luis o. brea franco - el derecho a la filosofía_ebook(vfr)

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Se trata de una obra que he cuidado y de la que hay cinco trabajos míos, que he editado con otros cinco trabajos más, de otros estudiosos dominicanos de Filosofía. Se trata del sueño de reintroducir la filosofía en todos los niveles de la educación dominicana. Sólo partiendo de esa premisa podremos exhibir una educación adecuada para el desarrollo del país y un ejercicio educativo de alta calidad.

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3ll RlTCR`C A lA HlC:CFlA. lA lC:lBllllAl ll `Ul\C: l:lAlC: ll RlAlC` ll lAZC: :ClAll: l` U` MU`lC AlTAlC \ lXHAU:TC.Laura Faxas (*)Incertidumbre1 es la palabra clave que marca la realidad, el momento y el espritu de la poca en la cual nos ha tocado vivir. Incertidumbre sobre el futuro en un mundo sin certezas, obscuro y que parece no tener salidas; un mundo en el cual las utopas se diluyen, haciendo del desencanto parte sustantiva del ambiente; un mundo donde el repliegue comunitario, caracteriza gran parte de las orientaciones de la accin colectiva.Asistimos al trastrocamiento de nuestras posibilidades de transformar la realidad e incidir sobre el futuro. El ideal de progreso, que nutri las prcticas colectivas del siglo XX agot sus lmites, para seguir alimentando nuevos sueos y esperanzas. Nos confrontamos tambin a un quiebre total del marco institucional de la sociedad moderna. Instituciones como la familia, la escuela, el trabajo o el Estado-nacin aparecen frgiles o desdibujadas, lo cual hace pensar y sentirse dentro de un contexto social y cultural indito, que remite precisamente a una situacin de incertidumbre. 1CASTEL, R. (2009). La Monte des Incertitudes: Travail, protection, statut de lindividu, Paris, Seuil,4Asimismo, esta primera dcada del siglo XXI, que ha puesto en el centro del debate la cuestin de la tica, no cesa de confrontarnos a una realidad llena de paradojas. Paradojas que enfrentan a los grandes avances del hombre o de la Humanidad, capaz hoy da de incidir sobre el mismo origen de la vida, con el potencial de autodestruccin de ese mismo hombre. En defnitiva, una humanidad que no consigue acceder a la Humanidad.2La evolucin de la crisis econmica mundial, que se manifesta con fuerza en el 2008, y los escenarios internacionales de confictos que con ella nacen y/o persisten (Afganistn, Irak, Libia, Siria, Yemen, Tnez, Egipto, Inglaterra, Espaa, Grecia, Portugal, entre otros) han puesto en evidencia la sinrazn que reina en el momento, y la manera en que se consolidan y/o se ponen en entredicho las conquistas sociales y los derechos adquiridos a travs de las luchas reivindicativas. La ciudadana social en el sentido de Robert Castel3 el llamado Estado Social de Bienestar (como realidad y utopa) , est siendo amenazada y nuestros referentes ticos en materia de justicia, de lo bueno y lo malo, de la verdad, del buen sentido o sentido comn estn en plena transformacin. Atencin: la naturaleza de esta crisis del capitalismo, bajo la gida del capitalismo fnanciero es, en realidad, el sntoma de algo ms profundo, de una autntica crisis de poca o de civilizacin, como dira, Edgar Morin.4De esta manera, la tica integra en su concepto nuevos contenidos y la vuelta a la religin, a los espacios comunitarios se encuentra acompaada de respuestas movilizadoras que, construidas desde la sociedad, cuestionan la lgica tradicional del poder. Aparecen refexiones y miradas diferentes sobre el mundo, el cual es pensado desde perspectivas flosfcas no trilladas. Nuevas maneras de hacer poltica se invitan como formas de accin y de anlisis. Los indignados5, las revoluciones antiautoritarias del mundo rabe, los movimientos anti-Wall 2HESSEL, S. y MORIN, E. (2011). Le Chemin de lesprance, Paris, Fayard.3CASTEL, R. La Ciudadana Social Amenazada, Revista Global No21. Versin revisitada en espaol de la Comunicacin presentada en el Coloquio sobre La Legitimidad Democrtica en Cuestin, organizado por Yves Charles Zarka 15-17 octubre 2007, La Sorbonne. 4MORIN, E. (2006). La Mthode 6, Ethique, Paris, Seuil, Coll. Points Essais. 5HESSEL, S. (2010). Indignes Vous!, Paris, Indigne ditions.5Street. se perflan como movimientos no revolucionarios, difciles de encasillar como simples luchas sociales defensivas.6 La sociedad, los ciudadanos, buscan formas de apropiarse del escenario, de defnir su ciudadana y de escribir ellos mismos su rol, su historia. Asistimos, reasistimos, a lo que Jos Nun llam, en los aos 1980, la rebelin del coro7.Este escenario apocalptico, de crisis multidimensional y de desencanto, que hemos descrito, con sus respuestas cargadas de esperanzas y de incertidumbre se vive en los pases de Amrica Latina y el Caribe, en nuestras sociedades, a travs del desempleo, de las desigualdades sociales, de la falta de oportunidades, de la exclusin social, de la pobreza extrema, de la violencia, y de una especie de crisis moral que toca de manera particular a nuestros jvenes. Todo esto tiene lugar en un sistema poltico, democrtico, donde el ethos de la democracia se consolida como la nica forma de gobierno posible. En ese contexto de crisis global, de descentramiento del sujeto, de un mundo desquiciado, es necesario el retorno a la Filosofa, tomada como herramienta para el pensamiento crtico8, como arma para conocer y transformar el mundo, como medio para hacer una lectura diferente y buscar nuevos sentidos a la existencia, nuevos signifcados a las cosas y al mundo; el retorno a la Filosofa, como derecho ciudadano a refundar la vida sobre una racionalidad autnticamente humana, est lleno de sentido y de esperanza y tiene una pertinencia incontestable.Esta nocin de Derecho, que se sita en el centro mismo de la nocin de ciudadana, heredada de la Revolucin Francesa abre un espacio de refexin y de debate particularmente importante para la sociedad dominicana de hoy. Un debate abierto hacia el futuro, hacia el proyecto de nacin que construimos y que dejaremos en legado a las generaciones futuras.Desde esta perspectiva, el conjunto de textos que el Consejo Nacional de Reforma del Estado (CONARE) articula en el presente volumen, permite sacar del crculo exclusivo de los 6CASTELLS, M. (2011). Ni Dieux, Ni Matre: Les rseaux. Paris, Telecom-Paris-Tech. 7 NUN, J. (1981). La Rebelin del Coro, Rev. Nexos No. 46.8 UNESCO (2007). La Philosophie. Une Ecole de la Libert. Enseignement de la philosophie et apprentissage du philosopher: Etas des lieux et regards pour lavenir, Paris, UNESCO.6expertos la discusin sobre la necesidad de la flosofa en nuestro tiempo y en nuestras escuelas para llevarla a la sociedad.Con esta iniciativa el CONARE rene y pone a la disposicin de los ciudadanos el presente material de trabajo a fn de enriquecer el debate que, desde hace un buen tiempo, protagonizan los Ministerios de Educacin y de Educacin Superior, Ciencia y Tecnologa de la Repblica Dominicana. Este debate interesa e involucra a nuestros flsofos, a los maestros y jvenes, dentro y fuera de la escuela, a todos aquellos preocupados por la crisis de valores y por las difcultades que experimenta el pensamiento crtico para ser reconocido e imponerse en el pas. Tambin incumbe a quienes se interesan en una reintroduccin de la flosofa de manera nominal, explcita y temtica, dentro del currculo escolar y en el debate de ideas en la Repblica Dominicana.En particular, mi inters personal por la Filosofa y su reintroduccin en la escuela dominicana se ha expresado por el apoyo otorgado a este proyecto, y a iniciativas similares, desde mi rol como Embajadora de la Repblica Dominicana ante la UNESCO (1997-2000 y 2004-2010), en complicidad con el Dr. Luis Brea Franco y un grupo de flsofos provenientes de la Universidad Autnoma de Santo Domingo (UASD), de la Pontifca Universidad Catlica Madre y Maestra (PUCMM) y del Centro Bon, quienes se han comprometido con el pensamiento crtico y su desarrollo al interior de las aulas de la escuela dominicana. En trminos institucionales, quisiramos reconocer el apoyo recibido en este proceso por los Ministerios de Educacin y de Educacin Superior, Ciencia y Tecnologa,representados por: Ligia Amada Melo, Alejandrina Germn, Melanio Paredes y Josefna Pimentel. Cabe adems agradecer a la Fundacin Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE), que introdujo esta temtica en su foro de promocin del debate de ideas en la Repblica Dominicana.Pars, Febrero 2012-----------------(*)DoctoraenSociologa,EscueladeAltosEstudiosenCiencias Sociales (EHESS), Pars, Francia. Actualmente es Embajadora de la Repblica Dominicana en Francia.7l`TRClUlC`El presente volumen recoge las actividades y ponencias que prepararon los participantes dominicanos en el amplio debate que se efectu en el pas, con el apoyo de la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a fn de ventilar las ventajas y posibilidades de la reintroduccin en la escuela nacional de la enseanza de la flosofa en todos los niveles del currculo de la enseanza bsica, media y superior.El prlogo de esta edicin est redactado con brillantez por la Dra. Faxas, Embajadora de la Repblica en Francia, y resalta oportunamente la importancia de la flosofa para tiempos de crisis, como son los nuestros.Esta discusin se abri en el ao 2005, cuando el pas logr, por gestiones de la Delegacin Dominicana ante la UNESCO representada por la Dra. Faxas, que se asignaran recursos para la celebracin de un Programa de Participacin para ser implementado por la Comisin Nacional UNESCO de la Repblica Dominicana para dilucidar el tema del Desarrollo del pensamiento crtico en la enseanza de la Filosofa en la Repblica Dominicana. 8Como experto en el rea, el editor de este volumen present a consideracin de la Comisin Nacional de la UNESCO del pas, un plan para desarrollar el programa. Este fue conocido y aprobado por esa instancia y tramitado a la sede central de la organizacin que dio, igualmente, el visto bueno para su ejecucin. En consecuencia quedaron encargados de su implementacin, como coordinador, quien suscribe, y ste a su vez contrat como ofcial asistente para la ejecucin al Lic. Luis Manuel Ramrez, y al Lic. Fabio Abreu como encargado de levantar los informes de cada reunin en calidad de relator.El objetivo general del proyecto era realizar un diagnstico de expertos, que se centrara en discutir y recomendar estrategias para incentivar el pensamiento crtico en la educacin bsica, secundaria y universitaria dominicana mediante el estudio de la Filosofa.Paralograrlarealizacindeestepropsitoseestableciun procedimientoparalevantarlainformacinpertinentesobrela situacinactualdelaenseanzadelpensamientocrticoenla educacin dominicana y organizar los mltiples puntos de vista al respecto,atravsdelaplanifcacindelacelebracindecuatro reunionesdeunda,conexpertosencurrculo,enadministracin escolar y universitaria, en Filosofa y en didctica de la misma.Alfnalizarelproyectosepresentuninformealasautoridades de la UNESCO y de los ministerios de Educacin y de Educacin Superior,CienciayTecnologa,enelcualserecomendaban estrategiasyaccionesparapotenciarlaformacindelestudiante dominicanoenejerciciodelpensamientocrtico,apartirdelas necesidades y posibilidades identifcadas.El proyecto se efectu en cuatro jornadas. La primera se celebr el viernes 10 de junio de 2005; fue la reunin de inauguracin y de motivacin con las instituciones y personalidades invitadas. En sta participaron con una ponencia relativa al tema, el Dr. Enerio Rodrguez (UASD); el Lic. Fabio Abreu (UASD-APEC), el Lic. Leonardo Daz (UASD); Javier Elena Morales (SEE), las Licdas. Mara Amalia Len Cabral y Joseline Pea Escoto, del Colegio Lux Mundi; el Lic. Franklin Peralta Espinal, por el Centro Cultural Poveda; Dr. Ricardo Minio (PUCMM); el Lic. Francisco Acosta (UASD); el Lic. Julio Cuevas (UASD); la Lic. Elsa Saint-9Amand (UASD); P. Jess Hernndez, de la Biblioteca Antillense Salesiana; el profesor Antonio Rodrguez, M.A.; el escritor, flsofo y crtico, Len David; el crtico y flsofo, Dr. Odals Prez, as como la investigadora y flsofa, Dra. Lusitania Martnez.En la segunda sesin, celebrada el viernes 15 de julio de 2005, se celebr la primera reunin de expertos designados por instituciones o personalidades del mbito acadmico y de las secretaras de Estado de Educacin (SEE) y la de Educacin Superior, Ciencia y Tecnologa (SEECyT). En esta reunin se discutieron y puntualizaron los temas que se presentaron en la primera actividad.La tercera reunin tuvo lugar el viernes 2 de septiembre de 2005. En ella se presentaron cuatro ponencias que abarcaban los siguientes temas: Dr. Michel Bourdeau: La enseanza de la Filosofa en la escuela secundaria: la situacin de Francia, director de investigaciones en el Centre National de la Recherche Scientifque, Francia. Lic. Evilio Snchez: Mi experiencia en la enseanza de la Filosofa en la PUCMM, Recinto Santo Domingo. Ignacio Lasaga, S.J.: Mi experiencia en la enseanza de la Filosofa en el programa para la licenciatura en Humanidades y Filosofa del Instituto Filosfco P. F. Bon. Lic. Luis Manuel Ramrez, El maestro de flosofa en la Repblica Dominicana: Una mirada radiogrfca.En esa misma sesin tambien se presentaron los siguientes investigaciones especiales: un diagnstico de la Pontifcia Universidad Catlica Madre y Maestra (PUCMM): Sondeo sobre la visin de la Filosofa y su enseanza en el bachillerato, en estudiantes de nuevo ingreso a la Pontifcia Universidad Catlica Madre y Maestra. El Centro Poveda present: Grupo focal con las opiniones de los profesores de Filosofa sobre la enseanza de la asignatura en la provincia de San Juan de la Maguana.En la jornada conclusiva, celebrada el mircoles 26 de octubre de 2005, se present, debati y aprob el informe de presentacin de los diagnsticos y se produjo el cierre del proyecto.1En el ao de 2009, se celebra en el pas la Reunin Regional de Alto Nivel sobre la Enseanza de la Filosofa en Amrica Latina y el Caribe, la cual tuvo lugar en Santo Domingo los das 8 y 9 de junio de 2009.1En la seccin de Anexos de este volumen, en el No.1, se presenta el informe fnal del proyecto en cuestin.10Tal como se indica en el informe de relatora fnal, el encuentro se celebra por convocatoria realizada por la Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), en el marco de la estrategia que desarrolla la entidad para promover la Filosofa y el desarrollo del pensamiento crtico en la escuela.La visin y la estrategia de la UNESCO sobre el desarrollo del pensamiento flosfco y de su estudio est recogida en un texto publicado el ao de 2007 titulado: Filosofa: una escuela de libertad. En ese contexto se establece que la enseanza de la Filosofa es, sin duda, uno de los pilares de una educacin de calidad para todos. sta contribuye a la apertura del espritu, a la reexin crtica y al pensamiento independiente, contraponindose a toda forma de manipulacin, de oscurantismo y de exclusin.Partiendo de esta perspectiva, la UNESCO haba solicitado a los ministerios de educacin de sus Estados miembros la realizacin de un diagnstico en torno al estado de la enseanza de la Filosofa en sus naciones, a fn de evaluar y defnir una poltica educativa orientada al fomento del pensamiento crtico en nuestros jvenes, nios y nias.A fn de socializar los diagnsticos y disear cursos de accin especfcos, se produjeron tres encuentros regionales:i.Asia y el Pacfco;ii.frica;iii.Amrica Latina y el Caribe. Estas reuniones han mostrado ser el escenario propicio para concitar el apoyo de los gobiernos estatales a los fnes de promover e implementar acciones adoptadas en el marco de una poltica adecuada a las necesidades de formacin que plantean la nueva sociedad del conocimiento y los desafos globales.En este sentido, la UNESCO ha obtenido de los representantes ministeriales un compromiso formal mediante su adhesin a una declaracin conjunta para cada regin. En cada una de las declaraciones regionales, los Estados se comprometieron al fortalecimiento de las actividades de ndole flosfca, especialmente la enseanza de la Filosofa y el pensamiento crtico.11Entre otras medidas, acordaron que la enseanza de la Filosofa debera ampliarse donde ya exista, implantarse donde an no estaba presente y ser nombrada explcitamente con el nombre de Filosofa.Asimismo, los participantes han defnido un conjunto de lineamientos de poltica a modo de recomendaciones. stas incluyen las principales acciones relevantes para la consecucin de los objetivos estratgicos propuestos por la UNESCO. De esta manera, en las coaliciones regionales se establecen las bases para el desarrollo de una ruta crtica que servira como referente para el posterior seguimiento y evaluacin de las acciones de poltica implementadas. Dichas recomendaciones serviran para tomarlas como punto de partida en las reuniones de seguimiento a los compromisos adoptados en el marco de la Estrategia para la enseanza de la flosofa, que tuvo lugar en el transcurso del 2010 y ha facilitado el intercambio de experiencias entre los representantes ministeriales y dems especialistas en el rea en torno a las mejores prcticas y las polticas nacionales concernientes a la enseanza de la Filosofa.La reunin celebrada en Santo Domingo tuvo por objetivos los siguientes:Discutir la formulacin de las polticas educativas en el campo de la enseanza de la Filosofa, a escala nacional y regional, con miras a asegurar plenamente una educacin de calidad, partiendo de que la Filosofa es fundamental en el desarrollo de las capacidades crticas de nuestros nios, nias y jvenes y que su docencia es esencial en la formacin de ciudadanas y ciudadanos libres.Debatir los principales desafos que confronta la enseanza de la Filosofa en la regin, as como su rol en el contexto de la sociedad del conocimiento y la globalizacin: El lugar que corresponde a la Filosofa en los planes de estudio en los niveles bsico, medio y superior. El rol de la Filosofa en el desarrollo de las capacidades necesarias para analizar adecuadamente los problemas sociales, culturales, polticos y cvicos.12 Las acciones dirigidas a consolidar la formacin de los profesores de Filosofa. La articulacin entre la enseanza de la Filosofa a nivel secundario y superior. Socializar las experiencias concretas de las naciones de Amrica Latina y el Caribe en torno a la enseanza de la Filosofa en los niveles bsico, medio y superior.En ese sentido, se buscaba realizar un balance regional sobre el impacto de las polticas educativas promovidas en el contexto de las reformas neoliberales y la prioridad otorgada por los Estados a los programas educativos centrados exclusivamente en el desarrollo de capacidades tcnicas o know how.De manera particular, intercambiar consideraciones en torno a la orientacin, metodologa y contenidos de la enseanza de la Filosofa y el pensamiento crtico, tanto a nivel bsico, como medio y superior.Identifcar experiencias fructferas en el mbito de la enseanza de la Filosofa, as como los elementos que han contribuido al xito, adopcin y sostenibilidad de las mismas.Analizar y recomendar un conjunto de acciones de polticas en el marco de una estrategia para la implementacin, fortalecimiento y ampliacin de la enseanza de la Filosofa en los pases de la regin.Comprometer a los ministerios de educacin de los pases de Amrica Latina y el Caribe en la formulacin e implementacin de polticas educativas y las consecuentes acciones orientadas a la implementacin y/o ampliacin de la enseanza de la Filosofa mediante su adhesin a la Declaracin de Santo Domingo y la adopcin de las recomendaciones resultantes del encuentro.En la Reunin Regional de Alto Nivel sobre la Enseanza de la Filosofa en Amrica Latina y el Caribe participaron sesenta invitados nacionales e internacionales, la mayora representantes de los ministerios de educacin de los pases de la regin, flsofos y expertos en pedagoga y polticas educativas. 13Entre los participantes dominicanos, asistieron el secretario de Estado de Educacin (SEE), Melanio Paredes; la secretaria de Estado de Educacin Superior, Ciencia y Tecnologa (SEESCyT), Ligia Amada Melo; representantes de ministerios de educacin de Amrica Latina y el Caribe; rectores de universidades y centros de enseanza superior, as como tcnicos especializados y flsofos. Los pases de Amrica Latina y el Caribe representados en la Reunin de Alto Nivel fueron: Argentina, Bolivia, Cuba, Jamaica, Mxico, Nicaragua, Per, Repblica Dominicana y Uruguay.En el informe de relatora fnal de la reunin de Santo Domingo, aparecen las palabras de salutacin de los dos ministros dominicanos en el cargo al momento de la reunin. En ese sentido aparece la salutacin de la Sra. ministra de Educacin Superior, Ciencia y Tecnologa, Dra. Ligia Amada Melo y las del Ministerio de Educacin a travs del Lic. Melanio Paredes. Estos documentos relativos a la participacin dominicana en la sealada reunin aparecen recogidos en el presente volumen, en la seccin Anexos, No. 2. Aprovechamos la ocasin para agradecer a las autoridades de la UNESCO, en la persona de su directora general, Irina Bokova, quien tuvo la gentileza de otorgar al Consejo Nacional de Reforma del Estado (CONARE), el permiso para reproducir ciertos documentos en este volumen, de la indicada publicacin. De las ponencias que se editan, cinco fueron publicadas en la prestigiosa revista Global, rgano de la Fundacin Democracia y Desarrollo (FUNGLODE). En efecto, el nmero 29, de julio-agosto de 2009, fue dedicado a la flosofa y aparecen los primeros cuatro trabajos que publicamos aqu. En el nmero 35 de julio-agosto 2010, apareca el ensayo que ocupa el quinto lugar entre los que publicamos.Son inditos los ensayos siguientes: 1.Una experiencia prctica de Filosofa para nios, de la Dra. Joseline E. Pea Escoto y la Dra. Mara Amalia Len Cabral, del Colegio Lux Mundi.2.Fundamentacin terica para la inclusin de la Filosofa en el currculo como rea del conocimiento en el nivel 14medio del sistema educativo dominicano - Dr. Francisco Acosta, Director de la Escuela de Filosofa de la Universidad Autnoma de Santo Domingo (UASD).3.La enseanza de la Filosofa, del Dr. Leonardo Daz, de la UASD.4.Manifesto para la enseanza de la Filosofa en la Repblica Dominicana, de la Asociacin Dominicana de Filosofa Dr. Julio Minaya, presidente.El editor y los autores de los trabajos que se publican quedan permanentemente agradecidos de la benevolencia y el apoyo del Dr. Marcos Villamn, director ejecutivo del Consejo Nacional de Reforma del Estado, para hacer posible la publicacin de este volumen que viene a documentar para la historia, todo lo que se ha realizado, en los ltimos ocho aos desde el campo de la flosofa dominicana para contribuir al afanzamiento de una educacin de alta calidad para los dominicanos. Luis O. Brea FrancoEditor15Desde la enseanza viva de Nietzsche, el educador puede aprender a ser flsofo porque su tarea fundamental es llegar a problematizar las certezas inmediatas y ensear las posibilidades de la crtica para descubrir por qu caminos y de qu forma debemos orientarnos para conocer y actuar. Pero mientras que en el siglo XX y en el actual ha habido una Nietzsche Renaissance, la escuela dominicana an espera la sabia decisin, la frme y amorosa decisin de abrir un espacio creativo que hiciera posible una repeticin del sueo de Hostos; an esperamos hoy, entre nosotros, que acontezca una Hostos Renaissance.*~ o ~El tema es sumamente amplio; en verdad es demasiado abierto y pretencioso, y desde el inicio se podra pensar que se aspira a lograr demasiado, si tomamos en cuenta nuestro estatus de simples estudiosos, investigadores o profesores de flosofa.Sin embargo, los organizadores de las jornadas Estrategias para el desarrollo del pensamiento crtico en la educacin media y universitaria en la Repblica Dominicana, a travs de la Filosofa FllC:CFlA, ll`:AMll`TC RlTlC \ llUAlC`. `llTZ:Hl \ HC:TC:Luis O. Brea Franco* Abstract, Summary, Resumen del texto.16preferimos dejar el tema en su ms amplia indeterminacin para permitir que sea la propia discusin, nuestro dilogo, el que poco a poco lo modele y precise.Estas jornadas comenzaron, pues, exigindonos en primer lugar- lo que siempre acontece con la flosofa, que seamos nosotros mismos, en el debate del problema, los que intentemos libremente marcar sus contornos, defnir el objetivo y su dinmica, as como determinar los enfoques metodolgicos ms adecuados a su despliegue.Los resultados, si es que llegramos a obtenerlos, dependern de la riqueza y coherencia de nuestros planteamientos epistemolgicos y de las decisiones metodolgicas que poco a poco vayamos tomando. Por tanto, nuestro punto de partida terico podra ser resumido en un brevsimo lema: Vayamos a las races del asunto!En segundo lugar, creo que es justo hacer una breve referencia a la visin que sobre la flosofa en el mundo contemporneo tiene la institucin que nos ofrece su apoyo fnanciero, tcnico y moral, y de este modo hace posible nuestra reunin.La Organizacin de las Naciones Unidas para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (Unesco), segn el Informe del Director General relativo a la Estrategia Intersectorial sobre la Filosofa, publicado en 2005, entiende que la Filosofa es una escuela de libertad, ya que no slo elabora instrumentos intelectuales que permiten analizar y comprender conceptos fundamentales como la justicia, la dignidad y la libertad, sino que adems crea capacidades para pensar y emitir juicios con independencia, incrementa la capacidad crtica para entender y cuestionar el mundo y sus problemas y fomenta la reexin sobre los valores y principios1.El citado informe no hace ms que ratifcar lo sostenido por la Declaracin de Pars a favor de la Filosofa, de 1995, en la que se establece que toda persona de cualquier pas debe tener la oportunidad del estudio libre de la flosofa, y que por lo tanto se debe mantener o ampliar su enseanza all donde ya se imparte, e instaurarla donde todava no existe y ser nombrada explcitamente flosofa2. 1Unesco, Consejo Ejecutivo, 171 EX/12. Pars, 28 de febrero de 2005, pg. 2. 2 Declaracin de Pars a favor de la Filosofa, Pars, 1995. Citado por Roger-Pol Droit, Filosofa y Democracia en el mundo: una encuesta de la Unesco, Ediciones Unesco, 1995, pg. 15.17En este mismo informe se recomienda, como estrategia para la consecucin de la indicada meta, que las Comisiones Nacionales de la Unesco deben promover la enseanza de la Filosofa en la enseanza secundaria y universitaria.3Establecidos de esta forma los lazos esenciales que unen la visin y la prctica de la Unesco con nuestro tema, pido que se me conceda la oportunidad de plantear ahora, a grandes rasgos, algunas ideas que personalmente estimo podran servirnos para delimitar el tema de nuestro debate.NietzscheEn el ao 1887, prximo ya a la prdida de su lucidez, Friedrich Nietzsche urgido por una prisa antes desconocida en l, prepara en el lapso de pocos meses seis libros capitales para expresar su pensamiento. Entre estos a mi juicio destacan tres, porque el flsofo se desnuda totalmente ante s mismo buscando cerrar el crculo de su vida y pensamiento.Me refero a El caso Wagner, donde el flsofo intenta, desde la presentacin de un caso, desde un ejemplo vivo, desde una experiencia vital, dibujar concretamente el qu del nihilismo moderno; los otros dos textos fundamentales son: Crepsculo de los dolos y Ecce homo.El primero de estos dos ltimos constituye el ltimo intento de Nietzsche de cumplir con su tarea de pensador. En este libro pretende realizar una necesaria transvaloracin de todos los 3Tambin se podra agregar la opinin de Pierre San, Director General Adjunto para las Ciencias Sociales y Humanas, quien afrma que: La Unesco nace de una interrogacin sobre las condiciones y posibilidades de hacer reinar en el mundo, de manera sostenible, la paz y la seguridad: ella es pues una respuesta institucional a una pregunta flosfca, aquella que examinaban ya el Abad de Saint-Pierre y Emmanuel Kant. Asimismo, uno podra decir que ella es, en s misma, una institucin flosfca, puesto que se propone contribuir al mantenimiento de la paz y de la seguridad estrechando, a travs de la educacin, la ciencia y la cultura, la colaboracin entre las naciones, a fn de asegurar el respeto universal de la justicia, la ley, los derechos humanos y las libertades fundamentales que la Carta de las Naciones Unidas reconoce para todos sin distincin de raza, sexo, lengua o religin: una fnalidad de que compromete el reconocimiento y la puesta en marcha de una cierta flosofa de derechos, de derechos humanos y de la historia universal, por medios que son en s mismos flosfcos. Pero es preferible decir que la Unesco no tiene, en sentido propio, flosofa, puesto que ella quiere ser el lugar privilegiado del intercambio y del dilogo de la pluralidad de las experiencias del pensamiento y las culturas del mundo. Uno podra decir mejor que la Unesco es una flosofa. Y de esta flosofa que es la Unesco, se puede hacer historia. Cfr., en la pgina web de la Unesco: http://portal.unesco.org/shs/fr/ev.php-URL_ID=5053&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html.18valores, que abriera a la cultura europea la posibilidad de realizar un salto radical que le permitiera penetrar en el centro mismo del fenmeno del nihilismo.En el segundo confgura su ltima autobiografa, en la que intenta recoger y adelantar una visin panormica, fnal, conclusiva, sobre la experiencia de su vida entendida como destino, y desdoblar desde semejante salto el sentido de su obra.Nietzsche, precisamente en Ecce homo, revela que en su libro juvenil Schopenhauer como educador est inscrita mi historia ms ntima, mi devenir.El pensador afrma que ya en esa obra enfoca el gran problema, que an en el momento fnal de su travesa humana, cuando tira la suma y hace el postrer balance de su existencia, permanece como su principal preocupacin. Esta cuestin consiste en [...] un problema de educacin sin igual, un nuevo concepto de la cra de un ego, de la auto-defensa, hasta llegar a la dureza, un camino hasta la grandeza y haca tareas histrico-universales.4Es decir, que si nos atenemos a lo indicado, Nietzsche, en las postrimeras de su lucidez, se interpreta a s mismo, fundamentalmente, como educador.Interpreta su camino como pensador, en el mismo sentido en el que Platn consigna la misin de todo flsofo autntico: constituirse como educador de su pueblo, llegar a ser alguien que desde su bsqueda de la verdad aspire a conducir, a inducir, a guiar en el proceso de descubrimiento del propio ser.El maestro griego seala, en efecto, como el ms alto cometido del pensador llegar a educere, producir en alguien la apertura de caminos creativos que le conduzcan a habitar plenamente en su propia tierra, en el propio mundo, en la propia cultura diramos nosotros hoy.Modelo de vidaLa tarea fundamental del flsofo sera para Nietzsche, al fnal de su vida consciente, la del educador.4Cfr. F. Nietzsche, Ecce homo, Ed. Alianza, 1971 (2002), p. 87.19Para lograr esta posibilidad el flsofo-educador ha de ser modelo de vida desde el ejercicio de la palabra creadora. Debe poder mostrar la transparencia de todos sus actos en el cumplimiento cotidiano de sus tareas orientadoras. La ocupacin de educador exige manifestarse en una vida abierta al escrutinio de todos, pblica y ejemplar.Con este ltimo gesto de gran pensador, Nietzsche reverencia y revalida el ejemplo magnfco de Scrates -a pesar de toda su despiadada polmica contra l que ms que contra el maestro de Atenas, trata de combatir las inconsistencias y las falsas del pequeo burgus de su tiempo.Desde la enseanza viva de Nietzsche, el educador puede aprender a ser flsofo porque su tarea fundamental es llegar a problematizar las certezas inmediatas y ensear las posibilidades de la crtica para descubrir por cules caminos y de qu forma debemos orientarnos para conocer y actuar.Entiendo que el educador, en general, debe esforzarse por ser lo sufcientemente flsofo para despertar y fomentar en su ejercicio un saludable espritu crtico, que permita descubrir, ponderar y ahondar el caudal de sentido y los valores que custodia la propia cultura.Un educador, debe ser, adems, lo sufcientemente artista y creador, para hacer que surja en sus alumnos la curiosidad y la necesidad de explorar y forjar caminos nuevos mediante la experimentacin y creacin.El educador debe aprender a descubrirse desde s mismo, para poder ensear, pues slo desde esta actitud, desde la propia experiencia de descubrirse en el conocimiento y para el conocimiento ntimo de su ser puede nacer autntico podero gnoseolgico, posibilidad creadora.Creo que slo si se asume esta actitud podr experimentarse lo que dice Nietzsche con gran frmeza: El error no es ceguera, el error es cobarda. Toda conquista, todo paso adelante en el conocimiento es consecuencia del coraje, de la dureza consigo mismo, de la limpieza consigo mismo....Resumo lo que entiendo constituye la posicin de Nietzsche, al decir que quien quiera educar con autenticidad debe, sobre 20todo, aprender a pensar, es decir, debe aprender a situarse en el mundo. Debe aprender a cuestionarse a fondo sobre su situacin y circunstancia, en bsqueda de alcanzar su propia orientacin fundamental, y no contentarse con lo que dice una persona infuyente, un sabio o una institucin histrica.Pero si para ensear y aprender es necesario pensar, cmo se aprende a pensar?Para delinear con suma brevedad lo cuestionado recurro de nuevo a Nietzsche, cito un texto que extraigo de uno de los tres libros que he sealado, especfcamente, de Crepsculo de los dolos. Me parece que el texto, a pesar de su concisin, expresa de manera consistente una respuesta a lo que cuestionamos.Cmo se debe educarHe aqu lo qu piensa Nietzsche sobre cmo se debe educar y, en consecuencia, cmo se debe aprender a pensar.[...] Voy a sealar enseguida las tres tareas en razn de las cuales se tiene necesidad de educadores. Se ha de aprender a ver, se ha de aprender a pensar, se ha de aprender a hablar y escribir [...] Aprender a ver -habituar el ojo a la calma, a la paciencia, a dejar-que-las-cosas-se-nos-acerquen; aprender a aplazar el juicio, a rodear y a abarcar el caso particular desde todos los lados. Esta es la primera enseanza preliminar para la espiritualidad: no reaccionar en seguida a un estmulo, sino controlar los instintos que ponen obstculos, que aslan. Aprender a ver [es poseer una] voluntad fuerte: ...el poder no querer, el poder diferir la decisin. Toda no-espiritualidad, toda vulgaridad descansa en la incapacidad de oponer resistencia a un estmulo -se tiene que reaccionar, se sigue todo impulso. Una aplicacin prctica del haber-aprendido-a-ver: ...se habr llegado a ser lento, desconfado, reacio. A lo extrao, a lo nuevo de toda especie, se lo dejar acercarse con una calma hostil se retraer de ello la mano. [...] Aprender a pensar: en nuestras escuelas no se tienen ya la menor nocin de esto. Incluso en las Universidades, incluso entre los autnticos doctos de la flosofa comienza a caer en desuso la lgica como teora, como prctica, como ofcio. [No se tiene] ni el ms lejano recuerdo ya que para pensar se requiere una tcnica, un plan de enseanza, una voluntad de maestra, que el pensar ha de ser aprendido como ha de ser aprendido el 21bailar, como una especie de baile... [...] He de decir todava que tambin hay que saber bailar con la pluma, que hay que aprender a escribir...5.Creo que basta con refexionar y ensayar sobre este texto nietzscheano para que se pueda querer conformar un mtodo para abrir caminos de pensamiento.Eugenio Mara de HostosCambio ahora de paisaje, manteniendo en la memoria lo dicho hasta aqu.Traigo ahora a la memoria que en la misma poca en que escriba Nietzsche los libros a que me he referido entre 1880 y 1888 en nuestro pas, otro gran maestro intentaba ensear, sin xito, a los dominicanos, a confar en su propia experiencia. Pretenda llevarnos a que supiramos aquilatar lo visto y observado con los propios ojos. Desde una refexin sobre el texto mismo considerado como lectura razonada. Estimo que este ejercicio equivale al proceso de aprender a pensar.S. Como habrn comprendido de inmediato, me refero a Hostos, a Eugenio Mara de Hostos, al gran maestro americano que en el breve pero fructfero perodo en que vivi entre nosotros intent ensearnos a pensar.Ambas situaciones constituyen un tremendo paralelismo de dos naufragios histricos.Mas, mientras que en el pasado siglo XX y en el actual, ha habido una Nietzsche Renaissance, la escuela dominicana an espera la sabia decisin, la frme y amorosa decisin de abrir un espacio creativo que hiciera posible una re-peticin del sueo de Hostos; an esperamos hoy, entre nosotros, que acontezca una Hostos Renaissance.En 1879, en el fragor de la discusin en el Congreso Nacional de la ley que estableca la creacin de una Escuela Normal adecuada para formar profesores para nuestras escuelas, Jos Gabriel Garca describa -para edifcacin de los legisladores- cul era el objetivo 5Cfr. F. Nietzsche, Crepsculo de los dolos, Ed. Alianza, Madrid, Espaa, 1973 (1982). pp. 83-84, Lo que los alemanes estn perdiendo, aforismo, 7. Negritas de LOBF22que aspiraba a cumplir semejante creacin: La escuela normal forma maestros. El maestro se ha de fundar para la determinada sociedad donde funciona. Como la sociedad dominicana no est constituida por lo cual es posible constituirla del modo ms racional que ciencia y experiencia ensean el maestro ha de saber, ha de ensear y de saber ensear en Santo Domingo, todo cuanto contribuya al bien presente y al porvenir de la Repblica6.Ms adelante, con crudeza, analiza la lamentable situacin y describe la realidad que busca superar: Lo que se llama enseanza elemental o instruccin elemental no puede ser enseanza e instruccin ms incompleta. Leer, escribir, contar y orar, slo por abandono de los deberes del hogar, son parte de la instruccin primaria: todo esto debera ensearlo la madre. No ensendolo, se ve forzado el maestro a ensearlo. Enhorabuena, ya que el mal es ahora remediable, verdadera instruccin elemental, que ms propiamente debera llamarse instruccin fundamental. Esta debe constar, como su nombre lo dice, de todos los fundamentos que, ampliados en enseanzas posteriores, constituyen las ciencias positivas, las carreras profesionales, las artes liberales y las artes industriales7.Una situacin diagnstica que tiene para nosotros el amargo sabor de lo an-no-totalmente-superado, a pesar de haber transcurrido casi un siglo y medio, desde cuando fue escrito y ledo por su autor.Una nueva institucinApenas unos meses despus, el propio Hostos describa, en comunicacin dirigida al ministro de Justicia e Instruccin Pblica, el 6 de febrero de 1880, el programa de estudio de la nueva escuela y la justifcacin del mismo. En esta memorable comunicacin, Hostos, con suma brevedad, justifca la necesidad de la nueva institucin: Esta enseanza debe ser preparacin indispensable para todo otro estudio superior, pero no basta para formar maestros. Por eso es necesario aadir la pedagoga [...] Y por qu, preguntamos para responder, ha de ser necesaria en Santo Domingo esa preocupacin fundamental. Por estos dos 6Cfr.: Santiago Castro Ventura, Hostos en el permetro dominicano, Editorial Manat, Santo Domingo, febrero de 2003, pp. 34-35.7Cfr.: ibdem.23motivos: porque es preparacin fundamental, y a principio no se puede ni se debe mutilarla; y porque, no estando an constituida defnitivamente nuestra siempre movediza sociedad dominicana, se puede y se debe organizar del modo ms radical [es decir del modo ms cientfco -nota de LOBF-] el organismo escolar8.Y contina, el ilustre maestro, al defnir los elementos que han de regir la nueva escuela: Para esa organizacin radical, es preciso partir de dos principios: uno, que la educacin de la razn humana no se hace con disparatados sistemas...; otro principio, que la razn no se puede educar sino por y para las verdades que el estudio experimental de la naturaleza va fjando...Tales fueron los postulados de una de las reformas pedaggicas ms radicales que como nacin hemos intentado, que apuntaba a cambiar fundamentalmente nuestra forma de ver el mundo y aspiraba a que el conocimiento fuera abordado con ojos nuevos, al utilizar para ello las capacidades de la razn.Este proyecto que dej honda huella en la mente de muchos jvenes que tuvieron la oportunidad de formarse en l ha sido el ms consistente intento de introducir el uso y el adiestramiento para el pensamiento en el contexto de la escuela dominicana.Todos nosotros sabemos cmo este titnico esfuerzo fracas frente al podero de una tradicin oscurantista aliada al turbio manejo del poder poltico. Ambas potencias fcticas consideraban un grave peligro que los ciudadanos aprendieran a pensar, a analizar su situacin y a buscar salidas nuevas, racionales, a la situacin de postracin histrica en que hemos vivido durante toda nuestra historia.El magisterioAntes de concluir, quisiera hacer otra referencia que me luce imprescindible tener presente en nuestros debates. Me refero al magisterio de Pedro Henrquez Urea.La referencia que deseo hacer se concentra en un ensayo suyo, breve y poco conocido, titulado Volvamos a comenzar, 8Cfr.: ibdem, pp. 38 y 39.24que forma un dptico con otro que se titula Orientaciones, publicados ambos en Mxico en el diario El Universal en 1922.En el primer ensayo, don Pedro traza el problema. Ya Europa no puede ser nuestra maestra, pues histricamente est en crisis, y los Estados Unidos no tienen nada de espiritualmente vlido que ensearnos. Sin embargo, escribe, Henrquez Urea, Tenemos que edifcar, tenemos que construir, y slo podemos confar en nosotros mismos9.En el segundo ensayo, don Pedro sugiere algunas recomendaciones metodolgicas sobre cmo deberamos dedicarnos a edifcar con frmeza nuestro destino desde la elaboracin de nuestro Discurso del mtodo.Me luce que este ensayo, en lo esencial, mantiene plena vigencia, an, para nosotros, y es por ello que, a continuacin, para incitar nuestra refexin, cito lo que estimo esencial para nosotros.Tenemos ya con qu sustituir los modelos y los consejos de Europa? No: nuestra labor, nuestras normas, estn por crear o en vas de creacin. Y es deber de todos los capaces de esfuerzo colaborar en ellas, ayudar a defnirlas.Para esto, todo trabajo ser til, todo pensamiento ser camino hacia la claridad. Y los propsitos principales deben ser volver a comenzar, volver a la raz de las cosas, a las ideas fundamentales y seguras, y conocernos bien, darnos cuenta de todo lo que somos y de todo lo que podemos ser.Hemos vivido en perpetua confusin, sin normas defnidas, sin nociones precisas, porque hemos olvidado en la mayor parte de los casos, pensar las cosas desde su raz, desde su fundamento.No pretendamos crear aristocracias intelectuales cuando no exista siquiera la base del alfabeto en las masas del pueblo? Tales aristocracias no eran sino caricaturas de los grupos superiores europeos... Abandonemos, pues, el desorden de ideas en que hemos vivido; despojemos de complicaciones artifciales nuestros problemas: volvamos a comenzar, y para 9Pedro Henrquez Urea, Obras completas, tomo V, pp. 61-64, Santo Domingo, Editora UNPHU, 1978.25comenzar de nuevo propongmonos alcanzar siempre la claridad y la precisin.Ante de aterrarnos con las complejidades imaginarias de nuestros problemas, pensemos si no es posible lo ser muchas veces, aunque no todas-, simplifcarlos, reducirlos a sus trminos elementales.Como con los problemas prcticos, as con los del espritu: antes que todo, urge simplifcar, urge aclarar. Que cada uno haga interiormente su discurso del mtodo. Y volvamos a comenzar: slo as tendremos certeza de que echamos a andar por el buen camino: slo as tendremos la esperanza de evitar el ddalo del pensar confuso.10No voy a comentar el texto. Slo deseo expresar mi conviccin de que para pensar desde nosotros mismos, deberamos tener muy en cuenta la palabra despierta, siempre crtica, de este gran maestro nuestro.En don Pedro encontramos la permanente incitacin a pensar creativamente nuestro ser y poder-ser; encontramos impulso para plantear y afrontar, con imaginacin renovada los problemas fundamentales de nuestro ser dominicanos.Henrquez Urea nos recuerda a cada instante que no somos un pueblo aislado que desplegamos en un ocano de sentido que desborda los estrechos lmites isleos en que nos encierra la geografa, que estamos situados de pleno derecho en el centro de una tradicin, de una cultura, que, a travs de Espaa de quien hemos heredado la lengua enlaza con la milenaria cultura europea y con sus orgenes greco-romanos.Don Pedro nos exhorta a asombrarnos ante la realidad; nos incita a permanecer despiertos ante el llamado que recibimos de todo cuanto es en nosotros mismos; nos invita a descubrir nuestro tiempo; nos estimula a alcanzar una interpretacin abarcadora de lo que somos, que nos permita vislumbrar criterios y perspectivas que abran nuevas posibilidades a nuestro habitar y crear en nuestra tierra, precisamente desde nuestro ser de pueblo mestizo, que lleva en sus venas las energas vitales de toda la humanidad, como observaba en ese tiempo el maestro mexicano Jos Vasconcelos.10Cfr. PHU, ibdem, pp. 65-67.26La obra de don Pedro est an pendiente por descubrir, asumir, estudiar y repensar en nuestro comportamiento colectivo.Henrquez Urea debera ser para nosotros ejemplo vivo de lo que signifca ver con ojos propios, pensar y arriesgarse con cabeza propia a defnir reglas y posibilidades para nuestro existir.Su prosa entre las ms lmpidas de nuestra lengua es directa y transparente, en absoluto afectada por remilgos vacuos o por el oblicuo barroquismo retrico que predomina en nuestro medio que tanto dao hace a la instauracin de la claridad de pensamiento entre nosotros. En estas palabras suyas se expresa un pensamiento rectilneo, seguro, crtico, sereno, armonioso en todas sus partes y tocado por la belleza, por el esplendor que acompaa a todo lo pleno, tal como se puede comprobar con la lectura de El descontento y la promesa, con Patria de la justicia o con La utopa de Amrica.El eje de su magisterio puede resumirse con una brevsima expresin quelosdominicanosdeberamostransformarensustanciade nuestras vidas: Ansia de perfeccin!Tenemospendientecomounadelasmsaltasposibilidades denuestrodestinorepetir,cadaunodesdesulugaryposicin, elfervienteanhelodeperfeccindenuestrogranmaestro.Este constituye nuestro principal legado espiritual.~ o ~Nota:Trabajoledocomopalabrasdeaperturadelproyectode participacin Unesco.Luis O. Brea Franco es subdirector ejecutivo del Consejo Nacional de Reforma del Estado. Es egresado de la Universit degli Stud di Firenze, Italia, donde estudi Filosofa, Economa y Ciencias Polticas. Ha publicado los siguientes libros: Antologa del pensamiento helnico; Compendio de la legislacin cultural dominicana; Preludios a la Posmodernidad; El espejo de Babel; Claves para una lectura de Nietzsche (Premio Nacional de Ensayo, Pedro Henrquez Urea, 2004); La modernidad como problema, y La cultura como identidad y derecho fundamental.27Para ilustrar la relacin que existe desde Platn entre la Filosofa y el sistema educativo, el artculo presenta la situacin vigente en Francia. Se trata de un programa nocional y no histrico, que pone mucho nfasis en la problematizacin: un problema bien planteado est ya medio resuelto. Se presentan tambin unas propuestas de reforma que se hicieron para enfrentar la nueva situacin creada por la democratizacin de la enseanza y la evolucin del estatuto de la juventud en su familia y ms en general en la sociedad y se dan unas pinceladas sobre cmo aplicar esto a la Repblica Dominicana.* ~ o ~Entre la Filosofa y la actividad docente hay una relacin muy estrecha. Empieza con Platn: sus dos obras ms extensas, La repblica y las leyes, tratan de la educacin y en un estudio muy famoso, Paideia, Werner Jaeger mostr que todo su pensamiento est dominado por la cuestin de la formacin de la juventud (paideia; de pais, nio). Se trataba, para Platn, de proponer un sistema de educacin que pudiera rivalizar con lo que exista en lA l`:l`A`ZA ll lA FllC:CFlA l` lA l:UllA :lU`lARlA. AlU`A: RlHlXlC`l: Michel Bourdeau * Abstract, Summary, Resumen del texto.28aquel entonces y que se hallaba en manos de los retricos. En la antigedad, los flsofos eran maestros, y los nombres de nuestros lugares de enseanza provienen de dicha poca: academia, liceo. Lo mismo con los estoicos: stoa era el prtico donde ellos daban sus clases. Si los grandes flsofos del siglo XVII y XVIII constituyen una excepcin a la regla, no es que quisieron que fuera as. Es simplemente que las instituciones que proporcionaban la enseanza estaban en mano del clero, y que, como la ciencia, la nueva Filosofa tuvo que encontrar otros lugares donde desarrollarse; pero ya con Kant, se vuelve a la situacin anterior. En cuanto a nuestro sistema educativo, naci en la Edad Media y parte de su estructura viene de esa poca. Es en particular el caso de la enseanza de la Filosofa. En las universidades medievales, se cursaba primero el trivio (gramtica, retrica y lgica; de ah los tres aos de bachillerato en varios pases) y despus el cuadrivio (geometra, aritmtica, astronoma y msica); el conjunto de los dos grupos forma las siete artes liberales, que se encuentran ya en la repblica de Platn. De la misma manera, en la Edad Media, la Filosofa se conceba como sirvienta de la teologa, lo cual le daba mucha importancia. La Reforma cambi la situacin. El pragmatismo de los protestantes hizo que la flosofa desapareciera a menudo de la enseanza secundaria. Hoy en da se puede hablar de una crisis de la enseanza de la Filosofa. En lo que sigue me concentrar muy rpidamente sobre la situacin francesa, porque es la que mejor conozco. Aadir tambin algunas refexiones sobre la organizacin de la investigacin. Antes de presentar la situacin francesa, quisiera, sin embargo, decir algunas palabras sobre la situacin en Europa. Europa forma una entidad cultural muy especfca, que la evolucin poltica actual tiende a reforzar, por ejemplo, tratando de unifcar el sistema universitario para que los estudiantes puedan viajar de un pas a otro, como lo hacan en la Edad Media. Ahora bien, en esa tradicin cultural, la flosofa ocupa un lugar central, lo cual no quiere decir que la situacin sea la misma en toda la Unin Europea; por el contrario, las modalidades de su presencia son muy diversas, debido a varios factores histricos. Por supuesto, en todos los pases, la flosofa se ensea a nivel universitario. En el nivel de la secundaria la situacin se diversifca y habr que recordar que, en muchas naciones, la educacin secundaria se encuentra a cargo no del Estado sino de las 29provincias (Lnder, en Alemania). Sin embargo, se puede hacer una distincin muy general entre los pases de tradicin catlica y aquellos de tradicin protestante. En los primeros, quizs bajo la infuencia de la Iglesia, la flosofa pertenece al currculo de la secundaria. En Italia, por ejemplo, se dan tres aos en secundaria. El espritu de los programas es histrico: se da historia de la Filosofa. En los pases anglosajones, donde se difundi la Reforma, la enseanza de la flosofa en secundaria no es la norma. En Inglaterra, por ejemplo, se puede ser bachiller tomando la materia, pero es un caso muy aislado (unos miles de alumnos por ao, a lo sumo). Hay que tener en cuenta tambin la existencia de cursos de religin (o de moral), ya que tienen a veces rasgos comunes con los de flosofa. Francia: tres aspectos Ahora bien, cmo se presenta la situacin en Francia? Se pueden distinguir tres aspectos: una situacin anterior, que era como una edad de oro con la que suea todo maestro de flosofa; una crisis, debida a una evolucin general del sistema educativo; las propuestas de reforma y lo que se vislumbra para un futuro prximo. De la posicin muy fuerte de la flosofa en la secundaria, el mejor ejemplo se encuentra quizs en la literatura. Se trata de autores ya bien olvidados, pero que en su tiempo eran considerados como los mejores. Estoy haciendo referencia a dos novelas de fnales del siglo XIX: El discpulo, de Paul Bourget (a quien Nietszche le tena mucha consideracin), y Los desarraigados (Les dracins), de Maurice Barrs. En el primer caso, se trata de un muchacho que decide poner en prctica la enseanza de un flsofo (Hippolyte Taine): se pone entonces a seducir a una muchacha y acaba como asesino. Con su novela, que tuvo un xito colosal, Bourget quera denunciar la actitud irresponsable de ciertos intelectuales que emiten ideas y no se preocupan por saber la forma en que sern recibidas por los jvenes, quienes pueden entusiasmarse por ellas sin haberlas necesariamente entendido bien. Les dracins es una obra en parte autobiogrfca, que cuenta las difcultades de un grupo de estudiantes venidos a Paris desde su Lotaringia natal para realizar 30sus estudios. La historia comienza en el curso de Filosofa del liceo de Nancy (sabemos quin era el maestro descrito) y Barrs presenta con gran maestra la fascinacin de esos jvenes cuando descubren el mundo de las ideas, atrayendo la atencin sobre la infuencia decisiva que ejerce sobre la juventud, en una edad crtica de su evolucin (16-18 aos). La persona del profe de flo goz mucho tiempo de este prestigio, y no hay que olvidar que, todava en los aos cuarenta, Sartre estaba muy conforme con esta situacin y nunca trat de ensear en la universidad. Esta posicin privilegiada se deba en parte al carcter culminante de la materia. Los flsofos la conceban como la culminacin de los estudios secundarios. En ciertos casos, las meras clases de flosofa (sabiendo que existen otras opciones: ciencias econmicas, matemticas, biologa) cuentan con una muy consecuente intensidad horaria. Son ocho horas semanales, lo que ofrece muchas ventajas prcticas: tener un mismo grupo durante ocho horas representa normalmente menos trabajo que tener cuatro grupos dos horas a la semana. Este tipo de consideracin explica las muy fuertes resistencias contra la propuesta de no slo ensear la materia en el ltimo ao de bachillerato. Los maestros de flosofa temen que sus condiciones de trabajo se empeoren an ms. Por supuesto, hay otras razones (no solamente intereses corporatistas) relacionadas con la cuestin de los prerrequisitos. El programa es nocional y no histrico. El objetivo es que el estudiante aprenda a pensar por s mismo y, por ello, se ha puesto mucho el nfasis en la problematizacin: lo que se pide es que uno sepa plantear un problema. La philosophie nest pas un savoir, mais la vigilance qui nous empche doublier la source de tout savoir dijo Merleau-Ponty (La flosofa no es un saber, sino la vigilancia que nos impide olvidar la fuente de todo saber). Todo docente de flosofa sabe cun difcil es hacerle entender a un alumno que el valor de la flosofa reside ms en sus preguntas que en sus respuestas. Uno puede estimarse satisfecho cuando el estudiante llega a entender que, antes de resolver una cuestin, hay que tomarse el tiempo de considerarla con atencin, y asegurarse que se le ha entendido bien. En paralelo, el programa impone el estudio de ciertos textos clsicos de la flosofa. Hace ya muchos aos que se introdujo en 31el examen escrito de bachillerato la posibilidad de un comentario de texto, muy apreciado por muchos estudiantes ya que, supuestamente, permite evitar las difcultades relacionadas con la disertacin (problematizacin, plan, etc.); lo que, obviamente, constituye una pura ilusin. Usualmente, el estudio de las nociones se practica refrindose a ciertos breves extractos y brinda otra oportunidad para poner en relieve la importancia de la problematizacin. Crisis: varias explicaciones Pasando ahora a la crisis que existe desde hace ya algn tiempo, hay varias explicaciones. En primer lugar, es una consecuencia de la evolucin del sistema educativo. Al principio del siglo XX, solamente el uno por ciento de una clase de edad consegua entrar a bachillerato; ahora es casi la mitad, y la poblacin ha crecido mucho. Se pas de un sistema elitista a un sistema de masas. Otro factor, ligado con el primero, es la desaparicin de los estudios clsicos. Hasta los aos cincuenta, ms o menos, el estudio de latn y griego era muy comn en el liceo. Un alumno de secundaria traduca a Cicern o a Platn antes de tomar cursos de flosofa, de tal modo que llegaba ya con cierta familiaridad con lo que se trataba. Eso ya casi no existe. Todo tipo de enseanza tiene sus requisitos. La crisis actual se debe en parte al desfase, as agravado, entre lo que se presume acerca de los alumnos que entran en clase de flosofa (capacidad retrica, cultura general, familiaridad con el estudio de textos clsicos, y hasta el manejo del lenguaje escrito) y sus verdaderas capacidades. En tal situacin, la tarea del docente no es nada fcil. Si la enseanza de la flosofa tiene por fnalidad desarrollar la capacidad de pensar por s mismo, el maestro tiene que dar el ejemplo, lo que induce una relacin muy particular con el programa que, de cierto modo, debe reapropiarse. Eso excluye sobre todo que el curso de flosofa consista en la mera repeticin de un manual escolar. Las directivas ministeriales insisten en la libertad del docente en el manejo del programa. Tales directivas de espritu sumamente liberal prohben solamente una cosa: la posibilidad de dictar el curso! Esa gran amplitud en la interpretacin del programa acrecienta el desamparo de los alumnos: de un profesor al otro, an en el mismo liceo, haba muy grandes diferencias. Cada maestro enseaba su flosofa, con los 32resultados que se pueden imaginar cuando, en el examen fnal, los estudiantes no son evaluados por sus propios profesores. De all la mala reputacin, hay que reconocerlo, de la flosofa en el bachillerato: preguntas ininteligibles, notas arbitrarias El estudiante se encontraba desanimado: para qu estudiar, si es una lotera? Los efectos de la situacin se hacen sentir hasta en las universidades, donde los departamentos de Filosofa a veces ven el nmero de estudiantes inscritos disminuir de manera inquietante. Se recordar tambin un fenmeno bastante general que afecta el estatus social de los docentes, quienes se ven mucho menos considerados que antes: hace una o dos generaciones, si un alumno volva de la escuela con una mala nota o un castigo, en su casa le regaaban y le agregaban un castigo ms; ahora, si obtiene una mala nota, es que el maestro no es bueno, y si hay una sancin, los padres van a ponerle queja a la administracin! Propuestas Abordemos las propuestas de reforma. Desde hace unos veinte aos, el ministerio mand a hacer varias encuestas, cuyas conclusiones contenan a menudo propuestas de reforma. Entre ellas, la ms famosa es la que encabezaban dos de los flsofos ms conocidos, Jacques Derrida y Jacques Bouveresse (1989). Nos bastar con indagar la direccin en la cual se buscaron las soluciones. El problema que hay que resolver es fcil de formular: adaptar la enseanza al nivel actual de los estudiantes; ms especfcamente, conciliar la libertad del docente, condicin de una verdadera enseanza flosfca, y la necesidad de seguir un programa con contenidos bien defnidos, que permita a un alumno saber lo que se le est pidiendo y poder medir sus progresos. Para alcanzar esta meta se preconizan dos medidas. En primer lugar, se tiene que renunciar al carcter culminante de la clase de flosofa y aceptar la posibilidad de que la materia se imparta a otros niveles de la escuela; correlativamente, la fnalidad de su enseanza se tiene que formular en otros trminos. En vez de concebirla como punto culminante de los estudios, disfrutando de un estatus privilegiado superior al de las dems materias, habra que recalcar su capacidad para poner en interaccin y en comunicacin las dems materias: no solamente las reas literarias o cientfcas, sino tambin los diversos campos del saber; esta 33capacidad es peculiarmente til hoy en da cuando la dispersin de los saberes le plantea al estudiante muchas difcultades. En segundo lugar, hay que renunciar a exigirle al estudiante capacidades que no tiene, y dejar de menospreciar lo escolar. En este sentido, la frase de Kant, La flosofa no se puede aprender; slo se puede aprender a flosofar, se ha utilizado a menudo de manera cuestionable. Si la flosofa se da como materia, ello implica que al igual que las dems, se pueda aprender y que contenga todo lo que conlleva la enseanza de una materia, por ejemplo ejercicios, pruebas. Un examen debe controlar conocimientos y competencias adquiridas en la escuela, o sea, escolares. Del mismo modo, lo que se puede exigir de un estudiante es que pueda restituir correctamente y utilizar de manera inteligente conocimientos adquiridos en la escuela, o sea escolares. Por lo tanto, ha habido varias propuestas para la renovacin de los programas o de las modalidades de examen, pero no parece til examinarlas aqu detalladamente. Ms vale sealar que se inscriben dentro de un marco ms amplio: se propone pues integrar la clase de flosofa en un ciclo orgnico que abarcara el penltimo ao de secundaria, a manera de iniciacin, y el primer ao de estudios universitarios; en relacin con la reorganizacin de los primeros aos de universidad, tambin se desarrollara la colaboracin entre miembros del cuerpo docente para reducir el aislamiento de los maestros frente a los estudiantes en el aula. Finalmente, hay que saber que ninguna de las reformas propuestas se ha podido llevar a cabo. De varias partes, las resistencias han sido muy fuertes. Estos semi-fracasos se deben a la posicin clave de la clase de flosofa en el sistema educativo, es difcil disociar reforma de la flosofa, reforma del bachillerato y reforma de la secundaria en su totalidad! Futuro prximo Veamos lo que se vislumbra para un futuro prximo. Si no ha habido muchos cambios en los liceos, unos ndices de renovacin se pueden observar en las universidades. Durante muchsimos aos, la docencia en los departamentos de Filosofa estaba orientada casi exclusivamente hacia la preparacin de los concursos del ministerio de educacin para llegar a ser maestro, de manera que la meta normal de los estudios no era el doctorado, 34sino la agregacin o el CAPES (Certifcacin de aptitud para la enseanza en secundaria). Esto se aplica no solamente a la flosofa, sino a todas las materias que se dan en secundaria (Letras, Historia, Idiomas, Matemticas, Fsica, Biologa). Los responsables de los departamentos de Filosofa se percataron de que dicha situacin de mera reproduccin de los maestros (la fnalidad de la enseanza de la flosofa es formar maestros que puedan ensear flosofa.)- es peligrossima, as que se buscaron otras perspectivas de empleo para los estudiantes de flosofa dentro de diversos sectores prcticos: en la administracin de la cultura, en la comunicacin y la edicin. Se busc tambin otro pblico para la flosofa, medida que encontr algn xito. Se crearon as los puestos Lecourt, llamados por el apellido del profesor que propuso su creacin: se trata de dar clases de flosofa en los departamentos de Ciencia o de Medicina. En el primero de los casos, la idea es que se debe luchar contra la separacin actualmente muy marcada entre Ciencia y Filosofa. No existe una buena formacin cientfca sin un conocimiento de la flosofa de la ciencia en cuestin o de su historia, cosas que van usualmente juntas. En el caso de los mdicos, cabe recordarle a los estudiantes que la medicina no es una ciencia (qu signifcado tendra el juramento de Hipcrates para un cientfco?); los aspectos humanos ocupan un lugar preponderante, como lo muestran todos los debates actuales en torno a la biotica. De la misma manera, se crearon clases de flosofa en las escuelas de comercio: en parte para desarrollar la cultura general, en parte tambin en relacin con la tica en los negocios. Finalmente, se desarroll la enseanza de la flosofa en la carrera de Ciencias Polticas, por razones similares: hace algunos aos, los directores decidieron otorgarle una mayor importancia a la flosofa, para reaccionar frente a una formacin demasiado tecnocrtica. La flosofa confere una visin ms amplia de los problemas, fomenta no solamente la sensibilidad a los aspectos humanos, ticos, sino tambin la aptitud al anlisis conceptual y a la sntesis. Antes de concluir, quisiera aadir algunas palabras acerca de la situacin de la investigacin flosfca en Francia. Antes de la Segunda Guerra Mundial, el Frente Popular fund el Centro Nacional de la Investigacin Cientfca (Centre National de la Recherche Scientifque, o CNRS), antes que todo para resolver los problemas ligados, en los grandes laboratorios de fsica, a la 35compra de equipos cada da ms costosos. Si se cre una seccin ciencias humanas y sociales, a la cual pertenece la flosofa, fue concedindole un espacio muy reducido, y la situacin no ha cambiado setenta aos despus. Con la degradacin de las condiciones de trabajo, los profesores universitarios se pusieron celosos de los investigadores del CNRS, que no tienen obligacin de dar clase y pueden dedicarse nicamente a sus investigaciones. Al mismo tiempo, el funcionamiento a veces burocrtico del CNRS suscit varias crticas. Hacer toda su carrera en la investigacin, de los 25 a los 65 aos, tiene algn sentido? No sera mejor luchar contra la rutina y hacer que el investigador sea nombrado solamente durante un tiempo determinado? Por estas razones, acaba de fundarse un nuevo organismo, sobre el modelo de la National Science Foundation norte-americana. Es solamente una central de recursos, sin investigadores propios, que fnancia proyectos por una duracin limitada. Semejantes instituciones conllevan tambin sus riesgos. Se pierde mucho tiempo llenando solicitudes para los proyectos, con resultados muy aleatorios, y la poltica cientfca puede ser muy cambiante; se recuerda por ejemplo que, en los Estados Unidos, de la noche a la maana, se cortaron todos los recursos para los programas relacionados con la mquina para traducir, sin ninguna explicacin. Esta falta de continuidad es muy daina. Consciente de la situacin, el gobierno francs quiere mantener el equilibrio entre las dos instituciones. Qu de lo que acabo de presentar puede ser til en la Repblica Dominicana? Por supuesto, no tendra sentido trasladarlo tal cual. Hay por ejemplo una diferencia esencial: aqu se ha eliminado la flosofa y se trata de reintroducirla. Esta tarea ser ms fcil si se puede contar con apoyos, por lo cual se debe tener buenas relaciones con los dems actores del sistema educativo; lo que a su vez sugiere que se deje de presentar la flosofa como punto culminante de los estudios. Este tipo de pretensiones hegemnicas ya no tienen vigencia. Lo que justifca la reintroduccin de la flosofa es ms bien su capacidad para coordinar, para facilitar la comunicacin entre las otras materias que se dan en secundaria. Si se pide dar este paso, no es porque as era antes, sino porque ello ayudara a resolver problemas que se plantean hoy en nuestras sociedades. En segundo lugar, hay que adaptarse al mundo actual, tomar en cuenta la realidad dominicana. El programa debe responder a las preocupaciones de la juventud y prepararla para vivir mejor. 36Se debe ser claro con lo que se le pide al alumno tanto al ingresar en clase de flosofa como al salir de ella, o sea con los requisitos y las condiciones de validacin de la materia. No hay que soar con un alumno ideal que ya no existe, sino ms bien defnir un programa que se adecue a las capacidades reales de los estudiantes actuales. En ltimo lugar, no se tiene que olvidar que no sirve de nada tener un programa, aun excelente, si el maestro no sabe impartir la materia. El xito de nuestros esfuerzos depende antes que nada de los docentes que ensearn flosofa. Su formacin aparece como el meollo de la cuestin. Tal era la conviccin de Hostos cuando fund la Escuela Normal y, sobre este punto, la situacin no ha cambiado. Nunca se otorga sufciente atencin a la manera en que sern seleccionados y a los conocimientos que se les pedir. Pero ello no tiene nada de sorprendente para un flsofo: al fn y al cabo, no sabemos que lo ms importante son los factores humanos? ~ o ~ Michel Bourdeau es director de Investigaciones en el Centre National de la Recherche Scientifque. Es doctor en Filosofa de la Sorbona. Durante 15 aos fue maestro de Filosofa en varios liceos en Francia, Canad, Lbano y Mxico, y tambin profesor en la UASD (1970-1972) y en la Escuela Nacional de Antropologa e Historia (Mxico, 1972-1974). Es autor de Locus Logicus (1999), Pense symbolique et intuition (1999), y Les trois tats: science, thologie et mtaphysique chez Comte (2006). 37En la poca del desasosiego y la prisa, en la modernidad, a la flosofa se la quiere medir por sus efectos inmediatos, se la quiere confrontar con el rasero de lo ordinario, y como sus frutos no aparecen con la misma rapidez y contundencia que los efectos del operar tcnico, donde rige el puro clculo de consecuencias inmediatas, entonces se la percibe como un modo de saber defciente, inefcaz, intil. Es imprescindible desarrollar un pensamiento reexivo, al lado y por encima del pensamiento tcnico, calculador, y es necesario educar para fomentar en nuestra sociedad un pensamiento crtico, tico y abierto a nuevas posibilidades de liberar al ser humano. De nuestra autntica reexin depende que las agudas contradicciones que amenazan a la humanidad en estos tiempos peligrosos puedan encontrar sosiego al sugerir nuevos modos de copertenencia, de identidad de lo antagnico. La palabra de los autnticos pensadores y poetas debe dejarse sentir ahora ms que nunca.*~ o ~AlU`Tl: :CBRl lA `ll:llAl ll lA HlC:CFlA lARA `Ul:TRA llCA Luis O. Brea Franco* Abstract, Summary, Resumen del texto.38Cuando la gente comn, sobre todo los jvenes con intereses intelectuales, entra en contacto con un profesional de la flosofa, casi siempre formula una serie de preguntas:Qu es flosofa? Qu es pensar? Para qu sirve ese quehacer en el da de hoy? Cul es la diferencia entre las ciencias, entre el paradigma cientfco y el saber flosfco? Cmo enfoca la flosofa los problemas de nuestro tiempo? Si la flosofa es algo que atae a cada ser humano, todos estamos capacitados para flosofar?No hay respuestas fciles a tales cuestiones. Para desarrollar un hilo de pensamiento conceptualmente coherente, un flsofo tiene que pasar mucho tiempo intentando explicarse a s mismo aquello que vive y experimenta da a da con el pensamiento. Slo la experiencia basada en un ejercicio continuado puede dar indicaciones vlidas. Como intento de respuesta, esbozo a continuacin algunas impresiones personales.La flosofa como actividad que emplea constantemente el pensamiento es ms un ofcio que una profesin. Qu signifca esto? Ante todo, quiere decir que un pensador es como un carpintero, un artesano o un artista creador, que mientras ms empeo, dedicacin, constancia, curiosidad y pasin dedique a lo que hace, mejor y ms clara conciencia tendr de su labor.No hay una frmula para lograr resultados vlidos. Hay que ensayar y experimentar incesantemente, cultivar la atencin y la frmeza de propsito con tenacidad. Hay que proveerse de un profundo, amplio, minucioso conocimiento de la palabra y fomentar el estudio asiduo. Hay que adquirir formacin y prctica de la flologa para manejar la bibliografa flosfca que hay que encarar mediante el desarrollo del sentido histrico.Para pensar es fundamental aprender a organizar en s mismo ideas, conceptos e intuiciones; aprender a observar y analizar sin apremio, sin prisa, serenamente, personas y cosas, actos y obras humanas.Hay que aplicarse a discernir y aprehender entre mltiples modalidades y tipos de relaciones posibles entre signifcados, abstraer estructuras formales, semiticas, intuiciones, sensaciones, vivencias; cultivarse a invocar recuerdos y experiencias...39Hay que aprender a callar; entrenarse en el escuchar atenta y pacientemente, sin formular objeciones extemporneas, mientras se atiende con cuidado y amor el discurso con que un maestro o un innovador expresa su perspectiva de la realidad.Se debe ser capaz de interrogar y cuestionar con esmero y profundidad lo que tenemos delante como objeto y poder describirlo mediante palabras y llegar a conceptualizarlo, pues el flsofo interpreta al organizar lo descubierto en un lenguaje, que manifesta en cadenas de signifcados articulados, segn matices y tonalidades.Hay que habituar el ojo y adiestrar la sensibilidad para descubrir y articular posibles fguras de racionalidades alternativas coexistentes y diversas de los modos actuales de concebir lo coherente y pertinente, ya sea que interacten entre s o en paralelo, y aprender a distinguir y desglosar diversos niveles de rango y organizacin que, en apariencia, actan en un mismo plano. Hay que prepararse, sobre todo, para sospechar, para cuestionarlo todo con escepticismo e irona, con sentido del humor y, al mismo tiempo, a ser consistentes, persistentes, tenaces, incansables enemigos de la prisa y la pereza. Tambin hay que saber distinguir gradaciones en las mltiples voces y direcciones de sentido que se trenzan en la tradicin histrica.Hay que aprender a dar alas y a domar la bestiecilla de la propia imaginacin; aprender a reconstruir intuitivamente condiciones histricas, mentalidades, pocas, cosmovisiones, y aprender a determinar el ngulo de enfoque propio, adecuado para contextualizar cada voz especfca presente en la tradicin.Hay que tener una apasionada vocacin de saber, de descubrir, de asombrarse ante todo lo que acontece en el mundo y en nosotros mismos. Esta es una condicin fundamental que, aunque mencionada al fnal, no es menos importante que las anteriores.11Cfr.: Nietzsche, Friedrich: Ms all del bien y el mal, Alianza Editorial, Madrid, Espaa, 1972 (2001), 292, 1886. p. 265: Un flsofo: ay, un ser que con frecuencia huye de s mismo, que con frecuencia se tiene miedo a s mismo, pero que es demasiado curioso para no volver a s mismo una y otra vez [...]. En este ensayo utilizo el smbolo para indicar un aforismo, un prrafo o un apartado numerado por un autor citado.40Hay que sentir en s mismo una insaciable sed de conocer, de cuestionar, de descubrir las estructuras ocultas en que se articula el ser en una poca de la historia o llegar a dar con las modalidades con que se encubre el bosque entre los rboles.Pensar es la actividad humana consciente ms antigua, pues con esta buscamos orientarnos en el mundo. Nace como seala Platn del asombro, de la perplejidad, con una ruptura abrupta del orden rotundo, habitual y manifesto de lo cotidiano.El asombro nos conduce hacia otra posible dimensin de la realidad, nos coloca ante la posibilidad de atrapar con extrema lucidez otras maneras de aparecer y ser.Sin embargo, en la poca del desasosiego y la prisa, en la modernidad, a la flosofa se la quiere medir por sus efectos inmediatos, se la quiere confrontar con el rasero de lo ordinario. Y como sus frutos no aparecen con la misma rapidez y contundencia que los efectos del operar tcnico, donde rige el puro clculo de consecuencias inmediatas, entonces se la percibe como un modo de saber defciente, inefcaz, intil.Ortega sola comentar, frente a la prisa que caracteriza la vida moderna, que segn su parecer: prisa tienen slo los enfermos y los ambiciosos, y en ese orden de ideas se podra afrmar que pocas cosas valiosas se han alcanzado en la historia o en el contexto de una vida humana sin el concurso de la serenidad.En nuestro tiempo tomamos como modelo de saber el de las ciencias econmicas, en las que generalmente domina el criterio tcnico del inters personal: cuando un cambio parece ventajoso, se piensa que el cambio es realmente ventajoso para todos, y por esto es altamente recomendable.Sin embargo, no es evidente identifcar bienestar, utilidad y racionalidad. El bienestar no puede ser interpretado desde el canon del xito econmico, porque la racionalidad de una opcin econmica concreta trasciende estos criterios, es ms problemtica que su mera utilidad. Por ejemplo, se puede refutar la conveniencia del consumismo con argumentos sobre la necesaria sostenibilidad del desarrollo basado en la urgencia de conservar el planeta.41Hay muchos bienes en el mundo que no pueden considerarse, strictu sensu, atendiendo a que su valor dependa de su utilidad. Esto vale, por ejemplo, con la vida misma considerada como el bien supremo a que tiene acceso un ser humano. Igualmente acontece con el amor, la alegra, la espiritualidad o el deleite que nos produce experimentar la riqueza de lo diferente, as como el goce que origina en nosotros la polivalencia de sentidos que se revelan en una radiante obra de arte autntica.Respecto a esta ltima categora de bienes, siempre se ha considerado que la obra de arte no tiene, en cuanto a la obra misma, ninguna utilidad inmediata.2Un escritor con quien compartimos la poca Paul Auster sealaba al respecto, en su discurso de aceptacin del Premio Prncipe de Asturias de las Letras, pronunciado el 17 de octubre de 2007: [...] el arte es intil, al menos comparado con, digamos, el trabajo de un fontanero, un mdico o un maquinista. Pero qu tiene de malo la inutilidad? Acaso la falta de sentido prctico supone que los libros, los cuadros y los cuartetos de cuerda son una pura y simple prdida de tiempo? Muchos lo creen. Pero yo sostengo que el valor del arte reside en su misma inutilidad; que la creacin de una obra de arte es lo que nos distingue de las dems criaturas que pueblan este planeta, y lo que nos defne, en lo esencial, como seres humanos. Hacer algo por puro placer, por la gracia de hacerlo. Pinsese en el esfuerzo que supone, en las largas horas de prctica y disciplina que se necesitan para ser un consumado pianista o bailarn. Todo ese trabajo y sufrimiento, los sacrifcios realizados para lograr algo que es total y absolutamente intil.Al igual que una obra de arte, la flosofa es totalmente intil desde la ptica de lo banal, cotidiano y ordinario.32Cfr. Brea Franco, Luis O.: Preludios a la posmodernidad: Esttica, nihilismo e identidad, Academia de Ciencias de la Repblica Dominicana, Santo Domingo, 2001, pp. 4588, 4. Identidad. 3Cfr. Heidegger, Martin: Introduction la metphysique, ditions Gallimard, Paris, France, 1967, p. 21. [La flosofa] tampoco es un saber que se aprende inmediatamente, como los conocimientos manuales y tcnicos; tampoco se lo puede aplicar de inmediato o considerarlo por su utilidad, como ocurre con el saber econmico y profesional en general. Pero lo intil es capaz de tener poder, y de hecho lo tiene. Lo que carece de eco inmediato en la cotidianidad, puede hallarse en la ms ntima armona [Einklang] con el acontecer [Geschehen] autntico [o tambin se podra traducir: con lo autnticamente histrico. LOBF]. [...] En cada grado y principio de su despliegue lleva implcita su propia ley. [...] La flosofa constituye -contina Heidegger como la manifestacin intelectual, como la apertura, a travs del pensamiento, de caminos y perspectivas que nos permiten llegar a establecer criterios, rangos y jerarquas. Cfr. Ibdem, p. 23 (versin LOBF).42Se debe recordar que Ludwig Wittgenstein, cumbre del pensamiento del siglo XX, repeta incansablemente a sus oyentes: En la carrera de la flosofa gana el que puede correr ms despacio, o aquel que alcanza el ltimo la meta.Tener prisa constituye el mayor dislate en el flosofar. Reaprender a vivir con sosiego, serenamente, no es de modo alguno una forma de perder el tiempo, como muchos creen al da de hoy, sino la forma ms provechosa de ganarlo.Qu es la hlosofa?Estamos acostumbrados histricamente a defnir la flosofa por su etimologa. As afrmamos que el trmino proviene del griego antiguo , y de su equivalente latino philosophia, vocablos que se traducen al castellano como amor por la sabidura.Platn subraya en sus obras de la madurez, especfcamente en El banquete,4 que al ser la flosofa amor o aspiracin a la sabidura, implcitamente se reconoce que no poseemos la sabidura y es por ello que quien aspira a alcanzarla de alguna manera ha de llamarse flsofo y no sabio, pues la sabidura es atributo de los dioses.El hecho de que la flosofa se haya presentado desde sus comienzos como una sntesis lograda por la cultura helnica para interrogar en torno al ser del mundo y a su posible planimetra, al sentido del ser y de nuestra condicin, a la esencia de las cosas, de las obras y actuaciones, y de los utensilios elaborados por los seres humanos constituye el acontecimiento fundamental que est en la base del desarrollo de la cultura occidental.La flosofa abre histricamente un espacio de intercambio racional donde van a moverse y defnirse las fuerzas predominantes de esta compleja constelacin cultural. Este mbito se caracteriza por privilegiar la va racional que se cumple mediante el dilogo en un encuentro pblico y sosegado, como el medio ideal para descubrir la verdad del ser, orientarnos en el mundo y asegurar, en este, nuestra posicin.4Cfr.: Platn, El banquete, 339-340.43Esta situacin se confgura -segn comenta Nietzsche, que era fllogo y docto conocedor de los fundamentos de la cultura helnica a causa de que: Los griegos, en tanto que pueblo verdaderamente sano, legitimaron de una vez por todas la flosofa por el simple hecho de que flosofaron; y, precisamente, lo hicieron con mayor intensidad que todos los dems pueblos. [...] Por el hecho de no saberla abandonar a su debido tiempo, ellos mismos fueron los causantes de la mengua de su mrito sobre el mundo brbaro [...].5Ahora, si consultamos el diccionario ofcial de nuestra lengua castellana, esta actividad viene defnida en su primera acepcin como el conjunto de saberes que busca establecer, de manera racional, los principios ms generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, as como el sentido del obrar humano. Esta defnicin abarca lo que caracteriza a la flosofa si es considerada en sentido histrico.Empero, si no quisiramos quedarnos ah, y cuestionamos un sitio al que acude cada da mucha gente para adquirir una visin primeriza y epidrmica de las cosas que nos interesan cotidianamente, si preguntramos sobre la flosofa en la enciclopedia de la Web, en Wikipedia, encontraramos que 5Cfr.: Nietzsche, Friedrich: La flosofa en la poca trgica de los griegos, Ed. Valdemar, Madrid, (1999) 2001, p. 34. Ms adelante Nietzsche insiste en que: [...] la flosofa en Grecia slo habra sido importada y no nacida en su suelo autctono y natural. [...] No cabe cosa ms absurda que atribuir a los griegos una cultura autctona; al contrario: ms bien habr que afrmar que asimilaron para s enteramente la cultura viva de otros pueblos, de ah que llegaran tan lejos, pues supieron recoger la jabalina del lugar en que otro pueblo la haba abandonado y arrojarla de nuevo ms lejos. Los griegos son dignos de admiracin en el arte del aprender provechosamente: tal y como ellos hicieron deberamos nosotros aprender de nuestros vecinos; pero aprender a vivir [cursivas LOBF], no a poner el conocimiento al servicio de una erudicin que nos encadena [...]. Ibdem, pp. 35-36. Por otra parte, el estudioso alemn Oswald Splengler trata sobre la diferencia esencial que habra que establecer entre la erudicin y lo que sera el saber adecuado para la vida: Cfr. Splengler, Oswald: La decadencia de Occidente. Tomo II, captulo I, 3, pp. 26-27, Ed. Espasa Calpe, Madrid (1998), 2007: Es el pensamiento una creacin del hombre, o el hombre superior una creacin del pensamiento? Estas dos actitudes diferen slo en las palabras. Pero el pensamiento mismo, al determinar su rango dentro de la vida, fallar siempre errneamente, estimndose en demasa, porque no advierte o no reconoce junto a s otros modos de referirse a las cosas, y por lo tanto, renuncia desde luego a una visin imparcial de la realidad. De hecho, todos los pensadores profesionales los nicos casi en todas las culturas que en esto llevan la voz cantante han considerado siempre la reexin fra, abstracta, como la nica actividad que evidentemente conduce al conocimiento de las cosas ltimas. Y abrigan asimismo la conviccin de que la verdad, que por ese camino llegan a descubrir, es la misma que, como verdad, aspiraban a conocer, y no acaso una imagen representada, sustituto de los arcanos incomprensibles.44este saber viene defnido como el estudio de una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje; explicacin que en cierta manera compagina con la defnicin de la Real Academia Espaola, aunque resalta el universo de los problemas antes que enfatizar en la codifcacin de sus descubrimientos o principios.Si buscramos an otra defnicin, podramos avanzar la descripcin metafrica que de la flosofa ofrecen dos pensadores contemporneos, Gilles Deleuze y Felix Guattari, en su estimulante libro Qu es la flosofa? Ambos defnen, no la flosofa sino el ejercicio del pensar, el flosofar, como la relacin que se produce entre la tierra y el territorio.6A qu mbito se referen con semejante metaforizacin sobre los elementos que concurren en el flosofar? A mi juicio, intentan enfatizar que en el pensar flosfco, tal como se concibe hoy, no podremos contar con encontrar alguna facticidad primigenia, que podamos considerar como el fundamento originario del mundo. Es decir, que no es posible arraigar alguna perspectiva del cosmos y del ser sobre algn punto frme, defnido y consistente en s mismo.7Al flsofo de hoy no lo mueve analizar sutilmente, por ejemplo, la quintaesencia del sujeto o del objeto, como lo haca la vieja metafsica que se origina con Platn y Aristteles y sobrevive hasta fnales del siglo XIX. En cambio, se recalca que el enfoque debe asumir y tematizar la relacin concreta tal como esta se actualiza, que debe describirse desde el desplegarse del fenmeno mismo, ante que referirse a los trminos extremos que casi siempre son abstracciones creadas por el anlisis del flsofo.6 Cfr.: Deleuze, Gilles y Guattari, Felix: Qu es la flosofa?, Ed. Anagrama, Barcelona, 1993, pp. 86-87. 7Aqu se podra recordar la hermosa e inquietante metfora de Nietzsche sobre la ausencia de un punto frme para la vida para el ser humano de la Modernidad: Hemos abandonado tierra frme, nos hemos embarcado. Hemos roto los puentes, ms an, hemos roto nuestra vinculacin con tierra frme. Ea, barquita! Toma precauciones! A tu lado est el ocano, es cierto, no siempre brama, y de vez en cuando yace como seda y oro, como el ensueo de la amabilidad. Pero llegarn horas en las que reconozcas que es infnito, que no hay nada ms terrible que la infnitud. Ay del pobre pjaro que se ha credo libre y choca contra las paredes de esta jaula! Ay, cuando te viene la aoranza de la tierra frme, como si all hubiese habido mayor libertad [...] y ya no hay `tierra frme. Cfr.: Nietzsche, Friedrich: El gay saber. Espasa Calpe Editores, Madrid, 1986. 124, pp. 154-155.45Se tratara de considerar el hilo tensado que es la relacin y no slo los posibles trminos extremos, que indican ms bien el lmite de la correlacin. Esto quiere decir que lo que verdaderamente importante para el pensamiento flosfco contemporneo es determinar los rangos de las relaciones de sentido, y no anclar el pensamiento en trminos abstractos.El punto de partida del flosofar hodierno es la constatacin de que el principio (lo que es originario, primero, principal y lo predominante en algo) lo constituye la red de sentido que se teje desde lo intramundano. Esto vendra a signifcar que tenemos conciencia de que nos-encontramos-en-el-mundo, en un universo determinado, histrico; que no podemos salir de ninguna manera de este orbe, salvo por va de la muerte. Pero cuando esta situacin lmite acontece, ya no hay ni sujeto ni mundo, ni existe el problema de su relacin, de su ser-en-el-mundo.Es por esta razn que el pensador francs Jean Baudrillard (1929-2007) explica, en uno de sus efervescentes escritos, por qu la situacin en que nos encontramos podra denominarse la de El intercambio imposible.8La tierra y el territorio en la caracterizacin de Deleuze y Guattari son componentes que apuntan a zonas de indiscernibilidad, zonas que deberan ser asumidas como comarcas lmites de sentido, en el contexto de desarrollos continuos de resignifcacin en el interior de un proceso semitico abierto.Los elementos lmites fungiran como trminos de referencia de un especfco proceso semitico: la desterritorializacin (el movimiento del territorio a la tierra) y la reterritorializacin (de 8Cfr.: Baudrillard, Jean: El intercambio imposible. Ediciones Ctedra, Madrid, 2000, pp. 11-12: Todo parte del intercambio imposible. Lo incierto del mundo es que no tiene equivalente en lugar alguno y que no se puede canjear por nada. La incertidumbre del pensamiento es que no se puede canjear ni por la verdad ni por la realidad. [...] No existe equivalente del mundo. En esto consiste precisamente su defnicin, o su indefnicin. Sin equivalente no hay doble, ni representacin, ni espejo. Cualquier espejo seguira formando parte del mundo. No hay sitio para el mundo y para su doble al mismo tiempo. Por lo tanto, no hay verifcacin posible del mundo, razn por la cual la `realidad' es una impostura. Sin verifcacin posible, el mundo es una ilusin fundamental. [...] El universo, formado por innumerables conjuntos, no constituye en s un conjunto (Denis Guedj). As ocurre con cualquier sistema. La esfera econmica, esfera de todos los intercambios, considerada en su globalidad, no se canjea por nada. [...] Aunque desee ignorarlo, esta determinacin induce, en el corazn mismo de la esfera econmica, la uctuacin de sus ecuaciones y de sus postulados y, por fn, su desviacin especulativa, en la interaccin alocada de sus criterios y sus elementos'.46la tierra al territorio). Como muestra de estos procesos en lo que se refere a la flosofa, los autores establecen que: Grecia es el territorio del flsofo o la tierra de la flosofa.Sin embargo, quizs algn lector pudiera cuestionar a qu viene tanta insistencia por ideas que ms o menos estn presentes como nociones corrientes sobre la flosofa en nuestra vida cotidiana?Entonces respondo que la causa de mi reiteracin es que deseo destacar que la flosofa no es un saber que nace como una planta trepadora, como hiedra rastrera o como un parsito que necesita de otro cuerpo u organismo para ser, sostenerse y prevalecer.Quiero dejar sentado que la flosofa es un saber que originariamente se sostiene desde sus propias races. Es decir, que se constituye como un saber arraigado en la historia, en su propia historia.No es posible pensar flosfcamente sin ser consciente de que este saber se origina y desarrolla en el seno de una especfca y dilatada tradicin, que se cristaliza y expresa a travs de una determinada terminologa que ha venido elaborndose y renovndose durante los ltimos veinticinco siglos de historia occidenta