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Revista El PeregrinoNoviembre-Diciembre 2013

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Circu

lació

n e

lectr

ón

ica G

ratu

ita

Oración

“Jesús mío , ayúdame a esparcir tu

fragancia dondequiera que yo vaya,

inunda mi alma con tu espíritu y tu vida;

penetra en todo mi ser y toma posesión

de tal manera, que mi vida no sea en

adelante sino una irradiación de la tuya,

quédate en mi corazón con una unión tan

íntima, que las almas que tengan contacto

con la mía, puedan sentir en mi tu

presencia y que, al mirarme, olviden que

yo existo y no piensen sino en ti.

Quédate con migo, así podré convertirme

en luz para los otros.

Esa luz, oh Jesús, vendrá de ti; ni uno

solo de sus rayos será mío: yo te serviré

apenas de instrumento para que tu

ilumines a las almas a través de mí,

déjame alabarte en la forma que es más

agradable, llevando mi lámpara

encendida para disipar las sombras en el

camino de otras almas.

Déjame predicar tu nombre con palabras

o sin ellas… con mi ejemplo, con la

fuerza de tu atracción, con la sobrenatural

influencia evidente del amor que mi

corazón siente por ti.”

El Peregrino

De la Cruz a mí Corazón

Editorial El día de todos los santos es una tradición católica

instituida en honor a todos los santos conocidos y des-

conocidos, según el papa Urbano IV, para compensar

cualquier falta a las fiestas de los santos durante el

año por parte de los fieles, solemnidad celebrada el 1

de noviembre. La conmemoración de los fieles difun-

tos, popularmente llamada día de los muertos o día

de los difuntos, es una ce-

lebración cristiana que

tiene lugar el día 2 de no-

viembre, cuyo objetivo es

orar por aquellos fieles

que han acabado su vida

terrenal y, específicamen-

te, por aquellos que se

encuentran aun en estado

de purificación en el pur-

gatorio.

Hemos llegado a nuestro

segundo volumen de esta

pequeña revista, y quise to-

mar esta pagina para hablar

de un tema en especial, Los

Santos, bien sabemos que

son personas que han entre-

gado su vida completa a

Dios, son personas como

cada uno de nosotros con la

única diferencia que se han

entregado completamente al servicio a los demás, al servi-

cio único, personas que han preferido dejar su vida por

seguir el camino que nos invita el Evangelio, bien tenemos

el caso de San Francisco de Asís que prefirió dejar todos

sus bienes materiales por los mejores bienes espirituales,

además bien sabemos que San Francisco era el primero

que se apuntaba en las fiestas de su ciudad natal, llevaba

una vida desordenada, pero un día alguno nació en su co-

razón una locura, como muchos le dijeron, así es, una lo-

cura, pero cual era esta locura, una muy famosa, la locura

por seguir a Dios, por entregarse a él en cuerpo y alma y

llevar una vida santificada, una vida al servicio de los de-

más, y así como San Francisco hay muchos santos que po-

demos mencionar, y por eso es justo dedicarles un día, el

1 de noviembre llega el día y estos santos desde el cielo,

se que sus almas entregadas sienten un gozo infinito de

amor. Ahora bien, ¿será que en nuestros tiempos habrán

Santos?

Pues te digo, el mundo necesita santos del siglo XXI, pe-

ro como son los santos de este siglo, son santos, que es-

tén dispuestos a entregarse

completamente al servicio,

personas que disfruten de

un buen paseo con los ami-

gos, que disfruten las cosas

del mundo con la excepción

de no ser personas munda-

nas, personas que disfruten

una muy buena vida, siendo

misericordiosos con los de-

más, llevando pan al ham-

briento, pero no solo pan

material, sino el pan espiri-

tual, también vistiendo al

desnudo, siendo misericor-

diosos, y buscando primero

el reino de Dios, y entera-

dos que al buscarlo primero

a él lo demás se nos dará

por añadidura, ahora bien

será que nosotros somos

miembros de ese grupo de

santos, privilegiados de ese don maravilloso de Dios,

Bien querido hermano, la invitación que se nos hace en

nuestro tiempo, no es otra invitación, más que hacer la

diferencia en nuestro mundo actual, ser la diferencia, sabe-

dores que no somos perfectos, más bien con la intención

de ser santos del siglo XXI con el corazón dispuesto a

amar a nuestros hermanos, con la intención de ser perse-

guidores de la fe, conocedores de la verdad y felices con la

vida que Dios nos da.

Ánimo hermano, recuerda siempre ser Santo del Siglo

XXI...

Pág. 01 El Peregrino

Por: De la Cruz a mí Corazón

Directorio: El Peregrino

La Revista

Año 1- Volumen I1- Noviembre y Diciembre

Circulación Electrónica Gratuita

Una realización Gracias a:

Dios.

Parte de: De la Cruz a mí Corazón

Página Católica en Facebook:

El Peregrino

Correo:

[email protected]

Prohibida la reproducción total o parcial.

Los artículos son propiedad de sus autores.

Dirección General:

De la Cruz a mí Corazón

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Textos/Redacción

Los artículos publicados son autoría de

los escritores. Así como los comenta-

rios personales y opiniones

Fotografías:

El Peregrino/Autores

Google/Imágenes

www.eternadevocion.com

Carlos Francisco Sosa

Diseño y Diagramación:

Publi-JoÉ

Sumario:

Editorial

Página. 1

Halloween: ¿lo debe celebrar un cristiano?

Páginas. 3 y 4

Nuestra Tradición.

Página. 5

Inmaculada Concepción

Pagina. 6 y 13

¿y tú, qué harías por tu hermano?

Página. 7

Historia: Nuestra Señora de la Medalla Milagro-

sa: Primera Parte

Páginas. 8 y 9

La casa edificada sobre la roca.

Página. 10

Cristo Rey: solemnidad

Página. 11

Nunca te detengas.

Página. 12

Adviento.

Página. 14

Historia de la Virgen de Guadalupe.

Página. 15

La navidad y sus tradiciones: las posadas.

Páginas. 16 y 17

La navidad y su verdadero sentido.

Página. 18

La vida es más que esto. Portada: Campana del templo El Calvario Antigua Guatemala.

Fotografía: José Monroy.

Contraportada: Fotografía Carlos Francisco Sosa.

Desgraciadamente muchos cristia-

nos han olvidado el testimonio de

los santos y la importancia de rezar

por los muertos y se dejan llevar

por costumbres paganas para fes-

tejar con brujas y fantasmas.

"Halloween" significa (All hallow´s

eve), del inglés antiguo, all hallows

eve, o Víspera Santa, pues se re-

fiere a la noche del 31 de octubre,

víspera de la Fiesta de Todos los

Santos. La fantasía anglosajona,

sin embargo, le ha robado su senti-

do religioso para celebrar en su

lugar la noche del terror, de las bru-

jas y los fantasmas. Halloween

marca un triste retorno al antiguo

paganismo, tendencia que se ha

propagado también entre los pue-

blos hispanos.

Raíces paganas de Halloween

Ya desde el siglo VI antes de Cristo

los celtas del norte de Europa cele-

braban el fin del año con la fiesta

de Samhein (o La Samon), fiesta

del sol que comenzaba la noche

del 31 de octubre. Marcaba el fin

del verano y de las cosechas. El

colorido de los campos y el calor

del sol desaparecían ante la llega-

da de los días de frío y oscuridad.

Creían que aquella noche el dios

de la muerte permitía a los muertos

volver a la tierra fomentando un

ambiente de muerte y terror. La

separación entre los vivos y los

muertos se disolvía aquella noche

y haciendo posible la comunicación

entre unos y otros.

Aquellos desafortunados también

creían que esa noche los espíritus

malignos, fantasmas y otros mons-

truos salían libremente para aterro-

rizar a los hombres. Para aplacar-

los y protegerse se hacían grandes

hogueras. Estas hogueras tuvieron

su origen en rituales sagrados de la

fiesta del sol. Otras formas de evi-

tar el acoso de estos macabros

personajes era preparándole ali-

mentos, montando macabras esce-

nografías y disfrazándose para tra-

tar de asemejarse a ellos y así pa-

sar desapercibidos sus miradas

amenazantes.

Mezcla con el cristianismo

Cuando los pueblos celtas se cris-

tianizaron, no todos renunciaron a

las costumbres paganas. Es decir,

la conversión no fue completa. La

coincidencia cronológica de la fies-

ta pagana con la fiesta cristiana de

Todos los Santos y la de los difun-

tos, que es el día siguiente, hizo

que algunos las mezclaran. En vez

de recordar los buenos ejemplos

de los santos y orar por los antepa-

sados, se llenaban de miedo ante

las antiguas supersticiones sobre la

muerte y los difuntos.

Algunos inmigrantes Irlandeses

introdujeron Halloween en los Esta-

dos Unidos donde llegó a ser parte

del folklore popular. Se le añadie-

ron diversos elementos paganos

tomados de los diferentes grupos

de inmigrantes hasta llegar a incluir

la creencia en brujas, fantasmas,

duendes, drácula y monstruos de

toda especie. Desde USA, Ha-

lloween se ha propagado por todo

el mundo.

Algunas costumbres de Hallow-

een

Trick or Treat

Los niños (y no tan niños) se disfra-

zan (es una verdadera competen-

cia para hacer el disfraz mas horri-

ble y temerario) y van de casa en

casa exigiendo «trick or

treat» (truco o regalo). La idea es

que si no se les da alguna golosina

le harán alguna maldad al residen-

te del lugar que visitan.

Halloween, ¿Lo debe celebrar un cristiano?

Pág. 03 El Peregrino

Por: Tere Fernández/Catholic.net

La Calabaza

Según una antigua leyenda irlan-

desa un hombre llamado Jack ha-

bía sido muy malo y no podía en-

trar en el cielo. Tampoco podía ir

al infierno porque le había jugado

demasiados trucos al demonio.

Tuvo por eso que permanecer en

la tierra vagando por los caminos,

con una linterna a cuesta. Esta

linterna primitiva se hace vacian-

do un vegetal y poniéndole dentro

un carbón encendido. Para ahu-

yentar a Jack-o-´Lantern la gente

supersticiosa ponía una linterna

similar en la ventana o frente a la

casa. Cuando la tradición se po-

pularizó en USA, el vegetal con

que se hace la linterna comenzó a

ser una calabaza la cual es parte

de las tradiciones supersticiosas

de Halloween.

Fiestas de Disfraces

Como hemos visto, los disfraces

de Halloween tienen origen en el

paganismo y por lo general alu-

den a miedo y a la muerte. Hoy

día con frecuencia los disfraces

se burlan de las cosas sagradas.

Vemos, por ejemplo, disfraces de

monjas embarazadas, sacerdoti-

sas, pervertidos sexuales, etc.

Nada de eso es gracioso y solo

puede ofender a Dios.

Jesucristo es la victoria sobre

el mal

La cultura moderna, jactándose

de ser pragmática y científica, ha

rechazado a Dios por conside-

rarlo un mito ya superado. Al

mismo tiempo, para llenar el

vacío del alma, el hombre de

hoy retrocede cada vez mas al

absurdo de la superstición y del

paganismo. Ha cambiado a Dios

por el mismo demonio. No es de

extrañar entonces que vivamos en

una cultura de la muerte en la que

millones de niños son abortados

cada año y muchos mas mueren

de hambre y abandono.

Es más fácil dejarse llevar por la

corriente de la cultura y regresar

al miedo, a la muerte y a un "mas

allá" sin Dios porque, sin la fe, el

hombre se arrastra hacia la nece-

sidad de protegerse de fuerzas

que no puede dominar. Busca de

alguna manera con sus ritos exor-

cizar las fuerzas superiores.

Como católicos, profesamos que

solo Jesucristo nos libera de la

muerte. Solo Él es la luz que brilla

en la oscuridad de los largos in-

viernos espirituales del hombre.

Solo Él nos protege de la mons-

truosidad de Satanás y los demo-

nios. Solo Él le da sentido al sufri-

miento con su Cruz. Solo Él es

vencedor sobre el horror y la

muerte. Solo Dios basta para

quién ha recibido la gracia y vive

como discípulo de Cristo. Ante

Cristo la cultura de la muerte cede

el paso al amor y la vida.

Alternativas a Halloween

Los cristianos debemos no solo

desenmascarar el mal sino ser

además luz en las tinieblas. Debe-

mos abogar por el retorno a la

verdadera celebración de la Fies-

ta de Todos los Santos y la rique-

za del festejo del Día de muertos .

Se pueden hacer muchas celebra-

ciones en torno al recuerdo de los

santos.

Aquellos que hagan el esfuerzo

por vivir su fe lograrán en la Fies-

ta de Todos los Santos recordar

que todos somos llamados a la

santidad. Podrán conocer la vidas

maravillosas de los santos que les

ayudarán a vivir el Evangelio. En-

contrarán además grandes ami-

gos que intercederán desde el

cielo por su salvación.

Pág. 04 El Peregrino

Por: Tere Fernández/Catholic.net

Pág. 05 El Peregrino

Por: Historia de Santiago Sacatepéquez.

Cuenta la leyenda que cada 1 de no-

viembre los espíritus malignos invadían

el cementerio para molestar a los

muertos. Esto ocasionaba que las almas

de los difuntos vagaran inquietas por

las calles. Esto se repetía cada año en la

misma fecha, por lo que los habitantes

de Santiago Sacatepéquez decidieron

consultar con los ancianos, quienes re-

comendaron realizar sonidos con peda-

zos de papel en el viento para expulsar

a los intrusos. Desde hace 114 años

aproximadamente se realiza esta tradi-

ción en dicho lugar, la cual dio origen a

la elaboración de barriletes que con el

paso de los años se convirtió en parte

de las raíces que identifican a este pue-

blo y al mismo tiempo en un festival

que busca enaltecer la cultura, el fol-

clor y el arte por medio de la elabora-

ción de estas obras gigantes que

adornan el cielo de colores.

Nuestra Tradición...

"...declaramos, proclamamos y defi-nimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer ins-tante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipo-tente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constan-temente creída por todos los fie-les..." (Pío IX, Bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de 1854) "...declaramos, proclamamos y defini-mos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa ori-ginal en el primer instante de su concep-ción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los mé-ritos de Cristo Jesús Salvador del géne-ro humano, está revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constante-mente creída por todos los fie-les..." (Bula Ineffabilis Deus, el Papa Pío IX ) La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia singular de Dios, María fue preservada de todo peca-do, desde su concepción. Como demostraremos, esta doctrina es de origen apostólico, aunque el dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus. La Concepción: Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana. Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos re-ferimos a la concepción de Jesús quién, claro está, también fue con-cebido sin pecado. El dogma decla-ra que María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vien-

tre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena de gracia" desde su concepción. La Encíclica "Fulgens corona", pu-blicada por el Papa Pío XII en 1953 para conmemorar el centenario de la definición del dogma de la Inmacu-lada Concepción, argumenta así: «Si en un momento determinado la San-tísima Virgen María hubiera queda-do privada de la gracia divina, por haber sido contaminada en su con-cepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya -al menos durante ese periodo de tiempo, por más breve que fuera- la enemistad eterna de la que se habla desde la tradición pri-mitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien cierta servidumbre» Fundamento Bíblico La Biblia no menciona explícitamen-te el dogma de la Inmaculada Con-cepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctri-nas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra "Trinidad", por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando és-ta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostó-lica. El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Génesis 3:15) menciona a la Madre del Redentor. Es el lla-mado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la ser-piente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hom-bre había perdido por el peca-do. Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gra-cia puede explicar que conti-núe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una pro-mesa directa de que vendrá un

redentor. Junto a El se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Ma-dre Virginal. En Lucas 1:28 el ángel Gabriel en-viado por Dios le dice a la Santísima Virgen María «Alégrate, llena de gra-cia, el Señor está contigo.». Las pa-labras en español "Llena de gracia" no hace justicia al texto griego origi-nal que es "kecharitomene" y signi-fica una singular abundancia de gra-cia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pa-saje no "prueba" la Inmaculada Con-cepción de María ciertamente lo su-giere. El Apocalipsis narra sobre la «mujer vestida de sol» (Ap. 12,1). Ella representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la Santísima Virgen, en virtud de una gracia singular. Ella es toda esplendor porque no hay en ella mancha alguna de pecado. Lle-va el reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación esponsal de Dios con su pueblo.

Solemnidad 08 de diciembre

Continua en la página. 13

Pág. 06 El Peregrino

Pocas veces nos hemos plan-teado la pregunta “¿qué haría yo por mi hermano?”, iniciemos reconociendo que todos somos hijos de Dios, creer que Jesu-cristo es el Hijo de Dios, nos ha-ce ser hijos de Dios, y por con-siguiente hace que todos sea-mos hermanos, y Las Sagradas Escrituras nos mandan amar a nuestros hermanos, esto pode-mos afirmarlo en el Evangelio de san Mateo 22:37-39 “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” y “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Para amar a Dios no basta solo con decirlo, se necesita llevar a la práctica ese amor, pero ¿cómo llevar a la práctica ese amor? La respuesta es muy sencilla, “a través de nuestros hermanos”, solamente si ama-mos a nuestro prójimo, podre-mos amar verdaderamente a Dios, pero para amar a nuestro hermano implica perdonar cuan-do se nos ofende, ayudar cuan-do se necesite, y ser siempre misericordiosos, un ejemplo cla-ro de esto es la parábola de “El Buen Samaritano” (Lucas 10: 25-37.), donde Jesucristo nos manda a ser compasivos, y so-bre todo nos dice que “Vayamos y que hagamos lo mismo”, pero ¿hacemos nosotros lo mis-mo que el Buen Samaritano? ¿Actuamos compasivos ante las necesidades de nuestros her-manos?

Santo Tomás nos dice que, el amor a Dios y al prójimo es una sola y misma virtud, LA CARI-DAD, esta virtud no implica exactamente cuestiones de di-nero o cosas materiales, pode-mos practicar la caridad con nuestros hermanos escuchán-dolos, dándoles una palabra de aliento, orando por los que no oran y agradeciendo por los que no son agradecidos, pero mu-chas veces los seres humanos somos egoístas pues no nos preocupamos por lo que le pue-da estar pasando a nuestro her-mano, la mayor parte del tiempo pasamos preocupados sola-mente por nuestra vida, por nuestras dificultades y nuestras carencias. Muchas veces deci-mos ser cristianos “hijos de Dios, todos hermanos” pero pocas veces lo vivimos de cora-zón, pues muchas veces sa-biendo que alguien está en pro-blemas o en situaciones difíciles no le damos una palabra de aliento o nuestro apoyo, hay un dicho que dice “no hagas a otro lo que no te gustaría que te hicieran a ti”, este es un gran mensaje y sobre todo una bue-na forma de empezar a cambiar ese egoísmo en caridad, pongá-monos en los zapatos de nuestro hermano, y preguntémonos: “¿qué esperamos que nuestro hermano haga por nosotros?”, esto nos hará amar a nuestro prójimo y sobre todo, nos hará amar a Dios verdade-

ramente, y con ello cumplir sus mandamientos y poder ganar Gracia ante Él, así que amemos a nuestro prójimo como Cristo nos amó, hasta el punto de dar su propia vida. Estimados lectores, hoy pode-mos tomar la decisión de cam-biar las actitudes negativas y falta de amor y caridad hacia nuestros hermanos, y compren-der que Dios nos manda que amemos a los demás así como Él nos ama, y así como Él nos recibe cuando los buscamos, de la misma manera actuar con nuestros hermanos. ¿Seremos capaces de ser bue-nos samaritanos?

¿Y tú, qué harías por tu hermano?

Pág. 07 El Peregrino

Por: Devotos de “El Dulce Rabí”

Las apariciones En 1830: tiene lugar en París la prime-ra aparición moderna de la Virgen Santísima. Comienza lo que Pío XII llamó la "era de María", una etapa de repetidas visitaciones celestiales. En-tre otras: La Salette, Lourdes, Fáti-ma ... Y como en su visita a Santa Isa-bel, siempre viene para traernos gra-cia, para acercarnos a Jesús, el fruto bendito de su vientre. También para recordarnos el camino de salvación y advertirnos las consecuencias de optar por otros caminos. Sta. Catalina Labouré Catalina nació el 2 de mayo de 1806, en Fain-les-Moutiers, Borgoña ( Fran-cia ). Entró a la vida religiosa con la Hijas de la Caridad el 22 de enero de 1830 y después de tres meses de pos-tulantado, 21 de abril, fue trasladada al noviciado de París, en la Rue du Bac, 140. El Corazón de San Vicente La novicia estaba presente cuando trasladaron los restos de su fundador, San Vicente de Paul, a la nueva iglesia de los Padres Paules a solo unas cua-dras de su noviciado. El brazo derecho del santo fue a la capilla del novicia-do. En esta capilla, durante la novena, Catalina vio el corazón de San Vicente en varios colores. De color blanco, significando la unión que debía existir entres las congregaciones fundadas por San Vicente. De color rojo, signifi-cando el fervor y la propagación que habían de tener dichas congregacio-nes. De color rojo oscuro, significando la tristeza por el sufrimiento que ella padecería. Oyó interiormente una voz: " el corazón de San Vicente está pro-fundamente afligido por los males que van a venir sobre Francia ". La misma voz añadió un poco mas tarde: " El corazón de San Vicente está mas con-solado por haber obtenido de Dios, a través de la intercesión de la Santísi-ma Virgen María, el que ninguna de las dos congregaciones perezca en medio de estas desgracias, sino que Dios hará uso de ellas para reanimar

la fe ". Visiones del Señor en la Eucaristía Durante los 9 meses de su noviciado en la Rue du Bac, sor Catalina tuvo también la gracia especial de ver to-dos los días al Señor en el Santísi-mo Sacramento. El domingo de la Santísima Trinidad, 6 de junio de 1830, el Señor se mostró durante el evangelio de la misa como un Rey, con una cruz en el pecho. De pronto, los ornamentos reales de Je-sús cayeron por tierra, lo mismo que la cruz, como unos despojos desperdicia-bles. "Inmediatamente - escribió sor Catalina - tuve las ideas mas negras y terribles: que el Rey de la tierra estaba perdido y sería despojado de sus ves-tiduras reales. Sí, se acercaban cosa malas ". Catalina sueña con ver a la Virgen El domingo 18 de Julio 1930, víspera de la fiesta de San Vicente de Paúl, La maestra de novicias les había ha-blado sobre la devoción a los santos, y en particular a la Reina de todos ellos, María Santísima. Sus palabras, im-pregnadas de fe y de una ardiente pie-dad, avivaron en el corazón de Sor Labouré el deseo de ver y de contem-plar el rostro de la Santísima Virgen. Como era víspera de San Vicente, les habían distribuido a cada una un peda-cito de lienzo de un roquete del santo. Catalina se lo tragó y se durmió pen-sando que S. Vicente, junto con su ángel de la guarda, le obtendrían esa misma noche la gracia de ver a la Vir-gen como era su deseo. Precisamen-te, los anteriores favores recibidos en las diversas apariciones de San Vicen-te a Sor Catalina alimentaban en su corazón una confianza sin limites ha-cia su bienaventurado padre, y su can-dor y viva esperanza no la engañaron. "La confianza consigue todo cuanto espera" (San Juan de la Cruz). El Ángel la despierta Todo era silencio en la sala donde dor-mía Sor Catalina y cerca de las 11:30 PM oyó que por tres veces la llamaban

por su nombre. Se despertó y apartan-do un poco las cortinas de su cama miro del lado que venia la voz y vio entonces un niño vestido de blanco, que parecía tener como cuatro o cinco años, y el cual le dijo: "Levántate pron-to y ven a la capilla; la Santísima Vir-gen te espera".

"Allí pasé los

momentos más

dulces de mi vida;

me sería imposible

decir lo que sentí" Sta. Catalina Labouré

HISTORIA: NUESTRA SEÑORA DE LA MEDALLA MILAGROSA: PRIMERA PARTE

Pág. 08 El Peregrino

Sor Catalina vacila; teme ser notada de las otras novicias; pero el niño res-ponde a su preocupación interior y le dice: "No temas; son las 11;30 p.m.; todas duermen muy bien. Ven yo te aguardo". Ella no se detiene ya ni un momento; se viste con presteza y se pone a dis-posición de su misterioso guía, "que permanecía en pie sin separarse de la columna de su lecho." Vestida Sor Catalina, el niño comien-za a andar, y ella lo sigue marchando a "su lado izquierdo". Por donde quie-ra que pasaban las luces se encen-dían. El cuerpo del niño irradiaba vi-vos resplandores y a su paso todo quedaba iluminado. Al llegar a la puerta de la capilla la encuentra cerrada; pero el niño toca la puerta con su dedito y aquella se abrió al instante. Dice Catalina: "Mi sorpresa fue mas completa cuando, al entrar a la capi-lla, vi encendidas todas las velas y los cirios, lo que me recordaba la Misa de media noche". (todavía ella no ve a la Virgen) El niño la llevó al presbiterio, junto al sillón destinado al P. Director, donde

solía predicar a las Hijas de la Cari-dad, y allí se puso de rodillas, y el niño permaneció de pie todo el tiem-po al lado derecho. La espera le pareció muy larga, ya que con ansia deseaba ver a la Vir-gen. Miraba ella con cierta inquietud hacia la tribuna derecha, por si las hermanas de vela, que solían dete-nerse para hacer un acto e adora-ción, la veían. Por fin llego la hora deseada, y el niño le dijo: "Ved aquí a la Virgen, vedla aquí" Sor Catalina oyó como un rumor, como el roce de un traje de seda, que partía del lado de la tribuna, junto al cuadro de San José. Vio que una señora de extremada belle-za, atravesaba majestuosamente el presbiterio, "fue a sentarse en un sillón sobre las gradas del altar mayor, al lado del Evangelio". Sor Catalina en el fondo de su cora-zón dudaba si verdaderamente es-

taba o no en presencia de la Reina de los Cielos, pero el niño le dijo: "Mira a la Virgen". Le era casi imposible describir lo que experimentaba en aquel instante, lo que paso dentro de ella, y le parecía que no veía a la Santísima Virgen. Entonces el niño le habló, no como niño, sino como el hombre mas enér-gico y palabras muy fuertes: -"¿Por ventura no puede la Reina de los Cielos aparecerse a una pobre cria-tura mortal en la forma que mas le agrade?" Entonces, mirando a la Virgen, me puse en un instante a su lado, me arrodille en el presbiterio, con las ma-nos apoyadas en las rodillas de la Santísima Virgen. "Allípasé los mo-mentos más dulces de mi vida; me sería imposible decir lo que sentí". Ella me dijo cómo debía portarme con mi director, la manera de comportar-me en las penas y acudir (mostrándome con la mano izquierda) a arrojarme al pie del altar y desaho-gar allí mi corazón, pues allí recibiría todos los consuelos de que tuviera necesidad. Entonces le pregunté que significaban las cosa que yo había

visto, y ella me lo explicó todo ". Instrucciones de la Santísima Vir-gen Fueron muchas las confidencias que Sor Catalina recibió de los labios de María Santísima, pero jamás podre-mos conocerlas todas, porque respec-to a algunas de ellas, le fue impuesto el mas absoluto secreto. La Virgen le dio algunos consejos pa-ra su particular provecho espiritual: (La Virgen es Madre y Maestra) 1- Como debía comportarse con su director (humildad profunda y obe-diencia). Esto a pesar de que su con-fesor, el padre Juan María Aladel, no creyó sus visiones y le dijo que las olvidara. 2- La manera de comportarse en las penas, (paciencia, mansedumbre, gozo) 3- Acudir siempre (mostrándole con la mano izquierda) a arrojarse al pie del altar y desahogar su corazón, pues allí recibiría todos los consuelos de que tuviese necesidad. (corazón indi-viso, no consuelos humanos) La Virgen también le explicó el signifi-cado de todas las apariciones y reve-laciones que había tenido de San. Vicente y del Señor.

Esta página es obra de Las Siervas de los Corazo-nes Traspasados de Jesús y María. (Continuará Volumen III)

"Ved aquí a la Virgen, vedla aquí"

Pág. 09 El Peregrino

Parábola de la casa sobre la roca

Mateo 7:24–29; Lucas 6:47–49.

24 A cualquiera, pues, que me oye

estas palabras y las pone en prácti-

ca, lo compararé a un hombre pru-

dente que edificó su casa sobre la

roca.

25 Descendió la lluvia, vinieron ríos,

soplaron vientos y golpearon contra

aquella casa; pero no cayó, porque

estaba cimentada sobre la roca.

26 Pero a cualquiera que me oye

estas palabras y no las practica, lo

compararé a un hombre insensato

que edificó su casa sobre la arena.

27 Descendió la lluvia, vinieron ríos,

soplaron vientos y dieron con ímpe-

tu contra aquella casa; y cayó, y fue

grande su ruina».

28 Cuando terminó Jesús estas pa-

labras, la gente estaba admirada de

su doctrina,

29 porque les enseñaba como quien

tiene autoridad y no como los escri-

bas.

Cimentar sobre la roca es construir

la vida sobre las acciones que se

derivan de la enseñanza de Jesús.

Hoy en día por todas las situacio-

nes que se acontecen en el mundo

para la vida de nosotros los jóve-

nes y para cualquier otra persona

es muy difícil no solo escuchar la

palabra de Dios sino también prac-

ticarla ya que tratamos de evadir

todo lo relacionado con Dios y con

la Iglesia, pero no debemos olvidar

que nuestra vida debe ser construi-

da sobre una roca firme que nos

ayude a superar las tormentas, ir a

fondo para construir algo fuerte y

duradero.

La palabra de Dios debe ir hasta el

fondo de nuestra realidad personal;

Jesús es la palabra, él mismo es la

voluntad, es la roca prometida por

Dios que puede resistir cualquier

tormenta es por esa razón que

nuestra vida, nuestras creencias y

todo lo relacionado con nosotros

debe estar sobre una roca firme;

cavar profundamente decirle al Se-

ñor: “Yo soy tu albañil y tu el arqui-

tecto que me debe dirigir”, Sin

Dios en nuestra vida y sobre todo si

nuestra vida no la construimos ci-

mentada en las palabras de Dios y

no la ponemos en práctica seremos

como aquel hombre que fue cons-

truyendo su vida poco a poco, qui-

zá escuchando la palabra de Dios

pero no practicando lo que escucha

pero también se involucra el acto

de la fe ya que sin obras la fe no

valdría nada así fue como las tor-

mentas, las corrientes se precipita-

ron en aquella casa que no tenía

buen cimiento y enseguida se

desmoronó, siendo

grande el desastre

en esa casa. Las

pruebas siempre

se estarán presentando

continuamente en

nuestra vida pero

debemos actuar

como aquel hombre sabio

que quiso construir su vida sobre

una roca segura y firme, es así co-

mo vienen las tormentas, los

problemas y las dificultades

para el ser humano; pero que

sucede la palabra de Dios no sola-

mente la escuchó sino también la

puso en práctica pero lo mas im-

portante empezó a construir su vida

a base de Dios y los problemas no

pudieron derrumbar su vida.

Yo como persona al tener la expe-

riencia de escuchar muy de cerca

la palabra de Dios al momento de

servir me ayuda mucho a tomarle

amor a todo lo relacionado con él,

pero también sé que hay proble-

mas que nos agobian, que nos pro-

vocan decepciones y muchas ve-

ces no hacen dudar pero es en ese

momento donde Dios se revela por

medio de su palabra y la persona

que decide vivir su vida con él co-

mo centro de todo: de su vida, de

alguna relación, en su familia, con

sus amistades logrará evadir cual-

quier prueba y tendrá una vida ple-

na y segura.

Así pues construyamos nuestra

vida en una roca firme porque

vienen tormentas y problemas

pero la roca de Cristo soporta

todo-.

Pág. 10 El Peregrino

Por: Evelyn Tó

¿Quién gobierna en un

reino? Lógicamente el Rey, y él es

el quien debe de llevar el mando,

ahora pregunto: ¿Quién es nuestro

Rey?

Déjeme decirle hermano en Cristo

que precisamente él, es el que tie-

ne que ser nuestro Rey, y debe de

tomar el mando de nuestra vida, y

al hablar de él, me estoy refiriendo

a Jesucristo, así es, a veces nos

cuesta entregar nuestra vida a Jesús

pero de verdad, es Jesús el centro

de nuestra vida, me pregunto, por

que habrá tanta violencia, tantos

robos, tanta delincuencia y no solo

en Guatemala sino también en mu-

chas otras partes del mundo, y en-

seguida encuentro solo una res-

puesta, cada persona de nosotros

poco a poco se aleja del camino de

Dios, encuentra en otras cosas una

felicidad superficial, algo que nos

dura tan solo un instante, las fami-

lias se abandonan los unos con los

otros, los amigos se dan la espalda,

donde estará el amor, donde se

encontrará la paz, todo esto está

escondido, pero no porque quiera,

sino por que los humanos la han

escondido, pero como hacemos

para encontrar lo que nosotros

mismos hemos escondido, fácil, en

nuestro corazón, solo deja lo mun-

dano y sigue lo que nos manda

nuestro Señor, decía el Papa Fran-

cisco, no solo los creyentes se sal-

van, y con esto nos quiso decir, haz

el bien e iremos al lugar prometido

por Jesús, la vida eterna, solamente

sirvamos a nuestro prójimo, amé-

monos de corazón, y todo esto

solo lo podremos encontrar, al te-

ner a Cristo como el centro de

nuestra vida, como nuestro Dios,

como nuestro salvador, como

nuestro: REY, como nuestro amor,

el amor de los amores. Al escuchar

la frase: Cristo Rey, mi corazón

llora, por tantos pecados, por que

se recuerda de aquel viernes santo,

cuando a mi Rey, lo coronaron,

con aquella corona de espinas y no

con aquella que se hace con el oro

más fino, cuan fue su amor por ti y

por mi, que soporto toda humilla-

ción y por qué, solo para que tu y

yo, tengamos una vida plena, una

vida eterna, recuerda pues, tener a

Cristo como el centro de tu vida, y

la esperanza estará ahí, para que

cese la violencia y pronto haya paz.

Jesús Rey es una situación y ser del

Reino de Jesús es otra. Jesús Rey

es adorarlo, obedecer sus manda-

tos, tenerlo como padre, hacer su

voluntad, tiene que ser nuestro

todo. El reino de Jesús es ver a los

demás como hermanos, compren-

dernos mutuamente, tenernos pa-

ciencia, ayudarnos, perdonarnos.

Nunca será él el Rey, sino es él

quien gobierne nuestra vida…

SOLEMNIDAD… Esta celebra-

ción se lleva al finalizar cada año

litúrgico, pero cuántos años más

tendrán que pasar para que definiti-

vamente el sea nuestro Rey, bien

sabemos que el año litúrgico, em-

pieza en adviento, que es la prepa-

ración para recibir el nacimiento

de nuestro redentor, continua con

la epifanía, tiempo ordinario, cua-

resma, preparación para la pascua,

pascua y continuamos con tiempo

ordinario, pero, de qué nos sirven

todos estos tiempos, sino los vivi-

mos como debe de ser, así nunca

llegaremos al verdadero objetivo, a

que Jesús sea nuestro Rey, ahora

pues hagamos de esta celebración

el centro de nuestra vida, y comen-

cemos un nuevo año litúrgico, con

la emoción de prepararnos, para

que el próximo año, al llegar a esta

fecha, podamos celebrar de una

manera solemne esta festividad, y

podamos decir que en realidad,

Jesús es el Rey de Nuestra Vida...

CRISTO REY SOLEMNIDAD

Pág. 11 El Peregrino

Por: El Peregrino

Siempre ten presente que la piel se arruga,

el pelo se vuelve blanco,

los días se convierten en años…

pero lo importante no cambia;

tu fuerza y tu convicción no tiene edad.

Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.

Detrás de cada línea de llegada, hay un desafío.

Mientras estés vivo, siéntete vivo.

Si extrañas lo que hacías vuelve a hacerlo.

No vivas de fotos amarillas.

Sigue aunque todos esperen que abandones.

No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.

Haz que en vez de lastima, te tengan respeto.

Cuando por los años no puedas correr, trota.

Cuando no puedas trotar, camina.

Cuando no puedas caminar, usa el bastón…

Pero por favor, nunca te detengas!!!

(Madre Teresa de Calcuta)

Los Padres de la Iglesia y la Inma-culada Los Padres se referían a la Virgen Ma-ría como la Segunda Eva (cf. I Cor. 15:22), pues ella desató el nudo cau-sado por la primera Eva. También se refieren a la Virgen Santí-sima como la absolutamente pura, San Agustín y otros. La iglesia Oriental ha llamado a María Santísima la "toda santa" En el siglo IX se introdujo en Occiden-te la fiesta de la Concepción de María, primero en Nápoles y luego en Inglate-rra. Hacia el año 1128, un monje de Can-terbury llamado Eadmero escribe el primer tratado sobre la Inmaculada Concepción donde rechaza la obje-ción de San Agustín contra el privile-gio de la Inmaculada Concepción, fun-dada en la doctrina de la transmisión del pecado original en la generación humana. La castaña, escribe Eadmero, «es concebida, alimentada y formada bajo las espinas, pero que a pesar de eso queda al resguardo de sus pincha-zos». Incluso bajo las espinas de una generación que de por sí debería transmitir el pecado original, María permaneció libre de toda mancha, por voluntad explícita de Dios que «lo pu-do, evidentemente, y lo quiso. Así pues, si lo quiso, lo hizo». Los grandes teólogos del siglo XIII pre-sentaban las mismas dificultades de San Agustín: la redención obrada por Cristo no sería universal si la condición de pecado no fuese común a todos los seres humanos. Si María no hubiera contraído la culpa original, no hubiera podido ser rescatada. En efecto, la redención consiste en librar a quien se encuentra en estado de pecado. El franciscano Juan Duns Escoto, al principio del siglo XIV, inspirado en algunos teólogos del siglo XII y por el mismo San Francisco (siglo XIII, devo-to de la Inmaculada), brindó la clave para superar las objeciones contra la doctrina de la Inmaculada Concepción de María. El sostuvo que Cristo, el me-diador perfecto, realizó precisamente

en María el acto de mediación más excelso: Cristo la redimió preserván-dola del pecado original. Se trata una redención aún más admirable: No por liberación del pecado, sino por preser-vación del pecado. Escoto preparó el camino para la defi-nición dogmática. Dicen que su inspi-ración le vino al pasar por frente de una estatua de la Virgen y decirle: "Dignare me laudare te: Virgo Sacra-ta" (Oh Virgen sacrosanta dadme las palabras propias para hablar bien de Ti). 1. ¿A Dios le convenía que su Madre naciera sin mancha del pecado origi-nal? - Sí, a Dios le convenía que su Madre naciera sin ninguna mancha. Esto es lo más honroso, para Él. 2. ¿Dios podía hacer que su Madre naciera sin mancha de pecado origi-nal? - Sí, Dios lo puede todo, y por tanto po-día hacer que su Madre naciera sin mancha: Inmaculada. 3. ¿Lo que a Dios le conviene hacer lo hace? ¿O no lo hace? Todos respon-dieron: Lo que a Dios le conviene ha-cer, lo que Dios ve que es mejor ha-cerlo, lo hace. Entonces Scotto exclamó: Luego 1. Para Dios era mejor que su Madre fuera Inmaculada: o sea sin mancha del pecado original. 2. Dios podía hacer que su Madre na-ciera Inmaculada: sin mancha 3. Por lo tanto: Dios hizo que María naciera sin mancha del pecado origi-nal. Porque Dios cuando sabe que algo es mejor hacerlo, lo hace. Méritos: María es libre de pecado por los méri-tos de Cristo Salvador. Es por El que ella es preservada del pecado. Ella, por ser una de nuestra raza humana, aunque no tenía pecado, necesitaba salvación, que solo viene de Cristo. Pero Ella singularmente recibe por adelantado los méritos salvíficos de Cristo. La causa de este don: El poder y omnipotencia de Dios. Razón: La maternidad divina. Dios

quiso prepararse un lugar puro donde su hijo se encarnara. Frutos: 1-María fue inmune de los movimien-tos de la concupiscencia. Concupis-cencia: los deseos irregulares del ape-tito sensitivo que se dirigen al mal. 2-María estuvo inmune de todo peca-do personal durante el tiempo de su vida. Esta es la grandeza de María, que siendo libre, nunca ofendió a Dios, nunca optó por nada que la manchara o que le hiciera perder la gracia que había recibido. El dogma de la Inmaculada Concep-ción de María no ofusca, sino que más bien pone mejor de relieve los efectos de la gracia redentora de Cristo en la naturaleza humana. Todas las virtudes y las gracias de María Santísima las recibe de Su Hijo. La Madre de Cristo debía ser perfecta-mente santa desde su concepción. Ella desde el principio recibió la gracia y la fuerza para evitar el influjo del pe-cado y responder con todo su ser a la voluntad de Dios. A María, primera redimida por Cristo, que tuvo el privile-gio de no quedar sometida ni siquiera por un instante al poder del mal y del pecado, miran los cristianos como al modelo perfecto y a la imagen de la santidad que están llamados a alcan-zar, con la ayuda de la gracia del Se-ñor, en su vida.

Pág. 13 El Peregrino

ADVIENTO: TIEMPO DE PREPARARNOS PARA RECIBIR A NUESTRO REDENTOR.

La palabra latina “adviento” signi-

fica “venida”. En lenguaje cris-

tiano se refiere a la venida de

Jesucristo. La liturgia de la iglesia

da el nombre de Adviento a las

cuatro semanas que preceden a

la Navidad, como una oportuni-

dad para prepararnos en la espe-

ranza y en el arrepentimiento

para la llegada del Señor. El color

litúrgico de este tiempo es el

morado que significa penitencia.

El tiempo de Adviento es un pe-

ríodo privilegiado para los cristia-

nos, ya que nos invita a recordar

el pasado, nos impulsa a vivir el

presente y a preparar el futuro.

Es el inicio de nuestro año litúrgi-

co.

TRIPLE FINALIDAD

Recordar el pasado: celebrar y

contemplar el nacimiento de Jesús

en Belén. Esta fue su venida en la

carne, lleno de humildad y pobreza.

Vivir el presente: se trata de vivir

en el presente de nuestra vida diaria

la “presencia de Jesucristo”, en no-

sotros y, por nosotros, en el mundo,

vivir siempre vigilantes, caminando

por los caminos del Señor en la jus-

ticia y en el amor.

Preparar el futuro: se trata de pre-

pararnos para la Parusía o segunda

venida de Jesús en la “majestad de su

gloria” .

Entonces vendrá como Señor y como

Juez de todas la naciones, y premiará

con el Cielo a los que han creído en

Él; vivido como hijos fieles del Padre y

hermanos buenos de los demás. En el

Adviento debemos hacer un plan para

que no sólo seamos buenos en Ad-

viento sino siempre. Analizar qué es

lo que más trabajo nos cuesta y hacer

propósitos para evitar caer

de nuevo en lo mismo.

NO DEBE OLVIDAR

El adviento comprende las

cuatro semanas antes de la

Navidad. Es tiempo de prepa-

ración, esperanza y arrepenti-

miento de nuestros pecados

para la llegada del Señor. Es

un tiempo en el que podemos

revisar cómo ha sido nuestra

vida espiritual, nuestra vida en

relación con Dios y conver-

tirnos de nuevo. Es un tiempo

en el que podemos hacer de

vida para mejorar como per-

sonas.

CUIDADO

Esta es una época del año en

la que vamos a estar

“bombardeados” por la publicidad

para comprar todo tipo de cosas,

vamos a estar invitados a muchas

fiestas. Todo esto puede llegar a

hacer que nos olvidemos del ver-

dadero sentido del Adviento.

Esforcémonos por vivir este tiem-

po litúrgico con profundidad, con

el sentido cristiano. De esta ma-

nera viviremos la Navidad del

Señor ocupados en él.

Vive un adviento con el único fin de

recibir con los brazos abiertos a

nuestro Redentor, que por amor a

nosotros se hizo hombre, y vino a

entregar la vida por nosotros los pe-

cadores.

Pág. 14 El Peregrino

Por: Pastoral de Liturgia

Un sábado de 1531 a princi-

pios de diciembre, un indio

llamado Juan Diego, iba muy de

madrugada del pueblo en que resi-

día a la ciudad de México a asistir

a sus clases de catecismo y a oír la

Santa Misa. Al llegar junto al cerro

llamado Tepeyac amanecía y escu-

chó una voz que lo llamaba por su

nombre.

Él subió a la cumbre y vio a una

Señora de sobrehumana belleza,

cuyo vestido era brillante como el

sol, la cual con palabras muy ama-

bles y atentas le dijo: "Juanito: el

más pequeño de mis hijos, yo soy

la siempre Virgen María, Madre del

verdadero Dios, por quien se vive.

Deseo vivamente que se me cons-

truya aquí un templo, para en él

mostrar y prodigar todo mi amor,

compasión, auxilio y defensa a to-

dos los moradores de esta tierra y

a todos los que me invoquen y en

mí confíen. Ve donde el Señor

Obispo y dile que deseo un templo

en este llano. Anda y pon en ello

todo tu esfuerzo". Más sin embargo

no le creyeron, ni prestaron aten-

ción a lo que él decía.

De regresó a su pueblo Juan Diego

se encontró de nuevo con la Virgen

María y le explicó lo ocurrido. La

Virgen le pidió que al día siguiente

fuera nuevamente a hablar con el

obispo y le repitiera el mensaje.

Esta vez el obispo, luego de oír a

Juan Diego le dijo que debía ir y

decirle a la Señora que le diese

alguna señal que probara que era

la Madre de Dios y que era su vo-

luntad que se le construyera un

templo.

De regreso, Juan Diego halló a Ma-

ría y le narró los hechos. La Virgen

le mandó que volviese al día si-

guiente al mismo lugar pues allí le

daría la señal. Al día siguiente Juan

Diego no pudo volver al cerro pues

su tío Juan Bernardino estaba muy

enfermo. La madrugada del 12 de

diciembre Juan Diego marchó a

toda prisa para conseguir un sacer-

dote a su tío pues se estaba mu-

riendo. Al llegar al lugar por donde

debía encontrarse con la Señora

prefirió tomar otro camino para evi-

tarla. De pronto María salió a su

encuentro y le pre-

guntó a dónde iba.

Él avergonzado le

explicó lo que ocu-

rría. La Virgen dijo

a Juan Diego que

no se preocupara,

que su tío no mori-

ría y que ya estaba

sano. Entonces él

le pidió la señal que debía llevar al

obispo. María le dijo que subiera a

la cumbre del cerro donde halló

rosas de Castilla frescas y ponién-

dose la tilma, cortó cuantas pudo y

se las llevó al obispo.

Una vez ante Monseñor Zumárraga

Juan Diego desplegó su manta,

cayeron al suelo las rosas y en la

tilma estaba pintada con lo que hoy

se conoce como la imagen de la

Virgen de Guadalupe. Viendo esto,

el obispo llevó la imagen santa a la

Iglesia Mayor y edificó una ermita

en el lugar que había señalado

Juan Diego.

Pio X la proclamó como "Patrona

de toda la América Latina", Pio XI

de todas las "Américas", Pio XII la

llamó "Emperatriz de las Américas"

y Juan XXIII "La Misionera Celeste

del Nuevo Mundo" y "la Madre de

las Américas".

Pág. 15 El Peregrino

Las posadas son fiestas que tienen

como fin, preparar la Navidad. Co-

mienzan el día 15 de diciembre y

terminan el día 23 de diciembre

Un poco de historia

Las tradiciones y costumbres son

una manera de hacer presente lo

que ocurrió, o lo que se acostum-

braba hacer, en tiempos pasados.

Son los hechos u obras que se

transmiten de una generación a

otra de forma oral o escrita. La pa-

labra tradición viene del latín tradi-

tio que viene del verbo tradere, que

significa entregar. Se podría decir

que tradición es lo que nuestros

antepasados nos han entregado.

En el caso de la Navidad, lo más

importante de las tradiciones y cos-

tumbres no es sólo su aspecto ex-

terior, sino su significado interior.

Se debe conocer por qué y para

qué se llevan a cabo las tradicio-

nes y costumbres para así poder

vivirlas mejor.

Existen muchas tradiciones y cos-

tumbres que se celebran en el

tiempo de Adviento y de la Navi-

dad.

A continuación, presentaremos una

de ellas con una pequeña explica-

ción acerca de su significado y ori-

gen:

Las Posadas

Origen de la tradición:

Las posadas son fiestas que tienen

como fin, preparar la Navidad. Co-

mienzan el día 15 y terminan el día

23 de Diciembre.

Su origen se remonta a los tiempos

de la conquista, cuando los espa-

ñoles llegaron a México, los azte-

cas creían que durante el solsticio

de invierno, el dios Quetzalcóatl (el

sol viejo) bajaba a visitarlos. Cua-

renta días antes de la fiesta, com-

praban los mercaderes a un escla-

vo en buenas condiciones y lo ves-

tían con los ropajes del mismo dios

Quetzalcóatl. Antes de vestirlo, lo

purificaban lavándolo. Salían con él

a la ciudad y él iba cantando y bai-

lando para ser reconocido como un

dios. Las mujeres y los niños le

ofrecían ofrendas. En la noche, lo

enjaulaban y lo alimentaban muy

bien.

Nueve días antes de la fiesta, ve-

nían ante él dos "ancianos muy

venerables del templo" y se humi-

llaban ante él. Durante la ceremo-

nia, le decían: "Señor, sabrás que

de aquí a nueve días se te acabará

este trabajo de bailar y cantar por-

que entonces has de morir". Él de-

bía responder: "Que sea muy en

hora buena". Llegado el día de la

fiesta, a media noche, después de

honrarlo con música e incienso, lo

tomaban los sacrificadores y le sa-

caban el corazón para ofrecérselo

a la luna. Ese día en los templos se

hacían grandes ceremonias, dirigi-

das por los sacerdotes, que in-

cluían ritos y bailables sagrados,

representando la llegada de Quet-

zalcóatl, así como ofrendas y sacri-

ficios humanos en honor a él.

Durante el mes de diciembre, no

sólo festejaban a Quetzalcóatl, sino

que también celebraban las fiestas

en honor a Huitzilopochtli. Estas

fiestas duraban veinte días, inicia-

ban el 6 de diciembre y terminaban

el 26 del mismo mes, eran fiestas

solemnes que estaban precedidas

por 4 días de ayuno y en las que

se coronaba al dios Huitzilopochtli

poniendo banderas en los árboles

frutales. Esto es a lo que llamaban

el "levantamiento de banderas". En

el gran templo ponían el estandarte

del dios y le rendían culto.

El pueblo se congregaba en los

patios de los templos, iluminados

por enormes fogatas para esperar

la llegada del solsticio de invierno.

El 24 de diciembre por la noche y

al día siguiente, 25 de diciembre,

había fiestas en todas las casas.

Se ofrecía a los invitados una rica

comida y unas estatuas pequeñas

de pasta llamada "tzoatl".

Un poco de historia

La Navidad y sus Tradiciones: Las Posadas

Pág. 16 El Peregrino

Catholic.net

Los misioneros españoles que llegaron

a México a finales del siglo XVI, apro-

vecharon estas costumbres religiosas

para inculcar en los indígenas el espíri-

tu evangélico y dieron a las fiestas az-

tecas un sentido cristianos, lo que ser-

viría como preparación para recibir a

Jesús en su corazón el día de Navi-

dad.

En 1587 el superior del convento de

San Agustín de Acolman, Fray Diego

de Soria, obtuvo del Papa Sixto V, un

permiso que autorizaba en la nueva

España la celebración de unas Misas

llamadas "de aguinaldos" del 16 al 24

de

di-

ciembre. En estas Misas, se intercala-

ban pasajes y escenas de la Navidad.

Para hacerlas más atractivas y ame-

nas, se les agregaron luces de benga-

la, cohetes y villancicos y posterior-

mente, la piñata.

En San Agustín de Acolman, con los

misioneros agustinos, fue donde tuvie-

ron origen las posadas.

Los misioneros convocaban al pueblo

al atrio de las iglesias y conventos y

ahí rezaban una novena, que se inicia-

ba con el rezo del Santo Rosario,

acompañada de cantos y representa-

ciones basadas en el Evangelio,

como recordatorio de la espera del

Niño y del peregrinar de José y María

de Nazaret a Belén para empadronar-

se. Las posadas se llevaban a cabo los

nueve días previos a la Navidad, sim-

bolizando los nueve meses de espera

de María. Al terminar, los monjes re-

partían a los asistentes fruta y dulces

como signo de las gracias que recibían

aquellos que aceptaban la doctrina de

Jesús.

Las posadas, con el tiempo, se comen-

zaron a llevar a cabo en barrios y en

casas, pasando a la vida familiar. Es-

tas comienzan con el rezo del Rosario

y el canto de las letanías. Durante el

canto, los asistentes forman dos filas

que terminan con 2 niños que llevan

unas imágenes de la Santísima Virgen

y de San José: los peregrinos que iban

a Belén. Al terminar las letanías se

dividen en dos grupos: uno entra a la

casa y otro pide posada imitando a

San José y la Santísima Virgen cuando

llegaron a Belén. Los peregrinos reci-

ben acogida por parte del grupo que se

encuentra en el interior. Luego sigue la

fiesta con el canto de villancicos y se

termina rompiendo las piñatas y distri-

buyendo los "aguinaldos".

Significado de la tradición:

Las posadas son un medio para prepa-

rar con alegría y oración nuestro cora-

zón para la venida de Jesucristo, y

para recordar y vivir los momentos que

pasaron José y María antes del Naci-

miento de Jesús.

Algo que no debes olvidar

Debemos vivir las tradiciones y cos-

tumbres navideñas con el significado

inte-

rior

y no

sólo

el

ex-

terior para preparar nuestro corazón

para el nacimiento de Jesús.

Cuida tu fe

Algunas personas te podrán decir que

estas costumbres y tradiciones las ha

inventado la gente para divertirse y los

comercios para vender. Recuerda que

hay mucho significado detrás de cada

una y trata de vivir estas tradiciones

con el sentido profundo que tienen.

Así, el 24 de diciembre no solo será un

festejo más, sino que habrás prepara-

do tu corazón con un verdadero amor

a

CUIDA TÚ FE...

Pág. 17 El Peregrino

Catholic.net

LA NAVIDAD Y SU VERDADERO SENTIDO

¿Qué es para ti la navidad?

Muchas veces tomamos la navidad como un

tiempo de compras, de estrenos, de regalos

y no es que diga que está mal todo esto,

que bueno y es una bendición tener recur-

sos para poderlo hacer, más sin embargo

querido hermano, muchas veces -espero

que no sea en todos los casos- nos olvida-

mos del verdadero sentido de la navidad, y

al hablar de esto me refiero a que muchas

veces le prestamos más atención, a Santa

Claus, a un arbolito navideño y nos olvida-

mos de quién es el festejado en estos tiem-

po, hace 2013 años nació en Belén nuestro

redentor y cada año debemos prepararnos

en este tiempo para recibirlo con los bra-

zos abiertos, con el corazón dispuesto a

amar.

Cuál es su sentido:

El sentido es único, es un tiempo de recon-

ciliación no solo con Dios sino con nues-

tros hermanos, con nuestro prójimo, es

darnos un abrazo, pero no un abrazo cual-

quiera, sino un abrazo sincero, festejar una

navidad al lado de tu familia es el más her-

moso regalo que Dios nos puede regalar y

que además nosotros le podemos dar a

nuestro niñito Jesús, pero ¿Qué más le po-

demos regalar? Está pregunta respóndetela

tu mismo. Un verdadero sentido de vivir

una navidad de Dios es lo que te invito hoy,

que lees este articulo,

Muchas veces nos dejamos llevar por los

anuncios publicitarios, por música que es

bonita para nuestros oídos, por muchas

cosas del mundo que atraen nuestra aten-

ción, y eso hace a que dejemos por un lado,

todo aquello que nos invita nuestra Iglesia

Universal. No quiero extenderme mucho

en este tema, quiero ser preciso y lo que

quiero es intentar dejarte unas inquietudes

en tu corazón, que este tiempo de navidad

sea un tiempo de paz y reconciliación, de

amor y preparación. Pero como podemos

tener paz, la encontramos al : reconcilián-

donos con todas las personas a las que he-

mos ofendido, y nos han ofendido, pero no

esperes a que te lleguen a pedir perdón, ve

tu a perdonar, y esto mismo nos llevará a

encontrar el amor, y el amor nos llevará a

hacer cosas buenas por aquellos que más lo

necesitan, nos llevará a realizar obras de

misericordia que nos servirán para recibir

con humildad, en nuestro interior al Mesías,

a nuestro Dios echo carne, solo toma unos

segundos de tu tiempo , y ponte a pensar,

con que humildad vino Jesús al mundo, cuál

era el fin de este acto tan puro de amor...

Entonces ahora, empieza pues a prepararte

para tener una Navidad verdadera, una Na-

vidad de Dios, una Navidad de paz y amor,

una Navidad con tu familia, una Navidad de

un abrazo sincero, donde el principal invita-

do sea el niño Jesús, y no vivir una navidad

de Fantasías que no tiene rumbo ni direc-

ción.

¿Feliz Navidad!

Pág. 18 El Peregrino

Por: José Monroy

Te invito a reflexionar en esta imagen: el trabajo, el estudio, la profesión, son sólo medios y no fines en la vida. Dedica es-pacios para alimentar tu alma en el encuentro con Dios, para compartir en familia, para divertirte sanamente en algún deporte o actividad lúdica... El día que pasa no retorna, no se repite de nuevo. La vida es un regalo, destápalo cada día, agradécelo, no dejes que lo empolve la rutina y que te enjaule haciéndote su escla-vo, para ser libre te ha creado Dios.

LEE ESTO, ES IMPORTANTE PARA TU ALMA: Tú tienes sueños, DIOS te ha dado esos sueños, y te ha puesto en un tiempo, época y lugar, donde esos sueños son posibles de realizar, primero porque tu DIOS, es un DIOS que hace posible lo imposible, y segundo porque tu corazón es sincero, no es orgulloso ni avaro, ni envidioso. Tus sueños son para crecer y dar. Esos sueños vienen de DIOS. Pero habrá personas que no creerán en ti, y que te medi-rán, con la misma vara de las mismas limitaciones con la que a si mismos se miden. No creen en DIOS, ni en sí mismos, mucho menos creerán en ti. Debes desechar el rechazo, y la desaprobación de esas personas, y debes levantarte y caminar tú solo, pero tomado de la mano de DIOS. A veces, ni nuestra propia familia en-tiende lo que DIOS nos ha dado, quieren que volemos bajo y seamos poco, y porque ellos no le creyeron a DIOS, quieren que nosotros nos quedemos tirados en el suelo, solos, sin fruto, sin visión, sin misión. En este día, pon a DIOS en primer lugar, que te importe solo lo que DIOS dice de ti y no lo que la gente dice de ti... Cierra tus ojos, pídele a DIOS que te hable, pide de todo corazón, Él te mostrará que este mensaje ha salido directamente desde su corazón, PARA LEVANTARTE. Tú tienes algo para dar que será de bendición a este mundo que se pierde. Tú tienes capacidad para crear, para rescatar, hazlo. Hazlo porque DIOS te lo dice, y no dejes de hacerlo porque alguien te lo impide. Escucha la voz de DIOS, el que tiene oídos para oír, escuche lo que EL ESPÍRITU de DIOS siembra hoy en su corazón... Si esto te ha dado aliento y ha tocado tu alma ánimo sigue adelante...

Por Hermes Alberto Carvajal