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ANO XXn.—NUM. 7.399 jOOeinaa y talleres: Celegrlste, 7. Viernes 3 de Marzo delOlL De iileresss laierialss. Todos los pueblos cultos que viven en lóntinuo roce no cesan de ir dulcemente líonstriñéndose más y más á las mayores jomodidades que el adelanto á cada paso jrinda; pero algunos lo hacen sin tener ín cuenta que les falta la riqueza produc- :iva que suele abundar en los países en íue ciertas cosas se idean y fabrican,, que es precisamente lo que en ellos sanciona el uso.y consumo de las mismas. Mas ge- neralizar en las naciones en que ciertas oosas no se producen el empleo y consu- mo de ellas, equivale punto menos que á dejarse invadir y conquistar por un ene- jjnis-o comercial y á contribuir antipatrió- tionmente al incremento de la riqueza y de la industria do otros países producto- res, cosa que siempre terminará ocasio- do en aquellos otros no productores consumidores, una exportación de que acabará por traducirse en des- do su balanza económica. j ando de los pueblos á los Estados,) -I. Srv «a devuelven l«a «cfrlBaleB. IIUllll |,|||l^^w«MW^:^l^ CUATRO EDICIONES Í30 les es también, para seguir el ade y alternar en condiciones decorosas son los de otras naciones más poderosas y ricas, que calquen sus sistemas y todas ens máquinas gubernamentales y admi "nistrativas, sin omitir engranaje ni deta- lle, puesto que no hacerlo equivaldría declararse atrasados ó impotentes para seguir al día ei progreso, y esto ninguna nación de las que se precian de civiliza das se aviene á hacerlo, aunque para ello Éanga que verse obligada á ir de déficit en déficit ó de aumento en aumento en ' los tributos. Mas como los tributos salen del trabajo productivo, puesto que no son otra, cosa qae la contribución del trabajo mismo, siempre resultará que las naciones en que la riqueza industrial y agrícola (en con- junto) no basten para atender en un todo á las crecientes necesidades de la civili- js«3Íóo, habrán de verse obligadas á acu- r r a ) Extranjero con su créditos en de- manda de dinero, que es lo que ocasiona }a baja de valores. Pero el dinero á su vez han de invertirlo luego en adquirir on ©tros países todo aquello de que no quie- ren prescindir, aunque no lo produzcan, con lo cual dicho se está que habrán de ir exportando nuevamente el dinero pe- ludo, quedándose, como es consiguiente, lespúés con la deuda en pie. ¡ La deuda sólo puede pagarse con dine- ;o ó riqueza efectiva proporcionada por lil ti'abajo, puesto que, en'definitiva, la tai ^•Iqueza no es simplemente sino la expre- ik&a. del trabajo mismo, y por tanto^ don- rai*dicijo trabajo produótivd' no exista én Jwf^TQppyoión que es menester, forzoso ««ilvacudir con frecuencia á loa emprésti- |to», ya qne las deñcieiioias aludidas será iil^pre imposible suplirlas con tinteros, ¡ '«Hiferéndas, burocracia y discursos, y ^ a c ^ o menos oon millares de brazos ooio- «0|, 6 que emigran. /V tüierto es que ya hoy, tal como están jmontados loa Estados y Sociedades, en ftodos los pueblos cultos que viven en tra;^ En esto consiste el patriotismo verdade- ramente eficaz y transcendental, puesto que es el único que pueda impedir'las in- vasiones de productos sin contrapartida y de Empresas extranjeras explotadorasque, abusando de la falta de actividad y el atra- so de las naciones en que suelan internar- se, terminan por acaparar su mercado na- cional hasta un puntó tal, que uo es raro que de hecho las dejen convertidas en verdaderas colonias de otros países de gran pujanza industrial y comercial. España se encuentra en condiciones privilegiadas para llegar á ser una nación de gran riqueza y poderío, puesto que dispone de un rico subsuelo, de un pro- ductivo litoral y también, á poco que nos esforcemos y desarrollemos fas indus- trias, de los mercados de la América es- pinóla. Pero no basta contar con estos factores y con ciertas ventajosas circuns- tancias, sino que es preciso trabajar mu- cho y acertadamente para sabor aprove- charlas y llegar á obtener buen fruto. Lo primero y principal que España pre- cisa es, no sólo disponer de una moderna flota trasatlántica con que evitemos el que las Marinas extranjeras sigan acapa- rando nuestro gran tráfico interoceánico y que estreche y aumente nuestra relación comercial é industrial con las Américas, sino que es preciso que á toda prisa na- cionalicemos la construcción de nuestra Marina mercantil, para lo cual, desgra- ciadamente, siguen yendo las cosas por muy mal camino, efecto del lamentable descuido, que no puede perdurar, en que s e t i e u e e a E s p a ñ a t o d o oaaBíot.«&&pe9fca-á este asunto. en' logar' de oarritjoohes asan trineos. .''.''•' * Hace unos días, una boda, oqmpneata de.lSOper* sonas, volvía en 80 trinéps ^el. que quiera saber cuántas personas iban en cada trineo qne saque la cuenta) del pueblo de Ob3tlpoíf,;C0n dirección i Tashkend. De pronto, los caballos,se enoabritaron; alganog invitados hloiaron lo'mismo; i ' Una manada da lobos rodeólos trineos. Los viajeros, locos de terFpr.ípenaaron: «Del* lobo un pelo.» Y emprendieron una fog« deaespe» rada. '." ' Algunos trineos pudieron escapar,; panegnidos perlas bestias feroces; para .alejarlas y entrete- nerlas, los machos que iban en los trineos arroja» ban las mujeres. , " •" El primer trineo, en el que Iban Ib»recién caga» dos, fué alcanzado por unos lobos.^UbSlloos. Loa varones propusieron arrojar -la novia & los iobitos. El novio, que amaba aun á sti óostlllai se- opnMC ouérgioamonte: —¡No, no se la tiréis! Entonces, ante la negativa del esposo, los ama» bles'acorapañantes, cogieron & la novia y al novia y dijerou: i • —¡Allá, va eso! Los lobos cayeron sobre los cífnytxgos y s e l o t ooraieroa. Únicamente dejaron dos costillas. De los ciento treinta invitadas'adío llegaron dol-J á Tashkend. , • (El que quiera puede calcular el nfimero de laa personas que se jamaron los'loboB.) ¡Qué alegría la de las tornaboda'sl'- to incesante no es posible que hava nin-1 algazara; de sn interior parten grltoa de jvlvan l o ^ gúu país que pueda bastarse á BÍ;mismo,]'^%l°f;^-^-^¡^^f^^^^^ •y el gran secreto de que las naciones no vayan perdiendo población, riqueza y otros factores vitales, estriba solamente en la habilidad y esfuerzos con que sus respectivos hombres de Estado logren aunar las producciones agrícolas é indus- triales para atender, con suficiencia al menos, á todas cuantas obligaciones im- pongan las primordiales necesidades y las exigencias de la época. Por esto en los pueblos patriotas, sabios y avisados, se advierte cada día más el esfuerzo y ahinco con que sin cesar pro- curan vender mucho de puertas afuera para comprar mucho también. Toda nación extranjera que tiene un sobrante de producción por colocar en mercados nuevos es, efectivamente, un enemigo en el orden económico, y por esto hay que esforzarse ya cada día más' en prevenirlo todo, á ñ a do evitar cuanto sea posible el tener que acudir por nin- gún concepto á otros países en demanda de crédito ó de dinero, aspirando sólo á comprar de él productos con productos a?B.A.TK;0 :R'B}1ÉLXJ LOS QUE SE DESPIDIERON Extravagancias, Tornaboda. Las tornabodas suelen ser alegres, bullangueras. En Madrid vuelven los invitados en enormes 1 carricoches que recorren las calles con ruidosa ECOS BHtBAINOS POR TELÍFONO Acuerdos de lo.s tranviarios.—Deten* cidn d e u n periodista. Bilbao 3 0 , 3 0 m.) La Sociedad de obreros tranviarios acordó: Protestar enérgioaraente ante el goberna- dor do la actitud de agresión en que se han ooiooado ios obreros carreteros asociados oonira la Compañía da tranvías eléctricos por | haber establecido recientementa nuevos ca- miones de carga. Denunciar igualmente las amenazas de que son objeto ios tranviarios por parte da los ca- rreteros ai conducir díohoa vehíoalos y con- tribuir á la carga y descarga de los mismos on ciirapiimianto de órdenes superiores. Solicitar se garantice ia libertad del traba-f jo para evitar posibles colisiones entre los carreteros y tranviarios. Ojndaoido por la benemérita," ha llegado el director de¡ sqmanario rapablicaao Jiwoan- íiiíf, D. Tiburcio Lucacero, detenido enJáa- drid como autor de un artículo denunciado por ia ley de jurisdicciones. Asamblea de los liberales. Bilbao 2. , Los liberales han celebrado Asamblea esta noche parii hacor eieooiónde 13 Junta direc- tiva doi O.isino libara!, por haber dimitTdo sus cargos los individuos que hasta cfhora Ja componían, . ^ T-imbión se ha tratada dd las-elecciones^ acordándose abstenerse da ir á ia lucha por •caroeerser da-íiiera*r' pro^^as, y d^ár éá li- bertad do acción á ios aflJiadoa ai partido, re- comendándoles voten á los candidatos mo- nárquicos. Los radicales han acordado votar, á los re- publicanos, excluyendo la candidatura socia- lista qne presenta la conjunción y raempla- Z3rla por la radical. mOSGO DEL HERALDO £, Un la Paeria del SoL Dirljanstáil cuantos q a leran comunicarse con es te periódica. . S r t a . C3-a,grliarca.l, Una carta da la Gagliardi. <Señor"d¡rector del HERALDO DE MADRID, Mtiy señor mío y da mi distin^mda consi- deración: En el momento da alej ip,ma de Ma- ^drid, el profundo agradecimiento que debo ái adorable público madrileño y á la Prensa, tan gentil y noble, me impulsa á dirigirles estns líneas. Nunca olvidaré la acogida que on Madrid se me ha dispensado, y jamás me separé con más emoción ni mayor sentimiento de un público y de una ciudad coomo ahora al 3ban»| La despedida á la admirable artista fué ca- riñosísima. Quince ó veinte veces se había alzado el telón, y aun seguían todos los de la sala acla- mando á ia G^agüardi entre ua diluvio de flore;. Las señorss, en Ins butacas, palcos y gale- rías, agitaban ios pañuelos, y en todas parles se oía ei grito ¡que vuslv::! La Gagiiarüi ha ürmado la reconferma; así, pues, volveremos á escuoiiar á la insuperable artista. Preciosas coroeilles, cestas da claveles y va- u6nar ia iiermosa capital emanóla. --- -^-:-~|.liflsas,regalos fueron ofrecidos ft la asombro- Tengo el consuelo da parear en que voJve- j ''» Isao, y una numerosísima Comisión de ios ré, y volveré encantada, sietmpra que "pueda, á escuchar vuestros aplausws alentadores y oslar en un pueblo que ya amo tanto como al mío de Rotña. Gracias á todos, y á usted muy cumplidas, pid óndole mo perdona por haber distraído su atención. CECILIA GAGLIARDI > abonados ai paraíso entregó á la Srta, G J - gliardi un lujoso álbum con centenares de firmas. La artista ÍLjé i ¡amada al palco regio por S. A, la Infanta D." Isabel, ,.,: Cecilia Gacriiardi marcha ahora á Roma, contratada "Dor cuatro. meses, y luego á la seasson áo Covent Garden, en briiiantísimas aonaicionBs. Suerte igual t^ua entra.los madriieüos deí seimcs 5 ¡a eminente cantatriz, ,^ Viñis también se doepedíi, y para nues'troj ce.ebrado compatriota hubo msnífestacion'es dn entusiasmo, muy merecidas por ei admi?^ rabie triibajo en las representaciones da( Tr islán. j\l'iri:iuzzi, que durante muchas noches de triunf.idc imo y ¡Ijinado á escena 0015 Y pondremos punto á ia tarea con un'anun- lio, « - La primera representación de la futura \n4 inediata te.inporada-*9Eá-¡3-d8--5Wí/áiv-é iseojl cjii Cociiia Gagiiardi, Virginia Guer'riniJ Rausseliqto ó 'ViñMs y Chailis.- ' | Marinuzzi estará ai fronte de ia orquesta, j decimos, pensando en ei repinto y ia direc** cióa, ¡no cabe raejorís! pi US en Iliciones qa^ la ternporadsi.tuvoi ior, fué apÍ3udidí4 on ios iniúrprotes,) ho'.orjyafia ífe Alfonso, X;Í Sr. Mauvais, la Srta. Bntrieu j el Sr. &arnier, c^ue vuelan Itoy en el Hipódromo de Madrid. Fotografía obteniia por Alfonso en el campo de aviación. --^BJV PABIS AL D Í A POLITIQUERÍA FRANCESA ¿Briand?... ¿Su caída?... Ahora mismo la Prensa revolucionaria, es decir, la Prensa verdaderamente francesa, vocea en el bu- levar: ¡El fin de un asqueroso!... Pero yo le tengo mucha lástima al po- bre Briand, abjurador y apóstata oínJco de cuanto defendió antaño, menosprecia dor de su 'familia} política, como menos preciador de su parentela física por ser de huinilde extracción social. ¿Briand? Vanidad, rasoacuerismo,jniseria!¿Briand'¿ ¡Bolitas!... Dejémosle á la orilla de un camino, como se deja el detritus de una vaca. Ahora tenemos Monis. Y Monis, ¿quién es como estadista? Pues un antiguo negociante en vinos, espirituosos... Cuentan que Pelletan le preguntó: —¿Qué hay de ese gran Ministerio que va usted á formar? —Tiene ustefl mucho esprit—respon- dió ei aludido, amoscado. —•Pero no tanto como usted—replicó Pelletan—, porque yo no lo he tenido nunca para vender... Y Le Masque de ler, remachando el clavo,.cuenta que ayeí, en los pasillos de la Gámai-a, un diputado dijo: —Erpalacío del Elíseo acaba de llamar si Sr. Monis. A lo que observó alguien: —Lo.habrán llamado para hacerle nri pedido... Peiro, en fln, el pobre Monis es lo de menos en el Ministerio. Lo transcendental en él es Delcassé. Ya la Postj los Berliner Neuste Nach- eickten—de Berlín- dijeron que la caída de Briand sígniAcaba, cuanto al E3:tran- jero, el non possumus de Rusia en la po-' lítica guerrera francoiriglesa y la derrota \ de la política de Pichón, quien, después de tanto cacarear, queda reducido á u n anmentativo pornográfico. Delcassé—nsted lo sabe—es el hombre del arreglito con Inglaterra, del aisla- miento de Alemania, de la penetración pa- cífica en Marruecos y... del puntapié ases- tado por el Kaiser al Consejo da minis- tros del 6 de Junio de 1905... _ Por lo demás, hago mías estas aprecia- ciones del monárquico Soleil: < Creemos que el país es muy indife- rente á esos juegos,de básculas parlamen- tarias, á ese trasiego de individuos que Balen de los ministerios y entran en ellos, toman y dejan los puestos, y bajo caretas diferentes y etiquetas diversas, tienen las mismas caras y colocan las mismas dro- gas. > Pero el país, que pide un hombre que resuelva el problema social, oeM)ra las hojas volanderas que van gritando por ahí contra el fracasado Briand: —Lafind'unefriponille!. v^ . Lutm BQMAFOUK, I «Est'Dv preocupada y osV)y soliviantada -. y e^toy aiiongojada, seíaor don Juan; porque, según yo noto, va á haber un aiborofco (con e'i contrario voto del buen Cqbián) por pretenderse en vano que el pobre Vaticano no estrecho 5'a la mano . de don José, 'y al fin nos mande al cuerno y acabe este Gobierno purgando en el infierno su po- ca fe. Nosotras las beatas, discretas y sensatas, miramos sus bravatas - con gran dolor, . y á usted, á quien mo liga la condición de amiga, le ruego que me diga, por u.n fav'O'", que va á pasar si, ufano resuella el Vaticano negando el soberano poder de aquí, y viene la ruptura, que es cosa un poco dura, según me dice el cura de Cham- berí. Para aumentar mis pena», gla serie de novenas y de funciones buenas termi- nará? ¿No habrá misas mayorea, ni habrá predicadores, ni acaso cgnfesores a4tií ni. allá? ¿Qué quiere Canalejas? ¿Me hará quitar las viejas olientes candilejas de San Ramón? ¿Tras la cuestión de Roma» se premiará ai que coma el jueves Santo en broma listé y jamón? gPor qué motivo hurnaao, - cortando por lo sano, j al pobre Vaticano que hacer le dan? Yo estoy de ello ignorante, . , y espero que al instante me usted lux bastante iíefior don Jiinii;'- : .'' . '.' .'i -i j.)ues yo tengo un sobrino, . que es frnile capuchino, ilamado .Bsrnardino de la : : ;. ; Jlerced, y quiore. entro mil quejas, que lo que á Canalejas le bulle entre las cejas iiie'di- ga ijíted. Y, ya arte usted lo sabe, ];ar3 que se me acabe sobre este asunto gff-ve ' la co- mezón, aguarda sin demora respuesta bienhechora su aiui^^íi y servidora, Piiar Pilón.» VJV la copij, Juan PBT'BX Sú.iiga, INAOflf POR Koma 2, Hoy 50 ha desarrollado en uno.do ¡os hote ]&!. mis príncipaieí rio ia ciudad uaa espan^ lüsa ir;igc.iia. oe ia üua h;!n sido protagoniS' tas ñi birón V:o<jine í'jit'rao, te:uoaie dá ca D.aiiería y la (S ¡.'.iin de'honor de I.1 Rain; Eiena, la Pnscesa J,jii 1 T.igoja d'i SioteilaJ mujer beiiísirm, do ireinia y dos ..ñ)-. El barón entró en ei hnoü .y pidió uní ha-^ biíaciÓD, on ia que so encerró y e-tuvó una hora, hssta que negó ia Pri.Tee.;i Jjii'!, par» mmeciaado ,imi5óí pncen inoí D.ísante tiem- po, lo q^e aiariTió ft i:\ dcpead-^neia dei hotel, c-uyo suito iiegó .il :imit-i al oirqus de la ha» bitaoiünsaiím gritos eiirncortuoo-: ydespuéS'j sonaba una detou'rición, Ei dueño y ¡os cri-idoj inieimmn penetrar en e¡ cuarto, ¡o que no coni=.iguisron por es» tarja pu-rta l'iKTternenie cerr,^ i.i; pero una vez abierta por ia Poiicí.-s, presenciaron un, horr¡bie cuadro. í La Princesa yací;» (io=nU'ia sobre la camaJ y cubierta de sangrs, y el barón, desmayado,! empuñibaun rovóivor, con oi que so había; di.soarado nn tiro. lí.echas las avsrignaojones propias del oaso^ se vino en conocimiento do ¡a ciiiidad da loa citados personajes^ ¡os que dosds bicfa tiem po se amaban, sin qne fuese obsiácuio parai su amor el peligro que encerraba ia iiegiti»j •midad de aqueiin p:7=ión satisfechi, LaPriDceaa Julia, separada de su maridoi y arrepentida de su culpa, acudió,ai hotell para buscar el rorapimienio; pero,el barón, con un puiísl ia inflrió las heridas que ¡a oau«¡ aaron la muerte. \ HÜMENAFEJJANALiyASí' fCR TEtSGfSAFO Alicante 2 (11 u.) El Ayuntamiento, interpretando los deseos, del pueblo alicantino de rendir nn homenajej de gratitud y carino á Canalejas, ha acordadc destinar con dicho objeto la cantidad da De=- setas 10.000, - • ^

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Page 1: IIUllll |,|||l^^w«MW^:^l^ De iileresss laierialss. -I. a?B

ANO XXn.—NUM. 7.399 jOOeinaa y talleres: Celegrlste, 7. Viernes 3 de Marzo delOlL

De iileresss laierialss. Todos los pueblos cultos que v iven en

lón t inuo roce no cesan de ir dulcemente l íonstr iñéndose más y más á las mayores jomodidades que el adelanto á cada paso j r inda; pero a lgunos lo hacen sin t ene r ín cuenta que les falta la riqueza produc-:iva que suele abundar en los países en í u e ciertas cosas se idean y fabrican,, que es precisamente lo que en ellos sanciona el uso.y consumo de las mismas. Mas ge­neral izar en las naciones en que ciertas oosas no se producen el empleo y consu­m o de ellas, equivale punto menos que á dejarse invadir y conquis tar po r un ene-jjnis-o comercial y á cont r ibui r an t ipa t r ió-t ionmente al incremento de la riqueza y de la industr ia do otros países producto­res, cosa que s iempre t e rminará ocasio-

do en aquellos otros no productores consumidores , una exportación de

que acabará por t raducirse en des­do su balanza económica. j ando de los pueblos á los Es tados , )

- I .

Srv «a devuelven l«a «cfrlBaleB.

IIUllll |,|||l ^w«MW^: l

CUATRO EDICIONES

Í30 les es también, para seguir el ade y a l t e rnar en condiciones decorosas

son los de otras naciones más poderosas y ricas, que calquen sus s is temas y todas ens máquinas gubernamenta les y admi

"nistrativas, sin omit i r engranaje ni deta­lle, puesto que no hacerlo equivaldría declararse atrasados ó impotentes para segu i r al día ei progreso, y esto n inguna nación de las que se precian de civiliza das se aviene á hacerlo, aunque para ello Éanga que verse obligada á ir de déficit en déficit ó de aumento en aumento en

' los t r ibutos . Mas como los t r ibutos salen del trabajo

p roduc t ivo , puesto que no son otra, cosa q a e la contr ibución del trabajo mismo, s iempre resul tará que las naciones en que la r iqueza indus t r ia l y agrícola (en con­junto) no basten para a tender en un todo á las crecientes necesidades de la civili-js«3Íóo, habrán de verse obligadas á acu­r r a ) Ext ran jero con su créditos en de­manda de dinero, que es lo que ocasiona }a baja de valores. Pe ro el d inero á su vez han de inver t i r lo luego en adqui r i r on ©tros países todo aquel lo de que no quie ­ren prescindir , aunque no lo produzcan, con lo cual dicho se está que habrán de i r expor tando nuevamente el d inero pe­ludo, quedándose, como es consiguiente, l e s p ú é s con la deuda en pie. ¡ L a deuda sólo puede pagarse con dine-;o ó r iqueza efectiva proporcionada por

lil ti 'abajo, pues to que , en'definitiva, la tai ^•Iqueza no es s implemente sino la expre-ik&a. de l trabajo mismo, y por tanto^ don-rai*dicijo trabajo p roduót ivd ' no exista én Jwf^TQppyoión que es menester , forzoso ««i lvacudir con frecuencia á loa emprésti-|to», y a qne las deñcieiioias a ludidas será i i l ^ p r e imposible supl ir las con t interos, ¡ '«Hiferéndas , burocracia y discursos, y ^ a c ^ o menos oon mil lares de brazos ooio-«0|, 6 que emigran .

/V tüierto es que ya hoy, tal como están jmontados loa Estados y Sociedades, en

ftodos los pueblos cultos que viven en tra;^

En esto consiste el patr io t ismo v e r d a d e ­ramente eficaz y transcendental , puesto que es el único que pueda impedir ' las in­vasiones de productos sin contrapar t ida y de Empresas extranjeras explotadorasque, abusando de la falta de actividad y el atra­so de las naciones en que suelan internar­se, t e rminan por acaparar su mercado na­cional hasta un puntó tal, que uo es ra ro que de hecho las dejen convert idas en verdaderas colonias de otros países de gran pujanza indust r ia l y comercial.

España se encuentra en condiciones pr ivi legiadas para l legar á ser una nación de gran riqueza y poderío, puesto que dispone de un rico subsuelo, de un pro­duct ivo litoral y también, á poco que nos esforcemos y desarrol lemos fas indus­trias, de los mercados de la América es­pinóla. Pe ro no basta contar con estos factores y con ciertas ventajosas c i rcuns­tancias, sino que es preciso t rabajar m u ­cho y acer tadamente para sabor aprove­charlas y l legar á obtener buen fruto.

Lo pr imero y principal que España pre ­cisa es, no sólo disponer de una moderna flota t rasat lánt ica con que evi temos el que las Marinas extranjeras sigan acapa­rando nues t ro g ran tráfico interoceánico y que estreche y aumente nues t ra relación comercial é industr ia l con las Américas, sino que es preciso que á toda prisa na ­cionalicemos la construcción de nues t ra Marina mercant i l , para lo cual, desgra ­ciadamente, s iguen yendo las cosas por m u y mal camino, efecto del lamentable descuido, que no puede perdurar , en que se t i e u e e a España todo oaaBíot.«&&pe9fca-á este asunto.

en' logar' de oarritjoohes asan trineos. . ' ' . ' ' • ' *

Hace unos días, una boda, oqmpneata de.lSOper* sonas, volvía en 80 trinéps ^el. que quiera saber cuántas personas iban en cada trineo qne saque la cuenta) del pueblo de Ob3tlpoíf,;C0n dirección i Tashkend.

De pronto, los caballos,se enoabritaron; alganog invitados hloiaron lo'mismo; i • '

Una manada da lobos rodeólos trineos. Los viajeros, locos de terFpr.ípenaaron: «Del*

lobo un pelo.» Y emprendieron una fog« deaespe» rada. '." '

Algunos trineos pudieron escapar,; panegnidos perlas bestias feroces; para .alejarlas y entrete­nerlas, los machos que iban en los trineos arroja» ban las mujeres. , " •"

El primer trineo, en el que Iban Ib»recién caga» dos, fué alcanzado por unos lobos.^UbSlloos.

Loa varones propusieron arrojar -la novia & los iobitos.

El novio, que amaba aun á sti óostlllai se- opnMC ouérgioamonte: •

—¡No, no se la tiréis! Entonces, ante la negativa del esposo, los ama»

bles'acorapañantes, cogieron & la novia y al novia y dijerou: i •

—¡Allá, va eso! Los lobos cayeron sobre los cífnytxgos y s e l o t

ooraieroa. Únicamente dejaron dos costillas. De los ciento treinta invitadas'adío llegaron dol-J

á Tashkend. , • (El que quiera puede calcular el nfimero de laa

personas que se jamaron los'loboB.) ¡Qué alegría la de las tornaboda'sl'-

to incesante no es posible q u e hava nin-1 algazara; de sn interior parten grltoa de jvlvan l o ^ gúu país que pueda bastarse á BÍ;mismo,]'^%l°f;^-^-^¡^^f^^^^^ •y el g r an secreto de que las naciones no vayan perdiendo población, r iqueza y otros factores vitales, es t r iba solamente en la habi l idad y esfuerzos con que sus respect ivos hombres de Estado logren aunar las producciones agrícolas é indus­t r ia les para a tender , con suficiencia al menos, á todas cuantas obligaciones im­pongan las pr imordia les necesidades y las exigencias de la época.

P o r esto en los pueblos patriotas, sabios y avisados, se advierte cada día más el esfuerzo y ahinco con que sin cesar p ro­curan vender mucho de puer tas afuera para comprar mucho también.

Toda nación extranjera que t iene un sobrante d e producción por colocar en mercados nuevos es, efectivamente, un enemigo en el orden económico, y por esto hay que esforzarse ya cada día más' en prevenirlo todo, á ñ a do evi tar cuanto sea posible el tener que acudir por nin­gún concepto á o t ros países en demanda de crédito ó de dinero, aspi rando sólo á comprar de él productos con productos

a?B.A.TK;0 :R'B}1ÉLXJ

LOS QUE SE DESPIDIERON

Extravagancias, Tornaboda.

Las tornabodas suelen ser alegres, bullangueras. En Madrid vuelven los invitados en enormes

1 carricoches que recorren las calles con ruidosa

ECOS BHtBAINOS POR T E L Í F O N O

A c u e r d o s de lo.s t r a n v i a r i o s . — D e t e n * c i d n d e u n p e r i o d i s t a .

B i lbao 3 0 , 3 0 m.) La Sociedad de obreros tranviarios acordó: Protestar enérgioaraente ante el goberna­

dor do la actitud de agresión en que se han ooiooado ios obreros carreteros asociados oonira la Compañía da tranvías eléctricos por | haber establecido recientementa nuevos ca­miones de carga.

Denunciar igualmente las amenazas de que son objeto ios tranviarios por parte da los ca­rreteros ai conducir díohoa vehíoalos y con­tribuir á la carga y descarga de los mismos on ciirapiimianto de órdenes superiores.

Solicitar se garantice ia libertad del traba-f jo para evitar posibles colisiones entre los carreteros y tranviarios.

Ojndaoido por la benemérita," ha llegado el director de¡ sqmanario rapablicaao Jiwoan-íiiíf, D. Tiburcio Lucacero, detenido enJáa-drid como autor de un artículo denunciado por ia ley de jurisdicciones.

A s a m b l e a d e l o s l i b e r a l e s . B i lbao 2. ,

Los liberales han celebrado Asamblea esta noche parii hacor eieooiónde 13 Junta direc­tiva doi O.isino libara!, por haber dimitTdo sus cargos los individuos que hasta cfhora Ja componían, . ^

T-imbión se ha tratada dd las-elecciones^ acordándose abstenerse da ir á ia lucha por •caroeerser da-íiiera*r' pro^^as, y d ^ á r é á li­bertad do acción á ios aflJiadoa ai partido, re­comendándoles voten á los candidatos mo­nárquicos.

Los radicales han acordado votar, á los re­publicanos, excluyendo la candidatura socia­lista qne presenta la conjunción y raempla-Z3rla por la radical.

mOSGO DEL HERALDO £, Un la Paeria del SoL Dirljanstáil cuantos q a leran comunicarse con es te periódica. .

S r t a . C3-a,grliarca.l,

Una c a r t a d a la G a g l i a r d i .

<Señor"d¡rector del HERALDO DE MADRID,

Mtiy señor mío y da mi distin^mda consi­deración: En el momento da alej ip,ma de Ma-

^drid, el profundo agradecimiento que debo ái adorable público madrileño y á la Prensa, tan gentil y noble, me impulsa á dirigirles estns líneas.

Nunca olvidaré la acogida que on Madrid se me ha dispensado, y jamás me separé con más emoción ni mayor sentimiento de un público y de una ciudad coomo ahora al 3ban»|

La despedida á la admirable artista fué ca­riñosísima.

Quince ó veinte veces se había alzado el telón, y aun seguían todos los de la sala acla­mando á ia G^agüardi entre ua diluvio de flore;.

Las señorss, en Ins butacas, palcos y gale­rías, agitaban ios pañuelos, y en todas parles se oía ei grito ¡que vuslv::!

La Gagiiarüi ha ürmado la reconferma; así, pues, volveremos á escuoiiar á la insuperable artista.

Preciosas coroeilles, cestas da claveles y va-u6nar ia iiermosa capital emanóla. - - - -^-:-~|.liflsas,regalos fueron ofrecidos ft la asombro-

Tengo el consuelo da parear en que voJve- j ''» Isao, y una numerosísima Comisión de ios ré, y volveré encantada, sietmpra que "pueda, á escuchar vuestros aplausws alentadores y oslar en un pueblo que ya amo tanto como al mío de Rotña.

Gracias á todos, y á usted muy cumplidas, pid óndole mo perdona por haber distraído su atención.

CECILIA GAGLIARDI >

abonados ai paraíso entregó á la Srta, G J -gliardi un lujoso álbum con centenares de firmas.

La artista ÍLjé i ¡amada al palco regio por S. A, la Infanta D." Isabel, ,.,:

Cecilia Gacriiardi marcha ahora á Roma, contratada "Dor cuatro. meses, y luego á la seasson áo Covent Garden, en briiiantísimas aonaicionBs.

Suerte igual t ua entra.los madriieüos de í seimcs 5 ¡a eminente cantatriz, ,

Viñis también se doepedíi, y para nues'troj ce.ebrado compatriota hubo msnífestacion'es dn entusiasmo, muy merecidas por ei admi?^ rabie triibajo en las representaciones da( Tr islán.

j\l'iri:iuzzi, que durante muchas noches de triunf.idc • imo y ¡Ijinado á escena 0015

Y pondremos punto á ia tarea con un'anun-l i o , « • -

La primera representación de la futura \n4 inediata te.inporada-*9Eá-¡3-d8--5Wí/áiv-é iseojl cjii Cociiia Gagiiardi, Virginia Guer'riniJ Rausseliqto ó 'ViñMs y Chailis.- ' |

Marinuzzi estará ai fronte de ia orquesta, j decimos, pensando en ei repinto y ia direc** cióa, ¡no cabe raejorís!

pi US en Iliciones qa

la ternporadsi.tuvoi ior, fué apÍ3udidí4 on ios iniúrprotes,)

ho'.orjyafia ífe Alfonso,

X;Í Sr. Mauvais, la Srta. Bntrieu j el Sr. &arnier, c ue vuelan Itoy en el Hipódromo de Madrid. Fotografía obteniia por Alfonso en el campo de aviación.

- - ^ B J V

PABIS AL DÍA

POLITIQUERÍA FRANCESA ¿Briand?... ¿Su caída?... Ahora mismo la

P rensa revolucionar ia , es decir , la P rensa ve rdade ramen te francesa, vocea en el bu­levar:

—¡El fin de un asqueroso!... Pero yo le tengo mucha lástima al po ­

b r e Briand, ab jurador y apóstata oínJco de cuanto defendió antaño, menosprecia dor de su 'familia} política, como menos preciador de su paren te la física por ser de huini lde extracción social. ¿Briand? Vanidad, rasoacuerismo,jniseria!¿Briand'¿

¡Bolitas!... Dejémosle á la orilla de u n camino,

como se deja el de t r i tus de una vaca. Ahora t enemos Monis. Y Monis, ¿quién es como estadista? Pues u n an t iguo negociante en vinos,

espirituosos.. . Cuentan que Pel le tan le p regun tó : —¿Qué hay de ese gran Ministerio que

va us ted á formar? —Tiene ustefl mucho esprit—respon­

dió ei a lud ido , amoscado. —•Pero no tan to como us ted—repl icó

Pel le tan—, porque yo no lo he ten ido nunca para vender. . .

Y Le Masque de ler, r emachando e l clavo,.cuenta que aye í , en los pasil los de la Gámai-a, un d iputado dijo:

—Erpa lac ío del Elíseo acaba de l lamar s i Sr. Monis.

A lo q u e observó alguien: — L o . h a b r á n l lamado para hacer le nri

pedido... Peiro, en fln, el pobre Monis es lo de

menos en el Ministerio. Lo t ranscendenta l en él es Delcassé.

Ya la Postj los Berliner Neuste Nach-eickten—de Berlín- di jeron que la caída de Br iand sígniAcaba, cuan to a l E3:tran-jero, el non possumus de Rusia en la p o - ' lítica gue r r e r a francoiriglesa y la der ro ta \ de la política de Pichón, quien, después d e tanto cacarear, queda reduc ido á un anmenta t ivo pornográfico.

Delcassé—nsted lo sabe—es e l hombre del a r regl i to con Ing la t e r ra , d e l aisla­miento de Alemania, de la penet rac ión pa­cífica en Marruecos y... del pun tap ié ases­tado por el Kaiser al Consejo da m i n i s ­t ro s del 6 de J u n i o de 1905...

_ Po r lo demás, hago mías es tas ap rec i a ­ciones del monárquico Soleil:

< Creemos que el país es m u y indi fe­r en t e á esos juegos,de básculas p a r l a m e n ­tarias , á ese t ras iego de ind iv iduos que Balen de los minis ter ios y en t r an en ellos, toman y dejan los puestos , y bajo care tas diferentes y e t iquetas diversas, t i enen las mismas caras y colocan las mismas d r o ­gas . >

Pe ro e l país, que pide u n h o m b r e que resuelva el p rob lema social, oeM)ra las hojas volanderas que van g r i t ando por ah í contra el fracasado Br iand:

—Lafind'unefriponille!. v . Lutm BQMAFOUK, I

«Est'Dv preocupada y osV)y soliviantada -. y e^toy aiiongojada,

seíaor don Juan ;

porque, según yo noto, va á haber un aiborofco (con e'i contrar io voto

del buen Cqbián)

por pre tenderse en vano q u e el pobre Vaticano no estrecho 5'a la mano

. de don • José,

' y al fin nos mande al c u e r n o y acabe este Gobierno purgando en el infierno

su po­ca fe.

Nosotras las beatas, discretas y sensatas, miramos sus bravatas

- con gran dolor, .

y á usted, á quien mo liga la condición de amiga, le ruego que me diga,

por u.n fav'O'",

que va á pasar si, ufano resuella el Vaticano negando el soberano

poder de aquí ,

y viene la rup tu ra , que es cosa un poco dura, según me dice el cura

de Cham­berí.

Pa ra aumenta r mis pena», gla ser ie de novenas y de funciones buenas

t e rmi ­nará?

¿No habrá misas mayorea , ni habrá predicadores, ni acaso cgnfesores

a4tií ni. allá?

¿Qué quiere Canalejas? ¿Me ha rá qu i ta r las viejas ol ientes candilejas

de San Ramón? ¿Tras la cuestión de Roma» se p remia rá ai que coma el j u e v e s Santo en broma

listé y jamón?

gPor qué mot ivo hurnaao , -cor tando por lo sano, j a l pobre Vaticano

que hacer l e dan?

Yo estoy de ello ignorante , . , y espero que al instante me dé usted lux bastante

iíefior don Jiinii;'- : .'' . ' . ' .'i -i

j.)ues yo tengo un sobrino, . que es frnile capuchino, • i lamado .Bsrnardino

de la : : ;. ; Jlerced,

y quiore. entro mil quejas, que lo que á Canalejas le bulle entre las cejas

iiie'di- • ga ijíted.

Y, ya arte usted lo sabe, ];ar3 que se me acabe sobre este asunto gff-ve

' la co­mezón,

aguarda sin demora respuesta bienhechora su aiui^^íi y servidora,

Pi iar Pilón.»

VJV la copij, Juan PBT'BX Sú.iiga,

INAOflf POR

Koma 2, Hoy 50 ha desarrollado en uno.do ¡os hote

]&!. mis príncipaieí rio ia ciudad uaa espan^ lüsa ir;igc.iia. oe ia üua h;!n sido protagoniS' tas ñi birón V:o<jine í'jit'rao, te:uoaie dá ca D.aiiería y la (S ¡.'.iin de'honor de I.1 Rain; Eiena, la Pnscesa J,jii 1 T.igoja d'i SioteilaJ mujer beiiísirm, do ireinia y dos ..ñ)-.

El barón entró en ei hnoü .y pidió uní ha-^ biíaciÓD, on ia que so encerró y e-tuvó una hora, hssta que negó ia Pri.Tee.;i Jjii '!, par» mmeciaado ,imi5óí pncen inoí D.ísante tiem­po, lo q^e aiariTió ft i:\ dcpead-^neia dei hotel, c-uyo suito iiegó .il :imit-i al o i rqus de la ha» bitaoiünsaiím gritos eiirncortuoo-: ydespuéS'j sonaba una detou'rición,

Ei dueño y ¡os cri-idoj inieimmn penetrar en e¡ cuarto, ¡o que no coni=.iguisron por es» tarja pu-rta l'iKTternenie cerr,^ i.i; pero una vez abierta por ia Poiicí.-s, presenciaron un, horr¡bie cuadro. • í

La Princesa yací;» (io=nU'ia sobre la camaJ y cubierta de sangrs, y el barón, desmayado,! e m p u ñ i b a u n rovóivor, con oi que so había; di.soarado nn tiro.

lí.echas las avsrignaojones propias del oaso^ se vino en conocimiento do ¡a ciiiidad da loa citados personajes^ ¡os que dosds bicfa tiem po se amaban, sin qne fuese obsiácuio parai su amor el peligro que encerraba ia iiegiti»j •midad de aqueiin p:7=ión satisfechi,

LaPriDceaa Julia, separada de su maridoi y arrepentida de su culpa, acudió,ai hotell para buscar el rorapimienio; pero,el barón, con un puiísl ia inflrió las heridas que ¡a oau«¡ aaron la muerte.

\ HÜMENAFEJJANALiyASí'

fCR TEtSGfSAFO

A l i c a n t e 2 (11 u.) El Ayuntamiento, interpretando los deseos,

del pueblo alicantino de rendir nn homenajej de gratitud y carino á Canalejas, ha acordadc destinar con dicho objeto la cantidad da De=-setas 10.000, - •

Page 2: IIUllll |,|||l^^w«MW^:^l^ De iileresss laierialss. -I. a?B

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ári ^£atM¿¿aii£Baá5 .i fe¿^»&aBiáé^

. EDICIÓN DE LA NOCHE not ic ias de ú l t ima íiora. ^MLDO DE IMADRID ljrilrTjMijfagi»acji!«»asfe8tf¿*¿M»a«Mi>«^^

SerTicio telegráfico. EDICIÓN DE LA NOCHE ::saB=

LA AVIACIÓN EN MADRID

MAUVAIS CAE UNA MUJER MUERTA Y VARIOS

>*, V

< c l í v V ^ Í ^ ^

v^v^J .'V'^'A

x í > - " .

El aparato de Mauvais después de la caída que causó las desgracias ocurridas esta tarde en el Hipódromo.

' I d s flastas-desviación que con el título de iOopa do ISadriti> sa inangnraban esta tarde, lají tañido una nota Terdaderameate trágica,

Afer, Benito Loygorri probó su aparato en •laerSdromo do ia Ciudad Lineal, y una pe-(oafia ayarfa ai aterrizar le impidió trasla­darse, como, era sn propósito, al Hipódromo, danáe deUfa'Tolar esta tarde. ^ Manrais, más afortunado, salió esta mañ i ­na, a l a s ocho y cuarto, y miijutos después tomaba'tierra en ia pista hípica con algunas üiiflcnltades.

Averías ocurridas al aparato de Ilóiéne Dutrieu impidieron á-ésta última hora parti­cipar en las pruebas. 1 -La concurrencia en los alrededores del Hi­

pódromo era desde las dos verdaderamente «norme. Todos ios cerros que el vulgo deno­mina «tendido de los sastres» estaban mate­rialmente cuajados de gentío.

La pista dei Hipódromo comenzó á lienar-« de espectadores rápidamente, y á las cua-ro 'ymodía d a l a tarde, hora en que debía lomen^r el espectáculo, era imposible en a «parte da las tribunas distinguir ia pista de

iaballos, por completo invadida por el pú­blico, que ninguna valla ni ninguna alambra­da detenía.

El espacio de pista da lanzamiento era tan estrecho que, continuamente, al observar el vaivén de la multitud, que avanziba y retro­cedía por los movimientos colectivos de cu­riosidad, se decían los entendidos que no se-rfa'posible á los aviadores avanzar.

Como la pista central del polo estaba 6er-c&^apot unas estacas altas y dos hilos da es­pino artificial era imposible tomar terreno por la izquierda. . A las cuatro y cuarenta y cinco de la tarde, y,después de haber intentado el Sr. Fernán­dez^ Llano, con la numerosa fuerza á sus ór­denes,, hacer retroceder por la persuasión á ia jnuiíitnd, el aparato da Garnier (monoplano Biariot) fué sacado del óobertido y colocado en:el:fon4o del Hipódromo, con frente a l a Castellana. , Después da la consabida pose ante los nu­merosos reporters fotógrafos, se puso el mo­tor an marcha. Garnier ensayó sn motor bre­va rato, y dada la señal, partió, rápidamente, eoneigniendo despegar tierra á los pocos me­tros.

íEl vuaJo da Garnier, espléndido y preciso, d u r 6 7 minutos, 24 segundos y 8 décimas, du­rante-cuyo tiempo el aviador dio siete vuel­tas completas, pasando siempre -sobre el pú­blico del «tendido dé los sastres», que aplau-

^día fíonéticaraente. Garnier tomó tierra en medio de la pista

doi, polo, precisamente por evitar—así nos lo ,ha dicho—el peligro da' un aterrizaje en el sitio, de salida, por estar el público raateriai-mente sobre la pista de lanzamiento.

El aparato dé Mauvais, colocado en posi­ción, dio al público la impresión de más se­guridad y.confianza; pero despertada más «ún .la curiosidad de la gente por la felicidad del vuelo anterior, la masa da público avan­zaba más y-más.

Mauvais, desde su asiento ya, y á punto de poner su motor en marcha, suplicaba al jefe superior de Policía le abriera calle; el señor Feraández Llano daba órdenes, y la gente re­trocedía momentáneamente.

Sonaron ios primeros pistonazos dei motor de Mauvais, y el aviador, aumentando la mar­cha, dio la señal y arrancó seguro y recto, iespegando del suelo á los 30 metros; unos metros más allá, al subir, el público no podía •etroceder más porque las filas eran nutridí­simas, .. . •

Bn el movimiento ascensional el aparato íhdca por ei extremo derecho con el público f cabecea del lado opuesto... la hélice se rora-p?, el biplano cae y sé quiebra sobre la mul­titud, que huye en todas direcciones gritando despavorida.,.

Después comienzan á recoger heridos, que son- conducidos provisionalmente al cober­tizo,.

De entre la multitud vemos salir á Mauvais ileso, pero consternado.

En otro lugar van los detalles del trágico suceso.

No hemos de pretender ejercer de profetas apiés cotip, Pero sóanos permitido hacer aquí njención severa de la.absoluta falla da orga­nización de este espectáculo, en el que ¡o téc­nico era realmente" lo de menos, contando, como al parecer se contaba, con la interven­ción deportiva del Real Áaro-Glub de Es­paña,

En ningún aeródromo del mundo se per­mite la estancia del público en la pista de lanzamiento.

Los espectadores están alejados por com­pleto de la línea -por donde han de pasar los aviadores'al arrancar y al aterrizar.

Cuando el aparato vuela sobre la gente, la desgracia es imposible de evitar si sobrevie­ne nti accidente; pero es que lo que ocurrió ésta tarde no fué uua caída del aviador, sino el trqpifzo con el obstáculo inevitable dei público, cuyas cabezas estaban en el momen­to de pssar el biplano en un nivel superior á la línea que el plano inferior había de hen-dir al ponerse en marcha.

i St Ú9 sD^oner fue ebora fa las aatorida-

as astUían do á duras

des intervendrán en ia organización da estos espeoiáoalo.3, á ios que el público debe asi;-tir, porque no son peligrosos, p ;ro con las garfiniías necesarias.

¡Bueno fuera que se autorizaran corridas de tpros en plazís sin barreras!

U n a e s c e n a d e h o r r o r . Al caer ei biplano de Mauvais sobro la mu­

chedumbre, un inmenso oiamor de espanto desgarró ios aires.

El púbiioo, aterr.ido, gritaba corriendo por la pista en dirección ai lugar donde ocurrie­ra ei accidente.

En las alturas que rodean ai Hipódromo, ia multitud se agitaba enloquecida en presonoia de la catástrofe, cuya magnitud no podían advertir desiie ia lejanía.

En torno del aparato iie-iroz"no dei avi"-dor se arremolinaba el gentío, pugnando por abrirse paso hasta jiegar ai lugar donde ya­cían ios herido.».

Los qae desda lejos habían podido apreciar ei momento terrible dei choque creyeron que el número de víeíiinas era mayor ai ver rodar por el suelo gran cantidad de personas, unas que so arrojaron voiuniariamonte á tie­rra, las otras caídas ó arroliaíjas por ia carre­ra de ios que huían del poiigro.

Aumentó la tremenda confusión oi caballo del comandanta de ia Guardia municipai se­ñor Carrasoo.

El anima!, herido por uaa d e ' del aeroplano, se revoivía, contei: penas.

Ayes de dolor y voces do auxilio se mez­claban con gritos y denuestos.

La culpa, según muchos, era del i.iúblico, que imprudentemente se adelantó ai psso de. biplano; de ia fatalidad y de la imprevisión, según otros.

En el suelo, lanzadas á gran disiancia, vi­mos al dirigirnos al lug.ir del acontecimion-to, las paletas de la hélice dei motor del apa­rato,

Ei .leroplatlo estaba caído, acostado sobre su lado derecho, rotas I.ÍS ionas de aquel cos­tado de las alas, partido ei triángulo de ma­dera de ia parte ñosterior dei aparato.

De aquel'flanoo sólo quedaban tolas deága-rradas, alambres retorcidos y astillas de ma­dera.

Muchas de éstas volaron por ios airas ai producirse ia caída.

Con la urgencia posible, apenas ia rauiti-tud se rehizo del primer movimieuto de es­panto que ia imntilsara á ia huida insiintiva, todos los que se'hailaban próximos so preci­pitaron á auxiliar á ios que yacían en tierra.

En brazos de un grupo cruzó la pista, en dirección al hangar, una mujer desineiena-da, lívida, con ia muerto pintada en el ros­tro, ,

No presentaba ninguna herida, y en los primeros momentos todos juzgaron que ha­bía perdido la_ vida á consecuencia de un golpe enorme ó del espanto que le produjo ver eaer sobre ella el aparato.

Otro grupo transportaba el cuerpo de un ii •'¡•(ibre joven, herido en la frente,

Ü.T.i scfiora extranjera, creyendo que se tr a ba del aviador, so lanzó á su encuentro, acongojada.

M;iúv.-.is venía por su pie, rodeado por el goniioqueio interrogaba afauosaraonte. El aviador ex'Jiamaba consternado,

—Yo no tengo nada; no importa nada lo que yo tsnca. Si no hubiera sido más que yo.„

L j redolía centenares de veces, cada una do eiias aumoDiando ia ezoroslón desu dolor.

Eli el hangar !a confiüión era tremenda. N> bastaba el rsointo á contener á ia multi­tud Qua se agruoaba en torno del hombre herido y déla mujer que porraanooía en el suelo.

Al Cabo se logró reanimaría y echó á an- ¡ dar entra la mu.titud que la abría paso, con indar tardo y vaeiiaate, lívida aun por efecto. de •3. torrib.e impresión sufrida,

Ei hombro herido íiié transportado enton­ces al cuarto de socorro. A su paso se renova­ban ¡os comentarios do las gantes. Un hom­bre joven interrogaba ansiosamente por el estado de un oficial de ingenieros, á quien en ai momento del ohoque se había visto caer ai suelo arrojado despuá.? da haber dado una vu'.-ita cotnpiota en ei aire, sin duda por ha­berlo alcanzando, angancháudoiepor la ropa, a.na da ias p;iiet.is de ia hóiice.

En oi cuarto de socorro el espectáculo ora imponente. Tendido en ia cama que da fren­te á ia puerti do enirina da ia estrecha habi­tación estaba ei cadáver rígido y exangüe da ¡a inf !i¡z Potra Migno', Coatinuamenie iban iiegaüdo heridos. L* caseta donde se baila aquo.ia iiubitaolóa esiabí da tai modo rodaa-oa por ia rnaltiiud, qua iaa autoridades hu-bioron de aoordonarja y dar órdenes para quo :•! paso seevitara en dirección al hangar, aa torno dei aparato destrozado del aviador y airededor do ¡a tribun» inmediata al euifi. CÍO uei cual hacemos mención.

l o s | í r iH ic r i ) s a i i x i l i t í s . Como humos •uiclio anteriormente, ia im-

proMÓ.-i de terror producida en ei públieo fué tre monda.

Dominada esta primera impresión, las au­toridades y muchas personas se dirigieron ai cuarto de socorro dei Hipódromo.

Acompañando á los heridos primeramente recogidos llagaron el alcaide, Sr, Francos Rodríguez; el jefe superior de Policía, señor Fernández Llano; ei teráenta alcalde del dis-irito, Sr. Eeynot, y algunos jefes dei Cuerpo de Seguridad,

El departamento á quo fueron conducidos ¡03 iesionados es ei destinado á los jockeys que sufren accidentes en ias carreras.

También en ei mismo se presta socorro á ios jóvenes deportistas que se lesionan en los juegos da polo y demás que se efectúan en el Hipódromo,

Inmediatamente se presentaron en el cuar­to de socorro los médicos Sres, D. Antonio -oto, comanciant-" ' •> S . i - J . d multar, que

orciSta sus servicios en ei Colegio de la Guar­dia civil, y D, Juan López Pelegrín. _ Ambos ofrecieron sus auxilios para lo que fuera necesario.

La ayuda de los dos facultativos fué útilísi­ma, pues mediante ella pudo prestarse á ios heridos los primeros auxilios.

El jefe de Policía ordenó que el cuarto de socorro fuera custodiado por varias parejas de guardias.

Estos le rodearon é impidieron que el pú­blico se aproximara á él.

Tres parejas se situaron en la puerta, y con ei mayor rigor impidieron la entrada ál público para nó diflctiltar ias operaciones de ios módicos.

La prohibición, absolutamente necesaria, dio lugar á algunos incidentes, pues fueron varias ias personas que acudieron á pregun­tar por deudos y amigos.

Porque en la horrible confusión que si­guió ,ú ia catástrofe, se creyó que el número de víc.iimas era mucho mayor.

Cuando ios médicos se disponían á curar á los heridos, tropezaron con una grave difl-cultad.

Cuando reclamaron un botiquín, los ele­mentos indispensables para las curas de pri­mera intención, vióse que fahaba todo.

Afortunadamente la falta fué suplida rápi­damente.

El facultativo del Gabinete d e r barrio de Salamanca Sr, León, que se bailaba presen­ciando la fiesta, se ofreció á proporcionar ios elementos necesarios para las curas.

El alcaide, Sr. Francos Rodríguez, le cedió su automóvil, y en él marchó ei Dr. León al centro á que está adscrito y que se halla si-lURdo en la calle do Ciaudio Coeilo,

Recogió un botiquín completo, y á todo es­cape retornó al Hipódromo. Entonces pudo empezarse á curar d ios heridos que aguar­daban, '

.Júos h e r i d o s . — L a c a r a .

El cuarto de so COITO ofrecía tristísimo as­pecto.

Los tres lechos que,en el mismo hay esta­ban ocupados por otros tantos hericíos, de ios que, aparentemente, sufrían lesiones de más importancia,

En la cama situada en el lado izquierdo aparecía una mujer con profundas heridas en el rostro.

La infeliz no daba-señales de vida. En ia otra cama había un caballero con he­

ridas igualmente en ,ia cara. Sentados en ias sillas qua habían sido lle­

vadas del paseo estaban otras personas heri­das. ,

En la imposibilidad de prestar auxilio al mismo liompo á todos ios heridos, acudieron primeramente á ios más graves.

Entre éstos fleuraba el coronel de Estado Mayor D. José Villar .y Villate, que, vestido do paisano, presenciaba el espectáculo.

Tenía heridas en la.región frontal y en el lado izquierdo,del rostro.

Aunque ios módicos, por la premura del tiempo, no podían en aquellos instantes ha­cer diagnóstico, manifestaron que las heri­das dei'disiioguiíio jefa revestían gravedad, por la extensión y lugar en que se hallaban situadas.

El Sr. ViliariyTillale fué recogido en el lugar del suceso por nuestro compañero se­ñor Elola y por.uñ guardia do Seguridad,

En el trayecto desde el sitio en que acae­ció ia catástrofe hasta el cuarto de socorro, ianz-ba quejidos y exclamaba:

•—¡Qló horror! ¡Qué horror! Loa módicos ie practicaron una rápida

cura, y después ordenaron que fuera retirado de la enfermería.

Cuatro guardias le tomaron en brazos y lo transportaron al automóvil del conde de Vi-lana.

El auto lo condujo rápidamente á su domi­cilio, situado an el barrio de Salamanca.

Después .deL coronel.sa curó á D. Vicente Manzinó, sacerdote, que vive en la calle del Espíritti Sáiito,-23y 25,

Tenía-heridas en la cabeza, que los médi­cos calificaron de pronóstico reservado.

Florentino Almería, sirviente, de cuarenta y nueve años. Se le prestaron los primeros auxilios en la enfermería del Hipódromo, y después pasó al Gabinete médico del barrio da Salamanca. ,

Don Gerardo Novo, inspector del Mata­dero.

Cuenta cuarenta y nuevo años de edad y sufría una lesión en la cabeza que, por fortu­na, no es grave.

Don Artiiro y D, José Villate, hijos del con­de de Valm'aseda.

Ei primei"o es funcionario del ministerio de Gracia y Justicia y ha resultado con una contusión de tercer grado,

DoQ Luis Calero ha sufrido una conmoción de segundo grado.

El Sr, Calero ,63 oaipitán da artillería. Enrique Méndez, guardia do Seguridad. Pa­

dece contusiones en la cabeza. Fué asistido en la Casa de Socorro da

Chamberí. L'iois Fernández,.,de ¡diecinueve años de

edad.. Sufre también contusiones en ia cabsza. Don Luis Vega, do cuarenta y seis años.

Como Ids anteriores, está herido levemente en la cabeza. • . •

Todos los heridos fueron trasladados á sus domicilios.

Los automóviles de los Sres, í 'rancos Ro­dríguez y FernándezJLlanose encargaron del traslado da los heridos á las Casas de Soco­rro, y después á aus casas respectivas.

Hay ia creencia de que han resultado más W *9\ -i^^

personas lesionadas, que no se han presenta­do á curarse^

Lii l u n e r f a , Al acercarse los médicos á reconocer ei

cuerpo de la mujer que yacía sobre la cama, cuando comenzaron á despojarla de sus ro­pas para veriücarei examen, advirtieron que todo auxilio era inú'.il pira ia infeliz.

La muerta, llamida Petra Miguoi, era sir­vienta da un estanco de la Carrera de San Jerónimo, Su cadáver fué rápidamente iden­tificado y quedó tendido sobre la cama, cu­bierto ei rostro con una toada.

La desgraciada muohachi ora bastante agra­ciada. Vestía traja da lana azul.

M e r e c e n e l o g i o . Los Guardias de Seguridad números 1,182

y 712 J o - é Z r z a y Julio Escalera, y el mu­nicipal nú n. 82, Santos Gutiórrez. rivalizaron en prestar auzííios á las víctimas.

Su comportamiento ha merecido grandes elogios. E l J u z g a d » d t í s r i i a i - d i i . — . o i l i g e n c i a s .

A ¡as seis menos cuarto liego ai Hipódromo el digno juez da-guardi-a, Sr. ¿uárez.

Se constituyó en la enfermería y comenzó á efectuar las diiigencias para esclarecer per­fectamente ias C3usa#del sucoso y ¡a f .r raa en que se desarrolló.

El Sr, Suárez procedió, antes que nada, á la diligencia da idontifloaoión dei cadáver de la infeliz joven Petra Miguel,

Seguidamente ordenó ei traslado dei cadá­ver al Depósito judiciai,

A continuación el Jjzgado examinó el aoa-rato do Miuvais y reseñó minuoiosaraente'ia disposición y circunstancias en que queió después do la catástrofe.

Claro es que la diligencia á que nos referi­mos será después completada por ei informa pericial.

El Juzgado, después de examinar ei apara­to, acornó que pasaran á ia ü.isa de Canóni­gos las autoridades que hibían presenciado el suceso.

También ha reclamado el Juzgado á ias Ca­sas de Socorro en que se ha prestado auxilio á los heridos, que remitan esta noche ias cer­tificaciones de ias curas qué han efectuado,

L a s u s p é u s i ó u d e l e s p e c t á c u l o . Desde el primer momento el jefe superior

de Policía dio orden de que ei espectáculo se suspendiera.

Ei púbiioo, respondiendo á ese espíritu de cultura, aunque permaneció largo tiempo en espera de noticias de ios heridos y comen­tando dolorosamente el triste suceso, abando­nó el Hipódromo ieaíamenle.

El acuerdo de la suspensión se adoptó des­pués de conferenciar con la Empresa, que inmediatamente se puso á disposición de la autoridad para resoiver con arreglo á lo que ella dispusiera.

E l a v i a d o r , d e c l a r a s a d o . Por ser de gran importancia ei testimonio

del aviador Sr, Mauvais, el Juzgado le ha lla­mado á prestar declaración, habiéndolo he­cho el conocido aviador en términos exten­sos.

Ha manifestado que ia aglomeración cerca da ios aparatos entrañaba un gran peligro, HOomprendiéndolo así, al arrancar su com­pañero Garnier se adelantó hacia el centro de la pista, pidiendo á voces al público qua se'apartnrai

Los espectadores le atendieron en aquella ocasión; pero en cuanto saiió Garnier volvie­ron á ooiocaiso en el mismo«itio.

Añade Mauvais que él tomó asiento en su aparato y se dispuso á arrancar.

Suponía que su advertencia no habría sido estéril, .y que ei público permanecería apar­tado, sin adolaniarse á su paso.

Sólo entonces se puso eñ marcha el motor, inclinándose hacia adelanta para mover la palanca del timón de profundidad,

Ei aparato sa levantó unos ttres metros del suelo y Mauvais levantó la cabazi para mirar la direccióa qua tomaba.

En aquel instante sintió un golpe, y pudo darse cuenta de qua el aparato iba á caer so­bre ia gente.

Arriesgando quizá su propia vida hizo un esfuerzo desesperado para detener la marcha dei motor y evitar víctimas en lo posible.

Lis hélices siguieron marchando por la velocidad adquirida.

L a a n t o r i z a c i ó u d e 9a J e f a t u r a . La desgracia de hoy obliga á que se conoz­

can los términos en que ha concedido la au. torización para la fle3ta|la Jefatura Superior de Policía,

Dice así esta autorización: «Vista su instancia fecha de ayer Bolicitan-

do autorización para celebrar fiestas de avia­ción.en los terrenos del Hipódromo de Ma­drid, verificándose la primera mañana día 2, a las cuatro y media de la tarde, y habiéndo­se recibido en esta Jefatura Superior una co­municación del Real Aero Club de España, que copiada á la letra dice lo que sigua:

cExoelentísimo señor: Tango el honor de poner en conocimiento de V. E, que la inter­vención que al Real Aero Club de España le corresponde en la fiesta de aviación que va á celebrar en los terrenos del Hipódromo don Gabriel R, España se limita á ias condiciones deportivas en que los vuelos se verifiquen con objeto de distribuir los premios con arre­glo á justicia; pero sin tomar parte alguna en ia organización de la fiesta, y, por lo tanto, sin que pueda alcanzarle al mismo responsa­bilidad alguna por los incidentes que pudie­ran sobrevenir.

Con objeto de hacer oonstar este extremo oficialmente, la Junta directiva, en sesión del 25, acordó dirigirse á V. S, para comuni­cárselo yremitir ie al propio tiempo copia de las bases que han- de servir para la celebra­ción de la fiesta,» He acordado acceder á lo solicitado por usted, previniéndole que, con­siderándose á la Sociedad mencionada úni ­camente como patrocinadora de ias fiestas, deberá usted asumir anta la autoridad todas las responsabilidades respecto á ios daños que puedan sobrevenir antes, durante las ex­periencias y después do ellas á los aviado­res, sus empleados y aparatos, perjuicios que puedan causarse á terceros eu sus personas ó en sus bienes ó en las de ios concurrentes; riesgos de incendios, devolución del importa de las entradas al local de ia fiesta caso de no verificarse aquélla ó de no realizarse el programa, y cualquier otra clase da contin­gencia ó riesgos,—Madrid, 1,° de Marzo de 1911,—El jefe superior, Francisco F. Llano (rubricado).—Señor D, Gabriel R. España.»

lÉBi ioita Hafelajido con e l presideMtc.—Un te»

£egrr.iiiia c o n l a s o de Cohián,—-La» c o n t e s t a c i ó n a l Vat icano. Coincidió esta mañana la entrevista del'

Sr, Canalejas y los periodistas con la lle­gada del conde de Pinoflel, quien maní'' íestó al presidente haber visitado, en unión del gobernador y del alcalde dr. Cádiz, al Sr. Cobián, ai que ha encontra-»-do bastante mejorado; pero abundando ei? la creencia de que necesita aún algunof días para reponerse.

Añadió ei conde de Pinoflel que al ha* blar con el ministro de Hacienda de la ley de Asociaciones dijo que era necesariol terminar ese asunto con la mayor urgen-f^ cia.

A propósito de esta cuestión, el Sr. Ca­nalejas leyó un telegrama en que el señor Cobián le dice:

^ Juzgo como V. E. cobre la nota del Va­ticano. Suscribo todas las apreeiaciones tj, juicios que contiene su carta.» i

La contestación á la nota ha sido redac­tada con extensión, para poder recoge?^ en ella cabos y antecedentes que queda-' ban sueltos, y hoy sale para Roma, á fin de que llegue á la Santa Sede antes da que en las Cortes se hable de ella, y po­der contestar el presidente si se le hace alguna pregunta ó interpelación, sin qna se repita el caso de que se trate del conte­nido de una nota diplomática antes áé llegar aquélla á su destino.

Del documento no se ha remitido ex­tracto telegráfico, para evitar que se pre­juzgue el contenido antes de conocerle literalmente.

En lo que se refiere á lo dicho por lá Prensa de tirantez de relaciones entre el Sr. Cobián y sus compañeros de Gabinete*' dijo el Sr. Canalejas que aquél ha sida siempre un colaborador leal, adicto e in-i teligente.

Espera que muy pronto pueda regresarj el ministro de Hacienda, á quien escriba hoy una larga carta habíándole de diver-f sos asuntos, y tiene la seguridad de quaj en nada ha de haber divergencias, ni po-< líticas ni financieras. (

El presidente estuvo esta máñanaí«ní Palacio, y después en el ministerio deiEs»' tado.

A la firma del Rey puso vnrjos deM cretos.

vnrios

SUCESOS DE MADRID

m iierido ir o "VjXiate, jefe dp r./o central d© panados, de Graoia y Justicia, al ser condecido en una «¿.i* , á la enfermería del Hipódromo.

Falsos electores. En el distrito de la Latina han sido detenidos

Jacinto Novo, Ramón Queííada, Francisco Lobo y Alejandro Cobos, por presentarse á votar con nombre supuesto en varios Colegios de los oona-titnldos para las elecciones de diputados provin­ciales.

Dos robos. Julia Gómez Salgado ha denunciado á Cruz Bio-

rraga por sustraerla varias ropas y efectos de un baúl que tenía en su domicilio, Libertad, 22.

—Por la misma causa ha sido deounolada Elía Escriba, que cometió ol robo en la calle de Ato­cha, 147.

Riua eulre dcpeuaien.te.%. En uua de las reposterías establecidas en la calle

del Principe so trabaron de tuestlón hoy á medio­día los dependientes del mismo establecimiento, resultando nno de ellos, llamado Lorenzo Laga-ués, con contusiones eu la cabeza, de Iaa que le sobrevino una conmoción cerebral, prlváudole del uso de la pnlabra unas cuantas hoi'aá.

, . 'x1t.«4w.»»*^Mt^H^(. , . . .^ ja,n).M

Sociedad Editorial de España. _ Oficinas; £spo« 7 3S£ia», I, piriacip»!,

Consejo «le ministros?. En el ministerio de la GobernaciSn ^

reunieron esta tarde, á las tres, los-minis­tros.

El Consejo duró una hora, pues sólo' tenía por objeto que el ministro de Fo­mento diera cuenta á ios compañeros da su plan de Obras públicas.

Este plan comprende ferrocarriles, pan­tanos y canales, caminos y carreteras, y, se desarrollará en cinco proyectos, qucr serán presentados á las Cortes. ,•

El Sr. Gasset ha manifestado que no pp-día determinar ia cantidad á que este piaii^ asciende hasta que consulte con el minis­tro de Hacienda. Entonces facilitará to4 dos los datos. ;

El ministro de la Guerra dio cuenta da . un expediente de trámite. i

Manifestó que había enviado al Estado* Mayor Central las reformas militares, añadiendo que unas se harán por decreto» y otras por proyectos de ley.

í í a s sc t a l l*.t5crto. El ministro de Fomento sale esta nochtí

en el expreso de Andalucía, acomipañada de su secretario, Sr. Ortega y Gasset, paral el Puerto de Santa María, á conferenciar, co n el Sr. Cobián, proponiéndose empren-'' der el viaje de X'ogreso á Bladrid mañaní mismo.

ISorct y 9fanra. El Sr. Moret, que regresó hoy de Alge*

Ciras, fue durante todo el día muy visita*' do en su domicilio.

Acerca de los problemas políticos pea dientes, el ilustre ex presidente del Con< sejo no hizo ninguna declaración; pertf con relación al Gobierno el Sr. Moret maf nifestó que no creía que pudiera surgiií un cambio, ni ahora ni en mucho tiempo,!

Eln el mismo tren que el Sr. Moret re ­gresó ol Sr. Maura, que ha pasado uuoS días en Palma del Río.

S n á r e í I n c l á n a l Paerto . El Sr. Suárez Inclán salió anoche para

el Puerto de Santa María. Oficialmente, el viaje tiene por objetoí

conferenciar con el Sr. Cobián acerca da asuntos que competen á la Comisión dej Presupuestos del Congreso, que preside el Sr. Suárez Inclán.

Sin embargo, no ha dejado de comen--, tarse que el viaje fuese acordado muy á| tiltima hora de la tarde de ayer y des-j pues de una conferencia celebrada por eF Sr. Suái'oz Inclán con algunos personaje» de la situación.

XJ i^ -^ :o o :o ..a. Esta tarde, á las cuatro, en el elegante !io>'

telito que posea en ¡a caüe de Satas al señori Bla.üco IbSiiez, se lis celebrado ei matrimo-i nio'da su beü.'i y olegantn hij:; Libertad con ei notable periotiista ,D. .Féruamio Lioroa. i

Una distinguida concurrencia presenció eÜ acto, que resuiíó brüiamiaiino, Éi hotel esta-l ba transformaiio en un iardín. GuirtwiiilaS'l de flores y raagniflcos r.imos adorn;ú)an laS'j estancias. , H

El juez doí distrito de Chamberí, Sr, Vüle- ; gas, extendió el acta de m uriinonio. &.ctua-ron como testigos los Sros. Moya, Coaiho, Sa­cristán, Vicsnti, Azzati, Sempere, Boiiiliure»,^ Moróte y Pradiiia. '

Estaban además presentes los Sres. J ime- i no (D. Amalio), D.iihandsr, Vii.t, Vida!, Vi ñas, Mirai, Paiomero, Martía Fernández, Mi guel de Val, Viscay, Dr. Branco R, P., San ches lilescas, Aímoia y otros muchos qu sentimos no recordar.

Una orquesta interpretó escogidos núme ros de música.

Los concurrentes á tan agradable flesia d. familia íueron espléndidamente obsequiados,

Los recién casados han recibido numerO' sos y valiosos regalos, entre ellos, uno mag nífioo del gerente general del Banco Españo dei Río de la Plata, Sr. Ooeiho, consisient en un juego de tocador, de plata.

Los artistas Sres, Viñas y Vidal cantaron e.., saludo ai oisno de Lohciujrin y ia canción ¡(MJ Mari!, respectivamente, siendo muy apiáu*! didos.

Deseamos é. los jóvenes espasos una e tare t j i luua de mielí

Page 3: IIUllll |,|||l^^w«MW^:^l^ De iileresss laierialss. -I. a?B

•M MBtM&ÍM

HEi^ALDO 0 £ «nñOiliO S£Z

MMffl f lUlB CffllOCeS? DoB Fánñlo Terranova desiperíó, como

áe cmtumbnü, pasado ya eti mediodía, ^ogtezó sonoK•. m0ate, despertszándose con ijerto aira de icnta fruición, «emejante al ie ios felinos; luego, huadieüfdo el codo ¿obre el cabezal—nada blanco, séaor, y no miy limpio-—,aplicó el oído á.unosru-

inores estridentes que llegaban i da la ca­lle, encañonándose á través deft pasillo; ;¿ue la alcoba de D. Panfilo es interior, á srDpóaito n&TB. tareas filosóficas.

~ l Gajiásncia! ¡ Gaudencia'.—vociferó ferraaova.

Freseníósa la criada, una moza nacida ¿a Pedro Bernardo, de la provincia de Wú&; es meaudsía, muy escurrida da oar-4SS, el color tostado y sin freecura, muy lelgadoa ios labios, las pupilas fatigadas f profundas; en junto, así como si estuvie-a en Tísperas do una vejez prematura y áesde luego poco sugeridora de volup­tuosidades, lo cual no estorba á que anda j es^norrioio, esiupiuo, »m gi-auía uj. eipra-4e eontiauo huyendo el acoso da loa hués-' ^^^n. Como sandez literaria, lugar común (•¡edes, deníjro de casa, y da los gentiles

traviesa liacia las márgenes del Henares. El cielo estaba limpio da nubes y el airo

[lleno de templanza. Oíasa clamor da cla­rines á intervalos. Frente á los viandan­tes se levantaban unas montiñas terrosas, trabajadas de las lluvias en hendeduras y grietas hondas, y en la raíz de las monti­ñas, tupida hilera de álamos desnudos, casi dorados, delineaba el curso del río. Don Panfilo sintió que la melancolía lo ganaba el pecho.

Llegaron junto al río; se tendieron en tierra.

—Oreo, amigo—habló Terranova dulce­mente—, que ya noa hemos dicho bastan». tes insolencias.

—¿Volvemos á la mascarada? —No es eso. El amor y consideración

que unos hombres guardan á los otros, de suerte que les mueve á olvidar ó perdo­nar mutuos defectos, no es mascarada. En rigor me parece que es una cosa alta y noble.

—Es cobardía. —No digas eso. ¿No te impona alguna

circunspección la naturaleza? La 'austeri­dad de este paisaje castellano, más bello en su rudeza que otras campiñas gráciles y blandas, provoca sensaciones de religio­so sosiego y de simpatía hacia todas las cosas.

—Pamplinas, pamplinas. Me he propues­to decir verdades y te las diré durante todo el día. ¿Belleza del paisaje castellano? Como si no estuviéramos al cabo de que es horrible, estúpido, sin gracia ni expre-

aiiosáeMarte,.en la calle, • —fQué alaridos son esos?—interrogó

Ten-anova con dignidad, —Jiíeñorito: eatamos en Carnaval.

-' —fAh.! Ciertamente es antruejo. Odiosos p estupidos días. Vete. ' Terranova se vistió de prisa y corrien-io, aimaKzo en cuatro minutos, jojj^ó^^

aceptado ya por todos sin discernimiento, pero en el cual sinceramente nadie cree, puede pasar. En este día de las verdades no acepto semejante bobada. Tenemos que buscar otra cosa, que esto se nos ha ma­nido. Luego... <la circunspección da la na­turaleza, sensaciones de religioso sosias go, etc., e t o , mamarrachadas, Panfilo, mamarrachadas. En el fondo estás con­vencido de que la naturaleza es insensi-

Aspec to de l a A s a m b l e a c e l e b r a d a L a s P a l m a s c a n a r i a .

p r o v i n c i a

CRÓNICAS MADRILEÑAS S ^ ^ S ; ^ en-BU . ^ m z a m í y . c e r r a : ^ \ - - - « q u « ^ ^ n . ^ . « ^ ^ ^ ™ -

r ^ S ? e J ' a T f e í r a S S í j a V a í r ! g u ¿ la v\da es u n ¿ a l , u n mal espan toso j ae r^ 'p en "!. *°'^"7, " " " , ^-, y. , e i r r emed iab le : has sent ido la desolación guerxa h u i r de laa Carnes to lendas . Do_n , ^ ^^^^ ^^^^^^.^ ^.^^^ ^ ^^^^^^ ^^^ ^^^ ^ ^^^^^ ^^^^ ^^^^,^ ^^^^^^ ^^ ^^^^^^^ ^^

esta boda da campanillas que ha de ser un •L. ^ *.•/ i>. «.««n nr\n !-.<iT.fnpo w mmíATiTa , "'-' "-"= luuuu uiaa aiíiauío j \j^±ia'jia.Kx\jL uou- , acontocimionto para la sooiodad de Midrid, ¿ ! f f i l P ^ n r i ^ n r t l c r o n ' ^ r r e T S S S i t r o de tu espír i tu , haces una hoguera con ^ Ella e . - d e c í a s i L u n a encantadora señorita

la hoja seca del pes imismo den t ro del perteneciente á una ilustre familia, muy es a lma y la l lenas de h u m o sent imenta l , po r no ver, por engañar t e , en busca de la paz, que no l legará sino con la nada absoluto . Ño crees en el Arte , n i en la Ciencia, n i en el bien, n i en e l hombre , n i en la mu'

' • í s en t i r a n a pun ta de odio contra el m u n "*%) esteriior—-bombres y cosas—, se acoge

4< sopo? y p r c í e s a de marmo ta t r a n s i t o -. f i amente . ! OscureoidD y a l legó u n amigo á ex-^ a e r i s de l letaifgo. Dio fin el v is i tan te á Sn Elía. empresa apor reando con fuiria la >M cii-s. ^"^F^^"'- -:'—-.•' --- ^ ,„„,3„ j „ ler, en nada. Es la hora de las verdades, paer tec i l la da la alcoba, desper tando de ' . , • ss '^r te á Ter ranova , y u n prefadio d e , »^'í.^°' '^''^°' J^^^^^" solera 4en t r t í de su pecho ec i i án in» .

—^Poi" qué me has despertado? Estos días son 4 8 pesadumbre y tr is teza. ¿Hay nada má¡f ho r r ib le y que m a y o r dolor or i ---• - " qV.ien desde fuera lo contempla

Ter ranova contemplaba á su amigo coa ojos ext raviados . Luego se a r r a s t ró hacia un remansi l lo que hacía el agua. Se acor­dó de cuando e ra n iño , de la p r i m e r ca re ­ta y de cómo, con todo candor, frente á u n

timada por su virtud y muy admirada por su belleza. El novio es—añadíase—un grande de España, representante de una de las casas más ilustres de la nobleza española, entre cu­yos asoendienfes figuran psrsonajai de regia estirpe,

—Y las campanilias, ¿han vuelto á sonar? —Y en gordo, y dentro do muy breve tiem­

po será pedida ia mano de esta novia gentil para el noble aristócrata que la solicita.

—De modo qua ei día de la boda.,, —De gala será. No siempre se casan una

Camarasa y un Medinaceii. Porque se trata dj? ¡a hija do losjnarqueses

gin» e n qv ien aesau ' '; '=,\"„'"i,^"',"""7^'" espejo, se preguntaba á sí propio:—¿Ma do Camarasa, Ana Fernáádez do Henostrosa cns la ilusión üe «o^ ' ' /« 'P ' •^f /°f , .3" conoces, masoarita? Permaneció mirando-¡y Gayoso de los Cobos, rrtestonm&e amargos de la vida, cutrnüo , ' ^ ^ . ,i„, T , „ ! .,_ , . pK=tfifrÍDiiento nos posee por entero, pen sanias OU3 es un stíeño, por no aceptar lo real"©rfiítra.tiamentae: soñamos gozar,nos esforsamps eu encubrir el hastio con vo­ces y bofergiiB, y el pobre corazón del bombre.se obstína en engañarse a si pro-r.'o tomando ei\ suelo como realidad. " jáiamigo, que asde mucha confianza, le atajó: , . „ , ,

—¡Déjame de cantilenas nonas y lugu-tóres! Cada cual se divierte á su manera y, w r i o a u e sosnecbo, tú de todas, hasta ftaeiendo filosBfías demasiado espontá-

—Sin dada mis palabras no fueron bas-.•ante razonables-puspiró Terranova có­micamente—. Es la influencia del an-

—Levántate y anda—dijo el amigo en iono evangélico.

Salieron. En torno a los faroles danza­

se en ei agua durante unos segundos. Lue­go mtirmuró:

—Mascarita, ¿me conoces? Ramón PÍRtZ DE AYALA,

CONTRA ÜELCASSE POR T£'_EGf!AFO

P a r í s 3 (11,50 m.) Le Fí^afo publica un artículo mesurado e'n

la forma, pero durísimo en al fondo, contra la entrada de Delcassá OQ el nuevo Minis-

En los primeros párrafos, niega la leyenda de Junio de 1905, según la cual Delcassé fué sacrificado por la intervención extranjera, negándose á discutir coa Delcassá la cues­tión de Marruecos.

E periódico francés añade: fNo; jamás en ninguna hora ni en ningúa

minuto el Gobierno alemán hizo al francés _ la más pequeña alusión, ni á la situación de

.«"ñ 'psádo de claro po r la luz, un polvillo I Delcassé, ni á su política pejsoual. tía, pasaao ae ta.1 p V lejano i >Jamás el Sr. Deicassé fué echado en holo-pa rdo y azuloso, y ^ ^ ^ ^ ^ n S c u l o » V ag. i causto de exigencias del Emperador C-uilier-mosconeo. Ibají y venían r ia iouios y as , presentó la dimisión en el Consejo flUerosOS mascsronea . De a lgunos do ellos, i ^ ;„^¡^i,fj.os ¿g Q ¿e jun io de 1905 en el Eli-Miándo por ei hedor disfrazado de ii^a-i ^^^^ ¡^.j^ ¡^ presidencia de Loubet, fué por-eancia ó perfume, cuándo por el desapo-

1 que se encontró en completo desacuerdo con ^ e r a d o movimien to de l v ien t re y las par - \ ja unanimidad de sus colegas, respecto á las hfta r.^enósteras. d igo que de ellos t r a n s - i consecuencias de aquella política marroquí S X í B e ü a l e S ev fden te s .de pe r t enece r | J . da^u gran_pe_nsam,ento. qu a n ^ . «ondncía del Del-a l r a s g o pos t re ro de la milicia de Venus . • fatalmente, por confesión -'¥éiaüse también c imar rones y mascul inos i c *'- *' ^ "P conflicto sangriento y temible.» •adelssios, ataviados todos con arreos mu aerilfi?. Üao rezongó aguardentosamente:

. . . l ^ é tipo más ridículo! ge refería á Terranova. Y el amigo: -.-Comienzan á dacir vordaaes. ' Luego uüa odalisca, bastante adiposa,

*Qe tomó á Terranova por las solapas: ' —Moreiiito simpático, ¿vienes conmigoí

—Ábsüdona tu presa, ninfa del harón, tiue no me places. TT u >:

—Anda y que ta den morcilla. jHabrá siamsrraeho? ,„ , .

—Te digo—advirtió Terranova al ami-'fo—aue es muy difícil encontrar estabi-adad'de criterio en la especie humana; quiero decir en cada hombre, sobre todo -en ios políticos.

i A oué reíerir paso por paso el camino Je Terranova aqueUa noche y las peripe-íiss que ia acaecieron? Basto saber que al despedirse de su amigo habían convenido #alir de Madrid al día siguiente, lunes da antruejo, á reposarse en ia paz del campo. y así lo hicieron. A las nueve de la ma­cana un tren los conducía á Alcalá de He-náreg. Habló el amigó á poco da partir.

—¿Por qué no hemos da celebrar tam­bién íioeotros nuestro Carnaval? Propon­go que hoy nos tigamos las verdades, uno á otr-o, con tofia desvergüenza. Los hom­bres hoy se cubren ei rostro, desnudemos tiosotros el espíritu, y sea la sinceridad del and espejo de! vecino,

•^-Aceptado-- exclamó Terranova, con ¿esto aiégré, como refocilándose de ante-

—Por lo pronto, has tratado de enga-flarraé fingiendo una expresión alegre; pero en el fondo te preocupa raí proposi-jión, porque te da miedo, Ifáy oosss que tú mismo no te Mafl querido confesar nun­ca, que las has llegado á olvidar y supo­nes de ahí qué los demás las ignoramos.

—Hombre, hombre; séSal de que éso te oeUrre S ti. ^ „

-*Pero me doy ijuenta; tu, no. m ma­cera que te llevo mucha ventaja. Me re­sultas algo ridículo.

Am durante la primera mitad del día. }Las lindezas que se fiijoron!... ¡Los piro­po;, cóíi que se regalaron!,..

Llagó un punto en que ee mirabau al soslayo, agrios y agresivos, con vaga oo-taetón do darse do puñadas, á pesar de la ftldgofía. Habían ido despojándose de to» •»ií£S ía;. botargaó y difeíraces, uno por ano. Beapareeía eTlobo para el lobo.

é: §t¡M& fagráe ss encaminaron á satapo.

Lueco describe minuciosamente Le Fígaro dicho Consejo, quo terminó con ia dimisión de Delcassé, y añade:

«Tales ej resuman 'de aquella sesión, en que se habían jugado los destinos da nuestro país.

iNohuboea ningún momento intervención del Extranjero, ni tampoco hubo alusión á la dimisión da Delcassé, que si muchos i a de­seaban, no es cierto que so ofreciera como holocausto ai mundo. •

»Si á tal prueba se hubiera sometido á na Ministerio francés se habrían levantado con­tra él las unánimes imprecaciones de Fran­cia entera.»

Después trata el articulista de Otros aspec­tos do le política francesa, para dotormluar bien cuál puede ser la actitud de Delcassé,

isoe Barcelona. Conferencia telefóDlca,

« R e c o r d » d o a l t a r a . — R o b o i i o r d o s M « g r l t o s . — C o n c u r s o l i t e r a r i o . — Uia incendio . -—Kdueac ióMi d e p a ­l o m a s .

B a r c e l o n a 3 (2,10 t.) Ei aviador Gibsrt se propone establecer el

próximo domingo el record do altura sobre el Tibidabó.

Dos señoras denunciaron á la autoridad qua durante la ñocha pasada dos negritos que tenían como criados desaparecieron, lle­vándose una importante cantidad en billetes. De los ladrones sólo se sabe qua se llaman Loke y Fidel. « E n Tarragona se abre un concurso literario con motivo (iel centenario de los hechos ocu­rridos en 1810,

Hay dieciséis premios, que serán otorgados S diversas composiciones.

Ayer tardo en él espreso de Valencia r e ' gresS el Sr. Lerroux, que se propone asistir esta noche á la reanión que se caiebrará en la Casa del Pueblo, para tratar de asaütos electora les.

En ana casa de cofftproaiío de la calle de Tallera dos íBcjeféá iflsaliarou á aa sujeto, insolentandost! con él y terffliaaado pof iñf%' rirle algunas lesiones de pronóstivo gíaVe.

El escándalo que so armó fué grande. Una Comisión do obreros carreteros visitó

al g6bernadof civil psra tratar dé arreglar ©i coufiioto surgido entre obreros y patronos.

Eti una reiojoría de Ja Rambla da las Fio-res declaróse esta madrugada un incendio. Las pérdidas son de consideración.

Ei C-Bníío colombófilo «•at.'s.ián ha omoeaS' do ios Tísjíií de educación de palomas" qua lucharán en la próxiraa eampsíia de pruna vsrau

de rublos cabellos, de esbelta flgur,T, de cara de nácar,,. de gran hermosura,

y del joven duque de Medinaceii, cuyo solo nombre llena muchas gloriosas páginas de la historia noble de Espauí. Y el día del enlace podrá entonarse aquelio de

alégrense todos; qua todos se alegren que se casa el duque de Medinaceii,

L5S noticias de. amor nunca vienen solaE. Van, por lo menos, por parejas, cosa muy natural tratándose do matrimonios. Así, di­remos que en Valencia, una de las patrias de ias bellezas femeninas—porque ¿'iónde nos dejamos otras regiones?—, ha sido pedida la mano de la señorita Angelita Rivero y Causa para D. Vicente Nognera y Yanguas, hijo se­gundo de los marqueses do Oácerea.

—¿Y cuándo recibirán la bendición nup­cial?

—En Junio. La condesa de Mayorga se encuentra más

aliviada de su doienoia, pues que con éxito satisfactorio le ha sido batida una catarata.

Ha marchado á San Sebastián el conde de Sallent.

La señora de Coloma, hermana política del autor ilustre de Pequeneces 6 hija de la mar­quesa da Arpeiita, lia dado á luz una niña.

j Sevilla y Valencia han visto morir á dos I ilustres ciudadanos y los dos generales de I nuestro Ejército: el conde de Peüañor y el • duque de Gaota. El primero era caballero tre-i cenazgo de la Orden militar do Santiago. Y ! no hay que decir que á Valencia y á Sevilla I han ido numerosos testimonios do pésame ' para las familias dolientes,

León-Boyd.

DESDE_SEVILLA POR TELÉGRA-O

E l d e s f a l c o do I>a P r e v i s i ó n A n d a l u ­za .— liOS tal)la}ero.<i.

S e v i l l a 2 (8,30 D.) El Juzgado que entiende en ol desfalco do

La Previsión Andaluza continúa practicando diligeaciss con graa actividad.

Hoy ha dictado auto da procesamiento con­tra el presidente del Consejo de Administra­ción, D. José Domínguez Lópeí, y los conse­jeros D. PranOisco Cueva Fernández, D. Fran­cisco Martínez lilescaa y D. ¡?¡anón Alvarez,

Todos ellos han solicitado libertad provi­sional, por ¡a que exige ol Juzgado á o a d a uno ñanza de 8.000 pesetas y á todos la can­tidad de 350.000 pesetas para responder do la rospoüsabiiidad civil que les alcance.

i k noticia de estos procesamientos ha pro­ducido gran sensación en todas parías.

Los tablajeros continüau sin saoriñoar nú­mero de rasos bastante para ei abastecimien­to de los mercados.

Esto ha dado lugar esta mañana á varios incidentes, que han deoidido al Ayuntamioa-. to á sacrificar rases por su cuenta y á esta­blecer puestoá ambulantes da carne.

Málaga, presidente, D, Arturo Reyes; Zamora, presidente, D. Francisco Antón, y Toledo, presidente, D, Arturo Garcés.

Entre las adhesiones recibidas úitimamen-ts figuran las del ministro de Fomento, don Rafael Gasset, y ias rie los Sres. Altamira (don Rafael), Armada (D. Arturo), Aitolaguirre (D. Fernando), Alcalá Martínez, Alderete, Aroe, Alonso Rodríg-URZ (D. Antonio), Buylla (D. Adolfo), Bailón (D. Eloy), Baselga (don Mario), Blas y Ubido, da Berrueta (D.Juan y D, Manía), Oasiro (D. Juan de), Gasadoiús, Castillo (D, M,), Corujedo, Camino, Camaoho (D, Tomás), Díaz Caneja, Dorado Montero, Estrañi (D, Jo?ó), Fernández y Gonzáiez, Fe-rrándiz Pozo (D, José), García Ladevese, Gó­mez da ia Cruz, Guijarro, Guerra y Alarcón, Gras (D, Rafaei), Ibarra (D. Eduardo), Igle­sias (D, Raimundo), Juste (D, Aibinio), Lóoez Orense, López Alonso, Máinez (D. Ramón), Martín Guix (D. Enrique), Martínez Palero, Moyano, Maldonado (D. Luis). Novo y Coison, Navarro Bsltrán, Navarro Pérez, üntaüón, O'áheo, Pinilia (D, Cándido y D. Hipólito), Qaijada Valdivieso, Ruiz Alcázar, Royo Villa-nova (D, Antonio y D, Ricardo), Redondo, Risco, Romano (D, Luis), Sangro y Ros de Oiano, Saiillas (D. Rifaei), Said Arraosto, Sastre, Soler, Torróme (D. Rafaei), Toledo, Trapiello, Valonzuela, Villa (D. Santiago), Vilianueva, Verdes Montenegro (D. José), Z meada (D, Práxedes) y Zozaya (D, Antonio y D. Luis).

En el domiciiio socinl fSevilla, 4 y 6; teléfo­no 3.210; apartado de Correos 489) se reciben las adhesiones y se facilitan ios Estatutos, fichas de catalogación y cuantos datos necesi­ten ios escritores y corresponsales.

cargo de director artístico-musioal del teatro. También algunos autores han retirado las

obras que tenían allí en vista de que trataron con unos y ahora son otros los que dirigen el cotarro.

TORERO^ CHINO Los teníamos de todas las regiones, aún de

las quQ menos afición mostraron nunca á verle la punta á las cosas, cuanto más á los cuernos.

Faltaba únicamente eltiiestro chiniío, y ya lo teñamos en campaña.

Un torero español, Jo-ó Romero, Frascue-Ullo, tomó á empeño la educación taurina de

áSOCliCION DE PUBLICISTAS El entusiasmo de los publicistas españoles

por la Asociación que al unirlos habrá de dignifloarlés moCfli y materialmente y en plago práiirao, es íiiayor f üiás eloeilente cada día.

Los ínás ahoá preítigios de la ciencia, de la üieratara y del arte envían adhesiones ca-luHsas, tfsUEBOfiiafiáo ia efieaeia de tan ho-bis liáea,.

LafréíiSatb'da áeMadfid y de ptoViocifeá le jstesta m resuelto apoyo; el Qobi&rao está deiidido S atnpaf.'Jt'la como instíüttiento de cnhüra, factor esenoiaiísimo áei sran proble­ma nacional y la actividad de la Junta direc­tiva resolverá en plfzo brevísimo todo la re-forente á la adminisiraolón, librorías, edicio­nes, bibliotecas popularos, propaganda, ex­clusiva para provincias y para Atnófica, oteó-lera, etc.

A las delogacionaa provinciales constitui­das ya hay, quo agreg.ar. Jas do. Siiatiíanca, haJD la preBidencia de ,D. Miguel de Unamuao; Ziragoza, presidente, D. R-ifael Pamoions;

1^Oviedo, presideaie, D. A, Núüez de Diego;

•.'**ví,^ft*:wcrto^w«»«í|i9

Vioeníy Hong, chino que por Méjico andaba sin ganas de meterse con nadie, y Dios sólo sabe con cuantos trabajos so entendieron maestro y discípulo; pero el caso es que el chinito consideró cosa fácil el torear, y catá­tela convertido esi una futura estrella.

Laalmente con más motivos que otros pue­de emprender el camino tauromáquictj el novel torero. Goleta tiene desde su más tier­na infancia, y se trae muy hecha una suerte quo siempre es de seguro éxito: ei pasa del Celesta Imperio.

Además, los empresarios que quieran en­gañarle, poco tendrán que esforzarse, dada ia nacionalidad del diestro.

'(Quién sabe si Mosquera ie níilizará para el abono venidero I

" '• 1 •iiri-,..-T I ' iHlllllMLimjJ^jgtfl^JIMKUJiWW, n'.iiii" ,.^,

TEATRO DE_U GRAN YIA fil gobernador civil, Sr, Fernández Lato-

tre, nos ha manifestado hoy que nó puede autorizar la apertura del teatro de la Gran Vía, porque ia Empresa ha prescindido del trámite esencial do comunicar á ia Junta de Espectáculos su decisión da abrir el teatro.

El reglamento do esnaciáculos dobs cum­plirse sismpro, y el gobernador civil no pus-de en modo alguno autorizar la apertura mientras no reciba dictamen íavorabio do dicha Junta,

Aparta de esto, pareos qua han surgido nue­vas díflcuiíades, y ei Sr. Apodaca y Arzú se ^ ha visto obligaíio á presentar la renuncia del j

COMENTARIOS BREVES

ADELANTE Vaya ¡qua caray!, démonos albricias lecto­

res, y regocijémonos al ver l i tozuda vitali­dad de nuestra esquilmada, atropellada f es-ciarscida madre. España no se hunde, no se achica, no se empavorece, no se despuebla. Y demuéstralo a.5Í ol avance qua sobra los re­sultados del Censo ha tenido á bien publicar ei Instituto Geográfico y Estadístico.

Según di-eho avance, la población de Espa­ña en 31 OH Diciembre de 1910 era de habi­tantes 19.503.068, cifra que, con relación á la qne había en 1900, r¡»pres6Qta un aumento da 1.039.828 personas. Es decir, qua á pasar da la incultura, del caciquismo, de ia miseria y del abandono, que llenan de cadáveres nues­tros cementerios y de emigrantes desespera­dos los caminos que conducen ai mar, Espa­ña soporta con vigor sus sangrías, y en vez de debiiitarsa y morir, se robustece con ien-tiíud—una lentitud inevitable — y progresa con redaños.

El documento del Instituto, que animará á todos los buanos patriotas, enloquecerá de júbilo á nuestros estadistas, á sus aduladores, á los paniaguados de sus aduladores, á los amigos de sus paniaguados y á los parásitos de sus amigos. Vean si esto es bueno: todo pueda seguir como está; las ubres de la Ad­ministración, manantiales qua no se agotan, seguirán destilando su jugo, y los «prasu-puestívoros> continuarán vareando los tier­nos arbustos qua cría y cuida para ellos el país.

Por oso ciertas cosas nos alegran en vez de entristecernos y nos agradan en vez dé des­agradarnos. ¿Qae D. Fermín Calbetóu y Blan-chón — ¡pon!—cobra 7.500 pesetas anuales por haber cargado con la cartera da Fombn-to y D, Fernando Merino y Villarino otras tantas pesetas por haberse lucido en otro cargo análogo? Púas que ¡as pesetillas les hagan buena pro. Lo mismo garbea el señor Rodríguez de ia Borbolla, y el Sr. Rodríguez no tuvo tiempo ni para prestarle á la nación el servicio da lucir el gentil uniforme.

Puesto qua hay para pagar las cesantías, nos parece muy bien qua no so supriman. Un hombre qua ha cobrado 6.000 duros anuales merece qua se le indemnice al perderlos, Y hasta si de mi voluntad dependiera, se au­mentaría la indemnización, ya que España ni se indigna, iai se arruina, ni se desespera, ni gime, ni se revuelve, ¡Adelante, pues! El pu­chero nacional sigua sobro las brasas, sin que muestren intenciones de voltearlo á punta­piés ios pobretes que lo encogollan, ¡Adelan­te! Un pasito más, ya que hasta en medio del estercolero medramos, y los corderitos de la mayoría y los otros corderos cobrarán dietas. Es lo único quo falta para rjompletar la bené­fica institución de la cantina, y el agudo con­de de Romanónos, qua la ha fundado, debe trabajar para conseguirlo,

Parmenom

mm M mEiímm i niMim Xnaugurac ióu de l cu r so .

Anoche se celebró anta una brillantísima concurrencia la inauguración dai curso de trabajos qua ha da desenvolver la Sección de Ciencias Morales y Políticaa en el presenta año. Comenzó ia velada con un magistral discurso del presidente, el sabio pensador y catedrático D, Adolfo Buylla, que dedicó sus primeras palabras á expresar s'u gratitud por el honroso puesto que se le ha concedido.

Glosó luego, con gran brillantez y profun­didad do pensamiento, las empresas do cul­tura que llevará á cabo la sección én su deseo de coiahorar muy eficazmente en el desarro­llo da la mentalidad patria. Dedicó un senti­dísimo recuerdo á sus ilustres antecesores, Costa, Salas y Ferré y Piernas y Hurtado, cuya personalid.ad ensalzó con frases do justo elogio, Y puso fin á su bellísima oración ra­tificando su decidido empeño da realizar al frente de la sección una intensa campaña de cultura. El Sr. Buylla fué ovacionado con gran entusiasmo.

Seguidamente, uno da ios seijretarios-aB la Seocióá, el Joven atenSíáía D. Ricardo Gásset, dio ¡eótura á una notable Memoria sobré el servicio militar obligatorio, escrita con tou-cha fluidez y gaiaaura y ofieütada en una sana corriente deúiocráticS,

Sa trata de unas bases pafa establecer el servicio íaiiitar obligatorio, en las que se es­tatuyen cuota'j iniliíares, que dispensarán del servicio activo on'tiempo de paz una vez que obtengan ios reclutas la instrucción tnilitar, quedando después en una situación análoga á la da reserva.

Abogó por que so .conesda una situación,] quo caiiuoó ei disertante de <reciula instrui­do», á ios soldados que, sin medios de fortu­na para inhibirse del servicio de las armas, por £11 cultura y profesión recibiesen grava dsurj al permanecer en flias.

Trato después da la inversión qua convaii-dría dar á los íondos que se recauden por las t

redenciones á-metálico, y íe?«Bdi5 14u%'c«» sidad de que se enseñe á todos los reolutaa' analfabetos en los cnarteles la instrucción Drimarifl.

El Sr. Gasset, & quien espera por su talento y su cultura un brilianíe pofveíair, l«é ano-cha muy aplaudido y felicitado ai tOWSiinar ¡a lectura de su interesatite y bisn píifisad»' Memoria,

LA VIDAJUNICIPAL S E S I O i r O B D X i r A R I A

A las diez y media se abrió ia sesión, bajo la presidencia del Sr. Francos Roáñ'§w$z.

So dio cuenta de siete oomunioa^offiOs ido) Gobierno civil.

U e v a d l a dcfoeka . Por virtud do una mooión d« la AlcttMía«.-

presidencia se modifica el an , 78 de issiO.-denanzas municipales para que «n lo fiOvisi-vo lleven los coches ia derecha *« 9l late-rior do la población.

£ 1 XleUro. Pasa á la Comisión eorfespandi«Dte s n s

moción de la Alcaldia-presidencia, propo­niendo el proyecto de instalaciones para isos-taurant y zona de espectáculos en el Retiro y construcción del kiosco para la hauda aaBni-cipal,

ORDEN ©Et M A Después de alguna diseusióifi so acawds

rescindir el contrato de Jos oochee de plazs. Es objeto de largo dábate un dictamen pro­

poniendo ia adquisición do la porisda M la PL-iteríade Martínez por ol jyecio -do 15i000 pesetas, en quo ha sido valorada por 01 ar­quitecto municipal, sie'ndo aprobado con ana enmienda del Sr, Quejido modiante &i eñal se limita ei Ayuntamiento -á Ja sogais idón para luego dar nuevo dictamen en ia Ooini-sión sobre su destino.

lacidoates r t M o k o . El Sr. Gurich, ano impugnaba «1 «otoriot

dictamen, hubo dé docir' quoel Br^ SlSúS de los Terreros, trataba de favorecer á «tfí iOni-gos, y tales palabras motivaron una airsfflsi-ma protesta do los Sres. SSinz de l o s í s t r e -ros y De la Torre, sobre todo de esto últiteo que llamó la atención de ia presidoncia so­bre la gravedad de la aousacióa.

El Sr. Francos Rodríguez obligó al Sr, Ctu-rich á dar amplias expiieaoioaes, poro *n.los pasillos volvió á reproduoirse «1 itt^dblite, hasta que por mediación ú«l aioalde i»'tíibléa se terminó satisfactoriamente.

O t r o s aflüAiOM, Se aprueban varias concesiones de lieea^

cia. ¡ Quedaron sobre la mesa varios diotipio*

nes, £ 1 a r r i e n d o de Conamaoai, j

Póneso á debate la proposición del señot Ortueía y otros señores concejales interesan­do se reproduzca por Ja Comisión «1 >pli«go de condiciones de arrieado del ii&|n]«sta ^ Consumos que presentó á la Ju&^xftaafOlp&'l, y una vez aprobado, se oelebre la subastalan-tes del 30 de Abril próximo.

La defiende su autor, pidiendo qne se tonto en consideración, y so oyen voces pidioiidé votación nomina),

Somóteso a votaeióo, y la pitídea» la« «ni-norias republicana y socialista por habM ^ 4 -tado los Sres. Abeilán, Pér«z Guerra, Dioen-ta, Pascual Acebedo, Rodríguez Royos y fi«-dríguez VlHariño.

La DronosicióQ se aprobó pot 22 votos «ira-tra 19.

IVEás pcoposicionos. Pasan á la Comisión raspootiva varías p j ^

posiciones, y se levanta la sesión. i i r < i t -iroiii

FEROCIDAD DE Ü N 1 FO.R C A B L í

7 a l m a d s SEallojreá 3 . Hace meses que un joven enamotraiio !<••

quería á una hermosa muchacha, siondo M -chazado varias voces. •« •; '

Intervino ia familia, disnadiéndoie de I lñ | pretensiones, puesto que ella no le amal>a.

Persistió ei joven en sos amores, y «Ita mañana apostóse junto á la «asa dondo.ta, muchacha vivía, esperando á qn« sal ieran»! abuela.

Entonces penetró en la h^bitácidn, y M i centrándola sola la requirió nuetamonté.

Ella la rechazó nnevatttento, y «1 j^voa WÉ» puño un revólver, con ol «Ml'distáyóOilMíb tiros, hiriéndola gravetaentd, .í

Luego volvió el arma eOBtria 81^ hlri^ttüdiftt levemente junto á la sien. VSfUt'

Se le ha detenido y Sé eaonenttá át>éS!i^m-brado.

JD& X^& POR TEUÍQRA?»

Las eleceloneí p««vlneláléii. C o r n u a 3 (9,10 n.)

Los elementos dií-óetorea de líi polííi t í íprá-, vinoial tratan de aunar VolufiítádéS para foí» mar las candidaturas definitivas eñ laS pró*i». mas elecciones provinciales. •

Los bien enterados éupónOh 4»16 el doteliÉf> go se proclamarán los catididatos sighí»!í.tti;

Distrito do BetaazOS'Púéíitedeumei —Dt>a Francisco Sánchez Di&z y D. CaliííCto Ltlfe; Ponte, liberales; D. José Pan Set&Mtiit ^íon' Ramón García Novoa, eófjsefvadiSfeS,

Distrito de Noya-Muros.-^Don .Jésé PSSSÍÍ Calvo, D, José Oí Otes Prado, D. MariáftO Pí -ñoiró y D. Mknuel Sáñdaáriotd, litJSíaiiS. U e g r a d a d e l v a p o r eúti^ó «Alt#ii>

.so X l i » . — E i fir. teraák^t *•»• tor re . -^ i i : !<i tnaio i l« ttftai úhtMi.

Esta noche ha toadoado él tskpor earíéb Alfonso Xíl, proisedbnte de ia Jíabajáü f •?'*i;a% cruz. Trae hümeíOSO pasaje, ftiia dBSéfflblt» cárá mañana.

También fondeó éstü nOfehe él írasatiántiéo aletnán Cotha. Al amanecer íOoógér'á otüi» grantes para la Argentina, '

El Sr. Fernández Latorre es esperado de Madrid la semana prótíníia. Pasará ^^af eha> tro ó sfeis días. , ..

La Junta de Obras dOl puerto coiñéñüS ht^ el estudio dé las obras de relleaó Óesdís '|J muelle de éste al añtigtiO castillo de tSáv Diego,

'lililí'ii<l - ItlIiílW»^

ÜN MUERTO Y VARIOS H E R Í En Majadahanda ocurrió ayer úlí '^a(i«te

sangriento que revistió caracteres de uha Bit-talla campal, según cóínilñica íaCfti'ai'dia ci­vil de Las Roza?.

Riñeron en dicho pueblo ViOsiate Mórái». 'Tbrresj dé Oin*n©at& f' treá añOS, casado, za­patero; Cándido Bustillé MattíSéfe, Se éiístmk y dos aioS, óaSadO; áii hijo fcáéi-o BtiSli'iiO Martlfi, j - laes t )e te é tófa-ti* Tiéeíitfe

De ia reyerta resultó maerto .CJ^adido ÉSs-tiiií», éoa üiaaéitóáiiraaá'feaiatisfja,^' "b^ri' dos léfeStodOa íi»* atfháií íüéais -^l áttéjr'ü^ la muerte, Vicente Morát), que há Si^ái-i lfé éido por la íJüardia Ottii.

Se igftot&n las fefeuáas del átíoeso,

F I R M A JDBÍi R E Y Faiñ«nt<>.

Real decreto aprobando les presupuestos mH conservación y TéparaCiáD de nsuéllss y áráfi'do dé. la ría ie Bilbao, . • .

idertí id. el de adguisiciéa, tran«parlft y afáttaja del nuevo aparato y aeoesorios para él í*rd <1»> Ceuta.

Page 4: IIUllll |,|||l^^w«MW^:^l^ De iileresss laierialss. -I. a?B

i r t , 11» llllfa» BMIIIHiÉi

D I A E I O I N D E P E N D I E N T E Grabados en todos los n ú m e r o s . HERALDO DE MADRID Mñnsero sne l to 5 eéntünoB. D I A R I O I N D E P E N D I E N T E •mt

. • ADrKarKWOlA.—Soytn»B« á lot leetoret del £[>RÁU>0 jua nos envían rnlamaeionespara cMta sseeiin qu» eíeriian las eartai por un IDI» lidí dedada hoja. También les supliea-Mts fue seari breves en ¡a expresiStt de sus fuejts, p'nst i» otro modo nos privaremos it! justo de insertnrlas.

f.a l a r n a d » da traliajo en Io« gna rdas ,

BeSor D, José Rocsraora, director del ITERALDO »llAB'Rnj.

^ Bhtre los que conocen los servicios del llnnicí-ojo se comenta Ja agitación qns reina estos días »n la Casa dpl rnob lo por ía irregularidad del tríboiq entra los guardas quo constituyen los ser-rfeíos innnifíipalés.

No cabo alegación de ignorancia en los señores eoncoialós con rosnecto á la clasJRoaoión y dos-íinpeño de estos scrricios, y para que sea notorio, a í r eqné en ios meses de Mayo, Junio, Julio y Iffosto están sujetos trece lioras; Abril y Septiem-Ura catorce; Octubre, Noviembre, Diciembre, Ene-r» Febrero y Marzo, quince; resultando tros, dos r oña horas extraordinarias Jas que prestan losda tbntahorla coú respecto ú las demás clases, que, jton doce y ocho, son cumplimentados, y hasta me­jor retribuidos. » íEs lógica esta diferencia? ¿Por qué, pues, no se retribuyen estas horas extraordinarias? ^No hay lonsignadas para este caso ocho mil pesetas? ¿No ge ha informado por el señor ingeniero jefe del íWTÍcio á superioridad con cincuenta céntimos en X9 de Diciembre último? No han cursado una ins-t i r e l a íolicitando su áprobaeiSn el 24 del co-

' Hay Qoe insistii:, Sr. jRocamora, en ro de esta ftláse, jin "fracasar á tan justa petición, y así po-dr»nios demostrar á loé señorea alcalde-presiden-t<.Tll geSof Ingeniero jefe dol serYÍolo, á la Oomi-iUá a* eoncejaleg y á la Prensa, nuestro agradeoi-' io Mconooifiíiento. ; E l i d a n l« publicación en sn digno periódico, IMRlOi^e le reiteran sn agradecimiento. ' gii-ropresentaciónde la conjunción por los par-tllOT republicano y socialista.—Dos personajes.

Qne eambie e l iDat rnraents . • Biitft director del IlERAT.no n s MADRID.

ÉEoy señor mío: Me permito dirigir, para qua sea cnbUo«da en «La TOZ de la calle», si en ello no tiene ineonreniente, la siguiente queja, que elevo jl é t ion corresponda. En la calle del Acuerdo, nú-tewro a, desde haoeTaedio mes, Tiene funcionando 0H bsdie público, amenizado por un estridente pia-M it« manubrio. Comienza la diversión, la mayor ^ # l p É e ibs días, S las tres do la tardo, y, salvo .WÍitiéi'a de descanso para cenar, dura iiasta las l í j i ^ y m e i i l a a é la noche bien corridas; es decir, *l|á«Te horas largas . '

E» «mpresario de este baile parece ser que ha n ú p i i á o todosio^.requisitos legales y se halJa

l eWD de la ley^para poder explotar libremente la lÉÁis^ia; pero yo pregante: ¿qué ley ni qué Orde. n*ti«tii municipales pueden autorizar ni consemtir

» ' í m ciudadano tortura durante nueve horas fas á'sas conVéciSos, martirizándoles cou el lÉilÜte martilleo de un aborrecible organillo?

, ¿^** quejo de esto con tanto mayor motivo jct^ato <|aq ma tiallo enfermo y en cama desde p1iÉ*r6« éé Enero y no puedo sustraerme, mar. I^MBdome de-casa, al Bupljcio que, con tod^a las

de la ley, me proporciona el industrial en ones-tión.

Ruego, pues, á la autoridad correspondiente, no que su^onda ó suprima el baile, pues no mo gus­ta pedir un perjuicio para otro, me conformo con que se le obligue á cambiar la orquesta, y en vez del piano de manubrio, don la música un cuarteto (vioJIn, viola, violoncollo y contrabajo), una mo­desta rondalla de bandurrias y guitarras ó un pia­nista que toque un piano corriente. De este modo solo oirían la música los concurrentes al baile y no seriamos molestados los demás.

Se ofrece de usted con la más alta considera­ción su afectísimo s. s., q. 1. e. 1. m,. Un vc<¡ino de la calle del Acuerdo,

Car te le ra s i n car te les . Señor director del HERALDO DE MADRID.

Muy distinguido señor mío: Mucho le agradece­ré se sirva disponer se inserte en la sección «Ija voz de Ja calle» lo que S. continuación va escrito:

Agradecido en verdad debe estar el señor que­joso que hace tiempo se lamentaba en esta misma sección de que en todo el barrio de Salamanca no hubiese una cartelera. Si antes se le hubiera ocu­rr ido pedirla, antes la tiene, pues al día siguiente de aparecer su carta en el periódico ¡zas!, cartele­ra en el barrio. Muy bien, señor teniente alcalde, Dios se lo pague (snpongo^yo qua diría al verla puesta el señor que la pidió).

Pero por lo visto alguien creyó que lo que que­ría este señor del barrio era admirar á la gallarda cartelera desaliando valientemente á los agentes atmosféricos, sin que pensara utilizarla pai'a lo único que sirve; pues á pesar de los muchos días que lleva colocada, ni siguiera un cartel han pa­gado á la misma.

Señores... quienes sean, ¡que esto huele á chun­ga! Tengan ustedes la amabilidad, por favor, por deferencia, por lo que ustedes quieran, de dispo­ner que empiecen á colocar carteles y renovarlos á diario, pues de lo contrarío nos veremos obli­gados !Í rogarle al complaciente señor teniente alcalde qne tenga la bondad de ordenar sea qui­tada cuanto antes, pues lo qua no hace falta estor­ba. Aparte de qua pudiera algún chusco tomarla por una señora con jupe-eutoite (¡que sa dan casos!) y ílgúrensa ustedes...

Mil gracias, señor director, y manda á su atento seguro s., q. 1. b. 1, m., Demetrio Moral y Barras,

liOs eon t r a s t e* de pesoa, med idas , con tado re s de iras, agua y e lec t r ic idad .

Señor D. José Roeamora. Muy señor mío y de mi mayor consideración:

Tengo el honor de manifestarla una queja para «La voz da la calle», lo cual no deja da ser un abu­so. El día 28 del presente mes es ol último para pagar derechos sencillos por contrastar las pesas, medidas, básculas, romanas, ete.,y, sin embargo, ios que tenemos esa obligación no sabemos dónde tenemos qua ir, ni las horas, para pagar tarifa sen­cilla, y de sorpresa sa presentan los dependientes á los domicilios y cobran dobles derechos, que es un 100 por 100 da la tarifa sencilla, qua no es floja.

Como todo el mundo crea que la recandación es para el Ayuntamiento ó para el Estado, lo cual es un error debido á la ignorancia que tenemos de la ley. S , ,

Pues el caso es que todos los Gobiernos, des­de 1880, regalan más de millón y medio de pesetas anuales á esos afortunados empleados que se lla­man ñeles contrastes; ¿por qué consienta eso el ministro de Hacienda, que ha enfermado por bus­car ingresos, y deja perder además los que cobran los que contrastan los contadoras de gas, agua y electricidad?

No digo más por hoy y estaré al cuidado si al-guien ma contesta, pues por eso me he suscrito al periódico de su digna dirección.

Suyo afectísimo amigo, í7)io del comercio de Ma­drid.

' E l t ea t ro de l a Gran Tía , Señor director del HERALDO DE MADRID.

Muy distinguido señor mío: Le ruego perdone Ja libertad que me tomo al rogarle que en el dia­rio de su digna dirección inserte las adjuntas cuar­tillas rectificando la noticia que en el número del día 23 del actual aparece en la sección de «Suce­sos» con el tllulo de «Un derrumbamiento», á fln de dejar los hechos en su verdadero terreno y evitar perjuicios á una Empresa víctima de sór­didas venganzas, formuladas por cahaUsros sober­bios ó despechados.

Con motivo dé tener que hacer algunas obras de ampliación, exigidas por necesidades de la impor­tancia que supone el negocio en esta teatro da la Gran Vía, fué preciso dejar al descubierto el cañi-zo de una pequeñísima parte del techo que consti­tuyo las dependencias, nunca de la sala, y uno de los obreros, al pasar da un lado á otro, en lagar de pisar por el tablón colocado sobra los tirantes de armadura, pisó sobre el cañizo, qua, como es lógico, no ofrece resistencia alguna, y prodnjo un boqueta en ol referido techo, do un pió cuadrado aproximadamente.

Esto dio lugar á una discusión entre el maestro albañil y el carpintero; discusión que no llegó, hi mucho menos, á revestir la importancia qua el autor del suelto ha lanzado á los cuatro vientos.

Esta 63 la verdad del caso, y no hay más, señor director. Si el teatro de la Gran Vía no se ha inau­gurado aún, es debido únicamenta á hallarse en tramitación la correspondiente licencia da aper­tura por la Junta do Espectáculos, que ha practi­cado el reconocimiento previo del local, según se ordena en las disposiciones vigentes,

Gracias mil anticipadas, y queda siempre & SUS órdenes su afectísimo seguro servidor, q. b. s. m., el arquitecto director, Victoriano Ortií Fernándte.

Va mendigro. Señor D. José Roeamora. Mi respetado señor: Le suplico encarecidamente

inserte en la sección titulada «La voz da la calle» que á diario publica ol periódico da su digna di­rección, las siguientes líneas:

¿Por qué se permite á un mendigo manco qua explota la caridad pública, y que á pesar de ha­berlo advertido á las autoridades competentes no le han impuesto un correctivo como se merece?

Pues bien, Sr. Roeamora; el mendigo de refe­rencia, sa estaciona en la calle de Jacometrezo (entre la de la Salud é Hilario Peñasco), un día si y otro no, y la mayor parte de las limosnas que reúne (qua son bastantes) las consuma en vino, así es que cuando llega la tarda puede hablar por la fuerza alcohólica, pues es tal la borrachera que tiene qua á todo transeúnte que pasa y no le soco­r re le falta con palabras tales qua no sa pueden redactar.

Mil gracias, Sr. Roeamora, y manda como gusta á esta 9. 6., q. b. s. m., José Uoiriíjuez.

G a a r d a s I n d i t e n s o s . Señor director del HERALDO DE MADRID.

Antiguo susoriptor del HERALDO, y habiendo vis­to su ofrecimiento en una de las planas del perió­dico el favor de usted hacia el público, no se si acertaré á expontr el siguienta caso:

El muro de la fábrica da tabacos por la calle dé Miguel Servet sirva de albergue á unos cuantos golfos y piras, sin que las autoi'idadas sa molesten en darles más cómodo asilo, sirviendo de conti­nuos sobresaltos á loa trasnochadores por obliga­ción ó devoción, y sin i r más lejos anoche, al reti­rarme del Centro Obrero, intervine en auxilio del guarda fontanero el Maño, que sostenía acalorada reyerta con esta hampa que, sin duda por ser Car-naval, la emprendían á eascotazos con un puesto da churros allí establecido á seis metros de la ca­silla del guarda, armando gran alboroto, tratando de cubrir el horno donde sa fríen los churros da cascote y arana, á cargo del guarda esta última, motivando algunas carreras de las qua ahuyenta­mos á los alborotadoras, siendo frecuentes estos escándalos.

¿lío es digno, señor director, que esta clase ten­ga objeto de defensa para estos casos y otros más comprometidos debido á lo expuesto de su servi­cio?

Perdone la impradencia de Un obrero..

P r e s n n t a s . Beñor D, José Roeamora. Permítame que yo, en la famosísima «Voz da la

calle», meta también mi cuarto á espadas, pero cuesta, gracias al popular HERALDO DE MADRID, tan poca cosa el ver en letras de molde cuanto uno critica interiormente, que no dudo en liacer unas cuantas preguntas, aun con la seguridad de qua todo seguirá igual:

I . ' ¿Costó infinitos trabajos conseguir el derri­bo de la célebre Ijonja dol almidón para que el solar que ocupó siga, después da derribada aqué-lia, indicando el sitio donde estuvo la referida Lonja?

2.* Ayer pasé por los derr ibos de la Gran Vía. Seguramenta no había trabajando en ella veinte

obreros. iPuede alguien decirme para qné se em­pezó lo que no se ha de ver nunca, S. este paso, concluido?... ¡Qué bien conocía y conoce á nuestro activo Ayuntamiento el que en terrenos que ha de recorrer aquella, edificó el teatro de igual nom­bre!... ¡Ya se caerá aquel teatro!... ¡No haya cuida­do de que el avance da las obras obliguen á su derribo!

3.* ¿La calle de Jardin%3 pertenece á la capital de España ó á una da las más inmundas cabilas del Rif ?... Su asqueroso empedrado, su repugnante café de la Marina, sn incomprensible juego de bo­los (?), su inaguantable depósito da carbón y sus solares mal vallados y sucias paredes, hacen creer más lo segundo que lo primero, pues está más fal­ta de higiene y de urbanización, que la cabila más odiada y desamparada del Sultán. Yo comprando que son muchos los gastos qua nuestro querido Ayun­tamiento tiene encima de sí. Comprendo qua Ma­drid no se puede poner en un mas como quisiera-raos verlo cuantos en él vivimos, y qiía estas co­sas, estas reformas tan necesarias no aa pueden hacen de una vez; hoy aquí, mañana allí...; pero es el caso que á mi querida calle da Jardines no la toca nunca; está dejadísima de la mano da cuantos solamente pasan por ella en vísperas da eleccio» nes, vamos, cuando vienen á aoUeitar cargos tan pesados; pero qne no deben serlo mucho, cuanto tanto se trab.aja y ofrece por conseguirlos.

Un poco do caridad para los desgraciados habi­tantes d9 la callé de Jardines pida O» vecina de la mismai

P « r r o s necesar ios . Señor D. José Roeamora. Distinguido señor mío: Uaa.C.omisióa da guar­

das de Fontanería, compuesta de los Sres. D. Emi­lio Oliete, Pablo Martínez y Sr. Serrano, han visi­tado al señor secretario del excelentísimo señor alcalde exponiendo la necesidad de la concesión de un permiso para tenor un perro exento da los derechos de arbitrios municipales, la qua fué atan. dida, sujetos á la basa primera da las declaracio­nes del padrón-matrícula, siendo condición indis­pensable el estar sujetos á uno da los extremos de la casilla ambulante, cuya cadena no exceda da un metro.

De esta forma so evitarán ciertos atropellos da que son objeto al recorrer el Umita de su demar­cación, algunas veces hasta cien metros y más, abandonando á merced da los randas la casilla y los materiales alrededor, viéndose casos da atro-pellar hasta el guarda cuando constituyen fuerza mayor; recientemente á Emilio Oliete, en la famo­sa barriada de las Injurias, a:l cuidado da 500 tu­bos da grea y otros enseres, haciendo uso da ar­mas ahuyentando á los malhechores por la deto­nación, sin conseguir su hazaña, debido á la ener­gía de dicho guarda, aunque percibió en la reyer­ta algunos arañazos en el rostro da -aquellas aves de... rapiña.

Lo propio acaeció á Gervasio García en la calla de la Pasa, al cuidado de una gran partida de ras-tos de plomo, usando del arma en cumplimiento á su servicio. ¡Pobres víctimas de su deber!

¿Ño es lógico, señor director, el qua esta clase tenga uno de estos animales exento de arbitr ios que tiene establecidos el Ayuntamiento? Y si, por descuido, fuera recogido al regreso da su servi­cio y llevado ai depósito, ¿bastaría un volante da la Administración de Propiedades, Rentas y Arbi­trios, sin incurrir en la multa que prescriba el ar­tículo 72 de las Ordenanzas municipales?

No dudo que será admitida por quien corres­ponda la presente reclamación.

Señor Roeamora: Si creo usted razonable lo que digo y sa digna publicarlo, le quedará sumamente agradecido au seguro servidor, q. b. s. m., Uno del Municipio.

t ía t a ldB-pan ta I«n . Señor director del HERALDO DS MADRID.

Distinguido señor mío: Solicito de la bondad da usted un corto espacio en «La voz de la calle» de esa popular periódico para proponer á la consi­deración de las señoritas que desean vestir el j ian. talón un medio, en mi sentir, conciliador da sus gustos y los da la galería, que, aunque expresados de un modo brutal por ésta en diferentes ocasio­nes y capitales, tienen su fundamento tal vez en el temor de que lleguemos rápidamente á la confu­sión de sexos, y el público quiere distinguir y no verse expuesto el peor día á requebrar al sexo llamado feo, y esto sería feísimo y muy compro­metido.

El novísimo atavio feípenil requiera el adita­

mento da nn amplio y largo sobretodo para i r por las calles, y en teatros y visitas podrán las elegan­tes mostrar todos los primores de sus prendas. hasta que nos vayamos haciendo. Y pidamos con fervor la vuelta del miriñaque, polisón y demás abultamieatos apropiados, y qua Dios ilumina á los modistos.

Mil gracias.—ZTft lector del HERALDO.

Otra VCK e l ¡HontQ d e Pleda<«.

Señor director del HERALDO DE MAORID.

Muy señor mío: Me creo en el deber de poner en su conocimiento, por si tiene á'bien tr-iíarlo en su popular periódico, uno de los numerosísimos abti-sos que diariamente cometen los empleados por oposición (¡qué vergüenza!) del mal llamado Monte da Piedad.

Ayer 22, me presenté en la sucursal de la Carre­ra de San Jerónimo á pignorar una alhaja que ya lo ha estado varías veces en el mismo sitio, y cual sería mi asombro cuando al cabo de media hora y someter la alhaja á infinidad do pruebas, me di­cen que no la admiten.

Me trasladé á la Central (plaza de las Descalzas), y aunque menos de lo que mo habían dado otras veces, me la admitieron sin titubear.

Dicha alhaja ha estado dos ó tres vecea empe­ñada en 9 duros; ayer quedó en uno.

Todo esto demuestra lo competentes que son los señores tasadores, que eeí^uramente ocuparán osos puestos tan sólo por influencia. Además, esos se­ñores tasadores tratan al público groseramente, demostrando desconocen todo lo qua se reñere á educación, instrucción y cultura,

¿No podía usted, Sr. Roeamora, influir desde su culto periódico para que esas personas sean desti­tuidas? Muchos miles da jiersonas le quedarían agradecidísimas.

Con gracias anticipadas, qjieda de usted, suyo afectísimo, s. s,, q. 1. a. a., Dn antiguo suaripior del HERALDO.

¿I>(Sade esíti el p e r r o ; Señor D. José Eocamora. Muy señor mío: En contestación al remitido fir­

mado por Un vecino que con el título «Ladiidoa molestos» se inserta en el número de esa aprecia-ble diario de fecha de ayer, quejándrise de qua no le dejen dormir los ladridos ds un perro de este teatro da la Gran Vía, debo manifestarle' qos el expresado vecino debe da tener muy niai dormir al oír ruidos imaginarios, porque en el teatro de la Gran Vía no exista perr i to ni perrazo alguno.

Aprovecha esta ocasión para ofrecerse suyo afectísimo seguro servidor, q. b. s. m., el repra» sentante, Luciano Laffiic,

k CADEMIASYSQCÍEDADES C i r c n l o d e B e l l a s A f t e i .

Mañana, á las s ie te de la noche , sa r e u n i r á en e l sa lón da actos da este C í rcu lo l a Ssc« c ión de L i t e r a tu r a p a r a la e lecc ión da loa car­gos r e g l a m e n t a r i o s de ¡a Masa que ex i s ten vacan tes e a la m i s m a .

La Rea l A c a d e m i a de Medioina c e l e b r a r á ses ión públ ica manaBa, á . las se is y m e d i a de la tarde. '

Sa ruega á todos los f ede ra l e s de l d i s t r i to de Pa lac io q u e acudan á la r e u t y ó n tjua s e ce lebra rá m a ñ a n a sábado , á las n u e v a na \\ noche, en su local , H o r n o de la Mata, n ú m . 7, p r inc ipa l .

de Miura. Ea las cuatro corridas actuarán R i s a r J é Torresyl íaíael Gómez, y en las segunda, téroef» y cuarta alternará con ellos Vicente Pastor.

El úid 2a habrá novillada, en 11 que serán m a -taúores i?ranoiseo Palomares, Fernando Gómei y* Rafael G. Braiiey.

El Ayuntamlenta de Azpeitia ha nfaiertó oónétir-; so paía conceder la plaza de toros de aqnélJá * i l t# al quo mejores proposiciones hawa, para doá nO' villadas, los días SI do Julio y 1." da Agosto.

Después da haber toreado 14 corridas en las tie­rras mejicanas, el 16 de loa corrientes ernteroarS con rumbo á.España ol espada Caíci-iío, qua re­cientemente ha sido contratado, para actuar ea. Marsella el 17 da Julio, estoqueando, ea unión d« (¿uiiiito y Minuto, toros de Vil'.agodio.

Ea el cerrado «La Abundancia», propiedad d» la seiiora viuda da Concha y Sierra, sa C9lebr<5 días pasados e! tentadero de becerros do la vaca­da de dicha seüora. Sufrieron esaiuan t l8 animai" Utos que su su mayoría dieron muy buen resulta­do, y da examinador actuó el picador Chavas.

El novel matador de noAñllos Federico Qairó», ba nombrado su representante á D. Amalio Núftes Cepeda, domiciliado en Madrid, calle de Jaooma. trezo, '29, primero.

La tompovada entrante no puede preaentars» mejor para ol distinguido Joven torero malague­ño Kaíael G. ISrailey, si no mienten ¡ós siguientes datos 'luíí se nos facilitan refereütes á contratos por él ultimados.

Marzo: n y 13, Madrid. -Abril: 23, Sevilla.—Mai yo; 14, Sevilla.—Julio: í), Cádiz; 16, Málaga,

Durante Agosto toreará dos funciones más ea Málaga, ya como matador de toros (i), y en Valen­cia, sin fechas aun designadas, t ieua ' también doi corridas.

En su cuadrilla figurarán los ploadoraa Autositf Lópeí, Farfán, y Bautista Santonja.

Según nos comunican de San Sebastián, en tg corrida que allí se dará el t6 de Abril, con toros de Saltillo, alternará Mauólito Magias con Macha' 'jj.ito y üaoua.

El matador de novillos AngsliUo ha sido centra" tado para torear eu Sevilla los diaa 30 de Abril y 4 de Junio .

Ha quedado doUnitivamenta compaastó el cartel da Pascua da Resurrección, en Zasagoza, con loa

^ ies t ros Manuel Torres, Martín Vázquez y Chítiui' f\> de Segoila, quienes sa las entenderán con sais cornúpatos de JParladé.

Lhí saidanierino. —MADRID. También esa torero ha caído en la antipatia ttS

Mosquera, aunque usted orea otra C03a, y de ahí qB9 no pueda contratársela.

Como usted, creo qua haría nn'lucidislájo páp«l en la corrida; pero aparta de lo dicho, necesita manifestar á usted que los ravistéroa no somas l e s orgaaisadorea de la corrida.

£f Barifuepa* POR TELÉGRAFO

CoEtrSA 3.--Acabo da desembarcar sinaovsaaíl, y le ruego mis saludos á la afloióa y á la Prisma» —José Morales.

LA ULTIMA MODA ¿Quiere us ted ves t i r s i e m p r e á l i última

moSa, y que sean sus trajes bonitos, da áuré' ciún y oconóinicos? Vi-tiisa en ia sas t re r í a £S león, mayoi; 38.

La Empresa da Huesca, según informes varídi -eos, prepara la llamada corrida de SanLoranao, con todos los honores de la grandeza, pues agagú -rase que piensa adquirir nueva toros de Arribas y contratar para que los maten a ¡lac'kaiiuito, Mano" ¡ele y Manuel Magias.

Larguito ha sido el parto tauromáquico Sevilla­no; paro por fln ahora va de veras, y he aquí los programas ultimados después de infinitos dimes y diretes:

Días IS, 18, 19 y 20 de Abril; respeotivamanlo fa­ros da Agüera, de Anastasio, da Concha y Sieira y

L O QUB__SE L E B u leisH m EL H06áir .tíi todas isá m u j e r e s p r a c t i c a r a a las ease«

üanzas de este l i b rp a d m i r a b l e se ev i t a r í an muchos conflictos d o m é s t i c o s y sooia ies . El amor , M. Beaufre ton , es un especia l is ta de estos p r o b l e m a s d e educac ióu f a m e n i n a , y ?u obra es nueva, ODortuna é in t e r e san t e . Parte» ñeca á la bibi io teca CIENCIA. Y AOOION (Es­tudios Kociaies). IJN.\ P B á E T . i en rúst ica 9E l ibrer ías y Cas í editoris-i Cal leja , Madr id ,

feociedad tídítorial d e E s p a ñ a t Oficinas: Sgpoí y Mina, 1, principal,

•» ISSSS • • •wf f« f« ip^>r rTT'^^P^Tz'^ 'SSSP n

ÍTOa1joi¿a ÜBwi esa-.pebre niña con j in amor |*ín» e inocente, mientras que el vuestro no es, •íiaSique un bajo y odioso cálculo. 1 • JÚ&''éste modo, después de haber calumniado ¡Envida de Eugenia, se calumniaba hasta BU amor. Sintió las lágrimas prontas á brotar de eusjójos; empero, se contuvo y respondió: = —iNo, señora, no; yo no he hecho nada para frtráer al señor Alfredo y no le amo!

—"Pues bien; en ese caso, señorita, puesto que é s ^ él solo a quien hay que curar, yo le diré lo que sois y quién sois.

—¡Oh, señora! —- exclamó Eugenia, cayendo líe rodillas—-.Dcjaro vuestra casa, me iré; pero tao le digáis nada, no me deshonréis á sus ojos; 'iqué os importa mi daño si voy 5. alejarme do aquí? . .,. . • "La señora Legalet reflexionó un momento y

continuó: —Sí; sé que habéis sido más desgraciada que

culpable; perq no corrijáis vuestra falta abusan­do del arfior de un hombre honrado; una joven tiene siempre los medios de hacerlo cuando quiere, y vos los> encontraréis si los deseáis vi­vamente. A este precio no os despediré, á este precio yo os prometo callarme.

—Al fin—dijo Lnizzi—. he aquí una buena mujer.

, HERALDO DE MADRID

-"• i —¡Bahl—replicó el diablo—. Si se quisiese mi­rar desde el fondo de aquella indulgencia, qui­zá §e encontraría en ella un infame cálculo.

—¿Todavía?—murmuró el barón.-—Sí; la señora Legalet pensaría acaso que si

Eugenia salía de su casa podía Alfredo no vol­ver á poner los pies en ella, y entonces adiós todos esos bellos proyectos de casamiento de su hija con un joven que gozaba de doce mil bue­nas libras de renta y cuyo padre era muy rico.

—Eres un cruel comentador, Satanás—replicó el barón.

—No; pero soy el espíritu de contradicción endiablado, y encuentro casi siempre vuestros desdenes tan estúpidos como vuestras admira­ciones.

—El tiempo vuela—dijo Luizzi—y... El diablo continuó: —Eugenia aceptó las condiciones de la señora

Legalet, y aun algo más: aceptó las largas vela­das pasadas en presencia de Alfredo, mientras quo una mirada escrutadora la observaba, mien­tras quo la era preciso rechazar con aspereza proposiciones que todos veían entonces; burla­da cuando había conseguido inspirar bastante enojo á Alfredo para que fuese á dirigir á otra palabras que debían hacer creer á Eugenia que aquel amor que la hacía tan dichosa no había encontrado el más ligero obstáculo; insultada cuundo no le había solicitado con empeño; siem­pre amenazada de ver i^ublicado su secreto, su­fría todo esto porque amaba, pues tanto sojuzga el amor á las más fuertes naturalezas i que las obliga á beber hasta las heces los más amargos disgustos.

Tal es la historia del hambre y de la sed, BIÍ • amó; cuando aquejan al hombre estas dos nece­sidades, el que lia vivido con pan négró 5 cófi buena carne, cOme y bebe con avidez lo que . antea le hubiera revuelto el estómago.

La presencia de Alfredo, el sonido dé su voz, era el alimento con que se nutría Eugenia, y no se sentía con la fuerza suficiente para renunciar á él, aunque fuese objeto de las más denigran­tes injurias.

También es preciso decirle, para que com­prendas toda la intensidad de aquel amor, que el secreto de Eugenia, para su tormento, no es­taba sólo en manos déla señora Legalet. Teresa, la imputíente Teresa, le había hecho deslizarse . entre todas las jóvenes del almacén, y volvieron á empozar las insolencias y los insultos ds Lon­dres; pero más vivos, más atroces ó intonsos, porque se dirigían á lui corazón en que herían ; u la vez el amor y el orgullo.

A pesar de todo, Alfredo liabía comprendido que un cambio tan repentino eu la eouduota f'^'*

J LAS MEMORIAS DEL DIABLO

comerciante y fué acogido como hijo de un an­tiguo amigo, agradando á la señora Legalet, y sobre todo á la señorita Silvia Legalet. Era jo­ven, jovial, entusiasta, decidor y poseía ese tin­te de originalidad que da la franquea de pro­vincia. Contaba con tanta candidez su admira­ción á la vista de las maravillas parisienses y de tales cosas se admiraba, que sin atraerse el ri­dículo excitaba siempre la risa. Pocos hombres se podrían encontrar más á propósito que Alfre­do para adivinar el ridículo ajeno y evitar el suyo. Por lo demás, estaba dotado de una orga­nización atrevida, resuelta, hábil, paciente, que le hubiera llevado muy lejos á no contenerle el temor del qué dirán. Así es que su naturaleza y isu educación vivían en continua lucha.

Largo tiempo pasó sin que Eugenia echase de ver las atenciones de que era objeto por parte de Alfredo; pero al fin se apercibió de ellas de un modo singular. La 'señorita Silvia se había apasionado del bello provinciano, que iba á pa­sar un rato todas las noches, al obrador, donde se hallaban reunidas una docena de jóvenes. Al­fredo tenía ya veinticuatro años,. pero aun era muy joven de corazón, y la vida retirada que había pasado en el seno de su familia le había lanzado al mundo con un carácter formado para los negocios y un alma en extremo ignorante para las cosas más vulgares de la sociedad; todo esto contribuía á hacerle más amable. Silvia ha­bía quedado una noche acompañando á Euge­nia para acabar un trabajo que corría prisa, y acercándose á su compañera de labor le dijo en Voz baja, aunque todo el mundo estaba ya acos­tado:

—¿No habéis echado de ver que me obsequia Alfredo?

-*-Nó~róspondió Eugenia, que acaso no había alzado dos veces la vista á Alfredo desde que éste iba á casa del señor Legalet.

—Según éso, ¿creéis que no me ama?-^repuso Silvia alarmada.

—No digo eso; lo único que puedo decir es que yo nada he visto. Será tal vez culpa mía, porque soy tan distraída...

—Pues bien, Eugenia, observadle, yo os lo su­plico,

—¿Y por qué? — Porque... quisiera s.aber,.. si me equivoco. —¿Y qué os importa? —Es que... le amo—dijo Silvia bajando los

ojos. Eugenia la miró. Amar era para ella una pa­

labra que había oído pronunciar muchas veces, pero que tenía una significación terrible. Creyó ver aparecer en aquella palabra, por una parte, ío^as sus desgi'acias y, por otra, todos loa desór-

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denes.de T6re;=a. Pero así que oh&éirfó él rostro Cándido y bello dé ^Silvia creyó apercibirse de que había un amor diferente del que .ella cono» cía, un amor dulce para el corazón.

—¡Ah, con que le amáis!—dijo con lentitud. —-Sí, le amo. Guando le veo entrar, veo al qua

he esperado todo el día; cuando me habla, me parece que su V03 no es como la de los demás; me parece que su vos me toca como si él me tci= t'ai'a. con «u mano, y la oigo eu todas partes. Cuando me dirige una galantería, me creo tan dichosa, que se me" saltan de gozo las lágrimas; cuando se ríe de mí, me pongo triste, tan triste, que se me saltan las lágrimas también.

—¡Oh! -- murmuró Eugenia •-. ¡Cuánto debe agradecer el que le améis así!

—¡Si no lo sabe! Eso no se puede decir. —,;.Perü él no os ha dicho nadaí —Pues qué, ¿se atrevería acaso? Mi imñado

Luis quiso á mi hermana dos años sin decírselo; tanto, que mi padre se vio precisado á decírselo él mismo á mi hermana.

¡Qué vida tan diferente déla que Eugenia ha* bía pasado! ¡Qué amor tan diferonte deJ que ella conocía! ¡Qné sombras tan frescas, tan sonrosa­das y nuevas para el corazón que había atrave­sado tan terribleei precipicios, y cuya existencia no tropezaba ya con mil obstáculos agudos por-(¡ue se hallaba en un desierto! Los ojos de Eu­genia se arrasaron de lágrimas; pero la infeliz las i'eprimié porque ella no hubiera podido ex­plicar su íiecréto á la que con tanta ingenuidad le manifestaba él suyo. Eugenia, llena dé curio­sidad por ver a alguien caminar delante dé ella por la hermosa senda que le estaba ya vedada, prometió á Silvia observar & Alfi'edo la amaba., A la mañana siguiente fijó la atención en el jb-ven y echó de ver que era para Silvia lo que era para las demás, y que si alguna era privilegiada en sus atenciones era ella misma. Pero Eugenia no se detuvo en esta observación, que ni auii llegó á ocupar un instante su pensamiento. Lle­gada la noches Silvia se dirigió nuevamente á Eugenia.

—Vamos—la dijo—, ¿no es verdad que me ama? Esta mañana ha dicho que visto enoauta-doramente.

—No hay duda—contestó Eugenia, q-ue temía que aquella alma tan ingenua se comprometiese iraprudontemeni»—; no liay duda que os lo ha dicho, pero también me lo ha dicho á mí.

—Sí, pero lia sido por disimular. ¿No visteis cómo i'ccogió mi boi'dado cuando yo le dejó caer? Y dijo que ora muy bonito, y le tuvo un rato en ia mano para tocar lo quo yo había to­cado, i V cómo me mb'á ul de\olvermelo! ¡Ese» bordado me abrítao al tomarle*

Page 5: IIUllll |,|||l^^w«MW^:^l^ De iileresss laierialss. -I. a?B

HERALDO DE gH! Sie S S ^

m í o m TEATRO Espectácuíos^de Madrid.

•• l iaf ieL—Sn vista de) extraordinario éxito c^tenMp an las reperasciUacioiies del drama blátó-tico, #n tres actos y en Terso, d<i T). José Zorrilla, ff^siáor, ini^nnfsín ?/ rn-iríir, oj domingo, por tarde jr ntobe, R9 pondrá cu n&oena, coa el paso de oo.

Con este motivo és traslada al lunes el estreno de la comedia, en cnatrt) actoa y en verso, de don FranclBco Eoiaa, refundida j)or D. Tomás Luceño, titulada Amú ;/ criada

Comedia.—£1 cuarto y úít imo noncierto del luarteto Francés, que estaba aunaciado para el asarías 7. ae traslada ai sábado 21. ,; Los soñorBS al'onaííos í^ne no estén conformes íon el cambio de fachas jjueden presentar el talón ;n Contaduría y SKÍ le"? devolverá el importe del áltimo concierto,

Cémico. Fa«!:;di aiaiíana doroingo se pondrán « n escena en esie te i ; ra ias aplaudidas obras si-gijientes:

Tarde: ;i las cuatro ísenoiüa), jEcIie uited aeño-raí.'; á las oinc^ (dcil)le). Las hijos dsl aire (dos Setos),y a l a s seis y media (doble), .Sí hongo de fcrcs (tren actos')-

Koolw; A las nu ;r? r tre» cuartos (e^necial), hos íxejrs de Gui,liccr HTPf :-ictü5>.

T.as localidades puodei' adquir i rse en Contadu-; cia maííana sábado', A'i iras á ¿teto da la tarde y de atuve á Oüoe d« Is noeíip.

Sídredaeles. - l 'auana síil)ad" hará su debut Bn •ete teatro !;i a i laudida liplii cójuioa Manolita G-!D;.(ileí:, q:jM latsrj-jre'.ar.i "í pap»,! ri" Jnlieta en la opnreta do eilniOj rtniarn» éxito Jianato, conde

!iü «I TOiiuio d;;i 1i-).rA" p,n 'l,u>ut la Srta. Adela A. 'loiano;;, f)ufi p ^ a i)"i' pxiineni ve / laoscena.

La obra eiegiáu par;; -.^a preHeiitauióti ha sido la i ^U'vrpta l/'-ra^ii i-iuMi ^ái:,)i-c. por cuya causa fué letirada del cartel Jui-anii! WUJÍ días.

El próxim't lucrtoasp vi-Tíficurú ulestreno dé l a ftarodia do la «'percta, f'cr.i, la -¡¡¡.uia alegre, titula­da íVova, la i,'íi'."it ÜCYJ,C, letra y miísica original de BpJaiididos aaton'o y )):ne«tros compositores.

Boyal riorsa»!.~~l.a Empresa de este favoreoi-t'r. teatro egtá do eníiorabuooa, pues lia descubier­to un filón cori 'a iinev.i obra t i iulada La fuerde de O'/so, que S9 f"íir«ii'j R) ultime» sábado con éxito ruidoso.

El piiblico 8ab;,»-ea con vsrd-sdero deleite las graciosas jituácionaa que abundan en el l ibro y ia inspirada partitura del maustro-Orejón.

i d c l a da Vicente es objeto todas las noches do grandes ovacionea por su meritÍBima labor. Luce gu espléndida heraiosura y sus grandes faculta­des de cantante y actriz excelente.

Ijl £ir. Muñoj; iiace un Guliórrez gractosfsimo, 4s£ü03trando que es uu actor cómico de pr imera .

Muy bien la S r í ^ Varg;ts y el Sr. Coronel. Todos tacen la obra con Terdadero cariño y á todos pre­

mia el ptibiioo con sn aplauso. La fuente de Orp.o dará mucho dinero & la Em­

presa y á sus afortunados autores.

NaM* Hiiei«Bsi.--Xa9aaB Sábado, y «a la lee-clon de las disü da la noche, as verificará el estre­no de la comedia en tres actop y an prosa, arrabia­da á la escena española par nn aplaudido autor, titulada Ei dogal al euellt.

I.O Bat-paaat.—El domingo S de llano se ea* lebrará en esta teatro nna ínaoldn da olnamatC-grafo y variélé», ea la qua tomarán parta artistas da gran mérito, como aon la (r»n^« Margaritas, bailes regionales y panderatdlogoa, oon loatrájas tiplees de la huerta da Valanala; el Ér, Kobles, que se despide de asta público con an arriesgado

I salto de la muerte, y l«s Keira, tan aplaudidos en la danza da los apaeh**.

También hará su dibut el tan aplaudido mono-loguista Luis Esteso, oon nn repertorio completa­mente nuevo.

El sábado y domingo, de nnaya da la noeha á la madrugada, grandes bailas da pí&ata, filtluos de la temporada, con grandes eonenraas y regalos^

NOTICIAS^NERAtES Ayer tomó posesión del earge de «omisa»

rio del'distrito de Basnavista D.. Rafael Uribe. _____^__.

La mejor defensa qne puede oponerse á los rigores del frío es ana perfecta natrieión, que se obtiene seguramente tomando Carne Líquida del Dr. Valdés Qarefa, de MonteTÍ-doo. •

El Gabinete médioe de soeorro del Inrrio de Salamanca ha prestad* por áste dnnnte e! me.i de Febrero último, los siguientes ser-vicios:

Ea consalta públiea, 715; fdera fd. de nir ño?, 105; á domicilio y en ol Gabinete, 153; casos judiciales, 33; vaennados, 4; total, 1,010.

Combate el raquitismo de los aifios la Fosfatina Faliopoo.

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Capropa d e S a n Jepóninto, 32, ppal. CASA FUNDADA EN 1863.

La Gacetai La da hoy pnblica, entre otras, las siguientes

disposiciones: Vnarra,—Real decreto concediendo la gran cruz

de la Real y militar Orden de San Hermenegildo al capitán da navio de primera clase D. Alonso Morgado y Pita da Veiga.

I n a t r n e e K a pObllea.—Real orden aprobando las oposiciones á las cátedras da Historia Natural y Fisiología é Higiene de los Institutos de Córdo­ba, Baeza y Mahón, y nombrando á D. Diego Jor-dano é Icardo para la de Córdoba, y á D. José Oos-cOUano Burillo para la de Baeza, declarando de­sierta la correspondiente al Instituto de Habón.

Nombrando profesora numeraria de la enaeñan-sa de Canto del Conservatorio de Música y Decla­mación á D.* Salvadora Abelfa.

ídem catedráticos numerarios de Historia de Espaüa da la Facultad de Filosofía y Letras de las universidades de Valencia y Granada á O. Antonio da la Torro y del Carro y á D, José Polanco y Ro -mero , respectivamente.

^ ^ ^^^ , v l D A RELIGIOSA

e l r f tno i i»b . rE ' ' c»o ; - - ' < ii . ' ' - • - ' , d e p a ^ o e o ' > ü l ^ l t i " " *

Con ve rdade ra ^•.íut.'.iccion rcco;d. i ino. . : j | i aquel los de n'.jft-iitr.s i s j to res da uno y ft;.•.:. í ' sexo que sufran do ;-<;!• ;r.ii¡.", re-.' ;¡ac....nei;, ae-s- I

censo?, desviicii:;": ^'o ;.)•;• oig-i-jo., a;;., ..i ÍJ: c- • sencia en M A D R I D -ic- i-ráii eüi j íc;- i , .la <.t'' Par í s Sr. A. CXiAVEEilü, p r o v e e a c r dei t Ejérci to y de la María . r.a Tríviciu y Ó.Ó ia- j g randes a d m i n i s t r i c i o n e s de cíclia aaciOD. i

ü i g e r o s y floxilñes, pí-ro cap i ce s e s -ÓFS- ! a r ro l i a r un i j o d e r d a coute i ic iÓB. i l i i i i i t a - ; d o , los nutívo- apara tos patüatauos aa A, j

ES Vd. GOTOSO? " Donata i 4 años qne estaré snCriendo de resma •nieaUr gotoso.-pasaba por lo menos 2 meses en cama caoa invierno, casi siempre cojo j mocho* •ños en maletas. Los balnearios y medicinas no me alÍTiaban. Elste invierno he probado el URICURE j ahora

ME ENCUENTRO SIN DOLORES kndo bien, duermo como un niño y como con «petito." • j RAMÓN MENENDEZ,Tenderina No. 3. OVIEDO 6 Mayo 1910. De todas partes del pais, nos llelan noticias dando cuenta de resultados igualmente rápidos y sor. presdentes obtenidos por el

URICURE Ho qoerils pues ser el único sufriendo I No ejerce influencia sobre el estómago, ni el corazón, ni reaoiere dieta cspeciaL

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din t lin Harxa de ISII . L<. - ' 'u , n 11 1 lañarla.)

i ( ii , .-1 Tj»icio, Papa y mártir; L, í <- -.T^iif, <i-atjr y Arcadio, obis-

f 4

' ' í 7 11- I n viun son de San Casimiro, 1 V 1 J¡f>x blauco.

•f-ímo '":!.¿io .?j Sundines.—(Cnarenta ho-•:..• I.i rciucana, :i las ocho, exposición da Su A.'Eif':;ij.i, 1 Í.'u5 die-5. Misa cantada oon ser-ca;p.s> di JJ. --driia Manzanedo, y por la

: 1..;: t..!ico, E.-,iacic.n, Santo Rosario y so •./.•oce;;o-j il i R(3áerva.

En.-a.—i'S." ie abono.—31.' del turno 1.*)—A , a» 8 S'i, Cristo en la flasta del Purim.—El final de

C L A Y E B I S p rocu ran , desde ej t aoa ieú to r,oíi Alvaro (eitreao) m i s m o de su aplioación, ua aiivJo 5a;Taodi: tú y todas las ga ran t í a s ca te t ra r iaad ab>;o.ut.9. | E;»»»"»»—(Popvílar.)—A ias 9, El agua milagro.

I m p o r m e a b l s s , i m n e r c e i i t í b l e s á causa sa y r.-aidnr, icoc.-Í35o y mártir. de su escaso To íumea , p e r r n ú e a ei e je rc is :o ! ^Jj'- a- : r í , ser ;o eoacierta por la banda muni-fácil de todas las p r o f s i i c n s i . i '^'-'"^ .

C r e e m o s c u m p l i r un deber da buaia t i idud » ~-í..-,,-,ca.%3.-íiIoda.)-A las 9, Primavera en oto-aconse jando á los qae tu f rea , sea ca-ü faa re ; ,>, ,, '¿ •3-.;ui-. snsaxoj que aproveahfia ia eitaiici '•'.1 l i u ' a i * tra c iudad de este emir íente Drict ioc. ; cjaíeJi.»,—A las í^, La escuela de las princesas.

El Sr. A. C l r A V l K l E r ec ib i r á d» Doeve > • -— — — — — de la msfiana á c inco ue ia larde, ec • . ^ '^•«•-A las n li;-, Loa holgajaneg.--A las 10 li2,

M A D R I D , áo t i i i ago ÍU^^nes f> t t-arí^: 7 y i ' ^ i " - 6 I ^ t ^ l e ) , La « a r salada. mié rco les 8 ae Mar o, Q-^&n M í * j i ha e _._J J _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ del Arena] , J 3 y 21í > t - - « . _ ^ I ' ( i i ' ( dob le ) , El trust de loa te .

Cin turas v e a i . ^ C ¿ i ^ P T ^ T ü r , i., y i -i h -A las 10 (doble), Agua cu rac ión de ¡as Cf » í^t _ j - _ - u u - ' < a» ^^ ^ h lable aéreo Iris y El mo. do ia muje r .

r ( i r L le), El hongo de Pérez ) " r jii j.—A las 3 3[4 (especial),

os C ^ I 1 ( . < íes actos).

A i

cura ó se úiv P A S T I L L A S del ^ -

í H i l i nosde viento.—A las 7, \ 1 i 9 3¡1 (doble), El conde

' ' L-O' l .

A l y3<S2i jQE'e':

Sevilla. Hotel Oriente. Ca.w-jt-si^» -y

Tos, garganta -' j ^ ^ »

La Compañía ÜO 'C C^/.U= • j .. en Málaga, ha ca.raoi o <.'^ la- ^ escribir por las \ O t i \ ID -i r , más perfectas de cuui. j ' i„ i _ ^ :¡ ^ bir se venden bo,.

Refrescos m^te-^e?, AI>C A hA ^

r I

! .. & Peaato, conde de Luxem--o ' 1 L loca fortuna.—A las 8 %\i,

\ 1.1 10. Dora, la viuda ale> a ' > Le íoua fortuna.

i ' i s 6 1[í (doble), El dirigible.—A 1 m i - 3I pioiimo.—Alas 10 l [ i , Las

(n-i'. u 10)—A las 11 lt4, El pueblo 1 (' a '^^i I de La Corte de Faraón).

H t, <4e3 1 u iFiiai (Concepción Jerónima, 8).— s / 5 s •> I gp 5.'oae3 de películas.—Alas B,

s eiat,ijx A ¡as 6, Los primos.—A las 7, \j< oi-a o (jaif""e (omer sola.—A las 9, ¡Parro. , 1' y i} 1 1 0 ' A i asj 10, Lo que no vuelve,— ' i s ' ' l ( ' ! u D e f ag i r I J S vidrios.

I

Bornea.—Seeeiones desda l u &—ArtUleas OB4 líenlas.—Debut da Fedora.—Orandos' faites da Ti-' lar Pardo y el negro Jhonson.—Éxito' inmenso <le Galathea de Valerie,

iistina.—A las S, Las tentaoiones de San Aateni^ —A las 6 li«. Epidemia nacional.—Alas 7 li9] Hala hembra.—A las 8 %\i. La hija del barba.—< A las 10, Niñón.—A las 11 Itf, Epidemia naeioi onaLi

Saitf n HaeíasMi.-A'las 6 (dobla), Vwoladn al GrTande.—A las 9 l i ^ El enemigo encasa.—A las 10 (especial). El dogal al onallo (estrene).

Benavante.—Da 6 á 12 Iji, seeeidn eontlnna de cinematógrafo; novedad y astranos.

Petit Paiats.—Desde las 6 IfS, artísticas y va­riadas películas. Gran éxito de la notable pareja do baile Mlralles y Oarcia. Debut da Angalita la Predilecta.

•II I — ^ w ^ M . — — • . . ! ] m

P r l n e l p e A l f o n s o . - A las 6 y á las 7, Cinemató­grafo cantante y varietés.—A las 6, einematógafo y gran éxito de Raquel Meller.—A las lo, cinema­tógrafo cantante y varietés.—A las 11 (eapeelal), cinematógrafo y Perilla, Amatista, Nuria Marsal (notable canzonetista), Amarantina y Staqiiel He-Uer en el monólogo Los vapores del champagne y cuplés nuevos.

SnKSn Hadrid.—A las 6 ijS, gran éxitd da Olma and Nelly y hermanos Gómez.—A las 10 \\k y tf las 11 3il, éxito de la Freolosilla y la Sirena, n(W mero sensacional.

Cinematógrafo en todas las secciones.

Tea t ro HadriieSo.—Desda las S de yi tardeu cinematógrafo, varietés y los ehtrémaáai f>fca(e2i COS.—A l a s l 0 1 | 2 j t^ l l2, seecioiiaseXtratñ'dB» rias por las atracciones de gran éxito Calleja, Do-medel, Tina Meller y bella Liliana. B'ejéstréno de l entremés El negocio se endereza. .

Tea t ro üTaeTo.—Desda las 6 da la tifiada grandea atracciones. Grandes éxitos.—SeuBaoiaAar'Angalii' ta Easo, con la pulga. Escnltnral H a l ^ t de Ho-tiogna, con la hormiga. La Españolita^liss Oallaraj A. Aroca, la Morenita, la Jerezanlta, baila Moifelñf petit Alexandre y reaparición da ÉijSnca Stella con sus danzas egipcias.—A las i l 1 ] % seecUn peda l de moda. iei«n eai

Boyal Koraaai.-Hargot, Iris, Palmita, bíón Baila, k. Medina, T. Herrero y otras y las obraa Btt>< tre bastidores. El maestro Garrotín y La fuente dW Orfeo. •; 1

1.0 Bat-paaati—Secciones eotttinnáh—: de 6 á 8 y da 8 á 10, Cinamatdsñto'y I*» trouppe, Margarita jr Sr. Robles en el- Salto' muerte.—A las 10, Gran baile de PlBata.

Beereo da BalaaiaBca (Ideal Pelttmo]«^ Abierto todos los días de lO'á 1 jr de •'< t^Skatlnf cubierto.—Patinas, cinematdgrafo.—lÉlrtet moda miércoles y sábados carreras de tfatift

oda

O X J O K , O S I S -A. IsT E Í DN»¿C I - A . Loa individnos cloro-anémicos de ambos sexos son terrena ibottado para atlqtiirir las ateeeiones consnntíTas, carfindose des­

pués de tomar algunos fraseos del más potente de loa Téalo««all«OMHMItayoMo«i qne es el

D I N A M Ó G E N O SAIZ DE CARLOSi la deeoloracidn da los labios, enofaa 7 eara éeíaa, adqatriendo poeo f poeo el tinte poaado nopmali el apetito renace , las fuerzas aumentan y rftpidamente se raeobrala.aalodk fin la raofer ae nonaalisa la menstPBaelAn y desaDarec© ia leuoo'-peai si la hay,

C'asi todos los NIlíOS de ambos sexos están anéiiihwsi JT neeesitan na t é ido* poderoso, S la Tes qne inofensivo, para ayu­dar á su desarrollo, siendo el mejor por sus segaros efeetos, eb W««aaéi>•>> npm ademfts cora elpaquitismo y iinffatismo*

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) 5 SS 'S7' « O líJS. -áiL. X i

Es el tratamiento más raoionrii y samuro ;:iar 1 u curación ÜO ias enfermedades del e a t ó m a g o é i a t o s t i a o a i aaaqoe tM|Ma una antigüedad Aa tróinu .;nos y tío se bavil;, CIU'JQO con otros medicamentos, siendo sos efectos quitar el d o l í » y - t s M l i a a molestias de la d i g e s t i ó n , afer-ir ei a p e t i s s i/ a ' i i j áa f é .'as d i g e a t i o n e s i tonif loap o l a p a p a t o d l a o a t i v » y la eeaao- •

-f 'i'íno csiTis «isáa., ú :jier"a ínejar y s e n u t r e . s ^ i j s s úa b ' aca a. £!o;c:f f arúoí^ úa e s t ó m a g o , loa vómitoSf véPt lgo oatOMaoalf

mía en general, i ÜOA CURA ias a c s d é a s , _ _ . _ , -

indigest iones ,^i*ataciúi i>y¿ ^e.^a «ieS tn^iam^^ií, i3i |2eralor'hidria,f latulenoiaS| o ó l i o o s , diappoaaydlSOOMWifaOl ia f e t i d e z d e i a sE lepos^s l^ -ns s , eí r^si^s.yx'^ y i&s, aiisissv Es un poderoso v igoplaadop y ant iaépt loogaatnn ia la i^a l .

Los n iños padecen con tvec-Sáací: alsr-^^ias • ' ~ — "-. —• ••-- ' hasta el punt© de rci-tirair á la vida e-Dftrmos u-ro

Con frecnenci,^ muuho i errferraos c e : .uisr.-ta él : al levantarse , iangua í-ccia,m;i; tl-^^v a3a: i . ;n tc comidas , e ruc tos agrio;:, ga^as, Í ' Í£C: / I Í , vai i iao- , n^ a l t e rnando á veces oou (íiarrt 'a,

o i-ct-xio^ graves, que se curan incluso en la época del destete y deatMéa^ -jibiercenío perdidos. . ..»• ^ esávo, aunque no todos, presentan el siguiente onadre de sfatoaaa 4 nrle ée guas ds boca, estado bilioso, inapetencia, abatimiento y triatan deapafc de laa acs iUQ cabez3, dolores al estómago,.vientre y espaldaí T6aiitMy ti>ÍnÍ!flriaBl%-

^Ó, Madrid.—Se m a n d a folleto á qu ien Ío pida .

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i ...^¡X • ' ^ . i HERALDO DE MADRICf

que la buscaba en todas partes y que en todas partes sabía alcanzarla- El joven quitaba su obra á ésta, hacia llamar á la de más allá, hacía mu­dar de puesto á la otra, y de silla en silla llega' ba al la(k) de la señora Legalet y de Eugenia, á la que no G| aba decir nada, pero en cuya atmós­fera respiraba.

La señora Legalet reía mucho todas las locu­ras del joven y le llamaba, jovialmente, el tira­no del obrador.

Luego, por la mañana, Silvia quería sentarse también en el rincón retirado en que se coloca­ba su madre, y como Alfredo iba allí aún, pen­saba que había ido por ella, porque la había se­guido. Otras tardes, si Eugenia había atado una cinta negra alrededor de su cuello, Alfredo ase­guraba que las, cintas negras eran un adorno dilicioso. Y Silvia.decía a Eugenia:

—Eso es que desea que me ponga una cinta negra, porque piensa que me sentaría maravi­llosamente.

Silvia se ponfa la cinta. Eugenia se quitaba la suya, y cuando Uegaba la tarde, descontento Alfredo, la decía por lo bajo, pero de modo que pudiese ser oído por Eugenia, lanzando á ésta al mismo tiempo una mirada de reconvención:

—Sois buena y, amable y no tenéis miedo de poneros lo que me agrada.

A la hora de las confidencias, Silvia decía á Eugenia:

—¿Veis cómo me ha dado las gracias por ha­berme puesto tma cinta negra? ¡Oh!, segura­mente me ama.

El eco del corazón de Eugenia repetía: (Ms ama! y ciertamente era un espectáculo bien.ex-

ría, esas mibes de tristeza, jior las cuales h a b l a / traño el de aquella joven tap ingenua y tan ig-• ' norante advirtiendo á su rival todos los obse­

quios que se le tributaban y haciendo la confe­sión de un amor que sin todo esto acaso ella no hubiera sabido comprender.

El disgusto que Eugenia experimentaba ea las confidencias de Silvia, la frialdad con que acogía las palabras de aquella niña, no basta­ban á imponer silencio á su joven pasión. A pe­sar de todos BUS esfuerzos, se veía obligada á oir hablar de ello sin cesar, y como un día dije.se á Silvia qUe SU .madre la reprendería si llegaba á saber que ella le ayudaba á alimentar un amor que acaso- no aprobase, Silvia la respondió al instante:

—¡Oh!, mi madre lo sabe y no rafl riñfl por eso; ¡Alfredo es un joven tan honrado, tan res­petuoso y tan bien educado! Mi madre es quien •me ha dicho todo esto, y de seguro le admitirá el día e n q u e pida mi mano.

Todas las palabras de Silvia herían dolorosa-mente á Eugenia; sobre todo- la palabra caca-

Es verdad—dijo Eugenia .'spitió inclinando la cabera.

Después gua rdó silencio hasta que Silvia le pregun tó :

- - ¿Pero en qué peníiáis? - En nada, en nada. l.ue.jo i:)rosíguió:

Sm embargo, no quiero engañaros ni deja-•os amar, imesto (¡no creo no sois amada; por-•jiíe debo suhirtio horriblemente cuando una lalla áebprecio por arnor.

•—.í.Quó hay. pties'í'—dijo Silvia. /,No habéis notado que*liace un momento

ha dejado caer su pañuelo una de nosotras y (jUB él ie ha alzado del suelo, reteniéndole bas­tante tiempü':*

- Sí, HÍ -dijo Silvia-—; pero era el vuestro. Además, le ha estrujado anudándole y volvién­dole á de.«atar: se hacía con él una especie de velo y se cubría la cara; pero entonces reía, ju ­gaba y estaba alegre: es muy diferente.

La vieja Eugenia había descubierto lo que era e! amor en u n corazón joven. En aquel momen­to descubrió la ceguedad natural que va unida s iempre á esta pasión, y temiendo desgarrar aquella alma delicada haciéndola ver su error, »?;-peió kiúii pa ra atreverse á decirla la verdad. I 'o r otra | iarte, ¿uo podía engañarse ella misma, ó no era posible (jue hubiese perdido su inteli-geiJvvm en la.s roñus ino<;enteSí- • •

De este modu aa pasaron los días, y Eugenia, cj tie observaba de corithuio las menores acciones l ie . iUredo, ( a^i se vi(') ol)lig:ada á conocer que el a á elida quien sejdirigían esas miradas, esas Viaiabiaá de (loble mentido, esos instantes de ale

hin tesar un lorazón que aun calla. Durante este liem}!o>?iivia no veía nada, ó más bien no repa­raba niarf (.{xie en ío que podía halagar su espe» ranza, y eontiaudo todas las noches á Eugenia los t ragues indicios por los que creía adivinar, el amor cíe Alfredo, enseñaba á su rival que las se­ñales mucho más seguras que ésta ob.servaba sólo eran las do un verdadero amor. Eugenia te­nía piedad de e.-íta niña, y se acucaba de ser amada tíoíno si la hubiese engañado. Demasiado «íolorida aVin do ios emoles golpes de que se ha­bía librado, quiso evitar todo lo que pudiese volver ú ii.!.útar su vida en eualquier lucha inte­rior. Desdo entonces p r o c u r ó poner entre ella y Alfredo obstáculos quo éste no pudiese superar. Bajo pre tex to de quo el sitio en que se hallaba colocada estaba demasiado lejos de un quinqué que ardía cerca de la señora Legalet, se retiró á uo viueán y detrás de la lar^a íila de sus jóve-ntírí rcoipHnoraft. (.''oii esto no liízo masque pro-uorcionar a Alfredo la ocasión de hacerla ver

DEL DiABLO

m/-:-!}í<'> la fué bien doloros.í. ¡Podía elia ra.-.ai-ae, ella, pobre nina perdida! Y aun suponiendo q i n el amor de Alfredo fuese tan íiiicero como de­bía creerlo, según lo que se la decía d s mi amor puro , .ffio debía reauDciar á eií

l í e aquí cuan ingeniosa e& la pat ion para in-írod)icir£s en el (,or.izoa. Deide e; moinento e n ' oue Eugenia creyó £8 la ccnsideraba indigna de f--?r amada, la uacia padejei ' la idea de no serlo, y el naior da Aiíredo, que taiilo íemia deíar ío-]ii,i!; aainenío, temió igualmeaio perder lo .

E'jK'aces) dudó, quiso ver íi ts.üibioii, como í üvH, ei^ presa da una c s g a e d í ó ÍOL,'. y ovitd el aproxiT-iaiSe á .-Ütredo, no ;")or ha i r da el, üino para e>ipei;im6iiL«ile. iil jOven la par.iigaió con la mismci. destreza y pereevsiunsia, so ;i',;ercaba á ella por mil !ne.:I:o- que uo puedo decirte. Eu­genia le seguía coa ausiedad eu todas estas pe­queñas maniobras, y cuando lo había consegui­do y ya no podía dudar po r m^s tiempo que él era dichoso'eu estar :i su lado, ella también lo era en estar cerca de Alfredo. Le estaba recono­cida porque la amabu á pesai' de su falta, como ti él la hubiese conocido, y se dormía algunas veces outrevieiido la felicidad, po rque ella tam­bién lo airiaba.

Lo íi^uoiaLa ->jvL.= í;í ciiands, voivL;udo un día dei caiopo de ver d su hiia, se 1;Í dijo que una nueva oficiala hubia aicio admitida en cas.i «le la l l ego ! \ .3 COI 1 a d a u p u d o desp i i p re í ; ! ; el b a o

Ei^ Uioaíi-SU) e! i VUig.i: h a b í a c r ee r . d o la i

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j su con-cieucia ia sostouí.i, y se iiaoui dicuo iutcrior-menti; ouo en CÜÍO de tíesei^.iovar de su caiifia dejuEa aquella casa y buscaría otro asilo. Pero cuando liego la tarde y apareció Alfredo, el es­panto que Teresa había in:?pii-ado á Eugenia, y contra o; cuai se había ñeutido ésta con tuerzas EufíciCiite^ para luchar', dciuuuí couipWrtameiitu su uiuia. Eli el ju'imer impuiso do si: íeaicr qui­so o:;uU;;r t i üUior tU; Aiír'..do y ledídiió las ¡irecniuiísnob pai'.i i.:i!!u<!^aí; i.i. Kii. u .u s , desea-í):,i e tw aii . jr . l u , ; ; " ' ' quo E v'":."; u:,'^ f^iu! riJU-Uiá di lacií'íO. ÍJvspi;;'... .Uiu:s o*:- uiiuidiid'í i.' veiada, c a a n u o ti iups'riíd''"; ipii.! jó'v-- ;; l-.i h:d}u adivi-

" V ,

nado, ointió que uo tendría coEfsael deqatdft de Alfredo la misma fuerza de, ftniim!X|ua Jhtfefii tenido contra el desprecio de loa demias 3P,.{>tiÍ un momento la orguUosa Eugenia tUToél pmH samiento de implorarla piedad de aqneUá Tflk resa que la había perdido. Pasó el resto cU^ft-noche con los ojos bajos y Henos de 1%rignií. sobre su labor, y cuando se levantó para ntil . . rarse, Teresa se acercó á ella y la dijo cíMi U l | tono en qne reinaba la cínica ironía del T i c i o a j

• Es gallardo tu nuevo amante; pero t i e n e n aspecto un poco simplón. Ea un buen incíaatai) que atrapar. . •

Eugenia se indignó extraordinaiiameütd f # oir palabras tan infamantes, y no pudiendo res­ponder á ellas, se volvió disgustada hacían o tra lado.

Teresa se vengó del desprecio qne tan bien merecía devolviéndole á la que no era digpia de él. A los pocos días Teresa conotáó el amor .da Eugenia lo mismo que el de Silvm. ,

Entonces se acercó más á,ésta, provocó<las confidencias que Eugenia rehusaba hacía mu­cho tiempo, y segura del error de Silvia, se íe mostró desgarrando desapiadadamente su jo­ven corazón, porque en su desesperación hería sin piedad el de Eugenia. , "

¡Oh!—exclamó Silvia, cuando Teresa la dijo. que Eugenia amaba á Alfredo-^. ¡Oh, es impo^' sjble! Ella, á quien se lo he dicho todo, á quien he confiado todo lo que tengo en mi corazón, me eugaua y se burlaba de mí; estoy segura c e ello. Es una erueldad y una perfidia sin ejem--piar. Todo se lo contaré á mi madre.

Y haréis bien respondió Terega, que sabia aiauejar hábilmente todos sus medios:dé ven­ganza. •••• •

Silvia corrió á contar esta gran traición,á:Sti nuidre, que mostró aún más indignación que aquélla, porque se creía con el derecho de exi­gir de Eugenia más que de su misma hija. -

Por la mañana la señora Legalet hizo llamíH? á Eugenia, y antes de entrar en explicacionet i a mostró una carta. Era la misma en que la 8%f Pora Benard había recomendado á Eugenia.A su cufiada. Esta carta contenía todos los s e c r ^ tos de la desgi-aciada joven.

Eugenia la leyó con la cabeza baja y se la dd-volvió á su maestra. ' •

—Ya lo veis—dijo la señora Legalet—: lo sa* bíu todo y, sin embargo, nunca -jhe dicho unji-palabra, jamás he pronunciado una frase que pudiera humillaros delante de vuestras compa­ñeras; yo os he evitado hasta la pena de;tener que Koni'ojaros delante de mi, y me recompéñ-s,us ex(dtando con vuestras coqueterías el anidr de un joven destinado para mi hija, de un hoiU'<

Page 6: IIUllll |,|||l^^w«MW^:^l^ De iileresss laierialss. -I. a?B

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SÉRYIClü AGRONOiMICO S r i X Kot b?,' alta inspoeeión del eminente agrónomo Excriio. Sr. n . i . i r i s ORAXOE

VILLANUEVA, 1!, ó al d-omicüia soüia

tíecdida ea Is mayoría de loe casos, aa¡«i«-a» <nie i E2US í.'» fací', y Eomeiiíaiíao, gor tí. u ^ e o d e l

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¿deoait, í6!it»rte5Í3»-lsíiir*£i&t!, e! Oeirara-lipo RiebalstsQD cneí* «sotajss fr»Eif>Sia*. Eatat íoíitiíteri ee la sicjpUc i4»4 £*! tí»t*liíi«61iX §oe *o esií-f- K! destatsa ni casketáaSe tMbí».

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E. a iCHEÍ tET 13, ruó C}f.Eitstt!T, ea Seiia (F.-aacia). ^ - - . iTO GENERAIi V tENTA.^-Drefwtfa

e r>.^Frfincisco l.ovarWi, etgí a« Saft ifiAeio íe D> PO ^n. Fr;

l.,OTola. í* fíretíe tí fitcadfi), Bsfi Sefesstiáii, DI PftMTíkt "OS í \ iVíAPBW) --ífOi- «i"-n.

it>|.pn> , pHüa «el Pr;ip-«n

don-ie la sanfrt inf'Tta'la llevü t las diversas ra-g 1- i'e orgRm^mo 10= virirt rrí'b ilflí qn» la fi-\f T jii i>Ti fi"r ' i pK.1 ^ la, ni 100 ji "p O br " sorP"- rte !,<> lor-lie .• >io iOí, Kiilfr í-, I I L ras . rl Deminüvo 'n farimci-iy i n n rni S»-es H!|e'! «te C.rl"> Kitni-i.-ft J'i "1 irc ulta o oaM in lantari-o iLlzarton, 1 pai eroo 1 tstrmatia 7 úTOpipr »

Ala di 'rti-Ti pt Iti-iii j y at fso nnient ln>'n P,ni!'no Anuuic. 11. at, ' 'iwfaerii I ic I fiH n d-i 1 hi r> en iL nn d ijomifn Vija l'"0 "iM-> íi-í»! * ('«if n' '«, U

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i T O "O" IR, ÜT Mi TLSS HAMtAZO. KCK. S», MAORID; T£I<ErOKO « ^

'Estudio en la Academia, bajo la^iirccciáu de les^rofi tabnib ' i f a t c r m i d o A cariro d e M, ii'AHíKtíttO». I üe oor.voca á los .'iccionistiis do la Sociedad Andniñi(> i..Mpha>;i j;inla gr-n(»ral ordinaria y extraordinaria, qne SS' icelolii'arl P! í'.'i del ftolnal, á ia's csislro do ia rarde, on «1 do-liiiriiio social. Pan Viifpnio, S;1S, ontrosnirlo, t>ara aprobar ei baianr'o del csáo último v delarminaf íobre la Uquidaci<^ de la Soi-iedad. Valencia, í da ÍÍar«o de 1911.- P©r orden del Prcyidi^nto, elj^irector-garentg, A n t o n i o S»|»««n.

TRIBUNAL DÉ CUENTAS Oposiciones Mavo. Prepafaííióu, emt)le«tlo« d»l initíbo

Informp» (crafís, Honorario* mídicn». ««««o, 9i> d* i» « 4

t *li*U,f V P ^ " f-^^ " l » t 1 Qilf í 11 H>3 ljolaj!ii '<>»tai.i~n"S i " i » l i"t-<-Lg»i) < « s j c^i

^ ,t>n^» *, t- 1 <tn :P«I l-sd * D*""tieí<3*í- *•""

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bocio esofíáimico, uicsras var-icossa tnaíitlifie y graves eaíeraiedadss de isiBgTinO d é l o s áaieaíneate t e tnoiestiaÉ c6a e l Radium, de SCCÍSB cosatante, grande, ver, aaderaisiefite maraviUos» eo 6«s efectos en taa varias alee Cioijes, ea al InstitaíO SsAiuíBterápíso de M«4rld,

PfdeHctílSítre ' . i D. Kaberio Mo-= O. Rutfoo (*-" SfBSí Pé^t-s . i»,í« ^iMd».' »«f i Ctl ' t - 1 >

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del O»*' i^aémi^ogam ñ f*D A n A Di C S ' fl*» fetsBetJio eon-K 0111M U n D L. bi- tra los miañas tefeíKh. tes Jr cróaicos, M rsé^Wrhi-^t-iiñ ¡s «á^eeíofa» Cfón consifüientes, y-aasillat iusüperabie d» lo» diferentes traiaraieutes oh^a enríil' la ÍMSSÍ--ci(?0St.í, según hfimeroSCis tefetitoonios facultati­vos. F r a s e o , S ^ e s « t a s . iPlasa de la Xa» dependencia, B.*«B. 10, lEaáHd, y pida,ci« pales farmiaciac da Süpajia.

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