tratado de las pasiones del alma de descartes
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TRATADO DE LAS PASIONES DEL ALMA DE DESCARTES. Rene Descartes (1596-‐1650), es considerado el padre de la Filosofía moderna; fue un filosofo, matemático y físico francés considerado uno de los grandes genios de la Historia de las Matemáticas y uno de los padres de las Matemáticas modernas pues fue el creador de la unión entre la Geometría y el Algebra y, por ende, se le considera creador de la Geometría Analítica. Descartes constituye el Método Científico como la única manera de llegar a la Verdad. Las principales obras filosóficas de Descartes son:
. El Discurso del Método (1637)
. Las Meditaciones Metafísicas (1641)
. Los Principios de Filosofía (1644)
. El Tratado de las Pasiones (1649)
. Reglas para la dirección del Espíritu (comenzadas en 1628 y publicadas póstumamente en 1701)
El Tratado sobre las Pasiones del Alma fue publicado en Paris en 1649 y constituye la pieza de Filosofía Moral mas elaborada por su autor; esta obra puede considerarse como el testamento filosófico de Rene Descartes. Esta obra es la última que publicó en vida, el texto, escrito a instancia de la Princesa Isabela de Bohemia, tiene como intención primera la de la analizar la posibilidad de moderar y dominar las pasiones. Para Descartes, el Cuerpo y el Alma son substancias independientes y autónomas que pueden subsistir cada una sin necesidad de la otra, pero en el Hombre aparecen unidas, están juntas y se comunican. Se debe hablar pues de las Pasiones (Estados Espirituales) como efecto de una acción del cuerpo sobre el alma, hay que describir fisiológicamente como el cuerpo puede influir sobre el alma sumergiéndola en determinados estados, a continuación es preciso ver el poder del alma sobre el cuerpo, tratar de ver en que medida el alma puede actuar sobre las pasiones, tratar de ver en que medida el alma puede actuar sobre las pasiones, enumerarlas por el modo en que aparece su objeto –primitivas y derivadas-‐ definirlas, constatar el peso de la generosidad de la que dependen las demás pasiones y concluir con que el conocimiento de las pasiones nos ayuda a no temerlas. Descartes asegura que el alma puede tener, tal vez, sus placeres propios, pero los que comparte con el cuerpo tienen su fuente en las pasiones por lo que toda la felicidad de esta vida depende de las pasiones, así como toda nuestra desgracia. La Obra, elaborada con la intención de explicar las pasiones, no como orador ni tampoco como filosofo moral sino solamente como Físico, consta de tres partes: en la primera tratara de las pasiones en general y, en ocasiones, de la naturaleza del Alma,
localización de recuerdos y pasiones, etc.; en la segunda, de las seis pasiones fundamentales y, en la tercera, de todas las demás. De hecho Descartes inicia su explicación sobre las pasiones del Alma por una descripción de la fisiología humana, para aclararla con una reflexión acerca de la moral, para darnos a entender que las mismas son el resultado de unión entre cuerpo y Alma. Nos habla sobre la Virtud y la Felicidad, sin embargo, lo mas interesante del “Tratado” es el hecho de que Descartes es uno de los primeros autores y filósofos (sino es que es el primero) que concibe otro lugar que no es el corazón como el recinto del Alma, del las pasiones y del pensamiento. El lugar que designa Descartes como fundamental para la Vida es la GLANDULA PINEAL, que aunque sabe que se encuentra en el cerebro no lo toma (al cerebro) como el centro de pensamiento (Alma). Además Descartes nos da la idea de que en nosotros residen “espíritus animales” que son los que controlan la glándula pineal; por ejemplo, para Descartes, las imágenes entran divididas para que luego estos “espíritus” las unan y se conciban como un todo. Es importante recalcar que las pasiones son todo lo que sentimos que en algún momento lo trasformamos. Descartes se esfuerza en explicar el origen natural de las pasiones como “espíritus animales” asociados a acciones de nuestro cuerpo pero que afectan a nuestra Alma. Lo propio del Alma es pensar y sus pensamientos son de dos tipos: unos son las acciones del Alma y los otros sus pasiones. Las acciones son los actos voluntarios o “voluntades” que parecen depender solo de nuestra Alma y proceden de ella. Las pasiones son agitaciones del Alma producidas por los humores del cuerpo (espíritus animales) o por la acción de la propia Alma; por el temperamento del cuerpo o por la s impresiones que se encuentran fortuitamente en el cerebro. Todas pueden ser causadas por los objetos que mueven los sentidos; por consiguiente, para hallarlas todas bastara con considerar que efectos producen en nosotros dichos objetos. Para Descartes son seis las pasiones fundamentales, la Admiración, el Amor, el Odio, el Deseo, la Alegría y la Tristeza; todas las demás son variedades particulares o mezclas de estas siendo su número indefinido.
1 LA ADMIRACION: Es la primera de todas las pasiones y no tiene contrario, esta producida por una súbita sorpresa causada en el Alma por la novedad o rareza de un objeto. Es de gran utilidad porque es el móvil del aprendizaje y la inclinación natural para el estudio y la investigación.
2 EL AMOR: Cuando algo es buenos para nosotros lo amamos. Descartes distingue entra la pasión física y el amor voluntario, juicioso, que mueve el Alma a unirse de voluntad con las cosas que considera buenas; este amor es posible porque los juicios pueden por si solos provocar emociones en el Alma. Cuando se siente “amor” por algo Descartes nos explica que los “espíritus” hacen que la sangre se bombee rápidamente por el estomago, sin detenerse en el hígado, por lo tanto llegará con tal fuerza al corazón
que nos hará sentir vivos, con sangre nueva, esta es la pasión del Amor. Del Amor brotan muchas más pasiones, mas que del Odio. El Amor es completamente bueno ya que nunca será demasiado y solamente nos causara alegrías, además de que el Amor favorece la salud, proviene del conocimiento; Descartes distingue entre el simple afecto cuando es menor el amor que sentimos por el otro del que sentimos por nosotros mismos; la amistad cuando es igual y la devoción cuando es mayor, son especies de Amor. También diferencia entre el amor que sentimos por las cosas buenas del que sentimos por las cosas bellas y da a este último el nombre de “complacencia” y puede nacer de diversos objetos y promover en nosotros deseos muy distintos; por ejemplo la belleza de las flores solo nos mueve a mirarlas y la de los frutos a comerlos.
3 EL ODIO: Es la pasión contraria del Amor, la distinción anterior es también posible respecto al Odio, según se dirija a lo malo o a lo feo; en este último caso le damos el nombre de “aversión” u horror, es la emoción causada por los “espíritus” que incitan al Alma a separarse de los objetos que se nos presentan como nocivos. Afecta a nuestra salud ya que al sentirnos mal vomitamos y nos enfermamos; además el Odio va acompañado de la la Tristeza (esta proviene del conocimiento).
4 EL DESEO: Es una agitación del Alma causado por los “espíritus” que desean para el futuro algo que le parece conveniente, así que no solo desea la presencia del bien ausente sino también la conservación del presente y la ausencia del mal. Hay tantos deseos como especies de Amor y de Odio, así por ejemplo, la curiosidad, que no es más que el deseo de conocer, difiere mucho del deseo de gloria, y este del deseo de venganza, etc. Se trata de una pasión que no tiene contrario, al igual que la admiración, y cuya propiedad principal es dar al cuerpo mas movilidad.
5 LA ALEGRIA Y LA TRISTEZA: La primera nace de la consideración sentimental del bien presente, su contraria la Tristeza “es un desagradable abatimiento en el que consiste la incomodidad que le Alma recibe del mal o de la falta que las impresiones del cerebro le representan como algo que le pertenece” (ART. 92) . Descartes distingue entre el goce de la Alegría como pasión y la Alegría puramente intelectual consistente en el goce que el Alma tiene del bien que se le representa como propio. También existe una Tristeza intelectual que nunca deja de acompañar a aquella que es propiamente una pasión; no se debe confundir la Alegría con el placer (sensación agradable) y la Tristeza con el dolor (sensación desagradable) porque “se pueden sufrir dolores con Alegría y recibir goces sensitivos que desagradan” (ART: 94).
Al estudiar los signos externos de las diferentes pasiones, Descartes, señala que, aunque parezca que la risa es unos de los principales signos de la Alegría, sin embargo, no puede originarla mas que cuando se trata de una Alegría mediocre y hay cierta Admiración o cierto Odio mezclados en ella. La experiencia demuestra que cuando estamos extraordinariamente contentos el motivo de esta Alegría no provoca
nunca risa; a veces la risa acompaña a la indignación cuando el mal que nos indigna no puede afectarnos; de modo que la Alegría, el Odio y la Admiración contribuyen a causar la risa (ART, 127). Tampoco la lagrimas proceden de una extremada Tristeza sino solamente de la Tristeza moderada que va acompañada o seguida de algún sentimiento de Amor, o también de Alegría (ART. 128). Todas estas pasiones se refieren al cuerpo y solo afectan al Alma en tanto que le esta unida. Su función natural es incitar a la mente a consentir y contribuir a las acciones que pueden servir para conservar el cuerpo o hacerle de algún modo mas perfecto; por eso las primeras son la Tristeza y la Alegría, asi el dolor nos causa primero Tristeza, luego Odio a lo que nos causa sufrimiento y, en tercer lugar, el Deseo de liberarse de ello. Igualmente l placer nos produce Alegría, hace surgir luego el Amor hacia lo que cree ser la causa y, finalmente, el Deseo de adquirir lo que pueda prolongar esa Alegría o gozar luego de una semejante. Pero la pasiones no siempre nos son útiles porque hay cosas nocivas para el cuerpo que no producen al principio ninguna Tristeza ni dan tampoco Alegría; y otras que son útiles aunque en un principio le sean incomodas. Por eso nosotros, al contrario que los animales, “debemos utilizar la experiencia y la razón para distinguir el bien del mal y conocer su justo valor, a fin de no tomar uno por otro y no dejarnos llevar a nada con exceso” (ART. 138) “Los movimientos corporales que acompañan a las pasiones pueden ser nocivos para la salud cuando son muy violentos y, al contrario, ser u ‘tiles cuando son moderados. “(ART. 141) En cuanto que pertenecen al Alma y provienen del conocimiento, el Amor y el Odio preceden a la Alegría y a la Tristeza. Descartes explica porque el Odio es siempre triste, porque el Odio es siempre real y no hay nada real por malo que sea que no tenga en si algo de bondad, “de modo que el Odio que nos aleja de algún mal nos aleja igualmente del bien al que ese mal va unido y, la privación de este bien, viendo nuestra Alma con una falta de lo que le pertenece, le causa Tristeza.” (ART.140). Si la Tristeza y el Odio deben ser rechazados aunque procedan de un verdadero conocimiento, con mas razón deben rechazarse cuando se deben a una falsa opinión. No obstante, podemos dudar si el Amor y la Alegría son buenos cuando están mal fundados, pues aún una falsa Alegría vale mas que una Tristeza aunque su causa sea verdadera; pero en el caso del Amor la cosa es mas complicada porque cuando el Odio es justo nos aleja del sujeto que contiene el mal del que conviene separarse, mientras que el Amor injusto nos une a cosas que pueden dañar o que no merecen tanta consideración como les dedicamos, lo cual degrada y rebaja. Todas esta pasiones, (Alegriz, Tristeza, Amor, Odio) producen en nosotros el Deseo por medio del cual regulan nuestras costumbres, por ello “resulta cierto que todas aquellas cuya causa es juesta pueden beneficiar”. (ART. 143)
Como las pasiones solo pueden afecta a nuestra conducta por medio del Deseo que producen debemos preocuparnos de regular justamente ese Deseo, en esto es en lo que consiste la principal utilidad de la moral. Descartes creyó que el error que mas frecuentemente cometemos en lo referente a los deseos se debe a que no distinguimos suficientemente las cosas que dependen por completo de nosotros de las que no dependen en absoluto. Nuestro bien y nuestro mal depende principalmente de las emociones interiores que son producidas en la mente por la mente misma mas que de las pasiones que dependen del cuerpo, para que nuestra Alma goce le basta con seguir exactamente la virtud. Ahora bien, de las seis principales pasiones comentadas se derivan muchas otras como la gloria, la vergüenza, la ira, la envidia, los celos, el remordimiento, el miedo, el orgullo, el desdén, la humildad, la piedad, el agradecimiento, la ingratitud, la indignación y el júbilo, solo por mencionar alguna. Las pasiones intervienen en el modo en que nuestra sangre fluye por el cuerpo haciendo que nos sintamos con frío, o con una calidez agradable dentro de cada quien. Como vemos de las pasiones se pueden sacar otras pasiones que pueden ser tanto positivas como negativas (lo contrario a la pasión original). Las pasiones nos dan todos los placeres de la vida si son bien aprovechadas, por eso debemos sacarle el “jugo” a todo lo que sentimos y vivir nuestra vida al máximo. Lo que podemos puntualizar es que sea de donde sea que las pasiones llegan a nuestro interior, lo importante es siempre vivir el momento sin dañar a las demás personas, pero tampoco llegar al punto de ser egoístas con nosotros mismos sino pensando de una manera vierta y civilizada. El Amor esta siendo reemplazado por el Odio en nuestras ciudades, en los países, donde lo único que se ve son guerras y muertes; por lo tanto debemos pensar no solo en el bien de nuestro país sino brindarles una mano a nuestros hermanos, que todos estamos en este mundo. Si estamos en este mundo es por alguna razón, debemos ayudarnos los unos a los otros a convertir este mundo en algo agradable, llenos de buenas pasiones para que nuestros hijos sigan el ejemplo y conserven las buenas obras. Y, como mencionó Descartes en otra de sus obras, nunca debemos creer en algo al 100% pero agregándole a nuestra manera, si creemos en algo luchemos por ese algo, y que ese algo se convierta en una posibilidad de ser mejores cada día, demostrando que todavía queda algo de verdaderos “humanos” en todos nosotros.