revista adventista - septiembre 2009

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nº 417 · año 35 · Semana de Oración 2009 S e m a n a d e O r a c i ó n 2 0 0 9

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Page 1: Revista Adventista - Septiembre 2009

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S e m a n a d e O r a c i ó n 2 0 0 9

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2 · [194] rA Semana de Oración 2009

Estimados hermanos en la fe:Cada año la Semana de Ora-

ción nos da la oportunidad deque la iglesia mundial se reú-

na para alabar a Dios, escuchar su Pa-labra y orar. No olvidemos este últimoelemento: la oración. Mientras les es-cribo esto, hay un gran estado de an-siedad en el mundo. La gente pareceestar desorientada. Oren por la fami-lia humana para que pueda encontrarverdadera esperanza y paz en Jesús, yoren por la iglesia para que pueda lle-gar a ser, a través del poder del Espíri-tu Santo, un instrumento de Dios máseficiente al compartir la esperanza cris-tiana. Dios no nos ha abandonado. Élaún sostiene en sus manos poderosas,no sólo su futuro personal, sino tam-bién el futuro de su iglesia remanente.

Tenemos el privilegio de estar compro-metidos con el Señor en una misión deesperanza. Esta misión no es el resul-tado de la creatividad humana, si-no del trabajo de Dios, quien poramor se embarcó a sí mismo enuna misión de esperanza ysalvación por la raza humanacaída. El amor es el com-bustible de la misión.Cualquier otramotivación dis-minuye el valorde la misión ensí misma y em-pobrece nuestrasvidas espirituales. Lamisión fue concebida porDios en la matriz de su amoreterno. Vemos esa misión en for-ma humana en la persona del Hijo de

Mensaje del Presidentede la Asociación General

JAN PAULSEN

Presidente mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día

LECTURAS PARA LA SEMANA DE ORACIÓN

geles. Este mensaje debe ir a todas par-tes para traer esperanza a un mundo quebusca la esperanza suprema. Las esperan-zas humanas son imágenes falsas de laesperanza divina y, en consecuencia, noson confiables. Es nuestra misión mover-nos por toda la superficie del planeta,plantando la semilla de la verdadera es-peranza en los corazones humanos. Ca-da uno de nosotros está representado poresos ángeles volando por en medio delcielo. Cristo hizo provisión para que par-ticipáramos con él en la consumación desu misión destinada al mundo. Nuestrasvidas se ven realizadas y encuentran susignificado al formar parte de esta mi-sión divina. Por lo tanto, participen enella, involúcrense, y dejen que esa mi-sión de esperanza enriquezca sus vidas.

Las lecturas para esta semana no sonplanteamientos doctrinales; son ser-

mones que apuntan a describir nues-tra misión, a fortalecer nuestra fe

y a motivarnos a formar parte deesa misión. Una vez más, orenpor la iglesia mundial al cum-plir su misión de esperanzaconfiada por nuestro Señorglorificado. Los miembros deiglesia como ustedes estáncomprometidos con esta mi-sión alrededor del mundo, aveces en circunstancias difí-ciles. Oren por ellos para quesu fe sea fortalecida y su tra-bajo lleve frutos para la glo-ria del Señor.

Que la gracia de nuestro Se-ñor esté siempre con ustedes.Cordialmente en nuestro Se-ñor amante.

Dios. Él es nuestro modelo para la misión.Su misión es la nuestra.

Nuestra iglesia es un movimiento deesperanza con una misión de esperanzapara la raza humana, que se describe grá-ficamente en Apocalipsis 14: 6 al 12, don-de se presenta el mensaje de los tres án-

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rA Semana de Oración 2009 [195] · 3

S UMAR I O

2 INTRODUCCIÓNMensaje del presidente de laAsociación GeneralOfrensa de la Semana de Oración

4 PRIMER SÁBADOMisión celestial de esperanza

7 DOMINGOMisión universal de esperanza

9 LUNESLa urgencia de la misiónde esperanza

11 MARTESLa misión de esperanzacomo adoración

13 MIÉRCOLESUna misión de esperanzaen medio de la desesperanza

16 JUEVESAceptemos la misión de esperanza

18 VIERNESLa misión de esperanza comorevelación del carácter de Dios

20 SEGUNDO SÁBADOMisión de esperanza lograda

23 LECTURAS PARALOS NIÑOSMisión posible

REVISTA ADVENTISTA: Órgano oficialde la Iglesia Adventistadel Séptimo Día de España

nº 417 · año 35Semana de Oración 2009

Director de la Revista,Jesús Calvo

Editor, Raquel CarmonaRedacción, Francisco Giménez,

Juan Fernando SánchezDiseño, Esther Amigó

Maquetación, Esther Amigó,Javier Zanuy

Procesos informáticos, Javier ZanuyProducción, Martín González

Envíos, Juan José RetaSuscripciones, Martín González

Publicidad, [email protected]

Impresión: IBERGRAPHI 2002Mar Tirreno, 7, 28830

San Fernando de Henares (Madrid)Depósito Legal: M-32.993-1974

Pradillo, 6 - Pol. Ind. La Mina · E-28770Colmenar Viejo, Madrid (España)

tel. [+34] 91 845 98 77fax [+34] 91 845 98 [email protected]

www.publicacionesadventistas.com

Nuestro privilegio diario es poder entraren relación con Dios mediante la ora-ción, adorarle, darle gracias por sus ben-diciones constantes, contarle lo que nos

aflige, exponerle las dificultades de la Iglesia e in-terceder por nuestros hermanos y hermanas.

A lo largo de esta semana de oración, podemosintensificar esta relación con Dios en el ámbito dela Iglesia. La oración en común nos permite tam-bién fortalecer nuestra comunión fraternal.

Cuando presentemos nuestras ofrendas, al fina-lizar esta semana de oración, haremos algo más queobrar de acuerdo a una buena costumbre, expresa-remos nuestro reconocimiento al Señor por todaslas bendiciones con que nos ha colmado en el pa-sado y daremos testimonio de que es Él quien diri-ge nuestras vidas y de que confiamos en Él.

Gracias a estas ofrendas, el departamento «Ad-ventist Mission» (Misión Adventista) de la Asocia-ción General entrega subsidios destinados a la finan-ciación de proyectos especiales de evangelismo enterritorios sin presencia adventista, o donde es esca-sa. Más de 2.500 misioneros pioneros bien prepara-dos están repartidos por todo el mundo, han funda-do más de 11.000 iglesias y continúan transmitiendoel gozoso mensaje divino por medio de estudios bí-blicos, programas de salud, agrícolas y de formación.A continuación, presentamos algunos relatos quemuestran el tipo de proyectos que se llevan a cabo.

Islas Salomón (Oceanía)“¡No, no queremos que realicen una campaña de

evangelismo en nuestra aldea!” Esta declaración, yotras parecidas, han sido proferidas a nuestros mi-sioneros pioneros por jefes de aldeas de las Islas Sa-lomón. El trabajo en un nuevo territorio comienzapor lo general con grandes dificultades. Lo que re-sulta asombroso es que el jefe de una aldea dijera undía: “¡Puede ayudarnos a renovar el techo de nues-tra iglesia!” El misionero pionero encontró a veintejóvenes adventistas dispuestos a pasar una semana

en esa aldea para efectuar el trabajo. Los aldeanos,que les observaban, participaron en los cultos dia-rios. Así se establecieron algunos lazos de amistad.En el culto del sábado, esperaban a algunos visitan-tes, pero quedaron sorprendidos al ver acudir a unacuarentena de campesinos. En esta aldea, Dios abrióno sólo las puertas, sino también los corazones.

IndiaYohan tenía un buen empleo, una esposa y dos

hijos. Pero al anochecer, la mayoría de veces, se em-borrachaba y dilapidaba los ingresos de la familia.Un día, se enteró de que se iba a realizar una cam-paña de evangelismo en su aldea natal. Junto consu esposa, asistió a las reuniones porque deseabacambiar su vida. Hoy, Yohan es un misionero pio-nero que anuncia la Palabra de Dios y trabaja espe-cialmente con víctimas del alcoholismo. Ha lleva-do a 460 personas a Cristo y ha fundado tres iglesias.

MyanmarHacía muchos años que nuestra Iglesia se esfor-

zaba por alcanzar a la tribu de los Lisu, en el nortedel país, aunque sin éxito. Hace dos años, Tumbo,un misionero pionero, penetró en ese territorio don-de viven 1,2 millones de personas, y pudo organi-zar un pequeño grupo de creyentes. Por desgracia,falleció en un trágico accidente de circulación. Sinembargo, su esposa Maria y Mejana, una mujer per-teneciente a ese pequeño grupo de creyentes, deci-dieron continuar con la labor de Tumbo. Es así quehoy Mejana anuncia la Palabra de Dios y que Ma-ria, que se comprometió con el trabajo social, seocupa de las necesidades físicas de la población.¡Oremos por estas dos misioneras que anuncian elamor de Dios a los habitantes del norte de Myan-mar, no sólo con palabras sino también con hechos!

Os agradezco calurosamente las ofrendas queaportaréis la próxima semana y os envío mis másfraternales saludos en Cristo.

PETER R. KUNZE

Tesorero de la División Euroafricana

Ofrenda de la Semanade Oración

LECTURAS PARA LA SEMANA DE ORACIÓN

Page 4: Revista Adventista - Septiembre 2009

JAN PAULSEN

Presidente mundial de laIglesia Adventista del Séptimo Día

LECTURAS PARA LA SEMANA DE ORACIÓN

Misión celestial de esperanzaLa misión de Cristo es nuestra misión.

4 · [196] rA Semana de Oración 2009

PRIM

ERSÁBADO

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Page 5: Revista Adventista - Septiembre 2009

La iglesia es una compleja en-tidad organizada por el Espí-ritu del Señor para la misión.Una iglesia vibrante no es la

que está inmersa en discusiones doc-trinales y teológicas que producentensiones y divisiones. La iglesia queestá completamente viva es la que es-tá comprometida e involucrada conla misión del Señor. De hecho, se po-dría decir resueltamente que la igle-sia se realiza a sí misma al desarrollarsu misión; ésta la define. La misiónes un programa divino iniciado porDios y revelado a nosotros por me-dio de su Hijo, a quien envió a estemundo. Analizaremos la misión delHijo de Dios y sus implicancias parala nuestra como iglesia.

Dios envió al HijoEnviar al Hijo fue un evento cós-

mico basado en una decisión divinatomada por Dios antes de la crea-ción del mundo. La misión ya esta-ba establecida antes de que hubierauna real necesidad de ella. Luego, enel momento apropiado dentro de lahistoria humana, el Padre envió alHijo, «nacido de mujer» (Gál. 4: 4).Jesús era plenamente consciente deque su presencia en este mundo noera un accidente histórico, sino unaacción deliberada. Él sabía por quéestaba en este planeta; había una ra-zón muy particular para su vida. Es-te sentido de misión le dio significa-do a su vida.

Enviar a su Hijo implicaba unelemento de separación. No era queel Padre no estuviera más con él.¡No, no! Jesús testificó: «El que meenvió, conmigo está; no me ha dejadosolo el Padre» (Juan 8: 29). En elcumplimiento de su misión, el Pa-dre y el Hijo trabajaban juntos, pe-ro su unión se expresaba en formasdiferentes. Era necesario que Jesússe hiciera humano, dejando de ladola gloria de su divinidad. Pero estaclase de separación, necesaria parala misión, al mismo tiempo señala-ba una unión completa. El que en-viaba y el enviado se volverían aunir. De hecho, Jesús oró por ese re-greso: «Ahora pues, Padre, glorifícame

tú al lado tuyo, con aquella gloria quetuve contigo antes que el mundo fue-se» (Juan 17: 5). Y les dijo a sus dis-cípulos: «Todavía un poco de tiempoestaré con vosotros, e iré al que me en-vió» (Juan 7: 33). Una vez que cum-plió su misión, Jesús regresó al Pa-dre. El regreso fue a través de laCruz.

La misión del Hijo consistió endar su vida por otros, por lo que supropósito no fue el de dar un mensa-je ajeno a él. Él era en sí mismo elmensaje que Dios nos había envia-do: «En esto consiste el amor: no enque nosotros hayamos amado a Dios,sino en que él nos amó a nosotros, y en-vió a su Hijo en propiciación por nues-tros pecados» (1 Juan 4: 10). El men-sajero encarnó el mensaje y lo entre-gó a través de su muerte. Él vino asalvarnos, a darnos vida eterna (Juan3: 16). El Padre lo envió «al mundo pa-ra que vivamos por él» (1 Juan 4: 9). Élproclamó la salvación al entregar supropia vida. Su misión y su personaeran inseparables. En ese acto de sa-crificio propio, él reveló el carácteramante del Padre.

Cristo fue enviado para revelar lagloria de Dios a una humanidad in-mersa en la oscuridad del pecado yde la ignorancia. Él le dijo al Padre:«He manifestado tu nombre» (Juan 17:6). Sabía cuál era su misión y pudodecirle al Padre: «He hecho aquello pa-ra lo que fui enviado». El apóstol Juandice que «aquel Verbo fue hecho carne[...] y vimos su gloria, gloria como delunigénito del Padre, lleno de gracia y deverdad» (Juan 1: 14). Él testifica queJesús cumplió con su propósito. Lamisión de Jesús fue una exhibicióndel verdadero carácter de Dios en elcontexto de una feroz batalla cósmi-ca. Pero la revelación de Dios quenos trajo fue la de su propia persona.Sólo Dios puede manifestar la pleni-tud de su carácter. Juan testifica: «A

Dios nadie le vio jamás; el unigénitoHijo, que está en el seno del Padre, él leha dado a conocer» (Juan 1: 18). En lapersona del Hijo, Dios llegó a ser elmisionero por excelencia. «Él [Jesús]fue el más grande misionero que elmundo vio jamás» (El ministerio mé-dico, págs. 18-19).

Jesús reveló al Padre en su perso-na, pero también personificó esa re-velación en palabras humanas. Con-tamos con un conjunto de enseñan-zas que Cristo compartió con los se-res humanos, las enseñanzas de Je-sús. Estas no eran propias, sino quevenían de «Aquel queme envió» (Juan 7:16). El compromiso de Cristo con sumisión fue tan determinante que di-jo: «Yo no he hablado por mi propiacuenta; el Padre que me envió, él medio mandamiento de lo que he de decir,y de lo que he de hablar. [...] Así pues,lo que yo hablo, lo hablo como el Padreme lo ha dicho» (Juan 12: 49-50). Elmensaje que proclamaba le había si-do dado por el Padre y no podíacambiarlo ni modificarlo según qui-siera. Esto es importante. Jesús co-mo mensajero tenía el encargo delPadre de representarlo y de hablarpor él. Esto indica que un mensaje-ro no está solamente dispuesto acumplir con la misión que se le con-fía, sino también, al mismo tiempo,es obediente hacia aquel que lo en-vió. Para Jesús era claro que habíavenido a «que haga la voluntad delque me envió, y que acabe su obra»(Juan 4: 34). Al llevar a cabo su mi-sión, Jesús no buscó complacerse así mismo, sino a Aquel que lo habíaenviado (Juan 5: 30). Y eso es exac-tamente lo que hizo.

Justo antes de ir a la cruz, Jesús ledijo al Padre: «Yo te he glorificado enla tierra; he acabado la obra que mediste que hiciese» (Juan 17: 4). Y lue-go agregó: «Como tú me enviaste almundo, así yo los he enviado al mun-do» (vers. 18). La misión no está ter-minada; continúa a través de aque-llos a quienes Jesús está enviandoahora al mundo. Su misión es el mo-delo para la misión de ellos. «El ver-dadero espíritu misionero es el espí-ritu de Cristo. El Redentor del mun-

Jesús era en sí mismoel mensaje que Dios

nos envió.

rA Semana de Oración 2009 [197] · 5

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do fue el gran modelo misionero» (Jo-yas de los testimonios, t. 2, pág. 126).Reflexionemos sobre cómo aplicar es-to a nuestras vidas.

Yo los he enviadoNuestra existencia cobra una di-

mensión particular de significado enel cumplimiento de la misión que Je-sús nos confió.

Cuando él te dice: “Yo te he envia-do”, está redefiniendo tu existenciao, por lo menos, la razón de tu exis-tencia. En un mundo de desorienta-ción existencial, los seres humanosexperimentan una profunda sensa-ción de vacío al buscar la razón de supresencia en la tierra. Entonces, escu-chamos al Señor que nos dice: “¡Yo tehe enviado!” Hay un motivo paranuestra presencia en este planeta.Nunca debieras pensar que tu pre-sencia aquí es accidental. Nacimosen este mundo para una misión, ytodo lo que hacemos debería estarorientado por este sentido de propó-sito. Al llamarnos a la misión, Jesúsenriquece nuestras vidas de maneragloriosa y maravillosa, otorgándoleun sentido.

La misión que se nos confió es eltrabajo redentor de Jesús, y su signi-ficado para nosotros y para la razahumana. El mensaje que debemosproclamar es el que está encarnadoen la persona y en las palabras de Je-sús, preservadas para nosotros en lasSagradas Escrituras. No tenemos nin-gún derecho de alterar ese mensaje,porque no está en nuestra potestad elhacer con él lo que se nos ocurra. Elmensaje y la misión se originaron enDios y él nos los dio a través de Jesús.Debemos cumplir con nuestro pro-pósito en humilde sumisión al men-saje mientras lo proclamamos. Loque entregamos al mundo es su men-saje, no el nuestro. Obviamente, de-bemos desarrollar maneras de procla-marlo que sean atractivas para la so-ciedad en la que vivimos, pero no esnuestra tarea el alterar el mensaje ensí mismo.

Para que la misión sea efectiva, sumensaje debe llegar a ser nuestromensaje. Esto quiere decir que tiene

que ser un poder transformador ennuestras vidas. Justo antes de enviar-nos en nuestra misión, Jesús le dijo alPadre: «Santifícalos en tu verdad; tu pa-labra es verdad» (Juan 17: 17). Tene-mos que apropiarnos del mensaje deJesús como individuos y como co-munidad de creyentes. Se nos llama arevelar la gloria y el poder de Diosen nuestras vidas mientras avanza-mos continuamente en el cumpli-miento de esa misión de esperanza.Fue la intención de Dios «que la mul-tiforme sabiduría de Dios sea ahora da-da a conocer por medio de la iglesia alos principados y potestades en los luga-res celestiales, conforme al propósitoeterno que hizo en Cristo Jesús nuestroSeñor» (Efe. 3: 10-11). El misterio delpoder salvador de la Cruz continúadesarrollándose en la experiencia dela iglesia; y por lo tanto testifica alcosmos sobre la bondad, el poder y elamor de Dios. Cada vida poseída porel poder salvador de la Cruz se con-vierte en un testigo cósmico de lamultiforme sabiduría de Dios y supoder transformador.

Al llamarnos a participar de su mi-sión, Jesús estaba anunciando su par-tida. Luego de su regreso al Padre, labrecha de tiempo iba a ser llenadacon una misión de esperanza para laraza humana. Él no estaba abando-nando a la iglesia. ¡No, no! Él les pro-metió a sus discípulos, como repre-sentantes de la iglesia: «he aquí yo es-toy con vosotros todos los días, hasta elfin del mundo» (Mat. 28: 20). Pero supresencia entre nosotros se expresa através del Espíritu. No sólo nos envióa nosotros, también envió al Espíritupara permitirnos cumplir con la mi-

sión de esperanza (Juan 14: 26; 15: 26;16: 7). El cumplimiento de la misiónsignifica que la separación llegará a sufin. En ese momento podremos de-cir: “Te hemos glorificado en la tierra;hemos acabado la obra que nos disteque hiciéramos” (ver Juan 17: 4).

Todavía no hemos llegado. La últi-ma milla está aún por delante, perocontinuamos sobrevolando la Tierra,proclamando a gran voz el evangelioeterno de salvación a cada ser huma-no, llamando a todos a temer a Diosy a adorar al Creador. Esta es sin du-da una misión de esperanza, y debe-mos seguir avanzando juntos paracumplirla por medio del poder delEspíritu.

La misión será lograda en la uni-dad de la comunión con el Espíritu.Esta unidad de amor con nuestro Sal-vador y con otros creyentes es lo quefacilita la misión de esperanza almundo. En el cierre de la historia dela humanidad, Jesús nos ha llamadoy enviado a todos nosotros a ir y tra-bajar en la viña. Escucha una vezmás su oración por nosotros: «Comotú me enviaste al mundo, así yo los heenviado al mundo. Y por ellos yo mesantifico a mí mismo, para que tambiénellos sean santificados en la verdad»(Juan 17: 18-19).

Deberíamos desarrollarmaneras atractivas

de proclamar nuestromensaje a la sociedad.Pero no es nuestra

tarea alterar el mensajeen sí.

Preguntas para reflexionary compartir

1. ¿Cómo podemos los hombres

y mujeres modernos obtener

un sentido de propósito para

nuestras vidas?

2. ¿Todos los cristianos son lla-

mados a ser misioneros? Ex-

plica tu respuesta.

3. ¿En qué aspectos nuestra mi-

sión es de esperanza?

Page 7: Revista Adventista - Septiembre 2009

rA Semana de Oración 2009 [199] · 7

KARL HAFFNER

Autor de las lecturas desdeel domingo hasta el viernes.Pastor de la IglesiaAdventista de Kettering.

Misión universal de esperanza

LECTURAS PARA LA SEMANA DE ORACIÓN

Cómo Apocalipsis 14: 6 define nuestra misión.

Se ha sugerido que hay una sola doctrina que es única de la Igle-sia Adventista del Séptimo Día. ¿Qué doctrina piensa usted quees? ¿El estado de los muertos? Quizá sea el Espíritu de Profecía.¿Qué le parece?

Aquí está la respuesta: «[Hay] una sola doctrina que es única de laiglesia [Adventista del Séptimo Día]. Hay otras personas que creen enla verdad del sábado y se han aferrado a eso durante años. Hay otrosque creen lo mismo que nosotros acerca de la condición del hombreen la muerte. Hay otros que aceptan el don de profecía, y hay mucha,mucha gente, de casi todas las denominaciones, que creen en la segun-da venida de Cristo. Nuestra única contribución distintiva al mundoreligioso ha sido el mensaje de los tres ángeles y la conexión que tie-ne con las enseñanzas del santuario y el juicio».1

Así es: el mensaje de los tres ángeles se encuentra en Apocalipsis 14: 6al 13. Nuestra iglesia ha sido llamada a difundir esta verdad en los úl-timos días de la historia de la tierra. El pasaje resuena con esperanza.Define la misión de nuestra iglesia. ¡Y es un canto de salvación!

Apocalipsis 14:6En Apocalipsis 14: 6 Juan escribe: «Vi volar por en medio del cielo a

otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores dela tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo».

Veremos un poco el contexto histórico y luego sacaremos algunasaplicaciones. Tenga en cuenta que el autor de Apocalipsis es Juan, eldiscípulo amado de Jesús. Está exiliado en la isla de Patmos alrededordel año 95 d.C. y está compartiendo este mensaje de esperanza y jui-cio con los cristianos esparcidos a lo largo de las siete iglesias de Asia.Estos seguidores de Jesús experimentan persecución bajo el dominiodel emperador Domiciano. Fíjese cómo los historiadores describen aeste hombre: «A decir de todos, Domiciano parece haber sido una per-sona completamente desagradable, rara vez era cortés; era insolente,arrogante y cruel. Era un hombre alto, de ojos grandes, aunque su vis-ta era débil. Y mostraba todos los síntomas de alguien ebrio de poder;prefería que se dirigieran a él como ‘dominus et deus’ (‘maestro y dios’)».2

En este contexto de persecución, Dios envía un mensaje de esperan-za a su siervo Juan. Dios corre la cortina del tiempo y le permite a Juanver los capítulos finales de la historia humana sobre esta tierra. Dios lerevela cómo llamará a su pueblo en los últimos días antes de su regre-so, con su mensaje universal de esperanza.

La naturaleza de nuestrollamado

Por el resto de nuestro estudio, ex-ploraremos la naturaleza de este lla-mado. De los muchos matices quepodríamos enfatizar de Apocalipsis14: 6, considere tres palabras claveque capturan nuestro llamado comoiglesia: 1) esperanza, 2) misión, y 3)global. En resumen, compartimosuna misión global de esperanza.

1. Compartimos una misión de espe-ranza.

Primero, el nuestro es un mensa-je de esperanza. Es el “evangelio eter-no”. Somos heraldos de esperanza.El Dr. Jerome Groopman, autor de Laanatomía de la esperanza, define la es-peranza como «la habilidad de verun camino hacia el futuro». Él expli-ca: «Creo que la esperanza ha sido,es y siempre será el corazón de la me-dicina y la curación [...]. (Aun con to-da nuestra tecnología médica) toda-vía recurrimos a esta profundanecesidad humana de creer que hayuna posibilidad de alcanzar un futu-ro que sea mejor que el que tenemosen el presente».3 Piense en esto: másallá de todos los avances de la tecno-logía médica, una de las mentes másbrillantes del mundo dice que la me-jor medicina que conocemos es la es-peranza.

La Biblia enseña que realmentehay un camino hacia un futuro másbrillante. Encontramos este caminoen los mensajes de los tres ángeles.

DOMIN

GO

Page 8: Revista Adventista - Septiembre 2009

8 · [200] rA Semana de Oración 2009

2. Compartimos una misión importante.Nuestra segunda observación a par-

tir de Apocalipsis 14: 6 es que tene-mos una misión importante. Hay mu-chas cosas en las que la iglesia seinvolucra y que realmente no impor-tan demasiado. Ya sea que discutamossobre qué color usar para pintar lasparedes o argumentemos sobre el es-tilo de alabanza, es fácil distraerse conmisiones que no son fundamentales.No es que esas cuestiones carezcan deimportancia, es sólo que no importantanto como nuestra misión primariade proclamar el mensaje de los tresángeles al mundo. Después de todo,¡la eternidad está en la balanza!

Hace algunos años, el Oregonian pu-blicó la historia de la reunión por el20º aniversario de las víctimas del vue-lo 173 de United Airlines en Portland,Oregon. El título decía: «Los sobrevi-vientes del vuelo 173 dicen que el pi-loto es su salvador». En esa reunión,unas 200 personas, en su mayoría pa-sajeros de un DC-8 que se estrelló enun vecindario de Portland, aplaudie-ron al hombre que maniobró el aviónhasta el suelo. El vuelo 173 de Unitedse quedó sin combustible a las 18:15del 28 de diciembre de 1978, mientrassu tripulación intentaba superar un pro-blema en el tren de aterrizaje. Cuandoel avión se estrelló, diez de los 189 pa-sajeros a bordo murieron.

En todo el artículo hay citas de so-brevivientes proclamando al capitánMcBroom como su salvador. A pesarde todos los galardones, McBroom nopodía alegrarse. En lugar de eso, hablóreiteradamente de cómo había estadoatormentado durante veinte años porlos diez pasajeros que no habían sobre-vivido. McBroom comentó lo siguien-te sobre el aplauso: «Tengo sentimien-tos encontrados. Lo aprecio», dijo,«pero perdimos a diez y eso es duro».

El piloto, a quien muchos llama-ban su salvador, no podía hacer otracosa que llorar a los diez que habíaperdido.

Una vez nuestro Salvador rompió enllanto porque pudo ver con lentes eter-nos cómo muchos de sus hijos iban aenfrentar la muerte eterna. Entonceslloró por la ciudad. Luego llamó a su

iglesia de la hora final para proclamarel evangelio eterno de salvación paratodos los que creyeran. Así es el cora-zón de nuestro Padre. Esa es nuestramisión de esperanza. Es importante.

3. Compartimos una advertencia que esglobal.

Finalmente, compartimos una ad-vertencia que es global. Dios quiereque su mensaje sea proclamado a to-dos los que aún estén en la Tierra.

Mientras que el desafío es global,finalmente será llevado a cabo sólocuando la misión se vuelva personal.La evangelización ocurre únicamen-te cuando pasamos a la acción en for-ma personal, no cuando urgimos aotros a que hagan algo.

Nuestra misión de alcanzar al mun-do ocurrirá sólo cuando usted y yo ha-gamos que nuestra misión sea alcan-zar a nuestro vecino con las buenasnuevas. Ahora pasa al plano personal.Se vuelve una cuestión de cómo us-ted y yo vivimos nuestra vida cada día,porque la gente nos está mirando ytomando decisiones sobre su eterni-dad basada en lo que ven.

Se cuenta la parábola de un leña-dor que trabajaba en el bosque cuan-do un día fue atacado por un tigre. Elleñador agarró al tigre de la cola, y eltigre comenzó a girar en círculos, tra-tando de clavarle los dientes al leña-dor. Un monje budista, que estabadando un paseo, fue atraído por el rui-do y se acercó sigilosamente. El leña-dor, al ver al monje, gritó:

—¡Por favor, tome mi hacha y matea este tigre antes de que me devore vi-vo!

El monje, bajando sus ojos y do-blando sus manos en actitud piadosa,respondió:

—Lo siento, pero no puedo mataral tigre. Usted verá, soy budista y co-mo budista considero que todo lo vi-vo es sagrado, ya sea un insecto, unhumano o un animal.

El leñador respondió:—Afortunadamente, no soy bende-

cido con su creencia, así que por fa-vor, ¿podría tomar mi lugar sostenien-do la cola del tigre y permitirme queyo mate a la bestia?

El monje estuvo de acuerdo y en-tonces intercambiaron sus lugares. Elleñador buscó su hacha, la colocó ensu hombro y caminó impasible haciael bosque. El monje budista, muy alar-mado, gritó:

—¡Por favor, vuelva y mate a estetigre como prometió o de lo contra-rio seré devorado!

La respuesta de despedida del leña-dor fue:

—Me impresionó tanto su ejemploque me he convertido a su fe.

La gente se convierte al cristianis-mo de la misma forma: al ver nuestroejemplo. Por eso, Jesús les dijo a susseguidores: «Vosotros sois la luz del mun-do; una ciudad asentada sobre un mon-te no se puede esconder. Ni se enciendeuna luz y se pone debajo de un almud,sino sobre el candelero, y alumbra a to-dos los que están en casa. Así alumbrevuestra luz delante de los hombres, paraque vean vuestras buenas obras, y glori-fiquen a vuestro Padre que está en los cie-los» (Mat. 5: 14-16).

Como adventistas del séptimo día,se nos desafía a irradiar la luz de Jesúsen vecindarios oscuros. Juntos, com-partimos un mensaje de esperanza.Compartimos una misión importan-te. Y compartimos una advertenciaque es global.

Referencias1. Morris L. Venden, The Pillars [Las columnas] (Moun-

tain View, CA: PPPA, 1982), pág. 32.

2. Según cita en www.roman-empire.net/emperors/

domitian-index.html.

3. Jerome Groopman, The Anatomy of Hope [La anato-

mía de la esperanza] (Nueva York: Random House, 2004).

Preguntas para reflexionary compartir

1. Explique cómo Apocalipsis

14: 6 enfatiza tres aspectos:

esperanza, misión y global.

2. ¿Qué rol juega el ejemplo per-

sonal en el cumplimiento de

nuestra misión?

Page 9: Revista Adventista - Septiembre 2009

rA Semana de Oración 2009 [201] · 9

La urgencia de la misión de esperanzaPor qué el día del juicio es una buena noticia.

Luego de la captura de SaddamHussein, el ex dictador fue lle-vado en avión a una ubicaciónsecreta para tener una reunión

con cuatro nuevos líderes de Irak. Seinformó que, a pesar de su condición,Saddam estuvo desafiante y sin mos-trar arrepentimiento. Ahmad Chala-bi, un miembro del Consejo de Go-bierno y presidente del CongresoNacional Iraquí, dijo: «Estaba bastan-te lúcido. Tenía dominio de sus facul-tades. No quería pedirle disculpas alpueblo iraquí. No negó ninguno delos crímenes de los que se lo acusabaque había cometido. Intentó justifi-carlos».

Mowaffak Al-Rubaie, otro miembrodel Consejo de Gobierno que estabaen la sala, dijo: «Estuve en su cámarade tortura en 1979, y ahora él estabasentado allí, impotente frente a mí sinque nadie pudiera detenerme de ha-cerle cualquier cosa. Imagínenlo. Es-tábamos discutiendo, y él usaba unlenguaje vulgar».

Los cuatro hombres pasaron apro-ximadamente 30 minutos confron-tando a Saddam con sus crímenes.Cuando se iban, Al-Rubaie le gritó alex dictador: «Que Dios lo maldiga. Dí-game, cuando deba responder anteDios, el día del juicio final, ¿qué le vaa decir sobre Halabja y las tumbas ma-

sivas, la guerra entre Irán e Irak, losmiles y miles de ejecutados? ¿Qué leva a decir a Dios?»

Sadam respondió utilizando máslenguaje vulgar.1

El juicio ha llegadoAunque Saddam Hussein nunca lo

haya reconocido, el día del juicio esreal. Algún día, todos responderán an-te Dios.

Esta advertencia de juicio es unaparte integral del mensaje que Diosproclamará a través de su iglesia enlos últimos días.

El primero de los tres ángeles enApocalipsis 14 declara: «Temed a Dios,y dadle gloria, porque la hora de su jui-cio ha llegado» (vers. 7).

¿De qué juicio estamos hablando?Si «la hora de su juicio ha llegado»,entonces, ¿no está bien razonar quedebe estar ocurriendo ahora en losúltimos días de la historia de la Tie-rra?

Para responder a estas preguntas esimportante comprender que cualquierjuicio conlleva diferentes fases. Estaprimera fase del juicio de hecho ocu-rre antes de que Jesús regrese. En es-te contexto esto es obvio, ya que elsegundo y el tercer ángel se refierenal tiempo previo a la segunda venidade Cristo, por lo cual el mensaje del

primer ángel debe referirse tambiénal período previo al advenimiento.

Cualquier juicio justo también im-plica una fase de investigación. Ocu-rre cuando se consideran los hechosantes de que se dé el veredicto. ¿Pue-de imaginarse un juez que simple-mente reparta castigos indiscrimina-damente, sin pasar primero por lainvestigación para determinar culpao inocencia? Si Dios fuera a juzgar deesta manera, ¿qué confianza tendría-mos en su justicia?

En la Segunda Venida, Dios procla-mará: «He aquí yo vengo pronto, y migalardón conmigo, para recompensar acada uno según sea su obra» (Apoc. 22:12). En otras palabras, cuando Jesúsvenga por segunda vez, la parte inves-tigadora del juicio habrá terminado.Evidentemente la decisión de quiénse pierde y quién se salva estará toma-da. Entonces, debemos proclamar quela hora del juicio previo al adveni-miento ha llegado.

Bien, sabemos que la fase investi-gadora ocurre antes de la Segunda Ve-nida, pero ¿cuándo comienza? Daniel8: 14 profetiza el evento: «Hasta dosmil trescientas tardes y mañanas; luegoel santuario será purificado». Esta ima-gen se toma del tabernáculo del An-tiguo Testamento en el Día de la Ex-piación.

LUNES

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Así es como funcionaba: suponga-mos que soy un israelita del mundo an-tiguo y robo una túnica del mercado deDavid. Naturalmente, me siento culpa-ble así que confieso mi pecado en el Ta-bernáculo. Recibo el perdón y mi peca-do se transfiere al cordero; pero elpecado permanece en el Tabernáculo.

El Tabernáculo luego era limpiadode mi pecado el Día de la Expiación,cuando el sacerdote entraba al LugarSantísimo del Santuario. Ese día el San-tuario era «purificado», y todo el pe-cado se erradicaba del campamentode Israel.

En la cruz, Jesús se convirtió en nues-tro Cordero expiatorio. Entonces, ca-da vez que pedimos perdón por el pe-cado, somos limpiados por medio delCordero de Dios que quita el pecadodel mundo (Juan 1: 29). Nuestros pe-cados permanecen en el Santuario ce-lestial donde Jesús intercede en nues-tro favor como Sumo Sacerdote. Pero¿cuándo se purifica el Santuario celes-tial? Tal como en el Antiguo Testamen-to, se purifica en el Día de la Expiación.

¿Cuándo ocurrió este Día de la Ex-piación? Daniel nos informa que ibaa ocurrir 2.300 días proféticos (quequiere decir 2.300 años literales en loslibros proféticos) luego del decreto pa-ra reconstruir Jerusalén. Este decretotuvo lugar en el año 457 a.C. Por lotanto, 2.300 años después del decreto,en 1844, Jesús comenzó la fase inves-tigadora final del juicio para finalmen-te erradicar el pecado para siempre.

A causa de Cristo Jesús, quien mi-nistra en nuestro favor en el LugarSantísimo del Santuario celestial, lafase investigadora del juicio no reve-la nada condenatorio para cada peca-dor que haya aceptado a Jesús comosu Salvador personal. ¡El Santuario espurificado! ¡Jesús vendrá otra vez pa-ra redimir a los suyos! ¡Y eso, amigomío, son buenas noticias!

El juicio como buenasnoticias

Siempre y cuando aceptemos a Je-sús como nuestro Salvador y Sumo Sa-cerdote, no tenemos por qué temer lafuria del juicio de Dios. Tan sólo fo-mentemos la amistad con Jesús.

Steve Winger nos brinda una ima-gen de esto durante su último examende la universidad: un final de la ma-teria Lógica, conocido por su dificul-tad. El anticipar ese horrible día de jui-cio hacía que a los estudiantes lestranspiraran las manos. Durante lasclases, el profesor decía que podíantraer al examen tanta información co-mo pudieran poner en una hoja depapel de tamaño carta. La mayoría delos alumnos atiborraban tantos datoscomo podían en la hoja.

Hubo un estudiante, sin embargo,que entró a la clase lentamente, colo-có una hoja de papel en el piso, e hi-zo que un alumno de Lógica Avanza-da se parara sobre el papel. El alumnode Lógica Avanzada le dijo todo lo quenecesitaba saber. Fue el único alum-no que sacó un 10.

Así es en el juicio final. No tenemosnada que temer, mientras estemos conJesús. Por lo tanto, para cada creyen-te que conoce a Jesús y acepta lo queél hizo por nosotros en la Cruz, ¡el díade juicio es en realidad el día de la li-beración!

El juicio traerá liberaciónEl apóstol Pedro habla de este día

describiendo tres ocasiones en las queDios actuó juzgando decisivamente.Vean el relato, para reflexionar: «Por-que si Dios no perdonó a los ángeles quepecaron, sino que arrojándolos al infier-no los entregó a prisiones de oscuridad,para ser reservados al juicio; y si no per-donó al mundo antiguo, sino que guar-dó a Noé, pregonero de justicia, con otrassiete personas, trayendo el diluvio sobreel mundo de los impíos; y si condenó pordestrucción a las ciudades de Sodoma yde Gomorra, reduciéndolas a ceniza y po-niéndolas de ejemplo a los que habían devivir impíamente, y libró al justo Lot,abrumado por la nefanda conducta delos malvados [...] sabe el Señor librar detentación a los piadosos, y reservar a losinjustos para ser castigados en el día deljuicio» (2 Ped. 2: 4-9).

“No os equivoquéis”, nos dice Pe-dro, “la consecuencia del pecado esmuerte”. Si bien Dios juzgará, él semantiene fiel a su carácter de amor yredime a sus fieles.

El ex presidente de los Estados Uni-dos George Herbert Walter Bush viajóde regreso al Pacífico Sur. Durante laSegunda Guerra Mundial, Bush habíasido piloto de un bombardero y fue de-rribado por un ataque antiaéreo japo-nés. Un artículo describió el regreso deBush al mismo lugar de donde habíasido rescatado de su nave derribada.

Durante su visita, Bush se encon-tró con un hombre japonés que dijohaber visto su rescate en 1944. El ve-terano contó que mientras él y sus ca-maradas miraban cómo se producía elrescate, uno de sus amigos dijo: «Se-guramente, Norteamérica ganará laguerra si se preocupan tanto por la vi-da de un piloto».2

Como cristianos podemos tener lamisma confianza en que al final ga-naremos la batalla entre el bien y elmal, porque Dios se preocupa muchopor cada uno de sus hijos.

Este es nuestro mensaje. Es urgenteque proclamemos estas buenas noti-cias en la distancia y en las cercanías.El día de la liberación está llegando.Nuestra salvación es segura, porquenuestra esperanza está en Jesús.

Referencias1. Información de Ian Fisher, “The Capture of Hus-

sein: Confrontation; Bearing Questions, 4 New Iraqi

Leaders Pay Hussein a Visit” [La captura de Hussein:

el enfrentamiento; preguntas de orientación, 4 nue-

vos líderes iraquíes visitan a Hussein], The New York

Times, 15 de diciembre de 2003, en www.nytimes.com.

2. Hugh Sidec, “One Bush’s War and Rememberance”

[Una guerra y recuerdos de Bush], Time (23 de sep-

tiembre de 2002).

Preguntas para reflexionary compartir

1. ¿Qué es mejor: hablar del día

del juicio o del día de la libe-

ración?

2. ¿Cuál es el propósito del Día

de la Expiación en el Santua-

rio celestial?

10 · [202] rA Semana de Oración 2009

Page 11: Revista Adventista - Septiembre 2009

La misión de esperanza como adoraciónEl quién, el cómo y el cuándo de la adoración.

Estudie la historia de cualquierempresa exitosa e inevitable-mente encontrará una misiónque impulsa a la organización

hacia la grandeza. Esta misión captu-ra la esencia de lo que es la compañía.Por ejemplo, considere la misión deCoca Cola: “Colocar una lata de Co-ca Cola al alcance de la mano de ca-da persona del mundo”.

Walt Disney aspira a “hacer feliz ala gente”.

Sony dice: “Queremos experimen-tar el gozo de avanzar y aplicar la tec-nología para el beneficio del público”.

El gigante del software, Microsoft,está dedicado a darle poder a la gen-te “por medio de un software grandio-so en cualquier tiempo, lugar y concualquier aparato”.

Y finalmente, considere esta misiónambiciosa y audaz de la Iglesia Adven-tista del Séptimo Día: “Proclamar elmensaje de los tres ángeles de Apoca-lipsis 14”. Una misión valiente, ¿ver-dad?

Con este propósito, estamos dedi-cando esta semana a un estudio másprofundo de este pasaje de Apocalip-sis 14 que traza la misión de la iglesiade Dios de los últimos tiempos. Com-partimos directivas proféticas para pro-clamar un mensaje de esperanza almundo.

La adoración y nuestramisión

Apocalipsis 14: 7 dice que el primerángel dijo a gran voz: «Temed a Dios,y dadle gloria, porque la hora de su jui-cio ha llegado; y adorad a aquel que hi-

zo el cielo y la tierra, el mar y las fuen-tes de las aguas».

Ayer estudiamos este versículo yconsideramos la urgencia de nuestromensaje a la luz del juicio que ya «hallegado». Hoy volveremos a ver esteversículo para considerar la importan-cia de la adoración en nuestra misiónde esperanza. Preste atención al he-cho de que en el corazón de nuestromensaje de esperanza hay un llama-do a “adorar a aquel que hizo el cieloy la tierra, el mar y las fuentes de lasaguas”.

Phillip Yancey observa: «Es una co-sa terrible el ser agradecido y no tenera quién agradecer, estar maravilladoy no tener a quién adorar».1 Como co-munidad de fe, tenemos a nuestroDios para agradecer. ¡Tenemos a al-guien a quien adorar! Esto se encuen-tra en el ADN de nuestra iglesia. Laadoración está en el corazón de nues-tra misión.

Entonces, ¿qué quiere decir esto?Veamos tres preguntas relacionadascon la adoración: ¿A quién? ¿Cómo?¿Cuándo?

A quién adorarNote quién recibe nuestra adora-

ción. Adoramos a aquel que creó loscielos y la tierra. En nuestra era sofis-ticada de viaje espacial y tecnologíainteligente, es una tentación constan-te el cambiar nuestros afectos desdenuestro Creador hacia nosotros mis-mos.

A fines del siglo XIX, dos pionerosestaban obsesionados con escalar elmonte Rainier, ese pico glorioso de

4.392 metros de altura en el estado deWashington. Buscaron la ayuda de unguía indígena local, quien les infor-mó que su pueblo consideraba que es-calar el monte Rainier era un sacrile-gio. Él les describió el hogar de Diosen el lago de fuego de la cima y dijoque ningún aborigen se había atrevi-do a pisotear suelo sagrado.

Los andinistas ofrecieron más ymás dinero, hasta que finalmenteuno de los guías se vendió. Aunqueel guía intentó perderlos, los hom-bres estaban decididos. Cerca del pi-náculo, el guía dijo: “Tengo prohibi-do seguir ascendiendo. Desde aquídeben avanzar solos”. Los hombresperseveraron con coraje, decididos aconquistar la montaña. Lo hicieron.Sacaron fotografías. Plantaron unabandera. Apuntaron otra victoria pa-ra la humanidad.

Si bien su valiente determinaciónes admirable, en un nivel de análisismás profundo, su logro es perturba-dor. Después de todo, violaron un te-soro sagrado. Conquistaron para lahumanidad algo que antes había es-tado reservado para Dios.

En la era sofisticada de hoy en día,es una tentación constante el elevar alos humanos y disminuir a Dios. Cuan-do Samuel F. B. Morse inventó el telé-grafo hace más de 150 años, sus pri-meras palabras enviadas por cablefueron: «Lo que ha hecho Dios».Cuando Neil Armstrong pisó la lunaen el año 1969, dijo: «Es un pequeñopaso para un hombre, pero un gransalto para la humanidad». Antes solíaser Dios quien recibía el crédito por

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MARTES

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las innovaciones humanas. Ya no esmás así.

El rabino Harold Kushner dice: «Latecnología es el enemigo de la reve-rencia. Deliberada o inadvertidamen-te, la tecnología apaga fuegos sagra-dos porque es la celebración de lo queel hombre puede hacer. En la Biblia,la adoración a los ídolos no es cues-tión de orar a piedras y estatuas. Laadoración a ídolos es la celebraciónde las cosas hechas por el hombre co-mo el mayor logro del mundo. Lo queestá mal de la adoración a ídolos, laadoración a los logros humanos co-mo si fueran un logro supremo, no esque sea desleal u ofensivo para Dios.El pecado de la adoración a ídolos esque es inútil. Como es en realidad unaforma indirecta de adorarnos a noso-tros mismos, nunca puede ayudarnosa crecer, tal como lo hace la adoracióna un Dios más allá de nosotros. Comoresultado, encontramos que la vida eschata y aburrida, y no nos damoscuenta de por qué».2

Cada espíritu humano anhela alzarla voz con el salmista: «Cuando veo tuscielos, obra de tus dedos, la luna y las es-trellas que tú formaste, digo: ¿Qué es elhombre, para que tengas de él memoria?»(Sal. 8: 3-4).

Si Dios no es el objeto de nuestroafecto, entonces encontraremos otracosa para adorar. Ídolos de películas,videojuegos, autos de carrera; diosesendebles y lamentables se llevaránnuestra adoración si no estamos en-focados en el único Dios que es real-mente digno de nuestra alabanza, elDios que creó todo lo que hay en elcielo y en la tierra.

Cómo adorarEsto nos lleva a la segunda pregun-

ta. ¿Cómo debemos adorar? Esta pre-gunta ha despertado discusiones enér-gicas en toda la cristiandad. ¿Adoramoscon batería? ¿Bailando? ¿Con órganode tubos? ¿Con las manos alzadas? ¿Ensilencio? ¿Con risas?

No se trata de nosotros y el estilode adoración que preferimos. La ado-ración auténtica tiene que ver con ren-dirnos completamente a Dios. «Estoyconvencido de que a los pastores no

les importa nada la adoración», se la-menta Eugene Peterson. «Realmenteno les importa. Y hay un motivo porel cual esto es así. La verdadera ado-ración no hace que ocurra nada. Esperder el control, es dejar el lenguajemanipulador y el entretenimiento. [...]Los pastores sienten que si realmentepractican la adoración, se quedaráncon la iglesia vacía muy pronto».3

Demasiado a menudo, la gente con-funde la adoración con el entreteni-miento para satisfacer los propios de-seos. Entonces, dicen cosas como estas:“Hoy voy a adorar en tal iglesia por-que tienen un divertido predicador vi-sitante. La próxima semana voy a ado-rar en tal otra iglesia porque tienenuna banda popular de adoración”.¿Cuál es el resultado? Estamos crian-do una generación de adictos que unasemana corren para asistir a la adora-ción más electrizante y la semana si-guiente buscan al predicador más ex-citante, y nunca se establecen enninguna iglesia local. Se quejan de queel servicio de adoración no satisfacesus necesidades, como si la iglesia exis-tiera para alimentar los caprichos deentretenimiento y los antojos emo-cionales de consumidores egoístas.

Adorar significa rendir cada impul-so al control de Dios y someternoscompletamente a él. El resultado dela adoración, entonces, es siempre unavida de obediencia radical. Cuandoverdaderamente adoramos a Dios, to-do lo que hacemos llega a ser unaofrenda de rendición y alabanza. Tie-ne que ver con él, no con nosotros.Cuando nos reunimos para adorar, ex-presamos nuestra gratitud a él y hu-mildemente le presentamos nuestrasnecesidades. Él es el centro de la ado-ración colectiva, no nosotros.

Cuándo adorarEsto nos lleva a la pregunta: ¿Cuán-

do adoramos? Lea Apocalipsis 14: 7 ynote la clara referencia a la historia dela creación. El que recibe la adoraciónes «aquel que hizo el cielo y la tierra, elmar y las fuentes de las aguas».

En la historia de la creación encon-tramos este relato: «Y acabó Dios en eldía séptimo la obra que hizo; y reposó el

día séptimo de toda la obra que hizo. Ybendijo Dios al día séptimo, y lo santifi-có, porque en él reposó de toda la obraque había hecho en la creación» (Gén.2: 2-3).

Elena White agrega: «El verdaderosábado, dado al hombre como un re-cordatorio de la creación, ha sido saca-do de su legítimo lugar como manda-miento sagrado de Dios y, en cambio,se exaltó y adoró un sábado falso. [...]Pero un mensaje, el mensaje del ter-cer ángel, ha llegado al mundo, paraexaltar la verdad y colocarla en su po-sición correcta, para que se manten-ga inalterable como la verdad proba-toria de Dios para estos últimos días.Los requerimientos de Dios deben serdados al mundo en toda su frescura ypoder original».4

¿No es un privilegio proclamar elsábado como un regalo de Dios en to-da su «frescura y poder original»? ¡Có-mo adventistas del séptimo día, ese esnuestro gozo, esa es nuestra misión!

Referencias1. Phillip Yancey, “Open Windows” [Ventanas abier-

tas], Marriage Partnership, vol. 5, Nº 4.

2. Harold Kusner, Who Needs God [Quién necesita a

Dios] (Nueva York: Summit Books, 1989), p. 54.

3. Eugene Peterson, “The Door” [La puerta], Christia-

nity Today, vol. 36, Nº 9 (Nov. / Dic. 1991).

4. Elena White, The Youth Instructor (20 de octubre de

1898).

Preguntas para reflexionary compartir

1. ¿Cuánto de nuestras vidas de-

bería estar involucrado en la

adoración? Dé razones para

su respuesta.

2. ¿Por qué la adoración está en

el centro de la crisis de los úl-

timos días?

3. ¿Qué “dioses” adora la gente

moderna?

Page 13: Revista Adventista - Septiembre 2009

rA Semana de Oración 2009 [205] · 13

Una misión de esperanzaen medio de la desesperanza

Somos llamados a desafiar el sistema de valores del mundo.

Desde que Tony Blair dejó deser primer ministro del Rei-no Unido (1997-2007), seha dicho mucho sobre su

vida espiritual. Un número de la re-vista Time de 2008 ofreció este infor-me sobre la fe de Blair:

«Blair es profundamente religioso;el líder político más abiertamente re-ligioso en Gran Bretaña desde Wi-lliam Ewart Gladstone, hace más de100 años. Maneja asuntos de religióncon destreza. No se echa atrás. Su an-tigua secretaria de prensa y conseje-ra, Alastair Campbell, recuerda a Blair

en el año 1996 en una escuela en Es-cocia donde un hombre armado ha-bía asesinado a 16 alumnos y a unprofesor. En un aula manchada desangre, Campbell le preguntó a Blair:“¿Qué hace tu Dios con esto?” Blair,dice Campbell, se detuvo y respon-dió: “Tan sólo porque el hombre seamalo, no significa que Dios no seabueno”».1

No eliminamos la bondad de Diosporque los hombres puedan ser tanmalos. A pesar del aparentemente ine-vitable colapso moral, financiero y po-lítico de nuestro mundo de hoy, hay

MIÉR

COLES

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una voz de esperanza que resuena des-de las Iglesias Adventistas del Sépti-mo Día alrededor del mundo. A unmundo desesperado, esta voz le re-cuerda la bondad de Dios y nuestrairrenunciable esperanza.

Cuando los sistemas humanos fa-llan (y todos fallarán) mire a Jesús yencontrará un motivo de esperanza.Se nos recuerda esta verdad al conti-nuar nuestro estudio del mensaje delos tres ángeles de Apocalipsis 14. Hoyllegamos al segundo ángel, que entre-ga esta advertencia: «Ha caído, ha ca-ído Babilonia, la gran ciudad, porque hahecho beber a todas las naciones del vi-no del furor de su fornicación» (vers. 8).La caída de Babilonia simboliza el co-lapso de religiones, esperanzas y sis-temas falsos en el tiempo del fin; sinembargo, el mensaje de la iglesia deDios del último tiempo afirma que al-gún día todas las cosas serán corregi-das. El reino de Dios prevalecerá.

Qué es el mensajedel segundo ángel

¿En qué consiste el mensaje del se-gundo ángel? Anuncia que Babiloniaha caído. ¿Cuál es la esencia de Babi-lonia? Es un espíritu de autosuficien-cia que se remonta por lo menos a lahistoria de la Torre de Babel, en Gé-nesis 11: 1-9. En esta historia, la gen-te planeaba: «Vamos, edifiquémonosuna ciudad y una torre, cuya cúspide lle-gue al cielo; y hagámonos un nombre»(Gén. 11: 4). Note que no deseabanexaltar a Dios, sino a ellos mismos.

En Apocalipsis 17: 5, a Babilonia sela llama «Babilonia la grande, la madrede las rameras y de las abominacionesde la tierra». Literal y simbólicamen-te, Babilonia ha sido la enemiga de laverdad de Dios y de su pueblo. Repre-senta de manera particular todas lasorganizaciones religiosas apóstatas deestos últimos días. Confiar en Babilo-nia es poner la fe y la esperanza enmanos de poderes civiles y religiososen lugar de ponerlas únicamente enel poder de Dios.

Históricamente, los años gloriososde la antigua Babilonia tuvieron lugardurante el reinado de Nabucodono-sor cuando reconstruyó la ciudad, con-

virtiéndola en una belleza. Él planea-ba hacer que su imperio fuera univer-sal y eterno. La ciudad contaba con53 templos dedicados a dioses impor-tantes, 955 pequeños santuarios y 384altares en las calles. Tenía jardines col-gantes (una de las siete maravillas delmundo antiguo) que eran regados pormedio de un sistema de cañerías porel que se bombeaba agua. Babiloniatuvo tantas construcciones bajo elreinado de Nabucodonosor, que seocupan 126 páginas solamente pararegistrar las inscripciones que se gra-baron en los edificios que él constru-yó. Desde la terraza de su palacio, Na-bucodonosor podía ver un muro dobleque rodeaba la ciudad. La muralla ex-terior tenía 90 kilómetros de largo yera lo suficientemente ancha comopara que pudiera dar vuelta un carrode cuatro caballos. El historiador He-rodoto, en el siglo V a.C., dijo que Babi-lonia sobrepasaba en esplendor a cual-quier ciudad en el mundo conocido.

No es de extrañarse que Nabuco-donosor pudiera regodearse de suprosperidad. Desde la terraza de supalacio se decía a sí mismo: «¿No esésta la gran Babilonia que yo edifiquépara casa real con la fuerza de mi po-der, y para gloria de mi majestad?»(Dan. 4: 30).

Este rey delirante se parece bastan-te a un paciente de una institución desalud mental. Cada noche gritaba des-de su celda:

—¡Soy el rey del universo! ¡Soy elgobernador del mundo! ¡Todos haránlo que yo diga, porque soy el coman-dante supremo del universo!

Una noche llegó el doctor y lo en-frentó:

—¡Harry! Baja de tu silla. Deja degolpearte el pecho. Estás molestandoa las personas que intentan dormir.

—Pero yo soy el rey del universo.

—Harry, no eres el rey del universo.—¡Sí, lo soy! —gritó aún más fuerte.—¿Y qué te hace pensar que eres el

rey del universo?—¡Dios me dijo que soy el rey del

universo!Justo en ese momento, una voz

emergió de otra celda por el pasillo:—¡Yo no te dije eso!Como Nabucodonosor, muchos

hombres han creído ser Dios. Este es-píritu altanero de Babilonia es la mis-ma actitud por la que Satanás fue ex-pulsado del cielo. Es la actitud quelogró que Adán y Eva fueran echadosdel Jardín. Está en el centro de la con-troversia entre el bien y el mal; es elespíritu rebelde que busca ser Dios. Yseamos claros: este espíritu de Babilo-nia continúa contaminando nuestroplaneta.

Vea algunas enseñanzas de líderespopulares de hoy en día:

• Casey Treta, pastor fundador delCentro de Fe Cristiana de Seattle, Wa-shington, una vez predicó lo siguien-te: «El Padre, el Hijo y el Espíritu San-to un día tuvieron una reunión ydijeron: “Hagamos que el hombre seaun duplicado exacto de nosotros”. ¡Nosé qué piensan ustedes, pero eso a míme impresiona! ¡Un duplicado exac-to de Dios! Díganlo en voz alta: “¡Soyun duplicado exacto de Dios!”2 La con-gregación repetía una y otra vez, ca-da vez más fuerte, en una histeria de-senfrenada: “¡Soy un duplicado exactode Dios!”».3

• Kenneth Copeland, un evangelis-ta televisivo muy conocido, dice: «Túno tienes un dios dentro de ti. ¡Tú eresun dios!».4

¿Puede ver cómo estos líderes popu-lares hablan como cristianos? Parecencristianos. Actúan como cristianos. Ysin embargo, enseñan lo mismo queprovocó que Satanás fuera expulsadodel cielo: que podemos ser como Dios.

Sólo Dios es digno de nuestra ado-ración. La enseñanza de Babilonia esque somos dioses; dignos de adora-ción y con libertad para redefinir laley de Dios. Entonces, Dios llama, enestos últimos días, a un pueblo que re-conozca su señorío. Ellos desenmas-cararán públicamente el engaño del

Colocarse uno mismoen el trono que porderecho le pertenecea Dios es vivir en elespíritu de Babilonia.

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maligno y de su instrumento religio-so y político, y dirán la verdad: “¡Ba-bilonia ha caído!”

Antes del regreso de Cristo, la ad-vertencia del segundo ángel será pro-clamada por los verdaderos seguido-res de Dios. Su mensaje desafiará a lagente a salir del movimiento religio-so falso de Babilonia, y a seguir al Diosúnico y verdadero.

A la luz de esto, el mensaje del se-gundo ángel tiene gran relevancia pa-ra los seguidores de Cristo de hoy, por-que plantea la pregunta: ¿Estará usteddedicado a Dios por completo? O for-mulada de otra manera: ¿Adorará a suSalvador o a usted mismo?

Relevancia actual delmensaje del segundo ángel

Probablemente haya un elementode Babilonia en todos nosotros, el cual,si no lo sometemos a Cristo, finalmen-te podría vencernos. Debemos estaralertas.

De acuerdo con una parábola, ha-bía una vez un hombre que le pregun-tó a Dios:

—¿Qué es más difícil, ser hombreo ser Dios?

—Ser Dios es algo mucho más difícil—respondió Dios—. Debo cuidar a to-do el universo con sus planetas y ga-laxias. Tú te preocupas únicamentepor tu familia y tu trabajo.

—Cierto —discutió el hombre—,pero tú tienes tiempo y poder infini-tos. La parte difícil no es hacer el tra-bajo, sino hacerlo dentro de los lími-tes de la fuerza humana y del tiempoque dura la vida humana.

—No sabes lo que dices —dijoDios—. Es mucho más difícil ser Dios.

El hombre respondió:—¿Cómo puedes decir eso cuando

nunca has sido humano y yo nuncahe sido Dios? ¿Qué te parece si inter-cambiamos lugares por solo un segun-do para que tú puedas saber qué sesiente siendo humano y yo pueda sa-ber lo que se siente siendo Dios? Tansólo un segundo, eso es todo, luegointercambiaremos nuevamente.

A Dios no le gustó la idea, pero elhombre siguió rogando hasta que Diosaccedió. Intercambiaron sus lugares.

El hombre se convirtió en Dios y Diosse convirtió en ser humano.

Según cuenta la parábola, una vezque el hombre se sentó en el trono di-vino, se negó a darle nuevamente aDios su lugar. Desde ese momento, elhombre ha gobernado el mundo yDios ha estado exiliado.

¿Una fábula? Sí. ¿Un cuadro equi-vocado? No.

¿Puede ver la relevancia del mensa-je del segundo ángel en su vida hoy?¿Hay algún área en la que usted hayasacado a Dios de su trono y se haya sen-tado en su lugar? Quizá sea un asuntofinanciero en el que encuentra que esnecesario robarle a Dios sus diezmos yofrendas para poder cumplir con susobligaciones. Entonces, ¿permitirá queDios sea Dios en lo relacionado con eldinero? Quizá sea una cuestión de tiem-po y quiera hacerse un tiempo de cali-dad a diario para estar en comunióncon Dios, pero con la presión de lostrabajos que debe entregar y las fechasde vencimiento no puede encontrar elespacio para incluir sus devociones.

La verdadera cuestión es ésta: ¿Per-mite que Dios sea Dios en cuanto a laforma en que utiliza su tiempo? Qui-zá sea un hábito pecaminoso arraiga-do que lo hace sentir fracasado en lavida. Al escaparse bajo las sombras yentrar en componendas con el peca-do, encuentra alivio temporario parasu dolor. Me pregunto: ¿Permite queDios sea Dios cuando tiene que en-contrar su valor supremo sólo en él?

Colocarse a usted mismo en el tro-no que por derecho le corresponde so-lo a Dios es vivir en el espíritu de Babi-lonia. Como pueblo remanente de Dioscon un mensaje especial en los últimosdías, se nos llama a desafiar el sistemade valores del mundo y vivir únicamen-te en una dependencia íntima con Dios,porque Babilonia ha caído.

Considere el pedido lúgubre del pro-feta Juan: «Después de esto vi a otro án-gel descender del cielo con gran poder, yla tierra fue alumbrada con su gloria. Yclamó con voz potente, diciendo: Ha caí-do, ha caído la gran Babilonia, y se hahecho habitación de demonios y guaridade todo espíritu inmundo, y albergue detoda ave inmunda y aborrecible. Porque

todas las naciones han bebido del vinodel furor de su fornicación; y los reyes dela tierra han fornicado con ella, y los mer-caderes de la tierra se han enriquecido dela potencia de sus deleites. Y oí otra vozdel cielo, que decía: Salid de ella, pueblomío, para que no seáis partícipes de suspecados, ni recibáis parte de sus plagas»(Apoc. 18: 1-4).

Este es el llamado final de Jesús asus seguidores que son miembros deiglesias “babilónicas”. «Salid de ella»,ruega, «para que no seáis partícipes desus pecados».

Referencias1. Michael Elliot, “Tony Blair’s Leap of Faith” [El salto

de fe de Tony Blair], Time (9 de junio de 2008), pág. 34.

2. Casey Treat, “Believing in Yourself” [Creyendo en

ti mismo], audio del Centro Cristiano de Seattle; cita-

do por Marvin Moore en The Antichrist and the New

World Order [El Anticristo y el Nuevo Orden Mundial]

(Boise, Idaho: PPPA, 1993), págs. 85-86.

3. Ibídem.

4. Kenneth Copeland, “The Force of Love” [La fuer-

za del amor], audio BCC-56 (Fort Worth, Tex.: Ken-

neth Copeland) en archivo del Christian Research

Institute-CRI [Instituto Cristiano de Investigaciones];

citado por Michael Horton (ed.) en The Agony of De-

ceit [La agonía del engaño] (Chicago: Moody Press,

1990), pág. 92.

Preguntas para reflexionary compartir

1. Como miembro de la Iglesia

Adventista del Séptimo Día,

¿es posible que yo participe

del espíritu de Babilonia?

¿Cómo?

2. ¿De qué manera la antigua

ciudad de Babilonia es una

ilustración apropiada de los

poderes de la religión caída

de los últimos días?

rA Semana de Oración 2009 [207] · 15

Page 16: Revista Adventista - Septiembre 2009

16 · [208] rA Semana de Oración 2009

Busque en Google la frase“marca de la bestia” y en-contrará más de 800.000 re-sultados (en inglés “Mark of

the Beast”, más de 13.700.000). Pa-rece que mucha gente está intriga-da con este término, ¿pero qué esexactamente la marca de la bestia?Es un intento por salvarse a ustedmismo a través de la sumisión a po-deres que son opuestos a Dios y asu Ley; es alabar a la criatura y noal Creador. Es lo opuesto al sello deDios. Leamos Apocalipsis 14: 9 al12 y ampliemos estas ideas.

Adoración verdaderaversus adoración falsa«Y el tercer ángel los siguió, diciendo

a gran voz: Si alguno adora a la bestia ya su imagen, y recibe la marca en su fren-te o en su mano, él también beberá delvino de la ira de Dios, que ha sido vacia-do puro en el cáliz de su ira; y será ator-mentado con fuego y azufre delante delos santos ángeles y del Cordero; y el hu-mo de su tormento sube por los siglos de

los siglos. Y no tienen reposo de día ni denoche los que adoran a la bestia y a suimagen, ni nadie que reciba la marca desu nombre. Aquí está la paciencia de lossantos, los que guardan los mandamien-tos de Dios y la fe de Jesús».

Primero, encontramos la prácticade la verdadera adoración en contras-te con su adulteración mediante laadoración falsa. Este mensaje se cen-tra en el asunto de la adoración: «Sialguno adora a la bestia».

Los debates sobre la adoración noson nuevos en la iglesia. Abundan lasdiscusiones sobre qué adoración esaceptable: adoración abierta, adora-ción libre, adoración tradicional, ado-ración privada, adoración colectiva,canciones de adoración, dramati-zaciones de adoración, y la lista con-tinúa.

Un observador neutral podría lle-gar a la conclusión de que la adora-ción tiene que ver con los participan-tes. En realidad, la adoración que secentra en los adoradores realmente noes nada más que narcisismo espiritual,

idolatría religiosa o, si se prefiere, ado-ración a la bestia.

Como dice Chris Rice: «La verda-dera adoración a Dios no es adornarnuestras palabras o nuestra voz y nues-tros cuerpos para impresionarlo connosotros mismos. La verdadera ado-ración es permanecer al descubiertoante Dios». Y A. W. Tozer afirma: «Laadoración es el conocimiento de losanto».

En los últimos días, la iglesia rema-nente de Dios llamará la atención a laadoración bíblica, verdadera. Esta ado-ración no ocurrirá en un día que lagente elija, sino en el día sábado quefue santificado en el momento de laCreación. Esta adoración no está con-centrada en las preferencias de los se-res humanos, sino en el deseo de atri-buirle el valor a nuestro santo Dios.

Salvación por fe versussalvación por obras

La segunda cuestión que se despren-de del mensaje del tercer ángel opo-ne la salvación por fe con la salvación

Aceptemos la misión de esperanzaLa verdadera adoración lleva a corazones puros y a manos limpias.

JUEV

ES

Shutt

erst

ock

Page 17: Revista Adventista - Septiembre 2009

rA Semana de Oración 2009 [209] · 17

por obras. Elena de White ofrece estecomentario: «El tema de mayor im-portancia es el mensaje del tercer án-gel que abarca los mensajes del prime-ro y del segundo ángel. Todos debenentender las verdades contenidas enestos mensajes y demostrarlas en lavida diaria, porque esto es esencial pa-ra la salvación».1

¿Por qué es tan importante estemensaje? Es importante porque los des-tinos eternos de todos los seres huma-nos dependen de este asunto centraltraído a consideración por el tercer án-gel: la cuestión de la adoración. ¿Re-servará usted su lealtad solamente pa-ra Dios? ¿O transigirá ante un dios falsoque blasfema contra el Dios Altísimo?

En el reino de Dios, la salvación lle-ga gratuitamente a todos los que acep-tan lo que Jesús hizo en la cruz. En elreino falso del maligno, la salvacióndebe ser ganada por obras. “Cuidado”,dice el ángel, porque “no tienen repo-so de día ni de noche los que adorana la bestia”. El reposo sólo le llega aaquellos que dependen completamen-te de Jesús para todo: la vida, la liber-tad, la salvación.

Un ejemplo de este reposo vienecon el regalo del sábado: el día queDios ordenó para la adoración. Des-pués de todo, la observancia del sába-do es la respuesta maravillosa a lo queJesús hizo por nosotros.

Piense en lo que Jesús ha hecho. Élllevó nuestro castigo por el pecado.Eso significa que no debemos preocu-parnos por ser lo suficientemente bue-nos como para ganar el cielo. Este rega-lo no está basado en lo que hacemos;se basa en lo que Jesús ha hecho. Na-da más. No tiene nada que ver con ira la iglesia en un día específico, o conabstenerse de comer cerdo o con pa-gar el diezmo. Somos salvos solamen-te por la fe en Jesús. A causa del Cal-vario, Jesús nos da lo que nosotros nopodemos ganar: estar bien con Dios(ver Rom. 3: 21-24). Nada podemosagregar a lo que hizo Jesús.

El sábado, entonces, es la respues-ta ideal a este regalo. Nos recuerda quedebemos descansar de nuestra luchainterminable por ser buenos. En nues-tro frenesí por intentar ganar nuestra

salvación con buenas obras, Dios nossusurra el regalo del sábado como re-cordatorio para descansar.

¿No es irónico que Juan el profetanos diga que este asunto de la adora-ción será una cuestión central en loscapítulos finales de la historia de nues-tra tierra? Entonces descanse, compa-ñero de peregrinaje: la obra ya se hizoen el Calvario y su gracia es suficien-te para usted.

El sello de Dios versusla marca de la bestia

Una dicotomía final que emerge deeste texto contrasta el sello de Dios conla marca de la bestia. En Apocalipsis14, Juan describe dos grupos de perso-nas justo antes de que Jesús regrese. Elprimer grupo adora a la bestia y recibesu marca: se someten a su autoridad ya su expresión visible en obediencia auna ley adulterada, una ley en la cualse insertó un mandamiento humano.El segundo grupo está constituido porlos verdaderos seguidores de Jesús, quie-nes se mantienen fieles y obedecen losmandamientos de Dios.

Los cristianos falsos reciben la mar-ca de la bestia. Los cristianos genui-nos reciben lo opuesto de la marca dela bestia, que es el sello de Dios. Estesello se describe simbólicamente co-mo la posesión del nombre de Dios ydel Cordero escrito en la frente. Estosignifica que el remanente refleja elcarácter de Dios en sus vidas. Se man-tienen fieles a su Salvador. Están re-sueltos a obedecer los mandamientosde Dios y a mantenerse fieles a Jesús(Apoc. 14: 12, NVI). Ellos obedecentodos los mandamientos, incluido elcuarto. Elena White escribe: «El sába-do del cuarto mandamiento es el se-llo del Dios vivo».2

Jesús guardaba el sábado. Así dejóun ejemplo para sus seguidores. Noobservamos el sábado para hacer mé-rito para la salvación, sino para expre-sar nuestra lealtad y nuestra adoraciónal Señor que amamos.3

Rosa Cornelia Veal cuenta que co-noció a una mujer llamada Ruby Free:«La conocí cuando ella guiaba un tourpor Tierra Santa. Debe tener un secre-to, me dije a mí misma con envidia.

Si no, ¿cómo puede lograr tantas co-sas con tanta facilidad? Ella era bue-na para escuchar, resolvía problemas,era una organizadora, hacía de madrepara 72 turistas, además de sus dos hi-jos; y aun así nunca se cansaba, nun-ca estaba de mal humor.

»Luego, de regreso a casa, visité aRuby. Y creo que descubrí su secreto.Un lema de dos palabras sobre la pi-ca de su cocina: “SÍ, SEÑOR”».4

Ese es el lema del remanente deDios: “Sí, Señor”. Como el remanen-te disfruta de una amistad íntima conél, su oración será: “Si Jesús adorabaen sábado y tú me invitas a seguir suejemplo, entonces: ‘¡Sí, Señor!’”.

¿Y usted? Dios le está preguntan-do: “¿Participarás en mi misión de es-peranza? ¿Reposarás en la obra hechapor mi Hijo, Jesús? ¿Te mantendrásfiel a mí?”.

Cuánto anhela escuchar estas dospalabras: “¡Sí, Señor!”.

Referencias1. Elena White, El evangelismo (Florida, Buenos Aires:

ACES, 1993), pág. 147.

2. __________, El conflicto de los siglos (Florida, Buenos

Aires: ACES, 1993), pág. 698.

3. Conceptos sobre el sábado adaptados de Jon Pau-

lien, What the Bible Says About the End-time [Lo que la

Biblia dice sobre el tiempo del fin] (Hagerstown, Md.:

RHPA, 1994), págs. 126-129.

4. http://forums.pinoybusiness.org/index.

php?topic=16971. msg101854. Adaptado.

Preguntas para reflexionary compartir

1. Todos los que adoran en sá-

bado, ¿tienen necesariamen-

te el sello de Dios? ¿Y los ju-

díos?

2. El autor enfatiza las palabras

“Sí, Señor”. ¿Cuál es su rele-

vancia en el contexto de esta

lectura?

3. El guardar el sábado ¿nos sal-

va?

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18 · [210] rA Semana de Oración 2009

La misión de esperanzacomo revelación del carácter de Dios

¿Dónde se encuentra la buena nueva en un mensaje de furia y tormento?

Se cuenta de un restaurante enAtlanta, Georgia, con un nom-bre peculiar. Se llama: ParrillaLa Iglesia de Dios. No comen-

zó como un restaurante, sino másbien como una iglesia con la misiónde alcanzar la ciudad de Atlanta conel evangelio.

Luego, un domingo después de laiglesia, los miembros vendieron pla-tos de pollo para enfrentar una crisisfinanciera. Esto llegó a ser una buenaforma de generar dinero rápidamen-te. Muy pronto a los clientes les gus-tó tanto el pollo, que los líderes de laiglesia tuvieron que acortar el servi-cio de adoración para poder ubicar alas multitudes que crecían en el res-taurante. Al poco tiempo, el servicioreligioso pasó a ser un estorbo en elcamino del floreciente negocio de po-llo, así que sacaron la parte de “Dios”para concentrarse en la parrilla. A ve-ces es posible olvidarse de cuál es nues-tro objetivo. Las misiones se vuelvenneblinosas. Las distracciones conta-minan los propósitos. La urgencia legana a lo que es importante.

Consideremos ahora nuestra igle-sia. ¿Qué propósito tenemos?

Ciertamente, en el corazón denuestra razón de ser está la gran co-misión de Mateo 28: 19 al 20, ¿ver-dad? Jesús dijo: «Por tanto, id, y ha-ced discípulos a todas las naciones,bautizándolos en el nombre del Padre,y del Hijo, y del Espíritu Santo; ense-ñándoles que guarden todas las cosasque os he mandado; y he aquí yo estoycon vosotros todos los días, hasta el findel mundo».

Pero ¿no podría cada iglesia cris-tiana considerar que ese es su obje-tivo? Espero que nuestro viaje jun-tos durante esta semana nos hayaayudado a profundizar nuestra com-prensión del llamado único que te-nemos como cristianos adventistasdel séptimo día. Por supuesto, so-mos llamados a hacer discípulos entodas las naciones. Pero, ¿cómo loharemos?

El llamado profético de Apocalip-sis 14 identifica nuestra voz única enun momento crítico de la historia dela tierra.

Considere una vez más las pala-bras aleccionadoras del mensaje quese nos llama a proclamar:«Y el tercer ángel los siguió, dicien-

do a gran voz: Si alguno adora a la bes-tia y a su imagen, y recibe la marca ensu frente o en su mano, él también be-berá del vino de la ira de Dios, que hasido vaciado puro en el cáliz de su ira»(Apoc. 14: 9-10).

Es claro que nuestra misión de es-peranza expondrá el verdadero ca-rácter de Dios; y, como parte centralde su carácter, encontramos tantojusticia como misericordia. ¿Pero noson incompatibles? ¿Dónde se en-cuentra la buena nueva en medio denuestro mensaje de furia y tormen-to? ¿Cómo podemos cumplir connuestra misión de proclamar un men-saje que a primera vista parece exhi-bir virtudes contradictorias? Utilizan-do el mensaje del tercer ángel comonuestra base, exploremos estos dosatributos de Dios que se nos ha or-denado proclamar.

VIERNES

©2009

JUPITE

RIMAG

ESCO

RP.

Page 19: Revista Adventista - Septiembre 2009

rA Semana de Oración 2009 [211] · 19

Proclamar la justiciade Dios

La buena nueva de Apocalipsis 14es que Dios es un Dios de justicia.Dios no permitirá que el pecado que-de sin ser castigado. ¿No está agra-decido por eso? Después de todo, elclamor por la justicia está entreteji-do en nuestro ADN humano. Si du-da de eso, considere la historia quecompartió el pastor Bill Hybels deuna niña de ocho años de Salem,Massachusetts, que había pasado poruna intensiva terapia psicológica enun intento desesperado por recom-poner su vida destrozada. El traumavenía de una noche que había pasa-do en la casa de una amiga. En algúnmomento de las horas previas a lamadrugada, el padre de su amiga en-tró a la habitación en la que ella dor-mía y abusó de ella. Como si eso nofuera suficiente, unas horas más tar-de la volvió a atacar.

Afortunadamente, esta niña tuvoel coraje de contarles a sus padres loque había pasado. Desdichadamente,cuando su caso llegó a juicio y se de-mostró que su atacante era culpabledel delito, el juez suspendió la senten-cia y liberó al hombre porque, en suopinión, el que había abusado de laniña no tenía el perfil de un delin-cuente crónico. Mientras tanto, estaniña de ocho años está aterrorizada alsaber que el hombre que la violó estásuelto y no sufrió ningún castigo porsu delito.

¿No le revuelve el estómago estahistoria verdadera? Probablemente.¿Por qué? Porque muy en lo profun-do de cada espíritu humano se encuen-tra el anhelo de justicia. Estamos deacuerdo en que los malos actos no de-berían quedar sin castigo, ¿verdad?Por eso, el juicio trae buenas noticias.En las palabras de Cornel West: «Lajusticia es la forma en la que se ve elamor en público».

Como adventistas podemos predi-car con seguridad en estos últimosdías que el mal no tendrá la últimapalabra. Nuestro Dios amante no ig-norará el pecado. El día de ajuste decuentas vendrá para todos aquellosque eligen la marca de la bestia, y

ellos «beberán del vino de la ira de Dios,que ha sido vaciado puro en el cáliz desu ira».

El apóstol Pablo lo dice de esta ma-nera: «Porque es justo delante de Diospagar con tribulación a los que os atri-bulan, y a vosotros que sois atribula-dos, daros reposo con nosotros, cuandose manifieste el Señor Jesús desde el cie-lo con los ángeles de su poder, en llamade fuego, para dar retribución a los queno conocieron a Dios, ni obedecen alevangelio de nuestro Señor Jesucristo;los cuales sufrirán pena de eterna per-dición, excluidos de la presencia del Se-ñor y de la gloria de su poder» (2 Tes.1: 6-9).

Espero que no se haya saltado elrenglón que habla del castigo que lellegará a aquellos que «no conocierona Dios». En el fin del tiempo, la dife-rencia entre la vida y la muerte, el cie-lo y el lago de fuego, la hará nuestrarelación con Jesús. La pregunta claveen el momento de ajuste de cuentasserá esta: “¿Conoces a Dios?” Si la res-puesta es afirmativa, entonces en eldía de ajuste de cuentas encontrarámisericordia.

Proclamar la misericordiade Dios

La buena nueva de la misericordiade Dios, entonces, es la segunda par-te de nuestro mensaje doble. Recuer-de cómo culmina el mensaje de lostres ángeles: «¡En esto consiste la perse-verancia de los santos, los cuales obede-cen los mandamientos de Dios y se man-tienen fieles a Jesús!» (Apoc. 14: 12,NVI). Tengan paciencia, hermanos yhermanas. Aquel que obedezca losmandamientos de Dios y se manten-ga fiel a Jesús no tiene nada de qué te-mer. En lugar de temer, podemos es-perar el fin del tiempo porque sabemosque en aquel día recibiremos solamen-te misericordia de parte de nuestroDios amante. Frederick Buechner nosrecuerda que «el que nos juzga en úl-tima instancia será el que más nosama».1

El juicio es un acto de amor. Olví-dense de las nociones populares sobreel infierno que sugieren que Dios esun capataz enojado que se deleita en

torturar a sus hijos durante una eter-nidad ardiente. La muerte eterna delos malvados es una expresión delamor de Dios ya que él les otorga, muya su pesar, lo que ellos han elegido. Élhizo todo lo que podía para evitar esasituación cuando Jesús fue a una cruzsangrienta para asegurarles a sus hijosamados un lugar en el cielo con él.

Juan registra: «Oí una gran voz delcielo que decía: He aquí el tabernáculode Dios con los hombres, y él morará conellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mis-mo estará con ellos como su Dios» (Apoc.21: 3).

Aquí está la esencia del cielo: ¡Esta-remos con Dios! Entonces nuestros co-razones y nuestra hambre espiritualquedarán plenamente satisfechos.

El salmista escribe: «En cuanto a mí,veré tu rostro en justicia; estaré satisfe-cho cuando despierte a tu semejanza»(Sal. 17: 15).

En breve estaremos en la presenciade nuestro Dios misericordioso parasiempre. Eso será el cielo. Así que noabandonemos la esperanza. Perseve-remos en la misión. Algún día, muypronto, ¡veremos a nuestro Dios! Asísea, ¡ven Señor Jesús!

Referencias1. Frederick Buechner,Wishful Thinking: A Seeker’s ABC

[Ilusiones: el ABC de un buscador] (Harper Collins,

1993), pág. 58.

Preguntas para reflexionary compartir

1. ¿Cuál es el propósito princi-

pal de la iglesia?

2. ¿Cómo podemos evitar des-

viarnos de nuestra misión?

3. Explique cómo la justicia y la

misericordia de Dios actúan

juntas.

Page 20: Revista Adventista - Septiembre 2009

20 · [212] rA Semana de Oración 2009

Misión de esperanza logradaNos dirigimos al hogar.

ELENA WHITEMensajera del Señor LECTURAS PARA LA SEMANA DE ORACIÓN

Al tercer ángel se lo presentavolando en medio del cielo,simbolizando la obra deaquellos que proclaman el

primero, segundo y tercer mensaje an-gélico; todos están unidos. Las eviden-cias de la verdad perdurable y siempreviva de estos grandiosos mensajes, quetanto significan para nosotros y handespertado una oposición tan inten-sa por parte del mundo religioso, noestán extintas. Satanás busca constan-temente proyectar su sombra infernalsobre estos mensajes, para que el pue-blo remanente de Dios no pueda dis-cernir con claridad su importancia,tiempo y lugar; pero ellos viven y ejer-cerán su poder sobre nuestra experien-cia religiosa mientras el tiempo dure.

La influencia de estos mensajes seha ido profundizando y ensanchan-do, poniendo en movimiento manan-tiales de acción en miles de corazones,trayendo a la existencia institucioneseducativas, casas editoras e institucio-nes de salud; todos estos son instru-mentos de Dios para cooperar en lagran obra representada por el prime-ro, el segundo y el tercer ángel volan-do en medio del cielo, para advertira los habitantes del mundo que Cris-to vuelve por segunda vez, con podery gran gloria. [...]

[Al acercarse el tiempo del fin,] de-bemos mantener la verdad, porque esla verdad, frente a la oposición másimplacable. Dios está trabajando enlas mentes humanas; no es sólo el

hombre el que está obrando. El granpoder iluminador es de Cristo; la lu-minosidad de su ejemplo debe ser con-servada ante las personas en cada dis-curso.

Los mandamientos de Diosy la fe de Jesús

El arco iris sobre el trono, el arco dela promesa, testifica al mundo enteroque Dios nunca olvidará a su puebloen su lucha. Que Jesús sea nuestro te-ma. Presentemos con pluma y voz, nosólo los mandamientos de Dios, sinotambién la fe de Jesús. Esto promove-rá verdadera piedad del corazón comoninguna otra cosa puede hacerlo.

Mientras presentamos el hecho deque los hombres son súbditos de un

SEG

UNDO

SÁBADO

Shutt

erst

ock

Page 21: Revista Adventista - Septiembre 2009

rA Semana de Oración 2009 [213] · 21

gobierno moral divino, su racioci-nio les enseña que esto es verdad,que le deben lealtad a Jehová. Estavida es nuestro tiempo de prueba.Estamos bajo la disciplina y el go-bierno de Dios, para formar caracte-res y adquirir hábitos para la vida su-perior.

Nos sobrevendrán tentaciones.Abunda la iniquidad; donde menoslo esperamos, se abrirán oscuros y es-pantosos capítulos para abrumar elalma; pero no necesitamos caer ni es-tar desanimados porque sabemos queel arco de la promesa se encuentrasobre el trono de Dios. Nos veremossujetos a pesadas pruebas, oposición,pérdidas y aflicciones; pero sabemosque Jesús pasó por todo esto. Estasexperiencias son valiosas para noso-tros. Las ventajas no están de ningu-na manera limitadas a esta corta vi-da; alcanzan las edades eternas. Através de la paciencia, la fe y la espe-ranza, en todas las escenas cambian-tes de la tierra, estamos formando ca-racteres para la vida eterna. A aquellosque aman a Dios, todas las cosas lesayudan a bien.

Todas las escenas de esta vida, enlas que tengamos que actuar, debenser cuidadosamente estudiadas, yaque son parte de nuestra educación.Debiéramos colocar vigas sólidas enla construcción de nuestro carácter,ya que estamos trabajando tantopara esta vida como para la vidaeterna. A medida que nos acerca-mos al fin de la historia de esta tie-

rra, avanzamos más rápidamenteen el crecimiento cristiano o retro-cedemos en proporción igualmen-te decidida.«Mi arco he puesto en las nubes, el

cual será por señal del pacto entre mí yla tierra. [...] Y me acordaré del pactomío [...] y no habrá más diluvio deaguas para destruir toda carne» (Gén.9: 13, 15). En el arco iris sobre el tro-no hay un testimonio eterno de que«de tal manera amó Dios al mundo,que ha dado a su Hijo unigénito, paraque todo aquel que en él cree, no se pier-da, mas tenga vida eterna» (Juan 3:16). Toda vez que se presente la Leyante la gente, que el maestro de laverdad señale al trono cubierto conel arco iris de la promesa, la justiciade Cristo.

La gloria de la Ley es Cristo. Él vi-no para magnificar la Ley y hacerlahonrosa. Preséntese con claridad quela misericordia y la verdad se han en-contrado en Cristo, y que se han abra-zado la justicia y la paz. Al contem-plar su trono, ofrendando vuestrapenitencia, alabanza y gratitud a Dios,perfeccionan un carácter cristiano yrepresentan a Cristo ante el mundo;permanecen en Cristo y Cristo per-manece en ustedes; obtienen esa pazque sobrepasa todo entendimiento.Necesitamos meditar en Cristo cons-tantemente, en su atractivo encan-to. Debemos dirigir las mentes haciaJesús y sujetarlas a él. En cada discur-so expláyense en los atributos di-vinos.

Dios inspira esperanzaComo el arco iris en las nubes se

forma por la unión de la luz del soly la lluvia, así también el arco iris querodea al trono representa el podercombinado de la misericordia y lajusticia. No debemos mantener sola-mente la justicia, ya que esto eclip-saría la gloria del arco iris de la pro-mesa sobre el trono; así los hombresverían sólo la penalidad de la ley. Sino hubiera justicia ni castigo, no ha-bría estabilidad en el gobierno deDios. Es la mezcla entre el juicio y lamisericordia lo que hace que la sal-vación sea completa y acabada. Es lacombinación de ambos lo que noslleva, al ver al Redentor del mundoy la Ley de Jehová, a exclamar: «Tubenignidad me ha engrandecido» (2Sam. 22: 36).

Sabemos que el evangelio es unsistema perfecto y completo, que re-vela la inmutabilidad de la ley deDios. Inspira al corazón con esperan-za, y con amor hacia Dios. [...]

La salvación para el hombre, queCristo ganó con un sacrificio tangrande, es lo único que tiene valor,es lo que nos salva del pecado, quees la causa de toda la miseria y lasdesgracias en nuestro mundo. La mi-sericordia ofrecida al pecador cons-tantemente lo está atrayendo haciaJesús. Si responde, y acude arrepen-tido y confesando sus pecados, si confe se aferra a la esperanza puesta an-te él por el evangelio, Dios no des-preciará al corazón quebrantado y

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contrito. De esta manera, la Ley deDios no se debilita, sino que se que-branta el poder del pecado y el cetrode la misericordia se extiende al peca-dor penitente.1

Prepárense para la venidade Cristo

Mi hermano, mi hermana, les rue-go que se preparen para la venida deCristo en las nubes de los cielos. Díatras día, desechen de sus corazonesel amor al mundo. Comprendan porexperiencia lo que significa tener co-munión con Cristo. Prepárense parael juicio, para que cuando Cristo ven-ga para ser admirado por todos losque creen, puedan estar entre aque-llos que lo recibirán en paz. En aqueldía los redimidos resplandecerán enla gloria del Padre y del Hijo. Tocan-do sus arpas de oro, los ángeles da-rán la bienvenida al Rey y a los tro-feos de su victoria: los que fueronlavados y emblanquecidos en la san-gre del Cordero. Se elevará un cantode triunfo que llenará todo el cielo.Cristo habrá vencido. Entrará en losatrios celestiales acompañado por susredimidos, testimonio de que su mi-sión de sufrimiento y sacrificio nofue en vano.

Nuestra esperanzade reunión

La resurrección y la ascensión denuestro Señor constituyen una evi-dencia segura del triunfo de los san-tos de Dios sobre la muerte y el sepul-cro, y una garantía de que el cielo estáabierto para quienes lavan las vesti-duras de su carácter y las emblanque-cen en la sangre del Cordero. Jesús as-cendió al Padre como representantede la familia humana, y allí llevaráDios a los que reflejan su imagen pa-ra que contemplen su gloria y partici-pen de ella con él.

Hay mansiones para los peregri-nos de la tierra. Hay vestiduras, co-ronas de gloria y palmas de victoriapara los justos. Todo lo que nos de-jó perplejos en las providencias deDios quedará aclarado en el mundovenidero. Las cosas difíciles de en-tender hallarán entonces su explica-

ción. Los misterios de la gracia nosserán revelados. Donde nuestrasmentes finitas discernían solamen-te confusión y promesas quebranta-das, veremos la más perfecta y her-mosa armonía. Sabremos que elamor infinito ordenó los incidentesque nos parecieron más penosos. Amedida que comprendamos el tier-no cuidado de aquel que hace quetodas las cosas obren conjuntamen-te para nuestro bien, nos regocijare-mos con gozo inefable y rebosantede gloria.

No puede haber dolor en la atmós-fera del cielo. En el hogar de los redi-midos no habrá lágrimas, ni cortejosfúnebres, ni indicios de luto. «No di-rá el morador: Estoy enfermo; al puebloque more en ella le será perdonada la ini-quidad» (Isa. 33: 24). Nos invadirá unagrandiosa ola de felicidad que irá ahon-dándose a medida que transcurra laeternidad.

Nos hallamos todavía en medio delas sombras y el torbellino de las acti-vidades terrenales. Consideremos consumo fervor el bienaventurado másallá. Que nuestra fe penetre a travésde toda nube de tinieblas, y contem-plemos a aquel que murió por los pe-cados del mundo. Abrió las puertasdel paraíso para todos los que le reci-ban y crean en él. Les da la potestadde llegar a ser hijos e hijas de Dios.

Esperanza en el prontoregreso de Jesús

Permitamos que las aflicciones quetanto nos apenan y agravian sean lec-ciones instructivas, que nos enseñena avanzar hacia el blanco del premiode nuestra alta vocación en Cristo. Sin-támonos alentados por el pensamien-to de que el Señor vendrá pronto. Ale-gre nuestro corazón esta esperanza.«Aun un poquito, y el que ha de venirvendrá, y no tardará» (Heb. 10: 37). Bie-naventurados son aquellos siervos que,cuando venga su Señor, sean halladosvelando.

Vamos hacia la patria. El que nosamó al punto de morir por nosotrosnos ha edificado una ciudad. La Nue-va Jerusalén es nuestro lugar de des-canso. No habrá tristeza en la ciudad

de Dios. Nunca más se oirán el llan-to ni la endecha de las esperanzas des-trozadas y de los afectos tronchados.Pronto las vestiduras de pesar se tro-carán por el manto de bodas. Prontopresenciaremos la coronación de nues-tro Rey. Aquellos cuya vida quedó es-condida con Cristo, aquellos que enesta tierra pelearon la buena batallade la fe, resplandecerán con la gloriadel Redentor en el reino de Dios.

No transcurrirá mucho tiempo an-tes de que veamos a aquel en quien ci-framos nuestras esperanzas de vida eter-na. Y en su presencia todas las pruebasy los sufrimientos de esta vida seráncomo nada. «No perdáis, pues, vuestraconfianza, que tiene grande galardón; por-que os es necesaria la paciencia, para quehabiendo hecho la voluntad de Dios, ob-tengáis la promesa. Porque aún un poqui-to, y el que ha de venir vendrá, y no tar-dará» (Heb. 10: 35-37). Alzad los ojos,sí, alzad los ojos, y permitid que vues-tra fe aumente de continuo. Dejad queesta fe os guíe a lo largo de la senda es-trecha que, pasando por las puertas dela ciudad de Dios, nos lleva al gran másallá, al amplio e ilimitado futuro degloria destinado a los redimidos.2

Referencias1. Elena White, “An Appeal to Our Ministers and Con-

ference Committees” [Un llamado a nuestros mi-

nistros y comisiones de la Asociación] (1892), Special

Testimonies [Testimonios Especiales], Serie A, Nº 1b,

págs. 15-21.

2. __________, Joyas de los testimonios (Florida, Buenos

Aires: ACES, 1987), t. 3, págs. 432-434.

Preguntas para reflexionary compartir

1. ¿Qué relevancia tiene el men-

saje de los tres ángeles de Apo-

calipsis 14 para la vida en el

mundo de hoy?

2. ¿Qué es lo que usted más an-

hela para cuando Jesús re-

grese?

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PRIMER SÁBADO

¡Misión peligrosa!Versículo para memorizar«Porque tanto amó Dios al mundo,

que dio a su Hijo unigénito, para que to-do el que cree en él no se pierda, sino quetenga vida eterna» (Juan 3: 16).*

Actividades previasMuéstreles a los niños fotos o recor-

tes de diarios de misiones arriesgadasy peligrosas como, por ejemplo, el as-censo del monte Aconcagua o el resca-te de personas atrapadas en tormentas,en inundaciones, en accidentes, etc.Luego pregunte: “¿Os hubierais unidoa una misión como ésta? ¿Por qué?”.

HistoriaGerson se despertó con el teléfono a

las 2:00 de la madrugada. “Sí, señor, voypara allá”, respondió rápidamente. Secolocó su uniforme a gran velocidad,tomó su equipo de rescate y salió en di-rección a la unidad de helicópteros delcuartel de la armada.

“¡Vamos! ¡La gente se está ahogan-do!”, gritó su comandante.

El helicóptero voló con seis hom-bres a bordo para una misión de resca-te. Los vientos eran fuertes y había po-ca visibilidad. Tuvieron que lucharcontra la tormenta que aumentaba suintensidad a cada minuto. Gerson y suscompañeros de equipo esforzaban susojos para buscar gente que pudiera es-tar atrapada en los techos, apartamen-tos o en las copas de los árboles.

“¡Mirad! ¡Dos niños en el techo!”,gritó Gerson. “Acerquémonos”.

El piloto bajó el helicóptero e in-mediatamente Gerson y su compañe-ro Víctor saltaron hacia el techo concuerdas atadas a su cintura. Justo cuan-do estaban estirando sus brazos paraalcanzar a los niños, una fuerte ráfa-ga de viento los hizo balancearse ale-jándose de ellos. El helicóptero tratóde acercarse una vez más para un se-gundo intento.

“¡Mami, mami!”, gritó la pequeñaniña, que estaba mojada y con frío ba-jo una manta.

Gerson y Víctor intentaron aterri-zar en el techo por tercera vez, ¡y es-ta vez lo lograron!

“Estaréis bien”, le gritó Gerson a lapequeña niña mientras la tomaba dela cintura y los dos ascendían hacia el

helicóptero. “En-contraremos a tu mamá”, le

dijo consolándola.Al mismo tiempo, Víctor tomó la

mano del hermano mayor, cubrió sucuerpo tembloroso, y juntos tambiénfueron elevados hasta que se hallaronseguros. El helicóptero sobrevoló encírculos dos veces sobre la casa antesde volar a un lugar seguro. ¡Fue un díaduro! ¡Fue una misión peligrosa! Esedía Gerson y su equipo rescataron amás de 150 personas. Aunque estabanexhaustos, Gerson se sentía feliz y sa-tisfecho. Había sido una misión peli-grosa, pero había salvado muchas vi-das preciosas.

LecciónJesús, el Hijo de Dios, fue enviado a

una misión similar a este mundo a sal-var a todos los que hayamos desobe-decido a Dios y pecado contra él. Aunantes de que Jesús naciera, el ángel Ga-briel le dijo a su madre: «Y le pondráspor nombre Jesús, porque él salvará a supueblo de sus pecados» (Mat. 1: 21).

Isaías profetizó que Jesús, el Me-sías, vendría a esta tierra a traer espe-ranza y salvación a todos en este mun-do. «Ciertamente él cargó con nuestras

rA Semana de Oración 2009 [215] · 23

LINDA MEI LIN KOH

Directora de los Ministeriosdel Niño de la AsociaciónGeneral.

LECTURAS PARA LOS NIÑOS

MMMMiiiissssiiiióóóónnnnposible

* Todas las referencias en las lecturas para los niños se tomaron de la Nueva Versión Internacional, excepto cuando se indica lo contrario.

Jesús es el cumplimiento de nuestra esperanza.

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Page 24: Revista Adventista - Septiembre 2009

24 · [216] rA Semana de Oración 2009

enfermedades y soportó nuestros dolores[…]. Él fue traspasado por nuestras rebe-liones, y molido por nuestras iniquidades;sobre él recayó el castigo, precio de nuestrapaz, y gracias a sus heridas fuimos sana-dos» (Isa. 53: 4-5).

Sí, Jesús mismo vino en una misiónde esperanza para rescatarnos de estemundo pecaminoso para darnos vidaeterna. ¡Estas son noticias maravillo-sas! Pero debemos compartir estas bue-nas noticias con otros para que ellostambién puedan recibir esta esperan-za. Así, Jesús les dio a sus discípulos lagran comisión de que fueran y enseña-ran a otros para hacerlos sus discípulos(Mat. 18: 19-20).

Este mandato de compartir las bue-nas noticias con todas las personas tam-bién es para nosotros hoy. Las tormen-tas del pecado y la tentación tienen lafuerza de un huracán. Hay niños y fa-milias en nuestro mundo que necesi-tan a Jesús para salvarlos del ataque.Dios necesita que vayamos en misio-nes de rescate por él, para traerles espe -ranza.

AplicaciónHaced una lista de proyectos de mi-

sión que chicos de tu edad puedan lle-var a cabo para dar las buenas noticiasa sus amigos y vecinos. Ved con vues-tros padres o maestros de escuela sa-bática cómo pueden ayudarlos a im-plementar alguno de estos proyectos.

Discusión1. ¿Qué mensaje de esperanza po -

drías compartir con una persona resca-tada y su familia que hayan perdido to-do en un terremoto o inundación?

2. ¿Cómo puede ayudarte Jesús entu vida diaria cuando seas tentado a co-piar en un examen o a decirles unamentira a tus padres?

3. Suponed que una persona fue res-catada de la tormenta de la tentaciónde Satanás y viene a nuestra iglesia.¿Qué podríais hacer, los niños, paraayudarla en esta misión de recupera-ción?

ActividadCada uno escriba en una hoja de co-

lor (tamaño folio) la frase “Misión de

Esperanza” y decórala usando marca-dores, lentejuelas u otros materiales.Pega un adhesivo del rostro de Jesúsacompañando el título, y luego pegafotos de personas o escribe atractiva-mente los nombres de quienes quieresincluir en la Misión de Esperanza de Je-sús. Cuelga el trabajo terminado en tucuarto.

DOMINGO

Salvad al mundo en bicicletaVersículo para memorizar«Por tanto, íd y haced discípulos de to-

das las naciones, bautizándolos en el nom-bre del Padre y del Hijo y del Espíritu San-to, enseñándoles a obedecer todo lo que oshe mandado» (Mat. 28: 19-20).

Actividades previasDivida a los niños en grupos de tres

o cuatro. Dé a cada grupo un mensa-je diferente escrito en un pedazo depapel, como por ejemplo: “¡Jesús vie-ne!”, “Lee la Biblia”, “Jesús sana”,“Ama a Dios”. Luego los grupos se reu-nirán y deberán comunicar a los de-más qué métodos aplicarían para es-parcir su mensaje a la gente que lodesconoce.

Historia“¡Despertad! ¡ Despertad!”, gritó Pa-

mela, de 6 años de edad, tirando de sumamá y su papá.

“¡No podemos llegar tarde! El tío Ós-car correrá esa maratón en bicicleta”,les recordó Pamela.

Habría una gran despedida en elpuerto para cincuenta ciclistas queiban a cruzar el país en bicicleta conel mensaje de salvar la Tierra. Planea-ban que les tomaría un mes comple-tar el viaje.

“Mami, ¿el tío Óscarva a andar en su bici-cleta y nada más?”,preguntó Pamela.

“¡No, querida!El tío Óscar y to-dos los demás van

a andar en bicicleta y van a entrar a lasciudades para pedirle a la gente que sal-ve el medio ambiente”, explicó la ma-má.

“¿No pueden anunciar eso por tele-visión? ¿No es más fácil?”, volvió a in-terrogar Pamela con curiosidad.

“Sí, es más fácil, pero ellos quierenque la gente sepa cuán serio e impor-tante es este mensaje. Todos los ciclis-tas quieren aparecer en persona paracompartir las buenas noticias de quehay que cuidar los bosques y los océa-nos”, respondió la mamá.

Pamela y sus padres llegaron al puer-to a tiempo para ver a cientos de perso-nas agitando banderas verdes y saludan-do a los cincuenta ciclistas rumbo a sumisión de atravesar el país.

“¡Allí está el tío Óscar!”, le señaló Pa-mela a su papá con entusiasmo. “¡Adiós,tío Óscar! ¡No te olvides de escribir!”,gritó Pamela.

Pasó una semana y, una mañana du-rante el desayuno, la mamá mostró unatarjeta.

“¡Una postal del tío Óscar!”, exclamó.“¿Ya esparció las buenas noticias?”,

quiso saber Pamela.“¡Sí, Pamela! Llegaron a todas las ciu-

dades del sur del país y la gente les diola bienvenida. Repartieron folletos yhablaron con muchas personas sobrecómo salvar el medio ambiente”, le con-tó la mamá.

“¡Maravilloso! Supongo que Óscartodavía tiene muchas ciudades por vi-sitar”, comentó el papá.

“El camino para atravesar el país eslargo”, suspiró la mamá.

“Mamá, ¿puedo ir a una maratón enbicicleta?”, preguntó Pamela con an-siedad. “Quiero contarles a otros niñoslas buenas noticias de Jesús”.

“¡Definitivamente! ¿Por qué no ini-ciamos una maratón en bicicleta pri-mero en nuestro vecindario?”, sugirió

la mamá.“¡Bueno!”, exclamó Pame-la. “Mañana iré en bicicle-

ta hasta la casa de Pao-la para contarle deJesús”.

“¡Apoyo la idea!”,agregó el papá,con entusiasmo.

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rA Semana de Oración 2009 [217] · 25

“Siempre y cuando mamá vaya en bici-cleta contigo”.

LecciónPodemos ser muy pequeños como

para cruzar el país en bicicleta o darla vuelta al mundo por nuestra pro-pia cuenta, pero siempre podemos an-dar en bicicleta en nuestro vecinda-rio para Jesús. Jesús fue muy claro ensu mandato cuando les dijo a sus dis-cípulos: «Seréis mis testigos tanto en Je-rusalén como en toda Judea y Samaria,y hasta los confines de la tierra» (Hech.1: 8). Les estaba pidiendo que prime-ro comenzaran a testificar en sus ho-gares, luego salieran a sus vecindariosy finalmente a otras áreas de la tierra.

La gran comisión de Jesús a sus dis-cípulos también es para nosotros hoy.¡Nos está pidiendo que vayamos a es-parcir sus buenas nuevas en el lugardonde vivimos!

¿Parece una tarea demasiado gran-de para ti? No te preocupes, Jesús nosprometió: «Mi amor es todo lo que ne-cesitas; pues mi poder se muestra mejoren los débiles» (2 Cor. 12: 9, DHH).

El apóstol Pablo participó de una ma-ratón para compartir el evangelio conmuchas naciones y pueblos. Él tambiénviajó en barco a Corinto, Tesalónica yChipre a esparcir las buenas nuevas dela salvación. Tú también puedes unirtea una maratón en bicicleta o a pie pa-ra compartir a Jesús con tus vecinos queno lo conocen.

AplicaciónEscribid en tres tarjetas el mensaje:

“Jesús te ama”. Decorad las tarjetas yrepartidlas a tres amigos que no conoz-can a Jesús.

Discusión1. ¿Cuál es la buena noticia de Jesús?

(Que murió en nuestro lugar por nues-tros pecados para que podamos vivirpara siempre con él.)

2. ¿Es realmente posible esparcir lasbuenas nuevas de Jesús alrededor delmundo? ¿Nos está pidiendo algo im-posible?

3. ¿Puedes sugerir algunas formasnuevas de compartir las buenas noti-cias? ¿Qué tal una maratón de oración?

ActividadOrdenad las letras de las siguientes

palabras relacionadas con la gran co-misión de Jesús que encontramos enMateo 28: 19 y 20.UBTZARAI CNAOISENPILOSDCSUI NSAOTRUIPSEIT RAPEDCREODEEB ÑESEAODNESNL

LUNES

Un juez justoVersículo para memorizar«Quiero cantar al amor y a la justi-

cia: quiero, Señor, cantarte salmos» (Sal.101: 1).

Actividades previasReúna a los niños en grupos de cua-

tro integrantes y muéstreles cinco lá-minas. Pídale a cada grupo que obser-ve y elija las dos mejores para colgar enel aula. Luego todos los grupos debenestar de acuerdo para que en la sala que-den sólo dos láminas. Luego pregunte:“¿Os resultó fácil elegir estas láminas?¿Estuvisteis de acuerdo todos los gru-pos en los dos mejores cuadros? ¿Fuefácil ser justo y no dejarse influir?”.

Historia“¡Apresúrate, Carina! Necesito llegar

a la apertura de la exposición de floresen media hora”, dijo la mamá con im-paciencia. “¡Vamos! Te pondrás las za-patillas en el coche”, continuó mamámientras tomaba su bolso y se dirigíaal coche.

La Exposición Anual de la Flor era elevento más importante de aquella ciu-dad. Cada primavera se presentabanmás de trescientos tipos de flores parala competencia. Había tulipanes, nar-cisos, azaleas, crisantemos y muchasmás. ¡Este año era especial porque ma-má iba a ser uno de los seis jueces delconcurso!

“¡Oh, mira, papá, me encantan losnarcisos amarillos!”, exclamó Carina.“¿Cómo hará mamá para juzgar cuáles

son las mejores flores? Yo creo que nopodría hacerlo”, reflexionó Carina conseriedad.

“Tienes razón. No es fácil ser juez.Un juez tiene que ser justo y verdade-ro”, explicó el papá.

Después de un largo día, Carina y supapá se reunieron con muchas otraspersonas en el salón para esperar quese anunciaran los ganadores de la com-petencia.

“El Premio de la Cinta Azul para lamejor variedad de este año es para Jaz-mín Juárez”, anunció la mamá conemoción. “Y la mención de honor espara...”

Muchas mujeres se reunieron alre-dedor de la flor ganadora del Premiode la Cinta Azul para admirar su belle-za. Era un tulipán de pétalo doble entres tonos de rojo. A Carina le parecióque los jueces habían sido bastante pre-cisos y justos. Pero al avanzar hacia lasotras mesas para mirar otras flores, es-cuchó a un par de mujeres criticandola decisión de los jueces.

“Me parece que el tulipán de Rita Sa-linas debería haber ganado el Premiode la Cinta Azul, en vez de este”, se que-jó la primera mujer.

“Sí, estoy de acuerdo. Los juecessiempre favorecen a los que vienen deleste”, agregó la segunda.

“Escuché que Jazmín Juárez es pa-riente de uno de los jueces”, insinuó laprimera mujer.

“Eso no es justo”, pensó Carina pa-ra sus adentros. “¡Cómo se atreven aculpar a mi mamá de ser un mal juez!Papá dijo que es difícil ser juez. Debodecirle esto a mamá”. Luego, Carinacorrió a buscarla. La mamá había ac-tuado bien como juez, no había sido laclase de jueces que hacen diferencias.

LecciónLa Biblia nos dice que Dios será juez

de todo lo que hacemos en nuestra vi-da antes de que Jesús venga otra vez.El rey Salomón nos recuerda que «Diosjuzgará toda obra, buena o mala, aun larealizada en secreto» (Ecl. 12: 14). A to-dos nosotros se nos dio tiempo paraarrepentirnos y pedir perdón por nues-tros pecados, y Jesús quiere llevarnospronto con él al hogar en el cielo. Por

Respuestas: bautizar, naciones, discípulos, Santo,Espíritu, Padre, obedecer, enseñándoles

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26 · [218] rA Semana de Oración 2009

lo tanto, el juicio debe venir, pero Je-sús nos ama tanto que él juzgará conjusticia y bondad. ¿Recordáis la pará-bola de los talentos que contó Jesús?Mateo 25: 19 nos cuenta de un señor(Jesús) que regresa de un largo viajepara juzgar los resultados de las inver-siones de sus siervos. El que recibiócinco talentos y el que recibió dos re-sultaron fieles al multiplicar sus talen-tos, y fueron muy premiados. Al quese le había dado un solo talento, perono hizo nada para multiplicarlo e in-crementarlo, se lo juzgó como infiel yse le quitó su único talento. Esta his-toria nos enseña que, al fin del tiem-po, todos deberemos dar cuenta de loque hayamos hecho.

¡Pero el juicio en realidad es unabuena noticia! No hay nada de quétemer porque ese es el momento enque Jesús vendrá a llevarnos con él.De hecho, cuando Jesús, el Rey, vuel-va, «cuando el Hijo del hombre venga ensu gloria, con todos sus ángeles, se sen-tará en su trono glorioso. Todas las na-ciones se reunirán delante de él, y él se-parará a unos de otros, como separa elpastor las ovejas de las cabras» (Mat.25: 31-32).

Lo más importante que tenemos quehacer es confesar nuestros malos actosa Jesús, diciéndole que nos arrepenti-mos por nuestros pecados. La Bibliapromete: «Pero si confesamos nuestrospecados, podemos confiar en que Dios ha-rá lo que es justo: nos perdonará nuestrospecados y nos limpiará de toda maldad»(1 Juan 1: 9, DHH). Así que estemospreparados para ver a Jesús cada día,para mantener viva nuestra esperanza.Y en el día del juicio nos declarará li-bres de pecado para siempre. ¡Tan sólopensad en esto! Viviréis con Jesús pa-ra siempre y nunca más cometeréis unerror.

AplicaciónHaced una lista de ideas sobre cómo

estar preparados para el día cuando Je-sús venga a juzgar la tierra. Compartid-las con vuestros amigos en las clases.

Discusión1. ¿En qué aspecto el juicio es un

evento gozoso? ¿Cómo podrías darle

tranquilidad a tu amigo que ve el jui-cio como un “día temible y terrible”?

2. Nombrad dos parábolas dadas porJesús que hablen sobre el juicio que sellevará a cabo cuando él regrese.

ActividadTrabajad en grupo y escribid una es-

trofa poética o la letra de una canciónconocida sobre nuestro Dios como unJuez amante y justo. Luego recitad laestrofa poética o cantad la canción fren-te a los compañeros de la clase.

MARTES

¡Jueves especial!Versículo para memorizar«Venid, postrémonos reverentes, doble-

mos la rodilla ante el Señor nuestro Hace-dor» (Sal. 95: 6).

Actividades previasEn una cartulina o pizarra escriba:

“Nuestro tiempo especial”. Pregunte:“Si tuviérais un día especial con vues-tra mamá o papá, ¿qué os gustaría ha-cer juntos? ¿Por qué es divertido tenermomentos especiales solos con mamáo papá?”.

Historia“¡Estoy en casa, papá!”, dijo Adrián

con entusiasmo, al cerrar la puerta deentrada y correr hacia arriba para cam-biarse la ropa. Enseguida escuchó quealguien cerraba la puerta de la cocina.

“¿Hijo, estás listo?”, llamó el papádesde abajo. “Dame un minuto paracambiarme”.

Sí, el jueves era el día especial paraAdrián y su papá, porque juntos iríana la pista de vóleibol. El papá llegaba ala casa aproximadamente a las 16:00,y luego padre e hijo pasaban un tiem-po haciendo cosas divertidas juntos. Suactividad favorita era jugar vóleibol enla pista del polideportivo del barrio conotros equipos de otras familias. Des-pués de un partido emocionante, gene -ralmente pasaban por la heladería. Algu -nos jueves pasaban el rato comprandorepuestos para la bicicleta o visitandotiendas de artículos musicales. ¡Lo me-

jor para Adrián era que tenía a su papásólo para él cada jueves de tarde! ¡Sóloellos dos!

El jueves anterior, después de su par-tido de vóleibol, habían ido a visitar aun amigo del papá que estaba interna-do con neumonía. El papá le prometióarreglar su ventana rota la semana si-guiente. Cada jueves Adrián y su papápensaban en algo interesante para ha-cer juntos.

“Esto es como el día de reposo”, co-mentó el papá una vez.

“¿Día de reposo?”, preguntó Adrián,sorprendido. “Pensé que el sábado erael día de reposo”.

“Tienes razón”, continuó el papá,“pero el día de reposo es como nuestrotiempo especial con Dios. Le adoramos,cantamos canciones de alabanza a él yhacemos cosas que sabemos que le agra-dan. Hacemos esto cada semana en elmismo día... ¡el sábado!”

Así es, a Adrián le encanta cantarcoritos con su guitarra, orar por susamigos, dialogar en la escuela sabáti-ca y escuchar el mensaje de Dios du-rante el sermón. ¡Adorar a Dios es emo-cionante!

¿Puedes imaginártelo? Ahora Adriántiene dos “momentos especiales” cadasemana: uno el jueves con su papá, yel otro el sábado con Jesús. ¡Él esperaambos días con ansiedad!

LecciónCuando Jesús estuvo en la tierra, dis-

frutaba de su “tiempo especial” conDios. Iba a la sinagoga a orar. Le encan-taba leer los grandes rollos de la Escri-tura. Lucas 4: 16 nos dice que «fue aNazaret, donde se había criado, y un sá-bado entró en la sinagoga, como era sucostumbre. Se levantó para hacer la lec -tura».

También sus discípulos: Pedro, San-tiago, Juan y los otros iban al templo aadorar a Dios. El apóstol Pablo se reu-nía con muchos creyentes cada sábadoen la iglesia. Ese era un momento ma-ravilloso para cantar y alabar a Diosjuntos, y escuchar a Pablo predicar so-bre Jesús.

Aparte del sábado, a Jesús tambiénle encantaba hablar con Dios a solasdurante su “tiempo especial” con él. La

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rA Semana de Oración 2009 [219] · 27

Biblia registra que «por aquel tiempo sefue Jesús a la montaña a orar, y pasó to-da la noche en oración a Dios» (Luc. 6:12). Pensad en esto: Jesús disfrutaba ha-blando con su Padre durante toda lanoche. ¡Era un momento especial en-tre Padre e Hijo!

¿No queréis elevar vuestras voces yalabar a Dios también? El salmista nosinsta a decir: «¡Alabado sea el Señor! Dadgracias al Señor, porque él es bueno; por-que su amor es eterno» (Sal. 106: 1,DHH). El profeta Isaías nos dice: «¿Aca-so no lo sabes? ¿No lo has oído? El Señor,el Dios eterno, el creador del mundo en-tero; no se fatiga ni se cansa, y al débil leaumenta su vigor» (Isa. 40: 28, DHH).

Sí, nuestra esperanza descansa en eldía cuando podamos disfrutar nuestro“tiempo especial” con Jesús y con Diospara siempre.

No va a ser únicamente en sábadoso en jueves. ¡Será todos los días y parasiempre!

AplicaciónEn una pizarra, marcad dos colum-

nas. En una de ellas escribid las activi-dades que os gustaría hacer en el “tiem-po especial” que tendréis con Jesús enel cielo; y en la siguiente columna, quépreguntas os gustaría hacerle a Jesús.

Discusión1. ¿Cómo puedes aplicar esta lección

para hacer que tu “tiempo especial” conJesús sea importante?

2. ¿ Es necesario tener un “momen-to especial” cada día, para estar con Je-sús, además del sábado? ¿Qué podría-mos hacer?

3. ¿Por qué el papá de Adrián sepa-raba un tiempo cada semana para ha-cer cosas con su hijo? ¿Por qué es bue-no apartar un tiempo diariamente paracomenzar el día con Jesús?

ActividadBuscad los siguientes versículos pa-

ra descubrir un requisito esencial parapasar nuestro “tiempo especial” conDios en la eternidad.

1 Samuel 15: 22Isaías 1: 19Hechos 5: 29Éxodo 19: 5

MIÉRCOLES

¡Reunidos al fin!Versículo para memorizar«Cobrad ánimo y armaos

de valor, todos los que en el Señor espe-ráis» (Sal. 31: 24).

Actividades previasMuéstreles a los niños imágenes de

niños y adultos con expresiones tristes.Luego pregunte: “¿Qué tienen en co-mún las expresiones de los rostros entodas estas imágenes? ¿Temor? ¿Desá-nimo? ¿Tristeza? ¿Qué significa sentir-se sin esperanza o perdido?”.

Historia“Mamá, mamá, ¿dónde estás?”, gri-

tó Lucas, de seis años, al aferrarse confuerza a su mantita.

Todos parecían correr de un lado pa-ra otro, algunos llevaban bolsos, ropay cualquier cosa que encontraban. Lu-cas recordaba que estaba siguiendo asu mamá y a sus dos hermanos, y quehabían salido por la puerta para tomarel autobús, cuando de repente se escu-chó un estruendo del otro lado de lacalle. Se dio vuelta para ver qué habíapasado y se soltó de las manos de sumamá.

“¡Gastón, Gastón!”, gritó Lucas conansiedad, llamando a su hermano.

Pero ni la mamá ni Gastón estabanallí. Había demasiada confusión comopara saber qué hacer. Todos parecíancorrer apurados. Entonces, ¿dónde po-dría estar su mamá? El temor se apode-ró de Lucas mientras lloraba y corríabuscando a su mamá. Caminó y cami-nó hasta que no pudo seguir más. To-das sus esperanzas de encontrar a sumamá se vieron frustradas. De repen-te, cayó al suelo y se desvaneció.

“¡Despierta, despierta!”, Lucas sintióque alguien le tocaba el rostro.

“¡Mamá! ¡Gastón!”, gritó Lucas muyfuerte, al recobrar la conciencia. Miran-do a su alrededor, se dio cuenta de quese encontraba en el regazo de una mujerex traña.

“¡Está bien! ¡Te ayudaremos a encon-trar a tu mamá!”, le aseguró la extraña.

“¿De verdad?”,preguntó Lu-cas, casi sinaire. “Gracias,

señora”.“Soy del gru -

po de rescate yya hemos enviado a al-

guien a buscar a tu mamá”, le dijo laseñora extraña a Lucas nuevamente.

“¿Puedo pedirle a Jesús que me ayu-de a encontrar a mi mamá?”, pregun-tó Lucas con timidez.

“¡Por supuesto! ¡Jesús sabe dónde es-tá tu mamá!”, respondió la mujer, son-riendo.

Luego de hacer una corta oración,Lucas se puso de pie y comió algo. Aundespués de haber comido bien se sen-tía solo, con temor y preocupado. ¿Ha-bía esperanzas de poder ver a su mamánuevamente? Aferrándose a su manti-ta, Lucas lloró hasta que se quedó dor-mido esa noche.

Todo a su alrededor se veía tan des-conocido. A la mañana siguiente escu-chó que había gente afuera que grita-ba y corría. Los coches y los camionestocaban la bocina sin parar. ¡Pero Lu-cas se sentía perdido y triste!

Repentinamente, escuchó unas vo-ces familiares que venían hacia su ha-bitación. Su corazón comenzó a latirmás y más rápido. ¿Sería posible? ¿Es-taba imaginando cosas? ¿Su esperanzase haría realidad? Las voces se volvíancada vez más fuertes y cercanas.

“¡Mamá, mamá!”, exclamó Lucas conalegría, mientras salía corriendo paraverla con sus propios ojos.

“Lucas, Lucas, mi niño”, dijo la ma-má al correr hacia delante para abrazara su pequeño niño perdido. “Pensé quenunca más te volvería a ver”, exclamóla mamá con ternura mientras levan-taba a Lucas y lo abrazaba fuerte. “¡Gra-cias, Dios!”

“¡Mamá, estoy tan feliz! ¡No perdílas esperanzas de encontrarte!”, le con-tó Lucas con una sonrisa al aferrarse dela mano de su mamá.

LecciónPensad, la gente como vosotros y co-

mo yo está perdida en este mundo.Vientos de distracciones tecnológicas,

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Page 28: Revista Adventista - Septiembre 2009

28 · [220] rA Semana de Oración 2009

tormentas de pecado, enfermedades ytentación borran todas las esperanzasde un futuro. La gente se odia entre sí;hay guerras y matanzas. De hecho, Je-sús nos dijo que, antes de su regreso,«se levantará nación contra nación, y rei-no contra reino. Habrá hambres y terre-motos por todas partes» (Mat. 24: 7).

Además, observad los desastres na-turales que han matado a miles de per-sonas en estos últimos años: el Tsuna-mi, el huracán Katrina, el ciclón Nargisy los terremotos en China. Mirad lasguerras de Irán e Irak, y el miedo al te-rrorismo y a otras cosas malas que lagente hace contra otras personas. Na-die parece tener soluciones. La genteen todas partes está buscando algo me-jor, pero no saben dónde encontrarlo.

Pero nosotros sí sabemos. La Biblianos recuerda que la verdadera esperan-za se encuentra únicamente en Jesús. Elapóstol Pablo estuvo completamente deacuerdo con esto cuando dijo: «A éstosDios se propuso dar a conocer cuál es la glo-riosa riqueza de este misterio entre las na-ciones, que es Cristo en vosotros, la espe-ranza de gloria» (Col. 1: 27). Esta es laesperanza que podemos compartir connuestros amigos y vecinos cuando es-tán deprimidos y desanimados por la vi-da y sus muchos problemas. Invitadlesa la iglesia para encontrar esta esperan-za en Jesús que les dará paz.

Recordad: «Feliz quien recibe ayudadel Dios de Jacob, quien pone su esperan-za en el Señor su Dios» (Sal. 146: 5,DHH). Eso es lo que hizo Lucas cuan-do colocó su esperanza en Jesús paraque lo ayudara a encontrar a su mamá.

AplicaciónHaga que los niños monten tarjetas

especiales en forma de corazón y quelas decoren con una imagen de Jesús.Escriba el versículo: «¡Mi esperanza es-tá en ti!» (Sal. 39: 7, DHH). Anímelos acompartir sus tarjetas con algunos ni-ños en el hospital, en el vecindario, ocon ancianos de algún hogar para latercera edad.

Discusión1. ¿Qué significa estar desesperanza-

do? Identificad algunas palabras rela-cionadas con ese sentimiento.

2. ¿Podéis pensar en algún momen-to en vuestra vida cuando os sentistéisperdidos o sin esperanza? Compartid-lo con la clase.

3. Colocamos nuestra esperanza enJesús cuando le entregamos nuestrosproblemas y dejamos de preocuparnospor nuestra cuenta. ¿Podéis contar al-guna vez en la que hicistéis eso?

ActividadParticipad de este divertido juego

adivinando los nombres de las perso-nas que colocaron su esperanza en Je-sús a pesar de las circunstancias difí-ciles.

a. Perdió todo repentinamente, in-cluyendo su fortuna, su propiedad y losmiembros de su familia.......................................

b. Había perdido toda esperanza decurarse después de haber consultado amuchos médicos durante 12 años......................................

c. Aunque era esclavo en tierra ex-tranjera, nunca perdió la esperanzaen Dios y fue premiado con puestosimportantes en la corte del rey...........................................

d. Ella colocó su esperanza en Diospara salvarla y salvar a su pueblo de serdestruidos por un malvado oficial dela corte. ......................................

e. Predicó fervientemente sobre laesperanza en Jesús a lo largo de sus via-jes misioneros. ............................

JUEVES

Leal hasta el finalVersículo para memorizar«Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la

corona de la vida» (Apoc. 2: 10).

Actividades previasPrepare cinco o seis tarjetas que enu-

meren conductas leales o desleales, ta-les como quejarse, animar; mentir, de-cir la verdad; criticar, defender; robar,devolver; culpar, perdonar. Dibuje unalínea en el medio de la sala y marquede un lado la palabra LEAL, y delotro lado, la palabra DESLEAL.Los alumnos deben estar ubi-

cados en la línea del medio. A medidaque lean cada conducta en voz alta, ysi los niños creen que ese com por ta -miento representa la leal tad, deben mo-verse hacia el lado LEAL. Si creen queesa conducta ilustra un acto desleal,deberán pasarse al lado DESLEAL. Des-pués de que se hayan leído todas lastarjetas, discutan brevemente lo quesignifica la lealtad.

Historia“¡Guardar su día santo! ¿Qué tonte-

ría es esta?”, refunfuñó en voz alta elcomandante.

“Señor, el soldado Acevedo se tomasu religión en serio”, explicó el sargen-to, “y tampoco porta armas”.

“¡No porta armas! ¡No está los sába-dos! ¿Qué está haciendo en el ejérci-to?”, gritó el comandante.

Ramón Acevedo luchaba toda la no-che en un rincón de su celda, orandopara que Jesús le diera fuerzas para po-der soportar esta prueba. A los 18 años,Ramón había tenido que unirse al ejér-cito durante dos años. No había excep-ciones.

Sus padres oraron con él antes de quese fuera y le leyeron muchos textos bí-blicos que podrían ayudarlo en tiem-pos difíciles. Sí, él recordaba Mateo 19:26: «Para los hombres es imposible —acla-ró Jesús, mirándolos fijamente—, mas pa-ra Dios todo es posible». ¡Definidamen-te, contaba con que Dios haría loimposible allí en el campamento!

“No te preocupes por ser fiel en elejército. ¡Dios comprenderá!”. Ramónse dio vuelta para ver quien le habla-ba, pero no pudo ver a nadie. Pero es-taba seguro de que había escuchado esavoz fuerte y clara en su habitación. ¿Po-dría ser...?

“Jesús, ayúdame a pasar este día.Quiero serte fiel y leal”, susurraba Ra-

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rA Semana de Oración 2009 [221] · 29

món, al colocarse en la fila en la ma-ñana cuando pasaban lista.

“¡Soldado Acevedo, preséntese alcomandante del campamento!”. La or-den del sargento se oyó claramente ycon fuerza. ¡No había forma de esca-par ahora!

El corazón de Ramón latía rápida-mente al golpear a la puerta del coman-dante.

“¡Tienes malos antecedentes, hijo!Fuiste expulsado de dos campamentosen un mismo mes”, gruñó el coman-dante. “¿Quién te crees que eres? Teniegas a entrenar los sábados y te nie-gas a portar armas. ¡Has violado la leyde nuestro país! ¡Eso quiere decir queirás a la corte marcial!”.

“Señor, la Biblia enseña que debe-mos guardar el sábado como día san-to”, respondió Ramón, audazmente.

“Prepárate para la corte marcial, ma-ñana a las 9 de la mañana”, ordenó elcomandante.

Una corte marcial es un tribunal mi-litar. Puede determinar castigos seve-ros para los soldados. ¡Oh! ¡Ramón nun-ca había tenido que ir a un tribunal,mucho menos para ser juzgado!

Era la peor noche que Ramón habíapasado. Llamó a su papá y a su mamá,quienes oraron con él por teléfono.Continuaron animándolo a confiar enque Dios haría lo imposible.

“Recuerda Isaías 40: 31, hijo”, dijosu madre suavemente por teléfono.

Isaías 40: 31 siguió surgiendo en lamente de Ramón durante toda la no-che: «Pero los que confían en el Señor re-novarán sus fuerzas; volarán como laságuilas: correrán y no se fatigarán, cami-narán y no se cansarán».

“¡Señor, necesito en forma urgenteesas alas de águila! Dependo de tu pro-mesa”, oró Ramón.

Varios oficiales militares ya estabansentados en la sala cuando Ramón lle-gó para su juicio.

“Soldado, ¿está dispuesto a ir presopor su fe?”, preguntó burlonamente elteniente coronel.

“¡Sí, señor! Quiero ser fiel a mi Dios”,respondió Ramón valientemente.

“Fe, ¡no vale la pena morir por eso!”,contestó el comandante. “¡Hoy la fe noexiste!”

Después de una media hora de inte-rrogatorio, el comandante dio su sen-tencia: “¡Tres semanas en la cárcel y unamulta de 250 euros!”.

En breve todos salieron de la sala, yel coronel, moviendo su cabeza, se acer-có a Ramón.

“No puedo creer que aún haya jóve-nes modernos como tú que quieran serleales a su Dios; aun a riesgo de ir a pri-sión”, exclamó el coronel. “A partir demañana seré el nuevo oficial al mandode tu campamento. Admiro tu lealtad.Nuestro país necesita gente como tú,que se mantenga firme en sus convic-ciones”. El coronel sonrió al darle unfuerte apretón de manos a Ramón.

“Voy a dejarte salir los sábados, pe-ro deberás trabajar todos los domingospara compensarlo. Y, en cuanto a lasarmas, te asignaré a recoger todos esosblancos de fogueo después de que losdemás hagan su práctica de tiro cadadía”.

Las lágrimas corrían por las mejillasde Ramón aun antes de que el coronelhubiera terminado de hablar. ¿Cómoera posible? Escuchó la sentencia quelo enviaría a la cárcel, pero aun así ¡Diostransformó eso en algo bueno!

“¡Mamá, papá! ¡Recibí alas de águi-la! ¡Con Dios todo es posible!”, excla-mó Ramón con alegría por teléfono.

LecciónDios quiere que seamos leales y fie-

les a él en cada cosa que hagamos. Unay otra vez él llama a su pueblo a volvera él. En el tiempo de Elías, Dios llamóa su pueblo a salir de la idolatría y des-hacerse de Baal, y a adorarlo a él comoel único Dios verdadero. En Apocalip-sis Dios nos llama nuevamente: «Te-med a Dios y dadle alabanza, pues ya lle-gó la hora en que él ha de juzgar. Adoradal que hizo el cielo y la tierra, el mar y losmanantiales» (Apoc. 14: 7, DHH). Élquiere que lo adoremos y seamos lea-les a él.

El mundo ofrece muchas cosas atrac-tivas: dinero, fama, ropa, juegos elec-trónicos ¡y muchas cosas más! Pero Je-sús nos recuerda: «Más bien, buscadprimeramente el reino de Dios y su justi-cia, y todas estas cosas os serán añadidas»(Mat. 6: 33). Sí, no pongáis vuestra fe

en el dinero y en las riquezas de estemundo, porque todas ellas pueden de-saparecer de la noche a la mañana.

¡Pensad en esto!: es más duraderoponer nuestra lealtad en Dios, quiennos dice: «Yo soy el primero y el último;fuera de mí no hay otro dios» (Isa. 44: 6).Dios nos está llamando a dejar todasestas formas falsas de adoración en elmundo y a aceptar su sello eterno. Es-te sello significa que pertenecemos a sugrupo especial. Cuando aceptamos suinvitación a ser leales a él, aceptamossu regalo de vida para siempre. ¡Somossu pueblo escogido cuando hacemosesa elección!

AplicaciónPensad diferentes formas en las que

podéis ser leales y fieles a Jesús hasta elfin. Compartid vuestras ideas con dosamigos y orad juntos para que Dios osayude a ser leales a él a fin de poder re-cibir su sello eterno.

Discusión1. ¿Qué significa recibir el sello de

Dios?2. ¿Tenéis un amigo especial que no

haya aceptado a Jesús? ¿Cómo puedeesa persona aceptar la invitación queDios le hace para ser su escogido?

ActividadHaga que los alumnos formen peque-

ños grupos y desarrollen una dramati-zación o una representación que ilus-tre la lealtad a Dios. Luego, haga que larepresenten para el resto de la clase.

VIERNES

Un maestro misericordiosoVersículo para memorizar«Pero tú, Señor, eres Dios tierno y com-

pasivo, paciente, todo amor y verdad» (Sal.86: 15, DHH).

Actividades previasEn una cartulina escriba la palabra

“Misericordioso”. Pídales a los niñosque le ayuden a hacer una lista de las

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30 · [222] rA Semana de Oración 2009

características de una persona miseri-cordiosa. Discutan cada una breve-mente.

Historia“Brenda, ven a verme a la oficina

del director antes del recreo”, le dijosu profesora, que acababa de re cogerlas últimas hojas de exámenes de losalumnos de su clase de quinto grado.

“Brenda, has actuado de una formamuy extraña esta mañana durante elexamen de ciencias”, comentó la pro-fesora.

“No, ¡no hice nada raro!”, se defen-dió Brenda.

“¿Estás segura de que no tienes na-da que decirme?”, siguió insistiendo laprofesora.

“¡No, nada, nada!”, respondió Bren-da, categóricamente.

“Me pondré muy triste si no me es-tás diciendo la verdad”, dijo la profe-sora.

Mientras Brenda y su profe-sora permanecían sentadas ensilencio por unos minutos,Brenda retorcía nerviosa e in-cesantemente la punta desu chaqueta. Después deun momento, la profeso-ra rompió el silencio.

“Brenda, por favor, quí-tate la gorra ahora”, le pi-dió con suavidad.

“¡No, no, no! ¡No pue-de pedirme que me saquela gorra!”, exclamó Brenda, eno -jada.

“Creo que allí tienes algo que yo de-bería ver”, explicó la profesora.

Después de que su maestra se lo pi-diese un par de veces más, Brenda sederrumbó y comenzó a llorar muy fuer-te. Finalmente habló.

“¡Lo siento mucho, copié!”, confesóBrenda mientras se quitaba la gorra pa-ra mostrar un pedazo de papel con mu-chas respuestas escritas en él.

“¡Mereces que te ponga un cero en tuexamen!”, exclamó la profesora, “perosé que es la primera vez que haces unacosa así”.

“Me da tanta vergüenza. ¿Podrá Je-sús perdonarme por un pecado así?”,preguntó Brenda con tristeza.

“Sí, él puede. Jesús siempre perdo-na nuestros pecados si los confesamosy le pedimos perdón”, le aseguró la pro-fesora a Brenda. “Yo también te perdo-naré, Brenda, pero tendrás que afron-tar las consecuencias”.

“Te daré un segundo examen deciencias la próxima semana, pero se-rán preguntas diferentes”, concluyó lamaestra.

“Gracias, profesora. ¡Me aseguraréde no arruinarlo esta vez!”, respondióBrenda con gratitud. “También le con-taré esto a mi mamá y a mi papá estanoche. ¡Gracias por ser amable y mise-ricordiosa!”.

LecciónSí, no merecemos la gracia y la bon-

dad de Dios cuando hacemos cosas ma-las que hieren a nuestros amigos o anuestros padres, pero David nos diceen el Salmo 78: 38 que «él les tuvo com-pasión; les perdonó su maldad y no los

destruyó». Juan elapóstol nos dice:«Pero si confesamosnuestros pecados, po-demos confiar en queDios hará lo que esjusto: nos perdonaránuestros pecados y noslimpiará de toda mal-dad» (1 Juan 1: 9,DHH). ¿No es estauna maravillosa pro-

mesa de amor?¿Recuerdas cuántas veces Israel se

olvidó de la guía de Dios en sus vidas,dejándolo para adorar ídolos y diosesextranjeros? Una y otra vez los israe-litas murmuraban, se quejaban y sealejaban de Dios y, aun así, él eligióperdonarlos y mostrarles su bondad.Dios les dijo: «¡Vuelve, apóstata Israel!No te miraré con ira —afirma el Señor—.No te guardaré rencor para siempre, por-que soy misericordioso —afirma el Se-ñor» (Jer. 3: 12).

Sí, Dios es un Dios justo y miseri-cordioso, y nos llama a elegirlo. La mi-sión de Jesús en esta tierra fue la deayudarnos a ver el carácter amante,bueno y perdonador de Dios. Si elegi-mos a Dios, viviremos para siemprecon él en el cielo.

AplicaciónEn una hoja de papel escribid una

carta a Dios diciéndole cómo os sentís,sabiendo que él os perdona y os mues-tra su misericordia. Leed la oración aun amigo.

Discusión1. ¿Cómo se relaciona el ser miseri-

cordioso con perdonar? ¿Siempre vanjuntas estas acciones?

2. ¿Podéis pensar en algún momen-to de vuestras vidas cuando alguien osmostró misericordia? ¿Cómo os sentis-teis en ese momento?

ActividadCantad la canción “Dios es tan bue-

no”. Ilustrad esta canción con fotos ocon vuestros propios dibujos y prepa-raos para compartirlos con los adultos.

SEGUNDO SÁBADO

Mi club especialVersículo para memorizar«Por eso, los que pertenecen al pueblo

de Dios, los que obedecen sus manda-mientos y siguen fieles a Jesús, necesitanfortaleza» (Apoc. 14: 12, DHH).

Actividades previasMuestre imágenes de los diferentes

clubes a los que uno puede pertenecer,como por ejemplo: Aventureros, Con-quistadores, deportivo, científico, de lec-tura, etc. Pregunte: “¿Cuáles son los re-quisitos para pertenecer a estos clubes?¿Qué tiene de especial el pertenecer aun club?”. Haga una lista con las res-puestas de los niños en una cartulina.

Historia“Ezequiel, ¿ya tienes tu uniforme?”,

preguntó Emiliano entusiasmado, mien-tras un grupo de infantería marchabaen un desfile patriótico por la avenidacentral.

“¡No, todavía no! Espero tenerlopronto”, respondió Ezequiel en un su-surro.

“¿Sabes qué? ¡Nuestro club fue selec-cionado para participar en el desfileprincipal de la ciudad!”, dijo Emiliano.

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“¿En serio? ¡Qué bueno! ¡Eso es unhonor!”, exclamó Ezequiel.

“Nuestra agrupación de Conquista-dores practicará todos los pasos y girosde marcha, dos veces por semana du-rante un mes. Cada movimiento tendráque ser perfecto, ya que cada uno de no-sotros representará la imagen del club yqueremos dar lo mejor de nuestra par-te. A todos los integrantes se nos instru-yó para que tuviéramos nuestros unifor-mes lavados y planchados, acompañadospor zapatos lustrosos, pañuelos bien su-jetos y bandas bien derechitas”, explicóEmiliano.

Pasaron los días y el grupo ensaya-ba las rutinas de marcha en los días pre-vistos y en los horarios convenidos.

Pero en uno de los ensayos, se escu-chó que el guía decía:

“Todos en fila... izquierda, derecha,izquierda... ¡Sin charlar! ¡Cabezas alfrente!”, gritó, señalando a unos pocoschicos que parecían estar desalineadoscon el resto.

“De frente, marrrrrchen... un, dos;izquier..., un, dos, un, dos...”, continua-ba indicando el consejero al hacer so-nar el silbato.

“¡Aaaalto!”, gritó finalmente el con-sejero y dio un fuerte silbatazo. “¿Quécreéis que estáis haciendo, Conquista-dores?” Señaló a Ezequiel, Emiliano ya Kevin para que se adelantaran. “¿Vo-sotros queréis estar en el desfile? ¿Per-tenecéis a nuestro club?”, demandó ellíder.

Los tres chicos se disculparon porno cooperar y expresaron su deseo deser incluidos en el evento especial delclub.

De inmediato, el líder preguntó a to-da la agrupación lo siguiente: “Conquis-tadores, ¿qué dice la ley de nuestroclub?”.

Inmediatamente todos repitieron laley en voz audible y con orgullo:

“Observar la devoción matutina.Cumplir con la parte que me toca.Cuidar mi cuerpo.Tener una mirada franca.Ser cortés y obediente.Andar con reverencia en la casa de Dios.Conservar una canción en el corazón.Ir adonde Dios mande”.

“¡Excelente! ¡Sí, somos miembros delclub de Conquistadores y vosotros soispersonas especiales!”, enfatizó el guía.Y, mirando hacia donde estabanEzequiel, Emiliano y Kevin,frunció el ceño y les dijo:

“Entonces, voso-tros, chicos, ¿estáisdentro o fuera delclub? Recordad, si es-táis dentro, un Con-quistador promete ser dignode confianza, leal, servicial, amigable,cortés, amable, obediente, alegre, aho-rrativo, valiente, limpio y reverente”,repitió el guía.

“¡Perdón, señor, no volverá a suce-der!”, respondieron los tres muchachos,haciendo un saludo elegantemente.

“Continuemos con nuestra prácti-ca. No nos queda mucho tiempo has-ta el desfile del día nacional”, les recor-dó el guía a todos. “Muy bien, de frente,march..., un, dos, un, dos; izquier..., un,dos, un, dos”.

Lección¿Sabíais que todos pertenecemos a

un club aún más especial? ¡Ese es el“Club del Remanente”!

Cuando Jesús venga otra vez, busca-rá a las personas que hayan decididono enojarse ni quejarse cuando otrosles hacían cosas malas. Buscará a aque-llos que intenten ser pacientes cuandoson acusados injustamente, que hayanguardado los mandamientos de Dios,y que crean en Jesucristo como su Sal-vador.

Él buscará a aquellos que oren porotros y compartan las buenas nuevascon ellos. La Biblia dice que será un gru-po pequeño, pero cada miembro serábienvenido en el cielo.

El apóstol Juan nos dice: «¡Miradque viene en las nubes! Y todos lo veráncon sus propios ojos, incluso quienes lotraspasaron» (Apoc. 1: 7). La misiónde esperanza de Jesús a esta tierra es-tará completa. ¡Parecía una misión im-posible! ¿Quién se imagina al Hijo deDios haciéndose un pequeño bebé enesta tierra para salvarnos a ti y a míde nuestros pecados? ¡Ahora es unamisión posible! Jesús ha conquistadoel pecado, y nuestra esperanza en él

se hará realidad en una reunión per-manente con nuestros amados. ¡Asíque, haz tu elección y decide perte-necer a este club especial!

AplicaciónPensad por un momento. ¡Misión

posible! ¡Misión cumplida! Sí, la mi-sión de Jesús de morir por nosotrosen el Calvario nos da esperanza paraesperar el momento cuando venga engloria. Entonces, comparte esto conun amigo en la escuela que no conoz-ca a Jesús. ¡Dile que él también pue-de pertenecer al club especial de Je-sús!

Discusión1. ¿Podemos comprar una entrada

para este “Club del Remanente” espe-cial? ¿Cómo ingresamos? ¿Está abier-to para todos?

2. ¿Qué tres características debenencontrarse en aquellos que pertene-cen a este club especial del remanen-te? (leed Apoc. 14: 12).

ActividadHaga que los niños preparen una

corona de papel y la decoren con bri-llantina, lentejuelas, color dorado,etc. Que le pongan un cartel dicien-do “Club especial de Jesús”. En cadapunta de la corona, peguen una es-trella por cada característica de aque-llos que pertenecen a este club espe-cial como, por ejemplo, creer en Jesús,guardar los mandamientos de Dios,leer su palabra, cantar alabanzas aDios, etc. Sugiera que coloquen suscoronas en sus habitaciones, y orenpidiendo poder para desarrollar esascaracterísticas.

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