la uncion luz maria riveros- isum iii 2009 chile
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LA UNCIÓN BAJO LA LUPA
Por
Luz María Riveros
Asunción, Paraguay
TRABAJO DE INVESTIGACIÓN
En cumplimiento de los requisitos
del Seminario III del
INSTITUTO DE SUPERACION MINISTERIAL
y relativo a la asignatura
“Teología Sistemática: Espíritu Santo”
Cursado en Santiago, Chile, noviembre de 2009
Profesor: Guillermo González
1 de junio de 2010
3
TABLA DE CONTENIDO
Pág.
Introducción………………………………………………………………… 4
Diversas enseñanzas acerca de la unción………………………..…………. 6
Conceptos teológicos…………………………………………………...…… 9
Breve Exégesis……………………………………………………..………... 15
Conclusión……………………………..……………………………………. 19
Bibliografía……………………………..……………………………………. 24
4
Introducción
Diversas son las teorías que se difunden sobre la unción del Espíritu Santo. Algunas
expresan que existen varios tipos, niveles o grados de unción; citan tres, otros siete. Que hay
que buscar la unción; muchas veces se pide más unción; otras se preocupan por saber si la
tienen o no; algunos dicen tener unción especial; en los cultos se acostumbra a cantar “hay
una unción aquí, cayendo sobre mí…”. Otros aseveran que la unción se puede medir; a
menudo la gente pregunta quien la da, se derrama sobre la persona en forma constante o no,
está dentro del creyente o viene y se va. Todo éste tipo de situaciones genera gran confusión
con respecto a lo que es la unción.
Debido a las diversas dudas y conjeturas sobre el tema, más la falta de claridad, se
realizará una investigación que se abocará determinar cuál es la doctrina correcta sobre la
unción del Espíritu Santo.
Por ésta razón, es imprescindible responder a la pregunta: ¿cuál es la doctrina correcta
sobre la unción del Espíritu Santo?.
Ante la diversidad de criterios al respecto, la hipótesis que se plantea es que hay una
sola unción, que tiene sus grados, la que aumenta o disminuye según la comunión con el
Señor.
El análisis partirá conociendo algunas de las tantas enseñanzas sobre lo que es la
unción, sus tipos o niveles, para luego buscar el concepto teológico de la palabra, seguido de
un breve análisis hermenéutico de ciertos pasajes de las Escrituras, donde se refieran a la
“unción”; todo lo cual ayudará a arribar a una conclusión sobre el tema.
5
La fuente primaria de los principios que apoyan la enseñanza de los diversos tipos de
unción, se la pudo hallar por medio de libros y videos de sermones de predicadores famosos
como Benny Hinn y Dante Gebel, descargados de internet; además de libros y publicaciones.
En cuanto a textos que la cuestionen, en la biblioteca disponible, no se halló material que
enfoque directamente el punto, por lo que se recurrió como fuentes primarias además de la
Biblia, a diversos libros de Teología.
Las fuentes secundarias fueron los Comentarios Bíblicos y otros libros sobre llenura y
dones del Espíritu Santo. Para las terciarias, se recurrió a foros en la web, Enciclopedias libres
de la red mundial y Diccionarios Bíblicos.
El principal método de investigación utilizado fue el de bibliografía, además de un
breve análisis exegético de algunos pasajes importantes para aclarar el tema. La organización
sigue un patrón lógico de ordenamiento de las ideas, para posteriormente llegar a la
conclusión.
6
Diversas enseñanzas acerca de la unción.
Benny Hinn, en su libro La unción, enseña que la presencia del Espíritu Santo, mora
en el espíritu del creyente, y es independiente de la unción. El creyente puede tener la
presencia, no así la unción. Se debe tener ambas, la presencia y la unción para que uno pueda
ser testigo de Cristo. La presencia es para cambiar al creyente, la unción es para testificar a
otros sobre Cristo.
El mencionado autor, expresa además, que la unción puede ir y venir sobre la persona
y se la debe buscar en oración. Sostiene, que Jesús mismo no la tenía, hasta que llegó el
momento de su bautismo, donde de pronto recibió el poder de sanar enfermos, hasta resucitar
a los muertos. “La unción trae la presencia”, y “…el fruto debe venir antes de la unción para
el servicio”.1
Benny Hinn manifiesta que:
La unción es el poder de Dios. La presencia de Dios, el Espíritu Santo, lleva a la
unción del Espíritu, el cual es el poder de Dios, y el poder de Dios trae la
manifestación de la presencia…- una unción del Espíritu Santo- no puede verse, pero
el poder, sus manifestaciones, sus efectos, pueden y deben verse. Es por eso que yo le
llamo “la unción tangible”… El fruto del Espíritu…está conectado a la presencia de
Dios. Los dones y el ministerio de Dios…están ligados al poder de Dios.2
Así mismo, sigue enseñando que el poder de Dios viene sobre la persona como un don
que no se va porque los mismos son irrevocables, (Rom. 11.29). Esta unción puede crecer,
dependiendo de la obediencia del creyente o puede acabarse con la desobediencia. No puede
1 Benny Hinn, La unción. (Miami: Editorial Unilit, 1992), pág. 74.
2 Ibíd., pág. 75.
7
fluir, si la persona siente temor. Para que la misma funcione, el creyente debe ser atrevido y
saber usar la Palabra y el Nombre de Jesús.
Benny Hinn como Dante Gebel y otros tantos predicadores de la Palabra de Dios,
enseñan que la unción tiene tipos o grados.
Según Dante Gebel, la primera unción es la profética, que es la de David. “El tiene la
visión de lo que va a ser”. La segunda, “Es la presencia de Dios”, basada en 1 Sam 22; 2 Sam
2.3; 2 Sam 5.1-3. No será la cúpula de la iglesia la que se dará cuenta que cuando uno ora,
ocurren milagros, sino más bien los afligidos, menesterosos, el pueblo. La tercera unción
ocurre cuando la gente reconoce el llamado de la persona, “lo sacan a la guerra,...cuando la
gente se da cuenta que tenés la unción y el pueblo te respalda”.3
Hinn, sobre los diversos niveles de unción dice que la primera, es la “Unción del
Leproso”, que tiene que ver con la salvación; viene al aceptar a Jesús como Señor y Salvador.
Esta, la tienen todos los cristianos. La segunda es la “Unción del servicio o sacerdotal”, viene
al tener comunión con Jesús. Esta unción debe renovarse cada día. “Algunos poseen la
segunda unción y pocos la tercera”.4
Es un poder adicional que Dios ofrece, ésta es la unción para ministrar al Señor,
incluyendo el ganar almas para Cristo…eso significa que debemos ser bautizados en el
Espíritu Santo, lo cual [sic] es la unción sacerdotal del Espíritu Santo sobre nosotros…
3 Dante Gebel, “Las tres unciones”; Youtube [página en línea]; disponible en
http://www.youtube.com/watch?v=d6-n8OJcX88&feature=related; Internet;
descargado el 30 de noviembre de 2009.
4 Benny Hinn, “Los 3 niveles de unción”; Avanza por más [página en línea]; disponible en
http://www.avanzapormas.com/benny-hinn/tres-niveles-de-uncion-predica-; Internet;
descargado el 30 de noviembre de 2009.
8
Esta unción sacerdotal puede perderse, puesto que si el pecado entra a tu corazón ésta
se retira .5
Benny Hinn en el video bajado de internet, manifiesta haber experimentado el segundo
nivel de unción “por 30 años”.6 En ésta etapa, Dios demanda el tiempo de la persona. En ella,
se puede sanar a los enfermos y echar fuera demonios, aunque en su libro, manifiesta que esto
recién se puede realizar en el tercer nivel. Para recibir ésta unción, deben cumplirse ciertos
requisitos que Dios demanda.
La persona debe ser escogida por Dios, porque Él es el único con la potestad de
hacerlo; por eso, no se le puede pedir a Dios esta segunda unción. Tampoco uno la puede
adquirir por voluntad propia, de lo contrario fracasará y herirá a muchos. Como ejemplo cita a
Saúl, el pueblo pidió un rey, él no fue designado, era David el seleccionado por Dios.
También Eliseo fue elegido, y éste dejó todo para seguir a Elías, aunque casi lo
perdió al intentar ir a despedirse de los suyos. Esta unción debe renovarse día a día para que
traiga el conocimiento por revelación a través de la intimidad con el Espíritu Santo, implica
la Presencia de Dios que puede perderse si la persona abriga pecado en su corazón.
La otra clave de ésta segunda unción, es que el escogido debe ser un guerrero, atrevido
en el espíritu, no tímido. Hinn, asevera que si la persona es un cobarde, no califica. Toma
como ejemplo a Jesús, quien no toleró que sus discípulos no pudieran echar el demonio de un
joven (Mt 17.17).
5 Hinn, op. cit., pág. 93 al 95.
6 Hinn, op. cit., http://www.avanzapormas.com/benny-hinn/tres-niveles-de-uncion-predica-.
9
El tercer nivel, es la “unción regia” (de rey). Es la más difícil de conseguir. Benny
Hinn dice haber experimentado esta unción “4 veces en 34 años”.7 Viene al obedecer a Jesús.
Es cuando la persona escucha la palabra Rhema. “Es la más poderosa que todas… lleva a la
persona a un lugar de autoridad elevada en Dios, dándole dominio sobre los demonios”8, tal
como se lee que tuvo Pablo en Hch. 13.10. Esta es la unción que permanece.
Este famoso predicador, finaliza su sermón, con una gran pregunta: “¿quieres ser
ungido?”, entonces “debes estar dispuesto a dejar todo” 9
y luego invita a quien quiera recibir
el siguiente nivel de unción a ponerse en pie y clamar.
Conceptos teológicos:
El Diccionario Bíblico de Douglas Merril, define la Unción, como: “Aplicar aceite a
una persona o cosa, una práctica común en el Oriente”.10
Vine expresa que el “verbo mashaj, significa, ungir, untar, consagrar”.11
En el A.T. se
usaba para referirse a alguna persona u objeto que se apartaba para algún ministerio o función.
El Nuevo Diccionario Bíblico Certeza expresa:
7 Ibid., http://www.avanzapormas.com/benny-hinn/tres-niveles-de-uncion-predica-.
8 Hinn, op. cit., págs. 95 y 96.
9 Hinn, op. cit., http://www.avanzapormas.com/benny-hinn/tres-niveles-de-uncion-predica-.
10 J.D. Douglas y Merrill C. Tenney, Diccionario Bíblico. Reproducido en e-Sword, Versión
8.0.5, 2008 [programa digital]; disponible en http: // www.e-sword.net; Internet, s.v.
“Ungir”.
11 W. E. VINE, Diccionario Expositivo de Palabras del Antiguo Testamento. Reproducido en
e-Sword, Versión 8.0.5, 2008 [programa digital]; disponible en http: // www.e-
sword.net; Internet, s.v. “Unction”.
10
… la palabra se refiere al don del Espíritu Santo, del que el bautismo es la señal
exterior y cuya recepción sensible, que conduce a la conciencia de peligros para la
iglesia, es la consecuencia de la verdadera fe encarnacional.12
Los ungidos eran en especial “reyes, sacerdotes”,…como señal que habían sido
escogidos por Dios para su tarea y de que Él los equiparía con su Espíritu”.13
Palma expresa
que ungir con aceite en el A.T. era símbolo del Espíritu Santo y marcaba el inicio del servicio
de una persona a Dios, dotada de poder para cumplir su labor.
“Mesías” es transliteración de la palabra hebrea mashiaj, que significa “ungido”…
“Cristo” es un título más que un nombre, para el Hijo de Dios. Procede del griego
Cristós que… significa “ungido…los creyentes también son los ungidos de Dios (2
Co.1.21-22)… tienen la unción de Dios, que les capacitará para combatir las
enseñanzas erróneas…1 Jn 2.20.14
Horacio A. Alonso al analizar varios vocablos, expresa que
El vocablo hebreo MASIAH, como el arameo Masiha, significan “el ungido”. Masiah
proviene de una raíz Msh, “frotar con aceite” y de ahí “ungir”... La venida del Espíritu
Santo sobre las personas, en el A.T. era una “profecía y promesa”, pues anticipaba la
venida del Consolador sobre los creyentes...15
Palma manifiesta, que conforme lo predijo el profeta Ezequiel (Ez. 36.25-27), el
Espíritu Santo viene a morar en todos los creyentes desde el mismo momento de su
arrepentimiento y fe en Cristo. Por medio de ésta morada en el creyente, El lo sostiene
12
s.a., Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Reproducido en e-Sword, Versión 8.0.5, 2008
[programa digital]; disponible en http: // www.e-sword.net; Internet, s.v “Unción”.
13 Anthony D. Palma, El espíritu Santo. (Miami: Editorial Vida, 2005), pág. 38.
14 Ibíd., pág. 47 al 49.
15 Horacio A. Alonso, El tabernáculo y el sacerdocio del creyente. (Barcelona: Editorial Clie),
1991, pág. 95 al 97.
11
diariamente, pues es la fuente de vida. “Por tanto, el bautismo es una obra adicional del
Espíritu Santo que ya mora en el creyente”.16
Horacio A. Alonso sostiene que, “La unción consiste en la morada del Espíritu Santo
en el creyente y en su presencia activa... Esa morada es permanente… El Espíritu Santo no es
el que realiza la unción. El mismo es la unción…Tito 3.4-6”.17
La unción procede de Dios
Padre, destinado al hombre pecador pero creyente, quien envía al Espíritu Santo como
respuesta a la oración de Su Hijo, para que more en forma permanente, en el creyente. (Jn
14.16; Jn 16.7; Hch. 2.32-33). A través de la unción, el Padre, por medio del Hijo, marca al
creyente y le da su “Espíritu Santo sin medida”.18
Palma dice que Dios da a conocer su presencia por medio del Espíritu Santo. “Ambas
palabras, Espíritu Santo y Presencia, se pueden usar indistintamente”.19
Alonso afirma que, ser ungido significa ser calificado para cumplir una tarea. Todo
creyente ha sido consagrado para Dios, de modo a servirlo aunque no conozca su llamado. El
servicio a Dios es un privilegio, que ningún hijo de Dios puede renunciar, porque es una
decisión divina, no es optativo.20
16
Palma, op.cit., pág. 172, 72.
17 Alonso, op. cit., pág. 97.
18 Ibid., pág. 105.
19 Palma, op.cit., pág 57.
20 Ibid., pág. 104.
12
Palma agrega, que existirían investiduras especiales para tiempos de necesidad. Como
sucedió en Hch. 4.1-8, con Pedro y Juan ante el Concilio y en Hch. 13.9, con Pablo al
enfrentarse con un hijo de Satanás.
Puede ser que en verdad se trate de llenuras especiales después del bautismo del
Espíritu Santo, para capacitar a alguien a enfrentar cierto problema especial. A estas
experiencias adicionales… a veces se les llama “unciones”, pero en ninguna parte del
N.T. se usa la palabra cuando las registra. El verbo se usa en 2 Co. 1.21-22 y está en
aoristo (pasado). El sustantivo cognado jrisma (unción) ocurre en 1 Jn 2.20-27 es algo
que los creyentes recibieron en el pasado y que es una posesión presente…. Son
investiduras episódicas en tiempo de necesidad.21
Alonso con referencia a éste punto, menciona como ejemplo del caso de rey David, (1
Sam 16.13), en el que se aprecia que, “la unción fue acompañada de una capacitación especial
para llevar a cabo la misión que se le había encomendado”.22
Palma asevera que lo más aceptado entre los pentecostales es la noción de “un
bautismo y muchas llenuras”.23
La vida cristiana debe ser de una continua llenura del Espíritu
Santo, una experiencia que debe ser constante, tal como lo reza en Ef. 5.18, sed llenos, o
seguir siendo llenados, del Espíritu Santo. Es importante aclarar que este escritor dice, que los
términos “bautizado en el Espíritu”, “recibir el Espíritu”, “lleno del Espíritu”, “el Espíritu
descendió sobre, etc.”24
, son equivalentes a ser bautizado en el Espíritu Santo, distinto al
nuevo nacimiento, por el cual se recibe al Espíritu de Dios en la conversión, que regenera al
21
Palma, op. cit., pág. 175 y 176.
22 Alonso, op. cit., pág. 104.
23 Palma, op. cit., pág. 174.
24 Ibíd., pág. 129, 130.
13
creyente. Ambos fueron profetizados por los profetas, Joel y Ezequiel respectivamente. (Ez.
36.25-27 y Joel 2.28-29).
No se trata de dos venidas separadas del Espíritu Santo, “Es mejor hablar de una
promesa global del Espíritu que incluye tanto su morada y su llenura o capacitación de
Dios…La promesa del Espíritu no se cumplió por completo hasta el día de Pentecostés. (Hch.
2)”.25
Pearlman, concuerda con Palma en lo anterior, pero distingue “tres fases en la llenura
del Espíritu Santo”: la primera, “un descenso inicial”, que es el bautismo propiamente dicho,
la segunda, “una condición habitual”, donde la persona “revela el fruto del Espíritu Santo”, y
es el apóstol Pablo quien exhorta a ser llenos del Espíritu en “Ef. 5.18”. La tercera,
“Descensos del Espíritu o unciones para ocasiones especiales. Hch. 4.8-13; 13.9-12”26
, en
donde el creyente pide por medio de la oración de un revestimiento especial para enfrentar
ciertas circunstancias. Los dones son diversos y su función es edificar la iglesia de Cristo,
entre ellos se encuentran los de poder, como sanar enfermos, milagros, etc., que generalmente
son los que impactan a las personas.
En cuanto a si la unción solo es para un grupo de personas, Alonso afirma que todo
creyente la ha recibido (1 Jn 2.13, 20, 27), por ello, “la unción es universal en la iglesia...La
enseñanza es que la unción del Espíritu Santo está abierta a todos los creyentes, no a un grupo
25
Ibíd., pág. 97.
26 Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática. (Deerfield Fl: Editorial Vida, 1992), pág.
231.
14
selecto”.27
El Espíritu Santo ha sido otorgado a cada uno de los hijos de Dios y la recibe el
pecador, cuando viene a Cristo por primera vez.
Basa su premisa en 1 Juan 2.12-29, y da un breve análisis exegético,
En el v. 12 el apóstol se dirige a todos los creyentes como a “hijos” cuyos pecados han
sido perdonados. En el v.13 divide a los creyentes en tres grupos, no según sus edades,
sino según su madurez espiritual. Hay “padres”, “jóvenes” e “hijitos” (o infantes). Es a
los infantes que se refiere en el v. 20 para decirles: “vosotros tenéis la unción del
Santo”. Y otra vez en el v. 27, dirigiéndose a los más jóvenes y más débiles, les dice:
“Pero la unción que vosotros recibisteis de El…” De modo que todos los cristianos
son ungidos. ¿Cuál es la reflexión? Todo creyente es un sacerdote porque ha sido
limpiado y ha sido ungido con el Espíritu Santo. 28
Enfáticamente, Alonso afirma que todos los creyentes son ungidos por Dios, “y así
debemos verlos, por encima de sus debilidades y flaquezas, porque así los ve Dios.” 29
En cuanto a si la unción viene o se va, sostiene que el creyente debe vivir la Palabra
que oye y en la unción que ha recibido de Dios. Para que la misma permanezca, el cristiano
debe buscar a Dios de corazón. El mencionado autor, recalca una vez más, “queda claro que la
unción, según 1 Jn 2.27, se refiere al Espíritu Santo” 30
, cuya función es enseñar y guiar a todo
creyente. Todo hijo de Dios ha recibido la unción (1 Jn 2.13, 20, 27), la que se evidenciará en
el servicio y testimonio de la persona, que debe ser el aroma de Cristo (2. Co 2.15), el que se
consigue con un caminar cercano a Él, la dependencia del Espíritu Santo y el despojo de toda
27
Alonso, op. cit., pág. 97 al 99.
28 Ibíd., pág. 98.
29 Ibíd., pág. 105.
30 Ibíd., pág. 103.
15
suficiencia personal, porque el servicio en la carne es rechazado por Dios. Por ello no se debe
obstaculizar o frenar, la morada del Espíritu Santo en el creyente.
Breve Exégesis:
1 Juan Capitulo 2:20 es un texto clave, que merece ser analizado. Juan, el escritor de
ésta carta, utiliza la palabra Unción dos veces (v. 20,27).
1Jn 2:20 “Todos ustedes, en cambio, han recibido unción del Santo, de manera que
conocen la verdad”… 1Jn 2:27 “En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron
permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es auténtica --no es
falsa-- y les enseña todas las cosas. Permanezcan en él, tal y como él les enseñó”. (NVI).
De un breve análisis contextual de los pasajes citados, se vislumbra que éste autor,
comunica lo que él vio y oyó como testigo presencial de los hechos realizados por Jesucristo;
dando así seguridad a los cristianos, que la vida eterna la dio el Señor y los anima a
mantenerse unidos a Él y al cuerpo, que es el grupo de creyentes. Los alienta a mantenerse en
obediencia y santidad, recordándoles a no dejarse llevar por la corriente y tentaciones que el
mundo ofrece.
El contexto inmediato se halla en el versículo 2.18. Se refiere a los que alguna vez
formaban parte del grupo de cristianos, pero que luego se apartaron y negaron a Jesucristo
como el Mesías. El versículo 20 expresa que los que quedaron porque creyeron en Cristo,
recibieron “la Unción del Santo”. En la versión Lenguaje sencillo, dice: “…y les ha dado el
Espíritu Santo…”.
16
En el versículo 27 les advierte sobre aquellos que intenten engañarlos, y les insta a no
dejarse embaucar, ya que los receptores de la carta tienen “la unción”, el Espíritu Santo que
recibieron de Cristo, quien se encarga de enseñarles toda la verdad.
La idea central del contexto, es el reconocimiento por medio de la unción del Espíritu
Santo, de los falsos cristos que salieron de entre los cristianos. El autor del libro de 1 de Juan,
está dirigiéndose a todos los cristianos cuyos pecados han sido perdonados por Cristo, es decir
a los creyentes (1 Jn 1.12-14), a los ungidos por Dios.
Barclay comenta que en el versículo 20, Juan recuerda a los creyentes que todos ellos
poseen conocimiento y que ninguno debe sentirse inferior ante alguno que se haga llamar
erudito, pues los que salieron de entre ellos, fueron personas que abrazaron el gnosticismo,
filosofía que enseña que el conocimiento es “secreto, especial y avanzado”31
, no era para
gente ordinaria, sino solo para algunos.
Jamieson A. R. Fausset explica:
El Espíritu derramado sobre Cristo la Cabeza es difundido por él por todos los
miembros. “Parece que somos todos el cuerpo de Cristo: porque todos estamos
ungidos: y todos en él somos de Cristo y somos Cristo,…y—por tanto conocéis,
todas las cosas—necesarias para obrar correctamente contra las seducciones del
Anticristo y para la vida cristiana y la santidad.32
31
Barclay, William, Comentario al Nuevo Testamento. Reproducido en e-Sword, versión
8.0.5, 2008 [programa digital]; disponible en http: // www.e-sword.net; Internet, s.v.
“1 Jn.2.20-21”.
32
Roberto Jamieson, A. R. Fausset y David Brown, Comentario exegético y explicativo de
la Biblia Tomo I: el A.T. Reproducido en e-Sword, Versión 8.0.5, 2008 [programa
digital]; disponible en http: // www.e-sword.net; Internet, s.v. “1 Jn.2.20-21”.
17
Matthew Henry dice: “Los verdaderos cristianos son los ungidos,…por el Espíritu
Santo con gracia, con dones y privilegios espirituales…Sólo la unción del Santo puede
guardarnos de los engaños”.33
La Biblia Pentecostal, Estudio de la Biblia Plena N.V.I., en el comentario que hace
del versículo en estudio manifiesta: “Los creyentes reciben la unción por parte de Cristo, es
decir el Espíritu Santo (cf. 2 Co. 1.21-22)”. Al comentar el versículo 2.27, dice: “…A todos
los hijos de Dios se les da la unción, (i.e., El Espíritu Santo) para ayudar guiarlos a la
verdad”.34
Todos los creyentes recibieron de Dios, la unción, es decir el Espíritu Santo, quien
nos enseña la verdad.
Otro texto bíblico que se refiere a ésta unción, se halla en: 2 Co. 1.21 “Y el que nos
confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, 2 Co 1:22 el cual también nos
ha sellado y nos ha dado, como garantía el Espíritu en nuestros corazones”.(Versión Reina
Valera 1995).
El contexto inmediato de éste texto se halla en 1 Co 1.18. Pablo expresa a los corintios,
que las promesas de Dios son ciertas y cumplidas en Cristo Jesús. El los ungió y selló como
propiedad suya. El contexto mediato está en 1. Co 1. 12, donde el apóstol habla de los planes
que tuvo de ir a visitarlos, pero que posteriormente hubo un cambio de planes.
33
Matthew Henry, Comentario de la Biblia. Reproducido en e-Sword, Versión 8.0.5, 2008
[programa digital]; disponible en http: // www.e-sword.net; Internet, s.v. “1 Jn.2.20-
21”.
34 s.a., Biblia de Estudio de la Biblia Plena. NVI, por Sociedad Bíblica Internacional.
(Florida: Editorial Vida, 1999), pág. 1811. S.v. “1 Jn. 2.27”.
18
El apóstol Pablo se dirige a los corintios para manifestarles que Dios los ungió y los
mantiene firmes en Cristo, les puso una marca identificatoria como propiedad suya, el Espíritu
en sus corazones. La idea central del contexto, es que Dios cumple sus promesas en
Jesucristo, El da y unge con su Espíritu Santo al creyente, como garantía de que cumplirá su
palabra.
Roberto Jamieson sobre 2 Co 1.21-22 expresa que la palabra:
…nos confirma… en Cristo—es decir, en la fe de Cristo, en creer en Cristo.…nos
ungió—Así como “Cristo” es el “Ungido”… así “nos ungió”… de la misma manera al
ministro y al pueblo creyente con su Espíritu (v. 22; 1 Jn 2:20, 1 Jn 2:27). Por tanto,
venimos a ser “buen olor de Cristo” (cap. 2:15).35
Barclay sobre este mismo texto comenta: “sellado (v. 22) es un concepto que Pablo
enfatizaba, significando la identificación del creyente con el Señor”.36
El texto bíblico en
mención se relaciona con Ef. 1.13; 4.30 y otros.
Varios son los pasajes en el Nuevo Testamento que indican que el que creyó en Cristo
y se convirtió a Él, recibió el Espíritu Santo, solo como ejemplos se citan a: Juan 3.5, 8;
14.23-26; 2 Co 1.21-22; Hch. 10.44; Tit. 3.4-5, produciéndose de esta manera la regeneración
en la persona, recibiendo la guía, ayuda, enseñanza por medio del Espíritu de Dios que desde
ese momento mora en el creyente.
35
Jamieson, Fausset y Brown, op. cit., e-Sword, s.v. “2 Co.1.21-22”.
36
Barclay, op. cit., e-Sword, s.v.“2 Co.1.21-22”.
19
Conclusión
El término unción es poco común en la Biblia, pero de uso frecuente en la jerga
cristiana. Para conocer la doctrina correcta sobre la unción del Espíritu Santo, y despejar las
dudas sobre lo que realmente es; si tiene o no niveles; es permanente o no; fue necesario
estudiar las enseñanzas de dos predicadores famosos de la unción y sus tipos. Además de los
conceptos teológicos y análisis exegético de algunos versículos que se consideró claves.
Hinn, hace una diferencia entre Presencia de Dios y unción. De ahí la importancia de
definirlas. En su exposición presenta toda una gama de conceptos confusos. La unción es el
poder de Dios; la Presencia de Dios no es unción, sino que más bien está ligado con el fruto
del Espíritu Santo, para luego aseverar que el poder trae la manifestación de la presencia de
Dios.
En sus enseñanzas además se detectaron algunas contradicciones, en cuanto a la
permanencia de la unción en la persona, como también en las características de los niveles
entre si. Igualmente, incita en la necesidad de recurrir a las revelaciones y buscar la palabra
rhema para pasar al último nivel.
Lo más inaudito en la prédica de Hinn, es que al finalizar su exposición en el vídeo,
luego de expresar y recalcar que las unciones no se pueden pedir a Dios, que es algo
prácticamente imposible, reservado solo para algunos, pregunta a su audiencia, “¿quieres ser
ungido?”, e invita a los presentes a ponerse en pie y clamar a Dios para recibir el siguiente
nivel de unción.
Tanto Hinn como Gebel, esgrimen como base de sus enseñanzas, textos bíblicos que a
primera vista, ya denotan una interpretación alegórica y la carencia de soporte bíblico
20
sostenible, por lo que se consideró no analizarlos en el presente trabajo, por la poca seriedad
de sus aseveraciones. Y sí concentrarse en otros textos bíblicos referentes a la unción.
Para responder a la pregunta, ¿Cuál es la doctrina correcta sobre la unción del Espíritu
Santo?, se procedió a buscar el concepto de la palabra y se halló una diversidad de criterios.
Algunos teólogos consideran que cuando la Biblia habla de unción, se refiere al bautismo del
Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas. Otros, como Alonso, afirman que
consiste en la morada del Espíritu Santo en el creyente y en su presencia activa, como también
la calificación del mismo para servir con poder, lo que querría decir, que éste autor no
distingue entre la morada inicial del Espíritu Santo en el nuevo convertido, del bautismo
posterior.
Palma al respecto, solo tímidamente se refiere a lo que es la unción, sin arriesgar
abiertamente un concepto claro y contundente. Manifiesta que la unción en el A.T. significaba
que la persona era apartada en forma especial para algún servicio, y Dios le dotaba con poder
para desempeñarlo. Pero también agrega, que según 2 Co 1.21-22, los creyentes son también
ungidos de Dios.
Luego de un minucioso análisis de los textos teológicos consultados y ante la
disparidad de criterios entre los mismos, se vio necesaria la realización de la exégesis de
algunos pasajes bíblicos, que condujo a la conclusión personal, que la unción es la morada o
Presencia del Espíritu Santo en el creyente, desde el mismo momento de su conversión. La
misma la poseen todos los cristianos, sin que haya unos con más privilegio de unción que
otros.
21
No existe diferencia alguna entre Presencia y unción, pues como Palma lo manifestara,
son la misma cosa, y según Alonso, Espíritu Santo y unción también. (Tito 3.4-6; Hch. 2. 32-
33).
Al parecer, el problema en la doctrina de la unción radica en el uso inadecuado del
término, por la confusión de conceptos. Tras el breve análisis exegético, se vio que es
improcedente indicar que una persona tenga mayor o menor unción, solo por su capacidad de
reunir mucha gente en los llamados programas milagrosos o porque quizá hable más fuerte
que las demás, ya que en la Biblia no se vislumbra que se relacione solo a eso, sino más bien,
al arrepentimiento y fe en Jesús. La Palabra de Dios no muestra mediciones en la unción,
tampoco habla de varios requisitos para obtenerla. La mayoría confunde unción del Espíritu
Santo, (que se produce con el nuevo nacimiento), con los dones del Espíritu Santo, (que
recibe la persona al ser bautizada en el Espíritu, de acuerdo a Hch. 1.8; 2.4). Los cuales son
variados, pues el Espíritu de Dios reparte, según su Soberanía, (1 Co 12.11); no depende de la
persona, ni por el mérito de la misma. Llamar unción tan solo a esto, sería inapropiado, pues
de esa forma se estaría diciendo que el creyente no tiene al Espíritu Santo.
En cuanto a si la unción viene y se va, permanece o no, se concluye, que la misma
dura siempre que se viva en comunión y obediencia a Dios y Su Palabra. La unción puede
apagarse y hasta irse, si el creyente vive en forma consuetudinaria en pecado. Tampoco es
necesario que se pida más unción, pues el hijo de Dios, quien vive en obediencia a Su Palabra,
la posee. Nadie tiene unción “especial”, ni es necesario estar cantando, como una confesión
positiva, “hay una unción aquí cayendo sobre mí…”, en especial, si la persona es nacida de
nuevo, ni tampoco poseer alguna palabra rhema, que abra la puerta hacia una dimensión
22
diferente de unción. La unción no se puede medir, porque el Espíritu Santo es Ilimitado en su
Poder además de Soberano. El utiliza a las personas, donde y cuando quiere.
La hipótesis planteada coincide en parte con el resultado de la investigación, pues no
hay varias unciones como ya se ha manifestado, sino una sola, que debe ser cuidada viviendo
en santidad para que el Espíritu Santo no sea contristado o apagado. En cuanto a que la misma
tenga grados, se concluye que la unción por ser el mismo Espíritu Santo no tiene niveles, pues
El, como Dios, no necesita fragmentarse para morar en el creyente, haciendo que disminuya
de esa forma su poder. La explicación de que algunos realicen milagros y otros no, se
encuentra en el otorgamiento de dones según la Soberanía del Espíritu Santo, (1 Co. 12.4-11).
En cuanto a la investigación, ella ha sido un tanto difícil, por la escasez de material
que se refiera directamente al tema. En especial libros de autores serios. Tampoco se halló
autores pentecostales, que escriban sobre esta problemática. Los textos de teología
consultados, que den luz a lo investigado, no arriesgan un concepto claro sobre lo que es la
unción, excepto Alonso, (aunque se desconoce si este autor es pentecostal o no), y algunas
fuentes terciarias como los diccionarios bíblicos. Por lo que fue imprescindible recurrir a la
Biblia como fuente primaria, para encontrar textos que se refieran a la unción y realizar una
exegesis de algunos pasajes, para llegar a una conclusión.
Para alcanzar niveles más profundos y sostenibles de los argumentos esgrimidos, sería
muy bueno, como ya se dijo, contar con libros de autores pentecostales si los hubiere o
entrevistar a algún teólogo reconocido de las Asambleas de Dios, además de profundizar en la
exégesis de más versículos bíblicos que se refieran a la unción.
23
Sería interesante además, contar con una encuesta del cuerpo de Cristo de Paraguay,
de modo a determinar el grado de influencia de las enseñanzas de Benny Hinn y Dante
Gebel, sobre la unción, en las diversas congregaciones cristianas evangélicas del país.
Se cree que en el presente trabajo no se ha agotado todas las instancias de
investigación y consultas a fuentes teológicas que encaren el tema. Pero se ha llegado a la
conclusión expuesta, en base a los recursos por ahora disponibles.
No obstante, se deduce la importancia de pasar toda enseñanza por el filtro de la
Palabra y la sana hermenéutica. Es importante, estar atentos a la terminología que se emplea
entre los creyentes y en las músicas que se cantan, pues ella podría evidenciar el ingreso sutil
de doctrinas erráticas, que como ministros de Dios se debe cuidar.
Es conveniente, que en nuestra denominación por medio de sus diversos institutos de
enseñanza, siente postura sobre el concepto de la unción, y así evitar las confusiones, que
originan doctrinas que pueden ser dañinas para el cuerpo de Cristo.
La pregunta que surge tras culminar con esta investigación es referente a las
investiduras especiales para tiempo de necesidad, lo que algunos autores denominan
“unciones especiales para tiempo de necesidad”37
. Profundizar también en este punto,
enriquecería mucho la presente investigación. Además de ahondar en los dones, en especial,
los de milagros.
37
Palma, op.cit., pág. 175 y 176.
24
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