16a vía romana desde clunia a simancas

16a Clunia a Simancas Isaac Moreno Gallo

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IDENTIFICACIÓN Y DESCRIPCIÓN DE LA VÍA ROMANA DE CLVNIA A SEPTIMANCA

139 km


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IDENTIFICACIÓN GENERAL: A pesar de la débil identificación con que cuenta esta vía en algunos tramos y del recorrido general alejado de lo hasta ahora propuesto, creemos que la vía romana que vamos a describir coincide con el descrito en el llamado Itinerario de Antonino como de Astorga a Zaragoza por Cantabria. Esta descripción corresponde en concreto entre Clvnia, ciudad perfectamente identificada hoy y Astorga.

Wess. 439, 15 Item ab Asturica per Cantabria Caesarav 16 gvsta CCCI 440, 1 Brigeco m.p. XL 2 Intercatia m.p. XX 3 Tela m.p. XXII 4 Pintiam m.p. XXIIII 5 Rauda Roa 441, 1 Cluniam m.p. XXVI Peñalba de Castro 2 Vasamam m.p. XXIIII El Burgo de Osma 442, 1 Voluce m.p. XXV Valdealvillo 2 Numantia m.p. XXV Garray 3 Avgvstobriga m.p. XVIII Muro de Ágreda 4 Turiassone m.p XVII Tarazona 443, 1 Caravi m.p. XVIII Magallón 2 Caesaravgvsta m.p. XXXVII Zaragoza

No conocemos el emplazamiento de muchas de las ciudades intermedias mencionadas en este tramo. Algunos de los emplazamientos clave, como Brigeco, no tiene demostrado la reducción a ningún lugar concreto. Podríamos decir, que se lo disputan Valderas1 y La Dehesa de Morales de las Cuevas en Fuentes de Ropel2. La problemática de la identificación de una vía romana con la descrita en esta parte del Itinerario, viene dada fundamentalmente por el hecho de que, la vía de Astorga a Zaragoza por Clunia, presenta una pérdida de datos en su tramo central que la descabala completamente. Empieza su recorrido en Astorga y sigue con otras ciudades no localizadas aún. No se conoce la reducción exacta de Brigeco y mucho menos de Intercatia o Tela. Tampoco está demostrado el emplazamiento de Pintiam y por si no fuera suficiente dificultad, aparece luego un error evidente poniendo Raudacluniam mp XXVI. Millas que no se corresponden a

1 Wattemberg ya apuntó esta hipótesis en: WATTEMBERG, F. 1959: La Región Vaccea. Celtiberismo y Romanización en la Cuenca Media del Duero. Biblioteca Prehistórica Hispana. Vol II. CSIC. Diputación Provincial de Valladolid. 2 A modo de resumen de esta tendencia, ver MARTINO GARCÍA, D. 2004, p. 241: Las Ciudades Romanas de la Meseta Norte de la Península Ibérica: Identificación, estatuto jurídico y oligarquías (ss. I-III d.c.). Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Geografía e Historia. Departamento de Historia Antigua. ISBN: 84-669-2575-9.

la distancia entre Roa y Clunia (habría no menos de XXXVI), ni a ninguna otra ciudad que se pueda deducir por esa distancia. Tampoco es posible saber cuántas líneas con sus respectivas ciudades han desaparecido antes del Raudacluniam, punto donde probablemente desaparece información. Ante esta tesitura pueden aventurarse varios recorridos entre Roa y Astorga de muy diferente longitud total, todos ellos igualmente verosímiles e igualmente indemostrables. La información facilitada por el Itinerario es insuficiente a todas las luces. Los trazados publicados hasta ahora sobre esta ruta, carecen del suficiente fundamento como para servir de apoyo para ninguna identificación posterior. Aquellos tramos que pensábamos que habrían sido propuestos con acierto, los fuimos tomado en cuenta en nuestras prospecciones, aunque a la postre no todos dieron los resultados esperados. No obstante, como nosotros hemos encontrado tramos de vía romana indudable en este corredor que vamos a tratar, vamos a proceder a la descripción de un recorrido entre Clunia y Astorga que nos parece bueno, no sin la advertencia previa de que la futura y deseable identificación de las ciudades, cuyo emplazamiento real hoy se desconoce, podría cambiar notablemente esta hipótesis por otra alternativa. Nosotros mismos podríamos proponer otras varias y, además, en base a indicios o restos parciales hallados, ya que desde Roa existen otros recorridos antiguos hacia Tierra de Campos, pero difícilmente podríamos demostrar con ello el trazado de una vía romana suficientemente conexionada entre sí. Ya hemos sufrido suficiente, tratando de seguir en esta materia las hipótesis por otros vendidas como tesis, como para desear lo mismo a quienes se propongan hacerlo después de nosotros leyéndonos. En ciencia, solo es cierto lo que se demuestra y viene a decirse que lo demás es cuento. Y de cuento, están demasiado sobradas nuestras vías romanas, así que creemos que el valor de estos trabajos está en las demostraciones. El recorrido que vamos a describir aquí, no llega a cruzar nunca al sur del río Duero, aunque lo recorre por su orilla derecha en mucha longitud. A partir del río Esla, tampoco es el habitualmente aceptado por los autores de los últimos decenios. Nosotros, ya lo planteamos en anteriores trabajos escritos al efecto3 A partir de Castrogonzalo, se solaparía también con el otro recorrido del Itinerario, descrito como de Astorga a Zaragoza por Ocelo Duri, en el tramo comprendido entre Castrogonzalo y Astorga.

Wess. 439, 5 Item ab Astvrica Cesaravgvs 6 tam m.p. CCCCXCVII, sic: 7 Bedunia m.p. XX San Martín de Torres 8 Briceco m.p. XX 9 Vico Aquario m.p. XXXII 10 Ocelo Duri m.p. XVI Villalazán

3 MORENO GALLO, I. 2006. Vías Romanas de Astorga. Nuevos Elementos de Ingeniería Romana. III Congreso Europeo Obras Públicas Romanas. Astorga, octubre de 2006. Libro de Ponencias. Junta de Castilla y León.


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11 Titulciam mansionibus supra scrip 12 tis m.p. CXCIIII 13 Cesaravgvsta mansionibus supra 14 scriptis m.p. CCXV Zaragoza

El conocimiento inicial del tramo entre San Martin de Torres y Astorga, se lo debemos a las precisiones fundamentales de Cipriano Martínez, recogidas en sus trabajos de prospección de estas vías de 18744. No así el comprendido al sur de San Martín, que creemos que no fue acertado por Cipriano. El mismo, por otro lado, apenas vio en este último trozo unos pocos restos irrelevantes, sin poder constatar la presencia de estructuras en el resto del recorrido hasta Benavente. Nos dice Cipriano: “Hay una porción de terreno entre Navianos y el puente de la Vizana donde la calzada ha desaparecido por completo arrastrada por el río en sus inundaciones a causa de tener obstruido su cauce”. Y es muy generoso. Nunca se ha conocido el menor vestigio de materiales pétreos en el camino al sur de San Juan de Torres. En realidad es un auténtico lodazal, un gran banco de limos de formación en tiempo geológico, no histórico. Y continúa: “Donde es extraño que no se conserve en buen estado es en el páramo de Maire, siendo el suelo resistente y estando perfectamente saneado. Sin embargo, solo se notan restos en el paso de algunos arroyos, lo cual induce a pensar si marcharía la calzada sobre el terreno natural”. La utilización del recurso de la vía terrenae para justificar la ausencia de afirmado procede de su propio maestro Eduardo Saavedra, quien ya recurrió a él en aquellos tramos en los que no encontró la vía romana en la provincia de Soria. Durante el siglo XX las manidas vías terrenae, nunca carreteras, se acabaron convirtiendo en el arma especulativa de mayor difusión entre la investigación de las vías romanas. No obstante, son de agradecer las puntualizaciones de Cipriano cuando él no ve los vestigios. Esto le concede mucha credibilidad cuando dice precisamente que los ve y los describe. Hemos recorrido varias veces todas las vías romanas descritas por estos ingenieros decimonónicos y podemos afirmar que conocían muy bien lo que buscaban y eran muy buenos encontrándolo. Sin duda, en algo se equivocarían, cómo lo haremos nosotros y como lo harán quienes emprendan empresas de tan largo recorrido. Vamos a describir el recorrido en el sentido en el que veníamos haciéndolo con el que traemos desde Tarazona hasta Clunia, o sea, de este a oeste, que es al contrario de como lo hace el Itinerario de Antonino. Si hasta Roa es relativamente fácil la identificación de las ciudades romanas, a partir de Roa, ni las epigrafías, ni otras pruebas derivadas del conocimiento de los yacimientos, apoyan suficientemente la reducción de a ellos de estas ciudades. Si nos atenemos a las distancias reflejadas en los itinerarios recogidas en la edición de Cuntz (Itineraria romana, Berlín 1929), la más fiable con mucha diferencia para estos menesteres, podríamos apuntar que, midiendo desde Astorga, Brigeco se corresponde con el yacimiento de Valderas mejor que con ningún otro, que Pintia tal vez sea Padilla de Duero, que Tela tal vez sea El Priorato de Tudela de Duero. Respecto a Intercatia, aunque no es posible 4 MARTÍNEZ GONZÁLEZ, C. 1874. Memoria Explicativa de varias calzadas romanas en León. Manuscrito inédito (Real Academia de la Historia).

deducirla con estos datos geométricos, a la luz del conocimiento de la extensión e importancia de los yacimientos de la región, bien podría estar en la Dehesa de Morales de fuentes de Ropel. Todo esto con las debidas reservas y a la espera de que la ciencia, que no el onanismo intelectual a que tantos nos tienen acostumbrados, demuestre algo al respecto. Añadiendo además que, las distancias que nos han llegado en el Itinerario, aun siendo datos acertados con mucha frecuencia, no están exentas de errores, a veces de mucho bulto.


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Recorrido general de la vía romana entre Clunia y Astorga, por el valle del Duero primero y luego por el camino viejo de Tordesillas, Tiedra, Castrogonzalo, Valderas, La Bañeza y Astorga.


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EL RECORRIDO DE LA VÍA ROMANA Sale la vía romana de donde llega la que procede de Vxama, en el Vallejo del Torreón, en la zona baja del yacimiento de Clunia. Sigue por el camino existente hasta Coruña del Conde y por la carretera hasta Arandilla, Peñaranda de Duero y Quemada. Siempre por la misma carretera, que sustituyó en todo este recorrido al camino antiguo, llega Aranda de Duero. Desde Aranda, sigue por el Camino de los Monjes y por el Camino Carretero de Roa. Luego, ya desaparecido, cruza el río Gromejón para conectar con el cordel de Merinas que llega a Roa por el Camino de Carrasalinera. Desde Roa sigue por la margen derecha del río Duero, por el Camino Real de Aragón recorriendo su orilla hasta san Martín de Rubiales, Bocos de Duero y Pesquera de Duero. Sigue este Camino Real por Valbuena de Duero y Olivares de Duero. Desde este último pueblo, la vía romana se ve obligada a abandonar la orilla del río, por ser imposible su paso por los escarpes de Peñalba de Duero. De esta forma. Sigue por el Camino Viejo a Villabáñez, actual carretera que asciende al páramo por el vallejo del Sardón. Bajaba luego hacia el Priorato del Duero por el camino de la Calzada, hoy desaparecido. Desde el Priorato, seguía hasta Tudela de Duero y luego hasta Laguna de Duero y Simancas, todo ello por el camino antiguo que comunicaba estas localidades. IDENTIFICACIÓN DE LA VÍA ROMANA El tramo de vía romana entre Clunia y Roa es un perfecto desconocido para la ciencia de la caminería antigua. Nosotros tampoco hemos encontrado indicios físicos del camino antiguo en todo este recorrido. La única herramienta que hemos podido utilizar para la identificación de la vía romana, es aquella que nos permite encontrar el mejor de los trazados carreteros entre estas dos localidades. Precisamente, este recorrido es el que va tocando sucesivamente las más importantes localidades históricas en el corredor de comunicación que tratamos. Así, los pueblos de Coruña del Conde, que hereda el nombre de la antigua ciudad romana, Arandilla, Peñaranda de Duero, Aranda de Duero y finalmente Roa, se encuentran en el camino mejor trazado de cuantos se pudieran realizar entre Clunia y Roa. Pensamos entonces que el antiguo camino de comunicación de estas localidades, hoy convertido en carretera entre Clunia y Aranda, la C-111, eliminado de esta forma de la vista del prospector, es el heredero directo de la vía romana. El recorrido es totalmente llano, de inmejorable pendiente y por tanto el más cómodo y seguro posible. Por la derecha del río Arandilla hasta Aranda y luego por la derecha del río Duero, llega a Roa con un trazado completamente llano, con el mejor de los perfiles longitudinales posibles. Si hasta Aranda es hoy carretera de excelente perfil longitudinal, a partir de Aranda se le reconoce como Camino Carretero, llamado así en la planimetría de 19085. Vuelve a identificarse en los mapas como Cañada de Merinas, la Vereda de Carrarroa y luego la 5 Planimetría del Instituto Geográfico y Estadístico de Villalba de Duero de 1908, nº 090631.

Carrasalinera, llegando a Roa. Entre Aranda y Roa, por otro lado, el camino se vio afectado totalmente por las labores agrícolas desde muy antiguo, ya que en el vuelo americano de 1957 ya no se le ve en su mayor parte. A partir de Roa, el camino se identifica en una enorme longitud como Camino Real de Aragón y Camino de los Aragoneses, llamándose así a lo largo de toda la margen derecha del río Duero hasta llegar nada menos que a Laguna de Duero. Bien es cierto que si, en un primer tramo, la vía romana parece persistir en este camino, a partir del Olivares de Duero esto no ocurre, ya que el río obligó a la vía a buscar terrenos mejores que sus escarpadas orillas para el trazado de carreteras. Como Camino Real de Aragón, se refleja en la planimetría de Mambrilla de Castrejón de 19096, en al de Castrillo de Duero de 19037 y en la de Bocos de 19078. En los mapas de la Dirección General del Catastro, se le llama también así entre Curiel y Pesquera y en éste último término aparece el lugar del Cantón, punto donde Wattemberg vio un miliario9 y que los mayores de la localidad nos han descrito, sin que nadie nos haya sabido decir dónde ha ido a parar. Nosotros hemos visto restos de estructuras del afirmado en este camino, en el término de San Martín de Rubiales, allí donde el camino ha sido modificado hacia el norte para huir de los nuevos escarpes que forman en la orilla los meandros del río Duero. Su comprobación, con la pertinente limpieza arqueológica, parece indicarnos la supervivencia únicamente del borde norte del camino, habiendo caído el resto al cauce en el avance del río hacia ese lado.

6 Nº 090291 7 Nº 470059 8 Nº 470038 9 WATTEMBERG, F. 1959, Lam. VIII: La Región Vaccea… ob. cit.


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Puentecillo de piedra sobre el río Bañuelos, en Aranda de Duero, para el servicio del Camino Viejo de Roa.

El Camino Carretero entre Aranda y Roa en Villaba de Duero, en la Planimetría del Instituto Geográfico y Estadístico de Villalba de Duero de 1908, nº 090631.

El Camino Real de Aragón en la planimetría de Mambrilla de Castrejón de 1909. Nº 090291.


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El Camino Real de Aragón en la planimetría de Bocos de 1907, Nº 090291. Nº 470038.


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Ortofoto del vuelo americano de 1957, con el Camino Real de Aragón entre San Martín de Rubiales y Bocos. A la derecha se observan los meandros del río Duero que han afectado al trazado del camino.


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Este trazado del Camino Real de Aragón por el norte del Duero, presenta dificultades de mantenimiento por la afección de la hidrodinámica de río Duero en su orilla derecha, como resultado de la formación de meandros que escarpan el terreno contra la montaña. Sin embargo, en su orilla izquierda, al sur del rio, por donde se desarrolla el Camino Real de Peñafiel que también hemos prospectado detenidamente, tampoco presenta mejores circunstancias. De hecho, la actual carretera N-122, que mantiene en parte el trazado de este viejo Camino Real, se ve obligada a atrincherarse en el terreno con costosos movimientos de tierra para poder alejarse de los meandros que el río ha formado en esa zona. Finalmente, el camino de Peñafiel, tiene mayores problemas inherentes a la hidrodinámica del río Duero, que los que tiene este Camino Real de Aragón que discurre por la zona norte. Además, el Camino del norte ahorra pasos adicionales sobre el río Duero, evitando así la incomunicación de este corredor en caso de percances o roturas en los puentes con motivo de las avenidas extraordinarias.

Restos de afirmado del camino antiguo de los Aragoneses, antes de ser desviado a la derecha como consecuencia de la afección del río a la ladera sobre la que se sustentaba. Al fondo, se ve una sección con algo de cimentación del camino, antes de limpiarlo arqueológicamente. Término de San Martín de Rubiales.

Restos de afirmado del Camino antiguo de los Aragoneses antes de ser desviado. Se observa la hilada de piedra gruesa de la cimentación del camino viejo. Término de San Martín de Rubiales.

Limpieza arqueológica en el afirmado del Camino antiguo de los Aragoneses, en el mismo sitio que arriba.


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El miliario de Pesquera al pie del cerro de las Pinzas, publicado por WATTEMBERG, F. 1959, Lam. VIII, en el libro: La Región Vaccea. Hoy está desaparecido. En Pesquera de Duero, la vía romana entra en contacto con el yacimiento de gran extensión que a ambos lados del río se constata aquí. No se conoce el nombre romano del sitio, aunque hoy se promociona como la ciudad de Pintia sin pruebas que lo demuestren. En las Heras de Pesquera se conoce un gran yacimiento de unas 11 Ha10, por el que pasaría la vía romana, yacimiento que complementa al mucho mayor existente al sur del río. Probablemente, éste era la mansio de aquél. En Valbuena de Duero, el camino deja al sur el gran yacimiento de las Brujas con habitación continuada desde el Alto Imperio hasta el mundo visigodo11. Llega luego al lugar que los mapas del Catastro llaman el Hito, pasa cerca de otro sitio marcado como la Calzada, cruza el pueblo actual y continúa por la carretera hacia Olivares que las planimetrías de 190712 llaman Colada del Camino Real, que es el mismo que traemos desde Roa, o sea, el de Aragón. De cualquier forma, la vía que describimos es la de Zargoza a Astorga por Clunia, por lo que nunca mejor llamado el posterior Camino Real en estas latitudes, que de Aragón, aunque ya no fuera Clunia lugar de paso para él. Todo este camino es hoy carretera en una gran longitud, entre Pesquera y Villabáñez, por lo que no muestra restos antiguos de ninguna clase al observador. Solo la toponimia arroja pruebas de su carácter.

10 IACyL nº 47-116-0002-09 11 IACyL, nº 47-179-0002-03 12 Nº 470806

En Olivares se despega del río para ascender al páramo. El meandro que ha creado los escarpes de Peñalba impide cualquier trazado junto al río desde muy antiguo. Desde el páramo de Rozas se dirige a Villabáñez por la vaguada llamada de las Callejas, topónimo que alude también a camino antiguo. Seguramente, el camino no tocaba el pueblo y se dirigía directamente hacia el Priorato del Duero por el Camino de la Calzada. Este camino, cuyos restos hemos localizado ya destruidos, son sin embargo perfectamente visibles desde el aire. Comunicaba el collado llamado de Carraduero con el Priorato del Duero con un excelente trazado. Hace honor a su nombre de Calzada por las características que aún se observan pasando, además, por dos lugares llamados también La Calzada. La plataforma sobre la que discurría se aprecia perfectamente desde el aire así como los áridos que constituían el firme, que dejan una huella muy clara y perceptible. El tramo final ha sido afectado por extensas extracciones de gravas que han desmontado el terreno en toda la zona. Desde el Priorato, se dirige a Tudela de Duero por el camino antiguo. En el tramo entre Olivares y Tudela, el Camino Real de Aragón, llamado aquí Camino de los Aragoneses, no coincide con el trazado de la vía romana. Este Camino Real continúa en esta zona atajando por los escarpes del río Duero con una simple senda, por donde difícilmente pasarían incluso los mulos de carga, pasando luego al norte de Tudela en dirección a Laguna de Duero. Hemos prospectado todo este camino de los Aragoneses en el Priorato, Tudela y Laguna, constatando la ausencia total de estructuras del firme en él, por lo que debe ser en este tramo descartado como vía romana, que ya hemos identificado en el Camino de la Calzada. El camino romano se dirigiría luego hacia Simancas por el camino principal y más antiguo entre Tudela, Laguna y Simancas. En su trayectoria, pasaba por la ermita de San Vicente que aparece en los mapas del Catastro, a un kilómetro de Fuentes de Duero, lugar por donde también pasa. Cruzaba el pueblo viejo de Laguna, sorteando la ya desecada zona húmeda que dio nombre a la localidad y se dirigía a Simancas para cruzar el puente sobre el río Pisuerga, que no estará muy lejos de donde estuvo el romano. Este puente es un lugar de confluencia de Calzadas. Simancas es otra ciudad romana que creemos que estaba incluida en este itinerario que describimos, pero que no es mencionada en él. Tal vez el descabalamiento de este texto en su mala conservación o fallo de transcripción, haya propiciado este tipo de omisiones.


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Trama urbana de la ciudad indígena y romana de Padilla de Duero, situada al lado sur del río Duero, enfrente de Pesquera de Duero. Foto con el rastrojo del maizal de febrero de 2009. Esta ciudad se promociona hoy como Pintia sin prueba alguna que lo avale.

El Camino real en Valbuena de Duero. Planimetría de 1907. Nº 470806.

El Camino de la Calzada ya labrado, entre Villabañez y el Priorato del Duero. Su huella es muy notoria en determinados momentos de año.


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El paso de la vía romana por Villabáñez visto en la ortofoto del vuelo americano de 1957. A la derecha, la carretera de Olivares, a la izquierda, el Camino de la Calzada.


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Vista aérea de la plataforma que formaba el Camino de la Calzada en Villabáñez. Los áridos que constituían el firme también destacan por su color.


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El camino antiguo entre Tudela y Simancas por Laguna de Duero. Ortofoto del vuelo americano de 1957.

16a vía romana desde clunia a simancas

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