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GUÍA DE LA JUDERÍA DE
EEl asiento permanente de judíos en la villa de Tauste es paralelo con res-pecto a las restantes colectividades de las Cinco Villas. Constituye el punto dearranque las condiciones favorables que contempla la carta de población–quantos veneritis ibi populare– tras la conquista cristiana. Sin embargo, no seconsolida hasta la segunda mitad del siglo XIII, cuando solicitan al arzobispo deZaragoza la licencia de construcción de una sinagoga en 1280.
A comienzos del Trescien-tos (en torno a 1305) sobre-viene la primera crisis de cre-cimiento por la intensa activi-dad bélica registrada conCastilla y Navarra, solventadaen parte con medidas de fle-xibilidad fiscal. La poblaciónpresenta una gran movilidad;son pocos los linajes que per-manecen más de dos centu-rias. Así sucede con la prácti-ca totalidad de las familiasavecindadas en el siglo XIII(Avencoro, Arraveyl, Jafuda oRahe) o en el XIV (Alborgí,Alfaro, Avenpolegar, Ravel,Xucrán o Levi).
En el recuento fiscal encar-gado por las Cortes de Maella
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LA COMUNIDAD JUDÍA
Vista aérea de la villa de Tauste, presidida por latorre de la Iglesia de Santa María.
CONTEXTO HISTÓRICO Y DEMOGRAFÍACONTEXTO HISTÓRICO Y DEMOGRAFÍA
(1404) se censan 70 fuegos o casalesde cristianos pecheros o contribuyen-tes, 65 ocupados por infanzones y 22adscritos a los judíos –semejante a losefectivos de Luna y Sos–, cuando susmoradores se elevan a poco más de700 personas, incluidos los eclesiásti-cos. Si así fuera, esta minoría confesio-nal no sobrepasaba el 12-14% deltotal. En el último cuarto del siglo XVhabitan la judería unas 25 ó 30 fami-lias, lo que supondría un incrementodel 15-25%, con lo que su cota máxi-ma se situó entre 110 y 130 individuos.
Las escrituras notariales permitenidentificar casi cuarenta pater familiasen la víspera del destierro, pertene-cientes a los linajes de los Abendaut,Abenrogat, Aflat, Albalá, Albó, Alfran-gil, Amato, Aruesti, Benforat, Benja-
mín, Cohen, Gotina, Levi, Pexquer,Sumiel, Yaym, etc. Alguno de estoscírculos de parentesco –columna ver-tebral de la vida política y económi-ca– son muy nutridos, destacando losAbenforna (Alazar, Haym, Johanna,Juce); Altixifi (Abraham, Açach, Juce,Salamón); Atortox (Abraham, Açach,Gento, Haym, Juce, Salamón,Simuel). Alguno de sus integrantes,por causas fiscales, emigran tempo-ralmente al condado de Rueda.
Una vez promulgado el Edicto de1492, los expulsados escogen comoprimeros destinos el Reino de Nápo-les o el de Navarra. La presencia deun número significativo de sus miem-
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Detalle de la indumentaria de San Sebas-tián. Retablo de Santa Ana.
Libro de Aniversarios Santa María (1439-82).
bros en la segunda quincenade julio en Zaragoza, denotaque se incorporaron al convoyque embarcará en Tortosa, afines de ese mes, mientras queotros –dentro de un mismolinaje– prefieren radicarse enTudela. También figuran losconvertidos dentro el tiempodel Edicto, que se ovieron tor-nado christianos, tomando elbautismo. En esta nómina–algunos retornados despuésdel edicto de expulsión deNavarra (1498)– constan ape-llidos ilustres (Pérez, Gotor,Ortiz, Trist, Vaquedano), entrelos que sobresalen los Ribas,descendientes directos de losAtortox.
En la liquidación de las deudas que debían afrontar antes de partir, la Coro-na tiene prioridad sobre los restantes acreedores. Los pagos se saldan en dine-ro en efectivo, metales preciosos, créditos convertibles e inmuebles, circunstan-cia por la cual el monarca y los suscriptores de deuda pública se transforman enlos principales propietarios de la judería. Aunque no podían llevar consigo oro,nin plata, nin moneda amonedada ni las otras cosas vedadas por los leyes denuestros reynos, Simuel Atortox casi burla la vigilancia fronteriza, pues preten-día sacar oculto en una bota de vino 600 florines y 180 ducados (en torno a13.200 sueldos); una auténtica fortuna.
La aljama, en cuantopersona jurídica, tienecapacidad legislativa y
una autonomía jurisdiccional relativa, que se traduce en la promulgación de ordi-naciones o reglamentos (haskamot) para el regimiento interno. Cuenta, asimismo,con facultad sancionadora mediante la imposición de multas o la aplicación de lapena de herem o excomunión mayor en los delitos graves.
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Retablo de Santa Ana. Iglesia Parroquial de SantaMaría.
SOCIEDAD ALJAMA Y COMUNIDAD POLÍTICASOCIEDAD, ALJAMA Y COMUNIDAD POLÍTICA
Desde la segunda mitad delsiglo XIV, los negocios de lamayoría se encomiendan a unequipo de gobierno que tomalas principales decisiones. Susintegrantes se denominan ade-lantados (en hebreo, berurim),oscilando su número entre dosy tres. Perciben honorarios, loque no es habitual en Aragón,actuando como interlocutoresante terceros y siendo respon-sables en sus actos. Paralela-mente se configura un Consejo,con representación proporcio-nal de los tres estratos socioe-conómicos o manos, integradopor nueve miembros, conamplias facultades fiscales yconstitucionales. Actúa como
instancia moderadora y de control político.
Asimismo, la palpable crisis social experimentada en el Trescientos promovió unincremento de la solidaridad mediante la fundación de corporaciones asistencia-les –a la par que un fortísimo movimiento asociativo– para paliar la pobreza y lamarginalidad. La primera cofradía (confraria) privada conocida fue fundada en1405.
Las finanzas se encomiendan a un clavario –cargo que surge tras emanciparsede los adelantados–, que interviene en la administración y gestión de la deuda,parte de la cual se factura en Zaragoza. Algunos notables obtienen la titularidadde la escribanía comunitaria –igual que en Barbastro, Uncastillo o Ejea– abonan-do vitaliciamente una cantidad anual al Maestre Racional.
Fernando II, attendientes la grande diminucion y poquedat en que nuestrajuderia es devenida a causa de la poca administracion y gobierno, designa en1483 al cirujano Juce Atortox, personaje de sufficiencia, saber y abilidat, para quepromueva la conservacion y augmento de los dichos judios. Investido de poderescasi plenipotenciarios, asesorará la elección de los adelantados y oficiales de lacorporación, así como las decisiones de gobierno y regimiento de la cosa pública
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Casona "El Patiaz", emplazada en las proximida-des del barrio de la judería.
más relevantes. A la postre, el Merino de Zaragoza se reservaba la instancia arbi-tral de apelación en caso de disparidad de criterio.
En el ámbito judicial, al igual que sucediera en las poderosas agrupaciones deBarbastro y Calatayud (1301), disfrutan del privilegio que impide la detención decualquier persona física o su enjuiciamiento civil o criminal en días festivos, inclui-do, claro está, el Sabbat.
Si los adelantados se comportan como tribunal de primera instancia, los magis-trados de Zaragoza se reservan el nivel de apelación (dayyan ha-sil.lukin) desdefines del siglo XIII, permaneciendo en vigor al menos durante una centuria. Noobstante, no siempre el Concejo respetó esta autonomía, invadiendo alguna desus competencias, obligando a intervenir al Justicia de Aragón en 1388 para queexigiera a los jurados y al Justicia local la abstención en las causas promovidascontra los judíos. Uno de ellos, Juce Levi, invocará el habeas corpus e ingresará enla cárcel de la Manifestación entre tanto se garantizaran sus derechos forales.
La proximidad cotidiana de ambas comunidades propicia fricciones incidenta-les por malos entendidos. Uno de ellos involucra al rabino Haçán, hijo de un ciru-jano de Ejea de los Caballeros,quien, celebrándose una vigiliaen la iglesia de San Bartolomé,contigua a la judería, encabe-zando una danza en la quetambién participaban algunoscristianos, tropezó en el entari-mado del altar mayor –al pare-cer de modo fortuito–, lo quefue considerado un acto deburla, propiciando la interven-ción del Baile (máximo repre-sentante del rey).
Los judíos son cofres del rey yforman parte de su Patrimonio.Como contrapartida a los privile-gios obtenidos, que les confierenun aceptable grado de autonomía,responden al pago de determina-dos impuestos ordinarios y extraor-dinarios.
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San Roque de Montpellier representado comoperegrino. Retablo de Santa Ana.
Entre los primeros, lapeyta es un tributo de
carácter personal, satisfecho en metálico por cada vecino o cabeza de familia, de ahíque se denomine capitación. La comunidad, que figura en los dos padrones más anti-guos conservados (1271-74), contribuye con un 1% del conjunto de las homólogasdel Reino, fraccionando su pago en semestres, en el mes de enero y en San Juan. Porlo demás, junto con Zaragoza, Ejea y Sos, están obligados a entregar una tasa porlas caballerías, cuyos beneficiarios fueron, por lo común, representantes de la noble-za, por la prestación militar que entrañaba (Fernando de Artieda, Juan de Lanuza,etc.)
A caballo del primer y segundo tercio del siglo XIV, las contribuciones urgidas porlas necesidades del momento (campañas militares, construcción de fortalezas, espon-sales, coronaciones, etc.) la sitúan, asimismo, en un discreto segundo plano –en tornoal puesto undécimo de un total de dieciséis aljamas–, equiparándose en estos con-ceptos a localidades como Borja.
Desde 1390 entra a formar parte de la Cámara de la reina doña Violante de Bar,de ahí su derecho a solicitar derramas extraordinarias a sus vasallos. El colapso coe-
táneo a la Disputa de Tortosa esevidente, desplomándose sucontribución neta a la mitad entan sólo un sexenio, y a la terce-ra parte en siete años, si toma-mos como referente el período1405-1408, eso sí, con un breverepunte posterior.
Cuando la aljama precisaliquidez emite deuda en sumodalidad de censos perpetuos.Basándome en la reconstrucciónde la cuenta de resultados –quesoportan un interés del 4,7% al6,25%– sus principales acreedo-res proceden de la clase de ciu-dadanos de Zaragoza (María deOvón, Miguel Villa, Tomás deTorrellas, etc.) y la baja nobleza
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Escena de Jesús en medio de los Doctores. Reta-blo de la Virgen del Rosario.
TRIBUTOS E IMPUESTOSTRIBUTOS E IMPUESTOS
de Mallén (mosen Pedro Manyos,converso, y Pedro Tomás). En 1479los dirigentes solicitan la venia delmonarca para efectuar un desem-bolso de 5.000 florines (90.000sueldos) en aras de amortizar orenegociar los títulos antiguos yreducir los intereses.
Como única minoría que con-vive con la sociedad cristiana –lapresencia mudéjar es aquíimperceptible, del mismo modoque en el resto de la comarca–cuenta con una innegable capa-cidad de adaptarse al medio,presentando un perfil artesanaldiversificado y una vertientecomercial apreciable.
Una de las primeras menciones a la capacidad de los silos administradospor miembros distinguidos de la sociedad judía se produce en 1290, cuandoAlfonso III, para enjugar la hambruna de la ciudad de Tarazona y su entorno,les urge a prestarles quinientos cahíces de trigo, lo que confirma que las CincoVillas actuaban ya de granero del Reino. Pero no siempre fue así, ya que lasplagas provocaban, de cuando en cuando, graves problemas de subsistencia,tal y como acaeció en 1421, en que la langosta asoló la casi totalidad de suscosechas.
Las fincas rurales se vinculan en su mayoría con el viñedo –que supone másdel 75%–, situado en el cinturón periurbano de regadío, a ambas orillas delrío Arba (Campo Nuevo, Vergel, Los Viñuelos), con extensiones que no supe-ran 1 ó 2,5 cahíces de sembradura. La reconstrucción patrimonial revela unsubstrato de pequeños propietarios. Acaso las grandes familias (Atortox) con-tratan trabajadores por cuenta ajena, obligados a correar, sembrar, segar,
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Mención de una viña de Mosse Atortox contenidaen el Libro de Aniversarios de Santa María(1439-82).
ESTRUCTURA PROFESIONALESTRUCTURA PROFESIONAL
regar, trillar, carriar e dar limpio elpan en la era que de las ditas guebrassalrra.
Las escrituras firmadas ante notariopermiten determinar la profesión de lamitad de la población activa del últimocuarto del siglo XV, presentando algu-nas peculiaridades, como su presenciaen el sector de la construcción de lamadera y el barro. Entre los primeroscabe señalar a Gento Amato, cubero,con una clientela que se extiendehasta Épila, especializado en confec-cionar, en madera de pino o roble,tinas, pisaderas y cubas (de 3 a 10 nie-tros de capacidad). Cuenta tambiéncon un fabricante de tejas y rejolas.
Las corporaciones de oficio relacio-nadas con la manufactura textil sonrelevantes, sin omitir el papel desem-peñado por la mujer, que dispone de
tornos de hilar y, en algunos casos, telares manuales en el hogar o en el tallerde su marido o su suegro, lo que permite complementar los ingresos familia-res. Entre las profesiones más extendidas figuran los sastres, los peleteros(pelaires y curtidores) y los zapateros, que aglutinan a más de un tercio de losmenestrales o artesanos.
Miembros de la familia Alfrangil, vinculada a la industria peletera, garan-tizan el suministro de materias primas con diversos proveedores de las carni-cerías de Sádaba, Uncastillo y Tauste. La aceptación en los mercados de laspieles originarias de la villa explica que también concurran curtidores de Zara-goza, quienes las transportan sirviéndose del puerto fluvial de Remolinos. Enlos contratos se especifica la calidad de las pieles (merina y lanigorda cuandose refiere a carneros y corderos), alcanzando la caprina los niveles más altos(los cordobanes). Salvo en el caso de las cabras, cuyo precio no varía, la coti-zación de las especies restantes casi se duplica después de la festividad de SanMiguel.
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Acceso a una vivienda humilde de lajudería. Calle de Pedro IV.
El linaje de los Atortox, tantas veces citado, conforma una verdadera estir-pe de mercaderes que se sucede de generación en generación. Tanto Salamóncomo su hijo Gento, que comparten actividad en las décadas que preceden ala Expulsión, contratan la lana directamente con los propietarios de rebañosen el Prepirineo oscense.
La dinamicidad del sector sanitario es notable. Alguno de los futuros pro-fesionales se trasladan a la capital del Reino para adquirir formación y expe-riencia de los galenos cristianos, peritación que es muy costosa y que no todospueden permitirse. Entre ellos se encuentra Juce Albó que, tras el examen rea-lizado ante un protomédico real el año 1480, obtiene el certificado de aptitude idoneidad –lycenciam, permisum et facultatem utendi dicta arte medecine–,imperativo en el ejercicio profesional.
Frente a lo que acaece en otras poblaciones (Ejea de los Caballeros, seapor caso), la medicina no alcanza una estructura clánica bajo el control deapenas una familia, sino que tiene representantes entre los Abenforna, Aben-daut, Albó y Atortox, ejercientes tanto de médicos de cabecera como de ciru-janos. El prestigio que acarrea entre la población no es incompatible con losintereses laneros, cuyos beneficios, cuando se opera a determina escala, intro-duce un verdadero elemento de diferenciación social en punto a la fortuna.
Llama poderosamente laatención que en una concen-tración humana, a priorimodesta, se alcance ciertonivel de especialización, alpunto de que se cense uncasamentero, homologadocon las facultades de un corre-dor de comercio ocupado defazer casamientos, es decir,encargado de negociar matri-monios ventajosos entre losintegrantes más poderosos delas comunidades de la comar-ca, cuyos honorarios se fijande conformidad con las dotesobtenidas.
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Detalle de un rabino. Retablo de la Virgen delRosario. Iglesia parroquial de Santa María.
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1 Iglesia de Santa María2 Casa de la Cámara3 Iglesia de San Antón4 Monasterio de San Jorge5 Arco de Ballesta6 Casa de Ramírez
7 Casa de Cultura8 Ruinas Convento de San Cristóbal9 Casa del Obispo Supervía
10 Judería11 Casona El Patiaz12 Muralla medieval
ITINERARIO MONUMENTAL DE LA VILLA
Ángel Betoré
ITINERARIO MONUMENTAL DE LA VILLA
La presión fiscal y la tolerancia de losmonarcas aragoneses con respecto a lasprácticas crediticias discurren por caminosparalelos, porque la correcta percepción delos intereses favorecía el pago puntual delos impuestos.
La regulación aprobada por el monarcaaragonés Jaime I, incluida en el corpus nor-mativo de los Fueros de Aragón, permiteaplicar un interés anual del 20%, prestandoun juramento formal cada mes de octubrepor el que se comprometían a observar elmarco legal establecido. Sin embargo, nosiempre cumplieron este requisito, impo-niéndoles multas de hasta sesenta florines.
Si atendemos exclusivamenteal área de influencia geográfica,se advierte un primer anillo quese extiende en un radio de 20kilómetros a la redonda (Alberite,Alcalá de Ebro, Boquiñeni, Maga-llón y Mallén), y un segundo esca-lón concéntrico, de menos relie-ve, que excede los 50 kilómetrosde distancia (Malpica, Sádaba oUncastillo), lo que prueba su for-taleza financiera. En cierta formaestos dos módulos se advierten,en distinto grado, en la hermanacomunidad de Ejea.
No obstante, se destinan almercado local, es decir, a lapoblación avecindada en la villa,
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Talla policromada de un SumoSacerdote. Escena giratoria de laCircuncisión. Retablo Mayor deSanta María.
Restos de la muralla de piedra y alabastro quedelimitaba la villa en la Edad Media.
EL PRÉSTAMO CON INTERÉSEL PRÉSTAMO CON INTERÉS
más de la mitad de los activos. Sin embargo, las principales instituciones cristianas–el Concejo y el Capítulo de la iglesia de Santa María– prefieren satisfacer en lacapital del Reino sus necesidades financieras, porque el precio del dinero es inferiory existe mayor disponibilidad.
El desequilibrio en la distribución de la riqueza es palpable, pues la práctica tota-lidad de las operaciones de préstamo están patrocinadas por individualidades muyconcretas de las familias Atortox y Abenforna, trazando una distancia casi abismalcon respecto al resto de las personas que, de modo más o menos accidental, seocupan de esta actividad. Por señalar un ejemplo, en las últimas décadas de la EdadMedia, Juce y Simuel Atortox controlan el 65% del capital prestado.
La predilección de Juce y Simuel Atortox por Uncastillo, motivada por intereseseconómicos y vínculos familiares, es un hecho; mientras que los Abenforna –conalgunas incursiones esporádicas en Zaragoza– apetecen localidades próximas alValle del Ebro (Magallón y Mallén), con lo que no se genera una tensión competi-tiva entre ambos linajes.
De las operaciones conocidas hasta ahora, los préstamos en efectivo y los quese realizan en especie –trigo, fundamentalmente– se reparten de modo proporcio-
nal; cuando se conjugan ambosfactores –contratos mixtos–, elacreedor especula con las fluc-tuaciones en los precios, con loque la expectativa de beneficiosse multiplica notablemente,aunque también el riesgo.
Si analizamos únicamentelos que se pactan en dinerolíquido, el promedio es de 130sueldos de capital –la legislaciónforal establece que son présta-mos de menor cuantía los queno exceden los 200 sueldos–,con lo que se ratifica, una vezmás, la especialización de losjudíos en el crédito de consumodestinado a agricultores ypequeños artesanos.
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Detalle de la escena central del retablo consa-grado a Santa Ana.
LLos judíos tienden aasentarse en un área determi-nada de la localidad, pero noestán confinados en un recintocerrado. Por el contrario, existeuna vecindad frecuente y fluidacon inmuebles habitados porcristianos. Además, salvo erroru omisión, los documentosnotariales no designan esteasentamiento con el nombre dejudería –como sucede en Épilao Luna– hasta la delimitaciónemprendida durante la segun-da década del siglo XV, lo quecorrobora que no se decantatodavía una demarcación espa-cial concreta.
Las menciones que trascienden pacíficamente desde mediados del siglo XIV semuestran unánimes al situar una parte de su hábitat en las inmediaciones del Mer-cado, enclavado intramuros. Precisamente en este entorno, el Capítulo de SantaMaría tiene arrendado un número considerable de casas a esta minoría. Por lodemás, judíos eminentes como maestre Juce Atortox y Açach el Rico, que viven enuna de las zonas más cotizadas del barrio, disfrutaban de unas vistas privilegiadasa la Plaza Mayor.
De cualquier modo, un hecho parece determinante: las calles de San Bartolo-mé y Pedro IV conforman la red arterial o carreras mayores de este tejido urbano,donde se insertan los edificios institucionales y las viviendas del estrato más pres-tigioso de la sociedad, léase, mercaderes y médicos.
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Torre de la Iglesia de Santa María, una de lasjoyas mudéjares de Aragón.
LA JUDERÍA
LOGAR DO VIVEN LOS JODIOSLOGAR DO VIVEN LOS JODIOS
El caserío presenta un netopredominio del ladrillo, enlucidocon cal o azulete. Las viviendasse edifican en dos niveles, ade-más de los corrales y las bode-gas, que sirven para almacenar,en cubas y toneles, los produc-tos de primera necesidad (agua,aceite y vino). En el segundopiso se distribuyen las alcobasdestinadas al descanso y lospalacios o retretas, donde secoloca el escaso mobiliario. Lacocina cuenta con una campanade amplio vuelo y cadiras o ban-cos con tableros abatibles dis-puestas en torno al fuego, epi-centro de las reuniones familia-res y escenario de frecuentes
tertulias.
Se menciona un hospital –en la encrucijada de las calles San Bartolomé y PedroIV, anejo, por tanto, a la sinagoga– regentado por una cofradía asistencial priva-da. Asimismo, cuenta con instalaciones de hornos y carnicerías propias –situadasen una zona perimetral, por los malos olores que acarreaban–, garantizando elabastecimiento de los consumidores autóctonos y permitiéndoles preservar laritualidad alimentaria exigida por la observancia religiosa.
La incertidumbre creada al amparo de lassesiones de la Disputa de Tortosa y las exalta-
das predicaciones emprendidas por Vicente Ferrer, extienden la teoría del judíocontaminante, en especial por las repercusiones negativas sobre los nuevos con-versos que, al mantener intactos los lazos familiares y afectivos con sus antiguoscorreligionarios, dudan de una fe recién adquirida. De ahí la activación de medi-das profilácticas que impidieran la cohabitación, y el triunfo de las medidas segre-gacionistas, de las que Tauste no se zafó, al igual que el resto de las juderías desu entorno.
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En las casas de las clases más modestas predo-mina el ladrillo con enlucido de cal. Calle dePedro IV.
MEDIDAS SEGREGATIVASMEDIDAS SEGREGATIVAS
El proceso se inicia el pri-mero de junio del año 1414,en respuesta a las pretensionesde sus vecinos, inducidos qui-zás por las autoridades civiles oeclesiásticas. Como conse-cuencia inmediata, se comisio-na al escribano real AntonioRigau para que negocie el tras-lado de los judíos a un lugarseparado, no adoptando nin-guna resolución efectivadurante varios meses. Sólo eljurista leridano Francesc Ferrer,con una preparación superioral anterior, culminará laempresa, promulgándose el 12de julio una regulación sobreles habitacions dels juheus dela dita vila separadors de leshabitacions dels cretians de aquella.
Como premisa, no se discute su derecho a permanecer intramuros en certambit e limits diuns los cercle e força de la dita vila, quizás por entender que erainviable la constitución de un nuevo barrio fuera de este parámetro, al modo enque sucederá, por ejemplo, en Tamarite de Litera. Ninguna de estas lindes con-fronta con la muralla de la villa –que todavía conserva en algunos tramos la pie-dra de yeso y alabastro–, dibujándose el nuevo perfil en su interior, rodeado porun muro de rejola o ladrillo, a modo de cuadrilátero irregular.
En la primera linde, que discurría cerca de las casas de Martín de Sanper, sepracticaría un portal, cuyas puertas permitieran atravesar una bestia cargada deleña o una fanega de paja. Un segundo portal se abriría en el muro levantado enla parte superior de las carnicerías judías, en la cantonera o esquina de la vivien-das de Içach Bendada y Johan Seguí, a través del cual sus moradores accedierana la Puerta de la villa. Otro tramo de pared se configuraría cerca de la iglesia deSan Bartolomé, entre la cantonera de la alberca de Salamón Atortox y la casa deMartín Pérez. Por fin, otra pared o clausura se diseñaría en la cantonera de lascasas de Lope de Portales y Johan de Baysa, pero sin vanos ni accesos directos.
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Detalle de San Roque de Montpellier. Retablo deSanta Ana. Iglesia parroquial de Santa María.
Considerando que en suinterior permanecen casas habi-tadas por cristianos, se fija unperíodo transitorio de seismeses para que los afectadosvendieran sus inmuebles o lospermutaran, ya que el caso recí-proco de judíos que debían tras-ladarse al interior también seplanteaba. Para tan delicadasoperaciones se designa unacomisión paritaria formada pordos miembros de cada una delas comunidades afectadas. Sino llegaran a un acuerdo, laresponsabilidad última recaeríasobre el Justicia.
Esta mudanza preceptiva noafectaba a cuatro fincas que selevantan en el perímetro, a con-
dición de que practicaran unos portales que conectaran con las vías públicas cris-tianas, tabicando las ventanas orientadas hacia la judería. El mismo proceder seestablece a los judíos: cierre de accesos que conduzcan a la cristiandad y apertu-ra de unos nuevos que comuniquen sus viviendas con el barrio ahora configura-do. En síntesis, se produce una reorientación de los inmuebles hacia respectivosámbitos residenciales, de modo que lo que antes era fachada se convertía en tra-sera, y viceversa. Esta distorsión en el parcelario todavía se aprecia al visitar algu-na de las viviendas actuales.
Gracias a los restos aparecidos en el casco antiguo durante las últimas déca-das, así como los vestigios que todavía se conservan en pie, se puede restituir,grosso modo, su primitivo trazado. Éste transcurriría paralelo a la calle Miguel ReyArtieda, Mirador de la Vega y las proximidades de la calle Gallur, hasta alcanzaren uno de sus extremos la avenida de la Constitución. De ahí, rotaba hacia lascalles 21 de Abril, San Francisco, Plaza de España, y calles Germán y La Rosa para,atravesando transversalmente la Cuesta de la Cámara, cerrar el círculo en la plazadel Maestro Aragués, teniendo uno de los Portillos en el tramo central de la calleGil Morlanes.
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Distribución interior y acceso a una vivienda dela judería. Calle de San Bartolomé.
Terminadas las diligencias administrativas del decreto de Expulsión, la juderíapasa a denominarse Barrio Nuevo en agosto de 1492. Esta nueva designación,común a otros barrios aragoneses como Uncastillo o Luesia, se consolida en ladocumentación posterior, utilizando la expresión barrio del cerquo siquiere BarrioNuevo.
Dentro de las restricciones religio-sas contempladas en la Bula de Bene-dicto XIII, que culmina las deliberacio-
nes de la Conferencia de Tortosa, y que trazará las lí-neas maestras del marcosegregacionista impuesto por la Iglesia, se prohíbe que haya más de una sina-goga en cada judería –objetivo impracticable en las poblaciones de efectivosnumerosos–, mostrándose una postura intransigente en lo tocante a la cons-trucción de nuevos edificios o la ampliación de los preexistentes.
El hecho es que, vigente la primavera del año 1400, don García Fernándezde Heredia, arzobispo de Zaragoza, concedió permiso a los adelantados paraque repararan su sinagoga o casa de oración. Si las primeras noticias se remon-tan a 1280, el edificio es centenario, con los consiguientes achaques estructura-les, y padece un aforo insuficiente. La cédula del prelado señala de maneraexpresa la tribuna de las mujeres, y el permiso de renovación del mobiliario (púl-pito, bancos, lámparas de aceite, etc.) y todo lo que fuera preciso para quepudieran oficiar los ritos condignidad. Calificada de reliquiade Jerusalén, niega la posibili-dad de cualquier transforma-ción estructural o modificacióndimensional: non excedendo inlatitudine et altitudine limitesantiquos.
Esta cláusula fue objeto derevisión seis años más tarde,según algunas versiones, porcuanto presuntamente lesautorizaba a incrementar tantosu longitud como su anchura,de modo razonable, tal y comoconvenía a un templo dedicado
LA SINAGOGA: DOMUS ORACIONIS
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Alero y ventanas ocluidas de un hipotético edifi-cio público de la judería, muy próximo a la ermi-ta de San Bartolomé.
LA SINAGOGA: DOMUS ORACIONIS
a la oración, lo que generaría duros enfrentamientos con la autoridad al exce-derse en su magnificencia. A tal efecto se contrató a dos maestros de obrasmudéjares en Zaragoza. Lo más suntuoso era el artesonado dorado, labrado enrombos. Alrededor de la pared se tendería un banco de madera o de piedra. Nose accedía directamente desde la calle, sino a través de un patio.
Los espacios de inhumación judíos, delmismo modo que los musulmanes, se
encuentran extramuros porque transmiten impureza. El terreno –inculto y vir-gen– cumple unos imperativos religiosos mínimos: hallarse en declive –sobreuna ladera y próximo a un río–, con las tumbas abocadas hacia Israel y el difun-to con el rostro boca arriba para que, al tocar Moisés el shofar, sea capaz de
caminar hacia Tierra Santa.
Los rastros en la toponimiadelatan la ubicación del fosar ocementerio de forma inequívo-ca, si bien se ha transmitido demodo contaminado, atendiendoa una errata de transcripción.De este modo, lo que en laactualidad se conoce como lapartida del indio, era originaria-mente la partida del judío. Porlo demás, entre sus lindes secita el río Arba y algunos viñe-dos. En la actualidad está ocu-pado por huertos, con lo queresultaría muy difícil hallar algu-na tumba intacta.
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EL FOSAR: CAMINO DEL JUDÍO
Vista aérea del término en el que se enclava-ba el cementerio judío, popularmente conoci-do como "Camino del indio".
EL FOSAR: CAMINO DEL JUDÍO
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Villa Medieval
Judería