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Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS. Patrones radiológicos más frecuentes de las EPID asociadas a EAS Tema 4. Módulo 2 Dra. Ana Bustos García de Castro Jefe de sección del Servicio de Radiodiagnóstico, sección cardiotorácica Hospital Clínico San Carlos, Madrid Profesora Asociada del Departamento de Radiología, Rehabilitación y Fisioterapia de la UCM

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Page 1: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

Papel diagnóstico de las pruebas

de imagen en las EPID-EAS.

Patrones radiológicos más

frecuentes de las EPID asociadas a

EAS

Tema 4. Módulo 2

Dra. Ana Bustos García de Castro

Jefe de sección del Servicio de

Radiodiagnóstico, sección cardiotorácica

Hospital Clínico San Carlos, Madrid

Profesora Asociada del Departamento de

Radiología, Rehabilitación y Fisioterapia de

la UCM

Page 2: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

ÍNDICE

4.1. Introducción

4.2. Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

4.2.1. Técnicas de imagen:

4.2.1.1. Radiografía de tórax

4.2.1.2. Tomografía computarizada

4.2.2 Patrones radiológicos más frecuentes de las EPID asociadas a EAS:

4.2.2.1. Neumonía intersticial no específica

4.2.2.2. Neumonía intersticial usual

4.2.2.3. Neumonía organizada

4.2.2.4. Neumonía intersticial linfocítica

4.2.2.5. Daño alveolar difuso

4.3. Enfermedades autoinmunes sistémicas

4.3.1. Artritis reumatoide

4.3.2. Esclerosis sistémica

4.3.3. Síndrome de Sjögren

4.3.4. Lupus eritematoso sistémico

4.3.5. Miositis inflamatorias

4.3.6. Enfermedad mixta del tejido conjuntivo

4.3.7. Espondilitis anquilopoyética

4.3.8. Vasculitis

4.4. Neumonía intersticial con características autoinmunes(IPAF)

4.5. Seguimiento con TC de la enfermedad intersticial pulmonar

4.6. Complicaciones del tratamiento

2

Page 3: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

4.6.1. Toxicidad por fármacos

4.6.2. Infecciones oportunistas

4.7. Anexos

4.7.1. Abreviaturas

4.7.2. Bibliografía

4.1. INTRODUCCIÓN

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Las enfermedades autoinmunes sistémicas (EAS) son un grupo heterogéneo

de enfermedades inflamatorias que se caracterizan por la presencia de anticuerpos

autoinmunes circulantes que producen daño en una gran variedad de órganos y

sistemas. El aparato respiratorio es uno de los que se afectan con mayor frecuencia,

además del pulmón también pueden verse involucrados la vía aérea, los vasos

pulmonares, la pleura, los músculos respiratorios y las estructuras óseas. La

frecuencia y la forma en que se afecta el sistema respiratorio dependen de cada tipo

de enfermedad. Las manifestaciones torácicas generalmente aparecen después del

diagnóstico de las EAS, pero a veces pueden precederlo en meses o años.1

Las manifestaciones torácicas más frecuentes en las enfermedades del tejido

conectivo (ETC) son la enfermedad intersticial pulmonar y la hipertensión pulmonar

(HTP); su presencia aumenta la morbilidad y mortalidad en estos pacientes. La mayor

prevalencia de la enfermedad intersticial pulmonar se observa en pacientes con

esclerosis sistémica, artritis reumatoide y miositis inflamatorias.1 La enfermedad

intersticial puede manifestarse de forma aguda o crónica, siendo la presentación

aguda más frecuente en el lupus eritematoso sistémico y en las miositis inflamatorias.2

Todos los patrones de las neumonías intersticiales idiopáticas pueden verse en las

ETC, pero su frecuencia varía. El patrón histológico más frecuente en todas las ETC

excepto en la artritis reumatoide (AR), es el patrón de neumonía intersticial no

específica (NINE); en la AR el patrón más común es el de neumonía intersticial usual

(NIU).3

Los patrones de NIU y NINE representan más de los dos tercios de todas las

neumonías intersticiales idiopáticas, sin embargo, las mismas manifestaciones

radiológicas e histológicas pueden aparecer en las enfermedades intersticiales

pulmonares asociadas a ETC, toxicidad por fármacos, neumonitis por hipersensibilidad

crónica, asbestosis, síndrome de Hermansky-Pudlak o en pacientes con antecedentes

familiares de EPID. Se ha descrito un mejor pronóstico en pacientes con patrón de NIU

asociado a ETC, excepto NIU asociada a artritis reumatoide, en comparación con el

patrón idiopático.2,4 Por tanto, distinguir una NIU idiopática de una secundaria a ETC

es importante por las implicaciones terapéuticas y pronósticas que conlleva. Algunos

hallazgos radiológicos e histológicos nos pueden ayudar a realizar esta diferenciación,

así como una aproximación multidisciplinar al diagnóstico que incluya opiniones de

neumólogos, reumatólogos, patólogos y radiólogos expertos. Las manifestaciones

extrapulmonares, demográficas o serológicas también ayudan a distinguir una

enfermedad pulmonar intersticial difusa (EPID) asociada a una ETC de una neumonía

4

Page 5: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

intersticial idiopática; Los pacientes con EPID asociada a ETC son a menudo más

jóvenes, frecuentemente mujeres, con mejor función pulmonar al diagnóstico, con un

patrón pulmonar en la tomografía computarizada de alta resolución (TCAR) de NINE

aislado o asociado al de neumonía organizada (NO), y pueden tener otros hallazgos

extrapulmonares como dilatación esofágica, alteraciones óseas y articulares,

calcificaciones de partes blandas, derrame/engrosamiento pleural o pericárdico y

signos de HTP, que pueden ayudar a realizar el diagnóstico.5

La Sociedad Fleischner6 en el año 2017 y la Sociedad Americana de Tórax

(siglas en inglés, ATS), la Sociedad Europea de Radiología (siglas en inglés, ERS), la

Sociedad Japonesa del Aparato Respiratorio (siglas en inglés, JRS) y la Asociación

Latinoamericana de Tórax (siglas en inglés, ALAT)7 en el año 2018, actualizaron los

criterios diagnósticos de la fibrosis pulmonar idiopática (FPI) aconsejando realizar una

historia clínica detallada (toma de fármacos, exposición ambiental en casa, en el

trabajo y en lugares de ocio) y pruebas serológicas para descartar una ETC, a

pacientes diagnosticados recientemente de EPID, aparentemente de causa

desconocida, en los que se sospechara por la clínica y los hallazgos radiológicos en la

TCAR una fibrosis pulmonar idiopática.

4.2. PAPEL DIAGNÓSTICO DE LAS PRUEBAS DE IMAGEN EN LAS EPID-

EAS

4.2.1. Técnicas de imagen

4.2.1.1. Radiografía de tórax

La radiografía de tórax es una prueba útil en el estudio de la enfermedad

pulmonar intersticial, fundamentalmente en el diagnóstico inicial, en la comparación de

estudios seriados, y en la detección de complicaciones asociadas como neumonía,

neumotórax o cáncer de pulmón. Es una técnica que irradia poco, muy accesible y de

bajo coste. Tiene sus limitaciones a la hora de detectar y caracterizar una EPID: un 10-

15% de los pacientes con una enfermedad probada histológicamente tienen una

radiografía de tórax normal, incluso evaluada por radiólogos expertos.8 Aunque la

radiografía de tórax con frecuencia es patológica en el momento del diagnóstico, los

hallazgos encontrados suelen ser inespecíficos.

4.2.1.2. Tomografía computarizada de alta resolución

5

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La TCAR es más sensible que la radiografía de tórax en el estudio de las

alteraciones del intersticio pulmonar permitiendo la detección de enfermedad cuando

la radiografía de tórax es normal. La TCAR pulmonar es la tecnica de elección en el

estudio de las EPID, pues permite detectar, caracterizar y valorar su extensión y

actividad, contribuyendo en algunos casos al diagnóstico de enfermedades específicas

sin tener que recurrir a la biopsia pulmonar; asimismo, permite realizar la evaluación

tras el tratamiento y seleccionar el lugar y el tipo de biopsia pulmonar cuando se

requiera. Además, muestra la existencia de otras enfermedades asociadas y su

extensión como el enfisema pulmonar, la HTP o el cáncer de pulmón.9

La TCAR se introdujo a principios de la década de los 80 para el análisis de la

enfermedad intersticial pulmonar, consiste en la realización de cortes finos (menores

de 2 mm de grosor) con intervalos de 10-20 mm (adquisición secuencial) y la

aplicación de un algoritmo de reconstrucción de las imágenes de alta resolución

espacial para mostrar los detalles finos del parénquima pulmonar. Entonces, los

equipos de TC no permitían adquirir todo el volumen pulmonar de un modo continuo.

Los equipos actuales de TC multidetector realizan una adquisición volumétrica de todo

el pulmón en una sola apnea en menos de 10s, reemplazando a la adquisición

secuencial. La adquisición volumétrica permite realizar reconstrucciones en cualquier

plano del espacio y tridimensionales de máxima intensidad de señal (MIP) y mínima

intensidad de señal (MinIP). La reconstrucción MIP es útil para el análisis del patrón

nodular, y la MinIP para los cambios de enfisema pulmonar, atrapamiento aéreo y para

la diferenciación entre bronquiolectasias de tracción y patrón en panal.10

Se deben emplear estrategias para reducir las dosis de radiación al paciente:

optimizar los parámetros técnicos (voltaje, intensidad de corriente, etc.) o emplear

sistemas de control automático de exposición (modulación automática de corriente).

En los últimos años los esfuerzos han ido dirigidos a optimizar la reconstrucción de la

imagen; actualmente la reconstrucción iterativa permite disminuir la dosis de radiación

preservando la calidad de la imagen.10-12 La dosis recomendada para la adquisición

volumétrica en inspiración es de 1-3 mSv.7

El estudio torácico se realiza en decúbito supino y en apnea tras una

inspiración máxima. Una inspiración inadecuada aumenta la densidad del pulmón

llevando a cometer errores de interpretación de las imágenes. En el último consenso

de expertos publicado en el año 2018 sobre el diagnóstico de la FPI7, se recomienda

realizar al diagnóstico, además, una segunda adquisición en decúbito supino en

espiración, que puede ser volumétrica o secuencial, para descartar atrapamiento

6

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aéreo. La realización de una tercera adquisición en inspiración máxima y decúbito

prono es opcional, en caso de duda entre alteraciones periféricas sutiles del

parénquima pulmonar y pequeñas atelectasias pulmonares en las zonas más declives.

4.2.2. Patrones radiológicos más frecuentes de las EPID asociadas a EAS

4.2.2.1. Neumonía intersticial no específica (NINE)

El patrón radiológico de NINE puede aparecer en cualquier ETC aunque se

observa con mayor frecuencia en la esclerodermia (68-77%), en las miositis

inflamatorias (65-82%), en el síndrome de Sjögren (28-61%), y en la enfermedad

indeterminada del tejido conectivo (83%). Asimismo, el patrón de NINE asociado a

EAS es más frecuente que el idiopático, por ello, ante todo patrón radiológico de NINE

en la TCAR es necesario descartar al diagnóstico y en el seguimiento una EAS,

incluso en pacientes que inicialmente no presentan síntomas sistémicos.13 Romagnoli

et al.14 encuentran una incidencia mayor del 50% de enfermedades autoinmunes en el

seguimiento de pacientes previamente diagnosticados de una NINE idiopática.

El hallazgo más frecuente en la TCAR son las opacidades pulmonares

bilaterales de atenuación en vidrio deslustrado (aumento sutil de la densidad del

parénquima pulmonar que no borra los vasos) asociadas a un patrón reticular,

bronquiectasias de tracción (75% de los casos) y pérdida de volumen. Las lesiones

predominan en los lóbulos inferiores, de forma difusa o subpleural, aunque también

pueden tener una distribución peribroncovascular. La afectación suele ser uniforme y

homogénea (Fig.1). Una característica del patrón de NINE que puede ayudar al

diagnóstico es que la fibrosis puede respetar las zonas pulmonares inmediatamente

subpleurales en el 20-64% de los casos. La panalización es escasa o está ausente en

las fases iniciales, pero puede ir aumentando o aparecer durante la evolución de la

enfermedad. Pueden visualizarse áreas de consolidación pulmonar asociadas en

relación con un patrón de neumonía organizada, esto se ve con frecuencia cuando

existe una ETC de base.13,15-17

Según el grado de inflamación y fibrosis, la NINE se divide en dos tipos, celular

y fibrótica, esta última más frecuente, con mayor fibrosis y peor pronóstico. Las áreas

de atenuación en vidrio deslustrado en la NINE celular se corresponden

histológicamente con zonas de inflamación en el intersticio pulmonar y pueden

responder al tratamiento, mientras que las áreas de vidrio deslustrado asociadas a

7

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bronquiectasias y bronquiolectasias de tracción en la NINE fibrótica corresponden a

zonas de fibrosis establecida.17

4.2.2.2. Neumonía intersticial usual (NIU)

El patrón de NIU es el segundo más frecuentemente encontrado en las EAS y

el más común en la AR. El patrón en panal o panalización es un hallazgo específico de

fibrosis y el criterio diagnóstico más importante del patrón de NIU.18 Suele asociarse a

bronquiectasias y bronquiolectasias de tracción y a reticulación. El patrón en panal

tiene un claro predominio subpleural, basal y posterior, aunque los lóbulos superiores

con frecuencia se encuentran afectados (Fig. 2). La distribución es heterogénea y no

segmentaria. Se observa distorsión de la arquitectura pulmonar y pérdida de volumen

en estadios avanzados.7

El patrón en panal se caracteriza por varias filas de quistes aéreos de similar

tamaño, generalmente entre 3 y 10 mm de diámetro aunque pueden llegar a medir 25

mm, con paredes bien definidas y compartidas. A pesar de que típicamente se

observan varias capas de quistes, para el diagnóstico de patrón en panal es suficiente

con visualizar una única hilera con 2 o 3 quistes subpleurales contiguos.6 La

identificación del patrón en panal en los estudios de TCAR varía de forma importante

entre observadores19, en gran parte se debe a la coexistencia de otras lesiones

pulmonares como el enfisema paraseptal y las bronquiolectasias por tracción. El

enfisema paraseptal y centrolobulillar es más común en los lóbulos superiores y a

menudo los quistes aéreos contienen un pequeño vaso en su interior. Las imágenes

multiplanares y la utilización del algoritmo de reconstrucción posprocesado MinIP

facilitan la diferenciación entre bronquiolectasias de tracción y patrón en panal, pues

los quistes en el primer caso suelen estar separados por tejido pulmonar, no

comparten paredes y se continúan con bronquios que se dirigen centralmente hacia

los hilios pulmonares.6,20

El patrón reticular se caracteriza por la presencia de líneas finas y gruesas,

espaciadas de forma irregular. Las líneas en el patrón de NINE, suelen ser más finas y

espaciadas más regularmente. En el patrón de NIU, la reticulación se observa en la

periferia pulmonar, a diferencia de lo que ocurre en el patrón de NINE, que es más

central.6

Las bronquiectasias y bronquiolectasias de tracción son un signo característico

de fibrosis pulmonar, se localizan generalmente en la periferia pulmonar o

8

Page 9: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

inmediatamente subpleurales, a menudo coexistiendo con el patrón en panal. La

identificación de bronquiectasias de tracción en los estudios de TCAR tiene menos

variabilidad interobservador que la detección de panalización.6

La presencia aislada de un aumento de densidad en vidrio deslustrado no es

un hallazgo frecuente en el patrón de NIU. Por el contrario, la presencia de vidrio

deslustrado asociado al patrón reticular y a bronquiolectasias de tracción en la periferia

pulmonar, representa zonas de fibrosis microscópica que se encuentran por debajo del

poder de resolución de la TCAR.9

El VPP del patrón radiológico típico de NIU en la TCAR en el diagnóstico

histológico de NIU es del 90-100%, permitiendo obviar la biopsia pulmonar en un

contexto clínico adecuado.21 Sin embargo, la especificidad de la TCAR es limitada en

detectar un patrón de NINE histológico; la TCAR no permite, en general, diferenciar

entre un patrón de NIU y NINE fibrótica. Walsh et al.22 describen que la mayor

extensión del patrón en panal y de las bronquiectasias de tracción son factores

pronóstico independientes asociados a una mayor mortalidad en pacientes con EPID-

ETC; además, la presencia o ausencia de bronquiectasias de tracción proporciona

mayor información pronóstica que el patrón en panal, por la mayor concordancia

interobservador. En los pacientes con ETC y un patrón histológico de NIU, existen

diferencias en cuanto a la supervivencia, con peor pronóstico de aquellos pacientes

que presentan un patrón típico de NIU en la TCAR en comparación con los que no lo

presentan.

Se han descrito exacerbaciones agudas de los pacientes con patrones de NIU

y NINE tanto idiopáticos como secundarios a ETC, más frecuentes en la AR. Se

produce un rápido deterioro de la enfermedad en ausencia de infección, insuficiencia

cardiaca, embolismo pulmonar u otra causa identificable. El diagnóstico se basa en la

combinación de los hallazgos clínicos (empeoramiento de la disnea basal en menos de

4 semanas) y radiológicos (consolidaciones pulmonares y/o densidades en vidrio

deslustrado bilaterales, superpuestas al patrón de NIU o NINE). La histología muestra

un patrón de daño alveolar difuso y cambios de NIU o NINE. El pronóstico es malo con

una mortalidad hasta del 60-70% a los 3-6 meses.23

4.2.2.3. Neumonía organizada

El patrón de neumonía organizada puede darse en cualquier ETC, pero es más

frecuente en las miositis inflamatorias y en la AR. La TCAR muestra consolidaciones

9

Page 10: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

pulmonares y áreas de atenuación en vidrio deslustrado, generalmente bilaterales

(75%), con dilataciones bronquiales en su interior. Pueden cambiar de tamaño y de

localización, incluso sin tratamiento. Muestran una distribución parcheada, de

localización periférica o peribroncovascular y de predominio en los lóbulos inferiores. A

veces las opacidades tienen forma de arcada por la afectación perilobulillar. Los

signos del halo (opacidad redondeada con centro denso y periferia de menor

atenuación) y del halo invertido o del atolón (opacidad redondeada de densidad en

vidrio deslustrado rodeada por un área de mayor densidad), pueden ayudar en el

diagnóstico (Fig. 3). Son infrecuentes las opacidades reticulares irregulares, la lesión

focal única y los nódulos pulmonares múltiples que pueden cavitar, así como el

derrame pleural uni o bilateral (10-30%).9,13,17

En el seguimiento, la mayoría de los pacientes se recuperan completamente

con terapia esteroidea oral, pero son frecuentes las recaídas. Un pequeño grupo de

pacientes con neumonía organizada pueden evolucionar hacia una fibrosis intersticial

progresiva o residual.

En la última revisión de la clasificación de las neumonías intersticiales

idiopáticas del año 201324 se ha incluido un patrón histológico poco frecuente

caracterizado por un depósito de fibrina intraalveolar y signos de neumonía

organizada. No se observan las típicas membranas hialinas del daño alveolar difuso.

Los pacientes presentan clínica de insuficiencia respiratoria aguda y en la TCAR se

observan áreas de consolidación en los lóbulos inferiores y nódulos mal definidos, con

frecuencia asociados a derrame pleural y/o pericárdico. Este patrón puede ser

idiopático o secundario a una ETC, neumonitis por hipersensibilidad, neumonía

eosinófila o reacción a fármacos.

4.2.2.4. Neumonía intersticial linfocítica

El patrón de neumonía intersticial linfocítica (NIL) es muy poco frecuente, no

solo se asocia a las ETC, fundamentalmente al síndrome de Sjögren, lupus

eritematoso sistémico y a la artritis reumatoide, sino también al síndrome de

inmunodeficiencia adquirido y a otras inmunodeficiencias. Histológicamente se

caracteriza por una infiltración del intersticio por linfocitos policlonales y células

plasmáticas. La TCAR muestra áreas de atenuación en vidrio deslustrado multifocales,

generalmente bilaterales y de predominio basal, quistes aéreos de pared fina de

distribución peribroncovascular, más frecuentes en los lóbulos inferiores, pequeños

nódulos centrolobulillares y engrosamiento septal. Puede haber adenopatías

10

Page 11: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

mediastínicas. El derrame pleural y las consolidaciones son muy raras y su presencia

así como la de nódulos pulmonares mayores de 10 mm, nos debe hacer sospechar un

linfoma (Fig. 4).13,25

4.2.2.5. Daño alveolar difuso

El daño alveolar difuso (DAD) puede complicar cualquier enfermedad del tejido

conectivo: como forma inicial de manifestarse una ETC no conocida previamente,

como una exacerbación aguda de una enfermedad intersticial pulmonar asociada a

una ETC conocida, o bien, como respuesta inflamatoria a una infección viral o a

toxicidad por fármacos. En las etapas iniciales la TCAR muestra áreas extensas de

atenuación en vidrio deslustrado, que posteriormente se hacen más densas,

fundamentalmente en las zonas más declives del pulmón. En fases tardías aparecen

cambios fibróticos con bronquiectasias de tracción, engrosamiento septal y

panalización, con peor pronóstico.26,27

4.3. ENFERMEDADES AUTOINMUNES SISTÉMICAS

4.3.1. Artritis Reumatoide

La artritis reumatoide es la más frecuente de las enfermedades del tejido

conectivo. En España su prevalencia es de alrededor del 0,5%.28 Predomina en

mujeres entre los 25 y 50 años de edad, aunque la afectación pulmonar es el doble de

frecuente en hombres que en mujeres. La mayoría de las manifestaciones pulmonares

asociadas a la AR ocurren en los primeros 5 años desde el comienzo de la

enfermedad. Habitualmente las manifestaciones articulares preceden la aparición de la

enfermedad intersticial pulmonar, pero en un 10-20% de casos la afectación pulmonar

puede ser la manifestación inicial de la enfermedad.29 La prevalencia de enfermedad

intersticial pulmonar clínicamente relevante asociada a la AR es del 7-14%30 mientras

que series de autopsias muestran una prevalencia de hasta el 35%.31 El riesgo de la

afectación pulmonar aumenta con la edad, el hábito tabáquico, cifras elevadas del

factor reumatoide (FR) y de anticuerpos anticitrulinados (anti-CCP) y con la presencia

de nódulos reumatoides subcutáneos. La enfermedad intersticial pulmonar es la causa

de la muerte en el 10-20% de los pacientes y es la segunda causa de muerte después

de las infecciones.29

En pacientes asintomáticos se ha descrito enfermedad intersticial pulmonar en

la TCAR en el 33% de los estudios32, mientras que en pacientes con síntomas

respiratorios, el 69% de los estudios mostraba alteraciones.33 El patrón radiológico

11

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más frecuente en la TCAR es el patrón de NIU que aparece en el 40-62% de los

casos, seguido del patrón de NINE (11-32%) y el de neumonía organizada.34 Otros

patrones mucho menos prevalentes son el de NIL y el daño alveolar difuso.29 Ante un

patrón de fibrosis pulmonar en la TCAR, la visualización, además, de afectación de la

vía aérea y pleural, es muy sugerente de una ETC subyacente. También se ha

descrito en pacientes con AR la combinación de enfisema pulmonar y un patrón de

NIU.35

La biopsia pulmonar no suele ser necesaria pues hay buena correlación entre

el patrón radiológico de NIU en la TCAR y los hallazgos histológicos. No se han

descrito diferencias en cuanto a supervivencia entre la NIU asociada a la AR y la

idiopática. La supervivencia a los 5 años de los pacientes con AR y un patrón de NIU

es del 36% y del 94% entre los que presentan un patrón de NINE.36

Un rápido empeoramiento de la función pulmonar en estos pacientes,

frecuentemente representa toxicidad por fármacos o una infección intercurrente, rara

vez suele ser debido a una exacerbación aguda de la enfermedad intersticial

pulmonar. En estos casos, el realizar una TCAR puntual no ayuda mucho al

diagnóstico porque tanto la infección como la toxicidad por drogas o la exacerbación

aguda de una EPID, se van a manifestar igual; quizás la radiografía de tórax sea más

útil para valorar la evolución después de un tratamiento empírico con antibióticos o tras

el cese del probable fármaco causante de la lesión.1

Se ha descrito una prevalencia importante de bronquiectasias en pacientes con

AR (Fig. 5). Es frecuente la colonización de estas bronquiectasias por diferentes

organismos, lo cual produce infecciones respiratorias de repetición, que hay que tener

en cuenta en estos pacientes ya que reciben tratamiento inmunosupresor por su

enfermedad de base. La afectación de la pequeña vía aérea en la AR incluye la

bronquiolitis obliterante y la bronquiolitis folicular. La TCAR es más sensible que las

pruebas de función pulmonar en mostrar enfermedad de la pequeña vía aérea en

pacientes asintomáticos con AR. La bronquiolitis obliterante se manifiesta en la TCAR

con un patrón en mosaico en el estudio en inspiración (zonas de mayor y menor

atenuación pulmonar), y atrapamiento aéreo en el estudio en espiración. A menudo se

ven engrosamientos de las paredes bronquiales y bronquiectasias. En la bronquiolitis

folicular la TCAR muestra pequeños nódulos sólidos o de atenuación en vidrio

deslustrado menores de 3 mm de diámetro, de localización centrolobulillar.29,37

12

Page 13: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

La artritis cricoaritenoidea se visualiza hasta en un 75% de pacientes con AR

en la laringoscopia. Presentan ronquera, odinofagia, disfagia y sensación de cuerpo

extraño, incluso los pacientes pueden fallecer por compromiso de la vía aérea.38

Hasta un 20% de pacientes con AR pueden tener nódulos pulmonares

necrobióticos en la TCAR. Son más frecuentes en hombres, fumadores, con nódulos

reumatoides subcutáneos y cifras elevadas de FR en sangre. Los nódulos pueden ser

únicos o múltiples, uni o bilaterales, tienen un diámetro entre 0,5 y 50 mm, se localizan

generalmente en la periferia pulmonar y predominan en campos medios y superiores,

pueden cavitar (50%), crecer o curarse espontáneamente (Fig. 6). El pronóstico es

bueno y rara vez se complican produciendo neumotórax, derrame pleural o empiema.

Desde un punto de vista histológico son similares a los nódulos subcutáneos, con una

necrosis fibrinoide central rodeada de inflamación granulomatosa. El diagnóstico

diferencial habría que hacerlo con nódulos infecciosos o tumorales o con la

amiloidosis.29,37

El derrame pleural aparece en un 5% de pacientes, generalmente leve y

unilateral, con mayor frecuencia derecho, y a menudo se resuelve espontáneamente.

En las series de autopsia el derrame o engrosamiento pleural se encuentra en el 38-

73% de estos pacientes. El neumotórax es posible pero raro.29

La HTP aislada en la AR es poco frecuente y suele asociarse con patología del

parénquima pulmonar. Se ha descrito un mayor riesgo de enfermedad tromboembólica

en pacientes con AR.

El linfoma y el carcinoma de pulmón pueden complicar la enfermedad.29

4.3.2. Esclerosis sistémica

Es una enfermedad autoinmune multisistémica, de predominio en mujeres

(relación hombre/mujer, 1:3 a 1:8), con un pico de mayor incidencia entre los 45 y 64

años. Existen dos formas, limitada y difusa, según el grado de afectación cutánea. Las

dos manifestaciones pulmonares más frecuentes de la esclerosis sistémica son la

enfermedad intersticial pulmonar y la hipertensión pulmonar y son las causas más

frecuentes de morbilidad y mortalidad en estos pacientes. La HTP es más frecuente en

la forma limitada de la enfermedad y la enfermedad intersticial pulmonar en la forma

difusa.37,38

13

Page 14: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

La enfermedad pulmonar intersticial se encuentra en las series de autopsias

hasta en el 75-80% de pacientes. Suele aparecer en las fases iniciales de la

enfermedad y es más frecuente en pacientes con afectación difusa de la piel y con

cifras elevadas de ciertos anticuerpos específicos. En la TCAR el patrón más frecuente

es el de NINE (77%) (Fig. 7), fundamentalmente la forma fibrótica, seguido del patrón

de NIU (11%).34,37,38 Se ha descrito que la extensión de la fibrosis pulmonar en la TCAR

inicial es un importante factor pronóstico de la progresión de la enfermedad y de la

respuesta al tratamiento;39 Se ha visto que el 85% de pacientes que presentan una

TCAR normal en el momento del diagnóstico no desarrollan una EPID a los 5 años del

seguimiento. Por ello, se propone la realización de una TCAR al diagnóstico, y si no

hay afectación pulmonar, repetirla a los 2 y 5 años. Actualmente se acepta que la

biopsia pulmonar no es necesaria en pacientes con EPID asociada a esclerosis

sistémica excepto en los casos en que exista discrepancia entre las manifestaciones

clínicas y los hallazgos radiológicos en la TCAR.

Goh et al.40 proponen un sencillo algoritmo de estadificación en pacientes con

esclerosis sistémica y enfermedad intersticial pulmonar, clasificándola en limitada o

extensa, según haya afectación del parénquima pulmonar menor o mayor del 20%,

respectivamente, basado en los hallazgos de la TCAR y en los resultados de las

pruebas de función respiratoria, aplicable a la práctica clínica y con valor pronóstico.

La esclerosis sistémica es la enfermedad del colágeno que con mayor

frecuencia se asocia a HTP (10-16%). Puede aparecer aislada o asociada a EPID. La

HTP y la enfermedad intersticial difusa no guardan una relación lineal; la HTP suele

ser desproporcionadamente más severa de lo esperado para el grado de afectación

intersticial pulmonar. Por tanto, la presencia de estos hallazgos en la TCAR nos debe

hacer sospechar la posibilidad de una ETC de base, especialmente una esclerosis

sistémica. La HTP es más frecuente en mujeres de edad avanzada al diagnóstico. La

TCAR, generalmente muestra un diámetro de la arteria pulmonar principal en el plano

axial mayor de 29 mm o un cociente arteria pulmonar/aorta ascendente mayor de 1.

Puede observarse también en la TCAR un patrón pulmonar en mosaico con zonas de

mayor y menor atenuación por áreas de hiperemia y oligoemia parcheadas,

respectivamente.34,37,38 En pacientes con fibrosis pulmonar se ha descrito un aumento

del diámetro de la arteria pulmonar sin hipertensión pulmonar.41

Se han descrito bronquiectasias hasta en el 68% de los pacientes en la TCAR.

La afectación pleural es rara (menor del 10%) y existe una mayor incidencia de cáncer

de pulmón en estos pacientes.37,38

14

Page 15: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

La afectación esofágica es una manifestación temprana de la enfermedad,

encontrada hasta en un 97% de los pacientes (Fig. 7). La alteración de la motilidad

esofágica puede dar lugar a bronquiolitis o neumonías aspirativas. En la TCAR se

observa dilatación esofágica y nódulos de localización centrolobulillar,

consolidaciones, bronquiectasias y tapones de moco en las zonas pulmonares de

mayor declive.

4.3.3. Síndrome de Sjögren

El síndrome de Sjögren es una enfermedad inflamatoria autoinmune,

lentamente progresiva que se caracteriza por una infiltración de linfocitos T de varios

órganos, especialmente de las glándulas lacrimales y salivares y del tracto respiratorio,

produciendo disfunción glandular y sequedad de las mucosas. Es más frecuente en

mujeres (relación 9:1), generalmente en la cuarta y quinta décadas de la vida. La

mayoría de los casos son primarios o aislados, pero un tercio se asocia a otras

enfermedades autoinmunes como la AR, el LES o la esclerosis sistémica.

La enfermedad intersticial pulmonar aparece en el 11% de los pacientes con

SS primario.37 La TCAR muestra con mayor frecuencia el patrón de NINE (Fig. 8), y

son más raros los de NIL, NIU o NO.

Las manifestaciones mediastínicas que podemos encontrar en el SS primario

son adenopatías, hiperplasia tímica linfoide y quiste tímico multiloculado.42

Como el SS afecta a las glándulas mucosas de la vía aérea, la capacidad para

eliminar bacterias disminuye y se producen infecciones recurrentes y bronquiectasias.

La afectación de la vía aérea también puede producir bronquiolitis folicular y

obliterante.37

La afectación de la pleura no es frecuente y casi siempre se asocia a la SS

secundaria, especialmente a AR o a LES.

Los pacientes con SS tienen mucha mayor probabilidad de padecer un linfoma

que la población general (16-44 veces más). Son generalmente linfomas no Hodgkin

de células B con buen pronóstico, que se originan en las glándulas salivales o en el

tejido linfoide asociado a las mucosas gástrica o pulmonar (linfomas MALT). Se debe

sospechar cuando en la TC aparecen nódulos mayores de 1 cm o masas pulmonares

que pueden cavitar, consolidaciones que no se resuelven o derrame pleural.42

15

Page 16: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

También se ha descrito la asociación entre SS primario y amiloidosis. En la

TCAR se pueden ver múltiples nódulos pulmonares que con frecuencia calcifican,

quistes aéreos de pared fina así como engrosamiento septal y áreas de atenuación en

vidrio deslustrado. A veces pueden coexistir los hallazgos de amiloidosis y linfoma por

lo que es recomendable llegar a un diagnóstico histológico.42

4.3.4. Lupus eritematoso sistémico

El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune que

produce una inflamación generalizada multisistémica. Predomina en mujeres (relación

mujer/hombre de 9:1), en la tercera-cuarta décadas de la vida. Las manifestaciones

respiratorias son frecuentes y comprenden la afectación pleural, del parénquima

pulmonar, de la vía aérea y de la vasculatura pulmonar.

La afectación pleural es la manifestación más frecuente encontrándose en el

40-60% de pacientes, con o sin derrame pleural. El derrame pleural generalmente es

pequeño o moderado y bilateral. Puede ser recurrente.37,43

La afectación del parénquima pulmonar puede presentarse como una

neumonitis lúpica aguda que es una forma rara de afectación pulmonar (1-5%) que

cursa con una insuficiencia respiratoria grave y consolidaciones pulmonares o en vidrio

deslustrado focales o difusas y un patrón reticular. El pronóstico es malo, con una

mortalidad de alrededor del 50%. Puede evolucionar hacia una neumonitis intersticial

crónica con una importante alteración ventilatoria restrictiva pulmonar. Como una

afectación pulmonar intersticial fibrótica, menos frecuente que en otras ETC; el patrón

más común en la TCAR es el de NINE (Fig. 9) seguido de NIU, aunque también se

han descrito patrones de NIL y de NO. Por último, la afectación del parénquima

pulmonar puede manifestarse como una hemorragia alveolar, complicación rara y

grave del LES que se caracteriza radiológicamente por la presencia de

consolidaciones pulmonares y áreas en vidrio deslustrado difusas o parcheadas37,38

La afectación de la vía aérea superior con inflamación de la mucosa laríngea,

cricoaritenoiditis y parálisis de las cuerdas vocales, es infrecuente. También son raras

las bronquiectasias o la bronquiolitis obliterante.

La HTP no es una complicación frecuente del LES, su prevalencia oscila entre

el 3-4% de los pacientes. No se relaciona con la duración ni con la gravedad de la

enfermedad y puede ser una forma de presentación del LES.43

16

Page 17: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

Otra complicación en el LES es la disfunción diafragmática por miopatía que da

lugar a una importante pérdida de volumen pulmonar en la radiografía de tórax y en la

TCAR con elevación de los diafragmas y atelectasias laminares en las bases, “el

síndrome del pulmón encogido”. Las pruebas de función respiratorias muestran un

patrón restrictivo.37,43

4.3.5. Miopatías inflamatorias

Las miopatías inflamatorias (MI) son un grupo de enfermedades de origen

autoinmune que se caracterizan por diferentes grados de inflamación muscular y

manifestaciones sistémicas, la más común es la enfermedad intersticial pulmonar. La

supervivencia a los 5 años de de los pacientes con miositis inflamatorias y enfermedad

intersticial pulmonar es del 60-80%. En los pacientes con MI la presencia de

enfermedad intersticial pulmonar se asocia a positividad de los anticuerpos anti-Jo-1

(antihistidil-tRNA-sintetasa); alrededor del 50-70% de pacientes con anticuerpos

positivos tienen una EPID, mientras que la frecuencia desciende al 10% si no los

tienen. Los portadores de estos anticuerpos desarrollan una enfermedad llamada

síndrome antisintetasa, que se caracteriza por presentar una enfermedad pulmonar

intersticial, artritis, miositis, fenómeno de Raynaud y “manos de mecánico”. Los

patrones radiológicos más frecuentes en la TCAR tanto en pacientes con miositis

inflamatorias como en el síndrome antisintetasa son de NINE (Fig. 10) y de NO, a

menudo se visualizan ambos en un mismo paciente; típicamente las consolidaciones

secundarias al patrón de neumonía organizada se resuelven rápidamente con terapia

esteroidea, permaneciendo el patrón de NINE. Esta evolución de los hallazgos en la

TCAR es bastante típica de las MI. Otros patrones radiológicos más raros son el de

daño alveolar difuso y el de NIU, este último con mejor pronóstico que el

idiopático.26,27,44,45 Se han descrito también líneas no septales o bandas

(perpendiculares a la pleura) y líneas subpleurales (paralelas a la pleura) como

hallazgos frecuentes que pueden ayudar al diagnóstico.46

4.3.6. Enfermedad mixta del tejido conjuntivo

Es un trastorno inflamatorio sistémico que presenta características clínicas de

LES, esclerosis sistémica y miositis inflamatoria, coincidentes o de forma secuencial

en la evolución de la enfermedad, y frecuentemente títulos altos de anticuerpos anti-

ribonucleoproteína (anti-RNP).

17

Page 18: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

La afectación pulmonar es frecuente. Los hallazgos en la TCAR muestran con

frecuencia un patrón de NINE, derrame/engrosamiento pleural e incluso signos de

HTP y dilatación esofágica.47,48

4.3.7. Espondilitis anquilopoyética

La espondilitis anquilopoyética (EA) es una enfermedad inflamatoria crónica

multisistémica que afecta fundamentalmente al esqueleto axial pero que también

presenta manifestaciones extraarticulares. Predomina en hombres (cociente

hombre/mujer: 10-16:1). Las lesiones pleuropulmonares se observan en alrededor del

1,3% de los casos y suelen aparecer años después del comienzo de las

manifestaciones esqueléticas. La TCAR muestra cambios fibróticos apicales

bilaterales con bronquiectasias y afectación intersticial, generalmente progresivos, con

formación de quistes y cavidades que pueden colonizarse secundariamente por

hongos o micobacterias. Frecuentemente se ve enfisema paraseptal y engrosamiento

pleural asociado. La incidencia de neumotórax está aumentada en pacientes con EA,

puede ser recurrente y bilateral.49,50

4.3.8. Vasculitis sistémicas

Las vasculitis sistémicas con anticuerpos anti-citoplasma de neutrófilo (ANCA)

se caracterizan por la afectación de los pequeños vasos por una vasculitis necrotizante

y comprenden tres enfermedades: la granulomatosis con poliangeítis (enfermedad de

Wegener), la granulomatosis eosinófila con poliangeítis (síndrome de Churg Strauss) y

la poliangeítis microscópica.51

En las últimas dos décadas se ha descrito en series de casos52 y casos

aislados53 la asociación entre estas vasculitis, fundamentalmente las que tienen

anticuerpos mieloperoxidasa-ANCA positivos54, y la enfermedad intersticial pulmonar

difusa. Además, se han comunicado casos con fibrosis pulmonar y anticuerpos ANCA

positivos sin otras manifestaciones clínicas de vasculitis sistémica. En general, la

fibrosis pulmonar se suele manifestar en el momento del diagnóstico de la vasculitis,

pero se han descrito casos diagnosticados de FPI que con posterioridad muestran

ANCA positivos y otras manifestaciones sistémicas de la vasculitis. Los mecanismos

del daño pulmonar en la enfermedad pulmonar intersticial asociada a vasculitis

sistémicas ANCA-positivo son poco conocidos, pero se han considerado los episodios

repetidos de hemorragia alveolar subclínica y/o los efectos de los autoanticuerpos

sobre la superficie de neutrófilo induciendo síntesis de citoquinas proinflamatorias y

18

Page 19: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

liberación de radicales libres, que producen lesión epitelial-alveolar y fibrosis

pulmonar.53

En la TCAR el patrón pulmonar que predomina es el de NIU y menos

frecuentemente puede verse un patrón de NINE o de NO55. El pronóstico de los

enfermos con vasculitis asociada a EPID es peor que el de aquellos que no la

tienen.52,56

4.4. NEUMONÍA INTERSTICIAL CON CARACTERÍSTICAS AUTOINMUNES

En los últimos 15 años se ha visto que algunos pacientes con neumonía

intersticial idiopática tenían manifestaciones clínicas que sugerían un proceso

autoinmune de base pero no reunían los criterios diagnósticos específicos de una

enfermedad del tejido conectivo. En la literatura científica se han propuesto numerosos

nombres y criterios diagnósticos para clasificar a estos pacientes, pero la falta de un

consenso ha llevado a la Sociedad Europea del Aparato Respiratorio y a la Sociedad

Torácica Americana57 en el año 2015 a publicar de forma consensuada el nombre y los

criterios que definen esta entidad. Los autores proponen el nombre de “neumonía

intersticial con características autoinmunes” (siglas en inglés, IPAF) y la definen por a)

la presencia de una neumonía intersticial por TC o biopsia quirúrgica pulmonar y la

exclusión de etiologías alternativas, b) la ausencia de criterios diagnósticos específicos

de una ETC y c) al menos un criterio de dos o más dominios diagnósticos: clínico,

serológico y morfológico (Tabla 1).

Dentro del dominio morfológico se encuentran los criterios radiológicos de la

TCAR pulmonar, los criterios histológicos de la biopsia pulmonar y la afectación de

otros compartimentos torácicos definidos por las pruebas de imagen, los hallazgos

histológicos, el cateterismo derecho o las pruebas de función pulmonar.

Los criterios radiológicos en la TCAR pulmonar incluidos en la definición de

IPAF son la detección de un patrón de NINE, NO, NINE con NO o NIL. Estos patrones

radiológicos se encuentran frecuentemente en pacientes con una enfermedad

intersticial difusa pulmonar asociada a una enfermedad del tejido conectivo, y su

presencia en la TCAR nos debe hacer sospechar la existencia de una enfermedad

autoinmune de base. El patrón de NIU no se incluye como un hallazgo definitorio

porque en un paciente con una neumonía intersticial, la presencia única de un patrón

de NIU no aumenta la probabilidad de tener una enfermedad del tejido conectivo. Un

paciente con un patrón radiológico de NIU no está excluido de la definición de IPAF,

19

Page 20: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

pero necesita tener además, al menos, un criterio de los otros dominios diagnósticos

(clínico o serológico), y otro criterio morfológico. En este sentido, Adegunsoye et al.58

publicaron recientemente que un grupo de pacientes con patrón histológico de NIU

tenían otros hallazgos patológicos característicos de IPAF. Por lo que proponen

considerar a los pacientes con un patrón de NIU asociado a NINE, NO, agregados

linfoides con centros germinales o a un infiltrado linfoplasmaocitario extenso, dentro

del dominio morfológico de IPAF.

4.5. SEGUIMIENTO CON TCAR DE LA ENFERMEDAD INTERSTICIAL PULMONAR

La Sociedad Española de Patología del Aparato Respiratorio (SEPAR)59,

aconseja seguir la evolución de pacientes con FPI según la clínica: en los casos con

alteraciones leves de la función pulmonar y ausencia de limitación al ejercicio, se

deberían realizar pruebas funcionales respiratorias (capacidad vital forzada, CVF y test

de difusión del monóxido de carbono, DLco), pulxiometría en reposo, radiografía de

tórax (opcional) y prueba de la marcha a los 6 m (PM6M) (opcional), cada 3-6 meses.

No obstante, deberían realizarse en periodos de tiempo más cortos si existiera la

sospecha de progresión de la enfermedad. No sería preciso realizar la TCAR de forma

sistemática durante el seguimiento, solo en casos de progresión de la enfermedad y

sospecha de complicaciones.

Sin embargo, las pruebas de función pulmonar tienen sus limitaciones,

fundamentalmente cuando existe enfisema y/o otras enfermedades cardiopulmonares

asociadas como HTP, o cuando el paciente no colabora. En estos casos, la TCAR

ayuda a evaluar el seguimiento de estos pacientes.60 No se ha definido aún el intervalo

de tiempo más adecuado para realizar los estudios de control, pero deberían

realizarse cuando la clínica del paciente empeora o cuando hay un deterioro de las

pruebas de función respiratoria.61 Kim et al.62 describen una clara asociación entre la

progresión de la EPID en la TCAR y la disminución de la DLco en pacientes con

esclerosis sistémica. Walsh et al.22 estudian un grupo de pacientes con ETC asociada

a enfermedad intersticial pulmonar, y concluyen que el diagnostico radiológico en la

TCAR de un patrón de NIU se asocia a un aumento de la mortalidad. En el análisis

multivariable, encuentran que la extensión de las bronquiectasias de tracción y del

patrón en panal así como la reducción del test de DLco, se asocian a un peor

pronóstico. Oda et al.63 estudian a 98 pacientes con el diagnóstico de FPI y concluyen

que un elevado índice de fibrosis pulmonar en la TCAR es un factor de mal pronóstico

independientemente de otros parámetros como la CVF.

20

Page 21: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

La realización de estudios de TCAR de seguimiento también ayuda a detectar

complicaciones en pacientes con EPID como la HTP, el tromboembolismo pulmonar,

el cáncer de pulmón o la enfermedad coronaria.

La valoración de la extensión de la EPID en la TCAR basal y en los estudios de

seguimiento, se puede realizar mediante un análisis cualitativo visual, que es el que se

utiliza habitualmente, y/o una cuantificación más sofisticada mediante programas

específicos de ordenador, que permiten una cuantificación volumétrica automatizada

de hallazgos pulmonares específicos. Esta última tiene la ventaja de ser más

reproducible y objetiva.61,64,65

4.6. COMPLICACIONES DEL TRATAMIENTO

4.6.1. Toxicidad por fármacos

Muchos de los fármacos utilizados en el tratamiento de las ETC producen

efectos adversos en el pulmón, lo que dificulta la valoración de los hallazgos

radiológicos en estos pacientes. Esto ocurre con mayor frecuencia en la artritis

reumatoide.

La D-penicilamina y las sales de oro a veces ocasionan bronquiolitis

constrictiva, neumonía organizada y daño alveolar difuso, aunque estos fármacos ya

no se suelen utilizar.

El metotrexate es el fármaco que se ha visto involucrado con mayor frecuencia

en la enfermedad intersticial pulmonar. La toxicidad pulmonar por metotrexate se

presenta al cabo de unos meses del inicio del tratamiento en el 5-10% de los

pacientes.34 La neumonitis por metotrexate es una reacción idiosincrásica más que

dependiente de la dosis. Su aparición no tiene relación con la dosis acumulada, e

incluso puede ocurrir semanas después de finalizado el tratamiento. Los hallazgos en

la TCAR no son específicos, pero el patrón de NINE es el que se observa con mayor

frecuencia. También pueden verse hallazgos secundarios a una neumonitis por

hipersensibilidad aguda o subaguda (2–5%), neumonía eosinófila, neumonía

organizada, hemorragia o edema pulmonar.29

La ciclofosfamida puede producir un patrón de NINE, NO o daño alveolar difuso

La leflunomida se ha relacionado con la aparición o exacerbación de una

enfermedad intersticial difusa.29

21

Page 22: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

Los fármacos inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa (anti-TNF-alfa)

pueden ocasionar reacciones granulomatosas sarcoideas, neumonía organizada o

exacerbaciones de una EPID previa.29,66

Se han descrito pocos casos de neumonía organizada secundaria al

tratamiento con Rituximab.67

El abatacept se ha relacionado con la exacerbación de bronconeumopatía

crónica y de EPID.29

Otros fármacos como la Sulfasalazina se han relacionado con la bronquiolitis

obliterante y la neumonía eosinófila. La Azatioprina y el tocilizumab con la

exacerbación de una enfermedad pulmonar intersticial previa.29

Para el diagnóstico de toxicidad pulmonar por fármacos, es necesario excluir la

infección y establecer una relación temporal entre la instauración del tratamiento, el

comienzo de los síntomas y los hallazgos radiológicos. Puede ser necesario realizar

una broncoscopia con lavado broncoalveolar y toma de biopsia para realizar el

diagnóstico y excluir otras causas de enfermedad. Los síntomas generalmente

disminuyen cuando se interrumpe la medicación.

4.6.2. Infecciones oportunistas

Muchos pacientes con una EPID-EAS, están con tratamiento inmunosupresor

con fármacos anti-TNF-alfa y con corticoesteroides, aumentando la incidencia de

infecciones del tracto respiratorio por virus y micobacterias (con lesiones más graves,

sistémicas y extrapulmonares), y en menor grado, por Pneumocystis jiroveci y Listeria

monocytogenes.68 La prevalencia de neumonía por Pneumocystis jiroveci en pacientes

con ETC es de aproximadamente un 1-2%, siendo más frecuente en pacientes con

terapia inmunosupresora.69 Estas infecciones pueden manifestarse radiológicamente

de forma similar a una enfermedad pulmonar intersticial difusa.

La aspiración crónica es otra causa que debe descartarse en pacientes con

esclerodermia sistémica y miositis inflamatorias.

22

Page 23: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

4.7 ANEXOS

4.7.1. Abreviaturas

EPID: enfermedad pulmonar intersticial difusa

ETC: enfermedad del tejido conectivo

EAS: Enfermedad autoinmune sistémica

HTP: hipertensión pulmonar

AR: artritis reumatoide

NIU: neumonía intersticial usual

NINE: neumonía intersticial no específica

NO: neumonía organizada

TCAR: tomográfica computarizada de alta resolución

TC: tomografía computarizada

FPI: fibrosis pulmonar idiopática

ATS: siglas en inglés de American Thoracic Society

ERS: siglas en inglés de European Respiratory Society

JRS: siglas en inglés de Japanese Respiratory Society

ALAT: siglas en inglés de Latin American Thoracic Association

MIP: proyección de máxima intensidad de señal

MinIP: proyección de mínima intensidad de señal

VPP: valor predictivo positivo

NIL: neumonía intersticial linfocítica

23

Page 24: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

DAD: daño alveolar difuso

FR: factor reumatoide

anti-CCP: anticuerpos anticitrulinados

LES: lupus eritematoso sistémico

SS: síndrome de Sjögren

EA: espondilitis anquilopoyética

ANCA: anticuerpos anti-citoplasma de neutrófilo

IPAF: siglas en inglés de Interstitial Pneumonia with Autoimmune Features

SEPAR: Sociedad Española de Patología del Aparato Respiratorio

CVF: capacidad vital forzada

DLco: test de difusión del monóxido de carbono

PM6M: prueba de la marcha a los 6 minutos

24

Page 25: Papel diagnóstico de las pruebas de imagen en las EPID-EAS

4.7.2. Bibliografía

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