¿no hay justicia para putis? - institutopaz.netinstitutopaz.net/sistema/data/files/putis.pdf ·...

4
PUTIS: Demasiado dolor para ocultarlo En diciembre de 1984 efectivos militares de la base de Putis asesinaron a más de un centenar de pobladores. En base a testimonios de los sobrevivientes se pudo reconstruir la masacre de toda una comunidad. “No fue un accidente, ni el exceso maldito que sujetos con la conciencia purulenta siguen diciendo. Por cobardía, estupidez o inhumanidad, no se reconoce que hubo un Estado que permitió y alentó el crimen y la vileza, y una sociedad que calló, a la que poco o nada le importó. En Putis se abrió una fosa más que pone al descubierto restos de seres humanos, pero que también revela muchos de nuestros males y defectos”. Germán Vargas Farías “Putis, demasiado dolor para ocultarlo”.

Upload: truongcong

Post on 20-Sep-2018

227 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

PUTIS:Demasiado dolor para ocultarlo

En diciembre de 1984 efectivos militares de la base de Putis asesinaron a más de un centenar de pobladores. En base a testimonios de los sobrevivientes se pudo reconstruir la masacre de toda una comunidad.

ENTERRARON LOS CUERPOS

Los efectivos del Ejército remataron a los heridos y luego los cubrieron con tierra y piedras para ocultar su crimen. En la escuela enterraron la ropa que trajeron los comuneros con el fin de no dejar ninguna evidencia a la vista. El informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación revela los nombres de 123 pobladores que fueron asesinados ese día por las fuerzas del orden.

¿NO HAY JUSTICIA PARA PUTIS?

Diario La República, 20 de julio de 2008

Imagine usted que un día acude al llamado de las autoridades militares para protegerse de los ataques terroristas. Imagine que, con la confianza de saberse protegido y de estar al lado de la autoridad, regresa al pueblo acompañado de otros campesinos, de su esposa y de sus hijos.

Imagine que después de unos días la tragedia aparece, que la autoridad militar cuya protección esperaba se envilece criminalmente. Las mujeres son violadas antes de ser asesinadas, los hombres son obligados a cavar sus propias fosas con engaños y 19 niños menores de siete años son asesinados para que no quede huella en el futuro. ¿Puede usted imaginar algo así? Pues así sucedió. En total, 123 campesinos, mujeres, hombres, niños y ancianos, fueron brutalmente asesinados y enterrados en Putis, en diciembre de 1984.

No existe explicación que justifique esta masacre que agravia a la conciencia de todos los peruanos y de la humanidad en su conjunto. Pero, como si esto fuera insuficiente, ¿se imagina que después de 24 años no se haya sancionado a una sola persona por estos crímenes?

Al cabo de tantos años, no se pueden admitir respuestas como “no existe la información”, “no hay los recursos necesarios para investigar”. O lo que es peor: “Hay que tomar en cuenta el contexto en que se produjeron esas muertes”. Todas son trabas y excusas que favorecen a la impunidad. Eso es inadmisible en una sociedad democrática, y agrede a la dignidad humana.

El Estado peruano tiene la obligación de demostrar que es capaz de hacer justicia, identificar a los responsables y sancionarlos para que estos graves hechos no se repitan jamás. La investigación de lo ocurrido en Putis requiere de un remezón ético y de una verdadera justicia. No podemos perder la capacidad de indignarnos ante tal muestra de desprecio por la vida, ni ser indiferentes ante tanto dolor.

El Perú es una sociedad que clama justicia, que pretende alcanzar la modernidad y el desarrollo económico, pero debe demostrar que es capaz de respetar la dignidad de sus ciudadanos y hacer justicia ante el crimen. Unamos esfuerzos por alcanzar una sociedad moderna y democrática. Hagamos justicia con la comunidad de Putis.

Beatriz MerinoDefensora del Pueblo

“No fue un accidente, ni el exceso maldito que sujetos con la conciencia purulenta siguen diciendo. Por cobardía, estupidez o inhumanidad, no se reconoce que hubo un Estado que permitió y alentó el crimen y la vileza, y una sociedad que calló, a la que poco o nada le importó. En Putis se abrió una fosa más que pone al descubierto restos de seres humanos, pero que también revela muchos de nuestros males y defectos”.

Germán Vargas Farías“Putis, demasiado dolor para ocultarlo”.

INVITACIÓN ENGAÑOSA

Los primeros días de diciembre de 1984 efectivos militares convocaron a los

pobladores de Putis y ocho anexos de los cerros cercanos a reunirse en la

parte baja de la comunidad, para protegerlos de los ataques de Sendero

Luminoso, que ya había asesinado a varios campesinos de la zona.

Confiando en esa promesa, más de un centenar de comuneros de Cayramayo,

Vizcatánpata, Orccohuasi, Rodeo, Rumichaca y de Putis, se pusieron a

disposición de la base militar.

JUNÍNH

UAN

CAVE

LICA

CUSC

OHuanta

PUTIS

AYACUCHOAP

URÍ

MAC

La Mar

Huamanga

Cangallo

Víctor FajardoVilcashuamán

UBICACIÓN

Dos aulas de la escuela donde se hallaron fragmentos de huesos y abundante ropa enterrada.

Fosa donde habría restos calcinados de niños. Falta exhumar.

FOSA 2: Se encontraron 9 cráneos pequeños.

FOSA 1: Donde se encontraron 60 cuerpos, de los que 20 serían de niños.

En los alrededores recogieron 60 casquillos de bala marca Fame del año 1983, los que son de uso exclusivo del ejército.

LA FALSA PISCIGRANJA

Los campesinos pernoctaron una noche en varias viviendas y al día siguiente los militares los reunieron en el colegio para asegurarles que

los ayudarían a construir sus viviendas y a realizar obras comunales para mejorar su calidad de vida, como una piscigranja para criar

truchas. Con ese pretexto ordenaron a los varones cavar una fosa grande detrás de la escuela. En una de las casas juntaron a las mujeres y

violaron a las más jóvenes.

LA EJECUCIÓN

Cuando la fosa tenía cerca de un metro de profundidad reunieron a los pobladores, entre los que había mujeres y niños, y sin mayor

explicación dispararon sobre ellos.

INVITACIÓN ENGAÑOSA

Los primeros días de diciembre de 1984 efectivos militares convocaron a los

pobladores de Putis y ocho anexos de los cerros cercanos a reunirse en la

parte baja de la comunidad, para protegerlos de los ataques de Sendero

Luminoso, que ya había asesinado a varios campesinos de la zona.

Confiando en esa promesa, más de un centenar de comuneros de Cayramayo,

Vizcatánpata, Orccohuasi, Rodeo, Rumichaca y de Putis, se pusieron a

disposición de la base militar.

JUNÍN

HUA

NCA

VELI

CA

CUSC

OHuanta

PUTIS

AYACUCHO

APU

RÍM

AC

La Mar

Huamanga

Cangallo

Víctor FajardoVilcashuamán

UBICACIÓN

Dos aulas de la escuela donde se hallaron fragmentos de huesos y abundante ropa enterrada.

Fosa donde habría restos calcinados de niños. Falta exhumar.

FOSA 2: Se encontraron 9 cráneos pequeños.

FOSA 1: Donde se encontraron 60 cuerpos, de los que 20 serían de niños.

En los alrededores recogieron 60 casquillos de bala marca Fame del año 1983, los que son de uso exclusivo del ejército.

LA FALSA PISCIGRANJA

Los campesinos pernoctaron una noche en varias viviendas y al día siguiente los militares los reunieron en el colegio para asegurarles que

los ayudarían a construir sus viviendas y a realizar obras comunales para mejorar su calidad de vida, como una piscigranja para criar

truchas. Con ese pretexto ordenaron a los varones cavar una fosa grande detrás de la escuela. En una de las casas juntaron a las mujeres y

violaron a las más jóvenes.

LA EJECUCIÓN

Cuando la fosa tenía cerca de un metro de profundidad reunieron a los pobladores, entre los que había mujeres y niños, y sin mayor

explicación dispararon sobre ellos.

PUTIS:Demasiado dolor para ocultarlo

En diciembre de 1984 efectivos militares de la base de Putis asesinaron a más de un centenar de pobladores. En base a testimonios de los sobrevivientes se pudo reconstruir la masacre de toda una comunidad.

ENTERRARON LOS CUERPOS

Los efectivos del Ejército remataron a los heridos y luego los cubrieron con tierra y piedras para ocultar su crimen. En la escuela enterraron la ropa que trajeron los comuneros con el fin de no dejar ninguna evidencia a la vista. El informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación revela los nombres de 123 pobladores que fueron asesinados ese día por las fuerzas del orden.

¿NO HAY JUSTICIA PARA PUTIS?

Diario La República, 20 de julio de 2008

Imagine usted que un día acude al llamado de las autoridades militares para protegerse de los ataques terroristas. Imagine que, con la confianza de saberse protegido y de estar al lado de la autoridad, regresa al pueblo acompañado de otros campesinos, de su esposa y de sus hijos.

Imagine que después de unos días la tragedia aparece, que la autoridad militar cuya protección esperaba se envilece criminalmente. Las mujeres son violadas antes de ser asesinadas, los hombres son obligados a cavar sus propias fosas con engaños y 19 niños menores de siete años son asesinados para que no quede huella en el futuro. ¿Puede usted imaginar algo así? Pues así sucedió. En total, 123 campesinos, mujeres, hombres, niños y ancianos, fueron brutalmente asesinados y enterrados en Putis, en diciembre de 1984.

No existe explicación que justifique esta masacre que agravia a la conciencia de todos los peruanos y de la humanidad en su conjunto. Pero, como si esto fuera insuficiente, ¿se imagina que después de 24 años no se haya sancionado a una sola persona por estos crímenes?

Al cabo de tantos años, no se pueden admitir respuestas como “no existe la información”, “no hay los recursos necesarios para investigar”. O lo que es peor: “Hay que tomar en cuenta el contexto en que se produjeron esas muertes”. Todas son trabas y excusas que favorecen a la impunidad. Eso es inadmisible en una sociedad democrática, y agrede a la dignidad humana.

El Estado peruano tiene la obligación de demostrar que es capaz de hacer justicia, identificar a los responsables y sancionarlos para que estos graves hechos no se repitan jamás. La investigación de lo ocurrido en Putis requiere de un remezón ético y de una verdadera justicia. No podemos perder la capacidad de indignarnos ante tal muestra de desprecio por la vida, ni ser indiferentes ante tanto dolor.

El Perú es una sociedad que clama justicia, que pretende alcanzar la modernidad y el desarrollo económico, pero debe demostrar que es capaz de respetar la dignidad de sus ciudadanos y hacer justicia ante el crimen. Unamos esfuerzos por alcanzar una sociedad moderna y democrática. Hagamos justicia con la comunidad de Putis.

Beatriz MerinoDefensora del Pueblo

“No fue un accidente, ni el exceso maldito que sujetos con la conciencia purulenta siguen diciendo. Por cobardía, estupidez o inhumanidad, no se reconoce que hubo un Estado que permitió y alentó el crimen y la vileza, y una sociedad que calló, a la que poco o nada le importó. En Putis se abrió una fosa más que pone al descubierto restos de seres humanos, pero que también revela muchos de nuestros males y defectos”.

Germán Vargas Farías“Putis, demasiado dolor para ocultarlo”.