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MODELO DE INTERVENCIÓN EN ASISTENCIA SOCIAL Nuestros Niños, Nuestro Futuro
Modelo de Atención para Niños en Situación de Orfandad por Delitos de Alto Impacto
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Un cambio estructural urgente: ¿por qué? ................................................................................. 5
El saldo ........................................................................................................................................ 7
Ejes estratégicos .......................................................................................................................... 9
II. ANTECEDENTES ........................................................................................................... 10
Causas de la situación de vulnerabilidad ...................................................................................... 45
Efectos de la situación de vulnerabilidad ...................................................................................... 45
III. OBJETIVOS .................................................................................................................. 46
Objetivo general ............................................................................................................................ 46
Objetivos específicos ..................................................................................................................... 47
Población objetivo ......................................................................................................................... 58
Recursos existentes ....................................................................................................................... 59
Participación de los niños .............................................................................................................. 59
Gestión de cuestiones de poder, diversidad e inclusión ............................................................... 59
Recursos ........................................................................................................................................ 60
Vínculos ......................................................................................................................................... 60
Censo, identificación y registro de huérfanos susceptible de integrarse al Modelo .................... 62
Coordinación intersectorial para la elaboración del registro ....................................................... 62
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Clasificación y segmentación de los registros contenidos en la base de datos ............................ 64
Requisitos para Ingresar al Modelo .............................................................................................. 64
El adecuado manejo de la información ......................................................................................... 66
El Modelo y beneficios concurrentes ............................................................................................ 66
Convenios de colaboración ........................................................................................................... 67
B. Procedimiento de atención psicológica ............................................................................. 80
C. Proceso de atención jurídica ............................................................................................. 84
D. Procedimiento de trabajo social ........................................................................................ 88
E. Procedimiento de donaciones de Padrinos NNNF ............................................................. 93
Gastos de operación ...................................................................................................................... 97
VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ..................................................................................... 99
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I. INTRODUCCIÓN
“La experiencia indica que es la amnesia la que hace que la historia se repita y que se repita como pesadilla. La buena memoria permite aprender del pasado, porque el único sentido que tiene la recuperación del pasado es que sirva para la transformación de la vida presente”.
Eduardo Galeano.
La violencia que ha vivido Tamaulipas en las últimas décadas, ha transgredido el tejido
social como una grave enfermedad afectando al núcleo familiar, a la comunidad y en
conjuntoa la sociedad misma, dejando con ello grandes daños generacionales.
Es por ello que en el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Tamaulipas
consideramos como principios básicos, los siguientes, para el restablecimiento del tejido
social:
1. Respeto a la vida y a la dignidad humana.
2. Valores sociales, porque sin valores no hay futuro.
3. Seguridad ciudadana.
4. Justicia social.
5. Educación para la Paz.
Todos ellos, forman parte de los ejes rectores que nos permitirán el fortalecimiento del
tejido social y así lograr una verdadera atención integral para la familia.
Recuperaremos la esencia de lo que significa “familia”, el respeto a la vida, a vivir en
comunidad a pesar de cualquier conflicto, para que juntos podamos reconciliarnos, vivir
en paz y con ello, lograr la no repetición de la violencia social y delictiva.
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Visión estratégica del Gobierno del Estado de Tamaulipas
Tamaulipas es un estado con vocación de alta productividad en la industria
manufacturera, petrolera y agropecuaria. Su ubicación geográfica, condición fronteriza y
el amplio litoral en el Golfo, lo colocan como pieza estratégica del desarrollo nacional con
gran potencial en materia energética. Sin embargo, en los últimos años, se detonó un
acelerado deterioro de las condiciones de bienestar social y un consecuente aumento de
la incidencia delictiva.
Un cambio estructural urgente: ¿por qué?
En la década de los ochenta, Tamaulipas comienza a transformar la base de su economía
sumando a la agricultura, ganadería y petróleo la industria maquiladora, ocasionando con
ello también un retroceso en el poder adquisitivo de los salarios, precarización del
empleo, baja calidad de la educación y una disminución al acceso de seguridad social.
A la persistencia del modelo manufacturero y al deterioro del bienestar social en el
estado, se sumaron otros factores que, con el tiempo, han sido determinantes para el
crecimiento del fenómeno de la violencia y la delincuencia. Por un lado, el aumento en la
demanda de drogas por parte de los consumidores y la eliminación de la prohibición de
venta de rifles de alto poder en Estados Unidos, situaciones que, aunadas a la estrategia
del Gobierno Federal de persecución contra los cárteles de drogas, desembocó en el
fortalecimiento del crimen organizado en abierto enfrentamiento con las fuerzas del
Estado(Gobierno del Estado de Tamaulipas, 2017).
Por otro lado, la complicidad progresiva de las autoridades locales y el aumento en los
índices de corrupción e impunidad, llevaron, por ejemplo, a destinar la mayor parte del
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presupuesto estatal a salarios y servicios personales, lo que limitó las capacidades
institucionales para proteger a la población, permitió un incremento en las violaciones
graves a los derechos humanos y generó desconfianza en las instituciones de seguridad
pública. Este conjunto de factores interrelacionados influyó en el aumento drástico de los
delitos de alto impacto en la última década.
El homicidio, el secuestro, la extorsión y el robo con violencia crecieron al grado de
colocar al territorio de Tamaulipas como el área geográfica de mayor riesgo en el país en
2015-2016, situación que ha desalentado la inversión, motivando la fuga de empresas,
disminuyendo la generación de empleos de calidad y minimizando el crecimiento
económico estatal a un promedio de 1.9% en los últimos cinco años y -0.6% en el tercer
trimestre de 2016, por debajo de la media nacional y hasta tres veces menos en los
estados fronterizos. Esto se ha reflejado en la percepción de la inseguridad como uno de
los temas más graves para nueve de cada diez tamaulipecos (85.2%).
La inseguridad, la corrupción y el bajo crecimiento económico aceleraron el deterioro de
la calidad de vida de la gran mayoría de la población, afectando indicadores de bienestar
aparentemente consolidados, como el acceso a la educación, a los servicios de salud o una
alimentación adecuada. Así, para 2014, 1.3 millones de personas en el estado vivían en
condiciones de pobreza, la mortalidad infantil era mayor que tres años antes, 16% de
niñas y niños entre tres y quince años no asistían a la escuela ni tenían educación básica;
8% de los que iniciaron no terminaron la primaria; 45% no contaban con acceso a la
seguridad social y casi 20% no gozaba de los requerimientos mínimos para alimentarse
bien.
Todo ello en un contexto de difícil acceso a la justicia, cuyos procesos revictimizan a
quienes han sido agraviados. Este proceso de descomposición económica, política y social
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desembocó en una espiral de violencias que se agrava ante hechos como la exclusión,
carencias y falta de oportunidades de desarrollo.
Figura 1. Ciclo de violencias.
El saldo
Múltiples factores deterioraron drásticamente la calidad de vida y la percepción de
seguridad pública y social en el Estado.
Esta situación ha obligado al Gobierno de Tamaulipas a tomar decisiones distintas, a
redirigir los esfuerzos institucionales hacia la reconstrucción del tejido social y la
generación de condiciones para la paz y la prosperidadsostenibles.
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Objetivo estratégico: Construcción de paz y prosperidad sostenible
Las personas en Tamaulipas apostaron por un gobierno distinto que cambie la situación de
inseguridad y coloque al bien común en el centro de las políticas. En las últimas décadas se
ha demostrado que en contextos de corrupción e impunidad estatal destinar la mayor
parte del presupuesto a recursos policiacos, armamento y equipo táctico no ha resuelto
por completo las consecuencias familiares y sociales del crimen organizado ni restaura la
seguridad, sino por el contrario, limita la capacidad institucional de por sí acotada para la
atención a grupos en situación de vulnerabilidad, perpetuando el ciclo de pobreza y las
violencias con efectos como la captura de jóvenes que no encuentran mejor alternativa
que las actividades delictivas.
Alcanzar el objetivo de (re) construcción de la paz en el estado supone gobernar de
manera diferente, con inteligencia, entendiendo que la violencia y la delincuencia son
fenómenos que tienen su origen en factores múltiples, que tienen que ver con las
personas y sus relaciones en la familia, la escuela, la comunidad, el entorno económico o
político, y por lo tanto, la atención a esos factores debe realizarse de manera integral, no
sólo con medidas para elevar las capacidades policiales y reducir la corrupción, sino
transformando los patrones culturales y generando las condiciones de bienestar que
promuevan la convivencia democrática y la igualdad entre las personas.
Se trata de construir la paz y de recuperar la tranquilidad mediante la generación de
condiciones institucionales, económicas y sociales para la restauración de las relaciones
interpersonales, la atención de las necesidades de la población y la resolución constructiva
de los conflictos; no abatiendo la violencia exclusivamente con más violencia.
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Se pretende reconstruir un entorno que facilite a las personas para el ejercicio de los
derechos humanos y que facilite y promueva la generación de nuevos emprendimientos
en un contexto de valores para el bienestar y la paz de las familias y la sociedad
tamaulipeca.
Ejes estratégicos
Para alcanzar el objetivo estratégico descrito, el gobierno del estado se propone alinear y
articular las políticas e instituciones públicas en torno a tres ejes entrelazados:
a) Seguridad ciudadana;
b) Bienestar social
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II. ANTECEDENTES
El Sistema de Desarrollo Integral de la Familia Tamaulipas (DIF), en sus ejes de atención a
niños tiene el objetivo específico, dentro del marco jurídico que le compete, de adoptar
todas aquellas medidas de protección para la salvaguarda del interés superior de la
infancia. En este sentido se ha forjado la tarea de establecer metodologías específicas para
el diseño de modelos de intervención en asistencia social de carácter trasversal que
apoyen al cumplimiento del mismo.
En este escenario institucional, DIF Tamaulipas resalta la necesidad de desarrollar un
modelo de intervención en asistencia social que permita identificar, atender e integrar a la
familia y a la sociedad aquellas niñas, niños y adolescentes que han sido víctimas
indirectas de delitos de alto impacto como desaparición forzada, secuestro y homicidio,
relacionados principalmente con las actividades de grupos delictivos en la última década
en nuestro país y, por ende, en el estado de Tamaulipas.
En este propósito, es trascedente destacar la situación que impera en México, y de forma
remarcable en el estado de Tamaulipas desde hace 10 años, periodo en el cual se han
recrudecido movimientos de violencia por parte de diversos grupos delictivos, que afectan
de manera directa o indirecta a la ciudadanía; lo que en consecuencia ha provocado un
estado de zozobra en el desarrollo de las diversas actividades tanto económicas como
socioculturales de la sociedad tamaulipeca.
Cabe agregar que la violencia organizada, suele tener consecuencias aún más graves para
la acción humanitaria que los conflictos armados, tanto en lo que respecta al número de
muertes violentas como al precio que pagan las familias y las comunidades, en la medida
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en que se desintegra el tejido social y las redes tradicionales de apoyo para hacer frente a
la adversidad (Comité Internacional de la Cruz Roja, 2011).
Después de las consideraciones anteriores, en el caso del estado de Tamaulipas, los altos
índices de criminalidad, han generado rompimientos en la estructura social que requieren
la intervención de academia, sociedad civil y las instituciones públicas para generar
sinergias que logren el saneamiento de los ecosistemas (Villarreal, 2015).
Según estadísticas, la percepción actual de inseguridad en el país es del 85.2%, de acuerdo
con ENVIPE (2016); siendo Tamaulipas uno de las más altos del país (ver figura 3). Esto
infiere elementos que obligan a las instituciones a diseñar e implementar acciones
pertinentes, con el objeto de lograr subsanar el caos social, que enfrenta al día de hoy
nuestro país.
Figura 3.Percepción de la población respecto de la situación que guarda la inseguridad pública en su entidad federativa.Fuente: Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2017.
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Con el 85.2% de Percepción de Inseguridad, Tamaulipas ocupa un sexto lugar nacional sólo
por debajo de entidades como el Estado de México (primer lugar con 90.7%), o Veracruz
(segundo lugar con 89.9%).
Ante la situación planteada, el SEDIF Tamaulipas, ha identificado una necesidad
apremiante de atención, para aquellas niñas y niños que han caído en estado de orfandad
como consecuencia de delitos de alto impacto, la gran mayoría asociados a las condiciones
de inseguridad que permean en el estado, para lo cual se integra un equipo
multidisciplinario para realizar un diseño metodológico sistematizado del Modelo, a través
de un análisis, diagnóstico, diseño, implementación y operación, que atienda tanto el
contexto como el desarrollo psicosocial del menor debido a que han sido expuestos de
manera directa o indirecta a situaciones violentas.
Con este propósito, el Modelo de Intervención en Asistencia Social Nuestros Niños,
Nuestro Futuro propone una dinámica de intervención social; la intención fundamental de
la atención individual a las niñas y niños de entre 6 y 12 años, así como activar procesos de
colaboración y de corresponsabilidad con sus familias, que representan el contexto más
propicio para generar vínculos significativos, favorecer a la socialización y estimular el
desarrollo humano, considerando a la familia como su principal capital social (Ramírez et
al, 2014).
Por lo tanto, el Modelo de Intervención en Asistencia Social Nuestros Niños, Nuestro
Futuro pretende atender a la familia como la unidad fundamental de nuestra sociedad, la
cual repercute directamente en el desarrollo de las personas, las comunidades y el país,
garantizando a la vez el cumplimiento de los derechos y el destino efectivo de los recursos
(Ramírez et al, 2014); lo anterior con la intención firme de reconocerse dos elementos
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transcendentales atención al ecosistema: Prevención de la Violencia y Justicia Restaurativa
(Villarreal, 2015).
Cabe precisar que los niños constituyen uno de los segmentos más vulnerables de la
población y se ven afectados de muchas maneras por las consecuencias que acompaña los
conflictos violentos (Comité Internacional de la Cruz Roja, 2011); convirtiéndolos en
víctimas indirectas que, de acuerdo con Villarreal, (2014) son los más afectados
repercutiendo en su entorno, familiar, social o afectivo.
Así, el Sistema DIF Tamaulipas a través de la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y
Adolescentes, propone el ofrecimiento de servicios integrales a los menores huérfanos por
delitos de alto impacto a fin de procurar el acceso a una vida libre de violencia que
propicie un sano desarrollo físico emocional y cognoscitivo,sobre todo ante el hecho de
que en tiempos de violencia armada, los niños se encuentran en serio peligro; ya sea por
atestiguar o sufrir actos de violencia o abusos; viendo interrumpido además su desarrollo
educativo (Comité Internacional de la Cruz Roja, 2011).
Es así que, la intervención social propuesto por el Sistema DIF Tamaulipas como parte del
proceso restaurador que favorezca que las víctimas y a los miembros afectados de la
comunidad participen directa y activamente en la reparación y la paz social (Villarreal,
2014), a través de un enfoque multidisciplinario, que haga frente a todas las necesidades
de los niños afectados por los conflictos armados y otras situaciones de violencia.
El fenómeno social
En México, la problemática del surgimiento de víctimas indirectas de conflictos derivados
de la delincuencia organizada, ha sido un fenómeno se ha recrudecido en años recientes,
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haciendo notar que no existen, a la fecha, modelos de intervención en asistencia social a
nivel institucional con características que aludan a un enfoque multidisciplinario y de
intervención social en pro a reestructurar el tejido social, y por ende la recomposición del
ecosistema.
De este modo el SEDIF Tamaulipas en atención a dicha problemática se dio a la tarea en
diciembre de 2016 de integrar un equipo multidisciplinario donde la institución junto con
la academia iniciaron una revisión a nivel internacional sobre modelos de intervención en
asistencia social a población vulnerable, niños, niñas y adolescentes en conflictos armados
o en situaciones que los tengan expuestos a situaciones de violencia, y de acciones que
diversas organizaciones han llevado acabo, para establecer procesos de intervención con
el objeto de logar un mejoramiento en la calidad de vida del menor afectado.
En consecuencia se identificaron modelos a nivel internacional que dan elementos de
pertinencia, así como soporte metodológico al diseño de “Nuestro Niños, Nuestro
Futuro”, dando la pauta a diversas líneas de acción, fundamentadas en teorías del
bienestar psicosocial, enfocadas en la atención de situaciones de vulnerabilidad tal como
lo es la orfandad por delitos de alto impacto.
En este contexto, el trabajo del Consejo de Delegados para el Plan de acción para el
Movimiento con relación a los niños afectados por Movimientos Armados (CABAC),
quienes en 2011 recapitularon las medidas concretas para proteger y ayudar a los niños
víctimas de conflictos armados, en diversos países como en Pakistán, Brasil, y en el
continente africano, entre otros.
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El objeto del trabajo realizado por el CABAC, consiste en concentrar evidencia del cómo
fueron identificadas las víctimas de las consecuencias indirectas de los conflictos armados
y la violencia, así como los daños físicos y psíquicos.
El trabajo del CABAC en 2011 da reconocimiento a Campañas para hacer valer el derecho
aplicable, de instrucción en materia de derechos humanitarios y de diversas acciones que
permitan el desarrollo de aptitudes para la vida, en donde dichas actividades son
específicamente destinadas a menores que viven en comunidades de alto riesgo,
dirigiendo iniciativas para atender necesidades psicosociales de los niños (Comité
Internacional de la Cruz Roja, 2011).
En este mismo sentido en Colombia la Ley 1448 de 2011 reconoció como población
vulnerable a los niños, niñas y adolescentes huérfanos en razón de la muerte de sus
padres a causa del conflicto armado interno. En consecuencia, esta población tiene
derecho a la reparación integral incluida la restitución de tierras de sus padres. Este hecho
desencadenó otras violaciones a los derechos de protección y, en general, a la totalidad
de sus derechos como cuidado y custodia, educación, salud, desarrollo integral de su
primera infancia, entre otros (Ramírez, Pinzón, Quintero, Sanabria & Mendoza; 2014).
Por otra parte, es importante destacar actividades de inclusión a población de niños y
niñas en estado de vulnerabilidad, como las realizadas en los años 90 por la Pontificia
Universidad Católica del Perú, a través del Proyecto Amigos de la calle. Dicho proyecto
tiene el objetivo primordial de “generar acciones articuladas para despertar la conciencia
social, la sensibilidad de la población en general; así como su sentido humano y solidario
con estos niños, que no pueden defender sus más elementales derechos” (Alor, 1999).
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El objetivo antes mencionado fue operado a través de un modelo de intervención social
donde profesores y estudiantes ponen al servicio sus conocimientos, capacidades y
habilidades en marco de solidaridad con uno de los grupos más vulnerables del país. Del
cual surgió la necesidad de realizar investigaciones con carácter multidisciplinario para
contribuir a proponer mejores alternativas de acción (Alor, 1999).
Por su parte, en las favelas de Río de Janeiro en el 2000, se creó la “Lucha por la Paz” (Luta
Pela Paz), para apoyar a los niños armados y empleados por las bandas de tráfico de
drogas, este comenzó como un club de boxeo, donde los participantes recibían clases de
ciudadanía después del entrenamiento, al pasar los años se ha convertido en una ONG
internacional que ayuda a los niños y jóvenes afectados por la violencia, mediante una
metodología integral basada en cinco pilares: el boxeo y las artes marciales, la educación,
la empleabilidad, el apoyo social y el liderazgo de los jóvenes.
Además de ofrecer oportunidades en los cinco pilares, “Lucha por la Paz” se centra en el
desarrollo personal de los jóvenes a fin de que puedan aumentar su resiliencia y crear un
futuro positivo para sí mismos. El modelo apoya directamente a los jóvenes en academias
del Brasil y el Reino Unido. También beneficia a 250.000 jóvenes a través de su Programa
Mundial de Ex alumnos, que capacita a organizaciones comunitarias en su metodología
para prestar apoyo a los jóvenes en comunidades de todo el mundo afectadas por la
delincuencia y la violencia (UNICEF, 2016).
En los proyectos anteriores, se aprecia la necesidad de que los menores en estado de
vulnerabilidad tengan acceso a ser partícipes y beneficiados por procesos donde la víctima
indirecta encuentra en la justicia restaurativa, la contribución en su entorno de una
sociedad más madura, responsable y segura, favoreciendo no solo a la persona, sino
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también a la comunidad en general al recuperar la tranquilidad en la sanación de la
víctima integral logrando la paz.
Problemática
México tiene el mayor crecimiento en el promedio anual en violencia, resalta el homicidio,
pues, entre 2007 y 2010, tres de cada 10 de las víctimas se deben a este delito. Esta
situación da una señal de alerta sobre la gravedad de la violencia que se vive en el país, ya
que ésta en los últimos años ha sido brutal, pues según datos publicados por la Oficina de
las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ONUDD (2012), México fue el país que
registró el mayor crecimiento promedio anual en homicidios intencionales de todo el
mundo en el periodo antes mencionado.
Además, durante la última década, México ha permanecido sumido en conflictos internos
en contra de cárteles de la droga y otros grupos del crimen organizado, siendo un
protagonista internacional en términos de violencia según el Índice de Paz Global 2017 del
Instituto de Economía y Paz, donde se considera a México como uno de los países con
niveles más altos de violencia, criminalidad, inestabilidad política, entre otros indicadores,
posicionándolo en el Ranking de Paz Mundial, en el sitio 142 de 163 países, tan sólo por
debajo de territorios como Siria, Irak, Afganistán, Libia, Israel y Egipto.
El gran número de confrontaciones entre el Estado y los grupos del crimen organizado, ha
generado cifras alarmantes en lo que se refiere al homicidio doloso, cuyo comportamiento
observable a los últimos 20 años, presenta una significativa diferencia entre el periodo
comprendido de 1997 a 2007, donde todo parecía indicar un paulatino descenso en las
estadísticas nacionales y, el periodo comprendido de 2008 a enero de 2017, cuando este
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tipo de homicidios alcanzó niveles alarmantes cuyas cifras ascienden a más de 168 mil
muertos.
Esta ola de violencia, no sólo se presenta en homicidios sino también en otros delitos en
contra de la sociedad civil como secuestros o extorsiones, cometidos generalmente por
miembros de grupos organizados.
Antes de abordar cifras oficiales de la Sistema Nacional de Seguridad Pública, es
importante aclarar que, analizar la incidencia criminológica para la resolución de la
problemática de seguridad y, entender la violencia a partir de datos oficiales de homicidio
doloso del SNSP, es un ejercicio estéril dado que, por una parte, no todos los delitos que
se cometen son denunciados. Goudriaan (2005) explica la decisión de denuncia por parte
de las víctimas como un resultado de la evaluación de factores que incluyen
consideraciones normativas y de costo-beneficio.
Las primeras consideraciones comprenden sentimientos de culpa, vergüenza o relación
con el agresor. Las segundas, la percepción de la víctima en cuanto a represalias por parte
del delincuente, los medios de contacto con las autoridades y el discernimiento de
respuesta de las mismas; así como los costos de oportunidad o de transacción, tales como
transporte y pérdida de tiempo, entre otras.
Por otra parte, la SNSP argumenta que, toda la información referida a presuntos delitos,
corresponden a aquellos que presentan una averiguación previa y que son reportados por
la Procuraduría General de la República o las Procuradurías Generales de Justicia y las
Fiscalías Generales de los estados. Por lo que, es altamente probable que las estadísticas
delictivas expuestas por la SNSP, presenten tan sólo un ángulo limitado de la criminalidad
real.
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Un último elemento que impide la exacta concepción en cuanto a homicidios de actos
delictivos del crimen organizado, está en razón de la clasificación jurídica del delito, ya que
en nuestro país se clasifican como homicidios culposos aquellos que resultan
imprudenciales, como un accidente automovilístico, un atropellamiento u algún otro
accidente, así como aquellos que deriven de otras actividades delictivas como el
secuestro, la extorsión, la violación o el robo. Estos últimos, bajo el argumento de que el
fin del victimario no era el homicidio (Observatorio Nacional Ciudadano [ONC], 2015).
Tabla 1.Total Oficial Nacional de Incidencia Delictiva.
Años Total Variación % Variación Total Variación % Variación Total Variación % Variación
1997 16866 0 0% 1047 0 0% 876 0 0%
1998 14276 -2590 -15.36% 734 -313 -29.89% 1020 144 16.44%
1999 14619 343 2.40% 590 -144 -19.62% 3391 2371 232.45%
2000 13849 -770 -5.27% 591 1 0.17% 1168 -2223 -65.56%
2001 13855 6 0.04% 505 -86 -14.55% 1337 169 14.47%
2002 13148 -707 -5.10% 435 -70 -13.86% 1636 299 22.36%
2003 12676 -472 -3.59% 413 -22 -5.06% 1910 274 16.75%
2004 11658 -1018 -8.03% 323 -90 -21.79% 2416 506 26.49%
2005 11246 -412 -3.53% 278 -45 -13.93% 2979 563 23.30%
2006 11806 560 4.98% 733 455 163.67% 3157 178 5.98%
2007 10253 -1553 -13.15% 438 -295 -40.25% 3123 -34 -1.08%
2008 13155 2902 28.30% 907 469 107.08% 4869 1746 55.91%
2009 16118 2963 22.52% 1162 255 28.11% 6332 1463 30.05%
2010 20680 4562 28.30% 1222 60 5.16% 6113 -219 -3.46%
2011 22852 2172 10.50% 1432 210 17.18% 4594 -1519 -24.85%
2012 21736 -1116 -4.88% 1418 -14 -0.98% 7284 2690 58.55%
2013 18332 -3404 -15.66% 1638 220 15.51% 8196 912 12.52%
2014 15653 -2679 -14.61% 1395 -243 -14.84% 5773 -2423 -29.56%
2015 17034 1381 8.82% 1067 -328 -23.51% 5127 -646 -11.19%
2016 20792 3758 22.06% 1128 61 5.72% 5240 113 2.20%
2017* 1938 * * 97 -1031 * 539 -4701 -89.71%
*En 2017 los datos presentados corresponden al mes de enero.
Fuente: elaboración propia a partir de información oficial del Sistema Nacional de Seguridad Pública
Homicidio Doloso Secuestro Extorsión
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Aclarado lo anterior, la Tabla 1 muestra el total nacional de incidencia delictiva, los cuales
corresponden a delitos que comúnmente pudieran ser atribuidos a miembros del crimen
organizado en contra de la sociedad, tales como homicidios dolosos, secuestros y
extorsiones. La información se presenta acorde a cifras oficiales del SNSP de 1997 a enero
de 2017, exponiendo cifras totales y variaciones absolutas porcentuales entre las cifras de
cada año.
Como se ha señalado previamente, en cuanto al homicidio doloso se observan notables
disminuciones o muy ligeros incrementos entre 1997 y 2007. No obstante, a partir de
2008 y hasta el 2012 se presenta un aumento significativo en los delitos por dicho rubro.
Lo anterior pudiera ser resultado de, entre otros tantos factores, al fortalecimiento de las
estructuras delictivas en el país; la descomposición social; y la falta de controles eficaces
para la protección de los derechos humanos.
Según cifras oficiales, esta situación de violencia impera hasta el 2013 y 2014, años en los
que se registra un descenso agregado de los índices de víctimas por homicidio doloso (ver
Gráfica 1). Sin embargo, una nueva ola de violencia aqueja a nuestro país, la cual, ha
permanecido creciente desde 2015, a pesar de los esfuerzos del ejecutivo nacional en
privilegiar el uso de la fuerza y la militarización de los cuerpos de seguridad en el combate
a los grupos del crimen organizado.
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Gráfica1.Variación porcentual de la violencia por homicidio doloso en México 1997-2016.
En el Estado de Tamaulipas, los homicidios de tipo doloso se mantuvieron durante el
periodo de 1997 a 2009 en niveles relativamente bajos, la Tabla 2 muestra un semáforo
de incidencia delictiva con base en esos crímenes. A diferencia del ámbito nacional, el
incremento en los índices de violencia en Tamaulipas se registró a partir del año 2010,
cuando el porcentaje de variación de homicidios de tipo doloso ascendió en un 150% con
respecto a las cifras oficiales del año 2009. En periodos posteriores las cifras oficiales en el
estado por este tipo de delito marcaron una tendencia similar al comportamiento de las
cifras nacionales, mostrando una ligera estabilización a partir de 2013.
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Tabla 2.Total Oficial en Tamaulipas de Incidencia Delictiva.
El Observatorio Nacional Ciudadano [ONC], quienes también estudiaron los índices de
violencia en México basados en datos oficiales de la SNSP en 2015, para el caso concreto
de Tamaulipas, argumenta que existen para el delito de homicidio doloso (HD), cuatro
fases:
«La primera abarca de 1997 a 2002 y se distingue por una tendencia
decreciente. La segunda etapa transcurre de 2003 a 2009 y se
caracteriza por una tendencia ligeramente creciente hasta 2007,
entre 2008 e inicios de 2010 la tasa mensual de HD permanece
Años Homicidio
2017* 45 * 16 17
23
estable. El tercer periodo comprende de 2010 a 2012 y se distingue
por un crecimiento considerable de la tasa mensual con variaciones
de gran magnitud. En poco menos de dos años la tasa mensual se
triplica. Por último, durante 2013 y 2014 se observa que el
componente tendencial ya es decreciente pero todavía se presentan
fluctuaciones importantes en algunos meses (p. 70)».
Es importante señalar, que la actualización de los datos para los periodos 2015 y 2016,
enmarca una quinta etapa de tendencia al alza, tal como se aprecia en el Gráfico 2, que
muestra el total de los datos de homicidio doloso en el estado por medio de una línea de
dispersión, así como una línea de tendencia con pendiente ascendente.
Gráfica2.Tendencia de delitos de homicidio doloso en Tamaulipas.
Para el caso de otros crímenes en contra de la sociedad como el secuestro y la extorsión,
no se exponen en la Tabla 2 las variaciones porcentuales en las cifras entre cada año, dado
que cifras muy pequeñas o tendientes a 0 provocan una concepción distorsionada del
comportamiento de los datos. No obstante, los datos arrojan una notable tendencia al alza
a partir de 2007, posicionando finalmente a Tamaulipas como uno de los estados con
24
mayor inseguridad desde 2014 hasta 2015; el segundo más inseguro en 2016, después del
estado de México; y el primero a nivel nacional durante el mes de enero de 2017.
Retomando información referente a delitos por homicidio de tipo doloso muestra el
comparativo de datos nacionales contra las cifras estatales, así como el porcentaje de
representatividad de estos últimos en relación con la información nacional. En Tamaulipas,
el máximo histórico de delitos en dicha categoría fue en 2012, año en que se registran más
de 1,030 averiguaciones previas. El Gráfico 3, muestra el comportamiento de los datos
estatales según su porcentaje de representatividad con respecto a las cifras nacionales.
Gráfica3.Porcentaje de representatividad de HD en Tamaulipas con respecto al HD a nivel nacional.
25
Tabla 3.Comparativo de HD nacional y estatal.
En lo que respecta a información sobre homicidios de tipo doloso de los 43 municipios en
Tamaulipas, se tiene que más de la mitad de los mismos no presentan condiciones de
violencia alarmantes por dicho rubro, representando menos de un 1% del total registrado
en cifras de la SNSP (Tabla 5). No obstante, se han detectado seis zonas en el estado que
registran más del 76% de los delitos en el rubro (Tabla 6), siendo las mismas: Victoria
(18%), Nuevo Laredo (17.51%), Matamoros (12.76%), Reynosa (10.72%) y Tampico
(5.62%). Siendo estos los municipios con mayores niveles de población, lo cual, influye en
gran medida en el número de decesos por dicho crimen.
Sin embargo, la última zona identificada corresponde al conjunto de municipios
pertenecientes a la denominada “Frontera Chica” conformada por Camargo, Guerrero,
Miguel Alemán, Mier y Díaz Ordaz, cuyo conjunto poblacional de 67 mil 372 habitantes, es
Años Homicidio Doloso
26
muy pequeño y representa tan sólo un 1.96% del total de población en el estado, y, el
número de homicidios dolosos cometidos en la zona, asciende al 12.36% del total en
Tamaulipas, similar al registrado en el municipio de Matamoros, cuyo conjunto
poblacional de 520 mil 367 es casi ocho veces superior. Esto, como se aclara en párrafos
anteriores, es probable que se deba a la falta de denuncia y a las clasificaciones de delitos
que realizan los entes impartidores de justicia.
27
Tabla 4. Total de Homicidios Dolosos por municipio en Tamaulipas 2011-2017.
2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Total por
porcentual por
municipio Población
Abasolo 0 2 8 2 2 1 0 15 0.37% 12100
Aldama 5 3 1 4 11 1 0 25 0.61% 29183
Altamira 36 39 18 29 24 18 0 164 4.01% 235066
Antigüo Morelos 0 0 0 0 0 0 0 0 0.00% 9902
Burgos 0 0 0 0 0 0 0 0 0.00% 4428
Bustamante 0 0 0 0 0 0 0 0 0.00% 8062
Camargo 1 3 2 5 3 7 0 21 0.51% 15762
Casas 0 0 0 0 0 0 0 0 0.00% 4179
Ciudad Madero 36 20 8 42 20 18 2 146 3.57% 209175
Cruillas 0 0 0 0 1 0 0 1 0.02% 1937
Gómez Farias 0 0 0 1 1 0 0 2 0.05% 9186
González 12 30 11 13 8 6 0 80 1.95% 43757
Güemez 6 1 7 6 9 4 0 33 0.81% 15560
Guerrero 0 0 0 3 1 2 0 6 0.15% 4439
Gustavo Díaz Órdaz 1 1 1 0 1 4 0 8 0.20% 15398
Hidalgo 20 27 14 14 13 9 0 97 2.37% 22799
Jaumave 2 2 6 2 1 5 1 19 0.46% 15296
Jiménez 2 2 9 1 1 1 0 16 0.39% 8165
Llera 3 10 4 4 7 1 0 29 0.71% 16555
Mainero 0 0 0 3 0 2 0 5 0.12% 2493
Mante 16 20 13 14 5 8 0 76 1.86% 117648
Matamoros 83 91 72 88 117 64 2 517 12.63% 520367
Méndez 0 0 0 0 0 0 0 0 0.00% 4122
Mier 6 19 8 8 4 3 0 48 1.17% 4326
Miguel Alemán 14 19 9 17 9 10 1 79 1.93% 27447
Miquihuana 0 0 0 0 0 0 0 0 0.00% 3555
Nuevo Laredo 123 288 83 62 75 78 8 717 17.51% 399431
Nuevo Morelos 0 0 0 0 0 0 0 0 0.00% 3551
Ocampo 1 2 2 0 0 0 0 5 0.12% 13828
Padilla 3 11 9 7 6 4 0 40 0.98% 13927
Palmillas 0 0 0 2 0 1 0 3 0.07% 1705
Reynosa 88 84 57 72 51 78 9 439 10.72% 646202
Rio Bravo 18 20 3 12 37 10 2 102 2.49% 126887
San Carlos 0 2 1 11 2 7 2 25 0.61% 8723
San Fernando 30 67 38 30 16 9 1 191 4.67% 55981
San Nicolas 0 0 0 0 0 0 0 0 0.00% 1038
Soto la Marina 4 11 2 8 3 0 0 28 0.68% 25419
Tampico 49 56 20 64 28 13 0 230 5.62% 314418
Tula 0 1 4 4 1 5 0 15 0.37% 29560
Valle Hermoso 54 52 12 10 17 7 0 152 3.71% 64188
Victoria 92 143 133 80 56 216 17 737 18.00% 346029
Villagrán 0 0 0 7 2 1 0 10 0.24% 6165
Xicoténcatl 2 4 1 3 1 2 0 13 0.32% 23739
TOTAL 707 1030 556 628 533 595 45 4094 100.00% 3441698
28
Gráfica 4.Relación de HD en zonas prioritarias de Tamaulipas.
2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017*
Total por
Victoria 92 143 133 80 56 216 17 737 18.00%
Nuevo Laredo 123 288 83 62 75 78 8 717 17.51%
Matamoros 83 91 72 88 117 64 2 517 12.63%
Reynosa 88 84 57 72 51 78 9 439 10.72%
Tampico 49 56 20 64 28 13 0 230 5.62%
Frontera Chica* 65 111 85 106 69 66 4 506 12.36%
Total Mun. Prioritarios 500 773 450 472 396 515 40 3146 76.84%
Total Estatal 707 1030 556 628 533 595 45 4094 100.00%
*Frontera chica comprende los municipios de Camargo, Guerrero, Miguel Alemán, Mier y Díaz Ordaz.
29
Gráfica 5. Incidencia Homicidios en México 2017.
Fuente: Semáforo Delictivo. Incidencia de Homicidios 2017.
De acuerdo con el semáforo delictivo estatal 2017, la incidencia de homicidios en el
Estado de Tamaulipas hasta el mes de noviembre de 2017 registró un alza en los mismos
con respecto al 2016, siendo junio y octubre los meses con un número más elevado de
homicidios, registrándose 2,238 y 2,380 respectivamente en los meses anteriormente
mencionados de este pasado 2017.
De acuerdo con el Instituto de Economía y Paz (IEP, 2017), Tamaulipas presentó mejoras
en sus calificaciones en cuanto a paz, encontrándose en un nivel medio de pacifismo,
como se muestra en el Gráfico 8. Por lo que, según estos datos, la paz se vio mejorada, sin
embargo, la violencia sentida por la población tamaulipeca sigue siendo un tema que les
preocupa.
30
Un concepto de gran relevancia es el que aborda México Evalúa en su documento
“Indicadores de víctimas visibles e invisibles de homicidio 2012”, ya que considera el tema
de víctimas invisibles de primer grado refiriéndose a las personas que compartían el hogar
con la víctima directa. Este concepto poco estudiado y en donde se presta menos atención
es de suma importancia, ya que son ellas quienes resienten mayormente la pérdida de su
ser querido, además, esta pérdida, les genera efectos y desajustes en su cotidianidad, en
todos los aspectos, más si la persona fallecida fungía como jefe del hogar por mostrar un
ejemplo. De acuerdo con este documento, en 2010 aumentó la prevalencia de víctimas
invisibles de presunto homicidio en 20 entidades federativas, incluida entre estas,
Tamaulipas (Gráfico 9).
Gráfica 6. Víctimas visibles e invisibles de presunto homicidio por cada cien mil habitantes entre 1990 y 2010
INEGI. Fuente: México Evalúa Centro de Análisis de políticas públicas. 2012.
31
Gráfica 7. Víctimas visibles e invisibles de presunto homicidio por cada 100 mil habitantes.
A partir de 2009 se incrementó en Tamaulipas el número de víctimas invisibles,
presentándose un alza notable del 80%, esto nos muestra una idea de la gran cantidad de
personas que hay detrás y que se ven afectadas con la pérdida de un familiar cercano,
creando efectos negativos en su vida económica, social y emocional.
En cuanto a los homicidios por presunta rivalidad delincuencial en Tamaulipas
representan la gran mayoría de las muertes por homicidio, pues entre diciembre de 2006
y diciembre de 2010 se atribuyeron el 85% de estos delitos al crimen organizado y
Tamaulipas se posicionó en el segundo lugar con la mayor proporción de violencia.
Frente a la problemática planteada, el SEDIF Tamaulipas busca atender a las víctimas
indirectas derivadas de los homicidios dolosos por conflictos entre grupos delictivos.
32
Planteándose el siguiente cuestionamiento: ¿Cuál es la población afectada directa e
indirectamente por delitos de alto impacto derivados del enfrentamiento entre cárteles de
la droga y otras situaciones que desencadenan delitos de alto impacto en contra de padres
y tutores de niñas, niños y adolescentes?
Para dar respuesta a la primera interrogante de la problemática planteada para el diseño
del Modelo de Intervención en Asistencia Social Nuestros Niños, Nuestro Futuro, ¿Cuál es
la población afectada directa e indirectamente en el periodo 2011 – 2016 por delitos de
alto impacto derivados del enfrentamientos entre cárteles de la droga y otros grupos del
crimen organizado, en el estado de Tamaulipas?, es necesario contextualizar al tipo de
crimen “homicidios dolosos” como Hechos Victimizantes (ICBF, 2014).
Es así que los hechos victimizantes, suelen tener efectos aún más graves para la acción
humanitaria que los conflictos armados, tanto en lo que respecta al número de muertes
violentas como al precio que pagan las familias y las comunidades, en la medida en que se
desintegra el tejido social y las redes tradicionales de apoyo para hacer frente a la
adversidad (Comité Internacional de la Cruz Roja, 2011).
Cabe observar que este tipo de delitos orilla a niñas, niños y adolescentes hacia un estado
de orfandad, siendo expuestos de manera directa o indirecta a la violencia, perturbando o
destruido su entorno normal; en consecuencia se han reducido sus mecanismos de
protección, de tal forma que caen en un nivel de alto riesgo de reacciones adversas a su
entorno social (Comité Internacional de la Cruz Roja, 2011).
De los planteamientos expuestos anteriormente, es necesario inferir que la orfandad tiene
que ver con la pérdida de madre, padre o ambos, porque han sido asesinados o han sido
víctimas de desaparición forzada (ICBF, 2014; UNICEF, 2004). Esto conlleva al menor
33
huérfano a tener implicaciones negativas en su desarrollo y proyecto de vida, ya que la
orfandad es un evento devastador en la niñez (UNICEF, 2004).
Resulta oportuno indicar que, de acuerdo con diferentes modelos de atención a niños,
niñas y adolescentes perjudicados por Hechos Victimizantes en conflictos armados a nivel
internacional (ICBF, 2014; Comité Internacional de la Cruz Roja, 2011), la orfandad es un
tema diluido en un sistema de protección tradicionalista, lo cual solo emerge como tema
que recibe atención pasajera en algunos de los casos.
Ante este escenario social el Sistema DIF Tamaulipas, en observancia a uno de sus ejes
rectores de la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes, dentro del marco
jurídico que le compete, ha diseñado el modelo Nuestros Niños, Nuestro Futuro con el
objeto de adoptar todas aquellas medidas de protección para la salvaguarda del interés
superior de la infancia, el cual, por las características de atención a dicha situación de
vulnerabilidad, debe ser un modelo de tipo transversal.
El diseño metodológico para realizar el pre diagnóstico es de carácter cualitativo con el
objeto de acceder a experiencias, interacciones y documentos en un contexto natural para
el entendimiento claro del fenómeno, mediante el análisis de las interacciones y
comunicaciones mientras se producen, a través de la técnica de observación así como el
registro de experiencias y opiniones (Gibbs, 2012) de actores sociales dentro del
fenómeno.
El proceso metodológico se divide en tres partes:
1. Proceso de identificación de víctimas indirectas de delitos de alto impacto en el
estado: huérfanos y padres o tutores, contacto con organizaciones de la sociedad
civil y diversas dependencias del estado.
34
2. Revisión de información de fuentes secundarias sobre regiones prioritarias en el
estado de Tamaulipas, para la atención de los huérfanos por delitos de alto
impacto: municipio del modelo piloto.
3. Identificación y análisis de las causas y efectos de la situación de vulnerabilidad de
los huérfanos, a través del registro de experiencias y opiniones: grupos de enfoque
con actores relevantes, y entrevistas a profundidad con padres y tutores.
En la revisión de fuentes secundarias sobre datos sociodemográficos del estado de
Tamaulipas, de acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2010 (INEGI) se distinguieron
cuatro variables que permiten identificar al municipio donde iniciar el modelo piloto: a)
número de defunciones registradas por municipios, b) número de madres solteras por
municipio, d) municipio más poblado, d) municipios con más producción económica.
Dando el municipio de Reynosa como la región con elementos suficientes para aplicar
técnicas de diagnóstico que nos permitan deducir elementos importantes para definir las
causas y efectos de la situación de vulnerabilidad a atender se realizaron grupos de
enfoque el 24 de noviembre de 2016, con dos grupos de actores involucrados en las
problemáticas sociales, por una parte con líderes académicos en materia de derecho
familiar, criminología y piscología, y por otra representantes de asociaciones civiles que
atienden estas situaciones en la ciudad.
Además se realizaron entrevistas focalizadas con padres, madres, hermanos y otros
miembros de la familia de las víctimas de delitos de alto impacto que quedaron a cargo de
los menores en estado de orfandad.
35
Resultados
Se identificaron dos problemáticas que anteceden y por lo tanto enmarcan el contexto de
la situación de orfandad de niñas, niños y adolescentes en el estado de Tamaulipas.
Destacando que, en el momento en el que la delincuencia organizada se involucra en las
actividades ordinarias de la sociedad civil, se conjugan dos problemas directamente
relacionados con los factores que originan las causas de la situación de vulnerabilidad: 1)
la inhibición de las actividades económicas, así como 2) la pérdida de valores familiares.
Durante los meses de junio a diciembre del año 2017, se comenzó a captar posibles
beneficiarios del Modelo de Intervención en Asistencia Social Nuestros Niños, Nuestro
Futuro (NNNF), a partir de información proporcionada por el Instituto Estatal de Atención
a Víctimas del Delito y difusión en los SMDIF, resultando 722 solicitudes de aspirantes al
Modelo, solamente en la etapa inicial, de los cuales 667 cumplieron con los requisitos para
obtener los beneficios del mismo; de acuerdo con el padrón formado, el género masculino
predomina con un 52%.
Gráfica 8.Sexo de los beneficiarios. Fuente: Elaboración propia con base en Padrón de Beneficiarios NNNF,
2018.
36
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
1.2
0 1 2 3 4 5 6 7 8
Las edades de los beneficiarios van desde los 10 meses hasta los 23 años, principalmente
beneficiarios de 10 años el cual representa el 11% del total y teniendo como escolaridad el
nivel de primaria según el padrón.
Gráfica 9.Distribución de edad de los beneficiarios. Fuente: elaboración propia con base en Padrón de Beneficiarios NNNF, 2018.
Gráfica 10.Distribución de escolaridad de los beneficiarios. Fuente: elaboración propia con base en Padrón
de Beneficiarios NNNF, 2018.
F
R
E
C
U
N
C
I
A
S
E S C O L A R I D A D
Escolaridad: 0. Sin escolaridad 1. Educación inicial 2. Jardín de niños 3. Primaria 4. Secundaria 5. Medio superior 6. Técnico superior 7. Profesional 8. Posgrado 9. Otra
37
Las necesidades más sentidas que reflejó el padrón, son en torno al área educativa (pago
de inscripciones, compra de uniformes y útiles escolares), y sólo un 6% refirió tener
necesidades como apoyo académico, reincorporación a la escuela, dotación de lentes y
apoyo con el pago de titulación.
Tabla 6.Principales necesidades de los beneficiarios. Fuente: elaboración propia con base en Padrón de Beneficiarios NNNF 2018.
Un aspecto importante de resaltar es la salud emocional de los beneficiarios, ya que sólo
dos de cada 10, han recibido atención psicológica y de entre estos, son mayormente los
hombres quienes se han visto atendidos en este aspecto.
El 83% de los beneficiarios cuentan un una buena salud, esto relacionado a que el 43% de
los mismos, sí se encuentra con acceso un servicio médico, en este caso es el seguro
popular el servicio más frecuente al que se encuentran afiliados. Por el contrario, del total
de beneficiarios un 23% carece de este acceso.
Tabla 7.Beneficiarios con servicio médico. Fuente:Elaboración propia con base en Padrón de Beneficiarios NNNF, 2017.
Tipo de necesidades
38
El municipio donde se registran más delitos es Ciudad Victoria, por lo tanto es en este
municipio en donde se ubica la mayor parte de los beneficiarios, debido a la situación
delictiva que permanece hasta la fecha, presente en esta zona. Es un 32%
respectivamente lo que refleja esta situación.
Figura 4. Tipo de delito por municipio. Fuente: elaboración propia con base en
Padrón de Beneficiarios NNNF, diciembre 2017.
No. MUNICIPIO TIPO DE DELITO
Total DESAPARICIÓN SECUESTRO HOMICIDIO OTRO
1 Altamira 0.23% 0.00% 0.00% 0.00% 0.12%
2 Ciudad Madero 0.91% 3.64% 1.42% 0.00% 1.20%
3 Güémez 0.00% 0.00% 0.71% 0.00% 0.24%
4 Hidalgo 4.09% 3.64% 7.83% 0.00% 5.02%
5 Llera 2.05% 0.00% 1.07% 0.00% 1.44%
6 El Mante 2.95% 0.00% 2.49% 0.00% 2.39%
7 Matamoros 2.27% 3.64% 4.63% 25.00% 3.23%
8 Méndez 0.91% 0.00% 0.00% 0.00% 0.48%
9 Nuevo Laredo 0.23% 0.00% 0.36% 0.00% 0.24%
10 Reynosa 35.45% 36.36% 13.88% 37.50% 26.08%
11 Río Bravo 0.00% 0.00% 0.36% 0.00% 0.12%
12 San Fernando 16.14% 34.55% 18.51% 0.00% 16.99%
13 Soto la Marina 5.23% 0.00% 4.98% 25.00% 4.67%
14 Tampico 3.41% 7.27% 1.78% 0.00% 2.87%
15 Tula 0.00% 0.00% 0.71% 0.00% 0.24%
16 Valle Hermoso 3.86% 7.27% 1.78% 0.00% 3.11%
17 Victoria 26.14% 25.45% 43.06% 12.50% 30.02%
18 Villagrán 0.45% 0.00% 1.78% 0.00% 0.84%
19 Xicoténcatl 0.68% 0.00% 1.07% 0.00% 0.72%
TOTAL 100.00% 100.00% 100.00% 100.00% 100.00%
39
En el 67% de los casos, las víctimas directas de los delitos de alto impacto, han sido los
padres de familia cuyas edades oscilan entre de 25 a 40 años. Esto repercute de tal
manera que, en siete de cada 10 de los casos, las madres han quedado a cargo de los
menores convirtiéndose en jefas de su familia. En los casos en los que infortunadamente
han perdido a ambos padres, las niñas y niños han quedado a cargo de tutores quienes
son personas cercanas a estos, con edades que oscilan entre los 30 y 40 años de edad.
Gráfica 11.Responsables de los menores. Fuente: elaboración propia con base en Padrón de Beneficiarios NNNF, 2017.
Cabe mencionar que en cinco por ciento de los casos, personas de la tercera edad con más
de 60 años, quedaron a cargo de estos niños. Mismos que cuentan con un nivel de
escolaridad básico (secundaria).
40
Gráfica 12.Edades de las víctimas directas. Fuente:Elaboración propia con base en Padrón de Beneficiarios NNNF, 2017.
Gráfica 13. Escolaridad de los tutores. Fuente: elaboración propia con base en Padrón de Beneficiarios NNNF, 2017.
9%
25%
51 – 55 años 55 – 60 años Mayores de 60 años
41
Es importante mencionar que en los casos en los que las niñas y niños han quedado a
cargo de tutores, difícilmente sobrellevan su vida ya que se dedican a laborar como
comerciantes, como muestra la gráfica el 40% lo hace de esta manera.
Gráfica 14. Edad de los tutores. Fuente: elaboración propia con base en Padrón de Beneficiarios NNNF 2017.
Agregado a esto, está la situación de la falta de apoyos adicionales, pues sólo un 38% y un
36% mencionaron percibir apoyo de los programas ITABEC y el Instituto de Atención a
Víctimas del Delito.
Gráfica 15. Apoyos recibidos. Elaboración propia con base en Padrón de Beneficiarios NNNF, 2017.
42
De acuerdo a lo que arrojó el padrón, un 74% del total acudió a presentar la denuncia ante
la autoridad correspondiente, sin embargo sólo un 10% recibió apoyo institucional.
Tabla 13.Porcentaje de solicitantes que presentaron denuncia. Fuente: elaboración propia con base en Padrón de Beneficiarios NNNF, 2017.
Derivado de los acontecimientos sufridos, los beneficiarios reportaron haberse enfrentado
a complicaciones económicas, psicológicas, de salud y jurídicas principalmente. Sin
embargo el mayor impacto reportado fue en el aspecto económico y psicológico.
Relacionado con esto, cabe resaltar que un 47% de los beneficiarios manifiestan haber
recibido amenazas, situación que permea la salud emocional de los beneficiarios.
Tabla 14.Problemas derivados del suceso violento. Fuente: elaboración propia con base en Padrón de Beneficiarios NNNF, 2017.
Denuncia Porcentaje
Sí 74%
No 26%
Problema Porcentaje
Amenazas 43%
Económico y amenazas 1%
Económico y psicológico 43%
Jurídicos 1%
Persecución 1%
Psicológicos 3%
43
Se realizó un diagnóstico cualitativo con los primeros solicitantes, víctimas indirectas de
delitos de alto impacto, a quienes se les realizaba una entrevista focalizada para
comprender a profundidad los hechos y el contexto al que se enfrentaros, de ello
derivaron los siguientes hallazgos.
Las desapariciones de las víctimas se suscitaron mayormente al salir las personas de su
hogar y dirigirse a su lugar de trabajo, siendo en el mismo en donde los desafortunados
hechos se suscitaron llevados a cabo por personas armadas y/o que se introdujeron al
área de trabajo, haciendo detonaciones también por fuera el lugar.
Cabe resaltar que en dichos hechos violentos se encontraron víctimas indirectas las cuales
presenciaron los hechos, quedando con problemáticas psicológicas fuertes que suelen
coincidir con los trastornos emocionales, y en situaciones más graves se produjo la
generación de traumas que requieren de atención especializada tanto para los hijos y
esposa(o), quienes son la variable que mayormente se encontraron presente a la hora de
ocurrir los acontecimientos, además de existir coincidencia en que las desapariciones se
presentaron sólo sin volver a tener conocimiento del paradero de la víctima una vez que
salió de su domicilio.
En cuanto a los homicidios se encontró que existe cierta similitud en la manera en cómo
se llevó a cabo la privación de vida de las víctimas, mayormente se presentó
introduciéndose sujetos armados a los domicilios o en el lugar donde se encontraban las
víctimas.
44
Una coincidencia menor pero igualmente significativa es el hecho de que las víctimas, se
vieron envueltas en persecuciones en donde participaron la autoridad policiaca y personas
de la delincuencia organizada, resultando muchas veces heridas de gravedad y
terminando infortunadamente con sus vidas en el lugar de los hechos violentos y/o en
centros hospitalarios.
La similitud también es notoria en cuanto a la situación económica que impera en las
familias quienes fungen hoy día como víctimas indirectas, ya que la persona a la cual se le
privó de su libertad o de su vida, era responsable principal del ingreso económico de estas
familias, es así que esto propició que las parejas de las víctimas tuvieran que salir a
trabajar para poder sustentar los gastos de su hogar y de sus hijos, quienes, dicho sea de
paso, quedaron huérfanos de padre o madre mermando su situación escolar, psicológica,
alimentaria, de salud y social o al disminuirse la calidad del cuidado proporcionado antes
por los padres o tutores.
Las víctimas dejaron al menos uno, dos, tres y hasta cuatro o más hijos a cargo
principalmente de sus abuelos paternos o maternos, cuya situación económica es
inestable y difícil, causando que esta población infantil quede en situación de
vulnerabilidad latente.
A decir de las entrevistas, hubo coincidencia en cuanto a que las víctimas indirectas se
vieron en la necesidad de migrar hacia otro municipio, huyendo de la situación conflictiva
y/o desfavorable que imperaba en su lugar de residencia ya sea en su casa o su
comunidad. También algunos tutores o parejas de las víctimas recurrieron a mover de
residencia a sus hijos solamente para que se mantuvieran en un lugar con menor
incidencia delictiva o, en donde, en su defecto, sólo contaban con familiares quienes les
prestaron asilo a los hijos.
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En algunos de los casos las parejas de las víctimas coinciden en que al momento de
solicitar apoyo psicológico se vieron discriminados por parte de las instancias a las que
recurrieron, por lo que dejaron de acudir a las terapias quedando inconclusa la atención
que se les estaba brindando.
Causas de la situación de vulnerabilidad
Ante una problemática social, donde las violencias sociales y particularmente la
delincuencia organizada ha detonado un conflicto armado, los niños, niñas y adolescentes
se ven expuestos a una serie de consecuencias, impactos y daños (Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar Organización Internacional para las Migraciones Fondo de Las Naciones
Unidas Para La Infancia, 2014). Cuyas causas se han clasificadas de la siguiente manera:
• Económicas: situación económica precaria.
• Institucionales: pérdida de la credibilidad institucional, insuficiencia de la
capacidad de reacción y compromiso de las instituciones (salud, educación,
seguridad, etc.)
• Familiares: problemas psicosociales en la familia.
Efectos de la situación de vulnerabilidad
Después de las consideraciones anteriores, se derivan los efectos de las experiencias
traumáticas en los niños, niñas y adolescentes que varían según la edad y determinado
por diversos factores, dichos efectos se mencionan como:
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• Padres, tutores y menores susceptibles de vincularse a la delincuencia.
• Desintegración familiar y social.
• Huérfanos sin atención especializada.
• Conflictos psicosociales sin atención.
Lo anterior, de acuerdo con la ICBF (2014), se valida al confirmar que las formas de
repuesta de los niños, niñas y adolescentes están relacionados, ante estos efectos que lo
provoca una situación victimizante, los cuales alteran su proyecto de vida, provocando de
igual modo reacciones psicológicas que van a producir cambios estructurales no solo en
los niños, sino en contexto familiar y comunitario.
III. OBJETIVOS
Objetivo general
Contribuir al mejoramiento del bienestar familiar y social de las niñas, niños, adolescentes
y jóvenes huérfanos hasta los 25 años de edad, mediante un esquema multidisciplinario
que les permita acceder a un sano desarrollo emocional y afectivo; propiciando además
reconocimiento y respeto de los valores sociales y morales que les permitan situarse fuera
de un escenario de vulnerabilidad y violencia, contribuyendo así a la reconstrucción del
tejido social.
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Objetivos específicos
A través del Modelo se implementan acciones de naturaleza transversal, que coordinada y
armónicamente conjugan los esfuerzos del Gobierno del Estado y la sociedad civil,
fungiendo como eje rector el Sistema DIF Tamaulipas, acciones mediante las cuales se
busca identificar, brindar protección y certeza jurídica a las niñas, niños, adolescentes y
jóvenes hasta los 25 años de edad que se encuentren estudiando en el Sistema Educativo
del Estado de Tamaulipas y en situación de orfandad derivada de la comisión de delitos de
alto impacto, proporcionándoles un entorno de seguridad e integración a la vida familiar y
social, fomentando en ellos la resiliencia a través de trabajo de duelo y estrés
postraumático, previniendo paralelamente el riesgo de que la población objetivo
desarrolle conductas delictivas, permitiéndoles cambiar y alinear a los apoyos y acciones
que da el Modelo:
El acogimiento o albergue temporal en los centros asistenciales que para tal
efecto tiene destinados el Sistema DIF Tamaulipas.
Beca de manutención.
Apoyos alimentarios.
Apoyos para el fomento educativo, como extensión del pago de la cuota de
inscripción de los planteles educativos.
Apoyo para útiles escolares.
Apoyo para uniformes escolares.
Apoyo en atención psicológica;
Apoyo en atención jurídica.
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Escenarios sociales esperados
Se contempla que el Modelo derive en escenarios y prácticas que faciliten la reconciliación
nacional de niñas, niños y adolescentes, con la participación de actores sociales e
instituciones tanto públicos como privados, organizaciones sociales, autoridades
nacionales, regionales, locales.
Con la implementación de este Modelo se pretende llegar a la reconstrucción del tejido
social a través de la atención integral de este grupo afectado de la sociedad, brindando
apoyo psicológico a las víctimas indirectas de los sucesos violentos con la Escuela de
reconciliación y paz, contribuyendo así a su bienestar emocional; proporcionando apoyo
educativo dotando de uniformes y útiles escolares con el fin de evitar la deserción escolar;
además de la dotación de alimentos básicos a través de la despensa colaborando así en su
adecuada nutrición y el apoyo mensual para gastos de manutención. Dentro de esta
atención también se proporcionará apoyo jurídico para asesoría en trámites legales que
requieran.
Dentro de las expectativas del Modelo se busca incrementar el padrón de beneficiarios
para beneficiar así a la mayor cantidad posible de menores que se encuentran en estado
de vulnerabilidad a causa de los delitos de alto impacto que los han afectado.
Algunos ejemplos de escenarios son:
Los resultados obtenidos por Colombia a raíz de la implementación del Programa de
atención especializada a niñas, niños y adolescentes desvinculados que anteriormente se
mencionaba, hablan principalmente de los logros alcanzados desvinculando a los menores
de la situación de conflicto armado en la que se encontraban.
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En la tabla que a continuación se muestra, se observa cómo anualmente se erradicó la
necesidad de desvincular a los menores de situaciones de conflicto armado, lo que refleja
el impacto positivo que ha dado el Modelo en la solución de esta problemática social.
Cantidad de menores desvinculados del conflicto
Periodo
526 2005 396 2006 380 2007 415 2008 315 2009 338 2010 282 2011 342 2013 277 2014 229 2015 203 2016
Tabla 10. Niños desvinculados del conflicto armado que han ingresado al Modelo de atención especializada. Fuente:
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
IV. COBERTURA
El Modelo tiene cobertura dentro de todo el territorio del Estado de Tamaulipas.
Población universo en México
En relación a esto, cifras de niñas y niños en orfandad en México, no se tienen datos
precisos al día de hoy, pero de acuerdo a Aldeas Infantiles SOS, en nuestro país habría más
de un millón 800 mil niñas, niños y jóvenes, sin madre, padre o ambos progenitores. Así lo
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sustenta el documento Estatus de la infancia. México: Análisis de la situación de los
derechos de los niños y niñas privados del cuidado parental o en riesgo de perderlo
(2008).
Población en atención en el Estado de Tamaulipas
La población objetivo se justifica, dado que en Tamaulipas, el máximo histórico de delitos
en dicha categoría fue en 2012, año en que se registraron más de 1030 averiguaciones
previas. Esto permite identificar a un grupo de víctimas indirectas, de los mencionados
delitos con quien la sociedad y la institucionalidad tiene una deuda. Dichas víctimas de
acuerdo con Villarreal (2014) son los afectados de la consecuencia mediata de la agresión,
repercutiendo en su entorno, ya sea familiar, social o afectivo, al quedar en la orfandad.
De tal manera que al no existir un número concreto registrado de huérfanos, tanto a nivel
municipal, estatal o nacional, es necesario explorar información secundaria. Por ello es
que se estima el incremento en número de niños huérfanos cada año, víctimas indirectas
de homicidios. Para éste caso se tomaron los datos correspondientes al periodo que
comprende los años 2011 a 2017.
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Tabla. 11 Incremento de niños huérfanos por municipio en relación con homicidios ocurridos entre 2011 y 2017.Fuente: elaboración propia a partir de información oficial del Sistema Nacional de Seguridad Pública
(2017) y del Panorama Sociodemográfico de Tamaulipas (INEGI, 2015).
Municipio Homicidios 2011- 2017*
Estimado de Huérfanos
Abasolo 15 2 30
Aldama 25 1.9 48 Altamira 164 1.7 279 Antigüo Morelos 0 1.8 0 Burgos 0 2.1 0 Bustamante 0 2.6 0 Camargo 21 2 42 Casas 0 2.2 0 Ciudad Madero 146 1.3 190 Cruillas 1 2.1 2 Gómez Farías 2 1.8 4 González 80 1.9 152 Güémez 33 1.9 63 Guerrero 6 1.7 10 Gustavo Díaz Ordaz 8 1.8 14 Hidalgo 97 2 194 Jaumave 19 2 38 Jiménez 16 1.8 29 Llera 29 2 58 Mainero 5 1.9 10 Mante 76 1.6 122 Matamoros 517 1.7 879 Méndez 0 1.9 0 Mier 48 1.7 82 Miguel Alemán 79 1.7 134 Miquihuana 0 2.4 0 Nuevo Laredo 717 1.8 1291 Nuevo Morelos 0 2 0 Ocampo 5 2 10 Padilla 40 2 80 Palmillas 3 2.1 6 Reynosa 439 1.7 746 Rio Bravo 102 1.8 184 San Carlos 25 1.9 48 San Fernando 191 1.9 363 San Nicolás 0 2.1 0 Soto la Marina 28 1.9 53 Tampico 230 1.3 299 Tula 15 2.1 32 Valle Hermoso 152 1.8 274 Victoria 737 1.5 1106 Villagrán 10 1.9 19 Xicoténcatl 13 1.8 23
Promedio 1152 Total 6910
*En 2017 los datos presentados corresponden al mes de enero
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Por lo anterior, usando el número promedio de niños nacidos vivos para cada municipio,
se estimó que anualmente (entre el año 2011 a 2017) el número de niños huérfanos,
víctimas indirectas del delito de homicidio se incrementó en 1152 en promedio
anualmente, generando una desintegración cada vez mayor del tejido social.
Sin embargo, en el primer acercamiento a esta población vulnerable se pudo conocer una
cifra de víctimas indirectas, lo que nos permite realizar estimaciones más precisas en
cuanto a menores en orfandad por delitos de alto impacto.
Figura 5. Cantidad de menores en orfandad por delitos de alto impacto. Fuente: elaboración propia a partir
de registro de beneficiarios.
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Para poder atender a los niños que pueden ser beneficiarios de éste Modelo, un primer
paso ha sido caracterizado el caso de cada uno de ellos. Por lo anterior es que inicialmente
se identifican dos elementos básicos: El origen o causa de la orfandad y el tipo de delito.
Origen de Orfandad Codificación
Víctima Indirecta por Homicidio de Pa

modelo de intervención en asistencia socialarchivostransparencia.diftamaulipas.gob.mx/... ·...

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