GUERRA DE ESFUERZOS

ObjetivosI. Demostrar la dinámica que se presenta en un análisis de campos de fuerzas

(impulsoras y restrictivas) ante una situación de cambio.II. Involucrar a los participantes en el proceso de solución de problemas.

TIEMPO:Duración: 60 Minutos

MATERIAL:Fácil Adquisición

1. Para cada subgrupo, una cuerda fuerte, marcando el centro.

2. Cinta para pegar a cada grupo.

TAMAÑO DEL GRUPO:Mínimo 14 Participantes

Dividido en subgrupos de 14 participantes.

LUGAR:Aula Especial

Un salón amplio o jardín, bien iluminado acondicionado para que el mobiliario no estorbe.

DESARROLLO

SIN FORMATO

I. El instructor comenta acerca del análisis de campos de fuerza e introduce la actividad.

II. Los participantes se dividen en subgrupos. Cada participante recibe instrucciones para que en forma individual identifique un objetivo, un problema o un cambio sobre el que va a trabajar, o en el que ya haya estado trabajando. Se elige un voluntario de cada subgrupo para que comparta su problema.

III. Se le pide a este voluntario que les reparta a cada uno de los miembros del subgrupo los papeles o roles de fuerzas impulsoras y restrictivas, las cuales están trabajando para crear el estado de equilibrio en la situación de su problema. Para que sea más exacto, cada participante debe representar el papel que más lo caracterice.

IV. Después que el voluntario ha explicado claramente (a) el objetivo que desea alcanzar, (b) el estado actual de la situación y (c) la dinámica de las fuerzas impulsoras y restrictivas que actúan en él, los participantes se colocan en uno u otro de los extremos de la cuerda (impulsoras y restrictivas) en posición de “ataque”. Para iniciar el punto del centro (la marca del centro de la cuerda) se pone en el piso y se marca cinta para pegar una cruz exactamente abajo de la marca. El punto del “objetivo” se marca con una raya en ambos lados de los equipos con una cinta, a 1 ó 2 metros del punto inicial. Aquellos que van a jalar la cuerda reciben instrucciones para que igualen fuerzas y así mantener el centro de la cuerda en el punto de “arranque”.

V. Los voluntarios se ponen a dialogar con cada una de las “fuerzas” y las anima a que hablen entre ellas y logren condiciones mejores para entenderse, que las que tienen ahora.

VI. Después de explorar totalmente el estado actual, se encarga al voluntario, para que actúe como director del subgrupo y vuelva a arreglar las fuerzas (añada fuerzas impulsoras, eliminando o debilitando las fuerzas restrictivas) para establecer un nuevo equilibrio más cerca de la marca del “objetivo”. Durante esta fase las “fuerzas” pueden argumentar, retar o cuestionar al director a medida que trata de moverlas. Las vivencias del intercambio físico demuestran, la dinámica que provoca un cambio deseado.

VII. Después de terminada la actividad, el instructor lleva a cabo con todos los participantes un análisis del ejercicio sobre lo aprendido. Esto puede hacerse también, teniendo a las dos “fuerzas” de cada subgrupo discutiendo sus sentimientos durante la actividad, haciéndolo en arreglos de subgrupo a subgrupo.

VIII.

El instructor guía un proceso para que el grupo analice como se puede aplicar lo aprendido en su vida.