política naval de la españa moderna y contemporánea (de ... · "en la triste, pero...

30
POLÍTICA NAVAL DE LA ESPAÑA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA <*> IV. DE TRAFALGAR AL CALLAO. A la vista del Cabo de Trafalgar se dio el 21 de oc- tubre de 1805 e l célebre combate que de aquél tomó su nombre. "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo en su Parte el general Escaño—• de dar cuenta oficial de lo acaecido, reconoció la importancia de la pérdida su- frida, "queno sería considerable si no estuviésemos tan firmemente convencidos de que nada nos quedó por ha- cer y que, por consecuencia, se salvó el honor." La im- presión tenía que ser dolorosa, y lo fue. Pero la sorpre- sa, de producirse, no tenía gran fundamento, puesto que no faltaron hechos que, en cierto modo, prejuzgaban el caso. Xo pensemos sólo en el muy inmediato revés de Finisterre, determinado por el encuentro de las Es- cuadras aliadas de España y Francia con la de Ingla- terra, como contragolpe del fracasado asalto a las Is- las Británicas con que Napoleón venía soñando y 'que (i) Véase REVISTA DE ESTUDIOS POLÍTICOS, núms. i, 2 y 4, en que se insertan, respectivamente, los capítulos 1, II y III del presente en- sayo: I. "De Lepanto a Utrech". II "Forcejeos del Imperio". III. "Kn- .senada. Después de Ensenada". 443

Upload: others

Post on 11-Jan-2020

0 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL DE LA ESPAÑAMODERNA Y CONTEMPORÁNEA <*>

IV. D E TRAFALGAR AL CALLAO.

A la vista del Cabo de Trafalgar se dio el 21 de oc-tubre de 1805 el célebre combate que de aquél tomó sunombre. "En la triste, pero necesaria obligación" —dijoen su Parte el general Escaño—• de dar cuenta oficial delo acaecido, reconoció la importancia de la pérdida su-frida, "que no sería considerable si no estuviésemos tanfirmemente convencidos de que nada nos quedó por ha-cer y que, por consecuencia, se salvó el honor." La im-presión tenía que ser dolorosa, y lo fue. Pero la sorpre-sa, de producirse, no tenía gran fundamento, puesto queno faltaron hechos que, en cierto modo, prejuzgabanel caso.

Xo pensemos sólo en el muy inmediato revés deFinisterre, determinado por el encuentro de las Es-cuadras aliadas de España y Francia con la de Ingla-terra, como contragolpe del fracasado asalto a las Is-las Británicas con que Napoleón venía soñando y 'que

(i) Véase REVISTA DE ESTUDIOS POLÍTICOS, núms. i, 2 y 4, en quese insertan, respectivamente, los capítulos 1, II y III del presente en-sayo: I. "De Lepanto a Utrech". II "Forcejeos del Imperio". III. "Kn-.senada. Después de Ensenada".

443

Page 2: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

M. FERNANDEZ ALMAGRO

constituía precisamente la razón del empeño con queel Corso buscaba la colaboración de España, por ra-zones geográficas, históricas y políticas de innecesa-ria puntualización. Pensemos, sobre todo, retrocedien-do ocho años, en la triste ocasión de la infeliz batalladel Cabo de San Vicente. A cuenta de ella, se promo-vieron polémicas en las que se controvertían respon-sabilidades y remedios, sin ,que para dirimir la polé-mica —no sólo entre marinos— fuese suficiente elfallo dictado por el oportuno Consejo de Guerra alefecto de castigar las culpas que pudieron ser aprecia-das en mandos y tripulaciones. En realidad, la cuestiónno se agotaba con exonerar a éste o con suspender desu empleo a aquél, ya que incluso los desaciertos o in-suficiencias de tipo personal contribuían a poner al des-cubierto la inveterada costumbre de la improvisacióno las prácticas viciosas por las cuales no se proporcio-naban, ni al denuedo ni a la técnica, elementos ade-cuados. Como en tantas otras veces, la causa se cifra-ba en una política despreocupada o discontinua. Deahí que ofrezca especial interés la Memoria elevada aCarlos IV por su Ministro de Marina, D. DomingoPérez de Grandallana, Teniente General de la RealArmada, quien empieza por afirmar la inferioridadde las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa, más otras observaciones técnicas, para concluir ali-viando un tanto la suerte de los presuntos culpables:"No quisiera hablar —escribe Pérez de Grandallana,aludiendo a D. José de Córdoba, el jefe vencido en el*Cabo de San Vicente— de este desgraciado General,que cuando se vio abandonado en lo más duro de él,exclamó como otro Ruyter, diciendo: ¡De tantas balas-como me rodean, no hay una para mí!, y cuya sola ex-

444

Page 3: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA S'AVAL DE LA ESPASA MODERNA Y CCOTmiPORÁXEA

presión demostró el fondo de su honor y de su espíri-tu, lo hizo acreedor a mejor suerte, y excita en este mo-mento mi consideración por su desgracia y la de susdesventurados compañeros, porque los considero comovíctimas sacrificadas al nial sistema sobre que se sos-tuvo la batalla, y cuya reforma es mi principal objeto."

El General Pérez de Grandallana, en efecto, tendíaal fin de mudar radicalmente el "mal sistema" a quealude en su escrito, y en este mismo documento per-suade a todos, o al menos lo intenta, de la necesidadde transformar los modos de combatir, asegurando queen. tanto el cambio apetecido no se lleve a cabo, no pue-den esperarse mejores resultados. Empleemos sus pro-pias palabras: "Nada es más seguro, en mi concepto,sino el que se perderán todos los combates de escuadra,mientras estén apoyados en la formación y el ordendentro de los combates..." El de Trafalgar, que tantoimportaba, se perdió, desde luego, y también, en esatrascendental coyuntura, los marinos españoles, quienmás, quien menos, se esforzaron por compensar, pro-digando individuales proezas, las deficiencias de todoorden que la organización de la Marina arrastraba deaño en año, y aun de siglo en siglo, durante el tiempoa que se contrae el presente ensayo. No faltaron, porsupuesto, de vez en cuando, voces que, según ya sa-bemos, llamasen a la rectificación o a la iniciativa deuna eficiente política naval: Brochero, en el siglo XVII ;el Marqués de la Ensenada, en el XVIII... Pero tam-poco faltaron, ni mucho menos, las inmolaciones he-roicas que una elemental previsión debió hacer in-necesarias.

Ya en las vísperas de ese memorable Trafalgar que,entre luces y sombras, abre el paso al siglo xix, el Al-

445

Page 4: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

M. FERNANDEZ ALMAGRO

mirante D. Federico Gravina repitió los avisos y rei-teró las fórmulas de solución que requería un proble-ma, como el de nuestra restauración naval, de tan ex-traordinaria importancia para el cumplimiento del des-tino nacional. Fue con motivo del Convenio que elpropio Gravina, como embajador de Carlos IV en Pa-rís, negoció con el Emperador de los franceses, re-presentado por el Ministro de Marina Dccrés —4 deenero de 1815—•, renovando la alianza que las dos po-tencias enfilaron contra Inglaterra, pensamiento ob-sesivo —dicho está ya— de Napoleón, interesado enlograr la ayuda de España desde que, siendo todavíaprimer Cónsul, se puso al habla con Urquijo, directorde nuestra política exterior. En el trance del Conve-nio citado, Gravina no pudo por menos de salvar supersonal responsabilidad en lo que se refería al cum-plimiento de lo estipulado, en nota anexa redactada.así: "Los treinta navios que se piden podrán estar lis-tos para la época designada •—antes del 20 de marzopróximo o a más tardar para el 30 de ese mismo mes—;mas creo que no será posible reunir las tripulacionesnecesarias para el dicho armamento, y que será todavíamás difícil fabricar los seis millones de raciones queson necesarias para seis meses de campaña, y así lo hedemostrado con mayor amplitud en mi nota y en todasmis conferencias." lisa otra nota a que Gravina se re-mite, como embajador, "era más bien Memoria redac-tada como marino, fijando la atención honradamen-te entre las diferencias que siempre y en todo hay oresultan entre el dicho y el hecho; entre los presupues-tos y las realidades, que no suelen responder a los me-jores deseos", como dice Fernández Duro, y su conte-nido se repite en las consideraciones que Gravina inis-

446

Page 5: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL DE LA ESPAÑA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

mo hubo de formular, llevado de su probidad y franque-za, al Ministro Dccrcs, en carta de 29 de diciembrede 1804, esto es, muy pocos días antes de la firma delTratado.

"Aunque se armen actualmente dichos navios —es-cribía Gravína, aludiendo a los que España debieraaportar a la Escuadra convenida con Francia—•, habrádos grandes dificultades en cuanto a su reemplaza-miento. Estas son los marineros y los víveres. La epi-demia de nuestras costas del Mediterráneo y en Cá-diz ha arrebatado mucha gente de mar; una parte su-fre todavía la enfermedad o convalece, y otra se ha.dispersado huyendo del contagio. Habrá, por lo tan-to, una gran dificultad para llevar al completo las do-taciones. La falta de trigo para hacer la galleta nece-saria será otro inconveniente para el pronto armamen-to de los buques. Notorio es que la escasez de granoreina en toda España, y que yo ,no he cesado de pedirla extracción por tres meses al Gobierno francés conlas más vivas instancias." No sólo esto, que ya seríabastante; los escrúpulos de Gravina le hacen atarlos otros cabos ¡que tal vez quedaran sueltos, ycontinúa: "Además de estas dos grandes dificultadesque conciernen a los marineros y a los víveres, existeuna tercera, y es que, aun cuando no falta hoy todo lonecesario para el aparejo completo de dichos navios,no hay en los arsenales ni en los almacenes efectos su-ficientes para reemplazar lo que podía ser necesario enuna campaña larga y en expediciones lejanas..." Y asísucesivamente, que el traslado a estas páginas de lacarta de Gravina al ministro de Napoleón resultaríacita demasiado extensa, y con lo transcrito basta paraformarse idea de las condiciones en que habría de ser

447

Page 6: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

M. FERNÁNDEZ ALMAGRO

librado el encuentro de Traíalgar, en el que los embatesde tremenda tempestad y la indecisión del mando su-premo, confiado al francés Villeneuve, quitaron todaposibilidad de buen servicio o rendimiento útil a la ma-rinería, cargada con las tachas que tiran característicasde las consabidas levas; a los mal equipados barcos ya la táctica adoptada, cuyos errores quedaron defini-dos por la autoridad técnica de I). Antonio de Escaño,que, a más, vivió la jornada, y los expuso en su Cartaa I). Enrique Mac-Donnell y en sus Notas al libro deéste, Examen militar del combate naval de 21 de oc-tubre (1).

Como un estribillo, los hechos alegados por Gra-vina o por Escaño venían de tiempo atrás, con unasu otras particularidades, y volverían a ser aducidos,en la forma que fuese, a todo lo largo del siglo xix, yaun se utilizarían, con justificación mayor, siempreque fuese necesario examinar nuevos quebrantos na-vales, sin aprovechar la lección demasiado. No signi-ficaba Traí algar, evidentemente, una derrota nueva, niuna batalla más que se perdía. Con certera percepcióndel caso, Fernández Duro se pregunta: ''¿Qué com-paración tenía el mal suceso con los desastres de losGelves y de las Armadas que Felipe II envió contraInglaterra...? ¿No fue excesivamente superior el. me-noscabo de la Marina en la refriega de las Dunas, enigual día de octubre de 1639 decidida...? ¿Pues y enGuetaria y en Palermo, cuando tantas tocas de viudase cortaron...? Solamente en el sitio de La Habana se

(1) Elogio histórico del Excmo. Sr. D. Antonio de Escaño, Te-niente General de Marina, Regente de España en Indias en 1810, etc., porFrancisco de Paula Quadrado y De-Roo. Madrid, Real Academia de ¡aHistoria, 1852, págs. 143-164.

448

Page 7: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL DE LA ESPAÑA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

perdieron doce navios de línea; más que ahora sin quehicieran mella en las escuadras de Carlos l i l i . ¿Nose reemplazarían de igual modo los que acababa desumir la mar...?" Hay que dar a tales preguntas•—corno lo hace el autor que las formula— la respuestade que Trafalgar, en sí mismo, no representa un des-calabro superior a los antes padecidos, ganando en lacomparación por la extraordinaria gloria vinculada alos nombres de Gravina, Churruca, Alcalá Galiauo.Álava o Val des. Y, sin embargo, Trafalgar proyectasobre la España contemporánea una más densa, an-gustiosa y dilatada sombra: como que allí es dondepasa, en última instancia, a manos de Inglaterra, elcetro que España deja caer de las suyas, viéndose pri-vada del instrumento que la permitía compartir la di-rección de Europa, y comunicarse con sus dominiosde Ultramar, y resultando, por lo pronto, la víctimadel antagonismo entre Inglaterra y Francia, llamadoa ulteriores desarrollos.

Se frustraron, por tanto, las soluciones que ha-bían empezado a dar los primeros Borbones al pro-blema de nuestra recuperación naval, y se volvió a lasituación penosa de los últimos Austrias. La espina deTrafalgar se clavaba mucho menos, por el contrario,en la carne y espíritu de Francia, pueblo fortalecidobajo el sol napoleónico, por las victorias del Ejércitode tierra. A las siete semanas de Trafalgar, Austerlitz.Si todavía la derrota del Cabo de San Vicente pudosuscitar la briosa reacción de Mazarredo en Cádiz ola de D. Antonio Gutiérrez en Santa Cruz de Tenerife,donde Nelson dejó un brazo, la de Trafalgar sólo ad-mitía ya un tratamiento que atacase los focos del mal,•sin sentir la ofuscación de cualesquiera episodios ais-

29 449

Page 8: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

M. FERNANDEZ ALMAGRO

lados, por bizarros que fuesen, haciéndose así innece-sario el sacrificio por el sacrificio mismo, para que na-die pudiese decir, en lo sucesivo, como lo dijo Geoffrayde Grandmaison a este propósito, que "los marinos es-pañoles, conocedores de la insuficiencia de sus me-dios, iban al combate con la certeza científica de laderrota".

Algo de esto percibió Godoy —en la plenitud desu privanza'—, siquiera su visión, corno en tantas otrascosas, fuese .superficial e incompleta. El fomento delpoder naval cuenta entre las naturales exigencias detoda política exterior, si el pueblo que ha de desenvol-verla vive sobre el mar; Godoy entrevio el papel queen el orden internacional debía representar España, ala que no quiso ciertamente disminuir ni aislar. Peroestorbaron al 'buen éxito de sus maniobras diplomáticasla sobra de ambición personal y la falta de esas dotesque. verdaderamente, cualifican al hombre -de Estado,pues no es suficiente la astucia, que en tal alto grado re-conoce Hans Roger Madol a Godoy y que valió a és demuy poco en definitiva, ya que perdió todas las partidasy revistió su fracaso caracteres de catástrofe. Por otraparte, es típico de los fantaseadores •—y Godoy loera— el dar por válidas las apariencias, como si enellas tocaran realidades, creándose un mundo a su ca-pricho, y en la política exterior de Godoy bien se sabeque alternaron el delirio de un Estado independienteen Irlanda, bajo el protectorado de España; los vis-lumbres del destino hispánico en el Norte de África, aque sirven de peregrina muestra la aventura de Alí-Bey, y los vaivenes a que le lleva un oportunismo sintino ni rubor, en sus relaciones con Francia. Pero erafija en Godoy la idea de dar a la Marina toda su im-

450

Page 9: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA XAVAL DE LA ESPAÑA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

portancia y crédito a los marinos. Figuraba D. Anto-nio Valdés entre los más prestigiosos y, haciendo suyauna antigua propuesta de éste, el Príncipe de la Paz.creó en 1807 el Consejo del Almirantazgo, que promo-vería las reformas cuyo apremio se dejaba sentir. Bienes verdad que para que Godoy se preocupase del mar ysus problemas había mediado la circunstancia de queNapoleón, en la sazón que a ambos afectaba, le urgíade continuo. Así, el Emperador encargó a Junot que hi-ciese al Príncipe de la Paz, entre otras indicaciones, lassiguientes: "que espero de él una sola cosa, y es que laEscuadra española esté dispuesta para las grandes ex-pediciones que he proyectado, pero que para eso se ne-cesita dinero; solamente con dinero pueden obtenersemarineros, y el armamento necesario; que observo conpena que no hay nada preparado en Ferrol y Cádiz;que yo mismo recibo noticias dos veces por semana demis agentes en dichos puertos"...

No hubo tiempo —porque sobrevino la Guerra dela Independencia contra el francés—• de estimar lasiniciativas emanadas seguramente del Consejo del Al-mirantazgo —compuesto de valiosos elementos—, ni deconocer el cauce que al caudal de aquéllas hubieseabierto el "Príncipe Generalísimo Almirante", comose ufanaba en firmar Godoy, quien sabía oír con talde que la materia de consultas o dictámenes no le afec-tase personalmente. En la Guerra de la Independen-cia, la querella del honor nacional se substanciaría tie-rra adentro, y ante un empeño de tan colosal magni-tud, fue menester acudir a crearlo todo, con casi tau-matúrgica eficiencia, sin otras previsiones ni reservasapenas que las del patriotismo, único punto de apoyoque históricamente ha permitido a España vencer cuan-

45

Page 10: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

M. FJiRXÁNDEZ ALMAGRO

•tas crisis institucionales la han aquejado. La Marina•quedó en cierto triodo al margen, por más que reper-cutiese en puertos, costas y barcos, la pugna planteadaen términos de muy dura violencia. Nos referimos, porejemplo, a la ocupación de El Ferrol, al sitio de Cádiz,a la fracasada expedición con fuerzas de desembarcopara salvar a las plazas del litoral cantábrico, etc.

Era en campos y montañas donde los combates li-brados por el soldado o guerrillero contra el invasorreconocían su centro de gravedad, y apremiaba unaalianza poderosa que viniese en auxilio de la frené-tica, pero mal equipada, resistencia española. Esa alian-za se instó y obtuvo en Inglaterra, único país que po-día prestarla, dado que los Estados de la Europa con-tinental se hallaban sometidos al poder de Napoleón:ni Austria, herida por la Paz de Presburgo; ni Pru-sia, anulada, después de Jena, en Tilsit, podían pensaren oponerse a Napoleón, ayudando a España, si su si-tuación geográfica lo hubiese permitido. Por otras ra-zones, tampoco Rusia, en inteligencia con el Emperadorde los franceses. Inglaterra, sí, y al acuerdo con Es-paña la empujó, más que la gestión llevada a cabo enLondres por los delegados de la Junta de Asturias, suinterés propio, directo e inmediato, en arrebatar a Na-poleón el señorío del planeta. No le tocaba a España,claro está, poner los barcos en la cooperación militaralcanzada, punto menos que automáticamente, del Go-bierno británico, y a éste le bastó, para cubrir su ob-jetivo en la Península, con el campo de batalla que Es-paña misma era y con el empuje avasallador de un pue-blo en armas.

Si la Junta Central y el Consejo de Regencia para-ron su atención, sucesivamente, en la Marina, fue para

452

Page 11: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL DE LA ESPAÑA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

-acomodar el personal y los servicios a las necesidades•de la guerra, sacando fuerzas de flaqueza con exalta-da voluntad, y ganar así el tiempo perdido en los an-tiguos yerros y abandonos. Detallan esta gestión do-cumentos tan ilustrativos como la "Exposición sobrelas providencias generales dadas en el despacho de Ma-rina durante el tiempo que gobernó la Junta Central;,siendo ministro D. Antonio de Escaño (15 de octubrede 1808 a 29 de enero de 181 o)" y el "'"'Extracto deiDiario de las operaciones de la Regencia, en lo refe-rente a Marina, desde el 29 de enero a 28 de octubre•de I8ÍO". Xos presentan estos documentos un cua-dro de época que .conviene trasladar aquí en alguna desus partes. "La Marina —leemos en la "Exposición"del gran ministro Escaño—• sufría un atraso en sus pa-gos que puede llamarse escandaloso; en los años an-teriores no se había pagado la consignación que le es-taba señalada, y se hicieron armamentos muy supe-riores a los medios con que contaba. No hablo de laque se le quedó debiendo en ,el año de 1802; y desdeeste tiempo se le adeudan doscientos setenta y dos mi-llones de lo consignado para Europa, resultando deesta enorme deuda hallarse los Arsenales con pocos re-puestos de efectos navales; los buques con necesidadde carenas y recorridas; la Maestranza, la marinería,tropas y oficiales mayores y de guerra, acreedores alos jornales y sueldos de muchos meses y aun años;lo mismo las dependencias de Marina en las provin-cias, en los hospitales y en América. Faltaba, por úl-timo, el crédito en la Hacienda de Marina, porque seadeudaba mucho a los asentistas de todas clases, por•efectos entregados y consumidos en la habilitación de•buques armados y desarmados."

453

Page 12: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

M. FERNAXDEZ ALMAGRO

Faltaba, como hace ver tan autorizado testimonio..no solamente la política que dirige y prevé; faltabatambién la administración que atiende al cotidiano me-nester y, a pesar del desbarajuste predominante en elramo, la Marina extremó heroicamente su cumplimien-to del deber. "Cuando la Junta Central ,sc hizo cargodel Gobierno de la Monarquía —continúa el ministroEscaño—, ya la fuerza sutil de Cádiz había obligado ala Escuadra francesa a arriar su pabellón en la mismahahía. Debían salir por caudales, el navio San Fulgen-cio para Lima; el San Justo y Paula para Veracruz;las fragatas Prueba y Flora, para ¡Buenos Aires. LaMagdalena y Venganza tenían orden de cruzar en lascostas de Cantabria, y otras embarcaciones menoresen varios puntos, con distintas comisiones. Mandé ace-lerar estos armamentos y su salida, dando orden paraque todos los navios y fragatas que se hallaban en lostres departamentos se estibasen y arbolasen, estandoprontos para armarse. Se encargaron cáñamos a Gra-nada y a Castellón <ie la Plana, maderas a Segura de laSierra y otros montes de Marina, betunes a Castril yTortosa, dictando providencias para obtener lo máspreciso para reemplazos de los buques armados y de losque pudieran armarse; se circularon órdenes a las So-ciedades patrióticas para que dieran luces sobre elmodo de surtir a la Marina de efectos navales con la.mayor economía, y se tomaron otras providencias aná-logas a este mismo asunto."

Sigue a los párrafos transcritos el pormenor de lorealizado, y tanto de esta reseña como de la contenidaa su vez en el "Extracto del Diario de las operacionesde la Regencia", se desprende el convencimiento deque, contra viento y marea, persistía en el marino una

4:4

Page 13: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL DE LA ESPAÑA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

moral altísima: la moral que les hacía acudir —diceEscaño— ''donde su honor y patriotismo les llamaba".O como se lee en el "Extracto" antes citado: "Los in-dividuos de la Marina Real, en medio de la indigenciaen que los tenía sumergidos el Gobierno, habían con-servado el pundonor de su educación primera y anhe-laban ocasiones en que-distinguirse." Espíritu de Cuer-po llamaríamos a esta figura, si no torciese tal expre-sión un cierto sentido peyorativo. Pero es innegableque, entre todas las actividades profesionales, la delmarino se distingue por típicos caracteres de sacrificioy hermandad, reforzada ésta por una persistente espe-cie de vinculación familiar que denota la repetición demuchos apellidos en las Escalas de la Armada. En otrosentido, por lo misino que el barco aisla, aprieta máslos vínculos de quienes conviven en un infinito de cie-lo y mar.

Otra guerra de la Independencia —la promovidapor los antiguos Reinos y Provincias de Ultramar a lametrópoli—• vino a empalmar, cronológicamente, conla que sostenían los españoles frente al Imperio napo-leónico. Y en esa guerra de la emancipación americana,sí que la Marina tenía mucho que hacer. Basta consi-derar que el Atlántico era camino obligado para lastropas y aprestos que debían alimentar la múltiple ba-talla reñida en las Indias. Pero lo cierto es que Españano se creyó en la necesidad de mandar muchas cosas,y está por saber si hubiera podido, en el caso de pro-ponérselo. España llevó la guerra de América con pa-tentes fluctuaciones de criterio, con tales discontinui-dades en lo diplomático como en lo militar, que se acu-sa una desorientación lamentable de veras, estudiada

455

Page 14: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

M. FERNÁNDEZ ALMAGRO

por nosotros en otro lugar (i) y producida acaso porla escasa importancia que hubo de ser concedida a lasublevación de los pueblos hispanoamericanos, por loque los Gobiernos que se sucedieron en Madrid, du-rante aquellos movidísimos años, no pusieron excesi-vo empeño en atacar a fondo la cuestión. Sin olvidarque las terribles luchas banderizas por cuya causanuestra Patria estaba abierta en canal, sangrando portodas partes, evidenciaba una crisis profunda de laque era un síntoma más la postración de la Marina:crisis de fe, de ánimo, de conciencia histórica.

En cierto modo, sobraban los barcos aprestados,para llevar a América las tropas que, por secundar aRiego en el pronunciamiento de :Las Cabezas de SanJuan, no llegaron a partir, volviendo la espalda a cuan-to acontecía en la América española. Pero de intensi-ficarse las expediciones militares que la guerra en cur-so, indudablemente, requería, ¿ se contaba con suficien-tes medios de transporte marítimo...? Con referenciaa ese mismo año de 1820 en que Riego, alzándose ,conel Poder, contribuye, positivamente, a la desmembra-ción del Imperio hispánico, nos es dado conocer la "Me-moria" relativa a Marina que el Ministro del ramo—como todos los demás en cuanto a sus departamen-tos respectivos— estaba obligado a presentar, por unR. D. de 1813. El Ministro de Marina —lo era a lasazón D. Juan Jabat— hace el siguiente recuento:"17 navios de línea, 15 fragatas, 12 corbetas, una urca,.17 bergantín y otros buques menores de diferentes por-tes y clases, hasta el total de 97 entre todos, en lugarde los 287 a que antiguamente ascendían." "Antigua-

(1) La emancipación de América y su reflejo en la conciencia es-pañola. Instituto de Estudios Políticos. Madrid, 1944.

456

Page 15: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL DE LA ESPAÑA MODEKXA Y CONTEMPORÁNEA

mente", dice, en efecto, la "Memoria", sin precisar fe-cha. Pero, aun así, el dato es interesante. Y se lee a con-tinuación: "De los navios sólo cuatro se hallan arma-dos : el uno, para reunirse, con arreglo a un Tratado,a la división de los Países Bajos en el Mediterráneocontra los piratas; el otro, cuya suerte se ignora y seteme que sea adversa, está destinado al Callao de Lima,y los dos restantes, para emplearlos en las atencionesque en Ultramar exijan las ocurrencias de aquellos do-minios. Los demás necesitan reconocimientos prolijos,fuertes recorridas y grandes carenas, para quedar enestado de armamento. De las fragatas se hallan diezhabilitadas, y de ellas cuatro para las atenciones de laPenínsula, y las seis restantes para las de Ultramar enLima, Costafirme y la América Septentrional, siendoigualmente necesario reconocer y carenar . las otraspara ponerlas en estado de servicio."

Uno de los medios arbitrados para remediar esa pe-nuria fue la adquisición en 1817 de aquellos famososbarcos rusos, por conducto del Bailío Tatischeff, Mi-nistro plenipotenciario del Zar en Madrid: adquisiciónque tanto dio que hablar, y parece que no caprichosa-mente, en perjuicio de Fernando VII y su camarilla.Se compraron, al precio de 13.600.000 rublos, cinco na-vios y tres fragatas, constituyendo una Escuadra quedebería ser entregada, según el artículo segundo delTratado, "completamente armada y equipada, y en es-tado de poder hacer un viaje de largo curso". De estamanera se quiso precaver "los incalculables males queresultarían si las costas de España y las Colonias deesta grande y poderosa Monarquía, en otro tiempo tanopulenta, quedasen privadas de seguridad y protec-ción". Confesión triste y vano .propósito. Los barcos

457"

Page 16: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

M. FERNANDEZ ALMAGRO

resultaron inservibles, y, salvo alguno que se fue apique o que íué apresado por el enemigo, todos acaba-ron en La Carraca para ser desguazados.

No obstante librarse en tierra los encuentros deci-sivos, la Guerra de la Independencia americana no po-día prescindir en modo alguno del mar, y España pre-cisaba un poder naval que completase y facilitara laacción militar, tampoco atendida en forma. Se plan-tearon bloqueos que no fue posible hacer efectivos, yse trabaron combates, como los del río Paraná o anteMontevideo, y hubo que afrontar ataques como el di-rigido al Callao, sin que España pudiera oponer fuer-zas proporcionadas a las que los americanos llegarona poseer, gracias a la adquisición de barcos a los Es-tados Unidos e Inglaterra, a la captura de otros nues-tros en acción de guerra y a la expedición de patentesde corso en favor de aventureros de diversos países.En Ayacucho se consumó la pérdida del Imperio his-panoamericano, no cancelándose por eso la preocupa-ción que en España sugiriese el tema de sus comunica-ciones con Ultramar, puesto que sobrevivían a la quie-bra pueblos de condición insular, en el Atlántico y enel Pacífico, fieles a España, con lo que se aumentaba,lejos de disminuirse, la necesidad de proveer a la res-tauración o creación de la Marina de guerra, y, en suórbita natural, de la Marina mercante.

Aunque ésta cae fuera del tema que ensayamos,no deja de ser pertinente señalar, a los efectos de laconservación y legítimo provecho de Cuba, PuertoRico y Filipinas, la importancia de esa política econó-mica que hace de la Marina un poderoso agente, in-sustituible e indispensable de veras en casos como elmuy obvio de España. El espíritu de la "Ilustración"

.458

Page 17: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL DE I.A KSPAXA .MODERNA Y COXTEIÍPORÁKEA

que aún aleteaba cuando América del Centro y del Surse emancipó de España, era propicio al concepto y rea-lización de la Marina mercante, por el sentido prácticoa que ésta respondía, por el carácter de las Ciencias•—Geografía y 'Economía, particularmente—• que .con.ella se relacionaban, e incluso por el hecho mismo desu expansión universal. Jovellanos, en uno de sus másextensos "Informes", había disertado ya sobre la ma-teria, e hizo recordar o aprender '''que las fuerzas na-vales de un Estado fueron siempre el principal instru-mento de sus triunfos, y su Marina mercantil, el másabundante manantial de su prosperidad". Huelgatranscribir las razones de clavo pasado que Jovellanosaduce en pro de su causa. Concluyendo: ''la necesidades grande, el remedio fácil y la ocasión oportuna". Eltema se hace tópico en las Sociedades Económicas deAmigos del País que tan típicamente representan eltránsito del siglo x v m al xix, y en publicaciones devaria índole y arbitrismos de la época. Pero las me-morias, las tesis, las disertaciones, los planes, no tras-cienden del. estrado académico o de la letra de molde,y ha de pasar mucho tiempo para que la cuestión de las.comunicaciones marítimas de España y su mundo co-nozcan adecuadas soluciones.

En tanto transcurrían las dos guerras de Indepen-dencia •—la española y la americana—•, fue llamado eljefe de la Armada, D. José Vázquez ,Eigueroa, a re-gir el Ministerio de Marina, en dos ocasiones. Ocupóeste departamento, primero, desde el 23 de junio de1811 a 18 de abril de 1813, y, por segunda vez, desdeel 2.J de enero de 1816 a 14 de septiembre de 1818.Ambas etapas de mando acreditaron al ministro Váz-quez Figueroa de celoso, competente y lúcido de juicio

459

Page 18: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

II. FERNAXDEZ ALMAGRO

hasta el extremo de plantear los problemas cuya solu-ción le incumbía con rotundidad y exactitud irrecusa-bles. Tales virtudes marcan alto relieve en la extensaserie de documentos que, escritos de su mano la ma-yor parte, y bajo el título general de Memorias, seconservan en el Archivo del Ministerio de Marina yque esperan al investigador deseoso de dar puntual es-tado histórico (i) a la figura y gestión de marino tandistinguido.

Con referencia a otras Memorias de Vázquez Fi-gueroa, es decir, a las que debía rendir, periódicamen-te, como todo Ministro, hay que citar la de 20 de oc-tubre de 1812, en que aparece como hombre muy sen-sible a la responsabilidad del mandato que le fue con-ferido. No quiere efugios. "Si la Marina —declara—no es considerada .corno una atención, o lo es como unade poco aprecio; si el espíritu público no se decide jus-tamente en su favor, y si el Gobierno, cualquiera quesea, no la abriga y la pone a cubierto de la maledicen-cia, de la intriga y .de la envidia, no se dirá jamás quehay Marina, no se cuente con posesiones ultramarinas,renuncíese a la felicidad que se prometen los famosospuestos con que contamos, y preparémonos a ser el ¡des-precio y ludibrio de cuantos quieran insultar a estaopulenta, aventajada y predilecta Monarquía." En esesupuesto, más vale desengañarse de una vez. VázquezFigueroa se reafirma en su punto de vista, y amplía,con plena sinceridad de criterio, el alcance de sus con-sideraciones : "En la absoluta precisión de que la Es-

"(1) En pequeña parte utilizó el fondo documental de las inéditasMemorias de Vázquez Figueroa, el marino y académico de la HistoriaI). Francisco Javier de Salas, para componer su obra Marina española.-Madrid, Establecimiento tipográfico de T. Fortanet, 1865.

460

Page 19: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL DE LA ESPAÑA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

paña tenga Marina, es de toda necesidad mirarla ytratarla corno corresponde, o de una vez extinguirla,aboliendo el Ministerio de mi cargo y despidiendo acuantos .pertenecen a este Cuerpo, empezando por mí,y sepa todo el mundo que no hay arsenales, y que nonavegan los buques porque el Erario no puede sostenersemejante gasto; estará más en el orden que no ¡quesalgan a la mar los navios, fragatas y demás embarca-ciones, sin gente, sin pertrechos, con los cascos podri-dos, y los comandantes y oficiales comprometidos conel público, que los observa, creyendo que navegan comocorresponde."

Hizo Vázquez Figueroa de antemano la afirma-ción dogmática que procedía: "La Nación española ja-más podrá ser nación independiente al par que libre,sin una respetable fuerza naval; sin ella, no será nirica ni comerciante, y, de consiguiente, tampoco seráni opulenta ni industriosa." Se percibe en estas pala-bras un eco de otras más distantes en el tiempo: las deEnsenada, por supuesto; aquellas otras más lejanasaún del Almirante Brochero, citadas ya en su lugar:"La cosa más admitida de los que tratan razón deEstado ha sido y es que el que fuere poderoso en lamar, lo será en la tierra." Sin embargo, diagnósticotan sostenido no acertó a inspirar un tratamiento con-tinuo, y Vázquez Figueroa tenía que empezar de nue-vo. No dependía de él ;que se cumplieran las condicio-nes aludidas en su "Exposición" a fin de que la Marinade guerra prosperase o simplemente existiera en Es-paña, y es curioso que entre aquéllas .figure el "espí-ritu público": invocación en la que sería pueril adver-tir únicamente una infiltración, más o menos circuns-tancial, de los principios que luego se han llamado "do-

461

Page 20: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

M. FERNÁNDEZ ALMAGRO

ceañistas", ya que Vázquez Figueroa hablaba para lasCortes reunidas en Cádiz. Lo que palpitaba en el fon-do de tal expresión y de otras por el estilo en el mismodocumento •—"Nación", "público", "opinión"...— erala verdad palmaria —entonces y siempre—• de que la so-lución a los problemas ele la Defensa nacional estriba enel calor y estímulos que proporcione el ambiente generaldel país: no ya en tiempos de régimen constitucional, conla soberanía reconocida al pueblo, expresamente procla-mada; en tiempos de Monarquía absoluta también, noapreciándose cambios de consideración, pese al cambiooperado, en el desgano por las cuestiones de Marina.

El cimiento que permanecía firme para edificarsobre él lo que fuera —¿cómo no...?—• continuabasiéndolo el Cuerpo de la Marina profesional. Era lógi-co, por tanto, que Vázquez Figueroa, reconociendo losméritos contraídos por los marinos españoles, tanto ensu aspecto militar como en el científico •—por ser no-torios sus servicios al estudio de la Astronomía, Nave-gación, Artillería, Mecánica, etc.—, diera toda su im-portancia al trato que el personal merecía y del que,por lo visto, no se le hacía objeto. "Desde los Coman-dantes generales hasta los últimos jornaleros —son pa-labras de Vázquez Figueroa en su Exposición— expe-rimentan una suerte igual; del mismo modo perecende hambre los jefes más superiores que los subditosmás ínfimos; lo mismo se queja de su desventuradasuerte el que ha encanecido sufriendo los rigores de lamar y los riesgos de los combates, que el anciano opera-rio que consumió sus días en el rudo taller de su ejer-cicio, honrando con su trabajo a una patria que i amascreyó le abandonara al terminar su existencia..." Elremedio no podía ser más sencillo: "satisfacer puntual-

462

Page 21: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA XAVAL DE I.A ESPAÑA AÍOP-ERNA Y COXTEMFORÁNEA

mente los sueldos". No se pagaba a nadie, cualquieraque fuese su graduación o destino, y por disciplina secumplían a satisfacción los más penosos trabajos. Pun-tualizando: "La Marina de las fuerzas sutiles ha be-bido hasta las heces de la amargura, y su sufrimientono ha desmentido jamás la buena opinión de que siem-pre ha gozado: acaba de .mandarse el desarme generalde los buques, y no se ha oído una queja, porque no setrata de pagar algo de los doce meses que se adeudan;antes al .contrario, estoy bien convencido de que, símañana es menester echar mano de los mismos indi-viduos para cualquier empresa arriesgada, no habráuno que se excuse ni que deje de sacrificarse del mis-mo modo que tienen de costumbre."

El Ministro Vázquez Figueroa, atenido a sus na-turales atribuciones, hizo lo que a él le incumbía: ad-ministrar con celo y probidad, establecer los MayoresGenerales de Marina, abrir cursos de Estudios en lostres departamentos, planear la creación de "una Jun-ta de Marina, Consejo, Almirantazgo ( i ) o llámesecomo quiera •—según el modelo inglés— para sustraera la Marina de los tiros y asechanzas, de la intriga yde la envidia..." Pero, ¿y los recursos que la Haciendahabría de proporcionar con carácter extraordinario...?¿ Y el régimen general de la industria y economía na-cionales...? ¿Y la política de conjunto cuya direccióncorrespondía al Gobierno de Regencia y a las Cortes:política de conjunto en función de la cual la Marina

(i) El restablecimiento del Almirantazgo, con otras reformas, figu-ró en el proyecto de Decreto orgánico de la Armada presentado a lasCortes en 1820 por la Comisión de Marina, a cuyo efecto se abrió unaInformación ajustada al interrogatorio de 54 cuestiones, inserto en laGaceta de Madrid de 1.° de agosto de 1820.

463

Page 22: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

II . FKRNAKDEZ ALMAGRO

española sería un exponente o resultante...? VázquezFigxieroa volvió a ser Ministro de Marina, como antesse dice, en 1816, y por tercera vez le fue confiada estacartera, mucho tiempo adelante, cerrado ya el ciclohistórico ,de nuestra anterior referencia.

Reinaba ya Isabel II, bajo la Regencia de DoñaMaría Cristina, su madre. Era Presidente del Conse-jo de Ministros I). Francisco Martínez de la Rosa, yal frente del Ministerio de Marina reaparece D. JoséVázquez Figueroa, que lo rige desde el 15 de enero de1834 a 13 de junio de 1835. Han mudado mucho lascosas y las personas. Pero Vázquez Figueroa encuen-tra sobre su mesa de Ministro expedientes, pedimentos,instancias, de la misma clase que aquellos otros de haceveinte o veinticinco años. El desolador paisaje que élcontemplara en sus anteriores etapas, permanece idén-tico. "El deplorable estado —le dice el Capitán ge-neral del departamento de Cádiz, D. José de Que-vedo—• a que se han reducido todos los ramos de laMarina Real, en fuerza de la indiferencia y aun des-precio experimentado, desatendiéndoles de una mane-ra que no pudo imaginarse, ofrece un cuadro verdade-ramente luctuoso..." Y el Comandante general delApostadero de El Ferrol, D. Roque Guruceta, habla enotro escrito del "poco o ningún espíritu marino de lanación y de la poca o ninguna importancia que el Go-bierno ha dado en estos últimos tiempos a la fuerzanaval..." Y el Comandante general del Apostadero deCartagena, D. Alejo Gutiérrez de Rubalcaba, dice:"Muchas calamidades producidas por causas inevita-bles que se han ido sucediendo o reemplazando unas aotras, y algunas que han podido evitarse, entre éstasmás que todas, la certeza del abandono y miseria que

464

Page 23: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL DE LA ESPAÑA MODERNA Y CQXTKMPORÁNEA

parecen como vinculados en la .marinería que pasa alservicio y que tanto y tan directamente trasciende a susdesgraciadas familias, han concluido con las de los bu-ques de guerra, y se lia marchitado aquella preciosaplanta, sin cuyo esmerado y cuidadoso cultivo es vanoel deseo de tener Marina..." Y el Brigadier de la Ar-mada D. Casimiro Vigodct, en la "Memoria" que lefue encargada, abunda en las mismas consideraciones,repitiendo que "el abandono en que ha caído la Mari-na militar la puso al borde del precipicio". Y otro Bri-gadier de la Armada, D. Alonso de la Riva, en otra"Memoria", repite lo mismo y, hablando en concreto delos arsenales, escribe: "'No son más que un patrimoniode los asentistas, pues si algo encierran, casi en totalpertenece a ellos; porque lo demás se puede reducir aalgunos efectos que el tiempo no ha podido acabar,como son los cañones viejos y anclas, pues por lo querespecta a repuestos o acopios de madera curada o porcurar, nada hay se puede decir, siendo la primera tannecesaria para construcciones y carenas: y sólo acasolos restos de algún buque desguazado, que por no po-derlo carenar a tiempo, se pudrió..." En idénticos to-nos se describen a continuación los almacenes, losobradores, los diques, las partes todas de un arsenal,y se singularizan los datos relativos a los Caños de LaCarraca: "sin limpiar hace años, cada día están conmás fango, habiéndose echado a perder la draga devapor que se había comprado para limpiarlos..." ( i ) .

Da no poco que pensar la continua fluencia de lavena crítica en España, y se llega, desde luego, a creerque si existen estos o aquellos males no será porque

(i) Marina Española, F. I. Salas, págs. 212 y sigs.

30 465

Page 24: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

i l . FERNANDEZ ALMAGRO

falte quien los denuncie. Corregir o mejorar ya es otracosa, por loque junto a la masa enorme de testimoniosy juicios sobre la ruina de la Armada española, repre-senta muy poco en cantidad —-como en otro cualquieraspecto de la crisis •nacional— el grupo de los que seaplicaron a salvar lo que se pudiera y a rehacer el patri-monio naval de nuestra Patria. Verdaderamente, el em-peño era dificilísimo, mas a facilitarle no ayudaba deltodo la lección recibida por la España que había pasado,con el alma en vilo y el cuerpo maltrecho, de un régimena otro, sin que las nuevas leyes fuesen bastante a impe-dir que continuaran prevaleciendo resabios y prejui-cios, modos de discurrir o de comportarse que reque-rían enmienda. Pero no ampliemos el campo de nues-tra observación, y limitémonos a repasar el estado com-parativo de la Armada al principio y al fin del reinadode .Fernando VII, que hallamos en la clásica obra deFernández Duro ( i ) , ante todo, repertorio documen-tal útilísimo.

Según el estado de referencia, el material de quela Armada española disponía en 1808 era el siguiente:navios, 42; fragatas, 30; corbetas, 20; jabeques, 4;urcas, 15; bergantines, 50; paquebotes, 4; goletas, 38;balandras, 10; embarcaciones de fuerza sutil, 15.

Véase el contraste con los datos ,que, paralelamente,corresponden a 1834: navios, 3 ; fragatas, 5; corbe-tas, 4; jabeques, o; urcas, o; bergantines, 8; paque-botes, o; goletas, 7; balandras, o; embarcaciones defuerza sutil, 8.

Levantar de tan honda caída a la Marina españolareclamaba un número tal de asistencias políticas, eco-

(1) Armada española desde la unión de los Reinos de Castilla y deAragón, tomo IX, pág. 365.

466

Page 25: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL BE I.A ESPAXA MOl'E'iXA Y COKTOI ¡'OKAXEA

nómicas, sociales, etc., que la realidad nacional estabamuy lejos de proporcionar. Cuando España se liberadel francés y cuando no tiene más remedio que acep-tar el hecho consumado de la emancipación america-na, la guerra civil, englobando motivos que superanJos simplemente dinásticos, arrebata a todos el frutode una amable convalecencia. Con los pésimos efectosde la recaída se mezclaron, en la debida proporción ypor lo que hace a lo puramente técnico, las necesida-des determinadas por el paso, en la navegación y, porconsiguiente, en las construcciones navales, de la velaal vapor, surgiendo problemas que nuevos adelan-tos ( i ) complicarían después y que la industria espa-ñola estaba harto lejos de poder afrontar.

Mucho hubo que trabajar para ponerse |de nuevoen camino hacia una estimable Marina de guerra, ycuantiosa parte de los esfuerzos a ese propósito des-arrollados se vinculan al nombre de D. .Mariano Rocade Togores, desde 1848 marqués de Molíns. Este be-nemérito hombre civil, literato más que nada, se inte-resó por la Marina de modo excepcional, no aceptandoen su carrera política cualesquiera departamentos mi-nisteriales, según uso impuesto por combinaciones de

(1) "Como los cascos eran aún de madera, bastó para salvar la pri-mera crisis el artículo 8 de la ley de i." de noviembre de 1837, permi-tiendo, libre de todo derecho, la introducción de las máquinas necesa-rias para los buques 'de vapor... Mas a medida que las máquinas mo-toras llegaban a maravilloso adelanto en mayor potencia con menos gas-to y menor desplazamiento, sobrevino otra transformación mucho mástrascendental en las construcciones navales, con la 'fabricación de 3oscascos de hierro y acero. Los grandes vapores de casco metálico re-presentaban la paralización y ruina inevitable de todos los -antiguos astille-ros... Nuestra Patria era una de las potencias marítimas menos preparadaspara hacer frente; a esta revolución, '["altábanle los asientos de ía gran in-dustria y los recursos de una vigorosa constitución ee.onónr.ca." Del podernaval en España, j . Sánchez de Toca, pág. 77-

467

Page 26: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

11. FERNANDEZ ALMAGRO

partido o grupo; más bien procuró mantenerse fiel ainclinaciones .de su espíritu. Fue Ministro de Marinadesde el 24 de diciembre de 1847 a ' I 4 de enero de 1851,bajo la presidencia del General Narváez, y de 19 deseptiembre de 1853 -a 18 -de junio de 1854, bajo la deD. Luis José Sartorius, volviendo a serlo mucho mástarde, con IX Antonio Cánovas del Castillo, en el pri-mer Gobierno de la Restauración. Molíns reorganizóel personal y los servicios de la Marina y fomentó, enel grado que estaba a su alcance, las construccionesnavales, siendo él también quien impulsó la construcciónen San Fernando del Panteón de Marinos Ilustres, enhomenaje a gloriosas y edificantes memorias.

Gracias a los barcos salidos de nuestros astillerosde Cádiz, El Ferrol y Manila, a las reparaciones quepudieron efectuarse en el material viejo, y a algunaadquisición en Inglaterra, se pudo fundamentar enalgo la ilusionada fe de que España volvía a tener Ma-rina. Hablar de "renacimiento", como lo hacía la lite-ratura oficial y la prensa de la época, impresionadapor ciertos destellos de la política militar y exteriordel reinado de Isabel II —sobre todo, en la etapa de laUnión Liberal—, significaba una excesiva licencia dellenguaje. No renacimiento, pero sí gestación de algoque pudo gozar de mejor futuro. En demostración delo conseguido, se organizó en la bahía de Alicante undía de 1858 la revista a que asistió la Reina, con granaparato de Corte y cálido aire de solemnidad brillan-tísima. "El espectáculo —según la descripción de donManuel de Mcndívil, en su Méndes-Núñes— no erahomogéneo, pecaba de abigarrado, y aun de absurdo,porque, la transición iniciada en el material naval setraducía en una especie de muestrario de buques de

468

Page 27: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL DE LA ESPAXA MODERNA Y COXTKMFORAXJJA

todas castas y colores. Pero era un principio, era unapromesa y era también una esperanza. Contemplaronlos Reyes... las fragatas Isabel II y Perla-, que no erannuevas, pero sí estaban remozadas con nueva artille-ría y flamante aparejo, y el navio Rey Francisco deAsís, recién construido, aunque anticuado ya e inútil,pese a sus 84 cañones, porque no tenía máquina auxi-liar; contemplaron también los vapores de ruedas Li-niers, Santa Isabel, Pizarra, Isabel la Católica, Lc~panto y Piles; contemplaron la fragata Petronila, de37 cañones, máquina de 300 caballos y ¡hélice!; con-templaron, por último, un pailebot y falucho, Corso yLince, de las flotillas sutiles guarda-costas. Y embar-caron los Reyes en su falúa, que tripulaba el propioMinistro de Marina •—D. José María de Qucsada—, yvisitaron uno por uno todos los buques empavesados,mientras los cañones tronaban, y la marinería, de pieen las vergas, daba los vivas de ordenanza, y la fraga-ta inglesa Curle-iv y la francesa Impet-ueuse se suma-ban al agasajo..." Estampa romántica, risueña ilus-tración de una historia desigual, que no acabaríabien.

Los raros fulgores del reinado de Isabel ¡II pro-cedían, especialmente, de la política exterior. Parecíaque España la iba a tener, con la Marina y el Ejércitopor preciso instrumento, más el orden interior asegu-rado, condiciones esenciales para ganar el respeto delas demás potencias. Gobernando Narváez, al tiempodificilísimo de las consabidas "tormentas del 48", di-j érase que España recobraba su iniciativa en la esferainternacional. A. este período de autoridad y generalmejora, pertenecen tres hechos tan significativos, cadacual en su línea, como la intervención de España en

469

Page 28: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

M. FERNANDEZ ALMAGRO

Portugal, encomendada al General D. Manuel Gutié-rrez de la Concha; la entrega de sus pasaportes al Em-bajador de Inglaterra Mr. ,Bul\ver en las circunstan-cias conocidas, y la expedición de una Escuadra y unCuerpo de Ejército, mandados, respectivamente, por losGenerales Bustillo y Fernández de Córdova, a Italia,en auxilio de Pío IX. Como es sabido, O'Uormell aven-tajó a Narváez —por no cubrir éste con Gobiernos desu propia presidencia toda la "Década moderada"'—en la estabilidad de su poder, y en el Gobierno largode la Unión Liberal —de 30 de junio de 1858 a 17 deenero de 1863— ;se encuadran otros sucesos que deigual suerte acusan una viva pulsación en la desmade-jada política y aun en el desorientado, más que decaído,pueblo español. La guerra de África, que le hizo yi~brar de entusiasmo, merced a figuras y episodios deromancesca traza; la anexión de Santo Domingo, máspor lo que hiciese suponer que por su valor en sí mis-ma y efectivas consecuencias; la campaña de Cochin-china, en que con tanta abnegación como denuedo tra-bajó España para otros, y la espinosa cuestión de /Mé-jico que el General Prim, jefe del Cuerpo expedicio-nario, acertó a liquidar —por lo que a los españoles to-caba— con oportuna decisión, hicieron salir a nuestrabandera de su confinamiento en el solar patrio, si bienel hecho de su gallardo flamear en tierras y mares le-janos no fuese seguido, por razones varias, de la me-recida fortuna. Pero en tales pruebas, traída y lleva-da por ráfagas de acierto o de error, España acreditó,una vez más, su capacidad extraordinaria para reco-rrer el mundo, y en colaboración con el Ejército, laMarina supo cumplir con su deber en el alto grado quesiempre marcase, con tanto más irrecusable prestigio

470

Page 29: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

POLÍTICA NAVAL DE LA ESPAXA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA

cuanto que no lo comprometió de manera alguna cu eljuego al uso de conspiraciones y pronunciamientos.

En el Pacífico aguardaba a la Marina españolaardua ocasión en que alardear de sus virtudes. El de-talle de las operaciones a que España fue llevada porequívocos políticos y diplomáticos nacidos de su tiran-te relación con Chile y Perú, nos lo ofrece cualquierHistoria contemporánea y, de modo particular, un au-torizado estudio monográfico de D. Pedro de Novo yColson ( i ) . Por ¡el sabemos al pormenor las inciden-cias de lina campaña predestinada al sacrificio, sincompensaciones de otra índole, no importando aqui-latar, en función del resultado, a qué lado cayeron los'laureles de la victoria en el famoso combate del Callao,2 de mayo de 1866. ¡No se trataba de ganar un terri-torio, sino de mantener un prestigio en pie, a costade lo que ;fuere. El Gobierno de Madrid se veía en eltrance de exigir a la Marina que salvase el buen nom-bre de España. El Ministro de ¡Estado, D. Manuel Ber-múdez de Castro, le encarecería un esfuerzo desespera-do a Méndez Núñez, sucesor del malogrado Pareja en elmando de la Escuadra: "Confiando a Dios, ja la virtudde nuestro derecho y al honor y bravura de nuestra Ar-mada, el triunfo de nuestra causa, en la firme inteli-gencia de que más vale sucumbir con gloria en maresenemigos que volver a España sin honra ni vergüen-za." Méndez Núñez contestó: "Si desgraciadamenteno consiguiese una paz honrosa para España, cumpli-ré las órdenes de V. E. destruyendo la ciudad de Val-paraíso, aunque sea necesario para ello combatir antes

(1) Historia de la guerra de España en el Pacífico. Madrid, 1882.

47

Page 30: Política Naval de la España Moderna y Contemporánea (De ... · "En la triste, pero necesaria obligación" —dijo ... de las tácticas española y francesa respecto a la ingle-sa,

II . FERNÁNDEZ ALMAGRO

con las Escuadras inglesa y americana, aquí reunidas, yla de Su Majestad se hundirá en estas aguas antes quevolver a España deshonrada, cumpliendo así lo que SuMajestad, su Gobierno y el país desean; esto es: pri-mero honra sin Marina que Marina sin honra."

Ante esta disyuntiva, sobremanera dramática, dehonra o Marina, la réplica parece fácil al hombre dehoy: ¿Por qué no las dos cosas...?

M. -FERNÁNDEZ ALMAGRO.De la Real Academia de la Historia.

4 / 2