revista alfoli nº 12

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1 CRONICAS, RELATOS, NARRACIONES Y MUCHOS TEMAS MÁS Alfolí Publicación trimestral, Marzo-Junio 2011. Nº 12

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Revista Mayores El Escorial

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Page 1: Revista Alfoli Nº 12

1

CRONICAS, RELATOS, NARRACIONES

Y MUCHOS TEMAS MÁS

Alfolí Publicación trimestral, Marzo-Junio 2011. Nº 12

Page 2: Revista Alfoli Nº 12

2

EDITORIAL

Editorial

H oy, tras una ausencia muy sen-

tida por todo el equipo de esta

revista, reaparecemos ante

nuestros pacientes lectores y les pedimos

disculpas por esta alteración en la perio-

dicidad de la publicación, que se ha pro-

ducido por causas ajenas a nuestra vo-

luntad.

La causa principal que ha motivado

el retraso de la publicación de esta edi-

ción, ha sido el desinterés manifiesto que

por la revista existe en el Centro de Ma-

yores de la Obra Social de Caja Madrid.

Así nos fue manifestado en su momento

por la encargada del mismo. Sus alega-

ciones en este sentido nos dejaron muy

claro en el pasado mes de marzo que la

colaboración económica del Centro, para

las publicaciones periódicas había sido

suspendidas. De igual manera, la desig-

nación de la coordinadora para la revista

iba a sufrir una demora en el desarrollo

de sus funciones, pues aun no estaba na-

da clara su inclusión en el Centro para

este tipo de taller.

Debido a estos acontecimientos, el

desencanto de todos nosotros , sufrió de

nuevo el varapalo de la ingratitud, de-

mostrada una vez más por este Centro

de Obra Social. Obra social que, como

puede verse, no contempla nuestra ilu-

sionada entrega en sus manifestaciones

de desprendimiento para con las perso-

nas mayores de sus Centros.

Su desinterés por todo lo aquí ex-

puesto, nos ha llevado nuevamente a su-

fragar los gastos habidos por la última

publicación, así como los de esta nueva

edición. Sólo nos resta añadir aquí, que

aunque todos los componentes de este

equipo, nos consideramos unos simples

aficionados en este mundillo literario,

siempre hemos creído que con este tra-

bajo en alguna medida hemos prestigia-

do a una Caja Madrid, que como puede

verse, nunca mereció nuestro crédito y

atención.

[email protected]

…..

Equipo de Redacción

Margarita Bermejo

Carlos Bernardino Arias, José Luis García, Mª Carmen

Gómez Hontoria, Jesús Rodríguez, José Ruiz Ceconello,

Miguel Soto Carmona.

Colaboradores

Juan Díaz, Marisa Ramírez.

Apoyo editorial y maquetación

Francesca Cordido

Fotografías de portada y contraportada

Carlos Bernardino

Impresión:

Copy May

Alfolí

Page 3: Revista Alfoli Nº 12

3

Y en este número...

ÍNDICE

Editorial

Viaje a Jordania

Margarita Bermejo

Conversaciones con...

Jesús Rodríguez

El Jardín de los Frailes

Mª Carmen Gómez

El Peine del Viento

Miguel Soto

A ellos

Marisa Ramírez Ontalba

Jamón Ibérico = Calidad

José Luis García

Consumo y Crisis

Juan Díaz

Mi hermano Aurelio

Carlos Bernardino Arias

Jardinería: La Capuchina

Margarita Bermejo

Gastronomía: Judías Guisadas

Jesús Rodríguez

2

4

8

11

14

19

20

23

24

30

32

Entrevista a Javier Montero

Página 8

Vistas de Jordania

Página 4

Judías para guisar

Página 32

¿Cómo usan el correo las personas mayores?

Joalruce 33

Page 4: Revista Alfoli Nº 12

4

CRÓNICA

Viaje a Jordania Texto y fotos Margarita Bermejo.

D esde hace mucho tiempo desea-

ba viajar a Jordania para visitar

PETRA, que significa Piedra.

Para mi asombro, hay mucho más que

visitar.

Jordania es un país mayoritariamen-

te musulmán (Sonita) -que es el Islam

mas moderado- son tolerantes con otras

religiones, creen en todos los Profetas y

sus historias son iguales a las del Anti-

guo Testamento. En Amman se encuen-

tran iglesias católicas, ortodoxas, protes-

tantes, templos budistas y muchos más

lugares de culto. Allí también conviven

los musulmanes chiítas que son los más

violentos y extremistas; ellos no creen

Page 5: Revista Alfoli Nº 12

5

en ningún profeta y este grupo es el que

está dando tantos problemas al resto del

mundo.

El vuelo fue muy bueno, al recoger

el equipaje faltaba la maleta de un matri-

monio de nuestro grupo, una vez hechas

todas las reclamaciones pertinentes nos

dijeron que se había quedado en Madrid

y que al día siguiente la traerían al hotel.

Llegamos al hotel bastante tarde y

enseguida fuimos al comedor, los tres

hoteles en los que estuvimos eran estu-

pendos con un excelente servicio y muy

cómodos.

Al día siguiente salimos muy tem-

prano, la primera parada fue a Gadara

que en su tiempo fue un centro cultural

la “Nueva Atenas”, un lugar de poetas y

filósofos. Sus ruinas son imponentes, las

piedras que utilizaron son casi negras y

extremadamente duras. El anfiteatro se

conserva en muy buen estado y la acústi-

ca es asombrosa. Sin lugar a dudas era

un sitio estupendo y una gran ciudad. El

punto más alto de Gadara se encuentra a

378m por encima del nivel del mar y es

el lugar idóneo en la zona norte del valle

del Jordán para ver el mar de Galilea, la

garganta del Yarmouth y los altos del

Golán.

Continuamos camino a Ajloun, don-

de se encuentra el castillo construido por

Saladino para controlar las tres rutas que

llevaban al valle del Jordán y que nunca

fue conquistado por los cruzados.

Lo que más me impresionó fue Ge-

rasa, la gran ciudad de la roma imperial,

situada a 50 kilómetros al norte de Am-

man y conocida como la “Pompeya del

Este”. No podía creer lo que estaba

viendo, de verdad los romanos fueron un

gran imperio y aquí en Jordania está de-

mostrado. Gerasa fue construida un siglo

antes de Cristo y está en un estado de

conservación esplendida. Según los ar-

queólogos sólo se ha destapado un 20

por ciento de la construcción. ¡Y estuvi-

mos andando durante dos horas! La ciu-

dad era amurallada con unas avenidas

con columnas y fuentes, que muestra la

expansión de la ciudad a principios del

siglo II. Por supuesto cuenta con un

magnifico anfiteatro que tiene una im-

presionante acústica y lo pudimos apre-

ciar con un grupo de gaiteros jordanos

que nos amenizaron la visita. El teatro

actualmente está en uso y tiene aforo pa-

ra unas 3.000 personas. La plaza oval

está muy bien conservada, así como el

arco de Adriano, construido en el 129

d.C, con la impresionante puerta de tres

arcos; por el centro pasaba Adriano y por

los laterales los soldados. Entrando en la

villa aparecen las arenas del hipódromo,

puedo imaginarme a los romanos hacien-

do sus carreras o sus juegos salvajes.

Cerca del teatro se encuentra el templo

de Zeus construido en 162. d.C. fue una

gran sorpresa y me gustó todo mucho.

Los jordanos tienen algunas tradi-

ciones británicas al haber estado bajo el

mandato de éstos, por esa razón tienen

costumbre de tocar las gaitas.

En el monte Nebo, se encuentra una

capilla franciscana, no pudimos entrar en

ella porque la están restaurando, pero sí

pudimos ver unos magníficos mosaicos

bizantinos entre los que se encuentra un

mapa de Tierra Santa del siglo VI. Desde

este monte, Moisés pudo contemplar la

tierra prometida.

Antes de ir a comer, pasamos por un

lugar llamado Kerak, donde se encuentra

un castillo de los cruzados que, según la

leyenda, lo construyeron en 9 meses.

Nosotros visitamos tres pisos, pero dicen

Page 6: Revista Alfoli Nº 12

6

que les falta por descubrir unos siete

más. Los muros del castillo tienen unos

cuatro metros de espesor y las paredes

interiores un metro y medio, por esa

razón Saladino no pudo entrar y los cru-

zados estuvieron encerrados allí más de

un año. Cada piso se comunicaba por un

agujero y subían el agua de los pozos

que se encontraban en el sótano.

Visitamos otros castillos, pero eran

muy pequeños y sin ningún interés, me

parecían más bien posadas para los via-

jeros de las tribus del desierto.

El desierto de Wadi Rum, también

conocido como el Valle de la Luna es un

lugar mágico con contraste de colores:

rojos, amarillos y rosados; este desierto

jordano es mítico por las andadas de

Lawrence de Arabia llevadas al cine.

Viajamos en caravana de ocho vehículos

y nos adentramos en el desierto de Wadi-

Rum y visitamos el pozo de Lawrence de

Arabia que se encuentra en lo alto de una

montaña y nunca se seca. Este desierto

es distinto a todos los demás ya que tiene

montañas de diversas formas y con unos

colores impresionantes, entramos en un

cañón donde se encuentran dibujos en la

roca de más de 4.000 años de antigüe-

dad, cerca de este lugar descansamos en

una Jaima (una tienda que se usa en el

desierto como vivienda) y los beduinos

nos ofrecieron té, que estaba muy rico.

Seguimos nuestro camino y a la hora de

comer, en el desierto, los beduinos nos

dieron la comida típica que ellos prepa-

ran para celebrar las bodas y los funera-

les. El Mensat es el cordero cocido con

especias. Cuando esta tierno lo sacan y

hacen una salsa de yogur y en el caldo de

cocer el cordero se cuece el arroz de esa

manera no se tira nada; a mí sí me gustó

aunque a otras personas les resultó des-

agradable por las especies que se usan.

Salimos muy temprano para visitar

PETRA: “La ciudad rosa” como se co-

noce. Todos estábamos esperando este

día ya que era la visita cumbre. Había

que hacer un largo camino para entrar

en el desfiladero que es espectacular, y

no es de extrañar que estuviese escondi-

do durante siglos, ya que está totalmente

oculto y no puedes imaginar que se en-

cuentre algo allí. Fue descubierto en el

año 1812 por un explorador suizo. El

CRÓNICA

Page 7: Revista Alfoli Nº 12

7

camino por el siq (desfiladero) es

precioso con formas en la roca are-

nisca junto con maravillosos colores

¡parece que lo ha decorado un pin-

tor, como en la capilla Sixtina! Es

realmente un deleite para la vista.

Camino a la ciudad, los Nabateos

construyeron un sofisticado sistema

hidráulico, con sus túneles y depósi-

tos de agua para abastecer al pue-

blo. Todo el camino nos resultó pre-

cioso y al final del desfiladero no te

esperas llegar y de sopetón ver la

entrada de un palacio: AL KHAZNEH,

te quedas sin palabras. Se cree que esos

edificios eran tumbas, aunque yo tengo

mis dudas ya que tienen esas fachadas

tan impresionantes.

Los coloridos de la piedra cambian

según se refleja el sol. La ciudad es bas-

tante grande y se aprecia la influencia

de otras culturas como la greco romana.

Pudimos ver un teatro romano con aforo

para 7.000, todo hecho de una sola pieza

esculpido en la misma roca. También

hay puertas con arcos y calles pavimen-

tadas. Yo quedé encantada de haber vis-

to tanta belleza y sin lugar a dudas me-

reció la pena haber hecho el viaje.

De vuelta al hotel nos fuimos al

Mar Rojo, donde nos llevaron a ver los

arrecifes de coral, tienen las barcas

acondicionadas con un cristal en medio

y así los pudimos ver muy bien, algunas

personas se metieron en el agua para

verlos en vivo.

De vuelta a la playa nos dimos

un baño en el Mar Rojo, donde se

abrieron las aguas para que Moisés y los

judíos cruzaran al otro lado.

La visita a Betabara, el lugar del

bautismo de Jesús en el río Jordan, no

me gustó. Hace dos años estuve en Isra-

el y la visita al río Jordán entonces me

pareció más emotiva.

De camino al Mar Muerto vimos

las estatuas de sal mencionadas en el

Antiguo Testamento, son de piedra y te

da qué pensar. El hotel donde nos aloja-

mos era estupendo, con playa privada y

a todo lujo, con varias piscinas. Debo

decir que los tres hoteles donde nos

hospedados son magníficos.

La visita a la capital, Amman, la

antigua Filadelfia de la Décapolis hoy la

capital del reino de Jordania con la ciu-

dadela y anfiteatro romano fué intere-

sante así como la visita a una mezquita

de hombres y al lado la de las mujeres.

Las mujeres nos explicaron sus costum-

bres y están completamente felices con

su forma de vida.

La comida fue en un restaurante

con el nombre de Don Quijote, una co-

mida típica jordana, pero empezó a llo-

ver con tanta fuerza que estábamos en

una carpa y con el peso del agua, se par-

tieron los palos que sujetaban las telas

(de lana gruesa, como mantas) y la car-

pa se hundió y muchas personas se em-

paparon, ¡eso fue lo único que no salió

como el guía había planeado!

Page 8: Revista Alfoli Nº 12

8

E n busca de las familias más an-

tiguas del Escorial encontra-

mos a Javier Vicente Montero.

Descendiente de una de las

familias más antiguas del Escorial y a la

vez muy conocida por su trayectoria pro-

fesional.

P — ¿Javier en qué año se asentó tu

familia en el Escorial?

R — En el año 1873, año en el que mi

bisabuelo José Montero Méndez abrió

por primera vez las puertas del taller de

la herrería

— ¿Quiénes fueron tus primeros fami-

liares en el Escorial?

— Por parte de mi madre la familia

Montero.

— ¿A qué se dedicaban y se dedican

actualmente?

Javier Montero

Cuatro generaciones forjando el futuro

Texto y fotos de Jesús Rodríguez

ENTREVISTA

Page 9: Revista Alfoli Nº 12

9

— Se dedicaban a herrar animales y

arreglar herramientas de labranza; hoy

en día al forjado del hierro.

— ¿Estamos hablando de tus familia-

res que se establecieron aquí, luego

quien siguió?

— Cinco generaciones: bisabuelo, abue-

lo, tíos y ahora nosotros, en la actuali-

dad, y luego nuestros hijos

— ¿Actualmente que generación está

al frente de la industria?

— La cuarta generación quiero decir no-

sotros.

— ¿Javier cuántos hijos tienes?

— Dos hijas

— ¿Cómo ves El Escoria desde los

tiempos pasados al momento actual ?

—No tiene nada que ver El Escorial de

hoy con el de hace 50 años, bien es ver-

dad que ha sido uno de los pueblos que

menos ha crecido y eso nos beneficia,

pero desde el punto de vista económico,

echamos mucho de menos la fábrica de

chocolate Matías López y aquella legión

de ferroviarios. Hoy somos un pueblo de

servicios pero insisto lo que hemos per-

dido en economía lo hemos ganado en

calidad de vida

—¿Cuántos años has estado al frente

del negocio?

—Aproximadamente unos 40 años.

—¿Actualmente estas jubilado, pero

que añoras de tu vida en activo?

— No es lo mismo tener 30 años como

tener 68 la fuerza no es la misma se

echan de menos costumbres, tradiciones

y vivencias que hoy no se hacen.

¿Qué anécdotas tienes en tu vida pro-

fesional que sean simpáticas?

Tenemos una muy simpática: cuan-

do había boda en La Granjilla había que

cortar una barandilla con el soplete para

que pudiesen pasar los novios y todo el

acompañamiento, una vez terminada la

ceremonia teníamos que volver a soldar

la dichosa verja. A nosotros nos venía

muy bien porque cuantas más bodas

hubiese más trabajo teníamos, aparte que

se portaban muy bien con nosotros.

— ¿Antiguamente los tratos de una

obra no había tantos documentos co-

mo ahora entre permisos licencias y de

más requisitos se pasa una eternidad?

— Hace 50 años no existía casi docu-

mentos la palabra de un hombre valía

más que una escritura notarial se estre-

chaba la mano y era suficiente.

— ¿Desde qué os afincasteis en el Es-

corial serías capaz de recordar a tus

familiares?

— He conocido a mis abuelos mis tíos y

primos carnales.

— ¿Actualmente quien regenta el ne-

gocio?

— Éramos tres socios al jubilarme que-

dan dos socios que son primos carnales.

Javier es actualmente presidente de

la Hermandad Virgen de la Herrería. Va-

mos a hablar un poco de ese tema.

— Infórmanos un poco de esta Her-

mandad pues sobradamente sabemos

el gran culto que se la guarda uno por

Page 10: Revista Alfoli Nº 12

10

ser la patrona del pueblo y otro por la

gran devoción que se la tiene

— Actualmente, soy el hermano mayor

de la real Hermandad Virgen de la

Herraría. Esta asociación tiene 440 años

de existencia y salvo durante la guerra

de los franceses y la guerra española

nunca dejo de funcionar. Para mí a sido

una de las experiencias más gratas de mi

vida en este momento pasa de los dos

mil hermanos

— ¿Cuántos años llevas al frente de la

Hermandad Virgen da la Herrería?

—Desde Enero de 1988 va hacer 24

años.

— ¿desde cuándo eres de la herman-

dad?

—desde 1961

— ¿De sobra es conocido la romería,

pero cuanto trabajo lleva tal evento?

— Esta pregunta es de una gran calidad,

pues con decir que la fiesta local del pue-

blo la prepara y la hace la hermandad re-

ligiosa nos podemos hacer una idea del

volumen de trabajo que esto acarrea des-

de la burocracia (vulgarmente papeleo)

hasta el resto de material, esto corre a

cargo de nuestra hermandad que es

muchísimo, rematamos esta pregunta di-

ciendo que esta fiesta es una romería que

se celebra a 5 Km. del casco urbano.

— ¿Qué ha cambiado en la hermandad

de cuando tú empezaste al día de hoy?

— Yo encontré en la Hermandad 12500

pts. y en los años que yo llevo hemos

gastado más de 40 millones de pts. los

hermanos no llegaban a 400 hoy somos

más de 2000 la imagen poseía un núme-

ro muy limitado de trajes y hoy tiene uno

para cada época litúrgica del año más 4

trajes de gala etc... etc. etc.

— ¿En qué año empezó la romería?

— En el año1968 2ª época

— ¿Cuántos presidentes a tenido la

Hermandad desde su fundación y co-

mo se llamaban?

— En esta segunda época el primer

presidente fue Don Bernardo Rodríguez

en los años 40 Jacinto Honoria y luego

fue José Donate de los 50 a los 60 Don

Gonzalo Oñate Fernández Gamboa des-

pués de este señor en 1962 fue Don José

Mª Beltrán de Lis que estuvo hasta 1987

y a partir de esa fecha soy yo.

— ¿Qué logro más importante has te-

nido durante tu mandato?

— Hay dos, uno que ya ha sido y otro

que falta por llegar pero lo más impor-

tante de todo fue la coronación canónica,

que se celebro el día 15 de julio de 1995

y como colofón a esta entrevista te anti-

cipo Jesús que el día 8 de diciembre fes-

tividad de la Inmaculada Concepción va-

mos a inaugurar en el Escorial un monu-

mento dedicado a nuestra patrona, cere-

monia que promete ser copia de la coro-

nación canónica dando todo el resplan-

dor que tal acto merece.

Desde estas líneas quedan invitados to-

dos los lectores de esta revista al acto

de inauguración

Doy las gracias a Javier Vicente Monte-

ro por la atención que ha tenido al con-

cederme esta entrevista como persona de

las más antiguas y como presidente de la

Hermandad Virgen de la Herrería.

ENTREVISTA

Page 11: Revista Alfoli Nº 12

11

RELATO

El Jardín de los Frailes

B ien se mire desde las alturas o

aposentos que caen encima

de él, es lo más y mejor que

se habita en la casa, es alivio

grande para el alma, despierta la con-

templación y hace levantar a la hermosu-

ra del cielo”., eran las palabras con las

que se refría el Padre Sigüenza sobre el

Jardín de los Frailes.

Al Jardín de los Frailes entro por

una pequeña puerta situada bajo los ar-

cos del Monasterio. Una vez dejo atrás

un corredor penumbroso pavimentado

con losas y un patio porticado audaz en

su adustez, me encuentro el jardín bellí-

simo suspendido en un terraplén rodeado

de cerca de piedra, entre la cual y el edi-

ficio hay parterres a la inglesa y una ro-

saleda junto a los muros del Monasterio,

que se agarra a un enrejado de hierro

desde donde las rosas me envían su

fragancia. Se alza este jardín sobre

bóvedas apoyadas en pilastras que for-

man capillas, nichos, asientos de buen

gusto a los que se baja por medio de pa-

res de escaleras que se comunican con el

estanque y la huerta. Hay también doce

pequeñas pilas, con fuente en forma de

piña, rodeadas por cuadros de boj corta-

dos en prismas y esferas gratas a la vis-

ta. Fue trazado bajo la supervisión de

Felipe II, que ordeno comenzarlo al mis-

mo tiempo que el Monasterio e hizo de

él un lugar privado exuberante muy dis-

Mª Carmen Gómez

Espejo donde se mira

blo

gvac

acio

nes.

com

Page 12: Revista Alfoli Nº 12

12

frutado cuando se encontraba en El Es-

corial.

Al poner los pies en una de sus ca-

lles arenosas, a esta hora de la mañana

primaveral desiertas, creo oír una voz

invitando adentrarme. No me molesto

en indagar quien extiende la alfombra

roja, sigo andando hacia la pared .que

conecta con la Galería de Convalecien-

tes. Recostada en el áspero almohadilla-

do de piedra negruzca, levanto los ojos

y me topo con el pozo de la nieve y las

Machotas. Destacan en el cielo azul diá-

fano sus faldas cubiertas de vegetación

verde nada uniforme. En las cumbres las

aristas de los picachos aparecen con to-

nos grises claros y oscuros que se fun-

den entre sí de un modo extraordinario.

En este momento me gustaría tener la

listeza, habilidad y oficio de alguno de

esos pintores españoles o italianos de fa-

ma grande, que contrató Felipe II para

pintar frescos, retablos, cuadros con es-

cenas narrativas de la vida de santos

mártires, Porque, a decir verdad, echo de

menos en sus composiciones detalles del

paisaje escurialense. Tal vez, pensaron

que el entorno paisajístico del Monaste-

rio no era si no un bastidor, un marco o

moldura insignificante al lado de tan im-

portante obra humana.

Sigo paseando por el Jardín de

los Frailes y encima se me echan

los cuerdos. Suspiro … Late mi

corazón a toda prisa evocando

días felices de mi infancia. En

este jardín perseguí mariposas,

canturreé canciones imitando al

agua de sus fuentes, jugué al es-

condite entre el boj y en días de

vendaval y sol, acurrucada junto

a los muros templados del Mo-

nasterio, como a cincel quedaron

grabadas en mi mente las historias, le-

yendas y curiosidades que oí de boca de

mi padre relacionadas con la fabricación

de este monumento que todo lo contiene

y sugiere. Me contó, según le contaron,

que Felipe II vestía de negro por ser co-

lor asociado al planeta Saturno, por el

que sentía especial simpatía; ya que en

el tratado de magia conocido como el Pi-

catrix, del que poseía una copia, afirma-

ba que llevar ropa negra era un medio de

atraer influencias benéficas. También me

dijo que cuando el monumento estuvo

completamente acabado, Felipe II se dejo

llevar de la emoción y lloró. Lloró al ver

realizado su sueño ese rey del que dice la

Leyenda Negra fue tenebroso, voluptuo-

so, desconfiado, fanático, burocrático y

de gusto refinado. Y según los informes

escritos por los embajadores extranjeros

en España: frío, formal, distante, meticu-

loso, prudente. Además he leído, quien

sabe dónde, que Felipe II fue hombre

con ambiciones hitlerianas y la mente de

un monje medieval ¿Era perverso? ¡No

lo sé…! Escribió muchas notas y reca-

dos; pero nunca habló de sí mismo, ni

dejo un diario en el que analizaba sus

sentimientos, emociones, sufrimientos,

impresiones, decisiones equivocadas o

Mi hermana y yo en el jardín

RELATO

Page 13: Revista Alfoli Nº 12

13

no. Como en todo ser

humano en este monarca

debía haber naturalezas

contradictorias.

La idea del bien y

del mal, de las tinieblas y

la luz se apodera de mi

cabeza, mientas me acer-

co al vértice donde dobla

la calle principal del

Jardín de los Frailes. So-

bre las tapias que dan al

Bosquecillo, varios cipre-

ses inmutables apuntan al

cielo velazqueño con sus lanzas, y algu-

nos magnolios muestra flores blancas re-

cién estrenadas. Me detengo un momento

para disfrutar de su sombra- hace calor en

mayo- y al darme la vuelta tengo ante mí

la arquitectura del Monasterio, tan cerca-

na, tan enorme, tan presente que me hiere

pensar en el esfuerzo humano impreso

en el plomo de sus miles y miles de pie-

dras entrelazadas,”consagradas a un ide-

al”, como dijo Ortega. No obstante, per-

manezco unos momentos con la mirada

entre asombrada y distraída fija en las

ventanas, las cornisas, los lisos tejados de

pizarra y en el miriñaque del cimborio

con incrustaciones de encaje.

Así, pasando de una idea a otra, lle-

go a la puerta de los jardines privados

compartimentados por un muro de grani-

to con nichos y remate de bolas herreria-

nas. Vuelvo a oír la misma voz que me

invitó adentrarme. Miro a uno y otro la-

do, escudriño el boj; nadie. Como soy da-

da a suplantar el presente por lo imagina-

rio, decido no hacer caso y recorro los

patios laberínticos que rodean el mango

de la que llamamos los “gurriatos” la Pa-

rrilla. Me acompaña la música solemne

del carillón que, antes de dar las doce,

desgrana una melodía de Mozart. En se-

guida oigo las campanadas. Cuento: una,

dos, tres… Me quedo pasmada. Ante mis

ojos aparece la figura de un hombre es-

belto todo vestido de negro, en actitud

meditativa. Camina lentamente rodeado y

rodeando los setos. Habla en voz alta pa-

ra sí mismo; pero yo no capto el sentido

de sus palabras. En seguida, como si

hubiera tomado una determinación –Dios

sabe cuál- interrumpe su paseo. Momento

que aprovecho para mirar su cara me-

lancólica, anhelante. Tiene la frente páli-

da, barba rubia que roza la gola, labios

carnosos, ojos grades fríos que un instan-

te después se vuelven dulces y pensati-

vos. Sí, me convenzo; es Felipe II. Sin

tenerme en cuenta para nada, se dirige

hacia una puerta que no se abre; pero por

la que desaparece, sin hacer ruido

¡Caray…!

Como en el Jardín de los Frailes es

fácil sufrir un encantamiento, no puedo por

menos de creer que el tiempo, entre la últi-

ma campanada que conté y la siguiente o

las siguientes, pudo haber retrocedido al

siglo XVI.

Car

los

Ber

nan

din

o

Al sol del mediodía

Page 14: Revista Alfoli Nº 12

14

S on las ocho de la mañana, tres pa-

sajeros se disponen a tomar el tren

en la Estación de Chamartín. Su

destino San Sebastian o Donosti,

como queráis, su objetivo disfrutar de un

concierto fin de carrera.

Os presentare a los tres protagonistas de la

historia.

Marisa y Miguelón, padres del artista.

Ignacio, nuestro hijo, con su inseparable

guitarra al hombro buscaba el nº del vagón

que le indicaba el billete, donde tres asien-

tos recogerían nuestros cuerpos durante

seis largas y pesadas horas.

El denominador común de los tres era el

nerviosismo, habíamos vivido un largo ve-

rano lleno de ensayos y conciertos familia-

res que en algunos momentos fueron muy

duros.

Sobre la una de la tarde llegamos a la bella

ciudad vasca, el tiempo era luminoso, San

Sebastian era un regalo para nosotros, esta-

ba bellísima.

Nos apetecía estirar las piernas, cogimos

El peine del viento

CRÓNICA

Texto e imágenes Miguel Soto Carmona

Page 15: Revista Alfoli Nº 12

15

nuestras maletas, y cruzando el puente de

Mª Cristina que cruza el río Urumea, nos

adentramos en la ciudad camino de la

Bahía de la Concha.

Cuando por la calle Urbieta llegamos al

Hotel Londres el Cantábrico nos regalo su

belleza.

El cielo azul como agua marina, la arena

de la playa brillaba como onzas de oro.

La bahía con sus dos guardianes, Igeldo y

Urgull y su lunar verde la isla de Santa

Clara nos daba la bienvenida

Cogimos un taxi, nuestro destino el hotel

Chomin en los aledaños de la playa de On-

darreta, un lugar familiar y tranquilo que

ya conocíamos de otras ocasiones.

Después de tomar posición de nuestras

habitaciones recibimos el aviso de nuestros

estómagos que ávidos de pitanza reclama-

ban su ración diaria.

Comer en estas tierras es fácil, no solo por

el gran numero de sitios, también por su

gran calidad.

Cerca del Hotel un restaurante típico con

un buen menú de nombre Bidarte, fue el

lugar elegido para calmar nuestro apetito.

Disfrutamos de las famosas “banderillas” y

un pescado de la tierra, todo ello regado

con caldos del lugar y unos postres que

por estos parajes son de muy alta estima-

ción.

Ignacio se fue al conservatorio Musikene

situado en el Palacio de Miramar, residen-

cia de la familia real española por los años

1800 y principios de 1900.

Este conservatorio aparte de la belleza de

su enclave, tiene un gran prestigio en el

mundo de la música.

Marisa y yo, hambrientos de mar nos diri-

gimos al paseo marítimo para disfrutar del

Cantábrico que tantas emociones regala.

Cenamos y nos fuimos pronto a la cama,

ya que las emociones empezaban al día si-

guiente.

Sobre las siete y media nos levantamos,

una ducha reparadora limpió nuestro cuer-

po y predispuso nuestro espíritu para las

emociones que se avecinaban.

Fuimos a la cafetería Ondarreta, que tiene

unos hojaldres que resucitan a cualquier

El peine del viento

Page 16: Revista Alfoli Nº 12

16

mortal que los coma, un buen café, las pas-

tillas propias de la edad y una confianza

ciega en nuestro hijo elevaron la moral

muchos enteros.Ignacio se marcho, para

calentar, le esperaba una dura jornada de

trabajo, y este protocolo es fundamental.

El concierto estaba programado para las

doce de la mañana, Marisa y yo llegamos

con antelación, antes de entrar en el edifi-

cio del conservatorio, contemplamos el

mar y en silencio le pedimos que su

energía ayudase a nuestro hijo.

El interior del palacio esta adaptado de una

manera funcional a la enseñanza de la

música en todas sus expresiones, en un car-

tel anunciador podíamos leer, “Concierto

de guitarra, Ignacio Tamarit Ramírez, aula

104”.

Recorrimos un largo pasillo, subimos las

magnificas escaleras que recordaban tiem-

pos lejanos, y torciendo a la izquierda lle-

gamos al lugar. En la puerta estaba Mar-

cos Socia , él es el profesor que durante

cuatro años a enseñado a Ignacio a tocar la

guitarra, y sin ninguna duda uno de los me-

jores guitarristas actuales.

Nos saludo con cariño, nos transmitió su

confianza en su alumno, y nos deseo que

disfrutásemos del concierto.

Ya en la sala, ocupamos por propia volun-

tad un sitio discreto, nos entregaron los

programas y compañeros y amigos de

nuestro hijo nos animaban.

—Tocará muy bien.

Me centre en el programa, me lo sabia de

memoria, pero poderlo leer y sentirlo en

tus manos es algo muy hermoso.

La primera parte”Suit para laúd 996” de

Juan Sebastian Bach, y el “Nocturnal” de

B.Briten, ambas piezas de una dificultad

máxima.

Un descanso de diez minutos y de nuevo

las maravillosas notas de la “Sonata

Romántica” de Ponce, nos llegaron al al-

ma, y para terminar la “Rossiniana” de

Giuliani.ponian a prueba la destreza del

artista.

Fue un éxito, Ignacio estuvo brillante, el

tribunal le felicito de forma unánime, los

amigos con fuertes abrazos le daban la en-

horabuena, nosotros llorábamos de alegría,

¡Nuestro hijo era músico!

CRÓNICA

Page 17: Revista Alfoli Nº 12

17

Cuando nos encontramos los tres nos fun-

dimos en un fuerte abrazo y le dijimos al

unísono te queremos que es sin duda el

mejor regalo que se puede dar a una perso-

na.

Fuimos a comer, por seguir la costumbre

nacional, que no hay fiesta en nuestro que-

rido país que no se celebre llenando la pan-

za y regándolo con los deliciosos vinos del

lugar.

Al término del banquete el músico se fue

un rato con los “colegas” y Marisa y yo

nos cogimos de la mano y sin decir nada

nos dirigimos al “Peine del Viento”.

Para los que no conocías el lugar os conta-

re que este lugar mágico esta situado a la

falda del monte Igueldo, una plaza escalo-

nada del arquitecto Luis Peña Ganchegui

con surtidores de agua cuando las olas del

Cantábrico sotorrean el lugar hacen de este

entorno algo que no se puede olvidar.

Dicen que Eduardo Chillida autor del

“Peine del Viento” escogió este lugar por-

que de joven se sentaba con su novia Pilar

Belzunce y le decía que estaban en el

“yunque de los sueños”.

El peine del Viento son tres figuras de ace-

ro engarzadas en las rocas, por donde el

viento de poniente llega a la ciudad de Do-

nosti, su misión es peinar al aire para que

purificado no contamine el cielo de la pre-

ciosa ciudad y sus habitantes puedan vivir

en paz.

Cuando llegamos al lugar había poca gen-

te, en la plaza escalonada el ronquido de

las olas daban al lugar un misterio añadido.

El Cantábrico estaba empezando a despe-

rezarse y su oleaje iba en aumento.

El espectáculo era apasionante.

Marisa se sentó al borde del mar y en pos-

tura de meditación dejo que sus pensa-

mientos la llevaran al silencio.

Yo me aleje unos pasos y me senté en una

roca situada debajo de la figura del peine.

Cerré los ojos y deje vagar mis sentidos.

Las notas del “Nocturnal de B.Briten” lle-

naron mi corazón. Los compases fuertes y

monótonos recordando a la muerte sona-

ban con una limpieza, no escuchada en an-

teriores momentos. B.Briten en su genial

obra, nos recuerda que la vida puede ser el

camino mas hermoso, pero nuestra despe-

Page 18: Revista Alfoli Nº 12

18

dida esta siempre presente y aunque sea

olvidada con frecuencia la machaconas

notas de lo melodía no nos permite olvi-

darla.

No lo vives con miedo, al revés, lo sientes

con paz y verdad, y ello hace que cuando

llegue la despedida sea un momento mas

en tu caminar.

Abrí los ojos y acorde con mis reflexiones

observe que las olas del Cantábrico bravo,

también entendían mi pensamiento.

Una brisa cada vez mas alborotada, me

hizo sumergirme de nuevo en mi medita-

ción, antes de disfrutar de nuevo la oscuri-

dad, mire a mi compañera que seguía con

la mirada fija en el mar, todo su cuerpo

transmitía mucha paz.

Sin quererlo me llegaron las notas de la

Rossiniana de Giuliani, esta maravillosa

pieza musical me enamoro en los concier-

tos de verano, su interpretación es de una

dificultad máxima, pero llega tan dentro

que no puedes seguirla sin que todo tu

cuerpo baile.

Toda su alegría, tiene una magia especial,

y llega a tu alma por el

camino mas corto.

La deje fluir en mi co-

razón y el silencio de la

meditación pura, se unió a

las notas de la bella obra,

la paz inundo mi alma, y

me transporto a no se que

sitio donde me sentí muy

bien.

Esta situación no se cuan-

to duro, pero se grabo en

mi ser y nunca la olvidare.

Las personas necesitamos

momentos así, solo por

ello merece la pena pasar y andar el cami-

no de la vida, son como gotas de esperan-

za que te hacen confiar en que la bondad y

el amor andan muy cerca.

De repente mi rostro se cubrió de gotas, el

llanto del cielo había dejado caer sus lágri-

mas, el viento de la galerna, filtrada por el

peine, nos presento su respeto.

Marisa se levanto, me puse de pies y cogi

su mano corriendo en busca de un cobijo.

No había nadie, solo nosotros, con el vien-

to, con el peine, con la lluvia, nos paramos

y dejamos que el momento enriqueciese

nuestra vida.

En nuestro interior mucha paz y mucha

esperanza.

Éramos dos personas felices, nuestro hijo

era músico, lo que el quería, y nosotros

vivimos nuestro amor y nuestra magia en

el Peine del Viento.

Esta crónica es para mi hijo Ignacio, “el

músico” al que tanto quiero.

CRÓNICA

Page 19: Revista Alfoli Nº 12

19

A ellos Marisa Ramirez Ontalba

Como no puedo tocaros con mis manos, os acaricio con el alma.

Como no puedo veros con mis ojos, os miro en espíritu.

Como no puedo abrazaros, bailo con vosotros la danza del universo.

Me uno a ese fluir de velos blancos que se agitan libres, sin tiempo ni espacio.

Danzo en el lugar que une los dos mundos y lo convierten en uno,

cada cual en su sitio, amándonos,

y esperando compartir de nuevo el mismo lugar,

del cual no hemos salido ninguno,

y el que lograremos ver, cuando el cambio nos llegue a nosotros.

Aun así estando en otra dimensión os siento tan cerca, os amo tanto,

que mi pecho explota en una alegría inmensa de paz infinita.

Gracias por estar donde ahora os corresponde,

y gracias por haber hecho que yo lo comprenda y lo acepte.

POESÍA

Page 20: Revista Alfoli Nº 12

20

A l fin Jabugo! Iba camino de

Doñana, en viaje turístico, que

incluía bonitos pueblos extre-

meños y onubenses, pero la guinda del

viaje era conocer Jabugo, en la agreste

serranía de Huelva con casi 3.000 habi-

tantes, rodeado de grandes bosques de

encinas, castaños y alcornoques. Allí

están las instalaciones de Sánchez Ro-

mero y Carvajal buque insignia del cer-

do ibérico y de los mejores productos

curados del mismo, aunque también los

hay en otros lugares, que con otras mar-

cas, compiten dignamente en calidad y

sabor. Jabugo , es sinónimo de calidad,

y la marca más conocida.

A la entrada del pueblo se encuen-

tra una amplia nave con el nombre co-

mercial de Sánchez Romero y Carvajal,

empresa pionera del sector. Pero en el

pueblo, a donde es difícil acceder y cir-

cular debido a la estrechez de sus calles,

es posible adquirir auténticos productos

“jabugo” de buena calidad y precio más

económico. Son productos “jabugo”

porque se han elaborado en el pueblo o

sus alrededores, pero no llevan el mar-

chamo de SRC, ni el del Consejo Regu-

lador de Huelva Los cuatro Consejos

Reguladores de Denominación de Ori-

gen, entre ellos el de Huelva. tienen nor-

mas muy similares y estrictas para la se-

lección y elaboración de los productos.

Deambular por las calles de Jabugo, que

está aromatizado por los jamones, paleti-

llas y otras chacinas, es un deleite para el

“gourmet”, que saturado por los olores

prácticamente no necesita saborearlos.

Jamón ibérico = calidad

José Luis García

ARTÍCULO

Page 21: Revista Alfoli Nº 12

21

Genética.

Primera materia de calidad es la

base para obtener un buen producto fi-

nal. Es el caso del cerdo ibérico. Acaba-

mos de explicar el malentendido con res-

pecto a la palabra jabugo. No todos los

buenos jamones son de allí. Otro malen-

tendido es que son de pata negra.

En España la raza de cerdo ibérico

se extiende por Andalucía Occidental,

Extremadura y Salamanca y alrededores.

Pero existen variedades ibéricas cuya

piel no es totalmente negra. Entre ellas el

retinto extremeño, el manchado de jabu-

go, dorado gaditano y otros.

Todos los consejos reguladores

exigen que los productos que ellos con-

trolan, tengan al menos un 75 % de san-

gre ibérica, y el 25 % restante del cruce

con otras razas, principalmente la Duroc.

El cerdo ibérico y sus productos

que tradicionalmente han jugado un pa-

pel importante en la vida y la economía

española, se basan en la ganadería exten-

siva, experimentaron una caída alarman-

te en los años sesenta y setenta Los fac-

tores que causantes fueron: 1) la apari-

ción de la peste porcina africana, 2) éxo-

do de la población hacía zonas industria-

lizadas aparejado a la deforestación de

zonas ganaderas, 3) cruzamientos indis-

criminados con otras razas como White

Large, Landrace, o Pietrain.

Afortunadamente se ha su-

perado aquel bache en parte por la

apertura de nuevos mercados co-

mo el de los Estados Unidos, y

también por la mejor apreciación

entre los consumidores de los pro-

ductos de calidad

Cría y alimentación.

Después de la raza, el se-

gundo factor importante en la calidad de

los productos de cerdo ibérico reside en

esta segunda fase.

La gestación de las cerdas dura

prácticamente cuatro meses aunque los

veterinarios hablan de tres meses, tres

semanas y tres días.

Las parideras se efectúan en caba-

ñas o camping que en los más extensivos

tienen entre 10 y 15 cabañas /Ha.

Desde el nacimiento y durante

quince días, el lechón se alimenta con

leche materna. A partir de los quince días

siguen con la leche materna primero, a la

que se añade algún complemento ali-

menticio. Después durante la fase de cría

tienen suplementos hasta que los anima-

les alcanzan el peso de 20/25 kilos. Lo

normal es castrar los cerdos en ese mo-

mento, excepto los animales destinados a

reproducción.

Durante la recría la alimentación

básica consiste en pienso concentrado y

recursos naturales como pastos, rastroje-

ras. barbechos, etc. En este periodo la

ganancia es de 250 a 350 gramos día,

hasta llegar a los 100 kilos.

La forma de cebo determina cual

es la objetivo final del animal. En naves

cerradas hasta alcanzar los 160 kilos con

pienso concentrado y cereales, para ser

sacrificados. O en cercados en los cuales

Page 22: Revista Alfoli Nº 12

22

pueden caminar, pero

con la misma alimenta-

ción, y engordan hasta

casi los 100 kilos para

la terminación en mon-

tanera, que es el perio-

do de cebo en grandes

dehesas donde el ejerci-

cio físico mejora la co-

loración de la carne.

Allí se alimentan con hierbas aromáticas

como romero y tomillo, restos de culti-

vos de cereales, y, sobre todo, bellotas.

La montanera dura de octubre a marzo.

Las bellotas son frutos de alcorno-

ques y encinas. También los quejigos

producen bellotas de calidad inferior. De

la cantidad de bellotas dependerá la ex-

celencia de los productos obtenidos.

Cerdos de bellota. Tienen un peso

de entrada entre 80 y 115 kilos. Incre-

mentan su peso en un 60-65 % a base de

bellotas

De recebo. El mismo peso de en-

trada. Incrementan su peso en montanera

30 % con bellotas y cuentan con la ayu-

da de piensos autorizados.

Cerdo de cebo. Alimentación con

piensos autorizados

El proceso de cría y engorde se

aproxima a los 10 meses cuando son

vendidos para su sacrificio.

Maduración y envejecimiento, etc

Esta fase es la más larga y definitiva

de todo el proceso de elaboración de los

productos del cerdo ibérico. Para los ja-

mones de 10 kilos el mínimo es 660 días,

prácticamente dos o más años. Para las pa-

letas (patas delanteras) 330 días (un año)

Comienza con el despiece y perfi-

lado. A continuación la salazón. Los ja-

mones, se colocan unos encima de otros,

separados y cubiertos

por sal común hasta una

altura máxima de ocho

jamones, que permane-

cen en la cámara según

peso su peso, un día en

sal por kilo de peso, de-

pendiendo también de la

temperatura. Menos tem-

peratura menos difusión

de la sal en el interior de las piezas. Este

es un momento delicado, porque jamón

salado (en exceso) pierde calidad.. La

humedad de la cámara, entre 0 y 2 gra-

dos y la humedad en torno al 90 %.

Después se procede al lavado con

agua caliente para eliminar la sal de la

superficie y entran en la fase de asenta-

miento que dura días.

El secado puede durar entre 3 y 5

meses. La temperatura es más baja en los

meses de primavera (unos 15 grados) que

en verano (30-50 grados). La humedad (50

al 70%) está en sentido inverso a la tempe-

ratura. Durante el secado y “sudado” se

producen una serie de fenómenos que con-

tribuyen decisivamente al aroma de jamo-

nes y paletas. Durante el secado pueden

perder hasta el 8 % de su peso.

Después del verano pasan a las bo-

degas, en su inmensa mayoría naturales,

con temperaturas más estables y frescas

para continuar su maduración. Las piezas

de bellota necesitan más tiempo que las de

cebo. Los jamones requieren de18 a 36

meses, y las paletas, al tener menos peso,

12 a 24 meses. Durante esta fase, levaduras

y hongos en la superficie, originan lentas

reacciones químicas y enzimáticas, que

mejoran el buen sabor del jamón. La des-

hidratación y pérdida de peso es más lenta

que otras fases del acabado del jamón.

¡Buen provecho!

ARTÍCULO

Page 23: Revista Alfoli Nº 12

23

O tal vez podríamos decir Cri-

sis y Consumo, no se lo que

va primero, en cualquier caso

yo creo que una cosa tiene

mucha relación con la otra.

No me voy a meter en profundida-

des puesto que mis conocimientos en es-

te tema, así como en otros muchos, es

más bien escaso, solo quiero comentar a

nivel familiar y según mi punto de vista

lo que he ido observando en tiempos pa-

sados, y también lo que veo en la actuali-

dad.

Es cierto que desde hace dos años y

pico estamos atravesando un periodo

malo, falta de trabajo para muchas perso-

nas, subida de artículos y servicios de

primera necesidad, pero a veces quizás

nosotros mismos (y hablo en general)

sin pretenderlo agravamos la situación,

nuestra propia crisis, pues todos y espe-

cialmente los más jóvenes estamos me-

tidos en un consumismo salvaje. No te-

nemos la suficiente personalidad para

ignorar la publicidad que nos llega por

todas partes, las ofertas de todo tipo, las

marcas, el dos por uno, el porcentaje gra-

tis en los productos, no caigamos en la

trampa, solo son técnicas estudiadas para

vender más y más.

Conozco a algunas familias que

hace unos años, pocos, vivían bien, muy

bien, creo que por encima de sus posibi-

lidades, después llegó el paro o cualquier

otro contratiempo, y con ello los proble-

mas de todo tipo, ahora están con la soga

al cuello, son personas que han tenido

buenos ingresos durante bastante tiempo,

pero viviendo al día, incluso más que

eso, pidiendo algún préstamo a alto in-

terés para celebrar por todo lo alto la co-

munión del niño, irse de vacaciones o

cambiar el coche, porque el viejo ya tie-

ne 5 años y desmerece junto al de mi pri-

mo. Como en el conocido cuento tendr-

íamos que ser más hormigas que ciga-

rras (guardar algo para cuando llega el

mal tiempo). Perdonadme si pensáis que

es una crítica, no, simplemente yo siem-

pre he pensado y sigo pensando así,

quizás estoy equivocado.

Da miedo ver cuando empiezan ca-

da temporada las rebajas, las personas se

agolpan, empujan y pelean por ser las

primeras en entrar en los grandes alma-

cenes, para comprar de una forma frené-

tica, cosas que en muchos casos no nos

son necesarias.

Ocurre lo mismo con los juguetes

de los niños, es una verdadera locura y

creo que por tener tantos no son más fe-

lices ahora que, por ejemplo, cuando yo

era pequeño, bueno quiero decir cuando

era niño porque pequeño sigo siendo.

En aquellos tiempos no necesitába-

mos tantas cosas, tanto los mayores co-

mo los niños éramos dichosos con muy

poco. Se que por ley de vida todos de-

seamos ser y tener más y más para vivir

mejor, pero es necesario que cada uno lo

hagamos dentro de nuestras posibilida-

des. Dice un refrán que no es más rico ni

vive mejor el que más tiene, sino el que

menos necesita.

Consumo y crisis... Juan Díaz

OPINIÓN

Page 24: Revista Alfoli Nº 12

24

Mi hermano Aurelio

C omenzare revelando aquí,

que soy el cuarto de una ge-

neración de siete hermanos,

que nuestros queridos padres

determinaron traer a este mundo. Todos

ellos fueron siempre muy queridos por

mí, y nuestros lazos de unión se mantu-

vieron invariablemente.

En el discurrir de los años y en el

seguimiento de sus vidas, sintiéndome

siempre muy orgulloso de todos, debo

señalar mi especial admiración por sus

aconteceres, la vida de mi querido her-

mano Aurelio.

Este hombre hoy, a la avanzada

edad de 82 años reside en Perú, en la

localidad de Cieneguilla, ubicado este

distrito a 23 kilómetros de Lima.

Fue apadrinado al nacer, por un

médico muy próximo en amistad con

nuestros padres, quien en el transcurrir

del tiempo y al carecer de hijos biológi-

cos, convenció a nuestros padres para

prohijarle. Así fue que, gracias a la in-

tervención de esta persona, la perspec-

tiva de su vida cobro un giro muy favo-

Texto Carlos Bernardino Fotografías Aurelio Bernardino

Aurelio retocando uno de los ángeles, componentes del obelisco.

ARTÍCULO

Page 25: Revista Alfoli Nº 12

25

Delante del grupo de combatientes que componen un lateral del monumento.

rable para su porvenir. Nuestros padres,

que por aquellos desdichados tiempos y

recién terminada nuestra cruenta guerra

civil, aceptaron esta separación como

una solución para su futuro. Pues dadas

las carencias económicas de nuestra fa-

milia, imposibilitaban para el resto de la

prole, el futuro que para él ya le aguar-

daba.

Su vida desde entonces, transcurrió

placidamente, viviendo sin ningún tipo

de carencias. Discurrió su juventud acu-

diendo a la universidad, muy en contra

de su apetencia, para años después, con-

seguir el titulo de la carrera de Veterina-

ria. Su padre adoptivo, con la idea de

crearle un brillante futuro, le impuso la

consecución de este titulo Pero como

siempre ha ocurrido, las obligaciones

impuestas, nunca propiciaron buenos

resultados.

Y así fue como, el resultado final

de la carrera universitaria de mi querido

hermano, nunca resulto ejercida por él

para su provecho.

Transcurrido un tiempo, y dando

claras muestras de sus inclinaciones

pictóricas, se matricula en la Escuela de

Bellas Artes de Madrid. Después de

unos años, y para ampliar sus estudios

de pintura e idioma, se traslada a Ingla-

terra.

Para financiarse los costos de su-

pervivencia, inicialmente, ocupa el em-

pleo de pinché en un restaurante. Tiem-

po después cambió de empleo, entrando

a formar parte del servicio, en el hogar

de un Lord del Almirantazgo Británico,

e igualmente servir de pinché en la coci-

na de la casa.

En el tiempo de permanencia en

este húmedo país, conoció y se enamo-

ro, de una linda muchacha alemana,-a

quien no llegamos a conocer-, con la

Page 26: Revista Alfoli Nº 12

26

que contrajo matrimonio en un escaso

tiempo de relación. Después, y como re-

sultado de esta inmadura decisión; con

la misma y fugaz manera que se produjo

el acontecimiento, acabó el mismo, en

un casi inmediato divorcio.

Tiempo después de estos hechos,

regresó a nuestro país. Ya instalado en

Madrid, soluciona sus escasos ingresos

vendiendo acuarelas, e impartiendo cla-

ses de ingles y español. Y en este inter-

medio de su ya azarosa vida, nuevamen-

te llega a conocer a otra joven mujer,

que por sintonizar con sus inclinaciones

y manera de vivir, le enamora nueva-

mente, y de forma definitiva es conduci-

do a su segundo matrimonio.

De nuevo, en un tiempo record,

Frontis del monumento en el que figura la efigie de Simón Bolívar, al frente de sus cinco generales.

ARTÍCULO

Page 27: Revista Alfoli Nº 12

27

pues no llegó a un año de relación, hoy,

mi querida cuñada Pilar, oriunda de Li-

ma, puso rumbo a Perú la vida de mi

hermano.

A su llegada a este país, al margen

de aprovechar comercialmente sus cono-

cimientos pictóricos, tanto en acuarela

como en óleo, también hizo uso de su

ingenio para lograr otros ingresos. Así,

incorporo a ellos, la fabricación de pes-

tañas postizas. Igualmente irrumpió en la

fabricación de paté de foie-gras, para lo

que debieron de adquirir una autoclave y

la consabida licencia. Unido a estos pe-

culios, mi cuñada contribuyó a ellos,

ocupando un trabajo de profesora en un

centro escolar de Lima.

Recuerdo que discurriendo el año

de 1968 mi hermano, nos comunico su

decidida participación en un concurso a

nivel internacional, que el gobierno de

Venezuela convocaba para la construc-

ción del obelisco por el sesquicentenario

(150 años) de la batalla de Ayacucho.

Este seria dedicado a Los Héroes Liber-

tadores que intervinieron en dicha bata-

lla. Su emplazamiento tendría lugar en el

mismo término, en que dicha batalla se

dirimió.

Dicho lo anterior, he de añadir que,

a este certamen acudieron en gran núme-

ro, arquitectos e ingenieros del continen-

te americano, al igual que del continente

europeo. Y como no, para sorpresa nues-

tra, mi hermano nos comunicaba de ma-

nera absolutamente natural, la inminente

presentación de su proyecto al concurso,

al cual estaba dando los últimos reto-

ques. Por supuesto que la idea me pare-

ció genial. Pues demostraba en él una

vez más, la valentía y capacidad imagi-

nativa que siempre le identifico.

Al tiempo, mi conciencia de la

magnitud y alcance de este proyecto, en-

seguida me hicieron poner en duda las

posibilidades de éxito que le podían asis-

tir. Y así, fue trascurriendo el tiempo

después de habernos sido anunciado la

presentación de su proyecto. La tardanza

en recibir noticias al respecto, nos hacia

pensar malamente sobre el descalabro de

su resultado.

Por estas consideraciones, práctica-

mente habíamos olvidado cuanto a ello

Page 28: Revista Alfoli Nº 12

28

se refería, y en mis misivas, obviaba co-

mentario alguno respecto al asunto,

cuando….

Ocurrió a altas horas de la noche;

Interrumpiendo mi sueño, - y por la dife-

rencia horaria,- el timbre del teléfono me

hizo saltar de la cama. Entonces, y por la

natural alarma que se produjo en mí con

tan inesperada llamada, pude oír al otro

lado, la voz de mi hermano, quien, con

una desbordante alegría, me anunciaba

haber sido elegido su proyecto como ga-

nador. En aquel momento yo, me en-

contré confundido, pues no alcanzaba a

comprender la súbita noticia.

Pasados unos momentos, ausentada

ya mí somnolencia, y con los ánimos

más calmados, pude llegar

a digerir la magnitud del

acontecimiento. A partir de

aquel momento, fuimos

puntualmente informados

por él, y de forma escalo-

nada, del desarrollo de los

acontecimientos desde la

elección de su proyecto,

hasta el final de la realiza-

ción de la obra. En los me-

dios de comunicación fue

anunciado el premio otor-

gado y como ganador del

mismo, al escultor Aurelio

Bernardino Arias. Así cons-

ta en las memorias graficas

y que pueden ser contem-

pladas en la actualidad, col-

gada en Internet

La cuantía económica

del premio al proyecto, al-

canzo la suma de 2.500.000

soles peruanos. Pero, al

margen de estos dineros,

aumento los mismos consi-

derablemente. Pues posteriormente, no

solo se comprometió a dirigir la obra de

construcción del obelisco, sino que al-

quilando un solar modeló en escayola,

las figuras de los generales intervinientes

y que figurarían en el mismo, para ser

después fundidas en bronce. Al hacerlo

así, los importes destinados por el go-

bierno para estos fines, le fueron abona-

dos marginalmente a él, por el buen tra-

bajo realizado.

En Cieneguilla, una zona residen-

cial ubicada a 23 Km. de Lima, y con

buena parte de estos bienes, compro una

parcela de 7.500 metros de superficie.

En ella, diseño su vivienda, dirigiendo

igualmente su construcción. En esta la-

Aurelio al pie de la figura de Simón Bolívar.

ARTÍCULO

Page 29: Revista Alfoli Nº 12

29

bor, a la par de su buen gusto, realizó en

todo su conjunto un derroche de ingenio

y exquisitez. La amplitud del terreno,

dio de sí, para el desarrollo de todas sus

apetencias decorativas. Para ello creo un

espacio precioso de jardín, combinado

con decorados de obra muy equilibrada,

y que son un disfrute en la actualidad pa-

ra quienes les visitan.

Su carácter abierto, amable y cordial,

unido a la resonancia local habida por el

premio conseguido, le propició nuevas

amistades en su entorno, así como tam-

bién en los ámbitos culturales y artísticos

limeños. De hecho, este acontecimiento

unido a su don de gentes, le ha venido

deparando en transcurso de estos años

que allí lleva afincado, unas muy buenas

y

entrañables amistades que, le han venido

a servir para eliminar en buena parte, la

añoranza que pudiera sentir por el aleja-

miento familiar.

Para concluir esta narración, solo

me resta añadir que, menos la casa en

que habita, el resto de su parcela lo a

destinado a alquilarlo para celebraciones

de bodas y demás eventos. Estos servi-

cios son contratados por él y negociados

con empresas dedicadas a este fin, con

la inclusión de los catering correspon-

dientes.

No obstante, no me sorprendería

que en un próximo futuro, se puedan

producir nuevos hechos relevantes que

añadir, a esta para mí, apasionante vida.

Bellísima panorámica con el obelisco y figura ecuestre.

Page 30: Revista Alfoli Nº 12

30

JARDINERÍA

Capuchina, la planta

que todo se come

Margarita Bermejo

T engo el gusto de escribir sobre

la planta Tropaeolum Majus,

procede de la palabra griega

que significa trofeo. Digo que tengo

“el gusto” porque lo cierto es que ha

sido un descubrimiento para mí. Cuan-

do empecé a escribir sobre ella, hoy,

pensaba hablar de lo bonita que es y lo

fácil que se cría y resulta que, además

de ello, estoy hablando de una planta

ciertamente extraordinaria en todos los

sentidos.

Vulgarmente conocida en muchos

lugares del mundo con el nombre de

capuchina, este nombre se refiere a una

orden religiosa que lleva capucha y a

la vez también se refiere a la forma de

la flor, y aquí menciono otros nombres

igualmente distintivos como, taco de

reina, espuela de galán, flor de sangre,

Imag

en d

esca

rgad

a d

e G

oo

gle

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31

llagas de Cristo, son sólo algunos de

los nombres preciosos por los que se

conoce a esta “súper planta”.

Procedente del Perú, llegó a

Europa en el siglo XVI, actualmente

se encuentra muchas variedades.

Las propiedades de la capuchina son

inmensas y se ha utilizado durante mucho

tiempo para hacer medicinas ya que tiene

propiedades antibióticas y antiinflamato-

rias.

Se puede comer todo de esta

planta: las hojas son ricas en vitamina

C y son diuréticas, como las flores.

Éstas se consumen frescas en ensala-

da, las hojas se dejan secar para utilizarse

cuando se necesiten, las flores no secan

bien por esa razón sólo se comen en las

ensaladas.

Saben un poco a pimienta o como el

berro. De hecho, otro de sus nombres es

el de “berro de los jesuitas” en reconoci-

miento a que ellos fueron los que lo intro-

dujeron en Europa del Perú y dejaron

constancia de su uso en la cocina.

Las semillas son gruesa y arruga-

das a mi me recuerdan a los garbanzos,

son ricas en azufre( como el ajo) y se

puede consumir en pocas cantidades y

también se utilizan como laxante.

Es una planta tan sumamente bue-

na que se planta en el huerto pera ahu-

yentar a las plagas.

Imag

en d

esca

rgad

a d

e G

oo

gle

Características

Es una planta trepadera, o rastrera dependiendo donde la plantes, se

puede plantar en macetas.

Las hojas son redondeadas, y carnosas de color verde fuerte, las

flores, de cinco pétalos, son de diferentes colores, amarillo, naran-

ja, rosa, salmón y rojo escarlata. Todo un placer para la vista.

Son plantas anuales, se siembran a últimos de la primavera.

Es una planta de crecimiento fácil.

Requieren mucho sol y un terreno ligero.

Regar poco. Importante que no esté encharcado.

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GASTRONOMÍA

Preparación:

Si las judías son del año, no se deben po-

ner en remojo; si no se tiene seguridad

de que sean tiernas, se pondrán en remo-

jo en agua fría unas 3 horas antes de co-

cerlas.

Se ponen las judías en agua fría sin nada

(ni sal) de modo que el agua solo cubra,

y se tapan con la tapadera. Cuando

rompe el hervor se escurre el agua y se

vuelve a poner nueva, añadiendo enton-

ces la cabeza de ajo , la hoja de laurel ,

una cebolla entera , el chorizo o la mor-

cilla enteros. Se dejan cocer 2 horas más

o menos (según la clase de judías) aña-

diendo durante este tiempo unas 3 veces

agua fría para cortarles la cocción. Cuan-

do están tiernas las judías, se les agrega

el siguiente refrito. En una sartén se ca-

lienta el aceite, se refríe la cebolla picada

y después que ésta dorada se añade la

harina, dejando que tome un poco de co-

lor y moviendo con una cuchara de ma-

dera. Pasados 10 minutos, se echa el pi-

mentón y 3 o 4 cucharadas del caldo de

las judías. Se pasa por la pasa purés el

refrito, echándolo dentro de la cacerola

donde cuecen las judías. Se echa ahora la

sal. Se quita el chorizo y la hojita de lau-

rel y el chorizo se corta en rodajas, que

se vuelven a echar en las judías

Judías blancas guisadas

Ingredientes

700g de judías blancas

2 cebollas pequeñas (100g las dos)

½ cabeza de ajo entera y asada

1 cucharada sopera de harina

1 hoja de laurel

1 chorizo o una morcilla asturiana

1 cucharada (de las de café de pimentón)

4 cucharadas soperas de aceite

Sal al gusto

Jesús Rodríguez

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P ara que una persona pueda enviar

un correo a otra, ambas han de

tener una dirección de correo

electrónico. Esta dirección la tiene que

dar un proveedor de correo, que son

quienes ofrecen el servicio de envío y

recepción. Es posible utilizar un progra-

ma específico de correo electrónico

(cliente de correo electrónico) o una

página web, a la que se ingresa con un

navegador web.

Dirección de correo.

Una dirección de correo electrónico es

un conjunto de palabras que identifican a

una persona que puede enviar y recibir

correo. Cada dirección es única y perte-

nece siempre a la misma persona.

Un ejemplo : es [email protected],

que se lee persona arroba servicio punto

com. El signo @ (llamado arroba) siem-

pre está en cada dirección de correo, y la

divide en dos partes: el nombre de usua-

rio (a la izquierda de la arroba; persona),

y el dominio en el que está (lo de la de-

recha de la arroba; servicio.com).

La arroba también se puede leer "en", ya

que [email protected] identifica al

usuario persona que

está en el servidor (ordenador de gran

capacidad de almacenamiento) servi-

cio.com.

Lo que hay a la derecha de la arroba es

precisamente el nombre

del proveedor que da el correo, algo que

el usuario no puede cambiar. Por otro la-

do, lo que hay a la izquierda depende

normalmente de la elección del usuario,

y es un identificador cualquiera, que

puede tener letras, números, y algunos

signos.

Es aconsejable elegir en lo posible una

dirección fácil de memorizar para así fa-

cilitar la transmisión correcta de ésta a

quien desee escribir un correo al propie-

tario, puesto que es necesario transmitir-

la de forma exacta, letra por letra. Un so-

lo error hará que no lleguen los mensajes

al destino.

Es indiferente que las letras que integran

la dirección estén escritas en mayúscula

o minúscula. Proveedor de correo

Para poder enviar y recibir correo

electrónico, generalmente hay que estar

registrado en alguna empresa que ofrez-

ca este servicio (gratuito o de pago). El

registro permite tener una dirección de

correo personal única y duradera, a la

Texto: joalruce

¿Cómo usan el correo electrónico

las personas mayores?

(1ª Parte)

INFORMÁTICA

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que se puede acceder mediante un nom-

bre de Usuario y una Contraseña.

Hay varios tipos de proveedores de co-

rreo, que se diferencian sobre todo por la

calidad del servicio que ofrecen.

Gratuitos

Los correos gratuitos son los más usa-

dos, aunque incluyen algo de publicidad

en cada mensaje, y otros en la pantalla

que se usa para leer el correo.

Muchos sólo permiten ver el correo des-

de un sitio web propio del proveedor, pa-

ra asegurarse de que los usuarios reciben

la publicidad que se encuentra ahí. En

cambio, otros permiten también usar

un programa de correo configurado para

que se descargue el correo de forma au-

tomática. Una desventaja de estos corre-

os es que en cada dirección, la parte que

hay a la derecha de la @ muestra el

nombre del proveedor.

De pago

Los correos de pago normalmente ofre-

cen todos los servicios disponibles. Es el

tipo de correo que un proveedor de Inter-

net da cuando se con-

trata la conexión

(ejemplo telefónica).

Correo web

Casi todos los provee-

dores de correo dan el

servicio de correo web:

permiten enviar y reci-

bir correos mediante

un sitio web diseñado

para ello, y por tanto

usando sólo

un navegador web. La

alternativa es usar un programa de co-

rreo especializado.

El correo web es cómodo para mucha

gente, porque permite ver y almacenar

los mensajes desde cualquier sitio (en un

servidor remoto, accesible por el sitio

web) en vez de en un ordenador personal

concreto.

Como desventaja, es difícil de ampliar

con otras funcionalidades, porque el sitio

ofrece un conjunto de servicios concre-

tos y no podemos cambiarlos.

Cliente de correo

También están los clientes de correo

electrónico, que son programas para ges-

tionar los mensajes recibidos y poder es-

cribir nuevos.

Suelen incorporar muchas más funciona-

lidades que el correo web, ya que todo el

control del correo pasa a estar en el orde-

nador del usuario. Por ejemplo, algunos

incorporan potentes filtros.

Por el contrario, necesitan que el provee-

dor de correo ofrezca este servicio, ya

que no todos permiten usar un programa

INFORMÁTICA

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especializado. En caso de que sí lo per-

mita, el proveedor tiene que explicar de-

talladamente cómo hay que configurar el

programa de correo. Esta información

siempre está en su sitio web, ya que es

imprescindible para poder hacer funcio-

nar el programa, y es distinta en cada

proveedor. Con los datos señalados de

cada Proveedor, el programa ya es capaz

de obtener y descargar nuestro correo.

Escritura del mensaje

Se pueden mandar mensajes entre orde-

nadores. Los mensajes se archivan en un

buzón (una manera rápida de mandar

mensajes). Cuando una persona decide

escribir un correo electrónico, su progra-

ma (o correo web) le pedirá como míni-

mo tres cosas:

Destinatario: una o varias direcciones de

correo a las que ha de llegar el mensaje

Asunto: una descripción corta que verá

la persona que lo reciba antes de abrir el

correo

El propio mensaje. Puede ser sólo texto,

no hay límite de tamaño

Además, se suele dar la opción de in-

cluir archivos adjuntos al mensaje. Esto

permite traspasar datos de cualquier tipo

mediante el correo electrónico.

Para especificar el destinatario del men-

saje, se escribe su dirección de correo en

el campo llamado Para. Si el destino son

varias personas, normalmente se puede

usar una lista con todas las direcciones,

separadas por comas o punto y coma.

Además del campo Para existen los

campos CC (copia) y CCO (copia

oculta), que son opcionales y sirven

para hacer llegar copias del mensaje a

otras personas.

Un ejemplo: Maite escribe un correo

electrónico a Luisa (su profesora), para

enviarle un trabajo. Sus compañeros de

grupo, Jose y Alberto, quieren recibir

una copia del mensaje como comproban-

te de que se ha enviado correctamente,

así que les incluye en el campo CC. Por

último, sabe que a su herma-

no Esteban también le gustaría ver este

trabajo aunque no forma parte del grupo,

así que le incluye en el campo CCO para

que reciba una copia sin que los demás

se enteren. Entonces:

Luisa recibe el mensaje dirigido a ella

(sale en el campo Para), y ve

que Jose y Alberto también lo han recibi-

do

Jose recibe un mensaje que no va dirigi-

do a él, pero ve que aparece en el cam-

po CC, y por eso lo recibe. En el cam-

po Para sigue viendo a Luisa

Alberto, igual que Jose, ya que estaban

en la misma lista (CC)

Esteban recibe el correo de Maite, que

está dirigido a Luisa. Ve

que Jose y Alberto también lo han recibi-

do (ya que salen en el CC), pero no se

puede ver a él mismo en ninguna lista,

cosa que le extraña. Al final, supone que

es que Ana le incluyó en el campo CCO.

Envío

Campo Enviar, el envío de un mensaje

de correo es un proceso largo y com-

plejo.

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