mediación y cognición

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  • 7/25/2019 Mediacin y Cognicin

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    Mediacin cultural y el origen de la cognicin humana

    Cimenna Chao Rebolledo

    Eje temtico: Origen y evolucin de la cognicin y la emocinInstitucin: Departamento de Psicologa, Universidad Iberoamericana

    Hablar de la cognicin humana implica necesariamente hablar de la mediacin cultural. A

    diferencia de otras especies animales, el ser humano se sirve de productos culturales

    (herramientas, tecnologas, formas de organizacin social, entre otros) para el

    procesamiento cognitivo. Ninguna otra especie depende e incorpora con tanta recurrencia

    y transparencia artefactos forjados en el plano sociocultural a su procesamiento cognitivo,

    ni utiliza su potencial cognitivo para el refinamiento e innovacin de su acervo

    sociocultural. De ah que la mente humana, ms all de estructurarse en la biologa

    cerebral se articula y define en un exocerebro cultural, o como dira el psiclogo ruso Lev

    Vygotsky: los procesos cognitivos estn sujetos a la mediacin cultural, la corteza cerebral

    es pues una corteza cultural (Vygotky, 1978).

    Al hablar de la incorporacin de herramientas culturales en el procesamiento o en la

    accin cognitiva, es importante considerar la evolucin que ha tenido el proceso de

    mediacin cultural en la cognicin en funcin de la clase y el tipo de empleo que se ha

    dado precisamente a las distintas herramientas, o prtesis culturales. Compartimos con

    otros primates el uso de herramientas que adoptamos de forma especfica, para sustituir o

    amplificar las capacidades fsicas y/o orgnicas del propio cuerpo; tal es el caso ancestral

    de emplear una vara como extensin corporal para alcanzar un objeto, o bien el uso de

    herramientas que permiten realizar una tarea para la cual nuestros miembros corporales

    carecen de la fuerza y/o agudeza intrnseca, o biolgica. Sin embargo, es el uso

    inespecfico y flexible de artefactos creados en un entorno social-cultural lo que nos

    diferencia filogenticamente hablando de otras especies.

    A diferencia de las herramientas de uso especfico, las de uso inespecfico y flexible nos

    permiten crear estructuras cognitivas exocerebrales que eventualmente modulan

    funciones cognitivas cerebrales tales como la memoria, la formacin de representaciones

    (simblicas y analgicas) y conceptos, la categorizacin, e incluso el razonamiento;

    llegando incluso a modificar y apropiarse de las arquitecturas funcionales y estructurales

    del cerebro, generndose as una integracin plena entre los procesos intelectuales y lamanipulacin y acciones ejercidas a travs de estas herramientas o prtesis cognitivas. El

    lenguaje oral y el escrito, las tecnologas digitales, o el arte y los juguetes son ejemplos de

    este tipo de herramientas cognitivas. Del mismo modo, las formas de organizacin socio-

    cultural (tales como los sistemas sociales individualistas o colectivistas), tendrn un efecto

    en la modulacin de nuestras habilidades intelectuales, gracias a su doble papel de

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    herramientas organizativas, y herramientas que dirigen nuestra atencin y percepcin de

    forma explcita o implcita.

    Se podra concluir entonces, que el uso preferente o diferenciado de ciertas herramientas

    y/o tecnologas socio-culturales, conllevar a una modulacin diversificada de los

    procesos cognitivos. En otras palabras, como indica el filsofo cognitivo Andy Clark: Elcerebro, en la desnudez de su biologa, es tan slo una parte dentro de un proceso espacio-

    temporal mucho ms amplio, el cual involucra numerosas operaciones extraneuronales

    [contextuales-culturales], cuya accin conjunta genera el total del producto intelectual

    (Clark, 2001, p. 142). Por lo tanto, si mantuviramos nuestra arquitectura cerebral interna,

    pero cambisemos la estructura externa (sociedad-cultura) sobre la que se apoyan los

    procesos cerebrales, nuestra cognicin y conductas cambiaran completamente.

    Diramos, entonces, que nuestra arquitectura cerebral, y por ende nuestra cognicin, est

    diseada para funcionar como parte integral e interconectada de una red constituida por

    seres cognoscentes (sociedad cognitiva), y herramientas y tecnologas que en interaccinconjunta extraen, construyen y asimilan los esquemas y aptitudes que conforman a

    nuestro repertorio intelectual y a nuestro sistema de cultura; definindose entonces el

    procesamiento cognitivo humano como efecto y causa de la cultura (Chao Rebolledo, 2007;

    2011). No en vano, la evolucin cultural conlleva necesariamente a una evolucin

    cognitiva, la cual a su vez fortalece y/o innova el universo cultural y social.

    Con el empeo de demostrar la relacin ineludible entre cultura y cognicin

    investigadores varios se han dado a la tarea de estudiar las diferencias en el procesamiento

    cognitivo ante la mediacin de una herramienta cultural especfica (desde el tipo de

    lenguaje, la clase de organizacin social, hasta el uso de tecnologas particulares). Autorescomo Greenfield y Suzuki (1998), Ler y su equipo (1998), Wasserman y Weseley (2009),

    Boroditsky (2011) o Prewitt-Freilino y Caswell (2012), han demostrado como la variacin el

    uso de lenguajes especficos modula el razonamiento analtico, la retencin y evocacin de

    la memoria de corto plazo o la formacin de conceptos, respectivamente. Los trabajos de

    Nisbett y su equipo(2001), de Chua et al. (2005) y de Hedden et al. (2009), nos muestran

    como distintas formas de organizacin de social llegan a articulan los procesos cognitivos,

    dando como resultando distintos modos de razonamiento a partir de las distintas formas

    en que se percibe y examina (analtica u holsticamente) la informacin en las distintas

    sociedades.

    Algunos investigadores argumentan incluso, que la propia representacin del yo o m

    mismo, exhibir divergencias an en el nivel funcional de las estructuras cerebrales,

    dependiendo del contexto cultural de crianza de un individuo (Zhu, et al., 2007). Muy

    evidentes resultan tambin las variaciones en el desempeo cognitivo, particularmente en

    la conceptualizacin y la resolucin de problemas, al utilizar distintas herramientas

    culturales de orden cognitivo durante el aprendizaje, los trabajos de Mayer y Moreno

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    (1998) y Chao Rebolledo (2012) dan cuenta de estas variaciones. Las investigaciones

    anteriores son tan slo una muestra de los vastos estudios que existen al respecto.

    No obstante la proliferacin y cuantiosa informacin e investigaciones sobre el tema, el

    origen de la simbiosis cognicin-cultura es an una trama inconclusa en la investigacin

    neurolgica-psicolgica y antropolgica, ms podramos aventurarnos a decir que el homosapiens ha sido desde su origen, y quiz antes que sapiens, un homo culturalis, en la

    bsqueda incesante de herramientas que le permitan trascender su propia naturaleza

    incompleta, con el fin, quiz, de convertirse en un mejor actor y observador del mundo

    fsico y de s mismo. Retomando las palabras de Carlos Fuentes al referirse a la escritura,

    nuestra cognicin es: un acto contra natura. Es decirle a la naturaleza que no se basta a

    s misma, que necesita otra realidad

    ReferenciasBoroditsky, L. (2011). How language shapes thought. Scientific American, Feb. 2011, 43-

    45.

    Chao Rebolledo, C. (2007). Cultura y cognicin. Ciencia y Desarrollo, enero 203(33), 38-41.

    Chao Rebolledo,C. (2011). Cultura y cognicin. En Domnguez Espinosa, A.D.C. (Comp.),

    Lecturas introductorias a la psicologa cultural, transcultural y etnopsicologa, pp. 43-70.

    Mxico: Universidad Iberoamericana.

    Chao Rebolledo, C. (2012). Aprendizaje de la fsica utilizando una simulacin digital

    interactiva. (En revisin).

    Chua, H.F., Boland, J.E. y Nisbett, R.E. (2005). Cultural variation in eye movements during

    scene perception. PNAS, 102 (35), 12629-12633.

    Clark, A. (2001). Mindware: An Introduction to the Philosophy of Cognitive Science. New

    York: Oxford University Press.

    Greenfield, P.M. y Suzuki, L.K. (1998). Culture and Human Development: Implications

    for Parenting, Education, Pediatrics, and Mental Health. En W. Damon (Ed.gral.) y I.E.

    Sigel y Renninger, K.A. (Vol. Eds.), Handbook of Child Psychology: Vol. 4. ChildPsychology in Practice. New York: Wiley.

    Hadden, T., Ketay, S., Aron, A., Markus, H.R. y Gabrieli, J.D.E. (2008). Cultural influences

    in neural substrates of attentional control. Association for Psychological Science, 19 (1), 12-

    17.

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    Ler, G., Becker, D., Lass, U., Yunqiu, F., Guopeng, C. y Zhongming, W. (1998). Memory

    Span in German and Chinese: Evidence for the Phonological Loop. European Psychologist,

    3(2), 102-112.

    Mayer, R.E. y Moreno, R. (1998). A split-attention effect in multimedia learning: evidence

    for dual processing systems in working memory. Journal of Educational Psychology, 90(2),312-320.

    Nisbett, et al. (2001). Culture and systems of thought: holistic versus analytic cognition.

    Psychological Review, 108(2), 291-310.

    Prewitt-Freilino, J.L. y Caswell, A. (2012). The gendering of language: a comparison of

    gender equality in countries with gendered, natural gender, and genderless languages. Sex

    Roles, 66: 268-281

    Wasserman, B.D., y Weseley, A.J. (2009). Qu? Quoi? Do languages with grammatical

    gender promote sexist attitudes? Sex Roles, 61(9-10), 634-643.

    Zhu, Y., Zhan, L., Fan, J., y Han, S. (2007). Neural basis of cultural influence on self-

    representation. NeuroImage, 34, 1310-1316.