la ramona 27 junio 2010

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nº 270 cochabamba, 27 de junio de 2010 Carlos Monsiváis 1938-2010

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Opinión, diario de circulación nacional

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Page 1: La Ramona 27 junio 2010

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Carlos Monsiváis

1938-2010

Page 2: La Ramona 27 junio 2010

ramona2cochabamba, 27 de junio 2010

editores: santiago espinoza, andrés laguna y sergio de la zerdala troupe: adriana campero, rodrigo mita, ricardo bajo, javier y luisrodríguez y luis bruntapa: foto efe

fotografía: luis brunwebmaster:javier rodríguezcolaboradores: marcia mogro, bartolomé leal, benjamínsantisteban, xavier jordán, javier velasco, manuel monrroy y

giovanna rivero diseño: luis brunarmado: bladimir rocha vicenty

PRESUNTOS IMPLICADOS

PREGUNTITA

La sección “La Preguntita” de la RA-

MONA se trasladó al Facebook. Se publi-

can todas las respuestas posibles. La nue-

va pregunta de la semana, que igualmente

estará en el Facebook, es:

¿Por qué los equipos

bolivianos juegan

un torneo de invierno

en pleno Mundial?

Las respuestas también podrán enviar-

se, como es costumbre, a la dirección: ra-

[email protected]. La edición

virtual de la revista puede encontrarse en

el sitio www.opinion.com.bo. ¡Gracias a

todos!

[email protected]

*EL PAPIRRI

E n febrero nos enteramos quellegaba Joaquín Sabina, enmarzo compramos la entra-

da, en abril el último CD, “Vinagre yRosas” (piratita nomás); en mayo¡por fin¡ marchamos radiantes alconcierto en el coliseo Rumiñahui deQuito. Ávidos, guiados por los espíri-tus sabinescos, llegamos bien. El taxien la puerta, la fila infinita de ingresola cambiamos por una colita breve,veloz, grata. Nos revisaron hasta elposadero y ya estábamos bien coloca-ditos. El escenario -de frente, a unoscien metros- exponía una escenogra-fía que parecía de la época del Teatrode Oro de Raúl Salmón. Se trataba deun paisaje urbano con tubos flore-ciendo en aguas servidas. Luego eldiseño y ejecución de luces del con-cierto nos daría la lección: aquel car-tón obvio, dibujo muerto, se transfi-guraba en anocheceres eróticos, enamaneceres de glorioso ch’aqui,mientras “la luna se volvía una dagamanchada de alquitrán”.

Poco a poco nacía del vientre deaquel deslucido coliseo un demiurgoemocionado, vibrante, un monstruosolidario de 25.000 seres excitados.El joven trío telonero hizo lo que te-nía que hacer: probar cables y abu-rrirnos. Entonces apareció, dandobrincos en su terno rockabilly, un se-sentón eufórico con sombrero de pa-ja, saludando radiante. Era PanchitoVarona, parceiro de Sabina en músi-cas históricas, ahora de bajista. Fue-ron completando la banda un mari-nero acordeonista hecho al sexi, unacorista guapa-madura voz de aguar-diente, el veterano y sorprendentemúsico multiinstrumentista Garcíade Diego, un baterista preciso ence-rrado en su jaula de cristal, y el bar-budito guitarrista del costado: cincomúsicos en escena que sonaban co-mo si fueran docena. Tres ingenierosde sonido, dos técnicos de luces mástres cañoneros completaban el equi-pazo. Entonces apareció el capitán,pasito de pantera rosa, Joaquín fla-quito, Sabina macetero, añejo mari-nero con polera de interrogación, sa-quito negro y sombrero de Chaplin,con jean café adherido a los huesosde pirata. Empezó con las últimascanciones (¡uy cará!), y dijo vibrante:”No me pidas que muera por ti /loque queda de mi se subasta a la mejorpostora /como un parco motín en elbarco ruin de la aurora”. A la sazón,vino la dedicada a Chavela, rugió eldemiurgo, Sabina dijo: ”Chavelacumple 91 años, nos unen tres cosas:los dos somos borrachos, somos mu-jeriegos y estamos viejos”… Ahoga-dos coreamos “quien pudiera reír co-mo llora Chabela”. En “La

Magdalena” -no olvidar, música dePablito Milanés- la corista se trasto-có en sensual puta. “Te advertí de es-te número, pero jamás pensé que loforjarías con tanta convicción”, le di-jo en bergantín. El barbudito guita-rrista hizo de Fito en el “blablabla-blabla”. Una señorita quiteña,prendida a un alambre de púas, llora-ba quién le ha robado el mes de abril.Entonces el juglar habló de la sequíacreativa y dijo que las canciones na-cen en los bordes del abismo y no enla calma doméstica (¡glup!). “Era unaépoca de sosiego para mí y las musasse fueron a follar con Serrat, hastaque nos encontramos con el poetaBenjamín Prado, terminamos en re-saca cantándole a Praga” (Entre nos,la parcería poética de “Vinagre y Ro-sas” no termina de convencerme,hasta compré el original. En el texto,a Sabina no lo prefiero compartido).

Impresionante fue cuando Joa-quín agarró la goudin negra, tocó dosres agudos, el monstruo comprendióla señal y estalló… Entonces fue com-pletando la intro de “19 días y 500noches”, el mejor coro de la noche.Qué temón. Luego, una estrategia dela edad: hacer cantar uno por uno asus músicos. Me senté pensando: son20 años que estoy con Sabina, lo co-nocí en Japón el 90, gracias al únicoamigo dominicano que cantaba ensaudades “Oiga doctor, devuélvamemi depresión”. Son 20 años con estetripulante nostálgico (debo ser su re-lación mas larga), con este pirata va-te urbano, innovador de la noche quemira la vida con la gracia del superiory acrecienta las formas haciendo pa-rir al soneto mayor. Está dicho: el de-

safío de mis ídolos de la canción deautor es vencer al tiempo, llegar a laeternidad. Mirad: Caetano Veloso(68), Silvio Rodríguez (67), Serrat(67), Chico Buarque (66), Pablo Mi-lanés (67), Joaquín Sabina(61). Ellosson el mejor ejemplo de amor a la vi-da y amor a la muerte en simultáneo.Eso los hace ser mortales que no vana morir.

Este Sabina, más lozano que losdel trío telonero, le metió dos horasde concierto con su sonrisa de placadiplomática, su voz expresiva -peseal uso y abuso-, y terminó saltandotres bises vía combo mariachi, conaquel perfecto estribillo del “morircontigo si te matas para que el fin delmundo te pille bailando mientras nosdieron las 12” con el demiurgo do-mesticado para siempre. Salimos delconcierto colmados de vida, con latristeza del que separa sus partes,con la emoción de respirar el privile-gio de haber estado en una ofrendamemorable. Directo a brindar por“Vinagre y Rosas”, por los cuarenta yveinte de Sabina, por su pintita deviejo sexi macetero, de “Daniel el tra-vieso” en k’aibito, por su profesiona-lismo cabal que nos convenció: lamuerte no existe. Gran Sabina, plu-ma mortero, que te fuiste trotando,huyendo de nuestro amor y diciendo:“Mi manera de comprometerme fuedarme a la fuga”.

Quito, junio 2010.

*El Papirri es el popular cantautorpaceño Manuel Monroy Chazarreta,quien continúa sus crónicas desde la ca-pital ecuatoriana, donde reside actual-mente.

[email protected]

Desde el ombligo del mundo

Sabina pasó por mayo

Impresionante fue cuando Joaquín agarró lagoudin negra, tocó dos res agudos, el monstruo compren-dió la señal y estalló… Entonces fue completando la introde “19 días y 500 noches”, el mejor coro de lanoche. Qué temón.

¿Por qué Maradona y Pelé no se quieren?

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SERGIO DE LA ZERDA

T an sólo la rotunda y contagiosa sonrisa de Ra-món Rocha Monroy es ya argumento suficientepara justificar su asistencia como invitado al VI

Encuentro de Escritores Iberoamericanos, que tieneeste año justamente la temática de “El humor y la lite-ratura”.

El buen talante del autor de El run run de la calave-ra es siempre notorio en su trato, cuando no en su obranarrativa, de crónica gastronómica y periodística quecultiva desde hace un cuarto de siglo, y que tiene comomás reciente fruto a La vida en bicicleta.

El libro editado por Kipus, “una colección de las co-lumnas que escribí en mangas de camisa, de buen hu-mor, con el ph alcalino y procurando hundir cada pala-bra en su sitio”, será presentado la noche del 10 dejulio, en el marco del Encuentro.

Del 7 al 10 del siguiente mes, la actividad literariareunirá además a Eduardo Scott Moreno (cochabambi-no como Rocha), el vallegrandino Manuel Vargas, elperuano Diego Trelles, el argentino Juan Terranova yel también peruano y esperadísimo Alfredo BryceEchenique, todos en el Centro Patiño.

En plan de difusión del Encuentro y el trabajo re-ciente de Rocha Monroy, compartimos una veloz y sa-brosa entrevista en la que el Premio Nacional de Nove-la predica la abolición de la solemnidad como forma devida.

-¿Qué es el humor para usted?Es un polvo personal, y aunque lo compartas, casi

onanista. El viejo Freud ya lo dijo: es una descarga de lalibido; y Mario Argandoña, mi psiquiatra de cabecera,dice que es un gran mecanismo de transacción frente alas frecuentes cagadas que te hace la vida.

-¿Qué pasajes de humor identifica en sus obras?No soy humorista; escribo de buen humor. Recuer-

do que me divertí cuando escribía mi primera novelaAllá Lejos y también con El run run de la calavera. Perola práctica de una columna diaria hace más fácil hallarel sesgo gracioso de la vida cotidiana, excepto cuandouno se pone alegórico, que es lo peor que le puede pa-sar a la narrativa y al periodismo.

-¿Es fácil hacer reír a los lectores bolivianos?A los escuchas, sí, a los lectores, difícil. Para contar

algo hay que ser listo y veloz de lengua, como pasa en elcolegio. Como no tenía esa habilidad, me reía solito demis chistes porque nadie tenía paciencia para escu-charme, y no tuve otro remedio que escribir.

-¿De qué solemos reírnos conmás frecuencia los latinoamerica-nos?

De las frases, de las salidas ágilesy oportunas. No entendemos mucholos gags sajones, como el de dar unpastelazo en la cara, que en nuestraslatitudes podría llevar al homicidio.En cambio, festejamos las ocurren-cias verbales. Los pueblos con variospisos lingüísticos, como el boliviano,tenemos un mecanismo adicionalque no estudió Freud en El chiste ysu relación con el inconsciente: es elmero encuentro de dos idiomas quehacen el aimarañol, el quechuañol oel cambañol, como al decir dolarsiki,yankillokhalla o qowichalán. Elcambañol tiene cientos de salidas fe-

lices. Los extranjeros no entienden por qué nos reímossolitos.

-¿Qué recetas técnicas podría dar a los jóvenes es-critores que se proponen escribir textos hilarantes?

No se hace humor adrede como no se hace literatu-ra adrede. Hay que hacer del humor una práctica de vi-da, y eso fundamen-talmente consiste enburlarse de sí mismo,en no ser grave ni so-lemne. Pero los jóvenes porlo común son serios y solem-nes porque así creen quetendrán más aire de intelec-tuales. Pero, ¿quién les ha di-cho que un escritor es un intelectual? Un escritor esuna persona que engarza palabras en un relato ameno,sin ser experto en nada. Es lo más alejado de un inte-lectual porque no trabaja con la razón sino con la ima-ginación, con la intuición, con la empatía de las pala-bras.

-Hablando de su reciente libro, La vida en bici-cleta ¿cómo puede ser graciosa larelación de un hombre con su bici-cleta?

Es difícil hallarle gracia porqueuno se siente cojudo al pedalear y, so-bre todo, al ver la expresión de losamigos a tu paso: ¿Wa, tan mal le esta-rá yendo para manejar bici? Pero unopuede hallarle el lado gracioso inclu-so a la dialéctica de Hegel, a la metafí-sica de Kant o al materialismo dialéc-tico de Marx. Lo único que parecíainmune al humor es el Materialismo yempiriocriticismo, de Lenin, pero, yaven, Cabrera Infante comentó: ¿Quémás le quedaba al pobre Lenin que es-cribir ese libro después de acostarsecon la Krupskaia?

-¿Cómo es eso de que “Las cosas

de montar no se prestan”?No es frase mía sino de don Juan Casas, quien a mu-

cha honra no sabía leer ni escribir, pero tenía una bici-cleta inglesa de las importadas por Enrique Happ. Élodiaba a quienes viven prestándose cosas de montar,porque te las devuelven con gemidos extraños que teprovocan empute o directamente celos.

-¿Qué viene después de este su último libro?Muchos productos que se

me atoran porque de prontohe sentido el apuro de escri-bir. Debe ser la edad y la cos-tumbre de vivir solo, sin mu-jer, porque he nacionalizadomi tiempo y ahora no sé qué

hacer con él. Cuando tenía pareja, el 50% de mi tiempoya estaba comprometido; luego me daba un 25% paratrabajar y otro 25 para mis amigos, pero vivía prestán-dome tiempo. Ahora no bebo y soy soltero; entonces nohago otra cosa que teclear y montar… bicicleta.

El autorRamón Rocha Monroy (Cochabamba, 1950), tam-

bién conocido como “Ojo de Vidrio”, es escritor y pe-riodista. Ha mantenido una columna de opinión desde1984 y escribe también crónica gastronómica reunidaen los volúmenes Crítica de la Sazón Pura y Todos loscominos conducen aroma (Ed. El País). Su novela Elrun run de la calavera ha sido seleccionada por un equi-po de expertos convocado por el Ministerio de Cultu-ras entre las 15 novelas fundamentales de la literaturabolivianas.

Se inició con el Premio Nacional de Ensayo 1975con Pedagogía de la Liberación, Mención Honrosa porla novela Allá lejos (1976); ganó el Premio Nacional deNovela Erich Guttentag con El run run de la calavera(1983) y Ando volando bajo (1994). Ganó el Premio Na-cional de Novela Alfaguara 2002 con Potosí 1600 y hapublicado también las novelas La Casilla Vacía, LadiesNight, ¡Qué solos se quedan los muertos! e Iskay, esta úl-tima junto al cineasta Ariel Gamboa.

[email protected]

ramona 3cochabamba, 27 de junio 2010

Ramón Rocha Monroy, invitado al Encuentro de Escritores

“Hay que hacer del humor una práctica de vida, y eso fundamentalmente consiste en burlarse de sí mismo”

Alfredo Medrano y Ramón Rocha Monroy

los jóvenes por lo común sonserios y solemnes porque así creen quetendrán más aire de intelectuales. Pe-ro, ¿quién les ha dicho queun escritor es un intelectual?

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SILVINA FRIERA

PÁGINA 12

E l alma mexicana está de luto. Se ha quedadohuérfana. Ha perdido al más brillante de susintelectuales de izquierda. El escritor mili-

tante que supo desentrañar los intersticios más re-cónditos de ese país camaleónico, con cientos de ca-ras, que parecía intraducible. Algunos respiraránhondo, cerrarán los puños y liberarán algunas lágri-mas o un quejido. No faltará quien balbucee, paraconjurar la amargura, “por mi madre, bohemios”, eltítulo de la legendaria columna de este grandísimohombre orquesta de anteojos gruesos, típica tonadamexicana susurrada por su timidez crónica, y plumaafiladísima. El cronista de los cronistas mexicanosera un auténtico “fuera de serie” de las letras por sumirada crítica, por su lenguaje monsivaisiano y poresa elasticidad tan excepcional para escribir sobre lu-cha libre, fotografía, cómics, culebrones, danzón, ído-los populares, reinas de bellas, criminales enrejados,perdedores de diversos pelajes, indígenas y todo loque se le cruzara en el camino de su interés en estadode alerta y movilización. Después de meses de pulse-ar contra una fibrosis pulmonar, el escritor CarlosMonsiváis, “el documentador de la fecundísima fau-na de nuestra imbecilidad nacional”, como lo definiósu colega Sergio Pitol, murió a los 72 años. Lloran losmexicanos. Latinoamérica también está de luto.

El hombre que hizo de la crónica un género mo-numental –nadie como él fue capaz de alimentarsede los cientos de giros lingüísticos de un país en don-de se habla “padrísimo”– nació en México el 4 de ma-yo de 1938. Algunos críticos ubican a Monsiváis “de-trás” de Octavio Paz y Carlos Fuentes, pisándole lostalones a ese binomio. Tal vez se podría afirmar quese equivocan. Donde dice “detrás” habría que poner ala par, en igualdad de condiciones, aunque su obra re-sulte “inclasificable” y reacia a las cristalizaciones. Elescritor se formó en las facultades de Economía y deFilosofía y Letras en la UNAM, donde conoció a quie-nes serían sus amigos entrañables, con quienes com-partiría su vida como ensayista y periodista cultural:Sergio Pitol, José Emilio Pacheco y Elena Poniatows-ka. Estos y otros amigos, como Juan Gelman, lo apo-daron “porsiváis”, porque su asistencia a las invita-ciones que recibía (y confirmaba) nunca estabagarantizada.

Sus libros, artículos, ensayos y antologías son unode los pilares fundamentales de la literatura mexica-na contemporánea. Defensor de los libros y los lecto-res, en una de sus últimas visitas a la Feria del Librode Guadalajara dijo que “la supremacía de la imagenno es el peor enemigo” de la lectura, “sino el empo-brecimiento de la educación en nuestro país”. Quizápor eso escribió tanto: para torcerle, a su manera, elbrazo al peor enemigo. Es autor de Días de guardar(1970), Amor perdido (1976), Nuevo catecismo paralos indios remisos (1982), Escenas de pudor y de li-viandad (1988), Los rituales del caos (1995), Aires defamilia, que obtuvo el premio Anagrama de Ensayosen 2000; y Las alusiones perdidas (2007), entre otros.Su último libro, Apocalipstick (2009), lo estaba escri-biendo “a marchas forzadas” cuando se presentó en2007 en la Feria del Libro de Buenos Aires. El títuloes “una fórmula verbal para acercarnos a ciertas per-formances de moda en la Ciudad de México y sus al-rededores”, aclaró en esa oportunidad con su parti-cular estilo, entre mordaz y tragicómico, destilando,siempre, una extraña ironía que parecía nacerle en lagestualidad de su cara.

Desde muy joven, afortunadamente para sus lec-tores, metió las manos en el periodismo y colaboró ensuplementos periodísticos y en diarios como El Uni-versal, Futuro, Excélsior y el Gallo Ilustrado. Ade-más, cofundó y colaboró en el semanario Proceso,Unomásuno y La Jornada. Dicen que su casa olía agato; su escritura, a libertad. “Sin mis libros me seríaimposible vivir y sin mis gatos, también. Los libros noaúllan ni los gatos proporcionan sabiduría, por eso nopodría elegir. Preferiría entonces vivir sin mí”, confe-saba Monsiváis. Cuando en 2006 ganó el premio JuanRulfo, el jurado, que lo eligió por unanimidad, subra-yó que el escritor ha renovado “las formas de la cró-nica periodística, el ensayo literario y el pensamiento

contemporáneo de México y América latina”. Tam-bién destacaron que el autor de Escenas de pudor yliviandad “ha forjado un lenguaje distinto para repre-sentar la riqueza de la cultura popular, el espectáculode la modernización urbana, los códigos del poder ylas mentalidades”.

El último escritor público en México –como localificó Adolfo Castañón en su ensayo “Un hombrellamado ciudad”–, en el sentido en que no sólo cual-quier mexicano lo ha escuchado o leído, sino que to-dos son capaces de reconocerlo en la calle, se identi-ficaba con la izquierda. Pero aclaraba que “no con laparte de la izquierda que, por ejemplo, dice que FidelCastro no es un dictador”. Con esa parte no comulga-ba. Tampoco adhería a aquellos sectores que advertí-an en Hugo Chávez “un ser ponderado y moderado”.Su trabajo periodístico se orientó a dar cuenta de to-dos aquellos fenómenos literarios, culturales y socia-les que desafiaban al autoritarismo, al orden estable-cido, al conservadorismo, como el movimientoestudiantil de 1968, los ídolos populares –con El San-to y Cantinflas a la cabeza–, el movimiento feministay las figuras contestatarias. Sentía –y se notaba– unrechazo visceral contra toda posición intolerante yretrógrada.

Monsiváis puso sus ideas al servicio de la defensade las minorías sociales, acompañó la batalla por ladespenalización del aborto y las luchas feministas.Crítico con los políticos de su país, el escritor les da-

ba con el hacha de su ironía. “Si uno habla de un polí-tico en particular, puede o no confiar en él, pero siuno dice ‘la política’ y no desconfía, no ha aprendidonada de la historia. No sé si la historia da clases, ten-go dudas, no sé dónde hay que inscribirse para reci-birla”, decía en una entrevista con Página/12. Le gus-taba recordar que Borges dijo alguna vez que élconocía peruanos, argentinos, chilenos, pero que nohabía conocido a un solo latinoamericano. “En lospróximos años sabremos si los hay, al menos en la in-tención y en los debates históricos, políticos y cultu-rales. Es la primera oportunidad que tenemos paraexaminar de qué manera esa confluencia de anhelosy logros independentistas ha producido una realidadespecífica. Y se va a requerir un esfuerzo especial pa-ra averiguar si detrás de los acuerdos comerciales delos últimos años existe algo más.”

El escritor se entretenía con las “tareas imposi-bles”, como examinar la compleja riqueza de las tra-diciones mexicanas. El hombre orquesta aseguró quenunca hablaría de toros; lo consideraba un “espectá-culo de barbarie al que llaman arte”. “Juan Villoro hadicho que Dios es una pelota. En este caso específicosoy ateo –ironizaba Monsiváis–. Quizá cinco segun-dos antes de morir comprenda de qué se trata y mellevaré ese secreto para mí en una tumba esférica.” Yse fue con ese secreto. Se extrañará su apabullante lu-cidez.

SANTIAGO ESPINOZA A.SERGIO DE LA ZERDA

E l escritor chileno, HernánRivera Letelier (Talca,1950), hizo escala en la ciu-

dad de La Paz la semana pasada, co-mo parte de la gira de presentaciónde la obra que le mereció el PremioInternacional de Novela Alfaguara2010, El arte de la resurrección. Yaunque lo correcto y convencionalhabría sido aprovechar su visita pa-ra entrevistarlo en torno a la galar-donada novela, que cuenta la histo-ria de un vagabundo que predicóser la reencarnación del hijo de diosen las tierras salitreras chilenas, lafiebre futbolera de estos días desvióla conversación hacia otros terre-nos.

El afán futbolero de la charla noresultó gratuito. El escritor es unapasionado del balompié. Lo practi-có cuando “estaba convencido deque el fútbol era un arte” y hasta lehizo una declaración de amor enforma de novela: El fantasista (Alfa-guara, 2006). Sin embargo, hoyguarda sentimientos encontradoshacia este deporte, que cree “seechó a perder desde el día en que elentrenador pasó a llamarse directortécnico y, en vez de decir ‘Vamos ajugar’, empezó a decir ‘Vamos a tra-bajar’”.

Como fuere, Rivera Letelier aúnmantiene la fe en el “deporte rey” yreconoce que “escribir y jugar fút-bol tienen muchas similitudes”.Partiendo de las ideas y emocionesvolcadas sobre El fantasista, en estaentrevista reflexiona sobre las vir-tudes y desgracias del balompié,evoca la poesía “que hay en el jue-go” y hasta reconoce haber consu-mado prácticas amatorias en arcosde fútbol. Así de futbolero es esteobrero reconvertido en novelista, alque le gusta ser fotografiado conuna pelota bajo el brazo, y que nopierde la esperanza de ver en la fi-nal de Sudáfrica 2010 a Chile frentea Argentina.

-Su visita a Bolivia para presen-tar El arte de la resurrección coinci-de con el cierre de la primera etapadel Mundial. Nos vemos, entonces,casi en la obligación de conducir laconversación hacia el terreno fut-bolístico, con más razón, al ser us-ted un futbolero confeso. ¿Cómoconcibe usted la relación entre fút-bol y literatura? ¿Cuál es el secretopara hallar la armonía entre estosdos artes?

Yo cuando jugaba fútbol estabaconvencido de que el fútbol era unarte. Y a mí me gustaba crear juga-das, inventar unas cachangas (comonosotros le llamábamos a la gambe-ta). Escribir y jugar fútbol tienen

muchas similitudes. En el fútbol seva creando la trama del partido; enla novela se va creando la trama dela historia. De pronto en los parti-dos hay goles; de pronto en la nove-la hay instantes que son de clímax,que son como goles. Hay muchas si-militudes.

-¿Qué autores y libros cree quehan sabido armonizar bien la litera-tura y el fútbol?

El “Negro” Fontanarrosa de Ar-gentina era un genio. Yo tengo todossus libros y tiene unos cuentos defútbol que son realmente fabulosos.

-El narrador de El fantasistaafirma que “en el exiguo terreno deuna cancha de fútbol se puede apre-ciar lo mejor y lo peor del ser huma-no”. ¿Corrobora usted esta afirma-ción? ¿Por qué?

Por supuesto que la corroboro.En la cancha de fútbol aflora la au-dacia, la creatividad, el empuje, lafuerza, la perseverancia; pero tam-bién aflora lo malo, la traición, lavenganza, el miedo, la violencia, enfin…

-¿Puede leerse esta su novelafutbolera como una metáfora de lainminente extinción de los fantasis-tas, de esos artistas de la pelota quese divierten y divierten al públicocon su manejo del balón, de esos ju-gadores que hoy son cada vez másescasos en el mundo real del fútbolprofesional?

Yo creo que sí. Soy un convenci-do, como en alguna parte del librose dice, de que el fútbol se echó aperder desde el día en que el entre-nador pasó a llamarse director téc-nico y, en vez de decir “Vamos a ju-gar”, empezó a decir “Vamos atrabajar”, con una calculadora en lamano, un pizarrón y qué se yo. Seechó a perder también cuando em-pezaron a pagarle camionadas demillones a los jugadores que veníande barrios pobres. Ahí se terminópor sepultar la alegría de jugar, lapoesía que hay en el juego. Ahorauno ve un partido, por ejemplo Bar-celona–Real Madrid, y uno se dacuenta de que son 22 multimillona-rios los que están jugando al fútbol.

-Algo que está muy presente enEl fantasista (en forma de un predi-cador cristiano que condena a losjugadores de fútbol y a quienes losalientan) y otras obras suyas es lareligión, un asunto también centralen El arte de la resurrección. ¿Cuálera la importancia de la religión enlos campamentos salitreros? ¿Dedónde nace su interés por el tema?

La religión también es un asun-to central de otra de mis obras, quese llama Himno del ángel parado en

una pata, una novela en la que cuen-to mi infancia. La religiosidad estámuy presente en mi obra porque yome crié en un mundo así; con un pa-dre que predicaba en la calle, quepredicaba en el púlpito, que vivíacon la Biblia debajo la almohada,cantando himnos a los ángeles, quése yo. De alguna manera, todo estoque viví cuando niño sirvió comouna vacuna contra las religiones.Ahora las respeto por supuesto a to-das, pero digo que yo no creo endios, que él cree en mí y que mequiere mucho.

-Dos curiosidades puntuales. Laprimera: en El fantasista hay unpersonaje llamado el Gringo Boli-viano, un jefe del que se dice que“simboliza soberbiamente la sober-bia”. ¿Cuál es la inspiración de estepersonaje? La segunda: en la mismanovela hace referencia a una prácti-ca sexual-deportiva un tanto biza-rra, que denomina “polvogol”. ¿Tie-ne noticias de que esto se hayapracticado alguna vez o es nomásproducto de su imaginación?

El Gringo Boliviano es un perso-naje que está inspirado por alguienque yo conocí. Era un tipo que eraultrajador como todos, y de prontolo ascendieron a jefe, lo juntaroncon un gringo y él se creía gringo, yera tan negro y de pelo negro comonosotros. Entonces los compañerosle pusieron el Gringo Boliviano.

Lo del “polvogol” es parte fic-ción y parte realidad. A la cancha defútbol de mi campamento nosotrosíbamos con la novia y hacíamos el

amor en los arcos de fútbol, básica-mente.

-Para cerrar, volvemos al fútbol.¿Cómo ve a la selección chilena di-rigida por Bielsa? ¿Cuáles son susfavoritos para llevarse la Copa?

Por lo que se ve, vamos bien, pe-ro podríamos haber ido mucho me-jor, nos hemos perdido muchos go-les. Ojalá que con los seis puntosque tenemos no quedemos elimina-dos. Sobre lo otro, yo sueño con unafinal Chile–Argentina.

El autorHernán Rivera Letelier nació en

Talca (Chile) en 1950. Su novela LaReina Isabel cantaba rancheras fuepremiada por el Consejo Nacionaldel Libro y la Lectura en 1994, y esuna de las obras literarias de másvasta difusión de la narrativa chile-na reciente. El mismo Consejo pre-mió dos años después Himno delángel parado en una pata. A éstas lesiguieron: Fatamorgana de amorcon banda de música (1998), PremioMunicipal de Novela; el libro decuentos Donde mueren los valientes(1999); Los trenes se van al purgato-rio (2000); Santa María de las floresnegras (2002). Canción para cami-nar sobre las aguas (2004), Ro-mance del duende que me escribe lasnovelas (2005), El Fantasista(2006), Mi nombre es Malarrosa(2008) y La contadora de películas(2009). En 2001, Rivera Letelier fuenombrado Caballero de la Orden delas Artes y las Letras por el Mi-nisterio de Cultura de Francia.

ramona4cochabamba, 27 de junio 2010 5cochabamba, 27 de junio 2010

Murió a los 72 años el escritor mexicano Carlos Monsiváis

Se fue el hombre feroz y brillanteEntrevista al último ganador del Premio Alfaguara de Novela, el chileno Hernán Rivera Letelier:

“En la novela hay instantes de clímax que son como goles”

Era el último escritorpúblico de México, dueño

de una ironía feroz y de una curiosi-dad que lo hizo inclasificable. Pe-riodista, novelista, ensayista, Mon-siváis fue una fuerza de lanaturaleza enamorado desu país.

El chateo*CARLOS MONSIVÁIS

En Internet lo que se da es maravilloso, el esplen-dor de la mitomanía colectiva. El ligue en el chat,lo que tal vez sea el chateo lúbrico, es formidableporque los chateadores se enfundan personalida-des descomunales, cualidades físicas, dimensionesinacabables. Como nunca, la gente deposita en elInternet la personalidad, el cuerpo, el atractivo, lacantidad de orgasmos por noche que quisieratener. Y el anonimato facilita las invenciones.Antes todos firmaban: Pedro Infante, ahora fir-man: Hugh Jackman, o Matt Damon, y quieren seraceptados por lo que obviamente no son, y al notener ya el contexto del físico verdadero, el chateoalcanza extremos gloriosos. Es otro modo de redu-cir la idea del amor a la declaración de bienes quecada uno hace de sí mismo en función de su fanta-sía. Si algo logra Internet es dejar al lado la fun-ción del amor, porque además, el amor exige lasimágenes.* * *Lo digital es la consigna del ahora, y el chat o elchateo reinstala el arte de la conversación: Hola.Tengo 22 años de edad, ojos azul cielo no contami-nado, cuerpo de parar el tráfico de aviones, y lodemás lo descubrirás a solas. También, de acuerdocon el rumor, la obsolescencia planeada ya incluye

a los seres humanos.-Hola, ¿cuál es tu nombre?-Arturo, ¿y tú?-Agustín-Qué curioso: los dos empezamos con A.-Y terminamos en la cama.-Bájale, bájale, ni sabemos cómo somos.-Te adivino cómo eres: alto, de ojos verdes, cuerpoque nunca pasa vergüenzas, de buenos ingresos ycon fama de no decepcionar a nadie.-Pinche brujo, ¿qué, me estás viendo ahorita?-No, pero eso dicen todos y a la mera hora pidoque me devuelvan las entradas... La próxima voy achatear con alguien que tenga webcam.-Y yo le voy a pedir a un amigo que está guapo quesea él el que aparezca.-Pues entonces no nos vamos a reconocer ningunode los dos.* * *Otro ejemplo:-¿Cómo te llamas?-Gustavo, ¿y tú?-Alma Delia, pero todos me dicen María del Car-men.-¿Y por qué?-Porque a mi mamá le gustaba el nombre de Maríadel Carmen y estaba muy borracha cuando mellevó al Registro Civil y el juez era muy sordo y mepuso Alma Delia, y luego a mi mamá le dio flojeraregresar.-No, yo también me llamo Heriberto, pero mi papátenía un compadre con ese nombre y mi mamáhuyó con él.-¡Qué mala onda! Te apuesto a que extrañaste vivirsin tu mamá.-¿Quién no? Pero como dice un profesor que tuve,ya sólo hay familias disfuncionales. ¿Pero novamos a hablar de lo nuestro?-Pinche avorazado, nomás entras al chateo y ya tepones el condón.-No hay de mi tamaño.-Creo que sí, en las tiendas de juguetes...

*Fragmento de Apocalipstick, su último ensa-yo.

A la cancha de fútbol de mi campa-mento nosotros íbamos con la novia yhacíamos el amor en los arcos de fútbol

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Toy Story 3, la nueva película animada de Pixar, está en cartelera local

Nostalgia y futuroLUIS BRUN

C uando decidí reencontrarmecon Toy Story, de la productoraPixar, me fue inevitable remitir-

me a la nostalgia, al paso del tiempo, vol-ver a 1995, al estreno de lo que fue uno delas más importantes revoluciones del ci-ne de finales de siglo y, por otro lado,volver a la expectación juvenil y despre-ocupada de ir al cine a divertirme comolo que es, un juego. La historia de ToyStory 3 (2010) también es, en sí misma,una historia sobre la nostalgia, y ésta es,posiblemente por sobre la técnica, sumejor cualidad narrativa.

Es interesante que todo haya surgidode una empresa de hardware gráfico,que empieza con cortometrajes experi-mentales donde se animan objetos tridi-mensionales contados en pequeñas his-torias. El momento en el que el trabajocon la tinta empezaba a perder su capa-cidad de sorprender, Pixar da, a travésde estos dispositivos gráficos, la oportu-nidad de indagar nuevos caminos estéti-cos y discursivos en la animación. Losposteriores éxitos de buenas películascomo Los Increíbles (2004), Ratatouille(2007), Wall-E (2008) o Up (2009),muestran la preocupación por trabajarun producto cinematográfico en su inte-gridad, con guiones sorprendentementeingeniosos y personajes bien construi-dos, saliendo siempre airosos de losmensajes excesivamente obvios, aburri-damente maniqueístas o sospechosa-mente ingenuos a los que los anterioreslargometrajes de Disney (co-productoray ahora dueña de Pixar) nos tenían acos-

tumbrados. En esta ocasión decidí ver la nueva

producción de Pixar en un costoso 3D.Confieso que mi experiencia en el visio-nado 3D es todavía escasa, y que entré ala sala de cine a prepararme para una es-timulación visual desbordante. Sí lo fue,en cierta medida, y me alegra que hayasido así. Recordé la anécdota, que ahoraya es casi mítica, del alboroto de los es-pectadores en un café de París en 1895,cuando vieron por primera vez la ima-

gen en movimiento de un tren. Se creeque el posible asombro en el momentoen que el tren parece salir de la pantallase debía a una cambio radical de la sen-sación de perspectiva que tenía el ojohumano, acostumbrado a las pinturasque tenían una dirección visual del cua-dro (marco) hacia el centro. Los Lumiè-re hicieron lo contrario, partiendo delcentro hacia los bordes, descolocandopor un momento los sentidos del espec-tador.

El visionado 3D es una

tecnología que sin duda es revoluciona-ria, tanto como lo fue la animación 3Dcon Toy Story, y como lo será la filma-ción 3D cuando se masifique. Sin embar-go, se puede decir que Toy Story 3mane-ja los recursos del visionado 3D de unamanera sobria, o tal vez mejor sería de-cir, prudente, sin abusar del efecto. Mealegra que mi sorpresa o emoción por lanovedad visual haya ido paralela con laemoción que puede generar la historiaque cuentan esas imágenes.

La historia empieza nuevamente enel cuarto de Andy, con un preámbulosensacional y esencial, para mostrarnosel paso del tiempo. Andy tiene ya 17 añosy empaca sus cosas para ir a la universi-dad. Enterados de eso, sus juguetes pa-san por una serie de peripecias, primeropara ser nuevamente tomados en cuentay luego para buscar un nuevo hogar yasumir su nueva condición. Estas peri-pecias van desde un viaje a una guarde-ría del terror (para los juguetes), oscurositio controlado por un oso de peluche,hasta un viaje a los infiernos de la basu-ra. En todo este tramo no recuerdo ha-

berme aburrido ni un momento. El di-rector Lee Unkrich, junto con el guionis-ta y creador, John Lasseter y el equipode Pixar, trabajó con lo esencial de lahistoria, utilizando a personajes ya me-morables como Woody, Buzz Lightyeary los señores cara de papa, entre otros,además de crear nuevos personajes quefuncionan muy bien.

Al final, la reflexión sobre el paso deniño a adulto es conmovedora y muestraun guión pensado justamente para esosdos públicos, con guiños a películas clá-

sicas de suspenso y misterio que posible-mente sólo capten los adultos que lasvieron muchos años atrás, y secuenciascómicas de gags visuales que acaban ha-ciendo reír a todos.

Antes de terminar, creo que mereceuna mención especial el cortometrajeanimado que se presenta antes de la pelí-cula, Día y Noche, otro excelente trabajode Pixar, dirigido por Teddy Newton,una muestra impecable y cautivadora detécnica gráfica, ritmo y manejo de la na-rración, que realmente hace prescindi-ble la voz en off al final del corto.

Al salir de la sala es inevitable sentiresa paradójica sensación de nostalgiamientras piensas en el futuro, al ser ToyStory ya parte de una tradición en la ani-mación y también la punta de lanza deuna revolución tecnológica que, poco apoco, nos está llevando a nuevos cami-nos en la creación cinematográfica, yahora en la apreciación de las imágenes,esas que son siempre la última palabra,la esencia del tiempo.

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La emoción por la novedad visual va paralela conla emoción que genera la historia que cuentan esas imágenes

ramona6cochabamba, 27 de junio 2010

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REDACCIÓN RAMONA

E l ciclo “Estar para contarla: Vivir y narrarel espacio”, que hace parte del Taller deLiteratura y Arquitectura 2010 organizado

por el Centro pedagógico y cultural Simón I. Pati-ño, concluye este lunes 28 de junio.

El ciclo, que aborda la relación entre literaturay espacio a partir de la lectura y la reflexión del li-bro Fiebre en las gradas (Fever Pitch), del autor in-glés Nick Hornby, es facilitado por el periodistacultural Santiago Espinoza A. Habiendo arranca-do el pasado 14 de junio, el ciclo concluye mañanalunes, en el Centro Patiño (calle Potosí casi Porta-les), con una sesión programada para las 19:00.

En su primera sesión, el ciclo se propuso inda-gar en las cualidades narrativas que un espacio fí-sico entraña cuando ocupa un lugar central en laexperiencia vital del autor/protagonista del rela-to. En el caso particular del libro de Nick Hornby(Londres, 1957), un relato autobiográfico que re-para en su faceta como hincha del Arsenal londi-nense, la centralidad vital del espacio está mate-rializada por el estadio de fútbol al que acude,cuasi religiosamente, desde niño: Highbury.

A partir de la lectura de Fiebre en las gradas sepretende reivindicar la importancia del estadio defútbol -como espacio físico- en la construcción dela identidad de cada persona, su centralidad en laexperiencia vital del sujeto y, desde luego, su om-nipresencia en el recuento biográfico denuestro paso por este mundo.

La segunda y última sesión del ciclo se desarrollará este lunes 28 en el Centro Patiño, desde las 19:00

Taller de Literatura y Arquitectura analiza la relación entre espacio, narración y fútbol

ROBERTO OROPEZA L.

“¿Y que putas significa Wilco?” le gri-taba a mi amigo entre balbuceos y tropezo-nes a las dos de la mañana al salir del bar;minutos antes se había desbordado en elo-gios, muchos de ellos incoherentes, de loscuales se me quedo grabado uno en espe-cial: “¡Son los Radiohead gringos!”.

Pasaron varios meses para que losWilco volvieran a cruzarse en mi camino,esta vez fue al encontrarlos -sólo unospuestos más abajo del Kid A de Radiohead-en el ranking de los “Diez mejores discosde la década”. El álbum en cuestión Yan-kee Hotel Foxtrot.

Después de buscar en la web para po-der saciar mi curiosidad, me enteré queWilco viene de la unión de dos palabras eningles: will comply, que en castellano sig-

nifica: “Nosotros cumpliremos” –vaya sí lohicieron con éste disco-. Tras haber ab-suelto mis primeras dudas, el segundo pasofue conseguir Yankee Hotel Foxtrot que,gracias a la tecnología de hoy en día, no fueproblema alguno. El hallazgo: once cancio-nes que dibujan un paisaje sonoro distintoa lo que venía escuchando; distorsiones deguitarra, notas de piano dispersas, dulcesacústicas, extraños ruidos al final de lascanciones, todo ello sujeto a la voz -des-truida, sobreviviente- del vocalista JeffTweedy.

Para lograr esta obra maestra la bandatuvo que descender a su propio infierno:constantes peleas entre sus miembros quefinalmente culminaron con la salida delmulti-instrumentista Jay Bennett; la mi-graña crónica con la que Tweedy tuvo quelidiar -que acabó por convertirlo un adicto

a los analgésicos- y la negativa de su sellodiscográfico a la hora de publicar el disco,considerándolo “nada comercial”. Todaesta amargura, esta impregnada en el soni-do angustioso de canciones como: I’am tr-ying to break your heart, Radio Cure o lamagnífica Jesus etc.

El título del disco tiene un origen muysingular. “Yankee Hotel Foxtrot” es pro-nunciado repetidas veces al final de PoorPlaces por una voz misteriosa de mujer. Alparecer, éste fue uno de los tantos mensa-jes cifrados, que los servicios secretos seenvían mediante emisiones radiofónicasde onda corta. Averiguando un poco más,me enteré que en estos mensajes lo que im-porta son las iníciales, en este caso YHF. ¿Aquien iba dirigido? ¿Qué significan esastres letras? No sabe/no responde. Y es queel disco también logra asemejarse a eso:

una señal en clave emitida de algún lugarremoto, tal vez ubicado dentro de noso-tros mismos y que no conoce de cicatrices,cercano a la lenta agonía.

Desde mañana empezaré a buscar al-gún mensaje oculto, moviendo lentamenteel dial.

[email protected]

K’oaLa Red Tinku Juvenil realizrá su Primer Viernes de K’oaCultural y Comunitaria, el 2 de julio, desde las 19.00 ho-ras, en su sede (Av. Víctor Ustariz casi Beijing), a dondela entrada tendrá un costo de Bs 5. Habrá música autóc-tona de sikus y tarkas. Informes al teléfono 71769493.

TallerLa Escuela de Cine La Fábrica realizará un Taller de Ac-tuación para Niños (de 7 a 12 años). El taller comienza el5 de julio. Los horarios son de 10 a 12:30 horas. Para ma-

yor información, se puede llamar al teléfono 4455981.

PinturaLa Asociación Boliviana de Artistas Plásticos continúa laexposición de las obras del Concurso Nacional de ArtesPlásticas en Homenaje al Bicentenario Salón de Invierno“Raúl Rivas Reyes”, en la galería “Gíldaro Antezana”(Plaza Principal esquina España).

CineEn los ciclos “Lunes de Película”, mañana se proyectarála película “Wall Street”, de Oliver Stone. La función seinicia a las 19.00 horas en la calle Baptista No. 110, casiHeroínas.

Talleres El Taller de Literatura y Arquitectura 2010. Estar paracontarla: vivir y narrar el espacio, facilitado por SantiagoEspinoza, continúa el lunes 28 de junio en los horariosde 19:00 a 21:00, el taller estará en función al libro Fiebreen las Gradas del autor Nick Homby. Se llevará a cabo enel la sala de cursillos del Centro Pedagógico y CulturalSimón I. Patiño (Avenida Potosí No. 1450).

ExposiciónLa exposición “Tentayape: patrimonio de vida”, con fo-tografías de Roberto Alem, se lleva a cabo, hasta el 30 dejunio, en el Centro Simón I. Patiño (Av. Potosí No. 1450).Informes al teléfono 4489666.

ramona 7cochabamba, 27 de junio 2010

Sobre el míticico disco de la banda estadounidense

Wilco – Yankee Hotel Foxtrot

Fiebre en las gradas *Cuando considero la posibilidad de ser padre, y lo hago cada

vez más a menudo, teniendo en cuenta que mi reloj biológico seacerca a la medianoche, soy consciente de que me entra un miedocerval si se me ocurre pensar en este tipo de traición. ¿Qué haríayo si mi hijo o mi hija decidieran, a los siete u ocho años de edad,que su padre está loco, y que el Tottenham o el West Ham o in-cluso el Manchester United es el equipo de sus amores? ¿Cómopasaría yo ese trago? ¿Haría lo que ha de hacer un padre decente,es decir, aceptar que mis días en Highbury están contados, y com-prar un par de abonos de temporada para ir a White Hart Lane oa Upton Park? No, ni de broma…

En más de una ocasión he tenido la fantasía de una final deCopa que enfrentase al Tottenham y al Arsenal. En esa fantasía,

mi hijo estaría tan embelesado, tan tenso y, en el fondo, sería tandesdichado como lo era yo cuando empecé a ser hincha del Arse-nal, sólo que él sería de los Spurs… En el último minuto del par-tido, ese viejo guerrero que es Kevin Campbell marca el gol de lavictoria… y yo estallo de alegría y frenesí, me pongo a dar saltospor el cuarto de estar, con los puños al aire, burlándome, mofán-dome de mi propio hijo, obviamente traumatizado. Mucho metemo que sería capaz de algo semejante; de ahí que lo más sen-sato, el acto realmente maduro que debería realizar esta mismatarde sin más tardanza, si es que de veras me conozco bien, es ir ahacerme una vasectomía sin dudarlo.

*Fragmento del libro de Nick Hornby en torno al cual gira el ciclo“Estar para contarla: Vivir y narrar el espacio”, en el marco del Taller deLiteratura y Arquitectura 2010 organizado por el Centro Patiño.

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TANDIL RIVERAMAZORCO

CAMILA RAMÍREZ YAKSIC

E l boliviano Roberto Alem Rojo, realizador au-diovisual, director de fotografía y montajista,ha dedicado gran parte de su vida a la produc-

ción y dirección de más de un centenar de obras do-cumentales y de ficción, tanto en Bolivia como enAmérica Latina. De entre las muchas experiencias desu dilatada carrera, el registro de la vida del puebloguaraní de Tentayape es una de las que mayores satis-facciones le ha traído. Y no sólo por el documentalque resultó de este trabajo, ya estrenado y bien recibi-do, sino también por las fotografías que capturó du-rante el proceso de filmación.

“Durante todos mis viajes, al mismo tiempo de fil-mar, a cada instante, dejaba mi filmadora y me poníaa fotografiar”, cuenta Alem. Por esto mismo, su talen-to se manifiesta en una exposición de fotografía queconcluye este el 30 de junio en instalaciones del Cen-tro Cultural Simón I. Patiño (Av. Potosí No. 1450), adonde la entrada es libre. La exposición revela el pa-trimonio de vida de una comunidad totalmente aisla-da a los esquemas de la lógica convencional de exis-tencia del mundo entero: Tentayape (La última casa,en guaraní). Un territorio que le ha dado nombre auno de los últimos trabajos dirigidos por Alem (undocumental merecedor de premios a nivel nacional einternacional) y que también ha bautizado la muestrafotográfica montada por el propio realizador con lasimágenes registradas en la comunidad.

“Tentayape era el lugar perfecto para realizar eltrabajo, pero, averiguadas las cosas, a Tentayape nose puede ir y llegar así nomás”, comenta Alem, quiensupo de la existencia del pueblo hace más de 14 años,cuando se encontraba realizando un documental so-bre música, danza y máscaras de los guaraníes en lazona del Chaco. Recién había muerto el CapitánGrande “Bacuire”, autoridad de Tentayape, dejandoun luto en la comunidad que se extendería durantetodo el año y que impediría cualquier tipo de celebra-ción. La situación dificultaría, aún más, la entrada deAlem a la región. Finalmente, en el año 2005, su her-mana, Teresa Alem Rojo, fue invitada a Tentayapepor la Cruz Roja Suiza para realizar un trabajo deevaluación sobre salud en la zona, concretándose asíen el enganche perfecto para el inicio de una maravi-llosa historia y de un estupendo trabajo, el cual se haexhibido en varios países de Europa y América Lati-na, desde México hasta Chile y desde Inglaterra has-ta España, pasando por EE.UU., Canadá y países Ára-bes.

El último refugioLa comunidad de Tentayape se encuentra en la

provincia Luis Calvo del departamento de Chuquisa-ca. Actualmente es una Tierra Comunitaria de Origen

celosamente resguardada, en la que alrededor de 500personas conviven en 21.000 hectáreas, rodeadas deconcesiones hidrocarburíferas y haciendas privadas.“Tentayape es el último refugio de los Ava-Guaraníesen Bolivia”, puntualiza Alem.

La forma de vida en Tentayape es pura, única y nose ha dejado contaminar por los valores y principiosoccidentales. Esto se refleja en su aislamiento y en elrecelo que tienen en cuanto al ingreso de personasajenas a su comunidad. Esa actitud le ha permitido

conservar, casi de manera intacta, su no-ción de vida, tradiciones y su forma de

concebir la interacción en comunidad. Esto se dejaver en el documental de Alem, quien, con todo respe-to y timidez, como él mismo define, ha trabajado antesus rostros con la intención de transmitir el profundosignificado de Tentayape en tan sólo 52 minutos.

“Se trata de valores y enunciados que se escuchana diario como discurso de lo que ‘deberíamos’ hacer yser los humanos. En el caso de Tentayape, no es undiscurso, es vivencia profunda, es sentido de vidapropio, es una permanente afirmación del ser y estaren el aquí y ahora”, asegura Alem.

Alem gozó de la gran oportunidad de conocer “Laúltima casa” y convivir, por así decirlo, casi cuatroaños de continuo trabajo. Ni maestros ni religiones niempresas ni representantes del Estado tienen la posi-

bilidad de ingresar a la región, sim-plemente, porque la comunidad con-sidera que ello, de muchas formas,empezaría a dividirla.

Entre Shangai y Tentayape“Para mí ha significado una de las

experiencias más gratificantes en losmás de 30 años que produzco video”,afirma Alem. Y la gratificación se ex-tiende al hecho de que este legadocultural representará a Bolivia en laFeria Mundial Expo Shangai 2010, enChina, con el fin de trasmitir el ejem-plo de vivir bien como comunidad.“Sin tener nada, ni exigir nada, vivir

con la mayor dignidad. Libres”, resume, en referenciaa la forma de vida en Tentayape. La delegación queparticipará en la feria está compuesta de 14 personasy el viaje se encuentra programado para mediados deagosto, con una estadía de 10 días.

Sin embargo, para Alem, la presentación del docu-mental en Shangai no es la más importante. Tampocoserá la más complicada. La que a él le despierta mayo-res emociones es la proyección del trabajo en Tenta-yape, ante los propios protagonistas de la producción,la cual tuvo lugar hace ya algo más de un año.

Llegado el momento de presentar el documental a

la comunidad, las complicaciones técnicas se hacíanvisibles debido a que en Tentayape no existe electri-cidad y menos aún material para proyectar el trabajo.“Cuando le conté a mi madre que viajaba a presentarel documental en Tentayape, me ofreció hacerme unapantalla de 6x4 metros, cargamos un proyector de vi-deo, un reproductor de DVD, el equipo de sonido demi casa y un generador de energía”, cuenta Alem.Nunca antes se había proyectado nada en la comuni-dad, entonces ese momento era mucho más especialque cualquier otra de las difusiones de Tentayape,pues era de ellos y para ellos.

“A medida que se hacía la noche, estábamos lis-tos…Llenos de nervios empezamos a ver el documen-tal y, por detrás de la pantalla, empezó a salir laluna llena…”, finaliza Alem.

La exposición fotográfica está abierta al público en el Centro Patiño hasta el 30 de junio

Alem: Tentayape no es un discurso, es vivencia profunda

ramona8cochabamba, 27 de junio 2010

“Sin tener nada, ni exigir nada, vivir con la mayor dignidad, libres”. Así explica Alem el espíritu que rige la vida comunitaria en Tentayape