LA QUEMA DEL JUDAS DECORIPE

El Domingo de Resurrección en Coripe comienza con la celebración de una misa en la que tiene lugar la procesión del Cristo Resucitado.

En esta fiesta se recrea un huerto en la Plaza principal del pueblo, donde transcurre el recorrido procesional y durante el cual se disparan tiros como símbolo de Aleluya a Cristo Resucitado, finalizando el mismo en la Iglesia de San Pedro Apóstol. La recreación del huerto tiene lugar en la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección, como objeto sorpresa para este Domingo festivo. Ocupando media Plaza de San Pedro se instalan o colocan fuentes de agua, casitas, olivos y un huerto con todo tipo de productos de la zona. En su entrada se coloca la imagen de un Cristo cuya finalidad principal es la recaudación de dinero para ayudar a alguna causa necesitada. Como símbolo de bienvenida al pueblo se ofrece una flor o romero a cada visitante.

 

Una vez finalizada la procesión, tiene comienzo la Quema de Judas, figura representada por un muñeco de paja, el cual guarda en su interior una botella de gasolina con el fin de que arda más fácilmente una vez disparado por los vecinos del pueblo.

La figura del Judas encarna al personaje más polémico y satirizado de la vida pública actual. Muestra de ello han sido muchos Judas pasados, representando a personajes públicos y cuyo único final es la quema producida por los innumerables disparos de la población.

El muñeco se cuelga de una higuera en una de las paredes de la Iglesia, y aquellos vecinos que lo deseen lo escopetean con cartuchos rellenos de pólvora y papelillos de colores hasta que prende y se consume totalmente.

 

Con respecto a su significado, la fiesta de la Quema de Judas muestra la sátira y la crítica, expuestas en la figura de Judas, muñeco que representa todo lo que es falta y pecado en la condición humana.

En esta fiesta todo tiene un significado, incluso el hecho de que el Judas sea un muñeco realizado con trapos, pajas, etc..., es decir todas aquellas cosas que han quedado obsoletas, inservibles, y fáciles de quemar. De este modo, el coripeño pretende simbolizar el abandono de todo lo malo, y a través del fuego purificarlo.