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Monográfico Tribuna Interpretativa enero 2014 - Crisis y culturaTRANSCRIPT
TribunaInterpretativa
El porqué de la actualidad
XIV-EnEro 2014
Director: Adrián Caballero
Directora Adjunta: Aida Deturck
Subdirector: F. J. Rodríguez
Redactores jefe
Política: Laura Alonso
Economía: Patrícia Pacheco
Comunicación: Clara Barbal
Cultura: Paloma Ausín
Participan en este monográfico
Paloma Ausín
Fernando Palacios
Laura Saula
Lorena Velasco
D. Gráfico: Fernando Palacios
Maquetación: Aida Deturck
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"El IVA cultural es una represalia política"Así� de contundente se muestra Pere Camps, de Marea Roja, en un artí�culo que muestra como el incremento del IVA del 8 a 21 por ciento afecta, y mucho, a la asistencia de espectadores y al consumo cultural de los ciudadanos en España. Creadores, propietarios de salas de cine y productores audiovisuales dan su visión sobre esta polémica subida del Impuesto sobre el Valor Añadido.
El cliente, el nuevo 'business angel'Si la crisis afecta a la cultura por no encontrar financiación ni perspectivas de viabilidad económica, tendrá que buscar el compromiso del cliente, del consumidor...del ciudadano. Surgen nuevas formas de conseguir dinero. Ahora los artistas han de buscar en el cliente final la confianza y la financiación de sus obras. Así�, quien quiera consumir cultura se convertirá en 'business angel' de la creación, pelí�cula, libro u obra que quiera disfrutar.
Un país sin cultura va a la desapariciónLos recortes en cultura nos sitúan en posición de alarma. Incluso diarios extranjeros advierten desde hace meses del peligro de recortar en cultura. Parece algo menor pero en este artí�culo encontraremos las claves de la importancia de la cultura para la sociedad e, incluso, para el buen funcionamiento de la economí�a de un paí�s. Además, se recorta en cultura pero no en otras partidas como las del Ejército, la Iglesia o la Casa Real.
Entrevista a Sergio Vila-SanJuán, coordinador del suplemento Cultura(s) de La Vanguardia. Laura Saula entrevista a este experto del mundo cultural, que además ganó el pasado 2013 el Premi Nadal por su novela Estaba en el aire. Escribe sobre cultura desde el año 1977 en diferentes diarios y cuenta cómo actualmente "tenemos más necesidad que nunca de consumir cultura".
...y la OPINIÓN de ALBERT LLADÓ, editor de Revista de Letras y coordinador de la sección de Cultura de La Vanguardia.
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“El IVA cultural es una clara represalia
política”Pere Camps, Marea Roja
El aumento del precio de las entradas a raíz de la subida del IVA del 8 al 21% castiga a todo el sector
l 1 de setiembre de 2012 será recordado por todas las personas dedicadas al mundo de la cultura como un
tachón en negro en sus agendas. Ese dí�a el Consejo de Ministros imponí�a mediante decreto ley un IVA del 21% sobre los productos culturales. Se acababa así� con el IVA reducido del 8%, lo que suponí�a un aumento de 13 puntos del tipo impositivo. Actores, bailarines, artistas y otros creadores tendrí�an que esperar para ver como el aumento del precio de las entradas afectaba al público y marcaba la evolución del sector..
Voces reivindicativas“Es una medida totalmente contraproducente porque no consigue sumar más dinero, sino que recauda menos ya que disuade el consumo cultural”, opina el actor de teatro y televisión Blai Rodrí�guez. Productores,
distribuidores, propietarios y actores coinciden en que la tasa sólo comporta menos ingresos y más destrucción de empleo. “La cultura se mina con impuestos, y esto no se deberí�a hacer nunca, ya que es conocimiento y éste hace crecer a los ciudadanos”, expresa el propietario de los cines Maldà y Boliche de versión original, Rafael Dalmau.
Y con un destacado papel en la reivindicación, el colectivo Marea Roja, creado a inicios de 2013 por personas del mundo de la cultura y que pretende representar al sector y luchar por un trato más justo de los contenidos culturales. Su principal petición, un IVA al 4% sobre todos los productos culturales europeos. “Este IVA es una clara represalia polí�tica, ya que la cultura hace a las personas más libres porque pueden pensar por sí� mismas. Esto a un gobierno conservador no le interesa porque ponen en duda su status quo”, opina Pere Camps, uno de los portavoces de la plataforma y director del Festival BarnaSants.
Marcada por la discriminación en las inversiones, el recorte y supresión de subvenciones y la subida del IVA, la cultura se tambalea. Y tanto colectivos sociales como personalidades del sector gritan que quieren seguir existiendo. La Gala de los Goya, fue sólo una expresión –aunque quizás la más visible- de las voces pro-cultura. Analizamos por sectores la situación.
Cine
Desde grandes cadenas exhibidoras como Cinesa, Ocine o Yelmo para un público generalista, hasta pequeñas salas de cine de autor y en versión original, todas han sufrido un descenso de espectadores desde la entrada en vigor del impuesto. Concretamente, según indica el Anuario de la Fundación SGAE, perdieron un 5% de espectadores en 2012. Una industria, la cinematográfica, tocada durante una década por la cultura de la gratuidad y las descargas ilegales, que suponen el 43% de las visualizaciones, según el informe del Observatorio de Piraterí�a
ELorena Velasco@LorenaVelasco29
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y Hábitos de Consumo de Contenidos 2013. Como factor añadido, la crisis económica global. E� sta ha provocado desde 2008 y hasta 2011 (antes de la entrada en vigor del nuevo IVA), la pérdida de 9.4 millones de espectadores, según el Ministerio de Cultura. Por lo que el nuevo impuesto “ha sido un asesinato contra el cine”, según el propietario de los cines Maldà, Rafael Dalmau.
“Si no se baja el IVA lo que tendremos que bajar es el precio de las entradas. Ver una sala de cine una noche de entre semana es muy triste”, comenta Dalmau. Muestra de la importancia del precio en la afluencia, la espectacular acogida de la V Fiesta del Cine los pasados lunes 21, martes 22 y miércoles 23 de octubre. Un total de 1 millón y medio de espectadores en tres dí�as. El secreto, los tickets a 2.90 euros. Organizada por productores (FAPA), distribuidores (FEDICINE), empresarios (FECE) y el Ministerio de Cultura, el sector recaudó un 663% más que en los mismos dí�as de la semana anterior (según la consultora Rentrak). Las grandes exhibidoras Yelmo y Cinesa repitieron la promoción dos semanas más tarde, con entradas a 3.50 euros y también fue un éxito.
Con estos datos sobre la mesa, parece que el gobierno ha tomado en consideración las quejas de los exhibidores. Según un comunicado publicado en la web del Ministerio de Cultura el dí�a 18 de diciembre, se está estudiando "una reducción del tipo impositivo del IVA para el cine", que supondrí�a “una desgravación fiscal de hasta un 25%”, pese a que no se ha indicado la fecha para la nueva tasa ni la cifra en la que quedará el impuesto. Sobre la medida, Pere Camps desde Marea Roja opina que “hay una clara intención del gobierno de dividir el sector”.
El nuevo impuesto es "un asesinato contra
el cine"
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Danza y artes esCéniCas
Las pequeñas compañí�as de artes escénicas han sido unas de las más perjudicadas por el aumento del IVA. “Personas que se dedicaban profesionalmente a esto no sólo han perdido su trabajo sino que han tenido que renunciar a su oficio o irse del paí�s”, explica Blai Rodrí�guez, coordinador de Artes Escénicas del Latino Teatre y miembro de la compañí�a Guillem Albà (Crackòvia). “A una gran empresa también le afecta, con recortes en la plantilla, pero la compañí�a en sí� no desaparece, que es lo que está pasando con las más pequeñas”, comenta el actor. Concretamente la danza ha perdido un 10% de asistencia y la recaudación ha caí�do un 14,48% desde el nuevo IVA, según datos del informe de la SGAE.
teatro
En relación al sector teatral, los espectadores también han disminuido un 10%, pero la recaudación sólo un 6%, ya que las grandes producciones
y los musicales siguen reuniendo público. La pérdida y precarización de los puestos de trabajo es inherente a la bajada del consumo ya que según FAETEDA, tan sólo tras 6 meses después de la entrada en vigor del impuesto, ya se habí�an perdido 596 puestos de trabajo directos.
En perspectiva comparada con Europa, el teatro en la mayorí�a de paí�ses de la Unión Europea está menos grabado por impuestos. Francia tiene un IVA del 2.5% para las primeras 140 entradas y después sube al 7%, Holanda lo mantiene al 6% y Alemania al 7%. En España, se paga el 21%.
En países como Francia el IVA ronda los 2.5% para las primeras entradas y sube al
7% para las siguientes
Teatro Nacional de Cataluña. Wikimedia Commons
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Museos
Uno de los pilares culturales menos afectado han sido los museos. A las galerí�as nacionales no se les aplica la subida, por lo que el Prado o el Reina Sofí�a mantendrán sus precios. Si se tiene en cuenta que los museos públicos de titularidad autonómica o municipal son gratuitos, los únicos afectados por la medida son las colecciones estrictamente privadas, como el Guggenheim de Bilbao o la Fundación Dalí�.
seCtor eDitorial
El libro en papel es el único contenido cultural que mantiene un IVA superreducido al 4%. El libro digital, en cambio, se encuentra al 21%, por lo que las editoriales piden equipararlo al del libro tradicional. Serí�a una de las fórmulas contra las descargas ilegales, ya que sólo un 32% de los lectores en formato digital paga por las descargas, según revela el informe “Hábitos de lectura y compra de libros 2012” de la Federación de Gremios de Editores de España.
MúsiCa El aumento de la tasa impositiva ha provocado pérdidas para la música en directo de 12 millones de euros al año, según el XII Anuario de la Música 2013. La Asociación de Promotores Musicales plasma que se han perdido 500 puestos de trabajo en el sector. En relación a la música grabada, siempre ha tenido (igual que el ví�deo) el máximo IVA, por lo que la subida
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Inakihuarte
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supuso 3 puntos más, pasando del 18% al 21%. Caen las ventas en soporte fí�sico (desde 2007, en un 67%) pero aumentan ligeramente los ingresos por el mercado digital, en un 5% (datos de la SGAE).
El sector musical es uno de los más afectados por las descargas ilegales. “Somos el segundo paí�s más pirata del mundo”, explica el gerente de la productora audiovisual Benecé, Javier Atance. El productor considera que dada la cultura de la gratuidad existente, el Estado deberí�a cobrar cuotas a las compañí�as de ADSL que permiten la descarga ilegal de contenidos de autor.
PerCePCión Cultural
“Quien no valora la cultura no es la sociedad, sino las instituciones públicas”, opina el actor del programa Crackòvia de TV3 Blai Rodrí�guez. “La cultura es un espacio que ha sido necesario para el desarrollo de los pueblos, pero lleva una carga de conciencia crí�tica y de pensamiento que es peligrosa porque pone en duda el sistema. Ahora hay una polí�tica claramente liberal y la cultura todaví�a es más peligrosa porque lleva la semilla de una alternativa crí�tica”, opina Pere Camps.
Así� pues, pese a que el sector crea que los polí�ticos no valoran la cultura, los ciudadanos sí� que lo hacen. De aquí� la necesidad de crear consumidores culturales, mediante la promoción de la cultura propia. “Tenemos que aprender de otros paí�ses, como Francia, en la que su cultura es consumida de forma preferente por sus ciudadanos”, comenta Atance. En el caso español la
tendencia se invierte, ya que hay más consumo de producción extranjera que propia. En el mundo del cine la diferencia se amplí�a, ya que según el Ministerio de Cultura sólo un 20%
de los espectadores consumieron pelí�culas españolas o catalanas. El productor cree que la situación no se puede justificar mediante la herencia del franquismo. Del régimen
dictatorial, según Atance, “sólo nos queda la cultura del doblaje, usada para la manipulación de los diálogos”.
La asignación de la partida de cultura en los Presupuestos Generales
del Estado también indigna al sector: “No llega al 0.7% del total. Un paí�s que cree que toda su industria cultural y museos sólo significan el 0.7% de su dinero, no es un paí�s de futuro. No consiste en darnos limosna”,
opina Javier Atance. Pero pese a las dificultades, la
función, de momento, continúa. Y todos los que aman la cultura esperan que el telón nunca se cierre para siempre.
"Son las instituciones públicas quienes no valoran
la cultura, no la sociedad"
En conmemoración de la aprobación del Reglamento de la Ley Sinde el 30 de diciembre de 2011 por el Consejo de Ministros de España. Jose Mesa (Mataparda)
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EL CLIENTE FINAL
CONVERTIDO EN
“BUSINESS ANGEL”
La cultura busca en sus “clientes” nuevas vías de
financiación y mecenazgo.
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ace unas semanas, la princesa de Asturias pedí�a “apoyar la cultura en favor de la democracia”. Son tiempos difí�ciles para este sector, sobre todo
con una herencia que va más allá de los primeros recortes. Que si las SGAE, que si el IVA, que si la piraterí�a, que si los recortes, vamos el cuento de nunca acabar.
Sin duda, la sociedad sigue su rumbo, por encima del bien y del mal polí�tico y económico. De hecho el ciudadano sigue consumiendo cultura, por H o por B. Y más en estos tiempos que desde las más altas cúpulas construyen sus estrategias desde “el todo vale”. Retomo el discurso de Doña Letizia, en el que su alteza destacaba que "un paí�s con ciudadanos que disfrutan y apoyan la cultura es un paí�s que progresa”.
El consumidor de cultura se ha buscado nuevas ví�as, y por tanto a los creadores y creativos de esa cultura nos les ha quedado más remedio que hacer lo mismo. Son muchos usuarios los que han visto en las páginas de descarga en internet, una salida. Sobre todo, las nuevas tecnologí�as y las redes sociales han marcado el antes y el después en la forma de consumir esa cultura.
Teatros, cines, pintores, escultores, artistas, cantantes y demás profesionales de las artes han optado por rebajar su margen de beneficio, a favor del consumo. Ya son muchas las exposiciones que han ampliado su horario gratuito, incluyendo guí�as sin coste. Son varias las campañas que han hecho los cines a 2 euros de media, a nivel nacional. Algún director valiente como Paco León puso su largometraje Carmina o revienta” a 1,95 euros formato online, o a casi 6 euros en CD. Y por supuesto el público ha respondido.
A un precio muy asequible, de 16 euros, el consumidor de teatro y moda, ha podido disfrutar en ModaScena Madrid del primer espectáculo que ha integrado cuatro desfiles de moda con las modelos de Isabel Navarro, un montaje teatral con el grupo Jamming, en el Teatro La Strada, con Miss Cocó como maestra de ceremonias. Almudena Velasco, directora de ModaScena Madrid, y una de las responsables junto con Manual Comunicación, de producir este gran espectáculo, ha querido experimentar y crear una equilibrada mezcla de moda y humor, pasarela y teatro, patio de
HPaloma Ausín
@paloma_ausin
Ángel de la victoria, Calcuta. Samitkumarsinha
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butacas y modelos. Además de acercar la moda y el teatro a todos los bolsillos de todas las edades, “querí�a descontextualizar los desfiles profesionales de moda, tan herméticos para el público en general, y acercarlo a un lugar tan cercano para todos como es el teatro”.
Pero donde se ha notado más esa búsqueda de alternativas por la supervivencia es en el sector literario. Un sector que casi empre ha estado atado al mercado despótico de las editoriales, las estrellas mediáticas y la publicidad y el marketing
que cada cual se podí�a sufragar. Esto ha llevado a que el escritor se haya dirigido directamente al público, y a utilizar las nuevas ví�as de comunicación y redes sociales para dar a conocer su obra, y su labor. Sobre todo, cuando todos ellos, coinciden en que la autoedición aporta más ganancias (70% aprox.), frente al 10% de beneficio que le entrega la editorial.
La inmediatez y gran conexión que ofrecen las nuevas tecnologí�as ha provocado la eliminación de intermediarios, y por tanto la reducción de costes. Daniel Gómez Tarragona, Director General de Dicendi Comunicación, una agencia de comunicación que da apoyo al lector novel para abrirse al mercado, nos comenta, que en ocasiones la distribución es tan costosa en tiempo y recursos, que el beneficio de la editorial se ve reducida, para ofrecer al escritor la mejor difusión de su obra. “Dicendi ofrece al autor novel apoyo de edición corrección, maquetación, entre otros, para que el escritor tenga su obra adaptada, tanto para la autoedición, como para la difusión y enví�o a las editoriales. Un protocolo exigido en el mundo editorial y que en ocasiones se desconoce”.
Profesionales de las artes han optado por rebajar su margen
de beneficio, a favor del consumo
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Es el caso de los creativos que lanzan gratuitamente su obra en un blog, que gracias a su éxito se convierten en libros. Fátima Casaseca conoció a su marido en Berlí�n, donde estudió una carrera de letras. Tras irse a vivir a un pueblecito de 2.500 habitantes, al sur del paí�s y “embarazada de mi tercer hijo, en pleno invierno y sin conocer todaví�a a nadie, completamente frustrada por las pocas posibilidades que tení�a de trabajar en algo de lo mí�o o algo interesante, me puse a bucear por la web y me topé con una infinidad de blogs personales. Empecé a leerlos y a sentirme más acompañada con sus relatos y al final me animé a abrir uno propio. Me motivó también mucho las ideas idealizadas y equivocadas que circulaban sobre Alemania”.Fue tal el éxito que tuvo su blog Una Mama Española en Alemania que le contacto una agente literaria. “Al principio no estaba muy convencida
de que la cosa fuese a funcionar, porque trato muchos temas diferentes en mi blog. Pero Planeta, dijo sí� al libro, y me dejaron libertad absoluta. Cuando me abrí� el blog, enclaustrada en un pueblo de Alemania, jamás pensé ese sueño se harí�a realidad y mucho menos que me caerí�a del cielo”.
También, a través de un blog Galileo Campanella dio a conocer su historia de El blues del hada azul. Los lectores fueron llegando por el boca a boca, o la casualidad de los buscadores. Fue tal el éxito que en tan solo unas semanas comunicó a sus lectores que una editorial ya le habí�a fichado. También los lectores, auténticos mecenas, quienes apoyaron la publicación de El Blues a través de la plataforma de crowdfunding Verkami, con una aportación de 10 euros, han conseguido que este escritor escriba
Los escritores coinciden en que la autoedición
aporta más ganancias que la editorial.
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su segunda parte Heliópolis: La Travesía del Arcoíris.
Con el método del crowdfunding, o micro mecenazgo, ha iniciado Laura Ribas su libro, sin editorial, simplemente con el apoyo de sus seguidores del blog y la formación, que tras el llamamiento en redes sociales, han respondido. “Pienso que la autoedición es la mejor opción, pero es cierto que las editoriales y la ví�a tradicional te da cierto prestigio. Todaví�a no lo he decidido, aunque sé que el lanzamiento y el marketing lo seguiré haciendo yo misma”.
Por otro lado Elena Muñoz, creadora del blog de éxito Mi vida en tacones, tení�a una historia que contar, y tras enviar el manuscrito a varias editoriales, y convencer del éxito de su libro, Como el Viento en La Espalda, está ya en las librerí�as del paí�s. Reconoce que sus lectores son sus mejores aliados para darse a conocer por el territorio español.
Gracias a esa complicidad entre las grandes historias y los lectores, Mercedes Pinto Maldonado y sus obras, Pretérito Imperfecto, Maldita, La última vuelta del Scaife, El Talento de Nano, se han mantenido en el ranking de los libros más vendidos en Amazon durante más de un año consecutivo. Su éxito ha sido el broche para conseguir que la editorial esté apoyando la distribución, y difusión de sus obras y sobre todo de su último libro El Fotógrafo de Paisajes.
Por este método mixto, también se ha decantado Natalia Gómez del Pozuelo, pero al revés que sus compañeras. Los primeros libros de Natalia fueron publicados con una editorial, hasta que se encontró con una historia que requerí�a incorporar un ví�deo, y “fue el propio libro el que me obligó a buscar una alternativa tecnológica que se adaptara a esta necesidad y fue a partir de ese momento que me decanté por la rcade
Matt Hammond
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autoedición. Desde entonces, los publico a través de Amazon”.
Las nuevas plataformas de comunicación y los avances tecnológicos, están dando un giro en la forma de consumir fotografí�a, desde redes sociales gratuitas, hasta la creación de aplicaciones para dispositivos móviles, como la aparición de Paper Lover. La joven emprendedora, creadora de la aplicación, Guillermina Rosés, vinculada al mundo de la
publicidad ha adaptado su pasión por la fotografí�a con la tecnologí�a, a través de una app fácil de utilizar. En cuatro pasos y tan solo por 17 euros se puede imprimir hasta 47 fotos en un exquisito formato cuadrado 10x10 cm, ideal para otros amantes de la fotografí�a y adictos al atractivo de las redes sociales como Instagram, Pinterest, Flickr, etc.
La cultura está incorporada en el dí�a a dí�a de todo individuo, independientemente de sus gustos y
nacionalidades. Por ello, no es extraño que las Bellas Artes y las Humanidades vayan de la mano. A pesar de los tiempos que vivimos, se llevan a cabo conciertos gratuitos en cafeterí�as o estaciones de metro, exposiciones de pintura y escultura en bares y hospitales, casting realizados por ayuntamientos para controlar el nivel cultural de sus artistas callejeros, una pauta de conducta social inherente en el ser humano.
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Qué significa “cultura”? La Real Academia Española define el término como el “conjunto de conocimientos que permite a alguien
desarrollar su juicio crí�tico”. Pero esa definición no es adecuada para abarcar un concepto tan grande; es necesario aclarar, además, que la cultura está mezclada con las artes: el teatro, la literatura, el cine, la música, etc. Aun así�, tampoco es esto suficiente para alcanzar a comprender su vasta importancia. La cultura es, según el biólogo José Sarukhán, “sinónimo de civilización y progreso intelectual”. Es algo inherente al ser humano; es un impulso, un í�mpetu, un estí�mulo. La cultura es, en palabras de Confucio, lo que distingue mejor al hombre, más aún que sus cualidades naturales. La cultura es todo esto y mucho más. Sin embargo, hay unas palabras relativas a la cultura que hoy en dí�a son especialmente crí�ticas. Son las de de Alejandro Jodorowsky, artista chileno de origen judí�o-ucraniano: “Cuando los paí�ses se desmoronan y se caen, lo único que queda de ellos es la cultura, por eso es tan importante. Un paí�s sin cultura va a la desaparición”.
¿ España parece estar sufriendo su propio desmoronamiento; pero la cultura, lejos de mantenerse intacta, como afirmó Jodorowsky, está siendo arrastrada en la caí�da. No es el único área que está sufriendo las consecuencias, por supuesto; el gobierno del PP ha aplicado sucesivos recortes a todas las áreas más importantes, o más ciudadanas, del Estado Democrático, (a saber: Educación, Sanidad y Cultura), mientras que ha dejado casi intactas otras áreas que, para el ciudadano de a pie, son mucho menos tangibles, (Ejército, Iglesia y Casa Real). Los peligros inherentes de esta clase de recortes “emparentados con el franquismo”, (en palabras de Javier Marí�as), se han discutido largo y tendido, especialmente en los campos de Educación y Sanidad. Y no es de extrañar, puesto que el valor y la necesidad de estos dos ámbitos son absolutamente indiscutibles.
Sin embargo, hay un tercer ámbito, una tercera pata del tan controvertido Estado del Bienestar, a la que no se le suele dar la importancia que merece, (o, al menos, no dentro del común de la ciudadaní�a española). Quizá sea por el tradicional alejamiento que caracterizó
Un país sin cultura va
a la desapariciónFernando Palacios
@ferpalaciosd
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al franquismo, o por los bajos niveles de exigencia escolares o expectativas de la sociedad para sí� misma, o por el escaso interés del ciudadano de a pie por su misma herencia y contexto cultural; pero lo cierto es que la tercera pata no resuena de igual forma en las conversaciones callejeras y las manifestaciones populares que las otras dos. Y deberí�a hacerlo, puesto que es uno de los entornos que más duramente está siendo castigado. Aunque no siempre fue así�.
Marí�as, de nuevo, denomina este fenómeno como una especie de “enorgullecimiento de la ignorancia”, una evolución especialmente decreciente en España en estos últimos años. La literatura y el resto de las artes nunca han sido hábitos especialmente masivos en ningún lugar del mundo, pero su importancia ha sido inestimable a lo largo de la historia. Si nos alejamos en el tiempo y el espacio, descubriremos que las épocas más prósperas siempre han ido acompañadas de explosiones culturales y creativas. Jonah Lehrer, en su artí�culo en la revista Wired: Cultivando Genios en el Siglo XXI, señala tres épocas y tres lugares especialmente caracterí�sticos
Mataparda
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en este aspecto, (citando al estadista David Banks): la Atenas del S. IV a.C., la Florencia del S. XV, y el Londres del S.XVII, (Platón, da Vinci y Shakespeare, respectivamente).
Estos tres puntos tuvieron en común, a su vez, tres caracterí�sticas principales: un contexto generalmente pací�fico, (es decir, la ausencia de grandes guerras); un especial énfasis educativo en la cultura propia y ajena; y un fuerte apoyo económico a la cultura de parte de las instituciones, con una gran tolerancia para el riesgo e incentivos potentes para la innovación. Esta última caracterí�stica es, precisamente, lo que se está perdiendo en España. Y con ella, aunque de forma menos visible, también se está perdiendo la posibilidad de fomentar un clima apropiado para la innovación y la generación de ideas nuevas; elemento este imprescindible, según Lehrer, para el progreso económico de un paí�s.
El periódico británico The Guardian señaló a mediados del año pasado la preocupante posición de España como cabeza de los recortes en cultura europeos. No es el único ámbito, de nuevo, en el que mantenemos posición en un triste podio; pero si podrí�a ser uno de los más peligrosos. A� ngeles González-Sinde, exministra de Cultura con el Gobierno socialista entre 2009
y 2011, advirtió recientemente que no se deberí�a recortar “bruscamente” en cultura, ya que recuperar el terreno que se pierde es muy difí�cil. Aun así�, al gobierno del PP no parece importarle advertencias como esta, (como tampoco parecieron importarle al gobierno del PSOE en el momento de aplicar recortes). En el acumulado de los años 2010-2012, el sector cultural español sufrió un tijeretazo de alrededor del 70%.
La cultura en España supone un 3-4% del PIB y entre 450.000 y 600.000 empleos, (según las fuentes). Pero, ¿cuán adecuados son estos baremos para el caso que nos ocupa? La cultura no es un campo dado al balance económico, como la agricultura o la ganaderí�a, puesto que su valor no es ponderable; quizás sea esa la razón que se esconde detrás del aumento del IVA y de los incesantes recortes: una “deserción institucional”, (en palabras
El gobierno castiga a la cultura pero no al
Ejército, la Iglesia o la Casa Real
addeditorialLibrería París. Flickr
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de El Paí�s), de la cultura por parte del Gobierno. O, en palabras un poco más fuertes, un “absoluto desprecio, cuando no hostilidad”, según Javier Marí�as. Cristobal Montoro, ministro de Hacienda, identificó el año pasado a la cultura con el “entretenimiento” en una de sus declaraciones públicas. El Gobierno parece seguir creyendo que las actividades culturales no son más que un “lujo innecesario”, a pesar de todas las pistas que indican precisamente lo contrario.
Todo esto nos lleva a una pregunta esencial: ¿cuál es el valor de la cultura? La respuesta, de nuevo, cambia según la fuente que se consulte. Quizá sea necesario indagar un poco para encontrar las claves necesarias. Lo primero es lo primero: ¿cuánto de “lujo” tiene la cultura? Una búsqueda superficial nos lleva hasta la página web del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en el que se hospeda un estudio sobre “el valor económico de la
cultura en España”; el periódico ABC, por su parte, nos habla de “el precio de la cultura en España, y en Europa”. Si buscamos por cauces más alejados del Gobierno, sin embargo, nos encontramos con las inquietantes palabras de Juan José Millás: “Ir al cine, escuchar a Beethoven,
leer a Dostoievski o visitar el Museo del Prado no son formas de consumo. Son formas de vida.”
Tan ciertos son los inestimables valores sociales, intelectuales y personales de la cultura como su triste realidad económica. Y es esta última,
precisamente, la que más sufre los recortes. David Pérez Hernado, director de La Nave del Duende y gerente de Karlik Danza Teatro admite que hay mucha gente en el sector de la cultura que depende de las ayudas del Estado a la producción. Todos estos elementos podrí�an llevarnos a aceptar, (a medias), su calificación de lujo; sin embargo, hay algo que despeja todas nuestras dudas.
Si los recortes en cultura continuasen, se podría
alcanzar un espeluznante punto de no retorno
addeditorial
Cine Urgel, Barcelona. Aida Deturck
Ministro de educación, cultura y deporte, José Ignacio Wert. La Moncloa - Gobierno de España
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No hay que olvidar que la cultura es, al fin y al cabo, un derecho humano reconocido. Millás considera el beneficio económico de la cultura como un “daño colateral”. La dificultad de rentabilizar las actuaciones culturales es, precisamente, la razón por la que es tan necesario un apoyo institucional; apoyo que, hoy en dí�a, es cada vez más escaso. La cultura, pues, está lejos de poder ser considerada un “lujo”.
Pero aún nos queda una segunda clave: ¿cuán necesaria, (o “innecesaria”), es la cultura? Volvamos a Millás: “Naturalmente que hay una relación entre el dinero circulante y los bienes de consumo. ¿Pero debemos darle a la cultura y a la educación el tratamiento de un bien de consumo? No lo creo, porque en ese mismo instante las reducimos a la categorí�a de lo prescindible.” El columnista no es el único al que le preocupa esta descalificación del
acto cultural; Juan Goytisolo aseguró, horas antes de recibir el Premio Formentor, que le parecí�a “muy grave y de consecuencias nefastas que hoy los polí�ticos consideren la cultura como algo prescindible”. ¿Es la cultura prescindible? ¿Cuáles son las “consecuencias nefastas” de que lo sea? Félix Montes, portavoz del PSOE en Cultura y senador por Segovia, advirtió que son, entre otras: “cierres de cines, menos espectadores en teatro, un descenso en la recaudación” y “la desaparición de empresas y empleo”.
Pero esto no es lo peor; si los recortes en cultura continuasen, se podrí�a alcanzar un espeluznante punto de no retorno. En palabras de Almudena Grandes: “acabar con el concepto público de la cultura y con un Estado implicado en la vida cultural de un paí�s es peligrosí�simo porque, a la larga, se acabarí�a con el pensamiento
crí�tico”. La cultura es, en resumidas cuentas, un campo necesario, al igual que la educación o la sanidad. Si recordamos el artí�culo de Lehrer, el apoyo institucional a la cultura era uno de los pilares básicos para la generación de nuevas ideas. ¿Cuáles serán las consecuencias si perdemos ese apoyo indispensable? Nadie lo sabe todaví�a. Pero las teorí�as no son nada halagüeñas.
Con todas estas pistas deberí�amos tener ya claves suficientes para definir la cultura como un “derecho imprescindible”, en lugar de un "lujo innecesario". Quizá esté pasando por uno de sus peores momentos, pero siempre queda lugar para la esperanza. No hay que olvidar que la cultura necesita de gran apoyo social, de todo su entorno. Si no queremos “ir a la desaparición”, en palabras de Jodorowsky, deberí�amos tenerlo siempre muy presente.
Martin Belam
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Raquel Abellán
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Sergio Vila-Sanjuán
Laura Saulaentado en su despacho de la novena planta del edificio Godó nos recibe Sergio Vila-Sanjuán (Barcelona,
1957). Estamos ante uno de los periodistas culturales españoles más activos de las últimas décadas. Coordinador del suplemento Cultura/s de La Vanguardia, este año ha recibido el Premi Nadal 2013 por su novela Estaba en el aire, ambientada en la Barcelona de los sesenta, y donde se reflexiona sobre la inmigración y el nacimiento de nuevos medios de comunicación como el periódico Tele/exprés. Gran experto del mundo cultural, ha escrito sobre arte y literatura des de 1977 en los desaparecidos El Correo Catalán y El Noticiero Universal, medios desde los que ha podido observar la evolución del sector cultural en las últimas décadas. Además, ha tenido el privilegio de tratar personalmente con algunos de los grandes autores superventas, como Harold Robbins, Ken Follett, Michael Crichton, John Grisham, Arturo Pérez Reverte, Noah Gordon o Tom Wolfe.
SUmberto Eco dice que la cultura es una crisis continua.Lo que está claro es que muchas veces un momento muy malo genera una cultura muy buena. Por ejemplo, el Siglo de Oro español fue un momento de decadencia económica y social, pero a la vez un momento de esplendor cultural. Otros ejemplos son la catástrofe del 98 español, que generó toda la cultura de la Generación del 98; o la India de la partición, en los años cuarenta y cincuenta, que fue una época altamente conflictiva y dolorosa, pero justo de ese momento salió una obra extraordinaria, como las novelas de Salman Rushdie o Vikram Seth.
Entonces, ¿de esta crisis saldrá algo muy bueno?Vamos a ver qué pasa. Aunque hay que saber que la cultura nunca es inmediata.
@LauraSaula
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Sergio Vila-Sanjuán
“Ahora tenemos mas necesidad que nunca de
consumir cultura”
Por ejemplo, cuando cayó el muro de Berlí�n se pensó que enseguida saldrí�a una novelí�stica de todo esto, pero no llegó hasta el cabo de 10 años. Igualmente pasó con la Transición Española, que hasta la década de los ochenta no salió toda una generación que reflexionara sobre este momento histórico.
Y, en el caso de la crisis actual, ¿por dónde cree que andarán los tiros? ¿Cuál es nuestro diagnóstico?Yo creo que aquí� pasan dos cosas. Por un lado hay un tema económico importante. Es evidente que los sueldos han bajado y la gente gasta menos en cultura, y por otro lado ha habido un corte muy fuerte por parte de las instituciones que favorecí�an la cultura. Sobre
todo por parte de las Cajas de Ahorros, una cosa muy española que ha hecho mucho daño, ya que hasta ahora habí�an sido los principales mecenas culturales
del paí�s. Creo que el cataclismo que ha sucedido con las Cajas de Ahorros se podrí�a haber evitado, porque en otros paí�ses nunca ha funcionado así� y les ha ido mejor. Sin olvidarnos del famoso IVA
cultural, un error delirante que no ha hecho ningún bien. Ahora, con la pérdida de financiación por parte de estas instituciones, hay muchos creadores que tienen que buscar nuevas formas para poder trabajar como antes.
Parece que los empresarios buscan alternativas, como la 'Fiesta del Cine', con entradas a 3€, y las salas se llenan aunque sea lunes.Esta es la otra cara de la crisis: la gente consume cultura y aún consumirá más. La cultura sirve a la gente por dos razones: para ayudar a entender el mundo y a uno mismo y para entretenerse. Por eso ahora tenemos mas necesidad que nunca de consumir cultura, porque la
El IVA cultural es un error delirante que
no ha hecho ningún bien
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aun no tení�an sección de cultura, y en la TV habí�a poca presencia de la literatura. Luego en los años ochenta y noventa la información cultural creció muchí�simo. Pero desde el inicio de la crisis, en el 2007 y 2008, mucha de esta información cultural que h a b í� a m o s ganado se ha ido recortando. Y aunque ahora seguimos estando muy por encima de donde estábamos en el año 75, es evidente que ha habido una reducción y adelgazamiento sustancial de la información cultural.Usted dijo en una entrevista que el periodismo cultural se está
renovando a través de los blogs. ¿Es ése el futuro del periodismo cultural?
E s
cierto que el periodismo cultural se está renovando a través de los blogs y del periodismo digital. Una señal muy alentadora es que uno de los medios digitales más rentables del mundo en estos momentos es el New Yorker. Se trata de una
gente está preocupada, necesita explicaciones, y a la vez le gusta ir a pasárselo bien. Que hay demanda de cultura está claro, lo que hay que inventar son formulas para que la gente pueda acceder, propuestas como las de los cines que bajan los precios o hacer micromecenajes. Pese a todo, creo que todo el sector cultural se está readaptando a esta situación.
Otra parte del sector es el periodismo cultural. Usted que trabaja en este campo, ¿que opina de la frase que dice “el gran periodismo no se entiende sin el periodismo cultural”?De alguna forma, yo he visto el despegue, el auge y un poco el inicio de la caí�da del periodismo cultural en España. Empecé a trabajar en los años setenta y muchos diarios
Pese a todo, creo que el sector cultural se
está readaptando a esta situación.
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revista estadounidense que hace un periodismo muy elaborado y literario, y cuya página web cuenta con muchos suscritores. En el mundo del periodismo digital español tenemos al Jot Down, una iniciativa nueva que está teniendo mucho gancho, y esto nos demuestra que el mundo digital está animando una cierta renovación en el sector. Pero bueno, hay que decir que podrá funcionar porque en los últimos años los medios de papel españoles han creado una sólida tradición de buen periodismo cultural.
Antes ha comentado que las instituciones públicas españolas no están haciendo bien su trabajo para potenciar la cultura. En el caso del gobierno de Artur Mas, ¿cree que tiene algún proyecto de ámbito cultural interesante en el caso de la independencia de Cataluña?Con respecto al mundo de la cultura, el movimiento independentista catalán me genera hasta ahora muchas más dudas que objetivos claros. No precisa, por ejemplo, qué harí�a en caso de triunfar con la actual cooficialidad de lenguas, un tema sobre el que parece que hay mucha división. Es complicado aventurar qué ocurrirí�a con la edición en español, que constituye una importante industria cultural de Catalunya, en caso de una
hipotética separación. Ni tenemos datos sobre cómo quedarí�a la actual circulación de actores y directores entre Barcelona y Madrid en el mundo del teatro, cine y televisión, por ejemplo. O, en el terreno académico, si saliéramos, como parece que serí�a el caso, de la Unión Europea, que pasarí�a con las becas Erasmus y los proyectos de investigación de ámbito continental. En suma, hay demasiadas incógnitas, que serí�a bueno que quien corresponda empiece a despejar.
Y, sin aun ser independientes, ¿qué opina de la gestión cultural de la Generalitat para el 2014?Me parece digno de mención que en este año 2014 partidas muy significativas en materia cultural de la Generalitat y, sobre todo, del ayuntamiento de Barcelona, se hayan destinado a la celebración del tricentenario de 1714. Un programa que en sus inicios, con iniciativas como el desafortunado coloquio España contra Cataluña, parece haberse puesto directamente al servicio propagandí�stico del independentismo. Eso hace albergar consistentes dudas sobre su seriedad intelectual. Cabe preguntarse si el presupuesto que se le dedica, especialmente en un momento de crisis como el actual, no podrí�a haber encontrado finalidades menos sectarias.
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Opinión
Los 10 mandamientos del periodista cultural
Me invitan a hablar de periodismo cultural ante profesionales del sector. Es evidente – por el recorrido o por el talento de los asistentes – que yo tengo más que aprender de ellos que ellos de mí�. Y, como siempre me pongo nervioso en estos bosques, apunto aquí� diez ideas (que no dogmas). Así�, si decimos barbaridades, que al menos sean sólo diez. Numeradas e identificables.
1) No renuncies a la pasiónCreemos más en la forma de escribir sobre arte de Baudelaire que en la de Danto. Entre el verso y la academia, están los diarios. No existe la objetividad. Podemos dejarnos la piel, si hace falta, en una crí�tica. Pero no confundir pasión, entrega, con la irracional y chabacana euforia. La pasión viste lencerí�a fina. La euforia, bragas de esparto.
2) El periodismo es literaturaEl periodismo al que aspiramos, el que nos gusta leer, utiliza metáforas, analogí�as y diálogos. Es un género literario ligado a unos hechos determinados. Mientras la ficción tiene un pacto con la verosimilitud, el periodismo lo tiene con el rigor (y la honestidad). Esa es la única diferencia.
3) La verdadera censura, la propiaDice Pascual Serrano que “para escribir hace falta valor, y para tener valor hace falta tener valores. Sin valores más vale callar”. El miedo es humano. Pero si el periodista cuida todos los detalles, gestiona bien sus temores, y es preciso en sus argumentos, nadie se podrá
negar a publicar un tema sin sonrojarse. No seas el primero en frenarte. Que otros hagan el ridí�culo. Molesta, insiste, si es necesario. Y preocúpate sólo de que tu artí�culo sea impecable.
4) Sé un niño que busca las trampasEl mundo es un campo lleno de ratoneras. El periodismo es un juego que nos invita a encontrar los anzuelos. En cuanto puedas, deja de cargar con las inercias. Huye de la espiral del silencio, rescata lo importante, marca tú qué es actualidad y qué mercadotecnia. Investiga. Quí�tale la corona de laurel a las falsas deidades.
5) Derecho a contradecirseEl pensamiento es nómada. Mantén firme tu compromiso con la sociedad sin pánico a contradecirte. No eres un militante que debe seguir unos parámetros estancos. No eres un vocero. El periodismo es constante aprendizaje (se ha acabado la dualidad inflexible entre maestro y alumno). Que las ideas que te empujen no sean prejuicios. Seduce, pero deja espacios abiertos en tus convicciones para dejarte seducir. Escucha. Si nunca te mueves por interés, cambiar un enfoque no es renunciar a la coherencia.
6) Hay brechasLa situación es precaria. Pero no caigas en el pesimismo. Los nuevos modelos de negocio llegarán (si hemos viajado a la Luna, ¿no seremos capaces de crear nuevos modelos de negocio?). Lo fundamental es identificar lo que no estamos dispuestos a perder durante esta
transición. No vayas ni de héroe ni de ví�ctima. El periodista, más que un francotirador, es un funámbulo.
7) La política es hija de la cultura, y no al revésEl periodismo cultural no se ciñe a hablar de los últimos espectáculos estrenados. El terreno que aborda el periodista, además, es mucho más amplio que la industria y la polí�tica cultural. La cultura es quien crea nuevos relatos. Podemos, poco a poco, romper los corsés que parecen inalterables. Reivindica la cultura como eje central de la sociedad. La cultura tiene como principal función preguntarse por las potenciales condiciones para que todos los ciudadanos sean libres y tengan los mismos derechos. La cultura es polí�tica en mayúsculas.
8 ) Interpretar no es manipularTodo el mundo puede acceder hoy a la información. El periodista tiene que transformar los datos y las cifras en propuestas de conocimiento. Interpreta, lanza hipótesis, pero nunca intentes manipular al lector. Tu única arma es la credibilidad. No mientas jamás, pero arriésgate. Somos constructores (distingue el criterio de la opinión), no contenedores de comunicados y teletipos. La verdadera inteligencia es la capacidad de relacionar, poner en contexto, y mostrar los lazos que permanecen invisibles.
9) Ambición y humildadEl periodismo no acaba con las injusticias sociales, pero puede ayudar. Toma consciencia
de tu responsabilidad. No eres un monstruo por tener ambición. Si puedes, sacude y zarandea a quien permanece dormido. Pero no olvides, al mismo tiempo, que no toda la población está atenta a los medios de comunicación ni interactúa constantemente en twitter. Relativiza tus errores y aciertos. Salta la frontera de la endogamia (el periodismo no va dirigido únicamente a periodistas). No infravalores a nadie. Todas las personas son portadoras de historias que explicar.
10) Reconquista lo mediatoSafranski nos advierte de que “la información ya no se transforma en experiencia” por culpa de la aceleración en la que estamos sumergidos. Ante la solicitada inmediatez de los diarios digitales, reserva espacios para lo mediato. Toma distancia cuando puedas. Reflexiona. Traza nuevas lecturas. Provoca. Domestica la tecnologí�a. No caigas ni en la tecnofobia ni en la tecnofilia. Crea nexos, redes, para que el discurso sea abierto, no para embarullar el texto de saltos innecesarios. El matiz es tu campo de batalla.
Estas, pues, son algunas notas improvisadas (propias, y tal vez, intransferibles) sobre lo que entiendo como periodismo cultural. Pero como buen marxista que uno es (seguidor de Groucho, claro), les aviso: “estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros”.
ALBERT LLADÓ editor de Revista de Letras y coordinador de la sección de Cultura de LaVanguardia.com.
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