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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE CIENCIAS AGRÍCOLAS
CARRERA DE INGENIERÍA AGRONÓMICA
Efecto de labranza convencional y siembra directa en las propiedades físicas de un
suelo volcánico sembrado con maíz y fréjol
Trabajo de titulación presentado como requisito previo a la obtención del Título de
Ingeniera Agrónoma
AUTORA: Eulalia Karina Vasco León
TUTOR: Ing. Agr. Manuel María Pumisacho Gualoto, M.Sc.
COTUTOR: Ing. Agr. José Antonio Espinosa Marroquín, Ph.D.
Quito, 2019
ii
DERECHOS DE AUTOR
Yo, EULALIA KARINA VASCO LEÓN en calidad de autor y titular de los derechos
morales y patrimoniales del trabajo de titulación: “EFECTO DE LABRANZA
CONVENCIONAL Y SIEMBRA DIRECTA EN LAS PROPIEDADES FÍSICAS
DE UN SUELO VOLCÁNICO SEMBRADO CON MAÍZ Y FRÉJOL”, modalidad
presencial, de conformidad con el Art. 114 del CÓDIGO ORGÁNICO DE LA
ECONOMÍA SOCIAL DE LOS CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E
INNOVACIÓN; concedo a favor de la Universidad Central del Ecuador una licencia
gratuita, intransferible y no exclusiva para el uso no comercial de la obra, con fines
estrictamente académicos o de investigación. Conservo a mi favor todos los derechos de
autor sobre la obra, establecidos en la norma citada.
Así mismo, autorizo a la Universidad Central del Ecuador para que realice la
digitalización y publicación de este trabajo de titulación en el repositorio virtual, de
conformidad a lo dispuesto en el Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.
El autor declara que la obra objeto de la presente investigación es original en su forma
de expresión y no infringe derechos de autor de terceros, asumiendo la responsabilidad
por cualquier reclamación que pueda presentarse por esta causa y liberando a la
Universidad de toda responsabilidad.
……………………………………….
Eulalia Karina Vasco León
CC. 171655350-6
Correo: [email protected]
iii
APROBACIÓN DEL TUTOR
En mi calidad de Tutor del Trabajo de Titulación, presentado por Eulalia Karina Vasco
León para optar por el Grado de Ingeniera Agrónoma, cuyo título es EFECTO DE
LABRANZA CONVENCIONAL Y SIEMBRA DIRECTA EN LAS
PROPIEDADES FÍSICAS DE UN SUELO VOLCÁNICO SEMBRADO CON
MAÍZ Y FRÉJOL, considero que dicho trabajo reúne los requisitos y méritos
suficientes para ser sometido a la presentación pública y evaluación por parte del
tribunal examinador que se designe.
En la ciudad de Quito, a los 7 días del mes de abril de 2019.
_________________________________________
Ing. Agr. Manuel María Pumisacho Gualoto, M.Sc.
DOCENTE-TUTOR
C.C.: 1705985479
iv
“EFECTO DE LABRANZA CONVENCIONAL Y SIEMBRA DIRECTA EN LAS
PROPIEDADES FÍSICAS DE UN SUELO SEMBRADO CON MAÍZ Y
FRÉJOL”.
APROBADOR POR:
Ing. Agr. Manuel María Pumisacho Gualoto, M.Sc. ________________________
TUTOR
Dr. José Antonio Espinosa Marroquín, Ph.D. ________________________
COTUTOR
Dr. Jorge Simón Pérez de Corcho Fuentes, Ph.D ________________________
PRESIDENTE DEL TRIBUNAL
Ing. Agr. Juan Edison Pazmiño González, M.Sc. ________________________
PRIMER VOCAL DEL TRIBUNAL
Ing. Agr. Juan Borja Vivero, M.Sc. ________________________
SEGUNDO VOCAL DEL TRIBUNAL
2019
v
DEDICATORIA
Dedico con todo mi amor a Dios y a la Virgen de la Dolorosa por su compañía, por sus
intercesiones, su ternura, sus auxilios y orientaciones a lo largo de toda mi vida.
A mi madre Clarita por ser la mujer que me dio la vida, y me enseñó a vivirla, por ser
un gran ejemplo de bondad, sabiduría, paciencia, por convertirse en padre y madre.
A mi hermana Amada por ser un ángel, por siempre estar ahí para mí, por compartir los
momentos impagables de nuestras vidas, por acompañarme en todos mis logros y por
ser la persona que más se alegra por ellos.
A mi sobrina Victoria por llenar de felicidad mi corazón.
† A mi Papito Edgar que nos cuida desde el cielo.
vi
AGRADECIMIENTOS
Mi agradecimiento para mi tutor Ing. Manuel Pumisacho por la confianza para el
desarrollo de este trabajo y la culminación del mismo.
A mi cotutor de tesis Dr. José Espinosa por la orientación, ayuda, consejos y sobre todo
la especial paciencia que me brindo para el desarrollo de esta tesis, por su amistad que
me permitió aprender mucho más.
Al laboratorio de suelos integrado por la, Ing. Concepción Sosa, Dr. Marco Rivera y la
Dra. Soraya Alvarado, gracias por su guía para realizar los análisis físicos de las
muestras de suelo.
A la Universidad Central del Ecuador, Facultad de Ciencias Agrícolas por darme la
oportunidad de estudiar y ser una profesional.
A mis amigos por su compañía, locuras, alegrías y tristezas a lo largo de nuestra vida
universitaria Amada, Lorena, Maritza, Lizet, Brayan, Daniel.
vii
CONTENIDO
CAPÍTULOS Pág.
1 INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………. 1
1.1 Objetivo general…………………………………………………..................... 2
1.2 Objetivos específicos…………………………………………................................. 2
1.3 Hipótesis…………………………………………………………………................... 2
2 REVISIÓN DE LITERARIA……………………………………………………………... 3
2.1 Tenencia de la tierra en Ecuador............................................................................. 3
2.2 Suelo………………………………………………………………............................. 6
2.2.1 Definición…………………………………………………………….. 6
2.2.2 Suelos de Ecuador……………………………………………………. 6
2.2.3 Características de los suelos volcánicos………………………........... 8
2.3 Degradación del suelo en Ecuador……………………………………………. 8
2.3.1 Definición…………………………………………………………….. 8
2.3.2 Situación en Ecuador…………………………………………………. 9
2.3.3 Degradación de la propiedades físicas por labranza………………….. 10
2.3.4 Efecto de la labranza convencional en el tamaño y estabilidad de
agregados……………………………………………………………… 10
2.3.5 Compactación del suelo………………………………………………. 11
2.3.6 Síntomas de la compactación del suelo………………………………. 11
2.3.7 Efecto de la compactación sobre el crecimiento vegetal……………… 11
2.4 Siembra directa………………………………………………………………... 12
3 MATERIALES Y MÉTODOS…………………………………………………………….
3.1 Ubicación y descripción del sitio experimental………………………………. 16
3.2 Materiales utilizados en la investigación…………………………………….. 16
3.2.1 Materiales e insumos para campo…………………………………….. 16
3.2.2 Materiales para muestreo de campo………………………………….. 16
3.2.3 Materiales de laboratorio……………………………………................ 17
3.2.4 Equipos de laboratorio…………………………………………........... 17
3.3 Métodos de manejo del experimento…………………………………............ 17
3.3.1 Factores a evaluarse……………………………………………........... 17
3.3.2 Tratamientos…………………………………………………….......... 17
3.3.3 Características del experimento………………………………………. 18
viii
CAPÍTULOS Pág.
3.3.4 Distribución de los tratamientos en el campo………………………… 18
3.3.5 Diseño Experimental………………………………………………….. 18
3.3.6 Análisis funcional…………………………………………………….. 19
3.3.7 Variables físicas del suelo…………………………………………….. 19
Densidad aparente…………………………………………………….. 19
Densidad real………………………………………………………….. 20
Sólidos y Porosidad Total……………………………………………... 20
Determinación de la estabilidad de los agregados del suelo tamizado
en húmedo…………………………………………………………….. 21
Determinación de la estabilidad de los agregados del suelo tamizado
en seco….……………………………………………………………... 22
Determinación del color en húmedo………………………………….. 22
3.3.8 Manejo del experimento………………………………………………. 22
Preparación del suelo de las parcelas experimentales………………… 22
Riego………………………………………………………………….. 23
Siembra……………………………………………………………….. 23
Fertilización Inicial…………………………………………………… 23
Control de malezas……………………………………………………. 23
Control de plagas……………………………………………………… 23
Cosecha……………………………………………………………….. 23
Muestreo de suelos…………………………………………………… 23
4 RESULTADOS Y DISCUSIÓN………………………………………………….. 24
4.1 Pruebas de normalidad……………………………………………………….. 24
4.2 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en la densidad aparente……….. 24
4.3 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en la densidad real…………….. 27
4.4 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en los sólidos………………….. 29
4.5 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en la porosidad total……........... 31
4.6 Estabilidad de los agregados del suelo tamizados en húmedo……………….. 33
4.6.1 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en los desagregables…… 33
4.6.2 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en los agregados
estables en agua …….………………………………………………… 34
4.7 Estabilidad de los agregados del suelo tamizados en seco……………………. 36
4.7.1
Efecto de los cultivos y los sistemas de siembra en el diámetro medio
ponderado de los agregados………………………………………....... 36
ix
CAPÍTULOS
Pág.
4.8 Color del suelo……………………………………………………………………….. 37
5 CONCLUSIONES………………………………………………………………..... 38
6 RECOMENDACIONES………………………………………………………....... 39
7 RESUMEN…………………………………………………………………………. 40
8 SUMMARY………………………………………………………………………… 42
9 BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………....... 44
10 ANEXOS…………………………………………………………………………… 55
x
ÍNDICE DE CUADROS
Cuadros Pág.
1 Tratamientos experimentales que se evaluó el efecto de labranza
convencional y siembra directa sobre las propiedades físicas del
suelo sembrado con maíz y fréjol en el segundo ciclo de siembra
17
2 Características generales del ensayo en campo 18
3 Esquema del análisis de la varianza del experimento 19
4 Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de
siembra y la interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la
DA en un suelo de Tumbaco, Pichincha. Segundo ciclo de
cultivo 2016/17.
25
5 Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de
siembra y la interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la
DR en un suelo de Tumbaco, Pichincha. Segundo ciclo de
cultivo 2016/17.
27
6 Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de
siembra y la interacción cultivos x sistemas de labranza sobre los
S en un suelo de Tumbaco, Pichincha. Segundo ciclo de cultivo
2016/17.
30
7 Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de
siembra y la interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la
PT en un suelo de Tumbaco, Pichincha. Segundo ciclo de cultivo
2016/17.
32
8 Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de
siembra y la interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la
DG en un suelo de Tumbaco, Pichincha. Segundo ciclo de
cultivo 2016/17.
33
9 Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de
siembra y la interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la
AEA en un suelo de Tumbaco, Pichincha. Segundo ciclo de
cultivo 2016/17.
34
10 Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de
siembra y la interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la
DMP en un suelo de Tumbaco, Pichincha. Segundo ciclo de
cultivo 2016/17.
36
xi
ÍNDICE DE FIGURAS
FIGURAS Pág.
1 Esquema de la distribución de las parcelas experimentales en el
campo. 18
2 Influencia de los cultivos [maíz y fréjol] y los sistemas de
siembra [siembra directa (SD) y labranza convencional (LC)]
sobre la DA. Medias con distinta letra indican diferencias
estadísticamente significativas (Tukey 0.05)
25
3 Efecto de la interacción cultivos (maíz y fréjol) y sistemas de
labranza [siembra directa (SD) y labranza convencional (LC)]
en las tres profundidades de muestreo (0-5, 5-10 y 10-20 cm)
sobre el comportamiento de la DA. Medias con distinta letra
indican diferencias estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
26
4 Influencia de los cultivos [maíz y fréjol] y los sistemas de
siembra [siembra directa (SD) y labranza convencional (LC)]
sobre la DR. Medias con distinta letra indican diferencias
estadísticamente significativas (Tukey 0.05)
28
5 Efecto de la interacción cultivos [maíz y fréjol] y sistemas de
labranza [siembra directa (SD) y labranza convencional (LC)] a
través de la profundidad de muestreo (0-5 cm), sobre el
comportamiento de la DR. Medias con distinta letra indican
diferencias estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
29
6 Influencia de los cultivos [maíz y fréjol] y los sistemas de
siembra [siembra directa (SD) y labranza convencional (LC)]
sobre los S. Medias con distinta letra indican diferencias
estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
30
7 Efecto de la interacción cultivos [maíz y fréjol] y sistemas de
labranza [siembra directa (SD) y labranza convencional (LC)] a
través de la profundidad de muestreo (0-5 cm), sobre el
comportamiento de la S. Medias con distinta letra indican
diferencias estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
31
8 Influencia de los cultivos [maíz y fréjol] y los sistemas de
siembra [siembra directa (SD) y labranza convencional (LC)]
sobre la PT. Medias con distinta letra indican diferencias
estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
33
9 Color en los sistemas de labranza [siembra directa (SD) y
labranza convencional (LC)] a través de la profundidad de
muestreo (0-5, 5-10 y 10-20cm).
37
xii
ÍNDICE DE ANEXOS
ANEXOS Pág.
1 Prueba de normalidad realiozados \Stata10 Actualizado\ 55
2 Fotografías del experimento en campo. 56
3 Fotografías del ciclo de los cultivos (maíz y fréjol) y toma de
muestras 57
4 Fotografías de muestreo de las propiedades físicas del suelo. 58
5 Fotografías de análisis de las muestras de suelos en el laboratorio
del FCA-UCE. 59
xiii
TEMA: Efecto de labranza convencional y siembra directa en las propiedades físicas de
un suelo volcánico sembrado con maíz y fréjol
Autora: Eulalia Karina Vasco León
Tutor: Manuel María Pumisacho Gualoto, M.Sc.
Cotutor: José Antonio Espinosa Marroquín, Ph.D.
RESUMEN
La labranza convencional (LC) ha degradado las propiedades físicas del suelo en
amplias áreas del mundo. Se han buscado alternativas para manejar el suelo en forma
sostenible, entre ellas la siembra directa (SD), pero los pequeños productores de la
Sierra de Ecuador no la han adoptado por diversas razones. El objetivo de esta
investigación fue evaluar el efecto de la LC y SD en el comportamiento de las
propiedades físicas de un Mollisol de origen volcánico a tres profundidades (0-5, 5-10 y
10-20 cm) en el perfil del suelo cultivado con dos ciclos consecutivos de maíz y fréjol
en SD y LC simulando las condiciones de pequeño productor. Se utilizó un diseño de
parcela dividida con tres repeticiones. Los valores en densidad aparente, densidad real,
porcentaje de sólidos y porosidad total fueron menores en SD y estadísticamente
diferentes de los obtenidos con LC. Por otro lado, la información obtenida demuestra
que los cambios observados en los parámetros de la determinación del comportamiento
de los agregados del suelo en SD y LC no fueron estadísticamente diferentes,
probablemente debido al poco tiempo del experimento en el campo.
PALABRAS CLAVE: DENSIDAD APARENTE, POROSIDAD, AGREGADOS DEL
SUELO, LABRANZA CONSERVACIONISTA
xiv
TITLE: Effect of conventional tillage and direct sowing on the physical properties of a
volcanic soil planted with corn and beans.
Autora: Eulalia Karina Vasco León
Tutor: Manuel María Pumisacho Gualoto, M.Sc.
Cotutor: José Antonio Espinosa Marroquín, Ph.D.
Conventional tillage (CT) has degraded soil physical properties in ample areas of the
world. New alternatives for tillage management have been developed, among them no-
till (NT), but small farmers in the Ecuadorian Highlands have not adopted it due to
various reasons. The objective of this project was to evaluate the effect of CT and NT
on the behavior of the soil physical properties in a Mollisol of volcanic origin at three
soil depths (0-5, 5-10, and 10-20 cm) of the soil profile cultivated with two consecutive
cycles of corn and beans simulating small farmers´ conditions. A split plot design with
three replications was utilized. Data suggests that the changes in bulk density, real
density, percentage of solids, and total porosity are smaller in NT and statistically
different form the ones obtained with CT. On the other hand, collected information
demonstrates that the changes observed in the parameters utilized to evaluate the
behavior of soil aggregates in the plots of NT and CT were not statistically different,
probably due to the short term of the experiment in the field.
KEY WORDS: BULK DENSITY, POSROSITY, AGGREGATES THE SOIL,
CONSERVATION TILLAGE
1
1. INTRODUCCIÓN
Tiempo después de que algunos seres humanos aprendieran a cultivar se logró producir
suficientes excedentes de alimentos para permitir que las personas puedan perseguir otros
objetivos que no fueran cazar y recolectar (Crofton, 2014). Con el tiempo se intensificó el
uso del suelo e hizo posible la invención del arado, invento que quizá, en ese momento, fue
el más revolucionario en la agricultura porque facilitó las labores de labranza en el campo
que antes se hacían con herramientas rudimentarias (FAO, 1978).
El constante incremento de la población mundial y la consecuente mayor demanda de
alimentos puede ser satisfecha solamente con la utilización de más tierra para cultivo
debido a que la expansión de la frontera agrícola está llegando rápidamente a su límite. De
acuerdo con (Lambin & Meyfroidt, 2011), se estima que el rango de disponibilidad de
nueva tierra para agricultura en el año 2030 sería, en el mejor de los casos, de 223 millones
de ha, pero con la demanda de más tierra para la agricultura el área disponible se agotaría
entre el año 2020 y 2050 dependiendo de la intensidad de incorporación de tierra a la
agricultura. En estas condiciones, el poder satisfacer las necesidades de alimentos de la
población se lograría consiguiendo mejores rendimientos de los cultivos por unidad de área
y evitando la degradación de suelo bajo cultivo (Tilman et al., 2011).
En Ecuador, la tierra agrícola ha sido totalmente ocupada y la única posibilidad de
expansión de la frontera agrícola incluye la utilización de áreas frágiles para producción
como los páramos y los humedades (Brassel et al., 2008). El uso de la tierra,
particularmente en la Sierra, es intenso como consecuencia de las formas de tenencia que
ha promovido la presencia de un gran grupo de propietarios de pequeños lotes (Boada &
Espinosa, 2017). La agricultura de estos productores se caracteriza por el constante
movimiento del suelo con las labores de labranza para preparar la cama de siembra y para
el control de malezas, prácticas que afectan las propiedades físicas, químicas y biológicas
del suelo, promueven la erosión y limitan substancialmente los rendimientos (Espinosa,
2014; Vogel, 2000).
Una de las mejores prácticas de manejo para controlar la erosión y para mejorar la
propiedades del suelo es la siembra directa (SD), práctica que consiste en eliminar
completamente la labranza, sembrando los cultivos sobre el residuo de los cultivos
anteriores (Baker & Saxton, 2008; Dabalá, 2009; Lal, 2006). Un eficiente manejo de los
rastrojos con la SD permite reintegrar al suelo aproximadamente el 50 % de la biomasa
producida por el cultivo anterior, lo que promueve la acumulación de carbono orgánico en
el perfil con los consecuentes efectos benéficos sobre las características del suelo
(Alvarado et al., 2011; Lal et al., 2007).
La Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Central del Ecuador, consciente de la
problemática que ocasiona la labranza del suelo, ha iniciado un proceso de investigación en
2
diferentes frentes orientados a reducir la labranza y evaluar los cambios en las propiedades
del suelo cultivado con diferentes rotaciones. El presente estudio buscará evaluar el efecto
del segundo ciclo de SD en los cultivos de fréjol maíz en comparación con la labranza
convencional (LC) en las propiedades físicas del suelo.
1.1 Objetivo General
Evaluar el efecto de labranza convencional y siembra directa en las propiedades físicas de
un suelo volcánico sembrado con maíz y fréjol.
1.2 Objetivos Específicos
– Evaluar los cambios en las características físicas del suelo a tres profundidades (0-5, 5-
10 y 10-20 cm) causados por la utilización de LC y SD en un suelo volcánico sembrado
con dos ciclos consecutivos de maíz y fréjol.
– Determinar en forma cualitativa los cambios en color de suelo a tres profundidades (0-
5, 5-10 y 10-20 cm) causados por la utilización de LC y SD en un suelo volcánico
sembrado con dos ciclos consecutivos de maíz y fréjol.
1.3 Hipótesis
– Ho: La labranza convencional y siembra directa no influyen en el comportamiento de
las propiedades físicas del suelo a tres profundidades (0-5, 5-10 y 10-20 cm) sembrado
con dos ciclos consecutivos de maíz y fréjol.
3
2 REVISIÓN DE LITERATURA
2.1 Tenencia de la tierra en Ecuador
A lo largo de la historia, la agricultura ha sido una de las actividades que cambió el curso
de la humanidad a través de su empeño por mejorar e incrementar la biodiversidad para
satisfacer las necesidades alimentarias de la población (Borja & Valdivia, 2015). Hace
alrededor de 100 000 años antes de nuestra era los humanos empezaron a extenderse desde
África y emprendieron la población del resto del mundo acarreando sus experiencias de
recolección de frutos, cacería y pesca que les permitían subsistir en los sitios de migración
(Crofton, 2014).
El hombre llegó América hace 12 000 años y durante algunos milenios existieron
transformaciones notables como el aparecimiento de la agricultura y la domesticación de
las plantas (Ayala, 2008; Larrea, 2005). El maíz (Zea mays), el fréjol (Phaseolus lunatus y
P. vulagaris) y la calabaza (Curcubita pepo) fueron domesticados en Mesoamérica hace 3
500 años. En los Andes y la Amazonia, en el periodo entre 3 500 a 2 500 antes de nuestra
era se domesticó la papa (Solanum tuberosum) y la mandioca (Manihot escuelenta)
(Guillén, 2012). La adopción de la agricultura fue paulatina y surgió independientemente
en los diferentes sitios de asentamiento (Casas et al., 1995).
La historia de lo que hoy es Ecuador se inicia hace miles de años, como lo indica la
presencia de numerosas culturas indígenas que arribaron al territorio antes de ser
conquistadas por los Incas. Ejemplos de estas antiguas culturas fueron la cultura Valdivia,
que alcanzó su plenitud 3 500 años antes de Cristo en lo que hoy es la provincia del
Guayas y la cultura Inga de los valles andinos, donde se asentaron debido a las mejores
condiciones de clima. Estos asentamientos se iniciaron como aldeas agrícolas que luego se
consolidaron en complejas y estructuradas sociedades (Ayala, 2008).
Con el pasar de los años se consolidaron en las tierras altas de Ecuador sociedades
avanzadas como los Cañaris y Puruháes que fueron sometidas por el pujante imperio Inca
que culminó su expansión en América del Sur en la década de 1470. Una vez que
consolidado, el imperio incaico se estabilizó como una sociedad basaba principalmente en
la agricultura dedicada al cultivo de maíz, papa, coca, algodón y otros productos propios de
sus zonas de influencia logrando desarrollar técnicas de manejo de suelo y cultivos como
los camellones, terrazas, riego y fertilización (Ayala, 1995; Núñez & Alric, 1995).
El Imperio de los Incas se desmoronó tras la llegada de los españoles al Cuzco y de allí en
adelante España colonizó grandes extensiones en América del Sur cambiando radicalmente
la situación de tenencia y uso de la tierra. Desde el inicio los conquistadores se apropiaron
de las tierras que por ancestro pertenecían a los nativos, despojo que se produjo arguyendo
de que la posesión era derecho de conquista. Así aparecieron los encomenderos que
4
hicieron propias grandes extensiones de tierra productiva (Núñez & Alric, 1995; Tupiza &
Luz, 2012). Como consecuencia de esta situación los principios, técnicas y prácticas
culturales de la agricultura andina fueron eliminados paulatinamente y se adoptaron
patrones productivos diferentes como el sistema de monocultivo (Borja & Valdivia, 2015).
Con el paso del tiempo, las tierras en manos de los nativos fueron reduciéndose en tamaño
y calidad y muchas comunidades quedaron con extensiones limitadas de tierra fértil,
ubicadas en laderas generalmente áridas y sin riego (Yánez, 1994).
Luego de 300 años de dominación española, el Ecuador se constituye en República
independiente en 1830, pero la agricultura continuó siempre ligada a la tenencia de la
tierra. Los poseedores de latifundios lograron que no se expidan leyes que afecten sus
intereses. El sistema de haciendas se consolidó, particularmente en la Sierra, tomando
progresivamente las tierras de los indígenas localizadas en los valles obligándoles a utilizar
tierras en las laderas (Brassel et al., 2008; Hidalgo et al., 2011). Entre 1988 y 1920 se
consolidaron las plantaciones en la Costa promoviendo el monocultivo de café (Coffea
arabica), tagua (Phytelephas aequatorialis), cacao (Theobroma cacao), banano (Musa
paradisiaca), caña de azúcar (Saccharum officinarum) y actualmente palma africana
(Elaeis guineensis). En la sierra se mantuvo el huasipungo y el concertaje dentro de las
haciendas (Sanmartín, 2016).
En 1964 se formuló la Ley de Reforma Agraria y de Colonización en consulta con las
Cámaras de Agricultura, especialmente de la Costa, y en 1973 el gobierno militar expidió
el Decreto 1172 denominado Ley de Reforma Agraria. Estas leyes fueron instrumentos que
pretendían iniciar un proceso de cambio gradual y ordenado de la estructura agraria del
país en sus aspectos económico, cultural, social y político, por medio de operaciones
planificadas de afectación y redistribución de la tierra (Rodriguez, 2016).
De algún modo, las reformas agrarias iniciales tuvieron un doble rostro, por un lado,
proporcionaron la consolidación del capitalismo en el sector agrario ecuatoriano al
promover la transformación de las grandes haciendas en grandes unidades de producción
capitalistas y, por otro lado, crearon las condiciones para el acceso a la tierra de un número
considerable de personas, proceso que combinado con la colonización de nuevas tierras
derivó en el surgimiento de una enorme cantidad de minifundios (García, 2006; Gondard &
Mazurek, 2001).
Luego en la década de 1990 se propuso una modificación a la política agraria al albor de la
implementación de las políticas neoliberales en el mundo. La Ley de Desarrollo Agrario se
presenta en 1994 en un proceso de contrarreforma que implicó un sin número de cambios
en las políticas agrarias, fomentados por organismos multilaterales como el Banco Mundial
y el Banco Interamericano de Desarrollo (Jordán, 2003).
5
En años recientes el país se involucra poco a poco en el mercado globalizado y se inician
las luchas sociales en contra del Tratado de Libre Comercio a mediados de la década del
2000. Esto reposicionó el debate sobre los problemas estructurales en el agro ecuatoriano,
abriendo la posibilidad de que el tema de redistribución de la tierra vuelva a ocupar un
espacio en las agendas de las organizaciones sociales del país (Salazar, 2006). En el 2010,
aparece el COOTAD (Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y
Descentralización) que es el cuerpo legal por el cual la Asamblea Nacional debe regirse
para el manejo de las tierras rurales. La desigualdad en el desarrollo territorial fue uno de
los motivos para impulsar este ambicioso proyecto legal de reorganización territorial que
debe garantizar la autonomía efectiva, la descentralización y democratización de la
tenencia de la tierra en los diferentes niveles de gobierno (Bedón, 2011). En el 2016 se
aprobó y está vigente la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, Uso y Gestión del
Suelo como otra opción para confrontar el problema de tenencia de la tierra. Esta ley busca
establecer las reglas generales que rigen las competencias de ordenamiento territorial, uso
y gestión del suelo urbano y rural (Barrezueta, 2016).
Una vez analizada la cronología de la tenencia de la tierra en torno a la agricultura en
Ecuador, claramente se observa que las leyes de reforma agraria no mitigaron el problema
de la concentración de la tierra en pocas manos y la expansión del minifundio, condiciones
que han contribuido a que los suelos a nivel nacional estén enfrentando graves procesos de
erosión que degradan aceleradamente el suelo (Garrido, 2013). El 50 % del suelo cultivado
en el país está perturbado por algún tipo de degradación como la compactación, pérdida de
la estructura e incremento en el potencial de erosión, especialmente cuando se utilizan
prácticas agrícolas que afectan el suelo como nivelación, labranza y tráfico de maquinaria
pesada en condiciones de alta humedad (Gómez et al., 2018; Martínez, 2013). Se considera
que la pobreza en la Sierra está directamente vinculada al deterioro del recurso suelo por el
intenso uso del recurso con precaria agricultura conducida en lotes pequeños. Sin embargo,
el desarrollo agrícola y la apertura de las grandes empresas al mercado internacional de
productos agrícolas también utiliza el suelo de forma intensa con tecnología diferente, pero
también lo expone a severa degradación. El proceso de degradación de los suelo,
particularmente por erosión, obligó a los pequeños agricultores, y en ocasiones los pobres
sin tierra, a buscar nuevas áreas para cultivo forzándolos a cultivar suelos frágiles como
aquellos ubicados en áreas con pendientes pronunciadas y en áreas de reserva (páramos).
Esto ha hecho más precaria la situación de los campesinos pobres que ven de esta forma
amenazada su misma supervivencia (Cevallos, 1984; Espinosa, 2014; Mazoyer, 2001).
6
2.2 Suelo
2.2.1 Definición
Según la FAO (1994), el suelo es aquella capa muy delgada que cubre la superficie del
planeta y que se ha formado muy lentamente, a través de los siglos, por la desintegración
de las rocas superficiales por la acción del agua, los cambios de temperatura y el viento.
Las plantas y animales que crecen y mueren dentro y sobre el suelo son descompuestos por
la acción de microorganismos que los transforman en material orgánico estable y lo
mezclan con el suelo.
Por otro lado, para Jaramillo et al. (1994), el suelo está constituido por la capa delgada
(pocos cm hasta algunos m de espesor), de material no consolidado que se forma de la
interacción de la atmósfera (aire, agua, temperatura, viento, etc.), la litosfera (rocas,
sedimentos) y la biosfera para producir intercambios de materiales y energía entre la fase
inerte y la fase viva generando un sistema complejo. Por esta razón, el suelo es un ente
dinámico, sensible a la influencias del entorno, es decir, el suelo no es solamente aquel
simple material derivado de la meteorización de las rocas a través de ciclos geológicos. En
general, del volumen total del suelo, el 50 % está constituido por materiales sólidos (45%
minerales y 5% materia orgánica) y 50 % por espacio poroso por donde circula el agua con
nutrientes y el aire (Alcalde, 2015).
2.2.2 Suelos de Ecuador
La Cordillera de Los Andes divide al Ecuador en tres regiones, Costa, Sierra y Amazonía,
dando lugar a sistemas diversos de climas, suelos, biodiversidad y paisajes promovidos
por la latitud y la altitud. La Costa se extiende desde nivel del mar hasta 1 200 msnm en la
Cordillera occidental de los Andes. La región Sierra, conformada por las cordilleras
Occidental y Oriental, se encuentra dispuesta en dirección norte - sur, con abruptas
vertientes exteriores. La Sierra se caracteriza por una reducción de altitudes y masividad
también de norte a sur. La región Amazónica se inicia desde el pie de la vertiente oriental
de la cordillera de los Andes, sin embargo, entre los 500 y 1 500 msnm se encuentra una
faja de 50 km de ancho que se asemeja a una tercera cordillera, para luego desde la cota
300 msnm continuar con la llanura amazónica que se extiende hasta la frontera con Perú al
este. Finalmente, la región de Galápagos que está conformada por 13 islas mayores
localizadas entre 900 y 1 200 km del continente que se formaron por volcanes que
emergieron del mar (Moreno et al., 2018; Winckell, 1982).
El gran macizo de la Sierra es la barrera montañosa más notoria en el Ecuador. La Sierra
está conformada por las cordilleras Occidental y Oriental que de disponen en dirección
norte sur con vertientes exteriores muy abruptas que gradualmente declinan en altitud a
medida llegan a las llanuras de la Costa o de la Amazonía (IGM, 2013). El 23 % de la
7
tierra de la región Sierra (1.4 millones de ha) es apta para uso agrícola, son tierras
localizadas en áreas planas a moderadamente onduladas de los valles interiores de
condiciones favorables para muchos y variados cultivos. El 24 % (aproximadamente 1.5
millones de ha) corresponde a áreas con pendientes moderadamente pronunciadas y
grandes cárcavas producto de erosión geológica de tierras marginales, pero que en gran
parte han sido incorporadas a producción por el avance de la frontera agrícola. Finalmente,
el 53 % de la Sierra (3.4 millones de ha) corresponde a áreas que tienen pendientes muy
pronunciadas y serias limitaciones climáticas y de suelo para agricultura y ganadería
(incluye los declives externos e internos de la Cordillera de los Andes) y que solamente
pueden utilizarse para cobertura vegetal, forestación y reforestación (Espinosa, 2014;
Cisneros et al., 2009; PRONAREG-ORSTOM, 1982).
La Sierra se divide en tres regiones: Sierra Norte que se extiende desde la frontera con
Colombia hasta la latitud 2° 15' S (Palmira-Alausí); Sierra Central, que parte desde
Palmira-Alausí hasta la latitud de Zaruma-Saraguro al sur; y Sierra Sur que se inicia desde
Zaruma-Saraguro hasta la frontera con el Perú (IGM, 2013; Winckell et al., 1997).
La Sierra Norte está constituida por grandes macizos de 4 000 a 4 500 m.s.n.m. que están
separadas por los valles interandinos que tienen altitudes que oscilan entre los 1 600 y 3
000 m.s.n.m. El volcanismo antiguo originó las cordilleras Oriental y Cordillera
Occidental, pero en los últimos 5 000 años el intenso proceso volcánico que sufrió la
región permitió que se acumulen grandes cantidades de ceniza, coladas volcánicas y
lahares sobre las rocas ígneas y metamórficas originales. Las grandes cantidades de ceniza
volcánica depositada, especialmente sobre la cordillera occidental y la llanura costera
adyacente han suavizado el relieve de estas zonas. En medio de las dos cordilleras se
formaron, producto de fallas tectónicas, estructuras volcánicas transversales denominadas
nudos que son las que dividen la depresión formada entre las cordilleras en los pequeños
valles característicos de la Sierra Norte (Pacheco, 2009). En esta región predominan los
Andisoles, pero también está presentes un cantidad apreciable de Mollisoles e Inceptisoles
(Moreno et al., 2018).
La Sierra Centro se caracteriza por la ausencia estructuras volcánicas recientes con paisajes
de apreciables extensiones con una altitud que baja progresivamente hacia el sur, donde el
punto más alto solo alcanza los 3 800 m.s.n.m. Los valles aparecen en forma escalonada
entre los 1 600 m.s.n.m. y 2 500 m.s.n.m. Estos valles se abren hacia la Costa por las
grandes incisiones en la cordillera occidental por donde salen los principales ríos de la
zona. En la Sierra Centro no existen volcanes de actividad reciente y, por lo tanto, no se
acumularon recubrimientos piroclásticos nacientes. Las cordilleras se asientan sobre rocas
ígneas y metamórficas antiguas, en las partes altas los suelos son ferralíticos-fersialíticos a
menudo humíferos, en la zona media las capas son moderadamente evolucionados con
8
características mólicas o vérticas y en las zonas bajas los suelos son poco evolucionados,
de característica vérticas (Moreno et al., 2018; Winckell et al., 1997).
La Sierra Sur se caracteriza por tener relieves abiertos, con grandes valles y depresiones
Las cimas son > 2 800 m.s.n.m y el punto de mayor altura alcanza 3 791 m.s.n.m. en las
proximidades de la frontera con Perú. La altitud disminuye en dirección Oeste y Noroeste
con relieves de formas impresionantes. Este gran macizo es solamente atravesado por la
garganta del valle del río Zamora a 1 800 msnm y la brecha sur a 2 800 m.s.n.m. En
consecuencia, en la Sierra Sur existe una alta correlación entre el tipo de suelo con la
gradiente climática, por esta razón, los suelos de la Sierra Sur tienen una secuencia
climática sobrepuesta a una paleosecuencia, en altura se formaron suelos fersialíticos,
saturados, ricos en minerales 2:1, con rastros de minerales 1:1 que se juntan con
paleosuelos ferralíticos desaturados. En cambio, en las zonas bajas se observan
principalmente Vertisoles, a menudo poco evolucionados por erosión, circundados por los
paleosuelos fersialíticos (Zebrowski & Sourdat, 1997). En la Sierra Sur no se ha
presentado actividad volcánica reciente, es decir, no han existido proyecciones
piroclásticas superficiales y los suelos se derivan exclusivamente de las transformaciones
del substrato constituido por rocas metamórficas complementadas con la presencia de
algunos depósitos sedimentarios muy localizados (Winckell et al., 1997; Zebrowski &
Sourdat, 1997).
2.2.3 Características de los suelos volcánicos
Por su productividad, los suelos volcánicos representan un recurso importante para la
agricultura en diferentes regiones del mundo. Estos suelos cubren menos del 1 % de la
superficie terrestre mundial, sin embargo, el 31 % del territorio ecuatoriano se caracteriza
por tener suelos de origen volcánico que se formaron a partir de la acumulación de
materiales piroclásticos producto de la actividad de varios volcanes, especialmente el
Cotopaxi, Tungurahua, Sangay y Reventador (García & Schlatter, 2012; Moreno et al.,
2018)
Varias son las particularidades de los suelos volcánicos que los diferencian profundamente
de los suelos provenientes de otros materiales parentales. Las más importantes son los altos
contenidos de materia orgánica, densidad aparente baja (≤ 0.9 g cm-3
), alta retención de
fosfatos y agua, alta estabilidad estructural, deshidratación irreversible, consistencia
untuosa, capacidad de intercambio catiónico (CIC) dependiente del pH, alta capacidad
tampón y alta reacción al fluoruro sódico (NaF) (Broquen et al., 2004; Dahlgren et al.,
2004; González, 2012; Hofstede et al., 1998).
Las características físicas propias de los suelos volcánicos ándicos son, en general,
beneficiosas para las actividades agrícolas. Entre éstas se destaca la estructura granular
9
estable que promueve una alta porosidad, condición que se traduce en resistencia del suelo
a la erosión (FAO, 2009). La porosidad de los suelos volcánicos está constiuida en su
mayor parte por microporos, lo que explica la alta retención de agua. Al mismo tiempo,
estos suelos muestran cambios drásticos cuando se secan al aire, los mismos que se
traducen en la contracción y ordenamiento de los agregados dando origen a una dinámica
diferente de las propiedades físicas del suelo (Barriga & Ternaus, 2005).
2.3 Degradación del suelo en Ecuador
2.3.1 Definición
Se concibe por degradación del suelo al declive temporal o permanente de su capacidad de
producción, así como también la perdida de sus cualidades intrínsecas y de sus funciones,
inducidas por la utilización de prácticas de manejo inadecuadas que provocan una
perturbación de la calidad del suelo (Romero, 2014; Zavala et al., 2012).
Cuando los procesos de degradación se suceden sin la intervención del hombre,
generalmente se suscitan lentamente a una velocidad que está en proporción con la
velocidad de restauración natural. Sin embargo, la degradación acelerada de la tierra se
produce, comúnmente, como resultado de la intervención humana en el ambiente, sea por
despreocupación frente a la abundancia de los recursos naturales o por presión por escases
de tierra, lo que finalmente conduce a la degradación del suelo y la consecuente afectación
de la calidad de vida de todo ser humano (de Noni & Trujillo, 1986; Stocking &
Murnaghan, 2003).
2.3.2 Situación en Ecuador
Según la FLACSO (2008) y Conforme (2014), los estudios de degradación del suelo, que
en Ecuador se iniciaron entre las décadas de los años 1980 y 1990, ponen particular
énfasis en el papel de los agentes climáticos y de la topografía en la degradación del suelo.
Sin embargo, no dejan de lado la intervención del hombre con la intensificación del uso
agrícola de la tierra y la utilización de sistemas de labranza más agresivos que inducen
cambios profundos en las características del suelo y la vegetación.
La información sobre uso del suelo presentada por Nieto et al. (2017) demuestra que al
2012 los cultivos permanentes representaron el 11.26 % del uso total del país y los cultivos
transitorios tuvieron una participación del 8.58 %. A nivel regional se observa que la costa
cuenta con mayor representación de cultivos permanentes con 70,04 %, seguido por la
Sierra con 20,94 % y el Oriente con 9,02 %. Para el caso de los cultivos transitorios la
distribución es igual, en la región Costa están el 61,36 %, en la Sierra con el 34,43 % y la
región Oriental 4,20 %.
10
Se considera que el 50 % del país está afectado por el fenómeno de erosión, alrededor del
15 % de la tierra afectada pertenece al callejón interandino en alturas que van desde los
1500 a 3000 m.s.n.m. Esta es una zona afectada fuertemente por la pérdida de suelo por
erosión y consecuentemente presenta baja productividad. El 35 % restante corresponde a
la zona de límite de la frontera agrícola en tierras altas, los flancos exteriores de la
Cordillera de los Andes, la región costanera y la Amazonía (Mora et al., 2010; Santos &
Castro, 2012).
2.3.3 Degradación de la propiedades físicas por labranza
La labranza convencional (LC), que se realiza con un constante movimiento del suelo, ha
sido por mucho tiempo una de las operaciones más importantes para preparar el suelo para
colocar la semilla y para controlar malezas. Todavía se considera en muchos sectores que
el suelo arado y limpio es un suelo bien manejado y que otros sistemas menos intensivos,
que dejan los residuos en el campo, son sistemas desordenados y mal manejados (Braunack
& Dexter, 1989). La LC modifica profundamente la calidad de suelo al promover con la
remoción procesos dinámicos que causan profundos cambios en las propiedades físicas del
suelo que persisten en el tiempo y que pueden afectar significativamente a los cultivos
(Venialgo et al., 2002). Entre las propiedades físicas del suelo más importantes para la
agricultura están la densidad aparente, densidad real, estructura y porosidad (Calvache,
2010).
2.3.4 Efecto de la labranza convencional en el tamaño y estabilidad de agregados
Los principales efectos de la degradación del suelo promovidos por la labranza son físicos
y se expresan por cambios en la estructura y la estabilidad de los agregados. Estos
cambios, por ser de naturaleza dinámica, se consideran indicadores sensibles de la
degradación de los suelos. La compactación afecta la agregación y estabilidad del suelo
debido a que la dinámica del espacio poroso depende en gran medida de la forma, tamaño,
distribución y estabilidad de los agregados lo que controla el movimiento y la
disponibilidad del agua y aire en el suelo (Cabria et al., 2002). La resistencia que los
agregados superficiales del suelo ofrecen al impacto de la gota de lluvia se manifiesta por
una mayor o menor susceptibilidad a la formación de sellado. Sin embargo, la ruptura de
los agregados de gran tamaño, producto de la frecuente e intensa LC, permite que la gota
de lluvia desintegre los agregados resultantes creando una variación en la tasa de
penetración del agua que facilita la acumulación superficial y la generación de escorrentía
superficial (Meza & Geissert, 2003).
11
2.3.5 Compactación del suelo
Se considera que la compactación del suelo es la forma más seria de degradación
promovida por la LC (FAO, 2011). La aplicación de carga o presión sobre el suelo no
saturado reduce los poros y aumenta la densidad, es decir, compacta el suelo. Las secuelas
más severas se observan en el horizonte removido de los sistemas convencionales de
preparación del suelo cuyos valores de densidad aparente son superiores a 1.6 g/cm3
(Albán, 2009).
La compactación excesiva puede restringir la absorción de nutrientes, infiltración y
redistribución del agua, intercambio gaseoso y desarrollo del sistema radicular resultando
una apreciable disminución de la producción y en el aumento de la erosión y de la energía
necesaria para la preparación del suelo (Melani, 2013).
2.3.6 Síntomas de la compactación del suelo
En vista de que la compactación afecta directamente el crecimiento de las raíces, debido a
la resistencia del suelo a ser penetrado que se produce por la ausencia de espacio poroso, se
pueden observar síntomas particulares en la superficie del suelo. Primero se forma una
costra en forma de un fino micro horizonte de sellado superficial de 0.02 a 0.1 mm
desarrollado por la rotura de la estructura de los agregados y la posterior deposición y
arreglo de las partículas individuales de suelo que se encuentran en suspensión en el agua
acumulada por la lluvia. Esta costra tapona el sistema poroso y no deja que el agua penetre
en el suelo y se mueva por los poros (Barreiro, 2007; García et al., 2009). Además del
estancamiento producido por el sellado, es fácil observar otros síntomas como erosión
hídrica excesiva y la presencia de residuos vegetales parcialmente descompuestos por
muchos meses después de haber sido incorporados al suelo (García et al., 2009).
La compactación toma distintos matices a través del perfil del suelo. En general, tiende a
aumentar en la profundidad, debido a que disminuye el contenido de materia orgánica del
suelo (MOS), lo que reduce la agregación y la porosidad total en los horizontes más
profundos que son más compactos que los superficiales que son granulados y ricos en
humus. Por otra parte, con la profundidad aumenta la compactación causada por el peso de
las capas superiores y aumenta el taponamiento de los poros con materiales finos en los
poros mayores (Scalone, 2011).
2.3.7 Efecto de la compactación sobre el crecimiento vegetal
La productividad del suelo no sólo depende de sus características químicas, en su mayoría
reflejadas por su contenido de nutrientes, sino también de sus características biológicas y
físicas (Mendez et al., 2016). El deterioro de las propiedades físicas del suelo promueve la
compactación como consecuencia de la reducción de los poros, pero además, esta situación
12
también reduce el contenido de agua y la cantidad de oxígeno (O2) en la atmósfera del
suelo y, como resultado, las raíces tienen una baja tasa de respiración con la consecuente
baja cantidad de energía utilizable para los procesos de absorción activa de nutrientes. El
lógico resultado de la degradación de las propiedades físicas del suelo es la disminución en
el crecimiento vegetal y por ende la merma en los rendimientos de los cultivos (Abdollahi
& Munkholm, 2014; Bejarano et al., 2005; Gil, 2007; Melgar et al., 2011).
Como se ha indicado, la LC deteriora la estructura y la consecuente compactación del
suelo reduce las dimensiones de los poros lo suficiente como para inhibir la penetración de
las raíces y a menudo lo suficientemente como para afectar el drenaje del agua a través del
suelo. Si un poro se reduce en diez veces de tamaño, la cantidad de agua que puede fluir a
través del mismo en un tiempo dado será diez veces menor en comparación con el
diámetro inicial del poro (Abdollahi & Munkholm, 2014; Moro et al., 2011).
2.4 Siembra directa
Desde los inicios de la década de 1960 los agricultores han debido adoptar alguna forma de
labranza de conservación para salvaguardar el suelo de los efectos negativos de la LC y
como una forma de restituir la fertilidad y condiciones estructurales del suelo
Aparece entonces el concepto de manejo de los cultivos sin remoción del suelo
denominado Siembra Directa (SD) que ha sido adaptado y promovido en muchos países en
el mundo. El Centro de Información sobre Tecnología de Conservación de los Estados
Unidos (Conservation Technology Information Center) define a la SD como el sistema de
preparación del suelo para la siembra en el que la remoción del suelo para la colocación de
las semillas es mínima, es decir, el suelo no se mueve desde la cosecha hasta la siguiente
siembra (Derpsch, 1998; Fawcett & Towery, 2003).
La SD se empieza a adoptar en varios países de América del Sur a fines del siglo XX, así,
en argentina aparecen las primeras experiencias con SD en la segunda mitad de la década
de 1970, pero el sistema realmente se desarrolló extensamente en el campo durante la
década del 1980 y actualmente la SD en cultivos extensivos ha remplazado al modelo de
LC (Alapin, 2009; Friedrich et al., 2017).
En Brasil se desarrolló un paquete de SD adaptado a las condiciones locales en la década
de 1970, pero la mayoría de agricultores lo abandonó porque el control de malezas era
difícil y las sembradoras ineficientes. Luego, con la introducción de herbicidas más
eficientes y el trabajo de investigación por parte de varias instituciones se desarrolló la un
paquete de SD más eficiente a finales de esta década (Landers, 2004). La SD directa fue
finalmente adoptada a fines de la década del 1980 e inicios de la de 1990 consolidándose
como una tecnología conservacionista de gran aceptación por parte de los agricultores que
13
ha sido adaptada a diferentes regiones y a diferentes niveles tecnológicos desde el grande
hasta el pequeño agricultor (Friedrich et al., 2017; Wingeyer et al., 2015).
Países como Paraguay, Bolivia y Uruguay en América del Sur también practican SD
extensivamente (Derpsch et al., 2010; Wingeyer et al., 2015), sin embargo, la adopción de
SD en otros países como Chile, Venezuela, Colombia y México no ha sido tan extensa
como en los países antes mencionados (Derpsch & Friedrich, 2010). La adopción de SD
por pequeños agricultores de las tierras altas de los Andes de América Central y del Sur no
ha sido tan exitosa por enfrentar problemas técnicos, sociales y económicos que no han
facilitado su adopción (Lal, 2006; Zamudio & León, 2008).
La investigación en SD en Ecuador se inició en la Estación Experimental Pichilingue del
Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) en el periodo de 1985 a 1990. Las
experiencias recopiladas demostraron que la SD puede mantener la capacidad productiva
del suelo y evitar los problemas de erosión hídrica en la época lluviosa y que puede
optimizar la utilización de la humedad residual del suelo para los cultivos en verano
(INIAP, 1990). Más recientemente, investigación conducida también por INIAP en lotes
de pequeños productores de la Sierra demostró también que la producción con SD puede
ser mejor que la conducida con LC con el beneficio de ayudar a controlar la erosión
(Alvarado et al., 2011). Sin embargo, ninguno de estos estudios reporta los efectos de la
adopción de SD en las propiedades físicas químicas y biológicas del suelo. Estudios
conducidos por (Acosta & Galárraga, 2011) en dos ciclos consecutivos de maíz en SD en
Santo Domingo de los Tsáchilas encontraron ligeros incrementos en MOS, pero no
reportaron cambios en las propiedades químicas del suelo. No se midieron los cambios que
el sistema pudo haber producido en las propiedades físicas del suelo.
Uno de los aspectos de la adopción de SD que causa preocupación entre agricultores y
ambientalistas es el uso de glifosato como herramienta para controlar las malezas. El
glifosato (N-fosfonometil glicina) es un herbicida sistémico no selectivo que debe aplicarse
a las hojas de las plantas que se desea controlar. El producto ingresa a través de las células
del parénquima para luego llegar al floema y distribuirse completamente en los tejidos la
planta. Una vez dentro de la planta el glifosato inhibe síntesis de los aminoácidos
aromáticos en las plantas (triptófano, fenilalanina y tirosina) mediante la inactivación de la
enzima 5-enolpiruvil- shikimato-3-fosfato-sintetasa que activa el ácido shikimico que,
entre otras cosas, controla el proceso de fotosíntesis en la planta (Nivia, 2000; Salazar &
Madrid, 2011). El uso del glifosato se popularizó por que fue uno de los factores que
permitió el desarrollo de la SD de modo que grandes extensiones de tierra en el mundo
pasaron a producir de manera sostenible al evitarse el riesgo de degradación del suelo
promovido por LC (Duke & Powles, 2008: Costa, Novillo & Alvarez, 2011).
14
En general, se considera que los riesgos de utilización de glifosato en agricultura no son
mayores debido a que varios procesos en el suelo controlan su movimiento y persistencia.
El glifosato se fija la superficie de las arcillas de carga variable presentes principalmente
en los Ultisoles, Oxisoles y Andisoles, mientras que la fijación en las arcillas de carga
permanente, presentes en Vertisoles y Mollisoles, es limitada. Por otro lado, el glifosato
también se degrada en el suelo por la intervención de diferentes microorganismos,
principalmente bacterias como las Pseudomonas. Aun cuando la magnitud de los procesos
de fijación y degradación del compuesto es diferente en suelos de diferentes características,
se considera que las pérdidas de glifosato por lixiviación son limitadas debido a los
procesos discutidos anteriormente (Araújo et al., 2003; Gimsing et al., 2007; Locke et al.,
2008; Borggaard & Gimsing, 2008).
Como en toda situación de esta naturaleza, existen apreciaciones contrapuestas y hasta
extremas en torno a la utilización del glifosato en agricultura. Así, grupos ambientalistas y
productores alternativos consideran que el uso de glifosato tiene demasiados riegos
ambientales y de salud como para ser adoptado como práctica común en la labranza de
conservación (Sirinathsinghji et al., 2015; Myers et al., 2016), mientras que otros actores
indican que existen riegos mínimos si se utiliza el producto con las precauciones esperadas
de uso (Duke at al., 2008; Lock et al., 2008).
Con seguridad, las condiciones en las cuales se desarrollarían problemas ambientales y de
salud humana y animal son aquellas en las cuales se hacen aplicaciones aéreas glifosato
para control de cultivos ilícitos. En este proceso no solamente el cultivo ilícito recibe el
producto, sino también otros cultivos, vida silvestre vegetal y animal y humanos asentados
en la zona de aplicación (Salomon et al., 2007). Otra situación que ha atraído atención es el
uso del glifosato en cultivos genéticamente modificados para resistir la acción de este
herbicida, particularmente soya y maíz. Extensas áreas de tierra en Estados Unidos, Brasil
y Argentina han sido sembradas con estos dos cultivos por más de una década,
considerándose que los riesgos ambientales del uso del glifosato en estos dos cultivos son
mínimos (Cerdeira et al., 2007; Gazziero, Adegas & Voll, 2007). Un estudio publicado por
(Locke et al., 2008) comparando el efecto de 5 años de producción continua de maíz
resistente al glifosato frente a híbridos normales que también recibieron glifosato para
control de malezas, en ambos casos bajo SD, concluyó indicando que la acumulación de
biomasa fue muy parecida en ambas situaciones, condición que incrementó el secuestro de
carbono (C) y N y promovió la presencia de una mayor y diversa población microbiana,
que son características beneficiosas para el ambiente.
Por otro lado, sin desconocer los efectos benéficos en las características del suelo
derivados de la SD en la que se utilizó glifosato en los sistemas de producción que utilizan
soya y maíz genéticamente modificados, otras voces han expresado su preocupación por
15
los potenciales problemas inducidos por la continua utilización de glifosato en estos
cultivos, tanto en problemas en la nutrición de la planta así como en la presencia de
enfermedades. Se ha demostrado que el intenso uso de glifosato en cultivos genéticamente
modificados predispone a la planta a ciertas enfermedades (por ejemplo la roya) como
resultado de la inmovilización de micronutrientes como zinc (Zn), manganeso (Mn), hierro
(Fe) y boro (B) en la rizosfera de la planta. Estos micronutrientes juegan un papel
importante en los procesos de resistencia de las plantas a las enfermedades (Johal & Huber,
2009; Martínez et al., 2018).
También se ha vuelto popular la utilización de glifosato para controlar malezas entre las
hileras de cultivos perennes como cítricos, frutales, café, banano y palma aceitera. Si bien,
el control de malezas es eficiente, la rápida translocación del glifosato de las hojas a las
raíces facilita la exudación de producto no metabolizado por el sistema radicular. Si se
considera que las raíces de las malezas y las raíces del cultivo están entrelazadas y en
contacto en suelo, es posible que el glifosato exudado sea absorbido por el cultivo perenne
causando problemas de inmovilización de micronutrientes en la rizosfera que afectan la
nutrición de la planta y la predisponen a enfermedades (Eker et al., 2006; Neumann et al.,
2006). Este problema se ha resuelto reemplazando el uso de glifosato con un control
mecánico de las malezas.
La literatura existente sobre la utilización de glifosato por pequeños productores es
limitada y generalmente asume que los daños por el uso del herbicida serían los mismos
que los producidos por el uso del material en la agricultura empresarial. Sin embargo, los
problemas latentes de erosión y baja fertilidad del suelo en las propiedades de los pequeños
productores en Ecuador provienen, en general, del movimiento del suelo para controlar
malezas (Boada & Espinosa, 2017). Se esperaría que los beneficios de la inteligente
utilización de glifosato en pequeña agricultura fueran mucho mayores que los potenciales
riesgos ambientales y de salud. Esta es la información que debería desarrollarse
conjuntamente con los la información de los efectos de la SD en el suelo y en la
producción de cultivos en agricultura familiar.
16
3 MATERIALES Y MÉTODOS
3.1 Ubicación y descripción del sitio experimental
La presente investigación se realizó en el Campo Académico Docente Experimental
Tumbaco (CADET) de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la Universidad Central del
Ecuador ubicado en la provincia de Pichincha, cantón Quito, parroquia de Tumbaco. El
sitio experimental, localizado en el lote 2.3.1 del CADET, está localizado a una altitud de 2
465 m.s.n.m. en las siguientes coordenadas geográficas: 78° 22´ 23.72´´ de longitud oeste y
a 00° 13´ 35.73´´ de latitud sur.
Las características climáticas del sitio experimental son las siguientes (INAMHI, 2016):
temperatura promedio anual: 15.7 °C; precipitación promedio anual: 867 mm; humedad
relativa: 73 %; velocidad del viento: 10 m/seg. El suelo del sitio es un Andisol clasificado
como Typic Durustand de textura franco arenosa y topografía plana.
3.2 Materiales utilizados en la investigación
A continuación de describen los materiales utilizados en las diferentes fases del
experimento:
3.2.1 Materiales de oficina
- Computador personal
- Impresora
- Libreta de campo
- Programas EndNote e InfoStat
3.2.2 Materiales e insumos para campo
- Barreno para muestra inalterada
- Etiquetas
- Cinta métrica
- Piola
- Estacas
- Cámara fotográfica
- Rastrillo
- Azadón
- Moto guadaña
- Martillo
- Navaja
- Pintura
- Semillas de: maíz y fréjol
- Rótulos
- Espeques
- Fertilizante (18-46-0)
- Urea
- Glifosato
3.2.3 Materiales para muestreo de campo
- Fundas de papel y plásticas
- Martillo
- Tabla de madera
- Bayoneta
- Anillos metálicos
- Nivel
- Cajas metálicas
- Etiquetas de color
- Muestras de suelo
- Mortero y pistilos de acero
- Vasos de precipitación de 100 ml
- Dispositivo de porcelana
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3.2.4 Materiales de laboratorio
3.2.5 Equipos de laboratorio
- Equipo para determinación de
agregados.
- Estufa
- Balanza analítica
- Dispositivo vibrador para la
determinación de tamaño de agregados
3.3 Métodos de manejo del experimento
3.3.1 Factores a evaluarse
Los factores en estudio son los siguientes:
Factor A: Cultivos
C1: Cultivo de fréjol (FRE), Variedad Campeón
C2: Cultivo de maíz (MA) Variedad Mishca
Factor B: Sistemas de labranza
S1= Sistema de Labranza Convencional (LC)
S2= Sistema de Siembra Directa (SD)
3.3.2 Tratamientos
Los tratamientos que se evaluaron son producto de la combinación de los cultivos fréjol y
maíz con los dos tipos de labranza (Cuadro 1).
Cuadro 1. Tratamientos experimentales que se evaluó el efecto de labranza convencional
y siembra directa sobre las propiedades físicas del suelo sembrado con maíz y fréjol en
el segundo ciclo de siembra.
N° Cultivo Sistemas de labranza Sigla
T1 Fréjol Labranza Convencional FRE-LC
T2 Fréjol Siembra Directa FRE-SD
T3 Maíz Labranza Convencional MA-LC
T4 Maíz Siembra Directa MA-SD
- Cajas metálicas
- Agitador
- Vasos de Aluminio
- Espátula
- Picnómetros
- Probeta de 100 ml
- Muestras de suelo
- Dispositivo de porcelana
- Tabla de Munsell
- Piseta
- Tamices del equipo con su
diámetro de 250 μm
- Mortero
- Bandejas plásticas
- Tamices
- Pistilos de acero
- Papel secante
18
3.3.3 Características del experimento
La unidad experimental en la cual se procedió con el muestreo está constituida por una
parcela de 154 m2. Las características del experimento se describen en el Cuadro 2.
Cuadro 2. Características generales del ensayo en campo.
Ítem Descripción
Número de tratamientos 4
Número de repeticiones 3
Número de unidades experimentales 12
Total área experimental 1848 m2
Área de cada parcela neta 70 m2
Total área neta 840 m2
3.3.4 Distribución de los tratamientos en el campo
La distribución de los tratamientos en el campo se presenta en el Gráfico 1.
Gráfica 1. Esquema de la distribución de las parcelas experimentales en el campo.
3.3.5 Diseño Experimental
Para analizar el efecto del cultivo y el sistema de labranza en el comportamiento de las
propiedades físicas del suelo se utilizó un Diseño de Parcela Dividida (DPD) con tres
repeticiones. El esquema del análisis de la varianza se presenta en el Cuadro 3. El mismo
19
análisis de la varianza se condujo para cada una de las profundidades (0-5, 5-10 y 10-30
cm) a las cuales se muestreó para la evaluación de las propiedades físicas del suelo.
Cuadro 3. Esquema del análisis de la varianza del experimento.
Fuentes de Variación Grados de Libertad
Total
Repetición
Cultivo (A)
Error (a)
Sistemas de labranza (B)
A X B
Error (b)
11
2
1
2
1
1
4
3.3.6 Análisis Funcional
Se realizó la prueba de Tukey al 5% de confiabilidad para determinar diferencias
estadísticas de los efectos de los cultivos y sistemas de labranza a las tres profundidades
especificadas.
3.3.7 Variables físicas del suelo
Densidad Aparente (Blake, 1976; Giraldo, 2013 ; Rojas & Peña, 2009)
Se analizaron muestras de suelo inalteradas tomadas a profundidades de 0 a 5, 5 a 10 y 10
a 20 cm. Para el muestreo del suelo a las diferentes profundidades se utilizaron anillos
biselados de volumen conocido. Las muestras se almacenaron en cajas metálicas
previamente pesadas que luego se colocaron en la estufa 105º
C hasta lograr un peso
constante. Posteriormente las cajas se pesaron nuevamente y se realizaron los cálculos
correspondientes aplicando la siguiente formula:
DA =
Peso suelo seco en la estufa
Volumen del cilindro
Volumen del cilindro = π * r2 * h
Donde:
π= 3.141592
r2= radio
h= altura
20
Densidad Real (Noguera & Vélez, 2011)
Las muestras del suelo seco usadas para densidad aparente (DA) se utilizaron para
determinar la densidad real (DR) por el método del picnómetro. En primer lugar se pesó el
picnómetro con agua destilada (valor A) y se procedió a desechar la mitad del agua
destilada del picnómetro. En un mortero se desmenuzó la muestra seca, se la tamizó y se
pesaron 5 g de suelo (valor M) y finalmente se colocó la muestra dentro del picnómetro y
se completó el volumen con agua destilada. Se dejó reposar el picnómetro durante 30
minutos para eliminar el aire contenido en los poros, inmediatamente se aforó con agua
destilada y se pesó nuevamente el picnómetro con suelo y agua destilada (valor B). Se
procedió al cálculo utilizando la siguiente fórmula:
Dónde:
M = Masa de la muestra de suelo
V = Volumen que ocupa la muestra de suelo
A = Masa del picnómetro + masa del agua destilada que ocupa todo el volumen del
picnómetro.
B = Masa del picnómetro + masa del agua destilada (que ocupa el picnómetro con 5 g de
suelo) + masa del suelo.
Sólidos y Porosidad Total (Cerisola et al., 2005; Rucks, 2004)
La porosidad total (PT) se obtuvo calculando primero los sólidos del suelo para con este
valor obtener el porcentaje de poros. Para lograr esto se utilizaron las siguientes fórmulas:
Sólidos del suelo
S = DA
; S % = DA
x 100 DR DR
DR = A
V
V = [A-(B-M)]
DR = M
[A-(B-M)]
Porosidad total
S + PT = 1
PT = 1 - DA
PT% = 100 - DA
x 100 DR DR
21
Determinación de la estabilidad de los agregados del suelo tamizando en húmedo
(Fuentes Yagüe, 2002;Ramos & Nacci, 1997)
Después del muestreo en campo se secaron las muestras al aire a temperatura ambiente
durante 15 días para luego proceder a tamizar las muestras dos tamaños de muestras (2 y <
1 mm) y se procedió a pesar 4 g de cada una de estas muestras. Simultáneamente se
preparó el agente dispersante pesando 2 g de hexametafosfato de sodio y de hidróxido de
sodio disolviéndolos completamente en un litro de agua destilada.
Posteriormente se colocó en recipientes adecuados los tamices del equipo de oscilación
(250 μm de diámetro) colocando por duplicado las muestras de suelo pesadas
anteriormente. Luego se colocaron los recipientes en una bandeja sobre un papel
absorbente con agua destilada de modo que los agregados se impregnen con agua por
capilaridad hasta que éstos estén completamente húmedos.
Los recipientes conteniendo los agregados humedecidos se colocaron en el equipo de
oscilación en el cual previamente se ubicaron en la parte inferior vasos de aluminio que
contienen 20 ml agua destilada. Se procedió a someter a las muestras a 3 minutos de
oscilación vertical y luego se retiraron los agregados. A continuación se colocaron en la
parte inferior del equipo vasos de aluminio con hexametafosfato y nuevamente las
muestras se sometieron a una oscilación vertical en el equipo durante 15 minutos y se
procedió a retirar los agregados restantes en los tamices. Se retiran los vasos de aluminio y
se llevan las dos fracciones a la estufa a 105° C durante 24 horas.
Se retiraron las muestras de la estufa y se pesaron los vasos aluminio de las dos fracciones
de desagregables y de agregados estables en agua. Los cálculos se realizaron de la
siguiente forma:
Agregados estables en agua Desagregables
AE = PMAE DG =1 – AE
PT
Peso total
PT = PMDG + PMAE
Donde:
PMDG = Peso de la muestra de los desagregables – Peso del vaso
PMAE =
Peso de la muestra de los agregados estables en agua – Peso del vaso - 0.16 (NaPO3)6
22
Determinación de la estabilidad de los agregados del suelo tamizando en seco
(Domínguez et al., 2008; Gregorich & Carter, 2007; Kemper & Rosenau, 1986;
Nimmo & Perkins, 2002)
Una vez tomadas las muestras en el campo se las trasladó al laboratorio y se las dejó secar
al aire. Para la determinación se utilizaron tamices de 16, 8, 4, 2, >1 y < 1 cm y un
dispositivo vibrador. Se ubicaron los tamices en el orden indicado en el dispositivo y se
depositó toda la muestra en el tamiz de tamaño 16 mm, se tapó para asegurar los tamices y
se llevó al dispositivo a 10 vibraciones por 30 segundos.
Una vez terminado el tiempo de vibración se procedió a pesar cada porción de la muestra
retenida en cada tamiz y se realizaron los cálculos de la siguiente forma:
∑
Determinación del color en húmedo (Campos, 2004)
Para la determinación del color del suelo se tomaron muestras se humedecieron y se
colocaron en los hoyos del dispositivo de porcelana para la lectura correspondiente con la
tabla Munsell.
3.3.8 Manejo del experimento
Los pasos que se cumplieron en el manejo del experimento se detallan a continuación:
Preparación del suelo de las parcelas experimentales
La información obtenida en esta investigación corresponde al segundo año de la
comparación de los efectos de SD y LC en las propiedades físicas del suelo en parcelas
cultivadas con dos ciclos consecutivos fréjol y maíz. El suelo en las parcelas de LC se
preparó normalmente con arado y rastra. En cambio, el suelo de las parcelas de SD no se
removió y las malezas se controlaron con glifosato 15 días antes de la siembra.
Dónde:
DMPSC = diámetro medio ponderado (mm) de suelo seco tamizado
∑ = suma del porcentaje acumulado de los agregados en cada clase
Xi = diámetro medio de cada fracción de tamaño (mm) y la proporción del
peso total de la muestra.
Wi = fracción de tamaño correspondiente, donde la suma se lleva a cabo
sobre todas las fracciones de tamaño
n = número de fracciones
23
Riego
Las parcelas recibieron riego por aspersión cuando éste era necesario para mantener las
condiciones adecuadas para la germinación y crecimiento de los cultivos.
Siembra
Para la siembra se utilizó maíz Mishca y fréjol Campeón. El maíz se sembró a 80 cm entre
hileras y 20 cm entre golpes (una semilla por golpe) y el fréjol se sembró a 60 cm entre
hileras y 30 cm entre golpe (3-4 semillas por golpe).
Fertilización inicial
Las parcelas de SD y LC de maíz se fertilizaron con una dosis general de 150 kg de N ha-1
,
mientras que en las parcelas con fréjol la dosis fue de 50 kg N ha-1
.
Control de malezas
El control de malezas durante el ciclo de cultivo se realizó cuando era necesario con
herramientas manuales en las parcelas con LC y de manera manual en las parcelas con SD.
Control de plagas
Se monitorearon los cultivos y se hicieron aplicaciones dos aplicaciones de fungicida en el
fréjol, pero no fue necesario hacer controles sanitarios en el maíz.
Cosecha
Los dos cultivos se cosecharon a madurez fisiológica y se determinó el rendimiento por
parcela y por hectárea.
Muestreo de suelos
Inmediatamente después de la cosecha se procedió a la toma de muestras para la
determinación del efecto del manejo de la labranza en las propiedades físicas del suelo. Se
tomaron muestras a tres profundidades: 0-5, 5-10 y 10-20 cm.
24
4. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados presentados en este trabajo de tesis documentan los cambios en las
propiedades físicas del suelo promovidos por implementación de siembra directa (SD) en
condiciones que semejan los escenarios de manejo del suelo que normalmente podrían
enfrentar los pequeños productores de la Sierra Norte de Ecuador. El proyecto general de
evaluación de sistemas de siembra se inició en el año 2015 y los datos del efecto de la
utilización de SD y la preparación del suelo con labranza convencional (LC) en las
propiedades del suelo después del primer año implementación fueron reportados por
Toapanta (2016). Los datos de esta tesis reflejan el efecto del manejo en las propiedades
físicas del suelo después del segundo año de establecimiento del estudio.
4.1 Pruebas de normalidad
La prueba de normalidad para las propiedades físicas del suelo evaluadas en este estudio se
presenta en el Anexo 1. Los valores de probabilidad de la normalidad (p-valores) obtenidos
utilizando la prueba de Kurtosis, tanto para los datos de las variables obtenidas del suelo
sembrado con maíz y como para las del sembrado con fréjol, demuestran que existe
normalidad de los residuos indicando que la distribución de la población muestreada tiene
comportamiento normal en todas las variables.
4.2 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en la densidad aparente (DA)
En el Cuadro 4, se presenta el análisis de varianza en el que se aplicó la prueba de Tukey
al 5 %, describe el efecto de los cultivos y sistemas de siembra en la densidad aparente
DA. Los datos demostraron que existen diferencias significativas para el factor sistema de
labranza en la capa de suelo de 0 a 5 y 5 a 10 cm. El promedio general de la DA fue de
1.35, 1.46 y 1.54 g cc para las profundidades de 0 a 5, 5 a 10 y 10 a 20 cm,
respectivamente. El coeficiente de variación fue ≤ al 2.1 %.
El Gráfico 2 muestra el efecto de los cultivos sobre la DA y no se observó diferencia
significativa. Por otro lado, el efecto de los sistemas de siembra sobre la DA en el mismo
gráfico fue estadísticamente significativo en la capa de 0 a 5, 5 a 10 y 10 a 20 cm siendo la
densidad aparente DA de la SD menor que la LC, mientras que el efecto fue
incrementándose en la siguiente capa de 5 a 10 y de 10 a 20 cm la DA de la SD es menor a
la LC. Sin embargo, cuando en el mismo gráfico se compara la DA entre las tres
profundidades de muestreo se observa la DA es substancialmente menor en la capa de 0 a 5
cm de profundidad.
25
Cuadro 4. Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de siembra y la
interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la DA en un suelo de Tumbaco,
Pichincha. Segundo ciclo de cultivo 2016/17.
Gráfico 2. Influencia de los cultivos [maíz y fréjol] y los sistemas de siembra [siembra
directa (SD) y labranza convencional (LC)] sobre la DA. Medias con distinta letra
indican diferencias estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
En el Gráfico 3, se presentan las variaciones en DA producidas por los cultivos en el perfil
del suelo en los dos sistemas de labranza. Consistentemente, los valores más bajos de DA
se registraron en SD en maíz y fréjol, posiblemente por la falta de remoción del suelo con
SD lo que permite mantener la estructura del suelo y, en consecuencia, su espacio poroso
(Keller & Håkansson, 2010; Reichert et al., 2009). Por otro lado, los valores de DA más
Fuente de Variabilidad GL Cuadrados Medios DA
0-5 cm 5-10 cm 10-20 cm
Repetición 2 2.3X10-4
ns
1.1X10-4
ns
1.1X10-3
ns
Cultivo (A) 1 2.1X10-4
ns
8.2x10-4
ns
2.1x10-4
ns
Error (A) 2 2.3x10-4
6.1x10-4
8.3x10-6
Sistema de labranza (B) 1 0.01 * 0.01 * 0.01 *
Cultivo x Sistema de labranza 1 2.1x10-4
ns
0,00 ns
2.1x10-4
ns
Error (B) 4 1.5x10-3
4.4x10-4
2.4x10-4
CVA (%) 0.36 0.53 0.63
CVB (%) 1.42 1.45 1.07
Promedio (g cc) 1.35 1.46 1.54
26
bajos se registraron en el estrato superficial del suelo (5-10 cm) cultivado con maíz y en el
cultivado con fréjol en SD, sin embargo, se observa una tendencia al incremento en DA
con la profundidad, particularmente en la LC en las capas 0-5 cm y 10-20 cm en maíz y
fréjol, respectivamente. Una de las condiciones que se desarrolla en el suelo con el tiempo
de adopción de SD es la estratificación de las propiedades físicas y químicas a través del
perfil del suelo debido a la ausencia de remoción y la acumulación de residuos orgánicos
en la superficie, sin embargo, esta condición se desarrolla paulatinamente a medida que se
estabiliza la SD en el campo (Abdollahi & Munkholm, 2014; Álvarez & Barraco, 2005;
Costantini et al., 2010; García & Picone, 2004; Grove et al., 2007). Los datos de DA
reportados por este estudio, obtenidos en el segundo año de establecimiento de la SD,
harían presumir que el proceso de estratificación está iniciándose y que la DA se está
reduciendo en las capas superiores del suelo (0-5 y 5-10 cm), posiblemente debido al
efecto de la acumulación de carbono orgánico y la mayor actividad biológica de las
estratos superiores del perfil promovidos por la ausencia de movimiento del suelo en SD,
condiciones que mejoran la agregación de las partículas del suelo y, en consecuencia,
reducen la DA (Ferreras et al., 2001; López et al., 2016; Puignau, 1995).
Gráfico 3. Efecto de la interacción cultivos (maíz y fréjol) y sistemas de labranza [siembra
directa (SD) y labranza convencional (LC)] en las tres profundidades de muestreo (0-5,
5-10 y 10-20 cm) sobre el comportamiento de la DA. Medias con distinta letra indican
diferencias estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
27
4.3 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en la densidad real (DR)
En el Cuadro 5, se presenta el análisis de varianza en el que se aplicó la prueba de Tukey
al 5 %, que describe el efecto de los cultivos y sistemas de siembra en la densidad real
(DR) del suelo. Los datos demostraron que existe diferencias significativas para el factor
cultivo en la capa de suelo de 5 a 10 y 10 a 20 cm y para el factor sistemas de labranza en
las capas de 0 a 5 cm. El promedio general de la DR fue de 2.41, 2.46 y 2.56 g cc para las
profundidades de 0 a5, 5 a 10 y 10 a 20 cm, respectivamente. El coeficiente de variación
fue ≤ al 0.96 %.
El Gráfico 4, muestra el efecto de los cultivos sobre la DR y se observó diferencia
significativa en la profundidad de 0 a 5 y de 10 a 20 cm. Por otro lado, el efecto de los
sistemas de siembra sobre la DR en el mismo gráfico fue estadísticamente significativo en
la capa de 0 a 5 y en la de 10 a 20 cm siendo la DR de la SD menor que la LC.
Cuadro 5. Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de siembra y la
interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la DR en un suelo de Tumbaco,
Pichincha. Segundo ciclo de cultivo 2016/17.
Fuente de Variabilidad GL Cuadrados Medios DR
0-5 cm 5-10 cm 10-20 cm
Repetición 2 2.2X10-4
ns
1.0X10-4
ns
2.5X10-5
ns
Cultivo (A) 1 3.3X10-4
ns
0.01 * 2.1x10-4
*
Error (A) 2 2.3x10-4
3.3x10-5
5.8x10-5
Sistema de labranza (B) 1 0.02 * 1.2X10-3
ns
1.2x10-3
ns
Cultivo x Sistema de labranza 1 8.3x10-4
ns
5.3X10-4
ns
2.1x10-4
ns
Error (B) 4 5.3x10-4
2.7x10-4
2.9x10-4
CVA (%) 0.62 0.07 0.94
CVB (%) 0.96 0.67 0.70
Promedio (g cc) 2.41 2.45 2.56
28
Gráfico 4. Influencia de los cultivos [maíz y fréjol] y los sistemas de siembra [siembra
directa (SD) y labranza convencional (LC)] sobre la DR. Medias con distinta letra indican
diferencias estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
El Gráfico 5, muestra las variaciones en DR producidas al profundizarse el muestreo en el
perfil en los dos sistemas de labranza. Se observan valores más bajos de DR en SD para las
profundidades de muestreo de 0 a 5 cm en maíz y frejol y para 5 a 10 cm en fréjol,
comportamiento parecido al presentado en DA, posiblemente por los niveles más altos
MO (IGAC, 2010; Villaseñor, 2016). La SD como una forma de reducir o evitar los efectos
negativos de la remoción continua del suelo enriquece con MO y reduce la DR en los
estratos superiores lo que debiera aumentar la capacidad del suelo de soportar la presión
ejercida por cargas externas (Fernández & Paz, 1998).
29
Gráfico 5. Efecto de la interacción cultivos [maíz y fréjol] y sistemas de labranza [siembra
directa (SD) y labranza convencional (LC)] a través de la profundidad de muestreo (0-
5 cm), sobre el comportamiento de la DR. Medias con distinta letra indican diferencias
estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
4.4 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en los sólidos (S)
En el Cuadro 6, se presenta el análisis de varianza en el que se aplicó la prueba de Tukey
al 5 %, que describe el efecto de los cultivos y sistemas de siembra sobre el porcentaje de
sólidos (S) del suelo. Los datos demostraron que solo existieron diferencias significativas
para el factor cultivo a la profundidad de 5-10 cm, mientras que para el factor sistemas de
labranza las diferencias fueron significativas en las tres profundidades de muestreo. El
promedio general del porcentaje de sólidos fue de 56.75, 57.64 y 56.63 % para las
profundidades de 0 a 5, 5 a 10 y 10 a 20 cm, respectivamente. El coeficiente de variación
fue ≤ al 2.47 %.
El Gráfico 6, muestra el efecto de los cultivos sobre los S, se observó diferencia
significativa en la profundidad de 5 a 10 cm. Por otro lado, el efecto de los sistemas de
siembra sobre los S en el mismo gráfico fue estadísticamente significativo en la capa de 5 a
10 y 10 a 20 cm indicando que el contenido de sólidos fue menor en SD que en LC. Este
comportamiento confirma el efecto de la SD sobre la Da y la DR demostrado
anteriormente.
30
Cuadro 6. Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de siembra y la
interacción cultivos x sistemas de labranza sobre los Sólidos en un suelo de Tumbaco,
Pichincha. Segundo ciclo de cultivo 2016/17.
Fuente de Variabilidad GL Cuadrados Medios S
0-5 cm 5-10 cm 10-20 cm
Repetición 2 0.34 ns 1.02 ns 3.40 ns
Cultivo (A) 1 0.50 ns 25.38 * 6.71 ns
Error (A) 2 1.40 3.04 1.06
Sistema de labranza (B) 1 7.30 * 115.13 * 173.66 *
Cultivo x Sistema de
labranza 1 2.50 ns 0.02 ns 6.71 *
Error (B) 4 0.84 0.51 0.54
CVA (%) 2.08 3.02 1.82
CVB (%) 1.62 1.23 1.30
Promedio (%) 56.75 57.64 56.53
Gráfico 6. Influencia de los cultivos [maíz y fréjol] y los sistemas de siembra [siembra
directa (SD) y labranza convencional (LC)] sobre los Sólidos. Medias con distinta letra
indican diferencias estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
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Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
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Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
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Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil Versión Estudiantil
Fréjol Labranza convencional
Maíz Siembra directa
53
56
58
61
64
Só
lid
os
(%
)
0-5 cm 5-10 cm 10-20 cm 0-5 cm 5-10 cm 10-20 cm
a
a
a
b
a
a
b
b
a
a
b
a
Cultivo Sistema de labranza
Fréjol Labranza convencional
Maíz Siembra directa
31
En el Gráfico 7, se muestran cambios producidos por la labranza en el contenido de
sólidos al profundizarse el muestreo en el perfil. Los valores de S tienden a ser bajos en SD
para todas las profundidades de muestreo tanto en maíz como en fréjol, comportamiento
que probablemente se debería al proceso de modificaciones de la organización de la fase
sólida del suelo debido a los cambios en DA (Elissondo et al., 2001; Jaramillo, 2002). Se
podría especular que en la fase sólida estarían ocurriendo reacciones físico-químicas que
tenderían a cambiar a escala macroscópica la organización de los sólidos en el suelo
(Dalurzo et al., 2005; Fernández & Paz, 1998).
Gráfico 7. Efecto de la interacción cultivos [maíz y fréjol] y sistemas de labranza [siembra
directa (SD) y labranza convencional (LC)] a través de la profundidad de muestreo (0-
5 cm), sobre el comportamiento de la S. Medias con distinta letra indican diferencias
estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
4.5 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en los porosidad total (PT)
En el Cuadro 7, se presenta el análisis de varianza en el que se aplicó la prueba de Tukey
al 5 %, que describe el efecto de los cultivos y sistemas de siembra en la porosidad total
(PT) del suelo. Los datos demostraron que no existen diferencias significativas en PT para
el factor cultivos; para el factor sistema de labranza las diferencias en PT fueron
significativas para todas las profundidades de muestreo y para la interacción de cultivo x
sistema de labranza solamente fue significativo en la capa de 10 a 20 cm. El promedio
general de la PT fue de 43.26, 42.36 y 43.47 % para las profundidades de 0 a 5, 5 a 10 y
10 a 20 cm, respectivamente. El coeficiente de variación fue ≤ al 3.37 %.
32
El Gráfico 8 muestra el efecto de los cultivos sobre la PT observándose que no existen
diferencias significativas para este factor, indicando que tanto el cultivo de maíz como el
de fréjol per se no tienen efecto sobre la PT. Por otro lado, el efecto de los sistemas de
siembra sobre la PT fue estadísticamente significativo en las capas de 0 a 5, 5 a 10 y 10 a
20 cm siendo la PT de la SD mayor que la LC en todos los casos, ratificando que este
comportamiento estaría relacionado con el comportamiento de la DA documentada
previamente en este documento probablemente debido al incremento en MO promovido
por la ausencia de movimiento del suelo con la labranza conservacionista (Kay et al., 2002;
Shaxson et al., 2016).
Cuadro 7. Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de siembra y la
interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la PT en un suelo de Tumbaco,
Pichincha. Segundo ciclo de cultivo 2016/17.
Fuente de Variabilidad GL Cuadrados Medios PT
0-5 cm 5-10 cm 10-20 cm
Repetición 2 0.34 ns
1.02 ns
3.40 ns
Cultivo (A) 1 0.50 ns
25.38 ns
6.71 ns
Error (A) 2 1.40 2.04 1.06
Sistema de labranza (B) 1 7.30 * 115.13
* 173.66
*
Cultivo x Sistema de labranza 1 2.50 ns
0.02 ns
6.71 *
Error (B) 4 0.84 0.51 0.54
CVA (%) 2.74 3.37 2.36
CVB (%) 2.11 1.68 1.71
Promedio (%) 43.26 42.36 43.47
33
Gráfico 8. Influencia de los cultivos [maíz y fréjol] y los sistemas de siembra [siembra
directa (SD) y labranza convencional (LC)] sobre la PT. Medias con distinta letra
indican diferencias estadísticamente significativas (Tukey 0.05).
4.6 Estabilidad de los agregados del suelo tamizados en húmedo
4.6.1 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en los desagregables (DG)
En el Cuadro 8, se presenta el análisis de varianza en el que se aplicó la prueba de Tukey
al 5 %, que describe el efecto de los cultivos y sistemas de siembra en los desagregables
(DG) del suelo. Los datos demostraron que no existen diferencias significativas para
cultivos, sistema de siembra y sus interacciones. El promedio general de la DG fue de
63.33, 60.75 y 57.67 % para las profundidades de 0 a 5, 5 a 10 y 10 a 20 cm,
respectivamente. El coeficiente de variación fue ≤ al 1.73 %.
34
Cuadro 8. Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de siembra y la
interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la DG en un suelo de Tumbaco,
Pichincha. Segundo ciclo de cultivo 2016/17.
Fuente de Variabilidad GL Cuadrados Medios DG
0-5 cm 5-10 cm 10-20 cm
Repetición 2 0.08 ns
1.00 ns
1.75 ns
Cultivo (A) 1 1.33 ns
0.75 ns
0.00 ns
Error (A) 2 0.08 0.01 0.25
Sistema de labranza (B) 1 0.00 ns
0.08 ns
1.33 ns
Cultivo x Sistema de labranza 1 5.33 ns
0.75 ns
0.00 ns
Error (B) 4 0.92 0.67 0.67
CVA (%) 0.45 0.16 0.87
CVB (%) 1.51 1.34 1.34
Promedio (%) 63.33 60.75 57.67
4.6.2 Efecto de los cultivos y sistemas de siembra en los agregados estables en agua
(AEA)
En el Cuadro 9, se presenta el análisis de varianza en el que se aplicó la prueba de Tukey
al 5 %, que describe el efecto de los cultivos y sistemas de siembra en los agregados
estables en agua (AEA) del suelo. Los datos demostraron que existen diferencias
significativas únicamente para el factor cultivo en la capa de suelo de 0 a 5 cm. El
promedio general de la AEA fue de 36.67, 39.25 y 42.33 % para las profundidades de 0 a
5, 5 a 10 y 10 a 20 cm, respectivamente. El coeficiente de variación fue ≤ al 2.61 %.
35
Cuadro 9. Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de siembra y la
interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la AEA en un suelo de Tumbaco,
Pichincha. Segundo ciclo de cultivo 2016/17.
Fuente de Variabilidad GL Cuadrados Medios AEA
0-5 cm 5-10 cm 10-20 cm
Repetición 2 0.08 ns
1.00 ns
1.75 ns
Cultivo (A) 1 1.33 * 0.75
ns 0.00 ns
Error (A) 2 0.14 0.20 0.25
Sistema de labranza (B) 1 0.00 ns
0.08 ns
1.33 ns
Cultivo x Sistema de labranza 1 5.33 ns
0.75 ns
0.00 ns
Error (B) 4 0.92 0.67 0.67
CVA (%) 1.02 1.14 1.18
CVB (%) 2.61 2.08 2.09
Promedio (%) 36.67 39.25 42.33
Algunos investigadores consideran que la estabilidad de los agregados es un indicativo
sensible de los cambios promovidos por los sistemas de labranza en la estructura del suelo
(Ferreras et al., 2007; Iglesias et al., 2017). Se considera que la estructuración del suelo en
agregados complejos es el resultante de la actividad de la MO que mantiene unidas las
partículas minerales frente a las fuerzas desestabilizadoras, como el humedecimiento y el
impacto de las gotas de lluvia, mediante un efecto hidrofóbico en la superficie de las
partículas minerales, disminuyendo de esta forma la velocidad de humectación de los
agregados y reduciendo el riesgo de colapso (Uribe & Rouanet, 2002; Venialgo et al.,
2002). Se esperaría que el proceso de agregación en la SD llevaría a agregados más
estables contribuyendo a la calidad del suelo (Ferreras, 2007), sin embargo, estos efectos
todavía no se muestran en este estudio probablemente debido al poco tiempo que el
experimento se encuentra en el campo y se podría especular que parecerían en el campo
con el paso del tiempo en este proyecto planificado a largo plazo. Es interesante indicar
que estos procesos no han sido evaluados antes en suelos volcánicos de la sierra de
Ecuador sometidos a labranza conservacionista.
36
4.7 Estabilidad de los agregados del suelo tamizados en seco
4.7.1 Efecto de los cultivos y los sistemas de siembra en el diámetro medio
ponderado de los agregados
En el Cuadro 10, se presenta el análisis de varianza en el que se aplicó la prueba de
Tukey al 5 %, que describe el efecto de los cultivos y sistemas de siembra en el diámetro
medio ponderado (DMP) de los agregados del suelo. Los datos demostraron que los
cambios en DMP no fueron estadísticamente diferentes para el factor cultivo, el factor
sistemas de labranza y la respectiva interacción. El promedio general del DMP fue de 8.16,
12.15 y 15.10 % para las profundidades de 0 a 5, 5 a 10 y 10 a 20 cm, respectivamente. El
coeficiente de variación fue ≤ al 13.40 %.
Cuadro 10. Análisis de varianza para los efectos de los cultivos, sistemas de siembra y la
interacción cultivos x sistemas de labranza sobre la DMP en un suelo de Tumbaco,
Pichincha. Segundo ciclo de cultivo 2016/17.
Fuente de Variabilidad GL Cuadrados Medios DMP
0-5 cm 5-10 cm 10-20 cm
Repetición 2 0.32 ns
2.99 ns
1.58 ns
Cultivo (A) 1 2.24 ns
1.61 ns
0.37 ns
Error (A) 2 0.97 1.08 0.51
Sistema de labranza (B) 1 0.43 ns
1.58 ns
0.36 ns
Cultivo x Sistema de labranza 1 1.29 ns
1.9X103 ns
0.37 ns
Error (B) 4 0.73 0.43 0.73
CVA (%) 12.07 8.55 4.72
CVB (%) 10.50 5.39 6.95
Promedio (%) 8.16 12.15 15.10
Cabe destacar que la presencia de coloides orgánicos provenientes de la transformación de
los residuos facilita y aumenta en gran medida la agregación. En condiciones de saturación
de gua la dispersión rompe los agregados débiles por la salida de aire interno cuando éste
es desplazado por el agua, sin embargo, se considera que en los sistemas establecidos de
SD la estructura se restablece porque la inmersión directa de suelo seco en agua a
presiones de aire atmosférico causa una menor ruptura de agregados generando agregados
más grandes y estables (Buenaver & Rodríguez, 2016; Solera et al., 2010). De igual forma,
los efectos esperados de la SD en el tamaño de los agregados del suelo no es todavía
visible en este experimento probablemente debido al poco tiempo del experimento en el
campo.
37
4.8 Color del suelo
En el Gráfico 9, se presenta el efecto la labranza (SD y LC) en las variaciones en húmedo
del color del suelo producidas al profundizarse el muestreo en el perfil. En forma general
se observa el contraste de color entre SD y LC en las capas de 0 a 5, 5 a 10 y 10 a 20 cm.
Las lecturas de color más oscuro en SD se deben a la evidente acumulación de substancias
húmicas en la primera y segunda capas (y probablemente en la de 10 a 20 cm) como
producto de descomposición y reacciones secundarias de síntesis de la biomasa dejada en
el suelo (Domínguez et al., 2012; Velásquez et al., 2007; Chen & Aviad, 1990) que no se
ha removido durante dos ciclos continuos de maíz y fréjol.
Gráfico 9. Color en los sistemas de labranza [siembra directa (SD) y labranza
convencional (LC)] a través de la profundidad de muestreo (0-5, 5-10 y 10-20cm).
38
5. CONCLUSIONES
La evaluación de los cambios en las propiedades físicas del suelo del sitio experimental
(Mollisol de origen volcánico) que ha sido manejado con dos formas contrastantes de
labranza [siembra directa (SD y labranza convencional (LC)] y cultivado por dos ciclos
consecutivos con maíz y de fréjol sugiere que los variaciones producidas por la SD en las
propiedades físicas empiezan a ser evidentes en el perfil del suelo luego de dos años de
iniciado el proyecto general de evaluación de sistemas de labranza que se mantendrá en
el campo por varios años más. Los efectos puntuales de la evaluación al momento son los
siguientes:
- Se encontró que el cambio en densidad aparente de las parcelas bajo SD fue
estadísticamente menor que los de LC indicando que el efecto de la ausencia de
remoción del suelo y el consecuente incremento en el contenido de materia orgánica se
está haciendo evidente. La diferencia fue mayor en la capa de 0 a 5 cm del perfil
indicando que el proceso de estratificación, común para los sistemas de producción bajo
SD, se está consolidando. Los cambios en densidad real también fueron
estadísticamente menores en los estratos de 0 a 5 y 5 a 10 cm del perfil del suelo.
- Las diferencias en la cantidad de sólidos presentes en el perfil fueron estadísticamente
menores en SD en comparación con la LC sugiriendo que en los suelos con SD hay un
aumento del espacio poroso resultado de la interacción de dos factores, ambos inducidos
por laboreo, alto contenido en materia orgánica y disminución de la compactación.
- Los cambios esperados en estabilidad estructural en SD al compararlos con LC no
fueron estadísticamente significativos, sin embargo, el comportamiento de los datos
colectados indicaría que los diferentes parámetros de evaluación de la estructura ponen
de manifiesto tendencias que llevarían a una mayor estabilidad estructural con SD con
el paso del tiempo.
- En general, los cambios en el comportamiento de las propiedades físicas en SD se están
presentando de forma paulatina y las tendencias son evidentes aun cuando experimento
ha estado en el campo solamente por 2 años consecutivos. Se espera que las diferencias
de acentúen en los próximos años promoviendo un cambio apreciable en el
comportamiento de estas características del suelo bajo labranza conservacionista en
comparación con la LC.
39
6. RECOMENDACIONES
- Continuar con el proyecto para evidenciar los cambios inducidos por la SD,
particularmente en la cobertura con residuos vegetales y su adecuada distribución.
- Mejorar el sistema de riego en las parcelas para lograr establecer y homogeneizar en
forma definitiva la SD.
- Desarrollar equipo adecuado para la siembra dentro de las parcelas con labranza de
conservación para lograr uniformidad en la distribución y germinación de las semillas.
- Complementar la evaluación de las propiedades físicas con mediciones de infiltración
del agua en el suelo.
40
7. RESUMEN
El uso intenso del suelo con la denominada labranza convencional (LC) ha degradado las
propiedades físicas del suelo en amplias áreas del mundo. La constante remoción para la
preparación del suelo destruye la agregación y, en consecuencia, se ven afectadas otras
propiedades físicas del suelo asociadas con la agregación. Estas condiciones reducen
sensiblemente la calidad del suelo y su capacidad productiva. La LC es una práctica común
entre los pequeños productores de la Sierra Norte de Ecuador. Se han buscado alternativas
para manejar el suelo en forma sostenible, entre ellas la labranza conservacionista o
siembra directa (SD). La SD no remueve el suelo y deja sobre la superficie los residuos de
la cosecha para con esto evitar degradación de las propiedades físicas, químicas y
biológicas del suelo. Si bien la SD directa ha sido aceptada y utilizada en extensas áreas en
el mundo con notables efectos sobre la calidad del suelo, los pequeños productores de la
Sierra de Ecuador no la han adoptado por razones técnicas, económicas y sociales. Este
estudio es parte del amplio estudio de sobre sistemas de labranza que la FCA de la UCE ha
emprendido para evaluar el efecto de la adopción de SD en condiciones que simulan las del
pequeño productor de la sierra. En este trabajo de investigación se presentan los datos del
segundo año de comparación entre la SD y LC.
El objetivo de esta investigación fue evaluar el efecto de la LC y SD en el comportamiento
de las propiedades físicas de un Mollisol de origen volcánico a tres profundidades (0-5, 5-
10 y 10-30 cm) en el perfil del suelo. Las parcelas con manejo de SD y LC se implantaron
en el año 2015 y este estudio reporta los resultados del efecto de la siembra de dos ciclos
consecutivos de maíz y fréjol en SD y LC. Se utilizó un Diseño de Parcela Dividida (DPD)
con tres repeticiones, la parcela grande estuvo constituida por los cultivos y la sub-parcela
por los sistemas de labranza. Se realizó un ADEVA por cada profundidad. Para establecer
las diferencias entre tratamientos se realizó con la prueba de Tukey al 5 %.
Los datos colectados sugieren que los valores de los cambios en densidad aparente,
densidad real, porcentaje de sólidos y porosidad total son menores en SD y
estadísticamente diferentes de los obtenidos con LC, particularmente en la capa de 0 a 5
cm del perfil del suelo. Se observa también que el proceso de estratificación de las
propiedades físicas a través del perfil va acentuándose en SD, condición particular de los
suelos manejados con labranza conservacionista. Todo este comportamiento sugiere que la
ausencia de movimiento del suelo y la acumulación de residuos en la superficie con SD
mejora las condiciones físicas del suelo que ha sido manejado con LC por muchos años.
Por otro lado, la información obtenida demuestra que los cambios observados en los
parámetros de la determinación del comportamiento de los agregados del suelo en SD y LC
no fueron estadísticamente diferentes, probablemente debido al poco tiempo del
experimento en el campo.
41
La lectura de color, propiedad considerada la característica más evidente del cambio de LC
a SD, demostró que existe un cambio a color más oscuro en la SD, particularmente en la
capa de 0 a 5 cm, posiblemente debido a la mayor acumulación de MO con este sistema de
labranza.
42
8. SUMMARY
Intensive soil use with what is known as conventional tillage (CT) has degraded soil
physical properties in ample areas of the world. Constant soil tillage in planting preparation
destroys soil aggregation and, in consequence, affects other soil physical properties
associated with aggregation. This situation sensibly reduces soil quality and its production
capacity. This tillage practice is common among small farmers in the Northern Sierra of
Ecuador. New alternatives for tillage management have been developed, among them
conservation tillage or no-till (NT). The absence of tillage in NT and the accumulation of
plant residues on the soil surface avoid the degradation of soil physical, chemical and
biological properties. While NT has been accepted and utilized in extensive areas in the
world with noticeable effects over soil quality, small farmers in the Ecuadorian Highlands
have not adopted the practice due to technical, economic and social reason. This study is
part of a long term study on tillage systems that the College of Agriculture, Central
University of Ecuador, has initiated to evaluate the effect of NT adoption in condition that
simulates Highland small farmers´ conditions. This particular study presents the data
collected in the second year of a NT and CT comparison.
The objective of this research project was to evaluate the effect of CT and NT on the
behavior of the soil physical properties in a Mollisol of volcanic origin at three soil depths
(0-5, 5-10, and 10-20 cm) of the soil profile. Research plots contrasting NT and CT were
initiated in 2015, but this study reports the effect of corn and beans cultivated for two
consecutive cycles, both with NT and CT. A split plot design with three replications was
utilized, the main plots were the crops and the sub-plots were the tillage systems. One
ANOVA was conducted for each soil depth. Tuckey test at 0.05 % was utilized for mean
separation.
Collected data suggests that the values of changes in bulk density, real density, percentage
of solids, and total porosity are smaller in NT and statistically different form the ones
obtained with CT, particularly at the 0-5 cm soil depth. It was also observed that the
process of stratification of the soil physical properties throughout the soil profile is now
evident in NT, condition which develops in soils under conservation tillage. All of these
suggest that the absence of soil movement and the accumulation of residues on the surface
under NT improve physical characteristics of a soil that has been managed with CT for a
long period of time.
On the other hand, collected information demonstrates that the changes observed in the
parameters utilized to evaluate the behavior of soil aggregates in the plots of NT and CT
were not statistically different, probably due to the short term of the experiment in the
field.
43
Soil color reading, color being considered the most relevant characteristic in the change
from CT to NT, indicated that there is a switch to a more darker color in the NT,
particularly in the 0-5 cm soil strata, which probably is due due to higher accumulation of
OM whit this tillage system.
44
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55
10. ANEXOS
Anexo 1
Cuadro 11. Prueba de normalidad realizados \Stata10 Actualizado\
Variables Kurtosis Prob> chi2
Densidad aparente 0.058 0.0868
Densidad real 0.154 0.2141
Solidos 0.375 0.4207
Porosidad total 0.375 0.4207
Desagregables 0.171 0.3330
Agregados estables en agua 0.171 0.3330
Diametro medio ponderado 0.142 0.2994
Prob> chi2 = > 0,05
56
Anexo 2. Fotografías del experimento en campo.
1.- Parcelas antes del inicio del segundo
ciclo de cultivos
2.- Parcelas de fréjol SD y LC antes de
iniciar el segundo ciclo
3.- Pase de arado en las parcelas de LC 4.- Pase de rastra en las parcelas de LC
5.- Segundo ciclo de fréjol en LC 6.- Segundo ciclo de fréjol en SD
57
Anexo 3. Fotografías del ciclo de los cultivos (maíz y fréjol) y toma de muestras
7.- Segundo ciclo maíz LC 8.- Segundo ciclo de maíz Sd
9.- Llenado de grano del segundo ciclo
fréjol LC
10.- Llenado de grano del segundo ciclo de
fréjol SD
11.- Inicio de muestreo 12.- Inicio de muestreo
58
Anexo 4. Fotografías de muestreo de las propiedades físicas del suelo.
13.- Muestra fréjol (0-5 cm) SD 14.- Muestra fréjol (5-10 cm )LC
15.- Muestra SD fréjol(10-20 cm) SD 16.- Colocada la muestra en la funda ziplo
luego de haberla sacado del anillo.
59
Anexo 5. Fotografías de análisis de las muestras de suelos (laboratorio del FCA).
17.- Cajas para muestras DA 18.- Muestras para DR
19.- Muestras para Agregados tamizados en
húmedo
20.- Picnómetros con las muestras para el
analisis DR
21.- Equipo de ocilacion para determminar
Agregados tamizados en húmedo
22.- Muestras inalteradas colocadas en los
tamices
23.- Vibrador para Agregados tamizados en
seco
24.- Balanza pesando cada uno de los
tamaños de los muestras para
agregados tamizados en seco.
60