Domingo 3 de febrero 2019

RECUPERANDO MI PASIÓNPOR DIOS

PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ

RESUMEN DEL SERMÓN ¿Qué es lo que puede llevar a un cristiano a perder casi por completo su pasión por Dios, su fe? ¿cómo recuperar una fe avivada? El salmo 73 responde estas preguntas.

Salmo 73:1: Libro 3 El Señor me hizo entender Canción de Asaf. Dios es realmente bueno con Israel, bueno con los de corazón puro.

Asaf fue un levita, uno de los tres jefes musicales que David estableció para ministrar en el tabernáculo. Él ministraba delante del arca todos los días. Se le llamó «el vidente», porque probablemente incorporó profecías a sus canciones. A él se le asignan doce salmos de la Biblia.

Lo que leemos en el primer versículo es la conclusión del salmo, lo que él aprendió después de perder para luego recuperar su pasión por Dios.

1. ¿CÓMO SE PIERDE LA PASIÓN POR SERVIR A DIOS? (Salmos 73:2-14)«Yo estuve a punto de tropezar y por poco me alejo del camino» (Salmos 73:2).

Él no apostató, pero fue tentado, consideró hacerlo. «La incredulidad no duda, solo la fe». Así que dudó, pero no pecó de apostasía, de abandono PERMANENTE a la obra de Dios encomendada. ¿Por qué dudo? Dice el versículo 3: «Sentí envidia al ver que los arrogantes tenían éxito y los perversos se enriquecían».

¿Qué envidió? En los versículos 4 al 14 encontramos la respuesta. Asaf hizo una comparación y fue seducido por el mundo: por los deseos de los ojos, deseos de la carne y la vanagloria de la vida; y por su codicia, cayó. En esa condición concluyó que no habría juicio y, por tanto, no existía realmente un juez; entonces su fe tambaleó.

Así como nuestra lucha por nuestra fe es real, perder la pasión, por amar al mundo, también lo es. Si algo puede hacer que los cristianos se quejen es ver la prosperidad de los injustos. ¿Qué hizo Asaf?

2. ¿CÓMO SE RECUPERA LA PASIÓN POR DIOS? (Salmos 73:15-26)Para responder esta pregunta debemos conocer lo que no hizo y lo que sí hizo Asaf:

A) LO QUE NO HIZOLo primero que Asaf no hizo fue contaminar al pueblo de Dios con sus dudas (v. 15). Y tampoco buscó una explicación fuera de Dios (v.16)

B) LO QUE SÍ HIZO«Sólo cuando fui al templo de Dios, entendí lo que les sucederá a los perversos» (v. 17).

i. En medio de su duda y lucha por la fe, Asaf buscó a Dios intencionalmente. Y al buscarlo, le halló; y al hallarlo comprendió dos cosas: cuál es el fin de los impíos (v. 18-20) y cuál el fin de los que confían en Dios. La manera de dejar de dudar es acercarnos intencionalmente a aquel de quien dudamos. Asaf fue al mejor lugar: a Dios. Dios respondió sus dudas, y al hacerlo le dio una perspectiva eterna de la realidad y del destino eterno de los seres humanos.

ii. Asaf se arrepintió y confesó su pecado (v. 21-22)Él reconoció que se estaba portando como una bestia, sin considerar nada, y buscando solo su satisfacción, no pensando sino solo viviendo para sí mismo.

Por eso al leer los versículos 23 al 26 vemos que Asaf se dio cuenta de su equivocación al considerar este mundo como una meta o la vida misma. Él cambió su perspectiva: antes el tenía su vista en la tierra, ahora la tiene puesta en el cielo; y entonces se dio cuenta de que tener todo en esta tierra sin Dios, es tener nada.

3. ¿CUÁL ES LA META DE VIVIR APASIONADAMENTE POR DIOS? (Salmos 73: 27-28)En esta sección Asaf vuelve a concluir dos cosas: primero, que apartarse de Dios es la muerte; segundo, que Dios destruirá eternamente y apartará de sí a quien le es infiel. Por lo tanto, Asaf decid ser fiel retomando el fin último del ser humano: glorificar a Dios proclamando su gloria a todos. Nuestra meta es esta: «le contaré a todos lo que has hecho» (v. 28), debemos hacer discípulos.

IDEA CENTRAL DEL SERMÓN

La pasión por Dios se recupera cuando por el evangelio se considera el fin eterno de los incrédulos y las recompensas de los creyentes, siendo Jesucristo mismo la herencia más valiosa.

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EL EVANGELIO

El evangelio nos muestra que Jesús es el Logos encarnado, quien nos revela a Dios y nos lo explica. Y al entenderlo, conocemos nuestro fin eterno. En Cristo, Dios ya nos bendijo con toda bendición espiritual (Efesios 5:3). En Cristo, Dios ya nos ha provisto según las riquezas de su gloria (Filipenses 4:19).

Esto es lo que Dios hace con todos los de la fe, lo mismo que hizo con Moisés. Dice Hebreos 11:24-26: Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón. 25 Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado. 26 Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa.

Solo cuando somos conscientes del evangelio podemos renunciar a la fama, placer, poder y dinero porque sabemos que el Mesías y su obra es eterna riqueza, mayor que los bienes temporales de este mundo.

En Cristo, por su evangelio, así como el salmista podemos decir: «Yo tengo todo lo que necesito; estoy siempre a tu lado, tú me llevas de la mano derecha. 24 Tú me guías y me das consejo, y después me llevarás con honor. 25 ¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, no quiero nada más en la tierra. 26 Puede que mi mente y mi cuerpo se destruyan, pero tengo a Dios que es la roca que amo; él es todo lo que necesito en mi vida» (Salmos 73:23-26).

IMPLICACIONES

1. Hermanos, la lucha por nuestra fe es real… por lo tanto, no amemos al mundo, no envidiemos el estilo de vida de los injustos. Consideremos el fin de todos ellos y el fin de los que confían en Dios.

2. Cuando esté dudando, cuando esté luchando por su fe no traicioné al pueblo de Dios contaminando a su familia ni a sus hermanos en Cristo con sus dudas acerca de Dios o de los demás.

3. Cuando esté luchando por su fe no busque explicaciones en la ciencia, filosofías, religiones o ideologías, porque eso lo llevará a perder aún más la pasión por Jesucristo.

4. En medio de la lucha por su fe, en medio de su duda busque y acérquese intencionalmente a Dios.

5. Arrepiéntase y confiese su pecado de buscar su propia satisfacción y vivir para sí mismo. Arrepiéntase de buscar bienes y satisfacción a parte de Dios.

6. Proclamemos a otros nuestra pasión por Dios, contemos a otros lo que Jesucristo ha hecho por nosotros… hagamos discípulos.

PASAJES CITADOS EN EL SERMÓNSalmos 73; Hebreos 11:24-26.

RESUMEN DEL SERMÓN ¿Qué es lo que puede llevar a un cristiano a perder casi por completo su pasión por Dios, su fe? ¿cómo recuperar una fe avivada? El salmo 73 responde estas preguntas.

Salmo 73:1: Libro 3 El Señor me hizo entender Canción de Asaf. Dios es realmente bueno con Israel, bueno con los de corazón puro.

Asaf fue un levita, uno de los tres jefes musicales que David estableció para ministrar en el tabernáculo. Él ministraba delante del arca todos los días. Se le llamó «el vidente», porque probablemente incorporó profecías a sus canciones. A él se le asignan doce salmos de la Biblia.

Lo que leemos en el primer versículo es la conclusión del salmo, lo que él aprendió después de perder para luego recuperar su pasión por Dios.

1. ¿CÓMO SE PIERDE LA PASIÓN POR SERVIR A DIOS? (Salmos 73:2-14)«Yo estuve a punto de tropezar y por poco me alejo del camino» (Salmos 73:2).

Él no apostató, pero fue tentado, consideró hacerlo. «La incredulidad no duda, solo la fe». Así que dudó, pero no pecó de apostasía, de abandono PERMANENTE a la obra de Dios encomendada. ¿Por qué dudo? Dice el versículo 3: «Sentí envidia al ver que los arrogantes tenían éxito y los perversos se enriquecían».

¿Qué envidió? En los versículos 4 al 14 encontramos la respuesta. Asaf hizo una comparación y fue seducido por el mundo: por los deseos de los ojos, deseos de la carne y la vanagloria de la vida; y por su codicia, cayó. En esa condición concluyó que no habría juicio y, por tanto, no existía realmente un juez; entonces su fe tambaleó.

Así como nuestra lucha por nuestra fe es real, perder la pasión, por amar al mundo, también lo es. Si algo puede hacer que los cristianos se quejen es ver la prosperidad de los injustos. ¿Qué hizo Asaf?

2. ¿CÓMO SE RECUPERA LA PASIÓN POR DIOS? (Salmos 73:15-26)Para responder esta pregunta debemos conocer lo que no hizo y lo que sí hizo Asaf:

A) LO QUE NO HIZOLo primero que Asaf no hizo fue contaminar al pueblo de Dios con sus dudas (v. 15). Y tampoco buscó una explicación fuera de Dios (v.16)

B) LO QUE SÍ HIZO«Sólo cuando fui al templo de Dios, entendí lo que les sucederá a los perversos» (v. 17).

i. En medio de su duda y lucha por la fe, Asaf buscó a Dios intencionalmente. Y al buscarlo, le halló; y al hallarlo comprendió dos cosas: cuál es el fin de los impíos (v. 18-20) y cuál el fin de los que confían en Dios. La manera de dejar de dudar es acercarnos intencionalmente a aquel de quien dudamos. Asaf fue al mejor lugar: a Dios. Dios respondió sus dudas, y al hacerlo le dio una perspectiva eterna de la realidad y del destino eterno de los seres humanos.

ii. Asaf se arrepintió y confesó su pecado (v. 21-22)Él reconoció que se estaba portando como una bestia, sin considerar nada, y buscando solo su satisfacción, no pensando sino solo viviendo para sí mismo.

Por eso al leer los versículos 23 al 26 vemos que Asaf se dio cuenta de su equivocación al considerar este mundo como una meta o la vida misma. Él cambió su perspectiva: antes el tenía su vista en la tierra, ahora la tiene puesta en el cielo; y entonces se dio cuenta de que tener todo en esta tierra sin Dios, es tener nada.

3. ¿CUÁL ES LA META DE VIVIR APASIONADAMENTE POR DIOS? (Salmos 73: 27-28)En esta sección Asaf vuelve a concluir dos cosas: primero, que apartarse de Dios es la muerte; segundo, que Dios destruirá eternamente y apartará de sí a quien le es infiel. Por lo tanto, Asaf decid ser fiel retomando el fin último del ser humano: glorificar a Dios proclamando su gloria a todos. Nuestra meta es esta: «le contaré a todos lo que has hecho» (v. 28), debemos hacer discípulos.

IDEA CENTRAL DEL SERMÓN

La pasión por Dios se recupera cuando por el evangelio se considera el fin eterno de los incrédulos y las recompensas de los creyentes, siendo Jesucristo mismo la herencia más valiosa.

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RECUPERANDO MI PASIÓN POR DIOS

EL EVANGELIO

El evangelio nos muestra que Jesús es el Logos encarnado, quien nos revela a Dios y nos lo explica. Y al entenderlo, conocemos nuestro fin eterno. En Cristo, Dios ya nos bendijo con toda bendición espiritual (Efesios 5:3). En Cristo, Dios ya nos ha provisto según las riquezas de su gloria (Filipenses 4:19).

Esto es lo que Dios hace con todos los de la fe, lo mismo que hizo con Moisés. Dice Hebreos 11:24-26: Por la fe Moisés, ya adulto, renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón. 25 Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios a disfrutar de los efímeros placeres del pecado. 26 Consideró que el oprobio por causa del Mesías era una mayor riqueza que los tesoros de Egipto, porque tenía la mirada puesta en la recompensa.

Solo cuando somos conscientes del evangelio podemos renunciar a la fama, placer, poder y dinero porque sabemos que el Mesías y su obra es eterna riqueza, mayor que los bienes temporales de este mundo.

En Cristo, por su evangelio, así como el salmista podemos decir: «Yo tengo todo lo que necesito; estoy siempre a tu lado, tú me llevas de la mano derecha. 24 Tú me guías y me das consejo, y después me llevarás con honor. 25 ¿A quién tengo yo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, no quiero nada más en la tierra. 26 Puede que mi mente y mi cuerpo se destruyan, pero tengo a Dios que es la roca que amo; él es todo lo que necesito en mi vida» (Salmos 73:23-26).

IMPLICACIONES

1. Hermanos, la lucha por nuestra fe es real… por lo tanto, no amemos al mundo, no envidiemos el estilo de vida de los injustos. Consideremos el fin de todos ellos y el fin de los que confían en Dios.

2. Cuando esté dudando, cuando esté luchando por su fe no traicioné al pueblo de Dios contaminando a su familia ni a sus hermanos en Cristo con sus dudas acerca de Dios o de los demás.

3. Cuando esté luchando por su fe no busque explicaciones en la ciencia, filosofías, religiones o ideologías, porque eso lo llevará a perder aún más la pasión por Jesucristo.

4. En medio de la lucha por su fe, en medio de su duda busque y acérquese intencionalmente a Dios.

5. Arrepiéntase y confiese su pecado de buscar su propia satisfacción y vivir para sí mismo. Arrepiéntase de buscar bienes y satisfacción a parte de Dios.

6. Proclamemos a otros nuestra pasión por Dios, contemos a otros lo que Jesucristo ha hecho por nosotros… hagamos discípulos.

PASAJES CITADOS EN EL SERMÓNSalmos 73; Hebreos 11:24-26.