inc, informe_ 2005

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Estudio paisajistico.

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  • Informe de campaa 2005

    Av. Javier Prado Este N 2465 San Borja Lima 41 - Per Telfono: (51-1)476-9933

    www.inc.gob.pe

    Proyecto Qhapaq an

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  • Proyecto Qhapaq anIn forme de Campaa 2005

  • 3Qhapaqan

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    Qhapaqan

    INSTITUTO NACIONAL DE CULTURAAv. Javier Prado Este 2465

    San Borja - Lima 41Telfonos: 476-9873 / 476-9933

    www.inc.gob.peLima - Per

    Coordinacin de la publicacin:Direccin General de Promocin y Difusin CulturalCoordinacin Tcnica del Proyecto Qhapaq an

    Impresin:

    Depsito Legal:

    Instituto Nacional de Cultura del Per, 2005

    Indice

    PresentacinGuadalupe MartnezCoordinadora Tcnica

    del Proyecto Qhapaq an

    Componente ArqueolgicoAlejandra FigueroaDirectora de Arqueologa

    Componente EtnogrficoGladys RoquezDirectora de Registro y Estudio

    de la Cultura del Per Contemporneo

    Componente GeogrficoGuadalupe MartnezDirectora de Estudios sobre Paisaje Cultural

    Componente Patrimonio Colonial yRepublicanoEdwin BenaventeDirector de Registro y Estudio del Patrimonio Histrico

    Colonial y Republicano

    Componente MuseolgicoGiuliana BoreaCoordinadora de la red de Museos del Qhapaq an

    Componente Prevencin y Defensa delPatrimonio HistricoMara Elena CrdovaDirectora de Defensa del Patrimonio Histrico

    Eliana GamarraSub Directora de la Oficina de Recuperaciones

    Ribana ZigaSub Directora de Participacin Ciudadana

    Doris PrezSub Directora de Defensa Judicial del Patrimonio Histrico

    Componente Promocin y DifusinJuan Carlos TelloOficina de Fomento de las Industrias Culturales

    Direccin General de Promocin y Difusin Cultural

    Cartula:

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    5 PrlogoLuis Guillermo LumbrerasDirector Nacional del Instituto Nacional de Cultura

    Cactcea enana en flor. Sihuas. Ancash

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    PrlogoLuis Guillermo Lumbreras

    Director Nacionaldel Instituto Nacional de Cultura

    Este es un informe de los resultadosde la primera fase de un programa que elINC viene desarrollando a partir delsegundo semestre del ao 2001, cuandose dio una norma gracias a la cual se debadisponer del 30% de los ingresos detaquilla a los monumentos arqueolgicos dela regin del Cusco para el estudio ymanejo del Qhapaq an, la mitad de ellosdestinados a la misma regin del Cusco yla otra mitad para el resto del pas. Losprimeros meses sirvieron para elaborar ydiscutir los planes y procedimientos, ascomo los alcances de los recursosasignados. En el 2002, finalmente, seinstal la Comisin Nacional encargada deaprobar los planes operativos y lanaturaleza de las acciones a desarrollar.Dicha comisin decidi aprobar unprograma inicial de cuatro aos, que secumplieron en diciembre de 2005, conproyectos de campo y gabinete y laprogresiva formacin de las instanciastcnicas y operativas que hicieran posibleel logro de los propsitos de evaluacin,

    estudio y puesta en valor social delpatrimonio asociado a la red vial. Por talrazn, ste es el informe con el que secierra esta primera fase de desarrollo eimplementacin del Programa.

    Durante este lapso, el aspecto mssignificativo fue montar un programa concapacidad de dar cuenta de una propuestaque articulara los propsitos cientficosmultidisciplinarios de lo que fue el Qhapaqan -que eran un requisito previo acualquier intervencin que se quisiera haceren torno a esta red vial con aquellos quepermitan incorporar a las comunidadesligadas o comprometidas con el mbito delos caminos y las rutas en examen.

    La primera constatacin fue que no eraposible dar un tratamiento unidireccionalal conjunto de tareas requeridas por laamplitud de propsitos del plan y la se-gunda fue que lo que se persegua coinci-da notoriamente con la estructura operativaque se propona el proceso de reestructu-

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    Qhapaqan racin que estaba en marcha en el INC.

    Por tal razn, se fueron progresivamenteajustando y corporativizando los planes delQhapaq an al lado de aquellos que esta-ban conformando la estructura del Institu-to a nivel nacional.

    Quedaba claro que el Per necesitabaun inventario de su patrimonio Arqueolgicoe Histrico, y obviamente, la definicin eidentificacin de las rutas y vestigios de lared de caminos pre-hispnicos, nospermitira programar un inventario extensivode dicho patrimonio, cubriendo con la tareapropuesta de rescatar la informacin factualde la red vial y cumpliendo con elindispensable anhelo de disponer delcatlogo monumental indicado. Dichocatlogo servir para la programacin delestudio, la defensa y la puesta en uso socialen los sitios arqueolgicos e histricos, ala par que la programacin de su eventualuso con propsitos tursticos y educativos.Es un instrumento fundamental para losmaestros, los alcaldes y, desde luego, paratodos aquellos que requieran intervenir enel territorio con fines de obras nuevas deinfraestructura vial, agraria, minera o devivienda. Esa tarea le corresponde al reade Arqueologa. Con los recursosasignados y la coincidencia de metas, elrea se convirti en la unidad ejecutora deeste campo, diseando planes de medianoy largo plazo para cubrir todo el pas. Esoha permitido disponer de un grupoextensivo de profesionales en Arqueologaque estn dispersos por todo el pas,examinando las fuentes escritas y orales yregistrando los testimonios visibles denuestro patrimonio.

    Asimismo, la necesidad de contar connoticias de las comunidades asociadas a lared, en trminos de sus costumbres y

    perspectiva, hizo posible revivir el rea deestudios etnolgicos que estaba desactivadadespus de los tiempos de Luis E.Valcrcel, cuando Jos Mara Arguedas,Josafat Roel Pineda, Emilio MendizabalLosack o Rasala Avalos de Matos la habanhecho funcionar. Siguiendo las rutas delQhapaq an, se inici el levantamiento deinformacin etnogrfica que ha de servirpara programar -con las comunidadesinvolucradas- la puesta en valor delpatrimonio histrico, programando, a suvez, la naturaleza del impacto previsible delas intervenciones de dicha accin. En losinformes de las tareas cumplidas en estosaos, se ver la inmensa riqueza que talesestudios -recin iniciados- puedenproporcionarnos para todos los fines quetengan que ver con el proyecto de pas. Elente ejecutor es la unidad que el INC tienepara el estudio de las culturas vivas y elregistro de sus productos, sus creencias ycostumbres.

    Sin duda, ni la Arqueologa, con suregistro de sitios de valor urbano, agrarioo vial, ni la Etnologa, con su registro delmbito y costumbres de las gentes denuestro tiempo, tendran una seria base desustento sin el examen social del territorio,por lo que el estudio del paisaje cultural,que es tarea de otra de las unidadesoperativas de nuestra institucin, seconstituy en otro rubro principal delprograma, a cargo de profesionales de laGeografa y disciplinas anexas. Losresultados, as como los serviciosgeomticos asociados, hablan por s solos.

    Sin lugar a dudas, desde los inicios delprograma, se previ la necesidad de tenerun plan de instalaciones permanentes alservicio del programa, a lo largo del pas,por regiones, provincias y lugares

    particularmente significativos del Qhapaqan. Para el efecto se ha ido diseandouna Red Nacional del Museos del Qhapaqan, pensando en que estas entidadespuedan cumplir las tareas de conservar demodo permanente los sitios asociados alcamino, informar a los habitantes locales ya los visitantes, sobre lo que significa ypropone el Qhapaq an y al mismo tiempomantener un equipo activo deinvestigadores, maestros y promotoresligados al programa en la mayor parte desitios del Per. La unidad ejecutora de esaseccin del Programa es parte del aparatooperativo del INC en el campo de losmuseos.

    Todo eso se articula con una demandasocial de activar la defensa preventiva ylos medios previsibles de seguridad parala conservacin del patrimonio nacional.Esta es una tarea del Estado que slo sepuede cumplir si se cuenta con un enrgicoy activo apoyo de la sociedad civil. Paraeso el INC ha montado un rgano deDefensa, a cargo de abogados, pedagogosy promotores, apoyados con losespecialistas de otras ramas, que se insertaen el programa con actividades de rangolocal destinadas a agregar a la sociedad civilen la valoracin del Qhapaq an y sustareas de participacin en la defensa delPatrimonio.

    Todo eso es posible gracias a que losrganos de Difusin y Promocin, ascomo el aparato administrativo delInstituto, asumen la condicin de unidadesejecutoras de esas tareas, lo que hapermitido integrar, efectivamente todo elprograma dentro de la estructura operativay funcional del Instituto. Todo l, y todassus instancias, se cruzan en la conduccinde las tareas asignadas al Qhapaq an, de

    donde resulta que lo que pudo ser unproyecto adscrito al Instituto, generandouna duplicacin de funciones y tareas, seha convertido en un programa estructural,donde nacen y operan diversos proyectosarticulados, cuyos primeros resultadosestamos ahora en condiciones de presentar,junto con el prximo plan operativocuatrienal.

    Como es uno de los propsitosconducir el programa hacia laimplementacin de proyectos locales depuesta en uso social de determinadostramos o puntos del camino -aparte derevalorar el conjunto- se ha iniciadoplanes-piloto que conduzcan a la definiciny puesta en marcha de dichos proyectos.En 2002, en conexin con Foncodes sepuso en marcha un proyecto deimplantacin de centros comunales ligadosal camino, pero debido a lo temprano delprograma, no fue posible contar con losinsumos suficientes como para tener unaprogramacin efectiva de las demandasque efectivamente pudieran cubrir unespacio vlido en el largo plazo. Loscentros fueron habilitados, pero slo afines de ese ao y el 2003 re inici laidentificacin y registro sistemtico delQhapaq an, comenzando tambin laevaluacin de la regin Vilcashuamn-Pomaqocha para la instalacin de un planpiloto, cuya programacin trienal con finesevaluativos ha concluido igualmente el2005, con el conjunto de estudios queahora estn en proceso de elaboracin ypublicacin. Asimismo, se tiene previstoiniciar el 2006 otro plan-piloto en la rutaJauja - Pachacamac. Son planes queincluyen la participacin de otrosespecialistas y componentes, como es lade los arquitectos, urbanistas ehistoriadores, que son igualmente parte del

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    Qhapaqan rea que el INC tiene para el estudio,

    registro y conservacin de los bienesposteriores al siglo XVI. Los planes-pilotoincluyen proyectos importantes departicipacin ciudadana y debern contar,adems, con estudios sobre lasposibilidades de su insercin en los planesde desarrollo econmico y social y, desdeluego, en los programas de desarrolloturstico en marcha.

    Este es el programa en marcha, dondenos ha sido posible definir un espacio dereflexin sobre lo que es el Per y lo queson sus conexiones estructurales con susvecinos pases del rea andina.

    El mundo andino es un territorioubicado entre la banda ecuatorial delplaneta y la banda tropical de Capricornio.Por esta causa, debiera ser un ambienteclido y hmedo, con desiertos en suextremo sur y bosques como los de laAmazonia. Pero no es as. Lo cruza unacordillera alta y desigual, de norte a sur.Eso, determina que aun en plena lneaequinoccial haya paisajes con nievespermanentes, como las de los volcanes quecruzan el Ecuador, o se combinen estepasfras y sabanas abrigadas, donde debierahaber bosques calurosos. Los desiertos alsur de Lima, Huancayo, Huancavelica yAyacucho, igual que Machu Picchu, estnen la misma latitud que Salvador de Baha,en tanto que Brasilia y Goinia estn en lamisma banda que el Lago Titicaca yArequipa. En el frente oriental deSuramrica, frente al Atlntico, los espaciosecuatoriales y tropicales son extensos,clidos y constantes, hasta que cruzan lalnea del trpico meridional, donde seinician las igualmente extensas estepas,praderas y bosques del sur. En el frenteoccidental es todo lo contrario: los paisajes

    son mltiples, diversos e inconstantes. Enunas pocas horas se puede transitar pordesiertos, bosques hmedos y luego fros,para pasar a estepas y pramos fros,retomando quebradas secas y calurosas,para luego cruzar espacios nevados yvolver a otro rango de diversidades.

    Pero como la diversidad no tiene lacualidad de la permanencia, y se hacecompleja por la inconstancia de susvariaciones estacionales, desestabilizandode manera aleatoria las regularidades delpaisaje y del clima, el mundo andino es untejido con muchos planos y aristas porcuidar y manejar. En verdad, cada relictode paisaje propio, tiene sus propias reglasy constantes, y cada piso de la cordilleraes parte de esa cadena de variaciones. As,no queda otra alternativa que la formacinde un mosaico de pueblos con costumbresdiversas, cuyo destino es convivir con lasdiferencias, estableciendo una red decomunicaciones que haga generosa lavariedad de los recursos y las costumbres,convirtiendo los caminos en instrumentosde vida y desarrollo y, su trazo, en mediosde unidad e integracin.

    Esa es la causa por la que los caminosandinos no son simples caminos. No lofueron desde los aejos tiempos delneoltico ms temprano, donde tal vezprimaban las simples rutas hechas caminosal andar, como ocurra con los pueblos detodo el mundo -uniformes o diversos- querequeran alguna forma de contacto. Enrealidad, en el Segundo Milenio anterior anuestra era, ya hay vestigios de redescamineras que iban ms all de las rutascotidianas entre caseros o entre ellos y susfuentes de abastecimiento de bienes. En elperodo Cupisnique, junto a los canales deriego y los centros ceremoniales, los

    arquelogos han detectado restos decaminos, que seguramente ya estabansiendo configurados como redes deintercambio de materia prima desde eltercer milenio, cuando se inici lahabilitacin de grandes centrosceremoniales como el de Caral, en Supe.

    Los caminos siguen la lgica del sistemaal que sirven y conectan los puntos quedicho sistema requiere para existir yavanzar. Por eso, las redes crecen o sereducen segn el mbito de losrequerimientos de su tiempo. En el mundoandino la vialidad articula las unidadesregionales y locales dentro de procesos dedesarrollo que avanzan segn crecen laspoblaciones y las tcnicas de apropiacinde los recursos, generando circuitosuniformes de abastecimiento de bienes, queconfiguran espacios que los arquelogosidentifican con el nombre de "culturas" yque, en muchos casos, corresponden aproyectos sociales de carcter polticolocal, regional o multi-regional.

    Las redes camineras crecen y se cuali-fican segn la magnitud y calidad de losproyectos polticos y econmicos a lasque ellas sirven. Es as como los ms gran-des proyectos camineros estn asociadosa los igualmente ambiciosos proyectospolticos o econmicos de la historiaandina. Gracias a ellos, las redes localesy regionales pueden ser articuladas ymejoradas en sus servicios y formas,para formar parte de sistemas vialesmayores.

    Hasta donde sabemos, la primera redcaminera de gran magnitud en los andescentrales, fue levantada a partir del sigloVI de nuestra era, asociada a un proyectopoltico ambicioso que tena como centro

    la ciudad de Wari, en Ayacucho. DesdeWari estaba habilitada una va -llamada"an" o "Nani" en quechua- que se dirigahacia el norte, el oeste, el este y el sur, porrutas cuyos tramos estn en proceso deidentificacin. Hacia el norte pasaba porla cuenca del ro Huarpa, cruzandoAzngaro en Huanta, para subir por lacuenca del Mantaro, pasando por Wari-Willka para luego de cruzar la meseta deJunn, llegar al Callejn de Huaylas, conestaciones en Huaraz (Willka-Wan) yCarhuaz (Honco-pampa). Luego deremontar los altos del ro Santa y cruzarHuamachuco, con una central importanteen la ciudadela de Viracocha-pampa yestaciones en Marka-Huamachuco, pasarhacia la cuenca del Crisnejas y llegar hastael valle de Cajamarca, donde queda aununa estacin en Miraflores. En caminos talvez informales, llegaron los bienes Warihasta Chachapoyas y hay prueba de quetambin llegaban a Piura.

    En todo este extenso trayecto, de quiz1000 km, muchos caminos laterales hacanla conexin de este eje cordillerano con losvalles de la costa y el mar. Pero el msimportante era el camino que sala de Warihacia el occidente, dirigindose al Santuariode Pachacamac que, sin duda, era lasegunda ciudad en importancia en aquellapoca. Era, en cambio, complementarioalgn camino que iba hacia las "montaas"de las selvas del Apurmac, donde hayvestigios Wari y donde, al parecer,buscaron refugio -segn la leyenda- losdescendientes de Wari luego de su perdidaguerra con los Incas del Cusco en tiemposde la declinacin de su podero.

    Pero, precisamente, el Cusco era eldestino principal del camino principal quese diriga desde Ayacucho hacia el sur.

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    Qhapaqan

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    Qhapaqan Luego de cruzar el ro Pampas y pasar por

    Pampachiri (Soras), ingresando porCurawasi llegaba al Cusco, donde laestacin ms importante estaba enPikillaqta, en la cuenca del Lucre. Desdeall, el camino se diriga a Urcos y San Pedrode Cacha (Raqchi), en los lmites con elespacio que estaba bajo el dominio deTiwanaku, su contemporneo y rival. Allconclua el "Qhapaq-an" de Wari en su rutaal sureste. Pero otros ramales iban hacia eloeste, hacia las tierras de Nasca, Arequipay Moquegua, pasando por Lucanas y laspunas de Ayacucho, donde se hanconservado los mejores vestigios de loscaminos de este tiempo. Mercaderes osimples caminantes llevaron bienes Warihasta Tacna y Arica y hay, en el lagoTiticaca, algunas evidencias que hablan desu presencia. All eran intrusos en tierra dearus y urus.

    Pero el proyecto Wari de unificacin,que se asent sobre las redes caminerasde las teocracias de Moche, Recuay, Lima,Nasca y otros desarrollos regionales, acabhacia el siglo X o tal vez XI-XII de nuestraera, abrindose un captulo de nuevasregionalidades, que constituyeron diversosmbitos de dominio local o regional, conestados tan complejos y ricos como el delos Chim- Lambayeque de la costa norte,que logr establecer un dominio de mltiplesvalles a partir del siglo XIII.

    No es sino hasta ese tiempo y tal vezya entrado el siglo XIV-XV, cuando unnuevo proyecto de integracin multiregionalse levant desde el Cusco, formando el

    famoso imperio Tawantinsuyu, que losespaoles llegaron a conocer en el sigloXVI. Aqu la red caminera rein y crecisignificativamente. El Qhapaq-an (caminoprincipal) se prolong por ms de 500kilmetros hacia el norte y casi 2000 al sur,cubriendo los territorios ntegros de lo queahora es el Ecuador, llegando hasta losPastos en Colombia, y los pueblos de lacordillera boliviana, argentina y chilena,hasta la tierra de los Huarpes y Picunchespor el sur, y las de los Diaguitas por el Este.Con eso se casi triplic el mbito dearticulacin vial de los Andes. En ningunaparte del mundo americano se habalogrado un proyecto integrador de talmagnitud. Gracias a esta red, era posiblellegar desde cualquier parte de los Andeshasta cualesquier parte de ellos, hacia elnorte, el sur, el este o el oeste; slo eracosa de subir a la cresta de la cordillerams prxima, desde donde se podaalcanzar todas las latitudes y longitudes deeste espacio inmenso y desigual.

    Eso es lo que el Programa Qhapaq anse propone examinar, y en este informe sepresenta los alcances de la primera fase -cuatrienal- de sus estudios. Durante estoscuatro aos se ha logrado recuperarinformacin de los cerca de 30,000 sitiosarqueolgicos asociados a la red en susdiversos perodos, dentro de los cuales seincorporan los ms de 4000 sitios nuevosregistrados como parte de los trabajos decampo conducidos entre los aos 2003 y2005, en un rea de recorrido que apenasllega a cubrir el 35 % del rea total de lared caminera

    E

    Guadalupe MartnezCoordinadora Tcnica

    del Proyecto Qhapaq an

    Presentacincampaa 2005

    l Proyecto Integral Qhapaqan, se consti tuye en uninstrumento de desarrollo quepretende impulsar las mejoras

    en la calidad de vida de los pueblos del en-torno del Qhapaq an. Tiene como obje-tivo principal la recuperacin, salvaguarday puesta en uso social de la red vial delQhapaq an y su entorno, en la bsquedade su revalorizacin como medio de desa-rrollo social, ambiental, educativo y eco-nmico de las poblaciones locales, fomen-tando el uso racional del patrimonio cultu-ral y natural, as como el conocimiento yfortalecimiento de nuestra identidad hist-rica como regin andina.

    Este proyecto parte de la necesidad deconocer el objeto de estudio desde un en-foque integral, esto es, iniciar el reconoci-miento no slo del camino y los sitios ar-queolgicos asociados, sino tambin seprecisa tomar conocimiento del contextoarqueolgico y del entorno social y territo-rial que atraviesa. En esta primera etapa

    del proyecto, estas investigaciones se rea-lizaron de manera extensiva.

    Por ello, durante la campaa 2002-2003 se iniciaron las lneas de investigacinen arqueologa, etnografa y museologa yen la campaa 2004 se incorporaron laslneas de investigacin geogrfica y dearquitectura colonial y republicana. Enparalelo, se iniciaron en el 2004 accionesligadas a la prevencin y defensa delpatrimonio y a la promocin y difusin,ambas transversales al resto decomponentes. Esta organizacin garantizael enfoque multidisciplinario a partir de laslneas de investigacin mencionadas, lo cualest directamente ligado con el objetivoprincipal del proyecto y el propio objetode estudio.

    Durante la campaa 2003 y 2004 seinici el levantamiento de informacin ar-queolgica a lo largo de los caminos incas.Sus resultados estn arrojando cifras con-siderables: a la fecha hay 10 757 km de

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    Qhapaqan

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    Qhapaqan camino registrados por los arquelogos, 8

    066 km correponden al camino identifica-do y 2 690 km al tramo reconocido sloen su trazo. Esta cifra permite establecerproyecciones en cuanto a la dimensin f-sica del Qhapaq an. Segn Hyslop(1992), el camino inca comprendera 23000 km para toda la regin andina, hoy sepiensa que aproximadamente hay 20000 km slo en el Per y que para el con-junto de la regin andina la cifra podra lle-gar a 55 000 km. A su vez, se han registra-do 1 691 sitios arqueolgicos asociados alcamino. Los resultados de la informacinde campo de la campaa 2003 y 2004 es-tn procesados y se cuenta actualmente conuna base de datos arqueolgica depuraday con una serie de publicaciones en forma-to digital que ponen a disposicin del p-blico los resultados de este trabajo.

    A lo largo de este recorrido, laidentificacin se realiz bajo unametodologa de trabajo que priorizaba elreconocimiento extensivo y lineal a lo largodel camino. Durante la campaa 2005 seconsider que a partir de los datosobtenidos se iniciara el inventario a nivelnacional del camino y los sitiosarqueolgicos asociados, bajo unametodologa de trabajo que prioriza lacobertura integral del territorio y unainvestigacin ms intensiva, a fin deconsolidar el inventario y catastro nacionaldel Qhapaq an y los sitios arqueolgicosasociados. En cada regin, se combina lainvestigacin sobre la informacinpreexistente -catlogos, catastros,investigaciones especficas- con el trabajode campo. Los resultados son altamentepositivos: 25 406 sitios arqueolgicos, delos cuales, 2 092 no tenan un registroprevio.

    Las dimensiones espaciales del Qhapaqan obligaron a establecer selecciones mi-nuciosas para desarrollar el reconocimien-to de informacin etnogrfica y geogrficaen espacios ms concretos, tomando encuenta la importancia arqueolgica, la in-formacin existente, las condiciones de po-breza de los territorios recorridos y la di-versidad geogrfica.

    El levantamiento de informacinetnogrfica est generando informacincuantitativa y cualitativa sobre el ordena-miento social y cultural y crear una basede datos informativa sobre las poblacionesinvolucradas en los territorios del Qhapaqan . La informacin cuantitativa y cualita-tiva de estas poblaciones se organiza en trespartes: las condiciones socio-econmicas,las formas y capacidades de organizaciny participacin social y el registro de las ma-nifestaciones culturales vigentes. Abordarestos temas favorecer poner en relacin alas comunidades con su patrimonio culturalen una propuesta de gestin social colecti-va de estos recursos. A su vez, la revisin ycompilacin bibliogrfica de los trabajos deetnografa no slo permitir complementarla informacin recogida en campo de losaspectos mencionados anteriormente, sinoque tambin permitir desarrollar una uni-dad documental que ya se vieneimplementando. El trabajo de campo se hadesarrollado a lo largo de las cuatromacrorregiones con ms de 500 centrospoblados registrados en sus especificidadesculturales y en sus formas de organizacinsocial actual.

    El anlisis geogrfico cubre un impor-tante mbito de la cultura; resulta necesa-rio para contextualizar el patrimonio, perosobre todo permite vincular el patrimoniocon las necesidades y las decisiones del

    presente, las cuales tienen su reflejo en laorganizacin y gestin del territorio actual.

    La seleccin de los recorridos de re-conocimiento del entorno territorial delQhapaq an pretende mostrar la elevadaimportancia del Gran Camino de la Sierraque recorre longitudinalmente la Cordille-ra Andina, as como la diversidad geogr-fica que estaba integrada a partir de estecamino longitudinal y los caminos trans-versales que generaban una tupida mallasobre el territorio.

    Se abordaron aspectos geogrficosbsicos cuyos resultados estn alimentan-do la base de datos: el medio natural (elrelieve, la hidrografa, las caractersticasde la flora y la fauna local), la red de cen-tros poblados actual y su comunicacin apartir de las infraestructuras -incluida la redvial del Qhapaq an-, las actividades eco-nmicas y los usos y aprovechamientosactuales. Resultaba absolutamente impres-cindible comparar la red vial del Qhapaqan y la red vial actual y su resultante enlas formas actuales de la organizacin delterritorio.

    El componente museolgico concluyel "Plan museolgico de la red de museosdel Qhapaq an". Los museos de esta reddeben contribuir a resaltar e integrar lassingularidades culturales de los territoriosdel Qhapaq an. La red se materializa enun sistema articulado de museos de dis-tintos niveles en el que se relacione las his-torias locales y regionales con la historianacional: los museos de primer orden (co-bertura nacional e internacional: elTawantinsuyu y Pachacamac), de segun-do orden (cobertura regional, en concor-dancia a la estructura territorial y tnicadel siglo XV), museos de tercer orden

    (museos de sitio o centros de informacin),museos temticos y musealizacin o seali-zacin de las rutas incas.

    En paralelo, desde el 2004 avanza elProyecto Piloto Vilcashuamn, Ayacucho,proyecto a cinco aos, donde se pretende,a partir de una metodologa participativa,que las investigaciones especializadas en losdiferentes aspectos del patrimonio aportenuna visin integral de los recursos patrimo-niales en su contexto territorial y socio-eco-nmico actual. Esto permitir iniciar pro-gramas de desarrollo a partir de la vincula-cin de la poblacin con su patrimonio y elinvolucramiento de otros sectores que pue-den contribuir a reforzar al patrimonio comoeje para superar las condiciones de pobre-za de esta poblacin.

    A la fecha se tienen muy avanzadas lasinvestigaciones. La investigacin arqueol-gica se focaliza en la arquitecturaprehispnica del centro poblado deVilcashuamn y de Pomaqocha para res-catar informacin sobre el pasado referen-te a los modos de vida, el aprovechamien-to de los recursos y las relacionessociopolticas. Las investigaciones en pa-trimonio colonial y republicano estnfocalizadas en el registro y calificacin delcentro poblado de Vilcashuamn. Ello su-pone la evaluacin y calificacin de losinmuebles a fin de tomar las medidas nece-sarias para su adecuada conservacin. Lasinvestigaciones etnogrficas se centran enla realidad sociocultural de las comunida-des, su singularidad, relaciones internas yrelaciones con su patrimonio. Ello permiteevaluar las capacidades de gestin localpara liderar propuestas de desarrollo. Lainvestigacin geogrfica se centra en el an-lisis territorial y los estudios de paisaje delmbito del proyecto, a fin de coadyuvar en

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    Qhapaqan

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    Qhapaqan la comprensin integral del territorio des-

    de un enfoque patrimonial y en el plantea-miento de lineamientos generales para lagestin del territorio.

    Los diagnsticos sectoriales estn con-cluidos y se entra a una etapa de integra-cin y evaluacin de los avances para ini-ciar en el 2006 el Plan de Manejo del Com-plejo Monumental Vilcashuamn-Pomaqocha, con el fin de orientar las in-tervenciones en patrimonio y fomentar laintervencin desde otros sectores en pro-puestas de desarrollo articuladas a la pre-servacin, conservacin y puesta en usosocial del patrimonio natural y cultural.Complementando este proyecto piloto, el"Plan museolgico de la red de museos delQhapaq an", considera a Vilcashuamncomo sede de un museo regional, dada suimportancia histrica, los vestigios patrimo-niales y los niveles de pobreza actuales.

    Acompaando los esfuerzos en las in-vestigaciones precedentes se desarrollanacciones de prevencin y defensa del pa-trimonio histrico cuyo objetivo es la ca-pacitacin y sensibilizacin de las pobla-ciones locales en el cuidado y proteccindel patrimonio y la necesidad de su defen-sa como parte de su identidad cultural comopueblo, pero tambin como herramientapara el desarrollo local y regional.

    Desde el 2004, se inici un programade publicaciones como parte inherente a unproyecto donde la importancia de las in-vestigaciones es el pilar para avanzar en laconsolidacin del patrimonio en la lnea delos programas de desarrollo. Han salido ala luz las investigaciones en arqueologa,geografa y etnografa con los resultados delas campaas 2002, 2003 y 2004, tanto en

    versin digital como en impreso. El objeti-vo es poner a disposicin de los investiga-dores en la materia y del pblico interesa-do, los resultados de un arduo trabajo, noexento de ajustes conceptuales ymetodolgicos. Esta informacin est a ni-vel de datos brutos y constituye la infor-macin base para iniciar investigaciones aprofundidad y proyectos de desarrollo enlos diferentes espacios comprometidos porel Qhapaq an.

    El conjunto de estas investigacionesespecializadas y de los programas de de-fensa y promocin del patrimonio jugarnun papel importante en la reconstruccinde los valores ligados al patrimonio cultu-ral y fomentarn las identidades culturalesen las que subyace un claro contenido te-rritorial. La cultura se liga y se reconoce enun territorio en el que se conjuga necesa-riamente naturaleza, historia y cultura, cons-tituyndose en un referente para las pobla-ciones que lo ocupan.

    El proyecto crece segn lo previsto ynos lleva a nuevos retos, es decir, cmonos preparamos para recibir, organizar ysistematizar la informacin cada vez mayorde este proyecto en una perspectiva regio-nal con criterios, metodologas y sistemasoperativos compartidos.

    Este es el inicio de un trabajo de largoaliento, en el que esta primera etapa resul-ta necesaria para dar paso a cualquier in-tervencin en el patrimonio; aporta los con-tenidos para articular proyectos de desa-rrollo a lo largo del territorio nacional apartir del conocimiento de las caractersti-cas, condiciones y potencial de nuestrosrecursos patrimoniales. Estos proyectosapuntan a dar curso a programas de edu-

    cacin orientados al fortalecimiento del vn-culo entre la poblacin y su patrimonio y amejorar la base econmica de las pobla-ciones locales mediante propuestas susten-tadas en las caractersticas del patrimonio,que permitan recuperar las formas de usoy aprovechamiento tradicional, mejorar losintercambios locales y regionales y arti-

    cular proyectos tursticos, entre otros. Esdecir, en el patrimonio y la lectura denuestra historia se podrn encontrar so-luciones que conjuguen las potencialida-des y limitaciones territoriales con las as-piraciones sociales, para planificar las in-tervenciones futuras en los mbitos delQhapaq an

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    Componente ArqueolgicoAlejandra Figueroa

    Directora de Arqueologa

    1. PRESENTACIN

    Desde el inicio del Proyecto IntegralQhapaq an, el componente arqueolgicotiene una posicin fundamental en el mismo,ya que es a partir de los testimonios de lassociedades prehispnicas en general y de lasociedad Inca en particular que se gesta laidea de generar un proyecto de desarrollo atravs de la apropiacin y el uso social delpatrimonio arqueolgico.

    El Per es un pas con una gran cantidady variedad de evidencias arqueolgicas, hue-llas de una intensa ocupacin del territorio porms de diez mil aos. Este conjunto de evi-dencias procedentes de diversas pocas yrepartidas en las diversas regiones, le danforma a un territorio culturalmente modifica-do en gran parte. No es lo mismo entenderun espacio natural, o un espacio con una solaocupacin humana, que entender un espacioque ha sido constantemente modificado yadaptado a las necesidades de las diversassociedades.

    Es en vista del progresivo entendimientode estas circunstancias que el manejo de la

    parte arqueolgica del Proyecto IntegralQhapaq an ha variado a travs de los aos.En las primeras campaas, resultaba funda-mental conocer la extensin de la red vial Incaconservada y los sitios directamente asocia-dos a ella, por lo que la estrategia fue disea-da en relacin a la prospeccin y registro delas rutas del eje principal de Qhapaq an.Posteriormente, se ampli esta estrategia paraincluir las rutas secundarias y los sitios ar-queolgicos asociados a las mismas.

    2. OBJETIVOS DE LA CAMPAA 2005

    Dentro del componente arqueolgicose ha establecido una mecnica de trabajocoordinada con la Direccin de Arqueolo-ga, a travs del establecimiento de objeti-vos comunes.

    Uno de estos objetivos es el inventariogeneral de sitios arqueolgicos del Per, yaque una de las carencias ms importantes delEstado como ente tutelar del patrimonio es lafalta de un listado general de sitios. Aun hoy,nadie puede precisar con exactitud el nme-ro y la ubicacin de todos los sitios arqueo-lgicos del Per, a pesar de varias dcadas

    de investigaciones arqueolgicas en todo elterritorio nacional.

    La informacin del inventario constituyela base sobre la cual se podrn proponerpolticas culturales que incluyan la diversidady cantidad de las evidencias arqueolgicasde nuestro territorio en la formulacin de pla-nes de desarrollo, a travs del uso racionaldel patrimonio cultural. Tambin permitirnprevenir los impactos al patrimonio arqueo-lgico durante la ejecucin de obras de in-fraestructura y el desarrollo de actividadesextractivas, entre otros.

    Nuestro trabajo durante la campaa del2005 en relacin a este inventario se ha apo-

    yado en los datos previamente existentes.A lo largo de los aos, diversos investiga-dores han realizado esfuerzos por elaborarcatastros e inventarios de las diversas re-giones del Per. El incremento de los pro-yectos de evaluacin arqueolgica (llama-dos de impacto ambiental) y de investiga-ciones sobre sitios arqueolgicos tambinproporciona una base sobre la cual traba-jar. El principal problema que hemos enfren-tado es la falta de un ordenamiento siste-mtico de la enorme cantidad de informa-cin existente, tarea que se complica dadoque los datos se encuentran dispersos y enocasiones fragmentados, adems de estaren constante crecimiento debido al conti-nuo desarrollo de proyectos.

    Vista del camino

    prehispnico entre

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    Qhapaqan En este contexto, el Proyecto Integral

    Qhapaq an ha definido, desde campaasanteriores, objetivos similares a los que seplantean lneas arriba. El trabajo de registrode los caminos Incas y los asentamientos aso-ciados ha marcado la pauta para el entendi-miento de nuestro territorio como un espacioculturalmente modificado, adaptado a las ne-cesidades de las sociedades humanas. Es porello que la ampliacin de los trabajos de re-gistro en el marco del Qhapaq an buscaproveer una visin integradora de nuestro te-rritorio, donde las soluciones a los desafosplanteados por el espacio geogrfico que nosacoge no vienen de la nada, sino son pro-ducto de mltiples y diversas experienciasprevias.

    Otro de los objetivos planteados para el2005 fue el ordenamiento de la informacinrecopilada por las campaas previas del Pro-yecto Qhapaq an, con miras a su publica-cin, a fin de hacer que la informacin inditaest al alcance de los investigadores interesa-dos y del pblico en general. El formato depublicacin planteado, debido a la gran canti-dad de informacin existente, es un conjuntode discos de datos, complementado con unresumen impreso de los resultados de las cam-paas 2003-2004 del componente arqueol-gico. Este trabajo se ha desarrollado graciasal aporte del equipo base, en constante coor-dinacin y colaboracin de la Direccin Ge-neral de Promocin y Difusin del INC.

    Otro de los objetivos de trabajo progra-mados para el 2005 se relaciona con la con-tinuacin de los trabajos de investigacin ar-queolgica relacionados con el Proyecto Pi-loto Vilcashuamn. Las excavaciones plan-teadas durante este ao tuvieron como obje-tivo determinar la existencia y estado de con-servacin de las evidencias arqueolgicas delos sectores A y D del Complejo Arqueol-

    gico Vilcashuamn, ubicados en el centropoblado actual, a fin de obtener datos quesean tiles para plantear el plan de manejodel sitio. Otra de las intervenciones planifica-das dentro del proyecto piloto fue la excava-cin y conservacin preventiva de un sectordel Complejo Arqueolgico Pomaqocha, ubi-cado en Vischongo, y que presenta una clararelacin con Vilcashuamn a travs de un seg-mento de camino que une ambosasentamientos.

    3. METODOLOGA DE TRABAJO

    En forma paulatina y gracias a los trabajosde campo, se gener la idea que los Incasconocieron un espacio previamentemodificado por otras sociedades, en vez deun espacio virgen sobre el cual pudierandisear, prcticamente de la nada, los caminoscomo sistemas de comunicacin e integracinpoltica, econmica y social de los pueblos.Aun cuando hoy esta afirmacin puedeparecer obvia, es frecuente, incluso en nuestrasociedad, no observar cunto de nosotrosmismos y de nuestra organizacin comosociedad es producto de experienciasanteriores y del legado de nuestrosantepasados.

    Por ello, ya desde el 2004 se vislumbrabala necesidad de ampliar el mbito de accinde los equipos de arquelogos, con laintencin de cubrir la mayor parte delterritorio, logrando as tener una visin delespacio ms parecida a la visin que tuvieronlos incas en su momento. Esto nos permitiraentender la materia prima sobre la que segener la integracin de los testimonios desociedades pasadas dentro de un nuevoordenamiento territorial y poltico.

    Este hecho se observa desde el informebalance del 2004 del Proyecto Qhapaq an,

    donde Lumbreras sealaba que "se haaprendido, entre otras cosas, que sinfechar los caminos y sus anexos () lainformacin sobre el Qhapaq an seempobrece notablemente, pues,ciertamente, la mayor parte de loscaminos no fueron obra directa de losIncas en el siglo XV, sino que lesprecedieron en varios siglos (). Quedapues, claro, que el "camino Inca" es msbien un estupendo proyecto poltico deintegracin trans-regional que unamaravillosa obra de ingeniera. Pero esono lo podremos saber si no se asume quesu estudio debe ser diacrnico ()".

    En el caso de los asentamientos incas,podemos considerar que stos fueronplanificados como parte del diseo del"proyecto poltico" al que hace referenciaLumbreras; el caso de los asentamientosprecedentes es distinto, ya que stos son lasbases sobre las cuales se asienta el sistemaInca, incorporando maneras distintas deadaptacin cultural a su plan de integracin.Es por ello que no podemos entender acabalidad el sistema inca sin entender aquines estaba dirigido y con quines debainteractuar, y para ello debemos entender losasentamientos preexistentes que fueronincorporados al proyecto inca.

    Base de puente de origen prehispnico en

    Chicchica, YauyosEsto motiv que dentro de las activida-

    des del 2005 se haya priorizado laimplementacin de una metodologa de tra-bajo diacrnica y extensiva, que contribuyaa darle al estudio del sistema vial inca pro-fundidad en la comprensin del espacioculturalmente modificado. Si entendemos loscaminos como vas de comunicacin a la vezque herramientas de integracin y desarro-llo, vemos que es de vital importancia enten-

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    Qhapaqan der tambin los asentamientos relacionados

    a esta red de caminos, como partes integran-tes de un sistema.

    El Informe Balance del 2004 tambinmencionaba las dificultades que se habanencontrado en el desarrollo del proyecto,principalmente en el desarrollo del trabajo decampo. Como en toda actividad a gran es-cala, se hallaron algunas deficiencias en elcurso de los trabajos; en el 2005 hemos tra-bajado activamente en la resolucin de estasdificultades.

    Ya desde campaas anteriores, la distin-ta formacin tcnica y acadmica de los pro-fesionales que ejecutan los trabajos de cam-po del componente arqueolgico gener re-sultados desiguales. Durante el 2005 se habuscado mejorar esta situacin mediante laorganizacin de un taller de actualizacin ycapacitacin tcnica, terica y metodolgica,el mismo que se celebr en el mes de mayo,con la asistencia de los equipos de trabajode campo a nivel nacional. En este taller sefoment el intercambio de opiniones y pre-guntas acerca de la metodologa de trabajo,tanto con personal de la institucin como conpersonal invitado de universidades e institu-ciones privadas dedicadas a la investigacincientfica. Asimismo, se generaron guas detrabajo de campo y fichas de registro unifor-mes, las mismas que fueron presentadas a losequipos de todas las regiones como parte dela capacitacin.

    El objetivo de este taller fue proveer alos arquelogos participantes (pertenecien-tes al Proyecto Qhapaq an y a las reastcnicas del INC) con las herramientas teri-cas y prcticas que permitan realizar acabalidad las labores de investigacin plan-teadas en los objetivos del 2005. En una pri-mera parte se busc actualizar los conoci-

    mientos tericos (actualizacin de conceptosy definicin de tareas de investigacin) yprcticos (uso de fotos areas, GPS, foto-grafa aplicada a la arqueologa, manejo e in-terpretacin de mapas y planos). La segundaparte de este taller cont con la presencia devarios profesionales de reconocida trayecto-ria, que presentaron ponencias sobre sus ex-periencias de trabajo, para ser contrasta-das con los conceptos tericos presentadosdurante la primera parte del mismo. Asimis-mo, se administraron evaluaciones a los par-ticipantes, destinadas a verificar los conoci-mientos previos y la comprensin de los te-mas expuestos.

    Dos de los aportes ms importantes deeste taller han sido uniformizar los criteriospara el trabajo de campo y el establecimien-to de una fluida comunicacin entre el perso-nal de base y los equipos de campo. Los re-sultados de los trabajos de campo fueron al-canzados por cada equipo en informes preli-minares, los mismos que fueron revisados ycorregidos, de ser el caso, logrando un cons-tante intercambio de opiniones con los su-pervisores. Esta retro alimentacin ha permi-tido que el presente ao se haya logrado ge-nerar mayor uniformidad en los datos entre-gados, lo que facilita enormemente el proce-samiento de la informacin.

    En muchos aspectos, la metodologa detrabajo del 2005 ha mantenido la lnea de tra-bajo marcada por las campaas anteriores.El territorio nacional se haba dividido, desdeel 2003, en cuatro macrorregiones, cada unaa cargo de un coordinador, con la intencinde hacer ms gil la comunicacin entre losequipos de campo y el personal de base delcomponente arqueolgico. Los encargadosde cada macrorregin realizaban las coordi-naciones directas con los equipos de su zona,adems de monitorear el trabajo de campo,

    revisar la informacin conforme se va gene-rando y hacer las coordinaciones necesariascon el personal de base del INC.

    Esta interaccin constante entre los equi-pos de campo y los coordinadores de cadamacrorregin tiene otro alcance importan-te, ya que representa la implementacin ini-cial del rgimen de evaluaciones planteado

    por Lumbreras en el Informe Balance del2004. Como resultado, cada coordinadormacrorregional ha preparado un informeindividualizado del rendimiento de los pro-fesionales participantes del proyecto, lo quepermite elevar los niveles de exigencia acada uno de ellos, generando informacinde mejor calidad y mayor potencial para lainvestigacin.

    Vista frontal del muro de contencin del Acueducto de Pillancuy,

    de origen prehispnico, Huamales, Hunuco

    Tumbes, Piura, Lambayeque, Cajamarca, Amazonas, SanMartn, Loreto, La Libertad

    Coordinador: Lic. Elena Goycochea DazMacrorregin Norte

    Macrorregin Centro

    Macrorregin Centro Sur

    Macrorregin Sur

    MACRORREGION DEPARTAMENTOS

    Ancash, Hunuco, Pasco, Junn, Lima, UcayaliCoordinador: Lic. Alejandra Figueroa Flores

    Ica, Huancavelica, Ayacucho, ApurmacCoordinador: Lic. Berenice Quintana Olivencia

    COMPONENTE ARQUEOLOGA: MACRORREGIONES

    Arequipa, Moquegua, Tacna, Puno, Madre de DiosCoordinador: Lic. Mario Ruales Moreno

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    Qhapaqan Tambin desde el 2005 se implement un

    sistema de evaluacin de mritos para loscurrculos de los postulantes, otorgandopuntajes por logros acadmicos y cientficos,de manera similar a las evaluaciones hechasen otras instituciones pblicas y privadas.Estas medidas nos permiten mejorar el cuer-po tcnico al servicio del patrimonio cultural,creando un equipo slido y en permanenteactualizacin.

    Otra de las innovaciones del 2005 hasido la participacin, por primera vez, dearquelogos de otros pases vinculados conel Qhapaq an, en un esfuerzo por restau-rar los vnculos existentes en elTawantinsuyu entre los diversos pueblos deSudamrica. Merced a las gestiones de laDireccin Nacional y la Secretara de Re-laciones Interinstitucionales y CooperacinTcnica Internacional del INC, se contcon la presencia de dos arquelogos de laRepblica Argentina, quienes participaroncomo asistentes en los trabajos de camporealizados en Junn y Arequipa durante elmes de octubre. Esta positiva experienciapermiti la comparacin de sistemas deregistro, adems de ampliar nuestro cono-cimiento de la red vial inca. Se ha progra-mado, para el 2006, la ampliacin de estainiciativa, incluyendo la participacin deotros pases.

    3.1. Los trabajos de campo

    Para conseguir los objetivos propuestos,la metodologa de trabajo implementada du-rante el 2005 se ha basado en la prospec-cin sistemtica sin recoleccin de materia-les. Dado que la sede regional del INC enCusco es una unidad ejecutora del proyectoQhapaq an, el mbito de nuestro trabajodurante el 2005 ha sido el territorio nacionalcon excepcin de la mencionada regin.

    El trabajo del 2005 fue planteado por elcomponente arqueolgico como la primeraetapa de un trabajo de ms largo aliento, con-siderando la extensin del territorio nacionaly la riqueza cultural de nuestro pas. Asimis-mo, se debe tomar en cuenta que no todaslas regiones cuentan con informacin seme-jante, ya que a lo largo de los aos se handesarrollado investigaciones ms intensas enalgunas zonas. Por ello, el desarrollo de lastareas de campo se plante como sigue:

    1) 1era etapa: actividades preliminares2) 2da etapa: actividades permanentes3) 3era etapa: publicacin

    Como en las campaas anteriores, unade las prioridades del proyecto es estable-cer las relaciones entre los asentamientosIncas y preexistentes y el camino. No slose registran las evidencias en s mismas,si no que se busca integrar los sitios ar-queolgicos con el medio ambiente y conotros testimonios de ocupacin cultural,tales como los caminos, en un esfuerzo porentender la racionalidad de nuestros ante-pasados.

    Dentro de la primera etapa de los tra-bajos del 2005 se realiz una convocato-ria a nivel nacional para cubrir las plazasde los equipos de campo. La informacinremitida por los postulantes fue evaluadacon el sistema de evaluacin de mritosmencionado lneas arriba, logrando selec-cionar a cincuenta y cinco arquelogos paraser los integrantes de los equipos de cam-po de entre ms de doscientos ochentapostulantes. Tambin se elaboraron losformatos de fichas de trabajo (ficha com-pendio de sitios arqueolgicos, ficha deregistro de sitios, ficha de informacin bi-bliogrfica) para ser utilizadas en la etapade trabajo de campo.

    La segunda etapa tiene varios aspectos,ya que se relaciona directamente con la eje-cucin de los trabajos de campo. En primerlugar, se busca acopiar la informacin previaexistente, publicada o indita, sobre la zonade trabajo propuesta; se consider funda-mental la presencia de asentamientos Incas yla red vial y se incluyeron los asentamientosanteriores, a fin de contar con un panoramaintegral de la ocupacin humana en el terri-torio. En base a esta informacin se progra-maron las salidas de campo, en base a obje-tivos especficos de cada zona y de acuerdoa las necesidades identificadas durante la re-coleccin de la informacin preexistente.

    As, durante la campaa 2005 se ha con-tado con el apoyo de cincuenta y cincoarquelogos, repartidos en 32 equipos deregistro. Las tareas de estos equipos hanconsistido inicialmente en la revisin biblio-

    grfica de los datos correspondientes a suzona de trabajo, elaborando resmenes delos datos existentes y proponiendo hiptesisde investigacin en base a la informacin re-cogida. En general, para la realizacin del tra-bajo de campo se priorizaron las zonas detrabajo en base a la poca existencia de infor-macin previa para estas zonas, con la inten-cin de recuperar datos que no estuvieranpreviamente registrados. Durante las salidasde trabajo de campo se realiz el registro delos sitios arqueolgicos y caminos identifica-dos, de la poca Inca y de pocas anterio-res, con la finalidad de obtener una visin in-tegral de la ocupacin de stas. En algunaszonas, donde exista abundante informacinprevia, se revisitaron los sitios, con la finali-dad de verificar su estado de conservacin yrecoger datos que nos permitan establecerlas relaciones de los asentamientos con loscaminos y las otras partes del sistema.

    Graneros del sitio arqueolgico de Selmin, Huamales, Hunuco

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    Al trmino de cada una de las salidas decampo, los equipos remitieron informes preli-minares de la informacin registrada, los mis-mos que fueron revisados y corregidos por loscoordinadores, en base a las hiptesis de tra-bajo presentadas antes del inicio de los traba-jos de campo por cada uno de los equipos

    participantes. Finalmente, cada equipo presen-t un informe final de los trabajos ejecutados,que incluye las sugerencias y modificacionesplanteadas a lo largo de todo el ao. Por ello,estos informes finales constituyen una basesobre la cual trabajar, con relativa celeridad,la tercera etapa planteada lneas arriba.

    Vista frontal de estructura funeraria previaa la poca Inca, Huamales, Hunuco

    Andenes de Carania,

    Yauyos, an en utilizacin

    por la comunidad

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    Qhapaqan La tercera etapa de trabajo se basa en la

    necesidad de difundir los resultados de lostrabajos de investigacin, para que los datosrecuperados estn al servicio de la sociedady puedan ser usados en la planificacin denuestro desarrollo. Actualmente, se estn re-visando los datos y la redaccin de los infor-mes finales entregados, con miras a publicar-los a la brevedad. Esta publicacin est plan-teada como la publicacin de la informacinprimaria sobre nuestros sitios arqueolgicos,registrada gracias al esfuerzo del Estado pe-ruano a travs del Proyecto Integral Qhapaqan y el Instituto Nacional de Cultura. So-bre la base de esta informacin, esperamosque se planteen nuevas interrogantes y nue-vos programas de desarrollo apoyados en eluso racional de nuestro patrimonio arqueo-lgico, y que a la larga se generen publica-ciones con mayor profundidad cientfica.

    Esta campaa ha representado para elcomponente arqueolgico un aumentosignificativo de las tareas encargadas, msequipos de trabajo en el campo y un ma-yor volumen de informacin por procesar.Sin embargo, podemos considerar que elbalance de los trabajos ha sido positivo,ya que en base a los resultados del mismotenemos una idea ms clara de la magni-tud de las evidencias arqueolgicas en nues-tro pas.

    Se presenta un cuadro resumen de lainformacin registrada durante el 2005 porlos equipos de campo en las cuatromacrorregiones (Norte, Centro, CentroSur y Sur), indicando los resultados preli-minares presentados por los equipos detrabajo a travs de los informes finales men-cionados lneas arriba.

    Estructura Inca en el sitio arqueol-

    gico Sinchipampa, Canta

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    Qhapaqan La informacin proviene de dos fuentes,

    una bibliogrfica y otra de recoleccin directa,mediante la realizacin de trabajos de campo.Se ha elaborado un cuadro general que

    presenta los resultados de ambas tareas. Elmayor avance consiste en el registro de un totalde ms de 27 000 sitios arqueolgicos duranteel desarrollo del programa, segn detalle:

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    Qhapaqan Si bien la informacin resultante se en-

    cuentra en proceso actualmente, es posi-ble adelantar que los resultados han sidoen muchos casos sorprendentes. La diver-sidad, cantidad y estado de conservacinde algunos sitios identificados por primeravez son impresionantes, dando una idea msamplia del enorme potencial arqueolgicodel Per.

    En el curso de este ao tambin ha sidoposible identificar hasta qu punto la destruc-cin de sitios arqueolgicos es una dolorosarealidad cotidiana en muchos lugares, sea pordesconocimiento o por negligencia de la po-blacin y las autoridades. El conocer estarealidad con ms detalle permitir la elabo-racin de propuestas educativas en coordi-nacin con las reas especializadas de la ins-titucin, que permitan frenar la destruccinde nuestro patrimonio arqueolgico y con-tribuyan a la creacin de una conciencia ciu-dadana en relacin a ste.

    Aunque la ejecucin de trabajos de cam-po estuvo concentrada en los equipos de re-gistro diacrnico y extensivo de los sitios ar-queolgicos incas y preexistentes, tambin serealizaron otro tipo de trabajos, con mayorprofundidad, en el marco del Proyecto Pilo-to Vilcashuamn.

    Durante el 2005, el componente arqueo-lgico del Proyecto Piloto Vilcashuamn seha concentrado en el anlisis del material deexcavacin, principalmente cermica, recu-perado en la temporada 2004 y en las

    Sitio arqueolgico Huamanmarca, Yauyos, con

    estructuras de la poca Inca

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    Qhapaqan excavaciones en los sectores A y D del Com-

    plejo Arqueolgico Vilcashuamn, con mirasa establecer la extensin de las estructurasprehispnicas y el estado de conservacin delas evidencias. Es importante resaltar que lostrabajos de campo se llevan a cabo con elapoyo de las comunidades de Vilcashuamny Vischongo, en mrito a un convenio de co-operacin suscrito entre stas y el INC.

    Asimismo, se realiz el levantamientoplanimtrico y excavacin en el sector Ddel Complejo Arqueolgico Pomaqocha,con el objetivo de intervenir en las estruc-turas con miras a mejorar su estado deconservacin. Las tareas de anlisis delmaterial de la temporada 2005 y de elabo-racin del informe final de los trabajos seencuentran en desarrollo, a cargo del equi-po del Proyecto de Investigacin Arqueo-lgica Vilcashuamn con el apoyo del equi-po de la Subdireccin de Investigaciones yCatastro.

    Para el 2006, se ha planificado el procesa-miento de la informacin recuperada durantelas temporadas de campo ya ejecutadas enVilcashuamn, con miras a su publicacin.

    3.2. Publicaciones

    En base a los datos existentes de las cam-paas anteriores, se gener una propuesta depublicacin destinada al pblico en general,con la intencin de difundir ampliamente losdatos registrados por el Proyecto Qhapaqan desde sus inicios. Dado que la informa-cin recogida por los equipos de campo pre-sentaba una diversidad de estilos, productode la distinta formacin profesional de los in-tegrantes, fue necesario sistematizarla y ge-nerar un formato uniforme para las cuatromacrorregiones. Asimismo, se seleccionaronlas fotografas ms significativas para ser in-cluidas en la publicacin, de las ms de 25 000fotografas tomadas durante los trabajos decampo desarrollados entre el 2002 y el 2004.

    Vista de Uquira, asentamiento inca ubicado en el valle de Caete

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    Este trabajo fue desarrollado por el per-sonal de la Subdireccin de Investigacin yCatastro, en estrecha coordinacin con laDireccin General de Promocin y DifusinCultural del INC, generando como resulta-do final un disco de datos por cadamacrorregin, que contiene los trabajos delas temporadas 2003 y 2004. Estos discossern prximamente presentados por el INCjunto con otras publicaciones relacionadasal Proyecto Qhapaq an.

    4. Proyeccin de los trabajos parael 2006

    En base a los resultados de la campaa2005, se est elaborando una propuesta detrabajo a largo plazo, que se basa en laimportancia de contar con un mapaarqueolgico del Per, que contemple loscaminos incas y los sitios asociados a ellos.Dentro de este plan a largo plazo se incluyen

    Vista de Viracochapampa, asentamiento ubicado

    cerca de Huamachuco, La Libertad

    tareas de delimitacin de los sitios,saneamiento fsico legal, investigacin,publicacin y difusin de la informacinexistente y elaboracin de propuestas demanejo de nuestro patrimonio arqueolgico,con miras a generar mejoras en lascondiciones de vida de las poblacionesasociadas a los sitios y al camino inca a travsde una comunicacin fluida con el Estado enrelacin a los temas de patrimonio cultural.

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    Qhapaqan Gracias a los trabajos realizados en el

    2005, se ha podido observar que uno de losprincipales problemas es la falta de sistemati-zacin de la informacin existente. Por ello unade las tareas centrales del 2006, adems de lacontinuacin de la recopilacin de informacinde primera mano, consiste en el establecimien-to de una base de datos central, que permitaconcentrar la informacin publicada, la exis-tente en los archivos del INC y la generadapor los trabajos de campo en una misma fuentea disposicin de los investigadores, las insti-tuciones y la comunidad.

    Los trabajos realizados hasta el momen-to por el componente arqueolgico del Pro-

    yecto Qhapaq an han servido como basepara poder estimar la riqueza y diversidad delnuestro patrimonio arqueolgico, y la impor-tancia de entender el Qhapaq an como unared de integracin que acoge elementos pa-sados y presentes. Esperamos que seguir conlas investigaciones y ampliar el espectro delas mismas nos permitan convertir al Qhapaqan en un sistema que articule el pasado, elpresente y el futuro de nuestra gente, y quenos lleve a lograr un equilibrio entre el am-biente y los desafos que plantea, las innova-ciones tecnolgicas y el aprovechamiento deconocimientos ancestrales, con miras a me-jorar la relacin de la sociedad con su heren-cia cultural

    EQUIPO TCNICO DEL COMPONENTE ARQUEOLGICO

    Directora de Arqueologa:Alejandra Figueroa Flores

    Coordinadores Macro Regionales: Carmen Elena Goycochea Daz

    Mario Ruales MorenoBerenice Quintana Olivencia

    Janie Marile Gmez Guerrero

    Subdireccin de Investigacin y Catastro:Carlos Ausejo CastilloGuido Casaverde Ros

    Marssela Chvez LazoMnica Cordero Manrique

    Segisfredo Lpez Vargas

    Responsables:Carolina Mara Vlchez Carrasco

    Eyllen Cinthia Seminario HernndezRegina Salom Abraham FernndezFrancisco Jos Valle Riestra Martn

    Mara del Rosario Montoya VeraFabin Esteban Garca RojasMaximo Nilo Paredes Zrate

    Mirtha Ruby Cruzado ParedesArturo Vicente Tandaypan Villacorta

    Santiago Rivas Panduro

    Supervisores y Asistentes Macro Regin Norte:

    Asistentes:Paul Francisco Flores Escudero

    Larissa Coln CaolaMelina Maribel Vera Vereau

    Francisco Jos Valle Riestra MartnGabriela Cecilia Zavaleta Urtecho

    Jeisen Enrique Navarro VegaJenny Marisol Castillo Plascencia

    Vctor Javier Alemn CastilloChristian Hidalgo Lpez

    Supervisores y Asistentes Macro Regin Centro:

    Responsables:Ruth Erika Cabello Ruiz

    Joseph Atanasio Bernab RomeroCecilia Elizabeth Pachas De La Colina

    Jessica Pareja CarrinManuel Arturo Santos ValenciaPieter Dennis Van Dalen Luna

    Dalila Huachaca HurtadoDenesy Palacios Jimenz

    Maribel Lazo GutirrezLeonidas Izarra Foronda

    Asistentes:Mara Alejandra Pelez Castillo

    Pedro Guillermo Patrocinio MarcosJeffry Jonathan Vera Roca

    Daniel Ivn Dvila Manrique

    Supervisores y Asistentes Macro Regin Centro Sur:Responsables:

    Eyne Omar Bendez de la CruzCirilo Vivanco Pomacanchari

    Hctor Humberto Saldaa DazMiriam Dayde Aroz Silva

    Melia Luz Quintanilla Melgar

    Asistentes:Nelly Milagros Aranzaens Bobadilla

    Casimiro Chvez AlarcoYuri Igor Cavero Palomino

    Romel Rafael Rojas RuizAda Liset Tello Gutirrez

    Rubn Daro Espinoza Gonzles

    Supervisores y Asistentes Macro Regin Sur:

    Responsables:Arnaldo Lino Ramos Cuba

    Edgar Augusto Omar Cardona RosasLuis Enrique Vivian Gonzles Pearanda

    Luis Hector Daz RodrguezJimmy Miguel Bouroncle Castro

    Eduardo Ariazaca Medina

    Asistente:Richard Manuel Ochoa Pea

    Guillermo Andrs Flores FigueroaRoco del Crmen Tejada Lewis

    Nelson Ramos RosalesFrancis Mariela Payalich Macedo

    Doris Zumi Maldonado Astete

    Proyecto piloto Vilcashuamn:

    Responsable:Manuel Carrillo Bustamante

    Equipo:Carmen Cazorla Zen

    Edith Yanet Verstegui ArangoMarcelino Huamani Taboada

    Maximo Martnez FuentesSheyla Melgar Torres

    Sandra Paucar TomayllaAngel Rodrguez Len

    Shirley Salcedo SotoSabino Salvatierra Chavarria

    Roco Coras ContrerasLiliana Rosa Mejia Tarazona

    Ruth Soledad Ruero Silva

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    Qhapaqan

    Componente EtnogrficoGladys Roquez

    Directora de Registro y Estudio de la Culturaen el Per Contemporneo

    Los lineamientos, las propues-tas y la metodologa para el re-gistro etnogrfico de las pobla-ciones del Qhapaq an, fueronpuestos en marcha y seguidos en las dos cam-paas anteriores del 2003 y 2004.

    1. LAS RUTAS Y LAS POBLACIO-NES DEL REGISTRO ETNOGRFICO

    1. 1. Las rutas de la Macrorregin Sur:Puno-Arequipa-Moquegua-Tacna

    a. La ruta norte: Moho-Huancan-Melgar (Puno)

    b. La ruta oeste: Puno-San Romn-Lampa ( Puno) y hacia Arequipa

    c. La ruta sur: ruta del Lago-Desagua-dero (Puno) y hacia Moquegua y Tacna

    a. La ruta norte. (1) Se inici el re-gistro etnogrfico desde el distrito de Tilali,en la frontera con Bolivia, hasta la capitalprovincial de Moho, rea densamente po-blada que mantiene fuertes caractersticas

    aymaras, patentes en su organizacin terri-torial. Es igualmente una zona de econo-ma mixta, donde la agricultura se combinacon una pesca a escala menor y se com-plementa con un activo comercio que unea Bolivia con Ayaviri y Cusco, lo que hadinamizado la economa en algunas comu-nidades. (2) Se continu por la regin oc-cidental de la provincia de Moho, con unapoblacin de caractersticas msmarcadamente indgenas. (3) En los distri-tos de Huancan y Vilquechico se entr alterritorio de confluencia de las reasquechua y aymara hablantes. La zona estdensamente poblada, teniendo cada distri-to ms de 30 comunidades reconocidas.(4) Finalmente, se sigui el camino hacia eloeste, a los distritos de Chupa y Arapa, enlas provincias de Huancan y Azngaro, res-pectivamente. Es una zona de economamixta, aunque con predominio de la agri-cultura y la pesca en pequea escala.Lingsticamente es una zona quechua, noobstante, se mantienen tambin diversascaractersticas del rea aymara.

    b. La ruta oeste. (1) Se parti de lasorillas del Lago Titicaca y se continu elregistro hacia el oeste. A diferencia de laspoblaciones del norte, las de este eje es-tn notablemente alejadas unas de otras(por lo que se dio preferencia al registrode las capitales de distrito). Por otro lado,esta zona poda dividirse en dos reas geo-grficas, que a su vez son sub-reas cultu-rales: la primera, a orillas del lago, es elhbitat de la poblacin Uru (en la locali-dad de Urus Chulluni), dedicada esencial-mente a la pesca y a otras actividadesextractivas, y de las poblaciones dePaucarcolla, con acceso directo al lago ysus recursos. La segunda rea cultural, elllano propiamente dicho, es histricamen-te la zona "quechua" de los antiguos Collasy el centro administrativo inca de Atuncolla.Aunque la regin ha sido ms propicia a laganadera y la agricultura en andenes en losescasos cerros que la rodean, ahora es unazona notablemente comercial, con un flujomigratorio intenso, muy influenciada por lacultura urbana de la ciudad de Juliaca. (2)Se continu hacia la pennsula deCapachica, zona de un ecosistema parti-cular de variados microclimas que requie-ren de una especial estrategia demaximizacin y organizacin del trabajo.Una economa en que la ganadera y lapesca son dominantes, dinamizadas por unintenso intercambio comercial (monetarioy tradicional) y que ha desarrollado la ar-tesana como recurso. (3) Se continu porlos distritos de Vilque, Tiquillaca y Maazo,y el distrito de Pucara, al noroeste delTiticaca. (4) Finalmente, en esta ruta deloeste se entr a la regin Arequipa, al readel Colca, en la provincia de Caylloma. Elvalle est subdividido en dos zonas que hanmantenido territorialmente su antigua divi-sin tnica, Cabana (con su centro en eldistrito de Cabanaconde) y Collagua (con

    su centro en la capital provincial deChivay). Es una zona relativamente prs-pera, que combina una agricultura de cha-cras y terrazas con una ganadera de va-cunos y alpacas.

    c. La ruta sur. (1) Se recorri en esteprimer tramo la regin econmicamentems dinmica de la regin Puno (ademsde Juliaca). El camino que une la ciudadde Puno con una serie de capitales provin-ciales y distritales-Ilave, Juli, Pomata,Zepita, Desaguadero hacia Bolivia, une unaregin muy poblada y ms urbanizada quelas anteriores. (2) Se continu el trayectoen el entorno rural de las ciudades de Juliy Pomata. Siendo una zona originalmenteagrcola, es actualmente una de las msactivas comercialmente; las ferias y losmercados (qhatus) dominan la economade la regin, desde las pequeas ferias se-manales, donde predomina el trueque, has-ta las ferias anuales, como la del ganado.(3) Se concluy el recorrido inicialmentetrazado, en los distritos de Zepita y Des-aguadero, hasta llegar al lmite con Boli-via. (4) Finalmente, se registraron las po-blaciones en un tramo poco conocidoque cruza longitudinalmente toda la pro-vincia del Collao, desde el sur de Ilavehasta el lmite con el departamento deMoquegua. Estas comunidades ganaderasde altura son mayormente alpaqueras.

    1.2. Las rutas de la MacrorreginCentro - Sur: Ayacucho, Apurmac,Huancavelica

    Se ejecut el registro etnogrfico depoblaciones en esta macrorregin en tra-mos discontinuos del camino en la partecentro de Ayacucho y en la regin deApurmac, algunos con el objeto de com-pletar y unir rutas anteriormente recorri-

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    Qhapaqan das en la campaa 2003. Por otro lado,

    se ha trabajado en un gran tramoc o n t i n u o e n l a r u t a d e l s u r d eAyacucho, recorriendo un primer tra-mo entre Coracora (Parinacochas)-Pu-quio-Andamarca(Lucanas)-Morcolla(Sucre), un segundo tramo entre Coracora(Parinacochas)-Marcabamba (Pucar delSarasara), uno tercero uniendo Puquio-Ocaa (Lucanas) hasta Huaytar(Huancavelica) y finalmente uno en una rutatransversal entre Laramate (Lucanas) yTambo Colorado (Ica).

    a. El centro de Ayacucho. Se reco-rrieron los tramos siguientes: el tramoSarhua (Vctor Fajardo)-Huancasancos(Huancasancos), el tramo: Huancapi- Colca(Vctor Fajardo) y el tramo: Huambalpa-Independencia (Vilcashuamn). Todos loscentros poblados registrados son comuni-dades campesinas, a excepcin deHuancapi, capital de provincia. Los pueblosde Fajardo, Huambalpa y Accomarca y susalrededores tienen en comn haber sido pue-blos arrasados durante la guerra interna.

    b. El sur de Ayacucho. Se recorrie-ron los tramos siguientes: el tramoCoracora (Par inacochas)-Puquio-Andamarca (Lucanas)-Morcolla (Sucre),el tramo Coracora (Parinacochas)-Marcabamba (Pucar del Sarasara), el tra-mo: Puquio-Ocaa (Lucanas)-Huaytar(Huancavelica) y el tramo Laramate(Lucanas) - Tambo Colorado (Ica). Todoslos centros poblados registrados son co-munidades campesinas, menos Coracora,capital de provincia, una capital de distritoy un anexo en Parinacochas. En general enestas zonas de Ayacucho, la agricultura yla ganadera son las actividades econmi-cas fundamentales de estas poblaciones. Laagricultura de cereales en la zona quechua

    y de tubrculos y cultivos andinos en lapuna. En las tierras ms bajas de los vallesdel Pampas, en Vilcashuamn y VctorFajardo se produce caa de azcar y fru-tales. Igualmente la ganadera de vacunosen la zona quechua y de ovinos y camlidos,llama, alpaca, vicua, en la puna. Es en elsur donde se encuentra la zona de protec-cin de la vicua ms importante del pas,la Reserva de Pampa Galeras. Es una zonaque tiene como problema crucial el agua,elemento considerado fuente de vida y ob-jeto de culto a travs de importantes cele-braciones.

    c. Apurmac. Los tramos recorri-dos son los s iguientes : e l t ramoTambobamba (Cotabambas)-Mamara (Grau)-Totora Oropesa (Antabamba) y el tra-mo Abancay (Abancay)-Chalhuanca(Aymaraes). A excepcin de tres capitalesde distrito y dos capitales de provincia,todas las dems localidades registra-das son comunidades campesinas. Lazona apurimea de Cotabambas-Grau-Antabamba es una zona de gran tradicinganadera de altura, de camlidos, vacu-nos y ovinos. La llamada zona de las"bambas" es zona de grandes reservasmineras. En general, la economa de laspoblaciones en las partes ms bajas delvalle de Pachachaca de la zona deAbancay y Aymaraes se basa en una agri-cultura de produccin de caa de az-car y frutales y una produccin, en lastierras altas, de cereales y cultivosandinos.

    1.3. Las rutas de la MacrorreginNorte: La Libertad, Cajamarca, Amazo-nas, San Martn

    a. La ruta Cajamarca-La Libertad.La ruta para el registro etnogrfico se tra-

    z por los tramos correspondientes de lasprovincias de Celendn y Cajamarca en laregin Cajamarca. As como por los tra-mos de la provincia de Bolvar en la reginLa Libertad. Hay localidades donde la or-ganizacin comunal mantiene su vigencialigada a la propiedad y el manejo de losrecursos, mientras que en otras sta se haperdido. Cajamarca es una reginagropecuaria que ha desarrollado su ga-nadera de vacunos y tambin un sectorindustrial-ganadero con una alta produc-cin de lcteos. Una alta actividad gana-dera en la regin se evidencia en el con-junto de prcticas y las actividades de in-tercambio y de comercio que se originanen los espacios locales como las feriasagropecuarias que se presentan semanal-mente en La Libertad y Cajamarca, enCombayo y Longotea en Bolvar, Sucre enla Encaada, en Sorochuco y Jos Glvezen Celendn. Sin embargo, el otro rubroproductivo importante en la regin es la mi-nera. La Libertad es una regin fundamen-talmente agrcola.

    b. La ruta Pataz-La Libertad. La rutapara el registro etnogrfico se traz por laprovincia de Pataz en la regin de La Li-bertad. En esta regin existen algunos dis-tritos que conservan su organizacin co-munal vigente. Las rondas campesinas, delarga existencia en la regin, son otra for-ma de organizacin colectiva. En La Li-bertad existen distritos donde la presenciade estas rondas es importante, articuladaa la existencia de la comunidad. En los dis-tritos de la provincia de Pataz, las princi-pales actividades econmicas son la agri-cultura y la minera, pero existen otras ac-tividades productivas importantes para laregin como la ganadera. Los agriculto-res cultivan en tres pisos ecolgicos a losque denominan: parte baja o temple, des-

    tinada a la siembra de trigo, maz, ua,alverja, manzana, durazno; la zona inter-media, donde cultivan trigo maz, cebada,alverja, papa; y la parte alta donde el cul-tivo es de papa, trigo, oca, olluco, cebaday chocho. En Tayabamaba la explotacindel oro se obtiene a travs del lavadoartesanal en la parte alta de la ribera delro Cajas. En Pataz se extrae oro, plata ycobre, ste ltimo en menor proporcin,en los caseros de Socorro, Zarumilla, SanFernando, Vijus y Pataz. Asimismo, la ac-tividad minera se realiza de manera infor-mal y formal. Se han registrado tres mo-dalidades de extraccin: la compaa mi-nera, los cateadores y la extraccinartesanal. En Pataz se lleva a acabo la ex-traccin de oro de forma artesanal. Exis-ten en la zona pequeas fundiciones de oroen las que se trabaja el mineral con arsni-co, que despus es arrojado a los camposagrcolas. Esto ocasiona contaminacin delos terrenos agrcolas y perjudica a toda lapoblacin.

    c. La ruta Moyobamba-San Martn-Lamas. El registro etnogrfico fue lleva-do a cabo en poblaciones involucradas enlos tramos correspondientes en las provin-cias de Moyobamba, San Martn y Lamasen la regin San Martn. En el distrito deLamas diversas comunidades nativas cuen-tan con una representacin en los caseros.El principal problema de la regin es elconflicto entre mestizos e indgenas. En elmbito comunal merecen especial atencinlos procesos generados en la organizacinpoltica local debido a la convivencia entreestos dos grupos. Por ejemplo, en Lamasla transformacin de una comunidad cam-pesina en el barrio denominado del Waikoha generado intereses polticos y con ellola divisin en la organizacin indgena an-tes comunal. Adems ha surgido un nuevo

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    Qhapaqan

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    Qhapaqan estilo de dirigencia indgena, con represen-

    tantes polticos que se forman en pasescomo Bolivia y Ecuador. Algunas localida-des han sufrido severos cambios demogr-ficos en el transcurso de los ltimos 30aos. Los flujos de poblacin migrante sehan asentado principalmente en la zona ru-ral, conformando nuevos asentamientospoblacionales habitados en su totalidad pormigrantes, especialmente de los departa-mentos de Cajamarca (Celendin, Cutervo,Jan y Chota) y de la sierra del departa-mento de Piura (Huancabamba y Ayabaca).La regin San Martn se caracteriza por elpredominio del sector agropecuario, el co-mercio y los servicios, complementados poractividades de manufactura y turismo. Lallegada de los inmigrantes ha originado elcultivo intensivo de productos industrialescomo el caf y el arroz. Es una produccintecnificada que se realiza en secano o porlluvias y que ha originado el monocultivo.Para la produccin agrcola se utilizancosechadoras, tractores o mulas. El traba-jo es asalariado para los peones agrcolas,pero se realizan diversos acuerdos de re-particin de ganancias entre el agricultor yel dueo de la tierra. La actividad agrcolaha sufrido cambios drsticos debidos fun-damentalmente a los ingresos que genera-ron productos como el caf, cacao, arrozy maz que los inmigrantes contribuyeron aimpulsar.

    d. La ruta Amazonas-Leymebamba.La ruta estuvo comprendida entre las pro-vincias de Chachapoyas, Luya, Bongar yRodrguez de Mendoza. En Amazonas losprocesos generados por la transformacinde la propiedad han provocado conflictosal interior de la organizacin comunal. Lasmejoras realizadas por los campesinos enlas parcelas asignadas han llevado a queactualmente las tierras comunales puedan

    ser vendidas por sus asignatarios. Por otrolado, la directiva comunal est atravesan-do por una crisis administrativa debido aque grupos de oposicin estn reclamandoel inicio de un proceso de titulacin. Susprincipales actividades econmicas son laagricultura, la ganadera, el comercio, laartesana y recientemente se impulsa el tu-rismo. Por ello, uno de los principalesrubros de la actividad econmica es el delos servicios. La produccin agrcola de laregin es prcticamente de autoconsumo,a excepcin de cultivos como la soya, elcaf y el cacao que se destinan al mercadonacional. Su ganadera tambin se consi-dera importante para la regin, sto se pue-de constatar en el movimiento comercialque se presenta en las ferias agropecuarias.La feria de Yerbabuena es un foco de atrac-cin para productores agropecuarios de laregin.

    2. EL REGISTRO DE LAS MANI-FESTACIONES CULTURALES

    La diversidad de espacios naturales ysociales representados por las tresmacrorregiones en estudio tiene sucorrelato en la diversidad casi ilimitada delpatrimonio inmaterial que se mantiene vi-gente en stas. Los resultados del registronos dicen que los calendarios de fiestas sonnotablemente profusos, los rituales, las dan-zas, la msica se mantienen. Por el lado delas tradiciones y la literatura oral, las artesy las artesanas la situacin es similar.

    2.1. La Macrorregin Sur

    Quizs el rasgo ms conocido de estarea (Norte) es el que respecta a la msi-ca. Conima es origen de numerosos con-juntos musicales de sikuris, que ms allde su demanda comercial siguen la organi-

    zacin tradicional y juegan un papel en nu-merosas ocasiones festivas y rituales. Des-de la dcada de 1950, los primeros con-juntos an vigentes -con Qantati Ururi (Es-trella de la Maana) a la cabeza- se con-formaron como asociaciones independien-tes, stas han proliferado como represen-tantes de cada una de las parcialidades y/ocomunidades de la regin, un equivalente alas bandas filarmnicas de la sierra centralperuana.

    La Danza de los Chiriwanos, del dis-t r i to de Huancan (Norte) -en laz o n a quechua y fundamentalmentecircunlacustre-, hace mencin a las tribusamaznicas no conquistadas por los incas.Lo interesante de esta danza es la msicadel siku bipolar (llamado para la ocasinsiku chiriwano), pero cuyos conjuntos es-tn organizados en tres grupos, correspon-dientes a tres variantes del instrumento, di-ferenciados en octavas, cada tipo de sikucon un nombre distintivo. En este caso, lossikuris del Chiriwano han establecido unconcurso con reglas y premios estrictamen-te establecidos. En general, el sikuri deHuancan dispone de varios grupos (mni-mo 9 conjuntos) que combinan sus dife-rentes "series". Muy diferente, Vilquechicoest muy influenciada por la culturaquechua. La zona donde el huayno y lamorena son ms conocidos, la danza tra-dicional de la regin es el MercedesAchachi, bailado para la Virgen de lasMercedes (su nombre significa "Viejos dela Mercedes"), uno de los bailes ms bri-llantes y originales de la regin, dentro delas representaciones de seores espaolesde la Colonia que son tan comunes en losAndes de Centro y Sur. Vilquechico tam-bin tiene diversos conjuntos musicales,aunque es costumbre antigua, los que exis-ten son de reciente fundacin. Estos con-

    juntos son ms "mestizos", compuestosfundamentalmente de instrumentos de ban-da de metales.

    El Carnaval o Pujllay tambin es im-portante en Chupa y Arapa (Huancan yAzngaro), como fiesta de carcter agr-cola puesto que entonces aparecen los pri-meros frutos de la labor agrcola. Existenel Huchuy Pujllay o Carnaval Chico, del20 de enero, tambin llamado qashua deSan Sebastin, que inicia con el pago a latierra y termina con un baile de qashua(uno de los pocos lugares donde esta dan-za ha sido consignada). El carnaval pro-piamente dicho es llamado Hatun Pujllay,que junta los consabidos elementos deljuego y la diversin con los ms solemnesdel Challay (pago) a las viviendas, y elritual del cortejo, el matrimonio y las visi-tas entre las familias de los recin casa-dos, que se realiza durante toda una se-mana, hasta la despedida o Kacharpari.El domingo es, adems de la despedidadel carnaval, la ocasin para realizar el con-curso de las danzas de carnaval, prepara-do por la municipalidad. Como caso es-pecial, citemos la reproduccin de la sali-da de Manco Capac y Mama Ocllo de lalaguna de Arapa, segn una peculiar inter-pretacin de un poblador que supona queera sta y no el Titicaca la laguna mtica.Esta representacin se realiza el 11 de no-viembre, organizada por la municipalidad.

    En la zona oeste, las fiestas religiosasms importantes son las de la Virgen de laInmaculada Concepcin (8 de diciembre),de San Juan (24 de junio), y de la Cruz (3de mayo), las dos primeras an vincula-das a los rituales agrcolas. Por contrastecon el rea anterior, hay una cierta dificul-tad de encargar el alferado a particulares,

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    Qhapaqan

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    Qhapaqan debido al alto costo que significa en un rea

    de economas particularmente deprimidas.Prestamos especial atencin a la danza delQochamachu ("Viejo del lago"), especial-mente organizada para la prediccin del fu-turo ao agrcola, que requiere de una es-pecial iniciacin y habilidad para la caza deaves del mar para la ceremonia de predic-cin. La fiesta ms esperada (en esta zonay la siguiente) es, en cambio, el carnaval,ocasin para la marcacin, a la fiesta enhonor a las chacras y el compromiso ma-trimonial, en un marco ldico. A ese res-pecto, la investigacin ha puesto inters alos rituales del compromiso y el matrimo-nio en esta regin, en los que se pone n-fasis en la alianza familiar, con roles dis-puestos para los hermanos de los cnyu-ges, repartidos por relacin y sexo. No sehan encontrado, en cambio, danzas o m-sica propia de la regin, como no sean,quizs, los Tucumanos o Argentinos queacompaan la fiesta de la Cruz. La tradi-cin oral es, al parecer, ms rica en la zonaUru, alrededor del lago y los seres fants-ticos que habitan o se relacionan con l.Son especialmente numerosos los relatosde hechos relacionados a apariciones acia-gas en los caminos o a la orilla del ro.

    El carnaval tiene algunas danzas espe-ciales por localidades. En Caracoto es larepresentacin de la lucha entre dos ayllusincas, Chinipillcos y Machuaychas, dondeel triunfo de los primeros se considera debuen agero y el segundo un presagio acia-go para el ao agrcola. En Calapuja, ladanza del personaje conocido como "car-naval", de caractersticas burlescas, enca-beza una serie de comparsas locales. Eneste rea, como en la anterior, son nume-rosos los relatos orales que describen losdiversos seres que en caminos o cerrosacechan al paseante, y los signos de buen

    o mal agero, a los que se recurre para in-dicar el posible curso que llevar el aoagrcola (en especial el pjaro conocidocomo lequecho).

    La actividad textil es importante enCapachica, donde se teje en telar a pedal,telar a cuatro estacas, telar para tishna (deuna sola estaca para fabricar cintas y cintu-rones) y tejido de punto. La manifestacincultural ms importante y vistosa ha sido laconfeccin de vestidos de fiesta y monteras,destacando el bordado de hilos multicoloresy lentejuelas sobre la bayeta, con abigarra-dos motivos florales y animales. Las prendasbordadas son nicamente las femeninas. Estamanifestacin es especialmente importante enCapachica, as como la confeccin de cer-mica utilitaria con adornos sencillos.

    El rito matrimonial es descrito, con lospasos de rigor: cortejo, pedido de mano(rimanacuy), la entrega de regalos a los pa-dres de la novia (Chaupiri), la entrega de lanovia (Sakachi) y el rito matrimonial pro-piamente dicho. Estos pasos tienen sus va-riantes locales, igualmente registradas. Tam-bin se hace una extensa descripcin de losritos funerarios -de distinto tipo segn edad,sexo y "estado civil" del difunto, del Rutuchio corte de pelo, y el techado de casa.

    Los relatos orales registrados suelen serfbulas e historias de apariciones aciagas, ynumerosas creencias de buen y mal agero,con mucho nfasis en el comportamiento delas personas como causa ms o menos di-recta de estos sucesos. Entre estas historiasde carcter moral destacan las relativas a se-res sobrenaturales como los condenados,encantos (fantasmas), chinchillcos (cuidantesde las minas), anchancho (animal cruce decerdo y burro, especialmente malfico) y otrosanimales.

    La manifestacin ms celebrada delCan del Colca es, sin duda, el bordadocomo decoracin de prendas de vestir.Aunque la textilera sigue siendo una acti-vidad complementaria, la decoracin devestimentas femeninas y adminculos (som-breros, bolsos, chalecos, etc.) son deco-rados con un bordado hecho no con lasmanos, sino con mquinas de coser y bor-dar, en reas definidas por orillos o ban-das, pero sin seguir un diseo previamentedibujado en la tela de bayeta. La bayetade colores brillantes, ms el diseo bor-dado con estambre, con motivos florales yanimales, crean piezas de vestir sumamen-te vistosas. Esta habilidad es relativamen-te reciente, pues dos generaciones atrs nose practicaba.

    En la zona sur, en Puno, Chucuito,Acora (Puno), Ilave, Pilcuyo (El Collao) yJuli (Chucuito), la condicin comercial ypoltica de esta zona aymara hace queculturalmente se la pueda considerar unequivalente al valle del Mantaro en la sie-rra central: una zona notablemente rica enmanifestaciones culturales de un orden msespectacular (danza, msica, vestimentaasociada), favorecido sto por el desarro-llo econmico, el constante flujo migrato-rio, la influencia de los medios de comuni-cacin, y muy especialmente el dilogocultural entre la ciudad y el campo, espe-cialmente por medio de un sistema educa-tivo que se apropi de estas manifestacio-nes culturales y las convirti en "gneros"obligados de varias celebraciones. De he-cho, en esta regin se conformaron lasdanzas Qajelo, Llamerada, Morenada,Diablada Punea o Choqlas, slo pormencionar algunas. Tambin se conforma-ron las danzas originales de corte ganade-ro (Qajelo, Llamerada, jawqa) o agr-cola (carnavales, el satiri o representacin

    del trabajo agrcola) y las danzas "mesti-zas" como el Waka Waka o la muy popu-lar saya. De la misma manera, mientras losinstrumentos locales tienen an importantepresencia (siku, pinkillo, qenacho,charango), muchas de las danzas ms vis-tosas son acompaadas por conjuntosmusicales de metales.

    La fiesta ms importante de la regines la Virgen del Rosario (octubre) enPomata, cuya trascendencia puede medir-se por su capacidad de convocatoria -queincluye comparsas de msicos y danzantesde toda la regin, incluyendo Bolivia-, ennumerosas confraternidades (9 presentesel ao 2004) y una notable multitud de fie-les a esta Virgen. Tambin citemos la deSan Bartolom, patrn de Cruz Pata (Juli),del 23 al 25 de agosto, cuyo real destina-tario es el cerro llamado hoy SanBartolom, a cuyas faldas se entierran di-versas miniaturas conseguidas en la feriade las Alasitas para invocar pedidos, bajoel ministerio de los yatiris. Tambin las uni-dades de transporte invocan el poder pro-tector del cerro con un pago para ser ben-decidos por los mismos oficiantes. Los ob-jetos a ser ofrendados en estos casos sonconseguidos en otra fiesta popular en estaregin, la feria de las Alasitas, especie demercado de artculos en miniatura, que re-presentan objetos deseados por el cliente,desde una casa a un diploma de grado aca-dmico a ser ofrendadas a los cerros lo-cales o a la Virgen en sus fiestas respecti-vas. Tambin estn las figuras del Ekeko,ser mtico con aspecto de antiguo comer-ciante indgena, cargado de artculos bsi-cos; es una invocacin a la prosperidad.Aunque en apariencia este es un dato in-conexo, ha sido costumbre en varias loca-lidades rurales que los nios practiquen laalfarera de sus padres, fabricando artcu-

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    Qhapaqan

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    Qhapaqan los en miniatura, como ganado y utensilios

    de cocina, es decir, lo que ser necesarioen su vida futura. Los juegos infantiles tam-bin imitan "en pequeo" las actividadesagrcola y ganadera.

    2.2. La Macrorregin Centro-Sur

    En esta macrorregin es importante re-saltar la artesana, especialmente las tablasde Sarhua y los tejidos de fibra de llama.Las tablas de Sarhua muestran una tradicinritual de fortalecimiento de las relaciones deparentesco espiritual (se ha convertido enmedio de vida para los artistas locales y emi-grantes a Lima). Los