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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE MIRANDA JOSÉ MANUEL SISO MARTÍNEZ
DOCTORADO LATINOAMERICANO EN EDUCACIÓN: POLÍTICAS PÚBLICAS
Y PROFESIÓN DOCENTE
SEMINARIO DE LA INVESTIGACIÓN I
Políticas Públicas en Prevención Integral de las Adicciones en la Educación Básica de
Venezuela y la Educación Obligatoria de Chile: Un Estudio Comparado
Autora: MSc. Vicglady Pérez Gómez
Caracas, enero de 2020
Capítulo I. Ámbito Ontológico
Contexto de la Situación a Investigar
La salud y el bienestar de la población mundial se ha visto afectada por diversas
enfermedades físicas y mentales a través de los siglos; las cuales han sido tratadas por
especialistas en el área de la salud y además se han tomado medidas de prevención para evitar su
desarrollo o progreso. Una de estas patologías son las adicciones que se ubican dentro de los
trastornos mentales. Las adicciones a las drogas (alcohol, tabaco, cannabis, cocaína, heroína,
éxtasis) y comportamentales (juego, nuevas tecnologías, comida, función sexual) como trastorno
mental han producido políticas públicas de salud, intervenciones terapéuticas y medidas
preventivas; sin embargo han sido insuficientes por los resultados obtenidos.
En relación a las adicciones a las drogas, la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas
y otros Delitos (UNODC, 2018) reporta que: “unos 275 millones de personas en todo el mundo,
es decir, aproximadamente el 5,6% de la población mundial de edades comprendidas entre los 15
y los 64 años, consumió drogas en al menos una ocasión en 2016” (p.1). Unos 31 millones de
personas que consumen drogas presentan adicciones, lo que significa que requieren tratamiento
para su enfermedad. (UNODC, 2018)
Las drogas más consumidas por las personas a nivel mundial son: cannabis (192 millones),
opioides (34 millones), anfetaminas y estimulantes sujetos a prescripción médica (34 millones),
éxtasis (21 millones), opiáceos (19 millones) y cocaína (18 millones). Cabe resaltar que los
opiáceos son los responsables del mayor impacto negativo del consumo de drogas en la salud de
los usuarios. El consumo de drogas es más común en jóvenes que entre personas de mayor edad.
El riesgo de inicio de abuso de drogas es más frecuente en la adolescencia temprana (12 a 14
años) y tardía (15 a 17 años) y el abuso de sustancias llega a su auge en las personas de 18 a 25
años. (UNODC, 2018)
En países de América Latina ha aumento el consumo de cannabis; así como de éxtasis.
Adicionalmente, 0,95 % de la población latinoamericana de 15 a 65 años consumen cocaína, con
la particularidad de que el uso de pasta de coca (bazuco), se ha extendido en muchos países de
América del Sur. (UNODC, 2018)
Con respecto a las adicciones comportamentales, la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), la
Fundación Patología Dual, la World Association on Dual Disorders (WADD) y la Sección de
Patología Dual de la Asociación Mundial de Psiquiatría (WPA) indican que los estudios
epidemiológicos no incorporan las adicciones comportamentales o adicciones sin sustancia. Sin
embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS, s/f) estima que una de cada cuatro personas presenta
este trastorno mental. (Baquero, 2018 y Téllez, 2018)
Ahora bien, existen reportes que señalan que en los últimos años las adicciones comportamentales
han tenido una mayor demanda asistencial, tal es el caso de Estado Unidos con una tasa de 61%
o en territorio europeo con 11% de menores con adicción al celular; igualmente España con
18% de adolecentes (entre 14 y 17 años) con uso compulsivo de internet. Otro dato a considerar
es que 1 de 10 adolescente español (130.000 aproximadamente) reconoce haber jugado dinero on
line. (Baquero, 2018 y Téllez, 2018)
El trastorno por juegos de internet presenta una prevalencia elevada en niños y adolescentes,
sobre todo en países de asiáticos, como China y Corea del Sur. Su prevalencia ha sido estimada
en 8,4% en varones y 4,5% en hembras. Igualmente, la adicción a Internet tiene una prevalencia
que oscila entre el 1.6% y el 8.2% de la población, sobretodo enfocada en grupo etarios infanto-
juveniles. De hecho, se sitúa como una de las patologías emergentes de mayor impacto en el
siglo actual. (Cia, 2017)
En Latinoamérica, los estudios sobre prevalencias de las adicciones comportamentales son
muy escasos. Entre ese grupo de investigaciones, Chile reporta que 10% de estudiantes
universitarios sufren adicción alimentaria, mientras que en Brasil 4% de adultos tienen el mismo
trastorno. (Figueroa & Cjuno, 2018)
La Oficina de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la Oficina de
las Naciones Unidas Contras las Drogas y el Crimen y la Organización Mundial de la Salud
abordan la problemática de las adicciones a través de la segunda estrategia sobre la educación
para la salud y el bienestar al incluir el fortalecimiento de la respuesta del sector educativo al uso
de sustancias adictivas. (UNESCO, UNODC & OMS, 2018). Es conveniente destacar que en
estos organismos multilaterales omiten la prevención de las adicciones comportamentales.
Igualmente, en la gran mayoría de los países iberoamericanos, la prevención de las adicciones se
enfoca en abordar el consumo de drogas (alcohol, tabaco, cannabis, cocaína, heroína, éxtasis,
entre otras) a excepción de España, donde el ejecutivo aprobó incluir las adicciones
comportamentales, por lo que la Estrategia Nacional sobre Drogas cambio a Estrategia Nacional
de Adicciones, a partir de febrero de 2018.
Realidad de la Investigación
Las adicciones a las drogas y comportamentales son trastornos que se consideran problemas
sociales y de salud pública, que perjudica significativamente a las personas adictas y no adictas,
porque trae consecuencias físicas y psicosociales; así como costos sanitarios, educativos, de
justicia social y de baja productividad, que conlleva a un precio muy elevado para las
comunidades y las sociedades.
La población más vulnerable de las adicciones son los adolescentes debido a su inmadurez
neurobiológica y psicológica. Igualmente, los factores de riesgos individuales, familiares,
escolares y comunitarios establecen una situación de vulnerabilidad extrema para el desarrollo de
la adicción y otros trastornos mentales. En el ámbito educativo, los estudiantes adictos presentan
un bajo rendimiento académico (funcionamiento cognitivo, desinterés por la institución
educativa, ausentismo y deserción escolar).
Existe una tendencia mundial al aumento de las conductas adictivas sin distinción de edad,
clase social y género; aunado a ello hay una disminución de la edad inicio lo que pone en
evidencia la vulnerabilidad a la población infantil; por lo que es necesario aplicar la prevención
integral de las adicciones de forma que fortalezca los factores de protección y disminuya los
factores de riesgo, abarcando todos los ámbitos, pero en especial el educativo.
La prevención de las adicciones (en especial el consumo indebido de drogas) se aplica en
muchos países, pero en base a las cifras aportadas por UNODC sobre el consumo de drogas y los
reportes de incremento de la solicitud de tratamiento de las adicciones comportamentales, se
puede afirmar que en muchos casos la prevención aplicada carece de efectividad hacia las
poblaciones a la que están dirigidas; por lo que se considera pertinente abordar la prevención no
solo en base a la evidencia científica y las buenas practicas; sino incluir también la teoría de los
sistemas para concretar la articulación e interdependencia de los componentes que lo integran.
Es incuestionable que el sector de la educación puede desempeñar un papel importante en la
prevención y el abordaje de las adiciones, por ello es importante diseñar políticas públicas de
prevención integral de las adicciones en los diferentes niveles y modalidades de los sistemas
educativos del mundo.
En referencia a la realidad educativa venezolana, los reportes de especialistas señalan que
existe un alto y progresivo deterioro del sistema educativo, en términos de infraestructura,
servicios básicos (luz, agua, gas, internet y transporte), y recursos (humanos, pedagógicos y
materiales, que incluyen equipamiento, mobiliario y materiales en general), por lo cual la
educación venezolana carece de calidad. (Ramos, 2019). Además, muchos de los estudiantes de
los planteles públicos no se están beneficiando del Programa de Alimentación Escolar. En tal
sentido, toda esta situación antes descrita ha generado que la deserción escolar supere
diariamente el 70% de la población estudiantil (Vivas, 2019).
El Estado venezolano no está garantizando que las instituciones educativas públicas ofrezcan
educación gratuita a toda la población que lo requiera. Tampoco el Estado está asumiendo los
costos de la canasta educativa (gastos en aranceles de inscripción, mensualidades, alimentación
en horario escolar, uniformes, útiles y transporte) de todas las familias que no cuentan con los
recursos para pagarlos. (Ramos, 2019)
A nivel nacional más del 30% de los profesionales de la docencia han renunciado y
abandonado sus funciones pedagógicas lo cual se debe principal a la degradación de la carrera
docente en términos salariales y de beneficios sociales; aunado a ello existe un paro técnico por
la inasistencia de los docentes a los planteles, porque carecen de dinero para pagar el transporte o
por ausencia de formas de movilizarse para llegar a sus puestos de trabajo. Además, los docentes
deben lidiar con la criminalidad periférica en los centros educativos, enfrentarse con la
delincuencia en la propia escuela; así como también con la violencia e indisciplina. (Vivas, 2019;
Granadillo, s/f)
Con respecto al consumo de drogas en Venezuela, Matheus (2019, citado en Telesur, 2019)
afirma que: “Venezuela es el país con menos consumo de drogas en América del Sur, pues
durante este año se han practicado 32.080 pruebas toxicológicas, donde 17 casos han resultado
positivos a cocaína y 132 a marihuana, lo que representa menos de 0.052%”. (p.1)
En los centros de tratamiento de las adicciones se identificaron que el principal problema es el
consumo de alcohol en su mayoría por pacientes varones (88,48%); por su parte, la pasta de coca
para las pacientes hembras (12,50%). Otra dato a considerar es que el consumo de nuevas drogas
de uso frecuente son la buprenorfina clorhidrato (medicamento perteneciente a los analgésicos
narcótico indicado para el alivio del dolor de intensidad moderada a severa) y benzodiacepinas.
La edad de inicio del consumo de drogas en la población infantil es de menos de 7 años y la
sustancia ilícita de inicio es la marihuana. (Oficina Nacional Antidrogas, 2019)
La drogas no fiscalizadas de inicio son chimo, tabaco y alcohol. La droga más demandada por
los adolescentes es el crispy (marihuana con químicos). Las ciudades venezolanas más afectadas
por el consumo drogas son Caracas, Valencia Maracaibo y Lara. La secretaria de Prevención
Ciudadana del Zulia realizó un estudio en 16 centros educativos de ese estado y determinó que el
60% de los estudiantes (de una muestra de 1.600) ha consumido en algún momento marihuana;
es por ello que el consumo de drogas no fiscalizadas y fiscalizadas en planteles educativos
marabinos es una realidad común entre los estudiantes. Cabe destacar que un factor de riesgo de
las adicciones que anteceden al consumo de drogas fiscalizadas es el uso de teléfonos
inteligentes en edades inadecuadas (8-9 años) y los juegos de video sin límites. (Salas, 2017)
Ante esta realidad compleja, dinámica, multicausal y pluriofensiva del consumo indebido de
drogas la Oficina Nacional Antidrogas como ente rector en esta materia en Venezuela diseñó e
implementó el Plan Nacional Antidrogas 2019- 2025, cuyo objetivo general es garantizar un
sistema de prevención integral participativo y de responsabilidad compartida pero diferenciada,
que fortalezca la prevención del problema mundial de las drogas en la República Bolivariana de
Venezuela a fin de coadyuvar en la construcción de una cultura de paz. Las acciones de este plan
están orientadas a la población general con especial atención en niños, niñas y adolescentes.
(ONA, 2019)
Con respecto al modelo educativo de Chile, se le considera el más estudiado de América
Latina porque lidera pruebas internacionales de educación en la región, al obtener los mejores
puntajes en todas las pruebas estandarizadas que miden conocimientos en educandos
latinoamericanos como PISA y TERCE. La principal peculiaridad de este modelo es que en vez
de financiar la oferta, financian a la demanda, es decir, subvencionan a los estudiantes a través
de vouchers, en vez de hacerlo a los centros educativos, esto genera una lógica de mercado, de
competencia entre los planteles por la matrícula. (Fernández, 2019)
Chile ha hecho grandes avances en materia educativa y muchos indicadores lo ubican como
líder entre los países latinoamericanos. La tasa de matriculación bruta es de 88% para niños de 4
y 5 años, casi universal (99,4%) para niños entre 6 y 11 años y alcanza a 93% de los jóvenes
entre 12 y 18 años. En todos los casos la cobertura se encuentra por encima del promedio de
América Latina, que es de 79%, 97% y 82% para cada grupo de edad, respectivamente. (Banco
de Desarrollo de América Latina, CAF, 2016)
En términos de cobertura, los mayores avances en las últimas dos décadas en Chile se
observaron en el grupo de niños de 4 y 5 años, pues durante la década de los años 90 era similar
al promedio de América Latina (43% aproximadamente). En los últimos 20 años, Chile también
logró aumentar nueve puntos porcentuales la cobertura en secundaria. (CAF, 2016)
El sistema educativo chileno ofrece coherentemente oportunidades de aprendizaje de mejor
nivel, ya que el Estado ha sido bastante activo en educación, con apoyos muy fuertes en los
últimos 20 años, siendo una característica distinta que sus políticas educativas cruzan gobiernos
de distintos signos sin variar sustancialmente. (Fernández, 2019)
En Chile la brecha de aprendizajes por nivel socioeconómico es menor que en el resto de
América Latina; ya que a través de una ley sobre subvención escolar preferencial, hace que se
destinen más recursos al 40% de la matrícula más vulnerable. La gestación de esa ley abarcó dos
gobiernos. Se lograron acuerdos de base, por lo que esa coherencia es clave debido a que el
aprendizaje tiene un ritmo orgánico. (Fernández, 2019)
Desde el año 2016 existe una ley de formación docente, que establece que los estudiantes
que ingresan a esta carrera tienen que tener un puntaje por encima de la mitad en la distribución
de habilidades; ya que se aspira que esta profesión sea prestigiosa en el país en los próximos años. Además, actualmente la carrera docente es una combinación de años de
experiencia con evaluación de desempeño para reconocer el mérito. (Fernández, 2019)
Dos de los principales retos del país es que todavía prevalecen los problemas de culminación
de estudios y el desarrollo integral de las habilidades de los jóvenes, fundamentalmente de
aquellos en hogares más vulnerables. Es por ello que Chile debe mejorar en calidad educativa y
deserción escolar. No obstante, cuenta con la tasa de graduación más alta de América Latina
(80%). (CAF, 2016)
En relación con el consumo de drogas en Chile, un estudio realizado por el Servicio Nacional
para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) determinó que
los jóvenes son los primeros consumidores de alcohol, marihuana, cocaína, pasta base y
tranquilizantes sin receta médica de América. En los últimos 10 años la prevalencia de consumo
de marihuana en población escolar pasó del 15,1% en 2011 a 30,9% en 2017, mientras la
percepción de riesgo sobre el consumo frecuente de esta droga sufrió una brusca caída entre
2011 y 2013, de 48,0% a 21,1%, estabilizándose en 21,9% en 2017. (Programa de Cooperación
entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea en políticas sobre drogas, COPOLAD, 2019)
Casi 300 mil niños y jóvenes entre octavo y cuarto medio han consumido marihuana u otras
drogas. Esto significa que uno de cada tres de nuestros niños y jóvenes está en peligro de
volverse adicto a las drogas. (COPOLAD, 2019)
Al fenómeno de la baja percepción de riesgo entre los jóvenes sobre el consumo de
marihuana, se suma que también cae la desaprobación parental. Es así que cuando se les
pregunta a los estudiantes sobre si sus padres estarían extremadamente molestos si supieran que
ha probado marihuana, se aprecia una baja muy importante desde el 2011 a 2017, de 82,3% a
67,7%. (COPOLAD, 2019)
Ante esta preocupante realidad, el gobierno chileno diseñó e implementó una política
preventiva que incorpora a toda la sociedad. Esto es, a la familia, a los planteles y a los
organismos del Estado, a través de los gobiernos locales. El “plan Elige Vivir Sin Drogas” se
enfoca en prevenir el consumo de drogas en niños, niñas y adolescentes sobre la base "de un
diagnóstico profundo y preciso de cada comunidad escolar" y sobre el diseño "de una estrategia
especial y apropiada" para cada una de esas comunidades escolares. (Prensa Presidencial, 2019).
El programa cuenta con cuatro pilares: entregar a las familias herramientas con las que
proteger a sus hijos; realizar programas preventivos en las escuelas; tener una mejor oferta
pública para que los menores disfruten de una mayor oferta de actividades deportivas, culturales
y recreativas y potenciar liderazgos sanos y positivos entre familiares, compañeros de escuela y
amigos. (Prensa Presidencial, 2019).
Con respecto a los enunciados protocolares de la presente tesis doctoral se plantea que las
políticas públicas sobre la prevención integral de las adicciones (a las drogas y
comportamentales) en la Educación Básica de Venezuela y la Educación Obligatoria de Chile se
basan en la evidencia científica, en la revisión de la literatura, en algunos modelos conceptuales,
en los derechos humanos y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones
Unidas; así como también en consensos construidos sobre la participación de políticos,
administradores, actores sociales, expertos educativos, preventores, especialistas en adicciones,
docentes y estudiantes; por lo cual las políticas educativas venezolanas y chilenas en este ámbito
tienen semejanzas y diferencias que a través del método de educación comparada se pueden
precisar a fin de proponer mejoras en las políticas educativas de prevención de las adicciones en
ambos países latinoamericanos.
Es pertinente resaltar que en lo relacionado con el contexto de justificación, se aplicara el
enfoque de la investigación cualitativa, porque se intentará comprender en profundidad las
políticas públicas de prevención integral de las adicciones en la educación básica de Venezuela y
la educación obligatoria de Chile, situando su desarrollo en un contexto nacional e internacional.
Además, se apoyará en los conocimientos y experiencias de los actores sociales involucrados.
Todo ello enmarcado en el rigor metodológico que exige este tipo de investigación social
El diseño de investigación será el estudio de casos que permitirá a la investigadora realizar un
estudio detallado, sistemático y en profundidad de las políticas públicas de prevención integral
de las adicciones en la educación básica de Venezuela y la educación obligatoria de Chile.
La muestra será de expertos seleccionados intencionalmente y se pondrá fin al muestreo
cuando se llegue al punto de saturación; es decir, cuando ya los expertos no aporten nada
novedoso en sus intervenciones. Los criterios de selección de la muestra serán de funcionarios de
la Oficina Nacional Antidrogas (ONA) y del Ministerio del Poder Popular para la Educación; así
como de profesores del subsistema de educación básica en Venezuela. Por su parte, en Chile
serán los funcionarios del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de
Drogas y Alcohol (SENDA) y del Ministerio de Educación e igualmente docentes de la
educación obligatoria de esa nación.
La técnica de recolección de datos será la entrevista en profundidad con la finalidad de que
los expertos expresen a través de una conversación con la investigadora sus opiniones y
sentimientos acerca de las políticas públicas de prevención integral de las adicciones en la
educación básica de Venezuela o de la educación obligatoria de Chile.
Cabe destacar que las unidades de análisis que se aplicaran serán: sistema educativo
venezolano y chileno, políticas públicas en prevención integral de las adicciones, políticas
públicas en prevención integral de las adicciones en la educación básica de Venezuela y en la
educación obligatoria de Chile.
Para el análisis de datos se realizará lo siguiente: a) Revisar el material, b) Reducción de los
datos, c) Interpretar los datos (diagramas, mapas conceptuales y matrices) y d) Obtención de los
resultados y conclusiones.
En la segunda fase de la investigación, se acudirá a la metodología propia de los estudios de
Educación Comparada. Por tal motivo, las fases que se aplicarán serán las siguientes:
Fase Descriptiva Analítica: Se comparará, observará y extraerá información, ordena
según las unidades de análisis o de comparación. Se presentarán datos objetivos acerca
de las unidades de análisis.
Fase Interpretativa: Se analizará adecuada y pormenorizadamente los datos y la
información recogida en la etapa previa. Se tendrá presente los contextos sociales,
culturales y educativos venezolanos y chilenos, para determinar los factores que
correlacionan con las políticas públicas en prevención integral de las adicciones en la
educación básica de Venezuela y en la educación formal de Chile
Fase de Yuxtaposición: Fase propiamente comparativa. Se presentan los datos 2 a 2 en
paralelo, relacionando las políticas públicas en prevención integral de las adicciones en la
educación básica de Venezuela con la de la educación formal de Chile. La información se
puede presentará gráficamente.
Fase Comparativa: Se realizará una lectura y comentarios de los gráficos realizados en
la fase anterior
Fase Prospectiva: Se ofrecerán propuestas de mejorar en Venezuela y Chile sus políticas
públicas en prevención integral de las adicciones en la educación básica o formal. Se
ofrecerán líneas de acción y reforma en los aspectos necesitados. (Caballero, Matarranz y
Valle, 2016)
Interrogantes de la Investigación
Se plantea como realidad central del presente estudio:
¿Cuáles son las políticas públicas sobre la prevención integral de las adicciones en la Educación
Básica de Venezuela y la Educación Formal de Chile?
Las sub realidades de la investigación serán:
1. ¿Cuáles son las políticas públicas sobre la prevención integral de las adicciones en
Venezuela?
2. Cuáles son las políticas públicas sobre la prevención integral de las adicciones (a las
drogas y comportamentales) en la Educación Básica de Venezuela?
3. ¿Cuáles son las políticas públicas sobre la prevención integral de las adicciones en
Chile?
4. Cuáles son las políticas públicas sobre la prevención integral de las adicciones (a las
drogas y comportamentales) en la Educación Obligatoria de Chile?
5. ¿Cuáles son las semejanzas y diferencias de las políticas públicas sobre la prevención
integral de las adicciones en la Educación Básica de Venezuela y la Educación
Obligatoria de Chile?
Objetivos de la Investigación
General.
Comparar las políticas públicas de prevención integral de las adicciones en la educación
básica de Venezuela con la educación obligatoria de Chile
Específicos.
1. Precisar las políticas públicas sobre la prevención integral de las adicciones en
Venezuela
2. Determinar las políticas públicas sobre la prevención integral de las adicciones (a las
drogas y comportamentales) en la Educación Básica de Venezuela
3. Especificar las políticas públicas sobre la prevención integral de las adicciones en Chile
4. Determinar las políticas públicas sobre la prevención integral de las adicciones (a las
drogas y comportamentales) en la Educación Obligatoria de Chile
5. Analizar las semejanzas y diferencias de las políticas públicas sobre la prevención
integral de las adicciones en la Educación Básica de Venezuela y la Educación
Obligatoria de Chile
Justificación
Comparar las políticas públicas de prevención integral de las adicciones en la educación
básica de Venezuela con la educación formal de Chile se justifica porque permite comprender la
realidad actual sobre las acciones que han tomado estos dos países sudamericanos para afrontar
la prevención integral de la adicciones en el ámbito educativo; así como también saber cuáles
son sus semejanzas y diferencias que las caracterizan.
Este estudio basado en evidencia científica buscará proporcionar un aporte significativo a la
educación y a la prevención de las adicciones, al brindar información veraz y actualizada que
promueva la salud y el bienestar en estos dos países latinoamericanos. Desde el punto de vista
metodológico, el desarrollo de esta investigación aportará un cuestionario que permitirá recopilar
información de los expertos en el área.
El aporte social de este estudio se aspira permita proporcionar a las autoridades que tengan
acceso al mismo información basada en la evidencia científica que mejore su abordaje de la
prevención integral de las adicciones en la educación básica de Venezuela y Chile.
Los beneficiarios directos de esta investigación se aspira que sean los estudiantes de educación
básica en Venezuela y de educación obligatoria en Chile e indirectamente serán sus familias y
comunidad y nación
Importancia de la Investigación
La presente investigación social pretende expandir los conocimientos relacionados con las
políticas educativas de prevención de las adicciones a nivel mundial y regional, conocer la
verdad sobre la problemática del consumo indebido de drogas y de las adicciones
comportamentales con énfasis en Venezuela y Chile, para concretar un abordaje más efectivo de
su prevención; previo a un proceso de análisis que permita corregir errores y/u omisiones en la
formulación e implementación de dichas políticas; lo cual conllevaría a mejorar la calidad
educativa en lo relacionado a la prevención de las adicciones en los subsistemas educativos antes
mencionados de ambas naciones.
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