revista redlach 2009

75
1 Revista Electrónica de la REDLACH. Número 1, Año 5. Diciembre de 2009. Carta Editorial “Manejo Integral de Cuencas Hidrográficas en un contexto de Prevención, Mitigación y Adaptación a los efectos del Cambio Climático” Según el Cuarto Informe de de Evaluación del Grupo Intergubernamental (Bangkok, mayo del 2007),de expertos sobre cambio climático (IPCC) , se refiere a que las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), continuarán aumentando en las próximas décadas, transformando ecosistemas de gran importancia para el balance hídrico; Los Bosques Tropicales (por ejemplo la Amazonía o en la región centro sur de México), podrían transformarse a tal punto de perder toda su cobertura vegetal; las áreas de Vegetación Semiárida también son vulnerables a sufrirán cambios, dando paso así a Vegetación Árida (por ejemplo Nordeste de Brasil y centro y norte de México) y degradación y/o pérdida de los Bosques Hidrofíticos Nubosos en áreas montañosas. Según el mismo Informe, se prevé un aumento de aguas por escorrentía entre un 10 y un 40% en altas latitudes, por el deshielo de glaciales y nieve y así mismo en algunas zonas húmedas tropicales (aumento de caudales en manantiales y ríos). Igualmente, se presentarán inundaciones por el aumento del nivel de mar y contrariamente habrá una disminución en la disponibilidad de agua entre un 10 y un 30% en algunas regiones secas, latitudes medias y en los trópicos, produciendo condiciones de estrés hídrico por la presencia de veranos más prolongados. Algunas de estas regiones actualmente presentan zonas con acentuados problemas de agua, lo cual se verá agravado por estos efectos del cambio climático. Así mismo, se registra calentamiento de lagos y ríos en muchas regiones, con consecuencias sobre la estructura termal, calidad del agua (circulación de oxígeno) y cambios en los sistemas biológicos, afectando la cadena trófica y las migraciones de los peces en ríos. En conjunto los efectos serán irreversibles y afectará la diversidad y distribución de especies, los ecosistemas y por supuesto la disponibilidad del recurso agua. Teniendo en cuenta este panorama, es que el Manejo Integrado de Cuencas Hidrográficas ha cobrado gran importancia, como unidad de conservación de ecosistemas y del agua y del desarrollo agroindustrial, económico y social de los países de la región. Si bien es cierto, las cuencas hidrográficas prestan una gran variedad de bienes y servicios (cantidad y calidad de agua, fertilidad de suelos, paisaje, biodiversidad, fijación de carbono, entre otros), y que satisfacen las necesidades económicas, sociales y ambientales de las comunidades locales, los gestores e involucrados en el tema, deben incluir el manejo de la cuenca como una estrategia de mitigación ante los efectos climáticos, por la captura de carbono de bosques que hacen parte de la cuenca, por la restauración y reforestación de su cobertura vegetal, disminución del uso de los productos forestales como combustibles y por su función en la mantenimiento del balance hídrico. Así mismo el manejo de las cuencas debe ser incluido dentro de la gestión de riegos, ante eventuales eventos climatológicos extremos (ciclones, huracanes, inundaciones), y cuyos impactos sobre las comunidades y asentamientos urbanos pueden ser notoriamente menores, por la barrera natural que ofrece. Siendo así, es que el presente número Revista Electrónica de REDLACH, pretende rescatar y difundir programas, investigaciones, actividades y/o acciones y que se estén llevando a cabo en la región para la mitigación y prevención del cambio climático a partir del manejo integrado de cuencas, teniendo en cuenta la participación de las comunidades locales y de la estrategias institucionales que respalden esta labor (medidas, normas institucionales, legales y/o por medio de las políticas).

Upload: segundo-edilberto-vergara-medrano

Post on 23-Mar-2016

227 views

Category:

Documents


6 download

DESCRIPTION

Adaptación, Cambio climático, Segundo Vergara

TRANSCRIPT

Page 1: Revista redlach 2009

1

Revista Electrónica de la REDLACH. Número 1, Año 5. Diciembre de 2009. Carta Editorial “Manejo Integral de Cuencas Hidrográficas en un contexto de Prevención, Mitigación y Adaptación a los efectos del Cambio Climático” Según el Cuarto Informe de de Evaluación del Grupo Intergubernamental (Bangkok, mayo del 2007),de expertos sobre cambio climático (IPCC) , se refiere a que las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI), continuarán aumentando en las próximas décadas, transformando ecosistemas de gran importancia para el balance hídrico; Los Bosques Tropicales (por ejemplo la Amazonía o en la región centro sur de México), podrían transformarse a tal punto de perder toda su cobertura vegetal; las áreas de Vegetación Semiárida también son vulnerables a sufrirán cambios, dando paso así a Vegetación Árida (por ejemplo Nordeste de Brasil y centro y norte de México) y degradación y/o pérdida de los Bosques Hidrofíticos Nubosos en áreas montañosas. Según el mismo Informe, se prevé un aumento de aguas por escorrentía entre un 10 y un 40% en altas latitudes, por el deshielo de glaciales y nieve y así mismo en algunas zonas húmedas tropicales (aumento de caudales en manantiales y ríos). Igualmente, se presentarán inundaciones por el aumento del nivel de mar y contrariamente habrá una disminución en la disponibilidad de agua entre un 10 y un 30% en algunas regiones secas, latitudes medias y en los trópicos, produciendo condiciones de estrés hídrico por la presencia de veranos más prolongados. Algunas de estas regiones actualmente presentan zonas con acentuados problemas de agua, lo cual se verá agravado por estos efectos del cambio climático. Así mismo, se registra calentamiento de lagos y ríos en muchas regiones, con consecuencias sobre la estructura termal, calidad del agua (circulación de oxígeno) y cambios en los sistemas biológicos, afectando la cadena trófica y las migraciones de los peces en ríos. En conjunto los efectos serán irreversibles y afectará la diversidad y distribución de especies, los ecosistemas y por supuesto la disponibilidad del recurso agua.

Teniendo en cuenta este panorama, es que el Manejo Integrado de Cuencas Hidrográficas ha cobrado gran importancia, como unidad de conservación de ecosistemas y del agua y del desarrollo agroindustrial, económico y social de los países de la región. Si bien es cierto, las cuencas hidrográficas prestan una gran variedad de bienes y servicios (cantidad y calidad de agua, fertilidad de suelos, paisaje, biodiversidad, fijación de carbono, entre otros), y que satisfacen las necesidades económicas, sociales y ambientales de las comunidades locales, los gestores e involucrados en el tema, deben incluir el manejo de la cuenca como una estrategia de mitigación ante los efectos climáticos, por la captura de carbono de bosques que hacen parte de la cuenca, por la restauración y reforestación de su cobertura vegetal, disminución del uso de los productos forestales como combustibles y por su función en la mantenimiento del balance hídrico. Así mismo el manejo de las cuencas debe ser incluido dentro de la gestión de riegos, ante eventuales eventos climatológicos extremos (ciclones, huracanes, inundaciones), y cuyos impactos sobre las comunidades y asentamientos urbanos pueden ser notoriamente menores, por la barrera natural que ofrece. Siendo así, es que el presente número Revista Electrónica de REDLACH, pretende rescatar y difundir programas, investigaciones, actividades y/o acciones y que se estén llevando a cabo en la región para la mitigación y prevención del cambio climático a partir del manejo integrado de cuencas, teniendo en cuenta la participación de las comunidades locales y de la estrategias institucionales que respalden esta labor (medidas, normas institucionales, legales y/o por medio de las políticas).

Page 2: Revista redlach 2009

2

Igualmente, desde la Secretaria Técnica REDLACH, queremos dar la bienvenida a nuestros lectores y a la comunidad REDLACH , que actualmente suman 3.000 miembros activos, y que han contribuido de manera preocupada y comprometida al intercambio de información y experiencias alrededor de la Gestión Integrada de Cuencas. Así mismo, agradecerle a todas la personas que han colaborado con sus experiencia, trabajos, investigaciones y documentos en el y que hacen parte de la edición de Diciembre. También a los señores Carlos Marx R. Carneiro (Oficial Principal Forestal-FAO), Jan VanWambeke (Oficial Principal de Desarrollo de Tierras y Aguas-FAO) y Axel C. Dourojeanni: (Consultor internacional), por sus aportes en el tema de cuencas y gestión del agua y sobretodo por compartir sus amplios conocimientos a través de sus escritos a toda la comunidad REDLACH. Cordialmente, Secretaria Técnica de REDLACH Contenido Manejo Integrado de Cuencas en la Adaptación al Cambio Climático. Autor Principal: Rodrigo Fuster Gómez y Colaboradores: Maritza González Cáceres. Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales Renovables, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Chile. PAGAMENTO POR SERVIÇOS AMBIENTAIS COMO INSTRUMENTO DE MITIGAÇÃO E ADAPTAÇÃO À MUDANÇA CLIMÁTICA NO BRASIL. Alexandre Altman y Airton Guilherme Berger Filho. Universidade de Caxias do Sul. Brasil. La Cogestión Adaptativa de Cuencas Hidrográficas como Contribución a la Adaptación y Mitigación del Cambio Climático en América Central. Autor Principal: Laura Andrea Benegas Negri. Co-autores: Jorge Faustino Manco y Francisco Jiménez Otárola, Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE). Evaluación Café-Agua Frente a escenarios de Cambio Climático. Casos de Estudio en Veracruz, México. Autores: Alejandro Ismael Monterroso Rivas, Cecilia Conde Álvarez, Jesús David Gómez Díaz, Carlos Gay García y Juan Ángel Tinoco Rueda. Departamento de Suelos, Universidad Autónoma Chapingo. Centro de Ciencias de la Atmósfera, Universidad Nacional Autónoma de México. Gestión Integral Adaptativo al Cambio Climático en Microcuencas Altoandinas. Autor: Alipio Alexander Gutiérrez Badajoz. Ingiero Agrónomo de la Universidad San Antonio Abad del Cusco. Msc Ecología y Recursos Naturales. Programa Conjunto de las Naciones Unidas Efectos del Cambio Climático en la Hidrología de la Cuenca del Río Nazas, México. Autores: Juan Angel Tinoco Rueda, Alejandro Ismael Monterroso Rivas y Jesús David Gómez Díaz. Departamento de Suelos, Universidad Autónoma Chapingo “La Cosecha del Agua”: Una experiencia de adaptación al cambio climático en la macro-región sur (Arequipa, Moquegua y Puno). Autores: John Everaldo Machaca Centty; Roger Fernando Camiloaga Jiménez; Aquilino Priscilio Mejia Marcacuzco; Waldo Percy Ortega Franco; Juan Carlos Lizárraga Medina. Escenarios de participación en los procesos de Gestión Ambiental Regional, como capacidades de adaptación al cambio climático, en la cuenca del río Mayo, región San Martín, Perú 2009. Autor: Segundo E. Vergara Medrano. Universidad Nacional de San Martín-Tarapoto (UNSM-T) y Centro de Investigación, Gestión y Consultoría Ambiental (CEICA)- Variación del Régimen Pluviométrico en el Sistema de Serrano del Suroeste Bonaerense, Argentina. Autores: M. Isabel Delgado, Gabriela E Senisterra, Fernanda J. Gaspari, Alfonso Rodríguez Vagaría; Sebastián Besteiro. Cátedra de Manejo de Cuencas Hidrográficas; Facultad de Ciencias Agronómicas y Forestales (FCAyF), Universidad de la La Plata (UNLP) y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).

Segundo
Rectángulo
Page 3: Revista redlach 2009

3

Manejo Integrado de Cuencas en la Adaptación al Cambio Climático

Autor Principal: Rodrigo Fuster Gómez1

Co-autor: Meliza González Cáceres2 Resumen El IPCC ha logrado recoger los principales cambios del clima que afectan a las distintas regiones del planeta, y ha hecho un esfuerzo importante en adelantar los cambios que podrían esperarse, y las consecuencias de dichos cambios en el futuro. Chile posee siete de las nueve características que determinan la vulnerabilidad de un país al cambio del clima, tales como tener zonas áridas y semiáridas en su territorio, zonas propensas a desastres naturales y zonas expuestas a la sequía y desertificación, lo cual da una idea sobre el nivel de riesgo que enfrenta y sobre la necesidad de establecer planes de adaptación a los cambios. El Manejo Integrado de Cuencas es una oportunidad para poder adaptarse a los cambios proyectados, al trabajar de forma integral sobre el territorio, favorece la comprensión e involucramiento de la sociedad; facilita la adopción de acuerdos sobre procesos productivos, y permite emprender acciones eficientes de prevención y protección ante desastres, entre otros beneficios asociados al cambio climático. De ahí su importancia como alternativa para la adaptación a este fenómeno global. El presente trabajo plantea medidas de adaptación a los impactos del cambio climático proyectados en Chile desde la perspectiva del Manejo Integrado de Cuencas. Palabras clave: Chile; cambio climático; manejo integrado de cuencas; adaptación.

I. Cambios observados por efecto del Cambio Climático En las últimas décadas, se han observado algunos cambios que podrían escapar de lo que se admite como variabilidad natural del clima. El IPCC publicó el año 2008 un informe específico sobre cambio climático y agua. En él se analizan los principales cambios observados versus los cambios que se proyectan a través de modelos de simulación climática, para todo el planeta, a escala de países. Para América Latina, y especialmente en Chile, el principal cambio observado en el clima es el aumento de la frecuencia de eventos climáticos extremos, tales como las sequías, crecidas y deslizamientos de tierra. El estudio indica que “la frecuencia de desastres relacionados con el clima aumentó en un factor de 2,4 entre 1970 y 1999, y 2000-2005”, habiéndose cuantificado económicamente sólo un 19% de los fenómenos ocurridos entre los años 2000 y 2005, los que representan pérdidas de casi 20.000 millones de dólares a nivel de continente. Las sequías observadas producto del fenómeno de La Niña en la zona central de Chile han generado graves desabastecimientos de agua para consumo humano y para riego de cultivos, y se ha observado también una tendencia decreciente de la precipitación en el país (Bates et al. 2008). Estudios realizados por Camilloni (2005) determinan que en Chile central, en los últimos 50 años, el decrecimiento de las precipitaciones ha sido de un 50%. La energía hidroeléctrica, principal fuente de energía, tanto chilena como de otros países de América del Sur, es considerada una actividad vulnerable a las anomalías de precipitación a gran escala que se han observado. La variación en la disponibilidad de recursos hídricos es un tema que también se vincula con la salud pública, ya que inundaciones y sequías pueden propiciar condiciones favorables para el desarrollo de enfermedades, tales como el cólera y aquellas transmitidas por vectores. Además, se han documentado otros efectos en el continente relacionados con la agricultura y la biodiversidad (Bates et al. 2008). Cambios proyectados por efecto del Cambio Climático Específicamente sobre el agua, se espera que el cambio climático intensifique el déficit que hoy muestra este recurso debido al crecimiento poblacional, el cambio económico, los usos de la tierra y, especialmente, a la urbanización. La disponibilidad de agua dulce depende directamente de bancos de nieve de montaña, glaciares y pequeños casquetes de hielo. Las proyecciones indican que “las pérdidas de masa generalizadas de los glaciares y las reducciones de la cubierta de nieve de los últimos decenios se acelerarían durante el siglo XXI, reduciendo así la disponibilidad de agua y el potencial hidroeléctrico, y alternando las estacionalidad de los flujos en regiones abastecidas de agua de nieve de las principales cordilleras (por ejemplo, Andes)” (IPCC 2007).

1Rodrigo Fuster Gómez, [email protected] Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales Renovables, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Chile. 2Meliza González Cáceres, [email protected]. Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales Renovables, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de Chile

Page 4: Revista redlach 2009

4

Los cambios proyectados en precipitación y temperatura inducen cambios de escorrentía y de disponibilidad de agua. “Con un grado de confianza alto, la escorrentía aumentaría entre un 10% y un 40% de aquí a mediados de siglo en latitudes superiores [...] y disminuiría entre un 10% y un 30% en ciertas regiones secas de latitudes medias y en los trópicos secos, debido a la disminución de las lluvias y a unas tasas de evaporación más altas”. También se espera que numerosas regiones semiáridas padezcan una disminución de sus recursos hídricos. Aumentará la extensión de las áreas afectadas por sequías, lo cual incide negativamente a sectores productivos como la agricultura, la producción de energía, y la disponibilidad de agua para consumo. En algunas zonas se espera aumenten las precipitaciones y la escorrentía, pero los impactos beneficiosos de estos aumentos probablemente se verán atenuados por los efectos negativos de una mayor variabilidad en las precipitaciones y de una “alteración estacional de la escorrentía sobre el abastecimiento y calidad del agua, y por un mayor riesgo de crecidas. Las investigaciones disponibles parecen indicar que aumentarán apreciablemente las precipitaciones de lluvia intensas en numerosas regiones, en algunas de las cuales disminuirán los valores medios de precipitación” (IPCC 2007). El aumento de la variabilidad de precipitación y escorrentía supone un mayor riesgo de crecidas y de sequías, lo cual plantea problemas que deben mirarse desde el punto de vista de la sociedad, su infraestructura y la calidad de sus aguas. La gravedad y frecuencia de las sequías y crecidas afectarían negativamente al desarrollo de las actividades productivas, a la disponibilidad de agua para el consumo humano en la cantidad y calidad necesaria, a los ecosistemas existentes, y en definitiva, son amenazas para el desarrollo sostenible. El aumento de la temperatura afectaría también “las propiedades físicas, químicas y biológicas de los lagos y ríos, y sus efectos sobre numerosas especies de agua dulce, sobre la composición de las comunidades y sobre la calidad del agua serían predominantemente adversos. En el Cuadro 1. Ejemplos de impactos esperados” se sintetizan las tendencias esperadas con impactos concretos que podrían sentirse en diferentes sectores. Cambios esperados en Chile Al igual que en otros países, en Chile se han desarrollado simulaciones para llevar los cambios proyectados del clima a la escala nacional. De acuerdo a estudios de la Universidad de Chile (2006), las proyecciones de cambios en la temperatura, precipitación e impacto hidrológico

Cuadro 1. Ejemplos de impactos esperados

Ejemplos de impactos importantes proyectados, por sectores (����=aumento; ����= disminución) Fenómenos y dirección

de las tendencias

Probabilidad de las tendencias futuras * Agricultura, silvicultura y

ecosistemas Recursos hídricos

En la mayoría de las áreas terrestres, días y noches fríos más templados y más escasos, días y noches cálidos más cálidos y más frecuentes

Virtualmente cierto (calentamiento de los días y noches más extremos del año)

���� Rendimiento en entornos más fríos. ���� Rendimiento en entornos más cálidos.

���� Plagas.

Efectos en recursos hídricos dependientes de la nieve fundida. Efectos sobre ciertos suministros hídricos.

Períodos cálidos / olas de calor. Aumento de la frecuencia en la mayoría de las extensiones terrestres

Muy probable

���� Rendimiento en regiones más templadas por efecto del estrés térmico. ���� Peligro de incendios incontrolados.

���� Demanda hídrica. Problemas de calidad del agua, por ejemplo, floración de algas

Episodios de precipitación intensa. Aumento de la frecuencia en la mayoría de las áreas

Muy probable

Daños a los cultivos. Erosión del suelo, imposibilidad de cultivar tierras por anegamiento de los suelos.

Efectos adversos en la calidad del agua superficial y oceánica. Contaminación de suministros hídricos. Posiblemente, menor escasez de agua.

Área afectada por el aumento de las sequías

Probable

Degradación de la tierra. Inhabilitación y daño a cultivos. ���� Muerte de cabezas de ganado. ���� Riesgos de incendios incontrolados.

���� Extensión del estrés hídrico.

Fuente: Adaptado de IPCC (2007) * Proyecciones para el siglo XXI, según los escenarios IEEE.

Page 5: Revista redlach 2009

5

según dos escenarios (uno moderado, B2, y otro severo, A2), para el período comprendido entre los años 2071 y 2100, generarían las siguientes modificaciones:

Temperatura en superficie: Se proyectan aumentos de las temperaturas en todas las regiones. En el escenario A2 los aumentos varían entre 2 °C y 4 °C, acentuándose en las regiones andinas y disminuyendo de norte a sur. En el escenario B2, y únicamente en la región austral, algunos sectores experimentan un calentamiento menor a 1 °C. El aumento de temperatura variaría estacionalmente, siendo mayor en verano, con aumentos de hasta 5 °C en sectores altos de la cordillera de los Andes.

Precipitación: En general, la cordillera de los Andes tiene un factor determinante en el

comportamiento esperado de las precipitaciones. Se espera un aumento de las precipitaciones de primavera y verano en el altiplano chileno. En el norte chico hay aumento de las precipitaciones bajo el escenario B2 en otoño, el cual afecta sólo a la región andina de más al norte para la época de invierno. En la zona central, las precipitaciones disminuyen en ambos escenarios, llegando hasta un 40% menos en las tierras bajas. La zona sur viviría “una transición hacia los montos del clima actual durante otoño e invierno”, que sería más rápida en el escenario B2. En el verano las pérdidas de precipitación son del orden del 40%, y de un 25% en primavera. En la región austral, las pérdidas estivales son de un 25%, pero en invierno las condiciones se mantienen normales, y hay un ligero aumento en el extremo sur que se mantiene todo el año. En conclusión, la pluviometría disminuye en todo el país exceptuando la región altiplánica en verano y el extremo austral en invierno.

Impacto hidrológico: La combinación del cambio positivo (aumento) en las temperaturas

y negativo (disminución) en las precipitaciones trae para Chile situaciones a considerar. En primer lugar, el aumento de la temperatura se relaciona con la reducción del área andina capaz de acumular nieve, ya que la isoterma 0 °C sufre un alza de altura debido al calentamiento, lo cual se traduce en que “las crecidas invernales de los ríos con cabecera andina se verán incrementadas por el consiguiente aumento de las cuencas aportantes y la reserva nival de agua se verá disminuida” (Universidad de Chile 2006), modificando el régimen actual de las cuencas.

Según otras investigaciones de la Universidad de Chile (2008a) los resultados de una simulación hidrológica y posterior modelación de efectos según las nuevas condiciones climáticas esperadas, para nueve cuencas distribuidas a lo largo del país de regímenes pluviales y nivales (en las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, del Maule y de la Araucanía), revelan que bajo el escenario A2 del IEEE, en casi todos los casos, aumentaría el estrés hídrico de las cuencas, para probabilidades de excedencia de caudales de 75%, 85% y 95%. Se consideró estrés hídrico como el porcentaje de tiempo en que falla el suministro de agua, o que la demanda de caudales es mayor a la oferta existente. Cabe destacar que el estudio se realizó especialmente para cuencas de cabecera, por tanto las modificaciones de los caudales disponibles en estas zonas afectarán a la cuenca en su completitud, especialmente a las zonas más bajas. El Cuarto Informe del IPCC señala que Chile cumple con siete de las nueve características que determinan la vulnerabilidad al cambio climático (entre otras, ser un país con zonas áridas y semiáridas, con zonas propensas a los desastres naturales, zonas expuestas a sequía y desertificación), razón suficiente para que la investigación asociada a la adaptación al cambio climático y a la mitigación de emisiones de GEI sea un tema prioritario dentro del desarrollo nacional (CONAMA 2009b)

Page 6: Revista redlach 2009

6

Adaptación Dentro de los ejemplos escogidos de adaptación planificada, el IPCC (2007) plantea que para los recursos hídricos, algunas opciones o estrategias de adaptación son: extensión de la recogida de aguas lluvias, desarrollo de técnicas de almacenamiento y conservación del agua, reutilización, desalación, eficiencia en su uso y en la irrigación. El marco de políticas para la adaptación estaría dado por políticas hídricas nacionales y gestión integrada de los recursos hídricos. Además, gestión de los fenómenos peligrosos relacionados con el agua. Las principales limitaciones para aplicar las medidas de adaptación son la falta de recursos humanos y financieros, sin embargo, un aspecto positivo es la sinergia que se produciría al realizar, precisamente, una gestión integrada de recursos hídricos, comprometiendo a otros sectores para quienes también será beneficioso (IPCC 2007). De forma más específica, la Universidad de Chile recogió experiencias de múltiples países sobre políticas y estrategias de adaptación al cambio climático para el sector agropecuario, y los recursos hídricos y edáficos (Universidad de Chile 2008b), información valiosa para tomar como guía al establecer las propias prácticas de adaptación en un marco integrador a nivel de cuenca. II. El Manejo Integrado de Cuencas como estrategia de gestión territorial para la adaptación al cambio climático Si bien los cambios proyectados en temperatura y precipitaciones pueden abarcar extensos territorios de Chile, la magnitud de estos cambios y la forma en que modifiquen el comportamiento de las aguas se expresará de manera diferenciada en cada cuenca hidrográfica, en función de sus características físicas y de las actividades que el ser humano realiza en ella. Los cambios previstos en el comportamiento del clima en Chile implican la necesidad de gestión de: a) control de crecidas y de adaptación de la infraestructura asociada, para que pueda resistir los nuevos caudales de crecidas y los impactos de precipitaciones intensas; b) almacenar el agua para los tiempos de escasez; c) plantear modificación en los patrones de producción; d) propender a la gestión de los recursos naturales en las unidades territoriales donde la sociedad reconoce las interacciones entre las acciones realizadas y los impactos de éstas. El Manejo Integrado de Cuencas (MIC), como proceso que promueve la gestión coordinada del agua, el suelo y otros recursos naturales bajo un enfoque social, económico y ambiental, considerando la cuenca como unidad territorial lógica, permitiría enfrentar el desafío del cambio climático de manera operativa, puesto que presenta virtudes en las dimensiones que deben considerarse al momento de plantear la adaptación a los cambios futuros. Las virtudes del MIC se expresan en la prioridad que se da al ser humano como el centro de las acciones y decisiones que se toman en una cuenca, ya que su objetivo principal es propender a un estado de mayor bienestar, considerando que el medio ambiente definido por la cuenca hidrográfica es un medio socionatural donde se toman las decisiones asociadas al desarrollo, y que la incerteza y la incertidumbre son parte de las condiciones futuras que hay que enfrentar y a las cuales es necesario adaptarse. En el marco del MIC, cualquier acción propuesta en la cuenca debe recoger los intereses de la sociedad y sus requerimientos de desarrollo económico en un marco de diversidad cultural. El MIC promueve el cambio en la lógica del pensamiento, para desarrollarse desde lo local hacia lo global de forma organizada y participativa, lo que permite solucionar conflictos entre múltiples usuarios culturalmente diferentes que, queriéndolo o no, se encuentran ligados por un recurso compartido. Así, el MIC plantea una fusión del papel del conocimiento científico con el conocimiento local como punto de partida de la toma de decisiones; es una aproximación

Page 7: Revista redlach 2009

7

metodológica que aspira a combinar la restauración ecosistémica con la descentralización del proceso de toma de decisiones e implementar una perspectiva integral para tender al desarrollo. Estas características del MIC permiten plantear la adaptación para enfrentar el cambio climático en sus impactos esperados:

Permite planificar el uso de los recursos naturales y manejarlos buscando mayores beneficios de los sistemas productivos, a la vez que se incorporan estrategias de conservación que permiten adaptarse a condiciones en que aumente el escurrimiento superficial de agua y a eventos de precipitaciones más intensas, reduciendo así los riesgos de inundaciones.

La planificación del territorio donde ocurren las interacciones más evidentes entre el uso

de los recursos naturales y su impacto sobre el recurso hídrico, favorece la comprensión e involucramiento de la sociedad con las medidas de adaptación que se proponen.

La gestión a nivel de cuenca facilita acuerdos de implementación de un proceso

productivo organizado, que puede conducir a la incorporación y desarrollo de patrones productivos más propicios a las nuevas condiciones de escasez de agua que se han proyectado. Cambios en el tipo de cultivos, modificaciones en las fechas de siembra, escalas de producción que favorezcan el acceso a mercados, manejo compartido del agua y el mantenimiento de infraestructura compartida son posibles beneficios de una organización a escala de cuenca.

A escala nacional, plantear la gestión de los recursos naturales a nivel de cuenca

permitiría fortalecer las acciones institucionales que el país está llevando a cabo a través de la Política para la Protección y Conservación de Glaciares (CONAMA 2009a) y la Estrategia Nacional de Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas (CONAMA 2007), dado que ambas políticas contemplan trabajar en la prevención y en la disminución de los conflictos que surjan en función de los diferentes intereses de quienes usan el agua en las cuencas hidrográficas, considerando que los glaciares son cabecera de las cuencas y relevantes fuentes de acumulación de agua en función del Plan de Acción Nacional de Cambio Climático (CONAMA 2008).

Instalar una institucionalidad a nivel de cuenca, que coordine a los sectores público,

privado y a la sociedad civil, permitiendo coordinar que las intervenciones en la cuenca garanticen la sustentabilidad de la misma y sus recursos, especialmente en cuanto a la calidad y cantidad de sus aguas y de los elementos que la definen, entre ellos, los glaciares de forma central (CONAMA 2009a).

La comprensión del territorio como un sistema integrado permite visualizar con mayor

claridad aquellos riesgos que pueden estar conectados (encadenamiento de riesgos), información que posibilita el establecimiento de medidas de prevención y protección más eficaces. Las acciones que se realicen a nivel de cuenca permitirán minimizar los riesgos asociados a estas amenazas naturales (el IPCC estima que los eventos climáticos extremos en Chile se volverán más frecuentes en todos los escenarios de cambio climático).

Las acciones específicas y operativas que se pueden proponer bajo el enfoque del MIC a los posibles impactos que se proyectan en las actividades silvoagropecuarias y en los recursos hídricos en Chile se presentan en el “Cuadro 2. Análisis de las acciones de adaptación bajo el enfoque del MIC frente a impactos del cambio climático proyectados en Chile”.

Page 8: Revista redlach 2009

8

III. Reflexiones Finales El Manejo Integrado de Cuencas, como su nombre lo señala, integra la gestión de un territorio desde una perspectiva sistémica, y así, se convierte en una alternativa válida para enfrentar los retos complejos que el cambio climático, en cualquiera de sus escenarios, puede traer en el futuro. Si bien las acciones particulares son propias de disciplinas específicas, la integración de éstas a la escala de cuenca transforma medidas simples, en partes fundamentales de un proceso orientado hacia el desarrollo sostenible. La adaptación al cambio climático bajo el planteamiento del MIC conjuga medidas de carácter técnico orientados al medio físico, como la conservación y rehabilitación de cuencas, con medidas de carácter social como la generación de espacios de diálogo y resolución de conflictos, medidas económicas como el fortalecimiento comercial o el cambio de los patrones productivos al interior de una cuenca. En Chile, los impactos esperados agudizan la vulnerabilidad de las actividades silvoagropecuarias, específicamente sobre la disponibilidad de los recursos hídricos. El MIC entrega alternativas concretas integradoras capaces de enfrentar estos impactos adaptándose a los cambios.

Cuadro 2: Análisis de las acciones de adaptación bajo el enfoque del MIC frente a impactos del cambio climático proyectados en Chile

Ejemplos de impactos proyectados en Chile (����=aumento; ����= disminución)

Cambio proyectado en Chile Agricultura,

silvicultura y ecosistemas

Recursos hídricos

Adaptación desde la perspectiva del Manejo Integrado de Cuencas

Aumento de la temperatura

�Evapotranspiración por aumento de temperatura. �Rendimiento en entornos más cálidos. �Plagas. �Degradación de la tierra. Inhabilitación y daño a cultivos.

Cambio en el ciclo de la escorrentía por mayor derretimiento de nieve. Efectos sobre ciertos suministros hídricos.

Cambio en el patrón de precipitación

� Disponibilidad de aguas lluvia. � Riesgo de incendios incontrolados. � Rendimiento de los cultivos � Disponibilidad de agua para el mantenimiento de ecosistemas

�Escurrimiento superficial. �Acumulación de agua como nieve �Frecuencia de sequías

Impacto hidrológico �Oferta hídrica para riego �Riesgo para la infraestructura. �Número y magnitud de los conflictos por acceso al agua.

� Calidad del agua superficial debido al arrastre de sedimentos. �Contaminación de suministros hídricos. Cambio de la relación entre los componentes del ciclo hidrológico.

• Uso de técnicas de conservación de agua, como por ejemplo, zanjas de infiltración y surcos en contorno.

• Incorporación de variedades resistentes a condiciones extremas, o cambio de especies productivas, diversificación de la producción.

• Implementación de manejo integrado de plagas.

• Planificación territorial incluyendo zonas de riesgos por amenazas naturales.

• Uso de técnicas de control de la escorrentía.

• Implementación de sistemas silvoagropecuarios.

• Coordinación intersectorial en la planificación y uso del agua.

• Planificación y gestión conjunta de la cantidad y la calidad del agua.

• Coordinación de acciones interinstitucionales de fomento en infraestructura.

• Generación de instancias formales de resolución de conflictos, previas a la judicialización de los mismos.

• Evaluación de alternativas productivas acorde a nuevas condiciones hidrológicas.

Fuente: Elaboración propia.

Page 9: Revista redlach 2009

9

Bibliografía

Bates, B.C. et al. 2008. (Eds.). El cambio climático y el agua. Documento técnico del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, Secretaría del IPCC, Ginebra. 224 p.

Camilloni, I. 2005.Tendencias climáticas. p. 13-19. En: Barros, V., A. Menéndez y G.J. Garay (Eds.) El cambio climático en el Río de la Plata. CIMA/CONICET-UBA, Buenos Aires.

CONAMA. 2007. Estrategia nacional de gestión integrada de cuencas hidrográficas (disponible en: http://www.conama.cl/portal/1301/article-42435.html) Fecha de visita: 06 de mayo de 2009.

CONAMA. 2008.Plan de acción nacional de cambio climático (disponible en: http://www.conama.cl/portal/1301/articles-44691_recurso_1.pdf) Fecha de visita: 05 de junio de 2009.

CONAMA. 2009a.Política para la protección y conservación de glaciares (disponible en: http://www.sinia.cl/1292/articles-45467_PoliticaGlaciales.pdf) Fecha de visita: 20 de abril de 2009.

CONAMA. 2009b.Vulnerabilidad de Chile según el IPCC (disponible en: http://www.conama.cl/especiales/1305/article-40154.html) Fecha de visita: 20 de mayo de 2009.

IPCC. 2007.Cambio climático 2007: Informe de síntesis. Contribución de los Grupos de trabajo I, II y III al Cuarto Informa de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático [Equipo de redacción principal: Pachauri, R.K. y A. Reinsinger (directores de la publicación)]. IPCC, Ginebra, Suiza. 104 p.

Universidad de Chile. 2006.Estudio de la variabilidad climática en Chile para el siglo XXI. Informe Final. Elaborado por el Departamento de Geofísica de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. Comisión Nacional de Medio Ambiente, para CONAMA. 63 p.

Universidad de Chile. 2008a Análisis de vulnerabilidad del sector silvoagropecurio, recursos hídricos y edáficos de Chile frente a escenarios de cambio climático. Capítulo: Análisis de vulnerabilidad de los recursos hídricos de Chile frente a escenarios de cambio climático. Elaborado por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas y el Centro de Agricultura y Medio Ambiente, AGRIMED para CONAMA, ODEPA y FIA. 127 p.

Universidad de Chile. 2008b.Sistematización de las políticas y estrategias de adaptación nacional e internacional al cambio climático del sector silvoagropecuario y de los recursos hídricos y edáficos. Elaborado por la Facultad de Ciencias Agronómicas, para FIA, ODEPA y CONAMA. 156 p.

Page 10: Revista redlach 2009

10

PAGAMENTO POR SERVIÇOS AMBIENTAIS COMO INSTRUMENTO DE MITIGAÇÃO E ADAPTAÇÃO À

MUDANÇA CLIMÁTICA NO BRASIL Alexandre Altman3

Airton Guilherme Berger Filho4 Resumen La reciente percepción de la importancia de la conservación de los servicios ecosistémicos como soporte para la economía y para el bienestar humano, que fue promovida principalmente por la Evaluación Ecosistémica del Milenio, impulsa iniciativas innovadoras en la búsqueda de valoración económica de las formas de manejo sostenible de los recursos naturales a partir, especialmente, de la creación de sistemas de pago por servicios ambientales. Dichas iniciativas públicas o privadas de PSA, le dan un abordaje de la conservación ambiental concentrada en estímulos positivos, que influencian las decisiones, al gratificar los responsables por la conservación de los beneficios ambientales colectivos como son la biodiversidad, tierra, los paisajes y los recursos hídricos. Es un planteamiento alternativo a la lógica económica predominante que aumenta los costes y desalienta las posibilidades de acciones de conservación. La degradación de los ecosistemas locales y la influencia determinante de las actividades humanas en los cambios climáticos globales reflejan el sistema económico, que es, por su vez, omiso en relación al valor de los servicios prestados por los ecosistemas. El trabajo aquí presentado promueve algunas reflexiones acerca de la pertinencia de sistemas como PSA como herramienta utilizada para la mitigación y adaptación de los efectos de los cambios climáticos en Brasil. Primeramente, son presentados los conceptos centrales para entender los servicios ambientales. Luego, son presentadas algunas normas legales e iniciativas en el contexto brasileño vinculadas con la PSA. Por último, en el contexto de los cambios climáticos el abordaje incluye las posibilidades de aplicación del PSA como herramienta de política ambiental eficiente y positivo para influenciar en la mitigación y adaptación de los cambios climáticos. Palabras claves: pago por servicios ambientales; conservación ambiental; mitigación; adaptación; cambios climáticos; políticas públicas; normas legales.

I. INTRODUÇÃO O pagamento por serviços ambientais (PSA) é uma abordagem de conservação focada na valorização econômica das atividades humanas, diretamente relacionadas com o aumento ou a manutenção dos serviços ecossistêmicos. Através do pagamento por serviços ambientais busca-se interferir na conduta humana, a partir da criação de instrumentos de incentivo econômico que propõem a remuneração aos provedores de tais serviços, para que estes adotem ou continuem adotando práticas condizentes com a gestão sustentável dos recursos naturais. A intensificação dos debates e das ações para a implantação de estratégias de PSA emerge em um momento crucial para a formação de metodologias e políticas nacionais e internacionais, voltadas para as mudanças climáticas. Ao lado da formação de um mercado mundial de créditos de carbono (que é também um modelo de PSA), estratégias locais de mitigação e adaptação são necessárias e urgentes para que as comunidades consigam conviver melhor com as alterações climáticas. Conforme o 4º Relatório de Avaliação do IPCC - Intergovernmental Panel on Climate Change5 maior contribuição e, também o maior desafio, do Brasil no combate à mudança climática é evitar o desmatamento, incrementar a área florestada em seu território. Os sistemas de pagamento por serviços ambientais apresentam diversas possibilidades de criação de alternativas, às formas equivocadas de aproveitamento econômico e alteração das condições ambientais, pois se voltam para o incentivo positivo às práticas que tragam benefícios aos serviços ecossistêmicos até então desconsiderados pela economia. Embora se saiba que tais serviços têm um grande valor para a sociedade o sistema econômico atual traz poucos incentivos para quem direta ou indiretamente contribui com a conservação dos ecossistemas, especialmente para aqueles que dependem inteiramente dos bens e serviços ecossistêmicos para sua subsistência (pequenos agricultores e comunidades tradicionais). O presente texto, em um primeiro momento, discorre brevemente sobre a base conceitual dos serviços ambientais.

3 Alexandre Altman [email protected]. Federal do Rio Grande do Sul, mestre em Direito Ambiental pela Universidade de Caxias do Sul, integrante do Grupo de Pesquisa Pagamento por Serviços Ambientais da UCS. 4 Airton Guilherme Berger Filho, [email protected]; [email protected]. Advogado, professor da Universidade de Caxias do Sul, mestre em Direito Ambiental pela Universidade de Caxias do Sul, integrante do Grupo de Pesquisa Pagamento por Serviços Ambientais da UCS 5 Painel Intergovernamental sobre Mudança Climática

Page 11: Revista redlach 2009

11

Em seguida, enfoca a relação entre o contexto legal e a aplicação de sistemas de PSA no Brasil. Inclui, também, uma breve reflexão sobre a criação de um marco regulatório para uma política nacional de PSA. A discussão final se dá a partir da análise das possibilidades de aplicação do PSA, como instrumento de política ambiental, apto a influenciar positivamente na mitigação e na adaptação às mudanças climáticas. II. POLÍTICAS E MARCOS LEGAIS DE PAGAMENTO POR SERVIÇOS AMBIENTAIS (PSA) NO BRASIL Em 2005, a Avaliação Ecossistêmica do Milênio (AEM), estudo encomendado pela Organização das Nações Unidas (ONU), revelou que 60% dos serviços ecossistêmicos do planeta estão, de alguma forma, degradados e em declínio. A AEM dividiu os serviços prestados pelos ecossistemas em: a) serviços de provisão (alimentos, água, lenha, fibras, princípios ativos, recursos genéticos); b) serviços de suporte (formação de solos, produção primária, ciclagem de nutrientes; processos ecológicos); c) serviços de regulação (regulação do clima, controle de doenças, controle de enchentes e desastres naturais, purificação da água, purificação do ar, controle da erosão); e c) serviços culturais (espiritualidade, lazer, inspiração, educação e simbolismos). Atualmente, emergem novas estratégias de gestão dos recursos naturais partir da percepção da importância dos serviços ecológicos. Uma das propostas é o Pagamento pelos Serviços Ambientais (PSA) definidos por Wunder6 com base em cinco requisitos: [I] transação voluntária, pela qual [II] determinado serviço ambiental ou determinado uso do solo desejado para assegurar este serviço) [III] é adquirido por (pelo menos um) adquirentes do serviço ambiental; [IV] de (pelo menos um) provedores do serviço ambiental; [V] se e somente se os provedores assegurarem a provisão do serviço ambiental definido. Conforme salienta Wunder7 o sistema de PSA é parte de um novo paradigma de conservação, pois reconhece explicitamente a necessária ponte entre os interesses dos detentores da terra e terceiros. O ponto central da questão do PSA é a escassez, ou o risco de escassez, do serviço ecológico e a valorização deste. Não se trata de “mercantilizar” o meio ambiente. O PSA busca incentivar quem contribui para a preservação dos serviços ambientais a partir de recursos provenientes dos beneficiários. Uma troca justa, portanto. A consideração dos benefícios trazida pela preservação dos serviços ecológicos, não parte da lógica de mercado, mas sim da lógica econômica em sua essência. De acordo com o Relatório Final do Fórum Eletrônico sobre Sistemas de Pagamento por Serviços Ambientais em Bacias Hidrográficas, da Organização das Nações Unidas para a Agricultura e Alimentação (FAO), “o PSA é um mecanismo flexível e adaptável a diferentes condições, que aponta a um pagamento ou compensação direta pela manutenção ou provisão de um serviço ambiental, por parte dos usuários do serviço o qual se destina aos provedores.” 8 O Fórum da FAO destaca ainda que o conceito de PSA tem recebido, nos últimos anos, muita atenção em vários países da América Latina, como ferramenta inovadora para financiar investimentos no manejo sustentável de terras. Experiências com PSA em países da América Latina têm demonstrado que este instrumento pode contribuir mais eficazmente para a manutenção da qualidade ambiental das bacias hidrográficas do que outros mecanismos, sobretudo os de “comando e controle”.9

6 WUNDER, Sten. 2005. Payments for environmental services: some nuts and bolts. Jacarta: Center for International Forestry Research,. p. 03. [tradução livre] 7 WUNDER, Sten. op. cit.p. 03. 8 ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN (FAO). Foro Electrónico Sobre Sistemas de Pago por Servicios Ambientales em Cuencas Hidrográficas. Disponível em <http://www.rlc.fao.org/foro/psa/pdf/infofinpsa.pdf> Acesso 30.set.2007. p. 05. [tradução livre] 9 CAMACHO, D. C. PROCUENCAS, protección y recuperación de microcuencas para el abastecimiento de agua potable en la provincia de Heredia, Costa Rica. Disponível em <http://www.rlc.fao.org/foro/psa/pdf/infofinpsa.pdf> Acesso 30.set.2007. p. 14.

Page 12: Revista redlach 2009

12

No Brasil, experiências de PSA surgem em diferentes ecossistemas, tanto pela iniciativa privada, quanto pelo Poder Público. Como exemplo de PSA desenhado e financiado por instituição privada, temos o Projeto Oásis lançado no estado de São Paulo, pela Fundação Boticário de Conservação da Natureza, em outubro de 2006. O projeto da Fundação Boticário cria um sistema de pagamento pelos serviços ambientais a proprietários de áreas remanescentes de Mata Atlântica, que se comprometerem a conservá-las integralmente.10 No setor público, merece destaque o “Programa Bolsa-Floresta” instituído no estado do Amazonas. O “Bolsa-Floresta”, criado pela Lei Estadual de Mudanças Climáticas do Amazonas, consiste no pagamento por serviços e produtos ambientais às comunidades tradicionais das Unidades de Conservação pelo uso sustentável, a conservação e proteção dos recursos naturais enquanto política de incentivo a ações voluntárias de redução de desmatamento. Outra importante iniciativa do Poder Público no sentido de valorizar os serviços ambientais é o Programa de desenvolvimento sustentável da produção rural familiar da Amazônia – PROAMBIENTE11. Trata-se de uma política de Compensação de Serviços Ambientais através de remuneração direta às famílias, apoio a projetos e ao desenvolvimento da comunidade. O financiamento do PROAMBIENTE é baseado na criação de dois fundos, um de caráter ambiental encarregado de remunerar os prestadores de serviços ambientais e, outro que visa apoiar financeiramente os agricultores familiares no processo de conversão para o padrão de agricultura sustentável, assegurando o serviço de assistência técnica diferenciada e contribuindo para o fortalecimento das organizações locais.12 A legislação federal em vigor não traz textualmente a previsão de políticas de pagamentos por serviços ambientais, mas indiretamente indica essa possibilidade. A Lei 11.428 de 2006, que dispõe sobre a utilização e proteção da vegetação nativa do Bioma Mata Atlântica, por exemplo, prevê de forma genérica a adoção de “incentivos econômicos voltados a estimular a proteção e uso sustentável do Bioma Mata Atlântica”. A Política Nacional do Meio Ambiente, Lei 6.938 de 1981 sugere, de forma exemplificativa e não exaustiva, um rol de instrumentos econômicos, que não inclui explicitamente, mas também não exclui a possibilidade da utilização de instrumentos de incentivo positivo como o PSA. Os instrumentos mencionados são: a concessão florestal13, a servidão ambiental14 e o seguro ambiental. Ainda na perspectiva dos marcos regulatórios que poderiam ter abordado diretamente, como instrumento de política pública, o pagamento por serviços ambientais temos a

10 FUNDAÇÃO BOTICÁRIO DE PROTEÇÃO À NATUREZA. Projeto Oásis. Disponível em <http://internet.boticario.com.br/portal/site/fundacao/menuitem.82a4b0a3a96f02ddd52fae10e2008a0c?epi_menuGrafico=Areas_Naturais&item_Menu=2.> Acesso 30.set.2007. 11 O PROAMBIENTE Surgiu em 2000 a partir da articulação entre movimentos sociais rurais da Amazônia Legal (FETAGs, MONAPE, COIAB, CNS e GTA) e as organizações não-governamentais IPAM e FASE. Em 2004, com sua inserção no Plano Pluri Anual 2004/2007, o PROAMBIENTE tornou-se uma política pública federal. O programa envolve agricultores familiares, extrativistas, pescadores artesanais, indígenas, remanescentes de quilombos e populações tradicionais em 11 Pólos Pioneiros na Amazônia Legal. O PROAMBIENTE parte da premissa que os sistemas sustentáveis de produção geram uma série de serviços ambientais para a sociedade, sem que o provedor receba a devida retribuição, o que representa um desincentivo a essas práticas e um insentivo ao desmatamento. 12 MATTOS, L.; OLIVEIRA, L. R.; HIRATA, M. F.; GASPARIM, I. R.; TURA, L. R.. PROAMBIENTE: Proposta Inicial. Brasília: FETAGRIs/Amazônia Legal, 2003. 13 Conforme a Lei nº 11.284 de 2006, que dispõe sobre a gestão de florestas públicas para a produção sustentável concessão florestal: delegação onerosa, feita pelo poder concedente, do direito de praticar manejo florestal sustentável para exploração de produtos e serviços numa unidade de manejo, mediante licitação, à pessoa jurídica, em consórcio ou não, que atenda às exigências do respectivo edital de licitação e demonstre capacidade para seu desempenho, por sua conta e risco e por prazo determinado” (Artigo 3º, VII). 14 A servidão florestal foi incluída pela Medida Provisória 2.166-67 de 24 de agosto de 2001, no Código Florestal, Lei nº. 4.771 de 15 de setembro de 1965, através do artigo 44-A. Conforme o texto legal do artigo antes referido: “o proprietário rural poderá instituir servidão florestal, mediante a qual voluntariamente renuncia, em caráter permanente ou temporário, a direitos de supressão ou exploração da vegetação nativa, localizada fora da reserva legal e da área com vegetação de preservação permanente”. Tal instituto jurídico permite ao proprietário de um imóvel rural, detentor, em suas terras, de floresta nativa, natural, primitiva ou regenerada, além do exigido em lei destinar parte desta área (averbada no registro de imóveis a servidão florestal) para que possa ser utilizada para cumprimento da obrigação Reserva Legal de imóvel rural de terceiro. Nesse sentido foi criado a Cota de Reserva Florestal - CRF, título representativo de vegetação nativa sob regime de servidão florestal, de Reserva Particular do Patrimônio Natural ou reserva legal instituída voluntariamente sobre a vegetação que exceder os percentuais Instituídos pela lei para a reserva legal.

Page 13: Revista redlach 2009

13

Lei n. 9.433, que institui a Política Nacional de Recursos Hídricos (PNRH), baseada entre outros fundamentos, no entendimento de que a água é um bem de domínio público e um recurso natural limitado, dotado de valor econômico. Os recursos hídricos devem, conforme a lei, ser geridos, no âmbito da bacia hidrográfica, de forma descentralizada, de modo a garantir seu acesso em boa qualidade e quantidade a múltiplos setores da sociedade. Dentre diversos instrumentos instituídos pela PNRH está a cobrança pelo uso dos recursos hídricos, que possui conforme a lei, três finalidades básicas: a) reconhecer a água como bem econômico e dar ao usuário uma indicação de seu real valor; b) obter recursos financeiros para o financiamento dos programas e intervenções contemplados nos planos de recursos hídricos e, por fim, c) incentivar a racionalização e a economia de água.15 A norma instituidora da política de recursos hídricos, assim como as demais, não contempla explicitamente a possibilidade de incentivos positivos, embora também não exista uma vedação do pagamento por serviços ambientais. Essa “omissão legislativa” pode trazer dificuldades, por exemplo, na implantação de programas de PSA financiados com o dinheiro da cobrança pelo uso da água acima descrito, devido à necessidade da observância do princípio constitucional da legalidade16. Por outro lado, sob a ótica das transações privadas, não existe a necessidade de marcos regulatórios para a formalização de pagamentos por serviços ambientais, pois se trata de matéria vinculada à autonomia da vontade das partes provedor e beneficiário, através de um contrato. Percebe-se que direito brasileiro carece de instrumentos de incentivo positivo, pois sua estrutura está basicamente focada em instrumentos de “comando e controle”, que embora sejam de extrema importância para disciplinar o uso dos recursos naturais, não alcançaram a efetividade necessária para fazer frente a diversos e complexos problemas oriundos do conflito entre o crescimento econômico e a preservação do meio ambiente. Embora o pagamento por serviços ambientais não seja mencionado diretamente na legislação ambiental federal existem em tramitação no Congresso Nacional diversos projetos de lei que versam sobre a retribuição e incentivos àqueles que preservam o meio ambiente17. Nesse sentido, foi enviado ao Congresso Nacional em 05 de junho de 2009 o projeto de Lei n. 5.487/2009, de autoria do Poder Executivo Federal. O texto do projeto visa instituir, mediante lei, a Política Nacional dos Serviços Ambientais (PNSA), o Programa Federal de Pagamento por Serviços Ambientais (PFPSA). O PL n. 5.487/2009, pode ser considerado o mais completo entre os projetos de lei federal que visam à valorização dos serviços ambientais. O texto concebe o meio ambiente como “prestador de serviços ecossistêmicos” e o considera o como parte do processo econômico, produtivo, social e cultural - não mais como mero fornecedor de matéria-prima e receptor de resíduos. De acordo com o referido projeto de lei é considerado recebedor de pagamento por serviços ambientais “aquele que restabelece, recupera, mantém ou melhora os ecossistemas no âmbito de planos e programas específicos”.18 A PNSA priorizaria a estratégia de corredores ecológicos, tendo em vista a sua importância para conectar fragmentos de ecossistemas e, conseqüentemente, para a conservação da

15 A Lei 9.433/97 visa cobrar o direito à utilização da água, face ao seu impacto na disponibilidade desse bem para outros usos coletivos, conforme o princípio do poluidor pagador e não o seu valor material. Os valores arrecadados, segundo a lei devem prioritariamente ser investidos na própria gestão da bacia hidrográfica. 16 Conforme Gasparini: "O princípio da legalidade significa estar a Administração Pública, em toda a sua atividade, presa aos mandamentos da lei, deles não se podendo afastar, sob pena de invalidade do ato e responsabilidade de seu autor. Qualquer ação estatal sem o correspondente calço legal, ou que exceda ao âmbito demarcado pela lei, é injurídica e expõe-se à anulação . Seu campo de ação, como se vê, é bem menor que o do particular. De fato este pode fazer tudo que a lei permite e tudo que a lei não proíbe; aquela só pode fazer o que a lei autoriza e, ainda assim, quando e como autoriza . Vale dizer, se a lei nada dispuser, não pode a Administração Pública agir, salvo em situações excepcionais (grave perturbação da ordem e guerra quando irrompem inopinadamente). GASPARINI, Diógenes. 2001.Direito Administrativo. 6.ª ed., Ed. Saraiva, São Paulo. p7-8 17 No Congresso Nacional, na atual legislatura, tratam da matéria os Projetos de Lei nº 792/2007; 1190/2007; 1667/2007 e 1920/2007, o Projeto de Lei nº 142/2007 e o Projeto de Lei n. 5.487/2009. 18 Conforme o PL n. 5.487/2009 receberão a retribuição do PSA tão somente aqueles que voluntariamente assumirem voluntariamente condutas, estabelecidas no âmbito de um programa ou plano especifico, o que diferencia esse instrumento tanto, do comando e controle, bem como dos “eco-subsídios” ou tributos ambientais.

Page 14: Revista redlach 2009

14

biodiversidade, peça chave para a manutenção dos serviços ambientais. Outra prioridade da PNSA seria a proteção de áreas de maior risco socioambiental.19 Caso seja sancionada, a Política Nacional de Serviços Ambientais o sistema legal brasileiro passará a amparar importantes instrumentos de incentivo positivo aptos a estimular condutas desejáveis para a conservação ambiental. Trata-se de uma forma de expressão da função promocional da norma jurídica20, uma nova lógica na estrutura do controle social estabelecido pelo Estado. Com a inclusão de instrumentos de incentivo positivo se pretende prevenir a degradação ambiental de tal sorte que diminua a necessidade a imposição do controle repressivo do Estado. Isso é relevante se considerarmos que os instrumentos de “comando e controle” são muito onerosos. A utilização de instrumentos de incentivo positivo, assim, tende a complementar os instrumentos de “comando e controle”, bem como os demais instrumentos de política ambiental. Devido às vantagens que traz para o desenvolvimento local, para conservação dos ecossistemas e para a prevenção e redução de riscos ambientais o PSA pode, inclusive, ser um instrumento efetivo na adoção de políticas voltadas para os desafios das mudanças climáticas.

REAÇÃO ÀS MUDANÇAS CLIMÁTICA: AÇÕES DE MITIGAÇÃO E ADAPTAÇÃO As respostas da sociedade para às mudanças climáticas se dividem em estratégias de mitigação e estratégias de adaptação.21 O IPCC conceitua adaptação como “iniciativas e medidas para reduzir a vulnerabilidade dos sistemas naturais e humanos contra efeitos atuais ou esperados da mudança climática.”22 Existem, segundo o IPCC, vários tipos de adaptação, como as medidas antecipatórias e reativas, privadas e públicas, bem como as autônomas e as planejadas. As estratégias de adaptação devem ser voltadas para o controle dos efeitos das cheias e chuvas torrenciais, secas, erosão, pragas, impermeabilidade do solo, desconforto térmico das cidades, além da perda da biodiversidade. A atenuação destes problemas é feita hoje pelos próprios ecossistemas. Tais estratégias de adaptação devem, também, considerar as conseqüências da mudança climática nos diversos setores, tais como indústria, meio ambiente, agricultura, florestas, recursos hídricos, saúde, etc. Nesse caso, os países e a iniciativa privada dispõem de vários instrumentos que podem ser utilizados para promover a adaptação. Usualmente as taxas, incentivos, conjunto de regras e regulamentos já são adotados para orientar as políticas nos mais diversos setores. Os instrumentos de adaptação podem ser desenvolvidos conjuntamente com diversos setores através da adequação das políticas já existentes. Isso significa dizer que a revisão destas políticas deve levar em conta os riscos da mudança climática. A adaptação funciona tipicamente na escala do sistema impactado, na maior parte das vezes em escala local.23 Assim, cada região demandará medidas específicas de adaptação, variando conforme as suas peculiaridades e as da alteração climática gerada, tanto mais se considerarmos que muitas conseqüências da mudança climática são incertas ou desconhecidas. Por isso, os instrumentos de adaptação devem ser flexíveis, a fim de integrar-se as demandas dos diversos setores e, ao mesmo tempo, ser aplicados de forma eficiente, em escala local, considerando as peculiaridades regionais. Já a mitigação é a prevenção indireta dos danos mediante a intervenção antrópica para reduzir as fontes de GEE e melhorar os sumidouros.24 No

19 Por áreas de risco socioambiental entende-se aquelas onde os ecossistemas que fornecem importantes serviços ambientais à população encontram-se ameaçados. 20 BOBBIO, Norberto. 2007. Da estrutura à função: novos estudos de teoria do Direito. Baueri: Ed. Manole. p. 13. 21 KRUG, Telma. [Secretaria de Mudanças Climáticas e Qualidade Ambiental do Ministério do Meio Ambiente] Políticas de adaptação. Painel da 50ª Reunião Extraordinária do CONAMA, Rio de Janeiro, 29-30 de maio de 2007. Disponível em <http://www.mma.gov.br/port/conama/reuniao/dir929/0800_01TelmaKrug.pdf> Acesso 20.mar.2008. 22 IPCC. Glossário do Relatório do Grupo de Trabalho III – Mitigação da Mudança Climática. Disponível em < http://www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar4/wg3/ar4-wg3-annex1.pdf> Acesso 20.mar.2008. p. 809. [tradução livre] 23 KURG, Telma. op. cit. 24 KRUG, Telma., op. cit.

Page 15: Revista redlach 2009

15

conceito adotado pelo IPCC, mitigação é a “mudança tecnológica e substituição que reduzem a entrada [input] de recursos e emissões por unidade de produção [output].” Ainda conforme o IPCC, “embora várias políticas sociais, econômicas e tecnológicas devam resultar numa redução de emissões, com respeito à mudança climática, mitigação significa implementar políticas para reduzir emissões de GEE e aumentar/melhorar os sumidouros.” 25 Tendo em vista que a mitigação traz benefícios globais, esta enseja o esforço conjunto do maior número possível de países – especialmente os principais emissores, a fim de reduzir os lançamentos de GEE na atmosfera. Ao lado da emissão evitada está o seqüestro e armazenamento de gás carbônico (CO²), que se dá através dos chamados sumidouros. Os principais sumidouros são as florestas e os oceanos.26 Ademais, os benefícios da mitigação realizada hoje serão evidenciados em muitas décadas (longo período de residência do GEE na atmosfera). Já medidas de adaptação, ao contrário, tornam-se imediatamente efetivas e geram benefícios por reduzir as vulnerabilidades às mudanças do climaticas. Outra questão de particular relevo é adoção de instrumentos que conjuguem mitigação e adaptação. Algumas ações como a recuperação de áreas degradadas, o desmatamento evitado, o reflorestamento de áreas de preservação permanente27 e da reserva florestal legal28, podem funcionar tanto para adaptação às conseqüências das mudanças climáticas (perda da biodiversidade, degradação dos recursos hídricos, controle de pragas, etc.), como para mitigação (captura e fixação de CO²). Tais mecanismos devem ser priorizados, por constituírem abordagens mais diretas e menos onerosas. III. PAGAMENTO POR SERVIÇOS AMBIENTAIS COMO INSTRUMENTO DE MITIGAÇÃO E ADAPTAÇÃO À MUDANÇA CLIMÁTICA NO BRASIL Uma das mais difundidas e compreensíveis formas de PSA é a transação entre os usuários de água a jusante e os detentores da terra a montante, a fim de assegurar os benefícios relacionados à água obtidos a partir de um manejo sustentável das áreas ribeirinhas (PSA hídrico).29 Através dessa estratégia de PSA, os usuários de água obtêm vantagens (controle da erosão e sedimentação, filtragem de poluentes, quantidade e qualidade d’água, etc.), na mesma medida que os detentores das terras que contribuem com a preservação deste serviço ambiental recebem uma remuneração que cobre o valor de uso do solo. Outras abordagens não consideram a perda econômica que o detentor da terra percebe com a conversão desta em floresta. Para empregar o PSA como estratégia de mitigação, o serviço ambiental a ser considerado é o seqüestro, fixação e armazenamento de CO². Existem duas formas principais para seqüestro e armazenamento de carbono: o reflorestamento e o desmatamento evitado. Nos países tropicais, o aumento ou recuperação da área florestada é a melhor forma de melhorar os sumidouros. As áreas degradadas e as ecologicamente relevantes (como as Áreas

25 IPCC, Glossário..., op. cit. p. 818. [tradução livre] 26 O Brasil é um país privilegiado em termos de área florestada. No entanto, as suas emissões se concentram justamente no sistema de corte-e-queima (slash-and-burn) voltado para a alteração do uso do solo, especialmente para pastagens e plantio. As emissões de CO² resultantes da queima da biomassa das áreas desmatadas, assim como a queima anual das pastagens, colocam o Brasil entre os maiores emissores de GEE do planeta. Para fazer sua parte no combate à mudança climática, o Brasil deve enfrentar o desmatamento e as queimadas. 27 De acordo com o artigo 2º da Lei 4.771 de 1965, o Código Florestal brasileiro, Áreas de Preservação Permanente (APP) são áreas “cobertas ou não por vegetação nativa, com a função ambiental de preservar os recursos hídricos, a paisagem, a estabilidade geológica, a biodiversidade, o fluxo gênico de fauna e flora, proteger o solo e assegurar o bem-estar das populações humanas”. Como exemplos de APP temos: as áreas marginais dos corpos d’água (rios, córregos, lagos, reservatórios) e nascentes; as áreas de topo de morros e montanhas, áreas em encostas acentuadas, restingas e mangues, entre outras. 28 Conforme o artigo 16 do Código Florestal a Reserva Florestal deve ter no mínimo: 80%, na propriedade rural situada em área de floresta localizada na Amazônia Legal, 35 %r na propriedade rural situada em área de cerrado localizada na Amazônia Legal, sendo no mínimo 20% na propriedade e 15% na forma de compensação em outra área, desde que esteja localizada na mesma microbacia, 20% vinte por cento, na propriedade rural situada em área de floresta ou outras formas de vegetação nativa localizada nas demais regiões do País. 29INTERNACIONAL UNION FOR CONSERVATION OF NATURE (IUCN). 2006. Developing International Payments for Ecosystem Services. Towards a greener world economy. Geneve: UNEP, p. 02.

Page 16: Revista redlach 2009

16

de Preservação Permanentes ou os hotspots de biodiversidade, por exemplo) devem ser prioritárias para implementação de projetos de PSA. É importante salientar que a recuperação das florestas deve se dar com espécies nativas, pois a introdução de espécies exóticas, especialmente as consideradas invasoras, constitui uma das grandes causas de perda de habitats e espécies, ao lado do desmatamento, inundações, fogo e urbanização desordenada. Além disso, descobriu-se recentemente que as florestas nativas, mesmo no estágio clímax de sucessão, capturam grandes quantidades de carbono. As florestas no estágio clímax também prestam o serviço de armazenar grandes quantidades de carbono. Uma vez seqüestrado e fixado o carbono pela floresta, a meta é mantê-lo armazenado30. Estudos indicam que a maior potencialidade de mitigação no setor florestal está nos países tropicais. O maior problema enfrentado nos países tropicais, contudo, é a conversão das florestas em pastagens e lavouras. O PSA pode contribuir para evitar o desmatamento – e conseqüente queima da biomassa resultante – pagando àqueles que se dispuserem a manter a floresta em pé. Essa foi a proposta do grupo de países em desenvolvimento, liderado pelo Brasil, em várias oportunidades, inclusive nas negociações de Quioto, em 1997, quando triunfou o Mercado de Carbono, também considerado uma forma de PSA, mas que não premia com créditos a manutenção de florestas já exigentes. Para tanto, seria criado um fundo internacional voluntário, o Fundo de Desenvolvimento Limpo, que pagaria aos países que mantivessem suas florestas em pé. 31 A despeito da proposta brasileira não ter sido aceita em âmbito internacional até o momento, nada impede que projetos de PSA sejam implementados em escala regional e local. Nesse sentido o Plano Nacional de Combate à Mudança Climática instituído pelo Decreto nº 6.263, de 2007, prevê a instituição de instrumentos econômicos coerentes com a noção de fomento do mercado de bens e serviços ligados à adaptação e mitigação. No entanto, para que um esquema de PSA incremente os sumidouros de carbono a baixo custo, devem-se priorizar as áreas ameaçadas pelo desmatamento, complementarmente às medidas de comando e controle, visto que as áreas já convertidas para o cultivo e pastagem demandam maior dispêndio para a sua reconversão em florestas.32 A aplicação do PSA na preservação e recuperação das florestas está entre as melhores e mais baratas formas gerar resultados positivos de mitigação. Além disso, o baixo custo dos esquemas de PSA verifica-se não apenas quando comparados a outras estratégias de mitigação, mas, sobretudo, se considerados os co-benefícios compreendidos na preservação dos valiosos serviços ambientais associados à preservação e recuperação das florestas. As estratégias de adaptação podem se revelar bastante efetivas se dirigidas para a manutenção dos serviços ambientais atualmente prestados pelos ecossistemas. Entretanto, verifica-se que a degradação sem precedentes dos ecossistemas pode afetar sua resiliência 33 e comprometer os serviços ecossistêmicos. De acordo com capítulo 4 do Relatório do Grupo de Trabalho II do IPCC, durante o curso deste século, é provável que a resiliência de muitos ecossistemas (sua habilidade de adaptação natural) seja excedida por uma combinação sem precedentes de mudança no clima, distúrbios associados (por ex. inundações, secas, queimadas, insetos, acidificação dos oceanos) e em outros agentes de mudança global (especialmente alteração no uso do solo, poluição e sobrexploração dos recursos), caso as emissões de gases de efeito estufa e outras mudanças

30 “Reduced deforestation and degradation is the forest mitigation option with the largest and most immediate carbon stock impact in the short term per ha and per year globally (...), because large carbon stocks (about 350-900 tCO2/ha) are not emitted when deforestation is prevented.” IPCC. 2007. Climate Change 2007: Mitigation. Contribution of Working Group III to the Fourth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change. Cambridge University Press, Cambridge, United Kingdom and New York, USA. p. 550. 31 PORTO-GONÇALVES, Carlos Walter. 2006. A Globalização da natureza e a natureza da globalização. 1. ed. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, v. 1. 461 p. 32 WUNDER, op. cit. p. 12. 33 Resiliência é a habilidade de um sistema ecológico ou social para absorver distúrbios enquanto mantém a mesma estrutura básica e modo de funcionamento, a capacidade para se auto-organizar e a capacidade para adaptar ao stress e mudança. IPCC. Glossário do Relatório do Grupo de Trabalho II – Impactos, Adaptação e Vulnerabilidades. Disponível em <http://www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar4/wg2/ar4-wg2-app.pdf> Acesso em 31.mar.2008. p. 880. [tradução livre]

Page 17: Revista redlach 2009

17

continuarem nos patamares atuais ou acima.34 O PSA, utilizado conjuntamente com o sistema de áreas protegidas, pode oferecer respostas a alguns destes problemas. O PSA hídrico, por exemplo, pode contribuir para a manutenção da resiliência de ecossistemas prestadores de serviços ecológicos, que seriam perdidos em decorrência da conversão do uso do solo e dos efeitos da mudança climática. Estratégias de PSA podem contribuir significativamente para adaptação às mudanças climáticas quando voltadas à restauração das matas ciliares35, pois tendem a propiciar melhoras na qualidade e quantidade de água, principalmente nos períodos de estiagem. 36 Nas cidades, as matas ciliares, juntamente com as áreas verdes, os parques e as praças, contribuem para o conforto térmico, controle dos deslizamentos e de outros efeitos das inundações, bem como para a paisagem urbana. Na zona rural, as matas ciliares contribuem para o controle de pragas, servindo de habitat para os predadores naturais. Contribuem ainda para aumentar a população de polinizadores. O PSA, somado à instituição de unidades de conservação, pode cooperar com o sistema de áreas protegidas, servindo para criar corredores ecológicos entre habitats fragmentados. 37 Através dos corredores ecológicos é facilitado o fluxo gênico, aumentando as chances das espécies de adaptarem-se e, consequentemente, evitando extinções. As matas ciliares servem muito bem de corredores ecológicos, vez que se perfilam a um elemento essencial à vida – a água. Importante se ressaltar que a manutenção das espécies é vital para a resiliência dos sistemas ecológicos e, a biodiversidade, por sua vez, está diretamente ligada à manutenção dos serviços ambientais prestados pelos ecossistemas. No meio rural, estratégias de PSA podem ser direcionadas para o incentivo à adoção de boas práticas de uso do solo nas atividades agrícolas, gerando importantes contribuições para adaptação às mudanças climáticas.38 Outro fator que deve ser considerado é que os mais atingidos pelos efeitos da mudança climática e pelo declínio dos serviços ambientais são as comunidades mais pobres. A manutenção dos serviços ambientais e combate à mudança climática são, portanto, também medidas de combate à miséria. Por outro lado, muitas pessoas que podem contribuir com a preservação dos serviços ambientais são carentes de sistema de modo que o PSA poderia, também, contribuir com sua renda familiar.

IV. Considerações Finais

34 “Em 2100, ecossistemas serão expostos a níveis atmosféricos de CO2 substancialmente maiores que nos últimos 650.000 anos, e temperaturas globais pelo menos entre as mais altas experimentadas nos últimos 740.000 anos. Isso alterará a estrutura, reduzindo biodiversidade e perturbando o funcionamento da maioria dos ecossistemas, comprometendo assim os serviços que eles atualmente provêm. A mudança atual e futura no uso do solo e a conseqüente fragmentação da paisagem são impeditivos muito prováveis para a migração de espécies e isso prejudicará a adaptação natural via alcance de deslocamento geográfico.” IPCC. Ecosystems, their properties, goods, and services ... Op. cit. p. 213 [tradução livre] 35 O Fórum Brasileiro de Mudanças Climáticas (FBMC) sugeriu como proposta de ação de adaptação a “aceleração do reflorestamento das áreas de preservação permanente, especialmente ao longo dos rios (matas ciliares)”, a fim de que esta integre o Plano de Ação Nacional de Enfrentamento das Mudanças Climáticas. Disponível_em<http://www.forumclima.org.br/arquivos/Proposta%20do%20FBMC%20para%20o%20Plano%20de%20Ação%20Nacional...(3).pdf > Acesso 31.mar.2008. 36 A melhora da qualidade d’água se dá com o controle da erosão, com a filtragem de poluentes, sombreamento dos mananciais, permeabilidade do solo para alimentar os aqüíferos e manutenção da íctiofauna. (SECRETARIA ESTADUAL DO MEIO AMBIENTE DO RIO GRANDE DO SUL. 2007. Diretrizes ambientais para a restauração de matas ciliares. SEMA: Porto Alegre. p. 4) 37 A fragmentação de habitats é a maior causa de perda de espécies. Corredores ecológicos constituem uma estratégia para ligar os habitats remanescentes e permitir o fluxo de indivíduos entre eles. Diante da mudança climática, a simples instituição de unidades de conservação isoladas, tais como “ilhas” de biodiversidade, não é garantia de sobrevivência das espécies. Nesse sentido, os corredores ecológicos são essenciais para garantir o êxito do sistema de áreas protegidas. [n.a.] 38 Podemos citar a experiência da microbacia hidrográfica de Lajeado de São José, no município de Chapecó, em Santa Catarina, na qual foi implementada uma estratégia de incentivo às boas práticas e, com isso, se conseguiu reduzir a degradação desse manancial. Através desta experiência, financiada pelo II Projeto de Manejo da Terra do Banco Mundial, concluiu-se que a adoção de boas práticas melhora a qualidade d’água, reduz a degradação do solo, aumenta a produtividade e contribui com a renda da agricultura familiar. O investimento teve um retorno seguro, de modo que o valor inicial foi recuperado em quatro anos somente com a economia no tratamento d’água.

(BASSI, Lauro. 2002. Valuation of land use and management impacts on water resources in the Lajeado São José micro-watershed, Chapecó, Santa Catarina State, Brazil. Land-Water Linkages in Rural Watersheds Case Study Series. FAO: Rome.).

Page 18: Revista redlach 2009

18

As estratégias de valorização econômica de serviços ambientais emergem como enfoque indispensável às políticas públicas e iniciativas privadas voltadas para o desenvolvimento sustentável. Nesse sentido, as políticas ambientais devem prever a utilização dos sistemas de PSA enquanto complemento ao sistema de “comando e controle” e priorizá-lo para os casos de maiores riscos socioambientais. O PSA é um mecanismo flexível e adaptável às diferentes condições sociais e ambientais e com amplas possibilidades de aplicação como incentivo positivo a ações de adaptação e mitigação às mudanças climáticas, necessariamente interligadas entre si e, também, com as ações de conservação ambiental, gestão dos recursos hídricos, redução da pobreza e promoção do desenvolvimento local.

Page 19: Revista redlach 2009

19

La Cogestión Adaptativa de Cuencas Hidrográficas

como Contribución a la Adaptación y Mitigación del Cambio Climático en América Central

Autor Principal: Laura Andrea Benegas Negri39

Co-autores: Jorge Faustino Manco40 y Francisco Jiménez Otárola41 Resumen Modelos de cogestión adaptativa de cuencas hidrográficas planteados como contribución al uso sostenible, protección, rehabilitación y gestión de los recursos naturales, en particular del agua, y a la disminución de la vulnerabilidad a las inundaciones, deslizamientos y escasez de agua en América Central, han contribuido a la implementación de medidas “no-regret” para hacer frente al cambio climático, pero con un enfoque de respuesta ante la variabilidad climática actualmente percibida, la gestión del riesgo y el ordenamiento territorial. La organización local es clave para la implementación ordenada de dichas medidas, donde las asociaciones de base interesadas en el agua, recurso que además de ser el integrador biofísico en la cuenca es al mismo tiempo el punto de interés común que moviliza acciones en cuencas hidrográficas, y se fortalece con la acción-investigación y procesos de construcción social y concertación hacia el manejo sostenible del territorio. Dos procesos desarrollados en torno al enfoque del agua como eje integrador en la cuenca parecen ser los mejores catalizadores y disparadores de cualquier medida de adaptación y mitigación del cambio climático –aunque sin conciencia a priori en el caso de Focuencas II- para lograr en algunos casos, impactos y efectos inmediatos: (i) gestión del agua tanto para producción (uso y manejo) y conservación, entendida como movilización de recursos, capacitación, educación y concienciación local, desarrollo del liderazgo y fortalecimiento de capacidades, y (ii) cosecha y aprovechamiento doméstico del agua de lluvias en cuencas secas, junto con la demarcación participativa de zonas potenciales de recarga hídrica e implementación de medidas de protección, revegetación y arreglos para la conservación de esas áreas críticas. Palabras clave: adaptación, cosecha de agua, recarga hídrica, organización, acción-investigación.

I. Introducción

La cogestión se refiere a un estilo de gestión participativa en la cual los esfuerzos conjuntos, colaborativos y compartidos integran a los actores clave de las cuencas, en la cual participan la base comunitaria, las entidades gubernamentales, no gubernamentales y la empresa privada; todos bajo el concepto de intereses comunes y responsabilidades compartidas.

“Innovación, Aprendizaje y Comunicación para la Cogestión Adaptativa de Cuencas Hidrográficas” (Focuencas II) es un programa estratégico del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) para la región Centroamericana, que inició en el 2004 y pretende: (i) contribuir a la necesidad que tienen los países de la región de contar con metodologías, herramientas e instrumentos para el manejo de cuencas, que contribuyan a resolver la problemática del desarrollo rural unido a la degradación de los recursos naturales, especialmente el agua; (ii) demostrar que es necesario construir estrategias operativas y políticas respondiendo a condiciones locales articuladas con el nivel nacional y regional, donde se debe tener como marco de acción el sistema hídrico, ya que es el elemento integrador del desarrollo en todas sus dimensiones y (iii) la internalización de resultados y conocimientos generados por parte del propio CATIE, para fortalecer su posición como centro de excelencia en manejo integrado de recursos naturales.

La metodología de trabajo de Focuencas II ha combinado la acción con la investigación en forma participativa, aplicando la gestión adaptativa, realizada mediante alianzas de aprendizaje con municipios, mancomunidades, comités de cuencas y otros actores nacionales o regionales que tienen la competencia del manejo de cuencas y la reducción de la vulnerabilidad y riesgo a los desastres. La orientación inicial de los procesos de cogestión de cuencas buscan contribuir a la reducción la pobreza rural y la conservarción de los recursos naturales, reduciendo la vulnerabilidad a las amenazas hidrometeorológicas. Para ello se ha trabajado en América Central, con base en cuatro subcuencas modelo o “laboratorios de campo”; dos en Honduras y dos en Nicaragua. En Nicaragua, la subcuenca del río Jucuapa, cuenca del río Matagalpa

39 Laura Andrea Benegas Negri, [email protected]. Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) 40 Jorge Faustino Manco, [email protected]. Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) 41 Francisco Jiménez Otárola41, [email protected] Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE)

Page 20: Revista redlach 2009

20

(municipios de Matagalpa y Sébaco) y la subcuenca del río Aguas Calientes, cuenca del Río Coco (municipios de Somoto y San Lucas). En Honduras, la microcuenca del río La Soledad, subcuenca del río Yeguare, cuenca del río Choluteca (municipio de Valle de Ángeles) y la subcuenca del río Copán, cuenca del río Motagua (municipios de Copán Ruinas, Santa Rita, Cabañas y San Jerónimo). Los componentes o ejes principales del Programa son: a) la planificación conjunta b) el desarrollo de mecanismos de institucionalidad, gobernabilidad y gobernanza c) la gestión territorial del agua integrando la gestión del riesgo a desastres, manejo de las zonas principales de recarga, así como la calidad, cantidad y disponibilidad del recurso; d) el monitoreo y seguimiento de las acciones mediante indicadores manejo y de gestión; e) el financiamiento mediante diversos mecanismos; f) el escalamiento de las buenas experiencias y lecciones aprendidas. Ahora que el proceso ha avanzado toma fuerza un último componente de g) sistematización y comunicación de los procesos, experiencias, lecciones aprendidas, conocimientos, metodologías, etc.

II. Procesos Metodológicos Desarrollados por el Programa

Bajo la visión de largo plazo planteada por Focuencas II: la gestión integrada de cuencas contribuye al uso sostenible, protección, y restauración de los recursos naturales, en particular del agua, al desarrollo rural sostenible y a la disminución de la vulnerabilidad a las inundaciones, deslizamientos y escasez de agua en América Central. El objetivo general planteado fue “Modelos de cogestión adaptativa y sostenible de cuencas aplicables a condiciones biofísicas, socioeconómicas e institucionales representativas de América Central, han sido diseñados y están siendo validados y apropiados por instancias locales y nacionales de Honduras y Nicaragua” (CATIE 2004).

Para dar cumplimiento a este objetivo se desarrollaron varios procesos metodológicos y enfoques de intervención que han llevado a responder indirectamente con estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático, pero bajo un planteamiento práctico y guiado más concretamente por el enfoque de gestión del riesgo, aunado a la cogestión adaptativa, principal concepto y modo de trabajo promovido por el Programa. Es así que se puede indicar que el programa Focuencas II, al igual que varios de los proyectos de manejo y gestión de los recursos naturales en otras regiones, como por ejemplo la Andina en Sudamérica (Doornbos 2009), tiende a desarrollar medidas de adaptación al cambio climático, pero tomando información disponible sobre el contexto de variabilidad climática actual y bajo un enfoque de desarrollo sustentable, donde la información específica respecto al cambio climático proyectada a territorios pequeños (como las microcuencas o subcuencas) no permite disponer aún de datos específicos que retomen, por ejemplo, las proyecciones de cambio climático puntuales para esas escalas, ya que en la actualidad solo existen avances de proyección nacional o regional (macro-regiones en un país), que solo dan algunas referencias y tienen todavía bastante incertidumbre.

Ante este escenario, para Focuencas II ha sido más concreto y factible retomar la información ya sentida y percibida por la población (variabilidad climática y eventos hidrometeorlógicos extremos que denotan el riesgo de sus territorios), para orientar una serie de procesos metodológicos que guiaron la intervención y que se pueden clasificar como medidas “no-regret”, es decir, que ante el cambio climático, como en ausencia de este, permitirán mejorar la gestión de los recursos naturales, y por ende, contribuyen a combinar medidas de adaptación y mitigación que a futuro representarán ventajas de resiliencia en estos territorios.

A continuación se resumen los procesos metodológicos y enfoques referidos:

Gestión integral de cuencas: la gestión para manejar, aprovechar y conservar los recursos naturales en las cuencas hidrográficas en función de las necesidades humanas, buscando un balance entre equidad, sostenibilidad y desarrollo. En el Programa se aplicó el concepto de

Page 21: Revista redlach 2009

21

manejo adaptativo42, dando especial énfasis a la aplicación de estrategias y acciones para asegurar la disponibilidad, calidad y cantidad de agua.

Gestión integral de cuencas para reducción de la vulnerabilidad ante desastres: gestión que incluye el componente de vulnerabilidad43, que determinará la posible severidad de las consecuencias de un evento (fundamentalmente hidrometeorológicos en el contexto centroamericano), basando la planificación de cuencas en el análisis y evaluación de la vulnerabilidad, el ordenamiento y el manejo del territorio, con el fin de reducir el riesgo (producto de la interacción de la amenaza con la vulnerabilidad) en las cuencas de intervención.

Plan de cogestión de los recursos naturales en cuencas: el manejo integral de cuencas se ha viabilizado con la aplicación de planes de cogestión, como instrumentos directrices para lograr sus objetivos. Para romper la concepción pasada de enormes limitantes financieras para la implementación de este tipo de plan en la región, se aplica el concepto de gestión integral de cuencas, mediante el cual se establecen estrategias y mecanismos para materializar las acciones en forma sostenible (por ej. fondos ambientales, pago por servicios ambientales, tasas ambientales o derechos de usos, entre otros).

La experiencia y aprendizajes del programa indican que con el instrumento directriz del plan de cogestión de cuencas se logran resultados más concretos con la intervención por microcuencas, es decir, por territorios pequeños donde se pueden controlar mejor los elementos de ese contexto (actores locales, organismos de cuencas o su denominación equivalente, recursos

42 El manejo adaptativo es un estilo de manejo basado en: intervención experimental; observación y reflexión de los resultados de las acciones; continuo aprendizaje; retroalimentación; reajuste de acciones y métodos a la luz del conocimiento adquirido por la acción reflexionada. Se aplica en situaciones complejas con muchas interacciones de factores y actores y con información incompleta (incertidumbre). 43 Vulnerabilidad entendida como el grado de daño o pérdida que puede sufrir un elemento o grupo de elementos bajo riesgo (personas, edificaciones, instalaciones, ecosistemas, bienes, ambiente), resultado de la probable ocurrencia de un evento de una magnitud e intensidad dada, expresada en una escala desde 0 sin daño a 1 o pérdida total.

Page 22: Revista redlach 2009

22

disponibles, planificación, ordenación del territorio, entre otros) para posteriormente escalar esas experiencias o multiplicarlas en el territorio contiguo. III. Aproximaciones de los procesos metodológicos y del enfoque de cogestión adaptativa a la adaptación y mitigación del cambio climático. Con base en investigaciones de estudiantes de la maestría en manejo y gestión de cuencas hidrográficas del CATIE, se han conducido una serie de estudios que han permitido, por una parte, orientar, con bases técnico-científicas, la planificación y ordenamiento territorial de las cuencas laboratorio de Focuencas II, y por otra parte, guiar, recomendar y promover la implementación de medidas y acciones de manejo de cuencas, donde se materializan actividades que contribuyen, tanto a la mitigación y a la adaptación al cambio climático, pero que en casos muy específicos llegaron a considerar información más de variabilidad climática que de cambio climático, por las limitaciones mencionadas en el acápite de procesos metodológicos (párrafos 2 y 3). El hilo conductor del desarrollo del conjunto de investigaciones desarrolladas en el marco del programa Focuencas II ha sido el ciclo de gestión de cuencas hidrográficas, donde se destacan los procesos o fases del ciclo en donde se debería introducir la variable de variabilidad y cambio climático (figura 1).

Entre los estudios que contribuyeron con aportes metodológicos específicos que se enmarcan en las fases de diagnóstico de condiciones existentes en las cuencas laboratorio del Programa, con orientación hacia la variabilidad climática y a las consideraciones conceptuales de cambio climático y sus efectos en el recurso hídrico se destacan dos investigaciones: (i) La propuesta metodológica para evaluar adaptación de los productores a la variabilidad climática, con énfasis en sequía en cuencas hidrográficas de América Central (Benegas 2006) y (ii) La metodología para el análisis de vulnerabilidad del recurso hídrico para consumo humano; aplicación y determinación de medidas de adaptación en la subcuenca del río Copán, Honduras (Mendoza 2008).

Por otro lado, se desarrollaron estudios previos o conducidos en las fases iniciales del Programa Focuencas II, que permitieron la evaluación de la vulnerabilidad integral, pero enfatizando en las amenazas principales de cada subcuenca laboratorio, entre ellos se encuentran: el análisis de vulnerabilidad con énfasis en sequía en la subcuenca del río Aguas Calientes (Gómez 2003), del riesgo a deslizamientos e inundaciones en la microcuenca del río Gila, Copán, Honduras (Salgado 2005), de la amenaza y vulnerabilidad a inundaciones en la microcuenca del río La Soledad (Rivera 2002); y reducción de niveles de vulnerabilidad en la microcuenca del río Jucuapa (Acevedo 2001).

Con base en las investigaciones que evaluaron los territorios de intervención, se desarrollaron también estudios que apoyarían la fase de implementación del Programa, donde se destacan herramientas como el ordenamiento territorial, la priorización del manejo y conservación de áreas de recarga hídrica y los mecanismos de financiamiento que faciliten la implementación del mismo instrumento directriz (plan de cogestión) en cada cuenca laboratorio.

Es de destacar que todas estas medidas de implementación se articularon y desarrollaron sustentadas en la cogestión, es decir, en el extenso proceso de fortalecimiento de capacidades locales e institucionales que propiciaron la coordinación, unión de esfuerzos y recursos de todo tipo, encuentro de intereses comunes (partiendo del territorio compartido), sinergias, resolución de conflictos y planificación conjunta en espacios de concertación liderados por los organismos de cuencas, denominados con distintos nombres en cada sitio (comités de cuencas en Jucuapa y Aguas Calientes; consejo de cuencas en Valle de Ángeles; y mesa sectorial de ambiente y producción en Copán).

Page 23: Revista redlach 2009

23

A continuación se resumen los temas de investigación que contribuyeron más de cerca con las denominadas medidas “no-regret” que apuntaron tanto a los objetivos originales de Focuencas II, como también a la mitigación y adaptación al cambio climático: modelación del uso de la tierra para el ordenamiento territorial en la subcuenca del río Copán (Guillén 2002), zonificación para el ordenamiento territorial (OT) en Valle de Ángeles (Pinedo 2006), metodología para la identificación participativa de zonas potenciales de recarga hídrica, aplicada a Jucuapa (Matus 2007), plan de ordenamiento territorial participativo (POTP) en la microcuenca del río Sesesmiles, Copán (Vega 2008), en la subcuenca del río Aguas Calientes (Domínguez 2008), de las condiciones para implementar el OT en Sesesmiles (Torres 2008), POPT en la subcuenca del río Jucuapa, Matagalpa (Escobar 2008); evaluación de biodiversidad asociada a arreglos silvopastoriles (Gil 2008, Decker 2009), franjas rivereñas (Arcos 2005), sistemas silvopastoriles y su contribución socioeconómica (Trautman-Richers 2007, Perez 2008) sistemas agroforestales (Duarte 2005), ecoagricultura (Bejarano 2009), reducción de leña y sistemas silvopastoriles (Cruz 2007); alternativas de captación de agua para uso humano y productivo en la subcuenca del río Aguas Calientes (Cajina 2006); contratos vinculantes en Valle de Ángeles, Honduras (González 2008); pago por servicio ambiental hídrico en la subcuenca del río Copán, Honduras (León 2008); educación como estrategia para la cogestión de cuencas en la subcuenca del río Jucuapa, Matagalpa (Castellón 2008).

Muchos de estos documentos originaron publicaciones sintéticas y adaptadas para la comprensión de todo tipo de actor local o decisor en las cuencas, como estrategia para difundir las experiencias. De todas las referencias de investigaciones y artículos se resumen los aportes globales del Programa Focuencas II a la implementación de medidas de adaptación y mitigación ante los efectos de la variabilidad y cambio climático, en el siguiente listado: a) Evaluación de vulnerabilidad ante las principales amenazas naturales en cuencas

hidrográficas. Esta se considera una estrategia ya sea previa o bien combinada como uno de los elementos para la construcción de escenarios de ordenamiento territorial. El enfoque fue el de evaluación de la vulnerabilidad global que se produce en una cuenca, analizando la cadena interrelacionada de varios tipos de vulnerabilidades (educativa, institucional, social, política, económica, ideológica, física, técnica y ecológica), basado en los planteamientos conceptuales de Wilches-Chaux (1993) y Cáceres (2001). Este enfoque conceptual de evaluación de la vulnerabilidad global, se había combinado en algunos casos con estudios de modelación hidrológica e hidráulica bajo modelos específicos (ej. HEC-RAS) para lograr mayor objetividad en este tipo de evaluaciones. A manera de ejemplo, en la microcuenca del río La Soledad, Honduras, Rivera (2002) determinó que esta microcuenca presenta una categoría de vulnerabilidad alta (62%), pero en ese momento, la vulnerabilidad institucional era la que requería más atención al ubicarse en una categoría muy alta (80%), destacándose la necesidad de participación y capacitación al personal técnico institucional de la cuenca en actividades que reduzcan la vulnerabilidad de la misma; este dato motivo la organización y funcionamiento del consejo de cuenca en este sitio.

b) Ordenamiento territorial participativo. De manera general, este proceso, como parte de

la implementación básica de la gestión de cuencas, permitió en los sitios la determinación de áreas con riesgo de deslizamientos (Copán), inundaciones (Valle de Ángeles), o bien a sequías (Aguas Calientes) y las zonas potenciales de recarga hídrica (elemento guía común del ordenamiento territorial en todas las subcuencas modelo de Focuencas II). También procesos metodológicos integraron la evaluación del uso actual del suelo y la capacidad de uso del mismo, determinada por los niveles de profundidad y relieve, de cuyo contraste se determinaban las zonas de conflicto clasificadas en adecuado, sobreuso y subuso, con la generación de mapas temáticos como los de zonas de riesgo a deslizamiento, zonas de riesgo a sequía, zonas de recarga hídrica, capacidad de uso del suelo, conflictos de uso,

Page 24: Revista redlach 2009

24

entre otros. Como base para la construcción de escenarios para el ordenamiento territorial, se partió normalmente de un escenario actual (mapas de conflictos de uso del suelo), un escenario ideal (mapas de uso conforme del suelo) y un escenario tendencial (incorporando factores clásicos como la proyección del crecimiento poblacional y su relación con el cambio de uso del suelo lógico, como por ejemplo la ampliación de la frontera agrícola), para llegar a un escenario consensuado donde de manera participativa con los actores clave de las cuencas se determina “lo posible” en cuanto a la ordenación de sus territorios compartidos. Con base en esto, se proponen lineamientos sobre los componentes o ejes para el plan de ordenamiento territorial participativo (POTP).

A manera de ejemplo, se menciona el resultado obtenido por Vega (2008) en una de las microcuencas priorizadas-la del río Sesesmiles- para la subcuenca del río Copán, Honduras, donde se determinó una superficie de 5,97 km2 (16,8%) en subuso, 8,43 km2

(23,7%) en sobreuso, un estimado del potencial de recarga hídrica de moderado a alto en una superficie de 30,60 km2 (86%), y una condición de alto a muy alto riesgo a deslizamiento en una superficie de 5,18 km2 (14,6%) de la microcuenca. El POTP resultante considera un horizonte de 20 años con siete ejes estratégicos: desarrollo forestal, desarrollo agropecuario, protección hidrológica, conservación, manejo de riesgos, desarrollo urbano e infraestructura vial y se plantea la ejecución de 24 proyectos para el ordenamiento de la microcuenca.

c) Mecanismos de financiamiento.Consiste en la creación de fondos ambientales para la cogestión de cuencas en cada sitio, constituido como capital semilla para iniciar los cambios requeridos, y no como un monto global para las acciones. En el caso de la microcuenca del río La Soledad, Honduras, este fondo de 200 mil dólares se distribuyó en primera instancia, de la siguiente forma: 30% como fondo de inversión retornable, 50% como fondo para el desarrollo de acciones ambientales y 20% como fondo para cogestión de otras fuentes de apoyo. En la búsqueda del retorno del fondo de inversiones se creó un producto financiero que se denominó “contrato vinculante de cuencas” el cual trata de responder, al menos en parte, a la demanda de recursos financieros y a la necesidad de conservar y proteger los recursos naturales. Con esta herramienta se busca detener el avance de la frontera agrícola, manteniendo las actividades económicas reguladas y condicionando el apoyo financiero a un código de conducta ambiental colectivo (González 2008). Bajo la misma estrategia de formar un fondo ambiental para el manejo de la subcuenca del río Copán, Honduras, se ha experimentado con el diseño e implementación de un programa de PSEH (Pago por Servicio Ecosistémico Hídrico) a partir de un fondo semilla de 10 mil US$, constituido con una partida del Fondo Ambiental de la MANCORSARIC44 y otros actores locales (Proyecto Norte). Este fondo semilla ha servido para pagar al menos durante dos años a un grupo de productores ubicados en las áreas prioritarias para el PSEH (Retamal 2006, Retamal et al 2008). A julio del 2007 ya se habían firmado seis contratos anuales de PSEH con productores que se encuentran en las áreas prioritarias. Uno de estos contratos se formalizó con el Consejo Indígena Maya Chortí, e incluye a 18 productores. El área cubierta por el programa en la actualidad asciende a 150 hectáreas aproximadamente, lo cual implica un pago total de 1750 US$ anuales que son tomados del fondo semilla (León 2008, Madrigal y Alpizar 2008). Además se ha logrado el apalancamiento de recursos económicos de otras fuentes y actores locales, nacionales e internacionales, cooperantes y donantes, así como el fortalecimiento de capacidades para la gestión de recursos.

d) Estrategias y medidas de adaptación a la sequía, inundaciones y deslizamientos. Los

mismos estudios citados anteriormente han aportado recomendaciones retomadas en los respectivos planes de cogestión de cada subcuenca laboratorio. Algunas de estas medidas incluyen: en el caso de la microcuenca del río La Soledad, reducir la deforestación, ya que

44 Mancomunidad de municipios de la Ruta Maya (incluye municipios de Copán Ruinas, Santa Rita, Cabañas y San Jerónimo) y constituye la plataforma institucional de concertación macro que da origen a la Mesa Sectorial de Ambiente y Producción (MESAP), esta última, equivalente a un “organismo de cuenca”.

Page 25: Revista redlach 2009

25

deja sin cobertura el suelo, alterando el ciclo hidrológico, resultando en grandes volúmenes de agua con inundaciones repentinas en las partes bajas (Rivera 2002); en el caso de la subcuenca del río Aguas Calientes, Nicaragua, dado el riesgo e incertidumbre por la disminución relativa de los rendimientos de los cultivos es importante la presencia de proyectos de asistencia social, y proyectos agropecuarios con alternativas tecnológicas que minimicen el riesgo de pérdidas por sequía (Gómez 2003), más específicamente, se recomienda con base en el análisis participativo, la protección del recurso bosque, con introducción de especies para uso de leña (dendroenergéticas) y adaptadas a las condiciones hidroclimáticas y las tecnologías de captación y almacenamiento de agua de lluvias, así como la protección de zonas potenciales de recarga hídrica y la formación de microempresas (Benegas 2006).

e) Entre las tecnologías de cosecha de agua se destacan modelos prácticos como el SCAPT

(Sistema de Captación de Agua Pluvial en Techo) con cisterna, micropresas en cárcava revestida con polietileno, SCAPT con laguneta, entre otros (Cajina y Faustino 2007). Estas alternativas también se han recomendado e implementado con éxito en la subcuenca del río Jucuapa, por presentar condiciones muy similares a Aguas Calientes en cuanto a escasez y periodicidad de sequías. En el caso de la microcuenca del río Gila, una de las microcuencas prioritarias de la subcuenca del río Copán, Honduras, con vulnerabilidad a deslizamientos, Salgado (2005) recomienda considerar la creación e implementación de programas de educación ambiental, formal e informal, dentro de las organizaciones comunales y centros educativos dentro de la microcuenca, como una forma de sensibilización social con respecto a los problemas de riesgo en que están inmersos. Así mismo la implementación de prácticas de conservación de suelos, con métodos tales como: transferencia de tecnología sostenibles a agricultores de ladera y a obras físicas para controlar las fuentes naturales de erosión, tales como cultivos en contornos o a nivel, diques, barreras vivas, abonos orgánicos, entre otras.

f) Estrategias de mitigación al cambio climático. Por ejemplo en el plan de cogestión de la

subcuenca del río Copán, Honduras, se destaca entre sus componentes el de “Revegetación y sistemas productivos”, donde específicamente se han venido implementando proyectos de fincas de aprendizaje y escuelas de campo con ganadería ecológica y sistemas silvopastoriles, establecimiento de viveros comunitarios (forestales y agroforestales) para revegetar áreas de producción tradicional, de establecimiento de bosques o plantaciones dendroenergéticas y de recuperación y manejo de áreas de regeneración natural (MESAP 2007), todas las cuales contribuyen, tanto al manejo sostenible de los recursos de la cuenca, como a la mitigación del cambio climático

Del mismo modo, la microcuenca del río La Soledad, priorizó uno de los ejes de su plan de cogestión al manejo del bosque y el agua, a través del cual se ha implementado una serie de proyectos como el establecimiento de bancos de leña y madera, de manejo de productos no maderables del bosque y de equipamiento con herramientas para el monitoreo y control de incendios forestales, aunado a los bancos de leña. Se ha implementado exitosamente, al igual que en Copán, tecnologías prácticas ahorradoras de leña, a través del apoyo para la instalación y puesta en funcionamiento de estufas o fogones mejorados, cuyo diseño se realiza localmente por artesanos de Valle de Ángeles (Consejo de Cuencas-Valle de Ángeles 2006).

En la subcuenca del río Aguas Calientes destacan algunos proyectos que se han venido desarrollando como parte de su plan de cogestión, por ejemplo, el establecimiento de cultivos tolerantes a la sequía (henequén, Agave fourcroydes), combinado con técnicas agroforestales, establecimiento de bosques energéticos para su explotación a mediano y largo plazo, con especies adaptadas y de rápido crecimiento (Gómez 2006).

Page 26: Revista redlach 2009

26

En la subcuenca del río Jucuapa las actividades y proyectos se han enmarcado más en la línea de adaptación al cambio climático, pero al igual que en todas las otras cuencas laboratorio, aquí se puede destacar el proceso común de delimitación participativa de zonas de recarga hídrica, donde entre otras acciones, se ordena el uso del suelo en esas zonas críticas, por ejemplo con la reconversión productiva de áreas de granos básicos a caficultura bajo sombra y regeneración natural (Castellón y Prins 2009), las cuales indirectamente también contribuirían con la mitigación del cambio climático.

g) Estrategias de adaptación y reducción de vulnerabilidad del recurso hídrico para consumo humano. Solo en el caso de la subcuenca del río Copán se ha analizado específicamente cuales son las medidas de adaptación ante la vulnerabilidad del recurso hídrico para consumo humano, observándose que aunque no hay un conocimiento explícito por parte de los actores locales del concepto de adaptación, en la realidad estos aplican varias medidas para enfrentar las falencias en el suministro de agua para consumo humano, destacándose la búsqueda de otras fuentes de agua para enfrentar problemas de cantidad y disponibilidad, así como el tratamiento del agua en el hogar para los problemas de calidad (Mendoza 2008).

IV. Lecciones aprendidas sobre la contribución del enfoque de cogestión adaptativa a la adaptación y mitigación del cambio climático en cuencas hidrográficas

El enfoque de cambio climático en la actualidad y para la gestión de subcuencas de tamaño pequeño a mediano sigue siendo incierto y poco acertado (proyecciones a escalas muy grandes) en América Central; sin embargo la aplicación práctica de un enfoque de gestión del riesgo, análisis de la vulnerabilidad global con énfasis en los fenómenos hidrometeorológicos más comunes para estos sitios, así como la aproximación al tema por medio de la evaluación de medidas de adaptación ante la variabilidad climática ya sentida actualmente, parece ser el más apropiado para abordar de manera indirecta el tema de cambio climático, aprovechando las sinergias de los dos mecanismos de respuesta ante el mismo –la mitigación y la adaptación-, lo que conlleva a promover la implementación de medidas “no-regret” a través de la cogestión adaptativa de cuencas hidrográficas. En los sitios de estudio, independientemente de que estén ubicados ya sea en el corredor de sequía de América Central (WFP 2002), o bien en zonas más húmedas, ya existen una serie de medidas de adaptación ante los futuros efectos del cambio climático, las cuales, aunque sin tener conciencia clara el término adaptación o de las proyecciones de efectos palpables del cambio climático en sus territorios compartidos, los productores y productoras, jefes y jefas de hogar y población en general, implementan ya sea por su conocimiento local, por capacitaciones anteriores o promociones de proyectos pasados. Lo que es importante en este sentido es valorar lo que ya se tiene, ordenar y fortalecer las medidas hacia zonas críticas de las microcuencas y subcuencas, para lograr mejores estrategias, preparación y resiliencia ante el cambio climático esperado. La organización local es clave para la implementación ordenada de dichas medidas, ya que es la más permanente al incluir al municipio en esa gestión compartida, el cual, aunque siempre represente fragilidad por causas políticas y cambios de visión y prioridades, debe ser considerado y convencido previo a los cambios. Del mismo modo es fundamental incorporar el trabajo de base de las juntas de aguas y comités de agua potable interesadas en el agua, ya que este recurso además de ser el integrador del sistema cuenca, es también el punto de interés común que moviliza acciones en cuencas hidrográficas.

Page 27: Revista redlach 2009

27

Dos procesos que giraron en torno al enfoque del agua como recurso integrador en la cuenca parecen ser los mejores catalizadores y disparadores de cualquier medida de adaptación y mitigación del cambio climático –aunque sin conciencia a priori en el caso del Programa Focuencas II- para lograr en algunos casos, impactos y efectos inmediatos: (i) gestión del agua tanto para producción (uso y manejo) y conservación, entendida como movilización de recursos, educación y concienciación local, desarrollo del liderazgo y fortalecimiento de capacidades, y (ii) protección de zonas potenciales de recarga hídrica, donde los procesos de demarcación participativa permitieron la educación ambiental, así como también las obras de captación (cosecha) y almacenamiento de agua de lluvias, ambos procesos entendidos, aceptados e implementados con facilidad por los actores locales. Bibliografía

Arcos, I. 2005. Efecto del ancho de los ecosistemas riparios en la conservación de la calidad del agua y la biodiversidad en la microcuenca del río Sesesmiles, Copán, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 104 p.

Acevedo, J. 2001. Parámetros críticos para reducir los niveles de vulnerabilidad en la microcuenca del río Jucuapa en Matagalpa, Nicaragua. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 136 p.

Benegas, L. 2006. Propuesta metodológica para evaluar la adaptación de los productores a la variabilidad climática, principalmente a la sequía, en cuencas hidrográficas en América Central. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR,. CATIE. 160 p.

Cáceres,K. 2001. Degradación y vulnerabilidad a desastres naturales de la Microcuenca Los Naranjos, Lago de Yojoa, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 110 p.

Cajina, M. 2006. Alternativas de captación de agua para uso humano y productivo en la subcuenca del río Aguas Calientes, Nicaragua. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 227 p.

Cajina, M; Faustino, J. 2007. Alternativas de captación de agua, la esperanza de mejores cosechas y la conservación ambiental: cogestión de actores locales y acción colectiva en la subcuenca del río Aguas Calientes, Nicaragua. Turrialba, CR. CATIE. 44 p.

Castellón, N. 2008. Educación: una estrategia para la cogestión de cuencas: comité de la subcuenca del río Jucuapa, Matagalpa, Nicaragua. En: Benegas, L; Faustino, J. (Eds). 2008. Cogestión de cuencas hidrográficas: experiencias y desafíos. Seminario Internacional [14-16 octubre, 2008, Turrialba]. Turrialba, CR, CATIE. p. 97-100.

Castellón, N; Prins. C. 2009. El comité ejecutivo de la subcuenca del río Jucuapa, Matagalpa, Nicaragua: avances, alcances y aprendizajes. ¡Hacer buenas cosas y hacerlas bien hechas! Turrialba, CR. CATIE. 71 p.

CATIE. 2004. Programa Innovación, aprendizaje y comunicación para la cogestión adaptativa de cuencas hidrográficas (Focuencas II). Propuesta para la segunda fase. Turrialba, CR. CATIE. 85 p.

Consejo de Cuencas-Valle de Ángeles. 2006. Plan de cogestión de la microcuenca del río La Soledad. Versión resumida. Valle de Ángeles, HN. 21 p.

Cruz, E. 2007. Estudio sobre la interacción entre la biodiversidad y el bienestar de los productores ganaderos para la implementación de sistemas silvopastoriles en Copán, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 128 p.

Decker, F. 2009. Diversidad funcional de epífitas en sistemas silvopastoriles como fuente de hábitat para aves en la subcuenca del Río Copán, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 103 p.

Domínguez, S. 2008. Zonificación ambiental para el ordenamiento territorial de la subcuenca Bimunicipal del río Aguas Calientes, Nicaragua. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 165 p.

Doornbos. B. (ed). 2009. Medidas probadas en el uso y la gestión del agua: una contribución a la adaptación al cambio climático en los Andes. Serie reflexiones y aprendizajes. ASOCAM-Intercooperation-COSUDE y PACC/PNUD-GEF/MAE. 37 p.

Duarte, N. 2005. Sostenibilidad socioeconómica y ecológica de sistemas agroforestales de café (Coffea arabica) en la microcuenca del río Sesesmiles, Copán, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 141 p.

Escobar, E. 2008. Plan de ordenamiento territorial de la subcuenca del río Jucuapa, Matagalpa, Nicaragua. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 202 p.

Gil de Lamadrid, A.S. 2008. Contribución de diferentes arreglos silvopastoriles a la conservación de la biodiversidad, mediante la provisión de hábitat y conectividad en el paisaje de la subcuenca del Río Copan, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 110 p.

Gómez, S. 2003. Análisis de vulnerabilidad con énfasis en sequía en la subcuenca del río Aguas Calientes, Somoto, Nicaragua. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 91 p

_____. 2006. Plan de cogestión de la subcuenca del río Aguas Calientes, Somoto-San Lucas. Versión ejecutiva. Somoto, NI, CATIE. 24 p.

González, J. 2008. Hacia la sostenibilidad financiera de los programas de cuencas: Los contratos vinculantes en Valle de Ángeles, Honduras. En: Benegas, L; Faustino, J. (Eds). 2008. Cogestión de cuencas hidrográficas: experiencias y desafíos. Seminario Internacional [14-16 octubre, 2008, Turrialba]. Turrialba, CR, CATIE. p. 55-62

Guillén, R. 2002. Modelación del uso de la tierra para orientar el ordenamiento territorial en la subcuenca del río Copán, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 92 p.

León, J. 2008. El papo por servicio ambiental hídrico en la subcuenca del río Copán, Honduras. En: Benegas, L; Faustino, J. (Eds). 2008. Cogestión de cuencas hidrográficas: experiencias y desafíos. Seminario Internacional [14-16 octubre, 2008, Turrialba]. Turrialba, CR, CATIE. p. 69-77

Madrigal, R; Alpízar, F. 2008. Diseño y gestión adaptativa de un programa de pagos por servicios ecosistémicos en Copán Ruinas, Honduras. Investigación Agraria: Sistemas y Recursos Forestales 17(1): 79-90.

Matus, O. 2007. Elaboración participativa de una metodología para la identificación de zonas potenciales de recarga hídrica en subcuencas hidrográficas, aplicada a la subcuenca del río Jucuapa, Matagalpa Nicaragua. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 247 p.

Mendoza, M. 2008. Metodología para el análisis de vulnerabilidad del recurso hídrico para consumo humano; aplicación y determinación de medidas de adaptación en la subcuenca del río Copán, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 113 p.

Page 28: Revista redlach 2009

28

MESAP (Mesa Sectorial de Ambiente y Producción). 2007. Plan de gestión territorial y manejo de la subcuenca del río Copán. Copán, HN, MANCORSARIC. 70 p.

Perez, E. 2006. Caracterización de sistemas silvopastoriles y su contribución socioeconómica a productores ganaderos de Copán, Honduras. Tesis. Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 110 p.

Pinedo, R. 2006. Zonificación como base para el ordenamiento territorial del municipio de Valle de Ángeles, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 136 p.

Retamal, R. 2006. Valoración económica de la oferta del servicio ecosistémico hídrico para consumo humano en el municipio de Copán Ruinas, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 180 p.

Retamal, R; Madrigal, R; Alízar, F; Jiménez, F. 2008. Metodología para valorar la oferta de servicios ecosistémicos asociados al agua para consumo humano, Copán ruinas, Honduras. Turrialba, CR. CATIE. 53 p.

Rivera, L. 2002. Evaluación de la amenaza y vulnerabilidad a inundaciones en la microcuenca del río La Soledad, Valle de Ángeles, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 176 p.

Salgado, R. 2005. Análisis integral del riesgo a deslizamientos e inundaciones en la microcuenca del río Gila, Copán, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 172 p.

Torres, K. 2008. Análisis participativo de las condiciones actuales para la implementación del plan de ordenamiento territorial de la microcuenca del río Sesesmiles, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 95 p.

Trautman-Richers, B. 2007. Factores que influyen en el diseño, implementación y manejo de sistemas silvopastoriles con características que favorezcan la conservación de la biodiversidad en Copán, Honduras. Tesis. Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 172 p.

Vega, D. 2008. Plan de ordenamiento territorial participativo para la microcuenca del río Sesesmiles, Honduras. Tesis Mag. Sc. Turrialba, CR, CATIE. 248 p.

Wilches-Chaux, G., 1993. La vulnerabilidad global. 9-50. In: Andrew Maskrey (Ed.). Los desastres no son naturales Bogotá. CO, La RED. p. 9-50.

World Food Programme (WFP). 2002 Standarized food and livelihood assessment in support of the Central American PRRO. Final draft. Managua, NI, WFP. 59 p.

Page 29: Revista redlach 2009

29

Evaluación Café-Agua Frente a escenarios de Cambio Climático. Casos de Estudio en Veracruz, México.

Autores: Alejandro Ismael Monterroso Rivas, Cecilia Conde Álvarez, Jesús David Gómez Díaz, Carlos Gay García

y Juan Ángel Tinoco Rueda. 45 Resumen. Se evaluaron los servicios ambientales de regulación hídrica y de aptitud de café en la cuenca alta del Río Los Pescados, en la región central del estado de Veracruz, México, bajo escenarios de cambio climático. Se propone el enfoque de servicios ambientales ya que se considera viable para la evaluación integrada de los factores biofísicos (los ecosistemas) y el bienestar humano (las unidades vulnerables) al evaluarse escenarios de cambio climático. Se evaluaron los servicios ambientales de acuerdo a la capacidad de los ecosistemas de continuar otorgándolos al ser humano, se evaluó su vulnerabilidad actual y riesgo futuro bajo escenarios de cambio climático. Se aplicaron los Modelos de Circulación General conocidos como GFDL, ECHAM y HADLEY para obtener en conjunto la amenaza futura a la que están expuestos los servicios ambientales. Los resultados señalan que las tasas elevadas de deforestación en los bosques y selvas son de -0.13 y -0.8 por ciento anual, afectando a los servicios ambientales de regulación hídrica. Se observa además buena capacidad de regulación y protección hídrica debido al número de cauces con capacidad de transportar agua ante eventos extremos de lluvia. Sin embargo, los escenarios de cambio climático sugieren disminuciones en la precipitación con rangos que van del 10 al 20% respecto a los valores observados. La temperatura se incrementará desde 1°C al año 2020 hasta los 4°C para el 2050, en promedio para la cuenca, repercutiendo en la capacidad de infiltración al disminuir ésta en un 12% y hasta un 100% de acuerdo al escenario más drástico. La producción de alimentos como servicio ambiental sugiere ligeros incrementos en la aptitud agroecológica de los cultivos, por lo que es indispensable la implementación de manejo integrado de cuencas para su conservación. Palabras clave: adaptación; servicios ambientales; cambio climático; México; escenarios

I. Introducción. Un ecosistema es un complejo dinámico de comunidades de plantas, animales y microorganismos interactuando entre ellos y con su ambiente físico no vivo como una unidad funcional. Dentro de un ecosistema, su composición se refiere a todo aquello que se encuentra dentro del área funcional (Meffe, 2002), como por ejemplo la composición genética, las poblaciones, las especies, las comunidades y los paisajes. Mientras que la estructura de un ecosistema se refiere a las especies contenidas dentro de éste, su masa y su arreglo (Westman, 1977), es decir, como están distribuidas en el espacio y tiempo. La biodiversidad es la estructura biológica del ecosistema, es la variabilidad entre todos los organismos vivos y el complejo ecológico del cual son parte, incluye la diversidad dentro de las especies, entre las especies y de ecosistemas (ONU, 1992). Debido a que la estructura y la composición de los ecosistemas se refiere a los elementos que componen al ecosistema mismo, éstos proveen múltiples beneficios al ser humano y han sido entendidos como los bienes que otorgan los ecosistemas o bienes ambientales. Son los recursos tangibles utilizados por el ser humano como insumos en la producción o consumo final, y que se gastan y transforman en el proceso (Barzev, 2002). Por otro lado, la función de un ecosistema es la forma en que los componentes del sistema interactúan (Westman, 1977), se refiere a lo que realizan, por ejemplo los procesos genéticos, los procesos demográficos, interacciones específicas así como procesos y disturbios dentro del paisaje. Es la parte dinámica del ecosistema por lo que sus procesos han sido entendidos como los servicios que presta el ecosistema o servicios ambientales (Westman, 1977; MA, 2003) ya que el hombre obtiene algún tipo de beneficio a partir de estas funciones de los ecosistemas a cualquier escala, la mayoría no tiene precios de mercado y no pueden ser reemplazos por algún tipo de tecnología (Costanza, 1997). En otro sentido, es evidente que los cambios proyectados en los sistemas climáticos mundiales afectarán (de muchas y variadas formas) a los ecosistemas naturales y a los modificados por el hombre, con consecuencias en el otorgamiento de los bienes y servicios ambientales que éstos (los ecosistemas) proveen. Así, se señala por ejemplo que los ecosistemas forestales (IPCC, 2007) se verán afectados directamente y también vía interacciones con otros factores, como lo

45 Alejandro Ismael Monterroso Rivas , Cecilia Conde Álvarez, Carlos Gay García, Juan Ángel Tinoco Rueda, Jesús David Gómez Díaz [email protected] Departamento de Suelos, Universidad Autónoma Chapingo. Centro de Ciencias de la Atmósfera, Universidad Nacional Autónoma de México. Circuito Universitario.

Page 30: Revista redlach 2009

30

es el cambio de uso del suelo. Directamente, porque se esperan cambios en la fenología de muchas especies ya que dependen del comportamiento, entre otros, de variables climáticas como temperaturas máximas y mínimas. Los modelos de cambio climático sugieren que, a gran escala, las zonas climáticas aptas para las especies boreales y templadas, se desplacen en un rango de 200 a 1200 kilómetros hacia el norte para el año 2100 (de acuerdo a un incremento para estas latitudes de 2 a 8°C). Mientras que la evidencia paleoecológica señala que en el pasado las especies migraron sólo de 20 a 200 kilómetros por siglo de acuerdo a los rangos de cambio climático a esas fechas. Es por ello que, si actualmente se tiene mayor certeza en los efectos que el cambio y variabilidad climáticos traerán consigo sobre los ecosistemas en los próximos años, se requiere de aumentar los estudios y los esfuerzos en las medidas de “adaptación” a dichos cambios. Ya que, como lo señala el IPCC (2007) “la adaptación al cambio climático brinda la posibilidad de reducir en forma sostenible muchos de los impactos adversos de ese cambio y aumentar los impactos benéficos, aunque ambos tienen su costo y dejan daños residuales”. La presente trabajo se enfoca en evaluar la vulnerabilidad de la gente y los grupos sociales ante escenarios de cambio climático. Para llevar a cabo dicha evaluación, los factores biofísicos (los ecosistemas) y el bienestar humano (las unidades vulnerables) pueden evaluarse de manera aislada bajo diversos métodos y enfoques. Sin embargo, se considera que una forma de llevar a cabo la evaluación integrada es bajo el enfoque de servicios ambientales, ya que los factores biofísicos (los ecosistemas) son los que proveen bienes y servicios para el bienestar humano (las unidades vulnerables). Por ello, el presente trabajo es entendido como una propuesta para evaluar el bienestar humano a partir de la obtención de servicios ambientales; es el punto de unión entre los dos elementos al evaluarse escenarios de cambio climático. De tal manera que el objetivo central que se planteó fue relacionar los servicios ambientales en la cuenca con el análisis de las variaciones en las condiciones climáticas presentes, así como también con el de las proyectadas frente al cambio y variabilidad climáticos, identificando los posibles impactos sobre estos servicios, y así, junto con los dueños de la tierra y los tomadores de decisiones, encontrar las mejores medidas de adaptación frente a dichos cambios. Todo ello en la cuenca alta del Río Los Pescados, región central del Estado de Veracruz en México. II. Metodología. Se identificaron los servicios ambientales en la cuenca para ser evaluados, estimando el estado actual en que se encuentran los ecosistemas en cuanto a su capacidad de continuar proveyendo dichos servicios ambientales. Una vez definidos los servicios ambientales, estos se confrontaron de manera particular frente a escenarios de cambio climático. A partir de lo anterior, los cambios que se podrían observar en el otorgamiento y en la calidad de los servicios ambientales por los ecosistemas fueron evaluados, para de esta manera poder estimar su posible comportamiento frente al cambio y variabilidad climáticos. En la cuenca se evaluaron dentro de los servicios ambientales de regulación climática, la regulación hídrica y de la vegetación, la regulación y el almacenamiento de agua. Por su parte, dentro de los servicios ambientales de producción se evaluaron la producción de alimentos caso del maíz y el café. Con la información obtenida se integró un breve análisis para evaluar el estado actual de los servicios ambientales de la cuenca. Se obtuvieron las salidas regionales actualizadas en cuanto a cambios en temperatura y precipitación de los Modelos de Circulación General de la Atmósfera conocidos como ECHAM (ECHAM, 2006), GFDL (GFDL, 2006) y HADLEY (HADLEY, 2006). Además se obtuvo para cada modelo diferentes horizontes de tiempo, que fueron los años 2020 y 2050, siendo estos tanto para los escenarios de emisiones A2 como para el grupo B2. Los cambios en temperatura y precipitación obtenidos de las salidas de los modelos fueron entonces aplicados a las

Page 31: Revista redlach 2009

31

condiciones climáticas normales caracterizadas por los datos correspondientes al periodo 1961-1990 y de acuerdo al método de franja de lluvia para la precipitación y variables del balance hídrico. Dichas condiciones de cambio fundamentaron el re-análisis de los servicios ambientales citados, de tal manera que fue posible evaluar los posibles cambios en ellos. III. Resultados. Localización Geográfica En el presente trabajo se estudia la cuenca alta del Río La Antigua, que aguas arriba se conoce como Río Los Pescados. La cuenca alta del Río Los Pescados se encuentra en la zona central del estado de Veracruz, México, limitando al norte, sur y este con municipios de dicho estado; mientras que al oeste lo hace con el estado de Puebla. Las coordenadas en las que se encuentra son 19°10’ y 19°35’ de latitud norte; y 96°44’ y 97°15’ de longitud oeste. Cubre una superficie de 1,433.40 Km2 lo que significan 143,340.4 hectáreas (Figura 1).

Figura 1. Localización de la cuenca alta del río Los Pescados. Debido a la variabilidad fisiográfica de la cuenca y su consecuente variación climática, la cuenca presenta diferentes usos de suelo y vegetación. Hacia la parte alta de la cuenca se presentan zacatonales, seguidos de bosques templados y una ligera franja con bosque mesófilo de montaña; descendiendo se observan bosques de pino y encino, pastizales cultivados, selva

Page 32: Revista redlach 2009

32

baja caducifolia además de grandes zonas bajo algún tipo de agricultura, principalmente de café y maíz. Así, los pisos altitudinales y perfiles de vegetación son muy diversos y conllevan una riqueza en biodiversidad. Parámetros de la Cuenca. Altimetría. Respecto a la variación altimétrica de la cuenca, se tiene que la mayor altura se presenta hacia la porción oeste en la parte más alta del Cofre de Perote a 4200 metros sobre el nivel del mar; mientras que la menor elevación se encuentra al este de la cuenca a los 250 metros de altura sobre el nivel del mar, definiéndose así una diferencia altimétrica en la cuenca de 3950 metros. La distribución del área respecto a las altitudes de manera descendente va aumentando. Sin embargo, desde los 3000 msnm hasta el piso de los 1500 msnm se observa un comportamiento muy homogéneo de las áreas acumulativas de las alturas en la cuenca. Pero es a partir de este punto (1500 msnm) que la cuenca presenta una disminución del área por rango altitudinal hasta los 250 metros, que es la parte más baja de la cuenca (Figura 3). Clasificación de cauces según Strahler. El orden de corrientes es una clasificación que refleja el grado de ramificación o bifurcación de corrientes de una cuenca, en este sentido se siguió la propuesta de Strahler (1952). El número de cauces y su densidad permite conocer la capacidad hidrológica en la cuenca en cuanto a la posibilidad de aportar mayor volumen de agua, cuenca abajo, en caso de fuertes eventos de lluvia. Para la cuenca de estudio se obtuvieron de esta manera un total de 7506 cauces, que van desde el primer orden hasta el octavo orden Relación de Confluencia. A partir de los datos anteriores se estableció la relación de confluencia de los cauces, la cual señala que, en promedio, por cada 5 cauces de 1er orden se tiene uno de 2do orden; por cada 4.5 cauces de 2do orden se tiene uno de 3er orden; por cada 3.5 cauces de 4to orden se tiene uno de 5to orden; por cada 4.2 cauces de 5to orden se tiene uno de 6to orden; por cada 2.5 cauces de 6to orden se tiene uno de 7mo orden y por cada 2 cauces de 7mo orden se tiene uno de 8vo orden. Lo anterior sugiere que el desarrollo de la cuenca ha sido de alguna manera irregular, sobresaliendo el intervalo mayor entre los órdenes 2 y 3 de los cauces. El número de cauces es un indicador de la capacidad erosiva de la cuenca, a mayor cantidad de éstos mayor será la capacidad de transportar agua. El hecho de contar con órdenes que van del uno al ocho sugiere para la cuenca que el cauce final (el de orden ocho) transporta gran cantidad de agua y que sus afluentes más pequeños (de orden 1, 2 y 3) son capaces de aportar al cauce principal los excesos de agua en la cuenca. Esto es de particular atención al pensar que sucede bajo un evento de precipitación intensa: la lluvia, después de caer y saturar el suelo, busca su escurrimiento natural cuenca abajo, encontrándolo fácilmente (en los primeros órdenes) y escurriendo hacia las corrientes principales (los últimos órdenes). Frecuencia de cauces. La frecuencia de cauces es el número de segmentos de cauces de cualquier orden y longitud sobre una unidad de área (Campos, 1992), en este caso sobre el área de la cuenca. En promedio para toda la cuenca en estudio se tiene que existen 10.4 cauces por kilómetro cuadrado. Resultado de lo anterior se tiene que para la cuenca alta del Río Los Pescados la frecuencia que mayor presencia tiene es la que va de 16 a 30 segmentos de cauces por km2, con un 44% de la superficie total de la cuenca. Se encuentra esparcida en cuadros pequeños por toda la cuenca pero coincide con las zonas donde se juntan varios cauces; se pueden encontrar segmentos tanto en la parte alta como en la parte más baja de la cuenca. Densidad de drenaje. La densidad de drenaje total es la longitud acumulada, expresada en kilómetros, de los segmentos de cauces existentes dentro de la cuenca dividida entre el área total de drenaje. En promedio para la cuenca, se tienen 3.29 km de cauces por cada kilómetro cuadrado, lo que representa una densidad de drenaje media. El parámetro muestra el grado de desarrollo del drenaje de la cuenca y la organización de éste se denomina sistema fluvial. De esta forma, el sistema fluvial de la cuenca se desarrolla mayormente dentro de las clases medias

Page 33: Revista redlach 2009

33

a altas, ya que en conjunto suman un total de 4233.8 Km. de longitud de cauces, que representan el 89% de la superficie ocupada y que significan más de 1200 km2. Regulación Hídrica Este tipo de servicio ambiental se refiere al papel que la cobertura y el uso del suelo juegan en regular el ciclo hidrológico, como por ejemplo en la escorrentía en laderas, drenaje y escurrimiento en ríos (NRC, 2005). En la cuenca se tiene una lámina de lluvia promedio de 1900 mm anuales. Esta lámina proviene de rangos mínimos de precipitación de 900 mm anuales y máximos de un poco más de 3000 mm anuales. La zona centro de la cuenca es la que más precipitación recibe mientras que la parte baja de la cuenca es la que menor lluvia presenta, como se mencionó anteriormente. De acuerdo a la superficie de la cuenca, aproximadamente de 1400 kilómetros cuadrados, la lámina total de lluvia significa un poco más de 2.7 millones de metros cúbicos de agua. Se obtuvieron los valores de evapotranspiración real a partir de la fórmula de TURC (Sokolov et. al., 1981) con el objeto de evaluar la cantidad de agua evaporada desde el suelo y transpirada por las plantas. Los valores de ET estimados presentan que la cantidad de agua evapotranspirada asciende a un poco más de 1 millón de m3 de agua. Además, se obtuvieron diez distintos coeficientes de escurrimiento entre los rangos de 0.3 y 0.82. A partir de lo anterior y bajo un promedio simple de los valores obtenidos, la cuenca presenta un coeficiente de escurrimiento medio de 0.5, presentando en conjunto para la cuenca un poco más de 1.3 millones de m3 de volumen de agua que se escurre. De lo anterior se desprende que en la cuenca se tiene la capacidad de infiltrar aproximadamente un total de 447 mil millones de metros cúbicos de agua al año. Lo anterior significa entonces que del total de agua que llega a la cuenca, el 36% se evapotranspira, el 47% se escurre y el restante 16% se infiltra. Se aplicaron los escenarios de cambio climático (GFDL, ECHAM y HADLEY) ya señalados anteriormente. La forma en que se aplicaron fue mediante el método de franjas de lluvia, el cual consistió en aplicar las razones de cambio señaladas por los modelos de cambio climático sobre las franjas de lluvia y todos los elementos del balance hídrico en la cuenca estudiada. De esta forma, las razones de cambio de los modelos

Cuadro 1. Escenarios de cambio climático sobre el balance hídrico en la cuenca.

Volumen (103 m3) de agua.

Parámetro Escenario BASE GFDL ECHAM HADLEY

A2 al 2020 3,305,604 2,203,736 2,479,203 A2 al 2050 2,754,670 3,122,423 2,187,671 2,362,895

Precipitación

B2 al 2050 3,030,137 2,463,953 2,203,736 A2 al 2020 1,279,765 1,157,882 1,096,941 A2 al 2050 1,000,544 1,316,329 1,157,882 1,133,506

Evapotranspiración

B2 al 2050 1,340,706 1,096,941 1,157,882 A2 al 2020 1,372,026 1,241,357 1,176,022 A2 al 2050 1,306,692 1,411,227 1,241,357 1,215,223

Escurrimiento

B2 al 2050 1,437,361 1,176,022 1,241,357 A2 al 2020 653,813 0 206,240 A2 al 2050 447,434 394,867 0 14,166

Infiltración

B2 al 2050 252,071 190,989 0

Page 34: Revista redlach 2009

34

fueron aplicadas sobre la precipitación e igualmente fueron consideradas para la evapotranspiración y escurrimiento. Con esta información se estimaron los valores para la infiltración. Los resultados se presentan en el Cuadro 1. El modelo GFDL refleja sobre la precipitación aumentos considerables, desde el 10% para el año 2050 hasta el 20% para el año 2020. Respecto a los modelos ECHAM y HADLEY concuerdan en reducciones también significativas respecto a la precipitación en la cuenca, el menor escenario apunta una disminución del 10% sobre el promedio mientras que el más drástico señala una disminución del 20% en el recurso hídrico. Es importante señalar que todos los escenarios, tanto para el año 2020 como para el 2050, señalan incrementos en la evapotranspiración que van desde el 10% y hasta el 34% sobre lo estimado como base (Cuadro 2). Todos los escenarios señalan para toda la cuenca incrementos en temperatura, al ser la evapotranspiración dependiente del comportamiento de ésta, es de entenderse dichos resultados.

Respecto a los escurrimientos, los escenarios de los modelos ECHAM y HADLEY señalan que éstos disminuirán en el orden de -5% como mínimo y -10% como máximo. Es el modelo GFDL el que al señalar incrementos en precipitación también apuntan incremento en los

escurrimientos superficiales, también entre un rango que va de un 5% a un 10% más. Por último, es respecto a la infiltración de agua para la

recarga de acuíferos, que los escenarios de cambio climático sugieren cambios muy significativos. En la escala de tiempo, solo el modelo GFDL para el año 2020 es el que sugiere un incremento en más de 200 mil x 103 metros cúbicos de agua, que significan un 46% más de

agua infiltrada. Sin embargo, para el mismo año los otros dos modelos son más drásticos al señalar disminuciones desde un 54% hasta un 144% menos de agua infiltrada. Para el año 2050, los escenarios son de disminución de capacidad de infiltración en la cuenca, el escenario más conservador señala una disminución del 12% para el modelo GFDL y el escenario más grave se torna por una disminución de hasta 147% (según el modelo ECHAM) respecto de las condiciones actuales.

Cuadro 3. Requerimientos climáticos y de altura para el café.

Nivel de Aptitud Factores Apto Medio No Apto

Altura (msnm) 900 – 1300

600 – 900 <600 >2000

Temperatura (°C) 17 – 23 14 – 17 23 – 27

<14 >27

Precipitación (mm)

1800 – 2500

1500 – 1800

2500 – 3000

<1500 >3000

Cuadro 2. Cambio en porcentaje del balance hídrico de acuerdo a los escenarios de cambio climático comparado con el escenario base.

Cambio (%) Parámetro Escenario

GFDL ECHAM HADLEY

A2 al 2020 20 -20 -10

A2 al 2050 13 -21 -14 Precipitación

B2 al 2050 10 -11 -20

A2 al 2020 28 16 10

A2 al 2050 32 16 13 Evapotranspiración

B2 al 2050 34 10 16

A2 al 2020 5 -5 -10

A2 al 2050 8 -5 -7 Escurrimiento

B2 al 2050 10 -10 -5

A2 al 2020 46 -100 -54

A2 al 2050 -12 -100 -97 Infiltración

B2 al 2050 -44 -57 -100

Page 35: Revista redlach 2009

35

Producción de Café Los requerimientos climáticos para evaluar la aptitud para el cultivo de café fueron tomados de Palma (2005) y se presentan en el Cuadro 3. Como escenario base se obtuvo que el 27% de la superficie presenta un tipo de aptitud denominado “Apto”, el 34% como “Medio” y el restante 38% como “No Apto”, que corresponde principalmente a las partes más altas y más bajas de la cuenca (Cuadro 4). Durante los años de presencia del fenómeno El Niño los impactos se hacen presentes sobre la aptitud para el cultivo del café. Así por ejemplo para el año 1982 la superficie “No Apta” pasó de un 38% para el escenario base a un 59.2% de superficie, incremento que significó cerca de un 50% en la categoría No Apta. En el mismo sentido se obtuvo que para el año 1988 y 1989 las condiciones no fueron las adecuadas para el cultivo de café, ya que la superficie “No Apta” representó un 53.2% y 55.2% respectivamente. Los impactos que la variabilidad climática representa durante la presencia del fenómeno de El Niño en la cuenca sobre la aptitud natural del café representan considerables reducciones en la superficie con potencial que se tiene para el cultivo. Bajo escenarios de cambio climático A2 para el año 2020, los resultados señalan que la clase “Apto” para la producción de café permanece en un 27.3% según el escenario GFDL, un 27.2% según ECHAM y un 19.3% de acuerdo con el modelo HADLEY. La clase “Medio” también mejora para el escenario GFDL (39.4%) y para ECHAM (39.5%), sin embargo el modelo HADLEY señala un decremento para esta clase al señalar aproximadamente un 23%. La superficie de la cuenca bajo la clase “No Apto” disminuye en los dos primeros modelos, para un 33.3% de acuerdo a los escenarios GFDL y ECHAM, no así para HADLEY que sugiere un aumento en esta clase al señalar un total del 57% de la superficie de la cuenca. Para el escenario A2 para el año 2050 apunta que la clase “Apto” se mantiene en un 27% según el escenario ECHAM y HADLEY. El escenario GFDL sugiere una mejora en las condiciones climáticas al obtenerse un 61% del total de la superficie de la cuenca. La clase “Medio” disminuye bajo el escenario GFDL a un 0.5%, aunque para el modelo HADLEY y ECHAM mejora un poco al pasar de 34% del año base a un 39% en ambos modelos. Por último, la superficie de la cuenca bajo la clase “No Apto” se mantiene en 38% para el escenario GFDL y disminuye en un 5% al pasar de 38% en el año base a un 33% bajo los modelos ECHAM y HADLEY, respectivamente. IV. Conclusiones. Las variaciones en las condiciones climáticas sobre la región de estudio se hacen presentes en años con fenómeno de El Niño así como también cuando hay presencia de tormentas tropicales. Esta variabilidad climática influye sobre el otorgamiento de los servicios ambientales por los ecosistemas. En presencia de años Niño la precipitación de primavera y verano disminuye

Cuadro 4. Superficie ocupada (%) por nivel de aptitud para el café segun escenarios de cambio climático.

ESCENARIO

ESCENARIO APTITUD BASE GFDL ECHAM HADLEY

Apto 27.2 27.3 27.2 19.3

Medio 34.8 39.4 39.5 23.6 A2 AL 2020

No Apto 38.0 33.3 33.3 57.1

Apto 61.6 27.2 27.2

Medio 0.5 39.5 39.5 A2 AL 2050

No Apto 38.0 33.3 33.3

Apto 56.3 8.0 8.0

Medio 12.1 60.7 60.7 B2 AL 2050

No Apto 31.6 31.3 31.3

Page 36: Revista redlach 2009

36

aproximadamente la mitad de lo esperado. Bajo escenarios de cambio climático, estas variaciones futuras son proyectadas para el año 2020 con incrementos en un 5% y disminuciones de hasta el 10% en los rangos de precipitación presentes en la cuenca. Para el año 2050 se prevén cambios que vayan desde un 10% más hasta un 10% menos para la misma variable. Estos impactos probables identificados señalan que la exposición a la que se encuentran sometidos los servicios ambientales bajo escenarios de cambio climático es en general alta, repercutiendo sobre toda la población que en la cuenca habita, pero sobre todo en aquellos con alto grado de marginación. El enfoque de servicios ambientales aplicado permitió valorar los factores físicos de la cuenca, relacionándolos con el bienestar humano a partir de la obtención de dichos servicios, por lo que fue posible evaluar su interrelación. Bibliografía.

Barzev Radoslav. 2002. Guía metodológica de valoración económica de bienes, servicios e impactos ambientales. Corredor Biológico Mesoamericano. CCAD. Serie Técnica #4. Managua. Nicaragua. 150pp.

Costanza, R., R. D’Arge, R.S. de Groot, S. Farber, M. Grasso, B. Hannon, K. Limburg, S. Naeem, R.V. O’Neill, J. Paruelo, R.G. Raskin, P. Sutton, and M. van den Belt. 1997. The value of the world’s ecosystem services and natural capital. Nature, 387(6630), 253–260.

ECHAM. 2006. Max-Planck-Institut fur Meteorologie. Hamburg. En Internet: http://www.mpimet.mpg.de/en/wissenschaft/modelle/echam.html

GFDL. 2006. Geophysical Fluid Dinamics Laboratory. Modelo norteamericano de cambio climático. En Internet: http://www.gfdl.noaa.gov/

HADLEY. 2006. Hadley Centre for Climate Change. The Met Office. U.K. En Internet: http://www.metoffice.com/research/hadleycentre/index.html

IPCC. (Intergovernmental Panel on Climate Change). 2007. 4to Informe de Evaluación, Cambio Climático 2007. Impactos Adaptación y Vulnerabilidad. Resumen para responsables de políticas y Resumen Técnico. IPCC. 95pp.

MEA. Millennium Ecosystem Assessment. 2003. Ecosystem and human well being: A framework for assessment. Island Press, Washington, D.C. 266 pp.

Meffe Gary, Nielsen Larry A., Knight Richard and Schenborn Dennis. 2002. Ecosystem Management. Adaptive, Community-Based Conservation. 313 págs. Island Press. Washington D.C. USA.

NRC. (National Research Council). 2005. Valuing Ecosystem Services. Toward better environmental decision making. National Research Council of the National Academies. National Academic Press. Washington D.C. USA. 277 pág.

ONU. (Organización de Naciones Unidas). 1992. Convenio de Diversidad Biológica. Palma Grayeb Beatriz. 2005. Generación de escenarios de cambio climático para la zona centro del estado de Veracruz,

México. Tesis para obtener el grado de Maestría en Geografía. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional Autónoma de México. UNAM. México D.F.

Sokolov, A.A. y T.C. Chapman. (1981). Métodos de cálculo del balance hídrico. Guía internacional de métodos de investigación. Instituto de Hidrología de España-UNESCO.

Strahler, Arthur. 1952. Geografía Física. Edit. Omega. Barcelona, España. Westman, W.E. 1977. How much are nature’s services worth? Science 197:960-964

Page 37: Revista redlach 2009

37

Gestión Integral Adaptativo al Cambio Climático en Microcuencas Altoandinas

Autor: Alipio Alexander Gutiérrez Badajoz46

I. Introducción. Las provincias altoandinas como Chumbivilcas en la Región Cusco se localiza en el área de altas montañas, que concentra la población con los más altos niveles de pobreza extrema de la Región, con la agravante de que esta provincia se ve permanentemente afectada por los fenómenos naturales; heladas, granizadas, nevadas, precipitaciones pluviales torrenciales, que provocan recurrentes desastres en infraestructuras y campos de cultivos de propiedad colectiva y familiar afectando de manera directa en las economías de las familias campesinas. Sin embargo no es el único problema que soportan estos grupos humanos, también se ven afectados por el acelerado retroceso de los glaciares que se tiene en las cabeceras de las microcuencas, fuentes de agua dulce para consumo humano y para la actividad agropecuaria, un preocupante problema que sin embargo no parece haber sido lo suficientemente entendido por los diferentes niveles de gobierno y la población que con sus actividades negativas en contra del medio ambiente contamina el suelo, agua y la atmósfera. Actualmente las autoridades locales no diseñan ni implementan políticas adaptativas en la producción, agropecuaria, forestal y de manejo sostenible de los recursos naturales por desconocimiento de herramientas e información sobre las reales dimensiones del problema y los rangos de vulnerabilidad asociadas. Frente a esta carencia de herramientas, las comunidades campesinas están tomando la microcuenca como ámbito de planificación integral de acciones orientadas a introducir cambios en los sistemas de producción, buscando conciliar e integrar los objetivos de producción y protección de los recursos naturales. II. El Cambio Climático y efectos sobre los pueblos Indígenas de Los Andes. La “Pachamama” (Tierra madre) se está calentando

Los habitantes de las comunidades altoandinas que están enclavadas en las microcuencas, desde la cabecera hasta los valles interandinos, consideran que el cambio climático es un síntoma del “malestar” de la “pachamama”, por la explotación irracional de los recursos naturales y la contaminación global, y en efecto el cambio climático es el quiebre de la relación armónica que existía entre los hombres y la madre tierra (Pachamama), al extremo de poner en riesgo el futuro de la humanidad, especialmente de los habitantes de las comunidades indígenas de nuestra región, que resultan ser el grupo más vulnerable a los efectos del desorden climático que nos toca vivir. Por eso en una asamblea comunal de la cabecera del rio Santo Tomas manifiestan los maas antiguos pobladores;“El tayta inti está quemando mas, antes todo era normal, pero ahora hasta las enfermedades ya están subiendo, igual algunos cultivos ya se sembran a mas

46 Ingiero Agrónomo de la Universidad San Antonio Abad del Cusco. Msc Ecología y Recursos Naturales. Institución :

Programa Conjunto de las Naciones Unidas – sede; Chumbivilcas. : [email protected]

Page 38: Revista redlach 2009

38

altura”, otro campesino antiguo manifiesta “Nuestros animales se enferman mas, antes nosotros mismos curábamos de las enfermedades pero ahora necesitamos comprar medicinas de la tienda si queremos salvar nuestros ganados”. Ellos dependen de la naturaleza para subsistir, habitan en zonas geográficas agrestes a lo que se suma su situación de pobreza y exclusión social, problemas que a lo largo de los años aprendieron a manejar por su dominio del clima de alta montaña, conocimientos que hoy podrían ser de gran utilidad para adaptarse a los cambios que sucederán en el transcurso de los siguientes años. Actividades humanas pueden acentuar efectos del cambio climático sobre los territorios

indígenas y la diversidad biocultural dentro de una microcuenca. Paradójicamente, mientras los impactos ambientales amenazan los conocimientos tradicionales, el modo de vida de los habitantes de las zonas alto andinas, así como los ecosistemas montañosos, más familias de las tierras bajas dependen de estos conocimientos y de estos ecosistemas montañosos para subsistir, pues no olvidemos que los ecosistema de montaña, cuyas características y potencialidades

fueron aprovechadas por los indígenas andinos, constituyen una fuente natural de agua dulce que alimenta los grandes centros urbanos, una biodiversidad al cual mira con otros ojos el mundo actual. Los diferentes pisos ecológicos permiten una producción diversificada que asegura la subsistencia de éstos pueblos, así por ejemplo, el 45% de las especies de papas nativas, un estimado de 3,000 variedades y el 30% de oca, un promedio de 400 variedades, fueron colectadas sobre los 3,500 m.s.n.m. Además de los impactos ambientales, las tierras de alta montaña, hoy están expuestos a presiones de diversa naturaleza que rompe la armonía en que convivieron naturaleza y hombre; con la implementación de la agricultura y ganadería intensiva, la presencia cada vez más cercana de la actividad minera en las comunidades altas y la construcción de las carreteras, concluyendo podemos decir que las actividades humanas, las obras de desarrollo y el cambio climático modifican paulatinamente los sistemas ecológicos de montaña y amenazan la biodiversidad andina, situación que tiende a agravarse con la presencia de las actividades extractivas en caso de la provincia de Chumbivilcas en cuyos territorios existe el “boom minero”. Efectos del cambio climático en las actividades productivas y la seguridad alimentaría de los pueblos indígenas. Las principales actividades productivas de las comunidades alto andinas son; la agricultura de auto consumo con especies adaptadas a los ecosistemas de montaña, las numerosas

Cuadro de Concesiones Mineras Provincia de Chumbivilcas

Distritos Nº Concesiones

Ha

Velille 86 51,771.75 Chamaca 115 67,650 Livitaca 110 85,380.67 Santo Tomas 167 135,800 Quiñota 14 7,900 Colquemarca 67 46,300 Llusco 25 22,100 Ccapacmarca 69 26,300 Total 653 443,202.42

Page 39: Revista redlach 2009

39

variedades de papa, maíz, quinua, maca, oca y mashua. Lo mismo ocurre en la ganadería con especies tales como la vicuña, alpaca y llama. Los drásticos cambios en la temperatura del aire en estos espacios geográficos pueden y afectarán en la producción de los cultivos, tomando en cuenta que el óptimo rendimiento en la producción de los tubérculos depende directamente de las condiciones climáticas (temperatura y humedad). Así por ejemplo, para la producción de papa la temperatura en promedio debe fluctuar entre 10ºC a 15ºC como mínimo. Con temperaturas por debajo de los 7ºC y por encima de los 19ºC (SENAMHI, 2005) como los que se registran actualmente el crecimiento de la papa y las otras variedades se detiene bruscamente, consecuentemente el aumento del calor durante el día y las bajas temperaturas en las noches tiene un impacto negativo en la producción agrícola. Por otro lado, la crianza de los camélidos sudamericanos, constituye el pilar de la economía campesina, a través de la comercialización de la carne y la lana las familias obtienen dinero en efectivo para su subsistencia en el momento que ellos así lo requieran , sin embargo está actividad está en serio riesgo, el descenso de las temperaturas afectan seriamente la crianza de éstos animales que registran altísimas tasas de mortandad de crías y madres en temporadas de estiaje, cuando se presenta las temperaturas más gélidas en las zonas altas ,

según reportes oficiales del CONACS, al problema de las bajas temperaturas se suma las dificultades para el pastoreo, la falta cada vez más frecuente de pastos debido a la presencia de los inusuales fenómenos climáticos, heladas, nevadas, intenso calor poniendo en riesgo la conservación de la biodiversidad genética de la ganadería alto andina. Las dos actividades más importantes del mundo andino se encuentran en serio peligro y siendo así, no sólo está en riesgo la alimentación y la provisión de recursos para el

sustento de las familias campesinas, sino además existe el peligro latente de la conservación de la biodiversidad genética de plantas y animales de estos pueblos que a lo largo de cientos y miles de años, con sus conocimientos tradicionales adaptaron a estos espacios geográficos las variedades de cultivos que hemos mencionado líneas arriba. Efectos de las bajas temperaturas y lluvias intensas en la salud de los pueblos indígenas La salud de los habitantes de la región andina, especialmente aquellos que habitan en los ecosistemas de montaña, se ven afectados por las bajas temperaturas, heladas, sequías, intensidad solar y precipitaciones pluviales, tal es así que se ha identificado que una de las principales causas de muerte de niños menores de 5 años y personas de tercera edad es a consecuencia de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRAS) y las Enfermedades Diarreicas Agudas (EDAS). En las provincias altas de Cusco, entre los meses de junio y agosto se reporta el mayor número de casos con infecciones respiratorias agudas en los establecimientos de salud y muchos de ellos con consecuencias fatales por falta de una atención oportuna. Actualmente la neumonía es una de las primeras causas de muerte en la región.

Page 40: Revista redlach 2009

40

III. El Reto: de la ausencia a la presencia de los pueblos indígenas afectados en las instancias nacionales de concertación sobre el cambio climático: En países como Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia, las diversas instancias nacionales de concertación sobre el cambio climático no incluyen la participación de los pueblos indígenas y sus organizaciones representativas, que también se replica en las instancias internacionales de discusión sobre el tema en el marco de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (CMCC-NU). Por otro lado, el cambio climático, es un tema que está ausente en las agendas de debate de las organizaciones campesinas, que mayoritariamente concentran sus luchas en la defensa de sus derechos, en la defensa de los recursos naturales que sustentan su existencia, en defensa de sus territorios, autodeterminación, y en algunos otros casos por el reconocimiento de los mismos y su inclusión en las constituciones políticas nacionales. El cambio climático es el mayor desafío global, los pueblos indígenas tienen un vasto conocimiento que ofrecer y aportar para la mitigación y adaptación al cambio climático, pero para ello será necesario abrir espacios y canales de diálogo donde ellos participen como “ciudadanos con derechos plenos dentro de los procesos nacionales e internacionales” de debate y definición de políticas con respecto al cambio climático, en instancias como el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas, que en su séptimo periodo de sesiones que debatirá el tema de “el cambio climático, la diversidad biocultural y los medios de vida: la custodia por los pueblos indígenas y nuevos retos”, espacio donde tendrán la posibilidad de constar el trabajo que se despliega y aportar sus conocimientos para el bienestar de las generaciones futuras.

IV. Conclusiones.

Los impactos del cambio climático ya pueden evaluarse en muchos sistemas naturales y humanos como, la disminución del agua dulce, cambio de piso ecológico de los cultivos, plagas y enfermedades resistentes y otros. Se pronostica que estos impactos aumentarán en el futuro y se irán endureciendo a medida que aumente la temperatura. Ya se están aplicando medidas de adaptación, que serán esenciales a la hora de enfrentarse a los impactos previstos. Sin embargo, existe un límite a las medidas de adaptación; deben de complementarse con medidas de mitigación para reducir la intensidad de los impactos del cambio climático.

Las medidas de mitigación destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero pueden ayudar a evitar, mitigar o retrasar muchos de los impactos del cambio climático. El manejo adecuado de los residuos sólidos y la contaminación del agua dulce con aguas servidas y productos químicos, puede mitigar el escasez de agua en los pueblos indígenas de altas montañas. Los instrumentos políticos pueden incentivar, tanto a los productores como a los consumidores, a invertir

Page 41: Revista redlach 2009

41

considerablemente en productos, tecnologías y procesos que emitan menos gases de

efecto invernadero. Si no se establecen nuevas políticas de mitigación, a partir de los gobiernos locales, los ministerios como ente regulador, las emisiones de gases de efecto invernadero seguirán aumentando en las próximas décadas.

Las familias de altas montañas esperamos las investigaciones adicionales que afronten los actuales vacíos de conocimiento podrían reducir las incertidumbres al respecto y, por tanto, facilitar la toma de decisiones en relación con el problema del cambio climático.

V. Bibliografía.

Soc. Luís Vittor, El cambio climático y efectos sobre los pueblos indígenas de Los Andes. Soluciones Practicas- ITDG, Adaptación al cambio climático. Ing. Alexander Gutiérrez B., Presentación PowerPoint – Medio Ambiente-Cambio Climático. Miller, G.T., Living in the Environment: Principles, connections and solutions. Fourth edition, Brooks/ Cole Publishing

Company, Pacific Grove, USA 1999. http://www.lenntech.com/espanol/Efecto-invernadero/glosario-cambio-climatico.htm#R#ixzz0HO2UuKst&B.

Page 42: Revista redlach 2009

42

Efectos del Cambio Climático en la Hidrología de la

Cuenca del Río Nazas, México.

Autores: Juan Angel Tinoco Rueda, Alejandro Ismael Monterroso Rivas y Jesús David Gómez Díaz47,

Resumen El objetivo de la presente investigación fue analizar los cambios en las variables del balance de agua para la cuenca del río Nazas aplicando los modelos de cambio climático GFDL-TR-90, HADLEY3-TR-00 y ECHAM4-TR-98 para el año 2050. El balance se realizó mediante la metodología Thornthwaite modificada versión III, para lo cual previamente se caracterizaron las variables temperatura y precipitación obteniendo con esto áreas de influencia climática con sus respectivos valores mensuales. Los principales resultados encontrados muestran una disminución en el escurrimiento medio anual de la cuenca en 533.7 millones de m3 para el modelo GFDL y en 879.6 millones de m3 para el modelo HADLEY, lo que corresponde a una merma del 30.7% y 50.7% respectivamente; por el contrario para el modelo ECHAM se presenta un aumento de 2 898 millones de m3 en la cantidad de escurrimientos que equivale al 167% del volumen bajo el escenario base. Se recomienda incluir las posibles alteraciones en la disponibilidad de agua originadas por el cambio climático en los programas gubernamentales que tengan por objetivo la distribución y manejo del líquido, para disminuir con esto el desabasto y la presión sobre los recursos naturales de la zona. Palabras clave: balance de agua, cambio climático, escurrimiento, déficit de humedad I.Introducción. El agua es un recurso del cual dependen todos los sistemas productivos del mundo. En México, los sectores que mayor cantidad de agua requieren son el agrícola y el uso doméstico con el 76.3% y 17% del consumo total nacional respectivamente (CONAGUA, 2007). Los acuíferos son la principal fuente de abastecimiento de agua en el país, ellos abastecen el 70% del volumen que se suministra a las ciudades, así como para regar cerca del 34% de la superficie agrícola (Carabias y Landa, 2005). La disponibilidad y calidad del agua se ve afectada por factores como la contaminación por residuos de las actividades agrícolas, industriales y urbanas; así como por el incremento en la población que se traduce en mayor demanda del recurso. Además de la presión antropogénica directa, el cambio climático global (CCG) es otro fenómeno que pone en riesgo las reservas de agua internacionales (Rivera, 1999). El 4º informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (Parry et al., 2007) reporta que la mayor intensidad y variabilidad de la precipitación aumentará el riesgo de inundaciones y sequías en muchas zonas del mundo, así como una menor disponibilidad de agua dulce debido a la salinización de los acuíferos debido al incremento del nivel del mar. Schifter y González (2005) establecen que el CCG traerá como consecuencia un aumento de las demandas de agua para riego; la magnitud y la frecuencia de las inundaciones podrían aumentar en muchas regiones como consecuencia de una creciente ocurrencia de sucesos de precipitación fuerte, que pueden también aumentar las escorrentías así como la recarga de aguas subterráneas en algunas llanuras para alimentos. Otras investigaciones como las de Quinn et al. 2001; Jones et al., 2006; Skirvin, et al., 2003 y Merrit et al., 2006, se han dedicado a cuantificar el posible impacto del cambio climático en determinadas variables hidrológicas de las cuencas hidrográficas. En México el estudio más reciente a nivel nacional sobre la vulnerabilidad del recurso agua ante el CCG se plasma en la tercera comunicación nacional ante las Naciones Unidas sobre el cambio climático (INE-SEMARNAT, 2006), en donde se establece que las regiones hidrológicas de la frontera norte pertenecen a las zonas que más presión tendrán bajo las simulaciones al año 2030 a causa del cambio climático y de las actividades socioeconómicas. Por su parte Gómez et al. (2007) aplicaron un balance de humedad en el estado de Hidalgo usando los modelos de

47 Juan Angel Tinoco Rueda*, [email protected]; Alejandro Ismael Monterroso Rivas; Jesús David Gómez Díaz. Departamento de Suelos, Universidad Autónoma Chapingo

Page 43: Revista redlach 2009

43

cambio climático GFDL-R30 y HADCM3 para los periodos 2020 y 2050, encontrando que bajo los dos modelos la superficie estatal presenta un incremento en el déficit de humedad en el suelo así como una disminución en las demasías de agua. Con base en lo anterior, es imperativo profundizar en estudios sobre los posibles impactos del cambio climático en las variables del balance hídrico a nivel nacional y regional, para así apoyar los criterios de planeación que actualmente se llevan a cabo en programas nacionales tales como el Programa Nacional Hídrico (PNH) y el Programa de Pago por Servicios Ambientales (PSA). Es por lo anterior que el objetivo del presente estudio fue simular los componentes del balance de agua en la cuenca del río Nazas para tres escenarios de cambio climático (GFDL-TR-90, HADLEY3-TR-00 y ECHAM4-TR-98), e identificar los cambios con respecto al escenario base. II. Metodología La cuenca del río Nazas

La cuenca del río Nazas se ubica en la región centro-norte del país entre las coordenadas máximas 26° 36´ 00” y 22° 40´ 48” de latitud norte y 106° 19´ 12” y 101° 16´ 12” de longitud oeste (Gráfico 1); comprende parte de los estados de Durango, Coahuila y Zacatecas y cubre una superficie de 90 862.7 km2 que corresponde al 4.6% del territorio nacional, lo que la ubica como la tercer cuenca más grande en México (Cotler, et al., 2007). El rango altitudinal se encuentra entre los 1 050 msnm y 3 276 msnm. Los climas predominantes en la cuenca son del tipo Muy Seco (BW) y Semiseco (BS1), los cuales se distribuyen en el 35.9% y 32.2% del territorio respectivamente.

Page 44: Revista redlach 2009

44

INEGI (2004) reporta que los suelos predominantes en la cuenca, son el Litosol con el 29.1% del área total, el Xerosol se ubica en el segundo lugar con el 18.2% y posteriormente se encuentra el Regosol que se distribuye en el 16.3%. SEMARNAT-UNAM (2001) establece que en la superficie de la cuenca se desarrolla principalmente el matorral desértico con el 41.4% del territorio, el pastizal natural con el 11% y la agricultura de temporal se ubica en el tercer sitio con el 10.2% del área. El río Nazas nace de la unión de los ríos Oro y Ramos en el declive oriental de la Sierra Madre Occidental, la corriente principal viaja por el cañón Fernández y después penetra en la región conocida como la Comarca Lagunera; el destino final del cauce es el embalse del lago Mayrán. Delimitación de áreas de influencia climática Para la búsqueda de información climática inicialmente se ubicaron las estaciones meteorológicas que se encuentran dentro de los límites y en la periferia de la cuenca del río Nazas, posteriormente se utilizó la información del sistema CLICOM (WMO, 2006), para la extracción de los datos promedios mensuales y anual de precipitación y temperatura para el periodo 1961-1990; una vez ubicadas las estaciones se seleccionaron las que cumplieran con el criterio de contar con 15 años o más de información. Para el trazo de las isoyetas e isotermas se utilizó la metodología propuesta por Gómez et al. (2008), la cual requiere de información cartográfica (modelo digital de elevación, sombreado) e imágenes de satélite en falso color. Finalmente se obtuvieron las áreas de influencia climática (AIC) al sobreponer las isoyetas anuales con las isotermas anuales. A cada una de las AIC resultantes se le atribuyó su correspondiente base de datos de temperatura y precipitación mensual. Cartografía y aplicación de modelos de cambio climático Las áreas de influencia obtenidas se sobrepusieron a las razones de cambio de temperatura y precipitación (Gay et al., 2007) para los modelos norteamericano (GFDL-TR-90), inglés (HADLEY3-TR-00) y alemán (ECHAM4-TR-98), todos evaluados para el año 2050 y de acuerdo al escenario socioeconómico A2. Balance de agua mensual Con la información de temperatura y precipitación media mensual de las áreas de influencia climática se realizó el balance de agua en la cuenca, para el escenario base así como para los tres escenarios con cambio climático. El balance de humedad se realizó utilizando la metodología de Thornthwaite modificada versión III (Estrada Berg et al., 2008). El sistema incluye la aplicación del concepto del balance hídrico mensual que consiste en la relación entre el agua aportada por la precipitación y la requerida por la vegetación a través de la capacidad de almacenamiento de humedad del suelo, que es la cantidad máxima de agua disponible en las capas del suelo ocupadas por las raíces y que puede ser tomada por las mismas cuando la planta lo requiera para realizar sus funciones. En su estimación se considera la cantidad de humedad a partir de la situación del punto de marchites permanente hasta capacidad de campo (Monterroso y Gómez, 2003). Para realizar el balance de agua, es necesario contar con información de la temperatura y la precipitación media mensual, así como la capacidad de almacenamiento de humedad del suelo que se obtiene con la textura y profundidad del suelo y el tipo de vegetación que se desarrolla en el sitio. Como resultado del balance se obtienen las variables evapotranspiración potencial (ETP), almacenaje de agua en el suelo (Al), pérdida potencial de agua acumulada (PPAA),

Page 45: Revista redlach 2009

45

cambio de almacenaje de agua en el suelo (∆Al), déficit de humedad (Def), evapotranspiración actual (ETA), demasías de agua (Da), escurrimiento (Q) y total de humedad retenida en el suelo (THR). III. Resultados Delimitación de áreas de influencia climática La cuenca del río Nazas tiene influencia tanto de la circulación de vientos provenientes del Océano Pacífico como de la del Golfo de México. Durante la mitad caliente del año la faja de alta presión se desplaza hacia el norte, y en su lugar se forma, a consecuencia de la elevada temperatura, un centro de baja presión que se sitúa sobre el norte de la altiplanicie mexicana. Este centro de baja presión ocasiona circulación monzónica del Océano Pacífico, Golfo de California y del Golfo de México hacia la altiplanicie, circulación que es reforzada (de julio a octubre) por los vientos alisios del noreste, no obstante la precipitación que se recibe es de escasa cuantía. En la parte plana la lluvia se origina debido a los movimientos convectivos del aire, ocasionados por el calentamiento excesivo del continente, y en las zonas montañosas el enfriamiento adiabático del aire que se ve obligado a subir por las laderas en donde produce lluvias esporádicas (Vidal, 2005). La precipitación media anual de la cuenca se encuentra entre los 100 mm y los 1 000 mm anuales (Gráfico 2a). La mayor cantidad de lluvia se ubica en la región oeste, en las laderas de la Sierra Madre Occidental, por el contrario la región noreste registra la menor cantidad de precipitación. El rango térmico se encuentra entre los 6°C y los 22°C. El Gráfico 2b ilustra la distribución espacial de la temperatura, en donde el municipio de Guanacevi, Durango es la zona más fría y la zona de Parras, Coahuila la de mayor temperatura. La sobreposición de las isoyetas e isotermas anuales arrojó un total de 164 áreas de influencia climática.

Page 46: Revista redlach 2009

46

Cartografía y aplicación de modelos de cambio climático

Los datos de temperatura y precipitación para cada uno de los escenarios de cambio climático se presentan en el Gráfico 3. En el modelo HADLEY es en donde se presenta el mayor incremento en las temperaturas medias mensuales a lo largo de todo el año, sin embargo, el modelo ECHAM presenta el incremento mensual máximo que se ubica en el mes de mayo con 3.2°C. Los cambios de precipitación para el modelo HADLEY son en su gran mayoría decrementos, en ocho meses se estima que disminuirá la cantidad de lluvia, siendo abril con -34.9% el mes con mayor merma en la precipitación pluvial; por el contrario es septiembre el mes que presenta el valor máximo de incremento con 11.5% bajo el mismo modelo. Balance de agua mensual El promedio de las variables del balance de humedad para la cuenca del río Nazas en el escenario base se presenta en el Cuadro 1. El periodo en donde se registra la mayor cantidad de precipitación se ubica entre los meses de junio a septiembre, la lluvia acumulada durante este lapso (294.4 mm) equivale a más del 50% de la precipitación anual (470.5 mm). El agua que recibe la superficie de la cuenca proveniente de la atmósfera durante dicho periodo abastece en primer lugar a los niveles superiores del suelo y conforme se incrementa la lámina de lluvia el agua se infiltra a los niveles subsecuentes, aumentando con esto la humedad dentro del perfil de suelo, esta dinámica se aprecia a partir del mes de junio en donde se registra en incremento en el almacenamiento (5 397.5 Mill. m3) y la tendencia se prolonga hasta octubre, en donde se aprecia la mayor cantidad de agua almacenada (6 956.8 Mill. m3), posteriormente vuelve a disminuir la humedad en el suelo presentándose un pequeño incremento en el mes de enero derivado de los lluvias invernales.

Page 47: Revista redlach 2009

47

El periodo de estiaje comprendido de febrero a mayo es en donde se registran los niveles más altos en el déficit de agua, siendo mayo con 5 366.6 Mill. m3 el mes más crítico en relación al contenido de humedad en el suelo disponible para las plantas. Las demasías de agua se presentan principalmente en las regiones de la cuenca que registran las láminas de lluvia más altas ubicadas en la zona oeste, y en cuyos casos el almacenaje de agua sí logra sobrepasar a la CAP. En promedio, en la cuenca se presentan seis meses con demasías, sin embargo, sólo en cuatro de ellos (julio, agosto, septiembre y octubre) llega a ocurrir una lámina lo suficientemente apreciable y que en su conjunto suma 1 651.1 Mill. m3. Derivado de las demasías de agua se produce el escurrimiento, y se puede presentar de manera superficial o como escurrimiento subterráneo. En la cuenca se registran escurrimientos durante todo el año, pero son entre los meses de agosto a noviembre en donde se ubican los valores más altos, en septiembre se registra la mayor cantidad de escurrimiento con 517.1 Mill. m3. Al realizar el balance de agua en la cuenca para el año 2050 con los modelos de cambio climático, se observa que el comportamiento de las variables del balance se desarrolla de manera distinta dependiendo del modelo aplicado, como se presenta en el Gráfico 4. En el modelo ECHAM es el escenario con mayor incremento en la precipitación a lo largo del año, por el contrario, se identifica al modelo HADLEY como el de mayor decremento en la precipitación media mensual, estas variaciones en la cantidad de lluvia junto con el aumento en la temperatura influyen en los valores del balance. Los cambios de mayor significancia entre el escenario base y los escenarios con cambio climático se presentan en las variables déficit y escurrimiento; para la primera se observa que el modelo HADLEY estima los valores más altos en el déficit de humedad, siendo mayo con 8 198.7 Mill. m3 el mes más crítico, y con un valor medio anual de 42 916.9 Mill. m3 para la cuenca del río Nazas, lo que representa una mayor presión para las comunidades vegetales por el hecho de que tendrán menos cantidad de agua disponible. Por el contrario el modelo ECHAM establece el escenario con menor déficit a lo largo del año con respecto a los otros dos modelos aplicados con un volumen de 35 643.6 Mill. m3.

Cuadro 2.Balance de agua mensual en la cuenca del río Nazas (escenario base)

VARIABLE* (Mill. m3)

E F M A MY J JL AG S O N D

Pp 1,726.0 999.7 995.9 1,755.4 3,467.1 6,188.5 6,682.6 6,768.7 7,110.1 3,875.4 1,522.2 1,661.9

ETP 2,413.5 2,959.8 4,716.7 6,571.8 9,112.2 9,709.0 9,174.0 8,292.7 6,620.3 4,881.1 3,175.6 3,054.2

Al 6,191.1 6,022.0 5,617.4 5,137.0 4,859.0 5,397.5 5,794.6 6,146.2 6,899.0 6,956.8 6,609.1 6,145.4

∆Al 45.7 -169.1 -404.5 -480.4 -278.1 538.5 397.1 351.6 752.8 57.9 -347.8 -463.7

Def 785.7 1,791.1 3,315.6 4,336.1 5,366.6 4,079.8 3,043.6 2,259.5 1,065.6 1,376.0 1,517.0 1,811.2

ETA 1,628.0 1,168.7 1,400.5 2,235.9 3,745.2 5,629.3 6,130.6 6,033.0 5,554.7 3,505.8 1,871.8 2,117.1

Da 52.3 0.0 0.0 0.0 0.0 20.4 155.1 383.7 800.5 311.8 0.1 12.3

Q 80.9 40.5 20.2 10.1 5.1 12.7 84.0 233.8 517.1 414.4 207.2 109.8

Pp – Precipitación, ETP – Evapotranspiración potencial, Al – Almacenaje de agua en el suelo, ∆Al – Cambio en el almacenaje de agua en el suelo, Def – Déficit de humedad, ETA – Evapotranspiración actual, Da – Demasías de agua, Q - Escurrimiento * Los valores hacen referencia a las condiciones promedio de la cuenca

Page 48: Revista redlach 2009

48

Lo que respecta a los escurrimientos, se registra una marcada diferencia en su distribución mensual. Para el modelo HADLEY se observa una mínima presencia de volumen de agua, siendo septiembre y octubre los meses con mayor escurrimiento con 230.8 Mill. m3 y 293.2 Mill. m3 respectivamente. El escurrimiento medio anual para este modelo es de 856.2 millones de m3, lo que representa una marcada diferencia en comparación con el volumen anual bajo el modelo ECHAM que es de 4 633.8 Mill. m3, en este último modelo es en donde se establece la mayor cantidad de escurrimientos entre los meses de junio a octubre. En el Gráfico 5 se presentan los cambios de las variables del balance de humedad entre los escenarios de cambio climático con respecto al escenario base. Se establece una marcada diferencia entre el modelo ECHAM con respecto al modelo HADLEY y GFDL, ya que en todas las variables se presentan incrementos, en especial en las demasías de agua así como en los escurrimientos en donde se llegan a presentar incrementos superiores al 100%. Por otro lado el modelo HADLEY registra los decrementos de mayor magnitud con relación al escenario base, principalmente en el escurrimiento y las demasías de agua que disminuyen en poco más del 50%. El modelo GFDL registra por igual mermas en el almacenamiento (-15 629.5 Mill. m3) y en los escurrimientos (-533.7 Mill. m3), aunque en menor cantidad a los observados bajo el modelo

Page 49: Revista redlach 2009

49

HADLEY siguen siendo de importante magnitud para ser considerados en caso de presentarse escenarios de este tipo.

IV. Conclusiones Al comparar las variables del balance agua de los tres escenarios de cambio climático con respecto al escenario base, se observa que los modelos HADLEY y GFDL establecen importantes disminuciones, principalmente en el almacenaje medio anual con -20 284.3 Mill. m3 y -15 629.5 Mill. m3 respectivamente, así como en los escurrimientos medios anuales (-879.6 Mill. m3 y -533.7 Mill. m3). Por el contrario bajo el modelo ECHAM se presentan incrementos en todas las variables llegando a superar el 100% como en el caso de los escurrimientos en donde existe un aumento de 2 898 millones de m3 con respecto al escenario base. El modelo HADLEY establece el escenario de mayor riesgo derivado de las mermas en la cantidad de precipitación y escurrimientos, así como en el incremento en el déficit de agua en todos los meses. De presentarse un cambio climático similar a este modelo se comprometería la estructura y distribución de las comunidades vegetales, así como la disponibilidad de agua superficial y subterránea para las poblaciones que se asientan en la superficie de la cuenca. Es necesario incluir en los programas hídricos nacionales, estatales y regionales las posibles alteraciones en el balance de agua originado por los cambios en las variables climáticas, para que se pueda llevar a cabo una planificación oportuna y un manejo adecuado del recurso y así disminuir el riesgo de desabastecimiento del líquido en las actividades productivas y para uso doméstico.

Page 50: Revista redlach 2009

50

Bibliografía

Carabias, J. y Landa, R. 2005. Agua, medio ambiente y sociedad: hacia la gestión integral de los recursos hídricos en México. Distrito Federal, México, Universidad Nacional Autónoma de México, El Colegio de México, A.C., Fundación Gonzalo Río Arronte.

CONAGUA. 2007. Estadísticas del agua en México Edición 2007. Distrito Federal, México, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales

Cotler, H., Garrido, A., Mondragón, R. y Díaz, A. 2007. Mapa de las cuencas hidrográficas de México escala 1:250 000. Distrito Federal, México, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Instituto Nacional de Ecología y Comisión Nacional del Agua.

Estrada Berg, J.B., Gómez, J.D., Estrada Berg, J.W., Monterroso, A.I. y Tinoco, J.A. 2008. Cambio climático en la República Mexicana. Texcoco, México, Universidad Autónoma Chapingo.

Gay, C., Conde, C. y Sánchez, O. 2007. Escenarios de cambio climático para México. Temperatura y precipitación. Distrito Federal, México, Universidad Nacional Autónoma de México.

Gómez, J.D., Etchevers, J.D., Monterroso, A.I., Gay, C., Campo, J. y Martínez, M. 2008. Spatial estimation of mean temperature and precipitation in areas of scarce meteorological information. Atmósfera. 21(1):35-56

Gómez, J.D., Monterroso, A.I. y Tinoco, J.A. 2007. Distribución espacial del cedro rojo (Cedrela odorata) en el estado de Hidalgo, su distribución actual y bajo escenarios de cambio climático. Mad. Bos., 13(2):29-49

INEGI. 2004. Conjunto de datos vectoriales edafológico de la República Mexicana escala 1:250 000. Distrito Federal, México, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática.

INE-SEMARNAT. 2006. México tercera comunicación nacional ante la convención marco de las naciones unidas sobre el cambio climático. Distrito Federal, México, Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Jones, R.N., Chiew, F.H.S., Boughton, W.C. y Zhang, L. 2006. Estimating the sensitivity of mean annual runoff to climate change using selected hydrological models. Adv. Wat. Res., (29):1419-1429

Merrit, W.S., Alila, Y., Barton, M., Taylor, B., Cohen, S. y Neilsen, D. 2006. Hydrologic response to scenarios of climate change in subwatersheds of the Okanagan basin, British Columbia. Jour. Hydr. (326):79-108

Monterroso, A.I. y Gómez, J.D. 2003. Escenarios climatológicos de la República Mexicana ante el cambio climático. Texcoco, México, Comisión Nacional de las Zonas Áridas y Universidad Autónoma Chapingo,

Parry, M.L., Canziani, O. y Palutikof, J. 2007. Resumen técnico, cambio climático 2007: impactos, adaptaciones y vulnerabilidad, aportes del grupo de trabajo II al cuarto informe de evaluación del panel intergubernamental sobre cambio climático. Cambridge, Reino Unido, Ed. Cambridge University Press.

Quinn, N.W.T., Miller, N.L., Dracup, J.A., Brekke, L. y Grober, L.F. 2001. An integrated modeling system for environmental impact analysis of climate variability and extreme weather events in the San Joaquin Basin, California. Adv. Env. Res., (5):309-317.

Rivera, M.A. 1999. El cambio climático. Distrito Federal, México. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Schifter, I. y González, C. 2005. La tierra tiene fiebre. Distrito Federal, México. Fondo de Cultura Económica SEMARNAT-UNAM. 2001. Inventario nacional forestal de la República Mexicana escala 1:250 000. Distrito Federal,

México. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y Universidad Nacional Autónoma de México. Skirvin, S.M., Marsh, S.E., McClaran, M.P. y Meko, D.M. 2003. Climate spatial variability and data resolution in a semi-

arid watershed, south-eastern Arizona. Jour. Ari. Env., (54):667-686 Vidal, R. 2005. Las regiones climáticas de México. Distrito Federal, México, Universidad Nacional Autónoma de

México. WMO. 2006. Climate Computing Project. Geneva, Suiza, Organización Meteorológica Mundial

Page 51: Revista redlach 2009

51

“La Cosecha del Agua”: Una experiencia de adaptación al cambio climático en la macro-región sur (Arequipa,

Moquegua y Puno).

Autores: John Everaldo Machaca Centty48; Roger Fernando Camiloaga Jiménez 49; Aquilino Priscilio Mejia Marcacuzco50; Waldo Percy Ortega Franco51; Juan Carlos Lizárraga Medina52.

Resumen El presente trabajo constituye la sistematización de la experiencia de la “Cosecha de agua” en la puna seca alto andina, realizada durante 25 años53 por Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo (DESCO) en el marco de las acciones de mejoramiento del hábitat, para la crianza de camélidos sudamericanos domésticos (alpacas y llamas). La extrema pobreza y los efectos del cambio climático, son las variables que han determinado una sobre explotación de los recursos naturales en la puna seca peruana, evidenciada en una sobre carga animal de los pastos naturales y la depredación de la vegetación arbustiva, que han ocasionado la erosión de los suelos y la pérdida de capacidad de retención del agua. Ante ello, DESCO promueve la “Cosecha del agua” de lluvia como estrategia para afrontar esta problemática, tiene como base el manejo integral de cuencas desarrollando la planificación en el uso y manejo racional y eficiente de los recursos agua, suelo y vegetación, a partir de una unidad territorial llamada Microcuenca. Las experiencias acumuladas posibilitaron que se validen métodos tecnológicos asociados a conocimientos ancestrales, por ende se afiancen conceptos destinados a mejorar la disponibilidad del agua e incrementar la recarga de los acuíferos, lo que permite atender el problema de su escasez a través de la captación, almacenamiento y distribución del agua excedente del periodo de lluvias. Estas prácticas, a nuestro entender, sientan las bases para dar contenido al diseño de una política de adaptación al cambio climático en condiciones alto andinas de extrema pobreza y de ecosistemas semiáridos, a través de una gestión social de los recursos donde los actores locales se convierten en la piedra angular de la sostenibilidad ambiental. Palabras clave: Cosecha de agua; hábitat; cambio climático; cuenca I. Problemática

El hábitat alto andino, sector de los camélidos sudamericanos domésticos (CSD) está siendo afectada en forma recurrente por los efectos del cambio climático, entre los problemas principales que afrontan las praderas naturales alto andinas encontramos aquellos que afectan los suelos y a las comunidades vegetales debido a la excesiva presión que ejerce la carga animal sobre los pastos naturales. La soportabilidad de los pastos en las comunidades vegetales del tipo pajonal (predominancia de especies de los géneros Festuca, Stypa y Calamagrostis) es de alrededor de 0.34 animales/ha/año; en los del tipo césped

48 Especialista Recursos Naturales. Coordinador del Proyecto Incremento del Empleo e Ingresos Económicos de las Familias Campesinas Altoandinas. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo joev.mace@gmail 49 Coordinador del Proyecto Camelampa II. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo. [email protected] 50 Coordinador UOT Caylloma, Responsable del Área de Manejo de Recursos Naturales en Proyecto Turismo Rural. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo [email protected] 51 Ingeniero en el Proyecto de Saneamiento Básico. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo. [email protected] 52 Coordinador del Proyecto Mitigación de la desertificación y adaptación del cambio climático en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca y la zona alta de la Provincia de Caylloma en la Región Arequipa. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo. [email protected] 53 Desde el inicio de la intervención hasta la actualidad se ha contado con el financiamiento de: La asociación Protestante de Cooperación para el Desarrollo (EZE), de la agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), del Fondo de Contravalor Perú – Suiza, del Fondo de Contravalor Perú - Canadá, con el Fondo de Promoción para las Áreas Naturales Protegidas (PROFONANPE); así mismo de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha y del Instituto de Promoción para el Desarrollo (IPADE).

Page 52: Revista redlach 2009

52

de puna (predominancia de especies de los géneros Calamagrostis y Stypa), es de 0.15 animales/ha/año y en los bofedales (predominancia de especies de los géneros Distichia, Alchemilla e Hypochoeris) es de 1.5 animales/ha/año. Existe una marcada sobrecarga animal por unidad de área, la cual en algunos casos llega a 3 animales/ha/año. Esta presión animal tiene sus efectos inmediatos en la depredación de la cobertura vegetal, la desaparición de las especies deseables, el estancamiento de la propagación natural por semillas y, como consecuencia, el incremento las especies forrajeras no deseables; la erosión de los suelos debido a la topografía de los terrenos en pendiente y las fuertes precipitaciones que se presentan en la temporada de lluvias (enero a marzo), se torna severa, provocando la perdida de la capa fértil de los suelos. El inadecuado manejo del sistema de pastoreo extensivo de los rebaños familiares en los pastizales naturales, la escasez de agua y la falta de infraestructura de manejo (cercos de rotación y recuperación), no les permite racionalizar el consumo de los pastos naturales, limitando el periodo de regeneración de la vegetación y la recuperación de los mismos. II. Ámbito de Intervención El hábitat donde se desarrolla la experiencia comprende: la provincia de Caylloma, la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca (que incluye territorios de Arequipa, Caylloma y Moquegua) y la Provincia de Lampa, con ámbitos que van desde los 3800 a los 4600 m.s.n.m. Estos ambientes ecológicos corresponde a climas frígidos al variar la temperatura desde un mínimo de -8ºC en invierno hasta un máximo de 24ºC en verano. Las precipitaciones son escasas y por ende insuficiente para atender a las necesidades de las actividades productivas, el periodo de lluvias provee tan sólo entre 200 a 600 mm/año. Es una zona eminentemente ganadera, con el predominio de alpacas y llamas, el 75% de los territorios rurales en los distritos y provincias son pastizales naturales, dada su superficie altiplánica, y especies arbustivas nativas, así como una pequeña extensión de humedales o acuíferos superficiales, comúnmente llamados bofedales, que ocupan aproximadamente el 2.5% de éste territorio. Esta zona, se encuentra dentro del denominado “bolsón” de pobreza de los andes del sur, siendo la provincia de Lampa (Puno), respecto a los otros dos ámbitos de intervención, la más pobre en términos del índice de desarrollo humano (IDH); en segundo lugar se encuentra la provincia de Caylloma, siendo el distrito de Tisco el de mayor pobreza y en la RNSAB, el de San Antonio de Chuca. La familia nuclear está compuesta de cinco miembros. Su rebaño familiar es mixto, compuesto en promedio por 70 alpacas, 30 llamas y 50 ovinos, adicionalmente en el caso de la provincia de Lampa la crianza de vacunos es significativa. III. La Cosecha del Agua como Propuesta Ante la problemática expuesta, urge priorizar el uso y manejo sostenible de los recursos naturales alto andinos para asegurar el desarrollo productivo de los CSD. Sólo será posible a través del manejo racional de las pasturas naturales, el manejo de los recursos hídricos disponibles en la microcuenca, en manejo de bofedales, el manejo de los rebaños familiares, la conservación de suelos, reforestación y la siembra de cultivos forrajeros. La cosecha del agua, plantea un conjunto de prácticas mecánico - estructurales que tienen por función captar, almacenar y distribuir el agua excedente en el periodo de lluvias, así como posibilita la adecuada recarga de los acuíferos subterráneos, manteniendo e incrementando los afloramientos naturales (manantes o puquios); lo cual tiene correspondencia con el marco conceptual de manejo integral de cuencas, sub cuencas y microcuencas, a partir de un elemento articulador como es el agua, utilizando en forma armónica técnicas y acciones destinadas al aprovechamiento de todos los recursos naturales existentes en estos espacios, en un enfoque dinámico de sostenibilidad, eficiencia y equidad social.

Page 53: Revista redlach 2009

53

El modelo gráfico de la propuesta se muestra en el gráfico Nº 1. El tratamiento de estos espacios como unidades de planificación, ha requerido que se adopte un sistema de gestión y desarrollo, cuyas condiciones particulares de ejecución fueron las siguientes:

a) Condiciones definidas según ámbitos de trabajo (espaciales y altitudinales). b) Organización de los usufructuarios del espacio (comités de riego). c) Tecnología apropiada a cada ámbito, respetando las tradiciones y culturas locales. d) Modalidades y tiempos de acción apropiados a las condiciones climáticas y culturales. e) Concertación entre todos los actores involucrados (productores, autoridades, gobiernos

locales e instituciones públicas y privadas) para alcanzar objetivos comunes.

Las micro-represas son depósitos o reservorios de agua, que se construyen aprovechando la depresión natural del suelo (hondonadas naturales), o lagunas naturales, construyendo para ello un dique de tierra compactada que permite captar, almacenar y posteriormente utilizar el agua excedente del periodo de lluvias; permitiendo el riego de los pastizales naturales en los periodos de mayor escasez y la recarga de los acuíferos subterráneos

Se consideran 3 partes (gráfico Nº 3): el área de almacenamiento o área lagunar, que viene a ser el terreno o área donde se almacena el agua; el dique, que es un muro de tierra compactada, y el aliviadero o control de demasías, que es un canal o vertedero que elimina el exceso de agua que ingresa al área de almacenamiento, evitando que el exceso de agua desborde el dique y lo destruya.

Page 54: Revista redlach 2009

54

La construcción del dique, que permite el almacenamiento del agua, considera la compactación de tierra (material rústico), cuyas características constructivas se indica gráfico Nº 3,

Estructura Dique Quellohuaycota

Page 55: Revista redlach 2009

55

considerando el núcleo del dique la parte mas importante en impermeabilidad y dureza; para el uso posterior del agua almacenada, se coloca un sistema tubería - válvula, que regula el aforo para su conducción y distribución por canales a corte de suelo. La propuesta ha integrado la participación de los actores sociales involucrados en los espacios de diálogo y decisión, con la intención de hacer posible la concertación para aumentar la oferta, como la eficiencia en el uso y manejo del recurso hídrico, enmarcando la acción en la normatividad nacional vigente, pero buscando siempre la inclusión de los sectores poblacionales secularmente marginados. IV. Resultados en la zona de intervención54 Infraestructura para la captación y almacenamiento:

Se han construido 122 micro-represas, con una capacidad total de almacenamiento de 8´303,946 m3 de agua, disponiendo de agua para riego potencialmente 3,533 Has.55

El volumen promedio de almacenamiento en las micro-represas es de 68,000m3, la de mayor volumen tiene una capacidad de almacenamiento de 900,000 m3 (micro-represa “Chiuchilla” – Quenco Cala Cala) y la de menor volumen 18,000 m3.

Se ha construido 909.11Km. de canales rústicos (a tierra desnuda) para conducción y distribución del agua de las micro-represas para irrigar los pastizales naturales.

Se logró la ampliación de las capacidades de almacenamiento de 47 espejos de agua, con un total de 156,789 m3.

El área bajo riego de pastizales naturales, es de 138 Has, para el ámbito de la RNSAB; para el caso de Caylloma es de 698 Has. y en Lampa es de 84Has.

Manejo de suelos y de pastos naturales:

La producción de pastos naturales, se incrementó en forma notable, los rendimientos crecen de 890 a 2,800 Kg., de materia seca por hectárea. (192% más que la zona sin riego).

Se han mejorado 768.5 Has., el porcentaje de especies altamente palatables para el consuno animal (CSD) fue de 38% (área testigo) y 90% (área tratada), reconociendo a las especies de los géneros Hypochoeris, Distichia, Werneria, Calamagrostis y Poa, las mas comunes e importantes; la cobertura de los pastizales naturales se incrementa en un 127%, con respecto al testigo.

54 La información que se consigna a continuación es el resultado de una sistematización de experiencias de cosecha de agua realizadas en el marco del Programa Regional Sur. 55 Para la zona de estudio tomando los datos promedios de la estación Imata que arroja un valor de 1174.7 mm. de evaporación en Tanque Clase A (ETa) y un valor de coeficiente Kp de 0.60 podemos determinar un valor de evapotranspiración potencial (ETP) de 704.82 mm. anuales que representan mensualmente en promedio 58.74 mm.

Represa de Chiuchilla

Micro-represa Quellohuaycota-Chalhuanca-Caylloma

Page 56: Revista redlach 2009

56

La construcción de 132 cercos de clausura y recuperación, que cubren una extensión

total de 435.6 Has., con un perímetro total de 165.4 Km.; la recuperación de los pastos a nivel de las áreas clausuradas alcanzaron incrementos hasta el 28 % con respecto al testigo.

Mediante el manejo del agua, en 6,261 hectáreas de bofedales, se logró elevar su productividad hasta en un 100% con relación a las áreas de bofedales no intervenidas.

Incremento del piso forrajero con una producción biomasa de 12,800 Kg./MV/Ha para el caso de Phalarys y de 18,600 Kg./MV/Ha para el caso promedio entre la avena y cebada.

Incremento de las áreas de producción de pasturas cultivadas en una extensión de 480 has, permite reducir la presión de carga animal en un 50% en las áreas de pastoreo intensivo, así como en las unidades de bofedal.

En el aspecto social:

Participación activa de las Municipalidad Provincial de Lampa y Caylloma, así como las Municipalidades Distritales de San Juan de Tarucani (Arequipa), San Antonio de Chuca, Callalli, Tisco, Sibayo, Yanque (Caylloma); Palca, Vila Vila, Santa Lucia, Paratia, (Lampa) son concientes de las ventajas de la cosecha del agua.

Existen un conjunto de Comunidades Campesinas, que tienen importante labor en la organización para la ejecución de la obra y el compromiso de aporte de los beneficiarios.

Las Autoridades Locales del Agua, inician una participación activa en la formalización de los comités y comisiones de regantes, así como su responsabilidad en los aspectos administrativos y normativos del agua.

Las Junta de Usuario, a pesar del desconocimiento en mucho de los casos de las actividades realizadas en la zona alto andina, los comités y Comisiones de Regantes se han integrado discretamente a ellas, siendo la Junta de Usuarios del Valle del Colca, quien ha centrado un mayor nivel de relacionamiento, incluso en el periodo 1999– 2000, un representante del Comité de Riego de la Microcuenca Chiuchilla, fue parte de la junta directiva.

Se formalizaron de 13 organizaciones de usuarios (226 familias), reconocidas ante la autoridad local de agua.

El reconocimiento oficial de estos Comités y Comisión de Regantes, permite a los usuarios del agua defender sus derechos frente a terceros, sobre todo ante las empresas mineras, ávidas de agua para su operación, además la organización se orienta a brindar sostenibilidad a la infraestructura hídrica.

Mejoramiento de los rebaños familiares.

Incremento en el porcentaje de natalidad de alpacas incrementándose en un 12%, con respecto a sectores sin intervención.

El peso de los animales, principalmente en alpacas ha mejorado en los momentos de deficiencia de alimento, teniendo como referencia los sectores y estancias sin aplicación de la estrategia correspondiente a un 7,40%.

La mortalidad tanto en animales crías, como en adultos, se ha mantenido y disminuido, entre un 33, 3% y un 50%. Estos resultados nos indican lo importante que ha sido la recuperación de los pastizales naturales y el complemento con los pastos cultivados aportados.

Chalhuanca-Caylloma

Represa de Chiuchilla

Page 57: Revista redlach 2009

57

Impactos De Orden Productivo

La condición o estado de salud de los pastizales naturales, pasan de muy pobre - pobre a regular – buena, basados en los índices de especies palatables encontrados en las unidades de evaluación. La cobertura vegetal pasa del 48% al 63%.

Los pastizales naturales, manejados integralmente, incrementan su capacidad productiva, mayor densidad de vegetales de 127.7% en la composición florística palatable, 126.5% en soportabilidad de pastos (0.95 UA/Ha/año) más que el testigo y el rendimiento de biomasa e incremento en 192.1% (1710 Kg. MS/ha más que el testigo).

La disminución de las especies indeseables o invasoras en las áreas donde se ha aplicado la propuesta integral de manejo de los pastos naturales, ha permitido la sucesión vegetal inducida en un 89%, siendo las especies de los géneros Festuca, Tetraglochium y Margiricarpus, los desplazados por especies que son palatables para los rebaños de CSD.

De Orden Ambiental

Aparición de nuevos manantiales por debajo de sus cotas y la recarga de los acuíferos subterráneos, lo cual ha contribuido en la formación de bofedales o humedales, permitiendo el flujo permanente del agua a través de los manantes naturales, así como la conservación del acuífero superficial.

El agua almacenada actúa como un termorregulador, producto de la evaporación, creando microclimas que hacen posible el desarrollo de asociaciones vegetales nativas mejorando la cobertura vegetal, incrementando la producción de biomasa y permitiendo la instalación de especies cultivadas que incrementan la disponibilidad forrajera.

Incremento de especies de fauna silvestre, permite su conservación o en otros casos pueda tener un nuevo espacio para su distribución y desplazamiento.

Incremento de la cobertura vegetal evita los procesos erosivos eólicos en la temporada seca, como hídricos en la temporada de lluvias.

Se favorece la mayor infiltración de las escorrentías superficiales permitiendo la recuperación del hábitat.

Page 58: Revista redlach 2009

58

De Orden Social

Ante el incremento de la disponibilidad del agua para múltiples usos y su eficiencia en el manejo, las poblaciones asentadas en el entorno del área de influencia del proyecto, así como los que indirectamente se benefician, reconocen sus ventajas, así como para sus generaciones futuras.

Los recursos humanos locales formados, tienen un rol protagónico en el cambio, considerando que son el nexo de interlocución entre la institución ejecutora y los productores.

La definición de roles y derechos, a través de la consolidación de organizaciones, garantiza la sostenibilidad de la gestión de los recursos naturales, en beneficio de la producción pecuaria.

Recuperación de conocimientos ancestrales en la adaptación al cambio climático, incorporando elementos culturales de la cosmovisión andina.

Apropiación de tecnologías útiles en los temas de manejo de agua, procesos constructivos, manejo y recuperación de pastos y manejo de los rebaños de camélidos.

Amplios procesos de toma de decisiones, de carácter participativo. Integración a los planes de desarrollo estratégico de los distritos donde interviene DESCO.

De Orden Económico

Las prácticas de cosecha del agua implementadas en las microcuencas, han permitido como se ha señalado en los resultados expuestos anteriormente, incrementos significativos en la producción y productividad de la ganadería alto-andina, pues se ha incrementado los índices de peso vivo, precocidad natalidad y han disminuido los índices de mortalidad.

v. Conclusiones

La cosecha del agua se presenta como una alternativa de bajo costo y significativo impacto para enfrentar de manera organizada los efectos del cambio climático, en lo referido a la disminución de la oferta hídrica.

Existe una percepción sobre los efectos del cambio climático que todavía no se traduce en un accionar colectivo en las zonas altoandinas. Esta inacción se deba posiblemente al contexto socioeconómico de extrema pobreza imperante en las zonas de intervención.

El establecimiento y fortalecimiento de la organización (referente de autoridad legislativa) para la gestión del agua se presenta como un elemento importante en la sostenibilidad operativa de la infraestructura hidráulica, en la disminución de conflictos, en el uso equitativo del recurso y en la defensa de derechos sobre el agua ante terceros.

Existe un cierto desconocimiento de la legislación de aguas, en cuanto al modelo de organización que el Estado propone. Los “nuevos usuarios” todavía no están convencidos del todo de “asimilarse” a ese nuevo esquema organizativo.

Las organizaciones de usuarios son y serán la mejor garantía de sostenibilidad para una gestión eficiente del recurso hídrico; su fortalecimiento y participación en equidad de derechos, permitirá minimizar las situaciones de conflicto.

Los gobiernos locales deben asumir un rol proactivo, que permita la satisfacción de las necesidades básicas vinculadas al uso y consumo del agua de sus pobladores, para fines de consumo humano y productivo, debiendo para ello, comprometer mayores recursos para el cumplimiento de estos fines.

Es preciso trabajar, también, en el frente de optimizar la eficiencia de riego mediante su manejo adecuado. Así mismo invertir tiempo en lograr que el suelo retenga por más tiempo el agua, de modo que al disminuir la frecuencia de riego, se ahorre el recurso. En zonas de ganadería extensiva, se impone el manejo de pasturas empleando cercos que

Page 59: Revista redlach 2009

59

faciliten la rotación como la regeneración vegetativa mediante la construcción de clausuras.

VI. Recomendaciones

Insertar en las políticas sectoriales, así como en los planes estratégicos de desarrollo, la propuesta de la cosecha del agua y la adecuada gestión de los recursos naturales de altura; debiendo reconocer antes la importancia del agua como el elemento vital, así como de todas las actividades desarrolladas por las poblaciones.

Incluir en las estrategias locales, regionales y nacionales sobre el Cambio Climático, actividades que desde tiempos ancestrales, los productores y/o pobladores alto andinos han desarrollado en función a las variaciones continuas del clima y que con el transcurrir del tiempo han desaparecido.

La región andina, a nuestro entender, necesita implementar en forma prioritaria un Programa Especial de protección de fuentes de agua, incluyendo el desarrollo de estrategias de cosecha y manejo sostenible del agua, para capturarla no sólo a nivel de grandes represas sino también por medio de equipamientos menores (micro-represas, espejos de agua, acequias de infiltración) al alcance del quehacer de las comunidades y familias.

Considerar, antes de iniciar acciones destinadas a mejorar la provisión de agua, que es necesario prever los potenciales conflictos, elaborando para ello, un cuadro de las principales relaciones sociales imperantes en la zona en lo que atienda al uso del agua estableciendo espacios de diálogo entre los actores sociales concernidos.

Lecciones Aprendidas

La cosecha del agua de lluvia se ha mostrado como un medio eficiente y eficaz para enfrentar los efectos del cambio climático, garantizando la disponibilidad del agua mediante la aplicación de una metodología basada en los conocimientos ancestrales y la innovación tecnológica.

Para que se pueda desarrollar eficientemente la propuesta integral, se debe considerar un seguimiento y acompañamiento durante y después del proceso, sensibilizando a los mismos beneficiarios el mantener operativo el sistema de manejo del agua.

Es importante arribar a alianzas estratégicas con instituciones públicas y privadas para que desarrollen la propuesta, toda vez que no se puede desarrollar a todo nivel la propuesta integral, por los costos de inversión y la amplitud de los ámbitos de la zona alto andina.

Por las características constructivas de la infraestructura de las micro-represas, la experiencia vivida aconseja que se debe tener más cuidado en el diseño y construcción de los aliviaderos en una cuenca colectora grande (con presencia de varios afluentes), pues por los continuos cambios climáticos pueden generar ingresos de agua en grandes volúmenes y afectar el dique de tierra compactada.

VI. Bibliografía

Choquehuanca, J. 1996. Evaluación de áreas de praderas mejoradas bajo la implementación de diferentes sistemas alternativos, en Cauca, Quenco Cala Cala, Hanansaya II y Toccra. Centro de Estudios y promoción del Desarrollo – DESCO. (Informe final). Florez, E. 1997. Inventario y evaluación de los pastizales del Fundo Toccra. Centro de Estudios y promoción del Desarrollo – DESCO. (Informe final) Machaca, J. 2004.Sistematización de pastizales naturales en la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca. Proyecto Araucaria Valle del Colca. AECI - DESCO (Informe final). Toro, O., Marquina, R., Novoa, C. 2001. Crianza de Camélidos Andinos. Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo – DESCO. Arequipa – Perú.

Page 60: Revista redlach 2009

60

Escenarios de participación en los procesos de Gestión Ambiental Regional, como capacidades de adaptación al cambio climático, en la cuenca del río Mayo, región San

Martín, Perú 2009.

Autor: Segundo E. Vergara Medrano56 Resumen Este artículo busca analizar y explicar, si los procesos de Gestión Ambiental regional y local, en particular el proceso de Certificación de Municipalidades con Gestión Ambiental para el Desarrollo Sostenible (GALS) desarrollado en el marco de la implementación de la Política Nacional Ambiental y, como escenario local de oportunidades para la participación, concertación y establecimiento de procesos vinculantes, se constituyen en capacidades locales de adaptación al cambio climático; particularmente en la cuenca del río Mayo, región San Martín, Perú. El análisis se desarrolló teniendo en cuenta el marco normativo, los procesos de gestión ambiental (en sus niveles regionales y locales), se identificó y determinó, especialmente, los aspectos participativos durante el desarrollo del proceso GALS en municipalidades de la región San Martín que favorecerían, la generación de mecanismos o estrategias vinculantes, para el fortalecimiento de procesos de desarrollo local. Se revisa y analiza también, las lecciones aprendidas en el contexto de ejecución del proyecto “Evaluación del deterioro de los recursos naturales por el cambio climático de las cuencas del río Mayo y sub-cuenca Yuracyacu ejecutado, en el marco de la Segunda Comunicación Nacional de Cambio Climático”; en particular se evaluó la propuesta de medidas de adaptación que se establecen en dichas conclusiones y cómo éstas, pueden ser incorporadas a procesos de gestión local como el GALS. Finalmente, se concluye que la participación, por un lado ha sido favorable lo que ha permitido contribuir con los procesos de gestión en particular GALS en la cuenca del río Mayo y por otro, este ha estado limitado a un tipo y nivel insuficiente pero que sin embargo se constituyen en capacidad de adaptación local frente al cambio climático. Palabras clave: Participación, Certificación de Gestión Ambiental Local, cambio climático, adaptación, cuenca, río Mayo.

I.Introducción.

La participación es un tema que no sólo es abordado en el contexto local sino también es ponderado en diferentes escenarios y temas de discusión y acuerdos globales, por ejemplo la WWF (2008) en su Informe planeta vivo, plantea cuestiones políticas y éticas sobre la “participación en la distribución de los recursos del planeta”; similarmente en la conferencia sobre diversidad biológica en la cooperación al desarrollo en Europa, 200657, Hillary Masundire (Presidente de la Comisión de la UICN sobre la Gestión del Ecosistema), planteó, en su intervención, como desafíos pendientes, la creación de capacidades, la mejora del entrenamiento, la buena gobernanza y la participación de la sociedad civil. En el tema del agua la UNESCO dentro de su estrategia, para el establecimiento de políticas hidrológicas, reconoce la necesidad de adoptar procedimientos de participación en su gestión y aprovechamiento, Villanueva, R. (2008), en su análisis sobre la vulnerabilidad de las poblaciones al brote de epidemias, como el dengue, está asociada a factores como la carencia de instancias y capacidades para la participación activa en la gestión de la respuesta a este problema. Pizarro, R. (2001), sostiene que la superación de la pobreza y la reducción de la vulnerabilidad debe darse con la participación de la sociedad civil. Humberto, P (2007), al referirse a la gestión del agua, considera que la participación social es un tema crítico; el PNUD en su informe sobre Desarrollo Humano, establece el Índice de potenciación de género (IPG) que mide la desigualdad entre los géneros en tres dimensiones básicas de potenciación: participación económica y poder de decisión; participación política y poder de decisión; y control sobre los recursos económicos. En un constexto más local por ejemplo, Solano y Monteferri (2009) destacan la consideración de las modalidades de participación en instrumentos de gestión referido a áreas de conservación. Lo anterior demuestra la importancia del tema de la participación y la diversidad de espacios y formas en la cual ésta puede plantearse, discutirse y decidirse. Por ello, en el presente trabajo se revisa, analiza y explica si, los procesos de Gestión

56 Segundo E. Vergara Medrano, Universidad Nacional de San Martín-Tarapoto (UNSM-T) y Centro de Investigación, Gestión y Consultoría Ambiental (CEICA)- Octubre, 02 2009. [email protected], [email protected] 57 Boletín sobre la Biodiversidad en la Cooperación al Desarrollo en Europa, Vol. 126 No. 1, 24 septiembre de 2006.

Page 61: Revista redlach 2009

61

Ambiental regional y local, particularmente el proceso GALS58 se constituyen en la mayor de las capacidades locales de adaptación al cambio climático particularmente, en el escenario territorial de la cuenca del río Mayo, región San Martín, Perú; considerando que la institucionalización de la Política Ambiental Nacional en la región San Martín, a través del Sistema Nacional de Gestión Ambiental (SNGA) y otros instrumentos o proyectos de Gestión Ambiental como el GALS, la Estrategia Nacional de Cambio Climático, etc., se basan en la participación ciudadana (Guía GALS, 2008), en sus diferentes formas de organizarse, manifestarse y desarrollarse.

II. Metodología Para la revisión y el análisis, se consideró el modelo estructural lógico del Sistema Nacional de Gestión Ambiental (Ley N° 28245), (Gráfico 1), se incluyó también el enfoque de la

participación planteado por Arnstein, Sherry R. (1969), así como la tipología descrita por Biodamaz, (2004); se ha

evaluado similarmente, la evolución de la

participación (generados en los diferentes espacios y niveles), los espacios de concertación y las

interacciones vinculantes,

surgidos en los procesos de gestión local de los

“Gobiernos Locales” o

Municipalidades (provinciales y

distritales) de la región San Martín desde 2005, año que se inició el proceso GALS. Se consideró también, en el análisis, los resultados y la propuesta de medidas de adaptación planteadas en el estudio “Deterioro de los recursos naturales por el cambio climático en la

58 El modelo de certificación se basa, principalmente, en la participación activa de los diferentes actores de la sociedad civil, su naturaleza es holística, inter-sectorial, multisectorial, multidisciplinaria e interdisciplinaria y comprende, los aspectos o ejes básicos del desarrollo sostenible y las responsabilidades exclusivas de los gobiernos locales desde el tema territorial, recurso hídrico, residuos sólidos, hasta el tema de transparencia e investigación, Vergara, (2007).

Page 62: Revista redlach 2009

62

cuenca del río Mayo y sub-cuenca del Yuracyacu” como parte del proyecto regional “Evaluación Local Integrada de la Cuenca del Río Mayo y Sub-cuenca Yuracyacu, San Martín” el mismo que estuvo enmarcado en el proyecto nacional Segunda Comunicación Nacional del Perú a la CMNUCC”. Finalmente, se realizó encuestas y trabajó focus group para evaluar y focalizar la participación dentro del proceso GALS desde el 2005, fecha en la que se dio inicio al proceso. III. Resultados La participación en el marco legal nacional La participación se consagra en el contexto nacional, entre otras normas, en la Ley General del Ambiente Ley N° 28611, en la cual en su Art. 1°, es establecida en la forma de derecho y deberes fundamentales; además en su Art. 3° de la misma ley, se define “toda persona tiene el derecho a participar responsablemente en los procesos de toma de decisiones, así como en la definición y aplicación de las políticas y medidas relativas al ambiente y sus componentes, que se adopten en cada uno de los niveles de gobierno (Gráfico N°. 1). El Estado concerta con la sociedad civil las decisiones y acciones de la gestión ambiental. Similarmente, en el artículo 14° inciso 14.2 en relación al SNGA establece que este cuenta con la participación de la sociedad civil y el sector privado; así mismo, en su artículo 11° respecto al principio de gobernanza ambiental, también consagra la participación; en su artículo 17° define a la participación como instrumento de la Gestión Ambiental; en su artículo 130° e inciso 130.3 estable la participación en acciones de fiscalización ambiental. En el marco estructural del SNGA en su Art. 5° de los principios de la Gestión Ambiental y en el inciso g) establece la “Participación y concertación, a fin de promover la integración de las organizaciones representativas del sector privado y la sociedad civil en la toma de decisiones ambientales. La participación en los procesos de Gestión Ambiental en marcha. Por una lado, progresivamente en la región, se reconoce que se han generado procesos, espacios, estrategias, instrumentos, instancias, etc., para promover la participación en los temas de desarrollo en general y ambientales en particular, por ejemplo; entre los más relevantes, desde el punto de vista de su representatividad e importancia regional, está la conformación de la Comisión Ambiental Regional de San Martín (CAR-SM), la elaboración de estrategias regionales como la de Diversidad Biológica, el proceso de Zonificación Ecológica Económica (ZEE)59, formulación de planes y agendas ambientales regionales y locales, el proceso GALS, etc.; no obstante, queda por averiguar, a más detalle, si éstos procesos o modelos han permitido una adecuada y efectiva participación de la población y, sí ésta, tendría la “madurez” suficiente y el carácter de sostenible como para consolidar los procesos de desarrollo locales. Esto en consideración a que, inevitablemente, los procesos llevados a cabo y los que se encuentran en marcha, se ha tornado más complejos y se reconoce que han surgido elementos emergentes producto del desarrollo y dinámica de los procesos, de tal manera que han demandado más esfuerzos participativos (por parte de quienes promueven la participación y los que participan) puesto que tal como menciona Chancellor F, et al. (2003), mientras más complejos sean los modelos, estos dificultan la participación más directa y efectiva de la comunidad en los procesos de planificación. La participación en la Comisión Ambiental Regional de San Martín (CAR-SM): máxima representatividad regional para la gestión ambiental 59 El impacto que ha tenido el proceso de ZEE ha trascendido no solo en espacios nacionales sino también internacionales, a través de la presentación de la experiencia en escenarios académicos y de discusión (Vergara, M. S. E, Jorge Torres D, Marita Lozano, S y Mirtha Valverde V. (2008).

Page 63: Revista redlach 2009

63

El inicio de la institucionalización e implementación de la Gestión Ambiental regional, desde la perspectiva del Consejo Nacional del Ambiente (CONAM)60, ahora integrado al Ministerio del Ambiente, quien empezó su presencia en la región San Martín el año 1996 (CONAM, 2005), fue cuando se creó la CAR-SM mediante Decreto de Consejo Directivo DCD Nº 002-01-CD/ CONAM en el 2001. Desde entonces, la CAR-SM se convirtió en la instancia multisectorial y en el escenario de oportunidades, para la institucionalización de la Gestión Ambiental de la región basada en la participación, coordinación y concertación regional entre los diferentes actores públicos y privados, no solo interesados en el tema ambiental sino también, con responsabilidad en este que hacer regional y local (Vergara, 2006). La CAR-SM como tal, ha contribuido en la institucionalización, implementación y descentralización de la Política y la Gestión Ambiental Nacional en el ámbito regional y local. Esta contribución ha consistido, entre otras actividades, en la elaboración concertada de los principales instrumentos de Gestión Ambiental y la conformación de Grupos Técnicos (instancias técnicas consideradas en el SNGA) como respuesta a las necesidades de resolver problemas ambientales prioritarios que se han presentado y aún se presentan en los distritos, provincias o la región, Por ejemplo, se conformó el Grupo Técnico de Zonificación Ecológica Económica (ahora denominada Comisión Técnica Regional de Zonificación Ecológica Económica (CT– ZEE) que ha logrado tener una gran importancia e impacto regional; el de Educación y Difusión Ambiental; Estrategia de Diversidad Biológica; Grupo Técnico para la Gestión Integrada de la Cuenca del río Cumbaza, etc. (Vergara, 2007). Respecto a los instrumentos de la Gestión Ambiental, se tiene aprobado a la fecha, la Política Ambiental Regional, el Sistema de Gestión Ambiental Regional (SIGAR) los mismos que aún esperan su reglamentación e implementación, se tiene aprobado también el Plan de Acción Ambiental 2003-2011, la Agenda Ambiental Regional (AAR) 2002-2004 (la cual fue reemplazada por la agenda 2005-2007, (Vergara, 2006). Actualmente, la AAR 2008-2009 esta aprobada a nivel de la CAR-SM y espera que suceda a nivel del GRSM a través de las instancias correspondientes. Por ello, contribuir a la institucionalidad e implementación de la Gestión Ambiental mediante acuerdos participativos y concertados, ha sido una de las mayores tareas y logros de la CAR-SM y, sin duda, se espera que continúe consolidando la participación en base a una estrategia de incentivos considerados en la ley general del ambiente vigente. Esto no solo porque esta normado, sino también porque existen modelos, como el de “Forest Devolucion”, basado en la delegación de poder a los niveles más locales, por parte del gobierno central, que han significado éxito en términos de conservación, planificación y control, (Bond et al. 2009). Institucionalización e implementación de la Gestión Ambiental en el nivel del gobierno regional. De acuerdo a la normatividad y en el marco del SNGA y demás aspectos legales, los instrumentos de Gestión Ambiental del ámbito de la CAR-SM deben pasar a la jurisdicción del Gobierno Regional. Es, en este nivel decisorio y administrativo, en donde el proceso de institucionalidad de los instrumentos de la Gestión Ambiental, han encontrado dificultades desde los de índole presupuestario (carencia de presupuesto para publicar, reglamentar e implementar las ordenanzas) hasta los de inestabilidad laboral (cambio de personal) de las instancias (oficinas) que tienen que ver con la administración de los instrumentos de gestión aludidos. Por tanto, la etapa de formulación concertada de los instrumentos de Gestión Ambiental regionales, al interior de la CAR-SM, sólo ha sido un primer paso importante dentro de un proceso jerárquico decisorio y administrativo de los mismos (de “abajo hacia arriba”). Es decir, que de una instancia netamente participativa y concertadora, los instrumentos de gestión han pasado a una instancia poco participativa y más burocrática; en este sentido, el Gobierno Regional a pesar que como tal,

60 Para efecto del presente estudio, se menciona al Consejo Nacional del Ambiente (CONAM) solo por razones de referencia histórica, ya que ahora, institucionalmente no existe debido a que ha sido incorporado al Ministerio del Ambiente (MINAM).

Page 64: Revista redlach 2009

64

forma parte legal e inherente de la CAR-SM, sin embargo, en este, no se ha encontrado receptividad adecuada en la administración y toma de decisión respecto de dichos instrumentos de gestión, tal como lo establece la normativa. Se espera que éstas limitaciones y/o dificultades, en el tiempo, tengan una ponderación y atención que corresponde no solo administrativa y decisoria sino también, en su aplicación regional. (Vergara, 2006). La institucionalización a nivel de los gobiernos locales A diferencia del nivel de gobierno regional, la participación en la implementación e institucionalización de la Gestión Ambiental, en las municipalidades, muy particularmente en el nivel distrital, ha sido diferente y hasta cierta medida exitosa pues en este, se han presentado el mayor numero de certificaciones desde el 2006 (certificaciones GALS). En este caso particular es importante ponderar el involucramiento no sólo de las autoridades sino también, de la comunidad y demás actores en particular de la zona rural. De la experiencia y los esfuerzos multi-sectoriales y ponderablemente participativos y concertados para desarrollar el proceso GALS en todos los municipios de la región desde el 2005 hasta ahora, se desprende dos aspectos importantes: el logro de una mayor participación de la comunidad, actores clave y organizaciones de base en los procesos de desarrollo local en general y en la de implementación de la GALS en particular. Esta participación se ha caracterizado, de acuerdo a la tipología de Arnstein, Sherry R. (1971) por lograr dos niveles de intervención; el plano de la no participación (es decir que la participación si bien ha ocurrido, sin embargo, ésta, no ha sido lo suficientemente adecuada (sólo era informativa) de tal manera que permita a los actores participar en el diseño y gestión de los programas, proyectos planes, etc. Por otro lado, se ha evidenciado también la participación simbólica que ha significado en ciertos escenarios, que la ciudadanía escuche, tenga voz, e incluso, ser escuchada; sin embargo, bajo estas condiciones, se ha carecido de un mecanismo, además del poder o empoderamiento necesario, para asegurarse de que sus aspiraciones y aportes se tomen en cuenta posteriormente por ello, actualmente, no sólo se percibe una desmotivacíon en la participación sino también, se deja sentir un clima de incertidumbre en relación a esto. Naturalmente, quedaría por analizar, con mayor detalle y enfoques interdisciplinarios, si éstas modalidades de participación fueron las adecuadas (aquí podría intentarse desarrollar nuevos modelos y/o innovar estrategias participativas más efectivas e innovadoras basadas en incentivos y de roles sostenibles para el cumplimiento, control y vigilancia de las decisiones tomadas concertadamente). Esto en consideración a que no siempre se ejecuta lo que se ha acordado de manera participativa, en los diferentes escenarios de participación. Las razones que conllevan a esta situación, queda como interrogantes y como invitación a reflexionar respecto a ello. En el contexto de la toma de decisiones y de los decidores, se ha evidenciado una limitada disposición política y una relativa soltura administrativa para facilitar e implementar los procesos de Gestión Ambiental, principalmente en el nivel distrital, sin embargo, el inconveniente fuertemente limitante es el escaso conocimiento del proceso no solo al interior de los municipios (y sus respectivas instancias o unidades administrativas), sino también los de los actores que participan e influyen en el éxito del proceso (ya que este es un proceso altamente participativo que implica inter-sectorialidad, transversalidad además de caracterizarse por ser de naturaleza interdisciplinaria e integral). (Vergara, 2006). Finalmente, el proceso GALS de los Gobiernos locales (Provinciales y distritales) al menos en San Martín, ha demostrado ser una alternativa adecuada pero limitada en el proceso de institucionalización y descentralización de la Gestión Ambiental, por ello es necesario ponderar un programa permanente de fortalecimiento de capacidades para todos los actores y de los mecanismos que permiten establecer sinergias, esfuerzos y compromisos corporativos y de

Page 65: Revista redlach 2009

65

cooperación que conlleven a lograr no solo la certificación en si misma sino también lograr el bienestar integral de los individuos y comunidades y la salud de los ecosistemas que la sostienen que es lo que se persigue en la GALS. (Vergara, 2006). La participación en escenarios de cambio climático dentro del espacio de la cuenca del río Mayo La cuenca del río Mayo, es la más poblada de la región San Martín con el 57% de la población. Además, dentro de su territorio, se localizan la mayor parte de instituciones sectoriales estatales, educativas, culturales, económicas, etc., por ende es el espacio de mayor poder administrativo y político, coordinación/concertación, planificadoras y ejecutoras de la región (MINAM, 2009). Dentro de este contexto espacial de la cuenca, por un lado, se presentan los mayores escenarios de participación en los procesos de gestión ambiental, por otro, ésta ha sido priorizada dentro del proyecto Segunda Comunicación Nacional de país ante el UNFCCC lo cual incrementa su importancia. Por ello se realizo, dentro de este proyecto, el estudio “el cambio climático en la cuenca del río Mayo: evidencias, vulnerabilidades, impactos y oportunidades”, MINAM, (2009); en este, se analizó el rol de los procesos de desarrollo de Gestión Ambiental Local (entre otros factores) como medidas de adaptación ante el cambio climático y precisamente, dentro de la propuesta de la “estrategia de adaptación al cambio climático” se propone, en el tema de institucionalidad (para la implementación de la estrategia), la intervención y el liderazgo de la Comisión Ambiental Regional de San Martín (CAR-SM). Esta proposición plantea nuevas reflexiones sobre la calidad y sosteniblidad de la participación. IV. Conclusiones En el marco de este análisis, se concluye que el modelo de Gestión Ambiental Local, “Certificación de Municipalidades con Gestión Ambiental para el Desarrollo Sostenible (GALS) como parte del proceso de implementación del Sistema Regional de Gestión Ambiental Nacional y regional, ha permitido generar espacios de participación para la concertación y ha facilitado la generación de interacciones vinculantes, desarrollo de propuestas (proyectos) entre procesos. Aunque existen algunas limitaciones en los procesos de participación; un adecuado y sostenido fortalecimiento de capacidades, una disminución en la incertidumbre política, una efectiva política de incentivos (mayor delegación de poder) para fortalecer la participación y la debida y oportuna información de la ciudadanía, probablemente sea una de las alternativas de lograr mejores resultados en los procesos participativos de la población. Los procesos de gestión local en marcha, en particular el de GALS, dentro del espacio territorial de la cuenca del río Mayo, región San Martín, constituye capacidades locales de adaptación al cambio climático por su grado importante de participación obtenida. Bibliografía.

Arnstein, Sherry R. (1969) "A Ladder of Citizen Participation" JAIP, Vol. 35, No. 4, July 1969 Arnstein, Sherry. R. (1971). A ladder of citizen participation. Journal of the Royal Town Planning Institute. April 1971. BIODAMAZ, (2004). Metodología y estrategia de participación para la implementación de la ERDBA y sus planes de

acción. Informe Técnico Preliminar. BIODAMAZ-IIAP, Iquitos, Perú. Bond et al. (2009). Incentives for sustain forest ecosystems services. A review and lessons for REDD. Natural

resources issues N~16. International Institute for Environmental and development , London, UK, with CIFOR, Bogor, Indonesia, and World Resource Institute , Washington DC., USA>

Chancellor F., Hussein M., Lidonde R. A., Mustafa D., and Van Wijk C. (2003). The Gender and Water Development Report, 2003: Gender Perspectives on Policies in the Water Sector. Gender and Water.

CONAM, (2008). Guía para la Certificación de Municipalidades con Gestión Ambiental Local para el Desarrollo Sostenible, (2008). Consejo Nacional del Ambiente.

CONAM, (2005). Boletín de indicadores Ambientales de la región San Martín. Área temática de Instrumentos de Gestión Ambiental. http://www.minam.gob.pe

Masundire, Hillary (2006). Presidente de la Comisión de la UICN sobre la Gestión del Ecosistema. Conferencia sobre diversidad biológica en la cooperación al desarrollo en Europa, 2006. Boletín sobre la Biodiversidad en la Cooperación al Desarrollo en Europa, Vol. 126 No. 1, 24 septiembre de 2006.

MINAM, (2009). EL cambio climático en la cuenca del río Mayo: Evidencias Vulnerabilidades, impactos y oportunidades.

Page 66: Revista redlach 2009

66

WWF, (2008). Informe Planeta Vivo. Impreso en Octubre 2008. por WWF-World Wide Fund For Nature (también conocido como World Wildlife Fund en los EEUU y en Canadá), Gland, Suiza. ISBN: 978-2-88085-294-8.

UNESCO, (2002). International Hydrological Programme. Hydrologic and Water Management in the humid tropics. Second International Colloquium on Hydrology and Water Management in the Humid Tropics. Panamá 1999.

Peña, T. H. (2007). Visión Global de los Recursos Hídricos y de los Planes de GIRH en la Región. Taller: Estrategia Nacional para la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos del Perú.

PNUD. (2009). Informe sobre Desarrollo Humano. Superando barreras: Movilidad y desarrollo humanos. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Mundi-Prensa Libros, s.a. Castelló, 37 - 28001 – Madrid.

Solanao, P y Bruno Monteferri (2009). Áreas de conservación regionales y áreas de conservación municipales: Propuestas para su consolidación. Sociedad Peruana de Derecho Ambiental. Lima, Perú.

Vergara, M. S. E, Jorge Torres D, Marita Lozano, S y Mirtha Valverde V. (2008). El proceso de Certificación de Municipalidades con Gestión Ambiental en San Martín: escenario participativo para generar cohesión social urbana y rural. San Martín. Universidad Nacional de San Martín y el Centro de Investigación, Gestión y Consultoría Ambiental, CEICA. Moyobamba, San Martín.

Vergara, M. S. (2008). Participatory mapping and participatory GIS: useful to Environmental management certification? International Institute for Geo-Information Science and Earth Observation, Enschede, The Netherlands.

Vergara S, M, (2007). Diálogo Regional del Agua. Moyobamba, San Martín. Universidad Nacional de San Martín y el Centro de Investigación, Gestión y Consultoría Ambiental, CEICA. Moyobamba, San Martín.

___________ (2007). Estableciendo una Agenda Regional del Agua. Centro de Investigación, Gestión y Consultoría Ambiental, CEICA. Moyobamba, San Martín.

___________ (2007). La Gestión Ambiental en la Región San Martín: una aproximación a su institucionalización. Centro de Investigación, Gestión y Consultoría Ambiental, CEICA. Moyobamba, San Martín. Versión revisada. Versión revisada.

___________ (2006). La Gestión Ambiental en la Región San Martín: una aproximación a su institucionalización. Escuela de Postgrado- Programa de Doctorado en Ciencias Ambientales y el Centro de Investigación, Gestión y Consultoría Ambiental, CEICA. Moyobamba, San Martín.

Villanueva, R. (2008). Un Enfoque Emergente de Respuesta Integradora a la Vulnerabilidad: Relación entre la vulnerabilidad de los grupos humanos de mayor riesgo y los problemas de salud pública y seguridad humana. Revista Futuros No. 21. Año 2008 Vol. VI.

Page 67: Revista redlach 2009

67

Variación del Régimen Pluviométrico en el Sistema de Serrano del Suroeste Bonaerense, Argentina.

Autores: M. Isabel Delgado61, Gabriela E Senisterra62, Fernanda J. Gaspari63

Alfonso Rodríguez Vagaría64; Sebastián Besteiro65.

Resumen El conocimiento y seguimiento adecuado del comportamiento del recurso hídrico resulta cada día más importante, no sólo para una correcta planificación del uso del agua sino también para prevenir cualquier alteración cuali – cuantitativa de la misma. El objetivo del trabajo fue determinar la variación de las precipitaciones en el Sistema Serrano de Ventania, en el Sudoeste de la Provincia de Buenos Aires. El área en estudio está situada geográficamente entre los paralelos de 38º 06’ Latitud Sur y los meridianos de 61º 56´ Longitud Oeste. La economía regional se basa en la actividad agrícola ganadera, encontrándose afectada actualmente por problemas derivados de la sobreexplotación y consecuentemente la pérdida de suelo superficial por erosión hídrica. El análisis se dividió en dos períodos: antes y después de la década de 1970, analizándose la precipitación media mensual y la precipitación acumulada anual. La pendiente negativa de la línea de tendencia obtenida, implica una disminución en los registros anuales de precipitación, luego de la década de 1970. Las precipitaciones han sufrido variaciones, que se reflejaron en la distribución inter e intra-anual de los eventos pluviales. La disminución de los registros anuales afectaría la actividad productiva y turística en la región de las Sierras australes bonaerenses. La planificación en cuanto al manejo del recurso hídrico se considera una tarea fundamental a realizar en el corto plazo, de modo de mitigar los efectos de mayores daños económicos, producto de cambios en el régimen hidrológico. Palabras Clave:Sierras del sudoeste bonaerense; tendencia de precipitación; cambio climático

I.Introducción

El agua es un recurso de importancia primaria para el desarrollo socioeconómico de una región, para preservar sus características ambientales, y una de las bases esenciales para la vida. La escasez de agua es el problema medioambiental más grave junto con la contaminación. Las sequías de los años 90, están obligando a replantearse el agua como un bien de importancia primordial en la riqueza sostenible de los pueblos (Muñoz Carpena y Ritter Rodríguez, 2005). La carencia de agua puede ser para muchos países uno de los factores limitantes más severos para lograr un desarrollo sustentable y, en algunos casos, podría inclusive ocasionar conflictos entre naciones. Una característica importante de la crisis del agua es su naturaleza regional (UNESCO, 1994). Los fenómenos hidrológicos son extremadamente complejos y es posible que nunca se los entienda en su totalidad. Sin embargo, en ausencia de un conocimiento perfecto, pueden representarse en forma simplificada por medio del concepto de sistema. Un sistema es un conjunto de partes conectadas entre sí, que forman un todo. El ciclo hidrológico puede tratarse como un sistema cuyos componentes son precipitación, evaporación, escurrimiento y otras fases del ciclo hidrológico (Chow et al., 1994). Los cambios en la distribución espacial de las precipitaciones han tenido un impacto importante sobre las actividades humanas y los ecosistemas. Existen evidencias, aunque no concluyentes todavía, de que el ciclo hidrológico puede estar afectado por el llamado Cambio Climático Global (Muñoz Carpena y Ritter Rodríguez, 2005). Asimismo, la influencia de distintas actividades del hombre, incluyendo la urbanización, intensificación de las actividades agrícolas, forestación – deforestación, pueden generar fuertes modificaciones en la dinámica del ciclo hidrológico. El objetivo del trabajo fue determinar la variación temporal de las precipitaciones en el Sistema Serrano de Ventania, en el Sudoeste de la Provincia de Buenos Aires.

61 Cátedra de Manejo de Cuencas Hidrográficas; Facultad de Ciencias Agronómicas y Forestales (FCAyF), Universidad de la La Plata (UNLP) y Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). 62 Cátedra de Manejo de Cuencas Hidrográficas; FCAyF, UNLP 63 Cátedra de Manejo de Cuencas Hidrográficas; FCAyF, UNLP 64 Cátedra de Manejo de Cuencas Hidrográficas; FCAyF, UNLP 65 CONICET

Page 68: Revista redlach 2009

68

II. Materiales y Métodos. El área bajo estudio se encuentra en la provincia de Buenos Aires, Argentina, inmersa en el Sistema Serrano de Ventania, situada geográficamente entre los paralelos de 38º 06’ Latitud Sur y los meridianos de 61º 56´ Longitud Oeste. La economía regional se basa en la actividad agrícola ganadera, encontrándose afectada actualmente por la sobreexplotación y consecuentemente la pérdida de suelo superficial por erosión hídrica. Los problemas derivados del déficit hídrico que actualmente atraviesa la región, acarrean consecuencias adversas para la comunidad, pudiéndose citar a modo de ejemplo, el descenso en el nivel del agua en ríos y arroyos, derivando la suspensión temporal del suministro de agua potable en centros urbanos. Los más importantes en la región son Tornquist, Sierra de la Ventana, Villa Ventana, Saldungaray y Villa Arcadia, los cuales presentan actualmente una actividad turística en notable auge. Las Sierras Australes de Buenos Aires constituyen un gran sistema de sierras que emergen en la llanura bonaerense. Forman un conjunto de cadenas montañosas, de relieve pronunciado, con una orientación Noroeste a Sudeste, presentando un ancho máximo de 60 kilómetros y una longitud de 180 kilómetros. En este conjunto se distinguen dos regiones morfoestructurales distintas: una occidental, integrada por las Sierras de Puán, Pigüe, Curamalal, Bravard y de la Ventana, y otra oriental, formada por las Sierras de Las Tunas y Pillahuinco (Harrington, 1972). En estas cadenas se encuentran las mayores elevaciones de la provincia de Buenos Aires, siendo el Cerro Tres Picos el más alto, con 1.239 m de altura sobre el nivel del mar. En la Figura 1 se presenta la ubicación de las ocho estaciones meteorológicas analizadas, utilizándose como imagen de fondo el modelo de elevación digital (msnm).

Estancia La Ventana

7

1

85

2

4

3

6

Page 69: Revista redlach 2009

69

En la Tabla 1 se describen las estaciones meteorológicas en estudio y el período correspondiente de registro pluviométrico.

El análisis temporal y espacial de las precipitaciones, se estableció en dos períodos: antes y después de la década de 1970, debido a la disponibilidad de datos por período.

� Para el período previo a 1970, se utilizaron los datos comprendidos entre los años 1953 y 1966, dato coincidente para el mayor número de estaciones meteorológicas.

� Mientras que el análisis para los años posteriores a 1970, se realizaron con los datos provenientes de las estaciones Hogar Funke y El Rincón.

Para establecer la confiabilidad de la información brindada por cada estación, se realizó un análisis de Doble Masa. Este análisis verifica la consistencia del registro en una estación, comparando la precipitación acumulada, anual o estacional, de una control, con valores concurrentes, acumulados, de precipitación media para un grupo de estaciones localizadas en los alrededores (Linsley, 1993). Se ha considerado como estación de control a la ubicada en el Parque Provincial Ernesto Tornquist (PPET), debido a su ubicación estratégica, minimizando las distancias entre estaciones en el Sistema serrano del sudoeste bonaerense. El método considera que, en una zona meteorológica homogénea, los valores de precipitación que ocurren en diferentes puntos de esa zona, guardan una relación de proporcionalidad que puede representarse gráficamente. En cada año, a partir del primero con registro, los valores de la estación de control se acumulan por años sucesivos, obteniéndose una precipitación media anual acumulada. Luego, en un sistema de ejes ortogonales, se grafica en ordenadas los valores de precipitación anual acumulada de cada estación a controlar y en las abscisas los de precipitación media anual acumulada de la estación control. Utilizando las seis estaciones meteorológicas para el período previo a 1970, se realizó además, un análisis de la tendencia y dinámica de la precipitación media mensual de las estaciones que lo integran, que son 1, 2, 3, 4, 5 y 6. Posteriormente se realizó el mismo análisis para el período de tiempo posterior a 1970, con las estaciones 7 y 8. Por último, se utilizaron las mismas estaciones y períodos de tiempo, para determinar la precipitación anual, y su comportamiento para ambos períodos.

Tabla 1. Identificación de las estaciones con registro pluviométrico.

Número identificatorio

Nombre de la estación meteorológica

Período de registro

Cota (msnm)

1 Parque Provincial Ernesto Tornquist

1953 - 1966 450

2 Estancia Los Recovecos 1915 - 1966 318

3 Estancia La Ventana 1887 – 1966 360

4 Estación Ferrocarril Sierra de La Ventana

1918 - 1966

1971 – 1976 255

5 Estancia Cerro Colorado 1924 – 1966 412

6 Estación Tornquist 1911 - 1988 284

7 Estancia Hogar Funke 1960 - 1966

1980 - 2006 390

8 Estación El Rincón 1998 - 2007 315

Page 70: Revista redlach 2009

70

III. Resultados y Discusión

Los resultados del análisis de doble masa utilizado para verificar la

confiabilidad de los datos aportados por las estaciones

utilizadas para estudiar el período anterior a 1970, se visualiza en el Gráfico 1. De la lectura del Gráfico 1, se identifica que los registros no

expresan variaciones,

debido a que los puntos se alinean en una recta de pendiente única, por lo cual no es necesario efectuar correcciones. Las leves variaciones en la pendiente de la recta, se corresponden con los períodos de déficit hídrico. Se observó que todas las estaciones meteorológicas presentaron un comportamiento similar, verificándose la consistencia de los registros de las estaciones por medio del análisis de doble masa, considerándose confiables los datos brindados por las mismas. Posteriormente se realizó un análisis estadístico de correlación, presentado en la Tabla 2. Se considera que los resultados alcanzados son aptos para caracterizar la dinámica de las precipitaciones en el período de tiempo anterior a la década de 1970. En el Gráfico 2 se presentan los valores para el período previo a 1970, siendo los picos de mínima precipitación en agosto, y los de máxima en marzo y noviembre.

0

2000

4000

6000

8000

10000

12000

14000

0 943 1689 2584 3576 4775 5594 6380 7250 8024 8478 9583 10880 11673 12650

Precipitación acumulada (mm) PPET

Pre

cip

itac

ión a

cum

ula

da

(mm

)

Estancia Los Recovecos Estancia la VentanaEstación Ferrocarril Sierra de la Ventana Estancia Cerro ColoradoEstación Tornquist

Gráfico 1. Análisis de Doble Masa para las cinco estaciones bajo estudio.

Tabla 2. Resultados de la correlación para el análisis de doble masa.

Estaciones meteorológicas R2

Estancia Los Recovecos 0,9979

Estación Ferrocarril Sierra de la Ventana

0,9972

Estación Tornquist 0,9981

Estancia la Ventana 0,9978

Estancia Cerro Colorado 0,9977

Page 71: Revista redlach 2009

71

En el Gráficos 3, se observa que en el período posterior a 1970, los registros máximos de precipitación ocurren también en marzo y noviembre, mientras que los mínimos valores ocurren en junio. Esto demuestra un adelantamiento de dos meses en los registros, en comparación con los valores previos a 1970.

Gráfico 2. Valores medios mensuales de precipitación. Período previo a 1970.

10

30

50

70

90

110

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Sep. Oct. Nov. Dic.

Meses

Pre

cip

itac

ión

Med

ia M

ensu

al (

mm

)

Estancia Cerro Colorado Estancia Los Recovecos Estación Ferrocarril Sierra de la Ventana

Estancia la Ventana PPET Estación Tornquist

Gráfico 3. Valores de precipitación media mensual. Período posterior a 1970.

0

20

40

60

80

100

120

Enero Marzo Mayo Julio Septiembre Noviembre

Meses

Pre

cip

itac

ión

med

ia m

ensu

al (

mm

)

Page 72: Revista redlach 2009

72

En el Gráfico 4 se presentan los registros anuales de precipitación para las seis estaciones, donde se observa que los valores fluctúan a lo largo de los años, manteniendo una tendencia constante. En el año 1962 se visualiza claramente el déficit de precipitaciones a nivel anual, en todas las estaciones. De la misma manera, en los años posteriores se presentan períodos más lluviosos.

En los Gráficos 5 y 6, se evidencia la

pendiente negativa de la línea de

tendencia posterior a

1970, implicando

una disminución

en los registros

anuales de precipitación.

Por otro lado, se observa que los

mínimos anuales para

este período son superiores a los previos a 1970, alcanzando los 600 mm.

Gráfico 4. Precipitación acumulada anual y su línea de tendencia. Período previo a 1970.

10

30

50

70

90

110

Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Sep. Oct. Nov. Dic.

Meses

Pre

cip

itac

ión

Med

ia M

ensu

al (

mm

)

Estancia Cerro Colorado Estancia Los Recovecos Estación Ferrocarril Sierra de la Ventana

Estancia la Ventana PPET Estación Tornquist

Gráfico 5. Precipitación acumulada anual para la Estación Meteorológica El Rincón,y su línea de tendencia. Período posterior a 1970.

0

200

400

600

800

1000

1200

1400

1600

1800

1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007

Años

Pre

cip

itac

ión

an

ual

(m

m)

Page 73: Revista redlach 2009

73

La precipitación máxima anual, en el período posterior a 1970 se aproxima a 1.400 mm anuales, superando los 1.600 mm anuales en períodos muy lluviosos, como ser el año 2001.

A partir de estos resultados, se arriba a que la distribución espacio – temporal de las precipitaciones en el Sistema Serrano de Ventania expresa una línea de tendencia negativa, indicando un impacto sobre las actividades humanas y los ecosistemas regionales, debido a la disminución del agua disponible. Cabe destacar que en el área en estudio se ubica Villa Ventana, importante centro turístico de la región.

La merma en cuanto a disponibilidad del recurso hídrico limita su prosperidad y proyección a futuro, debido a que en las épocas de mayor afluencia turística (verano), dificultando el suministro de agua para consumo. Además, esta merma genera un déficit en la recarga temporal de acuíferos.

Gráfico 6. Precipitación acumulada anual para la Estación Hogar Funke, y su línea de tendencia. Período posterior a 1970.

400

500

600

700

800

900

1000

1100

1200

1300

1400

1980 1984 1988 1992 1996 2000 2004

Años

Precipitación anual (mm)

Page 74: Revista redlach 2009

74

IV. Conclusiones La tendencia de las precipitaciones ha decrecido a partir de la década de 1970. La misma se refleja en la distribución inter e intra-anual de los eventos pluviales. La disminución de los registros anuales afectaría la actividad productiva y turística en la región de las Sierras australes bonaerenses, afectando el desarrollo sustentable regional. La planificación en cuanto al manejo del recurso hídrico se considera una tarea fundamental a realizar en el corto plazo, de modo de mitigar los efectos de mayores daños económicos, producto de cambios en el régimen hidrológico. El uso eficiente del agua, y el reuso de agua residual proveerían el abastecimiento para un amplio rango de propósitos como los agrícola – ganaderos, y recreativos. Bibliografía

Chow, V.; Maidment, D. y L. Mays. 1994. Hidrología Aplicada. Editorial Mc Graw Hill. Colombia. 584 pp. Harrington, H. I. 1972. Sierras Australes de Buenos Aires. Academia Nacional de Ciencias. Geología Regional Andina.

Córdoba. Argentina. P. 394-405. Linsley, R.; Kohler, M. y J. Paulhus.1993. Hidrología para ingenieros. Segunda edición. Editorial McGraw-Hill. 386pp. Muñoz Carpena, R. y A. Ritter Rodríguez. 2005. Hidrología Agroforestal. Coedición: Dirección General de Universidades e

Investigación del Gobierno de Canarias. Ediciones Mundiprensa. ISBN 84-8476-245-9. 348 pp. UNESCO, 1994. Uso eficiente del agua.Ediciones UNESCO – ORCYT. ISBN: 92-9089-045-2. 379 pp.

Page 75: Revista redlach 2009

75

Sitios Recomendados: Red Iberoamericana de Bosques Modelo (RIABM) http://www.bosquesmodelo.net/new/spanish/index.html Portal Regional de Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas http://www.portalcuencas.net/ Clima y Comunidades http://www.climaycomunidades.org/nweb_portal/site/index.php Agua Sustentable http://www.aguasustentable.org/index.html Congreso Forestal Mundial CFM, 2009 http://www.cfm2009.org/es/seccion.asp?IdSeccion=162 Organización de Estados Americanos El documento evalúa el impacto climático en los sectores costeros, los recursos hídricos y la biodiversidad - España http://www.oei.es/noticias/spip.php?article3578

Secretaria Técnica de la REDLACH

Carlos Marx R. Carneiro Oficial Principal Forestal Oficina Regional FAO para América Latina y el Caribe Jan VanWambeke Oficial Principal de Desarrollo de Tierras y Aguas Oficina Regional FAO para América Latina y el Caribe Comité Editorial Carlos Marx R. Carneiro [email protected] Jan [email protected] Jessica Casaza [email protected] Patricia Urdaneta [email protected]