manejo de sistemas agrosilvopastoriles

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Manejo de sistemas agrosilvopastoriles Salvador Hernández * y Miguel A. Gutiérrez ** Introducción Los sistemas agrosilvopastoriles, como área del conocimiento científico, son una combinación de tecnologías tradicionales y modernas que se han sistematizado con el fin de ofrecer una alternativa viable y sostenible económica y ecológicamente a la ganadería extensiva tradicional, la cual, debido a la incompatibilidad entre las tecnologías utilizadas y el ambiente productivo, está ocasionando la degradación del suelo y el avance de la frontera agrícola sobre áreas frecuentemente menos adecuadas. Los sistemas agrosilvopastoriles se refieren al manejo integrado del conjunto de procesos productivos al interior de la unidad de producción, así como a las prácticas de conservación relacionadas con el aprovechamiento de los recursos naturales. Desde este punto de vista, conviene enfocarlos como un sistema compuesto a su vez por subsistemas y por las interacciones que ocurren entre ellos. Se asume que la sostenibilidad de un sistema se da como producto de la complementariedad e interacción de todos sus componentes, que a su vez deben ser también sostenibles. En este sentido se puede decir que el objetivo de los sistemas agrosilvopastoriles es mejorar la producción mediante el uso integrado y sostenible de los recursos de la unidad productiva, incluyendo principalmente componentes agrícola, pecuario, forestal/agroforestal y familiar (CATIE, 1993). Como parte importante de su identidad y su estrategia de sobrevivencia, los pequeños productores agrícolas cuentan con un rico bagaje de tecnologías para la producción, fundamentalmente mediante el aprovechamiento de los recursos naturales. La sistematización de estos conocimientos, junto con la generación de nuevas tecnologías y la disponibilidad de sistemas de información de cobertura global, facilitan hoy, más que nunca, el diseño inteligente de sistemas de producción basados en una gama amplia de opciones. * Institute of Ecology and Resource Management, The University of Edinburgh, West Mains Road, Edinburgh EH9 3JG, Escocia. ** Unidad de Alimentación Animal, Escuela de Zootecnia, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad de San Carlos de Guatemala, Ciudad Universitaria, Zona 12, Guatemala, C.A., Correo electrónico: [email protected]

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Page 1: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Salvador Hernández* y Miguel A. Gutiérrez**

Introducción

Los sistemas agrosilvopastoriles, como área del conocimiento científico, son una combinación

de tecnologías tradicionales y modernas que se han sistematizado con el fin de ofrecer una

alternativa viable y sostenible económica y ecológicamente a la ganadería extensiva tradicional,

la cual, debido a la incompatibilidad entre las tecnologías utilizadas y el ambiente productivo,

está ocasionando la degradación del suelo y el avance de la frontera agrícola sobre áreas

frecuentemente menos adecuadas.

Los sistemas agrosilvopastoriles se refieren al manejo integrado del conjunto de

procesos productivos al interior de la unidad de producción, así como a las prácticas de

conservación relacionadas con el aprovechamiento de los recursos naturales. Desde este

punto de vista, conviene enfocarlos como un sistema compuesto a su vez por subsistemas y

por las interacciones que ocurren entre ellos. Se asume que la sostenibilidad de un sistema se

da como producto de la complementariedad e interacción de todos sus componentes, que a su

vez deben ser también sostenibles. En este sentido se puede decir que el objetivo de los

sistemas agrosilvopastoriles es mejorar la producción mediante el uso integrado y sostenible de

los recursos de la unidad productiva, incluyendo principalmente componentes agrícola,

pecuario, forestal/agroforestal y familiar (CATIE, 1993).

Como parte importante de su identidad y su estrategia de sobrevivencia, los pequeños

productores agrícolas cuentan con un rico bagaje de tecnologías para la producción,

fundamentalmente mediante el aprovechamiento de los recursos naturales. La sistematización

de estos conocimientos, junto con la generación de nuevas tecnologías y la disponibilidad de

sistemas de información de cobertura global, facilitan hoy, más que nunca, el diseño

inteligente de sistemas de producción basados en una gama amplia de opciones.

* Institute of Ecology and Resource Management, The University of Edinburgh, West Mains Road, Edinburgh EH9

3JG, Escocia. ** Unidad de Alimentación Animal, Escuela de Zootecnia, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad

de San Carlos de Guatemala, Ciudad Universitaria, Zona 12, Guatemala, C.A., Correo electrónico: [email protected]

Page 2: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

Por otro lado, el estudio científico de los agroecosistemas, y particularmente los

agroecosistemas ganaderos, ha demostrado que el desarrollo tecnológico adolece de grandes

vacíos, como es el caso de la conservación de la fertilidad natural del suelo, lo que es

entendible ya que la tecnología se generó para sistemas de altos insumos, donde el uso de

fertilizantes enmascara la pérdida de fertilidad, por sólo citar un ejemplo. Actualmente,

cualquier profesional de la producción animal con un mínimo de preparación en ciencias, debe

estar capacitado para elaborar un esquema de prioridades en el cual el uso adecuado de los

recursos naturales forma el cimiento de un sistema de producción sostenible, sobre el que se

basa el componente mayoritario de la estrategia de alimentación, sin negar la necesidad de

suplementos, cuando estos son accesibles. En otras palabras, es fundamental que la

producción de pastos y forrajes este basada en una estrategia de manejo sostenible de los

recursos propios de la finca, preferentemente fuera de áreas de aptitud exclusivamente

forestal.

El uso de fertilizantes y agroquímicos debe considerarse sólo como parte

complementaria y en el nivel mínimo indispensable. La nutrición animal es, a su vez, el

soporte esencial de la salud del hato, complementada con la inmunización y desparasitación, a

cualquier costo. Sólo, entonces, en esta pirámide de prioridades, se debe considerar el manejo

productivo y reproductivo del hato, el cual implica que los animales están bien alimentados y

sanos. Los esfuerzos destinados a actividades como la división de potreros, la sincronización

de partos, la mejora de la infraestructura o el uso de implantes anabólicos, por citar algunos

ejemplos, serán de poco valor si no se asegura antes la disponibilidad de alimento durante todo

el año y si los animales sufren parasitosis u otras enfermedades. Al final de la escala de

importancia se encuentra el mejoramiento genético del hato, puesto que los animales de mérito

elevado sólo manifestarán su potencial en la medida en que sus requerimentos ambientales,

nutricionales y de salud estén satisfechos (Figura 1).

Mejoramiento genético

Manejo productivo y reproductivo

Salud animal

Estrategia de alimentación

Manejo de los recursos naturales Figura 1. Esquema de prioridades en un sistema de producción animal sostenible. La

desastabilización del nivel inferior causa, tarde o temprano, el colapso de los

componentes superiores.

70

Page 3: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Contexto socioeconómico

Existe un sector importante de la población rural en América tropical que está implícitamente

marginado de las políticas nacionales de desarrollo, que usualmente ocupan las áreas con

limitantes productivas más severas. La mayor parte de las tecnologías generadas en los

centros de investigación y reflejadas en la variedad del mercado de insumos, muestra que la

versión oficial del desarrollo pecuario no reconoce la existencia, o no le concede la mínima

importancia, a los pequeños productores, en la medida que estos básicamente no consumen

insumos comerciales, no generan mercancías y tampoco tributan al fisco.

En este documento se considera como objeto de estudio el conjunto de tecnologías

agrosilvopastoriles enfocadas hacia pequeños productores y más puntualmente hacia un tipo

de pequeños productores: los pequeños finqueros aunque éstas pueden ser utilizadas en

fincas de mayor tamaño.

Tipos de productores Debido a que el sector de los pequeños productores agropecuarios es el más amplio dentro de

la población rural, se considera importante subdividirlo para facilitar el entendimiento de los

patrones de adopción tecnológica. Se usará una clasificación de productores basada en la

disponibilidad de medios de producción en la unidad familiar, que incluye los pequeños

finqueros, los campesinos sin tierra y un tercer grupo al que aquí se denominará ‘campesinos

temporaleros’.

Los pequeños finqueros o pequeños agricultores son aquellos con título de propiedad

legal de las tierras que trabajan, las cuales son en general de extensión limitada o bien no se

cuenta con el capital para hacerlas más productivas. En este grupo se incluyen los

minifundistas y las poblaciones con terrenos comunales, con sus distintos grados de

individualización en el manejo de los recursos.

Los campesinos sin tierra trabajan parcelas ajenas mediante un contrato de

arrendamiento o un convenio de mediería, un sistema en el cual el arrendador pone los medios

de producción y el arrendatario la fuerza de trabajo y la cosecha se reparte entre ambos.

También se incluyen en este grupo a los invasores de predios privados y nacionales, los

desplazados y refugiados que ocupan temporalmente tierras para practicar la agricultura. Este

grupo se caracteriza por carecer de título de propiedad. Es muy posible que este tipo de

productores no tenga entre sus prioridades la inversión en infraestructura agropecuaria o el

71

Page 4: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

establecimiento de pasturas mejoradas o plantaciones, al menos mientras no vean resueltas

sus prioridades en el ámbito agrario. Más aún, los productores en este grupo no son en

general sujetos de crédito bancario y es muy posible que tampoco formen parte de las

organizaciones que velan por los derechos de los pequeños productores agrícolas.

Los campesinos temporaleros se ubican bajo el nivel mínimo de subsistencia en lo que

se refiere a la unidad familiar de producción agropecuaria, por lo que se ven obligados a

incorporarse a actividades económicas externas, que les permitan subsidiar su propia unidad

de producción agropecuaria. En este grupo se encuentran los jornaleros agrícolas originarios

de regiones secas, o de los altiplanos con serias limitantes edafoclimáticas donde, en el mejor

de los casos, sólo se recoge una cosecha por año. En este grupo, durante la estación seca los

hombres (y en ocasiones las mujeres y niños) migran a las zonas de agricultura comercial para

alquilarse como peones agrícolas o a las ciudades como obreros. También se pueden incluir

unidades familiares con estrategias económicas mixtas, tales como aquellas en que algunos de

los miembros se trasladan por largas temporadas a otro sitio y continúan transfiriendo

recursos para el sustento familiar; un ejemplo lo constituyen los obreros y peones agrícolas

mexicanos y centroamericanos en las fincas frutícolas y de hortalizas de la frontera sur de

Estados Unidos y en la península de Florida. La diferencia con el grupo de los campesinos sin

tierra, en términos de las posibilidades de transformación de su sistema productivo, es que en

este caso el recurso marginal no es la tierra sino la mano de obra.

De los grupos mencionados, el de los pequeños agricultores es el de mayor potencial

para el cambio tecnológico, ya que cuentan con terreno propio donde desarrollar inversiones de

largo plazo y permanecen durante todo el año en su propio lugar. A este grupo de productores

está principalmente destinada la temática de este documento. Baste mencionar como prueba

de su propensión al cambio que es este grupo quien más se ha alejado de las prácticas

tradicionales de cultivo, adoptando de manera más o menos forzada la tecnología de altos

insumos. Las razones de este cambio residen en la composición del paquete tecnológico oficial,

que goza de la exclusividad en los medios de comunicación, además de ser el único disponible

en el mercado local y el que ofrece cumplir el sueño de convertirse en un ganadero próspero,

aunque esto normalmente no llega a cumplirse. Los sistemas campesinos están basados en la

fuerza de trabajo familiar, por lo que la compra de insumos implica el sacrificio de necesidades

relacionadas con la subsistencia de la familia; en el mejor de los casos esto implica que los

insumos no lleguen en el tiempo, cantidad y calidad recomendados. Por otro lado, el deterioro

ambiental asociado a la sobreexplotación de la base de recursos, la cual se da por la

introducción no regulada de semillas mejoradas, fertilizantes, herbicidas, etc. ocasiona un

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Page 5: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

grave desequilibrio en un sistema de finca que por lo demás sigue basado en la explotación de

los recursos naturales.

Estos dos aspectos son comúnmente ignorados durante el proceso de transferencia

tecnológica. Los sistemas agrosilvopastoriles, como se dijo, consideran la combinación de

tecnologías tradicionales y modernas, cuando éstas son aplicadas dentro del contexto del

manejo integrado de los recursos de la unidad de producción y de acuerdo con su propia

vocación ecológica.

Contexto biofísico

La diversidad ambiental dentro de la faja tropical del continente americano rebasa

ampliamente los alcances de esta publicación, por lo que se considera importante establecer

los límites dentro de los cuales este documento tiene aplicación. América tropical puede ser

dividida a grosso modo en las regiones cálida (tierras bajas) y templada (tierras altas). El

presente trabajo está circunscrito a la región cálida.

La región templada de América tropical cuenta con enorme riqueza biológica y

ambiental y debido a la situación económica prevalece una demanda por una revisión de las

formas en que se han venido manejando los recursos productivos, aspecto en el que los

sistemas agrosilvopastoriles tienen un papel importante. Existen muchos ejemplos de

desarrollo in situ de sistemas silvopastoriles, donde el campesino innovador, adoptando

tecnologías ya validadas, logra contrarrestar el deterioro de los recursos naturales como son las

fuentes de agua y el suelo, confiriendo a su sistema sostenibilidad y biodivesidad. Un caso

digno de mención es el de la comunidad de San José Caben, San Marcos, Guatemala. Sin

embargo, gran parte de las tecnologías que tienen aplicación en las regiones templadas, no la

tienen en las regiones calientes, principalmente debido a los diferentes regímenes climáticos

que gobiernan cada región. Adicionalmente, la composición de especies en los ecosistemas es

distinta, como también lo son las plagas y enfermedades que las atacan. Si bien el abordar el

manejo de sistemas agrosilvopastoriles en regiones templadas merece un capítulo aparte, los

lectores interesados en estos agroecosistemas podrán encontrar información de utilidad,

teniendo en cuenta las diferencias ambientales. Con esto se desea prevenir sobre la

inadecuada aplicación de tecnologías y principios que dependen del contexto biofísico en el que

han sido probados.

La región cálida constituye una porción importante del total de tierras cultivadas y su

clima es, en sí, un factor determinante para la adaptación de las especies, las tasas de

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Page 6: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

crecimiento y otros factores fundamentales para el diseño y manejo de sistemas productivos. A

nivel mundial, las mayores posibilidades de expansión agrícola residen en el trópico,

fundamentalmente sobre suelos ácidos e infértiles. En América tropical el 33.6% de los suelos

potencialmente agrícolas son Oxisoles y el 21.4% son Ultisoles (FAO-UNESCO, 1971; 1975),

cuyas limitaciones más comunes son de carácter químico más que físico. Cuando éstas son

superadas, su productividad es de las más altas en el mundo (Sánchez y Salinas, 1981).

Los sistemas de pastoreo extensivo en los trópicos presentan un promedio de

productividad de alrededor de 100 kg de peso vivo (PV) animal/ha por año, lo que implica una

extracción inferior a 2 kg de nitrógeno. Experiencias tanto en la región húmeda como en la

seca en el Sahel coinciden en que con un nivel de pastoreo moderado, este sistema es capaz de

mantener el balance de nutrimentos en el suelo, siempre que la carga animal no sobrepase 1

animal/ha (Powell y Williams, 1993). Este sistema parece ser particularmente estable, aún sin

la adición de fertilizantes, sin embargo, resulta cada vez más díficil mantener la sostenibilidad

debido a la creciente demanda de alimentos (lo que obliga a la intensificación del sistema), a la

falta de un reservorio de nutrimentos en el suelo (materia orgánica de fácil descomposición) y a

la ausencia de un sistema radicular capaz de explorar regiones más profundas en el suelo.

Tanto por razones socioeconómicas como ambientales, es necesario restablecer en los

agrosistemas el rol de estabilización de la vegetación natural e incorporar los suelos

acidificados y los naturalmente ácidos a la agricultura (Szott, et al., 1991; Sánchez y Salinas,

1981). Dentro de este contexto, los sistemas silvopastoriles podrían resultar una alternativa

para la recuperación de la productividad de las pasturas en los trópicos.

Interacciones en sistemas silvopastoriles

El efecto ocasionado por la presencia de árboles en los potreros sobre la producción de pasto y

animal es uno de los aspectos más controversiales para la adopción de tecnologías

silvopastoriles. Esto se debe principalmente a la complejidad de las interacciones biológicas

entre las especies y de éstas con el suelo y el ambiente. En un sistema de pasturas con árboles

el entendimiento y control sobre sus interacciones es determinante en el balance de

complementariedad y competencia entre las dos poblaciones. En este acápite se analizarán

algunos ejemplos referentes a tres grandes rubros de interacciones suelo-árbol-pastura-animal.

Intercepción de la radiación solar La intercepción de la radiación solar conlleva directamente la alteración simultánea de dos

recursos importantes para las pasturas: la radiación fotosintéticamente activa y la

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Page 7: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

temperatura. Adicionalmente, conlleva indirectamente la alteración de la humedad de la capa

superficial del suelo, importante para el balance hídrico del cultivo y para la asimilación de

nutrimentos en solución. Se ha demostrado que de acuerdo a las condiciones ambientales la

presencia de un dosel relativamente abierto puede favorecer el desarrollo de la pastura,

mediante el adecuado equilibrio de las condiciones microclimáticas que se dan bajo la copa de

cada árbol en una pastura. En Centroamérica, por ej., las gramíneas que crecen bajo

coberturas hasta de 50% presentan incrementos notables en la calidad nutricional,

especialmente su contenido de proteína, sin un deterioro significativo en la producción de

biomasa (Daccarett y Blydenstein, 1968). Aunque es importante guardar ciertas reservas en la

interpretación de este tipo de resultados, debido sobre todo a que las condiciones de cobertura

y radiación variaron entre las especies del dosel; se debe reconocer, sin embargo, que este

trabajo fue pionero en demostrar los beneficios asociados a la presencia de árboles en pasturas

tropicales. En el experimento se compararon silvopasturas con tres especies fijadoras de N2

(Erythrina poeppigiana, Gliricidia sepium, y Pithecoelobium saman) y una no fijadora (Cordia

alliodora) en densidades similares (60 árboles/ha). Uno de los hallazgos más notables fue la

influencia de la sombra moderada sobre la calidad del pasto. Los valores de proteína

aumentaron con los mayores niveles de sombra, mientras que el contenido de fibra pareció

aumentar en el caso contrario, aunque menos notoriamente (Cuadro 1). Esto puede ser

explicado por que el grosor de los entrenudos y la longitud de los estolones, que son porciones

de la planta altas en fibra, que incrementan proporcionalmente con la temperatura ambiental

(Murtagh et al., 1987). Adicionalmente, altas intensidades de luz inhiben más rápidamente la

producción de proteína que la de carbohidratos (Bronstein, 1983).

Cuadro 1. Efecto de la intercepción de la radiación solar por árboles forrajeros sobre la producción de

biomasa y proteína cruda de una pastura asociada Panicum maximum, Paspalum fasciculatum, Homolepsis aturensis y Digitaria decumbens.

Arbol Pastura

Especie de árbol

Diámetro

de copa

(m)

Cobertura

arbórea

(%)

Rad. solar

interceptada

(%)

Producción

Biomasa

(t/ha)

Proteína

cruda

(%)

Fibra

cruda (%)

Leguminosas fijadoras de

N2:

Erythrina poeppigiana

Gliricidia sepium

Pithecoelobium saman

10.4

6.1

5.1

51.0

17.5

12.2

56.0

43.4

18.0

6.39

6.39

7.20

8.37

6.54

6.73

29.2

29.7

29.0

Boraginacea no fijadora de

N2:

Cordia aliodora

3.4

5.4

6.1

7.52

6.17

29.9

Testigo sin árboles 0.0 0.0 7.50 6.00 31.9

Adaptado de Daccarett y Blydenstein, 1968.

75

Page 8: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

Los pastos bajo condiciones de menor temperatura del aire (como en el caso de la

sombra moderada) reducen su tasa fotosintética (Ludlow, 1978: gramíneas C4; Johnson y

Thornley, 1984: pasturas de clima templado; Herrero, 1995: Pennisetum clandestinum) y

como consecuencia producen menos hojas. La disminución en la tasa de aparición de hojas

reduce la translocación de sustrato, manteniendo la concentración de rubisco (ribulosa

bifosfato carboxilasa) y clorofila en la misma hoja por mayor tiempo (Ludlow et al., 1988), lo

cual explica la mayor concentración de nitrógeno (proteína cruda) en la pastura. De esta

forma, la biomasa en oferta mantiene una mejor calidad por mayor tiempo, debido a un efecto

múltiple de la radiación solar en el cual, si bien la tasa fotosintética se reduce, la eficiencia

fotosintética se incrementa debido a la mayor concentración de nitrógeno en la hoja, y a la

reducción de la tasa respiratoria y de evapotranspiración del cultivo. Murtagh et al. (1987), por

ejemplo, reportaron que la tasa específica respiratoria de mantenimiento del pasto kikuyo

(Pennisetum clandestinum) se incrementa de 11 mg/g por día a 15 oC hasta 37 mg/g por día a

30 oC, por lo que la eficiencia en la utilización de la radiación solar disminuye debido a un

mayor consumo de fotosintatos para mantenimiento.

En la Isla de Guadalupe, Antillas Francesas, la sombra de hileras de árboles en

potreros de Dichantium aristatum mejoró consistentemente la eficiencia de la gramínea en la

utilización de la radiación solar, independientemente de la estación climática (Cruz, 1997). En

un experimento en el que el efecto de la deposición natural o artificial de hojas de árboles y las

excretas de los animales fueron eliminadas, se evaluaron pasturas de D. aristatum (Chamba) a

pleno sol y bajo sombra de G. sepium (Jacq.) Walp. y Leucaena leucocephala (Lam.) de Wit

durante cuatro estaciones de crecimiento, dos con menor precipitación (A y C, ver Cuadro 2) y

dos con mayor precipitación (B y D). La presencia de sombra no incrementó la producción de

pasto, sin embargo, la producción fue más eficiente en función de la disponibilidad de

radiación solar a nivel de la pastura, posiblemente debido a la mayor concentración de N en la

lámina foliar. Durante los períodos de baja precipitación, la producción de pasto fue similar

entre los tratamientos; la presencia de sombra ayudó a conservar la humedad en el suelo,

permitiendo al pasto sucesivamente el acceso a nutrimentos y agua, continuar sus funciones

de crecimiento, incrementar su área foliar, mantener la apertura de estomas y un nivel

eficiente de fotosíntesis. En los períodos más lluviosos la presencia del árbol resulto menos

ventajosa debido a que las condiciones permanentes de humedad en el suelo y el descenso de

la temperatura debido a la presencia de nubes facilitaron el crecimiento del pasto a pleno sol.

Aún bajo estas condiciones, la eficiencia en la utilización de la radiación solar (EUR) fue menor

en la parcela sin sombra, lo cual sugiere, si se considera que la EUR es calculada como función

de la relación entre la radiación fotosintéticamente activa absorbida (RFA) y la producción de

biomasa (MS), que una proporción importante de la biomasa en las parcelas a pleno sol lo 76

Page 9: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Cuadro 2. Efecto de la sombra en la producción de biomasa verde (MS), índice de área foliar (IAF),

radiación absorbida (RFA) y la eficiencia en la utilización de la radiación solar (EUR) de

Dichanthium aristatum bajo sombra y a pleno sol durante cuatro ciclos de crecimiento

(FUENTE: Cruz, 1997).

Parámetro A B C D

Sombra Sol Sombra Sol Sombra Sol Sombra Sol

MS (g/m2) 248 245 202 a 333 b 138 125 303 303

IAF 4.5 a 3.4 b 3.9 a 4.8 b 1.9 1.4 5.8 a 3.4 b

RFA (MJ/m) 95 251 69 178 93 140 165 270

EUR 47.6 53.1 32.3 76.4 42.9 75.2 39.5 62.1

Origen (g) 2.00 a 0.77 b 2.50 a 1.42 b 1.03 0.34 b 1.62 a 1.03 b

Pend (g/MJ) 0.05 0.09 0.07 0.08 0.05 0.06 0.07

E.S. (0.07) 0.98 0.97 0.99 0.98 0.96 0.87 0.94 0.94

A: de mayo 16 a junio 17 de 1991, B: de octubre 18 a noviembre 21 de 1991, C: de enero 13 a febrero 17 de

1992 y D: de abril 27 a junio 3 de 1992.

constituía tejido senescente y tallos, los cuales no forman parte del aparato fotosintético. En

general, el pasto que crece bajo la copa de los árboles se beneficia, al menos durante la

estación seca, de la sombra y la humedad, la concentración de nutrimentos producto de la

muerte de raíces y la ocurrencia de fauna huésped del árbol, del lavado de hojas y tallos y de la

producción de mantillo.

Cruz (1997) también encontró que el pasto que crecía bajo sombra presentó

consistentemente mayor tasa marginal de asimilación de nitrógeno desde la solución del suelo

para un nivel de acumulación de materia seca, por lo que la relación N metabólico/N

estructural se mantuvo más alta. La tasa marginal de asimilación de nitrógeno (N asimilado

por unidad de incremento de biomasa) es un indicador de la disponibilidad de este nutrimento

en el suelo (Lemaire y Salette, 1984). Esto tiene dos implicaciones principales, si se considera

que la plantación presentó bajos niveles de nodulación. Primero, el árbol mejora efectivamente

el regimen hídrico del cultivo durante la época seca, permitiendo prolongar la estación de

crecimiento. Segundo, la relación carbono:nitrógeno fue más baja en el pasto bajo sombra, lo

que mejora la calidad de la dieta para el animal. El pasto bajo sombra tuvo un contenido

promedio de N de 2.64%, mientras que el pasto a pleno sol presentó 1.61% N, en promedio.

Cabe señalar que cuando las parcelas sin sombra fueron fertilizadas e irrigadas para

mantener el nivel óptimo de crecimiento del pasto, las diferencias en la eficiencia en la

utilización de la radiación entre ambos tratamientos desaparecieron por completo (datos no

presentados).

77

Page 10: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

Producción de biomasa Fernández et al. (1994) hacen un resumen de la información disponible sobre el potencial

productivo de árboles en cultivo en sistemas de callejones, la cual, hasta cierto punto, puede

extrapolarse a silvopasturas, cuando los árboles son podados permanentemente como fuente

de mantillo o forraje. Su revisión abarca suelos moderadamente fértiles e infértiles en zonas

húmedas y subhúmedas de los trópicos. En la Figura 2 se ilustra el caso de G. sepium, especie

que mostró consistencia en la producción de biomasa aérea en un rango de precipitación anual

entre 2200 y 3000 mm y en un gradiente de densidades de siembra desde 3300 hasta 6700

árboles/ha (Figura 2a). Las variaciones dentro de la misma densidad están marcadamente

asociadas con la edad de la plantación y la proveniencia del cultivar reportado.

Consistentemente los árboles logran mayor productividad a mayor edad, ya que el sistema

radicular alcanza una mayor cobertura para la captación de nutrimentos y agua (Figura 2b).

78

eria orgánica en el suelo

se produce a partir de la humificación de las partes muertas de

El N en la materia orgánica se encuentra como constituyente de compuestos orgánicos,

o q

at

por l

0 200 400 600

0 0

00

800

(g M

S/ár

bol/a

ñ

100

120

14 1600

3000 3500 4000 4500 5000 5500 6000 6500 7000

Biom

asa

folia

r o)

a 0

200 400 600 800

1000 1200 1400 1600

0 10 20 30 40 50 60 70

Biom

asa

folia

r(g

MS/

árbo

l/añ

o)

b

Edad de los árboles-meses Densidad (árboles/ha)

Figura 2. Producción de biomasa foliar de Glericidia sepium en cultivo en callejones según la densidad de

siembra (a) y la edad de la plantación (b). Adaptado de: Fernandes et al. (1994), con datos de Fernandes,

1990; Kas et al., 1998; y Rosencare et al., 1999. Los datos fueron ajustados considerando una relación hoja:tallo leñoso de 1.6:1 (g/g) (Sanginga et al., 1994.

M

La materia orgánica en el suelo

las plantas, las cuales no sólo incluyen las hojas y ramas, sino las raíces y los

microorganismos simbiontes asociados con ellas (rizobios y micorrizas). En suelos orgánicos

las lombrices tienen un papel importante.

ue su tasa de mineralización se considera dependiente de la tasa de descomposición de

la fracción a la cual está unido en su conjunto (Thomas y Asakawa, 1993). El proceso de

Page 11: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

descomposición de los tejidos vegetales es esencialmente una consecuencia de la asimilación

de carbohidratos como fuente de energía por parte de los microorganismos del suelo. Este

proceso se caracteriza por la selectividad de estos microorganismos hacia aquellos compuestos

con menor peso molecular.

La tasa de descomposición del contenido celular, principalmente constituido por

compu

Y = Y0 e-kt

on una constante de degradación k entre 0.03 y 0.20/semana. Estos valores son

Cuadro 3. Tasas de descomposición (k)/semana de material de poda de especies utilizadas como abono

Especies Observaciones FUENTE

estos de bajo peso molecular, es bastante rápida, especialmente en ambientes cálido-

húmedos. En diversos estudios se ha encontrado que la tasa de descomposición de esta

fracción puede ser representada como una función exponencial negativa del tipo:

c

característicos de material resultante de podas de leguminosas tropicales (Cuadro 3).

verde en zonas tropicales.

K*

Acioa barteri 11 rnos , 1992 0.00 Hojas y tallos tie

(tropico húmedo)

Tian et al.

Hojas y tallos tiernos

(tropico húmedo)

Hojas (trópico seco

0.125 Hojas y tallos tiernos

(tropico húmedo)

Tian et al., 1992

Hojas secas (prom

épocas del año)

Hojas (trópico se

Sesbania sesban 0.029 Hojas (trópico seco) Mwiing et al., 1994.

Senna siamea 0.091 Hojas (trópico seco) Vanlauwe et al., 1995.

Dactyladenia barteri io de 0.088 Hojas secas (promed

épocas del año)

Vanlauwe et al., 1995.

Hojas secas (prome

épocas del año)

Hojas secas (prome

épocas del año)

Biomasa libre de

(trópico húmedo)

Biomasa libre de c

(trópico húmedo)

ponencial Y = e-kt d

Gliricidia sepium 0.192 Tian et al., 1992

Leucaena leucocephala 0.121 ) Mwiinga et al., 1994.

Flemingia congesta 0.103 edio de Vanlauwe et al., 1995.

0.099 co) Mwiinga, et al. 1994.

Erythrina sp. 0.046 dio de Palm y Sánchez, 1990

Inga edulis 0.072 dio de Palm y Sánchez, 1990

Cajanus cajan 0.061 ceniza Palm y Sánchez, 1990

0.067 eniza Palm y Sánchez, 1990

* Tasas derivadas al ajustar los residuos a la ecuación ex onde Y es la fracción remanente del

material original después de un tiempo t.

79

Page 12: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

A diferencia del material resultante de las podas, el material muerto en forma natu

rico en polímeros de carbono co

ral

es mo celulosa/hemicelulosa, así como en lignina y otros

polifeno

Sistemas silvopastoriles

Pastoreo en plantaciones a práctica del pastoreo en plantaciones forestales se realiza con el propósito de obtener

que el permitido en la rotación para el aprovechamiento forestal,

nan a continuación algunos ejemplos y sistemas silvopastoriles exitosos. En

l altiplano oriental de Antioquia, en Colombia, la ganadería lechera se basa en el pastoreo de

kikuyo

les. Su tasa de descomposición es entre uno y tres órdenes de magnitud menor que la

del contenido celular. En experimentos para determinar la tasa de mineralización del N en

residuos vegetales de diversas calidades se han encontrado altos coeficientes de correlación

entre la tasa de descomposición y una baja relación polifenoles:nitrógeno (Oglesby y Fownes,

1992; Palm y Sánchez, 1991), baja relación lignina:nitrógeno (Kachaca et al., 1993; Melillo et

al., 1982), alta fracción soluble y baja relación C:N (Vanlauwe et al., 1997). La edad y la parte

de la planta controlan, junto con la especie, las características mencionadas. Los residuos

provenientes de partes más viejas de la planta contienen una mayor proporción del nitrógeno

asociado con la pared celular, donde las relaciones C:N son más altas (100:1) y por

consecuencia, la tasa de mineralización es significativamente más baja (Handayanto et al.,

1995).

L

ingresos a un plazo menor

aunque en algunos casos esto implica una mayor distancia entre árboles. Sin embargo la

presencia de animales, siempre que no dañen la plantación, puede promover el crecimiento de

los árboles mediante el control de malezas, una menor competencia entre plantas y el reciclaje

de nutrimentos.

Se mencio

e

(P. clandestinum) en tierras severamente degradadas. La producción depende de la

adición de fertilizantes. La recuperación de pasturas degradadas se hace mediante la siembra

de cultivos tradicionales como frijol voluble, maíz y papa (Murgueitio y Calle, 1998). En una

finca de la región, se establecieron aliso (Alnus acuminata) y barreras vivas de botón de oro

(Tithonia diversifolia) mediante el sistema Taungya, consistente en la siembra de los árboles en

asociación con los cultivos anuales, con lo cual aquellos se benefician de las labores de cultivo.

Una vez que los árboles se desarrollaron suficientemente, se permitió la invasión del kikuyo

nuevamente. La incorporación de residuos de cosecha, aunado a la caída de hojas y la

mortalidad natural de raíces del aliso, mejoraron la aireación y la estructura del suelo. La

capacidad del aliso para fijar N atmosférico se aprovecha para recuperar la fertilidad del suelo,

80

Page 13: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

de tal manera que se ha logrado restaurar la pastura bajo condiciones apropiadas de suelo en

sólo 2 años. Similarmente, una explotación lechera basada en la asociación de aliso y kikuyo

se ha mantenido estable y altamente productiva durante más de 25 años en las inmediaciones

de Cantel, Quetzaltenango, Guatemala. En ambos casos, el sistema silvopastoril establecido

sustituye monocultivos dependientes de insumos externos, diversifica los ingresos del

productor y transforma la producción lechera en un sistema más sostenible.

En el sureste asiático se practica con éxito el pastoreo de bovinos y ovinos en

plantac

La introducción de leguminosas herbáceas puede incrementar la capacidad de carga y

el rend

iones de palma de aceite y cocotero. La cantidad de luz transmitida bajo las

plantaciones permite el desarrollo de pastos resistentes a un cierto nivel de sombra, entre ellos

P. maximum y Brachiaria decumbens (Wilson y Ludlow, 1991). La presencia de animales

incrementa el reciclaje de nutrimentos y reduce la competencia del estrato herbáceo,

mejorando la producción de coco. Los subproductos industriales de la extracción de aceite

posibilitan el engorde de cerdos o pueden ser utilizados en la ceba de bovinos u ovinos

(Reynolds, 1995).

imiento de la plantación. Rika et al. (1981) mencionan una asociación de B. decumbens

y Centrosema pubescens en plantaciones de coco que produjo hasta 40% más frutos que los

producidos por cocoteros en pasturas nativas. Aunque con una ganancia diaria moderada de

PV animal (0.249 a 0.321 kg/ha), el pastoreo bajo la plantación superó consistentemente al

sistema tradicional de alimentación basado en pasturas nativas de corte, tallo de banano

(Musa sp.) y hojas de cocotero (Cuadro 4). El rendimiento en frutos incrementó

significativamente al aumentar la carga animal. Estos resultados coinciden con los de Chen et

al. (1978) en plantaciones de palma aceitera, donde se aprecian rendimientos de 5.2, 6.7 y 10.6

racimos por planta en el cultivo solo y con cargas animales de 1 y 2 animales/ha,

respectivamente. El incremento en el rendimiento de la plantación se asocia directamente con

un efecto depresivo sobre la competencia que ejercen las raíces del pasto sobre la palma (Chen,

et al., 1978) y con el aumento del reciclaje de nutrimentos al aumentar la carga animal, lo cual

puede potenciarse mediante la introducción de especies mejoradas que incorporan al sistema

mayor producción de biomasa, mayor calidad nutritiva de la dieta y fijación biológica de

nitrógeno más eficiente. La sombra es quizá uno de los factores más importantes de la

interacción, por lo que la selección de especies tolerantes es determinante para el éxito del

sistema; por ej., B. decumbens es capaz de mantener niveles de producción similares en un

rango desde 100% hasta 70% de la radiación solar total (Eriksen y Whitney, 1981; Wong et al.

1985).

81

Page 14: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

Cuadro 4. Efecto de la siembra de pasturas (gramínea-leguminosa) mejoradas y pastoreo en la ganancia de

peso y el rendimiento de cocoteros en Bali, Indonesia.

Tratamiento Carga animal

(Anim/ha)

Ganancia de PV

(kg/ha por día)

Producción de coco

(kg/ha por mes)

B. decumbens + C.

pubescens

2.7 0.321 507

3.6 0.313 516

4.8 0.293 713

6.3 0.249 779

Pastos nativos 483

Sistema tradicional 0.235

* Ganado Balí (Bos banteng).

FUENTE: Rika et al., 1981.

Este tipo de sistemas tiene más oportunidades bajo plantaciones totalmente desarrolladas,

donde la cantidad y la calidad de la luz transmitida a través del dosel superior

son suficientemente altas para permitir el máximo desarrollo de la pastura (Thomas, 1978; en

Torres, 1985).

Bancos de proteína

Estos podrían ser mas apropiadamente denominados bancos forrajeros arbóreos, por ser

productores de forraje, sin embargo, a la fecha se utilizan predominantemente árboles con

follajes ricos en proteínas (Cuadro 5), de ahí su nombre. El banco de proteína es la forma más

intensiva de producción de forraje de plantas leñosas y consiste normalmente en la siembra en

monocultivo de especies de árboles o arbustos de alto valor nutritivo y alta capacidad de

rebrote después del aprovechamiento. Los bancos de proteína son áreas compactas destinadas

a la suplementación animal y, por tanto, es conveniente ubicarlas cerca de las instalaciones de

manejo y alimentación. Pueden ser aprovechados directamente por los animales (ramoneo) o

podados cíclicamente para alimentación en corral (Botero y Russo, 1998).

Las tecnologías de este tipo permiten producir volúmenes de forraje de alta calidad en

cantidades que impactan positivamente la nutrición del hato. La documentación sobre cultivos

de árboles con niveles proteínicos altos es extensa. Estos son bien aceptados por animales y

su digestibilidad indica un satisfactorio nivel de aprovechamiento.

Rentabilidad. La rentabilidad es probablemente el argumento más sólido para la introducción

de un banco de proteína como alternativa a un sistema tradicional. Por ejemplo, Hernández et

82

al. (1986) reportan incrementos de hasta 51% en la producción de carne por hectárea en la

Page 15: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Cu te

n pecies leñosas forrajeras en América Latina

Es Prot DIVMS (%)

F

(%

adro 5. Contenido de proteína cruda (PC), digestibilidad in vitro de la materia seca (DIVMS), fibra detergen

eutro (FDN) y fibra detergente ácido (FAD) de algunas es

pecies eína cruda (%)

FDN (%)

AD FUENTE

)

nas húmedaguminosas: uc 34. Ku etyt 48. Ku etyt Benavideyt 65. Benavideyt Ku et

nas subhúmedas guminosas: iricidia sepium .6 35. u eatylia argentea

oráceas

Zo s Le Le aena leuccephala 18.6 6 18.2 al., 1998 Er hrina poeppigiana 12.9 4 35.6 al., 1998 Er hrina poeppigiana 23.8 s, 1998 Er hrina berteroana 24.3 51.3 2 45.8 s, 1998 Er hrina tinifolia 15.7 55 al., 1998 Zo Le Gl 19.3-21 59.2 7 21.8 K t al., 1998 Cr 23.5 48-53 Argel y Lascano,

1998 M Brosimum alicastrum 15.7 37.5 Ku et al., 1998 Morus alba 23.0 79.9 28.5 Benavides, 1998 Malvaceas

Malvabiscus arborica 22.4 64.5 Hibiscus rosasinensis 21.0 70.0 Benavides, 1998

Benavides, 1998 Zonas bajas

Cnidoscolus acontifOtras familias:

olius 42.4 86.6 Benavides, 1998 Cnidosco s chayamansa 30.8 74.8 Hernández, 1993 lu

eraTrichanth gigantea 9.0-17.8 29.4-41.7 21.8-29.2 Rosales y Ríos,1998 Moringa oleifera 23 79 30 27 Foild et al., 1998 Tithonia diversifolia 24.2-27.5 35.3 30.5 Rosales 1996 Guazuma ulmifolia 14.7-18.1 54.3 45.1-49.5 28.9-31.4 Ku et al., 1998 Hamelia patens 17.5 61.6 Pezo et al., 1990 Cecropia peltata 19.8 51.8 Hernández, 1993 Hernández, 1993 Zonas altas

Sambucus mexicana 25.0 69.8 30.7 Arias, 1998

Bohemeria spp. 24.8 66.3 28.9 Arias, 1998

Budleia sp. 17.1 55.9 51.8 Arias, 1998

ceba inicial de novillos Cebú con un sistema de banco de proteína de L. leucocephala como

complemento a una pastura natural asociada con leguminosas (Neon

Sambucus canadiensis 25.8 73.7 32.6 Arias, 1998

Bacharis salicifolia 23.4 71.5 33.3 Arias, 1998

Verbesina apleura 24.4 50.6 49.2 Arias,1998

otonia, Macroptilum,

eramnus e Indigofera) en relación con un control con pasto nativo. La diferencia se

increm

El incremento en la calidad de la dieta tiene efectos positivos en la edad al sacrificio de

T

entó a 73% durante la ceba final. Estos resultados fueron comparables a las ganancias

de animales suplementados con melaza-urea a razón de 1.5 kg/día o con harina de soya (200

g/animal por día) durante la mitad de la época seca (Cuadro 6).

los animales, como lo demostraron Hernández et al. (1992). Toros cebados en pasturas de

Andropogon gayanus cv. CIAT-621 suplementados en un banco de proteína de L. leucocephala

alcanzaron un peso al sacrificio de 448 kg en 29 meses (Cuadro 6), mientras que sin

83

Page 16: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

Cuadro 6. Resumen de resultados experimentales obtenidos con vacunos en sistemas de ceba, reemplazo

y leche en Cuba.

Tratamiento Raza Carga al

(anim/ha)

ión anim Producc

L. leucocephala

L. leucocephala, past egum

L. leucocephala y And us CIAT 2 0 .

0.715

0.487

Reemplazo (PV, kg/ha por día):

Panicum maximum

ndropogon gayanus IAT 621e

3/4H x 1/4C

Cebú

2.5

2.0 0.407

L. leucocephala y d

L. leucocephala y A C

0.450

Vacas lecheras (lt/vaca por día):

rú + P. maxim Likonif

Mestizas (H x C)

2.7 L. leucocephala cv. Pe um cv.

10.0

H: Holstein, C: Cebú

0 (en Hernánde , 1998)

dez et al., 1986

2.

4

ez y Carballo, datos inéditos, (en Hernández et al., 1998)

a Simón et al., 199 z et al.

b Hernán

c Hernández et al., 199

d Iglesias et al., 199

e Hernánd

f Milera et al., 1994.

suplementación el peso al sacrificio se alcanzó s 60 mese Resultados sim

roducción d s de reemplazo (Cuadr ue o

e L. leucocephala itió reducir de 36 a 25 me es (prome io de

edad de incorpora ión de novillas bú pastan o A. gayanus cv. CIAT-621

998).

o de proteína e ofrecer re dos posi en sistemas más

tensivos, así, vacas lecheras en pastoreo de Panicum maximum cv. Likoni con un banco de

n no se toman en cuenta la

elección de la especie adecuada, el tamaño de la parcela, la demanda de forraje, la

disponi l

de

a lo s. ilares se han

obtenido en la p e hembra o 6), ya q la utilización del banc

de proteína d perm s d tres ciclos de

manejo) la c Ce d

(Hernández et al., 1

El banc pued sulta tivos inclusive

Ceba (PV, kg/animal por día):

y Panicum maximum cv. Likonia

os naturales y l inosas herbáceasb

ropogon gayan 621c

Cebú

Cebú

Cebú

2.0

2.0

1.7 –

0.530

in

proteína en 20% del área y fertilización de la gramínea (140 kg/ha de N por año) lograron

niveles de producción de 10 lt/día (promedio de 3 años), superando significativamente (P <

0.01) un control sin suplementación (Milera et al., 1994; ver Cuadro 6).

Sostenibilidad ecológica. Debido a la elevada demanda de nutrimentos y agua, el banco de

proteína puede colapsar en pocos años, si en su planificació

s

bilidad de abono para mantener la producción y los cambios estacionales en el nive

productivo. El uso de especies fijadoras de nitrógeno mantiene parcialmente el balance

nutrimentos, pero pueden ser necesarias adiciones de residuos orgánicos, lo cual incrementa el

costo de manejo.

84

Page 17: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

La asociación de leguminosas leñosas perennes con leguminosas herbáceas en el banc

puede potencia

o

de proteína r la capacidad productiva, haciendo más costeable la inversión, sin

embargo, no es fácil lograr el equilibrio entre los dos estratos. En Cuba, en experimentos con

L. ia wightii (Hernández, et al., 1992) la población de la eguminosa

h tras que leuc mantuvo l nsidad in

Gómez y Preston (1996) en el Valle del Cauca, Colombia, en un banco de proteína de

co uciendo 66.3 t/ha po raje co (equiv a 15.2

t/ este fo ple ta la alim ión de

va Este sistema ha funcionado durante 0 años con un balance

adecuado de nutrimentos (N, P, K, Mg, Ca y S). Llama la atención que, a pesar de la intensa

ex considerable de los niveles de materia orgánica (20%

en incrementos en el reciclaje de fósforo (50 kg/ha), calcio (282 kg/ha) y

m n el sistema, lo que no serían posibles sin la presencia del árbol.

B y banco forrajero. Botero y Russo (1998) proponen una estrategia para

inimizar la ineficiencia en el balance de nitrógeno en un banco de proteína, particularmente

lefante, o para pastoreo; a este sistema se le denomina banco de

nergía. Este tipo de banco puede incluir también una leguminosas herbáceas preferiblemente

no tre

zcla de varias especies

dentro el banco forrajero crea un ambiente más resistente a plagas y enfermedades (Botero,

vivas, cetos forrajeros, cortinas rompimientos, árboles forrajeros en pasturas

los corredores de hábitat (Sánchez, 1998). Aquí se describen algunos de ellos.

leucocephala y Neonoton l

erbácea se redujo drásticamentre, mien aena a de icial.

n Glericidia sepium están prod r año de for fres alente

ha de materia seca) en cuatro cortes. Con rraje se com men entac

cas lecheras en pastoreo. 1

tracción de biomasa, hay un aumento

1 año), y se lograron

agnesio (125 kg/ha) e

anco de energía

m

cuando éste se ha establecido con especies fijadoras de nitrógeno. Un monocultivo de este tipo

tiene un superavit de nitrógeno disponible en el suelo que normalmente será arrastrado en

solución, volatilizado o aprovechado por las malezas debido a la falta de otro cultivo que lo

aproveche. Estos autores sugieren el establecimiento de gramíneas para corte, por ej., caña de

azúcar, kingrass, pasto e

e

padoras (por ej., Desmodium, Stylosanthes, Arachis, Aeschynomene, Cassia,

Chamaecrista, Indigofera y Zornia), las cuales incrementan la cantidad de nitrógeno fijado por

el sistema. Bajo estas condiciones es posible la introducción de diversas especies leñosas

forrajeras no fijadoras de nitrógeno las cuales producen forraje de alta calidad, pero demandan

elevadas cantidades de este nutrimento (Benavides, et al., 1985). La me

d

1992) y con un nivel de producción más estable.

Arboles en pasturas Los sistemas silvopastoriles con árboles o arbustos en pasturas se refieren a la introducción de

especies forrajeras (o multipropósito) en pasturas ya establecidas o en proceso de

establecimiento. Existen diversas estrategias de distribución de los árboles, según el propósito:

cercos y barreras

y85

Page 18: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

Cercas

a cada

do del cerco, mientras que el resto de la parcela escasamente recibe algún eventual beneficio.

Consid

de G.

epium a una distancia entre postes de 2 m pueden producir alrededor de 1.2 kg de MS

j c

) con una pastura de gramíneas y/o de

guminosas herbáceas nativas o cultivadas para su utilización por animales en pastoreo. El

osee varios atributos según la especie y el objetivo del sistema, siendo la

vivas. Es quizá la más conocida, la más exitosa y potencialmente la menos productiva

de las estrategias para la introducción de árboles en pasturas. Esto es debido al beneficio

obtenido (volumen de follaje, nitrógeno fijado, materia orgánica del suelo, etc.) en relación con

el tamaño de la parcela. En otras palabras, la interacción biológica directa del árbol con el

suelo y el cultivo sólo impacta significativamente a una banda relativamente estrecha

la

érese el caso de una pastura de 10 hectáreas, dividida con cercas vivas de G. sepium en

diez potreros para pastoreo rotacional. Supóngase un ambiente productivo idóneo, con un

clima cálido húmedo, con precipitación superior a 100 mm en el mes más seco, siendo posible

aprovechar la pastura y el follaje de las cercas con la misma intensidad durante cualquier mes

del año. Diez hectáreas de pasto estrella, manejadas adecuadamente, podrían soportar 10

unidades animal permanentemente. Excepto en el caso de una pastura con una geometría

muy irregular, no se requieren más de 3000 m de cerca para hacer todas las divisiones, ya que

muchas de ellas compartirán al menos dos de sus lados con otra división. Arboles

s

comestible por año (Muschler et al., 1993), lo que equivale a 1.8 t de MS por año en toda la

cerca. Este valor es consistente con los resultados obtenidos en podas de G. sepium en cultivo

en callejones, donde el máximo potencial productivo por planta por año ha sido de alrededor de

1.24 kg de MS aprovechable (Figura 2). Una asignación de forraje de G. sepium de 20% del

consumo diario total, implica un volumen de 31.5 kg/día, o sea, 11.5 t/año. Este ejemplo

ilustra cómo el forraje proveniente de una cerca perimetral es mínimo en relación con la

demanda anualizada de alimento para el ganado que puede mantenerse en la misma parcela.

La cerca viva es una fuente de forra e limitada, que debe ser manejada estratégi amente

para suplementar a un grupo reducido de animales, durante períodos críticos. Como tal, este

tipo de cerca debe integrarse a un conjunto de mecanismos para el manejo racional de los

recursos forrajeros.

Silvopasturas. Son una combinación natural o una asociación deliberada de uno o de varios

componentes leñosos (arbustivos y/o arbóreos

le

follaje de los árboles p

producción de forraje o de abono verde de alta calidad los atributos más bien documentados.

Sin embargo la importancia de los árboles en las pasturas no reside únicamente en su función

como fuente de follaje, el potencial de fijación biológica de nitrógeno, la capacidad para formar

asociaciones con micorrizas, concentraciones considerables de nutrimentos en las raíces,

86

Page 19: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

resistencia a factores ambientales adversos son sólo algunos de los atributos que ciertas

especies poseen y que deben evaluarse en el diseño de silvopasturas.

La presencia de árboles reduce la temperatura del suelo, previniendo la pérdida de

humedad, lo cual prolonga la estación de crecimiento del pasto. Productores entrevistados en

la zona subhúmeda de Costa Rica, y en San Marcos y la franja transversal del norte en

Guatemala, por ejemplo, citaron como los motivos más frecuentes para dejar árboles en los

potreros: la sombra para los animales, la fuente de madera, frutos y postes para cerco, la

retención de humedad en el suelo, protección contra el viento y la provisión de leña (Harvey et

al., 1998; Gutiérrez, 1996).

Los condicionantes para el establecimiento de pasturas con árboles incluyen, entre

otros factores, el conocimiento sobre las especies leñosas y gramíneas que se desean sembrar y

el distanciamiento entre árboles. Las especies deben tener probada capacidad para convivir en

asociación. La distancia entre los árboles no debe ser tan corta que impida el paso de la

radiación solar, el libre tránsito y la visualización mutua de los animales, ni tan grande que

deje áreas en las que los árboles no ejerzan algún efecto benéfico sobre la pastura o que no

satisfagan los requerimientos nutricionales de los animales. La consideración de estas

condicionantes durante la elaboración de un plan de siembra que incluya cálculos sobre el

potencial productivo de cada especie y el establecimiento de pruebas piloto, así como la

revisión de los reportes de otros autores, pueden prevenir el fracaso del establecimiento de este

tipo de pasturas.

Hernández (datos sin publicar) estableció silvopasturas con L. leucocephala o G. sepium

asociadas a B. decumbens en suelos fértiles y bien drenados, en una región con precipitación

promedio anual de 3700 mm, en el sur de México. Algunos árboles de L. leucocephala fueron

sembrados en una parcela adyacente, sin pasto. Después de 3 años, los árboles de L.

ucocephala en la pastura habían crecido 3 m, con un diámetro basal de 5 a 6 cm, mientras le

que los de la parcela adyacente medían más de 6 m con diámetro basal de 9 a 10 cm. Los

árboles de G. sepium en la pastura presentaban mejor aspecto que los de L. leucocephala,

aunque no se contaba con un punto de comparación. Otras especies de árboles fijadores de

nitrógeno que fueron probadas preliminarmente sin éxito fueron Delonix regia y Lysiloma

auritum. La primera creció satisfactoriamente hasta los 2 años de edad, pero posteriormente

fue destruida por una plaga de roedores en las raíces. Lysiloma auritum presentó tasas de

crecimiento y rebrote muy bajas y no se consideró promisoria para este tipo de asociaciones.

87

Page 20: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

Técnicamente los tiempos para la siembra de los árboles son, antes, durante o después

del establecimiento de la pastura. Debido a las diferencias obvias en la velocidad de

stablecimiento, plantar los árboles antes de sembrar la pastura debiera ser la opción a elegir,

sin em

l inicio con cultivos en rotación como arroz de secano,

aíz, sorgo, millo; oleaginosas como soya, maní, ajonjolí; legumbres como caupí, canavalia,

mungo

favorece el crecimiento de los árboles hasta alcanzar un desarrollo cuando

a no sean susceptibles al daño de los animales (mínimo 1.5 años) al iniciar el pastoreo

(Botero

y

astoreo. Una tercera opción es la que sugieren Botero y Russo (1998) consistente en utilizar

e

bargo, es posible enfrentar casos donde la pastura ya está establecida o no es posible

posponer su establecimiento. Aquí se citan algunas sugerencias para cada caso.

Cuando los árboles van a ser sembrados antes que la pastura, el sistema ‘Taungya’

resulta muy conveniente. Este sistema consiste en el establecimiento de las silvopasturas

mediante cultivos agrícolas o agrosilvopasturas (Russo y Botero, 1996). Los árboles se

siembran simultáneamente y desde e

m

, frijol de abono; o frutos como sandía o patilla, zapallo o ayote, cidra o chayote, melón,

etc. También pueden sembrarse con cultivos anuales o bianuales como yuca, ñame, tiquisque,

camote, jengibre, piña, guandul, plátano, etc.; esa etapa puede durar de 2 a 3 años, lapso

determinado por el desarrollo que tengan los árboles a fin de prevenir el daño por los animales

en pastoreo. Al cosechar el último cultivo se siembran las especies herbáceas (gramíneas

puras o asociadas con leguminosas herbáceas) como cobertura. La silvopastura se beneficia de

los nutrimentos residuales aplicados y de las labores practicadas al cultivo (Botero, 1996).

Las ventajas de este sistema radican principalmente en los ingresos generados durante

el período de establecimiento de la plantación (antes que el sistema silvopastoril sea rentable

por sí mismo) y se

y

, 1992).

Cuando se requiere establecer los árboles simultáneamente con la pastura o en

pasturas ya existentes se deben enfrentar dos limitantes; por una parte, la susceptibilidad de

los árboles recién sembrados al daño ocasionado por los animales, y por otra, los efectos

negativos del pasto que crece mientras los árboles son aún susceptibles. En el primer caso se

recomienda utilizar plantines provenientes de semilla directamente del vivero o utilizar postes

de especies con capacidad de reproducción vegetativa como G. sepium con el fin de recortar el

período de exclusión. Hernández (datos sin publicar) estableció silvopasturas con postes de G.

sepium a 3.5 m en marco real (al cuadro) en pasturas de B. decumbens, logrando porcentajes

de sobrevivencia muy cercanos al 100%. A los 6 meses los postes habían desarrollado un

sistema radicular abundante y capaz de soportar la planta bajo condiciones de poda

p

88

Page 21: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

especie

ue se forma

obre la superficie impide el desarrollo de nuevos brotes. Las opciones consisten en

aprove

mar

n cuenta.

l que L. leucocephala constituía un banco de proteína (25% de la superficie); a

vez, una tercera opción, en la que una pastura de P. maximum en monocultivo fue fertilizada

con 80

superiores (Figura 3). Los hallazgos de Lamela et al., (1996) confirman este planteamiento. con

s cuyos árboles jóvenes producen espinas, como Acacia farnesiana y Pithecellobium, lo

cual los protege contra el ramoneo.

Con respecto a la segunda limitante, una pastura tropical que no se utiliza por un

tiempo prolongado tiende a degradarse debido a que la capa de material muerto q

s

char el material mediante corte y acarreo o pastorear excluyendo las áreas con árboles,

en este caso la protección individual de los árboles puede resultar costosa y poco efectiva.

La exclusión de pequeñas áreas con árboles dentro de un potrero puede ser la solución

a la necesidad de pasto de un lado de la cerca mientras que del otro se permita que los árboles

adquieran resistencia. Una estrategia en la que se programe la siembra escalonada de

plantines en grupos cada año permitiría establecer el sistema en un tiempo relativamente

corto, sin mayor alteración del pastoreo. El costo relativamente bajo que tienen hoy en día los

equipos compactos de electrificación de cercos hace de esta última alternativa una opción

viable. Cuando es imposible excluir el pastoreo de áreas silvopastoriles recientemente

establecidas, el uso del cerco eléctrico para proteger líneas de árboles es una opción factible.

La movilización del cerco cada día, sin embargo, es una limitante que no debe dejarse de to

e

Las asociaciones de pasturas y árboles han sido comparadas con otras opciones

(Hernández et al., 1998) arrojando resultados útiles para el diseño de sistemas de cultivo. Una

asociación de L. leucocephala con P. maximum cv. Likoni mostró ser superior a un arreglo

alternativo en e

la

kg/ha de N por año mostró resultados en ganancia de peso similares a la alcanzada en

el banco (Cuadro 6). Las ganancias de peso vivo promedio de toros Cebú finalizados fue de

0.623, 0.530 y 0.538 kg/animal por día para la asociación, la pastura con banco de proteína y

la pastura fertilizada, respectivamente. Estos resultados involucran dos procesos en los que el

componente arbóreo esta beneficiando la ganancia de peso. En forma directa, el forraje de alta

calidad de la leguminosa suple las deficiencias nutricionales de una pastura no fertilizada, y en

forma indirecta, las hojas, raíces y nódulos muertos mejoran la dieta del animal mediante la

fertilización orgánica de la pastura. Mientras que en el sistema con banco de proteína la

suplementación de la dieta con el follaje del árbol parece equipararse con el efecto sobre la

nutrición del animal de un régimen de fertilización moderado; en la asociación, como resultado

del efecto sinérgico de ambos procesos, las ganancias de peso mostraron ser significativamente

89

Page 22: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

538 Pastura

Fertilizante

a Animal

Suelo

c

530

b Banco de proteina

vacas lecheras mestizas pastando en P. maximum cv. Likoni fertilizada con 80 kg/ha de N por

año y

flechas indican los principales flujos de nitrógeno en el sistema. Las cifras en el animal representan

Figura 3. Modelos de sistemas de pastoreo. (a) sistema de monocultivo de pasturas fertilizadas, (b)

pastoreo suplementado con forraje del banco de proteína, (c) pastoreo en pasturas con árboles. Las

el promedio de la ganancia de peso al final de la ceba (g/animal por día). Datos de Simón et al,

(1990); citado por Hernández et al. (1998).

623

Arboles en pasturas

suplementada con L. leucocephala en un banco de proteína que alcanzaron una

producción de 9.3 lt/vaca por día; mientras que en otras fincas con la misma alimentación,

pero sin fertilización de la gramínea, sólo alcanzaron una producción de 6.6 lt/vaca por día.

Los sistemas de pastoreo poseen una dinámica propia de ciclaje de nutrimentos, la cual

es comparativamente más acelerada y superficial que la de otros sistemas de cultivo debido a

la mayor tasa de producción de biomasa y a que la mayor parte de los nutrimentos removidos

del suelo por la pastura (60% a 99%) retornan al sistema en forma de heces y orina (Barrow,

1987). Sin embargo, la elevada tasa de reciclaje no confiere por sí misma mayor estabilidad al

sistema. Mientras el elevado nivel de retorno resulta benéfico en lo sitios donde las excretas

animales son depositadas, más de la mitad de la superficie de la pastura no recibe este

beneficio (Haynes y Williams, 1993). Las áreas donde se concentra el ganado experimentan

pérdidas de nutrimentos por volatilización, lixiviación y escorrentía superficial, y al mismo

tiempo, otras áreas del potrero están siendo sometidas a un proceso de extracción y

degradación debido a la falta de un mecanismo de retorno de nutrimentos.

90

Page 23: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

91

as

rrajes o en crecimientos secundarios. Estos sistemas se basan idealmente en dos

is

Corredores de hábitat. Un Corredor de hábitat es un ineal de la vegetación, diferente

de la vegetación circundante (inducida o introducida) y que conecta al menos dos áreas de

vegetación nativa, que estuvieron unidos en el pasado (Saunders y Hobbs, 1991). Los

corredores a su vez pueden estar presentes en forma al o pueden ser establecidos o

inducidos deliberadamente, como medio para incrementar la presencia de especies arbóreas

útiles en los potreros. La inducción de estos elementos se facilita en las regiones tropicales

gracias a la abundancia de especies pioneras y a que la estación de crecimiento abarca

prácticamente todo el año.

La importancia de los corredores puede ser e dida más fácilmente cuando se

considera a las silvopasturas como agroecosistemas, es decir, cuando se reconoce que todos los

elementos del paisaje intervienen en la estabilidad del sistema. Estos sistemas tienen gran

importancia para el movimiento de la fauna y la dispersión de la flora entre hábitats que de

otra forma estarían aislados (Pimentel et al., 1992). Como se ha visto, la flora local puede ser

una fu ón

económ ra

puede t an la

amplitu s corredores de hábitat, más importante será su

contribución a la preservación de la biodiversidad local (Murgueitio y Calle, 1998).

e fo

prem

rasgo l

natur

nten

ente importante de recursos forrajeros, así como puede contribuir a la diversificaci

ica de la unidad de producción, sin embargo, el área cubierta solamente por pastu

ender a degradarse, sin obtenerse la sostenibilidad deseada. Mientras mayores se

d y la complejidad estructural de lo

Sistemas de corte y acarreo. Los sistemas de corte y acarreo documentados en la literatura

son modelos esencialmente domésticos, es decir, de muy pequeña escala. Se refieren a la

alimentación en corral basada en forrajes cultivados o recolectados en cercos vivos, siembr

d

as: alto flujo de caja y alimentación de excelente calidad.

Instituciones nacionales de investigación en Centroamérica en coordinación con El

CATIE han desarrollado tecnologías para la explotación de rumiantes menores (principalmente

cabras lecheras) en pequeña y mediana escala. El sistema se basa en el confinamiento

permanente de los animales en corrales de piso alzado, donde puedan ser albergadas hembras

de alto valor genético, normalmente poco resistentes a las condiciones ambientales del trópico

húmedo. El principio de eficiencia del sistema es la explotación del máximo potencial de

producción de este tipo de animales mediante la alimentación con materiales de alto valor

nutritivo y bajo costo, como son los forrajes arbóreos (Benavides, 1994).

Page 24: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

Evaluación del potencial forrajero de especies leñosas

La evaluación del potencial forrajero es una línea de investigación altamente desarrollada y en

permanente evolución. Son cada vez son mayores los conocimientos disponibles para

identificar hasta qué punto un follaje arbóreo satisface los requerimientos nutricionales de una

especie animal. Quizá valga la pena anotar que el potencial forrajero es un concepto que va

más alla del valor nutritivo y que incluye al menos dos características adicionales: el consumo

voluntario, como indicador preliminar de la respuesta animal, y la disponibilidad del material

n forma suficiente y permanente. De lo anterior se deriva una serie de pruebas que en suma

hacen

entificación de especies y proveniencias aceptadas por el animal

entos sobre las especies y

roveniencias presentes en la vegetación circundante, constituyen las herramientas para esta

primera

onitoreo en pastoreo. El uso de animales para la detección de especies potencialmente

rrajeras esta basado en el olfato y el gusto de los mismos animales para identificar especies

e

de la evaluación de forrajes un proceso muy costoso en términos de tiempo y dinero.

Benavides (1991) propuso una metodología de evaluación para especies leñosas que fue

innovativa en su tiempo. Las leñosas son de más lento crecimiento y en ese entonces se sabía

mucho menos sobre ellas en comparación con las latifoliadas herbáceas o las gramíneas. Una

de las virtudes más sobresalientes de esa metodología es la estructuración inteligente de las

diferentes pruebas que la constituyen, en un gradiente de menor a mayor costo, sea este

económico o del tiempo requerido. También puede decirse que la precisión de las evaluaciones

se incrementa en la medida que aumenta la certidumbre sobre el potencial forrajero de cada

especie, esto es, en la medida en que muestra buenos resultados en las pruebas precedentes.

Id

Este paso en la metodología se refiere a la primera aproximación en la búsqueda de nuevos

materiales, a partir del universo de especies y proveniencias locales. Esta fase es necesaria

cuando el objeto de estudio es una comunidad vegetal desconocida en lo referente a la

presencia de especies útiles para la alimentación animal. La preferencia por parte de los

animales en libre pastoreo (ramoneo), combinada con los conocimi

p

aproximación a la flora forrajera local. Dentro de la misma especie pueden darse

ecotipos de alta, mediana y baja palatabilidad, como sucede con G. sepium, lo que esta

asociado con las condiciones ecológicas de las distintas localidades. En Guatemala, por

ejemplo, en las regiones cálidas, de precipitación elevada (superior a 2500 mm por año) se

encuentran los ecotipos de mayor palatabilidad, mientras que en aquellas de mediana

pluviosidad (900 a 1500 mm por año) con época seca larga y bien definida, se encuentran

ecotipos que los bovinos y caprinos no consumen, aún no teniendo otro forraje disponible.

M

fo

92

Page 25: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

palatables, n física (fibra)

químicamente (sustancias fenólicas) su valor nutritivo, aunque esto puede llegar a ocurrir.

s

ontrastantes en cuanto a preferencia e importancia forrajera. Chrysophila argentea, además

a cruda apreciable, sin

ovinos en pastoreo en bosques secundarios en El Petén, Guatemala.

o así para discriminar materiales ricos en compuestos que demeritan

o

Hernández (1993) utilizó este método para construir una base de datos con la que se creó un

índice de preferencia (Pi) para evaluar las plantas leñosas presentes en bosques secundarios en

El Petén, Guatemala.

Pi = (si/ai)/Σ(si/ai)

El Pi pondera la frecuencia de bocados sobre cada especie (si) de acuerdo con la

abundancia relativa de dicha especie en la comunidad vegetal de la parcela (ai). Este es, a su

vez, ponderado respecto a la suma del Pi de todas las especies presentes. Subsecuentemente,

la preferencia es ponderada por el valor nutritivo, con lo que se genera un índice de

importancia forrajera (IIA). El IIA es, por tanto, un atributo complejo de las especies, en el que

se expresan al mismo tiempo tres grupos de variables, también combinadas: la importancia

ecológica, la aceptación por una especie animal y la calidad nutritiva. Como puede suponerse

el IIA no tiene unidades. Una metodología similar ha sido utilizada por Rubio (1995; datos sin

publicar), Hernández (1997), Aguirre (1999) y Sinay (1999) en caprinos y bovinos en diferentes

regiones boscosas de Guatemala. En el Cuadro 7 se ofrece un ejemplo de tres especie

c

de ser comparativamente abundante, presenta un contenido de proteín

embargo, su importancia forrajera es casi nula debido a la pobre preferencia. Por otro lado,

Trophis racemosa, a pesar de su mediocre valor proteínico, representa un recurso forrajero

valioso debido a su alta preferencia y buena IVMS.

Este tipo de estudios permiten la valoración de especies para su manejo en sistemas de

pastoreo en bosques, por ejemplo, en cuanto a áreas con mayor potencial e explotación

silvopastoril y en cuanto a especies que deben conservarse en un raleo para facilitar el tránsito

de los animales en los bosques secundarios.

Cuadro 7. Componentes del índice de importancia forrajera de algunas especies consumidas por

Especie Cobertura

(%)

Densidad

(%)

Preferencia Proteína

cruda (%)

DIVMS

(%)

Importancia

forrajera

Chrysophila argentea 5.5 7.0 0.04 17.7 47.7 0.02

Dendropanax arboreus 10.3 3.1 0.10 12.0 52.6 0.29

Trophis racemosa 6.7 2.7 0.20 12.8 56.5 0.36

FUENTE: Hernández, 1993.

93

Page 26: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

Fuentes secundarias. Consiste en la consulta de fuentes bibliográficas sobre especies

presentes en la zona de estudio que han sido documentadas como forrajeras o potencialmente

forrajeras.

Valor nutritivo Las especies promisorias deben ser analizadas en cuanto a su calidad nutritiva, aún en forma

muy elemental, efectuando los análisis oratorio. Es importante señalar que

información secundaria sobre este aspecto debe ser interpretada con precaución, debido a la

alta va

e no ser particularmente adecuado para forrajes

tropica s (a menudo ricos en lignina). Sin embargo, cabe recordar que los materiales

latif ntes al

de las gramín gradabilidad de la

pared celular en las primeras. Esto ha sido demostrado tanto en leguminosas (Bonsi et al.,

1994) como en algunas espec no leguminosas (Validivia y Ku, 1996). Otras cara erísticas

desv cnica de digestibilidad in vitro son su co ación ica y erir de

más ica d a neut etergen

de rutina en el lab

la

riabilidad de los resultados. Desafortunadamente sólo en muy pocos casos los autores

de este tipo de estudios indican con claridad el origen y la condición del material analizado.

Los factores que más comúnmente afectan los resultados de análisis de calidad nutritiva son la

edad del material, la disponibilidad de agua y la radiación solar durante la etapa de desarrollo

del cultivo, la variabilidad genética (proveniencia) y las partes de la planta incluidas en el

análisis.

De acuerdo con la metodología de Benavides (1991), debido al elevado costo de los

análisis y a las limitaciones de la generalidad de los laboratorios de nutrición animal en los

países no industrializados, las pruebas más acuciosas de evaluación de forrajes, tales como

proteína verdadera, digestibilidad de la proteína o contenido de sustancias antinutricionales,

deben ser dejadas para etapas posteriores, una vez que el material ha demostrado un potencial

forrajero considerable. Es posible que en muchos casos se deba recurrir a otros laboratorios

fuera de la región de estudio para realizar dichos análisis, por lo que se debe tener el cuidado

de seleccionar 'candidatos' que lo ameriten.

Los exámenes básicos que se deben aplicar en la etapa inicial son la determinación de

proteína cruda y la de fibra neutro detergente. Alternativamente a ésta última, muchos

laboratorios con recursos limitados efectúan todavía el análisis de digestibilidad in vitro de la

materia seca (Tilley y Terry, 1963) a pesar d

le

oliados poseen una estructura química y un patrón de distribución de lignina difere

eas (Van Soest, 1994), lo cual tiene relación con la mayor de

ies ct

entajosas de la té mplic técn requ

tiempo que la técn e fibr ro d te.

94

Page 27: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Se ha comenzado a realizar análisis más acuciosos del valor forrajero de plantas

leñosas, utilizando técnicas bien conocidas en el análisis de gramíneas y concentrados. En la

Universidad de Yucatán, México, se demostró que aparte del alto contenido proteínico de

lgunas especies de árboles tradicionalmente utilizados para la alimentación de rumiantes (G.

m alicastrum), éstas poseen mayor tasa de digestión ruminal que los pastos

para alcanzar efectos similares a los de la urea pudiera ser cercano al 50% del

onsumo voluntario. Por otro lado, no se encontró diferencia en el patrón de fermentación al

increm

tos a la flora ruminal y fuentes de proteína con

ayores niveles de taninos, como estrategia para incrementar la fracción de nutrimentos

sobrep

o, con lo que se obtiene información

uficiente para estimar el potencial de la especie para satisfacer los requerimientos

nutricionales del animal. Utilizando este método, Hernández (1993) encontró que los niveles de

a

sepium y Brosimu

tradicionales (Cynodon nlemfuensis y Panicum maximum), sin embargo, presentan un

moderado desbalance en cuanto a la energía disponible para maximizar la producción de

proteína microbiana en el rumen y la digestión de la dieta basal (Ku et al, 1998). En esta

misma Universidad encontraron que el incremento en la fracción arbórea en la dieta condujo a

mayor concentración de amonio en el rumen, lo cual favorece la fermentación y el desarrollo de

la flora microbiana que es digerida en el tracto posterior. Estos trabajos también permitieron

establecer que la suplementación con urea llenó, a un costo menor que el de la suplementación

arbórea, los niveles adecuados de amonio en rumen y que el volumen de forraje de alta calidad

necesario

c

entar la fracción de follaje de árboles en la dieta. Esto puede explicar parcialmente la

deficiencia mencionada en la utilización de la energía metabolizable. Finalmente, las dietas

con mayores proporciones de árboles forrajeros presentaron tasas de pasaje significativamente

mayores, lo cual favorece el consumo voluntario y la síntesis de proteína microbiana.

Tomando como base en este nuevo enfoque en el análisis de alimentos, se están

diseñando programas de alimentación en los que se combinan materiales de alta degradación

ruminal, con los que se proveen nutrimen

m

asantes (Flores et al., 1998). Experiencias de campo no sistematizadas en Guatemala

han mostrado que al combinar varios follajes arbóreos como dieta única o como suplemento a

una dieta basal de gramíneas, se logra duplicar y hasta triplicar la producción láctea en cabras

(Gutiérrez, 1999; datos no publicados).

Consumo voluntario y efectos secundarios El último de los tres atributos que preliminarmente configuran el valor forrajero de una planta,

es el consumo voluntario, el cual debe ser determinado en condiciones controladas. Su

evaluación en forma preliminar se desarrolla mediante pruebas de consumo ad libitum en

corral, renovando el pienso (forraje) ofrecido con frecuencia para determinar el máximo nivel de

consumo, así como la calidad del pienso rechazad

s

95

Page 28: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

consum

lsamente

enores. Deben considerarse también los efectos estacionales y la posición que las diferentes

especie

pelo en corral en El Petén, Guatemala (FUENTE: Hernández, 1993).

(%, peso vivo) planta cruda (%) (%)

o de algunas leñosas nativas de bosques tropicales, con base en su valor nutritivo,

(Cuadro 8) pueden satisfacer hasta un 75% de los requerimientos de energía digestible de

mantenimiento y un 100% de los requerimientos de proteína para mantenimiento y

reproducción de ovejas de pelo en corral. Este tipo de ensayo normalmente se utiliza para

comparar un número reducido de materiales, por lo que se recomienda el uso de diseños

completos aleatorizados con arreglo de recambio en cuadrado latino, para minimizar el tiempo

del estudio y eliminar el error debido al animal, ya que en esta forma todos los animales tienen

finalmente acceso a cada uno de los materiales. En Guatemala se han encontrado resultados

similares, pero tendencias divergentes en las proporciones en que satisfacen los requerimientos

de energía y de proteína para mantenimiento y producción de leche en cabras Vidal (1997),

Herrera (1995), Galdámez (1996), Villa Nueva (1994) y Azzari (1996); y en bovinos por

Velásquez (1992) y Girón (1993) en Guatemala.

Alternativamente se han realizado pruebas de ‘cafetería’, donde el acceso a las

diferentes especies es simultáneo, lo cual reduce los costos en tiempo, mano de obra e

instalaciones de la prueba. Los materiales más palatables son secuencialmente retirados de la

prueba para continuar con la evaluación. Las observaciones derivadas de una prueba de

cafetería, sin embargo, pueden verse afectadas si los mejores materiales son acaparados por el

animal dominante del grupo, esto dará como resultado niveles de consumo fa

m

s tienen con respecto a los lugares de ingreso de los animales en el corral experimental.

Una vez concluida la evaluación nutricional preliminar del potencial forrajero, las

Cuadro 8. Consumo de materia seca, contenido de proteína cruda y digestibilidad in vitro de la matera

seca (DIVMS) de algunas especies leñosas de bosques secundarios consumidas por ovinos de

Especie Familia Consumo MS Parte de la Proteína DIVMS

Cecropia peltata Cecropiaceae 2.1 a* (0.4)a Hoja apical

Hoja basal

21.2

18.4

54.3

49.2

Brosimum alicastrum Moraceae 2.0 ab (0.9) Hoja apical

Hoja basal

13.4

12.0

67.7

66.6

Lonchocarpus guatemalensis Leguminoceae 1.4 b (0.4) Hoja apical

Hoja basal

20.2

18.7

73.7

25.1

Hamelia patens Rubiaceae 1.3 b (0.3) Hoja apical 18.5 69.6

a Valores en paréntesis indican la desviación estándar.

Hoja basal 16.4 53.7

* Valores seguidos de letras iguales no difieren en forma significativa (P < 0.05), según la prueba de Duncan.

96

Page 29: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

especies promisorias son aquellas que están presentes en forma natural y son suficientemente

abundantes para permitir que una dieta basada parcialmente en ellas pueda proporcionarse

permanentemente a un número determinado de animales. Alternativamente, una especie

nueva o escasa en la región debe ser de fácil propagación y de alta tasa de rebrote. Una especie

promisoria, además, cuenta con un nivel proteínico superior al de los pastos tradicionales en la

región y digestibilidad de la materia seca idealmente superior a 65%. Finalmente, este grupo de

forrajes puede ser consumido voluntariamente a niveles que satisfagan las necesidades de los

animales.

Los materiales físicamente abundantes, con alto valor nutritivo y bien aceptados por los

animales, son sometidos a pruebas de respuesta animal de acuerdo con los sistemas

productivos practicados en la región. Las pruebas de respuesta en producción de leche o

anancia de peso vivo animal son largas y costosas, por lo que sólo materiales muy promisorios

son pro

hojas época seca, la alelopatía (especialmente sobre herbáceas), la sobrevivencia en

compet

L ilidad de disponer s informac l el de as

productivos lleva al uso del análisis de siste e nta p tami de

si lejos, donde tamien s c s suelve la

interacción de varios de los componentes del sistema. En forma tradicional, la investigación

ecológica en general y en sistemas agroecológicos en particular, utiliza herra tas

es r p sencia p rel an fen nos

biológicos y ambientales. Normalmente estos datos están restringidos al exto particular

del estudio y no permiten abarcar las interacciones ecológicas en toda su complejidad. Si se

pr e

u a la formulación de modelos cuantitativos, los

g

bados de esta manera.

Una vez que comienzan las pruebas de respuesta animal, eventualmente puede surgir

la necesidad de propagar la especie con los objetivos de completar su caracterización, contar

con material homogéneo para los experimentos y extender su uso a otras zonas donde puede

potencialmente ser aprovechada. Los atributos silvoagrícolas más importantes en una especie

forrajera son la tasa de rebrote, la forma de propagación, la sobrevivencia en podas continuas,

la relación hoja:tallo y la tasa de fijación biológica de nitrógeno, la capacidad para retener las

en

encia y la abundante producción de semilla botánica viable, entre otras.

Modelos matemáticos de sistemas policultivo árboles-gramíneas

a posib de má ión para e

mas, una h

diseño y

rramie

manejo

ara el tra

sistem

ento

stemas comp el compor to de lo omponente se re por

mien

tadísticas para genera arámetros e lmente em íricos que acion óme

cont

etende estudiar sistemas complejos y conservar la posibilidad de generalizar los principios d

n área del conocimiento dada se debe recurrir

97

Page 30: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

cuales permiten amplitud estructural, es decir, permiten operar simultáneamente todas

aquellas interacciones que ocurren entre los componentes que, de acuerdo a nuestro

entendimiento, determinan el comportamiento del sistema. Al mismo tiempo, los modelos

cuantitativos ofrecen una imagen dinámica del sistema, que es más entendible para el lector

que la clásica imagen de los modelos estadísticos (Robertson et al., 1991). Los modelos

matemáticos, sin embargo, no sustituyen el trabajo experimental ni la intuición del productor y

técnico experimentado, son básicamente un complemento útil para el manejo de grandes

cantidades de información simultáneamente y para identificar los vacíos en el conocimiento

ientífico.

er utilizado como herramienta en la toma de decisiones sobre el

anejo de dicho sistema. Los modelos deben estar diseñados y, por tanto, ser capaces de

respon

de estado, pero

que, a su vez, condicionan las tasas de cambi éstas y finalmente entradas y salidas que

determ

para ambientes diferentes. Mientras RECAFS hace énfasis en el rol del árbol en la

c

Objetivos de los modelos Un modelo es una representación o abstracción del sujeto de estudio, al que se le denomina

sistema. Los objetivos del modelado son la descripción del sistema y sus procesos, de tal forma

que sea comprensible y pueda s

m

der a un conjunto de preguntas sobre el comportamiento del sistema bajo diversas

condiciones (Bossel, 1986).

Componentes de los modelos matemáticos

Los modelos cuantitativos, como todo sistema dinámico, están constituidos por variables de

estado o compartimientos, donde se almacenan el sustrato u objeto de estudio, flujos o tasas

de cambio de dichas variables de estado, parámetros ambientales (constantes), variables

intermedias que varían como consecuencia del comportamiento de las variables

o de

inan las relaciones con otros sistemas (Robertson et al., 1991).

Se han desarrollado modelos cuantitativos de sistemas de pasturas con árboles como

RECAFS (Conijn, 1995) y el Silvopatoril (Hernández, sin publicar); también existen modelos

que tienen la capacidad de simular diferentes sistemas agroforestales, siendo las pasturas con

árboles una de esas variantes. Entre los más completos se encuentran: SCUAF (Young, et al.,

1987), WaNuLCAS (Van Noordwijk y Lusiana, 1999), BEAM (Thomas, et al., 1994) y Century

(Parton, et al., 1988).

A continuación se describen brevemente los modelos RECAFS y el Silvopastoril, con el

propósito de dar al lector una idea general del enfoque de cada uno de ellos en cuanto a la

simulación del sistema de policultivo árboles-gramíneas, considerando que fueron concebidos

98

Page 31: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

conservación de la humedad del suelo y el aporte de forraje en época seca en un sistema de

pastoreo bajo condiciones de déficit hídrico, en el modelo Silvopastoril, concebido para regiones

húmedas, el árbol es un agente controlador de los ciclos de nutrimentos y productor de abono,

capaz de fijar nitrógeno y que debe ser sometido a un manejo (podas) como medio para regular

las interacciones con los otros componentes del sistema.

Modelo RECAFS. El modelo ‘competencia por recursos y reciclaje en sistemas agroforestales’,

(RECAFS por su sigla en inglés) fue desarrollado en el marco del proyecto Production Soudano-

Sahélienne, en el Departemento de Agrosistemas del Instituto de Investigaciones en

grobiología y Fertilidad de Suelos (AB-DLO, Wageningen, Holanda).

storil podría incrementar la recuperación de nutrimentos y si ésta

odría potenciarse mediante una adecuada selección de especies. Durante la construcción del

uerdo con diferentes aspectos de la interacción

La densidad de población del componente arbóreo es una variable que puede oscilar

desde u

angular la cual no es ocupada por las raíces del árbol. El modelo simula

l crecimiento y desarrollo de una pastura con una especie anual en cada área por separado y

tambié

A

El modelo se construyó bajo la hipótesis de que el balance final entre los procesos de

facilitamiento y la competencia en sistemas de policultivo árboles-gramíneas depende

primordialmente de las condiciones ambientales (tipo de suelo, lluvia, fertilidad) y de las

características de las especies en la asociación (ver Cuadro 9). Por tanto, el modelo fue

diseñado para determinar bajo qué condiciones de sitio, en la región Sudán-Sahel en el oeste

africano, un sistema silvopa

p

modelo fueron atendidos tres objetivos, de ac

árbol-pastura, a saber: discernir los efectos de corto plazo en la competencia por recursos

limitados, inferir bajo qué condiciones el árbol sería capaz de mejorar a largo plazo la

producción de forraje mediante la reducción de pérdidas de recursos limitados y evaluar si el

árbol, aparte de su rol como aportador de materia orgánica, pudiera desarrollar un rol

económico como la producción de forraje o de otros bienes.

n árbol por hectárea hasta la densidad de un bosque de dosel cerrado. Se asume que

los árboles son todos del mismo tamaño y están distribuidos homogéneamente en un patrón

rectangular. Se representan tres áreas para el crecimiento de la gramínea de acuerdo con la

posición del árbol más cercano (Figura 4): (1) el área bajo la copa, (2) el área fuera de la

cobertura de la copa pero aún afectada por las raíces del árbol, y (3) el área remanente por

árbol en la matriz rect

e

n el crecimiento y desarrollo de una población arbórea de una especie decidua. El

modelo puede simular varios años a intervalos de 1 día.

99

Page 32: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

Si

ajustada

los árbole

los árbol

siguiente

pero si la

E

nutrimen

poblacion

ignoradas

árbol en

El Modelpoblación

proceso

u

s

silvopast

en otro m

donde fu

compone

plantacio

los comp

integració

• La

n

bien la densidad de población es constante durante una simulación, ésta puede ser

a un nivel en el que las raíces de cada árbol pueden, eventualmente, alcanzar las de

s vecinos, por lo que el área tres desaparece, similarmente, el diámetro de la copa de

es puede variar durante el curso de la simulación, de acuerdo con las situaciones

s: los árboles son podados completamente; el área uno desaparece temporalmente,

s copas se extienden hasta tocarse unas con otras; el área dos desaparece.

l suelo puede ser distribuido en capas para simular el movimiento vertical de agua y

tos, así como su asimilación y la competencia por estos recursos entre las dos

es vegetales. Si bien las interacciones entre áreas vecinas (horizontalmente) son

, el modelo representa el movimiento lateral de recursos captados por las raíces del

el área dos hacia las otras partes del árbol.

o Silvopastoril. Este modelo simula el efecto de

1 2 3

de suelo en cada área(FUENTE: Conijn, 1995).

Figura 4. Una unidad árbol-pastura con tres áreas y cuatro compartimientos

la presencia y del manejo de una

de árboles en una pastura tropical. Consiste de cinco submodelos que contienen los

rcen una intensa demanda sobre los

trimentos del suelo.

relevantes para la simulación de los ciclos del carbono y el nitrógeno en un sistema

oril. La pastura, el suelo y el animal son componentes del modelo que están basados

odelo para flujos de nitrógeno en pasturas llamado Hurley, en nombre del lugar

e desarrollado (Johnson y Thornley, 1985; Thornley y Verberne, 1989). El

nte arbóreo se basa en un modelo de crecimiento y partición de sustratos en

nes forestales llamado Edimburgo (Thornley, 1991). El modelo Silvopastoril calcula

artimientos y flujos de carbono y nitrógeno sobre la base de 1 m2 y con intervalo de

n de 1 día, y fue diseñado de acuerdo con las premisas siguientes:

s pasturas tropicales de alto rendimiento eje

100

Page 33: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Cuadro 9. El modelo RECAFS fue desarrollado con el lenguage de simulación FORTRAN 77 y usa el

ambiente de simulación FORTRAN (FSE).

Evapotranspiración

potencial de la pastura

Se resuelve mediante la combinación de ecuaciones de Penman-Monteith,

utilizando parámetros de radiación de onda corta diaria, transmisión atmosférica,

temperaturas mínima y máxima diaria, presión de vapor en el aire y velocidad

media del viento, todo esto como función de la intensidad de sombra causada por

la presencia de los árboles (es decir que no es posible utilizar bases de datos

climáticos generados en espacios abiertos).

Evapotranspiración

potencial del dosel superior

Se calcula como función directa del producto de la fotosíntesis potencial (que a su

vez es función de la radiación absorbida) y un factor de reducción debido a estrés

nutricional y es inversamente proporcional a la eficiencia en la utilización del

agua.

Indice de área foliar de un

árbol individual

Se deriva de la relación entre la biomasa foliar, el área foliar específica y el

recíproco de la cobertura por la densidad de población.

Cobertura de la copa de

cada árbol

Se calcula como una función empírica de la biomasa del tallo.

Absorción de radiación solar

(ARS) por los árboles

Inicialmente se calcula la ARS para un individuo en una población densa,

mediante una ecuación en que la radiación solar total por hectárea se multiplica

con la ley de Lambert-Beer, finalmente se divide por la densidad de población. Se

asume que un dosel cerrado crea una capa única y homogenea de hojas

por el complemento del coeficiente de reflexión y entonces es tratada de acuerdo

y ramas.

La absorción por árboles solitarios es calculada como el producto del ARS de un

individuo en una población densa por un factor que considera la latitud y longitud

geográfica del sitio, la transmisión atmosférica, las dimensiones de la copa, el área

foliar, el área de la parte leñosa y el coeficiente de extinción. Finalmente, la ARS

del follaje de un árbol a una densidad dada se calcula por interpolación de ambos

escenarios, sustrayendo la absorción de la porción leñosa.

Radiación solar transmitida La radiación disponible para la vegetación herbácea se calcula por la diferencia

entre la radiación total y aquella interceptada por el dosel para cada área de la

pastura.

Absorción de radiación solar

por la pastura

Similarmente a la ARS por los árboles, se calcula por el producto de la radiación

transmitida y el complemento del coeficiente de reflexión y el complemento de una

función exponencial negativa que contiene el coeficiente de extinción y el índice de

área foliar (ley de Lambert-Beer).

Producción de biomasa de

la gramínea

Es similar a la arbórea, con la diferencia de que la producción y la eficiencia en la

utilización de la luz están correlacionadas en forma no lineal, debido a que el nivel

de radiación puede variar mucho de un área a otra.

Producción de materia Se genera por la producción de mantillo de las dos especies, indistintamente de la

constantes y a la relación carbono-nitrógeno del material, se producen cuatro

fracciones, las cuales tienen tasas de mineralización que dismi

orgánica del suelo parte de la planta (hojas, tallos y raíces). De acuerdo a coeficientes de partición

nuyen

logarítmicamente de 0.1 día-1 a 0.0001 día-1.

Miner

ica del suelo, de la constante de eficiencia del crecimiento microbiano y del

contenido de nitrógeno en cada componente de la materia orgánica. Se simulan

alización de nitrógeno Depende de las constantes de mineralización de cada componente de la materia

orgán

101

Page 34: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

cuatro componentes, dos de elevada tasa de mineralización y dos de baja tas

mineralización.

a de

Distribución de las raíces a del Es una función exponencial negativa del producto de la profundidad relativ

suelo y un parámetro de distribución vertical de las raíces.

Se calcula como función de la radiación solar absorbida y la eficiencia máxima

utilización de la luz como función de la biomasa total de la porción leñosa (tallo y

raíces), lo cual describe una función lineal. En caso de déficit hídrico, la

producción de biomasa se multiplica por la razó

potencial.

Demanda de nitrógeno Se deriva de los requerimientos para alcanzar la máxima concentración de

nitrógeno en todos los componentes de la planta y para asegurar su crecimient

La dem

o.

anda es satisfecha a través de la extracción de nitrógeno del suelo y de la

translocación proveniente de componentes senescentes.

Extracción de nitrógeno del ifusión. El

ción de nitrógeno

soluble en cada compartimiento del suelo. El segundo es descrito empíricamente

n cada

suelo

Se controla mediante dos procesos paralelos, el flujo de masa y la d

primero dependiente del uso consuntivo de agua y la concentra

como función de la máxima capacidad de absorción de agua por las raíces e

compartimeinto.

Cuando el nitrógeno disponible no es suficiente para abastecer la demanda de

ambas poblaciones, en lugar de las ecuaciones referidas, se utiliza una que

distribuye el nitrógeno entre las dos especies en función de la tasa de absorción de

agua en cada compartimiento, la cual es función de la densidad de raíces y el agu

disponible. En condiciones de competencia, el modelo también simula por

separado el flujo de masa y la difusión, con la salvedad de que en ésta última la

partición del nitrógeno es modelada en función de la longitud de las raíces de cad

especie.

Utiliza el modelo SAHEL (Suelos en Hábitats semiAridos que

acrónimo por sus siglas en inglés). Cada área es dividida en horizontes (fig. 3). E

agua en cada compartimiento se distribuye homogéneamente dentro de éste,

ignorando

calcula integrando la evapotranspiración real, la evaporación en el suelo, la

infiltración y la percolación con base diaria.

s de nitrógeno pueden con

natur unque eventualmente sea necesaria la aplicación de enmiendas d

entalmente fertilizantes químicos).

• La competenc

actividad y

erespecífica por los nutrimentos del suelo se basa en la biomasa,

idad de regeneración de las raíces de ambas especies.

r luz comienza cuando el dosel superior ocasiona que la

pastura sea insuficiente para a

fotosintético.

rógeno es acelerado mediante la poda de los árboles, esta acc

Producción de biomasa

arbórea

de

n de la evapotranspiración real y la

Competencia por nitrógeno

a

a

Balance hídrico del suelo Lixivian con facilidad,

l

flujos horizontales entre compartimientos. El contenido de agua se

• Los árboles fijadore tribuir a la restauración de la fertilidad

al del suelo, a e

otro origen (fundam

ia int la

la capac

• La competencia po radiación

transmitida a la lcanzar el máximo potencial

• El reciclado de nit ión

produce simultáneamente abono verde y la muerte de raíces y nódulos de rizobios, 102

Page 35: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

todos estos mate de

descomposición. A , esta acción permite que mayor cantidad de radiación

solar penetre hasta la pastura.

ción ial

poda y de la de to,

también depende d edores

del suelo.

ras a asas de

descomposición y m

Aplicaciones del modelo Silvopastoril. La densidad de plantación requerida para

co sar las deficiencia ría

soportar el sistema ante o

nutrimentos; así como, los e

adecuadamente con la gra ado, dentro de un determinado ambiente, son temas

que pueden ser rápidamen rísticas

del modelo, que lo hacen d n

agroecosistema donde el á s

funciones biológicas, más rboles e

incorpora un tercer elemento, el animal en pastoreo y (3) la disponibilidad de nutrimentos en el

suelo depende principalm la descomposición de la materia orgánica, más que de

in

El modelo fue desarrollado utilizando ModelMaker Ver. 3.0.3 (Cherwell Scientific

Publishing Ltd, Oxford, do de

simulación con interfase te visualizar sistemas, ver las

laciones entre componentes y evaluar los efectos de cambios en el estado basal.

Los sistemas silvopastoriles se presentan como una alternativa al manejo de los recursos

productivos ante la incompatibilidad de la tecnología comercial con la conservación de los

mismos. Si bien en teoría los sistemas silvopastoriles tienen como fin el manejo integrado de la

tierra, del trabajo y del objeto de la producción (forrajes y animales), en la práctica el desarrollo

de este ógico se ha dado principalmente hacia el mejoramiento en la producción

de f r

riales son ricos en materia orgánica de elevada tasa

dicionalmente

• La descomposi

de

de la materia orgánica en el suelo depende de la calidad del mater

l mantillo que naturalmente se produce de los árboles y el pas

e la abundancia natural de los microorganismos descompon

• Las temperatu tmosférica y del suelo, así como la humedad controlan las t

ineralización de la materia orgánica.

mpen s nutricionales de la pastura, el número de árboles que pod

s de causar un nivel dañino de competencia por luz, agua

atributos que deben mostrar las especies de árboles para asociars

mínea y el gan

te investigados mediante el modelo silvopastoril. Las caracte

istinto a otros modelos árbol-pastura-animal, son: (1) describe u

rbol tiene un rol de controlador de procesos, desarrollando varia

que directamente económicas, (2) simula una pastura con á

ente de

sumos externos.

UK., Walker and Crout, 1997), un paquete para modela

a Microsoft Windows que permi

re

Conclusiones y recomendaciones para futuras investigaciones

campo tecnol

or ajes y sus implicaciones microambientales. Notables excepciones a esta norma son,

103

Page 36: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

S. Hernández y M. A. Gutiérrez

entre o

Agrosil

consecu en la toma de decisiones sobre políticas agropecuarias

(esc a

silvopa

tipologí

legumin ás controversiales:

s versátiles y de menor demanda de mano de obra como el cerco vivo y los

corredores de hábitat. En la mayoría de los sistemas descritos en este documento está

ón animal es

mucho más alentador, el catálogo de espec s arbóreas y gramíneas con alto potencial

product ológica

crece continuamente. La incorporación de técnicas más exactas para la evaluación nutricional

de nitrógeno de la dieta, el cual se traduce en mayor producción microbiana en el rumen, sino

especies son altamente disponibles y aceptadas por los animales se cuenta con las condiciones

una actividad económica sostenible.

tros, los trabajos del CIPAV en Colombia (Murugeitio y Calle, 1998) y el Proyecto

vopastoril del CATIE en la zona seca de Centroamérica (CATIE, 1993). Como

encia de este sesgo, el impacto

al macroeconómica), así como el nivel de adopción (escala de finca) de las tecnologías

storiles es aún muy bajo. En este documento se hace una aproximación al enfoque de

a de productores, como opción para orientar el desarrollo de tecnologías adecuadas.

En cuanto a las interacciones biológicas que emergen de la asociación de gramíneas con

osas leñosas, en este documento se analizan tres de las m

• Se ofrece evidencia de que en términos generales una moderada disminución de la

radiación incidente sobre el pasto (asociada a una reducción de temperatura) no

demerita la producción y sí mejora la calidad de la pastura, tanto por el incremento en

la concentración de nitrógeno en la hoja como por la menor relación tallo:hoja. Bajo

esta premisa, la calidad nutricional y la productividad de una parcela silvopastoril debe

ser superior a la de la pastura en monocultivo, ya que se añade la biomasa de alta

calidad proveniente del material de poda y las raíces muertas del árbol.

• Existe una gran diversidad de estrategias para la explotación de los beneficios

potenciales de los sistemas silvopastoriles, desde los más especializados y de mayor

demanda de mano de obra como el banco de proteína y el pastoreo en plantaciones

hasta los má

aún pendiente un análisis económico que demuestre los beneficios económicos al

interior de la finca.

El panorama en la investigación en valor nutritivo de forrajes y alimentaci

ie

ivo, así como los estudios de adaptabilidad a condiciones de competencia bi

están demostrando que algunos forrajes provenientes de leguminosas arbóreas mejoran la

calidad de la dieta de animales en pastoreo en el trópico, no solo por el incremento en el nivel

por una mayor tasa de pasaje y por consiguiente mayor consumo voluntario. Cuando estas

mínimas para reducir el uso de insumos externos y transformar la producción de rumiantes en

104

Page 37: Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

Manejo de sistemas agrosilvopastoriles

La necesidad de integrar la gran cantidad de información generada para apoyar la toma

de desiciones en el entorno productivo, así como para orientar la investigación y facilitar la

enseñanza, ha llevado a la generación de modelos de simulación. Lo innovativo de los modelos

silvopastoriles referidos en este documento es la exploración de las respuestas de las especies

en asociación. Este aspecto requiere de un gran esfuerzo colectivo para la generación de los

arámetros o atributos de las especies ya que la información disponible, si la hay, ha sido

produc

embargo,

entro de las limitaciones de precisión mencionadas, los modelos de simulación tienen un rol

de g n

de man

recurso

grande

general 2) la evaluación

el impacto del sistema en otros subsistemas de la unidad productiva; y (3) la caracterización

cua it

simula

produc

median

proyect

La aus

aprovec iento generado.

p

ida en condiciones de monocultivo o bajo asociaciones con especies particulares, lo cual

no garantiza el mismo comportamiento con otras especies y en otros ambientes. Sin

d

ra valor al permitir experimentar con las posibles combinaciones de especies y estrategias

ejo, en lugar de depender exclusivamente de las posibilidades de espacio y otros

s en campo.

En resumen, la investigación en sistemas silvopastoriles tiene por lo menos tres

s asignaturas pendientes: (1) el análisis macro y micro económico y en términos más

es la evaluación de las condiciones para la adopción de las tecnologías; (

d

nt ativa de las especies en policultivo, no solo para la parametrización de los modelos de

ción sino para terminar de establecer las bases científicas de la agroforestería para la

ción animal. La única forma eficiente de producir y divulgar esta información es

te la creación de redes de investigadores y usuarios, que coordinen el diseño de

os de investigación en función de las potencialidades y limitaciones de los participantes.

encia de este tipo de organismos ha ocasionado duplicidad de esfuerzos y pobre

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