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Rafael Campo VásquezFabiola Cabra Torres María Ximena Quintero ÁlvarezMyriam Lucía Rojas GómezJavier TatisSusana Cuervo
Monitor de la cultura juvenil de
los estudiantes de la Asociación
de Universidades Latinoamericanas
de la Compañía de Jesús (AUSJAL)
Monitor de la cultura juvenil de los estudiantes de la Asociación
de Universidades Latinoamericanas de la Compañía de Jesús (AUSJAL)
Informe de la PontIfIcIa UnIversIdad JaverIana
© Pontificia Universidad JaverianaFacultad de Educación
© Rafael Campo Vásquez, PhD, Facultad de Educación,
Director del proyecto.
© Fabiola Cabra Torres, PhD, Facultad de Educación
© María Ximena Quintero Álvarez, Vicerrectoría del Medio Universitario
© Myriam Lucía Rojas Gómez, Vicerrectoría del Medio Universitario
© Javier Tatis, Amaya,Observatorio de Juventud
© Susana Cuervo, Apoyo estadístico
Todos los derechos Reservados
Coordinación editorialMabel Ayure
Corrección de estiloElla Suárez
DiagramaciónPaula Amador Cardona
Información técnicaDepósito legal
Tiraje: 300Formato: 21,5 x 27,9
Papel: propallibros 75 gr.Impresión: 1x1 tintas
Precio: $35.000
Primera ediciónISBN 978-958-716-486-2Impreso por
JavegrafBogotá - Colombia, 2011
Pontificia Universidad JaverianaFacultad de Educación
Decano académicoCarlos Arturo Gaitán-Riveros
Directora Departamento de FormaciónYolanda Castro-Robles
Directora PosgradosElena Marulanda-Páez
Directora Licenciatura en Pedagogía Infantil María Consuelo Amaya-Bahamón
Director Licenciatura en Educación Básica con énfasis en Humanidades y Lengua Castellana Bernardo Recamán Mz
Secretario de FacultadJorge Alberto Zárate-Durán
Comité editorialCarlos Arturo Gaitán-Riveros, Decano académico Facultad de EducaciónPontificia Universidad Javeriana, ColombiaYolanda Castro-Robles, Directora Departamento de FormaciónPontificia Universidad Javeriana, ColombiaMauricio Pérez-Abril Pontificia Universidad Javeriana, ColombiaFabiola Cabra-Torres, PhDPontificia Universidad Javeriana, ColombiaMaría Caridad García-Cepero, PhDPontificia Universidad Javeriana, ColombiaUniversidad Católica del Norte, ChileYaneth Lizarazo-BeltránPontificia Universidad Javeriana, ColombiaMabel Ayure-UrregoPontificia Universidad Javeriana, Colombia
Mayor informació[email protected] Universidad Javeriana - Facultad de EducaciónCarrera 7 No. 40-62, Edificio 25, 4º pisoTeléfono: (571) 3208320, Ext. 2625, 2618. Fax: (571) 285 88 64
El contenido de esta publicación es de exclusiva responsabilidad de los autores. Se autoriza la reproducción total o parcial de la obra para fines académicos, siempre y cuando se cite la fuente.Este es un documento arbitrado publicado por la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Javeriana.
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Contenido
Presentación
Introducción
Investigaciones sobre jóvenes y cultura juvenil en la Pontificia Universidad JaverianaCaracterización del estudiante javeriano. Pontificia Universidad Javeriana. Cali, Colombia, 2006-2007
Encuesta estilos de vida estudiantes. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia, 2008
Estado del arte del trabajo en juventud (1987 y 2002). Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia, 2004
Trabajos de grado: pregrado, especialización y tesis de maestría relacionados con juventud. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia, 2004-2008Proyectos presentados en el Congreso la Investigación en la Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá, Colombia, Memorias 1990-2009
Acercamientos conceptuales a la cultura juvenil
Cultura juvenil de los estudiantes universitarios
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Problema, preguntas y dimensiones de la investigación Dimensiones de la investigación
Objetivo y metodología de la investigación
Resultados de la investigación y recomendacionesVariables sociodemográficasDimensión apoyo familiarDimensión hábitos de estudio Dimensión hábitos relacionados con la saludDimensión modalidades de trascendenciaDimensión participación políticaDimensión propósito de los estudiosDimensión uso social de internet
Limitaciones y proyección de la investigación
Bibliografía
anexo 1. Datos sociodemográficosanexo 2. Porcentaje y Frecuencias de la dimensión apoyo familiaranexo 3. Dimensión hábitos de estudioanexo 4. Dimensión: hábitos relacionados con la saludanexo 5. Dimensión: modalidades de trascendenciaanexo 6. Dimensión: participación políticaanexo 7. Dimensión: propósito de los estudiosanexo 8. Dimensión: uso social de internet
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Presentación
El proyecto Monitor de Cultura Juvenil de los estudiantes de la red AUSJAL surge como una iniciativa de la Red de Homólogos de Educación (Lima, 2005), frente a la necesi-dad de conocer más de cerca la realidad de los jóvenes que estudian en las universidades confiadas a la Compañía de Jesús. Se pretende hacer seguimiento a la forma como cam-bia la cultura juvenil de los estudiantes y a la constitución de redes de investigación que puedan utilizar el conoci-miento obtenido.
Para su desarrollo se revisan los principales antece-dentes en relación con las investigaciones realizadas sobre jóvenes y cultura juvenil, los acercamientos conceptuales a la cultura juvenil y se presentan los resultados de la explo-ración de la cultura de los jóvenes, obtenidos en la Pontifi-cia Universidad Javeriana en las sedes de de Bogotá y Cali.
Se trata de indagar acerca de las características socia-les y demográficas de los jóvenes, sus prácticas, creencias y aspiraciones y las implicaciones que tiene lo anterior en relación con la formulación de programas y proyectos de formación de los estudiantes universitarios. Finalmente, se formulan recomendaciones específicas en relación con cada una de las dimensiones de la cultura de los jóvenes, considerada en el estudio.
Sin ninguna duda, el presente trabajo constituye un aporte importante, en un primer momento de carácter des-
criptivo, al reconocimiento de las características de nues-tros jóvenes estudiantes, así como a sus implicaciones para su formación en el nivel de la Educación Superior.
Para la Facultad de Educación constituye una expe-riencia muy valiosa el haber podido participar en esta in-vestigación de carácter interdisciplinario y contribuir a su divulgación dentro de la Colección Formas en Educación.
Invitamos a los lectores a examinar con detenimiento el presente informe y a reflexionar sobre sus aportes al me-joramiento continuo de la calidad de la educación desde la perspectiva del Magis Ignaciano.
Carlos Gaitan Riveros Decano Académico
Facultad de Educación
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Introducción
Esta investigación sobre la cultura juvenil de los estu-diantes de la Universidad hace parte del proyecto Monitor de cultura juvenil en las universidades confiadas a la Compañía de Jesús en Latinoamérica, de la Red de Educación de la Asociación de Universidades Latinoamericanas de la Compañía de Je-sús (AUSJAL).
Se realizó en la Universidad durante 2008 y 2009, con base en una encuesta aplicada a 1761 estudiantes de pre-grado, sobre siete dimensiones de su cultura juvenil: apo-yo familiar, hábitos de estudio, hábitos relacionados con la salud, modalidades de trascendencia, participación política, propósito de los estudios y uso social de internet.
El propósito de la investigación fue recoger informa-ción sobre sus prácticas, creencias y aspiraciones en relación con estas dimensiones, que pueda ser útil para orientar pro-gramas y proyectos de formación integral. Se basó en el reco-nocimiento de que las maneras de pensar, sentir y actuar de los jóvenes actualmente son un condicionante decisivo de sus procesos de formación personal y profesional; por lo tanto, deben ser tenidos en cuenta en el momento de diseñar e im-plementar estos programas y proyectos de formación.
La cultura de los jóvenes es un fenómeno sociocul-tural, antropológico y psicológico de la mayor trascenden-cia educativa. Su dinamismo, complejidad y diversidad está modificando sustancialmente sus formas de aprender, sus fuentes de información, las relaciones entre profesores y estudiantes y, en general, los ambientes universitarios. De
La cultura de los jóvenes es un fenómeno sociocultural, antropológico y psicológico de la mayor trascendencia educativa.
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ahí que sea prioritario mejorar nuestro conocimiento de sus manifestaciones, tendencias e implicaciones pedagógicas.
Esta investigación aspira a hacer un pequeño aporte a nuestra comprensión de los jóvenes y las jóvenes de nuestra Universidad y un punto de apoyo para las nuevas investiga-ciones que es necesario hacer, como parte normal de nues-tro quehacer universitario.
En esta labor será indispensable en futuras experien-cias, ampliar la gama de estrategias investigativas con pro-yectos más cualitativos y participativos. También involucrar a otros investigadores e instancias de la Universidad intere-sadas en el tema; sobre todo hacer partícipes en este diálogo investigativo a los propios estudiantes.
Afortunadamente tuvo eco la iniciativa que asumi-mos hace algunos años, al proponerles a las directivas de AUSJAL la realización de esta investigación, en varias de sus universidades. Como el nombre de la investigación lo indica, la intención es hacer un seguimiento periódico de la manera en que evoluciona la cultura juvenil de los es-tudiantes en las universidades de AUSJAL y colaborar en una red de investigadores con el análisis y aprovechamien-to del conocimiento obtenido.
En esta fase de la investigación participaron trece uni-versidades de AUSJAL de Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Nicaragua, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
- Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá, Colombia). - Universidad Alberto Hurtado (Chile).
Universidad Antonio Ruiz de Montoya (Perú). - Universidad Católica del Uruguay. (Uruguay). - Universidad Católica Andrés Bello (Venezuela, sedes
Caracas, Coro y Guaya). - Universidad Católica del Táchira (Venezuela). - Universidad Iberoamericana de León (México). - Universidad Iberoamericana de México (México). - Universidad Centroamericana (Nicaragua). - Universidad Loyola (Bolivia). - Pontificia Universidad Católica del Ecuador (sedes
Matriz, Ambato, Esmeralda e Ibarra). - Instituto Universitario Jesús Obrero (Venezuela, sedes
Catia, Maracaibo y Barquisimeto). - Instituto Superior de Estudios Humanísticos y
Filosóficos (Paraguay). - Universidad de Loyola (Bolivia).
la intención es hacer un seguimiento periódico de la manera en que evoluciona la
cultura juvenil de los estudiantes en las universidades de AUSJAL
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El carácter regional de la investigación permitirá ex-plorar las similitudes y diferencias entre las culturas juveniles existentes en las distintas Universidades y se presentará en una publicación pautada para 2011. (Carta de AUSJAL, 2011).
En este informe presentamos una síntesis de los resul-tados obtenidos en la Pontificia Universidad Javeriana, con algunas sugerencias acerca de cómo pueden ser tenidos en cuenta en procesos de formación e investigación universitaria.
Presentamos, primero, algunos antecedentes de los estudios realizados en la Universidad Javeriana; la aproxi-mación conceptual a la cultura juvenil de estudiantes uni-versitarios; el problema, los objetivos, metodología y los re-sultados por cada una de las dimensiones analizadas.
La expectativa es que estos hallazgos —necesariamen-te tentativos y parciales— se comenten y se complementen con los de otras investigaciones y con la experiencia de las directivas, los profesores y los estudiantes de la Universidad.
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Investigaciones sobre jóvenes y cultura juvenil en la Universidad
Las siguientes son algunas de las investigaciones y es-tudios que sobre cultura juvenil y estudiantes universitarios se han adelantado en la Pontificia Universidad Javeriana.
CaraCterizaCión del estudiante javeriano. Pontifi-Cia universidad javeriana. Cali, Colombia, 2006-2007
El objetivo fue caracterizar al estudiante javeriano de Cali con relación al contexto, el ciclo de vida y las proble-máticas propias de la edad, a fin de proponer recomenda-ciones para intervenir en función de cada una de las varia-bles analizadas.
La perspectiva del estudio implicó una pregunta por la institución misma, por su proyecto educativo y por el or-den social contemporáneo. En consecuencia, el interés de la indagación estuvo centrado en encontrar pistas sobre al-gunos aspectos de las identidades de los jóvenes javerianos y en la apuesta por la construcción de escenarios de diálogo y de interlocución afortunada entre jóvenes, adultos e ins-titucionalidad educativa, que permitiera poner en juego las múltiples y diferentes expresiones, saberes, experiencias y maneras de ser y estar de los estudiantes.
La muestra fue de 1311 encuestados y veinte estu-diantes que participaron en grupos focales. Las dimensio-nes valoradas fueron: la educativa (rendimiento académico, participación estudiantil y clima educativo), la socioafecti-va (familia, amigos, pareja y orientación sexual), la salud y autocuidado (consumo de sustancias psicoactivas, salud sexual, nutrición, dificultades de salud y deporte), la cultural (consumos culturales, subculturas juveniles, medios de co-municación y tiempo de ocio/ libre), la espiritual (religión, sentido de vida y ética) y la política (participación política y percepción de la realidad del país).
La perspectiva del estudio implicó una pregunta por la institución misma, por su proyecto educativo y por el orden social contemporáneo.
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enCuesta estilos de vida estudiantes. PontifiCia universidad javeriana, bogotá, Colombia, 2008
El objetivo fue identificar los riesgos para la salud más frecuentes en los estudiantes de la Universidad, con el fin de orientar acciones y actividades de promoción de la salud y prevención de la enfermedad. La muestra fue de 2184 es-tudiantes. Las dimensiones investigadas fueron: relaciones con otros, actividad física, descanso, nutrición, salud oral, sexualidad, movilidad, consumo de sustancias psicoactivas, sentidos de vida y medio ambiente.
estado del arte del trabajo en juventud (1987 y 2002). PontifiCia universidad javeriana, bogotá, Colombia, 2004
El objetivo fue realizar un balance de las produccio-nes académicas y las intervenciones sistematizadas sobre ju-ventud, con poblaciones entre los 18 y los 26 años de edad, efectuadas por la Universidad entre 1987 y 2002.
Se revisaron 84 trabajos de grado, de pregrado y de posgrado de la Universidad y los documentos seleccionados se categorizaron según los ejes temáticos: cuerpo (produc-ciones que abordan la corporalidad, la sexualidad, las rela-ciones de género y las identidades, así como la dimensión de salud, los hábitos y estilos de vida), educación (recoge los estudios de los procesos de vinculación a las instituciones educativas y a la vida juvenil en esos contextos) e inserción sociolaboral (textos que abordan las relaciones con el mun-do del trabajo, los procesos de cualificación profesional y las nuevas modalidades de vinculación laboral).
Así mismo, se encontraron trabajos relacionados con el eje de conflicto y convivencia (documentos que recogie-ron las formas de convivencia social de los jóvenes, pactos y acuerdos entre pares y con sus comunidades, así como las normas de interacción juvenil); culturas juveniles y consu-mo cultural (conjunto diverso de prácticas de consumo y producción cultural relacionadas con procesos, a través de los cuales los jóvenes definen un entorno propio para su identidad) y participación social y política (abordó las for-mas de organización juvenil en sus contextos de vida y los procesos de participación de los jóvenes).
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trabajos de grado: Pregrado, esPeCializaCión y tesis de maestría relaCionados Con juventud. PontifiCia universidad javeriana, bogotá, Colombia, 2004-2008
El objetivo fue recoger los estudios desarrollados so-bre población juvenil, con el fin de identificar tendencias y formular una agenda de investigación por parte del Ob-servatorio Javeriano de Juventud. Para lo anterior se iden-tificaron 114 documentos compuestos por 90 trabajos de grado, 15 de especialización y 9 tesis de maestría. El análisis se realizó con base en los ejes temáticos formulados por la Actualización del estado del arte del conocimiento producido sobre las y los jóvenes en Colombia 2004-2008.
El eje temático de mayor concentración de investi-gaciones fue el de salud (estudios relacionados con la cor-poralidad, la sexualidad y el género, así como información sobre relaciones afectivas, salud, hábitos y estilos de vida saludable). El segundo eje fue el de participación política y social (textos sobre formas de organización juvenil, siste-matizaciones sobre procesos de participación y nociones e imaginarios sobre la ciudadanía y lo público). En el tercer eje temático se encontraron trabajos relacionados tanto con culturas juveniles como con conflicto, convivencia y paz. En el primero se abordaron formas de adscripción juvenil e identidades asociadas a objetos culturales. En el segundo se reseñaron investigaciones que exploran formas de convi-vencia social de la juventud, así como estudios relacionados con el conflicto y sus múltiples formas de abordaje.
El cuarto eje temático fue el de políticas públicas so-bre juventud, y el quinto eje fue compartido entre inserción sociolaboral y educación (investigaciones sobre la vida juve-nil en el contexto escolar, procesos de educación no formal, trabajos sobre el empleo y el desempleo juvenil y formas diversas de ocupación). El sexto eje fue el de familia (tra-bajos sobre la dinámica juvenil, la vida juvenil y el vínculo familiar). El séptimo eje fue el de proyectos de vida (visio-nes de futuro, propuestas y planes de vida). El octavo eje fue el de identidades, que surgió a partir de la investigación realizada en la Universidad, y en el cual se incluyeron textos sobre género. El noveno eje temático fue religión (trabajos sobre creencias espirituales, prácticas, ritos y significados). El último eje fue el de migración (estudios relacionados con el desplazamiento/refugio, condiciones y prácticas juveniles que se generan a partir de la adaptación a nuevos entornos).
identificar tendencias y formular una agenda de investigación por parte del Observatorio Javeriano de Juventud.
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ProyeCtos Presentados en el Congreso la investiga-Ción en la PontifiCia universidad javeriana. bogo-tá, Colombia, memorias 1990-2009
En el contexto de los congresos de investigación rea-lizados desde 1990 se han socializado estudios diversos que se refieren a jóvenes universitarios, adelantados por distin-tas facultades. Particularmente, se encuentran trabajos sobre prácticas y escenarios de participación juvenil (redes parti-cipativas, prácticas juveniles como expresiones ciudadanas, prácticas culturales de paz en jóvenes, medios de comuni-cación, discursos sobre afectividad y sexualidad, televisión y radio juvenil). Otros estudios están vinculados con proble-máticas juveniles (comprensiones sobre el consumo de sus-tancias psicoactivas, trastornos de la alimentación, perfiles de prácticas de juego de azar, hábitos de fumar y suicidio) y factores de riesgo (separación parental y eventos estresantes).
Así mismo, se presentaron trabajos relacionados con la dimensión ética (actitudes ante actos de corrupción, co-nocimientos y actitudes en ética de la investigación, estu-dios descriptivos de las características cognitivas, afectivas y ético-valorativas); con la construcción de identidad, ciuda-danía y cultura (construcción social de subjetividades, ciu-dad, universidad y vecindario, el imaginario juvenil, identi-dad y lazos sociales, y sentidos de vida, consumo cultural, culturas juveniles y proyecto de vida), y con competencias universitarias (escritura universitaria, pensamiento crítico, rendimiento académico y deserción, competencias informa-cionales, el lector javeriano, interacciones estudiante-profe-sor y representaciones acerca de los docentes).
Los estudios citados dejan ver el interés presente en la Universidad por conocer su población juvenil y, además, por profundizar en las distintas dimensiones constitutivas de las culturas juveniles, en general. Esta investigación co-rresponde a este interés y avanza en el conocimiento de la cultura juvenil de los estudiantes javerianos.
desde 1990 se han socializado estudios diversos que se refieren a
jóvenes universitarios, adelantados por distintas facultades.
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Acercamientos conceptuales a la cultura juvenil
La juventud encierra una diversidad de connotaciones y referentes asociados a los enfoques y marcos de funda-mentación de disciplinas como la antropología, la educa-ción, la psicología, la sociología y recientemente los estu-dios culturales. La trayectoria de los estudios sobre jóvenes abarca el siglo XX, por lo que es importante situar algunos elementos relevantes del debate contemporáneo en relación con esta problemática.
Las ciencias sociales destacan el carácter histórico y socialmente construido de la categoría “juventud”, es decir, la han visto “como una etapa particular del desarrollo indi-vidual, moldeada por el conjunto de instituciones y normas que organizan el tránsito de la infancia a la edad adulta” (Arango, 2004, p. 314). Dichas instituciones varían de una cultura a otra y en relación con factores como género, clase social, raza y etnia. La institución escolar se ha convertido en la principal institución reguladora de la inserción de los jóvenes en la estructura social; entre tanto, la configuración del sujeto joven ha estado inscrita muy estrechamente en procesos educativos.
En principio, la juventud está asociada a un rango de edad que generalmente se ubica entre los catorce y los trein-ta años. No obstante, este rango puede variar en los distin-tos países y según diferentes políticas públicas y, actualmen-te, se consideran insuficientes las delimitaciones biológicas, como la edad, para caracterizar al joven.
Así mismo, la juventud ha sido considerada una etapa transitoria, en la cual los jóvenes están en relación de depen-dencia con los adultos, representados principalmente por los padres y los profesores. No obstante, esta dependencia no es un rasgo necesariamente asociado con los jóvenes, porque algunos ingresan al mundo laboral y con frecuencia conforman tempranamente su propia familia.
actualmente, se consideran insuficientes las delimitaciones biológicas, como la edad, para caracterizar al joven.
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Así, dicho énfasis en la juventud como una etapa de transición a la adultez se basa en la consideración de los ci-clos vitales y los tránsitos entre unos y otros (Urresti, 2002). También en la idea de transición de la madurez biológica a la madurez social como moratoria social, en la cual se goza del privilegio de dedicarse a los estudios y postergar los des-empeños propios de los adultos (Margulis y Urresti, 1998).
Desde el ámbito más amplio de los estudios culturales, “la condición de juventud indica, en la sociedad actual, una manera particular de estar en la vida: potencialidades, aspi-raciones, requisitos, modalidades éticas y estéticas, lenguajes” (Martín-Barbero, 1998, p. 4). Existen múltiples maneras de ser joven tomando en cuenta la generación, el estrato so-cioeconómico, la localización geográfica (nacional, regional, urbana, rural y local), el género y las microculturas grupales.
Por lo tanto, los estudios sobre juventud han recono-cido la diversidad que conlleva esta categoría, en sus múl-tiples expresiones sociales y culturales. Particularmente, desde una mirada latinoamericana se ha avanzado en de-finiciones fundadas en las condiciones históricas concretas de los jóvenes en sociedades específicas: “Así podemos en-tender que ‘juventud’ es una categoría sujeta a las distintas condiciones, sociales y subjetivas, por las que atraviesan las sociedades y personas. Y que, además, estas vivencias concretas corresponden a categorías simbólicas respecto de ciertos ‘modelos de ser joven’ que las sociedades crean” (Zúñiga Núñez, 2005, p. 1 ).
Se considera que distintos elementos, y no solo los lí-mites de edad, contribuyen a darle sentido y especificidad a la condición de juventud; estos elementos tienen que ver, como lo señala Reguillo, con el contexto en tanto referente-mundo en el cual habitan; por ejemplo, con la organización productiva de la sociedad y su modelo económico imperan-te, la globalización, las tecnologías de la información y de la comunicación, los consumos culturales, la crisis ecológica y social entre otros.
El término cultura juvenil surge ante la emergencia de la juventud como nuevo sujeto social, especialmente a finales de los años cincuenta, y se traduce en modos de vida y va-lores que los jóvenes crean en respuesta a sus condiciones históricas y sociales y relacionada con rupturas y conflictos entre las generaciones adultas y las generaciones jóvenes. Así, la cultura juvenil tiene que ver con manifestaciones
los estudios sobre juventud han reconocido la diversidad
que conlleva esta categoría, en sus múltiples expresiones
sociales y culturales.
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particulares de los jóvenes, que se basan en la selección de referentes culturales “a los cuales van expresando confor-midad y apropiación a sus formas de vida” (Ramírez Varela, 2008, p. 83). Dichos referentes culturales se traducen en prácticas, creencias y aspiraciones acordes con su realidad, reflejadas en sus propios espacios y formas de ser, que van cambiando de generación en generación. Se entiende así que la juventud está constituida por distintos grupos de jó-venes que comparten parcialmente elementos de pertenen-cia e identidad, que han dado lugar en estudios recientes al concepto de múltiples culturas juveniles.
En un contexto cultural más amplio, dichas culturas juveniles se reconocen por su potencial transformador, en-tendiendo que se encuentran “reconstruyendo y creando nuevos modelos societales, nuevos valores y solidaridades, construyendo nuevas subjetividades” (Zarzuri, 2000, p. 81); por ejemplo, desde el escenario de los consumos y las ex-presiones culturales, todo aquello que circula en propuestas estéticas, políticas o tecnológicas es capturado por los jóve-nes para ser transformado y transformar lo local.
Las generaciones adultas ya vivieron los efectos acu-mulativos de distintas mediaciones tecnológicas y experi-mentaron las nuevas formas de socialidad urbana; sin em-bargo, las generaciones jóvenes viven y expresan de manera más radical los cambios en las formas de percibir el mundo y comunicarse, producto del uso temprano y continuo de los medios y las tecnologías de la comunicación, que im-pregnan la vida cotidiana juvenil y median sus formas de conocer y de sentir, de intercambiar e interactuar con sus compañeros de generación y con las generaciones adultas.
Los consumos culturales —procesos de apropiación simbólica— se instauran como plataformas que respaldan la emergencia de nuevas identidades juveniles, las cuales ha-cen necesario volver la mirada a los lugares en que circulan estas propuestas simbólicas e identitarias (musicales, artís-ticas, literarias, políticas, religiosas, ecológicas y de género), que adquieren más potencia que aquellos lugares en los que tradicionalmente circulaban modos de ser y de hacer, como ha sucedido normalmente en las instituciones educativas.
Las identidades, consideradas poseedoras de esencias inmutables y transmisibles de generación en generación, ahora se comprenden gracias a la revolución tecnológica- comunicacional, como procesos mutables que responden al
todo aquello que circula en propuestas estéticas, políticas o tecnológicas es capturado por los jóvenes para ser transformado y transformar lo local.
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reconocimiento e identificación de otras propuestas cultura-les que circulan en el sistema-mundo (Martín-Barbero, 2002).
Así, las expresiones culturales de los jóvenes se cons-tituyen muchas veces en resistencias que, en el marco de estéticas y éticas alternativas, proponen nuevas formas de comprender el mundo y sus ordenamientos; son voces de denuncia que desvirtúan formas tradicionales de compren-der la vida adulta, sus prácticas y sus proyectos vitales. Sin embargo, como lo sugiere Serrano, antes que expresiones de contracultura, las expresiones juveniles “se presentan como la expresión evidente de lo que son las tendencias del momento actual, de las cuales ellos son unos intérpretes” (Serrano, 1998, p. 259).
Por lo tanto, las representaciones y prácticas juveniles se han entendido como metáforas del cambio social. Para Feixa “las culturas juveniles pueden ser consideradas como una metáfora cultural, es decir, la imagen condensada de una sociedad cambiante en términos de su régimen político, formas de vida y valores básicos; la expresión simbólica de los procesos de transición” (1993, p. 12). En consecuencia, considerar que en la juventud se condensan las caracterís-ticas de una época resulta particularmente relevante, para explicar el significado histórico actual de los estudiantes universitarios y de algunos de los procesos sociales en los que ellos toman parte.
las representaciones y prácticas juveniles se han entendido como
metáforas del cambio social.
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Cultura juvenil de los estudiantes universitarios
Los estudios sobre la cultura juvenil desde las cien-cias sociales latinoamericanas han seguido varios caminos. Algunos han abordado lo juvenil en función del tipo de ‘inserción’ de los jóvenes en la sociedad que reconoce dos ti-pos de actores juveniles: aquellos que se han conceptualiza-do como incorporados (analizados desde su pertenencia al ámbito escolar, laboral o religioso) y aquellos denominados alternativos o disidentes (analizados desde su no incorporación a los esquemas de la cultura dominante). (Reguillo, 2003).
Esta investigación se desarrolla en una perspectiva de estudio en relación con jóvenes integrados a la institución universitaria, una línea de trabajo considerada escasa y dis-persa en la literatura de las últimas décadas, en la que con frecuencia el objeto de estudio no son los jóvenes, sino las instituciones en las que están incorporados. Otros plantea-mientos en recientes estudios, identifican por lo menos tres paradigmas en el tratamiento de lo juvenil (Escobar, 2004):
- Una mirada centrada en la carencia del joven des-de su inmadurez y necesidad de integración social, atañe a ideas de incompletud, transitoriedad y vulnerabilidad.
- Otra desde una visión parcial del joven, a partir de sus manifestaciones de violencia en el ámbito de las pandi-llas y sus conductas agresivas asociadas al conflicto social, en la misma línea de los estudios sobre los jóvenes ‘no in-corporados’.
- Una más reciente, enfocada en el estudio de las identidades juveniles desde el lente de la producción y el consumo cultural y los medios masivos de comunicación; paradigma que recupera las otras formas de expresión de lo juvenil, más asociadas a estéticas y lenguajes propios en relación con los distintos objetos culturales. De esta ma-nera, se recupera la visión del joven como sujeto de trans-
se recupera la visión del joven como sujeto de transformación y se introduce la pregunta por la subjetividad
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formación y se introduce la pregunta por la subjetividad en relación con las prácticas, creencias y aspiraciones que lo constituyen como sujeto social.
Este último paradigma de los estudios ofrece una re-presentación de los jóvenes, a partir del reconocimiento de su capacidad de producir cultura; es la noción de un sujeto joven portador de una cultura específica (subcultura, microcultu-ras, culturas juveniles) y de su potencia creadora de sentidos y prácticas (Escobar, 2004). Como menciona Feixa:
Las culturas juveniles se refieren a las maneras en que las experiencias sociales de los jóvenes son expresadas colectivamente mediante la construcción de estilos de vida distintivos, localizados fundamentalmente en el tiempo libre, y/o en espacios intersticiales de la vida institucional. En sentido más restringido definen la aparición de ‘microsociedades juveniles’ con grados significativos de autonomía respecto a las instituciones adultas. (1998, p. 84)
No obstante, algunos estudios de la vida universitaria muestran que:
[…] la narrativa que persiste en las significaciones imaginarias sociales de la mayoría de los profesores y profesoras ven al estudiante o a la estudiante como alguien que adolece, que carece de los conocimientos y capacidades necesarias para desempeñar una labor productiva en la sociedad. Por eso, la sociedad debe otorgarle un plazo para que logre el objetivo de con-vertirse en alguien que pueda desempeñar eficiente-mente la función para la cual le fue concedida dicha moratoria. (Murcia Peña, 2009, p. 254)
Al respecto conviene señalar que, en la actualidad, son numerosos los jóvenes universitarios que viven esta mora-toria social con la incertidumbre y la angustia de un futu-ro desempleo, en la medida en que ya no está garantizada como antes su inserción en el mercado laboral y, por ende, en el mundo de los adultos (Arango, 2004).
Lo anterior presenta dos implicaciones relevantes para esta investigación sobre la cultura juvenil de los estudiantes de AUSJAL: por un lado, el hecho de que la categoría cultu-
son numerosos los jóvenes universitarios que viven
esta moratoria social con la incertidumbre y la angustia de un futuro desempleo, en la medida en que ya no está garantizada como antes su
inserción en el mercado laboral
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ras juveniles posibilita el reconocimiento de las particularida-des de algunas identidades colectivas y de su acción como ‘culturas dentro de la cultura’; por el otro, la comprensión de que hay expresiones de los jóvenes fuera de la institucio-nalidad y de los espacios escolares, en los cuales se consti-tuyen importantes rasgos de su subjetividad (los bares, los centros comerciales, las agrupaciones juveniles, el contexto laboral, los lugares del ocio, etc., considerados hoy territo-rios propios de constitución de subjetividad).
En el intersticio de estas miradas, se destaca la idea de los jóvenes como promesa para la trasformación social. En este sentido, el imaginario de joven se asocia con el cambio social y, de un modo más general, con la juventud, en un proceso cada vez más generalizado de juvenilización de la cul-tura de los adultos.
En la aproximación de esta investigación a los jóve-nes como estudiantes universitarios se pueden destacar al-gunos ejes temáticos propios de los estudios sobre jóvenes ‘integrados’ a la institución universitaria: un eje que indaga sobre las prácticas de la cultura académica de las universida-des, por su posible diálogo intergeneracional e intercultural con las culturas de los estudiantes y, otro, que centra su análisis en las trayectorias y biografías de los estudiantes universitarios, en cuanto integrados a estas culturas acadé-micas, las cuales exigen la apropiación y aprendizaje de có-digos y formas de saber y estar en ellas.
Hasta hace muy poco tiempo, la diferencia funda-mental entre el profesor y los estudiantes, especialmente en la educación superior, era un asunto de conocimientos. El profesor tenía la autoridad y la responsabilidad de enseñar, porque inicialmente monopolizaba el conocimiento y los estudiantes dependían de su palabra y de su ejemplo para superar su ignorancia. Prácticamente, él era la fuente ex-clusiva del saber que los estudiantes debían adquirir en su proceso de formación profesional.
De esta manera, había una clara distinción entre lo que ocurría en el salón de clase y lo que acontecía en los demás espacios de las instituciones educativas y en la vida cotidiana de los estudiantes; en general, al aula se iba esen-cialmente a escuchar, a tomar notas en el cuaderno, a hacer ejercicios y a dar cuenta de las lecciones y tareas. Fuera de esas cuatro paredes estaban los demás espacios de descanso, de tránsito y de administración académica, donde se supo-nía que no ocurrían aprendizajes igualmente significativos.
Hasta hace muy poco tiempo, la diferencia fundamental entre el profesor y los estudiantes, especialmente en la educación superior, era un asunto de conocimientos.
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Tal vez la única excepción a esa tajante diferenciación era la biblioteca, adonde se iba a estudiar a partir de los libros que el profesor indicaba, pero también con una acti-tud de aprendizaje análoga a la del aula. Los libros tenían la autoridad y la exclusividad del conocimiento, en cuyas páginas se consignaba la palabra del maestro ausente. Los libros eran el complemento de lo que los estudiantes habían escuchado en clase, en aquellos aspectos que el profesor consideraba necesario profundizar.
En las aulas actuales, esta manera de enseñar y de aprender parece irremediablemente anacrónica, en parti-cular por dos razones: el profesor ha perdido el monopo-lio del conocimiento y las modalidades y mediaciones de aprendizaje de los estudiantes se han diversificado. Ahora los estudiantes llegan a una gran variedad de ‘aulas’ reales y virtuales, dentro y fuera de las instituciones educativas, con una plétora de conocimientos e informaciones que rebasan los contenidos de los currículos. Sin temor a equivocarse, se puede decir que los estudiantes llegan con su propia men-talidad y todo lo que esto conlleva en términos de maneras de pensar, de valorar, de sentir, de relacionarse y de actuar.
Por lo tanto, los encuentros maestro-alumno se han hecho complejos, hasta el punto que deben entenderse como situaciones de intercambio cultural, en las cuales está en juego mucho más que la transmisión de conocimientos. Las ocasiones de aprendizaje valioso para los jóvenes se han multiplicado y claramente rebasan los linderos de la institución educativa; así mismo, los roles de aprendiz y de enseñante ya no corresponden tan nítidamente a los roles tradicionales de profesor y estudiante, ya que una gran parte de la cultura juvenil se asimila en situaciones de aprendizaje extraescolares, en las cuales los pares actúan como modelos de identificación o grupos de referencia.
A partir de esta nueva condición de las relaciones en-tre generaciones de profesores y estudiantes, mediadas por el cambio en las interacciones, se han criticado los enfoques adultocéntricos, que imponen un deber ser de lo socialmen-te favorable o desconocen las expresiones propias de la ju-ventud, como lo señala Martín-Barbero:
[…] lo que hay de nuevo en la juventud de hoy, que se hace ya presente en la sensibilidad del adolescente, es la percepción aún oscura y desconcertada de una reor-
Las ocasiones de aprendizaje valioso para los jóvenes se han
multiplicado y claramente rebasan los linderos de la institución
educativa; así mismo, los roles de aprendiz y de enseñante ya no
corresponden tan nítidamente a los roles tradicionales de
profesor y estudiante
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ganización profunda en los modos de socialización: ni los padres constituyen el patrón eje de las conductas, ni la escuela es el único lugar legitimado del saber, ni el libro es el centro que articula la cultura. (Martín-Barbero, 1998, p. 29)
Los medios masivos de comunicación, como lo ex-presa el Proyecto Educativo Común (PEC, 2005), de las instituciones educativas encomendadas a la Compañía de Jesús en América Latina, se han constituido en un entra-mado de flujos de información, que atraviesan la vida de los jóvenes estudiantes y reconfiguran sus formas de entender y valorar el mundo, de sentirlo y de expresarlo. Las demandas del mundo académico subvaloran y subutilizan las compe-tencias desarrolladas en estas interacciones, generando ten-siones entre las formas tradicionales de leer la realidad, así como entre los nuevos lenguajes y gramáticas que circulan en los medios masivos de comunicación.
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Problema, preguntas y dimensiones
de la investigación
Por las anteriores consideraciones, es pertinente en-tender qué está pasando —en términos de formación— en las universidades de AUSJAL, desde la perspectiva de los estudiantes que participan en la vida universitaria e interpe-lan a nuestras instituciones, a partir de las prácticas, creen-cias y aspiraciones que construyen desde su cotidianidad.
Los estudios que indagan sobre el ingreso del estu-diante a la universidad subrayan el significado de la cultura académica como rasgo propio de ésta, en su doble sentido: por un lado, como conjunto de prácticas institucionalizadas a las que se expone e incorpora al estudiante a través del tra-bajo académico; por el otro, como cultura académica desde la experiencia estudiantil caracterizada por la apropiación de sus códigos, costumbres y lenguajes (Cabra Torres y Ja-ramillo, 2008). Como lo señala Carlino (2005), la cultura universitaria está poblada de múltiples códigos que le son propios: el alumno ingresante sería un inmigrante en esta cultura académica particular, y desde este lugar deberá em-pezar a descubrir y aprender a transitar un nuevo camino, en el que resultan importantes las estructuras de acogida, los apoyos y orientaciones pedagógicas para garantizar su permanencia y aprendizaje en la institución.
Las biografías y trayectorias de estudiantes resultan significativas para comprender los tránsitos y aprendizajes que conlleva ‘ser estudiante universitario’ y sus implicacio-nes formativas: “Con el ingreso a la Universidad se inau-gura el proyecto o plan de vida futuro del joven al elegir e iniciarse en un campo disciplinar y profesional específico que también intervendrá en la configuración de su identi-dad como sujeto social” (Pereyra, 2007, p. 3).
La identidad (como categoría que implica complejidad en su definición) se puede entender, parcialmente, como
Las biografías y trayectorias de estudiantes resultan significativas para comprender los tránsitos y aprendizajes que conlleva ‘ser estudiante universitario’
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referida a las concepciones que construye el estudiante en determinadas fases de su experiencia —especialmente las que implican situaciones nuevas y de ruptura como el in-greso a la universidad con libertad de escoger entre ofertas académicas y de ocio—, que implican una restructuración de esquemas cognitivos frente a los nuevos acontecimientos (Oriol, Pérez y Tropea, 1997).
Con todo lo anterior, la percepción de la juventud no se limita a la tensión latente entre el presente y la prepara-ción para el trabajo: “algunos/as alumnos/as destacan su significado en términos de autoconocimiento, de transfor-mación interior y de definición de valores primordiales que quieren conservar toda la vida” (Arango, 2004, p. 392).
Cualquier programa o proyecto institucional de for-mación integral que pretenda llegar de forma significativa a los jóvenes y orientar su proceso de maduración debe re-conocer estos cambios radicales en el ingreso a la cultura académica, los cuales se hacen visibles y cobran sentido al entender a los jóvenes pedagógicamente como consumido-res y creadores de cultura. Esto es de especial importancia si se considera, como lo hace el Proyecto Educativo Común (2005), que la clave de la formación integral promovida por las universidades de AUSJAL, se centra en la transforma-ción de valores, como componente esencial del desarrollo humano de los jóvenes.
Aproximarse a la comprensión de las culturas juveni-les de los estudiantes de la AUSJAL permite integrar a los esfuerzos educativos todo aquello que trasciende la simple erudición académica y comprender la importancia formati-va de las experiencias cotidianas de los jóvenes en el interior y el exterior de nuestras universidades, reconociendo las complejas maneras de ser de los jóvenes, no como factores amenazantes, sino desde su potencial formativo que va a ser orientado pedagógicamente.
Al respecto el PEC señala:
Nuestras instituciones, en interacción con la comu-nidad social de su entorno, se organizan para consti-tuirse como instituciones académicas y comunidades educativas integradas por todos los actores de su es-cenario, jesuitas, religiosos/as sacerdotes y laicos/as (educadores y familias) que son corresponsables de la educación de todos: estudiantes y adultos. (2005, p. 7)
la clave de la formación integral promovida por las universidades
de AUSJAL, se centra en la transformación de valores,
como componente esencial del desarrollo humano de los jóvenes.
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De esa manera, propender por comunidades educa-tivas formadoras, implica asumir la corresponsabilidad de todos a la hora de comprender lo que sucede con sus ac-tores en su medio académico y social con el que está en permanente interacción. En este sentido, el PEC postula que la construcción de comunidad educativa es uno de los ejes fundamentales que apoya la formación integral. En esa medida, se resalta que es de interés del Proyecto conocer sobre diversas dimensiones que hacen parte de nuestra co-munidad.
Por lo tanto, nos preguntamos en este estudio: - ¿Cuáles son algunas características sociodemográfi-
cas de los estudiantes de la Universidad? - ¿Cuáles son las prácticas, creencias y aspiraciones
que caracterizan la cultura juvenil de sus estudiantes, en relación con las dimensiones seleccionadas en este estudio?
- ¿Qué recomendaciones pueden hacerse con base en los resultados obtenidos, para orientar programas y proyec-tos de formación en la Universidad?
dimensiones de la investigaCión
Las anteriores consideraciones y planteamientos cons-tituyen el fundamento teórico y problema de la investiga-ción. Hacen evidente la complejidad y riqueza del concepto cultura juvenil y de sus implicaciones y posibilidades forma-tivas para la educación superior.
Para responder las preguntas planteadas fue necesario centrar la atención en algunos aspectos de la cultura juvenil de los estudiantes de la Universidad, que son relevantes para iniciar la comprensión de su cultura, con miras a orientar futuros programas y proyectos de formación. En conse-cuencia, a continuación se definen las dimensiones que se tienen en cuenta con sus respectivos indicadores:
Dimensión apoyo familiar. Se refiere a los vínculos de de-pendencia que los estudiantes mantienen con sus parientes cercanos. Se concreta en las prácticas, creencias y aspiracio-nes de los estudiantes, en relación con el apoyo que reciben de sus familias.
Indicadores: solución de problemas, sustento económi-co y toma de decisiones.
Dimensión hábitos de estudio. Se refiere a la manera como los estudiantes asumen sus responsabilidades de aprendiza-
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je, en el contexto de la relación maestro-alumno. Se concre-ta en las prácticas, creencias y aspiraciones de los estudian-tes, relacionadas con su manera de estudiar.
Indicadores: estudio en equipo, uso de medios audiovi-suales de comunicación social y servicio social en la carrera.
Dimensión hábitos relacionados con la salud. Se refiere a aquellas prácticas de los estudiantes que afectan su funcio-namiento fisiológico y psicológico. Se concreta en las prác-ticas, creencias y aspiraciones de los estudiantes, relaciona-das con su bienestar mental y físico.
Indicadores: consumo de drogas, ejercicio físico, descan-so, actividades positivas psicológicamente y uso del condón.
Dimensión modalidades de trascendencia. Se refiere a aque-llos aspectos en la vida de los estudiantes que se relacionan con su espiritualidad. Se concreta en las prácticas, creencias y aspiraciones de los estudiantes, relacionadas con su desa-rrollo espiritual y personal.
Indicadores: crecimiento interior, sentido de la vida, re-lación con los otros.
Dimensión participación política. Se refiere a las múltiples formas de participación democrática de los estudiantes en las universidades a que pertenecen o en los procesos polí-ticos externos que los afectan. Se concreta en las prácticas, creencias y aspiraciones de los estudiantes, en relación con su participación en actividades democráticas, dentro de la uni-versidad y fuera de ella.
Indicadores: participación en conversaciones, en eventos internos y externos o en partidos políticos.
Dimensión propósito de los estudios. Se refiere a las razones en términos de resultados, por las cuales los estudiantes jus-tifican su dedicación a prepararse para el trabajo profesional futuro. Se concreta en las prácticas, creencias y aspiraciones de los estudiantes, en relación con las consecuencias socia-les y profesionales de su formación.
Indicadores: servicio social, ascenso social y dominio de conocimiento.
Dimensión uso social de internet. Se refiere a las nuevas formas de sociabilidad de los estudiantes que posibilitan los
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computadores. Se concreta en las prácticas, creencias y as-piraciones de los estudiantes, relacionadas con sus interac-ciones sociales a través de la red.
Indicadores: relaciones sociales virtuales.
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Objetivos y metodología de la investigación
El equipo responsable de la investigación determinó los siguientes objetivos.
- Hacer una caracterización sociodemográfica de los estudiantes de la Universidad.
- Identificar las prácticas, las creencias y las aspiracio-nes que caracterizan la cultura juvenil de sus estudiantes, en relación con las dimensiones seleccionadas en este estudio.
- Sugerir algunas recomendaciones con base en los resultados obtenidos, para orientar programas y proyectos de formación en la Universidad.
Esta es una investigación cuantitativa, de tipo explo-ratorio-descriptivo, basada en una muestra de estudiantes de pregrado, por áreas de estudio de la Universidad. El cuestionario utilizado fue construido con el fin de explorar las prácticas, las creencias y las aspiraciones de los estu-diantes, en relación con las dimensiones seleccionadas de su cultura juvenil.
El cuestionario se diseñó con 99 preguntas, organi-zadas por ternas de reactivos correspondientes a prácticas, aspiraciones y creencias (33 para cada una). Los estudiantes expresaron la frecuencia de realización, en el caso de las prácticas, o el grado de acuerdo en las creencias y aspira-ciones. Las cuatro respuestas alternativas a cada reactivo, presentadas en escalas tipo Likert, oscilaron entre “nunca” y “siempre” o entre “total desacuerdo” y “total acuerdo”. Se incluyeron también dieciocho preguntas de descripción sociodemográfica.
El instrumento fue el resultado de una aplicación pi-loto, que incluyó la validación de 290 reactivos por jueces expertos, quienes modificaron algunos ítems y agregaron otros para un total de 358. Esta versión se aplicó a una muestra piloto de 1327 estudiantes escogidos por muestreo de cuotas por año y carrera, en trece universidades de la
El cuestionario utilizado fue construido con el fin de explorar las prácticas, las creencias y las aspiraciones de los estudiantes, en relación con las dimensiones seleccionadas de su cultura juvenil.
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AUSJAL, incluida la Universidad Javeriana. El análisis de los resultados del cuestionario piloto consistió en:
- La valoración de la confiabilidad de cada dimensión por aspecto.
- La correlación de cada ítem con el puntaje total. - El análisis de componentes principales por dimensión. - La distribución de frecuencia de cada reactivo. - El contenido de cada ítem.
Se elaboraron dos versiones del instrumento: la pri-mera escogiendo los reactivos con una correlación ítems-total superior a 0,50, en el análisis de confiabilidad, para un total de 117 reactivos. El segundo con una correlación ítem-total superior a 0,35, para un total de 252 ítems. Para que estuvieran representadas las posibles subdimensiones de cada dimensión se consideró una alta carga factorial en los componentes arrojados por el análisis, sólo en aquellas dimensiones cuyo resultado reflejó más de un factor. Cuan-do se repitieron reactivos, según su contenido, se seleccio-nó el mejor según los criterios anteriores y la distribución de frecuencia. En líneas generales, las correlaciones de los reactivos de prácticas fueron inferiores a 0,50, por lo que el criterio de corte para estas fue 0,25.
Sobre la base de ambas versiones y al análisis de con-tenido del instrumento se construyeron ternas de prácticas, creencias y aspiraciones para los indicadores de cada dimen-sión, con las correspondientes preguntas.
Se tomó una muestra de 1761 estudiantes que equi-valen al 9,85% de los 17.865 estudiantes de pregrado. Se recogió entre mediados de abril y mediados de mayo de 2009, a través de los cursos que ofrece el Departamento de Teología —obligatorios para todos los estudiantes de la Universidad, y en cada uno de ellos participan estudiantes de diferentes carreras y semestres—. Aunque no fue una muestra al azar, fue bastante representativa de los estudian-tes de pregrado, con sesgo hacia los de primer y segundo año de carrera. Para mayor confiabilidad de los resultados, en el análisis incluimos solamente las áreas de estudio que quedaron representadas con más del 10% de la muestra: hu-manidades y educación (20%); ciencias de la salud (18%); arquitectura, diseño y arte (17%); ingeniería (14%) y admi-nistrativa-contable (12%). Por lo tanto, los resultados obte-nidos se referirán a estas áreas de estudio y solo de manera aproximada a las demás.
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Resultados de la investigación y recomendaciones
Antes de pasar al análisis de la manera como los estu-diantes encuestados asumen las prácticas, creencias y aspira-ciones de las dimensiones seleccionadas de su cultura juvenil, es importante que precisemos algunas características sociode-mográficas de estos estudiantes, las cuales muy seguramente son condicionantes de su cultura juvenil. Como aclaramos, hay algunos rasgos de la cultura juvenil comunes a los jóve-nes en general, por su carácter globalizante. Sin embargo, hay otros bastante diferenciados, por ejemplo, por género, gene-ración, experiencias de socialización y ubicación geográfica.
En el caso de la Universidad, es razonable asumir que, por sus características institucionales, hay un conjunto de jóvenes bachilleres que la prefieren y que cumplen con los requisitos de admisión. Por eso, esta aclaración inicial de algunas de sus características sociodemográficas ayuda a comprender las particularidades de su cultura juvenil, en relación con las dimensiones seleccionadas.
variables soCiodemográfiCas
En esta caracterización nos centramos en aquellos ras-gos que de manera clara y predominante nos muestran los datos, ya que por el tipo de muestra que recogimos las fre-cuencias y porcentajes menores son menos confiables. Así, las características de la cultura juvenil de los estudiantes de la Universidad para determinar en el análisis corresponden a una población de jóvenes estudiantes universitarios en la cual se encuentra:
- Predominio del sexo femenino: 56% de mujeres. - Mayoría de estudiantes entre 16 y 24 años: 50% entre
16 y 19 años y 43% entre 20 y 24 años.
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- Concentración en el primero y segundo año de carrera: 51% en primer año, 22% en segundo año; sólo 20% en tercero, cuarto y quinto años.
- Pertenencia predominante a la religión católica: 69% son católicos; 15% no pertenecen a ninguna religión; 6% son cristianos no católicos y 4% pertenecen a otras religiones.
- La mayoría declara pertenecer a la clase media: 45% al estrato medio alto y 41% al estrato medio.
- Fundamentalmente provienen de educación básica en colegios privados: 69% en católicos privados y 20% en privados no católicos.
- Tienen un alto grado de dependencia económica de sus familias: 89% dependen de ellas; 4%, de ingresos propios, y 1%, de créditos y becas.
- La mayoría tiene padres con educación superior: 36% con pregrado y 38% con posgrado.
- También la mayoría tiene madres con educación supe-rior: 41% con pregrado y 30% con posgrado.
- La mayoría son solteros: 94%. - Muy pocos tienen hijos: 97% no los tienen y 3% sí los
tienen. Aunque no disponemos en la actualidad de los datos
correspondientes sobre el total de los estudiantes de pre-grado de la Universidad, estos resultados de las variables sociodemográficas parecen estar muy cerca de lo que ca-racteriza a estos estudiantes de pregrado en su conjunto. Este estudio aspiró a identificar información sobre siete di-mensiones de la cultura juvenil de los estudiantes, buscando retroalimentar los programas de formación integral que se ofrecen actualmente y el diseño de nuevos programas. Los resultados muestran, en general, una alta coherencia entre las prácticas, las creencias y las aspiraciones de los estudian-tes; sin embargo, los aspectos que destacamos muestran tendencias, pero están lejos de dar una imagen homogénea de la diversidad de los jóvenes de la Universidad.
dimensión aPoyo familiar En cuanto a esta dimensión, la cultura juvenil de los
estudiantes de la Universidad se caracteriza por: un muy alto porcentaje de estudiantes (97%) recurre a sus familias cuan-do necesitan resolver problemas y creen que hacerlo (89%) y continuar haciéndolo en el futuro (84%) es muy convenien-te. Sorprende que solo uno de cada cuatro estudiantes (26%)
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dice recibir siempre el sustento económico de su familia. Por el contrario, tres de cada cuatro (70%) creen que deben recibirlo y un 75% aspira a que ocurra en el futuro.
Como en el caso de la solución de problemas, acudir a la familia cuando se tienen que tomar decisiones es una característica muy generalizada de la cultura juvenil de los estudiantes. El 97% manifiesta hacerlo siempre, frecuente-mente o algunas veces. El 91% de los estudiantes que con-testa estar de acuerdo y en total acuerdo también cree que la familia es el apoyo más importante. Un porcentaje muy si-milar (92%) manifiesta seguir recurriendo a su familia para tomar decisiones en el futuro.
Los estudiantes consideran, en su mayoría, que la fa-milia es uno de los apoyos más importantes tanto en el sus-tento económico como en situaciones especiales de su vida, siendo este un aspecto que hace parte de la cultura juvenil y que evidencia la manera en que viven, por ejemplo, la mora-toria social. Tal aspecto está estrechamente relacionado con estudiantes cuyos padres han alcanzado grados de escolari-dad en la educación superior y que tienen creencias y aspira-ciones positivas en relación con la educación universitaria.
Además, el papel fundamental de la familia en este gru-po de javerianos se relaciona, en parte, con el hecho de que un alto porcentaje de los estudiantes pertenece a los dos pri-meros semestres (con edades entre los 16 y 19 años), periodo en que su dependencia afectiva y económica de la familia tiene continuidad con la etapa de educación secundaria.
Así mismo, y a pesar de los conflictos generacionales, es evidente que en nuestra cultura se otorga todavía un va-lor predominante a la familia como institución central para el desarrollo del individuo en su integración a la vida adulta. No obstante, dependiendo de los ingresos de las familias, esta dependencia, por lo menos en lo relacionado con lo económico, tiende a disminuir desde tempranas edades.
Los anteriores resultados sugieren la conveniencia de tener en cuenta en los programas de formación integral la influencia que siguen teniendo las familias como referentes importantes en la vida de los estudiantes, ya que en la edu-cación universitaria se tiende a desconocer este hecho y a considerar a los estudiantes adultos independientes.
La relación tan cercana con la familia puede consti-tuirse en un factor protector en los estudiantes, frente a problemáticas diversas como la deserción, el consumo de sustancias psicoactivas, de alcohol, entre otras dificultades.
La relación tan cercana con la familia puede constituirse en un factor protector en los estudiantes, frente a problemáticas diversas como la deserción, el consumo de sustancias psicoactivas, de alcohol, entre otras dificultades.
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Conviene generar estrategias que fortalezcan dichos víncu-los entre estudiantes, familia y la Universidad.
dimensión hábitos de estudio En cuanto a esta dimensión, la cultura juvenil de los
estudiantes de la Universidad se caracteriza por que, prác-ticamente, todos los estudiantes (91%) prefieren siempre, frecuentemente o algunas veces realizar las tareas de los cursos, en equipo. Cuatro de cada cinco (78%) manifiestan creer que trabajar en equipo es más productivo que hacerlo individualmente y el 79% aspira a trabajar en equipo para lograr ser más productivo.
Casi todos los estudiantes (94%) usan los medios so-ciales de comunicación como herramientas de estudio. Tres de cada cuatro (77%) creen que estos son indispensables para mantenerse informados académicamente, y la gran mayoría (85%) aspira a usarlos en sus estudios.
Los anteriores resultados sugieren la conveniencia de aprovechar mejor estas disposiciones de los estudiantes, di-señando nuevas y variadas maneras de favorecer y orientar el trabajo en equipo y el uso de los medios masivos de co-municación, tanto en las actividades propiamente académi-cas como en las complementarias e informales.
Además, conviene considerar estrategias y diseñar ser-vicios de formación, tanto disciplinar como humana, que aprovechen la cercanía de los estudiantes con los medios audiovisuales de comunicación y las tecnologías de la infor-mación y la comunicación (por ejemplo, cursos virtuales de formación humana, de apoyo al aprendizaje, consultoría y asesoría por correo electrónico, conferencias de libre asis-tencia en línea, etc.). Este estudio no indagó por la relación profesor-estudiante; por ello sugerimos posibilitar espacios que recuperen información sobre los aspectos emocionales y vinculares implicados en dicha relación y su incidencia en los procesos de aprendizaje.
dimensión hábitos relaCionados Con la salud En cuanto a esta dimensión, la cultura juvenil de los
estudiantes de la Universidad se caracteriza por que uno de cada seis estudiantes (16%) manifiesta consumir drogas. Cuatro de cada cinco estudiantes (80%) considera que el consumo moderado de estas drogas es perjudicial para la
conviene considerar estrategias y diseñar servicios de formación, tanto disciplinar como humana,
que aprovechen la cercanía de los estudiantes con los medios
audiovisuales de comunicación y las tecnologías de la
información y la comunicación
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salud. Igualmente, cuatro de cada cinco estudiantes (83%) aspiran a evitar su consumo en el futuro.
En cuanto al ejercicio físico, solo uno de cada dos es-tudiantes (49%) se ejercita siempre y frecuentemente; entre tanto, casi todos los demás (44%) lo hacen de vez en cuan-do. El 93% está de acuerdo en que este ejercicio mejora el estado de ánimo y el 94% aspira a hacerlo regularmente.
El 50% de los estudiantes afirma que nunca llevan consigo condones cuando existe alguna posibilidad de tener relaciones sexuales y sólo el 17% de ellos lo hace siempre; esto a pesar de que casi todos (92%) creen en la convenien-cia de que el condón brinda seguridad y ese mismo porcen-taje está de acuerdo en que quisieran cuidar su salud sexual con el uso del condón.
En general, los estudiantes no descansan lo suficiente para cuidar su salud mental; sólo uno de cada cinco lo hace regularmente (20%). Esto, a pesar de que prácticamente to-dos (97%) creen en su conveniencia para la salud mental y quisieran realizar actividades que la promuevan.
Los anteriores resultados sugieren la conveniencia de darle mayor importancia a esta dimensión, en los programas de formación integral, en las asesorías que la Universidad presta y en los recursos que ofrece para el cuidado de la salud. El énfasis se requiere no tanto en la concientización de la im-portancia de la salud, sino en la necesidad de que se lleven a la práctica las creencias y expectativas favorables de los estu-diantes, en asuntos tan críticos, como el consumo de drogas, el uso del condón, el ejercicio regular y el descanso apropiado.
Para esto, los programas de la Universidad deben orientarse especialmente a la educación para la prevención, la autonomía y el fomento de prácticas que garanticen una mayor calidad de vida, de modo que los programas y cam-pañas de salud tengan un componente importante no sólo de concientización, sino de énfasis en el autocuidado, auto-control y autorregulación de los estudiantes.
dimensión modalidades de trasCendenCia En cuanto a esta dimensión, la cultura juvenil de los
estudiantes de la Universidad se caracteriza por cierta con-tradicción entre el hecho de que casi todos los estudiantes (95%) cree que recurrir a prácticas introspectivas, como la oración y la meditación, es algo positivo para su crecimien-to personal, y un porcentaje cercano (81%) aspira a que lo
los programas de la Universidad deben orientarse especialmente a la educación para la prevención, la autonomía y el fomento de prácticas que garanticen una mayor calidad de vida
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espiritual llegue a formar parte de su desarrollo personal; mientras que, más de la mitad (59%) está en desacuerdo con recurrir a lo espiritual para su desarrollo personal.
De igual forma, cuando se indaga por la relación en-tre trascendencia y sentido de vida, un porcentaje alto de estudiantes (70%) está de acuerdo en cuestionarse por el sentido de su vida y casi todos (96%) considera que siem-pre, frecuentemente o algunas veces, este sentido se lo da lo espiritual. También, prácticamente, todos (94%) están de acuerdo en aspirar a darle un sentido a su vida en el futuro.
En cuanto a las relaciones con los demás, se encuentra que pedir ayuda a otros para crecer personalmente es una característica de la mitad de los estudiantes (51%); de la mis-ma forma que el 52% manifiesta estar en acuerdo con agra-decer a los demás por este hecho. La importancia de estas relaciones la manifiestan casi todos los estudiantes (95%), debido a que mejora al compartir con los demás. El mismo porcentaje aspira a recibir apoyo en el futuro y a construir sus vidas con otros.
Llama la atención que los estudiantes no relacionan las prácticas de crecimiento personal con el desarrollo de lo espiritual. Es importante indagar en posteriores estudios acerca de los diferentes sentidos que tiene lo espiritual para los jóvenes, así como es necesaria una indagación más pro-funda sobre sus nuevas sensibilidades en relación con sus sentidos de vida y sus prácticas de trascendencia.
Los anteriores resultados sugieren la conveniencia de enfatizar en los programas de formación integral, diferentes formas de fortalecer la espiritualidad y el crecimiento per-sonal; así mismo, aprovechar las posibilidades de diálogo que se generan con la valoración de la relación con los otros, como componente significativo del desarrollo personal.
Sugerimos, además, promover las redes de relaciones estudiantiles e incentivar, formar y acompañar la creación de vínculos como un importante lugar de sentido para los jóvenes. Estos vínculos son valiosos para la prevención de muchas problemáticas, y también para el fortalecimiento de los sentidos sociales y colectivos, elementos básicos de un desarrollo de lo trascendente.
dimensión PartiCiPaCión PolítiCa En cuanto a esta dimensión, la cultura juvenil de los
estudiantes de la Universidad se caracteriza por considerar
es necesaria una indagación más profunda sobre sus nuevas
sensibilidades en relación con sus sentidos de vida y sus
prácticas de trascendencia.
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lo político, lo social y lo económico como temas muy comu-nes de conversación, apoyados por la creencia que hacerlo es importante (86%). Además, por la creencia muy generali-zada (84%) de que la participación en eventos internos de la Universidad fortalece su funcionamiento democrático.
Por otro lado, la participación activa en movilizacio-nes para la defensa de los derechos humanos caracteriza a más de la mitad de los estudiantes (54%) y un número más alto cree en su conveniencia y aspira a hacerlo en el futuro (71%). La creencia respecto a que este tipo de participación es propio de una democracia la sostiene el 75% de ellos, quienes contestaron estar de acuerdo y en total acuerdo. En contraste, hay muy poca participación en eventos convoca-dos por partidos políticos: el 79%, expresa no hacerlo nun-ca, y sólo el 21% hacerlo siempre, frecuentemente o algunas veces. Sin embargo, el 74% manifiesta estar de acuerdo y en total acuerdo en que la participación ciudadana en los parti-dos políticos es esencial para la democracia, aunque sólo el 19% contesta estar de acuerdo y totalmente de acuerdo en aspirar a ser militante de un partido político.
La dimensión política de este estudio no exploró otras formas posibles de participación —por ejemplo, in-tereses—, las cuales hoy en día constituyen otras maneras formas de movilización y expresión política importantes para las culturas juveniles, que en cierta forma resignifica la forma de estar politizados. Es posible señalar que una de las formas de entender la comprensión del ejercicio político o de la política está asociado a prácticas de organización de grupos estudiantiles referidos a temas vitales que los pre-ocupan, como movimientos pacifistas, ecologistas, feminis-tas, defensa de derechos de las minorías, de los animales, etc., más que por partidos políticos o formas de participa-ción más institucionalizadas.
En este sentido, la percepción del joven como apático e indiferente a la realidad social no es tan cierta, por cuanto en diversas manifestaciones, como los grupos mencionados, se evidencian preocupaciones y posturas juveniles frente al acontecimiento y las realidades sociales. Los anteriores resul-tados sugieren la conveniencia de que los programas de for-mación ciudadana tengan en cuenta las nuevas modalidades de sensibilidad y organización política de los jóvenes. Ellos y ellas tienden a interesarse en grupos ecológicos, pacifistas, los que están en contra de la discriminación de género, racial y social y también a favor de la niñez y la ancianidad. En
Es posible señalar que una de las formas de entender la comprensión del ejercicio político o de la política está asociado a prácticas de organización de grupos estudiantiles
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cuanto a la conveniencia de que los estudiantes participen más en los órganos de gobierno universitario, vale la pena en los programas de formación ciudadana concientizarlos sobre la importancia del estamento estudiantil como miem-bro activo y comprometido de la comunidad universitaria.
Así mismo, sugerimos fortalecer la participación en re-des y grupos estudiantiles como factores protectores y preven-tivos de dificultades académicas, de consumo, baja autoestima y también como factores potencializadores de habilidades de liderazgo, gestión, creatividad, resolución de conflictos, etc.
dimensión ProPósito de los estudios En cuanto a esta dimensión, la cultura juvenil de los es-
tudiantes de la Universidad se caracteriza porque cuatro de cada cinco estudiantes (78%) afirma estudiar siempre o fre-cuentemente para servir a la sociedad. También, la gran mayo-ría (95%) está de acuerdo y en total acuerdo con la creencia de que en sus carreras tienen la oportunidad de prestar algún ser-vicio social, y el mismo porcentaje aspira a servir a la sociedad a través de los conocimientos adquiridos en la Universidad.
Cuatro de cada cinco estudiantes (77%) están de acuer-do y en total acuerdo con la creencia que estudiar en la Uni-versidad otorga un mayor estatus social y un 66% está de acuerdo y en total acuerdo con la aspiración de ascender so-cialmente por medio de los conocimientos adquiridos en la Universidad. Casi todos los estudiantes (90%) siempre o fre-cuentemente estudian para dominar un área de conocimien-to. También, cuatro de cada cinco (78%) están de acuerdo con la creencia que estudiar en la Universidad es la mejor ma-nera de adquirir conocimiento y casi el total de ellos (98%) está de acuerdo y en total acuerdo con la aspiración de am-pliar sus conocimientos para ser especialista en algún área.
Estos resultados sugieren la conveniencia de que en los programas de formación integral, se parta de esta condición, y este rasgo positivo de los estudiantes para explorar más en de-talle las condiciones socioeconómicas y políticas, que pueden afectar la realización de estos propósitos en su práctica profe-sional y explorar otras posibles motivaciones para sus estudios.
dimensión uso soCial de internet En cuanto a esta dimensión, la cultura juvenil de los
estudiantes de la Universidad se caracteriza por que un poco
sugerimos fortalecer la participación en redes y grupos
estudiantiles como factores protectores y preventivos de dificultades académicas, de consumo, baja autoestima y también como factores
potencializadores de habilidades de liderazgo, gestión, creatividad,
resolución de conflictos, etc.
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más de la mitad de los estudiantes (59%) siempre o frecuen-temente usa internet para relacionarse con otros. Sin em-bargo, un porcentaje mayor (83%) está de acuerdo y en total acuerdo con la creencia que internet es un medio que permi-te a las personas relacionarse socialmente. También un poco más de la mitad (61%) está de acuerdo y en total acuerdo con la aspiración de usar internet para relacionarse con otros.
Si bien el uso de internet como herramienta de rela-ción social entre los estudiantes no es tan alto como se es-peraría, un poco más de la mitad de los estudiantes la usa y un porcentaje aún mayor no solo se relaciona, sino que aspira a hacerlo por este medio. Estos resultados sugieren la conveniencia de usar más intensamente internet de manera sistemática, como alternativas de formación en las áreas no solo académicas, sino de desarrollo humano, tal y como se sugirió en las recomendaciones del apartado de hábitos de estudio. Por otro lado, sería importante indagar en poste-riores estudios sobre las condiciones en que se hace uso de internet y el tipo de personas con quienes se busca mayor comunicación en la web.
Son muy variados los puntos de vista y criterios des-de los cuales se pueden valorar los anteriores resultados. Quizás el más innovador y relevante es en la medida en la que sus resultados contribuyen a generar sinergia entre la política educativa institucional y los programas y proyectos de formación integral en la Universidad.
Aunque el Proyecto Educativo Común (PEC) es un documento de política general para las Universidades de la Compañía de Jesús en América Latina, de éste se desprende la importancia de contar con un conocimiento oportuno y confiable acerca de quiénes son nuestros estudiantes, lo cual constituye un factor determinante de las posibilidades de propiciar procesos de formación integral que efectiva-mente tengan en cuenta la diversidad de condiciones so-ciales, culturales y afectivas de nuestros estudiantes, y de las condiciones educativas en las que ocurren los procesos de formación, cada vez tornándose más complejos, debido a que ingresan cada vez más temprano a las universidades.
Por consiguiente, la investigación se puede conver-tir en una mediación estratégica entre las orientaciones del Proyecto Educativo Común y los programas y proyecto de formación integral que aspiran a realizar sus ideas y objeti-vos. (Campo, 2011).
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Limitaciones y proyección de la investigación
Este estudio permitió una vivencia particular sobre los desafíos que para la investigación en ciencias sociales representa el campo de análisis de las culturas juveniles. Al respecto es importante recordar que los jóvenes no repre-sentan son una categoría unívoca y que su manifestación diversa y plural es generalmente la regla. También es perti-nente señalar que la mayoría de sus saberes y experiencias se expresa en la cotidianidad y fuera de espacios institucio-nales, de modo que los alcances del proyecto sobre el cono-cimiento de la cultura juvenil del estudiante universitario tiene ciertas limitaciones.
En cuanto a las limitaciones del enfoque y diseño de la investigación, está la imposibilidad de recoger una muestra 100% representativa, del total de los estudiantes de pregra-do de la Universidad. Así mismo, que la selección de las dimensiones y las preguntas correspondientes dependió del mayor consenso logrado entre las universidades partici-pantes, a pesar de sus evidentes diferencias metodológicas y teóricas. Las preguntas se formularon básicamente desde una perspectiva adultocéntrica del problema.
Según lo anterior, los datos que arrojó el estudio pue-den ser útiles para reconocer algunas creencias, aspiraciones y prácticas de los jóvenes, en su relación con la Universidad, que pueden considerarse para diseñar prácticas educativas que incidan positivamente en su formación integral. Como educadores es considerable el grado en que ignoramos, o simplemente condenamos, las manifestaciones propias de su cultura juvenil, sin entrar a comprender concienzuda-mente sus implicaciones positivas y negativas, para la for-mación que nos corresponde propiciar y las transformacio-nes sociales que nos proponemos orientar. Por lo anterior,
es importante recordar que los jóvenes no representan son una categoría unívoca y que su manifestación diversa y plural es generalmente la regla.
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parece oportuno plantear algunas de las cuestiones signifi-cativas sobre la cultura juvenil de nuestros estudiantes, cu-yas respuestas condicionarán significativamente, la manera como debemos asumir los retos del PEC y de su formación (Campo, 2008).
En especial, interesan aquellas que están orientadas a dar continuidad a este estudio en futuras investigaciones y profundizar en las condiciones de construcción de sub-jetividades de los estudiantes en la Universidad, las cuales están particularmente relacionadas con la indagación sobre:
- Las concepciones de familia y sobre el tipo de fami-lia que los jóvenes de hoy aspiran a constituir en el futuro. Es necesario profundizar sobre los vínculos intrafamiliares que establecen los jóvenes y su significado e incidencia en sus elecciones personales y proyecto de vida.
- Las expectativas y maneras en que experimentan los jóvenes las nuevas condiciones del trabajo en la sociedad del conocimiento, con la necesidad de postergarse como adulto, y afrontar las dificultades del contexto laboral carac-terizado por la precariedad y escasez de puestos de trabajo y de oportunidades de desarrollo profesional.
- Las formas de participación y de acción colectiva de los estudiantes y su relación con distintas expresiones artís-ticas, políticas y culturales. En particular, la expresión artís-tica constituye uno de los aspectos que se ha considerado de especial relevancia en la educación que aspira a la formación integral; cumple un papel trascendental en el cultivo de la creatividad y la imaginación y se relaciona íntimamente con otros ámbitos de formación.
A este respecto, el PEC alienta a que, en coherencia con una formación integral, se incorporen otras dimensio-nes y áreas relacionadas con lo estético, lo lúdico, lo artístico, y “una educación para la sensibilidad”. La pregunta e indaga-ción sobre las prácticas artísticas de los estudiantes implica, en consecuencia, asumir que a la institución universitaria le compete ofrecer al estudiante experiencias formativas propi-cias para la expresión de su sentir y pensar a través del arte, no sólo como mediación privilegiada del aprendizaje, sino como espacio que incentive la capacidad de experimentar y construir comprensiones de su mundo, en relación con otras disciplinas humanistas y científicas.
la expresión artística constituye uno de los aspectos que se ha considerado de especial
relevancia en la educación que aspira a la formación integral
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- Las modalidades a partir de las cuales los currículos universitarios atienden la formación integral, desde las éti-cas del cuidado y de la trascendencia, en términos de cómo la están viviendo los jóvenes, sus nuevos lenguajes y sensibi-lidades frente a lo espiritual, lo trascendente y lo religioso. A este respecto, el PEC subraya que es frecuente encontrar que los currículos universitarios se centren en un “exagerado aprecio por lo intelectual”, y alienta a que, en coherencia con una formación integral, se incorporen otras dimensiones de formación para el desarrollo humano, como la resiliencia en jóvenes universitarios que viven en conflictos diversos, de familias fragmentadas, en contextos de violencia social y las éticas del cuidado como contenido fundador de diversas profesiones en las sociedades contemporáneas.
- Los usos e incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación en el aprendizaje de las profesiones y en los programas de formación integral. Ac-tualmente, estamos ante el fenómeno cultural de tener una generación de jóvenes que nacieron, pasaron su infancia y viven su adolescencia y juventud, asumiendo tales tecno-logías como parte normal de su experiencia y su entorno social. Esto no solo implica que han aprendido a manipular con destreza controles digitalizados y a incorporar las pan-tallas a sus percepciones cotidianas, sino que han desarro-llado nuevas mentalidades, con maneras propias de pensar, de valorar, de creer, de sentir, de relacionarse y de actuar.
No obstante, recientes estudios alertan sobre las di-ficultades del sistema educativo para garantizar en los es-tudiantes el desarrollo de competencias esenciales para el acceso y el uso de la información (Cabra Torres y Marciales Vivas, 2009). En la actualidad, desarrollar las habilidades necesarias para localizar, acceder, evaluar, interpretar y ac-tuar con información resultan ser competencias fundamen-tales para hacer elecciones informadas y para llevar a cabo acciones como individuo y como miembro de una comuni-dad, que ejerce de forma legítima sus derechos y responsa-bilidades sociales, civiles y políticas.
Hoy, más que nunca, el ejercicio de la ciudadanía está mediado por la adquisición de competencias informaciona-les para reconocer necesidades de información, identificar fuentes potenciales, desarrollar estrategias de búsqueda y usar crítica y éticamente la información. Desde el punto de vista de la alfabetización informacional que se requiere en la
estamos ante el fenómeno cultural de tener una generación de jóvenes que nacieron, pasaron su infancia y viven su adolescencia y juventud, asumiendo tales tecnologías como parte normal de su experiencia y su entorno social.
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sociedad actual, ésta no puede centrarse en la enseñanza de contenidos técnicos ni desvincularse de la generación de la conciencia social y crítica de los ciudadanos. El papel de la Universidad es significativo por su potencial para habilitar a los sujetos para el acceso, participación y ejercicio de otros derechos en las diversas esferas de la vida personal, social y cultural, política y económica.
- Finalmente, al asumir que lo institucional no está ais-lado del entorno, una indagación sobre el ocio y la diversión en bares y discotecas de los jóvenes universitarios aportaría una mirada compleja sobre estas prácticas socioculturales re-levantes en el consumo y expresión cultural de los jóvenes, en cuanto fuente de subjetivación estudiantil, ya sea que se participe personal o indirectamente. Es relevante considerar las dinámicas de interacción de estas prácticas, con las prác-ticas académicas; así como las tensiones y relaciones entre di-versos agentes sociales, dado que cuestiona discursos de se-guridad y convivencia ciudadana, normas de uso del espacio público, legislación sobre entornos universitarios, intereses y políticas institucionales, lo mismo que expectativas y valores de los docentes y directivas universitarias.
Partiendo de los resultados de este estudio, nos pre-guntamos sobre ¿cuáles es el grado de desfase y o contra-dicción entre ciertos aspectos de la cultura juvenil y las pro-puestas de formación institucionales como aquellas que se registran en el proyecto educativo de las universidades de AUSJAL? Quizás uno de los aspectos críticos que subyacen a la comprensión de los jóvenes universitarios está relacio-nado con la dificultad de diálogo entre las culturas juveniles y la cultura institucional, “la misma Universidad es un es-cenario de competencia donde el modelo de alta concentra-ción de asignaturas obliga al estudiante o a la estudiante a aislarse de la vida social, política, e incluso cultural que se desenvuelve en su interior y que le dificulta la realización paralela de otras actividades de subsistencia” (Murcia Peña, 2009, p. 256).
En ese sentido, debe trabajarse con más ahínco en los currículos universitarios, como escenarios de experiencias de aprendizaje que prefigura la docencia y la investigación en la Universidad. Al respecto, el PEC señala:
una indagación sobre el ocio y la diversión en bares y discotecas de
los jóvenes universitarios aportaría una mirada compleja sobre
estas prácticas socioculturales relevantes en el consumo y
expresión cultural de los jóvenes
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En las instituciones educativas de la Compañía de Je-sús, ciertas estructuras rígidas inhiben las posibilida-des de cambio; muchos currículos están más centrados en contenidos que en valores y competencias; existe un exagerado aprecio por lo intelectual sobre otras di-mensiones y áreas que incorporen lo estético, lo lúdico, lo artístico, lo productivo y el espíritu de emprendi-miento, lo contemplativo y una educación para la sen-sibilidad que forme personas “sensibles a todo lo que es humano”, “hombres y mujeres para los demás” y “con los demás”.
Como dijimos, esperamos que esta investigación con-tribuya en algo al conocimiento y la comprensión de la cul-tura juvenil de nuestros estudiantes y, en especial, a nuestras posibilidades de propiciar su formación integral. También a la consolidación de una red de investigación entre las uni-versidades de AUSJAL, para hacer un seguimiento sobre cómo evoluciona la cultura juvenil de sus estudiantes, en los diferentes ámbitos universitarios en que se manifiesta.
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Zúñiga Núñez, M. (2005). Ser joven en América Latina y el Caribe durante la segunda mitad del siglo XX: modelos de dominación, modelos de rebelión. Pasos (120). Recuperado en junio de 2010, de http://www.dei.org/mostrar_articulo_pasos.php?id=492&pasos_nro=120&fecha_pasos=Segunda%20%C9poca%202005.%20Julio%20%20Agosto.&especial=0.
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anexo 1.
Datos sociodemográficos
Tabla 1.1. Distribución por sexo
Sexo n %
Femenino 985 59
Masculino 689 41
NC 87 0
Total 1761 100
Nota: el 100% excluye las respuestas no contestadas (NC).
Tabla 1.2. Distribución por grupo etario
Edad n %
16-19 883 52
20-24 763 45
25-30 60 3
NC 55 0
Total general 1761 100
Nota: el 100% excluye las respuestas no contestadas (NC).
Tabla 1.3. Distribución por área de carrera
Carreras n %
Humanidades y educación 345 20
Ciencias de la salud 308 18
Arquitectura, diseño y arte 282 17
Ingeniería 242 14
Administrativa contable 198 12
Derecho 141 8
Ciencias exactas y naturales 126 7
Economía 43 3
Teología 3 1
NC 73 0
Total general 1761 100
Nota: el 100% excluye las respuestas no contestadas (NC).
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Tabla 1.4. Distribución por año de carrera
Año n %
Primero 899 54
Segundo 401 24
Tercero 169 10
Cuarto 125 7
Quinto 74 5
NC 93 0
Total general 1761 100
Nota: el 100% excluye las respuestas no contestadas (NC).
Tabla 1.5. Distribución por religión
Religión n %
Católica 1207 73
Ninguna 272 16
Cristiana no católica 114 6
Otra 62 3
Judía 6 1
Musulmana 3 1
NC 97 0
Total general 1761 100
Nota: el 100% excluye las respuestas no contestadas (NC).
Tabla 1.6. Distribución por nivel socioeconómico
Nivel socioeconómico n %
Alto 154 9
Medio alto 789 46
Medio 721 42
Medio bajo 45 2
Bajo 11 1
NC 41 0
Total general 1761 100
Nota: el 100% excluye las respuestas no contestadas (NC).
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Tabla 1.7. Distribución por educación secundaria
Tipo de institución n %
Privada católica 1209 71
Privada no católica 353 20
Pública 137 8
Privada subvención 8 1
NC 54 0
Total general 1761 100
Nota: el 100% excluye las respuestas no contestadas (NC).
Tabla 1.8. Distribución por dependencia económica
Dependencia económica n %
Familia 1566 93
Ingresos propios 69 4
Otro 16 1
Crédito 15 1
Beca de estudios 10 1
NC 85 0
Total general 1761 100
Nota: el 100% excluye las respuestas no contestadas (NC).
Tabla 1.9. Distribución por nivel educativo de los padres
Nivel educativo Madre % Padre %
Postuniversitaria 534 32 668 40
Universitaria 727 43 639 39
Secundaria completa 291 17 236 14
Secundaria incompleta 75 4 62 3
Primaria completa 29 2 31 2
Primaria incompleta 25 1 22 1
Sin estudios 1 1 1 1
NC 79 0 102 0
Total general 1761 100 1761 100
Nota: el 100% excluye las respuestas no contestadas (NC).
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Tabla 1.10. Distribución por estado civil
Estado civil n %
Soltero 1667 98,3
Casado 18 1,1
Divorciado 8 0,5
Viudo 3 0,2
NC 65 0,0
Total general 1761 100
Tabla 1.11. Distribución por número de hijos
Número de hijos N %
Con hijos 49 3
Sin hijos 1712 97
Total 1761 100
anexo 2.
Porcentajes y frecuencias de la dimensión apoyo familiar
Tabla 2.1. Indicador: solución de problemas
Pregunta 1 Pregunta 121 Pregunta 282
Prácticas
Cuando tengo algún problema busco apoyo en
mi familiaCreencias
Cuando se tiene algún problema, lo
mejor es acudir a tu familia
Aspiraciones
Acudir en primer lugar a mi familia siempre que
tenga un problema
n % n % n %
Siempre 1466 83 Acuerdo 1051 60 Acuerdo 870 49
Frecuentemente 167 9 Total acuerdo 519 29 Total acuerdo 625 35
Algunas veces 90 5 Desacuerdo 169 10 Desacuerdo 226 13
Nunca 38 2 Total desacuerdo 22 1 Total desacuerdo 40 2
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
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Tabla 2.2. Indicador: sustento económico
Pregunta 8 Pregunta 134 Pregunta 285
Prácticas
Recibo el sustento
económico de mi familia
Creencias
La familia debe mantener
económicamente a sus hijos
Aspiraciones
Recurrir a mi familia
cuando tenga necesidades económicas
n % n % n %
Frecuentemente 687 39 Acuerdo 952 54 Acuerdo 910 52
Algunas veces 520 30 Desacuerdo 472 27 Total acuerdo 412 23
Siempre 455 26 Total acuerdo 273 16 Desacuerdo 358 20
Nunca 99 6 Total desacuerdo 64 4 Total desacuerdo 81 5
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
Tabla 2.3. Indicador: toma de decisiones
Pregunta 29 Pregunta 133 Pregunta 263
Prácticas
Me apoyo en mi familia para tomar decisiones
Aspiraciones
La familia es el apoyo más
importante con el que cuenta una persona
Aspiraciones
Buscar el apoyo de mi familia a la
hora de tomar decisiones
n % n % n %
Algunas veces 649 37 Total acuerdo 1070 61 Total acuerdo 1058 60
Frecuentemente 611 35 Acuerdo 533 30 Acuerdo 571 32
Siempre 436 25 Desacuerdo 125 7 Desacuerdo 104 6
Nunca 65 4 Total desacuerdo 33 2 Total desacuerdo 28 2
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
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anexo 3.
Dimensión hábitos de estudio
Tabla 3.1. Indicador: estudio en equipo
Pregunta 14 Pregunta 147 Pregunta 270
Práctica
Cuando tengo la
oportunidad escojo realizar las asignaciones de clase en equipo
Creencias
Trabajar en grupo es más
productivo que hacerlo
individualmente
Aspiraciones
Trabajar en equipo para ser más productivo
académicamente
n % n % n %
Algunas veces 803 46 Acuerdo 938 53 Acuerdo 954 54
Frecuentemente 588 33 Desacuerdo 434 25 Total acuerdo 436 25
Siempre 208 12 Total acuerdo 314 18 Desacuerdo 316 18
Nunca 162 9 Total desacuerdo 75 4 Total desacuerdo 55 3
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
Tabla 3.2. Indicador: uso de medios audiovisuales de comunicación social
Pregunta 33 Pregunta 144 Pregunta 279
Práctica
Uso los medios de
comunicación social
audiovisuales como
herramientas de estudio
Creencias
Los medios de comunicación
social audiovisuales son
indispensables para mantenerse
informado con fines
Aspiraciones
Usar información de los medios de
comunicación social en mis
estudios
n % n % n %
Frecuentemente 738 42 Acuerdo 986 56 Acuerdo 1068 61
Algunas veces 545 31 Total acuerdo 374 21 Total acuerdo 422 24
Siempre 371 21 Desacuerdo 347 20 Desacuerdo 224 13
Nunca 107 6 Total desacuerdo 54 3 Total desacuerdo 47 3
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
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anexo 4.
Dimensión: hábitos relacionados con la salud
Tabla 4.1. Indicador: consumo de drogas
Pregunta 13 Pregunta 135 Pregunta 277
Práctica
Consumo drogas (marihuana,
cocaína, éxtasis, crack, LSD o heroína)
Creencias
El consumo moderado de drogas (marihuana, cocaína,
éxtasis, crack, LSD o heroína) no es
dañino
Aspiraciones
Evitar el consumo de drogas
(marihuana, cocaína,
éxtasis, crack, LSD o heroína)
n % n % n %
Nunca 1479 84 Total desacuerdo 1005 57 Total acuerdo 1099 62
Algunas veces 207 12 Desacuerdo 401 23 Acuerdo 364 21
Frecuentemente 53 3 Acuerdo 254 14 Desacuerdo 173 10
Siempre 22 1 Total acuerdo 101 6 Total desacuerdo 125 7
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
Tabla 4.2. Indicador: ejercicio físico
Pregunta 17 Pregunta 130 Pregunta 287
Práctica
Hago ejercicio físico Creencias
El ejercicio físico mejora el estado de
ánimoAspiraciones
Hacer ejercicio físico
regularmente
n % n % n %
Siempre 327 19 Total acuerdo 987 56 Total acuerdo 1011 57
Frecuentemente 525 30 Acuerdo 659 37 Acuerdo 652 37
Algunas veces 771 44 Desacuerdo 91 5 Desacuerdo 80 5
Nunca 138 8 Total desacuerdo 24 1 Total desacuerdo 18 1
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
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Tabla 4.3. Uso del condón
Pregunta 18 Pregunta 145 Pregunta 283
Práctica
Llevo condones conmigo cuando
existe alguna posibilidad de
tener sexo
CreenciasUsar el condón
brinda seguridad Aspiraciones
Cuidar mi salud sexual con el
uso del condón
n % n % n %
Nunca 875 50 Total acuerdo 910 52 Total acuerdo 1058 60
Algunas veces 345 20 Acuerdo 707 40 Acuerdo 571 32
Siempre 300 17 Desacuerdo 113 6 Desacuerdo 104 6
Frecuentemente 241 14 Total desacuerdo 31 2 Total desacuerdo 28 2
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
Tabla 4.4. Actividades positivas psicológicamente
Pregunta 19 Pregunta 137 Pregunta 288
Práctica
Cuido mi salud psicológica
descansando lo suficiente
Creencias
El descanso es importante para la salud psicológica
Aspiraciones
Hacer actividades que promuevan
mi bienestar psicológico
n % n % n %
Frecuentemente 609 35 Total acuerdo 1215 69 Total acuerdo 1142 65
Algunas veces 708 40 Acuerdo 493 28 Acuerdo 547 31
Siempre 356 20 Desacuerdo 44 2 Desacuerdo 56 3
Nunca 88 5 Total desacuerdo 9 1 Total desacuerdo 16 1
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
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anexo 5.
Dimensión: modalidades de trascendencia
Tabla 5.1 Indicador: crecimiento interior
Pregunta 3 Pregunta 127 Pregunta 268
Prácticas
Recurro a lo espiritual
para crecer interiormente
Creencias
La meditación, la oración u
otras prácticas introspectivas son medios para en-
contrar significado a la vida
Aspiraciones
Que lo espiritual forme parte de
mi vida
N % N % N %
Desacuerdo 743 42 Frecuentemente 877 50 Acuerdo 820 47
Acuerdo 408 23 Siempre 432 25 Total acuerdo 602 34
Total acuerdo 305 17 Algunas veces 355 20 Desacuerdo 248 14
Total desacuerdo 305 17 Nunca 97 6 Total desacuerdo 91 5
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
Tabla 5.2. Indicador: sentido de vida
Pregunta 5 Pregunta 146 Pregunta 276
Prácticas
Me pregunto por el sentido
de mi vida Creencias
Lo espiritual proporciona sentido a la
existencia humanaAspiraciones
Darle un sentido a mi vida
n % n % n %
Acuerdo 661 38 Frecuentemente 900 51 Total acuerdo 1202 68
Total acuerdo 561 32 Siempre 549 31 Acuerdo 460 26
Desacuerdo 443 25 Algunas veces 243 14 Desacuerdo 74 4
Total desacuerdo 96 5 Nunca 69 4 Total desacuerdo 25 1
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
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Tabla 5.3. Indicador: relación con otros
Pregunta 26 Pregunta 27 Pregunta 141 Pregunta 128
Prácticas
Pido ayuda a los demás
para mi crecimiento
personal
Agradezco a los demás por darle sentido a
mi vidaCreencias
La relación con el otro es importante para la vida
Creencias
Cuando compartimos con el otro mejoramos
como persona
n % n % n % n %
Desacuerdo 723 41 636 36 Siempre 1055 60 Frecuentemente 984 56
Acuerdo 647 37 601 34 Frecuentemente 620 35 Siempre 678 38
Total acuerdo 250 14 318 18 Algunas veces 67 4 Algunas veces 85 5
Total desacuerdo 141 8 206 12 Nunca 19 1 Nunca 14 1
Total 1761 100 1761 88 Total 1761 100 Total 1761 100
Pregunta 260 Pregunta 281
Aspiraciones
Contar con el apoyo de las personas que
me rodean
AspiracionesConstruir mi vida junto a los otros
n % n %
Siempre 1056 60 Frecuentemente 883 50,1
Frecuentemente 625 35,5 Siempre 721 40,9
Algunas veces 68 3,9 Algunas veces 128 7,3
Nunca 12 0,7 Nunca 29 1,6
Total 1761 100 1761 100
anexo 6.
Dimensión: participación política Tabla 6.1 Indicador: participación en conversaciones
Pregunta 2 Pregunta 148 Pregunta 262
Prácticas
Converso con amigos y
compañeros sobre temas políticos,
económicos y sociales
Creencias
Conversar con amigos sobre
temas políticos es fundamental
para comprender la realidad de un país
Aspiraciones
Participar en las discusiones sobre
política que se desarrollan en
mi entorno
n % n % n %
Algunas veces 823 47 Acuerdo 967 55 Acuerdo 819 47
Frecuentemente 678 39 Desacuerdo 409 23 Desacuerdo 530 30
Siempre 183 10 Total acuerdo 324 18 Total acuerdo 256 15
Nunca 77 4 Total desacuerdo 61 3 Total desacuerdo 156 9
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
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Tabla 6.2 Indicador: participación en órganos de gobierno universitario
Pregunta 16 Pregunta 136 Pregunta 267
Prácticas
Participo en eventos de mi universidad en
donde se discuten temas políticos, económicos y
sociales de orden nacional e
internacional
Creencias
La participación en los centros
de estudiantes y órganos de cogobierno fortalece el
funcionamiento democrático de la
universidad
Aspiraciones
Formar parte de un centro de estudiantes u
órgano de cogobierno
universitario
n % n % n %
Nunca 1018 58 Acuerdo 1087 62 Desacuerdo 719 41
Algunas veces 575 33 Total acuerdo 390 22 Acuerdo 620 35
Frecuentemente 133 8 Desacuerdo 237 13 Total desacuerdo 267 15
Siempre 35 2 Total desacuerdo 47 3 Total acuerdo 155 9
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
Tabla 6.3. Indicador: participación en eventos
Pregunta 28 Pregunta 131 Pregunta 284
Prácticas
Participo en movilizaciones de diverso tipo para defender los derechos ciudadanos
Creencias
En democracia se permiten las
protestas públicas Aspiraciones
Participar en los espacios
públicos para defender los
derechos ciudadanos
n % n % n %
Nunca 806 46 Acuerdo 890 51 Acuerdo 908 52
Algunas veces 694 39 Total acuerdo 431 24 Desacuerdo 384 22
Frecuentemente 194 11 Desacuerdo 356 20 Total acuerdo 333 19
Siempre 67 4 Total desacuerdo 84 5 Total desacuerdo 136 8
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
Pregunta 32 Pregunta 143 Pregunta 271
Prácticas
Participo en eventos
organizados por partidos políticos
Creencias
La participación ciudadana en los partidos políticos es esencial para la consolidación de
la democracia
Aspiraciones
Ser militante de un partido
político
n % n % n %
Nunca 1391 79 Acuerdo 878 50 Desacuerdo 715 41
Algunas veces 260 15 Total acuerdo 425 24 Total desacuerdo 703 40
Frecuentemente 70 4 Desacuerdo 352 20 Acuerdo 252 14
Siempre 40 2 Total desacuerdo 106 6 Total acuerdo 91 5
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
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anexo 7.
Dimensión: propósito de los estudios
Tabla 7.1 Indicador: servicio social
Pregunta 10 Pregunta 140 Pregunta 280
Práctica
Estudio para servir a la sociedad Creencias
En mi carrera existe la
oportunidad de prestar un servicio social
Aspiraciones
Servir a la sociedad a
través de los conocimientos
adquiridos en la universidad
n % n % n %
Siempre 696 40 Total acuerdo 1023 58 Total acuerdo 966 55
Frecuentemente 662 38 Acuerdo 643 37 Acuerdo 692 39
Algunas veces 321 18 Desacuerdo 72 4 Desacuerdo 75 4
Nunca 82 5 Total desacuerdo 23 1 Total desacuerdo 28 2
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
Tabla 7.2. Indicador: ascenso social
Pregunta 15 Pregunta 149 Pregunta 261
Práctica
Estudio para ascender
socialmente Creencias
Estudiar en la universidad
otorga un mayor estatus social
Aspiraciones
Ascender en el estatus social gracias a los
conocimientos adquiridos en la
universidad
n % n % n %
Siempre 636 36 Acuerdo 886 50 Acuerdo 802 46
Frecuentemente 533 30 Total acuerdo 476 27 Total acuerdo 643 37
Algunas veces 341 19 Desacuerdo 331 19 Desacuerdo 251 14
Nunca 251 14 Total desacuerdo 68 4 Total desacuerdo 65 4
TOTAL 1761 100 TOTAL 1761 100 TOTAL 1761 100
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Tabla 7.3. Indicador: dominio de conocimientos
Pregunta 25 Pregunta 150 Pregunta 258
Práctica
Estudio para dominar un área de conocimiento Creencias
Estudiar en la universidad es la
mejor manera de adquirir
conocimiento
Aspiraciones
Ampliar mis conocimientos
para ser especialista
en algún área
n % n % n %
Siempre 1041 59 Acuerdo 781 44 Total acuerdo 1157 66
Frecuentemente 544 31 Total acuerdo 604 34 Acuerdo 555 32
Algunas veces 138 8 Desacuerdo 321 18 Desacuerdo 38 2
Nunca 38 2 Total desacuerdo 55 3 Total desacuerdo 11 1
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100
anexo 8.
Dimensión: uso social de internet
Tabla 8.1 Indicador: relaciones sociales virtuales
Pregunta 31 Pregunta 129 Pregunta 256
Práctica
Uso internet para
relacionarme con otros
Creencias
Internet es un medio que
permite a las personas
relacionarse socialmente
Aspiraciones
Usar internet para relacionarme
con otros
n % n % n %
Frecuentemente 630 36 Acuerdo 1023 58 Acuerdo 826 47
Algunas veces 570 32 Total acuerdo 432 25 Desacuerdo 495 28
Siempre 406 23 Desacuerdo 252 14 Total acuerdo 241 14
Nunca 155 9 Total desacuerdo 54 3 Total desacuerdo 199 11
Total 1761 100 Total 1761 100 Total 1761 100