti.

-Ah, y ¿cómo sabes que me gusta eso?

-Pues…-

Se escuchó el grito de una mujer, Axel corrió hacia la casa de enfrente y yo me quedé ahí, sin saber qué hacer. Entré a casa y me senté en el sofá para pensar lo que me había dicho Axel. Pensé en cómo vino a mí, pero más en lo que quería que lo ayudara a investigar…

Tal vez él me envió la carta, o alguien se la envió a él y quiere que lo ayude porque sabe que yo tengo esa carta. Suena confuso, lo sé pero es raro. Nunca me había sucedido esto.

Me acosté en el sofá y me dormí. Al despertarme vi una nota sobre el televisor que decía:

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Louis, me fui a lo de una amiga a cenar. Te dejé la comida en el calentador.

Con amor, La abuela

Me levanté del sofá, fui hacia la cocina, calenté mi cena, me senté en la mesa y comí. Al terminar subí a mi cuarto y me acosté sin pensar en nada, estaba bastante cansado.

Al día siguiente me cambié y salí rápidamente a buscar a Axel, lo encontré sentado en frente de una casa, debía ser la de él, porque cuando salió se fue corriendo directamente para esa casa.

Al verlo le dije:

-Oye Axel, ¿qué quieres que investigue contigo?

- Ah, pues... El otro día me dieron una carta, hablaba sobre un asesinato del año 1995

- ¡Sí! A mí también, creía que era para eso, bien ¿cuándo quieres empezar?

- Si te parece mañana te espero en mi casa, y te explicaré todo

-Bien, nos vemos mañana aquí, ¿no?

-Sí, adiós

Me fui a casa, no esperaba más quería que sea el día siguiente, quería investigar la muerte de esa pobre mujer y la desesperada ayuda que pedía su hija. No quería esperar más, así que fui a un lugar donde guardan diarios viejos, para ver si había algo, no lo sé.

Al llegar a ese lugar le pedí a la mujer diarios del año 1995 o cerca de ese año. Cuando la mujer me dio los diarios, por ciertos eran como miles, empecé a verlos, en la sección policial. Busqué, busqué y busqué. Nada, no había nada. Se hacía tarde, pero encontré algo, no sabía muy bien si tenia que ver con lo que necesitaba, pero algo es algo. El anuncio decía:

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Jasson McCan y Alison Tadpole se separan, se dice que es porque el la engañó, nadie sabe nada.

14 de noviembre de 1995

Me emocioné al ver eso, un nombre coincidía con lo que necesitaba. Jasson, en la carta decía que él y una mujer hablaban sobre la muerte de Alison, se podría decir. Perfecto, seguí buscando y buscando. Todas las noticias hablaban sobre Jasson y Alison, sobre su separación. No me servía nada, ya lo sabía, se separaron. Por fin otro anuncio, decía que Alison estaba enferma y que su ex marido vivía con ella. Sospechoso, demasiado. En ese momento recordé algo de la carta. Decía que estaban envenenando a Alison, quizás Jasson y Luisa la envenenaron.

Eran las ocho de la noche, el lugar estaba cerrando. Así que dejé los diarios sobre la mesa, y me fui.

Al llegar a casa vi que Axel seguía ahí sentado. Entonces fui y le conté todo lo que había investigado, con todos los detalles. Se quedó con los ojos abiertos un largo rato. Le dije que al día siguiente iría de nuevo al mismo lugar y seguiría investigando. No habló, sólo se levantó, me saludó con su mano y entró a su casa. Crucé a mi casa y vi a mi abuela sentada en el sofá mirando la tele. La saludé me hice la comida, y subí a mi cuarto a comer. Necesitaba estar solo, para pensar un poco. Me quedé dormido sin terminar de cenar.

Al día siguiente mi abuela fue a despertarme, dijo que alguien me estaba esperando. Me cambié muy rápido y bajé.

Era Axel. Me dijo que quería azúcar y que esta tarde fuera a su casa, sin investigar nada. Le di el azúcar y se fue. ¿Cómo no iba a investigar nada? Patético, yo seguiría investigando, nadie me iba a decir qué hacer o no. Y menos un chico que apenas conozco.

Fui al lugar de diarios y le pedí a la mujer que me diera los diarios del año 1995 del día 18 de noviembre. Le pedí ese día porque ayer me había quedado con el diario del 17 de noviembre.

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Busqué en todos los diarios después de esa fecha y nada. No hablaban de Alison, ni de Jasson, nada. Pasé al mes siguiente. Hasta el 20 de diciembre no encontré nada. Pero el 21 sí. Decía que Alison había muerto, de una enfermedad fatal. La estaban medicando pero no funcionó.

Corrí hacia la casa de Axel, se me hacía tarde. Al llegar a la casa no me dio tiempo de tocar, ya había abierto la puerta. Me invitó a sentarme y con gusto me senté.

-Louis tengo algo que decirte.

-Sí, yo también. Escucha fui a investigar, aunque tú me dijiste que no, pero estaba muy…

-Soy el hijo de Jasson MacCan- me dijo interrumpiendo

-¿Qué? ¿Eres el hijo de Alison y Jasson? Sabías que tu padre mató a tu madre. Dime, ¿lo sabías?

-Sí, en realidad yo soy hijo de Luisa y Jasson. Mira te contaré la historia, es así:

Cuando Alison y Jasson se separaron, por causa de mi madre, Alison se llevo todas las riquezas de la familia. Mi padre se enojo mucho y como sabía que Alison estaba embarazada empezó a ponerle medicamentos en las bebidas y en las comidas y ella se fue enfermando. Cada vez estaba más débil, y le pedía a su hija, Inés, que cuando ella muera, reparta la riqueza entre ella y yo. Alison lo sabía todo, e Inés también. Cuando murió Alison, mi padre y mi madre se quedaron con la casa y echaron a Inés, yo era tan solo un bebé.

-Entonces todo esto ya lo sabias, ¡¿Por qué no me lo dijiste?! Eres hijo de un monstruo lo sabes bien, y tu te convertirás en eso.

Salí muy enojado de esa casa, no deje que Axel dijera una palabra más.

Había pasado ya un año desde que hablé por ultima vez con Axel. Dejó de ir a la escuela y nadie sabía nada de él. Prendí la tele y vi una noticia que decía:

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Axel MacCan, el hijo del millonario muerto hace dos años, se suicidó el día de ayer en el patio de su casa a las 2:00 de la mañana. Triste noticia para sus amigos y su familia.

Que En Paz Descanse.

Asombrado averigüé donde lo enterraban, fui con mucha tristeza, no había pasado muchos momentos con el pero fue alguien que me hizo darme cuenta de muchas cosas, que me hizo pasar un excelente fin de semana, y es una lastima que se haya ido. Lo extrañaré.

FIN

“LO QUE PASARÍA POR UNA DEUDA”Por Alexander Ruffini

Una mañana calurosa, de diciembre del año 1999 casi llegando al 2000, fui a visitar a mi amigo llamado Kendall Vilson.

Él es bajo, de buen aspecto, amable y con una característica especial, es ciego. Tiene un perro labrador llamado Pista.Lo fui a visitar y a tomar unos jugos exprimidos de

fruta, que los hace riquísimos. Cuando le voy a dar un sorbo para tomar el jugo, sonó el teléfono y el perro ladró mucho tiempo, hasta que mi amigo contestó.

Después del llamado lo noté preocupado entonces traté de dejarlo solo. Lo saludé y cuando me estaba retirando de su

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casa, me pidió que lo acompañe a investigar. Estaba asustado pero fui igual.

El caso era de una mujer que tenía deudas con varias personas.

Llegamos a la casa de la víctima y el señor Reas. Mi amigo le preguntó al señor cuándo sucedió el asesinato. Nos dijo que sucedió el martes entre las dos y tres de la madrugada, cuando todos dormían.

Mi amigo le preguntó al señor dónde se encontraba en ese momento, y nos dijo que él se encontraba en una cena con sus amigos. Nos fuimos de la casa del señor y de la víctima, él se fue a su casa y yo a la mía.

Al día siguiente volví a la casa de mi amigo y lo acompañé a la de la víctima. Cuando llegamos nos dijeron que podrían estar involucrados sus hermanos, y nos dijo dónde vivían. El primero se llama Pablo y vivía a la vuelta, el segundó James, que vivía a dos cuadras y el tercero Carlos, que vivía con Pablo.

Fuimos a visitar a los hermanos del señor, primero fuimos a visitar a Pablo, que nos dijo que ya sabía y que estaba un poco asustado, después fuimos a visitar a James, que nos dijo que estaba preocupado y que estaba buscando

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al asesino, él era policía, y por ultimo a Carlos que nos dijo que también sabía.

Nos fuimos de la casa del señor y mientras caminábamos, mi amigo me dijo que para él los hermanos no tenían nada que ver en el caso, yo le contesté que eran todos culpables hasta que se descubra la verdad.

Cuando llegamos a su casa le dije que le pregunte al señor, si había alguien más en la casa cuando sucedió el asesinato.

Al día siguiente volvimos a la casa del señor y le preguntamos si había alguien más el día del crimen y nos contestó que no había nadie más ese día, le preguntamos al señor si cuando llegó había visto algo extraño y nos respondió que no, que cuando llegó ya la encontró muerta.

Con mi amigo fuimos a verificar al cadáver, en ese momento nos dimos cuenta que la habían asesinado con una apuñalada, Fuimos a revisar la casa, en ese momento me di cuenta que Pista, el perro de mi amigo siempre se echaba, escarbaba y olfateaba un árbol seco de la casa de la víctima. Con mi amigo nos llamó la atención y nos pusimos a cavar un pozo, en eso que estábamos cavando, encontramos un cuchillo igual con el que habían matado a la señora. Le preguntamos al señor si sabía por qué estaba eso enterrado

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ahí y nos dijo que sí, que él había sido el que la mató a la señora.

Para mí ese asesino fue muy inteligente y muy astuto.

FIN

OTRO CASO RESUELTO POR JÉSSICA

Por Ana Ranea

Jessica estaba sentada en el sillón frente a la estufa. Centrada en sus pensamientos, esperando que un misterio por resolver tocara la puerta. Minutos después el mayordomo tocó la puerta y le informó que la estaban buscando, una pareja que esperaba un bebé.

Los invitó a pasar, ellos se acomodaron en el sillón. La mujer vestía de negro, con su sombrero y el caballero un traje gris también con sombrero. Se veían las lágrimas de ambos caer.

La mujer contó todo, su hermana había tenido un niño al que llamó Miguel. La noche después del parto, ellos la acompañaron a su hogar, ayudaron con lo que pudieron y se quedaron a cenar. Se retiraron temprano con la excusa de que volverían al día siguiente.

Al otro día cuando llegaron, encontraron la puerta abierta, entraron y escucharon llorar al bebé, se dirigieron al cuarto y encontraron una imagen terrible, la madre del niño estaba muerta.

Enseguida llevaron al niño con la abuela y regresaron a buscar algunas pistas que les ayudara a encontrar el culpable de ese horrible crimen.

Cuando Jéssica revisó la escena del crimen, al correr el ropero cayó un cuaderno forrado con una tela escocesa que Cristina reconoció enseguida. Esa tela se la habían regalado los abuelos paternos del bebé para decorar la habitación. Adentro además había una carta que decía lo siguiente:

Verónica te escribo esta carta con la intención de demostrarte que gracias al cielo no conoceré a nuestro hijo y no te volveré a ver, pero si desobedeces las siguientes indicaciones terminarás muy mal. Uno de mis padres te obsequiará una tela escocesa roja para decorar la habitación del bebé. No la utilices todavía hasta que te mande unas indicaciones.

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Al instante Jéssica llamó a Cristina y Guillermo. Cristina llegó más tarde porque antes había ido nuevamente a la casa de su hermana Verónica. Había encontrado en el buzón un pequeño paquete que le había mandado el padre del bebé, donde había una tela como le había prometido en la carta. Esto demostraba que él no era el culpable.

Jéssica tuvo un presentimiento, le preguntó a Cristina si tenían más hermanos, ella dijo que sí. Tenían un hermano menor llamado Tomás que desde pequeño había sido el preferido de su hermana.

Juntas fueron a visitarlo para hacerle unas preguntas.

Durante el interrogatorio Tomás se puso muy nervioso y terminó confesando que él era el culpable. No podía soportar que su hermana lo hubiese dejado de lado por un hijo. Habían discutido y luego de un forcejeo la había empujado contra un armario que tenía un gancho para colgar unos sombreros.

No había sido su intención lastimarla, pero se fue corriendo muy asustado porque no quería ir a la cárcel por asesinar a su hermana. Pensó que nadie se enteraría que había sido él porque no había otro testigo más que el bebé, pero no imaginó que habría una detective que resolvería el caso y lo haría confesar su culpabilidad.

Jéssica había resuelto otro importante caso en la ciudad.

FIN

“PISTAS MEZCLADAS”Por Julián Steccanella

Una mañana mi amigo Henry vino a visitarme, estábamos tomando una rica taza de té cuando de repente sonó el timbre. Cuando abrí la puerta, encontré a un muchacho como de 21 años muy apuesto y elegante que era muy conocido por hacer comerciales de ropa, era un modelo muy famoso. Se veía preocupado y triste.

Lo hice pasar y le pregunté para qué venía, y me respondió:

-Hola mi nombre es James William y vengo a pedirles ayuda. Mi esposa a muerto, es muy duro enfrentarlo, los niños están muy mal ella murió. Por favor encuentren al maldito culpable de este horrible asesinato, tomen la dirección de donde se realiza el velorio.

Cuando James se fue yo analicé bien la información y me pareció que James no era culpable del crimen. Él tenia una linda familia, era incapaz de

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hacer algo así, pero no hay pistas para inculpar a alguien ni dejar como inocente a alguien , luego me acosté temprano para no llegar tarde al velorio.

Un día después, cuándo me levante desperté a Henry y fuimos rápido a el velorio, llegamos y saludamos a muchos familiares. Cuando empezó el velorio James estaba junto a una persona que parecía sonreír, eso era muy extraño, me acerque y le hice unas preguntas.

-¿Quién es usted?-dije

-Yo soy Carl William tengo 25 años soy el hijo menor, somos dos hermanos yo y James William-dijo él

-¿Cómo era la esposa de James?-dije

-Ella era detestable, era ama de casa, yo no me la aguantaba más. Murió ahorcada, James volvía de buscar a sus hijos de la escuela Anexa cuando la encontró muerta en su casa. Ese mismo día yo llegaba a mi casa después de pasar por lo de Mery cuando me sonó el teléfono era James, que me avisaba que había encontrado a Mery tirada en su casa

-Muchas gracias-dijimos y nos retiramos.

Volvimos a casa, eran las 5p.m, descansamos. Luego nos levantamos para seguir investigando, fuimos a la escuela, cuando llegamos era una

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escuela muy grande nos dejaron entrar y me atendió una docente y le pregunte sobre James

-Si James William, como no reconocerlo, ¿que quieres saber sobre el? .

-Mira ¿el miércoles el vino a buscar a los niños?

-El siempre llega puntual pero el miércoles llego tarde algo que no suele suceder

-Gracias muchas gracias

Salimos de la escuela y fuimos halar con James, llegamos y tocamos la puerta, abrió la puerta y nos ofreció té muy amablemente, había una pluma muy elegante parecía nueva y cara, tenia las iniciales de J. W. Le pregunte unas cosas:

-El miércoles cuando volvías de buscar a los niños de la escuela llegaste tarde ¿Por qué?

-Ese día se me había roto el auto y no pude ir a horario.

-Gracias James

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Volvimos a casa y sospechaba que Carl era el asesino. Entonces le dije a Henry:

-Primero lo vimos reírse en el velorio, después en el momento de el asesinato el estuvo allí, nos dijo que Mery era inaguantable, me parece que el es el culpable. James no pudo ser porque se le había roto el auto en ese momento.

-Tienes razón, mañana iremos a hablar con él para saber si es el culpable.

Un día después, me levante y fuimos a hablar con Carl cuando sonó el teléfono atendí y era él, me dijo rápido y confundido:

-En el lugar donde se enterró a Mery, apareció desenterrada, ahora la llevaron, pero vengan rápido al cementerio.

Cuando escuche eso me sorprendió mucho, era algo extraño. Salimos rápido hacía allá y estaba triste pero sonreía, entonces me acerqué sabiendo que era el asesino y le dije:

-Basta de mentir usted es el asesino. Primero me dice que Mery era inaguantable, siempre sonríes, en el momento del asesinato sabemos que usted estaba ahí, no tiene excusas para negarme esto.

-Mira, lo que me dices es muy feo, yo sonrío porque tengo tics desde los 3 años, que me digas eso me pone muy mal, pensé que tenías sentimientos, además cuando sucedió el asesinato yo estaba en lo de James pero A Mery nunca la vi. Adios no quiero hablar con usted.

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Antes de irme vi una pluma tirada al lado de la tumba de Mery la agarre cuidadosamente con mi pañuelo y vi que tenia las iniciales de J.W. Me dirigí a lo de James y había unas manchas de nafta que parecían ir a un lugar raro, no lo seguimos porque había cosas mas importantes que hacer. Cuando llegamos nos atendió él y nos ofreció unas tazas de té y Henry le hizo unas preguntas:

-La pluma que usted tenía nos la puede mostrar por favor.

-No la tengo la perdí.

- ¿Usted esta semana estuvo andando en auto?

-No, como les dije mi auto se me rompió y hace unos días que no voy a trabajar.

-Gracias

Cuando salimos de la casa de James teníamos las pistas necesarias para darnos cuenta de que James era culpable me puse a ordenar todas las pistas y saque la conclusión:

-Mirá Henry, vimos una pluma en su casa con las iniciales J.W, y era la misma que encontramos en el cementerio, que después fue la misma que perdió. Nos dijo se le había roto el auto pero vimos esas manchas de nafta,

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llegó tarde a buscar a los niños porque estaba ocupado matando a Mary entonces James William es el verdadero culpable.

-Sí, tienes razón Julian vayamos mañana a que se haga justicia

Al otro día fuimos a la casa James William y llamamos a la policía estaba como loco decía:

-Yo la maté por que me engañaba con otro, yo la maté porque me engañaba con otro

Una y otra vez sin parar otro caso resuelto.

FIN

STEPHANY, LA INVESTIGADORA

Por Diana Andrieu

Una cálida mañana del mes de septiembre, más precisamente del día 30, yo estaba recostada en mi cama, cuando me acordé que al día siguiente era el examen de lengua, la materia en la que estaba más floja. Por eso, rápidamente, se me ocurrió la idea de ir a la librería para ayudarme con algún libro.

-¡¿Mamá, papá, puedo ir a la librería?!-dije, tomando un sweater por las dudas- es para un examen de la escuela.

- Si hija- dijeron al mismo tiempo- pero acordate que hoy te toca cocinar

- Sí, mamá. Hasta luego.

Salí apurada hacia la puerta, temiendo que la librería cerrara. Luego de caminar tres cuadras que parecían eternas, llegué a la librería, por suerte, abierta.

Una muchacha rubia, alta, flaca, de ojos verdes, vino a atenderme.

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- Hola, que necesitas?- me preguntó amablemente-

- Un libro sobre lengua por favor

- ¿Algún tema en especial?

- No- le respondí-

Fuimos hacia un sector en el que se veían libros nuevos y usados de todos tipos, colores,

tamaños, etc.

- Aquí están todos los libros de lengua. Fijate, y si querés ayuda no dudes en consultarme.

- Gracias

Tomé uno o dos libros y al final me decidí por “Enciclopedia de la lengua Española, la mejor opción para aprenderla.”Era un manual grande, alto, gordo, de color blanco.

-Muy buena elección- me dijo ella-

-Gracias, ¿Cuánto sale?

- $50 porque es usada.

Pagué y me fui

Cuando llegué a mi casa, todos se habían ido. Entonces, decidí que antes de empezar a cocinar le echaría una mirada al libro. Abrí la primera página que no decía nada interesante, y pasé a la segunda. Allí había una dedicatoria que decía:

“Para Majo, la amiga que siempre me ayudó especialmente en este momento que llega mi fin.”

Eva

Me quedé pensando un rato intrigada. ¿Quién sería Eva? ¿Qué le habría pasado? ¿Quién era Majo? ¿Qué relación tenían? Preguntas sin respuesta, por lo menos por ahora. Luego de seguir con mi cadena de pensamientos, desgraciadamente me acordé de cocinar y después de despejarme un poco empecé con el pollo con papas fritas.

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A la una en punto, ya estaba tendida la mesa, el pollo listo, y todos sentados comiendo. Mis hermanos, ponían cara de asco, como todas las veces que cocinaba yo. Pero en el fondo, muy en el fondo, sabía que mi comida les gustaba.

Terminamos de comer normalmente, mi hermano Pancho lavó los platos, Pablo levantó los platos, mi mamá y mi papá se fueron al trabajo.

Como mis hermanos eran muy inteligentes, me pareció que podía contarles lo del libro para que me ayudaran.

- Miren, encontré esta dedicatoria en un libro, pueden ayudarme?- les dije dándoles el el libro-

- Miren, miren, nuestra hermanita cree en estúpidas suposiciones- dijo Pablo riendo-

- Cuidado, hay que salvar a Eva!- dijo Pancho, sonriendo-

- Gracias, siempre ustedes tan amables- dije enojada- me voy a la librería.

- Chau, cuidado de no encontrarte otra carta en la calle- dijeron irónicos- y ,a propósito, ese vestido es horrendo.

- Bueno- dije, dando un portazo.

La calle estaba tranquila. Luego de doblar por Cristóbal Colón, llegué a la librería. Allí,

estaba la misma vendedora que me había atendido a la mañana.

- Hola, te molesto de nuevo- dije entrando- sabés donde compraron este libro?

- No, pero si querés le pregunto a la dueña

- Si, te lo agradecería.

La muchacha se fue por el angosto pasillo que llevaba a una puerta de madera. De ese

lugar, salió una señora arreglada, morocha, de ojos celestes, que se acercaba hacia donde

me encontraba yo.

- Hola, me contó Emma que querías saber dónde se compró ese libro. Yo no te puedo ayudar porque es de una amiga. Si querés te doy su correo electrónico, ya que vive en Italia.

- Si por favor, es un trabajo para literatura de la escuela.

- Acá tenés- dijo entregándome un papel-

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- Gracias- dije, y me fui hacia mi casa.

Cuando llegué, fui directo a mi cuarto con la intención de comunicarme con “Marcela”

según decía el papel. Prendí mi computadora, abrí mi mail y le mandé un mail:

Querida Marcela:

Su amiga Mónica me dijo que usted le regaló un libro llamado “Enciclopedia de la lengua

española; el mejor libro para aprenderla”

Me gustaría saber dónde lo compró con el fin de completar mi trabajo de literatura.

Saludos

Stephany

El día transcurrió sin ninguna novedad. Estudié para el examen y me fui a acostar. Mañana

sería otro día que podría aprovechar para investigar, si es que Marcela contestaba.

Pero los días pasaban y pasaban y Marcela no respondía. Recién el séptimo día me llegó un

mail de Italia.

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Stephany:

Leí tu nota. Me parece muy bien que te propongas hacer ese trabajo. El libro lo compré en

un remate. Era agosto, hace unos 20 años, en Lanús.

Era una casona grande, lujosa, y la que atendía era una mujer linda, rubia, de ojos verdes,

bastante joven. Ella me vendió los libros. Es todo lo que me acuerdo.

Saludos

Marcela

Me quedé muy decepcionada. ¿Como no sabía algo más? ¿En donde quedaba esa casa?

¿Quién era aquella mujer?

Para intentar responder mis dudas, decidí enviarle otro mail.

Marcela:

No te acordas si la casa era antigua, tenía adornos particulares, quién era esa mujer, algún

detalle más?

Espero ansiosamente tu respuesta

Saludos

Stephany

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Pasaron 5 horas sin nada importante, hasta que Marcela me contestó

Stephany:

Ahora que me lo recordas, la casa quedaba a 3 cuadras de la iglesia “Santa Rita” y a 5 de la Estación de Trenes. La casa era antigua y tenía los adornos comunes de las casa viejas. Pero había uno que me llamó la atención: uno de dos gatos con 2 perros y tres flores al lado. Todos los adornos que te nombré hasta ahora eran del mismo material. Espero que te sirva.

Saludos

Marcela

De inmediato, pensé en salir y dar una vuelta por esa zona, que quedaba cerca de mi casa. Tomé mi bolso, agarré las llaves, y salí disparada hacia la calle.

Ya había llegado a la estación de trenes pero..... ¿Donde quedaba la iglesia Santa Rita?De pronto, me acordé que mi celular tenía GPS, lo cual podría emplear para dar con la parroquia.

“Iglesia Santa Rita, siete cuadras al norte. Gire a la derecha. Haga una cuadra”

Perfecto-pensé- solo tengo que caminar 5 cuadras al norte.

Caminé las cinco cuadras y me fijé casa por casa. Nada. Hasta que di con la última, una gran fotaleza antigua con los adornos comunes y dos gatitos tallados en un adorno con dos perros y dos flores. La descripción de Marcela era correcta. Pero...¿Como seguir investigando? Ya había llegado hasta allí, no podía dejar de investigar. Por eso pensé rápidamente en preguntarle a una vecina que estaba saliendo de su casa en ese momento.

-Buenas tardes señora, perdóneme, me podría dar alguna información sobre esta casa?- dije señalando la propiedad- es para un trabajo de historia para la escuela.

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-Mirá, yo no vivo hace mucho tiempo acá, de hecho me acabé de mudar, pero si es una cosa breve le puedo decir a mi papá que te ayude, el vive acá hace mucho tiempo.

-Si, gracias.

La mujer me condujo dentro de la propiedad. Pasamos por pasillos, puertas, vestíbulos, etc. Hasta que llegamos a un gran habitación donde había un hombre sentado, leyendo.

- Papá, ella es...

- Stephany- dije mirándola-

- Tiene que hacer un trabajo para la escuela- continuó ella- sobre la casa de Isabel. Te quiere hacer unas preguntas.

- Buenas tardes señor, perdóneme que lo moleste. Yo soy Stephany y estoy haciendo un trabajo de historia para la escuela sobre alguna casa antigua. Y como mi casa queda cerca decidí hacerlo sobre esta casa.

- Sentate querida, voy a intentar ayudarte.

- Sabe quienes vivían allí?

- Ah, como olvidarlo, hace 20 años, estaba allí una familia feliz viviendo tranquilamente. Hasta que un día, la esposa del dueño de casa, Adela, murió y dejó al Dr. Johnson y a la pequeña Eva solos. Luego de muchos años, el doctor cayó enfermo y murió. Después de tanta tristeza y un poco de locura Eva se suicidó.

- Que historia más triste. Le agradezco su ayuda

- No hay de que querida, me parece muy bien que seas aplicada.

- Me puede acompañar hasta la salida? – le dije a la mujer-

- Si, claro

Seguimos el recorrido que habíamos hecho y llegamos a la salida.

- Muchísimas gracias por brindarme su ayuda

- No hay de que- dijo ella y continuó su camino hasta la esquina para desviarse hacia otra calle.

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Seguía teniendo mis dudas, pero ante la intensiva mirada de la mujer no las pude aclarar.

De pronto, vi pasar a un hombre entrando a una casa. Se me ocurrió preguntarle para

averiguar algo más.

- Perdone señor, usted sabe algo sobre esa casa?- dije señalándola-

- Si, pasa que te cuento.

Cuando entramos, vi a una mujer alta, flaca y morocha con unos anteojos de sol con el

marco verde.

Volviendo a lo anterior, me pareció medio extraña aquella actitud del hombre pero bueno,

no podía pasar nada... ¿o si? Después de muchas habitaciones en vez de hablar con su

madre, vecina de hace muchos años, me encerró en una habitación a oscuras.

- Pero, que hice? Solo le pedí ayuda parta mi trabajo escolar!

- Si, pero sabes demasiado y no es conveniente. No quiero que nadie investigue nada sobre Eva. Ya lo que te dijeron es bastante.

- Pero, ¿Por qué? Solamente se que Eva vivía con su padre y murió.

- Sí , ¿pero querés saber cómo?

- Si, ¿ pero que tiene de malo?

- Tiene de malo que... Basta, no debería hablar más.

Cerró la puerta muy fuerte y sus pasos se escucharon en dirección al final del pasillo.

Yo, nerviosa y enfurecida, no tenía ni idea sobre qué hacer. Además, mi cabeza era una

lluvia de preguntas...¿Quién era esa mujer? ¿Que quería? ¿Que problema hay con que

investigue?¿Quién era ese hombre?

Por suerte, encontré un alambre y luego de un rato logré abrir la cerradura. Para salir no

tuve inconvenientes.

Page 109: Antología de 6to. B

Llegué a mi casa agotada, sin poder creer que estaba en mi cama, con mi televisor, mi

computadora y mis cosas. Como cada vez que llego tarde para las tareas domésticas, tengo

que soportar a mis hermanos burlándose y a mis papas retándome.

Terminé las tareas domésticas y me fui a mi cuarto dispuesta a pensar un poco sobre lo

sucedido... ¿Como iba a seguir investigando? Porque al no tener ninguna pista más, tendría

que encontrarme a la mujer de los anteojos de sol por una de esas casualidades de la vida.

Pero, sería demasiada suerte. No quería dejar el misterio, pero no tenía opciones.

Pasaron 3 largas semanas con el caso de Eva sin ninguna novedad. Hasta que al salir de la

escuela, me encontré a una mujer muy parecida a la del otro día y decidí seguirla, total si

no era no perdía nada, solo tiempo.

La seguí, y era ella nomás. Entró en un negocio y la esperé escondida detrás de un árbol,

no quería que me viera. Poco después, salió con una bolsa y yo caminé con una prudente

distancia detrás de ella.

Pero cuando abrió la bolsa en la cual traía lo que había comprado, no se dio cuenta de que

se le había caído un papel. Lo tomé, anoté la dirección de la casa en la que entró y me fui

hacia casa.

Ya era de noche. Por suerte ya no tenía más tareas domésticas y poseía tiempo para

dedicarme al caso de Eva. Agarré el papel de mi cartera y lo leí:

“Doctor Jones, Bolívar y Cerrito 2345

Retirar de Banco Provincial $900 cuenta 3”

Page 110: Antología de 6to. B

¿Quién sería el Dr. Jones? ¿Por qué ella tenía ese papel? ¿Que había en Bolívar y Cerrito al

2345? ¿Era para ella ese mensaje? ¿Para qué había que retirar $900 de la cuenta 3 del

Banco Provincial?

Pero como ya era tarde, decidí dejar de pensar en este tema y guardé el papel en el fondo

de mi escritorio. Luego bajé a comer.

Una vez terminada la cena, subí a mi habitación. Ese día había sido muy largo y lo único

que quise era dormir. Mañana, iría a Bolívar y Cerrito 2345 para ver si encontraba alguna

pista.

Pero como la curiosidad me venció, fui hasta el escritorio y saqué el papel. Aunque

ahora, me di cuenta de que en el lado de atrás había algo escrito:

“Ocuparse de Mariana Ferrero”

¿Quién sería Mariana Ferrero?¿Como “ocuparse”?

En ese momento, como mi cuerpo “pedía a gritos” un descanso, decidí dejar el papel y

averiguar todo mañana.

La noche había sido el momento más lindo del día. El descanso me hacia falta luego de ese

día tan tormentoso. Me levanté para ir al colegio y me preparé para salir.Ya allí esperé

ansiosamente que llegara la tarde para poder dedicarme al misterio.

La tarde llegó rápidamente. Probablemente porque alla sido jueves, el día de mis

asignaturas favoritas. Salí del colegio y me encaminé hacia Bolivar y Cerrito.

La casa N° 2345 era grande, lujosa y antigua. En una placa vieja y gastada al lado de la

puerta decía “Doctor Jones, de 8.00 a 20.00 hs de lunes a viernes.

Page 111: Antología de 6to. B

Como la casa parecía de familia, supuse que ahí vivía el Dr Jones, donde también tenía su

consultorio.

Toqué timbre. Total, diría que iba a reservar un turno el martes y de paso podría mirar un

poco por si había alguna pista. Cuando dejé de pensar, se abrió la puerta y apareció una

mujer delante de mi, que según su uniforme,parecía una enfermera

-¿Que querés nena?- me preguntó, de muy mal modo-

-Un turno con el doctor- dije, sin hacer caso a su trato-

-El doctor no atiende más –dijo, y iba a cerrar la puerta de un portazo, cuando se me

ocurrió una idea

-Espere, espere, quiero ofrecerle al docto si me puede contratar de empleada doméstica!

-No necesitamos-

-Pero, no le puede preguntar?

-No

-Que pasa Maria?- dijo una mujer que estaba cruzando la calle, yendo hacia donde

estábamos

-Ah, señora, nada, nada, la niña vino ofrecerse de empleada doméstica pero ya se iba- dijo

mirándome seriamente.

-¿Cuales son tus horarios?- me dijo ella, acercándose cada vez más

-Como a usted le quede cómodo, si quiere puede ser de 8 a 12 de la mañana

- Perfecto, empezás dentro de 3 semanas.

Satisfecha con los resultados, volví a mi casa. Almorcé y me fui a dormir la siesta.Estaba

agotada.

Page 112: Antología de 6to. B

Tal como le había prometido a la mujer, pasadas las 3 semanas me presenté en la casa de

Bolivar y Caseros. La misma mujer me atendió y me llevó a recorrer la casa

-Esta es la cocina, este el comedor. Allá esta la pieza del doctor pero está enfermo, por eso

no hay que molestarlo.Te vamos a pagar $80 el día. Ya podes empezar.Ahora, disculpame

que tengo que hacer unas cosas-dijo, y se fue sin decir más nada-

Perfecto. Ya tenía el empleo. Ahora, tenía que empezar a buscar pistas.

Entre trabajo y trabajo, espiaba alguna habitación, me fijaba si entraba alguien, y nada.

Así pasaron unos días hasta que entré al sótano.

- Por favor ayudame, te lo ruego- dijo una mujer llorando.

- Silencio señora, ya la voy a ayudar

- Perdoname, -dijo casi en un susurro- yo soy Mariana Ferrero, la ex esposa del Dr Jones.Hace una semana que me tienen encerrada acá porque yo se la verdad, la verdad de la pobre Evita. Ay, pobre angelito, pobre angelito.

- Espere señora, no haga ruido, vamos a salir de acá y me va a contar todo en un lugar seguro.

Por suerte, salimos de la casa sin inconvenientes. Una vez que el bus me dejó en la puerta de mi casa, la conduje a mi habitación diciéndoles a mis hermanos que ella era una amiga por carta que vino a Argentina.Cuando terminamos de subir las escaleras, ella comenzó el relato.

-Como te había contado, soy la ex esposa del Dr Jones. El es una bestia, un asesino, el peor hombre que vi en mi vida. Te voy a contar un crimen que el cometió. Hace muchos años, en 1956, una familia conformada por un padre, llamdo Don Juan, una madre, llamada Emilia y una hija llamada Eva vivían felizmente en su casa de Corrientes y Florida. Hasta que un día Emilia murió y dejó a Don Juan y a Eva solos. Luego de un tiempo, Don Juan cayó enfermo. En sus últimos días, Eva lo acompañaba día y noche. Hasta que el 20 de agosto murió. Según los vecinos, y todos los que estuvieron presentes, Eva, triste y enferma como estaba se tiró del balcón. Y eso, es cierto, aunque con algo cambiado: la tiraron. Mi ex marido, era el médico de la familia. El le dió a Don Juan un veneno y a Eva un calmante. Así, todos creyeron que Eva, la loca, cayó sola del balcón. Pero en realidad, Jones y su esposa la mataron para quedarse con la fortuna del Sr. Juan.

Espere señora, usted sabe algo sobre esto?- dije dándole el libro con la dedicatoria-

-Ay,no, la pobre Evita escribió esto!- dijo quebrándose en llanto-

Page 113: Antología de 6to. B

-Tranquila señora- dije, en mis intentos en vano para calmarla- usted sabe quién es Majo?

-Si, lo se, y lo se muy bien. Majo soy yo, María José Suárez, la amiga de Evita que no la pudo ayudar. Me siento muy mal, como no logré ayudarla, como?

De pronto, se abrió la puerta de mi habitación y entraron mis hermanos junto con mis padres.

-Stephany, como vas a salir a investigar con lo peligroso que es vos sola?- dijo mi mamá gritando-

-Además, te dijimos que no podés traer desconocidos a la casa. Si no fuera por tus hermanos que nos avisaron...- dijo mi papá-

-Papá, ellos ya lo sabían, y me trataron por idiota, pero como ven, yo tenía razón- dije mirando a papá y a mis hermanos.

-Si, hay que admitirlo, nos ganaste, pero es la primera vez-dijeron irónicos-

-Disfrútala-dijo Pablo-

-Salgan de acá idiotas-dije enojada-

-Stephany, nosotras vamos a acompañar a la señora a un médico. Vos quédate acá –dijo mi mamá.

Y cerrando la puerta de un portazo, se fueron. Estaba enojada con mis hermanos, pero también contenta por demostrarles que tenía la razón.

FIN

Sueños TremendosPor Sofía Serrano

-¡Mamá! ¡Papá! ¡Déjenme salir!- grité. Ellos me respondieron:-No hija, la ciudad está muy peligrosa. No te dejaremos salir hasta que todo vuelva

a la normalidad. Si querés, invitá a tus amigas acá y comemos todos juntos.-Pero, ¿cómo quieren que invite a mis amigas si soy nueva en la secundaria y no

conozco a nadie?- les dije bastante enojada. Fernando, mi papá, me contestó:-Bueno, ¿con quién te sentás en la clase? Por ahí te llevás bien con esa persona.-¡No! Siempre llego tarde y me siento con la persona que no quiero… ¡Y es por tu

culpa mamá!- le dije a Mariana, mi mamá. Ella me preguntó-¿Por mi culpa? ¿Qué hago yo?

Page 114: Antología de 6to. B

-¡Ay mamá! Siempre lo mismo, siempre lo mismo. Vos pasás a buscarme muy tarde por casa porque vas a la peluquería casi todos los días, la mayor parte del tiempo- le dije.

-¡Pero hija! ¡Es mi trabajo! ¿Qué querés que haga?- me respondió frustrada.En eso intervino mi papá que me dijo con voz muy firme:-¡Valentina! Me parece que ya te pasaste del límite con lo que le dijiste a tu mamá.

Te cambiamos de secundaria para tu comodidad y para nuestra tranquilidad, porque irse todos los días muy temprano en micro era bastante peligroso. Ahora te lleva tu mamá en el auto, además no llegás tarde porque se fue a tomar el mate con las amigas, ¡está trabajando para pagar los gastos! Y no digas que yo tranquilamente te podría llevarte porque de mi trabajo no me dejan salir.

Yo le respondí un poco avergonzada:-Bien, tienes razón. Necesito estar sola un momento.-Mariana, me preocupa mucho la actitud de Valentina- dijo mi papá, mientras yo

intentaba escuchar un poco más de esa conversación.-Sí, debe ser la edad- le decía mi mamá a mi padre. -Tal vez, pero hay algo más. Me parece que está muy sola en el colegio y debemos

ayudarla pero no sé cómo. ¿Qué debemos hacer?- le respondió él.Y hasta ahí escuché.

Ellos se dieron cuenta de que yo estaba sin amigos, pero también era su culpa, porque ellos no me dejaban conocer a gente nueva a pesar de mis dieciséis años. Está bien, en esta época está muy peligroso pero todos mis compañeros salen a bailar y yo soy la única “rara”.

-Creo que me escucharon- me dije en silencio. Al ratito, mi mamá me golpeó la puerta, y yo le dije que podía entrar.

-Hija, perdón, tuve que escuchar lo que decías. Me parece bien lo que dices. Pero ¿Vos miraste los noticieros? ¿Viste que ahora andar matando gente se puso de moda? Es por tu bien Valentina- me dijo mi mamá

-Si ma, te entiendo, pero necesito otro rato más para pensar- le dije.-Bueno. Llamá a tu papá o a mí cualquier cosa que necesites- me respondió.

Cuando salió me puse a pensar:-¿Qué podría hacer para que me dejen salir? ¿Tendría que arreglar yo la

inseguridad? Creo que sí, pero… ¿Cómo lo haré? ¿Buscaré a otras personas que estén en esta situación? No sé. Tengo muchas dudas.

-Hija ¿Querés bajar a merendar?- me dijo mi papá con voz bien fuerte para que lo escuche.

-¡Ya voy!- le respondí-¡Má! ¿Me haces una chocolatada?- le dije a Mariana mientras me sentaba en la

mesa. Ella me respondió

Page 115: Antología de 6to. B

-Ay hija… Ya estás grandecita como para tomar una chocolatada. El chocolate es para tu primo, que no le gusta la leche blanca, pero si querés te la preparo.

-Dale ma. Después le digo a Luquitas que vino una abeja con dientes filosos y me dijo ¡Dame el chocolate! Y yo le grité ¡Pero es para Lucas! ¡No te lo daré! Entonces vinieron cucarachas con pistolas y bueno… le tuve que dar el chocolate… jajaja está buena la historia ¿No?- le pregunté a mi mami.

-Bueno… ¿Se lo creerá?- me dijo irónicamente. -¿Fría o caliente?- -Fría ma, caliente es un asco- le respondí.Mamá me trajo la leche. Me la tomé muy rápido, con un par de tostadas y me fui

arriba.En las redes sociales había grupos de policías, o de personas que hacían marchas,

pero no había ningún grupo de adolescentes, así que decidí bañarme para poder refrescar mi mente. Por ahí se me ocurría algo abajo del agua. Mientras hablaba sola.

-¿Qué tendría que hacer? Capaz yo podría ser policía, pero no. Los policías hacen un trabajo muy feo, andan con armas por ahí. A mí me gustaría algo con un poco más de investigación… ¡Ya sé! ¡Podría ser una detective!- pensaba en voz alta. Mamá me escuchó y me preguntó

-Hija. ¿Qué andas diciendo?-Se lo tenía que decir, porque en algún momento ellos se enterarían. -Ya que ustedes no me dejan conocer a gente nueva, haré todo lo posible para que pueda tener amigos ¿Qué te parece má si me dedico a la investigación?- le pregunté entusiasmada.

-Y… No sé hija. Me parece medio rara esa decisión… Le voy a consultar a tu papá- me dijo mamá

-Bueno- le respondí medio enojada.Fuimos a cenar, y de ese tema, no se dijo nada. Después me acosté. Vi un rato la

tele y me dormí pensando en el examen de inglés que iba a tener al día siguiente.-¡Miller!- me llamó la profesora para que prestara atención a la clase.

Todos me miraban y los que no, se iban dando vuelta para hacerlo. Es que siempre era la “chica rara” todos los aspectos .

Cuando salí de clase me fui directamente a mi casa. Le pregunté a mi papá:

-¿Te contó mamá lo que escuchó mientras me bañaba?

-Si hija- me respondió.

Luego le pregunté:

-¿Y? ¿Qué te parece?- Él me respondió.

Page 116: Antología de 6to. B

-No sé hija. No me parece que tengas la suficiente edad como para salir a trabajar.

Aparte, si querés ser detective, tenés que tener tu oficina, tus muebles, todas las cosas

que harían falta y si tu madre no está de acuerdo, no creo que eso te ayude demasiado.

Creo que deberías esperar unos años más y poder trabajar para poder tener tu dinero y

comprar lo que te parezca.

Estaba convencida que mi papá había estado mejor que mamá. Él, por lo menos, me

había dado una explicación razonable.

-Mamá voy a comprar una gaseosa al supermercado- le dije a ella.

-¿Con qué plata?- me preguntó.

Yo le respondí:

-Hoy la abuela me dio para que le compre unas verduras y me dijo que me quede

con el vuelto.

-Bueno, dale- me dijo.

Salí corriendo al supermercado para terminar rápido con las compras, así después

me quedaría tiempo para investigar.

Pero antes de cruzar la calle mamá me gritó:

-¡Tené cuidado!

Le hice una seña como diciendo que sí.

-¡Arriba las manos! ¡Dame todo el dinero y todas tus joyas!- me dijo un hombre

todo vestido de negro. Yo le hice caso.

-¡Dale!- me gritó. Yo me apuré y le di todo. Llegué a casa de nuevo, y les conté todo

a mis padres.

Page 117: Antología de 6to. B

-Aunque me haya pasado esto, yo voy a seguir investigando. Para mí, hicieron todo

esto a propósito porque vos má, nunca me dejás salir sola y me resultó bastante raro que

me dejes salir porque sí y solamente me dijiste un ¡Cuidado!

-Bueno hija. Nosotros hicimos todo lo que pudimos… Si querés investigar, tu oficina

será el living, ¿te gustaría?- me dijo mi papá.

Acepté contenta con quedarme con el living, pero debía comenzar a buscar algún caso

para comenzar a investigar lo antes posible.

Entonces se me ocurrió una idea, me puse a leer el diario. Seguramente allí encontraría

algo interesante. Y así fue…

Había una noticia que decía:

Lunes 7 de agosto “Robo en la calle Talcahuano” Ayer en el supermercado “El Sol” ocurrió un hecho feo, en el que le robaron a una adolescente mientras compraba una gaseosa…

No me gustaba este caso, porque además de que me había ocurrido a mí, estaba mal

redactado.

Me puse a buscar otro caso. En una página de Internet decía:

www.diarioonline.com.ar/noticias-bonaerenses

Choque múltiple en Buenos Aires

¿Causado a propósito?

Page 118: Antología de 6to. B

Los policías, testigos del caso, comunicaron que, por lo visto, el accidente habría sido planeado por

un asesino que deseaba matar a su familia para poder casarse con otra mujer…

(Si desea saber más haga Click aquí)

Era intrigante pero no me convencía del todo… A mí me gustaban más aquellos

casos que tenían pistas, había cuchillos o armas, los que te daban más intriga o tenían algo

más. Es decir que fueran más sangrientos.

-Bueno- dije –Voy a mirar para afuera… ¡Ahhhhhhhh!- grité. Mi mamá y mi papá

vinieron corriendo como unos atletas para ver qué pasaba y me preguntaron:

-¡Hija! ¿Qué te pasó? ¿Por qué gritas así?

Yo les respondí:

-Es que vi a una persona acuchillando a una mujer. El grito fue sólo la manera en que lo vi,

porque miré hacia afuera pensando en ver las mariposas con sus alas y… ¡Vi a un asesino!

Igual me encantaría resolver ese caso. Creo que la noticia periodística que leí por internet

lo voy a dejar para después.

-Hija, ¿estás segura de que vas a ser detective? ¿A vos te gustaría tocar sangre

ajena y todo eso? Puajjj ¡Qué asco!- me dijo mi madre.

-Si ma, a mí me encantaría resolver esos casos con misterio. No sé si tanto tocar

sangre de alguna otra persona, pero sí investigar. Así que, por favor dejame investigar

porque estoy bastante grande- le respondí a mi mamá.

-Bueno hija ya me cansé. Creo que si a vos te gusta te voy a dejar, porque ya te

tendría que empezar a dejar vivir un poco más independiente- me dijo mamá.

Yo le dije:

Page 119: Antología de 6to. B

-Bueno ¿Puedo empezar a investigar el crimen de enfrente?

-Bueno hija… dale- me respondió mi papá medio pensativo

-¡Gracias! Ya voy a empezar. Me pongo los zapatos y voy.

-Bueno Valentina te esperamos abajo- me mamá.

Me puse las zapatillas, me peiné, me heché un poco de perfume y bajé. Saludé a mi

mamá y a mi papá. Agarré la libreta, una lapicera y finalmente salí afuera. Mariana me

gritó:

-¡Hija! ¿Te llevás el celular? ¡Tené mucho cuidado!

-Si ma, tengo todo. ¡Chau!- le grité para que me escuche.

Llegué al edificio después de muy pocos pasos, golpeé la puerta y me abrió el

portero y le pregunté:

-Hola ¿Usted se enteró del crimen cometido hace unos minutos?-

-Sí, yo no le puedo dar tantos detalles porque no la conozco y no sé si tiene algo

que ver con la familia de la víctima- me respondió. Yo le conté

-No. Yo no conozco a la víctima ni a nadie de su familia. Yo solo soy una chica a la

que se le presentó la duda de averiguar porque tiene unos padres bastante exagerados

que no me dejan conocer a mis amigos y bueno… me parece que le estoy dando

demasiada información.

-Bueno… creo que te está pasando lo mismo que a mi hija. Se llama Agustina, vive

en el edificio de al lado y escuchó los gritos de la mujer asesinada. Nosotros no la dejamos

salir por la inseguridad y quiere cambiar la ciudad como pueda para que ya no se burlen

de ella- me dijo él

Page 120: Antología de 6to. B

-¡Excelente! ¿Yo puedo ver a su hija?- le pregunté.

Él me respondió:

-Bueno… ¿Qué te parece mañana a la mañana?-

-Sí ¿A eso de las 10:30 horas?- le contesté

-Dale. Yo ya le aviso a Agustina. ¿Se encuentran en la esquina?

-Sí, en la esquina- le respondí

Llegué a mi casa, les conté a mis papás lo de Agustina y salí a la calle. Me fui hasta

el edificio y le dije al portero

-Señor ¿Me deja entrar a la habitación después de todo?-

-Bien. Las voy a dejar a vos y a mi hija como si fueran las detectives del caso- me

respondió el portero

Subí las escaleras siguiendo las indicaciones del portero, luego giré hacia la

izquierda, pasé por un pasillo y me encontré con el departamento 2°D.

Comencé a notar diferentes pistas como si fuera una detective profesional.

Noté que, si ese era el departamento, la puerta no estaba forcejeada. Quiere decir

que, mientras que el asesino entraba, la puerta estaba sin llave o la persona esa tenía una

copia que le permitía entrar.

Abrí la puerta delicadamente con guantes en mis manos, y definitivamente, el

asesinato había ocurrido ahí.

Justo debajo de la ventana en donde yo había visto la escena, había un charco de

sangre. Era obvio, que la mujer había sido asesinada allí.

Page 121: Antología de 6to. B

El asesino había apagado las luces y cerrado las cortinas para que nadie los viera,

pero entre los nervios y alguna sensación horrible que deben tener al matar a una

persona, se olvidó la luz del baño prendida. La puerta del baño había quedado entre

abierta, entonces, el reflejo de la luz hizo crear una sombra y yo pude ver el momento del

crimen.

Agustina, la hija del portero, había escuchado los gritos seguramente, porque

cuando el asesino cerró la cortinas, no se aseguró de que las ventanas estuvieran

completamente cerradas, entonces, entre tantos edificios, Agustina, ayudada por el eco,

logró escuchar los gritos de la mujer.

¿Y el cuerpo de la señora asesinada? Yo lo tenía que buscar. Busqué en el baño,

debajo de las camas, detrás de la cajonera, detrás de los sillones, hasta que debajo de

ellos, encontré una cuchilla que, normalmente, usan las mujeres al cocinar.

La corrí de lugar, pero antes le saqué una foto. Me dirigí a la cocina, y todo estaba

en su lugar. Solo uno de los cajones, el de los cubiertos, estaba abierto, y en el apartado de

cuchillas, no se encontraba ninguna. Saqué mis conclusiones, y para mí, la persona que

entró a matar a esta mujer, conocía el departamento, ya que tenía llave y sabía en donde

se encontraba cada cosa.

Luego de seguir buscando, encontré los documentos de la mujer que ahí vivía.

Nombre y Apellido: Estefanía Morales

Fecha de nacimiento: 31/10/1978 Lugar de nacimiento: Mataderos, Bs. As., Argentina

N° de Documento: DNI 26.512.190 Domicilio: Talcahuano 1260 e Irigoyen 1253

Page 122: Antología de 6to. B

La víctima se llamaba Estefanía Morales. Tenía alrededor de treinta y cuatro años y

había nacido en Mataderos.

Le saqué una foto al documento, al igual que a la cocina y a todas las partes de la

casa.

Creí que por ese día ya era suficiente así que decidí avisarle al portero que me iba a

mi casa y que regresaría al día siguiente a las 10:30 me encontraría en la esquina con su

hija Agustina.

Llegué a mi casa y mis papás estaban desesperados. Se alegraron porque yo había

llegado bien y les conté todo

-¡Hola!- grité

-Hola hija ¿Cómo te fue?- me preguntó mi mamá

-Bien, muy bien. Antes de que me olvide ¿Me podés hacer acordar que mañana a las 10:30

tengo que encontrarme en la esquina con la hija del portero llamada Agustina que está en

la misma situación que yo?- le pregunté

-Bueno hija pero mañana es sábado ¿Te vas a poder levantar a esa hora? Yo te

despierto pero si te quedás dormida no es mi culpa- me dijo Mariana

-Si ma quedate tranquila que mañana me levanto en un minuto- le dije a mi mamá

-Bueno ahora contanos qué hiciste en el edificio ¿Te dejaron entrar en el

departamento de la víctima?- me preguntó mi papá

Page 123: Antología de 6to. B

-Sí, pude entrar porque cuando llegué, el portero me preguntó si yo era familiar de

la víctima o conocida y le dije la verdad, hasta que él me interrumpió y siguió hablando

como yo, contándome que a su hija le pasaba lo mismo- le respondí

-¿Y dentro del departamento? ¿Qué hiciste?- me preguntó mi mamá.

Yo le respondí:

-Cuando llegué a la puerta noté que, la persona que había entrado, tenía una copia

de la llave que abría esa puerta, porque no se notaba forcejeada. Luego cuando busqué

por todos lados para encontrar el cuerpo, vi una cuchilla como la que tenés vos má, para

cortar las verduras, debajo de uno de los sillones. Le saqué una foto y me fui a la cocina.

En ella estaba todo muy ordenado, solamente el cajón de los cubiertos estaba abierto, y

en el apartado de la cuchilla, la cuchilla no estaba. Saqué mis conclusiones y me di cuenta

de que la persona que entró a matar a la mujer, conocía el departamento porque sabía el

lugar de cada cosa. También me di cuenta de que Agustina, la hija del portero, escuchó los

gritos, porque el asesino, cuando cerró la cortina, no se fijó si la ventana estaba bien

cerrada entonces, al haber tantos edificios, Agustina escuchó los gritos con ayuda del eco.

También encontré los documentos de la víctima. Me acuerdo que se llamaba Estefanía

Morales, que tenía treinta y cuatro años, nació en Mataderos, tengo su dirección y el DNI.

-Hija, realmente me sorprende la cantidad de información que tenés. Nunca pensé

que te dedicarías a esto- me dijo Mariana

-Gracias mamá. ¿Viste que te dije que a mí me encantaba esto?- le respondí.

-Si hija, me sorprende todo esto. Felicitaciones-dijo mi papá.

-Bueno gracias. ¿Ya puedo usar el living-oficina?- les pregunté

Page 124: Antología de 6to. B

-Si hija, yo te voy a ayudar a armarlo. Quedate tranquila- me respondió mi mamá

-Bueno, ahora voy a buscar al asesino- les dije

Debajo de un almohadón del sillón del departamento, había una carta en donde

decía

Federico:

El plan ya está cumplido. Ocurrió a las 21:00 hs. Te podés llevar los huesos

recubiertos de carne, ensangrentados por el costado de la derecha. Se

Encuentran detrás DEL H_R_O (GAS-FUEGO-COCINAR) AL TERMINAR COMUNICATE.

Atte.

A.D.E.M

-Vamos a investigar la carta. Los huesos recubiertos de carne, es igual a un cuerpo,

ensangrentados por la derecha, es igual a un cuerpo con sangre en la derecha, el plan,

supongo que fue el asesinato, y esa palabra H_R_O… le faltan dos letras pero al lado hay

tres palabras, GAS FUEGO y COCINAR… supongo que esas dos letras son la O y la N, se

forma la palabra HORNO que tiene que ver con la palabra GAS (porque para formar el

fuego del horno se necesita gas) FUEGO (porque para cocinar se necesita fuego) y

COCINAR (porque el horno se utiliza para cocinar algo por ejemplo carne, papas, ñoquis,

etc.)- me dije en voz baja pensativamente –Entonces esto quiere decir: Federico: El

asesinato ya está cumplido, ocurrió a las 21:00 hs. Te podés llevar el cuerpo con sangre a la

derecha que se encuentra detrás del horno. Al terminar comunícate. Atte. A.D.E.M.

A.D.E.M ¿Qué será? Si la carta la escribió el asesino la A debe ser de él (Asesino) La

D puede que signifique De y quedaría Asesino De… ¡Estefanía Morales!-

Page 125: Antología de 6to. B

Le saqué una foto a la carta y la dejé en donde estaba. Cuando levanté el

almohadón para guardar el papel yo estaba flotando en el aire, pero de repente todo

volvió a la normalidad. Me pareció un poco raro, pero seguí con mi investigación.

Fui a ver detrás del horno, y el cuerpo ensangrentado por la derecha estaba ahí. Era

una chica flaca, morocha, tenía una pulsera con sus iniciales y tenía una pollera, una

camisa y un solo zapato con taco. Se ve que estaría por salir y su zapato lo habría perdido

cuando el asesino la zamarreó o la maltrató.

El cuerpo lo dejé ahí y me fui a mi casa.

-Hija llegaste un poco tarde ¿Qué pasó?- me preguntó mi papá

Les conté todo con sus detalles correspondientes, comimos algo, los saludé y me

fui a mi cama. Al sentarme sentí que me caía, parecía como si la cama ya no estuviese pero

nuevamente la cama volvió y me acosté tranquila.

-¡Hija! ¡Ya son las 10:00! Dale que tenés que encontrarte con esa chica Agostina

Agustina ¡Dale! Arriba- me decía mi mamá.

-Si ma me estoy cambiando- le respondí.

-Dale ya está el desayuno listo- dijo un poco enojada.

-Bueno, me voy a lavar los dientes- le respondí

Me lavé los dientes, bajé, desayuné un poco rápido porque se me hacía la hora y

salí.

Agustina estaba en la esquina esperándome.

-¡Hola! ¿Vos sos Agustina?- le dije.

-Sí y tu nombre es Valentina ¿No?-me contestó.

Page 126: Antología de 6to. B

-Sí, me llamo Valentina. ¿Tu papá te explicó por qué nos juntamos?-

-Ya me explicó. ¿Te parece que subamos al departamento o primero me contás lo

que viste ayer?- me preguntó

-No primero te cuento- le respondí.

-Dale, contame- me dijo.

Le conté lo mismo que a mis papás. Ella se mostró bastante interesada y una vez

que ya había entrado en tema, caminamos hacia el edificio en donde nos esperaba su

papá.

-Hola papá ¿Podemos subir al departamento?- le preguntó Agustina al portero.

-Sí, suban- nos respondió.

Subimos y el cuerpo ya no estaba detrás del horno. La carta no se encontraba en su

lugar y en su lugar había un número de teléfono escrito en un papel. El número era:

01146780926 Al lado del número estaban las mismas iniciales de la carta A.D.E.M: Asesino

De Estefanía Morales. Entonces decidimos llamar.

Al contestar el teléfono, escuchamos una voz grave de una persona que parecía

estar un poco enojada. Yo puse la voz de un hombre, ya que era buenísima imitando.La

persona que me atendió era, supuestamente, el asesino.

-¿Qué haces Federico? ¿Todo bien? ¿Pudiste traerte el cuerpo de Estefanía?- yo le

respondí con mi voz de hombre

-Sí, ya la enterré en la parte abandonada del zoológico, en donde ya no hay

animales ni tampoco pasa gente- continué hablándole.

-Bueno, muy bien el escondite ese ¿Eh?-

Page 127: Antología de 6to. B

-¿Te gusta? Lo podemos usar por ahí para otra muerte ¿No?- le respondí

-Sí, eso sería muy bueno…- me dijo él.

-Contame bien ¿por qué mataste a Estefanía?- le pregunté.

-La maté porque me estaba engañando con otro hombre. Ella empezó a hacer

ejercicio con un Personal Trainer y me dejó por ese- me contestó.

-¿Y? ¿Tenés el teléfono del Personal Trainer? Porque yo lo puedo llamar y si querés

lo castigo un poco… Jajaja- le dije con mi súper voz.

Él me dijo: -¡Dale! El celular es 01156782341. Se llama Sebastián. ¿Me llamás

cuando lo encuentres?

-Sí, quedate tranquilo- le dije.

Corté la comunicación, y como estuvo en alta voz, Agustina escuchó todo así que

en seguida llamamos a ese tal Sebastián

-Hola ¿Sebastián? ¿El Personal Trainer?- dije yo con mi voz normal

-Sí. ¿Quién habla?- me dijo.

-Mi nombre es Valentina y soy detective junto con mi compañera Agustina y te

llamamos para hacerte unas preguntas muy importantes. ¿Usted tenía una alumna

llamada Estefanía Morales?- le pregunté. Él me respondió

-Sí. Ella es muy buena persona-

-Bueno le comunicamos que el marido la ha asesinado por estar celoso. Nos dijo

que le parecía que lo estaba engañando con usted- le dijimos

-¡Qué mala noticia! ¡Nosotros teníamos una gran confianza porque éramos

compañeros de banco de la primaria!- nos respondió con una voz temblorosa.

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De repente sentí que todo estaba desapareciendo. Que Agustina se había vuelto

transparente. Todo desaparecía hasta que escuché una voz

-¡Valentina! ¡Levantate! ¡Te estoy llamando hace una hora querida! Dale que tus

amigas te vinieron a buscar para ir al cine!!! ¡LEVANTATE!- me dijo mi mamá

Al final, todo resultó ser un sueño. Les expliqué a mis papás mi sueño rarísimo. La

explicación fue rápida, porque mis verdaderas amigas me estaban esperando en la puerta.

FIN

"Un enigma"Por Julia Perrotta

Hola, yo me llamo María Sofía, soy de Buenos Aires y tengo 18 años,. Acabo de regresar de un viaje a Nueva York. No soy rica pero mi mamá, Laura, venía ahorrando desde hace mucho tiempo y me llevó junto con mis dos hermanos: Sebastián, el mayor, y Bautista, el menor. Odio ser la del medio, encima mis papás están separados desde que tengo 13 años. Mi papá se casó nuevamente y no tolero a su nueva esposa porque es insoportable, ni siquiera voy a gastar tiempo en decir su nombre. Voy a empezar a contar la historia que sucedió en Nueva York, mi brillante enigma:

Viajamos para conocer el lugar y además para visitar a mi boba prima, Lola, que vive allí desde los 12 años. La prima rica y hueca de siempre, que no quiero y que no me quiere. Cuando llegamos estaba ella, con su típica cara de nada, y mis tíos, la hermana de mi mamá y su esposo: tía Sabrina y tío José. Mi prima estaba vestida con un vestido elegante y yo con mis jeans y una remera común y corriente. ¡Somos tan distintas! Ella nos dio unas tarjetas, a cada uno, invitándonos a su fiesta de disfraces en el hotel más caro y lujoso.

Llegamos a nuestro hotel que era tranquilo, lujoso y familiar, como me gusta a mí. Después de instalarnos en nuestra habitación, mamá empezó a decir:

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-Chicos ¿ya saben qué disfraz se pondrán?-Yo me disfrazaré de SpiderMan-dijo Bautista-.-¡Qué infantil!-le dije.-¿Y qué tiene? ¡Es lo más nena! A ver vos ¿de qué te vas a disfrazar señorita seria?-Todavía no lo sé, ni siquiera sé si voy a ir.-Discúlpame, pero irás sí o sí. Tenemos un compromiso con la familia, no puedes fallar- dijo mamá con voz firme.De la misma manera que mi mamá me había obligado a ir, estoy segura de que a Lola la habían obligado a invitarme.En fin, me fui a recorrer sola las calles de Nueva York. No quería que nadie me acompañe. Hasta que pasé por una casa que me llamó la atención, era de ropa, de ropa antigua. De la época de los setenta, ochenta y noventa. Los vestidos más hermosos, estaban ahí. Entonces se me ocurrió que podía disfrazarme de mujer de los setenta, ochenta o noventa. Entré. No había nadie así que me atendieron enseguida. Miré todos los vestidos y me los probé todos hasta que hubo uno que me fascinó y mucho más me fascinó cuando me lo probé, no había dudas ese era el vestido. Era de la época de los ochenta.

Cuando llegué al hotel se lo mostré a mamá y le encantó, me dijo que le sobraban unos centímetros, que los corte y que después ella los cocía.Cuando estaba cortando se calló un papel al piso, lo levanté. Era una carta y decía:

"¡¡Querida amiga, están queriendo asesinar a mi padre, lo están envenenando, todo por sus riquezas. Pronto me lo harán a mí ayúdame!!”

De: Rocío Sigaro Para: Malena Terco

12 de octubre de 1985.

Por un momento creí que era una broma, pero después pensé bien y no. Era en serio. Ni de casualidad iba a mostrársela a mi familia, iban a decir que la queme, que devuelva el vestido y pavadas tras pavadas.

Busqué en Internet Rocío Sigaro y me apareció: Médico Roberto Sigaro. Abrí esa pestaña y leí con atención el artículo. De repente: "Una hija, Rocío Sigaro. Vive en Nueva York, tiene un hospital: Rose Lacrunz" Le dije a mamá que saldría a caminar y me dijo que bueno, pero después de comer.

Terminé de comer y fui a ese hospital, pregunté por Rocío y me dijeron que no estaba y obviamente me preguntaron quién era yo y qué quería. Le dije que tenía algo que le pertenecía y que por favor me dijera dónde se encontraba. La enfermera me dio la dirección de la casa y allí fui.

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Toqué timbre y en seguida salió una chica rubia, de ojos claros, linda sonrisa, lástima que tenía cara triste.-¿Se encuentra Rocío Sigaro?-le pregunté, aunque supuse que era ella-.-Sí, soy yo-respondió.-Encontré esta carta en un vestido. Quiero hablar con vos, si se puede.Cuando le mostré la carta su cara cambió, estaba sonriente. Me invitó a pasar. Nos sentamos en el living y le dije:-¿Tu padre está vivo?-No, ha muerto la semana pasada, tenía 68 años.-¿Médico?-Sí, dueño de el hospital Rose Lacrunz.-¿Y tu madre?-Ha muerto hace un par de años.-Tu padre ¿volvió a casarse?-Lamentablemente, sí. Con una mujer muy extraña, todos la quieren, menos yo.-¿Por qué no la querés?-Es rara y siento que lo único que le gustaba de mi padre era el dinero.-¿Cómo murió tu padre?-Apareció muerto en su cama, sin ningún rastro. Todos dicen que se suicidó, todos, menos yo. -¿Tú qué crees?-Mi papá estaba por dejar a su esposa y, para mi, ella lo mató porque no podía volver a ser pobre.-Esta mujer ¿tenía hermanos o algo así?-Sí, solo un hermano tonto y una madre siniestra que murió el año pasado.-Bueno, mira ahora me tengo que ir, trataré de averiguar. Mañana te vendré a visitar a las tres de la tarde. ¿Te parece?-Claro que sí.Me despedí, eran las siete de la tarde, llegué y volví a salir. Fuimos a la tonta fiesta de disfraces de mi prima donde me aburrí bastante porque pensaba todo el tiempo en lo que me había sucedido durante la mañana y la tarde.Terminó la fiesta, eran las 2:00 de la mañana cuando llegamos. Ni bien me tiré en la cama me dormí.Al otro día me desperté a las 12 del mediodía. Estábamos por almorzar, así que tuve que "arreglarme" rápido. Después de almorzar fui a la casa de Rocío pero cuando llegué algo raro había pasado. Estaba la policía y la ambulancia se llevaba un cadáver. Pregunté y me dijeron: La niña de la familia ha muerto. La niña era Rocío.Me fui, todo me parecía raro. Todo me parecía un plan tan bien hecho. No pensé más en eso por un día. Al otro día fui a la casa y pregunté por la viuda. Me dijeron que estaba en el hospital trabajando. Fui al hospital y volví a preguntar. No me dejaban pasar hasta que salió una señora morocha de ojos verdes, muy coqueta y hermosa. Ella me dijo:-¿Qué necesitás?

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-A la viuda del señor Sigaro.-Soy yo. Dígame María Lucrecia. -Bueno, María quiero hablar con usted.-Me estaba yendo, pero pase por favor. Entramos a su lujosa oficina y me dijo:-¿Cómo te llamas?-María Sofía.-¿Qué necesitabas?-Estoy investigando la muerte de su marido y su hijastra.Su rostro cambió por completo.-Mire, a mi marido lo encontramos muerto una mañana, fue suicidio, estoy segura. Y la niña apareció con un tiro en el pecho, también estoy segura de que fue un suicidio, tenía un arma en la mano. -¿Por qué se iban a querer suicidar?-Mi marido porque el hospital lo tenía exhausto, no lo sé. Y la niña estaba tan sola y deprimida. -¿Conoce a Malena Terco? -Sí, la amiga de Rocío.-¿Dónde se encuentra ella?-Ella, no sé, hace bastante que no la veo.-¿Me la puede describir?-Castaña, alta, flaca, ojos marrones, siempre sonriente.-Gracias, me tengo que ir.Nos despedimos, me fui al hotel y volví a dejar de pensar en eso.Al otro día salí corriendo al hospital, pregunté si estaba la señora María Lucrecia, pero esta vez deseaba que no estuviera. Me dijeron que no, entonces me escabullí por una de las puertas de servicio, entré en su oficina y revisé sus cosas. Encontré un álbum que decía: Bautismo de Malena Terco. Lo abrí. Era Malena y María Lucrecia con el señor Sigaro.De repente entró la señora María Lucrecia y me gritó:-¿¡Qué haces vos revisando mis cosas!? -¡Usted es la asesina! ¡Confiéselo! Usted es la madre de Malena, mientras estaba con el señor Sigaro tuvo una hija con otro hombre y por eso Sigaro la quiso dejar pero fue tan bueno que la perdonó. Usted quería sus riquezas y lo mató, la hija Rocío, lo sabía y usted temiendo de que la delate la mató.-Hay algo en lo que se equivoca, yo no soy la asesina. Yo me casé con Sigaro pero yo antes estuve casada con otro hombre, nunca lo dejé. Nosotros teníamos una hija, Malena, necesitábamos dinero entonces me casé con Sigaro. Hicimos que mi hija se hiciera amiga de Rocío para sacar información, diciendo que Malena era hija de una amiga mía. Hasta que le dijimos a Malena que los mate, y así fue.-¡Qué horror! Me voy.-No le dirás nada a la policía o morirás si lo haces.

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Fui a mi casa, se lo conté a mi mamá y me retó primero por meterme en cosas ajenas y después fuimos a la policía. Estaban presos María Lucrecía, Malena y el marido de María Lucrecia. Nos quedamos dos semanas más en Nueva York y después volvimos a Argentina.Ahora me siento muy bien, feliz.

FIN...

UN MISTERIO PARA RESOLVER

Por Felipe Tau

Una mañana muy fría de 2003, Jack Silver, un hombre de 35 años y su esposa Samanta Gordon de 32 estaban en el sofá mirando televisión, cuando de repente escucharon un ruido muy fuerte. Al salir se encontraron con que habían matado al cartero. Luego de ese instante se quedaron boquiabiertos.

-Sam, ¿te parece que busquemos a los dueños de las cartas, luego de llamar al servicio fúnebre? –dijo Jack

-Bueno, lo haremos, siempre y cuando sea algo importante y no una tontería - contestó Sam

Al día siguiente luego de llamar al servicio fúnebre, Jack y su esposa comenzaron a revisar el bolso del cartero. Al hacerlo se encontraron con un periódico y un sobre dirigido a Jack.

Al abrir el periódico, leyeron una fuerte noticia:

“David Jackson, un hombre de unos 35 años, apareció muerto en su departamento, fue encontrado por un amigo al día siguiente. Su vecina, escuchó a mitad de la noche, unos fuertes ruidos y luego un pleno silencio. El funeral se va a realizar para todos los amigos y familiares, mañana a las 11:00hrs, en la casa fúnebre de la avenida Collins”.

Al ver la noticia, Jack pensó:

-Creo que lo conozco, ¿pero de dónde?

Al día siguiente, tenía la mente pensativa sobre la noticia periodística, intentando acordarse de quién era esa persona fallecida.

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Luego de unas horas, Jack se acordó quién era esa persona. David Jackson era un amigo de la infancia que no veía desde hacía 30 años. Era su mejor amigo, casi un hermano. Al sentirse tan mal, decidió cambiarse e ir al funeral.

Al día siguiente él y su esposa, abrieron el sobre que en su interior llevaba una carta, escrita unos 20 días atrás, en la cual entre otras cosas decía lo siguiente:

“Amigo Jack: te he buscado durante un período largo de mi vida, para decirte que te he dejado todos mis bienes. No tengo hermanos ni tengo hijos, por esa razón he decidido que tú seas mi único heredero, porque solo tengo un primo que nunca me ha querido, ni me ha visitado. Estoy muy enfermo y muy solo. Cuando recibas esta carta, debes ir a ver al escribano Samuel Michel, en la calle Forest y la 5º. El tiene el testamento que yo he firmado”.

A la mañana siguiente, Jack Silver, se dirigió a ver al escribano Samuel Michel, quien le dijo lo siguiente:

- Estimado Silver, usted es el afortunado heredero de los bienes de David Jackson, debe firmar estos documentos para poner todos los bienes a su nombre y le daré la llave del departamento donde ha vivido David hasta el último día.

Al día siguiente, Jack y su esposa, fueron a su nuevo departamento. Al llegar, encontraron una nota debajo de la puerta de entrada, que decía lo siguiente:

“Soy tu primo John Jackson. He venido para darte el aprecio que te ha faltado de mí durante todo este tiempo, ya sé que ahora te encuentras enfermo, por lo tanto, no nos podemos juntar, pero de todas formas sé que lo haremos. Quiero charlar sobre un tema por el cual necesito estar en un lugar que no sea tu casa, me gustaría que vengas a la mía, la calle es Colt al 3000.

PD: te quiero mucho primo, me gustaría arreglar los momentos perdidos durante todo este tiempo”.

Luego de unas horas de estar en el departamento y de releer la carta una y otra vez, para ver si podría encontrar algo sospechoso, Jack se dirigió a la policía con la nota encontrada en la puerta de la casa, ahora de él, antes de su amigo.

Al llegar a la comisaría, habló con un policía sobre su sospecha acerca del primo de David. De inmediato, el oficial se puso a investigar sobre el tema. De los archivos policiales se encontró que, John tenía antecedentes por distintos delitos, entre los que figuraban robo, extorción y hurto.

A los dos días, fueron junto a un comisario a la casa de John. Al llegar, golpearon la puerta y el hombre los atendió, aunque un poco nervioso y transpirado. Al entrar le preguntamos si nos permitía hacerle unas preguntas, nos contestó positivamente y empezamos a indagarlo:

-¿Qué hizo el día 10 de octubre a las 12:30Hs?- preguntó el comisario

- Estuve aquí en mi casa almorzando- respondió John

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- ¿Conoce a David Jackson?- preguntó Jack

- Sí, es mi primo, no lo veo hace bastante tiempo, aunque hace poco fui a su casa y al no encontrarlo, dejé una nota por debajo de la puerta de entrada- respondió John

- Muchas gracias por su tiempo- dijo el comisario y se retiró hacia el lugar donde murió el cartero, para ver si encontraba alguna que otra pista.

Al llegar al lugar, observó que un comercio cercano tenía una cámara de seguridad, que apuntaba hacia la calle, seguramente grabando todo lo que sucedía. Se acercaron hacia el comercio y le pidieron al dueño, ver las imágenes de lo sucedido el día 10 de octubre a las 12:30Hs.

Al ver las imágenes de lo que grabó esa cámara el 10 de octubre a las 12:30Hs, descubrieron que el asesino fue John Jackson, quien tenía como objetivo quedarse con los bienes de su primo, evitando que llegue la carta de David Jackson a la casa de Jack Silver y, ocultando esa información, podría quedarse con los bienes de su primo.

A las pocas horas la policía lo detuvo y fue preso.

FIN

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