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Schoning

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  • PENSAMIENTO CRTICO / PENSAMIENTO UTPICO

    155

    tt,;>,

    Dolores Romero Lpez CEd.) (Grupo de Investigacin LEETHI)

    NACIONES LITERARIAS

    H. Bhabha .M. Espagne

    F. Fanon T. Franco Carvalhal

    1. Hutcheon J. Jurt

    SERVICIO DE PUBLICACIONES

    J. Lambert J.-C. Mainer

    A. Marino B. McGuirk R.D. Pope

    U. Schoning

    ANTHROPOS

  • ~------_._-----~---------_._._----_.

    NACIONES literarias I Dolores Romero Lpez, ed.icin y Gnlpo de Investigacin LEETHI. - Rub (Barcelona) : Antbropos Editorial; Maddd: Servicio de Publicaciones de la Editorial Complutense, 2006 364 p. ; 20 cm. - (Pensamiento Crtico I Pensamiento Utpico; 155)

    Bibliografias ISBN 84-7658-779-1

    1. Literatura - Historia y crtica Teora, etc. 2. Nacionalisll1o y literatura I. Romero Lpez, Dolores, ed. n. Grupo de Investigacin LEETHI (Madrid) . III. Servicio de Publicaciones de la Editorial Complutense (Madrid) IV. Coleccin

    82.09:323.17

    Primera edicin: 2006

    Dolores Romero Lpez, 2006 Anthropos Editorial, 2006 Edita: Anthropos Editorial. Rub (Barcelona)

    www.anthropos-editorial.com En coedicin con el Servicio de Publicaciones de la Editorial

    Complutense de Madrid ISBN: 84-7658-779-1 Depsito legal: B. 18.081-2006 Diseo, realizacin y coordinacin: Anthropos Editorial

    (Nario, S.L.), Rub. Tel.: 93 6972296/ Fax: 93 5872661 Impresin: Novagrafik. Vivaldi, 5. Monteada i Reixac

    Impreso en Espaa - Pl"inted in Spain

    Todos los derechos reservados. Esta publicacin no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en, o transmitida pOl~ un sistema de recuperacin de infOlmacn, en ninguna forma ni por ningn medio, sea mecnico, fotoqumico, electrnico, magntico, electroptico, por foto-copia, o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de la editorial.

    Para Amelia, Asun, Miriam, M. a Jos, Montse, Joaqun y M. a ngeles por sus siempre certeras palabras.

  • jiij\

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    tinacional, en Jameson y Zizek, Estudios culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo, Buenos Aires, Paids, 1998.

    304

    LA INTERNACIONALIDAD DE LAS LITERATURAS NACIONALES.

    OBSERVACIONES SOBRE LA PROBLEMTICA Y PROPUESTAS PARA SU ESTUDIO i <

    Udo Schoning

    Literatura, nacionalidad e internacionalidad son tres concep-tos habituales tanto en el lenguaje coloquial como en el acad-mico, en alemn al igual que en otros idiomas. Sin embargo, este hecho no implica obligatoriamente que sus significados sean evidentes y claros, lo cual tiene, por un lado, ciertamente sus causas y, por otro, presenta un cometido para la teora literaria.

    En consecuencia, el nombre del Centro especial de investiga-cin 529 (Sonderforschungsbereich 529) Internacionalidad de las literaturas nacionales! poda entenderse como programtico, so-bre todo, por cuanto designaba una problemtica necesitada de clarificacin. Una problemtica que aborda conceptos y funda-mentos terico-literarios y que surge tan pronto como se renun-cia a dar por sentada la evidencia de la nacionalidad o de la in-ternacionalidad de las literaturas, tan habitual en la reflexin terica sobre la literatura desde sus comienzos. As, tradicional-mente las filologas nacionales se ocupan de las literaturas na-cionales y elaboran historias de la literatura desde una perspec-tiva nacional. Sin embargo, junto a ellas estaba y est la perspectiva internacional, tal y como se presenta en la Literatu-ra Comparada, la tematologa o el estudio de f-uentes. Ambas

    " Texto revisado por el autor. Su primera publicacin es del ao 2000, "Die Internationalitat nationaler Literaturen. Bemerkungen zur Problematik und ein Vorschlag, en Udo Schoning (ed.), Intemationalitlit nationaler Literaturen, Got-tingen, Wallenstein Verlag, pp. 9-43. La traduccin ha sido realizada por Mi riam Llamas (Universidad Complutense de Madrid).

    1. Las reflexiones y tesis presentadas aqu remiten en parte a los trabajos surgidos en dicho Centro especial de investigacin, especialmente a la "Intro-duccin en Schoning (ed.), Intemationalitt.

    305

  • perspectivas terico-literarias son deorigen romntic02 y, en cual quier caso, ambas estn de alguna manera justificadas. En cam-bio, no es posible hacerlas compatibles sin problemas, como se muestra en el hecho de que perduran la una.contgua a la otra ms que unidas la una con la otra.3 Con todo, lo que s tienen e~ comn ambas es el problema bsico definitorio mencionado al principio, dicho de otro modo: el dficit existente en este asunto. Sin embargo, esta carencia no se refiere en ningn momento slo a la clasificacin necesaria del objeto de estudio, cuya deli-mitacin, como es sabido, no est carente de dificultad,4 sino que atae adems a las posibilidades conceptuales a la hora de ocuparse de dicho objeto de estudio.

    Es evidente que

  • en la hubo. lin intercambio. literario. (que aun no. se ha Investlgado. suficIentemente). !4 Y la literatura france ..

    que co.m.o especialmente nacio.nal,es en realidad espe-CIalmente InternaCIOnal tal y co.mo. se do.cumenta tambin una y o.tra vez en numerosas mo.no.grafas: 1) po.r lo. que se refiere a la

    manifiesta y deseada respecto. de la literatura clsica ' antIgua, to.do., en la Alta Edad Media, en el Renacimiento. y

    el ClaSICISmo.; 2) en cuanto. a la elabo.racin a partir de o.tras lIteraturas, en particular de la italiana, espao.la, inglesa yalema-

    3) po.r lo. que se refiere a la asimilacin de la misma en o.tras desde la Edad Media hasta hoy, lo. cual, po.r ejemplo., en

    ItalIa fue en tal medida determinante que Gramsci vea la literatu .. ra italiana hasta el siglo. XX co.mo. un fenmeno del provincialismo.

    Realmente el desarrollo. literario. en Francia y Alemania so.lo. se puede entender en gran medida a partir de ese estar uno. con otro. o. enfrente del otro que muestra la histOlia de ambo.s pases, y esto. mismo. es vlido. para o.tras literaturas.

    Debe mencionarse aqu, al meno.s tangencialmente, que el cine, que comparado co.n la literatura es un medio nuevo., es interna-cional de mltiples maneras casi desde sus comienzo.s. En este sentido.. es interesante un caso relativamente temprano., no. slo. por su Internacio.nalidad, sino. tambin por su intennedialidad co.mo. es el de Der blaue Engel (El ngel azul), co.mo es sabido versin cinematogrfica de la novela Professor Unrat (El profesor

    de Heinrich Mann, que fue ro.dada en 1929 y 1930 bajo la de Joseph vo.n Sternberg, lID americano. de o.rigen aus-

    tnaco., a la vez en lengua inglesa y alemana en lo.s estudio.s de la en Babelsberg, MarIene Dietrich co.mo. actriz principal,

    qUlen luego. se co.nvertma en Ho.l1yw.o.o.d en una estrelll mundial. De la pro.fusin de ejemplo.s se deduce que no. hay recesara-

    mente una identificacin entre etnia, pueblo, nacin, Estado, lingstica o literaria, co.mo cierta

    Ideol.ogm desde el SIglo. XIX. A pesar de ello., las situacio.nes que atestIguan 10 co.ntrario. han sido. y so.n ignoradas en las repre-

    14. hace ms all de los problemas histrico-textuales y de n:ansmISln, a la complejIdad de las especiales condiciones de transferencia me-die;ales.: la del de manuscritos, de la traduccin y del pohglotlsmo medle;ales, as como el posible inters del pblico por literatura de

    ext:anJera. Preguntas, en definitiva, que no se formulan a una me-deva!st;ca arrmgada en la idea del original y de la esttica de produccin.

    15. C,ramsCl, Letteratura, p. 64.

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    sentacio.nes generales de las historias de la literatura, ms o. me-nos consecuentemente. 16 Y las ideas de originalidad y progreso, as como co.nceptos sociolgico.S y analogas con la bio.lo.ga, sir-vieron para encontrar los hechos y teoremas que eran necesa-rio.s para una historia de la literatura nacio.nal. Y dado. que sta tuvo. su origen en Alemania, pero. luego. surti particularmente efecto en Italia, se puede suponer en ella una relacin con el fenmeno., que Plessner dio en llamar, de la

  • elaboracin de fistas a costa de una supresin cada vez mayor de lo histrico. 18 .

    . .Adems de la con~tat~cin. de q~e en la mayora de las expo-SICIOnes generales hIstnco-lIteranas prevalece la perspect' nacional, deudora de un concepto ideolgico de explicacin hI~~ , . d b . d lS

    tonca, e e partIrse e la idea de que no se hace justicia al dise _. rrir histrico l~terario, si se ignoran las relaciones entre literat~_ ras. Pero confrontados con la internacionalidad fctica de 1 literatura, los conceptos habituales de la historiografa literari: muestran adems muchos problemas terico-literarios por n hablar incluso de aporas. Todo ello no afecta slo a la casifica~ cin literaria, sino tambin a las posibilidades de interpretacin las cuales estn directamente relacionadas con aqulla. As fren-te a una teora literaria qUIll> explica la obra liter~ria slo desde sus condiciones de aparicin espaciales, temporales, lingsti-cas y sociales, debe permitirse la pregunta: por qu una obra li~eraria tambin ha tenido efecto all donde no ha surgido? y VIceversa, una teora literaria que parte de que esas condiciones de aparicin son irrelevantes para la comprensin y efecto de una obra, debe dar cabida a la pregunta: por qu la obra particu-lar ha surgido en su lugar y en su tiempo as y no de otra mane-ra?, y si realmente siempre es lo mismo lo que parece igual.19

    La Esttica de la Recepcin ha marcado el camino para reco-nocer la relevancia histrica de una obra por sus consecuencias literarias. Muchas obras se caracterizan, en cambio, precisamente por el hecho de que han sido recibidas traspasando las fronteras lingsticas y literarias. El querer determinar su historicidad slo en el mbito literario nacional equivaldra por ello a ignorar par-tes e.senc~ales de lo sucedido, precisamente debido al concepto de hIstona, tal y como de hecho es habitual en las descripciones generales historiogrfico-literarias .

    18. Lo dicho se perfila an ms claramente en los estudios de retrica de corte compilador que continuaron esta tendencia.

    19. Bachmann-Medick refleja en Multikultur posiciones crticas emergen-tes. E ntre ellas es especialmen te digno de atencin el problema del tercer es-paCl.o (p. 278 Y ss.), que presupone claramente otros dos espacios -aunque de un tIpO completamente dlstmto-- de los que se diferencia menos espacialmente que estructuralmente; lo que significa, sin embargo, que los modelos de anlisis e interpretacin convencionales no se pueden trasladar sin ms a ese espacio, cuya, estructura se ha estudiado, adems, hasta ahora, ms tericamente que emplncamente.

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    No obstante, trminos como nacional o internacional no son importantes para la Esttica de la Recepcin de JauE y, por tanto, el problema de la transferencia tampoco aparece. A pesar de ello, es cierto que la Esttica de la Recepcin fue aplicada rpidamente a las relaciones literarias internacionales y que se encuentra tambin en el comienzo de la investigacin sobre la transferencia. Pero tambin es cierto que el concepto de Recep-cin ha perdido, frente a la intencin histrico-literaria del prin-cipio, sus fundamentos histrico-hermenuticos, en el juego de relaciones posmoderno de las llamadas ideas subjetivistas, plu-ralistas y deconstructivistas, pero en todo caso anticientficas. Sin embargo, despus de que la Esttica de la Recepcin fuera separada de la historia de la literatura, dado que el concepto de Recepcin poda designar cualquier tipo de comprensin, sin que sta se distinguiera de la mala interpretacin; despus de que adems se propagara la aceptacin de la multiplicidad de significado de la literatura, que no es algo nuevo en absoluto; y de que todo esfuerzo por el afianzamiento de hechos se viera abandonado ante el prejuicio contra el Positivismo; despus de que adems el problema de la literariedad se viera a menudo como puramente formal o cuantitativo, pero en todo caso inde-pendiente del contexto cultural histrico y, de esta forma, la pre-gunta por el significado de la literatura tambin se hubiera vuel-to carente de sentido; tras todo esto, parece que ha llegado la hora de retomar de forma renovada y constructiva el problema de la historicidad de la literatura tanto en la prctica como en la teora, en lugar de la progresiva deconstruccin de la teora lite-raria y en lugar de la filosofia literaria especulativa.

    En el marco de estos esfuerzos por una historia de la literatu-ra, debe examinarse el modelo de la literatura nacional que vie-ne del siglo XlX, confrontndolo sobre una base filolgico-emp-rica con la internacionalidad de la literatura. Sin embargo, no puede ello consistir ni en una constatacin de cmo fue en reali-dad, ni tampoco en una coleccin sin matizar del mayor nmero de detalles posibles. En la era de las bases de datos hay que su-brayar lo que ya era vlido para los ficheros: la investigacin h istrico -literaria no tiene como objetivo el amontonamiento de datos empricos, sino que crea hechos discursivos de relevan-cia histrica. Y aunque el conocimiento de la historia se modifi-que con la experiencia histrica, no puede derivarse, no obstan-

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  • te, de ese hecho la renuncia .a toda comprensin y aclaracin porque de lo contrario sabramos cada vez ms y entenderamo~ cada vez menos. Si, en efecto, una ciencia ci"ea saber y no sabe qu hacer con l, entonces no sorprende que nadie ms se intere-se por ese saber. Renunciar a la interpretacin es, al igual que la arbitrariedad de interpretacin, muestra de insignificancia.

    En la conversacin con Eckermann del 31 de enero de 1827 Goethe opona sugestivamente en una toma de postura, desvir~ tuada en el discurrir histrico posterior, el concepto de Weltlite-ratur al de literatura nacional: Nationalliteratur will jetzt nicht viel sagen, die Epoche der Weltliteratur st an der Zeit, und jeder muJ3, jetzt dazu wirken, diese Epoche zu beschleunigen (Hoy en da literatura nacional no significa gran cosa, es tiempo pm;a la era de la literatura mundial y todo el mundo debe contribl{ir a acelerar su llegada) .20 De ~u puede derivarse la pregunta de si el concepto de Weltliteratul' puede ser relevante ahora para la teora literaria y cmo, y se puede llegar a la conclusin de que -a diferencia de una comprensin de tipo acumulativo o selec-tivo de Weltli teratur- el concepto comunicativo, que ya era pre-dominante en Goethe, podra convertirse en fructfero para nues-tros propsitos, si ese concepto se aplica de forma apropiada para romper el aislamiento nacional-literario de la teora litera-ria , puesto que propone una historicidad de la literatura, que se basa en el acto de lectura en un marco internacional,21

    En este sentido ha de averiguarse cmo ser una historiogra-fa literar ia liberada de la mitificacin nacional, que sea de pers-pectiva internacional o que al menos tenga debidamente en cuenta la perspectiva internacional. En relacin con ello ha de aclararse para la comprensin de la historia de la literatura si la literatura misma es el objeto fundamental de la comprensin histrica que se pretende alcanzar mediante la interpretacin de textos, de tal forma que la historicidad de la literatura aparece como conexin histrico-hermenutica de textos, que exige de explicaciones con-textuales-relacionales; o si el contexto (posiblemente tambin los contextos) debe ser, si no el nico objeto de conocimiento, por lo m enos s el primero, de tal forma que la historia de la literatura tiene como objetivo la representacin de los marcos de condicio-

    20. Johann Peter Eckermann, Gesprdche mil Goethe in den letzten Jahren seines Lebens, editado por Regine Otto, Munich 1988, p. 198.

    21. Vase Schning, Weltliteratur.

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    nes cambiantes de la literatura. A lo cual se aade la pregunta metodolgica de cmo se relacionan el conocimiento primario y secundario o, con otras palabras, las historias de la literatura interna Y externa .22

    Superada ya la bsqueda de fuentes y de influencias recibidas o dadas, y ms all de la simple aseveracin de paralelismos y analogas o de recepciones abstractas en diferentes literaturas, ha llegado la hora de un anlisis de la internacionalidad de las litera-turas nacionales validado empricamente y fundado filolgicamen-te. Los campos de estudio son la(s) literatura(s) de llegada y la(s) de partida as como las transferencias que se dan entre ambas, que bsicamente pueden ser sincrnicas o diacrnicas. En cual-quier caso, el anlisis tiene que ver con las condiciones y conse-cuencias de las transferencias entre la(s) literatura(s) de partida, posiblemente la(s) cultura(s) intermediaria(s) y la(s) literatura(s) de llegada; con los contenidos de la transferencia, con su seleccin y transformacin, con las formas, medios y caminos de la transfe-rencia, as como con los individuos y unidades sociales implica-das en l. Con ello no se trata slo del significado de una obra o de sus elementos en la cultura de par tida, sino tambin en la cultura de llegada y de todo aquello que pueda aclarar las diferencias y similitudes entre ambas.

    Enlazando con la situacin de la investigacin terico-litera-ria actual, hay que partir primero, de forma pragmtica, de que existe algo as como nacionalidad en el sentido de literatura pro-pia.23 La hiptesis es: la internacionalidad literaria se constituye

    22. En este sentido son interesantes las reflexiones y manifestaciones de Bourdieu en Regles; porque mientras se poda decir hasta ahora casi categrica-mente que lo que interesa de la literatura al socilogo es lo social y, sin embar-go, el terico de la literatura se interesa por lo literario, se puede reconocer en l un esfuerzo por relacionar de forma aclaratoria conocimientos del mbito literario con otros sociolgicos. Sin embargo, ha de tenerse en cuenta que, por un lado, todo campo literario, al igual que toda obra alistica, es un caso en s mismo y que, por otro, es evidente que las obras de arte pueden tener tambin significado fuera del campo en el que han surgido.

    23. Esta hiptesis se sustenta mediante premisas de teoras de la comunica-cin y del discurso, a travs de conocimientos sociolgico-literarios, incluyen-do los trabajos tericos y prcticos sobre el campo literario de P. Bourdieu y otros, mediante la comprobacin de tradiciones formales y de contenido limi-tadas, como las que representan, por ejemplo, los trminos terico-literarios regla, serie o canon, o mediante lo que en la traductologa es denomi-nado impronta de la literatura de llegada o adaptacin a la literatura de llegada . Agradezco a Armin Paul Frank el concepto de literatura propia, que

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  • mediante la interconexin en red y la interconexin en red sur-ge m~diante la transferer:cia; nacio~al es, entonces, aquello que necesIta de la transferencIa para ser mternacional. Evidentemen_ te el problema definitorio se deja de esta maner~ slo de lado sigue existiendo. Pero no afecta slo a la teora literaria, aunque ~ a ~ta de. modo es.pecial. Nos p:eguntamos entonces: qu es y en . que sentIdo una lIteratura nacIOnal o qu es nacional en una lite-ratura?; existen literaturas u obras literarias que en este sentido no son nacionales? Son los fenmenos registrados en el marco nacional propios o exclusivos o se pueden encontrar igualmente en otros marcos nacionales?; son, por ello, como consecuencia de un intercambio que atraviesa el marco nacional, internaciona_ les, o bien multi-, trans- o supranacionales? ,stas conllevan otras preguntas sobre las condici2pes respectivas y generales de la na-cionalidad, inter-, multi-, trans- o supranacionalidad.24

    La cuestin de lo que antes se poda entender por nacin y lo que se puede entender hoy es objeto de estudio de varias disci-plinas de la ciencia de la cultura, cuya cooperacin es por ello necesaria. La cooperacin requiere, adems de las correspon-dientes competencias de las disciplinas y del respeto por ellas, una visin clara tanto de lo general como tambin de lo particu .. lar especfico de la disciplina y, precisamente, tanto por lo que respecta a la presentacin del problema como a la solucin del mismo. Pero la teora literaria es una disciplina notoriamente indisciplinada, y la misin investigadora es de tipo terico-lite-rario. En la problemtica histrica de la disciplina ella misma remite a los peligros que aparecen cuando el terico de la litera-tura se entiende a s mismo como alguien que presta servicios interdisciplinarios o como actor poltico-social. Con ello estn relacionadas dos preguntas de actualidad: qu ayuda podemos esperar realmente desde otras disciplinas para la solucin del problema genuinamente terico-literario y cul puede ser nues-

    anula la entidad literaria de la unin apriorstica a un concepto de naCn", pero que permite muy bien referirse a un concepto de literatura nacional enten. dido de la forma que sea, como tambin a entidades literarias de otro tipo.

    24. Hablo en lo sucesivo en la mayora de los casos de internacionalidad literari a simplificando y resumiendo. Aunque en realidad habra que acla-rar primero los diferentes conceptos o matices de conceptos. No obstante, como quiera que se definan los conceptos, separando los unos de los otros, si no se quiere quedar lim itado a la historia de la literatura externa" de Jo que se trata es de reconocer rasgos textuales con ayuda de esos conc~ptos.

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    tra contribucin genuinamente terico-literaria para la solucin interdisciplinaria del problema?

    Los historiadores o los politlogos proporcionan por su par-te un concepto de nacin que, aunque perfilado de formas dife-rentes, en todo caso est histricamente unido a la formacin de las naciones europeas. Las literaturas nacionales en relacin con este concepto seran un fenmeno europeo limitado temporal-mente. Teniendo en cuenta la circunstancia de que la m ayora de las obras de la produccin literaria mundial no pertenecen a las literaturas que pueden subordinarse al concepto de nacin, sur-ge para el terico de la literatura la pregunta de cmo clasificar, en resumidas cuentas, la literatura mundial.

    Junto al concepto unido a la historia tenemos otro abierto, abstrado de las formas histricas de aparicin, por ejemplo la definicin de Anderson de nacin como imagined community (comunidad imaginada) .25 Si sta es, efectivamente, una defini-cin, entonces suscita al menos la pregunta de si se puede traba-jar con ella y cmo. Sin duda la propuesta de Anderson ofrece al investigador sobre literatura la posibilidad de analizar lo que aportan las obras literarias respecto al desarrollo de una nacin,26 dando por supuesto que sabe de qu comunidad y de qu lite-

    25 . sta es la frmula especialmente eficaz tomada del ttulo; Anderson, Communities, p. 15, habla de

  • raturas pertenecientes a dla se trata en concreto, Pero, por lado, no parece posible unir mediante esa funcin todo lo que un escribe y lee en una comunidad y, por otro lado, la internacion:~ lidad de la literatura no es tampoco precisamente comprensible mediante esa determinacin funcional, Por tanto, tiene sentido clasificar la produccin literaria mundial con ayuda de diho concepto tan abierto? Presuntamente no es este el caso, No pa-rece, en cualquier caso, que se haya ganado apenas algo, y qui-zs incluso se pierde algo, cuando se sustituye el concepto de literatura nacional por el de litera tu re of an imagined comm1mity (literatura de una comunidad imaginada), No sera lo ms indi-cado partir de la realidad cultural de la comunidad literaria de comunicacin correspondiente? Porque de esta manera se abri-ran perspectivas interpFetativas relacionales, que tienen como objetivo la comprensin misma de la literatura,

    Lo dicho implica: 1) internacionalidad de la literatura presu-pone nacionalidad de la literatura; 2) internacionalidad de la li-teratura presupone interconexin en red; 3) interconexin en red depende respectivamente de personas, medios de comunica-cin e instituciones como instancias intermediarias; 4) interco-nexin en red es con ello ms que un simple problema literario; representa un problema intercultural.

    Por ello, propongo entender por literatura nacional un con-cepto clasificador que vincula las literaturas particulares (o litera-turas propias), partiendo de sus rasgos constitutivos como clite-rios diferenciadores elementales, al concepto de cultura,27 a travs del concepto de obra de arte lingstica, y esto quiere decir tam-bin a travs de los conceptos de lengua y de comunicacin. La internacionalidad literaria sera con ello un caso de interculturali-dad28 y, sin duda, un caso especial: por un lado, debido a que la historia de la literatura puede seguirse a lo largo de mucho tiem-po y, por otro, porque la literatura (como tambin el cine) perte-nece a aquellas producciones culturales que se pueden transferir relativamente de manera fcil. Por lo dems, plantean los proble-

    continuidad histrica y la unidad social, La literatura nacional proporciona, en trminos principalmente ficcionales, la tradicin cultural que es compartida idealmente por todos los miembros de la comunidad imaginada)>>,

    27, Para Gellner, Natiol1S, p. 37, por el conh'ario, cultura es ,'a necessary sha' red medium (un medio compartido necesario)" en la construccin de nacin.

    28. Vase sobre esta cuestin Schoning, Notion.

    318

    de un arte que tiene una dimensin semntica y que utiliza mas , "d ' t't'

    S naturales para una comunlCaclOn e caracter es e ICO, lengua < .' .. f' L historia de la lIteratura misma es en gran parte un eno-a . 1

    l'ntercultural obJ'etivo y subjetivo y precIsamente o es en meno , , d l ' , 1 la medida en que la literatura y el hIstonado~ e Iteratura o son, Porque, por un lado, no es exagerado afirmar que ~ode ..

    s hablar de interculturalidad literaria desde que hay h tera-:~~s y contactos interculturales y, por ~tro la~o, ~abemos que la historia de la literatura tiene una dImenslOn mtercult.ural desde sus comienzos en la Antigedad, tal y como s~ ~a Slem-

    cuando el observador pertenece a una cultura dIstmta a la pre '1' . h' " del objeto de su observacin, Pero la teona , lteran~ Istonca es resultado de la toma de conciencia de la dIferenCIa cultural: en el siglo XVIII se descubri en Europa que,las culturas so~ diferentes segn espacio y tiempo. Desde el sl~lo XIX se c~nsldera que las culturas estn condicionadas sOClalmente. En la misma poca emerge un pensamiento poltico que alcanz~ su momento lgido en el siglo XX y que une las cult,ur~s, a la Idea del pueblo autctono, que se define unas veces hIston~~mente y otras tnicamente, Y que ~dopta l~ forma de la, naClOn e~ el Estado moderno. Pero si eXIsten vanas culturas, mdependIen-temente de si pertenecen o no a la misma tradicin, pued~n darse entre ellas relaciones interculturales sincrnicas o ~Iacrnicas, Esto origina por una parte el historicismo romntlco y por otra, la exigencia de intercambio intercultural, como la defenda, por ejemplo, Madame de Stael.29

    El concepto de interculturalidad (como otros conceptos ~mparentados) presupone una comprensin de cultura: PartIen-do de E. Cassirer, segn el cual los seres humanos vIve~ en, l~ cultura como en un Welt der Bedeutungen (mundo de sIgrufI-cados > ,30 y apoyado en la sociologa del conocimiento y en la teora de la comunicacin, propongo definir cultura como ,un sistema socio-semntico, que se distingue en primer trmmo de sistemas equivalentes por la diferenciacin del cdigo, Se trata, sobre todo, de una diferenciacin lingstica, al menos en las sociedades desarrolladas conocidas, Sin embargo, t~nt? las preguntas centrales sobre la gnesis sociocultural, de1ll1.~Ividuo como sobre la gnesis individual de la cultura SIguen sm

    -;;~~ase Schoning, Einleitung, en SchoJng, Seemann (eds.), Madame. 30. Logik, p, 75.

    319

    i ;"

  • . '

    respuestaY Sea como sea, el papel mediador del lenguaje en todas sus formas de aparicin, parece ser esencial en este senti-do. Por lo tanto, una cultura es puesta en prctica por una co-munidad lingstica y de vida, que es suficient~mente homog-nea y suficientemente diferente de otras y que no necesita traducciones para que sus miembros se entiendan entre ellos .. Esta comunidad es llamada sociedad cuando se habla de su es-lado en un momento histrico dado. De todas formas, se puede participar en cierto grado de ella, sin ser miembro, mediante la dominacin de su cdigo y el conocimiento de sus discursos. Por ello es posible pensar en pertenencias dobles.32

    Existe Interculturalidad literaria cuando se da una transfe-rencia literaria o un contacto literario entre culturas, cuyas diferencias se muestran, P,Rr un lado, en el uso de cdigos de comunicacin distintos y en la diferenciacin de sus discursos y, por otro lado, son el resultado de una distancia temporal, espa-cial o social. Las culturas construyen de esta forma unidades, que se pueden describir como horizontes ms o menos separa-dos unos de otros en el espacio, en el tiempo y socialmente, y que se caracterizan por una diferencia de sus cdigos y discursos.

    Cuando hay una coincidencia en el espacio, tiene que haber una distancia temporal para argumentar la diferencia lingsti-ca, mientras una distancia temporal mnima es suficiente en el caso de que la diferencia lingstica se deba a la distancia espa-cial. La diferencia lingstica puede corresponderse tambin, sin embargo, con una distancia sociaP3

    Relaciones literarias interculturales las hay no slo diacrni-cas y sincrnicas, sino tambin directas e indirectas. Se puede hablar de una relacin directa entre dos culturas, cuando una

    31. Los conceptos de campo y, sobre todo, de habitus de Bourdieu represen-tan un constructo epistemolgico intermediario cuya peculiaridad sociolgica se corresponde con la primaca de lo social. Los centros de disciplinas biocien-tficas ofrecen nuevos conocimientos a los que parece concederse cada vez mayor validez tras la experiencia con los esfuerzos de las ciencias sociales, los cuales se orientan a una modificacin de su objeto de investigacin establecida pre-cientficamente y de tipo prctico o se ocupan de ste slo tericamente.

    32. Las culturas crean identidades en el contacto con y contra y ofrecen la posibilidad de la identificacin. En ello juega un papel importante la literatura. Sin embargo, se puede ser a la vez francs, alsaciano y judo, y al mismo tiempo participar en la cultura alemana y estudiar la cultura de la Antigedad griega.

    33. Aunque sta puede presentar tambin como, por ejemplo, en el caso del latn medieval , varias dimensiones lingsticas y espaciales.

    320

    persona o grupo importante de la cultura de lle~a~a recibe una obra literaria de la cultura de partida en lengua ongrnal. Se puede pensar, por ejemplo, en la francofona en el pasado y en el presen-te o en la filologa de lenguas extranjeras. En todos estos casos de relacin directa se trata de una especie de participacin en la cul-tura ajena, que puede ejercer influencia en la cultura de llegada y tambin en su literatura. Cuando, por el contrario, se trata de la recepcin en forma de una traduccin, hay que hablar de comu-nicacin literaria indirecta, ya que la traduccin literaria repre-senta un acto de transformacin entre dos lenguas literarias que es realizado por un intermediario.34

    Ejemplos de una relacin diacrnica de culturas habra en el Humanismo europeo o en el redescubrimiento de la Edad Me-dia en la poca del Romanticismo. Por el contrario, los centros culturales como Sicilia, Toledo, Praga, Trieste o Hollywood, as como la novela magreb o caribea en lengua francesa o la re-cepcin internacional de Walter Scott representan casos diver-sos de sincrona. Actualmente parece como si el significado del aspecto sincrnico fuera cada vez mayor en un mundo que, des-de el punto de vista comunicativo, es cada vez ms pequeo, y la investigacin intercultural de la literatura tiene esta circunstan-cia en cuenta, muy probablemente est inspirada tambin por ella. Sin embargo, con el nouveau roman se pone en evidencia cmo se pueden entrecruzar en realidad el aspecto sincr.nico'y el diacrnico: aunque sea parte integrante esencial de la hlstona de la literatura francesa, tiene como condicin previa los expe-rimentos narrativos de un Faulkner, un Kafka o un Joyce. Al mismo tiempo tuvo xito internacional e influy, sobre todo, en la novela nueva de los aos sesenta y setenta en Latinoamrica. Por tanto, existe en este caso sincrona y diacrona, y adems en un contexto tanto nacional como internacional. La existencia de esos dos contextos, que son importantes en igual medida para la produccin y para la recepcin, parece ser una caracterstica de la literatura moderna que nadie menosprecia.

    Los siguientes tipos de transferencia intercultural de litera-tura son importantes: 1) transferencia entre culturas que estn ms separadas espacialmente que temporalmente (por ejemplo: la recepcin de una novela sudamericana contempornea en

    34. Frank, Turk, Obersetzung.

    321

  • Francia); 2) la transferencia entre culturas que '1' tadas temporalmente (por ejemplo: la recepci~o/ est]Xi apar-de e hrtien de Troyes en la Francia di ' 'l e una novela t f -" eSlgoXIXOXX)'3)1 rans el encla entre culturas cIue est!l sepal" d t ,- a , e a as anto es ' 1

    com? temporalmente (por ejemplo: la recepcin de la e paCla de G~lgamesh en la Alemania del siglo XIX o del xx), 4) 1 pope~a , renCIa entre culturas, que estn apart'ldas soc', l' _ a transte-t ( , 1 e Id mente una --d o ras por eJemp o: las relaciones de intercambio lI't " _' s e culturas d' 1 ul erano entre f ,~e , leva es y c turas de lenguas vernculas)' 5) 1 t erenc~~ mdlrecta entre culturas que se efecta por :Ued~ ~ans-r~c~fCl~n de ,~na o varias transferencias anteriores (por e' e la p o, a reCe?ClOn de una novela inglesa en la Alemani . J~mXVIII a traves de las traducciones fTancesas), a del SIglo

    Las culturas entre las que "'existe transferencia o co t . den estar en relacin de la siguiente torrna n acto pue-unas con otras' pued representar grandes esp~cios culturales (por ejemplo: l~ cult en ~ur~pea) o re~~s (po: ejemplo: las relaciones culturales e:r~:

    mopa y Amenca), En una comunidad sincrnl'ca d 1 que s" e cu turas on mas o menos mdependientes polticamente pued '

    caer en una cultura el papel de la cultura domina~te lo e rei pulede llevar hasta la hegemona cultural (por eJ'empl; la dcul

    a

    cu tura frances 1 I~ d e a , a en a :

  • caso especial de comunicacin literaria. Tanto si se recibe la obra original como una traduccin; es. conveniehte recordar la fr-mula: Quidquid recipitur, recipitur ad mbdilm recipientis .38 Por ello es importante que aquel que analiza las relaciones intercul_ turales sea consciente del hecho de que tambin' l pertenece a un horizonte cultural, sea ste uno de los analizados o un terce-ro. Lo que es evidente es que l, como historiador, necesita for-zosa y necesariamente una distancia temporal respecto a las re-laciones literarias interculturales que quiere comprender. Al pensar en los condicionamientos de su comprensin, crea una distancia hermenutica, es decir, el horizonte cultural conside-rado se convierte en otro horizonte. La teora literaria henne-nutica, que considera la semntica histrica como fundamento de la investigacin histrico-literaria, se muestra contra todo relativismo subjetivo y contrll"toda arbitrariedad de significado.

    De hecho, el pensamiento de la alteridad presupone a la vez una relacin en el todo comn, de 10 contrario lo otro no sera comprensible en absoluto. Si se reconoce en la distancia herme-nutica una diferencia hermenutica, entonces lo establecido como diferente en el otro pasa a convertirse en ajeno. La actitud respecto al otro puede ser tanto reflexiva como ingenua. El re-ceptor ingenuo encuentra, cuando observa 10 otro, de nuevo slo 10 que conoce por propia visin; el receptor reflexivo, sin embar-go, tiene un concepto del otro y descubre en l cosas comunes y ajenas. Existe, por tanto, 10 ajeno objetivamente y subjetivamen_ te en sujeccin temporal. En la obra de arte literaria 10 ajeno puede ser de tipo material, moral, lingstico o esttico.

    Pero antes - y, sobre todo, en la poca del universalismo-pocas veces haba un inters real por las diferencias culturales. Hay que sealar que en Europa desde el siglo XVIII se ha produ-cido un cambio constante en este sentido, de tal forma que la observacin de las otras culturas finalmente produce un concep-to del otro y con ello ha originado la idea de alteridad. Desde entonces el reconocimiento y elaboracin de lo ajeno representa un problema que se incrementa con la distancia espacial y tem-poral. Sin embargo, ninguna transferencia es un proceso neu-tral, todo 10 contrario: cambia su objeto de tal manera que siem-

    38, Si la frmula tiene que valer como mxima histrica, no tiene sentido comprenderla de modo subjetivo, se trata mucho ms de reconocer en modus el condicionamiento histrico del proceso de recepcin,

    324

    e hay una ganancia y una prdida y en el horizonte cultural de pr . , .b se convierte en otro. Ile ada, a cuya construcclOn contn uye, .,. . . Pe;o de esta relacin resulta claramente u~a dma~llc::~s~:~;~

    Ha de subrayarse que el concepto de la mtercu tur a. .fi un campo de investigacin; no describe un mtodo. Est~ slgm -ca que la investigacin intercult:lral e.n el mbito de la htera~~ra

    e a los mtodos terico-lIteranos ya probados y pue d y recurr t uanto no haya e-debe integrarlos en su concepto, en tan o en c ,. sarrollado su propio mtodo. Entre los mtodos que est~n on.en-

    . 1 l ficado de las obras de arte hteranas, tados haCIa ac arar e slgm . . el mtodo sociolgico sigue siendo en general hmItado y esto

    t es

    s por un lado, porque encuentra las preguntas y respues as al~ en el horizonte de produccin de la obr~ de arte y, por otr~ ~ do porque slo llega a una sociologa de la hteratu~a com~ara t~va ~ pone los resultados de la investigacin en vanos h?nzon-tes ulturales en relacin unos con otros. Por el contrano, u~a teora literaria intercultural que ms all de e~o. se apoya e~o~ antropologa puede considerar las literaturas aJo sus aSd~e ,

    . al bajO o sus aspectos lacro-multi- o interculturales y umvers es, ." tiene nicos y sincrnicos. Ya que si el mtodo soclOlogl.CO, que ro en absoluto que partir forzosamente de la identlda~ de ~s con-ce tos de nacin y sociedad, es apropiado para. ac arar o q~e

    P, d do socialmente 39 es decir, las vanables en la hlS-esta con IClOna " d 1 ntropo-toria de la literatura mundial, un metodo apoya o en a ~ ,

    loga puede aclarar lo que est c~ndicionado a~:~~~~;;~~:~~~ te es decir las constantes de la lIteratura mun la . mtodos n~ se excluyen sino que se complementan, e~act~~ente igual que la universalidad en el arte no excluye su hlstoncldad

    -_..... d b 1 ' rito de haber superado el misticis-39, Al socilogo P. d B rrdieu ~:Io: e:;li:~vos tanto individualistas como so-

    mo o el mecamClsmo e os mo 1 d ' l' ento relacional y consecuente-' b fi' o del mode o e conOClm ciolglcos en ene. Cl ' 1 de haber demostrado Gon sus mente histrico de I~ t~ona de ::~!:o'r;;duccin literaria est unida a pre-colaboradores de forma ejemplar c P bl si no podrn hacer su entrada

    'al cretas Parece cuestiona e , al supuestos SOCl es con , d' . I h' tesis de homologas funclOn es y sociologismos viejo~ o nuevos me ~::e~f:as econmicas -casi por la puerta estructurales o medIante una sene

    l, , dhieren actualmente a Bourdieu, ' M h t bajos terico- Iteranos se a

    de atras, uc os ra " lo a una adopcin del concepto de campo lo cual, sin embargo, se hmlta adhvec.,~s s do no se trata de una simple moda,

    al d ' I oluntad de a eSlon - cuan d se an o aSl a v . l' eracin propuesta por Bour ieu, Pero esto no se corresponde con a coop t no se utilizan aqu en el sentido

    40, Los conceptos vanable y constan e . _.' de una oposicin absoluta o universal, S1110 de forma lelatlva,

    325

  • y, por tanto, han de entenderse ambas tanto por s mismas como en sus relaciones entre ellas. .

    En el centro de la investigacin sobre interculturalidad est el concepto de transferencia; ya que la conexinintercultural en red o la internacionalidad literaria se realizan mediante la trans-ferencia. Pero, qu es lo que se debe entender por transferencia' intercultural? La composicin misma de la palabra insina la superacin de una frontera, que en el mbito cultural marca lo que est separado espacial, temporal o socialmente.41 Mientras los contactos culturales no tienen por qu tener o llevar necesa-riamente a resultados, que son difciles d e reconocer y de definir, las transferencias culturales se diferencian de los simples con-tactos en que son ms concretas y muestran un objeto de trans-ferencia. 42 La interculturalidad se convierte, en este sentido, en un rasgo textual y juega como tal un papel cuando la interpreta-cin tiene como objetivo comprender cmo y por qu un texto, as, tal y como se presenta en forma y contenido, ha podido apa-recer y producir efecto.

    El siguiente modelo propuesto de anlisis de la transferencia literaria reduce la frecuente complejidad de las interconexiones culturales para el propsito del anlisis a una perspectiva bilate-ral.43 Segn este modelo el estudio de la transferencia intercultu-

    41. Por tanto, prefiero reservar el concepto de transferencia para los proce-sos interculturales, que han de distinguirse de los procesos de mediacin in-traculturales, puesto que las mediaciones intraculturales conllevan visiblemen-te otros problemas, Sobre el concepto de frontera: Jordan, Grenzen: Wolfgang Schmale, Das Wahrnehmungsmuster "Grenze" in franzosischen Blicken auf "Deutschland" , en Hopel (ed,), Deutschlandbilder, pp, 173-182; Roberto Sima-nowski, Einleitung: Zum Problem kultureller Grenzziehung, en Turk, Schul-ze, Simanowski (eds,), Kulturelle Grenzziehungen, pp, 8-60,

    42, Parece necesario que en el caso del objeto de la transferencia se trate de un elemento cultural concreto de relevancia suficiente, que se manifiesta en el hori-zonte cultural receptor, En este sentido es interesante la diferenciacin propuesta por W, Schmale, Einleitung: Das Konzept "Kulturtransfer" und das 16, Jahrhun-dert. Einige theoretische Grundlagen, en Schmale (ed,), Kulturtransfer, pp, 41-61: En consecuencia, transferencia cultural significa la transferencia de estruc-tu remas y culturemas entre culturas definidas semiticamente (p, 47) ,

    43, El modelo quiere simplemente hacer patente la problemtica del anlisis de la transferencia literaria y trazar el marco categorial determinado por el esta-do de la investigacin correspondiente, El modelo se basa en una concepcin de la historia de la literahlra como parte de una historia general, e intenta unir categoras ideales y materiales de la historia de la literatura al considerar la me-diacin entre literatura y realidad institucionalmente, incluyendo sus condicio-nes lingsticas, Estructura un proceso de transferencia bilateral, para el cual las

    326

    " te cultural de partida, del objeto proc~-ral se ocupa del ~onzon d 1 canal de la transferencia, del hon-dente de ese honzo~te: e

    del ob' eto en ese horizonte. Dentro de

    zonte cultural de llegada Y ida de llegada, que se pueden los horizontes culturales de pa Y s en el sentido de Bour-

    ., . l ' .' , mente como campo descnblr SOClO oglca . eden comprender en su dieu en su autonoma r~latIVla y se pu s los grupos y las insti-dinmica,44 hay que analIzar a.s persona ,

    . l ' d s o concermdas. tuciones lmp!Ca a f' deben explicarse las cues-Respecto al objeto de la t~ans -erencdla la posicin en el discurso

    . a al dlscurso Y e d 1 tiones de la pertenenCl l . _ d partida como para el e a. lh ' te de la cu tUl a e 1 tanto para e onzon 1 pecto material como e . . d uenta tanto e as

    de llegada, temen o en c" d los hallazgos conduce a preguntas 'd 1'" LacomparaclOn e 1 eo OglCO. 1 d . buscar una respuesta.

    . ' d' las cua es se pue e . preclsas a rmz e f ' . uegan un papel a mves-Respecto al canal de l~ t~ans t::n~~a {engua e imagen) y, por

    tigar, por una pm-te, el COdlgO ( e~dico, revista , libro).45 Por otra, el medio (persona, cart,a, ~ ata de una traduccin46 o no. ello ha de tenerse en cu~nta.sl s~ r " mplicados o concernidos Las personas, grupoS e mstltuClones 1

    -1 '- nte mediador se ,-- --.- -- '1 ' clusin de un tercer lonzo ampliaciones como, por ejemplo, ~lm delo se orienta, tal y como se reconoce pueden concebir sin problemas, E mo , acin integra el concepto de la trans-

    fa' cilmente al modelo bsico de la codrr:umc

    , s y' de anlisis de la traduccin, tal , 'd ltico- IScurSIVO , d' t'

    ferencia as como meto os ana d 1 rctica en el Centro espeCIal e mves 19a-corno fue desarrollado y lleva , ~ a ,a P, 'QIn rese los tomos de la colecCln

    ~in 309 de Gotinga La traduc:wn ltlerab~~et:ungsforschung), Agradezco,las Gottinger Beitrage zur In ternatJOnalen K t Mueller-Vollmer, Vase tambIn,

    : ugerencias sobre el anlisis del dIsc;:;Sl: ~~llmer Irrnscher (eds,), Translating , l1tO a su estudio Gn Ger.maflY ' ue er

    W- hi? ' Vase tambin Fohrmann,

    JU II Ubersetzen- o n, , Literatures, Mueller-Vo mer, ", o Nennen (ed.) Diskurs, Mu'lleI' (eds) Diskurstheone, aSI com , l ' I'CO literario como muestra, . , . 'd 1 axioma SOCIO og - f

    44, p, Bourdieu ha precIsa o e , 'entos articulares y, por ello, no tran~ e-sobre todo, el estudio de los acont~:~~ediads del siglo XIX, Vase BourdlCu, ribles sin reservas, en la ~rancJa Feld Aunque siguen abiertas las pregun-"Conditions y Regles, aSl como JUlt, 'veniente aplicacin a otras relacIo-

    tas Sobre la posible transfenbIhdad y la con t a cuestin de la posible transfe-, l' 'mo para nues r " I nes literarias partrcu ares, aSl co ,1" 'laciones literarias JI1ternacJOna es, ribilidad y aplicacin conve:~J1ente/ Bas r~, eu a la investigacin de la transfe-tendemos a unir el planteamlento e t o~~o Ide campoS globales al menos para rencia, es decj~ a presci~~r del,~o~s ~~n embargo, existe la aceptacin de qu~ nuestro espacio tempora e ana ~~" se, " wncia de la globalizacI6n eXIgen e estudios que tienen que ver con a con .,. . , constructo de campos globales, , da ""so particular ampliar y diferenClar

    45 , Aqu es posible y necesano en ca A

    d 11 d ' nte (hasta Internet), , ms eta a ame " Schni' lg "PramISSen;}, 46. Sobre la problemtIca vease ' ,

    327

  • tanto del lado de partida como de! de llegada pueden conc b' de , .. ' . ense

    e lorma mas preCIsa medIante los Ccill:, en Association Nosis Ced.), L'Internationalit, pp. 5-18.

    o , 48. La umdad comu?lcauva de contenido y forma constitutiva para el signi-ficado X la ~nter~retaclOn de la obra de arte literaria se rompe mediante cada r~cepclOn literana, la cual crea una nueva unidad comunicativa de forma y slgmficado. De tal manera que la recepcin tanto puede estar orientada parcial-mente unas veces ms bien a la forma como otras ms bien al contenido tal como se hace evidente en el caso de la traduccin literaria . ' y

    328

    cos con todos y con todo (como, por ejemplo, en sociedades com-plejas y heterogneas culturalmente). Por consiguiente, las iden-tidades culturales pueden ser regionales o especficas de un gru-po o de un estrato, de tal forma que las sociedades se asemejan a mosaicos culturales y la cuestin de la cohesin cultural de una sociedad se plantea como pregunta sobre la interseccin cultu-ral. Sin embargo, parece discutible si tiene sentido hablar de una cultura sin un concepto de sustancia diferenciadora.

    No toda comunidad multicultural es una comunidad de co-municacin y vida y en comunidades multiculturales, por ejem-plo, que se han desarrollado de tal forma que se pueden consta-tar, como indica M. Espagne, imbrications o mtissages culturels, 49 el concepto de la frontera no tiene ya sentido}, en consecuencia, tampoco e! concepto de la transferencia. 50 Este es e! caso de la hibridacin cultural, aunque, sin embargo, e! hibridismo hacia afuera puede convertirse en un rasgo creador de unidad, como muestra el ejemplo de Malta.

    Adems la multiculturalidad puede consistir slo en conden-saciones o en verdaderos centros dentro de una cultura (donde, sin embargo, pueden funcionar como estaciones de relevo de transferencias), a no ser que a causa de superposiciones y entre-cruzamientos culturales se formen nuevos contextos culturales, que pueden estar vinculados a lo local o tener un carcter trans-nacional, cuando no incluso global, y representar unidades su-pranacionales. Junto al caso especial de la isla de Malta pinsese en concentraciones o centros como Sicilia y Toledo en la Edad Media, Lyon en el siglo XVI, Praga y Trieste en el siglo XIX as como Hollywood en el siglo xx. Adems, puede pensarse en re-des como la Iglesia catlica y las universidades desde la Edad Media hasta hoy, o en La Rpublique mondiale des lettres de P. Casanova y la llamada global village de nuestros das. En este mbito han de tenerse en cuenta, adems, personalidades que pueden denominarse interculturales debido a sus actividades mediadoras entre culturas o que como, por ejemplo, Ramn Llull o Erasmo de Rotterdam, actan entre centros culturales y redes.

    ~Introduction, en Espagne, lransferts, pp. 1-15. Para el concepto "ber-schneidungssituationen C Situaciones de interferencia) vase Layes, Gundfor-men, pp. 19-20. .,

    50. Para ms informacin vase Udo Schmng A propos de l analyse de l'interculturalit littraire, en Espagne Ced.), Russie.

    329

    l': l' !.I

  • Sin embargo, me parece importante diferenciar centros y re-des interculturales de simples lgares de encuentro o contactos interculturales. Los encuentros y contactos interculturales son algo as como la condicin previa para los centros y redes intercultura_ les, que muestran en s mismos una intensidad mayor de las rela-ciones interculturales y sus consecuencias. Tanto si participan lUla o ms culturas de partida, las relaciones conducen en estos casos a unidades culturales especiales de cierta estabilidad y de produc-tividad cultural propia. Si se trata, adems, de productividad lite-raria se ve implicada la teora literaria. Sirvan como ejemplos la cultura copta y la poesa mozrabe, especialmente las jarchas, o las literaturas francfonas fuera de Francia.

    Si bien estos centros o redes son lugar de produccin y re-cepcin de lo, literatura, tambin plantean de forma manifiesta problemas y preguntas, cuya solucin y respuesta estn ms all de las perspectivas literarias nacionales, pero tambin van ms all, al menos parcialmente, de las posibilidades de la investiga-cin de la transferencia. Segn el estudio sociobiogrfico se tra-ta de problemas y preguntas que muestran, en vista de la unidad relativa y la autonoma de esos centros y redes, por un lado, as-pectos intraculturales y, por otro, extraculturales. Hay cuatro perspectivas de trabajo que tienen esto en cuenta: 1) La perspec-tiva intracultural. Tiene como objetivo un anlisis que contem-pla las condiciones previas y la funcin, as como una descrip-cin de la estructura, de los factores, de las mediaciones y resultados en un centro o red cultural a estudiar, con el objetivo tambin vigente aqu de entender cmo y por qu una obra lite-raria puede surgir y surtir efecto, as, tal y como se presenta en cuanto a forma y contenido. Esto incluye la tarea de profundizar en los fenmenos interculturales como rasgos textuales. 2) La perspectiva extracultural. Tiene como objetivo un anlisis y des-cripcin que tiene en cuenta las condiciones previas y la funcin de las relaciones concernientes a la literatura y constitutivas para los textos de un centro o red cultural con la (s) cultura(s) circun-dantes, as como con otros centros y redes dentro y fuera de esa(s) cUltura(s), especialmente con las culturas que aparecen en el centro o red a estudiar. En este caso puede jugar un papel la investigacin de la transferencia cuando hay transferencia lite-raria. 3) En tanto en cuanto todo centro cultural y toda red cul tural, con la literatura que le pertenece, tiene una historia, pue-

    330

    den ser objeto de investigaciones Y repre~entaci~nes:itri~~~~ 4) Cuando los resultados de varios estudlos del tlpo e ~s es

    dos en los tres puntos anteriores estn fundamenta os con za nmero suficiente de ejemplos, se puede separar por com-;~racin 10 general de lo particular en cada caso Y preguntar

    por ;~~~:~~e hay que sealar que los estudios de la ~ransferenda de los c~ntros y redes interculturales pueden arr~Ja~ nu~-

    luz 'sobre lo que, en suma, llamamos .c,:lt~ra . ~e ,~c o, ~ v:flexin intercultural en general en las dlsClplu:as clentlfi~o-c~l :urales ha adquirido en las ltimas dcadas una lmporta:cl~ ca t~

    ma or ero, sin embargo, ha de constatarse que to aVIa .es

    ;::die~te ~na historia de la liter.atura int~rcul:ura~? ~~::a~~~~~ ria de los problemas de las relaclOnes de mtercam 10 1 .

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