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LA RELIGIÓN EN EL SIGLO XVI

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LA RELIGIÓN EN EL SIGLO XVI

ÍNDICE

1. REFORMA PROTESTANTE Y REFORMACATÓLICA

2. LA INQUISICIÓN

3. PERSONAJES RELIGIOSOS DEL SIGLO XVI

REFORMA PROTESTANTEY REFORMA CATÓLICA

ÍNDICE

1. LA CRISTIANDAD PIDE REFORMA. CAUSAS

2. PRINCIPIOS DE LA REFORMA CATÓLICA

2.1. LA "DEVOCIÓN MODERNA": RUYSBROECK, GERARDO GROOT YFLORENCIO RADEWIJNS

2.2. ERASMO O "EL HUMANISMO CRISTIANO"

3. LOS REFORMADORES

3.1. LUTERO

• Educación de Lutero• La doctrina de la gracia• Las indulgencias. Las 95 tesis de Lutero• Hacia la ruptura. La dieta de Worms• Agitaciones y controversias. Revueltas de nobles y campesinos• Doctrina e iglesia luteranas

3.2. UNA FLORACION DE REFORMADORES

• W. Zwinglio• Juan Calvino• Anglicanismo

3.3. LA REFORMA PROTESTANTE EN ESPAÑA

• Comienzos estériles• Foco de protestantismo de Valladolid.• Foco de protestantismo de Sevilla.

4. LA RENOVACIÓN CATÓLICA (siglos XVI-XVII)

4.1. EL CONCILIO DE TRENTO

• Los trabajos del concilio• Las decisiones conciliares• La aplicación del concilio por los papas• Consecuencias del Concilio• Significado del Concilio

1. LA CRISTIANDAD PIDE REFORMA. CAUSAS

La reforma, como fenómeno social de este momento, supone la preocupación queentonces existía por encontrar solución a los abusos que había que remediar, y estámatizada en cierta manera de anticlericalismo, anticurialismo y conciliarismo.

Uno de los abusos era el aumento de beneficios. En no pocos sectores se llegó aperder el concepto de oficio o la preocupación genuinamente pastoral, pues la idoneidad ocualidades del candidato no se medían tanto según la dignidad sacerdotal, por ejemplo, o porel ministerio que tenían que realizar, como por los frutos que del beneficio podían recibir.Más se miraba a la "colocación" que a la vocación. En buena parte los beneficios seconseguían por simonía o por procedimientos poco limpios; unos se añadían a los otros(abuso de acumulación), se favorecía el absentismo y aún la cesión hereditaria, a veces depadres a hijos, de cargos eclesiásticos. Todo ello propiciaba la ignorancia de los clérigos y sufalta absoluta de preparación.

Otro abuso era la inmoralidad pública en materia de hijos ilegítimos. Empiezaesta plaga en el siglo XIV y se prolonga y acentúa en el XV, llamado la época de losbastardos.

En este tiempo los bastardos son legitimados facilísimamente por los príncipes y porlos papas, de suerte que no sólo viven según el rango de su padre, sino que incluso sonadmitidos a la sucesión de títulos y reinos. Es clásico el ejemplo castellano de Pedro el Cruely Enrique de Trastámara, y en materia de obispados y prelacías, las facilidades que se dan alos bastardos de la nobleza.

Otra lacra era la crueldad social. Es la época de las luchas sangrientas en el seno delas familias y entre las naciones, como fue la guerra de los Cien Años. Aún la misma justicia,cuya ejecución es durísima durante toda la Edad Media, en este tiempo tiene la característicade la publicidad, con sus secuelas de crueldad y de sadismo. El pueblo gustaba del espectáculodel fuego y los tormentos. Y no es raro el caso de que se niegue al condenado la confesiónpara que así arda eternamente en el infierno. Nunca aprobó esta práctica la Iglesia, pero aveces permitió que se negara el viático a los condenados a la pena capital.

Se unía el que la instrucción religiosa era entonces deficientísima. Se desconoce elcatecismo y se procede con enorme ignorancia en el uso de los sacramentos. A ello se juntabala inclinación a ciertas formas supersticiosas de piedad.

Una de las causas de estos problemas es la disolución de la sociedad medieval, detipo feudal, que se concreta cada vez más, con todo el cortejo de luchas y conflictos que laacompaña. Europa entera está en guerra por estos años: naciones contra naciones, señoresentre sí y contra sus propios monarcas. Esta continua perturbación social arruinaba ladisciplina eclesiástica y las costumbres de la nobleza y el pueblo.

Otra causa ha de buscarse en la Peste Negra. Fue la gran mortandad que desde Italiase extendió pronto por toda Europa. Escribe Boccaccio: "En los años de la fructíferaEncarnación del Hijo de Dios, habiendo llegado el número 1344, en la egregia ciudad deFlorencia, la más bella de Italia, apareció la peste". Esta ocasionó unos 40 millones demuertes, es decir, la mitad de la población de Europa. Recordemos que en el siglo XVI hay enEspaña de ocho a nueve millones de habitantes, en Francia dieciséis millones y tres o cuatro

millones en Inglaterra. En París, durante año y medio, venían a morir unas 800 personasdiarias. Los efectos de la peste fueron terribles tanto en el orden social como en loseclesiásticos. Algunos pensaban "ser la más segura medicina beber, recrearse y dar solaz alcuerpo".

Añádanse los abusos de la Curia romana, sobre todo por lo que se refiere a lareserva de beneficios y a la centralización fiscal; con lo que produjo de división e indisciplina;el abuso de excomuniones, el negocio de indulgencias y reliquias, etc.

Urgía, pues, la reforma; y para lograrla se proponen algunos cambios, que discrepanbastante de los empleados en la Edad Media y en la Antigüedad cristiana, pues en ellos seadvierte una corriente seglar que va contra la jerarquía de la Iglesia, aunque no para negarla,sino para corregirla, una tendencia anticurial en la misma jerarquía episcopal (y presbiteral) dela Iglesia y el error dogmático del conciliarismo teológico.

Se acentúa el protagonismo de los laicos para lograr la deseada reforma. Estemovimiento democrático coincide con los albores del Renacimiento y con el franciscanismo.No es un movimiento irreligioso; al contrario, trae sus raíces la sana fe popular que anhela unarenovación, reaccionando contra el clero rico y poco practicante. Avivó, es cierto, la tendenciaabsolutista de los reyes y príncipes y los derechos que se arrogaron para intervenir, conexcusas de reforma, en los asuntos de la Iglesia. De esta suerte se prepara el camino para elProtestantismo en sus diversas formas. La línea seglar absolutista influirá en el Anglicanismoy en el Luteranismo; la línea democrática, de municipios y ciudades libres, en Zwinglio yCalvino.

También había otros que pedían que la reforma fuera patrocinada por lajerarquía, como san Vicente Ferrer, san Bernardino de Siena, Tomás de Kempis, etc.; nitampoco todos iban contra el papado, el dogma de la justificación o los sacramentos.

2. PRINCIPIOS DE LA REFORMA CATÓLICA

De la reforma en general se vino hablando desde principios del siglos XIV; y nofueron pocas las realizaciones y los logros que entonces se consiguieron. De ellos se habla acontinuación.

2.1. LA "DEVOCIÓN MODERNA".

Hubo una vuelta hacia una espiritualidad más afectiva, empírica y sinsistematizaciones complicadas; que se proponía de manera sencilla, con máximas, consejosy sentencias sueltas, y que más que a escrutar la unión con Dios, lo que se proponía eravivirla.

La espiritualidad de la "Devoción moderna" es eminentemente tradicional. Nointroduce ideas ni prácticas nuevas; utiliza la literatura ascética y mística de la Edad Media,destacando algunos principios y perfeccionando métodos ya empleados. La "Devociónmoderna", como toda la espiritualidad que la precede, pone a Cristo en el centro de suvida: tiende a la imitación de Cristo y continúa meditando la pasión de Cristo. Pero insiste enque toda la vida de Cristo, aun en sus más mínimos detalles, es digna de consideración e

imitación. Así, pues, pone delante de los ojos no sólo al Cristo de Belén y del Calvario, sinotambién al de Nazaret y de la vida pública, al Cristo modelo de las virtudes ordinarias, de lasantificación de las obras de cada día.

El movimiento empieza en los Países Bajos y se extiende pronto por Francia yAlemania. Fue su precursor Ruysbroeck, el Admirable; su inspirador y promotor, GerardoGroot, el Grande; y su organizador, Florencio Radewijns, quien integró en el mismomovimiento a los Hermanos y Hermanas de la Vida Común y a la Congregación de canónigosregulares de Windesheim.

Ruysbroeck funda al principio una pequeña congregación y se dedica a escribir obrasespirituales. Muere en 1381 y tres años más tarde muere también Gerardo Groot, el auténticofundador de la "devoción Moderna". Este había nacido en Deventer (Holanda) en 1340, yluego de estudiar en Praga y en París, pasa por una especie de conversión que le impulsa apredicar por los pueblos, flagelando los vicios de los frailes mendicantes, los clérigos y losseglares. En sus predicaciones insiste en la consideración de Cristo como esposo y amigo,presente entre nosotros; en la reforma interior de las almas, y esto por medio de la abnegacióny la mortificación. Amante de la lengua latina, es asiduo lector de la Escritura y de losPadres. Su amor a los libros, su pasión por los manuscritos y el arte de la pedagogía a la quese entrega con todo ahínco, hacen de él un hombre del Renacimiento y explica que salga de suescuela un Erasmo.

Funda los Hermanos de la Vida Común y las Hermanas del mismo nombre; y de sumovimiento espiritual participarán igualmente los Canónigos Regulares de Windesheim. Anadie le pide votos, sino santidad en medio del mundo; han de guardar castidad y prestarobediencia, y procurar su sustento, no pidiendo limosna sino con el propio trabajo, sobre todo,con el de la transcripción de libros.

Prosigue la obra Florencio Radewijns, quien da a los hermanos los primeros estatutosy les orienta, además de al trabajo y al apostolado, a la educación de la juventud en loscolegios. Pronto se distinguieron éstos por el trato más suave y humano que daban a losalumnos: más bien exhortaciones amistosas que severidad y castigos.

La "Devoción Moderna" es un movimiento dentro del humanismo cristiano, transidode reforma, pero que no se aparta de la tradición ni desdeña la jerarquía, y cuyaabnegación, mortificación, humildad y obediencia quedan lejos de las que observamos enLutero. Su influencia fue después considerable: a través de sus obras espirituales -la Imitaciónde Cristo, por ejemplo- y a través de los que se formaron en sus colegios, entre los quesobresale Erasmo de Rotterdam.

2.2. ERASMO O "EL HUMANISMO CRISTIANO".

Bajo estos maestros empieza Erasmo los estudios literarios. Erasmo nace en ladevoción moderna y fuera de este ambiente no se puede explicar su humanismo. Con todo,no se puede decir que sea un fruto natural y genuino de la misma. Conserva, ciertamente, sutendencia: afán de reforma, desprecio de la escolástica y amor a la escritura; pero añade unespíritu nuevo: la tendencia humanística y el amor a la antigüedad grecorromana. Élmismo lo expresaría de esta manera: "He enseñado a hablar de Cristo a las letras griegas ylatinas."

Nace en Rotterdam en 1469; es hijo de clérigo y recibe su primera educación con loshermanos de Gouda, Deventer y Boisle-Duc. Sin vocación, entra en el monasterio decanónigos regulares de Steyn, de la congregación de Windesheim, donde profesa en 1488.Más que a la piedad se dedica al estudio y a pesar de las minucias de la regla, puede darse a lalectura de escritores antiguos y de humanistas italianos. En las cartas que en este tiempo dirigea su amigo Servacio muestra un afecto tierno, una sensibilidad más que femenina, unapasionado anhelo de amistad sentimental. Se ordena sacerdote y en el verano de 1495 viene aParís, al colegio de Monteagudo, reformado por Juan Standonck en el espíritu más riguroso dela "Devoción Moderna". Del colegio hablará después en sus escritos con acerada crítica ydesenfado.

Cada vez se le va haciendo más intolerable la vida monástica. Hace un viaje aInglaterra, donde se hace amigo de Tomás Moro y de Juan Colet; deja el hábito monacal y sededica a las letras, pero de Colet, hombre culto y profundamente cristiano, aprende, al fin, adesear la reforma, basada en un humanismo cristiano, en la teología bíblica y paulina yen la religiosidad afectiva, íntima e individual, que había aprendido de los hermanos de lavida común.

Desde entonces se precia de teólogo (contra los escolásticos, a quienes trata deignorantes, de pedantes y dogmatistas), pero a veces su teología es incierta y vacilante(respecto a algunas verdades de la fe), poco eficaz ante la herejía, sin definiciones claras, condemasiada interpretación personal de los textos sagrados y exagerada, a veces, libertad depensamiento. Para lograr esa vuelta a las fuentes, que preparen la renovación teológica, editatextos y comentarios a la sagrada escritura (el del Nuevo Testamento, por ejemplo), edicionesde los padres y otros escritos, como los Adagia y el Enquiridion del caballero cristiano(1504), en el que expone su concepto de la teología y del cristianismo. Su humanismo tieneaquí algo de "Devoción Moderna", amalgamado con la filosofía platónica y con la sabiduríaoriental. Aunque desprecia la doctrina "que no sabe a Cristo" y todo intelectualismo, sinembargo, en la sabiduría helénica busca los destellos cristianos, al estilo florentino. Él mismonos dice que al leer a ciertos autores antiguos, le vienen tentaciones de decir: Sancte Socrates,ora pro nobis.

Características suyas son también un acusado antijudaismo y un aceradoantimonaquismo. Antijudaismo, no racial, sino por el ansia de un cristianismo más interior yespiritual, que no consista en ceremonias exteriores, ni apegado a las prescripciones de la Ley.Su antimonaquismo ha quedado esculpido en aquella fórmula famosa: Monachatus non estpietas. Los monjes y frailes no son ejemplos de cristianos. La vida activa puede ser mejor enlos casados; mejor que muchas leyes, constituciones, preceptos y reglas, es la caridad deCristo.

Se ha dicho que Erasmo fue precursor de Lutero. De Ambrosio Catarino es esta frasetan conocida: "Erasmus plantavit, Lutherus regavit, diabolus incrementum dedit"; y en sumismo tiempo se solía decir que "o Lutero erasmiza, o Erasmo luteraniza".

Al principio se carteó con Lutero, pero no tardó en darse cuenta del peligro yescribió contra él su libro, De libero arbitrio (1524). Lutero le replicó con el De servoarbitrio y le contestó Erasmo con el Hypersaspistes contra líbellum Lutheri, en el que le da aconocer su postura: "Yo no he sido nunca un apóstata de la Iglesia católica. Yo sé que en esaIglesia, a la que vos llamáis Iglesia papista, hay algunos que me desagradan, pero también los

veo en vuestra Iglesia. Uno soporta más fácilmente los males a que está acostumbrado. Por lotanto, yo me conformo con esta Iglesia hasta que vea otra mejor, y ella también se ve obligadaa soportarme, hasta que yo mismo sea mejor".

Erasmo fue siempre un hombre de fe. Fue un descontento dentro de la Iglesia, perono un rebelde. Era más bien amigo de la paz, de las medias tintas, de la tolerancia, y enemigode las afirmaciones rotundas, de las precisiones. Hombre más erudito que genial, trabajador,talento crítico, cáustico y con cierta timidez. En el fondo era un hombre bueno, que tuvo másadmiradores que amigos. Para esto le faltaba afectividad y entusiasmo.

Este fue Erasmo, sin el que difícilmente se puede entender este siglo XVI quellamamos de la reforma.

3. LOS REFORMADORES

La "Reforma" se ha hecho sinónimo de ruptura en la iglesia de occidente. Una divisiónes siempre una desgracia, cuyas causas y responsabilidades hay que examinar. Se ha dichomuchas veces que había tantos abusos en la iglesia que algunos, no esperando ya que pudieracambiar, la abandonaron. Pero la mayor parte reconocen y admiten actualmente las causasprofundamente espirituales de la Reforma.

La Reforma nació de la piedad de finales de la Edad Media, de una búsquedaapasionada de Cristo en el evangelio. Durante mucho tiempo fue difícil hablar conserenidad de los reformadores y particularmente de Lutero. A los ojos de los protestantes, eraun "rudo médico", " el ángel suscitado por la providencia para derribar al anticristo de Roma".Para los católicos no era más que un personaje grosero, bebedor, mentiroso y sensual, que hadejado la iglesia tan sólo para dar libre cauce a sus instintos... Desde hace unas decenas deaños, se ha logrado una convergencia. Todos consideran hoy a Lutero como un hombre defe, movido por una actitud verdaderamente religiosa. Ningún católico pone en duda lasdeficiencias y las incomprensiones de la iglesia romana. Los protestantes admiten a su vez laslimitaciones del personaje Lutero: su violencia, su intransigencia y una cierta inclinación a lacerveza.

3.1. LUTERO

Educación de Lutero

Se considera como fecha de nacimiento de la Reforma el 31 de octubre de 1517, pero loque ocurrió aquel día es la conclusión de un camino que había comenzado mucho antes.Lutero cuenta su itinerario en los escritos del final de su vida, que son una relectura un tantoorientada sin duda alguna. Martín Lutero nace en la pequeña villa de Eisleben, en Sajonia, el10 de noviembre de 1483. De su padre, que trabajaba en una fundición de metales, heredó elapellido Luder, que él latinizó al principio de su insurrección: "Eleutheros" = liber a vinculisecclesiasticis.

La primera educación que recibe fue bastante dura. Su padre, que a veces bebíademasiado, era enemigo de los monjes, y le pegaba menos que su madre, quien le vapuleabahasta hacerle derramar sangre. De pequeño oyó muchos cuentos sobre demonios, brujas y

apariciones, de los que eran muy crédulos sus padres. Durante toda su vida conservará eltemor al diablo, a quien atribuye las cosas malas que le ocurren. Esto influirá en sutemperamento melancólico, lo mismo que la educación que recibió en la escuela de primerasletras en Mansfeld, donde abundaba el castigo y la fácil reprimenda.

En Magdeburgo frecuenta las escuelas de los Hermanos de la Vida Común, y luegoestudia gramática en Eisenach, donde, siguiendo la costumbre entonces al uso, se gana la vidacantando por las calles y pidiendo un pedazo de pan por amor de Dios. Y dicen que tenía unavoz muy agradable.

Estudia filosofía en la Universidad de Erfurt, saturada entonces de nominalismo, de ladoctrina de los místicos alemanes extremistas y de un fuerte ambiente antirromano ypangermanista. En 1505, después de obtener el doctorado, entra en el convento de losermitaños de San Agustín de Erfurt, cumpliendo un voto que hiciera a Santa Ana cuando sevio en un grave peligro a causa de una furiosa tempestad. Parece que no fue una decisióncaprichosa, sino fruto de una lenta maduración, de un propósito que le venía preocupandoanteriormente.

Se ordena sacerdote y en su primera misa se siente embargado por un miedo terroríficoante la presencia de Dios. En 1508 es llamado a Wittenberg, donde enseña primero ética ydespués teología y exégesis, comentando sucesivamente los salmos y las cartas de San Pablo.

En 1510 va a Roma, enviado por cuestiones internas de la Orden: su vicario general,Juan Staupitz, que tanto influiría en él, quiere unir monasterios reformados y no reformados,contra lo que luchaban los agustinos de Erfurt. De Roma no se llevó una impresión peor de laque se podían llevar otros peregrinos. Sabemos que visitó las siete basílicas y las catacumbas;que subió de rodillas la Escala Santa, que ganó muchas indulgencias y veneró innumerablesreliquias. Incluso quiso hacer confesión general de su vida, pero lo dejó por no encontrarconfesor idóneo.

La doctrina de la gracia

Vuelve a Wittenberg, donde sus lecciones parecieron originales y magníficas y fueconsiderado como lumbrera de la universidad. Pero examinando cuidadosamente aquellaslecciones, se ve sin dificultad la evolución gradual de Lutero hacia la herejía. Sólo unos años yla predicación de la indulgencia sacaría a la luz pública lo que Lutero expone en susexplicaciones de cátedra sobre la doctrina de la gracia. ¿Cómo había llegado a ella?

Ya se ha mencionado el temperamento melancólico y depresivo de Lutero, que le teníasumido en gravísimas angustias. A Dios le consideraba más que todo como juez y le temía;se desesperaba a veces. Se le veía triste; se estremecía al contemplar la cruz; huía de Cristocomo del diablo, pues se le representaba como verdugo y atormentador; estaba obsesionadopor la idea de la predestinación.

La concupiscencia, la inclinación al pecado estaba siempre sobre él. Según la teologíade la época, Dios hace lo que le agrada, salvando a unos y condenando a otros. Luteroencontró un día la solución de su angustia leyendo la carta a los romanos: "El hombre esjustificado por la fe sin las obras de la ley" (Rom 3, 28). El hombre no se salva por susesfuerzos, sino que Dios lo hace justo sólo por su gracia. El hombre sigue siendo pecador,pero en su desesperación Dios acude a salvarlo. Lutero encontró entonces la alegría y la paz.

Era suficiente creer para sentirse salvo. El resto le vendría por añadidura. La solaEscritura, sin necesidad de ser iluminada ni esclarecida por la tradición, es suficiente por sísola para dar a la Iglesia la certeza sobre la verdad revelada; quedaba abierto el camino para ellibre examen. La justicia, o la gracia, no es inherente a nosotros, sino imputada o atribuida; lanaturaleza humana, después del pecado, queda corrompida y el hombre pierde su libertad;sólo quien cree en Cristo y en él confía, puede atribuirse los méritos y la santidad de Cristo yasí queda renovado y santificado; el hombre es, por tanto, a la vez justo y pecador.

Tampoco es necesaria ninguna mediación entre el hombre y la divinidad; no hay unsacerdocio especial, pues es el mismo el que puede haber en los sacerdotes y en los simplesfieles; ni existe el primado romano ni son necesarios algunos sacramentos, como el de lapenitencia. El sacrificio de la misa es "el más grave y horrible invento que se ha producidoentre las otras formas de idolatría", pues atenta a la unidad y a la suficiencia del sacrificio dela cruz. Basta con la celebración de la cena, en recuerdo de la Pasión y muerte del Señor. Elsacrificio de la cruz es único e irrepetible.

Las indulgencias

El asunto de las indulgencias le dio a Lutero la ocasión de proclamar su descubrimiento.Los dominicos predicaban una indulgencia (remisión de las penas debidas al pecado para losvivos y para los muertos) a través de Alemania, para cubrir los gastos del arzobispo deMaguncia, que tenía que pagar un impuesto por la acumulación de tres obispados, y paraayudar a la construcción de la basílica de San Pedro de Roma. Uno de los predicadores dijo:"Un alma sube al cielo cuando la moneda suena en el fondo del cepillo". Indignado,Lutero clavó 95 tesis en la puerta de la iglesia del castillo de WITTENBERG. Era a la vezuna protesta y una invitación a discutir esas tesis con los profesores de la universidad. Luterorechazaba la falsa seguridad que dan las indulgencias. El cristiano no puede comprar la graciaque Dios da gratuitamente. Lutero se mostraba muy moderado en su ataque al papado y nopensaba en romper con Roma. Sus tesis tuvieron un enorme éxito a través de Alemania y detoda Europa. Erasmo las aprobó con entusiasmo.

Hacia la ruptura

Lutero fue acusado ante la corte de Roma. Durante tres años, los miembros de su ordeny algunos enviados de Roma intentaron persuadirle a corregir sus afirmaciones. Pero ladisputa despertó el nacionalismo alemán. Lutero se presentó como el campeón de un pueblocansado de los procedimientos fiscales de la corte romana y de la acumulación de los bieneseclesiásticos en Alemania. Lutero precisó su pensamiento en los tres grandes escritosreformadores de 1520: Llamada a la nobleza cristiana de la nación alemana, La cautividadbabilonia de la iglesia y La libertad del cristiano. Apelaba a la reunión de un concilio aunqueafirmando que un concilio podía engañarse. Las posiciones de Lutero se endurecieron: "Estoya punto de no dudar ya de que el papa es propiamente el anticristo", decía en 1519. Enjunio de 1520, la bula pontificia Exsurge condenaba 41 proposiciones de Lutero. Tenía dosmeses para someterse. Lutero quemó solemnemente la bula el 10 de diciembre de 1520. Enenero de 1521 fue excomulgado. Convocado a la dieta de Worms, la asamblea de lospríncipes del imperio, ante el emperador Carlos V, Lutero afirmó que se sentía obligado por laEscritura y por su conciencia, y mantuvo sus posiciones. Fue desterrado del imperio y tuvoque ocultarse (mayo de 1521). En su retiro tradujo la Biblia al alemán.

Agitaciones y controversias. Revueltas de nobles y campesinos

Alemania se dividió, unos en favor y otros en contra de Lutero. Pero las motivacionesde los partidarios de Lutero eran múltiples. Los nobles se lanzaron al asalto de las tierraseclesiásticas; en nombre de la igualdad de los hombres ante Dios, los campesinos pobres sesublevaron contra los señores que los explotaban. Fue una guerra atroz (1524-1525). Luterose preocupaba al ver que toda aquella gente pretendía obrar según la palabra de Dios. Al nopoder aplacar a los campesinos, Lutero invitó a los señores a matar a los revoltosos. ThomasMüntzer, su defensor, atacó violentamente al reformador. Por aquellos años, Lutero rompiótambién con Erasmo, que no aceptaba su concepción pesimista del hombre y de la libertad.Finalmente, en 1525, Lutero se casó con una antigua religiosa, Catalina Bora, "para burlarsedel diablo y de sus satélites... y de todos los que son lo bastante locos para prohibir casarse alos clérigos".

Doctrina e iglesia luteranas

Lutero no tenía intención de fundar una nueva iglesia. Pensaba que, volviendo alevangelio, la iglesia se reformaría a sí misma. Pero las divergencias de interpretación de laEscritura y los movimientos extremistas lo llevaron a ciertas precisiones doctrinales y a unmínimo de organización. En 1529 publicó un Catecismo menor y un Catecismo mayor,primeros ejemplos de este género literario llamado a tener un gran éxito.

Para Lutero, todo parte de su experiencia fundamental. Consciente de ser radicalmentepecador, el hombre descubre en la Escritura que la salvación le viene por la fe sola. Dios lohace todo, el hombre no hace nada. Las buenas obras no hacen al hombre bueno, sino que elhombre Justificado por Dios hace buenas obras. Por tanto, Lutero rechaza todo lo que en latradición va contra la primacía de la Escritura y de la fe. Rechaza lo que se presenta comomedio, como una pretensión del hombre a merecer su salvación: el culto a los santos, lasindulgencias, los votos religiosos, los sacramentos que no están atestiguados por el NuevoTestamento. Todo lo que no está afirmado explícitamente en la Escritura carece de valor. Sólocuenta el sacerdocio universal de los fieles. La iglesia, comunidad de los creyentes, realidadinvisible, no tiene que organizarse de una manera exterior ni poseer bienes.

En la práctica, Lutero mantiene dos sacramentos, el bautismo y la eucaristía, aunqueadmite también la posibilidad de la confesión. La cena se celebraría en alemán. Da un lugarimportante al canto coral. El anuncio de la palabra de Dios y la celebración de los sacramentosnecesitan de todas formas un mínimo de organización. Los príncipes, que tienen un poder queviene de Dios, se encargarán de ella. Así, Lutero, que niega radicalmente el poder eclesiástico,refuerza considerablemente el poder de los príncipes sobre la iglesia. Las iglesias luteranas seconvierten en iglesias nacionales, cuya organización varía de un estado a otro.

3.2. UNA FLORACION DE REFORMADORES

Lutero tuvo sus propios discípulos como Melanchton (1497-1560), "el dulce Felipe".Pero, al mismo tiempo que Lutero, surgieron a través de toda Alemania y de Suiza numerososreformadores. Casi todos eran sacerdotes y a menudo religiosos. Si generalmente están deacuerdo con Lutero sobre la fe y la Escritura, sus divergencias pueden ser importantes en susconcepciones de la eucaristía. Lutero rompió con algunos reformadores a propósito de ella.

- W. Zwinglio (1484 - 1531) Humanista, discípulo de Erasmo, párroco de Glaris enSuiza, Zwinglio acompaña a sus ovejas, mercenarios al servicio del papa, en las guerras deItalia. Párroco de Zurich, hace pasar la ciudad a la Reforma: secularización de los conventos,liturgia en alemán, destrucción de las estatuas.

- Con Juan Calvino (1509 - 1564) entramos en la segunda generación de la Reforma, laque no la creó pero la consolidó. Calvino no es un clérigo como la mayor parte de losprimeros reformadores, sino un laico. Además, mientras que los primeros reformadores songermánicos, con Calvino la Reforma se hace francesa. Instalado en Basilea, publicó en 1536la Institución de la religión cristiana, en latín, para ofrecer a los franceses la buena doctrina ydefender la memoria de los mártires. Organizando la iglesia de Ginebra, Calvino ofrecerá unmodelo que se extenderá ampliamente por Europa y por el mundo.

- Un asunto matrimonial está en el origen del conflicto entre el reino de Inglaterra y elpapado. El rey Enrique VIII no logró obtener del papa la anulación de su matrimonio conCatalina de Aragón, de la que no tuvo más que una hija. Así en el Acta de Supremacía de1534 se proclamó jefe de la iglesia de Inglaterra. Isabel I (1558-1603) estableciódefinitivamente el anglicanismo. El anglicanismo se presenta como un compromiso: unateología muy cercana al calvinismo y el mantenimiento de las formas tradicionales.

Carlos V, asediado por todas partes, ha de ceder un poco de sus propósitos en la nuevadieta que se celebra en Nüremberg en 1532. Muere después Lutero (18 de febrero de 1546),que en sus últimos años había perdido ya buena parte de su primer protagonismo; contaba a lasazón setenta y dos años. Carlos puede vencer, al fin, en Mühlberg a los príncipesprotestantes el 24 de abril del año siguiente; pero poco se aprovecha de la victoria. Espera queel concilio universal, abierto en Trento, solucione la materia religiosa y acepta el Interim deAugsburgo (1548), por el que se establece un régimen provisorio, que, si imponía una doctrinasustancialmente ortodoxa, dejaba algo al descubierto la disciplina tradicional, permitiendo,por ejemplo, el matrimonio a los sacerdotes y la comunión bajo las dos especies. No quedaroncontentos ni los de uno ni los del otro bando.

En 1555 se llega, por fin, a la paz de Augsburgo, especie de transacción impuesta porlas necesidades políticas del momento, pero que marca uno de los avances más sobresalientesdel protestantismo y deja sellada la división religiosa de Alemania. Carlos V había dejado lasriendas del gobierno para retirarse más tarde al monasterio de Yuste. Como consecuencia dela paz, las dos confesiones, la católica y la protestante, quedaban en completa libertad paraprofesar su doctrina dentro del Imperio. Los príncipes de los diversos territorios podían elegirentre la religión católica y la Confesión de Augsburgo e imponérsela a sus súbditos, con loque la Iglesia quedaba mediatizada de este modo al Estado. Los súbditos debían someterse aesta elección; y si no estaban conformes, tenían que emigrar.

3.3. LA REFORMA PROTESTANTE EN ESPAÑA.

Comienzos estériles

No menos pusieron los innovadores protestantes por introducir sus ideas en la PenínsulaIbérica, a pesar de la vigilancia de sus reyes, profundamente católicos, y del tribunal de laInquisición. Pero estos conatos fueron enteramente estériles. Ya desde el primer momentose iniciaron las propagandas luteranas en España. Éstas aparecen por vez primera entre los

diversos círculos, más o menos amigos de novedades, que se dejaron alucinar por las que lesofrecía el luteranismo. Así algunos miembros del primer grupo de alumbrados procesados porla Inquisición entre 1520 y 1530 muestran simpatías con las doctrinas y aun con la persona deLutero. Tal aparece particularmente en los procesos de María de Cazalla, Luis de Beteta yotros. De hecho, entre las proposiciones condenadas de estos alumbrados, encontramosalabanzas de Lutero y sus errores o ideas tomadas directamente de su doctrina. Por otra parte,debemos notar que algunos de los que posteriormente se adhirieron al protestantismoproceden del círculo de los alumbrados. Tales son, sobre todo, los Cazalla de Valladolid.

Más importantes todavía son las tan discutidas relaciones o simpatías de los erasmistasespañoles por los luteranos. El espíritu renacentista, fomentado por los Reyes Católicos D.Fernando y Dª Isabel y por el cardenal Cisneros, formó en España un ambiente favorable aErasmo, por lo cual fueron muchos españoles entusiastas de él y de sus ideas. De loshermanos Valdés, conforme a las nuevas investigaciones, se puede afirmar que no muestransimpatía directamente por las concepciones luteranas. En los procesos de la Inquisiciónespañola contra Bernardino de Tovar y Juan de Guevara se contienen algunas acusaciones deluteranismo. Sin embargo, justo es confesar que el erasmismo español no simpatizaba con elprotestantismo, si bien algunos de sus partidarios se desviaron hacia las nuevas corrientesluteranas.

Este empeño en propagar sus ideas en España lo mostraron los luteranos, al igual que enotras partes, por medio de libros, que en todas las formas posibles procuraban introducir en laPenínsula. Así lo confirma expresamente desde Burgos D. Martín de Salinas, comisario delRey Católico. "Su mercadería -dice- era traer mucha suma de libros de Lutero.... y para losmejor emplear, acordaron venir en un puerto del reino de Granada". Por esto, ya en 1522, elinquisidor general, ateniéndose a la bula de condenación del papa contra Lutero de 1521,ordenó la destrucción de todos los libros protestantes. Con más insistencia, en 1530 elinquisidor general, Manrique, mandó destruir todos los libros protestantes, y para elloordenaba hacer un registro de todas las librerías. Gracias al rigor con que las autoridadespúblicas españolas, y en primer lugar la Inquisición, vigilaron la propaganda de librosprotestantes, y procuraron apagar los primeros chispazos que se manifestaron entre losalumbrados y erasmistas, no se puede decir que las doctrinas luteranas llegaran a tenerverdaderos seguidores y mucho menos arraigar en España hasta mediados del siglo XVI.

Los dos focos donde por vez primera pusieron pie firme los protestantes en Españafueron Valladolid y Sevilla, con la circunstancia de que su labor se realizó aproximadamenteal mismo tiempo; pero también simultáneamente fueron descubiertos y destruidos, con lo cualse puede decir, como lo confirma el historiador alemán E. Schäfer, que el protestantismoquedó completamente aniquilado en España y sólo existieron en adelante algunos casosaislados.

Foco de protestantismo de Valladolid.

Por lo que al de Valladolid se refiere, en esta ciudad y sus cercanías fue el primer lugardonde lograron los protestantes formar un núcleo de partidarios de alguna consistencia.Esto mismo indica el cuidado con que procedían si se tiene presente la vigilancia que ejercíala Inquisición, que allí mismo tenía un tribunal, que ellos lograron burlar por completodurante algunos años. Es cierto que este foco de protestantismo no llegó a alcanzar el volumenque suponen algunos escritores, quienes afirman que llegó a constituir un peligro para la

religión católica; pero de todos modos logró extenderse hasta Palencia y Logroño, con sucentro en Valladolid, y desarrollaba un proselitismo cada día más activo.

El iniciador del movimiento fue D. Carlos de Seso, quien aprendió la nueva doctrina enel norte de Italia hacia el año 1550. Venido a España, inició bien pronto en Logroño suactividad proselitista. Pedro de Cazalla, cura de Pedrosa, fue uno de los primeros que se lejuntaron. Poco a poco se introdujeron en Valladolid, en la casa de los Cazalla ya de antiguoabierta a toda clase de novedades. La más notable conquista fue la del canónigo Dr. Agustínde Cazalla, quien desde su larga estancia en Alemania como capellán de Carlos V guardabacierta simpatía por las ideas luteranas. Éste, a su vez, atrajo a la secta a su anciana madre,Leonor de Vivero, y, sobre todo, al dominico Fr. Domingo de Rojas, antiguo alumno de Fr.Bartolomé de Carranza. A éstos siguieron otras personas, algunas bastante significadas, comoPedro de Sarmiento, las religiosas del monasterio de Belén y el bachiller Herrezuelo, a los quese juntó un nuevo círculo en Zamora, dirigido por Cristóbal de Padilla.

La Inquisición procesó a los principales cabezillas. Carlos de Seso, el principalpromotor de la secta, después de una conducta dudosa durante el proceso inquisitorial, semantuvo obstinado y murió en sus ideas. Pero en todo caso, con el castigo de los culpablesdesapareció definitivamente el foco protestante de Valladolid.

Foco de protestantismo de Sevilla.

Casi al mismo tiempo que en Valladolid hacía el protestantismo otro esfuerzo parecidopor introducirse en Sevilla, en donde llegaron a reunirse más de cien miembros, procedentesde todas las clases de la sociedad. Sin embargo, tampoco aquí se puede hablar de verdaderopeligro para la ortodoxia.

El verdadero padre de la comunidad protestante de Sevilla fue el Dr. Egidio, canónigode la catedral. Ya en 1550 fue examinado por la Inquisición como sospechoso; pero pudolibrarse con la abjuración de varias proposiciones. Esto no obstante, siguió ocultamentetrabajando por la nueva ideología. Otro de los miembros más ilustres de esta comunidad fue elcanónigo magistral de Sevilla, Constantino Ponce de la Fuente, insigne predicador y hombrede brillantes cualidades. Las nuevas ideas las aprendió cuando Carlos V, atraído por sus dotesoratorias, se lo llevó a Alemania como capellán, y así, a su vuelta a Sevilla, se dio de lleno adifundirlas con las cautelas que exigía la prudencia. Como algunos se percataran de lastendencias del canónigo magistral, hicieron algunas denuncias, y tuvo éste que acudir a laInquisición para dar razón de sí; pero por entonces pudo parar el golpe.

Con el influjo de los directores Egidio y Constantino, se fue formando rápidamente unacomunidad considerable, que ya en 1555 constaba de dos focos principales: el monasterio dejerónimos de San Isidro y la casa de Isabel de Baena. Entre los que más contribuyeron a lapropaganda de los errores protestantes, debemos contar al arriero Julianillo. Entre los demásmiembros más distinguidos de la comunidad protestante cuéntanse doce monjes del citadomonasterio con su prior, "Maestro Blanco"; el médico Cristóbal de Losada y el noble JuanPonce de León.

Una remesa de libros proveniente de Frankfurt fue la ocasión del descubrimiento. Noobstante la habilidad del contrabandista Julianillo, no pudo éste ocultar por completo sumercancía, y así, puesta en autos la Inquisición, fue siguiendo la pista, y poco a poco fueechando mano de la mayor parte de los miembros de aquel foco protestante. Constantino fue

uno de los primeros apresados; pero no se pudo evitar que escaparan once monjes de SanIsidro, entre los cuales se hallaba el célebre traductor de la Biblia Cipriano de Valera. Losprocesos se iniciaron inmediatamente. A medida que éstos avanzaban, se descubrían nuevoshilos de aquella trama, pues unos se descubrían a otros, como sucedió en Valladolid. Casitodos se retractaron diversas veces, si bien muchos volvieron a sus ideas protestantes.

Por fin pudo celebrarse el primer auto de fe el 24 de septiembre de 1559, en el quehubo 15 relajados al brazo secular y varios reconciliados. Entre ellos se hallaba Juan Ponce deLeón, quien al fin se arrepintió, como casi todos los demás. En agosto de 1560 estabanterminados otros 30 procesos, entre los cuales se hallaba el del Dr. Constantino, fallecido deenfermedad en la cárcel. En el nuevo auto de fe, en Adviento de este año, fueron relajados 14protestantes y quemadas las estatuas de Constantino y Egidio, pues este último había muertoantes del descubrimiento. El 26 de abril de 1562 fueron relajados otros cinco y quemadasdieciséis estatuas, entre las cuales las de los monjes de San Isidro. Finalmente, el 23 deoctubre del mismo año 1562 se celebró un cuarto auto de fe, en el que fue condenado el priorde los jerónimos. De esta manera desapareció por completo la comunidad de Sevilla.

Después de esto, las autoridades y la Inquisición españolas continuaron su vigilanciacontra el protestantismo, y en adelante sólo se dan en España casos aislados de más o menosimportancia.

4. LA RENOVACIÓN CATÓLICA (siglos XVI-XVII)

Paralelamente al movimiento protestante, se manifestó en la iglesia romana un deseo dereforma. Se trató al principio de algunas iniciativas de religiosos, de laicos piadosos y algunasveces de obispos. Finalmente, con muchas dificultades, el papado consiguió reunir un conciliogeneral en Trento en 1545.

Hoy se prefiere hablar de Reforma Católica y de Contrarreforma a la vez, por laestrecha vinculación con la que aparecen ambas en la historia.

Antes de Lutero existía en el seno de la Iglesia católica un movimiento espontáneode reforma, que si no llegó a grandes resultados, sí avivó los deseos y fue preparando elcamino. Sólo cuando masas enteras se empezaron a separar de la Iglesia para seguir a Lutero,ésta pensó seriamente en su propia renovación. El golpe había sido duro, pero permitió a lasfuerzas renovadoras, hasta entonces como aprisionadas e incapacitadas, obrar libre yeficazmente. El movimiento nació de modo espontáneo, desde abajo, y se hizo eficaz cuandoRoma se fue dando cuenta y asumió gradualmente la dirección.

Historiadores, como Jedin, prefieren hablar de Reforma Católica y de Contrarreformaconjuntamente, sin eliminar para nada ninguno de los dos términos. La primera sería unmovimiento de renovación espontánea, popular y a veces carismático, anterior al Concilio deTrento que continúa paralelo al Concilio, pero sin perder su propia independencia. La segundacomprende las iniciativas que se tomaron desde la cumbre del poder, a partir del pontificadode Paulo III y culmina en el Concilio y en la aplicación de sus decretos; así se fundieron la unacon la otra.

4.1. EL CONCILIO DE TRENTO

Pocos concilios de la Iglesia han tenido tan larga y tan laboriosa preparación como latuvo el Concilio de Trento.

Se venía clamando por él desde bastantes años atrás. El mismo Lutero apeló en unprimer momento a un concilio general, pero con la condición de que se celebrara enAlemania, bajo la dirección, no del papa, sino de los príncipes y del emperador; que abrierasus puertas a los laicos y que tuviera como único criterio de fe la Sagrada Escritura.

Pero la idea de un nuevo concilio hacía temer a los mismos papas, especialmente aClemente VII, temerosos del auge que pudiera tomar un reavivado conciliarismo. Tambiéndisgustaba a algunos príncipes cristianos, en concreto a Francisco I de Francia, adversario deCarlos V y de la casa de los Habsburgos, pues presumía que, dada la influencia que entoncestenía el emperador, pudiera aprovecharse éste del concilio para sus miras personales yengrandecerse todavía más. Igualmente, daba que sospechar a los partidarios extremistas de lareforma, los cuales pedían que ésta empezara por el papa y por la Curia y se pensaban que enel concilio iba a ocurrir lo contrario, es decir, fortalecer todavía más la potencia y elabsolutismo de los que regían a la Iglesia.

Sólo deseaban el concilio los que de veras querían el bien de la Cristiandad, losbuenos hombres de la reforma. También lo deseaba Carlos V, aunque sólo fuera paradesprenderse de los embarazos que le estaba creando la división religiosa producida enAlemania. Por eso exigía que el nuevo concilio fuera, ante todo, un concilio de reforma yde disposiciones disciplinares, y no tanto de discusiones y de decisiones dogmáticas. Asípodrían avenirse mejor los protestantes y participar al lado de los católicos en la asamblea.Discusiones teológicas, ya bastantes las había presenciado él en Alemania. Había llegado lahora de la acción y si Roma -incluido el papa-daba señales de buscar sinceramente la reforma,eso llevaba de ventaja para poder atraerse a los protestantes y con el problema religiosoresolver al mismo tiempo el problema político.

Así estaban las cosas cuando Paulo III asciende al pontificado. No pasan muchos mesescuando en 1536 publica la bula de convocación del concilio, que había de comenzar enMantua el 23 de mayo del año siguiente. Pero pronto aparecen las dificultades: inconvenientesque pone el duque de la ciudad, la nueva guerra entre Carlos V y Francisco I, y esto obliga abuscar una nueva sede, ahora Vicenza, y diferir la apertura del concilio para 1538. No cambiala situación y se tiene que aplazar de nuevo. Se escogió, al fin, la ciudad de Trento, que siera italiana, era feudo alemán y podría ser aceptada por los protestantes. Aún pasaronunos años y cuando se llegó a un acuerdo entre ambos beligerantes, el 13 de diciembre de1545 se pudo dar principio a la deseada asamblea con la presencia de veinticinco obispos y decinco generales de órdenes religiosas.

Los trabajos del concilio

La ciudad de Trento en el corazón de los Alpes, en el valle del Alto Adigio, había sidoimpuesta por Carlos V. En esta ciudad imperial de cultura italiana se esperaba la venida de losalemanes. Al principio sólo hubo 34 participantes para representar a la iglesia universal,que contaba con medio millar de obispos. El número aumentó un poco a lo largo del conciliohasta alcanzar un máximo de 237 en las últimas reuniones. Los padres del concilio eranmediterráneos en su mayoría. Los italianos solos constituyeron a veces las tres cuartas partes

de la asamblea. Los franceses no fueron numerosos más que al final. Trento representó unpaso extremo de los hombres del sur al encuentro de los hombres del norte, para conjurar unmal llegado del norte, pero los hombres del norte no acudieron. Intervienen los embajadoresy los príncipes, se dan fiestas, se discute por cuestiones de procedencia, los rumores deepidemias y de guerras siembran el pánico...

El concilio estuvo presidido por los legados del papa. No podían tomar ninguna decisiónimportante sin consultarle previamente. Hubo que reanudar tres veces el concilio hastaacabarlo. Bajo Pablo III se reunió de 1545 a 1547 en Trento; luego se desplazó a Bolonia,donde no se hizo nada. El papa Julio III reunió de nuevo el concilio en Trento de 1551 a 1552.Llegaron entonces algunos delegados protestantes. El papa Pablo IV (1555-1559), unanciano testarudo, decidió reformar la iglesia sin el concilio por sus propios medios,esencialmente la Inquisición y la destrucción de los malos libros. La caza a los herejes llegó alos cardenales. Se quemaron las obras de Erasmo. Se prohibió la traducción de la biblia. Elpapa Pío IV decidió reanudar el concilio (1562-1563). El cardenal Morone, una de lasvíctimas de Pablo IV, condujo la asamblea hasta el final. Los padres presentes aprobarontodas las decisiones tomadas desde 1545 los días 3 y 4 de diciembre de 1563. El cardenal deLorena lanzó once aclamaciones: los obispos se separaron abrazándose y llorando de gozo.

Las decisiones conciliares

Nunca ningún concilio había llevado a cabo una obra tan considerable. Precisómuchos puntos dogmáticos que nunca se habían definido explícitamente en el pasado y exigióreformas en todos los terrenos de la pastoral. Muchos de los textos conciliares fueron el frutode una larga reflexión, como los que tratan de la justificación, de la colaboración de Dios y elhombre en la salvación. Otros textos están marcados más bien por el antiprotestantismo.Ciertos comportamientos se condenaron simplemente porque los practicaban los protestantes,por ejemplo la liturgia en la lengua de cada día. Entre las decisiones pastorales, la de lafundación de seminarios tuvo grandes consecuencias para el porvenir de la iglesia.

La finalidad dogmática del concilio consistía en la exposición y clarificación deldogma católico, frente a la negación de verdades fundamentales de parte de losprotestantes. En la primera etapa conciliar se reconoció el valor de la Tradición apostólica,igual al de la Escritura como fuente de fe, se definió el canon de los libros inspirados; sedeclaró el significado de la Vulgata, no en el sentido filológico (o de ausencia de errores detraducción), sino en el dogmático; se proclamó como norma de interpretación de la Escriturala opinión común de los santos Padres y el juicio de la Iglesia; se publicaron los decretosdogmáticos sobre el pecado original y sobre la justificación, en el que se atribuye a la fe elvalor de "inicio, fundamento y raíz de la salvación humana"; se llevó a examen y se definió ladoctrina sobre los sacramentos en general y del bautismo y de la confirmación en particular; yse dio una serie de decretos de reforma respecto a la predicación, la obligación de residencia yel cúmulo de beneficios.

Pío IV, milanés, conciliador y buen diplomático, estimulado y ayudado por CarlosBorromeo (canonizado en 1610), se decide pronto por la reforma y salvando todo género dedificultades, resuelve reanudar el concilio en la misma ciudad de Trento.

La concurrencia fue entonces extraordinaria. Apenas comenzadas las sesiones, en elverano de 1562 se promulgaron los decretos sobre la comunión bajo las dos especies, quedeclararon no necesaria; sobre el carácter sacrificial de la misa; sobre los sacramentos del

Orden y del matrimonio; sobre el purgatorio, la veneración de los santos, de las imágenes yreliquias. Simultáneamente se dieron cuarenta y dos artículos, que pueden ser consideradoscomo la esencia de la reforma tridentina, concernientes a los más importantes sectores de lavida eclesiástica: acerca de la residencia de los obispos (ampliamente discutida), lascondiciones para la colación de las Ordenes por parte de los obispos, el uso del latín en lacelebración de la misa y administración de sacramentos, sobre la disciplina del clero, laformación eclesiástica, etc. El 15 de julio de 1563 se dio el importante decreto sobre laerección de los seminarios, del que ya se dijo entonces que solamente por él se podían dar porbien empleados todos los trabajos del concilio. Igualmente, se legisló sobre el matrimonio(decreto Tametsi, que invalidaba los matrimonios clandestinos), las indulgencias, ayunos,visitas pastorales, observancia de los días festivos, acumulación de beneficios, reforma de lasórdenes religiosas..., propiciándose, además, la publicación del misal y del breviario, delCatecismo Romano y del Índice de libros prohibidos.

En esta tercera y última etapa del concilio asistieron 225 padres: seis cardenales, trespatriarcas, 193 arzobispos y obispos, siete abades y siete superiores generales de órdenesreligiosas y 39 procuradores de otros tantos prelados ausentes. El 4 de diciembre de 1563, unavez leídas las solemnes aclamaciones al papa y al emperador, el cardenal Morone, el primerode los presidentes del concilio, clausuró la asamblea con estas palabras: "Después de haberdado gracias a Dios, id en paz." Habían pasado dieciocho años desde su primera inauguración.

La aplicación del concilio por los papas

El concilio le había dejado al papa la función de hacer aplicar sus decisiones. Pío IVconfirmó los decretos conciliares mediante la bula Benedictus Deus (1564) e instituyó laCongregación del Concilio para la mejor interpretación de los mismos y su ejecución.Tales decretos fueron aceptados sin reserva por la mayor parte de los soberanos y de losEstados católicos. Sólo Francia admitió los dogmáticos, pero no los disciplinares. Felipe IIlegalizó unos y otros para España y sus dominios, pero con la cláusula: "quedando a salvo losderechos de regalía". En el ámbito de la Iglesia fueran promulgados por los numerosossínodos provinciales que se celebraron, y de este modo llegaron a convertirse en sustancia dela nueva legislación católica.

El papa Pío V (1566-1572), antiguo inquisidor, que fue canonizado, situó en primerplano la lucha contra los herejes y contra los turcos (Lepanto, 1571). Publicó sucesivamente elCatecismo romano, llamado a veces catecismo del concilio de Trento, el Breviario romano yel Misal romano. Para luchar contra la anarquía litúrgica, el papa impuso un texto uniformepara la misa y ordenó suprimir las liturgias que tuvieran menos de dos siglos de existencia.Las más antiguas (Milán, Lyon, mozárabe, dominicos...) podían mantenerse. Gregorio XIII(1572-1593) reformó el calendario suprimiendo diez días en 1582 (4-15 octubre), para que lasestaciones encontrasen sus fechas normales. Fundó numerosos colegios y seminarios, entreellos la Universidad Gregoriana, e instituyó los nuncios permanentes ante los soberanos. SixtoV (1585-1590) organizó un gobierno central de la iglesia bajo la forma de 15 congregacionesromanas, una especie de ministerios que asistan al papa en el gobierno de la iglesia y de losestados pontificios. Los cardenales, en número de 70, se repartían por estas congregaciones.Finalmente, Pablo V (1605-1621) publicó en 1614 el Ritual romano: textos y reglas que hayque seguir en la celebración de los sacramentos.

Roma se embelleció y adquirió su fisonomía de capital del mundo católico. La cúpulade la basílica de San Pedro se acabó en 1590. En el siglo siguiente, Bernini dio al edificio y a

su entorno, con la construcción de la columnata, su rostro definitivo. Los "años santos" de1575 y 1600 tuvieron un gran éxito.

La aplicación del concilio en los países católicos dependió en parte de la voluntadde los soberanos. Felipe II de España recibió muy pronto las decisiones conciliares, pero"con la reserva de mis derechos reales". En otras partes, las reticencias fueron numerosas.En Alemania, a los emperadores les habría gustado obtener el matrimonio de los sacerdotes.En Francia, pensando que el concilio atentaba contra el poder real, los reyes negaron supublicación.

Consecuencias del Concilio

El concilio pasó a la vida de la iglesia gracias a algunos personajes que le dedicarontodas sus energías. Se trataba de suprimir los abusos, de instruir a los cristianos, de formar alclero. Pero al mismo tiempo se quería luchar contra la reforma protestante y conquistar denuevo el terreno perdido, a veces incluso por las armas. Por eso se habla a la vez de reformacatólica y de contrarreforma. Se mezclan los diversos aspectos.

Así el trabajo de algunos personajes como Pedro Canisio (1521-1597) o CarlosBorromeo (1538-1584) consiguió afianzar los postulados de Trento.

También se produjo una expansión de la espiritualidad y el impulso de las órdenesreligiosas. En España, la ausencia de guerras religiosas permitió la expansión de laespiritualidad y el desarrollo de las órdenes religiosas. Teresa de Ávila (1515-1582), despuésde subir lentamente los escalones de la vida mística, fundó en 1562 el primer conventoreformado de carmelitas en Ávila; luego, hasta su muerte, recorrió España para establecer lareforma del Carmelo con la ayuda de Juan de la Cruz (1542-1591). Este último, en medio deverdaderas persecuciones, expresó su experiencia espiritual en poemas que son una verdaderaobra maestra de la literatura española.

En Roma, Felipe Neri (1515-1585), antítesis viva de Ignacio de Loyola por su fantasía ypor su escaso interés por las estructuras, reunió de manera informal a laicos y sacerdotes pararezar, cantar, comentar la Escritura, estudiar la historia de la iglesia y dedicarse al servicio delos enfermos y de los peregrinos. Es el Oratorio, cuyos miembros tienen en común el vínculoque nace del afecto mutuo y del trato cotidiano. El grupo, que contó con miembros ilustrescomo el cardenal Baronio, historiador, hizo escuela fuera de Roma y de Italia.

Por todas partes, las órdenes religiosas conocieron un prodigioso desarrollo. Bajo ladirección de prepósitos generales ilustres, los jesuitas superaron los 10.000 miembros en 1600y los 15.000 en 1650. Los capuchinos eran 20.000 a comienzos del siglo XVII. Puede verse enello un signo de fervor. Sin embargo, la multiplicación del clero en España (200.000 por elaño 1650) significaba también la huida ante el trabajo en un país en donde sólo teníanconsideración el clero y el ejército. En muchas ciudades de Europa, la multiplicación deconventos llevaba consigo una extensión de las propiedades eclesiásticas que preocupaba a lasmunicipalidades.

Si bien se restauró la disciplina primitiva en las órdenes femeninas, todos los intentos derenovación chocaron con la oposición de Roma y de los obispos. La mujer necesita "un muro(el claustro) o un marido". Por eso las ursulinas de Angela de Mérici (1535) y las visitandinasde Francisco de Sales y Juana de Chantal tuvieron que encerrarse en claustros.

El concilio de Trento dio a la iglesia la fisonomía que ha mantenido hasta unperíodo reciente. "Católico" designa ahora a un grupo particular de cristianos frente a losprotestantes y los ortodoxos. La iglesia católica salió del concilio estabilizada, jerarquizada,centralizada en torno a su cabeza, el papa. El concilio integró armoniosamente el pasado de laiglesia con su presente, pero guardó silencio ante muchos de los nuevos problemas, como lastransformaciones económicas y sociales.

Significado del Concilio

A cuatro siglos de distancia, podemos reflejar de alguna manera el puesto que le cupo alConcilio de Trento en la historia y vida de la Iglesia. Si fue una toma de postura ante losmovimientos secesionistas que entonces se produjeron, no fue menos un acto de reflexiónsobre la misma Iglesia y un signo de renovación vigorosa de la vida cristiana.

Fue necesariamente una respuesta. La Iglesia, ante las concepciones doctrinales de losreformadores, precisaba determinar lo que era fe católica y lo que era error; conservar eldepositum fidei aunque para ello tuviera que pasar por escisiones dolorosas. Fue quizá duro ensus decisiones, pero evitó atar de pies y manos al pensamiento católico.

Impuso ritos y costumbres (el uso del latín en la liturgia, por ejemplo), que hoy nosparecen superados; descuidó al pueblo fiel de los seglares; dejó sin aclarar cuestiones como ladefinición misma de la Iglesia o del primado romano; no llegó a realizar plenamente lareforma de la Curia y bajo el fantasma de Constanza y de Basilea, redujo la colegialidad de losobispos frente a la supremacía del papa. También es cierto que colocó unilateralmente laestructura eclesiástica en un primer plano y no superó el clericalismo medieval. Pero era elambiente de la época y, de alguna manera, no fue tanto culpa del Concilio cuanto de lateología postridentina que hizo en ello demasiado hincapié.

Lo que el Concilio se propuso en sus definiciones es delimitar los campos para darseguridad a la fe y poner fin a la extendida confusión que había entonces sobre lo que aún eracatólico, o ya protestante. Fueron mojones, no alambradas que impidieran cualquiermovimiento. Teólogos católicos y aun teólogos protestantes y calvinistas no lo interpretaronsiempre así e hicieron de la Iglesia postridentina una simple Iglesia de la Contrarreforma.

Se ha dicho, igualmente, que más que el concilio de la unión, fue el concilio de laescisión. En parte es verdadero y en parte es falso. Cuando empieza el concilio, la desuniónentre los cristianos occidentales era ya un hecho. Cuando entra en juego el Concilio, ladivisión estaba ya, pues, consumada; no quedaba sino fijar las fronteras. Por otra parte,tampoco se ahorraron esfuerzos para la unión. Repetidamente se invita a los protestantes aacudir al Concilio. Hubiera sido de desear que se hubieran hallado presentes desde lasprimeras sesiones, para no dar pie a que se dijera que habían sido condenados antes de serescuchados. Así pensaban algunos de los padres, como el obispo de Clermont o el general delos jesuitas, Laínez, el cual declaró en una de las sesiones que se les había de escuchar"aunque disputaran contra lo ya definido". Serias fueron las razones que pusieron, o para novenir al principio, o para permanecer poco tiempo después en la asamblea.

Así el Concilio no pudo ser un concilio de unión, ni pudo conseguir en ese instante latan deseada unión de las Iglesias. Y conviene añadir que en ninguno de los decretosconciliares, a diferencia de lo que se había hecho en los concilios anteriores, se condena a las

personas de los reformadores; sólo se condenan las doctrinas. Y, además, que hubo muchospuntos de contacto en materias que pudieran parecer dispares, como en la doctrina general dela justificación, la eficacia sacramental, la acción salvífica de la misa o cena, la presencia deCristo en la eucaristía.

Un serio estudio y un mejor conocimiento del Concilio pueden hacernos ver que noconstituye de por sí un obstáculo insalvable.

LA INQUISICIÓN

ÍNDICE

1. LA INQUISICIÓN EN EUROPA

1.1. Orígenes. La herejía albigense. Franciscanos y dominicos inquisidores. 1.2. Procedimientos inquisitoriales en sus comienzos.1.3. El Santo Oficio o la Inquisición Romana. El Índice de Libros Prohibidos.

2. LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA

2.1. Origen y evolución. La persecución de conversos y de protestantes. 2.2.El Consejo de la Suprema Inquisición. El Inquisidor General.2.3. Los procesos inquisitoriales: los edictos de fe y los edictos de gracia.2.4. La instrucción y defensa del reo. El secreto: esencia del proceso inquisitorial.2.5. La tortura. La garrucha, la toca o la tortura del agua y el potro.2.6. Sentencias y penas. El sambenito, los azotes, el encarcelamiento, las

galeras y la ejecución en la hoguera.2.7. Los autos de fe.

3. ERASMISTAS Y ALUMBRADOS

4. LA INQUISICIÓN EN EXTREMADURA: EL TRIBUNAL DELLERENA

4.1. Origen.4.2. Etapas.4.3. Jurisdicción.4.4. Sucesos más destacados.

5. ALUMBRADOS EN EXTREMADURA. LOS ALUMBRADOS DELLERENA

5.1. Ámbito geográfico.5.2. Origen del nombre.5.3. Espiritualidad: oración, perfección, fenómenos extraordinarios y

moralidad.

6. LOS JUDÍOS EN EXTREMADURA

7. LOS MORISCOS EN EXTREMADURA

1. LA INQUISICIÓN EN EUROPA

La Inquisición es una institución judicial creada por el pontificado en la EdadMedia, con la misión de localizar, procesar y sentenciar a las personas culpables deherejía. En la Iglesia primitiva la pena habitual por herejía era la excomunión. Con elreconocimiento del cristianismo como religión estatal en el siglo IV por los emperadoresromanos, los herejes empezaron a ser considerados enemigos del Estado, sobre todocuando habían provocado violencia y alteraciones del orden público. San Agustín aprobócon reservas la acción del Estado contra los herejes, aunque la Iglesia en generaldesaprobó la coacción y los castigos físicos.

1.1. Orígenes. La herejía albigense. Franciscanos y dominicos inquisidores.

En el siglo XII, en respuesta al resurgimiento de la herejía de forma organizada, seprodujo en el sur de Francia un cambio de opinión dirigida de forma destacada contra ladoctrina albigense. La doctrina y práctica albigense parecían nocivas respecto almatrimonio y otras instituciones de la sociedad y, tras los más débiles esfuerzos de suspredecesores, el papa Inocencio III organizó una cruzada contra esta comunidad.Promulgó una legislación punitiva contra sus componentes y envió predicadores a la zona.Sin embargo, los diversos intentos destinados a someter la herejía no estuvieron biencoordinados y fueron relativamente ineficaces.

La Inquisición en sí no se constituyó hasta 1231, con los estatutosExcommunicamus del papa Gregorio IX. Con ellos el papa redujo la responsabilidad delos obispos en materia de ortodoxia, sometió a los inquisidores bajo la jurisdicción delpontificado, y estableció severos castigos. El cargo de inquisidor fue confiado casi enexclusiva a los franciscanos y a los dominicos, a causa de su mejor preparación teológicay su supuesto rechazo de las ambiciones mundanas. Al poner bajo dirección pontificia lapersecución de los herejes, Gregorio IX actuaba en parte movido por el miedo a queFederico II, emperador del Sacro Imperio Romano, tomara la iniciativa y la utilizara conobjetivos políticos. Restringida en principio a Alemania y Aragón, la nueva instituciónentró enseguida en vigor en el conjunto de la Iglesia, aunque no funcionara por entero o lohiciera de forma muy limitada en muchas regiones de Europa.

Dos inquisidores con la misma autoridad, nombrados directamente por el Papa,eran los responsables de cada tribunal, con la ayuda de asistentes, notarios, policía yasesores. Los inquisidores fueron figuras que disponían de imponentes potestades, porquepodían excomulgar incluso a príncipes. En estas circunstancias sorprende que losinquisidores tuvieran fama de justos y misericordiosos entre sus contemporáneos. Sinembargo, algunos de ellos fueron acusados de crueldad y de otros abusos.

1.2. Procedimientos inquisitoriales en sus comienzos.

Los inquisidores se establecían por un periodo definido de semanas o meses enalguna plaza central, desde donde promulgaban órdenes solicitando que todo culpable deherejía se presentara por propia iniciativa. Los inquisidores podían entablar pleito contracualquier persona sospechosa. A quienes se presentaban por propia voluntad y confesabansu herejía, se les imponía penas menores que a los que había que juzgar y condenar. Seconcedía un periodo de gracia de un mes más o menos para realizar esta confesiónespontánea; el verdadero proceso comenzaba después.

Si los inquisidores decidían procesar a una persona sospechosa de herejía, elprelado del sospechoso publicaba el requerimiento judicial. La policía inquisitorialbuscaba a aquellos que se negaban a obedecer los requerimientos, y no se les concedíaderecho de asilo. Los acusados recibían una declaración de cargos contra ellos. Durantealgunos años se ocultó el nombre de los acusadores, pero el papa Bonifacio VIII abrogóesta práctica. Los acusados estaban obligados bajo juramento a responder de todos loscargos que existían contra ellos, convirtiéndose así en sus propios acusadores. Eltestimonio de dos testigos se consideraba por lo general prueba de culpabilidad.

Los inquisidores contaban con una especie de consejo, formado por clérigos ylaicos, para que les ayudaran a dictar un veredicto. Les estaba permitido encarcelartestigos sobre los que recayera la sospecha de que estaban mintiendo. En 1252 el papaInocencio IV, bajo la influencia del renacimiento del Derecho romano, autorizó lapráctica de la tortura para extraer la verdad de los sospechosos. Hasta entonces esteprocedimiento había sido ajeno a la tradición canónica.

Los castigos y sentencias para los que confesaban o eran declarados culpables sepronunciaban al mismo tiempo en una ceremonia pública al final de todo el proceso.Era el sermo generalis o auto de fe. Los castigos podían consistir en una peregrinación,un suplicio público, una multa o cargar con una cruz. Las dos lengüetas de tela rojacosidas en el exterior de la ropa señalaban a los que habían hecho falsas acusaciones. Enlos casos más graves las penas eran la confiscación de propiedades o el encarcelamiento.La pena más severa que los inquisidores podían imponer era la de prisión perpetua. Deesta forma la entrega por los inquisidores de un reo a las autoridades civiles, equivalía asolicitar la ejecución de esa persona.

Aunque en sus comienzos la Inquisición dedicó más atención a los albigenses y enmenor grado a los valdenses, sus actividades se ampliaron a otros grupos heterodoxos,como la Hermandad, y más tarde a los llamados brujas y adivinos. Una vez que losalbigenses estuvieron bajo control, la actividad de la Inquisición disminuyó, y a finales delsiglo XIV y durante el siglo XV se supo poco de ella. Sin embargo, a finales de la EdadMedia los príncipes seculares utilizaron modelos represivos que respondían a los de laInquisición.

1.3. El Santo Oficio o la Inquisición romana. El Índice de Libros Prohibidos.

Alarmado por la difusión del protestantismo y por su penetración en Italia, en 1542el papa Pablo III hizo caso a reformadores como el cardenal Juan Pedro Carafa yestableció en Roma la Congregación de la Inquisición, conocida también como laInquisición romana y el Santo Oficio. Seis cardenales, incluido Carafa, constituyeron lacomisión original, cuyos poderes se ampliaron a toda la Iglesia. En realidad, el Santo

Oficio era una institución nueva vinculada a la Inquisición medieval sólo por vagosprecedentes. Más libre del control episcopal que su predecesora, concibió también sufunción de forma diferente. Mientras la Inquisición medieval se había centrado en lasherejías que ocasionaban desórdenes públicos, el Santo Oficio se preocupó de laortodoxia de índole más académica y, sobre todo, la que aparecía en los escritos deteólogos y eclesiásticos destacados.

Durante los 12 primeros años, las actividades de la Inquisición romana fueronmodestas hasta cierto punto, reducidas a Italia casi por completo. Cuando Carafa seconvirtió en el papa Pablo IV en 1555 emprendió una persecución activa desospechosos, incluidos obispos y cardenales. Encargó a la Congregación que elaborara unalista de libros que atentaban contra la fe o la moral, y aprobó y publicó el primer Índicede Libros Prohibidos en 1559. Aunque papas posteriores atemperaron el celo de laInquisición romana, comenzaron a considerarla como el instrumento consuetudinario delGobierno papal para regular el orden en la Iglesia y la ortodoxia doctrinal; por ejemplo,procesó y condenó a Galileo en 1633.

2. LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA

2.1. Origen y evolución. La persecución de conversos y de protestantes.

Diferente de la Inquisición medieval, la Inquisición española se fundó conaprobación papal en 1478, a propuesta del rey Fernando V y la reina Isabel I, los ReyesCatólicos.

Aunque durante largo tiempo la España medieval había ofrecido un clima de respeto ytolerancia a las gentes de distintas religiones, la situación se enrareció progresivamente en lossiglos XIV y XV. De esta forma a la convivencia apacible de judíos, moros y cristianossiguió en esas centurias una sociedad problematizada y recelosa, en la que fueron lugarcomún los enfrentamientos entre aquellas minorías religiosas y los cristianos mayoritarios.

Desde entonces, y a lo largo del siglo XV, la persecución antijudía y la mismapredicación incesante del clero cristiano, dieron lugar a conversiones masivas, muchas deellas de dudosa o nula autenticidad. Surgió así una nueva clase social, la de los conversos.

La Inquisición española se iba a ocupar, por tanto, del problema de los llamadosmarranos o conversos, los judíos que por coerción o por presión social se habían convertido alcristianismo; después de 1502 centró su atención en los conversos del mismo tipo del Islam, yen la década de 1520 en los sospechosos de apoyar las tesis del protestantismo. A los pocosaños de la fundación de la Inquisición, el papado renunció en la práctica a su supervisiónen favor de los soberanos españoles. De esta forma la Inquisición española se convirtióen un instrumento en manos del Estado más que de la Iglesia, aunque los eclesiásticos, yde forma destacada los dominicos, actuaran siempre como sus funcionarios.

2.2. El Consejo de la Suprema Inquisición. El Inquisidor General.

La Inquisición española estuvo dirigida por el Consejo de la Suprema Inquisición,pero sus procedimientos fueron similares a los de su réplica medieval. En un plano inferior a laSuprema se encontraban los tribunales inferiores. En los primeros tiempos fueron frecuenteslos tribunales itinerantes. Con el paso de los años, se consolidaron los tribunales permanentes,provinciales y locales.

Con el tiempo se convirtió en un tema popular, en especial en las zonas protestantes,por su crueldad y oscurantismo, aunque sus métodos fueran parecidos a los de institucionessimilares en otros países católicos romanos y protestantes de Europa. Sin embargo, su superiororganización y la consistencia del apoyo que recibía de los monarcas españoles, descollandoFelipe II, hicieron que tuviera un mayor impacto en la religión, la política o la cultura que lasinstituciones paralelas de otros países. Esta eficacia y el apoyo político permitieron a Tomás deTorquemada, el primero y más notable Inquisidor General, ejecutar por miles a supuestosherejes.

El Inquisidor General y su tribunal tenían jurisdicción sobre los tribunales locales devirreinatos como México y Perú, donde estuvieron más ocupados con la hechicería que con laherejía. El emperador Carlos V introdujo la Inquisición en los Países Bajos en 1522, pero noconsiguió acabar con el protestantismo. Se estableció en Sicilia en 1517, aunque no lo pudohacer en Nápoles y Milán. Los historiadores han señalado que muchos territorios protestantestenían instituciones tan represivas como la Inquisición española, por ejemplo el consistorio deGinebra en tiempos del reformador francés Juan Calvino. La Inquisición quedó al finsuprimida en España en 1843, tras un primer intento, fallido, de los liberales en las Cortes deCádiz, en 1812.

2.3. Los procesos inquisitoriales en España. Los edictos de fe y los edictos de gracia.

En los primeros tiempos, tras la instalación del tribunal en un lugar cualquiera, sepronunciaba un sermón solemne, a cuyo término los inquisidores anunciaban un tiempo degracia, de treinta o cuarenta días, durante el cual quienes se consideraban en herejía podíanhacer confesión de sus errores y reconciliarse con la Iglesia. Con este procedimiento, heredadode la Inquisición medieval y que ya aparece recogido en la Instrucciones de 1484, los fíelesquedaban a salvo de penas graves, estando sólo obligados a cumplir una penitenciarazonable y al pago de una limosna. Si la confesión espontánea tenía lugar tras el períodode gracia, la pena se agravaba con la confiscación de bienes e, incluso, de existirtestimonios adversos, con la reclusión en la cárcel.

El sistema del edicto de gracia reportó a la Inquisición, en base a las limosnas,considerables ingresos, facilitando, además de las confesiones información sobre otrosherejes. Sin embargo, desde comienzos del siglo XVI, se sustituyeron esos edictos de graciapor los llamados edictos de fe. Consistía el edicto de fe en una proclamación solemne de loserrores heréticos al uso, amenazando bajo pena de excomunión tanto a la autodenunciacomo a la acusación de cualquier presunto hereje. Transcurrida una semana desde la lecturadel edicto, que solía tener lugar durante la misa del domingo, y agotado ese plazo de pocosdías que se concedía para denunciar, los desobedientes eran requeridos con la excomunión yotros anatemas.

Los edictos de fe constituyeron un medio eficacísimo de la acción inquisitorial, originandoque cada persona, amenazada en conciencia con la excomunión, se convirtiera de hecho enun agente o colaborador del Santo Oficio.

2.4. La instrucción y defensa del reo. El secreto: esencia del proceso inquisitorial.

En el proceso inquisitorial español del siglo XVI, tras la denuncia el caso erapresentado a los calificadores, a no ser que fuese patente la ortodoxia o heterodoxia de lopuesto en entredicho. A continuación, el fiscal dictaba la orden de arresto, y los agentes deltribunal caían sobre el acusado, de noche o de día, desapareciendo éste así de la vida pública.Si la materia era grave se le intervenían los bienes que luego, según el resultado, podrían serconfiscados.

El reo pasaba inmediatamente a la cárcel secreta, distinta de la casa de penitenciaadonde iría a parar si era condenado a reclusión. La propia mención de la cárcel nos sitúa antelo que fue la esencia del proceso inquisitorial: el secreto. El individuo quedabacompletamente aislado, pero, además no se le comunicaba cuál era el cargo contra él ni quiénle había acusado. Simplemente se le interrogaba sobre si conocía el motivo del arresto,exhortándole a la confesión de todos sus errores y pecados.

El secreto obligaría también a los testigos, a los propios inquisidores, a las víctimasque se reincorporaban a la vida normal y que debían abstenerse de contar cuanto había pasado,y obligaba incluso a las gentes del mundo exterior, quienes no debían inquirir qué sucedíadentro.

La acusación difusa e inconcreta podía colocar al reo en una situación dramática,porque sucedía a menudo que él no sabía por qué estaba allí, o suponía algo distinto de loque se le imputaba, lo que retrasaba el proceso y abría nuevas pistas a otroscomplementarios. Cuando se había centrado la acusación real, la víctima, a quien se hacíarecitar oraciones comunes para descubrir si era un converso ficticio o reciente, podía aceptarlos cargos o rechazarlos. Entraba entonces en juego el abogado defensor, figura inexistenteen la Inquisición romana, con el concurso de los testigos. El abogado era elegido, en principio,por el reo, pero luego designado por el propio tribunal, lo que, como es lógico, reportó menosgarantías. En cuanto a los testigos, se podía recabar la asistencia de gentes que informaranfavorablemente y también recusar al denunciante, ya desencubierto, y a los testigos que élpresentara, en el caso de que se pudiese probar que entre el reo y ellos existía enemistadmanifiesta.

Tras la ceremonia de ratificación, en la que se leían a los testigos todas lasdeclaraciones, el reo y su abogado formalizaban la defensa. Tratándose de dichos oproposiciones heréticas, el abogado apenas tenía posibilidad de defender lo manifestado ensus propios términos, pues ello equivalía a situarse él mismo en condición de sospechoso. Lomás usual y efectivo era alegar pasajeros trastornos de la víctima (la embriaguez, porejemplo), desequilibrios nerviosos y mentales, o la pura y simple locura. Se trataba así dehacer ver hasta qué punto aquel lamentable episodio, objeto del juicio, contrastaba con elrecio sentir del acusado, o con el resto de una vida en la que él había acreditado la condiciónde cristiano irreprochable.

2.5. La tortura. La garrucha, la toca o la tortura del agua y el potro.

El uso de la tortura como medio para arrancar la confesión de la víctima no fue algopeculiar de la Inquisición española. Se utilizó en la práctica penal de muchos tribunales deEuropa, así como en la Inquisición romana. Todo ello no ha sido obstáculo para que la imagende la Inquisición española haya quedado asociada a refinados tormentos, cámaras tenebrosasde tortura y comportamientos sanguinarios.

La tortura, empleada al término de la frase probatoria del proceso, tenía lugarcuando el reo entraba en contradicciones o era incongruente con su declaración anterior,cuando reconocía una acción torpe pero negaba su intención herética, y cuando realizabasólo una confesión parcial.

En concreto, la Inquisición hizo uso de tres procedimientos, la garrucha, la toca y elpotro. El primero consistía en sujetar a la víctima los brazos detrás de la espalda, alzándoledesde el suelo con una soga atada a las muñecas, mientras de los pies pendían las pesas.En tal posición era mantenido durante un tiempo, agravándose a veces el tormento soltandobruscamente la soga que colgaba de una polea y dejándole caer, con el consiguiente peligro dedescoyuntar las extremidades. Más sofisticada era la tortura del agua, en la que el reo erasubido a una especie de escalera, para luego doblarle sobre sí mismo con la cabeza más bajaque los pies. Situado así, se le inmovilizaba la cabeza para producirle por la boca unatoca o venda de lino, a la que fluía agua de una jarra con capacidad para algo más de unlitro. La víctima sufría la consiguiente sensación de ahogo, mientras de vez en cuando le eraretirada la toca para conminarle a confesar. La severidad del castigo se medía por el númerode jarras consumidas, a veces seis u ocho.

Estas dos formas de tortura, las más primitivas, cayeron luego en desuso y fueronreemplazadas por el potro, instrumento al que era atada la víctima. Con la cuerda alrededorde su cuerpo y en las extremidades, el verdugo daba vueltas a un dispositivo queprogresivamente la ceñía, mientras el reo era advertido de que, de no decir la verdad,proseguiría el tormento dando otra o varias vueltas más.

Las confesiones obtenidas durante el tormento no eran válidas por sí mismas y debíanser ratificadas, fuera de él, en las veinticuatro horas siguientes. El desarrollo de la tortura eraregistrado escrupulosamente por los secretarios, incluyendo los quejidos y exclamacionesproferidas por las víctimas.

2.6. Sentencias y penas. El sambenito, los azotes, el encarcelamiento, las galeras y laejecución en la hoguera.

Las sentencias condenatorias daban lugar a que el reo fuera penitenciado,reconciliado o quemado en la hoguera. Los penitenciados debían abjurar de sus errores,abjuración que era llamada de levi en los casos de menor importancia y de vehementi en losmás graves. Ante una cruz y con la mano puesta en los evangelios, el reo juraba aceptar la leycatólica. Si la falta había sido leve, aceptaba ya entonces, para el caso de una recaída futura,ser declarado impenitente con las penas oportunas. Si la falta había sido grave, se daba porenterado de que, caso de reincidir en ello, sería declarado relapso con el consiguiente castigoen la hoguera.

De ordinario, las penas fueron regladas y fijas, consistiendo fundamentalmente en elsambenito, los azotes, el encarcelamiento, las galeras y la ejecución en la hoguera. El

sambenito, o saco bendito, era un hábito penitencial cuyo uso arranca de la Inquisiciónmedieval. Debían llevarlo los que comparecían en el auto de fe, siendo entonces negro conalgunos dibujos (llamas, demonios) alusivos a la suerte que amenazaba al condenado. Cuandoel sambenito era impuesto como pena, era amarillo con la cruz de San Andrés bordada en laespalda y en el pecho. En los primeros tiempos se castigó a llevar el sambenito de por vida,pero luego las sentencias solían equiparar la obligatoriedad de su uso con el tiempo dereclusión (era el castigo a cárcel y hábito), o bien, imponían llevarlo en la vida cotidiana odurante un cierto período, lo que acarreaba el escarnio y mofa de los vecinos. Quitárseloentonces constituía una falta grave.

El uso del sambenito no sólo fue un castigo para la víctima, sino también para sufamilia e incluso para sus descendientes. Y ello porque se introdujo la costumbre de ordenarque los sambenitos de los penitenciados fueran colgados en las catedrales, y luego también enlas iglesias parroquiales, lo que perpetuaba la infamia de la familia.

El castigo de los azotes, que tenía que ver con el uso ascético de las disciplinas en laIglesia, fue muy corriente y tuvo carácter público. Los penitenciados, subidos en asnos ydesnudos hasta la cintura, recorrían las calles con una capucha en la cabeza donde constaba sudelito, mientras el verdugo iba propinando los azotes con la penca o látigo de cuero. Lonormal era recibir doscientos azotes, acompañados, como es de suponer, por las burlas y elescarnio del pueblo. Ni la edad ni el sexo impidieron la práctica de este castigo, que ya cayóen desuso en el siglo XVIII.

La cárcel fue también una pena muy común, oscilando el tiempo de reclusión entreunos meses y toda la vida. En los primeros años, la carga económica de alojar y mantener aunos presos a quienes ya se habían confiscado sus bienes, hizo frecuente el recurso de quecumplieran la reclusión en sus propias casas. Desde mediados del siglo XVI se impuso elsistema de los establecimientos permanentes, conocidos como casas de la penitencia o de lamisericordia, donde debió imperar una cierta laxitud. Ya antes, la Suprema había tolerado quelos indigentes encarcelados pudieran salir a mendigar, llevando el sambenito, para regresarpor la noche bajo pena de ser declarados relapsos.

La condena a galeras fue peculiar de la Inquisición española, fruto de su caráctermixto eclesiástico-estatal, y vino a aliviar la necesidad de hombres en las flotas. Esta penadejó de emplearse a mediados del XVIII. Para las mujeres el castigo equivalente fue el trabajoen hospitales y casas de corrección.

La pena de muerte estaba reservado a los herejes no arrepentidos y a los relapsos,esto es, a los reincidentes en materia grave. Si en esa hora final se negaban a reconciliarse conla Iglesia, eran quemados vivos. Quienes lo hacían, recibían el “alivio” de ser estranguladospor medio del garrote, entregándose luego el cadáver a las llamas.

2.7. Los autos de fe.

El último acto del proceso era el sermón general, llamado también sermo fides y autode fe en España en el siglo XVI. En un sentido totalmente opuesto al secretismo de laInquisición los autos de fe fueron ceremonias públicas y finales que ejemplificaban lafunción de aleccionar y amedrentar que se atribuyó el Santo Oficio. Ordinariamente loscasos se despachaban en autos particulares o autillos, celebrados en pequeñas iglesias o enotros lugares.

Los autos de fe se organizaban tras la acumulación de muchos procesos acabados. Elritual era espectacular: procesiones, altares, cuerpo especial de soldados de la zarza, sermones,lectura de sentencias, ceremonias de abjuración y reconciliación, etc. Por todo ello eran muycostosos.

3. ERASMISTAS Y ALUMBRADOS

La influencia que tuvo Erasmo en España fue grande, sobre todo en los círculos que seformaron alrededor de la Universidad de Alcalá. La aparición entre nosotros del Enquiridion oManual del caballero cristiano de Erasmo (1525) y la conferencia de teólogos que se reúne enValladolid en 1527 ayudaron a extender las ideas erasmistas, aunque sus seguidores notardarán en ser perseguidos por la Inquisición. Entre 1556 y 1563, mientras se celebraba laúltima etapa del Concilio de Trento, fue condenado el erasmismo; pero esto no impidió paraque su influencia se siguiera sintiendo todavía en el campo de las letras y de la religiosidad,sea en el biblismo de Arias Montano o de San Juan de Ávila, sea en el clasicismo queprotagoniza fray Luis de León, en el mismo Cervantes, en Quevedo, etc.

Al principio parece que anduvieron mezclados erasmistas y alumbrados, aunque susmovimientos eran bastante distintos. La palabra alumbrado (el alumbradismo fue siempreajeno a todo signo de reforma protestante) tiene, hasta bien entrado el siglo XVI, un sentidoaceptable. Sirve con frecuencia para designar a grupos selectos que aspiraban a la santidad,practicaban los consejos evangélicos y la oración mental y se dedicaban al estudio de laEscritura. Los protege en un principio Cisneros, pero se hicieron sospechosos a la Inquisicióncuando entre ellos aparecieron grupos de visionarios o iluminados, que acudían a revelacionesy profecías particulares y dejaban de lado los sacramentos y la jerarquía eclesiástica.

De entre ellos, unos eran conocidos como "recogidos" y otros como "dejados". Aestos últimos parece aludir un edicto que contra los alumbrados dio la Inquisición de Toledoen 1525, en el que se les acusa de mantener proposiciones "locas", "disparatadas" y con "saborde herejía". Lo que parece cierto es que predicaban la doctrina de la "relajación", y una vezque alcanzaban el estado de "quietud" espiritual, poco les importaban los méritos propios, lastentaciones ni el mismo pecado.

Focos de alumbrados se dieron, principalmente, en Toledo, Llerena y Sevilla. Lomás característico de su actitud era el afán desmesurado y enfermizo que tenían deexperiencias religiosas extraordinarias, que les llevó a notables excesos, y una orientaciónintimista de la vida cristiana. Por esta causa, no es raro que a veces se tuvieran poralumbrados a algunos que trataban de reformar a la Iglesia con la intensificación de la vidainterior, la oración mental y la lectura de la Escritura. Hubo quienes fueron acusados a laInquisición como sospechosos de herejía: San Juan de Ávila, fray Luis de León, la mismaSanta Teresa de Jesús..., pero sus escritos quedaron al fin libres de toda sospecha. Fueronéstos, con otros como Santo Tomás de Villanueva, San Ignacio de Loyola o San Juan de laCruz, quienes trabajaron para que se hiciese realidad la verdadera reforma en España.

4. LA INQUISICIÓN EN EXTREMADURA. EL TRIBUNAL DELLERENA

4.1. Origen.

Hablar de Inquisición en Extremadura es hablar del Tribunal de Llerena. Es opiniónaceptada por la mayoría que este tribunal es fruto de la desaparición del de Belalcázar y del deGuadalupe que se unieron al de Córdoba y al de Toledo respectivamente.

Respecto al año del comienzo de funciones de este Tribunal existen opinionesdiversas. Es criterio generalmente aceptado entre los historiadores que los tribunales notuvieron al principio residencias permanentes, y que fueron creados en las ciudades donderealmente existía necesidad de ejercer sus funciones. No obstante, parece ser que el deLlerena estaba en plena actividad y convivía con el de Guadalupe en la última décadadel siglo XV. Ya en el XVI, en 1516, el cardenal Cisneros y Adriano de Utrech ordenaron eltraslado del Tribunal de Llerena a Plasencia. Después se trasladó a Mérida, ciudad donderesidió hasta 1525, año en que vuelve a Llerena.

4.2. Etapas.

Por tanto, se pueden señalar dos períodos diferenciados:

1. De implantación, 1485-1525 (1527 según otros), en el que se da laactuación coyuntural de Tribunales provisionales, no permanentes en losgrandes focos del judaísmo.

2. Asentamiento, 1525-1834, constitución estable y permanenciaininterrumpida del Tribunal del distrito con sede en Llerena.

4.3. Jurisdicción.

En cuanto a la jurisdicción, estaba sometido a las modificaciones que precisaban lasnecesidades de cada momento, hasta 1574 fecha en la que ya se consolidan los territoriossobre los que los Tribunales la ejercen. La jurisdicción del de Llerena abarcaba la antiguaprovincia de León, de la Orden de Santiago, los territorios gobernados por la Orden deAlcántara y los obispados de Badajoz, Coria, Plasencia, Cáceres y Ciudad Rodrigo, quecomprendían 512 ciudades, villas y lugares.

Pero ¿por qué los Reyes Católicos nombraron inquisidores de la provincia de León alos de la villa llerenense? La causa principal parece que fue el importante asentamiento judíoque existió en la zona. Las persecuciones que se desarrollaron contra el pueblo judío porCastilla, Toledo, Andalucía, Levante, Baleares y Cataluña provocaron una huida masiva haciaalgunas ciudades extremeñas, entre ellas Llerena y Fregenal de la Sierra, y a su vez unaumento notable de la población. A esto se añade la política de repoblación de los territoriosconquistados a los árabes, pues a nuestras tranquilas tierras extremeñas llegaron otros muchosjudíos perseguidos en Europa.

El tribunal de Llerena fue uno más de los catorce existentes en la península. Elconjunto de todos ellos constituía una red mediante la que se controlaba todo el Imperio y sushabitantes. En este sentido, la Inquisición extremeña se vio favorecida por la inquisiciónportuguesa y viceversa. Ejemplo de esta colaboración lo constituye el núcleo de judaísmo

entre los años 1563 y 1568 que se localiza en Alburquerque. Entraron en acción laInquisición de Evora, la de Llerena, la de Córdoba y la de Sevilla.

4.4. Sucesos más destacados.

La peculiaridad de la Inquisición en Extremadura se encuentra en su situaciónfronteriza con Portugal, centro receptor o de expulsión, según las épocas, del judaísmo ytambién del mudejarismo. En cuanto a los sucesos más destacados encontramos:

- 1485-1501: Judaizantes primitivos. Actividad itinerante: Guadalupe, Siberia, Llerena-Zafra-Guadalcanal-Jerez-Fregenal-Segura de León, Plasencia.

- 1528-1537: David Reubení, el judío “del zapato” y sus seguidores. Badajoz.- 1537-1542: Primer conflicto con moriscos. Hornachos.- 1559: Libros prohibidos.- 1563-1568: “Judería” de Alburquerque.- 1572-1581: Alumbrados.- 1589-1598: Radicalización del problema morisco. Hornachos.

Y posteriormente al siglo XVI:

- 1601-1610: Resto de zonas moriscas: Mérida, Villanueva de la Serena, Trujillo, Zafra,Cañamero.

- 1630-1639 y 1660-1679: Judaizantes portugueses: Trujillo, Cáceres, Mérida.- 1734-1735: Hechicería, superstición.- 1794-1795: Libros prohibidos.- 1816-1820: Francmasonería.

5. ALUMBRADOS EN EXTREMADURA. LOS ALUMBRADOS DELLERENA

5.1. Ámbito geográfico

El gran desarrollo de la llamada utopía espiritual de franciscanos extremeños, unida afondos de origen converso propició diversos tipos de exageraciones y supersticiones.

La más famosa de estas desviaciones está constituida por los alumbrados deExtremadura, o de Llerena, o de 1579, fecha del auto de fe que comporta su desapariciónoficial en suelo extremeño y su emigración sucesiva a tierras de Úbeda, Baeza y Sevilla.

El descubrimiento de los encartados fue llevado a cabo por el dominico fray Alonsode la Fuente, así como lo relacionado con su prisión, procesos y autos de fe de 14 de junio de1579.

En aquellos procesos aparecen las villas de Alburquerque, Alcántara, Badajoz, Coria,Garrovillas, Granadilla, Hornachos, Miajadas, Medellín, Trujillo, Villanueva de la Serena,Jerez de los Caballeros, Fuente del Maestre, Llerena, Almendral, Salvatierra, Torremegía,Lobón, Feria, La Parra, Solana, Zafra y otras. Las más repetidas son las que figuran en lasegunda mitad de esta enumeración.

5.2. Origen del nombre

Los documentos publicados por A. Huerga ofrecen un retazo colorista de la vidaespiritual de la Tierra de Barros en la segunda mitad del siglo XVI. La protagonizanpersonajes más bien oscuros: zapateros, sacristanes, beatas, beneficiados, clérigos,religiosos. La historia los agrupa bajo el sugestivo nombre de "alumbrados", sustantivando unadjetivo y participio empleado con frecuencia y sin especial connotación en la literaturaespañola del siglo XV y principio del XVI.

Esta sustantivación tuvo lugar en torno a 1523, o poco antes, para designar a losalumbrados del reino de Toledo de 1525, fecha de su condenación por el tribunal inquisitorial,cuando ya llevaban casi quince años concentrándose en grupos, ligas y monipodios ypropagando con tesón los principios de su espiritualidad. El capítulo provincial de losfranciscanos de Toledo en 1524 los define como vía espiritual escandalosa, u ocasionadorade tropiezos, y recién inventada, de alumbrados, dejados, congregados o perfectos. Conesos cuatro nombres los definen aquellos franciscanos de la Ciudad Imperial, que poseíanconocimiento inmediato de los hechos por estar encuadrados activamente en los gruposalgunos miembros de la orden y creer necesario descubrirlos, condenarlos y desarraigarlosdentro de la misma.

La definición de los alumbrados dada por los franciscanos de Toledo, en 1524, es lamás antigua, clara, segura y adecuada con la realidad, aunque muchos críticas se empeñan enno aceptarla y en acudir a explicaciones lejanas y ajenas a los hechos. El término"alumbrado", como sustantivo, comenzó teniendo sentido burlón entre el pueblo. Según Maríade Cazalla, una de las principales protagonistas, designaba a algunas personas que dejandolos oficios de tratos y mercaderías se recogieron para unirse a nuestro Señor y buscarnuevas maneras de hacerlo.

5.3. Espiritualidad: oración, perfección, fenómenos extraordinarios y moralidad.

Ya topamos con la fibra inicial conversa, enmarcada en un nuevo modo de ir a Dios,que se basa en el amor como regla única que exime de las demás y en la oración mental,con desprecio de los actos exteriores. Su pensamiento queda recogido en las 48 proposicionescondenadas por la Inquisición en el edicto de Toledo de 1525, y en la refutación sistemáticaque de sus fundamentos hace Francisco de Osuna en Ley de Amor o Cuarto AbecedarioEspiritual.

Los alumbrados constituyen un intento autóctono de reforma española y deespiritualidad, lo mismo que los recogidos, los erasmistas, los partidarios de la oraciónmental metódica, la espiritualidad de la Compañía de Jesús, o la del Carmelo Descalzo. Nodependen en su primera manifestación alcarreña de Lutero ni de Erasmo, aun cuando exista enellos un fondo común con todos los movimientos espirituales de la época, que corren el riesgode una interioridad personal más o menos exagerada, a veces discutible en aspectos deortodoxia y ortopraxis. Todos manejan la fibra convencionalmente popular y simplificadorade la unión inmediata fascinante, fácil y segura con Dios.

Los alumbrados en Extremadura constituyen un corrimiento de los del reino deToledo, cuyos últimos procesos se sustancian entre 1530 y 1540. Acaso su primera

manifestación se refleje en el convento franciscano de La Lapa, poco antes de 1530.Ofrecemos su pensamiento sobre oración, perfección, amor puro y fenómenos extraordinarios.

• Oración. La mental es de precepto divino y con ella se cumple todo lo demás. Ella essacramento debajo de accidentes. Desacreditan la oración vocal. Los que hacenoración mental no necesitan obras externas ni cosas de devoción, porque ya estánllenos de Dios.

• Perfección. Los perfectos no tienen necesidad de obras virtuosas. Al llegar a ciertomomento espiritual pueden ver, ya en esta vida, la esencia de Dios y los misterios de laTrinidad.

• Fenómenos extraordinarios. Muy dados a arrobos, raptos y fenómenos similares. Enespecial las beatas, que eran una especie de monjas que vivían en grupos, o en suscasas, sin aceptar ninguna regla canónica.

• Moralidad. Finalmente la conducta moral de algunas beatas y de sus confesoresestuvo cargada de flaquezas de toda índole. Las afirmaciones de los alumbradosextremeños se semejan a los de la Alcarria, pero con mayor barroquismo y conmuchos desvíos prácticos, incluso sexuales. El medio sociológico era diferente, muyalto el número de beatas y beateríos sin atención religiosa por parte de las diócesis y delas órdenes religiosas. Además era mucho más alto el número de mujeres que dehombres por causa de la emigración a América, de las guerras de Italia y Flandes y delas malas cosechas.

6. LOS JUDÍOS EN EXTREMADURA

La estancia de judíos en Extremadura se remonta a la Edad Antigua. Está constatada laexistencia de dos colonias judías en la Extremadura romana y visigoda, las de Emérita yTurgalium, Mérida y Trujillo.

Las aljamas existentes en la región a comienzos del XVI eran las siguientes: Trujillo,Plasencia, Jarandilla y Cáceres, Coria y Jaraíz, Badajoz con Almendralejo, Jerez de losCaballeros, Llerena, Mérida con Montijo, Fuente del Maestre con Ribera y Puebla, Fuente deCantos, Segura de León, Zafra y Medellín. Unidas a alguna de las anteriores aljamas se citanlocalidades como Gata, Montemolín, Los Santos de Maimona, Medina de las Torres yMontánchez. Otras fuentes, inquisitoriales, de Ordenes Militares y Señoríos, citan aljamas connúcleos de población más pequeños en San Martín de Trevejo, Belvis, Casar de Palomero,Garrovillas, Valencia de Alcántara, Arroyo de la Luz, Barcarrota, Alconchel, Villanueva delFresno, Villanueva de la Serena, Aceuchal, Alcuéscar, Lobón, y Salvatierra y Torremocha,lugares de Montánchez.

Es conocida la existencia de importantes núcleos de población judía o judaizante enHervás, de aquí el adagio: "En Hervás judíos los más". Situada a la vera del "Camino de laPlata" que unía Mérida con Santiago, se beneficiaría del tráfico mercantil a que daba lugar suposición tan favorable al comercio, con importante barrio judío, conjunto histórico-artístico yen cuya población perdura la vivencia de su pasado judío hasta nuestros días. Igualmente fueimportante la población judaizante en Guadalupe y su Puebla, infiltrada en los propios frailesJerónimos y en La Siberia: Herrera del Duque, Puebla de Alcocer, Talarrubias, Belalcázar ySiruela.

Con los datos anteriores tenemos la localización geográfica de las comunidades judíasy judaizantes, concentradas preferentemente en núcleos "urbanos", frente a la dispersióny ruralismo que caracterizará a la población morisca.

En cuanto a la actividad económica y socio-profesional hay que distinguir zonas ytiempos: en la Baja Extremadura ejercían actividades primordialmente artesanas:zapateros, sastres y herradores, sin que aparezca la figura del judío arrendador o prestamista.En la misma época y en la comarca de La Siberia, aún prevaleciendo la industria del calzadoaparece la figura del arrendador, 2 mercader, 1, o actividades como plateros, 2, físico, 1,maestro, 1, bachiller, 1. Esta misma situación socio-profesional combinada aparece en losjudaizantes de Badajoz a lo largo del XVI, mientras que en la judería de Alburquerque y losjudaizantes del XVII, de origen portugués destaca la actividad mercantil.

7. LOS MORISCOS EN EXTREMADURA

La minoría morisca es otro de los grupos que merece nuestra atención por sunumerosa presencia en Extremadura hasta su definitiva expulsión durante el reinado deFelipe III. Ya de antiguo existía en nuestra región una importante comunidad mudéjar -losmoriscos viejos- asentada en una serie de morerías situadas en diversas localidades; acomienzos del siglo XVI, la presencia morisca se concentraba fundamentalmente, por ordende importancia, en Hornachos, Plasencia, Alcántara, Mérida, Trujillo, Benquerencia de laSerena, Magacela, Valencia de Alcántara y Medellín (B.Vincent y M.A. Ladero). Estos dieznúcleos acogían en 1501 aproximadamente 3.700 mudéjares. Aunque no puede establecersecon fiabilidad absoluta, la población total mudéjar ha sido estimada por J. Fernández Nieva entorno a los 5.000 habitantes.

Los mudéjares vivían segregados de la mayoritaria comunidad cristiana, peroexistía un respeto mutuo hacia las creencias de uno y otro grupo que permitía unaconvivencia pacífica que, no obstante, se rompería en 1502 con la promulgación de unaPragmática de los Reyes Católicos, por medio de la cual se ordenaba la expulsión de losmoros. Resultado de esa norma fue la conversión al cristianismo de la mayor parte deellos, que optaron por quedarse, aun cuando subsistieron las prácticas islámicas y lasrelaciones entre ambas comunidades se tornaron hostiles, enfocadas hacia la homogeneizaciónreligiosa y cultural por la vía de la supresión de los rasgos diferenciales.

A esa población de cristianos nuevos, cuya evolución y nivel de integracióndesconocemos con precisión durante la mayor parte del siglo XVI, vino a sumarse un nuevocontingente de moriscos procedentes del reino de Granada tras la sublevación de lasAlpujarras, que llegaron en tres oleadas: la primera y más importante, de 6.800 individuos, afinales de 1570; la segunda, en 1571, estaba compuesta por 2.470 moriscos que habían sidopreviamente repartidos por Andalucía Occidental; la tercera, en 1572, de 1.764 individuosoriginarios de los territorios de señorío del área granadina. En total 11.036 moriscos, muchosde los cuales, entre el 20% y el 30%, murieron en el camino o al llegar, víctimas de las durascondiciones en las que se desarrolló su traslado, "porque vinieron muy enfermos y en tiemposque hacía grandes fríos"; a los problemas del trayecto se uniría más tarde una epidemia detifus, que dejó reducida la población de granadinos aproximadamente a 8.000 individuos,alrededor del 2% de la población total de la región.

La idea inicial de las autoridades era que el reparto se realizara evitando en lo posiblela concentración -para evitar alteraciones como la que había provocado su expulsión del reinode Granada-, ruralizando a la población morisca, amén de evitar su asentamiento enlocalidades como Hornachos, Benquerencia de la Serena o Magacela, donde la poblaciónmudéjar era mayoritaria. No obstante, una serie de circunstancias, entre las que cabe destacarel lamentable estado físico en que se encontraban muchos de los deportados, la precipitacióncon que se realizó la operación y, también, el interés de las oligarquías locales por contar conuna mano de obra barata y dispuesta al trabajo, hicieron que las previsiones iniciales no secumplieran y gran parte de ellos quedaran en las principales poblaciones extremeñas: lasciudades de más de 1.000 vecinos acogieron en 1570 más del 55% de los moriscos deportados(Sánchez, Hernández, Testón). La segunda oleada se concentró sobre todo en la AltaExtremadura , siguiendo la política de alejarlos lo más posible de Andalucía. La actualprovincia de Cáceres, especialmente el área de Trujillo y Valencia de Alcántara fue, tras elreparto, la zona de Extremadura donde los moriscos aparecen como una minoría másimportante, suponiendo entre el 5 y el 7% de la población total.

La mayor parte de los moriscos extremeños realizaba actividades profesionalesrelacionadas con la tierra. Una de sus dedicaciones primordiales, como mano de obraespecializada, fue la horticultura en las ciudades donde se asentaron; en la villa de Cáceresaparecen frecuentemente como arrendadores de las huertas de la Ribera del Marco a finalesdel siglo XVI. Del mismo modo, en Zafra, uno de los mayores núcleos moriscos deExtremadura, 25 hortelanos moriscos nos dan idea de la importancia de esta actividad.También Fr.Alonso Fernández, el cronista placentino, habla de ellos dedicados al cultivo delas huertas. Labradores y trabajadores completaban la nómina laboral morisca en el sectorprimario. Menor incidencia tuvo entre ellos la artesanía, zapateros y sastres sobre todo. En elsector terciario, el transporte y el comercio son otras tantas actividades que ejercieron,especialmente la arriería y el pequeño comercio de ámbito local.

Los años posteriores a su asentamiento fueron difíciles para la minoría morisca;la falta de adaptación a los nuevos territorios, su deseo de retornar a su tierra y elreagrupamiento voluntario en busca de mejores condiciones de vida, fueron los aspectos quemarcaron una fuerte disminución del número de moriscos y un doble desplazamientoterritorial interno: hacia el sur extremeño en detrimento de la Alta Extremadura ydesde los pueblos más pequeños hacia las ciudades -que ya agrupaban, como vimos, a lamayor parte de ellos-, de tal modo que hacia 1594, un total de 20 localidades albergaban al75% de los moriscos extremeños; en tres de ellas, Hornachos, Benquerencia de la Serena yMagacela eran más del 50% de la población.

La recuperación de los moriscos una vez superados los problemas de adaptacióniniciales y el reagrupamiento voluntario, lleva a aumentar su peso específico en la región, detal modo que cuando son censados por la Inquisición de Llerena en 1594, los 14.424 moriscossegún los cálculos de J. Fernández Nieva -incluyendo los 4.800 de Hornachos-, supondríanalrededor del 4% de los extremeños. Pero en opinión de R. Sánchez, M.A. Hernández e I.Testón, ese crecimiento fue mucho más matizado de lo que dan a entender las cifras, alincluirse también los antiguos mudéjares, y la razón que lo explica no es otra que el miedo yla huida, producto de la intervención de la Inquisición -que desde principios del siglo XVIvenía actuando contra los mudéjares-, acusados de “delitos contra la fe católica” ymahometanismo, lo cual fue interpretado por los cristianos viejos como una “negativa a laasimilación, y ello les produjo temor, casi pánico”. Los granadinos constituyeron una parte

sustancial de los procesados por el tribunal inquisitorial de Llerena, entre los años 1571-1602,especialmente los de Hornachos y de Mérida.

PERSONAJES RELIGIOSOSDEL SIGLO XVI

ÍNDICE

1. SAN PEDRO DE ALCÁNTARA

1.1. El reto de una sociedad y de una cultura1.2. Primeros estudios1.3. La división de los franciscanos: conventuales y observantes1.4. Autoría del Libro de la oración y meditación1.5. Fray Pedro y Santa Teresa1.6. El Palancar. Etapa final de su vida1.7. Otro tipo de vivencia cristiana: las órdenes religiosas. Los franciscanos en

Extremadura

2. JUAN MARTÍNEZ GUIJARRO O SILÍCEO

2.1. Vida2.2. Obra

3. LUISA DE CARVAJAL

3.1. Educación en España3.2. Estancia y muerte en Inglaterra3.3. Obra

4. CARDENAL BERNARDINO LÓPEZ DE CARBAJAL

5. JUAN DE LOS ÁNGELES

6. OTROS PERSONAJES RELIGIOSOS DE LA ÉPOCA

6.1. SANTA TERESA

6.1.1. Primeros años6.1.2. Deseos de vida conventual. Problemas de salud6.1.3. Decadencia de la vida conventual en el siglo XVI. Fundación de su primer

convento6.1.4. Obra

6.2. IGNACIO DE LOYOLA

1. SAN PEDRO DE ALCÁNTARA

1.1. El reto de una sociedad y de una cultura

(Alcántara 1499-Arenas 1562). Siguiendo a Melquíades Andrés, hay que comenzardiciendo que la espiritualidad de San Pedro de Alcántara responde al reto de la sociedaddescubridora, humanista y renacentista. La vida espiritual del hombre nuevo se desarrollaen las mismas coordenadas del hombre de a pie, encuadrado dentro de una época de muchoscambios.

La vida de Juan de Sanabria, -Pedro de Alcántara-, se enmarca en la generación delos grandes descubrimientos de las islas del Caribe y del Nuevo Continente; conquistas deMéxico y del Perú; guerras de Carlos V y Francisco I de Francia; ideal de reforma, llevado adiversas cimas por observantes y descalzos por un lado y por los protestantes por otro. Todosbuscan, a su modo, la reforma de la Iglesia en su cabeza y miembros y el retorno a las fuentesoriginarias: Iglesia Apostólica, Sagrada Escritura, regla fundacional de la orden, a través demétodos o caminos fáciles y seguros.

Pedro de Alcántara pertenece a la generación de los grandes conquistadores (Cortés,Pizarro, Orellana, Valdivia...); de los grandes reformadores (Lutero, Ignacio de Loyola,Erasmo, Cisneros, Münzen...); de los grandes humanistas (Erasmo, Nebrija, Juan de Valdés.Arias Montano, el Brocense...); de los grandes místicos (Francisco de Osuna, Juan de Ávila,Bemardino de Laredo, P. Granada, Santa Teresa...); de los grandes teólogos (Francisco deVitoria, Juan de Medina, Domingo de Soto, Melchor Cano...); de los grandes juristas,(Palacios Rubios, Carvajal, Vázquez de Menchaca...). Este ambiente de superación y dereforma pesa en su vida y obra.

1.2. Primeros estudios

De los 14 a los 16 años estudia humanidades y derecho en Salamanca. Juan deSanabria era un joven afable e inteligente, de pocas palabras. El ambiente salmantino estátraspasado por las noticias de los descubrimientos, por el teatro de Torres Naharro y laCelestina, por la fusión de elementos tradicionales góticos y mudéjares con otros renacentistasen la belleza isabelina y plateresca de la nueva catedral. La vida universitaria le brindahorizontes llenos de posibilidades. La administración del Estado y de la Iglesia se nutría de lafacultad de derecho civil y canónico.

Eran jóvenes llenos de ilusión el gentil hombre Ignacio de Loyola, Francisco deVitoria, el infante don Carlos, que un año más tarde heredaría las Coronas de Aragón y deCastilla, tras un atormentado testamento, firmado en Madrigalejo, unas horas antes de morir,por su abuelo Fernando el Católico. Juan de Sanabria se plantea a fondo el problema de suporvenir, deja los estudios de derecho, dice adiós a su familia y toma el hábito de SanFrancisco en los descalzos extremeños, recién fundados y salidos de una tormenta que casiahogó la nueva reforma. Estamos en 1515.

1.3. La división de los franciscanos: conventuales y observantes

Desde tempranas épocas habían aparecido brotes de escisión en el mundo franciscano:los llamados Conventuales no tuvieron inconveniente en aceptar grandes conventos, ricasfundaciones y olvidarse de la pobreza que tenían en su Regla; los Observantes, por elcontrario, se aferraron al cumplimiento exacto de la misma. La ruptura quedaba sancionadapor León X en 1517. En Extremadura esta predilección por la Observancia ya fue iniciadaa comienzos del siglo XVI por fray Juan de Guadalupe, siguiendo los anteriores pasos defray Juan de la Puebla.

En este contexto Juan de Sanabria abraza la vida religiosa en el convento franciscanode los Majarretes, junto a Valencia de Alcántara. Cambia su nombre y recibe el hábito demanos de un tío suyo llamado Miguel Roco, perteneciente a lo más granado de la sociedadalcantarina. Este fray Miguel Roco fue nombrado en 1528 provincial de la Lapa, en el sur deBadajoz, lugar donde posiblemente se da la primera noticia sobre alumbrados extremeños, yaque se menciona que “castigó severamente a algunos intérpretes de la Regla supersticiosos yduros de mollera, que habían envenenado a otros muchos con su doctrina peligrosa”.

Apenas cumplidos los 30 años fray Pedro fue guardián del convento de los Ángelesde Robledillo. Luego continuó la siembra espiritual iniciada en Los Majarretes, Sierra deGata y La lapa, por los conventos de Plasencia, Coria, Portugal, Oropesa, Arenas, El Palancar,etc., desempeñando los más altos cargos de la Orden. Por ese tiempo (1557) mantienecorrespondencia con San Francisco de Borja. Es el año en el que arreciaba la crisis quedesembocaría en los autos de fe de Valladolid y Sevilla, en el Índice de Libros prohibidos deFernando de Valdés y en la detención de Bartolomé de Carranza.

1.4. Autoría del Libro de la oración y meditación

En La Lapa escribe unos folios sobre la oración. Aquí hay que comentar la polémicasobre la autoría del Libro de la oración y meditación. ¿Lo escribió fray Luis de Granada oPedro de Alcántara? Lo que parece más probable y ajustado a la palabras de fray Pedro en elprólogo, es que el P. Granada publicó en 1554 su libro, que fue un auténtico best-seller, delcual se multiplicaron ediciones y resúmenes. Fray Pedro lo compendia y completa, y asícontribuye al proceso de clarificación que afecta a la espiritualidad española al superar la grancrisis producida por la perfección sacada fuera de los conventos, la democratización de laoración mental metódica, la mística del recogimiento, el alumbradismo, erasmismo,luteranismo y otra vías espirituales, predicadas o combatidas a la vez en una sociedad afectadapor toda clase de problemas políticos, económicos, militares y éticos. Pedro de Alcántaracontribuye positivamente a ese proceso de clarificación católica junto con Luis deGranada, Juan de Ávila, Beato Orozco, las facultades de teología, el concilio de Trento.

Lo de fray Pedro se trata, pues, al parecer, de un resumen de la obra granadina conalgunos aditamentos sobre la contemplación y experiencia inmediata de Dios que no tocaFray Luis.

1.5. Fray Pedro y Santa Teresa

La preocupación por la pobreza fue común en el siglo XVI a descalzos,representados por Pedro de Alcántara, a san Ignacio de Loyola, a Santa Teresa de Jesús, a losmisioneros dominicos y agustinos de Nueva España. El hombre espiritual no puede dividir sucorazón de modo que una parte de su persona vaya por un lado y otra por otro, sino que debe

ser coherente con el Evangelio. En estos planteamientos se cruzaron Teresa y Pedro deAlcántara.

Su encuentro tuvo lugar en 1560, cuando ella daba vueltas a las constituciones de lasfundaciones. Todo era entonces consultas y petición de asesoramiento. Dudaba en fundarconventos con renta o sin respaldo de capital, con las exenciones con que vivían losmendicantes o según el sentido literal de la regla primitiva del Carmelo. En una carta laanima Fray Pedro: “ Si vuestra Merced quisiera seguir el consejo de Jesucristo de mayorperfección en materia de pobreza, sígalo; porque no se dio más a hombres que a mujeres, y élhará que le vaya muy bien, como ha ido a todos los que lo han seguido”. Los místicos noabrazan la pobreza por razones económicas o sociológicas, sino por seguir a Cristo pobre.

Santa Teresa recordará toda su vida el paso del santo fray Pedro y contará sus virtudes.De él comenta: “Paréceme que fueron cuarenta años los que me dijo había dormido sólohora y media entre noche y día, y que éste era el mayor trabajo de penitencia que habíatenido en los principios de vencer el sueño; y para ello estaba siempre de rodillas o de pie. Loque dormía era sentado y la cabeza arrimada a un maderillo que tenía hincado en lapared. Echado, aunque quisiera, no podía, porque su celda no era más larga de cuatro pies ymedio.

En todos estos años jamás se puso la capilla, por grandes soles y aguas que hiciese, nicosa en los pies, ni vestido, sino un hábito de sayal sin ninguna otra cosa sobre las carnes... yun mantillo. (...) No parecía sino hecho de raíces de árboles. Con toda esta santidad era muyafable, aunque de pocas palabras, si no era con preguntarle; en éstas era muy sabroso,porque tenía muy lindo entendimiento”.

1.6. El Palancar. Etapa final de su vida

Testimonio de esta pobreza de la que habla Santa Teresa es el convento que fundó enla provincia de Cáceres, junto al pueblo de Pedroso de Acim. Se llama el Palancar y selevanta a partir de 1557. Su fama sacude pronta y profundamente lo círculos eclesiásticos yciviles en un tiempo de grandes construcciones de palacios, iglesias y catedrales. 32 pies delargo por 28 de ancho, en metros cuadrados 8,96 por 7,84, es decir 63,44 metros cuadrados.En ese espacio había capilla, claustro, comedor, celdas y servicios. Dicen sus biógrafos que alterminar la construcción (1558) dirigió a los frailes estas palabras: “Hermanos, basta estopara frailes pobres; no más, no más”.

Su nombramiento como Comisario general le obliga a suspender su vida eremítica y aemprender una serie de viajes que no resultarán buenos para su salud. Muere en Arenas(Ávila) el 18 de octubre de 1562.

1.7. Otro tipo de vivencia cristiana: las órdenes religiosas. Los franciscanos enExtremadura.

Siguiendo la opinión de Melquíades Andrés, en la Edad Media no existió enExtremadura vida monástica por lo tardío de la Reconquista y el monopolio de las órdenesmilitares. En cambio desde la segunda mitad del siglo XV se produjo un enorme aumentode los conventos, en especial de la orden franciscana. Se podría hacer una ruta mística conlas 88 casas de esta orden que había en nuestra región, empezando en el convento de San

Francisco del Monte en Valverde del Río (todavía en Sevilla), atravesaría la provincia deBadajoz: Fuente de Cantos, Fregenal, Jerez de los Caballeros, Villalba , las ruinas de La Lapa,donde fue maestro de novicios San Pedro de Alcántara; seguiría por la provincia de Cáceres yterminaría en El Palancar y en Belvís de Monroy, de donde salió el núcleo fundamental de losevangelizadores de México.

Extremadura estaba sembrada, como ninguna otra tierra española, de casas de oración,de lugares de recogimiento, lo que fue la primera mística española. Sería la ruta del ideal delEvangelio, de la pobreza, del conocimiento de sí mismo, que empapó el franciscanismoextremeño. Aquí se produjo una reforma que saltó a toda España, Portugal, Francia,Italia y América.

Esta Extremadura de la reforma franciscana tiene tres personajes fundamentales: Juande Sotomayor , Juan de Guadalupe y Pedro de Alcántara.

2. JUAN MARTÍNEZ GUIJARRO O SILÍCEO

2.1. Vida

Juan Martínez Guijarro (Cardenal Silíceo) nace en Villagarcía de la Torre (Badajoz)en el año 1477 y muere en Toledo el 31 de Mayo de 1557. A los 21 años llega a París dondeestudia Latín con Luis Romano, Dialéctica con Roberto Caubraith y Lógica con Juan Dullart,no pudiéndose precisar si estudió Matemática y con quién lo hizo o bien si fue autodidacta. Elhecho cierto es que publica la obra Ars Arithmetica en 1514 en París –de cuya Universidadera Profesor–y se educa en la corriente nominalista–calculatores.

Llamado a la Universidad de Salamanca –Universidad que le convalida su título deBachiller en Artes–, se le encarga la Cátedra de Lógica nominalista para posteriormente pasara la Cátedra de Filosofía Natural –1522–, cargo que no abandona a pesar de ser nombrado en1529 canónigo Magistral de Coria. En 1534, el Emperador Carlos V le nombra preceptordel príncipe Felipe, futuro Rey de España. Es importante consignar que en esta fecha AlonsoManrique era Inquisidor general y hombre con cierta influencia con el Emperador. AlonsoManrique fue Obispo de Badajoz. Silíceo es designado Obispo de Cartagena en 1541 y espromovido al arzobispado de Toledo en 1546.

2.2. Obra

Silíceo publica como "calculator" la obra:

- Calculatoris suiset anglici sublime et prope divinum opus in lucem recenter emissum ...philosophi silicei. Salamanticae, Porras, 1520, traducción, enmienda y corrección de la obrade Swineshead.

Como nominalista sus obras son:

- In Aristotelis Perihermeneias, Piores, Topica et Elencos, publicada en París y soncomentarios a los libros de Aristóteles mencionados en el título.

- Siliceus in eius primem Alfonseam sectionem in qua primaria dyalectrices elementacomperiuntur argutissime disputata, editada en Salamanca en 1517 por Laurentius deHondedeis. Es una enciclopedia de lógica que se encuentra dividida en cuatro secciones.

- Lógica breuis, editada en Salamanca en 1524 y contiene las lecciones explicadas en suCátedra de la Universidad de Salamanca.

Aunque en 1513 publica en París Aritmética Práctica, su obra matemática másimportante es Ars Arithmetica Ioannis Martini Silicei: in Theoricen et Praxim scissa: omnihominum conditioni perque vtilis et necessaria.

Y finalmente Explicit Arithmetica Ioannis Martini Silicei in Theoricem et Praxim scissa. Inhonestissima Behacorum palestra composita anno domini 1514, que conoce cuatro edicionesen París, 1514, 1518, 1519 y 1526 y otra en Valencia, 1544.

3. LUISA DE CARVAJAL

3.1. Educación en España

Luisa de Carvajal, la que sería misionera y escritora nació en Jaraicejo en 1566 defamilia extremeña entroncada con la nobleza castellana. Destinado su padre a León comocorregidor, sus padres creyeron por muerta a la niña debido a unas fiebres. Pero no fue ellasino su madre y a los pocos días su padre los que murieron contagiados de unas fiebrestifoideas.

Una hermana de su tía abuela, que entonces era aya de los hijos del rey se la llevóconsigo para que viviese en el Palacio de la princesa doña Juana. Allí se educó con lasinfantas y con el príncipe Don Diego. Tras pasar cierto tiempo en tierras sorianas comienzauna nueva etapa de su vida en Pamplona, donde a los trece años se traslada con su familia, alser destinado su tío el marqués don Francisco Hurtado de Mendoza, virrey. Éste seconvertirá entonces en director espiritual de la joven, que lo idealizará. Allí se habitúa a laoración mental diaria y sufre también las disciplinas y crueles flagelaciones que recibía comopenitencia por indicación de su tío, quien también se disciplinaba.

Después de la estancia navarra se desplazan a Madrid, donde intentó vivir conpobreza absoluta, aunque sus tíos no se lo permitieron, y visitaba a las mujeres enfermas desífilis como gesto de caridad. A fines de 1592 moría el tío de Luisa, y meses después su tía.Comenzó entonces a convivir con sus antiguas criadas, tratadas ahora como iguales ycompañeras, en una humildísima casa. Este tipo de vida le ocasiona fiebres y gravesafecciones de las que su carácter enfermizo no se recuperaría nunca.

3.2. Estancia y muerte en Inglaterra

En su deseo de buscar el martirio que desde pequeña había deseado y asociado aInglaterra, marcha en 1605 hacía aquellas tierras. Reinaba en el país Jacobo I, fanáticocalvinista que agudizó la persecución contra los católicos, en especial de los jesuitas. Luisaque vivía en Londres muy relacionada con la embajada española, y también con las de Franciay Venecia, no dudaba en opinar ante altas instancias de cuestiones políticas, llegando a sugerirsoluciones no muy pacíficas.

Por su carácter fuerte y provocador mantenía una actitud beligerante y ardorosaen lo verbal y en los gestos públicos que le pudieron acarrear problemas más serios que lasdos prisiones que padeció.

Si no su experiencia mística, sí parece indudable su práctica ascética. Luisa no llegó avivir como monja reglada ni al parecer consiguió fundar un monasterio de católicasespañolas en Inglaterra. Pero su casa londinense sí se convirtió en refugio de pobres,peregrinos y católicos. A pesar de no vivir como monja reglada mantuvo personalmente cincovotos: pobreza, castidad, obediencia, hacer lo más perfecto y procurar el martirio.

Felipe III ordenó el regreso de Luisa a España, pero la muerte le sorprendió el mismodía de su 48 cumpleaños, en 1614.

3.3. Obra

En el aspecto literario conservamos 50 poemas de carácter más ascético que místico.Luisa, que conoció los escritos de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, se hace eco deimágenes frecuente de la tradición mística. Su poesía espiritual reproduce los símbolos yalegrías ya acuñados en esta tradición. Resulta algo más original en el desarrollo de la alegoríade los desposorios con el Amado al hacerlo de un modo más coloquial, impregnado de latradición amorosa más popular.

4. CARDENAL BERNARDINO LÓPEZ DE CARVAJAL

(1456-1523) Personaje muy discutido de la historia de la Iglesia española de sutiempo. Nació en Plasencia. Su familia pertenecía a la ilustre cuna de las Carvajales, conpalacios en Cáceres y Trujillo. Estudió Artes y Teología en Salamanca, donde conoció aNebrija. A la sombra de su tío Juan de Carvajal se introduce de lleno en el terrenodiplomático y en la vida de honores y prebendas. Fue mediador entre Fernando el Católicoy la corte papal en torno al problema de Nápoles, nuncio del Papa en España, obispo deAstorga y Badajoz, embajador de España en Roma y patriarca de Jerusalén.

Carvajal fue un auténtico mecenas de los artistas del Renacimiento, de los españolesafincados en Roma. En 1503 obtuvo varios votos en el cónclave que eligió a Julio II Papa, conmás madera de general de un ejército que de sacerdote. Bernardino y cuatro cardenales más seapartaron de su obediencia y comunión y convocaron el llamado conciliábulo de Pisa (1511),auténtico cisma que desgarró la unidad de la Iglesia.

El Papá los excomulgó. El conciliábulo fue un fracaso. El mismo Fernando elCatólico se ofreció a apoyar a Julio II. El Papa le desposeyó del Obispado de Sigüenza,famoso por sus cuantiosas rentas, y privó de la púrpura a los cardenales cismáticos.

León X, sucesor de Julio II, les ofreció la rehabilitación, previa sumisión y repulsa delcisma, la cual aceptaron. A partir de entonces su actuación fue ejemplar al servicio de laIglesia. El Papa le concedió el Obispado de Plasencia, su ciudad natal.

5. JUAN DE LOS ANGELES

(1536-1609) Místico franciscano español. En sus Diálogos de la conquista del espiritual ysecreto reino de Dios (1595) expone metódicamente una doctrina mística emparentada con laescuela de San Bernardo y San Buenaventura e influida también por los místicos Tauler yRuysbroeck. Su concepto del amor es de origen platónico y de él trata en sus Triunfos delamor de Dios (1590).

6. OTROS PERSONAJES RELIGIOSOS DE LA ÉPOCA

6.1. SANTA TERESA

6.1.1. Primeros años

Nació en Ávila el 28 de marzo de 1515. Su nombre era Teresa Sánchez. Sus padresfueron Alonso Sánchez y Beatriz Dávila. En su casa eran 12 hijos. Tres del primermatrimonio de Don Alonso y nueve del segundo, en el cual nació Teresa.

Ella y Rodrigo, su hermano, de niños eran muy aficionados a leer vidas de santos, y seemocionaron al saber que los que ofrecen su vida por amor a Cristo reciben un gran premio enel cielo. Así que decidieron irse a tierras de moros a declararse amigos de Jesús y así sermartirizados y conseguirse un buen puesto en el cielo. Afortunadamente por el camino seencontraron con un tío suyo que los devolvió a su hogar.

La madre de Teresa murió cuando la joven tenía apenas 14 años. Ella dice en suautobiografía: "Cuando empecé a caer en la cuenta de la pérdida tan grande que había tenido,comencé a entristecerme sobremanera. Entonces me arrodillé delante de una imagen de laVirgen y le rogué con muchas lágrimas que me aceptara como hija suya y que quisiera ser Ellami madre en adelante. Y lo ha hecho maravillosamente bien".

6.1.2. Deseos de vida conventual. Problemas de salud

Sigue diciendo ella: "Por aquel tiempo me aficioné a leer novelas. Aquellas lecturasenfriaron mi fervor. Comencé a pintarme y a buscar aparecer y a ser coqueta. Ya no estabacontenta sino cuando tenía una novela entre mis manos. Pero esas lecturas me dejaban tristezay desilusión".

El padre la llevó a los 15 años a estudiar interna en el colegio de hermanasAgustinas de Ávila. Allí, después de año y medio de estudios, enfermó y tuvo que volver a

casa. Algo más adelante leyó las Cartas de San Jerónimo, que fueron definitivas en sudecisión de ser religiosa.

Comunicó a su padre el deseo que tenía de entrar en un convento. Él, que la queríamuchísimo, le respondió: "Lo harás, pero cuando yo ya me haya muerto". Entonces se fugó desu casa y determinó quedarse de monja en el convento de Ávila. Su padre al verla tan resueltaa seguir su vocación, cesó de oponerse. Ella tenía 20 años. Un año más tarde hizo sus tresjuramentos o votos de castidad, pobreza y obediencia y entró a pertenecer a la Comunidadde hermanas Carmelitas.

Poco después de empezar a pertenecer a la comunidad carmelitana, se agravó de unmal que la molestaba. Cayó gravemente enferma y su padre la llevó a baños minerales:sentía los primeros síntomas de sus neurosis. En 1537, en casa de su padre, sufrió un ataquede paroxismo y durante dos años estuvo paralítica. Entonces tuvo oportunidad de leer unlibrito que iba a cambiar su vida. Se llamaba "El alfabeto espiritual", del P. Osuna, ysiguiendo sus instrucciones empezó a practicar la oración mental y a meditar. A los tres añosde estar enferma encomendó a San José que le consiguiera la gracia de la curación, y de lamanera más inesperada recobró la salud.

6.1.3. Decadencia de la vida conventual en el siglo XVI. Fundación de su primerconvento

Existían en los conventos de la época una vida muy relajada y disipada. En estecontexto Teresa tuvo una visión y se convirtió de ese tipo de vida. A partir de ahí fueroncontinuas las visiones celestiales. Al principio se asustó porque había oído hablar de variasmujeres a las cuales el demonio engañó con visiones imaginarias. Pero consultó con otrosreligiosos, entre ellos fray Pedro de Alcántara, que le quitaron sus miedos y la animaron aseguir con sus experiencias. Se cuenta que en algunos de sus éxtasis se elevaba hasta un metropor los aires. Teresa quería que los favores que Dios le concedía permanecieran en secreto,pero varias personas de las que la rodeaban empezaron a contar todo esto a la gente y lasnoticias corrían por la ciudad. Unos la creían loca y otros la acusaban de hipócrita, de orgulloy de presunción.

En el siglo XVI las comunidades religiosas habían decaído de su antiguo fervor.Eran demasiado numerosas lo cual ayudaba mucho a la relajación. Por ejemplo el convento delas carmelitas de Ávila tenía 140 religiosas. Santa Teresa exclamaba: "La experiencia me hademostrado lo que es una casa llena de mujeres. Dios me libre de semejante calamidad".

Un día una sobrina de la santa le dijo: "Lo mejor sería fundar una comunidad en quecada casa tuviera pocas hermanas". Santa Teresa consideró esta idea como venida del cielo yse propuso fundar un nuevo convento, con pocas hermanas pero bien fervorosas. Ellallevaba ya 25 años en el convento. Una viuda rica le ofreció una pequeña casa para ello. SanPedro de Alcántara, San Luis Beltrán y el obispo de la ciudad apoyaron la idea. El Provincialde los Carmelitas concedió el permiso.

Sin embargo la noticia produjo el más terrible descontento general y el superior tuvoque retirar el permiso concedido e incluso fue requerida por la Inquisición. Pero Teresa noera mujer débil como para dejarse derrotar fácilmente. Se consiguió amigos en el palacio delemperador y obtuvo una entrevista con Felipe II y éste quedó encantado de la personalidadde la santa y de las ideas tan luminosas que ella tenía y ordenó que no la persiguieran más. Yasí fue llenando España de sus nuevos conventos de "Carmelitas Descalzas", poquitas ymuy pobres en cada casa, pero fervorosas y dedicadas a conseguir la santidad propia y la delos demás.

Se ganó para su causa a San Juan de la Cruz, y con él fundó los Carmelitasdescalzos.

6.1.4. Obra

Santa Teresa escribió su autobiografía titulada "El libro de la vida"; "El libro de lasMoradas" o Castillo interior, texto importantísimo para poder llegar a la vida mística. Y"Las fundaciones”, o historia de cómo fue creciendo su comunidad.

Santa Teresa murió el 4 de octubre de 1582.

6.2. IGNACIO DE LOYOLA

Religioso español (1491-1556), fundador de la orden de los jesuitas, o Compañía deJesús. Fue paje de los Reyes Católicos, y luchó en el sitio de Pamplona durante el ataque delos franceses. Fue herido, y durante la convalecencia se dedicó a la lectura de libros religiosos,únicos disponibles al momento. Estas lecturas le determinaron a reformar su vida, aunque elestilo castrense predominaría siempre en su carácter. Trasladó al campo de la fe el conceptode la disciplina militar, y en 1534 creó la Compañía de Jesús para convertir infieles y serviral Papa. Otra de las finalidades era la educación de los jóvenes para la Iglesia. El Papa PauloIII aprueba los estatutos en 1540. En el Concilio de Trento (1545-1563) la obra de los jesuitastriunfa plenamente. Los Ejercicios Espirituales escritos por San Ignacio, han sido durantesiglos una auténtica guía para la vida ascética. Son notables sus Cartas, de las que seconservan 6.795, y su Diario Espiritual, donde descubre las intimidades de su corazón y susexperiencias místicas.