resumen - el ayuno escogido por dios

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¿POR QUÉ AYUNAR? En la actualidad, muchas iglesias sufren por las demasiadas opiniones tradicionales y limitantes que existen en función al ayuno, como que esta práctica es solo para aquellos creyentes fanáticos, o que es perjudicial para la salud, que no es como antes ya que hoy tenemos una vida más agitada, y así, sin embargo, el autor nos lleva a reflexionar sobre esta práctica que es 100% espiritual. El autor quiere a través de su libro confrontarnos, para ver si estamos preparados para someter nuestra actitud actual a la Palabra de Dios, respecto al ayuno. Sabemos que durante el Nuevo Testamento el ayuno era el canal de poder, el mismo que se fue perdiendo a medida que la espiritualidad desaparecía y lo mundano florecía. Así, fueron desapareciendo igual el poder y los dones del Espíritu Santo. Al perderse estos poderes, los hombres se fueron aferrando a estas prácticas, pero de forma externa, es decir, carentes de todo Espíritu interior. Sin embargo, hoy en día, Dios está permitiendo que nuestra sed por aquella llenura sea renovada, el Espíritu de Dios se está moviendo, sacudiendo a un adormecida Iglesia. Dios quiere una Iglesia sin mancha y sin arruga, renovada, y éste proceso nos va a permitir que descubramos aquellos secretos de la iglesia primitiva que se habían perdido, y que podamos conocer todo el poder que es liberado a través de la practica bíblica de ayunar para Dios. Aplicación : Dios quiere en este tiempo que efectivamente podamos mirar atrás y podamos anhelar ese tiempo en que los apóstoles y discípulos eran llenos del Espíritu Santo, y a través de la oración y el ayuno, podían liberar todo el poder de Dios. Debo creer y tener fe, de que es posible alcanzar la gracia de Dios, si en mi corazón hay un arrepentimiento genuino, y un deseo, un anhelo sincero y permanente de encontrar a Jesús, de ministrar su corazón, y entender que toda comunicación con Él tiene que ser a través de medios espirituales, por lo tanto, no es la cantidad de ayunos que pueda hacer, o el tiempo que tome cada uno de ellos, si no, empezar a prepararme para someterme a la palabra de Dios , y encontrar el verdadero camino bíblico referente al ayuno, el ayuno de Dios.

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¿POR QUÉ AYUNAR?

En la actualidad, muchas iglesias sufren por las demasiadas opiniones tradicionales y limitantes que existen en función al ayuno, como que esta práctica es solo para aquellos creyentes fanáticos, o que es perjudicial para la salud, que no es como antes ya que hoy tenemos una vida más agitada, y así, sin embargo, el autor nos lleva a reflexionar sobre esta práctica que es 100% espiritual.

El autor quiere a través de su libro confrontarnos, para ver si estamos preparados para someter nuestra actitud actual a la Palabra de Dios, respecto al ayuno. Sabemos que durante el Nuevo Testamento el ayuno era el canal de poder, el mismo que se fue perdiendo a medida que la espiritualidad desaparecía y lo mundano florecía. Así, fueron desapareciendo igual el poder y los dones del Espíritu Santo.

Al perderse estos poderes, los hombres se fueron aferrando a estas prácticas, pero de forma externa, es decir, carentes de todo Espíritu interior.

Sin embargo, hoy en día, Dios está permitiendo que nuestra sed por aquella llenura sea renovada, el Espíritu de Dios se está moviendo, sacudiendo a un adormecida Iglesia.

Dios quiere una Iglesia sin mancha y sin arruga, renovada, y éste proceso nos va a permitir que descubramos aquellos secretos de la iglesia primitiva que se habían perdido, y que podamos conocer todo el poder que es liberado a través de la practica bíblica de ayunar para Dios.

Aplicación:

Dios quiere en este tiempo que efectivamente podamos mirar atrás y podamos anhelar ese tiempo en que los apóstoles y discípulos eran llenos del Espíritu Santo, y a través de la oración y el ayuno, podían liberar todo el poder de Dios. Debo creer y tener fe, de que es posible alcanzar la gracia de Dios, si en mi corazón hay un arrepentimiento genuino, y un deseo, un anhelo sincero y permanente de encontrar a Jesús, de ministrar su corazón, y entender que toda comunicación con Él tiene que ser a través de medios espirituales, por lo tanto, no es la cantidad de ayunos que pueda hacer, o el tiempo que tome cada uno de ellos, si no, empezar a prepararme para someterme a la palabra de Dios , y encontrar el verdadero camino bíblico referente al ayuno, el ayuno de Dios.

Dios quiere liberar su poder, quiere que conozcamos y practiquemos esos secretos y dones, pero para eso debo dejar atrás toda carnalidad en mis actos, y debo estar atento a que mi vida cristiana no se llene de actos religiosos, o costumbres o actos y practicas huecas y vacías.

EL AYUNO NATURAL

Ayunar en términos generales significa no comer, aunque también es cierto, que deberíamos privarnos y renunciar a muchas cosas que impidan nuestra comunión con nuestro Padre, y esto a veces se confunde, y lleva a que muchos opinen que ayunar también es abstenerse de cualquier cosa que impida esa relación.

El primero de todos y el más común es el ayuno natural, el mismo que lleva a abstenerse de toda comida, fuese solida o liquida, pero no de agua.

De acuerdo a las Escrituras deducimos que el ayuno de nuestro Señor Jesús, fue un ayuno de este tipo, pues en las Escrituras se indica que no comió, y luego se indica que tuvo hambre, no se indica que tuviera sed. (Lucas 4:2).

En las mismas Escrituras no hay nada que nos indique que el ayuno implique además el no dormir.

Por lo tanto, el ayuno natural, significa abstenerse de comer cualquier tipo de comida pero no de agua, diferenciándolo del ayuno total y parcial.

Aplicación:

No debo espiritualizar el concepto del ayuno, este simplemente es no comer, por otro lado, la comunión con mi Padre celestial, debo también fortalecerla a través de la privación a tantas cosas que la estén obstaculizando, lo cual es bueno, pues es morir a mis deseos y a mi carne, pero no debo confundir esas prácticas con el ayuno.

Ahora sé, que el ayuno natural es aquel que solo me priva de comer comida solida o líquida, solo puedo tomar agua, en cuanto a otras actividades las puedo realizar normalmente, inclusive el dormir. Podría empezar con este ayuno, primero entendiendo que es algo totalmente espiritual, no tiene que ver con solo dejar de comer, sino una forma de llegar a mi Padre.

EL AYUNO TOTAL

Este ayuno se caracteriza por la abstención de comida y bebida. Aun en la Escritura encontramos que este tipo de ayuno no se daba por más de tres días, pues nuestro cuerpo puede pasar varios días sin alimento, pero no de agua.

Sin embargo, si hay excepciones claras, como la de Moisés, que no comió ni bebió por prácticamente 80 días, y así tenemos el caso de Esdras y Elías.

Con este tipo de ayuno, hay que tener mucho cuidado cuando se va a prolongar por más de tres días, pues hay que estar muy seguros de que es guiado por Dios. Hacerlo por más de tres días, podría ser perjudicial para muestro organismo y para la salud.

Aplicación:

Ahora sé que el ayuno total, es como su nombre mismo lo indica, nada de comida ni bebida, y si lo práctico no debería ser mayor a tres días, pues hacerlo por más tiempo podría perjudicar mi organismo, sin embargo, debo siempre ponerlo en las manos de mi Padre Celestial, para siempre hacerlo con su guía. Reconozco que los hechos que sucedieron en la Biblia fueron en situaciones sobrenaturales.

Por otro lado, este tipo de ayuno, no debo realizarlo sin experiencia, es decir, tendría primero que empezar por el ayuno parcial, y luego de tener cierta experiencia, buscar este ayuno. No se trata de tener miedo con respecto a este ayuno, solo dejar que sea Dios quien guie el tipo de ayuno, como tampoco se trata de que este tipo de ayuno tengo mejor resultado, siempre tendrá que ver con la voluntad de Dios.

EL AYUNO PARCIAL

Este tipo de ayuno, más bien se refiere a la restricción de comida, como si fuera una dieta, más que una abstención de comida. Vemos en la Biblia como Daniel y sus compañeros con un propósito específico, decidieron no “contaminarse” con la deliciosa comida y vino del rey, comiendo en su lugar legumbres y agua durante 10 días.

En las escrituras se nos dice, que al final, en ellos parecía mejor y más robusto el rostro que los que habían comido de la comida del rey.

De este hecho, no podríamos asegurar que se tratara de una intervención sobrenatural, porque es un hecho aceptado por los dietistas que toda alimentación sencilla y saludable es mucho más beneficiosa para el organismo que una comida muy elaborada.

Todos los ayunos son buenos para el organismo, y aun personas que no siendo cristianas ayunan por razones de salud. Sin embargo, para nosotros los cristianos no tienen que ver nada con lo físico, pues vemos nuevamente el ejemplo de Daniel, como busco al Señor para entender la visión, y lo hace por tres semanas, privándose de muchos manjares. Daniel 10:2,3. Todo tiempo especial que dediquemos para buscar a Dios, en este caso con un ayuno parcial, va a tener un valor espiritual.

Podemos a través de este ayuno, alimentarnos exclusivamente con un tipo de comida, o suprimiendo una cierta comida cada día, limitando la cantidad, entendiendo que la auto negación es requisito indispensable para quien quiere ser un siervo a quien Dios le va a otorgar poder espiritual.

Este ayuno es de gran valor para aquellas personas que por circunstancias o condiciones físicas les sea imposible hacer un ayuno natural, inclusive para aquellos que nunca han hecho un ayuno, considerar este como punto de partida.

Aplicación:

Este tipo de ayuno no lo conocía, pero considerando el principio de auto negación, entonces lo puedo aplicar en ciertas circunstancias que no pueda hacer un ayuno natural, pero quiera buscar de la presencia de mi Señor.

Este tipo de ayuno, aun cuando represente una ayuda física, pues tiene muchos beneficios para el organismo, debo ponerlo en práctica única y exclusivamente en condiciones espirituales, buscando ministrar el corazón de mi Padre, limitando algunas comidas de mi placer, que guste mucho, o alguna comida o la cantidad, que normalmente se hace difícil en mi por las noches. Cualquier ayuno que haga, debo hacerlo para buscar la presencia de Dios. No debo confundir este ayuno, con una dieta natural, pues el objetivo debe estar siempre claro, con la voluntad de Dios y para Dios.

Libro: El ayuno escogido por Dios

Marco Antonio Contreras Arévalo

Líder: Pastor Luis Ortiz

CUANDO – NO SI LO HICIEREIS

Cristo mismo dio instrucciones precisas a sus discípulos respecto a todas las cosas que él había enseñado y mandado, para que estas se siguieran cumpliendo en el futuro, no se tata de costumbres de un pueblo como muchos piensan y opinan. En este sentido, debemos como creyentes, buscar conocer que es lo que nuestro Padre ordeno respecto al ayuno.

A igual que en el caso de dar y orar, Jesús se refirió a ayunar siempre en términos como cuando ayunes, no, si ayunas, aclarando que estas cosas eran y son vitales para un cristiano

En la Escritura también encontramos que Jesús no les explico que el ayuno era algo que los mismo discípulos podían sentirse guiados a hacer, ni que fuera algo que se aplicara solo a un grupo selecto de apóstoles, predicadores o dirigentes, Jesús declaró a todos, en general: cuando ayunéis…., estaba dando por sentado que la orden era para todos, obedeciendo siempre la dirección del Espíritu Santo, así como en dar como en orar.

Aunque en la experiencia como en la Escritura podemos ver que el ayunar y orar van por lo general juntos, no siempre es así. El ayuno a veces puede cumplir su función y propósito espiritual frente a Dios, aun sin oración.

En la Biblia vemos el caso de Ester, de cuyo ayuno no se menciona que haya sido acompañado de oración. El hecho es que si uno no puede dedicar tiempo de oración durante su ayuno, no significa que este carezca de valor espiritual.

Aplicación:

A través de este capítulo, entiendo que la voluntad y mandato de mi Padre fue y es que ayunemos, no es algo especial o separado para personas especiales, o siervos, o títulos, es para todos aquellos que creemos en nuestro Señor Jesucristo, por lo tanto no debo prestar oídos a aquellas personas que critican o hablan en contra de esta práctica, pues además de ser un mandato, significa una práctica que me acerca más a mi Padre, a través de la auto negación.

Así mismo, por diversas razones, a veces no es posible dedicar durante el tiempo de ayuno, un tiempo de oración constante, pues específicamente por mi trabajo no lo puedo hacer, aun así, entiendo que aun en estas circunstancias el ayuno que practico puede llegar frente a Dios, si este lleva un propósito espiritual, y además es guiado por el Espíritu Santo.

Lo importante, es que la práctica del ayuno, no se vuelva una costumbre en mi vida, que si no hay tiempo para oración, igualmente puedo practicar el ayuno, pero no en mis condiciones, sino siempre buscando la guía de mi Padre.

AHORA ES EL TIEMPO

Vemos en este capítulo, como Jesús se refirió respecto al ayuno, en respuesta a la pregunta de los discípulos de Juan el bautista ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?

Jesús responde con otra pregunta ¿acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunaran.

Aquí, vemos que Jesús les estaba poniendo un ejemplo en el que él era el esposo, y la esposa su pueblo, y los demás los invitados, todos viviendo en alegría y regocijo, no de ayuno, no de tristeza, y que luego vendría un tiempo distinto, sin ritos ni ceremonias costumbristas, legalistas, en el que iban a ayunar por motivos diferentes, y con un espíritu diferente del que caracterizaba el ayuno de los fariseos y aun de los discípulos de Juan el bautista.

Algunos relacionan esta explicación, con el hecho de que esos días en que el esposo iba a ser quitado, se refería a los tres días que estuvo muerto, es decir, que los discípulos tenían que haber ayunado durante tres días, y que luego vendría para estar con nosotros todos los días, y no habría más angustia ni tristeza, sin embargo, esta teoría no tiene mucho sustento, primero porque hoy no podemos decir que estamos viviendo una era de alegría ilimitada, es necesario que entremos a su reino a través de muchas tribulaciones.

Así mismo, en la pregunta inicial, nuestro Señor solo indica dos tiempos, el primero indica el tiempo que el esposo estuvo con ellos, y luego un tiempo de dolor cuando el esposo iba a ser quitado. Podemos concluir que nuestro Señor se refería al tiempo de alegría a los años en que estuvo en la tierra en su ministerio, los tres días que estuvo muerto no representan los días en que el esposo fue quitado, pues no hay evidencia de que los discípulos ayunaran, recordemos que cuando Jesús se les apareció, pidió comer algo y le ofrecieron pescado asado.

Esto nos lleva a concluir que Dios se refiere al periodo de su ausencia a esta era, en que tenemos la fe y la esperanza de que el esposo regresara, entonces este es el tiempo que la Iglesia tiene que ayunar, no podemos descuidar por más tiempo este medio a través del cual la gracia y poder de nuestro Señor puedan fluir; y no solo eso, sino que además nos prepara para la próxima venida de nuestro salvador.

Aplicación:

Bíblicamente, este tiempo Dios me manda ayunar, a través de un tiempo de oración, pues es un tiempo de preparación en que Jesucristo está ausente, tiempo de fe y esperanza, que debo creer que él va a regresar, no puedo descuidar ni un solo instante este valioso medio a través del cual puedo recibir de la gracia de Dios.

Entiendo que Dios dispuso que fuera así, es decir, que este es el tiempo en que debemos buscar más de la presencia de nuestro Señor, y que este medio es uno de los más poderosos que permite poder llegar a través de nuestras oraciones a su corazón.

AYUNOS REGULARES Y AYUNOS PÚBLICOS

Empecemos recordando que el ayuno natural se hace ocasionalmente de acuerdo con la necesidad del creyente, pero vemos en la Biblia que Dios había dicho que todo israelita tenía que afligir su alma en el día de la expiación, un ayuno regular que ordenaba la ley de Moisés. Así mismo, en la época de Jeremías se cita cuatro ayunos regulares para conmemorar los cuatro eventos relacionados a la destrucción de Jerusalén.

Casi todos los ayuno regulares que menciona la Biblia eran también públicos, sin embargo, no todos los públicos eran necesariamente regulares.

Esta práctica del ayuno regular, como ejercicio espiritual, en la misma época de Cristo, se había convertido en una esclavitud legal, por lo tanto, en una forma vacía, carente de todo significado espiritual, sin embargo, eso no nos puede llevar a nosotros a rechazar este tipo de ayuno regular, igual que no lo hacemos con las oraciones regulares, recordemos que el ayuno y la oración son asuntos entre el hombre y Dios, por lo que no tiene que convertirse en algo ritualista.

No tratemos de imponer este ejercicio en las personas creyentes, como un hábito o una costumbre de la iglesia, pues corremos el peligro de que se convierta en una regla, una obligación, un yugo, tratemos siempre de encontrar su valor positivo y real.

Estos ayunos que menciona la Biblia eran así mismo, públicos y nacionales, y vemos que Dios siempre respondió, por lo tanto, toda iglesia o congregación que este decayendo, pasando por pruebas, que este dividida o cayendo en la mundanalidad, debería pasar por este tiempo, oración y ayuno.

Finalmente, este capítulo nos habla acerca del ayuno involuntario, el mismo que puede ser cuando no hay deseo de comer, a causa de la ansiedad, pena o angustia mental, o cuando las personas se encuentran en una situación donde no hay comida disponible. En casos como este, no tengamos temor de hacer frente a un ayuno que no es de nuestra elección, Dios nos llama por alguna razón, pero siempre tiene un propósito al final.

Aplicación:

Entiendo que un ayuno regular, es aquel que hago todos los lunes por el ministerio, y de alguna manera es público, pues muchos ya lo saben, pero lo que Dios me está diciendo, que no por esta razón permita que esto se convierta en una costumbre, o una regla, en una norma, en un ejercicio sin valor, pues en eso se convierten los hábitos, en cosas que hacemos ya sin siquiera saber porque lo hacemos. Dios no está en contra de mi ayuno regular, solo quiere que siempre lo considere a Él como el centro de todo, ni que por el hecho que sea público lo convierta en un acto que me ponga a mi como centro de atención.

Además, en circunstancias que no tenga que comer, debo aceptar esto como un ayuno involuntario, y ponerlo delante de mi Señor, como un acto de sumisión y de aceptación de su voluntad, porque siempre es y será su voluntad, y debo aceptarlo con gozo.

Libro: El ayuno escogido por Dios

Marco Antonio Contreras Arévalo

Líder: Pastor Luis Ortiz

EL AYUNO PARA DIOS

Muchos aun llamándose cristianos, viven aún movidos por el egocentrismo, lo que conlleva a dudar en cuanto a lo que se pueda lograr con el ayuno, es más, aun teniendo deseos y aspiraciones espirituales, podemos vivir errados, pues si no hacemos un cambio radical, no vamos a poder alterar nuestra motivación espiritual y convertirla en Cristo céntrica.

Como ejemplos, podríamos mencionar, aquellos ayunos buscando recibir poder, dones espirituales, sanidad, contestaciones especificas a las oraciones, y nos olvidamos del aspecto más importante del ayuno. Nada dice que este mal ayunar por estos motivos, pero recordemos que Dios no se preocupa por todo lo que hacemos, sino por el motivo que nos anima. Todo lo bueno y la actitud correcta, puede verse privada de todo su valor a los ojos de Dios si obramos con motivos equivocados, si es así, no sería raro que Dios nos preguntara: ¿es tal el ayuno que yo escogí?

A este tipo de ayunos se refería Jesús cuando menciono el ayuno de los fariseos, siendo todo lo contrario el ayuno para Dios, aquel que es hecho ante los ojos del Padre, en secreto, esperando que sea él quien lo escoja, quien lo ordene.

Ahora, esto no nos libra de nuestra responsabilidad de tener la necesidad de ayunar y disponernos para la autodisciplina .En cambio, por cuanto tiempo lo hacemos, que clase de ayuno y los objetivos espirituales que perseguimos, todo esto es de elección de Dios a la cual el creyente obediente recibe con gozo.

Cuando realicemos ayunos, regulares, por ejemplo, el que se hace un día por semana, debemos estar seguros que es Dios quien los está guiando, o cuando nos indique que no es conveniente hacerlo, o aun, dejarlo de hacer. No debemos esclavizarnos por las reglas.

El ayunar es una herramienta, una práctica que Cristo nos ha dejado, que Dios ha establecido, pero no por eso vamos a pensar que merecemos cualquier cosa, Dios nos da por su gracia, sin ningún mérito, por lo tanto el ayuno que Dios ha escogido es aquel que está dedicado a ministrarle, honrarle y glorificarle, aquel que esta designado para llevar a cabo su voluntad.

Aplicación:

Todos mis ayunos deben ser para Dios, y que significa eso, que no debo hacerlo por cuestiones personales, salvo que él lo ponga en mi corazón y me sea revelado de esa forma, por otro lado, debo dejar que el me guie, y este ayuno debe ser hecho solo para los ojos de Dios, aun cuando sea regular.

Un ayuno agradable, para Dios, es aquel que haga con motivaciones y propósitos de acuerdo a la voluntad de Dios, tengo que entender que es el quien los escoge, para honrarle, para glorificarle, dejando de lado, mi ego y mi vanidad, poniéndolo en secreto, buscando agradarle, buscando cumplir con su propósito, ese gran propósito.

Debo estar atento a que mi ayuno regular no se convierta en una regla, o no permitir que se convierta en una obligación, pues aun siendo reglar, debo estar siempre consultando con mi Señor.

POR NUESTRA SANTIDAD

A través de la aflicción de nuestra alma con el ayuno, sabemos que en el terreno de la gracia esto es necesario, pues, es la práctica de la humildad, ingrediente principal de la verdadera santidad.

El ayuno es u n medio muy eficaz para conseguir la santidad personal, la parte negativa es que el orgullo y un estómago demasiado satisfecho son viejos camaradas.

Dios sabe desde siempre que el orgullo y un estomago satisfecho son grandes tropiezos, desde el pueblo de Israel hasta hoy, por lo mismo, el ayuno es un medio divino para corregir ese orgullo del hombre, es una disciplina del cuerpo que tiende a humillar el alma.

Dios quiere que a través del ayuno, podamos llegar al dolor del arrepentimiento, que podamos sentir el pecado personal, pues son pasos indispensables en el proceso a la santificación. Sin embargo, Dios quiere más, quiere conducirnos a donde seamos movidos por su Espíritu para llorar por los pecados de la Iglesia, la nación y aun por los del mundo.

Dios está buscando siervos dispuestos a confesar los pecados de personas infieles y que lo hagan llorando y postrándose delante de su presencia. Si sentimos en nuestra alma, ese llamado a la purificación, a la consagración, un desafío, entonces dediquemos un tiempo de oración y ayuno, preguntándole a Dios si quiere que nos apartemos para El.

Aplicación:

La aflicción del alma a través del ayuno, es totalmente necesario en el terreno espiritual de la gracia de Dios, por lo que practicar el ayuno para mi debe ser un símbolo de humildad, de humillación, buscando que los apetitos propios de mi carne, propios de mi alma, sean controlados, pues es cierto, el orgullo y el estómago lleno, son tropiezos para lograr la santidad.

Dios quiere, que a través de su Espíritu, pueda ser movido a sentir el arrepentimiento, ese dolor que da una verdadera convicción del pecado, que pueda llorar por los pecados del mundo, sentirlos como si fueran míos, y de esta manera presentarme delante de Él, como un intercesor, como un siervo dispuesto a postrarse, clamar y llorar por su prójimo.

Dios quiere que esté dispuesto a este paso, a la purificación y consagración, y estoy dispuesto a tomar ese desafío.

PARA SER OÍDOS EN LO ALTO

Hubo tiempos en la historia en que la hipocresía hizo una práctica religiosa del ayuno, convirtiéndolo en algo abominable a los ojos de Dios, y esto sucede aun hoy, cuando los motivos que nos impulsan a hacerlo no son los correctos. El ayuno está relacionado con buscar a Dios, acercarse a él, abrir un camino para que nuestra oración e intercesión llamen la atención de nuestro Padre.

El ayuno sirve para expresar, profundizar y confirmar nuestra firme decisión de sacrificar lo que sea, inclusive nosotros mismos, con el objetivo de lograr lo que buscamos para el reino de dios, debemos asegurarnos que nuestra oración está alineada a su voluntad, y no a la nuestra.

La oración es arte de guerra, es lucha, y como parte de un terreno espiritual, es necesario la insistencia, y si es necesario violencia, para tomar el reino por la fuerza. En este sentido, el ayuno tiene por finalidad darle esa nota de urgencia a nuestra oración y le da fuerzas a nuestro alegato, de decirle al cielo que no nos vamos a dar por vencido.

Muchas veces nos preguntamos porque nuestras oraciones no tienen respuestas, y estamos aguardando al cielo, cuando en realidad es el cielo que nos está esperando. Ayunar es una armadura espiritual poderosa junto con la oración.

Aplicación:

A partir de ahora, voy aponer atención a lo que Dios quiere de mí en cuanto al ayuno, pues entiendo, que el ayuno, le da más fuerza a mi oración, le da convicción, le da esa nota de urgencia a mi pedido, y puedo demostrar a los cielos que estoy confiado en la respuesta.

Toda oración y todo ayuno, debo dirigirlo hacia mi Padre, sacrificando inclusive algunas cosas que pueda haber pensado en otros tiempo más importantes o urgentes para mí. Pues hay mucha necesidad en su casa y en el mundo, y es ahí a donde debo dirigir mis oraciones y ayunos.

Dios está esperando que pueda tener esa firmeza, de buscar respuestas, usando las herramientas que Dios mismo me ha dado, esa armadura, y poder luchar con insistencia y si es necesario con violencia.

PARA CAMBIAR EL PARECER DIVINO

El arrepentimiento expresado por medio de la oración y el ayuno, hizo que Dios cambiara el decreto de juicio que había pronunciado contra Nínive, esto a raíz de que el rey proclamo ayuno total para los hombres como para los animales, mientras que todos imploraban fuertemente a Dios y se volvían de sus malos caminos.

Aquí nos encontramos con una confrontación, pues el Dios omnisciente, el todopoderoso, Jehová, aparece en varios escritos de la Biblia arrepintiéndose o cambiando de parecer. Entendemos que el propósito de Dios al enviar al profeta era para poder extender su misericordia, es decir, Dios tiene leyes inflexibles, el pecado es tratado con juicio, pero el arrepentimiento con misericordia.

Vemos en Jeremías 18:7,8 un arrepentimiento por parte de Dios, que no se trata de un capricho de su parte, pero si está de acuerdo con sus intenciones declaradas anteriormente; cuando el hombre se arrepiente en lo relativo al pecado, Dios se arrepiente respecto al juicio, en otras palabras no es Dios quien cambia de parecer sino el hombre.

Concluimos entonces, que Dios se arrepiente en cuanto a sus declaraciones, pues estas son condicionales, pero no en cuanto a su carácter y principios. El juicio caerá sobre aquellas naciones que rechazan a Cristo, salvo que Dios encuentre a aquellos que estén dispuestos a ponerse de pie en la brecha, y a humillarse con oración y ayuno, entonces tal vez pueda haber una prolongación y Dios se pueda arrepentir, dándonos misericordia en vez de juicio, y avivamiento en lugar de ira.

Aplicación:

Encuentro en este capítulo, un arma poderosa para buscar la misericordia de Dios, y encontrar un cambio en su juicio. Sé que Dios es justo, sé que él es el Todopoderoso, es soberano, pero también se ahora, que es un Dios dispuesto a escuchar, dispuesto a recoger el clamor de aquellas personas, aquellos siervos que estemos dispuestos a creerle, dispuestos a arrepentirnos, y a llevar su evangelio a otros, para que puedan también encontrar gracia en Dios. Dios nunca se arrepiente en cuanto a sus principios, estos fueron, son y serán únicos, pues es su palabra, pero si es un Dios dispuesto a arrepentirse en cuanto a su juicio, si encuentra arrepentimiento en cuanto al pecado, y en eso los creyentes podemos hacer mucho, justamente con oración y ayuno.

PARA LIBERACIÓN DE LOS CAUTIVOS

El ayuno no es como muchos podrían pensar, esclavitud para los hombres, todo lo contrario, es libertad para los hombres, instrumento de liberación, y no hablamos de una esfera terrenal si no espiritual. Muchos hombres estamos atados con cadenas de acero y grilletes invisibles de maldad y opresión satánica.

Dios se está moviendo en este tiempo, y su poder está siendo liberado, lo que genera que las fuerzas malignas empiecen a manifestarse, sobre todo a través de esta generación, la misma que esta oprimida por el alcohol, drogas, pornografía, enredos en cultos satánicos, magia negra, brujería y espiritismo, y peor aún, cristianos atados por el resentimiento, temor, celos e inmundicia.

Podemos decir que el evangelio es suficiente, pero no necesariamente el evangelio que predicamos, pues con frecuencia predicamos un evangelio deficiente, pues el perdón por medio de la muerte de Cristo no es todo el evangelio, aunque sea vital.

Cristo comisiono a sus discípulos no solo predicar las buenas nuevas sino a sanar a los enfermos y echar fuera demonios. Es por eso que en estos tiempos es importante la necesidad del don de discernimiento de espíritus para liberar, aunque muchos cristianos crean que eso ya no se da en este tiempo, siendo esta una ceguera que alegra al diablo. Dios ha señalado al ayuno como un arma auxiliar poderosa para soltar ligaduras del enemigo.

El ayuno da autoridad para desatar ligaduras y soltar cargas, liberar a los quebrantados y romper yugos, esto es una guerra, no de carne, si no espiritual de principados y potestades, y Satanás no soltara su garra de los espíritus, almas y cuerpos de los hombres, a menos que se vea forzado. El ayuno bajo la guía divina, fortalece al intercesor, y da autoridad en el tiempo de Dios para pronunciar palabra que obra liberación.

Aplicación:

Dios nos ofrece muchas cosas juntamente con la salvación, pues encuentro que ahora puedo ser libre y puedo ser instrumento en la liberación de otros. No puedo pensar en el ayuno, como una obligación que tengo que hacer, porque aun cuando sea regular, puede ser de agrado a Dios, si este es guiado por El, entonces su poder será liberado, tal y como le dijo a sus discípulos.

Debo buscar fortalecerme en ayuno y oración, diaria, anhelando tener autoridad, pero no en lo terrenal, si no en lo espiritual, pues no es mi lucha, carne contra carne, si no es lucha espiritual contra principados y potestades.

AYUNARON PARA LIBERACIÓN

Existen muchos casos de liberación, de personas que fueron liberadas de hábitos, posesiones, demonios, y en todos ellos encontramos en la lucha espiritual lo grande del poder de la oración aunada al ayuno.

No importa el poder de Satanás que se haya desatado, el poder de Dios es para salvar, liberar y sanar. Es una realidad, que la mayoría de nosotros no somos lo suficientemente sinceros para admitir que en casos difíciles no sabríamos que hacer, de repente sería más fácil ir a un psiquiatra, y así evitar el apuro y la humillación frente al fracaso , y no saber porque no pudimos echar fuera los demonios. Dios quiere que seamos conscientes y nos preocupemos por aquellas almas atormentadas, y por esta razón ayunar y orar para su liberación.

También es cierto, que muchos casos no es posible la liberación a menos que la persona poseída quiera realmente ser liberada, y quiera arrepentirse, esté dispuesta a confesar todo pecado que la haya separado de Dios.

Por otro lado, en la mayoría de los casos existen personas que sienten ese deseo profundo de ser liberadas, pero no hay personas que sientan la autoridad dada por Dios, dispuesta a pagar el precio, en oración y ayuno, que ordene la liberación.

Aplicación:

Debo creer en este tiempo que Dios nos ha dado herramientas para que, a través de la oración y el ayuno, poder liberar a personas de hábitos, posesiones y demonios. Creo en que el poder de mi Dios es para salvar, liberar y sanar, por encima de cualquier otro poder, no importando aun si es de satanás.

Debo creer en esto, y buscar respuestas en Dios, para que sea el quien confirme en su tiempo si eso quiere de mí, pues hay muchas personas arrepentidas y con ese deseo profundo de ser liberadas, que están a la espera de cristianos, y yo soy uno, que podamos preocuparnos por ellos, y que sintamos la autoridad que Dios da, y en ese sentido, voy a anhelar que Dios me revele en oración y ayuno, si esa es su voluntad en mi vida, y si es así, asumirlo con valentía.

PARA RECIBIR REVELACIÓN

Hoy en día, muchos de nosotros aseguramos que las visones, sueños y revelaciones inspirados son propios de época bíblica, sin embargo, en la escritura no dice eso, y a través de toda la tierra hay evidencias que demuestran lo contrario, un vez mas Dios está mostrando su buena voluntad para manifestar su buena voluntad y su presencia, y declarar sus pensamientos.

Debemos aceptar que en esto corremos el riesgo de decepción, engaño, y aun fanatismo, pues siempre ha sido así, sin embargo, no debemos alejarnos de la verdad, el temor es una de las armas más eficaces contra la verdadera obra del Espíritu.

Igual debemos actuar con cautela, examinando siempre las cosas a la luz de la palabra. No atribuyamos cosas a Dios, que no provienen de Dios. No imaginemos fácilmente sueños, voces, impresiones, visones o revelaciones que pueden ser naturales o diabólicas, pensando que son de Dios, deben contar con la suficiente evidencia.

Sin duda, existe una estrecha relación entre la práctica de ayunar y recibir revelaciones espirituales, aunque en la Escritura no encontremos nada que sugiera que tenemos que buscar visones, sueño o revelaciones sobrenaturales, pero lo que queremos indicar es que, si nos dedicamos a buscar a Dios a través del ayuno, Dios nos va a recompensar con tales manifestaciones de su presencia.

Constantemente necesitamos revelación acerca de la voluntad de Dios para nuestras vidas, podemos leer, discutir, argumentar, defender nuestro punto de vista, pero la necesidad de estos días y las distintas situaciones hacen necesarias la sabiduría divina y el conocimiento.

La promesa que Dios dio tiempo atrás a los que guardaban el ayuno que Dios ha escogido, es válido hoy para nosotros también.

Aplicación:

Es importante lo que puedo ver en este capítulo, pues por un lado debo anhelar poder tener revelaciones, sueños y visiones inspirados por Dios, pues esto no es exclusivo de la época bíblica, pero por otro lado, debo tener cuidado de no dejarme llevar por el fanatismo, y atribuirle cosas a Dios, en las que él no tenga nada que ver. Pero aun en estas circunstancias, no debo alejarme de este propósito, pues si examino cada cosa a la luz de la verdad, de su palabra y si busco evidencias de las revelaciones que pueda sentir, entonces vendrán de Él.

Soy consciente, que es una de las cosas que más necesitamos los cristianos, para poder tener una guía en nuestro andar diario, pues solo la sabiduría y el conocimiento que proviene de Dios puede permitir que no me salga de su camino, aunque eso no quiera decir, que tengo que buscar revelaciones, lo que entiendo , es que tengo que buscar a Dios a través del ayuno, y el podrá entonces recompensar con manifestaciones de este tipo.

LAS OLLAS DE CARNE EGIPCIA

En la Escritura se habla mucho de la fuerte atracción que existe hacia el estómago del hombre, es más fácil llegar al estómago del hombre que a su corazón. Noé cayó en la trampa, cuando labro su tierra, planto una viña y bebió del vino, y se embriago. El mismo Esaú llego a vender su primogenitura por un plato de comida, perdiendo el derecho a la bendición del primogénito; y ni hablar de Eva, que fue tentada con el fruto prohibido.

Vemos un claro ejemplo, en el pueblo de Israel durante su peregrinación por el desierto, como la comida fue motivo para que lloraran, murmuraran, suplicaran y codiciaran. Dios nos ha dado este cuerpo, sabiamente con ciertos instintos básicos, incluyendo el apetito, sin embargo, Dios requiere que lo físico este sujeto a lo espiritual, que nuestro cuerpo siempre sea nuestro siervo, jamás nuestro amo.

Debemos reconocer como creyentes la línea trazada, entre satisfacer los deseos normales del cuerpo y la satisfacción de un espíritu interior exigente que esclaviza. Todas las cosas me son licitas, mas no todas convienen, yo no me dejare dominar de ninguna. Entendamos que el Espíritu Santo nos está advirtiendo de que sentarnos a comer y a beber puede ser idolatría.

Todo lo que vivimos hoy, el pecado, los dolores, la enfermedad, y aun la muerte que imperan hoy día tiene sus raíces en haber probado el fruto prohibido. Nuestro cuerpo va a vivir sujeto a tentaciones, y Cristo nos advirtió sobre esto, que el comer y beber marcarían los días previos a su retorno, debemos decir no a nuestro yo, tomar la cruz y seguir a Cristo, la pregunta es, qué papel desempeña en esto el ayuno, considerémoslo y tomemos acción.

Aplicación:

Tengo un reto al frente, puesto que lo que podría parecer algo normal, es decir, el satisfacer nuestro apetito comiendo a veces más de lo normal, hoy a la luz de la palabra veo que no es así, pues Dios advirtió sobre esto, y reconozco que muchas veces uno va más allá de lo que el cuerpo necesita, y es cuando se esclaviza. Mi cuerpo tiene que estar al servicio de lo espiritual, no al contrario. Puedo estar sujeto a atentaciones de todo tipo, y esto podría ser idolatría, así que de ahora en adelante no me dejare dominar.

Y es , justamente a través del ayuno, que puedo empezar a dominar esos impulsos, pues es una forma de someter esos deseos, esos instintos desmedidos.

EL GOLPEAR EL CUERPO

Existen personas que podemos estar viviendo como esclavos de nuestro estómago, y debemos entender que la disciplina cristiana, involucra también la disciplina en este campo, pues hay muchos que podemos resistir cualquier cosa, menos la tentación de comer, algunos conscientemente, y otros inclusive inconscientemente, interpretándolo como un apetito normal.

Si existe una falla para controlar esta área, entonces muchas puertas se abrirán, como el tema del deseo sexual. El apóstol Pablo habla mucho sobre esto, en el sentido de disciplinar los apetitos de la carne, pues nos lleva a perder el poder de la gran contienda de la vida, como un atleta que entrena diariamente.

El valor del ayuno, ha sido reconocido además, como una disciplina para someter el cuerpo y dominar los apetitos, y en este sentido, el propósito del ayuno es castigar la carne para que no se desenfrene, sino que sea reprimida y se sujete al espíritu. Jesús, nuestro Señor, supo lo que era padecer hambre y sed, pero siempre dio muestras de autodominio, que es fruto del espíritu.

Necesitamos velar, orar y ayunar, no solo para mantener nuestros cuerpos sino para conservar nuestro poder espiritual y alcanzar la victoria.

Aplicación:

Reconozco, que lo que Dios me quiere decir es que el ayuno es además una forma de disciplinar mi cuerpo, a través del sometimiento, de los apetitos desmedidos, castigando de esta forma ese desenfreno, llevándolo a que se sujete al Espíritu. En varias ocasiones he podido reistir distintas tentaciones, pero no he podido hacerlo en cuanto a comer.

Sin darme cuenta, puedo convertirme en un esclavo de mi estómago, y quien dice si ya lo soy, pero el valor del ayuno, justamente, va a permitir poder disciplinar mi cuerpo, y en ese sentido, debo anhelar el fruto del dominio propio.

¿QUÉ ES EL ASCETISMO?

Muchos nos preguntamos que es el ascetismo, es la práctica, doctrina, actitud o preparación para la obtención de un ideal o meta, y se la aplicaba a los soldados, atletas y el aprendizaje tanto como a la virtud y la piedad, la perfección del hombre en base a una vida austera y abnegada.

Por eso que debemos tener cuidado, pues muchos se preguntan al respecto del ayuno, si esto no nos puede llevar al ascetismo malsano, o peor aún al fanatismo. No es fácil dar en el justo equilibrio espiritual de la Escritura.

El ascetismo desarrollo características equivocadas y nocivas y es en virtud de eso que la mayoría de las personas vean en el cristianismo un extremismo. Podemos distinguir tres etapas: la primera fue la periódica y controlada abstención para no satisfacer los apetitos legítimos del cuerpo. Luego vino la renuncia a todas las comodidades físicas y al trato comunitario corriente, y la última es la auto imposición de variadas formas de torturas físicas. En cualquiera de estas formas, incluso en algunas formas de ayunar, podemos reconocer la mente maestra de satanás tratando de pervertir los instintos religiosos del hombre.

Sin embargo, detrás de estas prácticas erróneas, tenemos además la doctrina errónea, es decir, un falso concepto de Dios, como que él se goza de nuestro dolor, sufrimiento y penas. Del mismo modo, involucra un falso concepto del hombre por sí mismo, de que a través de la rigurosa mortificación expía sus pecados o adquiere méritos delante de Dios. Detrás de todo esto, está el orgullo que se gloria en su propia disposición para aceptar el sufrimiento en lugar de gloriarse en la cruz. El único pleno, perfecto y suficiente sacrificio no necesita ser suplementado por ningún sacrificio humano.

Durante los primeros siglos de la era cristiana, el ayuno fue una de las primeras cosas que cayó bajo la influencia de un riguroso y absorbente ascetismo. Lo que en un principio fue un asunto de conciencia de la persona, se convirtió en costumbre, luego una obligación, y pronto estuvo bajo reglas.

El ascetismo esta reforzado por reglas severas humanas, y es incapaz de tatar efectivamente con los apetitos del cuerpo, por otra parte, el dominio propio es el fruto del Espíritu que es la vida divina que hay adentro, cultivada por la costumbre de una vida disciplinada.

Aplicación:

Algo muy delicado, pues por mi afán de querer agradar a Dios puedo llegar a una práctica extrema y fanática, equivocada y dañina, no solo para mí sino además para mi fe. Dios no se goza con mi sufrimiento, ni con mi dolor, así que no tengo que buscar hacer eso para agradarle, él se agrada con mi obediencia, cuando busco la santidad, cuando le soy fiel.

Hay muchas cosas que se mueven en el nombre de Dios, que pueden convertirse en obligaciones, costumbres y reglas, tengo que velar por esto, para estar atento y no permitirme caer en ellas. Mi relación es con Cristo, y no con el hombre, por lo tanto mi anhelo debe ser tener la presencia de El en mi vida, y no a través de sacrificios, pues Jesús ya lo hizo todo, y no debo llenarme de orgullo, pensando que yo puedo hacer cosas que me hagan merecedor de la gracia de Dios, y esto no es así. El ayuno, finalmente puede caer en esto, y no debe ser así, el ayuno debe ser con gozo, sabiendo que es una herramienta para llegar a su presencia.

EL AYUNO Y EL CUERPO

Comer es importante para la vida, pero el aire, el agua y hasta el dormir son más urgentes para sustentar la vida, y mucha de la oposición se sustenta justamente, en que el ayuno prolongado, es morirse de hambre, es dañino.

Un organismo saludable, bien alimentado, puede subsistir por varias semanas sin sufrir las consecuencias de la falta de comida. Durante un ayuno prolongado el organismo vive de las grasas sobrantes y actúa como incinerador interno, quemando los desechos y los tejidos muertos del cuerpo. Solo después de este proceso de purificación terminado, es que empieza a consumir las células vivas, y es entonces cuando empieza la inanición.

Los cuerpos de los creyentes son los templos del Espíritu Santo, por lo tanto debemos glorificar a Dios con ellos, la pregunta es, ¿será glorificado Dios cuando estamos débiles o enfermos por haber descuidado las leyes divinas, o cuando somos víctimas de una lucha a través del exceso del trabajo, excesiva alimentación o falta de alimento?

No debemos dejarnos llevar por aquellas personas que creen que esta práctica bíblica, enseñada y ejemplificada por Cristo mismo, podría ser dañina para el cuerpo. El valor físico del ayuno, en estos tiempos de tanta actividad, se convierte en algo de suma trascendencia.

Aplicación:

Lo que puedo aprender en este capítulo, es que, aun mi cuerpo necesita del ayuno, pues con él, puedo lograr que ese cuerpo, que es además el templo del Espíritu Santo, este en buenas condiciones, y por lo contrario, aunque muchos piensen que es dañino, no lo es.

A través del ayuno, el cuerpo puede eliminar toxinas que son desechos, así como tejidos muertos, permitiendo además que nuestro organismo descanse un tiempo. El ser humano puede morir por no tomar agua o dormir, antes que por comer, así que no debo escuchar a personas que no conocen el valor del ayuno, y me quieran desanimar, pues finalmente, este cuerpo le pertenece a Dios, y el ayuno es para glorificarlo y honrarlo.

PARA SALUD Y SANIDAD

Dios no quiere que estemos enfermos y con achaques, Dios quiere que su pueblo goce de buena salud, y por esto ha dotado al cuerpo humano con sus propios y maravillosos poderes curativos o a su iglesia con el ministerio de sanidad.

Ayunar es un medio de separarnos del mundo de lo material, de modo que nuestro pensamiento se oriente correctamente y se fije en Dios y en el mundo invisible del cual él es el centro.

No debería sorprendernos que, a través de la fe producida por el ayuno, Dios en forma sobrenatural, haya cumplido esta promesa de sanidad, pero también existe la sanidad natural y el rejuvenecimiento del cuerpo a través del ayuno que se menciona anteriormente.

Hay muchas enfermedades que tienen su origen en la abundancia, y que podrían terminar con el ayuno, muchas enfermedades que podrían evitarse o mejor aún, prevenirse, gozando de n mejor estado físico.

La depuración del alma se refleja en la depuración del organismo. Los depósitos de exceso de grasa y material desgastado y los tejidos muertos son ingeridos y eliminados, los poros de la piel, la lengua, los pulmones, los riñones, el hígado y por supuesto los intestinos, también están involucrados en este proceso.

A través del ayuno, el aparato digestivo debe quedar como nuevo, pudiendo a través de ese proceso de depuración, producir un brillo en la mirada, aliento puro, piel clara y la sensación de bienestar físico. Los sentidos, en especial el gusto y el olfato tienden a vivificarse y a agudizarse, además que las facultades mentales se tornan notablemente claras y activas.

Antes de empezar cualquier ayuno, en especial el ayuno prolongado, debemos tener nuestras metas y motivos definidos, para que lo que esperamos lograr ya sea en salud o sanidad, no interfiera con la gloria de Dios y las cosas espirituales, que deben ser siempre nuestra mayor preocupación.

Aplicación:

Toda la gloria sea para nuestro Señor, y a través del ayuno, puedo darle esa honra a él, pues nuestro Dios, no quiere un pueblo enfermo, no me quiere a mi enfermo, y para esto nos ha permitido un cuerpo maravilloso que tiene todo para poder curarse, además del ministerio de sanidad.

La limpieza del alma, se refleja cuando el organismo se limpia a través del ayuno, un ayuno prolongado, que tenga metas y objetivos bien definidos y acordes con la voluntad de Dios, va a permitirme renovarme, espiritualmente como físicamente, pero debo recordar, que mi mayor preocupación y anhelo deben ser siempre las cosas de Dios.

COMO EMPEZAR EL AYUNO

Hay ciertos peligros que deben conocerse y evitarse cuando se ayuna y cuando se corta un ayuno.

Si nunca antes se ayuno, no empecemos con un ayuno de cuarenta días, tiene que ser gradual. Se puede empezar con un ayuno parcial, o ayunar un día hasta la merienda, hasta estar en condiciones de ayunar un día entero, y luego ayunar por más tiempo, tres, cinco o siete días. Hay propósitos espirituales, y aun físicos, que necesitan ayunos más largos, y por lo mismo, mientras más prolongado sea el ayuno pensado, más seguro necesitamos estar de que es Dios quien no ha llamado a hacerlo.

Tener cuidado de no imitar a otros, no entusiasmarse, recordar que el ascetismo y la excesiva satisfacción pueden ser de la carne. No cometa excesos, sobre todo previo al inicio del ayuno.

La principal preparación es de la mente y el corazón, y si va a ser un ayuno prolongado, es preferible comer solo fruta el día previo.

Para mayor utilidad, formularse las siguientes preguntas:

1. ¿Tengo la certeza de que este deseo de ayunar proviene de Dios? ¿Querrá que lleve a cabo un ayuno natural o tan solo parcial?

2. ¿Son correctos mis motivos? ¿Habrá un deseo oculto de impresionar a otros?3. ¿Cuáles son los objetivos espirituales que persigo con este ayuno?

¿Santificación personal o consagración?¿Intercesión, porque cargas en especial?¿Intervención divina- guía – bendición?¿Plenitud del espíritu para mí o para otros?¿Para liberar a los cautivos, para aplazar la ira divina, traer avivamiento?

4. ¿Mis objetivos tienden a ser egocéntricos? ¿Está mi deseo de bendición personal equilibrado por una sincera preocupación por otros?

5. Por sobre toda otra cosa, ¿tengo la determinación de ministrar al señor mediante este ayuno?

El tiempo de ayuno, es un tiempo de lucha con los poderes de las tinieblas, en el que nuestra condición física y el desaliento son armas que el enemigo usara en contra nuestra, hay que cuidarse de esto manteniendo un espíritu de alabanza.

Aplicación:No debo entusiasmarme en hacer un ayuno, este siempre deberá ser guiado por Dios. La preparación debe ser mental y con el corazón, como preparar un tiempo especial en que vamos a estar conectados con nuestro Padre celestial en una comunión intima.Para mayor seguridad antes de empezar un ayuno, debo estar seguro de que Dios lo quiere, que tipo, cuales son los motivos, y si realmente estoy buscando ministrar el corazón de mi Señor.El ayuno es un tiempo de lucha espiritual, y debo prepararme adecuadamente con oración y alabanza.

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COMO ROMPER EL AYUNO

Romper el ayuno consiste en el método de hacer que el organismo retorne a su vigor habitual y los órganos digestivos a su normal funcionamiento de una manera tan uniforme y rápida como sea posible.

Romper un ayuno de pocos días no constituye un problema, pero cuando se rompe un ayuno prolongado hay que retornar a nuestras actividades normales tan pronto como sea posible, y aquí no es necesario hacer una dieta prolongada en el periodo de adaptación.

Es necesario considerar lo siguiente: durante el ayuno el estómago, se ha ido contrayendo lentamente, de manera que cuando termine el ayuno no tendrá la misma capacidad de antes para recibir alimentos, luego, los órganos que tienen que ver con el proceso de asimilar la comida, durante este periodo han descansado, el cual se hace más intenso a medida que se prolongue el ayuno. Por esto, es necesario ver cuánto se come, que se come y como se come.

A veces Dios nos da instrucciones precisas respecto al ayuno, esto cuando nos llama al ayuno, sobre todo el tiempo, que está determinado por muchas circunstancias y compromisos, de otro modo hay que esperar sus instrucciones. Estando seguros de su voluntad, cuidarnos de la tentación del diablo, que pone dificultades y desaliento para terminar el ayuno prematuramente.

Durante este tiempo, pensemos y oremos respecto de los hábitos de comida para el futuro, no volviendo a malos hábitos como comer en exceso, comer entre comidas o comer alimentos que no son apropiados.

Mantener nuestro ayuno en secreto, tal como lo dijo Cristo, descansando solo físicamente, mas no espiritualmente, pues debemos estar vigilantes porque el ladrón está al acecho. Aprovechar los tiempos de oración, para entender bien los asuntos que Dios nos haya revelado.

Aplicación:

Romper el ayuno también es para tener en cuenta, pues considerando sobre todo el tiempo que hemos mantenido uno, es importante que recuerde que durante ese tiempo mi organismo no va a estar en actividad, por lo tanto no va a tener la misma capacidad para procesar los alimentos. Una vez que Dios me ha puesto un tiempo de ayuno, y se ha hecho un compromiso, debo cuidar además de no caer en la tentación de romperlo antes, pues esto es obra del demonio.

Además, al romper un ayuno, debo acompañarlo de oración y reflexión, respecto a hábitos pasados, y vigilando espiritualmente al ladrón. Debo estar atento a todas las cosas que Dios pueda haberme revelado durante el ayuno.

DIARIO DE UN AYUNO

El valor de un ayuno no tiene nada que ver en lo dramático o espectacular del mismo, sino por cuanto de ganancia sólida y duradera haya para el reino de Dios.

A continuación un breve resumen del diario de un amigo del autor

Preparación

El Señor le habla a su corazón acerca de un tiempo largo de espera con ayuno, recibe instrucciones acerca de esto a través de un libro. Le pide en oración indicarle y confirmarle el día de inicio. Dios responde a través de su esposa, y le indica donde y cuando empezar.

Día 1 hasta día 10

Iniciación. Dios provee amor para su familia, bebe más o menos seis tazas de agua tibia por día. Durante estos días recibe provisiones de amigos y varias llamadas. En los días siguientes pequeños malestares. Oración e intercesión diaria. Muchos pensamientos a través de la palabra. Pequeño malestar, intercesión por varios motivos. Recibe muchos pensamientos a través de la palabra. Restauración y manifestación de ciertos dones espirituales. Adoración y quebrantamiento.

A partir del día séptimo, no hay desesperación por comer, mejora física, lucidez mental, notable pérdida de peso, y revelaciones del corazón.

Día 11 hasta el día 20

Constante oración e intercesión, por aquellos que hablan mal, por la obra, por provisión financiera. Aumento de fuerzas, no hay sensación de debilidad. Libertad en oración e intercesión. El Señor envía ofrendas para la obra.

Día 21

Preciosas palabras del Señor que quiere que termine el ayuno. Precioso tiempo de oración y confraternidad.

Rompiendo el ayuno

Luego de dos confirmaciones sintió paz y realiza una profunda intercesión con clamor por la nación. Rompe el ayuno bebiendo jugo, ninguna comida sólida.

Al día siguiente siente que el Señor lo preparo para ese día, clama a Dios pidiendo misericordia por su nación, suplicándole aplaque sus juicios hasta que haya un despertar. Sabe que él lo oyó. El retorno a una dieta normal fue gradual. Pasaron muchas semanas para recuperar el peso, físicamente no sufrió sino una mejoría en su salud.

Retrospección

El propósito del ayuno no fue tanto para recibir sino para dar mientras que esperaba en Dios en oración y en intercesión. El fin principal fue interceder por el país y por la extensión del evangelio en otro país. Uno puede ver que luego de esos días ha habido ministerios de liberación que van en aumento.

No hay que mirar atrás, vivamos un día a la vez, puesto los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe. Ayunar y orar fue parte de la vida de nuestro Señor mientras vivió sobre la tierra, y si decimos que permanecemos en él, debemos andar como el anduvo.

Aplicación:

Puedo ver a través de este diario, como Dios nos puede ir mostrando todo, desde el inicio de un ayuno, cuanto tiempo, los motivos de oración, responder a pedidos pasados, fortaleciéndonos espiritualmente para soportar la necesidad física, y esto a través de su palabra.

Cuando un ayuno es guiado por Dios, él se encarga de todo lo demás, pues veo en este caso, como Dios inclusive provee para la familia, y posteriormente responde con provisión para la obra. En este caso también he aprendido, que cuando hay un motivo guiado por Dios, como en este caso por otro país, entonces Dios ve con agrado el trabajo de un intercesor, y responde a las necesidades propias.

La oración y la intercesión son dos herramientas que se ven totalmente reforzadas con el ayuno, pues es presentarme ante el Señor totalmente humillado, con un corazón humilde dispuesto a dar todo por ese motivo que Dios mismo ponga en mi corazón.

EN LOS POSTREROS DÍAS

Para poder colaborar con Dios en la consumación de su plan, debemos comprender ese plan. Existen tres esferas de verdades, que han generado controversias entre los propios cristianos y que el enemigo no quiere que caigan en manos de la Iglesia: la doctrina del Espíritu, la doctrina de la Iglesia y la doctrina de la segunda venida de Cristo.

En los últimos tiempos ha habido un resurgimiento mundial en cuanto al interés por el ministerio del Espíritu Santo, lo que ha llevado a una nueva evaluación de las doctrinas de la Iglesia, y nos preguntamos, y esto que tiene que ver con el ayuno, pues veamos:

El derramamiento del Espíritu

Dios se refirió a que iba a derramar de su Espíritu sobre toda carne en los postreros días, las preguntas son: estamos en los postreros días; esta promesa es solo para los judíos, y vemos en la Escritura que la promesa dice es para vuestros hijos (judíos) y para todos los que están lejos (gentiles).

Casi todos estamos de acuerdo en que la Iglesia necesita desesperadamente la visita del Espíritu Santo, y hay muchas suplicas en relación a eso, pero, ¿están completamente guiadas y dentro de la voluntad de Dios?, entonces concluimos que esta promesa es para nosotros, pero necesitamos cumplir con las condiciones tanto como imploramos, orar, aun con ayuno, quebrantarnos en oración, pues dicho derramamiento prometido demanda ayuno tanto como oración.

El establecimiento de la iglesia

La oración y el ayuno bajo la buena mano de Dios pueden cambiar la historia. Al mirar hoy la Iglesia, la casa espiritual de Dios, vemos que necesidad tenemos de una renovación espiritual. Y esto nos lleva a pensar que el derramamiento del Espíritu no es suficiente, si ese nuevo vino no es depositado en odres nuevos, como cuando fue derramando en el pentecostés. La renovación de la casa de Dios es imprescindible. A los hombres del antiguo testamento les costó una profunda intercesión con ayuno y lágrimas establecer una iglesia, ¿porque pensamos que nosotros la obtendremos a un menor precio, mediante consultas, conversaciones y comisiones?.

El retorno de Cristo

Ni el derramamiento del Espíritu ni la reforma de la Iglesia constituyen nuestra meta. Toda nuestra esperanza reside en la promesa del retorno del Señor desde los cielos. Él dijo a sus discípulos que vendría otra vez, no espiritual, sino visible y literal.

Aquí está la gloriosa consumación de la era, porque todo lo que precedió fue nada más que una preparación necesaria, a través del anhelo, de compartir el clamor de su corazón, y de saber que vamos a comparecer en aquel día para dar cuenta de nuestros talentos, confesando si usamos el talento del ayuno, o si lo escondimos bajo la tierra.

El ayuno, abre el camino para el derramamiento del Espíritu y la restauración de la casa de Dios. Debemos esperar en ayuno por el retorno del esposo ausente.

Aplicación:

Muchos de los cristianos, y me incluyo, solo nos hemos preocupado por el derramamiento del Espíritu, es decir, queremos su llenura, queremos ver su gloria y su poder, su manifestación, y nos olvidamos que necesitamos renovarnos, como puede ser derramado un vino nuevo sobre odres viejos?

En este sentido, nos va a costar, y me va a costar, oración, ayuno y lágrimas para poder establecer esa Iglesia, en mi vida, en mi familia, en mi vecindario, en la ciudad, en el mundo, para luego decir estamos listos para el retorno de Cristo, pues finalmente ese es el objetivo, prepararnos para la gloriosa venida de nuestro Salvador, visible y literal, Jesucristo.

El ayuno abre ese camino, hacia el derramamiento del Espíritu y la restauración de la casa de Dios, pues en ayuno debemos esperar por ese anhelado retorno.

Marco Antonio Contreras Arévalo

Ministerio de Varones A-07

Líder Pastor Luis Ortiz Tenorio