palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

48
Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga Académico jubilado de la Universidad de Chile en 2020 Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Upload: others

Post on 24-Oct-2021

6 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

I

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Académico jubilado de la Universidad de Chile en 2020

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Page 2: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

II

Page 3: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

III

PrólogoBernardo ArriazaCarola FloresCecilia LempCésar MéndezClaudio MillacuraDaniel TurbónFernanda FalabellaFrancisco OsorioGermán ManríquezJorge RadichJorge RazetoJuan Le-BertLorena SanhuezaMaría Teresa Planella Marisol IntriagoMiguel BotelllaMiriam Pérez Mónica RodríguezNicolás LiraNicole Barreaux Rafael ConterasRodrigo RetamalSandra LópezSOCHIABVictoria CastroViviana Sepúlveda

17891014151819212223242426 272931323435353840404142

ÍNDICE

Page 4: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

IV

Page 5: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

1

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

PRÓLOGO

Eugenio Aspillaga Fontaine, un académico multifacético

Me es muy grato y un honor encabezar este acto de homenaje al profesor Eugenio Aspillaga Fontaine. Este reconocimiento nace de lo más profundo de los sentimientos de profesores y estudiantes del Departamento de An-tropología de la Universidad de Chile, al que se suman académicos y fun-cionarios de la Facultad de Ciencias Sociales, así como sus colegas y amigos de diversas instituciones.

Corría la segunda mitad de los años 70, cuando Eugenio se integra al Departamento de Antropología de la Universidad de Chile con la voca-ción de formarse en la especialidad de Antropología Física bajo la direc-ción del profesor Juan Munizaga; al mismo tiempo cursaba sus estudios para titularse de profesor de Biología y Ciencias Naturales en la Facultad de Ciencias en esta misma casa de estudios (1974-1981). Es en este contexto que también inicia su carrera académica, como ayudante ad honorem de don Juan Munizaga y luego, en 1981, como académico del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile.

Para quienes no conocieron lo que era nuestro Departamento en ese entonces, tengo que decir que se trabajaba en condiciones muy precarias y que sólo el entusiasmo, la vocación y la férrea decisión que esto era lo que queríamos en la vida, nos mantenía día tras día en la persecución de estos sueños. Eugenio los tenía y los mantuvo siempre porque peleó por conse-guir que la Antropología Física tuviese su lugar en la Universidad de Chile, para que las colecciones fuesen conservadas con estándares internaciona-les y para que los espacios de enseñanza e investigación en la Universidad fuesen dignos, tanto física como tecnológicamente. La realidad que todos vemos hoy se la debemos en gran parte a Eugenio.

Page 6: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

2

Uno de los sueños más sentidos de Eugenio fue que existiera la men-ción de Antropología Física en la carrera de Antropología de este Departa-mento. Le preocupaba que hubiese una oferta profesional de la Universidad para la Antropología Forense y la Antropología Física. Durante años, se en-frentó a la mayoría de los académicos de ese entonces; yo misma recuerdo las reuniones y discusiones. Pero nunca se dio por vencido. Con mucho te-són y contra viento y marea, impulsó este proyecto y desarrolló gran parte de la fundamentación y la malla curricular usada como base. Generó lazos con la Facultad de Medicina para darle viabilidad y, en 1996, logró que el Consejo de la Facultad de Ciencias Sociales aprobara “informalmente” esta especialidad, pero tuvieron que pasar muchos años más hasta que por fin en 2002 se creara oficialmente la mención. Sus primeros titulados datan del año 2005.

Otra faceta de Eugenio muy notable, fue su preocupación por el pa-trimonio arqueológico y bioantropológico que tenía la Universidad como depositaria. Gran parte de los materiales de las investigaciones de los académicos del Departamento de Antropología –y antes que ellos, de los investigadores del Centro de Estudios Antropológicos de la Universidad de Chile, que existía desde mediados de los años 50,– se traían para su estudio a la Universidad y quedaban depositados allí. Todos advertíamos las precarias condiciones de conservación de esos bienes. Más aún, en cada traslado que tuvo el Departamento de Antropología desde las casas del antiguo Pedagógico a las de Macul, al campus de Larraín, a la Torre 15 y por fin a esta sede en el campus Juan Gómez Millas, significaban mermas que no teníamos cómo manejar. Era más fácil �mirar para el lado�. Esto fue algo que Eugenio no hizo. Proactivamente diseñó, impulsó, negoció y dirigió un proyecto -que presentó y fue acogido por la Fundación Andes- llamado �Conservación y puesta en valor de las colecciones Antropológi-cas del Departamento de Antropología, Universidad de Chile�. Fue este el primer eslabón en una cadena virtuosa que posibilitó documentar, ca-tastrar y acondicionar las colecciones del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile. Entre estas, como no mencionar la colección

Page 7: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

3

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Cementerio General en cuyo proyecto trabajó, colaborando con Juan Mu-nizaga desde fines de los años 70 (1976-1978).

Gestionó, además, la donación de los containers que durante largos años contuvieron y resguardaron esas colecciones, porque no había espacio en el edificio donde dejarlas. Lo que hoy conocemos como Área Patrimo-nial tuvo un fuerte componente de la voluntad y visión de futuro de Euge-nio. Fue cuando ejercía como director del Departamento de Antropología que conseguimos materializar el cargo de una “Encargada de Colecciones”, para que la conservación de la colección fuera de la mano del registro y acceso organizado a la misma, generando condiciones adecuadas no sólo para la preservación de estos bienes patrimoniales, sino que también para la docencia e investigación.

La Facultad le debe mucho. Estuvo a cargo del Programa de Infor-mática de FACSO (1995 a 2005), a través del cual se incorporaron las tecnologías de la información y las comunicaciones en la docencia de la Fa-cultad, generando las condiciones que posibilitaron la socialización y uso de dichos recursos, tanto entre los académicos como en los estudiantes y personal de colaboración. Se generaron las primeras revistas académicas de la Web chilena, se consiguieron recursos de apoyo a la docencia y gestionó proyectos de infraestructura en este ámbito, entre muchas otras acciones vinculadas. Y cómo no mencionar el proyecto MECESUP al que dedicó tantas energías. Gracias a este proyecto tenemos los espacios para la docen-cia, los apoyos de multimedios, los recursos tecnológicos y el material de apoyo a la docencia, que hoy nos parecen tan naturales.

También dedicó parte de su tiempo a muchas tareas administrativas, que lo alejaban del natural deseo de dedicarse a la docencia e investigación. Fue decano subrogante (2005-2006), vice-decano suplente (2005), miem-bro del Consejo de Facultad, miembro de la comisión de reestructuración de la Facultad y de la reforma del Pregrado (2004-2005) y subdirector de la Escuela de Ciencias Sociales en dos períodos (1994-1998, 1996-1999).

Pero vayamos ahora a lo medular, a Eugenio Aspillaga como Antro-pólogo Físico, profesor e investigador, a su quehacer como científico, para

Page 8: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

4

lo que vino él a esta Universidad. No voy a referirme a todos sus aportes en este ámbito, para ello se puede revisar el listado de publicaciones, conferen-cias, congresos, organización de eventos, entre otros. Ahí se van a encontrar con trabajos desde el extremo Norte al extremo Sur del país (canal Beagle, Los Rieles, Caverna Piuquenes, Tulor, Bellavista, Trapa-Trapa, Parque La Quintrala, tantos otros), además de colaboraciones con España e Israel y análisis para estudios de impacto ambiental.

Me interesa destacar ciertas líneas que desarrolló y aspectos en los que Eugenio ha sido trascendental en la orientación de la disciplina. Impulsó el trabajo con una orientación multidisciplinaria. Desde siempre recuerdo su integración a los terrenos de Arqueología; nos acompañó al sitio Rayonhil, en la desembocadura del río Maipo y hacía salidas a terreno con sus cursos de Biología para entender la ecología de la Laguna El Peral, por ejemplo. Tenía muy presente las virtudes de generar colaboración científica y de desarrollar nuevas líneas de trabajo, como el estudio de bacterias asociadas al tártaro dental, los estudios de elementos traza realizados con el equipo de físicos de la Facultad de Ciencias, las investigaciones sobre evolución de patrones de morbilidad en poblaciones prehistóricas, entre tantos otros.

También ha contribuido al desarrollo de nuevos enfoques en el ejerci-cio de la Bioantropología en el país, como la Antropología forense, los es-tudios de paleopatologías y de estilos de vida, la integración de la genética y los análisis de isótopos estables. Y cómo no mencionar el empuje para la creación de la Sociedad Chilena de Antropología Biológica (SOCHIAB).

Creo no equivocarme al decir que dos han sido sus investigaciones más queridas: los Chonos en Chiloé y canales del sur de Chile y Cuchipuy en la zona central.

Su primer proyecto “Chonos” data de los años 1987-1989, en el cual se proponía describir los asentamientos humanos prehistóricos de los archipiélagos Chonos y Guaitecas, y caracterizar bioantropológicamente los restos óseos humanos encontrados. Siguieron el proyecto multidiscipli-nario “Origen de la Heterogeneidad de la Población Chilena: Un estudio antropológico, genético y biomédico en Chiloé”, para conocer las variables

Page 9: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

5

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

antropológicas, bioantropológicas, genéticas, médicas y ambientales que influyeron en la conformación de la población actual de Chiloé (1993-1996); el proyecto “Restos humanos arcaicos de Chiloé” (Fundación Polak, Israel) junto al Dr. Baruch Arensburg de la Sackler Faculty of Medicine, Universidad de Tel- Aviv (1999- 2000); el proyecto “Procesos y Orígenes del Poblamiento Marítimo de los Canales Patagónicos: Chiloé y El Núcleo Septentrional” (2002-2006); el “Estudio de DNA mitocondrial de los habi-tantes del extremo septentrional de los canales patagónicos: una aproxima-ción al mundo Chono desde la Antropología molecular y la reevaluación de la data antropológica y arqueológica” (2010-2014).

Todos esos proyectos buscaban conocer el origen y evolución de las poblaciones que habitaron el Archipiélago de Chiloé y el extremo Sur del continente, en particular aspectos de la adaptación humana a latitudes altas y a ambientes costeros. Con los centenares de sitios arqueológicos documentados y de los restos humanos estudiados, se han realizado varias publicaciones; se posibilitaron prácticas profesionales, memorias de título y por cierto también motivó el apoyo a las instituciones locales para la puesta en valor del patrimonio, como es el caso del Museo Regional y Fun-dación Abel Masias de Ancud para la puesta en valor del sitio arqueológico de Puente Quilo. Es así como en la investigación de los antiguos habitantes de los canales del Sur se pusieron en práctica las líneas sobre indicadores de etilos de vida, de estrategias adaptativas, de ADN mitocondrial, de microe-volución y de paleomicrobiología oral.

En el caso del sitio Cuchipuy, al borde de la laguna de Taguatagua, Eugenio Aspillaga llegó a este sitio tan espectacular desde el momento de su descubrimiento en 1978, junto a Juan Munizaga. Se trata de un sitio arqueológico con componentes Arcaicos y Alfareros y un contingente de restos humanos que han permitido estudiar los cambios físicos y culturales de la población a través del tiempo.

Después de muchos años en que las investigaciones estuvieron deteni-das por falta de apoyo, junto a Donald Jackson, Eugenio le dio un nuevo impulso al estudio de Cuchipuy y su entorno a través de un programa de

Page 10: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

6

Cooperación Interuniversitaria e Investigación Científica, entre España e Iberoamérica (2008-2010). Este esfuerzo se ha mantenido a través del tiempo, re-documentando las colecciones del Departamento y retomando, entre otros, los análisis de isótopos estables dentro de un proyecto pionero en la zona central de Chile. Al igual que en Ancud, mantuvo relaciones con la municipalidad de San Vicente de Tagua Tagua, que compró y cerró el terreno para evitar los saqueos, para la conservación y puesta en valor del sitio arqueológico de Cuchipuy. Espero que ahora que estará más tranquilo pueda retomar estas investigaciones.

Este breve perfil del profesor Eugenio Aspillaga lo muestra en toda su versatilidad como científico, académico, gestor y profesor, una persona que ha luchado por sacar adelante sus proyectos con el corazón más que con la razón. A Eugenio lo admiramos y queremos por quien es, por ser una per-sona maravillosa, de una sensibilidad increíble que se refleja en sus actitudes de vida, en la pasión por la naturaleza y su capacidad de asombro con cada detalle nuevo que se le cruza en el camino, en el cariño y reconocimiento hacia su maestro Juan Munizaga, cuidando de su obra y la recopilación de sus cuadernos, y en el amor y dedicación hacia este Departamento y sus estudiantes.

Fernanda FalabellaSeptiembre 2020

Page 11: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

7

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Estimado Eugenio,Faltan las palabras al pensar en tu retiro. Pareciera que fue ayer cuando tuve el privilegio de conocerte en Arica el año 1981, cuando tú junto a otros jó-venes (Claudio Paredes y Mario González) acompañaban a don Juan Mu-nizaga al Simposio “Arica Centro Sur Andina, Revisión de su Desarrollo Cultural”. Una reunión científica que fue muy fructífera por la sinergia de nuestros respectivos mentores: Marvin Allison y Juan Munizaga.

Siempre admiré tu pasión y dedicación por el trabajo bioantropoló-gico. Agradezco tu colaboración académica, donde una muestra de ella quedó plasmada en tu presentación “Hablando de momias” en mi libro “Cultura Chinchorro”. También, destaco tu tremendo lado humano y

Eugenio Aspillaga (izq.) y colegas participando en simposio de arqueo-logía en Arica (1981). Cortesía de E. Aspillaga.

Page 12: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

8

recuerdo que, todas las veces que te visité en Santiago, siempre te diste el tiempo para atenderme y mostrarme con mucho orgullo tus avances en las investigaciones y, en los últimos años, tu trabajo con el manejo y mejora de las colecciones bioantropológicas. Labor que llevaste al más alto nivel y que servirá a las próximas generaciones.

Has sido un pionero en el desarrollo de la Antropología Física en Chi-le y estoy seguro que las nuevas generaciones sabrán reconocer tu tremenda entrega, dedicación y servicio. Ahora podrás dedicarte a todas aquellas tareas que seguramente dejaste pendiente cuando asumiste responsabilida-des académicas y administrativas. Querido amigo, te deseo lo mejor en esta nueva etapa de tu vida. Muchas felicidades y que disfrutes el tiempo libre junto a tu familia y amigos.

Un abrazo desde Arica.

Bernardo Arriaza, Universidad de Tarapacá

Page 13: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

9

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Querido profesor,Tantos años de tu vida explorando los canales patagónicos. Agradecida de haber participado de algunas de esas exploraciones en el impresionante pai-saje natural y cultural de Isla Navarino y Chiloé; tus enseñanzas sobre con-textos funerarios de grupos canoeros fueron siempre un regalo que marcó mi dedicación a la arqueología costera.

Gracias por tu cariño y paciencia en momentos donde mi inexpe-riencia de primer terreno podía hacer peligrar el contexto arqueológico. Aprendí mucho y te lo agradezco.

Que los años de jubilado sean tranquilos y plenos.

Cariños,

Carola Flores, PhD, Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas, Coquimbo

Page 14: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

10

Recuerdo muy bien este momento, al ser el segundo proyecto en el cual yo participaba en el Departamento. Eugenio junto a Donald y Lorena, han sido y son uno de los promotores del Área Patrimonial conocida en la ac-tualidad como Unidad de Colecciones. En esta instancia de reconocimien-to a Eugenio, agradezco su apoyo constante desde el año 2002 al haberme integrado al laboratorio como voluntaria y luego como parte del equipo de Antropología Física. Para mí, es el Profesor Aspillaga, con excelente disposición para apoyar las iniciativas de conservación,trasmitir sus cono-cimientos de bioantropólogo, conocedor de la historia de las colecciones, del cultivo de plantas y árboles. ¡¡¡¡¡Muchas gracias!!!!!

Cecilia Lemp, Conservadora

Profesor Aspillaga en el otrora Laboratorio de Antropología Física, apoyando a los practicantes del proyecto Andes C-23922-25Manejo de colecciones en el año 2005.

Page 15: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

11

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Eugenio Aspillaga,Conocí a Eugenio apenas ingresé a la carrera de Antropología en 1996. Mi primer acercamiento a él, como lo sería por un buen tiempo, fue en cali-dad de estudiante. Rápidamente causó un impacto profundo en nuestro grupo de compañeros sus explicaciones sobre el desarrollo de conductas evolutivas en la sabana africana, usando como alegoría la forma en que la gente come un “completo” o su imitación del movimiento de las gallinas asustadas para explicar que los hemisferios de sus cerebros estaban separa-dos. Desde esas primeras impresiones supe del inmenso compromiso que siempre tuvo con la docencia y con el entrenamiento científico de nuevas generaciones de investigadores.

Como estudiante, también tuve la oportunidad de identificarlo como unos de los principales impulsores de la especialidad de Antropología Fí-sica. A mediados de la década de los 90, pude observar cómo la mención surgió desde una idea discutida en los pasillos de la Facultad, hasta cristali-zarse en uno de los campos con mayor demanda entre los estudiantes de la carrera.

Luego, tuve oportunidad de conocerlo en su calidad de director del Departamento de Antropología, ya que, por años, fue mi jefe cuando ingresé a trabajar. Conocí a Eugenio en una nueva dimensión: la de la res-ponsabilidad institucional matizada por el gran cariño por nuestra Univer-sidad. Nunca rehuyó a cargos de compromiso, afrontando con valentía los momentos de crisis e incluso posponiendo lo personal por el bien mayor. Debo reconocer que nunca encontré sino apoyo de su parte.

Siempre fue un fanático de las nuevas tecnologías y de su potencial para hacer crecer a la institución. Las innovaciones tecnológicas para la investigación antropológica no tendrían que venir solas, sino asociadas a la discusión de temas globales y que nos hicieran alejarnos de la comodidad de lo local. Recuerdo haber compartido muchas veces con Eugenio la im-portancia de discutir la evolución de los homínidos, de incorporar los estu-dios de ADN en nuestro quehacer, de hacer comparaciones interhemisfé-

Page 16: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

12

Durante las excavaciones de Cuchipuy en algún momento de la déca-da de los 80 (arriba), hasta la colocación de réplicas (abajo) en 2008, en uno de los pocos museos de sitio del país, donde una estratigrafía expuesta caracteriza el tipo de trabajo interdisciplinario que arqueó-logos y antropólogos físicos desarrollaron por décadas en el área de la ex laguna de Taguatagua.

Page 17: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

13

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

ricas y milenarias. En mi paso por la Universidad, no todos compartíamos esa perspectiva, lo que hizo que siempre me sintiera intelectualmente acompañado de Eugenio.

Muchas cosas nos unen con Eugenio. Nuestra mutua amistad con Donald Jackson probablemente fue la principal. Pero otras muchas llenan mis recuerdos como, por ejemplo, el profundo cariño por la Arqueología y Bioantropología del área de laguna de Taguatagua. También compartimos una profunda admiración por las adaptaciones humanas de cazadores reco-lectores a distintos ambientes, lo que probablemente nos llevó por distin-tos caminos al archipiélago de los Chonos, conociendo los mismos sitios, aunque con décadas de distancia.

Reconozco y destaco en Eugenio su capacidad de emocionarse por muchos temas y de diversificar intereses, y creo que esta característica suya no es sólo con respecto a la Arqueología y Bioantropología, por lo que creo que esta nueva etapa en la vida de Eugenio le permitirá abordar seguramen-te temas postergados, y no dudo que lo hará con el mismo entusiasmo y entrega de siempre. ¡Felicitaciones mi amigo!

César Méndez Coyhaique, Agosto 2020

Page 18: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

14

Estimado Profesor Aspillaga,Solo palabras de agradecimiento. Durante su gestión como director del Departamento de Antropología fue cuando la Cátedra Indígena de la Uni-versidad de Chile se radicó en FACSO, tal como había sido solicitado por nuestras autoridades ancestrales, en el corazón de las ciencias sociales en Chile.

¡¡Muchas gracias Profesor¡¡

Atte.Claudio Millacura Salas

Profesor Aspillaga participando de los talleres de epistemologías de la Cátedra Indígena.

Page 19: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

15

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Ni el tiempo ni la marea se detienen

Estimado amigo Eugenio,Suele compararse la vida a una navegación en la que algunos comienzan el viaje junto a ti, otros se unen después, no pocos se separan antes del final de nuestro viaje y muy pocos permanecen junto a uno hasta el final. Cada una de esas personas deja algo en tu corazón que meditarás durante la na-vegación, cuya ruta no siempre es conocida porque en nuestras vidas suelen ocurrir lances inesperados que obligan a golpes de timón.

El destino nos unió por nuestra común pasión por el poblamiento del Cono Sur americano. En largas conversaciones, reuniones científicas y debates compartí contigo la aventura de aprender, de aceptar el desafío de superarnos al rectificar nuestro pensamiento por las sugerencias recibidas. Nos dimos mutuamente. Construimos un afecto personal por nuestros en-cuentros familiares tanto en Santiago de Chile, junto a tus padres y tu gran y hermosa familia, como en Barcelona. Recuerdo los largos paseos por las playas del Mediterráneo junto a mi casa, que se repitieron en 1992 en Ce-sarea Marítima, a donde la organización nos llevó, tras visitar las cuevas de Neandertales en el cercano Monte Carmelo, en Israel. Éramos congresistas del 3er. Congreso de la International Association for the Study of Human Palaeontology (IASHP), celebrado en Jerusalén.

En las diversas ocasiones en que visité tu Facultad, en Santiago de Chi-le, puede apreciar tus cualidades para el trato social, tanto individual como colectivo, en situaciones, a veces, nada fáciles. La labor que realizaste como Decano en tu Facultad, fue brillante y definitivamente no será fácil encon-trar a alguien que cumpla tus funciones con tanta profesionalidad y com-promiso. Además, de tu mano aprendí mucho sobre los antiguos canoeros que poblaron las costas del Chile prehistórico, de la bella y lluviosa Chiloé y de la Tierra del Fuego. Contigo y tu hospitalidad, nunca me he sentido extranjero en Chile.

He recuperado una fotografía que rememora uno de nuestros encuen-

Page 20: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

16

tros en las Termas de Jahuel (Chile), que Silvia Quevedo y yo pudimos organizar con fondos de nuestros respectivos países, en 1992. Hubo un cartel imponente de científicos expertos en el poblamiento suramericano. Durante los cinco días que duró el evento, mañana y tarde, a puerta cerra-da, en aquel pintoresco recinto, fue muy enriquecedor no sólo contrastar puntos de vista entre expertos de diversas especialidades y nacionalidades sino también la vivencia del respeto compatible con la firmeza de intercam-biar información científica; con mantener o modificar los propios puntos de vista; y siempre una oportunidad de crecer, aprendiendo tanto en los

Page 21: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

17

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

debates del grupo, en cada sesión, como en las conversaciones privadas. Fue una hermosa singladura de nuestra navegación.

Los antiguos marinos solían decir que “ni el tiempo ni la marea esperan a nadie”, conscientes de los escollos que hay que sortear para salir del puer-to. Ahora que ha llegado el tiempo de dejar la actividad científica y docente no por ello la navegación se detiene, sino que debe continuar. Espero que no te separes del trayecto de mi vida, y si ocurre espero que no me olvides.

Cuídate mucho, estimado colega y no dejes de luchar por tus sueños.

Daniel Turbón

Participantes en el Encuentro Científico Aborígenes del Extremo Sur Americano: contrastación de datos arqueológicos, antropológicos y de DNA mitocon-drial. Celebrado en Termas de Jahuel, Santiago de Chile, en 1992. Participantes: En pie, de izquierda a derecha: Fran-cisco Rothhammer (Chile), Erika Hagelberg (ReinoUnido), Néstor O. Bianchi (Argentina), Silvia Queve-do (organizadora, Chile), David Yudilevic, Ernesto L.Piana (Argentina), Nombre desconocido, Pinto-Cisternas (Venezuela), Luis A. Orquera (Argentina), Carlos Ocampo (Chile). No identificada. Primera fila, de izquierda a derecha: Gonzalo Trancho (España), Eugenio Aspillaga (Chile), Daniel Turbón (organiza-dor, España), Mauricio Massone (Chile), Rodrigo Mo-reno, Alfredo Prieto (Chile), Nombre desconocido.

Page 22: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

18

Querido Eugenio,Me sumo con mucho entusiasmo a este homenaje de quienes somos tus colegas y amigos del Departamento de Antropología. Ha llegado el mo-mento de descansar un poco después de una larga vida dedicada de lleno a la Universidad de Chile, ¡cómo te lo mereces!

Tuve la suerte de trabajar contigo en varias ocasiones, desde terrenos de Arqueología en la costa, hasta proyectos donde la Bioantropología y la Ar-queología se articularon para llevar a cabo investigaciones que han tenido gran relevancia para la prehistoria del Centro de Chile. Guardo los mejores recuerdos de esas experiencias. En particular la riqueza de la interdisciplina, con los amigos Roberto Morales, María Inés Dinator y Felipe Llona del Laboratorio de Física Nuclear de la Facultad de Ciencias, primero, y con María Teresa Planella, Lorena Sanhueza y Robert Tykot de la Universidad de South Florida después. De nuestro viaje de trabajo en ese último proyec-to a los laboratorios de esa universidad en Tampa y Saint Petersburgh.

Incluyo unas fotografías de recuerdo: una de ellas delata tu pasión por la naturaleza, fotografiando unas flores silvestres en el camino.

Fernanda Falabella, agosto 2020.

Page 23: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

19

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

El jardín de Puente Alto

Eugenio decía en los 90 que cuando jubilara dedicaría más tiempo a su jardín. No es que estuviese abandonado, sino que quería estar más tiempo trabajando en sus plantas y árboles. Como ambos vivíamos en Puente Alto, a veces compartíamos el trayecto de regreso en micro (la micro) y Eugenio me invitaba a tomar once. En esa época no teníamos autos, la avenida Vicu-ña Mackenna era un río en invierno, no había internet, teléfonos celulares y había pocas casas donde vivir o arrendar. Al bajarnos en el paradero, cami-nábamos al lado de la enorme cancha de fútbol que estaba entre la avenida y la casa de Eugenio. Como su padre trabajó en La Papelera (la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones), la empresa había construido ese conjunto habitacional para empleados profesionales. Era como una peque-ña ciudad, con una plaza, la iglesia con campanario y casas que incluso hoy en día tienen mucho terreno. Tanto es así que hoy en día se han construido pequeños condominios dentro del terreno de una sola casa.

Que un profesor joven (familia de cuatro personas), hubiese tenido esa casa fue una gran suerte. Sus padres vivían en la misma calle (y al parecer al-guien más de la familia extensa). Yo pensaba que era la calle de los Aspilla-ga, como en los pueblos antiguos. En verano nos sentábamos en el patio a tomar té. Eugenio se paraba a cada rato a inspeccionar sus plantas y tomaba decisiones sobre qué haría en el jardín. Hacia el fondo había una división con madera y arbustos, que ocultaba un espacio mediano y abandonado, entre el jardín y la cancha de fútbol. Si alguien hubiese plantado papas, con seguridad las habría vendido dando de comer a todos los parientes.

Como yo no entendía nada de plantas, solo lo escuchaba. Me acuerdo que hablábamos de tecnología y no sé por qué recuerdo que conversamos sobre Saddam Hussein. Tal vez porque la Guerra del Golfo fue un evento que vimos en directo por televisión. Como Eugenio era un ávido lector de ciencia ficción, tal vez intuyó el cambio que venía.

Hacia fines de los 90, fuimos de los primeros académicos en Humani-dades en tener correo electrónico. En ese tiempo, solo podían usarse ocho

Page 24: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

20

caracteres (un byte) y en mi caso calzaba bien “fosorio”, pero Eugenio era “easpilla”, el cual se transformó casi en una marca registrada en la Universi-dad. Eugenio fundó la Unidad de Informática en FACSO, su primer sitio web, las primeras revistas electrónicas, hacía videoconferencias con la Fa-cultad de Ingeniería solamente, pero bueno eran videoconferencias y como se dice “el resto es historia”. Eugenio comenzó todo ello.

No solo era generoso al invitarme a su casa a tomar once, también con abrir nuevos espacios a través de la tecnología para las Ciencias Sociales. Hoy en día toda la Facultad trabaja de manera digital por la pandemia del Covid-19, y este contexto le da la razón a Eugenio cuando predicaba en el desierto. Internet lo despide también en su jubilación.

Dos imágenes de despedida y agradecimiento a Eugenio. En la hora de almuerzo, en los 90 Eugenio comía un sandwich (lo que hubiese traído o podido comprar, aunque su favorito era el chacarero, pero era costodo y di-fícil de encontrar). Se sentaba frente al computador y jugaba en el ambiente DOS. En esa época, no había sistema operativo Windows como lo cono-cemos ahora, ni tampoco mouse, sino que exitía una pantalla negra (color verde o ámbar), donde habían letras, números y algunos caracteres simples de código ASCII.

El juego consistía en matar dragones o cosas así como seres mitológi-cos. El personaje avanzaba entre duros combates por ese espacio fantástico. El punto es que yo solo veía moverse letras, números y caracteres de código ASCII. Tengo la intuición que Eugenio veía en esa pantalla una escena de la batalla por la tierra media de “El Señor de los Anillos” y en 4K. Mi segundo recuerdo es que le traje de Philadelphia un pin de Star Trek, cuando casi no había mercado en esa época en Santiago donde comprar algo así. Creo que mientras Eugenio estaba en un Consejo de Facultad o en una reunión en Casa Central, vestido de chaqueta y corbata, el pin estaba hacia dentro de la solapa, mientras que el pin de la Universidad de Chile es lo que vemos hoy en las fotografías formales durante las ceremonias de la Universidad.

Francisco Osorio

Page 25: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

21

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Foto proporcionada por Germán Manríquez Eugenio Israel excavacion Neanderthal

Page 26: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

22

Amigo Eugenio Aspillaga,Cada vez que evocamos tu nombre nos asaltan y renacen en nuestros espí-ritu los  recuerdos de jornadas, de viajes a través del tiempo al reencuentro de nuestros antepasados, de nuestros pueblos originarios, de nuestro patri-monio.

Cada campaña de prospección de excavaciones, de búsqueda de ves-tigios, fueron momentos de intenso intercambio al mismo tiempo de en-cuentro, de compartir  y finalmente de informarse y aprender de uno de los conocedores más interiorizados de nuestros pueblos y culturas del Austro Sur.

Cuántas emociones en exploraciones excepcionales, densas de expe-riencias, incluyendo además momentos de vida, fueron compartidas...

Gracias Eugenio por existir, gracias por tu generosidad de comunicar tus conocimientos y tu experticia en cada terreno y otras circunstancias de tu entorno vegetal de naturaleza y jardín...

 Espero que podamos volver a compartir las emociones en el reen-cuentro de nuestro extremo Sur Austral, en la eterna búsqueda y estudio de nuestros antepasados originarios y de nosotros mismos.

Larga vida en esta nueva etapa de tu existencia…Un Abrazo Fraternal,

Jorge Radich

Page 27: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

23

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Eugenio querido,Abro estas breves palabras reportando que la higuera que me regalaste está enorme y lleva ya dando higos y brevas hace tres años, tímidamente al prin-cipio y generosamente después. Su follaje veraniego es intenso y su sombra peligrosa como sabes, aunque en estas latitudes y épocas de cambio climá-tico se torna una maravilla.

Cuando estudié Antropología en los años 80, te consideraba un antro-pólogo de laboratorio, aunque con los años pude darme cuenta que tam-bién lo eras de campo… Óptima combinación me parece, la que creo te ha permitido ser un académico muy completo e integral, deambulando entre la Arqueología y la Bioantropología.

Con el tiempo también supe de tus habilidades de gestión y de tu altí-simo sentido de responsabilidad institucional e incondicionalidad con el Departamento de Antropología, la Facultad y Universidad de Chile, lo que completa una carrera académica notable. Tuve la suerte de acompañarte durante cuatro años en la subdirección del Departamento de Antropolo-gía, comprendiendo la complejidad de la tarea directiva, a la vez que obser-vando la habilidad del maestro.

Sólo tengo entonces gratitudes y reconocimientos, rescatando por sobre todo tus capacidades de articulación virtuosa entre sencillez, perseve-rancia, inteligencia y amabilidad; verificables a la hora de discutir un denso artículo disciplinario, una metodología docente, una decisión administrati-va o una amena charla sobre árboles y plantas.

Gracias por todos esos aprendizajes tan científicos como personales. Confío que la pandemia vaya cediendo y nos permita pronto reunirnos y charlar sobre estos y otros temas de la vida, ojalá caminando algunos cerros o bajo una buena sombra vegetal.

Un abrazo,

Jorge Razeto

Page 28: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

24

Estimado Eugenio, Siempre ponderado y buscando escuchar todas las voces. Que tu sabiduría y buena vibra te acompañe siempre, cualquiera sea el camino que tomes.

Un fuerte abrazo,

Juan Le-Bert

Palabras para Eugenio

No quisiera dejar pasar esta oportunidad para destacar el papel que jugó Eugenio en la conformación del Área Patrimonial y el resguardo de las colecciones bioantropológicas y arqueológicas que le toca albergar al De-partamento de Antropología; labor medio invisible, de la cual nuestros actuales mecanismos de medición académica difícilmente dan cuenta, pero que implicó una dedicación importante.

Eugenio fue fundamental en la reunión de las colecciones patrimonia-les, dispersa en distintos lugares de Santiago producto del devenir histórico y del largo deambular de nuestro Departamento antes de llegar al espacio que actualmente nos alberga. Gestionó además la donación de los contai-ners que durante largos años contuvieron y resguardaron esas colecciones, que aunque sabemos no son una solución óptima, significaron un cambio sustancial respecto de la situación anterior de las colecciones y cumplieron su papel en esta primera etapa de la trayectoria que siguió.

Junto a Donald y Roxana armaron el primer proyecto financiado por la ya desaparecida Fundación Andes, que fue seguido por un segundo pro-yecto, permitiendo no solo habilitar los espacios de laboratorio y depósitos del subterráneo del edificio antiguo, sino generar toda una sistemática de trabajo, registro y protocolos, que forman la base del trabajo de colecciones

Page 29: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

25

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

hasta hoy en nuestro Departamento. Más recientemente, tuvo también un papel importante en la comisión de infraestructura asociada a la planifica-ción del edificio nuevo de la Facultad y que ahora nos permite tener una amplia capacidad de depósitos y poder superar -¡por fin!- la “etapa contai-ners”.

También, durante su Dirección del Departamento, pudimos concursar el cargo y contratar a Nicole Barreaux como Encargada de Colecciones, que no solo ha permitido continuar el proceso de registro y conservación de la colección, sino ha sido un impulso fundamental para múltiples inicia-tivas en relación a la docencia y difusión.

Mas allá de toda esta historia del Área Patrimonial, cuya trama está entrelazada con la historia de Eugenio, me quedo con la impresión de que este compromiso para con las colecciones patrimoniales no surge tanto de un sentimiento “del deber”, sino de una visión amplia del rol de la Universi-dad de Chile y de un cariño profundo por el objeto de su trabajo.

Lorena Sanhueza

Page 30: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

26

Estimados(as) colegas y amigas(os),Fui alumna del Profesor Juan Munizaga en Antropología Física, en los primeros años de la carrera de Arqueología en la Universidad de Chile. Sus enseñanzas marcaron definitivamente mi opción por continuar los estudios como Arqueóloga, estimulada por la verificación de tan diversas posibilidades que podían complementar mis trabajos a futuro.

Luego, nos encontramos con un extraordinario sucesor de don Juan, alguien que ponía su ser entero a disposición de nuevos retos en Antropo-logía Física: Eugenio Aspillaga.

Él incansablemente ha continuado afianzando nuestros conocimien-tos, tremendamente informado sobre los variados temas de su incumben-cia, siempre llano a trasmitir su sabiduría con gran generosidad, y a él he-mos acudido en numerosas ocasiones solicitando sus rigurosos conceptos y claras determinaciones en el estudio de los restos humanos que nos ha tocado recuperar como arqueólogas.

Es muy grato para mí escribir estas simples palabras en su honor, agra-deciendo haber tenido esta oportunidad para expresarlas.

¡Un gran abrazo Eugenio!Con mucho afecto,

María Teresa Planella O.

Page 31: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

27

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Relato de Marisol Intriago

Conocí al Profesor Eugenio Aspillaga en 1991, cuando dictaba su clase de Antropología Biológica al primer año de Antropología, en La Placa. En ese momento, no imaginaba que años después volvería a verlo en 2007. Fue en el marco de la revisión de los errores de identificación de las víctimas de la dictadura inhumadas en el Patio 29 del Cementerio General por parte del Servicio Médico Legal (SML), del que era y soy funcionaria, y que nos acompañaría durante muy valiosos años, como parte del Panel de Audito-ría y del Comité Internacional de Experto, en el desarrollo de una Unidad Técnica especializada en la búsqueda, recuperación, análisis e identificación de víctimas de desaparición forzada, crímenes complejos y desastres masi-vos.

Page 32: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

28

Page 33: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

29

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Durante ese difícil periodo, de profunda reorganización, fue un gusto contar con su aporte y experiencia, como profesional, docente, represen-tante de la Universidad y colega, en la construcción de una Unidad de Identificación hoy Unidad de Derechos Humanos, que ha logrado instalar al interior del Servicio Médico Legal un estándar de calidad y atención para las familias de víctimas de estos graves delitos de lesa humanidad, así como a todos quienes sufren por la pérdida de un ser querido por un acto criminal o un desastre. Como UDDHH y SML agradecemos al profesor Eugenio Aspillaga su generosidad y sencillez al compartir con nosotros sus conocimientos y experiencia, para construir un equipo humano capacitado y comprometido en entregar un servicio de calidad a todos quienes habi-tan en nuestro país.

Marisol Intriago LeivaEncargada de la Unidad de Derechos Humanos

Servicio Médico Legal

El amigo que se jubila

Acabo de recibir la noticia de que el profesor Eugenio Aspillaga, Eugenio, mi amigo, se jubila. Y se me han venido de golpe todos los recuerdos del profesional y del hombre cabal y bueno que eres.

Todos tus alumnos y compañeros podrán hablar mucho mejor que yo de tu labor como docente y como especialista reconocido; sin duda será buena, muy buena, pero aun siendo importante, lo que en realidad tiene valor es el ejemplo, la capacidad de transmitir, no solo conocimientos, que eso se aprende en cualquier libro, sino un talante, una manera de ver la vida que es la verdadera razón del magisterio universitario. Ahí, Eugenio, eres el auténtico maestro que deja una estela de nuevos investigadores. Sería muy raro, diría que imposible aunque de todo puede haber, que entre los que han sido tus estudiantes se encuentre a alguien engreído o con pretensiones

Page 34: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

30

de superioridad, sencillamente porque ese no ha sido el espejo donde se han mirado.

Mis recuerdos personales parten de cuando fui otra vez a Chile, por el informe que me solicitó el gobierno acerca de la calidad de las identifica-ciones que se habían realizado, tiempo atrás, de los detenidos desaparecidos con motivo del golpe de Estado de 1973. Aquella era una labor que tocaba mucho al alma y que, al mismo tiempo, producía indignación por lo mal que se había hecho.

Como conocía tus trabajos y tu trayectoria, todo se sabe en este mun-dillo; fui a verte a la universidad, tal vez por evadirme y para contactar un antropólogo “de verdad” con quien compartir el desasosiego que me pro-ducía todo aquello.

Yo, que soy más bien algo canijo, me encontré a un personaje grande, robusto, exuberante en sus gestos y barbudo como yo. Esa figura, impo-nente al principio, me hizo sentirme enseguida como si estuviera en mi departamento y en mi casa. Discutimos de lo divino y lo humano como si nos hubiésemos conocido de siempre; me mostraste una amplitud de miras muy difícil de encontrar entre los del gremio y compartimos del todo las ideas y tu sentido del humor. Eso sí, recuerdo que a veces dejabas entrever un cierto desánimo por el porvenir de la Antropología, algo en lo que tam-bién estuvimos de acuerdo. Me presentaste a tus alumnos, me enseñaste algún caso de Paleopatología, en especial un mieloma múltiple muy intere-sante y me llevaste a tu casa a cenar, una velada con tu familia que en todo momento fue la mía.

Sin protocolos ni esas reservas que suelen ser frecuentes entre colegas, descubrí tu gran calidad humana y tu generosidad tan natural y sin aspavien-tos, quizás tu cualidad que más destaca por lo rara que resulta de encontrar; desde entonces me has demostrado que ser tu amigo es un motivo de orgullo.

Lo que lamento profundamente es que no te decidieses al fin a venir a Granada a terminar tu doctorado, asignatura pendiente por esos impon-derables que surgen sin saber por qué. Hubiese sido una magnífica oportu-nidad para trabajar juntos, pero tus tareas académicas fueron retrasando el

Page 35: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

31

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

momento y te rodearon con la jaula que tu sentido de la responsabilidad te impidió romper.

La jubilación sería el momento de gritar de alegría, en su sentido eti-mológico, pero no es este el caso porque la universidad pierde un puntal importante, la investigación a un científico como pocos y los estudiantes a un maestro muy querido, aunque en realidad no se va a perder porque seguirás haciendo lo mismo y ayudarás a todo el que se le acerque, ahora desde la serenidad que dan los años y la experiencia acumulada. Qué le vas a hacer si eres así.

Esta noche brindaré por nuestra amistad con una botella de Casillero del Diablo, que de seguro no será tan buena como la que me regalaste en tu casa en Santiago.

Un gran abrazo, Eugenio

Miguel C. BotellaProfesor Emérito de Antropología Física

Universidad de Granada

Palabras para Eugenio

Querido Eugenio,Solo hace cuatro años que tuve el honor de conocerte a través de un colega y amigo común, René Bobé. Recuerdo que estaba de visita en el Departa-mento de Antropología y me saludaste con amabilidad y cariño. Desde ese momento, a pesar de que no sabía que luego seríamos colegas, vi en ti una persona accesible y dispuesta a ayudar a quien lo necesitara.

Poco después ingresé a la Universidad como académica y puedo decir, sin dudas, que es un verdadero placer haber compartido contigo tres años como colegas, aunque desearía que pudieran ser más. Desde mi llegada, has sido un apoyo constante en las dificultades, un compañero humilde y dispo-

Page 36: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

32

nible y una referencia académica innegable gracias a tu talento y experiencia. Podría comenzar señalando el gran ejemplo profesional que represen-

tas, gracias a tu compromiso constante con la Universidad de Chile y con todas las aristas del quehacer académico. Sentaste las bases de esta desafian-te disciplina que es la Antropología física, en un país donde todavía había y hay tanto por hacer y donde impulsar nuevas visiones a veces es complejo.

Llevaste a Chile por el mundo a través de tus colaboraciones interna-cionales con investigadores de primer nivel y nunca te rendiste en ninguno de los desafíos que la institución te planteó, ocupando distintos rangos de gestión que promovieron la mejora de la excelencia académica de las Cien-cias Sociales a nivel país.

Eres un referente y mentor para cada antropólogo y antropóloga de Chile, y tus estudiantes han sido reconocidos por su completa formación en varios países gracias a tu compromiso con su educación y desempeño. Hay veces que incluso he añorado poder haber sido tu alumna para poder adquirir al menos un poquito de tu experiencia y tu “saber hacer”.

Sin embargo, las cualidades más meritorias y remarcables son aquellas relativas a tu calidad humana. Tengo que agradecerte miles de conver-saciones sobre la ciencia y la vida, tu humildad nacida de la entrega, tu generosidad desinteresada tanto personal como profesional y tu sinceridad y transparencia, cualidades no tan fáciles de encontrar. Desde que te co-nozco, puedo decir que te considero un amigo al que respetar y admirar, alguien con quien contar en las dificultades y cuyos consejos son siempre oportunos y sabios.

En esta nueva etapa solo puedo desearte lo mejor. Espero que disfrutes de tu familia, de tus árboles, de tus tiempos de reflexión, de tus amigos y amigas, pero también que no dejes de regalarnos -en pedacitos de tu tiem-po libre- tu conocimiento y tu valioso aporte a las ciencias antropológicas.

Gracias por todo lo enseñado y gracias por lo que queda por aprender.

Miriam Pérez de los Ríos

Page 37: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

33

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

El profesor Eugenio Aspillaga es el “culpable” de que me haya apasionado por la Antropología Física. Cuando aún estaba en el colegio vine a la Fa-cultad a ver algunas clases de Antropología, ya que estaba buscando mi vo-cación. Tuve la fortuna de ver una de las tres clases de Antropología Física que, en ese tiempo, se dictaban dentro de la cátedra de Prehistoria General.

Él estaba haciendo un resumen de Evolución Humana. Me fascinó su pasión, la claridad con que explicaba conceptos tan complejos con palabras sencillas. Entonces entendí que lo que yo quería, una mezcla entre Biología y Ciencias Sociales, existía entre las paredes de esta Facultad. Ingresé a estu-diar Antropología y cuando se abrió la especialidad de Física, gracias a sus gestiones, sentí que era un regalo de la vida.

Tuve la suerte de ser parte de la primera generación de antropólogos físicos formados en el Pregrado de la Chile. Éramos sólo cinco alumnos y Aspillaga fue nuestro mentor, junto a Claudio Paredes y Mario Castro. Ellos nos guiaron a través de este tortuoso camino. Aspillaga nos consiguió nuestro primer terreno como estudiantes, nos integró en sus proyectos de investigación, guió muchas de nuestras tesis. Aspillaga nos enseñó a exca-var, a prospectar y a trabajar en laboratorio.

Page 38: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

34

Queridísimo Eugenio,En este momento tan importante y especial quiero recordar lo importante y fundamental que has sido en mi propia carrera y desarrollo profesional y personal. Me diste la oportunidad de asistir a tu curso de Bioarqueología cuando todavía no había ingresado a la carrera, y luego poder participar en terreno del proyecto Fondecyt en isla Navarino, fueron experiencias decisi-vas para ingresar a estudiar Arqueología en la Universidad de Chile.

Siendo yo estudiante, siempre fuiste un profesor cercano y abierto. Nos tocó compartir muchas veces en terreno, en Navarino y Chiloé principal-mente, y siempre tengo muy buenos recuerdos de todos esos momentos. En los últimos años he tenido la suerte de compartir contigo, ahora como compañeros de trabajo en el Departamento de Antropología de la Univer-sidad de Chile, siendo vecinos de oficina. Tu calidad humana excepcional, y el trato con colegas y estudiantes siempre atento y dedicado, son cosas que siempre tendré presentes.

Espero que en esta nueva etapa podamos seguir colaborando en nue-vos proyectos que nos permitan volver a las tierras del SUR, y que disfrutes de una mayor libertad y tiempo para hacer las cosas que más te gustan.

Un abrazo muy grande y ¡¡hasta muy pronto!!

Nicolás Lira San Martín

A lo largo de los años, nuestros caminos divergieron y confluyeron mu-chas veces, pero su visión sobre la necesidad de hacer Antropología Física de excelencia en Chile nos ha acompañado siempre. Feliz retiro profe, se lo ha ganado.

Con inmenso afecto,

Mónica Rodríguez Balboa

Page 39: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

35

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Estimado profesor Aspillaga, Siempre le estaré muy agradecida por darme la oportunidad de integrarme al Departamento. Ha sido una de las etapas más desafiantes y de mayores satisfacciones que he tenido. Gracias por su apoyo y por estar siempre dis-puesto a colaborar en esta larga tarea.

Le deseo lo mejor en esta nueva etapa, que estoy segura será en modo biofilia, rodeado de mucho, mucho verde.

Abrazos fraternos,

Nicole Barreaux

Corría el año 1998 cuando conocí a Eugenio, siendo un novel mechón de una carrera que aún no entendía, cruzándomelo como profesor de Antro-pología Biológica. Pero no fue hasta después que entablé una relación más estrecha con él.

Junto a un grupo de egresados propusimos en 2002 la creación de una instancia para sistematizar, organizar e investigar materiales etnográficos de campo incorporando tecnologías audiovisuales, iniciativa que Eugenio apoyó decididamente como director académico de la Facultad de Ciencias Sociales.

Reconozco y valoro su talento organizativo y conocimientos sobre tec-nologías –que en esa época recién se estaban desarrollando y que hoy son imprescindibles del día a día–, áreas donde el prof. Aspillaga contribuyó de manera decisiva a la Universidad mediante proyectos de infraestructura y modernización de la gestión en la Facultad de Ciencias Sociales, y de incor-poración del conocimiento antropológico a la enseñanza con un proyecto de comienzos de este siglo, el cual implementó conocimientos y materiales

Page 40: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

36

etnográficos sobre el pueblo kaweskar y otros en plataformas tecnológicas pioneras como Reuna.

Con este respaldo, fue que en agosto de 2002 la Facultad creó oficial-mente el Archivo Etnográfico Audiovisual, espacio en el marco del cual trabajé hasta 2012 desarrollando docencia e investigación en antropología visual y audiovisual, trabajo que Eugenio impulsó con voluntad y del que fue un gran sostén, generando los espacios para que esta línea de trabajo se desarrollara académicamente.

Entre muchos aportes específicos recuerdo con cariño sus gestiones ante las autoridades de la hermana y recién nacida carrera de Cine para lograr becas de formación para el equipo del Archivo; o su respaldo decisi-vo para implementar y dictar un diplomado sobre Comunicación, Cine y Antropología completamente en terreno -algo quizás inédito en la historia del Departamento-, concurriendo incluso a la ceremonia de egreso que hi-cimos en un humilde internado escolar del secano del Norte Chico hace ya quince años.

También destaco el rol preponderante que tuvo en la gestión con la familia de la profesora María Ester Grebe para que donaran a la Universi-dad sus materiales sonoros, escritos, fotográficos y organológicos, archivos con los que se creó luego el Fondo Documental que lleva el nombre de esta antigua profesora; y en general el patrocinio permanente que dio a nuestros proyectos e iniciativas en los diferentes espacios y cargos que ocupó.

En fin, fue mucha y muy significativa la colaboración de Eugenio para el camino que recorrí desde la primera vez que nuestros caminos se cruza-ron en ese lejano 1998, historia plagada de apoyos que se explican quizás por su marcada tendencia a colaborar y aportar una visión de conjunto al trabajo universitario, entendiendo que la Antropología es una disci-plina que se construye desde las miradas y particularidades que aportan la Arqueología, la Antropología Social-Cultural, la Bioantropología y la Lingüística, pero también como una práctica que se sustenta entre las ge-neraciones, las que se fueron y fundaron la escuela, las que están/estaban y las más jóvenes que vienen/vinieron.

Page 41: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

37

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Cuando se cumplen dos décadas desde que conocí a Eugenio, y cuan-do inicia un camino más alejado a lo que ha sido su pasión desde joven (la Universidad de Chile), me quedo con el recuerdo de un hombre grato, abierto y llano en el trato, inteligente y agudo en las palabras, inclusivo en los diagnósticos y planificaciones.

Me quedo con los espacios de afinidad compartidos, y con su disposi-ción cariñosa a ayudar a los otros, a los que vienen, y que sabemos que nos reemplazarán en este largo camino que ha sido construir la Antropología en Chile, tarea en la que Eugenio desempeñó una labor destacable como pocos en su rol de “hombre de Universidad”. Me quedo con eso, y le brindo mediante este escrito mis más sincero reconocimiento y un enorme abrazo a la distancia, dos cosas que aún debo hacer de forma presencial.

Con cariño,

Rafael Contreras MühlenbrockLiq Malliñ, actual Limarí, agosto del 2020

Page 42: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

38

Eugenio,Padre, profesor y compañero de este hermoso camino. Mi afecto y gratitud es eterno por todo lo que has significado en mi vida. A pesar de todas las desazones y baches que hemos vivido, hemos permanecido juntos. Siempre hemos compartido y discutido con respeto y cariño. Quiero que sigamos trabajando juntos, te veo más vivo que nunca. Quiero volver a caminar contigo por Puente Quilo prospectando conchales. Vámonos a terreno, yo invito.

Rodrigo Retamal

Page 43: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

39

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Page 44: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

40

Estimado Eugenio,Me alegra haber llegado al Departamento de Antropología a tiempo de compartir este periodo contigo. Desde el primer día, te mostraste dispues-to a ayudarme y a resolver todas mis dudas.

Durante este periodo, tuve la oportunidad de aprender de tu conoci-miento y experiencia, no solo dentro en la propia Antropología, sino en todo lo relacionado con las tareas propias de la Universidad.

Te agradezco tus consejos y las charlas tomando café, en las que me explicaste mucho del desarrollo de la disciplina en Chile.

Has sido un vecino generoso y siempre atento a mis preocupaciones.Te deseo lo mejor para esta nueva etapa que comienza, un abrazo,

Sandra López

Santiago, 1 de septiembre de 2020A través de la presente, la Sociedad Chilena de Antropología Biológica (SOCHIAB) desea hacer llegar un afectuoso saludo al profesor Eugenio Aspillaga Fontaine. El profesor Aspillaga ha dedicado gran parte de su vida a la Antropología Física y a la Bioarqueología chilena, en distintas facetas a lo largo de su historia personal. Primero como entusiasta estudiante de Biología apasionado por la Osteología, discípulo directo de don Juan Mu-nizaga, y luego como investigador en diversos proyectos. Finalmente, como docente, director académico y Decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile; siempre ha estado encendida en él la llama de la pasión por la Antropología Física.

Esta pasión lo llevó, junto a Francisco Rothhammer y Silvia Quevedo, entre otros, a constituir la primera versión de la SOCHIAB. Si bien dicha sociedad no logró continuidad –posiblemente debido a que no existía aún nuestra carrera de Pregrado y, por tanto, no había una cantidad suficiente

Page 45: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

41

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

de profesionales para integrarla–, si logró poner un antecedente y esta-blecer los primeros estatutos de nuestra sociedad. Por esta y muchas otras razones, hemos honrado a este querido fundador como uno de nuestros Socios Honorarios.

Fue también esta pasión, así como la certeza de que nuestro país ne-cesitaba este tipo de profesionales, la que lo motivó a crear el Pregrado de Antropología Física en la Universidad de Chile. Si no hubiera sido por su vi-sión, templanza y tozudez, tal vez muchos de los colegas que nos formamos en esta disciplina ahora estaríamos dedicando nuestras vidas a algo total-mente distinto. Solo por esto debemos estarle profundamente agradecidos.

Hoy, nuestro profesor deja la Facultad para entregarse al disfrute de su bien merecido retiro. Le deseamos la mejor de las suertes en esta nueva eta-pa y lo despedimos esperando que no deje de acompañarnos como miem-bro activo de nuestra SOCHIAB. Esta es su casa, su familia de colegas y aquí estaremos para recibirlo siempre.

Afectuosamente,

Sociedad Chilena de Antropología BiológicaDirectorio 2020

¡Hola Eugenio!En este nuevo caminar, te imagino disfrutando de tus hermosas plantas que han alegrado tu vida, con colores, sabores y perfumes. ¡Ahora, al deleite pleno!

A lo largo del recorrido que hemos hecho en la Universidad, agradezco tu siempre buena disposición para acogernos como grupo en tu casa, feste-jando y compartiendo lindos momentos.

Te deseo mucho bienestar, paz, alegría y felicidad junto a tu familia,

Vicky Castro

Page 46: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

42

Mi Estimado Profesor Aspillaga,Quisiera expresarle todo el inmenso cariño, deseo de éxito y felicidad en esta nueva página de su vida que comienza. Que la vida le colme con opor-tunidades para hacer lo que su corazón desea. Feliz retiro y que Dios le bendiga eternamente.

Muchas gracias por acompañarme, apoyarme y comprenderme en los momentos difíciles,

Viviana Sepúlveda

Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?Jehová es la fortale-za de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?

Salmo 27:1

P.D. Gracias por darme todos los permisos que solicitaba, fue realmente un muy buen jefe y muy humanitario.

Page 47: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

43

Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo Eugenio Aspillaga

Page 48: Palabras en reconocimiento al profesor y antropólogo

44

© Diciembre 2020Este libro fue elaborado en conjunto por el Departamento de Antropología y la Direc-ción de Extensión y Comunicaciones de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universi-dad de Chile.

Las imágenes fueron proporcionadas, en su mayoría, por los autores(as) que escribie-ron los textos de este libro.