anales de salud mental (1988) ivrepebis.upch.edu.pe/articulos/ansm/v4n1_2/a10.pdf · 2012-07-16 ·...

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Anales de Salud Mental (1988) IV: 137 - 142 PERSONALIDAD ANTISOCIAL Y TRASTORNO DE DEFICIT DE ATENCION CON HIPERACTIVIDAD EN LA INFANCIA Ricardo CHIRINOS . y Manuel CALLAN .. PALABRASCLAVE: Personalidad Antisocial- Déficit de Atención - HiperactiYidad - Infancia KEY WORDS : Antisocial Personality Disorder - Attention Deficit - Hiperacti- vity Disorder - Childhood Se presenta un caso con diagnóstico de personalidad antisocial de acuerdo a los criterios del DSM llI-R y antecedente de Défkit de Atención e hiperactiYidad en la infancia. Se revisa la literatura con referencia al tema y se plantean algunas Ínterro- gantes en torno a la identidad psicopatológica y etiopatogénica, y al tratamiento de este cuadro. ANTISOCIAL PERSONALlTY DISORDER AND ATTENTION DEFICIT HIPERACTIVITY DISORDER IN CHILHOOD The authors present a patient with a diagnosis of Antisocial Personality Disor- der according to DSM llI-R criteria and a history of Attention DeFicit Hiperactiyity Disorder in childhood. They reYiew the literature and pose some questions regarding the psychopathological and etiopathogenic entity as well as comments about the treatment of this disorder. · MEDICO PSIQUlA TRA. Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgado - Hideyo Noguchi" .. MEDICO RESIDENTE, en Psiquiatria. Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgdo - Hideyo No- guchi': 137

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Anales de Salud Mental (1988) IV: 137 - 142

PERSONALIDAD ANTISOCIAL Y TRASTORNO DE DEFICIT DEATENCION CON HIPERACTIVIDAD EN LA INFANCIA

Ricardo CHIRINOS .y Manuel CALLAN ..

PALABRASCLAVE: Personalidad Antisocial- Déficit de Atención - HiperactiYidad- Infancia

KEY WORDS : Antisocial Personality Disorder - Attention Deficit - Hiperacti-vity Disorder - Childhood

Se presenta un caso con diagnóstico de personalidad antisocial de acuerdo alos criterios del DSM llI-R y antecedente de Défkit de Atención e hiperactiYidad en lainfancia. Se revisa la literatura con referencia al tema y se plantean algunas Ínterro-gantes en torno a la identidad psicopatológica y etiopatogénica, y al tratamiento deeste cuadro.

ANTISOCIAL PERSONALlTY DISORDERAND ATTENTION DEFICITHIPERACTIVITY DISORDERIN CHILHOOD

The authors present a patient with a diagnosis of Antisocial Personality Disor-der according to DSM llI-R criteria and a history of Attention DeFicitHiperactiyityDisorder in childhood. They reYiew the literature and pose some questions regardingthe psychopathological and etiopathogenic entity as well as comments about thetreatment of this disorder.

· MEDICO PSIQUlA TRA. Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgado -Hideyo Noguchi".. MEDICO RESIDENTE, en Psiquiatria. Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgdo - Hideyo No-

guchi':

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R. Chirinos & M Callan

INTROOUCCION

El trastorno de Déficit de Aten-ción (TOA) es una entidad cu-ya original presentación en la infan-cia puede persistir a lo largo del de-sarrollo del individuo y aún mostrarsus manifestaciones en la adultezplena; la psicopatología propia deltranstorno, como habitualmente loapreciamos en el acceso al niño quelo porta, tiene características queposiblemente no sean de modo cla-ro las mismas que persisten en laadultez, afectadas como suponemospor un largo proceso de influenciasde tipo exógeno y endógeno quematizan los síntomas y quizás de-forman su apariencia original.

En general, se acepta que el cur-so del TOA es; altamente variable

.(LAUFER, M.; SHETTY, T.. 1980)y su devenir en la adultez se carac-teriza por un funcionamiento nor-malo una serie de condiciones en lasque aparece desde leve a severa dis-funcionalidad (WEISS, G.; HECHT-MAN, L. et al, 1985).

La literatura aporta datos entorno a la prevalencia del llamadoTDA tipo 'residual (33 %) en adul-tos alcohólicos (WOOO, D.: WEN-DER, P.; et al, 1983) y se ha sugeri-do, a su vez, que la presencia deltrastorno en la adultez puede to-mar forma tal que aquellos que ]aportan pueden llevar otros diagnós-ticos psiquiátricos (AMADO, H.;LUSTMAN, p.r; 1983); aqui se haplanteado con claridad la presenciade manifestaciones de conducta an-tisocia] en la forma que adoptaría elcuadro.

GlTTELMAN y colaboradoresen un estudio' de adolescentes y

adultos jóvenes que habían sido hi-peractivos en ]a infancia encontra-ron un incremento en la prevalenciade trastornos psiquiátricos en estegrupo, comparado con controles.Los autores reportan que al segui-miento, 48 % de los anteriormenteniños hiperactivos, comparado conel 20 % de los controles, tuvo unadisfunción de tal magnitud queameritó un diagnóstico del OSM m.Ellos encontraron una triada diag-nostica que consistía en Trastornode Déficit de Atención con hiperac-tividad, Trastorno antisocial de lapersonalidad y Trastorno de Abu-ISOde Sustancias (GITTELMAN, R;MANNUZZA, S.; et al 1985). A es-te respecto es conveniente señalarque si bien es cierto el TOA estuvosiendo considerado básicamente co-mo una .diada en donde la hiperac-tividad era un síntoma capital paradistinguir, por su presencia o au-sencia, cual era el desorden específi-co, la tendencia en la actualidad esde aceptar tal hiperactividad comouna manifestación necesaria en elcuadro clínico típico (OSM lII-R1987); es obvio, de este modo, quela hiperactividad infantil es fuerte-mente indiciaria del TOA con hi-peractividad. Más recientemente seha señalado que de las personas conhistoria de TOA con hiperactividadsin tratamiento en la infancia, apro-ximadamente un tercio reunirán enla adultez criterios suficientes paraameritar un diagnóstico en el eje1 del OSM III-R y que de éstos, mu-chos caerán dentro de cuatro cate- .

gorias: Trastorno de Déficit deAtención con hiperactividad estadoresidual, Trastorno Antisocial de lapersonalidad, Alcoholismo o Tras-

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torno de Somatización.Otros estudios retrospectivos,

prospectivos longitudinales y desa-rrollados en adultos con anteceden-te de hiperactividad' en la infanciasugieren una relación entre TDAcon hiperactividad infantil y psico-patología en la adultez.

La presentación de conductaantisocial en niños y adolescentcscon TOA y de personalidad antiso-cial en adultos con historia de hiper-actividad en la infancia ha sido rc-marcada en varios trabajos (HALE,M.; HESSELBROCK, M. et al 1982;OSTROFF, R.; NOVELLY, R.;1982; SATTERFIELD, J.; HOPPE,CH. et al 1982) y en uno de ellos seha encontrado un significativo 23% de adultos, con Trastorno An-tisocial de la personalidad entrequienes fueron hiperactivos cuandoniños (WEISS, G.; HECHTMAN, L.;et al 1985).

El pérfil psicopatológico de lapersonalidad antisocial tiene la par-ticularidad de conllevar en su níti-dez una connotación de severidad,de tal modo que la mayor pronun-ciación y consistencia de las mani-festaciones antisociales arrastranconsigo problemas terapéuticos ypronósticos más complejos que re-quieren la atención especial del clí-nico.

DESCRIPCION DEL CASO.-

Pacientes varón de 19 años deedad, raza mestiza, soltero, naturalde Andahuaylas (Apurímac), resi-dente en la ciudad de Lima desdehace 18 años, desocupado; vino alservicio de consulta externa del Ins-tituto Nacional de Salud Mentai

u& ~. H. ~ ' 'r:JT5CAPersonalidad Antisocial, Infancia

"Honorio Oelgado-Hideyo Noguchi"en Diciembre de 1988 acompañadode sus padres, quienes informaronacerca del cuadro clínico; éste esta-ba caracterizado por un patrón ha-bitual de comportamiento que seevidenció con claridad hacia los 13años de edad y cuyas peculiaridadesse habían acentuado en los últimostres años, incluía:a. Hurto de dinero, valores y objc-

tos en general, particularmenteen casa, algunos de envergaduraen cuanto a su valor, como jo-yas; el producío de lo hurtadoera invertido en sus caprichosalimentarios, recreación y bebi-das alcohólicas.

b. Mendacidad pertinaz; formula-ción de mentiras casi constante-mente, relativas a asuntos decualquier especie, desde los tri-viales hasta los de evidente im-portancia, no necesariamentecon el propósito de obtener be-neficios materiales: por ejemplo,afirmar sin ningún sustento quegozó de un obsequio cualquierao de una actividad recreativa, oasegurar que es comerciante dearmas de fuego sin serio, o lla-mar telefónicamente a los bom-beros para que controlen un in-cendio inexistente.

c. Desobediencia a las órdenes pa-rentales y ruptura de las normasdel hogar y la escuela; muy fre-cuentemente, salidas de casa encontra de la voluntad de los pa-dres y, aún, fugas con ausentis-mo por horas, días, semanas omeses; ausentismo y luego aban-dono escolar. Entre otras mani-festaciones de este tipo, porejemplo, la hostilización telefó-

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nica de su abuela o el hecho dearrojar a un perro, mascota dela casa, desde un tercer piso.

d. Circulación en grupos de homo-sexuales y relaciones homose-xuales, con fines crematísticosy/0 recreativos. Historia de im-putación de intento de viola-ción de un muchacho en una ins-titución de menores.

e. Consumo habitual de bebidasalcohólicas, con escasas mani-festaciones de abstinencia y au-sencia. de síntomas de depen-dencia.

f. Problemas con la ley: detenciónen comisarías por indocumenta-ción y transgresiones menores yun período de tres meses de re-clusión en una institución co-rreccional por "abandono mo-ral" .

La intensificación de las mani-festaciones mencionadas, con el na-tural incremento del riesgo social ydel riesgo de grave afectación de laintegridad psicofísica de la familiay del paciente, y el rechazo de ésteal tratamiento especializado, moti-varon su hospitalización. Al ingreso,el examen mental permitió verificarbásicamente: hipoprosexia, actitudpasiva e indiferente y secuencias depensamiento concreto, así comomuy pobre autocrítica y propósitode cambio. En el curso de la hospi-talización, comprobamos, casi cons-tantemente, actitud manipuladora yformulación impulsiva de mentiras,aún sin finalidad aparente.

Los antecedentes más destaca-dos, incluían hipenictividad, seve-ros problemas de atención e impul-sividad en la infancia, problemas en

el rendimiento y el comportamien-to en la escucla y fracaso escolar;enuresis hasta los 12 años; además,datos' de conducta amenazante yprepoten te con niños menores y de-sobediencia en el ámbito familiar.Por estas manifestaciones, los pa-dres consultaron a diferentes profe-sionales; el tratamiento nunca fueconsistente ni regular.

Los exámenes auxiliares: hema-tolog ía, bioquímica sanguínea, se-rología para lues, ELlSA y EEGtuvieron resultados dentro de lonormal. El EKG concluyó: bradi-cardia sinusal moderada y transtor-no de la repolarización ventricularinespecífica. La evaluación psicoló-gica, en la que se u~ilizaron comopruebas: bateria de pruebas neurop-sicológicas, Bender, Wais, asocia-ción de -palabras, Machover, Rors-chach, encontró un rendimiento in-telectual fronterizo, marcado com-promiso de la atención y de la coor-dinación visomotriz.

El diagnóstico que establecimosde acuerdo a los criterios de OSMlII-R conrrespondió al de Trastor-no Antisocial de la Personalidad(TAP). El paciente salió de alta el 2de Marzo de 1989 y no regresó parasu control al servicio de ConsultaExterna. En Agosto de 1989, deacuerdo a la información alcanzadapor su madre, el paciente se encon-traba en prisión preventiva por laimputación de intento de violacióna una niña de 2 años de edad.

COMENT ARIO

Asumimos que en el caso pre-sentado, el TAP estuvo precididopor un TOA con hiperactividad en

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la infancia asociado a indicadoresJe desorden de conducta. Se ha su-gerido que la presencia de síntomasconductuales en nií'los hiperactivoses un fuerte predictor de conductaantisocial en la adolescencia (CANT-WELL, O. 1985) y ésta, a su vez,precede. a menudo. a la expresiónde rasgos antisociales en la perso-nalidad; el desarrollo de los sínto-mas en nuestro caso parece corres-ponder a este patrón.

La influencia de factores talescomo la ausencia de tratamiento.problemas en la organización fami-liar y psicopatología parenta\. sonimportantes para la estructuracióndel transtorno de personalidad encuestión, pero si consideramos laspeculiaridades etiopatogénicas delTOA con hiperactividad en queaquel se va desarrollando nos pre-guntamos si estamos hablando delmismo trastorno antisocial de lapersonalidad que se presenta en au-sencia de historia de hiperactividad;nos preguntamos si cualquiera sea laetiopatogenia de la personalidad an-tosicial su identidad se mantieneúnica o si esta identidad se organizamás bien respondiendo a determina-dos factores etiopatogénicos y con-cretamente, si la identidad psicopa-tológica de la personalidad antiso-cial que sucede al TDA con hiperac-tividad es la misma que aquella don-de la naturaleza es distinta es decirprimaria.

Aunque las manifestac~nes psi-copatológicas de la personalidad an-tisocial en general no ofrecen carac-terísticas específicas que orientenhacia determinadas presuncionesetiológicas es posible que concomi-

Personalidad Antisocial, Infancia

tancias, como hallazgos neuropsico-lógicos y características clínicascomo hipoprosexia o la presenciade impulsos irresistibles sistemáti-cos que. por ejemplo, se esbozabanfrecuentemente en la formulaciónde mentiras por nuestro paciente,nos permitan avanzar hacia la iden-tificación de una variedad de perso-nalidad antisocial.

STRINGER y JOSEF. han re-portado casos que muestran decli-nación de la conducta agresiva ensujetos con TPA que fueron trata-dos con Metilfenidato (STRINGER,A.: JOSEF, N. 1983), y a su vezWender y colaboradores encuentranun 57 % de respuesta favorable altratamiento con Metilfenidato entresujetos con el llamado TOA tipo re-sidual (WENOER, P.; REIMHERR,F.: et al 1985). En ese sentido, de-bemos decir que se han establecidoalgunas características del llamadoTOA tipo residual (WOOOS, O.1986)' y aunque algunas de ellaspuedan observarse en la personali-dad antisocial, como pobre controlde impulsos, en general no hay se-mejanza en la clínica de estos trans-tornos.

Al considerar estos estudios yotros sobre la actividad' catecola-minérgica y neuroquímica en TOAcon hipcratividad (SHEKIM, VI.;OAVIS, L.; et al 1983) (SMALL,L. 1982) nos preguntamos si es po-sible que algunas manifestacionesdel TAP respondan a los mismosfactores etiológicos que los sínto-mas de TOA con hipcractividad 'apesar de su distinta apariencia y pórlo tanto sean pasiblcs de un mismotratamiento farmacológico. Cree-mos qtle la indagación sistematizada

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de los antecedentes y la exploraciónpsicopatológica metódica y rigurosadel paciente con TAP podrían per-mitir la identificación de indicado-res fenómenológicos, para la for-mulación tie un pérfil el ínico parti-cular del TAP e historia de TDA

con hiperactividad en la infanciay sostener la investigación y aplica-ción de modalidades terapeúticasque, como la farmacológica, po-drían tener una definida participa-ción en el control de la conductaantisocial.

- REFE¡RENCIA8-

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