1° medio - guía u1 - ae2 (oe1) - 1m - intetextualidad en cuentos y novelas - 2014 - alejandro...

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Liceo Pablo Neruda Profesor: Alejandro Pinto. Asignatura: Lenguaje. Nivel: Primer año medio Guía de aprendizaje U1-AE2: Intertextualidad literaria en cuentos y novelas. Nombre: Curso: Primer año medio Fecha: Lea y observe los cómics y responda: 1. ¿Con qué obra se relaciona el siguiente cómic humorístico? 2. ¿Quiénes son los personajes que participan en ambas obras? ¿Cuál es la temática compartida por ambas obras? 4. ¿Cuál es el ambiente en común en ambas obras? (físico, sicológico y/o social) 5. ¿Qué acciones tienen en común ambas obras para que funcione este cómic?

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Liceo Pablo Neruda Profesor: Alejandro Pinto.Asignatura: Lenguaje.Nivel: Primer ao medioGua de aprendizaje U1-AE2: Intertextualidad literaria en cuentos y novelas.Nombre:

Curso:Primer ao medioFecha:

Lea y observe los cmics y responda:

1. Con qu obra se relaciona el siguiente cmic humorstico?

2. Quines son los personajes que participan en ambas obras?

Cul es la temtica compartida por ambas obras?

4. Cul es el ambiente en comn en ambas obras? (fsico, sicolgico y/o social)

5. Qu acciones tienen en comn ambas obras para que funcione este cmic?

1. Con qu obra se relaciona el siguiente cmic humorstico?

2. Quines son los personajes que participan en ambas obras?

Cul es la temtica compartida por ambas obras?

4. Cul es el ambiente en comn en ambas obras? (fsico, sicolgico y/o social)

5. Qu acciones tienen en comn ambas obras para que funcione este cmic?

1. Con qu obra se relaciona el siguiente cmic humorstico?

2. Quines son los personajes que participan en ambas obras?

Cul es la temtica compartida por ambas obras?

4. Cul es el ambiente en comn en ambas obras? (fsico, sicolgico y/o social)

5. Qu acciones tienen en comn ambas obras para que funcione este cmic?

1. Con qu obra se relaciona el siguiente cmic humorstico?

2. Quines son los personajes que participan en ambas obras?

Cul es la temtica compartida por ambas obras?

4. Cul es el ambiente en comn en ambas obras? (fsico, sicolgico y/o social)

5. Qu acciones tienen en comn ambas obras para que funcione este cmic?

1. Con qu obra se relaciona el siguiente cmic humorstico?

2. Quines son los personajes que participan en ambas obras?

Cul es la temtica compartida por ambas obras?

4. Cul es el ambiente en comn en ambas obras? (fsico, sicolgico y/o social)

5. Qu acciones tienen en comn ambas obras para que funcione este cmic?

El silencio de DiosJuan Jos Arreola, mexicano.Creo que esto no se acostumbra: dejar cartas abiertas sobre la mesa para que Dios las lea. Perseguido por das veloces, acosado por ideas tenaces, he venido a parar en esta noche comoa una punta de callejn sombro. Noche puesta a mis espaldas como un muro y abierta frente a m como una pregunta inagotable.Las circunstancias me piden un acto desesperado y pongo esta carta delante de los ojos que lo ven todo. He retrocedido desde la infancia, aplazando siempre esta hora en que caigo por fin. No trato de aparecer ante nadie como el ms atribulado de los hombres. Nada de eso. Cerca o lejos debe haber otros que tambin han sido acorralados en noches como sta. Pero yo pregunto: cmo han hecho para seguir viviendo? Han salido siquiera con vida de la travesa?Necesito hablar y confiarme; no tengo destinatario para mi mensaje de nufrago. Quiero creer que alguien va a recogerlo, que mi carta no flotar en el vaco, abierta y sola, como sobre un mar inexorable.Es poco un alma que se pierde? Millares caen sin cesar, faltas de apoyo, desde el da en que se alzan para pedir las claves de la vida. Pero yo no quiero saberlas, no pretendo que caigan en mis manos las razones del universo. No voy a buscar en esta hora de sombra lo que no hallaron en espacios de luz los sabios y los santos. Mi necesidad es breve y personal.Quiero ser bueno y solicito unos informes. Eso es todo. Estoy balanceado en un vrtigo de incertidumbre, y mi mano, que sale por ltimo a la superficie, no encuentra una brizna para detenerse. Y es poco lo que me falta, sencillo el dato que necesito.Desde hace algn tiempo he venido dando un cierto rumbo a mis acciones, una orientacin que me ha parecido razonable, y estoy alarmado. Temo ser vctima de una equivocacin, porque todo, hasta la fecha, me ha salido muy mal.Me siento sumamente defraudado al comprobar que mis frmulas de bondad producen siempre un resultado explosivo. Mis balanzas funcionan mal. Hay algo que me impide elegir con claridad los ingredientes del bien. Siempre se adhiere una partcula maligna y el producto estalla en mis manos.Es que estoy incapacitado para la elaboracin del bien? Me dolera reconocerlo, pero soy capaz de aprendizaje.No s si a todos les sucede lo mismo. Yo paso la vida cortejado por un afable demonio que delicadamente me sugiere maldades. No s si tiene una autorizacin divina: lo cierto es que no me deja en paz ni un momento. Sabe dar a la tentacin atractivos insuperables. Es agudo y oportuno. Como un prestidigitador, saca cosas horribles de los objetos ms inocentes y est siempre provisto de extensas series de malos pensamientos que proyecta en la imaginacin como rollos de pelcula. Lo digo con toda sinceridad: nunca voy al mal con pasos deliberados; l facilita los trayectos, pone todos los caminos en declive. Es el saboteador de mi vida.Por si a alguien le interesa, consigno aqu el primer dato de mi biografa moral: un da en la escuela, en los primeros aos, la vida me puso en contacto con unos nios que saban cosas secretas, atrayentes, que participaban con misterio.Naturalmente, no me cuento entre los nios felices. Un alma infantil que guarda pesados secretos es algo que vuela mal, es un ngel lastrado que no puede tomar altura. Mis das de nio, que decoraron suaves paisajes, ostentan a menudo manchas deplorables. El maligno, con apariciones puntuales de fantasma, daba a mis sueos un giro de pesadilla y puso en los recuerdos pueriles un sabor punzante y criminoso.Cuando supe que Dios miraba todos mis actos trat de esconderle los malos por oscuros rincones. Pero al fin, siguiendo la indicacin de personas mayores, mostr abiertos mis secretos para que fueran examinados en tribunal. Supe que entre Dios y yo haba intermediarios, y durante mucho tiempo tramit por su conducto mis asuntos, hasta que un mal da, pasada la niez, pretend atenderlos personalmente.Entonces se suscitaron problemas cuyo examen fue siempre aplazado. Empec a retroceder ante ellos, a huir de su amenaza, a vivir das y das cerrando los ojos, dejando al bien y al mal que hicieran conjuntamente su trabajo. Hasta que una vez, volviendo a mirar, tom el partido de uno de los dos trabados contendientes.Con nimo caballeresco, me puse al lado del ms dbil. Aqu est el resultado de nuestra alianza:Hemos perdido todas las batallas. De todos los encuentros con el enemigo salimos invariablemente apaleados y aqu estamos, batindonos otra vez en retirada durante esta noche memorable.Por qu es el bien tan indefenso? Por qu tan pronto se derrumba? Apenas se elaboran cuidadosamente unas horas de fortaleza, cuando el golpe de un minuto viene a echar abajo toda la estructura. Cada noche me encuentro aplastado por los escombros de un da destruido, de un da que fue bello y amorosamente edificado.Siento que una vez no me levantar ms, que decidir vivir entre ruinas, como una lagartija. Ahora, por ejemplo, mis manos estn cansadas para el trabajo de maana. Y si no viene el sueo, siquiera el sueo como una pequea muerte para saldar la cuenta pesarosa de este da, en vano esperar mi resurreccin. Dejar que fuerzas oscuras vivan en mi alma y la empujen, en barrena, hacia una cada acelerada.Pero tambin pregunto: se puede vivir para el mal? Cmo se consuelan los malos de nosentir en su corazn el ansia tumultuosa del bien? Y si detrs de cada acto malvolo se esconde un ejrcito de castigo, cmo hacen para defenderse? Por mi parte, he perdido siempre esa lucha, y bandas de remordimiento me persiguen como espadachines hasta el callejn de esta noche.Muchas veces he revistado con satisfaccin un cierto grupo de actos bien disciplinados y casi victoriosos, y ha bastado el menor recuerdo enemigo para ponerlos en fuga. Me veo precisado a reconocer que muchas veces soy bueno slo porque me faltan oportunidades aceptables de ser malo, y recuerdo con amargura hasta dnde pude llegar en las ocasiones en que el mal puso todos sus atractivos a mi alcance.Entonces, para conducir el alma que me ha sido otorgada, pido, con la voz ms urgente, un dato, un signo, una brjula.El espectculo del mundo me ha desorientado. Sobre l desemboca el azar y lo confunde todo. No hay lugar para recoger una serie de hechos y confrontarlos. La experiencia va brotando siempre detrs de nuestros actos, intil como una moraleja.Veo a los hombres en torno de m, llevando vidas ocultas, inexplicables. Veo a los nios que beben voces contaminadas, y a la vida como nodriza criminal que los alimenta de venenos. Veo pueblos que disputan las palabras eternas, que se dicen predilectos y elegidos. A travs de los siglos, se ven hordas de sanguinarios y de imbciles; y de pronto, aqu y all, un alma que parece sealada con un sello divino.Miro a los animales que soportan dulcemente su destino y que viven bajo normas distintas; alos vegetales que se consumen despus de una vida misteriosa y pujante, y a los minerales duros y silenciosos.Enigmas sin cesar caen en mi corazn, cerrados como semillas que una savia interior hacecrecer.

De cada una de las huellas que la mano de Dios ha dejado sobre la tierra, distingo y sigo elrastro. Pongo agudamente el odo en el rumor informe de la noche, me inclino al silencio que se abre de pronto y que un sonido interrumpe. Espo y trato de ir hasta el fondo, de embarcarme al conjunto, de sumarme al todo. Pero quedo siempre aislado; ignorante, individual, siempre a la orilla.Desde la orilla entonces, desde el embarcadero, dirijo esta carta que va a perderse en el silencioEfectivamente, tu carta ha ido a dar al silencio. Pero sucede que yo me encontraba all en tales momentos. Las galeras del silencio son muy extensas y haca mucho que no las visitaba.Desde el principio del mundo vienen a parar aqu todas esas cosas. Hay una legin de ngeles especializados que se ocupan en transmitir los mensajes de la tierra. Despus de que son cuidadosamente clasificados, se guardan en unos ficheros dispuestos a lo largo del silencio.No te sorprendas porque contesto una carta que segn la costumbre debera quedar archivada para siempre. Como t mismo has pedido, no voy a poner en tus manos los secretos del universo, sino a darte unas cuantas indicaciones de provecho. Creo que sers lo suficientemente sensato para no juzgar que me tienes de tu parte, ni hay razn alguna para que vayas a conducirte desde maana como un iluminado.Por lo dems, mi carta va escrita con palabras. Material evidentemente humano, mi intervencin no deja en ellas rastro; acostumbrado al manejo de cosas ms espaciosas, estos pequeos signos, resbaladizos como guijarros, resultan poco adecuados para m. Para expresarmeadecuadamente, debera emplear un lenguaje condicionado a mi sustancia. Pero volveramos a nuestras eternas posiciones y t quedaras sin entenderme. As pues, no busques en mis frases atributos excelsos: son tus propias palabras, incoloras y naturalmente humildes que yo ejercito sin experiencia.Hay en tu carta un acento que me gusta. Acostumbrado a or solamente recriminaciones oplegarias, tu voz tiene un timbre de novedad. El contenido es viejo, pero hay en ella sinceridad, una lamentacin de hijo doliente y una falta de altanera.Comprende que los hombres se dirigen a m de dos modos: bien el xtasis del santo, bien las blasfemias del ateo. La mayora utiliza tambin para llegar hasta aqu un lenguaje sistematizado en oraciones mecnicas que generalmente dan en el vaco, excepto cuando el alma conmovida las reviste de nueva emocin.T hablas tranquilamente y slo te podra reprochar el que hayas dicho con tanta formalidadque tu carta iba a dar al silencio, como si lo supieras de antemano. Fue una casualidad que yo me encontrara all cuando acababas de escribir. Si retardo un poco mi visita, cuando leyera tus apasionadas palabras tal vez ya no existira sobre la tierra ni el polvo de tus huesos.Quiero que veas al mundo tal cual yo lo contemplo: como un grandioso experimento. Hasta ahora los resultados no son muy claros, y confieso que los hombres han destruido mucho ms de lo que yo haba presupuesto. Pienso que no sera difcil que acabaran con todo. Y esto, gracias a un poco de libertad mal empleada.T apenas rozas problemas que yo examino a fondo con amargura. Hay el dolor de todos los hombres, el de los nios, el de los animales, que se les parecen tanto en pureza. Veo sufrir a los nios y me gustara salvarlos para siempre: evitar que lleguen a ser hombres. Pero debo esperar todava un poco ms, y espero confiadamente.Si t tampoco puedes soportar la brizna de libertad que llevas contigo, cambia la posicin de tu alma y s solamente pasivo, humilde. Acepta con emocin lo que la vida ponga en tus manos y no intentes los frutos celestes; no vengas tan lejos.Respecto a la brjula que pides, debo aclararte que te he puesto una quin sabe dnde, y que no puedo darte otra. Recuerda que lo que yo poda darte ya te lo he concedido.Quizs te convendra reposar en alguna religin. Esto tambin lo dejo a tu criterio. Yo no puedo recomendarte alguna de ellas porque soy el menos indicado para hacerlo. De todos modos, pinsalo y decdete si hay dentro de ti una voz profunda que lo solicita.Lo que s te recomiendo, y lo hago muy ampliamente, es que en lugar de ocuparte en investigaciones amargas, te dediques a observar ms bien el pequeo cosmos que te rodea. Registra con cuidado los milagros cotidianos y acoge en tu corazn a la belleza. Recibe sus mensajes inefables y tradcelos en tu lengua.Creo que te falta actividad y que todava no has penetrado en el profundo sentido del trabajo. Deberas buscar alguna ocupacin que satisfaga a tus necesidades y que te deje solamente algunas horas libres. Toma esto con la mayor atencin, es un consejo que te conviene mucho. Al final de un da laborioso no suele encontrarse uno con noches como sta, que por fortuna ests acabando de pasar profundamente dormido.En tu lugar, yo me buscara una colocacin de jardinero o cultivara por mi cuenta un pradode hortalizas. Con las flores que habra en l, y con las mariposas que irn a visitarlas, tendra suficiente para alegrar mi vida.Si te sientes muy solo, busca la compaa de otras almas, y frecuntalas, pero no olvides que cada alma est especialmente construida para la soledad.Me gustara ver otras cartas sobre tu mesa. Escrbeme, si es que renuncias a tratar cosas desagradables. Hay tantos temas de qu hablar, que seguramente tu vida alcanzar para muy pocos. Escojamos los ms hermosos.En vez de firma, y para acreditar esta carta (no pienses que la ests soando), te voy a ofrecer una cosa: me manifestar a ti durante el da, de un modo en que puedas fcilmente reconocerme, por ejemplo Pero no, t solo, slo t habrs de descubrirlo.FINConversaciones con DiosNeal Donald Walsch, estadounidense (extractos de su libro).CAPTULO 1En la primavera de 1992 - recuerdo que fue por Pascua -, un fenmeno extraordinario ocurri en mi vida. Dios empez a hablar con usted. A travs mo.Me explicar.En aquella poca era muy infeliz, personal, profesional y emocionalmente, senta que mi vida era un fracaso a todos los niveles. Dado que, desde haca aos, haba adquirido el hbito de escribir mis pensamientos en forma de cartas (que normalmente nunca enviaba), cog mi fiel cuaderno de papel amarillo tamao folio, y empec a volcar mis sentimientos.Esa vez, en lugar de escribir otra carta a otra persona de la que yo imaginaba ser una vctima, pense que ira directamente a la fuente; directamente al mayor de todos. Decid escribir una carta a Dios.Fue una carta rencorosa, apasionada, llena de confusiones, deformaciones y condenas. Y un montn de enojosas preguntas. Por qu mi vida no funcionaba? Qu hara que llegara a funcionar?Por qu no lograba ser feliz en mis relaciones? Siempre iba a escaprseme la experiencia de disponer de suficiente dinero? Finalmente - y sobre todo - qu haba hecho yo para merecer una vida de continua lucha como la que tena?Para mi sorpresa, cuando hube acabado de garabatear toda mi amargura, mis preguntas sin respuesta, y me dispona a dejar la pluma, mi mano se qued suspendida sobre el papel, como si la sostuviera una fuerza invisible.De repente, la pluma empez a moverse por s misma. No saba en absoluto lo que estaba a punto de escribir, pero pareca que iba a acudir a una idea, de modo que decid dejarme llevar. Y lo que sali fue:Realmente deseas una respuesta a todas esas preguntas, o simplemente te ests desahogando?Parpade... y entonces surgi una respuesta en mi mente. La escrib tambin:

[]As pues, vamos a iniciar el dilogo con una pregunta que me haba estado formulando durante mucho tiempo: Cmo habla Dios, y a quin? Cuando lo plante, he aqu la respuesta que obtuve:Hablo a todo el mundo. Constantemente. La cuestin no es a quin hablo, sino quin me escucha.Intrigado, le ped a Dios que me lo explicara mejor. Y esto es lo que dijo:En primer lugar, vamos a cambiar la palabra hablar por la palabra comunicarse. Es un trmino mucho mejor; resulta ms completo y ms apropiado. Cuando tratamos de hablar a otros - t a M, Yo a ti -, inmediatamente nos vemos restringidos por la increble limitacin de las palabras. Por esta razn, no me comunico nicamente con palabras. En realidad, rara vez lo hago. Mi modo usual de comunicarme es por medio del sentimiento.El sentimiento es el lenguaje del alma.Si quieres saber hasta qu punto algo es cierto para ti, presta atencin a lo que sientes al respecto.A veces los sentimientos son difciles de descubrir, y con frecuencia an ms difciles de reconocer. Sin embargo, en tus ms profundos sentimientos se oculta tu ms alta verdad. El truco est en llegar a dichos sentimientos. Te mostrar cmo. De nuevo. Si t quieres.Le dije a Dios que si quera, pero que en ese momento deseaba an ms una respuesta completa y detallada a mi primera pregunta. He aqu lo que Dios me dijo:Tambin me comunico con el pensamiento. El pensamiento y los sentimientos no son lo mismo, aunque pueden darse al mismo tiempo. Al comunicarme con el pensamiento, a menudoutilizo imgenes. Por ello, los pensamientos resultan ms efectivos como herramientas de comunicacin que las mismas palabras.Adems de los sentimientos y pensamientos, utilizo tambin el vehculo de la experiencia, que es un magnfico medio de comunicacin.Y finalmente, cuando fallan los sentimientos, los pensamientos y la experiencia, utilizo laspalabras. En realidad, las palabras resultan el medio de comunicacin menos eficaz. Estn ms sujetas a interpretaciones equivocadas, y muy a menudo a malentendidos.Y eso por qu? Pues debido a lo que son las palabras. stas son simplemente expresiones: ruidos que expresan sentimientos, pensamientos y experiencia. Son smbolos. Signos. Insignias. No son la verdad. No son el objeto real.Las palabras le pueden ayudar a uno a entender algo. La experiencia le permite conocerlo. Sin embargo, hay algunas cosas que uno no puede experimentar. Por eso os he dado otras herramientas de conocimiento: son los llamados sentimientos; y tambin los pensamientos.La suprema irona del asunto es que vosotros hayis dado tanta importancia a la palabra deDios, y tan poca a la experiencia.En efecto, dais tan poco valor a la experiencia que, cuando vuestra experiencia de Dios difiere de lo que habis odo sobre Dios, automticamente desechis la experiencia y os quedis con las palabras, cuando debera ser precisamente lo contrario.Vuestra experiencia y vuestros sentimientos sobre algo representan lo que efectiva e intuitivamente sabis acerca de ello. Las palabras nicamente pueden aspirar a simbolizar lo que sabis, y a menudo pueden confundir lo que sabis.As pues, esas son las herramientas con las que Yo me comunico; aunque no sistemticamente,pues ni todos los sentimientos, ni todos los pensamientos, ni toda la experiencia ni todas las palabras proceden de M.Muchas palabras han sido pronunciadas por otros en Mi nombre. Muchos pensamientos ymuchos sentimientos han sido promovidos por causas que no son resultado directo de Mi creacin. Ymuchas experiencias se derivan tambin de dichas causas.La cuestin consiste en discernir. La dificultad estriba en saber la diferencia entre los mensajes de Dios y los que proceden de otras fuentes.Esta distincin resulta sencilla con la aplicacin de una regla bsica:Vuestro Pensamiento ms Elevado, vuestra Palabra ms Clara, vuestro Sentimiento msGrandioso, son siempre Mos. Todo lo dems procede de otra fuente.Con ello se facilita la labor de diferenciacin, ya que no debera resultar difcil, ni siquiera para el principiante, identificar lo ms Elevado lo ms Claro y lo ms Grandioso.No obstante, te dar algunas directrices:El Pensamiento ms Elevado es siempre aquel que encierra alegra.Las Palabras ms Claras son aquellas que encierran verdad. El Sentimiento ms Grandioso es el llamado amor. Alegra, Verdad, Amor.Los tres son intercambiables, y cada uno lleva siempre a los otros. No importa en qu orden seencuentren.Una vez determinado, utilizando estas directrices, que mensajes son Mos y cules proceden de otra fuente, lo nico que falta es saber si Mis mensajes sern tenidos en cuenta.La mayora de Mis mensajes no lo son. Algunos, porque parecen demasiado buenos para ser verdad. Otros, porque parece demasiado difcil seguirlos. Muchos, debido simplemente a que se entienden mal. La mayora, porque no se reciben.Mi mensajero ms potente es la experiencia, e incluso a sta la ignoris; especialmente a stala ignoris.Vuestro mundo no se hallara en el estado en que se encuentra si simplemente hubierais escuchado a vuestra experiencia. El resultado de que no escuchis a vuestra experiencia es que segus revivindola, una y otra vez; puesto que mi propsito no puede verse frustrado, ni mi voluntad ignorada. Tenis que recibir el mensaje. Antes o despus.Sin embargo, no os forzar. Nunca os coaccionar; ya que os he dado el libre albedro - la facultad de hacer lo que queris -, y nunca jams os lo quitar. As pues, seguir envindoos los mismos mensajes una y otra vez, a lo largo de milenios y a cualquier rincn del universo en el quehabitis. Seguir enviando infinitamente Mis mensajes, hasta que los hayis recibido y los hayis escuchado con atencin, hacindolos vuestros.Mis mensajes pueden venir bajo un centenar de formas, en miles de momentos, durante un milln de aos. No podis pasarlos por alto si realmente escuchis. No podis ignorarlos una vez los hayis odo verdaderamente. De este modo nuestra comunicacin empezar en serio, ya que en el pasado nicamente Me habis hablado, Me habis rezado, habis intercedido ante M, Me habis suplicado. Pero ahora puedo responderos, siquiera sea como lo estoy haciendo en este momento.Cmo puedo saber que esta comunicacin procede de Dios? Cmo s que no se trata de mi propia imaginacin?Qu diferencia habra? No ves que puedo utilizar tu imaginacin con la misma facilidad que cualquier otro medio? Te traer los pensamientos, palabras o sentimientos exactamente apropiados; y en un determinado momento, precisamente cuando me venga bien para mi propsito, utilizar alguna sentencia, o varias.Sabrs que esas palabras proceden de M porque t, espontneamente, no has hablado nunca con tanta claridad. Si hubieras hablado ya con claridad de tales asuntos, no te preguntaras acerca de ellos.Con quin se comunica Dios? Se trata de personas especiales? En momentos especiales?Todo el mundo es especial, y todos los momentos son buenos. No hay ninguna persona que sea ms especial que otra, ni ningn momento que sea ms especial que otro. Mucha gente decide creer que Dios se comunica de maneras especiales y nicamente con personas especiales. Esto libera a las masas de la responsabilidad de escuchar Mi mensaje, y an ms de aceptarlo (esa es otra cuestin), y les permite quedarse con lo que dicen otros. No tenis que escucharme, puesto que ya habis decidido que otros Me han odo acerca de todos los asuntos, y tenis que orles a ellos.Al escuchar lo que otras personas piensan que Me han odo decir, vosotros no tenis que pensar en absoluto.Esta es la razn principal de que la mayora de la gente eluda Mis mensajes a nivel personal.Si uno reconoce que recibe Mis mensajes directamente, entonces es responsable de interpretarlos. Es mucho ms seguro y mucho ms fcil aceptar la interpretacin de otros (aunque se trate de otros que han vivido hace 2.000 aos) que tratar de interpretar el mensaje que uno puede muy bien estar recibiendo en este mismo momento.(Fragmento seleccionado).Salmo 83Oh Dios, no te ests mudo, cese ya tu silencio y tu reposo, oh Dios!

La Biblia (Fragmento).El Silencio de DiosCuenta una antigua Leyenda Noruega, acerca de un hombre llamado Haakon, quien cuidaba una Ermita. A ella acuda la gente a orar con mucha devocin.En esta ermita haba una cruz muy antigua. Muchos acudan ah para pedirle a Cristo algnmilagro.Un da el ermitao Haakon quiso pedirle un favor. Lo impulsaba un sentimiento generoso. Se arrodillo ante la cruz y dijo:- Seor, quiero padecer por ti. Djame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte en la cruz.Y se qued fijo con la mirada puesta en la Efigie, como esperando la respuesta.El Seor abri sus labios y habl. Sus palabras cayeron de lo alto, susurrantes y amonestadoras:- Siervo mo, accedo a tu deseo, pero ha de ser con una condicin.- Cul, Seor? - pregunt con acento suplicante Haakon. Es una condicin difcil? Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda, Seor!- Escucha: suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de guardarte en silencio siempre.- Haakon contest: Os, lo prometo, Seor.Y se efectu el cambio.Nadie advirti el trueque. Nadie reconoci al ermitao, colgado con los clavos en la Cruz. El Seor ocupaba el puesto de Haakon. Y ste por largo tiempo cumpli el compromiso. A nadie dijo nada.Pero un da, lleg un rico y, despus de haber orado, dejo all olvidada su cartera. Haakon lo vio y call. Tampoco dijo nada cuando un pobre, que vino dos horas despus, se apropi de la cartera del rico. Ni tampoco dijo nada cuando un muchacho se postr ante l poco despus para pedirle su gracia antes de emprender un largo viaje. Pero en ese momento volvi a entrar el rico en busca de la bolsa. Al no hallarla, pens que el muchacho se la haba apropiado.El rico se volvi al joven y le dijo iracundo: Dame la bolsa que me has robado! El joven,sorprendido, replic: No he robado ninguna bolsa!. No mientas, devulvemela enseguida!. Le repito que no he cogido ninguna bolsa! afirm el muchacho. El rico arremeti, furioso contra l.Son entonces una voz fuerte: Detente!El rico mir hacia arriba y vio que la imagen le hablaba. Haakon, que no pudo permanecer en silencio, grit, defendi al joven, increp al rico por la falsa acusacin. El hombre qued anonadado, y sali de la Ermita. El joven sali tambin porque tenia prisa para emprender su viaje.Cuando la Ermita qued a solas, Cristo se dirigi a su siervo y le dijo:- Baja de la Cruz. No sirves para ocupar mi puesto. No has sabido guardar silencio.- Seor, - dijo Haakon - Como iba a permitir esa injusticia?.Se cambiaron los oficios. Jess ocup la Cruz de nuevo y el ermitao se qued ante la Cruz. El Seor, sigui hablando:- Tu no sabas que al rico le convena perder la bolsa, pues llevaba en ella el precio de la virginidadde una joven mujer.- El pobre, por el contrario, tena necesidad de ese dinero e hizo bien en llevrselo; en cuanto al muchacho que iba a ser golpeado, sus heridas le hubiesen impedido realizar el viaje que para l resultara fatal. Ahora, hace unos minutos acaba de zozobrar el barco y l ha perdido la vida. T no sabias nada. Yo si. Por eso callo.Y el Seor nuevamente guard silencio.Muchas veces nos preguntamos: Por qu razn Dios no nos contesta....? Por qu razn se queda callado Dios?Muchos de nosotros quisiramos que El nos respondiera lo que deseamos or pero... Dios noes as. Dios nos responde an con el silencio. Debemos aprender a escucharlo.Su Divino Silencio, son palabras destinadas a convencernos de que, El sabe lo que est haciendo. En su silencio nos dice con amor: Confiad en m, que s bien lo que debo hacer!FinAnlisis intertextual1. Con qu obras se relaciona el cuento El silencio de Dios?

2. Qu rasgos de los personajes comparten las obras mencionadas?

3. Cul es el tema compartido por las obras? Argumente.

4. Cul es el ambiente en comn en las obras? (fsico, sicolgico y/o social)

5. Qu acciones tienen en comn las obras? Argumente.

Ejercicio de redaccin literaria: escribe una carta a Dios y respndela como si l lo hiciera.Dios:Atte.Ahora, analiza la intertextualidad en tu texto.Ejercicios PSU: Lxico contextual.Sustituya las palabras subrayadas por otras que conserven el sentido del texto:Texto 1: El silencio de Dios.Naturalmente, no me cuento entre los nios felices. Un alma infantil que guardapesados secretos es algo que vuela mal, es un ngel lastrado que no puede tomaraltura. Mis das de nio, que decoraron suaves paisajes, ostentan a menudomanchas deplorables. El maligno, con apariciones puntuales de fantasma, daba amis sueos un giro de pesadilla y puso en los recuerdos pueriles un sabor punzante ycriminoso.Texto 2: Conversaciones con DiosSi quieres saber hasta qu punto algo es cierto para ti, presta atencin a lo quesientes al respecto. A veces los sentimientos son difciles de descubrir, y confrecuencia an ms difciles de reconocer. Sin embargo, en tus ms profundossentimientos se oculta tu ms alta verdad. El truco est en llegar a dichos sentimientos.Texto 3: El silencio de Dios.- Seor, quiero padecer por ti. Djame ocupar tu puesto. Quiero reemplazarte en lacruz.- Siervo mo, accedo a tu deseo, pero ha de ser con una condicin.- Cul, Seor? - pregunt con acento suplicante Haakon. Es una condicin difcil?Estoy dispuesto a cumplirla con tu ayuda, Seor!- Escucha: suceda lo que suceda y veas lo que veas, has de guardarte en silencio siempre.- Haakon contest: Os, lo prometo, Seor.