26 vía romana de clunia a sasamón

26 Clunia a Sasamón Isaac Moreno Gallo

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IDENTIFICACIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LA VÍA ROMANA DE CLVNIA A SEGISAMONE

101 km


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ENTRE CLVNIA Y EL RÍO ARLANZA Esta vía romana no viene descrita en el Itinerario de Antonino. Si bien es conocida en su tramo inicial desde muy antiguo, ya que figura en el mapa de Loperráez de 1788 la Descripción del Obispado de Osma1, nunca se había supuesto su destino en Sasamón hasta esta identificación. Habló de algunos de sus restos más evidentes Abásolo, en los años 70 del siglo XX2, pero suponiéndola por trazados erróneos en dirección a Cantabria, una vez que los vestigios le eran completamente desconocidos a partir de Pinilla Trasmonte. La presencia de los miliarios en el puente de Tordómar le despistó aún más, creyendo romano incluso el puente. Nosotros mismos ya la supusimos uniendo Segisamone con Clvnia, cuando identificamos los tramos entre Segisamone y el río Arlanzón3. Aunque los tramos que conocíamos bien entre Clvnia, Caleruega y Cilleruelo de Arriba nos hacían pensar que un ramal se dirigiría a Palencia por los miliarios de Tordómar4. Finalmente, gracias a estos trabajos que nos ocupan, hemos identificado toda su longitud, con absoluta precisión, prácticamente en cada metro entre Clvnia y Segisamone. Hemos asociado así, todos los vestigios conocidos y los nuevos a un único trazado, confirmando una vez más la importancia crucial que ambas ciudades en la antigüedad, en cuyos núcleos urbanos convergían muchas carreteras. Tres cauces se entidad es necesario salvar en el recorrido de esta vía romana: el río Esgueva, el Arlanza y el Arlanzón. Los tres pasos quedaron guardados por ciudades romanas importantes, constatadas hoy por sus yacimientos. La del Castro de San Pedro, en Pinilla Trasmonte, para el paso del río Esgueva. La de Solarana para el paso del Arlanza, aunque se encuentre a cierta distancia del río. Y la ciudad de Villavieja de Muñó en el paso del río Arlanzón. Podemos afirmar que la infraestructura de esta vía romana, una vez examinada y analizada en su totalidad, supuso un enorme esfuerzo constructivo parta la época, por el hecho de haberse constatado el aporte de un gran volumen de materiales para su construcción en todos sus tramos. Precisamente, la naturaleza de los materiales gruesos en las capas inferiores del firme hace a la vía muy evidente donde se conserva, al alzar una buena altura desde el suelo y hasta ha posibilitado su conservación, siendo estos materiales un hueso duro de roer por el arado.

1 LOPERRÁEZ CORVALAN, J. 1788: Descripción histórica del Obispado de Osma. 2 ABÁSOLO ÁLVAREZ, J. A. 1975. Comunicaciones de la época romana en la provincia de Burgos. Diputación Provincial de Burgos. ABÁSOLO, J. A. 1978. Las vías romanas de Clunia. Diputación Provincial de Burgos. 3 MORENO GALLO, I. 2001, p. 95 a 98: Descripción de la Vía de Italia a Hispania en Burgos y Palencia. Diputación Provincial de Burgos y Diputación Provincial de Palencia. 4 MORENO GALLO, I. 2004, p. 86 y 92: Vías Romanas. Ingeniería y técnica constructiva. Ministerio de Fomento. CEHOPU. Madrid.

Fragmento del mapa del Obispado Osma de Loperráez, de 1788, donde viene reseñada la vía romana al oeste de Clvnia.

Vista aérea de Clvnia con el teatro en primer plano. Al pie de éste pasa la vía romana en dirección a Segisamone.


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Sale la Vía romana coincidiendo con la carretea de Peñalba de Castro, atravesando dicho pueblo y continuando por el llamado Camino de Santo Domingo de Silos o también Camino de la Calzada. Desde aquí, hasta Valdeande, la vía romana es muy evidente, lo ha sido siempre y aún hoy, destruida y ocupada por caminos y carreteras se deja notar cada poco. Hasta hace apenas unos años, su estado de conservación era excelente y gozaba de fama en la comarca. En los últimos decenios, las transformaciones y los continuos arreglos de los caminos con maquinaria pesada, la ha deteriorado notablemente. Fue asfaltada en el año 2005 entre Peñalba y Arauzo de Torre, en cuyo municipio aún se conserva algún trozo marginal al actual camino donde puede observarse la infraestructura seccionada longitudinalmente.

Seccionamiento longitudinal de la calzada romana por las motoniveladoras durante la construcción de la nueva carretera entre Caleruega y Peñalba de Castro por Arauzo de Torre. Fotografía de agosto de 2005.

Limpieza arqueológica del corte lateral de la vía romana existente en la cuneta de la carretera de Arauzo de torre a Peñalba de Castro.

Corte lateral del terraplén de la vía romana, realizado por las motoniveladoras que arreglaron el camino, en agosto de 2005, entre Arauzo de Torre y Caleruega. Se aprecia toda la capa de cimentación y la composición del firme.


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Vista aérea de la vía romana conservada en el margen de la carretera entre Arauzo de Torre y Clvnia (al fondo). En primer plano se observa labrada antes de su descenso por distinta vaguada que el actual camino.


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En Arauzo de Torre pasa junto al yacimiento romano del Castro5 y luego por la fuente de Valdemillar, lugar que delata la antigua presencia de un miliario, sin duda. Tras describir una revuelta, abandona la carretera recientemente asfaltada hasta Caleruega y sigue por el Camino de la Calzada o Camino Empedrado, nombre que le acompaña hasta Valdeande y que se repetirá más adelante, cerca de Sasamón. En el término de Arauzo, conserva las lomas al margen del camino que se rueda, donde se ha podido examinar la infraestructura interna de la carretera romana. No así en el término de Caleruega, donde está más transformado. En este tramo los sondeos arqueológicos han constatado una estructura del firme completamente conservada al estar el camino fosilizado al margen del que se rueda. Está constituida de una cimentación de gruesas piedras calizas, en la capa inferior, a la que siguen otras capas de tamaños inferiores de igual naturaleza, a excepción de la última de rodadura, que se compone de zahorras naturales de pequeños cantos silíceos principalmente, aglomerados con arcillas. Una estructura perfecta y típica de una carretera romana. Pasa por el lugar de los Casares, donde documentos medievales ya aluden a la presencia de la calzada en el llamado Bañuelos de Calzada, hoy despoblado6.

El Camino Empedrado, en la planimetría 1/25.000 del Instituto Geográfico y Estadístico (IGE), de 1911, perteneciente a Valdeande.

5 ID_YACIMIE: 09-022-0001-02 6 GARCÍA IZQUIERDO, I.: situm inter Arauzo de Torre et Arauzo de Salce et Caleruegam concedo illus villare heremum quod dicitur Bannuelos de Calzada (1202). VIVÁNCOS GÓMEZ, Miguel C., Documentación del Monasterio de Santo Domingo de Silos (954-1254). Fuentes Medievales castellano-leonesas nº 50, Burgos, 1988, doc. 83, pp. 120-121.

Terraplén seccionado en el término de Arauzo, entre esta localidad y Caleruega. Se observa toda la estructura del firme de la vía romana .

Escalonado arqueológico del paquete del firme de la vía romana en Arauzo de Torre. Las capas superiores de finas zahorras naturales difieren notablemente de la más gruesa de piedra caliza, perteneciente a la cimentación.


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Terraplén seccionado en Arauzo, en el lugar del Chapitel. Aunque recortado por las labores agrícolas de las fincas colindantes, conserva la estructura del firme típica de las vías romanas.

Detalle de la capa de rodadura compuesta de zahorras naturales de grano fino. Por el contrario, la cimentación de la estructura se compone de gruesas piedras calizas.

Otros tramos conservados al margen del actual camino se encuentran muy deteriorados y erosionados. Sin embargo, revelan perfectamente la estructura del firme que tuvieron en su momento. Estos últimos tramos conservados merecen ser protegidos, ya que no dejan de correr peligro por los continuos arreglos del camino con maquinaria pesada, por la labranza de las fincas colindantes y por la construcción de nuevos caminos en la zona. Cerca ya de la carretera de Hontoria de Valdearados, se documenta el lugar como Calzada de Quinega7.

Limpieza del terraplén fósil, que se encontraba contaminado con vertidos, en el término municipal de Caleruega, cerca del lugar de los Casares.

7 GARCÍA IZQUIERDO, I.: Calzada de Quinega (1272). MARTINEZ, Eduardo, Colección diplomática del Real Convento de Sto. Domingo de Caleruega con facsímiles de los documentos, Ed Santísimo Rosario, Vergara, 1931, doc. 19, pp. 22-24.


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Terraplén de la vía romana, conservado pero muy deteriorado y contaminado de vertidos al margen del actual camino, en Arauzo de Torre.

Otra vista del terraplén deteriorado de la vía romana.

El terraplén de la vía romana una vez limpio.

El terraplén de la vía romana una vez limpio.


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A partir de su cruce con la carretera de Baños de Valdearados, ha sido desgraciadamente destruido en el año 2008. Se trataba de uno de los tramos mejor conservados de España. Los terraplenes, muy elevados, conservaban la capa de rodadura original de zahorras naturales, pero la maquinaria pesada dio al traste con siglos de uso racional del camino sin deterioros notables. Apenas hace veinte años se conservaba todo él hasta el río Esgueva, que lo cruzaba en Santa María del Mercadillo, pero las concentraciones parcelarias en unos casos y las labores agrícolas en otros, dieron al traste con la mayor parte de la longitud del camino romano. El último vestigio, éste de Caleruega, ha sido destruido absurda e innecesariamente, a pesar de ser conocido por todos los ciudadanos de la zona y de gozar de cierto prestigio como camino romano. En estos tramos de Caleruega y Valdeande, se observaban singularidades en el movimiento de tierras para la formación de la carretera romana. Los terraplenes últimamente destruidos, presentaban volúmenes importantes de materiales aportados, lo que les confería una notable altura y ya en Valdeande se puede observar una trinchera excavada en tierras de una gran magnitud, además de bien conservada, para lo que es habitual en vestigios de este tipo de materiales sueltos. En las proximidades de Valdeande se nombra el Camino en 1037 como Calçata8. Más adelante, el gran yacimiento de Ciella9, en el Esgueva, visible desde la vía y bastante próximo a ella, es más que probable que naciera como establecimiento con funciones al servicio de esta.

8 GARCÍA IZQUIERDO, I.: Año 1037. VALDEANDE. Cela Queson (actual despoblado Santa Marina de Cela). de ipsas petras de calçata usque ad ipsum vallis currentis aque iusta petris collium et per sumitate montium usque invenitur via de Sancta Maria, et venit ad ipsum molendinum de Villa-longa, et pergitur per semita de Sancta Maria ad valle de Hameth, et per aliam sumitatem montium suque cum clncluditur totum vallis de venit per calzata ad ipasas petras quod superius diximus. SERRANO, Luciano, Cartulario de San Pedro de Arlanza, Madrid, 1925, doc. 29, pp. 63-66. También en la misma obra, en doc. 37, pp. 79-81, año 1042, donde se incluye el término de Santa Marina de Cela. PASTOR DIAZ DE GARAYO, Ernesto, Castilla en el tránsito de la antigüedad al feudalismo. Poblamiento, poder político y estructura social del Arlanza al Duero (siglos VII al XI), Junta de Castilla y León, Consejería de Educación y Cultura, 1996. El editor del documento incluye esta cita: calzada visible en el término de Santa Marina de Cela, que salía de Clunia por Valdeande, Pinilla Trasmonte y Tordomar hacia Palencia. Yacimiento romano tipo "villae". 9 09-403-0001-01

Vista aérea del Camino Empedrado en Caleruega, en el lugar del Carrilejo, unas semanas antes de su destrucción en 2008.


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Terraplén del Camino Empedrado antes de su destrucción. Fotografía de 2005.

El Camino Empedrado fotografiado en el mismo sitio que arriba, en julio de 2008, una vez rebajado por los buldóceres que transformaron el camino.

Terraplén del Camino Empedrado antes de su destrucción. Fotografía de 2005.

El Camino Empedrado fotografiado en el mismo sitio que arriba, en julio de 2008, una vez rebajado por los buldóceres que transformaron el camino.


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Seccionamiento arqueológico del Camino Empedrado, en el mismo sitio que las fotos anteriores. A pesar de la destrucción producida, aún se conserva la parte inferior de la estructura del firme. La capa de rodadura de zahorras ha sido arrasada

Seccionamiento arqueológico del Camino Empedrado.


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Detalle del corte estratigráfico de lo que quedaba de la vía romana en Caleruega, una vez destruida por las obras del Ayuntamiento en julio de 2008. Se observa una completa estructura del firme romano al que le falta la capa de rodadura, arrasada por las máquinas de nivelación.


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Vista aérea del Camino Empedrado en Caleruega (Valdeande se ve a la derecha de la foto). En primer término se observa la huella de los materiales constructivos en un tramo labrado.


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Trinchera excavada en tierras en la vía romana (Camino Empedrado) en Valdeande, en el lugar de la Cruz de la Vinada..

Subida del Camino Empedrado, enormemente deteriorado por la erosión, en el lugar de san Andrés, en Valdeande.

Vista aérea del Camino Empedrado por Valdeande.

Vista aérea del Camino Empedrado con tramos labrados y otros ya transformados.


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Tras la subida al páramo de Valdeande, donde el Camino empedrado ha dejado de estarlo por la gran erosión producida, la estructura de la vieja carretera vuelve a adivinarse en el terreno, en la plataforma por la que discurría. Un sondeo arqueológico en este punto, así lo confirmó. Más desconocidos eran los restos marginales que milagrosamente se habían conservado en la bajada a la vega del Esgueva, todavía en término de Valdeande. Se observa la plataforma de la vieja vía sobre el camino agrícola nuevo y deja ver las gruesas piedras de su cimentación en los laterales de la misma. Un poco más adelante, la estructura de la vía antigua permanece enterrada en el lindero de las fincas superiores, pero su trazado permanece en las rodadas por las que se circula hoy. En el lugar del Molino viejo se encontró un miliario no hace muchos años, que hoy se encuentra boca abajo, hormigonado a forma de mesa de rincón en una de las bodegas de Santa María del Mercadillo. Triste fin para un monumento del que no se conoce ni su inscripción. Un kilómetro más adelante es donde cruzaba el río Esgueva, para seguir por la actual carretera a Pinilla de Trasmonte, que ocupó en su día el camino. Algunos yacimientos conocidos, como el de la Roma, junto a la fuente del mismo nombre y el elevado Castro de San Pedro, donde se ha sucedido hallazgos de otras épocas, además de los propios de época roman,a van acompañando a la vía.

Sondeo arqueológico en el Camino Empedrado de Valdeande, en el alto del Cuadrón. Sobre el sustrato natural de roca caliza se observa una débil estructura de cimentación.

Tramo fósil del Camino Empedrado, bajando hacia el valle del Esgueva. Tramo desconocido hasta hoy.

Limpieza lateral del tramo fósil en la bajada hacia el valle del Esgueva. Se observa la cimentación del camino romano.


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Miliario colocado a forma de mesa en una bodega del pueblo de Santa María del Mercadillo. Fue encontrado al borde de la vía romana cerca del lugar del Molino Viejo. Se desconoce si tiene inscripción. Pero antes de llegar al camino de acceso al Castro, el camino romano derivaba al norte, enfilando a los restos de la Calzada que están en los Llanos de Pinilla de Trasmonte. Los vestigios del camino labrado que se observan en la ortofoto del vuelo americano así lo avalan y al menos dos yacimientos se constatan en esta zona como establecimientos romanos al servicio de la vía, ya que se encuentran a pie mismo de ella10. En el alto de los Llanos, desde siempre se conoció la loma de la Calzada por los lugareños. Abásolo ya dio noticias de ella en 1978, pero nada de esto ha impedido que una primera repoblación forestal la cubriera en su mayoría y otra segunda, en el año 2001, lo hiciera en el resto. Esta última acompañada de buldóceres que destruyeron el camino severamente, el Camino de las Marreas, allí donde no fue plantado de pinos. A pesar de este tipo de agresión en profundidad, los sondeos que hemos efectuado en esta zona han dado resultados excelentes para observar la estructura del firme que formó esta carretera romana. Entre el Castro de San Pedro y los Llanos, en Pinilla Trasmonte, otros tres yacimientos romanos jalonan la vía, el de Arroyo Concejo I y el de las Paradinas (09-270-0001-04), en la vega del

10 Arroyo Concejo y las Paradinas. El primero de ello, encontrado en esta investigación.

Esgueva, en su margen derecha. El otro llamado de Los Llanos (09-270-0001-03), corona el puertecillo de subida de la vía romana al páramo de Pinilla.


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Identificación de la vía romana en la ortofoto del vuelo americano de 1957. Se aprecia el tramo entre el Castro de San Pedro y los Llanos de Pinilla y la vía labrada en los Llanos. (H0314-3-3 y H0314-3-4).


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Foto aérea de la vía romana en los Llanos de Pinilla. Los pinos delatan a la vía romana al crecer mejor en el material drenante de la vía romana.


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La vía romana en los Llanos de Pinilla Transmonte, muy evidente al estar labrada en 1978, cuando fue publicada por Abásolo en la Obra, las Vías Romanas de Clunia.

Interpretación peregrina de la estructura del firme de una vía romana, realizada por Abásolo sobre la vía de Pinilla Trasmonte en su obra las Vías Romanas de Clunia, en 1978.


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Momento de la destrucción de la vía romana en los Llanos de Pinilla, en 2001, por los buldóceres de la repoblación forestal. En este mismo corte se ha realizado la limpieza arqueológica que se ve abajo.

Seccionamiento y limpieza arqueológica en los Llanos de Pinilla, que delata la estructura de la vía romana.

Detalle de la limpieza arqueológica en los Llanos de Pinilla.

Detalle de la limpieza arqueológica en los Llanos de Pinilla. Se observa la capa final de rodadura compuesta de zahorras naturales de grano cuarcítico fino, procedente de cierta distancia.


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Terraplén de la vía romana plantado de pinos en los años 60, en los Llanos de Pinilla, cerca del término de Cilleruelo de Arriba. Punto elegido para el sondeo arqueológico.

Sección arqueológica en el Pinar de los Llanos, donde se aprecia una enorme potencia del firme con doble línea de piedras gruesas de cimentación.

Detalle de la estructura del firme de la sección arqueológica en los Llanos de Pinilla Trasmoente. Sucesivas capas de materiales gruesos y finos confieren una gran capacidad portante al firme final. Se observan numerosos huecos entre los tamaños gruesos, procedentes del deficiente recebado con finos en la construcción original. Estos huecos han provocado asentamientos y deformaciones en la estructura a lo largo del tiempo, cosa que se observa en las capas superiores de materiales finos.

Interpretación de la estructura original proyectada y construida por los técnicos romanos en la vía romana se Clunia a Sasamón, en el tramo de los Llanos de Pinilla de Trasmonte.


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Aspecto del terraplén de la vía romana en el Camino de las Marreas o de los Moros, en Cilleruelo de Arriba. Foto del año 1999.

El mismo lugar que arriba, destruido por los buldóceres, en el año 2000.

Aspecto del terraplén de la vía romana en el Camino de las Marreas o de los Moros, en Cilleruelo de Arriba. Foto del año 1999.

El mismo lugar que arriba, destruido por los buldóceres, en el año 2000.


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Cartel de la actuación forestal que destruyó en gran medida la vía romana en Cilleruelo de Arriba.

El terraplén de la vía romana en Cilleruelo de Arriba, en el margen derecho del camino que se rueda, muy erosionado en 1999.

Sección del terraplén de la vía romana en el camino de Cilleruelo de Arriba, en el lugar fotografiado arriba. La capa de rodadura falta casi totalmente por efecto de la erosión. Solo se observa la cimentación y las capas intermedias.


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Corte en un tramo marginal de la vía romana en Cilleruelo de Arriba. En él se observan distintas capas de regularización con arenas calizas sobre materiales gruesos. El sustrato rocoso natural ha sido perfectamente saneado para la conformación del afirmado de la vía romana.

Interpretación constructiva de la carretera romana sobre el sustratio rocoso natural saneado, en Cilleruelo de Arriba.

Final del terraplén cortado y roto desde hace décadas en un tramo de la vía romana en Cilleruelo de Arriba. Lugar elegido para el corte arqueológico.

Resultado del corte arqueológico en el lugar fotografiado arriba.


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Detalle de la sección del firme en Cilleruelo de Arriba. Se observa el sustrato natural y varias capas de materiales diversos que constituyen el afirmado de la vía romana. No todos los materiales empleados proceden del entorno inmediato, lo que constata una buena planificación y una esfuerzo importante para construir según lo proyectado. A partir de aquí nada se sabía de la vía romana y las especulaciones habían sido el único argumento hasta llegar hasta los miliarios de Tordómar, elementos muebles donde los haya, o más lejos, hasta Cantabria11. Se creyó que los yacimientos eran la guía de las vías, aunque no siempre estén asociados a ellas, como la villa de Baños de Valdearados, por donde se hacía pasar este u otros caminos de Clvnia, etc. La complicada identificación del paso de la vía romana por el término municipal de Cilleruelo de Arriba, tuvimos que averiguarlo tras arduas prospecciones terrestres y aéreas. Difícil, pero con restos suficientes para identificar bien el camino. Tras el cruce del arroyo del Pontón, resto toponímico de obra pública ligada a la calzada, donde encontramos el último terraplén visible de la vía romana, desconocido hasta la fecha, la vía desaparecía. El Camino de los Moros, que se creía un indicio claro del paso de la vía romana, parece puesto ahí para despistar a los investigadores. No coincide en nada con la vía romana, ni con su dirección siquiera. La mayor parte del trazado en Cilleruelo de Arriba está labrado. Los vuelos invernales con avioneta fueron los que facilitaron la tarea. Aún la entrada en el término de Solarana sigue

11 ABÁSOLO ÁLVAREZ, J. A. 1975. Comunicaciones de la época romana en la provincia de Burgos… ob. cit. ABÁSOLO, J. A. 1978. Las vías romanas de Clunia… ob. cit.

labrado y luego se confunde con el Camino de Cilleruelo a Solarana, pero con algún resto marginal que se deja ver. Luego entra en el monte de Solarana y el bosque la devora. Pero, para el buen observador, empieza aquí el espectáculo. En febrero de 2008 tuve la oportunidad de descubrir la elevada y larguísima loma, interminable, que forma la infraestructura de la carreta romana, con robles a veces centenarios sobre ella. Dos kilómetros de vía romana entre el bosque. Los resultados de las excavaciones realizadas en ella con motivo de esta investigación, han sido excelentes también pudiendo determinar perfectamente la naturaleza de los materiales del firme y la composición estructural de éste. Su recorrido se sigue sin solución de continuidad en lo alto del páramo boscoso de Solarana, con leves interrupciones en la bajada, hasta que acaba en el gran yacimiento romano del Castro, en Solarana. Ciudad romana de nombre romano desconocido, hoy por hoy, de la que se conoce sin embargo bien su emplazamiento, su extensión y hasta su acueducto, al que llaman la Senda de los Moros, en Tejada. Esta ciudad romana, a seis kilómetros del río Arlanza, pero con visibilidad sobre la vega de este río, se decanta como una de las dos más importantes en el recorrido entre Clvnia y Segisamone. La otra sería la de nombre desconocido también, en Villavieja de Muñó, junto al Arlanzón, de la que hablaremos más adelante. Al pie de este castro se constata un trozo de camino identificado en el inventario arqueológico como vía romana (09-194-0001-03), que a juzgar por las gruesas piedras que asoman en sus laterales, es ciertamente el camino resultante del deterioro de esta vía, que llegaba por aquí a la llanada de Solarana. En Castrillo de Solarana encontramos referencias a la calzada en la documentación medieval del siglo XIII12. Y un poco más adelante, al pie del Camino Viejo de Lerma el yacimiento de la Mina (09-194-0001-03), que acompaña también a la vía en este sitio.

12 GARCÍA IZQUIERDO, I.: A principios del S. XIII. Castrillo de Solarana. A la calzada 1a terra en sulco de conceio, a la Varga que dizen los de Solarana. SERRANO, Luciano, Cartulario de San Pedro de Arlanza, Madrid, 1925, doc. 135, pp. 244-247. La varga mencionada será la subida desde Solarana al monte en dirección sur, que describe un puertecillo.


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Vista aérea desde avioneta de la vía romana labrada en el límite de términos municipales de Cilleruelo de Arriba y Solarana. Dato que nos permitió el descubrimiento de una gran longitud de vía romana en este último término municipal, en febrero de 2008.

Vista aérea de la vía romana, labrada en algunos tramos, en Cilleruelo de Arriba.


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Vista de la vía romana labrada, en el límite de términos municipales de Cilleruelo de Arriba y Solarana, en la ortofoto del PNOA de 2007 (H0314-3-2).

Identificación de la vía romana en la ortofoto del vuelo americano de 1957, en los términos de Cilleruelo de Arriba y Solarana, (H0314-3-2).


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Restos de los materiales constructivos de la vía romana labrada en el límite municipal de Solarana.

Tramo de vía fósil en el margen del Camino de Cilleruelo a Solarana. Se observa la capa de materiales gruesos de cimentación.

Seccionado y decapado arqueológico para el estudio de la estructura de la vía romana en el monte de Solarana. La composición a base de varias capas de distinta granulometría es similar a la encontrada en esta vía en otros tramos.

Detalle de la sección de la vía romana en el monte de Solarana. La capa de rodadura, retirada a tras, es de granulometría fina con algún canto rodado.


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Bordillo de encaje de la estructura inferior que delata la vía romana, visible en superficie por efecto de la erosión.

Detalle de otra sección del camino fosilizado entre el bosque donde se observan distintas capas delgadas de arenas sellando otras de materiales gruesos.

Corte del terraplén fósil en el monte de Solarana. El sustrato rocoso ha sido saneado cuidadosamente antes de proceder al extendido de las capas del firme, como ocurre en otros tramos.

Aspecto de un corte de la vía en Solarana, muy cerca del yacimiento de la ciudad romana en ese pueblo. Se observa la primera capa de cimentación a base de lajas calizas dispuestas en vertical.


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Camino que reconocen como calzada en Solarana. Se trata del tramo final de descenso desde el monte de Solarana con vestigios de la estructura en el suelo.

Alomamiento de la vía romana llegando a Solarana.

Vista aérea del yacimiento romano de Solarana. En primer término el castro de la ciudad romana, al fondo Solarana. Muy difícil también, nos ha resultado la identificación del lugar del paso del río Arlanza. En primera instancia identificamos el trazado entre Santa Inés y el río, al norte de este, donde una importante alineación recta delataba a la vía romana. Los vuelos en avioneta hicieron el resto, tanto en esa alineación de Santa Inés, como en los eslabones que ataron el trazado al sur del río. Finalmente, un sondeo realizado en el pequeño trozo de vía romana junto al río Arlanza, al sur de éste, en la cañada de los Orilles, confirmó la presencia de la vieja carretera romana aquí. Este lugar llamado significativamente como el Callejón parece hacer mención al paso de la vía con su nombre. En Castrillo Solarana, el yacimiento de la Mina se constata como establecimiento romano al servicio de la vía, al estar situado al pie mismo de esta, donde coincide con el Camino Real de Lerma. Ni éste, ni otros pasos sobre ríos, en esta vía romana han conservado restos de puente. Cosa habitual y natural en este tipo de carreteras bimilenarias, fenómeno que ya se ha explicado por los especialistas en puentes romanos en otras ocasiones13. Un tramo labrado en Revilla Cabriada, en el cruce del arroyo de Vegarroyo, es vivible en la ortofoto de 2007 (H0276-3-4_2007_PNOA_4x4_050_ED50_UTM30.ecw).

13 DURÁN FUENTES, M. 2004: La Construcción de Puentes Romanos en Hispania. Xunta de Galicia.


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La ortofoto del vuelo americano de 1957 nos ha permitido descubrir la vía romana en todo el entorno del cruce del río Arlanza. Tanto en su aproximación por la cañada de los Orilles, al sur del río, como en el paso por Santa Inés, en la gran alineación recta que describe, alineación que se conservaba en esos momentos. La foto oblicua realizada desde avioneta, ha revelado la presencia de los materiales constructivos en los terrenos reparcelados y labrados entre Santa Inés y el río, a continuación de donde acaba la carretera de acceso al pueblo de Santa Inés, construida sobre la misma vía romana.

Identificación en la ortofoto del PNOA de 2007 (H0276-3-4) del paso de la vía romana en el río Arlanza, entre Solarana y el río. Algunos tramos están labrados, mientras que otros permanecen como camino. Al norte, la cañada de los Orilles donde se ha realizado un sondeo.


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Sondeo arqueológico realizado al borde de la cañada de los Orilles. Se observa la estructura antigua de la vía romana, con cimentación de tamaños gruesos, sobre la que se ha instalado el camino moderno.

Detalle de la estructura antigua de la vía romana, con cimentación de tamaños gruesos.

Terraplén de la antigua vía romana al margen del camino actual, en la cañada de los Orilles, junto a la confluencia con el río Arlanza.


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ENTRE EL RÍO ARLANZA Y EL RÍO ARLANZÓN Al norte de Santa Inés, la vía romana está destruida en mucha longitud, prácticamente hasta el río Arlanzón. Los vestigios de la vía romana se delatan desde el aire, en determinadas ocasiones, en la ortofoto de determinadas ediciones y también desde el suelo, mediante la observación de los restos de gravas alomados en las fincas labradas y los huecos de extracción, o canteras, de donde salieron los materiales de construcción de la vía. De esta forma, aunque destruida la vía, el interés de los vestigios no es poco y se presta relativamente al espectáculo cuando se saben estas características constructivas. Por los materiales que hemos podido observar en superficie, hemos visto que el firme estaba constituido prácticamente por zahorras naturales, con ausencia de tamaños gruesos. Al no haber podido encontrar vestigios de la vía con el firme intacto, en los que realizar una cata, tenemos que deducir que la cimentación del paquete de firme no se componía de tamaños gruesos o no existía apenas. Esto mismo ocurre en otras partes donde la composición del terreno de asiento es similar a éste. Se trata de terrenos en los que las zahorras naturales son abundantes en todo el corredor. Referencias a la vía, las encontramos ya en los documentos antiguos, en Villalmanzo, en 114114. Muy interesante también es el rastro toponímico que en este tramo ha dejado la vía romana. Valdelacalzada se llama a toda la cartografía existente, la zona de paso de la vía en Villalmanzo. El Valle de las Calzadillas se llama en la cartografía el lugar del paso de la vía romana, junto al cruce de la vía romana con la actual A-I, en el límite de Villamayor de los Montes. Vuelve a llamarse Valdelacalzada en término de Villamayor de los Montes, al sur del cruce del río del Ángel. Entre estos dos últimos puntos hemos podido observar desde avioneta la vía labrada, desde tierra las canteras de extracción, en forma de pequeños endorreísmos en el terreno, a ambos lados de la loma que forma la vía. En la foto del vuelo americano, se observa perfectamente el rastro de gravas del firme ya labrado, a lo largo del vallecillo de Valdelacalzada, a la izquierda del pequeño arroyo que lo drena. Al norte del río del Ángel se observa perfectamente en el vuelo americano toda la vía labrada ya en 1957.

14 GARCÍA IZQUIERDO, I: Villalmanzo 1141: illam meam propiam hereditatem quam abeo in rivulo Aslanza, in territorio videlicet Lerma, pro nomine Calçadilla. SERRANO, Luciano, Cartulario de San Pedro de Arlanza, Madrid, 1925, doc. 99, pp. 189-190

Camino de entrada de Santa Inés. Levantado sobre un elevado terraplén, se construyó directamente encima de la vía romana.

Foto aérea oblicua donde se identifica perfectamente la alineación de la vía romana labrada entre Santa Inés y el río Arlanza.


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Vista de la alineación de la vía romana labrada entre Santa Inés y el río Arlanza.


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Vista aérea de la vía romana entre el río Arlanza, a la izquierda y el pueblo de Santa Inés, al fondo.


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Identificación de la vía romana en toda la zona del cruce con el río Arlanza en la ortofoto del vuelo Americano de 1957 (H0276-2-4 y H0276-3-4).


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Vista de la vía romana entre el río Arlanza, abajo y el pueblo de Santa Inés, arriba, en la ortofoto del PNOA de 2007 (H0276-2-4 y H0276-3-4).


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Coincide luego con la mojonera de los términos de Villamayor de los Montes y de Madrigalejo del Monte, en el paso del río Carabidas, encontrándonos a pie de vía, aquí mismo, el yacimiento romano de los Hontanares (09-197-0001-05). Este tramo es perfectamente observable en la ortofoto moderna, blanqueando las gravas donde está labrado y en forma de lindero aún, en otras partes (H0276-2-1_2007_PNOA_4x4_050_ED50_UTM30.ecw). Pudimos identificar en la foto aérea oblicua las cunetas de balizamiento de la vía romana. Las mismas de las que habló Agache en 196815 y de las que no conocemos otras noticias en ninguna otra parte de Europa. Por tanto, consideramos muy importante este dato. A continuación entra en el término municipal de Villangómez y se delata en forma de una loma de gravas labrada desde hace decenios. Ya en el vuelo americano se observa así. A ambos lados de esta loma, se observan constantemente depresiones en el terreno, de origen artificial, que no son otra cosa que los huecos de extracción de las gravas usadas en la construcción de la carretera romana. De nuevo se observaron aquí las cunetas de balizamiento en 2010, al igual que en el término de Madrigalejo, lo que nos ha permitido identificar indudablemente la vía en esta zona.

Trozo de la vía romana labrada en Villalmanzo, en el lugar de Valdelacalzada. La flechita azul indica un hoyo de extracción de gravas, perfectamente perceptible desde tierra.

15 AGACHE, R. 1968. Présence de fossés parallèles à certaines voies romaines et particulièrement de fossés-limites situés à une vingtaine de mètres de part et d’autre. Bulletin de la société des Antiquaires de Picardie du 3º Trimestre, 1968.

Hoyo de extracción de gravas en el páramo de Valdelacalzada. El mismo que el de la foto aérea anterior.

Loma de gravas con el cereal incipiente en el páramo de Valdelacalzada. La misma que la de la foto aérea anterior.


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Identificación de la vía romana labrada en su totalidad en la ortofoto del vuelo Americano de 1957 (H0276-2-2), en los términos de Villamayor de los Montes, en el lugar de Valdelacalzada, y Madrigalejo del Monte. El norte queda a la izquierda.


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La huella dela vía romana labrada al oriente de la carretera A-I, en el Valle de las Calzadillas (Planimetría IGN, nº 090641).


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Vista aérea que delata la vía romana labrada, en parte en tierras de labor y en otra cubierta de bosque. En el bosque, una vez examinado el terreno, se constata destruida, probablemente labrada en la antigüedad. Término de Villamayor de los Montes, entre los lugares del Valle de las Calzadillas (Planimetría IGN, nº 090641), en primer término junto a la A-1 y el lugar de Valdelacalzada, al fondo.


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Vista aérea de la vía romana labrada en término de Villamayor de los Montes, en el lugar de las Calzadillas, en primer término junto a la A-1.


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Pequeño endorreísmo formado por el hueco de extracción de áridos para la construcción de la vía romana. Cantera a pie de vía en Villamayor de los Montes.

Cantera a pie de vía, labradas ambas, en Villamayor de los Montes.

Cantera a pie de vía, labradas ambas, en Villamayor de los Montes.

Rastro de la gravas de la vía romana labrada en Villamayor de los Montes, en el lugar de Valdelacalzada.


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Identificación de una enorme longitud de la vía romana entre el río Carabias y el río Cogollos, en los términos municipales de Madrigalejo del Monte y Villangómez. Se observa una importante longitud labrada (flechas rojas) y los huecos de extracción de áridos, las canteras (flechas azules), encharcadas gran parte del año y de color más oscuro. Ortofoto del Vuelo Americano (H0276-2-1).


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Identificación de una importante longitud de la vía romana en los términos municipales de Madrigalejo del Monte y Villangómez. Se observan tramos labradas (flechas rojas) y los huecos de extracción de áridos, las canteras (flechas azules). Ortofoto del PNOA de 2007 (H0276-2-1).


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Vista aérea con avioneta del tramo identificado arriba, en los términos municipales de Madrigalejo del Monte y Villangómez, donde se ve la vía romana labrada (flechas rojas) y las canteras de extracción de áridos (flechas azules).


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Fotografía aérea de un tramo de la vía romana labrada, en el término municipal de Villangómez, donde se ve la vía romana labrada, las canteras de extracción de áridos y las huellas incipientes de las cunetas de balizamiento de la carretera romana. Foto de 2009.


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Fotografía aérea de un tramo de la vía romana labrada, en el término municipal de Villangómez, donde se ve la vía romana labrada, las canteras de extracción inundadas y las huellas de las cunetas de balizamiento. El mismo sitio que el anterior en 2010.


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Vista aérea de la vía romana labrada en Villangómez. Vista de las cunetas de policía o balizamiento. Foto de marzo de 2010.


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Vista aérea de la vía romana labrada en Madrigalejo del Monte. Vista del firme labrado, de las cunetas de balizamiento en una importante longitud y de las canteras inundadas. El mismo sitio que la foto anterior, pero en 2010.


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Vista aérea de la vía romana labrada en Madrigalejo del Monte. Vista de las cunetas de balizamiento y de las canteras inundadas. Foto de 2010.


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Vista aérea de la vía romana labrada en Madrigalejo del Monte. En primer plano, las cunetas de balizamiento. Foto de marzo de 2008.


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Vista terrestre de la vía romana labrada en Madrigalejo del Monte.

Aspecto de los endorreísmos encharcables que dejaron las canteras de extracción de zahorras para la construcción de la vía romana. Término municipal de Madrigalejo del Monte.

Antigua cantera hoy encharcable. Término municipal de Madrigalejo del Monte.

Antiguas canteras. Término municipal de Villangómez.


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Hoyos de las antiguas canteras. Término municipal de Villangómez. De esta forma, tanto desde tierra como desde el aire y a través de la ortofoto moderna y antigua, se sigue perfectamente el rastro en todo el término municipal de Villangómez, hasta el punto del cruce de la vía romana con el Camino Real de Burgos a Segovia, cosa que se produce en el lugar del Legartado. No es descabellado pensar que desde esta zona y por tanto de esta vía, procedan los miliarios que se encuentran en el Puente de Tordómar. Por aquí y por allí pasa el Camino Real de Burgos a Segovia. A este camino pertenece también el puente de Tordómar y en el momento de la construcción del puente y acondicionamiento del camino, probablemente hacia el siglo XVI o XVII, se llevarían por el mismo camino que se construía los miliarios hasta el puente. Las distancias que se indica en uno de los miliarios también se corresponden con las que desde esta zona hay hasta Clvnia.

Miliario del puente de Tordómar, procedente de la vía romana, que no pasa por aquí. 1 IMP. CAES.DIVI 2 TRAIANI. PARTHICI.F 3 DIVI. NERVAE.N.TRAIANVS 4 HADRIANVS. AVG.PON 5 MAX. TRIB.POT. COS.III 6 REFECIT 7 A.CLVNIA.M.P.XXXIIII Imp(erator) Caes(ar) Divi Traiani Parthici F(ilius) Divi Nervae N(epos) Traianus Hadrianus Aug(ustus) Pon(tifex) Max(imus) Trib(unitiae) Pot(estatis) Co(n)sul III Refecit. A Clunia M(illia) P(asuum) XXXIIII El miliario fue levantado durante la época de Adriano en los años 121 o 122.


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Miliario convertido en crucero, junto al puente de Tordómar.

Trozos de miliario puestos como salvaruedas en los pretiles del puente de Tordómar.

Grupo de pontones junto al río Arlanza. Junto con el puente forman parte del Camino Real de Burgos a Segovia. Su tipología es claramente moderna y su grado de conservación apunta a la misma época. Su antigüedad no superará el siglo XVI.


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Leyenda del Miliario de Trajano convertido en crucero en el puente de Tordómar. 1 IMP. CAESAR.NERVA. 2 TRAIANVS. AVG.GER. 3 PONTIF. MAXIMVS. 4 TRIB. POTEST.P.P.COS. II 5 REFECIT Imp(erator) Caesar Nerva Traianus Aug(ustus) Ger(manicus) Pontif(ex) Maximus Trib(unitiae) Potest(atis) P(ater) P(atrie) Co(n)s(ul) II Refecit El miliario fue levantado siendo emperador Trajano en los años 98 ó 99. A partir del lugar del Legartado, en el término de Villangómez, perdemos el trazado de la vía romana, a pesar del indicio toponímico que encontramos más adelante, en Villangómez, cerca del paso del río Cogollos. El alto de Carraguinea, nombre típico de las vías romanas, conocido en muchos sitios en Castilla, delatando la presencia de las vías romanas. El Caminos de Quinea, mencionado en el cantar del Mío Cid en la vía de Vxama a Tiermes, en Alcubilla del Marqués, es uno de los conocidos, pero otros lugares de Quinea y Guinea se hallan distribuidos por toda la geografía de las vías romanas en España. Éste es uno de ellos, situado a un kilómetro al suroeste de Villangómez. Entre Villafuertes, hasta donde llega más o menos por el camino existente, hasta Arenillas de Muñó, por donde pasa, no hemos encontrado vestigios materiales de la vía romana ni huellas

de su destrucción. Su trazado lo pintamos en el mapa de forma hipotética coincidiendo con algunos caminos, aunque por el trazado más favorable orográficamente hablando. El camino desde Arenillas de Muñó hasta Quintanilla Somuñó, ha desaparecido en un primer tramo, identificado gracias a las indicaciones de los lugareños que le conocieron a principios del siglo XX como el único camino con afirmado de gravas de la comarca. En Arenillas, el yacimiento de la Huerta del Moro (09-125-0001-03) acompaña a la vía romana. Se documenta en su paso, frente a Mazuelo de Muñó, en el lugar de las Quintanas. La alusión a una Quintana Seca en el año 108116. Seca es alusión directa a Calzada en lengua árabe. El camino llega hasta Villavieja de Muñó, donde se esconde el otro gran yacimiento romano de esta vía. Ciudad de nombre desconocido que recientemente se identifica con la Visontivm pelendona17. En este recorrido, se le llama Camino de los Serranos en la Planimetría de Mazuelo a 1/25.000 del IGE, de 1908. Pasa por el yacimiento romano de la Tejeriza (09-125-0008-12), en Quintanilla Somuñó (sub muñó>bajo muñó), por el lugar de la fuente de la Calzada, junto a esta villa y llega a los yacimientos del Pedregal, en las Quintanas, en Villavieja de Muñó y al de los Mesones, en el mismo pueblo pero junto al río Arlanzón. Vestigios romanos estos de Villavieja de gran entidad, que ocultan una ciudad importante18 cuya trama urbana es visible desde el aire en los momentos favorables del crecimiento de los cultivos que en ella se desarrollan19. De nuevo, no se conserva ningún resto de puente antiguo en el paso del Arlanzón. Este río presenta un lecho muy amplio en el que se constata una hidrodinámica muy activa, que difícilmente podría haber conservado puente alguno.

16 PETERSON, D.: VRCL_A_01062. MAZUELO DE MUÑÓ 1081: illos pratos qui fuit de Quintana Seca. Cardeña368. 17 GARCÍA GONZÁLEZ, J. J. 2008, p. 240: Castilla en tiempos de Fernán González. Edit. Dosoles-Historia. 18 LIZ CALLEJO, C., CASTRO GARCÍA, L., URIBARRI, J. L. 1972, pp 251-276: Un yacimiento romano en el Bajo Arlanzón: Villavieja de Muñó (Burgos). Ampurias, tomo 33-34. 19 DEL OLMO MARTÍN, J. 2003: Arqueología Aérea en Villas Romanas y Núcleos Urbanos de Castilla y León.


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Aspecto de la vía romana en el yacimiento de las Quintanas en Villavieja de Muñó. Probable travesía urbana de Visontivm.

Trinchera excavada para el paso de la vía romana en Villavieja de Muñó, situada en la zona norte de la ciudad, saliendo hacia el río Arlanzón.


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Vista aérea de la ciudad romana de Villavieja de Muñó, en primer término, con la alineación del camino antiguo saliendo hacia el sureste, hacia Clvnia. En la última flecha está la fuente de la Calzada, en Quintanilla de Somunó.


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Foto aérea de la trama urbana de la ciudad romana de Villavieja de Muñó, la probable Visontivm. Fotografía de Julio del Olmo Martín.


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Foto aérea de la trama urbana de la ciudad romana de Villavieja de Muñó. Fotografía de Julio del Olmo Martín.


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Interpretación de la trama urbana de la ciudad romana de Villavieja de Muñó, realizada por Julio del Olmo Martín.

Acceso de la vía, labrada en la foto aérea, a la ciudad romana de Villavieja de Muñó.


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ENTRE EL RÍO ARLANZÓN Y SEGISAMONE Este tramo ya fue descrito en una anterior obra nuestra. En su momento prospectamos el tramo entre Sasamón y Villavieja y los vestigios que encontramos, que eran muy evidentes en muchos trozos, nos parecieron suficientemente elocuentes como para publicarlos en el trabajo de mayor entidad que tratábamos20. Del paso entre Villavieja y Vilviestre no queda nada. Pero el paso más antiguo del camino por el río Hormazuela se constata a la altura de la Venta de Vilviestre de Muñó. Hoy se conserva solo el topónimo de la Venta en el lugar. Las noticias documentales que nos han llegado nos hablan del enorme deterioro que en el siglo XVI presentaba el puente y el paso por el lugar. El motivo es el viaje de Teresa de Jesús a Burgos en el que se describe la situación21: “Item en la benta que llaman de bilbestre ay los pontones que dicen de celada que son quatro leguas de la dicha ciudad que en tiempo de ynvierno es uno de los más malos pasos que ay en el rreyno y tienen muy grande prysa y necesidad de que se adrecen y reparen. Particularmente para los carros por no aber otro nengun paso, en el cual paso hemos sido ynformados han peligrado gentes y cabalgaduras y se pierden las mercadurías y assí decimos que los dichos pontones están caídos y arruinados y es necesario que se agan dos pontones uno de veinticuatro pies de guelo y veintidos de ancho que tiene el calce y rrio ormaçuela que pasa por el dicho camino y el otro de diez y ocho de guelo y el ancho como el dicho”.

Camino de Vilviestre de Muñó en Estepar. Al fondo, al otro lado del Arlanzón, la trinchera excavada en la ciudad romana de Villavieja de Muñó.

20 MORENO GALLO, I. 2001, p. 95 a 98: Descripción de la Vía de Italia a Hispania en Burgos y Palencia… ob. cit. 21 GARCÍA RÁMILA, I. 1942, p. 20: Curiosas e importantes obras de contención y paso realizadas en el río Arlanzón a fines del siglo XVI. Boletín de la Comisión Provincial de Monumentos nº 78.

La subida desde el pueblo de Visviestre se conserva muy deteriorada, pero con vestigios de pavimento dispersos a lo largo del camino. Con una pendiente cercana al 10 % en algunos sitios, el repechón puede considerarse viable a la circulación carretera con la debida preparación, que sin duda tuvo.

Subida del puertecillo de Vilviestre de Muñó. Este transcurso de la vía romana está muy deteriorado por la erosión, pero con vestigios continuos de pavimento antiguo.


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Vista aérea de la vía romana en el páramo de los términos municipales de Vilviestre, Iglesias, Hormaza, Isar y Yudego.


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La vía romana a su paso por Yudego (a la izquierda) hacia Olmillos de Sasamón (al fondo) en el lugar de la Calzada. Los sondeos arqueológicos en esta zona, han delatado una excelente estructura del firme en la vía.


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Ya en el alto, una gran llanura será su recorrido hasta la suave bajada a Olmillos de Sasamón. Se cruza con el Camino de Santiago en término de Iglesias. Coincide luego con la línea de términos de Isar y Yudego. En este último término se le llama Camino empedrado y el lugar por donde transcurre La Calzada. El sondeo arqueológico que en este lugar hemos realizado, ha dado resultados estructurales excelentes, observándose claramente las distintas capas del firme de la antigua carretera romana, con una estructura ponente y ordenada, típica de las vías romanas. Poco antes de emprender la bajada hacia Olmillos, la limpieza de los escasos restos conservados, nos han desvelado de nuevo la composición de la vieja estructura. El Camino de Olmillos ha sido transformado ya y no conserva vestigios de antigüedad a la vista. Pero en el mismo Olmillos, varios yacimientos romanos de entidad delatan la importancia del sitio como lugar de intercambio de comunicaciones, en el entorno de lo que fue la gran Segisamone en la actual Sasamón.

La vía romana a su paso por Yudego, en el lugar de la Calzada, con indicación del sondeo arqueológico realizado.

El llamado Camino Empedrado en Yudego, la vía romana en el lugar de la Calzada, en el sitio donde se ha sondeado arqueológicamente.

Sondeo arqueológico en el Camino Empedrado, en Yudego, en el lugar de la Calzada.


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Aspecto de las capas del afirmado de la vía romana en Yudego. Se observa la sucesión de tamaños de más gruesos a más finos en superficie. Como capa de rodadura se constatan zahorras naturales de granos cuarcíticos, ausentes en el terreno del entorno y procedentes probablemente de una distancia de hasta tres kilómetros.

Detalle de las capas inferiores de piedras calizas muy gruesas formando la cimentación.

Terraplén del Camino Empedrado de Yudego en dirección a Olmillos de Sasamón, evidenciando el alzado sobre el terreno por la presencia de infraestructura.

Terraplén del Camino Empedrado de Yudego en dirección a Olmillos de Sasamón, evidenciando el alzado sobre el terreno por la presencia de infraestructura.


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Resto del terraplén de la vía romana labrado antes de la bajada del camino hacia Olmillos de Sasamón. Lugar elegido para limpieza arqueológica.

Resultado de la limpieza arqueológica en el resto de terraplén d fotografiado arriba.

Camino de bajada hacia Olmillos de Sasamón. La vía romana transformada ya en casi todo este recorrido.

26 vía romana de clunia a sasamón

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