57861411 la batalla del ebro

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Sgto. Al. Daniel Iniesta Vallverd

LA BATALLA DEL EBROANTECEDENTES

1. GENERALIDADES. Para tener una idea clara de lo que pas en la gran curva del Ebro de Gandesa, entre el 25 de Julio y el 16 de Noviembre de 1938, es indispensable presentar brevemente algunos antecedentes. La batalla de Teruel fue una grave derrota del ejrcito republicano. Tan grave que, despus de su terminacin, en la 1 decena de marzo de 1938, le fue posible lanzar al ejrcito nacional una gran ofensiva en Aragn que le llev hasta el mar Mediterrneo, cortando en dos partes la zona republicana.

Las fuerzas que haban soportado esta nueva derrota se replegaron, en parte hacia Catalua, y en parte hacia Valencia. Hacia Catalua fue a parar por orden del General Rojo, Jefe del Estado Mayor Central, la parte ms combativa Pgina 1 de 47

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del ejrcito, encuadrada por mandos comunistas. Hacia Valencia se repleg una masa mayor de combatientes aunque de una capacidad tctica notablemente inferior. La defensa de Catalua era esencial y haba que contar para ella con lo mejor de las fuerzas combatientes. Y lo mejor eran las unidades nacidas del que fue llamado 5 Regimiento, creado en Madrid por el comunista Castro Delgado en los primeros tiempos de la guerra, y lo que quedaba de las Brigadas Internacionales. Todas ellas fuerzas mandadas por hombres como Modesto, Lster, Tagea y Valentn Gonzlez (el campesino), entre otros. El mismo da 15 de Abril en que se corta en dos la zona republicana, se crea la que se llam Agrupacin Autnoma del Ebro, en la que se incluyen estas unidades en perodo de reconstruccin. La misin que se les confa es la defensa del Ebro desde Mequinenza hasta su desembocadura. Como se acaba de sealar la misin de la Agrupacin consista en impedir absolutamente el paso del enemigo a la orilla izquierda del Ebro, y de momento defender a toda costa las posiciones que se mantenan y que posteriormente se detallarn. La composicin exacta de cada Cuerpo de Ejrcito tard unos cuantos das en fijarse, debido al inevitable acoplamiento de las unidades, con frecuencia deshechas, pero hacia finales del mes de abril la organizacin era casi definitiva y ser objeto de un apartado posterior.

2. CAUSAS DE LA BATALLA El Ejrcito nacional, de acuerdo con lo que tena previsto, contina desarrollando su ofensiva en Levante. El Ejrcito rojo de Catalua se aprovech del respiro que se le conceda para reorganizarse y rearmarse merced a la ayuda que reciba a travs de la frontera francesa. De este modo, dicho Ejrcito se encontr pronto en condiciones de adoptar una actitud ofensiva con el fin de ayudar a las fuerzas propias que combatan en Levante, atacando para ello objetivos sensibles que ofreciesen la posibilidad de influir Pgina 2 de 47

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moral y polticamente sobre la retaguardia enemiga, y as intentar unir las dos zonas en que haba quedado dividido el territorio republicano. Para ello contaba con las unidades que replegaron hacia el norte y quiz la ayuda de una accin procedente del sur, de las abundantes e ineficaces fuerzas que se haban retirado hacia Valencia. A primeros de Junio, con el conocimiento expreso de Negrn, Ministro de Defensa republicano, se firma la primera directiva. Una operacin difcil de realizar a primeros de junio, y que se hizo imposible a mediados del mismo mes, cuando los nacionales ocuparon la ciudad de Castelln, con lo que la separacin era excesiva para cualquier intento como el expresado del General Rojo. De este modo se proyect el paso del Ebro por el Ejrcito de Catalua, amenazando las comunicaciones de las fuerzas enemigas que operaban en Levante y paralizando su accin en este frente, debido a la casi imposible opcin de juntar las dos zonas republicanas. Aunque, en un principio, pueda parecer que lo nico que pretendan los dirigentes rojos con esta poderosa diversin estratgica era ayudar a las unidades empeadas en la batalla de Levante, o ganar tiempo hasta que la crisis internacional planteada por entonces acerca de la cuestin de los Sudetes desembocara en el gran conflicto armado que se avecinaba, en realidad todos los documentos secretos permiten suponer que se trataba de tomar de revs la costa mediterrnea ocupada por Franco, y caer en masa sobre la retaguardia del Cuerpo de Ejrcito de Galicia. Para eso, una gran masa de maniobra pasara el ro Ebro en diversos puntos, invadira las zonas de Amposta, Cherta, Pinell y Bot, se apoderara de las comunicaciones con Aragn y maniobrara hacia el mar y hacia los montes orientales del Maestrazgo, provocando un verdadero desastre en la lnea mantenida por las tropas del General Aranda.

3. TOPOGRAFA DEL TEATRO DE OPERACIONES.

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La llamada Cadena Litoral catalana, que se extiende desde la frontera hasta el Ebro, est continuada luego por una serie de sistemas orogrficos, al sur del ro, los cuales presentan evidentes semejanzas con aquella cadena. En realidad lo que hace el gran ro es abrirse camino, el Ebro rompe la Cadena Litoral catalana, desarrollando su curso tortuosamente entre las montaas, para extender luego, al amparo del relieve submarino y de falta de mareas mediterrneas, un amplio delta. La repetida Cadena llega hasta las mrgenes izquierdas del ro por las ltimas estribaciones de la gran sierra de Montsant (alturas de hasta 1.000 metros). Pasado el Ebro, aparecen, como rplica a la sierra de Montsant, los montes de Fatarella y, ms al sur, las sierras de guila, Picosa, Caballs y Pandols. Estas son la avanzadilla de la gran masa montaosa del Maestrazgo, que se eleva hasta la colosal serrana de Montenegrelo y los llamados Puertos de Beceite, autnticas barreras prohibitivas a todo movimiento de fuerzas armadas. El Ebro discurre as, a lo largo de unos 40 kilmetros, entre tajos y hoces, con bruscos meandros, obra todo de una violentsima y secular erosin. Pasado el angosto desfiladero, luego de Cherta, el terreno se abre en una dilatada llanura, cuyo horizonte final es el Mediterrneo, formndose el amplio delta ya citado. El ro alcanza en algunos puntos profundidades de hasta ms de cinco metros, con una media general de 3 a 3,5 metros, siendo su caudal de 250 metros cbicos por segundo el mayor de todos los ros espaoles- y su velocidad media de unos dos metros por segundo. Ahora bien, si se abran las compuertas de los embalses situados en las cuencas del Gllego, Cinca, Alto Ebro y Noguera Pallaresa, el caudal y la velocidad aumentaran considerablemente rebasando todos los clculos previstos. La gran batalla se dio en el terreno que se extiende a partir de Fayn y llega hasta Cherta. Un semicrculo en cuyo centro se encuentra Gandesa, y que puede dividirse en tres sectores, segn la descripcin que Juan Modesto Guilloto hace en el libro Soy del Quinto Regimiento y que paso a reproducir: El sector Norte, desde Fayn hasta Asc (unos 30 kilmetros), abarca la sierra de Fatarella, muy accidentada, con alturas superiores a los 400 metros, pendientes pronunciadas, cubiertas de olivares, avellanos y almendros que, Pgina 4 de 47

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formando pequeas terrazas, llegaban hasta el ro. La comunicacin fundamental era un camino asfaltado, paralelo e inmediato al ro, que una a Flix con Asc. Tambin haba un camino de montaa utilizable que cruzaba la Sierra de Fatarella. Los restantes eran estrechos accesibles solamente para infantera y transporte a lomo. Aqu el ro tena una anchura de 150 metros, con orillas altas y escarpadas. Los lugares ms cmodos para su forzamiento estaban en el sector Ribarroja-Flix, donde las orillas eran pendientes suaves. El sector central, de Asc a Miravet (20 kilmetros), fuertemente accidentado y cruzado por la Sierra del guila, arrumbada de Suroeste a Nordeste, compartimentaba el terreno entre Mora del Ebro y Asc. Las alturas de este contrafuerte eran el vrtice guila en la parte Norte (487 metros) y el vrtice Picosa al Sur (496 metros). La comunicacin fundamental era la carretera que, prolongacin de la de Flix-Asc, pasaba al Oeste de la sierra del guila y en Venta de Camposines se una a la carretera general que lleva de Mora de Ebro a Gandesa, apta para toda clase de transporte. Ambas en los flancos del Sector Central. Las orillas del ro en la regin de Asc y al Sur de Mora del Ebro eran pendientes suaves, cubiertas de olivos y frutales. La anchura del ro no pasaba de 100 a 120 metros. El sector Sur, de Miravet a Benifallet (10 kilmetros), se caracterizaba por la existencia en ambas orillas de alturas de 300 metros y ms, que en la occidental se van elevando hasta unirse a las crestas de Pandola, que constituyen un fuerte baluarte en los accesos de Gandesa. Las orillas del ro, altas y escarpadas, slo permitan el forzamiento en el sector de Ginestar. La anchura de la corriente, igual que en el sector central. Del examen del terreno inmediato al ro, como del despliegue del enemigo, resaltaba como el ms conveniente para el forzamiento el Sector Central, en su parte Norte, al Sur de Asc. Y esa fue mi decisin, compartida con mi Estado Mayor. Esa era tambin la del Estado Mayor Central. El curso de los acontecimientos justific dicha decisin. Gandesa era sensiblemente el centro del territorio en que iba a librarse la batalla y la base de un sistema radial de comunicaciones (ya que desde la antigedad ha sido un cruce de caminos entre Catalua, Aragn y la Comunidad Valenciana), a la vez que la localidad de mayor importancia, Pgina 5 de 47

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cabecera de comarca de la Terra Alta, con unos 3.400 habitantes. Esta poblacin, situada a 368 metros de altitud, estaba dominada por elevaciones en todos los sentidos. Al Norte estaba la Sierra de Fatarella, muy prolongada hacia el Oeste, siendo aqu la altura ms destacada el vrtice Gaeta (548 metros); se trataba de una zona muy revuelta, casi laberntica. Por el sector Sur, Gandesa y su trmino aparecan an en ms precaria situacin: la Sierra de Caballs (vrtice Caballs, 650 metros) se prolongaba a travs de la imponente Sierra de Pandols, de acceso difcil por sus profundsimas cortadas, con el vrtice Puig Caball (709 metros). El ro Canaletas, que apareca al Sur de esta Sierra, significaba la presencia de una corriente de agua continua y escasa. La economa tiene como base principal la agricultura y la ramadera. Los cultivos ms destacados son la via, higueras, la aceituna y la almendra. Paralelamente, buena parte de la poblacin est empleada en industrias transformadoras de papel, textiles, etc., contando con la fbrica de industria electroqumica de Asc.

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4. EL EJRCITO DEL EBRO (POPULAR). La Orden General n 1 de este Ejrcito, fechada el 30 de Mayo, sealaba su organizacin en fase muy avanzada. El teniente coronel Juan Modesto Guilloto segua al frente de la Gran Unidad, siendo su jefe de Estado Mayor el coronel de Ingenieros, diplomado, don Jos Snchez Rodrguez y jefe de Ingenieros el teniente coronel don Ovidio Botella. Su organizacin en lo que respecta a las unidades de maniobra es como sigue: - V Cuerpo (al mando del teniente coronel Enrique Lster): divisiones 11 (mayor Joaqun Rodrguez, brigadas I, IX, y C), 45 (Hans Khale, brigadas XII, XIV y CXXXIX) y 46 (El Campesino, brigadas X, XXXVII y CI). El 25 de Julio el campesino fue sustituido por Domiciano Leal. - XV Cuerpo (al mando del teniente coronel Manuel Tagea): divisiones 3(mayor Esteban Cabeza, brigadas XXXI, XXXIII y LX), 35(mayor Pedro Mateo Merino, brigadas XI, XIII, y XV) y 42 (mayor Manuel lvarez, brigadas LIX, CCXXVI y CCXXVII). - XII Cuerpo (incorporado con posterioridad a los dos anteriores, al mando del teniente coronel Estelvino Vega): divisiones 16 (mayor Manuel Mora, brigadas XXIII, XXIV y CXLIX), 44 (mayor Ramn Pastor, brigadas CXL, CXLIV y CXLV) ms la brigada CXXXV, que servira de base para formar muy pronto la 56 Divisin. Como tropas y servicios entre mltiples unidades desde acorazadas hasta de sanidad e intendencia es destacable, por el marco en que se encuadra este trabajo, la presencia de un Batalln de Transmisiones, otro de Pontoneros, un Grupo de Destrucciones, cinco Batallones de Obras y Fortificaciones y dos Compaas de Caminos.

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En lo que respecta a la artillera, aunque la orden citada con anterioridad no la menciona, otra de igual fecha seala que, a parte de la divisionaria, cada cuerpo de ejrcito tendra tres grupos, figurando uno ms como reserva de ejrcito y tres, asignados eventualmente, formando una agrupacin. La orden primera (30 de mayo de 1938) sealaba que el ejrcito defenda el frente desde Menarguens, en poder del enemigo al otro lado del Segre, hasta el mar.

5. EL CUERPO DE EJRCITO MARROQU (NACIONAL). Mandado por Yage, con el coronel Riveras de la Portilla al frente de su estado Mayor. Defenda el terreno desde la unin del Segre y Noguera Ribagorzana (al Norte de Lrida) hasta el mar. Estaba integrado fundamentalmente, segn la orden de organizacin de 03 de Julio de 1938 por las Divisiones 13, 40, 50 y 105, las cuales paso a detallar a continuacin: - 13 Divisin (mandada por el general Barrn): I Brigada (coronel Andrs Hernndez Cuevas); II Brigada (coronel Carlos Rubio). Unidades de infantera: IV y VI banderas del Tercio; I, V y VI tabores de Melilla; batalln de tiradores de Ifni; tabor de Ifni-Sahara; LXXIII batalln de Toledo; I de Mrida; III de La Victoria; CCLXII de cazadores de Ceuta y IV Bandera de F.E.T. de Castilla. Artillera: dos bateras de 75, dos de 100 y dos de 105 de montaa. Ingenieros: dos compaas de Zapadores y una de Transmisiones. - 50 Divisin (mandada por el coronel Luis Campos Guereta): I Brigada (teniente coronel Pearredonda); II Brigada (teniente coronel Capablanca). Unidades de infantera: batallones XXI de Zaragoza, IX de San Quintn, XIX de Zamora, VII de Arapiles, V de Flandes, XVI y XVII de Mrida, XII de Bailn, IV de Gerona, VII de Valladolid y XVI y XVII de Burgos.

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- 105 Divisin (mandada por el coronel Natalio Lpez Bravo). Batallones numerados de CI a CXII. Artillera: dos grupos. Ingenieros: dos grupos mixtos. De los batallones, los CIV, CV, CVI estaban combatiendo en otro frente. Las dos Brigadas estaban a las rdenes de los tenientes coroneles Julio Iigo Bravo y Manuel Coco Rodrguez, que fue quien tuvo el mando directo de las fuerzas que repelieron la infiltracin enemiga. Yage organiz el frente en tres sectores: el sector del Segre quedaba a las rdenes del general Barrn que tena en lnea la 40 Divisin, cubriendo el frente desde su extremo izquierdo al Ebro; el sector de Gandesa estaba al mando del coronel Guereta, jefe de la 50 Divisin, sector que se extenda hasta Cherta, excluido; desde aqu al mar se extenda el sector del Bajo Ebro defendido por la 105 Divisin, coronel Lpez Bravo. La 50 Divisin tena tres unidades de la 13 como reserva del sector: III batalln de la Victoria (Corbera), V tabor de Melilla (Gandesa) y el tabor de IfniSahara en la carretera de Pinell. Esta Divisin tena su Cuartel general en Gandesa.

6. EXPECTATIVA. A partir de la estabilizacin del frente del Bajo Ebro, desde Mequinenza al mar (2 quincena de Abril) se crea una situacin de estabilidad y de pasividad. Los dos adversarios adoptan una aptitud de acecho, temiendo una reaccin contraria, bien para ser atacadas por la espalda las fuerzas nacionales que avanzaban sobre Valencia, bien por la prosecucin de la ofensiva nacional hacia Catalua. Nadie puede distraerse y esta actitud se concretar en dos hechos reales: la vigilancia y la fortificacin. Sin embargo un fragmento de un estudio de batalla hecho por el Estado Mayor del Cuerpo de Ejrcito Marroqu seala lo siguiente: Desde el momento de hacerse cargo el Cuerpo de Ejrcito Marroqu de su nuevo frente, flota en el ambiente una amenaza de ofensiva. Pgina 9 de 47

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Ya el 4 de Julio de 1938 se supo ciertamente que varias Divisiones rojas se estaban agrupando y adoptando posiciones favorables en la orilla izquierda del ro, entre ellas cuatro de las mejores: la 11, la 35, la 45 y la 46, todas ellas calificadsimas por su intervencin en cuantas operaciones importantes ha llevado a cabo la masa marxista de maniobra. Por los das de principios de julio era frecuente la evasin de los soldados del Ejrcito Popular que pasaban el ro a nado y que suministraban informes varios, todos los cuales parecan indicar algo que el Cuerpo de Ejrcito Marroqu recoge en su boletn del da 14 de Julio: que hay un puente preparado para el paso del ro, en las proximidades de la Isla de Buda; que hace unos das, el Batalln Divisionario de la 46 Divisin realiz unos ejercicios consistentes en lanzarse las fuerzas por escuadras a unas barcas varadas en la playa, embarcar rpidamente, desatracarlas y remar con todo vigor. Todo ello confirma la sospecha de que los rojos preparan una operacin de forzamiento del Ebro.

Ese mismo da 14 se ofrece un nuevo dato: en aguas del ro Ciurana se ven numerosas barcas, que segn luego se sabe, han sido tradas de Barcelona. Los ingenieros han construido una presa para que en ella se puedan hacer ejercicios especiales con las barcas aludidas. Una nota especial dice: la presa tiene por objeto obtener en ella un embalse suficiente a fin de poder hacer prcticas de paso de ros. Parece que el intento se iniciara, de llevarse a cabo, de noche, pasando primero un Batalln de choque, con bombas de mano, en medios volantes (barcas, compuertas, etc.). Al amparo de estas fuerzas se procedera al tendido del puente para el grueso de las fuerzas que, probablemente, seran las Divisiones 11 y 46. No se identifican tropas de pontoneros. El da 15 se seala: se acenta cada vez ms la impresin de un ataque prximo.....

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El da 17 se sabe que detrs de una pequea islita, doscientos metros aguas abajo del puente volado de Amposta, hay escondido un puente formado a base de 18 bidones y tablas, e inmediatamente ms abajo, 200 barcas. El da 19: el enemigo, para dar comienzo a su ofensiva por el Bajo Ebro, est pendiente de la llegada de nuevos elementos, tanto en hombres como en material. El da 23 un prisionero dice que el ataque y paso del ro debi haber tenido lugar el da 22, pero por diversas razones se ha aplazado un poco, pero asegura que tendr lugar en plazo muy breve.

7. LAS FORTIFICACIONES DE LA ORILLA DERECHA. Yage el 3 de Julio en Caspe, haba dado unas instrucciones sobre fortificacin y defensa de la lnea del Ebro: 1.- La lnea de vigilancia se pegara lo ms posible a la misma orilla. 2.- Se compondra de pequeos puestos de escuadra y como mximo de pelotn, que cruzaran vistas y fuegos. 3.- Se blindarn con rollizos y tierra contra el ametrallamiento, los morteros y los cascotes de artillera, enmascarndose y cubrindose con ramajes y redes, y rodendose de alambradas, a ser posible ocultas por la maleza. 4.- En los vados se pondran alambradas que los desbordasen 50 60 metros aguas arriba y aguas abajo.

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Sgto. Al. Daniel Iniesta Vallverd Apertura de brecha en alambrada de la orilla derecha con medios de circunstancias

5.- Las reservas de tropas se situaran en sitios cubiertos a las vistas, construyndose refugios dispersos y cambindose de da sus emplazamientos. 6.- Los observatorios estarn ocupados de da y de noche. 7.- Las unidades de sostn y reserva se pondrn emboscadas en sitios de paso obligado o paso probable. El 13 de julio, Yage ordenaba a las divisiones 50 y 105 la construccin de blokaus de cemento para pelotn y escuadra en las partes ms peligrosas del ro, a fin de dar ms solidez a la lnea de vigilancia, en beneficio de su defensa a toda costa, con el mximo de efectivos. A la vez se procedera al estudio de una lnea de detencin, que se fortificara para cortar la posible penetracin enemiga mediante elementos de resistencia, susceptible de agruparse en puntos de apoyo y de impedir envolvimientos. Por su parte, Modesto extrem la vigilancia de la orilla derecha del Ebro. Los partes de informacin de las unidades populares son muy completos y detectan los menores movimientos de fuerzas en el otro lado del ro (nacionales), con los relevos correspondientes, concedindose suma importancia a las posibles intenciones de esas fuerzas de pasar o no pasar el Ebro. Varias veces se repite esta frase: por la actitud del enemigo no parece desprenderse que inicie ninguna accin ofensiva.

8. ESTUDIO DEL PASO. El Ebro nunca fue considerado por el mando del Ejrcito Popular como un obstculo infranqueable.

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De una conferencia dada, quiz en alguna Escuela Popular de Guerra, sobre paso de ros, la cual tendra seguramente una relacin muy estrecha con la operacin que se estaba preparando, se resaltan una serie de puntos: 1.- La clave para el forzamiento de un ro se centra en la neutralizacin de las armas, las cuales convierten un obstculo pasivo en activo. 2.- Es necesario la sorpresa estratgica que impida al defensor el libre juego de las reservas, y la tctica, que exige la utilizacin del medio tcnico adecuado. 3.- El paso del ro ha de hacerse por fuerzas ligeras, utilizando medios discontinuos que permitan coger al enemigo desprevenido, a cuyo paso seguir la formacin de una cabeza de puente. La operacin se ejecutar siempre de noche o con las primeras luces del amanecer. 4.- Debe ser rpido, mediante el nmero de playas de embarque necesario para transportar en el mnimo tiempo la mayor parte de las fuerzas consideradas suficientes para alcanzar el objetivo previsto. 5.- Hay que precaverse del servicio de informacin del enemigo que le posibilitara el envo rpido de las reservas y de las acciones de bombardeo de la aviacin. Todo obliga a que la 1 penetracin en el terreno adversario sea lo ms profunda posible a fin de que el tamao de la cabeza de puente haga posible el trabajo de los pontoneros en las mejores condiciones de seguridad. La determinacin exacta de los puntos de paso depender tanto de las conveniencias tcticas como de las tcnicas (medios disponibles).

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9. TRABAJOS DE INSTRUCCIN. La difcil maniobra a que nos habamos aventurado tuvo una preparacin minuciosa, escribi un da Vicente Rojo. Ros de sudor para evitar gotas de sangre. Todos los cuerpos de ejrcito populares se embarcaron en una serie de ejercicios de instruccin duros y frecuentsimos todos ellos orientados a ensayar la maniobra inicial del paso del ro. Para ello utilizaban barrancos secos, tablones para simular barcas y las unidades costeras aprovechaban la playa para tales propsitos. Tuvo una especial atencin la preparacin de cada hombre, as muchos aprendieron a remar y millares a nadar. Adems de la instruccin se realizaron completos reconocimientos de la cuenca, comprendiendo vados, perfiles del fondo, puntos de paso con barcas, dnde se podan tender puentes, accesos a las orillas, zonas de concentracin y espera, zonas de dislocacin de unidades a cubierto de los observatorios enemigos y escalonamiento de los servicios de suministro y evacuacin. Los Ingenieros realizaron una intensa labor de reparacin de caminos y pistas y de construccin de otras nuevas que mejorasen las comunicaciones con la orilla, as como construccin de pasaderas para infantera hechas con toneles de una regin vincola. Diariamente las unidades cruzaban ros imaginarios y atacaban a un enemigo fuertemente atrincherado. A la tropa no se les daba ninguna explicacin sobre dichas maniobras, pero no era necesario, as un veterano con fingida perplejidad sealaba: Aja! Vamos a cruzar un ro, qu ro creis que puede ser?. Como parte de la preparacin tambin se llamaron varios reemplazos, hombres de 30 a 39 aos y muchos de 40 a 42: tenan que cubrir bajas y poner las unidades al completo de efectivos, los primeros para servicio activo en filas y los segundos para trabajos de fortificacin y misiones de retaguardia. As mismo se empez a recibir armamento, municin y equipo. Tagea, jefe del Pgina 14 de 47

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XV cuerpo, seala a colacin: Las armas que recibimos eran en su mayora checoslovacas, quin sabe a travs de qu caminos e intermediarios. Cuando recibimos las primeras cajas de fusiles ametralladoras, quedamos admirados de su ligereza y acabado. El ejrcito que pas el Ebro estaba perfectamente armado y equipado pero cul era su espritu?. ste ejrcito era una fuerza comunista en sus mandos y comisarios, por lo que se le presupona una disciplina interior inherente. Sin embargo hay que destacar su carcter popular, de tal manera que sus mandos haca dos aos eran obreros, campesinos y estudiantes, y esto a la larga traera una consecuencia inevitable: la derrota. La moral no era la ms adecuada y como se ha sealado con anterioridad haba numerosas deserciones. En relacin a este tema hacer mencin a las declaraciones de un soldado, Cecil Eby, refirindose al tema de la desercin en las Brigadas Internacionales: a lo largo de la playa de Tarragona los burdeles hacan el gran negocio con el frente tan cercano, pero los permisos para pasar la noche fuera del campamento eran muy difciles de conseguir, porque con demasiada frecuencia servan para desertar.

10. EL PROYECTO DEFINITIVO DE LA OFENSIVA. La idea de maniobra era la siguiente: - En el sector Centro, una Divisin cruzara el ro por Ribarroja, ocupando la sierra de Fatarella y el pueblo de este nombre, buscando el enlace por su izquierda con las fuerzas de otra Divisin que habra pasado el Ebro en la regin de Asc, y que, tomando como eje la carretera de Flix a Gandesa, ocuparan la Venta de Camposines, para continuar luego por la sierra de Lavall de la Torre a establecer contacto con las fuerzas de V Cuerpo en el vrtice Caballs, de la sierra de este nombre. Otra Divisin quedara en reserva. - Por el sector Sur una Brigada cruzara el Ebro por Benifallet; rpidamente ocupara las alturas que dominan la orilla izquierda del Canaletas Pgina 15 de 47

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y la sierra de Vallplana, extendindose hacia el nordeste a buscar contacto con las fuerzas de otra Divisin, que habra pasado el Ebro por Ginestar y que, tomando como eje de marcha la carretera de Gandesa a Tortosa, marchara hacia Pinell y luego remontara la sierra de Caballs, para enlazar con el vrtice de este nombre con las fuerzas del XV Cuerpo. La columna de Ginestar, adems, llevara fuerzas que envolveran Mora de Ebro, cortando la carretera de Alcolea a Tarragona. - La accin secundaria sera doble, y tendra lugar en los dos sectores Centro y Sur. En aquel, fuerzas de la 42 Divisin cruzaran el Ebro en el sur de Mequinenza, para ocupar el Alto de Auts y cortar la carretera de Maella a Fraga, dirigindose hacia el Norte, mientras otras fuerzas divisionarias pasaran el Ebro hacia la orilla derecha del ro Matarraa, cortando la carretera de Fayn a Pobla de Masaluca. - La otra accin secundaria se llevara a cabo por el V cuerpo, donde una Brigada intentara pasar el Ebro hacia Amposta, a fin de cortar la carretera de Valencia a Barcelona, por Santa Brbara, procurando establecerse en Montsianet. El paso del ro debera de hacerse de noche y por sorpresa, por fuerzas ligeras utilizando medios discontinuos. En los planes de la ofensiva, Vicente Rojo tiene como uno de los objetivos de las fases finales la ciudad de Vinaroz. Sin embargo este objetivo era demasiado para las fuerzas a las que haba asignado su ocupacin, las correspondientes a la accin secundario del sector Sur. Es por esto por lo que se deduce que el fin de unir de nuevo las dos zonas republicanas no era el real de la ofensiva, y solamente lo que se pretenda era amenazar ms que avanzar en profundidad. Amenazar para conseguir distraer fuerzas de la ofensiva hacia Valencia y as liberar a esa ciudad de una muerte casi inminente.

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Plan de Maniobra y direcciones de avance proyectadas

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11. MEDIOS DE PASO. Los medios de paso de que dispona el Ejrcito del Ebro eran los siguientes: - Para el XV cuerpo, 100 barcas, cinco puentes sobre flotantes, dos puentes de vanguardia, uno de madera para grandes cargas, un puente de hierro y dos compuertas. - Para el V cuerpo, tres puentes sobre flotantes, dos de vanguardia, uno de madera para grandes cargas, otro de hierro y una compuerta.

Se daba al Ebro una anchura de 150 metros. A los medios citados, que eran de Ejrcito, hay que sumar los propios de los Cuerpos, y as Modesto habla de hasta 282 barcas, de las cuales buena parte de ellas iran a parar al V Cuerpo de Ejrcito. Sin embargo hay otras referencias al parecer ms exactas que hablan de 250 unidades, con una cabida media de diez hombres y ocho minutos para el total del recorrido, lo que supona una capacidad de transporte de ocho mil hombres a la hora. Cita, adems, cinco pasarelas ligeras, dos compuertas, y puentes diversos de vanguardia, de madera y de hierro- no precisados en nmero. En el Anexo A se pueden observar las caractersticas Pgina 18 de 47

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de estos medios de paso. La orden a que se hizo referencia, al hablar de la labor de los Ingenieros militares, dice: Por la cualidad especfica de la operacin, es preciso conceder a esta Arma toda su importancia. Los mandos de Cuerpo de Ejrcito, de acuerdo con los jefes de Ingenieros, regularan hasta el ms mnimo detalle las cuestiones referentes a aparcamientos, lanzamiento de barcas, construcciones de puentes, circulacin, posibles roturas y reparaciones de averas, etc. Los jefes del Arma -segua la orden- se responsabilizaran, en cada misin, del ms estricto cumplimiento de todas las disposiciones.

El paso del Ebro

12. EL ATAQUE REPUBLICANO. El 25 de Julio de 1938 a las 00:15 horas el Ejrcito del Ebro ataca a la 50 Divisin nacional. Este ataque tiene un xito notable y en menos de 24 horas profundiza ms de 20 kilmetros y logra eliminar la resistencia de la Divisin que se le opone. El XV Cuerpo de Tagea lleva el esfuerzo principal del Ejrcito, su objetivo principal era Fayn-Batea a enlazar con el V Cuerpo en la Sierra de Pandols. El V Cuerpo de Lster tena como misin ocupar las Sierras de Cavalls y Pandols, con toda la zona sur del gran meandro. En Mequinenza, el XV Cuerpo lanzara un ataque de diversin a travs del ro, haciendo lo mismo en Amposta el V Cuerpo.

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De esta forma el ataque republicano se lleva a cabo simultneamente en seis puntos: - Al sur de Mequinenza ataca la 226 Brigada de la 42 Divisin republicana a una parte del 17 Batalln de Burgos. Dos compaas son destrozadas y el resto se retira hacia Fayn y hacia Mequinenza. La 18 Bandera de la Legin, que estaba a unos cinco kilmetros a retaguardia, detiene a la brigada atacante. - Entre el ro Matarraas y Ribarroja estaba el 16 Batalln de Burgos. Ataca la 3 Divisin republicana, que logra pasar el ro y ocupar Ribarroja. Parte del batalln consigue reagruparse para ser empleado, despus, en la defensa. - Entre Flix y Asc defiende la lnea el 16 Batalln de Mrida, que resulta atacado por la 35 Divisin Internacional. El efecto es de aplastamiento. La misin de la 35 Divisin era alcanzar la Venta de Camposines para llegar cuanto antes a Gandesa y ocuparla. - En la zona de Miravet defiende el ro el 7 Batalln de Arapiles. Por aqu pasar la mayor parte del V Cuerpo de Ejrcito, la 11 Divisin entera y dos Brigadas de la 46. Si el efecto en Asc fue de aplastamiento, en Miravet sucede lo mismo. Este cruce fue el primero que lleg a conocimiento del mando nacional. Este ataque atrae rpidamente las reservas de los batallones 19 de Zamora y 12 de Bailn y pronto, ante la importancia de las fuerzas que realizan el paso, se manda a Venta de Camposines al 5 Tbor de Melilla, que estaba en Gandesa como reserva del sector. Sin embargo los combates son favorables a las fuerzas republicanas y se ordena la retirada de las fuerzas hacia Gandesa a donde no llegan ms de 1500 hombres. - Ms al sur, por Benifallet, cruza el ro la Brigada 101 de la 46 Divisin. En su intento de defensa el 5 Batalln de Flandes es arrollado, as como el Tbor Ifni-Sahara que estaba en la zona como reserva del sector. El resultado general del combate no puede ser ms desfavorable para la 50 Divisin nacional. Sus prdidas, segn estadillo oficial se elevan a 3.325

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hombres, lo que representa un 37,8 % de la fuerza que tena al iniciarse la operacin. La mayor parte de estos hombres cayeron prisioneros.

Ataque inicial republicano y mxima lnea alcanzada

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13. LA REACCIN NACIONAL. A poco de producirse el ataque, sobre las once de la maana del mismo da, el mando nacional adopta dos decisiones trascendentes y rpidas. Demasiado rpidas segn algunas fuentes, lo que ha llevado a pensar que Franco ya tena pensada la maniobra. El hecho es que, poco despus de la media noche del 24 al 25 de Julio, se haba iniciado el ataque republicano, y que, pasadas slo doce horas, a las 12:15, se recibe en Caspe, en el Cuartel General del Cuerpo de Ejrcito Marroqu, el siguiente telegrama, procedente de Burgos: S.E. el Generalsimo ha determinado que se esfuerce V.E. en mantener la lnea definida por los siguientes puntos: Monte Rey, Punta Aliaga, Corbera, Villalba de los Arcos, a enlazar con Fayn y Mequinenza, buscando el enlace con las tropas del sector de Cherta. La otra decisin es la de paralizar las ofensivas que se estaban llevando a cabo en Levante y Extremadura, a fin de que fueran mandadas al Ebro cinco divisiones de probada capacidad tctica, para ser empleadas en la forma en que conviniera. Si el General Rojo, Jefe del E.M.C. republicano, se haba propuesto con el ataque en el Ebro aliviar la tensin frente a Valencia y frente a Almadn, evidentemente lo haba conseguido. En el cruce de Gilabert se encontraba la 18 Bandera de la Legin, llegada dos das antes. Para defender Fayn, Pobla de Masaluca y Villalba de los Arcos, bastaba con los restos de los batallones de la 50 Divisin que haban sido recuperados de la lnea. Para la decisiva posicin de Gandesa y el Puig del Aliga, haba tres batallones excelentes de la 13 Divisin, dos de ellos desgastados en los combates iniciales (Tbor Ifni-Sahara y 5 Tbor de Melilla) y el 3er Batalln de la Victoria, sin emplear. Para la defensa del cruce de Prat de Compte y el Vrtice Rey estaba el 21 Batalln de Zaragoza de la 50 Divisin, reforzado con dos compaas de Flandes, otras dos de ametralladoras y una compaa de Ifni Sahara. Por la tarde se haban aadido a la lnea dos Banderas de la Legin. La 4 de la 13 Divisin, procedente del Bajo Ebro, que se incorpora a Cherta, en el flanco derecho y la 16, independiente, del bajo Segre, que llega a Gandesa. Por la noche haba llegado ya la 1 Brigada de la Pgina 22 de 47

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Divisin de Caballera, procedente de la zona de Alcaiz, donde estaba de reserva del Ejrcito norte. Uno de sus Regimientos, el 1 va a Gandesa, el 2, es enviado al cruce de Gilabert, en Mequinenza, en apoyo de la 18 Bandera de la Legin. Mientras esto suceda en el bando nacional, en el republicano se intentaba mantener abierto el paso del ro, luchando contra tres enemigos: el ro, las resistencias nacionales surgidas y la ausencia de artillera que no haba podido pasar.

14. LA LUCHA POR EL DOMINIO DE LOS PASOS DEL RO. Los botes fueron el primer medio empleado, y se encontraban junto a la orilla, ocultos por la vegetacin; muy prximo estaba el material de pasarelas. Ms a retaguardia, aparcados y enmascarados, las compuertas y el material para los puentes de vanguardia y los pesados, bien de madera, bien de hierro. Se careca de puentes de pontones, aunque al final se dispuso de uno, nacional, capturado en el pueblo de Corbera.Tras el empleo inicial de los botes (la mayora de los cuales fueron requisados en los pueblos de la costa) vino el tendido de las pasarelas, de estructura muy ligera y manejable; algunas seran pronto destruidas, pero otras no. No hay que olvidar que, por supuesto, tambin se realiz el paso del ro por algunos tramos sin contar con medio alguno, es decir, a nado o incluso andando, tal como relata un combatiente rojo: el ro lo cruzamos en barcas o nadando. Muchos soldados, llenos de susto algunas veces, o heridos al acaso por el tiroteo desde la otra orilla, se hundan en las aguas tranquilas clavando en la madrugada sus gritos de agona. Entre Mequinenza y Fayn se intent en las primeras horas de la noche establecer una pasarela, impidindolo las dificultades del terreno. Por Ribarroja se mont otra, con grandes dificultades, no quedando terminada hasta las ocho de la noche del 25, habiendo sufrido los soldados frecuentes bombardeos. Al oeste de Flix qued construida una tercera a las seis de la maana, aunque siendo pronto destruida. Cerca de Asc y en desembocadura del ro de Torre, Pgina 23 de 47

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se tendi otra a las diez de la maana. Por Ginestar dos, en las primeras horas tambin de la maana, en las que los ingenieros trabajaron activamente. En lo relativo a los puentes Lster seala que el primer da qued establecido en Ginestar uno de vanguardia, y otro en Benifallet. Tagea precisa hablando del puente de Hierro de Flix, y otro de vanguardia en Asc, que se estaban montando al anochecer del 25, en que comenzaban, adems, los trabajos para establecer una compuerta de ocho toneladas de capacidad. En cuanto a la apertura de las compuertas de los embalses (por parte del bando nacional), se dio a las ocho de la tarde del da 25 la orden para que se vaciara la de Barasona, subiendo el nivel de las aguas varios metros de altura. Se lanzaban al ro minas de plvora en su corriente, que al chocar con cualquier objeto esparcan la muerte a su alrededor.

Con respecto a la aviacin, la nacional empez a actuar desde los primeros momentos, inexplicablemente la Aviacin republicana no protega una operacin para la cual era vital el pleno dominio del aire. Con respecto a todos estos temas de apertura de embalses y acciones de la aviacin nacional, es de gran inters un fragmento del libro titulado La Batalla del Ebro del autor Joan Llarch y que paso a transcribir textualmente: Las explosiones de las bombas y granadas de artillera cadas en el cauce del ro provocaban desniveles que ocasionaban la inestabilidad de las pasarelas al bambolearse en la corriente Pgina 24 de 47

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alterada. La metralla desencajaba la escuadra de las piezas de los puentes en montaje, dificultando su construccin y perfecto acoplamiento de los tramos. Cuando una bomba haca impacto sola destrozar de 12 a 14 tramos, lo que, adems de las roturas, repercuta con un retraso en el montaje equivalente a tantas horas como tramos destruidos o averiados haban sido por el enemigo. Una bomba de gran potencia alcanz el puente de Asc, por el que ya se haba conseguido el paso de camiones y de alguna pieza de artillera. El puente vol por los aires totalmente astillado. En Flix, el puente de hierro hubo de posponer su construccin debido a la velocidad de la corriente que no permita trabajar a los soldados e ingenieros. Pero cuando, por fin, los primeros tramos del puente de Flix pudieron ser colocados, as como las pasarelas de tiro rpido en La Vall de Sant, donde la anchura del ro era inferior a los 150 metros, fueron destruidos por la primera riada del mismo da 25. Por las pasarelas de La Vall de Sant ya haban vadeado el ro los batallones republicanos 131, 132, 133 y 134 de la Brigada Mixta cuya Jefatura era ejercida por el mayor Fidel Ruiz. Una vez pasadas las fuerzas de infantera siguieron las compaas de transmisiones, ingenieros y las de sanidad e intendencia.

EQUILIBRIOEl ataque del Ejrcito del Ebro, tras un brillante inicio, en la bien estudiada operacin de paso del ro, tuvo una continuacin ms lenta en la ocupacin del terreno que se le haba ordenado. En la cabeza de puente de Mequinenza, la 226 Brigada presionaba fuertemente a la 18 Bandera de la Legin y al 2 Regimiento de Caballera, pero no haba logrado dar un solo paso ms adelante. Segn la Orden general de Operaciones n3 del Ejrcito del Ebro la lnea ocupada por las unidades republicanas en la madrugada del da 26 era el siguiente: Cruce de Gilabert - Sierra de Fatarella Venta de Camposines km. 5 de la carretera Miravet-Pinell orilla izquierda del ro Canaletas, desde el

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puente del kilmetro 14 de la carretera Gandesa-Tortosa. Da como ocupados los pueblos de Ribarroja, Flix, Asc, Corbera y Miravet. En la orden ms arriba citada, se dice a las unidades que prosigan su avance para ocupar los objetivos sealados en la anterior Orden General, la nmero 2: Fayn, Batea y Gandesa, no logrados el da 25, como se haba ordenado. Para conseguir estos objetivos la 42 Divisin ordena a la 227 Brigada pasar el ro, con el fin de atacar Fayn. La caballera lo impide, ampliando hacia el Este el flanco de la 18 Bandera. La 3 Divisin deba de alcanzar Pobla de Masaluca y Villalba de los Arcos, para continuar despus hacia Batea. La toma de dichos pueblos la impide la 3 Bandera de la Legin de la 82 Divisin, recin llegada. En lo que respecta a Gandesa, la misin de conquistarlo era de la 35 Divisin. Se produjeron importantes ataques sobre su pueblo y sus flancos. Por el Norte presionaron los Batallones 58 y 59 sobre el 5 Tbor de Melilla, que hubo de ser reforzado, aunque mantuvo de forma general sus posiciones. En el centro, contra el casco urbano atac la 13 Brigada, resistiendo en sus posiciones la 16 Bandera de la Legin, reforzada con dos Escuadrones del 1er Regimiento de Caballera, y ms al Sur dos Compaas del 1er Tbor de Melilla, una del Bailn y la 7 Unidad de Pontoneros.

15. REFUERZO DE LA LNEA NACIONAL. A lo largo de los das 25 al 30 de Julio, el Mando nacional va enviando unidades a la zona de combate del Ebro. Con ello las posibilidades que el Mando republicano tuvo en los dos primeros das de romper la lnea, se perdieron. El trasiego de unidades y el empleo que se hace de todos los medios imaginables de transporte es impresionante. Se realizaron numerosos refuerzos de pequeas unidades, como ya hemos tenido oportunidad de ver, llevndose a cabo tambin movimientos de grandes unidades con la importancia que ello conlleva. Se enviaron cinco divisiones y una gran cantidad de unidades de las armas y los servicios. Todas las divisiones eran fuerzas escogidas, empleadas Pgina 26 de 47

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hasta ese mismo momento en misiones ofensivas y por lo tanto veteranas. De las fuerzas que estaban actuando en Extremadura, son enviadas dos divisiones, una del Ejrcito Sur, la 102, y otra del Ejrcito del Centro, la 74. De las que atacaban en Levante, tres, todas ellas del Ejrcito del Norte: la 4, la 82 y la 84. Cuando llegaran todas estas divisiones, el nmero total de los batallones nacionales en la zona de combate iba a igualar o superar ligeramente a los batallones republicanos que haban pasado el ro Ebro. Como el movimiento podra durar entre cuatro y cinco das, se podra adelantar que a primeros de agosto las posibilidades de avanzar de los republicanos se habran desvanecido.

16. ATAQUES REPUBLICANOS. En la orden General de Operaciones del Ejrcito del Ebro, dada a las 01:45 del da 27, se afirma que es preciso seguir avanzando. El Cuerpo XV segua dos ejes: uno de ellos Fatarella Villalba Batea; y otro, Venta de Camposines Gandesa Calaceite. Todo ello adems de Fayn. El Cuerpo V habra de ocupar totalmente la Sierra de Pandols y sobre todo los cruces al Este y al Oeste de Prat de Compte. En los das sucesivos los esfuerzos republicanos por abrirse paso aumentan en intensidad, especialmente en Mequinenza, donde actan las tres Brigadas de la 42 Divisin, y en Villalba y Gandesa. Los das 29 y 30 en Villalba y en Gandesa se lucha con una dureza especial. El Ejrcito republicano ha conseguido ya pasar su artillera y sus carros a la orilla derecha del ro. Pero el mando nacional ha conseguido ya una continuidad en la defensa, difcil de abordar. A finales de julio las fuerzas en presencia se encuentran equilibradas a un lado y otro de la lnea de contacto. En total y tomando los datos de los documentos de cada bando para sus propias fuerzas, el nmero de unidades nacionales tipo batalln era 85; los de igual clase de su oponente, 84. En artillera, el nmero de piezas republicanas, 130; el de nacionales, 198. Puede Pgina 27 de 47

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hablarse de un equilibrio de fuerzas, con ligera superioridad artillera por parte nacional. La Orden General n 7 del Ejrcito del Ebro da las normas para su ltimo intento de ocupar Gandesa, con la particularidad de la asignacin de artillera a las diversas acciones. Para esta operacin va a disponer el Jefe de la 35 Divisin (al que se le asigna la misin) adems de su Gran Unidad, de la 16 Divisin, que ha pasado el ro el da 29, y de dos brigadas del V Cuerpo de Ejrcito: la 100 y la 101, la primera perteneciente a la 11 Divisin y la segunda a la 46. Dispone adems de dos compaas de carros y dos ms de blindados del XV Cuerpo de Ejrcito. Los combates que se producen en el Sector de Gandesa y de Villalba de los Arcos, como consecuencia de esta orden, son muy duros, especialmente para los atacantes. Las divisiones atacantes tiene severas prdidas y tienen que ser retiradas a retaguardia para su reorganizacin. Sin embargo las dos divisiones que sufren el ataque, la 13 y la 74 siguen en el frente y solamente necesitan reemplazos en algunas de sus unidades. Se establece un equilibrio de fuerzas, como ya se ha sealado anteriormente, y lo ms importante es sealar que el Ejrcito Republicano no puede seguir manteniendo el carcter ofensivo inicial puesto que sera suicida teniendo en cuenta el nivel de fuerzas del oponente.

DEFENSIVA REPUBLICANAEl da 02 de Agosto, el Ejrcito Republicano emite su Orden General de Operaciones n 8, y en ella se decide: Adoptar provisionalmente una actitud defensiva.......... Al Norte queda el XV Cuerpo de Ejrcito con cuatro divisiones, 3, 16, 60 y 42, reforzado con un Regimiento de Caballera, dos Compaas de Carros y dos de Blindados. Al Sur, el V Cuerpo de Ejrcito con las Divisiones 11, 27, 45 y 46, tambin reforzado con medios similares a los del XV Cuerpo. Sin embargo, Gandesa, en lugar de quedar en la zona defensiva del primero, pasa Pgina 28 de 47

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a cargo del segundo. Como reserva de Ejrcito se mantienen dos Divisiones, la 35 en la regin de Camposines, y la 43 en Falset. En lo que respecta a los apoyos de fuegos, se cuenta con cinco Grupos de Artillera de diversos calibres para el sector Norte, y siete Grupos y dos Bateras para el Sector Sur. Se

contaba con muy buenos observatorios del campo de batalla desde las sierras de Cavalls, Pandols y Fatarella.

Pero posiblemente lo ms interesante de la orden citada sea la concepcin general que hace de conservacin del terreno, mediante el establecimiento de una profunda posicin defensiva organizada en tres lneas sucesivas. La primera lnea estara constituida por las unidades en contacto, a cuyo cargo correra su organizacin y defensa. La segunda lnea estara constituida por una zona defensiva continua a todo lo ancho del terreno conquistado y a retaguardia de la anterior, correra a cargo de las Grandes Unidades de segunda lnea integradas en los dos Cuerpos de Ejrcito. Estara fuertemente defendida por numerosas armas automticas y slidamente fortificada con nidos de mampostera y protegida por triple alambrada. Por ltimo, la tercera lnea, discontinua, estara formada por dos zonas fortificadas, de extrema retaguardia, para garantizar en todo caso las dos reas ms favorables para pasar, sin presin enemiga, a la orilla izquierda del ro, caso de que fuera necesario. Una de esas zonas comprenda a Ribarroja, Flix y Asc, y la otra a Mora, Benisanet y Miravet. Estas dos zonas estaran organizadas por el Ejrcito y ocupadas por aquellas unidades que se designasen. Sucesivas Ordenes Generales de operaciones y las Instrucciones Particulares a determinadas unidades se refieren a las medidas de tipo Pgina 29 de 47

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defensivo que es necesario adoptar, y citan constantemente las palabras vigilancia, resistencia, fortificacin. As vemos que, tal como muestra la documentacin roja, desde el primer da, y pese a la victoria tctica alcanzada, se muestran desconfiados de su propio xito, inclinados a la defensiva, incapaces de explotar las ventajas iniciales: ante el peligro hemos de estar siempre atentos a toda maniobra enemiga y evitar con nuestra continua vigilancia que se nos planteen casos de sorpresa. A tal objeto insistimos nuevamente vigilancia! cuidado con las sorpresa! FORTIFICAD!. Hemos visto hasta ahora la incapacidad de seguir la ofensiva por parte republicana. Algo similar pasa en el otro bando, el nacional, debido a la concentracin de fuerzas de maniobra y apoyos de fuegos en la parte republicana. Sin embargo una cosa es derrotar a todas las divisiones republicanas que se encontraban en la zona y otra muy diferente permanecer inactivos. All, en el Ebro, estaba lo mejor del Ejrcito republicano, lo nico que podra oponerse a un ataque a Catalua. All estaba el nico potencial ofensivo del Ejrcito republicano, cuya destruccin sera un fin seguro de la guerra. Ahora era de vital importancia el conocimiento de las verdaderas intenciones del enemigo, de su inters en permanecer en la zona que defiende y de lo que est dispuesto a perder en su defensa.

EL ATAQUE NACIONALLa nueva actitud de defensa adoptada por el bando republicano obliga a su adversario a reconsiderar a fondo su actitud. La posicin defensiva adoptada por los republicanos, adems de estar sostenida por una nutrida guarnicin, tiene los dos flancos slidamente apoyados en el mismo ro, cuenta con una muy buena observacin del campo de batalla y el terreno favorece a los defensores. De acuerdo con los reglamentos de la poca la nica maniobra posible era una ruptura frontal. Maniobra difcil, larga y costosa, pero que poda llegar a ser eficaz si se consegua con ella, no reconquistar el terreno perdido, sino Pgina 30 de 47

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destruir en l a la fuerza armada que lo ocupaba y a la que pudiera venir en su apoyo. Porque, sin la fuerza que estaba en la zona del Ebro, el Ejrcito republicano sera incapaz de seguir actuando de una manera efectiva, y la guerra podra terminar con una victoria total. A este respecto el General GarcaValio en su obra Guerra de Liberacin seala que continuar hasta el fin, con todas sus consecuencias, fue el mximo acierto del Caudillo y la verdadera clave de su victoria [final] rpida y definitiva. Ahora bien una maniobra de este tipo requiere un plan de actuacin complejo y difcil de poner en marcha. La condicin esencial para una accin de esta clase es conocer los propsitos del enemigo y, para ello, no hay otro modo que emprender ataques parciales, en los que no se arriesgue demasiado y se obtenga la informacin que se precisa. Lo que va a llevar acabo el Ejrcito nacional en los meses sucesivos no es ms que resultado de la aplicacin de los reglamentos para el empleo tctico de las grandes unidades de 1930: 1. Realizar una serie de combates de reconocimiento, a fin de apreciar la verdadera fuerza del enemigo y desgastarle. 2. Gracias a la informacin obtenida en los combates de reconocimiento, crea un ncleo lo suficientemente fuerte como para dislocar la lnea enemiga y abrir una brecha, mediante costosos ataques frontales donde convenga, con mucha sangre para ambos bandos. 3. Dentro de la brecha conseguida por el ncleo fuerte, establecer con la amplitud necesaria y en el mximo secreto, la base de partida para un nico ataque violentsimo, dirigido por sorpresa (en direccin inesperada y con un apoyo de fuego sorprendente por su violencia) contra el punto esencial del dispositivo enemigo, de manera que rompa profundamente la posicin. 4. Explotar el xito conseguido con toda la dureza y rapidez que sea posible.

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17. LOS COMBATES DE RECONOCIMIENTO Tres fueron los ataques de este tipo que se lanzaron contra la posicin defensiva, antes de adoptar una decisin final. Uno a la izquierda en Mequinenza; otro en la derecha en la sierra de Pandols; y el ltimo en el centro, en Gaeta. Mequinenza.- El da 5 de Agosto da el Ejrcito del Norte la orden de actuacin. Se encargara de ejecutar la operacin la 82 Divisin, muy reforzada con una docena de buenos batallones y elementos de apoyo, pero, sobre todo por una masa artillera de casi un centenar de piezas. El mando se le confa al General Delgado Serrano, Jefe de la 82 Divisin. La 42 Divisin republicana tena desplegadas sus tres brigadas (226, 227 y 59) de oeste a este, disponiendo de gran cantidad de armas automticas, pero careciendo de artillera. El da 06 se inicia el ataque, tras una fuerte preparacin artillera y area. Slo se ataca la zona del vrtice de Auts, que pronto pasa a manos nacionales. El combate posterior es muy favorable a los atacantes, que a partir de este momento disponen de buenos observatorios para su artillera y hacen sentir su superioridad de fuegos. El da 07 termina la operacin con la ocupacin total del terreno abarcado por la cabeza de Mequienza-Fayn. Un informe del Estado Mayor del Cuerpo de Ejrcito Marroqu dice: En las primeras horas los Jefes de la Divisin consiguieron imponerse a sus fuerzas y oponer resistencia, pero bien pronto hasta los Mandos perdieron la moral y la desbandada se inici en forma tal que el nico puente de que disponan para pasar a la otra orilla se rompi, exclusivamente por la aglomeracin producida por los milicianos que huan enloquecidos. El castigo sufrido por la 42 Divisin es enorme, hasta el punto que puede afirmarse que deja de existir como tal Gran Unidad. Se haban hecho 1626 prisioneros y enterrados 817 cadveres, entre los que figuran el jefe de una brigada y varios oficiales. Las bajas sufridas oscilaban alrededor de las 200. Pandols.- Esta sierra es un macizo calizo, de bella piedra blanca, de estratos de roca verticales sobre el vaco. Fue ocupada el mismo da 25 por la 1 y 100 Brigada de la 11 Divisin del V Cuerpo de Ejrcito, relevando a la 9 Brigada de esta misma Divisin por haber sufrido numerosas bajas. Su ocupacin facilit la del Cerro de San Marcos y, con l, el Pgina 32 de 47

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dominio de la carretera que sale de Gandesa hacia Pinell y Tortosa. La 84 Divisin nacional haba intentado desde el Sur, a partir del 01 de Agosto, ocupar este sierra sin xito. El 08 de agosto se incorporan a la 4 Divisin los batallones que haban actuado en Mequinenza y se releva con unidades de la 84 a los batallones de la 4 que estaban en lnea, a fin de dejar a esta Divisin en condiciones de continuar en esta zona la serie de los combates de reconocimiento. El da 9 se firma la orden que encomienda a la 4 de Navarra, mandada por el General Alonso Vega, la misin de atacar la Sierra de Pandols para ganar las alturas de Sta. Magdalena y extenderse hacia el Norte para cortar la carretera de Gandesa a Pinell. La 4 Divisin va a atacar con una gran cantidad de medios, que la 84 no dispona en sus primeros ataques a esta sierra, y segn la direccin oeste-este siguiendo un collado llamado Rac del Abadejo. La 84 Divisin haba intentado ocupar la sierra mediante ataques segn la direccin sur-norte. El collado era de difcil acceso, pero para subir por l no era necesario escalar rocas desnudas. El da 10 se inici el ataque, con el apoyo de 30 bateras artilleras y una masiva actuacin de la aviacin de bombardeo. La destruccin de los defensores no se produjo, debido en gran parte a que todas las unidades se dedicaron a trabajos de fortificacin, realizando cientos de metros de trincheras y colocando cerca de 1000 metros de alambradas, as como nidos de ametralladoras. Cuando las tropas de la 4 de Navarra llegaban a las posiciones ocupadas por los hombres de la 11 Divisin republicana, eran rechazadas por un potente fuego de armas automticas. Cada altura se conquistaba, era contraatacada por el enemigo, sin descanso de da y de noche, en uno de los combates ms duros de toda la guerra. Los Mandos marxistas insistan en la necesidad de fortificarse y hacer de sus posiciones verdaderas fortalezas inexpugnables. VIGILANCIA... RESISTIR... FORTIFICARSE... El da 14 se ocup la cota ms alta del sistema pero el tesn de la 11 Divisin, destrozada, se sobrepuso a la accin de la 4, no menos destrozada. En las cumbres de Pandols, el heroico combate qued en tablas.

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Los combates de reconocimiento Pgina 34 de 47

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Gaeta.- Este fue el tercero de los combates de reconocimiento y el ms ambicioso de todos ya que pretenda, si fuera posible, cortar en dos la cabeza de puente principal. Esta accin fue encomendada a un conjunto de tres divisiones, la 82, la 74 y la 13, bajo el mando del General Barrn. Para la preparacin por el fuego se contaba con una gran cantidad de artillera, cerca de 250 piezas. El conjunto de unidades actuar con dos Divisiones en primer escaln (la 82 y la 74) y la 13 como reserva. El objetivo terico era echar al enemigo de la cabeza de puente. El objetivo real se contentaba con que la 82 Divisin llegase a Fatarella y favoreciese el avance de la 74 hacia la Venta de Camposines. La 82 Divisin llevaba el esfuerzo principal en un esfuerzo ms de reconocimiento, esta vez ms a fondo, con ms medios, pero en rigor, con una sola divisin dotada con tres compaas de carros y un batalln de ametralladoras. Se buscaba la determinacin exacta de lo que el enemigo no estaba dispuesto a perder de ninguna manera, su verdadera posicin de resistencia. El ataque se inicia el da 19 tras una preparacin artillera de tres horas de duracin. Los defensores resisten con una gran determinacin. La 82 rompi la primera lnea con mucha dificultad, la 74 no se movi y la 13 no acta. En los das sucesivo s, el combate se complica, intervienen las dos divisiones y resisten las posiciones defensivas, en general, muy organizadas y bien guarnecidas. El desarrollo de la accin indica al mando nacional que est ante una profunda y fortsima posicin de resistencia. El desgaste es enorme por ambas partes. El da 22 la 3 Bandera de la Legin ocupa Gaeta y el 24 la cota 544, pero Fatarella est an demasiado lejos, y la 82 Divisin agotada. El sistema de defensa rojo estaba constituido por seis o siete rdenes de trincheras, con abundantes nidos de ametralladoras. A parte de ello, se vea favorecida la defensa por las condiciones del terreno: cubierto de bosque alto, ondulado, en sucesin interminable de contrafuertes paralelos e idnticos, terreno ideal para una defensa escalonada en profundidad. Puede decirse que se trataba de un verdadero campo atrincherado. Tagea habla de 8.000 bajas Pgina 35 de 47

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sufridas por su Cuerpo de Ejrcito. Por parte nacional la suma arroja 3.143 bajas la cual debe ser estimada como muy inferior a la real.Las dos maniobras emprendidas en Pandols y Gaeta haban fracasado al no lograrse los objetivos propuestos, por lo que parece que no caba otra opcin que atacar por el centro.

Oficiales del Batalln Britnico en la cota de la muerte

LA RUPTURAPor el centro, el valle del Ro Sec, era una hondonada bajo alturas en poder del enemigo. Tras el vrtice Gaeta segua el terreno dominando el valle por Fatarella y ms all. Por la derecha las alturas cortadas a pico del cerro de San Marcos se prolongaban por la sierra de Caballs, gran balcn sobre el valle de unos 7 kilmetros de extensin. Al fondo estaba el gran tapn de las sierras de Picosa y del guila. Tras esta descripcin del terreno era previsible que la progresin de las fuerzas nacionalestendra que hacerse bajo penosas condiciones. As se abrir la fase ms penosa de la Batalla del Ebro. Los meses de septiembre y octubre supondrn la monotona, la lentitud, el desgaste continuo, el cansancio.

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Antes de que se diera por terminada la tercera de las acciones de reconocimiento emprendidas, se crea el Cuerpo de Ejrcito del Maestrazgo. El da 25 de agosto se firma la primera orden de la nueva Gran Unidad. El 31 de agosto, el General Franco seala la idea de maniobra general, que debe comprender las siguientes fases: ruptura del frente, ocupacin de la sierra de Caballs, avance sobre la zona de Camposines, accin simultnea de otras fuerzas por el norte y por el sur.

Ataque inicial de las fuerzas nacionales Pgina 37 de 47

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18. REORGANIZACIN DE LAS FUERZAS NACIONALES. Las fuerzas van a reorganizarse en dos Cuerpos de Ejrcito: el Marroqu y el Maestrazgo, ste ltimo de muy reciente creacin. El Ejrcito del Norte reorganiza sus fuerzas asignando sus divisiones, en esta zona, a los dos Cuerpo de Ejrcito, quedando como sigue: - Cuerpo de Ejrcito Marroqu: Divisiones 4, 50, 82 y 152. - Cuerpo de Ejrcito del Maestrazgo: Divisiones 1, 74 y 84. - La Divisin 13 quedara como reserva del Ejrcito y la carretera de Gandesa a la Venta de Camposines servira de lnea divisoria de los dos Cuerpos de Ejrcito. - La artillera, que estaba centralizada en la Gran Unidad Ejrcito, se compona de 48 bateras, aproximadamente 200 piezas. El da 3 de Septiembre comenz el ataque. La 27 Divisin republicana, en lnea frente a Gandesa, no pudo resistir el alud de fuego y la violencia del asalto de tres Divisiones, la 1, la 4 y la 13. La 11 Divisin republicana viene como refuerzo, pero el centro nacional se impone sobre las castigadas unidades republicanas. El da 5 se ocupa Corbera, el 6 se ocupa un buen observatorio en la Sierra de Lavall y en la noche del 6 al 7 se intenta ocupar el vrtice Caballs, pero este intento es rechazado con violencia. El Jefe de la 1 Divisin intenta repetir el ataque el da 7, pero no se le autoriza. El ataque fue detenido, casi en seco, por lo contraataques de la 15 Brigada de la 35 Divisin,frente a la cota 565 La Aguja, justo al norte del vrtice Caballs.

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19. LUCHA DE DESGASTE. A todo lo largo de los meses de Septiembre y Octubre continu la lucha en una zona de unos siete kilmetros de profundidad por otros cinco a seis de anchura. El objetivo del Ejrcito Nacional era, como una obsesin, la Venta de Camposines. Las posiciones, aisladas en las alturas, eran atacadas, a veces ocupadas, a veces contraatacadas, a veces perdidas, pero nadie ceda. El combate por cada palmo del terreno era hosco y duro. Por parte republicana, para cubrir bajas tienen que enviar un batalln de cada una de las brigadas que estaban en la zona de Catalua. En este duro batallar, el 20 de Octubre, el Ejrcito Nacional logr alcanzar una lnea desde la que se bata por el fuego el famoso cruce de Camposines, as como las carreteras que conducan desde l a Mora y a Fatarella.

LA MANIOBRA DECISIVAAntes de que se llegara a batir por el fuego la Venta de Camposines, en el Cuartel General del General Franco, se firm el 18 de Octubre, un documento trascendente, en el que se ordenaba un cambio de direccin en el esfuerzo nacional.

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Dado que todos los esfuerzos nacionales haban estado dirigidos en direccin a la Venta de Camposines, el Ejrcito Republicano se haba esforzado en mantener en su poder esta zona y la que rodeaba sus flancos y retaguardia. En ellas se volc todo el esfuerzo de preparacin del terreno para el combate. En ellas estaban tambin todas las reservas utilizables. Debido a esto pudo lograrse la sorpresa que en este caso consisti en un cambio de direccin. Estaba claro que los republicanos tenan una falta de fuerzas debido a que los refuerzos se hacan, como se ha sealado, con batallones sueltos procedentes de las brigadas de Catalua. Tambin puede deducirse como sntoma de debilidad el hecho de que se hubieran impartido en el Ejrcito Republicano rdenes draconianas sobre la dureza en el castigo a los que abandonasen una posicin. Teniendo en cuenta todos estos sntomas de debilidad, pareca evidente que haba llegado el momento en el que un ncleo suficientemente fuerte dislocara la lnea enemiga y abriera brecha en ella como ya se haba indicado en uno de los puntos anteriores de este trabajo. Bastaba con cambiar el objetivo, en lugar de Camposines, el General Franco seal un collado de la sierra de Lavall de la Torre, que constitua un paso relativamente cmodo, para desde l dirigirse a la zona al Sureste de Miravet, sobre el mismo ro.

20. LA MANIOBRA. Para cumplir la misin, el Jefe del Ejrcito Norte dispone la realizacin de una amplia maniobra a ejecutar por el Cuerpo de Ejrcito del Maestrazgo. Este Cuerpo de Ejrcito dispone sus acciones para que sucedan aproximadamente como sigue: Tras una preparacin area y artillera, iniciara la accin la 1 Divisin que rompera el frente en la zona del vrtice Caballs. Aprovechando la conmocin, la 84 Divisin ocupara Pandols. - La 74 se encaramara en el Cerro de San Marcos. Pgina 40 de 47

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- La 82 asegurara el paso ordenado, cruzando la sierra de Caballs, a la izquierda de la 1, para avanzar hacia el Norte y el este, con la finalidad de impedir el acceso a cualquier fuerza enemiga que pretendiera dificultar la maniobra. Como se iban a organizar tres ataques en sitios diferentes, se deban organizar tres preparaciones artilleras especiales. Centrndonos en el asalto a Caballs, segn la Orden de Operaciones del Comandante Principal de Artillera del Cuerpo de Ejrcito, la preparacin se llev a cabo con una masa de 60 bateras de diversos calibres. Durara dos horas en un frente de 2000 metros. Supone que aproximadamente cayeron un total de 10.000 proyectiles sobre la zona elegida para el asalto. Aunque las posiciones tuvieran refugios a prueba de artillera, que parece que s los haba, el aplastamiento tuvo que ser total.

Cambio de direccin en el ataque nacional Pgina 41 de 47

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La aviacin, por su parte, va a actuar sobre el frente y sobre las zonas de retaguardia que albergan objetivos interesantes. Se establecieron turnos entre las Grandes Unidades areas para que el apoyo fuera continuo. La defensa de la sierra de Caballs le estaba encomendada a la 43 Divisin con sus Brigadas 72, 102 y 130. El vrtice Caballs concretamente le corresponda a la 130, con sus cuatro Batallones ( 517, 518, 519 y 520). El da 30 de Octubre se produce la ruptura del frente en una operacin que ha retratado muy expresivamente un combatiente republicano: la defensa fue pica, a medioda el jefe de la brigada y el comisario estaban muertos, tambin haban cado todos los jefes de batalln, menos uno. La brigada haba perdido un 70% de sus efectivos pero no hubo retirada desordenada. Desde el 30 de Octubre hasta el 16 de Noviembre se suceden los combates que traen como consecuencia la destruccin y retirada de las fuerzas del Ejrcito Republicano. Nada de lo que los nacionales conquistaron se le entreg con facilidad. En la noche del 15 de Noviembre, las fuerzas nacionales llegan a las alturas que se asoman sobre el ro Ebro. Existen mltiples referencias de parte de mandos republicanos de los ltimos instantes de esta batalla y de cmo se retiraron sus unidades a la orilla izquierda cruzando el Ebro, destruyendo los medios de paso. De estas referencias hay una especialmente interesante de Tagea: La XI Brigada y parte de la XV, pasaron por la pasarela de Ribarroja y el resto de la XV, por el puente de hierro de Flix. Los ltimos seis carros por la compuerta pesada. La 31 Brigada por la pasarela al sur de Flix y la 33 por la Pasarela del norte de Asc. No hubo que utilizar las barcas, y las pasarelas fueron recogidas tranquilamente despus de concluido el paso de las fuerzas , que en todas las partes, siguiendo mis rdenes, se hizo con toda calma y sin precipitacin. No qued en la orilla derecha nada que pudiera ser utilizable por el enemigo. Al anochecer, cruzaba el ro por Flix, junto con el comisario Fusimaa y el consejero ruso Soroka, que se haba negado a cruzar el ro antes de que yo lo hiciera. A las once de la noche la 13 Brigada recibi la orden de replegarse sobre Flix y a las 4,30 de la madrugada del da 16 de noviembre, terminaba de atravesar el puente, junto al Jefe de Estado Mayor de la 35 Divisin. Quince minutos despus el armazn

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de hierro que nos una an con la orilla derecha, volaba por los aires. Despus de 113 das de intenso combate haba terminado la Batalla del Ebro.

CONCLUSIONESExisten numerosas y diversas fuentes que arrojan nmeros de ambos bandos en lo relativo a las bajas recibidas. Algunas de ellas son ms o menos objetivas como parece que son las que aporta Tagea que contrastan con las que arroja Lster debido sin duda al constante politicismo de ste ltimo. Tambin tenemos las referencias del parte de guerra del ejrcito nacional del 16 de noviembre. Sin embargo no voy a relatarlas todas por lo extenso que sera, voy as a referirme a un resumen que hace, aunque con muchas reservas, el Coronel Martnez Bande en su obra La Batalla del Ebro en la cual seala 60.000 y 70.000 para los Ejrcitos de Franco y de Vicente Rojo, respectivamente, pero por defecto. Visto un resumen general de las bajas recibidas por ambos bandos, vamos a entrar en las consideraciones de la necesidad de emprender la batalla y en la de hacer frente y responder a esa agresin en la forma en la que se hizo (bajas cuantiosas, dura lucha y prdida de tiempo), debido fundamentalmente al hecho de que pocas batallas levantaran crticas ms reticentes y francamente adversas en ambos bandos. Para el Ejrcito Rojo era esencial, como ya hice referencia al comienzo de este trabajo, llevar a cabo una gran operacin si se quera salvar Valencia y no caer en derrota tras derrota, as apunta Modesto: En el orden militar, la ofensiva estaba destinada a poner fin a los reveses que venamos sufriendo en los frentes de batalla, recuperar la iniciativa, y destruir los planes enemigos de invasin y conquista de Valencia y su regin. Adems tambin es conveniente sealar el aspecto poltico, que como veremos ms adelante, tendr una repercusin importante en la conclusin tanto de la batalla del Ebro como de la Guerra Civil en su conjunto. En este mbito Negrn se haba hecho con el Ministerio de Defensa de la Repblica, el cual detentara Prieto hasta el mes de Abril. Por lo tanto Negrn necesitaba demostrar a la opinin pblica, espaola y mundial, de lo acertado del citado relevo. Pgina 43 de 47

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Los republicanos haban concebido y ejecutado inicialmente la maniobra con gran xito, eligiendo adecuadamente el momento y lugar para iniciarla. El momento, porque necesitaban paralizar las dos ofensivas nacionales que amenazaban seriamente dos puntos fundamentales como eran Valencia y Almadn. El lugar, porque no ignoraron el error nacional de otorgar al Ebro, en esto, la categora de obstculo infranqueable y por lo tanto descuidar la defensa de este frente. La ejecucin tctica inicial fue excelente: cruce nocturno del ro seguido de un ataque fulminante y por sorpresa a las posiciones de primera lnea de la otra orilla por varios puntos distantes entre s, pero la explotacin de este xito momentneo no pudo conseguirse, y desde el mismo da 25, ni el mando, ni los ejecutantes, tienen fe en el triunfo de su ofensiva. Adems la reaccin de las fuerzas nacionales no correspondi a la que haban tenido en otras batallas, as la 50 Divisin apenas ofreci resistencia. La reaccin de Franco no fue nueva, ya la haba adoptado en otras ocasiones, siguiendo el espritu legionario de acudir al fuego all donde est. Vicente Rojo declar no esperar la aceptacin de Franco en la forma y grado en que lo hizo. Rojo esperaba que los nacionales se contentaran con fijar los frentes en la lnea de mximo avance republicana, para as iniciar cuanto antes la ofensiva de Valencia. Rojo seala tambin que este fue el motivo por el que sus fuerzas pasaron a la defensiva, aunque luego corrige esta afirmacin reconociendo que no podan continuar en profundidad la ofensiva para no debilitar excesivamente el frente cataln, nico del que podan obtener fuerzas. La consecuencia de las dos decisiones de Franco y de Rojo- fue una enorme batalla de desgaste. Rojo justifica su decisin ya que al resistir los nacionales no podran utilizar sus fuerzas en otros frentes y si se vean obligados a retirarse a la orilla izquierda del Ebro, tendran su frente seguro, cubierto por el ro, exactamente como estaba el 24 de Julio. Volviendo a retomar el tema de la escena poltica, es muy necesario, por las importantes consecuencias posteriores, desarrollar aunque muy brevemente este mbito. La atencin europea y mundial se olvida de la batalla del Ebro el 15 de Septiembre, cuando Hitler convoca al primer ministro del Reino Unido, Chamberlain, a su nido de guilas de Berchtesgaden, donde le comunica prcticamente un ultimtum sobre el destino de Checoslovaquia. Pgina 44 de 47

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Berln se mantiene puntualmente informado, as como Inglaterra y Francia, sobre el desarrollo de nuestra guerra civil. El embajador von Stohrer enva el 19 de Septiembre un informe a Berln: La situacin militar no es satisfactoria aunque tampoco peligrosa. Como nica razn hipottica de la resistencia suicida poda ponerse el hecho de prolongar la guerra a toda costa, pensando en su empalme con una internacional, que hubiera trado a Catalua divisiones regulares francesas, haciendo variar la balanza. Busca Negrn por todos los medios conseguir una mediacin europea. Sin embargo, Franco interviene en la escena internacional y tras una consulta formal de Inglaterra y Francia sobre su actitud en caso de guerra europea (ms que probable en las tensas vsperas de Munich) responde abiertamente que Espaa permanecera neutral. El Reino Unido a travs del duque de Alba, haba dado entonces garantas de que en tal caso no se producira un ataque del Ejrcito francs en los Pirineos. El 29 de Septiembre en Munich, Hitler, Mussolini, Chamberlain y Daladier firman el acuerdo que implica la desmembracin de Checoslovaquia, lo que marcara el momento de mxima vergenza en la crisis de las democracias europeas. Ante el reconocimiento formal del Reino Unido y Francia de no intervenir en Espaa, la II Repblica Espaola no tiene ya nada que hacer en la guerra civil. Ante la prdida de toda esperanza de ayuda exterior lo sensato era llevar a cabo un inmediato, escalonado y bien organizado repliegue al otro lado del ro, cosa totalmente factible. Se habran perdido as muchos menos hombres, sin que posiblemente la moral se deteriorase hasta el mximo en Catalua, la cual, podra haber sido en el futuro mejor defendida. Las consecuencias polticas de la batalla del Ebro excedieron todas las predicciones. Algunos escritores de la poca se han referido a tales consecuencias en trminos como despus de la retirada del Ebro los nimos de desmoronaron definitivamente, o como la repblica haba perdido todo el Ejrcito. Llegado a este punto cabe hacerse la pregunta, como sealan algunos autores, de si Franco desde un principio pretenda la destruccin del Ejrcito del Ebro, provocando de alguna manera el ataque republicano al desguarnecer deliberadamente la zona defendida por la 50 Divisin. De lo que no cabe ninguna duda, como se ha sealado con anterioridad, es que el Ejrcito nacional tena numerosos indicios del inminente ataque republicano sobre la Pgina 45 de 47

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zona de la curva de Gandesa. De cualquier forma, el resultado final parece dar la razn al General Franco en su decisin de destruir al enemigo completamente, puesto que la destruccin del Ejrcito del Ebro llev a la ruptura del frente cataln (en Catalua, hartos de la guerra, muchos se evadan a la zona nacional), desmoronamiento total del Ejrcito republicano y posteriormente a la finalizacin de la guerra civil en la segunda quincena del mes de Abril de 1939. Al General Franco lo que le fall fue su previsin de la dureza de la batalla, resultando sta mucho mayor de lo que haba esperado. Finalmente sealar que tener un ro a la espalda, como les suceda a los republicanos, resultaba tcticamente un factor extraordinariamente adverso, pero ese ro acab soportando suficientes medios de paso, y ello aunque la aviacin los castigara constantemente lo que hizo que resultara encomiable el trabajo y esfuerzo de las unidades de Ingenieros que mantendran operativos hasta el final los puentes necesarios para apoyar el repliegue final, eso s, de unos 15000 hombres del total de 100000 que atravesaron el ro una madrugada del mes de Julio.

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BIBLIOGRAFACasas de la Vega, General de Caballera, Franco Militar. Editorial Fnix. Casas de la Vega, General de Caballera, Errores de la Guerra Civil Espaola. Editorial San Martn De La Cierva, Ricardo, Historia Esencial de la Guerra Civil Espaola. Editorial Fnix De La Cierva, Ricardo, Historia Total de Espaa. Editorial Fnix Martnez Bande, Jos Manuel (Coronel de Artillera) , La Batalla del Ebro. Servicio Histrico Militar. MONOGRAFAS DE LA GUERRA DE ESPAA- N 13. Editorial San Martn. Priego Lpez, Juan (Coronel de Estado Mayor del Servicio Histrico Militar), Historia Militar Contempornea. Compaa Bibliogrfica Espaola, S. A. Manuel Aznar, Historia Militar de la Guerra de Espaa (1936-1939). Ediciones Idea, S. A. Direcciones de Internet, entre otras: www.ieszurbaran.net www.galeon.hispavista.com www.eroj.org www.fut.es Otros: Biblioteca Encarta Videoteca de Las Grandes Batallas del Mundo Videoteca de la Guerra Civil Espaola Pgina 47 de 47