alternativas practicas de aprovechamiento de agostaderos

29
"Alternativas prácticas de conservación y mejoramiento de agostaderos en zonas áridas y semiáridas para su uso en la ovinocultura" Fernando A. Ibarra Flores 1 , Martha H. Martín Rivera 2 , Alfonso Ortega Santos 3 , Francisco Denogean Ballesteros 2 , Salomón Moreno Medina 2 1 Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias. Campo Exp. Carbó. Blvd. Del Bosque # 7. Col. Valle Verde. Hermosillo, Sonora. CP 83200. [email protected] ; 2 Universidad de Sonora Unidad Santa Ana. Carretera Internacional y 16 de Septiembre, Santa Ana, Sonora. [email protected] ; 3 Texas A & M University-Kingsville. Department of Animal & Wildlife Sciences. Caesar Kleberg Wildlife Research Institute. 700 University Blvd. MSC 156. Kingsville, Texas 78363. [email protected] RESUMEN Existen en México más de 32 millones de hectáreas de agostaderos áridos y semiáridos en condición de pobre a regular y más de 5 millones de hectáreas requieren ser parcial o totalmente revegetadas a través de la siembra de especies. La restauración de agostaderos áridos y semiáridos ha sido realizada principalmente mediante resiembra después del control de arbustos y preparación de la cama de siembra. Se han utilizado diversas prácticas de control mecánico para clarear agostaderos, pero aquellas prácticas capaces de remover selectivamente las especies indeseables son las preferidas. Las principales especies de pastos usados han sido las de los géneros Bouteloua, Digitaria, Hilaria, Leptochloa, Chloris, Setaria, Panicum, Botriochloa, Eragrostis, Cenchrus, Bromus, Festuca, Phalaris, Dactylis, Andropogon, y Agropyron. Las principales arbustivas sembradas son las de los géneros Atriplex, Opuntia, Cercidium, Olneya, Prosopis, Desmanthus, Calliandra, Coursetia, Lysiloma y Simmondsia. El equipo de preparación de cama de siembra más frecuentemente usado es arado de discos, rastra de discos, arado desenraizador, arado subsoleador, rieles, rodillo impresor de suelos y el rodillo aereador. Los bordos a nivel, las bolsas y las posas son las prácticas culturales mas comúnmente usadas para captar agua de lluvia. La mayoría de las siembras se realizan antes de la época principal de lluvias, utilizando sembradoras de grano pequeño, sembradoras boleadoras portátiles y/o la siembra manual. Los resultados logrados muestran mucha diferencia entre regiones agroecológicas, especies plantadas y años de siembra, debido posiblemente a las diferencias en suelos y climas. La producción de forraje en las áreas sembradas ha variado de 120 a 12,000 kg de forraje seco/ha/año, entre especies y ecosistemas. La mayoría de las fallas en las siembras ha sido atribuida a: mala calidad de semilla, fecha y densidad de siembra, profundidad y cama de siembra inadecuada, sequías, heladas, granizo, suelos pesados, salinidad, plagas, enfermedades y daño por roedores, así como al pastoreo por ganado y fauna silvestre, entre otros. Se estima un éxito de 10 a 50% en la siembra de especies gramíneas. A pesar del alto costo y riesgo de fracaso, la siembra de pastizales continúa siendo una de las alternativas más efectivas para recuperar la productividad en agostaderos deteriorados en las zonas áridas y semiáridas. La rehabilitación de agostaderos que presentan problemas de invasión de especies tóxicas o de escaso o nulo valor forrajero para el ganado y fauna silvestre, es una alternativa utilizada para incrementar la producción y disponibilidad de forraje en agostaderos. Entre los principales métodos utilizados para manipular vegetación en agostaderos destacan los mecánicos, manuales, químicos y el fuego controlado. Con la aplicación de estas prácticas ha sido posible producir de 500 a 5,000 kg de

Upload: aliz15

Post on 25-Dec-2015

16 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

informativa

TRANSCRIPT

Page 1: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

"Alternativas prácticas de conservación y mejoramiento de agostaderos en zonas áridas y semiáridas para su uso en la ovinocultura"

Fernando A. Ibarra Flores1, Martha H. Martín Rivera2, Alfonso Ortega Santos3,

Francisco Denogean Ballesteros2, Salomón Moreno Medina2

1 Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias. Campo Exp. Carbó. Blvd. Del Bosque # 7. Col. Valle Verde. Hermosillo, Sonora. CP 83200. [email protected] ; 2 Universidad de Sonora Unidad Santa Ana. Carretera Internacional y 16 de Septiembre, Santa Ana, Sonora. [email protected] ; 3 Texas A & M University-Kingsville. Department of Animal & Wildlife Sciences. Caesar Kleberg Wildlife Research Institute. 700 University Blvd. MSC 156. Kingsville, Texas 78363. [email protected]

RESUMEN

Existen en México más de 32 millones de hectáreas de agostaderos áridos y semiáridos en condición de pobre a regular y más de 5 millones de hectáreas requieren ser parcial o totalmente revegetadas a través de la siembra de especies. La restauración de agostaderos áridos y semiáridos ha sido realizada principalmente mediante resiembra después del control de arbustos y preparación de la cama de siembra. Se han utilizado diversas prácticas de control mecánico para clarear agostaderos, pero aquellas prácticas capaces de remover selectivamente las especies indeseables son las preferidas. Las principales especies de pastos usados han sido las de los géneros Bouteloua, Digitaria, Hilaria, Leptochloa, Chloris, Setaria, Panicum, Botriochloa, Eragrostis, Cenchrus, Bromus, Festuca, Phalaris, Dactylis, Andropogon, y Agropyron. Las principales arbustivas sembradas son las de los géneros Atriplex, Opuntia, Cercidium, Olneya, Prosopis, Desmanthus, Calliandra, Coursetia, Lysiloma y Simmondsia. El equipo de preparación de cama de siembra más frecuentemente usado es arado de discos, rastra de discos, arado desenraizador, arado subsoleador, rieles, rodillo impresor de suelos y el rodillo aereador. Los bordos a nivel, las bolsas y las posas son las prácticas culturales mas comúnmente usadas para captar agua de lluvia. La mayoría de las siembras se realizan antes de la época principal de lluvias, utilizando sembradoras de grano pequeño, sembradoras boleadoras portátiles y/o la siembra manual. Los resultados logrados muestran mucha diferencia entre regiones agroecológicas, especies plantadas y años de siembra, debido posiblemente a las diferencias en suelos y climas. La producción de forraje en las áreas sembradas ha variado de 120 a 12,000 kg de forraje seco/ha/año, entre especies y ecosistemas. La mayoría de las fallas en las siembras ha sido atribuida a: mala calidad de semilla, fecha y densidad de siembra, profundidad y cama de siembra inadecuada, sequías, heladas, granizo, suelos pesados, salinidad, plagas, enfermedades y daño por roedores, así como al pastoreo por ganado y fauna silvestre, entre otros. Se estima un éxito de 10 a 50% en la siembra de especies gramíneas. A pesar del alto costo y riesgo de fracaso, la siembra de pastizales continúa siendo una de las alternativas más efectivas para recuperar la productividad en agostaderos deteriorados en las zonas áridas y semiáridas. La rehabilitación de agostaderos que presentan problemas de invasión de especies tóxicas o de escaso o nulo valor forrajero para el ganado y fauna silvestre, es una alternativa utilizada para incrementar la producción y disponibilidad de forraje en agostaderos. Entre los principales métodos utilizados para manipular vegetación en agostaderos destacan los mecánicos, manuales, químicos y el fuego controlado. Con la aplicación de estas prácticas ha sido posible producir de 500 a 5,000 kg de

Page 2: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

2

forraje adicional por hectárea por año, en áreas donde la producción de forraje fluctuaba de 350 a 1200 kg/ha.

ANTECEDENTES

La distribución de zonas áridas y semiáridas a nivel nacional y específicamente en Zacatecas ocupa aproximadamente entre el 50 y 70% de la superficie; sin embargo, gran parte estas áreas permiten el desarrollo de actividades agropecuarias; donde agua y alimento escasean la mayor parte del año. Estas regiones se caracterizan por presentar niveles de precipitación anual muy bajos, cuyos valores oscilan entre los 250 y 300 milímetros en promedio e incluso existen zonas con cantidades menores, aunado ello a la presencia de altas tasas de evapotranspiración. Esta situación convierte a los ecosistemas existentes en estas áreas, en sumamente frágiles, que por lo mismo requieren de un manejo especial para evitar procesos de degradación, como lo es la desertificación.

La lucha contra la desertificación es el conjunto de actividades que forman parte de un aprovechamiento integrado de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas para el desarrollo sostenible, que normalmente tiene por objeto 1) la prevención o reducción de la degradación de la tierra, 2) la rehabilitación de tierras parcialmente degradadas y 3) la regeneración de tierras desertificadas.

Los procesos de deterioro y desertificación han afectado la mayoría de los tipos de vegetación; más de la mitad son zonas áridas o semiáridas, donde la gran mayoría de sus regiones productivas están mermadas, impactadas por la desertificación y el mal manejo de sus ecosistemas. La pobreza de su gente también es palpable, destacando los niveles más dramáticos en la población rural. Existen posibilidades para que, bajo prácticas de manejo y rehabilitación adecuadas, estas zonas, vuelvan a ser una alternativa de sobrevivencia para la gente que abandonó a sus familias y sus tierras y que ahora se encuentran en las grandes ciudades y el extranjero. El subdesarrollo de éste país, tiene también implicaciones negativas en la educación que se ofrece a la población rural; si bien, el campesino ha sido dotado de tierras para que pueda vivir de ellas, no ha recibido el entrenamiento adecuado para el manejo sustentable de sus recursos; y los habitantes que aún quedan en los pueblos, al verse afectados en su calidad de vida intensifican la ya de por sí excesiva explotación de los recursos disponibles, deteriorando aún más los ecosistemas y acentuando el avance de la desertificación.

Las actividades agropecuarias generan el mayor número de empleos y aportan la mayor parte de los ingresos económicos en el estado de Zacatecas; misma que en el año 2003 representó 26.9 % del producto interno bruto (PIB). La población ganadera del Estado al 31 de diciembre de 2003 fue de 937,437 cabezas de bovinos, 452,092 cabezas de caprinos, 275,700 de ovinos y 168,904 de equinos, sin embargo se reportan 873,391 cabezas de bovinos, 237,534 cabezas de caprinos, 410,860 de ovinos y 94,740 de equinos de acuerdo al último censo agrícola, ganadero y forestal.

Page 3: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

3

De la superficie total del Estado, 26.93 % es de uso agrícola, 15.67 % es pastizal, 12.96 % bosque, 2.12 % selva, 38.79 % matorral y 3.53 % tiene otros usos. Después del matorral xerófito, el pastizal es el tipo de vegetación con mayor superficie estatal (19%) y se encuentra principalmente distribuido en el altiplano del Estado, donde la especie ganadera más importante es la bovina.

En la vegetación de Zacatecas se distinguen seis diferentes tipos: Bosque Espinoso, Bosque Tropical Caducifolio, Bosque de Quercus, Bosque de Coníferas, Matorral Xerófilo y Pastizal. El Bosque Espinoso o Selva Baja Espinosa Perennifolia (mezquitales) se presenta en forma de manchones aislados en la región central del estado entre 1,500 a 2,000 msnm. Las especies dominantes son Prosopis laevigata, Acacia farnesiana y Acacia schaffneri. En el Bosque Tropical Caducifolio o Selva Baja Caducifolia son comunes especies como Acacia farnesiana, A. pennatula, Bursera bipinnata, B. copallifera, B. fagaroides, B. multijuga, Ipomoea intrapilosa, Lysiloma acapulcense, L. microphyllum, Pithecellobium acatlense, P. dulce y Stenocereus queretaroensis.

El Bosque de Quercus se desarrolla entre 1,500 y 2,700 msnm. Entre las especies más comunes destacan Quercus eduardii, Q. emoryi, Q. gentryi, Q. laeta y Q. resinosa. En las regiones con clima seco toman la forma de matorrales. El Bosque de Pino o Coníferas se desarrolla entre 1,800 y 3,000 msnm., predominan los piñonares de Pinus cembroides, P. johannis, P. pinceana, P. montezumae, P. lumholtzii, P. leiophylla, y P. maximartinezii, especie endémica de Zacatecas.

El Matorral Xerófilo (Matorral Inerme Parvifolio y el Matorral Espinoso) se asocia con los climas secos y agrupa comunidades arbustivas, de las cuales se citan para Zacatecas el Matorral Desértico Micrófilo, el Matorral Desértico Rosetófilo y el Matorral Crasicaule. El Matorral Desértico Micrófilo ocupa las extensas llanuras del noreste y sur del estado. Incluye especies de los géneros Acacia, Condalia, Flourensia, Koeberlinia, Larrea, Lycium, Mimosa y Prosopis. El Matorral Desértico Rosetófilo (izotales, los magueyales, los lechuguillales y los guapillales) se localiza principalmente en el noreste y agrupa las comunidades donde predominan especies arbustivas o subarbustivas con las hojas dispuestas en forma de roseta. El Matorral Crasicaule se localiza en regiones del sureste, centro y norte del estado y agrupa todas las comunidades arbustivas de clima árido y semiárido en los que el papel importante corresponde a plantas conspicuas de tallo suculento. En Zacatecas las comunidades que pertenecen a este tipo de vegetación presentan como cubierta vegetal un matorral de Opuntia, siendo las especies dominantes O. streptacantha y O. leucotricha.

Los pastizales se encuentran en prácticamente todo el estado, en altitudes que varían de 1,700 a 2,600 msnm; los más típicos son los pastizales de Bouteloua, que se ubican en la zona de transición entre los bosques y el matorral xerófilo. En las partes medias y altas de la Sierra Madre Occidental se encuentran pastizales amacollados de Muhlenbergia, Elyonurus o Schizachyrium. En suelos con alto contenido de sales se desarrollan los de Sporobolus airoides, Distichlis spicata y Eragrostis obtusiflora.

Page 4: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

4

OVINOCULTURA

Información inédita de Zacatecas, indica que desde la época de la colonia, la ganadería ha constituido uno de los principales pilares del desarrollo del estado, donde ha predominado la ganadería de tipo extensivo de libre pastoreo. Mediante un comparativo de los rendimientos del ganado zacatecano con los de otros estados del país, se observa un descenso en la producción con respecto al volumen nacional debido a la deficiencia tecnológica y la carencia de asistencia técnica adecuada. No obstante, la deficiencia de pasto para el ganado se ha visto agudizada por la escasez de lluvias de los últimos años, la demanda de forrajes va en aumento a la par de que los costos de éstos son cada día mayores, lo que afecta la rentabilidad ganadera y agudiza la necesidad de forrajes económicos y nutritivos.

La producción de carne ovina se considera una alternativa para abastecer de proteína de origen animal, a una población cada vez más creciente como la que posee México. En el país existe una gran tradición en el consumo de carne de borrego, derivándose en una elevada demanda, la cual, sobrepasa la oferta nacional, situación que se mantiene en la actualidad. Aunque bajo condiciones tropicales, la cría de ovinos bajo condiciones de agostadero es una actividad complementaria a la producción de bovinos o al cultivo de árboles frutales y con pobres niveles productivos (40 a 100 g) de ganancia diaria de peso (GDP), al manejarse exclusivamente en pastoreo y aumentos importantes cuando se maneja suplementación en pastoreo (140 a 160 g) y con el uso de buenos concentrados y condiciones de estabulación, se han logrado de 190 a 300 g GDP pero con un impacto económico importante.

En Zacatecas la ovinocultura ha caído de forma drástica y de 2 millones de ovinos que se tenían hace 50 años se redujo la cifra a 300 mil, a pesar que en México se importa hasta 60 por ciento de carne de este animal. La Entidad llegó a tener 3 millones 424 mil cabezas de ganado a inicios del siglo pasado, la significativa reducción se debió, principalmente, a la caída del precio de la lana por la aparición de fibras sintéticas y la falta de mercados para la carne. De los 800 gramos de consumo por habitante al año, en México solamente se producen 300 gramos, por lo que hay un mercado asegurado, al menos durante los próximos 30 años para la carne de ovino zacatecano, la cual tiene un mejor sabor que la producida en otras partes del País.

En el altiplano Zacatecano más de 5 millones de Ha se dedican a la explotación pecuaria extensiva donde se practica el pastoreo continuo en los agostaderos por bovinos, ovinos, caprinos y equinos. Sin embargo, la vegetación nativa no satisface la demanda total de materia seca de la población pecuaria por dos razones: 1) la producción de forraje se concentra en verano y otoño, debido a que el 80% de la precipitación ocurre en esta época del año y 2) los pastizales están sobrecargados, por lo que el forraje que se produce en la estación de crecimiento se consume en su totalidad en esta época y se llega al invierno sin o con muy pocas reservas de forraje en pie, en el pastizal. Como resultado, de febrero a junio se presenta una escasez de forraje; para solventarla los ganaderos recurren al uso de forrajes cultivados y residuos de cosecha, los cuales juegan un papel preponderante en la sostenibilidad de los sistemas de producción.

Page 5: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

5

Los mismos principios de manejo de pastizales y rehabilitación de agostaderos

que se aplican para el ganado vacuno, se usan también en el ganado ovino y caprino y en cualquier otro tipo de animal incluyendo la fauna silvestre. Lo importante es conocer las necesidades de alimentación y las plantas forrajeras que el animal prefiere en los diversos tipos de vegetación durante las diferentes estaciones del año. Las ovejas son consideradas como consumidores intermedios, ya que dada la oportunidad su dieta la conformarán de 50% de pastos, 25% de hierbas y 25% de arbustos. Normalmente se busca que los ovinos tengan suficiente comida de buena calidad, con buena cantidad de proteína (12-15%) y digestibilidad (>50%), y que sea suplementada durante las épocas secas para satisfacer las necesidades alimenticias, mantenerse en buena condición y producir tantas crías como sea posible. Los objetivos de una operación con ovinos en agostadero son llenar las necesidades nutricionales del rebaño con el forraje del agostadero y minimizar el uso de alimentos, suplementos y forrajes cosechados, manteniendo la producción de corderos y de lana. INTRODUCCIÓN

México cuenta con una superficie territorial de 1.96 millones de km². Aproximadamente, veinte estados de la República Mexicana se encuentran ubicados dentro de las zonas áridas y semiáridas y representan el 49% de la superficie total. Dentro de esta superficie los recursos de más importancia actualmente son: la flora y fauna silvestre, el agua y el suelo. Cada uno de estos recursos son importantes para el desarrollo de las actividades primarias y secundarias que se realizan en estas zonas y que sus insumos primarios son precisamente estos recursos naturales, los cuales, deberían de ser explotados en forma sustentable y sostenible en todos los esquemas de producción existentes como son bovinas, ovinas, caprinas, y cinegéticas.

La sobreexplotación y el manejo inadecuado de una buena parte de las tierras de pastoreo, las prolongadas y recurrentes sequías de los últimos años, ligadas a veces con heladas severas, el desmonte y la tala inmoderada, los fuegos accidentales, sobrepastoreo y urbanización, entre otros, han causado trasformaciones drásticas en la vegetación de los agostaderos, propiciando una disminución de su potencial forrajero, así como la degradación y desertificación de los terrenos y por lo tanto, la pérdida de su capacidad de retención de humedad e infiltración del agua hacia los mantos freáticos y una disminución considerable de los nutrientes del suelo. Esta situación ha originado una importante disminución de los parámetros productivos y reproductivos del ganado, altos costos de producción y consecuentemente, una baja rentabilidad de los ranchos. En muchos casos el deterioro es tan severo, que la reducción de la carga animal y la protección del pastoreo no son suficientes para la recuperación de estos terrenos, por lo que se requiere de aplicar diferentes prácticas de rehabilitación para poder recuperar el estado de salud o condición de los agostaderos, que se verá reflejado en una aumento en la productividad de los mismos.

El deficiente uso y adopción de tecnologías dentro del sector pecuario, así como la aplicación inadecuada de acuerdo a las condiciones de explotación en los diferentes predios, ha traído como consecuencia que un importante sector pecuario

Page 6: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

6

enfrente una baja productividad, escasa calidad de los productos, reducida rentabilidad y problemas de baja comercialización. Por lo que es necesario el impulsar el uso de las tecnologías aplicables de acuerdo a las condiciones de la región, que se traduzcan en productividad y competitividad para la diversificación en la comercialización de los productos pecuarios. La Validación y Transferencia de Tecnología dentro del sector pecuario, se debe traducir en atender la difusión, promoción, capacitación, asesorías, servicio de extensión y asistencia técnica para cubrir las necesidades de los productores dentro de los diferentes niveles económicos del sector. Esto permitirá a futuro, poder ser más eficientes y engranar perfectamente dentro de las diferentes cadenas agroalimentarias del sector pecuario.

Las zonas áridas y semiáridas del norte de México, se caracterizan por presentar precipitaciones que se concentran en un solo período y generalmente son "tormentas o chubascos" lo que provoca fuertes escurrimientos, principalmente en terrenos con poca vegetación y pendiente pronunciadas, suelos compactos y duros, impermeables que no permiten la infiltración y consecuentemente, no existe una recarga de los mantos acuíferos, otra parte se evapora y es muy poca la que es realmente aprovechada por las plantas. Para evitar que esto ocurra, existen diversas prácticas que se pueden realizar dependiendo de los recursos disponibles, como son: la aplicación de prácticas de rehabilitación asociadas con la construcción de obras de conservación de agua y suelo.

La escasa precipitación, frecuentemente acompañada por el pastoreo, ha ocasionado que los agostaderos se vayan deteriorando, apareciendo áreas desnudas, lo que facilita el arrastre de las partículas del suelo ocasionando erosión. Es necesario utilizar la tecnología apropiada para evitar que esto suceda, reteniendo el agua proveniente de las lluvias con prácticas de rehabilitación como son: bordos o curvas a nivel, zanjas, represos, contras, subsoleo, poceo y resiembra; con el uso de estas prácticas se reduce también el arrastre del suelo y se mejora la productividad de los ranchos.

La pérdida de agua por escurrimiento ocurre cuando la cantidad de agua de lluvia que cae es mayor que la que el suelo puede absorber. Se estima que entre el 40 y 70% del agua de lluvia que cae se pierde por escurrimiento y con ello se pierde también parte del suelo, la materia orgánica y los nutrientes que alimentan a las plantas. Para darse una idea de la cantidad de agua que le cae en un rancho proveniente de la lluvia, si consideramos que el promedio de precipitación anual es de 300 mm, esto equivale a recibir 300 litros de agua por metro cuadrado, lo que significan 3,000 m3 de agua por hectárea. Si la pérdida por escurrimiento es de por lo menos 40%, entonces se dejan de aprovechar 1,200 m³ de agua por hectárea por año.

Por más de 50 años se ha generado información para rehabilitar agostaderos degradados mediante la siembra de diversas especies de pastos nativos e introducidos, esta práctica se ha utilizado con el fin de incrementar la producción de forraje así como también para mejorar la infiltración de agua y disminuir la erosión. Sin embargo, poca información se ha generado para rehabilitar agostaderos mediante la siembra de arbustos forrajeros. Las arbustivas son importantes porque representan una fuente considerable de

Page 7: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

7

alimento para los humanos, ganado bovino y fauna silvestre, sirven como áreas de protección para los animales, protegen al suelo y además de brindar estabilidad, mejoran la fertilidad del suelo y proporcionan un microhabitat favorable para el establecimiento de otras especies. Los matorrales además de que representan una de las principales fuentes de forraje para la producción de ganado y fauna silvestre, proporcionan una serie de productos y servicios que sirven de sustento para la vida y comodidad de los humanos como son: producción de oxígeno, leña, carbón, material de construcción, elaboración de muebles y postes para cerco, artesanías, material medicinal, cosecha de frutos y fabricación de mieles y jaleas, cosecha de semilla para consumo humano y animal, obtención de fibras, cosméticos y tintes, entre otras.

Es importante hacer énfasis en que para obtener resultados satisfactorios en la aplicación y uso de cualquier práctica de rehabilitación y manejo que se desee implementar en determinado predio o rancho, se requiere de llevar a cabo un ajuste en cada unidad de producción de la capacidad de carga, lo cual debe estar de acuerdo a la cantidad de forraje que se tenga disponible en cada potrero anualmente. Cualquier objetivo para lo que esté destinado el sistema de producción, el recurso forraje (alimento) es el principal insumo en que esta basada su inversión, consecuentemente, esto involucra el uso de recursos asociados a la cantidad con que se cuente de vegetación, suelo y agua.

La carga animal adecuada requerida para maximizar la producción por unidad de superficie, varía de acuerdo a la cantidad y calidad del forraje. A medida que se aumenta la intensidad del pastoreo, los costos de producción se incrementan, así como el riesgo de perder la condición de los potreros, como consecuencia, la ganancia automáticamente va a disminuir repercutiendo directamente en una disminución de la producción de carne por hectárea. Cuantificando la cantidad de forraje disponible presente, se puede proyectar mediante un programa, el número de unidades animal que pueden ser soportadas por potrero hasta que las condiciones climáticas promuevan el crecimiento del forraje.

Para solucionar estos problemas, se requiere aplicar técnicas que involucren la

rehabilitación de los agostaderos asociadas con un buen manejo de ganado, descompactar el suelo para promover una mayor infiltración de agua, construir obras para detenerla y sembrar plantas para producir forraje.

Estudios demuestran la baja rentabilidad de los ranchos con pastizales de

Bouteloua-Aristida en condición pobre en el norte de Sonora. Un rancho de 1,000 ha, bajo estas condiciones, puede soportar solamente 40 unidades animal promedio por año, pero con la aplicación de buenas prácticas de manejo, nutrición y reproducción, genera un rendimiento promedio anual de $ 10.85 a 22.19 por hectárea (Figura 1). Equivalente a ganancias netas totales de $ 904.00 a 1,849.00 mensuales. Por lo que, bajo las condiciones actuales, esta actividad no es suficiente como única opción de subsistencia, ya que genera ganancias demasiado bajas para sostener adecuadamente una familia. Consecuentemente, los productores en ranchos con pastizales deteriorados deben considerar la aplicación de prácticas de rehabilitación como una

Page 8: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

8

alternativa para incrementar el potencial de producción de forraje y carne y así mejorar la rentabilidad.

Existen diferentes prácticas de rehabilitación que pueden utilizarse para mejorar la condición o estado de salud de los agostaderos o praderas inducidas de pastos, siempre y cuando se realice un análisis a conciencia de lo que se espera obtener, cuál es el objetivo de aplicar una práctica de rehabilitación, cómo y cuándo se va ha realizar y cuáles son las ventajas y desventajas de cada una de las diferentes alternativas.

AJUSTE DE CARGA ANIMAL Y APLICACIÓN DE SISTEMAS DE ROTACIÓN DE POTREROS

El pastorear con la carga animal adecuada es la práctica más sencilla y

económica para mantener agostaderos en buena condición. Cuando la carga es adecuada las especies buenas de plantas persisten y se multiplican sin problema en todas las partes del rancho, las especies invasoras, aunque también se reproducen, no pueden desplazar a las buenas plantas por que sus espacios están ocupados. Si las especies buenas de plantas se mantienen, continúan produciendo sobre los años y no se requiere resembrarlas ni invertir adicionalmente controlando especies invasoras y toxicas en el rancho.

La estimación de la producción de forraje y de la carga animal en el rancho siempre ha sido un serio problema para los productores por varias razones: 1) Requiere trabajo y frecuentemente tiene un costo, 2) la producción de forraje es muy dinámica entre años, regiones y entre los mismos potreros del rancho por la diversidad del suelo, la composición de la vegetación y la intensidad y frecuencia con que distribuye la lluvia 3) no se consideran los diferentes tipos de animales y sus hábitos y preferencias alimenticias, 4) No se le da importancia a la topografía, el clima y la disponibilidad accesible de agua limpia en cantidad y calidad para los animales y 5) la cantidad de otros animales mayores y menores en el rancho (venados, puercos, liebres, ardillas, ratones, aves etc.), que también viven en él y no son considerados.

El objetivo de un sistema de pastoreo es el de incrementar la producción de forraje así como la producción de ganado y fauna silvestre, manteniendo o mejorando la condición del agostadero. Su importancia radica en dar una utilización mas adecuada a las diferentes plantas forrajeras, proporcionando tiempo de descanso suficiente para que se recuperen después de cada período de pastoreo, con el fin de incrementar la densidad y producción de forraje en los zacates y arbustos que prefiere más el ganado, principalmente en áreas sobrepastoreadas, con el fin de permitir a las plantas que produzcan semilla y asegurar su propagación.

Para que un sistema de pastoreo sea efectivo, debe estar basado en la fisiología de las plantas, adecuado al tipo de plantas presentes y adaptadas a las condiciones topográficas del terreno. Debe mejorar la producción y utilización de forraje e incrementar la ganancia animal, ser flexible, de aplicación económica y práctica, adecuado al tipo y clase de ganado e ir de acuerdo a los objetivos de manejo del ganadero.

Page 9: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

9

Existen muchos tipos de sistemas de rotación de potreros que no se cubrirán en este trabajo, y aunque todos buscan, a través de la aplicación de diversas densidades de pastoreo y variados periodos de utilización y descanso, producir mas carne sin dañar a la vegetación y al suelo; no todos se adaptan a las condiciones topográficas, climáticas, fisiológicas y económicas de los ranchos, por lo que se tienen que adaptar a las condiciones y necesidades locales especificas de cada productor, región geográfica y tipo de vegetación.

Recuerde “Ningún sistema de utilización y rotación de potreros ya sea para borregos, cabras o vacas funciona si se tienen problemas de sobrecarga” SIEMBRA DE ESPECIES FORRAJERAS

La siembra de pastos y arbustos adaptados a las condiciones de clima y suelo de cada región, es sin lugar a duda, la práctica más conveniente para recuperar la cubierta vegetal e incrementar la producción de forraje y carne en los agostaderos. Existen muchas especies que se pueden utilizar para rehabilitar agostaderos. Las especies que más comúnmente se utilizan en programas de resiembras aparecen en el Cuadro 1.

La cama de siembra se puede realizar con arados, o rastras de disco, arado cortador de raíces, arado subsoleador, rieles, rodillo impresor y rodillo aereador. Frecuentemente, la siembra se realiza simultáneamente al preparar la cama de siembra, cuando la semilla se distribuye con una sembradora. Cuando no se dispone de equipo la semilla se puede sembrar en forma manual o al boleo. La siembra debe realizarse al inicio de la principal época de lluvias. Las áreas sembradas deben protegerse del pastoreo hasta que las especies estén bien establecidas, lo que generalmente ocurre dos veranos después de la siembra.

El costo de siembra varía de $ 1,000.00 a 1,600.00 por hectárea en terrenos planos, dependiendo del tipo de preparación de la cama de siembra, características del terreno y especies a sembrar. En terrenos muy quebrados e invadidos con especies arbustivas y arbóreas de poco o nulo valor forrajero, este costo puede llegar a duplicarse debido a las labores adicionales de aclareo. Con la siembra o intersiembra de especies forrajeras en agostaderos deteriorados se pueden esperar incrementos anuales de 35 a 350% en la densidad de plantas, de 100 a 800% en la cobertura basal y aérea de las plantas, dando como resultado un incremento de 200 a 900% en la producción de forraje. Estos incrementos pueden mantenerse por un período superior a los 10 años, siempre y cuando se lleve a cabo un manejo adecuado del agostadero.

Es importante considerar la inversión económica requerida para la rehabilitación de agostaderos que normalmente incluye la preparación de cama de siembra, trazo de obras de conservación de suelo y retención de agua de lluvia, cosecha y/o compra de semilla, la siembra, el cercado y el costo de protección del pastoreo durante el establecimiento de las plantas, que puede durar 1 a 2 veranos además del manejo adecuado del terreno una vez que este es abierto al pastoreo.

Page 10: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

10

PRINCIPALES PRÁCTICAS DE SIEMBRA Y REHABILITACIÓN

CURVAS A NIVEL

Es una práctica muy simple y eficiente para la rehabilitación de agostaderos deteriorados, que al mismo tiempo que sirve para la captación de agua, se utiliza en combinación con la siembra de arbustos o gramíneas. Consiste en levantar pequeños bordos a una altura de 40 a 70 cm, para que el agua de lluvia cosechada no se deslice en corrientes que provoquen erosión, sino que se distribuya en el terreno entre los bordos. Entre las formas más simples destacan los bordos y zanjas a nivel y el bolseo, los cuales se pueden trazar con un bordero, arado o con la “V” que se usa para enterrar manguera o con una cuchilla frontal de buldózer.

Este tipo de práctica trabaja mejor en terrenos con suelos de textura media donde la pendiente no exceda del 10% y hasta 15% si la cubierta vegetal es buena y pueden ser usadas incluso cuando no se requiere la siembra de especies. No es conveniente aplicarlo en terrenos con pendientes muy pronunciadas y en suelos demasiado arenosos con alto contenido de piedra o grava. El costo está en función del tamaño de los bordos, acabado de los mismos y topografía del terreno. El costo aproximado de los bordos o zanjas sobre curvas de nivel varía de $ 300.00 a $ 500.00 por hectárea

Con esta práctica, sin preparar cama de siembra ni sembrar especies, se ha logrado producir de 150 a 300 kg de forraje seco adicional por hectárea en zonas de matorrales de gobernadora en los desiertos de Chihuahua y Sonora. En pastizales medianos abiertos y amacollados en condición de pobre a regular, los bordos en curvas de nivel sin siembra, han logrado incrementos de 250 a 400 kg de forraje/ha/año, mientras que en praderas deterioradas de zacate buffel, donde se utilizaron los bordos y zanjas a nivel para sembrar arbustos en la zona de captación de agua, se han logrado incrementos en la producción de forraje que van de 1,500 a 3,500 kg de forraje/ha/año.

Las zanjas y bordos sobre curvas de nivel han sido efectivos para establecer arbustos forrajeros por medio de trasplante, como zámota, mezquite, palo verde y palo fierro, entre otras. Mediante la cosecha de agua ha sido posible establecer plantas forrajeras con un 50 a 85% de éxito en los ranchos, resultados imposibles de lograr sin la utilización de este tipo de obras de captación de agua.

En áreas de matorrales de gobernadora con precipitaciones anuales menores de 250 mm, se han sembrado mezclas de pastos en franjas aguas arriba de las curvas a nivel y se ha logrado producir de 250 a 700 kg de forraje adicional por hectárea. La siembra en franjas es de mucha ayuda en estas zonas de escasa precipitación, ya que el contar con una área de escurrimiento 2 a 4 veces mayor aguas arriba de la franja de siembra, permite disponer de más agua para asegurar el establecimiento de las plantas.

Page 11: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

11

BOLSAS

Son bordos de tierra que se trazan en el terreno para captar agua de arroyos y desviarla hacia otras partes del rancho. Las bolsas, a diferencia de las curvas a nivel, deben ser trazadas con cierta caída o desnivel para permitir el movimiento lento del agua y su desplazamiento aguas abajo del terreno.

Se busca que el agua de escurrimiento captada, se distribuya y riegue partes del rancho que difícilmente podrían humedecerse bien debido a la pendiente. La ventaja de las bolsas es que permiten utilizar incluso agua extra, proveniente de otras áreas aledañas para producir forraje incluso cuando no llueve en el propio rancho.

Los incrementos en la producción de forraje logrados con el bolseo en agostaderos y praderas de buffel son similares e incluso pueden resultar superiores a los logrados con las curvas a nivel. Esto es debido a que estas estructuras están diseñadas para utilizar también el agua de lluvia que no necesariamente cae en el rancho y además a que frecuentemente se siembran en las bolsas, cultivos muy productivos como es el caso del sorgo forrajero. El costo estimado del bolseo varía de $ 900.00 a más de $3,000.00 por hectárea.

SUBSUELO

El subsoleo, cinceleo o ripeo es una práctica que se utiliza para descompactar suelos duros y sellados con el objetivo de mejorar la aireación del suelo, captar más agua de lluvia y promover el establecimiento de nuevas plantas. Es ideal para romper las capas duras del suelo que impiden la infiltración, el desarrollo radicular y el establecimiento de las plantas. Se realiza en sentido perpendicular a la pendiente del terreno. El arado consta de 3 a 5 picos, es jalado por un tractor agrícola o buldózer y rompe el suelo de 20 a 40 cm de profundidad.

El subsoleo es una práctica efectiva para preparar cama de siembra, establecer especies forrajeras y puede ser usado para rehabilitar agostaderos y praderas deterioradas de zacates como el buffel, el cual, frecuentemente no requiere de siembra. Con esta práctica se ha logrado incrementar la producción anual de forraje de 300 a 750 kg/ha en matorrales y pastizales y de 900 a 2,500 kg/ha en praderas de zacate buffel con problemas de suelo compactado. Los incrementos logrados en la producción de forraje han persistido durante 7 años después del subsoleo.

RODILLO AEREADOR

El rodillo aereador de suelos es un cilindro metálico pesado que tiene dientes o cuchillas soldadas helicoidalmente a lo largo del mismo para lograr una mayor penetración en el suelo y una mayor eficiencia en el rodado, ya que este diseño permite que todo el peso del cilindro se concentre solamente en una o dos cuchillas a la vez. El implemento se engancha en la parte posterior de un buldózer y es rodado sobre la superficie del terreno que se desea rehabilitar. Este puede ser utilizado sin carga, pero es preferible llenarlo con agua y/o acondicionarlo usando piedras o sacos de arena en

Page 12: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

12

cajas especiales soldadas sobre el implemento, para brindar mayor peso y así lograr una mayor penetración de las cuchillas en el suelo.

Generalmente, los rodillos cuentan con una sembradora la cual está adaptada en la parte posterior del cilindro, que puede ser utilizada en la siembra de especies de arbustos, zacates o una mezcla en caso de requerirse. Probablemente, una de las principales virtudes de este implemento es que puede descompactar, preparar cama de siembra mediante el trazo de pozas para captar humedad y sembrar simultáneamente en un solo paso de maquinaria.

El rodillo aereador sirve para rehabilitar agostaderos y praderas deterioradas de zacate buffel mediante la descompactación de suelo y la captación de agua que se crea en las pequeñas pozas que resultan después de rodar el cilindro sobre la superficie del suelo. El implemento revienta el suelo sellado y rompe capas impermeables 30 cm debajo de la superficie del suelo y es capaz de crear pozas de aproximadamente 20 cm de diámetro y de 15 a 25 cm de profundidad.

Existen diversos tipos de rodillos que se han diseñado con diferentes fines para utilizarse bajo condiciones muy variadas de suelo y vegetación, aunque en los agostaderos de la región árida, generalmente los rodillos grandes y pesados son los que han trabajado mejor. Los rodillos varían en cuanto a su diseño, dimensión y peso. Generalmente cada rodillo es de 3.0 metros de longitud, de 75 a 120 cm de diámetro, consta de 80 a 120 cuchillas, pesa de 3 a 6 toneladas llenos de agua y requiere entre 50 y 100 caballos de fuerza para ser jalados.

El implemento puede dar vueltas rápidas en el terreno con relativa facilidad, lo que permite que se pueda seleccionar la vegetación y proteger especies deseables de árboles y manchones importantes de plantas arbustivas en el rancho.

El rendimiento del rodillo es variable entre ranchos y está en función de la topografía del terreno, tipo de vegetación, característica de la maquinaría y del tipo de trabajo que se requiera para cada caso específico. Los resultados actuales indican que el rendimiento de un paso de doble rodillo jalado por un buldózer D-5, varían de 1 hora con veinte minutos a 1 hora con cuarenta minutos por hectárea; por lo que el rendimiento por máquina fluctúa aproximadamente de 5 a 6 hectáreas por turno de 8 horas. El costo estimado de la operación del paso del doble rodillo, para cortar rama y descompactar simultáneamente, incluyendo la siembra del buffel (sin considerar la semilla) es de $625.00 a $785.00 por hectárea.

Estudios realizados para rehabilitar praderas degradadas de zacate buffel en el centro de Sonora, indican que la cantidad de agua en el suelo de las praderas descompactadas con un solo paso del rodillo, fue superior durante seis años en comparación con la de los suelos de praderas adyacentes no trabajadas. Durante el año de aplicación del rodillo, la cantidad de agua en el suelo fue 49% superior en comparación con las áreas no trabajadas y aunque esta diferencia tiende a reducirse sobre tiempo, los suelos de las praderas descompactadas con el rodillo continúan

Page 13: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

13

mostrando 27% más agua en comparación con los suelos de las praderas no trabajadas seis años después del tratamiento.

Seis años después de la descompactación con el rodillo aereador, el número de plantas de buffel por metro cuadrado fue de 4.6 y 1.6 en las praderas tratadas y no tratadas, respectivamente. La cobertura basal del zacate fue 7.4 y 0.7% en las praderas tratadas y no tratadas, respectivamente, durante el mismo período. La altura del zacate buffel fue mayor durante todos los años en las praderas descompactadas y promedió 91 y 59 cm en las praderas tratadas y no tratadas durante el mismo período.

La producción de forraje del zacate (base materia seca) también fue superior durante todos los años en las praderas rehabilitadas con el rodillo en comparación con las praderas no trabajadas. La producción anual de forraje fue 0.72 a 2.84 toneladas por hectárea siendo esta superior en las praderas tratadas con rodillo en comparación con las praderas adyacentes no trabajadas. Las praderas rehabilitadas con rodillo produjeron anualmente un promedio de 1.87 toneladas de forraje adicional por hectárea en comparación con las praderas de buffel no trabajadas. Durante los seis años del estudio, las praderas de buffel tratadas con rodillo produjeron 11.22 toneladas de forraje adicional en comparación con las praderas no trabajadas.

Estudios realizados en el pastizal mediano abierto de Bouteloua-Aristida en Sonora y Bouteloua-Hilaria en Chihuahua, ambos en condición regular a pobre, indican que la descompactación con el rodillo aereador sin la siembra de zacates, es suficiente para rehabilitar pastizales deteriorados. La densidad total de plantas al inicio de las pruebas varió de 2.5 a 3.4 entre sitios y se incrementó a 5.1 y 6.2 plantas/m2, respectivamente. La producción anual de forraje seco se incrementó de 290 y 355 a 890 y 950 kg/ha dos y tres veranos después del tratamiento. Las áreas tratadas continúan produciendo 400 a 800 kg de forraje adicional por hectárea, cinco años después de la descompactación del suelo.

En los matorrales de gobernadora (Larrea tridentata) en zonas de 250 mm anuales de precipitación, la respuesta de los pastos a la descompactación con rodillo aereador es menos dramática (80 vs 150 kg/ha), pero se mejora significativamente cuando se realiza combinado con siembra en franjas cubriendo 1/3 parte del terreno. Bajo estas condiciones, la producción de forraje seco se incrementa a 550 kg/ha (470 kg/ha de forraje seco adicional), por lo que se reduce el coeficiente de agostadero de 93 a 16 ha/UA. POCEO

Son pozas, hoyos o cavidades construidas sobre la superficie del suelo. Las pozas pueden ser construidas con un arado de discos modificado. Es un implemento jalado por tractor, formado por discos de arado, a los cuales, se les ha cortado una parte por cada lado y que al caminar sobre el terreno va formando unos pequeños pozos, donde se cosecha la lluvia y el agua de escurrimiento, permitiendo que la humedad permanezca por más tiempo en el suelo y reduciendo la perdida de agua de lluvia por escurrimientos. Las pozas también se pueden construir con la cuchilla del

Page 14: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

14

buldózer. El tamaño de las pozas puede variar y se recomienda en suelos compactados con poco drenaje, libres de rocas con poca pendiente y principalmente, en áreas con escasa precipitación.

Es una cama de siembra ideal para establecer plantas forrajeras en suelos profundos con poca pendiente. El número y tamaño de pozas a usar puede ser muy variable entre ranchos y depende de las características especificas de suelo, topografía, vegetación y de los objetivos que se persigan. El costo del poceo varía de $ 500 a $ 1,700.00 por hectárea y los rendimientos de forraje esperados son muy similares a los obtenidos en curvas de nivel.

En trabajos realizados con siembra de mezclas de pastos y arbustos en zonas de matorral en los desiertos de Chihuahua y Sonora (180-300 mm) se han logrado producciones de forraje que van de 350 a 625 kg/ha. En áreas de pastizales abiertos (350 mm), la siembra de pastos en pozas ha logrado producciones adicionales de forraje de 550 a 900 Kg/ha. CONTROL DE ESPECIES EN AGOSTADEROS

La rehabilitación de agostaderos con problemas de invasión de especies tóxicas o de escaso o nulo valor forrajero para el ganado y la fauna silvestre, es una alternativa utilizada para incrementar la producción y disponibilidad de forraje. Entre los principales métodos utilizados para manipular vegetación en agostaderos destacan los mecánicos, manuales, químicos y el fuego controlado. MÉTODOS MECÁNICOS

Los métodos mecánicos de control de especies utilizando maquinaria pesada o implementos que remueven en forma intensa la cubierta del suelo, generalmente se utilizan en agostaderos que requieren preparación de cama de siembra para el establecimiento de especies. Los implementos mecánicos más comúnmente utilizados en el control de la vegetación son: arados y rastras de discos, arados cortadores de raíces, cuchilla frontal, rieles, rodillos y desvaradoras.

Los arados y rastras pesadas de 24 y 36 discos, controlan entre un 50 y 70% de las especies arbustivas y herbáceas de porte bajo, pero son poco efectivas para el control de especies arbóreas grandes de tronco leñoso. Los arados cortadores de raíces controlan hasta un 90% de la vegetación, incluso especies arbóreas leñosas. Trabajan mejor en suelos profundos sin piedra cuando la cuchilla corta las raíces de los arbustos por abajo del punto de crecimiento. El costo de estas prácticas es generalmente elevado y varía de $ 1,200 a $ 2,000.00 por hectárea.

La rastra de rieles en sus muy variadas configuraciones, aunque es un método rápido y relativamente económico, es poco efectiva para controlar especies muy leñosas y demasiado flexibles que se doblen con el paso del implemento. El porcentaje de mortalidad reportado en plantas de porte bajo y medio de especies de los géneros Mimosa, Acacia, Larrea, Opuntia y Prosopis es inferior al 50%. Generalmente, el costo

Page 15: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

15

de la práctica fluctúa de $600.00 a $ 950.00 por hectárea, no es un método efectivo de preparación de cama de siembra, y al igual que los arados y rastras de discos, tiene la desventaja de que no trabaja bien en suelos rocosos y compactados y además destruye plantas deseables de pastos y arbustos.

Los rodillos impresores y los rodillos aereadores con picos y cuchillas son generalmente utilizados para preparar cama de siembra y aunque no matan mucha vegetación, con excepción de algunas especies del genero Encelia, quiebran y cortan muchos arbustos de porte bajo y mediano por arriba de la superficie del suelo, con lo que reducen temporalmente la competencia de los mismos por períodos hasta de 3 a 5 años. Los pastos y herbáceas responden favorablemente a la descompactación y a la reducción temporal de la competencia. Los incrementos en la producción de forraje reportados en pastizales medianos de Bouteloua-Aristida, invadidos por arbustos van de 250 a 800 kg de forraje seco por hectárea, y de 900 a 2000 kg de forraje seco por hectárea en praderas inducidas de pastos como buffel y klein.

El desvarado o corte de vegetación es una práctica que se utiliza para eliminar material viejo de pastos y reducir la cobertura de especies arbustivas leñosas que aportan poco forraje para el ganado y la fauna silvestre. La práctica se realiza con máquinas desvaradoras de aspas o machetes de 2 a 6 m de longitud que son enganchadas del eje de toma de fuerza en la parte posterior de un tractor agrícola o buldozer. El desvarado se realiza cortando la vegetación a la altura que se desee sobre la superficie del suelo. Aunque la desvaradora no remueve ni voltea el suelo, los residuos del material vegetal triturado y pulverizado sobre la superficie del suelo sirve como mantillo y éste protege al suelo y reduce la pérdida de agua por escurrimiento.

Aunque el desvarado no es una práctica muy efectiva para controlar vegetación arbustiva y arbórea, elimina el crecimiento vegetativo y reduce temporalmente la competencia de los arbustos no deseables o de poco valor forrajero. Controla adecuadamente especies leñosas de porte bajo con tallos menores de 5 cm de diámetro. La mortalidad reportada es generalmente inferior al 30% en especies de los géneros Prosopis, Brickellia, Eysenhardtia, Encelia, Mimosa y Acacia. La reducción temporal en el crecimiento de plantas no deseables que compiten por agua y nutrientes con las plantas forrajeras deseables, permite incrementos sustanciales en la producción de forraje. Aunque, el costo del desvarado está influenciado por la topografía y el número y tamaño de plantas, éste varía de $500 a $750.00 por hectárea. El incremento anual obtenido en la producción de forraje ha sido de entre 0.3 y 0.7 toneladas por hectárea en pastizales abiertos y de 1.2 y 2.0 toneladas por hectárea en praderas de zacate buffel. Las praderas desvaradas muestran 2.5 veces más plantas de buffel que las no tratadas, la altura del buffel es 20 a 30 cm superior en las áreas tratadas y la cobertura basal del pasto es 4 veces superior en las áreas desvaradas.

MÉTODOS MANUALES

Incluye el arrancado manual, así como el uso de implementos manuales tales como hacha, machete, azadón y talacho, e incluso implementos manuales motorizados

Page 16: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

16

como es el caso de la desbrosadora y la motosierra. Son métodos generalmente lentos y costosos, sobre todo en agostaderos con altas densidades de plantas. Son efectivos en especies arbustivas y arbóreas que no rebrotan de la base pero son inefectivos en especies de crecimiento basal agresivo como las de los géneros Mimosa, Prosopis, Acacia y Larrea. Es un método de control selectivo porque se aplica solo a las especies que se desea.

MÉTODOS QUÍMICOS

Incluye el uso de productos químicos para controlar selectivamente especies que causan algún tipo de problema en el ganado y fauna silvestre en agostaderos. El uso de herbicidas para control de vegetación en agostaderos, ha venido reduciéndose drásticamente en los últimos años porque el costo se ha incrementado y por el alto riesgo de contaminación. Actualmente, son pocos los productos en el mercado que además de ser económicos, específicos y efectivos, ofrezcan seguridad al hombre y al ambiente. El herbicida granular tebuthiurón (Graslan 20P) es un producto que aunque costoso, cumple con las normas ambientales de seguridad de acuerdo con la Agencia de Protección del Medio Ambiente. Tiene la ventaja de ser selectivo en dosis bajas, es poco movible en el suelo y no tiene el riesgo de ser lavado del follaje.

En matorrales de gobernadora (Larrea tridentata) con la aplicación de tebuthiurón a razón de 1.0 kg de ingrediente activo por hectárea se ha logrado controlar de un 40 a un 70% la densidad de especies de los géneros Larrea, Prosopis, Acacia, Mimosa y Flourensia, lográndose incrementos en la producción de forraje de 230 a 500 kg por hectárea. Resultados similares se han encontrado en pastizales medianos de Bouteloua-Aristida invadidos con especies de los géneros Prosopis, Brickellia, Eysenhardtia y Mimosa. El mismo herbicida ha sido utilizado en praderas de zacate buffel con problemas de invasión de especies de los géneros Acacia, Mimosa y Encelia. Aplicaciones de 1 a 2 gramos de ingrediente activo por planta han sido suficientes para controlar del 75 al 90% de las plantas, lográndose incrementos en la producción de forraje de 700 a 1,500 kg de forraje seco por hectárea. El costo total de la práctica varía de $ 0.70 a 1.50 por planta.

En praderas de zacate buffel los herbicidas Pastar (2,4-D + Aminopyralid) y Togar (Picloram + Triclopyr) han controlado al 100% las invasiones de vinorama (Acacia constricta), chirahui o guinolo (Acacia cochliacantha) y mezquitillo (Mimosa dysocarpa). Pastar al 1% (1 litro en 100 litros de agua) aplicado al follaje, con mochila aspersora, durante julio-agosto (época de crecimiento activo) a plantas jóvenes de 0.4 a 1.7 metros de altura. Con un litro del producto se aplican de 800 a 1000 plantas con un costo total (mano de obra + producto) de $ 0.4 a 0.6 pesos por planta, dependiendo del tamaño.

Page 17: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

17

Para tratamientos al troncón, el cual se hace en plantas adultas y arboladas, previo corte con hacha o motocierra 5 a 10 cm sobre la superficie del suelo, se puede controlar con Pastar o Togar al 4% (1 litro en 25 litros de agua), aplicando en cualquier época del año, sobre el tronco cortado y base, con una brocha o mochila aspersora. Con un litro de herbicida se pueden aplicar 700 a 900 plantas con un costo de $ 0.5 a 0.6 pesos por planta. Se puede también controlar vegetación mediante aplicaciones basales al tronco para matar especies arboladas a lo largo de los cercos o en los potreros usando el herbicida Togar en diesel al 4% (1 litro de herbicida en 25 litros de diesel), empapando cuidadosamente la base o corteza de las plantas a una altura de 30 cm sobre la superficie del suelo. Los resultados logrados en praderas con los tratamientos descritos anteriormente indican que es posible incrementar la densidad y cobertura basal de los pastos hasta en un 50%, con incrementos anuales en la producción de forraje de 400 a 1,000 kg/ha durante los primeros dos años de aplicación, por lo que el costo de inversión se recupera durante el primer año del tratamiento.

QUEMA PRESCRITA

Es una práctica donde se usa el fuego en forma programada, para reducir altas infestaciones de especies arbustivas agresivas de poco valor forrajero, las que compiten y limitan la producción de otras plantas de más interés forrajero para el ganado y la fauna silvestre. Es una práctica efectiva para manipular vegetación en agostaderos. Tiene la desventaja de que no es un método de control selectivo ya que puede dañar tanto especies deseables como las no deseables de plantas y se requiere de suficiente forraje o material combustible para conducir el fuego.

Para realizar la quema se requiere de por lo menos una tonelada por ha de forraje o material fino combustible. Un matorral puede disponer de 100 a 300 kg de combustible fino por hectárea, un pastizal mediano abierto de 500 a 1,100 kg por hectárea y una pradera bien establecida de buffel en un año regular de lluvias, produce alrededor de 3 toneladas por hectárea. La quema prescrita trabaja mejor en zonas que reciben por lo menos 400 mm de lluvia (16 pulgadas), en ranchos donde existe buena capacidad de respuesta del zacate a la reducción de la competencia arbustiva. No puede aplicarse en todos los tipos de vegetación porque también daña a otras especies de arbustos y árboles que producen buen forraje y protegen el suelo. El costo de la quema varía de $ 50.00 a 100.00 por hectárea, donde se incluye el brechado pero no el costo del forraje que se quema.

La quema planeada tiene mayor potencial de aplicación en pastizales abiertos y praderas de zacates introducidos como el buffel, que presentan problemas específicos de invasión de arbustos. Generalmente, el fuego tiene poca aplicación en zonas de matorrales porque no tienen forraje combustible suficiente para conducir adecuadamente el fuego, además de que en la mayoría de los casos, las especies indeseables que se quieren controlar están combinadas con las plantas deseables y el fuego daña a ambas.

Page 18: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

18

En la región central de Sonora, con la quema de praderas de zacate buffel en condición regular (4-9 plantas/m2; 8-12.5% de cobertura basal; y 1.5-3.2 ton/ha de forraje) para controlar altas densidades de arbustos de los géneros Acacia, Mimosa y Prosopis se ha logrado incrementar la densidad de plantas de buffel de 5 a 16% anual durante un período de 4 años con incrementos anuales en la cobertura basal de plantas y producción de forraje de 15% y 55%, respectivamente. En un periodo de 5 años, las áreas quemadas han producido anualmente entre 1.2 y 2.5 ton/ha de forraje adicional, en comparación con las áreas testigo.

ALGUNAS PLANTAS TOXICAS DE IMPORTANCIA PARA OVINOS

Existen muchas especies toxicas en agostaderos que pueden ocasionar problemas productivos, reproductivos y mortalidad en borregos pastoreando en agostaderos. Aunque no todas las especies ni algunas partes de ellas son toxicas durante todo el año, causan fuertes pérdidas a los productores. La mayoría de los problemas de plantas toxicas están asociados a cambios climáticos estacionales, desnutrición y sobrepastoreo. Dentro de las que destacan: guajillo, lechuguilla, coronilla, hierbas lechosas, hierbas locas, telempacate, alfombrilla, hojasen, quelite, malva, pamita, chual, peludita, y zacate johnson, entre otros.

Guajillo Acacia berlandieri. Grandes cantidades de hojas y frutos (aproximadamente 15 veces el peso del animal), consumidas en un periodo de varios meses producen ataxia (“bamboleo de guajillo”) y hasta la muerte. El tóxico es un compuesto similar a la efedrina.

Lechuguilla Agave lechuguilla. Contiene 5 substancias que provocan

fotosensibilidad hepática y saponinas. Las cabras y ovejas son muy afectadas. Causa ictericia, descargas acuosas de ojos y fosas nasales, orina obscura y fotosensibilidad. 450 gramos de material verde consumido producen fotosensibilidad en menos de una

Page 19: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

19

semana y la muerte en 1 ó 2 semanas. Esta intoxicación es más común en primavera, pero también en épocas de sequía.

Coronilla o hierba del pájaro Anagallis arvensis. Muy distribuida en México, prefiere suelos arenosos. El tóxico es un glucósido llamado Ciclamina. Es letal para ovinos al consumir 2% del peso del animal. Síntomas como depresión, anorexia y diarrea. Muerte en 48 horas.

Hierbas lechosas Asclepia spp. Tienen savia lechosa, están adaptadas a climas

cálidos y suelos arenosos; son consumidas cuando escasea el buen forraje y en terrenos sobre pastoreados. Los principios tóxicos son glucósidos y resinoides; los resinoides son los más tóxicos. Los ovinos y caprinos son los mas afectados, ocasionalmente son tóxicas para bovinos, equinos y aves. Las distintas especies varían en su toxicidad (1.5 onzas matan una oveja); en general, del 1 al 2 % del P. V. pueden causar la muerte; estas especies aun secas pueden ser peligrosas.

Page 20: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

20

Hierbas lechosas de hoja delgada (Asclepia galioides, A. mexicana, A.

labriformis, A. subverticillata y A. pumila) producen espasmos musculares, chasqueo de dientes, salivación excesiva y ritmo cardiaco acelerado; producen hipertermia de hasta 42 °C, la muerte sobreviene por parálisis respiratoria. Hierbas lechosas de hoja ancha (Asclepia latifolia y A. syriaca) producen depresión, debilidad general, disnea y quejidos en el animal afectado; producen hipotermia, a diferencia de las de hoja delgada.

Asclepia mexicana

Hierbas locas Astragalus spp. Existen mas de 300 especies en Norteamérica;

son difíciles de identificar entre si a las diferentes especies, y además, otro género, Oxytropis a veces es confundido con Astragalus. Algunas especies de Astragalus y Oxytropis no son venenosas. De las especies venenosas hay tres grupos:

Grupo I. Acumuladoras de Selenio, por lo menos 21 especies son selenofilas

obligadas y solo crecen en suelos con fuertes concentraciones de Selenio, que es el compuesto tóxico. Grupo II. Causantes de locoismo. El tóxico es algún alcaloide como locoina, earleina o pinita. Las especies mas representativas son: Astragalus mollisimus, A. lentiginosus, A. wotonii, A. nothoxys, A. thurberi y A. orgillophillus. Grupo III. De efecto rápido. No producen locoismo ni tienen Selenio. Su efecto no es acumulativo como en las de los otros dos grupos, sino muy rápido o agudo al consumir en poca cantidad. Causan complicaciones del sistema respiratorio. Los síntomas aparecen en menos de una semana en animales en agostaderos, siendo anorexia, baja condición corporal, pelo áspero, despellejamiento nasolabial, parálisis total y muerte. En ovinos el cuadro clínico es mas agudo, los síntomas pueden pasar desapercibidos. Al mover a los animales presentan aceleración respiratoria con incoordinación neuromuscular. A. emoryanus puede o no ser tóxica dependiendo de su área de crecimiento y en algunos lugares se considera buen forraje; en otros es muy tóxica al crecer en suelos rojos

Page 21: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

21

arenosos o en cerros con piedra caliza. Ejemplos de este grupo incluyen: Astragalus emoryanus, A. hylophyllus, A. pallisori, A. sahulosus, A. tetapterus, A. michauxii, A. pubentissimus, A. serotinus y A. thompsonae.

Astragalus mollisimus Telempacate Baileya multirradata. Muy difundida en zonas áridas,

(Aguascalientes, California, Zacatecas, Durango, Sonora, Chihuahua.), intoxica ovinos aun estando seca. Consumo de 7 a 30 kg verde o de 8 a 26 kg seco consumidos en menos de tres días son letales para ovejas. No presenta sintomatología específica y aún no se identifica su tóxico, pero se sabe que es una sustancia hidrosoluble.

Alfombrilla Drymaria arenaroides. Prefiere suelos ácidos y neutros, muy reportada en Chihuahua, Hidalgo., San Luis Potosí., Zacatecas., Sonora y Nuevo León. Sus principios tóxicos son muy variados ya que contiene varios alcaloides, saponinas y ácido oxálico. Un 0.1% del PV consumido es tóxico y 0.5% del PV consumido es letal.

Page 22: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

22

Hojas en Flourensia cernua. Muy tóxica para ovinos. En Texas, USA se reportan casos de 25% de muertes en rebaños a causa de esta planta. El fruto es lo más tóxico y 1% de PV consumido es letal, mientras que el follaje no es tóxico. Los síntomas de la intoxicación son anorexia, dolor abdominal y problemas respiratorios, éstos al final causan la muerte.

Se tiene que tener también mucho cuidado con las especies que concentran

altos niveles de nitratos como: quelite o bledo (Amaranthus spp.), malva (Malva parviflora), pamita (Sisymbrium irio), pamitón (Descurainia pinnata), cucharita (Lepidium spp.), choal (Chenopodium spp.), peludita (Cryptantha grayi), y zacate Johnson (Sorghum halepense), entre otras, que son un problema fuerte durante las lluvias del verano y la primavera cuando hay equipatas.

Hay que recordar que todas las prácticas de rehabilitación que involucran la manipulación de la vegetación y del suelo requieren de un permiso por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), por lo que todas las personas interesadas, independientemente del estado de la República en que se encuentren, deben de realizar oportunamente los trámites correspondientes.

Page 23: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

23

Figura 1. Proyección de la rentabilidad en un rancho con 1,000 hectáreas de pastizal mediano en condición pobre (1) sin planes futuros de rehabilitación; y con la siembra anual de 200 hectáreas de zacate buffel Frío (2) con recursos propios solamente y (3) con financiamiento externo y apoyos gubernamentales (Ibarra et al., 2005).

-198837

-361173

-277785

-243598

-184744

104593

423610401630

448467 440022 435086449026 436463448633

10510 13417 18306 22189 20872 19732 20988 21226 20949 21245 21521 21590 21745 22110-8837

-70310

-122159

-188491-212853

-190803

126470

188556

316142

377488

435086449026 436463448633

-500000

-400000

-300000

-200000

-100000

0

100000

200000

300000

400000

500000

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

AÑOS

PESOS

CON PRADERA

SIN PRADERA

CON PRADERA FINANCIADA

Page 24: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

24

Cuadro 1. Especies mas comúnmente utilizadas en la rehabilitación de agostaderos y praderas de zacates degradadas.

Nombre Científico Nombre Común Densidad de Siembra Kg de SPV/ha*

Gramíneas

Agropyrum cristatum Triguillo encopetado 3.4 a 5.6

Agropyrum intermedium Triguillo intermedio 5.6 a 7.8

Andropogon gerardii Tallo azul 5.4 a 11.0

Bouteloua curtipendula Banderilla 3.4 a 5.6

Bouteloua gracilis Navajita 1.1 a 1.7

Bothriochloa ischaemum Popotillo Plateado 2.2 a 3.4

Bromus inermis Bromo 6.7 a 9.0

Cenchrus ciliaris Buffel 3.0 a 6.0

Dactylis glomerata Huerta 4.5 a 9.0

Eragrostis atherstonei Aterston 1.1 a 2.2

Eragrostis chloromelas Boer 1.0 a 1.5

Eragrostis curvula Llorón 1.1 a 3.4

Eragrostis lehmanniana Africano 0.5 a 1.0

Festuca arundinacea Festuca 2.2 a 3.4

Hilaria mutica Toboso 3.4 a 9.0

Leptochloa dubia Gigante 4.5 a 6.7

Panicum antidotale Panizo Azul 3.4 a 5.6

Panicum coloratum Klein 1.7 a 2.2

Panicum virgatum Panizo 3.4 a 5.6

Panicum maximum Guinea 4.5 a 13.4

Phalaris arundinacea Alpistle 3.0 a 6.0

Setaria macrostachya Tempranero 5.6 a 7.8

Arbustos

Atripex canescens Chamizo 5.7 a 8.9

Atripex confertifolia Chamizo 5.5 a 7.8

Caesalpinia pumila Piojito 1.0 a 1.5

Calliandra eriophylla Cósahui del Norte 0.5 a 1.0

Coursetia glandulosa Zamota 0.5 a 1.0

Desmanthus covilleii Sitiporo 1.0 a 2.0

Desmanthus palmeri Daison 1.0 a 2.0

Desmanthus virgatus Sitiporo 1.0 a 3.0

Eysenhardtia orthocarpa Palo Dulce 0.3 a 0.6

Krameria parvifolia Cósahui del Sur 1.0 a 2.0

Lysiloma divaricata Mauto 0.5 a 1.0

Simmondsia chinensis Jojoba 1.0 a 3.0

Arboles

Cercidium floridium Palo Verde Azul 0.5 a 1.0

Cercidium microphyllum Palo Verde 0.5 a 1.0

Guaiacum coulteri Guayacán 1.0 a 1.5

Prosopis juliflora Mezquite 0.1 a 0.5

Olneya tesota Palo Fierro 0.5 a 1.0

* SPV/ha = Semilla pura viable por hectárea.

Page 25: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

25

LITERATURA CONSULTADA Álvarez, J. 1985. Sistemas de producción ovina en el área de influencia del CIEEGT.

Memorias del curso de actualización en producción de ovinos en zonas tropicales. pp 29-37. UNAM. México.

Anderson, B.W., J.A. Atkins, and R.D. Harris. 1993. Growth factors for woody perennials at western Sonoran desert wash revegetation, p. 151-156. In: Roundy, B.A., McArthur E.D., Haley J.S., and Mann D.K. (comps.) Proceedings: Wildland shrub and arid land restoration symposium. Gen. Tech. Rep. INT-GTR-315. Ogden, UT: U.S. Dep. Agr. Forest Serv. Intermountain Research Station. 384 pp.

Anónimo, 1980. Estado de Zacatecas. Carta Climatológica escala 1:1,000000. Dir. Gral. de Geografía del Territorio Nal. Secretaria de Programación y Presupuesto. Mexico, D. F.

Avila, J.M. y E.A. González. 1991. Aplicación foliar de cinco herbicidas para el control de huizache (Acacia farnesiana) en el sur de Tamaulipas. Séptimo Congreso Nacional de Manejo de Pastizales. SOMAP-UAT. Cd. Victoria, Tamps. Méx. p. 15.

Cook, D., M.H. Ralphs, K.D. Welch and B.L. Stegelmeier. 2009. Locoweed poisoning in livestock. Rangelands 31 (1):16-21.

COTECOCA. 1968. Coeficientes de Agostadero de la República Mexicana. Estado de Sonora. Secretaria de Agricultura y Ganadería. México, D.F. 65 p.

COTECOCA. 1980. Coeficientes de agostadero de la República Mexicana. Estados de Aguascalientes y Zacatecas. Comisión Técnica Consultiva para la determinación de Coeficientes de Agostadero. Secretaria de Agricultura y Recursos Hidráulicos. México, D.F. 287 p.

COTECOCA. 1982. Metodología de tipos de vegetación, sitios de productividad forrajera y coeficientes de agostadero del Estado de Sonora. Secretaría de Agricultura y Ganadería. México, D.F. 370 p.

Cox, J.R., H.L. Morton, T.N. Johnsen Jr., G.L. Jordan, S.C. Martin, and L.C. Fierro. 1982. Vegetation restoration in the Chihuahuan and Sonoran deserts of North America. USDA Agric. Res. Serv. ARM-W-28, Oakland, California, USA. 39 p.

Cox, J.R., Martin-R, M.H., Ibarra-F, F.A., and H.L. Morton. 1986. Establishment of range grasses on various seedbeds at creosotebush (Larrea tridentata) sites in Arizona, U.S.A., and Chihuahua, Mexico. J. Range Manage. 39:540-546.

Cruz, C. 1991. Engorda de borregos pelibuey en condiciones tropicales. Memorias de la tercera Reunión de Producción Animal Tropical. pp 29-37. CIEEGT-UNAM. Veracruz, México.

Davis, T.Z., S.T. Lee, M.H. Ralphs and E. Panter. 2009. Selected common poisonous plants of the United States. Rangelands 31 (1):38-44.

Denogean, B.F., Moreno, M.S., y F. Ibarra, F. 2002. Plantas tóxicas para el ganado en la vegetación Sonorense. III Simposio internacional sobre la flora silvestre de zonas áridas. Universidad de Sonora. Hermosillo, Sonora, México. 223-231 p.

Echavarria, M.S. 2002. Opciones para la producción de forrajes y su integración a la empresa ganadera o agropecuaria. Memoria del Simposium Internacional de Ovinos en el Norte de México. Chihuahua, Chih. Mex. 60-65 p.

Page 26: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

26

Enríquez, E.E.D., Koch, S.D., y González, E.M.S. 2003. Flora y vegetación de la sierra de Órganos municipio de Sombrerete, Zacatecas, México. Acta Botánica Mexicana 64:45-89.

Ethridge, D.E., Sherwood, R.S., Sosebee, R.E. y C.H. Herbel. 1997. Economic feasibility of rangeland seeding in the arid southwest. J. Range Manage. 50:185-190.

Fierro, L.C., J. Jabalera, M.H. González y F. Ibarra. 1979. Comparación del establecimiento de cuatro mezclas y tres niveles de semilla de zacates nativos e introducidos en cuatro tipos de preparación de cama de siembra. Rancho Experimental La Campana. Chihuahua, Chihuahua, Méx. Boletín Pastizales. Vol X No. 6. 7 p.

González, A. 1989. Plantas tóxicas para el ganado. Ed. Limusa S. A. México. 273pp. González, V.E. y H. Barradas. 1986. Evaluación del corte y diferentes aplicaciones de

diesel para el control de huizache (Acacia farnesiana) en el estado de Veracruz. Téc. Pecu. Méx. 52:82-86.

González, V.E. y C.W. Hanselka. 2002. Ecología y Manejo de Matorrales (caso de la Provincia Biótica Tamaulipeca). INIFAP-Texas A&M University. Cd. Victoria, Tamaulipas, Méx. 151 p.

González, V.E., M.A. Hussey y J.A. Ortega. 1994. Establishment of Illinois bundleflower and prostrate bundleflower in association with kleingrass. Agronomy Annual Meeting. ASA-CSSA-SSSA. Seattle, WA. p. 166.

González, V.E., Reynaga, V.R. y J.A. Rodríguez. 1998. Integrated Shrublands Management in Northeast Mexico. (In) workshop: Management of Grazinglands in Northern Mexico and Southern Texas. UANL. UAT. UAAAN. ITESM. TEXAS A&M UNIV. INIFAP. FIRA. UGRNL. UGRT. and UGR COAH. Laredo, TX. P. 31-38 p.

González, V.E.A., J.M. Avila C., J.A. Ortega S. y M.A. González P. 2000. Establecimiento de leguminosas Forrajeras en potreros de zacate pangola. Reunión Nacional de Investigación Pecuaria en México. Hermosillo, Sonora, Méx. p. 60.

Gutiérrez, L.R.F., G.Ch. Echavarría, H.G. Salinas, M.D.R. Amador, M.J.N. Flores y M.A.O. Flores. 2006. Producción caprina bajo pastoreo rotacional diferido y continuo. Folleto Científico No. 9. INIFAP. Campo Experimental Zacatecas.

Hanselka, C.W., E.A. González V., L.D. White y J.A. Ortega S. 2002. Producción de Ganado en Equilibrio con el Potencial de los Recursos Naturales en el Noreste de México y el Sur de Texas. (En): Simposio-Taller, Aprovechamiento Sustentable de los Recursos Naturales En El Noreste de México y Sur de Texas. Consorcio del Noreste de México. UGRNL-UANL-TAMUS-INIFAP. Guadalupe, N. L. 3-12 p.

Hart, C.R., T. Garland, A. Actherine, B.B. Carpenter and J.C. Reagor. 2003. Toxic plants of Texas. Integrated Management strategies to prevent livestock losses. Texas Cooperative Extension and Texas A&M University System. U. S. A.

Heitschmidt, R.K., and J.W. Stuth. 1991. Grazing management an ecological perspective. Timber Press Inc. Firsth Ed. Portland, Oregon, USA. 259 p.

Hernández, C.M.E. 1992. Las zonas áridas de México. Tesis Doctorado en Ciencias. Universidad Nacional Autónoma de México. México, D.F.

Page 27: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

27

Hernández, C.M.E., y E. García. 1997. Condiciones climáticas de las zonas áridas de México. Geogr. Des. 15:5-16.

Hodgson, J., and A.W. Illius. 1996. The ecology and management of grazing systems. Cab International Inc. First Edition. New York, USA. 466 p.

Holechek, J.L., R.D. Pieper and C.H. Herbel. 2004. Range management principles and practices. Pearson Prentice Hall Ed. Fifth Edition. New Jersey, USA. 605 p.

Ibarra, F.F., M. Martin y M. Silva O. 1987. ¿Qué es un sistema de pastoreo?. Boletin Rancho 5(33):1-12. PATROCIPES-SARH-Gob.Edo.Son.-UGRS. Hermosillo, Sonora, México.

Ibarra-F, F.A., J.R. Cox, M.H. Martín-R, T.A. Crowl, and C.A. Call. 1995. Predicting buffelgrass survival across a geographical and environmental gradient. J. Range Manage. 48:53-59.

Ibarra, F.F.A. y M. Martin, R. 1995. Establecimiento del Zacate Buffel, p. 15-30. En: Guía Práctica para el Establecimiento, Manejo y Utilización del Zacate Buffel PATROCIPES A. C. (eds.). Patronato del Centro de Investigaciones Pecuarias del Estado de Sonora. Hermosillo, Sonora, México.

Ibarra, F. F.A., Martin, M. H . Miranda, and J.L. Luna. 1996. Seeding of forage brush species for the restoration of deteriorated rangelands in the Sonoran Desert. Abstracts 51st Annual Meeting. Society for Range Management. Guadalajara, Jalisco, México. 63 p.

Ibarra, F.F., M. Martín R., y H. Miranda Z. 1999. Rehabilitación de praderas de zacate buffel invadidas por arbustos mediante el uso de la quema prescrita. Téc. Pecu. Méx. 37:9-22.

Ibarra, F.F.A., M. Martín R., y H. Aguayo A. 2002. Use el rodillo aereador para rehabilitar praderas. Revista Rancho. PATROCIPES. Hermosillo, Sonora. 11-13 pp.

Ibarra, F.F.A., Pérez S.P., Martín M. R., y L.C. Valencia M. 2002. Recomendaciones prácticas para enfrentar la sequía. Revista Rancho. PATROCIPES. Hermosillo, Sonora. 6-15 pp.

Ibarra, F.F.A., M. Martín R., y F. Ramírez M. 2003. El subsoleo como práctica de rehabilitación de praderas de zacate buffel en condición regular en la región central de Sonora. Téc. Pecu. Méx. (En prensa).

Ibarra, F.F., Martín M.H.R., Encinas B.A. y S. Pérez P. 2003. Recomendaciones para el Mejoramiento Forrajero de los Agostaderos de Sonora, Mediante Técnicas de Rehabilitación y Manejo. Fundación Produce Sonora A. C. INIFAP. PATROCIPES. UGRS. Sonora. 21 p.

Ibarra, F.F, Moreno, M.S., Martín, R.M., Denogean, B.F., y Gerlach, B.L.H. 2005. El zacate buffel como una alternativa para incrementar la rentabilidad de los ranchos ganaderos en la sierra de Sonora. Téc Pecu Méx 43(2):173-183.

Ibarra, F.F., Muños, T.O., Garza, O.R., Martin, R.M., Denogean, B.F., y S. Moreno. 2009. Arbustos invasores – Pastar y Togar herbicidas con buen potencial para controlar plantas invasoras en los ranchos de Sonora. Revista Sonora Ganadera. No. 12. Hermosillo, Sonora, México 21-23p.

INEGI. 2001. Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicanos. Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática. Aguascalientes, Aguascalientes, México. 703 p.

INEGI, 2004. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. Anuario estadístico del Estado de Zacatecas. Aguascalientes, Ags,. México.

Page 28: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

28

INEGI, 2007. Censo Agrícola, Ganadero y Forestal 2007. Instituto Nacional de Estadística y Geografía. http://www.inegi.org.mx/inegi/default.aspx?s=est. (Marzo 2010).

Martín-R, M., y F. Ibarra-F. 2000. Rehabilitación de agostaderos mediante la siembra de arbustos en el Desierto de Sonora. II Simposio Internacional sobre la utilización y aprovechamiento de la flora silvestre de zonas áridas. Universidad de Sonora. Hermosillo, Sonora, México. 93-101 p.

Martín-R, M., Ibarra-F, F., Guthery, F.S., Kublesky, W.P. Jr., Camou-L, G., Fimbres-P, J., y D. Johnson. 2001. Habitat improvement for Wildlife in North-Central Sonora, México. Shrubland Ecosystem Genetics and Biodiversity: Proceedings. Provo, Utah. 356-360 p.

Martín M.H.R. e Ibarra F. F. 2002. No deje que se escurra. Practique la cosecha de agua en Agostaderos. Revista Rancho. PATROCIPES. Hermosillo, Sonora, Méx. 4-6 p.

Medina, G.G., Salinas, G.H., y A.F. Rubio. 2001. Potencial productivo de especies forrajeras en el estado de Zacatecas. INIFAP. Libro Técnico No. 1. Zacatecas, México.

Medina, G. G., Gutiérrez, L.R., Echavarría, Ch. F.G., Amador, R.M.D., y J.A. Ruiz, C. 2009. Estimación de la producción de forraje con imágenes de satélite en los pastizales de Zacatecas. Téc Pecu Méx 47(2)135-144.

Miranda, F. y Hernández X. 1963. Los tipos de vegetación de México y su clasificación. Soc. Bot. México. 28:29-179.

Morton, H.L., Ibarra-F, F.A., Martín-R, M.H., and J.R. Cox. 1990. Creosotebush control and forage production in the Chihuahuan and Sonoran deserts. J. Range Manage. 43:43-48.

Ortega S., J.A y E.A. González V. y L. Ortega R. 1999. Importancia de la Vegetación Nativa en la Alimentación Animal en Zonas Tropicales. Primer Simposio Internacional de Ganadería Tropical Sostenible. Huejutla, Hgo. INIFAP, Texas A&M Univ., Univ. Tecnológica de la Huasteca Hidalguense. p 25-32.

Quero, C.A.R., Enríquez, Q.J.F., y L. Miranda, V. 2007. Evaluación de especies forrajeras en America tropical, avances o status quo. Interciencia 32(8):566-571.

Ramos, G., P. Frutos, F.J. Giradles y A.R. Mantecon. 1998. Los compuestos secundarios de las plantas en la nutrición de los herbívoros. Arch. Zootec. 47:597-620.

Roundy, B.A. 1993. Lessons from the past-Gilbert L. Jordan’s revegetation research in the Chihuahuan and Sonoran deserts, p. 107-112. In: Roundy, B.A., McArthur E.D., Haley J.S., and Mann D.K. (comps.) Proceedings: Wildland shrub and arid land restoration symposium. Gen. Tech. Rep. INT-GTR-315. Ogden, UT: U.S. Dep. Agr. Forest Serv. Intermountain Research Station. 384 p.

Ruiz, T. y G. Febles. 2004. La desertificación y la sequía en el mundo. Avances de investigación Agropecuaria. Universidad de Colima. 8(2):1-11.

Rzedowski, J. 1978. Vegetación de México. Ed. Limusa. Primera edición. México, D.F. 432 p.

Sánchez, G.E.J. 2002. Situación actual de la industria de ovinos en los Estados Unidos de Norteamérica y la globalización de mercados. Memoria del Simposium Internacional de Ovinos en el Norte de México. Chihuahua, Chih. Mex. 1-11 p.

Scifres, C.J. 1980. Brush Management - Principles and Practices for Texas and the Southwest. Texas A&M University. 360 p.

Page 29: alternativas Practicas de Aprovechamiento de Agostaderos

29

Serna, P.A., y F.G. Echevarria, Ch. 2002. Característica hidrológica de un agostadero comunal excluido al pastoreo en Zacatecas, México. I Pérdida de suelo. Téc Pecu Méx 40(1):37-53.

Slayback, R.D., W.A. Bunter, and L.R. Dean. 1993. Restoring Mojave desert farmland with native shrubs, p.113-115. In: Roundy, B.A., McArthur E.D., Haley J.S., and Mann D.K. (comps.) Proceedings: Wildland shrub and arid land restoration symposium. Gen. Tech. Rep. INT-GTR-315. Ogden, UT: U.S. Dep. Agr. Forest Serv. Intermountain Research Station. 384 p.

Solís, G.G. y B.M. Espericueta. 1998. Evaluación de la Condición actual en áreas de Mezquite y Palo Fierro en ambientes áridos sujetos a un aprovechamiento continuo. p. 125-136. En: Vázquez del C. et al (ed.). Memorias del Simposio Internacional sobre la Utilización y Aprovechamiento de la Flora Silvestre de Zonas áridas. Universidad de Sonora. Hermosillo, Sonora, México.

Springfield, H.W. 1970. Germination and Establishment of Fourwing Saltbush in the Southwest. USDA Forest Service-Research Paper.

Ueckert, D.N., Petersen, J.L., McFarland, M.L. and R.L. Potter. 1982. Fourwing Saltbush Revegetation Trials in West Texas. Brush Management and Range Improvement Research 1980-81. College Station, Texas. CPR 3968-4014.

Vallentine, J.F. 1980. Range Development and Improvements. Brigham Young University Press. Provo, Utah. 545 p.

Vallentine, J.F. 1990. Grazing Management. Academic Press, Inc. First Ed. New York, USA. 533 p.

Velázquez, M.P.A., A.M. Heredia y Q.R. Bores. 2002. Producción de carne ovina con razas de pelo. Memoria del Simposium Internacional de Ovinos en el Norte de México. Chihuahua, Chih. Mex. 31-35 p.

Villalobos, C. 2002. Impacto ecológico de ovinos en libre pastoreo. Memoria del Simposium Internacional de Ovinos en el Norte de México. Chihuahua, Chih. Mex.108-119 p.

Whisenant, S.G. 1993. Landscape dynamics and arid land restoration, p. 26-34. In: Roundy, B.A., McArthur E.D., Haley J.S., and Mann D.K. (comps.) Proceedings: Wildland shrub and arid land restoration symposium. Gen. Tech. Rep. INT-GTR-315. Ogden, UT: U.S. Dep. Agr. Forest Serv. Intermountain Research Station. 384 p.

Yamashita, I.S., and S.J. Manning. 1993. Results of four revegetation treatments on barren farmland in the Owens Valley, California. p. 142-147. In: Roundy, B.A., McArthur E.D., Haley J.S., and Mann D.K. (comps.) Proceedings: Wildland shrub and aridland restoration symposium. Gen. Tech. Rep. INT-GTR-315. Ogden, UT: U.S. Dep. Agr. Forest Serv. Intermountain Research Station. 384 p.